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ARGENTINA
2000
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AUTORIDADES
PRESIDENTE DE LA NACION
Dr. Fernando DE LA RÚA
MINISTRO DE SALUD
Dr. Héctor José LOMBARDO
SUBSECRETARIO DE PROGRAMAS
DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN
Dr. Javier Oscar VILOSIO
DIRECCIÓN NACIONAL DE
MEDICINA SANITARIA
A/C Dr. Francisco MARTINI
DIRECCIÓN DE EPIDEMIOLOGÍA
A/C Dr. Anibal REINALDO
SUBSECRETARIO DE INVESTIGACIÓN
Y TECNOLOGÍA
Dr. Ernesto PODESTÁ
INSTITUTO NACIONAL DE
ENFERMEDADES RESPIRATORIAS
“DR. EMILIO CONI”
A/C Dr. Alberto MARCHESE
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MICROSCOPÍA: NORMAS TÉCNICAS
OMAR LATINI
Comité de redacción:
LUCÍA BARRERA
OMAR LATINI
MARÍA DELFINA SEQUEIRA
ELSA ZERBINI
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INDICE
INTRODUCCIÓN ____________________________________________________ 5
LA MUESTRA ______________________________________________________ 6
1.1. CALIDAD DE LA MUESTRA _____________________________________ 6
1.2. OBTENCION ESPONTANEA DEL ESPUTO __________________________ 6
1.3. METODOS ESPECIALES PARA OBTENER MUESTRAS DE ESPUTO _ 7
1.3.1. Inducción de esputo_____________________________________________ 7
1.3.2. Lavado gástrico ________________________________________________ 8
1.3.3. Lavado bronquial_______________________________________________ 8
1.3.4. Hisopado laríngeo ______________________________________________ 9
1.4. NUMERO DE MUESTRAS Y MOMENTO DE LA RECOLECCION DE ESPUTO 9
1.5. EL ENVASE_____________________________________________________ 10
1.6. CONSERVACION Y TRANSPORTE DE LAS MUESTRAS DE ESPUTO ___ 11
1.7. RECEPCION DE LA MUESTRA __________________________________ 12
LA BACILOSCOPIA________________________________________________ 13
2.1. LUGAR DE TRABAJO ___________________________________________ 13
2.2. REACTIVOS ____________________________________________________ 13
2.2.1. Preparación ___________________________________________________ 13
2.2.2. Precauciones con los colorantes ___________________________________ 14
2.3. PREPARACION DEL EXTENDIDO ________________________________ 14
2.4. COLORACIÓN DE ZIEHL-NEELSEN _______________________________ 16
2.5. OBSERVACION MICROSCOPICA__________________________________ 18
2.6. CONSERVACION Y ELIMINACION DE LAS LÁMINAS _______________ 21
BIBLIOGRAFÍA _____________________________________________________ 27
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INTRODUCCIÓN
Mycobacterium tuberculosis, bacilo productor de la tuberculosis, se transmite de persona a
persona por medio de la tos de los enfermos con lesiones pulmonares abiertas que expectoran bacilos.
Se estima que alrededor de un tercio de la población mundial, dos mil millones de personas, están
infectadas con él; aproximadamente 8 millones de ellos enferman anualmente, de los cuales cerca de un
millón mueren por la enfermedad, aún cuando se cuenta con técnicas de diagnóstico sencillas y
tratamientos eficaces.
En Argentina se notifican aproximadamente 13.000 casos anuales, de los cuales 6.000 son
enfermos con formas pulmonares que eliminan bacilos con la expectoración y mantienen la transmisión
del bacilo mientras no son diagnosticados y tratados adecuadamente.
El primer paso para cumplir estos objetivos es contar con laboratorios que le aseguren a los
enfermos un diagnóstico rápido, seguro y accesible; para ello desde hace varias décadas se ha ido
conformando la Red Nacional de Laboratorios de Tuberculosis de la que participan más de 600
laboratorios de dependencia oficial: nacionales, provinciales y municipales, a los que se agregan
laboratorios privados y de obras sociales, que deben asegurar que cualquier habitante del país pueda
acceder al diagnóstico de la enfermedad, como paso previo a su curación. Se estima que hay en
promedio un laboratorio con microscopio cada 40.000 habitantes, aunque si se toman en cuenta los
mayores de 15 años en quienes se aplica sistemáticamente la baciloscopía la oferta de servicio es mucho
mayor.
Esta Red no sólo tiene por objetivo garantizar el acceso fácil al diagnóstico, sino también que
las técnicas que utilicen sus integrantes sean las más adecuadas a las necesidades de la población y que
se realicen con la mejor calidad.
La baciloscopía es la técnica que mejor se adapta a las necesidades del Programa de Control ya
que detecta los casos más infectantes, es sencilla, puede realizarse en cualquier laboratorio que cuente
con un microscopio, es económica y puede ser fácilmente estandarizada para garantizar la calidad en
todo el territorio nacional.
Si bien después de quince años los avances en la tecnología han introducido variantes en la
bacteriología, la baciloscopía aun sigue siendo la técnica de elección para el objetivo principal de cortar
la cadena de transmisión mediante el diagnóstico de los casos bacilíferos, su tratamiento efectivo y su
curación y continúa siendo el método más rápido de diagnóstico. Sin embargo algunos cambios se han
producido, especialmente con la asociación de TBC-SIDA, que hacen que se crea conveniente actualizar
las normas, especialmente en lo que respecta a la toma y conservación de algunas muestras y a la
aplicación de normas básicas de bioseguridad que garanticen el trabajo confiado y seguro.
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LA MUESTRA
Para que el laboratorio pueda obtener resultados confiables no sólo es necesario que ejecute las
técnicas en forma correcta, sino que cuente con una buena muestra, entendiéndose por tal la que
proviene del sitio de la lesión que se investiga, obtenida en cantidad suficiente, colocada en un envase
adecuado, bien identificada y conservada y transportada correctamente.
Mycobacterium tuberculosis se disemina por todo el organismo por lo que la enfermedad puede
manifestarse en cualquier órgano; de allí que las muestras que puedan procesarse para diagnóstico o
control son muy variadas: esputo, orina, líquido cefalorraquídeo, líquido pleural, líquido ascítico,
sangre, pus de cavidades abiertas, biopsias y otros.
La localización pulmonar es la más frecuente debido a que el bacilo necesita una buena presión
de oxígeno para desarrollar y lo consigue principalmente en ese órgano que, por otra parte, es el primer
lugar en el que se instala al infectar al hombre. Cerca del 85% de las tuberculosis tienen localización
pulmonar y estos enfermos, además de padecer casi siempre enfermedad severa, son a su vez los que
mantienen la infección pues diseminan los bacilos con la tos, estornudos o al hablar.
Este capítulo se dedic ará a la toma de muestras de origen pulmonar, dejando la obtención de
otras muestras para cuando se trate el cultivo.
Para el éxito de cualquier análisis de laboratorio se debe contar con una buena muestra; en este
caso, la muestra de catarro mucopurulento proveniente de pulmón es la que más garantiza que si hay
bacilos se puedan observar o aislar.
Las secreciones nasales, faríngeas o la saliva no son buenas muestras, aunque no deben
desecharse pues siempre existe la posibilidad de que los bacilos hayan quedado en la boca, nariz o
faringe.
- Elija un lugar adecuado para que el SR produzca la expectoración: por ejemplo una
pequeña habitación bien ventilada y con mucho sol si se dispone de ella o algún lugar
abierto que permita intimidad, tal como un espacio no concurrido del patio del Servicio de
Salud. No utilizar lugares cerrados o muy concurridos tales como consultorios médicos o
baños. (Ver Bioseguridad).
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- Instruya al SR indicándole que debe inspirar profundamente llenando sus pulmones de aire
tanto como sea posible, retenerlo un momento y luego expulsarlo violentamente desde el
abdomen, tratando de arrastrar las secreciones del pulmón. Debe recoger en el envase el
esputo producido tratando de que entre en su totalidad sin mancharse las manos o las
paredes externas del frasco. En caso de que esto último sucediera, aconsejar que limpie el
frasco con un papel y las manos con agua y jabón.
- Este procedimiento debe repetirlo otras dos veces, colocando todas las secreciones en el
mismo frasco.
- Cuando reciba la muestra, observe por fuera del frasco si la misma es de buena calidad:
mucopurulenta o mucosa. Si es saliva o secreción nasal no la descarte porque aún así
puede contener bacilos. Registre esta característica en el Registro de Laboratorio, insista en
las instrucciones e indique que recoja otra muestra.
Siempre se debe intentar conseguir expectoración espontánea; en los casos poco frecuentes en
que no pueda lograrse pueden utilizarse otras formas tales como la inducción de esputo o la
recuperación de secreciones por otros medios. Esta última no es tan buena como el esputo por lo que se
aplica sólo a niños, enfermos siquiátricos o ancianos.
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- Se hace kinesioterapia o, por lo menos, drenaje postural acostando al paciente con la
almohada debajo del tórax y la cabeza por fuera de la camilla y más baja, de tal forma de facilitar el
descenso de la expectoración.
Por razones de bioseguridad no es aconsejable utilizar este método a menos que se cuente
con sistemas de esterilización adecuados o máscaras descartables y salas de nebulizaciones
aisladas, ventiladas y soleadas que impidan la transmisión de bacilos por los aerosoles formados.
(Ver Bioseguridad).
- Momento de la recolección: por la mañana al despertar, con el paciente en ayunas dado que la
ingesta de alimentos hace que la expectoración ingerida pase al intestino. Si es un lactante es
conveniente que no esté presente la madre en el momento de la toma de muestra porque su
presencia puede incentivar los movimientos peristálticos.
- Técnica: sondeo gástrico realizado por médico o enfermera con experiencia, con sonda nasal,
de longitud adecuada y de diámetro adecuado a la edad del niño. Una vez que la sonda llega al
estómago, aspire con jeringa sin que la succión provoque daño. En caso de no obtenerse
material inocule 10 a 15 c.c. de agua destilada o solución fisiológica estéril y recoja
inmediatamente.
La obtención de esta muestra está reservada a médicos especialistas. Siempre que sea factible
debe ser cultivada.
Antes de tomar la muestra deben realizarse, de ser posible, baciloscopías de al menos dos
muestras espontáneas de esputo para intentar detectar la enfermedad sin procedimientos
invasivos y evitar la contaminación innecesaria del broncofibroscopio con bacilos.
Las maniobras utilizadas suelen producir expectoración en las 24 horas posteriores, razón por la
que debe entregarse un frasco al enfermo para que las recoja y entregue en el laboratorio.
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Las salas de fibroscopía y el personal que la realiza deben contar con todos los requisitos de
bioseguridad. Se deben aplicar rigurosos procedimientos de esterilización y lavado del broncoscopio
para evitar la transmisión de tuberculosis con dispositivos contaminados y la generación de falsos
resultados positivos por la presencia de bacilos remanentes, vivos o muertos.
A causa del escaso número de bacilos que suele contener esta muestra, las molestias que
ocasiona al paciente y los riesgos potenciales para la persona que toma la muestra, se aconseja utilizar
esta técnica cuando no es posible obtener otro tipo de muestra. Es conveniente procesar esta muestra por
cultivo siempre que sea posible para poder detectar el bajo número de bacilos y debido a que las fibras
de algodón pueden producir resultados falsos positivos en la baciloscopia.
- Envase: tubo de ensayo con tapón de algodón conteniendo un hisopo de algodón montado en
alambre de acero o varilla de madera flexibles de aproximadamente 30cm de longitud.
- Técnica: una vez sentado el paciente solicítele que levante la cabeza, abra la boca y saque la
lengua y tómesela con dos dedos de la mano izquierda cubierta con guantes o bien con un trozo
de gasa. Introduzca el hisopo levemente humedecido con agua destilada o solución fisiológica
estéril hasta la laringe; pida al paciente que tosa e imprima al hisopo un movimiento circular
suave tratando de recoger las secreciones de esa zona.
Retire el hisopo tratando de no tocar las partes blandas de la boca e introdúzcalo en el tubo de
ensayo.
Debe ser enviado lo antes posible al laboratorio para su procesamiento.
El operador debe utilizar guardapolvo largo con mangas, guantes, barbijo o máscara
rígida y en lo posible anteojos.
En las condiciones habituales del Programa de Control se considera suficiente obtener dos
muestras por SR ; en caso de que ambas fueran negativas y el médico tenga otros elementos para
sospechar que puede tratarse de tuberculosis, se debe pedir una tercera muestra y también, de ser
posible, un cultivo.
Si bien la primera suele tener menor rendimiento que la segunda, al tomarla asegura que al
menos se pueda analizar una muestra del SR. De todas formas, deben hacerse los mayores esfuerzos
para que la persona regrese con la segunda muestra.
Si se decide tomar una tercera muestra, ésta puede ser recogida en el momento en que el SR
entrega la segunda o bien se debe solicitar una nueva muestra matinal.
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Para control de tratamiento se aconseja examinar con baciloscopía una muestra por mes,
poniendo énfasis en las muestras del segundo y cuarto mes y en la del final del tratamiento.
1.5. EL ENVASE
- Cierre hermético: en lo posible con tapa a rosca, para evitar derrames durante el transporte y
la producción de aerosoles cuando se abre en el laboratorio.
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1.6. CONSERVACION Y TRANSPORTE DE LAS MUESTRAS DE ESPUTO
En general, tanto para baciloscopía como para cultivo se recomienda no dejar transcurrir
más de siete días entre el momento de la recolección de la muestra y el del procesamiento en el
laboratorio.
Es útil contar con un envase de plástico con tapa, del tipo de los que se utilizan para conservar
alimentos, de alrededor de 15 por 40 cm, de altura ligeramente superior a la de los envases utilizados,
en cuyo interior se adapta una base de telgopor agujereada con círculos de diámetro ligeramente
superior al de los envases, para conservar allí las muestras. Estos envases son útiles para conservar
muestras en heladera o bien para su transporte.
En un Servicio de Salud que no tiene laboratorio , el personal debe conocer a qué
laboratorio debe enviar las muestras, con qué frecuencia y por cuál medio de transporte . El
responsable Provincial de la Red de Laboratorios de Tuberculosis lo ayudará a resolver estos problemas.
Si las muestras van a ser procesadas sólo por baciloscopía y conservadas por varios días,
puede agregar unas 10 gotas de fenol al 5 % en el momento de recibirlas, agitarlas levemente y dejarlas
al menos 30 minutos; este desinfectante mata a todos los gérmenes del esputo, incluyendo a las
micobacterias, pero aun así éstas se colorean por la técnica de Ziehl-Neelsen.
Cada envío debe ser acompañado por las hojas de solicitud de examen correspondiente o al
menos por una lista de datos de los pacientes: nombre y apellido, servicio, aclaración sobre si es
muestra para diagnóstico (1ª o 2ª) o para control de tratamiento indicando el mes.
En lo posible se debe elegir el medio de transporte que garantice mayor rapidez y confianza en
la entrega.
Extendidos fijados
En casos excepcionales puede ser necesario realizar extendidos de esputo sobre el portaobjetos
para enviarlos al laboratorio para su coloración y lectura; en esa circunstancia se debe tomar al
precaución de tratar previamente el esputo con 10 gotas de fenol al 10% y después de una hora realizar
el extendido siguiendo las indicaciones que se verán en el Capítulo de Baciloscopía. En ese tiempo los
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bacilos habrán muerto pero mantienen su capacidad de teñirse con la fucsina. Es conveniente hacer dos
extendidos de cada muestra.
Después de 24 horas de contacto con fenol el material puede descartarse quemando el frasco en
el pozo de incineración del servicio.
- Desinfectar el exterior de los envases con algodón con fenol al 5% si se han producido
pequeños derrames durante el transporte. Si el derrame ha sido masivo esterilizar toda la caja en
autoclave o incinerarla.
- Notificar al servicio que derivó las muestras, en caso de ser necesario, los inconvenientes que
se observan, especialmente en la calidad y cantidad de los esputos y en la forma de envío.
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LA BACILOSCOPIA
El examen microscópico directo o baciloscopía es la técnica fundamental para el diagnóstico y
el control del tratamiento de la tuberculosis pulmonar del adulto.
Se debe contar con una mesa o mesada para realizar los extendidos de aproximadamente 1 x
0,50m, en lo posible cubierta con material que pueda desinfectarse fácilmente con soluciones
germicidas (cerámica o azulejos sin junturas evidentes, fórmica, acero o materiales similares); en caso
de no contar con ellos se puede utilizar una bandeja de metal o vidrio de dimensiones aproximadas o
bien cubrir el área de trabajo con papel de diario impregnado en fenol al 5%.
El área de trabajo puede no ser exclusiva; donde existe un solo ambiente éste sirve para todas
las actividades; en esos casos se recomienda disponer de un horario especial para realizar los extendidos
y coloraciones, habitualmente el momento de menor movimiento, cuando se pueda restringir el paso de
personas y cerrar la puerta.
b.- Envases para muestras, aplicadores de madera (o en su defecto ansas), frascos para
soluciones colorantes, mechero preferentemente de gas aunque puede utilizarse uno de alcohol,
lápiz marcador de vidrio (graso, tinta indeleble o de diamante), portaobjetos, pinza, receptáculo
para descartar los envases con muestras y frascos para fraccionar reactivos.
c.- Material de vidrio aforado para preparar las soluciones. Puede no ser necesario si el
Laboratorio de Referencia envía los colorantes y reactivos fraccionados para preparar un
volumen determinado (un litro, medio litro).
2.2. REACTIVOS
2.2.1. Preparación
- Fucsina básica 3 g
- Alcohol 95° GL 100 ml
- Fenol acuoso* 55 ml
- Agua destilada c.s.p. 1.000 ml
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Se disuelve la fucsina básica en el alcohol, agitando suavemente y se agrega el fenol acuoso*;
se deja reposar hasta el día siguiente; se agita suavemente y se agrega agua destilada para completar un
litro. Se filtra.
* El fenol acuoso se prepara fundiendo con cuidado, en baño maría, el fenol en cristales con 100 ml
de agua destilada por cada Kg de fenol (preferentemente calentado con calentador eléctrico o con llama a
baja intensidad y con la tapa del frasco ligeramente abierta); de esta manera se mantiene líquido y debe
conservarse al abrigo de la luz para evitar su oxidación.
- Azul de metileno 1 g
- Agua destilada 1.000 ml
- Los colorantes, especialmente la fucsina básica, deben ser de buena calidad. De ser posible es
conveniente que se realice una compra unificada para garantizar la misma calidad en todos los
servicios de una provincia. Obsérvese que la pureza del colorante sea del 100%, de no ser así
ajústense las cantidades teniendo en cuenta el grado de pureza.
- Es conveniente preparar volúmenes que se han de consumir en no más de dos meses. Todo
reactivo con características anormales (llamativamente precipitado, turbio, etc), o conservado
por más de 6 meses, debe ser descartado.
- Los colorantes deben conservarse en frascos color caramelo o bien en envases comunes pero
bien resguardados de la luz.
Antes de comenzar a trabajar debe lavarse las manos y colocarse el guardapolvo. Tenga en
cuenta las medidas de bioseguridad recomendadas más adelante.
La mejor medida para evitar riesgos y errores es la sistematización de las actividades que se han
de realizar, téngalo en cuenta:
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- Es conveniente extender una hoja de papel absorbente en el área de trabajo donde realizará los
extendidos, la que descartará con el material a esterilizar, al finalizar el trabajo.
- Si marca los portaobjetos con lápiz graso hágalo en la parte posterior de los mismos para
evitar que se pierda la identificación durante la coloración.
Se recomienda no procesar más de doce muestras por vez para evitar accidentes y errores por
cambio de muestra.
- Si usa palillo para realizar el extendido, parta el palillo en dos tratando de que las puntas
queden ásperas y con las puntas de ambas mitades trate de levantar la partícula más purulenta
de la muestra y enróllela en una de ellas.
Si usa ansa no descartable, quémela primero desde el mango hacia el aro, déjela enfriar y luego
seleccione la partícula más purulenta.
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- Coloque la partícula seleccionada sobre el portaobjetos cerca de la línea divisoria y extiéndala
con el palillo o el ansa con movimientos circulares, tratando de dispersarla por toda la
superficie central, sin llegar a los bordes, en forma homogénea.
El extendido debe quedar de grosor homogéneo, cubriendo la mayor parte de los dos tercios del
portaobjetos. Si es demasiado fino, es posible producir un resultado falso negativo, si es muy
grueso, el material puede desprenderse durante la coloración. El grosor adecuado es el que
permite leer un texto impreso a través del preparado.
- Cierre el envase y déjelo en el lado opuesto a los que aún no ha procesado, para evitar
confusiones. Continúe de la misma manera con cada una de las muestras siguientes.
- Espere a que las láminas se hayan secado al aire y luego páselas rápidamente sobre la llama
dos o tres veces para fijar el extendido; no lo queme ni lo sobrecaliente.
Los extendidos deben ser coloreados lo antes posible, no deben quedar sin
colorear hasta el día siguiente , ya que los bacilos permanecen vivos cuando son fijados
sólo con calor suave.
- Conserve las muestras hasta que haya realizado las coloraciones y lecturas y esté seguro de
que no necesitará realizar nuevos extendidos o enviarlas para cultivo.
- Cuando haya terminado, puede descartar las muestras colocándolas, junto con los palillos,
en un recipiente para incineración o autoclavado o bien colocándoles fenol al 5% o
hipoclorito de sodio al 10% y dejándolas hasta el día siguiente, momento en que puede
eliminarlas con los desechos habituales del laboratorio.
- Limpie la superficie de trabajo descartando los papeles con que pudiera haberla cubierto y
pase fenol al 5% o hipoclorito de sodio al 10% sobre la superficie para desinfectarla.
Descarte el barbijo o los guantes, si los ha usado, del mismo modo que las muestras.
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Es también la más económica y alcanza la misma sensibilidad que la técnica de fluorescencia si se le
dedica tiempo suficiente a la lectura de cada frotis.
a.- Coloración.
- Disponga dos varillas de vidrio sobre la pileta de lavado a una distancia de aproximadamente
5 cm entre una y otra; si por cualquier causa no desea colorear en la pileta puede utilizar alguna
bandeja metálica o de vidrio.
- Coloque las láminas fijadas conservando el orden numérico con el extendido hacia arriba y sin
que se toquen entre ellas.
- Vierta los reactivos y el agua suavemente evitando salpicaduras que pueden transferir material
de un portaobjetos a otro y pueden generar aerosoles.
- Cubra la superficie del extendido con fucsina básica fenicada recientemente filtrada. También
se puede cubrir previamente el extendido con un trozo de papel de filtro que no sobresalga del
portaobjeto y luego cubrir con la fucsina. Este papel evita que los posibles cristales de fucsina
se asienten sobre el extendido.
- Con la llama de un hisopo embebido en alcohol caliente suavemente por debajo de los
extendidos con movimientos de vaivén hasta que observe que se desprenden los primeros
vapores.
El calentamiento nunca debe ser tal que hierva la fucsina ya que a esta temperatura la
pared de los bacilos se destruye y no se colorean.
- En el término de aproximadamente cinco minutos debe calentar tres veces hasta emisión de
vapores; este tiempo y estas temperaturas son suficientes para que la fucsina penetre
adecuadamente en el bacilo y se fije a sus lípidos.
- Levante cuidadosamente el portaobjetos desde el extremo más cercano a usted y con el frasco
de agua o un chorro fino proveniente de una mangueraconectada a la canilla, lave
cuidadosamente la superficie eliminando totalmente la solución de fucsina. Girando el
extendido lave con cuidado también la parte posterior. Incline el portaobjetos tomándolo con
una pinza para eliminar el exceso de agua y evitar diluir los reactivos que se utilizarán a
continuación.
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b.- Decoloración.
- Elimine el exceso de agua inclinando el portaobjetos. Cubra todo el extendido con solución de
azul de metileno dejándolo entre 45 segundos y un minuto. Enjuague las láminas en ambas
caras con agua a baja presión y limpie la parte inferior con un algodón si ha quedado coloreada.
- A medida que las saque del soporte de coloración observe si la numeración está aun visible y
en caso contrario vuelva a numerarlas.
b.- cuantificar aproximadamente, en caso positivo, la riqueza en bacilos, lo que da idea del
grado de severidad e infecciosidad del paciente.
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Ubique cerca del microscopio todos los elementos que va a necesitar para la lectura: aceite de
inmersión, papel suave, el Registro del Laboratorio y una lapicera, una caja para guardar
portaobjetos.
- Apoyando el portaobjetos sobre la mesa deposite una gota de aceite de inmersión sobre la
parte del extendido coloreado cercana al número. (No es conveniente usar aceites naturales de
mayor densidad y secantes; por ejemplo aceite de cedro).
No se debe tocar el extendido con la punta del gotero o varilla para evitar pasar partículas de un
extendido a otro y generar falsos resultados positivos.
- Coloque el portaobjetos sobre la platina dejando la superficie cubierta por el aceite justo
debajo de la lente de inmersión y baje ésta lentamente con el tornillo macrométrico hasta que
toque ligeramente el aceite. En ese momento observe a través de los oculares y continúe
bajando muy lentamente hasta ver el material coloreado del extendido, continúe ajustando el
tornillo micrométrico hasta ver una imagen nítida.
- De haber bacilos los observará como pequeños bastoncillos delgados, ligeramente curvos,
teñidos de rojo fucsia, generalmente con gránulos más coloreados en su interior, aislados o en
grupo, destacándose sobre un fondo azul.
- Siga una pauta uniforme de observación, para evitar repetir la lectura de algunos campos,
leyendo de izquierda a derecha del extendido al menos 100 campos microscópicos útiles.
- Si se encuentran entre uno y 10 BAAR por campo bastará con leer 50 campos.
- Terminada la observación limpie el aceite de inmersión del objetivo con una gasa o papel
suave, absorbiendo el aceite sin frotar en exceso la lente. Esto contribuirá al cuidado de la lente
y a evitar la transferencia de material al siguiente frotis que se va a leer.
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No es conveniente usar xilol u otro disolvente en forma permanente para limpiar los objetivos
pues deterioran rápidamente los objetivos y oculares. Los aceites sintétic os no secantes
utilizados actualmente no requieren de limpieza frecuente con solventes.
- Si con esa lectura no se encuentran más bacilos, hacer otro extendido de la misma muestra,
tratando de elegir partículas purulentas.
- Si la lectura del segundo extendido no modifica el resultado del anterior la muestra debe
informarse como negativa, consignando en el Libro de Registro el hallazgo y en lo posible
solicitar una tercera muestra.
Envíe el resultado lo más pronto posible al centro de salud o médico que solicitó el examen.
Es conveniente guardar extendidos fuertemente positivos, preparados con muestras a las que se
les ha agregado fenol, para controlar la calidad de cada nuevo lote de colorantes que se prepare. Si no
detecta bacilos ácido-alcohol resistentes, los reactivos son defectuosos o la coloración ha sido realizada
en forma incorrecta. Si no puede decolorar bien el preparado, el decolorante es defectuoso o la
decoloración ha sido realizada en forma incompleta.
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2.6. CONSERVACION Y ELIMINACION DE LAS LÁMINAS
El sistema nacional de garantía de calidad de las baciloscopías requiere que las láminas se
conserven al menos un mes hasta que puedan ser solicitadas para su relectura.
Las láminas leídas se limpian con un algodón embebido en alcohol pasándolo por la superficie
con leve presión, se comprueba que se mantenga visible la numeración y se las guarda con sus
resultados.
Luego del mes, de no serles solicitadas puede limpiar las láminas dejando las negativas en las
que no se observen rayaduras para preparar nuevos extendidos y enviando las positivas a otra sección
del laboratorio.
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NORMAS MINIMAS DE BIOSEGURIDAD PARA LABORATORIOS
QUE REALIZAN BACILOSCOPÍAS
La información disponible en nuestro país indica que el personal de salud más expuesto a
contraer tuberculosis es el que asiste directamente al paciente: médicos y enfermeras. Es menor el riesgo
del personal del laboratorio que puede protegerse con medidas de precaución simples y no muy
costosas.
3.1. PERSONAL
1. Los trabajadores de salud infectados con HIV, con otra enfermedad inmunosupresora, con
tratamientos prolongados con medicamentos inmunosupresores o diabéticos no deben trabajar en
áreas de riesgo. Aquéllos con enfermedades pulmonares crónicas deben consultar previamente con
su médico.
2. Los trabajadores de salud no reactores a la tuberculina (PPD menor de 10 mm) deben vacunarse con
BCG al ingresar a trabajar.
3. Deben tener una evaluación médica clínica anual sistemática con placa de tórax y, cuando tengan
síntomas respiratorios, baciloscopía y cultivo de ser posible.
4. Cada laboratorio debe contar con instrucciones escritas y difundidas sobre el manejo de pacientes
con tuberculosis y de las muestras biológicas obtenidas de los mismos. En cada sección deben estar
expuestas las normas básicas de bioseguridad específicas del área.
5. Es conveniente dictar a los ingresantes un curso con contenidos de historia natural de la tuberculosis
y medidas de bioseguridad y reafirmar periódicamente los conocimientos.
En todas las circunstancias tener presente que es necesario aplicar todas las medidas lógicas
para evitar la generación y movimiento de aerosoles.
1. Toda manipulación de material potencialmente infeccioso debe ser realizada en áreas alejadas de la
circulación general.
2. Restringir el acceso al laboratorio de personal ajeno al área de trabajo para evitar movimientos,
corrientes de aire, distracciones y exposición de personas no involucradas. Atender al personal del
centro de salud y pacientes fuera de este área.
3. No utilizar ventiladores ni acondicionadores que generen flujos de aire mientras se está trabajando
con material infeccioso.
4. Trabajar en áreas con pisos y paredes lavables; limpiarlos diariamente con una solución de
hipoclorito de sodio concentrado comercial al 10%. NO BARRER EN SECO NI ENCERAR. NO
USAR PLUMEROS PARA LA LIMPIEZA.
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5. No ubicar en el área de trabajo elementos innecesarios ni sacar de la misma libros de registro o
elementos allí utilizados.
6. Utilizar siempre guardapolvo de mangas largas y cerrado; no sacarlo del centro de salud donde debe
ser desinfectado y lavado (agua caliente y enjuague con agregado de hipoclorito).
8. Si se procesan un promedio diario de más de 5 muestras, utilizar barbijos con buen ajuste alrededor de la
boca y nariz para la toma, manipulación y procesamiento de las muestras. El filtro del barbijo o máscara
debe ser de alta eficiencia (HEPA) que retenga partículas del orden de los 0,3 micrones que aseguren al
menos 95% de protección. Pueden utilizarse los de trabajadores que trabajan con asbestos o silicio. Los
barbijos de cirugía no protegen contra los bacilos de la tuberculosis.
9. Controlar que no haya heridas o escoriaciones en las manos; si las hubiera, cubrir con vendaje y
guantes. En circunstancias normales no es indispensable el uso de guantes para el trabajo con
muestras de esputo en tuberculosis aunque, si existe una norma general de laboratorio de utilizarlos
para protección, es conveniente mantenerla sin hacer excepciones.
10. Lavarse las manos con frecuencia, aun cuando se usan guantes.
11. No tocar, sin antes lavarse las manos, instalaciones o equipamiento del laboratorio.
1. Las muestras deben ser recolectadas al aire libre o en un lugar bien ventilado hacia el exterior y con
puertas cerradas a áreas de circulación de público.
4. Para el transporte acomodar los envases en cajas rígidas, resistentes, impermeables, con cierre
hermético y divisiones interiores. Ubicar ésta en otra caja sin divisiones de tamaño ligeramente
mayor, rellenando los espacios vacíos para evitar movimientos, por ejemplo con papel.
2. Disponer siempre de un frasco con fenol al 5% y trabajar en el área delimitada cubierta con un papel
embebido en fenol.
3. Al recibir la muestra comprobar que no haya derrames; si existieran, desinfectar el exterior del
envase con algodón embebido en fenol al 5% o hipoclorito de sodio al 10%. Si el derrame hubiera
sido masivo autoclavar o incinerar el frasco y el contenedor en el que fue trasladado al laboratorio.
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4. Ante cualquier rotura del envase o tubo con material potencialmente contaminado cubrir
inmediatamente la zona con papel y embeberlo con fenol al 5% o con hipoclorito al 10% y
abandonar el área de trabajo por 30 minutos. Al regresar recoger el material con pinzas y depositarlo
en un recipiente donde pueda ser incinerado o autoclavado.
5. Abrir los envases con muestras teniendo un mechero entre la misma y el operador. De igual manera
proceder para seleccionar la partícula a ser extendida y al realizar el extendido.
6. De preferencia utilizar palillos para realizar los extendidos. Si se usa ansa, primero debe ser
limpiada en un frasco con arena y fenol o alcohol y luego quemada en el mechero, comenzando
desde el mango hacia el aro. Si se usa pipeta cuidar que la punta superior esté protegida con algodón;
no pipetear nunca con la boca.
7. Al realizar los extendidos, conservar los bordes limpios, sin muestra. Colorearlos tan pronto estén
secos para disminuir al mínimo el tiempo en que las micobacterias permanecen viables.
- Puede construirse en madera u otro material (acero, melamina, etc…), teniendo en cuenta
que la superficie interior no debe presentar rugosidades para permitir una buena
desinfección.
- La cámara puede ubicarse sobre la mesada del laboratorio.
- Las dimensiones aproximadas son: 100 cm de largo, 85 cm de altura, 60 cm de ancho en la
base, 33 cm en la parte superior y 20 cm de alto en la entrada de manos.
- El aire contaminado dentro de la cámara debe ser expulsado forzadamente por un extractor
adecuado, colocando antes del mismo filtros adecuados. Si la cámara no dispone de esta
ventilación forzada, el riesgo de concentración de contaminantes es superior al de fuera de
la cámara.
- La ventana puede ser de vidrio doble o triple.
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SISTEMA DE REGISTRO E INFORMACIÓN
El sistema de información epidemiológica y operacional debe ayudar a administrar mejor la
Red de Laboratorios de Tuberculosis a todos los niveles. Éste debe permitir el conocimiento actualizado
de la magnitud y tendencia de la situación epidemiológica y al mismo tiempo el grado de desarrollo y
efic iencia de la Red de Laboratorios.
Los instrumentos de registro y formularios con los que debe contar la Red son:
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BIBLIOGRAFÍA
1. Center for Disease Control. Laboratory Manual for Acid-fast Microscopy. 2nd .ed. US Department of
Health , Education and Welfare, Smithwick, USA, 1979.
2. Centers for Disease Control and Prevention, National Institutes of Health. U.S. Department of
Health and Human Services, editor. Primary Containment for biohazards: selection, installation and
use of biological safety cabinets. Washington: U.S. Goverment Printing Office 1995, 1-51.
3. Collins CH, Grange JM, Yates MD. Tuberculosis bacteriology. Organization and Practice. 2nd ed.
Oxford: Butterworth-Heinemann, 1997.
4. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Dr. Emilio Coni”. Normas técnicas del
Programa Nacional de Control de la Tuberculosis. Argentina, 2000.
5. International Union Against Tuberculosis and Lung Disease. Technical guide for sputum
examination for tuberculosis by direct microscopy . Bull Int Union Tuberc 1978:4-16.
6. International Union Against Tuberculosis and Lung Disease. The Public Health Service National
Tuberculosis Reference Laboratory and the National Laboratory Network. Minimum Requirements,
Role and Operation in a Low-Income Country. Francia, 1998.
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