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Reseña Critica.

Universidad de Guadalajara.

Alumno: Daniel Eduardo Castro Treviño.

Licenciatura: Antropología 1er


Semestre.

Materia: Teoría antropológica I:


precursores y evolucionistas.

Maestra: Cecilia Lezama Escalante.

Guillermo Bonfil Batalla


México Profundo.

“Descifrando al México profundo”


Introducción:
“Lo indio la persistencia de la civilización mesoamericana que
encara hoy en pueblos definidos, grupos indígenas, el México
Profundo” -Guillermo Bonfil Batalla, México Profundo, 1987-

Desde los primeros párrafos de su obra Bonfil nos deja bien en claro
cuales son sus propósitos a la hora de exponernos su obra; el indio
contemporáneo como la cara de un México dualista, carente de una
identidad bien definida desde tiempos de la conquista, un México
que vio interrumpido el desarrollo de sus pueblos originales debido a
la intervención de la mano occidental, un México que no logra
encausar un proyecto de nación hacia los diversos sectores que
componen lo heterogéneo de su civilización, donde solo unos gozan
de los beneficios de ser llamados mexicanos.
Partiendo de esta postura Bonfil, nos lleva a través del largo, pero
inestable camino, que nuestra nación ha recorrido, sin embargo,
¿ cómo ha sido el camino que hemos recorrido y hacia donde nos ha
llevado? ¿dónde nos encontramos actualmente? Y la mas
importante de estas interrogantes ¿quines son los mexicanos?
Para poder dar respuesta a estas interrogantes es preciso aclarar las
dos caras que presenta nuestro México, por un lado nos
encontramos a ese sector, que muchas veces nos es ajeno,
mayoritario, pero “desfavorecido” y “empobrecido” habiendo
sobrevivido a una intensa y continua lucha contra su erradicación,
portando con orgullo el rostro y la voz de una cultura milenaria, el
México Profundo; el lado mesoamericano y conservador de sus
raíces y hacia el otro extremo tenemos a la parte de la otra parte la
que nos parece mas común y con la cual la gran parte de las
generación contemporáneas se siente identificada, ese sector que
con el paso del tiempo se ha visto “favorecido” y “enriquecido” y
que ha tenido una fiera lucha por el dominio y exterminio cultural en
contra de su otra parte , aquel sector que se quiere ver así mismos
a través de la cara occidental negando sus orígenes, el México
Imaginario; el lada de “la razón y el progreso.”. En grandes rasgos
estos son los dos lados, que nos muestra Bonfil, que componen
nuestro México dualista, del indio y el mestizo que se reconoce a si
mismo como el mexicano, su lucha que comenzó desde el primer
contacto que hubo entre la cultura mesoamericana y la occidental.
¿Cómo ha sido el camino que hemos recorrido y hacia donde
nos ha llevado?
La lucha no fue siempre contra “nosotros mismos” en un principio
esta disputa tuvo como protagonistas a los colonizadores españoles
y al pueblo mexica, sin embargo, desde antes de la llegada de los
colonizadores ya existían constantes luchas entre los pueblos
originales entre si, pero el objetivo de estas luchas era muy
diferente al del colonizador, no se destruía, ni se imponía la cultura
del vencedor, simplemente se el pueblo vencido pasaba a ser parte
de los “contenidos” (geográficos, económicos y culturales) del
pueblo que había triunfado. Por su parte el colonizador a base de
violencia, la fuerza excesiva y una retorcida idea de que su cultura
era superior y por ende había que darle fin a la cultura que
consideraban inferior y primitiva; es desde este choque que nace el
sector mestizo inmiscuido en una en una colonia que trata de
imponer a toda costa su cultura, dando como resultado una nueva
generación que se dice a si misma occidental, española, pero que a
los ojos de los “auténticos” occidentales no lo son, propiciando así y
nueva lucha que tenia como motor encontrar ese sentido de
pertenencia, forjar una identidad.
Ese ha sido el comienzo de la historia, y el punto de partida que
toma Bonfil a todo el discurso que nos plantea en su obra , la
historia que muchos conocemos y de la cual somos producto,
pareciera ser que se han ido reproduciendo una y otra vez los
primeros pasos que dio nuestra nación que niega sus propios
orígenes y que no termina por unificarse sin recurrir al sometimiento
del “otro“, aquel que no entra en la ideología progresista que se
adopto desde los principios del México “independiente“, siempre
viendo al occidente para alcanzar tan anhelado “progreso” que
pocas veces, y por breves lapsos de tiempo se ha visto alcanzado,
sin embargo, dejando fuera y buscando la desaparición la gran
mayoría de la veces al México Profundo del que se siente
avergonzado por su primitivismo. Una nación condenada a la eterna
búsqueda siempre promovida por los intereses unos pocos, una
búsqueda que ha tenido desde siempre la careta bélica, la lucha de
“nosotros contra los otros”. Una búsqueda que no podrá ser termina
hasta que por fin logremos unificar las dos caras de México.
El objetivo que quiero plantear en esta reseña no es el de contar
nuevamente la historia de nuestra nación a través de la obra de
Bonfil Batalla, sino que a partir de los breves pasajes que
retomamos y citaremos cuando sea preciso nos podremos dar una
mayor visión de lo que ha sido la lucha que hemos sostenido contra
nosotros mismos, y así poder dimensionar los pasos dados en el
tiempo, nuestro motor que nos ha encaminado a donde estamos
varados hoy en día.

¿Dónde nos encontramos actualmente?


Hasta este punto cabe señalar que los términos empleados por
Bonfil, e introducidos anteriormente (el México Profundo y el México
Imaginario) corresponden a lo cercano y alejado que están cada uno
de estos sectores con su origen en común, de su identidad, pero es
aquí donde me propondré a enfatizar en el sector al cual no se le
dio una importancia relevante en su obra, (es preciso indicar que el
libro México Profundo vio la luz por primera vez en el año de 1987,
año en el que nuestra nación comenzaría a vivir una nueva etapa de
cambios, sociales, económicos, políticos, culturales y tecnológicos)
se trata del sector de nuestra sociedad que esta en medio de esta
dualidad y que su origen se remonta a principios del siglo XX, el
México de las clases medias, del que muchos provenimos, este
sector que ha sido un producto del fuego cruzado de los otros dos
sectores y que ha tomado una importantísima relevancia hoy en día.
(quiero suponer que es por ese mismo motivo por el cual Bonfil no
termina por introducir totalmente a este joven sector).
El México de las clases medias que a mi parecer pareciera ser el
nuevo mestizo, no haciendo referencia al mestizo que es producto
de una casta meramente biológica y reproductiva, sino al que tiene
su origen de una inestable mezcla de lo profundo y lo imaginario.
Situado en la parte media el México de las clases medias parece
totalmente ajeno a la problemática social, su motor parece estar
condicionado a las imposiciones dadas por el sector imaginario y
acatadas mayoritariamente (queda en claro que en todos los
sectores hay inconformidades y por su puesto que hay propuestas
innovadoras y que podrían ser benéficas para todas, sin embargo,
esto se ve rebasado ante el conformismo y el individualismos que es
propio de los 3 sectores mencionados) fungiendo como los nuevos
peones de un Estado que busca la homogeneidad a toda costa.
El que se encuentra en medio tiene la llamada “ventaja” de ver y
analizar el conflicto que se vive diariamente, aclarando nuevamente
que solo un pequeña cantidad ha desarrollado ese grado de
conciencia para poder mantenerse en un punto intermedio, es aquí
donde surgen dos clases de personas pertenecientes al México de
las clases medias, por un lado están las que tienen como objetivo
alcanzar los altos peldaños de la escala social sumiéndose
únicamente en su propio en el interés económico, en el tener antes
del ser, dicho de otra forma no importándole la carencia de
identidad o la ya impuesta solo centrándose en el tener y no más.
Por el otro se encuestan aquellos que como anteriormente se ha
dicho, lograron dimensionar y formar una conciencia y no desean
formar más dentro de esa conformidad, ese individualismo, esas
personas que tienen el interés de unificar por un medio no bélico ni
violento, que han logrado aceptar y ayudado a preservar la cultura
de nuestra nación no solo a la que ya esta muerta (la prehispánica,
siendo durante el periodo de la llama “Paz Porfiriana donde se
rescataron nuestras raíces culturales prehispánicas siendo utilizadas
como elementos que caracterizarían de nueva cuenta a nuestra
nación “progresista” ante los ojos del mundo, mostrando de esa
manera que nuestro país tenia una historia milenaria y
culturalmente riquísima y que seguimos preservando en nuestros
grandes monumentos y con la formación de instituciones dedicadas
a la investigación y recopilación de esta información, dejando
completamente fuera de este proyecto al indio contemporáneo )
sino que también a la contemporánea con la que convivimos hoy en
día y la que lleva consigo los restos de los pueblos originales; es en
este punto donde sitúo a Guillermo Bonfil Batalla, quitándole la
etiqueta de indigenista, utopista o nacionalista. Precisando también
que la obra de Bonfil cae en el propio indigenismo, enalteciendo la
figura e importancia del indio sobre el mestizo mostrándonos de la
misma manera su modelo de sociedad como una utopia. Hay que
estar en una conciencia de que la obra contiene dicha ideología eso
es innegable, pero es sumamente importante resaltar que nos
muestra el panorama de la que ha sido nuestra lucha interna por
mas de 500 años, más a delante en la conclusiones y reflexión final
podré dar un mayor panorama a la idea con la que quise terminar
este apartado.

¿Quiénes son los mexicanos?


Hemos ofrecido un amplio panorama de la obra de Bonfil, tocando
los puntos mas fuertes y relevantes, de la misma manera resaltando
los aspectos que no muchos compartimos con el autor. Ante todo
esto falta la respuesta a la interrogante con la que se comenzó este
apartado,¿Quiénes somos los mexicanos? se ha hablado de indios y
de mestizos, fisiológicamente tan diferentes los uno de los otros, el
color de la piel, el tamaño y forma de la nariz, la estatura… en fin
características tan evidentes a los ojos de todos y que hacen una
marcada diferencia, ¿es acaso más mexicano el que posee
características propias del indio o del mestizo? No tiene por que ser
así, todos y cada uno de los sectores de la sociedad que nacimos y
vivimos en este especio geográfico somos mexicanos, desde hace
mucho tiempo y como Bonfil precisa en su libro se ha buscado
erradicar el concepto de indio, somos mexicanos son el producto de
una larguísima historia y compartimos entre nosotros aspectos
cultures, esta bien definidos que no hablamos en la totalidad el
mismo dialecto, pero a pesar de que la lengua no sea la misma
seguimos preservando características propias de ella, nombres de
pueblos y ciudades, de alimentos y objetos. Existen estos sectores
que aun preservan y han sobrevivido a la lucha que comenzó hace
más de 500 años son la prueba viviente de que el sometimiento y la
violencia no son la clave para encaminar a una nación hacia un
proyecto en común. Y esta la otra parte la que ha sido el resultado
de estos 500 años, que si bien sus intereses están enfocados en un
“progreso homogenizado” forman parte de la fluida gama de
mexicanos, la unificación y un progreso mejor encausado es posible
sin perder los aspectos característicos que nos definen, sin darle la
espalda a quienes fuimos.
El mexicano lo conformamos todos, no importa la clase social, el
color de piel el dialecto o lenguaje usados.

Concluyendo:
Un proyecto de nación es lo que nos presenta en la ultimas paginas
de su México Profundo, Guillermo Bonfil Batalla. Una nación que luce
muy lejana a poder concretarse, pero que es posible, sin enaltecer
ni delimitar ninguno de los sectores. La tendencia ha sido la misma
desde tiempos prehispánicos, hay que estar concientes de ello y
tenerlo muy en cuenta, el rumbo que lleva nuestra nación siempre
ha recaído solo sobre los intereses de unos cuanta.
La figura del indio contemporáneo no debe de ser una que despierte
lastima ni tampoco con rechaza, debe de ser vista como tal, como
un mexicano más, con características que lo hacen diferente como
las características que poseemos todos; de la misma manera la
figura del mestizo nos debe de ser vista como algo inalcanzable ni
tampoco como lo superior.
Un Bonfil que buscando mediante el uso de la “Antropología Critica”
para buscar un cambio social en nuestro hermoso pero triste
México, su obra debe de verse como una un proyecto de nación por
fin unificada a través del integración del indio y no su sometimiento.

Reflexiones finales:
¿Cuántas veces no nos hemos negado nuestro propio origen que
hoy en día nos resulta tan distante y en muchas ocasiones ajeno?
¿Cuántas veces no hemos renegado por el simple hecho de ser
mexicanos y de vivir en la problemática actual? ¿Cuántas veces
rechazamos al indio y lo tachamos dentro de una panorama
primitivo e ignorante?
Uno de lo objetivos de Guillermo Bonfil Batalla se cumplen, la
reflexión que nos queda a la hora de terminar las ultima hoja de su
obra, haciendo una retrospectiva y posesionándonos dentro de
algún sector de nuestra sociedad, provocando mirar hacia el
“otro”.Poseemos una historia y por lo tanto un pasado en común,
siempre vistos desde dos puntos diferentes, vivimos una dualidad
diaria y cada vez parece que nos volvemos más ajenos a el “otro”.
No se trata de pocisionar al indio o al mestizo como al autentico
mexicano, el objetivo recae en tener una esperanza de que la
unificación y el común cultural son posibles sin darle la espalda ni
olvidarnos de nadie.
Esta en claro que se trata de una lucha, pero esta tiene que librarse
sin la violencia, las armas o la manipulación. Todos somos
mexicanos y debemos sentirnos orgullosos de ese hecho.

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