Sunteți pe pagina 1din 4

Los sueños...

Empiezo por platicarte aquellas vivencias que experimenté con respecto al sueño y las
posibilidades que yo veía en ello.

En segundo lugar mencionaré algunos casos que pasaron a la historia por estar
asociados con el conocimiendo durante el sueño.

En tercer lugar citaré algunas referencias al respecto y, por último, algunas de mis
conclusiones.

Tengo memoria de algunos sueños que tuvieron repercusión en mi estado de vigilia, a


veces por varios días: Hace años soñé que estaba con un maestro, creo que oriental,
árabe o algo así, quien me enseñaba a tocar la flauta. Lo interesante del sueño es que yo
tenía años de ya no tocar ese instrumento (o sea que no se originó en mis propios
deseos). Por otra parte, las cosas que me dijo, el monasterio donde estábamos y lo que
me enseñó se quedaron grabados por meses en mi memoria y hasta retomé el
instrumento por unas semanas. Mi impresión era que realmente alguien me había
enseñado algo que yo ignoraba.

Otro fenómeno asociado con los sueños es que aprendí una técnica para recordarlos al
despertar. Consiste en hacer un esfuerzo de memoria justo al despertar, antes de
levantarse y con los ojos cerrados aun, para evocar lo último que se soñaba... de ahí, con
la práctica es posible remontarse hacia atrás y recordar gran parte, por lo menos del
último tema en que estabas involucrado y a veces algo de lo que se soñó antes.

Un sueño que comenté hace muchos años con la familia fue el de presenciar un
terremoto en Tlatelolco... recuerdo que sentía el movimiento desde mi departamento, pero
lo que más se me quedó grabado fué que los techitos de los pasillos de los jardines, que
percibía desde el 6º piso donde vivía, se movían desaforadamente como gusanos, La
impresión fue terrible, pero no pasó nada hasta años después, cuando, por fortuna ya no
vivía ahí (1985)

Otro sueño, en apariencia premonitorio lo tuve como en 1984... y era un maremoto que
asolaba la costa de Ensenada... desperté aterrado y angustiado por mi hermano menor
que vive ahí y en esa época era aun estudiante. Nada pasó y espero que nunca pase.
Pero la experiencia fue muy vívida y aun me altera acordarme.

Otra de mis prácticas, por casi dos años, fue tratar de estar “conciente” en mis sueños,
de manera de poder “manipularlos”. En la época en que hablamos sobre este tema yo
andaba experimentando con eso. La base era las sugerencias de Carlos Castaneda en
sus libros sobre Don Juan, algo que tomé muy en serio, no solo respecto a ese tema sino
a todos los otros aspectos de las enseñanzas de Don Juan... pero, cuando Castaneda
mencionó este tema que por años me apasionó, decidí hacer el esfuerzo de esa manera.
Logré un cierto grado de “presencia voluntaria” al empezar a quedarme dormido, pero a
pesar de centenares de esfuerzos mi conciencia se diluía y nunca logré el control
prometido.

Otro asunto en el que invertí casi un año fue la práctica de la hipnopedia (de hipno-
sueño y pedia- enseñanza). Me interesé en esto por una ocasión en la que desperté en un
estado de exaltación extraordinaria, la mañana me parecía irrealmente bella y sentía una
alegría y energía extraordinarias. Mi experiencia durante el sueño fue la de percibir una
música desconocida bellísima, pero los efectos eran extraordinarios... esa misma tarde, al
regresar al departamento donde vivía con otros 3 estudiantes, se me ocurrió poner un
disco en el furris aparato que teníamos y me encontré con que estaba encendido con un
disco LP que se había terminado. Se me hizo raro porque yo era el que salía mas tarde y
normalmente era el primero en llegar por la tarde (mis compañeros eran un grupo que
hizo la prepa con mi hermano mayor y el me recomendó con ellos para vivir cerca de CU).

Curioso ví de que disco se trataba y descubrí que eran las estaciones de Vivaldi, obra
que no conocía en ese tiempo. Lo puse por curiosidad y me puse a estudiar... cerca del
final de la cara 2 del disco, todo yo me conmocioné al reconocer la música que “había
soñado”... es decir, la experiencia matutina se debió a que al empezar a cambiar de ondas
alfa a ondas gama, aun dormido, fui capaz de escucharla y se metió por entero en mi
subconciente, provocando el estado que me duró todo el día... y se quedó grabada en mi
memoria con solo escucharla una vez... y dormido !!

Bueno, esa es la referencia... Poco después de ésto leí un artículo que decía que era
posible aprender idiomas dormido... La idea es que, usando una pequeña bocina especial
bajo la almohada, puedes poner una cinta con lecciones del idioma que quieras aprender
y con ello puedes no solo hacerte de un léxico, sino que comprenderás la sintáxis y
podrás pronunciar perfectamente... todo eso usando la inteligencia de la mente
subconciente, la inteligencia que tenía Pedrito antes de aprender a hablar...

Con esta práctica logré algunos resultados con el alemán que estudiaba entonces por
mi cuenta, pero a los meses me tuve que cambiar de casa y no tenía el equipo ni el dinero
para continuar con eso... hasta ahí quedó mi investigación.

Es evidente que detrás de las experiencias que seleccioné para no hacer muy largo este
escrito lo que se revela es la presencia de una “inteligencia” que no depende de mi
inteligencia diaria y que, en muchos casos puede ser superior a aquella, que es en la que
confío.

Te he platicado la experiencia de Augusto Kekulé quien resolvió el enigma de la


conformación molecular del benceno, substancia que tiene propiedades que no se podían
explicar en su época... Es conocido que cuando traes un problema que te obsesiona (me
ha pasado con algunos programas), esa inquietud se manifiesta en los sueños y, si el
interés es muy grande, es posible que sueñes la solución... eso le pasó a Kekulé, aunque
de manera indirecta, al soñar un símbolo antiquísimo... el de la serpiente que se come a sí
misma, que el interpretó como enlaces electrónicos en lo que serían los extremos de la
molécula, si fuera lineal, caso en el que tendrpia propiedades químicas diferentes... Nada
mas la retorció para parecerse a ls serpiente y con ello determinó la estructura.

Dentro de una categoría que también involucra al sueño, puedes recordar el oráculo de
Delfos en donde las pitonisas hacían adivinaciones durante un sueño inducido. En otros
casos, sin estar en lo que llamamos sueño, sino bajo el efecto de una droga, es posible
que se den experiencias paranormales.

Mis conclusiones son complejas:


1. El sueño “normal”, con sueños habituales está asociado con mecanismos
sicológicos que crean una gama de percepciones fisicas y emocionales
deshilvanadas y sin sentido, o con un sentido... agradables o auto agresivas,
por mecanismos de compensación. Este tipo de actividad es ilógica e inútil
para la persona en su estado de vigilia. Hasta son difíciles de recordar... y a
veces se pregunta uno como pudo soñar semejantes estupideces.

2. Existen raras ocasiones en las que cualquier persona puede soñar algo que
tiene un profundo significado, se tiene la impresión de saber algo nuevo (algo
potencialmente posible), sueña uno la muerte de alguien que muere días
después, anticipa otro tipo de acontecimientos, etc. En estos casos la
diferencia fundamental está en que el sueño no es habitual, sino que tiene una
causa que se encuentra en las profundidades de la mente de esa persona, lo
que implica que una mente puede “funcionar” de manera totalmente diferente
a lo habitual... Así que para mí, mas que buscar un control voluntario de los
sueños, lo que debe interesarnos es “encontrar” o “ponernos en contacto” con
esa otra posibilidad de funcionamiento y esto lo he asociado desde hace años
con la posibilidad de despertar capacidades “ocultas” o mas bien enterradas
bajo el cochinero de asociaciones que constituye nuestro “pensar” cotidiano.

Luego entonces, para poder acceder a posibilidades mayores de nuestro


hardware, necesitamos acallar en nuestro software el ruidero asociativo y las
presiones que eso causa en las emociones y en los procesos de tensión
muscular que resultan.

Tengo una experiencia asociada con esto, pero no se si tenga algun valor
para tu búsqueda... Mas o menos en 1992 me propuse hacer un tipo especial
de meditación que inventé después de practicar varios métodos conocidos y
tras años de reflexiones sobre este tema. En esos días tenía reuniones para
hablar de Gurdjieff, en las que relacionaba sus ideas con las de Krishnamurti,
temas antiquísimos derivados de la yoga, ideas budistas, shamanismo, etc. y
sugería prácticas a la gente de mi grupo cuyos resultados comentábamos en
cada reunión. En estas reuniones solo yo podía “teorizar”, todos los demas
tenían que platicar sus esfuerzos para hacer el ejercicio que les recomendaba,
platicando las experiencias resultantes o la ausencia de experiencias,
incapacidad u olvido para hacer el ejercicio, etc.

En mi caso ocurrió algo que extraño, porque desapareció solo, como llegó.
Mi experiencia duró casi el año y podría describirla mas o menos así... Me
acostaba a dormir, mi cuerpo se dormía pero de alguna YO NO. Al sonar el
despertador me levantaba con la impresión de que acababa de acostarme,
aunque evidentemente habían transcurrido 7 u 8 horas. Ademas me levantaba
sin la menor dificultad, lleno de energía y de excelente humor... diario, por
meses. Obviamente no había sueños, ni manifestación alguna de mi
“voluntad”.

Nunca he leido ni sabido de una experiencia así, aunque tal vez seres como
Krishnamurti podrían comentarme lo mismo, bueno y, de hecho, es primera vez
que lo comento.
En fin, esto ya se alargó mucho, y aunque tengo mucho material más
asociado con el tema, prefiero dejarlo hasta aquí.

Solo agregaré que asocio los sueños de contenido útil y/o válido, con la
utilización de esa parte oculta de nuestra mente que se manifiesta también en
percepciones paranormales como la telepatía, la clarividencia, etc. Temas que
estudié profundamente también y de los que tengo una enorme lista de
experiencias reales, muchas de ellas confirmadas por otros o bien que se han
sorprendido por estar relacionadas con mi experiencia... Ese es otro tema,
pero creo que no se puede abordar uno sin abordar el otro. Por ahora medio
profundicé en el de los sueños.

S-ar putea să vă placă și