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Directores

Javier Pradera / Fernando Savater DE RAZÓN PRÁCTICA Septiembre 2004


Precio 8€ N.º 145

ULRICH BECK
El metajuego de la política cosmopolita

J. A. LASCURAÍN
¿Que les corten la cabeza?

FRANCISCO
LAPORTA
Las dos vías
para la reforma de
la Constitución

ALMODÓVAR FERNANDO PEREGRÍN


La ‘infame turba’ El pensamiento ecológico
VICENTE MOLINA FOIX
Septiembre 2004

BELÉN BARREIRO
El triunfo de la abstención en la Unión Europea
DE RAZÓN PRÁCTICA
Dirección
JAVIER PRADERA
S U M A R I O número 145 septiembre 
FERNANDO SAVATER

Edita
PROMOTORA GENERAL
DE REVISTAS, SA

4 EL METAJUEGO
Director general
ALFONSO ESTÉVEZ
Director adjunto
ULRICH BECK DE LA POLÍTICA COSMOPOLITA
JOSÉ MANUEL SOBRINO
Coordinación editorial
NURIA CLAVER
Diseño
MARICHU BUITRAGO
FRANCISCO LAPORTA 14 LAS DOS VÍAS PARA
LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN

FERNANDO PEREGRÍN 24 EL PENSAMIENTO ECOLÓGICO

QUICO GAZETLU (Madrid, 1953) obtuvo


JUAN ANTONIO LASCURAÍN 34 ¿QUE LES CORTEN LA CABEZA?
su licenciatura en la Escuela de Bellas
Artes de San Fernando y fue profesor en
el Centro Español de Nuevas Profesiones
de Madrid. Sus pinturas y dibujos, de
suelta y vigorosa pincelada, recrean una
amplia variedad de motivos clásicos:
IGNACIO SOTELO 42 ESTADO Y NACIÓN
EN UN MUNDO GLOBAL
desnudos, hojas y flores, bodegones,
retratos y paisajes. Destaca su compo-
sición Las cuatro estaciones que puede
contemplarse en la parroquia de Nuestra
Señora de Ermitagaña, en Navarra.

Caricaturas
PEP SUBIRÓS 48 ENTRE ÁFRICA Y NORTEAMÉRICA
Globalización, espacio público, ‘apartheid’
LOREDANO

Semblanza
Vicente Molina Foix 54 Almodóvar y la ‘infame turba’

Política
Belén Barreiro 58 El triunfo de la abstención
en la Unión Europea

Pedro
Almodóvar

Correo electrónico: claves@progresa.es


Internet: www.claves.progresa.es
Ensayo
Frans van den Broek 63 Por un multiculturalismo
marxista-lennonista
Correspondencia: PROGRESA.
FUENCARRAL, 6; 2ª PLANTA. 28004 MADRID.
TELÉFONO 915 38 61 04. FAX 915 22 22 91.

Historia
68
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28013 MADRID. TELÉFONO 915 36 55 00.

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Enrique Moradiellos 1939: Victoria absoluta y derrota total
ISSN: 1130-3689
Depósito Legal: M. 10.162/1990.

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Mercè Rius 74 El futuro de la naturaleza humana
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Casa de citas
Felipe Colavidas 79 Arquitectura y habitabilidad
en Rafael Sánchez Ferlosio
EL METAJUEGO
DE LA POLÍTICA COSMOPOLITA
ULRICH BECK

Nueva Teoría Crítica política mundial pueden dividirse en institu- tajuego: Estados, actores de la economía
con intención cosmopolita ciones y organizaciones. Instituciones son las mundial y actores de la sociedad civil global.
De pronto, a comienzos del tercer milenio, el reglas de base y de fondo vigentes para el Según las controversias teóricas más im-
futuro de la humanidad aparece abierto. Las ejercicio del poder y el dominio, o sea, pre- portantes actualmente, el juego entre institu-
perspectivas, paradojas y consecuencias de ceptos formales e informales de conducta que ciones y organizaciones puede definirse y
esa situación se pueden desarrollar, aclarar y sirven para posibilitar o pretextar determina- descifrarse a partir de dos lógicas de actua-
dilucidar mediante el concepto de metajuego das formas de praxis política (nacional e in- ción que James March y Johan Olsen llaman
de la política mundial. Metajuego significa: ternacional). Instituciones del juego de poder la lógica de las consecuencias esperadas y la
la antigua política mundial, que aplica reglas, del Estado nacional son, por ejemplo, el con- lógica de la adecuación. Según la lógica de las
y la nueva política mundial, que las cambia, trol estatal sobre un territorio delimitado, el consecuencias, la actuación política sigue un
están entreveradas, son –por lo que respecta reconocimiento y la diplomacia internaciona- cálculo de conducta racional que obedece la
a actores, estrategias y alianzas– absoluta- les, el monopolio de los medios para ejercer máxima de maximizar una proposición dada
mente inseparables. Comprender que a la la violencia, la soberanía del derecho (así co- cuyas ventajas no están claras. Ejemplos de
media luz de la moribunda época nacional y mo las seguridades del Estado del bienestar, ella son la teoría de juegos clásica y la econo-
de la naciente época cosmopolita la actua- los derechos civiles y políticos fundamentales, mía neoclásica. En cambio, la lógica de la
ción política obedece a dos guiones comple- etc.). Mientras que las instituciones fijan las adecuación entiende las acciones políticas co-
tamente diferentes pero al mismo tiempo normas y formas básicas, o sea, el marco cate- mo un producto del poder, los roles y las
entretejidos, que en la escena mundial, pues, gorial de la actuación política, las organizacio- identidades que estimulan la conducta ade-
y según la perspectiva que se adopte, dos nes se refieren a actores específicos que dispo- cuada en situaciones dadas (March/Olsen,
elencos de actores diferentes protagonizan nen de un número determinado de miem- 1989; Krasner, 1999)
obras distintas que al entretejerse provocan bros, de recursos financieros y espaciales y de La teoría del metajuego es transversal a
un sinfín de paradojas en el drama político un determinado estatus legal. Enumero muy la lógica de las consecuencias esperadas y a la
(sea el establecido o el alternativo, el obstruc- someramente tres organizaciones del me- lógica de la conducta adecuada, pues sigue
cionista o el aperturista); comprender todo la lógica del cambio de reglas, esto es: el anti-
esto, por mucha que sea la precisión con que guo orden institucional nacional-estatal-in-
pueda demostrarse, provoca confusión en las pregunta abierta para toda su vida. Lo que el ser humano ternacional no es ningún dato ontológico si-
mentes y en la realidad. Esta confusión de se niega a sí mismo en esta renuncia lo recupera como no que siempre está en juego. La relación de
capacidad de poder hacer. Las numerosas posibilidades
categorías, guiones, obras y actores, este rees- que gana con ello le marcan a la vez el límite que lo sepa- instituciones y organizaciones se revolucio-
cribir las obras teatrales de la política mun- ra de las otras infinitas maneras posibles de entenderse y na. Las instituciones no marcan el espacio y
dial mientras están representándose, son rea- concebirse a sí mismo (posibilidades que, por lo tanto, se el marco dentro del cual las organizaciones
pierde)” (Plessner, 1931, pág. 188). El juego, cuyo tema
les y caracterizan la esencia del metajuego1. es la contención de las contingencias, consiste en jugar
hacen política; más bien son las organizacio-
Los sistemas de reglas en el juego de la alternativamente con ellas. Sin embargo, para Plessner el nes (por ejemplo, los actores económicos
sistema de reglas de las convenciones prevalece frente a mundiales) las que escapan de la cápsula ins-
las oportunidades extraordinarias del juego político, que titucional y dejan al descubierto los “a priori
1Fue Helmuth Plessner quien convirtió el concepto
desbordan todos los límites. Plessner analiza la diploma-
de juego en un concepto central de la política con su cia, que refrena mediante pactos la contingencia salvaje nacionales” de la actuación política2.
crítica a la típica actitud alemana de hacer política con el del juego político desatado: “Diplomacia por su parte El metajuego que cambia las reglas de
alma llorosa: “Al alemán no le gusta meterse en política significa el juego de la amenaza y la intimidación, de la la política mundial significa una segunda
porque no se atreve a jugar” (1931, pág. 104; 22). Con el astucia y la capacidad de convencer, del actuar y negociar,
concepto de juego, Plessner dice sí a la sociedad y a la opi- significa los métodos y artes para acrecentar el poder,
nión pública y las enfrenta al idilio de la comunidad (pre- interna y necesariamente unidos a las artes de defenderlo
cisamente para que aumenten las “posibilidades de jugar” y justificarlo y al juego de las argumentaciones y de dar 2 En el ámbito de la política mundial, “metajuego”
[pág. 38]). Para Plessner, el espacio de juego representa el sentido al sinsentido” (pág. 99). Ante esta “posibilidad significa, pensándolo en términos generales, “moder-
espacio público de las posibilidades estratégicas de acción. de un a priori político” que casi roza ya lo apolítico, y da nización reflexiva” (Beck/Giddens/Lash, 1996; Beck,
Estas posibilidades son más objetivas que la realidad, que vueltas “a la política como necesidad humana” (pág. 142, 1993; Beck/Bonss, 2001). La idea teórica común es la
al fin y al cabo –como observa Robert Musil– sólo es una 1931) utilizo la metáfora del juego en el sentido de un interferencia de consecuencias accesorias, que suprimen
hipótesis aún no desmentida. Plessner destaca la apertura metajuego, esto es en el sentido de un juego de la política las instituciones y fronteras básicas de la Primera Moder-
histórica de lo político: “En esta relación de indetermi- en que lo que está en juego son los fundamentos y reglas nidad forzando una metapolítica que vuelva a estipular
nación respecto a sí mismo el ser humano se comprende fundamentales del poder y el dominio en el tránsito de la las reglas fundamentales y el trazado plural de las fron-
como poder y se descubre a sí mismo [...] como una Primera a la Segunda Modernidad. teras de la convivencia. Por lo tanto, el juego de poder

4 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145■


El antiguo juego ya no es posible
La globalización significa dos cosas: se abre
un nuevo juego en el que las reglas y los con-
ceptos fundamentales del antiguo ya no son
reales, aunque aún haya quien siga jugándo-
lo. En cualquier caso, el antiguo juego, que
tiene muchos nombres (como, por ejemplo,
“Estado nacional”, “sociedad industrial na-
cional”, “capitalismo nacional” o también
“Estado del bienestar nacional”), ya no es po-
sible solo. Se trataba de un juego sencillo, pa-
recido grosso modo al juego de damas, en el
que ambos jugadores disponían del mismo
número de fichas y jugadas. Con la globaliza-
ción, no obstante, surgen un espacio y un
marco de acción nuevos: la política se desli-
mita y desestataliza. La consecuencia es que
aparecen jugadores adicionales, nuevos pape-
les, nuevos recursos, reglas desconocidas,
contradicciones y conflictos nuevos. En el
antiguo juego cada ficha jugaba de una única
Great Transformation (Polanyi, 1944). Los per se. El escenario exclusivo en el que los manera, cosa que ya no vale para el nuevo
Estados ya no constituyen la única arena Estados nacionales y el sistema de las rela- juego sin nombre del poder y el dominio. Por
de la actuación colectiva en el sentido de ciones internacionales entre Estados deter- ejemplo, que las fichas del capital tengan una
marcar el espacio y las reglas de juego de la minaban el espacio de la actuación política movilidad nueva, semejante a la del caballo o
actuación política (incluidas las de las irre- colectiva se rompe desde dentro y desde la torre del ajedrez, significa que hay diferen-
nunciables instituciones sociales donde se fuera y es paulatinamente sustituido por cias escandalosas y curiosas polivalencias en la
toman y ejecutan las decisiones colectivas). un juego de metapoder más complejo, su- cualidad estratégica de las fichas y las jugadas.
Con el metajuego reflexivo, irrumpe en la prafronterizo, transformador de las reglas Pero, sobre todo, los antiguos y los nuevos
realidad la pregunta de hasta qué punto los de poder, paradójico, incalculable, subpo- actores aún tienen que encontrar o inventar
fundamentos mismos del poder estatal se lítico y mundial cuyo resultado está abier- ellos mismos (definirlos y construirlos) sus
convierten en objeto de estrategias de po- to3. ¿Qué significa esto? roles y recursos en la cancha global. No está
der políticas y económicas a nivel mundial. claro todavía cuáles son las nuevas jugadas ni
Pero esto significa que es la globalización y cuáles los nuevos objetivos del juego. En el de
no “el Estado” quien define y transforma 3 “Lo que tenemos entonces no es una rígida camisa damas, se trataba de comerse todas las fichas
las arenas de la actuación colectiva. Hay de fuerza sino un campo de juego nuevo y más complejo. del contrincante. Si el nuevo juego fuera el
un tema que resulta clave, una transforma- El juego de la globalización política está completamente ajedrez, se trataría de hacer jaque mate al rey,
abierto en múltiples aspectos. De hecho, el nuevo juego
ción de segundo orden: la Gran Transfor- de poder no se dicta sólo desde uno de los bandos; es pero esto tampoco es seguro ni cosa hecha.
mación del orden centrado en el Estado un juego pendular que se repite infinitamente, con las En el antiguo juego de la política “Esta-
estrategias y tácticas de los jugadores y sus “sombras del do (del bienestar) nacional” el objetivo era la
futuro” epistemológicas, que revierten en una serie de
en torno a las reglas del poder también está dominado posibilidades de acción y frenos a la misma que siempre
por las consecuencias accesorias, ya que, por ejemplo, los adquiere nuevas figuras. Es más, este juego se caracteriza
actores económicos mundiales actúan económicamente por ofrecer una multitud de resultados alternativos o transversales o multinacionales también se cuentan entre
(no políticamente) pero superan la axiomática política del “equilibrios múltiples” (desde un gobierno mundial al ellas, como el “desorden doble” que a veces se califica de
Estado nacional como consecuencia accesoria de sus deci- caos, pasando por multitud de posibilidades diversas). Al- nueva Edad Media. Éstos son algunos de los escenarios
siones inversoras transnacionales (véanse más adelante los gunas formas de globalismo desequilibrado o de hegemo- más probables. Y las diferencias entre ellos son enormes”
capítulos III/13, IV y V). nía de sectores de mercados financieros y cooperaciones (Cerny, pág. 35, 2000).

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



5
EL METAJUEGO DE L A POLÍTICA COSMOPOLITA

mayor seguridad posible para todos. ¿Sigue es y seguirá siendo un juego de damas nacio- férrea cápsula de las reglas del juego de damas
siendo así? El objetivo político de la “era so- nal, se revela como extremadamente costoso: nacional. ¿Quién es entonces el contrapoder,
cialdemócrata” (Ralf Dahrendorf, 1970) con- nubla la mirada e impide percatarse de las el contrincante del capital globalizado?
sistía en alcanzar un alto grado de igualdad nuevas jugadas y las nuevas fuentes de poder.
social sobre el telón de fondo de la homoge- En efecto, la posibilidad de que en el me- El contrapoder de la sociedad civil global
neidad nacional. ¿Cuánta diferencia cultural, tajuego las reglas de ganancia-pérdida o pérdi- Para la conciencia pública y para muchos
cuánta desigualdad social se puede, se debe da-pérdida se conviertan en reglas de ganan- investigadores, el papel del contrapoder a es-
tolerar? En el antiguo juego nacional-interna- cia-ganancia de las que puedan beneficiarse el te capital que revienta reglas no corresponde
cional dominaban las reglas del derecho in- Estado, la sociedad civil global y el capital en a los Estados, sino a la sociedad civil global
ternacional, cosa que comportaba que en el la misma medida, sigue sin estar dilucidada y su pluralidad de actores. En el antiguo
interior del Estado se podía hacer lo que se teórica, empírica y políticamente. Hay que juego “capital” contra “trabajo” las relaciones
quisiese con los propios ciudadanos. ¿Están dar la vuelta a la premisa marxiana: no es el entre poder y contrapoder se pensaban se-
estas reglas todavía en vigor o hace mucho ser lo que determina la conciencia, sino que gún la dialéctica del amo y el esclavo. El con-
que se aplica la difusa regla de la “soberanía es la conciencia de la nueva situación en que trapoder del esclavo –el trabajador– estaba
limitada” siguiente: en caso de “limpiezas ét- se halla la acción (la mirada cosmopolita) la en que podía reservarse su fuerza de trabajo.
nicas” o graves violaciones de los derechos que maximiza las oportunidades de acción de El núcleo del contrapoder era la huelga or-
humanos de sus ciudadanos, todo Estado tie- los jugadores en el metajuego de la política ganizada: los trabajadores dejaban de traba-
ne que contar con “intervenciones humanita- mundial. Hay una vía óptima para transfor- jar. Los límites de este contrapoder los mar-
rias” de la comunidad de Estados fundadas mar la propia posición de poder (posible- caba, entre otras cosas, que los trabajadores
en los derechos cosmopolitas y humanos? mente incluso el mundo de la política): un tuvieran trabajo y el correspondiente contra-
¿Pueden los jefes de gobierno, ministros o cambio de mirada. Una forma de contemplar to, es decir, tenían que ser miembros de al-
embajadores que hayan violado en sus países el mundo escéptica y realista (y al mismo guna organización para poder hacer huelga.
los derechos cosmopolitas de sus conciudada- tiempo cosmopolita). Además, como contrapartida les amenazaba
nos confiar aún en su inmunidad diplomáti- La agenda neoliberal es el intento de el cierre (lock-out), que era la base del con-
ca o es de esperar que se les detenga y lleve institucionalizar los beneficios del capital, trapoder del capital. Esta forma de dialéctica
ante un tribunal en los países que visiten? unos beneficios históricamente momentá- del amo y el esclavo sigue existiendo pero
En el antiguo juego había determinadas neos y fruto de la movilidad política mun- está cada vez más desvirtuada por la nueva
reglas de juego limpio: quien saca un seis no dial del mismo. La perspectiva del capital, movilidad suprafronteriza del capital. Pode-
tira o tira doble; o la regla de que tras cada ti- llevada radicalmente al final, se postula a sí mos comprobarlo de la mano de un ejemplo
rada le toca el turno al contrincante, o sea, la misma como absoluta y autónoma y así da al ocurrido en Alemania el verano de 2001.
alternancia. ¿Es así todavía o sólo en determi- espacio estratégico de poder y de posibilida- VW, un consorcio rentable, quería hacer
nadas circunstancias o relaciones de poder y des de la economía clásica la forma política trabajar más a sus nuevos trabajadores pero
no en otras? ¿Quién decide lo que vale o no? de un poder subpolítico mundial. Resulta pagándoles menos. ¡Todos se mostraron entu-
La política, en el cambio de las épocas, cae en que lo que es bueno para el capital es lo me- siasmados!: los sindicatos, Schröder (el canci-
una media luz curiosa, en la media luz de la jor para todos. La promesa es que todos sere- ller federal socialdemócrata) y los empresarios;
doble contingencia: ni las antiguas institucio- mos más ricos y que finalmente también los todos alabaron el nuevo modelo como un
nes básicas y reglas de juego, ni las formas de pobres se beneficiarán. La capacidad de se- ejemplo extensible a otros sectores. Los em-
organización específicas y los papeles de los ducción de esta ideología neoliberal no está, presarios exigían “abrir” la tabla salarial (hacia
que actúan, están fijados sino que surgen, se pues, en desatar los egoísmos o en maximizar abajo, se entiende). Eso se llama “flexibilidad”
reescriben, se estipulan con el juego en mar- la competencia sino en prometer la justicia (sin rodeos: en condiciones de competencia
cha. Hasta dónde, no está claro: depende de global. El supuesto es: la maximización del global, las relaciones laborales y salariales caen
circunstancias contingentes y de los objetivos poder del capital es finalmente el mejor ca- en una espiral descendente). VW había ame-
y alternativas de la política en general. mino al socialismo. Por eso el Estado (social) nazado con producir el nuevo VW Mini-Van
La gracia del argumento del metajuego es superfluo. en Eslovaquia o en la India. El júbilo de los
es que las oportunidades de acción de los ju- No obstante, la agenda neoliberal insiste “partidos trabajadores” y los sindicatos se de-
gadores dependen esencialmente de cómo se al mismo tiempo en que el capital tenga dos bía al éxito de haberlo evitado. Pero eso tam-
definan ellos y cómo redefinan lo político. fichas y dos jugadas en el nuevo metajuego. bién significa que, en el futuro, en Alemania
Ambas definiciones son requisitos para el éxi- Todos los demás disponen, igual que hasta se deberá trabajar más, incluso durante el fin
to. Sólo la crítica de la ortodoxia del Estado ahora, de una ficha y una tirada. El poder del de semana, por un salario y unas prestaciones
nacional y la aparición de nuevas categorías neoliberalismo reside en la desigualdad radi- sociales considerablemente menores. La altura
que guíen la mirada cosmopolita dan paso a cal a la hora de decidir quién puede vulnerar desde la que les da miedo caer a los trabajado-
nuevas oportunidades de poder. Quien se las reglas y quién no. Cambiar las reglas es y res ante esta globalización es especialmente
aferre a la antigua dogmática del juego de da- seguirá siendo el privilegio revolucionario del grande en los Estados ricos del bienestar. Na-
mas (por ejemplo, el fetiche de la “sobera- capital. Todos los demás están condenados a die piensa en la solidaridad suprafronteriza,
nía”) será suprimido y arrollado sin que se le conformarse con ellas. La mirada nacional de en el hecho de que los trabajadores alemanes
permita siquiera quejarse. Éstos son los costes la política (y del nacionalismo metodológico de les han quitado trabajo a los eslovacos, por
de aferrarse a las reglas del antiguo juego de la ciencia política) consolida esta superioridad ejemplo.
damas (costes, por ejemplo, para los Estados en el juego, esta superioridad del poder del El contrapoder de la sociedad civil glo-
que ponen condiciones al cambio a una mi- capital surgido del juego nacional de damas. bal, en cambio, adopta la figura del consumi-
rada cosmopolita). En otras palabras: el na- Pero la superioridad del capital consiste esen- dor político. El consumidor está más allá de la
cionalismo metodológico, insistir en el punto cialmente en que los Estados no le van detrás, dialéctica del amo y el esclavo. Su contrapo-
de vista de que el metajuego político mundial en que la política se recluye a sí misma en la der emana de que puede rehusar la compra

6 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



ULRI C H BEC K

siempre y en cualquier lugar. Al “arma de la simbólica y se desinfla si la atención del pú- balicen la “destrucción creadora” de Schum-
no-compra” no puede ponérsele límites loca- blico es insuficiente. El requisito es y seguirá peter o quizá serán los actores de Greenpeace
les, temporales o materiales. Necesita algunas siendo el dinero. Sin capacidad de compra no y Amnistía Internacional los nuevos David
condiciones: como, por ejemplo, que haya hay poder de los consumidores. Todo lo cual que lleven la contraria a los Goliat? ¿O pasa-
una gran oferta de productos y bienes de ser- pone límites inmanentes al contrapoder de rán por tales los héroes del diseño del Estado
vicio entre los que el consumidor pueda ele- los consumidores. del bienestar, que se autodenominan “moder-
gir. Precisamente con estas condiciones, o nizadores” y llevan a efecto la agenda neolibe-
sea, que haya pluralidad de posibilidades de La transformación del Estado ral? No: tan apolítico es que la sociedad civil
compra y consumo, desaparecen los costes Ningún camino puede saltarse la redefinición global pueda sustituir al Estado en la renova-
subjetivos de castigar con la no-compra orga- de la política estatal. Los defensores y actores ción de la política estatal como nuevo y aún
nizada este producto de este consorcio. de la sociedad civil global son sin duda irre- no ensayado que, por decirlo así, la sociedad
Para los intereses del capital es fatal que nunciables en el juego global de los poderes y civil tome el poder. A una simbiosis semejan-
no haya ninguna contraestrategia para el cre- contrapoderes, en particular para la imposi- te entre sociedad civil y Estado la llamo Esta-
ciente contrapoder de los consumidores: ni ción de valores y normas globales; pero la do cosmopolita. Los príncipes democráticos de
siquiera los todopoderosos consorcios pueden abstracción de la transformación de los fun- la era global que buscamos serían los renova-
despedir a sus consumidores. A diferencia de damentos del Estado y la política induce a dores cosmopolitas del Estado. La cuestión
los trabajadores, los consumidores ni son ni hacerse la gran ilusión de un mundo libre de clave tanto para la estabilización de la socie-
quieren ser miembros. El medio de presión cadenas económicas y culturales dispuesto dad civil global como para la movilidad mun-
de producir en otros países donde los consu- extrapolíticamente a una nueva paz. El nuevo dial del capital como para la renovación de la
midores aún sean buenos y se traguen todo lo humanismo de la sociedad civil permite ex- democracia, es decir, la cuestión de las reglas
que se les ponga por delante es un instru- traer la vaga conclusión de que las contradic- todos-ganan de la política mundial, es cómo
mento totalmente inútil. Primero, el consu- ciones, crisis y consecuencias accesorias de la liberar a las ideas, teorías e instituciones del
midor está globalizado y, como tal, es muy Segunda Gran Transformación, ya en mar- Estado de sus miopías nacionales y abrirlas a
deseado por los consorcios. Segundo, no se cha, podrían civilizarse a escala global gracias la época cosmopolita.
puede hacer frente a las protestas de los con- a las nuevas esperanzas que transmite el com- En este sentido, para evitar discutir la
sumidores de un país yéndose a otros países promiso de la sociedad civil. No obstante, es- falsa alternativa entre política estatal y políti-
sin mutilarse a uno mismo. Tampoco resulta ta conclusión pertenece a la galería genealógi- ca de la sociedad civil en la era global, es ne-
servirse de la solidaridad nacional de unos ca de lo apolítico. cesario distinguir claramente entre centrarse
contra otros. Las protestas de consumidores A la vista de lo cual es esencial compren- en el Estado y centrarse en el Estado nacio-
son, como tales, transnacionales. La sociedad der que el metajuego sólo puede pasar de ser nal. Por acertado que sea despojarse de la fija-
mundial que existe objetivamente es la socie- un juego de pérdida-pérdida a un juego de ción nacional porque el Estado ya no es el ac-
dad de consumo. El consumo no conoce ganancia-ganancia modificando la política es- tor del sistema internacional sino un actor
fronteras: ni las de la producción ni las de la tatal (la teoría política y la teoría del Estado). entre otros, sería erróneo que pagasen justos
adquisición. No todos los consumidores son La cuestión clave es, pues: ¿cómo se puede y por pecadores y al criticar la mirada fija en lo
trabajadores y esto es lo que hace tan peligro- se debe abrir y reconfigurar el concepto y la nacional perdiésemos de vista la posible capa-
so su contrapoder, apenas desplegado hasta forma organizativa del Estado a la vista de los cidad de acción y autotransformación del Es-
ahora, para el poder del capital. desafíos de la globalización económica y cul- tado en la era global. El juego de metapoder
Mientras que el contrapoder de los tra- tural? ¿Cómo es posible una autotransforma- consiste, pues, en pensar, hacer y estudiar el
bajadores –conforme a la dialéctica del amo y ción cosmopolita del Estado? Preguntado de Estado como contingente y políticamente
el esclavo– está ligado a relaciones de interac- otra manera: ¿quiénes son los “príncipes de- mutable. Cosa que suscita la pregunta si-
ción y contrato directas y espacio-temporales, mocráticos” de la Segunda Modernidad en el guiente: ¿cómo es posible la transnacionaliza-
el consumidor no conoce ninguna de estas sentido de un maquiavelismo cosmopolita?4 ción de los Estados?
ataduras territoriales, locales y contractuales. La respuesta es: el príncipe cosmopolita es un La respuesta no es que la globalización
Bien conectado y movilizado con vistas a un actor colectivo. Pero ¿cuál? ¿Serán los jefes de de la economía dicte la política de la globali-
objetivo, el consumidor sin ataduras, libre, los consorcios los nuevos príncipes que glo- zación, como se supone mayoritariamente;
transnacionalmente organizado, puede con- más bien es que la política reaccione a los
vertirse en un arma dañina. Para los particu- desafíos de la globalización, y para ello dis-
lares, la huelga es arriesgada; en cambio, no 4 No hay que confundir la cuestión del maquiave- pone de diversas opciones estratégicas que se
comprar determinados productos y desapro- lismo cosmpolita que planteo en este libro con la secreta diferencian entre sí –y esto es central– según
bar de esta manera la política de los consor- prescripción de un absolutismo despreciativo con los permanezcan en el marco del antiguo juego
seres humanos. Yo conecto, más bien, con la tradición
cios no tiene ningún riesgo. Con todo, este del maquiavelismo republicano, que, como demuestra de damas nacional o rompan con él. Aquí es
contrapoder del consumidor político debe Pocock en su libro The Machiavellian Moment [El mo- válida la ley de la decadencia del poder del
organizarse: sin actores abogatorios, pertene- mento maquiavélico] (1975), influyó sobre los padres de Estado nacional: quien en el metajuego glo-
la Constitución norteamericana y su concepto de libertad
cientes a la sociedad civil, el contrapoder de y soberanía políticas. Para Maquiavelo (1986), el poder bal sólo juega con las cartas nacionales, pier-
los consumidores se trunca. Los límites de la es poder inserido e inscrito en la sociedad; sólo puede de. Es necesario invertir la perspectiva, pues
organizabilidad son también los límites del entenderse y practicarse adecuadamente discerniendo su
génesis y dinámica sociales. Desde su punto de vista, el
contrapoder de los consumidores. El boicot poder es tan íntimamente republicano que ambos con-
de los compradores apela a los que no son ceptos resultan sinónimos. El poder presupone el contra- contrastantes coaliciones de pensamiento apolítico,
miembros de nada, de manera que es difícil poder y sólo puede lograrse jugando con el contrapoder, que van desde la política de la teoría de sistemas (Luh-
contrarrestado siempre por éste en un proceso estratégico mann) hasta los teóricos (¡no los actores!) de la socie-
de organizar: necesita de la premeditada dra-
de interacción basado en un orden institucional. Maquia- dad civil antiestado, pasando por la antipolítica de los
maturgia de los medios públicos de comuni- velo tuvo que pensar esta visión de las cosas enfrentán- posmodernos y la autosupresión neoliberal del Estado,
cación, de la escenificación de una política dose a las formas premodernas de lo apolítico. Hoy, las distorsionan esta cuestión.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



7
EL METAJUEGO DE L A POLÍTICA COSMOPOLITA

también es válida esta premisa: el contrapo-


der de los Estados resulta de la transnaciona-
lización y cosmopolitización de los mismos.
Sólo si los Estados consiguen igualar la movi-
lidad del capital y redefinir y reorganizar sus
posiciones de poder y sus jugadas podrá fre-
narse internacionalmente el desmoronamien-
to del poder y la autoridad del Estado e in-
cluso darle la vuelta.
Hay que diferenciar dos tipos de auto-
transformación transnacional de los Estados:
las estrategias de transnacionalización inau-
ténticas y las auténticas. La transnacionaliza-
ción puede ser una jugada del antiguo juego
del Estado nacional; entonces queda prisione-
ro del mismo y busca la “nueva razón de Esta-
do” (Klaus-Dieter Wolf, 1999). Así, por ejem-
plo, las alianzas entre la Organización Mun-
dial de Comercio (OMC) y los Estados
particulares pueden servir para ganar sobera-
nía puertas adentro contra, por ejemplo, las
reivindicaciones participativas de la sociedad
civil. Quizás así se consiga driblar a la propia
oposición vía Europa, la OTAN, la OMC,
etc.; pero la transnacionalización también
puede romper con la axiomática nacional y
ser un primer paso en la formación de un Es-
tado o liga de Estados cosmopolita. Es en este
último caso cuando hablo de transnacionali-
zación auténtica.
El metajuego posibilita a todos un doble
juego mediante el intercambio de papeles: se
le endosan la responsabilidad del fracaso y la
política de la píldora amarga al contrincante pero para ellas esta misión global es a la vez que distinguir entre el terrorismo de los mo-
respectivo. Nace la política del “Estado (sola- un instrumento para competir por los come- vimientos de liberación nacional, que tienen
padamente) astuto” (Shalini Randeria, 2001): deros de “problemas globales” de los que ellos una unidad territorial y nacional, y las nue-
se niega el propio poder para poder jugarlo mismos se nutren. vas redes terroristas transnacionales que ope-
mejor y se traspasa la responsabilidad de las ran desterritorializadamente, esto es, por en-
consecuencias de las propias decisiones o la Grupos terroristas cima de las fronteras, como consecuencia de
falta de ellas al otro bando o al nuevo cheque como nuevos actores globales lo cual invalidan de un plumazo la gramática
en blanco para no hacer nada de la globaliza- Con las horribles imágenes de Nueva York y nacional de la milicia y la guerra.
ción. Los jefes de gobierno, como dóciles Washington el 11 de septiembre de 2001 Si hasta ahora la mirada militar se dirigía
conversos de lo nuevo, pueden achacar su de- globalizadas mediáticamente, los grupos te- a sus iguales, esto es, a organizaciones milita-
bilidad cara a cara a los nuevos poderes mun- rroristas se han consolidado de sopetón co- res de otros Estados nacionales y a su defen-
diales, la OMC, las organizaciones no guber- mo nuevos actores globales en competencia sa, ahora son amenazas transnacionales de
namentales (ONG), etc., para justificar ante con los Estados, la economía y la sociedad criminales y redes subestatales las que desa-
sus electores –y a la vez eludir– la responsabi- civil. Las redes terroristas son en cierto modo fían a los Estados del mundo entero. De mo-
lidad de su inactividad. Los actores de la “ONG de la violencia”. Operan como las do que, como antes en el ámbito cultural,
OMC juran su antiguo papel de expertos, ONG de la sociedad civil: desterritorializa- hoy vivimos en el militar la muerte de las
destacan su neutralidad científica e imponen damente, descentralizadamente, esto es, tan- distancias, o sea, el fin del monopolio estatal
de esta manera, por encima de cualquier to local como transnacionalmente. Mientras, de la violencia en una civilización en la que
frontera, su política exterior-interior mundial por ejemplo, Greenpeace y Amnistía Inter- al final todo puede convertirse en un misil
contra gobiernos electos. Hay gobernantes nacional denuncian públicamente las crisis en manos de fanáticos resueltos. Los símbo-
por todo el mundo que atacan públicamente que afectan al medio ambiente y las violacio- los de paz de la sociedad civil pueden trans-
al nuevo “imperialismo de los derechos hu- nes de los derechos humanos perpetradas por formarse en instrumentos del infierno, cosa
manos” y se vanaglorian de las “diferencias los Estados, la diana de las ONG terroristas que no es en principio nueva pero sí omni-
culturales”, o sea, del derecho a la diversidad es el monopolio estatal de la violencia. Esto presente ahora como experiencia clave.
cultural; pero después la utilizan como arma significa, por una parte, que esta clase de te- Antaño, los terroristas intentaban salvar
en la lucha interior para eliminar la oposición rrorismo transnacional no se circunscribe al su vida después de cometer un delito. Los te-
política y la libertad de expresión. Las ONG terrorismo islamista sino que puede vincular- rroristas suicidas extraen una enorme fuerza
proclaman y luchan por los derechos huma- se a todos los objetivos, ideologías y funda- destructiva de la renuncia premeditada a su
nos (por la autolegitimación de los mismos); mentalismos posibles. Por otra parte, hay propia vida. El que perpetra atentados terro-

8 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



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ristas es, por así decir, la contraimagen más caso de las armas atómicas y químico-biológi- Estados Unidos. En efecto, Washington ha
radical del Homo oeconomicus. Puesto que no cas, que necesitan de determinados materiales llegado hasta el punto de no excluir lo impen-
conoce freno económico o moral alguno, es y recursos –como uranio apto para uso arma- sable: ser el primero en golpear a los Estados
vehículo de la atrocidad más absoluta. El ac- mentístico– o costosos laboratorios). La po- sospechosos de terrorismo con las llamadas
to suicida y el terrorista suicida son singula- tenciación de los individuos frente a los Esta- “miniarmas atómicas”.
res en sentido estricto. Ni el suicida puede dos también podría abrir la caja de Pandora ¿Qué objetivo tiene la “guerra contra el
cometer dos veces un atentado suicida, ni es política: no solamente caerían los muros que terrorismo”? Los objetivos conceptualmente
necesaria ninguna autoridad estatal que lo actualmente separan a ejército y sociedad civil indefinidos (como la aniquilación del “mal”,
declare culpable. Tal singularidad queda se- sino también los que separan a inocentes y del terrorismo en sus raíces) no conocen lími-
llada con la simultaneidad de acto, autoin- culpables, sospechosos y no sospechosos. Has- tes, no tienen ningún posible punto final; por
culpación y autoextinción. ta ahora el derecho ha hecho unas distincio- eso vienen a ser una potenciación general. Las
Por eso, la “alianza antiterrorista” quiere nes muy tajantes al respecto; pero si la indivi- diferencias fundamentales entre guerra y paz,
atrapar a los presuntos “hombres en la som- dualización de la guerra nos amenazara, el ataque y defensa quedan suprimidas. La sos-
bra”, a los que “tiran de los hilos”, a los mece- ciudadano tendría que demostrar que no es pecha de terrorismo radicaliza y flexibiliza la
nas estatales de los terroristas. Pero al ejecu- peligroso, pues en estas condiciones al final construcción de imágenes del enemigo. Igual
tarse los criminales a sí mismos las causalida- cualquier particular resultaría sospechoso de que los consorcios producen sin dependencias
des se pierden, se desvanecen. Se dice que los ser un terrorista potencial. Por lo tanto, todos locales, los Estados poderosos pueden ir cons-
Estados son esenciales para la creación de re- tendrían que avenirse a ser controlados “por truyendo imágenes del enemigo. Lo que de-
des terroristas transnacionales; pero ¿no será seguridad”, sin razones concretas. Así, la indi- termina quién es el (próximo) enemigo y
precisamente la falta de Estado, la inexisten- vidualización de la guerra llevaría finalmente quién tiene que contar con acciones militares
cia de estructuras estatales que funcionen, el a la muerte de la democracia, pues los gobier- no es la declaración de guerra de un Estado
humus de las actividades terroristas? Posible- nos tendrían que unirse con otros gobiernos sino el juicio arbitrario del Estado amenaza-
mente la imputación a Estados y hombres contra sus ciudadanos para conjurar los peli- do. Esta flexibilización del concepto de ene-
que dan las órdenes desde la sombra siga te- gros que vendrían de éstos. migo desestatalizado, desterritorializado, per-
niendo su origen en un pensamiento militar, mite: primero, el uso universal de la violencia
mientras que estamos en el umbral de una El poder político armada con vistas a la “defensa interior” (caso
individualización de la guerra: ya no “gue- de percibir los riesgos de la civilización de Estados Unidos y también de Rusia, Ale-
rrean” Estados contra Estados, sino indivi- Así pues, es bien notoria la ley de que las per- mania, Israel, Palestina, India, China, etc.);
duos contra Estados. cepciones globales del riesgo abren espacio a segundo, la declaración universal de guerra
Hay una serie de condiciones que acre- nuevas oportunidades transnacionales de po- contra Estados que no hayan atacado previa-
cientan el poder de las acciones terroristas: la der. Sin embargo, el presidente estadouniden- mente; tercero, la normalización e institucio-
vulnerabilidad de nuestra civilización; la pre- se Bush no ha aprovechado el moment of deci- nalización del “Estado de excepción” en el in-
sencia mediática global del peligro terrorista; sion para atreverse a embarcarse en un sistema terior y en el exterior; cuarto, la deslegaliza-
el juicio del presidente de los Estados Unidos estatal cosmopolita. Más bien ha empezado a ción no sólo de las relaciones internacionales
de que estos criminales amenazan “la civiliza- erigir (con el poder político de la percepción y los enemigos terroristas sino también del
ción”; la disposición de los mismos a autoex- de la amenaza terrorista) Estados vigilantes propio Estado de derecho y de las democra-
tinguirse; y, finalmente, la multiplicación ex- transnacionales en los que seguridad y ejército cias extranjeras.
ponencial de los peligros terroristas merced a se escriben en mayúscula; y libertad y demo- Por lo demás, la imagen de un enemigo
los avances técnicos. Con las tecnologías del cracia en minúscula. La pregunta clave es desestatalizado invalida las alianzas militar-
futuro, la técnica genética, la nanotecnología quién define lo que es un “terrorista transna- políticas más consolidadas (como la OTAN),
y la robótica, estamos abriendo una “nueva cional”. Estados Unidos no es sólo la víctima ya que la imagen del enemigo a que éstas se
caja de Pandora” (Bill Joy). La manipulación del ataque terrorista sino también –y a escala orientan es la de un enemigo estatal. En su
genética, las tecnologías de la comunicación y global– el sheriff, el fiscal, el juez mundial, el lugar aparecen coaliciones antiterroristas que,
la inteligencia artificial –encima fusionadas jurado y el que ejecuta la sentencia, todo en aunque reaccionen con flexibilidad a las suce-
entre sí– burlan el monopolio estatal de la uno. Por lo tanto, el peligro del terrorismo sivas imágenes del enemigo terrorista, siempre
violencia y abren la puerta, si no se le pone impulsa la promiscuidad del poder, parece dar tienen que volver a formarse, de manera que
pronto un cerrojo internacional efectivo, a una licencia para cazar terroristas poco menos estimulan la diplomacia y obligan a escapar
una individualización de la guerra. que ilimitada incluso a ejércitos y Estados de- del pensamiento de los bandos y alianzas.
Así, cualquiera, sin excesivos derroches, mocráticos; o, mejor dicho, son estos mismos Las construcciones de imágenes terroris-
podría generar genéticamente una plaga que los que se dan poderes para vencer el “peligro tas del enemigo “matan” la pluralidad de la
pensada para largos períodos de incubación, de la humanidad”. Según su razonamiento de sociedad y de las racionalidades de los exper-
amenazara premeditadamente a determinadas que los terroristas no actúan aislados5 sino tos, la independencia de los tribunales y la va-
poblaciones, o sea, una bomba atómica gené- apoyados por Estados “malos”, el presidente lidez incondicional de los derechos humanos.
tica en miniatura. Y éste es sólo un ejemplo estadounidense Bush ha desarrollado una Dan poder a los Estados y los servicios secre-
entre otros muchos posibles. La diferencia nueva doctrina militar que apela al derecho tos para hacer una política de desdemocrati-
con las armas atómicas y las biológicas es no- de autodefensa para justificar intervenciones zación. Buena muestra del poder de la per-
toria. Se trata de desarrollar con una base armadas contra los Estados que amenacen a cepción del riesgo es que incluso dentro de las
científica tecnologías que puedan difundirse democracias desarrolladas hay derechos civiles
con facilidad y revolucionarse continuamente y políticos fundamentales que de pronto re-
5 Este cambio de rumbo rompe con la praxis que
a sí mismas, de modo que escapen a la posibi- sultan revocables (y revocados), y encima con
había introducido el presidente de Estados Unidos Bill
lidad de que los Estados las controlen y mo- Clinton. Él estableció que hay que atribuir las actividades el asentimiento de la arrolladora mayoría de
nopolicen (a diferencia de lo que ocurre en el terroristas a individuos y no a Estados. una población democráticamente experimen-

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



9
EL METAJUEGO DE L A POLÍTICA COSMOPOLITA

tada. Ante la alternativa entre seguridad y li- cuando habla “de la economía”? ¿A las empre- nizarse colectivamente (por ejemplo en la
bertad, los gobiernos, parlamentos, partidos y sas particulares? ¿Al “capital”, la “clase”, los Unión Europea) para abrir un espacio trans-
la población (que, si no, compiten y se blo- gerentes, los accionistas? ¿Se trata de actores nacional a su poder y su papel en el juego.
quean recíprocamente) se deciden, tan unáni- individuales, actores colectivos, actores coope- La debilidad del ejercicio del contrapoder,
me como rápidamente, a la restricción de li- rativos? ¿O los grupos y agregados sociológi- tanto del estatal como del emanado de la so-
bertades fundamentales. Al mismo tiempo, cos que se sirvan de las llamadas estrategias de ciedad civil, es que contrapoder, como tal,
en temas policiales y militares los derechos de acción del capital, el Estado y la sociedad civil no lo hay, ya que primero tiene que definir-
soberanía nacionales se sacrifican (más o me- globales serán de un tipo completamente di- se, orientarse, organizarse; o sea, constituirse
nos unilateralmente) a las necesidades de la ferente? ¿Es posible, como afirmaba Foucault, políticamente en el campo de acción global
cooperación transnacional en el combate con- que actúe “nadie”, que en la mesa quede vacío contra todas las resistencias.
tra el terrorismo militante. el asiento de un “jugador”? Las acciones como la siguiente van en au-
Queda claro: la percepción global de los La respuesta que intento dar es que los mento: los Estados de la OTAN acuerdan
riesgos globales de la civilización provoca una jugadores no son jugadores: es el metajuego una acción armada conjunta para extinguir el
reflexividad política que resquebraja la orto- el que los convierte en tales. Los jugadores fuego de la guerra civil étnica en Macedonia.
doxia nacional, abre el espacio político de ac- deben constituirse políticamente y organizar- Esta acción militar punto-verde no sólo esca-
ción y posibilita el cambio a la mirada cosmo- se en el juego como parte del juego. En otras pa a las categorías de guerra y paz, de inter-
polita. Lo mismo puede decirse (como hemos palabras: rige una lógica interaccionista de la vención militar y trabajo social; también se
mostrado) de la percepción del peligro terro- constitución social recíproca como compa- lleva a cabo, por decirlo así, “sin oposición”,
rista. Pero para la percepción global de peli- ñero o contrincante en el juego. No es ya como engrasada por el asentimiento general.
gros ecológicos y económicos es atinado ade- que las oportunidades de poder de los juga- Posiblemente pueda universalizarse que quien
más proponer algo así como la ley de la valen- dores, sus recursos y su espacio de acción es- sale a la calle contra la globalización económi-
cia política contrastante de los riesgos tén interrelacionados; es que los actores sólo ca lucha por la globalización de los derechos
financieros globales y los riesgos globales de la se realizan a través de sus jugadas: en virtud humanos, la protección del medio ambiente,
civilización: los riesgos económicos globales son de su autointerpretación, articulación, movi- los derechos de autodeterminación sindicales,
individualizables y favorecen la renacionaliza- lización y organización ganan (o pierden) en etc. Y ahí se observa una inédita asimetría de
ción; los riesgos ecológicos de la civilización, por la confrontación recíproca de su identidad y disenso y consenso en el espacio nacional y
el contrario, son cosmopolitizables. “Globali- capacidad de acción. transnacional: mientras en el espacio nacional
dad” quiere decir, en este sentido, darse cuen- De la lógica del metajuego se sigue una la política configuradora –muy deplorada– se
ta de que la civilización está autoamenazada específica asimetría de poder de capacidad es- enarena en “los entrelazamientos de la políti-
y de que el planeta es finito: una constatación tratégica entre capital, Estado y sociedad civil ca” (Scharpf), la capacidad de acción transna-
que supera el antagonismo de los pueblos y globales. La gestación del contrapoder políti- cional de los Estados surge bajo el signo de un
los Estados y crea un cerrado espacio de ac- co está extraordinariamente condicionada, consenso forzoso que sólo admite la contesta-
ción de significaciones vinculantes intersub- cosa que puede decirse tanto de la globaliza- ción y la resistencia como variaciones del
jetivamente. Los riesgos financieros globales ción de la sociedad civil como de la transna- asentimiento. Los “problemas globales” –los
–como muestra, por ejemplo, la crisis asiática cionalización de los Estados. La especial forta- derechos humanos, la evitación de la catástro-
de los años 1997-1998– sumen a grupos en- leza del capital es, precisamente a la inversa, fe climática, la lucha contra la pobreza y por
teros de población en el desempleo y la po- que no tiene que organizarse como conjunto la justicia– abren nuevas fuentes de legitimi-
breza; pero, dado que afectan a la propiedad para poner en juego su poder ante los Esta- dad, una legitimidad extrademocrática y ex-
privada y a las oportunidades de ganarse la dos. “El capital” es una manera de expresar la traestatal que se funda a sí misma: el asenti-
vida, se manifiestan en millones de “destinos suma de acciones no coordinadas de empresas miento sustituye al voto. Dicho de otro mo-
particulares”. En cambio, la globalidad de los particulares, flujos financieros y organizacio- do: en el espacio de experiencia de la
peligros civilizatorios llama la atención sobre nes supranacionales (OMC, FMI, etc.), una globalidad nace una ley peculiar: la ley de la
el sentido cotidiano de una comunidad de suma cuyos resultados –en el sentido de la insuprimible inmanencia del estar en contra.
destino cosmopolita, abriendo así un nuevo política como consecuencia accesoria– presio- La globalización, en otras palabras, devora a
espacio de experiencias que es a la vez global, nan más o menos imprevista o involuntaria- sus enemigos: quien está contra ella está por
individual y local, por lo que funda (¡en cier- mente a los Estados e impulsan, por lo tanto, ella (por otra globalización).
tas circunstancias!) contextos de sentido y ac- la desaparición del antiguo juego de damas
ción cosmopolitas. Esta cosmopolitización de “Estado nacional”. El capital es sumamente Cambio de paradigma de la legitimidad
los riesgos de la civilización es un punto de heterogéneo; a su inmanente jugar con y con- La pregunta de las preguntas, la pregunta
partida central para las estrategias abogatorias tra también le amenazan o le afectan las “ad- crucial que el metajuego, llevado a su extre-
de los movimientos de la sociedad civil. quisiciones hostiles” y los riesgos de la globali- mo, lanza sobre la mesa es: ¿quién o qué de-
zación. No obstante, a causa de la política co- cide la legitimidad del cambio de las reglas
¿Quiénes son los “jugadores”? mo consecuencia accesoria, los Estados lo del juego? La transformación de las reglas del
El discurso de las perspectivas de acción “del cubren. “El” capital, pues, no necesita en ab- juego ¿transcurre sobre los fundamentos de
capital”, “de la sociedad civil global”, “del Es- soluto existir como unidad de acción: no tie- legitimación del juego de damas nacional o
tado”, ¿no es una grosera y deliberada viola- ne que sentarse a la mesa de juego para hacer son las fuentes nacionales de legitimidad del
ción del deber científico de proceder con es- valer su poder. Este “nadie” puede ocupar un poder y el dominio las que se ponen en jue-
mero? ¿No alude demasiado generalmente a sitio en la mesa del metajuego político mun- go en el metajuego? ¿Quién aboga por qué?
los diversos grupos y grupúsculos, simplifi- dial; y eso es precisamente lo que aumenta el ¿Quién juega al cambio de posiciones y pre-
cando de forma inadmisible su multiplicidad poder de los actores económicos mundiales. suponiendo qué?
interior y los contrastes evidentes entre los Por el contrario, los Estados deben des- Parece natural pensar que la respuesta a
mismos? ¿A quién se refiere, por ejemplo, embarazarse de su ortodoxia nacional y orga- estas cuestiones clave sale de las respectivas

10 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



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perspectivas de acción de los jugadores; es de- nacional, puede pretender que la transforma- cional Comunista y la convirtió en el largo
cir, de los contrastes generados por una lógica ción de las reglas del juego del poder tenga brazo de los intereses nacionales de la Unión
de la interacción. Pero la consecuencia inme- que efectuarse en el marco del antiguo orden- Soviética. En el terreno de la filosofía, Johann
diata de esto sería que el metajuego de la polí- juego de damas nacional. El hecho es, sin em- Gottlieb Fichte ejemplifica el escándalo de la
tica mundial estaría bajo el signo de un mal- bargo, que el metajuego incluye la posibilidad presuntuosidad de lo nacional, como sostiene
entendido grandioso. Los partidarios del or- de un cambio de paradigma de la legitimidad. Peter Coulmas. Fichte atribuyó al pueblo ale-
den-juego de damas nacional (atrapados por Pero aquí es donde la metáfora del juego llega mán un papel precursor del cosmopolitismo
la fe en la validez secular, sobrenatural e in- a sus límites, pues el cambio de legitimidad porque los logros de este pueblo en el terreno
franqueable de la legitimidad del antiguo sis- supera la soberanía del Estado nacional, con- de la ciencia lo predestinaban para ello como
tema de reglas nacional-internacional) juegan sagrada por el derecho internacional, y abre a ningún otro. Sólo el alemán –decía Fichte–
al nuevo gran juego de poder suponiendo que paso a las intervenciones del “humanismo podía querer este papel espiritual cosmopolita
cualquier orden –también futuro– tendrá que militar” (como pudo verse en la guerra de
corresponder en último término a la legitimi- Kosovo en 1999)6. La exhortación a la justicia “pues es el alemán el que ha dado inicio a la cien-
cia y la ha plasmado en su lengua. Es de suponer que en
dad del orden-juego de damas nacional. Para y a los derechos humanos se convierte en la la nación que ha tenido la fuerza de crear la ciencia resi-
ellos, el orden global es, por lo que respecta a espada a esgrimir contra países extranjeros. dirá también la grandiosa capacidad de dominar la crea-
sus fundamentos de legitimación, un orden ¿Cómo se puede representar una legitimidad ción. Sólo el alemán puede querer algo así, pues sólo él,
internacional derivado de la legitimidad del cosmopolita que conduce a crisis y guerras, o que está en posesión de la ciencia y que gracias a ella en-
Estado nacional. Por eso, según la metáfora sea, a la sangrienta refutación de sí misma? tiende el tiempo, puede comprender que éste es el obje-
tivo más inmediato de la humanidad. Este fin es el úni-
de la cebolla, las reglas nacionales del juego de ¿Quién para las consecuencias accesorias de
co fin patriótico posible, el que permite al alemán, en
damas traspasan su legitimidad a la próxima un principio moral cosmopolita que dice paz pro de su nación, abarcar a toda la humanidad; en cam-
“piel de cebolla”: las instituciones supranacio- y hace posible la guerra? ¿Qué significa “paz” bio, a partir de ahora, desde la liberación del instinto ra-
nales. El nacionalismo metodológico presu- si ésta universaliza la posibilidad de la guerra? cional y la purificación del egoísmo, a cualquier otra na-
pone un Estado nacional constante y absoluto Aquí se puede reconocer la media luz en ción el patriotismo tiene que resultarle egocéntrico, am-
como fuente de legitimidad de las normas y que se mueve el metajuego y la media luz bicioso y hostil al resto del género humano”7.
organizaciones supranacionales. Una autolegi- que él mismo emite. En el sentido del ma-
timación del orden global, sea pragmática, quiavelismo republicano es necesario hacer Un ejemplo totalmente distinto es Esta-
conforme a la razón filosófica o al positivismo una distinción clara entre cosmopolitismo au- dos Unidos, que lleva adelante la imposición
jurídico, queda excluida. téntico y cosmopolitismo inauténtico. Pero pre- global de los derechos humanos como misión
No, dicen algunos contrincantes: la cos- cisamente esta claridad, fundada en la cosa, nacional de una potencia mundial. Y también
mopolítica dispone de fuentes autónomas de es a menudo difícil de conseguir, ya que la es un indicio crucial de cosmopolitismo inau-
legitimación. Las nuevas reglas y las fuentes extraordinaria legitimidad del derecho cos- téntico el retorno de la figura medieval de la
de las que beben surgirán de, por ejemplo, mopolita hace muy seductora su instrumen- “guerra justa”. Las dificultades de distinguir
una conjunción de derechos humanos y do- talización nacional-imperial. El cosmopoli- entre cosmopolitismo auténtico e inauténtico
minio que en caso de conflicto imponga es- tismo inauténtico instrumentaliza la retórica provienen en gran medida de que para hacer
tos derechos humanos a las reglas del juego cosmopolita –de la paz, de los derechos hu- realidad el régimen cosmopolita hay que su-
(de damas) nacional. Esto no significa que el manos, de la justicia global– con fines nacio- poner su existencia. Precisamente la inversión
régimen cosmopolita se forme y consolide me- nal-hegemónicos. De ahí que pueda y deba de proyecto y realidad parece ser una estrate-
diante la reivindicación directamente impe- hablarse de cosmopolitismo inauténtico y/o gia especialmente efectiva para hacer alcanza-
rialista de un poder mundial moral-militar- simbólico cuando el derecho universal, las ble lo inalcanzable; a saber, que los muchos
económico (por ejemplo, Estados Unidos). exigencias morales trascendentales (como las que exigen el régimen cosmopolita se unan.
Es más bien al contrario: la validez de un ré- resalta, por ejemplo, Immanuel Kant en su Afirmar que se ha alcanzado el objetivo es un
gimen cosmopolita –paz, justicia, diálogo– tratado Sobre la paz perpetua) se mezclan con medio para imponerlo. La globalidad sólo
instaura un espacio de poder que reclama el las exigencias de las grandes potencias y se puede gestarse si se supone como real a pesar
relleno de la fundación militar (misiones de convierten en fuente de legitimación para de que sigan subsistiendo en el mundo los
las Naciones Unidas, OTAN, etc.). Son la una retórica global-hegemónica del “nuevo
cohesión y la consonancia de la autolegitima- juego” (de lo que encontramos ejemplos de 7 Fichte, 1806-1807, pág. 28; citado según Coulmas,
ción moral, económica y militar las que fun- muy diversa índole en la historia). 1990, pág. 420. En este sentido, el “gran” pensador Fichte
damentan –o al menos aspiran a hacerlo– el Cosmopolitismo inauténtico instrumen- ofrece muchos ejemplos relevantes de cómo los razona-
régimen cosmopolita y, en caso de conflicto, talizado con fines nacionales fue la política de mientos oportunistas pueden tentar al pensamiento. En el
escrito de 1806 citado, Der Patriotismus und sein Gegen-
también lo capacitan para sancionar la pre- Stalin que privó de su autonomía a la Interna-
teil, define: “Cosmopolitismo es la voluntad dominante de
tensión de los Estados particulares de mono- conseguir el objetivo de la existencia del género humano en
polizar la violencia. el género humano. Patriotismo es la voluntad de conseguir
6 Acuñé el concepto “humanismo militar”, ins- este fin antes que en ningún otro sitio en aquella nación
Aquí se ve claramente que la distinción y
pirado por la guerra de Kosovo, en un artículo para la cuyos miembros somos nosotros y que a partir de ella el
contraposición de mirada nacional y mirada Süddeutsche Zeitung. Con el título Military humanism, éxito se extienda al género entero” (pág. 229). El cosmopo-
cosmopolita no sólo abren nuevos espacios de Noam Chomsky (2000) dio una conferencia en la que litismo, pues, presupone el patriotismo, de lo que se sigue
acción y nuevas fuentes de poder sino que lanzó una áspera crítica ideológica a la OTAN y a los –¡lógicamente!– que el cosmopolitismo tiene que exten-
complejos militar-industriales norteamericanos por su derse patrióticamente por todo el mundo. También aporta
además ponen en claro qué es en definitiva lo posición en la guerra de Kosovo. Al hacerlo, no obstante, algunos detalles históricos: “¿Cuál es la patria del europeo
que se está jugando en el metajuego: los fun- sigue nostálgicamente apegado a la lógica militar del cristiano verdaderamente culto? En general, Europa; en
damentos de legitimación de lo político por nacionalismo metodológico, con lo que se le escapa el pe- cada época en particular, el Estado europeo que se halle en
ligro real que aflora en el concepto “humanismo militar”, la cima de la cultura” (pág. 212). Puesto que la nación de
antonomasia. Sólo la miopía del nacionalismo
a saber, que más allá de la mirada nacional surge el nuevo la cultura sólo es Alemania, se sigue con la implacable agu-
metodológico, que piensa el orden suprana- peligro de un amparo militar global a los derechos huma- deza del oportunista relampagueo espiritual que la esencia
cional de poder como el orden de poder inter- nos que supera los límites entre guerra y paz. alemana sanará al mundo.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



11
EL METAJUEGO DE L A POLÍTICA COSMOPOLITA

contrastes entre naciones, regiones, religiones, se abre a los elencos de actores que interaccio- der Globalisierung” (Foreign Policy, enero-fe-
bandos y situaciones. nan entre multitud de conflictos. brero de 2001, págs. 56-65) se lee:
¿Hay en el “cosmopolitismo” posiciones En este sentido, la teoría del metajuego
en contra que aparecen a medida que éste va tiene que desarrollarse como una determinada “Todos hablan de globalización pero nadie ha in-
imponiéndose? Y ¿cómo son posibles? Nin- lógica de juego, es decir, como una constela- tentado medir su dimensión [...] al menos hasta ahora.
El índice de globalización que hemos expuesto analiza
guno de los compañeros de juego o de los ción estratégica de actores más o menos colec- la complejidad de las fuerzas que impulsan la integra-
contrincantes puede nunca vencer solo: ne- tivos que, interaccionando, cumplen y cam- ción de los seres humanos y las economías de todo el
cesita aliarse. Así, por ejemplo, dicho simpli- bian reglas y cuyas posiciones, recursos y par- mundo. ¿Qué países son los más globalizados? ¿Son
ficadamente, un objetivo de las estrategias ticipación en el poder se definen y modifican más desiguales o más corruptos?”.
del capital es fusionar capital con Estado pa- recíprocamente. No hay que confundir lógica
ra descubrir nuevas fuentes de legitimidad en de juego con el transcurso empírico; ni las ju- A continuación, los autores enumeran los
la figura del Estado neoliberal; y, a la inversa, gadas sueltas del mismo con mezclarse en la indicadores que han manejado: contactos
el objetivo de la sociedad civil global y sus lógica de las perspectivas de acción particula- personales suprafronterizos medidos según el
actores es desarrollar y desplegar la unión de res y sus interdependencias (conflictos, con- transporte internacional, llamadas telefónicas
sociedad civil y Estado, o sea, una forma cos- tradicciones, paradojas), o sea, en la lógica de internacionales, correo internacional, etc.
mopolita de estatalidad. La forma de aliarse las perspectivas del capital, de los movimien- También midieron la World Wide Web, con-
y los objetivos del Estado neoliberal instru- tos activistas de la sociedad civil y de las pers- tando no sólo su número de usuarios, sino
mentalizan el Estado (y la teoría del Estado) pectivas del Estado. La lógica alude a un argu- también el de sus visitantes y navegantes. Fi-
para la optimización y legitimación de los mento como-si: ¿qué pasaría si el capital fuese nalmente, idearon y calcularon índices de in-
intereses del capital por todo el mundo. En todo lo móvil posible?, ¿qué pasaría si el Esta- tegración económica. Inquirieron los movi-
cambio, la idea de dar forma de sociedad ci- do abandonara los límites de lo nacional y se mientos de bienes y servicios investigando có-
vil al Estado cosmopolita aspira a imaginar y convirtiera –por lo que respecta a su manera mo evolucionaba en cada economía nacional
hacer realidad una multiplicidad combativa de entenderse a sí mismo y su marco institu- la participación en el comercio internacional,
y un orden posnacional o hasta posglobal. La cional– en un Estado cosmopolita, es decir, si etc. Aquí no discutiremos los detalles de estos
agenda neoliberal se envuelve con un aura de estimulara a los contrincantes, sondeara sus resultados (sobre la empiria profesional de la
autorregulación, de autolegitimación. La espacios de acción y posibilidades de poder y globalización véanse los clásicos Beisheim y
agenda de la sociedad civil, por el contrario, los hiciera lo más fuertes posible? otros, 1999, así como Held y otros, 1999).
se envuelve con el aura de la moral global y Así se invierte la prioridad de realidad y Lo que aquí nos interesa es el hecho llamativo
pugna por un nuevo Gran Mito de la globa- posibilidad: hay que conocer las jugadas posi- de que en el ejemplo al que acabamos de refe-
lización radical-democrática. De esta manera bles para poder entender las reales. En este rirnos la concepción de los índices empíricos
el metajuego de la política mundial manifies- sentido, Max Weber concibe la contingencia presupone la distinción “nacional-internacio-
ta sus propias, inmanentes, alternatividad y histórica y política como “posibilidad objeti- nal”, o sea, sigue la lógica de la mirada nacio-
oposición. Con la retórica del “cosmopolitis- va”. El historiador y el sociólogo tienen que nal. De esta manera se pasa sistemáticamente
mo” se enfrentan movimientos hegemónicos especular siempre con posibilidades irrealiza- por alto lo más específico: la transnacionaliza-
y contrahegemónicos. das para poder compararlas con las realizadas: ción de la producción, de los flujos de capital,
También el concepto clave de estrategia “Para penetrar las causalidades reales, constru- de las formas de vida, etc. La conexión entre
adquiere un sentido especial en el marco de yamos causalidades irreales”. (Kritische Stu- la economía y la mirada del Estado nacional
referencia teórico del metajuego. La lógica del dien, pág. 287; citado según Palonen, 1998) es ambivalente: por una parte, el Homo oeco-
cambio de reglas significa que el juego políti- El lenguaje del juego nos enseña por qué nomicus no conoce las ataduras del Estado na-
co del poder y el dominio se convierte en el tiene que accederse conceptualmente a lo po- cional; por otra, la recogida de datos estadísti-
juego de la doble contingencia: ya no se puede sible: para no cometer el error de entender lo cos se basa en el concepto del Estado nacio-
contar con el sistema de reglas del antiguo real como la única realidad posible. Así puede nal, es decir, parte de la base de que el Estado
juego de damas (incluidos sus fundamentos rebatirse la fácil objeción de que al preguntar nacional es el criterio comparativo relevante a
de legitimación) y no hay ninguno nuevo en por la lógica de las perspectivas de acción y nivel macroeconómico y el dispositivo insti-
vigor. En este estatus híbrido del Ya-no y el sus interdependencias uno estaría inmunizán- tucional “natural” para proveer bienes colecti-
Aún-no, ciertas palabras abstractas que se re- dose contra los sucesos y las objeciones empí- vos. El resultado son unos índices que indu-
producen a sí mismas, como “estructuras” y ricos. Por eso es importante no confundir los cen fácilmente a malas interpretaciones.
“sistemas”, se deshacen “en la boca como espacios de posibilidad objetivos de la globali- Para ilustrarlo con otro ejemplo, el co-
hongos podridos” (Hugo von Hofmannstahl, zación económica o política con las jugadas mercio internacional mide el tráfico e inter-
2000). Pero entre el discurso de la “estructu- reales, con la empiria de la globalización. Y cambio entre diversas naciones. Sin embargo,
ra” y el de la “anarquía” cabe el discurso de las viceversa: la sólo-empiria de la actuación polí- a medida que la importancia de los consor-
“estrategias”. Así pues, el concepto de estrate- tica desconoce la contingencia de la actuación cios transnacionales crece, este índice se des-
gia queda libre de sus ataduras a objetivos e política y, por lo tanto, lo político. virtúa y acaba siendo ficticio por un lado, lo
intenciones de actores particulares (colectivos que se mide como comercio “internacional”
o individuales). “Estrategia” significa la rela- ¿Empiria ciega? es sustituido por un comercio intra-empresas:
ción interactiva de cambio y oposición en una El discurso de la globalización induce cierta- las inversiones y flujos de capital y servicios
política mundial que se abre y se cierra y cuya mente al sólo-teoría, al retorno de la metafísica que circulan de un país a otro dentro de re-
dinámica interna se caracteriza por la recipro- al centro de las ciencias sociales empíricas. Pe- des de empresas no pasan ninguna frontera
cidad de las perspectivas de acción del capital, ro también ocurre a la inversa: la relación en- nacional. Por otro lado, tampoco se trata de
el Estado y la sociedad civil. En este sentido, tre espacio de posibilidad y empiria de la globa- “comercio” internacional porque los bienes
“estrategia” es un concepto de un espacio de lización se distorsiona a menudo mediante no se “venden” ni se “compran” sino que sólo
posibilidad real que, mediante el metajuego, falsos indicadores. En el artículo “Das Messen se desplazan y recombinan de un lado a otro

12 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



ULRI C H BEC K

sobre el mapa transnacional de los consorcios Pero lo que vale para las empresas, vale Stuttgart, Reclam, 2000 (trad. cast.: Carta de Lord
(sobre el que los enclaves y fronteras naciona- también para los Estados: la confirmación Chandos y otros textos en prosa, Barcelona, Alba, 2001).
les tienen un significado estratégico). Esta empírica de la antigua política ni refuta el ar- Joy, B., “Manche Experimente sollten wir nur auf dem
posibilidad de burlar los controles nacionales gumento de que quien siga jugando el anti- Mond wagen”, Frankfurter Allgemeine Zeitung, 13 de ju-
(sean los de las aduanas o los de la estadística guo juego será arrollado ni el de que la trans- nio de 2000.
oficial) es lo principal, desde la perspectiva de nacionalización y cosmopolitización sea una Kant, I., Werke in Zwölf Bänden, vol. XI, Geheimer Ar-
los consorcios empresariales, ya que les per- opción de acción válida para los Estados. La tikel zum Ewigen Frieden, Francfort del Main, Suhr-
kamp, 1964.
mite hacer un doble juego en lo referente a distinción entre la lógica del juego y las juga-
precios e impuestos y, como consecuencia, das del juego es esencial para teóricos y empí- Köhler, B., Soziologie transnationaler Konzerne. Eine
empirische Untersuchung der “inneren Globalisierung”,
pagar cada vez menos impuestos en sus lla- ricos. Es difícil concluir de la lógica del juego
tesina inédita, Universidad de Munich, 2002.
madas patrias. Nótese bien que la mirada na- las jugadas y aún más raro que, a la inversa,
Krasner, S. D., Sovereignty. Organized Hypocrisy, Prin-
cional impide ver la realidad oculta de la de determinadas jugadas se concluya la inexis-
ceton, N. J., Princeton University Press, 1999 (trad.
transnacionalización (oculta por la lógica tencia de la lógica del juego. Quien aduce da- cast.: Soberanía, hipocresía organizada, Barcelona, Pai-
premeditada-estratégica del metajuego). Hay tos empíricos para refutar que en la era global dós, 2001).
que partir de la base de que entre más de un se abren espacios de posibilidad para la actua- Luhmann, N. y Scharpf, F. W., “Politische Steurung.
tercio y la mitad del comercio mundial tiene ción estatal subsume más bien la actuación Ein Streitgespräch”, Politische Vierteljahresschrift, nº 30,
lugar en la forma no-comercio-intra-empre- estatal en un concepto de Estado ahistórico y 1989, págs. 4-21.
sas. Al mismo tiempo, es extraordinariamen- abstracto, con lo que desprovee de mirada crí- Maquiavelo, N., Il Principe / Der Fürst, Stuttgart, Re-
te difícil captar empírica y estadísticamente tica a los análisis de la ciencia y la teoría polí- clam, 1986 (trad. cast.: El príncipe, Pozuelo de Alarcón,
este comercio-directo suprafronterizo dentro ticas. ■ Espasa-Calpe, 2003).
de los espacios económicos y de dominio March, J. G. y Olsen, J. P., Rediscovering Institutions:
transnacional de los consorcios, ya que este [Este texto es un extracto del capítulo I del libro Poder y The Organizational Basis of Politics, Nueva York, Free
no-comercio-intra-consorcios se sustrae al contrapoder en la era global. La nueva economía política Press, 1989.
mundial. Paidós, 2004].
control y la detección exteriores (Köhler, Palonen, K., Das Webersche Moment: zur Kontingenz
2002). Además, los propios consorcios tienen des Politischen, Opladen/Wiesbaden, Westdeutscher
BIBLIOGRAFÍA Verlag, 1998.
un interés estratégico en no dejar que les
Beck, U., Die Erfindung des Politischen. Zu einer Theorie Plessner, H., “Macht und menschliche Natur”, en
vean las cartas, pues maniobran “translegal- reflexiver Modernisierung, Francfort del Meno, Suhr- Gesammelte Schriften, vol. V, Francfort del Meno, Suhr-
mente”, es decir, en la zona gris de la kamp, 1993. kamp, 1981, [1931], págs. 135-234.
(i)legalidad. Mostrarlas a la mirada nacional Beck, U., Bonss, W. y Lau, C., “Theorie reflexiver Mo-
de la estadística oficial sería mostrarlas a la Pocock, J. G., The Machiavellian Moment, Princeton,
dernisierung”, en Beck, U. y Bonss, W. (comps.), Die Princeton University Press, 1975 (trad. cast.: El momen-
mirada de la hacienda estatal. Ahora bien, si Modernisierung der Moderne, Francfort del Meno, Suhr- to maquiavélico, Madrid, Tecnos, 2002).
las estadísticas al final aciertan con total exac- kamp, 2001.
Polanyi, K., The Great Transformation. The Political and
titud es una pregunta que no puede aclararse Beck, U., Giddens, A. y Lash, S., Reflexive Moderni- Economic Origins of Our Time, Boston, Beacon, 1944;
empíricamente sino que exige una crítica de sierung-Eine Kontroverse, Francfort del Meno, Suhr- edic. alem.: Francfort del Meno, Suhrkamp, 1997 (trad.
la empiria de la mirada nacional, un cambio kamp, 1996 (trad. cast.: Modernización reflexiva, Barce- cast.: La gran transformación, Madrid, Endymion,
empírico-metódico de mirada: cambiar el pa- lona, Paidós, 1997). 1989).
radigma del nacionalismo metodológico por el Beisheim, M. y Zürn, M. (comps.), Im Zeitalter der Randeria, S., Local Refractions of Global Governance:
del cosmopolitismo metodológico8. Globalisierung? Thesen und Daten zur gesellschaftlichen Legal Plurality, International Institutions, the Post-colonial
und politischen Denationalisierung, Baden-Baden, No- State and NGOs in India, Berlín, tesis de habilitación
“En total –éste es el balance de Edgar Grande y mos, 1999. inédita, 2001.
Thomas Risse– los resultados empíricos sobre el debate Cerny, P. G., «Structuring the Political Arena», en Pa- Scharpf, F. W., “Die Handlungsfähigkeit des Staates
de la globalización presentados hasta ahora pueden resu- lan, R. (comp.), Global Political Economy, Londres/ am Ende des zwanzigsten Jahrhunderts”, Politische Vier-
mirse en: primero, en muchos campos la presión que Nueva York, Routledge, 2000, págs. 21-35. teljahresschrift, vol. 32, nº 4, 1991, págs. 621-634.
parte de la globalización es menor de lo que general-
Chomsky, N., Der neue militärische Humanismus: Le- Voigt, S., Exploiting Constitutional Change, Chelten-
mente se supone. Segundo, de la globalización no sólo
ktionen aus dem Kosovo, Zurich, 8ª ed., 2000 (trad. cast.: ham, Edward Elgar, 1999.
sale una llamada al ‘menos Estado’ y ya está, sino que en
El nuevo humanismo militar: lecciones de Kosovo, Madrid, Wolf, K. D., Die Neue Staaträson – zwischenstaatliche
muchos campos de la política internacional –por ejem-
Siglo xxi, 1999). Kooperation als Demokratieproblem in der Weltgesellschaft,
plo en la política medioambiental y de derechos huma-
nos– los actores que operan transnacionalmente recla- Coulmas, P., Weltbürger. Geschichte einer Menschheitsse- Baden-Baden, Nomos, 1999.
man regulaciones estatales más fuertes y cooperación in- hnsucht, Reinbek, Rowohlt, 1990.
ternacional [...]. Tercero, la diversidad de reacciones de Dahrendorf, R., “Zu einer Theorie des sozialen Kon-
los sistemas políticos nacionales muestra que la globali- flikts”, en Zapf, W. (comp.), Theorien des sozialen Wan-
zación económica no barre sin más las instituciones his- dels, Colonia/Berlín, Kiepenheuer & Witsch, 1970.
tóricamente adultas. Cuarto, finalmente, la presión de
la globalización tiene efectos muy diversos en la capaci- Fichte, J. G., Der Patriotismus und sein Gegenteil. Pa-
dad de acción y la autonomía de los Estados nacionales. triotische Dialoge, 1806, pág. 10, en Woke, edición de
Incluso en la política económica y financiera perviven Fichte, I, vol. III, pág. 229.
espacios de decisión significativos que éstos pueden Grande, E. y Risse, T., “Bridging the Gap. Konzeptio-
aprovechar para alcanzar –tanto o más que antes– obje- nelle Anforderungen an die politikwissenschaftliche
tivos sociales prioritarios, como la seguridad social y el Analyse von Globalisierungsprozessen”, Zeitschrift für
pleno empleo” (2000, pág. 244). Internationale Beziehung, nº 2, 2000, págs. 235-267.
Held, D., McGrew, A., Goldblatt, D. y Perration,
Ulrich Beck es director del Instituto de Sociología de
J., Global Transformation, Cambridge, Mass., Polity
8 Evidentemente la mirada del Estado nacional la Universidad de Munich. Autor de La sociedad del
Press, 1999.
también se critica dentro de la ciencia económica (véanse riesgo, ¿Qué es la globalización?, La democracia y sus ene-
Voigt, 1999 y Hellwig, 1998). Hofmannsthal, H. von, Der Brief von Lord Chandos, migos y Un nuevo mundo feliz .

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



13
LAS DOS VÍAS PARA LA REFORMA
DE LA CONSTITUCIÓN
FRANCISCO LAPORTA

1. precisión aquella idea y a complementar res para crear o modificar preceptos consti-
Hace algunas semanas (‘Rigor mortis’. El sus posibles carencias con una propuesta tucionales, son las normas que definen
País 19 de mayo de 2004) propuse que pa- ulterior basada en una exégesis nueva del precisamente al poder constituyente. De
ra iniciar el camino de las reformas consti- artículo 168 que ofrece una lectura distinta ellas se ha afirmado, por ello, que son las
tucionales que se estaban anunciando sería del mismo y evita la mayoría de los proble- normas superiores del sistema, las normas
necesario proceder antes a encontrar un mas que plantea el sistema español de re- que configuran la norma básica del orde-
gran acuerdo de las fuerzas parlamentarias forma de la Constitución. El paso hacia namiento jurídico español. Los artículos
destinado a limitar o circunscribir la extre- una mayor flexibilidad constitucional o 167 y 168 serían, pues, desde esta perspec-
mada rigidez y complejidad del artículo hacia la redefinición de los límites del pro- tiva, nuestra norma fundamental. Y ya em-
168 de la Constitución. Sugería entonces, cedimiento más rígido no debería encon- pieza por crear problemas el que sean dos
quizá un poco abruptamente, que podría trar la oposición de nadie, pues ninguno en lugar de una, que es lo que cualquiera
hacerse mediante la aplicación del procedi- de los objetivos que aquella rigidez perse- podría esperar, lógicamente, de una norma
miento previsto en el artículo 167 para re- guía en 1978 corre hoy peligro alguno ni cuya función es ser el asiento de todo el
formarlo o derogarlo1. Este otro procedi- deja de estar muy bien protegido con el sistema. Pero esto lo voy a dejar a un lado.
miento tampoco es fácil ni flexible, pero su procedimiento ordinario de reforma, y es El artículo 168, que es el objeto de mi
rigidez es menor y puede alumbrar una re- casi unánime la opinión doctrinal de que preocupación prioritaria, podría ser refor-
forma constitucional mediante un consen- el artículo 168 es una disposición engorro- mulado entonces como una norma de
so amplio de las fuerzas políticas represen- sa e innecesaria. Después veremos por qué. competencia del siguiente tenor:
tadas en las Cortes Generales. En estas pá- Todo parte de que la simple lectura de
ginas voy a tratar de elaborar con más ambas disposiciones revela que el artículo “El órgano O, mediante el procedimiento P,
puede llevar a cabo la revisión total de la
168 no contempla en su literalidad la revi- Constitución o una parcial que afecte al Título
sión de sí mismo, salvo si se incluyera en Preliminar, al Capítulo Segundo, Sección 1ª del
1 El artículo 167 establece que: una revisión total de la Constitución; en Título I, o al Título II”.
“1. Los proyectos de reforma constitucional debe-
cambio, el artículo 167 sí contemplaría la
rán ser aprobados por una mayoría de tres quintos de
cada una de las cámaras. Si no hubiera acuerdo entre reforma del 168, pues ella no sería sino Esta disposición de reforma de la
ambas, se intentará obtenerlo mediante la creación de una de las reformas constitucionales pun- C tiene un significado inmedia-
una comisión de composición paritaria de diputados y tuales que, de acuerdo con su tenor literal, to. Dejando a un lado la noción de “revi-
senadores, que presentará un texto que será votado por
el Congreso y el Senado’’. puede afrontar y que no tienen más límites sión total de la Constitución”, a la que más
‘‘2. De no lograrse la aprobación mediante el pro- textuales que los títulos y secciones men- tarde volveré con detenimiento, el tenor de
cedimiento del apartado anterior, y siempre que el texto cionados como objeto del procedimiento esa disposición se entiende con toda preci-
hubiere obtenido el voto favorable de la mayoría abso-
luta del Senado, el Congreso, por mayoría de dos ter-
extraordinario de revisión del 168, en los sión si en lugar de ‘‘Título Preliminar’’,
cios, podrá aprobar la reforma’’. que no figura ese mismo artículo. Sin em- ‘‘Capítulo Segundo Sección 1ª...’’etcétera,
‘‘3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, bargo, esta manera de ver las cosas ha sido sustituimos estas expresiones por cada uno
será sometida a referéndum para su ratificación cuando
tachada de puramente formalista o, peor, de los artículos que los integran. Semejante
así lo soliciten, dentro de los 15 días siguientes a su
aprobación, una décima parte de los miembros de cual- de arbitraria, pues, se dice, ignora el senti- reformulación arrojaría entonces como re-
quiera de las cámaras”. do implícito en el procedimiento extraor- sultado algo como esto:
Por su parte, el artículo 168 estipula que: dinario de reforma, que no es otro que la
“1. Cuando se propusiere la revisión total de la
convicción de que la única manera de no “El órgano O, mediante el procedimiento P,
Constitución o una parcial que afecte al Título Prelimi-
traicionar o defraudar la Constitución es puede revisar el articulo 1”.
nar, al Capítulo Segundo, Sección 1ª del Título I, o al
Título II, se procederá a la aprobación del principio por “El órgano O, mediante el procedimiento P,
que el artículo 168 se reforme a sí mismo. puede revisar el artículo 2”.
mayoría de dos tercios de cada cámara y a la disolución
inmediata de las Cortes.
Vamos a ver, para empezar, si ésta es una “El órgano O, mediante el procedimiento P,
‘‘2. Las Cámaras elegidas deberán ratificar la deci- posición tan plausible. puede revisar el artículo 15”.
sión y proceder al estudio del nuevo texto constitucio- Las disposiciones de reforma constitu- “El órgano O, mediante el procedimiento P,
nal, que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios puede revisar el artículo 16”.
cional son normas de competencia o nor-
de ambas Cámaras’’.
‘‘3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, mas que confieren poderes, y, como quiera ...y así sucesivamente, hasta nombrar
será sometida a referéndum para su ratificación”. que se trata de normas que confieren pode- uno por uno todos los artículos del Título

14 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



Preliminar, del Capítulo Segundo, Sección Preliminar, el Capítulo Segundo,...etc. mos buscando el significado de la letra de
1ª del Título I, y del Título II. Vemos así también debería ser revisado por el proce- la Constitución y lo que estamos haciendo
claramente que siguiendo este método no dimiento del 168. Así, por ejemplo, algún en realidad es proyectar sobre una fórmula
encontraríamos nunca ninguna formula- autor ha mencionado el artículo 53, que lingüística indefinida aquel significado que
ción que dijera que ése órgano, mediante exige para la regulación de los derechos está más de acuerdo con nuestra previa
e procedimiento, puede revisar el artículo fundamentales leyes orgánicas que respeten convicción. En este caso, si preferimos pro-
168 mismo. Por tanto, y ésa puede ser la su contenido esencial y los protege me- teger con una extrema rigidez esos títulos y
conclusión provisional, para revisarlo o re- diante el recurso de inconstitucionalidad y secciones pensaremos que el significado de
formarlo no habría más remedio que acu- el recurso de amparo. Modificar tal artícu- “afectar a” va más allá de la mera alteración
dir al artículo 167. lo “afectaría” a los derechos fundamentales; del texto de sus preceptos e incluye cual-
por tanto, también ese artículo sería revisa- quiera otra que repercuta en ellos; si, por el
El problema del tenor literal ble sólo por el 168. Podrían mencionarse contrario, somos partidarios de una mayor
Hay, sin embargo, un argumento que pa- otros muchos ejemplos a los que este argu- flexibilidad, atribuiremos a “afectar a” un
recería disentir de la disección que acabo mento podría aplicarse: todos aquellos pre- alcance restringido a la modificación de su
de realizar. Es aquel que afirma que el sig- ceptos constitucionales cuya modificación tenor literal o incluso más restringido to-
nificado del tenor literal de la expresión pudiera “afectar” no sólo al tenor literal, si- davía. Es decir, que no es la expresión
“una (revisión) parcial que afecte a...”, va no también a la fuerza, significación o al- “afectar a” la que nos suministra la premi-
mucho más allá de la mera mención de los cance que tienen los contenidos en los tí- sa, sino los argumentos que damos para
preceptos constitucionales que se contie- tulos y secciones mencionados en el artícu- adscribirle uno de sus potencialmente infi-
nen en esos títulos y secciones, y apunta lo 168 tendrían que ser reformados así por nitos significados. Dependiendo de esos
también a todos aquellos extremos que de ese artículo. argumentos, un significado de “afectar a...”
un modo u otro puedan influir o repercu- A mi juicio, este razonamiento se sus- será para nosotros más plausible que otro.
tir en esos preceptos, títulos y secciones. tenta sólo en la extremada vaguedad de la Por mi parte, presentaré en la primera par-
Afectar a esos títulos o preceptos significa- expresión “afectar a...”. Como veremos un te algunas razones en favor de una inter-
ría entonces que toda revisión de cualquier poco más tarde, cierto tipo de vaguedad en pretación restrictiva de “afectar a...”, y, para
artículo de la Constitución cuyo cambio las expresiones supone prácticamente la evitar sus dificultades, apelaré en la segun-
de tenor literal tuviera alguna repercusión imposibilidad de sentar un significado pre- da a otras razones para una interpretación
sobre los artículos contenidos en el Título ciso para un texto legal. Creemos que esta- aún más restrictiva, que a muchos resultará

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



15
L AS DOS VÍ AS PARA L A REF ORMA D E L A C ON S T I T U C I ÓN

sorprendente, pero que para mí tiene una susceptible de una reforma ordinaria. El ese artículo que exige la autorreforma for-
gran plausibilidad. Tribunal Constitucional, al que se consultó me parte de la Constitución implícita,
Para empezar, es preciso poner de ma- al respecto, también dio por fundada esa aunque no se halle literalmente recogido
nifiesto que una interpretación demasiado opción, aunque no entró a argumentarla. en el texto constitucional explícito.
amplia de la cláusula “una (revisión) par- Pero el argumento bien podría haber sido
cial que afecte a...” nos conduce al absurdo. éste: tratándose como se trata de una cláu- Las primeras disposiciones constitucio-
Llevado hasta sus últimas consecuencias, sula que establece un procedimiento excep- nales implícitas que cabe contemplar son
este punto de vista arrastra a casi toda la cional de revisión (en contraste con el pro- todas aquellas que son consecuencias deduc-
Constitución hacia el procedimiento rígido cedimiento ordinario de reforma), es lógico tivas de normas explícitas en el texto. A
y deja sin efecto alguno el procedimiento que sea interpretada restricitivamente, co- partir de toda norma cabe deducir, lógica-
normal de reforma. Los cuerpos legales mo tiende a suceder en el derecho moder- mente, una serie de consecuencias: por
suelen tener cierta sistemática interna, es no con todas las normas que introducen ejemplo, de la norma que dice que los ciu-
decir, sus disposiciones están usualmente regímenes de excepción; también en el de- dadanos mayores de edad tienen derecho a
unidas entre sí por algún tipo de relación recho español, que mantiene en el artículo voto se infiere, lógicamente, que los no
formal o material, y puede decirse que la 4,2 del Código Civil esta directriz: ciudadanos y los menores de edad no lo
modificación de cualquier disposición tienen. Es un proceder tan usual en el de-
“afecta a” las demás en ese sentido amplísi- “Las leyes penales, las excepcionales, y las de ám- recho como en la vida cotidiana. Pues bien,
mo de la palabra afectar. Según ello, no se bito temporal no se aplicarán a supuestos ni en mo- la pregunta ahora es la siguiente: ¿Cabe en-
mentos distintos de los comprendidos expresamente
podría, por ejemplo, modificar la discipli- en ellas” (la cursiva es mía).
contrar, como consecuencia deductiva de
na del recurso de amparo, porque afecta a algunos preceptos de la Constitución, uno
la protección de los derechos; ni la sanción No parece, pues, tan irrazonable man- que afirme que el artículo 168 sólo puede
de las leyes, porque afecta a la Corona; ni tenerse en la idea que antes he presentado ser reformado por su propio procedimien-
la mayoría de edad, porque afecta a los de- de que, en principio y si se acepta que su to? Yo creo que no. Del artículo 168 se ob-
rechos electorales. Y así sucesivamente. Es- referencia es una lista de artículos de la tendrían deductivamente todos aquellos
to ya lo vio el Tribunal Constitucional en Constitución, la literalidad del artículo microartículos que antes he enumerado
la sentencia 111/1983, el célebre caso Ru- 168 remitiría a los preceptos contenidos en mediante la reformulación de su referencia.
masa, fundamento octavo. Si de acuerdo los títulos y secciones a que ese artículo ha- Y se obtendrían, con toda seguridad, algu-
con el artículo 86,1 los decretos-leyes “no ce referencia explícita, porque la expresión nos más. Pero no veo cómo la autorrefor-
podrán afectar al ordenamiento de las ins- “afectar a...” en un precepto tan excepcio- ma del 168 pueda ser una consecuencia
tituciones básicas del Estado, a los dere- nal no puede significar otra cosa que ‘‘mo- deductiva de ese precepto.
chos, deberes y libertades de los ciudada- dificar el texto de...’’ los artículos que figu-
nos regulados en el Título I, al régimen de ren en esa lista. Y si es así, en la relación de Más allá de la consideración literal de
las comunidades autónomas ni al derecho microdisposiciones de reforma constitucio- los textos, puede apelarse como argumento
electoral general”, “el otorgamiento al ver- nal que obtenemos mediante el procedi- para hallar una disposición implícita –se-
bo ‘afectar’ de un contenido literal amplísi- miento de reducir el significado del 168 a gún se dice– a la intención del constituyente
mo, ‘‘dijo el Tribunal’’, conduce a la inuti- esas referencias no encontraríamos nunca como criterio de interpretación. En la
lidad absoluta del decreto-ley, pues es difí- una que dispusiera que el artículo 168 ha Constitución implícita habitarían también
cil imaginar alguno cuyo contenido no de ser reformado por sí mismo. Esto quiere las intenciones del poder constituyente en
afectase a algún derecho contenido en...”. decir solamente que esa interpretación res- forma de reglas o principios tácitos que
Debe recordarse también que esta trictiva de la letra del artículo no permite nos obligarían de algún modo en nuestra
acepción tan amplia y controvertible del obtener de él ningún enunciado que diga lectura de los textos explícitos. Y a esos
verbo “afectar” no ha prosperado en mate- eso. O, lo que es lo mismo, que la idea de efectos, y por lo que respecta a nuestro
ria de reforma constitucional. De hecho, se q el artículo 168 tiene que ser reformado problema, se ha podido afirmar que estaba
ignoró completamente cuando se procedió por su propio procedimiento tiene que claro que la intención del constituyente
a la reforma ordinaria por la vía del 167 sustentarse en razones distintas a esa inter- era la de hacer casi intangibles las partes
del artículo 13,2 de la Constitución como pretación de su tenor literal. de la Constitución que menciona el artí-
consecuencia de las disposiciones del lla- culo 168, y que precisamente por ello su
mado Tratado de Maastricht. En ese artí- La Constitución implícita intención tuvo que haber sido precisamen-
culo se precisaba quiénes eran los titulares Para que, más allá del tenor literal de esa te que ese mismo artículo fuera casi tan
de los derechos de sufragio activo y pasivo disposición constitucional, encontremos intangible como ellas.
reconocidos en el artículo 23 (que está en un asiento a la pretensión de que el artícu- Pero la idea tan generalmente asumida
esa sección protegida con la máxima rigi- lo 168 sólo puede ser reformado por el de que hemos de tener presente “lo que
dez), y se hacía hasta con una mención ex- procedimiento que él mismo establece y quiso el constituyente” para interpretar los
plícita del mismo; y, sin embargo, pocos no por otro, debemos, pues, cruzar los preceptos de la Constitución resulta muy
pensaron en modificarlo mediante el pro- umbrales de la literalidad y explorar los te- dudosa. Seguramente, lo que hacemos al
cedimiento del 168 invocando el argumen- rrenos de la que llamaré Constitución implí- apelar a ella es proceder a introducir en el
to de que “afectaba” –como así lo hacía cita. Es Constitución implícita todo aquel razonamiento algunas de nuestras opinio-
con toda claridad de acuerdo con ese signi- cuerpo de normas constitucionales que nes para sacarlas después en la conclusión
ficado amplio– al alcance de ese artículo pueden ser inferidas racionalmente a partir como si se tratara efectivamente de una in-
23. Guiados de una elemental sensatez, ca- de las disposiciones explícitas de la Consti- ferencia a partir de premisas objetivas que
si todos pensamos que el artículo 13,2 no tución. Si existe la Constitución implícita se encuentran en la Constitución. Los ar-
estaba entre los protegidos por el 168 y era –como yo creo que existe– es posible que gumentos críticos con la idea de intención

16 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



FRANC I SC O LAPORTA

del constituyente son relativamente sencillos de los constituyentes o hemos de adaptar fundamento que de proclamar. Por otra
y han sido claramente establecidos. esas cláusulas a las circunstancias y cambios parte, aun en el supuesto de que hallára-
● En primer lugar, no podemos saber de cada momento? Y si es esto último, mos tal enunciado, quedaría todavía la
quiénes han emitido la norma, si es que ¿qué queda entonces de la noción de “in- cuestión de si su mera existencia e identifi-
puede afirmarse que ‘‘alguien’’ la ha emiti- tención del constituyente”? cación autoriza a ir más allá del texto literal
do. Cuando se trata de normas emitidas de la disposición para incluir en su inter-
por un órgano colectivo o normas produc- En definitiva, lo que se llama ‘‘inten- p y aplicación esa justificación sub-
to de un consenso o de un refrendo no po- ción del constituyente’’ no es sino una yacente. Se dice precisamente que la for-
demos hablar de la ‘‘intención’’ de alguien suerte de metáfora para llamar la atención mulación de las normas jurídicas como re-
como si estuviéramos haciendo referencia a hacia el problema de que cuando nos las glas lleva consigo la obligación de atenerse
un hablante individual. Ni siquiera pode- tenemos que ver con una disposición cons- a su formulación lingüística y a su alcance
mos suponer que se trata de la intención titucional su texto no suele ofrecer un sig- semántico expreso, pues, de lo contrario, si
de la mayoría, pues en ella hay, sin nificado preciso y hemos de acudir para in- todo intérprete o decisor pudiera ignorar
duda, posiciones muy distintas y lecturas terpretarlo a otros ingredientes, incluso a esa formulación lingüística y aplicar la jus-
muy variadas de los preceptos que se obtie- construcciones teóricas, que están más allá tificación subyacente, la razón de ser de la
nen a partir de esos procedimientos. Los de su tenor literal. Pero por ello mismo es regla misma desaparecería.
entes colectivos, como las asambleas parla- preferible huir de metáforas y exigir de
mentarias o los pueblos, no son susceptibles quien las usa que nos muestre la construc- Y, por último, se ha pretendido tam-
de esa antropomorfización que tiende a su- ción y los ingredientes en que descansa su bién que el hecho de que el artículo 168
gerir que piensan, quieren, desean o tienen manera de interpretar el texto. Eso es, qui- no se mencione a sí mismo como objeto
intenciones, sin correr graves riesgos de zá, lo que trata de hacer otra vía para cami- de la reforma es sencillamente una laguna
mixtificaciones y engaños. nar desde el texto constitucional a la Cons- técnica. Y se supone en este razonamiento
● En segundo lugar, no se puede saber titución implícita y que nos puede servir que es preciso rellenar esa laguna técnica
qué intenciones subyacen a un texto si lo por ello para ir más allá de la mera literali- con una norma que razonablemente la col-
que tenemos por intenciones son los propó- dad de la norma del artículo 168. Se trata me. Tal norma, por tanto, pertenecería a la
sitos de quienes redactan o aprueban ese de descubrir por debajo del texto de la dis- Constitución implícita como un medio o
texto. Tales propósitos pueden ser muy va- posición su justificación subyacente. Todo instrumento para hacer posible la aplicabi-
riados, y cuando nos encontramos con texto normativo –se dice– tiene una justi- lidad de otros preceptos constitucionales
textos en los que han puesto mano mu- ficación o un propósito subyacente. Una explícitos.
chos autores, como lo son los textos cons- norma que prohibiera la entrada de perros Para calibrar el peso de este argumento
titucionales, los propósitos que cabe supo- en un restaurante tendría así una expresión es preciso tener una idea clara del concepto
ner bajo su tenor literal son por fuerza ex- textual, que sería esa prohibición, y una de ‘‘laguna técnica’’. Partiré del siguiente,
tremadamente heterogéneos, incluso justificación subyacente: por ejemplo, creo que suficientemente aceptado: Una
contradictorios. mantener ciertos estándares de sanidad o laguna técnica es la inexistencia en el siste-
● La tercera crítica se dirige contra procurar la tranquilidad de la clientela. Eso ma de una norma que es condición necesa-
quienes, ante la imposibilidad de lidiar con –se ha argumentado convincentemente– ria para la aplicabilidad o eficacia de otra
los dos problemas anteriores, pretenden nos permite ir más allá del texto y decidir que sí está explicita en el sistema jurídico.
descubrir la intención que el constituyente sobre un caso no sólo en base al texto, sino Por ejemplo, una norma prescribe que un
“habría tenido” si se le hubiera planteado también tomando en cuenta esa justifica- órgano sea convocado periódicamente, pe-
el problema que enfrentamos hoy. Seme- ción subyacente: por ejemplo, en el caso ro en el ordenamiento no aparece ninguna
jante argumentación se hunde irremedia- del perro-guía de un invidente, perfecta- norma que atribuya a nadie la competencia
blemente en las peligrosas aguas de los lla- mente limpio y entrenado, no tendríamos para convocarlo, o una norma que ordena
mados condicionales contrafácticos, es de- ningún problema en aceptar que entrara el internamiento de menores delincuentes
cir, de aquellas afirmaciones que tratan de en el restaurante alegando que el propósito en instituciones especiales que el ordena-
colegir qué hubiera sucedido si las cosas de la norma no le atañe, aunque pudiera miento no ha previsto ni creado. Eso son
hubieran o no hubieran sido de una mane- atañerle la literalidad de la misma. lagunas técnicas. La estructura de la laguna
ra distinta a como son o han sido. Se trata, El problema de este argumento es do- técnica es clara: existe la obligación de rea-
pues, de conjeturas muy endebles sobre lo ble. Sin negar que toda norma jurídica lizar una acción sometida a condiciones
que otros habrían hecho de estar en nues- tenga una justificación subyacente en la normativas necesarias que no se dan en el
tro lugar. forma de un propósito, un fin o una razón sistema jurídico. De esta forma, la norma
● Y, por último, aparece el problema de ser, la cuestión es cómo identificar cla- cuyo contenido es la realización de esa ac-
del grado de abstracción con el que se des- ramente ese propósito o fin a partir sólo ción es inaplicable y, por ende, funciona en
criben las presuntas intenciones del consti- del texto literal que tenemos delante. Toda el vacío, es necesariamente ineficaz.
tuyente. Las disposiciones constitucionales disposición legal puede tener en su trasfon- ¿Se da una situación semejante en lo
están llenas de cláusulas y regulaciones de do un variado elenco de justificaciones que respecta al artículo 168? Claramente,
una gran intensidad semántica, como los que, además, pueden concebirse como dis- no. Se daría si no pudiera iniciarse el pro-
valores o los principios (el principio de in- puestas en estratos jerárquicos y con múlti- cedimiento de reforma, o si no existieran
tangibilidad, por ejemplo), y ello lleva con- ples relaciones recíprocas. Hallar cuál de las cámaras, o si no se contemplara ningún
sigo que para atribuirles significado hayan esas justificaciones se expresa en un enun- procedimiento para discutir la cuestión, o
de estar presentes las actitudes morales y c normativo susceptible de ser incluido si no estuviera previsto un procedimiento
políticas de quienes los emiten o leen. Pero en la llamada Constitución implícita es de ratificación. Pero el hecho de que el ar-
¿hemos de desarrollar las mismas actitudes una tarea más difícil de llevar a cabo con tículo 168 no se mencione a sí mismo co-

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mo objeto de reforma constitucional re- concepción más elaborada de la noción que está prohibida por alguna norma, en
forzada no es condición necesaria para la de fraude de ley como equivalente a des- cuyo caso se incurriría en una petición de
aplicabilidad de su tenor literal en ningún viación de poder referida a los actos del principio porque se habría incorporado la
c ni para la llamada ‘‘revisión total’’ de poder constituyente y que podría ser re- conclusión a las premisas 2 y 3. Acepte-
la Constitución ni para la revisión parcial. formulada en los siguientes términos. Hay mos, no obstante, que puede producirse
El precepto puede aplicarse sin ningún fraude de ley o desviación del poder de un cierto daño si se procede a aliviar la ri-
problema, exista o no exista esa mención. reforma constitucional cuando: 1. Existe gidez de la reforma de ciertos títulos y
Por tanto, no puede hablarse de laguna una regla que permite a un cierto órgano secciones de la Constitución, porque ello
técnica. usar una de sus competencias para realizar podría tener como consecuencia, por
una acción que produce una reforma de ejemplo, una mayor volatilidad de algu-
La noción de fraude de Constitución la Constitución. 2. Como consecuencia nos derechos fundamentales. Aceptémos-
Ahora me parece que estamos mejor per- de dicha reforma se produce un cierto es- lo para dejar discurrir el argumento. Por-
trechados para hacer frente a la idea de tado de cosas que, de acuerdo con el ba- que lo que parece de mayor interés ahora
que, reformando el artículo 168 mediante lance entre los principios que justifican la es el otro elemento nuevo: se trata de la
el procedimiento ordinario previsto en el permisión anterior y otros principios de la aparición de los principios como ingre-
artículo 167, se incurriría en “fraude de Constitución, produce un daño injustifi- diente determinante de la configuración
Constitución”. Y ello porque podemos ir cado o un beneficio indebido, y no hay teórica del concepto de fraude o desvia-
un poco más allá de esa idea intuitiva de
‘‘fraude’’ que tanto se usa y que comporta
simplemente la idea de engaño, argucia o
atajo para conseguir lo que se desea.
Cuando a muchos se les plantea, en efec-
to, la vía mencionada de reforma del 168,
una primera reacción instintiva muy co-
mún es imaginarse la solución como una
estratagema de leguleyos para evadir las
mayores exigencias de ese artículo. Pero la
noción de fraude tiene unos perfiles estu-
diados y no cabe perderlos de vista.
Utilizando la definición del Código
Civil podemos considerar fraude realizar
actos al amparo del texto de una norma
que persigan resultados prohibidos por el
ordenamiento jurídico o contrarios a él.
Y así, el primer estadio del fraude sería
realizar un acto al amparo del texto de
una regla que sea contrario a otra regla
explícita del propio ordenamiento. En el
caso del fraude de Constitución sería
fraudulento ampararse en una disposi-
ción constitucional para realizar un acto
prohibido por otra disposición constitu-
cional. En nuestro caso, ampararse en el regla explícita que prohíba producir esa ción de poder. Y, por lo que a nosotros
167 para hacer algo prohibido ...¿por qué reforma. 3. La reforma es un medio para respecta, de la aparición de los principios
otra disposición? Como hemos visto que producir el estado de cosas dañoso. 4. El constitucionales.
no hay tal disposición constitucional ex- balance entre principios que se mencio- En toda Constitución moderna, ade-
plícita que prohíba tal proceder, ni hay nan en 2 resulta en una nueva regla que más de normas con la forma de normas
tampoco disposición alguna que sea una establece que está prohibido usar la com- reguladoras de la conducta, hay normas de
consecuencia deductiva de otras, parece petencia constituyente de forma que se principio o principios constitucionales que
que no puede hablarse de fraude en esta produzca ese estado de cosas. En virtud cumplen, entre otras, la función de dar
acepción del concepto. En cuanto a la de ello, la reforma constitucional así reali- sentido y fundamentar las reglas de con-
existencia de una norma o precepto cons- zada debe considerarse contraria a la ducta o de competencia. Y en ese caso,
titucional implícito, hemos visto también Constitución. aunque no existan reglas explícitas que
las dificultades con que tropezábamos pa- En este concepto de fraude de Cons- prohíban usar las competencias del 167
ra afirmar su existencia. Las apelaciones a titución hay dos elementos nuevos que para modificar el 168, podría haber sin
la intención del constituyente o la idea de tienen interés. El primero es la idea de embargo, como base de fundamentación
laguna técnica no son convincentes. Sólo producir un daño no justificado o un bene- de esas dos normas, algún o algunos prin-
la idea de propósito o justificación subya- ficio indebido. Pero no es fácil decir qué cipios que se verían ignorados al producir
cente ha aparecido como más plausible. clase de daño o beneficio indebido se pro- una reforma constitucional semejante. Si
Pero presenta unos problemas que no es duciría por la derogación o reforma del pudiéramos identificar tales principios,
juicioso ignorar. artículo 168. A no ser que se considere podríamos también pensar en extraer a
Podríamos, sin embargo, acudir a una que la derogación misma es un daño por- partir de ellos esa regla que prohibiera el

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ejercicio de las competencias de reforma previsto en el 167 no es necesariamente Pues bien, lo que voy a emprender
en esos términos, abriendo así paso a la un fraude de Constitución. ahora es una tarea sencilla de demolición
noción de fraude de Constitución. Pero de semejante enunciado normativo. Mi
¿qué principios pueden ser esos? Por más 2. conclusión será que es un precepto semán-
que me esfuerzo no logro dar con ningu- Si interpretamos la expresión “afectar a...” ticamente imposible de aplicar y empírica-
no que lleve consigo o implique la exigen- restrictivamente, como una mera referencia mente innecesario. Para llegar a ello tengo
cia de la autorreforma. Uno puede sentir a la lista de títulos y artículos que mencio- que empezar por ocuparme un poco más
la tentación de proceder a un ejercicio de na expresamente el artículo 168, podremos detenidamente de la vaguedad en el len-
abstracción y pensar algo así como un reformarlo por el procedimiento previsto guaje.
presunto principio de mayor rigidez referi- en el artículo 167, porque no se menciona
do al 168 mismo, pero temo que esto es a sí mismo. Y aunque no hemos dado con a) La paradoja del sorites
otra vez una petición de principio, pues se ninguna fórmula satisfactoria que nos ex- Se atribuye a Eubulides de Mileto, un
trata de una manera oscura y disfrazada plique por qué, esto produce cierto males- contemporáneo de Aristóteles, el haber
de afirmar que existe una norma que exi- tar. Si, en cambio, la interpretamos exten- puesto en circulación un rompecabezas
ge que la reforma del 168 se haga por sus sivamente, casi todo el resto de los títulos y lingüístico que ha dado en llamarse la pa-
propios procedimientos, que es precisa- preceptos constitucionales “afecta a” los radoja del sorites (del griego soros, soreites:
mente lo que se trata de demostrar. mencionados en el 168, y ello determinaría montón, amontonar). Según las lecturas
Lo cierto es que cuando los principios la inoperancia del propio artículo 167. Las clásicas del problema, se trataría de ver
constitucionales que se pretende utilizar soluciones intermedias nos fuerzan a un cuándo podemos hablar de la existencia de
no están explicitados en la Constitución, casuismo imposible en el que hemos de so- un montón de trigo. Si hay sólo un grano,
todo este género de construcciones son pesar si cada reforma constitucional de un no podemos, evidentemente, hablar de
muy poco convincentes. Cuando nos las precepto afecta o no afecta a los allí men- ‘‘montón’’; y si hay, por ejemplo, dos mi-
tenemos que ver con un principio explíci- cionados, y lo llamo imposible porque es llones de granos, evidentemente, sí pode-
to, como puede ser el principio de inter- difícil imaginar ningún control constitu- mos hacerlo. La paradoja surge porque, si
dicción de la arbitrariedad de los poderes cional o jurídico que pudiera formular con cuando hay un grano no podemos hablar
públicos, el camino que lleva del princi- razonable precisión los criterios para esta- d montón porque un grano no hace mon-
pio mismo a cada una de las posibles re- blecer el uso de “afectar a” en esos momen- tón, si le añadimos a ese grano otro grano,
glas a las que da sentido y justifica es ya tos de reforma o revisión constitucional. tampoco hace un montón, y así sucesiva-
tortuoso, incierto e innumerable. Hasta el Los actos del poder constituyente mismo mente; lo que nos llevaría a no poder afir-
punto de que se dice, por ello, que los no pueden ser controlados por instancia m tampoco que cuando hay dos millones
principios son insaciables, es decir, que constitucional alguna. Tenemos, pues, que d granos hay un montón. Y la argumenta-
hay una cantidad potencialmente ilimita- elaborar una teoría de la reforma constitu- ción inversa es igualmente paradójica. Si
da de situaciones que dan lugar a normas cional que no nos empuje a esa disyuntiva. estamos en presencia de una realidad para
que se derivan de ellos. Y cuando el reco- Esta segunda parte está dedicada a ello. l que no dudamos en emplear la expresión
rrido se hace al revés, es decir, desde las montón de trigo, ¿qué sucede si le sustrae-
reglas constitucionales explícitas hacia los Enigmas y peripecias del artículo mos un grano? Nada relevante, pues pode-
principios, también hacemos inferencias 168 de la Constitución: hacia un mos seguir utilizando el concepto de mon-
inciertas, pues una regla puede encontrar nuevo entendimiento de su texto tón. Si le sustraemos otro grano, tampoco,
sentido o fundamento en principios muy Vamos a proceder ahora a analizar el con- y así hasta que nos encontremos con uno o
variados, como hemos visto que puede tenido del artículo 168, su texto y sus in- dos granos y tengamos que seguir usando
encontrar justificación en propósitos muy cógnitas. Pienso que es hora ya de hacerlo, la expresión montón. Pero ahora no intere-
variados. Pero la construcción se hace ya pues, como hemos visto, no se trata preci- san esos aspectos lógicos del problema, es
prácticamente ingobernable si estamos samente de un precepto rotundo en su sig- decir, la argumentación que conduce a la
ante reglas que no se dan explícitamente nificado y claramente aplicable. Las re- paradoja, sino los aspectos semánticos y
ni se deducen como consecuencia implí- flexiones que van a continuación están epistemológicos del mismo.
cita de otras y nos atrevemos, además, a destinadas a presentarlo de un modo que Los estoicos mantuvieron que tenía
apelar a un principio que tampoco está facilite su comprensión y aplicabilidad y que haber un número exacto de granos de
explicitado en el texto, sino que se preten- pueda concitar un mínimo acuerdo sobre trigo (pongamos, por ejemplo, 842 granos)
de implícito en él. Entonces, todo el razo- su alcance. Trataré de poner de manifiesto a partir del cual pudiera hablarse o dejar de
namiento parece tener su fundamento en que se trata de una disposición abstrusa a hablarse de montón, y así el concepto de
el aire y su conclusión no parece sino el la que sólo dando una determinada inter- montón tendría una clara referencia real y
producto de una convicción tomada de pretación deja de plantear incógnitas y podríamos conocer perfectamente cuándo
antemano. En el caso que nos ocupa de la aporías. estábamos y cuándo no estábamos en pre-
arraigada intuición que parece empujar a sencia de un montón de trigo. Lamenta-
la gente a pensar, quizá por una asocia- La quimera de la revisión total de blemente, esto no es así, y de ahí que la
ción inconsciente de ideas, que la reforma la Constitución concepción semántica de la vaguedad man-
rígida tiene que reformarse rígidamente. El texto del artículo 168 que ahora nos in- tenga que pertenece a la naturaleza misma
De otro modo, nuestra construcción ten- teresa puede reformularse así: de un predicado vago el que no se pueda
dría que ser muy rigurosa y convincente. trazar una línea divisoria entre las cosas a
Hasta tanto no se realice, esperemos. Y “El órgano O, mediante el procedimiento P, las que se aplica y las cosas a las que no se
mientras tanto podemos concluir que re- puede llevar a cabo la revisión total de la Consti- aplica. Podremos, quizá, utilizar aproxima-
formar el 168 mediante el procedimiento tución”. ciones comparativas y decir, por ejemplo,

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que algo se acerca más o menos a un mon- jurídico y constitucional anterior como al- Constitución, el artículo 168 nos obsequia
tón, pero no podemos establecer un mo- gunos animales se desprenden de su vieja con otros dos enigmas cuya solución pue-
mento real en el que se pase de un montón piel. Cuando nos encontramos en seme- de arrojar alguna luz sobre nuestras per-
a un no-montón. Y por lo que respecta a la jante situación histórica es ilusorio suponer plejidades. El primero se encuentra en una
epistemología, exactamente igual: hay una que la sociedad en cuestión prestará gran expresión extraña del primer párrafo de su
amplia gama de situaciones en las que no atención a los procedimientos de reforma texto sobre la que pocas veces se ha llama-
podemos saber si se trata de un montón o previstos en su vieja piel constitucional. do la atención: la expresión aprobación del
no se trata de un montón, pues nuestros Parece evidente que dicha sociedad tenderá principio. El segundo lo encontramos al
mecanismos cognitivos no tienen la finura a ignorar las limitaciones del sistema jurí- constatar que la Constitución utiliza voca-
necesaria. dico del que quiere prescindir y se embar- blos diferentes para referirse a los produc-
Ruego al lector que disculpe esta pe- cará en un proceso constituyente creador tos del artículo 167, para los que acude a
queña erudición, pero sucede que la no- que no tenga en cuenta tales limitaciones. la expresión “reforma constitucional”, y a
ción de ‘‘revisión total de la Constitución’’ Si la sociedad española pretendiera una re- los resultados del artículo 168, para los
cae de plano en el rompecabezas del sorites, visión “total” de su Constitución nadie es- que habla de revisión de la Constitución.
lo que determina de un modo fatal que, peraría que tuviera una intensa deferencia Esta diferencia entre reforma y revisión ha
por lo que respecta a esta cláusula de refor- precisamente hacia el artículo 168. Más llamado poco la atención, y, sin embargo,
ma constitucional, resulte en muchos casos bien cabría conjeturar que no le haría el puede que tenga algo que ver con nuestros
imposible saber cuándo nos encontramos más mínimo caso. problemas.
ante una revisión total, en cuyo caso se Y esto, además, se corresponde con una El texto del artículo 168, y perdone el
aplicaría el artículo 168, y cuándo nos en- perspectiva de naturaleza conceptual que lector la irritante repetición de su fórmula,
contramos ante una reforma parcial, en no es ocioso recordar. Si una sociedad quie- dice así:
cuyo caso procede utilizar el artículo 167. re producir un cambio radical en su sistema
Pues, en efecto, nadie dudaría en afirmar jurídico, llámese revolución, discontinui- “Cuando se propusiere la revisión total de la
que una reforma que incluyera toda la dad legal o transición pacífica, eso significa Constitución o una parcial que afecte a... se proce-
derá a la aprobación del principio por mayoría de dos
Constitución sería total y que una reforma necesariamente que ha dejado de tener ha- tercios de cada cámara y a la disolución inmediata
que sólo incluyera uno o dos artículos sería cia ese sistema esa actitud de aceptación in- de las Cortes”.
parcial. Pero si modificamos 15 artículos terna que es necesaria precisamente para
más, ¿es total o parcial? Pues es lamentable, que podamos hablar de la existencia de un ¿Hay diferencias semánticas atendibles
pero no lo sabemos ni lo podemos saber, sistema jurídico. Ese punto de vista interno, entre lo que es una “reforma” de la Consti-
de forma que la interpretación de una re- de acuerdo con el cual la existencia de los tución y lo que es una “revisión”de la
forma de esa naturaleza se hace imposible sistemas jurídicos pende de una suerte de Constitución? ¿Qué significa esto de la
porque no disponemos de criterios semán- compromiso interior con sus normas más “aprobación del principio”? ¿De qué prin-
ticos para decidir entre una cosa o la otra. importantes, no se daría ya en esa situación cipio se trata?
Esto no es sólo un juego preciosista, sino de revisión “total” de la Constitución. Y ca- Recordemos el complejo procedimien-
algo mucho más importante, pues supone be llamar la atención hacia el hecho de que to que esta disposición establece para llevar
que, exceptuando los consabidos Título esa actitud interna ha de proyectarse preci- a cabo esa “revisión” de la Constitución:
Preliminar, Capítulo Segundo, Sección 1ª samente, y ante todo, sobre la regla o las re- 1. Se propone un principio de revisión
del Título I y el Título II, de los que ahora glas básicas del sistema, es decir, sobre aque- constitucional. Las Cortes lo aprueban por
hablaremos, los respectivos alcances de los llas reglas que son usadas como métodos de dos tercios de cada cámara y se disuelven
artículos 167 y 168 simplemente no pue- identificación del derecho vigente y como por imperativo constitucional. 2. Las cá-
den ser determinados recíprocamente, y vehículos de sistematización y ordenación maras elegidas a continuación ratifican la
tanto el 168 puede invadir el ámbito de del mismo. Pero si recordamos que las dis- decisión y proceden a estudiar el nuevo tex-
aplicación del 167, si se aduce que una re- posiciones de reforma constitucional son to constitucional. 3. Aprobado ese texto por
visión de algunos preceptos es en realidad las normas que dibujan ante nosotros a la una cierta mayoría, se somete a referén-
una revisión total, como el 167 puede in- superior autoridad jurídica del ordenamien- dum para su ratificación.
vadir el ámbito de aplicación del 168, si lo to, puesto que son las que proveen a la Todavía no sabemos si es que “refor-
que se aduce es que se trata sólo de una re- creación y modificación de normas consti- ma” es algo diferente de “revisión” consti-
forma parcial. tucionales, entonces cabe pensar que la des- tucional, aunque en un artículo se habla de
aparición en la sociedad de la aceptación “proyecto de reforma” y en el otro se habla
b) La imposibilidad histórica y con- interna del sistema se dirigirá especialmente de “principio”, de principio de revisión se
ceptual. hacia las disposiciones que configuran su entiende. Y si juzgamos a la vista de este
Pero lo que se ha mostrado una qui- autoridad superior, y por tanto, hacia las procedimiento parece que ese llamado
mera lingüística, porque presume un grado disposiciones de reforma constitucional. La principio es algo distinto del nuevo texto
de determinación en el lenguaje que es un gran paradoja del artículo 168 es que nos constitucional. Pero ¿cuál es esa diferencia,
puro espejismo, se muestra todavía más viene a decir algo como esto: cuando a na- y por qué introducir una expresión tan
como tal cuando pensamos en la situación die le importe ya el artículo 168, se aplicará enigmática? Vamos a ver la respuesta a esos
sociológica y política de una comunidad el artículo 168. Ingenuidad de nuestros enigmas y con ella una sorprendente inter-
que está en trance de llevar a cabo una re- constituyentes. pretación nueva de todo este artículo.
visión “total” de su Constitución. No pen- Los orígenes de la cuestión se encuen-
semos siquiera en una situación revolucio- Trastornos de consenso tran en la pequeña historia de la discusión
naria, sino en una transición pacífica que, Pero más allá de las aporías a que nos con- constitucional, así que será necesario hacer
sin embargo, quiere prescindir del sistema duce la noción de revisión total de la un ejercicio de arqueología de textos. Ello

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nos pondrá de manifiesto, entre otras co- vedizas del sorites porque podemos saber aflojas, el Grupo de Alianza Popular man-
s que, al lado de sus grandes ventajas, el perfectamente qué es una revisión total tuvo su voto particular, incluso hasta en el
llamado ‘‘consenso’’ constitucional tam- (epígrafe 4). Además, ya no hay una revi- debate del pleno del Congreso, pero perdió
b nos depara algunos trastornos. Cuan- sión “parcial”, sino que se distingue perfec- todas las votaciones.
do se publica el anteproyecto de Consti- tamente entre “reforma constitucional”, Pero entonces llegó el consenso, exac-
tución elaborado por la ponencia no figu- que es aquello que tiene carácter parcial y tamente el día 20 de junio de 1978 y en la
ra en él más que un único procedimiento se refiere a uno o varios artículos de la forma de una enmiendas verbal. Pero ¿có-
de reforma constitucional. En el texto del Constitución, y “revisión total”, que es lo mo llegó? El arte de “consensuar” (para
que era en ese anteproyecto artículo 158, que “afecta a...” más de la mitad de los ar- usar el modismo que se ha impuesto) pue-
se decía así: tículos o a títulos completos. Y, por último, de ejercerse con dos métodos diferentes.
se ha despejado el enigma aquel del signi- En el primero de ellos se trata de buscar
“1. Los proyectos de reforma constitucional de- ficado de la “aprobación del principio”. Se un texto común que incorpore las preten-
berán ser aprobados por una mayoría de tres quintos
en cada una de las cámaras. Si no hubiera acuerdo
trata, con toda coherencia, de que cuando siones de las partes en desacuerdo pero
entre ambas, se intentará obtenerlo mediante la crea- se vaya a una revisión total se apruebe la con una formulación diferente de aquellas
ción de una comisión mixta, de composición pro- decisión de iniciar un proyecto de nueva que se sugieren por ellas. Es un camino
porcional, integrada por diputados y senadores, que Constitución, o un proyecto de nuevo o difícil y creador, pero que arroja resultados
procurará presentar un texto que será votado por el nuevos títulos completos, a cuyos efectos mejores en términos de técnica normativa,
Congreso y el Senado’’.
lo más idóneo es que surjan para ello unas aunque suele producir textos de cierta abs-
‘‘2. De no lograrse la aprobación mediante el
procedimiento del apartado anterior, y siempre que auténticas Cortes Constituyentes, que se- tracción y vaguedad. El segundo método
el texto hubiera obtenido el voto favorable de la ma- rán las encargadas de elaborar y discutir el consiste simplemente en tomar los textos
yoría absoluta en el Senado, el Congreso, por mayo- “nuevo texto constitucional”. propuestos por las partes en desacuerdo y
ría de dos tercios, podrá aprobar la reforma’’. Ese desacuerdo en las discusiones in- ensamblarlos en una formulación más lar-
‘‘3. Aprobada la reforma por las Cortes ternas de los ponentes, que dio lugar al vo- ga y compleja, pero no diferenciada de las
Generales, será sometida a referéndum para su ratifi-
cación” (Constitución Española. Trabajos parlamenta-
to particular que acabamos de ver, deter- propuestas de las partes. El resultado en
rios. Tomo I, pág. 35).
minó que cuando la ponencia emitió su términos de técnica normativa suele ser la
informe articulado aparecieran, para ser mala calidad, los conflictos entre preceptos
Como puede fácilmente comprobarse, sometidos a la discusión de pleno, tres y las interpretaciones controvertidas. Pues
el núcleo básico del procedimiento del que nuevos epígrafes intercalados al primitivo bien, en el caso que nos ocupa se optó por
resultaría ser artículo 167 de la Constitu- artículo 158 del anteproyecto, “por acepta- este segundo método. Se propuso añadir
ción aparecía como único procedimiento ción de la propuesta contenida en el voto al artículo que ya había sido aprobado en
de reforma. Y así hubiera seguido siéndolo particular del Grupo de Alianza Popular”. la ponencia un artículo nuevo y diferen-
si en la discusión interna de la ponencia no Su tenor era el siguiente: ciado en el que se contemplaba separada-
se hubiera producido un desacuerdo im- mente un procedimiento rígido, creando
portante con el Grupo Parlamentario de “3. (Nuevo). Cuando se propusiere la revisión así formalmente dos disposiciones de re-
Alianza Popular, que aspiraba a una sobre- total o en parte sustancial de la Constitución, se pro- forma constitucional residenciadas en dos
cederá a la aprobación del principio por la mayoría
protección de ciertos aspectos del texto de dos tercios de cada cámara y a la disolución in-
preceptos distintos. Con objeto de procu-
constitucional. Ese desacuerdo se expresó mediata de las Cortes’’. rar un acercamiento a la posición de
con toda claridad en un voto particular cu- ‘‘4. (Nuevo). Las cámaras elegidas deberán rati- Alianza Popular se descoyuntó la coheren-
yo tenor literal vale la pena reproducir: ficar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto te formulación de su voto particular y se
constitucional que deberá ser aprobado por la mayo- sacaron de contexto sus expresiones para
“1. Las propuestas de reforma constitucional, ría absoluta de ambas cámaras’’.
trasladarlas literalmente a un nuevo pre-
cuando fueren de carácter parcial, deberán ser apro- ‘‘5. (Nuevo). Se entenderá que es de aplicación
badas por la mayoría de los dos tercios de cada cá- el apartado 3 de este artículo cuando la reforma cepto que, sin embargo, ofrecía a su exége-
mara y sometidas a referéndum’’. afecte a un título completo de la Constitución o así sis un contexto diferente y extraño. Y así,
‘‘2. Cuando se propusiere la revisión total se lo determine el Tribunal Constitucional’’. expresiones como “revisión”, “aprobación
procederá a la aprobación del principio por la mayo- del principio” o “afectar a...” aterrizaron
ría de los dos tercios de cada cámara, y a la disolu- E inmediatamente después de ellos ve- en un nuevo texto y produjeron esa ex-
ción inmediata de las Cortes’’.
nía el antiguo número 3, ahora número 6: traordinaria confusión que estamos viendo
‘‘3. Las nuevas cámaras elegidas deberán ratifi-
car la decisión y proceder al estudio del nuevo tex- y que hace a la disposición intratable. Vea-
‘‘6. Aprobada la reforma por las Cortes Genera- mos cómo sucedió.
to constitucional. Éste deberá ser aprobado por
les, será sometida a referéndum para su ratificación”
mayoría absoluta de ambas cámaras y sometido a
(Tomo I, pág. 595).
Cuando se discutió su voto particular
referéndum’’. en forma de enmienda en el pleno del
‘‘4. Se entenderá que es revisión total la que Durante el debate en la Comisión de Congreso, el Grupo de Alianza Popular
afecte a más de la mitad de los artículos de la Cons-
titución o a un título completo de la misma” (Tomo
Asuntos Constitucionales y Libertades Pú- había introducido además una especie de
I, pág. 41). blicas del Congreso no se lograba acercar coda al artículo siguiente (el 159 del ante-
posiciones, entre otras razones porque el proyecto) que ponía de manifiesto cuál
Ya empezamos a ver una posible solu- representante de Alianza Popular, Fraga era el sentido de su extremada propensión
ción de los enigmas. Porque en este voto Iribarne, mostraba un sorprendente entu- a la rigidez. Su texto decía así: “La unidad
particular, con el que se puede estar o no siasmo por los referenda, mientras que los política de España y su integridad territo-
de acuerdo en cuanto al fondo, sin embar- demás grupos tendían a cuestionar la nece- rial son inmodificables”. Cualquier cosa
go, las aporías en que nos hemos visto su- sidad de acudir a la consulta popular en que esto significara no cabe la menor du-
mergidos no se presentan casi en absoluto. materia de reformas constitucionales me- da de que era el leitmotiv que animaba a
Por de pronto desaparecen las arenas mo- nores. Como consecuencia de esos tiras y ese grupo. Y en la defensa de este voto en

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



21
L AS DOS VÍ AS PARA L A REF ORMA D E L A C ON S T I T U C I ÓN

el pleno, Carro dijo algo que vale la pena de reforma constitucional que se aproba- elaboración y el estudio del nuevo texto
recordar: ban entonces: constitucional que, de ser aprobado por
una mayoría de dos tercios de ambas cá-
“Algún ilustre diputado y ponente constitu- “Leyendo el voto particular de Alianza Popular, maras, será en todo caso sometido a refe-
cional ha llegado a decirme que no se podía aceptar que tengo delante,[...]sinceramente creemos el réndum. En realidad, esa es la única signi-
esta enmienda, y que no se podía aceptar porque Grupo de Unión de Centro Democrático que las
hay un grupo parlamentario al que le gustaría hacer fórmulas diseñadas hoy por esos dos preceptos no
ficación que cabe atribuir a la famosa ex-
inmodificables las libertades fundamentales, y que suponen un desvío sensible del sistema que allí se di- presión que se intercaló simplemente a
también hay otro grupo parlamentario al que le bujaba” (II, pág. 1739). partir del texto de aquellos votos particula-
gustaría hacer inmodificable la Monarquía” (Tomo res que son el origen de la disposición.
II, pág. 2506). Y tanto que no. Era literalmente el Las indagaciones histórico-políticas
mismo texto, con la sola intercalación de que acabo de hacer nos proveen, creo, de
No creo que haga falta demasiada in- los títulos y secciones nominales de la revi- una explicación de la aparición de esas ex-
tuición para conjeturar que, con esa en- sión parcial y un pequeño ¡endurecimien- presiones enigmáticas en la fórmula del ar-
mienda, el Grupo Parlamentario de Alian- to! en la proporción de diputados y sena- tículo 168; pero como pocos se habían
za Popular quería reforzar la unidad “indi- dores que habrían de aprobarlo en las Cor- percatado del modo en que se había llega-
soluble” de la nación española y la defensa tes convocadas al efecto: se pasaba de la do a esa fórmula, no se acababa de encon-
militar de su integridad territorial que se mayoría absoluta a los dos tercios. Pero trar una interpretación plausible de su te-
contenían en el Título Preliminar. Por su ello, sin embargo, arroja una gran luz sobre nor literal. Ahora me parece que estamos
parte, el Grupo Socialista era el que se in- el posible significado de la cláusula. En en condiciones de añadir a esa explicación
clinaba a sobreproteger los derechos funda- realidad, lo que se había hecho era sustituir histórica externa una justificación interna
mentales (“... en el punto referente a las li- aquella propuesta de la revisión que “afecte para conferirles un significado determina-
bertades públicas todas las cautelas son po- un título completo de la Constitución” por do. De acuerdo con esta nueva perspectiva,
cas”, había dicho su representante, Sr. una revisión “parcial” que “afecte al Título puede proponerse que la expresión “revi-
Zapatero Gómez, para justificar que acep- Preliminar, al Capítulo Segundo, Sección sión” de la Constitución, concebida como
taba un endurecimiento del procedimiento 1ª del Título I o al Título II”; es decir, se algo diferente a la “reforma”, sea entendida
de reforma de algunos títulos de la Consti- había limitado el alcance de esa revisión a como un proceso que se propone la modi-
tución), y, por supuesto, el Grupo de los títulos o secciones de la Constitución ficación total de la misma o la modifica-
Unión de Centro Democrático era enton- que cada grupo consideraba esenciales. La ción de los títulos o secciones completos
ces el principal adalid del principio monár- mezcla consensuada de textos había deter- que menciona. La “aprobación del princi-
quico. Y en efecto, no por casualidad, nos minado que la expresión “afectar a...”, ini- pio” no es sino la decisión de emprender
encontraremos enseguida que el nuevo cialmente referida a títulos completos de la una revisión global de ese carácter. Y la ex-
procedimiento de “revisión parcial” incluye Constitución, apareciera ahora textual- presión “afectar a...” ve circunscrita su con-
precisamente esas tres cosas. La propuesta mente para referirse a esos títulos o seccio- génita vaguedad a su referencia a la Consti-
de consenso que se hizo, y que tuvo éxito, nes. Pero con ello esa expresión, que nos tución o a esos títulos y secciones conside-
acabó en un texto para el nuevo artículo ha desafiado desde el principio de esta re- rados en su totalidad. Con esa exégesis se
que sometía todas esas preocupaciones a flexión, perdía su contexto de significación disuelven de un modo sorprendente todos
un procedimiento muy rígido. Lo repro- y se transformaba en un problema. aquellos problemas que nos planteaba el
duzco literalmente porque, al aparecer co- Podemos ahora utilizar esta historia artículo 168.
mo artículo 162 en el texto del proyecto para despejar las incógnitas. Al margen de
aprobado por el pleno del Congreso el día la presunta “intención” de los constituyen- Dos soluciones a los problemas
21 de julio de 1978, permanecerá intocado tes, que, como antes he dicho, no es rele- interpretativos de la reforma
hasta la Constitución, en la que figura co- vante ni en este ni en ningún caso, al leer constitucional
mo artículo 168: la historia de la discusión aparece ante no- En este trabajo he tratado de argumentar
sotros una nueva posibilidad de abordar el que la lectura convencional de las dos gran-
“1. Cuando se propusiere la revisión total de la problema: la de establecer un significado des disposiciones de reforma constitucional
Constitución o una parcial que afecte al Título Preli- definido para la expresión “afectar a...” en que aparecen en la Constitución de 1978
minar, al Capítulo Segundo, Sección 1ª del Título I,
o al Título II, se procederá a la aprobación del princi-
el sentido de referirla a los títulos o seccio- lleva a conclusiones poco satisfactorias. A
pio por mayoría de dos tercios de cada cámara, y a la nes completas mencionadas por el artículo lo largo de esta legislatura se van a poner
disolución inmediata de las Cortes’’. 168. Y enseguida vemos que si lo concebi- de manifiesto: para reformar aspectos im-
‘‘2. Las cámaras elegidas deberán ratificar la deci- mos así ese precepto deja de ser un proble- portantes y controvertidos de nuestra reali-
sión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, ma intratable y queda meridianamente cla- dad política, como lo puede ser la remode-
que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios de
ro: cuando se trate de una revisión total o lación de la disciplina constitucional del
ambas cámaras’’.
‘‘3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, de una revisión de alguno de esos títulos o Senado, vamos a hacer uso del procedi-
será sometida a referéndum para su ratificación” secciones completos (como algo distinto de miento “sencillo”; y para dar un pequeño
(Tomo II, pág. 2605). una reforma) se propondrá así a las Cortes retoque en el precepto constitucional que
por quien tenga la iniciativa; si las dos cá- establece la línea de sucesión a la Corona
He escrito en cursiva los enunciados maras aprueban el principio, es decir, la (artículo 57, 1), alteración fácil y que nadie
que se reproducen textualmente del voto decisión global de llevar a cabo una revi- discute, creemos necesario embarcarnos en
particular de Alianza Popular. A nadie ex- sión tan decisiva, la Constitución obliga a un procedimiento engorroso y difícil. Sin
trañará ahora que, en nombre de Unión convocar nuevas Cortes en la función de embargo, esta paradoja puede ser evitada
de Centro Democrático, el diputado Cis- auténticas Cortes Constituyentes que han con una nueva lectura de dichos preceptos
neros afirmase, para defender los artículos de ratificar la decisión y deben iniciar la articulada como teoría de la reforma cons-

22 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



FRANC I SC O LAPORTA

titucional. Esa nueva lectura puede tener en realidad, esta disposición ofrece lo me- y Crispin Wright (eds.), A Companion to
un doble hilo conductor. El primero es es- jor de sí misma cuando es pensada para the Philosophy of Languaje. Blackwell Pu-
tablecer con cierto rigor formal la referen- impedir una mutación histórica de nuestro blishers, Oxford, 1997, y Timothy A. O.
cia de ambas disposiciones a los preceptos perfil político-constitucional, como lo po- Endicott: Vagueness in Law, Oxford Uni-
a que alcanzan. Es un camino difícil y po- dría ser el abandono del principio monár- versity Press, New York, 2000.
co satisfactorio. El segundo itinerario es la quico en favor de la forma republicana de ● Un acercamiento a los ingredientes
propuesta de un nuevo entendimiento del gobierno o para garantizar que si se em- conceptuales y empíricos de los cambios de
artículo 168 como un mecanismo extraor- prende esa mutación se hace mediante un norma fundamental puede verse en Finnis:
dinario de convocatoria histórica de unas proceso tan profundo de transformación ‘Revolutions and Continuity in Law’, en
Cortes Constituyentes que pongan mano constitucional que demanda la convocato- A. W. B. Simpson (ed.), Oxford Essays in
en la tarea de revisar in toto títulos y seccio- ria de Cortes Constituyentes y una gran Jurisprudence. Second series, Clarendon
nes cruciales de nuestra Constitución: sus llamada al pueblo. Ninguna de esas cosas, Press, Oxford, 1973.
ejes fundamentales, el principio monárqui- me parece, es lo que hoy tenemos entre ● La arqueología textual de las discu-
co o la declaración de derechos. manos. siones, votos particulares y enmiendas a los
Si andamos el camino que nos sugiere proyectos constitucionales la he extraído
el primero de esos hilos conductores y Nota bibliográfica del indispensable Constitución española.
mantenemos que la referencia del artículo Debo advertir que si esta nota bibliográfica Trabajos parlamentarios, 2ª edición, que le
168 es la “lista” de preceptos constitucio- no se publicase junto al texto correría el debemos a Fernando Sainz Moreno. Se
nales que menciona explícitamente y nada peligro de ser acusado de plagio. Hasta tal publicó por la Cortes Generales en 1992.
más que ella, entonces la conclusión es que punto soy deudor de ideas y argumentos Sé que hay más literatura secundaria
la referencia del artículo 167 será la “lista” con amigos y colegas que si no lo recono- en torno a este problema. Si no la mencio-
de los demás preceptos constitucionales, y ciera estaría haciendo un ejercicio ilegítimo no aquí no significa que no sea valiosa, si-
entre ellos el artículo 168 mismo, que sería de apropiación. En algunas ocasiones, las no simplemente que no se ocupa tan direc-
así susceptible de ser “reformado” median- ideas son casi literalmente las expresadas tamente de los ingredientes del problema
te el procedimiento del 167. Al margen de p ellos, y si las he presentado sin mencio- que me han servido de base para realizar
la incomodidad intelectual que nos pro- nar su autoría ha sido por mostrar el hilo mi lectura. ■
duzca, el que se proceda a hacer tal modifi- argumental limpio de toda referencia doc-
cación es una decisión política que ha de trinal o autorizada, para que, si puede, se [El presente texto es una presentación resumida y
basarse, naturalmente, en razones de pru- sustente por sí mismo y se ofrezca clara- más accesible de un trabajo académico en curso,
cuya mayor extensión y contenido técnico obligan
dencia y oportunidad. Y aunque no voy a mente a la crítica y la contraargumenta- a su publicación en una revista especializada. Mis
entrar en ellas, pienso que la razonable di- ción. Ahora, sin embargo, corresponde ha- colegas de la Universidad Autónoma han ejercido
ficultad del procedimiento de reforma “or- cer justicia. sobre él su aguda y estimulante crítica. Les doy las
dinaria” del artículo 167, unida a las mu- ● Como ejemplo de la crítica domi- gracias por ello].
taciones históricas que ha experimentado nante al artículo 168 puede verse Pedro de
la sociedad española y su percepción de la Vega: La reforma constitucional y la proble-
política, podrían aconsejar acudir a ese mática del poder constituyente. Tecnos, Ma-
procedimiento para desactivar el cerrojo drid, 1985, que resiste bien el paso del
que supone el artículo 168. Sobre todo te- tiempo.
niendo en cuenta que para hacer pequeñas ● Sobre la intención del constituyente
mejoras en alguno de los textos de su “lis- incorporo en muchos casos literalmente la
ta” de preceptos (como la que ahora se aportación de José Juan Moreso: La inde-
propone sobre la línea de sucesión a la Co- terminación del derecho y la interpretación
rona) tenemos que hacer extrañas contor- de la Constitución, Centro de Estudios
siones políticas y constitucionales (esperar Constitucionales, Madrid, 1998, 223 a
al final de la legislatura para que parezca 233 págs.
que hay dos Cortes Generales consecutivas, ● La idea de justificación subyacente la
etcétera) que no me parece que tengan tomo de Frederick Schauer, Playing by the
asiento tan simple en la razón de ser de los Rules. Claredon Press, Oxford, 1991.
preceptos de reforma, pero de las que aquí ● Sobre lagunas técnicas utilizo a Ric-
no voy a ocuparme. cardo Guastini: Teoría e dogmatica delle
Si perseguimos el otro hilo conductor fonti, Giuffré, Milano, 1998. pág. 244.
aparecería ante nosotros con claridad la su- ● Sobre la noción de fraude de ley
gerencia de que, sencillamente, no tenemos utilizo explícita y descaradamente la cons-
que utilizar en absoluto el artículo 168 pa- trucción de Manuel Atienza y Juan Ruiz
ra llevar a cabo las reformas que se propo- Manero: Ilícitos atípicos, Trotta, Madrid,
nen, puesto que todas esas reformas, in- 2000. Mi reformulación es mucho menos
cluida la que afecta a la ordenación suceso- precisa y sofisticada que la suya, aunque
ria de la Corona, pueden ser realizadas por creo que no la traiciona en sus rasgos fun-
el procedimiento del artículo 167, ya que damentales.
ninguna de ellas configura una de las hipó- ● Sobre la paradoja del sorites, José
tesis de gran “revisión” para las que tiene Juan Moreso otra vez, R. M. Sainsbury & Francisco J. Laporta es catedrático de Filosofía del
sentido la rigidez del artículo 168. Porque, Tomothy Williamson: Sorites, en Bob Hale Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



23
EL PENSAMIENTO ECOLÓGICO Ciencia, ética y mitología

FERNANDO PEREGRÍN GUTIÉRREZ

Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodea- efectos, expectación de sucesos por induc- del estudio de la Tierra y de la vida en ella,
dos de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los ción, aciertos y errores de las pruebas expe- proponiendo que éste debía ser multidisci-
trajo a esta Tierra y, que por algún designio especial, les rimentales, etcétera. Poco a poco, el pensa- plinar y cuantitativo3.
dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese destino es
un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se
miento medioambiental adquirió diversos
exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se niveles de abstracción, saberes empíricos y Fuentes principales
saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento complejidad: forrajeo óptimo, en las socie- del pensamiento ecológico moderno
de tantos hombres y se atiborra el paisaje de exuberantes dades de cazadores-recolectores; búsqueda, El pensamiento sobre el medio ambiente se
colinas con cables parlantes. ¿Dónde está el matorral? desarrollo –e importación de otras cultu- alimenta y se apoya en tres grandes fuentes
Destruido. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina
ras– de técnicas de producción de alimen- de conocimiento: la empresa científica; las
la vida y empieza la supervivencia1.
tos y cobijos; códigos, reglas y leyes sobre creencias y sentimientos sobre los valores éti-
la estructura social y su relación con los cos y estéticos de la naturaleza, deudores en
Introducción recursos naturales, cultivados y domestica- gran medida de la literatura medioambiental
El medio ambiente condicionó la evolución dos; mitos y leyendas, incluyendo tabúes romántica; y las ideologías y propuestas po-
de nuestro cerebro. Su plasticidad hace que alimentarios; magias, curanderías y religio- líticas y sociales de las organizaciones
se configure, que se formen y modifiquen nes, etcétera. ecologistas y los gurús de los movimientos
sinapsis y estructuras, en respuesta al mun- Ni los historiadores ni tratadistas de las cívicos “verdes”.
do exterior, principalmente en las etapas ideas ni de las culturas han prestado, hasta El término ecología fue introducido en
tempranas de nuestra vida. Las culturas ahora, la debida atención al desarrollo y 1866 por el zoólogo alemán Ernst Haeckel
surgieron de la interacción entre el indivi- evolución del pensamiento medioambien- en un tratado sobre morfología, taxonomía
duo y los grupos sociales entre sí y con su tal y su influjo en la historia de las ideolo- y evolución de los animales, y tenía clara de-
entorno local. gías y el devenir de las sociedades2. No notación de disciplina o disciplinas científi-
El pensamiento sobre nuestro medio obstante, para entender la importancia de cas4. El siguiente texto de Haeckel se puede
ambiente próximo y nuestra relación con los actuales movimientos cívicos y las considerar como la primera definición mo-
él ha sido siempre, pues, un elemento bá- ONG de ecologistas y partidos “verdes” derna de la ecología como ciencia:
sico de nuestra supervivencia y bienestar y que los lideran, es necesario algunas veces
del desarrollo de las distintas culturas. En indagar en las fuentes principales, más o “Entendemos por ecología el corpus de conoci-
sus inicios, el pensamiento sobre el medio menos remotas, de las que manan sus dis- mientos relativos a la economía de la naturaleza, esto
es, la investigación de todas las relaciones del animal
ambiente local estaba constituido por co- tintas ideas y concepciones del hombre y con su ambiente, tanto orgánico como inorgánico,
nocimientos intuitivos en forma de reglas su hábitat planetario o biosfera. Este tér- incluyendo, sobre todo, sus relaciones amistosas e ina-
básicas de supervivencia que se formaron mino fue acuñado en 1875 por el geólogo mistosas con aquellos animales y plantas con los que
en el curso de la evolución de nuestro cere- austriaco Eduard Suess para designar la pe- está en contacto directo o indirecto; en una palabra,
bro: identificación de pautas y regularida- queña capa esférica que se apoya en la li- ecología es el estudio de todas esas complejas interre-
laciones a las que se refería Darwin en su idea de la
des de la naturaleza, asociación de causas y tosfera y en la que se desarrolla la vida,
lucha por la supervivencia”5.
aunque su uso generalizado se lo debemos
al mineralogista ruso Vladimir Vernadsky,
1 Fragmento del poema (otras versiones lo con- que publicó en 1926 un texto titulado pre-
vierten en carta al Gran Padre Blanco –esto es, al 3 Freeman J. Dyson: ‘‘What a World!’’ New York
cisamente La biosfera, en el que hace de
Presidente estadounidense Franklin Pierce– fecha- Review of Books, vol. 50, núm. 8, 15 de mayo de 2003.
da en 1854) del jefe indio Seattle, de la tribu de los este concepto central el nudo unificador 4 Haeckel acuñó también los términos “filum”
Duwamisch (o los Suquamisch, o los Sokokomish, (ignorado aún por la Real Academia) y filogenia, de uso
según las distintas versiones). Es seguro que existió tal común en biología. A él se debe también el célebre di-
2 Recomiendo la lectura de dos textos básicos
jefe indio, pero que nunca pronunció estas palabras cho “la ontogenia recapitula la filogenia.” Sus ideas
ni otras contenidas en el supuesto poema o carta. Este sobre la historiografía de las ideas sociales y científicas sobre el racismo, el nacionalismo y el darwinismo social
famoso y poético panegírico del ecologismo sagrado sobre el medio ambiente: Donald Woster: Natures’s Eco- influyeron poderosamente en los ideólogos de la Ale-
se debe a la pluma e inspiración del escritor Ted Perry, nomy, the Roots of Ecology. Anchor Books, N. Y., 1979, mania nazi.
que lo incluyó en el guión de un documental sobre el y Frank Egerton: ‘‘The History of Ecology: Achieve- 5 Conferencia inaugural en la Universidad de Je-
medio ambiente de 1971 (Cf.: William S. Abruzzi, The ments and Opportunities’’. The Journal of the History na, 1879. Robert C. Stauffer, ‘‘Haeckel, Darwin, and
Real Chief Seattle was not a Spiritual Ecologist, Skeptical of Biology, núm 16, págs. 259-310,(1983) y núm. 18, Ecology’’. Quarterly Review of Biology, núm. 32, 1957.
Inquierer, marzo-abril de 1999). págs. 103-143, (1985). Citado por David R Keller y Frank B. Golley, editores:

24 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



naturalistas que contribuyeron, entre la se-
gunda mitad del siglo xviii y primer tercio
del xix (muchas veces desde posiciones pre-
científicas: creacionistas, teleológicas, etcéte-
ra), al posterior desarrollo de la ecología co-
mo ciencia. Entre los principales, Carl von
Linné (o Carolus Linnaeus), quien propuso
una naturaleza en perfecto equilibrio, pues
todas las interacciones entre organismos y el
medio ambiente estaban reguladas con pre-
cisión mecánica; Georges de Buffon, uno de
los iniciadores de la zoo-geografía; Jean-Ba-
btiste Lamark, quien propugnó que los ca-
racteres adquiridos eran heredables; Alexan-
der von Humboldt, iniciador de la geografía
de las plantas; y principalmente, Charles
Darwin, un tanto posterior a los antes cita-
dos, quien junto con Alfred Russel Wallace
Sucede, empero, que hoy día el término cia de la ecología es la historia natural, pese introdujo el concepto científico de evolu-
ecología y sus derivados han sido usurpados, a que los primeros proponentes de la ecolo- ción, uno de los pilares actuales de las cien-
secuestrados, por así decirlo, por los movi- gía como ciencia minusvaloraron la labor de cias biológicas y medioambientales8.
mientos sociales, Organizaciones No Guber- muchos naturalistas, a los que consideraban,
namentales (ONG) y partidos políticos “ver- no sin cierta razón, aficionados con espíritu La ecología como ciencia
des”, por lo que los científicos y técnicos, estético y artístico, amantes de la naturaleza La moderna ciencia del medio ambiente es
sobre todo en el medio académico anglo- y diletantes coleccionistas de datos, dibujos bastante nueva. La primera sociedad profe-
sajón, utilizan en la actualidad las expresio- y ejemplares disecados (Haeckel, por ejem- sional, la British Ecological Society data de
nes environmentalism y environmental scien- plo, afirmó en el mismo discurso antes cita- 1913; y el primer texto académico de rele-
ces, y se autodenominan environmentalists do que “en la historia natural se ha tratado a vancia es de 1953, Fundamentals of Ecology.
(nombre con que, precisamente, se designa- la ecología de los animales con bastante in- Escrito por Eugen P. Odum, tuvo gran in-
ba a los pioneros de los movimientos conser- exactitud”)7. Lógicamente, hubo grandes flujo en la incorporación a la ciencia de la
vacionistas y medioambientales, precursores ecología de las entidades denominadas eco-
de los actuales ecologistas) en vez de ecolo- sistemas, término introducido por sir Arthur
gists, por las consabidas connotaciones de taciones de este vocablo. También se usa la denomi- Tansley en 1935. Eugen, así como su herma-
este término que se usa en nuestro tiempo nación de ecólogo, de influencia francesa, en lugar de no Howard, tuvieron como mentor –este
ecologista. En el DRAE, como siempre, poco atento a
presente para designar a un adepto a una la terminología de las ciencias naturales, no figuran las último incluso fue alumno suyo en Yale– al
ideología, a una cosmovisión basada en un entradas “ambientalista” y “medioambientalista”. De que se considera uno de los creadores de la
conjunto de valores, creencias, sentimientos las dos acepciones del término ecologista, ninguna es ecología científica moderna, Georg Evelyn
aplicable a un experto o profesional académico de las
y actitudes políticas y sociales que muchas ciencias y técnicas medioambientales. La definición de Hutchinson, también maestro de otro pio-
veces tienen poco que ver con la ciencia6. ecólogo que da el DRAE es ambigua a este respecto. nero de las ciencias medioambientales en
7 Para conocer una visión patinada de nostalgia y
Un antecedente muy claro de la actual cien- Estados Unidos, Raymond Lindeman, a
sentimentalismo, influida por el pensamiento del biólo-
go español Ramón Margalef (“el naturalista está mas
cerca del poeta y del artista que del técnico o del ingenie-
The Philosophy of Ecology: From Science to Synthesis, The ro”), del papel que la historia natural puede desempeñar 8 Aunque no fue un naturalista, Thomas Malthus,

University of Georgia Press, Athens, GA, 2000. en la moderna ciencia ecológica, véase Paul K. Dayton y economista político, autor de un célebre ensayo sobre
6 Algo semejante está ocurriendo en España, donde Enric Sala: ‘‘Natural History, the sense of wonder, crea- la población y los alimentos, tuvo gran influencia en
los científicos y técnicos hablan de ciencias medioam- tivity and progress in ecology’’, Scientia Marina, 65 (Su- Darwin a la hora de formular éste su teoría sobre la
bientales y rara vez de ecología por las consabidas conno- ppl. 2), 2001. selección natural.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



25
E L PE N SAMIE NTO ECOLÓGICO

quien se debe el concepto de “dinámica tró- con las ciencias sociales y humanas. Uno de tidades ecológicas. La segunda, también
fica” (o cadena alimentaria) en los ecosiste- los temas más controvertidos es el de las lla- llamada “sinecología” (synecology, en su for-
mas. La ecología surgió para el estudio de madas entidades ecológicas y su estatus den- mulación original), se orienta hacia el estu-
todas las formas de vida que han existido en tro del realismo científico (incluso el llamado dio de las relaciones entre las entidades den-
la Tierra y de todas las relaciones medioam- “moderado”). Por ejemplo, la consideración tro de un sistema ecológico en vez de sobre
bientales en las que estén presentes seres vi- de ciertas comunidades bióticas como orga- las propias entidades14.
vos; y como una ciencia de síntesis que se nismos (o superorganismos), ¿es una metá- Muy relacionada con esta dualidad de
apoya en la física, la química, la geología, la fora o la definición de una entidad real con escuelas de pensamiento ecológico se halla
biología molecular y la biología de los orga- existencia propia, como pueden ser un árbol la controversia sobre el reduccionismo y el
nismos para explicar ciertos fenómenos. En o un elefante? Esta visión de la ecología en la holismo, discusión que ha perdido gran
la actualidad, las ciencias medioambientales que prima la colectividad frente al individuo parte de su significado epistemológico para
son un conjunto de disciplinas con mayor o se la debemos a Frederic E. Clements, que convertirse en querella ideológica y políti-
menor desarrollo teórico y formal; con más dio origen a la llamada escuela ecológica ca15.
o menos dependencia de acontecimientos “clementsiana”12. Para los ecologistas, llamar reduccionista
históricos, saberes empíricos, inductivos y Un caso extremo de esta escuela de pen- a un científico o experto en problemas
descriptivos y análisis de casos únicos, sin samiento ecológico es la controvertida y medioambientales es un insulto y una desca-
apenas principios unificadores entre estos muy especulativa hipótesis de Gaia, que lificación, pese a que los avances realmente
conocimientos. Por lo tanto, nos hallamos considera a toda la biosfera como un supe- importantes en el conocimiento de la vida y
con grandes lagunas de información, datos rorganismo con vida y entidad propias (pa- su relación con su entorno se han realizado
de observaciones escasos y poco fiables y su- ra algunos movimientos ecologistas no se aplicando siempre algún tipo de reduccio-
perficialidad de muchas de las teorías. No es trata de una hipótesis sin verificar y muy nismo metodológico y explicativo16. En la
infrecuente que los datos y hechos se en- discutible sino que la dan por cierta y ha- actualidad, la posición que más aciertos (y
cuentren contaminados y condicionados por blan del “paradigma de Gaia”)13. Técnica- consenso entre los científicos y expertos más
intereses políticos y presupuestos ideológi- mente, tocante a este aspecto, se habla de prestigiosos de la biología y de la ecología
cos9. Hay un dicho popular entre los ex- dos escuelas: la “merológica” y la “holológi- científica) está cosechando se basa en el re-
pertos que dice que la ecología tiene pocos, ca”. La primera (o “autoecología”) se centra duccionismo ontológico, un reduccionismo
si es que tiene alguno, principios científicos en el análisis de los componentes de las en- metodológico parcial, y el rechazo del reduc-
pero está llena de conceptos10. Tal vez sea cionismo epistemológico extremo. Breve-
algo exagerado pero coincide bastante con la 12 Frederic E. Clements, Plant Succession: An
mente, y con palabras llanas, el reduccionis-
opinión del físico Freeman Dyson, uno de Analysis of the Development of Vegetation. Reproducido
mo ontológico afirma que todas las entida-
los científicos de mayor prestigio en la actua- por David R. Keller y Frank B. Gollev, op. cit.
13 El concepto de Gaia –la diosa Tierra para los
lidad, a propósito de las ciencias medioam-
griegos– fue propuesto por el científico de la atmósfera especie de religiosidad muy próxima al paganismo clá-
bientales11. James Lovelock a mediados de la década de los 60. Su sico o al misticismo panteísta y pampsiquista oriental.
desarrollo formal lo hizo en colaboración con Lynn Mar- (Véase, a propósito de la doctora Margulis y su parti-
“La biosfera es lo más complicado a lo que tene- gulis. Para Lovelock lo que hace de Gaia un organismo cular y extrema versión de la hipótesis de Gaia y de su
mos que enfrentarnos los humanos. La ciencia de la es la “homeostasis” o autoregulación, “la sabiduría del visión cooperativa de la evolución, frente a la competi-
ecología planetaria es aún joven y está subdesarrollada. organismo, la misma que mantiene la temperatura y la tiva del neodarwinismo: Laureano Castro Nogueira y
No debe extrañarnos, pues, que expertos honrados y química de nuestro cuerpo dentro de unas constantes”, Miguel Ángel Toro Ibáñez, ‘‘En torno al darwinismo:
bien formados e informados puedan estar en profundo según su propia explicación (Cf.: Connie Barlow, From el bueno, el feo, el malo... y el posmoderno’’, Revista de
desacuerdo sobre los hechos”. Gaia to Selfisch Genes, MIT Press, Cambridge, MA, Libros, núm. 84, diciembre de 2003).
1991). Para Margulis, la hipótesis Gaia se basa en la sim- 14 David R. Keller y Frank B. Golley, op. cit. Esta

biosis, una visión cooperativa de la evolución frente a la clasificación, un tanto conceptual y simplista, se debe a
de la lucha por la vida del neodarwinismo. A pesar de la G. Evelyn Hutchinson (1978).
15 ¿A qué espera la Real Academia Española para
Como vemos, el debate atañe no sólo a seriedad de los planteamientos de Margulis, es altamente
improbable que se asiente como teoría aceptada por la incorporar este término, fundamental para la epistemo-
los conocimientos propiamente dichos (he- comunidad científica, dadas sus limitaciones explicativas. logía, a su diccionario?
chos y teorías) sino que es de carácter más Esta seriedad contrasta con las esotéricas o espiritualistas 16 Los detractores del reduccionismo en biología se

fundamental, pues afecta a las bases gnoseo- especulaciones de los ecologistas extremos, los adorado- quedaron mudos cuando, en 1953, James Watson y
lógicas de estas ciencias (ontología, episte- res de dioses y divinidades diversas, y los seudofilósofos Francis Crik, apoyándose en los trabajos de Rosalind
de la new age, que sacralizan nuestro ecosistema planeta- Franklin y otros, descubrieron la estructura del ADN,
mología y metodología) y a sus relaciones rio y lo relacionan o con planes divinos y providencialis- origen de la genética molecular (Véase David R. Keller y
tas (creacionismo y diseño inteligente) o propugnan una Frank B. Golley, op. cit.).

9 Se sabe que los datos oficiales de muchos países

están manipulados por razones políticas o son de poco Tabla 1 Holismo Holismo científico
valor técnico y estadístico. Mas lo que realmente ha mal entendido (“emergentismo”)
sorprendido ha sido el manifiesto de este pasado mes
de marzo de la Union of Concerned Scientists (UCS),
firmado por más de 60 científicos estadounidenses de Ontología: La unidad básica es el Ontología: El todo depende de
gran prestigio –entre ellos, 20 premios Nobel– acu- todo, que es independiente de las las partes, aunque algunas
sando a la Administración Busch de falsificar y ocultar
importantes conocimientos científicos, sobre todo en partes propiedadesdel todo no lo son de
materias medioambientales, tales como el informe de ninguna de sus partes.
junio de 2003 de la Environmental Protection Agency
(EPA) –una de las instituciones reguladoras en materias
Epistemología: El conocimiento de Epistemología: El conocimiento de
medioambientales más importantes y reputadas del las partes ni es necesario ni suficiente las partes es necesario aunque no
mundo– sobre el cambio climático (Cf.: Nature, núm.
427, 663; 1 de abril de 2004).
para entender o explicar el todo. suficiente para entender o
10 David R. Keller y Frank B. Golley, op. cit. explicar el todo
11 Freeman J. Dyson, op. cit.

26 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145 ■


FE R N A NDO PEREG RÍ N G UTI ÉRREZ

des de la naturaleza, en su nivel más surgido de la publicación de su libro El eco- funda sabiduría ecológica mística, o esotéri-
elemental, están formadas por los mismos logista escéptico20. Analizando dicho debate, ca e intuitiva) de la relación de la especie
componentes, los cuales siguen leyes univer- observamos claramente la facilidad con que humana con su entorno, bien sea parcial o
sales en sus interacciones, negando la exis- acaban politizándose las disputas de origen global. La literatura ecológica sobre el deno-
tencia en los seres vivos de otros componen- fundamentalmente técnico. Además, este minado conocimiento ecológico tradicional
tes (sean de naturaleza vitalista o de algún caso permite confirmarnos en nuestra idea (traditional ecological knowledge, o TEK) es-
otro origen fundado en una supuesta meta- de la inmadurez de las ciencias medioam- tá llena de retórica barata y de ocultación de
física específica de la biología o de la ecolo- bientales y el desacuerdo entre expertos so- la realidad. Se seleccionan los hechos que
gía) distintos de los de la materia inorgáni- bre la interpretación y fiabilidad de los datos interesan a la leyenda arcádica y se omiten
ca17. El metodológico sostiene que los siste- estadísticos. Otra importante enseñanza del aquellos que demuestran que el llamado ex-
mas, por muy complejos que sean, se pueden “caso Lomborg” es la facilidad con que la polio de la naturaleza no es privativo de la
estudiar por partes, como se hace en ecología escasez y debilidad de las series estadísticas moderna cultura occidental sino que ningu-
teórica cuando se plantean y analizan mate- de dichos datos medioambientales permite na otra está exenta de prácticas extintivas y
máticamente modelos de ecosistemas con- que muchos técnicos y activistas ecológicos destructivas del medio ambiente.
cretos (o parte de ellos, como sistemas com- se dejan atrapar –incluido el propio Lom- En muchos de estos textos, el relati-
plejos con propiedades emergentes) o se ge- borg– por las arenas movedizas de los erro- vismo cultural extremo de ciertos antropó-
neraliza por inducción a partir de casos res y falacias propios de los razonamientos logos y ecologistas les lleva a inventarse unos
particulares (case studies). Finalmente, el re- estadísticos, tan frecuentes e importantes en conocimientos ecológicos tradicionales que
duccionismo epistemológico extremo (o las ciencias del medio ambiente: analogías igualan o superan a los que nos están pro-
fuerte) afirma que, en principio, todas las débiles; muestras inadecuadas, insuficientes porcionando las modernas disciplinas
leyes y entidades de una disciplina científica o sesgadas; confusión entre significación es- medioambientales. Cierto que el conoci-
pueden deducirse de las de nivel jerárquico tadística y explicativa o causal; conclusiones miento empírico y tradicional sobre su me-
inferior, como sería el caso de poder inferir injustificadas del tipo post-hoc; sustitución dio de subsistencia que han desarrollado
toda la biología a partir de la biología mole- de la regla por su excepción (tipo accidente algunas culturas antiguas, y que los
cular, y ésta, de la química y la física18. Esta y accidente inverso), etcétera. ecologistas nos quieren presentar como
postura más acertada y fiable que se acaba ejemplos de sabiduría ecológica innata pue-
de exponer se puede denominar también Valores estéticos y romanticismo de ser de gran utilidad, pero sin duda mu-
como holismo científico o afirmación de la medioambiental chas de sus prácticas medioambientales eran
emergencia de entidades y leyes basadas en Si resulta difícil rastrear la evolución de la y son tan equivocadas como las de todas las
la complejidad de los sistemas (“emergentis- ecología como ciencia, aún lo es más cuan- demás culturas, salvo quizá que el alcance
mo”). Como resumen, en la Tabla número do queremos investigar la historia de los del daño al medio ambiente estaba limitado
1 se recogen los distintos significados del valores éticos y estéticos que las distintas localmente y en proporción al poder des-
término holismo. culturas han asignado a la naturaleza y a la tructivo de sus medios tecnológicos22. Las
Muy frecuentemente, el holismo es una relación del ser humano con ella21. Gene- agresiones al entorno natural no son exclu-
excusa para que muchos ecologistas, invo- ralmente se acepta por muchos ecologistas sivas de la moderna civilización industrial y
cando el carácter multidisciplinar tan desea- de forma acrítica que la naturaleza y la reli- tecnológica de Occidente, aunque en la ac-
ble y necesario en los estudios medioam- gión están o han estado más íntimamente tualidad el posible perjuicio es cada vez más
bientales, mezclen sin ton ni son hechos y ligadas en muchas de las llamadas culturas grave y global.
datos con valores e ideologías; esto es, for- indígenas (principalmente, las de los indios La literatura medioambiental románti-
men un baturrillo de ciencia, ética y políti- norteamericanos) que en la cultura occi- ca se nutre principalmente de la naturphilo-
ca19. Un ejemplo muy reciente de esta situa- dental. Asimismo, se considera que las filo- sophie del idealismo alemán, cuya visión del
ción lo encontramos en el llamado “caso sofías orientales propician una actitud más hombre y la naturaleza se basaba en la uni-
Lomborg”; o lo que es lo mismo, el debate respetuosa del hombre hacia la naturaleza e dad metafísica: unidad de la propia natura-
incluso lo integran total y armónicamente leza, unidad del conocimiento sobre ella y
en el espíritu universal y cósmico que supo- unidad del espíritu humano con el de la na-
17 Algunos ejemplos son la “autopoeisis” (Matura-
nen es la esencia o espíritu de la naturaleza. turaleza23. Ejemplo cabal de este pensa-
na y Valera) o la autocatálisis o las “propensidades” as-
cendentes (Ulanowicz) como principios independientes
Hay mucho de mito y de leyenda en esta miento es la siguiente cita debida a Friedri-
de las leyes de la materia inerte; o la homeostasis como versión sacralizada (o indicativa de una pro- ch W. J. Schelling, uno de los principales
sabiduría intrínseca de la vida, (Lovelock, Margulis). exponentes de esta corriente filosófica:
La versión extrema de esta idea de sabiduría esencial la
encontramos en el eslógan ecologista Nature knows best 20 Espasa Hoy, Espasa Calpe, 2003. Incluye un
“La Naturaleza debe ser la Mente hecha visible;
(la naturalesa es más sabia. Cf.: nota 31). Véase David prólogo a la edición española, firmado por el autor, en
R. Keller y Frank B. Golley, op. cit. la Mente, la invisible Naturaleza. He aquí, en la abso-
el que da cuenta detallada de la polémica surgida de la
18 Antonio Fernández-Rañada, ‘‘Reduccionismo,
publicación del original en inglés, The skeptical envi-
objetividad, paradigmas y otras cosas de la ciencia’’. Re- ronmentalist. (La traducción del título, por las razones
vista de Libros, núm. 85, enero de 2004. 22 R. E. Johannes, Traditional Ecological Knowled-
aducidas más arriba en este mismo artículo, resulta
19 Frente al debate entre holismo y reduccionismo ge. Reproducido por Donald VanDeVeer y Christine
poco afortunada. Cf.: Fernando Peregrín Gutiérrez,
se presenta la opción de la llamada ecología dialéctica, un ‘‘Lomborg y los ecologistas: querellas poco académicas’’, Pierce, editores: The Environmental Ethics and Policy
intento de explicar la biología según la dialéctica mate- Letras Libres, junio de 2004). Book (tercera edición). Wadsworth/Thomson Learning,
rialista del marxismo clásico. Los escasos –aunque pres- 21 Naturaleza es un término polisémico. Hasta aho- Belmont, CA, 2003.
tigiosos algunos de ellos– defensores de estas ideas se 23 Aunque rara vez se cita en la literatura ecológica
ra, cuando nos hemos estado refiriendo principalmente
encuentran hoy día principalmente en ciertos grupos a la ecología científica, su significado ha sido el conjunto actual a Theodor W. Adorno a la hora de disertar sobre
reducidos del ámbito académico estadounidense de procesos que son competencia de las ciencias natura- los valores estéticos de la naturaleza, es interesante leer su
(Richard Levins y Richard C. Lewotin, Dialectics and les. En adelante, aparecerán otras acepciones más o me- crítica a la teoría estética de la belleza natural de Hegel y
Reductionism in Ecology. Reproducido por David R. Ke- nos metafísicamente esencialistas o sacras, o metafóricas del idealismo alemán (Cf.: Theodor W. Adorno, Teoría
ller y Frank B. Golley, op. cit.). y literarias. estética, Taurus, Madrid, 1980).

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



27
E L PE N SAMIE NTO ECOLÓGICO

luta identidad de la Mente dentro de noso-


tión medioambiental responsable,
tros y la Naturaleza fuera de nosotros, cómo uno de cuyos primeros teóricos fue
debe resolverse el problema de una Natura- el estadounidense Aldo Leopold
leza externa”. (1886-1948), que fue funcionario
Se caracteriza dicha corriente del US Forest Service y evolucionó
literaria medioambiental por el re- desde la propugnación y organiza-
chazo de la filosofía materialista y la ción de programas de erradicación
instrumentación y subyugación de entusiasta de todos los depredado-
la naturaleza durante la revolución res, hasta la defensa igualmente
industrial; la sacralización neopan- activa del derecho a existir de to-
teísta de la naturaleza y la recupera- dos los miembros de la comunidad
ción de los mitos del buen salvaje y terrestre24. Su gran influencia so-
de la Arcadia perdida. Algunos de bre el pensamiento de los movi-
los principales representantes de es- mientos ecologistas modernos se
ta literatura fueron William debe a sus artículos publicados ori-
Wordsworth (1770-1850), el poeta ginalmente en revistas tales como
inglés del paisaje de Lake District, American Forest, Journal of Forestry
en Cumbria, Inglaterra; Ralph Wal- y Journal of Wildlife Management,
do Emerson (1803-1882), poeta y los cuales acabaron formando par-
filósofo americano, que mezcló el te de su célebre libro póstumo A
platonismo con ideas o creencias Sand County Almanac. En muchos
hinduistas, budistas y de pensadores de estos ensayos aparecen esboza-
persas de la antigüedad para formar dos o se discuten con detalle algu-
un sistema filosófico que llamó nos de los principales problemas
“trascendentalismo”, filosofía que que surgen al tratar de formular
inspira su ensayo Nature (1836) en entorno natural cercano –la pulcritud, libre una ética medioambiental basada
el cual desarrolló su idea de “unidad mística de basura, de “mi patio trasero” (“not in my en una serie de valores de los que se puedan
de la naturaleza”; Henry David Thoreau back yard”)–, sin que aparezcan aún de for- derivar programas de acciones políticas y so-
(1817-1862), vecino y amigo de Waldo ma clara ni la inquietud ni la preocupación ciales. Leopold sostuvo una concepción
Emerson y, también como él, “trascendenta- por el medio ambiente global, fruto de lo organicista de la Tierra, entendida en el sen-
lista”, cuya obra más conocida es Walden or que los ecologistas llaman “una cosmovisión tido de las doctrinas de Ouspensky, una pos-
the Life in de Woods (1854), si bien su pensa- ecológica moderna”. tura filosófica de raíces vitalistas, opuesta al
miento ecológico, en línea con el conserva- El paso del conservacionismo medioam- mecanicismo25. En el pensamiento ecologis-
cionismo clásico, quedó mejor expresado en biental a la implantación de los modernos ta actual, sobre todo en la llamada ecología
su ensayo Succession of Forest Trees, publicado movimientos cívicos ecológicos y a las orga- profunda (deep ecology)26, es muy frecuente
póstumamente en el libro titulado Excur- nizaciones y partidos que los controlan es encontrar concepciones vitalistas (o neovita-
sions; Walt Whitman (1819-1892), otro bastante impreciso. Para algunos historiado- listas) de la biosfera, sean de carácter sagrado
poeta americano, también “trascendentalis- res de estos movimientos ecológicos, el cita- o de esoterismo panteísta o pampsiquista, en
ta”, autor de Leaves of Grass y When Lilacs do escritor John Muir, un escocés afincado línea con las especulaciones seudofilosóficas
Last in the Dooryard Bloom’d (de Memories en California durante los 46 últimos años de de la new age (Cf.: nota número 13). Leo-
of Lincoln); y, finalmente, John Muir (1838- su vida, representa un mojón importante en pold lo expresa así27:
1914), de quien nos ocuparemos más ade- el camino del conservacionismo al ecologis-
lante como fundador del Sierra Club. mo actual. Pues, además de naturalista y es- “Hay una concepción mecanicista de la Tierra
Es peculiaridad común de esta literatura critor en defensa de la naturaleza, fue funda- como nuestra proveedora física y como lugar que nos
hace de soporte. [...] A esta concepción se opone otra:
romántica sobre el medio ambiente su de- dor del Sierra Club (1892), especie de em- el mundo es un organismo vivo y la tierra, las monta-
fensa de los valores estéticos de la naturaleza brión de las actuales ONG ecologistas. ñas, los ríos, la atmósfera, etcétera, son órganos o par-
salvaje e incontaminada aún por la acción Asimismo, impulsó políticamente la necesi-
del hombre, sus industrias y su pujante dad de crear parques nacionales para la pro-
24 Bryan G. Norton, The Constancy of Leopold’s
desarrollo urbano. En pleno crecimiento ex- tección de entornos naturales de característi-
ponencial de la revolución industrial, basada cas medioambientales especiales. Fue inspi- Land Ethic. Reproducido en: Environmental Pragma-
tism, Andrew Light y Eric Katz, editores. Routledge,
ya enteramente en el conocimiento científi- rador directo y principal de la creación, en Londres, 1996.
co y técnico, surge el rechazo del materialis- tiempos del presidente Theodore Roosevelt, 25 D. P. Ouspensnky (1878-1947), pensador y es-

mo y de la instrumentación y subyugación del primer parque nacional estadounidense, critor de origen ruso, partidario de un vitalismo esotérico
como fuente de la consciencia y las funciones vitales de
de la naturaleza al progreso tecnológico y el de Yosemite (por ello, su consideración de los organismos vivos (la Tierra, creía, tenía su propio
económico (un prometedor desarrollo social “padre de los parques nacionales”). espíritu y su consciencia). Su obra más conocida, Ter-
exaltado con gran optimismo por muchos tium Organum (1911), fue un éxito de ventas en Estados
Unidos. Junto con su mentor. G. I. Gurdejieff, ha sido
pensadores cuando terminaba el siglo xix) Valores y éticas del ecologismo
uno de los precursores del sincretismo religioso y de la
que para estos escritores es consecuencia di- Con el paso del conservacionismo al activis- mística de la new age.
26 Término acuñado por Arne Naess. Más adelante
recta de la industrialización. Es, ante todo, mo ecológico empieza a tomar fuerza la idea
una postura conservacionista (conservadora de formular una filosofía, una ética para la tendremos ocasión de explicar brevemente la idiosincra-
sia de este movimiento ecológico, extremista y funda-
y burguesa, según la terminología del mar- relación de los humanos con el medio am- mentalista.
xismo clásico) de la belleza y la limpieza del biente. Surge, además, el concepto de ges- 27 Bryan G. Norton, op. cit.

28 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145■


FE R N A NDO PEREG RÍ N G UTI ÉRREZ

te de órganos, de un todo coordinado, cada parte con ninguna otra especie posee en su cerebro El nudo gordiano de la ética ecológica
una función definida”. funciones altamente jerárquicas de pensa- Para muchos ecologistas, ya sean teóricos,
miento abstracto capaces de la autorreflexión técnicos o activistas políticos, el centro del
El mecanicismo se confunde frecuente- y de la institución de éticas. En resumidas debate sobre la ética ecológica se encuentra
mente con el determinismo; y éste, con la cuentas, se trata del debate entre los que opi- en las distintas acepciones y variaciones con-
predictibilidad. Newton y su física, así como nan que resolviendo primero las crisis ceptuales de las expresiones valor instrumen-
el racionalismo ilustrado, son las bestias ne- medioambientales se solucionarán los pro- tal y valor intrínseco; y en la elección de una
gras de muchos pensadores de los movi- blemas de la humanidad y los que piensan de ellas como base sólida en la que funda-
mientos ecologistas, que no es raro que recu- que hay primero que ocuparse de los graves mentar dicha ética. Generalmente, se consi-
rran a la seudociencia para asentar sus creen- desajustes, precariedades e injusticias que dera a G. E. Moore como el primer filósofo
cias sobre la naturaleza viva e inerte28. sufren muchos seres humanos, porque así se moderno que abordó con detalle el proble-
Leído esto, puede parecer que Leopold acabarán arreglando todas las dificultades ma de los llamados valores intrínsecos. En su
es uno de los iniciadores de la llamada ética ecológicas y los abusos y agresiones contra libro Philosophical Studies, de 1922, escribió
ecocéntrica (o biocéntrica), por contraposi- los ecosistemas. que “decir que un cierto valor es ‘intrínseco’
ción a la tradicional, que se considera antro- El pragmatismo de Aldo Leopold –in- significa... que la cuestión de si una cosa lo
pocéntrica. La visión ecocéntrica, en su sen- flujo de Arthur Twining Hadley, típico ex- posee... depende sólo de la naturaleza intrín-
tido más general y laxo, es bastante evidente ponente de la escuela pragmática americana seca de la cosa en cuestión.” Anteriormente,
y trivial: la especie humana es una más de las clásica– le llevó al convencimiento de que, en su texto de 1902 Principia Ethica, nos dio
que comparten la Tierra, no la elegida; for- para bien o para mal, los seres humanos iban una receta práctica para decidir qué cosas
ma parte integrante del ecosistema global o a alterar la biota. Además, nunca cuestionó tienen un valor intrínseco. Para ello, “es ne-
biosfera; y la salud y bienestar razonable de su derecho a hacerlo, siempre que las modi- cesario considerar cuales son las cosas que, si
los seres humanos, y hasta su supervivencia ficaciones fuesen consistentes con el conoci- existieran por si mismas, en aislamiento ab-
como especie, dependen del buen estado del miento medioambiental (gestión responsa- soluto, juzgaríamos entonces que su existen-
medio ambiente, tanto local como global29. ble e inteligente del medio ambiente) y que, cia era buena.” No es de extrañar, dadas estas
En sentido más específico que le dan mu- a largo término, sirvieran para proteger la premisas, que Moore se inclinara a pensar
chos teóricos y pensadores ecologistas, esto vida humana y de la demás vida en la Tierra, que muy probablemente era imposible asig-
es, que todo se debe supeditar –incluyendo de la cual aquella dependía32. Sin embargo, narle un valor intrínseco a cosa alguna (sólo
la especie humana, su bienestar y hasta su muy pocas veces se destaca en los libros y excluía las experiencias, que podían ser valio-
supervivencia– a una rígida axiología y a una ensayos de los ecologistas actuales la compo- sas aunque se experimentaran en el aisla-
imprecisa teleología de la biosfera, esa visión nente pragmática del pensamiento ecológico miento total)34. Realmente, la discusión so-
ecocéntrica es una base muy frágil y discuti- de Leopold. Aparentemente, la razón es que bre la existencia de valores intrínsecos en la
ble para fundamentar una ética del hombre los partidarios de la ecología profunda y los naturaleza animada e inanimada (o en el
y del medio ambiente. Básicamente porque teóricos más importantes de las organizacio- cosmos, en general) es un debate estéril y,
la especie humana es la única que tiene una nes ecologistas, en vez de estudiar y citar los muchas veces, puramente metafísico, sin que
consciencia capaz de crear éticas y actuar escritos de Aldo Leopold, se suelen basar en pueda aportar nada a la práctica cotidiana
conforme o en contra de sus preceptos30. la interpretación que de ellos hizo J. Bair Ca- del estudio y resolución de problemas
Por mucho que se quiera extender la cons- llicott. Para este influyente escritor ecologis- medioambientales.
ciencia a otras especies, o incluso a la propia ta, proponente de una ética basada en el Tampoco sirve en este debate ontológi-
naturaleza como un todo (Nature knows monismo ecocéntrico, el pluralismo del co sobre esencias y propiedades, recurrir a
best)31, la evidencia empírica demuestra que pragmatismo clásico norteamericano es in- Hume y a su distinción entre cualidades pri-
compatible con una ética unitaria, basada en marias y secundarias de los entes (deudora
valores intrínsecos de la biota y de la tierra de la tradición empirista), pues dicha escue-
28 Cf.: Robert E. Ulanovicz, Life after Newton: An
que la acoge y sostiene. El pragmatismo, la de pensamiento filosófico no tiene res-
Ecological Metaphysic. Reproducido por David R. Keller
y Frank B. Golley, op. cit. muy ligado según este intérprete de Leopold puesta para la descripción y explicación
29 La tradición judeo-cristiana de considerar a la al utilitarismo humano, conduce a una ética científica del mundo y de las cosas que hay
especie humana como la elegida por su dios ha sido muy necesariamente antropocéntrica, basada en en él. Así, por ejemplo, el color no es más
criticada por numerosos escritores ecologistas. Así, pode-
mos leer que, “nuestra presente ciencia y nuestra presen-
valores instrumentales en vez de intrínsecos que un fenómeno físico que tiene que ver
te tecnología están ambas tan teñidas de la arrogancia de las entidades de la ecología33. con las longitudes de onda de las radiaciones
hacia la naturaleza, propia de la ortodoxia cristiana, que electromagnéticas incidentes y reflejadas, y
no es posible esperar que den por si solas soluciones a con la respuesta de los órganos visuales y su
nuestra actual crisis ecológica. Ya que las raíces del pro-
blema son en gran medida religiosas, el remedio debe ser consecuente procesado neurológico de los
también esencialmente religioso...” Lynn White, Jr, The Nature and Human Concern. McGill-Queen’s Universi- distintos seres vivos que reciben el reflejo35.
Historical Roots of Our Ecological Crisis. Reproducido por ty Press. Montreal & Kingston, 2001. Belshaw matiza
Donald VanDeVeer y Christine Pierce, op. cit. esta expresión diciendo que “este pensamiento no signi-
30 Es curioso que uno de los teóricos más impor-
fica que la naturaleza tenga algún tipo de noción parti-
tantes del ecocentrismo extremo, J. Baird Callicott, se 34 Anthony Weston, Beyond Intrinsic Value. Re-
cular que corresponda a la de los valores que tienen los
exprese así: “En último extremo, el hecho de que la humanos sino que la naturaleza en su conjunto se cuida producido por Andrew Light y Eric Katz, op. cit.
naturaleza haya producido una especie ética, Homo 35 Christopher Beishaw, op. cit. Este autor distin-
muy bien de sí misma.”
sapiens, la naturaleza no es amoral.” (Cf.: J. Baird Ca- 32 Bryan G. Norton, op. cit. gue entre valor inherente de una cosa –que corresponde
llicott, The Conceptual Foundations of the Land Ethic. 33 La interpretación del pensamiento ecológico de más o menos con la clásica definición de Moore– y la
Reproducido por Donald VanDe Veer y Christine Pier- Aldo Leopold que realiza Callicott, así como sus críticas valoración como intrínseca de esa cosa por un observa-
ce, op. cit.). al pragmatismo americano (según la tradición clásica dor humano. Debemos también a Moore la denuncia de
31 Barry Commoner, The Closing Circle, Man and la llamada falacia naturalista, que consiste en que de lo
enraizada en la filosofía de Peirce, Royce, James, Mead ,
Technology. Bantam, Nueva York, 1971. Citado por Dewey, etcétera), se tratan con amplitud y detalle en: que es no se puede inferir lo que debe ser; o lo que es lo
Christopher Belshaw, Environmental Philosophy: Reason, Andrew Light y Eric Katz, op. cit. mismo, que no hay camino directo ni relación lógica

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



29
E L PE N SAMIE NTO ECOLÓGICO

Se argüirá que la discusión sobre los va- utilitarios) y dependientes del contexto (in- no hay tal escasez de dichos recursos, olvi-
lores intrínsecos es más una cuestión subje- dividual, social, histórico, cognitivo, etcéte- dando incluir en el argumento la premisa de
tiva y de sentimientos que objetiva y empíri- ra). Lo cual no implica necesariamente caer que el precio no sólo es función de la abun-
ca; y que por tanto, no cabe recurrir a las en el vacío del relativismo ético total. La ex- dancia o escasez sino del hallazgo de nuevas
ciencias naturales para rechazarlo o minus- periencia nos enseña que los problemas éti- reservas, del abaratamiento de la puesta en el
valorarlo. Mas si así se piensa o se argumen- cos o de valores se presentan más acuciante- mercado de dichos recursos, así como del
ta, se cae en la contradicción de que el valor mente cuando es necesario elegir entre una menor consumo debido a su sustitución por
intrínseco de algo, para serlo, debe ser inde- pluralidad de opciones asociadas a valoracio- productos sintéticos o de distinta naturaleza
pendiente de la subjetividad del que se lo nes distintas, muchas veces conflictivas e pero que realizan la misma función. Para al-
asigna. Es muy difícil reconciliar el concepto incluso contradictorias y excluyentes entre gunos, como por ejemplo el economista
tradicional de valor intrínseco con el plura- si, pero que desde un punto de vista racio- americano Julian Simon, mentor del citado
lismo subjetivo, máxime si tenemos en cuen- nal, son igualmente válidas. En resumen, y polémico Bjørn Lomborg, este ciclo no
ta la estrecha relación entre subjetividad y cuando nos encontramos ante situaciones en tiene un final previsible, pues la confianza en
enculturación. Adicionalmente, aparecen las que podemos elegir entre A y B pero no el intelecto humano para crear continua-
problemas y paradojas cuando se trata de podemos tener A y B a la vez. No puedo mente tecnologías que resuelvan los proble-
determinar cuáles son las entidades ecológi- explayarme aquí sobre mi convencimiento mas de escasez de recursos naturales, es ab-
cas a las que se les puede y se les debe asignar de que es posible establecer en esos casos una soluta37.
valores intrínsecos. ¿Al individuo? ¿A una jerarquía de valores mediante el pragmatis- Es claro que los ecologistas no compar-
especie? ¿A una comunidad biológica? ¿A mo, la tolerancia y la predisposición a llegar ten para nada el optimismo desbordado de
todos y cada uno de los biosistemas o a la a acuerdos lo más convenientes posibles, ob- Simon y sus seguidores. Lo curioso es que en
biosfera, punto culminante del holismo ex- viando aquellas opciones en las que la evi- general esta visión de los economistas, ligada
tremo de muchos ecologistas? ¿Dónde traza- dencia empírica y científica, la experiencia o al progreso y al crecimiento económico, pa-
mos la frontera entre holismo y reduccionis- el consenso nos indican que son las peores y rece ser para muchos políticos y activistas
mo a la hora de asignar valores intrínsecos? menos deseables. En suma, debemos buscar “verdes” un mal exclusivo del capitalismo
Hay, desde luego, oráculos de los movimien- y tratar de asentar una ética basada en la cla- liberal, olvidando que el del Estado del mar-
tos ecologistas que no se arredran ante estas ridad de ideas, compatible con nuestro me- xismo clásico y ortodoxo puede ser –y de
dificultades conceptuales e intentan formu- jor conocimiento científico, libre de prejui- hecho lo fue– tan o más agresivo con la na-
lar nuevas teorías de los valores intrínsecos. cios infundados y fundamentalistas, que sea turaleza y esquilmar en igual o mayor medi-
Tal vez el más notorio de estos intentos sea capaz de establecer con suficiente precisión y da los recursos no renovables. En realidad, la
el del citado Callicott, quien mezclando extensión una escala de valores para cada ca- tradición marxista estaba más incapacitada
ideas sacadas del darwinismo con las pro- so particular, siempre sujeta a la discusión y que la liberal para afrontar la crisis de con-
puestas de Hume sobre objetividad y subje- modificación para respetar un modus viven- ciencia ecológica que creó en los países de
tividad de los observadores y la ya mencio- di basado en acatar nuestra pluralidad cultu- economía de mercado los movimientos so-
nada dualidad de cualidades; añadiendo ral e individual a la vez que nuestra unidad ciales de finales de la década de los 60 del
unas citas sobre el flujo energético en los como una especie totalmente dependiente siglo pasado. Sólo cuando los marxistas, y en
biosistemas, espigadas de ciertas interpreta- de la biosfera, nuestro único hábitat dispo- general los partidos socialistas y socialdemó-
ciones muy especulativas de la termodinámi- nible de momento. cratas, vieron el gran éxito social y político
ca de los sistemas disipativos, y, finalmente, de los movimientos cívicos “verdes”, empe-
una guinda de cháchara basada en explica- Economicismo y análisis coste/beneficio zaron a interesarse por cuestiones medioam-
ciones ad hoc de la física cuántica, sostiene Ocurre, empero, que se suele asociar el valor bientales. Entonces observaron un impor-
haber resuelto el dilema haciendo desapare- instrumental con la simple valoración eco- tante movimiento capaz de producir canti-
cer la clásica dicotomía de los valores en in- nómica de las cosas o las acciones. Desem- dades notorias de votos e intentaron influir
trínsecos e instrumentales36. bocamos así en otra disputa entre expertos en él, pero fue y es simplemente una cues-
Tengo para mí que todo esto se reduce a en cuestiones medioambientales. Por un la- tión de interés por el poder político más que
un apriorismo del autodenominado pensa- do está la visión predominantemente econo- un intento sincero de incorporar en sus pro-
miento social alternativo, progresista y eco- micista y, por otro, la fundamentalmente gramas y planteamientos económicos las
lógico: que los valores instrumentales son ecológica. Se suele también decir que los pri- tesis y propuestas de los ecologistas, lo que
intrínsecamente perversos, por egoístas, con- meros son optimistas respecto del ingenio y significaría cambiar de raíz la ideología bási-
servadores, capitalistas e insolidarios. No la tecnología humana para resolver las crisis ca de progreso y desarrollo social de la iz-
creo que merezca la pena rebatir esta simpli- medioambientales y de recursos básicos y no quierda38.
cidad; baste tal vez con decir que, desde un renovables; y que los segundos adoptan pos- Es verdad que cuando algunos partidos
punto de vista naturalista, todos los valores turas pesimistas, cuando no netamente ca- políticos “verdes”, se han visto involucrados
de los entes ecológicos son instrumentales (o tastrofistas. Los ecologistas acusan a los eco- en el gobierno (como ha sucedido, princi-
nomistas de recurrir constantemente a los palmente en Alemania) han empezado a
análisis de coste/beneficio y de incurrir con
entre hechos y valores. Esta falacia es parte muy impor- frecuencia en la falacia de la relación directa
tante de la retórica ecologista y de los “verdes”, que in- 37 Julian Simon, Can the Supply of Natural Re-

sisten en que todo lo natural es intrínsecamente bueno.


entre precios y escasez (o abundancia) de los sources Really Be Infinite? Yes! Peproducido por Donald
36 Cf.: Andrew Light y Eric Katz (varios artícu- recursos no renovables. En parte, esta segun- VanDeVeer y Christine Pierce, op. cit.
38 John Bellamy Foster, ‘‘Marx’s Ecology: Materia-
los), op.cit. J. Baird Callicot, op. cit. Christopher Bels- da observación es cierta, ya que es típico de
haw, op. cit. Es cierto también que de vez en cuando en muchos economistas argumentar que la es- lism and Nature’’, Monthly Review Press, Nueva York,
cuestiones de práctica ecológica Callicott dice cosas 2000. Asimismo, véase Manuel Arias Maldonado, ‘‘Re-
bastante sensatas, que expresa con claridad y sin dema- casez indica necesariamente una subida de tórica y verdad de la crisis ecológica’’. Revista de Libros,
siados circunloquios. precios; y que cuando esto no ocurre, es que núm. 65, mayo de 2002.

30 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145 ■


FE R N A NDO PEREG RÍ N G UTI ÉRREZ

adoptar posturas más pragmáticas y han vis- industriales (algunas propuestas rozan el “es- los hipotéticos daños para la salud de los
to como inevitable la necesidad del análisis talinismo ecológico”). Es inevitable, en todos consumidores, se junta en este caso el de los
de coste/beneficio. Por supuesto que tal aná- los casos, que se produzca la contradicción profetas y propagandistas de los movimien-
lisis es irrealizable desde posturas fundamen- de que si el crecimiento es sostenido requie- tos antiglobalización y “altermundistas”, de-
talistas basadas en valores intrínsecos arbitra- re que sea acumulativo; por muy reducidos rivado del recelo de la imposición del llama-
rios y en éticas extremadamente ecocéntri- que sean los incrementos anuales, como do “monopolio de las semillas” y otros pro-
cas. Mas aunque se adopte un utilitarismo acaece con el interés compuesto, el acreci- ductos asociados –como los pesticidas
moderado por el respeto a los derechos hu- miento es exponencial, y transcurrida una específicos– por parte de una pocas y demo-
manos y a ciertas reglas morales básicas sobre fracción insignificante del tiempo que la hu- níacas multinacionales de biotecnología de
el medio ambiente, no es fácil muchas veces manidad lleva habitando nuestro planeta, se la agricultura y los alimentos (de las cuales,
llevar a cabo el análisis en términos pura- llega a la saturación, y es imposible seguir Monsanto es el Lucifer), lo que condenarían
mente económicos. Pues, ¿cómo cuantificar sosteniendo ningún tipo de desarrollo39. Pa- a la pobreza y a la hambruna por los siglos
la biodiversidad y sus beneficios? ¿Qué im- ra escapar de este callejón sin aparente salida de los siglos a los países pobres y subdesarro-
portancia le dan los seres humanos de dife- cabe la solución del crecimiento cero o nega- llados.
rentes culturas a un aire puro y a un entorno tivo, lo cual es, dada la situación de una gran Estas creencias y planteamientos políti-
estéticamente placentero? ¿O a la conserva- parte de la humanidad, éticamente inacepta- cos han calado hondo en la opinión pública
ción de especies en peligro de extinción? ble y políticamente inviable. La alternativa de muchos países europeos, lo que ha oca-
Estas y otras tantas preguntas similares es apostar por que el avance del conocimien- sionado moratorias en la UE a veces injusti-
tienen difícil respuesta, incluso en términos to científico y la tecnología que se pueda ficadas y largos, difíciles y muy costosos pro-
cualitativos. Se podrá argumentar que algu- desarrollar a partir de él nos permitan am- cesos para la aprobación de cultivos transgé-
nos problemas medioambientales que afec- pliar sustancial, aunque siempre limitada- nicos. Es muy probable que esta estrategia,
tan a la salud se pueden cuantificar evaluan- mente, los confines del desarrollo. que se basa en intentar poner puertas al cam-
do el ahorro sanitario que se consigue pre- Mas de nuevo nos topamos con postu- po, acabe produciendo el efecto contrario al
viendo las posibles patologías que puedan ras frecuentemente anticientíficas y seudo- que se pretende; pues cuando los OGM se
provocar y su consiguiente alivio o curación. científicas de los teóricos y líderes de los mo- acaben implantado y generalizando, cosa
Pero ésta generalmente es sólo una pequeña vimientos ecologistas40. Como acaece en el poco menos que inevitable, el monopolio
parte del análisis, que resulta así muy incom- caso de los organismos genéticamente modi- será mucho mayor del actual, ya que sólo
pleto. Sin embargo, en general podemos cal- ficados (OGM, esto es, por ejemplo, plantas unas pocas y muy poderosas empresas de
cular –aunque frecuentemente con grandes y animales transgénicos), donde el exceso de biotecnología habrán sido capaces de supe-
desviaciones finales según la magnitud y celo puesto en aplicar a rajatabla el llamado rar los obstáculos europeos y de otros países
complejidad del problema– el coste de las principio de precaución va bastante más allá –basados, repito, en una interpretación ex-
acciones orientadas a restaurar y conservar de lo científicamente razonable para la eva- trema del principio de precaución– a la in-
tanto ecosistemas como toda la biosfera. Pe- luación de los posibles riesgos. La pretensión vestigación, desarrollo y comercialización de
ro aquí también hay que introducir costes de exigir la demostración del riesgo nulo, la sus productos. Cuando esto ocurra, acabarán
intangibles como los sacrificios en consumo seguridad total, es un disparate científico teniendo un dominio abrumador del merca-
y confort que, para ciertas sociedades, con- que se usa en demasiadas ocasiones falaz- do. Esta situación europea, forzada por una
llevan muchas de esas medidas. Tal vez por mente para impedir incluso la investigación opinión pública cuyo desconocimiento y
estas dificultades, y por motivos de estrate- sobre la naturaleza y alcance de los propios credulidad han sido convenientemente ma-
gias políticas rara vez las ONG ecologistas y riesgos medioambientales y de salud de los nejados para lograr una fe ciega en creencias
los partidos “verdes” informan de los costes consumidores que se pueden derivar de irracionales y supercherías, es muy posible
que suponen sus propuestas y programas. productos obtenidos mediante las nuevas que nos deje en desventaja científica y tecno-
Indudablemente, en algunos casos –como el biotecnologías41. Al rechazo de muchos lógica respecto de otros países, principal-
del cambio climático– el problema sea tan ecologistas a los OGM, basado en la exage- mente Estados Unidos. Pero cuando nume-
grave y acuciante que no quede más remedio ración de los peligros de contaminación rosas ONG se oponen a las donaciones esta-
que empezar a tomar medidas cuanto antes, genética de cultivos más o menos próximos dounidenses de grano a países africanos que
sea cual sea su coste. Mas ello no es óbice a aquellos, que supondría comprometer en sufren una tremenda hambruna por la falaz
para que los ciudadanos estén bien informa- mayor o menor medida la biodiversidad del y absurda razón de que, por ser transgénico
dos de lo que les va a costar, en dinero y en entorno, y en la desmesurada estimación de es perjudicial para la salud, ya no es un pro-
comodidades. blema de posible retraso tecnológico sino un
grave error, casi un delito de lesa humani-
Desarrollo sostenido y OGM 39 El hito más importante sobre previsiones del dad42. Un ejemplo paradigmático a la vez
Ante esta realidad se recurre a grandes gene- futuro del desarrollo de la humanidad es el primer que patético de esta “guerra de las semillas y
ralidades que acaban convirtiéndose en ma- informe del Club De Roma, Los límites del crecimiento de los OGM” lo encontramos en la célebre
(1972), que tuvo un enorme impacto en la economía
nidos tópicos, como el llamado desarrollo mundial.
ecofeminista, prolífica escritora de panfletos
sostenido. Todos los ecologistas y políticos 40 Es frecuente que las organizaciones ecologistas y líder del International Forum on Globali-
“verdes” hablan de esta estrategia (que ha cuenten con científicos y expertos técnicos en nómina o zation, la hindú Vandana Shiva. Pese a que
como colaboradores voluntarios. Salvo pocas y honrosas
acabado contagiado a la izquierda tradicio- excepciones, estos suelen limitarse a intentar dar una vi-
al parecer –y no tengo razones para dudar-
nal), aunque no hay acuerdo ni en lo que tola de seriedad y prestigio académico a las doctrinas lo– es doctora en Física Teórica, es una rela-
realmente significa ni en cómo ponerla en políticas de estas organizaciones “verdes”.
41 Se puede conocer una exposición clara y compe-
práctica, si bien normalmente se propugnan 42 Francisco García Olmedo y Pablo Rodríguez
tente de esta cuestión en: Francisco García Olmedo,
drásticas medidas de control y gran inter- Plantas con luz propia: la tercera revolución verde. Edito- Palenzuela, ‘‘Hambre y pobreza: mitos y cifras’’. Revista
vención estatal en los procesos económicos e rial Debate, 1997. de Libros, número 83, noviembre de 2003.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



31
E L PE N SAMIE NTO ECOLÓGICO

tivista cognitiva extrema, una especie de de su sociedad difícilmente harán posible neracionales entre padres, hijos y nietos que
“ludita posmoderna”; y sus dogmatismos e que tengan posteridad. Curiosamente, hay se base en motivos naturales de preocupa-
ignorancia de los más sencillos principios muy poca literatura que aborde desde un ción por la progenie. Pues más que la extin-
agrícolas son un peligro público, no solo punto de vista racional y analítico el pro- ción de la especie humana, que para muchos
para su país, sino para muchos otros del Sur blema de los derechos de las futuras gene- es una pura entelequia, lo que puede mover
de Asia, donde se la escucha con devoción y raciones (y la que hay es a partir de media- a serios sacrificios a cada generación es el te-
respeto43. dos de los años 70 del siglo pasado). Prin- mor a los sufrimientos que producen los
Párrafo aparte merece el movimiento cipalmente porque es muy difícil hablar de primeros zarpazos del proceso que lleve a
ecológico contracultural más ligado a los un sujeto de derecho cuya existencia es pu- que nuestro planeta sea inhabitable. Si pen-
foros antiglobalización y “altermundistas” y ramente hipotética y que carece de la posi- samos en ello y tenemos la información fia-
a la new age: la ecología profunda y sus de- bilidad de tener deberes para con nosotros. ble y precisa que nos proporcione el conven-
rivados, como el ya citado ecofeminismo. Adicionalmente, la creciente inclinación cimiento de que existe un riesgo próximo de
La ecología profunda (deep ecology o tam- teórica de los guías intelectuales ecologistas determinados y concretos peligros, es posible
bién ecosophy) es tan fundamentalista y dog- y de los movimientos y las ONG, en gene- convenir entre padres e hijos una conducta
mática, tan mística y esotérica que más que ral, hacia una ética ecocéntrica y de valores ecológica sensata por el bien de los nietos de
una corriente ecologista de talante básica- intrínsecos hace que se pueda uno incluso unos e hijos de los otros. Así se puede inten-
mente anticientífico es una religión neopan- preguntar si es un valor positivo la conti- tar establecer unos primeros eslabones de
teísta y pampsiquista, sin iglesias y con nuidad de la especie humana. tres generaciones que, convenientemente
grandes dosis de sincretismo y relativismo Si a esto añadimos la dificultad, por no ensamblados y extendidos, puedan crear una
cultural posmoderno extremo. Como ya se decir imposibilidad, de los seres humanos de cadena intergeneracional. Quizá la primera
ha dicho anteriormente en una nota a pie sentir preocupación real –la que justifica pri- cláusula del contrato sea: cuando nos vaya-
de página, surge de los escritos de Arne vaciones y sacrificios– por generaciones pos- mos de aquí dejaremos las cosas al menos
Naess y se basa en un desprecio visceral por teriores a la de sus nietos como mucho como estaban.
el conocimiento racional y empírico de la (piénsese en la gran crisis actual de las tradi- Si difícil resulta teorizar sobre los dere-
ciencia, y su sustitución por una arcana sa- cionales relaciones familiares en muchas so- chos de las generaciones futuras, más com-
biduría de nuestro “yo interior y espiritual” ciedades desarrolladas), no debe sorprender- plicado parece el consenso para establecer los
y la sapiencia trascendente de la Madre Tie- nos esta falta de discusión sobre nuestra derechos de los animales. El llamado movi-
rra. Por su parte, el ecofeminismo culpa al posteridad. Cierto que se han hecho pro- miento de liberación animal (que tiene ori-
patriarcado y al antropocentrismo de todos puestas desde el utilitarismo, tanto intentado gen en las clásicas sociedades protectoras de
los males de la biosfera y propone una ética justificar el valor de la continuación de la animales) es muy reciente, pues apenas cuen-
feminista para la ecología, basada en la idea especie humana como apoyándose en postu- ta con algo más de treinta años47. Los dos
de la naturaleza como diosa femenina que ras estéticas, comparando nuestra preocupa- tratadistas más conocidos e influyentes son
nos nutre, cuida y protege44. ción por legar en buen estado nuestro patri- Peter Singer y Tom Reagan48. Mientras el
monio artístico y cultural con la preservación primero se centra en derechos legales, el se-
Deberes y derechos: de la belleza de la naturaleza45. Se pueden gundo lo hace en principios morales y en la
la posteridad y los animales poner muchas objeciones a estas propuestas, igualdad del valor inherente de los humanos
Para terminar este sucinto repaso a las pro- tanto desde el punto de vista pragmático y los animales. Su postura se puede concre-
puestas de éticas medioambientales, nos (hay diferencias sustanciales de todo tipo en- tar en tres puntos: a) abolición total del uso
ocuparemos brevemente de las posturas que tre la conservación de obras de arte y la de de animales en la investigación científica;
se quieren fundamentar en la moral y la las bellezas naturales) como estético (no sa- b) desaparición total del comercio de ani-
justicia ecológica basada en los derechos, bemos los gustos de las futuras generaciones, males de granja y c) eliminación total de la
más que en los valores en si. Llama la aten- y aunque podemos suponer que no serán caza de animales (con armas de fuego o
ción, a este respecto, la facilidad con que se muy distintas de las nuestras, no dejan de ser trampas), sea por motivos comerciales o de-
invoca a las generaciones futuras como ra- especulaciones). Tampoco sabemos con qué portivos. La posición que defiende Singer es
zón para adoptar posturas ecologistas más conocimientos científicos y medios tecnoló- la del utilitarismo clásico, solo que en la fór-
o menos extremas. Sobre todo en los países gicos se contará en un futuro para abordar mula de actuar imparcialmente para maxi-
desarrollados, cuyas pautas reproductoras los problemas ecológicos. mizar el bienestar general de la mayoría, re-
Una propuesta interesante es la debida a duciendo el sufrimiento y promoviendo el
John Rawls y su “contrato hipotético” basa- placer y la felicidad de la mayor cantidad de
43 Francisco García Olmedo, ‘‘El mito de Vanda-
do en “la justicia entre generaciones”. Mas seres posibles, entre esos seres y en pie de
na Shiva’’. Revista de Libros, número 88, abril de 2004.
También: Vandana Shiva, Development, Ecology, and de nuevo se presentan los problemas de que, igualdad con los humanos hay que contar
Women. Reproducido por Donald VanDe Veer y Chris- al no existir alguna de las partes contratan- con los animales. Así, no hay prohibiciones
tine Pierce, op. cit. tes, se reduce casi todo a una negociación
44 Arne Naess, Self-Realization: An ecological Appro-

ach to Being in the World. Reproducido por Donald Van- más bien virtual46. Pero sí se puede buscar el
De Verr y Christine Pierce, op. cit. Véanse también otros establecimiento una cadena de contratos ge- 47 Peter Singer, ‘‘Animal Liberation at 30’’. New

artículos recogidos en este libro así como Christopher York Review of Books, vol. 50, núm. 8, 15 de mayo de
Belshaw, op. cit. La falta de espacio me impide denunciar 2003. Véase también, del mismo autor, Animal Libera-
45 Peter Singer, Ética Práctica, Cambridge Univer-
otra falacia de los movimientos ecologistas, la de las lla- tion. Reproducido por Donald VanDeVeer y Christine
madas energías renovables alternativas (eólica, solar, bio- sity Press, 1995. Existe una edición anterior, de 1984, Pierce, op. cit. Véase también, de Jesús Mosterín, Los
masa...), cuando lo que son en realidad, y posiblemente en Editorial Ariel. derechos de los animales (1995) y ¡Vivan los animales!
46 Ernest Partridge: Future Generations. Reproduci-
por muchos años más, meramente complementarias en (1998), ambas obras editadas por Editorial Debate.
porcentajes que rondan el 10-15% de la producción to- do por Donald VanDeVeer y Christine Pierce, op. cit. 48 Christopher Belshaw, op. cit. Véase también:

tal. Es mi deseo equivocarme, mas me temo que la mo- Véase también: John Rawls, Teoría de la justicia, FCE, Tom Reagan, The Case for Animal Rights. Reproducido
ratoria nuclear la vamos a pagar muy cara. Madrid, 1978. por Donald VanDeVeer y Christine Pierce, op. cit.

32 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



FE R N A NDO PEREG RÍ N G UTI ÉRREZ

ni principios generales, por lo que habrá que nimo de sufrimiento posible– para mejorar Silent Spring (1962) abrió los ojos de mu-
considerar caso por caso. Verbigracia, se pue- nuestros fármacos mientras ello sea absolu- chos ciudadanos y del gobierno de Estados
den usar animales para la experimentación tamente necesario. Pues por mucho que Unidos para que vieran que gran parte de las
siempre que se les haga el menor daño posi- amemos a los animales, si son imprescindi- prácticas que se consideraban entonces nor-
ble y que el beneficio obtenido para los hu- bles para investigar sobre medicamentos que males, (verbigracia el uso del DDT y de
manos u otros animales sea mayor que la puedan evitar dolor e incluso salvar la vida a otros pesticidas cuyos efectos sobre los hu-
pena o la muerte infringida a los que se usen nuestros nietos, pongo por caso, es lógico manos y el medio ambiente se desconocían)
como cobayas. que en la escala de valores de nosotros los eran erróneas y –a menudo– gravemente pe-
Renuncio en este punto a martirizar al humanos los que portan nuestros genes es- ligrosas50. Para muchos, hubo un antes y un
lector con más información o análisis de la tén por encima de los miembros de cual- después de esta publicación. La celebración
generalmente farragosa, fundamentalista, y quier otra especie. del primer Día de la Tierra, el 22 de abril de
llena de retórica sentimental, contradictoria Un ensayo sobre el pensamiento ecoló- 1970, demostró a continuación que ese des-
e incoherente literatura sobre el debate de los gico no debe terminar sin haber incluido pués era tan importante que iba a cambiar
derechos de los animales49. Dejemos la mo- una mención de agradecimiento a los movi- radicalmente la historia del pensamiento
ralina de baratija y procedamos según el sen- mientos cívicos medioambientales y a ciertas ecológico. ■
tido común: disfrutemos de los animales, ONG de ecologistas (pese a que algunas han
mejoremos sus condiciones de crianza y sa- practicado en más de una ocasión, una espe-
crificio cuando hayan de servirnos de ali- cie de “ecoterrorismo”) por haber hecho de
mento (también se puede reducir a lo bási- la preocupación por el medio ambiente una
camente necesario el consumo de proteínas componente fundamental de la cultura ac-
animales, aunque los gourmets de las carnes tual de muchas sociedades. Mérito impor-
rojas no estarán muy de acuerdo) y experi- tante en la aparición de dichos movimientos
mentemos con ellos –produciéndoles el mí- lo tiene Rachel Carson, quien con su libro
Fernando Peregrín Gutiérrez es miembro del panel
49 Hay varios ejemplos de lo dicho en Do- de expertos de la UNEP (ONU) para el Protocolo de
50 Rachel Carson, Primavera silenciosa. Editorial
nald VanDe Veer y Christine Pierce, op. cit., y en Montreal sobre la protección de la capa de ozono at-
Christopher Belshaw, op. cit. Crítica, colección Dakontos, 2001. mosférica.
¿QUE LES CORTEN LA CABEZA?
JUAN ANTONIO LASCURAÍN SÁNCHEZ

La Reina de Corazones este apoyo aparentemente tan sólido a pe- ción de la Ley Orgánica del Poder Judicial
El día 1 de octubre de 2004 entrará en nas tan duras –y eventualmente incluso a la y del Código Penal, que aprovechó la tra-
vigor la cuarta y última de las reformas pe- cadena perpetua en sentido estricto o a la mitación de la Ley de Arbitraje en el
nales impulsadas por el Partido Popular pena de muerte– es, además de emocional- Senado para introducir en el Código Penal
durante el año 2003. Alguna de las medi- mente explicable, racionalmente aceptable. los polémicos delitos de convocatoria irre-
das que contempla esta vasta modificación Tal racionalidad no puede ser otra que la gular de referenda y de financiación de par-
del Código Penal de 1995 evoca el expedi- que proviene de la eficacia preventiva de ta- tidos políticos disueltos por conductas rela-
tivo modo con el que la Reina de les penas y de su congruencia con los valo- cionadas con actividades terroristas.
Corazones resolvía los conflictos del País res fundamentales que hemos adoptado co-
de las Maravillas: “¡Que les corten la cabe- mo punto de partida para organizar nuestra ● Anterior a esta ley orgánica, pero de
za!”. Afortunadamente, nuestro Poder sociedad. vigencia posterior, es, en fin, la Ley
Constituyente decidió que este contun- Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre,
dente mecanismo penal debía quedar abo- ● La pena de prisión de 40 años ha si- por la que se modifica la Ley Orgánica
lido incluso para los delitos más graves, y do introducida por la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código
proscribió expresamente la pena de muer- 7/2003, de 30 de junio, de medidas de re- Penal. Esta norma, que afecta a casi dos-
te. Implícitamente, prohibió también la forma para el cumplimiento íntegro y efec- cientos artículos del Código Penal, reforma
pena de muerte civil que comporta la ca- tivo de las penas. Como su nombre indica, el sistema de penas, suprimiendo el arresto
dena perpetua: si las penas de privación de esta ley orgánica no sólo ha elevado el lími- de fin de semana, introduciendo la pena de
libertad han de orientarse a la reinserción te máximo de cumplimiento de la pena, si- localización permanente y rebajando el lí-
social (art. 25.2 de la Constitución) y si no que ha endurecido los requisitos de ac- mite mínimo de la pena de prisión de seis a
nadie puede ser sometido a una pena in- ceso a los permisos de salida, al tercer grado tres meses. Aprovecha, asimismo, esta ley
humana (art. 15), va de suyo que no cabe penitenciario y a la libertad condicional. orgánica para realizar algunas modificacio-
en nuestro sistema la prisión de por vida. Esta norma, que gozó del apoyo parlamen- nes en el catálogo de delitos, entre las que
A lo ha dicho el Tribunal Constitucional, tario del Partido Socialista, vino pronto destaca la criminalización de nuevos com-
repudiando el “riguroso encarcelamiento acompañada de otras tres, ya sin dicho res- portamientos relacionados con la pornogra-
i sin posibilidades de atenuación paldo, en su tarea de modificación del fía infantil, la penalización de ciertas moda-
y flexibilización” (STC 91/2000). Código Penal. lidades de facilitación del acceso indebido a
La relegación a la historia de estas dos servicios de radiodifusión sonora o televisi-
penas ha sido objeto de un sólido consen- ● La primera de ellas fue la Ley va, la elevación de las cuantías de defrauda-
so que se ha visto permanente amenazado O ción o de beneficio que delimitan el delito
por la brutalidad de los atentados terroris- medidas concretas en materia de seguridad de la mera infracción administrativa en la
tas. De hecho, una de estas últimas refor- ciudadana, violencia doméstica e integra- defraudación fiscal y en el abuso de infor-
mas del Código Penal (CP) ha acercado la ción social de los extranjeros: tiene como mación privilegiada en el mercado bursátil,
pena máxima de prisión (40 años íntegros contenido penal principal la agravación de la elevación a delito de ciertos supuestos de
y efectivos) a la cadena perpetua mediante las penas en los supuestos de reincidencia y maltrato de animales, la consideración co-
el acuerdo de los dos grandes partidos es- habitualidad, el aumento de los casos en los mo delito de conducción temeraria con pe-
tatales (PP y PSOE). Las severas pegas de que la prisión de extranjeros sin permiso de ligro concreto para la vida o la integridad
legitimidad que suscita esta medida y las residencia debe ser sustituida por su expul- de las personas de la conducción que se
reticencias de ciertos sectores de la socie- s y –sólo aquí con el apoyo del entonces produzca con altas tasas de alcohol en san-
dad, claramente minoritarios, a decir de principal partido de la oposición– un trata- gre o con un exceso desproporcionado de
las encuestas, parecen haber quedado en- miento penal más severo de la violencia do- velocidad, y la agravación del delito de des-
mudecidas por el horror vivido en Madrid méstica. órdenes públicos cuando se produzca con
el pasado 11 de marzo. ocasión de eventos con asistencia de un
Frente a tal silencio y aun a riesgo de ● Vista y no vista fue, en segundo lu- gran número de personas.
p inoportuna, la cuestión que se desea gar, la extraña gestación de la Ley Orgánica
plantear en este artículo es la siguiente: si 20/2003, de 23 de diciembre, de modifica- ● A la vista de todas estas novedades

34 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº145



penales, quisiera ligar la cuestión enunciada rrección de errores (BOE núm. 65, de 16 de resocialización en la ejecución de las pe-
acerca de la justificación de la pena de pri- de marzo), frente al texto que había sido nas privativas de libertad (art. 25.2 CE), en
sión de 40 años con otras tan próximas co- aprobado en el Senado y en la votación fi- f parece soslayado por la sustitución de la
mo diferenciadas. Próximas, porque tienen nal del Congreso. Otras medidas resultan pena de arresto de fin de semana por estan-
que ver con la relación entre eficacia y valo- de una dureza desproporcionada, como la cias breves en prisión, que provocan en el
res; diferenciadas, porque su trascendencia, indiscriminada elevación a delito de toda condenado un desarraigo familiar, laboral y
con ser grande, queda lejos de la que supo- falta violenta entre ciertos parientes (art. social mucho más intenso.
ne la previsión de una pena de prisión casi 153 CP), o no se entienden bien desde la
de por vida. Se trata de que en el amplio perspectiva de la igualdad, como la expul- Cuestión de principios
grupo de reformas penales destacan algunas sión casi forzosa del extranjero sin residen- En efecto, ante problemas tan graves y
otras que, so pretexto de eficiencia, rebajan, cia legal en España en sustitución de una persistentes como son el terrorismo, los
si no cuestionan, la vigencia de los princi- pena de prisión inferior a los seis años (art. malos tratos en el ámbito doméstico o la
pios constitucionales que demarcan lo que 89.1 CP)1. Queda también cuestionado el reincidencia en el delito, la principal rece-
pueden hacer los poderes públicos a través elemental principio de que uno sólo puede ta que prescriben las últimas modificacio-
del derecho penal. ser sancionado por lo que él hace y nunca nes del Código Penal es la de un sensible
Algunas de ellas afectan al principio de por lo que hacen otros o por su manera de endurecimiento de las penas sin suficiente
legalidad entendido como exigencia de que ser (principio de culpabilidad), pues éste es reflexión acerca de si ello es eficaz y, ade-
sea el Parlamento el agente único de las el trasfondo del efecto severamente agrava- más y sobre todo, si es “bueno”: acerca de
normas penales tras un debate en su seno. torio de la reincidencia (art. 66.1.5º CP) y si esta nueva severidad sirve para lo que
No parece que ello fuera así con la puni- de la habitualidad (arts. 147.1, 234 y 244.1 dice servir sin ruborizar al sistema consti-
ción específica de la convocatoria ilegal de CP), y aquél (la responsabilidad por el he- tucional de valores.
consultas populares (Ley Orgánica cho ajeno) es el sustrato de la imposición Frente a las legítimas aspiraciones de
20/2003), introducida, como ya se ha seña- de una pena de multa a la persona jurídica utilidad en la prevención de los delitos no
lado, a través de una enmienda en el en cuyo nombre o por cuya cuenta actúa el debe desdeñarse la calificación moral que
Senado a la Ley de Arbitraje, ni con la rein- autor del delito (art. 31.2 CP). El mandato el modo de prevenir merece. No se trata
troducción de los delitos de reiteración de de evitar el delito a toda costa (no, por
faltas de hurto y de hurto de uso de vehícu- ejemplo, con penas de muerte o de ampu-
los (arts. 234 y 244 CP), instrumentada sin 1 A esta expulsión se le añade una prohibición de tación de miembros o con castigos a los fa-
discusión parlamentaria por la vía de la co- regreso a España por un periodo de 10 años. miliares de los delincuentes o con tortura

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



35
¿QUE LES CORTEN L A CABEZA?

como medio de investigación), sino de ha-


cerlo de un modo acorde con la identidad
valorativa esencial de la sociedad, de modo
que los ciudadanos no tengan que avergon-
zarse tanto del modo de reaccionar ante el
delito como del delito en sí y se vean tenta-
dos a pensar que tan malo es el remedio co-
mo la enfermedad. El derecho penal no só-
lo manifiesta de un modo especialmente
expresivo los valores de una sociedad en las
conductas que va a considerar intolerables,
sino también en el modo de perseguirlas,
sancionarlas y ejecutar las sanciones. Por
ello, si –en afirmación ya clásica– el Código
Penal es el reverso de la Constitución, lo es
tanto por los bienes que protege como por
el modo de protegerlos.
La discusión en torno a los principios
que deben vertebrar el sistema penal ha al-
canzado un cierto consenso a partir de los
valores de seguridad, autonomía personal,
igualdad y dignidad de la persona que están
en la base de un criterio democrático de le-
gitimidad del derecho. Si la democracia es –
en lo formal– un régimen de organización
política basado sobre la decisión mayoritaria ción de la libertad puede convertirla en in- ternativa. Así, sin olvidar que la pena de
y en el respeto a las minorías, y –en lo ma- útil3. Por otro lado porque, como sabe prisión es en sí poco acorde con la natura-
terial– un sistema de respeto a la autonomía cualquier persona que haya sufrido la expe- leza humana, habrá que convenir que la
de las personas, a la capacidad de elegir y de riencia de vivir amenazado, una vida inse- dignidad de la persona exigirá la abolición
materializar planes de vida (de respeto a la gura difícilmente va a poder ser una vida de la prisión excesivamente prolongada y,
libertad de cada uno para elegir los caminos digna, sometida como queda al autorrecor- por supuesto, de las penas corporales e in-
que le lleven a lo que entienda como su en- te de la propia libertad y al imprevisible famantes y, va de suyo, de la pena de
riquecimiento, su plenitud, su sosiego), es acecho de las sombras de un mal. muerte. Así, en fin, es también el valor de
porque se erige sobre la idea de la dignidad Este breve catálogo de valores fundan- la dignidad el que impone moralmente al
y la autonomía igual de todos los ciudada- tes de un criterio democrático de legitimi- Estado una estrategia penitenciaria que
nos. Por eso se postula su participación dad supone ya en sí mismo todo un pro- ofrezca al preso mecanismos que posibili-
igual en las decisiones colectivas; por eso se grama de política criminal. Así, resultará ten que su posterior vida en libertad se de-
impone la adopción de las decisiones mayo- que no podrá penarse a nadie sin previo sarrolle al margen del delito.
ritarias; por eso se enfatiza la protección de aviso de que la pena era una consecuencia Las directrices de actuación jurídica
la información, la expresión y la participa- jurídica prevista para su comportamiento. que acabo de citar conforman en realidad
ción en los asuntos públicos; por eso se Así, resultará también que la cuestión rela- un catálogo de principios. La vía de pene-
proscribe la intromisión pública o privada tiva a qué comportamientos deben penar- tración de los valores hacia el ordena-
en los asuntos de cada uno y se promueven se y cómo deben penarse es una cuestión miento la constituyen los principios, nor-
las condiciones para que cada uno proceda de la organización colectiva tan trascen- mas abstractas que vertebran el ordena-
a su realización personal en el modo en el dente que sólo deberán decidirla los repre- miento, y orientan las normas concretas,
que quiera concebirla. sentantes directos de los ciudadanos. Así, las integran y coadyuvan a su determina-
Junto a los valores básicos de la liber- si la autonomía personal es un valor esen- ción. Del valor “seguridad jurídica” y del
tad, la dignidad y la igualdad, figura tam- cial del sistema y la norma penal consiste valor de la democracia como decisión po-
bién el de la seguridad como componente precisamente en recortar esa libertad me- pular surge el principio de legalidad. Del
esencial de un criterio democrático de legi- diante la amenaza y la sanción, resultará valor de la igualdad se deriva el principio
timidad del derecho y del Estado. La segu- que sólo podremos justificar la pena en la de igualdad. La dignidad de la persona
ridad, y como parte esencial de ella la segu- medida en la que constituya un instru- inspira el principio de culpabilidad, la
ridad jurídica, tiene una íntima relación mento imprescindible para salvaguardar proscripción de las penas inhumanas y
con los valores de la libertad y de la digni- más libertad que la que restringe. Así, la degradantes, y el mandato de resocializa-
dad. Por un lado, porque, como acentúa dignidad de la persona exigirá que sólo ción. Es finalmente el valor general de la
Rawls, si las leyes son inseguras, nuestra li- pueda sancionarse a alguien por lo que ha libertad, de la autonomía personal, el que
bertad es insegura2. Ya señalaba Beccaria hecho en el uso normal de su autonomía: informa el principio de proporcionalidad
que la incertidumbre acerca de la conserva- sabiendo lo que hacía, queriendo hacerlo, o de intervención penal mínima.
siéndole exigible una conducta inocua al-
Una cadena casi perpetua
2 A Theory of Justice, pág. 239, Harvard De entre las reformas del Código Penal
University Press, Cambridge (Massachusetts), 1971. 3 En el capítulo I de De los delitos y las penas. de la anterior legislatura, la más impac-

36 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



JU A N A N TONI O LASC URAÍ N SÁNC HEZ

t posibilidad de acceso a la libertad condi- Tan cierto como lo anterior, y tan


dos supuestos un condenado cumpla una cional por cumplimiento de los 70 años acorde con las intuiciones más elementa-
pena de 40 años de prisión de una forma de edad4: “Lasciate ogni speranza, voi che les, es que la intensificación de la preven-
íntegra –sin acceso a una vida en libertad entrate”. ción no corre paralela a la intensificación
e la última fase (libertad condicional)– y La ley que introduce estas reformas ex- d la pena o, al menos –dejando la execra-
efectiva (sin disfrutar de permisos de sali- pone como motivo principal de la misma ble pena de muerte aparte–, a la prolon-
da ni de las amplias posibilidades de acti- “el de lograr una lucha más efectiva contra gación de la prisión. Que ante la misma
vidad externa que supone el tercer grado la criminalidad”, dotando al ordenamiento probabilidad de imposición es sensible-
penitenciario). Hasta ahora, la pena penal de “una respuesta más contundente” mente más disuasoria una pena de 12
máxima era de 30 años de prisión, y las a los delitos más graves e impidiendo que años que una de dos es tan obvio como
limitaciones que se establecían para su ciertos mecanismos de resocialización del dudoso resulta que haya una diferencia
dulcificación se referían sólo al paso a la penado, como “la flexibilidad en el cum- relevante en cuanto a su eficacia de pre-
situación de libertad condicional. Con el plimiento de las penas y los beneficios pe- vención general entre una pena de 30
nuevo articulado se dispone de un modo nitenciarios (...), se conviertan en meros años y una de 40, siquiera sea por la difi-
ciertamente abigarrado que cuando la pe- instrumentos al servicio de los terroristas y cultad psicológica de proyectarse vital-
na fijada en la sentencia antes de los lími- los más graves delincuentes para lograr un mente a tan largo plazo. A la hora de eva-
t que se disponen como máximos de 25, fin bien distinto” (exposición de motivos luar la eficacia del fuerte incremento (en
30 o 40 años sea superior al doble de esta de la Ley Orgánica 7/2003). 10 años) de unas penas de prisión ya muy
pena limitada, el cómputo del tiempo en Nada puede objetarse, desde luego, a prolongadas (de 30 años), debe tomarse
prisión necesario para poder disfrutar de la obvia aspiración de eficacia en la lucha en cuenta además la refracción motivacio-
permisos de salida (la cuarta parte de la contra el crimen, esencial al propio nal que a este tipo de penas oponen cierto
condena), del tercer grado penitenciario Estado de derecho. Bien al contrario, lo tipo de delincuentes, precisamente los
(la mitad de la condena, en virtud de lo que sería intolerable es la ausencia de tal destinatarios expresos de las mismas. Poco
que dispone la propia reforma, frente a la finalidad. La cuestión no es si esta refor- poder disuasorio puede desplegar una pe-
cuarta parte anterior) y de la libertad ma persigue una meta loable. La cuestión na, cualquier pena, frente a un terrorista
condicional (las tres cuartas partes de la es si son necesarios los tan contundentes dispuesto a entregar su vida por su causa
condena o, en algunos casos, las dos ter- medios de que dispone para ello, y si en en lo que él entiende como una inmola-
ceras partes) se realizará sobre la pena ini- tal caso, y frente a otras alternativas, nos ción. No es mucho mejor el panorama
cial (la que impuso la sentencia antes de merece la pena el coste de su utilización frente al terrorismo etarra, cuyos agentes
l limitación). Este nuevo cálculo sobre la medido en los mismos valores que preten- suelen actuar con la esperanza de que,
pena inicial no limitada, que en caso de demos preservar. La pregunta es si lo que caso de ser detenidos y condenados, su
penas muy elevadas hace ilusorio cual- ganamos con una mano lo estamos per- largo encarcelamiento se verá interrumpi-
quier acortamiento o dulcificación, es diendo con la otra. do por el triunfo de sus aspiraciones polí-
obligado en principio, aunque revisable So pena de maltratar el sentido co- ticas o, en el peor de los casos para ellos,
posteriormente y sustituible por el cóm- mún, no puede negarse que, si se mantie- con una negociación que condicione el
puto sobre la pena limitada si el juez de ne la probabilidad de aplicación, el efecto abandono de las armas por parte de la or-
v Penitenciaria lo considera nece- preventivo de una pena aumenta con su ganización en la que se integran a la liber-
sario para la reinserción social del preso. gravedad. Al fin y al cabo, la pena no es tad de sus presos.
Esta excepción tiene a su vez un límite más que una amenaza condicional que Junto a este disminuido efecto de pre-
para los condenados por delitos de terro- trata de intimidar a los que conciben o vención general de la pena (prevención
rismo o cometidos en el seno de organi- pueden concebir intenciones delictivas y frente a delitos de otros) queda el efecto de
zaciones criminales, que no podrán acce- de reafirmar a los que no las tienen; de prevención especial (frente a otros delitos
der al tercer grado antes de cumplir cua- posibilitar con ello que los ciudadanos del penado) que supone su propia estancia
tro quintas partes de la condena (antes de puedan vivir confiados en la vigencia de en prisión: mientras esté en la cárcel el te-
los 32 años si la pena era de 40) ni po- las reglas fundamentales que conforman rrorista no va a atentar contra nadie, no va
drán disfrutar de la libertad condicional la sociedad: confiados en un mundo en el a poner más bombas. Esta evidencia merece
antes de observar siete octavas partes de que, por ejemplo, no cabe matar, insultar, s matizada en dos sentidos. Por una parte,
la pena (antes de los 35 años sobre una robar o defraudar a la Hacienda pública. de cara a justificar 30 años de prisión en lu-
pena de 40). Y, como enseña el propio Código Penal gar de 20, o 40 en lugar de treinta, presu-
El galimatías anterior no debe ocultar cuando tipifica los distintos delitos de pone una gran perseverancia en el ánimo
el dato principal que aquí deseo subrayar. amenazas, éstas son tanto más graves criminal del condenado, que seguiría dis-
Sobre el severo endurecimiento punitivo cuanto más eficaces sean, y son más efica- puesto a la comisión de delitos después de
destaca el hecho de que ciertos condena- ces cuanto mayor sea el mal que prome- muchos años de prisión, y un fracaso radi-
dos podrán pasar 40 años dentro de los ten y cuanto más probable sea su acaeci- cal de las instituciones penitenciarias en su
muros de una prisión. Más allá de la ale- miento si la condición se cumple. estrategia resocializadora. Por otra parte, el
gría con la que a veces mencionamos las efecto de inocuidad hacia fuera queda en
cifras, ésta de los 40 equivale a la mayor 4 Esta posibilidad puede quedar obturada por la parte compensado con la falta de estímulos
parte de la vida adulta de una persona y imposibilidad de acceso al tercer grado penitenciario, para no hacer imposible la vida de los fun-
supondrá, en buena parte de los casos que es siempre un requisito para la concesión de la c del centro penitenciario o de otros
(siempre que el delincuente no sea joven libertad condicional para el que no existe previsión reclusos en quien apenas atisba esperanzas
alguna de supresión de plazos por cumplimiento
en el momento de la sentencia), una ca- de los 70 años (art. 104.3 del Reglamento de volver a vivir en libertad o de anticipar
dena casi perpetua, sólo pendiente de la Penitenciario). la misma por méritos propios.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



37
¿QUE LES CORTEN L A CABEZA?

Esta última afirmación traslada la re- cierto es que su catalogación como prin- de la humanidad de la nueva pena. La se-
flexión en torno a la racionalidad de la cipio supone que estamos seguros de la gunda no negaría la inhumanidad de la
pena de 40 años de prisión a la relativa a bondad de su intangibilidad y que por pena pero sí el principio mismo. Negaría
la supresión además de toda dulcificación ello hemos guardado ya nuestra balanza. que fuera ilegítimo imponer penas inhu-
(permisos de salida, tercer grado peniten- Que la proscripción de la tortura sea un manas a delincuentes que han mostrado
ciario) o acortamiento (libertad condicio- principio, por ejemplo, significa que el su radical inhumanidad con la comisión
nal) de la misma. Asegurado el efecto de punto de partida (por principio) es que de los delitos más graves. Se trataría de
prevención general con penas de 30 años nunca se puede torturar y no simplemen- una objeción al propio punto de partida
de prisión, y ahora de 40, no se entiende te que “en principio” no se pueda tortu- valorativo del que hemos partido como
bien qué se pierde con una serie de medi- r Pues bien: si la pena íntegra y efectiva derivado de un criterio democrático de le-
das que, dirigidas a los autores de delitos de 40 años fuera una pena inhumana, só- gitimación del derecho: ¿por qué no im-
c en el seno de una organización, lo por ello sería una pena axiológicamen- poner penas inhumanas cuando ello ven-
lo que persiguen fundamentalmente es se- te inaceptable, irredimible por razones ga indicado por razones preventivas ele-
parar al penado del grupo que le cobijó y puramente preventivas. Y el problema, el mentales?
que todavía pretende recuperarlo. Si algo problema de legitimidad que tiene hoy Ya he señalado por qué considero
nos dicta la experiencia en esta materia no nuestro ordenamiento penal, es que es que no están aquí en juego razones pre-
es que las organizaciones terroristas hayan una pena inhumana. ventivas elementales. Debe recordarse
utilizado estos beneficios para sus propios Cierto es que el juicio sobre la inhu- ahora que la razón moral básica por la
fines, cosa que se revela harto improbable m de la pena es un juicio relativo y que nunca debe penarse inhumanamente
a la vista de que la concesión de cada be- que desde cierta perspectiva cabe afirmar a un ser humano reside en el valor fun-
neficio ha requerido siempre un pronósti- que la pena de prisión, toda pena de pri- damental de la dignidad igual de todas
co razonable de abandono de toda inten- sión, que sacrifica la manifestación más las personas, que nunca pueden ser des-
ción delictiva, sino más bien al contrario: elemental de la libertad, es bastante poco pojadas de tal condición para pasar a ser
que estas instituciones de resocialización acorde con una naturaleza humana de la c como no ciudadanos, como
son, por ello mismo, instituciones de la que predicamos precisamente la libertad no personas, como enemigos. No es aje-
lucha antiterrorista, que son objeto de como rasgo más específico. El principio na a la inconmovibilidad de esta idea, en
boicot por las propias organizaciones te- de humanización del castigo es así, en su traslado al derecho penal, la ignoran-
rroristas y que por su propia lógica hacen cuanto mandato de optimización, una cia rawlsiana de nuestra posición futura
que sean muy pocos los casos de regreso a directriz que apunta a la progresiva su- –¿delincuente o víctima?– a la hora de
la actividad criminal (y, en todo caso, me- presión y dulcificación de la privación de prever los castigos, que hace que las pe-
nos que los del grupo de quienes no han libertad como contenido de la pena. El nas que decidamos hoy puedan terminar
disfrutado de tales beneficios). mismo principio en su función de límite, recayendo mañana sobre nosotros mis-
Corolario de todo lo anterior es que como proscripción de las penas inhuma- mos. Tampoco es ajena a la proscripción
l eficiencia que se predica de la elevación nas, supone una frontera irrebasable de de las penas inhumanas la duda acerca
y el endurecimiento de las penas máxi- la aflictividad de la pena. Y si bien es de si el delincuente es enteramente res-
mas es, cuando menos, bastante menor cierto que no es fácil dibujar esa frontera ponsable de su delito. Que en general
de la que aparenta. La objeción principal en abstracto, sí que puede convenirse que existen factores distintos a su mala vo-
a esta desafortunada reforma no es, sin ese límite parece estar, como muy poco, luntad, que no justifican la comisión del
embargo, utilitarista, sino de principios. en la duración que, por la desesperanza delito ni disculpan a su agente, pero que
La cuestión no es sólo si la nueva severi- que supone y por la destrucción de la sí contribuyen a explicar su conducta, lo
dad es útil, sino también si es axiológica- personalidad que comporta5, la asemeja a corrobora una simple ojeada a las esta-
mente tolerable. La cuestión es si esa se- la pena de muerte. Vistas así las cosas, la dísticas relativas al nivel económico y
veridad, por vulnerar alguno de los prin- pregunta es más bien la siguiente: deste- cultural o a los antecedentes vitales, fa-
cipios fundamentales que gobiernan el rradas históricamente las penas corpora- miliares y sociales de quienes cumplen
derecho penal, daña insoportablemente les, si una pena potencialmente íntegra penas de prisión.
alguno de los valores esenciales que nos de 40 años no es una pena inhumana, y Cabe aún sostener las penas más du-
definen como colectivo y sobre los que si según la propia Constitución existen r desde una perspectiva que, a la vez que
hemos edificado nuestra convivencia. penas inhumanas distintas a la pena de impugna el punto de partida del preven-
Porque, si así fuera, la inicial utilidad muerte, ¿en qué consiste entonces una cionismo penal limitado por ciertos prin-
preventiva devendría en inutilidad final pena inhumana? cipios de justicia y de humanidad, consi-
en términos de valor. A los principios los Al planteamiento anterior se le pue- dera que el servicio que debe prestar la
llamamos principios precisamente por- den hacer dos objeciones. La primera no pena a la consolidación de la sociedad es
que, salvo colisión con otro principio, cuestiona el principio, sino su aplicación la retribución íntegra del delito. Por ello,
son innegociables; porque son el resulta- al caso concreto. Se referiría a la medición los autores de los delitos más abominables
do de una ponderación valorativa en la deberían recibir penas más severas que las
que hemos decidido que su sacrificio no 5 Entre los penalistas es constante y generalmente
que se asignan a otros delitos ya muy gra-
merece nunca la pena. Sea porque esti- compartida la afirmación de que las penas de prisión
ves, y, por ello, el elenco de penas debería
memos que tal sacrificio es siempre valo- superiores a los 15 años de duración suponen un grave ser ampliado hacia arriba en la escala de la
rativamente negativo, sea porque estime- deterioro de la personalidad del penado. Cfr. por to- gravedad.
dos Cerezo Mir: Estudios sobre la reforma penal españo-
mos que lo que es valorativamente útil es En realidad, este planteamiento no
la, (Tecnos), Madrid, 1993, págs. 159 y 170 y sigs.
el mantenimiento del principio como Mir Puig, Derecho Penal. Parte general, Reppertor,, d de ser prevencionista. Como señalaba
norma que no admite excepciones, lo Barcelona, 2002 (6ª ed.), pág. 673. Alf Ross, sería bastante tonto no dirigir el

38 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



JU A N A N TONI O LASC URAÍ N SÁNC HEZ

derecho penal a la evitación futura de de- Los fenómenos delictivos de gravedad luntaria como efectivamente aprobada
litos6. El rasgo diferencial del retribucio- extraordinaria que sufre nuestra sociedad por el Senado7 y por el Congreso8 en la
nismo no es su olvido de la prevención, no deben contrarrestarse con respuestas votación final del texto. Lamentable error
sino su consideración de que ésta sólo emotivas o puramente simbólicas. No se sustancial que palidece ante el que generó
puede conseguirse con la retribución pro- trata de hacer que se hace algo. Lo que la su remedio: con olvido de la mística y de
porcional del hecho. La proporcionalidad lucha contra el delito exige es racionali- la técnica parlamentaria se decidió obviar
no es así un límite a la idea de preven- dad instrumental y racionalidad valorati- el voto de nuestros representantes, en-
ción, sino su esencia misma. Es por ello va. Racionalidad instrumental para medir mendar sin él el texto aprobado y rein-
por lo que no debe tener límites hacia los efectos preventivos reales de la pena y cluir el delito de reiteración de faltas de
arriba y por lo que parece que debería ter- para no pedir a la misma una eficacia que hurto y de hurto y uso de vehículos a tra-
minar conduciendo a una simetría kantia- sólo puede suministrar la actuación social vés de una mera, pero nunca tan podero-
na entre pena (ojo o diente) y delito (ojo y policial. Racionalidad valorativa para sa, corrección de errores (BOE núm. 65,
o diente) y al lamento de que la pena de –valga el símil de cruda actualidad– no de 16 de marzo).
muerte sólo pueda aplicarse una vez al torturar para acabar con la tortura; para En la misma línea de preocupante
mismo sujeto. no sancionar el delito con los mecanismos desapego a la labor parlamentaria debe
Los pies de barro de esta teoría radi- que deploramos en el delito; para no sa- enmarcarse la reforma del Código Penal
can no ya en que genera cierta tendencia crificar nuestros principios y valores en el operada por la Ley Orgánica 20/2003. Si,
a la asimilación moral entre Estado y de- a mítico de la prevención. El desmoro- en palabras del profesor Laporta, “el más
lincuente, que compiten en la dureza de namiento moral de la sociedad que ello inmediato y elemental sentido que tiene
sus reacciones; no ya en que rebaja la idea supondría sería así la primera victoria del la actividad parlamentaria” es el de “traer
de dignidad humana, que o bien deviene modelo que proponen los delincuentes a una arena común intereses y conviccio-
inconmovible en razón de la cantidad y la contra los que pretendemos luchar. nes diversas, incluso contrapuestas, para
calidad de pena o bien resulta sacrificable tratar de hallar criterios aceptados por to-
a los pies de la adecuada prevención; no Ese molesto Parlamento dos o por la mayoría para resolver los po-
ya en el propio presupuesto de que el su- Si el primero de los rasgos que llamaba la sibles conflictos y guiar las conductas”, y
jeto es plenamente responsable, que es lo atención de las reformas penales es el de si por ello se diseña un parsimonioso pro-
que procura una legitimación última de la su dureza, el segundo es el poco aprecio cedimiento de elaboración de las leyes9,
pena en la propia libertad del sujeto para que suscitan en el Gobierno, que las pro- constituye una burla de la institución par-
no delinquir o para hacerlo y para asumir mueve, y en el Parlamento, que las aprue- lamentaria el someter a discusión el esta-
así el riesgo de la pena. Su mayor debili- ba, los elementales objetivos de que las blecimiento de nuevos delitos (convoca-
dad es el cimiento empíricamente refuta- normas penales resultantes sean irretroac- toria ilegal de referenda, financiación de
ble sobre el que se edifica la contundente tivas, fácilmente cognoscibles y fruto de partidos políticos disueltos por conductas
estrategia punitiva: que la prevención re- un pleno debate de nuestros parlamenta- r con los delitos de terrorismo)
quiere una reacción equivalente al delito y rios. De estos objetivos son de los que se sin propuesta previa ni proyecto, sino por
en ningún caso una menor. preocupa, como ya se ha señalado, el vía de enmienda, y por una enmienda en
La reforma de la cuantía máxima de p de legalidad, emblemático como fase ya muy avanzada de tramitación (en
las penas parece guiada por las ideas de que ninguno del Estado de derecho. la discusión en el Senado) a una ley tan
la anterior pena máxima (30 años) ha fra- Preocupante era ya el punto de parti- l de las preocupaciones penales como
casado en su intento de prevenir los delitos da de esta amplia reforma del Código lo es la Ley de Arbitraje.
más graves y de que este fracaso exige una Penal, consistente en escindirla en cuatro E poso que dejan los modos relatados
pena más dura. El planteamiento de fondo proyectos distintos que se tramitaban casi de reformar el Código Penal es el de que
es que la pena fracasa con cada delito, que a la par. Esta estrategia dificultaba el co- para la mayoría parlamentaria que los im-
la reacción a ese fracaso ha de ser penal y nocimiento del alcance de las modifica- pulsa el debate legislativo no es una vía
que esa reacción penal ha de consistir en el ciones penales y las sometía al riesgo de la para la mejora y la aceptación social de las
e de la pena. Este prevencio- incoherencia: al riesgo de que lo que se normas, sino más bien un engorro para la
nismo radical e ingenuo sitúa la interven- hacía con una mano parlamentaria se des- eficacia que se busca en ellas. Tanta prisa
ción punitiva del Estado en una pendiente hiciera con la otra. Esto es lo que pasó, de corren y tan ciega es la confianza que se
deslizante que parece haber apurado ya los hecho, con los nuevos tipos de hurto (art. deposita en ellas que no sólo se jibariza su
m que la Constitución permite para 234, párrafo segundo) y de robo y hurto debate, sino que se suprime su previa pre-
el castigo. Si en el futuro se siguen come- de uso de vehículos (art. 244.1, párrafo sentación. El periodo de preaviso de la
tiendo delitos muy graves; si –ojalá que segundo), que convertían en delito la rei- amenaza penal, normalmente muy supe-
no– se cometen nuevos atentados terroris- teración de faltas (cuatro en un año si el rior al general de 20 días, por obvias razo-
tas, ¿qué se hará entonces?; ¿Imponer sin montante total superaba el límite general nes de seguridad jurídica –el de la Ley
rubor la pena de cadena perpetua? que separa en estas modalidades delictivas Orgánica 15/2003 es de casi un año–, se
¿Reformar la Constitución para reinstaurar el delito de la falta –400 euros–). Lo que
la pena de muerte? hizo la Ley Orgánica 11/2003 lo deshizo 7 Boletín Oficial de las Cortes Generales, Senado,
inadvertidamente la Ley Orgánica VII Legislatura, núm. 145 (g), pág. 263, 5 de noviem-
15/2003, que, pretendiendo sustituir los bre de 2003.
6 Con cita de Séneca: “Nemo prudens punit quia 8 Boletín Oficial de las Cortes Generales, Congreso
párrafos primeros de los artículos 234 y
peccatum est, sed ne peccetur”. En ‘La finalidad del 244.1, acabó sustituyendo éstos en su de los Diputados, VII Legislatura, núm. 145-16,
castigo’, en AA. VV., Derecho, Filosofía y Lenguaje, Ed. pág. 320, 12 de noviembre de 2003.
Astrea, Buenos Aires, 1976, pág. 152, también en totalidad, eliminando con ello sus segun- 9 En ‘El deterioro de las leyes’, pág. 27 en Claves

págs. 167 y 186. dos párrafos. Esta supresión fue tan invo- de Razón Práctica, 142.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



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¿QUE LES CORTEN L A CABEZA?

redujo a un día en las leyes orgánicas dicional, que sí constituyen requisitos cu- rar una intervención penal mínima siem-
7/2003, 11/2003 y 20/2003. Esto signifi- yo cumplimiento está en manos del con- pre será mejor una pena más leve que una
ca, por ejemplo, que los dichosos 40 años d Y no deben hacerlo si no se quie- pena más grave de similar eficacia. Si, por
de pena máxima no sólo se imponen con- re rebajar el valor de la seguridad jurídica poner un ejemplo, para la represión de
tra el principio de proscripción de penas desde su significado propio de cumpli- ciertos hurtos no consideramos necesaria
inhumanas, sino que se imponen de un miento de una expectativa a la mera evi- una prisión de seis meses, carece de senti-
día para otro, en claro desmedro de su tabilidad de una consecuencia negativa. do mantener esta pena por la única razón
cognoscibilidad y evitabilidad. Nos sentimos jurídicamente seguros, con de evitar ingresos breves en prisión, que
El catálogo de agravios al principio de mayúsculas, cuando sabemos lo que va a siempre serán preferibles a ingresos inútil-
legalidad tiene aún un último ítem en el pasar en derecho, y no sólo cuando pode- mente alargados.
expreso mandato de aplicación retroactiva mos evitar sobre la marcha consecuencias La objeción a las penas breves de pri-
de normas que restringen la libertad. En jurídicas de nuestros actos que no esta- sión parte de su intrínseca dureza más
efecto, la disposición transitoria única de ban previstas cuando los realizamos. ¿Es allá de su apariencia, del trato punitivo
la Ley Orgánica 7/2003 señala que las tolerable denegar el acceso al tercer grado desproporcionado que ello comporta y
nuevas exigencias de acceso a la libertad al preso que, reuniendo los demás requi- de su peculiar potencial desocializador,
c y al tercer grado penitenciario sitos legales, le faltaba una semana para el t todas que sólo son suprimibles con
–que consisten, en esencia, en la satisfac- cumplimiento de una cuarta parte de su la supresión de este tipo de penas y su
ción de la debida indemnización de la pena porque esta frontera general11 se sustitución “hacia abajo” por penas que
víctima; en el cumplimiento de la mitad acaba de elevar a la mitad de la pena? no supongan la presencia continuada en
de la pena impuesta para el acceso al ter- ¿Debe contrariarse la expectativa del pre- prisión. El problema de una pena de 15
cer grado de los condenados a más de cin- so de acceder por fin a la libertad condi- días o de tres meses de prisión es que, a
co años de prisión10, y, en el caso de con- cional tan sólo porque le falta ahora, en pesar de que en buena lógica punitiva
denados por delitos de terrorismo o co- virtud de la aprobación de la reforma co- responde a un delito leve o a una falta,
metidos en el seno de organizaciones r del Código Penal, una con- tiene unas consecuencias muy graves en
criminales, en una conducta activa de ducta de arrepentimiento activo? la vida familiar, laboral y social del pena-
arrepentimiento– “serán aplicables a las do. Un breve ingreso en prisión acarrea la
decisiones que se adopten sobre dichas Suben la reincidencia y las penas separación de la familia, la pérdida del
materias desde su entrada en vigor, con breves de prisión; baja el arresto de puesto de trabajo, la estigmatización que
independencia del momento de comisión fin de semana comporta en el entorno social la percep-
de los hechos delictivos o de la fecha de la En realidad, el arresto de fin de semana ción de la estancia en la cárcel y el riesgo
resolución en virtud de la cual se esté no baja, sino que desaparece, y es sustitui- d desocialización que supone el contacto
cumpliendo la pena”. do en la mayor parte de los delitos en los con otros penados.
Tan tajante como el mandato consti- que figuraba por penas de prisión inferio- Por todo ello, por lo que señalan los
tucional de “irretroactividad de las dispo- res a los seis meses12. Con ello se desanda principios de proporcionalidad y de reso-
siciones sancionadoras no favorables o lo que estaba muy bien andado desde cialización, es criticable que la reforma
restrictivas de derechos individuales” (art. 1995: las penas cortas de prisión, unáni- haya rebajado la frontera mínima del in-
9.3) es el hecho de que la nueva regula- memente criticadas por la doctrina, ha- greso en prisión de los seis a los tres meses
ción establece más requisitos para que el bían sido eliminadas del Código y habían para compensar la desaparición a su vez
cumplimiento de una pena de prisión se sido suplidas en buena parte por el arresto poco explicable del arresto de fin de se-
cumpla en libertad en parte, en buena de fin de semana, que era una pena que mana. Si, según la exposición de motivos
parte o en su totalidad. Constituye por combinaba un bajo efecto desocializador de la Ley Orgánica 15/2003, no estaba
ello una regulación peyorativa de la san- con el importante efecto preventivo que siendo “satisfactoria la aplicación práctica
c de privación de libertad que no debe supone la aflicción propia de la privación del arresto de fin de semana”, lo que pro-
ser aplicada a las penas impuestas por he- de libertad no domiciliaria. c lo que exigía tal enfermedad, no era
chos cometidos con posterioridad a su vi- ¿Qué hay tan en contra de las penas la amputación de una pena de gran efecto
gencia. No debe serlo, desde luego, la breves de prisión? Poco, desde luego, en preventivo y de pocas contraindicaciones,
restricción del acceso al tercer grado a los comparación con penas más prolongadas sino la sanidad de su sistema aplicativo,
presos que hayan cumplido la mitad de la de prisión. Ciertamente, para evitar la comenzando por la inversión de los recur-
pena, hecho que depende del paso del desocialización del penado y para procu- sos necesarios para erigir los estableci-
tiempo y no de la voluntad del penado. mientos penitenciarios adecuados para su
Pero tampoco deben aplicarse a penas ejecución.
que ya se están ejecutando las nuevas exi- 11 El art. 104.3 del Reglamento Penitenciario El efecto fuertemente agravatorio de
gencias de arrepentimiento activo o de dispone que “(p)ara que un interno que no tenga ex- la habitualidad y de la reincidencia es el
tinguida la cuarta parte de la condena o condenas
pago de la responsabilidad civil para el pueda ser propuesto para tercer grado, deberá transcu- último de los aspectos de la reforma pe-
acceso al tercer grado o a la libertad con- rrir el tiempo de estudio suficiente para obtener un nal reciente que deseo comentar entre los
adecuado conocimiento del mismo y concurrir, favo- que orientan el sistema en sentido opues-
rablemente calificadas, las variables intervinientes en
el proceso de clasificación penitenciaria enumeradas
to al que demarcan los valores y princi-
10 Es discutible que la disposición transitoria se en el artículo 102.2, valorándose, especialmente, el pios constitucionales. Las faltas habitua-
refiera a esta medida. No lo hace directamente, aun- historial delictivo y la integración social del penado”. les de lesiones, de hurto, y de hurto y ro-
12 Esto es lo que sucede en los arts. 146, párrafo
que podría entenderse que lo hace indirectamente al bo de uso de vehículos de motor (cuatro
referirse al art. 72.5 de la Ley Orgánica General 1º; 147.2; 152.1.1º; 158, párrafo 1º; 184; 226.1; 227;
Penitenciaria, que a su vez se remite a “los requisitos 289; 310; 328; 379; 386, párrafo 3º; 389, párrafo 2º; en el plazo de un año) pasan a conside-
previstos por el Código Penal”. 463; 514.4; 526 y 558. rarse como delito (en los dos últimos ca-

40 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



JU A N A N TONI O LASC URAÍ N SÁNC HEZ

sos si el montante total de lo sustraído es La pequeña historia de la agravante ordenamiento penal desde la aprobación
superior a 400 euros), lo que comporta de reincidencia resulta harto expresiva de de la Constitución y en virtud de la apro-
una pena significativamente más severa. la orientación de las recientes reformas bación de ésta.
En el caso de las lesiones, por ejemplo, se penales. Nos muestra cómo su efecto A esta crítica en torno a la debilidad
pasa de una pena máxima de 180 fines de fuertemente agravatorio (imposición de moral de la reforma sus agentes oponen
semana a una de tres años de prisión. Por una pena superior) fue eliminado por la básicamente la idea de seguridad. La pér-
su parte, la reincidencia consistente en la primera de las grandes reformas del d de valores de la normativa penal sería
condena previa por tres delitos similares, Código Penal que perseguían su adapta- así el precio necesario de la eficacia que la
que hasta ahora suponía la imposición de ción a la Constitución. La exposición de sociedad reclama de las sanciones penales
la pena en su mitad superior, puede hacer motivos de la Ley Orgánica 8/1983 de frente a la delincuencia más grave y frente
que el juez eleve la pena en un grado. Si, Reforma Urgente y Parcial del Código a la delincuencia más frecuente.
por ejemplo, se trata de un robo con Penal señalaba que “(l)a exasperación del Que el derecho penal debe ser eficaz
fuerza en las cosas, al reincidente, al que castigo del delito futuro, de por sí contra- en un sistema democrático es algo eviden-
hasta ahora se le imponía una pena de ria al principio non bis in idem, puesto t a partir de su propia naturaleza coactiva
dos a tres años de prisión, se le podrá im- que conduce a que un solo hecho genere y de la dureza de sus consecuencias. Un
poner una pena de tres a cuatro años y consecuencias punitivas en más de una panorama de “cárcel para nada” se antoja
medio de prisión a partir de la vigencia sola ocasión, se ha mostrado además co- intolerable en un sistema presidido por la
de la Ley Orgánica 11/2003. mo poco eficaz solución en el tratamiento idea de libertad. Que además el derecho
Con la agravación por reincidencia d la profesionalidad o habitualidad delic- penal debe cambiar para ajustar sus obje-
pasa en cierto modo como con la pena ín- tiva; a ello se une la intolerabilidad de tivos a las nuevas demandas sociales de li-
tegra y efectiva de 40 años para los terro- mantener una regla que permite llevar la bertad y de seguridad en el ejercicio de la
ristas: que su crítica se topa con la com- pena más allá del límite legal de castigo libertad es una afirmación que por su evi-
prensión social que suscitan. Esta acepta- previsto para la concreta figura del delito, dencia no merece discusión. No se trata
ción, sin embargo, parece inversamente posibilidad que pugna con el cabal enten- ni puede tratarse de renunciar a la eficacia
proporcional a su racionalidad en los tér- dimiento del significado del principio de penal. No se trata de renunciar a la segu-
minos valorativos que esa misma sociedad legalidad en un Estado de derecho”. ridad. Pero, precisamente por ello, de lo
toma como punto de partida. La idea de L reincidencia quedaba así como una que se trata –y de lo que trata este artícu-
que la pena para el reincidente ha de ser circunstancia agravante más, que no per- lo– es de conocer cuál es esa eficacia pe-
mayor que la pena que se impone por el mitía elevar la pena, sino sólo imponer la nal, que ni aumenta sin más con el au-
mismo hecho para el delincuente prima- misma pena en sus dos tercios superiores. mento de las penas ni puede sustituir con
rio, porque el reincidente “no ha tenido Este efecto moderadamente agravatorio su potencial fiereza las prestaciones pro-
suficiente” con las penas que se le impu- fue incluso cuestionado por el propio pias de las medidas policiales y sociales. Y
sieron por los delitos anteriores, es la con- Tribunal Supremo, que lo negaba si se de lo que se trata también –y lo que pre-
secuencia de ciertos prejuicios latentes superaba “la gravedad de la culpabilidad” tende subrayar este artículo– es de penar
que difícilmente estaríamos dispuestos a (STS de 6 de abril de 1990), y fue deter- civilizadamente, sin renunciar a los valo-
defender explícitamente. De un lado está m i n a n t e p a r a q u e e l Tr i b u n a l res que nos conforman como sociedad y
la idea de que la cuantía de la pena no de- Constitucional no apreciara su inconsti- que deben ser reafirmados en la adminis-
pende de la culpabilidad por el hecho tucionalidad (STC 150/1991): constituyó tración del castigo: en lo que se pena y en
concreto (de la gravedad de la concreta un presupuesto de su decisión el que la cómo se pena. Las penas bárbaras pero
conducta y de la actitud de su agente ha- reincidencia sólo había de ser tenida en eficaces quizá nos hagan vivir mejor, pero
cia ella), sino que puede aumentar en cuenta por los tribunales “dentro de unos también nos hacen vivir con vergüenza
f del nivel de socialización del suje- límites fijados para cada tipo penal con- nuestra condición de miembros de una
to. Este criterio se acerca peligrosa e inso- creto y su respectiva sanción; es decir, pa- determinada comunidad política.
portablemente a la idea de la responsabili- ra determinar el grado de imposición de Es precisamente esta perspectiva valo-
dad por el carácter, por la manera de ser; la pena y, dentro de los límites de cada rativa la que debe situar la dimensión his-
al derecho penal de autor, tan caro al an- grado, la extensión de la pena”. tórica de la reforma que reclaman sus im-
tiguo régimen y a ciertos regímenes totali- pulsores. La de constituir el más severo
tarios, y tan opuesto al derecho penal del Una reforma histórica retroceso en muchos años en la consecu-
hecho, a la noción de la responsabilidad El bucle de la reincidencia se cierra ahora ción de un derecho penal más justo y más
por la propia conducta que subyace a una acercando significativamente su regula- humano. ■
concepción democrática de organización ción a su situación preconstitucional. Este
de la sociedad. mismo es, como ya se ha indicado, el sen- [Agradezco a Alfonso Ruiz Miguel las inteligentes
Tan rechazable como el criterio ante- tido de algunos de los aspectos de la re- observaciones que hizo a la versión inicial de este
artículo].
rior es, de otro lado, el que sostiene que el forma. La pena íntegra y efectiva de 40
plus punitivo que se asigna al reincidente años de prisión, la generación de normas
encuentra su razón de ser, no en su carác- no debatidas o insuficientemente debati-
ter, sino en sus hechos: en el delito o deli- das en el Parlamento, la aplicación retro-
tos anteriores. Resulta así que estos mis- activa de leyes que inciden en la libertad
mos hechos (idem), en su momento san- de los ciudadanos y la reimplantación de
cionados, son de nuevo tomados en la prisión breve como sustitución del Juan Antonio Lascuraín Sánchez es profesor
consideración a efectos punitivos: son de arresto de fin de semana caminan en la titular de Derecho Penal en la Universidad
nuevo (bis) penados. dirección opuesta a la que había llevado el Autónoma de Madrid.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



41
ESTADO Y NACIÓN
EN UN MUNDO GLOBAL
IGNACIO SOTELO

A
l término de la II Guerra Mundial nos de Estado y nación El concepto de Es- blea) que supone un poder absoluto, es de-
se alzaron algunas voces anuncian- tado se emplea también en un sentido cir, uno sin cortapisas que lo limiten, po-
do el “fin de la era del nacionalis- muy amplio, como la forma de organiza- der que proviene de haber acumulado el
mo”. Confrontados con los crímenes del ción política de una sociedad; y así se ha- de cada uno de los individuos que forman
nacionalsocialismo (el nacionalismo difí- bla de la polis como una ciudad-Estado, o la sociedad (el poder, tal como quiere la
cilmente podrá librarse de este estigma, del Estado islámico. También el concepto teoría contratualista, originariamente radi-
como el socialismo del de Stalin, aunque de nación es anterior a la modernidad; el ca en el individuo) para quedar concentra-
sea indecoroso identificar nacionalismo término proviene del latín, natio, grupo do en uno soberano, que suele identificar-
con nazismo o socialismo con estalinis- social que se remonta a los mismos ante- se con la persona del rey, de modo que, en
mo), superar el nacionalismo en sus diver- pasados: así, en la universidad medieval rasgos generales, la aparición del Estado
sas formas parecía la tarea más urgente en los estudiantes se organizaban por nacio- moderno coincide con el desarrollo y con-
una Europa que lo había engendrado, pe- nes, es decir, por el lugar de origen, con solidación de la Monarquía absoluta.
ro que también se había convertido en su caracteres lingüísticos y culturales propios. En el pensamiento griego el saber po-
mayor víctima: dos guerras mundiales aca- El fundirse la nación con el Estado en lítico pertenece a la filosofía práctica y la
baron por destruirla. el Estado nacional trae consigo el que a ve- categoría central es la de justicia. La mo-
Que en los años cincuenta se iniciara ces ambos conceptos, pese a que sus conte- dernidad, en cambio, pretende elevar el
el proceso de integración europea fue po- nidos sean distintos, no queden claramente saber político al de una ciencia en el senti-
sible gracias a que en una Europa devasta- delimitados. A este respecto es menester do moderno; y la categoría central no es la
da el nacionalismo pasase por sus mo- insistir en que el concepto moderno de Es- justicia, sino el poder. El poder permite,
mentos más bajos, sobre todo en Francia tado no sólo antecede al de nación, sino en primer lugar, diferenciar sociedad civil
y Alemania, enemigos enfrentados en tres que sin él no hubiera sido posible. Primero de Estado, distinción que resulta impensa-
contiendas bélicas, empeñados ahora en surgió la idea y la realidad del Estado mo- ble tanto en la antigüedad como en la
superar el nacionalismo agresivo de las derno, en los siglos xvi al xviii, y luego la Edad Media. El concepto de polis incluía
primeras fases de la industrialización capi- idea moderna de nación a finales del xviii, tanto al conjunto de los ciudadanos como
talista. Dos ideas deben quedar en el fron- y sobre todo a lo largo del xix. Sin la exis- a las instituciones, ya que los ciudadanos
tispicio de estas consideraciones: la pri- tencia previa del Estado no hubiera podido sin las instituciones, así como las institu-
mera, que la nación y su derivado, el na- emerger el concepto de nación: la nación ciones sin los ciudadanos, no son más que
cionalismo, son creaciones específicamente surge en una sociedad ya unificada políti- abstracciones fantasmales. El concepto de
europeas. La segunda, que el naciona- camente por el Estado, coincidiendo, co- sociedad, la civic society, la bürgerliche Ge-
lismo que termina por cuajar a lo largo mo en Francia, el espacio de ambos, o den- sellschaft, es una adquisición de la moder-
del siglo xix es altamente responsable de tro de un mismo Estado emergen naciones nidad. Sólo desde la perspectiva del poder
la destrucción de Europa en las dos gran- diferentes, como es el caso del imperio aus- cabe diferenciar el Estado, en donde se
des guerras del siglo xx. De modo que tro-húngaro, pero en los dos casos, sin un concentra todo el poder de la sociedad ci-
hay que partir de la paradoja de que na- Estado previo no hubiera podido surgir la vil formada por el conjunto de individuos
ción y nacionalismo hayan sido elementos idea de nación. a los que se les ha despojado de su poder
fundamentales de la construcción, pero originario. Distinción que conlleva la de
también de la destrucción, de Europa. De La idea de Estado gobernados y gobernantes, básica en el
ahí la ambivalencia que comportan estos La noción moderna de Estado supone un pensamiento político de la modernidad
conceptos. órgano que concentre todo el poder, sum- pero de difícil encaje en la polis, en la
Con el origen específicamente euro- ma potestas, a la que Bodino llama sobera- que esta distinción se acerca a la noción
peo de la nación está ligado el hecho de nía. Se trata de un poder absoluto, ab-so- de tiranía. La sociedad civil designa al
que surja como subproducto del Estado. lutum, es decir, disuelto o desprendido de conjunto de los individuos, que han sido
Estado y nación son dos conceptos que cualquier otro poder, temporal o sobrena- despojados del poder originario que tu-
nacen con la modernidad y, en este senti- tural. El Estado se define así como poder vieron en el estado natural. Al definirse la
do, específicamente europeos. Téngase en soberano (tanto puede radicar en una sola sociedad civil negativamente, por el he-
cuenta que hablo de los conceptos moder- persona, el monarca, como en una asam- cho de verse despojada del poder, se disi-

42 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



tativo, la de poder encaja perfectamente
en este procedimiento. El poder es medi-
ble, más aún, la cantidad es su única cuali-
dad: un poder no se diferencia
cualitativamente de otro (en la capacidad
de imponer la voluntad de uno contra la
del otro, no cabe establecer diferencias
cualitativas entre mejores o peores pode-
res), únicamente se distingue por la canti-
dad; el poder únicamente aumenta o dis-
minuye según mande sobre más o menos
gente o sobre más o menos ámbitos de la
vida individual.
Desde el enfoque cuantitativo que es
propio del poder, la sociedad en su varie-
dad concreta se volatiliza y deja tan sólo
como poso una abstracción, la sociedad
como mera suma de individuos. El con-
cepto cuantitativo de sociedad que impo-
ne la lógica del poder comporta una terce-
ra noción, la de individuo, que completa
el doblete Estado/sociedad. El poder es la
noción que, primero, permite diferenciar
pan las demás diferencias sociales, de cuestión que queda pendiente es hacerla el Estado de la sociedad y, segundo, la que
edad, de sexo, de status, de riqueza, con realidad más allá de la formalidad del disuelve la sociedad en una suma de indi-
el resultado de quedar igualados todos los derecho. viduos. Tres son, por tanto, los conceptos
individuos que constituyen la sociedad Este proceso de igualación formal, básicos que introduce la perspectiva del
civil: todos son iguales por verse igual- manteniendo las desigualdades reales, con- poder en la modernidad: el individuo, se-
mente desposeídos del poder, que se con- lleva algunas implicaciones sumamente dimento cuantitativo que queda después
centra todo en el Estado. graves desde el enfoque de la filosofía de la disolución de la dimensión cualitati-
La noción de poder, al no permitir práctica. La primera es que la introduc- va de la sociedad; la sociedad, entendida
otra diferencia que tenerlo o no tenerlo, ción del poder, como la categoría central cuantitativamente, como mera suma de
anula todas las demás diferencias, con lo de la convivencia, disuelve las múltiples y individuos, y, en fin, el Estado, como el
que cumple una función niveladora. La muy variadas relaciones que configuran el soporte que aguanta la concentración de
igualdad se incluye en la noción misma entramado social, reduciéndolas a una so- poder proviniente de la sociedad.
de sociedad civil. El que todo el poder se la: la relación asimétrica del que manda La implicación más grave de la óptica
concentre en el Estado lleva consigo una con el que obedece. A la idea de sociedad del poder que introduce la modernidad es
igualación, aunque sólo sea en abstracto, le ocurre lo mismo que le había sucedido a que en el proceso general de reducción de
ya que no elimina las diferencias reales de la idea de naturaleza que impuso la mo- todo lo existente a una única dimensión
status social, de riqueza, de sexo, edad y dernidad; y es que ambas pierden cual- cuantitativa reduce el hombre a la catego-
otras características individuales. Queda quier dimensión cualitativa y quedan re- ría de individuo como mera unidad física,
así programado en la modernidad el con- ducidas a una exclusivamente cuantitativa. con lo que se disuelve el concepto tradi-
flicto entre una igualación abstracta, es Justamente por ello resulta factible la in- cional de lo humano. ¿Qué podrá ser el
decir, formal y jurídica, y el manteni- troducción del método cuantitativo al es- hombre, si lo entendemos como indivi-
miento de las desigualdades reales. Procla- tudio de lo humano. Así como la noción duo? Porque las definiciones que provie-
mada la igualdad en la sociedad civil, la de justicia rehúye un tratamiento cuanti- nen de la filosofía clásica –“animal políti-

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



43
E STADO Y NACIÓN EN UN MUND O GLOBA L

co” o “animal racional”– de ningún modo tiene. Libertad y poder se presentan como –“libertad natural”– y el despliegue de la
se adaptan a este planteamiento cuantita- categorías distintas, tal vez incluso incom- civilización, si bien impide que perezca en
tivo-individualista. Estas dos definiciones patibles. Sabido es que Juan Jacobo luchas intestinas, lo logra al precio de ena-
de lo humano, (“animal político”, el ani- Rousseau sustituye la filosofía del poder jenarse, de extrañarse de sí mismo, es de-
mal que en la polis alcanza la dimensión por una de la libertad, corrigiendo en este cir, de perder la libertad que en principio
de lo humano, y “animal que tiene logos”, punto básico a Hobbes, cuya huella es, lo constituye. La civilización hace al hom-
es decir, que habla y se comunica) supo- por otro lado, claramente perceptible en la bre cada vez más desigual y, por tanto, me-
nen un enfoque genérico, es decir, la nece- nueva comprensión de la libertad. La cate- nos libre. Y ello porque la libertad decrece
sidad de partir de una convivencia previa: goría central de la ciencia política pasa así en la medida que aumenta la desigualdad.
no se habla y, por tanto, no se piensa más del poder a la de libertad. Al erigirse la li- La modernidad, que Rousseau llama civili-
que en grupo, y, desde luego, la vida polí- bertad en la categoría central, la ciencia zación, consiste en un alejamiento conti-
tica, la vida en la polis, exige un alto de política tiene ahora que resolver la cues- nuo de la comunidad de hombres libres e
grado de desarrollo social. Pero ¿qué podrá tión de cómo, sin sacrificar la libertad a la iguales que la filosofía práctica había enun-
significar lo humano, entendido como in- seguridad ni caer en la guerra de todos ciado como la polis ideal en la que el ser
dividuo, es decir, como mera unidad físi- contra todos, cabría alcanzar una convi- humano sólo podría alcanzar su plenitud.
ca? La dificultad, yo diría imposibilidad, vencia social en libertad. En su crítica de la civilización Rousseau
de una definición de lo humano a partir También para Rousseau, el hombre, recupera la dimensión moral de la convi-
del individuo radica en la misma noción en cuanto individuo, es libertad (es la cali- vencia política. (Obsérvese que con este
de individuo, producto de la visión cuan- dad que lo define), pero ya no entendida, pensamiento nace la distinción entre la
titativa que impone la lógica del poder. En al modo hobbesiano, como poder de hacer derecha, que mantiene en el centro la idea
la comprensión individualista de lo huma- lo que se quiera. El hombre no es libre si del poder, y la izquierda, que en este lugar
no, el individuo está tanto en el origen puede hacer lo que quiera, sino, en rigor, coloca la libertad. La derecha argumenta
(contrato social) como al final de un largo porque no sabe lo que quiere; es decir, desde el poder y la izquierda desde la li-
proceso de abstracción en el que la socie- porque tiene que elegir entre distintas op- bertad, lo que permite distinguirlas, pese a
dad y el Estado aparecen como simples ciones sin saber a punto fijo la que más le la confusión actual).
mediaciones. conviene. En el hombre se ha roto –en es- El hombre en cuanto es en último tér-
Punto de arranque de la filosofía prác- te sentido Rousseau lo llama “un animal mino libertad no puede resignarse a per-
tica había sido el ser humano entendido enfermo”– la línea instintiva que permite derla, sin por ello renunciar a la propia
en un sentido genérico, es decir, incluyen- al animal reaccionar automáticamente an- humanidad. La cuestión política básica
do todo su contexto social. Son muchas y te un estímulo con una sola respuesta. El que plantea la modernidad es cómo cons-
de envergadura las consecuencias que im- ser humano se diferencia de los demás ani- truir una convivencia en la que se haya eli-
plica la nueva comprensión de lo humano males precisamente por no saber a ciencia minado la guerra y la inseguridad; es decir,
como individuo, al fin depurada de cual- cierta lo que quiere, y de ahí que haya que se consiga una convivencia en paz y, sin
quier connotación teológica. Una vez que retrotraer la cuestión de la libertad a un embargo, se mantengan la libertad y la
se define al hombre como mera voluntad plano anterior: no es libre porque puede igualdad originarias: la una dependería de
de poder, y la política como el afán de su- hacer lo que desea (libertad igual a poder), la otra. Rousseau cree haber resuelto en el
perar la guerra perpetua de todos contra sino que es libre porque tiene que decidir Contrato social la cuestión central de la
todos que se deriva de esta comprensión lo que quiere. Porque tiene que elegir en- modernidad de una forma tan creativa co-
del individuo como voluntad de poder, el tre diversas posibilidades (incluso no deci- mo original, aunque tenga que reconocer
derecho es la única dimensión de que dis- dirse por ninguna es una forma de elec- que su solución sea inaplicable desde lue-
ponemos para lograr una convivencia pa- ción, el hombre está condenado a ser li- go a los grandes Estados, pero tal vez in-
cífica. En el lugar que ocupó la ética en la bre) no le queda otro remedio que valorar cluso a los más pequeños. La democracia
filosofía práctica, Hobbes coloca el dere- los esfuerzos que requieren y las conse- –nos advierte– sólo podría funcionar con
cho como expresión de la voluntad sobe- cuencias que comportan las opciones posi- espíritus puros como los ángeles. Pero ello
rana del Estado. La modernidad destruye bles; es decir, porque no sabe lo que quiere no supone, como tampoco se cansa de re-
la base metafísica sobre la que se levantaba está obligado a reflexionar y pensar previa- petir, que haya sido inútil el esfuerzo espe-
la ética material; y, pese a los muchos es- mente: ratio, como cálculo. Porque el culativo por conocer las condiciones en las
fuerzos por restablecerla, acudiendo a la hombre es libre –no le funciona ya la res- que se realiza la convivencia libre. Descri-
noción platónica del bien, a la teoría puesta automática– tiene que ser racional; bir el modelo ideal de una convivencia li-
aristotélica de las virtudes, a la filosofía de es decir, ponderar posibilidades y conse- bre, por utópico que parezca, sirve por lo
los valores, y un largo etcétera, los resulta- cuencias, y no a la inversa, como había si- menos para enjuiciar las diferentes solu-
dos en esta dirección han sido bastante do la doctrina tradicional: porque el hom- ciones que vayamos dando a esta cuestión
magros, hasta el punto de que no es exage- bre es racional, y puede distinguir entre el a lo largo de la historia.
rado afirmar que la modernidad significa bien y el mal, sería libre de elegir entre Dos son los aportes de Rousseau que
el fin de la ética material. ambos. La razón no es la condición de la importan retener. El primero, que es pre-
libertad, sino a la inversa, la libertad es el ciso entender la libertad no como poder,
El individuo como libertad presupuesto de la razón. La libertad ya no sino como autonomía: soy libre en tanto
El fallo de Hobbes habría consistido en se concibe como poder, sino como auto- que me doy a mí mismo los criterios por
confundir la libertad con la voluntad de nomía, necesidad de procurarse criterios los que decido las normas a las que se so-
poder realizada. Se trata ahora de rescatar propios para elegir y darse a sí mismo las mete mi actuación, que no responden a
la libertad del poder, poniendo de mani- pautas y normas de comportamiento. ninguna forma de automatismo ni nos
fiesto que no es más libre el que más poder El hombre es libre por naturaleza pueden venir impuestas por una autoridad

44 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



I G NAC I O SOTELO

exterior, ya que en ambos casos sería lo tad moral”. La ética aparece así como el rado la soberanía de las manos del monar-
mismo que negar la libertad. Conservar la requisito indispensable de la democracia ca; externamente, si no está sometida a un
libertad en la convivencia social y política hasta el extremo de hacerla en la práctica poder extranjero. Esta doble condición in-
implica, por tanto, darse en común las inservible, ya que la democracia sólo fun- terna y externa de la libertad vincula Esta-
normas por las que nos regimos conjunta- cionaría en una sociedad ideal en la que la do y nación, de modo que no habría una
mente. Al régimen político en el que los mayoría se hubiera previamente converti- nación libre que no disponga de un Esta-
ciudadanos se dan a sí mismos las leyes do en sujetos morales que son, justamente, do propio que a su vez esté organizado de-
por las que se gobiernan, es decir, que aquellos cuya voluntad se identifique con mocráticamente.
conviven socialmente conservando la li- la general. En el siglo xviii todavía se era súbdito
bertad constitutiva de cada uno, le llama- de un monarca sin importar dónde se hu-
mos democracia en el sentido fuerte de Dos ideas de nación biera nacido. Lo que en Europa ligaba a
“gobierno del pueblo, por el pueblo y para A mitad del siglo xviii empieza a perfilar- las personas, además de la fidelidad a un
el pueblo”; es decir, aquella noción utópi- se un concepto moderno de nación que mismo monarca, era la pertenencia a una
ca de democracia en la que el poder se dis- corrige el individualismo en que había religión. Se era católico, anglicano, lutera-
tribuye entre todos de modo que desapa- desembocado la centralidad del poder en no, puritano y, además, súbdito de este
rezca la diferencia entre gobernados y go- el Estado. El Estado ha supuesto la con- rey, príncipe o señor. La Revolución Fran-
bernantes que la modernidad había centración de todo el poder en la persona cesa rompe el vínculo con el monarca y lo
introducido con la noción de poder. del monarca soberano, degradando al sustituye por uno nuevo con la nación; de
El segundo aporte consiste en distin- conjunto de la sociedad a una mera suma súbdito de un señor se pasa a ciudadano
guir la “libertad natural” propia del estado de individuos, todos iguales porque todos de una nación, pertenencia que a lo largo
de naturaleza, por la que busco mi bien han sido igualmente despojados de sus del siglo xix terminará por tener más peso
individual, de la “libertad moral” propia poderes y libertades. El concepto de “vo- que confesarse miembro de una religión.
del estado de convivencia civilizada, por la luntad general”, una noción cabalmente Mientras en Alemania disminuyen las di-
que sólo desde una perspectiva que inclu- ética, sirve de fundamento del Estado de- ferencias entre católico y protestante hasta
ya el bien de todos los demás puedo perci- mocrático en cuanto quiere el bien común prácticamente desaparecer en nuestros
bir el mío. Llevar a la convivencia la no- y coincide con la voluntad de la república. días, crece la conciencia de ser alemán. Se
ción de “libertad natural” significa perver- Aquí se inscribe la corrección que conlleva ha señalado a menudo el carácter religioso
tirla en “voluntad particular” o egoísta introducir la noción de nación: el conjun- de algunas formas de nacionalismo. En to-
que, al destruir la libertad de los otros, to de los ciudadanos, en cuanto han deja- do caso, lo que parece indiscutible es que,
acaba a la vez con la mía. La “libertad na- do de ser súbditos, individuos sometidos, como forma de identificación integradora,
tural” trasladada a la convivencia civil sig- forman una entidad propia capaz de ex- en la última modernidad la nación ha sus-
nifica el fin de la libertad, dialéctica que presar una voluntad. La voluntad ya no es tituido a la religión.
da cuenta del proceso de civilización como una facultad exclusiva del individuo que La revolución había estallado en Fran-
la historia de la alienación del ser humano. ha tenido que entregar al soberano como cia, en un país rico que dominaba
En la convivencia civilizada sólo puede su único depositario, sino que es propia culturalmente a Europa y en el que el Es-
persistir la libertad si se convierte en “li- también del conjunto de ciudadanos, ca- tado había alcanzado el mayor grado de
bertad moral”; es decir, en aquella que re- paces de expresar una “voluntad general”. desarrollo. Pero ¿qué ocurre en una Ale-
nuncia a la “voluntad particular” para al- Esta entidad colectiva capaz de expresar su mania atrasada económicamente y dividi-
canzar la “voluntad general”, una voluntad voluntad es la nación. La nación, en el da en mil unidades políticas? En estas cir-
que incluye en su horizonte el bien de los primer sentido que imprime la Revolución cunstancias, el concepto revolucionario de
demás. Conceptualmente queda claro en Francesa, significa un sujeto colectivo ca- nación, como pueblo soberano, resultaba
qué se distingue la “voluntad general” de paz de expresarse (la democracia es la ex- por completo inadecuado. Si a esto se su-
la “voluntad de todos”: la primera la pue- presión de esta voluntad general) y, en ma que las mayores dificultades del pensa-
de expresar incluso una minoría que en su cuanto tal, depositario de la soberanía del miento político de la modernidad se cifran
horizonte abarque el bien de los demás, Estado. Estado y nación se funden al cons- en la noción de individuo, pura abstrac-
mientras que la segunda es una simple su- tituir la nación el soporte social de la sobe- ción a la que se otorga un rango y preemi-
ma de egoísmos, contraria al bien común. ranía del Estado. Nación, entendida así nencia que antecede a la sociedad y desde
Pero en la vida política real no es fácil ni como pueblo soberano, es un concepto re- luego al Estado, se comprende que la idea
operativo mantener esta distinción: todos volucionario. “Vive la nation”¡ grita el de nación se presente como la justa reac-
hablan en nombre del bien común y, sin pueblo revolucionario al vincularla a la li- ción a este individualismo abstracto. La
embargo, por lo general, cada uno apunta bertad de cada uno en cuanto parte de un nación, en cuanto a cada una se la supone
a intereses muy particulares. conjunto orgánico capaz de expresarse li- una identidad propia, está en condiciones
El que nos demos juntos las leyes por bremente. La libertad de los individuos se de ofrecer al individuo atomizado un ho-
las que voluntariamente nos regimos, no- corresponde con la de la nación. Se em- gar en que el puedan cultivarse las diferen-
ción fuerte de democracia, sólo funciona pieza a hablar de la libertad de los pueblos, cias cualitativas. Los individuos ya no son
si previamente la mayoría antepone el bien diferenciando los pueblos libres, que deci- abstracciones sino personas con caracteres
del otro al propio. Una democracia que den libremente su destino, de los oprimi- que comparten con los demás miembros
haya superado la distinción entre gober- dos, bajo la férula de otros pueblos. La li- de una misma nación. Debilitada la ads-
nantes y gobernados, al participar todos bertad individual sólo podría realizarse si cripción religiosa, al fin sé quién soy: ale-
en la creación de las leyes, sólo es practica- previamente se ha conseguido la libertad mán, francés, inglés.
ble en un mundo en que cada uno haya del conjunto, la libertad de la nación. Una El nacionalismo alemán surge como
convertido su “libertad natural” en “liber- nación es libre internamente si ha recupe- reacción a los acontecimientos de Francia,

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



45
E STADO Y NACIÓN EN UN MUND O GLOBA L

que, como en el resto de Europa, moviliza prodigioso abaratamiento de las comuni- bienestar. No son productos de la
un espíritu conservador contra la Ilustra- caciones y de los transportes cada vez más globalización, como pretenden muchos de
ción (tal es el caso de Herder), pero sobre rápidos convierten el planeta en un solo sus críticos, sino de los dos factores –la re-
todo frente a la invasión napoleónica; mundo, en el que el capital se traslada de volución científico-tecnológica y la desapa-
véanse los Discursos a la nación alemana, un país a otro a gran velocidad, como lo rición del bloque comunista– que han faci-
de Fichte. Surge un nuevo concepto de hace la información y los modos de vida litado también la globalización. No es que
nación, no como un concepto político, americanos, hasta el punto de que no fal- la globalización sea el origen de la desregu-
vinculado a la soberanía del Estado, sino tan los que piensan que la globalización larización sino, a la inversa, porque la revo-
como uno histórico-social. Mientras que únicamente es un eufemismo para desig- lución tecnológica y la desaparición del co-
el Estado sería una comunidad artificial, la
nación sería una comunidad natural que
la geografía y los caracteres étnicos han
configurado a lo largo de los siglos. Una
misma lengua y cultura que sostienen una
historia común, a la vez que el afán de
proyectarla indefinidamente en el futuro,
es lo que constituye la nación.
Después de la revolución de 1848, el
concepto de nación del romanticismo ale-
mán se expandió por el imperio austro-
húngaro, alentando un nacionalismo
eslavo que va a ser una de las causas de la
I Guerra Mundial. También en los últimos
decenios del xix Herder y la concepción
romántica de nación están en el origen del
nacionalismo catalán. Las formas en que
se vinculan pero también se rechazan en la
segunda mitad del siglo xix estas dos con-
cepciones del nacionalismo, la francesa re-
volucionaria y la romántica germánica,
constituyen el tramado de la historia del
nacionalismo, como ideología y como
movimiento social.

El renacer del nacionalismo


en un mundo global
En los años sesenta del siglo pasado, en un
momento en que un nacionalismo –aun-
que todavía debilitado– no daba señales
de desaparecer, se vuelve a la distinción
entre un concepto de nación cívico, que
reposa en la idea revolucionaria de que la
soberanía radica en el pueblo entendido
como el conjunto de los ciudadanos con
igualdad de derechos y deberes, y el del
romanticismo germánico, que atribuye a
la nación una identidad sempiterna, al nar la americanización del globo. Sea lo munismo han favorecido la desregulariza-
constituir una comunidad étnica con una que fuere, se da por descontado que las ción, la globalización ha podido reforzar la
misma lengua, cultura e historia. De esta fronteras nacionales no pueden detener la tendencia liberalizadora.
distinción proviene la crítica en los noven- actual avalancha homogeneizadora de las Frente a la tesis de que los Estados en
ta del nacionalismo étnico-cultural y el in- economías, sociedades y culturas. Estado y un mundo global habrían perdido buena
tento de reducirlo a su significado civil, nación, tal como se desarrollaron en la parte de sus funciones, importa hacer hin-
que es lo que se ha llamado “patriotismo modernidad, tendrían los días contados. capié en las nuevas, entre ellas la que ha
constitucional”. Somos ciudadanos de un ¿Cuál es el papel del Estado y la na- pasado a primer lugar: la educadora. Com-
Estado, no por pertenecer a una nación en ción en un mundo globalizado? Importa petir en un mundo global obliga a alcan-
su acepción romántica de una misma et- tener muy presente que la globalización zar un grado alto de educación entre la
nia, lengua y cultura, sino por poseer la no explica por sí sola la rápida transforma- población, así como a disponer de unas
ciudadanía que se deriva de compartir un ción de los Estados, sino que es imprescin- élites de excelencia en ciencia y tecnología.
mismo derecho y unos mismos intereses: dible remitirse a lo ocurrido en los últimos Los Estados, ciertamente, han dejado de
ius y utilitas, decía ya Cicerón, son los dos decenios. Fijemos la atención en dos as- ejercer actividades y competencias que en
elementos que configuran a un pueblo. pectos, tal vez los más llamativos: una tasa el pasado parecieron esenciales, como la
El desplome del bloque soviético y el de desempleo alta y la crisis del Estado de defensa y la seguridad interna, cada vez

46 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



I G NAC I O SOTELO

más dependientes del exterior para llevar- degradados a la categoría de protectora- dad de los capitales y las empresas multi-
las a cabo; pero van asumiendo otras, im- dos. Según la capacidad de acoplarse a cir- nacionales, de la rapidez con que expande
puestas por las nuevas estructuras internas cunstancias muy variables que muestren la información y del abaratamiento de los
y sobre todo por los condicionamientos los distintos Estados, se produce un trasie- transportes es la emigración masiva a los
externos. Llevaba toda la razón Max go continuo de poder. Unos se hacen más países más avanzados, uno de los produc-
Weber cuando a principios del siglo pasa- fuertes y otros más débiles, hasta el punto tos más característicos de la globalización
do se negó a definir al Estado, como hasta de desaparecer. Ahora bien, que desaparez- que ha traído consigo, entre otros muchos
entonces era uso, por las funciones que can Estados –la República Democrática efectos positivos y negativos, el de reforzar
desempeñase, convencido de que eran Alemana, Yugoslavia– no supone que lo el nacionalismo. Las unidades de produc-
muchas más en principio que todas las haga el Estado como tal. ción se reparten por todo el planeta, lo que
concebibles, pero que el ejercer éstas o Un interés especial tiene el hecho de obliga a las clases trabajadoras de los países
aquéllas variaba con el tiempo. Si defini- que en un momento en que se habla más ricos a competir con las de los más
mos al Estado por las funciones que ha de que los Estados están condenados a pobres. Después de la automatización, es la
dejado de ejercer, parecerá justificado decir desaparecer hayan surgido nuevos Estados, deslocalización la mayor fuente de desem-
que el Estado está a punto de desaparecer; sobre todo pequeños Estados, gracias a las pleo en las naciones más avanzadas. Una
pero lo que se disipa en realidad es sólo la condiciones que ofrece la globalización. parte creciente de la clase trabajadora, an-
noción desfasada de Estado que llevamos En 1946 había 74 Estados y hoy ya se tes orgullosa de su internacionalismo, se
en la cabeza. acercan a los 200. En una primera fase, es- inclina a pensar que son los otros los que
Importa señalar las nuevas funciones te aumento inusitado del número de Esta- tienen la culpa de la pérdida de los puestos
que el Estado, según el grado de desarrollo dos se debió a la descolonización de África de trabajo. A su vez, la llegada masiva de
de la sociedad que represente y el modo de y Asia, pero a partir de 1989 al impulso inmigrantes provoca un sinfín de temores
integración en la economía mundial, con- nacionalista que ha prevalecido en la Eu- sobre la permanencia de la propia cultura.
tinuará ejerciendo o ha de ejercer en el fu- ropa del Este, aunque la disolución de la En África del Sur, superado el apartheid,
turo, teniendo muy en cuenta que, a pesar Unión Soviética en buena parte haya tam- los esfuerzos se centran en levantar una
de la globalización, el peso económico del bién que interpretarla como una forma de nación con elementos muy dispares, que
Estado no ha hecho más que crecer. En los descolonización. Las colonias rusas no se unifican sólo frente a los inmigrantes
países de la OCDE, el gasto público ha perdieron este carácter por el hecho de más recientes. En Estados Unidos empie-
pasado de un 9% del PIB a principios del conformar un continuo geográfico con la za a preocupar la expansión del español,
siglo pasado a un 48% del PIB en 1999. metrópoli. Se explica esta proliferación de es decir, la importancia creciente de la
Por mucho que el liberalismo predique la pequeños Estados (en el mundo existen cultura “latina”. En el país en el que el
reducción del Estado, mientras que la po- hoy 85 países de menos de cinco millones concepto de ciudadanía no se vinculaba al
blación tenga algo que decir en elecciones de habitantes, de los que cinco tienen me- origen étnico, religioso o cultural, a partir
libres habrá que garantizar a sus ciudada- nos de 2,5 millones de habitantes y 35 del 11-S ya no sólo se discrimina, sino
nos una vida digna, protegida de los im- menos de medio millón) porque la que se persigue e incluso se ataca física-
pactos negativos que provengan del mer- globalización –el comercio y las finanzas mente a los ciudadanos de origen árabe.
cado. Como medio de frenar el gasto pú- internacionales– no sólo los hacen viables, Nadie negará la evidencia de que el nacio-
blico y aplicar políticas que contengan la sino que a muchos de ellos incluso próspe- nalismo más extremo domina hoy la vida
inflación, los Estados de nuestro entorno ros. El hecho básico es que la globalización norteamericana; algo que debería preocu-
han transferido a la Unión Europea las favorece los procesos de desintegración de par a todos, pero en mayor medida a los
competencias económicas más importan- los Estados existentes, sí, facilita los sepa- que piensan, sin faltarles la razón, que las
tes. Ahora bien, con el traspaso de la polí- ratismos, porque hace posible que se man- modas, actitudes o comportamientos de
tica macroeconómica a los órganos comu- tengan pequeños Estados que antes no los estadounidenses suelen terminar preva-
nitarios los Estados miembros no se que- hubieran tenido una salida económica. leciendo en el resto del mundo. A juzgar
dan sin tareas sino que tienen que Exactamente lo contrario de lo que algu- por lo que hoy ocurre en Estados Unidos,
concentrarse en otras. Ahora el acento re- nos pregonan: que el nacionalismo separa- la ilustración liberal y la noción revolucio-
cae en las políticas institucionales y mi- tista no encajaría en un mundo globaliza- naria de ciudadanía pertenecen al pasado
croeconómicas. do. Los gibraltareños quieren ser indepen- y estaría retornando la hora del nacionalis-
En suma, qué duda cabe de que esta- dientes de España a toda costa, porque mo étnico más exacerbado. ■
mos asistiendo a cambios importantes a sólo el carácter estatal les garantiza una
los que los Estados tendrán que forma de sobrevivencia en el sector de ser-
adaptarse; y que unos sabrán hacerlo, sa- vicios bancarios o comerciales. La
liendo robustecidos del empeño, y otros globalización, en vez de eliminarlos, favo-
quedarán sometidos a intereses foráneos, rece los localismos. Es algo que se debe te-
privados o públicos. Algo así ya se observa ner muy presente si se quiere entender lo
en el lejano Oriente: a unos, como Japón, que está ocurriendo en el mundo y, parti-
Corea y Singapur, les ha sentado hasta cularmente, en España.
ahora mejor la globalización que a otros, La paradoja de la que hoy es preciso
como a Tailandia, Indonesia o Filipinas. dar cuenta es que el efecto más contun-
Que es lo que, por otro lado, ya ocurrió dente de la globalización haya sido el for-
en la primera expansión planetaria del ca- talecimiento de la nación en el sentido
pitalismo industrial a finales del siglo xix; romántico, y con ella la nueva pujanza del
unos países salieron fortalecidos y otros nacionalismo. La otra cara de la movili- Ignacio Sotelo es catedrático de Sociología.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



47
ENTRE ÁFRICA Y NORTEAMÉRICA Globalización, espacio público, apartheid

PEP SUBIRÓS

A
menudo hablamos de la globaliza- ciudadelas blancas y, en el conjunto del años en Suráfrica, el nuevo orden/desorden
ción como sinónimo de un proceso país, de homelands o bantustanes, entidades internacional alentado por la globalización
de generalización del american way paraestatales formalmente soberanas, basa- neoliberal se halla en plena deriva hacia un
of life. Nada más alejado de la realidad. Si das en una supuesta identidad tribal, situa- régimen segregacionista de alcance mun-
tuviésemos que buscar un referente, más das en regiones baldías y administradas por dial: un mundo dividido entre un puñado
bien lo hallaríamos en la Suráfrica de los caciques indígenas corruptos, donde clau- de enclaves privilegiados y unas periferias
tiempos del apartheid, un régimen felizmen- surar y mantener bajo control a la pobla- de townships, homelands y bantustanes
te desaparecido pero que, sin embargo. per- ción de color (aunque, eso sí, permitiendo abandonados en periodos relativamente
vive como la metáfora más acabada del ac- la entrada temporal en la Suráfrica blanca tranquilos a los designios invisibles y ciegos
tual estado del mundo. Un régimen que en de contingentes de trabajadores para servir de Dios y del mercado, y en momentos de
términos políticos predicaba la igualdad, la como peones y criados, y confinados fuera crispación sometidos sin contemplaciones
libertad y la democracia... siempre que cada del horario laboral en alojamientos segrega- a tratamientos de choque, es decir, agredi-
grupo “racial” se mantuviese en su lugar. dos). La “supervisión adecuada” se tradujo dos militarmente.
En efecto, la instauración del segrega- en la plena libertad y legitimidad, por parte En esta deriva ha jugado, y sigue jugan-
cionismo surafricano nunca se justificó con del Gobierno racista, de penetrar a sangre y do, un papel muy importante, no exclusivo
el argumento de la superioridad de una “ra- fuego en los townships y en los homelands pero sí fundamental, la ofensiva ideológica
za” –la blanca, claro– sobre las otras, sino cuando estallaba en ellos alguna revuelta o neoconservadora desarrollada desde princi-
apelando a la supuesta existencia de diferen- eran refugio, real o imaginario, de los com- pios de los años ochenta contra los valores
cias naturales, esenciales, insuperables, entre batientes antiapartheid. democráticos básicos –libertad, igualdad,
diferentes colectivos étnicos que hacían ne- Como era previsible, uno de los resulta- justicia social…– y, muy particularmente,
cesario que cada grupo tuviese que desarro- dos de ese régimen de segregación política, contra los principales mecanismos políticos
llarse de manera autónoma y, por tanto, vi- económica y cultural fue una imparable y jurídicos que traducen esos valores en de-
vir separadamente. La ley de delimitación agudización y crispación de las relaciones rechos efectivos para los individuos. Me re-
territorial de “grupos raciales” (Group Areas entre las diferentes comunidades étnicas fiero especialmente a todos aquellos aspectos
Act), promulgada por el Gobierno surafrica- (por más que una minoría de blancos se de la existencia, tanto a escala individual co-
no en 1951, decía literalmente: opuso activamente al apartheid, del mismo mo colectiva, que descansan en la vitalidad
modo que una minoría de negros colaboró del espacio público, en la eficiencia y equi-
“El objetivo fundamental del establecimiento de con ese régimen). Los espacios y los servicios dad de los servicios públicos, en la responsa-
áreas separadas para los diferentes grupos raciales es
doble: en primer lugar, agrupar las personas del mis-
públicos comunes, compartidos, accesibles a bilidad de las administraciones públicas ante
mo origen racial en una misma área en términos de todos, dejaron de existir, literalmente. Au- los ciudadanos.
propiedad y de ocupación laboral, de manera que se mentó, en cambio, la violencia política y Esa ofensiva neoconservadora no ha
reduzcan al mínimo los puntos de contacto con gente más aún la criminalidad ordinaria, hasta dudado en recurrir, con éxito notable, a to-
de otras razas y se reduzca así también la conflictividad convertir el país en el más inseguro del mun- do tipo de argumentos, desde los más ran-
racial; en segundo lugar, permitir a cada grupo racial
do. Como también aumentaron hasta ad- cios hasta los más posmodernos, para resta-
desarrollarse de acuerdo con su propia lengua, cultura
y religión, y dar una oportunidad a los miembros de quirir dimensiones patológicas, y costará blecer en la mejor tradición imperial la vieja
los grupos Nativos y de Color para que, bajo una su- mucho tiempo superarlos, el miedo y la des- doctrina según la cual no todos los seres
pervisión adecuada, asuman la responsabilidad de su confianza de todos frente a todos. Porque el humanos son acreedores de los mismos de-
propio Gobierno local”1. apartheid sembró todo el país no sólo de ar- rechos y para sostener que esa desigualdad
mas de fuego, sino también de minas psico- es algo inscrito en las leyes de la naturaleza
La oportunidad otorgada a los “grupos lógicas y morales; unas minas sólo desactiva- y/o de la historia.
Nativos y de Color” consistió en la creación bles mediante un cambio económico, social
de townships negros en los arrabales de las y cultural en profundidad, una tarea que, Viejos y nuevos dogmas
afortunadamente, ha empezado ya pero que Uno de los principales mecanismos mentales
durará generaciones. que siempre acaban llevando a la discrimi-
1 Citado en el libro Blank, Apartheid and after. Contrariamente al proyecto democráti- nación y a la exclusión es el consistente en
Rotterdam, 1998. co que se está desarrollando desde hace 10 elevar unas creencias y/o unos intereses de

48 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



carácter local, clasista o gremial al rango de lo que se niega es la unidad de la especie gunas de las cuales, empezando por la nues-
dogma doctrinal universal, ya sea bajo la en nombre de la diversidad. De la diversi- tra, reconocemos unos derechos y unos pri-
forma de una supuesta revelación sobrenatu- dad no de los individuos, sino de grupos vilegios que negamos a las restantes. Por
ral, de un supuesto destino nacional, de una definidos en función de categorías más o ejemplo, el derecho a decidir la propia vida
supuesta superioridad genética o de unas no menos arbitrarias, como, por ejemplo, el o a desplazarse libremente por el planeta.
menos supuestas inexorables leyes del mer- color de la piel, el género, la etnicidad, la Las variantes más extremas de estos me-
cado; el consistente en considerar, pues, que nacionalidad, las creencias religiosas, las canismos (lo que desde hace unos años veni-
sólo “nosotros” –sean quienes sean los simpatías políticas, los intereses económi- mos denominando como “integrismos” o
miembros de ese “nosotros”– sabemos cómo cos, las preferencias sexuales… “fundamentalismos”, ya sean de base políti-
ser plenamente humanos y que nuestra mi- En ambos casos, negamos lo que tiene ca, religiosa, étnica o incluso mercantil, que
sión es implantar nuestra cultura y nuestra la humanidad de proceso para quedarnos de todo tipo los hay) abren el camino que
civilización, es decir, nuestra forma de en- sólo con unas instantáneas retocadas, mani- conduce a la deshumanización de aquellos
tender y organizar la vida y la sociedad, a lo puladas, de algunas de sus expresiones histó- que no forman parte del grupo de elegidos.
largo y ancho del mundo. ricas, congeladas en el tiempo y en el espacio Es decir, a transformar a aquellos que no co-
Hay otro mecanismo de división y ex- como realidades estáticas e inmutables. Re- mulgan con una determinada doctrina en
clusión aparentemente opuesto a éste pero ducimos la película de la historia y de la adversarios; a los adversarios, en enemigos, y
que, en realidad, casi siempre resulta ser complejidad humana a una fotonovela con a los enemigos, en una caricatura inhumana,
complementario: consiste no sólo en reco- un puñado de fotogramas y de frases sueltas, una encarnación del Mal. Y en tanto que in-
nocer y admitir la existencia de diferentes fuera de contexto. humanos y encarnación del Mal, los diferen-
maneras de ser humanos, sino en atribuir un En ambos casos, también, el resultado tes-adversarios-enemigos se convierten fácil-
carácter natural e insuperable a estas diferen- es siempre la anulación de la singularidad mente, casi automáticamente, en objeto le-
cias. Desde esta perspectiva, las diferentes individual, la reducción de los individuos gítimo de destrucción.
tradiciones constituyen compartimientos es- reales y concretos al papel de figurantes este- No se trata, obviamente, de mecanismos
tancos, autosuficientes e incompatibles, sin reotipados de nuestra fotonovela, como me- específicos de nuestro tiempo. Son casi tan
necesidad ni capacidad de escuchar ni mu- ros soportes físicos de los rasgos que definen viejos como el ser humano. Lo que sí es hoy
cho menos de comprender otras formas de teóricamente el colectivo en el cual lo hemos específico, sin embargo, es que, por primera
pensar, de vivir, de ser. enjaulado: los africanos (o los negros en ge- vez en la historia, la globalización hace posi-
En el primer caso se rechaza la diversi- neral), poco inteligentes y perezosos; los ble –e inevitable– que sus variantes integris-
dad en nombre de la unidad, es decir, de musulmanes, integristas; los colombianos, tas lleguen a tener un impacto también glo-
una unidad promulgada a partir de nues- traficantes de drogas; los norteamericanos, bal: desde seudoteorías de origen académico
tro propio sistema de medición, un siste- ricos e imperialistas… O cualquier otra ti- y plenamente occidental, como la del “cho-
ma perfectamente convencional, no natu- pología igualmente estúpida y perversa. El que de civilizaciones”, hasta los diferentes fa-
ral, que casi siempre dice que los otros no resultado es, asimismo, el establecimiento de natismos (nacionalistas, etnicistas, confesio-
dan la talla, nuestra talla. En el segundo, diferentes subespecies de humanidad, a al- nales, economicistas…), que tanto en

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



49
ENTRE ÁFRICA Y NORTEAMÉRICA

Oriente como en Occidente, en el Norte co- como de desarrollo material, de erradicación tiva. El problema, obviamente, es que hoy
mo en el Sur, encubren meras estrategias de de la miseria. O sea, como factores de hu- esta noción de esfera pública está seriamente
poder de sus promotores y, retroalimentán- manización, de crecimiento y desarrollo de tocada, como lo están todo tipo de espacios
dose unos a otros, legitiman muchos de los individuos libres y de formas sociales míni- y servicios públicos. Lo está en sus formas
peores conflictos que ahora mismo ensan- mamente justas y equilibradas. de existencia material más ordinarias, como
grientan el mundo. Uno de esos inventos, tal vez el más de- se pone de manifiesto cada día con la cre-
Claro que en la base de esos mecanis- cisivo, es la noción de esfera pública y, en es- ciente sustitución de los espacios y circuitos
mos y de esas estrategias casi siempre hay pecial, la creación del espacio público y los públicos abiertos, accesibles a todo el mun-
un conflicto de intereses materiales y políti- servicios públicos como dispositivos políti- do, por espacios y circuitos privados de ca-
cos (y muy a menudo una explotación eco- cos, jurídicos y morales que han hecho posi- rácter comercial, sometidos a la lógica del
nómica y/o una opresión política de un ble la aparición de la figura del hombre-ciu- consumo, es decir, del dinero, y por tanto
grupo social sobre otros), pero no es menos dadano. Es decir, una figura basada en con- excluyentes para quienes no lo tienen.
cierto que las propias construcciones ideo- venciones mutuamente aceptadas y Lo está en el mundo de las ideas y del
lógicas pasan a ser un instrumento de pri- respetadas por los miembros de una comu- lenguaje. Entre los muchos retrocesos que
mer orden para movilizar a unos colectivos nidad y que implican el arrinconamiento de en los últimos 20 años se han venido pro-
sociales contra otros, a unos seres humanos las formas de organización, división y jerar- duciendo en este terreno, ninguno más es-
contra otros. Y también pasan a ser un arse- quía social basadas en alguna supuesta ley pectacular que la degradación de los pro-
nal tanto o más letal que las bombas más natural o sobrenatural (y, por tanto, legiti- pios conceptos de espacio público, de ad-
sofisticadas: como el 11-S demostró clara- madoras e indefinidamente reproductoras ministración pública, de servicio público,
mente, no existe ningún misil más inteli- de las desigualdades sociales) en favor de hasta su metamorfosis como sinónimos de
gente ni temible que un ser humano deses- formas de organización y de relación poten- peligro, inseguridad, ineficacia, burocracia,
perado y fanatizado. cialmente democráticas e igualitarias. despilfarro, corrupción...
No hace falta ser demasiado sabios para Todo lo que de mejor tiene la tradición Lo está, también, en el campo de la ac-
darnos cuenta de que la única vacuna contra occidental está directa o indirectamente ción y la gestión política, y por tanto de las
estas derivas es la abertura material y mental, vinculado a la esfera pública, al espacio pú- instituciones teóricamente públicas, que en
la disponibilidad a reconocer y comprender blico, a los servicios públicos, como esce- estos mismos 20 años han experimentado
(no necesariamente a aceptar e interiorizar, narios donde todos los individuos tienen, una verdadera regresión como dominio ce-
porque no todos los valores valen lo mismo, por lo menos sobre el papel, los mismos rrado de los profesionales del poder, en su
no todas las actitudes y maneras de hacer y derechos y deberes: la posibilidad de eman- gran mayoría burócratas y tecnócratas que
de vivir son equivalentes) aquello que es di- cipación individual en relación al origen muy a menudo pretenden gestionar los
ferente, aquello que cuestiona nuestra propia familiar o étnico de cada uno; la no discri- asuntos públicos como si se tratara de un
tradición y tal vez nuestros intereses inme- minación por razón del género; la libertad negocio privado cualquiera.
diatos. A reconocer y comprender, muy es- de movimiento, de discusión, de opinión, Lo está, igualmente, en una dimensión
pecialmente, la irreductible singularidad de de culto; la legitimidad de la crítica y el mucho más general, la de las relaciones in-
cada individuo y, al mismo tiempo, su igual- respeto a la discrepancia; el acceso a la edu- tercomunitarias, internacionales, interesta-
dad básica con todos los miembros de la es- cación y la salud como derechos universa- tales, sometidas a los intereses privados de
pecie humana. A reconocer y entender, pues, les; la construcción de sistemas mínima- las grandes corporaciones y a flujos finan-
que la degradación de cualquier ser humano mente democráticos de gobierno y de ad- cieros especulativos que provocan catástro-
nos deshumaniza a todos. ministración de justicia; la política como fes desde el anonimato, sin ensuciarse las
Lo que ocurre, claro, es que para que asunto colectivo; la “cosa pública”, en fin, manos, como auténticos B-52 de la econo-
haya reconocimiento y diálogo (condición como espacio de encuentro –de conflicto mía y las finanzas.
previa de todo entendimiento, de toda posi- pero también de conciliación– entre dife- Si durante mucho tiempo el horizonte
ble comprensión, de toda posible conviven- rentes actitudes e intereses, etcétera. ideológico políticamente correcto en la ma-
cia cooperativa y enriquecedora) tiene que El grado de libertad, de justicia, de equi- yor parte del planeta había sido el de pro-
haber espacios comunes y circuitos de co- dad, que caracteriza las diferentes sociedades mover, al menos formalmente, unos dere-
municación, y no unilaterales, como ahora, y las diferentes culturas se traduce en la exis- chos humanos y un derecho internacional
sino de encuentro, de intercambio, de nego- tencia o no –y, en su caso, en la mayor o que permitiesen avanzar hacia un mundo
ciación, de pacto. Aquí es donde la maltre- menor calidad e importancia– del espacio cada vez más democrático, cooperativo y
cha tradición occidental tiene un patrimo- público como escuela de convivencia, de equilibrado (tales fueron, al menos sobre el
nio de un valor inmenso. Un patrimonio, respeto a la diferencia, como lugar de inter- papel, los principios que inspiraron la crea-
sin embargo, que en buena parte hoy esta- cambio, de aprendizaje, de conflicto, pero ción de la Organización de las Naciones
mos destruyendo. también de fiesta y de celebración, de cohe- Unidas), la tendencia, en ascenso desde hace
sión y de memoria colectiva; en la existencia 20 años bajo el paraguas de la globalización
El desprestigio de lo público o no de unos servicios públicos que permi- neoliberal, es –de manera sólo aparentemen-
Sí, a pesar de todos sus descarrilamientos, tan hacer realidad los derechos humanos bá- te contradictoria– la de consolidar un mun-
nuestra tradición también ha producido al- sicos más allá de las diferencias de nacimien- do compartimentado, segregado: cada com-
gunos de los mejores inventos de la humani- to; en la existencia o no, en suma, de la esfe- partimiento gobernado por métodos e inte-
dad, unos inventos sin duda ambivalentes, ra pública como dispositivo esencial de reses privados y el conjunto sometido a los
como casi todo lo que creamos; pero unos negociación y articulación de la vida social, intereses igualmente privados y corporativos
inventos que han tenido y siguen teniendo de transformación de la diversidad y libertad de los grandes conglomerados económicos y
un potencial enorme como factores de co- individual no sólo en un problema, sino, y político-militares.
operación, de racionalidad y de libertad, así muy particularmente, en una riqueza colec- Al volcarnos a favor de una globaliza-

50 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



PEP SUBI RÓS

ción económica unilateral y unidimensional, nio de la naturaleza humana. La utopía, mi- en todas partes. ¿Qué show? El show cons-
privada y privatizadora, y al mismo tiempo tad anarquista mitad liberal, de reducción tante, avasallador, del exceso en todos los ór-
al fortificarnos y armarnos hasta los dientes del Estado a una administración de las cosas, denes de la vida. El show de la superabun-
contra la globalización de los derechos de no de las personas. La cultura hegemónica dancia, del despilfarro, de la obsolescencia
ciudadanía, contra la construcción del mun- en Estados Unidos, en fin, está tan autocon- planificada, de la bulimia consumista, de la
do como espacio público, compartible, esta- vencida de ser la culminación de los tiempos glorificación de la especulación financiera,
mos falseando y corrompiendo nuestro me- que no hace mucho acogió con entusiasmo de la publicidad omnipresente, agresiva y
jor patrimonio. (Las consecuencias de esta la peregrina idea de que se había llegado al mentirosa, del enaltecimiento de la vulgari-
inconsecuencia, de esta autotraición, no se final de la historia; y de que lo único que le dad, de la invasión de calles y carreteras per-
dejan sentir sólo en nuestras relaciones con quedaba por hacer al resto del mundo era fectamente asfaltadas por vehículos todote-
los desheredados de la tierra, sino en todos abrazar los valores de la iniciativa individual rreno, prepotentes, casi blindados, pequeños
los ámbitos y órdenes de la vida, y muy par- y la libre empresa para acercarse lo más de- tanques familiares devoradores de combusti-
ticularmente en el retroceso de las formas prisa posible al estadio de bienestar y beati- ble, ultracontaminantes.
democráticas de organización social y políti- tud alcanzado por los norteamericanos, co- El show, también, del camuflaje de la
ca en el interior de nuestros propios países mo en una buena comedia musical donde realidad ordinaria (y la paralela sustitución y
“libres” y “avanzados”). A pesar de todas las todos los problemas acaban resolviéndose privatización de la esfera y el espacio públi-
declaraciones universales de los derechos hu- gracias al triunfo de la virtud. cos) por la hiperrealidad de unos simulacros
manos, y a pesar de toda la retórica neolibe- Los hechos del 11-S zarandearon de donde los problemas y la historia no existen,
ral sobre la necesidad y la exigencia de ex- manera trágica este cóctel de ingenuidad y han sido anulados. Unos simulacros donde
tender las formas democráticas de gobierno prepotencia. Significaron un recordatorio la realidad deviene ficción y la ficción, reali-
por todo el mundo, la realidad es que en los brutal de las dramáticas realidades que fer- dad (como esos omnipresentes programas
países ricos hacemos todo lo posible para mentaban en las alcantarillas del fundamen- televisivos que ensalzan las pulsiones más
que la mayoría de seres humanos no tengan talismo neoliberal. Si hasta aquel momento rastreras y alimentan comportamientos so-
otros derechos que los de trabajar para ali- la mentalidad dominante sesteaba en el nir- ciales que mimetizan esa televisión basura).
mentar nuestro propio bienestar. La política vana de la no-historia, desde entonces el país Parques temáticos que parecen ciudades y
democrática moderna se basa en la despoliti- parece haberse instalado en la paranoia de la ciudades que quieren parecer parques temá-
zación de los ciudadanos a escala nacional- inseguridad, con el Dies Irae y un potpurrí ticos. Shopping centers amurallados cuyo in-
estatal y en la negación del derecho de ciu- de himnos patrióticos y viejas marchas mi- terior pretende imitar los espacios públicos
dadanía a escala internacional, es decir, en litares como música de fondo. Cualquier tradicionales, y plazas y calles reales con vigi-
una política antidemocrática, feudal, re-tri- viajero que haya visitado recientemente Los lantes y videocámaras en cada esquina y en
balizadora. Ángeles, San Francisco, Washington o cada puerta, intentando ofrecer la sensación
Nueva York habrá podido constatar que la de seguridad que dan los shopping centers.
Viejo y nuevo ‘apartheid’: atmósfera supura miedo, mucho miedo. Tiendas y hoteles que parecen museos, y
entre África y Norteamérica No se trata sólo de que todos los sistemas y museos que parecen supermercados –y que
En Estados Unidos, claro, es donde la crisis mecanismos de vigilancia de cualquier local cada día lo son realmente más.
del espacio público y de la esfera pública, público hayan sido significativamente re- Claro está que en Las Vegas o en Orlan-
así como el vendaval privatizador, se mani- forzados o de que muchas empresas priva- do hace ya bastante tiempo que todo ello
fiestan en toda su intensidad y agresividad. das faciliten a sus empleados equipos de forma parte sustancial del ambiente, pero
Y que no se entienda esta afirmación como supervivencia frente a eventuales ataques ahora pasa casi lo mismo también en Los
una expresión de antinorteamericanismo. químicos o bacteriológicos. Tanto o más Ángeles, en San Francisco, en Nueva York.
Como en todas partes, en Estados Unidos revelador es el hecho de no poder hablar En Times Square y en SoHo, por supuesto,
uno puede hallar lo mejor y lo peor de lo con casi nadie sin que al cabo de pocos mi- pero también en Chelsea, un barrio tradicio-
que nuestra especie es capaz. Como en nutos aparezca en la conversación el fantas- nalmente vinculado a la industria y el co-
África. (De hecho, los paralelismos entre ma de la inseguridad y la amenaza de nue- mercio textil, lleno de talleres y almacenes, y
un espacio y otro son extraordinarios, por vos ataques terroristas, todo ello bien ade- que de manera acelerada se está transfor-
más que a menudo tomen la forma de rezado con una salsa de lamentaciones por mando en una zona más de entretenimien-
imágenes invertidas). la incomprensión que la política interna- to, con restaurantes y galerías chic a cada pa-
En especial, es en Norteamérica donde cional norteamericana provoca en la mayor so. La misma Zona Cero en torno al desapa-
se manifiestan las mejores y las peores secue- parte del mundo, incluidos buena parte de recido World Trade Center se ha convertido
las de las formas de vida, de pensamiento y los ciudadanos europeos. Un extraterrestre en una atracción turística de primera magni-
de acción que siglos ha inventamos los euro- que aterrizara accidentalmente en cualquier tud (amén de un negocio inmobiliario en el
peos. (En África, en cambio, sólo parecen ciudad de Estados Unidos y hablase con los que se juegan miles de millones) y el 11-S
manifestarse las peores. Lo mejor de África indígenas se largaría a toda prisa, convenci- en un filón inagotable de merchandising.
tiene muy poco o nada que ver con noso- do, al cabo de poco rato, de que había ido Más allá, pues, de la plena militarización
tros). En muchos aspectos esenciales, Esta- a caer en el lugar más inseguro y peligroso de la política internacional y de la obsesión
dos Unidos es la realización práctica de las del universo. por las amenazas terroristas, los brutales ata-
más diversas utopías europeas de los siglos En cierto modo, Bin Laden ha ganado ques suicidas y homicidas del 11-S no han
xvii y xviii. La utopía puritana de la nueva la partida. Ha clavado el miedo en el cuerpo impedido que la vida económica norteame-
Jerusalén. La utopía ilustrada del progreso, y en el alma de la sociedad norteamericana. ricana haya recuperado muy pronto, casi del
la libertad, la igualdad y la emancipación in- Al mismo tiempo, sin embargo, the show todo, su peculiar normalidad. Difícilmente
dividual. La utopía mitad ilustrada mitad goes on, en Los Ángeles, en San Francisco, en podía ser de otro modo. En primer lugar,
romántica, de retorno a un estado primige- Las Vegas, en Washington, en Nueva York, porque no se puede vivir permanentemente

Nº145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



51
ENTRE ÁFRICA Y NORTEAMÉRICA

en estado de shock. En segundo lugar, y más comunes. El actual sistema mundial es un balizado el que nos pone al alcance unas po-
importante, porque el sistema lo necesita y sistema de inseguridades, diferentes pero in- sibilidades infinitas de conocimiento, de ac-
lo impone. La máquina no puede parar. Si terdependientes. Como dicen en el país do- ción, de relación y de comunicación. Que
se detiene, se hunde en el abismo. The show gón, en Malí, todas las aguas se comunican. permite, pues, que las opciones aparente-
must go on. Y todos los problemas también. Siempre se mente más individuales y personales puedan
Y, al mismo tiempo, en la misma socie- han comunicado, pero ahora más que nun- ser, hoy más que nunca, socialmente signifi-
dad, en los mismos individuos, sentimientos ca: la pobreza material de los desheredados cativas y eficaces en el intento de construir
generalizados de angustia, de inseguridad, de la tierra brota de la misma fuente que una vida mejor para todos. Lo permite y no-
de incomprensión, aderezados y alentados nuestro miedo, que nuestra miseria moral y sotros nos hallamos en una situación privile-
con los delirios integristas de George W. nuestro malestar mental, como también lo giada para contribuir a ello.
Bush y la extrema derecha republicana que hacen nuestra frenética movilidad y su for- Por ejemplo, para contribuir, por poco
actualmente controla el Gobierno de Esta- zosa inmovilidad, nuestra angustiada prepo- que sea, desde el terreno que sea, a defen-
dos Unidos. El creciente temor que en los tencia y su creciente resentimiento. der los espacios públicos existentes y a
barrios y suburbios acomodados despiertan Por otra parte, si es verdad que el crear otros nuevos; al derribo de barreras
la plaza, la calle, los servicios públicos, la mundo actual está embarcado en un pro- mentales y a la creación de circuitos que
mezcla con extraños, es perfectamente para- ceso de segregación al estilo del viejo racis- nos permitan a todos acceder a los mismos
lelo al miedo occidental hacia mundo como mo surafricano, también es posible que terrenos de juego; a oponernos a la privati-
espacio común y compartido, hacia el reco- acabemos saliendo del pozo como desde zación indiscriminada, a la gremialización
nocimiento de los derechos de ciudadanía y, hace unos años se están saliendo en Surá- que nos empequeñece, a toda actitud au-
en especial, de libertad de movimiento de frica, contra todas las previsiones. Con tosuficiente y excluyente. No para borrar
las personas como derechos universales. muchas dificultades, por supuesto, con mi- las diferencias, sino para estar todos en las
¿Cuál es la causa, cuál el efecto? nas que estallan cada día en forma de violen- mismas condiciones. Para que todas las
El contraste con la situación en la ma- cia criminal, con mucho miedo y descon- aguas puedan realmente comunicarse. Por-
yor parte del planeta –salvo Europa, Japón y fianza entre los adultos, una resaca que du- que las aguas estancadas se pudren. Y por-
un puñado más de países– es notable y, si- rará aún mucho tiempo; pero el apartheid que así como todas las aguas se comunican,
multáneamente, muy revelador. El conti- político ya no existe y poco a poco el país es- así también, a la corta o a la larga, todo se
nente africano es, en este aspecto, especial- tá moviéndose hacia formas de vida cada vez contagia: el placer y el dolor, la alegría y la
mente revelador. Ni la inseguridad ni mu- más integradas y potencialmente solidarias. tristeza, el coraje y el miedo, el conocimien-
cho menos el terrorismo juegan en la mayor Unas formas que hoy empiezan ya a ser visi- to y la ignorancia, la generosidad y la mez-
parte de los países africanos un papel signifi- bles entre los niños y los jóvenes, en algu- quindad, el respeto y el desprecio, la lealtad
cativo ni en el discurso oficial ni en las con- nos barrios, en las escuelas, en la universi- y la traición, el amor y el odio, la capacidad
versaciones privadas. No porque no haya in- dad, en la televisión pública. de diálogo y la violencia.
seguridad, sino porque forma parte de la ex- Es posible que también nosotros consi- ¿Wishful thinking, como dicen en inglés,
periencia cotidiana, hasta tal punto que gamos salir del atolladero si aprendemos la o sea, confusión de deseos y realidades? Tal
resulta superfluo hablar del tema. Constitu- lección de figuras como Nelson Mandela o vez, pero creo que en el fondo se trata de
ye un elemento permanente del clima y del Walter Sisulu, entre muchos otros hombres una forma decente de realismo. El irrealis-
paisaje. Claro que se trata de otro tipo de in- y mujeres extraordinarios que resistieron la mo, la indecencia, es el enclaustramiento en
seguridad: la derivada de la falta de inversio- tentación de deshumanizar y eliminar a sus nosotros mismos y en nuestras fortalezas; la
nes, de lugares de trabajo, de infraestructu- adversarios explotadores y racistas del mis- defensa numantina de nuestros privilegios;
ras, de equipamientos y de servicios; de la mo modo que éstos habían intentado, sin la humillación y la exclusión sistemática de
inundación desde los países ricos de produc- conseguirlo, deshumanizarlos y destruirlos a quienes se han equivocado de lugar de naci-
tos de ínfima calidad, o de segunda o sépti- ellos. Hombres y mujeres que en las condi- miento o de color de la piel; la deshumani-
ma mano, que destruyen el tejido económi- ciones más difíciles, sometidos a los tratos zación de los adversarios, el menosprecio de
co local tradicional; del proteccionismo de más brutales, torturados y encarcelados, dig- la vida ajena. ■
estos mismos países ricos, abanderados de la nificaron la vida política, construyeron una
liberalización comercial, frente a los produc- autoridad moral y una visión de una socie-
tos del Tercer Mundo; la inseguridad, en fin, dad plural y multicolor, enriquecida por su [El presente artículo sintetiza las principales ideas ex-
inherente a la pobreza, a la enfermedad, a la diversidad. Una autoridad y una visión que puestas en los dos últimos capítulos del libro Todas las
aguas se comunican, o de la felicidad y otros desasosiegos,
lucha diaria por la supervivencia... En este llegaron a convertirse en unas armas mucho de próxima publicación en editorial Laertes.]
contexto, la emigración a algún país del nor- más potentes que la implacable maquinaria
te deviene la única válvula de escape imagi- militar y policial de apartheid.
nable para muchos, por más que el único Claro que ni los guiones ni las partituras
horizonte sea el de venderse como mano de dominantes en nuestros escenarios políticos
obra sumisa y barata, dispuesta a realizar to- son los más favorables para que en ellos
dos aquellos trabajos sucios y mal pagados prosperen caracteres de esta talla, de esta for-
que ningún ciudadano de estos países está ya taleza e integridad, bien al contrario; pero
dispuesto a desempeñar. no es preciso esperar a que aparezcan para
Lo que quiero decir, en fin, es que en que cada uno de nosotros vayamos hacien-
este nuestro mundo globalizado no hay unos do, más o menos modestamente, lo que po-
que tienen los problemas y otros que tienen damos, que es mucho. Porque, a pesar de su Pep Subirós es escritor y filósofo. Autor de La rosa
(que tenemos) las soluciones, sino que bajo desquiciamiento, de todas sus contradiccio- del desierto, Cita en Tombuctú, Breve historia del futuro
diferentes formas los problemas de base son nes y miserias, también es este mundo glo- y Áfricas: el artista y la ciudad.

52 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº145 ■


SEMBLANZA

ALMODÓVAR Y LA ‘INFAME TURBA’


VICENTE MOLINA FOIX

T
odo artista crea su pro- cinco llaves en el sepulcro del mismo respeto a las leyes de la tigua a la entrada del cine
pio paisaje, pero antes Cid, y del CESID, despedía el probabilidad y la previsibilidad Peñalver– miraban atónitos a
ha de irrumpir en la es- tufo de unas emanaciones que que los estudiosos computan y las modernas del estreno de Pe-
tela de la tradición, en el con- aún hoy, cuando sopla el vien- dictaminan en seminarios, sim- dro, dentro de la sala de pro-
texto de sus contemporáneos, to galaico-castellano de sus su- posios y congresos. yección caía desde la pantalla a
ante un público cómodo que cesores, los españoles seguimos De hecho, las dos películas las butacas la primera ducha
prefiere las satisfacciones co- oliendo. Cinco años, un nuevo españolas más marcantes (no dorada de la historia del cine
nocidas al vértigo de lo distin- jefe de Estado, una Constitu- diré ni mucho menos que las español, que ni siquiera todas
to. La irrupción de Almodó- ción votada mayoritariamente, mejores) del año 1980, Ópera las lobas presentes sabían lla-
var en el cine español tiene una transición, una oposición prima, de Fernando Trueba, y mar por su nombre primordial
fecha y lugar precisos, la noche política, y en el cine una fanta- Pepi, Luci, Bom y otras chicas de golden shower. De hecho, yo
del 27 de octubre de 1980, sía: la que tenían todos los paí- del montón, eran dos comedias atribuyo al profundo descono-
cuando se estrenó en el cine ses occidentales, a la espera de modestas en su presupuesto y cimiento que la crítica especia-
Peñalver de Madrid su película ver salir de nuestra cinemato- en su propuesta estética, esca- lizada y una mayoría del pue-
Pepi, Luci, Bom y otras chicas grafía liberada del yugo fascista samente renovadora. La pri- blo español pre-crónico-mar-
del montón. El estreno no tuvo las grandes explosiones del mera fue un gran éxito de pú- ciano tenían de los códigos de
focos ni limusinas, de todas nuevo espíritu democrático blico, y consolidó la llamada la sexualidad anómala y la ter-
formas incongruentes en una hecho carne fílmica. comedia madrileña, que trata- minología gay el poco reguero
sala (hoy clausurada) sin me- Y es cierto que se realizaron ba de poner al día, en las me- dejado por aquella provocativa
moria de galas y en una zona en esos años varias películas jores obras de Colomo, Drove película de Almodóvar, que
del barrio de Salamanca hospi- imposibles bajo la dictadura, y el propio Trueba, la tradición incluía, aparte de la golden
talaria y clínica, donde los ví- algunas (como Camada negra del sainete costumbrista rebo- shower, salpicaduras de mayor
tores de unos hipotéticos fans y Sonámbulos, de Gutiérrez zado con un poco de verbalidad calado.
habrían quedado amortigua- Aragón; Raza, el espíritu de francesa (Eustache, Rohmer) y Y sin embargo, más allá de
dos por la sirena de las ambu- Franco, de Gonzalo Herralde; chistes traducidos de Woody la estupefacción antropológica
lancias que depositan allí sin La vieja memoria, de Camino, Allen. La otra ópera prima, la causada por la infame turba de
parar enfermos graves. De re- las cuatro de 1977; o El proce- de Almodóvar, tuvo poco pú- acompañantes y groupies (“ser
pente, y aunque sólo por un so de Burgos, de Uribe, y El cri- blico y mucho vilipendio de la de la noche negra nos lo ense-
par de horas, el cruce de las men de Cuenca, de Pilar Miró, crítica seria, iniciando un tor- ña/infame turba de funestas
calles Conde de Peñalver y de 1979) explícita o metafóri- tuoso camino de desencuentros aves”, dicen los versos comple-
Juan Bravo vio una pequeña camente referidas a la dictadu- que sólo el éxito internacional tos de Góngora, en la Fábula
fauna extraña y desaliñada que ra franquista, así como otras del director rectificó, tardía- de Polifemo y Galatea), debajo
traía hasta esos lugares sanita- que de manera sesgada refleja- mente: conviene no olvidar del relativo escándalo paleto
rios el primer síntoma de un ban la materia oscura de aque- hoy, entre tanto lauro y tanto que no sólo Pepi..., sino sus
mal innoto: el tránsito del sue- lla misma realidad sofocada: Oscar, que España fue el últi- dos siguientes películas des-
ño privado a la luz pública, de El desencanto y A un dios desco- mo país del mundo, e incluyo pertaron en España, el cine de
lo underground a lo madrileña- nocido, de Chávarri (1976- las antípodas, donde los críti- Almodóvar no ha podido ser
mente urbano, que aquella 1977); Los placeres ocultos, de cos dieron a Almodóvar, a más autóctono, enraizado en
primera película comercial de Eloy de la Iglesia (1976); Bil- regañadientes, el estatuto de nuestra imaginería y, si se me
Almodóvar suponía. bao y Caniche, de Bigas Luna gran cineasta. permite la célebre palabra,
¿Qué pasaba en el cine espa- (1978). La explosión de esa Volvamos a la noche de celtibérico. Buscando película
ñol a finales de 1980? Franco fantasía sobre el cine y la nove- aquel estreno de Pepi..., en el a película, podrían encontrarse
llevaba muerto cinco años, un la posfranquista que los autores Peñalver, un cine largo y estre- en su filmografía las fórmulas
tiempo suficiente para que el españoles le debían a la buena cho, como los menús de la del juguete cómico, el dispara-
olor de cualquier cadáver ordi- conciencia progresista interna- nouvelle cuisine. Mientras los te, la comedieta de costumbres
nario se disipe del todo; no, cional no se produjo, pues tam- ATS de las clínicas cercanas y y la astracanada, mezcladas
por desgracia, el de aquel cuer- poco la irrupción de Almodóvar las familias de los heridos en siempre por él con su peculiar
po pequeño pero mefíticamen- en el paisaje pudo colmar tanto accidentes de tráfico ingresados y revulsivo talento para la
te fragante, que cinco años wishful thinking. El arte, por en las Urgencias del hospital farmacopea.
después de ser enterrado con fortuna, no se mueve con el de la Princesa –puerta casi con- De todas esas fórmulas, a

54 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



mí me gusta señalar como más España negra, de la España
específica la de la astracanada, eterna. En el momento de la
siquiera por su glamourosa con- aparición de Almodóvar, ver
notación de alta peletería. Se una película nacional sin tazo-
trata, como es sabido, de un nes ni migas ni represión
subgénero humorístico de gran sexual ya reconfortaba, aunque
prestancia en el teatro español es preciso señalar que la espe-
del siglo xx, y que, dicho a cie, hoy manida, ha dado algu-
grandes rasgos, procede retor- na obra maestra y filmes muy
cidamente del gracejo andaluz estimables.
y madrileño de los hermanos Lo alambicado es que en el
Quintero y Arniches hasta el cine de Pedro, sin duda más
retruécano –de un surrealismo “cine de tacón” que de tazón,
soft y absurdo– de los Mihura, algún que otro tazón hay, y
Tono y Jorge Llopis. En el mucha cocina casera con cor-
audio del singular paisaje crea- tinillas de cretona, gazpacho,
do por Almodóvar en el cine pierna de cordero y no recuer-
español hay mucho chiste de do si hasta un morteruelo de
astracán, que Pedro cose ma- fondo en el retorno a las fuen-
gistralmente con retales de fel- tes que hacía Marisa Paredes
pa high tech, boatiné, angorina en la citada La flor de mi secre-
edwood y terciopelo azul. Pedro Almodóvar to. Nunca, sin embargo, tales
¿Humor manchego? Almo- productos gastronómicos nos
dóvar nunca renuncia a nada su muerte, “tenía un humor lo que no puede decirse del ci- han repetido, y yo creo que es
genuino, ni al ajo, y bastaría muy recio, muy baturro”, pero ne de Almodóvar, y para mí por esa arriesgada y muy ca-
recordar en ese sentido su vin- ante los demás decía siempre constituye el supremo elogio, racterística pirueta del cine
culación a Buñuel y Fernán- detestar lo típico y lo folclóri- es que sea castizo. El casticis- almodovariano consistente en
Gómez, cuya gran película El co de Aragón, sobre todo la mo es la gran lacra del arte es- tomar las esencias de la
extraño viaje vimos hace unos jota. Incrédulo, y sardónico, pañol, incluido, desde luego, españolada y diluirlas en el va-
meses comentada y reveren- Julio Alejandro estaba siempre el que sigue haciendo, con so de las neurosis obsesivas más
ciada por Pedro en el progra- recordándole a su amigo las gran encomio, una buena par- cosmopolitas y desviadas, me-
ma televisivo Versión española. raíces comunes; y un día, en el te de nuestro cine, teatro y no- nos catetas. Cito a Unamuno,
Antes de La mala educación, rodaje de Simón del desierto, vela contemporáneos. Cine- que no sé si es lectura de cabe-
película también en ese senti- se puso a cantarle a Buñuel, matográficamente ha tenido cera de Pedro: “Se aplica de
do muy seminal, yo recuerdo embebido en las hipérboles su cristalización en lo que yo ordinario el vocablo ‘casta’ a
la escena de las jotas manche- surrealistas de su obra, esta llamé en su día “cine de ta- las razas o variedades puras de
gas de La flor de mi secreto, y jota aragonesa, muy popular zón”. El “cine de tazón” es una especies animales, sobre todo
no las traigo aquí a colación en la juventud gamberra de manera o repertorio iconográ- domésticas, y así es como se
como, en el caso de Buñuel, ambos: “No me jodas en el fico poblado de escuálidos dice de un perro que es ‘de
hacía su gran coguionista Ju- suelo/como si fuera una pe- adolescentes convalecientes, buena casta’, lo cual origina-
lio Alejandro. Buñuel y Julio rra,/que con esos cojonazos/ criadas generosas (de carne y riamente equivalía a decir que
Alejandro eran los dos arago- me echas en el coño tierra”. espíritu), padres y madres de era de raza pura, íntegra, sin
neses, pero se conocieron en Buñuel, pálido de vergüenza, severa bondad, amores mezcla ni mesticismo alguno.
el exilio mexicano, y colabora- interrumpió la filmación, an- pueblerinos, pasiones comar- De este modo, ‘castizo’ viene a
ron juntos de manera conti- te el estupor de la actriz Silvia cales, gabanes de posguerra y, ser puro y sin mezcla de ele-
nua y memorable en varias Pinal, su marido, el productor como corolario, el humeante mento extraño”.
películas, entre las que se Alatriste, y el resto del equipo tazón desportillado lleno de ¿Hay, a este respecto, una pe-
cuentan Nazarín, Viridiana y mexicano. achicoria o cualquier otro bre- lícula más acendradamente im-
Tristana. Buñuel, según contó Más o menos, consciente o baje reconstituyente que ayuda pura que La mala educación?
Julio Alejandro meses antes de inconscientemente manchego, a crecer a esos vástagos de la Como ha contado en nume-

Nº145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



55
ALMODÓVAR Y L A ‘INFAME TURBA’

rosas intervenciones públicas el Iniciado el siglo xxi, Al- que no a Valencia, sino a Extre- no se hace en la eucaristía sino
propio cineasta, el origen de modóvar, incansable en sus madura, y, naturalmente, Pe- en la silicona, y donde la infa-
esta última obra suya es un re- retoques, ampliaciones y rees- dro, humilde oficinista diurno, me turba mezcla a los curas
lato escrito por él hacia el año crituras del guión, se encontró se convertía al caer la tarde en con los travestis, las sotanas
1973, “en el que me vengaba con ganas de filmar el tocho ya una de las aves más vocingleras con las lentejuelas, los crucifi-
de la educación religiosa que ahora llamado La mala educa- y rutilantes de aquella bandada jos con los consoladores, en
había recibido en un colegio de ción, en el que la parte situada que tanto estimuló la noche ne- una apasionada afirmación de
curas 20 años antes” (tomo esta en el Madrid de los años gra de los garitos de la movida que sólo la mala vida puede
cita, como las siguientes, del ochenta, en torno a la famosa madrileña en la primera mitad redimir la mala educación. ■
prólogo que acompaña la edi- movida, de la que el personaje de los años ochenta.
ción de La mala educación del director de cine Enrique Las visitas y después La ma-
(Ocho y Medio, Madrid, 2004), Goded era una figura desco- la educación original conte-
donde se recoge la “penúltima llante, tenía bastante más ex- nían, por tanto, numerosos
versión” del guión, que difiere tensión; también había “un elementos para desembocar en
en más de un punto, y sobre to- largo prólogo rural, en el que una rebosante película de ta-
do en el desenlace, de la pelícu- se contaba la infancia enfren- zón: el trasfondo de la ense-
la estrenada). En los primeros tada de los dos hermanos, su ñanza religiosa, con su mezcla
años noventa, Almodóvar vida familiar en un pueblo de de terrorismo espiritual y luju-
desarrolló ese relato, titulado Valencia (Paterna) al cual ha- ria de confesionario; la emi-
La visita, en forma cinemato- bía emigrado la familia, las re- gración rural; el microclima de
gráfica, sin quedar plenamente laciones con el padre y con la una familia de la clase trabaja-
satisfecho del guión resultante, madre…”. dora; el sufrimiento infantil de
que llevaba entonces por título A poco que se conozca la una sensibilidad torcida. Es un
Las visitas; cada vez que termi- vida de Almodóvar resulta evi- indicador del talento anticasti-
naba una nueva película, su dente, también en esos giros zo de Almodóvar que el resul-
autor “volvía a esta historia, argumentales, la fuerte carga tado final, La mala educación
Vicente Molina Foix es escritor. Au-
que, con el tiempo, se había autobiográfica del guión. La cinematográfica, sea un sofisti- tor de las novelas La mujer sin cabeza y
convertido en un reto, una ob- familia del futuro cineasta cado juego de cajas chinas en El vampiro de la calle Méjico y guionis-
sesión y un refugio”. emigró desde La Mancha, aun- el que la transubstanciación ta y director de la película Sagitario.

56 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº XX



POLÍTICA

EL TRIUNFO DE LA ABSTENCIÓN
EN LA UNIÓN EUROPEA
BELÉN BARREIRO

L
as elecciones europeas, que el nuevo partido en el Go- –Bélgica, Luxemburgo, Grecia nuevas democracias, las tasas
celebradas entre el 10 y el bierno volviese a situarse como y Chipre– o lo ha sido, como de participación están por de-
13 junio de 2004, han ganador, pero no desencadenó en Italia hasta 1994. En todos bajo de la media de los 25 paí-
pasado a la historia como las la movilización electoral. En ellos votó el 70% o más de ses, a excepción de Lituania,
elecciones de la abstención, Europa y en España triunfó la ciudadanos. La participación en donde las elecciones euro-
pues ni siquiera uno de cada abstención. se sitúa por encima del 50% peas coincidieron con las pre-
dos ciudadanos europeos acu- en otros dos países: Malta e sidenciales. El alto abstencio-
dió a votar en esta ocasión. Las elecciones en Europa Irlanda. Las elecciones euro- nismo entre los nuevos socios
Los comicios tenían lugar, sin Las elecciones europeas de ju- peas coincidieron en Irlanda explica por sí mismo la caída
embargo, en un contexto de nio de 2004 registraron la tasa con la celebración del referén- de la participación en estos
transformación para la Unión más baja de participación des- dum sobre la reforma de la comicios, pues la media para
Europea (UE), a las pocas se- de los primeros comicios cele- Constitución. la Europa de los 15 es de 53%,
manas de que 10 nuevas de- brados en 1979. El 45,5% de Los países más abstencio- ocho puntos porcentuales por
mocracias sellasen su incorpo- los ciudadanos europeos acu- nistas, aquellos en los que la encima de la tasa para la Euro-
ración. La ampliación no sir- dió a votar en esta ocasión, lo tasa de participación se sitúa pa de los 25, y tres puntos
vió de estímulo para acercar a que supuso una caída de cua- por debajo del 30%, son to- porcentuales por encima de la
los ciudadanos a las urnas, co- tro puntos porcentuales con dos, sin excepción, países que participación habida en las
mo tampoco lo hizo el proceso respecto a la participación en se han incorporado a la UE en elecciones de 1999.
de negociación del proyecto 1999. La tasa de participación la reciente ampliación. De los Las elecciones europeas no
de Constitución de la Europa confirma la tendencia a una 10 nuevos miembros, única- sólo fueron los comicios de la
de los 25. desmovilización creciente en mente las dos democracias abstención. En ellas, muchos
En España, los comicios eu- elecciones europeas, en las que más antiguas, Chipre y Malta, ciudadanos europeos aprove-
ropeos se celebraban el 13 de la participación ha caído en son muy participativas. En los charon la oportunidad para
junio, tres meses después de las 18 puntos a lo largo de 25 países restantes, todos ellos castigar a sus respectivos Go-
elecciones generales que, con años (véase gráfico 1). biernos. Así sucedió en el Rei-
la victoria del Partido Socialis- La tabla 1 recoge las tasas TABLA 1 no Unido, Francia, Italia y
Participación en las
ta Obrero Español (PSOE), de participación en las eleccio- Elecciones Europeas de 2004
Alemania, así como en otros
cambiaron el rumbo político nes de 2004 para los países Estados miembro con menos
Estados Tasa de
del país. La abstención de los miembros. Se observa que la miembros participación en %
población, como Dinamarca,
españoles, similar a la europea, participación varía enorme- Austria, Holanda, Hungría y
Alemania 43,00
batió su récord, pues en nin- mente: mientras que en Bélgi- Bélgica 90,80 Polonia, entre otros1.
guna convocatoria había acu- ca votaron nueve de cada diez Italia 73,50
dido a votar menos de la mitad ciudadanos, en Eslovaquia lo Luxemburgo 90,00 Los resultados del 13-J
Holanda 39,10
de los electores registrados. El hizo menos de dos de cada Reino Unido 38,90
en España
optimismo hacia la nueva si- diez. Los países más participa- Irlanda 61,00 Las elecciones del 13-J, en las
tuación política, expresado por tivos tienden a ser aquellos en Dinamarca 47,85 que, como consecuencia de la
muchos ciudadanos, permitió los que el voto es obligatorio Grecia 62,78 ampliación, se disputaban 10
España 45,94
Portugal 38,74 escaños menos que en 1999,
GRÁFICO 1
Suecia 37,20 brindaron resultados satisfac-
Austria 41,80 torios para los dos principales
Participación en elecciones europeas, 1979-2004 Finlandia 41,10
80 Checoslovaquia 27,90
partidos (véase tabla 2). El
Estonia 26,89 porcentaje de voto al PSOE
70
Participación
Chipre 71,19 aumentó en ocho puntos en
60 media para
países
Latvia 41,23 relación a las europeas de
miembros Lituania 46,05
50
Hungría 38,47 1999 y en casi un punto con
40 Malta 82,37
Polonia 20,00
30
Eslovenia 28,34 1 Véase José Ignacio Torreblanca:
20 Eslovaquia 16,96 Claves para entender la abstención en las
1979 1984 1989 1994 1999 2004 Media 45,50 elecciones europeas. Real Instituto Elcano,
21-6-2004.

58 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145 ■


respecto a las elecciones gene- más, en estas elecciones los tada en los comicios del 14-M. achacar el retroceso electoral
rales del 14-M, mientras que partidos nacionalistas han for- El avance del PSOE se produ- a la práctica de voto útil de
las ganancias del PP fueron de mado coaliciones, lo que en ce en todas las comunidades los ciudadanos de izquierda.
1,5 puntos en comparación teoría debería haber desincen- autónomas salvo en Murcia, Los otros perdedores fueron
con las anteriores europeas y tivado la concentración de vo- donde se observa un ligero re- los partidos nacionalistas. La
de 3,5 si se toma como elec- to a favor de los dos grandes. troceso. Es precisamente en es- coalición Galeusca, compues-
ciones de referencia las últimas El PSOE logró el 13-J su ta comunidad en la que menos ta por los firmantes de la De-
generales. tercer triunfo electoral en el creció el voto a los socialistas claración de Barcelona –CiU,
El avance del PSOE y del ámbito estatal en poco más de en las elecciones generales. Es PNV y BNG–, obtuvo el 5%
PP el 13-J quedó reflejado en un año, tras las elecciones mu- posible que la paralización del de los votos y se hizo con dos
la mayor concentración de vo- nicipales de mayo de 2003 y Plan Hidrológico Nacional dé escaños. De los tres partidos
to jamás producida desde el las generales del 14-M. La vic- cuenta de los menores rendi- que integran la coalición,
inicio de la democracia: casi el toria en las europeas permitió mientos electorales del PSOE únicamente el PNV mejoró
85% de los españoles optó por zanjar el debate que desde las en esta autonomía, aunque la sus resultados con respecto a
uno de los dos primeros parti- filas del PP se había abierto a comparación de los dos comi- las elecciones de 1999, mien-
dos españoles. Desde las elec- propósito de la influencia del cios celebrados en 2004 no tras que CiU sufrió un desca-
ciones europeas de 1999, en atentado del 11-M en las pa- ofrece un saldo negativo para labro considerable, perdien-
las que el 75% del electorado sadas elecciones generales. Los los socialistas, que avanzan un do 12 puntos porcentuales
optó por los dos principales socialistas volvieron a ganar punto en esta región. El PP, con respecto a los comicios
partidos, la concentración del en un contexto de normali- por el contrario, aumenta su de 1999 y situándose por de-
voto se ha ido acentuando dad. Por su lado, los resulta- voto en seis puntos porcentua- trás del PP en Cataluña. El
considerablemente. El 79% dos obtenidos por el PP mos- les en Murcia entre las dos úl- voto al BNG cayó en nueve
votó al PSOE y al PP en 2000, traron la innegable capacidad timas elecciones europeas y puntos.
y el 80% lo hizo el 14-M. Se de movilización de este parti- gana casi dos puntos si se to- La coalición Europa de los
está produciendo, por tanto, do, que tan sólo a tres meses ma como elección de referen- Pueblos, en la que está inte-
una tendencia creciente al bi- de los comicios que le llevaron cia el 14-M. Cabe destacar, grada Esquerra Republicana
partidismo en España. La ma- a la oposición recortó su dis- igualmente, el avance del de Catalunya (ERC), logró un
nifestación de esta tendencia tancia con los socialistas en PSOE en Cataluña, tanto si se escaño, con el 2,5% del voto.
en elecciones europeas es reve- tres puntos. compara las dos últimas con- Las elecciones mostraron que
ladora, pues el sistema electo- La comparación de los re- vocatorias europeas, entre las los republicanos siguen en as-
ral adopta una circunscripción sultados de las elecciones euro- que el crecimiento es de ocho censo, pues doblaron el voto
única y, por tanto, con más ca- peas de 2004 con respecto a puntos, como si se tiene como que habían obtenido en ante-
pacidad para tratar con igual- las de 1999 muestra una evo- elecciones de referencia o bien riores elecciones europeas.
dad a los partidos, con inde- lución del voto a los principa- las autonómicas de 2003, en El rasgo más destacable de
pendencia de su tamaño. Ade- les partidos similar a la detec- cuyo caso el aumento es de 11 las elecciones del 13-J fue la
puntos, o bien las últimas ge- baja participación, el 46%, si-
nerales, donde el avance socia- milar a la participación media
Tabla 
Elecciones europeas de 2004 y 1999 lista es de tres puntos. europea. La participación, la
Los perdedores de las elec- menor habida en elecciones
2004 (54) 1999 (64) ciones del 13-J fueron IU y españolas, cayó en 18 puntos
Siglas Votos % Diputados Siglas Votos % Diputados los partidos nacionalistas. El porcentuales con respecto a
(54) (64)
porcentaje de voto a IU des- los comicios de 1999 y se si-
PSOE 6.621.570 43,30 25 PP 8.410.993 39,74 27
PP 6.315.294 41,30 24 PSOE-Prog. 7.477.823 35,33 24
cendió en 1,5 puntos, dejan- tuó 16 puntos por debajo de
GALEUSCA 790.051 5,17 2 IU-EUIA 1.221.566 5,77 4 do a la coalición con el peor la participación media para el
IU-ICV-EUIA 636.458 4,16 2 CiU 937.687 4,43 3 resultado de su historia elec- conjunto de elecciones euro-
EdP 380.095 2,49 1 CE 677.094 3,20 2
CE 184.575 1,21 CN+EP 613.968 2,90 2
toral. La caída de voto en peas celebradas en España
LV-GV 66.060 0,43 BNG 349.079 1,65 1 elecciones europeas refuerza (1987-1999). La proporción
P. CANNABIS 53.785 0,35 EH 306.923 1,45 1 la evidente debilidad de IU, de ciudadanos que votaron el
ARALAR 19.778 0,13 VERDES 300.874 1,42
pues la votación en distrito 13-J descendió en todas las
C.D.S. 14.197 0,09 LV-GV 138.835 0,66
único no permite en teoría comunidades autónomas, y

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



59
E L TRI UNFO D E L A ABSTENCIÓN EN L A UN I ÓN E U ROP E A

únicamente en siete autono- participación, a partir de los España 3 . Los ciudadanos formación, control y caída de
mías al menos uno de cada noventa el apoyo electoral a muestran, desde la adhesión un Gobierno. El proceso de
dos ciudadanos acudió a las los populares se produce al de nuestro país a la Unión, ac- toma de decisiones es com-
urnas. margen de cómo evolucione la titudes muy favorables a la plejo y las responsabilidades
Pese a situarse como parti- abstención. misma. En mayo de 2004, el difusas. El diseño institucio-
do ganador, todo parece indi- Igualmente, datos de en- 77% de los ciudadanos afirma nal de la UE no permite que
car que el PSOE se vio más cuesta revelan la mayor pre- estar a favor de la Unión Eu- el voto sirva como mecanis-
perjudicado que el PP por la sencia de individuos de iz- ropea. Al hacer balance de las mo de control al Gobierno.
abstención. Entre las siete au- quierda que de derecha entre repercusiones que para nuestro El descontento de los ciuda-
tonomías más participativas, los abstencionistas del 13-J. país ha tenido la pertenencia a danos no se puede manifestar
aquellas en las que la tasa de Entre aquellos que optaron la Unión Europea, el 64% mediante el castigo en las ur-
participación supera el 50%, por no votar, el 32% declaraba considera que España ha sali- nas. Consecuentemente, a la
los populares aventajan a los que, de haber acudido a las do beneficiada. Igualmente, hora de votar en las eleccio-
socialistas en seis: Rioja, Cas- urnas, habría votado al PSOE, las encuestas de opinión reve- nes europeas, los ciudadanos
tilla y León, Castilla La Man- frente a un 16% que habría lan que los españoles son centran su atención en los
cha, Valencia y Madrid. Esta votado al PP. Entre aquellos conscientes de la importancia asuntos nacionales y utilizan
pauta no hace sino confirmar que querían votar pero no pu- de las instituciones europeas en todo caso su voto para
la mayor tendencia a la des- dieron hacerlo, un 42% se ha- en cuanto a su capacidad para zanjar cuentas con los políti-
movilización entre el electora- bría decantado por los socia- condicionar la vida nacional. cos de su país. Los europeos
do de izquierda que entre el listas, frente a un 22% que lo Tres de cada cuatro ciudada- saben que su voto no permite
de derecha, tendencia que sólo habría hecho por los popula- nos consideran que las deci- ejercer control sobre las deci-
en ocasiones, como sucedió en res2. siones que se toman en el seno siones que se adoptan en el
1982 y en 2004, se atenúa de la Unión Europea afectan marco de las instituciones eu-
considerablemente sin llegar La dimensión europea sus vidas4. ropeas. El voto en las eleccio-
nunca a desaparecer. de la abstención del 13-J nes europeas no representa un
El gráfico 2 muestra preci- en España El voto no permite el control de mecanismo de control.
samente la evolución de la la política europea La UE no sólo es peculiar
participación y el voto al Abstención y euroescepticismo Es posible que las bajas tasas por su diseño institucional, si-
PSOE y al PP en elecciones Frecuentemente se afirma que de participación en elecciones no también por el contenido
generales y europeas desde los relativamente altos niveles europeas respondan al pecu- de los acuerdos y decisiones
1986 a 2004. Se observa có- de abstención en elecciones liar diseño institucional de la que en ella se adoptan. Pese a
mo, a partir sobre todo de la europeas responden al poco UE5. En las democracias, las la creciente e innegable im-
década de los noventa, el voto entusiasmo de los ciudadanos elecciones tienen como prin- portancia del marco europeo
al PSOE mantiene relación por el proceso de construcción cipal función permitir a los en la vida de los países miem-
con la participación: en aque- de la UE. En este sentido, la ciudadanos el control de los bros, lo cierto es que el presu-
llas elecciones en las que son abstención mostraría una cier- Gobiernos. Cuando los resul- puesto de la UE no alcanza ni
menos los ciudadanos que vo- ta indiferencia o incluso re- tados logrados durante una el 1,5% del producto interior
tan, cae el voto al PSOE (así chazo de los ciudadanos por legislatura no resultan satis- bruto (PIB) de la Unión,
sucede en 1994 y 1999), las instituciones europeas y los factorios, los votantes tienen cuando en España, por ejem-
mientras que cuando el núme- procesos de toma de decisión la posibilidad de castigar al plo, el gasto público alcanza el
ro de votantes asciende tam- que en ellas se producen. Sin partido en el Gobierno, op- 40% del PIB nacional. La per-
bién lo hace el voto a los so- embargo, no es evidente que tando por la abstención o por cepción del ciudadano que no
cialistas (esto ocurre claramen- el euroescepticismo explique otra fuerza política. Sin em- paga impuestos europeos bien
te en las elecciones de 1996 y la alta abstención del 13-J en bargo, en las elecciones euro- puede ser que la UE ni recau-
2004). Por el contrario, salvo peas los ciudadanos eligen a da ni tiene suficiente capaci-
en la década de los ochenta, 2
Centro de Investigaciones Sociológi-
representantes nacionales para dad de gasto, y que, por tan-
en la que el voto al PP mantu- cas, Poselectoral Elecciones al Parlamento un Parlamento Europeo que to, no es en ella en donde se
vo un ligero vínculo con la Europeo, 2004. Estudio 2.567, junio 2004. no tiene funciones similares a dilucidan las políticas real-
la de los parlamentos nacio- mente relevantes. La impor-
nales en los sistemas parla- tancia de la política fiscal en
GRÁFICO 2
Participación y voto al PSOE y PP mentarios, como permitir la la construcción y desarrollo
en elecciones generales y europeas de las democracias encuentra
90
80
su máxima expresión en la re-
70 Participación 3 Según J. I. Torreblanca, tampoco está volución americana, cuando
Voto PSOE
60 ▲ Voto PP claro que el euroescepticismo explique la los estadounidenses se revela-
50 abstención en otros países de la UE. Véase ron contra los británicos por-

40 ▲ ▲

la nota a pie de página número 1.
30

▲ ▲
4 Centro de Investigaciones Sociológi- que no admitían pagar im-
▲ ▲

20

▲ cas, Preelectoral Elecciones al Parlamento puestos sin tener representa-
10 Europeo, 2004. Estudio 2.564, mayo 2004. ción política (‘‘no taxation
5 Un argumento parecido al que se pre-
0 without representation’’).
1986G

1987E

1989E

1989G

1993G
1994E

1996G

1999E

2000G

2004G

2004E

senta aquí se encuentra en Cees Van der Ei-


jk y Mark Franklin: Choosing Europe. Ann Quizás los ciudadanos espa-
Arbor: The University Of Michigan Press. ñoles y europeos se abstengan

60 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº145



BELÉN BARREI RO

porque sí tienen representa- de su europeísmo, ni el voto uno de cada diez veía con pe- buye a explicar la desmoviliza-
ción, pero, al no pagar im- permite a los ciudadanos simismo el futuro político de ción habida en estos comicios.
puestos, no entienden bien guardar control sobre lo que España8. Datos de encuesta revelan que
para qué sirve. se decide en la UE ni es evi- El entusiasmo con el que el 21% de los ciudadanos no
Algunos datos ilustran la dente para todos que lo que los españoles iniciaban la nue- votó porque estaba ya cansado
escasa importancia que los esté en juego en Europa sean va etapa política se trasladaba de tantas elecciones10.
ciudadanos españoles atribu- las políticas más relevantes. a las opiniones emitidas a pro-
yen a las elecciones europeas, En otras palabras, es el propio pósito de cuál sería el partido Votar sólo para las europeas
a pesar de las actitudes de en- diseño político europeo el que más capaz de representar los Según se observa en el gráfico
tusiasmo y reconocimiento conduce a los ciudadanos a la intereses españoles en Europa. 2, del total de elecciones euro-
que muestran hacia la UE. abstención en elecciones euro- Un 49% declaraba que el peas celebradas en España, las
Cuando se les pregunta direc- peas o, si votan, a tomar en PSOE defendería mejor los de 1989 habían sido hasta el
tamente por las razones de su consideración asuntos de polí- intereses de España, frente a 13–J las que presentaban la
abstención, el 19% reconoce tica interna. un 30% que afirmaba lo mis- tasa más baja de participación.
que las elecciones europeas no mo con respecto al PP. En al- Las elecciones europeas de
le interesan6. Además, única- La dimensión nacional gunas encuestas, la preferencia 1989 y de 2004 ofrecen un
mente dos de cada diez ciuda- de la abstención del 13-J por el PSOE se trasladaba in- elemento en común: son las
danos afirman que a la hora en España cluso a aquellos ámbitos que únicas que no coinciden con
de decidir su voto en las elec- los populares presentaban co- ninguna elección municipal y
ciones al Parlamento Europeo La abstención no fue ‘voto de mo sus puntos fuertes. Así, el autonómica. Con todo, la par-
lo que tienen más en cuenta castigo’ PSOE aparecía como favorito ticipación el 13-J estuvo nueve
son los temas relacionados Las elecciones del 13-J se cele- en la gestión de las políticas puntos porcentuales por deba-
con la UE, mientras que uno braron en España en un con- antiterroristas, en la reducción jo de 1989.
de cada dos reconoce que lo texto de sintonía popular con del paro y en el logro de la es-
relevante en su decisión son el Gobierno recién formado tabilidad económica9. La izquierda abstencionista:
los asuntos relacionados con tras las elecciones del 14-M. A En definitiva, el PSOE se ‘‘somos más, votamos menos’’
la situación política actual de mediados de mayo, justo un enfrentaba a las elecciones eu- Las elecciones celebradas en
España. Es posible, además, mes antes de la convocatoria ropeas en un contexto que le España han mostrado, por lo
que la poca importancia atri- electoral, el 65% de los ciuda- era enormemente favorable, general, el predominio de ciu-
buida a las elecciones euro- danos aprobaba la gestión de pues apenas había margen pa- dadanos de izquierda entre los
peas dé cuenta de la escasa in- José Luis Rodríguez Zapatero ra que los ciudadanos ejercie- abstencionistas. La victoria del
formación e interés que los como presidente del Gobier- sen el voto de castigo. Sin em- PSOE en marzo de 2004 se
ciudadanos manifiestan cuan- no, 15 puntos por encima del bargo, es posible que la situa- debió parcialmente a la movi-
do se les pregunta por las porcentaje que daba el visto ción poco favorable a lización de electores progresis-
cuestiones europeas. El 54% bueno a Mariano Rajoy como movilizar el voto de castigo sí tas que en otras ocasiones se
de los españoles admite que líder del principal partido de sirviese de incentivo a la abs- habían abstenido. Con todo,
las noticias relacionadas con la oposición. Mientras los es- tención. Es más probable que el sesgo de izquierda que ha
la UE le interesan poco o na- pañoles calificaban con un los ciudadanos se movilicen caracterizado la abstención en
da; y el 65% se considera po- aprobado alto la labor del Go- especialmente en elecciones España sólo se mitigó en las
co o nada informado al res- bierno, la valoración de lo que europeas para manifestar su últimas elecciones generales,
pecto. Sin embargo, un 71% estaba haciendo el PP se que- descontento hacia un Gobier- sin llegar a desaparecer. Todo
cree que el Parlamento Euro- daba por debajo del 5. Ade- no que para mostrar sus sim- indica que en los comicios eu-
peo es importante en la vida más, todos los miembros del patías. ropeos la capacidad de movili-
de la Unión Europea, y un Ejecutivo, pese a ser aún muy zación del PP ha sido de nue-
75% considera que las deci- desigualmente conocidos, re- Muchas elecciones en un año vo mayor que la del PSOE.
siones adoptadas en esta sede cibían sin excepción el apro- Es bien sabido que la frecuen- De esta forma, mientras que el
afectan a los españoles7. bado en sus primeras semanas cia de elecciones desincentiva PP perdió 3,4 millones votos
En definitiva, la ambivalen- de gestión. Igualmente, algu- la participación por un simple con respecto a las elecciones
cia de los ciudadanos con res- nas de las primeras medidas efecto de saturación. En países generales, el voto al PSOE
pecto a la UE no responde a del nuevo Gobierno socialista como Estados Unidos, en los descendió en un millón más.
una disonancia entre actitudes lograban un claro respaldo que los ciudadanos eligen car- Por tanto, incluso en contex-
y comportamientos. No se por parte de los ciudadanos. gos públicos de muy diferen- tos de bonanza política, los
trata de que los españoles con- La decisión más popular había tes niveles, los ciudadanos vo- ciudadanos de izquierda mues-
tradigan con su abstencionis- sido, sin duda, la retirada de tan menos. Las elecciones del tran una mayor resistencia que
mo sus actitudes entusiastas. las tropas de Irak, con la que 13-J fueron las terceras, y los de derecha a acudir a las
La cuestión es que, al margen estaban de acuerdo tres de ca- las cuartas en Madrid y Cata- urnas.
da cuatro españoles. Los espa- luña, celebradas en un año. Es posible que la tendencia
ñoles se mostraban también Esta inusual frecuencia contri- a una mayor desmovilización
6 Instituto Opina para el Pulsómetro,
optimistas con respecto al fu-
21-06-2004. turo del país: únicamente dos
7 Centro de Investigaciones Sociológi- 8 Centro de Investigaciones Sociológi- 10 Centro de Investigaciones Sociológi-

cas, Preelectoral Elecciones al Parlamento de cada diez creía que la eco- cas. Barómetro de mayo 2004. cas, Poselectoral Elecciones al Parlamento
Europeo. Estudio 2.564, mayo de 2004. nomía iba a empeorar, y sólo 9 Sigma Dos para El Mundo, 6-6-2004. Europeo, 2004. Estudio 2.567, junio 2004.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



61
E L TRI UNFO D E L A ABSTENCIÓN EN L A UN I ÓN E U ROP E A

de la izquierda se deba a una lebrados en televisión entre los tro país su entusiasmo por la mero hecho de ser menos y de
menor necesidad de los ciuda- candidatos del PSOE y del PP, pertenencia a la UE. Sin em- que sólo de su unión puede
danos progresistas de coordi- Josep Borrell y Jaime Mayor bargo, es posible que la abs- nacer su fuerza. Los ciudada-
narse a favor de los partidos Oreja. Pese a tratarse del pri- tención se deba al peculiar di- nos progresistas, más numero-
que sienten más próximos, mer debate celebrado desde seño de Europa, pues su com- sos, tendrían menos incentivos
mientras que las personas con- 1993, y pese a que el 61% de plejo sistema de toma de para coordinarse en pro de la
servadoras, sabiendo que son los ciudadanos creía necesaria decisiones no permite al ciu- participación. ■
menos, están mucho más mo- la existencia de debates, única- dadano ni atribuir responsabi-
tivadas a responder a las lla- mente el 11% declaró haberlo lidades ni pedir cuentas. En
madas de movilización del PP. visto completo11. Además, el las elecciones europeas, el voto
Dicho de otro modo, cabe la 67% de los ciudadanos reco- no permite el control de los
posibilidad de que los ciuda- nocía que la campaña para las políticos. Además, mientras
danos de derecha se coordinen elecciones europeas le había que la UE no cuente con una
en la acción de votar bajo el interesado menos que la de las auténtica política fiscal, los
razonamiento de ‘‘somos me- elecciones generales. ciudadanos difícilmente van a
nos y por ello debemos votar A la falta de interés en los llegar a percibir que donde se
todos’’, mientras que los ciu- candidatos y partidos pudo juegan sus intereses reales es
dadanos de izquierda, menos contribuir el hecho de que en Europa. Por ello, es posible
capaces de lograr esa coordi- los cabeza de lista fuesen po- que la abstención europea no
nación, razonen que ‘‘somos líticos que ya tenían una cier- presente mucho misterio, sino
más y no es necesario que vo- ta trayectoria en la política que no sea más que una mues-
temos todos’’. Los datos de nacional. Es posible que la tra de la capacidad de los ciu-
encuesta muestran con clari- experiencia haya provocado dadanos para entender cuándo
dad que la izquierda está bas- en este caso más desidia que y dónde su voto es realmente
tante más poblada que la dere- entusiasmo. Igualmente, pu- trascendente. Ello explicaría
cha. La tabla 2 da cuenta de do no resultar acertada la ar- por qué los ciudadanos tien-
ello. El 36% de los ciudadanos ticulación de la campaña en den a utilizar su voto en las
se sitúa en posiciones de iz- torno a cuestiones como la elecciones europeas para zan-
quierda, el área más poblada guerra de Irak o el efecto de jar cuentas con sus políticos
del eje ideológico; el 32% se los atentados en las elecciones nacionales: si las urnas no les
posiciona en el centro, mien- del 14-M. Los ciudadanos permiten controlar la política
tras que únicamente el 10% se pudieron considerar que los europea, al menos les ofrecen
declara de derecha. partidos debían renovar sus la posibilidad de manifestar el
mensajes. Con todo, las valo- descontento con los Gobier-
raciones de los candidatos fue- nos nacionales.
TABLA 3
Autoposicionamiento ron relativamente positivas: la En este sentido, la absten-
ideológico en España nota media para Borrell fue de ción en España se pudo ver
(Mayo 2004) 5,6 y para Mayor Oreja de agudizada con respecto a otros
Posiciones 1-2 (Izquierda) 5,70% 5,312. En cualquier caso, no comicios europeos por haberse
Posiciones 3-4 30,60%
Posiciones 5-6 31,60% parece que la campaña del 13- celebrado en un contexto de
Posiciones 7-8 8,60% J resultase movilizadora o rele- bonanza política en la que no
Posiciones 9-10 (Derecha) 1,20%
No sabe 10,20% vante para el elector. cabía castigar a un Gobierno
No contesta 12,00% por el que los ciudadanos, en
Total 100,00%
Fuente: Centro de Investigaciones Sociológicas.
Conclusiones términos generales, sentían
Estudio 2.556. Tanto Europa como España cierto entusiasmo. Otros fac-
registraron las tasas más altas tores tuvieron una influencia
Movilización en campaña de abstención de su historia negativa sobre la participa-
Ya fuese por tratarse de elec- en la convocatoria de junio de ción: la saturación por haber
ciones europeas o por la escasa 2004. No está claro que la votado varias veces en un año,
capacidad de atracción de los desmovilización sea siempre la no coincidencia de la elec-
partidos durante la campaña, una consecuencia directa del ción europea con elecciones
lo cierto es que el 13-J se ca- escepticismo hacia la integra- de otro orden o la escasa mo-
racterizó por la escasa movili- ción europea, pues los españo- vilización de los partidos en
zación electoral. Datos de en- les no han dejado de manifes- campaña.
cuesta revelan que el 20% de tar desde la adhesión de nues- Finalmente, las elecciones
los ciudadanos se abstuvo por europeas parecen poner de
falta de interés en los candida- nuevo de manifiesto en Espa-
tos y los partidos. Sin duda, 11 Centro de Investigaciones Sociológi- ña la mayor tendencia a la
una muestra clara del poco in- cas. Estudio 2.567. Poselectoral Elecciones abstención en la izquierda que
terés que despertaron las elec- al Parlamento Europeo, 2004. en la derecha. Es posible que
12 Centro de Investigaciones Sociológi- Belén Barreiro es profesora de
ciones europeas fue el escaso cas. Estudio 2.564. Preelectoral Elecciones un factor que realmente movi- Ciencia Política en la Universidad
seguimiento de los debates ce- al Parlamento Europeo, 2004. lice a los conservadores sea el Complutense.

62 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



E N S AYO

POR UN MULTICULTURALISMO
MARXISTA-LENNONISTA
FRANS VAN DEN BROEK

E
l olvido ha mitigado, pia- noza o Cruijf. Pero algo no en-
dosamente, la sensación de cajaba: incapaz de hablar per-
“disonancia cognitiva” (co- fectamente en su lengua, lleno,
mo llaman los pedantes al azora- con toda probabilidad, de ade-
miento) que se apoderó de mí manes irreconocibles, de mane-
cuando tuve mi primer encuen- ras ajenas y de rasgos embrolla-
tro oficial con el multicultura- dos, era, en pocas palabras, difí-
lismo. No ha podido, empero, cilmente clasificable. Y esto sí
borrar los contornos principales que es intolerable en esta socie-
de tal encuentro: una pulcra ofi- dad de la más avanzada toleran-
cina del Instituto Nacional de cia: algo que no se pueda catalo-
Empleo holandés, una empleada gar claramente. No ha dejado
de mediana edad, de pelo rubio de maravillarme su fatalista cu-
y rasgos finos y amables, que me riosidad y, tal vez, falta de ima-
pregunta, como parte del cues- ginación para adivinar la simple
tionario de inscripción (yo aca- explicación de toda discordan-
baba de llegar al país para una cia de la regla en mi caso: un
estadía más bien prolongada), holandés emigrado que se casa
por mi adscripción étnica. “¿Dis- con una peruana y tiene hijos
culpe?”, me oigo replicar a mi que nacen y crecen en la patria
vez, sinceramente convencido de de emigración y un buen día
que había oído mal. “Sí, ¿de qué John Lennon y Groucho Marx emigran a su vez a la patria pa-
grupo étnico se considera usted, ternal, por ventura o decisión
indio, latino, más bien euro- como que yo había crecido en aunque, debo puntualizar, de consciente. Pero el problema
peo…?”. Confieso que la pre- Perú y, por lo tanto, suponía menor calibre. Aquello de ser con la empleada era el que dije:
gunta me cogió completamente que era más bien suramericano “medio algo” no era tampoco bajo qué encabezado debía po-
desprevenido. No era tan sólo que otra cosa, un mestizo. “Ajá, cosa que formara parte de mi nerme.
que jamás en mi vida me hubie- respondió la susodicha, ¿pero habitual manera de considerar- El olvido me ha quitado los
ra hecho nadie esta pregunta, usted qué se siente?” (que haya me como individuo. detalles con que terminó esta
sino que tampoco me la había dicho “usted” es, desde luego, A lo que se refería la señora entrevista en la oficina de em-
planteado yo mismo ni de ca- una suposición). “Bueno, no sé, era al ineluctable azoramiento pleo e ignoro qué habrá escrito
sualidad. No ocupaba, como ¿a qué se refiere usted exacta- que siempre les ha producido a finalmente en mi ficha de ins-
quien dice (y emulando todavía mente?”, alcancé a responder, los holandeses lo de mi apellido cripción la amable funcionaria;
a los pedantes), parte de mi con más cautela. Esta vez fue holandés en cuerpo y cultura de sé, sin embargo, que el resto de
ideario o imaginario personal, ella la que me miró como presa dudosa procedencia, y, no me- la tarde lo pasé en estado de re-
como tampoco había desempe- de la disonancia cognitiva. Ob- nos importante, en hablante flexión abotargada, procurando
ñado papel alguno en mi pasado viamente pensaba que a un ex- correcto, pero incompleto, de liberarme de la absurda ver-
el término“multiculturalismo”, tranjero como yo términos tan su lengua. Haber nacido en Pe- güenza que tuve por no poder
que, si mal no recuerdo, desco- técnicos le serían desconocidos. rú, crecido en Perú, estudiado decirle a aquella persona a qué
nocía entonces. “Eh, ¿cómo lo explico?… Es en Perú, amado en Perú, cara- etnia pertenecía; porque, oh
Referencias a la etnicidad se que veo que usted tiene un jeado y vitoreado en Perú, y es- mal de males, el caso es que,
asociaban en mi experiencia a nombre tan holandés, y usted capado del Perú no podían bo- bien visto el asunto, parecía no
bamboleantes estudios universi- me dijo que su madre era pe- rrar el ominoso signo de mi pertenecer en realidad a ningu-
tarios o documentales de Natio- ruana, o sea, usted es medio ho- pedigrí: mi apellido neerlandés. na. Desarraigo que en estos
nal Geographic, y poco más. La landés; pues a lo que me refiero Menos aún si dicho apellido iba tiempos de multiculturalismo
amable funcionaria hubo de es- es a qué cultura se siente usted acompañado de un pasaporte equivale a aquel estado al que
perar largos segundos de hesita- que pertenece”. Ésta fue mi se- de la Unión Europea. Obvia- aspiré alguna vez en mi tierna
ción y reacomodo mental hasta gunda disonancia cognitiva du- mente yo tenía en la sangre algo adolescencia, el de apátrida, o,
oírme balbucir, en un inglés sú- rante dicho encuentro, si se me que compartía con Rembrandt, quizá incluso, el de réprobo.
bitamente desmejorado, algo así perdona de nuevo el terminajo, Vermeer, Hugo de Groot, Spi- Comparto esta experiencia

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



63
POR UN MULTICULTURALISMO MARXISTA-L E N N O N I S TA

con el lector a manera de Marxismo-lennonismo quier país, en realidad– cuya bre líneas básicamente religioso-
preámbulo de una reflexión in- Se preguntará el lector que qué propia formación (institucional políticas y en algún caso sólo
formal sobre el fenómeno del quiero decir con la cualificación o no), cuyas opiniones (meta- políticas. Un pilar lo consti-
así llamado multiculturalismo de “marxista-lennonista”. Tiene morfoseadas o no), cuyos prin- tuían, por ejemplo, los católi-
con el que, tras este trauma ini- que ver con uno de aquellos re- cipios o premisas en diverso cos, una minoría en Holanda;
cial, tuve que vérmelas con pro- cuerdos de misteriosa adheren- grado de asentimiento prove- otro los reformados de una de-
fusión y suerte variada en el cia e impredecible destino que nían precisamente de aquella nominación; otro los de otra
terreno vital, profesional y has- forman aún el tejido de mi pri- rama de la mitología contempo- denominación (en holandés se
ta venal desde mi llegada a Ho- mera juventud peruana. Perú ránea llamada marxismo-leni- acude a sutilezas semántico-or-
landa en el año de gracia de acababa de salir de la larga no- nismo. Y no es raro que el mis- tográficas como la que distingue
1992 (el de la celebración pom- che de la dictadura militar y re- mo trasfondo se perciba fácil- los gereformeerden de los her-
posa de aquel otro gran encuen- mozaba sus precarios y tamba- mente en mucha de la literatura vormd, a todas luces palabras
tro multicultural, el descubri- leantes instintos democráticos producida en torno al tema del provenientes de la misma raíz,
miento de América por un ge- con un nuevo Gobierno del fi- multiculturalismo hoy en día. pero prefijadas de manera lige-
novés al servicio de España). Lo nado don Belaúnde Terry. [Lo Razón suficiente, por tanto, pa- ramente distinta y cuya exacta
primero que hay que subrayar de noche no sólo vale como tri- ra acudir a mi habitual correc- traducción es imposible en es-
es que no pretendo deprecar en llada metáfora de oscurantismo tor del marxismo-lennonismo. pañol); otro pilar lo constituían
contra del multiculturalismo civil, sino que me refiero tam- Por lo demás, debe recalcarse los judíos; otro pilar los socialis-
como idea rectora de una socie- bién a las interminables encerro- que el marxismo-lennonismo no tas; otro incluso los humanistas
dad civilizada y armoniosa. A nas de “toque a toque” a que la es ideología sistemática, según (que niegan la religión, pero no
fin de cuentas, ahora resulta población de ciertas zonas se lo quiero dar a entender, sino dejan de tener pastores), y así.
que el que esto escribe era mul- veía obligada debido al toque de actitud vital. A decir verdad, po- Cada pilar tenía sus propios re-
ticultural de nacimiento; y es queda. Dado que nadie podía co importan los apellidos de presentantes, que negociaban
en su ser –que, no olvidemos, salir a la calle, las fiestas dura- Groucho y de John, como no con los de otros pilares a fin de
se dice de muchas formas– con- ban hasta la madrugada, con fuera por su funcionalidad iró- lograr el normal funcionamien-
secuencia de que ciertas distan- todo lo que aquello pudo sig- nica; y bien podría haber utiliza- to de la sociedad. Debo advertir
cias culturales no lo hayan sido nificar de aumento de resacas, do los de otros epígonos de la al lector que la despilarización
tanto como para impedir que disminución de la productivi- actitud vital que invoco como de Holanda se ha acelerado des-
un holandés se ayuntara con dad y aumento de embarazos instrumento equilibrador de fi- de el fin de Segunda Guerra
una peruana e hiciera una fami- (in)deseados]. Entonces, en di- jezas argumentales o ideológicas. Mundial; pero, como sabemos,
lia normal y corriente en la ciembre de 1980, John Lennon Podría haber recurrido al Archi- los hábitos mentales sobreviven
margen occidental de la zona fue asesinado. En la carátula del pestre de Hita, o al Lazarillo de largo tiempo a las instituciones
sur de la otrora Pangea. Familias número siguiente de la revista Tormes, como también al terro- en que se encarnaban de mane-
como la mía las ha habido siem- humorística, todavía existente y rista verbal Quevedo o a Woddy ra natural.
pre, pero me temo que no siem- de larga y convulsionada histo- Allen. Pero no son del todo ino- Hasta la mitad del siglo xx la
pre se las ha llamado multicul- ria, Monos y monadas, apareció centes, claro está. pilarización no era tan sólo una
turales, por lo menos no siem- una estupenda caricatura de conveniencia político-religiosa,
pre con las denotaciones y Carlín (si no me equivoco) que El furor taxonómico sino que permeaba todos los
connotaciones que tiene ahora llevaba como lema: “¡Viva el El incidente narrado arriba in- ámbitos de la vida social. La
el manido concepto de lo mul- Marxismo-Lennonismo!”. La dica ya uno de los que yo consi- gente practicaba la endogamia
ticultural. Y a esto me refiero. caricatura mostraba a John Len- dero principales problemas del pilar (permítaseme el termi-
Hoy por hoy, el multicultura- non abrazado a Groucho Marx, multiculturalismo: su tendencia najo), compraba su pan en el
lismo es moneda corriente de en hermanada jocosidad, son- a clasificarlo y esquematizarlo panadero de su pilar, se cortaba
nuestro imaginario colectivo riendo con algo más que la bo- todo hasta lo absurdo. Esta pro- el pelo en el peluquero del pilar
(siguiendo con los horribles cli- ca, de donde lo de marxismo- clividad coincide en espíritu –al correspondiente y, por supues-
chés) y se acepta como parte lennonismo. El término, pues, menos parcialmente– y a veces to, votaba por y defería la res-
fundamental de lo políticamen- no me pertenece. Pero mi me- en letra con una vieja táctica ponsabilidad política en su re-
te correcto. Con todas sus ven- moria se ha obstinado en volver cognitivo-política de la sociedad presentante pilar del momento.
tajas, no ha dejado de provocar a él cada vez que la reflexión so- holandesa, lo que me parece ha En el pasado no faltaron la vio-
desarmonías y desencuentros, bre algún tema, sobre todo po- permitido que el multicultura- lencia y la guerra; y es parte del
como no fuera más que el refe- lítico, amenazaba con anegarse lismo haya tenido, para bien y genio político neerlandés el ha-
rido en el párrafo inicial de este en seriedad e inflexibilidad, so- para mal, tanto arraigo en el rei- ber podido encontrar y mante-
artículo; y para equilibrar esta bre todo aquellos temas cuya no de la naranja (mecánica o ner por largo tiempo la fórmula
visión manida del multicultura- explicación parecía dominada no). A saber, la estrategia de la de conveniencia que evite estos
lismo sin recurrir a ideas fas- dictatorial y proletariamente “pilarización” (verzuiling). Cual- excesos y permita a los ciudada-
cistoides lamentablemente ca- por intelectuales de tendencia quier historia de los Países Bajos nos vivir en paz y comerciar en
da vez más corrientes, borro- marxista-leninista. no puede ignorar la importan- paz. No en vano buscó el con-
neo estas líneas de comentario Pues bien, no han sido pocos cia que ha tenido para el desarro- troversial Descartes refugio por
sobre el poli-tribalismo para los intelectuales o colegas que llo de esta tierra la estrategia estos lares.
proponer un multiculturalismo he debido encontrar durante mi mencionada, que consiste en la La gente, como menciona el
de inspiración marxista–len- ya largo paso por el mundo del división de la sociedad en pila- estudioso de la sociología ho-
nonista. bienestar holandés –o de cual- res sociales definidos, hecha so- landesa Arend Lijphart, acabó

64 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



FRANS VAN DEN BROEK

poseyendo –o poseía de ante- demos ver en acción aquel furor sión de moción propia y emi- manera más tradicional holan-
mano– dos características que simétrico de que Schopenhauer tiendo un sonido más bien ron- desa. Al mismo tiempo ha pre-
hicieron posible esta fórmula acusó a Kant con relación a las co, no hubiésemos reaccionado tendido estimular su integra-
social: la indiferencia y la defe- categorías del entendimiento, en nuestro amanecer homínido ción en la sociedad huésped. No
rencia. Indiferencia para con lo transformado en furor etnológi- con inmediata e instintiva des- es de extrañarse, en mi humilde
que hagan otros ciudadanos, so- co, por llamarlo de algún modo. confianza, es probable que ni el y marxista-lennonista opinión,
bre todo de otros pilares, mien- Los españoles, para mencionar que escribe ni el que lee estuvié- que en el momento de escribir
tras no le concierna a la propia un ejemplo atinente al público ramos en este momento donde este comentario el Parlamento
vida enmarcada en el propio pi- lector, son descritos en términos estamos. Ante un tigre ham- se halle debatiendo el fracaso de
lar y no afecte nuestros dere- casi incriminatorios como orgu- briento no cabía sino correr o las políticas de integración en
chos; y deferencia para con los llosos y hasta vanos, algo que tirarle piedras, sin mayores ma- este tolerante país. ¿Cómo pue-
propios representantes, a los para un pietista como Kant ha tizaciones o flexibilidad cogniti- de esencializarse algo, la etnia
que se confiaba toda decisión de de haber sido objetable y hasta va (matizaciones siempre teóri- marroquí, por ejemplo, y a la
orden político. demoniaco llevado a sus extre- camente posibles; a fin de cuen- vez esperar de la misma que re-
Me atrevo a añadir que otro mos. No vale la pena repetir tas, podría tratarse de un tigre nuncie a partes que considera
de los hábitos mentales que aquí las descripciones de otras en posesión de rasgos angelica- vitales de su “visión del mundo”
coadyuvaron a este estado de naciones hechas por Kant en les, del loco de Turok haciéndo- para integrarse en un mundo
cosas fue el que mencioné al este libro; no es inútil recordar, nos una broma enfundado en que considera imperfecto, pero
principio de esta sección: la in- empero, que el gran pensador una piel de tigre o incluso de del que está más que dispuesta a
mediata, obsesiva, innata y no Kant nos informa de que los ne- nuestra suegra en un mal día). recibir dinero?
pocas veces perniciosa proclivi- gros, según sus fuentes, no han Pero por si acaso, o correr, o pe- Además, cabe observar que
dad a la clasificación, a realizar dado trazas de poseer capacidad lear. Catalogar dicho objeto con los órganos de consulta de las
de modo mecánico aquello que intelectual alguna, aparte de las premura era cuestión de vida o minorías, a los que el Gobierno
los angloparlantes llaman, ima- más elementales. La gran capa- muerte. Puede aducirse que una acude o acudía y que animó a
ginativamente, pigeon-holing; o cidad intelectual, por lo visto, reacción similar estaba justifica- formar subsidiándolos con ge-
como dicen los holandeses, a no impedía al poseedor de la da para con otros homínidos u nerosidad, serán todo lo étnicos
colocar las cosas en su hueco. misma emitir juicios como és- otras tribus, cuyas intenciones que se quiera pero democráticos
Esta tendencia, si bien inevita- tos, lo cual es indicativo de uno para con nosotros podrían ha- no han sido jamás. Las personas
ble para la mente humana de de los misterios más indescifra- ber sido algo menos que sagra- que representan a dichas mino-
cualquier sociedad y harto útil bles de la condición humana: la das. Argumentos como el evo- rías no han sido nunca elegidas
en muchos terrenos, puede, si coexistencia de elevados cocien- lutivo, no obstante, son presa en consulta con su base, provie-
llevada a los extremos, degene- tes intelectuales con la estupidez de todas las objeciones de que el nen con frecuencia de la tradi-
rar en fijeza cognitiva cuando más supina. biologismo se ha hecho merece- ción política marxista o de la
no simplemente en el absurdo, La obsesión categorizante dor; pero de nada sirve denegar- actividad religiosa, y ocupan di-
como dije. En los debates filo- desafía las formaciones acadé- le cierto rol explicativo, cuando cho lugar sólo en virtud de sus
sófico-político suele hablarse de micas más refinadas, sin duda, y menos hipotética o metafórica- contactos con personas deciso-
“esencialización” de los pilares o nadie está protegido de sus ex- mente. El caso es que clasifica- rias en la Administración. Mu-
etnias, un término adecuado si cesos. Se argumentará con razón mos, y lo hacemos con profu- chas veces se han autoelegido
se toma la precaución de recor- en defensa del pobre Kant que sión y no poca irresponsabili- representantes del pueblo, for-
dar que más que esencia, que da su época era ignorante de cultu- dad, como hemos visto en el mado una organización –algo
de algún modo idea de profun- ras ajenas y que su experiencia caso del genio de Königsberg, muy fácil en Holanda– y acce-
didad, de lo que se trata es ge- se limitaba a su ciudad y sus hoy Kaliningrado por esas velei- dido a suculentos fondos. Pre-
neralmente de la más burda su- contornos. Pero es sabido que dades de la historia. Y la genia- guntados, la mayoría de miem-
perficialidad, como cuando se incluso quienes conviven largo lidad no protege del vicio. bros de sus así llamadas “etnias”,
atribuye a las naciones, etnias o tiempo con culturas foráneas ni siquiera saben de su existen-
culturas (cualquiera que fuera pueden persistir en categoriza- Un multiculturalismo cia, si bien aceptan con deferen-
nuestra clasificación preferida) ciones superficiales, como lo ‘pilarizado’ cia su interlocución, dado que
una serie de notas fijas que defi- demuestra la larga y tortuosa La genialidad tampoco ha salva- alguien tiene que hacerlo.
nirían inevitablemente el carác- historia del colonialismo. La ne- do a los holandeses, para volver Estos órganos consultivos
ter de una cultura o un pueblo. cesidad de clasificar de modo a mi experiencia personal. Tuve existen a nivel nacional o muni-
Recuérdese a este respecto la rápido y mecánico es connatu- ocasión de tratar con las organi- cipal, e incluso de barrio, y lle-
famosa, pero no muy recordada, ral a la naturaleza humana, se zaciones de minorías en este van la estampa nacional a cues-
intromisión de Kant en la ca- diría, y el uso mismo del len- país a través de mi trabajo en el tas: Centro Marroquí de Muje-
racterología de las naciones per- guaje la impone. Hasta puede Centro de Ámsterdam para Ex- res, Organización Turca de
petrada en su libro Sobre lo bello aducirse que procura ventaja tranjeros. Las instancias guber- Trabajadores, Centro Cultural
y lo sublime. Allí encontramos evolutiva. Si ante la rápida namentales de Holanda, como de Surinam, o la estampa conti-
una descripción del carácter de aproximación de un objeto de era de esperar, han coordinado nental, como la Asociación Na-
ciertos pueblos basada con toda dimensiones aparentemente su- sus tratos con las minorías tur- cional de Exiliados Sudamerica-
seguridad casi exclusivamente periores a la propia, de colora- cas, marroquíes y surinameñas, nos, famosa por sus juergas he-
en lecturas de reportes de viaje- ción más bien amarilla-naranja que son las principales, median- liogabálicas donde el consumo
ros o de libros socioculturales interrumpida por franjas de co- te la creación de nada menos etílico superaba los límites bio-
de la época. En estos pasajes po- lor negro, a todas luces en pose- que algo así como pilares, a la lógicamente permitidos de su-

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



65
POR UN MULTICULTURALISMO MARXISTA-L E N N O N I S TA

pervivencia y que hubo de des- ca; o estropeó la original pureza literarios son ilusiones o conve- de los subsidiados eran extran-
hacerse en medio de un escán- de las religiones aborígenes be- niencias creadas por los esta- jeros. Mi tarea consistía en dise-
dalo de fondos evaporados reberes, las que, huelga decirlo, mentos académicos para justifi- ñar, discutir, investigar la viabi-
misteriosamente y por la gra- son ejemplos de un comunismo carse a sí mismos –o manifesta- lidad y escribir proyectos en el
dual carencia de dictaduras a las primitivo rozagante de inocen- ciones de un ubicuo y temible área cultural para los inmigrantes
que apelar para la propia victi- cia y felicidad. Luego, no se Poder (sí, con mayúscula) pug- y los refugiados.
mización. Fuera como fuere, piense que el mundo marroquí nando por extender, como dije- Para darme una mejor idea
dichas abstracciones pilarizantes no hace distinción entre la gen- ra un colega mío alguna vez, sus de los objetivos de la organiza-
proveían al Gobierno de Holan- te del Norte y la del Sur, o entre “viscosos tentáculos” por todas ción tuve que revisar el plan de
da de la tranquilidad mental la gente del campo y la ciudad, partes–, se concederá entonces prestaciones. Mi sorpresa fue si-
necesaria, a la vez que alegraban o de las montañas y la costa. Ya que las descripciones de proyec- milar a la disonancia cognitiva
los días grises de algunos extran- en Holanda, tampoco se piense tos, los reportes, las notas, las mencionada en el primer párra-
jeros, recipiendarios de fondos que la gente de primera genera- investigaciones, minutas, infor- fo, aunque de carácter más filo-
destinados a fines más que polí- ción, generalmente campesinos mes o evaluaciones que consti- sófico y distendido. La cantidad
ticamente correctos, algunos de traídos como mano de obra ba- tuyen la vida diaria de las orga- de proyectos que esta organiza-
los cuales, cabe decirlo, sí que se rata y no pocas veces analfabe- nizaciones no gubernamentales ción supuestamente llevaba a
realizaban. Pero todo no dejaba tos, no es distinta en muchos e holandesas –el país de las reuni- cabo era tan grande que me pre-
de ser una abstracción no pocas importantes aspectos (más im- ones de trabajo por excelencia, gunté si no me había confundi-
veces grotesca y hasta peligrosa. portantes a menudo que el ori- como dijera una antropóloga do y estaba revisando los planes
No en vano el escritor Amin gen nacional) de la gente de se- rusa que estudió esta costumbre del Ministerio de Asuntos So-
Maalouf tituló su libro sobre el gunda generación, escolarizada, ritual en la etnia norneerlande- ciales. Nada de eso: todos los
problema del multiculturalismo más liberal, con valores euro- sa– son ejemplos tan preclaros proyectos, decenas de ellos, esta-
–que recomiendo leer– Identi- peos internalizados, con domi- de literatura como el Lazarillo, ban en curso y bellamente resu-
dades asesinas. No es que haya nio de la lengua neerlandesa reporte anónimo de una vida midos, hasta con cifras y tablas
corrido mucha sangre en Ho- que sus padres aún chapurrean marginal, o El Proceso, descrip- (astuto recurso retórico, diría
landa, gracias a Dios; pero que después de veinte años de resi- ción metafórica perfecta de la algún Derridaniano), y sí perte-
la adscripción de identidades dencia. Pues bien, todas estas burocracia clasificatoria de cual- necían a la susodicha organiza-
fijas a poblaciones complejas se gentes, con sus particularidades quier país. Un poder bastante ción. Pero su existencia tenía
haya hecho sin mancharse las y hábitos propios, sus esperan- real, por otra parte, como pude una naturaleza similar a la de las
manos de sangre simbólica es zas y temores divergentes, sus comprobar. identidades que decía proteger y
mucho más que discutible. inevitables diferencias indivi- Una de las organizaciones auxiliar: un pie en la realidad y
Tomemos el ejemplo de los duales y sociales, son gracio- para las que trabajé dependía el cuerpazo en el mundo supra-
marroquíes, que conozco direc- samente metidas en el mismo directamente para su subsisten- lunar. En otras y más sublunares
tamente por mi surrealista tra- saco por el Gobierno y la prác- cia de la verosimilitud con que palabras: todos aquellos proyec-
bajo para una organización de tica totalidad de la sociedad ho- estaban escritos estos proyectos, tos eran fundamentalmente
dicha “etnia”. Suponer que exis- landesa: todos son extranjeros al igual que depende cualquier criaturas de palabras, habiéndo-
te algo así como una identidad primero (hasta los de segunda pieza literaria, como sabe el res- se realizado tan sólo una mínima
marroquí es más atrevido que generación), y étnicamente petable. Financiada por la pro- parte de ellos o sólo un esfuerzo
hablar de una identidad “barce- marroquíes después, para bien o vincia de Noord-Holland, debía esporádico para su realización.
lonista” o “madridista”. Estos para mal, y sea lo que sea lo que presentar un plan de prestacio- Pero había que ver qué palabras.
últimos saben al menos qué es esto signifique. Y así se trata con nes cada año para justificar el No pocas veces me emociona-
lo que los une; los primeros, en ellos, lo sepan o no los recipien- sustancioso subsidio que permi- ron las intensas evaluaciones de
cambio, aparte de las fronteras y darios de la supuesta ayuda, a tía supuestamente contribuir a la situación histórica y actual de
del apoyo ocasional a su equipo través de sus intermediarios la integración de las minorías en los grupos humanos a los que
de fútbol durante los mundia- autoelegidos, de forma mucho este país. La organización con- iban destinados los proyectos, el
les, están fracturados por divi- menos que democrática. taba con más de treinta perso- perfecto equilibrio de hechos
siones harto conocidas para los nas; pero sólo una mínima parte científicos y alusiones bibliográ-
estudiosos de cualquier socie- El multiculturalismo en calidad de contratados fijos y ficas especializadas con especu-
dad. La lengua, por ejemplo. como género literario con sueldos que hubieran hecho laciones aventuradas o gratuitas
Un buen porcentaje de la po- Lo que no puede dejar de seña- llorar de alegría, por decir algo, o simples clichés humanitaristas
blación habla bereber y posee larse, en continuidad con esta a cualquier médico peruano de que elevaban el tono dramático
una cultura bereber (distinta, magia abstractora de la que aca- cualquier hospital del Estado (y del texto y promovían el involu-
por otra parte, en cada región); bamos de hablar, es que la con- a mí también, dicho sea de pa- cramiento del lector. Si las tele-
y no son pocos los izquierdistas fección de estas identidades y el so, de haberlos tenido), pues el novelas han sido incorporadas
étnicos que consideran aún la modo de trabajo de las organi- resto eran trabajadores subsi- en narraciones serias de la litera-
cultura de origen árabe como zaciones encargadas de ayudar a diados por el Estado que no tura mundial (piénsese en mi
una invasión imperialista que sus portadores es uno de los ho- costaban nada y hasta aporta- compatriota Vargas Llosa y el
oprimió al pueblo bereber. De- menajes más conmovedores que ban ingresos en la forma de más uso de la radionovela en La tía
pendiendo de si uno se conside- pueda haberse hecho al poder subsidios para su integración al Julia y el escribidor), el texto ge-
ra musulmán o no, dicha inva- de la palabra y de la literatura trabajo. Está de más decir que el nérico del mundo del bienestar
sión árabe contribuyó con la posmodernista en estos tiem- que escribe se contaba entre es- no desestima esta tendencia en
religión y la civilización islámi- pos. Si es verdad que los géneros tos últimos y que buena parte absoluto y no pocas veces la su-

66 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



FRANS VAN DEN BROEK

pera por su simpleza cuasi-in- dente: pero se han hecho y se me refiero a todos: europeos, te espantoso y no la quieran mis
fantil aunada a su trasfondo hacen cosas para las minorías. étnicos, folklóricos o culturólo- amigos. Porque si no va a acep-
(materialista) científico. Títulos Desde luego, respondo, se ha- gos. Cada quien debe hacer lo tar la dama seductora de la rea-
como Llenos de confianza y en- cen cosas. Lo extraño sería que suyo y en cada circunstancia; y lidad o la libertad mis requeri-
frentando el futuro, o Juntos todos no se hicieran. Se han venido pretender hallar fórmulas mági- mientos, mejor le muestro otros
podemos, o Más color es más bo- haciendo desde que el hombre cas de ingeniería social para to- principios, que los antiguos ya
nito (que en traducción no dejan es hombre; y si no lo cree el lec- das las circunstancias e instan- no operan o no operan ahora,
de perder la fabulosa ingenuidad tor, que examine la no tan leja- cias posibles sólo puede hacer aunque sean tan válidos como
del original y sus muchas conno- na historia de los Mongoles, de este proceso un cacao men- antes. Pues sólo un cínico vería
taciones), pueden preparar al feroces conquistadores que, sin tal, como dicen en España. Un en esto cinismo. Todos sabemos
lector a una melosa fábula ideo- embargo, ejercieron una tole- cacao verde, para más señas. que hay principios universales
lógica (que también lo son, claro rancia religiosa que no consi- Y por último, lo más impor- cuya validez supera la mayor
está), pero la estructura arquitra- guieron los europeos hasta siglos tante: el humor y la ironía. Sin parte de las categorizaciones al
bada, la sorpresiva cita filosófica, después. O la historia de Espa- humor no hay flexibilidad, ni uso, incluidas las ficciones
la no pocas veces abundancia de ña, donde como quiere el lugar distancia crítica, ni relajación étnicas. De igual modo sabemos
tablas estadísticas, y los morales común convivieron culturas di- creativa, ni ganas de acercarse a que hay principios relativos cu-
y sesudos objetivos le situarán en ferentes bajo diferentes regíme- nada ni a nadie. Y sin ironía fes- ya validez se nos muestra como
ese terreno límbico donde el nes y en diferentes combinacio- tiva se fosiliza la mente. Y sabe- tal en la vida misma. Es verdad
convencimiento enraíza y la lite- nes. Tanto como exterminarnos mos muy bien lo que mentes que aún puedo, por ejemplo,
ratura prospera. Lo de límbico lo unos a otros, nos hemos aguan- fosilizadas pueden hacer: pre- querer romperle la nariz al felón
digo en doble sentido, por si aca- tado también, qué duda cabe, gúntesele a los étnicos aztecas de tercero de media que me jo-
so, el biológico y el fronterizo. Y como especie humana. Pero sobre sus jolgorios sacrificiales o dió mi bicicleta hace treinta
no puedo omitir un hecho más constatar este hecho no elimina a los serbios de Mladic sobre los años; pero sé íntimamente que
que emparenta estas narrativas la realidad mágico-realista men- musulmanes de Sebrenica (y de en el fondo ya no me importa la
con la literatura posmoderna: cionada: las categorías usadas y paso al comandante de los cas- bicicleta, porque ahora tengo
son en su mayor parte hechas los proyectos diseñados en este cos azules holandeses encarga- coche y muchas canas. Y sé que
por el sólo hecho de hacerlas, mundo multicultural son, en dos de protegerlos, que recibió el valor de la alfalfa depende de
aunque también con fines lucra- buena medida, ficciones, más o sonriente regalitos de manos de si soy cobaya o hiena. ¿Por qué
tivos y todos tan contentos. menos útiles, más o menos an- este último y ni siquiera se atre- no iba a ser lo mismo con las
Contenta la organización subsi- cladas en la realidad sublunar vió a llevarse al hermano de su identidades y las etnias? Riámo-
diante y contento el recipienda- con un dedo, un pié o una pier- traductor bosnio. Algo que hace nos un poco más marxista-len-
rio. Y en ocasiones, el étnico de na, pero no más. preguntarse si hubiera hecho lo nonistamente de las culturas y
turno. Un arte por el arte prácti- ¿Y qué tiene que ver con todo mismo de tratarse de ingleses o las etnias, y quizá la oxigenación
co, diríase, si se me perdona la esto el marxismo-lennonismo? franceses en lugar de musulma- que asegura la risa ilumine
paradoja. Como dije, para cambiar de ac- nes). Porque las identidades, en nuestra mente con nuevas ideas
titud simplemente. En cierta verdad, pueden ser asesinas, pe- y soluciones a los problemas
Humorismo multicultural ocasión Marx, el de verdad –o ro lo serán menos mientras este- concretos que plantea el hecho
Estas obras maestras del mundo sea, Groucho–, concluyó una mos dispuestos a abandonarlas simple y antiguo como la tierra
del bienestar no tienen otra ra- alocución suya a una dama di- o mearnos de risa de ellas si fue- de vivir con vecinos que se cor-
zón de ser que la de la perpetua- ciéndole algo así como “y bueno, ra necesario, en aras de fines tan el prepucio o llevan turban-
ción de los flujos subsidiantes, y estos son mis principios. Pero si superiores a su conservación. te o muestran sospechosas mez-
acaban su existencia en cual- no le gustan, también tengo Si las constituciones moder- clas como la mía, pero que son
quier polvorienta biblioteca de otros”. Y de esto es de lo que se nas consagran la libertad del completos en su individualidad
ONG –en el mejor de los ca- trata: de la posibilidad de poder individuo, ésta puede tomar y unicidad. ■
sos– o bajo una ruma indescifra- cambiar de principios, o de cate- también la forma de la elección
ble de papeles en cualquier cajón gorías, o nociones, o axiomas, o de la propia identidad, o de la
de cualquier escritorio burocrá- marcos conceptuales, o como asunción de más de una identi-
tico. Su fecha de caducidad, quiera llamárselos, cuando se ve dad, o la burla de todas sin ne-
huelga insistir, es más perentoria que más que ayudar, estorban, y cesidad de que me pregunten
que la de los guisantes del ultra- que más que aclarar, enturbian. que a qué etnia pertenezco, o de
marino más descuidado (perte- Pues esto es lo que pasa ahora en que me vea empujado a incluir-
neciente a algún turco, casi se- el reino europeo de lo multicul- me en una identidad prefabrica-
guro). Y que este universo de tural: que vivimos de ilusiones, da para acceder a mi derecho de
palabras soporte un mundo tan abstracciones, generalizaciones y protección ciudadana. Quizá
extendido en sociedades como ficciones, cuya utilidad es más uno mismo sea peruano, o in-
estas no ha dejado de fascinarme que dudosa y su justificación dio, u holandés (o todo a la
y de hacerme reflexionar sobre empírica, casi nula. Además, co- vez), pero quizá decida, como
el poder mágico de lo intangi- mo escribiera Lennon a raiz de la aquel compatriota del que habla
ble. Poder que comparte con las revolución: todos queremos un artículo de mi otro compa-
intangibles identidades que son cambiar el mundo, pero empe- triota, Vargas Llosa, hacerme Frans Van Den Broek es profesor de
el origen de este artículo. cemos por cambiar nosotros monje ortodoxo griego o casar- Filosofia y Literatura en la Universidad
Adivino la objeción más evi- mismos. Y por nosotros mismos me con Yoko Ono, aunque can- de Amsterdam.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



67
HISTORIA

1939: VICTORIA ABSOLUTA


Y DERROTA TOTAL
ENRIQUE MORADIELLOS

L
as razones y causas de la na centro-sur y este peninsular ros (más de dos tercios de la podría ganarse. Así lo hizo ex-
conclusión de la Guerra (incluyendo Madrid, Barcelo- producción triguera, la mayor plícito Indalecio Prieto, el lí-
Civil española con una na y la región catalana, además parte de la patata y legumbres der de la facción moderada del
victoria absoluta y rotunda del de Badajoz, La Mancha, Va- y poco más de la mitad del partido socialista, en una alo-
bando franquista y la conco- lencia y toda la costa medite- maíz). cución radiada el 8 de agosto
mitante derrota total y sin pa- rránea hasta Málaga) y una es- No obstante, ese reparto ge- de buscado tinte optimista
liativos del bando republicano trecha y aislada franja norteña nérico era especialmente gra- (por más que la realidad cono-
continúa siendo una cuestión (desde Guipúzcoa y Vizcaya, voso para los intereses del ban- cida no fuera tan idílica):
palpitante. Desde luego, no en el País Vasco, hasta toda do republicano en virtud de su
era un resultado que estuviera Asturias, menos Oviedo, y la escisión geográfica y la falta de ‘‘¿De quién pueden estar las ma-
implícito en la división de provincia intermedia de San- conexión entre áreas industria- yores posibilidades de triunfo en una
guerra? De quien tenga más medios,
fuerzas configurada a finales tander)1. les y zonas de consumo: ni el de quien disponga de más elementos.
de julio de 1936, cuando am- El territorio decantado fi- carbón asturiano ni el hierro Esto es evidentísimo... Pues bien: to-
bos bandos estaban virtual- nalmente hacia el Gobierno vasco podían abastecer a la in- do el oro de España, todos los recur-
mente empatados y operaban republicano era el más densa- dustria catalana o levantina ni sos monetarios válidos en el extranje-
bajo la amenaza de parálisis mente poblado y urbanizado los productos de ésta podían ro, todos, absolutamente todos, están
en poder del Gobierno... La guerra es
completa en vista de sus esca- (englobando a unos 14,5 mi- llegar a los mercados urbanos
hoy, principalmente, una guerra in-
sos medios materiales para se- llones de habitantes y a las de la franja norteña leal. En dustrial. Tiene más medios de vencer
guir combatiendo y la ausen- principales ciudades), el más palabras de Josep M. Bricall, aquella parte contendiente que dis-
cia de fuentes de suministros industrializado (incluyendo la “los rebeldes les habían arreba- ponga de mayores elementos indus-
militares suficientes para soste- siderometalurgia vasca, la mi- tado el mercado de su indus- triales... Todo el poder industrial de
ner un esfuerzo bélico de en- nería asturiana y la industria tria y los productos básicos España... está en nuestras manos3’’.
vergadura. textil y química catalana) y el para esta industria y para el
de menores posibilidades consumo de la población”2. En términos militares, co-
La relación de fuerzas agrarias y alimenticias (excep- En el orden financiero, la mo ya se ha visto, los subleva-
en 1936 tuando los productos horto- República tenía ventaja por- dos contaban con la totalidad
A este respecto, hay que recor- frutícolas de la rica huerta le- que controlaba las sustanciales de las bien preparadas y per-
dar que cuatro días después del vantina). reservas de oro del Banco de trechadas fuerzas de Marrue-
inicio de la sublevación los mi- Por el contrario, el área en España, cuya movilización ser- cos (especialmente el contin-
litares sublevados sólo habían manos de los militares insur- viría como medio de pago de gente humano de la temible
logrado implantar su dominio gentes tenía menos población los suministros importados del Legión y de las Fuerzas de Re-
indiscutido sobre todas las co- y mayor poblamiento rural extranjero, en tanto que sus gulares Indígenas: “los mo-
lonias (Marruecos, Ifni, el Sá- (unos diez millones de habi- enemigos carecían de recursos ros”) y con la mitad de las
hara y Guinea), una amplia tantes), muy débil infraestruc- constantes análogos y sólo dis- fuerzas armadas existentes en
zona del oeste y centro penin- tura industrial (aunque incluía ponían de sus posibilidades la propia Península, con una
sular (Navarra, Álava, León, las minas de piritas de Huelva exportadoras para obtener di- estructura, equipo y cadena de
Castilla la Vieja, Galicia, Cáce- y las minas de hierro marro- visas aplicables a las ineludi- mando intactas y funcional-
res y la mitad de Aragón), un quíes) e importantes recursos bles compras exteriores. Esta mente operativas. El mayor
reducido núcleo andaluz (en alimenticios agrarios y ganade- ventaja inicial en recursos in- problema en este ámbito resi-
torno a Sevilla, Cádiz, Córdo- dustriales y financieros por día en las dificultades de trans-
ba y Granada) y los archipiéla- parte de la República hizo porte del llamado “Ejército de
gos de Canarias y Baleares (sal- 1 Una panorámica clásica de esos creer a algunos de sus dirigen- África” a la Península (habida
vo la isla de Menorca). “tres días de julio” tan cruciales y deter- tes que la prueba de fuerza cuenta de la falta de flota y
Sin embargo, la rebelión minantes se ofrece en Luis Romero, Tres planteada por los sublevados aviones para llevarla a cabo),
días de julio: 18, 19 y 20 de 1936, Ariel,
había sido aplastada por un Barcelona, 1967. Una revisión actualiza-
motivo por el cual su máxima
pequeño sector del Ejército da se halla en las colaboraciones de Ga-
2 Josep M. Bricall: ‘La economía espa-
fiel al Gobierno, con ayuda de briel Cardona y Fernando Fernández
Bastarreche en el vol. 4 de la colección ñola, 1936-1939’, en M. Tuñón de Lara, 3 Fragmento del discurso reproducido
milicias obreras armadas ur- La Guerra Civil, Historia 16, Madrid, La guerra civil española. 50 años después, en Ronald Fraser, Recuérdalo tú y recuérda-
gentemente, en dos grandes 1986, dedicado a ‘El 18 de julio. La su- págs. 358-417 (cita en pág. 365), Labor, lo a otros, vol. 1, pág. 153, Crítica, Barce-
zonas separadas entre sí: la zo- blevación paso a paso’. Barcelona, 1985. lona, 1979.

68 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145 ■


día 18; el republicano mode- sus superiores en París con no-
rado Diego Martínez Barrio table pesimismo:
fracasó en su efímero intento
de formar un gobierno para ‘‘Podemos decir que a principios
de agosto los cuadros del antiguo
mediar con los rebeldes aque- Ejército, salvo una media docena de
lla tarde-noche, y, por último generales, algunos coroneles y oficia-
y por exclusión, el azañista Jo- les, habían dejado de existir. Las uni-
sé Giral tuvo que sustituirlo al dades sublevadas fueron disueltas lo
frente de un nuevo Gabinete mismo que las que no se pronuncia-
ron, pero que eran sospechosas. Se
exclusivamente republicano el
tomaron medidas de movilización de
19 de julio de 1936. los reemplazos de 1934-1935, pero
Para entonces era evidente parece que sin efecto. Recientemente
que el Gobierno había sufrido (16 de agosto) se ha subordinado la
la defección de más de la mitad aceptación de oficiales de carrera a
del generalato y de cuatro una autorización de los partidos del
quintas partes de la oficialidad, Frente Popular6’’.
viéndose obligado a disolver la
casi totalidad de sus unidades La gravedad de la situación
por decreto de aquel 19 de ju- se acentuaba porque, dada la
Franco, Mussolini y Hitler lio: “Quedan licenciadas las ausencia de esos instrumentos
tropas cuyos cuadros de mando coactivos, la defensa de la lega-
autoridad, el general Francisco transporte, diez aviones caza y diez se han colocado frente a la le- lidad republicana había queda-
Franco, había emprendido sus aviones reconocimiento. (...) galidad republicana”. Ese mis- do en manos de milicias sindi-
General Franco me asegura que
propias gestiones para hacer mo día, muy consciente de su cales y populares improvisadas
con tal material y con fuerzas armadas
posible la empresa mediante el y armas de que dispone es seguro éxito falta de medios y pertrechos y a duras penas mandadas y
apoyo aéreo italiano y alemán. aunque franceses continúen suminis- bélicos, Giral remitía su de- dirigidas por los escasos man-
El 25 de julio, desde Tetuán, trando armas a sus adversarios con el manda telegráfica de ayuda mi- dos militares que se mantuvie-
Franco solicitaba nuevamente ritmo actual. litar al nuevo Gabinete del ron leales. Y había sido una
al cónsul italiano en Tánger Impresión mía y Agregado Militar Frente Popular que había asu- combinación de esas fuerzas de
es que, dada sinceridad con la cual
ese apoyo y daba cuenta de la Franco me ha expuesto siempre la si-
mido el poder en Francia esca- seguridad leales y milicianos
favorable situación militar pre- tuación, se debe prestar fe a sus indica- samente dos meses antes: sindicales y partidistas la que
sente: das declaraciones4’’. había conseguido el aplasta-
“Hemos sido sorprendidos por un miento de la sublevación en las
‘‘General Franco declara que de 8 Frente a la relativa confian- peligroso golpe militar. Solicitamos grandes capitales y centros ur-
divisiones (militares) regionales espa- que se ponga en contacto con noso-
za que transparentaba Franco tros inmediatamente para suministrar-
banos. Como reconocería des-
ñolas, 5 están en su poder, esto es:
Galicia, Burgos, Valladolid, Zaragoza,
y que imperaba en la zona su- nos armas y aviones”5. pués un periodista anarquista
Sevilla. Están además en su poder blevada, en la zona republica- barcelonés que participó en los
cuarteles Baleares, Canarias y toda zo- na las autoridades estaban Apenas un mes más tarde, el combates al lado de las fuerzas
na protectorado Marruecos, así como realmente aterradas por la si- agregado militar francés en de la Guardia Civil y de la
el cuartel Primera División Badajoz. tuación en su fuero interno. Madrid, teniente coronel Lo- Guardia de Asalto:
Ha ocupado también bases navales
Tanto que el jefe del Ejecuti- uis-Henri Morel, informaría de
Cádiz y Ferrol. General Mola ha ocu-
vo, Santiago Casares Quiroga, la situación militar en España a ‘‘La combinación fue decisiva. A
pado sólidamente vertiente Guadarra-
dimitió de su cargo el mismo pesar de su combatividad, de su espí-
ma (en Madrid) y está momentánea-
ritu revolucionario, la CNT sola no
mente posición espera para organizar
5 Recogido en la declaración de Léon habría podido derrotar al Ejército y a
fuerzas militares voluntariamente allí 4 Telegrama del cónsul para el minis- Blum, socialista y jefe del Gobierno frente-
afluyentes antes de reemprender mar-
tro Ciano, 25 de julio de 1936. Reprodu- populista, ante la Comisión de la Asamblea
cha hacia Madrid. Me asegura poder 6 Informe del 25 de agosto de 1936.
cido en Ismael Saz Campos: Mussolini Nacional francesa, 23 de julio de 1947.
resistir por tiempo ilimitado tales po- contra la Segunda República. Hostilidad, Reproducida en Enrique Moradiellos: El Citado en Jaime Martínez Parrilla: Las
siciones. conspiraciones, intervención, pág. 184. Ins- reñidero de Europa. Las dimensiones interna- fuerzas armadas francesas ante la Guerra
Sus necesidades máximas de mate- titució Valenciana d’Estudis e Investigació, cionales de la Guerra Civil española, págs. Civil española, pág. 106. Ejército, Ma-
rial son las siguientes: doce aviones de Valencia, 1986. 268-269. Península, Barcelona, 2002. drid, 1987.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



69
1939: VI C TORI A ABSOLUTA Y DERROTA TOTA L

la polícia juntos. De haber tenido victoria total o una derrota sin ‘‘El presidente considera que, por esfuerzo militar respaldado por un
que luchar contra ambos, en unas paliativos por parte de ningu- orden de importancia, los enemigos gobierno de guerra unificado. Los
pocas horas no habría quedado ni del Gobierno republicano han sido nacionales fueron mejor ayudados
no de ambos contendientes.
uno de nosotros7’’. cuatro. Primero, la Gran Bretaña que la República por sus simpatizan-
Por si fuera poco, más ade- [por su adhesión al embargo de ar- tes extranjeros en cuanto a suminis-
No obstante la catástrofe lante, en varias ocasiones du- mas prescrito por la política colectiva tros de armas: la Legión Cóndor ale-
que supuso la práctica disolu- rante el despliegue cronológi- de No Intervención]; segundo, las mana y las tropas y el material italia-
ción de su Ejército, la Repú- co del conflicto (en virtud de disensiones políticas de los mismos nos compensaron sobradamente la
grupos gubernamentales que provo- ayuda soviética al Frente Popular,
blica pudo congratularse por razones internas tanto como caron una anarquía perniciosa que que tan vital fue en las primeras fases
retener en sus manos casi dos exteriores), volvió a parecer fue total [favorable] para las opera- de la guerra. Igualmente importantes
tercios de la minúscula fuerza sumamente improbable dicho ciones militares de Italia y Alemania fueron el disciplinado ejército africa-
aérea y algo más de la anticua- final efectivo y tomó cuerpo en favor de los rebeldes; tercero, la
no bajo las órdenes de Franco y el
intervención armada ítalo-germana;
da flota de guerra, cuya mari- como posibilidad viable la y cuarto, Franco8.
adiestramiento superior de los ejérci-
nería se había amotinado con- idea de una mediación inter- tos nacionales(...) La disciplina mili-
tra los oficiales rebeldes y ha- nacional o una capitulación No discreparía demasiado tar de los nacionales era un reflejo de
su unidad política: la debilidad mili-
bía implantado un bloqueo negociada para poner término de ese juicio en sus memorias tar del Frente Popular, una conse-
del estrecho de Gibraltar para al conflicto: en el verano de un dirigente enemigo como cuencia de sus luchas políticas intes-
evitar el traslado de las decisi- 1937, cuando las primeras era Pedro Sainz Rodríguez, tinas10’’.
vas tropas marroquíes al man- ofensivas republicanas en Bru- profesor de literatura, conspi-
do del general Franco. nete y en Belchite demostra- rador monárquico y ministro También es cierto que ese
En definitiva, aunque ha- ron la existencia de una má- de Educación del primer go- balance historiográfico no es
bían triunfado ampliamente quina militar con cierta capa- bierno de Franco durante la unánimemente aceptado por
en la España rural y agraria, el cidad de ataque y maniobra guerra civil. Aunque su esti- todos los historiadores. A títu-
fracaso de los militares suble- (con el consecuente desánimo mación se centraba en el pri- lo de ejemplo relevante, el ge-
vados en las partes de España ítalo-germano y las paralelas mero y tercero de los motivos neral Ramón Salas Larrazábal,
más modernizadas, incluyen- gestiones anglo-francesas en (significativamente, ambos de excombatiente en el bando
do la propia capital del Estado pro de un armisticio); en el orden internacional) aludidos franquista, discrepa de que el
(cuyo dominio conllevaba el invierno de 1937-1938, cuan- por Manuel Azaña: apoyo ítalo-germano a Franco
reconocimiento jurídico inter- do tiene lugar la única victoria fuera superior en número o
nacional), les obligaba a em- ofensiva republicana con la Muchos españoles, desorientados calidad a la ayuda soviética a
prender su conquista mediante ocupación efímera de la ciu- por la propaganda anti-inglesa del la República e influyera cru-
régimen de Franco, creen de buena
verdaderas operaciones bélicas. dad de Teruel (en el contexto fe que conseguimos nuestra victoria
cialmente en el desenlace de
El golpe militar parcialmente de una tensión creciente de la exclusivamente por la ayuda italiana la contienda. Y se inclina a
fallido devenía así en una ver- entente anglo-francesa ante la y alemana; yo tengo la convicción de resaltar como razones priori-
dadera y cruenta guerra civil. anunciada anexión alemana que, si bien ésta contribuyó, la razón tarias del triunfo final nacio-
Y como ningún bando dispo- de Austria), y en el verano de fundamental por la que ganamos la nalista su superior eficacia ad-
guerra fue la actitud diplomática de
nía de los medios y el equipo 1938, cuando el asalto repu- ministrativa y su mayor entu-
Inglaterra, que se opuso a una inter-
militar necesarios y suficientes blicano en la desembocadura vención en España9. siasmo moral y arraigo
para sostener un esfuerzo béli- del Ebro desbarata el avance popular:
co de envergadura, ambos se franquista sobre Valencia y da El juicio de los historiado-
vieron obligados a dirigirse de origen a la batalla más larga y res no está muy lejos de com- ‘‘El Gobierno perdió finalmente
inmediato en demanda de cruenta de toda la contienda partir y suscribir esas aprecia- la partida porque su influencia sobre
el país decayó continuamente a lo
ayuda a las potencias europeas española (en vísperas de la ciones de testigos y protago- largo de la guerra al tiempo que cre-
más afines a sus postulados, grave crisis germano-checa nistas, aunque pueda alterar el cía en igual medida la de sus enemi-
abriendo así la vía al crucial que puso a Europa al borde de orden de prioridades y el peso gos victoriosos. (...)
proceso de internacionaliza- la guerra general). de cada factor. Así, al menos, La discordia en el campo republi-
ción de la contienda. Sin embargo, ni un armis- se observa en el balance apun- cano no fue un factor con influencia
decisiva en la guerra y, aun en el caso
ticio ni una mediación inter- tado cuarenta años más tarde
de que lo hubiera sido, sólo serviría
La guerra total nacional ni una capitulación por Raymond Carr y Juan Pa- para demostrar la incapacidad de los
La distribución inicial de fuer- negociada y condicionada blo Fusi: dirigentes frentepopulistas para diri-
zas materiales entre los dos pusieron término al conflicto gir la acción colectiva de sus masas y
bandos contendientes ofrecía, fratricida. Y no fue así al final ¿Por qué ganaron los nacionalis- la ausencia de suficiente atractivo in-
por tanto, la imagen de un por varias razones difíciles de tas? La respuesta, como en todas las tegrador en sus programas11’’.
guerras, es: un liderazgo y una disci-
empate virtual imposible de aquilatar y ponderar en su plina superiores en el Ejército, y un
alterar con la movilización de medida exacta. El presidente En todo caso, parece indu-
los recursos propios y endóge- Manuel Azaña, ya en su exi- dable que los factores apunta-
8 Declaraciones de Azaña a Isidro Fa-
nos. Y nada en esa situación lio en Francia desde febrero
bela, representante de México ante la So-
coyuntural hacía presagiar una de 1939, enumeraría con no- ciedad de Naciones, a mediados de 1939. 10 Raymond Carr y Juan Pablo Fusi:
table perspicacia las razones Reproducidas en Santos Martínez Saura, España, de la dictadura a la democracia,
de la abrumadora derrota re- Memorias del secretario de Azaña, pág.53, págs. 14-15, Planeta, Barcelona, 1979.
7 Testimonio de Jacinto Borrás, perio- 11 Ramón Salas Larrazábal: Historia
publicana (más que los moti- Planeta, Barcelona, 1999.
dista de Solidaridad Obrera. Recogido en 9 Pedro Sainz Rodríguez, Testimonios y del Ejército Popular de la República, vol.
Ronald Fraser: Recuérdalo tú y recuérdalo a vos de la victoria total fran- recuerdos, págs. 234-235, Planeta, Barcelo- 1, págs. XXII y XXIII, Editora Nacional,
otros, pág. 141, vol. 1. quista): na, 1978. Madrid, 1973.

70 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



ENRI QUE MORADI ELLOS

dos por Azaña en 1939, y re- llones de muertos y heridos y nación entera en una inmensa fábri- privaciones materiales deman-
frendados por Carr y Fusi en donde las capacidades milita- ca de material de guerra15’’. dados por esa cruenta y larga
1979, resultan inexcusables a res estuvieron determinadas lucha fratricida.
la hora de tratar de explicar y por la eficacia institucional, En efecto, al igual que ha-
dar cuenta y razón del modo el aprovechamiento de los re- bía sucedido con los belige- El contexto internacional
y manera en que terminó la cursos económicos y la enti- rantes de la I Guerra Mundial, A juzgar por el curso y desenla-
Guerra Civil. No en vano, ya dad y fortaleza del “frente in- los dos bandos combatientes ce de la Guerra Civil, parece
a principios del siglo xx, un terior”: la moral de la reta- en la contienda civil española evidente que el bando franquis-
analista bien informado como guardia civil y la disposición tuvieron que hacer frente a ta fue superior al bando repu-
era sir Winston Churchill ha- popular a asumir y soportar tres grandes y graves proble- blicano en la imperiosa necesi-
bía profetizado que “las gue- las privaciones y sacrificios mas inducidos por la guerra dad de configurar un Ejército
rras de los pueblos serán más exigidos por el esfuerzo de total en el plano estratégico- combatiente bien abastecido,
terribles que las guerras de los guerra. Como señalaría el al- militar, en el ámbito económi- construir un Estado eficaz para
reyes”. Y esto porque el nove- to mando militar británico co-institucional y en el orden regir la economía de guerra y
doso concepto y realidad de con posterioridad a la victoria político-ideológico. En gran sostener una retaguardia civil
“guerra total” que iba a impe- aliada, esa cualidad de “gue- medida, el éxito o fracaso de unificada y moralmente com-
rar en la nueva centuria de- rra total” devastadora sería la sus respectivos esfuerzos béli- prometida con la causa bélica.
mandaría de las modernas so- principal lección derivada de cos dependió de la acertada Y, sin duda, el contexto inter-
ciedades industriales y de ma- la gran guerra: resolución de estas tres tareas nacional en el que se libró la
sas mucho más que las básicas. A saber: contienda española impuso
antiguas guerras de otras épo- ‘‘Nada está más claro que el he- unas condiciones favorables y
cas previas y otras sociedades cho de que la guerra moderna se 1. La reconstrucción de un unos obstáculos insuperables a
convierte en un intento por ahogar
preindustriales: la vida nacional (del enemigo). Em-
Ejército combatiente regular, cada uno de los contendientes.
prendida por la fuerza de la nación con mando centralizado y je- No en vano, sin la constante
“No puede ser más que una lucha en su totalidad, su objetivo final es rarquizado, obediencia y disci- y sistemática ayuda militar, di-
cruel que... exigirá, durante años presionar al conjunto de la población plina en sus filas y una logística plomática y financiera prestada
quizá, toda la población masculina enemiga, angustiarla por todos los
de la nación, la suspensión completa
de suministros bélicos constan- por la Alemania de Hitler y la
medios posibles para obligar al Go-
de las industrias de paz y la concen- tes y suficientes, a fin de soste- Italia de Mussolini, es harto di-
bierno enemigo a someterse a sus
tración en un solo punto de toda la condiciones14’’. ner con vigor el frente de com- fícil creer que el bando liderado
energía vital de la comunidad”12. bate y conseguir ulteriormente por el general Franco hubiera
En igual sentido se expresa- la victoria sobre el enemigo o, podido obtener su rotunda vic-
No otra cosa había predi- ría un militar español pocos al menos, evitar la derrota. toria absoluta e incondicional.
cho, algunos años antes, un años después, subrayando cer- De igual modo, sin el asfixiante
notable estratega norteameri- teramente las enseñanzas deri- 2. La reconfiguración del embargo de armas impuesto
cano al analizar las lecciones vadas de la reciente moviliza- aparato administrativo del Es- por la política europea de no
de la guerra de secesión ción general impuesta por el tado en un sentido fuertemen- intervención y la consecuente
(1861-1865) y de la guerra conflicto mundial en todos los te centralizado para explotar y inhibición de las grandes po-
franco-prusiana (1870): países beligerantes, dada la hacer uso eficaz y planificado tencias democráticas occidenta-
necesidad de cubrir en lo po- de todos los recursos económi- les, con su gravoso efecto en la
‘‘La estrategia adecuada consiste sible la creciente brecha entre cos internos o externos del capacidad militar, situación
en infligir golpes tan cruciales como limitadas fuentes de abasteci- país, tanto humanos como ma- material y fortaleza moral, es
sea posible al ejército enemigo y des-
pués en causar tanto sufrimiento a la
miento militar y reposición teriales, en beneficio del es- altamente improbable que la
población civil que ésta sólo aspire a demográfica e ingentes des- fuerzo de guerra y de las nece- República hubiera sufrido un
la paz a todo precio y así presione a gastes de material y de hom- sidades del frente de combate. desplome interno y una derrota
su Gobierno para demandarla13’’. bres exigidos por la Guerra militar tan total, completa y sin
Total: 3. La articulación en la reta- paliativos.
Las profecías de Churchill guardia de unos fines de guerra En este sentido, es bien re-
y del general Sheridan se hi- Cesarán de construirse relojes, comunes y compartidos por la velador el juicio contenido en
cieron amarga realidad du- pianos, gramófonos, para dedicarse a gran mayoría de las fuerzas so- el siguiente informe confiden-
la fabricación de espoletas, fusiles y
rante la gran guerra de 1914- proyectiles, y toda la industria en sus
ciopolíticas representativas de cial elaborado por el agregado
1918, con su cosecha de mi- dos ramas principales, metalurgia y la población civil y susceptibles militar británico en España
química, alcanzará el máximum de de inspirar moralmente a esa para conocimiento de las au-
12 Discurso en la Cámara de los Co-
actividad hasta llegar a convertirse la misma población hasta el pun- toridades británicas:
munes en 1901. Citado en Roy Jenkins: to de justificar los grandes sa-
Churchill, pág. 99. Península, Barcelo- crificios de sangre y las hondas ‘‘Es casi superfluo recapitular las
na, 2002. 14 Apreciación hecha por el Estado razones (de la victoria del general
13 Declaración del general Sheridan en Mayor del Almirantazgo en 1921. Citado Franco). Éstas son, en primer lugar, la
1870. Citada en Hew Strachan, ‘Total en Brian Bond: Guerra y sociedad en Euro- 15 Palabras de A. Diego en 1929 en
persistente superioridad material du-
War in the Twentieth Century’, en Arthur pa, 1870-1970, Ministerio de Defensa, una publicación del Ministerio de la Gue- rante toda la guerra de las fuerzas na-
Marwick, Clire Emsley y Wendy Simpson Madrid, 1990, pág. 151. Sobre el carácter rra. Citadas en Elena San Román López:
cionalistas en tierra y en el aire, y, en
(eds.), Total War and Historical Change: novedoso de la “guerra total” en el siglo xx ‘Las consecuencias pacíficas de la gran
Europe, 1914-1945, págs. 255-283 (cita véase Michael Howard: War in European guerra: la movilización industrial’, págs. segundo lugar, la superior calidad de
en pág. 255). Open University Press, Buc- History, cap. 7. Oxford University Press, 611-658 (cita en pág. 619). Hispania todos sus cuadros hasta hace nueve
kingham, 2001. Oxford, 1987. (Madrid), nº 187, 1994. meses o posiblemente un año. (...)

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



71
1939: VI C TORI A ABSOLUTA Y DERROTA TOTA L

Esta inferioridad material (de las decir, ni mucho menos, que la práctica de la política europea 1. Porque lo exigía la ciencia mili-
tropas republicanas) no sólo es cuan- política de no intervención (la de no intervención incidió de tar, el arte de la guerra. (…)
titativa, sino también cualitativa, co- “traición de las democracias” manera directa y con resulta- 2. Porque hemos carecido de los
mo resultado de la multiplicidad de medios materiales indispensables para
tipos (de armas). Fuera cual fuera el
que tanto denunciarían los lí- dos diferenciales sobre el es- el sostenimiento de la lucha. (…)
propósito imparcial y benévolo del deres republicanos) fuera la ra- fuerzo de guerra de ambos 3. Porque nuestra dirección técnica
Acuerdo de No Intervención, sus re- zón única y exclusiva de la vic- bandos contendientes y sobre de la guerra era defectuosa en todo el
percusiones en el problema de abaste- toria de Franco y de la derrota sus ineludibles tareas para ha- escalonamiento del mando. (…)
cimiento de armas de las fuerzas re- de la República. De ningún cer frente a la guerra total. En el terreno político, Franco ha
publicanas han sido, para decir lo mí- triunfado:
modo parece posible o razona- Dicho en otras palabras: los
nimo, funestas y sin duda muy 1. Porque la República no se había
ble suscribir este tipo de senci- condicionamientos del marco fijado un fin político, propio de un
distintas de lo que se pretendía.
La ayuda material de Rusia, México llas explicaciones unicausales y internacional plantearon ven- pueblo dueño de sus destinos o que as-
y Checoslovaquia (a la República) nun- unilaterales, como hace el co- tajas notorias e impusieron ser- piraba a serlo. (…)
ca se ha equiparado en cantidad o cali- munista italiano Palmiro To- vidumbres sustanciales que ca- 2. Porque nuestro Gobierno ha sido
dad con la de Italia y Alemania (al ge- gliatti (delegado de la Komin- da uno de los bandos utilizó, impotente por las influencias sobre él
neral Franco). Otros países, con inde- ejercidas para desarrollar una acción
tern en la dirección del PCE sorteó o sobrellevó a fin de en- verdaderamente rectora de las activida-
pendencia de sus simpatías, se vieron
desde el verano de 1937) en su grosar su capacidad de acción des del país. (…)
refrenados por la actitud de Gran Bre-
taña. En esa situación, las armas que informe final para las autori- militar, fortalecer la moral de 3. Porque nuestros errores diplomá-
la República pudo comprar en otras dades soviéticas: combate de su población civil ticos le han dado el triunfo al adversa-
partes han sido pocas, por vías dudo- de retaguardia, y acrecentar la rio mucho antes de que pudiera produ-
‘‘Si bien la ulterior resistencia y la cirse la derrota militar. (…)
sas y generalmente bajo cuerda. El eficacia de su aparato estatal y
material bélico así adquirido tuvo que victoria no fueron posibles, las causas En el orden social y humano,
el aprovechamiento de sus re- Franco ha triunfado:
ser pagado a precios altísimos y utili- fundamentales de ello deben buscarse
en la desfavorable situación interna-
cursos económicos. Y en este 1. Porque ha logrado la superiori-
zado sin la ayuda de instructores cua-
lificados en su funcionamiento. Tales cional, en el apoyo que prestaron los engarce y conexión dialéctica dad moral en el exterior y en el inte-
Gobiernos francés e inglés con la po- entre contexto internacional y rior. (…)
medios de adquisición han dañado
lítica de “no intervención” y sus ne- circunstancias internas se fue- 2. Porque ha sabido asegurar una
severamente los recursos financieros
fastas consecuencias, a los invasores cooperación internacional permanente
de los republicanos 16’’. ron labrando las razones de
ítalo-alemanes, en la traición de los y pródiga. (…)19’’.
una victoria total y los motivos
grandes países democráticos de Europa
El acierto de ese juicio del occidental (Francia e Inglaterra) y de de una derrota sin paliativos. Cabría discutir el orden de
analista militar británico resul- la socialdemocracia internacional al La justa ponderación de to- prelación y la importancia res-
ta corroborado por un informe pueblo español, en el insuficiente dos estos factores concurrentes pectiva de cada una de esas ra-
remitido a Berlín por el emba- apoyo político del proletariado de los a la hora de explicar el modo y zones expuestas por el general
jador alemán en España, Eber- países capitalistas, que, aun simpati- manera de terminación de la Rojo con el característico laco-
zando con la República y prestándole
hard von Stohrer, tras la ocu- una gran ayuda material (actividad,
Guerra Civil española cuenta nismo y contundencia castren-
pación de Cataluña y en víspe- sobre todo, de los partidos comunis- con un precedente tentativo se. Pero apenas cabe dudar que
ras del colapso de la resistencia tas; Brigadas Internacionales…), no muy notable y distinguido. Se todas ellas tuvieron su parte
republicana. A tenor del mis- logró poner fin a la intervención íta- trata de la estimación realizada, correspondiente, mayor o me-
mo, “las causas de la derrota lo-alemana ni a la política de no in- apenas unos meses después de nor, en la conformación del
tervención18’’.
roja” eran las siguientes: terminada la contienda, por el resultado final de la Guerra
Frente a ese tipo de argu- general Vicente Rojo Lluch C ivil con su victoria absoluta
‘‘La explicación de la decisiva victo- mentaciones cabría subrayar, (1894-1966), jefe del Estado y su derrota total. ■
ria de Franco reside en la mejor moral en todo caso, que tan impor- Mayor Central del Ejército Po-
de las tropas que luchan por la causa [Este texto corresponde al capítulo 5
nacionalista, así como en su gran supe-
tante en el desenlace de la gue- pular de la República y auténti-
rra como esa persistente inhi- co estratega supremo del bando del libro 1936. Los mitos de la Guerra
rioridad en el aire y en su mejor artille- Civil, Ediciones Península, septiem-
ría y otro material de guerra. Los rojos, bición de la entente franco- derrotado. Su balance, por eso bre 2004.]
todavía sacudidos por la batalla del británica habría sido la mismo, tiene especial valor tes-
Ebro y en gran medida lastrados por su sistemática intervención ítalo- timonial al proceder de quien
escasez de material bélico y sus dificul-
germana y las limitaciones de fuera el antagonista fundamen-
tades de suministros alimenticios, fue-
ron incapaces de resistir la ofensiva17’’. la asistencia soviética, por tal que tuvo Franco en el plano
mencionar sólo a las dimensio- militar durante la contienda. A
Todo lo anterior no quiere nes internacionales presentes y juicio del general Rojo, “las
operantes en la contienda. De causas del triunfo de Franco” se
todos modos, a nuestro juicio, debían a un conjunto de razo-
16 Informe del mayor E. C. Richards,
lo que sí resulta innegable es nes correlacionadas que aten-
25 de noviembre de 1938. Reproducido
en Enrique Moradiellos: La perfidia de Al- otra dimensión más compleja dían a varios frentes distintos:
bión. El Gobierno británico y la Guerra Ci- y trascendental de esta faceta
vil española, pág. 257. Siglo xxi, Madrid, del asunto. A saber: el hecho ‘‘En el terreno militar, Franco ha
1996. Cursivas nuestras. triunfado:
17 Despacho del 19 de febrero de 1939. de que el contexto internacio-
Recogido en la colección documental di- nal conformado por la realidad
plomática alemana Documents on German
Foreign Policy, 1918-1945, Series D, vol. 3, 19 Vicente Rojo: ¡Alerta los pueblos! Es- Enrique Moradiellos es profesor de
Germany and the Spanish Civil War, Gover- 18 Palmiro Togliatti: Escritos sobre la tudio político-militar del periodo final de la Historia Contemporánea. Autor de
nmente Printing Office, Washington, guerra de España, pág. 298. Crítica, Barce- guerra española, págs. 183-193. Ariel, Bar- La España de Franco, 1939-1975 y El
1950, documento nº 740, pág. 844. lona, 1980. celona, 1974. Cursiva original. reñidero de Europa.

72 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



ÉTICA

EL FUTURO DE LA NATURALEZA HUMANA Del fracaso de la intención a la lógica de las consecuencias

MERCÈ RIUS

Jürgen Habermas dad es histórica, pero el autor prácticas se juzgan inmora- masiano en el consecuencia-
El futuro de la naturaleza humana la califica además de antropo- les, por tanto rechazables, o lismo. A la postre, sólo de
¿Hacia una eugenesia liberal?
lógica3; sin duda, para indicar, es nuestra autocomprensión desliz puede hablarse cuando
Paidós, Barcelona, 2002.
como sostuvo anteriormente ética la que debería cambiar. un ferviente seguidor de la
Adorno, que nuestra condición Personalmente, me inclino sin ética kantiana apoya sus ar-
biológica no se supera a través rodeos por la segunda opción. gumentos en la nocividad de

I
ncluso antes de su pu- de los mecanismos de cohesión Y, aun resultando tal disyunti- los efectos ocasionados por las
blicación conjunta en El social, derivados de aquélla al va ajena al propio Habermas, mencionadas prácticas. Estos
futuro de la naturaleza fin y al cabo, sino por nuestra me valgo al formularla de su efectos comprenderían desde
humana, las tesis expuestas por capacidad de someterlos a re- terminología (‘‘moral’’ por un la autoconciencia de uno co-
Habermas en varias conferen- flexión: lado, ‘‘ética’’ por otro) porque mo ‘‘anormal’’ por haber esta-
cias sobre lo que él denomina creo que deja traslucir una sos- do sujeto a manipulación ge-
‘‘eugenesia liberal’’ levantaron “Sólo las reflexiones moralmente pecha análoga: nética prenatal, además, quizá,
un notable revuelo que aún autorreflexivas, de ética de la especie, de la exigencia de responsabi-
que se extienden a los presupuestos “Una valoración de la moral en
colea, al menos entre quienes naturales (y en consecuencia también
lidades a los progenitores por
se interesan especialmente por total no es ella misma un juicio mo- acción no menos que por omi-
mentales) de la autocomprensión ral, sino un juicio ético, un juicio de
la ética aplicada. Ya desde su moral de personas que actúan res- ética de la especie”6.
sión (unas veces acusándolos
subtítulo el libro cuestiona de- ponsablemente, se hallan en el nivel de haberle manipulado y otras
terminados usos de las técni- de argumentación correcto. Pero, por Claro está que el autor ni de habérselo negado), hasta la
otra parte, tales juicios de valor de
cas de manipulación genética siquiera insinúa la posibili- consecuencia existencial de per-
ética de la especie carecen de la pre-
pronosticando que, en un fu- sunta fuerza imperativa de las razones dad de abandonar su capital der libertad en ello; libertad
turo más o menos próximo, estrictamente morales”4. teórico. Después de todo, la en sentido ontológico, que no
podrían acabar con la ‘‘ética filosofía de la acción comu- ‘‘esencial’’, pues ya se nos ha
de la especie’’. Se entiende por En otras palabras, la activi- nicativa salva el escollo de su advertido que tales críticas no
ésta una forma de convivencia dad reflexiva nunca descansa propia historicidad al defen- ceden en absoluto al iusnatu-
–la llamada, hoy por hoy, ‘‘mo- en certeza alguna, lo cual res- der el carácter simétrico de las ralismo7. Más bien ocurre que
ral’’–1 que protege al individuo palda la advertencia del autor relaciones intersubjetivas, ya había inicialmente unas po-
de su debilidad congénita me- sobre la innegable validez de que éste preserva la autonomía sibilidades cuya pérdida tuvo
diante la comprensión de sí su crítica de la conciencia de sí mismo lugar al margen de toda elec-
mismo en cuanto poseedor de también respecto a los mode- ción, puesto que el individuo
una identidad universalmente “con independencia de la noción los teóricos que han contribui- modificado antes de nacer ni
compartida: la propia de la es- de un orden iusnaturalista u ontoló- do históricamente a formarla. tan sólo pudo hacerse cargo de
gico que pudiera ‘infringirse’ crimi-
pecie humana2. Dicha identi- nalmente”5.
Por contra, el recelo del autor las mismas como propias. En
hacia la biotecnología se debe fin, la denominamos libertad
De esta suerte (en un post- a que algunas de sus prácticas ‘‘ontológica’’ por cuanto no
1 scriptum) desarma el núcleo, eliminan dicha simetría, úni- emana de las representaciones
como una respuesta constructiva a las de- quizá por vistoso demasiado co garante de la independen- obrantes en el sujeto afectado.
pendencias y necesidades derivadas de la común a gran parte de las ob- cia individual ante cualquier Ante valoraciones como las
imperfecta dotación orgánica y la perma-
nente fragilidad de la existencia humana jeciones recibidas. determinación procedente de recién citadas, el presumible
(especialmente clara en los periodos de No obstante, la constata- otro –médico o padre, ya sea desacuerdo del lector se pre-
infancia, enfermedad y vejez). La regu- ción de que las nuevas prácti- éste el teorético, ya el bioló- sentaría a dos niveles. En el
lación normativa de las relaciones inter-
personales puede entenderse como una
cas biotecnológicas ponen en gico. propio texto alude Habermas
envoltura protectora porosa contra las crisis la moral según hemos Pero, antes de abordar el con prudencia al suscitado
contingencias a las que se ven expuestos venido conociéndola enfrenta problema de la asimetría in-
el cuerpo (Leib) vulnerable y la persona
inopinadamente al lector a la ducida por la eugenesia libe-
en él encarnada.” Ibíd., pág. 51.
2 “La manipulación de los genes afecta siguiente alternativa: O esas ral, cabe referirse a la patente 7 “Dado que, sin embargo, la cosa se

a cuestiones de identidad de la especie, y incursión del enfoque haber- desarrolla hasta convertirse en persona, la
la autocomprensión del ser humano como intervención egocéntrica cobra el sentido
3 Ibíd., pág. 45. de una acción comunicativa que podría
perteneciente a una especie también con-
4 Ibíd., pág. 120. tener consecuencias existenciales para el
forma el lecho de nuestras representaciones
5 Ibíd., pág. 114. 6 Ibíd., pág. 98.
legales y morales.” Ibíd., pág. 37. adolescente”. Ibíd., p. 73.

74 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145■


desde el punto de vista teórico, do nos recuerda el de Hans
pues ya conoce algunas críticas Jonas, autor que se cita en el
sobre su renuncia al deonto- libro13. Al invocar el ‘‘princi-
logismo estricto8. En cambio, pio de responsabilidad’’ hacia
se muestra contundente al res- las generaciones futuras, Jo-
ponder a la objeción de orden nas se ve impelido a legitimar
práctico de que no sabemos si moralmente la existencia de la
la manipulación genética cau- especie humana, pues rechaza
sará esos hipotéticos efectos Jürgen Habermas todo acto que la exponga al
sociales, ni siquiera si su efica- peligro de extinción. Sin em-
cia técnica real alcanzará hasta paradoja relativa a su anterior de haber actualizado la ética bargo, la tradicional ética de
el punto en que algún día haga valoración: kantiana mediante el giro lin- los principios afirma que nada
falta planteárnoslo: güístico. Pero veamos lo que se legitima por el mero hecho
“Si son los mismos participantes sucede al reformular el tema de existir. En otros términos,
“No me importa si tales especula- de una colectividad moral los que ge- desde la pragmática del len- la moral no concierne única-
ciones expresan chifladuras o pronós- neran y reproducen simbólicamente
la clasificación de los estatus, no se
guaje: mente a la supervivencia, sino
ticos dignos de tomarse en serio [...];
a mí sólo me sirven como ejemplo aprecia cómo nadie podría sentir su que es, incluso por encima de
estatus moral menoscabado por el “Si la determinación eugenésica ésta, una cuestión de dignidad.
de [...] un cambio que ya no puede
hecho de que su disposición genética ajena modifica las reglas del lenguaje Jonas intenta soslayar tal difi-
armonizarse con la autocomprensión
no tuviera un origen natural”11. mismo, impide que se la critique a
normativa de personas que viven
ella misma en virtud de dichas reglas.
cultad teórica alegando que
autodeterminadamente y actúan res- con la especie humana desapa-
En vez de eso, la eugenesia liberal de-
ponsablemente”9.
En pocas palabras, la convi- safía a una valoración de la moral en recería asimismo de la Tierra
vencia seguiría siendo posible conjunto”12. la moralidad, la cual sí posee
En suma, se reafirma en su pese a los trastornos derivados un valor intrínseco.
actitud radical precisamente de la revolución biotecnológi- Tras acotar en sus justos Pues bien, mediante un ex-
porque no le preocupa la on- ca. El sistema ostenta la capa- límites los efectos correspon- pediente análogo sortea Ha-
tología, sino cómo se repre- cidad necesaria para engullir o dientes al ámbito de la mora- bermas el reproche de haber
senta el individuo su propia para reciclar todo lo imagina- lidad, aún permanece uno que ido a parar al consecuencia-
humanidad –por analogía ble si llegaran a darse aquellas sería fundamental, por socavar lismo, y nos sorprende en este
con la solución kantiana a temidas consecuencias. No se éste la ética de la especie. Ello sentido con proclamas tan ra-
la indemostrable existencia descarta, por ejemplo, que los significa que ya no contraven- dicales que se desmienten por
de la libertad 10. Otra cosa jóvenes del futuro puedan sen- dría excepcionalmente la moral sí solas, como cuando asevera
es que, después de Hegel, ya tirse muy orgullosos de perte- incitándola así a pronunciarse un indiscutible valor ‘‘intrín-
no resulte lícito ignorar que necer a una familia tan rica (según Kant estableciera); an- seco’’ del feto:
nuestra facultad representati- que suela encargar sus vásta- tes bien, la sacaría fuera de jue-
va se desarrolla a lo largo de gos al diseñador en vez de a la go desfacultándola para emitir “Nadie duda del valor intrínseco
un proceso de socialización. cigüeña. Ahora bien, la anun- cualquier juicio al respecto. No de la vida humana antes del naci-
miento, se la denomine ‘‘sagrada’’ o
Pero, justo al considerarlo, ciada paradoja se desvanece si nos hallamos, por tanto, ante se rechace esta sacralización de lo que
deberá afrontar el autor una sabemos interpretarla como una consecuencia material, si- es un fin en sí mismo”14.
prueba de que los argumentos no puramente formal, vincu-
8
consecuenciales o teleológicos lada al procedimiento. Se trata Sentencias de esta laya nos
“Rainer Forst ha intentado conven-
cerme con agudos argumentos de que
no contribuyen al progreso de la simetría exigible en las descubren los aspectos más
con este tiro me desvío sin necesidad de moral. Luego todo lo que de relaciones humanas lingüísti- dudosos de su argumentación.
la senda de la virtud deontológica.” Ibíd., Habermas llevamos dicho se co-morales, que determinadas Si me está permitido confesar-
pág. 96, nota 58.
9 Ibíd., pág. 61. entiende aceptablemente a la formas de manipulación gené- lo, se trata para mí de una ex-
10 “Todo ser que no pueda obrar de luz del kantismo. tica anularían. Dicho sea de periencia habitual siempre que
otra suerte que bajo la idea de la libertad, Sólo que el autor se precia paso, el recurso aquí emplea-
es por eso mismo verdaderamente libre en
13 Ibíd., pág. 68. La cita no se refiere,
sentido práctico”. I. Kant: Fundamentación
de la metafísica de las costumbres, pág. 91. empero, a El principio de responsabilidad.
11 12 Ibíd., pág. 119. 14 Ibíd., pág. 49.
Ediciones Encuentro, Madrid, 2003. Ibíd., pág. 107.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



75
E L FUTURO DE L A NATURALEZA HUMANA

le leo. En cuanto se dispone a cho de bueno que pueda tener reglas del lenguaje, Habermas –de un mero requisito proce-
emanciparse en lo posible de la experiencia, así como la teo- vuelve al modelo teórico que dimental– en sus críticas a la
la autoridad kantiana, deja ip- rización de lo contingente, en pretendía haber superado con eugenesia, aunque éstas apun-
so facto de convencerme. En el mi opinión el texto hubiera su ética de la acción comuni- ten a la defensa de la sustanti-
texto que nos ocupa, la deri- ganado coherencia de haberse cativa. vidad corpórea. Produciendo
va se iniciaría con los pasajes decidido el autor a hacer ex- A mi juicio, el concepto de asimetría se atenta contra la
dedicados a celebrar la indis- plícito aquello que no cesa de intención barajado en el texto, dignidad del individuo hu-
ponibilidad de lo natural. Tras insinuar: la idea de que ‘‘na- pero no menos el de simetría, mano, en la medida en que la
la huella de Adorno, el autor tural’’ quiere decir no supedi- su representante dialógico, po- intervención biotecnológica
entiende por naturalidad la es- tado a la intención humana. nen de manifesto, como sen- prenatal introduce en mi bio-
pontaneidad subjetiva, mien- Ciertamente, el concepto de dos portavoces de la libertad grafía una cierta irreversibili-
tras que en su vertiente obje- intención arrastra no pocas de conciencia, la debilidad de dad. Y no sólo en el sentido
tiva la equipara a la contingen- dificultades; de entrada, por la filosofía habermasiana. Ya al de que nunca recuperaré la
cia15. Sólo que no se acaba de muchos siglos, la naturaleza principio, la simetría discursi- posibilidad abortada, ya que
ver por qué los fenómenos na- fue obra nada más y nada me- va vino a ser representación en principio no es descartable
turales habrían de resultar más nos que de las intenciones di- sin nadie representado de fac- una nueva intervención médi-
contingentes que la máxima vinas. De ahí el tópico de que to; luego, un derecho subjeti- ca por voluntad propia, sino,
artificiosidad humana. ¿O no los biotecnólogos juegan a ser vo formal, esto es, un derecho esencialmente, porque otro ha
convenimos, con Kant, que la Dios; como también la regre- reconocido a la subjetividad decidido en mi lugar sin que
naturaleza nos ofrece el para- sión a formas de pensamiento en cuanto tal dentro (¿quizá yo pueda enmendarlo, de mo-
digma de legalidad, del que la mágico (la desgracia propia como momento?) de una ob- do que su intención siempre
conducta moral, aun debiendo atribuida al hechizo ajeno) jetividad que la trascendía. Se prevalecerá sobre la mía. Ade-
imitarlo, se distingue por ser que implicaría el culpabilizar nos estaba proponiendo, pues, más, cabe agregar al planteo
libre? Luego, al asimilar con- a los progenitores de todo lo una escenificación (llámese, si habermasiano que la persona
tingencia y naturalidad, ¿aca- que pueda pasarle a una. La gusta, discursiva) de algo que afectada se verá obligada a
so está pensando Habermas en misma escritura habermasiana sólo existía en el acto de ser actuar reactivamente por más
una naturaleza a la medida del delata algo de esta mentali- representado –y, una vez más, que decida o, peor aún, espe-
individuo humano (el único dad ancestral aireando ciertas según el mencionado ejemplo cialmente si decide someterse a
que la siente o la existe como aprensiones: de la libertad kantiana. De una nueva operación quirúrgi-
azar), si no ya moralizada cual ahí, aún, el talante retórico de ca –perdiendo así por segunda
si funcionase por máximas?16. “Ya no podría excluirse que con la siguiente pregunta: vez la innata espontaneidad.
Algunas veces, diríase que in- intervenciones eugenésicas perfeccio- Ahora bien, ¿no estaremos
nadoras hubiera intenciones ajenas, y “La investigación del cerebro nos
tenta reprimir la tentación: fijadas genéticamente, que tomaran
denunciando la pérdida de lo
informa de la fisiología de nuestra que nunca tuvimos realmente?
posesión de la biografía de la persona conciencia. Pero ¿se modifica por ello
“Puesto que no hay ninguna razón programada”19. ¿Sólo las relaciones en circuns-
moralmente defendible para preferir esa conciencia intuitiva de la autoría
y la responsabilidad que acompaña tancias tan poco habituales
un sexo determinado, para la perso-
na afectada no debería representar
En definitiva, a lo largo de todas nuestras acciones?”21 son asimétricas? Más de unos
ninguna diferencia haber venido al todo el texto no ceja en utilizar cuantos estamos persuadidos
mundo como chico o chica”17. el concepto de intención, con Rotundamente, no; porque de que el dominio de la asi-
una notoria ambigüedad por la especificidad cognitiva de metría desborda con creces el
Pero ¿es que sólo los mo- lo demás; hasta que, previa ca- la ética, su irreductibilidad al de la interacción inmoral. Ni
tivos morales establecen dife- lificación moral, le otorga un conocimiento científico, resi- siquiera el consenso intersub-
rencias de valor? ¿Qué signi- papel decisivo en el régimen de en jetivo se hurta a las relaciones
fica tal apelación al deber de mental del neonato: de poder, que se neutralizarán,
representarse o no la peculia- “la intencionalidad de la cons- como mucho, pero nunca po-
ridad del propio sexo? Algunas “Para la resonancia psíquica en el ciencia humana y la normatividad de drán expulsarse enteramente.
afectado cuenta únicamente la inten- nuestra acción”22.
voces críticas lo han conside- Ellas seguirán dando pasto
ción de la programación”20.
rado una forma de desviar la Es obvio, por otra parte, a las citadas y otras formas,
atención de lo que realmente Es razonable suponer que el que Habermas comprende la pretéritas o futuras, de resen-
importa18. individuo agradecerá la buena representación en términos timiento filial, que para nada
Sin entrar ahora en lo mu- intención de evitarle el sufri- sociopolíticos, acordes con la se inspira, excepto con perver-
miento de una dolencia, pero tesis kantiana de que el de- sidad calculadora, en la alta-
15
no el antojo de convertirlo en recho prepara el acceso a la mente educada reivindicación
Ibíd., págs. 25, 28, 41.
16 Al fin y al cabo, la síntesis de la ley ‘‘algo hecho’’ como si de una moralidad, sublimando me- de los derechos humanos. El
universal y necesaria, como “principio ob- cosa se tratase (ni aun tomán- diante el formalismo jurídico procedimental Habermas pare-
jetivo del querer”, y de la contingencia de dolo –se nos ocurre– por una las cruentas luchas de poder. ce haberlo atisbado al fin gra-
su realización por el “principio subjetivo
del querer”, debe cumplirse para Kant en
auténtica obra de arte). En re- Tal ascendiente explica que se cias al desarrollo tecnológico,
la moralidad de la máxima. sumidas cuentas, al fallarle las decida por la falta de simetría pues no mantiene su célebre
17 Ibíd., pág. 116.
apuesta por el artificio jurídi-
18 Eduardo Mendieta: ‘El debate sobre
co sin contradecirla al mismo
el futuro de la especie humana: Habermas
critica la eugenesia liberal’, págs. 91-114, 19 Ibíd., pág. 98. 21 Ibíd., pág. 134. tiempo. En el texto, una alu-
en Isegoría, 27, 2002. 20 Ibíd., pág. 87. 22 Ibíd., pág. 135. sión a Arendt confirma nues-

76 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



MERC È RI US

tra sospecha de que el ideal racionalidad contemporánea, algunas sugerencias acerca de medida individual, no puede
comunicativo perseguido por cuyas principales manifesta- las repercusiones de la bio- ser objeto de responsabilidad
su ética dialógica ya siempre se ciones –a saber, la primacía de tecnología sobre la práctica según se la comprendió en el
cifró en un imaginario umbral la intención y el cálculo ins- médica. En primer lugar voy pasado. De ahí que los profe-
entre naturaleza y cultura: trumental de los medios–, si a reiterar una pregunta que sionales de la salud, como los
bien en apariencia éticamente ya se ha vuelto protocolaria, burócratas, como burócratas,
“Los seres humanos se sienten opuestas, pertenecían las dos y por lo mismo incontesta- estén condenados a sólo apa-
con libertad de actuar para empezar al modelo de razón comunica- da en el peor sentido de esta rentar una ética de la convic-
algo nuevo porque ya el nacimiento,
como línea divisoria entre naturaleza
tiva, es decir, el que todavía palabra: ¿De veras puede aún ción, ya que su deber consiste
y cultura, marca un nuevo comienzo hoy se empeña en defender su hablarse de libre intención o en adaptarse lo mejor posible a
[...] Únicamente la referencia a esta aventajado discípulo. de simetría referidas al trato su respectivo lugar en el engra-
diferencia entre naturaleza y cultu- En la actualidad, los in- entre médico y paciente, habi- naje. Dicho de otro modo, sin
ra, entre comienzos indisponibles y terrogantes éticos abiertos da cuenta de que la enferme- excepciones, debe cumplir ca-
prácticas modeladas históricamente,
por el uso extendido de la dad lleva consigo una pérdida da uno con su ética profesional,
permite al agente las autoatribu-
ciones performativas sin las que no biotecnología han borrado de autonomía, amén de que que es ante todo una actitud;
podría entenderse a sí mismo como definitivamente la tradicio- existe en cualquier caso un la de aquel que obra aplicando
iniciador de sus acciones y pretensio- nal separación entre téchne y evidente desequilibrio de po- las normas establecidas como
nes”23. prâxis, que se guardó mientras der entre la persona enferma si estuviera convencido de las
se pudo, en teoría. con el fin y los profesionales de la salud mismas en conciencia, y aun-
Sólo que esta diferencia se de reconciliarlas en la prácti- que le atienden? Curiosamen- que no lo esté, no por oponer-
asemeja demasiado a la diffé- ca. Cabe señalar que, en los te, el título de profesional de la se a ellas, sino porque no se le
rance de que se ocupó hace inicios griegos de la filosofía, salud, por el que se optó para alcanza íntegramente el ám-
años Derrida, autor, por cier- la “intención” sólo contaba, si denominar a todos los partici- bito de su aplicación. Desde
to, alabado en términos ge- acaso, como distorsionadora de pantes en la labor sanitaria con luego, en tales circunstancias,
nerales al final del libro24. Si la acción ética, al imputársele el propósito moral de evitar no posee mayor validez el cál-
resultase al cabo que el propio la disociación entre medios y la discriminación lingüística, culo de consecuencias. Antes
Habermas ha sucumbido al fines, propia de la téchne mas alude a un estado de cosas que bien, la urgencia de la prácti-
culto de los orígenes, incesan- no de la prâxis. Tratándose de queda oculto tras la semántica, ca hospitalaria, que conlleva
temente diferidos porque no ésta, los medios creaban fines, en perjuicio de la moralidad la administración automática
son sino una proyección cul- de manera que no estaba per- ya no respecto a lo que se dice, de ciertos tratamientos pre-
tural, entonces la biotecnolo- mitido huir a la exterioridad, sino a lo que se hace –cuando ventivos, tiende a tomarse el
gía habría venido a probarnos ni siquiera si la válvula de esca- los actos performativos no bas- criterio consecuencial como
que, desde buen principio, la pe era el agente del acto, como tan porque se está manipulan- una especie de principio, in-
ética habermasiana carecía de sucedía de obedecer él a su in- do a los cuerpos. virtiendo así, para infortunio
fundamento. tención en lugar de a la natura- Profesionales se llaman con de los pacientes, la reconocida
Sin duda, el autor adop- leza de las cosas. No obstante, toda justicia por responder las sensatez de la ética consecuen-
ta una actitud nostálgica (le a partir de Descartes el medro instituciones sanitarias a la ya cialista.
duele el sentido de algo que lo de la intención, vinculado a la clásica descripción weberia- Como se sabe, la reflexión
posee sólo un instante, justo defensa de la libertad subje- na de la empresa burocrática. filosófica sobre el particular en
el de su desaparición), evocan- tiva, nos alertó retrospectiva- También allí los procesos se ética aplicada se une al esfuer-
do con ella a sus predecesores, mente sobre lo malo del anti- desarrollan a un ritmo inase- zo contemporáneo de optimi-
Adorno y Benjamin, incluso guo control ético de la téchne. quible para el individuo, tan- zar las dos versiones históricas
en referencia explícita al con- En efecto, a base de sujetar to en la persona del agente del normativismo: el deonto-
siderar el posible valor actual ésta a los dictados de la razón como en la del paciente25; y lógico y el teleológico. En di-
del lenguaje religioso, y en el comunitaria, la prâxis que los dado que la acción escapa a la cho intento, la fórmula menos
mismo pasaje donde mencio- encarnaba se convertía a su controvertida suele entregar a
na a Derrida. Pero los traicio- vez en una simple técnica de los principios la decisión últi-
na indefectiblemente, porque adaptación al medio natural y 25 “El aparato psicofísico del hom- ma, al menos en caso de con-
ambos andaban muy lejos de social. Claro que, tras siglos de bre es aquí completamente adaptado a flicto entre consecuencias. No
buscar un fundamento para adicción a la idea de progreso, las exigencias que le plantea el mundo obstante, la situación actual
externo, el instrumento, la máquina, en
la moral. No constataron en al parecer tal coyuntura se re- suma, la función. De este modo se des- justifica en buena medida la
vano el fracaso de la intención, pite, a juzgar por lo antedicho poja al hombre del ritmo que le impone alarma de Habermas, ya que,
como lo hicieron otros filóso- de que el sistema absorbe sin su propia estructura orgánica, y mediante si descubrimos una tempra-
una sistemática descomposición según
fos del siglo xx, mientras que problemas todo tipo de con- las funciones de los diversos músculos, y
na conversión de la prâxis en
a nuestras alturas sus herede- secuencias. Pero ahora, para- por medio de la creación de una econo- téchne apenas se las hubo dis-
ros naturales afectan haberlo dójicamente, ello se debe a un mía de fuerzas llevada hasta el máximo tinguido en beneficio de la
rendimiento, se establece un nuevo ritmo
olvidado. Para Adorno, tal abuso prolongado del concep- que corresponde a las condiciones del tra-
ética, actualmente la téchne
fracaso lo era de la forma de to de intención. bajo”. Max Weber: Economía y Sociedad, parece imitar a la prâxis (de-
No queda espacio en lo que p. 889, Fondo de Cultura Económica, finida, según aquel modelo
sigue para analizar en profun- Madrid, 2002. Añádase, para el caso, “la antiguo, como el uso de unos
descomposición según las funciones” del
23 Ibíd., pág. 82. didad el tema de la intención. objeto, que es ahora el cuerpo enfermo de medios que generan su propia
24 Ibíd., pág. 143. Me limitaré, pues, a ofrecer otro individuo humano. finalidad). ¿O no es lo que

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



77
E L FUTURO DE L A NATURALEZA HUMANA

está pasando con las nuevas el enfoque inicial orientado lleno contra la familia bur- consecuencias. Ya no las acae-
tecnologías? Volvamos aún a ampliamente a la racionalidad guesa tradicional, dado que cidas en el lejano futuro, que
Habermas: de los fines se contrae a la de aumenta el número de proge- no viviremos ni somos hoy
los medios: nitores. Sin embargo, por aho- por hoy capaces de juzgar y/o
“El deseo de un hijo hace que los ra, ni conocemos ni nos hace sancionar, sino las pensables
padres provoquen una situación en “La decisión entre los distintos falta conocer cuáles serán las en simultaneidad con su res-
la que disponen libremente, en virtud fines y consecuencias concurrentes y consecuencias reales, efectivas, pectiva causa. De ahí que las
de un pronóstico, de la continuación en conflicto puede ser racional con
arreglo a valores; en cuyo caso la ac-
que producirá su difusión su- llamemos ‘‘lógicas’’; porque la
de la vida humana prepersonal. Esta
instrumentalización es parte inevitable ción es racional con arreglo a fines puesto que llegue a darse, ya temporalidad computa escasa-
del contexto de acción en el cual se sólo en los medios”28. que sólo se verificarán a poste- mente mientras se permanezca
inserta el diagnóstico de preimplan- riori. Quizá Adorno terciaría –según lo hemos extraído de
tación”26. Luego nos vemos de nuevo que, aparte de no poder, no Habermas y Weber– en el pu-
abocados a lidiar con la técnica: debemos concebir imagen al- ro ámbito de lo representable,
En suma, disponemos de guna del hombre o de la mujer como lo es el de las decisiones
múltiples medios que esbozan “La presencia de una ‘cuestión téc- futuros; pero sí cree que de- que sientan precedente norma-
nica’ significa siempre lo mismo: la
toda una gama de fines posi- existencia de dudas sobre los medios
beríamos ejercitar la fantasía tivo. Por desgracia, en nuestra
bles, o sea, pensables, a raíz, más racionales”29. para calcular las probabilidades sociedad, la actitud observable
pero no antes, de la acción; y de una lógica que –en su res- para con las nuevas tecnolo-
además, sin que la decisión se Claro está que la inconmo- pectiva versión weberiana–30 gías más bien consiste en un
imponga por sí misma gracias vible fe de Weber en la racio- afecta a las instituciones (en el vergonzoso afán de torcer di-
al conocimiento obtenido –tal nalidad científica no se compa- ejemplo, la familia), es decir, chas consecuencias mediante
como se creía en la antigua dece con nuestros quebraderos al orden social legítimamente el legalismo jurídico. ■
Grecia. Se deduce, pues, de de cabeza ante la técnica (mé- establecido:
ello que la técnica no se bene- dica) transformada en praxis y
ficia moralmente de su asimi- la praxis (ética) transformada “Un Estado moderno –como
lación formal a la praxis. Sólo en técnica. Aún así, su obra complejo de una específica actuación
humana en común– subsiste en parte
si hubiera para cada interven- es un magnífico exponente de muy considerable de esta forma: por-
ción un único conjunto de la crisis de la modernidad. Le que determinados hombres orientan
medios posibles y, por tanto, he traído, pues, a colación por su acción por la representación de que
necesarios, podría hablarse de tratarse de un pensador que si- aquél debe existir o existir de tal o cual
moral. Tal fue la razón de que, gue esperando en la razón aun forma; es decir, de que poseen validez
ordenaciones con ese carácter de estar
ante la pluralidad de medios, sabiéndola definitivamente
jurídicamente orientadas”31.
Kant desautorizase a las éticas quebrada. Coincidiría en ello
teleológicas. Menos radical en con Adorno, hasta el punto de Dicho sea de paso, la afi-
sus conclusiones, Weber ad- que ambos identifican el últi- nidad de las palabras citadas
mite, sin embargo, el plantea- mo reducto donde guarecer a con el trasfondo ideológico
miento; véase cuál sería, a su la racionalidad declinante en habermasiano, sin duda bajo
juicio, la máxima racionalidad la lógica de las consecuencias. el común signo de Kant, disi-
relativa a los fines: Ahora bien, ninguno de los pan un tanto nuestro asombro
dos le concede un específico al encontrar, en El futuro de la
“En este caso es admisible la afir- sentido moral. Adorno la re- naturaleza humana, apelacio-
mación de que cuando se ha actuado fiere sobre todo al quehacer nes al ser sagrado de ésta en
de un modo rigurosamente racional,
así y no de otra manera ha debido ac-
estético, y para Weber repre- pie de igualdad con raras alu-
tuarse (porque por razones ‘técnicas’, senta un principio metodoló- siones al constitucionalismo;
los partícipes, en servicio de sus fines gico. Respecto al tema que nos también se vuelve más expli-
–claramente dados–, sólo podían dis- ocupa, creo que la lógica de las cable el gesto de restringir su
poner de estos medios y no de otro consecuencias podría servirnos disgusto a la eugenesia que
alguno)”27.
a modo de correctivo, es decir, Habermas tacha de ‘‘liberal’’.
En cambio, nuestra época se desempeñando una función En fin, lo que a mí me su-
caracteriza por la abrumadora meramente limitadora, ajena, giere la defensa weberiana (o
proliferación de medios, de la por lo demás, a la pretensión adorniana) de la lógica de las
que se siguen innumerables de fundamentar éticamente consecuencias es que nunca
conflictos consecuenciales. nada de nada. En pro de la deberíamos normalizar com-
Según Weber, tales conflic- brevedad, lo ilustraré con un portamientos de los que no
tos suelen dirimirse buscando ejemplo. podamos asumir tales lógicas
apoyo en la racionalidad relati- Constituye un lugar común
va a los valores. Pero, entonces, que la reproducción asistida, 30 “Esto afecta sensiblemente a la ca-
por su naturaleza, atenta de pacidad sintética constructiva en la con-
cepción plástica de las instituciones jurí-
26 J. Habermas: El futuro de la natura-
dicas, que surgen como productos de una
leza humana, pág. 126. fantasía jurídica no disuelta por la lógica”. Mercè Rius es profesora de Filosofía
27 M. Weber: Economía y Sociedad, 28 Ibíd., pág. 21. Ibíd., pág. 598. Moral en la Universidad Autónoma
pág. 16. 29 Ibíd., pág. 48. 31Ibíd., pág. 13. de Barcelona.

78 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



CASA DE CITAS

ARQUITECTURA Y HABITABILIDAD EN
RAFAEL SÁNCHEZ FERLOSIO
FELIPE COLAVIDAS

M
alos tiempos –lo sé– para que las jóvenes cabecitas posmodernas ten- general, de ninguna manera son mejores en lo que específicamente respecta
gan en lo concerniente al asunto del saber sustantivo, al menos, la a contar con la instrucción imprescindible (que, mal que bien, nosotros ad-
curiosidad y la paciencia, y cuenten además con el preciso bagaje de quirimos vía el obstinado hábito de la “lectura compulsiva” que a las nuevas
razón suficiente acumulada como para poder parar mientes en degustar la tan generaciones les ha sido explícita y arrogantemente negada por el omnipresente
particular escritura ferlosiana: “una prosa de sabiduría babilónica”, en el acer- universo de la vacua visualidad virtual en que ahora vivimos con tanto orgullo
tado decir de Félix de Azúa. Prosa, como ya se ha encargado algún erudito de militante como tan penosa inconsciencia) para poder dar las necesarias vuel-
apuntar, tan suculenta en la plural diversidad de sus muchos estratos hipotácti- tas intelectuales de tuerca que requiere acercarse tan siquiera a vislumbrar la
cos como armoniosa y sabiamente coordinada en sus frases y oraciones; lo que genuina complejidad cognitiva de las cosas, ni a tener tampoco –ya lo dije al
creo queda suficientemente probado en las citas que aquí ahora recopilo sobre comienzo– la no menos imperiosa presencia de ánimo que propicia la entrada
los asuntos singulares de la habitabilidad y la arquitectura. Y sobra decir que voluntaria en el hondón del trabajoso pensamiento con que abordar su siempre
estas mismas líneas introductorias, rebosantes de admiración, no son más que, difícil, pero luminoso, discernimiento.
¡ay!, una mala parodia, un barato remedo formal de esa su riquísima forma de Ojalá me equivoque, pero ateniéndome a lo que da de sí mi experiencia
expresión, tan humanamente cargada de razones. docente en dichas materias en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de
Así es, a base de una impecable coordinación de los más incisivos razona- la Universidad Politécnica de Madrid, estoy tentado de asegurar que, no más
mientos subordinados en estricta jerarquía, es notorio que, de aquello que se allá de la mitad de la tercera línea de la primera cita que más abajo transcribo,
propone abordar, Ferlosio nos ofrece siempre más intensidad de la que nadie la inmensa mayoría –y hablo de más del noventa por ciento– de los estudiantes
hasta ese momento nos ha dado; o, al menos, eso pienso yo con algunos –bastan- de hogaño que se hayan dignado iniciar la lectura de estas citas, asqueados
tes– otros. Algo con lo que de ningún modo quisiera tampoco dar la impresión de su propio despiste e ignorancia, habrán irremediablemente abandonado ya
de estar sentando cátedra, ni emitiendo lo que a primera vista podría parecer un esos sus misérrimos esfuerzos de saber; y, lo que es más grave y preocupante, la
juicio incontrovertible, pues para ello me vería obligado a impostar la posesión parte de león del grupo que constituye el restante diez por ciento de escogidos
de unos conocimientos cualificados en las dos materias –arquitectura y habitabi- que, sin saber muy bien por qué improbables razones, se hubieran decidido
lidad– a las que pertenecen las reflexiones desarrolladas por el autor en esa cade- sorprendentemente a continuar la leída, habrán encontrado, a pesar de su rango
na de citas; y, desde luego, es dolorosamente evidente para mí que carezco de tal universitario, grandísimas dificultades para poder tan siquiera llegar a entender
magisterio; pues aunque de estos asuntos algo sé yo por oficio, ese saber, la ver- lo que se les dice. Y en cuanto al profesorado…, con los profesores ya he tenido
dad, tampoco es mucho. Además, al obstáculo usual que presenta el dominio de bastantes problemas, así que sobre ellos no voy a comentar nada.
cualquier saber genérico viene a suplementarse en este caso la dificultad intrínseca Dicho lo dicho, cabe preguntarse ¿por qué persisto pues en publicar todas
que le añade la naturaleza múltiple de ambas materias para poder llegar a estar estas citas, consciente como soy de la improbabilidad de que, en efecto, se
suficientemente seguro de hablar competentemente de lo que a ellas concierne; acabe por llevar adelante de forma significativa su lectura? Está claro: lo hago
pues no se trata ya aquí de entender de algo simple y acotado sino de disciplinas, porque, y ya he avisado de mi modesto nivel, nunca he leído nada sobre la
como se sabe, muy plurales que se extienden por “las artes y las ciencias” y en las habitabilidad de la Tierra y la arquitectura –en lo que constituyen, cada una
que inciden diversidad de aspectos y pormenores que comúnmente nos rebasan. por su parte, “una de las más nobles ocupaciones de la civilización, arquetipo
Y creo que fue –el precisamente nada apreciado en lo intelectual, e incluso me y cardinal punto de encuentro entre las artes y las ciencias”– que resulte tan
parece recordar que alguna vez hasta desdeñado por el propio Ferlosio– K.R. incisivo y agudamente clarificador de su complejo despliegue, a la vez, técnico,
Popper quien llegó a decir, a la vez con perspicacia temprana y con verdad estético y político, como el ofrecido seguidamente en estos párrafos; expurga-
verificada, que algunos hombres saben algo, o aun bastante, de algunas cosas dos, creo que con algún acierto, del conjunto de una de las obras literarias más
muy concretas, pero que todos sin excepción habitamos universos inconmen-
conmovedoras y emocionantes que conozco.
surables de vastísima ignorancia.
Y volviendo a las frescas cabezas adolescentes de ahora, es obvio que son Para Paco Alonso que, con insobornable voluntad de ánimo y contumaz diligencia, levanta heroicamente una
muy superiores en infinidad de cosas a las tan arcaicas nuestras; aunque, en –como no podía ser de otra manera– escasísima arquitectura –ella sí– excelsa en materialidad y espíritu.

Arquitectura menos efectivo, al límite que traspasa la despiden, sin duda, para volverse a ver,
partida. Es justamente ese marco imagi- pero precisamente en la medida en que
■ (Caserón de pueblo.) Aunque no era nario el que se hace sensible y material al mismo tiempo se despiden por si no
posible adivinar ni descifrar el porqué cuando el buen arquitecto, el que sabe llegan a volverse a ver. Hasta qué punto
de tan insólita organización de puertas sentir de verdad lo que es la casa, acier- el rito protege también el no volverse a
y ventanas, se imponía, sin embargo, la ta a dar al portal ese ademán materno, ver se manifiesta en la manera en que,
certeza de que tenía que haber alguna, protector, esa cálida función de espacio cuando efectivamente ocurre la desgra-
pues la fisonomía de la fachada no ha- consagrado, que conviene al lugar de cia, la despedida es justamente lo que al
blaba ni de azar, ni de rutina, ni de ar- la partida y el retorno. La protección instante surge como primer asidero que,
bitrio, ni de estética, sino que componía del marco no se extiende tan sólo so- palpando a tientas, por así decirlo, en
el semblante inconfundiblemente inten- bre la esperanza de volverse a ver, sino la negrura del desgarramiento, halla la
cionado de la razón práctica. [Vendrán también sobre el temor de no volverse a mano del recuerdo, y al que se aferra con
más años malos y nos harán más ciegos, ver, pues temor y esperanza no son más el alma entera como al primer sostén,
Destino, Barcelona 1993, pág. 18] que el anverso y el reverso de una mis- como al punto de referencia cardinal,
ma moneda. Si las personas estuviesen para la comprensión y aceptación de la
■ La despedida pone un marco –um- siempre totalmente seguras de volver- tragedia. [La homilía del ratón, El País,
bral, jambas, dintel–, no por imaginario se a ver no necesitarían despedirse; se Madrid, 1986, pág. 206]

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



79
ARQUI T E C T UR A Y HABITABILIDAD EN RA FA E L S Á N C H E Z FE RLOS I O

■ Ha llegado el momento preanunciado siendo lo que hoy es si le hubiese falta- rea, con la regla y el compás; entonces
para examinar qué notas o más bien qué do ese imponente ademán de autoridad, es cuando el barroco, por virtud de los
connotaciones hacían más valiosos los titánico ejercicio de halterofilia arqui- propios resabios de su técnica, acierta a
materiales de “columna vertebral” frente tectónica, que es la monstruosa mole de burlar la impostura del Sentido y levan-
a los de su expresión denotativamente San Pedro que inventó para ella Miguel tar la pregunta “¿ Y todo esto por qué?”,
sinónima “espina dorsal”. Por lo pron- Ángel? [El alma y la vergüenza, Destino, colocando en el aire delicadas maravillas
to “columna”, que es ya metáfora en la Barcelona, 2000, pág. 125] como la linterna de Sant´Ivo alla Sapien-
propia anatomía, trae consigo todo el za, de Francesco Borromini. [Ensayos y
prestigio de una de las más nobles ocu- ■ Tal vez no ha sido suficientemente va- artículos, Volumen II, Destino, Barcelo-
paciones de la civilización, arquetípico lorada la importancia, a mi juicio decisi- na, 1992, pág. 122]
y cardinal punto de encuentro de las ar- va, de la arquitectura para la religión. La
tes y las ciencias, o sea la arquitectura, y Iglesia es en gran parte el templo. ¿Qué ■ Conviene recordar que las incom-
aporta al caso toda la aureola de sus repre- habría sido, por ejemplo, de la Iglesia prendidas torres de ladrillo de Aragón se
sentaciones y figuras, y tanto más siendo romana sin ese monstruoso ejercicio de erigieron a raíz de un levantamiento de
entre todas ellas justamente la columna halterofilia arquitectónica que es la ba- la albañilería contra la arquitectura, y el
la pieza sustentatoria y estructural por sílica de San Pedro en Vaticano? Miguel gusto de mirarlas se acrecienta –aunque,
excelencia. [Campo de Marte, 1 El ejér- Ángel hizo por el catolicismo, en cuanto a decir verdad, tal vez a costa de hacer-
cito nacional, Alianza, Madrid, 19986, a mera perduración, infinitamente más se algo bastardo– imaginando la rabia
pág. 23] que lo que sus cien más grandes santos y el horror que le producirían al pétreo
juntos habrían soñado nunca conseguir. y aplastante Buonarroti. [Vendrán más
■ No le bastó a Miguel Ángel Buonarroti En un sentido estéticamente mejor, años malos y nos harán más ciegos, Desti-
con dejar bien apisonadas las cabezas y creo que la singular belleza del santuario no, Barcelona 1993, pág. 17]
encogidas las entrañas de la entera cris- del Rocío es, con mucho, el paquete de
tiandad con la gorilácea mole de ese im- acciones más importante de esa empre- ■ [... ] pertenece ya al gusto espectacular
ponente y conminatorio aspaviento de sa devoto-folclórica. [El alma y la ver- y artificiero que es propio del barroco.
poder que es la basílica de San Pietro in güenza, Destino, Barcelona, 2000, pág. [... ] como bien calculado primor de
Vaticano, formidable número de haltero- 346] albañilería de ladrillo. El mudéjar se
filia, indiscutible primer premio en todo complace, ciertamente, en jugar con las
concurso mundial de culturismo o tita- ■ El espíritu apologético se reconoce razones matemáticas, pero de una ma-
nomanía; pues la ocurrencia de aumentar también en el viraje de la arquitectu- nera extraordinariamente más compleja.
desde los ciento ochenta a los doscientos ra religiosa, especialmente a partir de [El alma y la vergüenza, Destino, Barce-
cuarenta grados la sección de las parejas Buonarroti, en la organización fallera y lona 2000, pág 181]
de columnas adosadas, que, alternando ultrateatral de las fachadas del barroco
con los ya retrancados ventanales, circun- jesuita, fachadas oratorias, suasorias, vo- ■ (Teatro Marcello, en la ciudad de Roma.)
dan todo el tambor del cupulón, y con ciferantes, gesticulantes, increpantes. El El peregrino conglomerado constructi-
el único fin de acentuar, con cualquier buen paño en el arca se vende; el templo vo en que al cabo de casi dos milenios
ángulo de luz, el claroscuro, no puede su- ya no está seguro del tesoro que guarda había llegado a convertirse lo que, en
gerir nada más próximo que la preocupa- –como una iglesia románica, o como la vivo contraste con los enormes cambios
ción del culturista por sacarse brillo em- mezquita de Córdoba, con el sublime padecidos en su función y en su fisono-
badurnándose de grasa, para la fotografía silencio pensativo de sus puertas– y se mía1 seguía conservando, sin embargo,
de la pose, dando a la vez a la iluminación sale a la puerta de la calle a pregonar sus su nombre primitivo –sin más que ha-
el sesgo óptimo para el mayor resalte de mercancías. Son ademanes enfáticos, berlo dejado traducir del latín al roman-
la protuberancia de sus músculos. No le dramáticos, prepotentes, de orador sa- cesco– me producía ya desde niño la más
bastó a Miguel Ángel con dejarnos ese grado, que señalan la pérdida de la fe profunda sugestión: sobresaliendo ape-
aún nunca batido ni igualado record de y su encallamiento en propaganda: los nas, a flor de superficie, en la enlucida
la que podría llamarse arquitectura mus- cuernos de un frontón partido son los y repintada fachada de un palacio (tal
cular, sino que aún tuvo que extremar brazos de un predicador que grita: “¡Pa- vez barroco, por lo poco que puede ya
su abuso sobre la buena voluntad de los sen y pasen, señores, a la gran barraca, al apreciarse en los borrosos clichés de mi
creyentes y su abnegada predisposición baratillo de la redención!”. Lo que, por memoria) o asomando en las disconti-
para el acatamiento, presentándoles, con lo demás, tampoco excluye, ni muchísi- nuidades que más abajo ofrecía la dis-
toda la autoridad de una brocha magistral mo menos, la amenaza. […] locada irregularidad de un hemiciclo de
pero también toda la astucia de un alma Pero tampoco es ese último rictus casas adosadas, más o menos antiguas o
pedagógica, el resonante cartelón publi- conminatorio […] lo que constituye las modernas, aparecían aquí y allá, gasta-
citario o póster propagandístico, con la “veras” del barroco […] El “ascua de ve- dos, desconchados, renegridos, pero aún
más incondicional apología del creador y ras” del barroco hay que buscarla en el en su asiento y disposición originarios,
su creación, con que decoró los techos de extremo opuesto a estos conflictos, en los romanos sillares del teatro. Si los
la Capilla Sixtina. [Mientras no cambien los claros del bosque en que el artista maestros constructores de todas aquellas
los dioses nada ha cambiado, Alianza, Ma- ingenioso se deja ser, por un día, seme- obras sucesivas apenas parecían haber
drid, 1986, pág. 129] jante a un niño sabio, y en modo alguno querido cuidarse de avenirlas las unas
ingenuo, infantil solamente en la insen-
■ [...] ¿puede alguien imaginar que la sata obstinación con que se empeña en
Iglesia romana podría haber seguido continuar jugando, contra viento y ma- 1 O mejor, ¿morfología?

80 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145



FELI PE C OLAVI DAS

con las otras, tanto menos parece que mos, extraños a cualquier otra preten- Habitabilidad
debieron de pararse a tratar de concebir sión respecto del teatro que la de apro-
tan siquiera el pensamiento de intentar vecharse de su fortaleza y equivalentes, ■ La tierra como hábitat2 es el suelo
concordarlas, ni en la estructura ni en por tanto, en este punto, a los de quien de la vida; la tierra como territorio es
los materiales, con la ya exangüe fábrica cimienta su casa sobre peña o la respal- el solar de la dominación. [Ensayos y
de la vetusta ruina. da en un cantil de roca verdadera. Y co- artículos,Volumen II, Destino, Barcelo-
Es cierto que el palacio (cuya facha- mo roca viva, ciertamente, aparecían las na, 1992, pág. 295]
da, ocupando las plantas superiores del reliquias de ennegrecida sillería contra
teatro, seguía el propio tambor de la ar- el cobrizo almagre de casas y palacio; ■ Gibraltar es un territorio antes que una
quería, a haces con la cara exterior de naturaleza pretendía fingirse ante los comunidad humana, pues no fue ésta la
los sillares, en tanto que las casas, por ojos que las contemplaban, no de mo- que lo definió habitándolo. Los pobla-
debajo de él, se adelantaban en mayor o do distinto a lo que ocurre con quien, dores definen el lugar que pueblan, los
menor profundidad, desde aquel mismo escandallando la profundidad del alma, ocupantes son definidos por el lugar que
frente hacia la calle) sugería a la mirada tras haber traspasado y apartado cuanto ocupan. Como instrumento de guerra
por lo menos un cierto moderado em- pueda antojársele sobreedificación de la –que eso es lo que ha sido y sigue sien-
peño en concertar su planta con la de cultura, cree estar tocando finalmente do–, Gibraltar no es un lugar de pobla-
la osamenta que lo sustentaba. Pero hay la roca viva de la naturaleza –pues tam- dores, sino de ocupantes. Difíciles están
que interpretar debidamente el valor de poco esa más profunda y acendrada re- las cosas para la desterritorialización de
esta impresión, advirtiendo cómo esa sistencia que la sonda no logra perforar Gibraltar, o sea, para que deje de ser un
por lo demás tan somera concordancia suele ser otra cosa más que ruina fósil territorio y pasa a ser un hábitat. (Esen-
con la estructura propia de la ruina ha- de otra cultura más, exteriormente ex- cialmente, un auténtico hábitat compor-
bía respondido únicamente a una inten- tinta, pero erguida en la sombra toda- ta una incidencia y hasta una identifi-
ción pragmática (y ajena y exterior, por vía. [Vendrán más años malos y nos harán cación entre los intereses personales y
consiguiente, al fuero propio de la ar- más ciegos, Destino, Barcelona, 1993, los del lugar, mientras que un territorio
quitectura): la de ajustarse a una simple pág. 73] comporta una desvinculación y hasta
previsión presupuestaria, explotando el una divergencia de intereses entre las
potencial arquitectónico ya dado en la ■ […] ya en algo tan conveniente y personas y el espacio en que se hallan
armazón romana preexistente hasta el tan sensato como el proyecto de ha- asentadas). [La homilía del ratón, El País,
alto nivel de rendimiento capaz de sa- cerse una casa, puede entrar un ma- Madrid, 1986, pág. 80]
tisfacer la reducción de gastos en que el yor o menor suplemento de gastos y
proyecto mismo había fundado sin duda fatigas destinados exclusivamente a sa- ■ […] la transformación de su hábitat
la elección de semejante asentamiento. tisfacer impulsos antagónicos de emula- en territorio y de los habitantes en po-
Las cuentas, no los planos –el cálculo ción con el vecino; ese lujo ostentatorio blación3. [Ensayos y artículos, Volumen
económico, y no ninguna estimación que Thornstein Veblen supo ver como II, Destino, Barcelona, 1992, pág.499]
genuinamente arquitectónica de las di- sustitutivo de la dominación, y, sin el
versas opciones edilicias–, habían sido el cual, no obstante, el arquitecto no ha- ■ […] llegado el turno de la palabra al
origen y el criterio de aquel parcial aun- bría dispuesto jamás de presupuestos rodio Cleóbulo de Lindos, contestó lo
que ostensible ajuste técnico, de aquella que le permitiesen llevar su arte a ma- siguiente: “La mejor ciudad es aquella en
transacción o compromiso entre la oscu- yores esplendores. [Ensayos y artículos, que los ciudadanos temen más al repro-
ra fábrica imperial y los dorados muros Volumen II, Destino, Barcelona, 1992, che que a la ley”. [El alma y la vergüenza,
pontificios. pág. 420] Destino, Barcelona,, pág. 44]
Mas tampoco hacía falta, en modo
alguno, ver reducida –con arreglo a la ■ [...] la obsolescencia material, o sea, ■ Lo que distingue la antigua ciudad de
precedente observación– a unos factores la fabricación deliberada de productos Lindos, en la isla de Rodas (donde aún
tan contingentes y tan circunstanciales materialmente efímeros (llegaba a contar hoy perdura con el mismo nombre, aun-
incluso aquella limitada concordan- de empresas edilicias que levantaban ca- que me temo que no ya con la misma
cia que el palacio, en contraste con las sas tan deleznables que a los veinticinco condición), lo que distingue esta peque-
casas y tal vez con sus más ambiciosas años había que derribarlas), y la obsoles- ña pero ilustre ciudad natal de Cleóbulo
dimensiones, se había visto obligado a cencia simbólica, o sea, la producida por de cualquier megalópolis, ya sea antigua
respetar, para que ya saltase a la vista la publicidad. [El alma y la vergüenza, o moderna, no se reduce evidentemente a
por sí sola, y en mucho mayor grado, Destino, Barcelona, 2000, pág. 460] la mera dimensión, y más que en cuanto
la extremada e inquietante divergencia a magnitudes topográficas, en cuanto al
que existía entre las piedras del teatro ■ El ABC del 3 de octubre de 1996 re- número de los habitantes, que es lo que
y el rostro de las parasitarias construc- cogía una denuncia de UGT contra un atañe directamente a nuestro asunto. El
ciones posteriores. Éstas se limitaban, centro de la Comunidad Valenciana que salto del número de los habitantes des-
en efecto, en mayor o menor grado, a estaba retirando de la ventanilla de ser- de el orden de los miles al orden de los
adosar y adherir de cualquier modo sus vicio al público a los gordos y los feos
cuerpos a la ruina, no con arreglo a na- y relegándolos a despachos interiores,
2
da que la disposición de los sillares les porque se veían como un desdoro para Hábitat humano, se entiende.
3Más que “en población”, y a tenor de las propias
hubiese podido sugerir, sino según las un edifico, por lo visto muy bonito, re-
palabras del autor en la cita precedente, habría que
conveniencias de planes constructivos cién inaugurado. [El alma y la vergüenza, decir “en ocupantes” o “en mera población de ocu-
del todo independientes y heteróno- Destino, Barcelona, pág. 388] pantes”.

Nº 145 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



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ARQUI T E C T UR A Y HABITABILIDAD EN RA FA E L S Á N C H E Z FE RLOS I O

cientos de miles o al millón, por no decir y las democracias municipales del pri- trelazado con el dominio de la natu-
millones, conlleva un innegable cambio mer Renacimiento. Universalizadas hoy raleza, la irreverencia hacia el paisaje
cualitativo para el medio en cuanto ám- día las fórmulas democráticas, y con ellas –que es la representación mediada de la
bito público del movimiento ciudadano. la condición de hombre libre de todo naturaleza– mal podría comportar y pro-
Y en este punto conviene abstenerse, del ciudadano, resulta, en cambio, ser pre- meter respeto alguno hacia los hombres.
modo más ascético, de cualquier clase de cisamente la fundamentación persona- [La homilía del ratón, El País, Madrid,
sofisticaciones relativizadoras o interpre- lista del derecho la que, aunque en muy 1986, pág 83]
tativas, para detenerse en la más miope, distinto aspecto y en muy modificadas
estólida y palurda inmediatez de la ex- circunstancias, defiende las libertades ■ […] de todos modos, sólo el mundo,
periencia más primaria. El objeto más de los hombres frente a los atropellos de el mundo de los hombres, no el bosque
directo ante los ojos de un observador la fundamentación territorial. [La ho- o la montaña, seguía siendo el único lu-
positivista debe ser lo que pasa en la ca- milía del ratón, El País, Madrid, 1986, gar en donde el sabio tenía un cometido
lle, y la primera diferencia que resaltará pág 76] que ejercer. [Campo de Marte, 1 El ejér-
a su mirada entre el tráfico callejero de cito nacional, Alianza, Madrid, 19986,
un pueblo y de una gran ciudad será la ■ “Los buenos son los nuestros” es tan pág. 156]
de que mientras el pueblerino se mueve malignamente regresiva porque arrasa
exclusiva o predominantemente entre con su enyosamiento lo único habitable
conocidos, el metropolitano se mueve, que ha dejado la territorialización uni-
por el contrario, de modo prácticamen- versal: un concepto de la bondad des-
te exclusivo, entre desconocidos –hasta vinculado de toda relatividad de perte-
el extremo de que el encuentro fortuito nencia. [Ensayos y artículos, Volumen II,
con un conocido se considera una ex- Destino, Barcelona, 1992, pág. 501]
cepción casual. [El alma y la vergüenza,
Destino, Barcelona, pág,49] ■ […] a fin de que el paisaje no lo hi-
ciese más la propia palabra que la cosa.
■ […] los antiguos tenían por libertad Todo el que escriba o simplemente diga
que el Estado estuviera sujeto a la vo- “en un pequeño chalet del extrarradio”,
luntad de los ciudadanos más bien en los no deberá ignorar que el extrarradio di-
negocios que atañían al interés común fícilmente llegaría a saberse paraje tan
de la ciudad; los de hoy se inclinan a en- tremendo si le faltase tan tremendo
tender por libertad que el Estado ejerza nombre. Lugares hay, en fin, donde uno
el menor grado posible de control sobre diría que se pasea más por los nombres
la voluntad de los particulares en el ejer- mismos, que tan enfáticamente los con-
cicio de su interés privado. [Ensayos y ar- sagran, que por calles o plazas o arraba-
tículos, Volumen I, Destino, Barcelona, les: en Sevilla, la Alameda de Hércules;
1992, pág. 561] en Córdoba, el Campo de la Verdad, y
en Madrid, la Costanilla de los Desam-
■ Por mucho que mis simpatías se vuel- parados. [Vendrán más años malos y nos
van ardientemente hacia el sentido pú- harán más ciegos, Destino, Barcelona
blico de la ciudadanía y de la libertad 1993, pág. 19]
antigua, hacia aquel individuo a quien
importa más la belleza, el decoro y hasta ■ ¿Es verdaderamente [la Gran Muralla
el lujo de la plaza pública que la decen- china] una obra humana? Al menos los
cia del salón de su casa, en tanto que cartógrafos no parecen sentirla como
me hace sufrir y sentirme solo el mise- tal, ya que no dejan de representarla ni
rable privatismo del ciudadano moder- aun en los mapas privativamente físi-
no, llevado al extremo de sordidez por la cos, y con un signo convencional carac-
llamada sociedad de consumo, no deja terístico que solamente sirve para ella
de parecerme […] [Ensayos y artículos, (una línea dentada que remeda el perfil
Volumen I, Destino, Barcelona, 1992, que en el alzado dibuja la sucesión de
pág. I, 576] las almenas o el que en la planta traza
el alternar de retrancados paramentos y
■ No obstante, en las antiguas socieda- adelantados torreones), equiparándola
des estamentales, en las que predomi- a las costas, a los ríos, a las montañas, a
naba en derecho personal –quien nacía todo aquello que el geógrafo acostum-
de hidalgos era hidalgo, quien nacía de bra inscribir bajo el epígrafe Accidentes
siervos era siervo–, fue justamente la Naturales. [Vendrán más años malos y nos
aparición de aquel derecho territorial harán más ciegos, Destino, Barcelona
que se expresó en la bellísima fórmula 1993, pág. 71]
alemana: “Stadtluft macht frei” (“El aire Felipe Colavidas es arquitecto y profesor titular de
de la ciudad hace libre”) el que creó las ■ Si el domino de unos hombres so- Urbanismo en la Escuela Técnica Superior de Arqui-
ciudadanías libres de la baja Edad Media bre otros está inextricablemente en- tectura, Universidad Politécnica de Madrid.

82 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 145


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