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Pobreza y violencia en América Latina

En este trabajo relacionaremos dos temas que hoy en día crean una polémica en la s
ociedad. Estos dos temas son la pobreza y la violencia en América Latina. Creemos
que están muy vinculadas, o ligadas, y que cada una depende de la otra, de alguna
manera van de la mano. Hay una serie de preguntas que nos hacemos al hablar de v
iolencia y pobreza. ¿Por qué son tan elevados sus índices? ¿Cuáles son las causas y las co
nsecuencias de estas? ¿Qué nos lleva a la pobreza? ¿Y a la violencia? ¿Hay una solución po
sible? ¿Cuáles serian las soluciones que podemos brindar?
Gran parte de la sociedad cree que la pobreza no tiene solución ya que está establ
ecida y hace ya muchos años. En América latina la educación y el empleo son ineficient
es y escasos respectivamente. En el caso de la educación, los adolescentes de hoy
muestran una falta de interés por terminar la escuela secundaria, la cual lleva a
la falta de trabajo. Se podría decir que esta falta de interés está fuertemente vincul
ada con la “mala” educación primaria. Por otro lado, el estado no se hace lo suficient
emente responsable del roll que cumple en esta tan importante tarea. Edificios e
n muy mal estado, docentes no aptos así como también mala higiene son algunos de los
problemas que deben enfrentar los estudiantes en la actualidad. Hoy en día, las e
mpresas de trabajo no contratan gente que no haya terminado por lo menos los est
udios secundarios. Por estos dos motivos, la falta de trabajo y estudios, nace l
a pobreza y de la mano de ella la indigencia. Un ejemplo claro de violencia es “el
vieja”, uno de los protagonistas de la película “el polaquito”. La falta de trabajo, ed
ucación y apoyo sentimental y moral, que creemos fundamentales, lo llevan a este p
ersonaje a la violencia constante. A causa de que la pobreza este muy establecid
a, como ya dijimos antes, las aspiraciones a una vida mejor para los pobres de p
arte de la sociedad de clase media y alta, y más aun de parte de ellos mismos, son
bajas. Muy comúnmente nos encontramos con personas que aspiran a trabajar de lo m
ismo que trabajaron sus padres, creen que esto implica un mínimo esfuerzo y un fut
uro asegurado. También encontramos peores casos como niños sin papas que dedican su
vida a mendigar, pedir plata en semáforos, juntar cartones, etcétera, y con eso sobr
evivir por el resto de sus vidas. Es terrible pensar que hay individuos que no a
spiran a algo, que no se proponen algo, que no tienen un objetivo. Personas que
viven sin un propósito, sin un verdadero motivo, viven por el simple hecho de vivi
r, subsistir, aguantar. La palabra pobreza esta tan introducida en cada uno de n
osotros que ya no nos sorprende el hecho de que esta sea cada vez mayor.
La pobreza en América latina esta muy asentada, es cada vez mayor y por lo tanto
hacer que esta disminuya, o en el mejor de los casos, desaparezca, es un trabaj
o de muchos años y que debemos hacer todos en conjunto. Reclamar una solución posibl
e al estado es pedir demasiado hoy en día. Creer que los índices de pobreza han baja
do y mas aun los de violencia, es mentirse a uno mismo ya que con el simple echo
de salir a la calle y mirar como esta la sociedad, con un punto de vista objeti
vo, uno puede darse cuenta que se encuentra cada vez peor. Creemos que cada ciud
adano, dejando de lado las clases sociales, puede aportar a este emprendimiento
de manera positiva, poniéndose metas como terminar el colegio, estudiar una carrer
a terciaria o más aun universitaria y trabajando. Una de las formas de incentivar
a que la sociedad progrese es concientisando a las generaciones jóvenes de que el
futuro los necesita y que cada uno puede aportar para que esta crezca. Además cree
mos que como hoy en día el 93% de los jóvenes de clase media-alta estudia carreras u
niversitarias o terciarias, pueden servir como ejemplo para los jóvenes de clases
sociales bajas, para fomentarles la educación y un futuro mejor. Más aun opinamos qu
e los jóvenes mismos, pueden ayudar con este largo y difícil proceso de que la socie
dad haga un cambio rotundo. Ellos mismos pueden actuar de diferentes maneras, pa
ra así fomentar e incentivar la educación. De esta manera, las poblaciones jóvenes obt
endrían empleo en los mejores casos y así saldrían adelante de la pobreza, como también
de la violencia. A pesar de que las ideas planteadas son idealistas, no lo creem
os imposible ni absurdo. Todos juntos podemos sacar a nuestro país de la violencia
que lo lastima cada día más. Todos juntos podemos lograr una sociedad sin índices de
pobreza tan elevados. Todos juntos podemos lograr que cada individuo tenga un ho
gar en donde vivir. Todos juntos podemos lograr que todos podamos acceder a la e
ducación y evitar el hambre que pasan miles de niños y adultos día a día por falta de di
nero. Todos juntos podemos evitar el mal en América latina. Todos juntos podemos c
reer en un mundo mejor.
Nos preguntamos si alguna vez frenamos un minuto a reflexionar, razonar, pensa
r que al fin y al cabo las personas que sufren la pobreza son igual de humanos q
ue nosotros. Tienen el mismo derecho de vivir, el mismo derecho de soñar, el mismo
derecho de ser felices. Claro está que la felicidad no pasa únicamente por el simpl
e hecho de poseer dinero, pero es evidente que se necesita de este para vivir. E
stas personas, al igual que nosotros, sufren, piensan, y son marginados, no tien
en posibilidades de acceder, por ejemplo a la tecnología, entre tantas cosas. A pe
sar de que en América Latina hay mucha gente que se dedica a hacer caridad, es dec
ir, es solidario con el de al lado, esta no alcanza. Una gran parte de la poblac
ión dedica su vida a darla a los demás, fundaciones, hogares, comedores, pero la pob
lación debe ser consciente de que esta ayuda no es suficiente, cada uno debe aport
ar su granito de arena de donde pueda, y así lograremos hacer feliz a mucha gente,
no económicamente tal vez, sino sentimentalmente.

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