Sunteți pe pagina 1din 9

Introducción

Cortés Téllez (2007), nos señala que la significación vulgar de la palabra


posesión está muy vinculada con su etimología la cual, denota la ocupación de
una cosa, el tenerla bajo nuestro poder, sin que importe mayormente la
existencia de un título o derecho para ello. El Diccionario Panhispánico del
español jurídico del 2001, tomo Il citado por Juan Orrego, expresa "El sentido
natural y obvio de la posesión denota el Acto de poseer o tener una cosa
corporal con ánimo de conservarla para sí o para otros".

A lo largo de la historia de la posesión, se derivan distintas definiciones que


han evolucionado, es así que es importante anotar lo que Carpio Arévalo
(2008) expresa sobre la posesión: Para los “profanos”, posesión es,
generalmente, sinónimo de propiedad; para los Juristas indica en su sentido
más amplio, un estado de hecho y más especialmente un estado de hecho y de
disfrute merecedor de tutela provisional que en determinadas condiciones
puede acabar en estado de derecho. El interés que mueve ya, esa tutela, no es
individual sino social. La Posesión es una relación jurídica como cualquier otra,
y se nos ofrece como parte integrante del sistema de Derecho, tanto si el
poseedor es el mismo propietario, como en otro caso mucho más importante en
cuanto surte efectos independientes de la propiedad, en que el poseedor no
sea el propietario

Así mismo, Juan Jarillo (2008) hace referencia que: Con carácter general la
posesión va a ser la relación de hecho de una persona con una cosa.
Históricamente se consideró a la posesión como el estado de Hecho por el cual
una persona tiene una cosa en su poder.

Es por ello que, debemos admitir que las dificultades conceptuales sobre la
posesión es la existencia de distintas concepciones teóricas y positivas, así
como, de la evolución de la cultura y del pensamiento jurídico sobre la posesión
en general. Por tanto, la poca claridad de la posesión en el derecho civil se
debe a la incorporación de elementos de distintas procedencias, el cual, como
consecuencia propicia la aparición de diversas construcciones doctrinales!
1. Origen de la posesión
La Posesión nació con el hombre, por la necesidad de poseer para alimentarse,
cubrirse, recrearse, la posesión al igual que toda vida social, económica,
religiosa existió antes del derecho, incluso esta se convirtió de la actividad más
importante humana a el más importante derecho dentro del conglobado de los
derechos reales. (Rodríguez Batista, 2006).

Las palabras possidere y possessio se derivan del latín sedere que significa
sentarse o estar sentado y del prefijo pos que lo refuerza, y esta a su vez es
establecerse o estar establecido, y en sí, conlleva una relación de poder y
permanencia, es decir un tacto con la cosa.

El término Possidere para los romanos significa, ostentar una cosa bajo el
propio poder, es decir, tener una potestad de hecho sobre la cosa que permita
disponer de ella la totalidad de sus relaciones y derechos, obteniendo un
derecho de exclusión de terceros, al igual que da ha lugar a la intención de
mantenerse en relación inmediata e independiente con la cosa. (Barillas
Salablanca, 2013 citando a Pothier 1875).

Sin embargo, la idea de la posesión no era unívoca, se distinguían entre ella


tres clases de situaciones: 1. La simple tenencia o detentación de la cosa sin
protección jurídica; 2. Situación de poder sobre la cosa protegida jurídicamente
por los interdictos posesorios; y 3. Situación de Señorío de hecho sobre la cosa
protegida por los interdictos posesorios, y que, además tenía la posibilidad de
convertirse en propiedad a través de la usucapión. (Diez-Picazo, 1995).

Diez-Picazo (1995), señala que: En el derecho romano se calificaban como


poseedores que tenían protección interdictal:

1. Los propietarios mientras tienen la cosa en su poder;


2. Los que tienen la cosa creyendo que es suya;
3. Los que la tienen ilícitamente a sabiendas, como el ladrón;
4. El Acreedor Pignoraticio;
5.El Precarista;
6. El Secuestrario;
7. El Superficiario.

Carecen, por el contrario, de protección Interdictal: el arrendatario, el


depositario, el comodatario, el usufructuario y aquel a quien el pretor le ha
entregado la cosa ex primo decreto.

Así mismo, en las lenguas germánicas la etimología es equivalente, pues la


palabra besitzen (poseer) y bezits (posesión) se derivan del sitzen, que
significa sentarse o estar sentado, y del prefijo be, que refuerza el sentido.
(Barillas Salablanca, 2013 citando a Ruggiero 1944).

La Gewere comprendía la relación entre la persona y la cosa, objeto o no de


una protección jurídica (procesos interdictales), en ella no se encuentra
determinada diferencia sobre los poseedores y detentadores, puesto que se
aplica tanto a las cosas como los derechos en general. No obstante, aun
cuando en principio la gewere constituye una manifiesta expresión de un
señorío sobre las cosas, los elementos del señorío pueden variar según los
casos, por ejemplo: el que tiene la posesión de las cosas muebles, es el que
las detenta; de los fundos quién las goza, y de los derechos, quién los ejerce.
(Argüello Lorio, et al, 2006).

Es pues la posesión (possesio) un señorío o poderío que se ostenta sobre las


cosas, se visualiza como un hecho independientemente del Derecho, y que
trae aparejado consecuencias jurídicas, dicho de otra forma, es un poder que el
sujeto ejecuta sobre la cosa, y en virtud de ese poder, mantiene una relación
de pertenencia.

2. Elementos de la posesión

La Escuela Clásica sostiene que son dos los elementos que constituyen la
sustancia del fenómeno posesorio: el interno y el externo, mejor conocidos
como Animus y Corpus. Ambos elementos nacen simultáneamente, y es
necesaria la concurrencia o el concurso de los dos.

a) El Corpus: Es un poder físico o una potestad de hecho que se ejerce sobre


una cosa. Consiste en un poder de dominación en el cual se materialice la
posibilidad de disponer físicamente de la cosa, directa o indirectamente, con
exclusión de tercero.

b) El Animus: Este elemento consiste en la intención de ejercer el derecho de


propiedad, es decir que el poseedor se caracteriza por una voluntad especial,
distinta de la corriente, que es conocida con el nombre de Animus Domini.

El animus es el elemento intelectual de la posesión, que consiste en la


intención de comportarse como señor de la cosa. El ánimo de dueño es el eje
alrededor del cual gira la institución de la posesión en nuestro Derecho Civil. Es
decir, es la voluntad de tenerla para sí, de modo libre e independiente de otra
voluntad y, en fin, del Derecho correspondiente, sea que este exista o no en el
poseedor.

3. Teorías sobre la naturaleza jurídica de la posesión


 La Posesión como Poder de Hecho: La posesión consiste en un poder o
señorío de hecho sobre una cosa. Su esencia está dirigida al hecho mismo
de ese poder con independencia de que si quien lo ejerce ostenta o no ese
derecho a él. En virtud de ello, ostenta la posesión de una cosa, quién tiene
la dominación sobre él. Este primer punto es defendido por los Romanistas,
y se basa exclusivamente en circunstancias materiales, el cual, se
protegerá simplemente el hecho de la posesión por la existencia de una
apariencia. En síntesis, la posesión es un simple hecho, y el que tenga
efectos jurídicos no hace de ella un derecho, sino un hecho jurídico.
 La Posesión como Poder Jurídico: La posesión es un poder Jurídico de
Derecho, el cual la ley otorga un poder o señorío que no se apoya de una
denominación efectiva, pues es una situación donde el ordenamiento
Jurídico otorga protección sin que exista una posesión de hecho. Tal Teoría
es defendida a como se mencionó al inicio de este apartado por lhering. El
común denominador es que entiende a la posesión como un interés Jurídico
Protegido.
 La Posesión como Poder de Hecho y de Derecho: En este se determina
que la posesión es mero Hecho como tal, pero que, al producir efectos
jurídicos, estará protegida por el Derecho. Dicha teoría ecléctica es
defendida por Savigny.
4. La posesión en el código civil Nicaragüense

El contenido sobre la posesión está regulado en el TÍTULO XXXIV DE LA


POSESIÓN en nuestro código civil vigente.

La regulación de la posesión en nuestra legislación tiene su base en el Derecho


Romano, pues se determina que se trata de una situación de hecho que deriva
de un derecho acogido en un título, no entendido como documento, sino como
derecho para tener la cosa.

Siendo así, el Código Civil de Nicaragua, en el art. 1715 establece "Llámese


Posesión la retención o disfrute de cualquier cosa o derecho. Los actos
potestativos o mera tolerancia, no constituyen posesión", y en el art. 1716
"Conservase la posesión mientras dura la retención o disfrute de la cosa o
derecho, o la posibilidad de continuar en ellos". Ambos preceptos normativos
revelan que la posesión es un estado de retención o disfrute de cosas o de
derechos que se prolongan en todo el tiempo en que dura la retención, y, por
ende, es figura aplicable para los bienes inmuebles como los muebles.
(Guzmán García, 2009, p. 90).

Sin embargo, en materia de bienes inmuebles se remite a la inscripción del


título en el Registro Público de la Propiedad, dándole el grado de requisito sine
qua non para adquirir la posesión. Tal señalamiento jurídico es erróneo, puesto
que la posesión no es un derecho, por lo tanto, no posee la aptitud para ser
registrada.

Sobre los modos de adquirir la posesión el artículo 1717 nos explica que la


posesión, como medio de adquirir, puede ser de buena o de mala fe.
 Posesión de buena fe es la que procede de un título cuyos vicios no sean
conocidos del poseedor. (Artículo 1718). De igual manera, el Artículo
1720 establece que a posesión se presume de buena fe en cuanto no se
pruebe lo contrario, excepto en los casos en que la ley, expresamente, no
admita semejante presunción.
 Posesión de mala fe es la que se verifica en la hipótesis contraria (Artículo
1718)

El Artículo 1721 determina que unicamente pueden ser objeto de posesión


bienes y derechos ciertos, determinados, y que sean susceptibles de
apropiación.

En cuanto a quienes pueden adquirir la posesión “todos los que tengan uso de
razón, y aun los que carezcan de él en los bienes que puedan ocuparse
libremente.” (Artículo 1722). Sobre los bienes apropiados pueden, los que
carezcan de uso de razón, llegar a poseerlas por medio de las personas que
legalmente los representen (Artículo 1723), pues según el artículo 1724 puede
adquirirse y ejercitarse la posesión tanto en el propio nombre como en el de
otro. Y en caso de dudas el artículo 1725 establece que se presume que el
poseedor lo es en el propio nombre pues,como lo establece el artículo 1726, se
presume que la posesión continúa en nombre de quien la comenzó.

El Artículo 1727 nos identifica como el poseedor puede perder la posesión: 


1. Por abandono.
2. Por cesión a otro, a título oneroso o gratuito.
3. Por la destrucción o pérdida del bien, o por quedar ésta fuera del comercio.
4. Por la posesión de otro aunque sea contra la voluntad del antiguo poseedor,
si la nueva posesión hubiere durado por más de un año

El año deberá contarse desde el hecho de haberse tomado la nueva posesión;


o si se hubiere tomado clandestinamente, desde que el hecho conste al
expropiado. (Artículo 1728)

La protección Jurídica del poseedor en la legislación Civil Nicaragüense se


prevé en los artículos 1732, 1733, 1734 1812. Los preceptos normativos tienen
su común denominador en la protección Interdictal a favor del poseedor,
estableciendo el interdicto de Amparo, el de restitución y el de
Restablecimiento en contra perturbaciones y despojos, o bien amenazas de
perturbación o despojo. Cabe señalar que, cuando se trata de bienes
inmuebles, para acceder a la protección de la posesión, se debe de cumplir los
requisitos señalados en los artículos 1735 y 1736.
El artículo 1735 del Código Civil de Nicaragua, dispone "si la posesión fuere de
menos de un año, nadie podrá ser mantenido en ella o restituido judicialmente,
sino contra aquellos cuya posesión no sea mejor"; y el artículo 1736 estipula
"Se entiende por mejor, la posesión abonada por título legítimo; a falta de éste,
o en presencia de títulos iguales tiene preferencia la posesión más antigua; si
las posesiones fueren iguales, debe preferirse la actual; si ambas fueren
dudosas, se depositará lo que sea su objeto, mientras no se decida a quien
pertenece". Esta última, deja en evidencia la existencia de un título.

Cabe destacar que uno de los principales efectos de la posesión es la


posibilidad de su conversión en dominio o en el Derecho Real, de que es
manifestación exterior mediante la usucapión. (Diez-Picazo, 2001 citado por
Barillas Salablanca, 2013).

En la legislación nicaragüense, la posesión puede convertirse en dominio a


través de la prescripción ordinaria transcurrido el lapso de 10 años estipulado
en el artículo 897 parte in fine del Código Civil, y que consecuentemente viene
a desarrollarlo la Ley número 698, Ley General de Registros Públicos en los
artículos que van del 30 al 43. Del mismo modo, se puede adquirir el dominio a
través de la prescripción extraordinaria, transcurrido el tiempo de 30 años, así
señalado en el segundo párrafo del art. 897 del Código Civil .
Conclusiones

 La posesión es el poder de hecho que una persona tiene sobre un bien o


sobre un derecho y realiza actos materiales que manifiestan las facultades
que ese bien o derecho confieren.
 El derecho de posesión puede tenerse sobre bienes que son susceptibles
de apropiación, es decir sobre todos aquellos bienes que no se encuentren
excluidos del comercio, siendo estos bienes muebles, como automóviles,
joyas, obras de arte, o bienes inmuebles como terrenos, casas, o derechos
reales.
 La posesión puede ser originaria o derivada. . En el caso de que una
persona adquiera la posesión de una cosa en virtud de un contrato de
compraventa por ejemplo, se dice que es poseedor originario y podrá gozar,
disfrutar y disponer de la cosa pudiendo incluso enajenarla o gravarla.
 Cuando una persona adquiere la posesión de una cosa en virtud de un
contrato de arrendamiento por ejemplo, se dice que es un poseedor
derivado y podrá gozar y disfrutar de la cosa pero no podrá enajenarla o
gravarla.
 El derecho de posesión es un derecho real. Además la posesión entra bajo
protección constitucional y civil. El poseedor tiene la facultad de conservar
el bien hasta en tanto otro demuestre ante órganos jurisdiccionales que
tiene mejor derecho para poseer.
Bibliografía

Argüello Lorio, O; Avilés Ulloa, M; & Balladares Salgado, A. (2006). Interdictos


Posesorios. (Tesis de pregrado para optar el título de Licenciado en
Derecho). León, Nicaragua.
Barillas Salablanca, R. (2013). Mecanismos de Protección de la Posesión en el
Código Civil Centroamericana Nicaragüense (UCA), (Tesis Managua, de
Pregrado). Nicaragua
Carpio Arévalo, F. (1969). La Protección Jurídica de la Posesión (Tesis
Doctoral). Universidad de El Salvador, San Salvador, El Salvador.
Cortés Tellez, G. (2007). Derecho de Bienes. Managua: Facultad de Ciencias
Jurídicas
Diez-Picazo, L. (1995). Fundamentos de Derecho Civil Patrimonial. Madrid:
Editorial CIVITAS
Guzmán García, J. (2009). Apuntes de Derecho de Cosas. Universidad
Centroamericana: Nicaragua.
Jarillo Gómez, J. (2008). La Posesión en el Código Civil. Significación de la
Posesión dentro de los Derechos Reales. Volumen 6.
Rodriguez Batista, T. (2006). La Posesión. Panamá: Instituto de Estudios
Nacionales
.

S-ar putea să vă placă și