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Capítulo 1. 18.

Canalización
vascular
5. VIGILANCIA Y
UTILIZACIÓN

Cuando el catéter venoso esté ya situado, es necesaria la realización


de algunas maniobras de control y una serie de cuidados que van a
permitir cerciorarnos de la correcta posición del catéter, ayudándonos
a detectar complicaciones. Esta será la forma de conseguir que el
catéter realice su función lo más prolongada y adecuadamente
posible.

5. 1. CONTROL

Tras la inserción de un catéter venoso, es imprescindible asegurarse


de que la posición de éste es la adecuada. Para ello existen diversos
métodos:

- Reflujo de sangre. Es la maniobra inmediata que asegura la situación


intravascular del catéter; asimismo, la entrada sin obstáculos de
líquidos de infusión sin extravasación nos confirma la ausencia de
impedimentos, roturas, angulaciones, etc.. Todos estos controles se
realizarán siempre antes de la fijación del catéter.

- Control radiológico. Confirrma la situación del catéter cuyo extremo


no debe introducirse jamás en las cavidades cardíacas, salvo en el
caso del catéter de Swan-Ganz (D5 para la cava superior) (13, 14).

Existen fórmulas definidas para calcular la longitud de catéter que


debe de introducirse en función del peso del paciente y el lugar de
inserción. Permiten predecir, de forma óptima, la longitud de
inserción del catéter con una precisión del 90 - 97 %.

En caso de necesitar recolocar el catéter se deben repetir todos los


controles.

- Registro intracavitario del auriculograma. Aunque asegura la


colocación de la punta en aurícula derecha (13), precisa de de material
especial como adaptadores, monitor ,etc. NO se suele emplear en
nuestro medio.

- Ultrasonidos. Este método facilita la localización del vaso (12).


Tanto en las venas subclavia como yugular interna la probabilidad de
canalización del vaso aumenta con este control y disminuye el
número de punciones y complicaciones (15). Al mismo tiempo, se
consigue reducir el gasto en tiempo del personal, un menor uso de
catéteres y evita la necesidad de utilizar otras pruebas de imagen.
Puede ser particularmente útil la punción bajo la dirección de
ultrasonidos en los siguientes casos: a) Operador inexperto, b)
personas obesas o con importante edema de cuello o brazo que
enmascaran las referencias anatómica, c) pacientes portadores,
previamente, de catéteres que pueden tener venas de curso tortuoso o
trombosado (en el caso de trombosis los ultrasonidos con doppler
color no solo muestran la extensión de esta sino también la existencia
de vasos colaterales ), d) pacientes que requieren accesos repetidos en
una misma vena (como por ejemplo la vena yugular interna para
biopsia cardíaca previa al trasplante cardíaco), e) pacientes con
coagulopatías o que están siendo tratados con anticoagulantes y f)
ante la sospecha o certeza de anomalías anatómicas.

5. 2. FIJACIÓN

La fijación debe ser rigurosa y cuidadosa ya que de ello va a depender


en parte la duración del catéter, y se hará lo más cerca posible del
orificio cutáneo. Las maniobras de tunelización mejoran la fijación
especialmente en los catéteres muy blandos como los de silicona.

Debe existir siempre una curva armoniosa entre el punto de punción y


el extremo para evitar acodaduras que alteren la perfusión y faciliten
la rotura (16).

5. 3. CURAS LOCALES

Las curas locales se realizarán a diario lo cual nos permite además


examinar el punto de punción. Se desinfectarán cuidadosamente la
piel y el catéter para posteriormente colocar un apósito estéril que
aisle del exterior la entrada del catéter en la piel.

5. 4. VIGILANCIA DEL CATÉTER

La vigilancia consistirá en una serie de observaciones que realizadas a


diario nos permitirán detectar precozmente algunos problemas:

- Se verificará la permeabilidad comprobando el reflujo sanguíneo.

- Se buscarán signos de infección en el punto de punción,


movilización del catéter o fugas.
- Se realizarán controles radiológicos diarios para detectar
migraciones u otros cambios de posición.

- Se vigilará la temperatura del paciente ante la posibilidad de


colonización del catéter.

En la actualidad, puede ser interesante una exploración periódica con


ecografía-dopler (12) para detectar trombosis venosas que en muchas
ocasiones cursan con escasa expresión clínica.

La manipulación de toda la línea de perfusión (catéter, llaves,


conexiones, sistemas de suero, etc.) se realizará siempre con total
asepsia.

5. 5. RECOMENDACIONES

En el XIV Congreso de la Sociedad Norteamericana de Nutrición


Parenteral, el Comité de Trabajo sobre la problemática de los catéteres
venosos centrales presentó las siguientes recomendaciones generales
(17,18): - La cateterización venosa central debe realizarse únicamente
cuando los beneficios potenciales superen claramente los riesgos
inherentes al procedimiento.

- Excepto en el caso de catéteres de arteria pulmonar, la punta del


catéter nunca debe ser colocada en las cavidades cardíacas ni debe
permitirse que emigre hacia éstas.

- La situación de la punta del catéter debe ser siempre confirmada por


medio de rayos X. De manera periódica, deben descartarse posibles
migraciones de la punta.

- La cateterización venosa central ha de realizarse por personal


entrenado, con conocimientos adecuados de anatomía. Los ejecutores
deben dominar la técnica y tener presentes las complicaciones
potenciales.

- Cuando los catéteres sean colocados por personal en período de


aprendizaje, éste deberá ser supervisado estrechamente por
responsables cualificados.

- Los médicos que coloquen catéteres venosos centrales deben estar


familiarizados con el utillaje, así como con los tipos de catéteres,
tamaños, longitud y puntos de inserción más idóneos.

- Los profesionales encargados de vigilar pacientes con catéteres


centrales deben tener amplios conocimientos sobre los cuidados
específicos de estos catéteres y las posibles complicaciones que
pueden derivarse de ellos.

- Los fabricantes de materiales para catéteres venosos centrales deben


incluir en la información de éstos las complicaciones potenciales que
pueden derivarse de su uso o de su mal uso.

- Excepto en situaciones de emergencia, la colocación de catéteres


venosos centrales debe realizarse siempre con técnica aséptica
específica, que incluirá lavado de manos, guantes estériles, mascarilla,
gorro, bata, paños de campo y limpieza antiséptica adecuada de la
piel.

- Los catéteres colocados en circunstancias no idóneas deberán ser


sustituidos en cuanto lo permita la situación clínica.

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