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POSESION Y PRESCRIPCION

ERICA LUNA LOPEZ 23/09/2022 NOMBRE DEL PROFESOR:


BERNARDO RANGEL
POSESION
Poder de una persona sobre una cosa o cosas. La posesión requiere dos elementos: el
corpus, o exte- riorización de dicho poder sobre la cosa, aunque no consista en su
efectiva tenencia física, y el animus, o intención de poseer la cosa. Se discute si la
posesión en un simple hecho o un verdadero derecho, siendo la doctrina mayoritaria la
que defiende la naturaleza de la posesión como un verdadero derecho debido a las
disposiciones del CC. Existen diversas clasificaciones de la posesión: natural y civil,
en nombre propio y nombre ajeno, en concepto de dueño o en concepto distinto de
dueño, de buena fe o mala fe, y mediata o inmediata.
CC, arts. 430 ss.
Coposesión; Posesión de buena fe y mala fe; Posesión mediata e inmediata; Servidor
de la posesión.

(Derecho Civil) Dominio ejercido de hecho sobre una cosa corporal y


correspondiente, en la intención del poseedor, al ejercicio de un derecho real. Se
opone a la tenencia, que implica el reconocimiento del derecho ajeno, bien que sea
ella idéntica a la posesión en su manifestación exterior (p. ej., Arrendatario). V.
Animus, Corpus, Tenencia.

Es un hecho, consistente en el señorío efectivo sobre una cosa, que conlleva unos
efectos jurídicos y que lo configuran como un derecho real provisional. La ley valora
y protege el hecho posesorio con independencia de la causa del poder de dominación
del poseedor sobre la cosa poseída (propiedad, usufructo, etc.). La protección legal se
proyecta sobre un hecho que puede ser la apariencia de un derecho. La posesión no
prevalece sobre la propiedad u otros derechos reales; de ahí que la posesión ejercida
por un no propietario no es un gravamen de la cosa poseída, ni la transmisión de la
posesión equivale a un acto dispositivo de la cosa.

Se dice que hay posesión clandestina cuando se adquiere o conserva una cosa o bien
de forma oculta o reservada, especialmente en relación con los que puedan tener
interés en conocer el hecho posesorio.

Código civil, artículos 430 a 466.

A) poseer es tener una cosa en su poder, usarla, gozarla, aprovecharla.

El ejemplo típico y más característico es la cosa que se hace, que


se tiene físicamente en la mano. Y éste es indudablemente el origen histórico de la
institución, pero a medida que la civilización se hace más compleja, también se
complican los conceptos y las instituciones jurídicas, a las que aquella transmite su
refinamiento. Por lo pronto, es claro que la posesión no requiere una permanente
inmediatez física.

Del mismo modo, hay que admitir que si yo entregó la cosa a un representante mío
(por ejemplo, un depositario de una cosa mueble, un administrador de una estancia)
conservó la posesión de la cosa. Hay posesión en estos casos, no obstante que la cosa
ya no se
tiene in manu, que no hay aprehensión física. Ya resulta claro que
la posesión no es una mera situación de hecho. En estos supuestos que hemos dado
como ejemplo, resulta indispensable elevarse por encima de lo que es una mera
aprehensión física y pensar la posesión como una institución jurídica; pues solamente
por una conceptualización jurídica podemos llamar posesión a lo que físicamente no
se detenta.

Reconocer que hay posesión en este caso, supone admitir que estamos en presencia de
una institución jurídica que no requiere necesariamente la aprehensión, el contacto
físico aunque esa manus este en el alma de la institución y, sobre todo, en su origen
histórico.

De todo lo cual surge que, por un lado, la tenencia física explica históricamente la
posesión y le da su sentido profundo; pero al propio tiempo la ley protege no tanto a
quien tiene efectivamente la cosa en su poder, como a quien tiene derecho a tenerla.
Con lo cual se plantea una contradicción y un motivo de confusión con relación al
concepto y naturaleza de la posesión.

Todavía más. Puede haber un conflicto entre quien tiene efectivamente la cosa
(simple detentador) y quien tiene derecho a detentarla (poseedor).

Puede también haber un conflicto entre el poseedor y quien tiene derecho a la


posesión (propietario). Todo esto convierte esta cuestión en un tema especialmente
delicado, objeto de interminables controversias y debates.

B) elementos. Teoría de Savigny.

Sostiene este autor que la posesión supone la existencia de dos elementos esenciales:
el corpus y el animus. El corpus es el elemento físico de la posesión, sin el cual ésta
no se concibe. En su forma típica, supone el contacto material o manual; pero en la
práctica, ese contacto no es indispensable. Más aun, sólo se produce accidentalmente,
porque una persona puede ser
poseedora de múltiples bienes y sólo tiene posibilidad de tener contacto directo e
inmediato con muy pocos de ellos.

Lo que realmente define el corpus, lo que verdaderamente convierte a una persona en


poseedora, es la posibilidad material de hacer de la cosa lo que se quiera, impidiendo
toda injerencia extraña.

Quien puede tomar en todo momento una cosa, colocada frente a él, es tan
completamente señor de ella como si la hubiera en realidad aprehendido.

Pero no basta con el corpus. Para que realmente una persona sea reputa/ da poseedora,
es necesario que posea con ánimo de dueño. Por el contrario, si tiene la cosa
reconociendo en otro el derecho de propiedad, si la tiene en representación de otro o
para otro, es un simple detentador. Es necesario insistir en este concepto por la
trascendencia que ha tenido en nuestra legislación:

si se posee con ánimo de dueño, hay posesión propiamente dicha; si se tiene la cosa
reconociendo en otro el derecho de propiedad, hay simple tenencia.

Es por consiguiente el animus lo que distingue al poseedor del tenedor; el otro


elemento, el corpus no permite por si distinguirlos, ya que tanto el poseedor como el
detentador tienen la cosa de la misma manera.

Agreguemos, para aclarar las ideas, que el corpus no es simple inmediatez física; así,
por ejemplo, una persona dormida o ebria o demente no posee la cosa que se ha
puesto en su mano.

Es un simple caso de yuxtaposición local, pero no de corpus propiamente dicho, que


al menos exige conciencia de que se está detentando algo. Es decir, se exige una
suerte de animus, pero no el animus de poseer, sino el simple animus de detentar.

En el plano doctrinario no cabe Du da de que la doctrina de Savigny no resiste el


análisis. En el origen y aun en la idea matriz de la posesión está la aprehensión
material; en el estado actual del derecho esto está muy alejado de la realidad. No se
gana mucho con la aclaración de Savigny de que no se trataría de una aprehensión
efectiva, sino de una posibilidad física de tenerla.

El propietario que ha alquilado su casa, no tiene posibilidad física ni jurídica de


tenerla y, sin embargo, conserva la posesión. Tampoco sirve el animus domini para
distinguir al poseedor del simple
tenedor pues ni el usufructuario ni el titular de una servidumbre activa son
propietarios y, sin embargo, son poseedores. Inclusive, puede ocurrir que una persona
tenga la cosa con ánimo de hacerlo para otro, y sin embargo, sea verdadero poseedor.
Así ocurre, por ejemplo, con el depositario que siendo heredero del depositante no
sabe que éste ha muerto o cree que existe otro heredero con mejor derecho, no siendo
así. Su ánimo sigue siendo de depositario y, sin embargo, se ha convertido, sin el
saberlo, en verdadero poseedor. Ello sin contar los inconvenientes gravísimos de tener
que probar este animus domini. En este punto es donde Ihering ha demostrado toda su
clarividencia: la verdadera distinción entre poseedor y tenedor no radica en este
supuesto animus domini, sino en que la ley, procediendo por razones de política
económica o jurídica, otorga una protección determinada a ciertas conductas en
relación con las cosas y, en cambio, no protege (u otorga una protección menos
intensa) a otras situaciones o casos.

La esencia de la posesión es una situación de disfrute. El paradigma, el caso ejemplar,


es la propiedad plenamente ejercida. El propietario es el poseedor por excelencia.
Pero a veces una situación de disfrute es protegida frente al propietario, frente al
titular del dominio, el código civil argentino califica de poseedores y
concede la protección posesoria a los usufructuarios, usuarios, a los titulares de
servidumbres, de un derecho de prenda o de anticresis.

Esa protección posesoria se otorga por razones de política legislativa de la más


variada naturaleza. De ahí que no sea posible, en el plano de la pura teoría jurídica,
determinar por anticipado cuando debe otorgarse esa protección. Esta es cuestión que
decidirá el legislador teniendo en cuenta motivaciones económicas y sociales por eso
hay situaciones que en algunas legislaciones se llaman posesión y en otras no.

Cabe agregar que en estos casos se produce una suerte de superposición de


posesiones: una inmediata, más vital (y, por tanto, más protegida), que se reconoce al
usufructuario, usuario, etcétera; y una mediata, que se reconoce al propietario.

Como puede apreciarse, las ideas de corpus y animus domini no han hecho sino
complicar innecesariamente el concepto de nuestra institución; se trata simplemente
de proteger ciertas situaciones de disfrute, ciertas conductas del hombre respecto de
las cosas. El presupuesto fáctico de la posesión no es por consiguiente la aprehensión
de la cosa ni la posibilidad de aprehenderla, sino un cierto señorío de hecho sobre ella.
La ley determina que debe entenderse por tal señorío o, para decirlo con mayor
precisión, en qué casos la conducta de una persona respecto de una cosa merece la
protección posesoria.

C) distintos modos de adquisición.

Conforme con el código civil argentino (arts. 2375 y siguientes), la posesión se puede
adquirir por ocupación, usurpación o tradición.

Los dos primeros se llaman modos originarios o unilaterales de adquirir la posesión;


originarios porque no existe ninguna posesión anterior que se una a la siguiente;
unilaterales porque se constituyen por un hecho propio y exclusivo del adquirente. La
tradición, en cambio, es un modo derivado o bilateral de adquirirla. Derivado porque
la nueva posesión deriva de la anterior, uniéndose a ella, y bilateral, porque la
adquisición de la posesión es el resultado de un acuerdo de voluntades, traducido en la
efectiva transferencia de la posesión.
D) según el código civil argentino se pierde la posesión: 1) por dejar de existir el
objeto; 2) por imposibilidad física de ejercer actos posesorios; 3) por tradición que el
poseedor haga de la cosa; 4) por abandono voluntario del poseedor capaz; 5) por el
hecho de un

tercero que tome la cosa con ánimo de poseerla; 6) por dejar que otro la usurpe o la
posea durante más de un año; 7) por pérdida de la cosa sin esperanza probable de
encontrarla; 8) por actos del tenedor de la cosa contra el poseedor y que produzcan
ese efecto; y 9) por quedar la cosa fuera del comercio.

Estrictamente, el poder de hecho y de derecho sobre una cosa material, constituido


por un elemento intencional o ánimus (la creencia y el propósito de tener la cosa
como propia) y un elemento físico o corpus (la tenencia o disposición efectiva de un
bien material). | Tenencia. | Detentación. | Goce o ejercicio de un derecho. | Bien o
cosa poseída. | Apoderamiento del espíritu humano por otro, que lo domina y gobierna
o extravía. | Cópula carnal. | ACTUAL. La del que ejerce el poder de hecho efectivo
en el momento presente o en el de surgir un conflicto. | Para Escriche, la que va
acompañada del goce real y efectivo de un fundo con percepción de frutos. | ANUAL.
Aquella cuya duración ininterrumpida es por lo menos de un año y un día. |
CLANDESTINA. La que se adquiere o conserva oculta o furtivamente, sobre todo
con respecto a los que pudieran tener interés en conocerla. | CONTINUA. La
mantenida sin interrupción desde su origen hasta el momento actual o el de una
perturbación de hecho. | Por ficción legal, es continua también la posesión, aun
interrumpida, si luego se recupera legítimamente. | Para Escriche, la consistente en
una serie de actos ciertos que no han sido impedidos por ninguna especie de oposición
natural o civil. | DE ESTADO. Conjunto de circunstancias de hecho que poseen valor
de derecho en relación con el estado civil de las personas. | EQUIVOCA. La dudosa
en cuanto al derecho o ánimo del poseedor; como apacentar ganado en un terreno, que
puede ser ejercicio de propiedad, gozo de servidumbre o iniciación prescriptiva de
una u otra. | ILEGÍTIMA. La carente de título, la fundada en título nulo, la adquirida
de modo insuficiente para crear derechos reales y la adquirida de quien no tenía
derecho a poseer la cosa o a transmitirla. | INMEMORIAL. Para Escriche, la que
excede la memoria de los hombres más ancianos, de suerte que no hay ninguno que
tenga conocimiento de su origen. | JUDICIAL. En sentido amplio, toda aquella que se
obtiene, recupera o conserva por sentencia de juez o tribunal. | Más estrictamente, la
que por acto de jurisdicción voluntaria otorga un juez o tribunal cuando no procede el
interdicto de adquirir. | LEGÍTIMA. La relativa al ejercicio de un derecho real cuando
se constituya de conformidad a las disposiciones del texto legal. (V. POSESIÓN
ILEGÍTIMA.) | POR ABUSO DE CONFIANZA. La que se funda en la recepción de
alguna cosa entregada con obligación de restituirla, y que luego se resiste. |
PRECARIA. La meramente tolerada por el propietario o un justo poseedor. | PRO
INDIVISO. La que tienen dos o más personas sobre una misma cosa, pero
concurrentemente, sin conflicto por la totalidad. | VICIOSA. Aquella que tiene alguno
de los defectos que impiden su consolidación dominical según la usucapión ordinaria.
Son posesiones viciosas la clandestina, la de mala fe, la equívoca, la precaria y la
violenta. | VIOLENTA. La obtenida por la fuerza. | La obtenida pacíficamente, pero
tornada hostil ante la reclamación del propietario o justo poseedor. | Para el Cód. Civ.
arg., la adquirida o tenida por vías de hecho, acompañadas de violencias materiales o
morales, o por amenazas de fuerza, sea por el mismo que causa la violencia, sea por
sus agentes (art. 2.365).

[PRESCRIPCION]
La ley contempla y regula la posibilidad de que el mero transcurso del tiempo traiga
consigo modificaciones en el patrimonio de una persona; concretamente la
adquisición de un derecho o bien la liberación de una obligación. En los supuestos
apuntados, se está ante la figura de la prescripción; esta puede ser de dos especies, la
positiva si con esto se adquiere un derecho y la negativa si trae consigo la liberación
de una obligación.
En los artículos 1135 1136 del código civil así lo disponen. Su texto es el siguiente.
Art.1135,-prescripcion es un medio de adquirir bienes o de liberarse de obligaciones,
mediante el transcurso de cierto tiempo y bajo las condiciones establecidas por la ley.
Art.1136,-la adquisición de bienes en virtud de la posesión se llama prescripción
positiva; la liberación de obligaciones por no exigirse su cumplimiento, se llama
prescripción negativa.
Como podrá observarse, el articulo 1135 transcrito alude expresamente a la
prescripción como un medio para adquirir bienes, la que el articulo siguiente es
calificada como prescripción positiva; por ello la prescripción es considerada como un
medio para adquirir la propiedad.
Ahora bien, cuando se desplaza en el transcurso del tiempo para alcanzar la
propiedad, es la posesión del bien relacionado, como el segundo de los preceptos
citados lo indica.
La posesión indica en principio el poder físico ejercido por una persona sobre una
cosa, que le permite retenerla y ejecutar con ella actos materiales de aprovechamiento,
sea con derecho o sin él; conforme con el articulo 1151 del código civil, la posesión
apta para prescribir requiere las características siguientes:
A) debe ser en concepto de dueño(articulo826), es decir, debe provenir de un hecho o
de un acto jurídico que en condiciones normales de realización fuere traslativo de
propiedad; en todo caso, con comportamiento dominical.
B) ha de ser pacifica; el poseedor debido haber entrado en posesión sin
violencia(art823), más tiene la posibilidad de defenderla aun con actos violentos, pero
ya como poseedor.
C)así mismo, la posesión debe ser continúa sin interrupción en su desplazamiento
temporal(art824).la interrupción de la posesión hace cesar el plazo requerido par
allega a prescribir: su reanudación la hacer renacer de nueva cuenta, pero con la
pérdida del tiempo poseído antes de la interrupción(articulo1175).
D)es requisito también que la posesión sea publica, a ósea, cuando se disfruta de
manera que pueda ser observada por todos o este inscrita, en su caso, en el registro
público de la propiedad(art825).
La determinación del tiempo que debe transcurrir para traer consigo la prescripción
adquisitiva a favor de quien posee la cosa, también es requisito para la adquisición por
prescripción .dicho lapso será menoro mayor según que la buen a o mala fe del
poseedor.
“es poseedor de buena f- estable el primer párrafo del art 806 del código civil-el que
entra en posesión en virtud de un título suficiente para darle derecho de poseer.
También es el que ignora los vicios de su título que le impiden poseer con derecho”.
“es poseedor de mala fe- señala el según párrafo del mismo precepto en que entra a la
posesión sin título alguno para poseer; lo mismo que el que conoce los vicios de su
título que le impiden poseer con derecho.”
El último párrafo del artículo citado aclara que por título debe entenderse la causa
generadora de la posesión
En los artículos 1152 al 1155 del código civil se contiene los plazos legales
establecidos para poder adquirir por prescripción, según que el poseedor haya sido de
buena o de mala fe. De ello destaca que los inmuebles prescriben en 5 años si la
posesión fue de buena fe ye n 10 años fue de mala fe los bienes, muebles por su parte,
requieren ser poseídos por tres años cuando la posesión ha sido de buena fe y por 5 si
ha sido de mala fe.
Supuesto a lo anterior las consecuencias son las señaladas en los articulo1156 y 1157
con el respectivo texto siguiente.
“art,1156.-el que hubiere poseído bienes inmuebles por el tiempo y con las
condiciones exigidas por este código para adquirirlos por prescripción, puede
promover juicio contra quien aparezca como propietario de esos bienes en el registro
público, a fin de que se declare que la prescripción sea consumada y que ha adquirido
por ende la propiedad,”
“art1157.-la sentencia ejecutoria que declare procedente la acción de prescripción se
inscribirá en el registro público y servirá de título de propiedad al poseedor.
Puede darse el caso respecto de muebles en particular, de que el bien poseído con la
satisfacción de los requisitos anotados no está inscrito en el registro público de la
propiedad y, en consecuencia, no pueda realizarse la acción señalada en el artículo
1156 transcrito.
En ese supuesto conforme al artículo 3047 de nuestro ordenamiento civil el poseedor
podrá probar su posesión ante el juez competente y satisfechos los requisitos el
precepto, la autoridad judicial declarará la propiedad a favor de aquel, también por
prescripción.
De todo lo anterior se desprende que la prescripción como medio para adquirir la
propiedad, es a título particular, oneroso y gratuito según la causa por la que se haya
entrado en posesión y a título originario o derivado bien por la falta del propietario
anterior, o, bien por el contrario, por su existencia.1

[BORGA MARTINEZ MANUEL DERECHO CIVIL. POSESION,


PRESCRIPCION,WWW.ENCICLOPEDIA -JURIDICA.COM].

1
(BORJA MARTINEZ MANUEL,DERECHO CIVIL POSESION, PRESCRIPCION,)
www.enciclopedia-juridica.com

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