En el marco del proceso electoral federal 2006 los ciudada-
nos mexicanos fueron testigos de una cantidad importante de información mediática sobre las ofertas partidistas, par- ticularmente sondeos de opinión realizados por agencias especializadas ocuparon un papel destacado para conocer la intención de voto. Sin embargo, escaso conocimiento se tiene respecto de la disciplina que se ocupa del análisis del comportamiento electoral para ir más allá de los sondeos de opinión periódicos. El objetivo de este artículo es ofrecer
1. Profesora-investigadora del Departamento de Ciencias Políticas y
Administración Pública de la Universidad Autónoma de Baja California Sur. 4 TRAYECTOS
una aproximación conceptual a este campo de conocimiento
en la ciencia política contemporánea, para responder al no tan simple acto de votar.
Abstract
In the context of post-electoral process 2006 mexican citizens
testified an important quantity media information about political party offers, particularly survey opinion made it by specialist agencies that took place to know the intention of vote. Notwithstanding, scarce knowledge exists about the discipline that analyses the electoral behavior to go beside the periodic and pre-electoral survey opinions. The objective of this paper is to offer a conceptual approximation to this field within contemporary political science, to answer the question about the not so simple act of voting.
En el marco del proceso electoral federal 2006 los ciudadanos
mexicanos asistieron como observadores a una cantidad impresionante de información mediática sobre las ofertas partidistas, dentro de las cuales los sondeos de opinión o encuestas realizadas por agencias especializadas ocuparon un papel destacado para conocer la intención de voto. Sin embargo, nulo o escaso conocimiento se tiene respecto de la disciplina que se ocupa del análisis del comportamiento elec- toral que trascienda los sondeos de opinión o encuestas periódicas, razón por la cual en este artículo se exponen en ¿POR QUÉ LA GENTE VOTA COMO VOTA? TEORÍAS POLÍTICAS 5 DEL COMPORTAMIENTO ELECTORAL
forma sucinta las más importantes en el campo de la Ciencia
Política Contemporánea.2 Las distintas teorías que tienen como objeto de estudio el comportamiento electoral son tan variadas como sus propios métodos de investigación. Dentro de éstas destacan por su importancia cuatro escuelas de interpretación teórica: a) el enfoque sociológico, b) el enfoque psicológico, c) el enfoque racionalista, y d) el enfoque o modelo ecléctico. Los autores más representativos de estas escuelas aportan interesantes resultados respecto del comportamiento electoral de los ciu- dadanos norteamericanos en distintos momentos históricos, motivo por el cual debemos aclarar que se trata de un contexto político y social muy específico, donde nos encontramos con una democracia consolidada basada en un sistema bipartidista.
2. Cfr. para este debate: Giovanni Sartori, ¿Qué es la democracia?,
México, Edit. Nueva Imagen, 1997; Robert Dahl, La democracia. Una guía para los ciudadanos, Buenos Aires, Edit. Taurus, 1999; Anthony Giddens, La tercera vía. La renovación de la socialdemocracia, Madrid, Edit. Taurus, 1998. Giovanni Sartori, Partidos y sistemas de partidos, Madrid, Alianza Editorial, 1997; Alain Tourraine, ¿Qué es la democracia?, México, FCE, 2000; Norberto Bobbio, El futuro de la democracia, México, FCE, 1999; Chantal Mouffe, El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical, Barcelona, Edit. Paidós, 1999; Will Kymlicka, Ciudadanía multicultural, Barcelona, Edit. Paidós, 1996; Anne Phillips, “La política de la presencia. La reforma de la representación política” en Soledad García y Steven Lukes (comps.) Ciudadanía: justicia social, identidad y participación, Madrid, Siglo XXI, 1999; Giovanni Sartori, La sociedad multiétnica. Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros, Madrid, Edit. Taurus, 2000. 6 TRAYECTOS
A pesar de ello, resulta indispensable abrevar en dichas
teorías, no sólo para conocer los principios epistemológicos en los cuales se sustentan, sino también para hacer uso de ellos en el campo del comportamiento del electorado de otras realidades. Tal es el caso de estudiosos del comportamiento electoral en México, quienes en los últimos veinte años han realizado investigación empírica y aportado conceptos para una teoría del comportamiento electoral mexicano.3 El comportamiento electoral ha sido definido como una conducta que vincula a la población con el poder, y más específicamente, a la sociedad con el Estado. Dicho vínculo se manifiesta a través del voto, de ahí que el acto de votar tenga la función primordial de legitimar al gobierno –base de consenso–, pero también la de poner límites a los líderes políticos, que cada determinado periodo de tiempo, se some- ten al escrutinio de los ciudadanos.4
3. Cfr. Gustavo Ernesto Emmerich (coordinador), Votos y Mapas.
Estudios de Geografía Electoral en México, México, FCPAP-UNAM/ UAEM/CIEACPAP, 1993; Mauricio Merino (coordinador), La Ciencia Política en México, México, FCE, 1999 [Biblioteca Mexicana]; Manuel Larrosa y Pablo Becerra, Elecciones y Partidos Políticos en México 2003, México, UAM-I/Plaza y Valdés/CEDE, 2005. 4. Jacqueline Peschard, “Comportamiento electoral” en Laura Baca Olamendi, Judith Boxer-Liwerant, Fernando Castañeda, Isidro Cisneros y Germán Pérez Fernández del Castillo (compiladores), Léxico de la política, México, Ed. FLACSO/CONACYT/ FCE, 2000, p. 68. ¿POR QUÉ LA GENTE VOTA COMO VOTA? TEORÍAS POLÍTICAS 7 DEL COMPORTAMIENTO ELECTORAL
Líneas de interpretación
1. Enfoque sociológico
De la lectura de los teóricos más representativos en el campo
del comportamiento electoral destaca por su larga tradición e influencia el enfoque sociológico, también conocido como análisis ecológico o geografía electoral; esta teoría atien- de primordialmente a las características demográficas, eco- nómicas y sociales por regiones que condicionan el voto de los electores. Entre las variables encontramos que el sexo, la edad, el nivel de ingresos, de educación, la religión, la etnia y condición migratoria tienen un alto nivel de correlación con el acto de votar, así como también los niveles de vida de la población que reside en zonas urbanas o rurales, los cuales son en términos generales determinantes a la hora de elegir entre un partido político u otro. Exponentes de esta corriente teórica son Lazarfeld, Berelson y Gaudet,5 quienes en su obra más importante nos ofrecen una caracterización sobre las diferencias ideológicas entre repu- blicanos y demócratas (en los Estados Unidos) determinadas por su condición de clase y sus opiniones sobre los asuntos públicos. El estudio de caso sirvió para identificar los cambios en las opiniones y actitudes del electorado y sus preferencias
5. Cfr. El pueblo elige. El proceso de formación del voto durante una
campaña presidencial, Buenos Aires, Ed. Imprenta López, 1962. 8 TRAYECTOS
partidistas en tres momentos específicos del proceso electo-
ral: a) periodo previo a las convenciones, b) durante el periodo de propaganda y c) posterior a la emisión del voto. Resultado de lo anterior, se obtuvieron promedios de las diversas evaluaciones de la posición que tenían los sujetos entrevistados, obteniendo correlaciones altas respecto de sus preferencias partidistas a partir de cuatro estratos sociales –alto, medio alto, medio bajo y bajo–. Sin embargo, y contra- riamente a lo que podría suponerse, los autores llegaron a un hallazgo inédito: no fue el tipo de ocupación objetiva sino el autoposicionamiento de clase o estrato social con el que los sujetos entrevistados se identificaron, lo que determinó la elección por un partido; es decir, la identificación subjetiva de los electores constituyó un factor crucial o igual de importante como la religión, la edad y el origen étnico. Lo anterior permitió desmitificar el estereotipo determinista de correlación entre posición de clase o estrato social respecto de un partido político en particular (conservador vs. demócra- ta), llegando a la conclusión de que las personas piensan en lo político tal y como se perciben en lo social. En concordancia con lo anterior, los autores acuñaron tres conceptos para explicar las variaciones en el comportamiento del electorado: ¿POR QUÉ LA GENTE VOTA COMO VOTA? TEORÍAS POLÍTICAS 9 DEL COMPORTAMIENTO ELECTORAL
Cristalizantes Aquellos votantes que pasaron del “no sé” al voto
republicano, o los que pasaron del “no sé” al voto demócrata.
Fluctuantes Aquellos que tenían una posición definida y luego se
retractaron, cambiaron de partido y presentaron mayor imparcialidad.
Mutantes Aquellos que de manifestarse partidarios de uno,
de partido cambiaron su voto por el partido opuesto. Cuadro de elaboración propia.
Tres conclusiones adicionales se obtienen de este trabajo:
a) el verdadero objetivo de una campaña lo constituyen los ciudadanos que menos se interesan y participan en la vida de la comunidad; b) la decisión del electorado está definida en buena medida por la pertenencia a grupos sociales primarios (familia, trabajo, origen étnico), dado que la influencia de la campaña es poco significativa; y c) la comunicación al interior de los grupos primarios influye en la toma de decisiones electorales, debido al fuerte sentido de pertenencia al grupo, o identidad grupal.
2. Enfoque Psicológico
Para la década de 1960 en el siglo XX aparece un trabajo de
la conocida Escuela de Michigan; representantes de esta corriente son los autores Angus Campbell, Philip E. Convers, 10 TRAYECTOS
Warren Miller y Donald Stoker.6 A través del denominado
Enfoque Psicológico, los autores ofrecen una interesante y sugestiva aproximación epistemológica al análisis del com- portamiento electoral. Situados en el terreno de la filosofía fenomenológica o paradigma fenomenológico7 Angus Campbell y sus colegas otorgan mayor importancia a variables de naturaleza subjetiva para acceder al denominado campo de construcción de sentido que los sujetos otorgan a sus acciones sociales, en otras palabras, a todos aquellos factores externos que son seleccionados y valorados como importantes en el acto de votar.
Aspectos subjetivos Acción social Identificación partidaria/Voto
análisis de factores orientación evaluativa externos que son internalizados por los sujetos y que son significativos para su contexto
Cuadro de elaboración propia.
6. Cfr. The american voter, Chicago, University of Chicago Press,
Midway Reprint, 1980. 7. Paradigma que se refiere al tipo de relación entre el sujeto y el objeto de conocimiento, es decir entre el científico que conoce y la realidad que se pretende conocer. La premisa es que si sólo tenemos acceso a la “realidad” a través de las interpretaciones subjetivas de la construcción social que de la misma se hace, entonces el investigador debe considerar que el conocimiento de la realidad está necesariamente en función del contexto y del discurso que se usa. En concordancia con lo anterior a) el término fenomenología se utiliza en sentido amplio para designar una tradición de las Ciencias Sociales preocupadas ¿POR QUÉ LA GENTE VOTA COMO VOTA? TEORÍAS POLÍTICAS 11 DEL COMPORTAMIENTO ELECTORAL
Los autores parten de la hipótesis según la cual “el acto de
votar depende, en sentido inmediato, de las orientaciones evaluativas de los individuos votantes, hacia una cantidad de objetos políticos que deben ser probados examinando la influencia de estas evaluaciones al mismo tiempo.”8 En sus conclusiones encontramos que las identificaciones partidarias de los votantes tienen su origen en los valores familiares a una edad temprana y en sentido inmediato de las orientaciones evaluativas que éstos manifiesten. Esta propuesta se explica a través de un modelo de análisis que metafóricamente se denomina embudo de causalidad que opera a manera de filtro selectivo de factores, donde la parte superior y más ancha del embudo representa la vía de acceso a los factores externos políticos y no-políticos que forman parte del contexto en el que se desenvuelve el sujeto. A medida que el embudo se hace más angosto, se efectúa un proceso de selección de factores significativos9 que el sujeto, conciente o inconscientemente, incorpora y hace suyos, es decir les otorga un significado político de forma tal que condicionan su intención de voto, su conducta electoral o acto de votar.
por la comprensión del marco de referencia del actor social y no sólo
con relación a la escuela europea de pensamiento filosófico representada por Husserl y posteriormente por Alfred Schutz; b) en contraste con lo que sucede en las ciencias de la naturaleza, el fenomenólogo lucha por lo que Max Weber denominó verstehen, esto es, la comprensión de los motivos y creencias personales que están detrás de las acciones de la gente. 8. Angus Campbell, et al., op. cit., p. 72. 9. Los autores utilizan el concepto de traducción política. 12 TRAYECTOS
Es importante destacar que el proceso de selección o
filtración de factores significativos se encuentra determi- nado por el factor tiempo, lo cual nos permite identificar otros indicadores que en la trayectoria de vida de una persona continúan afectando su conducta en el presente; si aceptamos que la memoria es selectiva, el modelo del embudo funciona como una especie de “filtro depurador” que da como resultado un conjunto de representaciones subjetivas o valorativas,10 las cuales a su vez inducen a la identificación partidista o a su ausencia. Los autores dedican una parte importante de su trabajo a explicar cómo es que determinados factores no políticos devienen políticos a partir de los significados asigna- dos por los sujetos sociales, revelando interesantes hallazgos y rechazando las analogías deterministas respecto al compor- tamiento electoral (por ejemplo el determinismo de clase social, el binomio derecha-izquierda, etcétera). Resulta obvio pensar que mientras más se estrecha el embudo se concentra una proporción mayor de factores externos significativos que se deben “depurar”. Una conclu- sión metodológica se puede extraer de este modelo: no es posible anticipar factores externos centrales versus periféricos o serendíticos,11 toda vez que aquellos que resultan ser los más relevantes desde el punto de vista teórico, no dejan de ser personales y políticos, materializados a través del lenguaje y
10. Cfr. Peter Berger y Thomas Luckman, La construcción social de la
realidad, Buenos Aires, Editorial Amorrortu. 11. Inesperados o anómalos pero estratégicos. ¿POR QUÉ LA GENTE VOTA COMO VOTA? TEORÍAS POLÍTICAS 13 DEL COMPORTAMIENTO ELECTORAL
proceso de comunicación al que está expuesto el votante; de
nuevo emerge la dimensión subjetiva. En la aplicación de este modelo se aprecia una cantidad importante de variables a considerar; entre las más importan- te encontramos las siguientes:
Preferencia partidista Mapa cognitivo y afectivo del votante.
Identificación partidista Tiempo de duración o lealtad a un partido; puede
implicar el involucramiento activo en política o no.
Políticas públicas Evaluación que el votante hace de los resultados de
las políticas públicas de los distintos gobiernos.
En resumen, las dimensiones psicológicas que en opinión
de estos teóricos son importantes de indagar se encuentran: a) la situación de liderazgo del candidato electo y la estrategia del partido; b) la estructura de la opinión pública para atraer al electorado y, c) la estructura del sistema de partidos en lo que atañe a su estabilidad y competencia. Asumiendo que la aplicación de un modelo de este tipo supone la existencia de un sistema de partidos estable y competitivo, es posible admitir que la inclusión de variables subjetivas o psicológicas son de suma importancia para el estudio del comportamiento electoral, por lo cual se le puede 14 TRAYECTOS
situar en un terreno metodológico donde las técnicas12 a
utilizar están comprendidas dentro de la denominada investi- gación cualitativa, estrategia de aproximación al conoci- miento de la realidad, donde el criterio de medición de variables trasciende el nivel de la descripción y análisis de correlación estadística y nos obliga a la interpretación del discurso de él o los informantes, es decir, de la dimensión subjetiva, valorativa del votante. A lo anterior habría que añadir que las variables cualitati- vas se interpretan dentro de un sistema de significados determinado por la cultura política, siempre y cuando los criterios de validez no se vean limitados; en este sentido es necesario realizar trabajo de campo y aplicar técnicas de acopio de información especializadas.
3. Enfoque Racionalista
Siguiendo con la presentación de enfoques teóricos se
encuentra el denominado Enfoque Racionalista. Inspirado en los trabajos del economista Anthony Downs,13 el teórico V.O. Key afirma que los votantes no son tontos, “contraria- mente a la premisa que sostiene que los votantes son
12. Dichas técnicas están orientadas a crear situaciones de discurso,
individuales o de grupo, como son la historia de vida, entrevista en profundidad o tematizada, grupos de enfoque o grupos focales, entre otras. 13. Cfr. Teoría económica de la democracia, Madrid, Ed. Aguilar, 1973. ¿POR QUÉ LA GENTE VOTA COMO VOTA? TEORÍAS POLÍTICAS 15 DEL COMPORTAMIENTO ELECTORAL
seguidores erráticos e irracionales susceptibles de ser ma-
nipulados”. Este autor utilizó los resultados de otras inves- tigaciones para realizar su propio estudio y encontró que no existe una alta correlación entre el voto y clivajes sociales o psicológicos. 14 En su opinión, las demandas o inputs y los resultados o outputs son, en última instancia, los factores determinantes del voto racional (rational choice). Su tipología es muy sugerente para explicar las preferencias electorales o identi- ficación partidaria; en su opinión existen los siguientes tipos de votantes: Votantes Son aquellos que mantienen su voto por más de dos militantes elecciones consecutivas por un mismo partido, sin Standpatters embargo pueden llegar a cambiar su voto, es decir ni unos ni otros mantienen su voto duro para siempre. En este sentido se opone al manejo de conceptos tales como militante partidista [voto duro].
Votantes Son aquellos que cambian su voto de un partido
cambiantes político a otro en forma alternada (sistema Switchers bipartidista).
Nuevos Son nuevos electores, o personas que nunca han
votantes votado o que no votan; constituyen un grupo muy New Voters heterogéneo y contribuyen en forma significativa con los resultados electorales, si es que no los determinan finalmente [jóvenes, migrantes, grupos minoritarios y en algunos casos mujeres].
14. El término clivaje se traduce del francés cleavage y significa
contradicción, oposición entre pares, ya sea de clase social, etnia, raza, género, edad, ideología (ejemplo: ricos/pobres, indios/mestizos, hombres/mujeres, jóvenes/viejos, derecha/izquierda). 16 TRAYECTOS
Una premisa muy interesante se plantea cuando el autor
afirma que:
La mayoría popular no se mantiene unida después de una
elección; el mantenimiento de la mayoría en tanto soporte, requiere de acciones de gobierno, de políticas públicas y actitudes que refuercen la confianza de aquellos que depo- sitaron su fe en la administración.15
El autor llega a esta conclusión después del análisis del
impacto que tuvo el New Deal sobre los electores a través de una serie de tiempo, por lo que afirma que el mantenimiento del soporte de una mayoría popular es consecuencia de un complejo proceso de interacción entre el gobierno y el pueblo, dado que los enemigos se convierten en nuevos amigos, los viejos amigos ahora son amargos oponentes y los nuevos votantes deben ser atraídos a la causa con la finalidad de dar la apariencia de estabilidad y continuidad. Es importante hacer notar que V. O. Key es el único autor que subraya la importancia de factores que sobredeterminan la actuación del electorado; dichos factores son las institu- ciones políticas, las leyes, el sistema de partidos y la actuación del gobierno, en suma, el sistema político. El autor se aparta en forma irónica del enfoque sociológico y del psicológico del
15. V. O. Key, Jr., The responsible electorate. Rationality in presidential
voting 1936-1960, Cambridge, Belknap Press of Harvard University Press, 1966, p. 30. ¿POR QUÉ LA GENTE VOTA COMO VOTA? TEORÍAS POLÍTICAS 17 DEL COMPORTAMIENTO ELECTORAL
comportamiento electoral, y concluye que los partidos políti-
cos en los EUA históricamente han tenido seguidores multiclasistas, dado que el elector efectúa una valoración retrospectiva o prospectiva del funcionamiento del gobierno y su administración para decidir su elección por un partido o por otro. El modelo propuesto se asemeja al que Max Weber ofrece para el análisis de la acción social racional de acuerdo a medios y fines; en concordancia con lo anterior el elector razona en términos de costo/beneficio por encima de cuales- quier otro motivo. Lo que no parece muy claro es cómo explicar la acción de votar, que puede tener otro tipo de fundamentos o razones, a no ser que se califiquen de “irracionales” de acuerdo a fines y no al medio utilizado. La lógica que se imprime a este tipo de enfoque es aquella que dice “el fin justifica los medios” (pragmatismo), aunque para otros “el fin son los medios” [ética o valores]. Con todo, si los partidos políticos constituyen alternativas claras de identificación para el electorado, es posible que esta teoría se encuentre en dificultades para explicar racionalmente por qué hay gente que no vota, o vota por partidos que no tienen posibilidades de ganar (absten- cionistas o votantes con ideales o intereses distintos) y oponen resistencia al “voto útil”. Sin embargo, todo parece indicar que incorporar la variable evaluación de la administración y políticas públicas de los gobiernos es necesaria, toda vez que constituye una tendencia irreversible en sociedades con democracias estables y siste- 18 TRAYECTOS
ma de partidos consolidados, no sólo para conocer los cambios
en las preferencias partidistas, sino los cambios en la cultura política de un electorado históricamente acostumbrado a votar en función de clivajes ideológicos, de clase o por costumbre. En estos casos también se requiere de suficiente evidencia empírica para análisis comparado de más largo plazo.
4. Modelo Ecléctico
Para finalizar se aborda el trabajo de Warren Miller y Merrill
Shanks,16 investigadores de la Universidad de Harvard, quie- nes nos presentan un enfoque o Modelo Ecléctico de análisis del comportamiento electoral. Su eclecticismo radica en la intención por construir un sistema conceptual que tiene su origen en diferentes corpus teóricos; su periodo de estudio se ubica entre 1980 y 1992. Los aspectos más importantes de este modelo pueden ser resumidos en los siguientes puntos:
• Incorporación de características sociales y económi-
cas del electorado. • Inclusión de la variable identificación partidista y predisposiciones.
16. Cfr. The new american voter, Cambridge y London, Harvard
University Press, 1996. ¿POR QUÉ LA GENTE VOTA COMO VOTA? TEORÍAS POLÍTICAS 19 DEL COMPORTAMIENTO ELECTORAL
• Preferencias en función de los resultados de las
políticas públicas y la percepción de las condiciones actuales. • Evaluaciones explícitas sobre los presidentes electos precedentes. • Evaluaciones explícitas sobre las cualidades de los candidatos. • Evaluaciones prospectivas de los candidatos y de los partidos que los postulan.
Esta propuesta teórica sin duda es la más compleja –y
quizás por ello la más interesante–, ya que introduce y justifica la necesidad de reconstrucción de una realidad también complejizada, merced a la heterogeneidad de un electorado que emerge y apunta hacia nuevos clivajes postmaterialistas y su correlato, la constitución de nuevas identidades de los sujetos sociales y sus respectivas demandas (raza, etnia, género, edad, religión, preferencia sexual, etc.);17 reto que tienen las distintas fuerzas políticas de incorporar y hacer suyas a fin de crear incentivos de identificación partidaria en el electorado. Los conceptos de alineación, realineación y desali- neación de los partidos son clave en este propósito explica- tivo, toda vez que nos obligan a visualizar los signos del
17. Cfr. Martin Lipset Seymour, “Repensando los requisitos sociales de
la democracia” en La Política, Revista de estudios sobre el Estado y la Sociedad, Barcelona, núm. 2, 1996. 20 TRAYECTOS
debilitamiento de las identificaciones partidarias preexistentes
en el electorado norteamericano, hasta por lo menos las décadas de 1970 y 1980. 18
Alineación del Mantenimiento, más o menos estable en un
sistema de partidos periodo de tiempo determinado, de un electorado leal o identificación partidaria fuerte. Realineación del Proceso mediante el cual el electorado sistema de partidos cambia de un partido a otro alternativa e indistintamente. Desalineación Proceso mediante el cual un considerable porcentaje del electorado tiende paulatinamente a alejarse de todos los partidos, fenómeno que desestabiliza el sistema de ataduras tradicional a los partidos existentes.
Siguiendo este modelo, y de acuerdo con Dalton y
Wuttenberg, todo parece indicar que las sociedades más avanzadas y con democracias estables como los EUA, Fran- cia o Inglaterra, tienen menos participación electoral –a mayores niveles de educación mayor declive en la participa- ción electoral–, el acceso a la información, los intereses políticos y la sofisticación del electorado nacido en décadas
18. Cfr. Rusell J. Dalton y Martin P. Wuttenberg, “The not so simple
Act of Voting” in Political science: the state of the discipline II, Ada W. Finifter (editor), Washington, American Political Science Association, 1993, pág. 202. ¿POR QUÉ LA GENTE VOTA COMO VOTA? TEORÍAS POLÍTICAS 21 DEL COMPORTAMIENTO ELECTORAL
recientes se han convertido en indicadores que desmienten la
premisa de mayor participación e interés en los asuntos públicos. Esta paradoja nos remite de nuevo a la idea de que el acto de votar no es tan sencillo o simple como parece, de ahí que la denominada individuación de la política tienda cada vez más a fortalecerse respecto de antiguos clivajes sociales –como la clase social–, encontrando ahora un patrón ecléctico y egocéntrico para la toma de decisiones políticas; el reduccionismo de clase resulta insuficiente para explicar el comportamiento electoral en democracias pluralistas. En este sentido, la individuación de la política se reconoce en el incremento de un público heterogéneo con intereses de lo más variado; temas como la ecología, derechos humanos, pacifismo, derechos de la mujer y equidad de género, dere- chos de las minorías étnicas, raciales o linguísticas, estilos de vida alternativos, etcétera, constituyen la nueva agenda19 que los partidos políticos se han visto obligados a incorporar en sus ofertas electorales para atraer al electorado y conquistar votos.
19. Demandas de mayor inclusión en la formulación de políticas públicas,
de respeto a la diferencia y los derechos humanos, de reconocimiento al principio de discriminación positivo en las leyes, de políticas de la presencia en las asambleas legislativas, de participación ciudadana, etc., todas ellas signo de la denominada “crisis de representación política en las sociedades democráticas”. 22 TRAYECTOS
Como señalan Dalton y Wattenberg:
La naturaleza de las creencias políticas contemporáneas
significa que la opinión pública es simultáneamente más fluida y menos predecible. Esta incertidumbre obliga a los partidos y candidatos a ser más sensibles a la opinión pública, por lo menos para quienes votan.20
Más aún, la individuación en las opciones del electorado
nos recuerda aquellas imágenes del votante independiente y poco informado que alguna vez encontramos en las teorías clásicas de la democracia, o “anclado de una vez y para siempre” a un origen y destino predeterminado por su posición y conciencia de clase, de raza, etnia o género. A la luz de los resultados del proceso electoral federal 2006 y de la cantidad de criterios y conceptos que las distintas teorías ofrecen para el estudio del comportamiento del electorado, resulta impostergable dirigir nuestra atención a este campo de investigación, no sólo para contribuir al enriquecimiento y sistematización de la información empírica disponible, sino para perfeccionar la interpretación científica de una realidad política como la mexicana que aún plantea grandes interrogantes de conocimiento sobre el comporta- miento electoral.
20. Dalton y Wuttenberg, op. cit., p. 213.
¿POR QUÉ LA GENTE VOTA COMO VOTA? TEORÍAS POLÍTICAS 23 DEL COMPORTAMIENTO ELECTORAL
Bibliografía citada
BERGER, Peter y Thomas Luckman, La construcción social de la
realidad, Buenos Aires, Editorial Amorrortu.
CAMPBELL, Angus, et al., The american voter, Chicago, University
of Chicago Press, Midway Reprint, 1980.
DALTON, Rusell J. y Martin P. Wuttenberg, “The not so simple act
of voting” en Ada W. Finifter (editor), Political science: the state of the discipline, II, Washington, American Political Science Association, 1993.
DOWNS, Anthony, Teoría económica de la democracia, Madrid,
Ed. Aguilar, 1973.
EMMERICH Isaac, Gustavo Ernesto (coordinador), Votos y mapas.
Estudios de geografía electoral en México, México, FCPAP- UNAM/UAEM/CIEACPAP, 1993.
KEY, V. O. Jr., The responsible electorate, rationality in presidential
voting 1936-1960, Cambridge, Belknap Press of Harvard University Press, 1966.
LARROSA Haro, Manuel y Pablo Becerra, Elecciones y partidos
políticos en México 2003, México, UAM-I/Plaza y Valdés/ CEDE, 2005.
LAZARFELD, P., Berelson y Gaudet, El pueblo elige. El proceso
de formación del voto durante una campaña presidencial, Buenos Aires, Ed. Imprenta López, 1962. 24 TRAYECTOS
LIPSET Semour, Martín, “Repensando los requisitos sociales de la
democracia” en La Política, revista de estudios sobre el Estado y la sociedad, Barcelona, No. 2, 1996.
MERINO, Mauricio (coordinador), La ciencia política en México,
México, Biblioteca Mexicana, FCE, 1999.
MILLER, Warren y Merrill Shanks, The new american voter,
Cambridge & London, Harvard University Press, 1996.
PESCHARD, Jacqueline, “Comportamiento electoral” en Laura Baca
Olamendi, Judith Boxer-Liwerant, Fernando Castañeda, Isidro Cisneros y Germán Pérez Fernández del Castillo (compiladores), Léxico de la política, México, Ed. FLACSO/CONACYT/ FCE, 2000.
POIRÉ, Alejandro, “Un modelo sofisticado de decisión electoral
racional: el voto estratégico en México, 1997” en Revista Política y Gobierno, México, Ed. CIDE, Vol. VII, núm. 2, segundo semestre de 2000.