Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Parte II
Sabemos que el origen del Tarot es oscuro y difuso. Muy posiblemente se remonte a los
tiempos de los antiguos egipcios, ya que algunos estudiosos han reconocido los Arcanos
Mayores en jeroglíficos. Hay otros que han hablado de grandes semejanzas de las cartas
de juego con los primeros juegos e ídolos orientales (ajedrez, dominó y dados). Sin
embargo, no se sabe si los Arcanos Mayores y Arcanos Menores fueron inventados por
separado y reunidos más tarde en un solo mazo o si por el contrario, nacieron
directamente como baraja de setenta y ocho cartas.
Lo cierto es que es inevitable relacionar a la Edad Media como cuna del Tarot, pues
muchos asocian a las cartas adivinatorias con los gitanos o cíngaros bien conocidos por
su oficio de cartomantes a nivel mundial. Las tribus cíngaras empezaron a desplazarse
hacia Europa Occidental en el año de 1400, posteriormente fueron expulsados de Italia.
Existen buenas fuentes para creer que fueron ellos quienes difundieron el Tarot a lo
largo de toda Europa.
Hasta hoy, las teorías más comentadas y aceptadas son que el Tarot es de origen egipcio,
chino, hindú, árabe, y/o gitano. Dada esta situación, es más factible que el simbolismo
del Tarot sea un sincretismo de diversas fuentes culturales y que gran parte del
simbolismo haya cambiado a través de los siglos debido a la transformación
iconográfica, mediante un proceso por el cual los símbolos son alterados sutilmente.
Los naipes aparecen en Europa en la segunda mitad del siglo XIV y se difunde con
rapidez de sur a norte, a lo largo del continente. Actualmente, no se conserva ejemplar
alguno de las primeras cartas de juego. Las más antiguas hasta hoy son los lujosos y
bellos Tarots del siglo XV.
Se dice que Italia fue el país que vio nacer las primeras figuras de una baraja de Tarot,
consideradas como las más valiosas y hermosas de todos los tiempos. Eran como
grandes tesoros artísticos conservados por familias aristócratas de aquella época quienes
contrataban a expertos en la pintura miniaturista para que ilustraran un mazo que
representara en sus figuras a integrantes de la familia.
Algunos ejemplos son “El Tarot de Carlos VI”, donde algunas piezas se conservan en la
biblioteca Nacional de Paris y el “Tarot Visconti-Sforza”, donde algunos naipes se
conservan en el museo de Castel Ursino, Catania.
Investigaciones alrededor del Tarot
Todo lo que se sabe actualmente sobre la historia del Tarot se debe a la recopilación de
varios investigadores que tuvieron esa inquietud de saber sobre su origen (ver: Origen
del tarot). Entre los que más aportaron información fueron: Antoine Court de Gébelin,
Etteila, Eliphas Lévi, Papus, Arthur Edgard Waite, Oswald Wirth y Aliester Crowley.
JEAN-BAPTISTE ALLIETE
ELIPHAS LÉVI
Durante décadas, las teorías y revelaciones de Etteila fueron aceptadas, hasta que, a la
mitad del siglo XIX, otro gran ocultista, Eliphas Lévi, ofreció una nueva verdad. En su
obra Dogma y Ritual de la Magia Trascendental, afirmaba que el Tarot no provenía del
antiguo Egipto, sino de Palestina, durante la última revuelta de los judíos contra los
romanos. Lévi observó en las cartas una síntesis de la ciencia y clave para interpretar la
cábala. Fusionó los senderos del árbol de la vida de la Cábala con las veintidós letras del
alfabeto hebreo.
PAPUS
El iniciado inglés y doctor Arthur Edward Waite (1857-1942) dejó numerosas obras
entre ellas: La Clave del Tarot y La sagrada Cábala. Creador de una de las barajas más
difundidas en nuestra época: El Tarot Raider-Waite.
OSWALD WIRTH
Conocido por su libro: Le Tarots des Imagiers du Moyen Age. Sostenía que el Tarot
estaba relacionado con los naibi, ciertas cartas instructivas del Medioevo.
ALIESTER CROWLEY
Creía que el Tarot es el punto que concentra todas las energías del Universo. Su
aportación le llevó a recordar algunos de los arcanos y hasta cambiar sus símbolos. Creó
su propia versión de Tarot, también muy conocido en nuestra época: El Tarot de Thoth,
o Tarot de Aliester Crowley.