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a la
Economía
-
El problema
, .
economlco
HeiJbroner, Robert L.
" La Formaciónde la Sociedad Económica"
Fondo de Cultura Económica México 1975
c;gec--ÚUta/ 2
_n,,'y' .".~w-
pp. 13-34
14 EL PROBLEMA ECONÓMICO
humano araña con sus escasas caloñas de energía para sacar simple- División del trabajo
mente su propia subsistencia-, encontramos que la inseguridad eco-
nómica del individuo se. multiplica muchas veces. El solitario esqui- Existe, desde luego, una respuesta a la paradoja. ~obrevivimos en
mal, el bosquimano, el indonesio o el labriego nigeriano, abandona- las naciones ricas parque las tareas que no podemos hacer por noso-
dos a sus propios recursos, sobrevivirán un tiempo considerable. Si tros mismos, las ejecuta por nosotros un verdadero ejército de otros
viven cerca de tierras de cultivo o de animales para cazar, los pueblos individuos a los cuales llamamos para pedir ayuda. Si no podemos
de nivel de vida más bajo de todo el mundo pueden mantenerse vivo¡¡ cultivar alimentos, los podemos comprar; si no podemos satisfacer
-al menos durante una temporada- casi sin ninguna ayuda. Dentro nuestras propia., necesi4ades, podemos en cambio contratar los ser-
de una comunidad formada por tan só]o unas cuantas centenas de vicios de otros que sí están capacitados para hacerlo. Esta enOrIl)e
individuos, pueden vivir indefinidamente. En efecto, un gran porcen- división del trabajo aumenta nuestra capacidad millares de veces,
,t~ de.Ja raza_humana vive hoy en día precisamente de esa manera: porque nos permite beneficiamos de la habiJidad de oU:oshombres
en pequeñas comunidádes de labriego!!;que prácticamente se bastan así como de la propia. ' '
a si mismas y que atienden a su propia manutención con sólo un Junto ,con ~sta ganancia inca1culable se presenta un, cierto riesgo.
.centactomínimo con. el .mundo exterior. Esta gran mayoría de la Por ejemplo, resulta tranquilizador el pensamiento de que depen-
humanidad sufre una, enorme pobreza, pero a] mismo tiempo dis- demos de los servicios de sólo 150 mil hombres, de un total de cien
fruta de una cierta independencia económica. De no ser por esto millones de personas que trabajan en la nación, para abastecernos
ú]timo,hace siglosque hubiera sido eliminada. , del producto básico carbón. Un número aún menor de trabajadores
Por otra parte, cuando volvemos la mirada hacia el neoyorquino -sólo una tercera parte-- tienen sobre sus hombros la operación
o el habitante de Chicago, nos impresiona encontrar la situación del equipo locomotriz que transporta toda ]a carga ferroviaria y
exactamente opuesta: en ellos ,predomina la comodidad de la vida servicio de pasajeros de la nación. Todavía un número menor
material acompa.ñada al mismo tiempo de una extremada depen- -unos 50 mil- constituye la tripulación total de pilotos y navegantes
dtlftcia del individuo en su. búsqueda de medios de existencia. En con que cuenta nuestra aviación comercial. Una falla de cualquiera
las grandes áreas metropolitanas donde vive la mayoría de los estadu- de estos' pequeñísimos grupos en el desempeño de sus funciones nos
nidenses, no podemos ya topamos con el individuo solitario o con dejaría ,"ojos. Como sabemos, al enfrentarnos de vez en cuando con
la pequeña comunidad superviviente, sino tan sólo con almacenes una hu~lga importante toda. nuestra maquinaria econ6mica puede
dedicados alluero y tiendas de alimentos y artículos' de primera ne- tambalearse porque un grupo estratégico cesa de realizar sus tareas.
cesidad. Junto con la abundancia en la existencia material se esconde una
. La' inmensa, .mayoría de .lós estadunidenses nunca han cultiva- vulnerabilidad: nuestra abundancia está asegurada sólo mientras se
do alimentos" ~i J:~ado animales, ni criado ganado, ni han molido . pueda contar con la cooperaci6n organizada de enonnes ejércitos
el-grano para, hacer harina y ni siquiera han amasado harina para de personas. Ciertamente, la continuación de nuestra existencia como
~pan. Si se enfrentaran a la exigencia de tener que hacer nación rica depende de la previa condición tácita de que el mecanis-
su ropa o construir sus propias casas, se encontrarían desesperada- mo de la organización social mantenga su funcionamiento efectivo.
Somos ~ieos no como indipiduos sino. como miembros de una socie-
mente inexpertos y desprevenidos. Aun para llevar a cabo repara-
ciones insignificantes en las máquinas de que están rodeados, se dad rica; pera nuestra cómodti suposición de que somos suficientes
ven obligados a recurrir a otros miembros de la comunidad cuyo en el plano material no. es de hecho más confiable que los vfnculos
negocio es arreglar' automóviles o reparar cañerías o lo que se nece- que nO$ integran dentro. de un todo social. '
site. Tal Y~.m~!1lte.parad6jico.que mientras más rica es. una nación
el también tnás evidente la. ineptitud de] promedío de sus habitantes
p~ra Sóbrevivir solos y sin ayuda. . Economia Y' escasez
n6micos por encimá del nivel mínimo de subsistencia. Sin duda al. ci6n sodal debe ejecutar para colocar a la naturaleza humana den-
guna, el problema económico en sí --esto es, la necesidad de luchar tro del J!edilde la sociedad. Y al dirigir nuestra atención hacia este
.por la existencia- deriva. en última instancia de la escasez de la problema fundamental, rápidamente nos damos cuenta de que im-
naturaleza. Si no hubiera escasez, 'los bienes scrian tan libres como plica solucionar .<:lostareJM,.diferentes, aunque relacionadas entre sí:
el aire y la economía cesaria de- exi~tir al menos como expresión de J. Unli sociedad debe organizar un sistema destinado a producir
una preocupaci6n social. los bienes y servicios que necesita para perpetuarse a si misma.
y aun cuando es cierto que la escasez de la naturaleza prepara 2. Debe coordinar una distribución adecuada de los bienes que
el escenafio para el problema económico, ella no determina, sin produce .p.ntre IUSpropios miembros, a fin de que haya cabida para
embargo, las únicas limitaciones contra las que los hombres tienen el aumento de la producción.
que luchar. Porque la escasez, como condici6n experimentada por el Estas dos tareas básicas para la continuidad econ6mica son a pri-
ter humano, no es únicamente una falla de la naturaleza. Por ejem- mera vista muy simples. Pero esta simplicidad es aparente. Como
plo, si .los estadunidenses del momento actual se conform.u.m r::on veremos, gran parte de la historia ~on6mica se ocupa de aquellos
vivir al nivel de los campesinos mexicanos, todas nuestras necesidades medios ~e que te han. valido diferentes sociedades para solucionar
materiales quedarían íntegramente satisfechas con tan sólo una o dos estospróblemas elementales y lo que nos sorprende al revisar estos
horas de trabajo diario. Experimentaríamos poca o ninguna escasez ensavos,es el hecho de que la mayorla de ellos fracasaron en parte.
y nuestros problemas económicos desaparecerían' virtualmente. En (No'pudieron haber sido fracasos totale~ porque en ese caso la socie-
lugar de eso, encontramos en los Estados Unidos -y realmente dad no habria sobrevivirlo.) Por lo tanto, nos corresponde examinar
en todas las sociedades industriales-, que el nivel de las necesida- más cuidadosamente los dos objetivos económicos fundamentales para
des humanas ha crecido en la misma proporción en la que ha aumen- descubrir cuáles son las dificultades ocultas que puedan encerrar.
tado la habilidad del hombre para hacer que la naturaleza rinda
más. De hecho, en sociedades como la nuestra en las que la posición
social relativa tiene una conexi6n importante con la posesi6n de PRODUCCIÓN y DISTRIBUCl6N
bienes materiales, encontramos a menudo que la "escasez" como es.
túnulo y como experiencia psicológica se vuelve más pronunciada El esfuerzo de movitiz:aci6n
a medida que nos hacemos más ricos: nuestros deseos de apoderar-
nos de los frutos de la naturaleza se acrecientan más rápidamente ¿Cuáles son los obstáculos que la sociedad encuentra para organizar
que nuestra habilidad para producir bienes. un sistema de producción de -los bienes y servicios que necesita?
De este modo, las "necesidade.~"que la natura.leza debe satisfacer Puesto que la naturaleza es generalmente avara, parece que el
no son en modo alguno fijas, mientras que a su vez, el rendimiento problema de la producci6n es esencialmente de ingenieria o de efi-
de la propia naturaleza no es constante, sino que presenta amplias ciencia técnica. Nos daria la impresi6n de que gira alrededor del es-
v~aciones según el empleo social que se dé a la energía y destreza fuerzo para economizar, para evitar desperdicio y para aplicar el
humanas: Por.la tanto,. la esease~no se puede atribuir sólo a la natu- esfuerzo social en la forma más eficaz posible.
raleza sino también auJa '~Jlatura::,)zahumana". Y la economía se
tsta es ciertamente una tarea importante para cualquier sociedad
"tleupa en úlTImainstancia, oos6lo de la mezquindad del medio am-
y una gran parte del pensamiento económico esencial está consagrado,
'biente fisico, sino que estudia igl1almente los anhelos del tempera-
como su nombre lo indica, a economizar. Sin embargo, ésta no es
pi'énto humano y la capacidad productiva de la comunidad.
la médula del problema de la producción. Mucho antes de que una
sociedad pueda siquiera comenzar a preocuparse por emplear "eco-
lA.s tareas de la sociedad económica
n6micamente" sus energías, debe primero ordenar las energías con
que cuenta para llevar a cabo el proceso de la producción en sI. FA
decir, el problema básico de la producción consiste en la planeaci6n
Como ~onsecuezwia,debemos comenzar un análisis sistemático de la de institucioMs sociales capaces de movilizar la energía humana ha-
ecoiiomia enfocandQ individualmente las funciones que la organiza- cia fines productivos.
EL PROBLEMA ECONOMICO 19 20 EL PROBLEMA ECONOMICO
Este req~ito básico no se logra siempre tan fácilmente. Por ejem- bajar a loS hombres, sino que se les debe asignar a las labores adl1-
plo, en los Estados Unidos, en 1933, las energías de aproximadamente cuadas para producir los bienes y servicios que la sociedad necesita.
la cuarta parte de la fuerza de trabajo del país estaban impedidas de Además de asegurar una cantidad sufkientemente grande de,esfunzo
participar en el proceso de producci6n. Aun cuando millones de hom- ,~ciál.. las: instituciones econ&mkasde la,ocÍ4dad deben tambiln
breay mujerea sin empleo estaban ansiosos por trabajar, a pesar de /frocurar la asignaci6n aücuadade ele esfu.,-zo locÜJI. '
que habla fábricas vacías donde ellos podían trabajar y aunque exis- En una nación como la India o Bolivia, en donde la gran mayoña
dan necesidades perentorias, de alguna manera se había producido de la poblaci6n nace en aldeas campesinas y crece para ser agricul-
un demunbe terrible y desconcertante que desvió el proceso de pro- tora, la solución a este problema no ofrece mayores dificultades. Las
ducción y trajo como resultado que toda una tercera parte de, lo que demandas ¡básicas de la sociedad -alimentos y fibras para ropa-
fue nuestra anterior producción anual de bienes y servicios simple- son precisamente aquellos bienes que la población campesina produ-
.ment«:d~pareciera. ce en fonna Unatural". Pero' en una sociedad industrial, la distri-
Los Estados Unidos no son, de ninguna manera, el único país bución adecuada del esfuerzo se convierte en una tarea enormemente
que a veces ha fracasado en la tarea de encontrar trabajo para complicada. Los habitantes de los Estados Unidos demandan mucho
un gran número de trabajadores dispuestos a trabajar. En naciones mis que pan y algod6n. Necesitan, por ejemplo, automóviles. No
mú pobres, en donde la producción se necesita con la mayor ur- obstante, nadie produce en forma "natural" un autom6vil. Por el
gencia, encontramos frecuentemente que la desocupaci6n masiva cons- contrario, para producido, deben ejecutarse una extraordinaria va-
tituye una situación crónica. Las calles de m~chas ciudades asiáticas riedad de tareas específicas. Unos deben fabricar acero. Otros deben
están atestadas de gente que no puede encontrar trabajo. Pero tam- obtener ca-bcPo.Todavia otros tienen que coordinar el proceso mismo
poco ésta es una condición impuesta por la escasez de la naturaleza. del ensaml>lado.Y ésta no es más que una muestr.. insignificante de
Hay, después de todo, una infinita cantidad de trabajo por hacer, las labores!tan poco "naturales" que se han de llevar a cabo para
aun cuando fuese solamente limpiar las inmundas calles o reparar fabricar up automóvil.
las casas de los pobres o construir carreteras o cavar zanjas. Lo que En lo referente a la movilización de su esfuerzo productivo totaJ,
falta es un mecanismo social que movilice la energía humana para la sociedad no siempre logra distribuir sus esfuerzos apropiadamente.
lograr los prop6sitos de la producción. ltste es precisamente el caso Por ejemplo, puede fabricar demasiadOs autos o demasiado pocos.
en una época en que los desocupados representan una pequeña parte Lo que ~ más importante aún, puede dedicar sus energias a la
de la fuerza de trabajo cuando en la realidad representan un gran producci6n de articulos de lujo, mientras que la mayoña de sus
ejbcito. miembros se mueren de. hambre. O puede, inclusive, llegar al desas-
Ambos ejemplos nos indican que el problema de la producción no tre por una incapacidad para canalizar SUbfuerzas productivas hacia
es solamente -y tal vez ni siquiera primordialmente- una lucha áreas de importancia capital.
ftsicay técnica con la naturaleza. De los aspectos del problema re- Tales fallas en la asignaci6n del esfuerzo pueden afectar' el pro-
ferentes a la uescasez", dependerá la tranquilidad con la que una blema de )a producción tan seriamente como la no movilizaci6n de
nación pueda hacer planes para el futuro y en el nivel de bienestar la cantidad adecuada de esfuerzo, puesto que una sociedad viable
que pueda alcanzar mediante un determinado esfuerzo. Pero la mo- debe no solamente producir bienes, sino que éstos han de ser los
yilizaci6n.inicial ,~el esfuerzo productivo en sí, constituye un desafío bienes apropÜJdol.Y la cuestión de la asignación nos lleva a \ma
a su organizaci6n social y del éxito o fraCaso de esa organizaci6n conclusión todavía más extensa. Nos muestra que el acto productivo
lOCialdependerá el volumen del esfuerzo humano que pueda ser diri-
~n sí mismo y por sí solo- no llena completamente los requisitos
gido hacia' la naturaleza.' .
de la supervivencia. Una vez que ha producido suficiente cantidad de
bienes adecuados, entonces es cuando la sociedad tiene que distribuir
El esfuerzo de asignación C\\08bit1f1l'~pArA qua el proctiftode producci6npueda continuar.
Pero dar empleo a los hombres no es más que el primer paso en la
solución del problema de producción. No sólo hay que poner a tra-
EL PROBLEMA ECONÓMICO 21 22 EL PROBLEMA ECONÓMICO
histórico de emayos y errores y se mantuvieron mediante fuertes san- La gacela habla desaparecido. ., Gaí poseía dos patas traseras y
una delantera. Tsetchwe tenía carne del lomo, Ukwane tenía la otra
ciones de la ley, de la costumbre y de la creencia. pata delantera, su esposa tenía una de las patas y el est6mago, los
Las sociedades basadas en la tradición resuelven los problemas muchachos tenían trozos de intestinos. Twikwe había recibido la
económicos con gran flex.ibilidad.,Primero, tratan de manera carac- cabeza y Dasina la ubre. Cuando se observa a los cazadores nó-
terl~tica el pro1Jl~ma d~ la.. produccilSn -el problema de asegurar madas dividir la cacería, tiene uno la impresión de que la distri.
que las tareas. necesarias serán ejecutadas-, transmitiendo el oficio bución es muy desigual, pero éste es el sistema que emplean y a
de padres a hijos. Así, una cadena hereditaria garantiza que las ha- la larga, nadie come más que los demás. Ese día, Ukwane le dio
bilidades pasarán de uno a otro y que los oficios se sucederán de a Gai otro pedazo porque era su pariente j Gaí le dio carne a Dasina
una generación a otra. Adaro Smith, el primero de los grandes ecO- porque ella era la madre de su esposa. .. Por supuesto, nadie dis-
z:tf,)Ulistas,
escribió que en. el antiguo Egipto "todo ser humano estaba cuti6 .Ia copiosa porci6n de Gai, puesto que éste había cazado el
obligado por razones religiosas, a seguir la ocupación de sus padres, animal y según sus leyes le correspondía un tanto así. Nadie duda-
y"c\laJquier cambio de ocupación se consideraba como el más abo- ba de que Gai compartiría con otros su cuantioso botín y natural.
mente no !le equivocaban: esto fue lo que hizo.'
minableSacrilegio".
2 Y no sóloen la Antigüedadla tradiciónpreserv6
un ordenamiento productivo dentro de la sociedad. En nuestra propia
cultura occidental, hasta los siglos xv y XVI,la asignación heredi- El modo como la' tradici6n divide un producto social puede Ilegar
taria de las tareas constituía. tambiéri la principal fuerza estabiliza- a ser, como hemos visto en la ilustración, muy sutil e ingenioso. Tam-
dora dentro de la sociedad. Aun cuando había algún intercambio bién puede ser muy tosco y rudo, si se juzga según nuestras nonnas.
entre el campo y la ciudad y de una ocupación a otra, el nacimiento Con frecuencia 1a tradición ha asignado a las mujeres -en las so.
detenninaba generalmente el papel que cada quien desempeñaría en ciedades no industrializadas- la porción más raquítica del producto
la vida. Uno nacía destinado para la tierra o para el comercio y ya social. Pero independientemente de que la tradici6n difiera de nues.
Eueseen la tierra o dentro del comercio, uno seguía las huellas de tras opiniones morales habituales o esté de acuerdo con ellas, debe.
sus 'antepasados; mos comprender:que ella constituye un método viable para dividir la
De esta manera, la tradición era la fuerza estabilizadora e impul- producci6n de lá sociedad.
BOraqueactua~a detrás de un gran ciclo recurrente de la sociedad,
asegurando que el trabajo de la sociedad se ejecutaría cada día de
El costo de la tradición
un modo muy parecido a como se había hecho en el pasado. Aún
en la actualidad, entre las naciones menos industrializadas del mundo,
la tradic::ióndesempaña este inmenso papel orgaIÚzador. Al menos Las soluciones tradicionales a los problemas econ6micos de produc-
ción y distribuci6n !le encuentran más frecuentemente en sociedades
hasta hace poco tiempo, en la India uno nacía dentro de una casta
agrícolas primitiv¡as o sociedades no industrializadas, en las cuales,
que tenía su' prOpia ocupación. "Mejor es el trabajo hecho por ti además de llenar una función econóoúca, la aceptaci6n indiscutible
mismo, aunque no sea perfecto", se predicó en el. Bhagavad-Gita,
del pasado proporciona la perseverancia y tolerancia necesarias para
el gran poema filosófico y moral de la India, "que hacer el trabajo
de otro, aunque resulte excelente." hacer frente a destinos adversos. Aun qen~ de nuestra propia so-
La tradición no sólo proporciona una solución para el problema ciedad, la tradición Continúa desempeñando un papel en la resolu-
de producci6n de la sociedad, sino que también regula el proble- ción del problema económico. S.. papel en la detenninaclón de la
'}la de la distribución. Tómese, por ejemplo, el caso de los bosqui- distribución denul':$tra propia producción social, es pequeñísimo, aun
manos del desierto d~ Kalahari en Africa del Sur, cuya subsistencia cuando la persisteJ)ciade ese.tipo de pagos tradicionales -tales como
depende de sus hazañas en la caza. Elizabeth Marshall Thomas, sen- propinas a los mozos, asignacionesa menores o bonificaciones basadas
sible observadora de estos pueblos, relata la forma en que' ,tr~di- en. la duración d~ los servicios prestadO$- son todos ellos vestigios
ción resuelve el problema de distribuir el producto de la cr de viejos sisteníastradicionales para distribuir los bienes, como tam-
, The Hannless Peopl, (Nueva York, Alfred A. Knopf, Ine., 1959), pp. 49-50.
2 La riqu,za J,las naciones (México, FCE, 1958), p. 61.
EL PROBLEMA ECONÓMICO 25 26 EL PROBLEMA ECONÓMICO
bim lo es el pago diferencial que se hace a hombres y mujeres aun del mando- eccm6mico.No es tanto una soluci6n basada en la per-
cuando ambos ejecuten trabajos iguales. petuaci6n de un sistema viable a través de la repetici6n inalterable
Es más importante la continua confianza en la tradición, aun de SUSmooca habituales de obrar, sino que se basa en la organiza-
en los Estádos Unidos, como medio para resolVt:rel problema de la ción de un sistema según las órdenes emitidas por un caudillo eco-
producción en el aspecto de la asignación de las labores que cada n6mico.
quien debe ejecutar. Gran parte del proceso que se sigue empleando Concierta frecuencia encontramos el método autoritario de con-.
~tualmente .en nuestra'.sociedad para la selección dé personal, está trol econ6mico superpuesto sobre una sociedad tradicional. que le
decisiva,menteinfltJido por la tradici6n. Todos conocemos familias en sirve de base. Asi, los faraones de Egipto ejercian su mandato eco-
las que los hijos continúan el trabajo de sus padres dentro de una nómico por encima del ciclo inmemorial de prácticas agrlcolas tra-
determinada profesi6n o negocio. En una escala un poco mayor, la dicionales en las que se apoyaba la economía egipcia. Mediante sus
tradición nos hace también aleja.rnos de ciertos empleos. Por ejem- 6rdenes, los supremos gobernantes de Egipto cristalizaron el enorme
plo, los hijOllde familias estadunidenses de clase media generalmente esfuerzo económico que fue necesario para construir las pirámides,
rehuyen los trabajos en fábricas, aun cuando en ellos pueden obtener los templos, las carreteras. El gran historiador griego Herodoro nos
mejor salario que en los trabajos de oficina, sólo porque el empleo relata la forma en la que el faraón Keops organizó las obras:
en un taller no es tradicional dentro de la clase media.
Asi, inclusive en nuestra sociedad -evidentemente no "tradiciona- Ordenó a todos los (!gipci08que trabaja.aen para él. De acuerdo
lista"- la costumbre constituye un mecanismo importante en la so- con esto, algunos eran designados para arrastrar piedras de!de w
lución del problema económico. Pero ahora debemos señalar una con- canteras situadas en las montañas arábigas hasta el Nilo; a otros
secuencia muy importante del mecanismo de tradici6n., La solución les orden6 recibir las piedras que transportaban en barcos por el
que da a la .produceión "a~.ÚI distribución es estática. Una socie- rio. .. y trabajaban hasta cien mil hombres al mumo tiempo;
dad 'que sigue el camino de la tradici6n para regular sus asuntos eco- cada grupo, durante tres meses.El periodo durante el cual la gente
nómicos, sacrifica en cambio sUSposibilidades de una evoluci6n rá- era obligada de esta manera a realizar la fatigosa labor, era de
pida y eo.ngran escala, en sus aspectos social y económico. diez años en la carretera que construian y durante ese tiempo arras-
La economia de una tribu beduina o de una aldea de Bunna, traban lu piedras; un trabajo, a mi juicio, no mucho menor que
el de la Pirámide..
presenta hoy en dIa muy pocos cambios esenciales en relaci6n con lo
que era hace cien años o, inclusive, hace mil años. La mayor parte
de los pueblos que viven en sociedades sujetas a la tradici6n, repiten El método autoritario de organización econ6mica de ninguna ma-
en las norma,<}diarias de su vida económica muchas de las rutinas nera se limitó a Egipto. Lo encontramos en los despotismos de la
que las caracterizaban en el pasado remoto. Estas sociedades pueden China medieval y clásica, que produjeron entre otras cosas, la colosal
crecer y delTUmbarse,remontarse y declinar, pero son los aconteci- obra de la Gran Muralla; o en !a !abor que ejecutaron los esclav08
mientos externos -la guerra, el clima, aventuras y desventuras po- para construir gran parte de las grandiosas obras públicas de la
liticaa- los que determinan sus cambios de situaci6n. El cambio antigua Roma, o, para el caso, en cualquier economia esdavista,
incluida la. anterior a la Guerra Civil de los Estados Unidos. Por
económico interno, generado en el seno mismo de la comunidad, no
supuesto, lo encontramos hoy en dta en los mandatos de las.autori-
es tqás que un factor insignificante en la historia de la mayoria de dades econ6micas del comunismo. En forma menos drástica lo en.-
los Estados sujetos ala tradici6n. La tradición resuelfJl!el problema contnu¡nm también en nuestra propia só<'.ieclad;por ejemplo, en for-
econ&mko, pero a u:pensas del progreso económico. ma de:impuestos, es decir, en la apropiaci6n de una. parte de nuestro
ingreso que realízan las autoridades naciona!es para fines públicos.
El mando económico, igual que el sistema tradicional, ofrece so-
El mando
luciones a los problemas gemelos de la producción y la distribuci6n.
En é~aa de crisis tales como cuando hay guerra o hambre, éste
La segunda manera de resolver el proble~a ~on6mico ost
bién antigua prosapia. tste es el método de la autoridad . Hislori." Trad. por Cary (Londres, 1901), Libro n, p. 124.
EL PROBLEMA ECONÓMICO 27 28 EL PROBLEMA ECONÓMICO
pued~ ~r para la sociedad el único sistema efectivo para organizar tar o halagar nuestro sentido de justicia social, del mismo modo que
°eu esfuerzo humano o distribuir sus bienes. Aun en los Estados puede mejorar o empeorar 'la eficiencia econ6mica de la sociedad.
Unidos declaramos a menuda la ley ~arcial cuando alguna porción J!'.Itáclaro que el ~o puede ser un instrumento tanto de la YO-
del térritorio ha sido devastada por un cataclismo natural impor-
o
luntad ddmocráticá como de la totalitaria. No hay un juicio moral
tante. En taJes ocasiones podemos obligar a la gente a colaborar, bDplícito que pueda fozmane en este momento ~a de los grandes
requisar hogares, imponer restricci9nes a! uso de objetos de propie- mecanismos de control eoonómico. Antes bien, es importante sefíalar
dad privada tales como automóviles, o inclusive racionar la cantidad que ninguna sociedad -desde Juego ninguna sociedad moderna-
odealimentosque cada familia puede consumir. o carece de elementos de mando, aai como que ninguna está desprovista
o Independientementede su evidenteeficaciapara enfrentarsea los de la influencia de ola tradición. Si la tradición constituye el gran
momentos apremiantes, el mando tiene una utilidad adiciona! en la im~dimln'o para la transformación IIcon6mica , socw1 'ambiln 111
IOluci6n del problema económico. A diferencia de la tradición, el mando econ6mico ptutÚ s,r ,1 gran ,st!mulo p.ara dicho cambio.
ejercicio del mando no causa -como efecto intrínseco- un retardo Como mecanismos para asegurar la solución venturosa del problema
en la evoluci6n econ6mica. Sin duda, el ejercicio de la autoridad es económico, ambos logran sus propósitos, ambos tienen sus ventajas
el instrumento más poderoso con que la sociedad cuenta para reforzar y sus inconvenientes. En conjunto -la ~ición y el mando- IOn
IU 'rMU/ormtU:ióneconómica. Por ejemplo, la autoridad en China responsables en gran parte de la larga historia de los~uer:rm econ6-
modeina o en Rusia ha efectuado cambios radicales en los sistemas micos que el hombre ha realizado con el fin de enfrentarse a su am-
de producción y distribución. Pero de nuevo, también en nuestra biente y a si mismo. El hecho de que la sociedad ha sobrevivido es
lOciedad, es necesaria a veces la intervención de la autoridad eco- el testimonio de su efectividad.
nómica en el CU1'8O Jiormal de la vida econ6mica, para acelerar o
provocar los cambios. Por ejemplo, el gobierno puede utilizar sus
ingresosfiscales para trazar una red de carreteras que incorpore algu- El mercado
na comunidad estancada a! flujo activo de la vida económica. Puede
emprender la construcción de un sistema de regadío que cambiará Existe también una tercera solución del problema económico, es
radicalmente la vida económica de una vasta región. También puede decir, ~ tercera solución a! problem,ademantener,formasde pro-
o
influir considerablemente en la distribución de los ingresos entre olas ducción y distribución sociabnente satisfactorias. As~, es la organiza.
distintas clases sociales.
ción de laiOCUdad'.a base del m4rcad°1 organización que, de modo
Verdaderamente notable, permite a:'la sociedad garantizar su propio
Los efectos del mando abastecimiento con una cantidad de recursos mínima en comparaci6n
con los empleados por la tradición o el mando.
Sin duda, la autoridad econ6mica que se ejerce dentro del marco de Debido a que vivimos en una sociedad organizada según el sistema
Un proceso político democrático es muy diferente de la que se lleva de mercado, tenemos la propensión a dar por sabida la complicada
a cabo por método de mano de hiep". Hay una inmensa distancia naturaleza -casi paradójica por cie~ de la soluci6n que el mer-
social entre un sistema tributario controlado por el Congreso y una cado constituye para el problema económico. Pero, imaginemos por
'descarada expropiación o una incautación del trabajo humano por un momento que pudiéramos actuar como consejeros económicos
parte de un gobernante supremo e indiscutible. Pero aun cuando los de una sociedad que aún no hubiese elegido su sistema de organi-
medios sean mucho más moderados, el mecanismo es el mismo. En zación económica. Supongamos, por ejemplo, que hemos sido llama-
ambos casos el poder desvia el esfuerzo económico hacia metas ele- dos para servir de asesoresa una de las nuevas naciones que emergen
¡idu por una autoridad superior. En ambos casos interfiere con el en el Continente africano.
orden existente en la producción y distribuCi6n para crear un nue- Podriamos imaginar a los dirigentes de una nación de este tipo
VOorden prescrito desde "arriba". diciendo: "La experiencia que nosotros siempre hemos tenido es la
o oEn si, esto no entraña ni un elogio ni una censura al ejercicio del de un sistema de vida altamente apegada a la tradici6n. Nuestros
mando. El nuevo orden impuesto por las autoridades puede disgus- hombres cazan, cultivan los campos y realizan sus tareas del modo
30 .EL PROBLEMA ECONÓMICO
EL PROBLEMA ECONÓMICO 29
"1Ah,pues el mercado se encargará tambi~n de eaol"
como se les ha inculcado con la fuerza del ejemplo y la enseñanza "Pero ¿qué es este mercado que realizaiá todas estaa maravillas?,
de sUsmayores. También sabemos algo de lo que puede lograrse a ¿quién lo dirige?"
través del mando en economía. Si es necesario estamos preparados "Nadie dirige el mercado", contestamos. "Se maneja él solo. De
para fIrmar un decreto por el cual se obligue a una buena parte de h~ la~ra 'mercado' no designa. COS4alguna. Es sólo una pa-
nuestros hombres a trabajar en proyectos públicos destinados al desa- labra que usamos para describir el modo como la gente se com-
rrollo de nuestra naci6n. Díganos, ¿hay algún otro método que pu- porta." ,
di~ramos emplear para organizar nuestra sociedad de manera que "Pero yo pense que la gente se comportaba según sus propios
ésta funcione con éxito, o mejor aún, con un éxito todavía mayor?" deseos."
Vamos a suponer que contestamos: "Si, hay otra manera. Se "Y eso hacen", decimos. "Pero no hay nada que temer. Ellos que-
puede.organizar una sociedad siguiendo los lineamientos de una eco- rrán comportarse tal como ustedes quieren que ellos se comporten."
DOI1Úa de mercado."
"Me temo", dice el jefe de la delegación, "que estamos perdiendo
"Muy bien" --contestan los dirigentes-. "¿ Qué le decimos en-
nuestro tiempo. Nosotros pensábamos que usted tenía en mente una
tl:)ncesa la gente que haga? ¿C6mo les asignaríamos las diferentes proposición seria. Pero lo que usted sugiere es una locura. Es incon-
Jahores?"
cebible. .Buenos días, señor". Y con gran dignidad la delegación se
":ssa es la clave del asunto" -responderíamos "En una economía marcha.
de mercado no se le asigna a nadie una tarea determinada. La esen- ¿Podríamos sugerir seriamente a semejante nación incipiente que
cia. mim1a.de una sociedad de mercado es que se permite que cada confiara la soluci6n del problema económico al sistema del merca-
~na . decida por sí misma lo que va a hacer." do? &te es un problema sobre el cual insistiremos m¡\¡¡adelante.
Los jefes se muestran cons~emados: "¿ Quiere usted decir que no
Pero la simple perplejidad que la idea de mercado crearía en la
le asignan algunos hombres a la minería y otros a la agricultura? ¿No mente de alguien no familiarizado con ella, puede servir para au-
hay manera de seleccionar algunos para el transporte y otros para
mentar nuestro propio asombro ante este mecanismo económico que
la confecci6n de ropa? ¿Ustedes dejan que la gente decida por ella resulta el ml4 refinado e interesante de todos. ¿De qué manera nues-
misma? Pero, ¿qué sucede si ellos no deciden correctamente?, ¿qué
tro sistema de mercado nos garantiza que nuestras minas encontrarán
ocurre si no hay nadie que quiera ir a las minas, o si nadie se
ofrece chofer de un a\,JtobÚ!?" mineros y nuestras fábricas obreros? ¿Cómo se ocupa de la produc-
"Pueden ustedes quedarse tranquilos", decimos a los dirigentesj ción de ropa? ¿Cómo se produce el fen6meno de que, en una nación
"nada de eso ocurrirá. En una sociedad de mercado todos los em- manejada por el mercado, cada. persona pueda proceder realmente
como quiera y al mismo tiempo llenar las necesidades que la socie-
pleos estarán cubiertos porque la gente v~rá la conveniencia de
ocuparlOl" . dad presenta en su conjunto?
Nuestros interlocutores escuchan esto último con expresiones de in-
credulidad. Finalmente uno de ellos dice: "Ahora veamos. Vamos a
La economia y el sistema de mercado
auponerque IICguimossu consejo y que dejamos a nuestra gente hacer
lo que le parezca. Ahora vamos a hablar de un asunto importante, La economia -tal como la concebimos corrientemente, y tal como 11\
como la producci6n de ropa. Díganos solamente ¿cómo fijamos el estudiaremos en gran parte de este libro- tiene por objeto principal
Wve1conveniente para la producción de ropa en esa sociedad de
precisamente el enfoque de estos problemas. Las sociedadeu que se
mercado de que habla?" basan fundamentalmente en la tradici6n para resolver sus proble-
"Ustedes no lo fijan", contestamos.
mas económicos, encierran menos interés para el economista profe-
"No lo fijamos. Entonces ¿cómo sabemos que se producirá sufi- sional que para el antrop61ogo de la cultura o el sociólogo. Las
ciente ropa?" sociedades que resuelven sus problemas econ6micos valiéndose princi-
"La habrá", les decimos. "El mercado se encargará de eso." palmente de1 ejercicio del mando, plantean interesantes cuestiones
"Entonces ¿c6mo sabemos que no habrá una producción excesiva económicasj pero en ellas el estudio de la economía está necesaria-
de ropa?", preguntan en tono triunfal.
EL PROBLEMA ECONÓMICO 31 32 EL PROBLEMA ECONÓMICO
mente subordina,do al estudio de la poUtica y d~l ejercicio del CoNCEPTOS y PALABRA8 CLAVE
~er.
es aquella sociedad que soluciona sus problemas econ6micos por
medio del proce.so del mercado, la que presenta un aspecto par- Satisfactores de necesidades
ticularmente interesante para el economista. Es evidente que muchos 1. La economía es el estudio de cómo el hombre se procura su
(aun cuando no todos) de los problemas que se encuentran actual- suficiencia material, de cómo las sociedades se procuran sus
mente en los Estados Unidos tienen que ver con el funcionamiento suministf'os materiales.
o mal funcionamiento del sistema de mercado. Y corno precisamente
Lr..rllZón de sus problemas contemporáneos a menudo n.ace de las
operaciones del mercado, eStudiamos la economía misma. A dife- Esca.rez
'ieDci.ade 10 que ocurre en el caso de la tradición y el mando --en
~ q\Je rápidamente comprendemos la naturaleza del mecanismo eco- 2. Los problemas económicos surgen en virtud de que las ncee-
n6mico deJa sociedad-- cuando tratamos de analizar una sociedad sídades de la mayoría de las sociedades son superiores a los
de mercado, nos. encontramos 'perdidos si carecemos de conocimien- dones de la naturaleza, dando lugar a la condición general
de escasez.
-_,_,~on6micos. Porque en una sociedad de mercado, el hecho de
3. La escasez, a su vez (ya sea que tenga su origen en la par-
que los problemas de producci6n y distribución tengan que resolverse quedad de la naturaleza o en los apetitos del hombre), impone
mediante el libre intercambio de los individuos, sin la ayuda de dos arduas tarea! a la sociedad:
paut.~ dictadas por la tradición o el mando, no resulta de ninguna
manera evidente; tampQco es claro el modo ni el tamaño de las crÍ-
ticas que deban hacerse al mecanismo del mercado por las desgracias Producci6n
,de la sociedad: Idespués de todo también encontramos pobreza, des-
:aaido y contaminación y armamentos en economías que no son de a) Debto:movIlizar sus energías para producir -no únicamente
mercado! los bienes suficientes, sino también los bienes adecuados.
En los capítulos subsiguientes de este libro, analizaremos estas com-
plicadas cuestiones más detalladamente. Pero figura antes un pro- Distribución
b1ema que 5eguramente se le ha ocurrido al lector. Como nuestra
hipotética entrevista con los jefes de una nación emergente debe b) Debe resolver el problema de la. distribución, brindando una
haberlo sugerido, la soluci6n que integra el mercado resulta muy soluci6n satisfactoria al problema de .:Quién obtip-ne qué?
extraña para alguien que ha sido educado dentro de los sistemas de
tradición y mando. De aquí surge la pregunta: ¿cómo se desarronó
,11IIOlucióndel mercado en sí? ¿Fue, acaso, impuesta de golpe a nuestra Divisi611. del trabajo
aociedad en épocas pretéritas?, o ¿surgi6 espontáneamente y sin pre-
meditación? f:.stas son las preguntas que tenemos que enfocar para 4. Estos problemas existen en todas ¡as sociedades, pero son espe-
cialmente difíciles de resolver en las sociedades avanzadas en las
'c:omenzar nuestro repaso de la evolución que sufrió nuestro propio
CQalesexiste una compleja división del trabajo. Los hombres en
tiltema de mertado a partir de las sociedades del pasado regidas
las sociedades opulentas guardan entre si una relaci6n social más
por la tradición y el mando.
dependiente que los hombres en la sociedades simples.
5. En el curso de la historia, han evolucionado tres tipos de solu-
ciones a los dos grandes problemas económicos. 1tstas son: la
tradición, el m..;.¡¡do
y el sinema tU mercado.
EL PROBLEMA ECONÓMICO 33 34 EL PROBLEMA ECONÓMICO
.J¡\$ cada quien pudiera producir todos los alimentos que necesitara
-hlU propio jardin y si la tecnología se encontrara tan avanzada
'!.ocIOS
que~'*!O pudiéramos hacer lo que quisiéramos en nuestros s6tanos,
¡'~ , algún problsma económico?
- 2. Suponga que toda persona fuera completamente versátil -ca-
I
a
"
,de h~er el trabajo de 'todas las demás personas, así como su
ió trabajo. ¿Seria aún útil una divisi6n del trabajo en la socie-
¿Por qué?
!: Algunas veces se afirma' que la sociedad económica moderna
~e de los "bur6cratas", quienes permiten que sus vidas sean
I~das por las grandes compañías para las cuales trabajan. Supo-
1IiiIQdoque esta descripci6n tuviera algo de cierto ¿pensaría usted
- la 80ciedad moderna debería describirse como una sociedad de
1Itdici6n, de mando, o de mercado?
, A. ¿En qué fonna coinciden o difieren sus propios planes para el
. de las ocupaciones de sus padres? ¿Considera usted que la
' a brecha de las generaciones se puede observar en todas las so~
S, ,
ea modernas?