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Los trastornos de la salud mental (psiquiátricos) comprenden las alteraciones del pensamiento,
de las emociones y del comportamiento. Estos trastornos están causados por complejas
interacciones entre las circunstancias físicas, psicológicas, socioculturales y hereditarias.
Tratamiento farmacológico
Durante los últimos 40 años se han desarrollado un número de fármacos psiquiátricos altamente
eficaces y ampliamente usados por los psiquiatras y por otros médicos. Estos fármacos son a
menudo clasificados de acuerdo con el trastorno para el cual se prescriben principalmente.
Por ejemplo, los antidepresivos como la imipramina, la fluoxetina y el bupropión, se usan para
tratar la depresión. Los fármacos antipsicóticos, como la clorpromacina, el haloperidol y el
tiotixeno, son útiles para trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia. Los nuevos
antipsicóticos, como la clozapina y la risperidona, pueden ser útiles para algunos pacientes que
no han respondido a otros fármacos más tradicionales. Los fármacos ansiolíticos como el
clonazepam y el diazepam se pueden utilizar para tratar los trastornos por ansiedad, como el
trastorno por pánico y las fobias. Los estabilizantes del humor, como el litio y la carbamacepina,
han sido usados con cierto éxito en pacientes con enfermedades maniacodepresivas.
Terapia electroconvulsionante
Psicoterapia
Durante los últimos años se han realizado grandes avances en el campo de la psicoterapia. La
psicoterapia es el tratamiento que el terapeuta aplica al paciente mediante técnicas psicológicas
y haciendo un uso sistemático de la relación paciente-terapeuta. Los psiquiatras no son los
únicos profesionales de la salud preparados para practicar la psicoterapia. También puede
incluirse a psicólogos clínicos, trabajadores sociales, enfermeras, algunos consejeros pastorales
y muchos otros que no son profesionales de la salud. Sin embargo, los psiquiatras son los únicos
profesionales de la salud mental autorizados para recetar fármacos.
Aunque la psicoterapia individual se practica de muchas formas diferentes, en general los
profesionales de la salud mental están especializados en una de las cuatro siguientes escuelas
de psicoterapia: la dinámica, la cognitiva-conductual, la humanista o la conductual. La
psicoterapia dinámica se deriva del psicoanálisis y se basa en ayudar al paciente a comprender
sus estructuras y conflictos internos que pueden estar creando síntomas y dificultades en sus
relaciones. La terapia cognitiva-conductual se centra primariamente en las distorsiones del
pensamiento del paciente. La terapia interpersonal se centra en cómo una pérdida o un cambio en
una relación afecta al paciente. La terapia conductual está dirigida a ayudar a los pacientes a
modificar su forma de reaccionar ante los sucesos que ocurren a su alrededor. En la práctica,
muchos psicoterapeutas combinan varias técnicas según las necesidades del paciente.
La psicoterapia es apropiada para una amplia variedad de situaciones. Incluso la gente que no
padece trastornos psiquiátricos puede encontrar en ella ayuda para enfrentarse a problemas
como dificultades en el trabajo, pérdida de un ser querido o una enfermedad crónica en la familia.
También se utilizan ampliamente la psicoterapia de grupo y la terapia familiar.
Hipnosis e hipnoterapia
De modo creciente se están utilizando la hipnosis y la hipnoterapia para tratar el dolor y los
trastornos físicos que tienen un componente psicológico. Estas técnicas pueden promover la
relajación, haciendo por consiguiente que se reduzcan la ansiedad y la tensión. Por ejemplo, la
hipnosis y la hipnoterapia pueden ayudar a las personas con cáncer que, además de dolor, tienen
ansiedad o depresión.