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Fecha::vie, 31 de mar, 2006 11:21 pm Sin conexión
Asunto:: Colaboración desde Europa de Yolanda Sala - Documento Histórico del Enviar correo-
Colegio de Economístas del Perú - 1991 e
Estimados Compañeros:
Desde Europa nos llegó el archivo adjunto que la Traductora y Linguísta Yolanda Sala Baez
discípula del Dr. Alfredo Torero Fernández de Córdova nos llama la atención en reproducirlo para
que los actuales candidatos al sillón presindecial puedan pronunciarse sobre la validez del
contenido.
Definitivamente el Colegio de Economísta del Perú y el entonces Decano Nacional Dr. Virgilio
Roel Pineda nos llaman a reflexionar sobre la Deuda histórica con nuestra cultura.
Omar'2006
p. Secretariado Ejecutivo
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Señor
Nabor García García
Embajador de España en el Perú
Lima.-
Como es de público conocimiento, desde hace algún tiempo, el gobierno español, al que
usted representa, está empeñado en preparar la "celebración" del quinto centenario del
descubrimiento de América, al que en un primer momento se le denominó "encuentro de
dos culturas", para luego cambiarle por el "encuentro de dos mundos", cuando fue obvio
que el rótulo anterior era del todo desvergonzado. De todos modos, el año fue el inicio de
un prolongado desencuentro de nuestros mundos y culturas.
Pero no sólo debe renovarse nuestra determinación dirigida a que no vuelvan a producirse
hechos similares, sino que, en una recta actitud orientada a curar viejas heridas
ocasionadas por el colonialismo, el actual Comité Ejecutivo del Colegio de Economistas
considera del todo imperativo emprender sustantivas reclamaciones referidas a algunas
reivindicaciones históricas, que no podemos pasar por alto, sin agraviar nuestra honrosa
condición de peruanos. Es precisamente por eso que hemos acordado constituir un
Comité Permanente de Reclamaciones Históricas del Período Colonial, constituido por
las siguientes personas
Dr. Carlos Lazo García (Director de la Escuela de Historia de la U.N.M. de San Marcas)
Dr. Hernán Amat Olazábal (Ex Rector de la U.N. Santiago Antúnez de Mayolo de
Ancash)
La Comisión, constituida del modo que hemos anotado, deberá emprender acciones
reivindicativas de carácter histórico en torno de los puntos que ella determine, como
resultado de sus propias investigaciones, sin que para ello precise de mandatos del CEN.
del CEP., porque a partir del presente su desenvolvimiento no será dependiente de sus
propósitos y de la decisión de sus propios integrantes.
Ahora bien, para establecer el valor del rescate pagado por Atahualpa, el CEN de la
Orden Profesional de los economistas solicitó al Dr. Carlos Lazo García, Director de la
Escuela Académico-Profesional de Historia de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos que nos diera razón sobre el punto, a partir de su formación altamente
especializada. Respondiendo a nuestro requerimiento, el Dr. Lazo García nos informó
literalmente que:
"El monto que este rescate ascendió en cifras oficiales a 1.326,530 pesos de buen
oro de cuenta - pesos de oro de 22 y 1/2 quilates y 450 maravedíes de valor. Pesos
de 937.5 milésimos"
"En plata el rescate alcanzó los 51119 marcos de "plata blanca o de ley" marcos de
11 dineros 4 gramos y 2210 maravedíes de valor - Marcos de 930.5 milésimos"
Los valores que el Dr. Lazo García nos alcanzó son los que oficialmente le fueron
alcanzados al rey de España, y que sirvieron para que pudiera fijarse la quinta parte
que le correspondió del rescate al soberano peninsular. Es sabido que los de Pizarro
falsearon las cifras -rebajándolas- para beneficiarse más todavía con partes mayores
del tesoro atahualpista, por la vía del fraude, como lo dejaron sentado por escrito
personas que estuvieron presentes tanto en el recuento como en la fundición de las
piezas entregadas por las autoridades tawantinsuyanas; pero el Dr. Lazo ha preferido
pasar por alto esas subvaluaciones para no dejar margen a debates que podrían
distraer la atención que debe centrarse en el pago del adeudo español; esa es la
causa por la que ha optado por la valuación oficial. De nuestra parte, hemos tenido
que resistirnos a nuestros deseos de valorizar los objetos entregados como obras de
arte, o como medios de observación científica o como objetos ceremoniales, debido a
que eso habría dado lugar a que el gobierno peninsular optara por distraer la
atención pública, por el camino de ponerse a discutir la validez de nuestras
estimaciones, así es que hemos asumido los cálculos del maestro san marquino,
aunque por ello el valor del rescate resulte siendo enormemente menor que el
registrado oficialmente por los contadores reales de España.
Una vez que asumimos las cifras del Dr. Lazo García, procedimos a pedirles a los
economistas Aurelio Valdez Caro (Con registro No. 2825 del CEL. Colegio de
Economistas de Lima) y Gustavo Chávez Villacorta (con registro No. 3034 del CEL),
para que calcularan en dólares norteamericanos actuales el valor del rescate del Inca,
lo que efectivamente hicieron, mediante el procedimiento que sigue:
4to. De 1824 al presente le aplicaron el tipo de interés preferencial más bajo que
emplea el Fondo Monetario Internacional (4 por ciento de interés compuesto) y;
5to. Finalmente, se tuvo el valor, tanto del principal como de los intereses de adeudo
español.
Siguiendo los pasos que se indican, los miembros de nuestra Orden a quienes
solicitamos su colaboración, fijaron la deuda que por concepto del rescate de
Atahualpa tiene el gobierno español en el Perú, al 24 de octubre de 1991, en USA
$599,407'539,429.95 (QUINIENTOS NOVENTA Y NUEVE MIL CUATROCIENTOS SIETE
MILLONES QUINIENTOS TREINTA Y NUEVE MIL CUATROCIENTOS VEINTINUEVE
95/100 DÓLARES DE LOS EE.UU.)
"En plata el monto de esa exacción secreta llegó a 361,166 marcos de dinero 20
gramos (902.7 milésimos).
"En el caso de los escudos de oro la primera rebaja produjo una cuota extraordinaria
de 1104 marcos de 22 quilates de 2 y 1/2 gramos; mientras que la segunda rebaja
dio origen a una cuota de 6163 marcos de 21 quilates.
Para establecer el valor actual de esas operaciones, que deben en ser entendidas
como un adeudo de la corona española al Perú, los economistas Valdez Caro y
Chávez Villacorta Efectuaron las mismas operaciones que en el caso del rescate de
Atahualpa conversión a onzas troy de la sustracción en oro y plata, su valuación en
dólares y cálculo de los intereses durante la colonia y la república, a los tipos de
interés más bajos.
"Un millón de pesos de 8 reales (de ley 11 dineros y 1/68 de talla) equivalen
a 24,808.936 kilogramos de plata pura..."
Para este caso, también solicitamos formalmente que haga saber a su gobierno la
cifra anterior, para que proceda a pagar a las comunidades indígenas por concepto de
los fondos que les fueron tomados a sus antiguas cajas comunales, a título de
préstamos oficiales, los cuales nunca les fueron ni siquiera amortizados. La relación
de las comunidades a las que deberá efectuárseles el correspondiente pago va como
un anexo que acompaña esta comunicación.
"La incursión de los españoles a México evidencia, una vez más, la crueldad y
ferocidad de los soldados, su rapacidad, su falta de disciplina y su carencia de moral.
Consignaremos sólo dos casos relevantes. La matanza de Cholula y la matanza del
Templo Mayor de Tenochticlán. Cortés, en su carta al rey de España, se jacta al decir
que en Cholula "démosle tal mano, que en cuatro horas murieron más de tres mil
hombres" y Bernal Díaz del Castillo, insensiblemente dice: "se les dio una mano que
se les acordará para siempre, porque matamos muchos de ellos". Cholula, la antigua
Cholollan era un centro religioso importante y una ciudad rica,. Estaba dedicada al
culto de Quetzalcoatl y tenía la pirámide más alta del antiguo México, con 120
gradas, al decir de López de Gómara. Cortés señala haber contado "cuatrocientos
treinta y tantas torres en dicha ciudad". Las Casas expresa un juicio más severo
sobre este genocidio, afirma que sólo "los españoles acordaron hacer allí una
matanza o castigo (como ellos dicen) para poner o sembrar su temor o braveza en
todos los rincones de aquélla tierra. Los cinco o seis mil indios solicitados por Cortés
para que llevaran las cargas llegaron desnudos "en cueros solamente cubiertas sus
vergüenzas y con unas redecillas en el hombro con su pobre comida"; y allí los
españoles los mataron a espada y a lanzada sin que ninguno pudiera escapar". A
todos los señores que eran más de ciento y tenían atados, mando al capitán quemar
y sacar vivos en los palos hincados en la tierra".
Y así, en una forma rigurosa, el Dr. Amat nos muestra una conducta constante del
invasor, consistente en la búsqueda del dominio sobre el poblador americano, para
que los que no trepidan en recurrir al trato brutal y genocida. Así se comportaron en
América los agresores hispanos y así lo hicieron también en el Perú, según nos lo
dice, a su turno, el Director de la E.A. Profesional de Arqueología de la Universidad
Mayor de San Marcos, Dr. Alberto Bueno Mendoza, quien a nuestro requerimiento
nos ha alcanzado un informe ("Exterminio de la Población en el Perú durante la
invasión Española) en el que luego de revisar los estudios que existen sobre la
cuestión del aniquilamiento de nuestra población por invasores extranjeros, nos dice
resumidamente lo que sigue:
:Es realidad evidente durante el siglo XVI que la población autóctona del
Tawantinsuyo disminuyó de manera significativa, igual que en los otros territorios
americanos. Hacia 1570 la población andina quedó reducida a cerca de 1'300,000
habitantes y quizás a unos 2.000,000 en ámbito sudamericano hacia 1580-1600, es
decir a menos del 15% de la cantidad que había sido sólo medio siglo antes. La
despoblación de la costa alcanzó ribetes dramáticos y para 1560 no llega ni al 5% de
la que habría sido anteriormente para estos años la costa central alberga sólo al
4.5% de la población que había tenido en 1520 y la costa sur incluso quedó reducida
a un porcentaje menor".
La historia es una inagotable fuentes de enseñanza que nos señala los orígenes de
muchos logros que debemos preservar, pero también de grandes males, muchos de
los cuales han abierto profundas heridas que debemos cerrar, en nombre de una
dignidad propia de los pueblos grandes. Cerrar muchas heridas aún abiertas en los
costados del Perú es una obligación de la corona peninsular, porque nos las fueron
inferidas para beneficiar (tanto a sus ejecutores como) al rey español. Un buen
momento para que eso ocurra es, obviamente, el quinto centenario de la venida de
las primeras unidades navales ibéricas a las tierras americanas, que será
rememorada el próximo año de 1992.
Este pedido de perdón del rey de España no es nada nuevo para él, que ya pidió
perdón al gobierno de Holanda por las tropelías cometidas el siglo XVI por los tercios
españoles en los Países Bajos, y que volvió a hacerlo ante los representantes de los
pueblos árabe y judío, cuando se realizó en el país ibérico la reunión de delegados de
árabes, judíos y españoles, en conmemoración de la expulsión de los musulmanes y
los israelitas que vivían desde siglos atrás en las tierras hispánicas y que fueron
echados por la intolerancia de los reyes castellanos, en el tan memorable Siglo XVI.
El pueblo peruano merece un pedido de perdón no menor al que su monarca les pidió
a los pueblos árabe, holandés y judío, no sólo porque el Perú es un país digno como
todos los demás, sino también porque las tropelías acá devinieron en genocidios, los
que a su turno sobrepasan inconmensurablemente a las padecidas por los holandeses
en el pasado y, obviamente a la expulsión de los árabes y judíos de las tierras
ibéricas.
A. Reclamaciones Pecuniarias:
B. Reclamación Moral:
Ella se contrae a una exigencia de perdón humilde y auténtico del mismo rey
Español a todo el pueblo peruano, por los genocidios, las tropelías, maltratos,
vejaciones y abusos sinfín cometidos por los invasores hispanos contra nuestro gran
pueblo.
Le solicitamos, señor embajador, que medite sobre el contenido de esta
comunicación y sobre la justeza moderada de nuestras exigencias, para luego
cursársela formalmente a su gobierno de Madrid, de forma que tome todas las
disposiciones del caso para que se atienda nuestros reclamos obviamente apropiados
y adecuados.