Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Haber pasado recientemente casi un mes cuidando y compartiendo con una querida
amiga que está embarazada por primera vez, me trajo muchos recuerdos.
Al quedar embarazada, nuestro cuerpo sufre una verdadera revolución, no solo física
sino también mental y emocionalmente.
El corazón late más rápido, la sangre corre más rápido, debe irrigar lugares que
antes no existían. Incluso nuestro centro de equilibrio ¡¡ se desplaza !!
En nuestra mente cuesta creer que hay un nuevo ser viviendo y creciendo dentro de
uno. Es algo sencillamente inexplicable, aunque el doctor se desviva tratando de
hacerlo, nos parece increíble, ¡¡es un milagro!!
De pronto no podemos seguir usando la misma ropa, finalmente "se nos nota" la
guatita (pancita). La ropa del diario se cambia por una nueva.
Dejamos de hacer cosas que antes la verdad no importaba mucho o nada si las
hacíamos. Cuidamos nuestra alimentación, también lo que escuchamos (porque nos
afecta emocionalmente), cuidamos y protegemos nuestro cuerpo, porque hay
alguien que puede salir "perjudicado" o dañado, ¡¡ ya no estoy sola !! Esa criaturita
es testigo de todo lo que digo, reconoce mi voz, los latidos de mi corazón, percibe
cuando estoy feliz o cuando estoy triste.
Día a día nos informamos de cómo va esta criaturita, le sacamos "fotitos"
(ecografías), le conversamos y aunque no lo hemos visto, lo conocemos y le
amamos con todo el corazón.
Cuando tú, yo, el vecino de la esquina o un chinito al otro lado del mundo recibe a
Jesús en su corazón, sucede algo muy parecido a lo que te acabo de compartir.
El perfecto amor de Dios siempre ha estado disponible para cada uno de nosotros.
En su mente estuvimos desde siempre (difícil de creer ¿no?, pero es así).
Cuando el amor de Dios nos alcanzó, nos dimos cuenta, entre otras cosas, que
somos pecadores y que nada de lo que hagamos podrá salvarnos. Entonces Jesús
nos invita a abrir nuestro corazón para vivir en el.
Cuando el Espíritu Santo, (que no es aire que anda revoloteando por allí…), que es
una persona, la tercera persona de la Trinidad anida en nuestro corazón, de
inmediato comienza a gestar una serie de cambios que literalmente transforman
nuestra vida. En algunos casos es muchísimo más rápido y evidente que en otros,
pero eso no es culpa del Espíritu… somos nosotros los "necios" que no le damos
"chance" que nos cambie, tal como desea hacerlo.
1-2 " Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso,
dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del
cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este
mundo.
Bueno, y ahora después de leer esto… ¿cómo estamos por casa? ¿"Se te nota" el
cambio o sigues siendo un "agente secreto", que pasa inadvertido?. O
¿sencillamente nadie nota el cambio que has tenido y nadie siquiera "sospecha" que
eres cristiano?
Señor, ayúdanos a hablar menos y escucharte más. A hacer menos cosas
aparentemente muy "cristianas" y quedarnos quietos para conocerte más. A
permitir que tu Espíritu haga una transformación total en nuestras vidas para
parecernos cada día más a Ti y ojalá sin abrir siquiera la boca… Permitir que ¡El
olor fragante de Cristo pueda percibirse a lo lejos, estemos donde estemos ! AMEN