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SEGURIDAD VACUNAL
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nica y/o avisar al médico responsable, anotar la posible reacción
adversa por si debiese ser tenida en cuenta en la administración de
dosis posteriores de vacunas y notificar dicha posible RAM al Centro
Regional de Farmacovigilancia.
Las vacunas sistemáticas recomendadas, exceptuando la anti-
poliomielítica de virus atenuados, que se administra por vía oral, se
administran parenteralmente. Si la conservación, transporte y manipu-
lación son adecuadas, nos servimos de material estéril desechable, uti-
lizamos la técnica correcta y seguimos estrictamente las instrucciones
del fabricante, el riesgo teórico de que sucedan reacciones adversas
durante la vacunación es prácticamente nulo.
A pesar de este escaso riesgo, las vacunas son preparados bio-
lógicos complejos que en determinados individuos y en determinadas
circunstancias, pueden provocar efectos inesperados, de aparición e
intensidad muy variables. Aunque estos efectos son, cada vez más
excepcionales, estamos obligados a estar preparados, a tomar ciertas
medidas cautelares y a actuar terapéuticamente de urgencia cuando
sea necesario.
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gueo, sensación de calor, enrojecimiento, y angioedema facial, pal-
pebral o de miembros, congestión respiratoria alta con ansiedad, a
veces nauseas, vómitos y dolor abdominal para, en las formas más
graves añadirse edema de vías aéreas superiores y/o bronquial con
sibilancias e incluso situaciones severas, que pueden ser fulminan-
tes, con intensa dificultad respiratoria por edema laríngeo y bron-
coespasmo intenso que pueden conducir a la muerte. También
puede llegarse a este desenlace en el shock anafiláctico que cursa
con hipotensión y colapso, y en el que además de lo anterior, se
altera la conciencia y el enrojecimiento cutáneo inicial se transfor-
ma en palidez coincidente con taquicardia. El tratamiento adecuado
instaurado con rapidez, puede prevenir un posible desenlace fatal.
El tratamiento, que deberá ser instaurado inmediatamente, ante
la menor sospecha, por cualquier profesional capacitado, estable-
ce las siguientes medidas simultaneas en la tabla 6.1. Deben exis-
tir protocolos de actuación, escritos y en lugar visible y conocidos
por todos los profesionales.
• Reacción alérgica: de sintomatología más leve, presentación algo
más tardía y progresión menos explosiva que la reacción anafi-
láctica. Se caracteriza por la aparición de urticaria, prurito y ede-
mas ocasionales, que podrán tratarse con corticoides (incluso por
vía oral) y antihistamínicos.
• Lipotimia: en sujetos con labilidad neurovegetativa puede haber
una reacción vaso-vagal que provoca un sincope brusco con pali-
dez, frialdad, sudoración y pérdida de conocimiento (que es rara
en la anafilaxia), que se recuperan totalmente en unos minutos, de
forma espontánea.
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Tabla 6.1.
Tratamiento de la reacción anafiláctica
• Colocación del paciente en decúbito supino y, a ser posible en
Trendelenburg.
• Mantener libres las vías aéreas (atento a posibles vómitos) y
administrar oxígeno en mascarilla. No manipular en las vías
aéreas superiores si no se es un experto, salvo en casos limite que
lo requieran.
• Administración subcutánea de adrenalina al 1/1000 en dosis de
0,01 c.c./kgr sin superar 0,3 c.c. en niños y 0,5 c.c. (1/2 ampolla)
en adultos, pudiendo repetir cada 10 - 15 minutos.
• Corticoides, para dificultar la recurrencia del cuadro; metilpred-
nisolona (Urbason): 2 mgrs/kgr./iv o im., hidrocortisona
(Actocortina), etc.
• Antihistamínicos, para disminuir la sintomatología tras el trata-
miento de choque.
• Broncodilatadores de acción inmediata, inhalados, si la situación
de broncoespasmo lo requiere: salbutamol (Ventolin), terbutalina
(Terbasmin), etc.
• Evitar la diseminación inicial del agente causal mediante torni-
quete proximal que se retirará, durante 3 minutos, cada 5 minu-
tos.
• Colocar vía intravenosa por si hay que iniciar fluidoterapia.
• Si la rápida progresión del cuadro implicase riesgo vital inme-
diato, estaría justificada la administración de adrenalina iv.: 0,01
mg/kgr (diluida: 1 c.c. + 9 c.c. de agua destilada, 1 c.c. = 0,1
mgrs), pudiendo repetir cada 3 -5 minutos.
• Además se tratará el shock mediante perfusión de bicarbonato,
suero salino, Hemoce, seroalbumina 5%, corticoides, etc. Si
sobreviene la parada se hará R.C.P.
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• Sepsis (infección grave, sistémica y generalizada confirmada por
hemocultivo positivo) o shock tóxico (aparición brusca de fiebre,
vómitos y diarrea líquida dentro de las primeras horas después de
la vacunación) por inoculación bacteriana durante la administra-
ción de la vacuna por insuficiente asepsia.
• Del mismo origen, pueden ocasionarse infecciones locales (abs-
cesos, celulitis) que no deberán confundirse con reacciones loca-
les provocadas por la vacuna, ya que las de origen infeccioso sue-
len aparecer más tarde, progresan sin tratamiento y provocan reac-
ción linfática regional (axilar en miembros superiores e inguinal
en miembros inferiores).
• Reacciones generales provocadas por la vacuna:
– La más frecuente es la fiebre, de intensidad y duración varia-
bles, puede aparecer poco después de la vacunación y rara-
mente persiste más de 48 horas si no hay patología subya-
cente. En niños, la fiebre puede llegar a provocar convulsio-
nes febriles al igual que otros procesos que cursan con hiper-
termia. El tratamiento tanto de la hipertermia como de las
convulsiones febriles, si se presentan, se realizará con las
medidas habituales.
– Otras reacciones generales tales como las erupciones cutá-
neas inespecíficas y la afectación general con decaimiento,
perdida de apetito, somnolencia o irritabilidad, etc., raramen-
te son intensas, se resuelven espontáneamente en poco tiem-
po y no precisan de medidas extraordinarias.
– Más raras y específicas de determinadas vacunas son el exan-
tema (Triple vírica), adenitis y artralgias (Rubéola), enfer-
medad por agente vacunal (Polio oral), crisis de hipotonía
(aparición brusca de palidez, pérdida o disminución del tono
muscular, que aparece en las primeras 24 horas tras la vacu-
nación. El episodio es transitorio y de remisión espontánea)
o de llanto persistente (llanto continuo e inconsolable de al
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menos 3 horas de duración, acompañado de grito o agudiza-
ción del llanto) y una gran variedad de reacciones descritas
sin que, en muchos casos se haya podido confirmar causali-
dad.
• Reacciones vacunales locales:
– Fundamentalmente dolor, enrojecimiento, edema e indura-
ción, en la zona de inoculación. Variables en su intensidad y
muchas veces relacionados con el tipo de antígeno y/o adyu-
vante, raramente precisan tratamiento.
– Es frecuente la objetivación local de un nódulo o quiste
antigénico, de tamaño apreciable, fácilmente palpable o
incluso visible, que dura varias semanas, carece de significa-
do patológico y se suele relacionar con la administración sub-
cutánea de antígenos que deben ser administrados por vía
intramuscular.
– Raras, aunque graves, son las reacciones tipo III (Fenómeno
de Arthus) en las que se origina una necrosis local por inmu-
no complejos en sujetos con una elevada tasa de anticuerpos
frente a antígenos muy inmunógenos (toxoides tetánico y dif-
térico) a los que se administran más dosis de las indicadas o
con intervalos menores.
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arrollo. Otros, procedentes de otras zonas geográficas, pueden
haber seguido una pauta distinta, que habrá que adaptar a nuestro
calendario, o bien carecer de vacunación con aquellas que no se
administran en su lugar de origen y que aquí pueden ser priorita-
rias tanto para su protección individual como para mantener la
inmunidad de grupo. Igualmente, las vacunas incluidas en los
calendarios de sus países, que nosotros no administramos siste-
máticamente, deberán ser administradas durante su estancia aquí,
para que vuelvan a sus países total y correctamente vacunados.
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6.2.5. Los profesionales deben atenerse sólo a las verdaderas
contraindicaciones
Ver tabla 10.10 (falsas contraindicaciones).
6.2.9. Registro
Dejar todo registrado por escrito, no olvidando fecha, lote y
marca del preparado vacunal aplicado. Ver el capítulo 7.
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6.2.11. Informar detalladamente a los padres o tutores de los
posibles resultados beneficiosos y de los riesgos de
la aplicación vacunal
En la vacunación, el consentimiento libre dado por uno de los
padres o por el representante legal, mayor de edad y en uso pleno de
sus facultades mentales, y en su caso verbal, es el más utilizado y tiene
valor legal. Siempre debe ser obtenido después de informar sobre los
riesgos de la enfermedad en los no vacunados y sobre las ventajas y
reacciones posibles de la vacunación. Con ello se cumple el requisito
del deber de advertencia, asegurando que la información facilitada fue
comprendida y que nos otorgaron el consentimiento.
6.3. FARMACOVIGILANCIA
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autoridades sanitarias a través de los Centros Regionales de
Farmacovigilancia, todas las RAM independientemente de que consi-
deren o no que se asocia a la administración de un determinado medi-
camento, para alcanzar los siguientes objetivos:
1. Detección precoz de efectos adversos.
2. Descripción de nuevos eventos adversos y evaluar su significa-
ción clínica.
3. Establecer la frecuencia real de eventos adversos.
4. Determinar los factores predisponentes.
5. Desarrollar programas de formación sobre eventos adversos .
6. Orientar medidas encaminadas a tratar y/o prevenir la posible apa-
rición de eventos adversos.
El Sistema Español de Farmacovigilancia se basa en la notifi-
cación voluntaria o espontánea de eventos adversos mediante una tar-
jeta de color amarillo (figura 6.1), donde se recoge toda la informa-
ción necesaria para analizar cada sospecha de reacción adversa. En la
tabla 6.2 se indican las variables que incluye dicha tarjeta y su finali-
dad.
Para las vacunas de reciente comercialización deben comuni-
carse todas las sospechas de reacciones adversas, independiente-
mente de la gravedad. Se acepta un período de 3 a 5 años, pero es
variable en función de la frecuencia de uso de ese medicamento.
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Fig. 6.1.
Tarjeta amarilla de notificación de sospecha de reacción adversa
a un medicamento
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Tabla 6.2.
Variables incluidas en la tarjeta amarilla
VARIABLE FINALIDAD
Nombre del paciente para identificar repetidas reacciones
adversas en un mismo sujeto
Edad para identificar grupos de riesgo
Peso para valorar sobredosificación
Vacuna (nombre comercial, para identificar reacciones secundarias al
nº de lote) excipiente y/o forma farmacéutica o a un
lote de un determinado medicamento
Dosis diaria y vía de para establecer relación temporal de la
administración reacción adversa en una politerapia y
detectar errores en la técnica
Comienzo y final de para valorar cronológicamente la
la administración exposición y detectar manifestación,
descartando patología causal alternativa
Motivo de la prescripción para valorar posible relación con patología
de base
Descripción de la reacción Para conocer de que RAM se trata
adversa
Desenlace para detectar la gravedad
Observaciones adicionales ayudan a precisar la imputabilidad (relación
clínicas o analíticas causa-efecto) a la vacuna
Profesional sanitario – para facilitarle la retroinformación sobre
que notifica el fenómeno y el seguimiento
– para poder facilitar información
complementaria a la indicada en la tarje-
ta amarilla
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