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18-01-2007
Todos somos de la misma tribu

Usted a cuantas personas conoce? Unas 150 más o menos.

Increíble, el mismo numero que salió de África hace 50.000 años
para expandirse por el mundo.

Todos descendemos de ese pequeño grupo intrépido. Y es que la

genética nos hace entender cosas fascinantes sobre quiénes
somos y de dónde venimos. Ahora por ejemplo sabemos más
sobre uno de los momentos más importantes de la evolución: la
domesticación de animales y plantas. Cómo surgió el perro del
lobo? Cuándo apareció el maíz tal y como lo conocemos?
Arqueólogos y genetistas trabajan para escribir nuestra historia y
la de las plantas y animales que nos acompañan en este viaje.
En el programa de esta semana contaremos con la entrevista a
Nicolas Wade hablándonos de las aportaciones de la genética en la
búsqueda de los orígenes de la humanidad. Hoy vuelve a estar con
nosotros para explicarnos cómo la especie humana se esparció por
todo el planeta.

También contaremos con las opiniones de Juan Luis Arsuaga ,

Director de Atapuerca, Melinda Zeder, Arqueobióloga de
Washington DC, Jean-Denis Vigne, Dtor. Grupo Arqueozoología,
CNRS, París, los paleoantropólogos del MNCN-CSIC Antonio Rosas,
Antonio García Tabernero y Markus Bastir y David Comas,
Investigador Universidad Pompeu Fabra

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Bloque 1
Eduard Punset:
En tu libro, que es verdaderamente maravilloso, la historia de la
gran migración procedente de África empieza con un grupo muy
reducido de personas, quizá solamente unas 5.000…Y eso es algo
que merece la pena meditar. Tal vez solamente 150 dejaron África
para ir hacia Asia y, posteriormente, Europa.
Nicholas Wade:
Sí, así es. La genética actual nos dice que en algún momento del
pasado la humanidad pasó por un cuello de botella, como dirían
los especialistas en genética de poblaciones, en el que sólo
quedaban unas 5.000 personas. Esto sucedió en algún momento
anterior a hace 50.000 años. No sabemos por qué la cifra de seres
humanos se redujo tanto, quizá fue por una sequía u otro
problema, pero en cualquier caso se trataba de un número
pequeño, no mayor al de un pueblo pequeño.
Eduard Punset:
¡Increíble!
Nicholas Wade:
Y las personas que abandonaron África (de nuevo lo sabemos por
la genética) pertenecían un único grupo. Debemos tener en cuenta
que, en aquella época, los grupos tribales estaban formados por
unas 150 personas... si una tribu superaba los 150 miembros,
empezaba a dividirse. 150 parece ser el tamaño de los grupos de
entonces. Y como sabemos que fue un único grupo el que emigró,
suponemos que solamente fueron 150 personas las que dejaron
África. Eso significa que toda la gente de fuera de África desciende
de estas 150 personas.
Eduard Punset:
¡Es increíble! ¡Algo de esto queda hoy en día! ¡Si le preguntamos a
cualquier persona cuánta gente conoce, probablemente nos dirá
que no son más de 150!
Nicholas Wade:
Es cierto, sí.
Eduard Punset:

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¿Sabes? Es increíble, asombroso… Todas las personas que

abandonaron África tenían la piel oscura, y más o menos hablaban
el mismo idioma, probablemente…
Nicholas Wade:
Probablemente.
Eduard Punset:
Y algunos fueron a Australia; otros, a Asia.
Nicholas Wade:
Sí.
Eduard Punset:
Y 20.000 ó 30.000 años después, los aborígenes de Australia están
en un estado de civilización prácticamente igual al de sus
antepasados, mientras que en Asia y Europa hemos cambiado
completamente y hemos desarrollado, por así decirlo, una
civilización.
Nicholas Wade:
Exacto.
Eduard Punset:
¿Cómo demonios se explica esto? Todas estas personas tienen el
mismo origen... pero unos se han quedado igual que hace 30.000
años, y otros han cambiado de un modo irreconocible.
Nicholas Wade:
Bueno, ésa es la gran pregunta de la prehistoria, y todavía no
hemos logrado responderla adecuadamente. Pero creo que la
respuesta, en un sentido general, es que las personas de las
diferentes zonas del mundo tuvieron que adaptarse a condiciones
distintas y a entornos diferentes. Las primeras personas que
salieron de África fueron hacia el este, porque la especie humana
era una especie tropical, que prefería vivir en países cálidos. Así
que fueron dirección este hasta que llegaron a Australia y se
quedaron allí.
Pero, por otro lado, los que llegaron a Asia y Europa empezaron a
trasladarse tierra adentro. Estamos hablando de la cúspide de la
última glaciación... hace 50.000 años. La última glaciación no

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acabó hasta hace 10.000 años. Así que los que se fueron hacia
latitudes del norte estuvieron sometidos a enormes presiones: se
vieron obligados a desarrollar un modo de vida completamente
distinto; tuvieron que sobrevivir en un clima muy frío al que no
estaban acostumbrados; tuvieron que crear nuevas armas... ¡Todo
tuvo que cambiar! Y quizá ése sea el motivo: que la presión para
cambiar fue mucho mayor en estas personas que en las que se
fueron a Australia, que más o menos pudieron continuar con su
antiguo modo de vida, como cazadores-recolectores.
Por supuesto, al principio probablemente la diferencia no fue muy
grande: el ser humano siguió siendo cazador-recolector en todos
los rincones del mundo durante otros 35.000 años… no fue hasta
hace 15.000 años cuando empezaron los primeros asentamientos.
Y me parece que esto surgió como consecuencia de un profundo
cambio genético en el ser humano, que se volvió menos agresivo,
y suficientemente pacífico como para poder establecerse en una
comunidad fija y aprender a convivir.
Bloque 2
Eduard Punset:
También hablas de un cambio genético en el ADN mitocondrial,
que probablemente permitió que estas personas acostumbradas a
un clima más cálido se adaptaran a otros entornos, porque un
cambio en el ADN mitocondrial lo permitió. ¿Es así?
Nicholas Wade:
Se trata de una teoría que hemos avanzado, aunque todavía no
hemos podido demostrar; pero parece muy probable, porque si
analizamos los distintos tipos o linajes del ADN mitocondrial, los
primeros se denominan L1, L2 y L3, y todos estaban confinados a
África.
Eduard Punset:
¡Exacto!
Nicholas Wade:
Y solamente dos linajes, llamados M y N, pudieron trasladarse
hacia el norte. Así que todos los seres humanos del resto del
mundo descienden de M y N. Y las personas que necesitaron
sobrevivir en los entornos más fríos del mundo son las que fueron

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a Siberia atravesando el puente terrestre entre Siberia y Alaska, el

estrecho de Bering, que estuvo abierto hasta hace unos 15.000
años. Y solamente tenían cinco linajes de ADN mitocondrial,
llamados A, B, C, D, y X. Así que tal vez fueron solamente estos 5
linajes, de entre los 25 ó 30 totales, los que permitieron que las
personas sobrevivieran en Beringia y Alaska.
Eduard Punset:
Mencionas el estrecho de Bering y la primera invasión de América
por parte de personas procedentes de Siberia, que sitúas hace
12.000 años. ¿Fue entonces? ¿O antes? ¿Fue hace 12.000 años?
Nicholas Wade:
En total, probablemente hubo tres invasiones: la primera hace
15.000 años, la segunda hace 12.000 años, y la tercera hace 10 u
8.000 años.
Eduard Punset:
Y esta gente se llevó consigo (¡qué gracioso!) sus perros
domesticados!
Nicholas Wade:
¡Sí!
Eduard Punset:
…y los conservaron durante varios miles de años. Pero, de algún
modo, esos perros domesticados se extinguieron.
Nicholas Wade:
Sí.
Eduard Punset:
Y luego se ha descubierto que los indígenas americanos
rechazaron, no quisieron, los perros antiguos, y adoptaron los
europeos. ¿Es así? ¿Qué pasó, exactamente?
Nicholas Wade:
Bueno, ¡es una sorpresa enorme! Lo que todo el mundo solía
pensar es que, como resulta tan fácil domesticar un perro a partir
de un lobo, y en todas las zonas del mundo hay lobos, lo que pasó
fue que en cada zona la gente convirtió los lobos locales en perros.
¡Eso es lo que pensábamos todos! Hasta que se empezó a estudiar

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la genética de los perros, ¡y resulta que la historia fue bastante

distinta! Se ha descubierto que sólo hubo una domesticación, y
que probablemente sucedió en Asia Oriental, en Siberia, o algún
lugar así. Sólo pasó una vez, y todos los perros del mundo
descienden de esa única domesticación.
Y, como bien dices, los siberianos se llevaron sus perros a Alaska.
Me parece que lo que pasó con los perros también tiene que ver
con el paso a sociedades sedentarias. Hay muchas teorías sobre
por qué se domesticaron los perros… hay quien dice que fue para
la caza... pero lo único que los perros hacen y los lobos no hacen
es ladrar.
Eduard Punset:
Los perros ladran y los lobos, no; claro.
Nicholas Wade:
Si estás cazando, los ladridos son inútiles, de hecho, son incluso
perjudiciales; pero un ladrido resulta muy útil en un perro
guardián. Quizá eso ayudó a que nuestros antepasados se
asentaran, porque los perros podían olfatear el terreno y alertar
con sus ladridos de cualquier ataque.
Eduard Punset:
De modo que, probablemente, los primeros perros se
domesticaron para que olfatearan el terreno y lo protegieran,
cuando empezamos a asentarnos. Mucho después se
domesticaron los caballos…
Nicholas Wade:
Eso es, ¡mucho después!
Eduard Punset:
¿Y qué sucede con las vacas, o las cabras, o las ovejas? ¿Fue esta
domesticación todavía posterior?
Nicholas Wade:
Sí, llegó mucho más tarde. Primero se domesticó el perro. Los
perros se extendieron como la pólvora por toda Europa y Siberia,
porque resultaban extremadamente útiles. Pronto llegaron a
Oriente Medio. Y, en Oriente Medio, hace unos 15.000 años, se
produjeron los primeros asentamientos. Esto fue mucho antes que

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la agricultura. La agricultura no llegó hasta hace unos 10.000

años. La gente se estableció en un lugar y... bueno, quizá
simplemente iban a las praderas y cazaban a los animales que
estaban cerca. La primera planta que se cultivó fue el trigo, y esto
sucedió hace unos 10.000 años.
Eduard Punset:
El maíz, ¿no?
Nicholas Wade:
Sí. Probablemente fue fortuito. Probablemente todo empezó
cuando nuestros antepasados fueron a las praderas y empezaron
a traer consigo semillas, y las semillas que conservaron fueron las
que se colgaban en el aire con más facilidad, y no caían al suelo, y
resulta que ésas son las mejores para el trigo cultivado. Así que es
muy probable que el trigo
empezara a cultivarse por casualidad. Y más tarde, hace unos
8.000 años, se domesticaron también los cerdos y las ovejas en
Oriente Medio.
Eduard Punset:
Nicholas, hay algo fascinante de tu enfoque de la evolución:
afirmas que las personas no se volvieron sedentarias porque de
repente utilizaran la agricultura, sino que fue al revés. Primero se
asentaron, y fue después cuando se volvieron agrarias.
Nicholas Wade:
Exacto. Es un nuevo descubrimiento que han hecho los
arqueólogos. Solíamos pensar que la agricultura y el sedentarismo
sucedieron a la vez, que la gente se asentó en un lugar para
practicar la agricultura. Esta teoría es la que utiliza Jared Diamond
en su libro Armas, gérmenes y acero. Pero no es verdad.
Eduard Punset:
No… Ahora remontémonos hasta hace unos 11.500 años…
Sucedió en Oriente Próximo. Tenemos la primera comunidad
asentada de nuestros antepasados, y allí arranca, realmente, una
nueva era para la evolución humana. Es decir, fue un cambio
fantástico, ¿no? Un cambio fundamental: nos volvimos personas
distintas a partir de entonces.

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Nicholas Wade:
Creo así fue, porque el universo mental de una comunidad
sedentaria es completamente distinto al de una comunidad de
cazadores-recolectores. Por ejemplo, ¡ser más inteligente en una
comunidad de cazadores-recolectores no te ayuda! Si eres un
buen cazador, igualmente deberás distribuir la carne con todo el
mundo, no existe la propiedad... no puedes quedártela para ti solo.
En cambio, en una comunidad sedentaria, ¡todo el horizonte de la
experiencia humana cambia! Uno se establece, aprende a
comerciar para acumular propiedades y utilizarlas para mantener
a más hijos... hay más probabilidades de evolución humana,
especialmente evolución cognitiva…
Eduard Punset:
Y sociabilidad.
Nicholas Wade:
Y sociabilidad… ¡todo aumenta más rápidamente! Así pues, creo
que probablemente muchos de nuestros genes cambiaron como
una reacción a este nuevo entorno, al de una sociedad asentada.