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Dolor pélvico
Diagnóstico
Cuando una mujer repentinamente sufre un dolor muy intenso en la parte inferior del abdomen o
en la región pélvica, el médico debe decidir con rapidez si se trata de una situación urgente que
requiere cirugía inmediata. Ejemplos de ellos son la apendicitis, la perforación del intestino, una
torsión de un quiste de ovario, un embarazo ectópico y la rotura de una trompa de Falopio.
A menudo el médico puede determinar la causa del dolor a partir de la descripción del mismo que
le proporciona la paciente, es decir, si es punzante o sordo, en qué circunstancias se da (si
comenzó de improviso), cuánto dura y dónde se localiza. Los síntomas que lo acompañan, como
fiebre, náuseas o vómitos, pueden ayudar a establecer el diagnóstico. A este efecto, la
información acerca de la aparición del dolor en relación con las comidas, el sueño, las relaciones
sexuales, el movimiento, la micción y la defecación también puede ser de utilidad.
A continuación, el médico realiza una exploración física. El examen pélvico (por dentro), que
siempre debe formar parte de la evaluación de un dolor pélvico, ayuda a determinar qué órganos
están afectados y si existe infección. Las pruebas de laboratorio, como un recuento completo de
células sanguíneas, un análisis de orina o una prueba de embarazo, pueden indicar la existencia
de una hemorragia interna, una infección o un embarazo ectópico.
En algunos casos, puede practicarse una ecografía, una tomografía computadorizada (TC) o una
resonancia magnética (RM) de los órganos internos. Así mismo, se puede recurrir o a la cirugía o
la laparoscopia (un procedimiento con un tubo de fibra óptica que permite el examen de las
cavidades abdominal y pélvica) para determinar la causa del dolor.
Vaginitis y vulvitis
Síntomas
El síntoma más frecuente de la vaginitis es la secreción vaginal anormal. Una secreción anormal
es la que se produce en grandes cantidades, desprende un olor fuerte o está acompañada de
picores, molestias o dolor vaginal. A menudo la secreción anormal es más espesa que la normal y
el color es variable; por ejemplo, puede tener la consistencia del requesón o puede ser
amarillenta, verdosa o manchada de sangre.
Una infección bacteriana de la vagina tiende a producir una secreción turbia blanca, gris o
amarillenta con olor hediondo o similar al pescado. El olor se vuelve más intenso después del
acto sexual o del lavado con jabón, ya que ambos disminuyen la acidez vaginal y, en
consecuencia, se favorece el crecimiento bacteriano. La vulva puede notarse irritada o con un
picor ligero.
Una infección producida por Candida (un hongo) produce un picor entre moderado e intenso y
quemazón de la vulva y la vagina. La piel se torna rojiza y es áspera al tacto. De la vagina sale
una secreción espesa, similar al queso, que tiende a adherirse a sus paredes. Los síntomas
empeoran durante la semana anterior al ciclo menstrual. Esta infección tiende a recidivar en las
mujeres que sufren de diabetes mal controlada y en las que están tomando antibióticos.
Una infección por Trichomonas vaginalis, un protozoo, produce una secreción blanca, verde
grisácea o amarillenta que puede ser espumosa. La secreción aparece poco después de la
menstruación y puede tener un olor desagradable; se acompaña de
un picor muy intenso.
Una secreción acuosa, sobre todo si contiene sangre, puede ser
causada por un cáncer de vagina, del cuello uterino o del
revestimiento interno del útero (endometrio). Los pólipos cervicales
(cuello uterino) pueden producir hemorragia vaginal tras el coito. Si el
picor o las molestias vulvares se vienen arrastrando durante algún
tiempo, las posibilidades pueden ser una infección por papilomavirus
humano o un carcinoma in situ (un cáncer muy localizado que no ha
invadido otras áreas y que, en general, el cirujano puede extirpar
fácilmente).
Una llaga dolorosa en la vulva puede ser causada por una infección
herpética o un absceso, mientras que una llaga que no provoca dolor
puede ser debida a un cáncer o la sífilis. Los piojos del pubis causan
picor en la zona de la vulva (pediculosis del pubis).
Diagnóstico