Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
LA AVENTURA DE LA BIBLIA
(Prudencio García Pérez)
1
presentarán de diversa manera ni los relataremos del mismo modo. Esto no significa que
sean falsos los diversos relatos que podamos hacer, simplemente hemos destacado nuevos
aspectos que sólo se comprenden en determinadas circunstancias.
La Biblia nos cuenta cómo el pueblo elegido no cesa de apartarse de Dios, pero
muestra también cómo el amor de Dios por nosotros es más fuerte que nuestra debilidad,
que sale continuamente a nuestro encuentro, que se deja descubrir a través de los
acontecimientos. Con una paciencia maravillosa va tejiendo esta historia de amor, incluso
cuando el hombre siente la tentación de dejarse caer. Dios manifiesta finalmente el
esplendor de ese amor en Jesús, aquel en quien brilla la luz plenamente. Este es el sentido
que se deduce de los recuerdos del pasado en la Biblia. Esta es la reinterpretación final de
la historia humana que se nos propone aceptar por la fe. La Biblia es ante todo un libro de
espiritualidad.
La Biblia, un libro religioso distinto de todos los demás. En ella todo se centra
en Dios. Él es el personaje central y esencial, el que habla, con quien se habla, de quien
se habla. Pero la Biblia posee un rasgo que la diferencia de todos los demás libros
espirituales de la humanidad: en ella, la revelación divina se concentra en el mundo
humano, no nos traslada a un mundo distinto.
2
La Biblia propone reconocer a Dios en nuestra historia concreta. Algunos
religiosos del pasado se negaron a aceptar la idea de que el Señor Trascendente se diera a
conocer a los hombres a través de una historia terrenal y tan limitada como la del pueblo
judío. Pero este pequeño pueblo es el reflejo de nuestra humanidad entera. Y a esta
humanidad es a la que se dirige para invitarla a la plenitud de vida: comer, beber, amar,
vivir con un mínimo de libertad. El Dios de la Biblia es el amigo del hombre, que se
interesa por el más necesitado, lo mismo que antes se interesó por los que erraban por el
desierto o sometidos a esclavitud en el destierro.
El término ‘Biblia’ viene del griego “biblos” que significa ‘libro’. “Biblía”es la
forma plural del término, por lo que no estamos hablando de un solo libro, sino de una
colección de 73 libros (AT 46 y NT 27). Como toda buena biblioteca, no todos los libros
hablan de lo mismo, sino que unos son de historia, otros de poesía, refranes, crónicas,
cartas, sermones, salmos, himnos, etc.
3
Al leer un texto bíblico lo primero que hay que preguntarse es qué es lo que el
autor quiso decir, qué situación estaba viviendo cuando se escribió ese texto y más tarde
que es lo que me quiere decir a mí, cuál es su mensaje hoy, para mí y en estas
circunstancias concretas. La Biblia no es para sabérsela de memoria, es para vivirla, pues
en ella se encuentra el misterio o el secreto de nuestra salvación y felicidad. Un secreto a
la vista de todos.
2. Érase una vez la Biblia (historia del texto bíblico, desde los orígenes hasta hoy)
A los monjes les gustaba copiar. Durante la Edad Media (s. V-XIV) los
monasterios se convierten en divulgadores de la Sagrada Escritura. Miles de monjes
dedican su vida entera a estudiarla, copiarla y difundirla. Para ello se utilizaban dos
sistemas: el monje solo la copiaba a mano en su celda o los monjes que trabajaban en
grupo. Los monjes amaban la Biblia y por ello hicieron todo tipo de copias: biblias
rimadas para ser aprendidas de memoria, con dibujos para lo analfabetos y adornadas con
oro y piedras preciosas.
Antes una Biblia costaba un ojo de la cara. En la antigüedad, para poseer una
Biblia se necesitaba la piel de 200 cabras, fabricar la tinta y la vida entera de uno o más
copistas (un precio aproximado de 20 millones de pesetas). Con la invención de la
imprenta por Gutemberg en 1452, se necesitaban las pieles de 160 terneros para imprimir
un ejemplar de la misma (por el precio de unos 2 millones de pesetas). Por eso la gente
no tenía acceso a la lectura de la Biblia, porque había muy pocas y muy caras para ir de
mano en mano.
4
de hacer presente el Reino de Dios en nuestro mundo. Cada vez que leemos la Biblia
tenemos que preguntarnos: En este texto, ¿qué me dice Dios a mí, aquí en Taiwan, en
estas circunstancias?
El Concilio Vaticano II dice que en la Biblia se nos revela todo lo que importa
para nuestra salvación, la nuestra, no la de los hombres de hace 2000 o 4000 años.
¿Encontramos nosotros ese mensaje?
La Biblia fue escrita en oriente y para orientales. Esta marcada por la cultura
oriental: fue escrita por judíos y para los judíos. Puede que haya cosas que se nos escapen
porque no pertenecemos a esa cultura ni tenemos su mentalidad. No basta con traducir
literalmente, hay que traducir su mentalidad.
5
mundo totalmente renovado y distinto. La palabra ‘mundo’ para los judíos no tiene el
mismo significado que para nosotros: para ellos no es la bola de mundo, con los planetas
y las estrellas, sino el “fin del mundo”para ellos es el fin de una situación conocida, el fin
de una forma de vida y el inicio de otra: el fin de la opresión y la explotación a la que
estaban sometidos y el inicio de una vida libre y justa.
Algunos ven milagros por todas partes (Lc 22,7-13; Mc 14,12-16; Mt 26,17-
19). El pasaje del mandato de Jesús a los discípulos de ir a Jerusalén a preparar la pascua
y cuando encuentren a un hombre con un cántaro seguirle, que allí es, muchos
predicadores lo identifican con un milagro de Jesús, un milagro de su conocimiento del
futuro y de las cosas ocultas. En realidad, Jesús era un gran observador y conocedor de la
mentalidad y de las costumbres judías, pues en Israel, un hombre que va a por agua a la
fuente, significa que no está casado todavía, que no tiene mujer; si la tuviera iría ella. Y
como hombre soltero, no tiene familia con quien celebrar la Pascua y puede recibir a un
grupo grande en su casa.
En el texto de la conversión, ¿De dónde se cayó San Pablo? (Hch 9,1-9; 22,6-16;
26,12-18). Las pinturas de la conversión de San Pablo, lo representan cayendo de un
caballo, pero el texto bíblico no dice nada de eso, sólo dice que ‘cayó por tierra’.
También, cuando el apresamiento de Jesús, éstos “caen por tierra” y se les representa en
los cuadros como caídos de espaldas. En la mentalidad hebrea “caer por tierra”, “caer
rostro en tierra” es el gesto habitual o la expresión normal de quien se siente delante de
6
la presencia de Dios, porque para los judíos ver a Dios cara a cara significaba morir, por
eso que su rostro mire a la tierra cuando se hallan delante de él (Ex 33,18-20). El mensaje
de estos textos es muy teológico, significando que Jesús es el mismo Dios, que se revela a
Pablo y que reconocen los enemigos de Jesús.
7
de actuar eran las normas morales. Quien no tenía alianzas o pactos conmigo era mi
enemigo, quien no tenía alianzas con mi familia ni adoraba mi mismo Dios era mi
enemigo. De ahí la enorme importancia de todo lo que se transmitía de palabra.
El Yavista, recibe este nombre por usar únicamente el nombre ‘Yahvé’ al hablar
de Dios. Podría ser alguien del sur de Palestina, nacido en los años 850 a. C. Su misión
fue recoger, revisar y completar las tradiciones sagradas existentes sobre el pueblo de
Dios. En la tradición yavista, Dios se describe con características humanas (expresiones
antropomórficas); sus narraciones reflejan una amplia conciencia moral, nada estricta o
estrecha; habla de una dimensión universal de la salvación (para todos los pueblos), y se
vincula a la llegada de una figura personal.
El Elohista usa siempre el nombre ‘Elohim’ para referirse a Dios. Podría ser
alguien del norte de Palestina, hacia los años 722 a. C. Su misión era también la de
recoger, corregir y completar las tradiciones sagradas, orales o escritas, sobre el pueblo.
8
Esta tradición hace de Dios un ser espiritual, lejano del hombre, a quien no se puede ver y
se manifiesta a través de sueños. Su conciencia moral es más estricta, Dios otorga su
espíritu a Moisés y al pueblo, la salvación no se espera de una sola persona. Parece haber
sido escrita en un tiempo cuando abundaban grandes profetas.
El Sacerdotal fue escrito hacia el 450 a. C., probablemente bajo la influencia del
profeta Ezequiel. Quizás pertenece al círculo sacerdotal de Israel y fue redactado a finales
del exilio en Babilonia. El Sacerdotal polemiza con los mitos babilónicos; da gran
importancia a la celebración del sábado, a la circuncisión y a la sinagoga; también a los
sacrificios y a los sacerdotes; esta tradición domina el libro del Levítico, casi toda la
segunda mitad del Éxodo y los primeros y últimos capítulos del libro de los Números.
Abrir los ojos para descubrir la realidad. En los evangelios hay relatos que
proceden de Jesús y otros que son creaciones de la comunidad cristiana. A veces los
textos bíblicos expresan hechos históricos en formas simbólicas, otras veces expresan
hechos desconocidos para el hombre usando la forma de un relato histórico. En
definitiva, es en la Resurrección donde se les reveló a los apóstoles la inauguración del
Reino de Dios y, para ellos, ese fue el núcleo de su mensaje, lo más importante de su
predicación, lo que les descubrió plenamente el sentido de la vida histórica de Jesús.
9
5. El canon de la Biblia
Los libros de la Biblia han sido ‘inspirados’ por Dios. A pesar de toda esta
historia de revisiones, refundiciones y paso por distintas manos, la Iglesia reconoce esta
colección de escritos como "inspirada" por Dios y afirma que cada uno de estos libros
contiene sin error cuanto afecta a nuestra salvación. Así lo dice el Concilio Vaticano II:
"Hay que confesar que los libros de la Escritura enseñan firmemente, con fidelidad y sin
error, la verdad que Dios quiso consignar en las sagradas letras para nuestra salvación".
También existían en la época de Jesús otros muchos escritos que ahora no son
admitidos como "inspirados" ni por los judíos ni por los cristianos. A estos escritos les
llamamos ‘apócrifos’. Un relato del famoso historiador judío Flavio Josefo, a fines del
siglo I d. C., nos dice lo que pensaban los judíos de la época sobre el montón de libros
que eran considerados ‘inspirados’ entre el pueblo. Dice: "Desde Artajerjes hasta nuestros
días, todos los sucesos han sido narrados; pero no se da a estos escritos el mismo crédito
que a los precedentes, puesto que no ha habido ahí sucesión continua desde los profetas.
Los hechos muestran con qué respeto nos acercamos a nuestros propios libros. Después
de transcurrir tantos siglos, nadie se ha permitido hacer ninguna adición, ningún corte,
ningún cambio. Es cosa natural para todos los judíos, desde su nacimiento, pensar que ahí
(en la Biblia) tienen las voluntades divinas, respetarlas, y, en caso necesario, morir
gozosamente por ellas".
Esta representa la opinión oficial, no popular, entre los judíos de aquel tiempo.
Sólo por aducir un caso más, sabemos que los judíos que vivían fuera de Israel (en la
diáspora) admitían como "inspirados" otros siete libros: Tobías, Judit, Sabiduría,
Eclesiástico, Baruc, los dos libros de los Macabeos, Ester y Daniel (de estos dos últimos,
sólo algunos trozos). Es la versión alejandrina o de "los 70" (hecha en griego en Egipto),
y que fue la más reconocida en el siglo II a.C.
10
En el Concilio de Nicea, año 325 d. C., se hizo oficial la primera selección.
Escritos hasta entonces considerados en muchas comunidades como "inspirados" por
Dios, fueron rechazados definitivamente. Por ejemplo, un libro llamado "El Pastor", de
un tal Hermas, que era hermano del entonces obispo de Roma. Y libros que hasta
entonces rechazados por algunas comunidades, fueron puestos entre los "inspirados" por
Dios: por ejemplo, el Apocalipsis de Juan.
Los protestantes, dando crédito a las razones seriamente aducidas por Lutero,
discutieron la "inspiración" de algunos de los libros incluidos en la "Vulgata". El
Concilio de Trento, en el s. XVI, volvió a discutir el asunto y terminó por aprobar
definitivamente, para los católicos, el "canon" que todavía hoy permanece. Los libros
considerados desde siempre como inspirados son los "proto-canónicos", los que los
protestantes no aceptan como totalmente inspirados son los "deutero-canónicos".
a) Lo que está revelado por Dios en la Sagrada Escritura es lo que tiene que ver
con nuestra salvación; lo que no la afecta, no. Esto significa que la Biblia no pretende
hacernos físicos, biólogos, historiadores o geógrafos, sino creyentes. La Sagrada
Escritura no pretende revelarnos nada de ninguna de esas ciencias, sino lo que tiene que
ver con nuestra salvación, con la salvación de los seres humanos como centro de la
creación.
11
4,11). No se puede, pues, predicar ni enseñar nada que vaya en contra de la Sagrada
Escritura y que, de alguna manera, no encuentre su fundamento en ella y en la
interpretación multisecular que la Iglesia ha dado de la Sagrada Escritura.
c) El magisterio ejercido por los obispos "no está por encima de la Palabra de
Dios, sino al servicio de ella", afirma el Concilio Vaticano II.
Hay una gran diferencia entre leer la Biblia y estudiar la Biblia. Leer significa
hacerle decir al texto algo para mí, hoy. Estudiar, sin embargo, implica el uso de unos
métodos concretos que nos ayudan a descubrir la distancia entre el texto y nosotros,
implica una lectura desde fuera, sin ponernos nosotros al centro del texto.
Ninguno de ellos es perfecto en sí mismo, se completa con los otros: cada uno
ofrece una visión desde un punto de vista diferente.
12
b. ESTUDIO DEL TEXTO: Repasar el texto sin leer las notas que aparezcan en
vuestra Biblia y subrayar lo siguiente (se pueden usar lápices de colores para que resulte
más fácil de distinguir):
Los textos bíblicos han sido producidos por una comunidad y para ella. ¿Quién
habla a quién? ¿Cuál es la pregunta a la que quiere responder? Es lo que se llama
“descubrir la intención del autor”.
13
2. Método popular: lectura actualizada y compartida
Las mil promesas divulgadas por la publicidad. Promesas falsas que ahogan la gran
promesa de Dios escondida en la vida: desvían al pueblo de la fe en Dios y en sí mismo;
cierran el camino hacia el gran futuro que Dios ofrece a todos e impiden recuperar su
bendición.
Dios no acepta la falta de fe del hombre y tampoco acepta que esta falta de fe se
esconda detrás de proyectos piadosos y bonitos. El hombre pretende que Dios acepte sus
proyectos personales como si éstos fueran la promesa y la voluntad divina. Sin embargo,
Dios no acepta este juego. No admite que el hombre se adueñe de sus promesas. La gente
no consigue usar a Dios y obligarlo a seguir su camino.
3. Leer el texto y entenderlo:
Gen 15,1-7
14
4. Profundizar el texto:
“No temas yo soy tu protector (tu seguridad); tu recompensa será grande”.
El futuro que Dios le prometía tenía que nacer de Abraham. No le permitía buscar
otro sustituto.
Ahí fue donde empezó a ser Abraham. “Creyó Abraham y por eso Dios lo
consideró justo”.
15
6.- ¿Qué promesa nos hace Dios hoy a nosotros? ¿Creemos en ella? ¿Esperamos en
ella?
6. Orar con el texto:
Expresar en forma de oraciones lo que hemos recibido personalmente de Dios en
nuestra vida o nuestra respuesta a la promesa de Dios: agradecimiento, peticiones de
perdón, peticiones de ayuda, renovación del compromiso, comenzar de nuevo, etc.
7. Despedida. Canto.
B. ¿Por qué resulta difícil en ocasiones comprender el verdadero significado del mensaje
bíblico? Leer el texto de 2 Pedro 3, 15-16.
C. Hacer un ejercicio de comparación entre varias Biblias para notar las diferencias de
traducción. Por ejemplo, en Isaías 29, 15-21; Marcos 14, 22-25; Santiago 2, 14-
26.
D. ¿Hay números perfectos en nuestra cultura? ¿Por qué se utilizan y qué significado les
damos?
F. ¿Se puede hablar plenamente de milagros en los casos narrados en Génesis 19,26;
Esdras 1,1-4; Tobías 6,7-9; Lucas 1,48; Juan 5,4; Hechos 5,15? ó ¿Es atribuir a Dios lo
que pertenece a las causas naturales?
16