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LA CAÍDA DE NÍNIVE, 612 a.C.

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Cuando Asurbanipal heredó el trono, el imperio asirio se encontraba en su momento de


mayor extensión territorial. La continuas consquistas de los reinados precedentes habían
estirado hasta el máximo los recursos de la nación; numerosos frentes se abrían por do-
quier: Elam, la siempre rebelde Caldea, los peligrosos escitas y cimerios siempre ame-
nazantes, y Egipto.

Al poco de subir al trono, Egipto fue por dos veces aplastada por los asirios. La segunda
vez, Assurbanipal en persona tomó el mando de la campaña que le llevo hasta Tebas,
que fue conquistada y saqueada. Sin embargo dos o tres años después, fueron los asi-
rios, esta vez definitivamente, expulsados del país. Asiria se encontraba al limite de sus
posibilidades, y encontrandose el rey amenazado en otros frentes, no podía distraer fuer-
zas para combatir contra un lejano faraón que no representaba en realidad ninguna ame-
naza para la integridad territorial del imperio. Más serios problemas se daban en la pro-
pia Mesopotamia

El siempre molesto Elam, que continuamen-


te daba cobertura a las rebeliones que se su-
cedían en la baja Mesopotamia contra Asiria,
fue invadida y destruida por Assurbanipal.

La batalla del río Ulai, el decisivo choque


contra el ejército del rey elamita Teumann,
fue una rotunda victoria para el ejército asi-
rio; los elamitas fueron derrotados y empu-
jados contra el río, donde fueron masacra-
dos.

Elam fue entonces ocupada y devastada; Su-


sa destruida y sus campos sembrados con
sal. Elam desapareció del panorama político
mesopotamico. El vacío de poder que quedó
en el país no pudo ser aprovechado por los
asirios, quienes optaron por fragmentar el te-
rritorio y crear varios principados que repar-
Relieve del rey asirio Assurbanipal tieron entre algunos de los regulos locales.
Ahora que los elamitas habían sido anulados, del este surgió una nueva y vigorosa na-
ción, la de los persas, que a corto plazo ocuparán parte del vacío de poder dejado por los
elamitas.

Durante el largo reinado de Assurbanipal, 40 años, podemos creer que, en principio, el


imperio se encontraba sólidamente preparado para la defensa. La red de alianzas creada
por Assurbanipal, unida a la propia capacidad del ejército asirio, aseguraban la estabi-
lidad de las fronteras por un largo periodo de tiempo. Sabemos de las campañas fronte-
rizas contra cimerios (en Cilicia), manneos (en los zagros) y árabes, fueron ganadas,
demostrando la gran versatilidad de las fuerzas asirias. Sin embargo, algo ocurre duran-
te los últimos y oscuros años del reinado de Assurbanipal. Las crónicas se detienen en
este periodo inmediatamente anterior al de la caída del imperio. Cómo es posible que,
casi de repente, se derrumbe el edificio imperial tan trabajosamente elaborado durante
siglos.

En el año 635 cesan las inscripciones celebrativas de Assurbanipal. El oscuro decenio


que se abre, 635-626, está plagado de incertidumbres; se sabe que los escitas irrumpen
en Siria y Palestina sometiendo a estas regiones a un severo castigo; los asirios pierden
el control de la cadena montañosa de los zagros, que ceden paulatinamente y que queda
en manos de los pueblos locales y del nuevo, y fulgurante, reino de los medos.

En el ¿631? muere Assurbanipal. Dos de sus hijos le suceden y se enfrentan en una


guerra civil en el 626. Asiria ya no es capaz de imponer un rey a los babilonios, la
metrópoli mesopotamica se independiza de su vecino del norte, los caldeos se rebelan y,
pese a los repetidos ataques asirios entre el 626-623, su líder, Nabopolassar, consigue
sacudirse el yugo asirio y ser reconocido rey en Babilonia.

De nuevo hay un vacío en las crónicas, que nos trasladan hasta el año 616. Han pasado
10 años desde que Babilonia se ha independizado, y ahora ha pasado a la ofensiva; el
dominio asirio en la linea del Éufrates se derrumba ante el empuje babilonio; Nabopo-
lassar intenta llegar hasta la Baja Mesopotamia para interceptar las comunicaciones en-
tre asirios y egipcios, que están avanzando por Siria para ayudar a los asirios contra sus
enemigos. En una rápida sucesión de avances y ataques por todos los frentes, los asirios
pierden una tras otra todas sus posiciones avanzadas; además, los medos empujan desde
la cordillera de los Zagros, donde han destruido al estado tapón que les separaba de los
asirios; aliados con los babilonios, avanzan sobre Asiria.

En el año 614, lo medos de Ciaxa-


res irrumpen en el corazón de Asi-
ria devastando unas tierras que lle-
vaban siglos sin ser holladas por el
enemigo. La ciudad de Tarbisu es
asaltada y destruida; Nìnive es ata-
cada pero se salva del trágico final
gracias a sus formidables defensas
ante las cuales los medos no tienen
nada que hacer. Siguiendo el curso
del Tigris, llegan hasta Assur, la
capital espiritual de la nación Asi-
ria; es asaltada, saqueada y destrui-
da. El ejército babilonio llega en
ese momento al lugar... sobre las
ruinas de Assur, Ciaxares y Nabo-
polassar firman un acuerdo de
alianza1; el fin de Asiria esta ya se-
llado.

El ejército asirio se siente in-capaz


Infantería asiria. El dibujo, de Angus Mc. Bri- d e enfrentarse en campo abierto a
de, Editorial Osprey Military. Los antiguos asi- sus oponentes. A partir de ese mo-
rios. Representa a un infante asirio de la época mento solo tenemos constancia de
del ataque y destrucción de Elam. un movimiento en el año 613; la
capital de los Shuki, nación en re-
belión contra los babilonios, es
atacada por Babilonia; Sin-Shar-Ishkun, rey asirio, marcha al frente de su ejército en
apoyo de los Shuki pero llega demasiado tarde para salvarlos; Anat, su capital, ha sido
asaltada y destruida por Nabopolassar.

El año siguiente, 612 a.C., los ejércitos babilonio y medo se unen en el Tigris para avan-
zar conjuntamente contra Asiria. El objetivo es la capital, Nìnive. La ciudad es rodeada,
y durante tres meses, se la somete a un duro asalto; para expugnar sus defensas se em-
plearon todo tipo de ingenios y tácticas, por ejemplo, se desvió el curso del río Khosr y
se atacó la ciudad por sus dos extremos para debilitar la capacidad de respuesta asiria.
La puerta de Halzi y la de Adad son asaltadas (los descubrimientos arqueológicos de-
muestran cómo las puertas, de una anchura inicial de 7 metros, fueron reducidas a 2 pa-
ra facilitar su defensa; también se han encontrado restos humanos con evidencias de
haber sido acuchillados en brazos y pecho). El asalto definitivo parece que vino por el
curso, ya seco, del río Khosr. La biblia nos habla de la entrada en la ciudad por ese
punto y del asalto al templo de Ishtar, de cómo las sacerdotisas de la diosa se lamen-
1
El pacto de alianza quedó sellado mediante el matrimonio de la hija de Ciaxares, Amytis, y el hijo de
Nabopolassar, Nabucodonosor.
taban del saqueo del templo y de la matanza sin número en la urbe. La ciudad fue
arrasada totalmente. El rey asirio murió en ella, y de su destrucción, como dirá la Biblia,
no hubo nadie que se lamentara.
Tras la muerte del rey Sin-Shar-Ishkun y la destrucción de la capital, pasó un año sin
que los asirios consiguiesen reorganizar sus fuerzas. Los babilonios aprovecharon ese
año para recorrer y devastar sus tierras.

El trono de la tambaleante Asiria fue ocupado por un nuevo personaje en el 610 a.C.,
Ashur-uballit II2. Entre tanto, los restos del ejército y de la nobleza se habían replegado
y reorganizado en una las antiguas capitales, Kalkhu, apoyados por un poderoso aliado,
Egipto, que incluso envió tropas para ayudarles. Los babilonios y los medos se sintieron
tan alarmados por estas nuevas que de nuevo unieron sus ejércitos y marcharon contra
la ciudad Asiria. No hubo batalla; el ejército egipcio-asirio, con Ashur-uballit II al fren-
te, renunció a enfrentarse a tan poderosos enemigos y se retiraron en dirección al Éufra-
tes, abandonando su patria y su última ciudad a los atacantes. La ciudad de Kalkhu fue
asaltada y destruida. A partir de este momento, los asirios, junto con su rey, combatirán
junto con los egipcios como apátridas.

Un par de años después desaparecen hasta de las crónicas; es el fin, Asiria, los asirios se
han evaporado y sus tierras han sido repartidas entre Babilonia y Media.

By Satrapa1

2
El príncipe Asirio adoptó el nombre del fundador del imperio Asirio. Una prueba más del dramático
momento que vivía la nación, que necesitaba de todo el impulso moral y espiritual posible para afrontar
con determinación los acontecimientos pasados y futuros.

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