Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Autora: Pilar Gayoso Diz. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Coordinadora de la Unidad
Docente de M. Familia. Unidad de Investigación. Sergas de Ourense.
Grupo MBE Galicia, integrado en la Red Temática de Investigación sobre Medicina Basada en la
Evidencia (Expediente FIS: G03/090)
Actualización 18/01/2004.
_________________________________
La toma de decisiones clínicas está generalmente basada en el diagnóstico que se establece a través de
una serie de pruebas encaminadas a demostrar o rechazar una sospecha o hipótesis de partida.
Así cuando en la consulta atendemos a un paciente que acude por tos, iniciamos este proceso con una
serie de pasos que se enumeran:
Tras ello, generalmente se establecen una serie de diagnósticos de sospecha y, cuando es necesario, se
solicitan otras pruebas complementarias.
En nuestro caso podría ser una radiografía de tórax, un Mantoux o un electrocardiograma por ejemplo.
El método clínico se desarrolla por tanto con una valoración implícita de probabilidades diagnósticas en
función de los sucesivos resultados de las pruebas que el clínico realiza. Este proceso implícito
generalmente puede mejorar si lo hacemos explícito y valoramos el impacto de diferentes resultados en
cada prueba diagnóstica.
Seguramente no solicitarías las mismas pruebas en A, B o C, a pesar de tener ambos tos como motivo de
consulta. En el proceso has establecido un diagnóstico de sospecha, es la probabilidad preprueba y
orientas tu actividad hacia pruebas diagnósticas que te proporcionen información ADICIONAL para
confirmar ó rechazar tu sospecha, probabilidad posprueba. La probabilidad preprueba es la prevalencia
de la enfermedad. Conociendo la probabilidad preprueba que el paciente tiene y disponiendo de los
cocientes de probabilidad de la prueba, podemos calcular la probabilidad postprueba de tener la
enfermedad.
Las pruebas diagnósticas son por tanto elementos esenciales para la calidad de la práctica clínica:
Escenario: Se ha establecido en vuestra área un grupo de trabajo conjunto entre médicos de familia y
dermatólogos para mejorar el abordaje de los tumores dermatológicos. Dada la sobrecarga de trabajo y las
demoras en las interconsultas deseáis mejorar el proceso de diagnóstico y tratamiento en el carcinoma
basocelular (el más frecuente en vuestra población donde tenéis muchos agricultores y marineros). Como
primer paso, se quiere analizar la adecuación del diagnóstico clínico hecho en la consulta de atención
primaria.
Pregunta:
¿La historia clínica y exploración física en la consulta de atención primaria, son una adecuada
prueba para establecer un diagnóstico de sospecha de carcinoma basocelular?
Estrategia de búsqueda:
Entras en PubMed para hacer la búsqueda bibliográfica. Como sabes, se trata de la principal base
bibliográfica en ciencias de la salud, aunque no es la única, existen otras como: Indice Médico Español,
Ovid, Bireme, etc; abarca más de 3000 publicaciones periódicas y es de acceso libre y gratuito a través
de internet.
Debes emplear los términos: descriptores en inglés y usar los operadores boleanos si vas a utilizar más
de un término de búsqueda: AND, OR, etc.
Para hacer más accesible la tarea, decides usar un filtro metodológico. Se trata de estrategias de
búsqueda muy elaboradas diseñadas por expertos documentalistas y seleccionadas por haber demostrado
ser las más eficientes para identificar determinado tipo de trabajos.
En PubMed los puedes encontrar como Clinical Query; están diseñados por expertos de la Universidad de
McMaster bajo la dirección de B. Haynes. Fisterra contiene una guía de uso de PubMed. En la página de
Rafa Bravo indicada se encuentran en la parte inferior de la pantalla.
Empleando como filtro metodológico aspectos sobre diagnóstico y una búsqueda específica, con los
mismos descriptores, recuperas un número de citas (observa el efecto del filtro utilizado). Revisando los
resúmenes, identificas un artículo publicado en octubre de 2001 en Atención Primaria que parece que
puede ayudarte:
Este articulo está disponible a texto completo y de forma gratuita en la web de la revista Atención
Primaria: www.atencionprimaria.com.
Para la lectura crítica del artículo, disponemos de la ayuda de guías como las que puedes encontrar en la
página web de CASPe (www.redcaspe.org).
A continuación, siguiendo las citadas guías vamos a hacer una lectura crítica del artículo hallado.
Esto quiere decir que los resultados de una prueba no condicionen la realización de la otra
(independiente) y que la interpretación de cada una de las pruebas se haya hecho desconociendo los
resultados de la otra (ciega).
En nuestro ejemplo:
Se estudian 890 personas que consultan a su medico de familia por una lesión dermatológica y a los que
se deriva al hospital de referencia para estudio anatomopatológico y diagnóstico definitivo. En todos los
casos estudiados se realizaron ambas pruebas. De ellos, 491 presentaban CB como diagnóstico definitivo
y 399 otras patologías (carcinoma espinocelular, queratosis actínica ó queratosis seborreica).
El diagnóstico definitivo usa criterios anatomopatológicos objetivos, resulta poco probable que se
produzca un sesgo de sospecha diagnóstica que afecte la validez interna del estudio. En cualquier caso, la
interpretación debe realizarse de forma “ciega” para la sospecha diagnóstica si quiere evitarse sesgos.
Casi cualquier prueba diagnóstica diferencia entre personas absolutamente libres de una enfermedad y
personas con un estadio muy evolucionado de la misma.
Las pruebas diagnósticas son de mayor utilidad cuanto más precozmente puedan identificar ó descartar la
presencia de una alteración. Por tanto, debe exigirse que los estudios de validez de una nueva prueba
diagnóstica se realicen en una muestra lo más amplia posible.
Una muestra que incluya desde personas sanas para esa enfermedad hasta personas con una alteración
evolucionada. Solo así se dispone de información suficiente sobre el comportamiento de una prueba
diagnóstica, evitando sesgos.
En nuestro ejemplo:
Se analizan todos los pacientes vistos en un periodo de tiempo amplio (31 meses) a los que se solicitó
estudio de lesiones dermatológicas. Por ello es difícil que hubieran quedado fuera de la muestra aquellos
casos con lesiones poco evidentes (más de 2 años de evolución).
Cuando ocurre esto, se produce un sesgo en la interpretación de los resultados. Es necesario para evaluar
validez que ambas pruebas se hagan en todos los casos.
Pudiera ocurrir que la ecografía solo identifique los casos con alta pérdida de masa ósea, casos que la
DEXA confirmaría. Pero no identificaríamos aquellos casos con osteoporosis más leve al no realizarle
(ecografía negativa) la prueba de referencia.
En nuestro ejemplo:
Ambas pruebas se realizaron y analizaron en todos los casos. Se recogió de la historia clínica de
interconsulta el diagnóstico de sospecha y del servicio de Anatomía Patológica el diagnóstico
anatomopatológico.
Este aspecto es importante para posteriormente evaluar la aplicabilidad de la prueba en el entorno clínico
del lector, su reproducibilidad.
Aspectos que deben figurar en un artículo sobre evaluación de una prueba diagnóstica:
Esta información caracteriza la prueba y nos permite decidir sobre si es adecuado adoptarla para nuestros
pacientes y en nuestro medio.
En nuestro ejemplo:
En nuestro caso, dado que se trata de evaluar la validez del diagnóstico clínico, estos aspectos tienen
menor importancia. Sin embargo, es interesante conocer si diferentes características de los médicos de
familia producían modificaciones en el rendimiento de la prueba, caracterísiticas como: la formación
continuada recibida, el tiempo de ejercicio profesional o indicadores de la carga de trabajo de cada
profesional.
Puede ocurrir que alguno de estos aspectos modificara la validez del diagnóstico clínico; por ejemplo,
aquellos clínicos que recibieron formación continuada en dermatología pudieran presentar mayor
sensibilidad y mejores cocientes de probabilidad.
La accesibilidad del nivel secundario se supone similar al tratarse de una única área de salud con un único
centro de referencia.
a /(a + c ) c /(a + c )
CP + = Sen /(1 − Esp ) = CP − = (1 − Sen ) / Esp =
b /(b + d ) d /(b + d )
Cada vez es más frecuente que los CP (también llamados razón de verosimilitud ó “likelihood ratio”) se
comuniquen en los artículos sobre pruebas diagnósticas. Si no es así, podemos calcularlos de forma
sencilla.
En nuestro ejemplo:
Necesitamos saber los resultados de ambas pruebas, con los que construimos (si el resultado es SI/NO)
una tabla 2*2 (tabla 1 del artículo).
VP VP
Sensibilid ad = VPP =
VP + FN VP + FP
VN VN
Especifici dad = VPN =
VN + FP FN + VN
Un diagnóstico clínico de sospecha positivo para CB fue 2.8 (CP+) veces más frecuente en personas con
la enfermedad que en personas si ella. Cuanto mayor que 1 sea el CP+ (ó menor que 1 el CP-), mayor la
utilidad de la prueba.
Un estudio que analiza una muestra de la población, obtiene resultados de lo que ocurre en esa muestra.
Pero por lo general, tanto al investigador como al lector le interesa aproximarse al conocimiento de lo que
ocurre en la población, en otros pacientes similares a los estudiados pero NO los mismos, el proceso que
nos permite a partir de los datos de una muestra aproximarnos al conocimiento de la realidad se denomina
INFERENCIA.
En nuestro ejemplo:
Los autores estudian 890 pacientes del área 8 de la comunidad de Madrid vistos en un periodo de tiempo
determinado. Nos proporcionan información para aproximarnos a la realidad de la validez del diagnóstico
clínico de sospecha de CB: los intervalos de confianza de cada indica diagnóstico (tabla 2). La precisión
de las estimaciones es moderadamente alta, ya que entre los límites inferior y superior no existen
diferencias sustanciales.
Analizamos en esta tercer apartado la validez externa, la generabilidad de los resultados de un estudio
sobre pruebas diagnósticas que consideramos válido y con resultados clínicamente relevantes. Para ello,
debemos considerar los siguientes aspectos:
Ejemplo: la prueba del cronómetro para screening de hipoacusia requiere un entrenamiento del
médico que la hace para que su realización sea válida.
5. Solución al escenario.
La validez del diagnóstico clínico de sospecha de CB resulta baja. Por los datos obtenidos del estudio
parece necesario plantear un programa especifico de formación continuada en valoración de lesiones de
piel potencialmente malignas para mejorar la validez del diagnóstico clínico de sospecha. Sin embargo, el
grupo de trabajo considera que la alta especificidad encontrada y el valor predictivo positivo del 78%
hacen interesante trabajar en esta línea además de establecer otros recursos (teleconsulta, feed-back de los
resultados anatomopatológicos, etc) para mejorar la calidad asistencial.
Bibliografía
Bossuyt PM, Reitsma JB, Bruns DE, Gatsonis CA, Glasziou PP, Irwig LM et al. Towards
complete and accurate reporting of studies of diagnostic accuracy: the STARD initiative. BMJ
2003; 326: 41 – 44. [Medline] [Texto completo]
Guyatt GH, Tugwell PX, Feeny DH, Haynes RB, Drummond M. A framework for clinical
evaluation of diagnostic technologies. Can Med Assoc J 1986; 134: 587-594. [Resumen]
Greenhalg Trisha. How to read a paper: Papers that report diagnostic or screening tests. BMJ
1997: 315.
Jaeschke R, Guyatt G, Sackett D L. Users' guides to the medical literature. III. How to use an
article about a diagnostic test. A. Are the results of the study valid? JAMA 1994;271:389-91.
[Medline]
Jaeschke R, Guyatt G, Sackett D L. Users' guides to the medical literature. III. How to use an
article about a diagnostic test. B. What were the results and will they help me in caring for my
patients? JAMA 1994; 271: 703-7. [Medline]
Reid MC, Lachs MS, Feinstein AR. Use of methodological standards in diagnostic test research.
Getting better but still not good. JAMA 1995; 274: 645-651. [Resumen]