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ANITA GIBBS
Los F.G. han sido subutilizados en la investigación social, aunque tienen una
historia larga en el estudio de mercados (Morgan 1988), y más
recientemente en la investigación médica (Powell et al 1996). Esta
actualización examina el valor de los F.G. como herramienta para los
investigadores sociales y considera su potencial y sus limitaciones.
Los F.G. son una forma de entrevista de grupo pero es importante distinguir
entre los dos. El entrevistarse con el grupo implica el entrevistarse con un
número de gente al mismo tiempo, el énfasis está en preguntas y las
respuestas entre el investigador y los participantes. Los F.G. sin embargo
los podemos entender como la:
interacción dentro del grupo basado en los Tópicos que son proveídos
por el investigador. (Morgan 1997:12)
Potencial y limitaciones
Otra ventaja es que los F.G. sacan la información de una manera tal que
permita que los investigadores descubran por qué un tema es emergente,
así como cuál qué es lo sobresaliente sobre él (Morgan 1988).
Consecuentemente, las distancias entre lo qué gente dice y lo que hacen
pueden ser entendidas mejor (Lankshear 1993). Si el entendimiento
múltiple y los significados son revelados por los participantes, las
explicaciones múltiples de su comportamiento y las actitudes serán
articuladas más fácilmente.
Otra ventaja de los F.G. para los clientes, los usuarios, los participantes o
a los consumidores es que se puede convertir en un foro para el cambio
(Race y otros 1994), tanto durante la reunión misma del F.G. como
posteriormente. Por ejemplo, en la investigación conducida por Goss y
Leinbach (1996), los participantes en la investigación experimentaron un
sentido de la emancipación con el discurso en público y desarrollando
relaciones recíprocas con los investigadores. En otro estudio (Smith y otros
1995), se invitó a los pacientes en hospital que dieran sus opiniones sobre
servicios y proporcionaran ideas sobre mejoras. En este caso el cambio
ocurrió en el nivel de gerencia como un resultado directo de entrada de los
pacientes'.
Aunque la investigación del F.G. tiene muchas ventajas, como con todos los
métodos de la investigación hay limitaciones. Algunos pueden ser superados
con el planeamiento cuidadoso y moderando adecuadamente, pero otros
son inevitables y peculiares a este acercamiento. El investigador, o el
asesor, por ejemplo, tiene menos control sobre los datos producidos
(Morgan 1988) que en cualquiera de los estudios cuantitativos o el
entrevistarse en profundidad. El asesor tiene que permitir que los
participantes hablen el uno al otro, que hagan preguntas y que expresen
dudas y opiniones, siempre teniendo un control muy pequeño sobre la
interacción con excepción generalmente de mantener a los participantes
centrados en el asunto. Por su naturaleza la investigación con el F.G. es
ampliable y no puede ser predeterminada enteramente.
No debe ser asumido que los individuos en un F.G. están expresando su
propia opinión individual definitiva. Están hablando en un contexto
específico, dentro de una cultura específica, y a veces puede ser difícil que
el investigador identifique claramente un mensaje individual. Ésta es
también una limitación potencial de los F.G.. En una nota práctica, los F.G.
pueden ser difíciles de montar. Puede no ser fácil conseguir una muestra
representativa y los F.G. pueden desalentar a cierta gente de participar, por
ejemplo las que no sean muy estructurados o confidentes, y las que tengan
problemas de comunicación o necesidades especiales. El método de
discusión del F.G. puede también desalentar a alguna gente de confiar en
otros con la información sensible o personal. En tales casos las entrevistas
personales o el uso de libros de trabajo junto a F.G. pueden ser un
acercamiento más conveniente. Finalmente, los F.G. no son completamente
confidenciales o anónimos, porque el material se comparte con los otros en
el grupo.
Una vez que se haya arreglado una reunión, el papel del asesor o del
facilitador del grupo llega a ser crítico, especialmente en términos de
suministro de las explicaciones claras del propósito del grupo, ayudando a la
gente a sentirse cómodos, y facilitando la interacción entre los miembros
del grupo. Durante la reunión los asesores necesitarán promover la
discusión, quizás haciendo preguntas abiertas. Pueden también necesitar
desafiar a participantes, explicitar especialmente las diferencias de la gente,
y sacar hacia fuera una gama diversa de significados en el tema bajo
discusión. Los asesores necesitarán a veces sondear para encontrar los
detalles, o mover las cosas adelante cuando la conversación está decayendo
o ha alcanzado una conclusión de menor importancia. Los asesores también
tienen que mantener la sesión enfocada y pueden tener a veces
deliberadamente que dirigir la conversación en curso hacia atrás. Los
asesores también tienen que asegurar que cada uno de los asistentes
participe y consigan una ocasión de hablar. Al mismo tiempo se anima a los
asesores que no demuestren demasiada aprobación (Kreuger 1988), para
evitar favorecer a participantes particulares. Deben evitar dar opiniones
personales para no influenciar a participantes hacia cualquier posición u
opinión particular. El papel del asesor es el de exigir y el desafiador, y los
asesores necesitarán poseer buenas habilidades interpersonales y
cualidades personales, siendo buenos oyentes, no-crítico y adaptable. Estas
cualidades moverán a lo participantes a confiar en el asesor y aumentan la
probabilidad del diálogo abierto, interactivo.
OTOÑO DE 2007.