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empFOCUS GROUP:

ANITA GIBBS

Social Research Udate – Invierno de 1997.

Departamento de Sociología, Universidad de Surrey, Inglaterra

- La investigación del grupo focalizado implica la discusión


organizada con un grupo seleccionado de individuos para obtener
información sobre sus opiniones y experiencias acerca de un
asunto o tema.

- El entrevistar con el F.G. es particularmente satisfactorio para


obtener varias perspectivas sobre un asunto.

- Las ventajas de la investigación del F.G. incluyen ganar


comprensión profunda (“insight”) en el entendimiento compartido
de la gente de la vida diaria y de las maneras en las cuales otros
en una situación del grupo influencian a los individuos.

- Los problemas se presentan al procurar identificar la visión


individual desde la opinión del grupo, así como en los arreglos
prácticos para los que conducen F.G.

- El papel del asesor es muy significativo. Buenos niveles de la


dirección del grupo y de la habilidad interpersonal se requieren
para moderar a un grupo con éxito.

Los F.G. han sido subutilizados en la investigación social, aunque tienen una
historia larga en el estudio de mercados (Morgan 1988), y más
recientemente en la investigación médica (Powell et al 1996). Esta
actualización examina el valor de los F.G. como herramienta para los
investigadores sociales y considera su potencial y sus limitaciones.

¿Qué son los F.G.?

Hay muchas definiciones de un F.G. en la literatura, pero las características


como la discusión organizada (Kitzinger 1994), la actividad colectiva (Powell
et al 1996), acontecimientos sociales (Goss y Leinbach 1996) y la
interacción (Kitzinger 1995) identifican la contribución que los F.G. hacen a
la investigación social.
Powell y otros definen un F.G. como un grupo de individuos
seleccionados y montados por los investigadores para discutir y
comentar respecto, de experiencia personal, el asunto que es el tema
de la investigación. (1996: 499)

Los F.G. son una forma de entrevista de grupo pero es importante distinguir
entre los dos. El entrevistarse con el grupo implica el entrevistarse con un
número de gente al mismo tiempo, el énfasis está en preguntas y las
respuestas entre el investigador y los participantes. Los F.G. sin embargo
los podemos entender como la:

interacción dentro del grupo basado en los Tópicos que son proveídos
por el investigador. (Morgan 1997:12)

Por lo tanto la característica dominante que distingue F.G. es el “insight” y


los)

Los artículos influyentes de Merton y de Kendall (1946) sobre la entrevista


enfocada fijaron los parámetros para el desarrollo del F.G.. Éste era en
términos de asegurarse de que los participantes tienen una experiencia de o
una opinión específica sobre el asunto bajo investigación; que una guía
explícita de la entrevista está siendo utilizada; y que las experiencias
subjetivas de participantes están exploradas en lo referente a preguntas
predeterminadas de la investigación.

¿Por qué utilizar los F.G. y no otros métodos?

El propósito principal de la investigación del F.G. es sondear sobre actitudes,


sensaciones, creencias, sobre las experiencias y las reacciones de los
entrevistados de una manera que no sería factible con otros métodos, por
ejemplo observación, el entrevistarse con uno por vez, o encuestas sobre
cuestionario.

Estas actitudes, sensaciones y creencias pueden ser parcialmente


independientes de un grupo o de su ajuste social, pero son más probables
ser reveladas vía la reunión social y la interacción que el estar en un F.G.
exige. Comparado a las entrevistas individuales, que apuntan a obtener
actitudes, creencia y sensaciones individuales, los F.G. sacan una
multiplicidad de opiniones y de procesos emocionales dentro de un contexto
del grupo. La entrevista individual es más fácil de controlar por el
investigador que un F.G. en el cual los participantes puedan tomar la
iniciativa. Comparado a la observación, un F.G. permite al investigador
ganar una cantidad de información más grande en un período del tiempo
más corto.
Los métodos de observación tienden a depender de cosas que se espera
sucedan, mientras que el investigador sigue una guía de la entrevista en un
F.G.. En este sentido los F.G. son acontecimientos no naturales sino
organizados. Los F.G. son particularmente útiles cuando hay diferencias de
poder entre los participantes y los responsables o los profesionales, cuando
el uso diario de la lengua y de la cultura de grupos particulares es de
interés, y cuando uno desea explorar el grado del consenso en un asunto
dado (Morgan y Kreuger 1993).

El papel de los F.G.

Los F.G. se pueden utilizar en las etapas preliminares o exploratorias de un


estudio (Kreuger 1988); durante un estudio, quizás evaluar o desarrollar un
programa particular de las actividades (Race y otros 1994); o después de
que se haya terminado un programa, determinar su impacto o generar otras
avenidas de la investigación. Pueden ser utilizadas como método en la su
propia derecha o como complemento a otros métodos, especialmente para
la triangulación (Morgan 1988) y la comprobación de la validez. Los F.G.
pueden ayudar a explorar o a generar hipótesis (Powell y escoger 1996) y a
desarrollar preguntas o los conceptos para los cuestionarios y las guías de
la entrevista (Hoppe y otros 1995; Lankshear 1993).

Sin embargo se limitan en términos de su capacidad de generalizar


resultados a una población entera, principalmente debido a una pequeña
cantidad de participantes y la probabilidad que los participantes no serán
una muestra representativa.

Los ejemplos de la investigación en los cuales se han empleado los F.G.


incluyen la educación del VIH que se imparte en Zimbabwe (Munodawafa y
otros 1995), entendiendo cómo se procesan los mensajes de los medios
(Kitzinger 1994 y 1995), explorando el miedo de la gente de los arbolados
(Burguess 1996) y entrevistarse a la distancia con los médicos de cabecera
(blanco y Thomson 1995).

Potencial y limitaciones

Kitzinger (1994, 1995) discute que la interacción sea la característica crucial


de los F.G. porque la interacción entre los participantes ilumina acerca de su
opinión del mundo, el lenguaje que emplean para describir un tópico y los
valores y creencia sobre una situación. La interacción también permite a los
participantes hacer cuestiones de uno a otro, tan bien como reevaluar y
reconsiderar su propio entendimiento de sus experiencias específicas.

Otra ventaja es que los F.G. sacan la información de una manera tal que
permita que los investigadores descubran por qué un tema es emergente,
así como cuál qué es lo sobresaliente sobre él (Morgan 1988).
Consecuentemente, las distancias entre lo qué gente dice y lo que hacen
pueden ser entendidas mejor (Lankshear 1993). Si el entendimiento
múltiple y los significados son revelados por los participantes, las
explicaciones múltiples de su comportamiento y las actitudes serán
articuladas más fácilmente.

Los beneficios a los participantes de la investigación del F.G. no deben ser


subestimados. La oportunidad de estar implicado en los procedimientos de
toma de decisión (Race y otros 1994), para ser valorado como expertos, y
de tener la oportunidad de colaborar con los investigadores (Goss y
Leinbach 1996) puede ser muy potenciador para muchos participantes. Si
un grupo trabaja bien, la confianza se incrementa y el grupo puede explorar
soluciones a un problema particular como unidad (Kitzinger 1995), más que
como individuos. No todos experimentarán estas ventajas, los F.G. pueden
también intimidar ocasionalmente, especialmente para los miembros
desestructurados o tímidos. Por lo tanto los F.G. no tienen las mismas
consecuencias potenciadoras para todos los participantes y otros métodos
pueden ofrecer más oportunidades para estos participantes.

Sin embargo si los participantes están implicados activamente en algo que


se sienten harán la diferencia, y si la investigación del F.G. está
adecuadamente aplicada, el empoderamiento puede ser realmente logrado.

Otra ventaja de los F.G. para los clientes, los usuarios, los participantes o
a los consumidores es que se puede convertir en un foro para el cambio
(Race y otros 1994), tanto durante la reunión misma del F.G. como
posteriormente. Por ejemplo, en la investigación conducida por Goss y
Leinbach (1996), los participantes en la investigación experimentaron un
sentido de la emancipación con el discurso en público y desarrollando
relaciones recíprocas con los investigadores. En otro estudio (Smith y otros
1995), se invitó a los pacientes en hospital que dieran sus opiniones sobre
servicios y proporcionaran ideas sobre mejoras. En este caso el cambio
ocurrió en el nivel de gerencia como un resultado directo de entrada de los
pacientes'.

Aunque la investigación del F.G. tiene muchas ventajas, como con todos los
métodos de la investigación hay limitaciones. Algunos pueden ser superados
con el planeamiento cuidadoso y moderando adecuadamente, pero otros
son inevitables y peculiares a este acercamiento. El investigador, o el
asesor, por ejemplo, tiene menos control sobre los datos producidos
(Morgan 1988) que en cualquiera de los estudios cuantitativos o el
entrevistarse en profundidad. El asesor tiene que permitir que los
participantes hablen el uno al otro, que hagan preguntas y que expresen
dudas y opiniones, siempre teniendo un control muy pequeño sobre la
interacción con excepción generalmente de mantener a los participantes
centrados en el asunto. Por su naturaleza la investigación con el F.G. es
ampliable y no puede ser predeterminada enteramente.
No debe ser asumido que los individuos en un F.G. están expresando su
propia opinión individual definitiva. Están hablando en un contexto
específico, dentro de una cultura específica, y a veces puede ser difícil que
el investigador identifique claramente un mensaje individual. Ésta es
también una limitación potencial de los F.G.. En una nota práctica, los F.G.
pueden ser difíciles de montar. Puede no ser fácil conseguir una muestra
representativa y los F.G. pueden desalentar a cierta gente de participar, por
ejemplo las que no sean muy estructurados o confidentes, y las que tengan
problemas de comunicación o necesidades especiales. El método de
discusión del F.G. puede también desalentar a alguna gente de confiar en
otros con la información sensible o personal. En tales casos las entrevistas
personales o el uso de libros de trabajo junto a F.G. pueden ser un
acercamiento más conveniente. Finalmente, los F.G. no son completamente
confidenciales o anónimos, porque el material se comparte con los otros en
el grupo.

La organización práctica de los F.G.

El F.G. requiere generalmente más planeamiento que otros tipos de


entrevistarse pues conseguir que la gente se preste a trabajar en
reuniones puede ser difícil y obtener lugares apropiados con las
instalaciones adecuadas para la grabación (filmación) requiere mucho
tiempo.

El número recomendado de personas por grupo es generalmente de seis a


diez (Macintosh 1993), pero algunos investigadores han utilizado hasta
quince personas (Goss y Leinbach 1996) o únicamente cuatro (Kitzinger
1995). Los números de grupos varían, algunos estudios solamente emplean
un grupo por cada F.G. (Burguess 1996), otros usan el mismo grupo para
varios. Las sesiones del F.G. duran generalmente una a dos horas. Las
localizaciones neutrales pueden ser provechosas para evitar asociaciones
negativas o positivas con un sitio particular o construcción (Powell et al
1996). También las reuniones del F.G. se pueden celebrar en una variedad
de los lugares, por ejemplo, hogares de la gente, en instalaciones
alquiladas, o donde los participantes celebran sus reuniones regulares si son
un grupo preexistente. No es siempre fácil identificar a los participantes
más apropiados para un F.G.. Si un grupo es demasiado heterogéneo, si en
términos de género o clase, o en términos de profesiones y perspectivas
puestas, las diferencias entre los participantes pueden tener un impacto
considerable en sus contribuciones. Alternativamente, si un grupo es
homogéneo con respecto a características específicas, las opiniones diversas
y las experiencias podrían no ser reveladas. Los participantes necesitan
sentirse cómodos con los otros. Reunirse con otros con los que ellos piensen
poseer características o niveles similares de entendimiento de un asunto
dado, será más atractivo que una reunión con los que se perciban diferentes
(Morgan 1988).

Una vez que los tipos de participantes se han decidido, la localización de


ellos es el desafío siguiente. El reclutamiento de participantes puede ser
desperdiciador de tiempo, especialmente si el asunto bajo consideración no
tiene ningunas ventajas o atracción inmediatas a los participantes. Es
probable que la gente con intereses específicos tenga que ser reclutada
usando la palabra en la boca (Burguess 1996), con el uso de los
informadores claves, por la publicidad o campañas del cartel (Holbrook y
Jackson 1996), o a través de redes sociales existentes. Los incentivos, los
costos, los vales del regalo o los presentes, generalmente necesitarán ser
ofrecidos.

El papel del asesor

Una vez que se haya arreglado una reunión, el papel del asesor o del
facilitador del grupo llega a ser crítico, especialmente en términos de
suministro de las explicaciones claras del propósito del grupo, ayudando a la
gente a sentirse cómodos, y facilitando la interacción entre los miembros
del grupo. Durante la reunión los asesores necesitarán promover la
discusión, quizás haciendo preguntas abiertas. Pueden también necesitar
desafiar a participantes, explicitar especialmente las diferencias de la gente,
y sacar hacia fuera una gama diversa de significados en el tema bajo
discusión. Los asesores necesitarán a veces sondear para encontrar los
detalles, o mover las cosas adelante cuando la conversación está decayendo
o ha alcanzado una conclusión de menor importancia. Los asesores también
tienen que mantener la sesión enfocada y pueden tener a veces
deliberadamente que dirigir la conversación en curso hacia atrás. Los
asesores también tienen que asegurar que cada uno de los asistentes
participe y consigan una ocasión de hablar. Al mismo tiempo se anima a los
asesores que no demuestren demasiada aprobación (Kreuger 1988), para
evitar favorecer a participantes particulares. Deben evitar dar opiniones
personales para no influenciar a participantes hacia cualquier posición u
opinión particular. El papel del asesor es el de exigir y el desafiador, y los
asesores necesitarán poseer buenas habilidades interpersonales y
cualidades personales, siendo buenos oyentes, no-crítico y adaptable. Estas
cualidades moverán a lo participantes a confiar en el asesor y aumentan la
probabilidad del diálogo abierto, interactivo.

Finalmente, el grado de control y la dirección impuesta por los asesores


dependerán de las metas de la investigación así como sobre su estilo
preferido. Si dos o más asesores están implicados en la facilitación de un
F.G., el acuerdo necesita ser alcanzado en cuanto a qué entrada o dirección
cada uno dará. Se recomienda que un asesor facilite y el otro tome las
notas, se ocupe de las tomas y compruebe el equipo de grabación durante
la reunión. También los asesores necesitan consistencia a través de F.G., así
que es necesario la preparación cuidadosa con respecto al papel y a las
responsabilidades de cada uno. Las consideraciones éticas para los F.G. son
iguales que para la mayoría de los otros métodos de investigación social
(Homan 1991). Por ejemplo, cuando seleccionar y cuando facilitar la
participación a los asistentes, los investigadores deben asegurarse de que la
información sea completa sobre el propósito y las implicaciones de las
contribuciones de los participantes. Siendo honesto y manteniendo a
participantes informados sobre las expectativas del grupo y del asunto, y no
presionar a los participantes para hablar es buena práctica. Una cuestión
ética particular a considerar en el caso de F.G. es la dirección del material
sensible y del secreto dado que habrá siempre más de un participante en el
grupo. Al principio los asesores necesitarán clarificar que las contribuciones
de cada participante sean compartidas con las otras personas en el grupo
así como con el asesor. Animase a los participantes para que mantengan
confidencialidad de lo qué oyen durante la reunión y los investigadores
tienen la responsabilidad de al anonimato del grupo.

La conclusión este artículo ha perfilado las características principales de la


investigación del F.G., prestando la atención particular a las ventajas de las
dinámicas de la interacción y del grupo que solamente este método puede
ofrecer. Consideraciones prácticas y el tiempo que lleva conducir la
investigación del F.G. puede desalentar a muchos de procurar recoger datos
usando este método. Sin embargo los que participan en esta clase de
hallazgo de la investigación a menudo tienen recompensa. El proceso de la
investigación puede ser más de colaboración que otras formas de estudio, y
así que la investigación del F.G. puede ser un proceso de validación –
emproderamiento para los participantes, y un desafío emocionante para los
investigadores sociales que desean ganar una perspectiva variada en su
trabajo.

TRADUCCION: Luis Marín Salazar

OTOÑO DE 2007.

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