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luminificada
Ángelus
PRÓLOGO
(Sabiduría: 1,1.)
LIBRO: Es aqueste juego de vocales celestes en una unidad de acción con las
consonantes lúdicas de un contemplador del misterio.
MIGUEL BOLAÑOS: Este gran amigo de la paciencia y la entereza, una vez más nos
convoca a pernoctar en los destellos de luz del demiurgo Merlín… y si no!… lean esto:
MEFISTÓFELES:
Luis Vásquez
INTRODUCCIÓN
El lenguaje mayormente corresponde a una literatura esotérica (no por esto, mal
interpretada como el vulgo suele hacerlo, una herejía, un pecado, una contra para el
catolicismo verdadero), no exotérica, sino con rara excepción.
Existe un no hilar a propósito de uno a otro capítulo, pues que el presente texto
es una serie de artículos periodísticos publicados en diferentes circunstancias.
A propósito del tema sobre la Alquimia, no se remiten las otras tres clases de
esta puesto que para los fines periodísticos que se requería no eran necesarias en ese
momento.
Estas necias letras pretenden haceros entender, caro lector, que hay algo especial
dentro de cada uno de nos, desesperado por ser escuchado, por abrirse paso ante los
sistemas y el velo de Maya.
Eie Asher Eie, Yo Soy el que Soy, llama a la vuestra puerta, dejadle entrar ha por
vuestros territorios para luminificarlos con la Luz Prístina de la Verdad. No mal
entendiendo que la humilde persona que de nada vale quien escribió estas páginas, es un
dechado de virtudes ni algo por el estilo. Quien ha osado cincelar palabras que anhelan
encarnarse dentro de cada lector, es tan sólo un intento de místico, que busca compartir
lo bien o mal que muestra su entendimiento y comprensión de lo que el Ser significa.
El dios de las mil risas a veces en cada suspiro del silencio nos recuerda el
siguiente consejo de los milenarios, que ahora a través de mi pluma se ha hecho
distinguir: No combatas contigo mismo, no desperdicies tu fuerza en algo infructuoso,
defiende tu luz interna y verás que tus errores y ego negativo, ego lunar va
eliminándose.
¡¡¡VOBISCUM DOMINE!!!
El autor
LA CUARTA
CLASE DE
ALQUIMIA: LA
ALQUIMIA DE LA
VIDA
Desde tiempos remotos, la humanidad ha venido tratando acertada o
equivocadamente con la idea de la Alquimia; si bien es cierto que antes era una
cuestión, por decirlo así, de ilusionismo o charlatanería, hoy la ciencia nos demuestra
con todas las bases del caso, que la transmutación es verificable en la materia.
Pero podemos apuntar que esta Alquimia, por cierto madre de la química actual,
se divide o se puede practicar de cuatro formas, o mejor dicho, existen cuatro alquimias:
1. La Alquimia Mental
2. La Alquimia Sexual
3. La Alquimia Metalúrgica (la más conocida) y
4. La Alquimia de la Vida.
Los defectos, los que la Madre Iglesia reconoce como pecados capitales, tales
como la Pereza, el Orgullo, la Codicia, la Ira, la Lujuria, la Gula y la Envidia, en su
mayor o menor grado se encuentran en todos nosotros y es tarea del alquimista
desintegrarlos o transformarlos en materias espirituales de provecho.
Nótese que al citar los defectos primigenios nace la palabra POCILGE; o sea,
POCILGA en castellano, lugar de cerdos. Qué pena es saber que nosotros llevamos esos
elementos en mayor o en menor grado dentro de nosotros mismos.
En verdad que esta ciencia no es tarea de sólo escogidos; desde la gente más
insospechada existen las cualidades suficientes para calificar en esta tarea, y según lo
visto hasta ahora, las personas más humildes logran oír el lenguaje de los pájaros; es
decir, las manifestaciones más sutiles de nuestro entorno, de nuestra propia Madre
Tierra y llegar más rápidamente a transmutarse en unos seres egregios, auténticos
monjes-guerreros, almas de una sabiduría notablemente desarrollada y luminificada.
EL LUGAR
DEL
ALMA
Seguramente nos habremos preguntado alguna vez para nosotros mismos ¿qué es el
alma?
Indubitablemente el alma es un conjunto de virtudes, siendo así que para encarnar sólo
lo que son ellas, es necesario deshacerse de nuestros defectos y apegos, de nuestros
deseo egoístas y es que acaso nosotros estamos en la posición de decir que somos la
suma de tantas cualidades beneficiosas como lo son las virtudes?
En sí, las virtudes tienen naturaleza divina; he aquí que nace otra pregunta: ¿realmente
lo que tenemos es un alma en todo su esplendor siendo que estamos tachonados de
tantas manchas psíquicas y emocionales?
Sin ambages nos resolvemos a responder sinceramente que no. En verdad que nosotros
tenemos solamente un embrión de alma que con el transcurso de nuestro trabajo
espiritual, seguirá nutriéndose a través de nuestra mística y acercamiento al Absoluto.
El Lugar del Alma queda más allá de nuestras pretensiones actuales, el Lugar del Alma
se ubica donde la santidad de nuestro Real Ser nos espera ardientemente y con ansia.
Para encontrar este anhelado sitio, debemos también comprender otros conceptos como
son los del Poder, la Libertad y el Amor, que actualmente nuestra (si se puede llamar
así) “civilización” ha perdido casi por completo su significado sin siquiera inteligirlo,
mucho menos aún comprenderlo.
El Poder es la Fuerza con la que contamos según las intenciones del corazón.
La Libertad es el regalo que el Gran Espíritu nos otorgó desde el sinprincipio de los
tiempos y que además tiene una regla: HAZ TODO LO QUE QUIERAS, SIENDO
QUE NO HAGAS DAÑO A NADIE (y dentro de ese nadie estás tú mismo).
El Amor es aquella fuerza tan inefable que cohesiona nuestras entidades y que se
manifiesta en la relación entre dos o más seres.
El Lugar del Alma se ubica en nuestro Templo Corazón; y aquí, partícula a partícula que
liberemos de nuestros errores, de nuestros psiquismos, paradigmas y apegos,
identificaciones, transformando nuestras impresiones del Mundo de las Formas, se irá
juntando el material álmico para que éste, luego nos acerque a la divina presencia de lo
que realmente somos como “imagen y semejanza” del Creador, es ahí cuando nosotros
certeramente disfrutaremos de ser una Unidad Múltiple Perfecta.
Al desintegrar nuestras falsas poses pietistas y fanáticas de una pseudo religión, las
sombras que cargamos en lo interno de nuestra humana existencia se luminificarán y así
tornarán su apariencia tenebrosa en lívidas chispas superiores que se amalgamarán en un
solo contenedor, en un espacio saneado de tanta barbarie mental, emocional.
Donde los cielos y la tierra de nuestro universo interior se pueden besar con la alevosía
de las tormentas de la mar enlutada, agitada por las energías mismas de nuestra
naturaleza ígnea, se halla el mismo jardín de la flor blanca de risas místicas.
Ahí donde los hados no tienen poder sobre la fortuna de los seres humanos, donde las
brisas venenosas del mundo de las formas y del Velo de Maya, no mueven ni en un
milímetro las intenciones del Centro de los centros, allí, tan sólo allí se ubica el sublime
Lugar del Alma.
DE CHUIL A
NUESTROS DÍAS
Tiempo ha que de la magia y el misticismo, la convivencia sana con la
naturaleza y con nosotros mismos, no se alberga ni una sola partícula real de lo que son
estas vivencias.
“Aquí yace la Gloria, aquí yace el Poder, aquí yace la Fuerza de la Magia de los
Pastos, en este suelo sagrado donde el olvido de la noche de los tiempos ha dejado unos
ojos de melancolía como ópalo brillante bajo la luz de la luna; yace la leyenda de los
milenarios y las elegías a son de ocarina y huantug en el ritual de madrugada.”
En los días de Chuil, el sol y la luna podían besarse por obra y gracia del dios de
las mil risas, se conjugaban el cielo y la tierra por amor aquel que por un lívido rayo de
luz descendía de las cumbres de por allá de las cimas del infinito, los duendes y
elementarios danzaban al compás de la locura y crepitar del adur. Al alba, el rocío era
como las lágrimas de Mama Quilla que relampagueaban eternamente despidiéndose de
su esposo rey del día.
Cuando la noche era la diosa sagrada que escribía vida y muerte en las tablas de
la ley de los guerreros de luz, no se conocía lo que era la estupidez de ser un homúnculo
racional, no se conocía lo que es andar dormido con los ojos abiertos.
Hoy desconocemos la Casa de donde salimos, el nombre del Creador que nos
otorgó resuellos de su divinidad, desconocemos que Él está en mí y que está en ti
también; pero sí sabemos lo que quiere decir corrupción, poseemos el conocimiento
supremo de la maldad extrema y hasta capaz que somos doctos en la cuestión de
serruchar piso por nuestros malditos intereses egoístas.
Que queremos llegar al Poder? Pero cómo es que nos atrevemos a aspirar a este
bello ideal cuando no somos capaces ni de gobernar nuestros propios impulsos, cómo es
que queremos mirar una sociedad justa si nosotros somos unos mojigatos de peso
pesado, unos parcializados y sabelotodos!
Qué diferencia verdad? Desde la mirada profunda, bría y cálida del sabio
poderoso Chuil al destino de unas pupilas que observan la llegada del crepúsculo. Unos
ojos, los mágicos, ven la realidad del Ahora y los conjuros se manifiestan cuales Fénix
que vuelan para danzar con dioses y sueños de ambrosía. Los otros, ojos muertos, se
posan en un camposanto ornado con dolor y egoísmo, donde las sombras furtivas
parecen como veneno vaporoso rondando las calles de todo transeúnte.
Y es que parece gustar la actual vía de retorno, la vía del dolor; mientras que a la
vía de la sabiduría la desechamos como cosa estorbosa y desagradable.
De Chuil a nuestros días tan sólo nos queda unos arcones llenos de tradiciones
olvidadas, de diferencias abismales, de cultura enterrada y de un aeternum vale (adiós
para siempre) a la voz de nuestro propio corazón.
Nos quedan las ganas de agachar nuestra cara de vergüenza a solas, nos queda la
imposibilidad de mirar lo que fuimos y lo que teníamos: Gloria, Poder y Fuerza.
No, simplemente no hay el Laus Deo que los milenarios quieren oír para aligerar
nuestra carga de miseria, en los lares atropellados por el sistema del aislamiento de la
luz, los gritos de las paredes enloquecen al alba porque estamos sordos, enloquecen
porque estamos ciegos, porque nuestra conciencia está en el fondo de una laguna
llamada Estigia.
Será, será que tengo la razón, yo que apenas merezco bañar mi mano y pluma en
el Leteo o quizá por piedad me dejaron que cruce el resuello de la muerte para pintar
marcas de crápula escondida entre frases y frases de luz y sombra. Será que
simplemente sueño que estamos soñando que tenemos deseos de no hacer nada y que
los colores nos pinten las maravillas de natura en nuestras malditas máscaras.
Recuerdo tus besos noche mía, cuando miro la decadencia de los nuevos dioses
y tan de repente el Absoluto me abre el alma para desencadenar mi contemplación en un
rayo de luz arrebolada cada vez que lloro por tanto miserable en el noveno círculo del
reino del dolor y rechinar de dientes.
Los días de pasión se asoman para recordar que tenemos la misión de reencausar
los pasos de la juventud actual, enseñando con nuestros actos la manera aproximada
siquiera de padecer y morir psicológicamente para revivir miríficamente plenos de
armonía y bienestar espiritual. Las razones son claras o se luminifican de entre las
sombras para explicarnos el destino de nuestros pasos si vamos de regreso a nosotros
mismos. Los días de la sagrada hecatombe se acercan en cada tiempo, en cada instante,
en cada abrir y cerrar de ojos.
Dios, deja que tus manos acaricien mis razones, y que tu silencio hable en los
coros de la luna, serán así oídas las palabras de quien muere sin morir en un epitafio de
fonemas al amparo de una fulgente madrugada.
EL AMOR
UNIVERSAL
Partiendo del Absoluto, nace una Luz que existe para todos aquellos y aquellas
que quieren tener un tono de vida más armonioso yen paz.
1.- El Amor que viene de Dios al hombre. Origen de todo amor, que sostiene las vida en
sus innumeras manifestaciones; por este amor, todo lo conocido recibe vida. Este amor
lleva inmanente toda una gama de inagotables gracias, lleva el resplandor del Gran
Espíritu y la auténtica Iluminación.
2.- El Amor que va del hombre hacia Dios. Este es Fe, es la Mística de los Sabios
Santos, es el camino que nos lleva directamente hacia el Eterno, nos otorga las Virtudes,
Dotes y toda clase de Bondades provenientes del Reino. Gracias a este amor, los
hombres reflejan la luz divinal de la Verdad.
3.- El Amor de Dios hacia Él. Mediante el cual los otros amores existen por medio de un
solo haz de su egregia luz. Dios refleja su Gracia, su eterna perfección y omnipotencia
sobre la superficie de todo lo creado; es la manifestación del misterio mismo que
nuestra mente no alcanza a comprender.
4.- El Amor del hombre por el hombre. Alcanzado por obra y gracia de la comprensión
del camino guerrero hacia la Luz, todo con la finalidad de que como el hombre es
imagen y semejanza del Supremo, entonces refleje su naturaleza hacía los demás; así,
encontrará que los demás son al igual que él, representaciones en miniatura del Padre,
nos permite vernos como las gotas de agua de un solo mar.
Siempre sucede que todas las sendas te llevan al mismo sitio, seas tú o sea yo el
punto final, lo mismo da puesto que tú y yo somos el mismo origen y el mismo
acabamiento.
EL ARTE DE LA
JUVENTUD
Si de mis letras caen las cadencias, los vientos de mi tierra necesitan renovarse
en un grito del misterio.
Mas saben bien las auroras y los arreboles de místicos toques, que un beso de
Dios es depositado en el suelo fértil de un pueblo escogido de entre los escogidos; quizá
para formar pureza y fuerza tan albas como cuales alas de un arcángel de los más altos
cielos.
Una nueva juventud irrumpe en los pasos de una mirada que busca valores y
palpitaciones de nuevos y nuevos y nuevos corazones henchidos de gloria luminificada,
rescatada de las sombras y preparada para crear un extraño tipo de magia para encantar
la sustentación de los universos.
Sangre blanca de lo más profundo de la luna ha sido necesaria para llenar los
cuerpos inmarcesibles de los actuales tigres de sabiduría.
“La verdad es que una especie de paz jamás sentida se llueve despaciosa
mojando cada parte del alma, cada parte de mis esperanzas y de la luz más brillante que
pueda esta mi insignificante persona irradiar.
Tan sólo añoro ya dejar por atrás las existencias vanas, dejar atrás los recuerdos
y los sentimentalismos, los presupuestos y mi soledad”.
Así, así habla el alma humana en un rincón prohibido, en todas partes del
mundo, a sollozos y requiebros de anhelos que gritan por favor ser oídos desde el fondo
del pecho de cada persona, planta o cosa; necesita proclamar en voz a carne viva que el
dolor derramará su risa a cántaros sobre la superficie del mundo entero, cuando los
volcanes y los mares, el cielo y la tierra vuelquen su ira por la abyección de los
demonios que sobre Urantia pululan cuales huestes tenebrosas acechando víctimas para
derribarlas de su sendero en las lívidas alturas.
Una lágrima de ternura y tibieza, cual perla de plata se destila y cae silente,
prudente y cándida, mojando el rostro de una Divina Madre, de una Diosa Naturaleza,
como corolario final de este ensueño en la prealba de tu presencia Dios mío.
EN REALIDAD,
¿QUÉ ES SER
CATÓLICO?
Qué ironía es aquella en la que nosotros nos jactamos enfermizamente en decir
que somos católicos; y es que acaso en algún momento de nuestras vidas nos enseñaron
el real significado de esta palabra? Pues si lo hicieron, fue a medias o mal aprendimos.
Miremos un rato su etimología, católico viene del griego (según unos) Katholliqué que
significa “universal”; o (según otros) katholikós y designa “el que constituye un todo”,
curiosamente este término no lo encontramos ni en el antiguo ni en el nuevo testamento.
El todo es que si realmente queremos ser dignos de llevar esa ruta, debemos
adoptar otras formas de conducta respecto a nuestros semejantes, a nuestro entorno y
principalmente a nosotros mismos. Un católico debe estar dispuesto a aceptar
ecuánimemente los eventos de la cotidianidad de nuestra existencia, respecto a las
demás personas, animales, vegetales u objetos. Debe adorar a la Libertad, debe aprender
que la sabiduría es la comprensión mas no el inteligir las cosas. Comprender es tener
conciencia plena de lo que se conoce y el inteligir simplemente es tener guardado en la
mente todo aquello que asimilamos y no analizamos o aplicamos en nuestro vivir, es ser
un loro repetitivo que con su hablar no saca nada sino solo eso de bla, bla, bla.
Cuando entre los seres se abre la puerta de la comprensión mutua, no hace falta a
veces ni la intervención de un idioma determinado, interviene el intelligere lingua, osea
el comprender lenguajes, estos, son los del corazón, lenguajes que por ser
auténticamente reales ya que parten de algo sincero y profundo no necesitan máscaras ni
códigos que hayan de descifrarse. No hace falta alzar la voz, no hacen falta las
amenazas ni los papeles, sólo hace falta una comunión, una integración con el Uno
mismo, y así inclusive mientras más bajo el tono más clara será la transmisión de la idea
o del pensamiento de un ser a otro, los gestos naturales y sacros del propio cuerpo físico
químico son más legibles de esta manera.
Hoy no somos capaces de entendernos unos con otros por la neblina de Maya, la
culpa la tenemos nosotros mismos al inventar los tantos e innúmeros sistemas del
mundo, debemos escapar de los mismos e inclusive de nosotros mismos para que la
guiatura divina nos muestre la realidad tal y como es, no como pensamos nosotros que
es.
Cuando entre las personas hay amor, sólo hace falta un gesto para comprender el
sentimiento, las condiciones, las intenciones que se quieren cristalizar, efectuar. Eso es
lo que nos hace falta hoy por hoy. La desconfianza, las contraculturas, el miedo, los
sentimientos de venganza, los rencores, la falta de amor por uno mismo inclusive,
inducen a que nosotros nos comportemos como lo que somos seres irracionales, quienes
sostienen que somos racionales que me refute lo siguiente: somos seres que
compartimos una misma tierra, somos seres que necesitamos del resto, y acaso no
erosionamos nuestros suelos con las talas indiscriminadas, acaso no enfermamos los
suelos con tanto experimento sucio, acaso no la estamos destruyendo con las
radiaciones atómicas? Acaso no matamos a nuestros semejantes a sabiendas de que ellos
nos pueden ayudar con la ciencia empírica o académica que guardan en su mente? Si
fuésemos racionales, no sabríamos lo que son las guerras, no sabríamos lo que es la
envidia, no sabríamos lo que es la pobreza, la politiquería, la crítica mal dirigida, la
ciencia mal aplicada, la violación de las leyes, el racismo, la corrupción, etc, etc.
No hay que dudar que en la profundidad del mí mismo, existen las respuestas
para una gran gama de preguntas acerca de todo lo que queramos averiguar. La verdad
es que como el Uno nos creó a su imagen y semejanza, parte de su infinita sabiduría
mora en nosotros, es por esta sencilla razón que nosotros mismos poseemos las
respuestas de los propios misterios. Es por lo anterior que no deberíamos de fijarnos en
los demás, sino que la tarea del homúnculo racional mal llamado hombre es la auto-
observación, para que libere su sabiduría de la oscuridad a la que él mismo la tiene
confinada.
Somos una luz encerrada tras una cárcel de ignorancia, ignorancia que posee una
multi-identidad (digámosle así) que en realidad no es AUTÉNTICA, aparte de la nuestra
y que los ancestros ya le llamaron ego. Así pues, el Ser es Luz, el ego es oscuridad; la
Luz es sabiduría, la oscuridad es ignorancia. A quien le duele cundo nos insultan es al
ego, no al Ser, porque él sabe que quien le insulta es un ignorante, es la oscuridad, a
cambio del insulto, el Ser actúa con comprensión, es decir ama, el amor no duele, el
sentimentalismo sí.
Se nos ha enseñado durante siglos que aquel ser sublime de luz, murió para
salvarnos de nuestros pecados y redimir a la humana raza de la podredumbre donde
estaba enfrascada, se nos ha enseñado durante tanto tiempo que por Él, el mundo estaba
salvo. Se nos ha enseñado desde muy temprana edad que lo que hay que hacer es ir al
confesionario y revelar nuestros malos actos ante el sacerdote e ir a repetir unas frases
que también por tradición “católica”, debíamos aprender.
¡¡¡PUES NO!!! La pasión de aquel divino ser, nos sirvió para tomar como
ejemplo para nosotros individualmente cumplir con esa parte de la alquimia, donde cual
materia burda y muerta en el balón azotado por el fuego recibe el tratamiento previo a
su refinación en el crisol y finalmente emplearla para transmutar las sustancias burdas o
sin vida. En nuestro caso el humano pasa por un proceso de padecimiento donde el caos
reina y las tormentas oscuras le hacen sufrir lo indecible para luego la misma existencia
(la cruz), como una mano del Señor, completa el proceso de luminificación, nuestra
humana persona que de nada vale pasa a ser transmutada como el vil plomo pasa a ser
oro.
Esa es la realidad, ABRID LOS OJOS, pues los ojos no se hicieron para mirar
sino para VER.
Ahora que se acercan esos días de reflexión, entendamos de una buena vez lo
anteriormente expuesto, si nosotros hubiésemos sido redimidos, el mundo de las formas
(el nuestro) no estuviera como lo está. Nadie nos salva si nosotros mismos no lo
hacemos. Ninguna religión tampoco, no por ser católicos, hinduistas o protestantes o yo
qué sé, ya estaremos ante la presencia del Gran Espíritu. Esto es totalmente falso, pero
así mismo hay que aclarar que son medios de instrucción para que nosotros
comprendamos la necesidad de liberar nuestra partícula divina de toda la porquería en la
que la tenemos sumida. Todas las religiones son santas y deben ser respetadas, son
nuestras escuelas pero lo enseñado debe ser aprehendido, practicado; y las oraciones no
deben ser repetidas como cualquier cosa. La comunicación con el Sumo Creador debe
ser limpia y por lo tanto debemos hablarle con el corazón, pidiéndole la fuerza para
dominarnos a nosotros mismos.
Como hombres somos el poder que construye hombres, pero como lo que
somos, lamentablemente somos el poder que los destruye.
LOS SUEÑOS
Siempre, desde los albores de la humanidad, nos hemos remitido a tratar de
alguna manera, de encontrar un lenguaje sagrado para identificar las imágenes oníricas.
Claro está que en el día de hoy muy poco caso se les hace a no ser de pocas personas
que aún conservan el poder de asombro, la capacidad de asombro.
Los sueños del corazón, nos hacen rememorar cosas que jamás en nuestra actual
existencia hemos tomado conciencia.
Pero cuando se sueña con cosas vanas de y para este mundo, el mundo de las
formas, ese tiempo que malgastamos se verá pronto en un basurero donde las cosas
simplemente se tornan polvo cósmico.
Ay! de aquellos que se arraigan a este tipo de sueños donde lo único que sacan es
infelicidad y una catarsis momentánea que tan sólo a la final les hará recordar que su
vida es un caos y una bajada directa a la involución o camino del dolor como los sabios
le denominan.
Por lo tanto, cuando magnificamos nuestros pasos dirigiéndolos con el sueño del
corazón, serán de carácter positivo, mágico, místico, fausto y egregio.
El soñar despierto bajo la forma del bagaje de lo superior, nos advierte las voces
de la Identidad, nos enseña que estamos viviendo en realidad lo imaginado y que nada
ni nadie tiene la culpa de nada, excepto nosotros mismos, porque estamos a la
defensiva, creando muros.
Como nuestro ego es una forma negativa, es algo que nos toma como marionetas
actuantes del lado doloroso de las cosas, pensamos que la sociedad o que las
circunstancias se vuelven en contra de lo “querido” (diferente a amado), a lo que
estamos aferrados, identificados.
En verdad: “Los sueños son la fuerza del espíritu cuando tañen las campanas de
la magia”.
VIVIR CON LA
MUERTE
Qué extraña frase, nuestra lógica cerrada a los paradigmas de este mundo no
puede entender, no alcanza a comprender la profundidad del caso.
En pocas palabras, hablo de matar nuestros defectos que en sí tienen cada cual su
conciencia y voluntad propias. Aquellos defectos que nos hacen ser los seres más
infelices cuando estos agregados actúan por medio de nuestros cuerpos.
Un guerrero de la luz, es aquel que da batalla a diario con sus defectos hasta
ponerlos al filo de su espada y reducirlos a polvo cósmico, reducirlos a la misma nada.
Vivir con la muerte es renacer lentamente cual Fénix de entre sus cenizas, es ser
valiente y verdaderamente HOMBRE o MUJER en toda la extensión de la palabra, y
esto no es lo mismo que ser macho o hembra.
Aquel que puede caminar así, con la madre negra a un canto, puede llegar allá
donde el Absoluto nos espera a brazos abiertos con su única ley. Aquel podrá tomar por
asalto el paraíso, ya que este último no se nos da por ser bonitos ni rezanderos hipócritas
sino por ser reales, ecuánimes, auténticos y puros; en una sola palabra: LIBRES.
QUÉ ES EL MAL?
El mal puede ser sencillamente, ignorancia, miedo.
¿Por qué ignorancia? Vamos por partes. Dios es todo amor y su ley es amar, nada
más que eso, todo lo que vaya en contra del amor está mal, es IGNORAR que esa ley
existe, ignora lo que es el respeto, el perdón, la tolerancia, la ética, la honestidad, la
humildad, la verdad, la lealtad y un sinnúmero más de cosas. ¿Y está bien no respetar,
no perdonar, no tolerar, no ser morales, no ser honestos, etc? ¿Acaso llevarse de lo
último no es estar mal?
Los pensamientos de ataque que albergamos en nuestro interior por culpa del
ego ya sea por medio del miedo, son los que nos apretujan la idea de que alguien o algo
nos ataca y nosotros pensamos que debemos preocuparnos en tener una defensa porque
nos dañaría si no lo hacemos. Dejemos atrás este pensamiento muy negativo, pues que
dad nos muestra situaciones muy diferentes.
Lastimosamente hoy nos cerramos a la idea egoica de que este mundo es todo lo
que existe según la interpretación de nuestros sentidos físicos que ni siquiera los hemos
educado para su función óptima.
En nuestro interior hemos creado a través de nuestros temores, a entes con vida
propia llamados yoes, cada cual con su característica específica, mismos que se pueden
enmascarar bajo el aspecto de cualidades o elementos de personalidad. Estos elementos
psíquicos, nos nublan la vista, nos obnubilan la mente, son capaces de hacernos creer
que son nuestra propia característica de seres humanos y nos elevan por aires de mentira
e ilusión, nos llevan por un camino de dolor si no sabemos observarnos en nuestras
acciones cotidianas, en las reacciones que tomamos según los estímulos del entorno.
Estos elementos psíquicos nos conocen mucho mejor que nosotros mismos y nos
nublan la vista porque su existencia depende de eso.
La Madre Naturaleza nos enseña de varias maneras pero hay que saberle poner
mucha atención y tenerle bastante paciencia.
Pero este mundo de tres dimensiones nos tiene tras un velo que es tan sólo una
mera ilusión de falsa felicidad, o felicidad superficial, en donde la auténtica libertad se
encuentra muy lejos.
Acá en las tierras altas donde el dios de las mil risas furtivamente camina entre
los frailejones, la fuerza de aquellos que nos tratan de boicotear la existencia, serán
juzgados prontamente en el ciclo milenario de la evolución y la involución; y, los
espíritus de las rosas blancas alcanzarán a danzar con los arpegios miríficos de la
prelava de la nueva historia, en los resuellos etéreos de ensueños mundiales.
Cómo han pensado que luego de días sacros hay que seguir con la querella
donde las mesnadas bárbaras son pestes para una sociedad atacada por todos los frentes
y que tan sólo goza de la parcial comunión con un Ser verdaderamente real.
Lo notable y correcto sería practicar ese valor, cultivar cualidades que podemos
despertarlas en nuestro interior, aunque cierto número de virtudes han venido con
nosotros desde el momento de nuestro nacimiento, también un sinnúmero de defectos
resquebrajan todo el panorama existencial de la vida personal de cada uno de nosotros
cotidianamente, de instante en instante.
Todos podemos cambiar y debemos hacerlo para nuestro propio bien, NADIE
tiene el poder de redimirnos de nosotros mismos si es que antes nosotros no hemos
hecho un serio auto compromiso para ser mejores y superarnos a nivel individual, uno
mismo mejor que uno mismo.
Si queremos sufrir así será, pero si queremos reír así también será, pero el precio
es nuestro trabajo espiritual individual.
VOX POPULI
Tierra y cielo en un canto de soberanía, cuando los vientos han recorrido las
distancias de la gloria de Vox Populi, Vox Dei.
La gente, cuando se oye entre ella, escucha del seno de la misma ese extraño
argot escondido de toda la humanidad, aquella voz lejana de las pútridas dolencias y
corrupciones, de los frutos descompuestos del conglomerado social. Es en esa voz que
el Absoluto disuelve Su fuerza, como cuando las nubes amorosas dispersan la lluvia
para beneficio de todos.
¡Qué pena! ¡Qué miseria! ¡Qué mediocridad tan aborrecible! Nosotros mismos
debemos ser los constructores de nuestra gloria, de quién esperamos la Gracia de que
nos absuelvan los pecados? De Dios? De Jesús? De la Madre? Pues no señores, eso está
más asqueroso y penoso de lo que se puede decir, los nombrados son quienes nos
ayudan en el proceso pero no más, somos nosotros quienes debemos aunar fuerzas y
ganarnos la dignidad de ser parte de una élite de ganadores, debemos llegar al cielo por
asalto, no por pena.
Nuestra mente en el transcurso de los años ha sido capaz de explorar cosas muy
terribles y hoy sabemos bien que jugamos a ser dioses con los experimentos genéticos
en plantas y animales e incluso hemos profanado la santidad del templo humano. Pero
no hemos sido capaces de explorar nuestro sistema interno, nuestra psiquis, nuestro
cosmos interior y tratar por lo menos de averiguar quiénes somos. Sabemos nuestros
nombres físicos porque nuestros padres nos los dieron con algún tipo de potestad, pero
no sabemos quiénes somos que es muy diferente.
LAS CARICIAS DE
LA NATURALEZA
De repente la extraña suavidad de la existencia de un hombre se ve conducida
por el sendero tan extraordinario de lo inmanifestado. Los silencios de la noche
profunda y sus brillantes estrellas nos embrujan hondamente y nos invitan a degustar el
exquisito manjar de la Sabiduría Eterna.
Ese es el lenguaje del verdadero amor. Eso que tú sientes es el adur, el fuego
sagrado de tu chispa divina. Es lo que tú realmente eres. Si tan sólo lo comprendieras y
lograras concienciar cotidianamente y en cada instante, notarías y te sorprenderías que
desbordas un amplio caudal de misteriosa magia. Si tan sólo te permitieras un poco de
tiempo para dedicártelo a ti mismo y juzgarte como Hijo de Dios.
Para eso están aquellas caricias de la Madre Natura, el viento fresco y aromático
como el perfume de lo bello. Para eso está el calor del sol, el suspirar de la ebanecida
noche estrellada y el cantar de la luna con su mirífica faz de diosa. Para despertarte está
la mar enlutada e impasible que besa al cielo en la lejanía del horizonte y te conmueve
desde la médula de los huesos. De ahí nacieron los poetas. De ahí nacieron las musas y
los resuellos más intensos.
¿Por qué dejar a un lado el lado que el Absoluto te ofrece pero que por no mirar
a lo alto lo has hecho de menos?
Así, podremos observar que ella se cristaliza entre nosotros los seres humanos de
diferentes formas, sea con nuestros amigos, que se la demostraremos al estar con ellos
pase lo que pase, escuetamente porque la lealtad, como ingrediente del amor, será uno
de los componentes que dirigirá éticamente nuestra manera de proceder ante los
acontecimientos originados alrededor nuestro y de nuestras amistades. Así pues, quien
no ama, o, no tiene una sólida formación ética, será absorbido por la fuerza del ego y
caerá en la deslealtad, una vil, abyecta y despreciable característica de aquellos y
aquellas que ansían satisfacer sus propios intereses a costa de lo que sea y de quien sea.
Somos leales para con aquellas personas que representan físicamente para
nosotros el equilibrio de la naturaleza, el dos en uno, la fuerza actuante que se ubica en
el otro plato de la balanza; pues sin la lealtad, aquella relación pasaría a ser un teatro
abyecto, un circo, la representación obligada a mantenerse por satisfacción del ego.
La misión de aquel que quiere ser mejor que los demás, comienza en ser leal
consigo mismo.
EL DISCURSO
SAGRADO DEL MÍ
MISMO
Cuando como por las flores del silencio andan, las palabras de nuestro corazón
refulgen mil aromas de sabiduría.
Sabed que el discurso sagrado del mí mismo es un poema escrito por las manos
más lívidas de lo increado, es el mismo azur haciendo trabajos previos para sacarnos de
la decadencia y la involución milenaria.
Sin el discurso del mí mismo la nao se hunde en la mar enlutada, tras las
lágrimas de los elementos, las fatales risas demoníacas del camino del dolor, llanto y
rechinar de dientes.
SÍGUETE A TI
MISMO
Hay que observar las enseñanzas de la gente, de la vida, con el propósito de
encontrar en estos elementos (para construir las rieles que nos conduzcan al destino que
queremos elegir), tan sólo una parte del total que se nos hace necesario para regresar al
mar, al árbol de donde henos sido originados, es esto último la única y verdadera meta
para el “HOMBRE”.
El ser que quiere una revolución interior, obviamente que es el águila fuerte, el
dragón que está por nacer. En su naturaleza, estos espíritus indescriptibles tan sólo se
regulan a sí mismos y por sí mismos, siguiendo como referencia para su dominio y
poderío, las señales que el Gran Espíritu plasma en la Creación, y a medida que estos
desarrollan su magia, descubren que la luz y las tinieblas están dentro y no fuera de sí
mismos, igual que el infierno o el paraíso; igual ven esto con respecto a todos los dioses
habidos y por haber.
Cada uno de los muertos que andamos sobre Gea, debemos buscar no fuera ni en
cualquier sitio que no sea sino en nosotros, en nuestro universo interior todas las cosas
que anhelamos encontrar.
Cada cual tiene el libre albedrío de irse por donde quiera y ser lo que quiera, y
este regalo en algún momento, de alguna forma nos lo dimos nosotros mismos al estar
todavía en ese océano, en esa mente inmarcesible e inefable. Pero desde lo más
escondido de nosotros se escuchará el grito del silencio, ese faro que nos intenta dirigir
o mostrar al menos el peligro, las orillas del camino angosto que propiamente debemos
seguir.
Hermano mío, cuando empieces a pisotear las espinas de esa ruta que tú mismo
la forjarás, el aroma delicioso, voluptuoso de la verdad, la felicidad de la Libertad, hará
expandir el poder que albergan tus aguas cada vez más puras y cristalinas como el éter.
Verás, que el único arte que es real, es aquel en donde tú mismo serás el arquitecto de
tus templos, de tus campos, de tus castillos, mundo y universo, y, que tú mismo serás el
dios de los mismos (no diciendo con esto que el Gran Espíritu no existe, ni que alguien,
tú o yo es Dios, qué estupidez).
¡Vives hermano mío, en el maldito mundo que estás imaginando y que es reflejo
de ti mismo!,...así que no critiques a nadie que no sea tu propia persona.
LA IGLESIA Y LAS
CIENCIAS
OCULTAS
La Madre Iglesia no solo se queda en el papel que la gente conoce, esto es, el
común de los ritos eclesiásticos, eso de celebrar misas, bautismos, ceremonias que todo
el mundo conoce. Desde siempre ha estado dentro de su conocimiento una gran
cantidad de ciencia esotérica, oculta más o menos a los ojos de los fieles. Prueba de ello
son algunos textos que tranquilamente un seguidor católico los tacharía de herejes.
Entonces, cabe la pregunta: ¿existe realmente la herejía? O es que esto sólo es una
invención para mantener al pueblo alejado de un conocimiento bastante trascendental y
de gran importancia como para que permanezca escondido tras un velo de misterio.
Quizá sorprenda al lector saber que de los más altos jerarcas de la Iglesia han
nacido verdaderos tratados de magia como el que escribió el papa León III en el año de
1740 y que fue regalado al emperador Carlo Magno. Da pena saber esto porque a
muchos se les dio pena de muerte en nombre de Dios por querer practicar estas artes
que la Iglesia las ha tenido semiescondidas, las mismas que han sido practicadas por los
mismos sacerdotes.
Y para no ir muy lejos un Mons. Corrado Balducci, en todos sus libros aconseja
como remedio para el maleficio, el recurrir a un mago. ¿Y acaso la Iglesia no condena a
los magos, y acaso estos no fueron perseguidos para darles muerte en la hoguera?
En el ENCHIRIDION del PAPA LEÓN III, hay una parte que dice lo siguiente:
“(…) Pero cuando vuestros nobles sean sabios y estén iniciados en los misterios de la
Magia, esa nobleza será una madre para el pueblo, y las vías de emancipación estarán
abiertas para todos, emancipación personal, sucesiva, progresiva, por medio de la cual
todos los llamados podrán, por sus propios esfuerzos, llegar al rancho de los elegidos.
Ese era el misterio del porvenir que la Iniciación antigua oculta entre sombras (…)”
Ayer, cada sueño, cada señal sobrenatural del entorno nuestro, cada cosa del
mismo, era contemplada con esa extraordinaria cualidad que poseen los niños y que
nosotros, de una manera tan estúpida, les hemos ido bloqueando, atrofiando, con la
única excusa de que tan sólo son tonterías que sirven para nada. A través del paso de
nuestras existencias hacia la actual “civilización” hemos ido muriendo espiritualmente
en lugar de volvernos más sabios, digo más sabios, no más conocedores o ilustrados,
diferénciese bien. La sabiduría es la comprensión de las cosas que conocemos, es
aplicar de la manera más precisa y correcta, las experiencias y datos que nuestra mente
alberga. El poema se ha ido deteriorando, alterando, hasta el punto que sus versos son
tan sólo hábitos y caminares en pro de una involución oprobia.
Los restos encontrados de las culturas o pueblos antiguos, nos hacen reflexionar
sobre la aceleración involutiva constante en la que hemos caído y que tan sólo un
mínimo porcentaje ha decidido dejar a un lado para escribir unos versos llenos de
armonía y mística.
¿Dónde está nuestro corazón? Diez mil lágrimas destilan los altos cielos
mientras la arqueología de un poema queda enterrada sin esperanza alguna de piedad,
condenada a desvanecerse como un suspiro de relámpago que nace y muere en un
mismo ligero instante.
DE LOS PROPIOS
DESEOS
MÍSTICOS
Has amado a mi inspiración, a mis contemplaciones y a los rayos y truenos y al
fuego de mis manos desde el sin tiempo que fui creado. Igual que yo, divina, como lo es
la conjuración, la evocación, la resurrección y la primera Ley; así eres siendo yo mismo,
tú.
Córrete del llanto o la burla de los insensatos y de los idiotas, o de los necios e
ignorantes que ignoran porque quieren ignorar.
Mi deseo por esta noche es llegar a saber que sólo soy un sueño furtivo con el
Poder en su alma, en su espíritu, en sus arcanos, en el acto de fe inmanente de tu boca y
tu piel.
Me dijiste perdón en aquella vez cuando el ala de cuervo se cocía con el fuego
de la Fragua ardiente de Vulcano, y hasta hoy no comprendo bien por qué lo hiciste, si
yo he sido el ignorante, el párvulo, el niño que nace y da sus primeros pasos, dejando
que el verbo haga el resto.
Perdóname tú, ya que mi ancianidad te requiere para jamás ser viejo, jamás
disolverme en mí mismo para que la nada realmente tome cuerpo.
Mi deseo por esta noche es que los niños lloren por poner el dedo en el fuego, y
tú les instruyas para que entrenen con sus sombras.
Luego vendrás a mí con los cambios, con las profundizaciones, con las espadas y
las paredes.
No llores, si existen los cielos y los siete rayos, los siete superuniversos, las siete
palabras y el arcano nueve. No llores si las respuestas conoces siendo que las preguntas
jamás ronden en tu memoria.
Mi deseo por esta noche es reír con las paradojas, las utopías, los conceptos. Reír
quiero de lo inminente y del peligro de peligrar mi muerte.
¡Oh locura mía de tres risas!, te atravesaste en mi alma para lograrme inmortal
en la noche que fue más antigua, mi epitafio te nombró mi vida, te nombró ser el
despuntar del día en que yo escribí el destino irrevocable de los universos.
Mi deseo por esta noche es existir sólo contigo en el país perdido de las miríadas
de ensoñaciones y dulías y encantamientos, de leyendas donde los idilios de hadas y
magos siempre despiertan al sentarse la mañana en su silla de oro.
Las tormentas en tus ojos, eran el reflejo de tu frenesí al anhelar con ansia el
viento de mis respiros en tu boca tan rubí, tan valiosa como el oro del que usa con
sabiduría la gran Fragua Encendida de Vulcano. Esas tormentas son el poder del verbo
luego de evocarlo, sin más que con la virtud que tanto cuidas en tu piel de llanuras
legendarias.
Mi reina, eres también mi muerte tan loca, eres mi insaciable locura que busca
volverme sobrio y despierto como el alba madrugadora, como las lagunas que esconden
sus castillos pétreos y ancestrales.
Quizá leas mis escritos a la ves que yo los plasmo sincero, durante cada noche
desvelada, como mis pupilas tan vacías y abandonadas, como mi boca por ti, al yo pisar
el suelo del mundo de los mortales. Quizá revises hasta mis propias ideas desde antes
que yo las conciba... no lo sé.
Yo deseo por esta noche evocarte, para así no tener que pelear por el
sentimentalismo, mal amigo, que siempre conduce al sufrir y a la tristeza.
Mi deseo por esta noche es mixturarme en forma de dragón, con esa belleza tan
tuya que llevas sin darme cuenta que me encierras en el universo, atrapándome en mis
propias manos.
Mi deseo por esta noche es... no sé... ser mortal para que me mates, para que me
arrebates de la putrefacción de mi psiquis; ayúdame, y dime que mi deseo es que desees
el musterion de un escritor maldito como el druida y sus arcanos. Así somos los
malditos, así somos los oscuros que no damos batallas, pero sí barbaridades, pero sí
tempestades en el evo.
Mi deseo por esta noche, Dios mío, que me deis a ti; dadme el poderío. Ella mi
roca, ella mi magia.
EL DESPERTAR
DE LA
CONCIENCIA
Para empezar a tratar este tema deduzcamos si en realidad sabemos lo que es la
conciencia. ¿Acaso sabemos nosotros lo que esto significa? Lamentablemente debemos
contestar que no, pues si fuera el caso contrario, ni nuestro mundo ni nosotros
estaríamos donde estamos, ni haciendo la barbarie que hemos provocado.
Si la conciencia trata de liberarse, el ego lucha por lo contrario, así por ejemplo
cuando pensamos en la lujuria él goza fornicando y he ahí que podremos descubrirlo y
dejar de darle de comer, se debilitará poco a poco hasta morir.
Expresó Pablo VI: “El Mal no es ya sólo una deficiencia, sino una eficiencia, un
ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Quien rehúsa reconocer su existencia, se
sale del marco de la enseñanza bíblica y eclesiástica” (Nov. 15/72).
Los demonios, son el antipolo de los ángeles, la parte negra de la Gran Creación
y hasta muchos de ellos son la resulta de la involución de un ser humano que se ha
embelesado en el “mundo”. Un demonio no es en sí una sola entidad sino una legión tal
como lo señala la Biblia cuando el Divino Rabí de Galilea pregunta al endemoniado de
de Gerasa: “¿Cuál es tu nombre?”, y el demonio le contestó: “Mi nombre es Legión”.
Los esoteristas utilizan a los demonios para servirse de ellos en sus tareas y emplean
llamadas como la de Pedro de Apono que no es el caso ahorita traer a colación. Los
demonios también conservan una jerarquía a la misma que obedecen cual soldado a su
superior, cumpliendo la tarea encomendada según su especialización.
Los Ángeles, según Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo, hoy en día tienen poca
importancia dada y que inclusive existe el colmo de llegar a negar su existencia. Así
mismo dice que los Saduceos lo hacían hace 2000 años y para demostrar esto, cita unba
parte en la Biblia que dice: “…porque los Saduceos niegan la Resurrección y la
existencia de los Ángeles y espíritus; mientras que los fariseos profesan lo uno y lo
otro” (Hch. 23;8). Sin embargo tenemos verdaderos sabios que no están de acuerdo con
aquella posición idiota (digo idiota porque se ríe de lo que desconoce). Dentro de la
Iglesia Católica vemos que en Cuarto Concilio de Letrán y el Concilio Vaticano I se
afirma: “simultáneamente al comienzo del tiempo Dios creó una y otra creatura, la
espiritual y la corporal, es decir la angélica y la del mundo”.