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Antecedentes

1. INTRODUCCIÓN

La descripción de la flora y vegetación del Monte Tarn considera las


comunidades vegetales para determinar posteriormente las interrelaciones más
importantes entre los elementos bióticos y los abióticos del ecosistema del monte.
También se mide la α y β diversidad de las comunidades vegetales, como un indicador
biológico del estado actual del ecosistema prácticamente prístino, que podría ser
monitoreado tomando en cuenta que esta área se ha abierto recientemente al turismo y
se espera a corto plazo un impacto notable de esta actividad en la zona.
La vegetación es la resultante de los factores ambientales sobre el conjunto
interactuante de las especies que cohabitan en un espacio continuo; refleja el tipo de
clima, la naturaleza del substrato, la disponibilidad hídrica y de nutrientes, así como
los factores bióticos. La existencia de un orden en la naturaleza permite la
sistematización y la organización del conocimiento, la correspondencia entre
vegetación y ambiente, y la similitud entre tipos de vegetación (Matteucci y Colma,
1982). El presente estudio descansa sobre este principio y pretende describir la
vegetación del área del Monte Tarn y las relaciones de las comunidades vegetales con
sus condiciones ambientales que expliquen su distribución espacial, su estructura y
composición florística.
La diversidad ha sido descrita como indicadora de un conjunto de aspectos del
funcionamiento de los ecosistemas, tales como la cantidad e intensidad de las
interacciones poblacionales que tienen lugar al interior del sistema (Margalef, 1968 y
1983). Por esta razón y desde un punto de vista práctico, ha sido y es utilizada tanto
en el campo de la biología de la conservación como en el de la supervisión ambiental,
como un índice de salud del ecosistema. En el campo de la supervisión ambiental se
supone que los efectos adversos de la polución se reflejan en una reducción de la
diversidad y, así mismo, sirve para añadir rigor científico a las decisiones que de otro
modo podrían realizarse exclusivamente bajo puntos de vista subjetivos (Magurran,
1988).
Obtener información básica y fiable para la toma de decisiones, sustentadas
científicamente, es una necesidad urgente que los investigadores, las instituciones y
las naciones deben enfatizar. Para esto se hace necesario el desarrollo de estrategias
multidisciplinarias, que permitan obtener información, a corto y medio plazo, para

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conocer la composición y los patrones de la distribución de la biodiversidad (Haila y


Margules 1996).
Actualmente, la definición más difundida de biodiversidad es la incluida en la
Convención de Diversidad Biológica, según la cual es “la variabilidad de organismos
vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otros, los ecosistemas terrestres y marinos
y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte;
comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los
ecosistemas” (UNEP, 1992). De acuerdo con Harper y Hawksworth (1995), fueron
Norse et al. en 1986 quienes propusieron el término de biodiversidad para referirse a
tres niveles: genético (nivel intraespecífico), de especies y ecológico (nivel de
comunidades). La integración de estos niveles en el concepto de biodiversidad fue
rápidamente aceptada (Solbrig, 1991), llegando a ser postulada como la “trilogía de
la biodiversidad” (di Castri y Younès, 1996). Bajo esta perspectiva, la biodiversidad
incluye el ensamble y las interacciones jerárquicas de las escalas de organización
genética, taxonómica y ecológica (di Castri y Younès, 1996).

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2. ANTECEDENTES

2.1.- Localización de la zona de estudio:

El estudio se realiza en la Provincia de Magallanes cuya capital es Punta


Arenas, perteneciente a la XII Región de Magallanes y de la Antártica Chilena dentro
de la República Chile (Figura 2.1).

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Figura 2.1: Mapa de las provincias de la Región de Magallanes y de la Antártica


Chilena. Fuente: Instituto Geográfico Militar.

La zona de estudio (Figura 2.2) se localiza en la costa Sureste de la Península


de Brunswick, una de las zonas continentales más australes del planeta, entre el faro
San Isidro y el cabo Punta Árbol, dentro de los siguientes límites: al Norte se
acota al paralelo 53º44’S, incluye Punta Árbol; al Sur se acota por el paralelo
53º47’S, incluye el Faro San Isidro; al Este se acota por la costa, sobre el meridiano
70º58’O; y al Oeste sobre el meridiano 70º02’O en la ladera occidental del Monte
Tarn.

Monte Tarn
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Figura 2.2: Mapa topográfico de la zona de estudio con coordenadas U.T.M. Fuente: Instituto
Geográfico Militar.

2.2.- Antecedentes históricos:

La región de Magallanes toma su nombre del explorador portugués Fernando


de Magallanes. Éste partió al servicio de la Corona Española en busca de una ruta
alternativa a las Indias por el Oeste, siendo el primer europeo en avistar estas tierras
en 1520. Una tempestad empujó sus frágiles naves a través de lo que ahora se conoce
como el Estrecho de Magallanes, en dirección al océano que él mismo bautizó con el
nombre de Pacífico. En mitad de la travesía, un destacamento desembarcó cerca de la
actual Punta Arenas, donde encontraron una ballena varada y unos 200 cadáveres
atados a postes. Horrorizado ante el espantoso espectáculo, el navegante reanudó el
viaje hacia el Oeste. (Minnis y Hennessy, 2004).
Los sucesivos contactos de los españoles con estas tierras no fueron mucho
más alentadores. Un grupo de unos 400 pobladores al mando de Pedro de Gamboa

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trató de establecer un asentamiento en el estrecho mediante la fundación de la


“Ciudad del Rey don Felipe”, pero murieron de inanición durante el crudo invierno.
Tres años más tarde, el pirata inglés Thomas Cavendish rescató a uno de los pocos
supervivientes que se libró de la muerte viviendo entre los indígenas.
En el curso de los 250 años siguientes muchos exploradores y naturalistas se
acercaron a esta región, pero fueron pocos los que encontraron razones para quedarse.
Hubo que esperar hasta la década de 1830 para que el Gobierno Chileno, espoleado
por una ola de optimismo y expansión económica, pusiera los ojos en el lejano Sur
con la intención de reincorporárselo de manera soberana. El detonante de ese interés
fue la ocupación británica de las Islas Malvinas en 1833, y el largo viaje de
investigación que realizó el naturalista inglés Charles Darwin en el “Beagle”.
Es importante señalar que el Monte Tarn, fue nombrado así en recuerdo del
cirujano Julius Tarn del navío “Beagle”. Además, fue escalado por Charles Darwin
durante la estancia del navío HMS “Beagle” en Bahía Santa Ana (Fotografía 2.1) el
mes de Febrero del año 1834.
Una de las diversas traducciones al castellano del texto original es la
publicación: “Viaje de un Naturalista alrededor del Mundo”.

“Durante nuestra estancia allí (en Puerto Hambre) en el mes de Febrero, una mañana, a las cuatro,
partí a fin de efectuar la ascensión del Monte Tarn, que alcanza 2.600 pies de altura y es el punto
culminante de los alrededores. Fuimos en bote al pie de la montaña, pero desgraciadamente no
habíamos elegido el lugar más favorable para la ascensión cuando empezamos a trepar. La selva
empieza en el lugar donde se detienen las mareas altas; después de dos horas de esfuerzos ya comencé
a desesperar de alcanzar la cima. La selva era de tal modo espesa, que se nos hacía necesario
consultar la brújula a cada instante, porque, aunque nos hallábamos en un país montañoso, no
podíamos ver ningún objeto. En los profundos barrancos se veían mortales escenas de desolación que
escapan a toda descripción; fuera de los barrancos el viento soplaba tempestuoso; en el fondo de él ni
un soplo de aire que hiciera temblar las hojas, ni siquiera las de los árboles más elevados. Por todas
partes está el suelo tan frío, tan húmedo, tan sombrío, que ni musgo, ni helechos, ni hongos pueden
crecer. En los valles apenas era posible avanzar, ni siquiera a rastras, obstruidos como están por todas
partes por inmensos troncos de árboles podridos, caídos en todas direcciones. Cuando se atraviesan
esos puentes naturales se ve uno algunas veces detenido de pronto; en efecto, se hunde hasta la rodilla
en el tronco podrido. Otras veces se apoya uno contra algo que parece un árbol magnífico y se queda
asombrado al hallarse con una masa de podredumbre pronta a caer así que se toca. Al fin logramos
alcanzar la región de los árboles achaparrados, después llegamos muy pronto a la parte desnuda de la
montaña y a poco la cumbre. Desde ese punto se extiende a nuestra vista un paisaje que tiene todos los
caracteres de Tierra del Fuego: cadenas de colinas irregulares, aquí y allá masas de nieve, profundos

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valles de color verde amarillento y brazos de mar que cortan las tierras en todas direcciones. El viento
es muy fuerte y horriblemente frío, la atmósfera brumosa; así que no permanecemos mucho tiempo en
la cima de la montaña. El descenso no es tan fatigoso como la subida, porque nuestro cuerpo se abre
paso con su propio peso, y todos nuestros resbalones, todas nuestras caídas, nos llevan cuando menos

en buena dirección.”(Charles Darwin, Viaje de un Naturalista alrededor del Mundo).

Fotografía 2.1: Bahía Santa Ana, lugar de desembarco del HSM Beagle. Fuente: elaboración
propia.
2.3.- Medio físico:

2.3.1.- Geología:

La estructura geológica de la Península de Brunswick, que incluye el área del


Monte Tarn, es relativamente variada y compleja. Las rocas más antiguas
corresponden a un complejo metamórfico de esquistos micásicos, con intercalaciones
de mármol con cuarcitas, y lutitas paleozoicas. Encontramos estas intercalaciones en la
costa sureste habiendo sido depositadas en un ambiente de sedimentación marina que
se desarrolló sobre el basamento cristalino precámbrico.
Desde el Jurásico hasta el Terciario Inferior toda el área de la provincia
magallánica estuvo, de Suroeste a Noreste, incluida en el Geosinclinal Magallánico y
sus facies eugeosinclinales, por lo que la mayoría de sus rocas son de naturaleza
sedimentaria marina con diversos grados de metamorfismo.

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Además de las rocas paleozoicas mencionadas, se encuentran las


siguientes formaciones en orden geo-cronológico (Pisano, 1973):

- Jurásico: Rocas volcánicas con intercalaciones de rocas marinas depositadas


en una facies eugeosinclinal.
- Cretácico Inferior: Rocas sedimentarias marinas principalmente de
facies miogeosinclinales.
- Cretácico Superior: Rocas sedimentarias marinas.
- Terciario Inferior: Rocas sedimentarias marinas y/o sedimentos
continentales.
- Terciario superior: Rocas sedimentarias marinas, coincidiendo con el borde
Sur- Oeste de la cuenca geosinclinal en esa época.
- Cuaternario: Sedimentos glaciares, glacio-fluviales y glaci-
lacustres, constituidos por arcillas, arenas y gravas poco seleccionadas
corrientemente organizadas en sistemas morrénicos.

Por lo tanto, el Monte Tarn es un cordón montañoso formado por rocas


sedimentarias de origen marino. Encontramos areniscas principalmente del Cretácico
Superior (depósitos marinos del Cenomiano – Maestrichtiano) y del Terciario
(depósitos marinos del Paleoceno – Oligoceno y del Mio – Plioceno). Sus valles son
depósitos recientes glaciofluviales cuaternarios (Figura 2.3).

Figura 2.3: Mapa geológico de la Península de Brunswick. Modificado de Fitogeografía Fuego –


Patagonia Chilena. Pisano 1977.

2.3.2.- Topografía:
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En la Península Brunswick se encuentran bien representados los tres


rasgos orográficos dominantes del paisaje patagónico, ubicándose de Norte a
Sur: la Pampa Patagónica, el Área Sub-Andina Oriental y el Área Andina de las
Cordilleras Patagónicas.
El Monte Tarn de 825 metros de altitud, en contacto con el estrecho de
Magallanes, se ubica dentro del Área Sub - Andina Oriental. Forma parte de una
cadena montañosa de orientación Noroeste - Sureste con fuertes pendientes que se
inicia en el Faro San Isidro penetrando al interior de la península de Brunswick
(Fotografía 2.2).

Fotografía 2.2: Fotografía del Monte Tarn donde se puede apreciar las fuertes pendientes de la ladera
NE. Fuente: elaboración propia.
El Área Sub - Andina Oriental representa geográficamente una faja de
transición entre la cordillera de los Andes y las planicies orientales. Con carácter
general, puede ser considerada como una meseta de baja altura atravesada por
abruptos cordones montañosos que siguen la orientación NO – SE y cuyas cumbres,
rara vez, sobrepasan los 1.000 msnm. Además, está fuertemente marcada por los
efectos de los hielos cuaternarios y los fenómenos post-glaciales formándose amplios
valles (Figura 2.4)

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Figura
2.4:
Imagen

satelital 3D Monte Tarn. Escala vertical exagerada 3x. Fuente: Visualizador World Wind. NASA.
(Elaboración propia).

Para un mejor entendimiento de la topografía de la zona de estudio se muestra


el mapa de alturas (Figura 2.5).

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Figura 2.5: Mapa de alturas. Fuente: Elaboración propia.

Actualmente, en la Península de Brunswick, a pesar de que el Campo de Hielo


Patagónico Sur termina aproximadamente a un grado geográfico al Oeste-Noroeste de la
misma, no se encuentran grandes glaciares, sino más bien pequeños glaciares aislados
en sus territorios. En estas latitudes la cota de las nieves perpetuas desciende a alturas de
800 metros, la carencia de relieves que sobrepasen esta altitud impiden el
establecimiento de verdaderas cuencas glaciales. A pesar de ello, en el extremo
Suroeste de la península, podemos encontrar varias cumbres aisladas con cimas
cubiertas de hielo todo el año, o al menos, con ventisqueros que llegan a aguantar el
período estival. Este es el caso del Monte Tarn, donde aguantan, aún en la época estival,
algunos ventisqueros cerca de su cumbre por sus caras Este y Sureste.

2.3.3.- Edafología:

Los suelos de la Península de Brunswick se caracterizan por una acumulación de


materia orgánica poco humificada en los estratos superiores del suelo, que originan un
delgado horizonte “A”. Esto puede interpretarse como el resultado de la baja actividad
de los organismos causantes de la descomposición biológica, cuya acción, tanto en
tiempo como en intensidad, se ve reducida en respuesta a las desfavorables
características climáticas, especialmente térmicas. Como consecuencia de este mismo
fenómeno, intensificado en muchos casos por la impermeabilidad del sustrato y por la
lixiviación de bases, aparece acidez. Generalmente, esta acidez se distribuye de forma
gradual a través del perfil, lo que retarda aún más los procesos de humificación
bacteriana, siendo las bacterias remplazadas por hongos de menor actividad biológica.
Los suelos de la zona de estudio son delgados, menos de 30 cm bajo floresta,
poco desarrollados y permanentemente encharcados de agua o al menos guardan una
alta humedad debido a la elevada pluviosidad de la zona. Además contienen abundante
materia orgánica, escasamente humificada. Son suelos descarbonatados, ácidos, pobres

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en bases, y por consiguiente, poco fértiles. En la textura, la fracción arenosa es


predominante. En las zonas encharcadas predominan los tonos grisáceos, más apagados,
sin embargo, en las zonas bien drenadas, como las de las laderas altas, aparecen
tonalidades más vivas donde los colores ocres, con rasgos bermejos y anaranjados
resaltan. Estas últimas características cromáticas parecen ser adquiridas del material
parental rico en óxidos de hierro.
La marcada relación ente los suelos y los factores climáticos, se hace evidente en
aquellos lugares con precipitaciones superiores a los 450 mm (Pisano, 1973). Así en el
Tarn, donde la precipitación alcanza los 800 mm anuales, aparecen en las zonas llanas
drenadas o de ladera, los podzoles.
Otro factor climático importante en la caracterización de los suelos es el viento,
por su continua acción erosiva en los terrenos llanos o ligeramente ondulados.
Determina también, en relación con la disponibilidad hídrica, la fisonomía de la
vegetación; reduce la temperatura y aumenta la evapotranspiración. Estas
características provocan que en los podzoles con gran contenido de humedad y
márgenes de lagunas con subsuelos compactos, los árboles se desarrollen achaparrados
y retorcidos por el viento.
Ya en alturas superiores a los 600 m encontramos canchales y suelos
esqueléticos que han ido evolucionando en las laderas, a suelos del tipo Ranker con
tierras arenosas de color pardo - rojizas. Los suelos Ranker se forman sobre rocas
silíceas (granitos, gneises), propio de climas fríos de montaña y fuerte pendiente. Son
suelos ácidos pobres en carbonatos. Sin horizonte B.
Las cumbres de los cordones montañosos son, generalmente, planicies de
erosión glacial con litosuelos. Estos son muy superficiales, pedregosos y con poco
desarrollo sobre la roca madre, en los que diversos y pequeños arbustos andinos
forman una cubierta rala e interrumpida.
Los suelos de la zona de estudio pueden clasificarse según lo establecido por
Roberts y Díaz (1960) y observaciones personales:

- Podzoles con Agua Subterránea:

El horizonte A0 alcanza de 2,5 a 5 cm. con valores de pH de 4 a 5.


El A1 de 2,5 a 25 cm., es de color oscuro y estructuras débiles y pH de 4 a 5,5.

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El A2 tiene de 7 a 30 cm. y es de color grisáceo claro y a menudo moteado, con un pH


de 4,5 a 5,5.
El B2 es frecuentemente abrupto, rojizo o negruzco, constituyendo la zona
de acumulación de humus y óxidos de hierro. Se encuentra corrientemente cementado
por lo que impide la penetración de las raíces y mantiene un alto nivel de agua
freática; su pH varía entre 4,5 a 5,5. (Pisano, 1977).
La vegetación dominante está formada por bosquetes de Nothofagus antárctica.
Cuando los suelos se hacen más delgados (±10 cm.) la vegetación arbórea es sustituida
por el Empetrum rubrum. En las depresiones encontradas en su área se desarrollan
turberas.

- Suelos Grises de Bosque:

El horizonte A0 tiene de 3 a 6 cm. con valores de pH alrededor de 6.


El A1 es delgado, pardo grisáceo, con estructura laminar fina moderada, a menudo
limoso, con pH alrededor de 6.
El A2 es de 5 a 20 cm. pardo grisáceo claro, laminar y algo firme en seco, con pH
entre 5 y 6.
El B2 constituye el horizonte de acumulación de arcilla y tiende a presentar una
estructura prismática gruesa con material silícico gris que reviste las unidades
estructurales. Su pH es alrededor de 5, es bastante grueso y pasa gradualmente a un B3
o C, generalmente limosos o arcillosos y, por lo tanto, más o menos impermeables, lo
que hace también presente un alto nivel freático. (Pisano, 1977).
Suelen tener cubierta forestal perennifolia en el clima templado-frío con gran humedad.

- Suelos de Bog:

El horizonte A1 tiene de 20 - 30 cm de espesor, y está formado por turba,


principalmente de Sphagnum magellanicum, parcial o totalmente descompuesta, de
color pardo claro, pH entre 4 - 4,5. Pasa gradualmente a una turba fibrosa O2 que es
más roja y más ácida, y descansa a menudo sobre un material no relacionado (D),
siempre impermeable, que puede estar constituido por arcilla glacial compacta o
roca, a profundidades de más de un metro. (Pisano, 1977).

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Su vegetación suele ser turbo-esfagnosa.

- Suelos de praderas andinas:

Se derivan de sedimentos glaciales mezclados y cubren sustratos rocosos


denudados del regolito por efectos de las glaciaciones Pleistocénicas. Suelen ser
suelos delgados, de permeabilidad moderada en horizontes superficiales, en los que se
acumula la materia orgánica. Los horizontes medios presentan diversos grados de
podzolisación y los inferiores de acumulación.
Presentan un horizonte A1 de 5 a 15 cm pardo de muy oscuro a negro, con
estructura granular de media a moderada, muy rico en materia orgánica y con pH
entre 5 - 5,5.
El A2 es café grisáceo de 5-10 cm muy ácido.
El B es café negruzco, más brillante que le A1 con textura fina y estructura de bloques
subangulares, normalmente en contacto con el material parental. (Pisano, 1977).
En estos suelos dominan las comunidades herbáceas higromórficas.

2.3.4.- Hidrografía:

La zona de estudio queda definida entre dos grandes cuencas. Toda la


zona Norte y Noreste queda limitada por la cuenca del Río San Pedro, y al Sur y
Suroeste por la del Río Yumbel. Al Este, destacan cursos irregulares de pequeño
caudal y escasa importancia como la cuenca del Río Espumoso, notado aquí por ser
punto de inicio del transepto de estudio (Figura 2.6)

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Figura 2.6: Mapa hidrográfico terrestre de la zona de estudio. Fuente: Elaboración propia.

En el Monte Tarn el suelo presenta una gran humedad o está anegado de


agua debido a la elevada precipitación. Además, se forman a causa de la
impermeabilidad que proporcionan algunos sustratos una gran cantidad de lagunas.
Al final, bien por el drenaje natural de dichas lagunas, como por la escorrentía
superficial y subterránea, el agua se encauza por pequeños regueros que desembocan
en cauces mayores, formando una intrincada red de pequeños riachuelos que
discurren por todas las laderas. Este efecto es más notorio en la cara Sureste, debido a
la pendiente que presentan sus laderas.
Por último, hay que señalar que esta cantidad de lagunas están colmatándose o
han experimentado fuertes disminuciones de nivel, como así lo manifiesta la
presencia de una cubierta graminosa de pastos cortos y juncales. En las cuencas
en las que aún queda agua, la vegetación está predominantemente formada por
turberas esfagnosas.

2.4.- Climatología:

En la Patagonia occidental la información disponible para realizar una


caracterización climática precisa es limitada. Esto es así por el escaso número de
estaciones y por el hecho de que las mismas se encuentran en diferentes zonas
climáticas, lo que dificulta tanto la caracterización de sus climas locales como la
delimitación más o menos ajustada de estas zonas. El Monte Tarn presenta estos

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problemas: la estación más cercana es la del Faro San Isidro que carece de datos
actuales, y es la de Punta Arenas, a unos 70 km al Norte, la que puede proporcionarnos
series climatológicas más completas.
La zona de estudio se puede incluir en dos tipos climáticos diferentes según la
clasificación de Copen. Estos tipos climáticos son el clima templado frío con gran
humedad y el clima de hielo por efecto de altura (Figura 2.7).

- Clima templado frío con gran humedad (cfk’c):

Este tipo de clima está caracterizado por una temperatura media superior a -3º C
durante el mes más frío, pero inferior a 18º C y con una elevada pluviosidad, más o
menos repartida uniformemente a lo largo del año. La temperatura media anual es
inferior a 18º C, por eso se incluye en la variedad k’. Presenta además menos de cuatro
meses con temperaturas superiores a los 10ºC, por lo que le corresponde la notación c
(Santana y Zamora, 1979). El otro factor de gran importancia es la influencia oceánica
que marca, con su carácter regulador, el régimen térmico en las áreas costeras.

- Clima de hielo por efecto de altura (EFB).

Se da en territorios altos, faldeos superiores de cordones montañosos y montañas


más o menos aisladas, en alturas superiores a los 750 m. donde las bajas temperaturas
estivales no permiten la fusión de la cubierta invernal de nieve en su totalidad y/o en
territorios de similar altitud donde ésta es eliminada por efecto de los vientos de verano,
pero sin que se produzcan aumentos térmicos que posibiliten el asentamiento de
comunidades vegetales. Este tipo climático, según la clasificación de Köppen,
corresponde a la división E (nevado), tipo F (permanentemente congelado), y por estar
determinado por la altitud, le corresponde la notación B (de montaña), (Santana y
Zamora, 1979).

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Figura 2.7: Tipos climáticos de Magallanes. Fuente: Adaptado de Pisano 1973.

El viento es un factor climático muy relevante en toda la región patagónica


(Figura 2.8). Aumenta la evaporación y la transpiración y reduce las temperaturas. Su

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dirección dominante es desde el cuadrante Oeste, lo que explica las distribuciones


pluviométricas por el aire húmedo que proviene del océano Pacífico.

Figura. 2.8: Rosa del viento promedio de Punta Arenas de 13 años partiendo de 1.989. Fuente: Ariel
Santana Águila (2.005).

La ladera estudiada del Monte Tarn, en la costa Este de la península de


Brunswick, se encuentra parcialmente protegida de los vientos que habitualmente en la
exposición Oeste tienen singular violencia, sobrepasando a menudo los 100 Km/h entre
primavera y otoño.
Por último, comentar la diferencia de precipitaciones en la zona y en la estación
de Punta Arenas, debido a la influencia de la cordillera de los Andes (Figura 2.9).

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Figura 2.9: Perfil pluviométrico a través de la Patagonia austral (53º S.). Fuente: Endlicher y Santana
(1.988).

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Justificación y objetivos

3. JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS

El Monte Tarn, localizado en la costa Este de la península de Brunswick posee


un gran número de especies y de comunidades vegetales de alto valor ecológico.
Además, conserva su estado prístino, debido a la inaccesibilidad de sus laderas y la
frondosidad del bosque.
A corto plazo, la zona de estudio (ladera Noreste del Monte Tarn) va a ser objeto
de desarrollo de un proyecto ecoturístico, lo que implica actividades turísticas de cierta
intensidad.
La idea del proyecto turístico se gestó en 1999 y unió a tres socios locales:
Patricio Cáceres, Ronald Wilson y Víctor Sharp. Patricio Cáceres manifestó que esperan
contribuir a diversificar la actividad turística de la Provincia de Magallanes, de ahí su
apuesta de generar actividades que ayuden a recoger la rica historia del Cabo San Isidro,
valorar lo regional y exponerlo de manera didáctica y entretenida.
“Estamos impulsando el desarrollo de la Península de Brunswick y la apuesta
fuerte como inicio de los circuitos de navegación al Parque Nacional De Agostini, al
parque marítimo Francisco Coloane y a la zona del Cabo Froward, inaugurando allí
circuitos de caminata, ascensos al Monte Tarn, con distintas alternativas tanto
marítimas como terrestres”, subrayó Patricio Cáceres (Prensa Austral).
De especial relevancia para el proyecto es la conservación del área, por lo que la
empresa cuenta con un proyecto aprobado de compra y concesión de terrenos que
incluyen el Monte Tarn, que será manejada como área de reserva y conservación de la
biodiversidad.
Por todo ello, mediante el presente trabajo se realiza un estudio de flora y
vegetación del Monte Tarn, con ello se pretende realizar:
- Catálogo florístico mediante la herborización de las especies vasculares.
- Conocimiento y estudio de las comunidades vegetales siguiendo el gradiente
altitudinal mediante inventarios sigmatísticos, análisis de clasificación y
ordenación de los datos.
- Cálculo de la biodiversidad específica (α biodiversidad) y paisajística (β
biodiversidad) como indicadores biológicos de monitoreo.
El presente estudio, junto con el elaborado por Javier González Higueras
(Estudio de caracterización ambiental del Monte Tarn. Región de Magallanes. Chile),
pretende servir como línea base en la zona.
Materiales y métodos

4. MATERIALES Y METODOS

4.1.- Estudio bioclimático:

Para la caracterización bioclimática de la zona de estudio se han utilizado los


datos y gráficas de la estación de Punta Arenas, disponibles en la web perteneciente al
Centro de Investigaciones Fitosociológicas “www.globalbioclimatics.org”, siguiendo
los criterios de Rivas Martínez (2004).
Hay que señalar que los datos disponibles pertenecen a Punta Arenas, estación
climática situada a 70 km al Norte de la zona de estudio, donde las precipitaciones son
inferiores debido a un mayor alejamiento de la cordillera de los Andes.
En las tablas siguientes (Tabla 4.1, 4.2 y 4.3) se muestran los datos climáticos de
la estación de Punta Arenas, situada a 70 km al Norte de la zona de estudio,
correspondientes al año 2004. Son los datos más actuales que existen cercanos al Monte
Tarn. Estos datos son orientativos y sufren ciertas variaciones con los datos reales de la
zona de estudio, sobre todo a nivel de la precipitación. Se muestran las temperaturas, las
precipitaciones, la nubosidad y la insolación. Destacamos este último factor debido a la
ubicación geográfica de la zona de estudio, una de las más australes del planeta, donde
en invierno la insolación no supera las 35 horas en el mes de Junio.

Tabla 4.1: Temperaturas en la estación climática Jorge C. Schythe (Punta Arenas). Fuente: Nicolás
Butorovic.
Materiales y métodos

Tabla 4.2: Precipitaciones en la estación climática Jorge C. Schythe (Punta Arenas). Fuente: Nicolás
Butorovic.

Tabla 4.3: Insolación y nubosidad en la estación climática Jorge C. Schythe (Punta Arenas). Fuente:
Nicolás Butorovic.

Para el estudio se han calculado los siguientes índices y gráficos bioclimáticos:

• Índice de termicidad (It):

Depende de la temperatura media anual (T), temperatura media de las mínimas


del mes más frío (m) y temperatura media de las máximas del mes más frío (M).
It = (T + m + M) 10
Materiales y métodos

• Índice de termicidad compensado (Itc):

Pondera el valor del índice de termicidad (It), debido los valores extremos de
temperatura en los territorios de clima continental o hiperoceánico para que su
continentalidad pueda ser comparable.
Cuando el índice de continentalidad simple (Ic) está comprendido entre 8 y 18,
el valor del Itc se considera igual al del It (It = Itc). En la zona de estudio los valores
del Ic están dentro del rango indicado, con lo cual no es necesario el cálculo del Itc.

CLIMA TEMPLADO
Termotipo Tp It (Itc)
Infratemplado > 2350 >410
Termotemplado 2000 – 2350 290 – 410
Mesotemplado 1400 – 2000 190 – 290
Supratemplado 800 – 1400 < 190
Orotemplado 380 – 800 -
Criorotemplado 1 – 380 -
Atérmico 0 -

• Índice ombrotermico anual (Io):

Depende de la precipitación media anual (P) y la temperatura positiva (Tp)


Io= (P/Tp) 10

CLIMA TEMPLADO
Ombrotipo Io
Semiárido < 2,2
Seco 2,2 – 3,2
Subhúmedo 3,2 – 4,6
Húmedo 4,6 – 10
Hiperhúmedo 10 – 20
Ultrahiperhúmedo > 20

• Índice de continentalidad simple (Ic):

Expresa en grados centígrados la diferencia u oscilación entre la temperatura


media del mes más cálido (Tmax) y la del mes más frío del año (Tmin).
Ic = Tmax – Tmin
Materiales y métodos

Tipos de continentalidad / oceanidad Ic


hiperoceánico 0-10
Oceánico euoceánico 10-15
semioceánico 15-21
semicontinental 21-27
Continental eucontinental 27-46
hipercontinental 46-65

• Índice de aridez de Martonne (I):

Depende de la precipitación anual (P) y la temperatura media anual (T).


I = P/(T+ 10)

I CLIMA
>60 Per-húmedo
60-30 Húmedo
30-20 Sub-húmedo
20-15 Semiárido (mediterráneo)
15-5 Árido (estepario)
5-0 Árido extremo (desierto)

• Coeficiente pluviométrico de Emberger (Q):

Depende de las precipitaciones anuales (P), de las temperaturas máximas del


mes más cálido (Mi) y de las temperaturas mínimas del mes más frío (mi).
Q = (100*P)/(Mi2-mi2)

Q CLIMA
>90 Húmedo
90-50 Sub-húmedo
50-30 Semiárido
30-0 Árido

• Índice de aridez anual (Ia):

Depende de las precipitaciones anuales (P) y de la evapotranspiración potencial


media anual (PE).
Materiales y métodos

Ia = P/PE

Ia CLIMA
>0.65 Húmedo
0.65 - 0.5 Sub húmedo - seco
0.5 - 0.2 Semiárido
0.2 - 0.05 Árido
<0.05 Hiperárido

• Diagrama bioclimático:

Para una visión más clara del bioclima de la zona de estudio se ha realizado un
diagrama bioclimático utilizando la metodología de Rivas Martínez. El diagrama
muestra el agua disponible para las plantas, período de actividad vegetativa,
temperatura mínima extrema, y temperaturas y precipitaciones mensuales.

4.2.- Estudio florístico:

Para la elaboración del catálogo florístico (Anexo 2), se hizo una colección
botánica intensiva del área de estudio, donde los especímenes se depositaron en la
Universidad de Magallanes.
Con la finalidad de mostrar la flora del Monte Tarn con fines científicos o
interpretativos, se recolectaron varios especímenes de cada especie para confeccionar un
herbario. Se tomaron muestras de todas las especies encontradas en los inventarios
realizados en el área de estudio identificando aquellas especies no reconocidas mediante
claves botánicas del Instituto de la Patagonia, con la ayuda del botánico Prof. Orlando
Dollenz.
Una vez determinadas las diferentes especies, se ha elaborado el catálogo
florístico siguiendo la estructura del “Catálogo de la Flora Vascular de Magallanes, XIIª
Región, Chile”, ordenando los taxones alfabéticamente y por familias.

4.3.- Estudio fitosociológico:


Materiales y métodos

Para el estudio de la vegetación en el Monte Tarn se ha realizado un muestreo


preferencial estratificado. Se denomina preferencial porque las unidades muestrales se
sitúan en unidades consideradas típicas o representativas sobre la base de criterios
subjetivos. Este tipo de muestreo se basa en suposiciones a priori de las propiedades de
la vegetación (Matteucci y Colma, 1982), la mayoría de los conceptos prevalecientes
acerca de los aspectos básicos de la fitosociología proviene de estudios realizados con
este modelo (Orloci, 1978). Por otro lado es estratificado, ya que subdivide la zona en
estratos o compartimentos homogéneos conforme a algún criterio vegetacional,
utilizando cuando es posible, la fotointerpretación (Matteucci y Colma, 1982). Debido a
la falta de datos en la zona de estudio la estratificación se realizó después de varias
visitas a la zona, siguiendo el gradiente altitudinal desde la costa a la cumbre,
determinando a priori las grandes diferencias observadas visualmente en la vegetación
(Fotografía 4.1).

Fotografía. 4.1: Algunos de los sigmetum contiguos fácilmente diferenciables en una determinada unidad
geomorfológica, ladera NE. Elaboración propia.

Se han seguido las directrices de la escuela sigmatística o de Zürich - Montpelier


utilizando el método propuesto por Braun-Blanquet en 1979, que hace uso de la medida
visual de la cobertura en cada inventario de vegetación.
Materiales y métodos

Mediante esta metodología se ha realizado en muestreo en la ladera Noreste del


Monte Tarn (Fotografía 4.2). Se utilizaron parcelas de 100 m2, que sobrepasan el área
mínima en la vegetación baja como los turbales. En el caso de bosque templado frío, el
área mínima recomendada es de 100 m2 (Westhoff y Maarel, 1978). Estas parcelas se
marcaron temporalmente, pero cada inventario fue georreferenciado con un GPS
Garmin II, usando el datum South American 69, lo que permite el monitoreo de las
comunidades vegetales con el método señalado.

Fotografía 4.2: Ladera Noreste del Monte Tarn. Fuente: Elaboración propia.

Utilizando los valores del índice de abundancia de Braun – Blanquet (Tabla 4.4)
y la transformación de Van der Maarel (Westhoff y Maarel, 1978), se realizaron los
inventarios sigmatísticos siguiendo el gradiente altitudinal (Figura 4.1).

Clases de cobertura Significado Porcentajes Escala Van der Maarel


r Un individuo 0,1 % 1
Pocos individuos con
+ 0,2 % 2
poca cobertura
1 Menos de 5 % 2,5 % 3
2 De 5 a 25 % 15,0 % 5
3 De 25 a 50 % 37,5 % 7
4 De 50 a 75 % 62,5 % 8
5 Más de 75 % 87,5 % 9

Tabla 4.4: Clases de cobertura Braun – Blanquet y escala de Var der Maarel.
En cada inventario se anotaron los datos de altitud, coordenadas UTM, cobertura
arbórea y herbácea, inclinación, orientación y tipo de substrato.
Materiales y métodos

Figura 4.1: Transepto de ascenso donde se han realizado los inventarios. Fuente: Visualizador NASA
World Wind. Elaboración propia.

4.4.- Estudio estadístico:

Para la determinación de las comunidades vegetales se ha utilizado un enfoque


formal, donde se emplean métodos numéricos para el análisis de los datos, partiendo de
la medida de la abundancia de especies como dato cuantitativo y de la presencia o
ausencia como cualitativo. Se procede a la presentación de éstos en una tabla de doble
entrada inventarios/especies, llamada “matriz primaria o tabla bruta de inventarios”
(Anexo 2). Mediante la inspección de la tabla primaria no es posible detectar
variaciones o grupos similares de elementos, siendo necesario el uso de herramientas
matemáticas como la “distancia florística” o funciones de semejanza, que permiten
comparar elementos de a pares de manera que la matriz primaria se transforma en una
“matriz secundaria” inventarios/inventarios o especies/especies (Anexo 3). Para la
transformación de la matriz primaria se ha utilizado el método de partición “k-means”
utilizando el módulo “Fagus” del programa estadístico Vegetation Edition and Analisys
(VEGANA), específico para el análisis de la vegetación. El siguiente paso es el análisis
de los datos sistematizados para organizar la información, describir patrones de
variación en la vegetación e interpretar las interrelaciones.
Materiales y métodos

Para contrastar los resultados de la partición realizada de los inventarios, se han


calculado los índices de similitud entre inventarios, usando el módulo “Ginko” del
programa VEGANA. La medida de la similitud entre inventarios de comunidades puede
ser útil por si misma, especialmente cuando en la muestra hay pocas unidades
muestrales o pocas comunidades vegetales, para esta medida se ha utilizado el índice de
Sörensen. En el Monte Tarn, debido a su heterogeneidad espacial, existe una gran
diversidad de hábitats, un gran número de inventarios para analizar, donde es
conveniente el uso de la estadística multivariada para agrupar los inventarios similares
(Gaugh y Hugh, 1995).

- Índice de Sörensen (Matteucci y Colma, 1982):

2 c
IS  ; siendo c = nº de especies en el inventario A pero no en el B
2 c  a  b
b = nº de especies en el inventario B pero no en el A

a = nº de especies compartidas en el inventario A y B.

Para una mejor interpretación de los resultados del índice de similitud, se ha


utilizado el método de clasificación “vecino más cercano”, que es un análisis clúster que
permite la agrupación de los diferentes inventarios en un dendrograma. Este método es
jerárquico, aglomerativo y nos ayuda a clasificar los diferentes inventarios. En el
presente estudio se ha utilizado como dato de partida la matriz de similitud calculada
por el índice de Sörensen, para después realizar los cálculos estadísticos.
Las comunidades pueden ser más o menos similares y los fitosociólogos a
menudo desean expresar esta similitud cuantitativamente, clasificando las comunidades
en base a un índice de similitud. El análisis clúster es una metodología para generar
clasificaciones de una serie de inventarios de comunidades, existen una gran cantidad de
métodos diferentes para la clasificación y ordenación de los datos y no existe un único
método ideal, la experiencia de los botánicos es esencial para la interpretación de los
datos (Matteucci y Colma, 1982).
Una vez obtenidos los resultados del método de clasificación, se han comparado
con la bibliografía de la zona para utilizar la misma nomenclatura que en estudios
similares en la región, principalmente en los estudios de Pisano, 1973 y 1977.
Todos los métodos exigen la adopción de decisiones por el investigador, para lo
cual éste debe aplicar sus conocimientos ecológicos y su experiencia del tipo de
Materiales y métodos

vegetación que estudia. Por otro lado, es imposible interpretar los resultados del
tratamiento matemático sin recurrir a la capacidad inductiva y deductiva del
investigador (Matteucci y Colma, 1982).
La clasificación es a menudo el objetivo final del análisis de una comunidad
vegetal, de esta forma, los botánicos pueden asignar nombres a las clases o grupos
resultantes del análisis. En el presente trabajo se ha encontrado una posible comunidad
vegetal de Oreobulus obtusangulus - Tetroncium magallanicum, y otra de Sphagnum
fimbriatum, las cuales se han denominado “comunidad provisional” porque no están
citadas en la literatura y no tienen suficientes inventarios acumulados como para
nominarla definitivamente como un nuevo sintaxón.
Por otro lado, se ha utilizado el Análisis de Componentes Principales (ACP), que
es un método de ordenación que agrupa los inventarios en dos ejes principales. Los
inventarios similares aparecen juntos y los que tienen mayor distancia florística
permanecen separados. Los dos primeros ejes explican la mayor cantidad posible de
variación de las unidades muestrales.
El ACP se utiliza para identificar patrones de distribución de la vegetación en
gradientes ecológicos que muestran la tendencia de la vegetación a agruparse por
condiciones ecológicas semejantes, pero dispuestas en un continuo sin límites netos, a
diferencia de la clasificación que admite límites entre comunidades que pueden ser
cartografiados (Moreno et al., 2001). Por este motivo, ambos análisis son
complementarios, por un lado determinar las comunidades mediante la clasificación y
por otro lado justificar la distribución espacial identificando los factores ecológicos más
importantes reflejados en los ejes principales del ACP. De esta manera se consigue una
descripción completa y un mejor entendimiento de las comunidades vegetales.

4.5.- Estudio de la biodiversidad:

La medida de la biodiversidad más popular está basada en la teoría de la


información. El objetivo de la teoría de la información es intentar medir el grado de
orden o desorden contenido en un sistema (Margalef, 1968). En el presente estudio se ha
Materiales y métodos

utilizado como medida de la α biodiversidad el índice de Shannon - Wiener, cuyo


resultado es la información contenida en una muestra expresada como bits/individuo. Es
una medida de la cantidad de incertidumbre (o probabilidad de encontrar una
determinada especie en una muestra), de manera que a mayor valor del índice, mayor
grado de incertidumbre. Por ejemplo, un inventario cuyo resultado sea 0 no tiene
incertidumbre, conforme aumenta el valor del índice, aumenta el número de especies en
la comunidad, siendo el valor máximo teórico en una comunidad 5 (Krebs, 1988).
Cuanto mayor es el valor de este índice, mayor es la α biodiversidad.

El índice de Shannon – Wiener (Krebs, 1988) se muestra a continuación:

H    pi ln  pi   ; donde H = índice de alfa biodiversidad.

ni
pi 
N
; donde

o ni = número de individuos de cada especie.

o N = número total de individuos.

La β biodiversidad o biodiversidad paisajística, mide la diversidad ecológica


entre diferentes comunidades vegetales. En el presente trabajo se ha calculado la β
biodiversidad en mosaico, ya que la ladera de estudio no es una catena ideal sino que se
repiten las comunidades a lo largo del gradiente altitudinal. Para ello se han utilizado los
datos de los inventarios tipo, es decir, aquellos que corresponden a la comunidad típica,
sin considerar las condiciones ecotonales. Se ha utilizado la fórmula de distancia
florística de Bray - Curtis (Krebs, 1988) calculando una matriz de distancias o
disimilitudes, donde el valor 0 indica inventarios idénticos y el valor 1 inventarios
totalmente diferentes. Una vez obtenidas las distancias entre todas las posibles
combinaciones de los inventarios tipo del Monte Tarn, es decir los diferentes sigmetum,
se calcula la β biodiversidad multiplicado la media de las distancias por el número de
inventarios tipo menos 1 (β biodiversidad en mosaico).

1) Distancia Bray-Curtis:
Materiales y métodos

X ij  X ik
B i 1
n ; donde B = Distancia Bray-Curtis
X
i 1
ij  X ik

X ij , X ik = Número de individuos de especies i en cada par de inventarios


(i, j)

2) Determinación del valor beta biodiversidad catenaria:

β – biodiversidad = B  n ;1donde
 B
= media de las distancias

n = nº inventarios tipo
Resultados

5.- RESULTADOS

5.1.- Estudio bioclimático:

A continuación se detallan los principales índices calculados para caracterizar


bioclimáticamente la zona de estudio:

- El índice de termicidad (It) es 105 y la temperatura positiva (Tp) es 805,


lo que le corresponde en un macrobioclima templado un termotipo
supratemplado.
- El índice ombrotérmico (Io) es de 5,55, lo que le corresponde un
ombrotipo subhúmedo.
- El índice de continentalidad (Ic) es de 9,2, lo que le corresponde un tipo
hiperoceánico.
- Índice de aridez de Martone (I) es de 26,75, lo que le corresponde un tipo
subhúmedo.
- Índice de aridez anual (Ia) es de 0,78, lo que le corresponde un tipo
húmedo.
- Índice de Emberger (Q) es de 215, 95, lo que le corresponde un tipo
húmedo.

En vista de los índices anteriores podemos afirmar la falta de sequía en la zona


de estudio, las plantas no están sometidas a estrés hídrico, además del carácter oceánico
donde la oscilación térmica no es muy acusada.
Según la clasificación de Rivas Martínez, el bioclima de Punta Arenas es el
siguiente:
- Macrobioclima: Templado.
- Bioclima: Hiperoceánico.
- Piso bioclimático:
1) Termotipo: supratemplado.
2) Ombrotipo: subhúmedo - húmedo.
Resultados

En el siguiente diagrama bioclimático (Figura 5.1) podemos observar la


temperatura media mensual (en rojo), la precipitación media mensual (azul), el período
perhúmedo (línea discontinua), el período húmedo (distancias entre la curva de
precipitación y temperatura) y la temperatura mínima extrema observada (barra azul).
Como se deduce en el gráfico y los índices anteriores, no existe sequía en ningún
mes del año, las precipitaciones son más abundantes en la época invernal, cuando las
plantas soportan temperaturas bajas y la insolación es muy escasa. Otra característica a
destacar en el gráfico es la escasa actividad de la vegetación en época estival, aunque
siempre hay agua disponible para las plantas, las temperaturas medias apenas superan
los 10 grados un par de meses al año, por este motivo el crecimiento de los bosques
magallánicos es tan lento.

Figura 5.1: Diagrama bioclimático Punta Arenas. Fuente: www.globalbioclimatic.org


Resultados

5.2.- Estudio florístico:

5.2.1.- Generalidades:

Destacamos la importancia zonal del área de estudio por representar el límite


septentrional de la distribución del Nothofagus betuloides (Coigüe) en la costa (Figura
5.2), formando el bosque mixto perennifolio en asociación con el canelo, y en el interior
de la península, en zonas continentales, formando bosques puros.

Figura 5.2: Mapa de distribución del Coigüe en la Península de Brunswick. Fuente:


Corporación Nacional Forestal de Chile.

A continuación se muestran algunas de las especies más representativas de la


zona de estudio:
Resultados

• Drimys winteri J.R. et G. Forster.f. 1775. Canelo.

Árbol característico del


bosque perennifolio mixto,
asociado al Coigüe en las
zonas más oceánicas, se pierde
la asociación Coigüe - Canelo
en cotas superiores a los 200
m.

• Nothofagus betuloides (Mirbel) Oersted. 1871. Coigüe magallánico. Guindo.

Árbol siempreverde, aparece


en suelos profundos y
húmedos, sobre morrenas
recientes, dominante en
bosque siempreverdes sobre
suelos bien drenados y
lluviosos.

• Berberis ilicifolia L.f. Michay.

Arbusto perennifolio,
nativo, aparece en suelos
semiprofundos, húmedos y
sombríos, bordes de ríos y
sotobosque de Nothofagus
betuloides y Drymis
winterii.
Resultados

• Maytenus magellanica (Lam.). Hooker.f. 1847. Leñadura. Maitén.

Arbusto o árbol perenne,


aparece en suelos delgados
y arenosos, matorral y
bosque.

• Chiliotrichium diffusum (G. Foster f.) Kunzte. 1898. Romerillo. Mata verde.

Arbusto, aparece tanto en


suelos delgados como
profundos, áreas
planas y laderas de montes.

• Pilgerodendron uviferum (D.Don.) Florin. Ciprés de las Guaitecas.

Árbol asociado a las


turberas de Sphagnum
magellanicum, aparece en
suelos profundos y
húmedos.
Resultados

• Empetrum rubrum Vahl ex Willd. 1806. Mutilla. Brecillo.

Sub- arbusto cosmopolita,


aparece en suelos delgados y
profundos, arenosos, rocosos
secos y húmedos, pantanos y
turbas, márgenes y claros de
bosques.

• Lebetanthus myrsinites (Lam.) Dusén.

Sub-arbusto asociado al
bosque de Coigüe de
Magallanes, aparece en el
sotobosque, en lugares
húmedos y oscuros.

• Marsippospermum grandiflorum (L.f.) Hook.f. 1843. Junco. Junquillo.

Juncácea muy relacionada


con las turberas, aparece en
lugares encharcados,
indicadoras de degradación
del turbal.
Resultados

• Fuschsia magellanica Lam. 1788. Chilco. Chilcón.

Arbusto, aparece en
condiciones ecotonales entre
el bosque y la vegetación
costera. Sólo aparecen en el
Monte Tarn en el inventario
del ecotono bosque-costa.

• Luzuriaga marginata (Banks et.Sol.ex Gaertn.) Benth. 1883. Azar de monte.

Sub-arbusto, una de las


pocas especies que forman el
sotobosque del bosque
perennifolio mixto, en
aquellos lugares mejor
iluminados.

• Ribes magellanicum Poiret. 1812. Zarzaparrilla. Parrilla.

Arbusto, suelos profundos,


aparece en márgenes y claros
de bosque, en el Monte Tarn
se encuentra en el ecotono
bosque-costa.
Resultados

5.2.2.- Catálogo florístico:

En el Anexo 2 se puede consultar el catálogo florístico de las especies


encontradas en la zona de estudio. Para la elaboración del catálogo se ha utilizado el
“Catálogo de la Flora Vascular de Magallanes (XIIª Región), Chile” de Juan Marco
Henríquez, Edmundo Pisano y Clodomiro Marticorena, de los Anales del Instituto de la
Patagonia en Punta Arenas (Chile), volumen 23 (1995).
Los taxones se ordenan alfabéticamente por familias. Las especies alóctonas se
indican con un asterisco (*). La nomenclatura y sistemática siguen básicamente a
Marticorena y Quezada (1985), contemplando sus correcciones y actualizaciones
posteriores (Marticorena, in litt.).

5.3.- Estudio de vegetación:

Debido a la escasez de trabajos fitosociológicos realizados en la zona


(únicamente Pisano 1973, 1977 y Dollenz 1983) el estado actual de la descripción de las
comunidades y su entronque sintaxonómico es incipiente. En este sentido, las
comunidades descritas por Pisano aún no se han adaptado al código internacional de
Nomenclatura Fitosociológica o entroncado en esquema sintaxonómico alguno. Por
ello, a continuación las comunidades se nombran según la única bibliografía referente a
ellas (Pisano 1973, 1977), se incrementa el número de inventarios a los ya realizados
por Pisano, se incrementa la descripción de las condiciones ambientales y se profundiza
en la composición de su cortejo florístico.
Todas estas nuevas aportaciones se realizan con base a un estudio estadístico
previo y aumenta nuestro conocimiento sobre la vegetación que encontramos en el
Monte Tarn.
Estudios posteriores, no solo en el Monte Tarn, sino también en toda la
Península de Brunswick, con mayor número de inventarios, permitirá la obtención del
esquema sintaxonómico completo y la nomenclatura definitiva de las comunidades aquí
descritas.
Resultados

5.3.1.- Resultados del estudio fitosociológico y estadístico:

De los 43 inventarios realizados en la ladera Noreste del Monte Tarn se han


encontrado 15 comunidades vegetales, utilizando para la determinación de estas
comunidades los análisis de los datos estadísticos y tablas de agrupación de inventarios.
En la tabla de agrupación de inventarios (Figura 5.3) se muestran los inventarios
de vegetación (Anexo 4), ordenados después de realizar la partición “k-means”, los
inventarios se agrupan en función de sus especies diferenciales. Esta tabla es el paso
previo que hay que realizar para poder definir las comunidades vegetales, ya que una
vez definidas las especies diferenciales para cada grupo de inventarios, es posible
compararlas con la bibliografía existente, con la finalidad de mantener la misma
nomenclatura de las comunidades vegetales que en estudios anteriores.
En la tabla siguiente se pueden consultar además de las especies diferenciales, el
resto de especies con el índice de abundancia Braun-Blanquet. De esta forma podemos
nominar la comunidad, ya que las especies diferenciales no necesariamente tienen que
ser las especies más abundantes.
Resultados

Figura 5.3. Tabla de agrupación de inventarios. Fuente: VEGANA (Elaboración propia).


Resultados

Una vez interpretados los resultados de la tabla de agrupación de inventarios, se


muestran a continuación los resultados de la clasificación realizada por el clúster
“vecino más cercano”, utilizando como base para los cálculos los índices de similitud
entre inventarios.
El resultado del método de clasificación se muestra en forma de dendrograma
(Figura 5.4). Mediante la interpretación del dendrograma se pueden contrastar los
resultados de la tabla de agrupación de inventarios, de esta forma se pueden clasificar
los inventarios de vegetación del Monte Tarn que aparecen agrupados en los diferentes
clústeres del gráfico.
Resultados
11
2 Asociación Nothofagus betuloides
– Drimys winteri Pisano (1977).
3

12

17 Subasociación Sphagnum
magellanicum –
18
16 Marsippospermum grandiflorum
Pisano (1973).
13

7 Subasociación Pilgerodendro –
Sphagnetum magellanicii Pisano
6
(1977),
8
5 Subasociación
33 Marsippospermetum grandiflorii
Pisano (1977).
38

22

9
Subasociación Nothofagus
10 betuloides – Empetrum rubrum
Pisano (1977).
15
Asociación Nothofagetum
20 betuloidis Pisano (1977).
21

4 Asociación Sphagnetum
magellanicii Pisano (1977).
40

19 Asociación Donatia fascicularis –


Astelia pumila Roig, Dollenz et al.
39
(1985).
30
31 Asociación Nothofagetum
35 antarticum Pisano (1973).
36

24 Asociación Gunneretum
magallanicae Pisano (1977).
29
43

25 Asociación Bolaxetum
26 gummiferum Pisano (1973).

23 Comunidad provisional Oreobulus


14 obtusangulus – Tetroncium
magellanicum.
37
Tundra de briófitas y arbustos
32 enanos Pisano (1977).
Comunidad Provisional
41
34
Sphagnum fimbriatum.

27 Comunidad Andina Dispersa


28 Pisano (1973).
42

44
Figura5.4. Dendrograma. Fuente: VEGANA (Elaboración propia).
Resultados

Se considera suficiente un índice de similitud de 0,70 para separar los clústeres


del análisis de clasificación. La justificación de este corte se basa en los resultados de la
tabla de agrupación, las observaciones en campo y los antecedentes bibliográficos.
Observando los resultados del dendrograma, cortándolo por 0,70 los grupos resultantes
son similares a los de la tabla de agrupación de inventarios. En el dendrograma
podemos observar un grupo numeroso de inventarios que si el corte se hubiera realizado
por 0,75 serían grupos diferentes y coincidentes con las comunidades descritas en la
bibliografía. Estos subgrupos son los inventarios 22, 38 y 33; 5, 8, 6, 7 y 13; y 16, 18 y
17.
Consultando en las tablas de inventarios podemos ver que en todos los
inventarios se encuentra el Marsippospermum grandiflorum, pero que todos ellos tienen
especies diferenciales o características, como ocurre en el clúster en negro, donde
domina el Sphagnum magellanicum; en el azul el Pilgerodendron uviferum; y en el
verde donde aparecen especies indicadoras de la degradación de las turberas como
Gaultheria pumila y Nothofagus antartica; de ahí esa subdivisión tan marcada en el
gráfico de la Figura 5.5.

45
Resultados

Figura 5.5: Dendrograma parcial, corte en 0,7 en línea continua y 0,75 en discontinua (Elaboración
propia).

Por la justificación anterior, se ha decidido separar el clúster comentado en 3


grupos diferentes (ver coloración de la Figura 5.5), cortándolo por un valor de similitud
de 0,75.
Por último, y para fundamentar la gran cantidad de comunidades vegetales o
grupos de inventarios, se han consultado diferentes estudios en los Anales del Instituto
de la Patagonia, principalmente los estudios de Pisano 1973 y 1977, donde aparecen
numerosas comunidades vegetales de la Región de Magallanes. Se ha seguido la
nomenclatura de sus estudios y se han corregido los resultados estadísticos anteriores,
donde definitivamente aparecían 14 grupos de inventarios para la tabla de agrupación y
13 en análisis clúster.
El resultado del estudio fitosociológico y estadístico es un total de 15
asociaciones vegetales, nombradas en función de sus especies más abundantes y
contrastadas con los estudios de Pisano. Estas asociaciones se muestran a continuación
ordenadas siguiendo el gradiente altitudinal:

1. Asociación Nothofagus betuloides – Drimys winteri Pisano 1977. Inventarios: 1,


2, 3, 11 y 12.
2. Subasociación Pilgerodendro – Sphagnetum magellanicii Pisano 1977.
Inventarios: 5, 6, 7, 8 y 13.
3. Subasociación Nothofagus betuloides – Empetrum rubrum Pisano 1977.
Inventarios: 9, 10 y 15.

46
Resultados

4. Asociación Sphagnetum magellanicii Pisano 1977. Inventarios: 4 y 40.


5. Subasociación Sphagnum magellanicum – Marsippospermum grandiflorum
Pisano 1973. Inventarios: 16, 17 y 18.
6. Comunidad Provisional Oreobulus obtusangulus – Tetroncium magellanicum.
Inventarios: 14 y 37.
7. Asociación Nothofagetum betuloidis Pisano 1977. Inventarios: 20 y 21.
8. Asociación Donatia fascicularis - Astelia pumila Roig, Dollenz et al. 1985.
Inventarios: 19 y 39.
9. Subasociación Marsippospermetum grandiflorii Pisano 1977. Inventarios: 22,
33 y 38.
10. Comunidad Provisional Sphagnetum fimbriatum. Inventarios: 34 y 41.
11. Comunidad Tundra de Briófitas y Arbustos Enanos Pisano 1977. Inventarios: 32.
12. Asociación Nothofagetum antarticum Pisano 1973. Inventarios: 30, 31, 35 y 36.
13. Asociación Gunneretum magallanicae Pisano 1977. Inventarios: 24, 29 y 43.
14. Asociación Bolaxetum gummiferum Pisano 1973. Inventarios: 23, 25 y 26.
15. Comunidad Andina Dispersa Pisano 1973. Inventarios: 27, 28 y 42.

En el presente estudio se han encontrado dos grupos de inventarios, tanto en la


tabla de agrupación como en el análisis clúster, que se han denominado comunidad
provisional por la falta de inventarios para poder caracterizarlas correctamente. Debido
a que no pueden incluirse en ninguna de las comunidades encontradas en el Monte Tarn
y reconocidas por otros autores, se ha decidido comentarlas como comunidades
provisionales aparte, aunque con el conocimiento de que son pocos inventarios y no es
posible denominarlas como comunidad vegetal (grupos anteriores 6 y 10).

5.3.2.- Descripción comunidades vegetales:

En zonas climáticas lluviosas, como en el Tarn, existe una correlación bien


marcada entre - vegetación - tipo de suelo - disponibilidad hídrica -, como se podrá
comprobar en los resultados del ACP. Así, en los fondos de sus pequeños valles
glaciales y fluvio – glaciales, conocidos localmente como “cañadones”, debido a la
impermeabilidad del sustrato glacial arcilloso y denso, se encuentran pantanos turbosos
(turberas). Al borde de ellos, y siempre sobre subsuelos impermeables, no penetrables
por las raíces pero con mejor drenaje debido a su pendiente, se desarrollan matorrales

47
Resultados

de Ñirre (Nothofagus antarctica), mientras que en ubicaciones con suelos más


permeables, esta especie forma bosques de mejor desarrollo.
Como la precipitación supera los 700 mm, los bosques costeros son
perennifolios, dominados por el Coigüe (Nothofagus betuloides) en asociación con el
Canelo (Drimys winteri). Aunque aquí en el Tarn no aparecen, en otras laderas de la
misma cadena montañosa podrían encontrarse bosques de Lenga (Nothofagus pumilio)
asociados con Coigüe.
Para la descripción de las comunidades se ha utilizado además de los datos de
campo, los trabajos de fitogeografía de Edmundo Pisano, 1973 y 1977, donde las
comunidades descritas por el autor son prácticamente idénticas a la vegetación
encontrada en el Monte Tarn. Aunque en algunas comunidades el número de inventarios
es muy reducido, debido a la similitud con la bibliografía se describen siguiendo los
trabajos citados.
En el Anexo 4 pueden consultarse los inventarios tipo y unas fotografías de las
comunidades descritas en este apartado.

1. Asociación Nothofagus betuloides – Drimys winteri Pisano 1977

ECOLOGÍA: El bosque magallánico perennifolio mixto es una comunidad típicamente


costera alcanzando cotas máximas de 150-200 m. Es la primera comunidad vegetal que
aparece en el perfil altitudinal de la vegetación del Monte Tarn. En líneas generales, esta
comunidad aparece en la Península de Brunswick en áreas con elevada precipitación
desde 900 hasta 2000 mm anuales y con escasa variación térmica debido a su marcado
carácter oceánico.
ESTRUCTURA: bosque típicamente costero, alta cobertura de copas, fustes superiores
a los 20 m y diámetros hasta de 40 cm. El árbol dominante de esta comunidad es el
Nothofagus betuloides (Coigüe) asociado a una proporción variable de Drimys winteri
(Canelo), entre un 8-15 % generalmente, aumentando considerablemente esta
proporción de Canelo en aquellas estaciones más húmedas y fértiles.
Como resultado de las bajas temperaturas, acidez del suelo y escasez de
entomofauna, los procesos de degradación de la materia orgánica proveniente de los
restos de árboles caídos, son muy lentos, acumulándose en el suelo del bosque una
considerable cantidad de troncos, ramaje y hojarasca en diversos estados de
degradación. Estas condiciones favorecen la proliferación de una rica y densa

48
Resultados

vegetación criptogámica donde aparecen las hepáticas y musgos, que ocupan una mayor
cobertura en función de las condiciones de iluminación. En algunos casos, en las zonas
más sombrías y húmedas, aparecen de forma aislada los helechos.
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA:
- Estrato arbóreo:
Los componentes son Coigüe de Magallanes y Canelo, siendo el árbol
dominante el Coigüe. Otro componente del estrato arbóreo, en sitios con mejor drenaje
como sucede en los barrancos de las cotas más bajas del monte, es Maytenus
magellanica (Leñadura). En el Monte Tarn aparece la leñadura de forma aislada en el
inventario número 1, muy cercano a la playa y en la ladera de un barranco.

- Estrato arbustivo:
Relativamente pobre a nivel de especies, desarrollándose de forma significativa
en aquellos lugares donde la cubierta arbórea es más rala. El principal arbusto de esta
asociación es el Lebetanthus myrsinites cubriendo densamente el suelo en los sitios con
buena iluminación, cambiando su comportamiento a planta trepadora en lugares con
mayor cubierta vegetal (Inventario 2). En estaciones también claras y con drenaje más
favorable, aparece el Berberis ilicifolia (Michay) y Ribes magellanicum (Zarzaparrilla)
(Inventario 1). Conforme las condiciones de iluminación mejoran y los suelos contienen
mayor cantidad de materia orgánica humificada, se encuentra Pernettya mucronata
alcanzando un desarrollo denso y pequeñas formaciones o golpes de Chilotrichum
diffusum (Romerillo) (Inventario 3). En las cotas más bajas de la zona de estudio, con
buenas condiciones de iluminación, suelos permeables, ubicadas en las costas marinas
con playas suaves y ripiosas aparece Fuchsia magellanica (Inventario 1). Cuando los
suelos adquieren características turbosas como sucede en las cotas más altas de esta
asociación en el Monte Tarn, y aumenta el nivel de iluminación, aparece Luzuriaga
marginata y Empetrum rubrum (Inventario 3).
- Estrato herbáceo:
Formado por Iocenes acanthifolius (Senecio) en estaciones de topografía llana,
suelos profundos y abundante retención de agua, como sucede en el límite del bosque
con la turba de Sphagnum (Inventario 11). Otra especie presente de forma aislada es
Marsippospermum grandiflorum (Junquillo) que prefiere estaciones mejor iluminadas
que el Senecio (Inventario 3).

49
Resultados

DINÁMICA: A medida que vamos aumentando en altura y la vegetación está más


expuesta a los vientos, así como en aquellos lugares donde el drenaje está limitado y
hay exceso de humedad en el suelo, el desarrollo de estos bosques es muy deficiente. En
estas estaciones los árboles presentan un menor crecimiento en altura y diámetro,
creciendo de forma tortuosa y con una abundante densidad de ejemplares juveniles. Esta
situación se puede apreciar en el inventario número 3, donde la parcela inventariada
pertenece a un bosque aclarado formando ecotono con el turbal de Ciprés de las
Guaitecas.
α – BIODIVERSIDAD: En el inventario tipo del Anexo 5 se puede observar un α
biodiversidad media, debido al reducido número de especies del sotobosque de esta
comunidad, que posee una densa cobertura arbórea, creando un microclima húmedo y
oscuro que dificulta el crecimiento de la vegetación del cortejo florístico y favorece la
proliferación de musgos y hepáticas, las cuales no se han tenido en cuenta en este
estudio.
En el inventario realizado en el ecotono playa-bosque se observa un incremento
en la α biodiversidad debido a que en las condiciones ecotonales los ecosistemas
comparten especies de las dos comunidades colindantes, por esta razón, en el inventario
encontramos especies típicas del bosque magallánico perennifolio como el Lebetanthus
myrsinites y especies típicas de ecosistemas costeros como la Fuchsia magellanica y
Ribes magellanicum.
DISTRIBUCIÓN: Los inventarios que recogen los datos de esta comunidad son el 1, 2,
3, 11 y 12.

2. Subasociación Pilgerodendro - Sphagnetum magellanicii Pisano 1977

ECOLOGÍA: Es una subasociación perteneciente a la asociación de turberas


(Sphagnetum magenanicii Pisano 1977), pero esta subasociación aparece en lugares con
mejor drenaje superficial, como los ecotonos entre turbal y bosque, así como en las
elevaciones del mesorelieve que aparecen en el límite superior de la asociación
Nothofagus betuloides – Drymis winteri Pisano 1977. En estos enclaves el Sphagnum
magellanicum tiende a desaparecer, formando manchones de superficie reducida, siendo
reemplazado por otras briófitas. Los suelos desarrollan un perfil podsolizado,
favoreciendo el establecimiento de un matorral acidófilo, a medianamente denso y de

50
Resultados

altura no superior a los 2 m, donde Pilgerodendron uviferum encuentra los mejores


lugares para su desarrollo.
Los suelos son delgados, alcanzando un espesor que rara vez sobrepasa los 80
cm y yacen sobre un substrato rocoso fragmentado, con ligeras pendientes del 2-4 %
que facilitan el drenaje. Estos suelos se diferencian de los típicos de bog ya que aunque
sean suelos turbosos, contienen mayor cantidad de elementos minerales arrastrados por
escorrentía superficial o bien provenientes del propio substrato. Además, contienen una
mayor cantidad de humus en el perfil por la descomposición de la cubierta arbórea y
arbustiva, mostrando en algunos casos procesos incipientes de podsolización. Estas
condiciones se presentan en el Monte Tarn por encima de la asociación Nothofagus
betuloides – Drymis winteri Pisano 1977, formando una faja angosta hasta cotas de 200
m donde es remplazada por la comunidad Nothofagetum betuloidis Pisano 1977.
ESTRUCTURA: Es una asociación de Sphagnum magellanicum con Pilgerodendron
uviferum (Ciprés de las Guaitecas, nombre que hace referencia a un complejo de islas al
Norte de la península de Brunswick). Pilgerodendron uviferum tiene una altura media
de 10 m, copa angostamente cónica, que en ejemplares relativamente jóvenes comienza
a poca altura sobre el nivel del suelo. Esta comunidad es muy abierta con coberturas
inferiores al 40%, nunca con doseles cerrados, y en todos los casos inventariados el
ciprés está asociado a Nothofagus betuloides y Drimys winteri arborescentes y con
reducidos índices de abundancia debido al exceso de humedad. En la zona de estudio no
forma comunidades puras ya que aparece asociado con el Nothofagus betuloides y
escasamente con Drimys winteri, generalmente en forma de arbustos. Debido a las
condiciones de ecotono en las que está localizada esta asociación en el Monte Tarn,
aparecen especies típicas de la asociación Nothofagus betuloides – Drymis winteri
Pisano 1977 como el Lebetanthus myrsinites y Luzuriaga marginata.
CORTEJO FLORÍSTICO:
- Estrato arbustivo:
Es muy ralo y discontinuo apareciendo de forma escasa el Berberis ilicifolia,
Chiliotrichium diffusum, y Pernettya mucronata, y en aquellos lugares con mayor
insolación aparece Lebetanthus myrsinites, siendo el arbusto dominante el Empetrum
rubrum.
- Estrato herbáceo:

51
Resultados

Está constituido por un denso tapiz de Sphagnum magellanicum asociado


localmente con Marsipospermum grandiflorum. En algunas estaciones aparece también
Carex magellanica.
DINÁMICA: Desde el punto de vista dinámico de la vegetación, se puede considerar
como una etapa post-climácica en el desarrollo de turberas esfagnosas en lugares con
precipitaciones superiores a los 1000 mm, ya que esta comunidad aparece en lugares
con cierto drenaje, intermedias entre las condiciones de la asociación Nothofagus
betuloides – Drymis winteri Pisano 1977 y la asociación Sphagnetum magellanicii
Pisano 1977.
La interpretación ecológica de la introducción del Coigüe y Canelo en el turbal,
es un indicador de la degradación de éste, representa una etapa del proceso sucesional
que lleva hacia el establecimiento de un bosque perennifolio sobre terrenos previamente
turbosos como respuesta al proceso de desecamiento del turbal.
α – BIODIVERSIDAD: Esta comunidad presenta valores de α biodiversidad media -
elevada ya que el cortejo florístico es muy similar a la subasociación Empetrum rubrum
- Nothofagus betuloides Pisano 1977, pero aparece una especie muy relacionada con la
degradación del turbal de Sphagnum magellanicum que da nombre a esta asociación, el
Pilgerodendron uviferum.
DISTRIBUCIÓN: El área de distribución de esta comunidad coincide con la del
Nothofagus betuloides, y en la mayoría de los casos ocupa estaciones costeras, donde
las características oceánicas de su clima son más marcadas y las nevazones invernales
cubren el terreno durante períodos cortos. Los inventarios donde esta asociación está
presente son el 5, 6, 7, 8 y 13.

3. Subasociación Nothofagus betuloides – Empetrum rubrum Pisano 1977

ESTRUCTURA: Es un subasociación perteneciente a la asociación Nothofagetum


betuloidis Pisano 1977, presenta una estructura de bosque achaparrado, normalmente
con una densidad arbórea media (Inventario 9) y siempre en terrenos turbosos, en
aquellos lugares donde aparece el Sphagnum magellanicum.
Es una subasociación muy cosmopolita donde habitan un número considerable
de especies diferentes, que aunque no tengan valores de abundancia elevados, coexisten
todas juntas.

52
Resultados

ECOLOGÍA: En las estaciones donde aparece, el Nothofagus betuloides se encuentra en


su límite ecológico en cuanto a las características de temperatura, viento, fertilidad y
humedad del suelo.
Debido a las deficiencias térmicas y la mayor variabilidad en el contenido de
humedad atmosférica por la poca cobertura arbórea, no se encuentra una flora rica en
pteridofitas y briófitas, carácter distintivo de esta asociación.
La densidad de esta comunidad está determinada por la abundancia de
formaciones juveniles, debido a la liberación de espacio de los adultos por la escasa
longevidad de esta especie en estas condiciones.
Esta subasociación es muy abundante en la zona de estudio, intercalada con el
resto de asociaciones, de tal manera que la podemos encontrar formando numerosos
ecotonos con las diferentes asociaciones del Monte Tarn. En condiciones ecotonales con
la asociación Nothofagus betuloides – Drymis winteri Pisano 1977 aparecen especies
propias de éste como es el caso del Lebetanthus myrsinites, Drimys winteri y Berberis
ilicifolia.

COMPOSICIÓN FLORÍSTICA:
- Estrato arbustivo:
Pobre y mal desarrollado, dominando el Empetrum rubrum asociado con
Gaultheria mucronata, G. pumila, G. antartica, Chiliotrichum diffusum y en algunos
casos con Berberis ilicifolia.
- Estrato herbáceo:
Aparecen Gunnera magellanica, Luzuriaga marginata, Marsippospermum
grandiflorum, Caltha appendiculata, Carex magellanica y Myrteola nummularia.
DINÁMICA: Asociación presente en la zona de estudio hasta que por efecto del viento
y las bajas temperaturas, desaparece dando paso a la asociación Marsippospermetum
gradiflorii Pisano 1977 y la asociación Nothofagus antartica Pisano 1973.
α – BIODIVERSIDAD: Presentan una α biodiversidad de las más elevadas en la zona
de estudio debido a las estaciones que ocupan, como se ha comentado anteriormente
casi siempre formando ecotonos con las diferentes comunidades del Monte Tarn.
DISTRIBUCIÓN: Los inventarios pertenecientes a esta comunidad son el 9, 10 y 15.

53
Resultados

4. Asociación Sphagnetum magellanicii Pisano 1977

ESTRUCTURA: Es una comunidad turbosa sobre suelos típicos de turbera, suelos


esfagnosos, en cuya formación asume una función preponderante el musgo Sphagnum
magellanicum, por lo que se desarrollan en territorios planos sobre sedimentos glaciares
redistribuidos por erosión y deposición.
Presentan una fisionomía turbo-esfagnosa en la que abundan plantas cespitosas,
siendo comunes varias especies de briófitas y líquenes fruticulosos. Está determinada
por la presencia de grandes cojines de musgos, de un color variable entre el rojo
cremoso claro al terracota rojizo.
ECOLOGÍA: En las turberas se incluyen a todas las comunidades con fisionomía
predominantemente briofítica, que por crecimiento cespitoso, elevan la superficie de la
comunidad sobre la capa freática de aguas generalmente mineralizadas por la disolución
de los electrolitos del substrato. De este modo se origina una acumulación de turba
oligotrófica y aparece una capa freática secundaria superficial formada por el agua de
las precipitaciones, de manera que los integrantes de estas comunidades se abastecen de
esta agua, resultando las comunidades marcadamente ombrófilas.
Los cojines de briófitas que se levantan sobre la capa freática secundaria
permiten un hábitat más favorable para el establecimiento de arbustos enanos o
matorrales, como sucede en el Monte Tarn, donde en los ecotonos aparecen las mismas
especies arbóreas pero con un desarrollo mucho más deficiente.
Los suelos son de carácter turboso, de poca profundidad, yaciendo sobre
sustratos glacio-fluviales. Las variaciones en el mesorelieve, deposiciones fluviales y
cambios en el sustrato se traducen en alteraciones edáficas y en la modificación del
drenaje, produciendo variaciones en la composición florística y fisionomía de la
vegetación.
Esta asociación es frecuente en todo el Monte Tarn hasta cotas de 600 m. Lo que
indica que sus componentes, junto con el resto de los otros tipos de turbas, son los que
presentan mayor resistencia a los efectos de las bajas temperaturas.
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA:
- Estrato arbustivo:
La juncácea que aparece frecuentemente es la Marsipospermum grandiflorum.
Los subarbustos reptantes que aparecen en esta comunidad son Gaultheria antartica y
Myrteola nummularia, formando extensos céspedes entre los cojines de musgo

54
Resultados

- Estrato herbáceo:
Dominan las ciperáceas, encontrándose Carex magellanica, Carpha alpina y
Oreobulus obtusangulus.
DINÁMICA: En las estaciones más secas de la zona de estudio, las turberas de
Sphagnum pueden ser consideradas como etapas sucesionales hacia el establecimiento
de bosque, cuya duración está determinada por el paulatino desecamiento.
En aquellas estaciones con peor drenaje y sitios inundados aparece Tetroncium
magellanicum, el cual se asocia con el Oreobulus obtusangulus en aquellas estaciones
donde la turba a desaparecido casi completamente formando una comunidad diferente.
α – BIODIVERSIDAD: Presenta una α biodiversidad reducida debido a las
características del substrato muy ácido y permanentemente húmedo donde se
desarrollan únicamente especies ombrófilas como el Marssipospermum grandiflorum
apareciendo un buen número de especies diferentes con índices de abundancia muy
pequeños. Como el índice de Shannon-Wiener es una medida de la biodiversidad que
tiene en cuenta la abundancia proporcional de las especies, el resultado de este índice es
de un valor reducido.
DISTRIBUCIÓN: Los inventarios donde encontramos esta asociación son el 4 y 40.

5. Subasociación Sphagnum magellanicum – Marsippospermum grandiflorum


Pisano 1977

ECOLOGÍA: Es una subasociación perteneciente a la asociación de turberas


(Sphagnum magellanicii Pisano 1977), en aquellas estaciones con condiciones de
drenaje mejores a las turberas de Sphagnum, debido a la elevación de los cojines de
Sphagnum, o en las turberas degradadas del Monte Tarn, comienza un proceso de
descomposición de la materia orgánica creándose condiciones favorables para el
establecimiento de Marsippospermum grandiflorum. La comunidad adquiere una
fisionomía turboso-duriherbosa característica.
La mayor fertilidad del suelo se deriva del aporte de humus y la depresión de la
capa freática. Esto permite el desarrollo de una cubierta herbácea más rica que la
encontrada en la asociación típica de Sphagnum.
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA:
- Estrato arbustivo:

55
Resultados

El arbusto dominante es Marsippospermum grandiflorum acompañado por


Empetrum rubrum y Gaultheria mucronata.
- Estrato herbáceo:
Las especies son similares a las encontradas en la mayoría de asociaciones del
complejo de la Tundra Magallánica, pero con valores de abundancia variables. Estas
especies son Carex magellanica, Gunnera magellanica, Perezia magellanica, Perezia
lactucoides, Cardamine glacialis y Tetroncium magellanicum.
DINÁMICA: Cuando la proporción de Empetrum rubrum aumenta como consecuencia
del desecamiento del Sphagnum, esta comunidad tiende a convertirse en la asociación
Nothofagus betuloides – Empetrum rubrum Pisano 1977, siendo colonizada por el
Coigüe.
α – BIODIVERSIDAD: Esta comunidad presenta una biodiversidad mayor que la
comunidad de Sphagnum magellanicum, debido a una menor proporción de este briófito
permitiendo el crecimiento de otras especies como la Gaultheria mucronata, Carex
magellanica y Chiliotrichum diffusum, las cuales crecen en terrenos con mejor drenaje.
DISTRIBUCIÓN: Podemos encontrar esta comunidad en los inventarios 16, 17 y 18.
Dentro de esta comunidad pueden distinguirse diversas comunidades de rango
fitosociológico inferior, caracterizadas por la existencia de otras especies que adquieren
categoría de dominantes o subdominantes locales. Este es el caso de las subasociaciones
Sphagnum magellanicum – Marsippospermum grandiflorum Pisano 1973,
Pilgerodendro – Sphagnetum magellanicii Pisano 1977 y Marsippospermetum
gradiflorii Pisano 1977.

6. Comunidad Provisional Oreobulus obtusangulus-Tetroncium magellanicum:

ESTRUCTURA: Asociación con fisionomía turboso - palustre sobre un substrato basal


de Sphagnum magellanicum, el cual ha sido prácticamente desecado.
La vegetación aparece en forma de manchones de extensión reducida, rodeados
por el bosque perennifolio con ejemplares de Nothofagus betuloides mal desarrollados y
una cubierta arbustiva escasa de Empetrum rubrum y Pernettya mucronata.
ECOLOGÍA: Esta comunidad provisional aparece en aquellas estaciones llanas y cotas
inferiores a los 300 m con la capa freática cerca de la superficie del suelo.
CORTEJO FLORÍSTICO:
- Estrato arbustivo:

56
Resultados

Aparecen de forma aislada ejemplares de Nothofagus betuloides acompañados


con Empetrum rubrum y Pernettya mucronata siempre con valores de abundancia
reducidos.
- Estrato herbáceo:
Sobre los cojines de Sphagnum elevados y desecados sobre la superficie del
suelo se desarrollan Gunnera magellanica, Iocenes acanthifolius, Carpha alpina, Carex
magellanica y Myrteola nummularia.
DINÁMICA: Puede considerarse como una etapa en la sucesión de la comunidad
Sphagnum magellanicum, dominada por Oreobulus obtusangulus y Tetroncium
magellanicum.
DISTRIBUCIÓN: Esta comunidad queda reflejada en los datos del inventario número
14 y 37.

7. Asociación Nothofagetum betuloidis Pisano 1973

ESTRUCTURA: El bosque perennifolio de Nothofagus betuloides constituye la


comunidad característica de la provincia biótica del bosque magallánico perennifolio.
Dentro del bosque de Coigüe destacan las cortezas de los árboles, ya que
generalmente están cubiertas de líquenes foliosos y fruticosos como Usnea sp. (barba de
monte). En el piso del bosque los hongos de sombrero son comunes, y en las ramas
destacan hongos como Cyttaria darwinii (dihueñes o pan de indio) esféricos,
anaranjados y comestibles, o como los polyporales (las orejas de palo) dispuestas como
repisas en los troncos más añosos.
ECOLOGÍA: En los terrenos interiores del Monte Tarn, donde la tendencia oceánica va
desapareciendo, se presentan mayores oscilaciones térmicas y promedios térmicos
inferiores. Como consecuencia de la altura, la asociación Nothofagus betuloides –
Drymis winteri Pisano 1977 pierde al canelo, encontrándose entonces un bosque puro de
Nothofagus betuloides.
El bosque puro de Nothofagus betuloides puede presentar localmente individuos
aislados de Drymis winteri y Maytenus magellanica, pero en valores de abundancia tan
reducidos que no son suficientes para considerarlo como bosque mixto.

57
Resultados

CORTEJO FLORÍSTICO:
- Estrato arbustivo:
Ralo y dominado por el Berberis ilicifolia y Chiliotrichum diffusum, asociado
con el Empetrum rubrum, Fuchsia magellanica, Gaultheria magellanica, G. pumila,
Myrteola nummularia, Nanodea muscosa, Lebetantus myrsinites, Marsipospermum
grandiflorum y Marsippospermum reichei
- Estrato herbáceo:
Los componentes de este estrato son Astelia pumila, Caltha appendiculata,
Catlha dioneifolia, Gunnera magellanica, Luzuriaga marginata, Macrachaenium
gracile, Ourisia breviflora, Iocenes acanthifolius y Perezia magellanica.
DINÁMICA: Los bosques puros de Nothofagus betuloides pueden considerarse como
climácicos, desarrollados sobre sustratos morrénicos litorales recientes. En las zonas
costeras y con elevada precipitación, el Nothofagus betuloides se asocia con el Drimys
winteri llegando a constituir una comunidad diferente.
Aparece en toda la zona de estudio en cotas superiores a la asociación
Nothofagus betuloides – Drymis winteri Pisano 1977 hasta que es sustituido por el
Nothofagus antartica en las zonas de cotas más elevadas, mezclándose en algunos casos
con formaciones turbosas.
α – BIODIVERSIDAD: La diversidad específica de esta comunidad es altamente
variable, presentando una marcada reducción desde los sitios costeros más fértiles y con
climatología más favorable, hasta las zonas interiores y montanas.
De la misma manera que en la asociación Nothofagus betuloides – Drymis
winteri Pisano 1977, esta asociación tiene una α biodiversidad media, las especies del
cortejo florístico de estos bosques aunque en número de especies es elevado, el índice
de abundancia es muy reducido, como se puede observar en las tablas de inventarios
(Anexo 3).
DISTRIBUCIÓN: Los inventarios donde aparece la asociación de Bosque Magallánico
Perennifolio son: 20 y 21.

8. Asociación Donatia fascicularis - Astelia pumila Roig, Dollenz et al. 1985

ESTRUCTURA: Las plantas crece en forma de cojines almohadillados formando unas


estructuras duras semejantes a las formaciones de Bolax gummifera, vegetación
característica de las comunidades andinas en cojines.

58
Resultados

ECOLOGÍA: Esta asociación aparece en la zona de estudio en estaciones llanas, en


algunos casos encharcadas.
CORTEJO FLORÍSTICO:
- Estrato arbustivo:
En lugares con una alta capacidad de retención de agua en el suelo aparece
Marsippospermum grandiflorum. En aquellas zonas con mejor drenaje aparece
Chiliotrichum diffusum, Empetrum rubrum, Gaultheria antartica, Nothofagus
betuloides y Nothofagus antartica.
- Estrato herbáceo:
Encontramos Caltha appendiculata, Caltha dioneifolia, Drosera uniflora y
Gunnera magellanica
DISTRIBUCIÓN: Las parcelas donde aparece esta comunidad son los inventarios 19 y
39.

9. Asociación Marsippospermetum grandiflorii Pisano 1977

ESTRUCTURA: Esta asociación, a pesar de su aspecto duri - graminoideo, se incluye


en la denominación esfagnosas elevadas, debido a que su estrato basal está formado por
musgos y hepáticas con crecimiento en cojines, lo que determina que la superficie del
turbal se eleve sobre la capa freática permanente, formando unas condiciones
oligotróficas.
ECOLOGÍA: La elevación de la superficie del pantano turboso sobre la capa freática
produce la elevación de la superficie primitiva del turbal, formando un microrrelieve
caracterizado por montículos y depresiones bien marcados. La canalización del
escurrimiento de las aguas a través de series más o menos continuas de depresiones,
contribuye al hundimiento de la capa secundaria formada por la retención de agua de
lluvia en los cojines de briófitos, de esta manera se forman pequeños canales y
estanques. A medida que avanza el proceso de elevación de los montículos, la irregular
superficie del turbal puede retener solamente una capa freática secundaria en aquellos
lugares más elevados del microrrelieve, mientras que en las depresiones la capa
secundaria está en contacto con la capa freática general. Como resultado de este
microrrelieve aparecen hábitats con mineralización y fertilidad del suelo diferentes,
apareciendo condiciones favorables para la vida de especies higrófitas que pueden
crecer en el substrato turboso, como el Marsippospermum grandiflorum.

59
Resultados

CORTEJO FLORÍSTICO:
- Estrato arbustivo:
En estaciones más elevadas sobre la superficie del pantano de turba, en lugares
con buen drenaje, algunos arbustos y árboles enanos se introducen en el turbal, este es el
caso del Berberis buxifolia, Chiliotrichium diffusum, Empetrum rubrum, Nothofagus
betuloides y Nothofagus antartica.
- Estrato herbáceo:
Está formado por extensos cojines de musgos y hepáticas cespitosas y
pulvinadas. Asociadas a Marsippospermum grandiflorum se encuentran Carpha alpina,
Carex magellanica, Festuca purpurascens, Deschampsia atropurpurea y Deschampsia
parvula.
DINÁMICA: Este tipo de turbal puede ser considerado como una etapa post-climácica
en la evolución y desarrollo de turbales esfagnosos, que se originaron bajo condiciones
climáticas o de drenaje diferentes de las actuales.
Aparece en el Monte Tarn por encima de la asociación Sphagnetum magellanicii
Pisano 1977 hasta el bosque de Nothofagus antartica en cotas superiores.
DISTRIBUCIÓN: Esta comunidad la encontramos en los inventarios 22, 33 y 38.

10. Comunidad Provisional Sphagnum fimbriatum:

ESTRUCTURA: Fisionomía turbo - esfagnosa en la que abundan plantas cespitosas, y


varias especies de briófitas y líquenes fruticulosos. Está determinada por la presencia de
grandes cojines de musgos, de un color verdoso.
ECOLOGÍA: Presenta las mismas características que la asociación Sphagnetum
magellanicii Pisano 1977 en cuanto a necesidades hídricas y pendiente, la única
diferencia encontrada en relación a la turbera de Sphagnum magellanicum, en el Monte
Tarn, es que aparece en cotas superiores a los 500 m, es una turbera esfagnosa donde el
Sphagnum magellanicum es sustituido por el Sphagnum fimbriatum de coloración
verdosa.
CORTEJO FLORÍSTICO: Comparten las mismas especies del cortejo florístico que el
Sphagnetum magellanicii aunque en la zona de estudio en estas turberas aparecen otras
especies características como Caltha sagittata, Juncus scheuchzerioides y Poa
alopecurus.

60
Resultados

α – BIODIVERSIDAD: La α biodiversidad de esta asociación es mayor que en la


turbera de Sphagnum magellanicum debido a la presencia de especies características
que aparecen en cotas más elevadas.
DISTRIBUCIÓN: Las zonas inventariadas donde aparece esta comunidad son los
inventarios 34 y 41.

11. Tundra de Briófitas y Arbustos Enanos Pisano 1977

ESTRUCTURA: Presenta una cubierta vegetal rala, formada por céspedes y cojines
bajos de briófitas no esfagnosas, localmente asociadas a fanerófitas, algunos líquenes y
escasas especies de arbustos enanos o achaparrados.
ECOLOGÍA: Aparece en suelos delgados debido al acarreo de materiales por erosión,
muy mineralizados y con elevada capacidad de retención de agua. Las plantas se
desarrollan directamente sobre la capa freática general, que en estas condiciones se
encuentra inmediatamente por debajo del tapiz vegetal, siendo la comunidad muy
eutrófica por su contacto directo con las rocas basales, ricas en sustancias minerales.

CORTEJO FLORÍSTICO:
- Estrato arbustivo:
Los arbustos reptantes y achaparrados aparecen de forma muy escasa, siendo
representados por: Berberis buxifolia, Chiliotrichium diffusum, Empetrum rubrum,
Nothofagus antartica y Marsiposppermum grandiflorum
- Estrato herbáceo:
Se encuentran Bolax gummifera, Caltha sagittata, Myrteola nummularia,
Oreobulus abtusangulus, Poa alopecurus, Gunnera magellanica y Carpha alpina.
DISTRIBUCIÓN: Encontramos esta comunidad en el inventario 32.

12. Asociación Nothofagetum antarticum Pisano 1973

ESTRUCTURA: Desde un punto de vista fisionómico, el Nothofagus antartica presenta


una estructura de monte achaparrado, en algunas estaciones formas arborescentes, y de
monte higrófito cuando hay exceso de humedad.

61
Resultados

La estructura de esta comunidad se pude clasificar como matorral deciduo por el


frío, más o menos denso, sin o con muy poco sotobosque de herbáceas pequeñas y
pobre en criptógamas.
ECOLOGÍA: La estructura de monte achaparrado se produce por el exceso de agua
cuando está presente en los ecotonos con las turberas, y por déficit hídrico en laderas de
pendientes elevadas, aunque en la mayoría de los casos el factor limitante del
crecimiento del ñirre es el viento y las bajas temperaturas, ya que es la última formación
arbórea en el Monte Tarn, alcanzando cotas de 700 m, formando el límite del bosque
“Treeline”.
DINÁMICA: La asociación Nothofagetum antarticum Pisano 1973 tiene una
distribución relativamente pequeña en la zona de estudio, debido a las estaciones que
ocupa, con relaciones edáficas y topográficas desfavorables para el crecimiento vegetal
y en la mayoría de los casos en posiciones ecotonales contactando con las diferentes
turberas en cotas inferiores y con la vegetación andina en cotas más elevadas.
En las cotas más bajas Nothofagus antartica presenta una estructura de monte
higrófito, aparece en sitios con exceso de humedad edáfica, sobre substratos turbosos y
en estaciones expuestas al viento. El ñirre presenta formas arborescentes sin superar los
4 metros de altura formando comunidades muy densas y oscuras. Conforme la cota va
aumentando, las pendientes son más pronunciadas y el drenaje es mayor, aunque las
características del suelo mejoran para el establecimiento de la vegetación, la
temperatura desciende y los vientos alcanzan intensidades elevadas. Por esta razón el
ñirre presenta una estructura de monte achaparrado llamado “krummholz”, hasta que
desaparece en el límite del bosque dando paso a la vegetación andina en forma de
pequeñas manchas de vegetación almohadillada.
α – BIODIVERSIDAD: Presenta unos valores de α biodiversidad muy reducidos, el
sotobosque de esta asociación es muy pobre en especies debido al crecimiento
achaparrado del ñirre que impide el establecimiento de especies en el cortejo florístico.
DISTRIBUCIÓN: Los inventarios que muestran esta asociación son el 30, 31, 35 y 36.

Introducción a las comunidades andinas:

Las comunidades andinas aparecen en la zona de estudio después del límite del
bosque formado por el ñirre (cotas superiores a los 700 m). La vegetación de estas
comunidades carece de formas arborescentes y está representada por pequeñas plantas

62
Resultados

que crecen en forma de cojines muy dispersos hasta que desaparecen conforme aumenta
la cota, encontrándose únicamente pequeñas plantas aisladas.
La cobertura de estas comunidades es muy variable, desde un 100% en zonas
resguardadas de los vientos hasta el 30% de la superficie del inventario en zonas más
expuestas y cotas más elevadas, disminuyendo prácticamente hasta el 0% en la cota 780
m.
En estos lugares, las únicas estaciones donde es posible el establecimiento de la
vegetación son las áreas con cierto drenaje superficial y en zonas resguardadas de los
fuertes vientos como sucede en las pequeñas formaciones rocosas.
El cortejo florístico de estas comunidades está formada por Gunnera
magellanica, Nassauvia magellanica, N. lagascae, N. pygmaea, Epilobium australe,
Lycopodium magellanicum (Pteridofito), Luzula alopecurus, Azorella caespitosa,
Azorella fuegiana, Azorella lycopodioides, Bolax gummifera, Empetrum rubrum,
Senecio darwinii, Saxifraga magellanica, Hamadryas kingii, Hamadryas delfinii,
Hamadryas magellanica y Abrotanella emarginata.
Las comunidades andinas se pueden clasificar en tres grupos diferentes en
función de la cota a la cual están establecidas:

- Vegetación andina dispersa: en el extremo superior de la cumbre


montana, sobre un sustrato de rocas sedimentarias y derrubios muy
sueltos de arenas y gravas, la cobertura vegetal es insignificante, no hay
especies dominantes pero la variedad de especies exclusivas de este
hábitat es considerable, destacando Nassauvia pygmaea, Nassauvia
magellanica, Hamadryas kingii, Senecio darwinii y Saxifraga
magellanica. También es muy abundante el liquen fruticuloso Usnea sp.
adherido a rocas inmóviles. El ambiente es típico de las cumbres con
bajas temperaturas, xerofitia y parcialmente expuestos a los vientos.

- Vegetación andina de cojines: inmediatamente por encima del límite


superior del monte achaparrado de ñirre, aparece una vegetación
pulvinada en la que domina Bolax gummifera, formando cojines densos
con elevadas coberturas y proporcionando refugio para el
establecimiento de otras plantas como Empetrum rubrum, Azorella

63
Resultados

lycopodioides, Azorella fuegiana, Azorella caespitosa, Viola tridentata y


Drapetes muscosus.

- Herbazal de forbias andinas: aunque estas comunidades permanecen


en cotas similares a las comunidades de ñirre achaparrado, se las
considera vegetación andina porque ocupan estaciones diferentes al ñirre,
normalmente en los fondos de pequeños barrancos, son estaciones con
mayor protección y humedad. Estas comunidades forman una densa
cubierta de hierbas sobre derrubios estabilizados, o bien, como se ha
comentado, en refugios como los fondos de pequeños torrentes llamados
localmente “Boquerones”. Las especies presentes en estas comunidades
son Hamadryas magellanica, Gunnera magellanica, Gunnera lobata,
Deschampsia atropurpurea, Nassauvia magellanica, Nassauvia
lagascae, Epilobium australe, Iocenes acanthifolius y Cardamine
glacialis.

13. Asociación Gunneretum magellanicae Pisano 1977

ESTRUCTURA: Herbazal de forbias andinas.


ECOLOGÍA: Esta asociación es corriente sobre sustratos algo ondulados o con ligeras
pendientes. Aunque están frecuentemente impregnados en agua, presentan buen drenaje
por escorrentía superficial.
En el Monte Tarn aparece esta comunidad tanto en estaciones con buen drenaje,
como en lugares encharcados y suelos muy ácidos. En ambos casos, los suelos
presentan características semiturbosas donde la materia orgánica tiende a acumularse sin
ser humificada.
La especie característica es la Gunnera magellanica, que se asocia con una
amplia gama de graminoides y forbias de baja altura. Esta especie es en muchos casos
pionera en substratos deficientes en nitrógeno asimilable, ya sean graníticos como en
aquellos donde este elemento es lixiviado constantemente, ya que es capaz de obtenerlo
de la atmósfera por medio de su asociación simbiótica con el alga azul - verde
Anabaena.
CORTEJO FLORÍSTICO:

64
Resultados

- Estrato herbáceo:
Destacamos Iocenes acanthifolius, Epilobium australis, Deschampsia
atropurpurea, D. parvula, Poa alopecurus, P. borchersii, Phleum commutatum,
Ortachne rariflora, Luzula alopecurus, Festuca purpurascens, Agrostis flavidula y
Agrostis magellanica.
En estaciones inundadas aparece Caltha saggitata formado céspedes
relativamente densos, junto con Ranunculus peduncularis.
DISTRIBUCIÓN: Podemos encontrar esta comunidad en los inventarios 24, 29 y 43.

14. Comunidad Bolaxetum gummiferum Pisano 1973

ESTRUCTURA: Vegetación andina de cojines. Su fisionomía es típicamente pulvinada,


ya que extensos cojines dominan el paisaje alpino.
ECOLOGÍA: Asociación localizada siempre en cotas superiores a los 700 m, con
fuertes pendientes y expuestas al viento.
Esta comunidad está establecida sobre un substrato de suelos de pradera andina
con procesos de podzolisación más o menos incipientes.
CORTEJO FLORÍSTICO:
- Estrato arbustivo:
Aparece el Empetrum rubrum, siempre en cotas cercanas al límite del bosque de
Nothofagus antartica.
- Estrato herbáceo:
Destacamos Gaultheria pumila, Azorella caespitosa, A. lycopodioides, A.
fuegiana y Abrotanella emarginata. En estaciones con mayor humedad aparecen
Festuca magellanica, Luzula alopecurus, Viola tridentata y Lycopodium magellanicum.
DISTRIBUCIÓN: Los inventarios que recogen la información de esta asociación son el
25 y 26.

15. Comunidad andina dispersa Pisano 1973

ESTRUCTURA: Vegetación andina dispersa.

65
Resultados

ECOLOGÍA: Es la última comunidad vegetal del Monte Tarn está formada por
diferentes especies adaptadas a condiciones extremas en cuanto temperatura y
exposición al viento, ninguna tiene la característica de especie dominante pero suelen
aparecer en proporciones semejantes en los inventarios realizados. La cobertura vegetal
de estas especies es muy reducida, en la mayoría de los casos con índice + en la escala
Braun-Blanquet.
El ambiente es típico de las cumbres con bajas temperaturas, xerofitia y
parcialmente expuestos a los vientos, donde el sustrato sobre el que se desarrollan estas
especies es de rocas sedimentarias, con materiales muy sueltos de arenas y gravas.
Sustrato que aparece en la cima de la zona de estudio.

CORTEJO FLORÍSTICO:
- Estrato herbáceo:
Existe una gran variedad de especies exclusivas de este hábitat, destacando
Nassauvia pygmaea, Nassauvia magellanica, Hamadryas kingii, Senecio darwinii y
Saxifraga magellanica.
DISTRIBUCIÓN: Encontramos este tipo de vegetación en los inventarios 27, 28 y 42.

5.3.3.- Influencia del gradiente altitudinal en la vegetación:

El gradiente ecológico que determina la distribución altitudinal de las


comunidades vegetales en el Monte Tarn es de una determinación compleja ya que hay
multitud de factores que condicionan esta distribución.
Mediante la interpretación del ACP se pretende conocer las principales variables
que determinan la distribución de la vegetación en el gradiente altitudinal. El resultado
del análisis es la ordenación de los inventarios en dos ejes principales que en definitiva
son factores virtuales que representan la mayor parte de la variación que ocurre en la
vegetación del Monte Tarn. Los resultados de la ordenación mediante el análisis de los
componentes principales son los siguientes:

- Primer Eje: explica el 27,05% de la variación.

66
Resultados

- Segundo Eje: explica el 14,39% de la variación.

- Suma de % de variación = 41,44%

En el siguiente gráfico (Figura 5.6) se observa cómo se distribuyen los


inventarios en dos ejes principales. Podemos distinguir dos gradientes, por un lado la
desaparición del Coigüe de izquierda a derecha y por otro lado la desaparición de las
turberas de arriba hacia abajo.

1
2

67
Resultados

Figura 5.6: Análisis Componentes Principales. Fuente: VEGANA (Elaboración propia).

El primer eje del ACP, “eje x”, contempla la variación de la vegetación mediante
un factor virtual que asume aproximadamente el 27% de la variabilidad, se observa un
gradiente formado por los grupos 4 – 1 – 3 – 2 – 5.
El gradiente encontrado no coincide con el orden en que se muestrearon las
parcelas, n° 1 a 43 a lo largo del perfil altitudinal, sino que el gradiente se insinúa por la
formación de grupos florísticos diferenciados a lo largo de esta pendiente, como los
grupos 1, 2, 3, 4, y 5 (ver figura 5.6). Los grupos 4 – 1 – 3, y algunos inventarios del
grupo 2 situados a la izquierda del eje x, son inventarios donde aparece el Nothofagus
betuloides, desde formas arbóreas hasta arborescentes en el grupo 2 mencionado. En el
resto del grupo 2 así como en el grupo 5 no aparece el Nothofagus betuloides o bien su
abundancia es muy reducida, están formados por turberas y vegetación andina. Dentro
de cada grupo florístico se unen parcelas distantes no contiguas lo que sugiere la
formación de mosaicos florísticos.
Podemos realizar la hipótesis de que el suelo tiene una gran importancia para el
establecimiento de formaciones boscosas en el Monte Tarn, ya que la mayor parte de la
distribución de la vegetación está explicada por este eje principal.
En cualquier caso, lo que se observa en el “eje x” del ACP es la desaparición
progresiva del Nothofagus betuloides desde un máximo a la izquierda del gráfico hasta
que desaparece completamente en la derecha.
El segundo eje del ACP, “eje y”, contempla la variación de la vegetación
mediante un factor virtual que asume aproximadamente el 15% de la variabilidad, se
observa un gradiente formado por los grupos 1 – 2 – 3 – 4 – 5.
Como sucede con el “eje x”, el gradiente no coincide con el orden en que se
muestrearon las parcelas en el gradiente altitudinal, son formaciones de grupos
florísticos diferenciados a lo largo de esta pendiente.

68
Resultados

El mayor grupo que se observa en el APC es el grupo 2, donde encontramos


todas las turberas inventariadas en el Monte Tarn. Pisano (1977) y Dollenz (1983)
señalan que existirían microhábitats que determinan esta distribución en mosaico de las
turberas, la que respondería a cambios en el microrrelieve del gradiente altitudinal en
estudio (ver perfil altitudinal en Figura 5.8), afectando el grado de humedad del
sustrato. Este fenómeno estaría causado por el desarrollo de montículos de esfagno y
sus correspondientes depresiones.
Ambos extremos del gradiente en el “eje y” posiblemente coinciden con un
gradiente de humedad, por un lado las comunidades con menor humedad edáfica son las
situadas en el extremo inferior del gráfico, comunidades costeras y vegetación andina,
grupos 4 y 5, mientras que las comunidades con mayor humedad se reparten a lo largo
del gradiente, grupo 2, donde las turberas de topografía llana se encuentran en
condiciones de humedad variable, formando en muchos casos entonos con el bosque, y
la vegetación de forbias andinas.
Para los turbales de esfagno se reconoce en la literatura que el factor ambiental
más influyente en la distribución espacial de la vegetación es la distribución de la
humedad y también es importante el microrrelieve en conjunto con la profundidad de la
capa freática (Pisano 1977, Glaser y Foster 1984).
Como ocurre en el “eje x”, lo que se observa en el gráfico es la desaparición de
las turberas, en concreto del Sphagnum magellanicum. Las turberas aparecen en la parte
superior hasta la ausencia total en la parte inferior del gráfico.
Para un mejor entendimiento de la agrupación de la flora en el Monte Tarn se ha
realizado un ACP entre las especies, de manera que se puede observar como las especies
más distantes son el Sphagnum magellanicum y Nothofagus betuloides (Figura 5.7).

69
Resultados

Figura 5.7: Análisis Componentes Principales. Fuente: VEGANA (Elaboración propia).


5.3.4.- Resultados de la biodiversidad:

Por todo ello, la distribución de las comunidades en el Monte Tarn, no atienden


únicamente al factor altitudinal, sino que encontramos otros factores importantes que
interfieren con la altitud para dar distribuciones en mosaico.
Como se deduce del ACP, la humedad edáfica y la profundidad del suelo
resultan determinantes en la distribución de la vegetación. De tal manera que en las
condiciones con mayor calidad de suelo y sin exceso de humedad encontramos bosques
bien desarrollados, con ejemplares de Nothofagus betuloides de gran porte. A medida
que vamos perdiendo suelo, en condiciones semejantes de humedad, el bosque va
perdiendo altura volviéndose la vegetación achaparrada y apareciendo nuevas
comunidades. En las zonas con humedad excesiva se desarrollan los diferentes turbales
y comunidades relacionadas.
Tanto la calidad del suelo como la humedad edáfica son factores controlados por
la topografía y microtopografía del terreno. Por lo que pequeños cambios en el relive
pueden propiciar la aparición de unas u otras comunidades.

5.3.4.1.- α biodiversidad:

A continuación se muestra una tabla resumen con los resultados obtenidos para
la α biodiversidad en cada zona inventariada:

Nº Inventario α Biodiversidad Nº Inventario α Biodiversidad


1 1,508 23 0,985
2 1,306 24 1,902
3 1,268 25 1,462
4 0,954 26 1,390
5 1,570 27 1,774
6 1,530 28 1,665
7 1,619 29 1,089
8 1,873 30 1,279
9 1,794 31 1,107
10 1,397 32 1,551

70
Resultados

11 1,537 33 1,453
12 1,577 34 1,265
13 1,906 35 1,112
14 1,880 36 1,098
15 1,360 37 1,406
16 1,694 38 1,292
17 1,697 39 1,607
18 1,389 40 1,087
19 1,307 41 1,265
20 1,245 42 1,804
21 1,115 43 1,142
22 1,366

En general, nos encontramos en una zona de elevada α biodiversidad, más


patente si cabe en la zona del Ciprés (inventarios 5, 6, 7, 8 y 13) y la vegetación andina
dispersa (inventarios 27, 28 y 42) (marcado en negrita).
En la asociación Pilgerodendro – Sphagnetum magellanicii Pisano 1977, el
cortejo florístico es semejante a la asociación Nothofagus betuloides – Empetrum
rubrum Pisano 1977 pero con la diferencia de una mayor proporción de Sphagnum
magellanicum y la especie característica, Pilgerodendron uviferum. Esta comunidad se
desarrolla en terrenos con drenaje restringido y siempre está asociada a la turbera de
Sphagnum. La comunidad de Pilgerodendron uviferum aparece formando numerosos
ecotonos con el bosque mixto perennifolio así como con las comunidades de la tundra
magallánica, por este motivo tiene una α biodiversidad tan elevada, siendo el inventario
13 el de mayor biodiversidad en la zona de estudio (1,906).
En cuanto a la vegetación andina dispersa, es un tipo de comunidad donde no
hay especies dominantes y todas ellas están adaptadas a condiciones extremas de
temperatura y exposición al viento. Por este motivo la α biodiversidad es tan elevada,
aunque presenten escasa cobertura, todas ellas son especies características en estaciones
andinas.
Las asociaciones con menor biodiversidad son la Sphagnetum magellanicii
Pisano 1977 y Nothofagetum antarticum Pisano 1973. La primera comunidad forma
cojines de musgo con pocas especies en el cortejo florístico, debido a las condiciones de
humedad del suelo, normalmente aparece en terrenos llanos con drenaje restringido y en
algunos casos encharcados. Por otro lado, la asociación Nothofagetum antarticum
Pisano 1973 crece en cotas elevadas y presenta un crecimiento achaparrado, donde no
puede establecerse sotobosque por la densidad y cobertura de esta especie, sólo en
algunos claros aparecen especies acompañantes como el Senecio (Iocenes acanthifolius)
y la Murtilla (Empetrum rubrum).

71
Resultados

Por último, comentar que la asociación Gunneretum magellanicae Pisano 1977


no se puede caracterizar con un índice de α biodiversidad aproximado, ya que esta
especie es muy cosmopolita y se adapta a la mayoría de las condiciones ecológicas del
Monte Tarn. Por este motivo presenta valores de α biodiversidad tan dispares, por un
lado una biodiversidad alta en el inventario 24, donde las condiciones son de elevada
humedad, encontrándose un elevado número de especies cespitosas, y por otro lado
tiene una biodiversidad reducida en el inventario 29 donde domina casi por completo la
superficie inventariada, y el resto de especies acompañantes aparecen de forma puntual,
posiblemente al encontrarse Gunnera magellanica en su óptimo ecológico.
La misma justificación anterior se puede aplicar a los resultados de la α
biodiversidad de la comunidad de Bolax gummifera.

5.3.4.2.- Beta biodiversidad:

Los resultados de la β biodiversidad, calculados mediante las distancias


florísticas entre los inventarios tipo, se muestran a continuación:

2 16 4 6 9 14 19 20 38 34 32 35 29 23 27

2 0,00
0
16 0,88 0,00
7 0
4 0,98 0,69 0,00
5 7 0
6 0,78 0,47 0,74 0,00
7 7 0 0
9 0,64 0,53 0,87 0,59 0,00
4 5 6 1 0
14 0,93 0,77 0,98 0,78 0,76 0,00
2 2 0 8 5 0
19 0,92 0,77 0,98 0,77 0,70 0,82 0,00
8 4 0 6 5 1 0
20 0,60 0,78 0,76 0,76 0,52 0,85 0,76 0,00
1 1 2 2 6 6 2 0
38 0,99 0,36 0,96 0,83 0,71 0,94 0,96 0,92 0,00
9 4 2 8 4 8 2 3 0
34 1,00 0,93 0,96 0,97 0,95 0,96 0,96 0,97 0,92 0,00
0 4 4 7 4 7 4 4 2 0
32 1,00 0,93 0,93 0,96 0,95 0,81 0,93 0,95 0,95 0,72 0,00
0 4 2 6 9 8 2 9 4 1 0
35 1,00 0,88 0,77 0,88 0,79 0,91 0,77 0,97 0,99 0,99 0,99 0,00
0 9 7 9 5 5 7 9 7 8 7 0
29 1,00 0,96 0,97 0,98 0,97 0,97 0,97 0,97 0,97 0,95 0,94 0,88 0,00
0 3 0 0 2 2 0 7 5 7 2 2 0

72
Resultados

23 1,00 0,95 0,96 0,99 0,96 0,96 0,96 0,99 0,94 0,94 0,92 0,97 0,93 0,00
0 4 3 7 7 6 3 5 3 8 1 6 5 0
27 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00 0,99 1,00 0,98 0,95 0,00
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 6 0 9 2 0

β - Biodiversidad en Mosaico: 10,974

La máxima β biodiversidad en mosaico teórica para el geosigmetum en estudio


es igual al nº de sigmetum – 1, es decir 14. El valor de 10,974 puede considerarse como
una β biodiversidad elevada. Utilizando la clasificación de Rivas Martínez, 1996, el
geosigmetum del Monte Tarn es muy diverso, existiendo una gran cantidad de sigmetum
diferentes en la ladera NE estudiada.
La β biodiversidad del Monte Tarn es elevada ya que las comunidades vegetales
encontradas presentan un grado de reemplazo o cambio en la composición florística
elevado, además de ser una β biodiversidad elevada comparándolo con otros estudios de
vegetación.

73
Resultados

5.3.5.- Perfil altitudinal:

En la Figura 5.8 se muestra el perfil altitudinal de vegetación del Monte Tarn donde se puede observar como existe un gradiente
ecológico que determina la variación de la vegetación por efecto de la altura.

Figura 5.8: Perfil general de la vegetación del Monte Tarn en el transepto de ascenso. Elaboración propia.

74
Resultados

Los números de la figura anterior se corresponden con las siguientes


asociaciones y subasociaciones:

1. Asociación Nothofagus betuloides – Drimys winteri Pisano 1977


2. Subasociación Pilgerodendro – Sphagnetum magellanicii Pisano 1977
3. Subasociación Nothofagus betuloides – Empetrum rubrum Pisano 1977
4. Asociación Sphagnetum magellanicii Pisano 1977
5. Subasociación Sphagnum magellanicum – Marsippospermum grandiflorum
Pisano 1973
6. Comunidad Provisional Oreobulus obtusangulus – Tetroncium magellanicum.
7. Asociación Nothofagetum betuloidis Pisano 1977
8. Asociación Donatia fascicularis - Astelia pumila Roig, Dollenz et al. 1985
9. Subasociación Marsippospermetum grandiflorii Pisano 1977
10. Comunidad Provisional Sphagnetum fimbriatum.
11. Comunidad Tundra de Briófitas y Arbustos Enanos Pisano 1977
12. Asociación Nothofagetum antarticum Pisano 1973
13. Asociación Gunneretum magallanicae Pisano 1977
14. Asociación Bolaxetum gummiferum Pisano 1973
15. Comunidad Andina Dispersa Pisano 1973

75
Conclusiones

6. CONCLUSIONES

La zona de estudio se localiza en un macrobioclima templado, posee un bioclima


hiperoceánico con termotipo supratemplado y ombrotipo subhúmedo – húmedo. En los
índices bioclimáticos calculados, así como en el diagrama bioclimático, aunque no
aparece sequía en ninguna época del año si se observa un crecimiento muy lento de las
plantas debido a la escasa temperatura y al corto período de insolación.
Cabe destacar la importancia del Monte Tarn debido a su condición de límite
norte de la distribución del Nothofagus betuloides en la costa de la Península de
Brunswick, perteneciendo a la provincia biótica del bosque magallánico perennifolio
mixto, encontrándose la mayoría de las especies características de estos bosques.
La zona de estudio presenta una gran heterogeneidad paisajística debido al gran
número de asociaciones vegetales presentes, en total, después de realizar los inventarios,
estudios estadísticos y comparación con la bibliografía, en la ladera noreste del Monte
Tarn hay un total de 15 asociaciones.
Para determinar los posibles factores que producen esta gran heterogeneidad se
ha realizado un análisis de componentes principales, cuyas conclusiones son: por un
lado la importancia del suelo como factor determinante en la nutrición vegetal y medio
de soporte para el establecimiento de los bosques, y por otro lado la humedad edáfica,
muy variable en la zona de estudio debido a la topografía heterogénea en el perfil
altitudinal, ambos factores controlados por la topografía del terreno (Figura perfil
altitudinal). El efecto combinado de estos dos factores es la principal causa de la
distribución de la vegetación en el Monte Tarn. De manera que las condiciones con
mayor calidad de suelo y sin un exceso de humedad coinciden con un bosque bien
desarrollado con árboles de porte considerable, mientras que en condiciones semejantes
de humedad y suelos pobres y poco profundos, la vegetación permanece achaparrada o
incluso únicamente se encuentran vegetación herbácea. En las zonas encharcadas donde
el suelo es de escasa calidad y la humedad excesiva, se desarrollan las diferentes
turberas presentes en la zona de estudio.
En cuanto a la α biodiversidad, las asociaciones con mayor biodiversidad
específica son la asociación Pilgerodendro – Sphagnetum magellanicii Pisano 1977,
debido a su situación en la zona de estudio, ocupando números ecotonos, y la
vegetación andina dispersa por ser especies características de estaciones andinas y
aparecer en proporciones muy reducidas.

76
Conclusiones

La consecuencia de la gran heterogeneidad paisajística de la ladera nordeste del


Monte Tarn, apreciable a simple vista (Figura 6.1), se contrasta con los resultados de la
β biodiversidad o biodiversidad paisajística, resultando valores muy elevados.
Por esta razón, sabiendo la importancia que tiene en nuestros días la
conservación del paisaje y la biodiversidad, se recomienda la protección de la zona de
estudio, dotándola de la infraestructura necesaria para el desarrollo de un turismo de
calidad y responsable con el medio natural.

Figura 6.1: Biodiversidad paisajística del Monte Tarn. Elaboración propia.

77

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