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INTRODUCCION

El presente trabajo tiene como finalidad analizar el personaje de Calisto en


“La Celestina”. Si bien algunos caracteres aquí expuestos están presentes en algún otro
personajes, podemos apreciar en el una forma de actuar que será única y que jugará un
papel importantísimo dentro de la trama de la obra y es un ejemplo de cómo los
personajes en la obra están revestidos de individualismo. Para hacer más fácil y más
objetivo el desarrollo del análisis partiré de una presentación general del personaje,
teniendo en cuenta una serie de puntos de referencia. Estos serán la forma en que el
personaje encara algunos elementos de la vida cotidiana y personal.
Luego realizaré un análisis más detallado de algunos diálogos, que a mi
criterio son representativos para justificar los conceptos previamente vertidos.

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CALISTO

Por su forma de actuar, lo vemos comúnmente como un integrante de una


familia noble. Es generoso, pesimista, siempre busca la forma de evadirse de su verdadero
problema y echándole la carga a sus criados, y por último éstos le traerán desgracia y el
desastre. Llega incluso a implorar y rogar, perdiendo su dignidad; esto nos da la pauta de
una característica de su personalidad y el ser apasionado e irresponsable, aún olvidando
algunas veces su abolengo. Se puede decir también que el carácter de Calisto es puramente
ideal pero sin perder de vista las numerosas flaquezas humanas, ello responde al hecho de
que “Las Celestina” tiene un estilo muy realista de presentar tanto a los personajes como
las situaciones.
Es un noble romántico, exaltado en el amor a Melibea; soñador, pesimista; su
dignidad no es una barrera para conseguir el amor de su amada. Y solicita ayuda a
Celestina y algunos de sus criados. Su perdición quizá sea que confía en todo el mundo
pero solo acepta los consejos que siguen su verdad. Además de la relación de dependencia,
existe algún rastro amistad, ya que Calisto admite los consejos de sus criados con atención
y les hacer saber de su negativa de forma educada y con toda confianza si no está de
acuerdo, cosa poco normal en un noble de la edad media y que hace reflexionar sobre este
tema de la siguiente forma: El carácter didáctico que tenían las obras en la Edad Media, y
aquí vemos una forma de criticar el sistema imperante, tratando de hacer ver otros valores.
Vemos como en “La Celestina” surge el mundo de lo noble unido, por primera vez, con el
del pueblo y en especial con el mundo de la prostitución y la magia.
Habíamos dicho que Calisto era muy apasionado y romántico, entonces saber qué
papel ocupa el sentimiento del amor en el personaje es muy importante para entender la
obra. En el amor muestra su bajeza más despreciable, está perdidamente enamorado, al
punto que su descaro y falta de compostura nublan todo intento de redención con respecto
a su honra. Su torpeza llega al clímax en el acto XIX, cuando resbala y se fractura el
cráneo, lo que nos demuestra su ineptitud. Es interesante ver como en un gran porcentaje
de diálogos de Calisto, este aparece preguntando, siempre está dudando que camino seguir,
y solicita que lo auxilien. Pero la respuesta debe responder a sus intereses, sino se sentirá
contrariado y traicionado.
Calisto realiza más apariciones que Melibea, tiene una personalidad mejor trazada
y su individualismo es característico. Este hecho es explicable por una realidad histórica;
pues al autor le resultó muy difícil, o tal vez lo quiso así, darle una personalidad a una

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dama de aquella época, en que estaba apartada de toda la vida social. Calisto, por otro
lado, es perfectamente descripto, dibujado, hermoso, pulcramente vestido. Constantemente
nos da muestras de su poca voluntad y de estar dominado por su pasión. Calisto pasa del
papel de enamorado débil al de enamorado cínico, desprovisto de cualquier dignidad, y
este proceso acabará con su muerte, con lo cual el mensaje del autor aparece claramente

MªRosa Lida (1) añade otras notas muy acertadas al carácter de Calisto:
egoísmo que condiciona su concepción de la realidad, su juicio ético y su conducta social.
En cuanto se enamora, Calisto pierde conciencia del tiempo y de la realidad cotidiana,
olvida la moral y se desentiende de familia y sociedad; el egoísmo de su amor le hace
desentenderse de todo lo demás. Otras características de Calixto son su pesimismo, la falta
de confianza en sí mismo que le hace abandonarse a Celestina y justificarse ante los
criados, la exaltación repentina. Calixto y Melibea han sido comparados repetidamente con
otras parejas famosas de la literatura, como con Romeo y mi Julieta.

Desde el punto de vista del lenguaje, Calisto y Melibea utilizan un estilo


elevado, y culto, pero en Calisto llega a ser un tanto pedante. Este aspecto es criticado
incluso por uno de sus empleados. Aunque cuando la ocasión lo exige no tiene
inconvenientes en ser rudo y obsceno, principalmente cuando es contrariado.

Los primeros monólogos de Calisto muestran una gran tristeza y


desesperación fruto del rechazo por parte de Melibea y del pesimismo propio de la
época. A medida que la relación se desarrolla los monólogos varían paulatinamente.
Estos se hacen más deseosos e intensos cuando Celestina aparece y le da esperanzas con
respecto a Melibea. Llega a ser ridículo en su desesperación y basta con citar la escena
con el cordón que le trae Celestina. La forma de hablar es muy común en estos primeros
monólogos, forma que se irá transformando según avancen los hechos y sus esperanzas
para lograr el amor de Melibea. Una vez conseguida ésta sus monólogos reflejan su
estado de ánimo con palabras animosas y alegres.

El amor, como pasión irrefrenable experimentada por Calisto al ver a


Melibea es el motor que pone en marcha la obra. Al ser rechazado airadamente por
Melibea, Calisto recurre a la Celestina por consejo de Sepronio. A partir del momento
en que la vieja entra en escena, toma el centro de la acción. Pero, en un plano más

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amplio, no sólo Calisto y Melibea giran en torno al amor, sino que todos los personajes
están dentro de su órbita.

Calisto, que encubre su pasión amorosa, su apetito sexual tras el disfraz de


enamorado cortés, pues sufre de amor, diviniza a su amada, de la que se considera
vasallo y siervo, aunque a veces su actuar nos revela, las verdaderas intenciones que en
realidad esconde tras su fachada, vive en función de su amor apasionado, olvidado de
todo lo que no sea obtener a Melibea y, ya conseguida, de lo que no sea estar con ella en
el jardín, aislado del mundo exterior o encerrado en su cámara, rememorando a la
amada.

Pero si el amor es fuente de placer, de gozo, lo es también de dolor y aún


más, el amor concebido como pasión desatada, “loco amor”, (el mismo que vimos en
“El libro de Buen Amor”) es causa de destrucción, de caos; el que lo padece pierde el
dominio de su vida y queda a la merced de la suerte. El autor nos deja entrever su
concepción del amor loco y su ironía, en especial, del amor burgués, entre los jóvenes
de las clases nobles; y es un amor tan pedante y ridículo como ellos mismos, es decir,
muestra su crítica social, al igual que su escepticismo se deja ver en boca de todos.

Al inicio de la obra no podemos hablar de una relación romántica, ya que


Melibea antepone su honor a cualquier tipo relación, lo que produce en Calisto una
reacción de desamparo y desesperación que lo lleva a aceptar la intervención de
Celestina, tras esto comienza el meloso romanticismo entre ambos, que acabará
desembocando en la lujuria. El servilismo que surge en esta relación será el
desencadenante del suicido de Melibea tras la muerte de su adorado Calisto, y además
es una parodia del amor entre nobles. Por otro lado en ningún momento se habla de
formalizar la relación, esto se debe a que Calisto sólo buscaba el amor carnal, además,
la relación estaba mantenida en secreto, lo que nos lleva al punto siguiente.

Otra de las grandes fuerzas con que han de habérselas el personaje es el


humano vivir. Calisto no duda en perder su honra a cambio del amor de Melibea aunque
muestre cierta preocupación por la muerte de sus criados, que mueren ajusticiados por
asesinar a Celestina. Vive en un temor, pues se imagina que todo el mundo podrá
enterarse de sus andanzas con Melibea.

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Y así, desde la perspectiva pesimista que impregna toda la obra, el
personaje, dominado por sus pasiones —lujuria o codicia—, va a sufrir las
consecuencias e incluso la muerte. Como enamorado, embobado en su amor,
encuentra la muerte, culpable es el azar, además es irónico, pues sucede cuando sale
por una vez de su ensimismamiento y trata de actuar como un caballero en ayuda de
sus criados.

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ANÁLISIS DE LOS DICHOS DE CALISTO

ACTO PRIMERO

En este acto Calisto entra en escena con un halcón; animal se utilizaba para cazar, y
lo interpretamos como una personificación, de sus intenciones con Melibea. Empieza
hablar con ella, en ese lugar que el cree conveniente, pues en ese huerto están ocultos de la
mirada indiscreta de los demás. El nivel de su conversación es elevado, lo que concuerda
con su rango y con la situación en que se encuentra. Utiliza algunos latinismos, lo que da
un aire culto a su conversación, al tiempo que contrasta con lo bajo de sus intenciones.
En esta primera intervención de Calisto, el autor ya nos está diciendo que algo
trágico le va suceder.
Luego entra en escena Sempronio, y el autor en el diálogo de Calisto nos ubica
espacialmente, pues no hay que olvidar que esta obra no fue escrita para ser representada,
sino leída, entonces es necesaria esta ubicación. En este diálogo, el vocabulario de Calisto
cambia, surgen las maldiciones y las ofensas.
“... el qual en grado incomparablemente a la penosa e desastrada muerte, que
espero, traspassa. ... En este pasaje es interesante ver la forma en que el autor colocó la
pausa, para darle un doble sentido a la frase, este es un ejemplo de la ironía que está
presente a lo largo de la obra, pues el personaje sin saber está diciendo lo que en verdad
le ocurrirá. Nombra a personajes de la antigüedad griega, lo que demuestra su erudición,
fruto de su origen.
Durante el diálogo con Sempronio, Calisto se muestra bajo los efectos de su
enamoramiento, que lo enferma y lo hace sufrir. Pero Sempronio trata de hacerle ver la
realidad y le hace ver lo tonto de sus dichos. Incluso utiliza la ironía cuando compara la
las intenciones de Calisto con los pecados de Sodoma, pues aquellos pecaron con los
ángeles y quiere pecar con su dios (Melibea). (2) La risa de Calisto, no hace más que
develar al lector lo que realmente él está sintiendo.
El hecho a resaltar es que no solo comparara a Melibea con Dios, sino que la coloca
en un sitio por encima de este. Esto constituye, como se lo dice Sempronio, una herejía.
Pero todas sus artimañas no dan resultado pues, ella se ha enojado y lo desprecia.
En el diálogo de Calisto con Sempronio se ha realizado una evolución en la forma de
pensar del enamorado. Partimos de una postura muy romántica, y de cierta forma
pesimista, luego con la intervención de su siervo, quien le dice unos cuantos consejos

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sobre las mujeres, Calisto va mostrando lentamente sus intenciones. Melibea ya no es la
figura celestial sino que es una mujer con ... “el pecho alto; la redondez e forma de las
pequeñas tetas, ¿quién te la podría figurar? ¡Que se despereza el hombre quando las
mira! .... Incluso desea que Melibea sienta la misma atracción carnal, que el
experimenta por ella.
Cuando su siervo sugiere que existe un método para lograr este objetivo, él se
interesa inmediatamente en el asunto y sin saber cual es el mismo, ofrece una paga
importante por que se lleve a cabo y se pone impaciente.
En el primer encuentro con Celestina, pese haber sido advertido por Pármeno de
las “virtudes” de Celestina, este se torna totalmente sumiso, y pone su vida en sus
manos, para crear un sentimiento de compromiso. Primero acude al corazón de
Celestina, pero ella solamente quiere su dinero.

ACTO SEGUNDO

En este acto vemos otra de las características de Calisto, y es su inconstancia y su


intolerancia a las críticas. En el acto anterior Calisto alabó a Pármeno, y reconoció en el
un siervo fiel e incluso un amigo. Pero ahora cuando es criticado por él, no tiene ningún
reparo en reprobarlo y rebajarlo.

ACTO ONCE

Como siempre vemos a Calisto, secundado por sus siervos, y siempre preguntando y
pidiendo un consejo. Por otro el autor creó todo un ambiente de complicidad por el horario
en que irá realizar la entrevista. Luego que Melibea le responde y lo reprocha vemos en la
palabras de Calisto, que está lleno de temor, pues se hace muchas preguntas.
Ante las tontas excusas de Melibea, Calisto ofrece soluciones también tontas, pues
creo que no haya entendido el mensaje, cuando ella nombra las puertas, seguramente no
son puertas físicas.

CALISTO. -¡O mi señora e mi bien todo! ¿Por qué llamas yerro aquello, que por los
sanctos de Dios me fue concedido?
Trata de convencer a Melibea de sus honrados y casi santos intereses, vemos aquí
como Calisto cree en Dios cuando le conviene y frente a quien esté.

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ACTO TRECE

CALISTO. -¡O día de congoxa! ¡O fuerte tribulación! ¡E en qué anda mi hazienda de


mano en mano e mi nombre de lengua en lengua! Todo será público quanto
con ella e con ellos hablaua, quanto de mí sabían, el negocio en que
andauan. No osaré salir ante gentes. ¡O pecadores de mancebos, padecer
por tan súpito desastre! ¡O mi gozo, cómo te vas diminuiendo! Prouerbio es
antigo, que de muy alto grandes caydas se dan. Mucho hauía anoche
alcançado; mucho tengo oy perdido. Rara es la bonança en el piélago. Yo
estaua en título de alegre, si mi ventura quisiera tener quedos los ondosos
vientos de mi perdición. ¡O fortuna, quánto e por quántas partes me has
combatido! Pues, por más que sigas mi morada e seas contraria a mi
persona, las aduersidades con ygual ánimo se han de sofrir e en ellas se
prueua el coraçón rezio o flaco. No ay mejor toque para conoscer qué
quilates de virtud o esfuerço tiene el hombre. Pues por más mal e daño que
me venga, no dexaré de complir el mandado de aquella por quien todo esto
se ha causado. Que más me va en conseguir la ganancia de la gloria que
espero, que en la pérdida de morir los que murieron. Ellos eran sobrados e
esforzados: agora o en otro tiempo de pagar hauían. La vieja era mala e
falsa, según parece que hazía trato con ellos e assí que riñieron sobre la
capa del justo. Permissión fue diuina que assí acabasse en pago de muchos
adulterios, que por su intercessión o causa son cometidos. Quiero hazer
adereçar a Sosia e a Tristanico. Yrán comigo este tan esperado camino.
Lleuarán escalas, que son muy altas las paredes. Mañana haré que vengo de
fuera, si pudiere vengar estas muertes; si no, pagaré mi inocencia con mi
fingida absencia o me fingiré loco, por mejor gozar deste sabroso deleyte de
mis amores, como hizo aquel gran capitán Ulixes por euitar la batalla
troyana e holgar con Penélope su muger.
Al saber de la muerte de sus hombres primero se pone acongojado, pero al saber las
circunstancias, indaga sin parar, mostrando su turbación.
Es impresionante ver como en el día anterior, Calisto había alabado a sus hombres y
ahora ante la noticia de su muerte, solamente piensa en si mismo y en las derivaciones de
este hecho. Está más preocupado por su honra, y por lo problemas que le va a causar con
Melibea que en ponerse acongojado por la pérdida de sus hombres. Y propone soluciones

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infantiles, como no salir más de su casa, o darse por loco. También vemos como se quita
de encima la responsabilidad de los bajos tratos conformados con Celestina, es como si
tratara de hacerse el desentendido. Justifica su muerte, pues según él, ellos sabían lo que
estaban tramando. Le da una cierta lógica a la muerte de los tres, es como un castigo,
castigo que caerá sobre él también. Todo esto lo hace porque ya ha conseguido lo que
quería, no necesitaba más de ellos, y había cumplido su misión.
Por último justifica su actuar mediante la figura de Ulises y su acción, pero no
debemos olvidar que Ulises amaba realmente a su mujer, y Calisto solamente desea los
deleites corporales.
Aquí también está presente la ironía, cuando dice que según el proverbio de las
alturas grandes caídas se dan, esto es aplicable tanto a la caída de sus siervos, pero también
los para el lector que sabe que su muerte será por una caída.
Vemos lo trágico, en el hecho de que nombra que llevarán las escalas, y desde éstas
caerá hacia la muerte.

ACTO DIECINUEVE

CALISTO. -Señora, el que quiere comer el aue, quita primero las plumas.
CALISTO. -No ay otra colación para mí, sino tener tu cuerpo e belleza en mi poder.
Comer e beuer, donde quiera se da por dinero, en cada tiempo se puede
auer e qualquiera lo puede alcançar; pero lo no vendible, lo que en toda la
tierra no ay ygual que en este huerto, ¿cómo mandas que se me passe
ningún momento que no goze?
CALISTO. -Jamás querría, señora, que amaneciesse, según la gloria e descanso que mi
sentido recibe de la noble conuersación de tus delicados miembros.

Quise transcribir éstos tres diálogos de Calisto pues creo que en ellos se resume
concepto de amor que el personaje tenía, o por lo menos del amor que sentía por
Melibea. Usa en el primero una imagen muy clara, la de comer, y no de comer un
animal cualquiera, es un ave. Por lo tanto indefensa, le estará privando de su libertad,
pero primeramente de sus plumas, y ello implica un dolor muy fuerte, dolor que vendrá
después con la muerte de Calisto.

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En el segundo también, claramente están dichas sus intenciones y lo único que
pretende de ella. El sabor no está en ella, sino en lo prohibido, en el alcanzar lo
prohibido.
Finalmente en el tercero, el autor nos describe la serie de caricias que espera el
personaje, pues nos habla de la “conversación” de los miembros, particularmente me
pareció hermosa y oportuna la utilización de esta palabra.
Pero el gozo no es perfecto, pues vemos la ironía de la escena, Calisto pide que
nunca amanezca, y efectivamente esto no ocurrirá para Calisto.

CALISTO. -¡O!, ¡válame Santa María! ¡Muerto soy! ¡Confessión!


Con la muerte de Calisto, el autor deja la enseñanza de que los pecadores, o sea
los que sólo buscan el loco amor, los que gustan de la lujuria acaban con un triste final y
todo ello por no seguir las leyes morales.

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CONCLUSIÓN

Al leer la obra fue inevitable realizar un paralelismo con nuestra actualidad, si en


aquel tiempo existía un individualismo, donde los medios justificaban los fines, ahora no
es diferente. A través del ejemplo de Calisto y Melibea, con todos sus avatares y el trágico
desenlace, el autor invitaba a los jóvenes a no seguir este camino. Leemos en la obra una
serie de personajes, que son descritos con lujo de detalles, y que sus actos son movidos por
los más bajos intereses. Se valieron de todas las artimañas posibles para alcanzar su fin, y
lo lograron. Pero el autor sabiamente, y con intención didáctica nos muestra que los logros
así alcanzados, ya sea una mujer o una cadena de oro, son efímeros. Otro ejemplo que al
autor quiso dejar, y principalmente para las gentes de aquella época, es el referido a la
fidelidad de los siervos, los que traicionaron y fueron codiciosos y tuvieron un triste final.
Creo que el punto central de la obra está en torno a la cuestión del amor, y vemos que
a lo largo de la historia se intuye una separación entre amor, como sentimiento puro y el
sexo o contacto físico, lo que equivale a una separación entre cuerpo y alma. Esta
separación ha venido ocurriendo a lo largo de la historia de la humanidad, y
principalmente dentro de la cultura occidental. En nuestro tiempo estos dos caminos se
están juntando lentamente, pero el peso de la cultura es muy fuerte.
Ante todo debemos seguir pensando que el verdadero amor, tiene una de sus formas
de expresión en el contacto corporal, su principal combustible seguirá siendo ese algo, que
no sabemos bien de que se trata, pero que nos hace cada día mejor, y que para lograrlo no
hacen falta bajas artimañas y Celestinas que nos lo faciliten, por el precio de una cadena de
oro.

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BIBLIOGRAFÍA

Lida de Makiel, Maria Rosa - Dos obras maestras españolas: El Libro de Buen Amor y La
Celestina – Editorial EUDEBA – 1966
Cejador, Julio Versión de La Celestina Edición Vigo 1900, prologada por,

NOTA:
(1) Lida de Makiel, Maria Rosa Dos obras maestras españolas: El Libro de Buen Amor
y La Celestina – Editorial EUDEBA – 1966
(2) Cejador, Julio Notas de La Celestina

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