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ganzl912

Tito Lucrecio Caro

DE RERUM NATURA
Acerca de la naturaleza de las cosas

Editorial Las c u a r e n t a
DE RERUM NATURA
ganzl912
Tito Lucrecio Caro
DE RERUM N A T U R A
Acerca de la naturaleza de las cosas

Primera edición bilingüe (español y latín) en agosto de 2020

Traducción de Liliana Mercedes Victoria Pégolo y equipo.


Coordinación general de Liliana Mercedes Victoria Pégolo.

Publicado por E ditorial Las cuarenta


en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Argentina.

Colección M itm a

Diseño de tapa y diagramación interior de Las cuarenta

Páginas: 856
Formato: 23 x 15 cm.

CDD 146.3
ISBN: 978-987-4936-22-6
1. Filosofía Clásica. I. Pégolo, Liliana, coord. II. Título.

Esta publicación no puede ser reproducida en todo ni en parte, ni registrada


en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna
forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magné­
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Derechos reservados
A gradecim ientos

A Ja Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires,


pública y gratuita, por form arnos;
al Instituto de Filología Clásica (FFyL-UBA), por contenernos; a su
directora Prof. Dra. A licia Schniebs y a todos aquellos que le dan vida;
a la Prof. Elisabeth C aballero d e del Sastre, que nos legó el m aterial,
fruto de una vida de investigación dedicada a esta obra;
al P ro f Dr. D aniel Torres, por su lectura y las recom endaciones relati­
vas a la literatura griega;
al Lie. M artín Pozzi, por estar siempre a disposición, y al Lie. Gustavo
D aujotas, por facilitar que nuestros afanes tom aran la form a de este libro;
a M igu el A becian, por su acom pañam iento y por su música, que tam­
bién nos habla d e reru m n a tu ra.
ganzl912
Nota al lector
T ito Lucrecio Caro es el autor de esta obra que se presenta en esta tra­
ducción. La historia describe a Lucrecio como un autor de gran dificultad
que no logró culm inar su obra, entre otras. Ciertam ente, la tradición lo ha
condenado a ser aquel que cayó en la locura por la culpa de filtros am oro­
sos y la m ala com pañía de una m ujer que oscureció su juicio.
Esta edición viene tam bién a reivindicar la figura de un sabio, un sabio
como lo concebían en la antigüedad, una persona que dom inaba conoci­
mientos de todas las disciplinas y ámbitos, mentes completas que cono­
cían gran parte de los procesos del m undo. Por lo tanto, el autor ha sido
un poeta, un filósofo, un físico, un científico que ha desarrollado teorías
y se ha vinculado con un gran número de disciplinas de la actualidad. Un
observador que descubre el m undo simplemente perm itiendo que todo
el m undo penetre en su entendim iento, siendo los sentidos el lím ite en­
tre lo externo y la interpretación de los hechos de la naturaleza. Lucrecio
persigue el conocim iento de la interioridad y el conocim iento de la ex­
terioridad que comienzan en el m om ento en que se identifica el lím ite
entre ambas. A sí partiendo de los sentidos se identifica el sistema de estu­
dio y las variables que intervienen en él, con la intención de enunciar un
com portam iento. Entender la naturaleza de las cosas im plica luego lograr
reproducir esta naturaleza de form a artificial.
A partir de la observación se logra entender el espacio pertenecien­
te al ser hum ano como espectador consciente de la m ecánica del m un­
do. Lucrecio conforma un método de análisis que logra explicar deter­
minados comportamientos de la materia, de la naturaleza y de los seres
hum anos; forja una llave capaz de abrir los cerrojos más estrechos de la
naturaleza de la tierra y su trabajo filosófico otorga a cualquier lector he­
rram ientas para relacionarse con el entorno.
D urante la iectura del texto establecerán una relación docente-alum no
con el autor pudiendo decidir qué creer y qué no. Podrán apreciar qué es
aquello que m otiva al autor a com poner estos hermosos versos con suaves
palabras y comprobar por sí mismos cómo la poesía puede explicar y em­
bellecer el mundo.
Es nuestro deseo que la presentación de estas palabras logre cautivar su
án im o y q u e forme y transforme laim agen de este sabio; porque, mientras
exista la semilla del conocimiento, aflorará de forma fructífera la verdad
para los seres humanos.
E quipo de trabajo

La traducción estuvo a cargo de un grupo constituido por C am ilo


Néstor Abecian, M elisa Angelozzi, Facundo Bustos Fierro, Laura
C arolina D urán, D aniel C am ilo G alindo, Federico Lardies, M aría Pilar
Lorenzo, M ariano Franco Pérez M onier, Josefina M orley, M atías Ignacio
Pizzi, Alexis Emanuel Robledo, M arta Rojzman, Hugo N icolás Russo,
M alena Velarde y Tobias Weggler. Todo el trabajo fue coordinado y su­
pervisado por L iliana M ercedes Victoria Pégolo.
El estudio prelim inar estuvo a cargo de Facundo Bustos Fierro, Laura
C arolina D urán y M atías Ignacio Pizzi.
Estudio preliminar
Dichoso aquel que ha podido conocer las causas de las cosas
y h a pisoteado rodo tipo de temores, el destino inexorable
y el estrépito del avaro Aquero nte.1
G eórgicas 11.490-492.

E l auto r

Poco se sabe sobre la vida de T ito Lucrecio Caro. Nació entre 99 y 93


a.C. Se h a conjeturado que pertenecía a una fam ilia aristocrática romana,
pero las fuentes que poseemos nada dicen al respecto. Se ha propuesto
que era amigo del dictador Sila, el cuñado de M em io a quien está dedica­
do el poem a épico epicúreo, y que habría m uerto antes de febrero del 54
a.C . Puede o no haber sido am igo de C atulo, y ambos se habrían vuelto
locos por beber una poción de amor. Lucrecio se habría suicidado en el
decim oséptim o cumpleaños de Virgilio, y Cicerón habría contemplado
editar postum am ente su obra. Aun con esta lim itada inform ación, los
humanistas renacentistas italianos produjeron ocho biografías entre los
años 1490 y 1570,2 época de reflorecim iento del interés en Lucrecio.
De las casi treinta fuentes que sobreviven antes del 500 d.C., la mi­
tad contiene fragmentos del DE RERVM N A TVRA (en adelante D RN )
citados sin m ención alguna al autor. Sin embargo, contamos con algu­
nas referencias que nos brindan las escasas informaciones biográficas
disponibles.
Jerónim o, en su traducción de los C .hronikoi de Eusebio, remitiéndose
al año 569 después de la fundación de Roma, escribe: “Nace el poeta Tito
1Yerg-, G, IL490-492: felix qu i p o lu it reru m cognoscere causas/ atque m eiu s om nis et
inex orabilefatum / su b iecitpedibus sirepitum que A cherontis avan .
Véase PALMER (2014). Mencionárnoslos autores y el año en que la escribieron:
Pomponio Leto, antes de 1495; Girolamo Borgio, 1502; Petras Crinitus, 1505;
Johannes Baptista Pitis, 1511; Petras Candidus, 1512; Lilio Gregorio Giraldi 1545,
Gbertus Gifanius. 1565 y Dennys Lambin, 1570.
12 L il ia n a Pé g o l o y e q u ip o

Lucrecio. M ás carde, presa de furiosa locura por un filtro amatorio, y h a­


biendo escrito durante los intervalos de su dem encia algunos libros que
luego corrigió Cicerón, se suicidó a los cuarenta y cuatro años de edad’'.3
El nacim iento del poeta es fechado en la O lim piada 171, 3, que se corres­
ponde al año 94-93 a.C ,4 Esta inform ación Jerónim o la habría tom ado de
D onato, su maestro, y de Suetonio. L a datación que propone im plica un
problema, pues la corrección de Cicerón habría sido posterior a la m uer­
te del poeta. Pero según los datos que aporta en esta referencia, habría
que retrotraer la fecha de m uerte al 51-50 a.C . Sin embargo, el propio
Jerónim o ai referir el trabajo de Cicerón utiliza el verbo em e n d a tn t que
tiene un sentido más preciso que “corrección” debe entenderse como ‘ co­
rregir con vistas a una publicación”. En latín clásico, e m e n d a r e se refiere
a la obra de un autor fallecido, específicamente, a la elaboración de una
publicación postum a, cercano por tanto a ed e r e . 5
En la biografía que escribe sobre V irgilio, Donato afirma: “D urante
sus primeros años vivió [V irgilio] en Crem ona. hasta la toga viril, que
recibió en el décimo séptimo año de vida, siendo cónsules nuevamente
aquellos dos [C n. Pompeyo M agno y M arco L icinio Craso] en cuyo con­
sulado [anterior] había nacido,* y sucedió que en aquel mismo d ía murió
el poeta Lucrecio”.6
El hecho de que Lucrecio fuera digno de mención com o hito en una
historia de lav id ad eV irg ilio p o sicio n aaam b o s poetas en una m ism a serie,
como pm eba de la continuidad del género poético en Rom a. Vinculem os
la información de D onato con una carta de Cicerón a Q uinto, del 10-11
de febrero de 54 a.C .7 M arco Tullo le dice a su hermano que encontró
3 Hier., Cbron. Olympia.de 171: Titus Lucretius poeta, nascítur, qui postea ¿oraton o
pocilio i?z fu ror sin versus, cura aliqitot libros p er iiiteroal/o isnsaniae eomrripsisset, quos
postea em en d a vit Cicero, propria se manu ínterfecit, anno acta lis quadragesiino tertio.
Jerónimo llama a los C bronikoí kanónes de Eusebio Temporum líber, y en otro sitio
C bronicon O m nim odae H istoriae. Constituye la fílente más importante en la recons-
trvicción del fragmentario texto de Eusebio. Debe tomarse en consideración que el
propio Jerónimo refiere que en parte su trabajo es traducción, en parte refundición.
4No hay correspondencia entre el año consular romano y el año olímpico. El año 3 de
la Olimpíada 171 duró, dado que era impar, desde agosto-septiembre del 94 a.C. hasta
agosto del 93 a.C .
5 C£ CASCAJERO GARCÉS (1984).
4 Don., Vita Vergili 6: Initia aetaíis C rem onae egit usque ad virilem togam, quo.rn XVfi
anno natati suo a ccep it isdem illts consulibus iterum , quibus era t natus, even itq u e u t eo
ipso die Lucretius poeta decederet.
7Gic., : Lucret! poem a:a (uíscribis) itasunt, m ultis lum inihus ingeni, m u ltae lam en
artis, sed, cuín veneris, virum te putabo, si Sallustii Esnpedociea legeris, b om inem non
ESTUDIO PRELIMINAR 13

lo s poemas de Lucrecio ingeniosos (m u llís lu m in ib u s ingeni?) y realizados


con grandes artes { m u ltas a r iis) como Q uinto había afirmado» y le pro­
m ete una discusión cuando vuelvan a verse. Tulio continúa anim ando a
Q uinto a leer una traducción reciente de Empédocles, estrechando un
lazo entre los dos filósofos-poetas. Esta carta es particularm ente valiosa
porque ayuda a fechar la m uerte de Lucrecio. DRJSf habría circuiado solo
postum am ente. Por lo tanto, es poco probable que los hermanos Cicerón
hubieran tenido acceso al poem a antes de la m uerte de Lucrecio, que debe
haber ocurrido alrededor de febrero del 54 a.C., momento en que se escri­
be la carta. Esto apoya la fecha de Donato contra la de Jerónim o, si bien
seguir la datación de Donato im plica retrotraer la fecha, de nacim iento al
99 a.C.
Destaquemos la conjunción de ingenio y arte que realiza Cicerón.
Tam bién se encuentra presente en la referencia de Estado sobre el fu r o r
a rd u u s d o cti F u c r e ti? F u ro r y d o ctr in a ? opuestos pero a la vez en estre­
cha cercanía, constituyen un conjunto arm ónicam ente expresado en el
poema. La antítesis in g en iu m -a r s se encuentra asimismo vinculada con
la contraposición entre ‘'vieja'' y “nueva’ poesía.10 Con estos elementos
podría caracterizarse a Lucrecio como uno de los n o v i p o e t a s ? 1
A hora bien, si Cicerón contempló hacer una edición del texto, parece
que no sostuvo la intención. Cuando el A rpíñate comenzó a dedicarse
a la filosofía (luego del 54 a.C .), decía ser el prim ero en escribir filoso­
fía en lengua latin a,12 m ientras presentaba como principal epicúreo a

putabo. E mpedoclea sería una publicación de Salustio, una versión latina o imitación del
poema de Empédocles. Compárese esta nominación con iapiratea escrita, p o r Cicerón,
en contraposición a la obra de Lucrecio, que no es ninguna reesetirara eniatín de una
obra griega, sino la continuidad de una tradición de pensamiento: Lucrecio no escribe
un Epicúrea. Para un análisis detenido del rema, véase SED LEY (2007), CLAY (,1969).
« Star., Sil II.7.76.
5 Cf. DRN. II.8.
18C f Ov. Am. I.15.24-25: C arm ina d ivin i tune su n tp erd u ra Lucretii,/ exitio térras
cunt d a b it una díes (Los versos de! eximio Lucrecio perecerán/ aquel mismo día que
traigai-a destrucción de la tierra); Tr. 11.424: E nnius ingenio m aximus, a r ter u d isd e x ­
p lica r u t causas rapídi L ucretius ignts (Bunio —un gran genio, pero de arte n o califica­
do/ y como Lucrecio explica las causas del fuego devorador).
11Para un análisis en detalle, véase KENNY (2007), MENDELL (1965) y FERRERQ
(1949).
12Cic., Tuse. 1.3: “La filosofía no ha sido objeto de atención hasta nuestros dias y no ha
recibido ninguna luz de las letras latinas: a mi me toca darle esplendor y vida”.
14 Lil ia n a Pé g o l o y e q u i p o

Ám afinio.13 Sin embargo, recordemos que Lucrecio sostenía con vehe­


m encia ser el primero en transm itir la sabiduría filosófica antigua in p a ­
tria s v o ce s .14 Tal vez Cicerón presentó a Am afinio como el epicúreo más
reconocido dado que fue quien primero expuso las teorías éticas de esta
escuela, que para un am plio público resultaban mucho más accesibles que
las complejas elucidaciones lucrecianas sobre la física epicúrea. El silencio
que m antuvo en relación al poeta no puede entenderse más que como
m uestra de su m alestar frente al epicureismo, ai que T ulio consideraba
causante de la crisis espiritual de Rom a, razón por la cual probablem ente
desistió de editar la obra.
En cuanto a la afirm ación de Jerónim o sobre el suicidio de Lucrecio
luego de enloquecer por im a poción de amor, en la actualidad prevalece
escepticismo al respecto, porque solo Eusebio y Jerónim o m encionan el
hecho de la poción de amor, dato que hubiera sido utilizado con mayor
frecuencia por sus detractores. Un suicidio no habría sido inverosím il,
pero la adición de la poción de am or hace que la historia sea dem asia­
do conveniente para quienes com batían al epicureismo. N uevam ente, es
Donato quien aporta una versión diferente; en efecto, utiliza el verbo d e -
ce d e r e que se aviene m al a la idea de suicidio.
Tal vez el inicio de esta versión haya sido un m alentendido — más o
menos deliberado— de una referencia de Lactancio { d elira t L u cretiu s} 1^
o la que ya mencionamos de Estacio j u r a r a r d u a s d o c tí L u creti)} 4 Ahora
13 Cic., Tuse. IV 3.6-7: “Mientras aquellos se mantenían en silencio, apareció en es­
cena con su doctrina Gayo Amafinio, conmovida por la publicación de sus libros, la
multitud se volvió muy enfervorizada hacia su doctrina, bien porque era muy fácil de
comprender, bien porque se la invitaba a las blandas seducciones del placer, o también
porque, al no haber publicado nada mejor, la multitud se contentaba con lo que había.
Después de Amafinio, muchos seguidores de la misma doctrina, habiendo publicado
muchos escritos, ocuparon Italia entera y la.prueba principal de que no hay precisión
alguna en la exposición de su filosofía, a saber, que ella se aprenda con tanta facilidad
y goza del favor de los incultos, eso precisamente es lo que ellos consideran que es el
apoyo fimdamental de su doctrina”. Sin embargo, la crítica actual ha postulado que
Jas referencias al epicureismo en Cicerón están fuertemente basadas en Lucrecio. Cf.
SCHIESARO (2013), HARDIE (2010).
1ADJUV. V.336-337.
15 Lact., De op if.V l.l.
Stat., Sil. 11.7.76-. C edetM usa ruáis fero cisE n n iet d o ctifu ro r arduusL ucreti etq u ip er
Jreta dux ü A rgonautas, etq u i corpora p rim a transfiguras. Furor era, en el Renacimiento,
la traducción latina estándar para el griego uccvts, la locura divinamente inspirada de
un poeta, filósofo, profeta o amante. Cf. Pl-, Phaedr. 244a-249e_ Mavía era importante
para Demócrito, y especialmente para Platón, y ei uso d e J u ra r p o r parte de Fiemo para
BSTUDSO PRELIMINAR 15

bien, si Lacran cío hubiese tenido una noticia real de lalo cura de Lucrecio,
no habría dejado de em plearla p ara desacreditar a quien sostenía ideas
opuestas al cristianism o. O tra posible confusión es con Lúcido, quien, s e ­
g ú n informan Plutarco17y Plinio el viejo,18 murió por un estado de locura
a causa de un filtro amatorio dado por su esclavo C alístenes.19 Lucrecio
declara que debemos evitar las trampas de Venus y liberam os del dolor
causado por la lu ju ria y la violencia del amor. También manifiesta que
negar la vida futura traerá alegría y paz m undana. Estas afirmaciones, y
la amenaza que representan para el cristianism o, pierden credibilidad si
su propio portavoz cae presa de la locura am atoria. La locura y el suicidio
probablem ente fueran producto de la im aginación popular para castigar
al im pío que se negaba a creer en la inm ortalidad del alm a y en la in­
fluencia de los dioses, tanto como en el poder de los sacerdotes. Q uizás la
leyenda surgió ya en la piadosa corte de Augusto y luego continuó siendo
repetida.
H icim os referencia anteriorm ente a las biografías escritas en el
R enacim iento sobre Lucrecio. En varias de ellas la m uerte del poeta se
atribuye a una pócim a q u ele habría dado una mujer, L ucilia, aveces Lucila
o Lucía, que se presenta com o la esposa de L ucrecio o su amante. Las v ita e
de Pomponio Leto, G irolam o Borgio, Johannes Baptista Pius y Dennys
Lam bin proveen esta inform ación.20 El dato sobre la supuesta Lucilia pa­
rece derivarse de una carta, atribuida erróneam ente a Jerónim o, que es
en realidad parte de D e n u g is cu r ia liu m de W alter M ap, un com pendio
de anécdotas com piladas en el siglo XII. La epístola registra los muchos
males perpetuados por las mujeres a lo largo de la historia. M enciona a
Lucilia, quien mató a su esposo, al que amaba, pero accidentalm ente le
dio una poción de locura en lugar de una poción de amor. Lucrecio no es
representar previa en la discusión de las cuatro locuras en el Ft'íbo de Platón, lo convirtió
en una traducción que cualquier htunanista reconocería. Enlosojosdel Renacimiento,
el uso del fu r o r d e Estado podía reíbrmular la locura descrita por Jerónimo como la
inspiración divina de un poeta o filósofo. El mismo Reino en la Teología p latón ica
llama a Lucrecio vates sobre la base de este fu ror divino.
17 Plut., Lite. XLIII.
1SP W A Srí. XXV.25.
19Lúculo fue contemporáneo de Lucrecio. Vivió entre 10(5-57 a.C. Es probable que
haya existido una confusión asi. Lúculo, si bien pertenecía a la Antigua Academia de
Antíoco de Ascalón, hacia el final de sus días se entregó a la acedia y la gula, con lo
que podría resultar conveniente asociar ambos personajes con el fin de estigmatizar
al epicureísmo.
25Véase PALMER (2014), HOLFORD-STREVENS (2002).
16 Lil ia n a P é g q l o y e q u ip o

mencionado, pero Pitts — o ana fuente anterior perdida— vinculó esta


historia con el relato de Jerónimo. L a historia de Lucilia les perm itió a
los biógrafos discutir sobre 3a supuesta locura de Lucrecio y posicíop.ario
mejor en cuanto a sus virtudes morales, pues no lo consideraban loco sino
víctim a del mismo tipo de am or incontrolado del que el poeta advertía a
sus lectores. El primer biógrafo de Lucrecio, Pomponio Leto, presentó
una identidad, alternativa del amante de Lucrecio: “Ellos afirman que esto
le pasó a él por am or de un niño, a quien por su brillantez y extraordinaria
belleza [Lucrecio ¡ llamó Astericon”.21
Los estudios actuales que buscan analizar la supuesta locura de Lucrecio
se basan en análisis filológicos y de la obra.22 Com o pruebas del padeci­
miento psíquico de Lucrecio se postula incoherencia de 3a obra como un
todo, su falta de com pletitud, frecuentes repeticiones de versos, promesas
que no se cumplen, enríe otras. Realizaremos luego un com entario so­
bre los libros, en los que entendemos no hay incongruencia alguna; baste
considerar al respecto la sim ilar estructura de los diversos proemios, que
no puede más que evidenciar una sopesada m editación en su composi­
ción. En cuanto a la acusación de no haberla terminado, al inicio del libro
VI el poeta solicita un definitivo esfuerzo a su musa, lo q u e señala que con
ese canto piensa term inar la obra.23 Las frecuentes repeticiones de versos
expresan el carácter didáctico del trabajo y la necesidad de insistir sobre
elementos centrales de la teoría.24 La observación de promesas no cum­
plidas se refiere principalm ente a V.53-155, versos en los que Lucrecio
habla de los dioses. A quí puede tratarse de un m atiz en la lectura, pues la
referencia puede ser la m orada de los dioses, y no su naturaleza, de m odo
que estaría más que suficientem ente abordado el tema.
C om o puede comprobarse, nada dicen las fuentes sobre origen y con­
dición social del poeta. Sus contemporáneos m antuvieron un misterioso
silencio. Solo unos años después de su m uerte se abandonó tanta reser­
va, y los grandes poetas de Roma hicieron algún com entario: V irgilio,25
2>Véase HOLFCSRD-STREVENS (2002).
MUn ferviente defensor de lalocura de Lucrecio es P.F.RHLLI (1974).
^DRN. VI. 92-94.
24 Mencionamos estas repeticiones: 111.474=111.510; 111.746=111.763; IV.65-
66=IV.102-103; IV.1034=IV.1047; V.1388-1389=V1454-1455; VI.988-989=VI.
995-996; 1.146-148=11.59-61; 111.91-93=VI.39-41; 1.926-950 muy parecido al proe­
mio del libro IV.
22 Verg„Ecl. VI.31-.34: N am que cartebat, uti m agrtum p e r in a n e coarta/ semina teira-
ru m q u e anim aeque m arisque j u i s s e n t j et liquidi sim a l ignis; u i bis ex ordiaprim is/ om -
ESTUDIO PRELIMINAR 17

H oracio26 y O vidio,27 autores que, con todo, no aportan ningún dato


biográfico. C iertas menciones en la propia obra parecen indicar un co ­
nocim iento de Rom a, de modo que resulta plausible conjeturar que el
filósofo vivió o tenía una relación m uy cercana con la ciudad,28 Lucrecio
estaba fam iliarizado con Roma y se sentía romano. Las referencias a con­
mociones políticas y sociales de 1.41-43 (p a tria i te m p e r e in íq u o ) pueden
aludir a un clim a de intranquilidad en el m om ento de producción del
poem a. De su nombre tampoco puede obtenerse información certera. Si
bien, el hecho de tener tres nombres en una época arcaica de la ciudad
eterna garantizaba la pertenencia a la clase de los patricios, más tarde este
uso se generalizó, de modo que era común también entre plebeyos. Por
otra parte, que la g e n s L u cretia constituyera u n a antigua estirpe romana
tampoco aporta demasiado, pues el apellido de una fam ilia se extendía a
sus clientes y libertos.
El destinatario del poem a es M em io. Se lo suele identificar con Cayo
M em io Gemelo, quien fue tribuno (66 a.C .), pretor (58 a.C ,), finalizan­
do su cu rsu s h o n o r u m con la gobernación de B itinia (57 a.C .), a quien las
fuentes antiguas suelen presentar com o un político ambicioso y oportu­
nista, un “París de hoy en día” en palabras de C icerón.29 No está claropor
qué Lucrecio dedicó a este personaje el poem a: para ser adm itido en la
n ia e t ipse ten er m undi con creverit orbi: (cantaba por qué modo en el inmenso/ vacío
se juntaron/ las semillas de la tierra, del alma,/ de! mary del puro fuego, y cómo codo/
fraguó estos principios y estructura/ firme tornó la redondez del mundo); G. 11.490-
492: felix qui p otu it rerum cogn oscere causas/ etique m etus om nis e t inexorabile fa tu m /
su b iecitp ed ib u s strepitum que A cherontis a va ri (Dichoso aquel que ha podido conocer
las causas de las cosas/ y ha pisoteado todo tipo de temores, el destino inexorable/ y el
estrépito del avaro Aqueronte).
26 Hor., S. I.V.ÍOO-103: cred a t, lu da eu s Apella, f non ego; nam que déos didici securum
a gere a e v u m j nec, si q u id m iri fa d a t natura, déos id/ iristis ex alto caeli d e m iitere tecto.
Cf. J3RN. V,82. Otra referencia es S. I.L117-120: in d e fitu t raro, qui si vixisse beatum/
d ica t e t exacto contentum tem pore vita./ ced a t uti con viva sature repeHre queam us. Cf.
DRN. III.938,
27Ver ñora 10,
22 Los espectáculos militares en el campo de. Marte (11.40-43); la contemplación de
la procesión de Cibeles (11.648-653); la referencia a los grandes fastos y espectáculos
teatrales (11.416; IV.75-83; IV.978-983; YI.109-H2J; la descripción de lujosos pa­
lacios (11.23-28): la critica a las ambiciones excesivas para tomar el poder (TI. 11-13;
H.59-73); la distinción enere ciudadano romano ybárbaro (Y 36) y referencias a Roma
como su patria y a laleneua latina como la leneua patria (1.41; 1.832; IIL 260; IY.970;
V.337;VL298):
29 Cíe., adA íí. 1.18.
18 Lil ia n a Pé g o l o y e q u i p o

clientela de un hombre político, para convencerlo de que en lengua latina


tam bién se podían escribir, con belleza y elegancia, las ideas liberadoras
de la filosofía del jard ín que tanto admiraba M em io en la lengua griega.30
Podemos leer entre líneas, quizás, otro gesto crítico del poem a: si M emio
es una especie de prototipo del producto de la ciudad, un intento de con­
versión puede ser entendido, también, como un ataque al m odo de vida
de la ciudad.
Aun compartamos dos referencias más sobre el poeta. Q uintiliano, en
In stitu id o oratoria'X ., revisa a los autores que debe conocer un joven en for­
mación. Expresa su desconfianza respecto de la poesía, pues, si bien puede
ser fuente de sublim idad del lenguaje, advierte contra los hábitos poéticos
de contracción, paráfrasis, vocabulario inusual y orden de palabras que
no resultan armas adecuadas p a ra la prosa política. En este contexto afir­
ma que Lucrecio es elegante pero difícil.31 Esta referencia puede parecer
desalentadora, sin embargo, el propio Lucrecio reconoce este rasgo en su
obra.32 En otro pasaje del libro I, trata sobre las cualidades necesarias para
un joven orador. Además de los conceptos básicos de gramática, un ora­
dor eficaz debe ser versado en los temas que discuten los poetas, como la
música, la astronom ía y la filosofía; “Tampoco puede el gramático ignorar
la filosofía, cuando en casi cada poem a, tantos pasajes, repiten la más sutil
de las preguntas naturales, y en particular, tenemos a Empédocles entre
los griegos y a Varrón y Lucrecio entre los latinos, quienes tradujeron los
preceptos de la filosofía en verso”.33 E-sta indicación — entre otras con­
sideraciones— ha dado lugar a que muchos comentaristas destaquen el

30Memio fracasó, luego de su gobernación, en su carrera políticay fue enviado al des­


tierro en Grecia. Allí adquirió el Jardín de Epicuro. Hizo caso omiso de las demandas
de los epicúreos que querían levantar allí un altar al venerado maestro, y edificó en
ese sitio su propio palacio. Cf. Cic., Epíst. ad. Fam. XIII. 1. Las principales referencias
para daros de la vida de Memio son Suetonio, Plutarco y Cicerón. C£ COLMAN
(2G12:9óyss).
31 Quint., Jnst. X -. N am M a cee e t L ucretius legendi, sed n on o i phrasin id est corpas eln-
q u en tía efa cian t, elegantes, in sita quisque m ateria, sed a lter hum ilis, a lter d ijfcilis.
TORAL I.I36-145.
33 Quint., Inst. I; Nec poetas legisse satis est: excutiendum om n e scriptoru m genos, non
p rop ter historias modo, sed verba, q u a efreq u en ter ius ab auctoribus sum unt. tum ñeque
citra m osteen gram m atice p otest esse p erfecta, cu m ei de m etéis rhythm isque dicendum sit,
n ec si rationem siderum ignoret poetas intellegat, qui, u t aü a m ittam , totiens ortu occa-
suque signorum in dedarandis tem poribus uiuntur, ?iec ignara philosophiae, cu m p rop ter
plurim os in ó m n ib u sfere carm inibus locos ex intim a naturalium quaestionum subtihtate
repetitos, tum v elp ro p ter E m pedoclea in Graecis, Varronsm a c Lucretium- in Lastinis.
ESTUDIO PRELIMINAR 19

lugar de Empédocles como precursor de Lucrecio. Después de Eplcuro» el


agrigentino es la influencia sobre Lucrecio más comúnmente citada por
los estudiosos.34
Por último» mencionemos la confusión sobre la cantidad de libros que
escribió Lucrecio. D e acuerdo con ciertas referencias el filósofo poeta ha­
bría escrito veintiún libros. U na fuente para sostener esto sería Varrón,
quien en D e lin g u a la tin a afirm a: "hizo este comienzo a sus veintiún li­
bros sobre la división de la tierra y el cielo; para buscar el tiempo que dio
a luz el cielo y tierra”.35 Sin embargo, Varrón alude a Lucilio, autor que
nom bra en reiteradas oportunidades. Destacamos ya cómo solían ocurrir
estas equivocaciones entre autores con nombres parecidos, errores habi­
tuales en los copistas. Esta atribución de más libros se ve reforzada por
M acrobio, quien escribe en S a tu rn a lia : "Lucrecio en el libro diecisiete:
Grandes huesos y músculos/ aparecen en los hombres/''"' En Prisciano
una cita dellibro VI está transcripta como perteneciente al libro V II,3’ h e­
cho tomado com o evidencia adicional para la postulación de los veintiún
libros deÜDÜV Si bien, como hemos referido, hay controversia en cuanto
a si la obra lucreciana está completa o no, esta teoría de los veintiún libros
ha sido prácticamente descartada.38
En definitiva, con toda la información revisada, solo podemos afirm ar
con seguridad que los escasos y controversiales datos sobre la vida del poe­
ta se contraponen a la extensión y m agnanim idad del poem a.

C o n texto h istó rico

La historia política de R om a en la época de Lucrecio es la historia


de una conflictividad exacerbada.39 Luego de la segunda guerra púni­
ca, Rom a inicia un proceso de transformación. La República, que tenía
una determ inada estructura económ ica y orden social, se vio enfrentada

- .No solo el hecho de escribir en hexámetro dactilico es un pinito en común con


Empédocles. Yeáse injra p. 37.
- Yárr.j L. V. 17; A qua bipartita divisione JLuciUus su oru m unius e t víginti librontm
in itiu m fecit boc: A dherís et terrae gen ita b íle q uaerere temples.
36Macr., Sat. 43: L ucretius in séptim a d écim o: M .agna ossa la certiq u ef Aclparent bomini.
37Prisc,,Inst. gram rn. VI.20.
MVéase PALMER (2014).
” Para estas consideraciones sobre el panorama histórico.político y sociai de Roma en
los tiempos cercanos a Lucrecio seguimos a EUGENIO (1991), ALFOLDY (1996),
PIGANIOL (1981), ROWLANDS (1987), CANFORA (2006), BECK (2011).
20 Lil ia n a Pé g o l o y e q u ip o

a nuevas condiciones. La rápida m utación que esto supuso im plicó una


crisis social y política que, dos generaciones después de la victoria sobre
A n íbal, iba a provocar un estallido en la sociedad rom ana de gravísimos e
insospechados conflictos.
La situación de decadencia y em pobrecimiento del campesinado itá­
lico, la form ación de grandes fincas y el paso a la utilización masiva de
esclavos en ia producción llevó a A. J. Toynbee a postular que se trata­
ba de la venganza final de Aníbal."*0 La expansión de Roma fue de una
inusitada am plitud: sus ejércitos term inaron con dos antiguas potencias,
M acedonia (en la tercera guerra macedónica, 171-168 a,C .) y Cartago
(en la tercera guerra púnica, 149-146 a.C .); debilitaron al reino seléucí-
da; som etieron gran parte de la península ibérica y ocuparon Grecia (146
a.C ,). Los territorios conquistados se incorporaban como provincias.
L a estratificación social era bastante diversificada. La cúspide la consti­
tuía la aristocracia senatorial, dirigentes políticos en función de su origen,
educación e independencia económica. La segunda élite era la de los ca­
balleros (eq u ites), en gran parte propietarios ricos, empresarios, comer­
ciantes, banqueros, algunos incluso de extracción hum ilde. A. su vez en las
ciudades existía ei estrato local más elevado, conformado principalm ente
por copropietarios rurales. H abía un gran número de campesinos de ciu­
dadanía romana, que llevaban una existencia precaria, por lo que muchos
em igraban a Rom a, generando así un am plio grupo con condiciones ines­
tables, que se veía reforzado, asimismo, por las masas de libertos. M uy des­
favorable era tam bién la situación de la gran cantidad de so cii itálicos y de
población provincial, que no disponían de la ciudadanía romana, y vivían
explotados tanto por sus amos como por el estado romano. C on todo, el
lugar inferior de la escala social era el de los esclavos, privados de todo de­
recho, explotados brutalm ente. Esta diferenciación social fue configuran­
do una serie de graves conflictos entre los grupos sociales perjudicados y
la clase dom inante, pero asimismo, entre las distintas facciones de la capa
dirigente. La inevitable consecuencia fue la crisis de la sociedad romana,
con aquellas guerras civiles y revueltas que agotaron a la República.
La cuestión agraria fue clave en los conflictos. Las fam ilias más acauda­
ladas acaparaban tierras del campesinado, incluso m ediante ia violencia.4041
L a Habilitas, al au m en tarla cantidad de sus posesiones, pasó por sobre la

40TOYNB££ (1965:11.1).
41Ap., H ht. 1.26 y ss.
ESTUDIO PRELIMINAR 21

ícy liciniosextia que lim itaba la tenencia d e las tierras, Además, durante el
s. 11 a . C , 1a n o b ilita s s e distanciaba paulatinam ente del resto de sus colegas
en el senado, en especial, de los h o m in e s n ovi.
Las novedosas opciones para el comercio exterior en el M editerráneo,
la explotación de los recursos naturales y de la fuerza de trabajo de los
países conquistados, sumado a l continuo aumento de ia capacidad econó-
m ica de Rom a, condujeron a un im portante florecim iento del comercio,
la actividad em presarial y la economía m onetaria. De tal modo surgió
un sector de hombres de negocios, que fueron nucleándose como o rd o
diferenciado dentro del estamento ecuestre, A tal estrato pertenecían
tam bién prestamistas, banqueros, ricos comerciantes y hom bres de nego­
cios, que Plauto caracterizó vividam ente en sus comedias.42 D e acuerdo
con Cicerón, entre los caballeros se encontraban p u b lk a n i (empresarios
desempeñándose como grandes arrendatarios),fa e n e r a to r e s o a r g e n ta r ü
(prestam istas), n ego tia to res (comerciantes) y a g r íco la s (hacendados, m u­
chos de colonias y m unicipios de Italia),43
Los conflictos sociales generados pueden diferenciarse en cuatro tipos
sin que com pongan sectores clara y precisam ente delim itados; (i) las gue­
rras serviles, lucha de los esclavos contra sus dueños y el aparato estatal
que los amparaba; ( ii) las resistencias provinciales contra la dom inación
rom ana; (íii) la guerra de los itálicos contra Rom a, Estos dos últim os no
eran m ovimientos de sectores homogéneos, sino que f ueron protagoniza­
dos por una am algam a m uy diversa de grupos sociales, que ten ían com o
objetivo liberar del som etim iento del Estado rom ano a aquellas com u­
nidades previam ente independientes; y (iv ) los enfrentamientos en el
seno de la propia ciudadanía romana. A l principio, y particularm ente en
tiempos de los Gracos, las motivaciones sociales constituían el eje de las
disputas, pues los políticos reform istas buscaban dar solución a los pro­
blemas sociales de las masas empobrecidas de R om a, enfrentándose a la
oligarquía (desde el s. I a.C. estos dos grupos se denom inaron p o p u la res
y o p tim a tes). Luego, la conquista del poder tomó el prim er lugar en estos
enfrentam ientos, a p artir de las guerras entre los partidarios de M ario y
los de Sila en los años ochenta del s, I a.C .44

^ Entre otras lAoste.fiaría^Aulularia* Curcutío>Epidicus, M ercator.


43C£ Cic„ ad, Att. VI. 1; ALFÜLDY (1996:43), CANFORA (2006:338).
44Considérese que a partir délos años ockenta y setentade este siglo los restantes- con­
flictos se fueron diluyendo: los itálicos alcanzaron su meta en la guerra de los aliados
(91-89 a.C.) con la obtención de la. ciudadanía romana otorgada por la íex lu lía del
22 Li l i a n a p é g o l o y l q u i p o

Apiano describió la historia de estos conflictos y destacó el progre­


sivo increm ento de la violencia en estas luchas; el asesinato de Tiberio
Sem pronio Graco, prim er derram am iento de sangre en la asam blea po­
pular romana, seria continuado po r nuevos enfrentam ientos armados,
recrudecidos y más frecuentes,45 que se convirtieron en abiertas guerras
civiles, solo finalizadas definitivam ente con la instauración del régim en
imperial-46
El prim er conflicto ocurrió en el año 133 a.C , Tiberio Sem pronio
Graco, pariente de los Escipiones, propuso en la asamblea popular la
aprobación de una ley agraria con la que se pretendía revitalizar al cam ­
pesinado rom ano, lim itan d o la tenencia de tierras, recuperando terrenos
del estado romano para los campesinos. A i año siguiente, al procurar ser
reelecto como tribuno de la plebe, en un tum ulto, él y numerosos de sus
partidarios fueron asesinados. En los decenios siguientes, siem pre in te­
rrum pidos por períodos de restauración oligárquica, sucedieron hechos
similares a este hasta que estallaron las guerras civiles tras el tribunado de
M arco Livio Druso en el año 91 a.C.
La segunda etapa del conflicto sucedió desde los años 123 y 122 a.C.
con el tribunado de Cayo Sempronio Graco. Cayo te n ía un program a de
reformas notablem ente más ambicioso que el de su herm ano mayor, no
menos de diecisiete nuevas leyes. Para salvaguardar su seguridad y la de
sus partidarios, prom ulgó una ley en virtud de la cual solo el pueblo podía
condenar a m uerte a un ciudadano romano. Para am p liar la base de sus
seguidores, renovó a los p u b lic a n i ecuestres el arrendam iento de impues­
tos en la provincia de Asia, les otorgó la potestad de integrar los tribunales
—reforma que com portaba una clara politización de la clase ecuestre—,
90 a.C- a todos los itálicos que seguían fieles a Roma, y después, por la lex. P¡ñutía
P apiria del 89 a.C., a cuantos de los sublevados depusiesen las armas. En Grecia y en
Asia Menor la resistencia contra Roma liabía finalizado con la victoria de Sila sobre
Mitrídates en el 85 a.C. Con la sangrienta represión del levantamiento de Espartaco
en el 71 a.C. cesaron, asimismo, las grandes guerras serviles. En las cuatro décadas si­
guientes todaconfiicúvidad quedó reducida a lalucha por clpoder del Estado; si debía
ser ej ercido por la oligarquía senatorial o por un jefe único. La consecuencia última de
tales conflictos no sería k transformación de la estructura de k sociedad romana, sino
el cambio de laformade gobierno. Ni éntrelos antiguos soeii ni en el conjunto de la so­
ciedad romana desaparecerían las diferencias sociales: antes bien, el orden establecido
resultó reforzado por el heclio de que Jos estratos superiores de ios itálicos se hicieron
beneficiarios en pie de igualdad deí sistema de dominación romano,
45 Ap ^ líis t .1.4 y ss.
46 Ap., híist, 1.6 y ss.
Es t u d i o p r e i im in a r 23

entre otras m edidas. También C ayo Graco perm itió al pueblo aprovisio­
narse con cereales a bajo precio y otras medidas p o r el estilo,. Poco efectiva
fue la parte central de su reforma política, el mejoram iento de la situación
del campesinado, Sin éxito alguno resultó también el proyecto de otorgar
la ciudadanía romana a los latinos y el derecho de voto a los socii en la
asam blea popular. D el m ism o m odo que el de T iberio Graco, este plan de
reformas desencadenó una reacción, y, en el 121 a.C., Cayo Graco y sus
seguidores perecieron violentam ente. La reforma agraria fue proseguida
sin entusiasm o, hasta que en e 1año 111 a.C. u n a nueva lex a g r a r ia abolió
la cláusula de arrendam iento introducida en su día por Tiberio Graco.
Dos décadas más tarde el conflicto vuelve a estallar. Entre 104-100 a.C .
un h o m o n o v u s enem igo de la n o b ilita s, Cayo M ario, participó del con­
sultado. Pero la principal figura de la nueva reforma fue Lucio Apuleyo
Saturnino, tribuno de la plebe en los años 103 y 100 a.C . Los métodos
violentos a los que recurrieron los p o p u la re s, determ inaron que sus alia­
dos naturales, los eiquites, tom aran partido jun to a la reacción senatorial.
C om o ya había ocurrido en el 121 a.C. contra Cayo Graco y sus seguido­
res, en el año 100 a.C. se declaró el estado de excepción, que M ario debió
hacer cum plir aun contra sus propios partidarios.
En 91 a.C. una nueva y decisiva etapa del enfrentam iento se genera
cuando el tribuno de la plebe M arco L ivio Druso propone otro program a
de reformas. N o constituyó entonces n inguna novedad que Druso resul­
tase víctim a de la reacción de la clase dom inante tal como sucedió con los
dem ás reformadores. Sin embargo, la situación tras su asesinato f ie por
com pleto diferente. El conflicto degeneró en un enfrentam iento político
y m ilitar perm anente: la guerra de los aliados del 91-89 a.C., una guerra
civil en la que o p tim a tes y p o p u la r e s llegaron a defender conjuntam ente
los intereses del sistema político. N o obstante, tan pronto como esa con­
tienda hubo pasad o, el enfrentam iento entre optim /ites y p o p u la r a volvió
a surgir con todo su rigor.
Los p o p u la re s se agruparon en torno a Publio Sulpicio Rufo, tribuno
del año 88 a.C., y tam bién junto a M ario y a Lucio C om elio C inna, cónsul
del año 87 a.C. Los o p tim a tes estaban representados por Lucio Cornelio
Sila. Esta guerra — en la que prim ero Sila, luego M ario y finalm ente de
nuevo Sila, ocuparon Rom a— dejó como vencedores a los optim ates, Sila
asum ió plenos poderes para restablecer el dom inio senatorial. Mas, a la
vez, socavaba muchos de los fundamentos de la República aristocrática,
24 LlL lA íS 'A P E G O L O Y E Q U IP O

Jo que supuso un prim er paso en el camino del Estado romano hacia el


Imperio.
El régim en dictatorial se m antuvo un decenio» casi» luego de la muerte
de Sila, Pero este sistema, que procuraba preservar la dirigencia de una
clase dom inante en descomposición, no podía ofrecer una solución ver­
dadera. De modo que ya se entreveía la única posibilidad de superar defi­
nitivam ente la crisis: la im plantación de un poder im perial.
En los últim os cuarenta años de la República» en im entorno de con­
tiendas cada vez más personales con el fin de obtener el poder por p ar­
te de com andantes militares» se enfrentaron dos figuras políticas claves:
C neo Pompeyo, quien consiguió importantes triunfos en O riente entre
los años 67-63 a.C,, y C ayo ju lio César — que adquirió la gloria m ilitar
por la conquista de las Galias desde el 58 a.C .— . Ambos se confronta­
ron a partir del 49 a.C . para decidir qué forma tom aría el Estado. En esa
pugna Pom peyo representaba a los o p tim a tes y César a los p o p u la res, re­
sultando este últim o victorioso. Pese al asesinato de César en el 4 4 a.C.,
sus hom icidas fueron elim inados dos años después por M arco A ntonio y
Octaviano, el posterior p r in ce p s Augusto. Solo faltaba definir quién capi­
talizaría la herencia política de César; tras la exención de ciertas figuras
secundarias, como Sexto Pompeyo y M arco Emilio Lépido, la batalla de
A ctiu m (31 a.C .) y la muerte de Antonio (30 a.C .), O ctavio fríe e l can­
didato. El principado de Augusto, nacido en estas condiciones, dio a la
sociedad romana un nuevo marco político y orientación espiritual.
La clase dom inante, a lo largo de toda esta época cargada de contiendas
políticas, ejercía una fuerte influencia en la construcción de la concien­
cia identitaria del pueblo romano, inculcando a los ciudadanos la idea
de que el Estado era sostenido por la sociedad entera —res p u b lica como
r e s p o p u h —,47 L a base espiritual de esta idea de Estado la conform aba la
religión. La aristocracia decidía cual era el contenido de la religio , de la
correcta relación con los dioses: sum inistraban los sacerdotes del Estado,
quienes escrutaban los deseos de los dioses y fijaban los preceptos religio­
sos. Asim ism o, la conducta de los ciudadanos se basaba en buena parte
en la tradición de las fam ilias nobiiiares, m o s m a io ru m , las costumbres de
los antepasados, expresadas a través de sus gestas. La m em oria colectiva
de los hechos y su im itación garantizaban la continuidad de la idea de
Estado. M as tam bién, el modo de actuar reflejado en tales eventos no era
otro que el modo de pensar y actuar de los senadores: los hombres que
<7C i c . , Rsp, V . I .
Es t u d i o p r e l im in a r 25

habían realizado los hechos gloriosos del pasado, políticos, generales y


sacerdotes, eran sus mayores, y su gloria prom etía asimismo el prestigio a
sus descendientes.
Por otra parte, cabe destacar un aspecto vinculado a la formación cul­
tural del pueblo romano. La cultura en que vivió Lucrecio tenía ya una
tradición en la acum ulación de libros. En 40 a.C. A sinio Polión, amigo
de Virgilio, fundó la prim era biblioteca pública de Rom a. Si bien esta era
una idea de Julio César, adm irador de las bibliotecas públicas de Grecia,
Asia M enor y Egipto, quien quería que el pueblo rom ano dispusiera de
estos mismos reservorios de cultura, no llegó a concretarla dada su muerte
prem atura, Fue Polión — que luchó al lado de César contra Pompeyo y
luego al lado de M arco Antonio contra B ruto— quien finalm ente lo llevó
a cabo. Luego el emperador Augusto construyó dos bibliotecas públicas
más, y otros emperadores continuaron su ej emplo. En total, en los ss. IV y
V d.C. Rom a contaba con veintiocho bibliotecas públicas.

El ep icureism o e n R om a

La filosofía epicúrea llegó a Rom a relativamente pronto, Ya un siglo


después de la m uerte de Epicuro, en el año 173 a.C . el senado rom ano d e­
cretaba la expulsión de la ciu d ad de los filósofos epicúreos A lc io y Fiíisco,
acusados de introducir costumbres licenciosas.48 Una notable difusión
del epicureism o en el m undo latino tuvo lugar entre fines del s. II y el
inicio del s. I a.C., durante la edad de S íla y de César. En el despliegue
de egoísmos, ambiciones desmesuradas, odios mutuos de los diferentes
sectores de la tardo-república, el llam ado del epicureismo a la interioridad
del hombre, a la ciencia austera, a la amistad, al desprendim iento de la
vida política, fue recibido con entusiasmo por ciertos grupos.
D atos sobre esta difusión los provee el adversariom ás notable que tuvo
el epicureismo, Cicerón, quien da a entender que la adhesión a la filosofía
epicúrea tenía en Italia un carácter popular.45*Asim ism o, es Cicerón quien
ha conservado los nombres de los divulgadores latinos de la filosofía epi­
cúrea, Amafi nio, Rabirio y Casio, sobre quienes form ula un juicio despre­
ciativo: falta en ellos todo arte de expresión y de dialéctica, hacen uso del
serm o v u lga ris, traducen de modo risible los térm inos técnicos de la filo-

^FELLÍNI (20Í3).
4?Véase nota 13.
26 Lil ia n a p e g o l q y e q u ip o

sofía helenística,50 m ientras que no hace ninguna referencia a Lucrecio,


como ya mencionamos.

Antecedentes poéticos

El proceso de recepción y la consecuente adaptación de la poesía griega


am algam ada con las afluencias itálicas, especialmente las costumbres h u­
morísticas de Etruria, se sucedieron en tres etapas consecutivas. Durante
la segunda m itad del s, III a.C . y todo el s. II a.C , f ue retom ado el helenis­
m o del período clásico, pero atravesado por el ím petu conquistador de las
Guerras Púnicas, em ergiendo como figuras sobresalientes el com ediante
popular P lauto y el poeta épico Ennio. U na segunda etapa corresponde
a la prim era m itad del s. I a,C„ signado en lo literario p o r el influjo ale­
jandrino y en lo político por la inestabilidad, ya irreversible, del régim en
republicano, lo que m otivó numerosas guerras civiles en territorio rom a­
no, Lucrecio es un exponente de este período crítico y prolífico, así como
Catulo, C icerón, César y Salustio. La madurez literaria entonces lograda
resultó un soporte im prescindible para el estadio posterior, el período au­
gu sta! que se destaca en la obra de V irgilio.51

Hexámetro dactilico

D e R eru m N a tu ra está métricam ente estructurado, en su totalidad, se­


gún el esquema conocido como hexámetro dactilico. C ada verso cuenta
con seis pies equivalentes en duración, cada pie es divisible en una sílaba
larga y dos breves (JJJ = = dáctilo) o bien en dos sílabas largas
= - — = espondeo), aunque el sexto y últim o pie ( —x ) puede estar
compuesto por una larga y una breve (J J = — = troqueo), dado que la
últim a sílaba de cada hexámetro es a n cep s (x), es decir, de duración in d e­
term inada entre los valores larga y breve. Tómese como ejem plo el prim er
verso:
s0£s sintomático que análoga acusación de incultura e ineptitud se hiciera alos rheteres
latini, una escuela de retórica que, a fines del s. H y en ios inicios del s. I a.C., se pro­
ponía formar a los jóvenes de clase humilde en la instrucción oratoria indispensable
para afirmarse en la lucha política. Estas escuelas fueron cerradas en el 92 por decre­
to del censor Licinio Craso —el máximo orador de la generación precedente a la de
Cicerón— con el pretexto de que se trataba de una “escuela de imprudencia”. Cf. Cic„
D e Orat. ÍII.29.93.
«LÓPEZ OLANO (2005:33).
ESTUDIO PRELIMINAR 27

A e-n e-a -\ d u m ge-n e-\ tria , ho-rni-\ nu m di-\ vu m -q u e •vc-\lup-tas,


l° p ie 2°p ie 3 °p ie 4 °p ie 5°pie 6° pie

L a breve es la unidad indivisible del ritmo, llam ada “tiem po prim a­


rio'’ {"gpóvoc, 7tpwTG^) por el antiguo m etricólogo Áristóxeno.52*Dos bre­
ves equivalen a una larga, un tiem po que dura el doble (jp ó v o $ Sía"iqpa<;).
En latín una sílaba larga se d istingue si incluye una vocal larga (4° p ie:
“d z -’)J" o un diptongo (l" p ie : “A e-”)54*o sinalefa, de ser entre dos palabras
—no la obstaculizan n i una ‘b\ ni una ‘m final ni una V final, que caen
ante vocal— ,5y o sí se trata de u n a sílaba trabada, es decir, si tras la vocal
hay una V o una ‘x, realizadas como fonemas de doble duración (3o pie:
“-írijc”), o tam bién la sílaba está trabada sí se acumula más de una conso­
nante, ya sea entre dos palabras (2° pie: “- d m n g e - " \ ya sea en una misma
palabra (6op íe: lu p -ta s”), con la sola licencia conocida como m u ta cu m
liq u id a , cuando el grupo está conformado por una consonante oclusiva56
seguida de u n alíq u id a,57 sin trabar necesariam ente la sílaba breve (2° pie:

52SICKING (1993).
13La longitud de una vocal incluida en la raíz de una palabra depende de informa­
ción íntegramente léxica y, por lo tanto, de consulta en los diccionarios especializados,
como el Oxford Latín D ictionary, el diccionario de GAFF1GT o el etimológico de
ERNOUT-MEÍLLET. Sin embargo, la duración de tales sílabas a veces se puede in­
ferir a partir de la escansión métrica, como en el citado cuarto pie del primer verso, ya
que, dada la sílaba larga acentuada {-num), es esperable un par de breves consecutivas
para conformar un dáctilo, o bien una larga para un espondeo. Suponiendo que la raíz
cd iv - fuera breve, luego no se hallarla la otra breve complementaria, porque el gru­
po desinencíal inmediatamente siguiente L um que) es largo en razón de su trabazón,
como se explica más abajo. La raíz td iv- deberá, pues, ser larga y conformar un espon­
deo a En de preservar la estructura total.
^Los diptongos en latín clásico son 'ae\ :a u y *oe\
5' La pronunciación efectiva de estas grafías en dichas posiciones es discutida, por argu­
mentos métricos y también a partir de fuentes epigráfi cas como los gnzffiti que, debido
al registro marcadamente popular, ofrecen evidencia acerca de la pronunciación real
no necesariamente concordante con el estándar literario reglado, particularmente en
lo concerniente a la caída de 'm y V en posición final. También en DRJV se registra
la caída de Va por razones métricas, sustituida por un apóstrofo, fenómeno conocido
como V caduta.
5óLas consonantes oclusivas latinas son tb\ 'p*, ¿f, V, ‘g y V.
57Las líquidas son *Fy V. La segunda, también denominada vibrante.
28 LILIANA PEGOLO Y EQUIPO

"-ne-")?® En el grupo labiovelar 'q u - el grarema cu es considerado un


apéndice que no agrega nada a la duración silábica, asi como tampoco
agregan las semivocales '/ y V en función consonántica (5° pie: “-q u e
Vü-’}.
L a primera sílaba de cada pie, siempre larga y acentuada ( — ) recibe
el nombre de ictus, es decir, “golpe", porque constituye el tiem po fuerte
correspondiente con el apoyo del pie en un eventual paso de acompaña­
miento coreográfico, o porque simplemente determina el acento de la es­
cansión recitada facilitando la captación auditiva de algunas rimas, tanto
internas a un mismo verso como comunes a varios. Así, sim ilar al segundo
pie [ d ú m g e -n e -), en el segundo hem istiquio —un hem istiquio equivale
a m edio verso— e 1ictu s enf atiza sílabas trabadas con V seguida de labial
{.n ú m d i-\ vú m -q u e vo-\ lúp-tas). Además, entre los primeros versos, en sus
primeros hem istiquios puede advertirse que el ictu s genera un efecto pro­
sódico de eco al repetir la secuencia vocálica acentuada ‘a \'u |‘i seguida de
cesura pentem ím era, esto es, fin de palabra —y acaso una pausa— en la
m itad exacta del tercer pie:
1. A e-nc-u-\ dúm ge-ne-\ tríx , (...)
2. á l-m a Ve-\nús cae-\lí (...)

El hexámetro dactilico tuvo una extendida tradición a lo largo de la


cultura griega, que se remonta, al menos, a los aedos del período arcaico
(s. VIII a.C .), cuando circulaban en la oralidad sus relatos compuestos
con fórmulas célebres y repetitivas, pero como producto literariam ente
sistem atizado por escrito se remite a las epopeyas de Homero. Es el metro
que rige los textos tradicionales más influyentes de la literatura griega,
a saber, además de los homéricos, también los textos hesiódicos, buena
parte de la him nodia39y de los fragmentos conservados de varios filósofos
presocráticos hasta Empédocles de Agrigento inclusive (s. V a.C.).
En lengua latina, el hexámetro dactilico fue im plem entadoporEnnio,
padre de la épica latina. D urante el período helenístico y especialmente 589

58 Para im análisis pormenorizado de m uta cu m liquida en el poema, véase DEL


CASTILLO HERRERA-LÓPEZ CASTILLO (2016:201-212).
59Son hexamétricos los H im nos H oméricos, los compuestos por Calimaco —excep­
to el quinto, de versos elegiacos (FURLEY-BREIVÍER, 2001:45)— y, posteriores a
Lucrecio, los H imnos Orjicos y los de Proclo. Sí bien algunos himnos tienen una tra­
dición independiente en cuanto a la transmisión manuscrita y su descubrimiento, hay
un manuscrito que incluyelos cuatro grupos de himnos (VAN DEN BERG, 2001:5).
Es t u d i o p r e l im in a r . 29

en la Roma Gardo-republicana., el ritmo simple y repetitivo de este metro


cum plió una función em inentem ente didáctica. Lucrecio pretende ense­
ñ ar a través de metáforas ¿picas porque el trasfondo mitológico resultaba
favorable a las ciases dominantes instruidas en estos temas para legitim ar
sus linajes.60

Contenido épico

Lucrecio no solo conservó el metro preponderante en los poemas épi­


cos, sino tam bién elementos estilísticos de variada índole, Recuperando
la tradición de Ennio, ciertos epítetos compuestos en el poem a resul­
tan remíniscentes de vocablos griegos. El mar es “portador de naves”
(.n a v ig er u m )61 y se dice que las tierras son “fructíferas” según el sentido
etimológico de “dadoras de frutos” (Jru giferen tis) f 1 Si bien la gramática
del latín clásico prescribe la forma “jru giferen tes" , la sustitución desinen­
cia! de ‘-es’ por ‘-is en el plural de la tercera declinación evidencia el uso
de arcaísmos, así como e l hecho de que en determinadas ediciones críti­
cas la ru esperable se encuentra sustituida por una V (d iv u rn < d iv o m
H ay formas arcaicas en la declinación nom inal del femenino singular en
caso genitivo {ter ra i, en reemplazo del clásico terra e). En los paradigmas
verbales, se da una term inación ampliada del infinitivo presente pasivo
(id en seri < d e n s e r ie r j64 y la vocalización con hiato en la raíz del verbo “ser”
conjugado en tercera persona del modo subjuntivo, ‘s i e f por bz'/.65 Esta
enumeración de arcaísmos no es exhaustiva, ya que fueron señalados, en
líneas generales, con nota al pie en el texto traducido, A la vez que resulta
una característica del estilo lucreciano, la morfología arcaizante favorece
al poeta en la necesidad de atenerse a las exigencias métricas, razón por la
cual también ciertas perífrasis perfectas pasivas con el verbo “ser” están
afectadas por un fenómeno de prodelisión { paiefactast <p a tefa cta est).66
Lucrecio es plenam ente consciente acerca de las autoridades poéticas
más reputadas. Hom ero es conmemorado desde el libro primero: “recuer­
da, e 1rostro aparecido del siempre floreciente Homero/comenzó a derra-
“ MARKOVIC (2008).
ilDHJSi. 1.3.
52Ibid.
a DRM r.i.
“ DJtN. 1395,1-647.
&DRN. 11.962,11.1079,111.101.
^DRN. 1.10.
30 LILIANA PEGOLO Y EQUIPO

mar saladas lágrimas / y a explicarla naturaleza délas cosas con palabras”/7


Cien versos antes, de m anera sim ilar se había instalado el tema a tratar: “yo
intento componer acerca d e !a naturaleza de las cosas”/4 Lucrecio expresa,
pues, tiri punto de exacta coincidencia entre la obra homérica y su propio
programa poético: tematizar la naturaleza de las cosas (reru m natura).
Aquello que realizó Homero es un hecho histórico puntualizado por un
verbo incoativo (coepisse> “comenzó”)/9pero por parte de Lucrecio el ver­
bo empleado expresa conato (co n o r, “intento”).'-0
Uno de los pasajes más célebres de la O disea, donde se describe al
Olimpo en relación armoniosa con el entorno atmosférico,71 reaparece
traducido en el proemio del tercer libro de Lucrecio,72 aunque, por inte­
reses propios de la astronomía epicúrea, esta adaptación m uestra mayor
interés en los fenómenos meteorológicos.73 Posteriormente, el pasaje fue
emulado por Lucano74 y Séneca.75
En la revisión prelim inar de los antecedentes, pocos versos antes de
referirse a Homero, Lucrecio menciona el imprescindible antecedente
que supone Ennio vinculado al monte Helicón, sede natural de las Musas
heliconias, quienes enseñan a los hombres sus artes según relataba auto­
biográficamente Hesíodo al iniciar la T eogon ia.7lSHesíodo es beocio y por
lo tanto aledaño al monte Helicón, mientras que Ennio es célebre por
haber im portado desde allí para los itálicos una “corona de follaje peren­
ne” (jseren n ifro n d e co ro n a m ),77 lo que motivó la sugerencia de un vínculo
etimológico en juego (E n n i-u s \per-e n n i).78 Más adelante Lucrecio parece

67DRN. 1.124-126: sib i exortam sem perjhsrentis H mnerii cmnmernorat specieyn lacri­
mas effundere sa lsa s! coepisse et rerum naturam expándete d ia is
64 DRN. 1.25: eao d e rerusn natura paneere conor. Este objetivo está rarificado en
1.498-499.
®DRN. 1.126.
70DRN. 1.25.
71 Hom., Od. VI.41-45. De acuerdo con HEUBECK.-WEST-HAINSWORT
(1988:296], es reminiscente de la descripción del Elíseo, cf. Od. IV565-569.
77DRN. IILi 8-22.
73WEST (2007:298).
'A uc., BelL Ctv. 11.269-273.
/5Sen., De Ira UI.6.
7íHes„ 1h. 1-34.
77DRN. 1.118.
7ÍDRN. 1.117-118. FR1EDLÁNDER (1941=2007:357) hace la lectura etimológica
o, más estrictamente, Atomológlcal neologismo que acuña dada la analogía alfabética
que establece una correspondencia estricta entre elementos primordiales y letras.
Es t u d io p r e l im in a r 31

mimetfzarse con Ennio en su estilo/9 Además, adapta la imagen eniana


que consiste en el traspaso de una llam a desde una vela hacia otra como
imagen poética para representar la transmisión de conocimiento,7980 y la
reelabora en el relevo atlético de una antorcha refulgente que un hombre
lega, como si la llam a fuera la vida, al siguiente,81*87
Finalmente, se verifica la existencia de perífrasis épicas convencionales.
Para ejemplificar, hay variadas frases formulares tomadas del universo ve­
getal, en especial del floral, Homero, que sienta un notable precedente en
base a la arcaica analogía entre la generación de los hombres y las hojas,*2
es refcrenciado como el “siempre fl oreciente” (se m p er flo r e n tis H o m e r i f3
y también se destaca el signo del follaje perenne en Ennio. El vino es deno­
minado “flor de Saco” {flos B a cch i)A generando una metonimia, es decir,
una figura retórica que, partiendo de la continuidad del objeto denotado,
se refiere a una parte suya por medio de otra: a s ila flor refiere al fruto y
al vino, porque los precede en su desarrollo natural, Pero la fl or como fi­
gura poética no está reservada a los brotes vegetales de las plantas, puesto
que Lucrecio atribuye a un antagonista de lincamientos anaxagóricos la
descripción del origen de un incendio forestal cuando un árbol refulge
con “la flor de la llama” fla m r n a i fu ís e r u n t flo r e ) s>y en otra parte habla
de “luces que florecen en las llamas'’ [floren tia la m in a .fla m is fr similares
a las imágenes que se encuentran en Ennio*7 y en Nevio.8* También, para
el público habituado a la épica, resuena aquella perífrasis acerca de las “ca­
vernas del cielo” (ca eli ca vern a s) ,89 entre otras.

Los Himnos Homéricos a.Hjrodita.

Notables vinculaciones intertextuales 9t establecen entre el contenido


de los dos H im n os H om éricos a A frodita (V y VI) y el poema de Lucrecio.

79DRN. 111.1025-1035.
80Enn., Scen. 398-400 Y.
81DRN. 11.77-79.
SJHom., 11. VI.146-149.
%3DRN. 1.124
siDRN. 111.221.
S3DRN. 1.900.
UDRN. IV.450.
87Enn., Ann. 323 V:fiorcban tfiam m is.
88Naev., trag. 48 R: jia m m isfien fiara.
D RN IV.171=VI.252, C£ Varr.,£. V.19 y G e.,Arat. 252.
32 Lilian a p é c o l o y e q u ip o

DRTJ comienza con una invocación a Venus de características hímnicas


que, para atraer a ía divinidad mediante vltvíp reca tio , destaca al fecundo
viento Favonio (fa v o n i),90 que es el griego Céfiro (Zedropou) mencionado
en el breve H im no sexto.9! Otras relaciones pueden trazarse con el quinto
H im n o, el extenso, pieza de datación incierta con diversas hipótesis que
van desde considerarlo compuesto por el autor de la Ilia d a ? 1 o al menos
por el mismo del canto vigésimo, entendido como interpolación,93 hasta
considerarlo una producción literaria del período helenístico,94 La com -
m u n is o fin io de la crítica reciente,95 a saber, que la dicción y el lenguaje
empleados son posteriores a los de la lita d a y anteriores a la mayoría de los
otros H im n os, se fundamenta en análisis estadísticos.96
Existen semejanzas de caracterización con respecto a Cibeles, divini­
dad incorporada a la mitología romana durante las Guerras Púnicas, re­
presentada en la iconografía con una corona y arriando un carro de leones.
Por parte de Lucrecio, el mitema es rem itido a los viejos poetas griegos.97
Una de sus denominaciones es “magna madre de dioses y fieras”.98 En refe­
rencia a la orografía, a Cibeles también “suelen llamarla M adre del Ida” 99
En concordancia con fuentes de la tradición hexamétrica, el monte Ida es
la sede del encuentro entre Anquises y Afrodita ( Venus),100 que según el
H im n o extenso, es además el último encuentro amoroso entre un mortal
y una inmortal. La diosa ostenta una caracterización oriental, de ciertos
rasgos compartidos con Cibeles: es "madre de las fieras” (\ír¡zípa Qqpúv;
m a terq u e f e r a r tan) 101 entre las cuales se menciona particularm ente a los
leones (jXéoiiTsc; leon es)H 2 Afrodita, además, manifiestaser hija del gober-

^DRNA.U.
^ HHAjr. VT.3.
^-REINHARDT (1956).
5,HEITSCH (1965).
^FREED-BENTMAN (1955).
,5BRIELET-DUBOIS (2011:105-106). Sobre ia discusiónde las distintas hipótesis,
FAULKNER (2008:47-49 ; 2011:14).
«HOEKSTRA (1969) y JANKO (1982).
57DRN. 11.600.
™DKN. 11.598.
^DRN. 11.611.
100Relatado por Homero en el catálogo de troyanos de Jl 11,820-821 y por Hesíodo
en Ib. 1008-1010.
iaiHHAfr. V.68 ; DRN. 11.598.
v&HHAfr. ¥.70 ; DRN. 11.601.
ESTUDIO PRELIMINAR 33

ñam e de Frigia/03 mientras que en el despliegue de Cibeles hay alusiones


a las tropas,104y a la música de Frigia.105
Por otra parte, del mencionado H im n o se desprende una etiología para
el nombre del héroe Eneas (Acvsía.<; < o'Áv&v), a partir del terrible pesar
(arvcrv ... que sufre la divinidad por haber caído al lecho de un
mortal. El trasfondo del episodio amoroso relatado en el H im n o entraña el
origen del linaje imperecedero de los Enéadas,’0/ mencionado ai comien­
zo del poema iucreciano para invocar a la diosa (A en ea ciu m gen etrix ),mi
Precisamente, g en e tr ix es el epíteto que anticipa la presentación de
Cibeles/05 Además, al comienzo del poema el despliegue de los cuatro
elementos naturales coordinados en torno a Venus —aire {ca e li, ven ti...
caeliy ca elu m },110 agua (m o r e , a eq u o ra p o n ii),m tierra Itérras, tellu s),nx fue­
go ilu m in a so lis, la m in e )—113 se muestra como un recurso parcialmente
recuperado en torno a Cibeles —tierra (telius, térra s)} w agua (m o r e ...
f o n t e s }liS y fuego (ign es, ign ib u s)—„ue Ambas,diosas unifican las fuerzas
de la naturaleza permitiendo avizorar una idea holística de ella. La per­
sonificación del universo cumple funciones retóricas vitales, mediando
entre una descripción meramente mecánica del todo y la noción de una
divinidad creadora, inaceptable desde el punto de vísta epicúreo.117
Finalmente, además del enriquecido acervo mitológico, el H im n o ofre­
ce otro legado de orden formal. El discurso que la diosa dedica a Anquises
tras consumar el acto amoroso cieñe implicancias relevantes, ya que ma­
nifiesta en los códigos celebratorios una trasposición operada desde la

1113HHAft. V. 111 -112.


1MDRÑ. 11.611-613.
'■^DRN. n.618-620.
1,16HHAfi. V.198-199. La fórmula también contiene la raíz que da nombre a Aquiles
{Ay¡XAú<; < + \üó$).
’r‘’ Cf. R. XX.307-308, Poseidón profetiza la soberanía de Eneas y su estirpe futura.
m¡>DKN.U.
™DRN. 11.599.
m DRN. 12 ,6 ,9 .
a íDRN. 1.3, 8.
ln D R N .l3H -
n ,DRAT.1.5, 9.
n4DRN. 11.589,592.
iL’ D S N .l1.590.
116DRN. 11.591, 593.
117KENNEDY (2000=2007:394-5).
34 LILIANA PEGOLO Y EQUIPO

alabanza a los dioses hacia el cultoheroico.118 Esta práctica encomiástica,


extendida a través de la Hélade mediante el género del epinicio duran­
te los ss, VT y V a.C., ha sido retomada en los hexámetros lucrccianos
para la exaltación de determinados filósofos, especialmente Empédocles
y Epicuro, destacando sus respectivas ciudades, aveces acompañados por
un gesto de autoprociamación poética, e incluso con la eventual asim i­
lación entre la u d a lo r y la u d a n d u s,m recursos que caracterizan a la lírica
arcaica.

El legado filosófico

Lucrecio se propone exponer ia filosofía de Epicuro, quien era espe­


cialm ente crítico respecto del pensamiento anterior.120 Para ello, debate
enérgicamente con la tradición filosófica, inscribiéndose en ella. A cerca
d e la n a tu ra lez a {trepe qéo’£w¡;) es el título otorgado a la mayoría de los
fragmentos conservadosde la filosofía presocrática, cuatro de cuyos expo­
nentes son nombrados en el poema; Heráciito, Empédocles, Anaxágoras
y Demócrito. La figura filosófica más destacada después de Epicuro es
Empédocles, cuyos escritos se preservan en verso, a diferencia de los otros
filósofos esbozados, lo que refleja una predilección por el uso de poesías o
cantos { carm in a)12' como mecanismos transmisores de saberes.
No hay evidencia directa de que la antigüedad haya conocido el poe­
ma de Lucrecio con el titulo d e reru m n a tu ra , excepto por rasuras en los
papiros O b lon ga s yJ^ u a d ra tu s.122 De hecho, el título escolástico rezaba d e
p h y sica reru m o rig in e v el effectu ,12’ Sin embargo, también es un hecho que
el actual título está sustentado en las propias palabras del poeta: ego d e
reru m n a tu r a p a n g e r e co n o r,]24 Además, baj o el título d e reru m na tu ra se
conocen trabajos de tres contemporáneos o casi contemporáneos ai autor,
Cacio, Egnacio y Varrón de Reate.125 Por último, la labor lucrcciana es in-
TORRES (2017:46-54).
iv>DRN. 1.730 carus, de Empédocles.
ia>TATUM (2007:134), trasLarefcrenciaa D.L.10.7-8, noca que muchos traba jos Eie-
ron de carácter exclusivamente polemizo, en particular {Contra D emócrito) y también
en general {C ontra los Físicos).
121DRN. L731.
112CLAY (1969:31).
123CLAY (196932,11.7).
124DRN. 1.25.
,15CLAY (1969:32).
Es t u d io p r e l im in a r 35

eidentalmente identificada mediante el mismo ablativo de tem apor parte


del apologista cristiano Lactancio,126 y anteriormente por el arquitecto
de Augusto, Marco Vicruvio Folión,127 quien había fijado el sintagma d e
reru m n a tu ra como equivalente al griego óumoXoyía y come ocupación
de la filosofía.128
El pasaje 1.635-920 del D R N abarca la exposición doctrinaria de los
tres filósofos presocráticos nombrados en el prim er libro: Heráciito,
Empédocles y Anaxágoras. Lucrecio, sin embargo, no discute con sus
doctrinas en la forma genuina, sino con la manualística y la doxografía
m ediante las cuales eran transmitidas para su estudio/29 Platón fue el
primer comentarista de los presocráticos,130pero una revisión más estric­
tamente taxonómica de opiniones previas se remonta a los escritos de
Aristóteles131 y su discípulo sucesor del Liceo, Teofrasto, quien redactó
un tratado titulado O p in ion es d e los físico s. Cicerón elaboró una recapi­
tulación de los presocráticos en el discurso de Veleyo, en el libro que ini­
cia A cerca d e la n a tu ra lez a d e los d ioses,132 Entre los epicúreos conserva­
mos referencias de tipo doxográfíco por parte de Filodemo,133 influyente
transmisor de la doctrina en Roma, y Diógenes de Oenoanda, quien dos
siglos después de Lucrecio refuta a los mismos tres presocráticos, e inclu­
sive a otros más.13'1
La recopilación de teorías entre los antiguos constituía, por lo tanto,
una metodología tradicional en la literatura filosófica. En particular, se
especula con que la exposición lucreciana haya derivado de los libros 14

l2<!Lact.> Inst, II. 12.4: “Empédocles, (...) acerca déla naturaleza de las cosas, escribió
en versos como entre los romanos Lucrecio (Empédocles, (., ) de rerum natura
versibus scripsit utaputRomanos Lucretius (...).)
3i' Vítr., De arch. praef. LX. 17.19-20: “Del mismo modo muchos, después de nuestra
memoria naciente, parecerán discutir con Lucrecio en person-aacerca de la naturaleza
de las cosas.” {ítem plurespost nosiram menttrriam naseentem curn Lucretio videbuntur
oeíut coram dererurn natura disputare'),
12SVitr., De arch, 1,7.28-9: “acerca de la naturaleza de ¡as cosas, aquello que en griego
se dice fisiología, la filosofía explica.” {de rerum natura, quaegraece rivaioXsyía. dkitur,
phílosophia explicat.)
",2,ROSLER (1973:48-64).
l: \v'T.LCH (1987:198), véase Leyes S9Icl-4, donde se discute la noción de natura­
leza (piJtTiq).
l2íJsrist...Rietaph. 983b-984al 7, De gen, et. carr. 328b-329bó,i>e an. 405a-b.
l32Cic./V D. 1.25-41.
133Sobre Filodemo. véase el compendio editado por OBBINK (1995).
‘^Diog. Oen.,/77 Smith.
36 Lil ia n a p é g o l o y e q u ip o

y 15 dei tratado A cerca d e la N aturaleza de Epicuro,135 parciaJmerite re­


cuperado entre los papiros carbonizados de Hereulano. Lo cierto es que
las teorías se encuentran dispuestas en orden de complejidad ontológica
ascendente. Heráclito queda resumido como representante del monismo
material —del fuego—, Empédocles, de un pluralismo finito constituido
por lo s cuatro elementos naturales y Anaxágoras. de un pluralismo extre­
mo, d éla infinita divisibilidad.136

Heráclito

Heráclito vivió en Efeso, en las costas de Asia Menor, y probablemente


produjo su obra en las postrimerías del s. VI a.C., según la metodolo­
gía aproximativa del cronógrafo Apolodoro. Emitió abiertamente crí­
ticas contra filósofos anteriores y se cuenta que permaneció relegado a
una vida herbívora y erm itaña.137 Dejó en el templo de Artemis una obra
A cerca d e la n a tu ra lez a , cuya integridad original como tratado sistemático
es discutida entre los filólogos.138 De hecho, la obra está conservada solo
de manera fragmentaria, a partir de citas que constituyen una colección
de sentencias no versificadas, aludiendo al cambio y al equilibrio de los
contrarios como indicios de armonía. Para Heráclito¡ la guerra es una me­
táfora del cambio imperante en el cosmos,139 metáfora oportunamente
recuperada por Lucrecio.140 Estos temas, además de su complejidad con­
natural, junto al lenguaje alegórico y ambiguo le han valido a Heráclito
desde antiguo la reputación de “oscuro”,14' tal como entre los romanos lo
reporta Cicerón.142
Por parte de Lucrecio, la primera aproximación hacia la exposición de
su filosofía está determinada por la postulación del fuego como elemento
fundamental,143 lo cual resulta compatible con algunos testimonios144 y
133WARREN (2007:26).
i36FURLEY (1966:13-33; 1998:73-75), WARREN (2007:27).
137Heraclit., Te. 1 D-K, transmitido por Diógenes Laercio (1X3).
1MKIRK-RAVEN-SCHOFIELD (2014:214).
i v' Heraclit.,Fr. 53 D-K, transmitido por Hipólito {Refut. IX.9).
14C_DJ6V. II.5-6,116-120,323-332, V.380-395, VL376-378.
141Arisr-, Mu. 5.396b20.
142C ic..Fin. 2.15.
UiDRN. 1.635-637.
144Heraclit., Te. 1 D-K, transmitido por Diógenes Laercio (IX.7): “desde el fuego to­
das las cosas se constituyen y riada eso se consumen” (ix n u oic r i Trcjru u w e a i aven Kcd
yo’JT'j áAAtAay)
Es t u d io p r e l im in a r 37

fragmentos heraclit eos,11,5y por otra parte reminiscente d e 1a física estoi­


ca, El carácter monista de su filosofía halla asidero textual en el reversible
lem a “uno todo'’ (!v TtávTct).146
La caracterización personal del efesio está construida, exacerbando sus
contrariedades, a partir de un evidente oxímoron (cla ra s <ob> ob scu ra m
lin gu a .m ).va Tres versos debajo, Lucrecio efectúa otro oxímoron, ai aseve­
rar que hay quienes, respecto de todas las cosas, “advierten que se ocultan"
ij.atita.ntia. c e m u n t) Ui con una im itación estilística que sugiere una an tí­
frasis (in v en ís... su b verb is) y que instala el enrevesado estilo heraclíteo,
extendido en los versos inm ediatam ente posteriores.149 La sucesión de
críticas sigue a continuación y con el derribo del monismo ígneo también
han de haberse derribado todos los monismos que se sustentan en cada
uno de los elementos naturales remanentes, sucintamente catalogados.150

Empédocles

Vivió durante e l s. V a.C . De acuerdo con eí doxógrafo Diógenes


Laercio, Aristóteles en un diálogo perdido, el Sofista, habría considerado
que Empédocles fue quien descubrió la retórica.151 Se dice que Gorgias
fue su discípulo. Su desempeño en m edicina es reconocido por escritos
médicos posteriores.132 En cuanto ai corp u s, conservamos fragmentaria­
mente dos poemas, titulados A cerca d e la. n a tu ra lez a y P u rifica cion es, con
una inconsistencia p rin cip al entre ambos: mientras que la explicación
acabadamente física del primero parece excluir la inm ortalidad del alma,
el segundo está basado en la creencia pitagórica de 3a transmigración
([iere(xi|/-úxoúate).

'4SHeraclit., i r , 63 D-K, transmitido por Hipólito [Refut. IX.10): “dice que ei discer­
nimiento del cosmos y de todas las cosas en el mismo a través delíuegose genera ”
(lúyti Sé y. cá toú tcótrpou Kpitrtv -cal ratvtwv T«v iv ttírrtüi Stáí trapo; yíverOca (...)•}.
■'''Heraclit., Fr. 50 D-K, transmitidopor Hipólito (Refut. IX.9). Cordero (2009:70,1
asevera que el verbo ‘ser' en esta formula responde a una conjetura del editor decimo­
nónico Miller y por lo tanto puede ser suprimido enla traducción.
XA7DRN. 1.639.
UZDKN. 1.642. Ambos oxímora son señalados por TATUM (1984=2007:138-139).
119DA/Y. 1,643-644. WEST t,2007:292) comenta la mimesis estilística en este pasaje.
™DRN. 1.705-711.
l9; Emp, Te. 1 D-K, transmitidopor Diógenes Laercio (VIII.57),
m KIRK-RAVEJSLSCHOPIELD (2014:95),
L il ia n a p é c o l o y e q u ip o

De acuerdo con la Suda, Empédocles tituló su obra física con el agre­


gado “de las cosas” (t6>v ovtcjv), El calco exacto para Ttgpl efjÓKxscos; es d e
n a tu ra ,1'3 de modo que el agregado de reru m como genitivo especificati­
vo por parte de Lucrecio evoca la obra de Empédocles {de reru m natura
= 7tepl óú<7£w<; twv bvrcijv).M También en hexámetros, el poema expone
un modelo cosmológico cíclico regido por dos procesos inversos: mezcla
y separación (SiáXLalli;),1’ 5 respectivamente personificados como
Amor (í&iXía} y O dio (N hkoc).1' 6 Ambos procesos se alternan operan­
do sobre la heterogénea materia constituida por los cuatro elementos
naturales, a saber fuego, aire, tierra y agua, en un modelo cosmológico
bipolar y circular, prefigurado poi la descripción homérica del escudo de
Aquiles.1' 7 Empédocles denomina “raíces” (picwp.ctTcí) a cuatro divinida­
des: Zeus, Hera, Hades y Nestis,358 aunque la correspondencia entre cada
elemento y cada divinidad es tema de controversia, Lo relevante, sin em­
bargo, es que Lucrecio se hace eco del recurso poético que consiste en
personifi car las fuerzas de la naturaleza.159
El proemio inicial, dedicado a Venus como potencia integradora de los
cuatro elementos naturales es herencia empedóclea, 7 puesto que en su
filosofía las fuerzas creativas son tam bién asimiladas a la diosa griega del
amor por antonomasia, A frodita.ioi Complementaria es la alusión a los
cuatro elementos en la descripción de la tierra de Empédocles, dispues­
tos según una distinción típicamente p r e s o c r á tic a ,p o r una parte el par
pesado agua-tierra (a eq u o r, ruare ; ter ra r u m )163y por otra, el par liviano
fuego-aire (Jlam m aru m , igm s ; ca elu m q u e).164 H ay que tener en cuenta
la proxim idad geográfica entre Lucrecio y Empédocles, ya que Acragas
(Agrigento), Sicilia, estaba situada en la península itálica.
153CLAY (1969:32).
154GARANI (2007:7-8).
155Emp, Fr. 8 D-K, transmitido por Plutarco (adv, Col. X .l 111P) y Aecio (1.30.1).
15íEmp, 771 D-K. transmitido por Diógenes Laercio (VITI.76).
*57Hom„ II. XVIII.478-610.
158 Emp., Fr, 6 D-K, transmitido por Aecio (1.3.20) y Sexto Empírico {adv, iMatfx
X.315).
155GARAN! (2007:32-34).
'“ SEDLEY (2004:1-34 =2007:48-87).
1S| Emp., f r 17 D-K, transmitido por Simplicio (Phys. IX.157.25; IX. 161.14),
Plutarco (Amat. XÍII.756D).
162SNYDER (1972217-218),
l6iDRN. 1.718,720,723.
10iDRN. 1.723,724,725.
Es t u d i o p r e l i m i n a r

Las secuencias de generación y las secuencias de corrupción se alternan


vertebrando el poema lucreciario. Así, el inicio tiene un carácter genera­
tivo marcado desde la invocación a Venus gen etrix i el fi nal del segundo
libro, en cambio, tiene un carácter corruptivo y claramente decadentista:
el aislamiento de los cuatro elementos155 conduce desde la muerte indi­
vidual hasta la deconstrucción totalitaria de la tierra; el inicio del tercer
libro vuelve a invocar a Venus, abriendo un nuevo estadio creativo, ce­
rrando el mismo libro otra vez con el motivo de la muerte... y así sucesiva­
mente. En base a este esquema cíclico, quizás reelaborando un prototipo
empedócleo de zoogonía,1*56 en los momentos positivos Lucrecio elabora
un abordaje evolutivo que describe el desarrollo diacrónico de las espe­
cies, especialmente de las generaciones de hombres, e incluso elucubra
una historia del lenguaj e llegando al final del libro quinto.1*5
Es factible asumir que la analogía alfabética, m ediante la cual Lucrecio
asim ila elementos indivisibles con letras,1"8 está inspirada en aquella ana­
logía del presocrático acerca de representaciones pictóricas que reprodu­
cen figuras de árboles, personas, animales y dioses a partir de un conjunto
limitado de colores, del mismo modo como los cuatro elementos com­
binados en diversas proporciones generan variadas entidades.349 En su
reversión, Lucrecio sustituye colores por letras, ilustraciones por versos,
textualizando la im agen visual,170 Tratándose de una analogía alfabética,
no resulta extraño el empleo del término elem en ta , ya que además de un
sentido físico, también tiene un alcance m etalingüistico: en la acepción
gramatical, elem enta, son letras.
Bailey (1947), editor seguido en esta traducción, observa el epíteto
que recibe Empédocles, cas‘tts { caru m q u e),Vl acaso como una firma del
propio Lucrecio, considerado su co g n o m em C arus.m De ser así, el recurso
im plica otro vínculo a la antigüedad griega, ya que la existencia literaria
del sello (crcjspayíí;) se verifica desde Hesíodo,173 y entre los neotéricos ro-
lisD S N . ÍIJ 112-1115.
7 F.mp, Fr. 57 D-K, transmitido por Simplicio (D e cael 586.29). Cf. Arist., D e cáelo.
300b25.
,(7DJW. V;i028-1090,
,feDRN. 1.196-198,1.823-830,1.907-914, IÍ.Ó88-699.
Ij ' Lmp.. Fj . 23 D-K, transmitido por Simplicio [Phys. IX.159.27).
170GARAN1 (2007:13-14).
m D R N . 1.730.
173BAILEY, -rol II (1947:727).
1' Hes., 77 22 dice de las Musas Heliconiasque“aHesíodo enseñaron un bello canto'
fHcíoSov xetf.yjv íoíoaíav aedede}
40 Lil ia n a p é g o l o v e q u ip o

manos del s. I a.C. también en Catulo la propia posición poética se reen­


cuentra inspirada en la lírica erótica de Safo.174En la obra de Empédocles,
una autorreferencia autoral se insinúa mediante una repetición léxica
(l{L7re3ó<|>uXXa k« 1 ÉpirsSÓKaptra),17' que quedaría recuperada por la lucre-
ciana vinculación entre “Ennio” y “perenne” (E nni-us ; p e r -e n n i) debido
a relaciones semánticas: áftTrsSócfrtíXXít es traducible ap e r e n n ifr o n d e , la co­
rona rraída por Ennio, mientras que é¡xireSÓKafma s e vuelca en el epíteto
de Homero sem p er fia ren tis.176 Incluso por consider aciones onomásticas,
Empédocles permanece intensamente ligado a la tradición hexamétrica
en la cual se inscribe Lucrecio. Sin embargo, no está exento de severas
críticas.

Anaságoras

Para resumir la doctrina de Anaxágoras, quien carece de una presenta­


ción personal, Lucrecio se sirve de una transliteración del vocablo griego
“homeomeiía” (acusativo helenizante h o n io eo m eria n < ópotopipeiov),177
a la usanza de Epicuro, No es claro que Anaxágoras haya empleado el
térm ino;178 sin embargo, Lucrecio lo importa y pocos versos después de la
analogía alfabética reflexiona con cierto dejo de ironía acerca de la pobre­
za ( e g e s t a s f79 de la lengua latina en estos asuntos.180 Cicerón, otro impor­
tante impulsor del vocabulario filosófico latino, traduce el término griego
mediante una paráfrasis: p a rtícu la s sím iles ín te r se m in u ta s,181
Ante la ausencia de una traducción, la explicación lucreciana de la teo­
ría constituye, retóricamente hablando, un circunloquio que com ienza y
I74Catul. 51.13: “El ocio, Catulo, es molesto para ti'" (otilan, Canille, tibí molestumst).
Si bien este poema sigue al Fr. 31 de Safo corrupto en este punto, sin embargo se ha
conjeturado un sello sálico en el Fr. 1.19-20, cuando Afrodita inquiere: “¿Quién a ti,
olí [Sajfo, te [injuria] ?” ( tic c( ¡ [ ¿Ya (áSocijti;).
173 Emp, Fr. 77-78 D-K, transmitido pot Plutarco \J¡uaest. comí. 649C). Véase
WR1GHT (1995:224).
17ÍGARANI (2007:28).
i77DKN. 1.830. En el poema hay solo dos trasliteraciones más: “harm onía [< -apuovíaj
(III.100, III.118, III. 131. IV.1248), término que Lucrecio confina a los músicos apar­
tándolo de las elucubraciones acerca del alma, y “préster” [ < trp'rjc'rypj (VI.424,445),
una tromba. En cuanto a un sintagma, el homérico “chariton m ia [ < -gaoctwv ida]
(V.1162).
17STATUM (2007:139, n. 21).
177DRN. 1.832.
,50Lucrccio ya había tcmatizadoel problema del lenguaje: 1.136-139.
131Cic., Luc. 2.118.8-11.
ESTUDIO PRELIMINAR 41

concluye con la apreciación p o r parte del filósofo escrutado, centralizan­


do la dinámica constitutiva según la cual toda entidad se genera a partir
de partículas de la misma entidad preexistentes pero sumamente inferio­
res en tam año.181 Esta concepción bien puede sustentarse sobre una fra­
se identificable con su doctrina: “En todo existe una parte de todo, con
excepción del intelecto, pero en aquellos [parte y todo] también existe el
intelecto.”183 Lucrecio omite la función rectora ejercida por el intelecto
(voO;),184 que para Anaxágoras garantiza la racionalidad del devenir de
aquellas partículas, también llamadas semillas, que enD RJSÍ fueron apro­
piadas bajo la forma de sem in a reru m . Lucrecio le endilga, además, el re­
chazo al vacío,185 para esgrimir de inmediato la serie de críticas,

Demócrito

Demócrito, de procedencia incierta entre M iieto y Abdera,186 ponto a


su maestro Leucipo son ios exponentes presocráticos del atomismo, doc­
trina que postula entidades indivisibles (S-roptt, con alfa privativa ante la
raíz de rápvw, “dividir”),187 que se combinan en la creación de todo lo que
hay, inclusive las palabras y hasta las almas. Estos elementos, los átomos, se
identifican con el ser, lo pleno (tó 'xkr¡p£<;), pero también se admite cierta
existencia del no-set, lo vacío ( tó Kevcv).188 El dualismo ontológico está
retomado desde el primer libro de DEA7,189 siendo la ausencia del vacío
(in a n e) un reclamo transversalmente dirigido contra los presocráticos
del mismo libro inicial, en aquel tratamiento que no incluye a los ato­
mistas. El modelo atómico, adoptado en el poema, resuelve el problema
de la transformación de un elemento a otro, ya que los cuatro elementos
naturales están compuestos por algo aún más fundamental. Los primeros
atomistas, además, consideraban al movimiento eiitre las escasas cualida-

m DKN.i 1.834-842.
183Anaxag.,-Fr. 11 D X. transmitido por Simplicio {Phyx ÍX.l 64 22): ívtmvtí'kavTQC
uoiprx evetrri itXijv voú, ecriv oioi. Si k&I voú<;Ivl.
184También Platón, Pbd. 98b, donde Sócrates critica a ia filosofía de Anaxágoras por
no otorgar al intelecto ninguna potestad presente en el ordenamiento de las cosas.
™DSN. 1.843-844.
186KIRK-RAVEN-SCHOFIELD (2014:69).
i87CHANTRAINE (1999:1103).
188Aiist., Metaph. 985b.
Í¡*DRN. 1.418-420.
42 L IL IA N A P É G O L O Y E Q U IP O

des primarias del átomo y Lucrecio juzga fundamental postular el vacío


para dar cuenta del movimiento.150
En cuanto al tratamiento específi co de la figura de Demócrito, su nom ­
bre figura fuera de las consideraciones físicas de los primeros dos libros.
Se encuentra dos veces en el libro tercero en el contexto de una discusión
acerca del alm a,151 repetido el primero de ambos versos en el libro quinto,
en un contexto de discusión astronómica.152
Por su parte el único texto supérstite del maestro Leucipo reza:
“Ningún hecho sucede vanamente, sino todo a partir de una razón y por
necesidad'’,195 Este principio, el moderno principio de razón suficiente,
puede ser interpretado como axioma de un determinismo estricto, pero es
recuperado por Lucrecio bajo el precepto según el cual nada puede crear­
se a partir de ia nada,194y reutilizado en orden de establecer la incapacidad
de los dioses para intervenir sobre la naturaleza.195 Lucrecio, evitando el
grecismo “átomo” a diferencia de Cicerón,196 retoma los principios de un
atomismo reelaborado por Epicuro, con la fundamental diferencia moral
que supone la dinám ica de la declinación (d in a m e n ),

L a inmortalidad del alma en el trasfondo poético y filosófico

Desde el primer libro Lucrecio expone un breve catálogo con distin­


tas concepciones sobre la naturaleza y el destino del alma, remitidas a los
poetas épicos.197En cuanto al tratamiento de Empédocles, los cuatro ele­
mentos naturales desplegados en la presentación de Sicilia conforman la
misma secuencia que en P u rifica cion es acompaña el itinerario del alma
hacia la inm ortalidad.198 La distribución seleccionada define una vía poé­
tica para consagrarle inm ortalidad al filósofo con su propio código,199

m DRN. 1.329-369.
1.1DRN. III.371 y 1049.
152DRN. V.622.
)T>Lcncipp., ir. 2 D-K, transmitido por A ecio (1.25.4): oúSr» ¡rpyjjia ¡íáxíp yrvsxcti, ¿¿DJí
TTdvrfXix i-óyc-uT£kA lt' iviyxxc.
m DRN. 1.149-214.
155DRN. 1.155-156.
1*5C¡c.,.fitó23.
197DRN. 1.112-126.
1.2 Emp., Fr. 115 D-K, transmitido por Hipólito \Refut. Y’11.29).
“ SNYDER (1972:218).
ESTUDIO PRELIMINAR 43

lo que resulta compatible con la atribución de un pecho divino (d iv in i


p ecto rii).200
Testimonio del trasfondo religioso en la región, especialmente en lo
concerniente a la escatología, es la O lím pica 2 de Pindaro celebrada en ho­
nor de Tetón, tirano de Agrigento, En efecto, el m ito de la oda supone un
juicio p ost m a r tem p ara determinar el destino de las almas, con el supremo
beneficio de habitar la Isla de los Bienaventurados donde se encuentra
Aquiles, en situación novedosa respecto de la tradición homérica,201
Por esos siglos Italia fue un foco de irradiación de pitagorismo, corrien­
te que, sobre el supuesto de la transmigración de las almas
prescribía defender la vida de los animales y no comerlos. Debido a su
alineamiento con el epicureismo, la renuncia en contra de la creencia en
la inm ortalidad del alma es manifiesta por parte de Lucrecio, de modo
que este imaginario, así como el acervo mitológico en general, hace parte
del sustrato de creencias incorporadas al poema para su resignificación.
Lucrecio habla del Áqueronte más de una vez, pero también argumenta
en .contra de la inm ortalidad del alma.202
El rechazo a la inm ortalidad del alm a supone, además, un frente de
combate contra las com icciones platónicas, con consecuencias éticas
relevantes. Para Lucrecio, la voluntad (v o lu n ta s)10- es entendida como
un “cierto principio del movimiento que rompa las leyes del destino”.204
La postulación de un principio de movimiento (p rin cip iu m m otu s) au-
tosuficiente como característica del alm a se encuentra, entre las obras
del período tardo-republicano, en el S om n iu m S cip io n is2’M (E l su eñ o d e
E scipión ), escrito ciceroniano de resonancias platónicas e, igualmente,
en T usculanae D isp u ta tio n er06 (D isputas iu scu latm s), donde Cicerón ex­
plícita la autoría de Platón acerca de la argumentación que se encuentra
en el P ed ro.207 En esta demostración, que comienza al estilo de los filó­
sofos jónicos,208 y que es, lógicamente, la mejor construida entre las que

2WDRN. 1.731.
2Ci TORRES (2007:295-360).
2izDRN-111.417-547.
122DRN. 11.258.
2a4DRN. 11.253-254.
— Cic., Rep. VI.8.27.
:(K C ic, Tuse. 1.53 y ss.
237PL, P haedr. 245c y ss. También Caicidio ha adaptado as latín el mismo argumento
(RONCONI. 1967:13 9).
208SANTA CRUZ y CRESPO (2007:112, n. 287).
44 L il ia n a p é g o l o y e q u ip o

prueban la inm ortalidad del alma,209 Platón refina un argumento que


se remonta a otro filósofo itálico, Alcmeón de Crotona,210 para inferir
ia inm ortalidad del alma a partir de su naturaleza motriz. Este principio
motor ejerce dominio sobre el cuerpoy, por lo tanto, siendo un principio
carece de origen y de fin. La noción de un principio de movimiento como
íim dam ento antropológico del querer tiene ralees griegas, pero se baila
reformulada en el texto lucreciano.
Lucrecio rechaza el determinismo estricto “para que una causa no siga
otra causa desde el infinito”211 porque este recurso no explica de dónde
proviene la voluntad libre, aceptada como efectivamente existente/12
Para Anaxágoras, Demócrito, Platón y Cicerón, es el alma la que mue­
ve al cuerpo. Lucrecio adm ite una jerarquía volitiva, la voluntad otorga
movimiento,213 pero sin apelar a la alegoría platónica del atelaje alado ja ­
lado por dos caballos que arría un auriga asimilable al alma en razón de su
función dominante. En su lugar, efectúa un giro anim alista verificable en
el hecho de que no es el alma sino los caballos quienes, una vez liberados
de sus establos (ca rcerib u s},2Mconstituyen perfectos ejemplos de actividad
volitiva, portadores de una fuerza animosa (v ím cu p id a m ).21' Persistepara
la voluntad un resabio emotivo, ya que el argumento platónico se enca­
m ina a reivindicar al dios griego Eros, es decir, el latino C upido. Además,
para Lucrecio, puesto que nada proviene de la nada, la autonomía del mo­
vimiento llamada voluntad se debe ella misma a la autonomía motriz que
cada partícula del universo contiene en sí. C ad ap r in cip iu m del universo
es p r in cip iu m de movimiento debido a su disposición física, que implica
algún grado de inclinación respecto del resto. En otras palabras, todo ele­
mento, en tanto que principio, está inmerso en el clin a m en de la filosofía
epicúrea.216 Este dinamismo en lo minúsculo, un vaivén azaroso e íntim o
dentro de la materia, im plica y explica el hecho de que la voluntad es una
potestad innata (innata, p o testa s),217 siempre naciente en los cuerpos en
virtud de su constitución física. De esta manera, Lucrecio salva la cues-
m Ibid. (114, n. 293).
210Alcmeón, Tt. 12 D-K, transmitido por Áecio (IV.2.2J.
DRiV. 11.253.
2,iDRN. 11.256-260.
211DRN. 11.261-262.
214DRN. 11.264.
^ D R N . 11.265.
2,6DKN. 11.284-293.
217DKN. 11.286.
Es t u d io p r e l im in a r 45

Jóri acerca de la libertad de la voluntad sin asumir mayores compromisos


metafísicos.

Epicuro

Nacido en la isla Sarrios alrededor del 340 a.C . En su escuela, radicada


en Atenas con el nombre de “El Jardín”, se desarrollaba una convivencia
amistosa sin restricciones de género, en la búsqueda de la im perturbabili­
dad (áT«pa|Ca) que reside en la comprensión del universo, a fin de eludir
el temor a los dioses, la m uerte y el dolor. La principal fuente directa con­
servada es de índole epistolar y revela que esta doctrina está regulada bajo
las claúsulas del “tetraf ármaco”. Constituido por cuatro antídotos, el mis­
mo evidencia en concordancia con otras máximas conservadas el carácter
esencialmente práctico de la disciplina epicúrea, la fisiología (^iKnoXoyía)
comprendida como forma terapéutica de vida,21* El desinterés de los dio­
ses exime a los hombres del castigo divino, la muerte no les c oncierne por­
que “todo bien y todo mal reside en la sensación, y la muerte es privación
de la sensación”,2*9 de modo que la búsqueda epicúrea está dirigida hacia
la reducción del dolor y su contracara, la maximización del placer, que es
el principio y el fin de la vida bienaventurada.220
En DEA', además de la presencia de Venus al comienzo, el motivo del
placer está expresado especialmente en el proemio al segundo libro que,
brindando una postal enriquecida en lo sensorial,221 anticipa un análisis
minucioso del espectro estético.222 El término griego que denota placer,
rjSovip para el vocabulario filosófico también puede significar la capacidad
de percibir pero, aunque en todo el poema no hay siquiera una discusión
dedicada a la distinción epicúrea entre placeres en movimiento o cinéti­
cos y placeres perdurables o catasremáticos, si se pone de relieve, desde el
comienzo,223 la necesidad ética de comprender la naturaleza de manera
que las apelaciones a los principios elementales son m uy numerosas y sir­
ven para explicar, enrre otras cosas, las diferentes percepciones produci­
das en el cuerpo a partir del choque entre elementos.
Lucrecio recurre a tura analogía medicinal respecto de su propia poesía: 1936-950;
v :n - i 3 .
212E p i M m. 124.7-8; Sera. 2.
210Epic.,Ep. Men. 128-129.
121Epic., Sera. 24 sobre la importancia asignada a la percepción.
/i/CV. 11.398-430 realiza un análisis minucioso de la sensibilidad.
221DKN.1.62-79.
46 L JL IA N A P E G O L O Y L Q U Í P O

El andamiaje físico que se desprende de la E pístola a H eród oto es un


atomismo tardío, que recuperó los principios de Leucipo y de Demócrito.
Si bien el modelo presocrático puede ser leído en clave mecanicista, espe­
cialmente a partir de las escasas palabras conservadas de Leucipo, exis­
te una diferencia teórica debida a la nueva disposición de cosas, que en
Lucrecio recibe el nombre de d in a m en . La epístola epicúrea se refiere al
movimiento descendente de los átomos,224 ofreciendo la noción de peso
atómico, que algunos comentadores remiten hasta Demócrito, aunque
actualmente no hay evidencia directa para sostener tal atribución.225
Cualquiera haya sido el origen teórico, Lucrecio retoma la cualidad del
peso (p on d u s) en relación directa con la presencia de elementos prim ige­
nios.22*5Pero la inclinación, estructural a todo movimiento, im plica que eí
permanente declive de los elementos no es vertical, sino oblicuo e inmerso
en un universo carente de centro absoluto.227 La ausencia de un punto ar-
quimédico que dédireccionalidad rectilínea al acontecer de los elementos
primigenios, sumada a la lim itación epistémica de los sentidos para captar
el movimiento a nivel microscópico, hace imprevisible el comportamien­
to de la naturaleza, especialmente, de los seres animados. Esta concepción
conduce a una cara consecuencia ética, la incipiente conciencia del libre
albedrío, irxenunciable para ei futuro Occidente.
Epicuro es el hombre más elogiado en el poema, aunque de forma alusi­
va en tres ocasiones, ef ectivamente nombrado una sola vez en el poem aL 8
Secuencias de encomio al filósofo se encuentran en los prólogos de tres
libros (primero, tercero y quinto),225 mientras que el proemio del segundo
elogia la vida del sabio imperturbable como un epicúreo y el último, tam­
bién a Atenas, ciudad donde radicó El Jardín y patria de sus parientes.230
En la primera alusión, el filósofo está enfrentado a los dioses, que en
este contexto representan los aspectos más supersticiosos de la religión,
encarnados en el sacrificio humano de la doncella Ifigenia/31 Puede riva­
lizar con los dioses, porque más adelante Lucrecio le atribuye una mente
—’Epie., Ep. Her. 61.
^-CORDERO (2009:188).
226DEN. 1.358-359.
2Z7DRN. 1.1052-1113.
Z2SDRN. 111.1042.
WDRN. 1,62-79; 111.3.1-30; V.l-63.
23SLQPEZ OLANO (2005:14),
2 Lucrecio subraya la impotencia de los dioses respecto de la naturaleza: 1.150;
11,1090-1104.
ESTUDIO PRELIMINAR 47

divina,232y en un crescen d o virtuoso, lo eleva con palabra.' basta conferirle


finalmente el estatuto de dios.23’ Entre los epicúreos, era una práctica ha­
bitual el encomio a Epicuro, El mismo consideraba qu e quien vive según
sus preceptos vive como un dios («<; 0só<;,l.134
Los atributos vinculados a la claridad y la sabiduría están presentes en
el elogio del tercer libro,235 que incorpora la clásica analogía mecapoética
entre la propia exposición y el canto de los cisnes que dos siglos antes
Teócrito había empleado en el ficticio contexto de un certamen pastoril,23*
y décadas después, también lo hará Horacio exaltando el talento lírico de
Píndaro.237 El mismo Horacio, en una epístola, se autodchne como un
“cerdo de la piara de Epicuro”.238
El elogio del tercer libro revela la identidad temática en cuanto al tra­
tam iento de la naturaleza de las cosas { naturam re ru m ).2j9 regida por una
forma conjugada del mismo pretérito perfecto que se correspondía con
Homero (coep isse, co ep it),240 anticipando la descripción del Olimpo to­
mada de O disea VX241 También en el encomio del libro quinto se vuelve
sobre una frase muy similar a la referida a Homero en el libro primero,
pero con un agregado importante. A la naturaleza de las cosas, Homero
comenzó a explicarla con “dichos”, pero Epicuro logró explicarla coda
(o m n em reru m n a tu ra m p a n d e r e dktis)}'12 es decir, completa, acabada,
no quedando pretensiones inventivas por parte de Lucrecio, sino metas
comunicacionales. No se predican fiases semejantes asociadas a ninguno
de los filósofos presocráticos nombrados. Así, a través del D R N la “natu­
raleza de las cosas” determina un triángulo, a la vez poético y filosófico,
trazado por la forma que empleó Homero —el hexámetro dactilico— y

2*DRN. III. 15.


liiDRN.V. 8.
234Epic., Ep. M en. 135.
I3ÍDiüV, III.1-17.
13íTheoc„ Idyl. V. 136-137. , ,
2 3 7 ¡_jor >Curm. 4.25-7. Píndaro, sin embargo, en OI. 2.86-88 asimila al poeta (txa<p°í,

con el águila, “el ave divina de Zeus”, enfrentándose a dos cuervos con clara actitud
polémica.
23sHor_, Ep. 1.4.16:E pk itridegregeporarm .
™DRN .111.15.
24aDRiV. 1.126; 111.14.
UIDRN. III.18-22.
242DRN. V.54,
48 LILAAIA PÉGOLO Y E ^ JiP O ESTUDIO PRELIMINAR 49

p o r lo s c o n te n id o s q u e tr a n s m itió E p ic u ro — su d o c tr in a — , c u y a sín tesis una cop ia, aunque nada d ic e al resp ecto. E n la Ep. 5 8 . 1 2 elige a L u crecio ,
e stá c o n su m a d a e n e l p o e m a q u e co m p u s o L u c re c io / 4-' ju n t o a C a tó n y C ic e ró n c o m o lo s re fe re n te s p a ra e je m p lific a r Los casos
p a rtic u la re s . Y a re v isa m o s q u e ^ ifiin tilia n o n o m b ra a L u c re c io co m o filó ­
R e c e p c ió n ta r d o a .n tig u a y m e d ie v a l s o fo n a to ra l/ 48 com o u n a u to r dijficilisA 6 ta m b ié n estab lece una re la c ió n
c o n V ir g ilio , en la q u e e x p lic a c ó m o a veces lo q u e sig u e es m e jo r a lo qu e
a ) A utores h a sta e l 2 0 0 d C es seg uido/5° d a d a la c la ra p re fe re n c ia d e ^ t ó n t ilia n o p o r V irg ilio . O tra s
re feren cia s son citas te x tu a le s d e l p o em a, E n e l lib ro III, a c o la c ió n d e la
D e u n la d o c o n ta m o s c o n las re feren c ia s de lo s p o e ta s ro m a n o s. N o h a y n e c e s id a d de h a c e r a g rad a b le la o ra to ria , re fie re : '“p o r esta m ism a ra z ó n ,
d u d a de q u e e l p o e m a e stab a d is p o n ib le lu e g o de la m u e rte d e L u c re c io : L u c recio d ice h a b e r p re s e n ta d o e n u n p o e m a lo s p re c e p to s d e la filo so fía ,
C a tu lo , H o ra c io , V irg ilio , T ib u lo , O v id io y M a n ilio , to d o s o fre c e n d a ­ p u es c o m o h a sid o n o ta d o , se s irv ió d e este s ím il: ‘pues, c o m o lo s m é d i­
ro s eco s y/o respuestas a ! p oe m a/ 4 4 S in em b arg o , solo O v id io , antes de cos, c u a n d o ín re n ta n d a r a lo s n iñ o s/ e l d e sa g ra d ab le a jen jo , antes q u e a
E stacio, refiere a L u c re c io p o r su n o m b re . E n A m ores141’ a firm a : “los v e rso s sus bocas, im p reg n a n / e l c o n to rn o d e las c o p a s c o n u n lic o r ru b io y de
su b lim es d e L u c re c io d e sa p arec e rán / a q u e l m is m o d ía q u e tr a ig a la d es­ d u lc e m ie l! y lo q u e sig u e” (q u a ra cion e s e L u cretiu s d icitp r a ecep ta p h ilo -
tru c c ió n a la tierra" (ca rm in a su b lim is tu n esu n tp eritu ra L u creti/ E x itio te- so p h ia e ca n n in e esse com p lex u m ; n a m q u e h a c, u t est notu m , sim ilitu d in e
ir ra5. cu m d a b it u n a d ies "). En V ir g ilio , esp e c ialm en te e n G eórgicas, p u e d e n u titu r: á c ..) liq u o r e e t quae seq u u n tu r).2il Las otras d o s citas c o rre s ­
h a lla rse e le m e n to s lu c re c ia n o s . M a n ilio e n te n d ió su A stron óm ica c o m o p o n d e n a l lib ro I V d e T a n to en S én e c a c o m o en ^ ^ in tifia n o se
u n a esp ecie d e a n ti-L u c re c io e sto ic o / 45 c o m p ru e b a n c ierta s a lte ra c io n e s, d eb id as p ro b a b le m e n te a q u e c ita b a n
D e o t r o la d o , d is p o n e m o s de la s re feren c ia s d e a u to re s q u e e sc rib ía n e n d e m e m o ria . P lin io e l jo v e n re a liza u n a p a rá fra s is e n re la ció n a la p o b re z a
p ro sa e n el s. I a .C . C o m o re v isá ra m o s e n a p a rta d o s a n te rio re s , C ic e r ó n d e la le n g u a la tin a e n E pistidae: "'y m ás escaso, c o m o d ice L u c re c io , q u e
lo m e n c io n a e n u n a c a r ta a su h e rm a n o ^ ifiin to , p e ro en sus e x p o sicio n es la p o b re z a d e l le n g u a je p a te rn o ” (in op ia a c p otiu s, u t L u cretiu s ait, eges-
filo só fica s sob re e p ic u re is m o se c u id a d e n o h a c e rlo n u n ca . E n el s. I d .C , ta te p a tr ii s^ ^ w n es j . 2Si L a fo rm a de e x p re sió n , ta n to en S én eca c o m o en
P lin io e l v ie jo d e fin e a L u c re c io c o m o f u e n t e e n e l lib r o X d e l'/aturaJis P lin io , u n sim p le “L u c re cio d ice”, su g iere que el te x to era c o n o c id o p o r
H istoria . S én e c a c ita d ie z versos.247 P ro b a b le m e n te S én e c a d isp u sie ra d e 143 los le c to res, de m o d o qu e n o n e c e s ita b a n u n a m a y o r c o n te x ru a liz a c ió n / 54
T á c ito re fie re c rític a m e n te a L u c re c io . E n D ialogus, en e l m a rc o d e l tra ­
143La analogía de i-a medicina culmina con la posibilidad de ^explicar la naturaleza en ta m ie n to de la o ra to ria , se b u rla de los au to res a rcaiza n tes, caracterizá n -
su roralidad 1.949-950: “mientras percibes la completa/ naturaleza de las cosas." (dum
perspicis omnem ! naturam rerum ) .
'44Cf. BUTTERFIELD (2013: 48), - cis/ in ten eb ris m etu u nt, ita n os in lu ce tiinu:mius (la turbación de nuestros ánimos es tal
2-0G v,A m. 1.1 5.23-24. como la describe Lucrecio: 'en efecto, como Ios niños tiemblan y se asustan de todo en
246Cf. Man.,Astronomica I.1-117. medio de oscinas tinieblas,/ así nosotros temernos en plena luz',1; III. l 034=Ep. 86.5:
247DRN. L54-57=Sen.,Ep. 95.11: Nam tibí d esu m m a caeli ratíone deumque/a'isserere ‘C a rth a gin ú h o rr o r’ (terror de Cartago); DRl\f. II1.1068=Tranq. An. 2.14: Al-i-ud ex
incipiam et rerum prim ordio pandan,/ unde omitís natura creet res, a u ctet a la tq u ej a lio iter suscipitur e t spectacu la spectacu lís m utantur. Ut a it L u cretius: H oc se quisque
quoque eadein rursus natura perernpta resolvat (En efecto, me propongo brindarte la m od o s e m p e r fu g it (Un viaje tras otro se emprende y se cambian espectáculos por es­
explicación última del cielo y de los dioses/ y explicar el inicio y comienzo de las pri­ pectáculos. Como dice Lucrecio: de este modo cada uno huye siempre de si mismo).
meras cosas,/ desde los cuales la naturaleza crea todas las cosas, las nutre y hace crecer/ 243 ^ in t.,/ m t. I.I.4.
y en los que las disuelve nuevamente al ser destruidas); I.30=Ep. 106.8: tangere enim 249 (^ n jn t.,Inst. X .1.87.
t:t tangi., ni:si corpus nuUapotes! res, ut a it Lucretius (Porque tocar y ser rocada, ninguna 2» ^int.lasnst. XII.11.27.
cosa puede a no ser un cuerpo, como dice Lucrecio); I.313=2\Ta:c. IVb, 3, 4: aut, ut 251 ^lasnt.,/nst. III.4=DRN. IV .U -13.
aiiuspoeta a it: ‘s tilliá d i casus la pidan cavad (o, como dice otro poeta: 'la caída de una 152 ^ in r.,/ n sr. VIII.6.45=DRN. IV .l; <^int.,/«uy IILI.4=^DRl\'. IV .n .
gota ex av ala piedra')-, IL55- 56=IU-87-88=\'35-36=Ep. 110.6: talis est anim orum Plaw E p , V US.l=DRI'I. L832 y IH.260,
nostrorum coefusio qualis Lucretio visa est: 'nam velutí p u en trepiidant atque om nia cae- Cf. BUTTERFIELD (2013-.66),
50 L1UANA PEGOLO Y EQUIPO

dolos por preferir a Lucillo sobre Horacio y a Lucrecio sobre Virgilio 251
El arquitecto de Augusto, Marco Vitruvio Folión, en D e a rch itectu ra ca­
taloga los grandes autores cuyos nombres y obras perdurarían por toda la
eternidad y menciona a Ennio, Aceto, Lucrecio, Cicerón y Varrón. Nótese
la ausencia de los poetas Virgilio y Ovidio, a la vez que la introducción
de Cicerón, probablemente con el fin de incluir más filósofos en el lista­
do, Marco Cornelio Frontón (ca. 96-166) no menciona a Lucrecio pero
realiza una cita parcial de D R N 1.926-927 en D e elo q u en tia 3,2 y en D e
f e r ii s A lsiensibus (A cerca d é la s va ca cion es en A ld o l.250 Frontón tenía un re­
conocido interés en el poema, como en su lenguaje. El emperador Marco
Aurelio le preguntó por extractos del trabajo de Lucrecio.257 Aulo Gelio
(ca. 125-200) cita cinco pasajes de HA A'directam ente y demuestra co­
nocimiento del vocabulario lucreciano.258 El último autor que incluimos
en esta sección es Lucio Apuleyo “Platonicus” (ca. 125-fuies s. II) quien
vivió fuera de Roma, en el norte de Alfica, en la costa de Numidia. En
uno de sus trabajos más relevantes, D e d eo Socratis (.A cerca d e l D ios d e
Sócrates)¡ refiere explícitamente a Lucrecio cuando habla sobre la luz de
la luna: “como las palabras que emplea Lucrecio: arroja falsa (luz) de su
cuerpo” (u t verbis u ta r L u creti, n o tb a m ia cta t d e co tp o r e lu m en ).259 En el
mismo trabajo cita s. DRN. VI.96-98 anteponiendo la frase "¿no escuchas
que, con respecto al trueno, Lucrecio habla con gran elocuen cia?” (n o n n e
au dis q u id su p er to n itru L u cretiu s fa cu n d is s im e disserat?), pregunta que
sugiere estar dirigida a lectores familiarizados con DRN.
Dados estos testimonios, podemos tentativamente concluir que en los
ss. I y II, gente con cierto nivel de educación y de habla latina en diferentes
zonas —dentro y fuera de Roma— tenía acceso al poema.

2S; Tac., D ia l 23-2: sed bobis utique versan tu ran te ondos istiq u i L ucilium pro Horario
et L ueretium pro Virgilio.
2* Fro.,D e feriis232-\Q-H=DRN VI.140-141; 233-i3-12=DAY. IV.962.
257A dA nionium IV, i .3
NoctesAtticae Y.\5.4=DRN. 1.304; XIIL21.2HI.1153-1154 1.21.6= IY223-
224; X.26.9=lV.528-529; XIL10.8=VI.1275-
259ApuL, Soc. 1.7=DRN. V.575-576.
e s t u d io p r e l im in a r 51

b) L os p a d re s d e la Iglesia

La postura antirreligiosa y el rechazo del alma incorpórea e inmortal


propugnados por el epicureismo no podían escapar aún a hostil discusión
por parte de los padres de la Iglesia.2®
Tertuliano (ca. 160-220) cita el mismo verso de Lucrecio en dos
ocasiones,260261*que también habían citado Séneca y A illo Gelio, por lo que
probablemente tomó la referencia de estos autores., pues no puede aducir­
se por sus escritos que tuviera una fam iliaridad cercana con DRN.
Lactancio (ca. 240-320) realiza el ataque antiepícúreo más contunden­
te conservado de la Antigüedad tardía. Lactancio conocía bien el poema
y fue quien más se ocupó de Lucrecio. En trein ta y una ocasiones cita a
D R N en In stitu cion es d iv in a e, E pitom e, D e ira y D e op íficio D ei, copiando
pasajes de los seis libros.2á2En h ist, III.14.1-7 comenta el prólogo del libro
V de D RN (elogio a Epicuro) y, poco después (3.17), le dedica una larga
exégesis, donde descalifica la doctrina de Epicuro desde la propia lectura
de sus principios en Lucrecio.263 Curiosamente, en el libro VI, Lactancio
justifica su presentación cristiana sobre el origen de los hombres apoyán­
dose en palabras de Lucrecio: “Es más, si hemos recibido todos el aliento
y la vida de un solo Dios, ¿qué otra cosa somos sino hermanos, y, pues­
to que lo somos en el alma, hermanos más unidos que si lo fuéramos en
el cuerpo? Por ello, no se equivoca Lucrecio cuando dice: 'Finalmente,
todos somos oriundos de la sem illa celestial*, todos tenemos el mismo
padre”’.264 Lactancio realiza casi una conversión de Lucrecio al cristianis­
mo. En efecto, en el libro VII, luego de referir varios pasa ¡es de D RN ,
refutando los razonamientos sobre la m ortalidad del alma, reproduce un
pasaje lucreciano sobre los vicios que acosan al hombre; pero Lactancio
260Véase FERGLLSON (1990).
161 Las citas de Tertuliano se encuentran en De ¿m. 5.6 y Adv. Alare. IV.8 5 - DRN
1.304.
2152 Lact., Inst. 1.21.48; 1.16.3; HI.16.14; VII.27.6; L21.48; VTT.I2.5; III.17.10;
VIi.12.26; III.17.18; 1.21.14.D eira 10,16.;D eopif. 3.2-
- - Este capítulo comienza una serie de revisiones sobre las teorías expuestas por las
escuelas filosóficas de La Antigüedad; su repercusión se encuentra en el libro VIII —De
ccclesut etseciis diversis— de las Etimo logias de Isidoro (en cuyo apartado sexto habla
de los epicúreos).
264Lact., Inst. VI.10.6-7: Uem si ¿ib uno dees inspirati om nes e t ¿inirneitl sumus, q u id a liu i
¿diudi qiiarnJreitres sum us, el ¿pnde'rn coniunetiores, q u od ¿mimis, qua?n qui corporibus?
1laque n on erren láseretius, cu m dicit: deniequo cadesli sum us om nes sem in e oriundi óm ­
nibus ille idem p a terest (compárese DRN. 1L991-992).
52 Lil ia n a p é g o l o y e q u ip o

le atribuye a Cristo la tarea que e n DEEl tenía Epicuro: “[Nuestro Padre


y Señor] envió un conductor que nos abriera el camino de la justicia: es
al que todos seguimos., oímos y obedecemos con suma devoción, porque
solo él, como dijo Lucrecio...”2155 —continúa con DRJV— "... purificó los
corazones con dichos verídicos,/ y puso un límite al deseo y al miedo,/
enseñó que era el altísimo bien al que todos/’ nos dirigimos y mostró el
camino por el cual, en una senda estrecha,/ podamos correr hacia aquel
directamente”266 Luego de citarlo, otorgando a Cristo las virtudes con las
que Lucrecio elogiaba a Epicuro, Lactancio concluye: “Y no solo ha mos­
trado la [ruta], sino tam bién ha marchado delante para que nadie, sin nin­
guna dificultad, tuviera temor de transitar por el sendero de la virtud”.267
En la obra de Arnobio, muerto en 330, se encuentran referencias vin­
culadas probablemente a Lactancio. En A dver sus n a ílo n es alude a D EM
IV.1168.268 Arnobio estaba muy inmerso en el conocimiento del poema
de Lucrecio. Dado que no hay pruebas de que haya vivido o trabajado
fuera de Sicca, en Numidia, se convierte en una evidencia de la disponibi­
lidad de la obra lucreciana al norte de África durante el siglo IV.
Jerónimo (ca. 347-420), de quien ya compartimos una cita en el apar­
tado sobre el autor,269 cita dos veces a Lucrecio y aporta otros datos, En
las E pistulae recuerda algunos versos con ciertas variaciones, versos que
también citó Q uintíliano. Las alteraciones pueden deberse a que cita de
memoria ,270 En su comentario sobre la E pislula a d E phesios de Pablo, en
la discusión sobre la traducción griega, comparte la observación lucrecia-

2* Lact„ Inst. VII.27.5-7: [pater noster ac dominus]... du cem m isil, qui nobis iustitiae
viam panderet. h unc sequam ur omnes, htenc audiamus, huic devoinsim e paream us, quo-
tiiam solus, u t ait Lucretius.
2f,¿DRN. YI.24 8: Veridicis igitur pu rgavit pectora dictis,/et fin em statuit cuppedinis,
atque timoris;/ exposuitque bonum sum m um , quo tendim us omnes J q u id joret; atque
víam m onstravit lim ite parvo,/ qua possem us a d id recto contendere cursu.
267 Lact, Inst. VII-27: netr monstravit tantum, sed etiam praecessit, ne quis difficultatis
gratia iter virtutis horreret.
2SS A ni., Adv. Nat. III.10: auet animus atque ardet, in chalcidicis illis m agnis atque in
palatiis caeli déos deasque conspicere intectis corporibus dique nudis, ah la ccho Cererem,
M usa ut predk at Lucretia, ?nammosam. El verso de Lucrecio: at túm ida e t mammosa
Ceres est ipsa ab laccho. Como sugiere BUTTERFIELD (2013:59) M uta utpraedk at
lu c r e n a^xicAc. defenderse si se roma la última palabra como adjetivo.
ím supra, pp. 3.4.
270 Hier., Ep. 135 5 DIN. 1.936-938 ; Ep. 125.18 y 77,11: aurata tecla tem plorum
reboans in sublim e sdleluia quatiebat^DKN. 11.28; n eccitharae reboant laquéala aura-
taque tem pla
ESTUDIO PRIL1 ATINAR

na sobre la pobreza de la lengua latina.271 Hace referencia a comentarios


sobre la obra de Lucrecio, de los que dice disponer,272
Finalmente, en su extenso cor fu s , Agustín nunca cita a Lucrecio, Lo
menciona solo en un pasa je de D e u tilita te cr ed e n d i 4.10, donde sostiene
que la afirmación del poeta de que el alma es corporal y se desvanece con
la muerte es un ejemplo de creencia en lo increíble. En el resto de sus
obras Agustín mantiene estricto silencio sobre el poeta y el poema.

c) S iglos I I a l VI

A fines del s. II el gramático Sexto Pompeyo Festo escribe una versión


del lexicón De v erb o ru m sign ifica tu de Verrio Flaco (ca. 55 a.C.-20 d.C.)
titulado D esig n ifica tio n e verb oru m , que no sobrevivió. La obra es un com­
pendio de historia, latín y m itología. La primera m itad de la compilación
de Festo se perdió en el medioevo tardío, existiendo un sumario de Paulo
Diácono (ca. 720-799). En lo que ha sobrevivido se encuentran dieci­
séis citas de Lucrecio. Se estima que Festo tenía acceso directo al texto.
También en Pomponio Leto, filólogo que escribió una de las biografías
de Lucrecio en el Renacimiento, se encuentran citas de Festo, Se desco­
noce la ubicación geográfica en la que este vivía, aunque se ha propuesto
Narbona, en la Galia.
N onio escribió D e co m p en d io sa doctrina, en veinte libros, una recopi­
lación de diccionarios, gram ática y temas diversos. Gracias a esta obra se
conservan textos perdidos, como el tratado de la lengua latina de Varrón.
La datación de Nonio es problemática, pero suele ubicarse la escritura de
su obra hacia el año 400, Se supone que no cita directamente a Lucrecio
en los ciento treinta y cuatro versos que repone, pero significativamente
varias de las citas que provee no están en autores previos.2'3
De Macrobio (ca. 395-430) ya hicimos referencia a una cita en
S a tu rn a lia d 74 No está claro que este haya tenido un uso directo de
2nAdEph. 1.1.4: Un de et n ospropterpaupertatem ¡in gu ae et rerum novitatem ~ DRl'I.
1-139-
272 Hier., ApoL Adv. L,ibr. Ruj. I. l6 : p u to q u o d p u er legeris... com entarios... aíiorum in
altos>P lautum videlicetj Lucretiarn, Elaccum, Persiutn atque L ucanum ; y en 111.29: si
es set locus... veLEucretii opiniones iuxta Epicurum? velA ristotelis iuxta Peripatéticos* vel
Platonis iuxta Z enonis secundum A cadémicos e t Stoicas dicere.
2?>Del libro I dzD R N en 21.17.14; II en 27.25.23; III en 23.18,17; IV en 25.19.16; V
en 23-20.19 yV I en 15-12.12,
274 Supra, p. 10.
54 L il ia n a PEg o l o y e q u ip o

Lucrecio, y debemos mencionar que, dado que eí objeto de estudio de la


obra es Virgilio, hay una especie de ‘Virgilización” del texto lucreciano en
detrimento de ,su transmisión. Macrobio cita ciento dos versos completos
o parciales extraídos de todos los libros de DRN, con particular interés
en los libros II, V y VI, en los que hay elementos cercanos a las G eórgicas.
Servio, contemporáneo de Macrobio, es otro autor importante en la
transmisión durante este período. C ita veintitrés versos d e D R N de todos
los libros a excepción del III. En general se entiende que no habría tenido
acceso al libro y, si bien lo utiliza, no refleja un conocimiento íntim o del
poema.275
En otros seb olia virgilianos se encuentran, asimismo, versos citados.27^
En trabajos de otros gramáticos que vivieron entre los ss. II y VII, como
Terencio Escauro (s. II), Mario Pfocio (s. III), M ario Victorino (s. IV ),
Donato (s. IV), Diomedes (ss. IV-V), Prisciano (ss. V-VI), Pseudo Probo
(s, V ), Audax (s. IV?), también seencuentran citas de versos. No está cla­
ro si tuvieron conocimiento directo del texto lucreciano. A partir deis. V
parece ser más dificultoso ei acceso a DRN, por la escasez de ejemplares y
su ubicación, solo en Roma o alrededores.277
Mencionamos finalmente otros autores, filósofos o poetas, en los que
se encuentran pocas citas; Censorino cita un verso del libro I en D e d íe
n a ta lif78 en Ausonio se encuentran los dos primeros versos del proemio
del libro I, no obstante debemos entender que una referencia sobre el in i­
cio de un poema clásico no constituye de por sí una pueba; Porfirio cita
un verso del libro IV y otro del VI sin incongruencias:277 Pseudo Aero cita
dos versos del libro II y dos del VI; M arciano Capela en su libro tercero
de D e n u ftü s cita dos versos;280 se ha supuesto que no tenía el texto direc­
tamente, sino que se sirvió de un tratado de gramática perdido. Boecio en
D e co n so la iio n e P h ilosap h iae cita un verso del libro I. Cuando este como
protagonista del diálogo se queja de su m ala fortuna, Filosofía personifi­
cada parafrasea una frase de Lucrecio: “¡De cuántas amarguras está sal­
picada la humana felicidadí Y si bien satisface al que la disfruta, nadie
275Lease DESCHAMPS (1999).
2,6S ch o lia V eranensia, S cholia B ernensia* B rev is expositío-, P seu d a-P robo y la ya referida
Vita Vergili de Donato.
277BUTTERFIELD (2013:85).
z7á Cens., D e d ie n a ta li IV.7: E m p ed ocles a u te m eg r eg io sito ca rm in ej q u o d ein s m o d i
es se p r a e d ica t L u crttiu s, u t vix h u m a n a v id ea tu r stir p e creatus, ta le q u id d a m co7ifi.rmat ,
i79Cf. BUTTERFIELD (2015:93).
250Mart. Cap., D e nuptiis IIL305=Z>RNl 11,476; De nup. 111.295= DRN. YX.233.
Es t u d i o p r e l i m i n a r 55

puede impedirle que se aleje cuando a ella le plazca”.281 En el s. V Sidonio


Apolinar, quien transcurrió gran parte de su vida en. la Gaiia, lo menciona
en sus C arm ina, al afirmar que muchos poetas no serán encontrados en
su poesía.282 Se postula que habría leído a Lucrecio en algún viaje a Roma,
más probablemente que en la Galia. Quinto Sereno Sarmónico, un eru­
dito datado —sin seguridad— alrededor del s. III, reconocido como au­
toridad por escritores posteriores (Macrobio, Servio y Arnobio), en L íb er
M ed icin a lis (605-606) hace referencia a Lucrecio.

d ) C itas ta rd ía s e n tr e los siglos V IIy X

Mención aparte merecen las referencias de Isidoro de Sevilla (ca. 556-


636), quien fuera obispo en su ciudad. Se piensa que no abandonó nunca
España, por lo que sus referencias resultan de gran interés en cuanto a la
circulación de manuscritos. De acuerdo con los especialistas, es altamen­
te probable que haya contado con un ejemplar.283 Esto se ve reforzado
por el hecho de que las citas de Isidoro no se encuentran en otros auto­
res. Su obra E tym o lo gia e es una impresionante enciclopedia que recoge
el conocimiento desde la A ntigüedad pagana y cristiana hasta su propia
contemporaneidad, en todos los ámbitos del saber. C ita doce veces D R N
y también la parafrasea en otras ocasiones.284 El interés del obispo en los
fenómenos naturales determina que las citas estén mayoritariamente vin­
culadas a procesos naturales terrestres o celestiales. H ay muy pocas fallas
en sus referencias. Es probable que un miembro de la ¿lite eclesiástica
en los tempranos años 600 tuviera disponibilidad de un manuscrito de
Lucrecio,
Rábano Mauro (ca. 776-856) ,p r im u s p r a e ce p to r G erm a n iae•>fue dis­
cípulo de Alcuíno de York y se instaló alrededor del año 820 en Fulda.

231 Boet., D e cora. II.4.20. Esto es similar a DRN. IV, 1133. Asimismo, Agustín en
Confesiones 1.14.23 dice: “la dificultad de (...) era como una hiel que rociaba de amar­
gura todas las dulzuras griegas de las narraciones fabulosas”. Encontramos aquí una
analogía entre poesía y medicina, como en DRN. ÍV. 11-13.
182Sid. Apol., Carmina IX.265: necL ucilius b ic Lucretiusque est.
283 C£ BUTTEREIELD (2013:89); GASPAROTTO (1983). Buttcrfield repite
tma cita del primer académico que estudió en profundidad la relación de Isidoro con
Lucrecio, DRESSEL ( l 874:49): D ubm m non ese, q u inL ucreti carm ine re vera issus sit
Isidoras.
284 Isid., E tymologiae 136.17>—DRN. V.1192; E tym. XYÍ.20.1=DRN. V.1273-1274;
E eym.X Il. 8,2=DSN. VI.1Ó5-166.
56 LILIANA PEGOLO Y EQUIPO

En su obra D e u n iv erso 1*'* hay una serie de citas de Lucrecio que parecen
proceder de Isidoro. En esta obra refuta la postura del poeta con respec­
to a la religión.2*6 También en D e co m p u to , que contiene muchas citas
de Isidoro, hay una cierta "inspiración lucreciana” en el capítulo segundo
n u m ero = sem in a ,)rST
Erico de Auxerre (841-876) ofrece algunas referencias, pero se estima
que sigue a Aulo Gelio o Nonio, dadas las alteraciones en la transcrip­
ción, aunquees probable quehayaleído un texto del .O/?/'/en algún lado.
Aldhelmo de Sherborne (ca, 639-709), educado en M a iíd u b eri, Wessex,
cita una vez a Lucrecio sin mencionar su nombre. Se discute entre los
estudiosos si habría tenido acceso o no al texto de DRAT.2SS
Beda el Venerable (672-735), quien cumplirá en el futuro reino de
Inglaterra el mismo rol qúe Isidoro para España y Rábano Mauro para
Germania, cita a Lucrecio en una oportunidad.289Ju lián de Toledo {642-
690), arzobispo de su ciudad natal, en su Ars g ra m m a tica incorpora dos
versos, probablemente tomados de Donato e Isidoro.290 Dicuil (fl. ca,
800), monje irlandés, cita a Lucrecio en D e p r im is syllabis, escrito alre­
dedor del año 825. Aparentemente se debe a una transmisión indirecta a
partir de Nonio o Prisciano, o alguno de los F lorilegia. Asimismo, en un
tratado breve atribuido a Sergios, D eg ra m m a tica , se comprueban dos ci­
tas. Ermenrico de Ellwangen repone siete versos consecutivos de Lucrecio
en E pístola a G rim a ld o P 1 escrita alrededor del 854. Aparentemente se
trata de transmisión directa, por el ordenamiento de los versos. Ermenrico
estuvo en 850 en St. Gallen, donde los F lo rilegia S a n ga llen sia constatan
185Rab. Mau., De universo, PL CXI.
Rab. Mau., D e haeresi et schismate, PL CXI.94D-95a: Lueretius autem superstitio-
nem dicit superstaníiam rerum, id est caelestium e t divinorum_, quae super nos stant:
sed m ate dicit. H aereticorum antera dogm ata ut (licite possint agnescú causas ecrum ,
v e l nomina dem onstran oportet. También lo cita en De Laudibus Sanctae Crucis,
PL CXVTI.46C; F ed quoque et synaioepham aliquando in scriplu in apportunis locis
synaloepharum, q u od et Titus Lueretius non raro fecisse invenitur. Según BROYVN
(1968:307), Rábano Mauro Jo llevó a ía biblioteca de la Iglesia de san Martín de Mainz
en eí s» IX.
“ 'SÁNCHEZ PRIETO (2013:43).
238 Aldhelmo, D e dactylo IG3 . 1 :'Y. II. 661. Í.APIDGE (2006) postu­
ló que Aldhelmo tendría un ejemplar disponible, algo que niega rotundamente
BUTTERFIELD (2013).
29Beda, D e arte m étrica LXVL18: ‘q uae calidutnfaciunt atque tactum atque vaporem —
DRN. VL 868 (en la edición deBaileyde 1947 bgura/víLó en lugar de atque).
290 lulianus,alrsgram m . 'K\r. t i —DRN.1.571 ; 11.449.
291MOSETTICASARETTO (2009).
ISTUDÍO PRELIMINAR 57

que había acceso a un manuscrito relacionado con el prototipo propues­


to como primer texto. H incm ar (802-882),. arzobispo de Reims, cita dos
veces sin incongruencias DRIL, atribuyéndoselas a un a n iiq u u sp o eta , sí
bien no nombra Lucrecio.252 También surgen referencias en Á n notationes
sobre Lucano, de difícil datación, en los así denominados C om m en ta
B em en sia L ucarna.
La pervivencía del texto se vio garantizada por la escasa —pero sufi­
ciente— existencia de manuscritos, registrados en algunos monasterios
del alto Medioevo durante el s. IX: Eobbio (Piacenza, norte de Italia),
M urbach (Aisacia), Lobbes (Bélgica) y, quizás, en el scrip toriu m p a la ti-
n u m de Carlomagno, debido a la mano del irlandés Dungal.293

e ) M ed io ev o

Del M edioevo contamos con pocos testimonios sobre la supervivencia


de DEN. N o es del todo desconocido, pero aparece más raramente citado.
En el s. XI, la obra de Guillermo de Chartres (1080/1090-1154), D e
p h ilo so p b ia m u n d iP 4 sostiene: “Com o en la composición de las estrellas
con elementos inferiores y superiores el superior es el dominante, pue­
de así probarse que son visibles, espléndidas y móviles. Son visibles, pero
tienen algo de invisible y algo de visible. Pero de lo invisible nada puede
ser visible, por eso dice Lucrecio: ‘No creas que de lo insensible pueda
nacer lo sensible’”.295 El humanismo que proclamaba esta escuela tuvo un
programa de estudio que, sin abdicar de la fe cristiana, estimaba el legado
pagano.296 En un clim a así, propenso a la discusión científica, la libertad
de criterio y la ética humanística, Lucrecio halló las condiciones necesa­
rias para resurgir luego con fuerza.
E n el s. XII, Honorio de Autún, discípulo de Anselmo de Canterbury,
cita, en D e p h ilo so p b ia m u n d i, un verso: ex in sen silib u s n e cred o s sen sib i-
le g i g n i ? Z3i en la misma linea argumentativa que Guillaume Vmcent de
2,2Se trata de una referencia a la Quimera, que podría haber encontrado en Jerónimo,
Higinio o Isidoro, PL CXXV. 114a; CXXVL118a.
2S3REEVE (2007); FLORIO (2011).
294D e phil. I.XXI.
™DRN. 11.888. RODRIGUEZ- VIOLANTE- DOMINGUEZ (2015).
2,6Véase FLORIO (2007).
'"Honorio Autun {PL CLXXII, 54c) en.; /) k/\. 1L886-888: Tum porro, q u id id est,
anim um quodpcrcuiit, ip su m jq u od m ovet et varios sensus expromere cogít,/ex insensi­
libus n e credos sen silegign i?
58 Lí u a n a Pe g o l o y e q u ip o

Beauvaís (1190-1264), en S p ecu lu m h i s t o r ia le s .95 cíta la referencia bio-


gráficade Jerónimo. Nicolás de Autrecourt, llamado el “Hume de la Edad
M edia”, en su T ratado u n iv e rs a l conocido como E xigit ordo, se propone
exponer la im posibilidad de demostrar las proposiciones que sostuvieron
Aristóteles y A verro e s, para lo que se sirve en buena medida de conside­
raciones materialistas, incluidas dentro de un esquema teísta y creacionis-
ta.298 La fuente del atomismo escolástico, directa o indirectamente ha de
buscarse en el poema de Lucrecio.299
En Cbronica., LíberX X IV : D e m orib u s e t vita p h ilo so p h o ru m , de Benzo
de Alejandría, compuesta en el inicio del s. XIV, encontramos la misma
referencia biográfica. Esta obra es valiosa por su repercusión, pero más
aún porque compila datos de otros trabajos que no tenían casi ninguna
circulación en el M edioevo.300 Guglielmo de Pastrengo, muerto en 1362,
quien admiraba a Benzo y fuera amigo de Petrarca, se sirvió de la obra de
Benzo para su trabajo He v irib u s illu strib u s e t d e orígin íb u s, un repertorio
dispuesto en orden alfabético, que diferencia autores paganos y cristia­
nos, copía también esa referencia de Jerónimo y agrega co m icu s luego del
nombre del poeta.305
En 1417, Poggio Bracciolini redescubre el texto de Lucrecio, que
a poco andar va a comentar M arsilio Ficino, director de la Academia
Platónica en ia Florencia de Cosme y Lorenzo de M édici. Ficino escribe
unos co m m en ta rio la , aparentemente muy entusiastas sobre DRIL. Sin em­
bargo, refiere en una carta dirigida a U ranio —undesconocidopara noso­
tros— que ha decidido concederlos a Vulcano: “Así como los pitagóricos,
en otro tiempo, no quisieron revelar sus hallazgos divinos a los profanos,
yo he tenido siempre cuidado de no divulgar los mundanos, a tal punto,
que no quise conservar mis pequeños comentarios sobre Lucrecio, que
hice cuando joven. Como había hecho Platón con sus tragedias y elegías,
yo los entregué a Vulcano. Como dice Platón, a menudo una edad avan-
2,8 Para las referencias al materialismo —corpora atbom alia— cf. R IJIí ( i 994: A 13.4,
13.9); O’DONNELL (1939a 87.15-26,200.48-201).
2"C APPELLETT1 (1982:CV).
PETOLETTI (2000) refiere que Remiggio Sabbadini, primer editor d éla obra, y
padre de lafilosofía medieval y humanística, en su libro Ll descubrim iento d t los códices
latinos y griego s en el s. XIVy XV dedica varias páginas a Benzo, y corona al enciclope­
dista como ' el más genuino precursor de los italianos Petrarca y PoggioE Se especula
que el Speculum de Vincent de Beauvais pudo haber sido una especie de modelo y
proveedor de fuentes.
^ BOTTARI (1991).
ESTUDIO PRELIMINAR 59

zada y un examen más detenido condenan lo que la ligereza juvenil ha


aprobado sin. reflexionar o, al menos, no ha desaprobado como hubiera
debido*!302
La obra de Lucrecio volvió a despertar un acalorado interés en un
contexto tan diferente al de su origen. Como hemos destacado, desde
sus inicios el poema de la naturaleza fue considerado un texto peligroso,
por Jo que no es de extrañar que fuera relegado por el sínodo florentino
de 151ó, que prohibía su lectura en las escuelas: “El poema de Lucrecio
es una obra lasciva y malvada/ escandalosa, en la que se intenta demos­
tra r empeñosamente, que el alma es mortal/303 DRAt estuvo a punto de
ingresar en el In d ex de libros prohibidos: “Volevano vietare il Lucrezio,
ma il Reverendissimo Santa Croco non ha voluto” registra el florentino
Giovanni Battista Businiluego de revisar los libros prohibidos en 1549.304

Influencias sobs*e la ciencia moderna: siglos XVIIy XVIII

El s. XVII constituye la época de la revolución científica. Esta nueva


ciencia se asentó en tres principios: experiencia, experimentación y obser-

3a2 Marsil. Fie., Op. 933.3, en MARGEL (1958:224): quantum em m Pythagorzús


quondam curaefm t, ne divina in vulgus ederenz, tanta m ibi sem per curafuzt, non divul­
ga re prophana, a le o ut ñeque com m entar iolis in L iuretm m nteis, q u aep uer adhuc? nescio
quom odo commentabar, d ein d e p e p er cerhn haec enim skut et Plato tragoedias degiasque
suas Vuka.no dedi. lía tu r io r en im aetas exquisítiusque examen, ut inquit Plato, saepe
dam nat quae levitas iuvenilis vel tem ere credidit, vel saltem u t p a r erat reprobare neset-
v it, En una carta que un desconocido Juan Panonio le dirige a Fiemo, se encontraría
ia razón de haber quemado los libros. Panonio, luego de enumerar diferentes obras
de Ficino, concluye: “antes de todo esto, tú propagaste con ligereza, como uno hace
cuando es joven, la doctrina de un antiguo filósofo, un p<?eta, que, luego, confiado en
un consejo más sabio, destruiste y, si me guío por lo que oigo, combatiste con todas rus
fuerzas (...) Ciertamente, amigo, te advierto: cuídate de que este renacimiento de las
Ierras antiguas sea curiosidad antes que religión” Marsil, Fie., Op, 871,2, enMARCEL
(1958:232); (...) ante haec om niaantiquum quom dam philosophum sivepoeteun, utpote
adbucadolescens. leviterpropagasti, quem deinde m eliorifretus concilio suppressisti et (ut
audio) pro virihus extraxisñ (...) Equidem te, am ice., moneo, caceas n e fo r te cutiositas,
quaedara sit isthaec reno vatw antiquorum potius quatn rdigio.
303 Sacrorum consiliorum nova et amplissa collecúo, R ubrica d e m agutris, deque haereti­
cas et ChristifA em scajidalizantibus, subsección P rohibet tegi in sebolispuerorum opera
lascivia et poem aia Lucretk opera lasciva et impía, quale est L ucretkpoem a, ubi an i­
m as mortalitatem- toíis viribus ostendere nititur. Véase BROWN (2010; 14), PALMER
(20l4:274.nl07) JO NES (1992:2461
i04C£ PIAZZI (2009:89).
60 LILIANA PEGOLO Y EQUIPO

vación crítica.305 Basta revisar obras como el D iscurso d e l m éto d o (1637)


de Descartes o D iá logo a cerca d e dos n u eva s cien cia s (1638) de Galileo
para dar cuenta de la aparición de un nuevo enfoque científico y filosófi­
co. De modo paralelo, podemos observar una transformación en el modo
de transmitir el conocimiento. Este siglo también fue testigo de la apa­
rición de las sociedades y academias de científicos que se reunían para
efectuar experimentos en conjunto, reproducir experiencias, escuchar
informes sobre trabajos realizados por los miembros y estar al tanto de
las novedades provenientes de otros grupos y países.300 A partir de una
carta escrita en 1637 por Raifaelo M agiotti dirigida al sacerdote floren­
tino Famiano M ichelini acerca del descubrimiento de Harvey sobre la
circulación de la sangre, la novedad era tan potente que mereció una nue­
r a denominación para explicar estos descubrimientos,307 No se emplea el
término “revolución”, sino riv o lg er e, esto es, “revolver”, “trastornar”, “vol­
car”. Es más, el térm ino “revolución” apareció como calificativo al descu­
brimiento de H arvey en un ensayo escrito por W illiam Temple alrededor
del año 1686,30S
Volviendo a Galileo, podemos decir unas breves palabras sobre la am­
plitud de su pensamiento, cuestión que nos perm itirá entender la reapa­
rición de la propuesta lucreciana en la M odernidad. De modo general, la
obra de Galileo generó una transformación radical acerca de cómo conce­
bir la naturaleza.303 A diferencia de la gnoseología aristotélica, que parte
de lo sensible (aunque no como fundamento último), en la nueva ciencia
gaiileana nos encontramos con el camino inverso: se parte del lenguaje
matemático (idealización del espacio y del tiempo) para poder explicar
y corroborar en la experiencia lo formulado previamente m ediante leyes
físicas. En el horizonte del racionalismo moderno, la ciencia debe expre­
sarse en clave matemática como fuente de toda posible certeza. Ello se
debe a que hay una fe irrestricta en el hecho de que el lenguaje matemá­
tico es connatural a la expresión de la mente o entendimiento humano,
pues el número es la expresión más acabada de lo real, La mente humana
305Cf. COHEN (2002 ¡130-134).
306lü d . pp. 85-88.
3a7fl>id. pp. 88-92.
'^Ibid. p. 90. Eí ensayo al que hacemos referencia se titula O f Health a n d íungLife. En
el marco de Ja irrupción dd materialismo epicúreo, cabe destacar que Temple escribió
un ensayo titulado Upen the gardem ofE picu ru s (léSS).
Galileo coincidía con la propue-sta atomista, pues defendía a Demócrito frente al
decadente aristotelismo de su época. Para ello, cf. YON ALBRECHT (2002:353).
ESTUDIO PRELIMINAR 61

solo puede acceder a una revelación de las leyes de la naturaleza porque


ambas se expresan matemáticamente, dado que como Galileo señala en
E l en sa ya d or, “la filosofía está escrita en el gran libro del universo, (...) es
incomprensible si uno no aprende antes a comprender su lenguaje (...)
está escrito en el lenguaje de la matemática (,„)".3‘° Dicho de otro modo,
el lenguaje matemático confiere legitim idad al mundo, pues es el lenguaje
universal a p r io r i. Por ello, para Galileo debe existir una armonía entre
la experiencia y la forma matemática del conocimiento, y esta se alcanza
mediante el experimento, la observación crítica y la formulación de hipó­
tesis.311 L a necesidad imperiosa de traducir la naturaleza a fórmulas mate­
máticas, que luego devendrían en leyes, puede verse como una distinción
fundamental frente a la ciencia medieval, cuyo manejo de las matemáticas
se desarrollaba en un plano de estricta abstracción, pues el movimiento
era una categoría general que abarcaba cualquier pasaje cuantifi cable de
potencia a acto, y esto podía ser cualquier cosa (el movimiento local de un
cuerpo, como tam bién el amor o la gracia).312
En este contexto, la física ocupa un lugar privilegiado como una cien­
cia que no solo posee un nivel de claridad y certeza semejante a la mate­
mática, sino que también es fuente de innovaciones prácticas, cuestión
sumamente im portante en esta nueva ciencia del siglo s. XVII. A nivel
filosófico, la irrupción del materialismo no puede soslayarse. Justamente,
como bien señala Johnson, el filósofo francés Pierre Gassendi, amigo de
Galileo, utiliza la poética lucreciana para explicar la doctrina epicúrea.313
Esta apropiación del pensamiento lucreciano por parte de Gassendi debe
comprenderse en el horizonte de una relectura de la Antigüedad, ya in i­
ciada en el Humanismo, pues los antiguos son los verdaderos modernos,
a diferencia de la “antigua” y debilitada escolástica.31"1Este retorno a los

3“ Cf. COHEN (2002:134).


311En consonancia con estos tres puntos fundamentales de la ciencia moderna, Henri
Bergson indica que en el caso de Lucrecio podemos hallar solamente los dos últimos,
pues lacxpcri mentación brilla pot su ausencia en ¡a propuesta científicalucreciana. Cf.
BERGSON (1959:43). No puede dejarse de lado, no solo la experimentación como
elemento fundamental de la nueva ciencia del siglo XVII, sino también la necesidad
de que dicha experimentación tuviera un resultado práctico a partir de la invención de
aparatos tecnológicos. Para una postura semejante, Cf. MEINEL (1988).
3UC£ COHEN (2002:133-134).
313Cf JO H NSON (2000:80).
3:4Podemos encontrar en Cena de la s cenizas de Giordano Bruno una exposición de­
tallada de estas ideas. Aquí el nolano reivindica el descubrimiento de la infinitud del
Lil ia n a p é g o l o y e q u ip o

pensadores antiguos debe inscribirse en una disputa contra el aristote-


lismo propio de la escolástica tardía.315 Lucrecio actúa aquí como una
fuente o viraje entre el paradigma cristiano y el poscrisdano.31'’ Con
todo. Lucrecio no ocupa aquí un papel relevante como pensador inde­
pendiente. La operación de Cassendi no consiste en mostrar la relevancia
intrínseca de Lucrecio, sino más bien ubicarlo como un esclarecedor del
epicureismo.317 También cabe señalar que el dispositivo interpretativo de
Cassendi opera como una posible conciliación entre el materialismo an­
tiguo y el pensamiento cristiano.318 Por otra parte, y de modo contrario,
la recepción del poema lucreciano también actuará como un frente de
batalla entre la religión y la ciencia durante los siguientes siglos.319
En esta línea, la traducción al inglés efectuada por John D ryden en
1685 de cinco pasajes de D R N constituye un hito fundamental. La deci­
sión de traducir esos pocos pasajes pudo deberse a la traducción completa
realizada tres años antes por Tilomas Creech, a quien Dryden le señala su
deuda. Tampoco puede soslayarse la traducción realizada por este de la
obra completa de Virgilio como posible razón. Pese a la alabanza enco­
mendada a la traducción de Creech, Dryden se distingue del primero en
la medida en que, lejos de intentar buscar fidelidad y precisión, su traduc­
ción opta por una mayor ligereza anclada en una búsqueda de belleza.310
La elección de Dryden se encuentra en consonancia con el movimiento
del Humanismo cristiano.321 U na mezcla entre la exuberancia de la diosa.
Venus y el patriotismo marcan la selección de pasajes.312 En relación al
primer tema, su traducción de los pasajes del Libro IVdedicados al amor
no está exenta de ciertas preocupaciones morales con respecto a la recep­
ción de sus coetáneos. A raíz de ello, deja sin traducir ciertos pasajes.323
universo realizado por Copérnico. quien fue solo un matemático, y le faltó la fun-
damentación metafísica del universo, la que si encuentra en la sabiduría de los anti­
guos. En este sentido, puede decirse que los antiguos son los verdaderos modernos. C£
BRUNO (201 5:59).
325C£ JOHNSON (2000:80).
31&7bid. p, 80.
31/ Como señala Catherine Wilson (2008:1-38J, la irrupción de Lucrecio en k
Modernidad debe ubicarse en el horizonte déla recepción del materialismo epicúreo.
3iSCf.JOY (1987; 15-18, 69-70).
339Cf. JOHNSON (2000:81).
320Ibid. p. 81.
321C£ ELEISCHMANN (1903:637).
323C£ JOHNSON (2000:82-83).
323íbid. pp. 82-83.
Es t u d i o p r e l i m i n a r 63

Otro problema que Dryden encuentra, y que puede verse como un dile­
ma fundamental a la hora de intentar conciliar cristianismo y materialis­
mo, consiste en los pasajes del Libro V en los que se afirma 1a ausencia de
lo divino en la creación del universo.324 Dryden lamenta el énfasis puesto
por el poeta en una incansable descripción del sistema de la naturaleza, y
por ello se concentra en resaltar los aspectos estéticos y morales,325 A sí, el
traductor inglés desestima aquello mismo que pone a Lucrecio en con­
sonancia con la ciencia del s. XVII: la física. De esto se desprende otra
cuestión ineludible: en la poética lucreciana podemos encontrar no solo
una negación de todo creacionismo divino, sino también la refutación
de la inm aterialidad e inm ortalidad del alma. Como dejan traslucir las
propias reflexiones de Dryden. sostener esto im plica negar tanto los cas­
tigos como las recompensas tras la muerte.5225De allí que toda esta temá­
tica de la m ortalidad del alma no aparezca en su selección de fragmentos
traducidos. Todas estas ausencias o tergiversaciones, lejos de mostrar una
confusión por parte de D ryden, ponen de manifiesto su capacidad para
comprender los riesgos teológicos subyacentes a la doctrina lucreciana
para la ortodoxia.
La traducción completa ofrecida por Creech, utilizada intensamente
hasta el s. XVIII, se ubica en las antípodas de la propuesta de Dryden,
pues el primero no pretende elaborar una “selección” n i tampoco aco­
m odar determinados pasajes al oído de sus lectores cristianos del s. XYII.
En consecuencia Creech muestra un interés en la obra del poeta romano
y especialmente en su biografía, esto debe entenderse como un dispositi­
vo exegético para diferenciarlo de las enseñanzas del cristianismo. Tanto
la intensificación del suicidio y el ateísmo de Lucrecio como su carácter
melancólico (producto de su supuesta separación del joven Memio) cons­
tituyen una distancia moral propia de su perspectiva cristiana.32” En con­
clusión, las traducciones de Dryden y Creech, con sus particularidades,
ponen de manifiesto la tensión a la hora de intentar amalgamar el poema
lucxeciano con el cristianismo inglés del s. XVII.
El s. XVIII constituye una historia muy diferente. Por aquel enton­
ces, todos los europeos ilustrados llevaban consigo ediciones de bolsillo

324C£ DRN. V!198-199.


325C£ JOHNSON (2000:84).
>2éIbid. p . 85-
s Ib id p . 86.
64 L il ia n a P é g o l o y e q u ip o

del poema de Lucrecio.32* Esto puede verse como el producto de un len­


to proceso, iniciado por Gassendi y la traducción francesa del H im no a
Afrodita, realizada por D u B alleyya en el s. XVI.329 La Ilustración francesa
fríe un espacio más propicio para la proliferación de las ideas del m ateria­
lismo antiguo, y por ende, de la teoría lucreciana.330 Esto se demuestra en
ei interés profesado por autores como Helvétius, La M ettrie, Holbach,
Diderot y Voltaire,331 La obra E l su eñ o d e H A lem bert (1769), publicada
tardíamente en 1831 a causa del carácter polémico de sus argumentos, es
un claro ejemplo de la oscilación entre la aceptación y el escándalo que
siempre suscitó el materialismo en los diversos escenarios donde ingresó.
A partir de la creación de una serie de diálogos con D’AJembert, Diderot
discute una serie de perspectivas cosmológicas, donde pueden advertirse
ecos del anticreacionismo lucreciano. A diferencia de la creación cristiana
del universo a partir del Verbum, en estos diálogos se deja traslucir un
apoyo a la posición materialista. La materia es lo prim ordial, y de dio se
desprende un universo no creado regido estrictamente por leyes físicas
y mecánicas/32 No podemos dejar de mencionar también las C artas de
A'Iemio a C icerón, escritas por Voltaire en 1771. En estas podemos ob­
servar una serie de epístolas ficticias entre el joven M em io y Cicerón. De
este modo, Voltaire desarrolla en boca del primero una serie de críticas
al poema de Lucrecio concentradas en diversas disquisiciones teológi­
cas.333 Estas discusiones muestran la distancia volteriana frente al mate­
rialismo propio de sus contemporáneos franceses y su cercanía a diversas
posiciones deístas.334 Así, la recepción del pensamiento lucreciano en el
materialismo ilustrado puede verse como un elemento central a lab o ra de
s t Ibid. pp. 88-89.
VON A! .BRF.CHT (2002:336).
350Con todo, también debe dejarse constancia de movimientos antimaterialistas en
i.i Francia del siglo XVIII. Un caso paradigmático es el del cardenal Meíctiior de
Polignac Su obra Anti-Lacretius: sive De Dea et natura, fue publicada postumamente
en 1747 ytraducidaal inglés por George Canning (1767). A juicio del cardenal fran­
cés, estos desvíos propios del materialismo tienen claras manifestaciones en las obras
de Hobbes, Gassendi, Newton, Locke, las cuales son meras consecuencias del germen
instaurado previamente por el atomismo antiguo. C f JOHNSON (2000:89-90). A
su vez, también puede encontrarse la influencia de Lucrecio en el poema Essay o n man
(1733-34) de Alexander Pope. Para ello, véase OTTEN (1984:35-36).
31 Ibid. p, 90.
331Cf. WILSON (1972:561-562); SMITH (1959:128-134).
333Cf. JOHNSON (2000:99-100).
334Cf. ALDRIDGE (1975:368-369).
ESTUDIO PRELIMINAR 65

entender los álgidos debates entre ciencia y religión, entre materialismo e


idealismo, entre ateísmo y deísmo.

C ontenido del poem a

Suele entenderse que los seis libros que componen D R N se agrupan de


apares. De este modo, los libros I y II estudiarían las realidades microscó­
picas, la física (elementos primordiales, vacío, propiedades de los elemen­
tos), III y IV la realidad del hombre, la psicología (su alma, percepción y
otras funciones vitales) y V y VI las realidades macroscópicas (el mundo,
su historia, los fenómenos naturales). Desde el proemio dellibro I la figu­
ra de Epicuro es destacada como aquella que tra jo la verdad a los hombres:
el materialismo físico, constituyente de todas las cosas y un modo de vivir
filosóficamente. El carácter políticamente disruptivo de estas doctrinas
radica en que se contraponían a todo lo que exigía la habitual forma de
vida en la contemporaneidad de Lucrecio. Es decir, el materialismo físico
expuesto en los primeros libros no es simple o primariamente una expo­
sición de los principios y movimientos de la naturaleza; es más el prim er
paso en la exposición del lugar del hombre en la naturaleza de las cosas,
una preparación para la confrontación con la verdad acerca de la natura­
leza, la cual impone su lím ite a todas las cosas. Esos límites inmutables
son luego aplicados al alm a en los libros III y IV y al desarrollo de todo
el universo y la historia político-social del hombre, y por supuesto, a su
destino final. La vida filosófica, vivida de acuerdo con los límites funda­
mentales de la naturaleza, se presenta como el único —y más que suficien­
te— camino para superar los temores infundados de la religión y las vanas
esperanzas del erotismo. A continuación presentamos la división tem ática
de cada libro y luego un resumen de sus principales contenidos.

LIBRO I
D ivisión tem á tica
H im no a Venus............................................................................ 1-49
Introducción a la o b ra ............................................................... .............. . 50-61
Epicuro el liberador.................................. ................................ . 62-79
Contra la religió n ..........................................................................................80-135
Dificultades d el tema y deficiencias de la lengua latin a ..................136-145
Principios fundamentales del conocimiento a desarrollar........... 146-i 58
66 LILIANA PEGOLO Y EQUIPO

Primeros interrogantes e hipótesis ...................... ............. ............... . 159-264


Invisibilidad de los elementos prim ordiales.................................... 265-328
Concepto de v acío ...... ....................... ....... .................................... 329-397
Exhortación a M e m io ....................... _............... ..................................... 398-417
Implicancias y conclusiones en torno al v acío ............................ . 418-448
Los ev en to ............... ....... ............ ................................................... .............. 449-482
Acerca de las propiedades de los elementos prim ordiales........... . 483-583
Inviolabilidad de las leyes naturales..................................................... 584-598
Estructura délos elementos prim ordiales............................„...........599-634
Argumentos contra H eráclito ............... ............................................... 635-704
Argumentos contra los sistemas filosóficos...................................... 705-715
Argumentos contra Empédocles .....................................................716-829
Argumentos contra Anaxágoras ............................. ......................... 830-920
Entusiasmo poético por el difícil saber a difundir ................ 921-950
La concepción de la infinitud........................................................ 951-1051
La totalidad carece de cen tro ............................................................ 1052-1113
Apelación fin a l.......................................................................................1114-1117

R esu m en

El Proemio de! libro primero comienza con una invocación a Venus.


Esta diosa, Afrodita de acuerdo con la antigua genealogía griega, es la
madre de Eneas,335 v este el padre fundador de Rom a según la m itolo­
gía latina.33*5 El patronímico plural de apertura, “Encadas" (.A en eadum ),
se complementa con la apelación a una única madre “engendradora”
(genetrix } .337
La figura divina gtavita en torno a los cuatro elementos naturales: aire
(ca e li, ven ti... ca eli, ca e lu m )P %agua \ma?'e, a eq u o ra p o n ti),339 tierra {térras,
tellus'f°x>y fuego (lu m in a solis, lu m in e )? Al La distribución de los elemen­
tos, animados por lad io sa del amoren un ro! armonizador, es considerada
una herencia del poema de Empédocles. El tema de la naturaleza se insta-
335Véase ei canto vigésimo dcilia d a 'w , 200-209) y el H im no H omérico a Afiodita V.
v'1'Eneida de Virgilio es el exponence emblemático de la mitologización de la patria
romana, concordante con la homérica profecía de Poseidón (Hom., II. XX.307-308).
337DRN. 1.1.
338D R N .l.2,6,9.
337DRN. 1.3, 8.
^D R N . 1.3,7.
345DRN. 1.5,9.
ESTUDIO PRELIMINAR 67

la, primero, como dom inio de la diosa (‘‘Y puesto que (tú) sola gobiernas
la naturaleza de las cosas”)»342 luego como programa poético a partir de
la inspiración divina (“mi afán es que (tú) seas mi aliada al escribir estos
versos/ que yo intento componer acerca de la naturaleza de las cosas”).343
El destinatario de la obra, M emio, se encuentra aludido de inmediato.344
Asentando la terminología, en referencia a los principios indivisibles,
Lucrecio precisa la equivalencia de ciertas expresiones básicas; “materia”
(m a te r ie m l,34’ “cuerpos engendradores de las cosas” (g en ita lia cor p o ra
reb u sl,344 “semillas de las cosas” (sem in a re r u m 'f4' y “cuerpos primarios”
(co ip o ra p r im a ).345i A este glosario se podría agregar también “corpús­
culos” (co rp u scu la ), “elementos” (elem en ta ), “[elementos! primordiales”
{ prim ordio) y “comienzos” (ex ord io).
Se destaca en tono elogioso la figura de Epicuro'“3 y la efectividad de
su doctrina para sobreponerse a los aspectos supersticiosos de la religión,
conducentes a aberraciones tales como el sacrificio humano representado
en el trágico destino de Ifigenia.553 A propósito de algunas refl exíones en
torno al estatuto del alma,351 Lucrecio se refiere a la poesía de Ennio,352
exponente de la subsistencia de simulacros {sim u la cro ),353 es decir, enti­
dades un tanto indefinidas en cuanto a su composición que, más allá de
la muerte, están situadas en los templos del Aqueronte, en donde a su vez
radica la poesía de Homero.314
Nada puede crearse a partir de la nada. Este principio entraña un co­
rolario, el devenir de las cosas no compete en absoluto a la voluntad d i­
vina.355 Si algo surgiese de la nada, entonces cualquier cosa podría surgir
de cualquier cosa,35'5 Sin embargo, la realidad se transforma de manera
342DRN. 1.21.
343DRN. 1.24-25.
34iDR!V. 1.26-27.
343DRN. 1.58.
344Ibid.
347DRN. 1.59.
,4SDRN. 1.61.
349DRN. 1.62-79.
33eDRN. 1.80-101.
351DRN. 1.112-116.
532DRN. 1.117-123-
30 DRN 1.123.
334DRN. L124-126.
3i3DRN. I.I48-158.
3%DRN. 1.159-168.
68 Lil ia n a p é g o l o y e q u ip o

determinada.357 Lucrecio ofrece varias pruebas de ello. En lo temporal,


las cosas se alternan en estaciones determinadas.358 Si las cosas se genera­
ran de la nada, no se explicaría que su crecimiento sea paulatino.359 Los
elementos primordiales son. múltiples., como las letras de las palabras, se­
gún la analogía alfabética, que también supone regularidad en el nivel
del lenguaje.360 Además, la magnitud más o menos pareja de ios cuerpos
humanos respeta siempre una proporcionalidad respecto del entorno/61
Finalmente, prácticas agrarias regulares originan, resultados provechosos
porque movilizan losp r im o r d ia ? 6í Por estas razones, la naturaleza no es
azarosa sino determinada.
A la inversa, la naturaleza no reduce las cosas a la nada.3í>3 Las cosas no
desaparecen de repente,364 sin una fuerza interviniente,365 necesaria para
dar fi n a las mismas,366 Enfatizando la continuidad, formula preguntas en
torno a la procedencia material de las entidades venideras.367
Debido a su tamaño, los elementos son invisibles.368 Así, por ejemplo,
la fuerza de los vientos es efectiva pero inobservable.369 Aromas y sonidos
son también invisibles, pero no se puede negar que sean cuerpos, ya que
estimulan los sentidos:370 “En efecto, ninguna cosa, si no es un cuerpo,
puede tocar y ser tocada”.371 Se seca la ropa al sol, aunque no se vea agua
líquida que se desvanece.,372 tampoco se ve el permanente pero sutil des­
gaste de metales y otros materiales.373 Así, los procesos de crecimiento y

957DRN, 1.169-173.
"D R N . 1.174-183.
K9DRN. 1.184-189.
í /)Á\:V. 1.196-198. La analogía está mejor desarrollada en los versos 823-827 de este
mismo libro.
361DRN. 1,199-204.
362DRN. 1.208-214.
363DRN. 1.215-216.
169DRN. 1.217-218.
963DRN. 1.219-220.
936DRN. 1.221-224.
367DRN. 1.225-231.
3i*DRN. 1.265-270.
369DRN. 1.271-297.
™DRN. 1.298-303.
3,71DRN. 1.304.
in DRN. 1.305-330.
373DRN. 1.311-321.
Es t u d io príllvlin ar 69

corrupción en la naturaleza son generalmente paulatinos e impercepti­


bles-, pero explicables a partir de ios diminutos corpúsculos.374
A continuación, Lucrecio formula la existencia del vacío como condi­
ción necesaria para e! movimiento, que, en sus múltiples variables, resul­
taría imposible dentro de una totalidad compacta,573 y además, el vacío
también permite justificar la diferencia de peso entre cuerpos de igual
volumen.37'5 Seguidamente algunos contraargumentos son esgrimidos en
perjuicio del vacío, porque todo lugar estaría siempre ocupado por algo,
como mínimo, por el espacio.377 Responde Lucrecio luego, reservándose
a la composición del aire y su desplazamiento sobre el vacío mismo.3'8
La sección siguiente constituye una exhortación al destinatario.,
Memio,3' 9 Se erige entonces un dualismo físico comparable al antiguo
atomismo leucipo-democríteo: “toda naturaleza, tal como existe por sí
misma, se constituye a partir de dos cosas: existen pues los corpúsculos y
el vacío”.380 Lo intangible queda identificado con el vacío.381 Sirviéndose
de la noción de propiedad inherente o conjunta { coniu nctu m )izx afirma
que el tacto es lo propio de todos los cuerpos y lo intangible, del vacío.383
El sentido del tacto se desempeña como máximo criterio de distinción.384
El tiempo por sí mismo no existe.385 Puesto que nada surge de la nada y
que nada va hacia la nada, Lucrecio piensa que debe haber algo que persis­
te a través del tiempo. Debido a que los cuerpos prim arios carecen de va­
cío, no pueden descomponerse y por lo tanto son eternos.380 Argumenta,
además, que son duros. Pues siendo duros, la composición de cuerpos
blandos se explica por la integración de estos con el vacío, pero si inversa­
mente se pensase que fueran blandos, sumándose al vacío nunca alcanza­
rían para componer algo sólido.3*7
i7iDRN. 1.322-328.
375DRN. 1.329-357.
7,76DRN. 1.358-369.
777DRN. 1.370-390.
378DRN. L391-396.
377DRN. L397-417.
3t0DRN. L419-420.
™DRN. 1.437-439.
387DRN.. 1.451.
383DRN. 1.451-454.
384Cf. 11.431-441; 741-746.
335DRN: 1.459-463.
3,6DRN. 1,538-539-
7S7DRN. 1.565-576.
70 LILIANA PEGOLO Y EQUIPO

Heráclito es sintetizado en el planteo según el cual la materia de todas


las cosas es el fuego,388 Las réplicas de Lucrecio son: (i) críticas a su estilo
oscuro ;389 (ii) si todo es fuego, luego no se sigue la m ultiplicidad de las co­
sas no ígneas;390 (iii) incorporando el vacío, el fuego se condensa;391 (iy)
suprimido el vacío, todo se condensa en un solo cuerpo;392 (v) distintos
fuegos no se extinguen entre sí y no m utan;3fo (vi) si el fuego cesa, no que­
darla nada;394 (vii) erradamente cree que los sentidos pueden conocer el
fuego, pero no las otras cosas;395 (viii) no hay razón para preferir el fuego
antes que cualquier otro elemento.39É
Recapitula todos los monismos basados en cada uno de los elementos
por separado,397 luego trata acerca de Empédocles, cuya doctrina invo­
lucra los cuatro elementos naturales por igual A la discusión filosófica,
antecede una descripción geográfica y finalmente personal del filósofo,398
con la atribución suprahumanade un pecho divino { divinipecto?'is)?w Las
críticas se extienden también a los pensadores anteriormente nombrados:
(i) admiten movimiento pero omiten el vacío y “dejan sin considerar las
cosas blandas y laxas”;400 (ii) no hay un límite para la fragmentación, que
llega incluso hasta el absoluto;401 (iii) los elementos primordiales —los
cuatro elementos naturales— son cuerpos blandos, pero tienen nacimien­
to y cuerpo mortal;402 ( iv) los distintos sistemas filosóficos se descalifican
mutuamente;403 ( y ) s u jerarquía constitutiva adolece de ser reversible, ya
que las cosas pueden pensarse como prim ordiales respecto de aquellos
cuatro elementos naturales;404 (vi) en una misma entidad convivirían los

383DRN ! 1.635-638.
m DRN. 1.638-644
™DRN. 1.645-649.
^ D S N . 1.65 5-656.
&-DSN. 1.660-664.
493 DRN. L665-666.

}9 4 DRfr¡. 1.667-674.
i9 5 DRN. 1.693-700.
™DRN. 1.701-704.
-D R N . 1.705-711.
™DRN. 1.716-733.
193 DRN. 1.731.

400 DRN. 1.742-743.


401DRN. 1.746-752.
4<3ZDRN. 1.753-758.

40 -DRN. 1.759-762.
4 0 4 DRN. 1,763-767.
ESTUDIO PRELIMINAR y\

contrariosi—aire con tierra, fuego con agua—;40' (vii) al darse entre los
elementos juna mutación de uno a otro, no quedaría nada inmutable,406
Para terminar, acaso transformando un fragmento de Empédacles,
Lucrecio desarrolla la analogía alfabética de modo que, como ocurre con
los elementos constitutivos de las cosas, ocurren diversas posibilidades
combinatorias al perm utar las letras de las palabras.40-’
La teoría de Anaxágoras es identificada con el grecismo trasíiterado
“homeomefía” (acusativo helenizanle h o m o eo m er ia n ) .40S Lucrecio recri­
mina contrnesta teoría: (i) la ausencia de vacio;409 (ii) sus elementos son
deficientes por ser perecederos;410 (iii) es la variada ingestión alim entaria
lo que explica la heterogeneidad de las partes del cuerpo;’ ’1 (iv) la hete­
rogeneidad se retrotrae a la tierra porque genera cosas diversas.412 Más en
particular, contra el postulado de que todas las cosas permanecen laten­
tes mezcladas en todo,413 (v) no se da, por ejemplo, que al romperse los
granos y piedras sangren;414 (vi) conteniendo una necesaria partícula de
fuego, los bosques se incendiarían siempre,415 En este contexto, con su­
tiles diferencias entre las palabras, se aprecia una puesta en práctica de la
analogía alfabética, entre “leños” (ligriis)417 y “fuegos” {igras),417 haciendo
explícito el dispositivo poético pocos versos después.418 Finalmente, re­
chazar la existencia de io sensible implica suprim ir los elementos primor­
diales, lo cual mueve a risa,419

4€SDRN. 1,768-777.
404DRN. 1778-797.
407DRN. 1.823-830.
#*DKN. 1.830.
409DRN. 1.843-846.
414>DRN. 1.847-856.
4nDRN. 1.857-866.
i,zDRAr. 1.867-869.
4KDRN. 1875-879.
414DRN. 1880-896.
415DRN. 1.897-914.
414DRN. 1,891.
417DRN. 1.892, FRIEDLANDER (1941=2007:352-353) comenta la aliteración en­
tre ambas palabras,
*1SDRN. 1.907-914,
il4DRN. 1.915-920,
72 Lil ia n a Pé g o l o y e q u ip o

Tras las refutaciones, auxiliado por las Musas y las Piérides reaparece el
yo poético,420 que reclama para sí una corona nueva de flores,421 reminis­
cencia de las atribuciones asociadas a los más grandes poetas al comienzo
del libro, pero con pretensiones distintivas. Asumiendo una perspectiva
metapoética, recurre a una analogía con la medicina.422 Así, como una
amarga bebida servida en una copa cuyos contornos hay que endulzar con
miel para ser consumida por niños crédulos, así también hay que acompa­
ñar la propia poesía “con la dulce miel de las Musas”.423
La últim a sección del libro está dedicada a argumentar en favor de la
infinitud universal. La negación de todo lím ite definitivo, además, es in­
compatible con cualquier concepción céntrica de la naturaleza, pues “no
puede existir ningún centro <cuando todo permanece>/ infinito”.424 La
exhortación final, que se dirige al receptor del mensaje {pernosces, tib í,
p e r v id e o s ),4zS es una apelación a la claridad venidera, a la luz de la sabidu­
ría que ilum ina.

LIBR O I I
D ivisión tem á tica .
Importancia del saber para la felicidad de los hom bres.... . 1-61
Cinética de los elementos prim ordiales................ 62-141
Velocidad de los corpúsculos de la m ateria........................... ............ 142-166
Los dioses no intervienen en la creación...........................................167-183
M ovimiento y dirección de los elementos primordiales ................ 184-215
Movimiento de declinación.............. 216-250
Sobre la indeterminación d é lo s movimientos de ios
elementos prim ordiales............................................ 251-332
De la configuración de los elementos prim ordiales....................... 333-380
Formas y cualidades sensitivas de ios elementos primordiales .... 381-477
De las formas de los elementos prim ordiales.......... ........................ 478-521
De la infinitud de los elementos primordiales ........... .................. 522-568
El equilibrio entre la generación y la destrucción de las cosas ..... 569-599
Descripción e interpretación del mito de C ib eles............ ........... . 600-660

420DKN.ISZZ.
a iDKN. 1.928-930.
1.936-950.
^DRN.lSAl.
A^DRN'. 1.1070-1071.
415DRN. 1.1114,1115,1117.
Es i U D IO PRfLÍM IN AS. 73

Vida animal en la tierra: semejanzas y diferencias .................. 661-699


Tipos de composiciones entre los elementos primeros:
semejanzas y diferencias.......... ..................,......................... 700-729
La ausencia de color en los elementos prim ordiales...................... 730-841
Los elementos primordiales carecen de cualidades sensibles ....... 842-885
Consideraciones en torno a la sensibilidad............ .......................... 886-943
Aparición de la enfermedad, posibilidades de muerte 944-962
El dolor y el placer ................................. ......... ....................................... 963-1022
Llamadas de atención al interlocutor...................................... 1023-1047
El universo y su in fin itu d .............. ..................................................... 1048-1089
Nueva confirmación de que los dioses son ajenos al mundo ... 1090-1104
Desarrollo y destrucción de los m undos....................................... 1105-1174

R esu m en

S uave, cualidad extensible a las cinco vías de la sensibilidad,426 inau­


gura el libro segundo. Se despliegan en el primer verso tres de los cuatro
elementos naturales que abren el libro primero: agua (m a r i—a eq u o ra i,42'
aire (v e n t is )42a y tierra (térra ),429 ocupando una posición central según la
distribución simétrica que estructura la prim era oración, terminada en
“su a v e e s f. El poeta recomienza, reitera por tercera vez el término (S uave...
su a ve e s t j su a ve)430 en una secuencia que varía la perspectiva visual, par­
tiendo de una aproximación y de un creciente compromiso por parte dei
sujeto observador (sp ecta re, ce m e r e , tu erí).A3í A la manera de un priam el,
el último momento de la progresión es destacado, alternando la suavidad
por la dulzura (sed n ih il d u lciu s est... [“Pero no hay nada más dulce...”]),432
enfatizando el sentido del sabor, que en su etimología comparte la raíz
latina de los sabios, los sa p ien tes cuya doctrina (d o ctr in a sa p ien tu m )433 se
ofrece luego como una plataforma teórica espacializada desde donde se

4zéERNOUT-M£lLL.ET (2001:659); la raíz se reencuentra con semántica de admo­


nición en el verbo suadeo, "aconsejar”. Es cognado del adjetivo griego |-V.§ú- (vjSúc en
dialecto jónico y en ático), “dulce” y el verbo ávSávtu, "agradar”.
411DRN. II.l.
424Tbid.
413DRN. II.2.
4mDRN. n.1-5.
4ilDRN. 11.2,4,5.
4ízDKN. n.7.
433DRN. II.8,
74 L il ia n a p é g o l o y e q u ip o

efectúa un distanciam knto visual (¡despicare... v id er e).43‘i La dulzura evo­


ca la alusión rnetapoética del libro primero, donde los delicados versos
se presentan como miel atenuante de una amarga medicina,'*35 la misma
dulzura será reafirmada en la segunda mitad del segundo libro con otra
autorreferencia al poema {meo d u lcí... la b ore).436En el proemio, la dulzura
oscila entre el gusto y la vista. De esta manera, el libro inicia por una sec­
ción sinestética, especialmente centrada en la experiencia visual.
Desde una le j anía segura para el esp ectador, el contenido de las observa­
ciones es primero el oleaje revuelto del mar,437y luego ios combates m ilita­
res (betti certa m in a m a gn a , co rta re},43s que anticipan el choque entre par­
tículas expuestas a la luz como un certamen eterno {aeterno ce rta m in e).439
También reivindica su rechazo contra los escrúpulos religiosos, de modo
que el tem or a la muerte deja el pecho vacío,'*'*0 y como consecuencia sa­
ludable estas cosas resultan risueñas {ridicula h a ec lu d ib ria q u e),441 Una
situación contrapuesta a la claridad conceptual se produce éntrelos hom­
bres que tienen pechos ciegos {pectora ca eca j,442 que se conducen como
niños asustados en la oscuridad, lo que se evidencia con la acumulación
de verbos pertenecientes al campo semántico del miedo { trepidant, tne-
tu u n t, tim e m u s, pa vita n t).’Hi La sucesión de terror culmina con un sufijo
de valor iterativo {-it-), instalando el estado de pavor recurrente. A sí, con
luces y tinieblas en el plano visual, con risas y temores en lo emocional, se
manifiesta la tensión entre el conocimiento y la ignorancia.
Continúa con consideraciones acerca del movimiento de elementos en
la infinitud del espacio: “todos los corpúsculos de la materia son movidos
de un lado a otro,/ recuerda que, en definitiva, no existe un extremo/ in­
ferior de todo, ni que los primeros corpúsculos/ tienen donde sostenerse,
puesto que el espacio es sin fin ni medida’!'*'*'*
"tJÁDRN. II.9. DE LACY (1964=2007:147) observa que se repite el movimiento del
primer proemio, donde la actividad y la llegada de la primavera ceden ante los benefi­
cios más duraderos de la paz.
ii5DRN. 1.936-950.
^D R N . H.2,730.
ii7DRN. II.1-2.
435Di?ZV:ií.5,11.
4:ADRN. IL118,
11.44-46.
441£>i?Ar. 11.47.
442DRN. 11.14.
^ D R N . 11.55,56, 58.
444DRN. 11.89-92.
ESTUDIO PRELIMINAR 75

Esta m atriz física, en concordancia con la crítica a los escrúpulos reli­


giosos, se materializa en la ruptura de las cadenas dei nado y ofrece una
apertura para considerar el impulso vital de la voluntad (v o lu n ta i)»'*'*5 en­
tendida como un “cierto principio de movimiento que róm palas leyes del
destino”.44* Lucrecio rechaza el determinismo estricto “para que una causa
no siga otra causa desde el infinito”'*4' ya que la voluntad libre existe.44*
La voluntad otorga movimiento.4'*4Los caballos, cuando son liberados de
sus establos (ca rcerib u s),4M) portan una fuerza animosa (v im cu p id a m ).^
Finalmente, “el inicio del movimiento es concebido desde el corazón” y
“eso procede primero desde la voluntad del ánimo,/ de allí, seguidamente,
se da por todo el cuerpo y sus articulaciones”452 L1 d in a m en y su dinamis­
mo intrínseco’ 13 justifican el hecho de que la voluntad sea una potestad
innata (in n a ta potestad).4^
Para ilustrar este paralelismo entre lo microscópico y lo percibido,
se recupera el im aginario épico.455 La conducta del choque bélico entre
hombres es fiel reflejo del choque que se produce en el nivel atómico pre­
figurado como una guerra en el proemio. Lucrecio recupera el motivo del
distanciamiento panorámico desde un monte, que vuelve indiscernibles
a la vista los matices de la liza fundidos en resplandor.4'1* Dado que más
adelante los animales terrestres son distinguidos de los aéreos,457 el vuelo
circular de los jinetes aquí narrado (circu m v o lita n t eq uites),4íS que implica
hombres montados sobre animales terrestres en el aire, demuestra que en
la guerra, tal como en la naturaleza, todo se entremezcla.
Además de com partir con los hombres ciertas características corpo­
rales, los animales tam bién reconocen a otros de su especie.’ 54 En base a!
^ D R N . 11.257.
**DRN. 11.253-254.
444DRN. 0.255-
443DRN.; 0.256-260.
445DRN.. 11.261-262.
4MD R N . 11.264.
45iD R N . 11.265.
^ D R N .11.269-271.
453DRN. 11.284-293.
**DRN. 11.286.
4S4D R N . 11.323-332.
446D R N . 11.331-332.
447DRN. 11.1080-1083.
4,4D RN . 11.329.
459DRN. 11.349-351.
76 L i L I A N A P E G O L O Y E Q U IP O

fu n e s to modelo ritual de Ifigenia, que en el libro primero expone ios pe­


ligros de la religión, Lucrecio narra ahora otro sacrificio que toma como
víctima a un ternero, destacando el tormento para su madre.460 A todas las
especies animales, el poeta les atribuye costumbres (m ores) propias: “cada
uno imita las costumbres de acuerdo con la especie”.461
El poeta desarrolla una progresión sensuaiista que transita por el
gusto,462 oido,463 olfato,464 vista,465 y por el sentido del tacto,466 especial­
mente exaltado; “El tacto, en efecto, el tacto, por los sagrados númenes
de los dioses”.467 Aunque los elementos primordiales de las cosas sean
inobservables, Lucrecio utiliza cualidades táctiles como fundamento de
las diferencias percibidas por los otros sentidos, porque lo agradable es
liso,468 y lo desagradable es áspero,467 en cualquiera de los sentidos. La lista
de composiciones termina con quienes consideran que no se da ni lo uno
ni lo otro de modo absoluto, sino una mezcla como sucede en el sabor del
vino.470
Nada de lo que está a nuestro alcance en la naturaleza se constituye de
un único elemento primordial, todo está compuesto por semillas mez­
cladas.471 Cuanto más fuerza y potestades detenta algo, más se evidencia
la diversidad de sus componentes.474 La concentración de tres elementos
naturales en pocos versos, a saber tierra (tellu s, terrae),m agua (m o r e ,
f o n t e s )174 y fuego (ign es, ign ib u s)47S preludian, hacia el centro del libro, a la
célebre diosa Cibeles.4764

4&’D KN . 11.352-366.
',si -DRN. 11.666. C£ V.932, donde el poeta explica que en un momento de su desarrollo
los hombres vivían según la costumbre de las fieras (m ore ferat-ton).
442D R N 11.398-407.
463D RN , 11.410-413.
M DRN. 11.414-417.
^ D R N . 11.418-421.
465DRN . ÍI.431-441.
467DRN . 11.434. La correspondencia entre el tacto con los corpúsculos y io intangible
con el vacío ya había sido establecida en 1.45 1-454.
46*DRN. 11.422-423.
4i7DRN. 11.424-425.
47QD R N . 11.426-430.
/,7,D R N : 11,583-585.
472D RN . 11.586-588.
473DRN. IL589, 592.
i74DRN . H. 590.
i?sDRN : 11.591,593.
476D RN . 11.598-643.
ESTUDIO PRELIMINAR 7?

Removido el aspecto mitológico, Lucrecio generaliza al máximo la


perspectiva sobre la naturaleza como entidad absoluta- Dado que .mayor
es la fu erza de un compuesto cuanto mayor heterogeneidad haya entre sus
componentes,477 no existe entidad más poderosa que la naturaleza en su
conjunto: “En efecto, es necesario que por sí misma toda la naturaleza de
los dioses/ goce de un tiempo inm ortal en suma paz,/ (...) privada de todo
dolor, privada de peligros,/ ella misma, que es muy poderosa por sus re­
cursos, que no necesita nada de nosotros../.47'1Se cumple, sí, la relación in ­
versa. Diversos animales, entre los que se cuentan nuevamente el rebaño
de ovejas de blancura indiscernible a lo lejos,479*y los caballos antes repre­
sentantes de voluntad,480 y combatientes { circu m voliía n t eq u ites),491 quie­
nes plácidam ente com en hierbas de un ú n ic o campo (ex uno.., ca m p o ),487
están ubicados bajo el mismo techo del cielo (eo d em su b teg m in e ca eli)483y
se hidratan de una única corriente de agua (ex u n o q u e„ .fíu m in e aquat},4'4'1
Recuperando los tres elementos seleccionados por el proemio, emerge el
vivo retrato de una comunión material entre los seres, haciendo énfasis
en la unidad, “disímiles formas confluyen en un único conglomerado”.485
Consumada una concepción unitaria de la naturaleza, Lucrecio ad­
vierte ei riesgo de la indeterminación. Cataloga entonces una sene de
combinaciones inverosímiles de criaturas,484 tradicionalmente resumidas
en el híbrido arquetipo de las Quimeras (C him aeras).487 En respuesta a
la mezcla indiscrim inada, Lucrecio retoma la noción de determinación,
así son “todas las cosas, creadas por una madre determinada con semillas
determinadas”.488 En efecto, “por leyes como estas, esa misma razón pone
lím ites a todas las cosas”.489 La razón inmanente a las cosas, en su máximo

1 DA'A'. 11.586-588.
478DRN. 11.646-650.
474DRN. 11.661-662. Cf. 317-322.
4mDSN. 11.263-265.
48JDRN. 11.329.
441DRN. 11.661.
™DRN. 11.663.
4SlíDRN. 11.664,
m DRN. 11.686.
4iGD R N 11.700-706.
4187DRN. 11.705.
4ssDRpí. 11.708. La tesis acerca de la determinación de la naturaleza había sido defen-
dkiacon argumentos en 1.169-214.
^ DRN. 11,719.
78 LILIANA PÉGOLO Y EQUIPO ESTUDIO PRELIMINAR 79

poder de lim itación, llega a separar por completo los elementos reunidos dioses.503 Cuestiona mediante una pregunta retórica: "¿quién es capaz de
en el proemio, tierra, mar y cielo.490 regir la suma de lo que no tiene medid.a, quién, de tener/ en su mano, con
A continuación, Lucrecio impugna la hipótesis de que haya una rela­ moderación, las fuertes. riendas ?”50* Este cuestionarniento es iconoclasta
ción directa entre el color observable en las cosas y ios p r in cip ia , ya que en cuanto a la concepción de una naturaleza personificada como auriga
estos carecen de color.491 Argumenta que aún sin color alguno, los ciegos (Cibeles, el ejemplo elegido, viaja en un carro tirado por leones).
de nacimiento acceden a un conocimiento genuino de cuerpos, confor­ Se produce un retorno de los cuatro elementos natIJ.tales a sí mismos.""
mados por corpúsculos, a través del tacto,492 así también los videntes, al La naturaleza lleva todas las cosas hasta el término de la vida,5°fi proce­
estar en tinieblas y a tientas."3 H ay aquí, nuevamente, una predilección diendo luego a una degradación. En esta etapa hay dificultades fisiológi­
por el sentido del tacto como órgano de conocimiento. Por otra parte, cas para asimilar los alimentos y, en consecuencia, los cuerpos devienen
un corpúsculo es inmutable (im m u ta b ile)/3'4 pero un color es algo cam­ más vulnerables frente a golpes externos."7 De la muerte individual, la
biado (nu-tíaíwrn)495 y por lo tanto variable.49®Además, el color no es una decadencia alcanza a la tierra toda."* Completando esta sección tanática,
cualidad intrínseca, síno que depende de un impacto de iuz.49'7El plumaje la figura de un anciano campesino resignado, acaso el vetusto reflejo de
reflectante de variadas aves ilustra claramente este fenómeno lumínico. A aquellos niños asustados del proemio, culmina el libro,
su vez, el color surge como resultado de un choque ocasionado desde el La relación entre el segundo proemio y ei resto del libro reside en la
exterior hacia la pupila.4" asunción de una perspectiva panorám ica como metáfora para la com­
-Acercándose al final, se brinda una descripción materialista del proce­ prensión filosófica acerca de qué es el universo y cómo opera. 509 Desde el
so de muertc,499 con un punto de dramatismo máximo: “hasta que la ma­ ángulo más abarcativo, la naturaleza se revela como entidad única, pero
teria, toda conmocionada a través de los miembros,/ desata del cuerpo los diversificada en infinitos choques entre infinitos elementos, cuyas combi­
nudos vitales del alma/ y dispersada la arroja fuera por todos los poros".500 naciones resultantes se manifiestan como cualidades perceptibles, como
Así, anticipa el funesto final del libro. seres animados o cualquier cosa que se mueva o incluso como cuerpos
Antes de la decadencia venidera, el poema se proyecta a escala estáticos, aunque solo lo estén en apariencia y a la larga cederán. Habida
astronómica,501 recuperando la perspectiva de la infinitud universal que cuenta de las limitaciones de la visión ocular respecto al conocimiento
cierra el libro primero. Postuia la existencia de innumerables mundos y directo de los elementos, —puesto que estos son invisibles al ojo huma­
entidades: “hay otros orbes de tierras en otras _partes/ y variadas naciones no y, viceversa,. el ojo ve colores impropios de los elementos—•, es en el
de hombres y generaciones de fieras':5<uLuego Lucrecio vuelve a conside­ plano poético donde la clave de la doctrina lucreciana se h a la fielmente
rar la naturaleza en cuanto a su poder, como entidad libre, inmune a los representada mediante la serena contemplación de un proceso siempre
deviniente entre elementos invisibles e imperecederos.
'"DR.l'l. II.728-729.
4n DRN. II.730-738.
492.DRI\f. IL741-745.
493DRA7 II.746-747.
4S4^DRN.U751.
II.753.
,?G^D.RlV. II.749-756. DR.AUL1090-1092.
4"D DRN. II795-797. 5“ DR.lV'. 11.1095-1096.
’” DRN. IÍ.8I0-816. DRN, II.L 112-1115 .
¡1.944-962. 5“SDRN. IL 1116-1130.
11.949-95!. " 7DRN, U .1131-1149. -
5C1DRN. IL1048-L089. 5M.DDRN. ILI 150-1174.
"'D R N . II.1075-1076. “ ’ DE L A C Y (1964= 2007; 156).
80 L il ia n a P é g o l o y e q u ip o

LIBRO I I I
D ivisión tem á tica
Elogio a Epicuro........................................................................ ................ 1-30
Objetivos temáticos del libro:
Exposición sobre la naturaleza del alm a................. ............... .......... 31 -93
Particularidades del a n im u s ..................................................... 94-135
Anim o y alm a constituyen una u n idad ....................................... 136-160
El ánimo y elalm a son corpóreos ......................................................... 161-176
Los sem in a del a n im u s .... ....... ........................... ................ .............. . 177-230
Composición del a n im u s ................... ......................................... .......... 231-257
La unidad del a lm a.... ........................... ........................ ............... . 258-322
Vínculos entre el cuerpo y el án im o ............. ....................................... 323-349
El cuerpo y su combinación con el a lm a ............................................350-358
Hipótesis en torno a los ojos y el alm a................................... ........... 359-369
Contra D em ócrito.... ................. 370-395
Importancia vital del án im o ............................................... 396-416
El ánimo y el alma son m ortales....................... ...................................417-444
Nacim iento y muerte del alma y del cuerpo............. ........................445-458
Sufrimiento conjunto del cuerpo y del a lm a .....................................459-525
Signos de la agonía y la m uerte................................... ......................... 526-547
Unión de cuerpo y án im o .......................................................................548-579
Separación del cuerpo y del alm a .................................................. 580-614
Acerca d el lugar donde s e ubica el án im o .......................................... 615-623
Los cinco sentidos en relación con e lalm a ......... ............. ................ 624-633
El alm a es divisible y por ello m o rtal....................................,.......... 634-669
Contra la preexistencia del a lm a ................... ................ .................... 670-678
Hipótesis contrae! creacionism o................................. ............ .......... 679-71 2
El alm a y la m uerte....................... ...........................................................713-740
Argumentos contraía transmigración de las alm as........................ 741-783
El alma solo existe en un cuerpo........................................................... 784-829
La muerte no afecta a los hom bres.......................................................830-869
Temores humanos ante la m u erte..................... ...................................870-893
Inutilidad de las lamentaciones fúnebres........................................... 894-911
Reflexiones acerca de la brevedad de la vida .....................................912-930
La naturaleza y la controversia en torno a la m uerte......................931-977
Las leyendas en tom o a la ultratum ba..............................................978-1023
Ubi su n tí Nadie escapa a la m uerte................................................ 1024-1052
El conocimiento como forma de salvación ............................... 1053-1075
Conclusiones sobre la temporalidad hum ana.............................1076-1094
Es t u d i o p r e l i m i n a r 81

R esu m en

El tema central del presente libro consiste, desde un punto de vista ge­
neral, en un estudio de la naturaleza del alm a. A partir de ello, Lucrecio
elabora un sinfín de cuestiones que se desprenden de este tópico fun­
damental. Para esto, Lucrecio se ampara en la autoridad de Epicuro,sl°
pues el pensador griego, infundido por un carácter divino, dehe ser com­
prendido como “el descubridor de las cosas”,5! 1 y por ello, nos permite
alcanzar, como veremos más adelante, una vía para disipar los terrores del
alma. Esto significa que la tarea filosófica no solo debe concentrarse en el
estudio y elucidación de la naturaleza de las cosas, sino también en un ca­
mino para alcanzar la imperturbabilidad. Dicho de otro modo, Lucrecio,
al igual que Epicuro, cree que las consecuencias teóricas y prácticas del
filosofar son dos caras de una misma moneda.
A partir del verso 31, Lucrecio muestra la im plicancia entre el desco­
nocim iento de la naturaleza del alm a y los males que aquejan al hom­
bre, productos del “miedo del Aqueronte”.512 Las consecuencias de esta
ignorancia son diversas: sin embargo, poseen un núcleo o raíz común: la
creencia en la inm ortalidad del alma. Para elim inar todos estos equívocos,
y así sus consecuencias en la vida de los hombres, Lucrecio intenta dilu­
cidar la naturaleza del alma. Esto lo lleva a distinguir entre tres términos:
“alma” {anima}, “ánimo” { anim us), y “m ente” \mens). A quí, Lucrecio se
distancia de la postura que sostiene la localización de la mente en una
determ inada parte del cuerpo, y relega al ánimo y ai alma a una locali­
zación indeterm inada.514 Es más, ánimo y alma “conforman una única
naturaleza”.554 Con todo, Lucrecio sostiene aun la prim acía de la mente,
pues “la restante parte del alma diseminada por rodo el cuerpo/ obedece
y se mueve al mandato e impulso de la mente”.515
D e todo esto se deriva otro punto central delapropuesra de Lucrecio:
el alm a y el ánimo son corpóreos. En esta breve frase el pensador romano
se opone a una gran parte de la tradición griega precedente, pues tanto
5I0Este elogio atribuible a la figura de Epicuro puede encontrarse con anterioridad en
1.62-73: Y también en los proemios de V. 1-63 y de VI.1-42, que incluye lin elogio a
Atenas. Este libro contiene la única mención a Epicuro en IIi.1042.
‘•n DRN. III.9.
nz£>RN. III.37.
513Este problema es retomado entre ios versos 615-623 del presente libro.
M£)RN. III.I37.
il5£>RN. IiI-143-144-
82 L IL IA N A P E G O L O Y E Q U IP O

el platonismo como el aristotelismo sostenían el carácter incorpóreo del


alma frente al cuerpo. El argum ento lucreciano para sostener esto consis­
te en señalar que, frente a una dolencia, el ánimo y el alm a tam bién suf ren
una determinada turbación. Por ello, deben ser corpóreos, pues algo de
índole incorpórea no podría estar sometido al dolor.3'*5 La corporeidad
del ánimo y el alma "es sumamente sutil y (...)/ existe conformado por
corpúsculos extremadamente diminutos”.317 A su vez, estos corpúsculos
son más rápidos que cualquier cosa que podamos observar. Dicho de otro
modo, la vista no nos permite acceder a la comprensión de la naturaleza
del alma y el ánimo. En cuanto a su composición, la naturaleza de estos
corpúsculos “debe constar/ de semillas sumamente redondas y en extre­
mo diminutas” 518 como también livianas, pues el ánimo y el alma poseen
un carácter “eminentemente móvil”.319 Además, “(...) es necesario que
toda el alm a conste de semillas muy pequeñas,/ unida a través de venas,
visceras y nervios”. S2° Siendo más específico, Lucrecio afirma que el ánimo
posee una naturaleza triple: aire, vapor y calor. De esto se desprende que
no puede hablarse de una naturaleza simple, pues el modo de explicar la
constitución de las cosas debe guiarse por una explicación que dé cuenta
de un proceso múltiple. Por ello mismo, ¿por qué razón sostener que la
naturaleza del ánimo es triple? Ninguna, y el mism o Lucrecio nos señala
unos versos más abajo que debe hablarse de una “cuarta naturaleza”, para
la que, de modo sumamente interesante, carecemos de todo nombre.321 Si
bien Lucrecio no señala la razón de este carácter inefable de la cuarta na­
turaleza, podemos conjeturar que esto se debe a su invisibilidad esencial,
pues “esta fuerza carente de nombre formada por diminutos/ corpúsculos
se te oculta y, a su vez, ella misma es como el alma/ de toda el alma y do­
mina en la totalidad del cuerpo”.312
Asumiendo el carácter corpóreo del ánimo, Lucrecio retoma su rela­
ción con el cuerpo.323 Por una parte, existe una interrelación indisociable
entre el ánimo y el cuerpo, hasta el punto de que su separación implicaría
un perjuicio equivalente para ambos. Por otra parte, el ánimo “es custo-
515Di?N. 111,161-176,
317D R N . I1Í.I79-180.
3mDRN. III.1S6-187.
5,,Di?AT.111.204.
3mD R N . 111.216-217.
™DRj\t. III.242.
512D RA 7.: 111,279-281.
5ZiDRAT 111323-349.
ESTUDIO PRELiMíNAR 83

dia del cuerpo y causa de su conservación'’.524 Ahora b ie n , si ambos están


implicados mutuamente en su conservación, no parecería justo hablar del
predom inio de uno frente al otro, y por ello, no tendría sentido señalar
que el ánim o es la causa de la conservación del cuerpo. El mismo Lucrecio
afina y ajusta dicha afirmación sobre la relación entre el ánimo y el cuer­
po, pues posteriormente indica que “(...) la causa de su conservación/ fue
puesta en la conjunción”.525 La sensibilidad misma se da en esta comunión
entre cuerpo y ánimo, pues ninguna por separado podría sentir algo.526
Esto conduce a Lucrecio aconfrontar con el pensamiento de Demócrito.
Según el poeta romano, el filósofo griego considera que "(..,) cada uno de
los elementos primordiales del cuerpo y del ánimo/ varían dispuestos en
alternancias particulares, y que entrelazan sus miembros”.52/ Para Lucrecio
esto es sencillamente absurdo. Demócrito no alcanza a comprender que
los elementos del alma poseen un carácter mucho más pequeño que aque­
llos que componen el cuerpo.52*
Si retomamos la afirmación de la corporeidad y el carácter móvil del
ánimo y del alma, indefectiblemente una nueva consecuencia se nos im ­
pone: la m ortalidad de ambas. Aquí encontramos nuevamente una dife­
rencia radical de Lucrecio con el pensamiento griego clásico , y a su vez,
una íntim a relación con el pensamiento de Epicuro. Esta afirmación im­
plica, por una parte, que el alma, el ánimo, la mente y el cuerpo nacen y
mueren, y por otra parte, por ser mortales, se encuentran sometidos al
sufrimiento, al dolor y a las enfermedades. O tra razón para sostener la
inm ortalidad del alm a consiste en su divisibilidad,529 pues si existe una
relación indisoluble entre el cuerpo y el alma, al ser el hombre privado de
una parte del cuerpo, también sucederá lo mismo con una parte del alma.
Del carácter m ortal y divisible del alma se deriva, a juicio de Lucrecio, la
imposibilidad de una preexistencia de la misma.530 Contrario a la teoría
de la inetempsicosis, propia de diversas tradiciones del pensamiento grie­
go antiguo (orfismo y pitagorismo, y posteriormente en el neoplatonismo
pagano), Lucrecio indica la imposibilidad de esta postura, puesto que el

í 24DRN,III.324.
35 DRN. 111348-349.
DRN, m.334-33».
517DRN. III.372-373.
i2SDRN. IIÍ.374-375.
525DRN. 111.634-669-
™DRiV. 111.634-640.
84 L il ia n a p é g o l o y e q u ip o

alma no recuerda nada de las supuestas vidas pasadas.5-1O tro argumento


de mayor peso reside en la mortalidad del alma, puesto que asumiendo
esto, no podría hablarse de ninguna transmigración. Sí el alma es mor­
tal, entonces la metempsicosis carece de sentido. A estas afirmaciones se
enlaza una crítica al creacionismo,51*2 Que el alma sea creada con inde­
pendencia del cuerpo y luego ambos se enlacen en el momento del na­
cimiento resulta para Lucrecio un completo absurdo, pues esta teoría va
en contra de la intim a relación entre ambos y su común carácter mortal.
No hay anterioridad de ninguno frente al otro, sino que debe hablarse de
simultaneidad.
El últim o núcleo conceptual de este libro lo compone, en un tono
predom inantem ente epicúreo, una serie de reflexiones en relación con el
problema de la muerte. Si el alma, a diferencia de lo que sostienen el pen­
samiento popular y diversas tradiciones filosóficas, es mortal, urge la si­
guiente pregunta: ¿cuál es el sentido de la vida ? ¿Acaso puede hablarse de
un sentido, o más bien debemos decir que la teoría de Lucrecio nos lleva
irremediablemente a u n pesimismo y a sostener que la existencia carece de
sentido? Las reflexiones de Lucrecio se inscriben en la tradición epicúrea,
pues el poeta romano afirma que “nada es, por lo tanto, la muerte para
nosotros y no nos concierne en nada”?-3 Todo esto puede entenderse a la
luz de la afirmación del carácter mortal del alma y del ánimo. Aceptar esto
im plica entender que el lamento frente a la muerte es vano. L a muerte es
nada. Nuevamente vemos en Lucrecio, del mismo modo que en Epicuro.
la relación entre la teoría y la praxis. Asumir teóricamente que el alma es
mortal, debe llevarnos a disipar el miedo a la muerte en la cotídíaneidad
de nuestra existencia. Con todo, y con el fin de poner a prueba su pensa­
miento desde diversos ángulos (gesto constante en su argumentación),
Lucrecio retom a nuevamente la teoría de la transmigración de las almas,
puesto que, si bien es cierto que podría afirmarse que la distribución de
las semillas o p rim ord io, podría repetirse, no por ello debemos creer que
el alma y el ánimo son inmortales. Este posible proceso “no lo podemos
recordar ni asirlo con la mente;/ pues se le interpuso una pausa a la vida y
desordenadamente,/ de manera dispersa, todos los movimientos se apar­
taron de los sentidos”? 34531
531DRN. IIL672-678.
DRN. III.679-712. El mismo tema es retomado entre los versos 741-783.
333DRN. III.830. C£ Epic., Ep. Alen. 124, Sent. 2.
334DRN. 111.859-861.
Es t u d i o p r e l i m i n a r 85

L IBR O IV
D ivisión tem ática.
Nueva exaltación de la m isión poética.,,....... ............ ................ 1-44
Argumento del libro: Teoríaen torno alo s simulacros ................... 45-109
Consistencia de los sim ulacros............................. ....... 110-128
Simulacros de formación espontánea ............................... . 129-142
La formación de los simulacros ......... .............. ..o..,....,.,.....,,.....,,..,.,.. 143-175
Del movimiento délos sim ulacros.................... ......... ................ 176-229
Hipótesis en torno a la v isió n .............. .................................................. 230-268
Teoría en tom o al espejo.............................. ............... ................... . 269-323
Teorías diversas en torno alas imágenes ......... ....... 324-378
Otras argumentaciones acerca de la visión ................ ....................... 379-468
Argumentación en torno al criterio de v erd ad .................. ............. 469-521
Anticipación acerca del camino a seguir........................ ............... . 522-523
Teorías acerca de la audición ................ ................ ........... ....................524-548
Acerca de la voz y el sistema articulatorio ....................... .........549-594
Consideraciones acerca del so n id o ..................................... 595- 614
Consideraciones sobre el sentido del gu sto .................... ............ . 615-632
Tipos de gustos................ ....................................................................... . 633-672
Consideraciones acerca delsentído del o lfato ..................... ........... 673-686
Particularidades de los olores..................... ......... ............... .................687-705
Tipos de olores y peculiaridades de la v isió n ....................................706-721
Hipótesis en torno a la percepción ....................................... .............. 722-776
H ipótesis en torno a la capacidad intelectual........ ....... ......... 777-822
Argumentaciones contra las causas finales................................ .......823-857
En tonto al hambre y la s e d ................... ................................. . 858-876
Teoría en torno al m ovim iento........... ........................................ .........877-906
Tratamiento del motivo del sueño y sus causas.............. 907-961
Los sueños en el conjunto de los seres anim ados................. . 962-1036
Acerca de la fisiología del am o r.............. .........................................1037-1120
El amor como causa de ruina física, moral y económ ica 1121-1140
Precauciones en torno al amor: catálogos de sus m ales............1141-1191
Amor y verdad entre los géneros.................. ............................. 1192-1208
Particularidades de la herencia................... ..................................... 1209-1232
L a esterilidad humana ............................................... ................. 1233-1277
Conclusiones en tom o a la fisiología del amor ........................... 1278-1287
86 L IL IA N A P E G O L O Y E Q U IP O

R esu m en

El problema de este libro consiste en una elucidación de la noción de


sim u la cru m . Pues aquí se pone en juego una serie de formulaciones onto-
lógico-gnoseológicas que se encuentran en íntima relación con lo elabo­
rado en el libro anterior. Com o Lucrecio mismo expresa, la teoría de los
sim ulacro, se desprende como consecuencia de su anterior postulación del
principio de las cosas y de la explicación acerca de la naturaleza del alma.
La introducción de esta teoría inicia con un carácter estrictamente gno-
seológico, dado que el problema se inscribe en el campo de la represen­
tación. Aquí el problema no es “qué” conocemos, sino más bien “cómo”.
Lucrecio inicia la explicación señalando que “las representaciones y las
delgadas figuras/ son emitidas a partir de las cosas desde la propia superfi­
cie de los cuerpos”.” ' Estas representaciones actúan como imágenes de los
cuerpos. Y ello es así porque una “delgada imagen debe/ ser emanada por
las cosas desde la superficie corporal de estas”.’36 Aquí se retoma la teoría
lucreciana de los pequeños corpúsculos como principio dinámico de lo
real. Estos son la base y fundamento de las señaladas membranas o cor­
tezas de las cosas, dado que “(...) existen contornos determinados de for­
mas/ que comúnmente revolotean provistos de un hilado sutil”.537 Estos
simulacros no son el principio de las cosas, sino más bien de nuestro cono­
cim iento y de nuestras representaciones acerca de las cosas. Aquí Lucrecio
intenta mostrar la semejanza entre las cosas y nuestras representaciones.
De aquí surgen diversas preguntas: ¿conocemos las cosas en cuanto ta­
les? ¿Podemos acceder a ellas, o meramente debemos conformarnos con
estas imágenes que se asemejan a las cosas? Si bien todas estas preguntas
no poseen una respuesta directa de puño y letra de Lucrecio, podemos
intentar acceder a una comprensión de las mismas. En cuanto a la pri­
mera pregunta, Lucrecio afirma que “existen, por lo tanto, tenues for­
mas y representaciones similares a las cosas/ (...) aunque ninguno pueda
distinguirlas separadamente”.’ 38 H ay aquí dos cuestiones. Por una parte,
parece imposible acceder a las cosas en cuanto tales, puesto que nuestras
representaciones responden a estos simulacros. Pero a su vez, por otrapar-
te, Lucrecio dice algo sumamente interesante. Si bien no accedemos de
manera directa a las cosas, tampoco podemos distinguir realmente entre
6,5DRN. IV.42-43.
‘^DRN. IV:63-64.
DRN, IV.87-88.
^D RN , TV, 304-106.
ESTUDIO PRELIMINAR 87

estas y sus simulacros. Y esto es así porque el único modo a partir del cual
accedemos a las cosas son los simulacros.
Señalado todo esto, Lucrecio ofrece una explicación sobre el proce­
so de formación de los sim u la cra . Estas imágenes o representaciones de
las cosas poseen dos características básicas: se generan y fluyen perpetua­
mente.539 A su vez, este proceso es posible porque “(...) siempre algo su­
perficial em ana de los objetos”.540 A los fines de explicar el modo cómo
estas representaciones retornan a nosotros, Lucrecio apela a la figura del
espejo.54! M ediante una digresión sobre las diversas formas que los simu­
lacros asumen (al atravesar objetos como el vidrio o la imposibilidad de
ello, poniendo como ejemplo las rocas), el espejo, definido como brillan­
te y denso, nos perm ite entender cómo estos simulacros interactúan y
constituyen el fundamento de nuestras representaciones de los objetos o
cuerpos. El espejo actúa como paradigma de las representaciones porque
siempre hace aparecer una imagen, de modo que “se desprenden sin ce­
sar de la superficie del cuerpo/ los sutiles tejidos de la j cosas y sus sutiles
figuras”.542 Un punto central que se encuentra presente aquí consiste en la
velocidad de los sim u la cra . Estos, del mismo modo que la luz, “recorren
un espacio indecible en un instante”.543 Aquí Lucrecio encuentra dos mo­
tivos. Primero, porque existe una causa m uy pequeña que impulsará a los
sim u la cra ó44 Segundo, porque su naturaleza volátil y ligera les permite
penetrar fácilmente las cosas.545
Como toda gnoseología que se basa en la noción de imagen para pen­
sar la interacción entre las cosas y el alma, indefectiblemente tiende a un
predominio de la visión como metáfora del conocimiento. Esta cuestión
puede encontrarse entre los versos 230 a 267. De modo contunden­
te y claro, Lucrecio señala que la causa de la visión debe hallarse en las
imágenes,546 pues “la imagen perm ite que veamos y se ocupa de que distin­
gamos/ cuánto dista cada cosa de nosotros”.547 La imagen es impulsada, y
ii9DRN. IV843-144.
i40DRN. IV:i45.
541DRN.1V.150-160.
:4:’ ZIA’/V. IV.157-I58. A su vez, otro modo de explicar la formación de imágenes a
partir déla figura del espejo puede encontrarse entre los verses 269-347.
543DRN. IV. 192.
M4DRN. IV.193-194.
54SDRN. 1V.195-198.
546DRM. IV^37-238.
547DRN. IVL44-245.
88 L il ia n a p é g o l o y e q u ip o

poneasí en movimiento el aire que se ubica entre é ly los ojos, atravesando


nuestras pupilas.54* Así, la cercanía o distancia de los objetos depende de
la mayor o menor cantidad de aire y su intensidad, la cual pasa a través de
nuestros ojos. Nuevamente, Lucrecio indica que este proceso se caracte­
riza por una velocidad imposible de ser captada por los sentidos. Todo
esto im plica una profundización en torno a la noción de imagen. Si bien
la visión no puede alcanzar un conocimiento cabal de la naturaleza de las
cosas, tampoco puede decirse que la visión cometa error alguno. El origen
del error, lejos de encontrarse en los sentidos, debe ser explicado mediante
un fallo en el razonamiento intelectual.548549*52Las ilusiones ópticas que des­
cribe Lucrecio tienen su origen en el discernimiento del intelecto. La nave
que se mueve cuando parece estar quieta y los astros que sugieren estar
fijos, aunque se encuentren en constante movimiento, se presentan como
ejemplos de este modelo gnoseológico anclado en una reivindicación de
los sentidos. Así, Lucrecio sigue la tradición epicúrea.’ 50 La imagen, en­
tendida como representación de las cosas o simulacro, no puede ser falsa.
En consonancia con su explicación del error, Lucrecio expone sus apre­
ciaciones acerca del criterio de verdad. La íuente de validez de cualquier
enunciado tiene un origen en los sentidos, y estos últimos, como ya di ji-
mos, no pueden refutarse.55' De este modo, la razón nace de ios sentidos,
y a veces puede adoptar la forma de una “sensibilidad errónea”.’ 52 Aquí
encontramos el proceso genético del conocimiento desde los sentidos a
la razón, tal como es abordado por Aristóteles y, posteriormente, por el
epicureismo. El lamoso d ictu m aristotélico, repetido hasta el cansancio en
la Edad Media, “no hay nada en la razón que no haya estado previamen­
te en los sentidos”,” 3 es claramente aplicable a la gnoseología lucreciana.
Si bien encontramos un predominio de la visión a la hora de explicar el
proceso de constitución del conocimiento, con todo Lucrecio desarrolla
un estudio pormenorizado de los diferentes sentidos, puesto que el pre­
dom inio de estos (audición, gusto, olfato y visión) debe atravesar a todos
y cada uno de ellos,5’ 4

548DEM. IV:246-249.
>*9Vease YALENTÍ FIOL. voL II, pp. 42-43, n. 15.
” °Epie., Sent. 24.
555DRN. IV.478-479.
552DRN. IV.483.
’53Añst„ Metaph. I. 980a.
™DRN. 11.398-441; ÍV.230-268; 379-468; 524-548; 595-721.
Es t u d io p r e l im in a r 89

Otro núcleo central de este libro puede encontrarse en los desarrollos


lucrecianos acerca del amor. Esta presentación oscila entre una explica­
ción de las causas fi siológicas del amor, los males y problemas que de éi se
derivan. En relación con la primera cuestión, el amor tiene su origen fisio­
lógico en una excitación e inquietud del semen que vigoriza los miembros
en la edad adulta y recorre diversas partes del cuerpo, llegando hasta las
partes genitales del mismo, produciendo la voluntad de arroj ar el semen
hacia donde indica un deseo violento,55' Dicho esto, la conclusión de este
proceso fisiológico es que la mente ha sido dañada por el amor. Aquellos
que reciben los golpes del amor, heridos por la flecha de Venus, sufren al­
teraciones del ánimo. Ante esto, Lucrecio recomienda huir de las im áge­
nes y alimentos del am or cuando lo amado se encuentra ausente.754 Aquí
podemos apreciar nuevamente el fuerte papel de los sentidos como fuen­
te y principio de todo conocer, pues “Venus entretiene a los amantes con
simulacros”.5’ 7 El amor es un ejemplo radical de la teoría lucreciana de la
percepción. Sus consecuencias son nefastas, producen todo tipo de ruina
física, moral y hasta económica en los seres humanos.53*5 Sí bien Lucrecio
presenta al enamoramiento como un proceso violento, no es menos cier­
to que la costumbre hace al amor”,559 del mismo modo que las
gotas de agua que caen/ en las piedras durante un largo período perforan
las rocas 560 Así, el mayor riesgo del amor no estriba en el desenfreno
del Ju ra r, sino en la costumbre y el tiempo que consuma la relación. De
allí que sea necesario elim inar ese deseo irracional lo antes p osible, y así
“romper los robustos nudos de Venus”.5515

555£>í ?jV. IV.1030-1048.


™DKN. IV.1061-1072.
™DSN. IV. 1101.
5i*DRN. IV. 1121-1140.
™DRN. IV. 1283.
™DRN. IV.1286-1287.
'eiDRN. IV. 1148.
90 L l.U A N A P E G O L O Y E Q U IP O

LIBRO V
D ivisió n tem á tica
Nuevo elogio a Epicuro y a la sabiduría.................................................... 1-63
Argumento del lib ro .............................................................................. 64-90
En tomo al fin delm undo.......................................................... 91-145
Los sitios donde moran los dioses........................................................ 146-194
El universo es imperfecto al igual que elb o m b re.......... ..................195-234
La m ortalidad del universo................ ................ ...................................235-246
La m ortalidad de los elementos
a) La tierra................................... 247-260
b) El a g u a ......................................................................................... 261-272
c) El a ir e ............................................. 273-280
d) El fu ego ................ 281-305
Las piedras no resultan inalterables............................................. 306-317
El cielo tiene origen y f in ......................................................................... 318-323
El universo carece de vejez y eternidad ............................................... 324-350
Las posibilidades de desaparición del mundo ........... ....................... 351-379
L aluch a entre los elem entos................... ................................ ............. 380-395
Acerca de Faetón, hijo d el Sol, y el diluvio ..................... ................ 396-415
Origen del mundo y de la totalidad de las cosas.............................. 416-448
La distinción de los cuatro elementos: etapas cosm ogónicas..... 449-494
Ordenamiento de los cuatro elem entos...... ........... ..........................495-508
Movimientos d élos astros........... ......................................... 509-533
Suspensión de la tierra en el espacio.....................................................534-563
Las dimensiones del sol, la lu n a y las estrellas.................................. 564-591
Orígenes del calor y la lu z .......................... ............... .............................592-613
Los cursos orbitales del sol y la luna .......................... .......................... 614-649
L an o cb e............................. 650-655
El sol reaparece cada m añ ana..................................................................656-679
D esigualdad entre los días y las noches.............................................. 680-704
Las fases de la lu n a ........................... .............................. ..........................705-750
Eclipses solares y lunares ................................... ................................... 751-771
Origen e infancia del m undo.................................................... ............ 772-782
Creación de las plantas y de los anim ales........................................... 783-820
Creación y decrecimiento d élas cosas.................................... ........... 821-836
Ensayos monstruosos de la naturaleza ..................................... ........... 837-854
La regularidad de las creaciones ........................ ....................................855-877
Animales extraordinarios............................................................ 878-924
Es t u d i o p r e l i m i n a r 91

La aparición del hom bre............................. .... 925-987


La m uerte y sus acechanzas..................... . -98 8 -1 0 1 0
Desarrollo sociofamiliar ............... ...................... 1011-1027
Origen del len g u aje.......................... .................... 1028-1090
Obtención del fu eg o ............................................. 1091-1104
La aparición de las ciudades............................ . 1105-1135
C aída de la m o narquía........... ............................. 1136-1160
Origen del culto religioso.................................... 1161-1193
Los males de la re lig ió n ........................................ 1194-1240
Descubrimiento de la m etalu rgia...................... 1241-1280
La fabricación de armas: su evolución............ 1281-1296
Evolución en el arte de la g u e rra........................ 1297-1349
Desarrollo del arte te x til...................................... 1350-1360
Desarrollo de la agricultura ................................. 1361-1378
Origen de la m úsica.............................................. 1379-1435
El cálculo del tiempo a partir del sol y la Irma 1436-1439
La civilización hum ana llega a su f in .............. 1440-1457

R esu m en

El libro V comienza con un nuevo proemio de alabanza a Epicuro/62


en el que se destaca el carácter divino de quien realizó tales descubrimien­
tos “aquel f ue un dios, un dios, célebre Memio,/ quien primero descubrió
esa razón de vida que/ ahora se llam a sabiduría, y quien, a través de su
arte,/ a partir de tantos oleajes y tantas tinieblas,/ colocó la vida en tal
calma y en tal brillante luz”/6' Epicuro es un donador para el género hu­
mano, como algunas figuras míticas. Ni los esfuerzos —alegorizados por
los trabajos de Hércules— n ílo s temores tienen un fundamento real. Sin
embargo, el hombre vive presa del deseo, las preocupaciones, los temores
y otras emociones. Fue el filósofo quien supo dejar todo esto atrás y quien,
además, “acostumbraba a ofrecer muchas palabras,/ de buena manera y
divinamente”5*54 sobre toda la naturaleza de las cosas. Lucrecio sigue sus
huellas { vestigio). De este modo, el proemio enlaza la figura del maestro
con la verdadera sabiduría: la imperturbabilidad del alma, a la vez que
con la necesidad del conocimiento científico. Finalizado el proemio, se
562DRN. V.l-63.
36}n m v . v.s-12.
56*n.RI-¿ V.52-53.
92 L il ia n a p é g o l o y e q u ip o

destaca que la naturaleza del alma está atada a un cuerpo, por lo tanto es
de carácter mortal, si bien, ocasionalmente, ios simulacros nos engañan ai
hacemos ver a quien ya abandonó la vida.565
Lucrecio afirma que el mundo tiene un cuerpo mortal y tuvo un naci­
miento. En este libro presenta un discurso que explicad66 (i) la formación
de la tierra, eí cielo, el m ar, las estrellas, el sol y la luna por condensación
de la materia { m aterial), (ii) los animales que aparecieron sobre la tierra,
(iii) los que nunca han nacido, (iv) cómo el género humano comenzó
a servirse del lenguaje, (v) de qué modo se generó eí temor a los dioses,
(vi) la fuerza de la naturaleza que rige el curso del sol y la luna, (vii) los
fenómenos de las etéreas regiones sin apelar a la religión. Los dioses lle­
van una vida sin preocupaciones567 y nada tienen que ver con los fenóme­
nos naturales. Lucrecio insiste en cómo todas las cosas se perderán por
la destrucción de todo lo que existe “no escapa de m i ánimo qué nuevo y
admirable asunto golpea a la mente/ la destrucción futura del cíelo y de
la tierra”,568 dando cuenta de la dificultad de su empresa mediante esta
reflexión. También reconoce el inconveniente de que algo que se escucha
no pueda ser corroborado por la visión n i ser dado a las manos, dificultad
en establecer la progresión sensualista detallada en 11.398-441.56s
Continúa con una argumentación sobre la morada de los dioses:570 las
casas de los dioses no existen en este mundo, n i ellos han creado nada,
pues su naturaleza es tenue y aparta da de nuestros sentidos; nada de ellos
puede estar en contacto con nosotros y ser tangible.571 Una serie de pre­
guntas retóricas ponen en advertencia al lector de la ingenuidad de ciertas
concepciones religiosas. “Pero, creo, la vida yacía entre tinieblas y triste­
za,/ hasta que amaneció el origen fecundador de las cosas”,572 se enlazan
así los cuestionamientos a las concepciones religiosas con ios elementos
primordiales de las cosas {primordio, reru m ). ¿Cómo entender, si no, que
gran parte de nuestra tierra permanece inhóspita, que solo con mucho
trabajo logre el hombre sobrevivir? H ay fieras hostiles, epidemias, muer-
565D RN .V .64.
* e DRN. V.64-90.
ii7DRN. V.82.
DRN . V.97-98.
*»D R M V .102.
VaDRN. V.146-194.
571Se encuentra en esta sección el pasaje referido en la introducción sobre una futura
explicación ausente en el texto í 153-155).
™ D RN .V .l 74-175.
ESTUDIO PRELIMINAR 93

res prematuras, un advenir ai mundo en total dependencia y un permane­


cer en él cargado d e variadas necesidades. Luego de exponer este estado
de carencia e insuficiencia, recuerda Lucrecio que “(las cosas) cuyas partes
y miembros son de un cuerpo que nace/ y de formas mortales, percibi­
mos que estas mismas generalmente son mortales/ y a la vez tienen un
nacimiento”,573 Tanto el cielo como la tierra tuvieron un instante en el que
comenzaron a existir y tendrán otro en el que serán destruidos, existen y
existirán varios mundos, todos originados y perecederos.57'' Cada uno de
los cuatro elementos, tierra, friego, aire, agua, es mortal. A quí vemos al
poeta, una vez más, incluir antece den tes de la tradición filosófica, los cua­
tro elementos de Empédocles?75 Analiza brevemente cada uno: la tierra
es caldeada por el sol, hollada por las pisadas, levantada por ios vientos,
pero como es el común sepulcro de las cosas, m erma y luego vuelve a cre­
cer.574 Lo mismo ocurre con el mar, los ríos y los lagos, 577con los cambios
en las masas del aire.578 "Iodo está sujeto a ese permanente movimiento
(.a ssid u e q u o n ia m flu e r e o m n ia co n sta t)/79
El etéreo sol (a eth eriu s sol) 5S0 no está compuesto de fuego, sino de
éter.581 La m ención del elemento éter, a lo largo del poema, se debe a la
influencia de las concepciones astronómicas aristotélicas, pues el quinto
elemento es un novedoso agregado de la filosofía peripatética.582 Este sol
alumbra y deja de alumbrar cada día, con sus rayos de luz, las piedras y es-
m DRN. V.240-243.
5'■'V.235-246. Esta idea de que existen di versos mundos —yamencionado en 11.1075-
1076—, todos sujetos a su destrucción, se encuentra en las antípodas de Verg., A. L
7.79 im perium síne fin e. Es claro que la cosmovisión de Lucrecio conlleva una radical
disrupción en cuanto a la asunción de Roma y suposición central. C£ SCHIESARO
(2013).
S75FURLEY (2007:160).
i7tDRN. W2 4 7 -2 6 0 .
57?DSJV. W261-272.
i7l¡DRN. V.273-280.
™DRN. V.280.
™DRN. V.281.
™lDRN. V.281-305.
582Estas conceptualizaciones aristotélicas acerca de la divisióndct mundo en dos regio­
nes —supra y sublunar—, estaban asumidas en autores del período tardo-republicano.
En efecto, el éter es nombrado como el elemento por el que los astros se desplazan en
Cicerón, quien aborda con particular detenimiento la cuestión del éter en las mencio­
nes sobre el perdido Depbilosophia. aristotélico. La teoría del quinto elemento como
el constituyente del firmamento se advierte desde el s. I a,C„ y, reproducida por varios
autores, circulaba con regular aceptación, aunque no siempre se dispuso del texto aris­
totélico que la formuló.
94 Lil ia n a Pé g o l o y e q u ip o

tatúas de los dioses se desgastan y debilitan,583 lo que muestra cómo todo


es m ortal { totum n a tivo a.c m o rta li co rp o re co n sta t),5S4 Si las cosas fueran
eternas: ‘'¿por qué otros poetas no cantaron también otros hechos/ antes
de la guerra de los tebanos y los funerales de Troya?"585 En suma, todos
estos argumentos, con diversos recursos retóricos, sostienen la idea de la
mortalidad de todo lo que existe. Vuelve entonces Lucrecio sobre sus pa­
sos, y retoma las enseñanzas del libro I para recordar que la naturaleza del
mundo es un compuesto de materia y vacio,SSÉy en tanto tal, se formó en
algún momento y en otro se disolverá.
Entre los elementos que constituyen el mundo hay una constante lu­
cha, cada cual intenta imponerse al otro: la guerra dom ina todo.5*7 De
ahí nos llegan las leyendas de Faetón en las que se relata el dominio del
fuego, o la del diluvio que sumergió muchas poblaciones de los hombres.
Pero estos relatos no se acercan siquiera a la verdad: las cosas —todas las
cosas— suceden por acumulación de m ateria desde el infinito.
Entonces, desde estos principios, el poeta comienza a explicar cómo
a partir de ese cúmulo de m ateria se formaron el cielo, la tierra, los ma­
res y los astros.588 Los elementos primordiales de las cosas fueron agru­
pándose por infinitos choques, sus diferentes pesos y formas probaron
diversas uniones, producidas por azar. Esos p r h n o r d ia reru m estuvieron
en discordia largamente, hasta llegar a unirse los iguales con los iguales
y, así, comenzó el mundo a formarse, separándose la tierra del cíelo, el
mar del éter. Los elementos de la tierra se concentraban en el centro, por
su peso y conexiones. De allí se sustrajo primero el éter, al estar confor­
mado por constituyentes mas lisos y redondos y mucho menores que los
de la tierra, y, por eso, rodeó todo lo demás. Así, Lucrecio despliega una
explicación cosmológica sobre todo el universo. A continuación trata los
movimientos de los cielos (m o tib u s a stro ru m n u n c s it cau sa c a n a m u s f^ y
señala lo difícil que resulta saber qué causa opera aquí, pero procede a ex­
poner las numerosas causas que pueden regir la infinitud de los mundos.

■83Cf. DRN. 1.311-321.


™DRN. V.321.
5iiDRN. V.326-327.
iJ¡iDRN: V.351-379; cf. Í.329 y ss.
': ‘ 7DRN: V.380-415.
iílDRN. V.416-508.
imDRN. V.509.
ESTUDIO PRILUvUNAR 95

Reconocérnoslas enseñanzas de su maestro Epicuro.590En 1o consecutivo,


las diversas explicaciones de ios movimientos de los cuerpos celestes, las
estaciones, las variaciones de los dias y las noches, las fases de la luna y los
eclipses van a ser subsumidas a tal enseñanza del m aestro: “pueden ocurrir
por muchas causas”.59:
En la tierra primero surgió la vegetación, luego los animales. Todo lo
generó la tierra, por eso es llamada madre (m a ier n u m nornen a d ep ta )? 91
La tierra ensayó muchos portentos que no sobrevivieron,593 tanto como
no existen animales extraordinarios.594 Luego presenta el poeta la gene­
ración del hombre. Describe cinco etapas del proceso sociopolítico: (i)
el hombre vívia según la costumbre de las fieras {nw re je r a r u m ) ,595 no
había bien común, ni costumbres ni leyes; sin embargo, estos “desdicha­
dos mortales” (m iseris m o r ta lih u s f96 lograron advertir la existencia de la
muerte y el lam ento por la pérdida; (íi) en un segundo momento se aban­
dona el nomadismo, se proveen de chozas, pieles y fuego, y se constituyen
los hogares por parejas junto a los hijos, unidos a través de la ternura; se
forman las primeras comunidades en las que la am iáiia, y la concordia
prevalecen, la noción de justicia era compadecerse por los más débiles;55'7
introduce Lucrecio, casi a modo de excursus, una explicación sobre el ori­
gen del lenguaje, de claro contenido utilitarista;i9!i (iii) luego emergieron
líderes en base a las características naturales de Jos individuos: fuerza, in­
genio, belleza; se inició una jerarquía social, se fundaron las ciudades, y
aún no se abandonaba la protección de los más débiles;599 (iv) más tar­
de, la invención de la propiedad y el descubrimiento del oro subvirtió los
s9aEpic„ Ep. Hcr. 80: “y no hay que considerar que, a propósito de la utilidad de tales
cosas, no hayamos alcanzado un grado de exacritud cal que conduzca hasta la imper­
turbabilidad, es decir: nuestra felicidad (...). Por lo tanto, si creemos que es posible
que estos fenómenos ocurran de este modo, aun sabiendo que puede ser de múltiples
maneras, permaneceremos imperturbables como si supiéramos que son de esa manera”.
991DRN. V.752. En PALMER (2014:120yss.) pueden apreciarse algunas ilustraciones
de diversos aspectos del sistema cosmológico de Lucrecio que fueron anexadas a los
manuscritos en el Renacimiento.
592DRN. V.795.
™DRj>í. V.837-854.
™DRN. V.878-924. C£ 11.700-706.
™SDRN. V.932-1010, aquí 932.
™DRN. V.944.
iv7DRN. V. 1011-1027.
598DRN. V.1028-1090. Para la interpretación de la teoría del lenguaje en Lucrecio,
véanse las notas referidas en la traducción.
™DRN. V.1105-1112.
96 LILIANA PEGOLO Y EQUIPO

principios de la organización social, pues los hombres por lo general se­


guían el cortejo del más rico,6®1la noción de propiedad (res) es inventada
{ in ven ía st'jf01 finalmente, (y) una vez que la riqueza se convirtió en algo
que valía la pena seguir, la faina y el poder se convirtieron en metas socia­
les, y se produjo una transición al estado de leyes, Lucrecio concluye esta
sección con la futilidad de la ambición política.692 La ambición ilimitada,
de la vida política es por entero contraria a la inherente lim itación que
enseña el conocer la verdadera naturaleza de las cosas. H ay aquí una ydsión
utilitarista que descarta toda posible metafísica como fundamento de las
reglas de una sociedad. Este apartado dentro del libro se cierra con una
explicación del origen del culto religioso, que da paso a una vituperaría
sobre los males de la religión y enfatiza el rol negativo de la su p erstitío en
el sistema político de Roma.603
A continuación de esta historia sociopolítica, el poema continúa con
el desarrollo, a través de los tiempos, de distintas artes: la metalurgia,60"*
la fabricación de armas y el arte de la guerra,605 el arte textil,606 la agri-

6mD RtSt.V .m6.


a l DRN. V.l 114. Lucrecio va intercalando en esta descripción apreciaciones de orden
ético: “Y en el caso deque alguno gobierne su vida con una razón verdadera,/las gran­
des riquezas para el hombre están en vivir sobriamente/ con un ánimo equilibrado; y
en efecto nuncahay escasez de lo pequeño”, V. 1117-1119.
m DRN. V.l 136-1142. Estateoríade la evolución social de Lucrecio es distintivay pro­
bablemente innovadora aún en el contexto de la doctrina epicúrea. C f. SCHIES ARO
(2013:45); FARRINGTQN (1939:59-62). Para una discusión detallada de las dife­
rentes interpretaciones de la teoría social aquí implícita, véase KONSTAN (2008) y
las referencias allí mencionadas; en cuanto a la lectura estrictamente política, véase
COLMAN (2012). Para la comprensión de la historia del hombre como un todo,
de acuerdo con Epicuro, véase FURLEY (2007). Tres de los grandes editores de
Lucrecio, Ernout, Robin y Bailey, entienden que hay aquí un aspecto más sentimental
en Lucrecio que lo diferenciaría del “utilitarismo” de la justicia epicúrea, en tanto el
amor cumple un rol central, c f. V.1017-1023. Lucrecio muestraque es precisamente a
través de abrazar la voluplas epicúrea que el hombre entenderá que los valores sociales
son esenciales para la coexistencia pacifica, y cómo debe entonces estructurarse una
sociedad. Ningún aspecto de la vida política de Roma escapa a la condena: la noción
de bien público basado en virlus, pietas, ?iobiiiias, honor (m os maioru?n) es concep­
tualmente defectuosa y prácticamente desastrosa, tai como lo demuestran los eventos
contemporáneos a la escritura del poema.
¿mDRN. V.l 161-1240.
^ D R N . V .1241-1280.
íqí D K l'¿ V .1281-1349.
606DRN. V.1350-1360.
ESTUDIO PRELIMINAR 97

cultura607 y la música.608 Finaliza el libro V con un apartado que suele


presentarse como una especie de sumario, en el que se explica cuan cues­
tionable es el progreso hum ano® 9 que tiene como motor del desarrollo
“el uso y también la experiencia de una inente enérgica” (m u s e t im p igra s
m en tís ex p erien tia,).610 Si bien se recapitulan aspectos ya tratados, también
se incluye una idea nueva: “Por esta causa nuestra edad no puede- mirar
qué cosa sucedió antes,/ a menos que alguna razón muestre sus huellas”.011
Esta mención a las huellas determina una estructura anular.

LIBRO TL
D ivisión tem á tica
Elogio a Atenas y a Epicuro ............................................................................i-4 2
Argumento del libro ........................ .............................................................43-95
Los fenómenos atmosféricos
a. El tru en o ......................................................................... ............ . 96-159
b. Acerca del relámpago ...................................... 160-218
c. 1. Acerca del rayo y sus efectos ..... ........... 219-245
c. 2. Origen del rayo ......................... ....................... ........... . 246-356
c. 3. Las tempestades y su relación con el rayo ............. 357-378
c. 4. El rayo no es d iv in o .......... .......................................... 379-422
d. Las trombas m arin as................................................... 423-450
e. Acerca délas n u b es....................... ........... ..............................451-494
£ Acerca de la llu v ia ........................... ........................................ 495-523
g. Acerca del arco ir is .................................................................. 524-526
h, Otros fenómenos atmosféricos.................................. ....... 527-534
Acerca de los terrem otos............................................... ........... ......... 535-607
Por qué no se hace más grande el m a r .................... 608-638
Los misterios del Etna ........................ ............... ........................ ........... 639-711
El N ilo .......... .................. ..................................... ........................................ 712-737
Los Avernos ....................... .................................... ....................................738-768
Diferentes cosas producen diferentes sensaciones...................... 769-839

M7DRN. V11361-1378.
MSD Jm V . 1379-1435-
« ’ Cf. MÜLLER (2007:249).
;ii' DR jV. V.1452, que BATLF.Y (1947:249) entiende fimcionando en fases suce­
sivas, mientras MfJLLER (2007:247), como motores del desarrollo que trabajan
conjuntamente.
611DRN. V.1446T447. Cf. FURLEY (2007).
98 Lil ia n a p é g o l o y e q u ip o

Las frías aguas de los pozos ................................................. . 840-847


La fuente de A m m ón........................................................................ 848-878
Las fuentes de Dodona y de A rad o ...................... .......................... . 879-905
La piedra im á n ..................................... .................................................. 906-920
Los corp ora se encuentran en permanente m ovim iento............... . 921-935
Apuntes ento rn o a la rarefacción..................... ...................................936-958
Los efectos de los co r p o r a ................................. ................................. 959-978
Diferencias en la rarefacción................................................ .................979-997
Explicaciones en torno a! magnetismo ............................................ 998-1041
Experiencias con el magnetismo ................................. ............ . 1042-1089
Origen de las epidemias ................................................................-..... 10 9 0 -1 137
L apeste de A tenas............... ...............................................................1138-1286

R esu m en

El libro sexto repite, por últim a vez, la estructura que el poeta ha im­
puesto a su obra: un nuevo proemio con un encomio a Epicuro,é12 quien
“expurgó los corazones con palabras que dicen verdades,/ y estableció un
límite al deseo y al temor”.613 Los ce m o r e s s e disipan gracias a la obser­
vación y al razonamiento sobre la naturaleza,'5lJ¡ tarea que va a reanudar
entonces Lucrecio. Establece los objetivos que tiene en este libro: ( i) com­
prender el sistema del cielo y la tierra; (ii) conocer las tormentas y rayos
luminosos y las cau sas de estas cosas; (iii) alejar el miedo que trae la igno­
rancia.615 Tal como el libro I inicia con una invocación a Venus, este plan
del libro VI finaliza, a su vez, con una invocación a Calíope, musa de la
elocuencia y el canto, a quien solicita el poeta le muestre el camino hacia
la meta final, gesto en el que el yo poético reaparece para coronarse con la
tiara de la épica.6ií
A continuación Lucrecio propone la explicación de diferentes fenóme­
nos atmosféricos que se inician en los tumultos de las nubes y la mezcla
de elementos que en ellas suceden. El primer desarrollo explicativo co-

íu URf\r.VH-42.
61iDSN. YI.24-25.
**DRN. VI. 41.
61i;DRN. VL80-93.
^;vDR.\’. 77.99-95 Cf. 1.921-930. Algunos autores le atribuyen a Calíope ser la musa
de la lírica, otros de la épica. Las particulares experticias de cada musa fueron definidas
en el período alejandrino. Para más deralles véase n. 46 del I VI .
Es t u d io p r e l im in a r 99

rrcsponde aJ trueno.617 Comienza con un juego entre imágenes visuales


y sonoras “se sacuden las azules (bóvedas) del cielo a causa del trueno’!618
a las que se agregan luego táctiles “desde donde aquel sonido seco estruj a
los oídos/ y se alarga por un tiempo”617 progresivo agregado de distintos
sentidos que generan un fuerte impacto sinestético. Por otra parte, desde
este principio acerca de la conformación y comportamiento de las nubes,
asimismo, se produce una paulatina acumulación de términos del campo
semántico de la violencia { p u gn a n tib u s,jrem itu s, o b ru to , crep itu m , fu r it,
p etu la n tib u s, p h m g u n í, trem ere, dissiliásse, intorsit, co n m in u it, displosa,
entre otros), que generan así un trasfondo omnipresente en todo el libro,
basta su coronamiento final.
Los diversos sonidos que producen las nubes son puestos en relación
con diferentes fenómenos también sonoros de la naturaleza (el estrépito
de las ramas de los árboles ante las ráfagas de un viento, el oleaje del vasto
mar, etc.) o de las artes de los hombres (el chirrido del hierro caliente
sacado del fuego y luego sumergido en agua). Sí bien, como hemos men­
cionado, el poeta traba de manera permanente un intercambio de diversas
imágenes sensoriales, es en relación con lo sonoro que queda más fuerte­
mente vinculado al campo de la violencia,'62(1pues la voz, como el rayo y el
relámpago, todo lo atraviesa;621 si bien “el sonido afecta los oídos más tar­
díamente/'' que las cosas que llegan a las luces de nuestros ojos”.®22 Fuego,
aire y agua, mezclados en la composición de las nubes, van a generar los
diversos fenómenos de este cielo: trueno (cuando las nubes impulsadas
por los vientos chocan entre sí), rayo (constituido por elementos ígneos
sumamente sutiles), relámpago (emisión de cuerpos ígneos por el cho­
que de unas nubes con otras), granizo, lluvias, que son descriptos en sus
manifestaciones extremas. En las estaciones intermedias del año aprecia­
mos más apariciones de estos fenómenos, porque la confusión “a causa
de una guerra ambigua,/ de aquí las llamas, de allí los vientos y el agua
que se ha mezclado” m ultiplican tales efectos atmosféricos.6”3 Son todos
617DRN. YI.96-159.
6aDRN. VI.96.
Í,3DRN. V i l 19-120.
620Compárese cómo se contraponen las diferentes imágenes sonoras cargadas de vio­
lencia con “entonces relampaguea/ sin un insoportable terror, sin sonido y sin ningún
tumulto”, VI. 217-218,
621DRN. VI.228-229,
622DRN VI.183-184,
i23DRN. VI.377-378.
100 Lilian a Pegotlo y e q u ip o

fenómenos naturales. Nada tienen que ver los dioses con todo esto. Si
el rayo fuera un dardo del padre Júpiter.,, ¿por qué lo lanza dondequiera
que sea, dañando a los hombres, a los propios santuarios de los dioses, al
mar, e incluso arroja varios a la vez? Con una serie de preguntas retóricas
el poeta cuestiona, una vez más, las creencias religiosas que atribuyen los
fenómenos de la naturaleza a la acción de los dioses.62'1 Lucrecio ataca el
estado de sumisión e ignorancia en el que se mantienen los hombr es por
los cultos tradicionales de los dioses o los cantos etmscos,625 y exalta las
virtudes de un entendimiento racional epicúreo de la naturaleza, gesto
con el que arremete contra un sistema que recae sobre la opacidad y lo
ininteligible, en orden de seguir con la jerarquía social de la clase dom i­
nante. Lucrecio intenta liberar al hombre de la su perstitío y naturaleza de
los "soberbios dominadores” (d o m in ís.., su perhis)616 en lo que no puede
dejar de leerse un formidable mensaje político referido al último monarca
romano, Tarquino el Soberbio.627
Insiste nuevamente el poeta en sus lecciones primeras. Las nubes es­
tán formadas por aquellos cuerpos primitivos: “(i) enseñé que su número
es innumerable y la totalidad de lo profundo/ es infinita (ii) demostré
con cuánta velocidad/ volaban los corpúsculos y cómo repentinamente/'
solían atravesar (por) el espacio indescriptible”.618 A lo largo de escos tra­
tamientos Lucrecio recurre a metáforas, analogías entre los fenómenos
meteorológicos y las experiencias humanas más habituales (“que la na­
turaleza eleva también un gran número de corpúsculos/ desde todas las
partes dej mar, lo prueban las ropas tendidas en la costa,/ cuando aceptan
que se les adhiera la humedad”) 619 o con el cuerpo humano (“todas las
semillas del agua/ se levantan a la vez, ya, con las mismas nubes/ a partir
de todas las cosas, y así crecen a la par ambas/ (...) así como, a la par, crece
nuestro cuerpo junto con la sangre,/ de igual modo, el sudor y cualquier
líquido que escé también en los miembros”) 630 comprobando su afán
pedagógico-didáctico.
é2iDRN. VI.387-422.
í2' VI.381. Parala expresión Tyrrbena carmina, véase nota 117 de la traducción.
61£DRN. 11.1091-
627Tarquino el Soberbio financió con sus conquistas la construcción del templo de
Júpiter Capitolino, que en el año <53a.C. sufrió el destrozo de una escama por un rayo,
Cf, Tac., HLü. 3.71; SCHIESARO (2013).
62SDSN. YI.485-488.
^D RN . VL470-472
™DRN. VL497-502.
ESTUDIO PRELIMINAR 101

Así como Lucrecio necesitó recurrir a la mezcla de Jos elementos para


explicar los fenómenos meteorológicos» así igualmente sucede cuando se
esclarecen fenómenos geológicos, como los temblores de ía tierra. Existen
cavernas y ríos subterráneos, que en sus movimientos han provocado la
caída de numerosas ciudades,631*de modo que estas viven bajo un doble
m iedo: “por arriba temen a los techos, por debajo tem en que la natura­
leza destruya repentinamente las cavernas/ de la tierra o que, habiéndose
separado en pedazos,/abra su boca haciatodas partes/ y, una vez turbada,
quiera llenarla con sus ruinas”/31 Los términos técnicos utilizados para
describir la destrucción en VI.601-607 fueron utilizados con anteriori­
dad en relación con el orden político: ¿alus,633634*9ru in a 634 también se aplica a
las convulsiones políticas/35
Seguidamente proporciona una interpretación sobre el relativo vo­
lumen del mar, mantenido por la influencia, nuevamente, de otros ele­
mentos (fuego, aire, tierra) que se continúa con un com entario sobre la
erupción del Etna.
Todos estos efectos dañosos que produce la naturaleza requieren de
una amplia y profunda atención y d e una observación calma para poder
considerar que “el conjunto de las cosas es insondable/ y (...) el cielo es
solo una pequeñita parte de todo el conjunto/ y cuán infinitésima es y no
u n ap arte completa,/ en proporción de lo que esunhom bre con respecto
a roda la tierra’/ 36 Todo esto debe examinarse y disponerse correctamente
con claridad y así “dejarás de asombrarte de muchas cosas”/37 N o hay lu ­
gar para el asombro en esta filosofía, aquelp á tb o s característico de los in i­
cios del filosofar/3* Para estos hechos no basta expresar una de sus causas,
sino varias, gesto del poeta, ya aludido, en el que resuenan las enseñanzas
del maestro/39

63lDRN. VI.585-590.
,inDRN. VI.597-600.
‘Z'DRM V 1.602. C£ 1.43.
634DRIC. VL607.
á35 Cf: SCHIESARO (2013:42).
6?,6DRAr. VI649-652-
e37DRFv. VI.Ó54. El verbo utilizado es m iror. Para apreciar la importancia conceptual
del mismo, cf. LE GOFF (1999).
®sCf. Pl„ Tee. I55d; Aríst..Metaph. 982b.
639Cf. n. 590.
102 LILIANA PEGOLO Y EQUIPO

Indaga posteriormente Lucrecio las posibles causas de las crecidas del


Nílo640 y la existencia de ios Avernos*41 con el mismo propósito de desmi-
toíogizar las concepciones de la naturaleza. Luego considera ciertos cuer­
pos que resultan perjudiciales para la vida del hombre: algunos árboles y
flores pueden envenenar, asi como ciertos olores, tal es el de una lámpara
recién apagada, el vapor del carbón, o emanaciones del azufre, alquitrán,
hasta del mismo oro y plata subterráneos, todos pueden resultar veneno­
sos, así como son contaminadas las aves por las emanaciones salientes de
los Avernos.642 Rxtorna Lucrecio , subsiguientemente, a examinar cuestio­
nes geológicas: la temperatura de los pozos y fuentes de agua0'*- para fina­
lizar esta serie de argumentos con referencias a la piedra imán.644 De las
variadas explicaciones que ofrece podemos tomar a modo de conclusión
la siguiente idea: “las texturas de estas cosas se precipitan mutuamente
en direcciones contrarías/ de manera tal que convergen entre sí,/ estas
huecas/ con las llenas de aquel lado y aquellas huecas, con las llenas de este
otro: esta es la unión óptima”.645
El final del libro VI, y, por lo tanto de la obra entera, se dedica al estu­
dio de las enferm edades{morbts) y la peste (p estilen ím ).64rSl^io se encuen­
tran estos temas desvinculados de lo anterior, pues era de común conside­
ración en la época del poeta atribuir un carácter morboso a los fenómenos
meteorológicos y geológicos, de modo que este desenlace, que trata sobre
las enfermedades del cuerpo humano, com pletarla lo ya expuesto sobre
las afectaciones d é la tierra y el mundo.
De las enfermedades se analiza principalm ente la etiología y la noso-
geografía. En el aire hay gérmenes útiles para la vida y otros completa­
mente nocivos, que parten desde regiones remotas del cielo, o tam bién en
la tierra, corrompida por las lluvias y el sol. Las regiones difieren por los
climas y por eso se dan diversas enfermedades en diferentes sitios.0,47
La descripción de la peste de Arenas abarca los restantes versos hasta
la consumación del poema. Esta peste se originó en Egipto, cayó sobre
415 DRN. VL712-737.
641DRN. VI.738-768,
644DRN. VI.7S1-839,
5 4 3 DRN. VI.848-905.

544 DRN. VI.90Ó-920,

6 4 5 DRN. VI.1084-1086.
64í Este es e! término con e! que se nombra a ia peste en los capitula de la edición de
Baileyde 1947.
447 DRN. VI. 1090-1130-
ESTUDIO PRELIMINAR 103

la gente de Panchón y los abatió por completo. Cabezas afiebradas, ojos


brillosos, gargantas sangrientas y ulceraciones constituían ios primeros
síntomas. La pestilencia llegaba luego al corazón y las deiensas del cuerpo
dejaban de resistir. M uchos ya ofrecían los signos de la muerte [m u lta q u e
p r a etera m artis tu m sig n a d a b a n tu r).Mí! A los dolores físicos se añ ad íala
acongojada angustia (an x iu s a n g o r 'f1,9 y un lamento mezclado con que­
jidos {gem itu com m ix ta q u erella ),€59 a la vez que un espasmo sacudía los
nervios d ía y noche. Las ulceraciones de los cuerpos los hacían parecer
quemados, viéndose los hombres devorados por un ardor interno, que
buscaban calmar bebiendo y sumergiéndose en el agua. No babía escapa­
toria. Los cadáveres llenaban la ciudad, las calles, los templos de los dioses.
Las implicaciones simbólicas en la descripción lucreciana de la plaga
permiten una crítica a los m o res atenienses como reflejo de las miserias
de la vida contemporánea romana, y una vez más las limitaciones de un
sistema político estructurado alrededor de aspiraciones y valores falsos.
L a identificación del cuerpo con la ciudad es un motivo hipocrático. Esta
descripción es una suerte de adaptación de su fuente, Tucídides,631 de la
que realiza una versión más personalizada y de prim er plano.*'2 Esta con­
clusión del libro ha generado numerosas disputas entre los estudiosos en
cuanto a su relación con el resto de DRAr.6íi Mas la detallada exposición
de esta peste puede perfectamente ser una intencionada conclusión del
poema con cabal sentido epicúreo: (i) como ejemplo de movimientos
^ DRN. Y 1.1182.
Anxius an gor aparece solo de igual manera en III.992-994. Hace clara referencia al
deseo, que junto con el temor son los principales obsráculos para la felicidad epicúrea.
Anxia. corda aparece en DRN. VI.14.
™DRN. VI.l 159.
65J Thuc. 2.47-520.
652 En general, los editores de Lucrecio entienden que malinterpretó a Tucídides.

MUNRO (1864) sostiene que más de una vez malentendió o malinterpretó las pa­
labras de Tucídides. BAILEY (1947) encuentra frecuentes errores en la interpre­
tación. Sin embargo, podemos entender que Lucrecio busca resaltar la experiencia,
por lo cual introduce esas modificaciones. Las alteraciones introducidas por Lucrecio
tienen como característica ser fenómenos físicos en términos morales o psicológicos.
C£ CGMMAGER (2007:183). Esto no debería ser motivo de alarma, dado que re­
sulta consecuente con otras líneas argumentativas del propio Lucrecio: a lo largo del
libro insitió en que podemos tomar cosas ocultas (res caecai) desde cosas visibles (res
apí'rtac).
<i53GIUSSANI declaró este final como anti-epicúreo, y BOYAñíCÉ (1969:285-287)
ve ia descripción de la plaga como un excursus puramente literario y le niega cualquier
conexión con el tema filosófico del poema.
102 Lil ia n a Pé g o l o y e q u ip o

Indaga posteriormente Lucrecio las posibles causas de las crecidas del


Nilo640 y la existencia de los Ayernos644 con el mismo propósito de desmi-
tologizar las concepciones de la naturaleza. Luego considera ciertos cuer­
pos que resultan perjudiciales para la vida del hombre-, algunos árboles y
flores pueden envenenar, así como ciertos olores, tal es el de una lámpara
recién apagada, el vapor del carbón, o emanaciones del azufre, alquitrán,
hasta del mismo oro y plata subterráneos, todos pueden resultar veneno­
sos, así como son contaminadas las aves po r las emanaciones salientes de
los Avernos”42 Retorna Lucrecio, subsiguientemente, a examinar cuestio­
nes geológicas: la temperatura de los pozos y fuentes de agua*43 para fina­
lizar esta serie de argumentos con referencias a la piedra im án.644 De las
variadas explicaciones que ofrece podemos tomar a modo de conclusión
la siguiente idea; “las texturas de estas cosas se precipitan mutuamente
en direcciones contrarias/ de manera tal que convergen entre sí,/ estas
huecas/ con las llenas de aquel lado y aquellas huecas, con las llenas de este
otro; esta es la unión óptima”.644
El final del libro VI, y, por lo tanto de la obra entera, se dedica al estu­
dio de las enfermedades (m o rb is) y la peste (pestilen tia ),á4£No se encuen­
tran estos temas desvinculados de lo anterior, pues era de común conside­
ración en la época del poeta atribuir un carácter morboso a los fenómenos
meteorológicos y geológicos, de m odo que este desenlace, que trata sobre
las enfermedades del cuerpo humano, completaría lo ya expuesto sobre
las afectaciones de la tierra y el mundo.
De las enfermedades se analiza principalmente la etiología y la noso-
gcografía. En el aire h ay gérmenes útiles para la vida y otros completa­
mente nocivos, que parten desde regiones remotas del cielo, o también en
la tierra, corrompida por las lluvias y el sol. Las regiones difieren por los
clim asy por eso se dan diversas enfermedades en diferentes sitios.647
La descripción de la peste de Atenas abarca los restantes versos hasta
la consumación del poema. Esta peste se originó en Egipto, cayó sobre
Í4ÚDRN VI.712-737.
m DKN. V3.738-768.
441 DRN. VI.781-839.
i43DRN. VI.848-905.
6 4 4 DRN. VI.906-920.

445 DRN. VI.1084-1086.

4'nEstc es el término con el que se nombra a la peste en los capitula de la edición de


Bailey de 1947.
647DRN. VI.1090-1130,
Es t u d io p b d l ím in a r 103

la gente de Pandión y los abatió por completo. Cabezas afiebradas, ojos


brillosos, gargantas sangrientas y ulceraciones constituían los primeros
síntomas. La pestilencia llegaba luego al corazón y la.s defensas del cuerpo
dejaban de resistir. Muchos ya ofrecíanlos signos de la muerte (m u lia q u e
p ra etera m o rtis tu m s ig n a d a b a n iu r).6*3 A los dolores físicos se añadía la
acongo jada angustia (anx ius a n g o r f 49 y un lamento mezclado con que­
jidos { gem itu com m íx ta q u erella )?* 0 a la vez que un espasmo sacudía los
nervios día y noche. Las ulceraciones de los cuerpos los hacían parecer
quemados, viéndose los hombres devorados por un ardor interno, que
buscaban calmar bebiendo y sumergiéndose en el agua. No había escapa­
toria. Los cadáveres llenaban la ciudad, las calles, los templos de los dioses.
Las implicaciones simbólicas en la descripción lucreciana de la plaga
permiten una crítica a los m ores atenienses como reflejo de las miserias
de la vida contemporánea romana, y una vez más las limitaciones de un
sistema político estructurado alrededor de aspiraciones y valores falsos.
La identificación del cuerpo con la ciudad es un motivo hipocrático. Esta
descripción es una suerte de adaptación de su fuente, Tucídides/^ de la
que realiza una versión más personalizada}' de primer planoA 2 Esta con­
clusión del libro ha generado numerosas disputas entre los estudiosos en
cuanto a su relación con el resto de DRN.6*3 Mas la detallada exposición
de esta peste puede perfectamente ser una intencionada conclusión del
poema con cabal sentido epicúreo: (i) como ejemplo de movimientos
^D SN .V 1.1182.
649Anxius angor aparece solo de igual manera en III.992-994. Hace clara referencia al
deseo, que junto con el temor son los principales obstáculos para la felicidad epicúrea,
Anxia corda aparece en DR¿\T.VL14.
é*DRN. VLU59-
Thnc. 7-47-520-
En general, los editores de Lucrecio entienden que malinterpretó a Tuckíides.
MUNRO (1864} sostiene que más de una vez malentendió o malinterprecó las pa­
labras de Tucídides, BAILEY (1947) encuentra frecuentes errores en la interpre­
tación. Sin embargo, podemos entender que Lucrecio busca resaltar la experiencia,
por lo cual introduce esas modificaciones. Las alteraciones introducidas por Lucrecio
tienen como característica ser fenómenos físicos en términos morales o psicológicos.
Cf. COMÍvíAGER {2007:183}. Esto no debería ser morivo de alarma, dado que re­
sulta consecuente con otras lineas argumentativas dei propio Lucrecio: a lo largo del
libro insitió en que podemos tomar cosas ocultas (res caecae) desde cosas visibles (res
aper toe).
Ó:,5GIUSSAMI declaró este final como anti-epicüreo, y BOYANCÉ (1969:285-287)
ve la descripción de la plaga como un cxeursus puramente literario yle niega cualquier
conexión con el tema filosófico del poema.
104 Lil ia n a Pé g o l o y e q u ip o

destructivos (¿notus ex itia lei) de este mundo en relación con el cual la


vida humana es completamente insignificante, antítesis de la imagen de
la floreciente felicidad de la vida en el prim er proemio, y (ii) como un
caso extremo de la impotencia ante el terrible desastre, y luego como la
antítesis de la paz de la muerte epicúrea.654 Sin embargo, si la verdadera
piedad es “ser capaz de m irar todas las cosas con tranquilidad de m ente”
(pacata p o s se o m n ia m en te tu e r i)6ii entonces, la inclusión del horror de la
plaga y el final del libro VI pueden leerse como una especie de autoeva-
luación dirigida al destinatario y los lectores sobre su compromiso con
los principios que Lucrecio ofreció en DSJV,656 La incisiva descripción
síntomatológica, el progresivo agregado de más y más síntomas, indicios
de la destrucción del hombre, se contrapone ai libro I en el que la analo­
gía con la medicina557 prom etía hacer más dulce el acceso a la sabiduría y
a la salud; resultando así el final del libro VI la antítesis del I. Aun más,
recordemos que el estudio de los fenómenos atmosféricos comienza con
el análisis de los movimientos y conformación de las nubes. Las cargadas
nubes, con todas las morbosas expresiones de la naturaleza que en ellas se
generan, son las primeras muestras de las cosas destructivas y la decaden­
cia, imágenes que contrastan de manera anular con el inicio del primer
canto del poema en que Venus despeja las nubes del cielo.658

Manuscritos y ediciones

Como sucede con la gran mayoría de las obras del mundo grecorroma­
no antiguo, poseemos copias, más o menos tardías, de los textos. Luego de
que .DiüV fuera escrito por Lucrecio, los manuscritos más antiguos con­
servados pertenecen a la época carolingia, específicamente al s. IX d.C . El
título con que actualmente identificamos a la obra podría representar una
traducción del irepl ísú&ííúc, de Epicurof ''1 o mejor un calco del poem a de
Empédocles.660

“ Cf. MÜLLER (2007:251)


"55Cf. DRN. V.I203: pacata m ente puede ponerse en estrecha vinculación con suave
en H.l-6 . Cf. p . 65.
“ C f CLAY (1983:266), OLBERDING (2005:123-128).
6S7<Z{.DRN. 1.936-950.
“ Cf.DRN. 1.6: te, dea, te fu giu n tv en ti te nubila caeli.
“ Cf. SEDLEY (1998:21-22).
6(asttpra, p. 38.
ESTUDIO p r e l im in a r i as

Existen dos evidencias respecto a la edición o comentario del D R N


previas a la época caroiingia. Por una parte, un tratado gramatical que so­
brevivió en un manuscrito del s. VIII- denominadoA n ecd oíu m P a risin u m ,
que quizá se basa, en últim a instancia, en un trabajo perdido de Suetonio.
Este texto atribuye una edición anotada del poema a M . Valerio Probo,
a fines del s. I d.C , Por otra, Jerónim o testifica en el s. IV que disponía
ai menos de un com entario que puede estar relacionado con el trabajo
de Probo,001 Pero parece que, sí Probo escribió un manuscrito o editó la
obra —trabajos hoy perdidos—, eso no influyó en nada en los tempranos
manuscritos que se conservan.
El stem m a. de los manuscritos fue, en su forma básica, presentado por
Lachmann en su edición de 1850, si bien este debate aún continúa. No
existe evidencia directa de la transmisión del texto en sus primeros ocho
siglos. Los escritos sobrevivientes se dividen en dos categorías: los del s.
IX y los del Renacimiento, predominantemente del s. XIV, Debe tomarse
en consideración la existencia propuesta de una tercera clase, los llama­
dos papiros. Kleeve (1989) afirmó haber encontrado restos del D R N en
fragmentos de papiros de I a biblioteca de Herculano, datada a fines del s.
I a.C . En años m ás cercanos, Radiciotti (2000) y Capasso (2003) han dis­
cutido la identificación de algunos de esos fragmentos. Por lo que resulta
razonable hipotetizar que, sí bien pueden haber existido rollos del D R N
en la biblioteca de Herculano, si así fue, sin embargo, ningún fragmento
parece haber sobrevivido a la erupción del Vesubio en 79 d.C. Tenemos
que dirigimos, entonces, a los manuscritos del s, IX que sonlos siguientes:
a) C odex O b lon ga s (O), Universidad de Leíden, Voss. Lat. F 30.6
31 x 20 cm. El más antiguo y famoso manuscrito, conocido
como O blongus desde Lachmann. Es producto de un escriba
del temprano carolingio. Fue copiado probablemente en un
monasterio vinculado cercanamente a Carlomagno, ya seaen el
noroeste de A lem ania o en el noreste de Francia.
b) C odex g¿iu idratus (Q), Universidad de Leiden, Voss. Lat. Q 94.
21.5 x 22.5 cm. El codeis. jg u a d m tu s está datado aproximada­
mente en la m itad o finales del s. IX; muestra muy pocos signos
de haber sido leído antes del Renacimiento. Fue producido pro­
bablemente en el noreste de Francia.662
Hier„Adv. Ruf \ \6-
561

Los códices Leidenses, es decir, el O bhngus L eidensis Vossianus de la biblioteca dé


Alcuino (principios del s. IX) y el jjlílaám tus L eidem is Vossianus de la biblioteca de
106 L il ia n a P é g o l o y e q u ip o

c) Dos fragmentos d e u n mismo codex GVU(S)


a, F ra gm en tu m G ottorpien se (G). Copenhagen, Royal Libraty,
Copenhagen Gí. Kg. S. 211 2o . (1.1-11.456). 19 x 26 cm.
b. S ch ed a e V índobonenses (V, U), Vienna, National Library, Lat.
107 Phil 128.7. Vcontiene fols. 9 -lr: II.642-III.621; U con­
tiene fols.l 5-18r: V I.743-1286,11.757-805, V .928-979,1.734-
785,11.253-304. 18 x 26.5 cm.

Este tercer manuscrito del s. IX está dividido en dos: S ch ed a e


G ottarpíense s (G ) y S ch ed a e V índobonenses, subdividido enp rio res y p o s te ­
riores-, los editores futuros se refieren a este manuscrito como S. La escri­
tura de S ha sido datada hacia finales del s. IX, en el norte de Italia.
Del manuscrito encontrado por Bracciolini en 1417 se generaron las
primeras ediciones del texto completo, a saber: Ja edición p r in cep s de
Brescia (1473) y las ediciones incunables de Verona (1486) y Venecia
(1495), seguidas de la aldina de Avancio (1500), la juncina de Cándido
después de M atulo (1512) o la parisina de Lambino (1563).É63 Hasta la
edición de Lambino en 1563, las versiones realizadas mezclaban lecturas
de ediciones italianas, ediciones precedentes y em en d a lio n es conjeturales
de manera no metodológica. U n número mucho menor de ediciones se
produjeron enlos años siguientes hasta 1850, cuando se publicó en Berlín
la prim era edición crítica de K. Lachmann.
En 1827 Johan Kaspar von Orelli observó que todos los manuscritos
conocidos de Lucrecio tenían su origen en un único texto, excepto en un
fragmento del G ottorpiensís. Cinco años después Nicolai Madvig refino
esta versión. En 1 845 Bernays publicó un ensayo titulado D e em en d u t to­
n e L u cretii, fue quien demostró que los manuscritos formaban dos ramas
diferentes de la misma tradición. Colocó Q -S en la misma fam ilia y O en
otra, mientras trabajó ordenando los escritos renacentistas italianos en
estas familias. Consideró el manuscrito que descubrió Poggío Bracciolini
en 1417 como perteneciente al mismo grupo que O, Todos estos investi­
gadores consideraron a OQS como descendiente de un único manuscrito,
el arquetipo f i. Se ha propuesto que de ese arquetipo D se deriva O y £L\
De £T se deriva Y y de este últim o Qgy S. Munro, Diels y otros editores

Corbie (finales del s, IX), fueron donados por Gerardo Vossius a la Biblioteca de la
Universidad de Leíden en el s. XVII, donde permanecen actualmente.
« 3C£ GREENBLATT (2014:21): BUTTERHELD (2013); PALMER (2014).
Es t u d io prellm lnar 107

aceptaron la necesidad de proponer un intermediario —perdido— entre


el arquetipo y QS.
Cuando en 1 850 el filólogo alemán Karl Laclimann publicó una re-
construcción del arquetipo de D e reru m n a tu ra , se basó en los códices
L eidenses, y sustituyó de este modo la copia de Poggio como base de las
ediciones posteriores. El trabajo de Lachmann tomó como base primaria
a OQ. Examinó cuidadosamente los dos Vossianus y consideró a S menos
importante.
Sucedieron al trabajo de Lachmann otras importantes ediciones: H. A.
J. Munro, Cambridge, 1864 (con comentario, 4a ed. po rj. D.Duff, 1886):
E. Brieger, Leipzig, 1894; C. Giussani, Turín, 1896-98 (concom entario);
C. Bailey, Oxford, 1898, 1910 (Oxford, 1947, en 3 vols.); W. A. Merrill,
Nueva York, 1907 (con comentario, 2 a ed. 1917); A. Ernout, París, 1920
(con traducción, 2 a ed. 1924, seguido de varios otros); H . Diels, Berlín,
1923; J. M artin, Leipzig, 1934 (5a ed. 1969); W . E. Leonard-S. B. Smith,
Wisconsin, 1942 (con comentario, reedición 1961); C, Bailey, Oxford,
1947 (con p ro lego m en a , traducción, comentario, reedición 1967); K,
M iiller, Zürich, 1975; M . F. Smírh, Londres, 1975; H. Diels, München,
1991.
En cuanto a las versiones castellanas de D iiisl, en 1791 el abate
M archena realizó una primera traducción, que circularía manuscrita,
dado que recién fue editada en 1896 por M enéndez y Pelayo en Sevilla,
un año antes de la versión en prosa de M . Rodríguez Navas publicada
en M adrid. Cercana en el tiempo a la escrita por el abate M archena es
la de S. Saiz. Existen otras versiones hoy perdidas pertenecientes al s.
X IX : una de M. Sánchez (1832), otra de A. Llodrá (anees de 1812) y
una de J. Burgos. En México, en 1944 A. M illares Cario y luego en 1946
Menéndez Planearte publicaron una selección en hexámetros. En este
mismo país se editaron dos versiones más, en 1963 R. Acuña y más tarde
R. Bonifaz Ñuño (1984). En Caracas, en 1950 L. Alvarado realizó una
edición bilingüe. En el año 1961, E. Valentí Fiol publica una nueva ver­
sión bilingüe, editada por A lm a Mater. En Argentina, C. A. Disandro
elaboró una traducción en 1950. En 1992 Akaí imprime una versión rea­
lizada por I. Roca M eliá. A. García Calvo escribió una versión rítm ica
en 1997- Traducciones más recientes son las publicadas por A lianza en
2003, elaborada por M . Castillo Bejarano y en el mismo año por Credos,
publicada por E. Socas. En Lima, J. Picasso realizó en 2013 una nueva
traducción.
IOS .Lil ia n a Pé g o l o y e q u ip o

Sobre la presente edición

Que el circuito académico ha renovado el interés por los estudios lu-


crecianos durante ios últimos años es un hecho puesto de relieve por la
proliferación de publicaciones recientes dedicadas al poeta y su obra. El
texto merece, por lo tanto, una revisión a laluz. délas publicaciones espe­
cializadas que el estado actual de la crítica brinda.
L a presente edición, publicada por la Editorial Las Cuarenta, fue de­
sarrollada en el marco institucional de la Universidad de Buenos Aires,
como resultado de la capacitación a cargo de la Dra. Liliana Pégolo, en
cursos regulares de Lengua y Cultura Latina y en el seminario específi­
co “Científico, didacta, poeta y filósof o. Lucrecio: todo o nada” ins­
tancias de formación en las que se consolidó el equipo de traducción.
El mismo está compuesto por estudiantes avanzados especializados en
el área de Letras Clásicas y por graduados de diversas carreras entre las
Humanidades (Psicología y Filosofía) que se desempeñan como investi­
gadores becarios de U BA y Conicet. La labor ha contado con las presta­
ciones del Departamento de Lenguas y Literaturas Clásicas y el Instituto
de Filología Clásica de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de
Buenos Aires.
La presente traducción sigue la edición que estableció Baiiey en 1947,
su tercera y últim a revisión d e D R I l. Asimismo, se tuvo en gran conside­
ración la edición de M unro de 1864.
Se presentan al inicio de cada libro los ca p itu la que Baiiey dispuso, si
bien el cuerpo de cada libro incluye el ordenamiento por subtítulos según
los ejes temáticos identificados por nuestra lectura del texto; en algunos
casos se siguió a Valentí Fiol. En escasas oportunidades se decidió emplear
una variante a la propuesta por Baiiey o incluir en el cuerpo versos que el
editor mantiene en el aparato crítico. De hacerlo, se señala con nota a pie
de página.
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D E RERVM N ATVRA Acerca de la naturaleza de las cosas


L IB R I S E X S e is lib r o s
LIBER PRIMVS
CAPITVLA
44. T O M A KA PIO N KAIA& QAPTON
62. LAVSIN VEN TO RIS
84. EXEMPLVM RELIGIONES
107. FINIS DOLORIS
112. DE AN IM A
150. N IH IL DE N IH ILO GIGNI
215. NIH IL AD N IHILVM INTERIRE
269. C O R PO R A QVAE N O N VIDEANTVR
277. DE VENTO
298. DE ODORE CALORE FRIGORE VO CE
305. VESTES V V E SC IE T ARESCI
311. DE AN ULO IN DIGITO ET CETERIS
334. DE INANI
370. DE PISCIBVS IN AQVA
418. CO RPVS ET INANE ESSE NATVRAM RERVM
430. TERTIA M N ATVRAM N VLLAM ESSE RERVM
498. SOLIDVM ESSE
551. C O N T R A EIZ A U EÍPON T H N T'OMHN
565. DE M O L LIN A TV R A AQVA AERE ET CETERIS
635. CO N TRA H E RA CLITV M
705. NEQVE IGNEM NEQVE AERA NEQVE VM O REM
PRIN CIPIAESSE
716. C O N TR A EMPEDOCLEN
830. CO N TRA A N A X A G O RA N
951. T O PIAN A U E IPO N TO TAP11EUEPAZMENON A KPO N EXEI
1051. E IL TO M E L O N H 0O PA
Libro primero
Epígrafes
44. La,f e li c i d a d y la in co rru p tib ilid a d
62, Elogio de su descubridor
84. U n ejemplo de la religión
107. Fin del dolor
112. Acerca del alma
150. Nada se genera de la nada
215. Nada acaba en 1a nada
269. Los corpúsculos que no se ven
277. Acerca del viento
298. Acerca del olor, del calor, del frío y de la voz
305. Vestimentas húmedas y secas
311. Acerca del an illo en el dedo y otras cosas
334. Acerca de lo no ocupado
370. Acerca de los peces en el agua
418. El cuerpo y lo no ocupado constituyen la naturaleza de las cosas
430. No existe una tercera naturaleza en las cosas
498. Lo sólido existe
551. Contra “L a d iv isib ilid a d no d e fin id a
565. Acerca de la naturaleza blanda del agua, del aire y de otras cosas
635, Contra H eráclito
705. Ni el fuego, ni el aire, ni el agua son elementos primordiales
716. Contra Empédocles
830. Contra Anaxágoras
951. E l u n iverso in fin ito q u e tien e u n p u n to cu lm in a n te
10 51. E l m m ú m ien to h a cia e l cen tro
126 D i PJERVM .NAXVRA. - LIBER PPJMVS

Aeneadum genetrix, hominum divumque voluptas,


alma Venus, caeli subter labentia signa
quae mare navigerum, quae térras frugií erentis
conceiebras, per re quoniam genus omnc animantuin
5 concipirur visirque exortum lumina solis:
te, dea, te fugiunt venti, te nubila caeli
adventumque tuum, tí bi suavis daedala tellus
sum m ittit flores, tibi rident aequora ponti
placatumque nitet diiFuso lum ine caelum,
10 Nam símul ac species pateí acrasr yem a diei

et reserata viget genitabilis aura fkvoni,


aeríae primum volucres te, diva, mmnque
significant initum perculsae corda tua vi.
[i 5] Inde ferae pecudes persultant pabula laeta
ACERCA DE IA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO PRIMERO 127

Himno a Venus5
Engendradora12 d élo s Encadas,3 impulso vital de los hombres y de los
dioses,4*789
nutricia Venus; bajo las luminarias que se deslizan por el cielo,
tú, que celebras junto al mar portador de naves, tú, que celebras junto
a las tierras dadoras de frutos,5
puesto que por ti es concebido todo género de seres animados6
y, después de haber surgido, contempla las luces del sol; 5
ante ti, Diosa, ante ti huyen los vientos, y ante ti y ante tu llegada,
las nubes del cielo; para ti la tierra dedálica'
hace brotar suaves flores, para ti sonríen las planicies del océano
y, aplacado, resplandece el cielo con la difusión de la luz.
Pues, tan pronto se manifiesta el aspecto primaveral del día
y liberada cobra vigor la brisa del fecundo Favonio,®
en primer lugar las aves del aire te anuncian a tí, Diosa, y a tu venida,
golpeadas en sus corazones por tu energía.
Por ello, ganados salvajes saltan a través de pastizales abundantes l35

1 Lucrecio honra a Venus a través de un discurso con características del género hímnico
y, al mismo tiempo, continúa con la tradición poética heredada de los griegos, por la
cual tanto poetas como filósofos invocan a la s divinidades con el afán de que los guíen
en su composición; en este caso, Lucrecio invoca a Venus como representación del
impulso generador de la vida que da forma a la naturaleza.
1 *Iermino asimilable a la idea de ancestro, la que ha dado origen o engendrado.
3 Descendientes de Eneas, es decir, los romanos.
4 En la raíz del término voluptas, se halla el adverbio volup, del verbo -vola2, que
significa aquello conforme a los deseos. Puede entenderse como placer de los sentidos
y satisfacción. Se relaciona, asu vez, con la genitalidad; de ahí la relación con la pulsión
vital que se encuentra entre las acepciones particulares del verbo volt?.
3 Es característico del estilo lucreciano el uso de adjetivos compuestos, siguiendo la
tradición del poeta Ennio (s. III a.C.), tales como navigerum jjru gifiren tis. Estos esti-
lemas serán frecuentes en el texto.
° Lucrecio, por razones métricas, recurre al genitivo plural am m anium por anim antium .
7 Se mantiene el uso del adjetivo “dedálico3"como sinónimo de ingenioso, ya que remi­
te al mítico Dédalo, el arquitecto cretense que diseñó el laberinto minoico, caracteri­
zado por lo intrincado de su arquitectura.
8 Nombre del viento del oeste, Céfiro para los griegos. Era el viento suave que anun­
ciaba la llegada de la primavera, de ahi la etimología de su nombre {faveoi ‘‘favorecer33)
y el calificativo que recibe {genitabilis. “fecundo”) ya sea el mismo viento o su brisa.
9Este es el primer ejemplo donde el orden de los versos resulta alterado, cosa que será
relativamente frecuente en la obra lucreciana.
128 D I RIRVM NATVRA - LIBER PRIMVS

15 [14] et rá pid os trananc a m n is: ita capta lcpore


te seqiiitur cupide quo quamque inducere pergis,
Deníque per m aría ac montis fluviosque rapacis
frondiíerasque domos atium camposque virentis
ómnibus incutiens blandum per pectora amorem
2o efificis ut cupide generatim saecla propagent.
Quae quoniam rerum naturam sola gubernas
nec sine te quicquam días in lummis oras
exoritur ñeque fit laetum ñeque amabile quicquam,
te sociam studeo scribendis versibus esse
25 quos ego de rerum natur a pangere conor
Memmiadae nostro, quem tu, dea, tempore in omni
ómnibus ornatum voluisti excellere rebus,
Quo m agisaeternum da dictis, diva, lcporcm.
Effice ut interea feram oenera m ilítiai
30 per maria ac térras omnis sopita quiescant,
Nam tu sola potes tranquilla pace iuvare
mortalis, quoniam belli fera moenera Mavors
armipotens regit, in gremium qui saepe tuum se
reicit aeterno devictus vulnere amoris,
35 arque ita su sp ic ie n s te re ti cervice reposta
pascit amore ayidos in h ia n s in te, dea, v isu s,
ACERCA DE LA NATURALEZA DE 1AS COSAS - UBRO PRIMERO 129

y c ru za n nadando las rápidas c o rrie n te s: así fu e ro n cautivados p o r tu


encanto,10 15 [14
hacia donde q u ie ra s lle v a r a cada u n o , te sigue con pa sión.
Fin a lm e n te , p o r mares y m ontes y río s to rre n to so s
y la s m oradas fro n d o sa s de las aves y lo s campos que reverdecen,11
a tod os in flig ie n d o el tie rn o a m o r a través de lo s pechos,
logra s que apasionadamente, p o r especies, se propaguen la s generaciones.20
Y puesto que sola gobiernas la na tura leza de ías cosas,12
y s in t i nada surge hacia lo s d iv in o s h o riz o n te s de la lu z ,
y n i siq u ie ra e xiste algo d icho so y capaz de se r amado;
m i afán es que seas m i aliada al e sc rib ir estos versos
que yo in tento com poner acerca de la naturaleza de la s cosas 25
para n u e stro M e m io ,13 al que tú , D io sa , en todo tiem po
q u isiste destacar habiéndolo agraciado en tod os lo s aspectos.
M á s aun, D io sa , concede a m is palabras eterno encanto.
Lo g ra s que lo s feroces o fic io s de la m ilic ia 14
descansen adormecidos p o r tod os lo s mares y la s tie rra s. 30
Pues, t ú sola puedes a s is t ir con paz serena
a lo s m o rta le s, ya que M a rte ,15 de armas poderosas,
rige sobre io s feroces o fic io s de la g ue rra , q u ie n a menudo en t u regazo
se recuesta, vencido p o r la eterna herid a del am or,14
y así, levantando la m irada con el terso cuello tend id o hacia atrás, 35
a lim enta m irad a s ¿vidas de amor, observándote a ti, D io sa ,

lCEl sustantivo lepo y, -oris (“encanto”, “gracia”) pertenece al campo semántico de -uolup
y vola.
11 Se mantiene en la traducción el polisíndeton que se aprecia en el texto latino.
u Aparece por primera vez la razón del título, a semejanza de obras similares entre los
Llósofos griegos.
13 Como característica propia del género didáctico, Memio será, a lo largo del poema,
aquel a quien van dirigidos todos los argumentos que el autor plantee en el texto y
asimismo el lector contemporáneo podrá identificarse con él. En cuanto ai personaje
histórico, Memio es un miembro de la vieja aristocracia romana que nació en el año
98 a.C. y se casó con Fausta, la hija ce Sila, en el año 72 a.C. Fue pretor en el 58 a.C. y
gobernador de Bitinia enere el 43-41 a.C. Era un diletante literario, patrono de Ciña y
Catulo, no se sabe si ío fue también de Lucrecio.
14 Uso del genitivo arcaico militiai. Se trata de uno de los numerosos arcaísmos a los
que recurrirá el poeta,
15El autor utiliza el arcaico M auors para referirse a Marte.
El poeta acude alas narraciones míticas en las que se relatan los encuentros amorosos
entre Venus y Marte.
130 DE RERVM NAIR-RA- UBER PRiiVtVS

eque tuo pender resupini spírkus ore.


H unc cu, diva, tuo recubantem corpore sancto
circumfusa super, suavis exoreloqueilas
40 funde petens placidam Romanis, indura, pacem.
Nam ñeque nos agere hoc patríai tempere iniquo
possumus aequo animo nec M em m i clara propago
ralibus in rebus communi desse saluti.
Omnis enim per se divum natura necessest
45 immorralt aevo sunima cum pace fruatur
semota ab nostris rebus seíunctaque longe.
Nam privara doiore omni, privara periclis,
ipsa suis poliens opibus, níl indiga nostri,
nec bene promeriris capitur ñeque tangirur ira.

so Quod superest, vacuas auris <animumque sagacem>


semotum a curis adhibe veram ad rationem,
A ce rca de la naturaleza de las co sas - Líbro prim e ro 131

y el suspiro de él, que se recuesta, pende de tu boca.


Tú, Diosa, te has derramado sobre él, mientras reposa
en tu cuerpo sagrado; desde tu boca exhala, gloriosa, suaves palabras
buscando la plácida pazJ/ para los romanos.18 40
Pues, nosotros no podemos llevar adelante estas cosas en los tiempos
adversos
de la patria con el ánim o ecuánime, la brillante estirpe de M em io no
puede
faltar a la salvación común en tales circunstancias.
En efecto, es necesario que por sí misma toda la naturaleza
de los dioses goce de un tiempo inm ortal en suma paz,19 45
apartada de nuestros asuntos y separada le jos,2u
Pues, privada de todo dolor, privada de peligros,
ella misma21 que es m uy poderosa por sus recursos, que no necesita nada
de nosotros,
no es cautivada por las buenas promesas n i es tocada por la ira/2
*23

Introducción a la obra
En cuanto a lo que sigue, dirige tus oídos libres de distracciones, y tu
ánim o sagaz, 50
alejado de preocupaciones, hacia una cuestión verdadera^24

37Alusión al concepto de á¿Tapatía epicúrea.


Lucrecio alude inrencionaímente a la necesidad de hallar la paz en un contexto his­
tórico de cruentas disidencias entre las facciones políticas republicanas. Desde el s. II
a.C., el partido senatorial y el popular se disputaban el poder de la República a través
de diversas acciones tanto jurídicas como bélicas, por lo cual la filosofía epicúrea de
Lucrecio representa una vía de superación como alternativa políti ca al áiscidlum entre
las partes.
19 Alude a la concepción epicúrea sobre la naturaleza de los dioses.
28 Léase: “apartada y separada lejos de nuestros asuntos*!
11 Se refiere a la naturaleza divina.
22Se insiste en el carácter inconmovible de la naturaleza divina.
23Desde los versos 44 aJ 49 se halla una laguna textual que fue indicada por Lachmann
( l 850}. Por su parte BAILEY (1947), vol. I, p. 178 considera que esos versos corres­
ponden a L. 11.646-651.
24En este caso debe entenderse razón como cuestión o motivo. Será de gran dificultad
a lo largo de todo el texto lograr determinar cuál es la semántica adecuada para pala­
bras tan críticas como ra í lo.
132 D e RER.VM N ATYRA- LIBER PR1MVS

ne mea dona tíbi studio dísposta ndell,


intellecta prlus quam smt, contempta relinquas.
Nam tíb i de summa caeli ratione deumque
55 dísserere incipiam et rerum primordia pandam,
unde omnis natura creet res aucíet alatque
quove cadem rttrsum natura perempta resolvat,
quae nos materiem et genitalia corpora rebus
reddunda in ratione y acare et semina rerum
6o appelíare suemus et hace eadem usurpare
corpora prima, quod ex iliis sunt omnía primis.

Humana ante oculos foede cum v ita iaceret


in terris oppres-sa gravi sub religione
quae capuc a caeli regionibus ostendebat
65 horribili super aspectu mortalibus ínstans,
primum Graius homo mortalis tollere contra
ACERCA DI LA NATURALIZA DE LAS COSAS - LIBRO PRIMERO 133

no igno res m is ofrendas d ispuesta s para t i con fie l afán,


que han sid o despreciadas252
6antes de que fu e rsx í com prendidas,
D e hecho, para t i, com enzaré a d ise rta r sobre el p rin c ip io más elevado
dei cielo y de io s dioses y explicaré io s elem entos p rim o rd ia le s -de las
cosas/s 55
a p a rtir de dónde la na tura leza crea, acrecienta y m itre todas la s cosas
o hacia dónde, en fo rm a inversa , esa m ism a naturaleza las separa tra s su
d estrucción,
lo s cuales n o so tro s acostum bram os a lla m a r, en la presentación de la
teoría,
m ateria y cuerpos engendradores de las cosas y n o m b ra rlo s como
se m illa s de las cosas y d e n o m in a r a estos m ism o s c orp úsculo s
p rim o rd ia le s, 6o
porque desde aquellos, en tanto p rim e ro s,272
8existe todo.

Epicuro el liberador
C ua nd o la vida humana, ante lo s o jo s {de lo s h o m b re s) yace
vergonzosam ente en Ja tie rra , o p rim id a bajo e l peso de la re lig ió n / 3
la cual e xh ib ía s u cabeza desde Jas re g ione s celestes,29
p re siona nd o so b re lo s m o rta le s con su h o rrib le aspecto, 05
p o r p rim e ra v e z u n h o m b re de G recia se atre vió no solo a levanta r en su
contra

25 En esta oportunidad Lucrecio indica que sus conocimientos y escritos no eran acep­
tados en elcontexto romano. Cf. Cic., Tuse. L21, 29; IL3, 6-19; III.18-2JL 33^
26En este pasaje del texto el autor expone parte del vocabulario que puede considerarse
técnico y que empleará alo largo de todala obra: el sintagma sem ina rerum debe enten­
derse como sinónimo de prim or día rerum , siendo estos “los elementos a partir de los
cuales se generan todas las cosas”. Según BAILEY (1947), voL II, p. 607, los prim o relia
se corresponden con los üpyjd de Epicuro.
27 En este casoprim is puede entenderse como primarios u originarios ya que de estos

elementos se crearán o formarán todas las cosas.


28 Desde el punto de vista etimológico, el sustantivo religio, -onis se relaciona con dos
verbos: relego, que puede traducirse como “elegir respetando los escrúpulos religiosos*;
y rd ígo que significa “atar15en el sentido de “encadenar”. Lucrecio opta por la segunda
de las opciones siguiendo a Epicuro, quien se opone a la religión cívica astral defendida
por Platón y Aristóteles. C£ FARRLNGTÜN (1983)-
29 En cuanto a “las regiones celestes* cabe interpretar que el poeta alude a las moradas
de los dioses y al lugar donde ocurren los fenómenos atmosféricos.

zS¡§:';
134 DE RERVM NATVRA - LIBER PAÍfvtVS

est o culo s ausus p rim u sq u e o bsistere contra,


quem ñeque fama d eum nec fu lm in a nec m in ita n ti
m u rm u re c o m p re ssit caelum, sed eo m a g ís acrem
70 ir r it a t a n im i v irtu te m , effringere u t arta
naturae p rim u s p o rta ru m claustra cupiret,
E rg o v i vida v is a n im i p e rv ic it, et extra
p ro c e ssit longe ñam m antia m oenia m u n d i
atque omne im m e n su m peragravit mente aním oque,
75 unde re fe rt n o b ís v ic to r q u id p o ssit o r ir i,
q u id nequeat, im it a potestas denique cuique
quanam s it ra tione atque alte te rm in u s haerens.
Q uare re lig io ped ibus subiecta v ic iss im
o b te ritu r, nos exaequat vic to ria cáelo,

80 B lu d in h is rebus vereor, ne fo rte re a ris


im p ía te ra tio n is in ire elementa viam que
in d u g re d i sceleris, Q u o d contra saepius illa,
re lig io peperit scelerosa atque ím p ia iacta.
A u lid e quo pacto T r iv ia i v irg in is aram
85 Ip h ia n a ssa i turp a ra nt sanguine foede
ductores D anaum delecti, p rim a v iro ru m ,
C u i s im u l in fu la v irg ín e o s circumdata com ptus
ACERCA DE LA NATURALEZA. DE LAS COSAS - LIBRO PR[!vlERO 135

su s o jo s m o rta le s, s in o tam bién (fije ) e l p rim e ro en oponerse;


a éste, n i la fama de lo s d io se s n i lo s ra yos con su amenazante
ru g id o , n i el cielo lo d e tu vie ro n , sin o que e stim u ló aún más
la enérgica v irtu d de su á n im o ,30 para anhelar, en p rim e r lugar, a b rir 70
las estrechas cerraduras délas puertas de la naturaleza.
P o r lo tanto, la v ivid a energía de su alm a prevaleció y avanzó
más allá, le jo s de las ardientes m u ra lla s del m undo
y penetró todo lo inconm ensura ble con su mente y su ánim o31
desde donde, como vencedor, n o s refiere qué cosa puede nacer, 75
qué cosa no puede; y, p o r ú ltim o , en to rn o p o r qué ra zó n
cada cosa tiene u n poder fin ito y u n lim ite que está profundam ente
fijado.
P o r esto la re lig ió n , som etida a n u e stro s pies, una vez más
es derrotada y Ja v ic to ria nos iguala con el cielo.

Contra la religión
E n escás cuestiones tem o esto: que q u izá s pienses que te in tro d u c e s 80
en lo s elem entos im p ío s de la ra zó n y avanzas hacia el camino
del c rim e n . P o r el c o n tra rio , m u y a m enudo aquella
re lig ió n engendró hechos c rim in a le s e im p ío s.
A s í como en A u lid e ,32 lo s elegidos conductores de lo s dáñaos,33
lo s p rim e ro s entre lo s hom bres, m ancharon h o rrib le m e n te 85
el a lta r de la v irg e n T r iv ia 34 con la sangre de Ifianasa»35
A l m ism o tiem p o que las ín fu la s, puestas alrededor de s u s v irg in a le s
cabelleras,

30 Principio distinto del cuerpo que preside las actividades de todo ser viviente. Cf. L.
III.94y ss.
*3 Según MUMRO (l 864), voL II, p 125, se trata de una tautología poética ya que
ambas palabras deben considerarse sinónimos.
22 ÁuJide fue una antigua ciudad portuaria de Beocia de donde Homero señala que
partieron las naves de los griegos para dirigirse a Troya.
i3 Se refiere a los dáñaos, como los descendientesde Dánao, el fundador de la ciudad de
Argos. Se puede entender como extensivo al pueblo griego.
34Con la denominación de la virgen Trivia, Lucrecio alude a Hécate, diosa que se asi­
m ila a Artemis, que no posee un mito propiamente dicho. Hécate como maga preside
las encrucijadas! la estatua que allí se levanta tiene la forma de una mujer de triple
cuerpo o bien tricéfala.
35 Hombre de una de las hijas de Agamenón, en la forma más antigua de la leyenda.
Primero, era distinta de Xhgeniay Juego acaba confundiéndosela.
136 DE RE&VM NATVRA - LIBER PPJMVS

ex utraque parí m a la rum parte p ro fitsa st,


et m aestum s ím u l ante aras adstare parentem
90 se n sit et hunc p ro p te r fe rru m celare m in is t ro s
aspecmque suo la c rim a s eífund e re civis,
m uta m etu terram genibus su m m issa petebat.
Nec m iseraeprod esse i n ta li tem pore quibat
quod p a trio princep s donarat n o m in e regem,
95 N a m sublata v iru m m a n ib us trem ibundaque ad aras
deductast, n o n u t so lle m n i m ore sa crorum
perfecto posset cla ro c o m ita ri Hyrnenaeo,
sed casta inceste n u b e n d i tempore in ip so
ho stia concideret mactatu maesta p a rentis,
loo e xitu s u t classi f e lix fa ustusque daretur.
T a n tu m re lig io p o tu it suadere m a lo ru m .
Tu te m e t a n o b is iam q u o v is tem pore v a tu n i
te rrilo q u is vic tus d ic tis desciscere quaeres,
Q uipp e ete nim quam m u lta t ib i ia m fingere p o ssu n t
105 so m n ia quae vitae radones yertere p o ssin t
fortun a sq ue tua s o m n is turba re tim o re !
ACERCA DE LA NATURALEZA. DE LAS COSAS - LIBRO PRIMERO 137

se d erra m aron de ig u a l manera en una y otra p a rte de sus m e jilla s,


y, al m ism o tiem po, se d io cuenta de que su padre, e n triste c id o ,
permaneció
ante lo s altares y ju n to a él lo s sacerdotes o c ulta ro n e l c u c h illo ,74 90
y lo s ciudadanos d erra m aron lágrim a s po r su ro stro ,
(Ifianasa) enmudecida p o r el m ied o y puesta de ro d illa s, buscaba el
sue lo.
Y no podía beneficiar a la desdichada en ta l m om ento
el t e d io de que ella, antes que nadie, había trib u ta d o al re y con el no m ­
bre de padre.
Pues, arrastrada p o r las m anos de lo s ho m b re s y tem blorosa, fue
conducida 95
h a c ía lo s altares, n o para que, después de term inada la solem ne
costum bre
de la s cerem onias sagradas, p u d ie ra se r acompañada p o r el so n o ro
H im e n e o ,3
*37
5
sin o para que, casta, cayera s in p ureza en el m ism o m o m e n to de casarse,
como una tris t e ofrenda ante el sa c rific io del padre,
de modo tal que la salida fuera concebida feliz y favorable para la flota.3® 100
¡La religión puede incitar a tantos males!39
T u m ism o , en cualquier m o m e n to , vencido p o r las te rrib le s palabras40
de lo s vates,’ 1 ya buscarás apartarte de n o so tro s.
Y , en efecto, ¡cuántos m ucho s ensueños, que se ría n capaces de cambiar
las perspectivas de t u vida, pueden f in g ir para t i 105
y p e rtu rb a r p o r el m ied o todas t u s oportunid a de s!

35 En el rexro latino aparece la palabra f e r r u m , -i destacándose que se trata de un cu­


chillo sacrificial.
37 Con el sustantivo H ym cn a z o puede referirse a los cantos de boda, o bien al mismo
dios Himeneo que presidía las ceremonias nupciales. £n cuanto al adjetivo clara, la
significación es múltiple, ya que puede entenderse como “sonoro” o “luminoso” En un
contexto nupcial, la forma verbal d e d u cta s t alude a la dedzictio o traslado de la novia
desde su hogar hasta la casa del novio. Cf. BAlLEY (1947), voi II, p. 619.
38 Es una característica no casual en el texto que muchos de los ejemplos o hechos que
el autor utiliza para explicar o comentar algo referido a sus argumentos se relacione
con el “mítico pasado romano”. El autor hablará de Helena., de la guerra de Troya, de
Paris, de Eneas, etc.
3? En este caso se advierte el carácter de una sen ten tia conclusiva.
^ El adjetivo terriloqu& s, -u m es una innovación léxica del autor.
^ El sustantivo vate» ( -is)3-is alude al poeta, inspirado por los dioses.
138 DE RERVM NATVRA - LIBER PR1MVS

E t m é rito , N a m si certam fin e m esse vid e re n t


a erum na m m h o m in e s, aliq ua ra tio ne valerent
re lig io n ib u s atque m iiiis obsistere vatum .
lio N u n c ra tio n u lla est re sta nd i, n u lla facultas,
aeternas q u o n ia m poenas in m o rte tim e n d um .
Ig n o ra tu r e n im quae s it na tura anim ai,
nata s i t an contra nascentibus in sim ie tu r,
et s im u l interea t no b isc u m m o rte d irem pta
115 antenebras O rc i visa t vastasque lacunas
an pecudes alias d iv in it u s in s in u e t se,
E n n iu s u t n o ste r c e c init q u i p rim u s amoeno
d e tu lit e x H e lic o n e p e re n n i fro n d e coronam,
per gentis Ita la s h o m in u m quae clara clueret;
120 etsi praeterea tamen esse A c h e ru sia tem pla
E n n iu s aeternis e xp o n it v e rsib u s edens,
q u o ñeque perm aneant animae ñeque corpora n o stra ,
sed quaedam sim u la c ra m o d is pallentia m iris ;
unde sib ie x o rta m semper flo re n tis H o m e ri
A c e rca de la naturaleza de las c o sa s - libro prim e ro 139

Y con ra zó n : pues s ilo s ho m b re s percibieran


que e x i ste u n fin a l d eterm inado para s u s triste za s, te n d ría n fu e rza con
a lg ú n fundam ento,
para e n fre nta r lo s escrúp ulos re lig io so s y las amenazas cielos vates.
A h o ra no hay n in g u n a ra zó n para oponerse, ninguna p o sib ilid a d , lio
puesto que h a y que tem er lo s castigos e te rno s en la m uerte.
Ya que se desconoce cuál es la na tura leza del alm a:42
o b ie n nació o, p o r el c o n tra rio , es in tro d u c id a en lo s que nacen,
y al m ism o tie m p o desaparece con n o so tro s tra s ser d estruida p o r la
m uerte,
o b ie n ya a ob serva r las tin ie b la s del O rc o 43 y s u s desoladas lagunas, 11 5
o bien p o r v o lu n ta d d iv in a es in tro d u c id a en o tro s anim ales.44
C o m o cantó n u e stro E n n io ,45 el p rim e ro que tra jo
desde el agradable H e lic ó n 46 una corona de fo lla je perenne
para que fue ra considerada ilu s t re a través de la e stirp e itálica de lo s
ho m b res;
aunque, p o r otra parte, E n n io expone contando en v e rso s eternos 120
que e xiste n lo s te m p lo s del A q ue ro n te ,47
donde no permanecen la s alm as n i n u e stro s cuerpos,
sin o c ie rto s sim u la c ro s que empalidecen de m anera asombrosa;48
de este lug a r, recuerda que el ro s tro aparecido del siem pre

47Uso del genitivo arcaico.


43 En las creencias populares es el demonio de la muerte, difícilmente dif erenciabie de
los espacios infernales. Se lo suele identificar con Plutón o Dis Pater.
** En tomo a las concepciones del alma, Lucrecio se explayará en el L. III.
45 Quinto Ennio (ss, III-II a.C.) fue un poeta latino, procedente de la Magua Grecia,
que desarrolló la épica nacional romana introduciendo el hexámetro dactilico en su
obra Armales. Asociado a la familia de ios Escipiones, se trasladó a Roma para dedi­
carse a la enseñanza del griego y al cultivo de la poesía, adaptando los principios de
la cultura helénica a la tradición latina. Con el adjetivo pronominal swsier Lucrecio
posicionaai poeta arcaico entre los latinos, donde él mismo se ubica, frente a los poetas
griegos. Cf. BAIL-EY (1947), vol, II, p, 619.
48 En el monte del Helicón, en Beoda se encuentran las Musas bajo la dependencia

directa de Apolo, quien las dirige en sus cantos junto a la fuente de Hipocrene, es de­
cir, “la Fuente del Caballo” Sus aguas, que manaron a partir de los golpes de cascos de
Pegaso, favorecían la inspiración poética.
En la Odisea (X.513 y ss.) aparece una descripción del mundo subterráneo de los
Infiernos en que se menciona el río Aqueronte, junto al Pirifiegetonte y el Cocito. El
Aqueronte es el río que deberán cruzar las almas para llegar al reino de los muertos.
48 En cuanto ai concepto d e simulasrttm, este se desarrollará particularmente en el L.
TV.
140 D e RERVM NAH/RA- LIBER PRJMVS ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LlSRO PRIMERO 141

125 c o m m e m o ra t speci en i la crim as e ffu n d e re salsas flo re c ie n te H o m e ro 49 co m e n z ó a d e rra m a r saladas lág rim as 125
coep isse et re r u m n a tu ra m e x p a n d e re d ictis, y a e x p lic a r la n a tu ra le z a d e las cosas c o n p alab ra s.
Q u a p ro p te r b e n e c u m superis d e reb u s h a b e n d a F o t lo ta n to , n o so lc d e b e m o s te n e r u n c o n o c im ie n to sa tisfa cto rio
n o b is est ra tio , s o lis lu n a e q u e m eatus acerca d e ]as cosas su p erio res, d e qué m o d o o c u rre n
q u a fia n t ra tio n e , e t q u a a l q u aeq u e g e ra n tu r lo s m o v im ie n to s d e l sol y la lu n a y p o r m e d io d e qué fu e rz a se p ro d u c e
130 in te rris , tu n e c u m p rim is ra tio n e sagaci c ad a cosa en la tie rra , s in o ta m b ié n , a n te to d o , h a y q u e e x a m in a r 130
u n d e a n im a atq u e a.riimi c o n ste t n a tu r a v id e n d u m , c o n c rite rio sagaz de d ó n d e se c o n s titu y e n el a lm a y la n a tu ra le z a d e l
e t q u a e res n o b is v ig ila n tib u s o b v ia m e n tís án im o ,
te rrific e t m o r b o ad fec tis s o m n o q u e sepuiris, y q u é cosa p u e s ta e n fre n te a te rro riz a n u estras m e n te s c u a n d o estam os
c e rn e re uti v id e a in u r eos a u d ire q u e co ram , d e sp ierto s,
135 m o r t e a b ita q u o r m n te llu s a m p le c titu r ossa. a fe c ta d o s p o r la e n fe rm e d a d y sep u lta d o s p o r el su eñ o ,
de m o d o q u e n o s p a re z c a v e r y escu ch ar c a ra a cara a esos,
c u y o s h u e s o s la -tie rra a b raza d esp u és de a fro n ta d a la m u e rte . 135

D ific u lt a d e s d e l t e m a y d e fic ie n c ia s d e ia le n g u a la t in a

N ec m e a n im i fa ilit G r a ic r u m o b sc u ra re p e rta Y n o escapa a m i á n im o q u e es d ifíc il ilu m in a r


d iffic ile in lu s tra re L a tin is v e rsib u s esse, e n v e rso s la tin o s lo s o scu ro s h a lla z g o s de lo s g riegos,
m u lta n o v is v e r b is p ra e s e rtirn c^um si t ag e n d u m so b re to d o c u a n d o m u ch as cosas d e b e n tra ta rs e c o n n u eva s p a la b ra s
p r o p te r eg estatern lin g u a e e t r e r u m n o v ita te m ; a causa d e la p o b re z a d e n u e s tra le n g u a y la n o v e d a d de lo s tem a s;50
140 s e d tu a m e v irtu s ta m e n e t sp e ra ta v o lu p ta s p e ro tu v a lo r in trín s e c o , sin em b arg o , y e l esp erad o e stím u lo 140
suavis a n iic itia e q u e m v is efferre la b o re m de tu ag rad a b le a m ista d m e p e rs u a d e n p a ra s o p o rta r c u a lq u ie r
suadet e t in d u c it n o c te s v ig ila re serenas e s fu e rz o y m e in d u c e n a estar d e sp ie rto d u ra n te las n o ch es tra n q u ila s,
q u a e re n te m d ic tis q u ib u s e t q u o c a rm in e d e m tu n b u s c a n d o c o n q u é p a la b ra s y c o n q u é tip o de p o e sía , ju sta m e n te,
c la ra tu ae p o s s im p ra e p a n d e re lu m in a m e n ti, p u e d a y o d esp leg a r h a c ia t l i m e n te las claras lu ces
145 res q u ib u s o cc u lta s p e n itu s c o n v ise re p ossis. c o n las q u e p u ed a s e x a m in a r de m a n era p ro fu n d a las cosas o c u lta s e 1 145

'1? Lucrecio elabora un recorrido por la uadición épica que, desde Homero, l lega hasta
el mismo Ennio, de quien se considera un heredero. Esto, asimismo, se relaciona con
ia consideración que la critica lucrcciana hace con respecto ai género de este poema.
CE. GALE (2007).
50 Aquí aparece el motivo de la egest.as lucrecíana, es decir la carencia de una lengua
preparada para el desarrollo de la filosofía.
51 El autor declara su preocupación por hallar los medios expresivos adecuados para el
desarrollo de una poesía de carácter didáctico-fiosófico.
142 DE RERVM NATVRA - LIBER PRIMAIS

H u n c ig it u r te rro re m a n im i tenebrasque necessest


n o n ra d ii s o lis ñeque lucida tela d iei
d isc utia nt, sed naturae species ratioque,
P rin c íp iu m c u iu s b in e no b is exo rd ia sum e t,
150 n u lla m re m e n ilo g ig n i di v in itu s ttmquam,
Q u ip p e ita fo rm id o m o rta lis c o n rin e t o m n is,
quod m u lta in t e rr is íie r i caeloque tu e n tu r
q u o ru m op erum causas n u lla ra tio ne videre
p o ssu n t ac fie ri d iv in o n u m in e re n tu r,
155 [1 56] Q ua s ob re s u b i v id e rim u s n i l posse creari
[157] de n ilo , tu m quod se q u im u r iam rectius inde
[153] p e rsp ic ie m u s, et unde queat re s quaeque creari
[155] et quo quaeque m od o fia n t opera sin e d ivu m .

N a m s i de n ilo fic rc n t, ex o m n ib u ' rebus


160 om ne genus nasci posset, n i l sem ine cgcret
E mare p rim u m lio m in c s, e té rra p o sset o r ir i
squam igerum genus et volucres erumpere cáelo;
armenta atque aliae pecudes, genus om ne íc ra rn m ,
incerto p a rtu culta ac deserta tenerent.
165 N e c fru c tu s íd e m a rb o rib u s constare solerent,
sed m u ta rc n tu r. ie rre om nes o m n ía p o sse n t.
ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO PRIMERO 143

Principios fundamentales del conocim iento a desarrollar


E s necesario, entonces, que este t e rro r y las tin ie b la s de la mente
se d isip e n , no lo s rayos del so l n i las b rilla n te s la nza s del día,52
sin o la observación y el siste m a de la naturaleza,
A p a rt ir de a q uí, para n o so tro s, en p rin c ip io , a modo de e xo rd io , se
a su m irá
que jam ás n in g u n a cosa se engendra de la nada p o r vo lu n ta d d iv in a ,535
*
4 15o
P o r c ie rro , así el m ied o pa ra liza a rod os lo s m o rta le s,
ya que observan m uchas cosas que acontecen en las tie rra s y en e l cielo
de cuyos re sulta d o s no pueden v e r las causas p o r n ing un a razón,
y p ie nsa n que o c u rre n p o r una potencia d ivina .
P o r estas razones, cuando hayamos v isto que nada puede crearse 155 [lié ]
a p a rt ir de la nada,’4 entonces exam inarem os de a llí con m ayor re c ritu d [157]
lo que p e rse g uim o s: no so lo de dónde cada cosa puede ser creada, [158]
sin o tam bién, de qué m odo cada una acontece s in la in te rve n c ió n de lo s
d io ses. [155P

Primeros interrogantes e hipótesis


P u e s, s i se o rig in a ra n a p a rtir de la nada, de todas la s cosas,
p o d ría nacer cua lq uie r especie, nada re q u e riría de se m illa , 16o
E n p rim e r lugar, lo s h o m b re s p o d ría n s u r g ir d el m ar, de la tie rra p o d ría
s u rg ir
la especie que está cubierta de escamas y las aves, ir r u m p ir del cielo;
e l ganado y o tra s reses, toda clase de fieras,
ocuparían tie rra s cultivadas y desiertas en una procreación s in
d eterm inar.
D e ig u a l m anera n i lo s fru t o s se ac ostum bra rían a fo rm a r parre de lo s
árboles, 165
sin o que cam biarían; ro d o s p o d ría n p ro d u c ir rodas la s cosas.56

52 Meconimia por las luces o rayos del sol.


M Esce es uno de los principios de la física epicúreo-iucreciana que niega la interven­
ción divina en la creación del universo, no así la existencia misma de ios dioses.
54 En estos versos se advierte unaam plifiattio del principio enunciado anteriormente.
” El orden de los versos 155-158 fue restituido por Maruíio (s. X V ) .
^ Además de apreciarse las herramientas argumentativas cabe destacar, en este pasaje,
cómo Lucrecio desarrolla el concepto del origen de las distintas especies que pueblan
144 D I RERVM NATVRA - LIBER PRIMV

Q u ip p e u b i n o n essenc genitalia corpora cuique,


q u i p o sset m ater rebus consistere certa?
A t nu nc se m in ib u s quia c e rtis quaeque creantur,
170 inde e n a sc itur atque oras in lu m in is e xit
m ateries u b i in e st cuiusque et corp ora p rim a ;
atque hac re nequeunt ex ó m n ib u s o m n ia gígni,
quod c e rtis in rebus in e st secreta facultas.
Praeterea c u r vere rosam . fru m e n ta calore,
173 v it is a u tu m n o fu n d i suadente vid em us,
s i n o n , certa suo quia tem pore semina re ru m
cum c o n flu xe ru n t, patefit quodcumque creatur,
d um tempestates adsunt et v ivid a te liu s
tu to res teñeras e ífe rt in lu m in is oras ?
iso Q uo d s i de n ilo fie re n t, sú b ito exo re re ntur
incerto spatio atque a lie n is p a rtib u s a nni,
quippe u b i n u lla fo re n t p rim o rd ia quae g e n ita li
c o n c ilio possent arceri tem pore in íq u o ,
Nec p o rro augendis rebus spatio fo re t u su s
185 se m in is a d c o itu m , s i e n ilo crescere possent.
N a m fie re n t iuvenes sú b ito ex in f antibu’ p a rv is
e terraque e xo rta repente arbusta sa lire n t.
Q u o ru m n i l fie ri m a n ife stu m e st, om nia quando
p a ula tim crescunt, u t par est semine certo,
ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAN - LIBRO PRÍMERO 145

Ciertam ente, donde no existieran elementos generadores para cada una,


¿cómo podría establecerse una m adre'7 determinada para las cosas ?
Peto, ahora bien, puesto que cada cosa es creada por semillas
determinadas,
de a llí nace y sale hacia las o rilla s de la lu z , 170
donde reside la materia y los corpúsculos primarios de cada cosa;
y por esta razón no puede generarse todo a partir de todas las cosas,
puesto que en cosas determinadas hay facultades particulares.58
Además, ¿por qué vemos que la rosa se esparce en primavera, el trigo
en el calor y las vid es con la p e rsua sió n del otoño, 175
sino porque, a su tiempo, una vez que se reunieron
las semillas determinadas de las cosas se descubre lo que es creado,
mientras las estaciones se hacen presentes y la tierra vivida
produce con seguridad tiernas cosas hacia las orillas de la luz?
Pero si se produjeran a p artir de la nada,, se originarían repentinamente 180
en un espacio indeterminado y en extraños momentos del año,
al comprobar que no habría ningún elemento primordial que pudiera
apartarse de una unión59 generadora en un tiempo inapropiado.
Por otra parte, con el fin de que las cosas crecieran, no se requeriría
de un espacio (de tiempo)00 para la unión de las semillas, si pudieran cre­
cer de la nada. jg5
Pues, súbitamente se harían jóvenes de pequeños infantes
y saldrían los arbustos de repente nacidos de la tierra.
Se advierte que no sucede nada de esto, ya que todas las cosas
crecen poco a poco, como es conveniente, a causa de una semilla
determinada01

la tierra a la manera de una argumentación negativa. En su metodología, es frecuente


el uso de la argumentación a d ahsurdum.
57La palabra latina es maUr, -tris yes destacable que tiene la misma raíz de materia.
58Establece que hay diferencias cualitativas entre los distintos elementos primordiales
de las cosas.
55 El sustantivo ccnciliam , -íi)i es una palabra técnica en Lucrecio con dos usos: uno
en relación con aéyicpurfg (“combinación”) y el otro á&poi<ruc£ (‘ cohesión’). Se opone a
discidium . C£ BAILEY (1947), vol. II, p. 63Q.
m Entre las acepciones del sustanrivo spalium, -(i)t se halla la que se refiere a la exten­
sión temporal
61 Entre los versos 189-190 Munro determinó ana laguna. C f BAILEY (1947), vol
I, p. 184.
146 DF RERVM NATVRA - LIBER PPJMVS

190 crescentesque genus se rva n t; u t noscere p o ssis


quidque sua de m ateria grandescere alique,
H u c accedit u t i sin e c e rtis im b rib u s a n ni
laetiñcos nequeat fe tus su m m itte re te llu s
nec p o rro secreta cibo na tura a n im a n tu m
195 propagare genus p o ssit vitam que tu e ri;
u t p o tiu s m u it is c o m m unia corpora rebus
m u lta p urés esse, u t v e rb is elementa vid em us,
quam sin e p rin c ip iis u lla m re m exsistere posse.
D e n iq u e c u r h o m in e s ta n to s na tura parare
200 n o n p o tu itj p e d ib u s q u i p o n tu m per vada possen t
tra n siré et m agnos m a n ib us d ive lle re m o n tis
m ultaque vive n d o v ita lia vincere saecla,
s i n o n , m ateries quia re b us reddita certast
g ig n u n d ls e qua constat q u id p o ssit o r ir i ?
205 X i l ig it u r f ie r i de n ilo posse fatendum st,
se m ine quando op us est re b us q u o quaeque creatae
aeris in teñeras p o ssin t p ro fe rrie r auras.
Postremo quoniam incultis praestare videmus
culta loca et manibus meliores reddere fetus,
210 esse vid e lic e t i n t e r r is p rim o rd ia re ru m
quae n o s fecundas vertentes vomere glebas
terraique so lu m su b ig e n te s c im us ad o rtu s.
Q u o d s i n u lla fo re n t, n o stro sin e quaeque labore
A c e r c a de l a naturaleza de las c o s a s - Lib r o prim e ro 147

y las que crecen conservan la especie; con el fin de que puedas reconocer 190
que cualquier cosa se vuelve grande y se alimenta a partir de su propia
materia.
De aquí se agrega que, sin determinadas lluvias en el año,
ia tierra no es capaz de producir sus frutos exuberantes,
n i en lo sucesivo la naturaleza de los seres animados, apartada de
alimento,
puede propagar la especie y proteger lavida. 195
Así, antes de que pienses que pueda existir alguna cosa sin los elementos
primeros,
piensa que los corpúsculos, comunes a muchas cosas,
son muchos, como vemos que son las letras en las palabras.*52
Finalmente, ¿por qué la naturaleza no pudo concebir hombres63
de tal m agnitud que pudieran atravesar con sus pies el mar 200
a través de sus vados, y arrancar con las manos los grandes montes
y vencer persistiendo durante muchos siglos de vida,
si no es porque cierta materia ha sido determinada para la generación
de las cosas, de la cual se establece qué podría surgir?
Por lo tanto, hay que adm itir que nadapuede resultar de la nada, 205
pues, paralas cosas, es necesario que de una semilla
pueda revelarse todo lo creado hacia las tiernas brisas del aire.6'1
Por último, puesto que vemos que los lugares cultivados
aventajan a los no cultivados y que rinden mejores frutos con nuestras
manos,65
es evidente que en las tierras existen los elementos primordiales de las
cosas, 210
los que nosotros ponemos en movimiento para su nacimiento
al roturar los terrones fecundos con el arado y someter al yugo el suelo
de la tierra.
Y si nada (de esto) existiera, verías que sin nuestro trabajo
62 La analogía entre los corpúsculos engen dradores y las letras reaparecerá en el texto
más adelante. £1 autor señala que tanto las letras como los corpúsculos primordiales se
comportan de la misma manera.
63Lucrecio alude a los gigantes y a la imposibilidad de su existencia, a partir del hecho
de que no pueden violarse las leyes de la naturaleza,
c'4 £1 sustantivo aer, 4s denota la materialidad del “aire”; en cambio aura, -ae presupone
su movimiento.
65£1 autor insiste en el poder transformador del hombre sóbrela naturaleza a través del
trabajo, tema que Virgilio abordará en las Geórgicas.
148 DE RER.VM NATV'RA - LIBER PRIMVS

sponte sua m u lto f ie ri m eiioxa videres,


215 H u c accedit u t i quidque in sua corpora n irs u m
d isso lu a t natura ñeque asi m lu m ín te re m a t res.
N a m s i q u id m o ría le <e> cunctis p a rtib u s esset,
ex o c u lís tes quaeque repente erepta p e rire t.
N u lla v i fo re t u su s e n im quae p a rtib u s eius
220 d isc id iu m p a re re et n e xu s exsolvere posset.
Q u o d nunc, aetemo quia constant se m ine quaeque»
doñee v is o b iít quae res diverberet ic tu
aut in t u s penetret per in a n ia d issoluatque ,
n u lliu s e x itiu m p a t it u r na tura v id e ri.
223 Praeterea quaecumque vetustate amevet aeras,
s i p e n ítu s p e rim it consúmelas m ateriem om nem ,
unde aním ale genus g enera tim in lu m in a vitae
redd ucit Venus, aut redductum. daedala te llu s
unde a iit atque auget generatim pabuía praebens?
23o U n d e mare in g e n u i fo n te s extemaque longe
ilu m in a suppeditant? U n d e aether sidera pascít ?
O m n ia e n im deber, m o rta l! corpore quae su n t,
in f in it a aetas c onsum pse anteacta diesque,
Q u o d s i in eo sp a tio atque anteacta aetate fuere
233 e q u ib u s haec re ru m c o n sistir sum m a refecta,
im m o rta fi su n t n a tu ra praedita certe;
haud ig ít u r p o ssu n t ad n ilu m quaeque re ve rtí.
D e n iq u e res o m n is eadem v is causaque v u lg o
conñceret, n i s i m ateries aetema teneret,
24o in te r se n e xu m in u s aut m agis in dup ed íta.
Ta c tu s e jiim ie ti sa tis esset causa profecto,
ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO PRIjvLERO 149

cada (suelo) se volvería mejor por propia voluntad,


A esto se agrega que la naturaleza contrariamente disuelve
cada cosa en sus corpúsculos y no las reduce a la nada.66
Pues, si algo mortal existiera a partir de todas sus partes,
cualquier cosa perecería arrebatada repentinamente de nuestros ojos.
En efecto, no se haría uso de ninguna fuerza para poder mostrar
la separación en sus partes y deshacer sus encadenamientos. 220

Y ahora, porque existen todas las cosas gracias a una semilla eterna,
hasta que se presente una fuerza6' que divída las cosas con un golpe,
o penetr e en su interior y las disuelva a través de los espacios vacíos,
la naturaleza no perm ite que se vea el fin de ninguna,
Además, ¿qué es lo que el tiempo descarta por envejecimiento, 225
si al consumir toda la materia, la destruye por completo;
a partir de qué cosa Venus68 reintroduce a las luces de la sida el género
ani ma l
conforme a las especies, o, una vez introducido, de qué lo nutre la
dedálica tierra
y lo acrecienta ofreciéndole elpasto según las especies?
¿De qué cosa abastecen al mar, las fuentes nativas y los ríos 30
que llegan de lej os ? ¿ De qué cosa el éter nutre a fas estrellas?
Efectivamente, el tiempo ilim itado y los días pasados deben
haber consumido todas las cosas que son de un cuerpo mortal.
Y si en ese espacio y en la edad pasada existieron (los elementos)
a partir de los cuales persiste este conjunto de cosas, ya restablecidas, 35
ciertamente se provee de una naturaleza inmortal;
en consecuencia ninguna de las cosas puede volver a la nada.
Por últim o, la misma fuerza y la misma causa destruirían todas las cosas
sin distinción, si una materia eterna no las sostuviera
entretejida entre sí, en mayor o menor grado, por medio de vínculos. 240
En efecto, el contacto65 seguramente sería causa suficiente de muerte,
ÉÉEste es el segundo de los principios que enuncia Lucrecio para referirse ala no desa -
parición completa de las cosas, sino que estas se reducen a los elementos primeros. Cf.
Epic.: Ep. Her. 38-39-
57Es de apreciar que el autor nombra como fuerza {vi) aaqueIJacausacapaz de produ­
cir una transformación de las cosas, como ias fracturas o los desencadenamientos o la
separación de algo en partes.
á8Venus es entendida corno la fuerza engendradora que reproduce las especies.
Alude al simple contacto entre al menos dos cosas, que, si estuvieran formadas por
corpúsculos sin vínculos, necesariamente se desintegrarían.
150 DE RERVM NATVRA - LIBER FR1MVS

quippe ubi n u lla fo re n t aeterno corpore q u o ru m


contexm m v is deberet d isso lv e re quaeque.
A t nunc. Ín t e r se guía nexos p rin c ip io ru m
245 d issim iie s constant aetemaque n ia te rie s est,
in c o lu m i remanenc re s corpore, d um s a tis acris
v is obeat p ro te xtu ra cuiusque reperta.
H a u d ig it u r re d it ad n ilu m res u lla , sed om nes
d iscid io redeunt ín corpora m a te ria l
250 P o stre m o pereunt im b re s, u b i eos pater aether
in g re m iu m m a tris te rra i p ra ecip ítavit;
ar nitid a e su rg u n r frug e s ra m iq ue vire sc u n t
a rb o rib u s, crescunt ipsae fetuque gravantur;
h iñ e a iitu r p o rro n o stru m genus atque fe ra rum ,
255 h iñ e laetas u rb is p u e ris ñ orere vid em us
fro n d ife ra sq u e n o v is avibus canere undique silv a s;
hiñe fessae pecudes p in g u i per pabula laeta
corpora d e p o nun t et candens lacteus u m o r
u b e rib u s manat d iste n tís; h iñ e nova p ro les
2 6 o a rtu b us in f ir m is teñeras lasciva p e r herbas
lu d ir lacre m e ro m e n tís perculsa no vella s.
H a u d ig it u r p e n iru s p e re u n t quaecumque v id e n tu r,
quando alid ex a lio re íic it natura nec u lla m
re m g ig n i p a titu r n is i m o rte adiuta aliena.

265 N u n c age, res q u o nia m d ocui n o n posse creari


de n ilo ñeque íte m genitas ad n i l re vo ca r!
ne qua fo rte tamen coeptes d i ífid e rc d ic tis,

LlgKlft
A c e r c a de la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - l i b r o p r im e r o 151

ya que no e x is t iría n ing un a cosa de cuerpo eterno


cuyo te jid o cualquier fu e rza debiera d iso lve r.
Pero ahora, puesto que los v ín c u lo s m u tu o s de lo s elem entos
p rim o rd ia le s
están c o n stitu id o s de m od o d is ím il y la m ateria es eterna, 245
las cosas permanecen en u n cuerpo incólum e, hasta que se produzca
una fu e rza suficientem ente penetrante para d esc ub rir la te xtura de cada
una.
En consecuencia, ninguna cosa vuelve a la nada, sino que todas,
después de su desintegración, retornan a los corpúsculos de la materia.
Por último, las lluvias perecen cuando el padre éter 250
las precipitó al regazo d é la madre tierra;70
pero los granos surgen resplandecientes y las ramas reverdecen
en los árboles, estas mismas crecen y se tornan pesadas a causa de ios
frutos;
p o r e sto es alimentada de aquí en más nu e stra raza y la de la s fieras,
p o r esto observam os flore cer las ciudades felices con n iñ o s 255
y cantar desde todas partes con nuevas aves a lo s bosques fro n d o so s;
por esto los cansados ganados, cargados de grasa, echan sus cuerpos
por felices pasturas, y el blanco fluir de la leche
mana de las ubres distendidas; por esto la nuevaprole
re to za alegre con su s patas s in firm e za a través de las hierba s, 260
afectada sus m entes nu evita s7' con leche pura.
En consecuencia, no perecen por completo las cosas que lo parecen,
cuando la naturaleza reconstituye una cosa72 de otra y no permite
que ninguna nazca sino ayudada por una muerte ajena.

Invisibilidad de los elementos primordiales


Ahora, atiende, no porque yo te enseñé que las cosas no pueden 265
crearse de Ja nada n i? de igual forma una vez creadas» reducirse a la nada,
no obstante» comiences a alejarte de alguna manera de mis palabras»75

75 Valiéndose de un ejemplo de carácter mítico (la hierogamia o matrimonio sagrado


entre el cielo y la tierra) explica la naturaleza del proceso de integración y desintegra­
ción de las cosas, proceso en el que tienen lugar fenómenos físicos de transformación
de la materia.
71 El poeta utiliza el diminutivo noveílas.
72 Uso del arcaísmo a lid por alias.
152 De rervm natvra - líber prim v s

quod nequeunt o c u lis re riim p rim o rd ia cerni,


accípe praeterea quae corpora tute necessest
2 7 0 confitea re esse in rebus nec posse v id e ri.
P rin c ip io v e n ti v is verberar in c ita p o n tu m
in ge ntisq ue r u it na v is et n u b ila d iffe rt,
in te rd u m rá p id o p e rc u rre n s ru rb in e campos
a rb o rib u s m a g n is s t e rn it m o n tisq u e sup rem os
275 s ilv ifra g is vexar fla b ris: ir a p e r f u rit acri
cum fre m itu saevitque m in a c i m u rm u re ve ntus.
S u n t ig ít u r v e n ti n im ir u m corpora caeca
quae mare, quae térras, quae denique n u b ila caeli
v e rru n t ac s ú b ito vexantia tu rb in e raptant,
28o nec ra tio ne ñ u u n t alia stragemque propagant
ec cum m o llis aquae fe rra r natura repente
ilu m in e abundanti, quam la rg is im b rib u s auget
m o n tib u s ex a ltis m agnus d ecursus aquai,
firagm ina coniciens siív a ru m arbustaque tota,
285 n e c v a lid ip o ssu n tp o n te s v e n ie n tis aquai
v im su b ita m tole rare : ita m agno ra rb id u s im b ri
m o lib u s in c u r r it v a lid is cum v irib u s a m nis.
D a t s o n it u magno stragem vo lv itq u e sub u n d is
grandia saxa ru itq u e < e t> q u id q u id flu c tib u s obstar.
290 S ic ig it u r debent v e n ti quoque fla m in a fe rri,
ACERCA DE LANATURALEZA.Dr LAS COSAS - LIBRO PRIMERO 153

q u izá s porque lo s elem entos p rim o rd ia le s de la s cosas no pueden d is t in ­


g uirse p o r m edio de lo s o jo s,737
5
4
adm ite, además, que es necesario reconocer con seguridad
que e xiste n c orp úsculo s en la s cosas y que no pueden ser v isto s. 270
E n p rim e r luga r, la fue rza del v ie n to azota desencadenada, e l m ar/4
d e rrib a naves enorm es y d ispe rsa la s nubes. '5
Cada ta nto, avanzando en im p e tu o so to rb e llin o , cubre lo s campos
con grandes árboles y castiga lo s más altos m onte s
con so p lo s que q u ie b ra n lo s bosques:76 a sí se enfurece el v ie n to 275
con u n silb id o penetrante y se to rn a salvaje con u n a u llid o amenazante.
P o r lo tanto, lo s v ie n to s so n , seguramente, corp úsculos no v isib le s77
que al m ar, a las tie rra s y, en fin , a las nubes del cielo
barren y arrebatan dañándolos en sú b ito re m o lin o ,
y no corren p o r o tra ra zó n y propagan la d estrucción 280
como cuando la suave naturaleza del agua es llevada repentinam ente787
0
8
9
en u n r ío abundante, a la cual con copiosas llu v ia s acrecienta
desde lo s a lto s m o nte s el gran descenso de agua,
am ontonando despojos de bosques y árboles enteros,
y lo s ro b u sto s puentes n o pueden so p o rta r la sú b ita fue rza 285
de las aguas que bajan: asi, tu rb ia a causa de una gran llu v ia ,
la c orriente se pre cip ita contra lo s d iques con vig oro sa s fue rza s.
L le v a el estrago con gra n e struen d o y hace g ira r grandes piedras
b a jó la s olas, p o r donde d e rrib a '9 todo lo que*° ob struye su flu ir.
A s í, po r lo tanto, tam bién deben ser llevados lo s so p lo s del v ie n to , 2 90

73 Lucrecio le solicita a Memio que crea en estas afirmaciones sin poder comprobarlas
en su totalidad. Más adelante asegurará que por medio de los sentidos se alcanza el
conocimiento de las cosas, aunque están acompañados del poder ¿el ingenio^ la razón
o la interpretación.
74 Diferentes variantes se presentan en el final del verso: en Munro aparece portas ( ‘los
puerros”); b edición de Bailey (1947) opta^ oipon tu m , que sostienen otros editores.
75 Como parte de la metodología argumentativa de Lucrecio, se 2 precia eí uso de las
analogías con eventos propios de la naturaleza. C£ SCHIESARO (1990).
/6Uso del adjetivo compuesto sifcxfmgus, -a, -um que es una creación léxica íucreciana.
77El adjetivo casca, alude a la imposibilidad de ser percibidos por los sentidos.
741En los versos 281-282 se presenta un problema en la transmisión del texto que difi­
culta el análisis sintáctico del mismo. C£ BAILEY (1947), vol. I, p. 190.
79AÍUNRO, voL I, p. 13, entiende la posibilidad de que se lea el nominativo aqu¿¿3por
lo cual la traducción sería “el agua derriba cualquier cosa que obstruya su í^uLr>^
80 Pasaje sin resolución entre los editores.
DE RERVlv'\ NAATVRA- llBER PRJMVS Acerca de l a NATURALEZA d i la s c o s a s - l ib r o p ^ m i r o 155
154

lo s q u e, c o m o u n r í o v ig o ro so , c u a n d o se p re c ip ita n
q u ae v e lu ti v a lid u m c u m fiu m e n p ro c u b u e re
h a c ia cu a lq u ie r p a rte , e m p u ja n a n te sí las cosas y las d e rrib a n
q u a m lib e t in p a rte m , t r u d u n t re s a n te ru u n tq u e
c o n im p e tu o s o s re m o lin o s, y alg u n as veces las a rre b a ta n en. to rtu o s o
im p e tib u s crebris, in te rd u m v e rtic e to rto
to rb e llin o y rá p id o s " las lle v a n e n a g ita d o tw :b ió n .
c o rrip iu n t ra p id c q u e ro ta n ti tu rb in e p o r t a n t .
P o r esta ra z ó n , u n a y o tra v e z / 1 los v ie n to s so n c o rp ú sc u lo s n o visib les. 295
295 e tia m a tq u e e tia m su n t v e n ti c o r p o r a caeca,
p u esto q u e, en sus a c to s y c o stu m b res v ie n e n a ser ém u lo s
q u a n d o q u id e m fa c tis et m o rib u s a e m u la m ag n ís
de las g ra n d e s c o rrie n te s (de agu a), q u e s o n de c u erp o visib le.
a m n ib u s in v e n iu n tu r, a p e r to c o r p o r e q u i sunt.
A u n , a su v e z , sen tim o s lo s d ife re n te s o lo re s de las cosas
T w n p o r ro v a r io s re r u m se n tim u s o d o re s
y, s in e m b a rg o , n u n c a lo s d is tin g u im o s a c e rc á n d o s e a n u estras n arices,
n ec ta m e n a d n a ris v e n ie n tis c e rn im u s u m q u a m ,
n i v e m o s lo s a rd ie n te s ca lo re s, n i te n em o s la ca p a c id a d d e a tra p a r 300
300 n cc calid o s aestus tu im u r nec fr ig o r a q u im u s
e l fr ío c o n lo s o jo s , n i esta m o s a co stu m b ra d o s a o b s e rv a r las vo ce s;
u su rp a re o c u lis n ec voces c e rn ere suem us;
es n e ce sa rio , n o o b s ta n te , q u e to d a s estas cosas e sté n c o n s titu id a s
q uae ta m e n o n m ia c o r p o r e a c o n s ta re necessest
p o r u n a n a tu ra le z a c o r p ó r e a , p u esto q u e p u e d e n e stim u la r los s en tid o s.818283
nat u ra , q u o n ia m sen su s im p eliere p o s s u n t-
E n e fe c to , n in g u n a cosa, si n o es u n c u e rp o , p u ed e to c a r y ser to ca d a .
T a n g ere e n im e t ta n g i, n is i C o rp u s n u ila p o te s t re s-
En. fin . se h u m e d e c e n las ro p a s te n d id a s en las costas q u e ro m p e n 305
305 D e n iq u e flu c tifra g o s u sp e n sae in l ito r e vestes
las o las, y esas m ism a s se secan exp uestas a l sol.
u ve sc u n t, e a e d e m d isp a n sa e in so le s e re s c u n t
P e ro n o se v io d e q u é m a n e ra se a se n tó el flu id o d e l ag u a
At n e q u e q u o p a c to p e rs e d e rú u m o r aq u a i
n i, a la in versa, de q u é m a n e ra h u y ó a causa d e l calor.
v is^ m st n e c ru rsu m q u o p a c to fu g e rit a e stu .
P o r lo ta n to , el líq u id o se esp a rce e n p eq u eñ as p a rte s
In p a rv a s ig itu r p a rtís d isp e rg it u r u m o r
q u e lo s o jo s d e n in g u n a m a n e ra p u ed e n ver. 310
310 q u as o c u li n u lla p o s s u n t ra tio n e A d e re .
Y to d a v ía m ás, tra s m u c h o s re to rn o s a n u a le s d e l s e l,
^ la sn e tia m m u ltis solis re d e u n tib u s an n is
el a n illo , p o r te n e rlo en e l d e d o , se a d e lg a za p o r d eb a jo ,
a n u lu s in d ig ito s u b te r te n u a tu r h a b e n d o ,
la c a íd a d e la g o ta h o ra d a la p ie d ra , la re ja c u rv a de h ie rro
s tilic id i casus la p id e m cavat, u n cu s a ra tri
d el a ra d o d e crece o c u lta e n lo s su rco s,
fe rre u s o cc u lte d e cresc it v o m e r in arvis,
y, p o r o tra p a rte , o b sen ra m o s lo s p a v im e n to s d e p ie d r a d e lo s c a m in o s 315
315 stra taq u e ia m vu Ig i p e d ib u s d e trita vla su rn
e ro sio n a d o s p o r lo s p ies de la m u c h e d u m b re ; adem ás las estatu as de
sax ea c o n s p ic im u s ; tu m p o rta s p r ° p te r aen a
b ro n ce 84

81 Lachmann corrige por el adverbio rapide el adjetivo raudi que transmiten los códices
más antiguos OQ, ambos del siglo IX..
82 La utilización de la fórmula etia m a tq u e etia m está conectada con procedimientos
analógicos. SCHIESARO (1990:25, n.4) recuerda que se la define como una íocu tiv
hortandis e tu rg en d is {"locución para exhortar y urgir”), a través de la cual se busca de­
finir el campo de uso gracias a algunos ejemplos, tal como aparece en Piauto, también
en Ennio y posteriormente en Cicerón.
83 El autor reafirma la convicción de que los sentidos son nuestras herramientas para
evaluar d mundo y. en particular en este caso, enuncia que no solo es preponderante
el sentido de la visión.
84 En cuanto a la traducción del término aes, _-r/s y sus derivados, se analizarán más
adelante en el L. V .1241 yss.
156 DE RERVM NATVRA - LIBER PR1MVS

signa m a n us d e xtra s o ste n d u n t attenuari


saepe sa luta n rum tacto praeterque m earstum .
Hace ig it u r m in u t. c u ín s in t d e rrita , vid em us.
3 20 Sed quae corpora decedanc i n tem pore quoque,
in vid a p ra e c lu sit spccicm na tura vid e n d i.
P o stre m o quaecumque dies naturaque rebus
p a ula tim t rib u ir, m o d e ra tim cresccre cogens,
n u lia potest o c u lo ru m acies contenta tu e ri;
325 nec p o rro quaecumque aevo macieque senescunt,
nec, mare quae im pend ent, vesco sale saxa peresa
q u id quoque a m itta n t in tem pore cernere p o ssis.
C o rp o rib u s caeos ig it u r na tura g e rit res.

Mee tanien un d iq u e corpórea stipata te n e n tu r


330 om nia natura; nam que est in re b u s inane.
Q u o d t ib i cognosse in m u ít is e rit u tile rebus
ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO PRIMERO 157

junro a las puertas muestran que sus manos derechas están gastadas
por el contacto de los que saludan habitualm ente y pasan por delante.
Vemos, entonces, que estas cosas se reducen a causa de que se han
desgastado.
P e ro qué c o rp úsc ulo s desaparecen en cada m om ento, 320
la desfavorable naturaleza® de la v is ió n nos o b stru yó (esa) im agen.*6
P o r ú lt im o , lo que sea que io s d ía s y la na tura leza aportan
paulatinam ente a las cosas, fo rzá n d o la s a crecer de manera gradual,8'
la aguzada p u p ila de n u e stro s o jo s no puede v e r ning un a ,
n i tampoco c ua lquier cosa que envejece a causa de la edad y su sequedad: 325
n i p o d ría s d isc e rn ir qué pie rd en en cada tie m p o la s piedras,
la s que penden sobre el m ar, carcomidas p o r la sa l devoradora.88
En efecto, la naturaleza lleva a cabo las cosas a través de corp úsculo s
im perceptibles.

Concepto de vacío89
Sin embargo, no todas las cosas están ocupadas en f orina compacta90
en todas partes por una naturaleza corpórea; pues en las cosas existe el
vacío. 330
Haber conocido91 esto te será útil en muchos aspectos
35 En esce caso el término “naturaleza*" hace referencia a la manera de ser de las cosas.
Será crucial para comprender el sentido del texto identificar en qué lugares el autor
trabaja con este sentido y cuándo habla de la naturaleza como ente regulador de los
procesos naturales.
36 Con respecto a la palabra sp eciesj -ei se presenta en algunas ediciones otra varian­
te textual, con lo cual es evidente la existencia de un problema en la transmisión.
Teniendo en cuenta que este sustantivo etimológicamente se relaciona con el verbo
sp ecio (“mirar”), se procedió a traducir por ^imagen” atendiendo al proceso de separa­
ción de los corpúsculos en la erosión de las cosas.
37El adverbio m o d e m tim es una innovación lucreeiana.
33 Cabe destacar que las piedras del mar se carcomen por el hecho de que el agua tiene
sal. Por lo tanto el autor implica que esta abrasión no es unacaracterística puncuaJmen-
te del agua, sino por obra de otro material disueleo en ella.
89 Desde el verso 329 al 369 Lucrecio desarrolla el concepto de vacio. Al respecto, los
filósofos acomistas afirman la existenciadel vacío rompiendo con sus predecesores, los
eleacas. C£ BAILEY (1947), voi. II, pp. 652-653-
Se incroduce la palabra stipatus, -a,, -u m al vocabulario técnico de la obra. Este tér­
mino es utilizado en la actualidad, en el ámbito técnico, con esce mismo significado.
93 Las formas contractas del infinitivo perfecto activo,, tal como cogn osse , del verbo cc g -
nosce, serán una de las características estilísticas de la obra.
158 D E REÍo^M N A T V R A - LIBER P R JM V S

nec sin e t e rra n te m d ubita re et quaerere semper


de sum m a re ru m ct n o s t ris d ifhd e re d íc tis,
Q ua p ro p te r lo c u s est in ta c ta s ina ne vacansque.
335 Q u od s i n o n esset, n u lia ra rio n e ra overi
res p o sse n t; nam que o íH c íu m quod c o rp o ris exstat,
officcre atque obstare, id in o m n i tem pore adesset
ó m n ib u s; haud ig it u r quicquam procederé posset,
p rin c ip íu m q u o n ia m cedendi n u ila daret res,
34o A t nunc p e r m a ría ac té rra s sub lim a q ue caeli
m u lta m o d is m u lt is va ria ra tio ne moverá
c e rn im u s ante oculos, quae, s i n o n esset inane,
n o n tam s o llic ito m o ta privata carerent
quam genita o m n ín o n u ila ra tio ne fu isse n t,
345 u n d iq u e m ateríes q u o n ia m stipata quiesset.
Praeterea q u a m vis solidae re s esse p u te ntur,
h iñ e tam en esse lic e t ra ro c um corpore cernas.
I n sa x ís ac sp eluncis perm anat aquarum
liq u id u s u m o r et u b e ríb u s ifrent om nia g u ttis,
350 D is s ip a t in Corpus sese c ib u s om ne a nim antum .
C re sc u n í arbusta et fe tu s in tempore fu n d u n t,
q u o d cibus in totas usque ab ra dicib us im is
p e r tru n c o s ac p e r ra m o s d iffu n d it u r o m n is.
ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO PRIMERO 159

y no perm itirá que dudes equivocadamente y tampoco preguntes


siempre
sobre el conjunto de las cosas y desconfíes de nuestras palabras.
Por lo tanto, existe un espacio intangible, lo no ocupado y lo vacante.91
Y si no existiera esto, por ninguna razón podrían moverse 335
las cosas; pues, la función del cuerpo que se muestra,
obstaculizar y ofrecer resistencia, esa estaría presente en todo momento
en todas las cosas; ningún objeto, en consecuencia, podría avanzar,
yaq u e ninguna cosa concedería la prioridad de ceder.
Pero ahora, a través de los inares y las tierras y de Jos altos cielos, 340
advertimos ante nuestros ojos que muchas cosas son movidas
de múltiples maneras por variadas razones que, si no existiese
el vacío,93 no solo carecerían en particular de un movimiento agitado,
sino que en absoluto habrían sido engendradas por razón alguna,
pues la materia, apretada por todas partes, permanecería quieta. 345
Además, aunque se píense que las cosas son sólidas,
sin embargo, es lícito que entiendas, a parxir de esto, que existen con un
cuerpo discontinuo.94
En las rocas y las grutas mana el líquido fluir
del agua y todas las cosas lloran con abundantes gotas.
El alimento se esparce a sí mismo en todo el cuerpo de los seres'
anim ados; 350
lo s árboles crecen y, a su tiem po, pro diga n fru to s,
porque la savia se esparce continuam ente a todas partes,
desde la s p ro fund a s raíces, a través de lo s tro n c o s y todas la s ramas.

‘n Se trata de un verso controvertido en cuanto a la transmisión textual. En algunas


ediciones se lo -ha borrado, tal como señala BALLET (I<S9 8-, siguiendo lo afirmado
por Bentley en el s. XVI. En cuanto al vocabulario técnico que presenta este verso.
Lucrecio toma de Epicuro los siguientes términos: tó Kevóv {inane), yopv {locas),
a YtíLvA { in ta cta s).
,3 El concepto de vacio no está simplemente asociado a la ausencia o falta de materia
sino que está constituido pot una naturaleza diferente, y es inherente a este no ofrecer
ninguna resistencia al movimiento de los cuerpos.
n En el léxico técnico del autor aparecen numerosas veces palabras relacionadas con
rcm ts, -a, -m n . En general, estos vocablos evidencian una característica que puede pre­
sentarse en los cuerpos como la poca uniformidad en la constitución de los materiales,
la presencia de discontinuidades como poros o grietas, la estructura laxa de algunas
sustancias, entre otras. Cabe destacar que una de las hipótesis que se efectúa en estu­
dios físicos actuales, pata lograr una simplificación en la evaluación de materiales, es la
de considerar que los cuerpos son continuos.
160 D e rjervm n a t v r a - líber prim v s

Inter saepta meant voces et clausa domornm


355 transvolitarst, rigidum permanat írigus ad ossa,
q uod, nisi inania sint, qua possent corpora qoaeque
transiré, haud ulla fieri ratíone videres,
Denique cur alias aliis praestare videmus
pondere res rebus nilo maiore figura ?
360 Nam si tantundemst in lanae glomere quantum
corporis in plumbo est, tantundem pendere par est,
corporis officiumst quoniam prem ere omnia deorsum,
contra autem natura manet sine pondere inanis.
Ergo quod magnumst aeque leviusque videtur,
365 n im ir u m p lu s esse s ib i declarar in a n is;
at contra gra vius p lu s in se c o rp o ris esse
dedicar et m u lto vacui m in u s in t u s habere.
Est igitur nim irum id quod ratione sagaci
quaerimus admixtum rebus, quod inane vocamus.
370 Illu d in b is rebus ne te deducere vero
possit, quod quídam fingunt, praecurrere cogor.
Cedere squamigeris ¡atices nitentibus aiunt
et liquidas aperirevias, quiapost locapisces
linquant, quo possint cedentes confl uere undae.
375 Sic alias quoque res ínter se posse moveri
et murare locum, quamvis sint omnia plena.
Scilicet id falsa totum ratione receptumst.
Nam quo squamigeri poterunt procederé tándem,
ni spatium dederint ¡atices? Concederé porro
380 quo poterunt undae, cum pisces iré nequibunt?
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e la s c o s a s - L ib r o p r im e r o 161

Las voces circulan enere los recintos y atraviesan volando98


las cerraduras de las casas, el frío helado se desliza hasta los huesos, 355
y a que, si no existieran los vacíos, no verías sucederpor ninguna razón
a través de dónde podría pasar cada uno de los corpúsculos.
En fin, ¿por qué vemos que algunas cosas aventajan a otras
en peso, cuando su aspecto no es mayor en nada?96
Pues, si tantos corpúsculos hay en una bola de lana 360
como hay en una de plomo, justo es que pesen la misma cantidad,
porque lo inherente al cuerpo es oprim ir todas las cosas hacia abajo,97
pero, contrariamente, permanece sin peso por la naturaleza del vacío.
En consecuencia, lo que es igualm ente grande y se ve más liviano,
pone de manifiesto, sin duda, que tiene más vacío; 365
pero, a! contrario, el más pesado revela que hay en sí
más materia y tiene mucho menos vacío dentro.
Entonces existe, por cierto, eso que indagamos con sagaz
razonamiento, mezclado con las cosas, lo que llamamos vacío.
En cuanto a estas cosas, me veo forzado a adelantarme a aquello,98 370
que algunos inventan falsamente, para que en verdad no pueda desviarte.
Afirman que las aguas ceden ante los seres que brillan cubiertos de
escamas
y abren liquidas vías, porque los peces dejan detrás lugares
hacia donde podrían confluir las olas que se retiran.
Así, dicen, que las otras cosas pueden también moverse entre sí 375
y cambiar de lugar, aunque todos estén llenos.
Obviamente todo eso fue recibido a partir de un razonamiento
engañoso.
Pues, ¿hacia dónde podrían avanzar los animales con escamas,
en fin, si los líquidos no les dieran espacio? Además, ¿hacia dónde
podrían confluirías olas, cuando los peces no pudieran trasladarse? 38o

55 El verbo tm n sv o lito es una creación lucreciana.


96 En este pasaje Lucrecio alude a la magnitud física denominada densidad que actual­
mente relaciona la masa con el volumen del cuerpo.
97 Una característica destacable del texto es el concepto de ín fjeren cia . cada cosa tiene
algo que e s in h e r s n t e a ella.
9a A parar del hexámetro 370 se inicia una serie de contrargumenraciones en como ai
concepto de in¿m e ,
162 D E R ER V M NATVRA - L IB E R P R IM V S

A ut igitur motu privandumst corpora quaeque


aut esse admixxum dicendumst rebus inane
unde initum prim um capiat res quaeque movendi.
Postremo dúo de concursu corpora lata
385 si cita dissíliant, nempe aer omne necessest.
ínter corpora quod fíat, possidat inane,
Is porro quamvis circum celerantibus aurís
confiuant, haudpoterit tanren uno tempore totum
compleri spatiurn; nam primum quemque necessest
390 occupet ille locum, deinde omnia possideantur,
Quod si forte aliquis, cum corpora dissiluere,
tum putat id fieri quia se condenseat aer,
errati nam yacuum tum fit quod non fuit ante
et repletur ítem vacuum quod constitit ante,
395 nec t a li ra tio n e p o te st denserier aer,
nec, si iam posset, sine inani posset, opinor,
ipse in se trahere et partis conducere in unum.

Quapropter, quamvis causando multa moreris,


esse in rebus inane tamen fateare necessest.
400 M ultaque praeterea tibi possum commemorando
argumenta fidem dictis corradere nostris;
verum animo satis haec vestigia parva sagaci
sunt per quae possis cognoscere cerera tute.
Namque canes ut montivagae persaepe ferai
405 naribus inveniunt intectas fronde quietes,
cum semel institerunt vestigia certa viai,
sic alid ex alio per te tute ipse videre
talibus in rebus poteris caecasque latebras
insinuare omnis et verum protrahere inde.
4io Quod si pigraris paulumve recesseris ab re,
ACH ICA DE LA NATURALEZA. DE LAS COSAS - LIBRO PRIMERO 163

O, en consecuencia, se debe privar del movimiento a cada uno de los


cuerpos,
o debe decirse que existe el vacío mezclado con las cosas,
a partir del cual cada cosa logra un prim er inicio de movimiento.
Por último, si después de chocar en forma rápida dos cuerpos extensos
rebotan, naturalmente es de esperar que el aire invada 385
todo el vacío que se hace entre los cuerpos.
Además, aunque ese aire confluya con ráfagas que se precipitan
alrededor, el espacio no podrá, sin embargo, ser ocupado en un instante
en forma completa; pues es necesario que primeramente
aquel ocupe cada lugar; luego serían ocupados todos los espacios. 390
Y con respecto a esto, si alguien por casualidad, cuando los cuerpos
rebotan,
entonces piensa que eso sucede porque el aire se compacta,
se equivoca; pues se genera en ese caso nn vacío que antes no había,
y del mismo modo se vuelve a llenar el vacío que existía antes,
y por tal razón no puede hacerse más denso" el aire 395
y si aun pudiera, opino, no podría sin vacío
arrastrar ¿1 mismo sus partes hacía sí y reunirlas en uno solo.

Exhortación a Memio
Por esta razón, aunque te demores aduciendo muchas excusas,
sin embargo, es necesario que reconozcas que en las cosas existe vacío.
Y, además, yo puedo, recordándote muchos 400
argumentos, pulir la confianza en mis palabras.
En verdad, para un ánimo sagaz son suficientes estas pequeñas huellas
por medio de las cuales podrías conocer las restantes cosas con
seguridad.
Pues, como los perros muy a menudo encuentran con sus hocicos
los tranquilo s escondrijos de una fiera montaraz entre la fronda, 405
una vez que persiguen de cerca las huellas seguras del camino,
así tú, por ti mismo podrás en tales circunstancias
distinguir una cosa de otra e introducirte en todas
las oscuras guaridas, y descubrir a partir de allí la verdad.
Y sí tardas o desistes un poco de la cuestión,9 410

99 Uso del infinitivo arcaico d en serier.


164 DE R£RVM HATVRA - LIBER PR1MVS

hoc tibí de plano possum promittere, Memmi:


usque adeo largos haustus e fontibu magnis
liiigua meo suavis díti de pectore funden,
utverear ne tarda prius per membra senectus
415 serpar et in nobis vitai claustra resolvat,
quam tibí de quavis una re versibus omnis
argumentorum sit copia missa per auris.

Sed nunc ut repetam coeptum pertexere diccis,


omnis, ut est igirnr per se, natura duabus
420 constitit in rebus; nam corpora sunt et inane,
haec in quo sita sunt et qua diversa moventur.
Corpus enim per se communis dedicat esse
sensus; cui nisi prim a lides fundara valebit,
haud erit occultis de rebus quo referentes
425 confirmare animi quicquam ratione queamus,
Tum porro locus ac spatium, quod inane vocamus,
si nullum foret, haud usquam sita corpora possent
esse ñeque omnino quoquam diversa meare;
id quod iam supera tib i paulo ostendimus ante.
430 Praeterea n i l est quod possis dicere ab omni
ACERCA DE LA MA.TURALEZA DE LAS C O SA S - LIBRO PRIMERO 165

puedo asegurarte esto claramente; M e rm o :


s in cesar una lengua agradable10'’ verterá desde m i fecundo p echo 10101
extensas corriente s a p a rt ir de magnas fuentes.
de m odo que yo tem o que la le nta vejez se arra stre p o r m is m ie m b ro s
y desate en n o so tro s lo s cerrojos de la vida, 415
antes que toda ia riqueza de lo s argum entos te haya sido enviada
en ve rso s a través de tu s oíd os, a p a rt ir de una única cosa.

Implicancias y conclusiones en torno al vacío102


Pero ahora, a fin de que vuelva a desarrollar el comienzo de m i
discurso,
toda naturaleza, cal com o e xiste p o r s í m ism a , se c o n stitu ye
a p a rt ir de dos cosas: e xiste n pues lo s corp úsculo s y el vacío , 103 420
en el cual estos han sid o d isp u e sto s y p o r donde se mueven de manera
diversa.
En efecto, la percepción com ún104revela que un cuerpo existe
por sí mismo; para esta, si la creencia inicial no prevalece sólidamente
fundada,
no existirá sobre las cosas ocultas (nada) en lo que podamos
confiar a fin de probarlo con la razón del ánimo. 425
Entonces, en lo sucesivo, el lugar y el espacio, que llamamos vacío,
si no existiera ninguno, no podrían haber sido dispuestos los corpúscu­
los en ningún lugar,
ni circular en absoluto de manera diversa hacia parte alguna;
eso es lo que ya te demostramos arriba un poco antes.
Además, no hay nada que puedas decir que haya existido 430

100 El poeta califica a su discurso de s w w ií adelantándose al concepto que desarrollará


en el proemio al L. II.
101 Lucrecio alude metapoéticamente a su condición de poeta e insistirá en el hecho de
que a través de versos, al igual que Empédocles, transmitirá un saber filosófico. Desde
el punto de vasta estilístico se reconoce la influencia de Enn¡o en ei uso del pronombre
posesivo
102 Los conceptos que el poeta desarrollará entre los versos 418-482 coinciden con lo
expuesto en Epic., Ep, H cr. 68.
W3 Esta afirmación tiene un carácter de sentencia porque instituye una de las conside­
raciones necesarias en torno a la física lucreciana.
183 Para el epicureismo la percepción de los sentidos constituye el punto departida para
la enunciación de juicios y la construcción de conocimiento.
183 En este punto Lucrecio sigue a Epicuro, 1.1.40. Cr. MUNRO, vol. II, p. 148.
166 DI RERVM NATVBA - ÜBER PRiMVS

corpore seiunctum secretumque esse ab inani,


quodquasi tercia sit numero natura reperta,
Nam quodcum q ue cric, esse aliquid debebit id ip su m ;
[435] cui si cactus e rit quamvis levis exiguusque,
435(434] augmine vel gran d i ve l pa rvo denique, d um sit,
corporis augebit num erum summamque sequecur,
Sin intactíle erit, nulla de parte quod ullam
rem prohibere queat per se transiré meantem,
scilicet hoc id erit, vacuum quod inane vocamus.
44o Praeterea per se quodcumque erit, aut faciet quid
aut aliis íungi debebit agentibus ipsum
aut erit ut possint in eo res esse gerique,
A t facere et fungi sine corpore nuliapotest res
necpraebere locum porro nisi inane vacansque,
445 Ergo praeter inane et corpora tertia per se
nuliapotest rerum in numero natura relinqui,
nec quae sub sensus cadat ullo tempere nostxos
nec ratione animi quam quisquam possit apisci.

Nam quaecumque cluent, aut his coniuncta duabus


450 rebus ea invenies aut horum eventa videbis.
ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO PRIMERO 167

separado de rodo cuerpo y apartado del vacío,


como si h ub iera sid o descubierta una tercera na tura le za en ei con ju n to
de la s cosas.
Pues, c ua lq uie r cosa que e xista , eso m ism o deberá se r algo;
s i e ste puede tocarse, aunque sea liv ia n o y e xig u o , [435]1CS
en c re c im ie n to ,107 o grande o pequeño en fin , m ie n tra s sea; 4 35 )4 3 4 ]
aum entará el n ú m e ro de lo s cuerpos y se sum a rá a la to ta lid a d .
Pe ro s i es in ta n g ib le ,108 p o rq ue no puede d is tin g u ir p o r s í m ism o
desde n in g u n a pa rte que, a l pasar, lo atraviese alguna cosa,
evidentem ente esto será eso, lo que lla m a m o s e l vacío n o ocupado.109
A d em á s, c u a lq u ie r cosa que e xista p o r s í m ism a , o hará algo 440
o deberá e xp e rim e n ta r ella m ism a con o tro s agentes,
o será de ta l m anera que las cosas puedan e x is t ir y se r conducidas en é l.110
P e ro n in g u n a cosa puede hacer n i e xp e rim e n ta r s in u n cuerpo,111
n i p re se nta r u n lug a r, pues, a m enos que sea vacío y vacancia.
E n consecuencia, excepto e l vacío y lo s c o rp ú sc u lo s, una tercera112 445
na tura le za n o puede p e rm itirse en el c o n ju n to de la s cosas,
n i que esté som e tid a a n u e stro s se n tid o s en n in g ú n m o m ento ,
n i que nadie pueda aprehenderla con la ra zó n de ía m ente.

Los e v e n to
P u e s, en cuanto a c u a lq u ie r cosa que se no m b re , o b ie n d e sc ub rirá s
que esas
114
so n in h e re n te s a estas d o s,i!> o b ie n verás que so n su s accidentes, 450 136

136El orden de los versos ha sido transpuesto por Lachmann.


187 El susrantivo augm en, -tms solo aparece en Lucrecio.
10SEl adjetivo intactíle es una creación lexical del autor que traduce de Epicuro,
103 Según MUNRO, vol. II, p. 149, vacuum in a n e es un pleonasmo.
130 Alude al vacío.
111 Los infinitivosfa cere yfu n g í hacen referencia a ia capacidad de los cuerpos d e inte­
ractuar activa o pasivamente con otros cuerpos,
112Desde los versos 445 al 450 Lucrecio roma ios conceptos de la escuela de Demócrito
y Epicuro en relación con la naturaleza de los cuerpos y el vacío.
lu El término cuenta conlleva una gran dificultad a la hora de elegir una única palabra
que represente de forma fiel su significado. Por esta razón, se optó por Ja utilización de
distintaspalabras que, según el contexto, reflejan el argumento del texto. Se emplearán
para traducir cuenta las palabras: hechos, acontecimientos, accidentes.
114'Ver comentario de MUNRQ, voL II, p. 150 acerca del pasaje de los versos 449-482;
115 Se refiere a las propiedades y características de las cosas.
168 D e r e r v m n a t v r a - l í b e r p r im v s

C o n iu n c tu m est id q uo d nusq ua m sín e p e rm itia li


d isc id io p o tis e st se iu n g i seque g rega ri,
p o n d u s u t i sa x is, c a lo r ig n is t, liq u o r aquai,
tactus c o rp o ríb u s c u n c tis, in ta c tu s in a n i.
455 S e rv itiu m c o n tra paupertas d ivitia e q ue ,
lib e rta s b e llu ra concord ia, cetera q u o ru m
adventu m anet in c o lu m is n a tu ra ab ituque,
baec s o lit i sa m a s, u t par est, eventa vocare,
Te m p u s íte m p e r se no n est, sed re b u s ab ip s is
460 c o n se q u itu r se n su s, tra n sa c tu m q u id s it in aevo,
tu m quae re s m ste t, q u id p o rro deinde sequatur.
N ec per se quem quam tem p us se n tiré fa te nd um st
se m o tu m ab re ru m m o tu placidaque quiete.
D e n iq u e Ty n d a rid e m raptam beJIoque subactas
465 T ro i genas g e n tis cum d ic u n t e sse jvid e n d u m st
ne fo rte baec per se cogant n o s esse fa te ri,
quando ea saecla b o m in u m , q u o ru m haec eventa fu e ru n t,
irre v o c a b ilis a b stu le rit ia m p ra e te rita aeras.
N am que a liu d te rris , a liu d re g io n ib u s íp s is
470 eve ntum d ic ip o te rit quodcum que e rít actum.
D e n iq u e m a te rie s s i re ru m n u lla fu isse t
n e c lo c u s ac s p a tiu m , re s in q u o q u a e q u e g e ru n tu r,
n u m q u a m T y n d a rid is fo r m a c o n fla tu s am o re
A c e r c a de la n a t u r a l e z a de l a s c o s a s - l i b r o p r im e r o 169

L a propiedad in h e re n te es eso que en n in g u n a parte, s in una d iv isió n


te rm in a l,1115 es p o sib le que se separe o se reúna,
com o es e l peso para la p ie d ra , e l ca lo r para el fuego, lo líq u id o para e l
11*7
agua,
e l tacto para tod os lo s cuerp os y io in ta n g ib le para e l vacío.
C o n tra ria m e n te , la e sc la vitu d , la p o b reza y la s riq u e za s, 455
la lib e rta d , la gue rra , la concordia, la s re sta n te s cosas
cuya na tura leza permanece in c ó lu m e al lle g a r e irse ,
a e sta s cosas, como es ju sto , estam os acostum brados a lla m a rla s hechos.
D e l m ism o m od o, el tie m p o p o r s í m ism o n o e xiste , sin o que e l se n tid o
esJiS
una consecuencia de la s m ism a s cosas: qué se lo g ró c u m p lir en el pasado,460
qué perm anece a ún v qué se g u irá lue g o m ás tarde.
Y no debe aceptarse que alguno sie n ta el tie m p o p o r s í m ism o
apartado d e l m o v im ie n to y de la plá cid a q u ie tu d de la s cosas.11?
E n fin , cuando d icen que la h ija de T ín d a ro fu e raptada110 y el p ueb lo
de lo s nacidos en Tro y a fu e som e tid o en la g ue rra , q u izá s hem os de
c o n sid e ra r 465
que estas cosas n o s o b lig u e n a aceptar que e xiste n p o r s í m ism a s,
p u e sto que a esas generaciones, de ho m b re s, cuyos a c ontecim ientos fu e ­
ro n estas cosas,
ya la s d ejó atrás, irre voca b le, la edad p re té rita .
E n efecto, u n o e n la s tie rra s, o tro en esas m ism a s re g io ne s,
podrá d e c irse que u n acontecim iento es c ua lq uie r cosa que ha sucedido. 470
Fin a lm e n te , s i no h u b ie ra e x istid o la m ateria de las cosas
n i el lu g a r n i el espacio, en e l cual todas la s cosas se producen,
nunca el fuego encendido p o r el a m or, a causa de la belleza

ní Con el adjetivo perm iúalis, el poeta alude a aquello que lleva a la muerte. E-sto
puede relacionarse con la concepción actual de ¿tomoquelo entiende como la mínima
porción de un elemento que no pierde las propiedades de aquel.
117 Utiliza el arcaísmo aqu-ai, en lugar del dativo aquae,
!iS En relación con la problemática del tiempo físico, cf. LUCIAN! (2000).
!WEl poeta establece que no puede haber percepción del tiempo si no se io relaciona
con el movimiento de ios cuerpos, ya que el tiempo es accidente de los accidentes. CL
MUNRO, vol. II, p. 151.
S e refiere a Helena, esposa de Menelao, cuyo padre humano es Tindáreo y también
se le atribuye como progenitor al Océano. Su leyenda es sumamente compleja y se la
conoce en particular a partir de la tradición homérica.
170 DE RERVM NATVRA - LIBER PfUMVS

ig n is A le x a n d ri P h ry g io su b pectore g iisc e n s
475 clara accendísset saevi certa m ina b e lli,
nec clam d u ra re u s T ro ia n is Pergam a p a rtu
ín fla m m a sse t equus n o c tu rn o G ra iu g e n a rum ;
p ersp icere u t p o ssis re s gestas fu n d í tu s o m n is
n o n ita u t í C orpus p e r se constare ñeque esse,
480 n ec ra tio n e c lu e re e ad e m q u a c o n ste t in a n e ,
sed m a g ís u t m é rito p o ssis e v e n ta v o c a re
c o rp o ris a tq u e lo c í, res in q u o q u a e q u e g e ra n tu i.

C o rp o ra su n t p o rro p a rtim p rim o rd ia rc ru m ,


p a rtim c o n c ilio quae constant p rin c íp io ru m ,
485 Sed quae su n t re ru m p rim o rd ia , n u lla p o te st v is
stin g u e re ; nam so lid o v in c u n t ea corp ore dem um .
E t s i d ifS c ile esse v id e tu r credere quicquam
in rebus so lid o re p e ríri corp ore posse,
T ra n s it e n im fu lm e n ca eli per saepta d o m o rum ,
490 clam or u t ac voces; fe rru m candescit in ig n i
ACERCA DE LANATURALEZA DE LAS COSAR - LIBRO PRIM ERO 171

de la T in d á rid a , in fla m á n d o se ha jo el pecho del frig io A le ja n d ro ,121


hub ie ra in c ita d o lo s fa m osos com bates de i a salvaje guerra, 475
n i, con el d e sc onocim ie nto de lo s tro ya n o s, el caballo de madera
h u b ie ra incend ia d o Pérgam o con e l p a rto n o c tu rn o de la p rogenie
g rie ga ;122
para que puedas p ercata rte, desde u n p rin c ip io , que todas la s cosas
p ro d ucid a s
n o tie n e n c o n siste nc ia p o r s í m ism a s n i e x iste n a sí como lo s cuerpos,
n i so n nom bradas p o r esa m ism a ra zó n de la que consta e l vacío, 480
sin o que lo s puedas lla m a r con m a yo r provecho accidentes
del cuerpo y del lug a r, en e l cual cada una de la s cosas es llevada a cabo.

Acerca de las propiedades de los elementos primordiales


C o n tin u e m o s, lo s cuerpos so n , en p a rte , lo s elem entos p rim o rd ia le s
de la s cosas, en parte, lo s que están c o n stitu id o s p o r la u n ió n de lo s ele­
m e n to s p rim o rd ia le s,123
Pero lo s que so n lo s e lem ento s p rim o rd ia le s de 3as cosas, n in g u n a fu e rza
puede 483
e x tin g u irlo s,124 pues sola m ente estos prevalecen125 a causa de u n cuerpo
só lid o ,126
aunque parece que es d ifíc il creer que algo
entre la s cosas puede se r encontrad o de cuerpo só lid o .
E n efecto, e l rayo d e l c ie lo atraviesa p o r lo s te d io s de la s casas
com o e l g rite río y la s voces; el h ie rro se enciende en e l fuego 490

123 Se refiere a París, también llamado Alejandro, es el hijo segundo de Príamo y


Hécuba, quien prendado de la belleza de Helena durante una visita efectuada al
Peloponcso. se marcha con ella a Troya. En esta ocasión, como en otras, Paris contó
con la ayuda de la diosa Afrodita.
m Se alude al episodio poshomérico del caballo de madera dejado como tributo en la
plaza troyana, por medio delcuallos aqueos fingen abandonar ialucha. En su inteiior
se encontraban ocultos los jefes y soldados griegos que acabarían con la ciudad.
123 CE Epic., in Diog. Laert. X.40.
í2t Una de las propiedades de los corpúsculos primordiales de las cosas es la
indestructibiJidad.
123 Utiliza el verbo vinco, por Jo cual estima un combate épico entre los principia y la
fuerza que provoca el discidium o separación, contrario al conálim n. Cabe señalar que
puede entenderse esta metáfora como de carácter político.
126 Otra de las propiedades de los corpúsculos primordiales de las cosas es la solidez
absoluta.
172 D E R.ERVM NATVRA - UBER PRIMVS

d is s i liu n tq u e fe to fe rv e n tia saxa vapore;


ro m labefactacus rig o r a u ri s o iv itu r aestu;
tn m g lad es a e ris fia m m a devicta iiq u e sc it;
perm anat c a io r arg entum penecraieque frig u s ,
495 quando u tru m q u e m anu re tín e n le s pocuia rite
se n sim u s in fu so lym p h a ru m ro re sópem e.
Usque adeo ín rebus solidi n il esse videtur.
Sed quiavera tamen ratio naturaque rerum
cogit, ades, paucis dum versibus expediamus
500 esse ea quae solido atque aeterno corpore constent,
semina quae rerum primordiaque esse docemus,
unde omnis rerum nune constet summa creata.
Principio quoniam dúplex natura duarum
dissimilís rerum longe constare repertast,
505 c o rp o rís atque lo c i, re s in quo quaeque g e ru n tu r,
esse utram que s ib i p e r se puram que necessest.
Nam quacumque vacar spatíum, quod inane vocamus,
corpus ea non est; qua porro cumque tener se
corpus, ea vacuum nequáquam constar inane.
510 Sunt igitur solida ac sine inani cor pora prima.
Praecerea quoniam genitis in rebus inanest,
materiem circum solidam constare necessest,
nec res ulla potest vera ratione p robari
corpore inane suo celare atque intus habere,
515 s i n o n , quod cohibet,. so lid u m constare re lín q u a s.
Id porro nil esse potest nisi material
concilium, quod inane queat rerum cohibere.
M a te rie s ig itu r, s o lid o q u a e c o r p o r e c o n sta r,
ACERCA DE LA ¡NATURALEZA DE LAS COSAS - LíBRO PRIMERO 173

y e sta lla n Las rocas con el salvaje vapor fiirv ie n te ;


ta nto la rig id e z d el o ro fun d id a se d isue lve en e l a rd o r del fuego,
com o el frío del cobre se fun d e vencido p o r la flam a;
e l calor y e l frío penetrante atraviesan la plata
cuando se n tim o s una cosa y o tra m ie n tra s sostene m os la s copas con la
m ano 495
según la costum b re, derram ándose e l ro c ío d el agua desde lo a lto .
Hasta este p u nto parece que nada de so lid e z e xiste en la s cosas.
S in em bargo, ya que la verdadera ra zó n y la na tura leza de las cosas
no s ob lig a , ten presente, hasta que exp liq ue m o s con pocos ve rso s
que e xiste n estas cosas que están form adas p o r u n cuerpo só lid o y e te rno ,500
la s cuales enseñam os que so n la s se m illa s y lo s elem entos p rim o rd ia le s de
la s cosas,
a p a rtir de lo cual la sum a creada de la s cosas se c o n stitu ye ahora
com pleta.
E n p rin c ip io , puesto que se d e sc ub rió que e xiste
una d oble na tura leza m uy d is ím il de dos cosas,
la del cuerpo y el lug a r, en la c ual todas la s cosas se producen, 505
es necesario que e xista n una y o tra para s í y sean pura s p o r s í m ism a s.
Pue s, p o r donde hay espacio vacante, a l que lla m a m o s vacío,12/
en ese lu g a r no ha y cuerpos; en adelante, sie m p re que se tiene u n cuerpo,
en ese lug a r de n in g u n a m anera hay u n vacío no ocupado.
E x is te n p o r lo ta n to lo s cuerpos p rim o rd ia le s só lid o s y s in vacío. 510
Además, porque en las cosas engendradas hay vacío,
es necesario que haya m a teria só lid a alrededor,
y no puede p ro b a rse p o r m ed io de una ra zó n verdadera que
cosa alguna oculte el vado en su cuerpo y lo tenga en su in te rio r,
s i no aceptas que, lo que contiene, es só lid o .128 5 15
P ue s b ie n, eso no puede se r sin o la re u n ió n
de la m ateria, lo que es capaz de contener el va cío128 de la s cosas.
P o r lo ta nto , la m ateria, que consta de u n cuerpo só lid o ,

127 La distinción entre la existencia de los cuerpos y la existencia del vacío es imo de
ios puntos cardinales de la filosofía epicúrea. De esta distinción absoluta se derivarán
los principios que se enuncian a continuación: Ja solidez y la impenetrabilidad de los
prim ordio.
125 El adjetivo solidas, -A -urn es un término técnico que presupone la jmptenetrabili-
dad. y la imposibilidad de deformación. En la actualidad esas características son propias
de cuerpos rígidos.
125El adjetivo snanis, -e a menudo suele sustantivarse en Lucrecio.
174 DE RERV/vi NATVRA - LIBER PRIMVS

esse aeterna p o te st, cum cetera d isso lu a n tu r.


520 T u m p o rro s i n il esset quod inane vacaret,
om ne fo re t so lid u m ; n is i contra corpora certa
e sse n t quae loca com p le rent quaecum que tenere nt,
om ne quod est sp a tiu m va c u u m co nsta re t inane.
A lte rn is ig it u r n im iru m C orpus in a n i
525 d istin c tu m , q u o nia m nec p le nu m n a vite r exstat
nec p o rro vacuum . S u n t ergo corp ora certa
quae sp a tiu m p le n o p o ssin t d istin g u e re inane.
Haec ñeque d is s o lu í p la g is e xtrin se c u s ic ta
p o ssu n t nec p o rro p e n itu s penetrara re te x i
53o nec ra tio ne q u e un t a lia tem ptata labarc:
id quod iam su p ra t ib i p a ulo o ste n d im u s ante.
N a m ñeque c o llid i sin e in a n i posse v id e tu r
quicquam nec fra n g i nec fin d i in bina secando
nec capere um o re m ñeque Íte m m anabile frig u s
535 nec p e ne tra ie m ig ne m , q u ib u s o m n ia c o n fic iu n tu r.
E t quo quaeque m agis co hib e t re s in tu s inane,
tam m ag is h is re b us p e n itu s tem ptata la b a scit.
E rg o s i so lid a ac sin e in a n i c o rp o ra p rim a
su n t ira u t i d o c u i, s in t liaec aeterna necessest.
54o Praeterea n is i m a re rie s aeterna fu is se t,
antehac ad n ilu m p e n itu s re s quaeque re d isse n t
de n ilo q u e re n a ta fo re n t quaecumque vid e m us.
A t q uo nia m sup ra d o c ui n il posse crea ri
de n ilo ñeque quod g e n itu m est ad n il revocan,
545 esse im m o rta li p rlm o rd ia corp ore deben t,
d isso lu i q u o quaeque sup re m o tem pore p o ssin t,
m a te rie s u t sup p e d ite t re b u s re p a ra nd is.
S u n t ig it u r so lid a p rim o rd ia sim p lic ita te
nec ra tio n e q u e u n r a lia servara per aevum
550 ex in fin it o ia m tem pore re s reparare.
D e n iq u e s i n u lla m fin e m n a tu ra pa ra sser
fra n g e n d is re b u s, ia m c o rp o ra m a te ria i
A c e r c a de l a n a t u r a l e z a d e las c o s a s - L ib r o p r i m e r o 175

puede ser eterna, aunque las demás cosas se disuelvan.


Entonces, seguidamente, si no existiera nada que se llamara vacío, 520
todo sería sólido: si, por el contrario, no existieran cuerpos
determinados que llenaran los lugares y ocuparan cualquiera de estos,
todo lo que es espacio vacante, estaría vacío.
Alternativamente, en consecuencia, un cuerpo se distingue sin duda
del vacío, porque no existe lleno por completo, 525
ni, por otra parte, vacío. Existen, entonces, cuerpos determinados
que podrían distinguir el espacio vacío del lleno.
Estos, n i pueden disolverse afectados de manera externa por golpes,
ni tampoco descomponerse atravesados por completo,
n i son capaces de caer atacados por otra causa; 530
esto es lo que ya te mostramos anteriormente un poco más arriba.
Pues, n i parece que ninguna cosa pueda ser golpeada
sin vacío, ni romperse, ni dividirse en dos partes al cortarla,
ni contener un líquido: del mismo modo, ni el frío que m ana,130
ni el calor penetrante, por los cuales perece todo. 535
Y por esto, algo que tiene más vacío dentro,
tanto más vacila profundamente atacado por estas cosas.
Por ío tanto, si los cuerpos primeros son sólidos y sin vacío,
así como te enseñé, es necesario que estos sean eternos.131
Además, si la materia no hubiera sido eterna, 540
todas las cosas hasta el presente habrían vuelto a la nada absoluta
y todas las cosas que vemos habrían renacido de la nada.
Pero, puesto que enseñé más arriba que nada puede crearse
de la nada ni lo que fue engendrado ser devuelto a la nada,
los elementos primordiales deben ser de un cuerpo inmortal, 545
en el cual todos puedan disolverse en el último momento,
para que la materia se disponga a renovar las cosas.
Por lo tanto, los elementos primordiales son de una sólida sim plicidad
y de otro modo no pueden, conservados a través de las edades,
renovar las cosas al instante a partir de un tiempo infinito. 330
En fin, si la naturaleza no hubiese dispuesto ningún lím ite
en la fragmentación de las cosas, todavía ahora los corpúsculos de la
materia
130El adjetivo manabilis, -e es una innovación lédca del autor.
151La eternidad de los elementos primordiales es unaconsecttencia de la indestructibi­
lidad de los mismos.
176 DE RfRVrVt NATVRA - LIBER PR1MV5

usque redacta fo re n t aevo fra ng e nte p rio re ,


ut n il e x l i l i s a ce rro tem pere p o sset
555 conceptum su m m u m ae ta tis pervadere fi.nem .
Nam quidvis citius dissolvi posse videmus
quam rursus refici; quapropter longa díei
infinita actas anteacti temporis omnis
quod fregisset adhuc disturbans dissoluensque.
56o num quam reliquo reparari tempore posset.
A tnunc nim irum frangendi reddita finís
certa manet, quoniam refici rem quam que videmus
et finita simul generatim témpora rebus
stare, quibus possint aevi contingere florem.
565 Huc accedit uti, solidissima material
corpora a u n constant, possint tamen omnia reddi,
mollia quae fiunt. aer aqua térra vapores,
quo pacto fiant et qua vi quaeque gerantur,
admixtum quoniam semel est in rebus inane.
570 At contra si mollia sint primordia rerum,
unde queant validi silices ferrumque creari
non poterit ratio reddi; nam funditixs omnis
principio fundam enti natura carebit.
Sunt igitur solida pollentia simplicitate
575 quorum condenso magis omnia conciliatu
artari possunt validasque ostendere viris.
Porro si nullast frangendis reddita finís
corporibus, tamen ex aeterno tempore quaeque
ACERCA DE LA NATO RALEZA DE LAS COSAS - LlE-RO PRIMERO 177

s e habrían reducido hasta el final a causa de una etapa de fragmentación


anterior,
de m anera que ning una cosa concebida a p a rtir de e llo s en u n c ie rto
tie m p o
p o d ría alcanzar el m á xim o d e sa rro llo de su d ura c ió n, 5551
Pues vemos que cualquiera de los cuerpos puede disolverse
con más rapidez que rehacerse de nuevo; por esta causa
lo que hu b ie ra d e stru id o la la rg a , in fin it a sucesión d el día a n te rio r 133
de tod o tie m p o , aún d esord enánd olo y d iso lv ié n d o lo ,
nunca podría repararse en el tiem po que resta, 56í)
Pero ahora, el lím ite de la fragmentación asignado134
permanece fijo por cierto, puesto que vemos que cada cosa se rehace
y que simultáneamente el tiempo existe limitado para las cosas,
conforme a su clase, en el que pueden alcanzar la flor de la edad,
A partir de esto, cabe agregar que, aunque los corpúsculos de la materia
sean lo s m ás só lid o s, s in embargo es p o sib le que se reprod uzca n 56s
todas las cosas que resvitan blandas,, aire, agua, tierra, vapores,’35
de qué modo resultan y por qué fuerza se desarrolla cada una,
una vez que el vacío, en efecto, se mezcló en ellas,1,3
Pero, por el contrario, si los elementos primordiales de las cosas fueran
bla nd os, 570
no se ría p o sib le e xp lic a r la ra zó n de dónde p o d ría n concebirse la s
ro b u sta s
piedras y el hierro; pues roda la naturaleza
carecería por completo de su principio fundamental.
Por lo tanto, existen elementos fuertes de sólida simplicidad
en cuya re u n ió n todas la s cosas pueden a rtic u la rse 575
de m anera m ás condensada137 y e x h ib ir fu e rza s p oderosas.
Por otra parte, si ningún lím ite fue asignado a la fragmentación
de los corpúsculos, es necesario, sin embargo, que también, desde un
tiempo
132Se trata de un verso con dificultades irresueltas en la transmisión del texto.
!33 Se advierte en la construcción en torno a la sucesión temporal influencias de Enniio.
Cf. MUNRO, vol. II, p. 154,
Se refiere a la división de la materia.
135Se alude a los cuatro elementos que han sido tratados por Empédocles.
13í En el texto se lee in rebus (“en las cosas”).
137Lucrecio señala una mayor condensación en la reunión de lo¡.primordin- Por razo-
nes de mayor legibilidad se modificó la posición del sintagma nominal m agis condenso.
. w.

178 D e r jb r v m n a t v r a - l íb e r p r jm v s

nunc etia m sup era re necessest eo rp ora rebus,


580 quae n o nd um clueant u ilo cemptata p e ric lo .
A t q u o nia m fra g lli n a tu ra pra ed ita constante
d iscre p a t aeternum te m p us p o tu isse m anere
in n u m e ra b ilib u s p la g is vexata p e r aevum .

D e n iq u e ia m q u o n ia m g enera tim rc d d ita f in ís


585 crescendi re b us constat vita m q ue te n e n d i,
et q u id quaeque queant p e r foedera n a tu ra í,
q u id p o rro nequeant, sa n c ítu m quandoquidem exsta t,
nec c o m m u ta tu r quícqua m , q u in o m nia constant
usq ue adeo, variae v o lu c re s u t in o rd in e cunctae
590 oste nd a nt m aculas g e n e ra lis c o rp o re in e sse ,
im m u ta b ili' m ateriae quoque C orpus habere
debent n im iru m . N a m s i p rim o rd ia re ru m
c o m m u ta ri aliqua p o sse n t ra tio n e re lic ta ,
in c e rtu m quoque ia m c o nste t q u id p o ssit o riri,
595 q u id nequeat, f i n ita p o te sta s denique cuique
quanam s it ra tio n e atque a lte te rm in u s haerens,
nec to tie n s po ssent g e ne ra tim saecla re í erre
n a tu ra m m o re s v ic tu m m o tusq u e pa rentum .

T u m p o rro q u o n ia m est e xtre m u m quodque cacumen


ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO PRÜMERO 179

e te rn o hasta ahora, so b re viva n a la s cosas a lg unos


que aún e xiste n no tentados p o r n in g ú n p e lig ro .53S 580
P e ro , ya que se encuentran dotados de una na tura leza frá g il,
re su lta d iscord a nte que hayan p o d id o perm anecer p o r u n tiem p o e te rno ,
vio le n ta d o s p o r in n u m e ra b le s choques a través de la s edades.

Inviolabilidad de las leyes naturales


E n sum a, puesto que e xiste para la s cosas, conform e a su especie,
u n lím it e asignado de c re c im ie n to y de so sté n de la vid a, 585
y qué cosa puede se r cada una seg ún la s leyes de la n a tura le za ,139
qué cosa n o , ya que se encuentra ordenado y n o se cambia nada;
p o r e l c o n tra rio , todas la s cosas permanecen
hasta ta l p u n to , que aves d ive rsa s, todas ju n ta s en ord e n,
m u e stra n que la s m anchas que pertenecen a una especie están en su
cuerpo, 590
(esta s) deben te n e r ta m b ié n u n cuerpo de m ateria in m uta b le
seguram ente. E n efecto, s i lo s elem entos p rim o rd ia le s de la s cosas
p u d ie ra n m o d ific a rse , vencidos p o r alguna ra zó n ,
tam bién, entonces re su lta ría in c ie rto qué cosa p o d ría nacer,
qué cosa no p o d ría ; f i nalm ente, p o r cuál ra zó n sería determ inada 595
la fa culta d para cada cosa y su lím ite que está profund a m ente f i jado,
n i p o d ría n re p ro d u c ir p o r especies, a través de ta n to s sig lo s,
la na tura leza , la s c o stum b re s, la a lim e nta c ió n y lo s m o v im ie n to s de lo s
p a d re s/40

Estructura de los elementos primordiales


En to n c e s, además, p u e sto que ha y una p u nta extrem a141

j3&Aparece la forma sincopada pericia por pericuío.


139 La palabra foedu s, -eris es la utilizada para referirse a la imposibilidad de cambio,
sustentada por la naturaleza. Este término que se traduce por “ley” o “pacto” también
puede interpretarse desde una perspectiva política.
140Este es un pasaje de gran Ínteres en el cual el autor utiliza una analogía para explicar
la in mutabilidad de los cuerpos primordiales; a través de este símil, Lucrecio destaca
ios rasgos y las características de las especies animales como inalterables, así también las
costtunbres y las formas de alimentarse.
BAILEY (1947), voL II. p. 206, siguiendo a Munro, establece una laguna, entre los
versos 599 v 600.
180 DE RERVM NATVRA - LIBER PRli'/tVS ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LíBRO PRIMERO 181

6 00 c o rp o ris J liu s q u o d n o s tr i cernen;: sensus d e l c o rp ú s c u lo m e n c io n a d o q u e n u estro s sen tid o s n o p u e d e n 600


iam n e q u e u n t, id n im ir m n s in e p a rtib u s ".'.xstat d is tin g u ir; ese, p o r c ierto , existe sin p a rte s 141
e t m ín im a c o n s ta t n a tu r a n e c f u i t u m q u a m y consta de u n a n atu raleza .m ínim a 143 y n o existió n u n ca
p e r se se c re tu m n e q u e p o stlm c esse v a le b it, se p a ra d o d e sí y no te n d rá el p o d er de existir después,
a lte riu s q u o n ia m s t ip su m p a rs p rim a q u e et una, y a q u e é l m is m o es m ía p a rte , p rim e ra y ú n ica , de o tro (ser),
605 in d e aliae a tq u e aliae sím ile s e x o rd in e p a rte s p o r e sto unas y o tra s p a rte s sem ejantes, d e m a n era ordenada,. 605
a g m in e c o n d e n s o n a tu ra m c o r p o r is ex p len t, c o m p le ta n la n a tu ra le z a del c o rp ú s c u lo en u n a fila co m p acta,
q u a e q u o n ia m p e r se n e q u e u n t c o n sta re , n e cessest es n e ce sa rio q u e estas, p u esro q u e n o son capaces d e existir p o r sí
h a e re re u n d e q u e a n t n u lla ra tio n e re v e lli. m ismas.,
S u n t ig itu r so lid a p rim o rd ia sim p lic ita te se a d h ie ra n de d o n d e n o p u ed a n ser arran cad as p o r n in g u n a causa.
610 q u a e m in im is stlp ata c o h a e re n t p a r tib u s arte , En con secu en cia, existen elem en to s p rim o rd ia le s d e só lid a sim p licid ad ,
n o n e x illo ru m c o n v e n tu c o n c ilia ta , q u e se c o h e s io n a n c o m p a c ta d o s en m ín im a s p artes d e m an era cerrada, 610
sed m ag is a e te rn a p o lle n tia s im p lic ita te , q u e n o se u n e n p o r la c o m b in a c ió n de aq u ellos,
u n d e n e q u e av e lli q u ic q u a m n e q u e d e m in u i ia m sin o q u e so n m ás fu e rte s p o r s u e te rn a sim p licid ad ,
c o n c e d it n a tu r a re se rv a n s s e m in a reb u s. a p a r t ir de lo cual la n a tu ra le z a , en to n c e s, n i p e rm ite qu e a lg o sea
615 P ra e te re a n is i e rit m ín im u m , p a rv issirn a q u aeq u e sep a ra d o
c o rp o ra c o n s ta h u n t e x p a rtib u s in fin itis, n i d is m in u id o , c o n s e rv á n d o lo s en las cosas c o in o sem illas.
q u ip p e u b i d im id ia e p a r tis p ars sem p er h a b e b ít A d e m á s, sí n o es m ín im o , cad a u n o d e lo s corp ú scu lo s 61.5
d im id ia m p a r te rn n ec res p r a e f n i e t u lla. p e q u e ñ ís im o s 144 c o n s ta rá n de p artes in fin itas,
E rg o re r u m in t e r s u m m a m m in im a m q u e q u id e sc it? p u es, u n a p a rte d e la p a rte m e d ia siem p re te n d rá
620 N il e r it u t d is te t; n a m q u a m vis fu n d itu s o m n ís u n a p a rte m e d ia y n in g u n a c o sa te n d rá u n lím ite p refija d o.
s^ m m a sit in fin ita , ta m e n , p a rv iss im a q u a e sunt, P o r lo ta n to , ¿q u é cosa h a b rá 145 en tre la m ás alca y la m ás p eq u eñ a de las
e x in fin itis c o n s ta b u n t p a rtib u s aeq u e. cosas ?146
Q u o d q u o n ia m ra tio re c la m a t v e r a n e g a tq u e N o h a b rá n ad a q u e d is te ( e n tre ellas); pues, au n q u e la sum a a b so lu ta 620
c re d e re posse a n ím u m , v ic t u s fa te a re necessest d e to d o sea in fin ita , sin e m b arg o , las cosas que s o n p equ eñ ísim as
c o n s ta rá n ig u alm en te de p artes in fin itas.
P ero , y a que la ra z ó n re c la m a cosas verd ad era s y n ieg a
que el á n im o 147 p u e d a c re e rlo , es n e c e sa rio qu e, v e n cid o , reconozcas

142 la teoría epicúrea acerca de la indivisibilidad de los átomos en ivfUNRO, voL


lí, pp. 156-157.
143 Se refiere al epicúreo de to iDáx*:TT011 término técnico que se refiere a la parte más
pequeña dd átomo que pueda existir,
344 Existen diferencias de sentido entre los superlativos paniissiina y m ínim a, ya que
este último refiere a lo diminuto en sentido absoluto.
'45 Se presento « f¿t, forma arcaica del futuro imperfecto dd verbo sumí.
'46 VV.ALENTÍ FIOL, voL I ,p. 126, n. 44, señala que Lucrecio hace uso del famoso pa­
ralogismo (razonamiento inválido o incorrecto), basado en concebir lo infinito como
indefinido.
147 Alude con el sustantivo anÍ-Jnus, -i ala capacidad intelectual de la mente.
182 DE RERVM NÁTVRA - LIBER PR1MV.S

625 esse ea quae nullis ia m praedita partibus exstent


et m ínim a constent natura. Quae quoniam sunt,
illa quoque esse tibí solida atque aeterna facendum.
Denique si m inim as in partís cuneta resolvi
cogere coiisuesset rerum natura creatrix,
630 ia m nil ex i llis eadem reparare va lere t
propterea quia, quae nullis sunt partibus aucta¡
non possunt ea quae debet genitatis babere
materies, varios conexus pondera plagas
concursus motus, per quae res quaeque geruntur.635*40

635 Quapropter qui materiem rerum esse putarunt


ignem atque ex igni summam consistere soloj
magno opere a vera lapsi ratione videntur.
Heraciitus init quorum duxproelia primus,
clarus ob obscuram linguam magís Ínter inanis
640 quamde gravis ínter Graios qui vera requírunt.
ACE RCA DE 1A NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO PRI.M tRO 183

que existen esos elementos que no se encuentran constituidos por parte


alguna
y que constan de una naturaleza mínima. Puesto que estos existen,
tienes que admitir que también son sólidos y eternos.
Por último, si la naturaleza creadora de las cosas
hubiera tenido la costumbre de obligar a que todo se disolviera en partes
mínimas,
ya nada tendría el poder de recomponer esas mismas cosas a partir de
aquellas
que no estuvieran compuestas por parte alguna, además, porque
no pueden tener eso que debe tener la materia engendradora, variadas
conexiones, pesos, choques, encuentros, movimientos,
por medio de los cuales cada cosa es producida.

Argumentos contra Heráclito148


Por esto, quienes pensaron que la materia de las cosas
es el fuego y que su conjunto existe a partir únicamente del fuego,
parece que se deslizaron considerablemente de un argumento verdadero.
En las disputas de estos, Heráclito entra como el primer conductor,149
más famoso por su oscuro lenguaje entre los huecos
que150 entre los griegos serios que buscan la verdad.

i4s Heráclito de Éíeso, conocido también como “el oscuro” (ss. VIA7 a.C.j, escribió
un libro titulado Ttcpi {Acerca d e la naturaleza); su filosofía consiste en el prin­
cipio universal de los seres, pero con ello el conocimiento resulta imposible, ya que
no se puede establecer relación, alguna entre dos términos, entre el sujeto y el objeto,
ambos en permanente cambió. El cuestionamiento sobre la multiplicidad y la unidad
en Heráclito se resuelve a través del 7óyoc, que se entiende como fórmula unificado-
ra o método de disposición de las cosas. Traducir, sin embargo, el sentido técnico de
7.¿yo<; por términos abstractos como “fórmula” “disposición proporcionada**, etc. es un
tanto enganoso, ya que es probable que lo concibiera como un constitutivo real de
las cosas y, en mudaos aspectos, es coextensivo con el fuego, el constitutivo cósmico
primario, C f. KIRK-RAVEl'TSCHGFIELI? (1983).
149El Lecho de que Lucrecio llame a Heráclito dux permite entrever que está entablan­
do una disputa filosófica en términos épicos.
15e Utiliza quam de, que es un arcaísmo.
184 DE RIRYM NATVRA - LIBER PR1MVS

O m n ia e n im s to lid i m a g is a d m ira n tu r am antque,


in v e rsis quae su b v e rb is la tita n tia c e rn u n t,
veraque c o n stitu u n t quae belle tangere p o ssu n t
a u ris et le p id o quae su n t fucata so n o re .
645 N a n i c u r tam Yariae re s p o sse n t esse requino,
ex u n o s i su n t ig n i puroque creatae.
N il p ro d e sse t e n im ca lid u m d e n se rie r ig nem
nec re rc h c ri, s i p a rte s ig n is eandem
na tura m quam to tu s habet su p e r ig n is haberent.
650 A c rio r a rd o r e n im c o n d u c tis p a rtib u s esset,
la n g u id io r p o rro d isie c tis d isq u e sip a tis.
A m p iiu s hoc fie n n il est quod posse re a iis
ta lib u s in c a u sis, nedum v a ria n tia re ru m
ta nta q u e a td e n sis ra risq n e e x ig n ib u s esse.
655 Id quoque, s i fa c ia n t a d m ixtu m re b u s inane,
d e n se rip o te ru n t ig n e s ra riq u e re lin q u i.
ACERCA DE IANATURALEZA DE LAS COSAS - LíBRO PRIMERO 185

D e hecho, Jos n e c io s a d m ira n y aman m ás la s cosas


que a d vierten que se o c u lta n bajo palabras cambiadas151
y establecen com o verdaderas (a q ue lla s) que pueden tocar
de una m anera b e lla
a los o íd o s y q u e se h a n c o lo re a d o c o n u n s o n id o e n ca n ta d o r,
E n e fe c to , m e p re g u n to p o r q u é las cosas p u e d e n ser ta n v a n a d a s ,11'2 645
si fu e ro n crea d a s a p a r t i r de u n fu e g o ú n ico y p u ro ;
pues, en n a d a sería ú til qu e el fu e g o c a lie n te se c o n d e n sa ra
y se ra rific a ra ,153 si las p a rte s d e ! fu e g o tu v ie ra n
esa m ism a n a tu ra le z a q u e ad em ás to d o fu e g o tien e.
D e hecho, e l a rd o r se ría m ás pe ne tra nte s i la s pa rtes e stuvie ra n
c o n c e n tra d a s : 650
p o r e l c o n tra rio , sería m ás a te n u a d o c o n las p arte s frag m en ta d as y
d is p e rsa s :154
más allá de esto, n o hay nada que pienses que puede e x is tir115
en ta le s causas, con m ás ra zó n que pueda se r tanta la va ria ció n
de la s cosas a p a rtir de la condensación y rarefacción de lo s fueg os.154
E so tam bién, s i fu e ra n capaces de bacer que se m ezclara e l vacío en la s
co sas, 655
lo s fu e g o s p o d r ía n c o n d e n sa rse y rarificarse.

133 El termino 'neuersiSi del verbo inueyto, hace referencia también a la antífrasis, defi­
nida como el hecho de tomar las palabras en un sentido contrario. Cf. Cic., D e Orat,
2.262, donde habla acerca "de la tra slación” de ios significados (ex tradaüone).
132 Cf. Heraclit., Fr. 41.
]r,-; La rarefacción es un fenómeno físico que consta de la no uniformidad de la densi­
dad de un fluido, esto se aprecia más fácilmente en los gases; por múltiples razones se
puede generar una acumulación despareja de gas en zonas distribuidas en forma inde­
terminada. Esta explicación se relaciona con el significado de “raro” que implica que
algo se dispone “cada tanto”. Cabe señalar, además, que el concepto de la rarefacción
aparece con frecuencia a lo largo de toda la obra.
,5‘>Tmesis del verbo diísupoj con “a” arcaica, o dissipo. Lucrecio reproduce la fragmen­
tación de las partes de las cosas a través del orden morfosincáctico.
15’ Lucrecio acumula sintácticamente dos infinitivos que dependen, uno de otro, de
un verbo de percepción intelectual, lo que dificúltala traducción en castellano por la
necesidad de recurrir a la conjunción “que”,
156Cabe señalar que Lucrecio analiza bajo sus “principios fIsicos”cómo el fuego podría
ser el elemento enge ndrador de todo. La conclusión será de carácter contraargumenta­
tivo y este recurso se aplicará a los diferentes iiiósof ospresocráticos.
186 DE RE RW i NATVRA - LIBER PRiMVS

Sed quia m ulta sibi cernunt contraria tm uset


et fugitant in rebus inane relinquere purum,
andua dum metuunt, am ittunt vera viai,
660 nec rursum cernunt exempto rebus inani
om niadenseri fi crique ex ómnibus unutn
corpus, nil ab se quodpossit m ittere raptim;
aestif er ignis uti lumen iacit atque vaporem,
ut videas non e stipatis partibus esse-
665 Quod si forte alia credunt ratione potesse
ignis in coetu stingui mutareque corpus,
scilicet exn u lla facere id sí parte reparcent,
occidet ad nilum nim irum funditus ardor
omnis et <e> nilo fient quaecumque creantur.
670 Nam quodcumque suis mutatum fi nibus exit,
continuo hoc mors est illius quod fuit ante.
Proinde aliquid superare necesse est incólume ollis,
ne tibi res redeant ad nilum funditus omnes
de niloque renata vigescat copia rerum,
675 Nunc igitur quoníam certissima corpora quaedam
sunt quae conservant naturam semper eandem,
quorum abitu aut aditu mutatoque ordine mutant
naturam res et con vertunt corpora sese,
scire licet non esse haec ígnea corpora rerum.
680 N il referret enim quaedam discedere, abire ,

atque alia attribui, m utarique ordine quaedam,


si tam en ardoris naturam cuneta tenerent;
ignis enim foret omnimodis quodcumque crearent.
ACERCA DE LA NATURALEZA DE IAS COSAS - LIBRO PRIMERO 187

Pero» puesto que distinguen que muchas cosas n a cen tíl en oposición,
y evitan dejar puro vacío en las cosas,
mientras temen lo arduo, apartan lo verdadero del camino,
y no advierten, a su vez, que, suprimido el vacío en las cosas, 660
todo se condensa y se vuelve a partir de la totalidad un solo
cuerpo, que no podría em itir nada precipitadamente;
como el fuego que aporta calor arroja luz y tam bién vapor,
para que yeas que no es de partes compactas,
Y si por casualidad creen que por otra razón los fuegos pueden 157158* 665
extinguirse al reunirse y murar su cuerpo,
es evidente155 que, si se abstienen, no harán eso de ninguna manera,
se reducirá, sin duda, hasta la nada absoluta todo
el ardor y de la nada resultarán rodas las cosas que son creadas.
De hecho, cualquier cosa que sale de sus límites
después de haberse transformado, 670
de inmediato esto es la muerte de aquello que fue antes.
En consecuencia, es necesario que algo permanezca incólume en aque­
llos160 (fuegos)
a fin de que las cosas no se vuelvan para ti hasta la nada absoluta
y, de la nada, la abundancia de las cosas se vigorice después de renacidas.
A hora entonces, ya que algunos corpúsculos sumamente determinados 675
son los que conservan siempre la misma naturaleza,
por cuya separación o acercamiento y, en un orden cambiado,
las cosas muran su naturaleza y los corpúsculos se transforman por
completo,
es lícito saber que estos corpúsculos de las cosas no son ígneos.
Pues, en nada im portaría que algunos se alejaran, se aparraran, 680
y otros se sumaran, y algunos se cambiaran en el orden,
si en realidad retuvieran juntos la naturaleza del calor;
de hecho, de todos modos, sería fuego cualquier cosa que produjeran.

157Palabra sin resoluciónenlos códices; MUNRO. voi I, p. 29, cuya solución adopta­
mos, elige utilizar el infinitivo rmsci para resolver el final de verso.
158Lucrecio utiliza la forma arcaica del infinitivo presente del verboposswn,potesse.
138Es arcaica la construcción de suluet con proposición de infinitivo.
130 El poeta bace uso del pronombre demostrativo arcaico oíhs.
188 D I RERVM NÁ1VRA- LIBER FR1M

V e ru ra , u t o p in o r, ita st: su n t quaedam corpora q u o ru m


685 e o nc ursus m ocus ord o p o situ ra ngurae
e ffic iiH it ig n is, m utatoq ue o rd in e m u ta n t
na tura m ñeque su n t ig n i sim ú la la ñeque u ili
praeterea re i quae c o rp o ra m itte re p o ssit
se n síb u s e t n o stro s adiectu tangere tactus.
690 D ic e re p o rro íg ne m re s o m n is esse ñeque u lla m
re m veram in nu m e ro re ru m constare n is i ignem ,
quod fa c it iiic id em , p e rd e lim m esse v id e tu r.
N a m c o n tra se n su s ab se n sib u s ip se repugnat
et labefactat eos, unde o m n ia credíta pendent,
695 unde h ic c o g n itu s est ip s i quem n o m in a t ignem .
C re d ít e n im se nsus íg nem cognoscere vere,
c e te ra n o n c rc d ir, quae n ilo clara m in u s su n t,
Q u o d m ilii cum va num tu m d e liru m esse v id e tu r.
Q u o re fe re m u s enim ? Q u id n o b ís c e rtiu s ip s is
700 se n sib u s esse p o te st, q u i ve ra ac fa lsa no te m us ?
Praeterea quare q uisq ua m m a g is o m nia to lla t
et v e lit a rd o ris na tura m lin q u e re sola m ,
quam neget esse ig n is , < a iia m > tam en esse re iin q u a t ?
Aequa v id e tu r e n im demencia dicere u tru m q u e .
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a de la s c o s a s - Lib r o p r im e r o 189

La verdad, com o yo creo, es a sí: hay c ie rto s corp úsculo s cuyas


re u n io n e s,
m o v im ie n to s, d isp o sic ió n y p o sic ió n de la fig u ra 6*5
provocan lo s fuegos, y con u n cam bio de d isp o sic ió n tra n sfo rm a n
su na tura leza y n o se parecen ai fuego n i a nin g u n a o tra cosa,
además, que p ud ie ra e n via r c o rp úsc ulo s a lo s se n tid o s y
to c a r n u e stro tacto acercándoselos,162
A p a rte de eso, parece que es m uy d e lira n te d ecir que tod o 690
es fuego y que nada verdadero e xiste entre e l núm e ro de las cosas
excepto e l fuego, lo que hace este m ism o .163
P u e s, c o ntra ria m e nte , él m ism o se opone a lo se n so ria l desde lo s
se n tid o s164
y lo s hace tam balear, de donde se so stie n e n todas la s creencias,
de donde esto, que denom ina fuego, ha sid o conocido p o r éí m ism o . 695
E n efecto, cree que lo s se n tid o s pueden conocer verdaderam ente el
fuego,
pero no la s o tra s cosas, que en nada son m enos claras.
E s to me parece que es ta n vano como in sa n o .
¿A qué cosa n o s re fe rire m o s en electo? ¿Qué cosa puede se r para
n o so tro s
m ás c ie rta que lo s m ism o s se n tid o s para a d ve rtir lo verdadero y lo fa lso ? 700
Adem ás, ¿por qué alguno s u p rim iría todas las cosas
y q u e rría d eja r solam ente la n a tu ra le za del fuego, a la que niega
que es fuego y, s in em bargo, d eja ría que e xistie ra c ua lq uie r otra.?165
P u e s, parece que d e c ir una u o tra cosa es la m ism a locura .

iSÍ Apreciar esta forma de exponer del autor, En ocasiones Lucrecio toma la postura de
"hablar acerca de su opinión” como si a lo largo dd texto no diera siempre su opinión,
152El pasaje que se extiende del verso 665 al 689, según MUNRO, voL II, p. 163, pue­
de confrontarse con el fragmento de Epicuxo, in D iog Laert. X.54, donde afirma laño
mutabilidad de los elementos primordiales.
163 Se refiere a Heráclito.
íM Lucrecio afirma que se conocen las cosas a partir de los sentidos, lo cual es un fun­
damento de la gnoseología epicúrea.
155Lachmann agregad pronombre indefinido quid vis.
íü .

190 DE REKVM NATVRA - 1JBER PRIMVS A c e r c a de la n a t u r a l e z a las c o s a s - Lib r o p r im e r o 191

Argumentos contra los sistemas filosóficos" 6


705 Q u a p ro p te r q u i ín a te rie m re ru m esse p u ta r u n t P o r esa ra zó n , q u ien e s p e n s a ro n q u e e l fu e g o e r a la m a te ria d e las cosas 705
ig n em a tq u e ex ig n i s u m m a m c o n siste re posse, y q u e la su m a d e to d o p o d ía con stitu irse; a p a r tir d eí fu eg o ,
e t q u i p rin c ip iu m g ig n u n d is aera rebus y q u ien es c re y e ro n q u e el a ire e ra et p rin c ip io p a ra el n a c im ie n to
c o n s titu e re , a u t u m o re m q u ic u m q u e p u ta r u n t d e la s cosas,168 o to d o s los q u e p e n s a ro n
fin g e re res ips^urn p e r se, te rra m v e c re are q u e e l ag u a d a b a fo rm a a las cosas p o r sí m is m a , l69 o q u e la tie rra creab a
710 o m n ia e t in re r u m n atu ra s v e rtie r o m n is, to d o ,170 y e lla se tra n s fo rm a b a en las d ife re n te s n a tu ra le z a s de las cosas, 710
m a g n o o p e re a v e r o lo n g e d errasse v id e n tu r. p a re c e q u e e llo s se e x tra v ia ro n c o n s id e ra b le m e n te de la v e r d a d .
Adde etiam q u i c o n d u p llc a n t p r im o r d ia re ru m A g re g a ta m b ié n : q u ien e s d u p lic an lo s e le m e n to s p rim e ro s de las cosas
aera iu n g en te s ig n i t e r r ^ u q u e liq u o ri, c o m b in a n d o el aire c o n el fu e g o y la tie rra c o n el agua,
e t q u i q u a ttu o r ex re bus p osse o m n ia r e n t u y q u ie n e s c re e n q u e p u e d e crecer to d o a p a r t ir d e c u a tro
715 ex igni te rr a atq u e an im a p ro c re s c e re e t im b ri. cosas, del fu eg o , de la tie rra , d e ! aire y el agua. 171 715

i66 Enumera, a continuación, las diferentes escuelas jónicas de pensamiento, Incluyen­


do en esta.s al mismo Heráclito.
}67 Resume el principio creador del pensamiento de Heráclito, tratado anteriormente.
i63 Se refiere a Anaximenes de Mileto, discípulo de Anaximandro (s. VI a.C.), quien
escribió también en torno a la naturaleza; su principio creador es el aire infinito, tanto
de las cosas humanas como de las divinas. El aire, asimismo, se diferencia en distintas
sustancias, en virtud de la rarefacción y de la condensación; por laprimera se convierte
en fiego y, por la segunda, en viento, luego en nube y, aun más condensado, en agua,
más tarde en tierra y por último en piedra. C f MONDOLFO (1974), vol. I, p. 46.
169 En este caso alude a Tales de MíIcto (s. V I a.C.), de quien no se conoce escrito al­
guno. Se considera el fundador del género filosófico que examinaba ios fenómenos de
ia naturaleza. Su principio creador era el agua, ya que, en apariencia, lo húmedo es la
nutrición de todas las cosas. Cf. MONDOLFO (1974), voL 1, p. 40.
27CDe acuerdo con Sexto Empírico, se identifica en este punto a Ferécides de Siro (s. VI
a.C.), cuyo pensamiento se encuentra entre lamitología heslódica y la argumentación
presocrfuca. Cf. MUNRO, vol. II, p. 165, KIRK-RAVEN-SCHOFIELD (1983).
371 El sustantivo -bris es usado por Ennlo con ei sentido de "'agua de mar";
Lucrecio lo utiliza en numerosas ocasiones, aunque cabe la posibilidad de que sea
"'agua” de manera general, mi como aparece en Empédodes (cpf3.po;).
192 D E R ÍR V M M A T V R A - LIB E R P R iM V S

Q u o ru m A cra g a nd nus cum p rim is Em pedocles est,


ín su la quem triq u e tris te rra ru m g e ssit in o ris ,
quam fí.u ita n s circ um m a g n is anfraccibus aequor
Io n iu m g la u c is a sp a rg it v iru s ab u n d is,
720 ang usío q ue fre tu ra p id u m m are d iv id ir u n d is
A e o lia e te rra ru m o ra s a fin ib u s eras,
H ic est vasta C h a ry b d is et h íc Aemaea m in a n tu r
m u rm u ra fla m m a ru m ru rs iim se c o llig e re ira s,
fa uc ib us e ru p to s ite ru m v is u t vom at ig n is
725 ad caelum que íe ta t fla m m a i fu lg u ra ru rsu m .
Q uae cum magna m o d is m u ltís m ira n d a v id e tu r
g e n tib u s h u m a n is regio visend a que fe rtu r,
re b us o p im a b o n is, m u lta m u ñ irá v iru m v i,
n il ram en hoc h a b u isse v iro p ra e c la riu s in se
730 nec sa nctum m ag is et m iru m carum que v id e tu r.
A C E R C A DE L A N A T U R A L E Z A D E LAS C O S A S - L IB R O P R IM E R O 193

Argumentos contra Empédoeles172


E n tre lo s p rim e ro s de e sto s está Em péd oeles de A g rig e n to ,
a quien ia isla engendró en la s o rilla s tria n g u la re s de su s tie rra s,173
alred ed or de la cual, flu ye n d o en grandes c u rva tu ra s, la su p e rfic ie
del Jó n ic o ro c ía sa l desde su s ondas a zu le s,
y p o r m e d io de u n angosto estrecho e l rá p id o m a r d iv id e con e l oleaje 720
la s costas de la s tie rra s e ó líc a s,1'4 de su s rib e ra s.175
A q u í está la vasta C a rib d ís,174 y a q uí lo s m u rm u llo s
d e l E tn a am enazan con re u n ir nuevam ente ira cund a s lla m a s,
para que su fu e rza v o m ite , o tra v e z, fuegos derram ados a p a rtir de su s
fauces
y lle v e lo s fu lg o re s de la flam a una ve z m ás hasta e l c ie lo . 725
A un q ue parezca a la s naciones hum anas que esta g ra n re g ió n es digna
de a d m ira c ió n en m uchos aspectos, y se dice que vale la pena se r v isita d a ,
sum am ente ric a en cosas buenas, y b ie n fo rtific a d a p o r la fu e rza de lo s
h o m b re s,
s in em bargo, parece que n o ha te n id o en s í nada m ás excelente
que este ho m b re , n i más sagrado, e xtra o rd in a rio y apreciado, 730

"2 Después de los criaras, la sustancia ya aceptada por los jónicos como princi­
pio creador de las casas, se reemplaza por la multiplicidad originaria propuescapor
Empédoeles, Anaxigoras y los atomistas, que constituyen la segunda fase déla especu­
lación cosmológica; cf. MOiNDOLFO (l974),vol. I, p 92. En particular, Empédoeles
de Agrigento (ss. V-IV a.C.), nacido en Sicilia, es un científico y poeta místico, que
también escribió un poema sobre ia naturaleza y otro de carácrer lustral o purificatorio.
En cuanto a su pensamiento, este sostenía que existían cuatro elementos constitutivos
de las cosas (tierra, aire, fuego, agua) que, al combinarse, producían la rotalidadde los
seres del mundo físico con sus diferentes cualidades. VA LENTI FIOL, vol. I, p. 127,
n. 52, afirma que Empédoeles renía en común con los atomistas el hecho de concebir
unamateriafundamental que se desmenuzaba en partículas.
l71>Hace referencia al carácter triangular de la isla de Sicilia, donde se encuentraAgrigento.
s 4 Referencia a Eolo? dios de los vientos.
¿ 5 Según la mitología. Eolo llegó hasta unas islas del mar Tirreno conocidas como las
islas Eólicas; algunas fuentes señalan que en una de ellas fundó la ciudad de Lípari.
176 Caribdis vivía en la roca que,, cerca de Mesina, bordea el estrecho que separa Italia
de Sicilia- Su transformación monstruosa se debe a que, tras robar uno de los bueyes
de Gerión, Zeus la fulminó precipitándola al mar. Tres veces al día, ella absorbía el
agua marina en gran cantidad tragándose todo lo que flotaba y luego la devolvía. Cf.
GRIMAL (1984:86-87).
194 D E R ERV M N ATVRA - L IB E R l'R ÍM V S

C a rm in a q u in etia m d ív in i p e c to rís e íu s
v o c ífe ra n tu r ct e xp o n u n t praeclara reperta,
u t v ix hum ana víd ea tux stirp e creatus,
H ic tam en et sup ra q uos d bd m us in fe rio re s
735 p a rtib u s egregie m u ltis m u lto q u e m in o re s,
quam quam m u lta bene ac d iv in itu s in ve n ie n te s
ex adyto tam quam c o rd is re sp onsa dedere
sa n c tiu s et m u lto certa ra tio n e m a g is quam
P y th ia quae trip o d i a Phoe b i lautoque p ro fa tu r,
740 p rin c ip iis tam en in re ru m fecere ru in a s
et g ra v ite r m agni m agno cecidere ib i casu;
p rim u m q u o d m o to s exem pto re b u s in a n i
c o n stitu u n t et re s m o llis rarasque re lin q u u n t,
aera so le m im b re m té rra s anim aba frug e s,
743 nec tam en a d m isce nt in e o rum C orpus ina ne ;
deinde q uo d o m n in o nnem n o n esse secandis
c o rp o rib u s fa c iu n t ñeque pausam stare fra g o ri
nec p ro rsu m in re b us m ín im u m c o n siste re quicquam ;
cum vid ea m us id e xtre m um c uiusq ue cacumen
750 esse quod ad se n su s n o stto s m ín im u m esse v id e tu r,
Ac e r c a de l a n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - l ib r o p r i m e r o 195

In c lu so , ta m bién re suenan lo s cantos de su pecho d iv in o


y m u e stra n su s d e sc u b rim ie n to s respla nd ecientes,
de m odo que é l apenas parece haber .sido creado de una e stirp e
hum ana.177
S in em bargo, este y lo s que m encionam os a rrib a ,
in fe rio re s en m uchos aspectos y, en gran m edida, m enos sig n ific a tiv o s, 735
aunque, d escubriendo m uchas cosas correctam ente y de manera sup rem a
a sí com o desde e l sa n tu a rio de su c o ra zó n, d ie ro n respuestas
de un m odo m ás solem ne y de una ra zó n m ás c ie rta que
la P it ia que ya tic ína desde e l tríp o d e y el la u re l de Fe b o ;178
no obstante, cola psa ron en lo s p rin c ip io s de la s cosas179 74o
y entonces, pesadamente grandes, se p re c ip ita ro n en gra n caída;
p rim e ro , porque d e te rm in a n u n m o v im ie n to una ve z o m itid o
e l vacío de la s cosas y dejan s in c o n sid e ra r la s cosas blandas y la xa s,
el a ire , el s o l,180 e l fuego, la s tie rra s, lo s anim a les, lo s fru to s,
y, sin em bargo, no m ezclan el vacío a su s c ue rp os; 745
en segundo lugar, ya que no a d m ite n en general que e xiste un lím it e 181
en la fra g m enta ción d é lo s cuerpos, n i que se establece una pausa
en la d iv isió n , n i en a b so lu to que hay algo m ín im o en la s cosas;
aunque vem os que e xiste , de cada cosa, esa p u nta extrem a
que, según n u e stro s se n tid o s, parece que es lo m ín im o , 750

177 Desde el verso 716 al 733, Lucrecio exalta la figura de Empédocles destacando su
condición de poeta, a ¡a vez que lo evoca como un hombre de naturaleza sorprenden­
te, de manera semejante a lo que hace con Epicuro en los diferentes proemios de sus
libros. Entre los estudiosos de Lucrecio, algunos de ellos consideran la enorme influen­
cia del siciliano en este poema. C£ GARANI (2007).
1,8 Existía en Delfos el santuario más impórtame dedicado a Apolo; este lugar sagrado
había sido fundado por el dios tras matar al monstruo Pitón que, cerca del Parnaso, de­
voraba a los hombres y a los animales. En recuerdo del monstruo le tributó los juegos
píricos; asimismo, Pitón guardaba un antiguo oráculo perteneciente a ¡a diosa "lérnis,
que Apolo tomó instalando un trípode en el santuario. En este símbolo apolíneo, la pi­
tonisa, llamada asi en honor del monstruo, pronunciaba sus oráculos. En cuanto allau-
rel, este árbol consagrado a Apolo, se originó en la metamorf osis de una ninfa. Dafne,
que, perseguida por el dios, su padre la transformó en el árbol mencionado, cuyas hojas
forman la corona de los vencedores en los juegos y en las competencias poéticas.
179 Se alude a los principios filosóficos y no a los priinordia lucrecianos.
180 Se registra una variante textual; sdem por rorem.
181 Lucrecio repite, en parte, lo señalado anteriormente con respecto a ¡a no fragmen­
tación de \oaprimti.rdia.
196 B E R E R V M M A T V R A - LÍBE R PR1M VS

c o m c e re ut p c ssis e xh o c , quae cernere n o n q u is


c xtrc m u m q uod habent, m ín im u m c o n siste re < in i i l i s x
H u c a c c e d it Íte m , q u o nia m p rim o rd ia re ru m
m o Jlia c o n stitu u n t, quae no s nativa vid e m us
755 esse et m o rta li c u ín c o rp o re fu n d itu s, u tq u i
debeat ad n ilu m iam re ru m sum m a re v e rtí
de n ilo q u e renata vigescere copia re ru m ;
q u o ru m utru m q u e q u id a vero ia m d íste t habebis.
D e u id e in im ic a m o d is m u ltis su n t atque veneno
760 ip sa s ib i ín te r se; quare aut congressa p e rib u n t
aut ita d iffu g ie n t u t tempe State coacta
fu lm in a d iffu g e re atque im b ris ventosque vid e m us.
D e n iq u e quactuor e x re b us s i cuneta cre a n tu r
atque in eas ru rs u s re s o m n ia d isso lu u n tu r,
765 q u i m a g is ilia q u e u n t re ru m p rim o rd ia d ic i
quam contra re s ilio ru m re tro q ue p u ta ri ?
Á lte rn is g ig n u n tu r e n im m uta ntq ue colorem
et to ta m Ín te r se na tura m tem pore ab o m n i.
[fu lm in a d ifir ugere atque im b ris ventosque vid e m u s.]
770 S in ita fo rte p u ta s ig n is terraeque coire
c o rp us et aerias auras ro re m q ue liq u o ris ,
n il in c o n c ilio na tura m u t m u te t e o rum ,
n u lla t ib i ex i l l i s p o te rit re s esse creata,
n o n a nim a ns, n o n exa nim o cum corp ore, u t arbos.
A c e r c a de l a n a t u r a l e z a de la s c o s a s - L ib r o p r im e r o 197

de m odo ta l que p o d ría s c o n je tu ra r a p a rtir de e sto , que lo extre m o


<en aquellas cosas> que n o puedes182 d istin g u ió es lo m ín im o .
A esto se añade de ig u a l m anera: puesto que e llo s establecen que io s
elem entos
p rim o rd ia le s d é la s cosas so n cuerpos b la nd os, io s que n o so tro s vem os
que cuentan con un na c im ie n to y u n cuerpo m o rta l, 755
de m anera que, s in excepción, la sum a de tod o debe v o lv e r a la nada
y de la nada, tra s haber renacido, e l c o n ju n to de la s cosas debe a d q u irir
v ig o r;
de estos (a rg u m e n to s), ya sabrás p o r qué d ista n de la verdad un o u o tro .
Adem ás, e llo s m ism o s so n enem igos de m uchos m od os y ta m bién se
envenenan
m utua m e nte; p o r esta ra zó n , o después de haberse re u n id o perecerán 760
o se d isp e rsa rá n , a sí com o vem os que, una v e z desatada la to rm e n ta ,
lo s ra yos se d isp e rsa n y ta m bién la s llu v ia s y lo s v ie n to s.183
Fin a lm e n te , s i tod a s la s cosas so n creadas a p a rtir de cuatro
(e lem e nto s)
y todas se descom ponen nuevam ente en esas cosas,
¿p or qué184 pueden se r consid era d os a q u e llo s com o lo s elem entos p ri­
m o rd ia le s de la s cosas 765
m ás que, p o r lo c o n tra rio e inve rsa m e nte , pueden ser pensadas la s cosas
com o lo s e le m e n to s p rim o rd ia le s de aq uellos?
Se o rig in a n , p u e s, p o r tu rn o s y cam bian e l c o lo r
y su n a tura le za com pleta e n tre s í desde sie m p re .
[V em os que lo s ra yos se d isp e rsa n y ta m bién la s llu v ia s y lo s v ie n to s.]185
A m enos que casualm ente p ie n se s a sí: que e l c o rp ú sc u lo del fuego 770
y de la tie rra se ju n ta n y las b risa s d e l c ie lo y e l ro c ío del agua,
con e l fin de que no cambie su na tura le za en nada a l u n irse ,
n in g u n a cosa para t i podrá haberse creado a p a rtir de a q uellos,
n i la que es anim ada, m la que carece de u n cuerpo anim ado, com o el
á rb o l.

182 Se trata de una forma del verbo queo.


10 En este verso se mencionan tres de los cuarro elementos de Empédocles.
1s* La forma qui es un ablativo arcaico.
iS5 Este verso se suele omitir porque repite el hexámetro 762.
198 D E R E R V M N A T V t ó - LIB E R P R 1M VS

775 Q uip p e suam q uidq ue in coetu v a xia n tis acervi


na tura m oste nd et m ixtu sq u e v id e b itu r aer
cum té rra sim u l atque a rd o r c u n i ro re m aneie.
A t p rim o rd ia g ig n m id is in rebus o p o rte t
na tura m clandestina^ ncaecamque adhibere,
780 em inea t ne q uid quod c o n tra pug net et o b stet
q u o m in u s esse queat p ro p rie quodcum que creatur.
Q u in etiam re p e tu n t a cáelo atque ig n ib u s e iu s
e tp rim u m fa c iu n t ig ne m se ve rte re in auras
ae rís, h iñ e im b re m g ig n i terram que crea ri
785 ex im b ri re tro q ue a té rra cuneta re v e rtí,
um o re m p rim u m , p o st aera, deinde calorem ,
nec cessare haec Ín te r se m uta re , m eare
a cáelo ad te rra m , de té rra ad sid e ra m u n d i.
Q uo d lacere haud u llo debent p rim o rd ia pacto.
790 Im m u ta b ile e n im quiddam sup era re necessest,
ne re s ad n ilu m re d ig a n t u r fu n d itu s om nes.
N a m quodcum que s u is m uta tum fi n ib u s e x it,
c o n tin u o hoc m o rs e st illiu s quod f u it ante.
Q u a p ro p te r q uo nia m quae paulo d ix im u s ante
795 in com m uta rum v e n iu n t, constare necessest
e x a liis ea, quaenequeant c o n v e rtie r usquam ,
ne t ib í re s redeant ad n ilu m fu n d itu s om nes.
Q u in p o tiu s ta li n a tu ra p ra e d ita quaedam
corpora c o n stitu a s, ig ne m s i fo rte c re a rin t,
800 posse eadem d e m p tis pa ucis paucisque trib u tis ,
o rd in e m uta to et m o tu , f acere a e ris auras,
A C E R C A DE I A N A T U R A L E Z A D £ LAS C O S A S - L iB R O P R IM E R O 199

En efecto, cada uno mostrará su naturaleza en la combinación de este


c o n ju n to 7"5
d iv e rsific a do y parecerá que el a ire está m ezclado
con la tie rra , a l mismo tiempo que permanece el fuego con el ro c ío .
Sin embargo, es necesario que en la generación d,e las cosas
los elementos primordiales recurran a una naturaleza secreta y no visible,
para que no resulte evidente nada que se oponga e impida 780
que cualquier cosa que sea creada pueda existir según sus propiedades.
Más aún, buscan en el cielo y tam bién en sus fuegos,1SÍ
y suponen primero que el fuego se convierte en las brisas
del cielo, que de esto se origina la lluvia y que es creada la tierra
a partir de la lluvia yr, al revés, que todas las cosas regresan nuevamente 785
desde 1a tierra; primero el líquido, luego el aire, finalmente el calor,
y que estas cosas no dejan de transformarse entre sí, de circular
del cielo a la tierra, de la tierra a los astros del mundo.
De ningún modo los elementos primordiales deben hacer esto.
En efecto, es necesario que sobreviva algo inmutable, 790
para que ninguna cosa sea reducida a la nada de manera absoluta.
Pues, cualquier cosa que .salga de sus lím ites después de haberse
transformado,
de inmediato esto es la muerte de aquello que fue antes.187
Por esta razón, puesto que las cosas, de las cuales hablamos
recientemente,
e n tra n en una tra n sfo rm a c ió n , es necesario que esas 795
estén com puestas de o tra s que no puedan tra n sfo rm a rse nunca,
para que a t i n o todas la s cosas vuelvan a la nada absoluta.
¿Por qué no admites mejor que ciertos corpúsculos dotados
de tal naturaleza, si por ejemplo han creado el fuego,
puedan esos m ism o s, e lim in a d o s un o s pocos y adicionados o tro s, 800
tra s haber cambiado e l ord en y e l m o v im ie n to , p ro d u c ir la s b risa s del
c ie lo ,

' Se refiere a los astros que se creían de naturaleza ígnea. Asimismo, alude a la teoría
cstoicaque expondrá Cíe., Ai D. 2.84. C£ MUNRO, voí. II, p. 170.
187 Cf. v. 6 71.
200 D f RERVM NATVR.A_- LIBER PRllvfVVS ACERCA DE LA NATU^RAlJ'.LA DE LAS COSAS - Ll3RO PRIMERO

sic a lia s a liis re b us m u ta ric r om n is ? y a sí que, de una s cosas a o tra s, se transformen todas ?lss
h t m a n ite sta palam re s in d ic a d in q u is 'in auras “P e ro lo que se m a n ifie sta ante lo s o jo s”, d ices, “in d ic a que todas
a e ris e re rra re s o m n ts crescere a liq ue ;
la s cosas crecen hacia la s b risa s d e l c ie lo y se a lim entan desde la tie rra ;
sos et n is i tem pestas in d u lg e t tem pore fa usto y que s i la estación no es in d ulg e nte con llu v ia s en el m om ento 805
im b iib u s, u t tabe n im b o ru m arbusta v a c ille n t, p ro p ic io , de m odo que lo s a rb u sto s n o tie m b le n p o r la lic u a c ió n
solq ue sua p ro pa rte fo ve t trib u itq u e calorem , de la s nubes y s i el so l, p o r su parte, no favorece n i da calor,
crescere n o n p o ssin t fru g e s a rb usta anim an tes’. no pueden crecer lo s fru to s, lo s a rb usto s n i lo s se res anim ados". ,
S c ilic e t et n is i n o s cibus a rid u s et te n e r u m o r Y es c ie rto que, s i no n o s ayudaran el a lim e n to seco n i e l tie rn o
810 a d iuvet, a m isso ia m c o rp o re v ita quoque o rn n is
líq u id o , una ve z abandonado el cuerpo, toda la vid a tam bién 810
ó m n ib u s e n e rv is arque o ssib u s e xso lu a tu r, se d escom p ond ría a p a rtir de todos lo s n e rv io s y lo s hue so s.
A d iu ta m u r e n im d u b io p ro c u l atque a lím u r nos E n efecto, sin . duda so m o s a sistid o s y n o s alim e nta m os
c e rtis ab rebus, c e rtis aliae atque aliae re s.
con c ie rta s cosas, unas y o tra s con cosas d eterm inad a s.139
N im iru m q u ia m u lta m o d is com m unia m u ltis E s se g u ro , po rq ue m uchos elem entos p rim o rd ia le s, que so n com unes
815 m u lta ru m re ru m in rebus p rim o rd ia m ixta
a m uchas cosas, están m ezclados en la s cosas de m ú I tip le s m aneras; 315
su n t, id e o v a riis vaiiae re s re b us a lu n tu r. p o r esta ra zó n , cosas variadas son alim entadas p o r cosas variadas,
A tq ue eadern m a g n i re fe rt p rim o rd ia saepe Y a m enudo im p o rta m ucho con cuáles y p o r cuál co m p o sic ió n
cum q u ib u s et q u a li p o situ ra c o n tin e a n tu r
esos m ism o s elem entos p rim o rd ia le s se m a ntiene n u n id o s,
et q uos in te r se d ent m o tu s accipiantque;
y qué m o vim ie n to s p ro d ucen y reciben e n tre s í;
8 2 0 narnque eadem caelum m are te rra s flu m in a so le m
pues, io s m ism o s fo rm a n e l cielo, e l m a r, la s tie rra s, lo s río s 820
c o n stitu u n t, eadem fru g e s a rbusta a n im a n tis, y el so L lo s m ism o s fo rm a n lo s cereales, lo s a rb u sto s, lo s seres anim ados,
v e ru m a liis a iio q ue m odo c o m m ixta m o ve ntur. pero se m ueven com binados p o r o tro s y de manera d istin ta .
^ Q :in etia m p a ssim n o s tris in v e rsib u s ip s is A u n m ás, p o r todas partes ves, en estos m ism o s v e rso s n u e stro s,
m u lta elem enta vid e s m u ltís com m unia v e rb is,
m ucho s elem entos que so n com unes a m uchas pa lab ras,190
825 cum tam en in te r se v e rsu s ac verba necessest aunque, s in em bargo, es necesario que reconozca s191 que lo s v e rso s 825
confitea re et re et so n itu d ista re so n a n ti
y la s palabras se d ife re nc ia n entre s í. no so lo p o r el contenido,
Ta n tu m elem enta q ueunt p e rm uta to o rd in e so lo .
sin o tam bién p o r e l so n id o que se escucha.
Ta m o pueden la s le tra s d el alfabeto con la so la p e rm uta ción del ord en.

188 Lucrecio, a través de la interrogación retórica, no niega que los filósofos precedentes
hayan afirmado cosas verdaderas; ei cuestionamiento reside en que todos esos elemen­
tos resultan necesarios para lacomposición de las cosas.
169 Entre los versos 8 l 3 y 8 16 se repite en seis oportunidades el término res, producien­
do una insistente aliteración a través de una figura etimológica.
El sustantivo e/ernent^um, -i es utilizado para señalar las letras del alfabeto. Esta re­
ferencia aparece también en los versos 197 y 912, advirtiendo sobre la cantidad y po­
sibilidad de combinación.
Introduce la proposición sustantiva sin incluyente, solo con el verbo en modo
subjuntivo.
202 D E RER5/M NATVRA - LÍBER PFUMVS

A t re ru m quae su n t p rim o rd ia , p lu ra adhibere


p o ssu n t unde queant variae re s quaeque creari.

830 N u n c et Anaxagorae sc ru te m u r ho m oeom erian


quam G ra i m em ora nt nec n o stra dicere lin gu a
concedit n o b is p a trii se rm o n is egestas,
sed tamen ipsam re m fa cilest exponere ve rb is.
P rin c ip io , re ru m quam d ic it hom oeom erian,
835 ossa v id e lic e t e p a u x illis atque in in u t is
o ssib u s hic et de p a u x illis atque m in u t is
v isc e rib u s visc u s g ig n i sanguenque creari
sa n g u in is Ín te r se m u lt is coeuntib u’ g u ttis
ex aurique putat m ic is consistere pos.sc
840 a u ru m et de t e rr is te rra m concrescere p a rvis,
ig n ib u s ex ig n is , u m o re m u m o rib u s esse,
cetera c o n s im ili f in g ir ra tio n e putatque.
Nec tam en esse u lla idem parte in re b us inane
concedit ñeque c o rp o rib u s fin e m esse secandis.
845 Q uare in utraque m íh i p a rite r ra tio ne vid e tu r
errare atque i l l i , sup ra quos d ix im u s ante.
ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO PRIMERO 203

P e ro aquellos, que son lo s elem entos p rim o rd ia le s de las cosas, so n


capaces
de em plear m uchos más de donde puede crearse cada una de la s d ife re n ­
tes cosas.

Argumentos contra Anaxágoras


A h o ra exa m ine m o s tam bién la ho m e o m e ría 192 de Anaxágoras,193 830
que lo s griegos recuerdan y q ue la pobreza194 de n u e stro lenguaje nativo
no n o s p e rm ite n o m b ra r en n u e stra lengua;
pero, s in embargo, es fá c il exp oner con palabras lo m ism o .
E n p rin c ip io , a la que lla m a la ho m eom eria de la s cosas,
evidentemente este (se re fie re ) a que lo s huesos nacen 835
de huesos p e q u e ñ ísim o s y d im in u to s, y la pa rte in te rn a
del cuerpo, a p a rtir de visceras p e q ue ñísim a s y d im in u ta s,
y que la sangre es creada p o r m uchas gotas de sangre que se unen entre s í,
y piensa que, de corp úsculo s de o ro , puede c o n stitu irse
el o ro y que la tie rra se aglomera a p a rtir de pequeños terrone s, S4o
que, de lo s fuegos, e xiste el fuego, lo líq u id o de lo s líq u id o s,
(a sí) im a g in a y piensa19S las restante s cosas p o r m edio de una ra zó n
semejante,
Y , s in embargo, no concede que el m ism o vacío en las cosas
esté en alguna parte y que exista u n lím it e en la d iv is ió n de lo s cuerpos.
P o r esto me parece que en ambos ra zo na m ie nto s se equivoca 845
de igual m odo, y tam bién aquellos, sobre lo s cuales hablamos antes.

192 Se denomina “homeomería1' (óuoiouépssx) a las partículas que son iguales a lo que se

deriva. £1 término s e le asigna a Anaxágoras, según Ppicuro y Lucrecio; en cambio, la


palabra utilizada por el prcsocrátlco era vxíppr.Tfí.; Acmillss L Lucrecio, a pesar de las
críticas enunciadas a Anaxágoras, no deja de mostrar cierta simpatía por sus ideas. Cf.
MQNDOLFO ( 1 9 7 4 ) , vol. I , p p . 1 0 1 - 1 0 2 y M U N R O , vol. I I , p . 172.
193 Anaxágoras de Clazómenes (ss. VI-V a.C.) fiie el primero que introdujo la filosofía

en Atenas en época de Feríeles; t ac acusado de impiedad y debió volver a Jonía. I >c su


obra Sobre la naturaleza, solo se conocen fragmentos del primer libro. Consideraba
que no se podía discernir la verdad a partir de ios sentidos; pero sí se podía hacer uso
de la experiencia y de la memoria. Cf. MQNDOLFO (1974), vol. I, pp. 100-101.
i9lt Nueva aparición del motivo d e l a egestas o pobreza dd lenguaje.
J93 Lucrecio coloca en el mismo nivel los verbos fin g o (“imaginar”, “moldear” o “dar
forma”) y pu to .“pensar”!.
204 De r e k v m n atvra - l íb e r p r jm v s

Adde q uod imbccilJa n im is p rim o rd ia fin g ir;


sim iii quae praedita constan!
s i p rim o rd ia su n t,
natura arque ipsae re s simt aequeque la b ora nt
850 et p e reu nt ñeque ab e x itio re s u lla refrenat.
N a m q u id in oppressu va lid o d u ra b it eorum ,
u t m o rte m efhig ia t, le t i sub d e n tib u s íp sis?
Ig n is an u m o r an aura? Q u id ho rum ? Sanguen an ossa?
N i l , u t o p in o t, u b i ex aequo re s f u n d itu s o m n is
855 tam m o rta lis e rit quam quae m anifesta vid em us
ex o c u lis n o s t ris aliqua v i v ic ta p e ríre .
A t ñeque reccidere ad n ilu m re s posse ñeque autem
crescere de n ilo te sto r res ante pro batas.
Praeterea q u o n ia m c ib u s auget Corpus alicque,
860 scire lic e t n o b ís venas et sanguen et ossa

sive cibos o m n is c o m m a to corpore d icent


esse et habere in se n e rv o ru m cor pora parva
ossaque et o m n in o venas p a rtisq u e c ru o ris,
fie t u t i cibus o m nis, et a rid u s et liq u o r ipse,
865 ex a lie n ig e n is re b us constare p u te tur,
o ssib u s et n e rv is sanieque et sanguine m ix to .
Praeterea quaecumque e térra corpora crescunt
s i su n t in te rrís, te rra m constare necessest
ex a lie n ig e n is, quae t e r r is e x o riu n tu r,
870 T ra n s fe r íte m , to tid e m v e rb is utare lic e b it.
I n líg n is s i fla m m a la te t fum usq ue cinisque,
ex a lie n ig e n is c o n sista n t lig n a necessest
ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO PR1KAERO 205

Agrega que é l imagina u n o s elementos p rim o rd ia le s demasiado


deficientes;
s i so n elem entos p rim o rd ia le s esos que e xiste n dotados de una naturaleza
s im ila r y que, además, so n las m ism a s cosas y que su fre n de ig u a l m odo
y perecen, y n in g u n o escapa de la d estrucción, 850
Pues, en una fu e rte p re sió n , ¿ qué permanecerá de e llo s
como para K u ir de ia m uerte, bajo io s m ism o s dientes de lo letal?
¿ Ac aso e l fuego, el agua o el aire? ¿Cuál de estos ? ¿La sangre, acaso lo s
huesos?
Nada, según op ino, cuando en u n m ism o pie de igualdad toda cosa,
s in excepción, será tan m o rta l como las cosas que vem os, m anifestadas 855
ante n u e stro s ojo s, perecen vencidas p o r alguna fue rza.
Pero doy te stim o n io de las cuestiones antes probadas; que las cosas n o
pueden
vo lv e r a la nada y, p o r otra parte, no pueden crecer de la nada.
Además, puesto que el a lim e n to hace crecer el cuerpo y lo nu tre ,
es líc ito para n o so tro s saber que las venas, la sangre y lo s huesos, 860
*196

o s i d icen que to d o s lo s a lim e n to s e xiste n de la m ezcla de cuerpos,137


y que tienen en s í pequeños c o rp úsc ulo s de n e rv io s
y huesos y, en general, venas y parte de sangre,
re su lta rá que todo alim e nto , n o solo el seco s in o tam bién el m ism o
líq u id o ,
se piense como que está form a do de cosas heterogéneas,-yS 865
después que se han mezclado huesos y n e rv io s, sue ro y sangre.
Adem ás, cualquiera de lo s cuerpos que crezcan de la tie rra ,
s i están en la tie rra , es necesario que esta esté formada
de elem entos heterogéneos que surge n a p a rt ir de ella.
A p lic a esto m ism o ; te estará p e rm itid o va lerte de las m ism a s palabras. s?o
S i la llama, tam bién el hum o y la ceniza, están latentes en lo s leños,
es necesario que lo s le ño s estén com puestos de elem entos heterogéneos, 1
7
6
9

196 Hay una laguna indicada por Lambino (s.XVI) entre los versos 860-861.
197 Lucrecio retoma el tema d éla nutrición y su relación con las “homeoinerías”. Esto
se conoce a partir de Aecio, filósofo peripatético (ss. II-I a.C.J. Cí. MONDOLFO
(1974), vol. I,p. 101.
19! Es decir “de origen distinto”.
204 De rervm . natvra - lía

Add.e quod ím b e c iila n ím is p rim o rd ia fin g ir;


s i p rim o rd ia su n t, s im ili quae praedita constant
natura atque ipsae re s s u n t aequeque Jaborant
850 et p e re u n t ñeque ab e x itio res u lia refrenar.
N a m q u id in o ppressu v a lid o d u ra b it eorum ,
u t m o rte m efFugíat, le t i sub dentibus ip sís?
Ig n is an u m o r an aura ? Q u id h o rum ? Sanguen an ossa?
N i l , u t o p in o r, u b i ex aequo re s fu n d itu s o m n is
855 tam m o rt a lis e rit quam quae m anifesta vid em us
ex o c u íis n o s t ris aiiqua v i victa p e rire ,
A r ñeque reccidere ad n ilu m res posse ñeque autem
crescere de n ilo te sro r res ante probatas.
Pra e te re a q uo nia m cibus auget Corpus aiitquc,
860 scire lic e t n o b ís venas et sanguen et ossa
*

sive cibos o m n is c o m m ixto corpore dicent


esse et habere in se n e rv o ru m corpora parva
ossaque et o m n in o venas p a rtisq u e c ru o ris,
fie t u t i cibus o m n is, et a rid u s et liq u o r ipse,
865 ex a lie n ig e n is re b u s constare putean,
o ssib u s et n e rv is sanieque et sa nguine m ix to .
Praeterea quaccumquc e té rra corpora crescunt
s i su n t in t e rris , terra m constare necessest
ex a lie n ig e n is, quae t e rr is e x o riu n tu r,
870 T ra n s fe r ítem , totid em ve rb ís utare lic e b it.
In lig n is s i flam m a latet fum usq ue c in isq ue ,
ex a lie n ig e n is c o n sísta n t lig u a necessest
ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO PRIMERO 205

Agrega que él im agina u n o s elem entos p rim o rd ia le s demasiado


deficientes;
s i so n elem entos p rim o rd ia le s esos que e xiste n dotados de una naturaleza
s im ila r y que., además, so n las m ism a s cosas y que su fre n de igua l m odo
y perecen, y n in g u n o escapa de la d estrucción. 850
P u e s, en una fue rte p re sió n , ¿qué permanecerá de e llo s
com o para h u ir de la m uerte, bajo lo s m ism o s d ie n te s de lo letal?
¿Acaso el fuego, e l agoa o e l aire ? ¿C uá l de estos ? ¿La sangre, acaso io s
huesos?
Nada, según o p ino , cuando en u n m ism o pie de igualdad toda cosa,
s in excepción, será ta n m o rra l como las cosas que vemos, m anifestadas S55
ante nu e stro s ojos, perecen vencidas p o r alguna f uerza.
P e ro doy te stim o n io de las cuestiones antes probadas: que las cosas no
pueden
volver a la nada y, p o r o tra parte, no pueden crecer de la nada.
Adem ás, puesto que el a lim e n to hace crecer el cuerpo y lo nutre,
es líc it o para n o so tro s saber que la s venas, la sangre y lo s huesos, 860
*196
o s i dicen que todos lo s a lim e n to s e xiste n de la mezcla de cuerpos,1
197
6
9
y que tie n e n en s í pequeños corp úsculo s de n e rv io s
y h u e so s y, en general, venas y parte de sangre,
re su lta rá que todo a lim e n to , no solo el seco s in o tam bién el m ism o
líq u id o ,
se piense como que está f orm ado de cosas heterogéneas,198 865
después que se han mezclado huesos y n e rv io s, sue ro y sangre.
Además, cualquiera de lo s cuerpos que crezcan de la tie rra ,
s i están en la tie rra , es necesario que esta esté form ada
de elementos heterogéneos que surgen a p a rt ir de ella.
A plica esto m ism o : te estará p e rm itid o valerte de las m ism a s palabras, 87o
S i la lla m a , tam bién e 1h u m o y la ceniza, están latentes en lo s leños,
es necesario que lo s le ño s estén compuestos de elem entos heterogéneos,

196 Hay una laguna indicada por Lambino (s.XVI) entre los versos 860 861.
197 Lucrecio retoma el tema de la nutrición y su relación con las “homeomerías”. Esto
se conoce a partir de Aecio, filósofo peripatético (ss. II-I a.C.j. Cf. MONDOLFO
(1974),xoL I,p. 101.
1!,s Es decir “de origen distinto".
206 DE RIRVívt NATVRA - LÍBER PRiMVS

[8741 e x alicnigenis, quae lignis e x o riu n tu r,


[873] praeterea te llu s quae corpora cum que a lit, auget

875 Línquitur híc quaedam latitandi copia temas,


id quod Anaxagoras sibi sumit ut ómnibus omnis
res putet immixtas rebus latir are, sed illud
apparere unum cuius siní plurim a m ixta
et magis in promptu primaque in fronte locata.
88o Quod tam en a veralonge racione repulsumst.
Conveniebat ením fruges quoque saepe, minaci
robore eunr saxi franguntur, mittere sígnum
sanguinís aut aliquid, nostro quae corpore alimtur,
cum lapidi inlapidem terimus, manare cruorem.
885 Consim ili ratione herbas quoque saepe decebat
et lárices dulcís guitas sim ilique sapore
mittere, lanigerae quali sunt ubere lactis,
scilicet et glebis terraruni saepe friatis
Jierbarum genera et fruges frondisque videri
890 dispertita Ínter terram latitare minute,
postremo in lignis cinerem fumumque videri,
cum praefracta forent. ignisque latere minutos.
Quorum nil lieri quoniam m anifestadocet res,
scire licet non esse in rebus res ita mixtas,
895 v e ru m se m ina m u ltim o d is im m ix t a latere
m u lta ru m re ru m in re b us c o m m unia debent.
A C E R C A D E LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO P R IM E R O 207

a partir de elementos heterogéneos, que se originan de los leños, [874]'


Además, la tierra que alimenta los cuerpos acrecienta en toda
circunstancia [873]
*280

Aquí resta algún recurso de liviana escapatoria,201 875


ese que Anaxágoras tom a para sí, al pensar que todas las cosas
permanecen latentes mezcladas en todo; pero aquello,
con el que muchísimas cosas se mezclaron y se colocaron
más a la vista y en prim er lugar, aparece solo,
Esto, sin embargo, se encuentra lejos de una razón verdadera. 880
Pues, era conveniente también que los granos, en el caso de que
fueran quebrados por la amenazante fuerza de iap icd rad e moler,
dieran una señal de sangre u otra cosa, de las que son alimentadas
en nuestro cuerpo, en el caso de que frotemos la piedra con la piedra,
(convenía) que m anara sangre,102
También, de manera sim ilar era conveniente con las hierbas,103 885
y que las aguas a menudo portaran gotas dulces y de un sabor
semejante, como son las de la ubre de leche ovina,
y es obvio que, tras haberse despedazado muchas veces los terrones
de tierra, los tipos de hierbas, los granos y las frondas, parecen ocultarse
desperdigados de manera dim inuta entre la tierra; 890
por último, parecen encontrarse latentes la ceniza, el humo
y diminutos fuegos en los leños, después de que estos fueran quebrados.
Yaque los hechos204 que se manifiestan enseñan que nada de esto sucede,
es lícito saber que las cosas no están mezcladas así en las cosas,
en verdad, las semillas, que son comunes a muchas cosas,105 895
deben estar latentes en ellas, mezcladas de múltiples formas.159*

159 Con respecto al orden de los versos y los problemas textuales, c f BA3LEY (1947),

vol. I,p. 2 2 0 .
200 Hay una laguna indicada después del 874 señalada por Munro, Cf. EEAÍOUT
(1948), voL I, p. é l.
201 Lucrecio organiza la discusión acerca del pensamiento de Anaxágoras distribuyén­

dola en diferentes momentos y recurriendo a la argumentación por el absurdo.


201 Continúa el verso anterior 884.
?:r: Entre los versos 884-885 hay diferencias en su distribución. Lacbmann conserva el
orden dado en los códices. Cf. ERNOUT (1948), vol, I,p. 61.
284 Se traduce el término res por “los hechos".
285 Lucrecio insiste en la concepción de lo$primürdia como en los versos 814-815 para

oponerse al sistema de Anaxágoras.


208 d e kerv m . n a t v r a - l íb e r p r im v s

A t saepe in magnis fie montibus’ inquis ‘ut aitis


arboribus vicina cacumina summa terantur
Ínter se, validis facete id cogenribus austris,
9oo doñee fiammai mlserunt flore coorto’.
SciJicet et non est ligáis tamen insitus ignis,
vernm semina sunt ardoris multa, cerendo
quaecum conñuxere, creanc incendia silvis.
Quod si facta foret silvis abscondita ísm m a,
905 n o n possent u llu m teropus ceiarier ignes,
conficerent v u lg o silva s, arbusta cremarent.
Iamne vides igitur, paulo quod diximus ante,
permagni referre eadem primordia saepe
cuín quibus et quali positura contineantur
910 et quos ínter se dení motus accipiantque,
atque eadem paulo Ínter se mutata creare
ignis et lignum? Quo pacto verba quoque ipsa
Ínter se paulo mutatis sunt elementis,
cum ligua atque ignis distincta voce notemus.
915 Denique iam quaecumque in rebus cernís apercis
si fieri non posse putas, quin materiai
corpora consimili natura praedita f ngas,
liac ratione tibí pereunt prim ordia rerum;
fiet uti risu trémulo concussa cachinnent
9 20 et lacrimis salsis umectent oragenasque.

Nunc age quod superest cognosce et clarius audi.


Nec me anim i fallir quam sint obscura; sed acri
Ace rca de la natu raleza d e las cosas - Libro primero 209

“Pero a menudo”, dices, “sucede que en los grandes montes206


las copas más empinadas, vecinas a los altos árboles,
se chocan entre sí, cuando los fuertes austros207 obliean a hacer eso,
hasta que se encienden una vez abierta ía flor de la llama'’,208 900
Y se sabe, sin embargo, que el fuego no está adentro de los leños,
pero son muchas las semillas del ardor, las que, en -elmomento
en que confluyeron, crean por frotación los incendios en los bosques,
Y si la llama estuviera escondida en los bosques,
ios fuegos no podrían ocultarse en ningún momento, 905
destruirían los árboles, quemarían los arbustos indistintamente.
En consecuencia, ¿ves, pues, por lo que dijimos poco antes,
cuánto importa que esos mismos elementos primordiales
a menudo señalen en cuáles están contenidos y en qué posición,
y qué movimientos producen y reciben entre sí, 910
y esos mismos, un poco intercambiados, crean
los fuegos y la leña? De igual modo, también, las palabras
son las mismas cambiando un poco las letras entre sí,
cuando nombramos lo leñoso y lo ígneo con una voz distinta.209
Finalmente, si piensas que no puede suceder 915
cualquiera de las cosas que distingues entre lo perceptible,
a menos que imagines que los cuerpos están dotados de una naturaleza
semejante a la materia,
con este razonamiento perecen para ti los elementos primordiales de las
cosas:
ha de suceder que estallarán con una risa agitada
y m ojarán con lágrimas saladas las mejillas y los rostros estremecidos. 920

Entusiasmo poético por el difícil saber a difundir


Ahora, vamos, conoce lo que resta y escucha m uy claramente.
Y no engaña a mi ánimo cuánta oscuridad hay en las cosas; pero golpeó

206 El vocabulario técnico utilizado entre los versos 897-921 se relaciona con el aplica­

do en ios hexámetros 803-829.


2(77 Viento caliente proveniente de la regiónafxicana. C£ L. V.

2(33 Uso de genitivo arcaico repuesto por Marullo. En cuanto a la metáfora


utiliza imágenes de cuño homérico y trágico- G£ MUNRO, voL II, p. 175-
205 En latín, las palabras son íigna e ignis.
210 O í RERV'M NATVRA - LIBER PRIMVS

p e rc u ssit tb y rso la u d is spes magna m eum cor


et s im u l in c u s s it suavem m i in peccus amorem
925 M u sa ru m , quo nu nc in stin c tu s m ente v ig e n ti
avia P ie rid u m p cnigro loca n u lliu s ante
trita solo . lu va t ín te g ro s accedere fo n t is
atque ha u rire , iuvatque n o vo s decerpere flo re s
insig ne m q ue meo capici petere inde coronam
930 unde p riu s n u lli v e la rin t témpora M usac;
p rim u m q uod m a g nis doceo de tebus et a rtis
re lig io n u m a n im u m n o d is exsolvere pergo,
deinde quod obscura de re tam luc id a pango
carm ina, musaeo contingens cuneta lepore.
935 Id quoque e n im n o n ab n u lla ra tione v id e tu r;
sed v e lu ti p u e ris a b sin th ia taetra medentes
cum daré cotiantur, p riu s oras pocula c ircum
c o n tín g u n t m e llis d ulci fla vo que liq u o re ,
u t p u e ro ru m aeras im p ró v id a lu d ific e tu r
940 la b ro ru m tenus, interea perpotet am arum
Acer ca , de la naturaleza de las c o sa s - libro p r im e r o 211

con agudo t ir s o 210 a m i corazón, una gra n esperanza de g lo ria 2' 1


y a l m ism o tie m p o la n zó a m i p e d io el suave am or de las M usa s,
con el que ahora, instig a d o p o r m i m ente vigorosa,. 225
re c o rro lo s inaccesibles lugares de la s P ié rid e s,212 no habituales
para n in g u n o antes, so lo para m i. M e agrada acceder a las fuentes
n o tocadas y agotarlas, y me agrada recoger la s flo re s nuevas
y desear para m i cabeza una in sig n e corona de a llí, 2'3
de donde la s M u sa s no ve la ro n antes la s sienes de nadie; 230
en p rim e r lugar, p o rq ue enseño sobre la s grandes cosas y p e rsisto
en desatar e l á n im o de lo s apretados nudos de la s re lig io n e s,
porque, además, com pongo poemas ta n lu m in o so s a p a rt ir de una
cuestión
oscura, im p re g na nd o todas las cosas con el encanto de las M usa s.
Pues, eso tampoco parece estar apartado de alguna d o c trina ; 235
sin o como lo s m édicos, cuando in te n ta n dar a lo s n iñ o s
el desagradable ajenjo,214 antes que a su s bocas, im pregnan
el c o n to rn o de las copas con u n lic o r ru b io y de dulce m ie l,
para que la ingenua edad de lo s n iñ o s sea burlada
hasta el lím it e de lo s labios, entretanto beba po r completo 940

El tirso es un bastón de caña que está forrado de vid o de hiedray en su punta se


encuentra una pina de pino. Se trata de un símbolo fáiico, asociado a Dtoniso o Baco,
que representa la fuerza viral. Era utilizado en las íiestas orgiásticas dedicadas al dios y
se decía que el golpe efectuado con él enloquecía a quien Jo recibía.
2>1Lucrecio se considera un poeta inspirado, por lo cual alcanzará la gloria de la fama.
Asimismo, considera que su canto es único y no fue abordado por ninguno antes de él
212 Piérides es un epíteto aplicado generalmente a fes Musas, usuaimente empleado
por los poetas latinos. El nombre deriva del país de Pieria, Tracia. En la mitología, las
Piérides son nueve doncellas que rivalizaron con las Musas por ser muy hábiles en el
arte del canto. Para ello se trasladaron al Helicón, el monte de las Musas, y propusieron
a estas una competencia. Fueron vencidas y transformadas en urracas, según Ovidio
{Met, Y.ÓÓ9 y
213 Alude a la corona de los vencedores en las competencias poéticas. Llama la atención

que se trata de una corona de ñores, propia de los encuentros simposíacos, donde se
desarrollaba una poesía le vis.,
2i* El ajenjo, también llamado “asensio, artemisia amarga o hierba santa'* es una. planta
herbácea medicinal, nativa de las regiones templadas de Europa, Asia y norte de Africa.
Los egipcios conocían desde épocas muy antiguas sus funciones curativas, lue.go este
conocimiento pasó a los griegos. Se la utilizaba contra las pestes a causa de su fuerte
olor y como insecticida.
212 D E R fR V M NATVRA - L IB E R PRJ ívtVS

absinchí laticem deceptaque n o n capiatur,


sed p o tiu s ra li pacto recreata vaJescat;
sic ego nu nc , q u o n ía m haec ra tio ple rum que v id e tu r
t r is t io r esse q u ib u s n o n est tractata, retroque
945 v u lg u s ab horret ab hac, v o lu i t ib í su a vilo q u e n ti
carm ine P ie rio ra tío n e m exponere n o stra m
et quasi musaeo d u lc i contingere m elle,
s i t ib i fo rte anim um ta li ra tio n e tenere
v e rsib u s in n o s t ris p o sse n i, d u m p e rsp ic is om nem
95o n a tu ra m re ru m qua constet compta figura .

S e d q u o n ia m docui so lid is sim a m aterial


corpora perpetuo vo lita re in v ic ta per aevum,
nunc age, su m m a i quaedam s it f in ís eorum
necne s it , evolvam us; Ítem quod inane re p e rtu m st
955 seu locus ac sp a tium , re s in quo quaeque gerantur,
p e rvid ea m us u t ru m f in it u m i u n d itu s om ne
constet an iro m e n su m patear vasteque p ro fiin d u m .
O m n e quod est ig it u r n u lla re gione v ia ru m
fin itu m s t; namque extre m um debebat habere.
960 E x tre m u m p o rro n u llíu s p osse v id e tu r
esse, n i s i u ltra s it quod fin ia t; u t videatur
quo n o n lo n g iu s haec sensus natura sequatur.
A ce rca de la naturaleza de las co sa s - Líbelo priaaero 213

el amargo líq u id o del ajenjo y, aunque engañada,215 n o sea tomada po r


sorpresa,
sin o que, animada, se restablezca preferentem ente de ta l manera
com o yo ahora, p uesto que esta d o c trin a in e parece, en general,
que es más amarga para quienes no fue absorbida, y porque
e l com ún de la gente aborrece de esta echándose atrás, quise exponer 9^5
para t i en u n poema de suave elocuencia, p ro p io d é la s P ié rid e s, n u e stro
pensam iento
y, en cierta manera, im p re g n a rlo con la dulce m ie l de las M usa s,
s i, p o r casualidad, pudiera retener tu á n im o con ta i ra zo na m ie nto
en n u e stro s v e rso s acerca de qué consta su adornada fig ura ,
m ie n tra s percibes la completa naturaleza de las cosas, 950

La concepción de la infinitud21*5
Pero, ya que enseñé que lo s más só lid o s c o rp úsc ulo s de la m ateria
revolotean invencib le s de m odo perpetuo a través de lo s tiem pos,
ahora vamos, e xp liq ue m o s s i el c o n ju n to de esos tiene algún lím it e
o no; de igua l fo rm a , e l vacío que fue descubierto
ya sea el lug a r y el espacio, en donde cualquiera de ias cosas se desarrollan,955
veamos de un a m anera completa s i uno u o tro existe hasta el fond o
de una to ta lid a d f i nita , o se abre s in m edida y en una vasta p ro fu n d id a d .
P o r lo ta n to , to d o lo que existe no está lim ita d o p o r n in g u n a lín e a 2'7
de acceso, pues debería218 tener u n extrem o,219
E n consecuencia, parece que n o puede haber e xtre m o de n in g u n a cosa, 96o
s i m ás allá no hay algo que le ponga lím it e , a fin de que se vea que
más le jo s que esto la na tura leza de la percepción no lo sigue.

‘ * Alude a la edad infantil.


2JS En cuanto a la discusión acerca dei infinito, MUNRO, vol H, p. 178, afirma que se
cometió una injusticia por parte de los editores de la obra lucreciana al entender como
sinónimos las construcciones (mine quod csi, om ne quod esí sputium, rerum summa.
217 Se advierte que lo primero que afirma Lucrecio es que el todo es infinito. Esto lo

desarrollará entre los versos 958-987.


Lucrecio utiliza ei pretérito imperfecto debebai.
’ Se refiere al axpov de Epicuro.
214 D E RER.VM NATVRA - L IB E R P R IM V S

N u n c extra su n im a m q u o nia m n ii esse fatendum ,


non haber e xtre m um , caret ergo fin e modoque,
965 Nec re ie rt q u ib us adsistas re g io n ib u s e iu s;
usque adeo, quem quisque lo c u m po ssed it, i n o m n is
ta ntund em p a rtís in f in ít u m om ne re lin q u it.
Praeterea s i ia m fin it u m c o n stitu a tu r
om ne quod est sp atium , siq u is p ro c u rra t ad oras
97t) u ltim u s extrem as iaciatque v o la tile telum ,
id v a lid is u t ru m c o n to rtu m v irib u s iré
quo f u e rit m issu m m a vis longeque volare,
an p ro h ib e re a liq uid censes obstareque posse ?
A it e ru tru m ía te a ris eni m sumasque necessesc.
975 Q u o ru m u tru m q u e t ib i e íFu g iu m p ra e c lu d it et om ne
cogit u t exempta concedas fin e patere.
N a m sive est a liq u id quod probeat eíficiarque
q u o m in u ’ quo m issu m est veniat fin iq u e locet se,
sive fo ra s fe rtu r, non est a fin e profectum .
980 H o c pacto sequar atque, oras ub icum q ue lo c a ris
extrem as, quaeram quid telo denique fiat.
í i e t u t i nusqua m p o s s it consistere f in ís
effugium que fugae p ro la tet copia semper.
Praeterea sp a tiu m sum m a i to tiu s om ne
985 u n d iq u e s i in c lu su m c e rtis c o n siste re t o ris
fin itu m q u e fo re t, ia m copia m ateriai
undique p o n d e rib u s s o lid is c o nfluxe t ad im u m
nec res u lla g e ri sub caeli tegm ine posset
nec fo re t o m n in o caelum ñeque lu m in a so lis,
990 quippc u b i m atcries o m n is cum ulata iaceret
ex in f in it o ia m tem pore subsidendo.
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - Ll BR O P R IM E R O 215

A h o ra , p uesto que hay que reconocer que fuera de i a totalidad


no hay nada, n o posee e xtre m o y carece p o r lo ta n to de f in y de lím ite ,22®
N o im p o rta en cuál de su s regiones te encuentres, 9ÓS
de modo que siem pre, qué lug a r cualquiera tom e,221 en todas
partes deja tra s de s í u n todo in fin it o .
Además, s i ya se estableciera como f in it o
todo lo que es espacio, s i alguien c orriera ú ltim o
hasta su s bordes extre m os y a rro ja ra u n dardo volador,222 970
¿cuál de estas dos cosas prefieres-, que ese, lanzado con fue rza s poderosas,
vaya hacia donde se lo ha enviado y vuele le jo s,
o consideras que algo puede p ro h ib irlo e im p e d irlo ?
E s necesario, pues, que reconozcas una de las dos y lo asumas.
D e estas cosas, una u o tra , te cierra la salida y te obliga 975
a conceder que todo se extiende s in lím it e s .
Pues, o bien que haya algo que p ro h íb a e im p id a
que vaya hacia donde fue enviado y se sitú e en u n lim ite , o bie n que
sea llevado hacia afuera, no fue p uesto en m o v im ie n to desde u n lim it e .
D e esta manera seguiré y , dondequiera que establezcas lo s bordes 980
extrem os, p reguntaré qué cosa o c urre fin a lm en te con el dardo.
R e su lta rá que nunca podrá colocarse u n lím it e
y que la p o sib ilid a d de fuga p ro lo ng a rá sie m p re la huida.
Adem ás, s i tod o el espacio de la sum a com pleta (de la s cosas)223
estuviera encerrado p o r to d o s lados dentro de c o n to rno s d e fin id o s 98*5
y fuera fin ito , entonces la abundancia de m ateria, p o r todas partes,
c o n flu iría con su s pesadas masas hacia lo más bajo
y n in g u n a cosa p o d ría lle varse debajo de la bóveda d el cielo,
n i e x is tiría en absoluto el cielo n i lo s ra yos del sol,
p uesto que toda la m ateria acumulada estaría tendida 990
depositándose ya desde u n tie m p o in fin it o .

22C' Cabe destacar en este punto el concepto de totalidad. El autor explica que, si se
habla de totalidad, no habrá nada, ninguna cosa o cuerpo, que escape a este conjunto,
221 Alude al punto de referencia que se tome.

222 El sustantivo telum alude en senrido general a un arma que se arroja.


225 Lucrecio concluye su tesis acerca de la infinitud del todo con un breve desarr ollo de
su argumentación, la cual se extiende hasta el verso 991. Entonces procedería probar
que eí espacio es infinito.
216 D E R E R V M N A T V R A - LIB E R P R IM V S

A t n u nc n im iru m requies data p rín d .p io ru m


c o rp o rib u s n u lla st, quia n il est fu n d í tu s ím u m
quo q u a si confluere et sedis u b i pónete p o ssin t,
995 Sem per in a ssid uo m o tu re s quaeque g e ru n tu r
p a rtib u s <e> c un c tis infernaque su p p e d ita n tu r
ex in f in it o cita corpora m a te ria i.
P o stre m o ante oculos re s re m f in ir é v id e tu r;
aer d issa e p it c o llis atque aera m o nte s,
1000 té rra mare et contra m are te tra s te rm in a t o m n is;
oírm e q u id e m vero n i l est quod fin ia t extra.
E s t i g im r na tura lo c i spatium que p ro fu n d í,
quod ñeque clara suo p e rc urre re fu lm in a cursu
perpetuo p o ssin t aevi labentia tractu
1005 nec p ro rsu m facere u t re ste t m in u s ir é meando;
usque adeo p a ssim patet inge ns copia rebus
fin ib u s exem ptis in cunetas undiq ue p a rtís.
Ip sa m o d um p o rro s ib i re ru m su m iría parare
ne p o ssit, na tura tener, quae corp us in a n i
1010 et quod inane autem est f in ir i corpore cogit,
u t sic a lte m is in f in it a o m n ia reddat,
aut etiam a lte ru tru m , n is i te rm in e t a lte rum eo rum ,
sim p lic e na tura pateat tam en im m o d e ra tu m .
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - Ü B R O P R IM E R O 217

Pero ahora, p o r cie rto, n o fue concedido reposo alguno


a lo s cuerpos de lo s elem entos p rim o rd ia le s, p uesto que no e xiste en
ab soluto
nada más bajo hacia donde p o d ría n , por así decir, c o n flu ir y donde
asentarse.
To d a s las cosas so n llevadas siem p re en m o v im ie n to incesante 995
<desde>2242
6todas partes y se proveen hacia abajo,
5
desde el in f in it o , rá pid os c o rp úsc ulo s de m ateria.
P o r ú ltim o , una cosa parece d e fin ir ante lo s o jo s a o tra cosa;425
el aire separa la s c o lin a s y la s m ontañas al aire,
la tie rra d e lim ita el m a r y, p o r e l co n tra rio , el m a r a todas la s tie rra s; *°°°
pero, en verdad, no hay nada que tenga u n lím it e más allá del todo.
P o r lo tanto, existe una naturaleza del lugar y un espacio d é lo profund o,224
que n i lo s rayos lu m in o so s p o d ría n atravesar en su re c o rrid o ,
d eslizándose p o r una perpetua e xte n sió n de tiem po,
n i siq u ie ra podría hacer que quede m enos a l i r re c o rrié n d o lo ; 1005
hasta ta lp u n to se abre in d istin ta m e n te para la s cosas una ingente
p o sib ilid a d ,227 su p rim id o s lo s lím it e s hacia rodas parres y p o r ro d o s lados.
E n adelante, la m ism a totalidad de las cosas no podría d isponer para s í228
u n lím it e , su naturaleza, la cual hace que u n cuerpo sea d elim ita d o a
través
del vacío y lo que es vacío sea d e lim ita d o p o r u n cuerpo, n o obstante, lo
tiene, 1010
para que así alternativam ente vuelva in fin it a s todas la s cosas, o
m ás aun, una o la otra, s i n o la d e lim ita entre esas, la otra, se m anifestaría,
s in embargo, de m anera inm oderada con una única naturaleza.

224 Se trata de una palabra agregada.


225 Vlunro propone un cambio en el orden de los versos a partir de 983 basta 1001. Cf.
BA í LEY (1947), vol. I p 226.
226 Este aparecerá más adelante en el L. V.

227 Se sugiere la enorme posibilidad de espacio con que cuenta la materia paca su

desplazamiento.
228 En el pasaje comprendido éntrelos versos 1008-1051 procederá a probar que la
suma de las cosas y la materia son infinitas.
18 D £ R E R V M NATVRA - L IB E R PR 1M V S

nec mare nec te llu s ñeque caeli lucid a templa


1015 nec m o ría le genus nec d iv u m corpora sancta
e xig u u m possent h o ra i siste re tem pos,
N a m d isp u lsa su o de coetu m a te ria l
copia fe rre tu r m agnum per inane soluta ,
si ve adeo p o tiu s num q ua m concreta creasset
1020 u lla m re m , q u o n ia m cogi d isie cta ne q uisset.
N a m certe ñeque c o n silio p rim o rd ia re ru m
o rd in e se su o quaeque sagaci m ente lo c a run t
nec quos quaeque < d a re nt m o tu s p e p ig sre p ro fe c to > ,
sed q u ia m ulta m o d is m u lt is m u ta ta p e r om ne
1025 ex in f in it o vexancur per cita plagis,
om ne genus m o tu s et coetus e xp e riu nd o
tándem d eve niunt ín ta lis d isp o situ ra s,
q u a lib u s haec re ru m c o n s is tit sum m a creara,
et m u iro s etiam m agnos servata per annos
1030 u t semel in m o tu s coniectast convenientis,
e ffic it u t la rg is avidum mare f lu m in is u n d is
in te g re n t am nes et s o lis térra vapore
io ta novet fe tu s sum m issa q ue gens a n im a n tu m
florear et v iv a n t labentes aetheris ignes;
1035 q u o d n u llo facerent pacto, n is i m aterial
ex in f in it o s u b o riri copia posset,
Ac e r c a de la naturaleza de las co sas - libro prim e ro 219

*2 2 5

Ni el mar, ni la tierra, ni ios templos resplandecientes del cielo,229230


n i Ja especie m o rta l, n i lo s cuerpos sagrados de lo s d ioses 1015
p o d ría n permanecer durante el tie m p o exiguo de una h o ra .231
Pues, separada de su unión, la suma de Ja materia
se ría llevada d isu e lta p o r la eno rm id a d de lo no ocupado,
o más bien, nunca compuesta, no hubiese originado cosa alguna,
porque, disem inada, no hubiese podido u n irse , 1020
Pues, en verdad, no por deliberación232 los elementos primordiales de las
233
cosas
se colocaron2312
4cada u n o en su orden con sagaz inteligencia,
3
n i pactaron, p o r cie rto, <qu¿ m o v im ie n to s cada un o daría A,235
sin o porque m u c h o s, tra n sfo rm a d o s de m ucho s m o d o s, so n violentados
a través del todo desde lo in f in it o , excitados con choques, 1025
probando todo tip o de m o v im ie n to y u n io n e s,
finalmente, llegan a tales disposiciones,
con las cuales se c o n stitu y ó esta tota lid a d de la s cosas creadas,
y tam bién fue conservada p o r m uchos largos años,236
tan p ro n to com o ha sid o arrojada a m o v im ie n to s convenientes, 1030
hace que la s c o rrie n te s lle n e n e l m a r codicioso con las largas ondas
del río y la tierra, calentada por el calor del sol,
re n u é va lo s fru t o s y la raza su m isa d é lo s seres animados
florece y cobran vida los declinantes fuegos del éter;
esto no lo ha ría n de n in g ú n modo, a m enos que 1035
el c o n ju n to de la m ateria pudiese s u rg ir desde lo in f in it o ,

229 Madvig, en la primera mirad del s. XIX, y mucho anees que él, Martillo (s, XV),
sostuviéronla existencia de versos perdidos que aludían ai paso de lainfinitud del vacío
a la infinitud de los cuerpos. Lachmann señalad hiato después del verso 1012.
230 Entrelos versos 1013-1014hay indicadaunalaguna.

231 Según Lucrecio, codos los seres, las cosas e, incluso, los dioses están sometidos a la

temporalidad,
232 El poeta afirma que los movimientos de los prim ordio no se producen por efecto

de la providencia, sino que son indeterminados. Su combinación no podría darse sino


en el infinito.
2 , 3 Los versos 1021-1027se repiten con algunos cambios en L. V.187-394y 419-429

234 Uso de la forma contracta del perf ecto loazvertmt-

235 El hexámetro casi en su totalidad presenta dificultades en la transmisión textual.

234 Posible alusión sarcástica al r/iagnus a.nnu.5 de Heráclito y los estoico1


,
220 D E R ER V M NÁTV'RA - L IB E R P R IM V S

ande am issa so le n t reparare in tem pere quaeque.


N a m v e lu ti p riv a ra cibo natura a n im a n tu m
d if f lu it a m itte n s corpus, sic o m n ia debent
1040 d is s o lu i s im u l ac defecit suppeditare
m ateries aliqua racione aversa v ia i.
N ec píagae p o ssu n t e xtrin se c u s u n d iq u e sum m a n i
conservare o m n e m quaecumque est conciliata,
C udere e n iin crebro p o ssu n t partemque m o ra r!,
1045 d um ve n ia n t aliae ac su p p le ri sum m a queatur.
In te rd u m re silire tamen c o g un tur et una
p rin c ip iis re ru m sp a tiu m tem pusque fuga i
la rg iri, u t p o ssin t a coetu lib e ra le r r i.
Q ua re etiam arque etiam s u b o riri m u lta necessest,
1050 et tam en u t plagae quoque p o s s in t suppetere ipsae,
in fin it a opus est v is un d iq u e m ateria l.

Iliu d in b is re b us longe fuge credere, M e m m i,


in m é d ium summae quod d ic u n t om nia n i ti,
atque ideo m u n d i na tura m stare sin e u llís
3055 ic tib u s e xte rn is ñeque q uoq ua m p osse re so lv í
sum m a atque im a, quod in m é d iu m s in t o m n ia n ixa
(íp su m s i quicquam posse in se siste re cre d is):
et quae pondera s u n t su b t e rris o m nia s u rsu m
n it ie r in terraque re tro requiescere posta,
loso u t per aquas quae nunc re ru m sim u la c ra vid em us.
Ace rca de la naturaleza de las c o sa s - libro prim e ro

desde donde cada uno23'' suele reconstruir a tiempo las cosas perdidas
En efecto, como la naturaleza de los seres animados, privada de
alimento,
se diluye perdiendo el cuerpo, así todas las cosas deben
disolverse tan pronto como deje de proveerles 1040

la materia, desviada de su camino por alguna razón.


Ni los choques por doquier desde afuera pueden conservar
todo el conjunto, cualquiera sea que se ha unido.
Pues, pueden golpear repetidamente238 y mantener una parte,
hasta que vengan otras y sean capaces de suplir la totalidad. 1045
A veces, sin embargo, son obligados a rebotar y, en conjunto,
a dar tiempo y espacio de fuga a los principios
de las cosas, para que puedan trasladarse, libres de uniones.
Por esto, una y otra vez, es necesario que surjan muchos elementos
y para que estos mismos golpes puedan, no obstante, bastar, 1050
es necesaria una cantidad infinita de materia por todas partes.

La totalidad carece de centro239


Entre estos asuntos, M emio, mantente lejos de creer aquello:
(el hecho de) que dicen que todas las cosas tienden hacia el centro
de la totalidad, y que por eso la naturaleza del mundo resiste
sin choques extemos, y que no puedan soltarse a cualquier dirección
las partes más altas y las más bajas, porque todas las cosas tienden hacia
el centro
(si crees que hay algo que puede apoyarse sobre sí mismo):240
y que las cosas pesadas, que están debajo de la tierra, tienden todas
hacia arriba y descansan en la tierra, colocadas al revés
como las imágenes241 de las cosas que ahora vemos a través del agua. 1

2=7 Se refiere a los elementos.


238 El sentido del verbo ciídu, junto con el sustantivo plaga, se relaciona con el concepto
epicúreo de áv tíkottv], que refiere a la fuerza que cambia el curso de los átomos y posi­
bilita su combinación.
235 El último argumento que aborda ei poeta es la imposibilidad de que las cosas tien­

dan a un centro sometidas por una fuerza externa. En este sentido, Lucrecio parece
oponerse al pensamiento estoico que sostenía la existencia de un mundo finito rodea­
do por un vacío infinito. Cf. MUNRO, voL II, p. 184,
240 Losparéntesis son agregados por BA1LEY (1947), vol. I, p. 230.
231 Anticipa el término smzulacrum para referirse ai reflejo.
222 DE FLERVM NATVRA - LIBER PR1MVS

Et sim ili ratione anim alia suppa vagari


contendunt ñeque posse e terris in loca caeli
reccidere inferiora magis quam cor pora nostra
sponte suapossint in caeli templa volare:
1065 i l l i cum videant solem , nos sid era no c tis
cernere, et a lte rn is n o b isc u m tém pora caeli
d ivid ere et noctes p a rilis agitare d iebus.
Sed vanus stolidis haec error falsa probavit,
amplexi quod liabent perversa rem ratione;
W70 nam médium nil essepotest, quando onmia constant
infinita. Ñeque omnino, si iam cmedium sit>
possit ibi quicquam consistere eam magis ob rem,
quam quavis alia longe ratione repelli:
omnis enim locus ac spatiuni, quod in<ane vocamus>
1075 per m édium ,per non médium, concederé <debet>
aeque ponderibus, motus quacumque feruntur.
Nec quisquam locus est, quo corpora cum venere,
ponderis amissa vipossint stare <in> inani;
nec quod inane autem est ulli subsistere debet,
loso quin, sua quod natura petit, concederé pergat.
Haud igitur possunt rali ratione teneri
res in concilium medii cuppedine victae.
Praeterea quoniam non omnia corpora fingunt
in médium niti, sed terrarum arque liquoris,
I 085 f i 0 8 6 ] um ore m p o n ti magnasque e m o n tib u s undas,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS CO SA S - I jB R O P R IM E R O 223

Y de m a n e ra sim tla r pretenden a firm a r que lo s a nim ales vagan


con la cabeza para abajo y que n o pueden caer desde las tie rra s
a las partes in fe rio re s del cielo, no m ás que n u e stro s cuerpos sean
capaces de v o la r a las bóvedas del cielo p o r su p ro p ia vo lu nta d :
que, cuando aq uellos ven el so l, n o so tro s observam os 1063
lo s a stro s de la noche, y d iv id e n con n o so tro s de manera alternada
las estaciones del cielo y se suceden las noches parejas con io s días.242*
P e ro u n e rro r in se n sa to 242 <p ro b ó estas falsedades para lo s n e c io s x 244
p o rq ue e llo s están245 abrazados <a un tópico p o r m edio de u n
ra zo na m ie nto
p e r v e r s o ; pues, no puede e x is t ir n in g ú n centro <cuando todo
permanece> 1070
in f in it o . N i, en a b so luto , aun s i < e x istie ra un centro>,
p o d ría colocarse a llí n in g u n a cosa <m ás p o r esa circunstancia,>
que < se r expuisada> le jo s p o r cualquier o tra ra zó n :
en efecto, todo el lug a r y el espacio, que < lla m a m o s v a c ío ,
p o r e lc e n tro , p o r el n o centro, <debe> dar paso de igua l manera 1075
a lo s cuerpos pesados, p o r donde quiera que sus m o v im ie n to s sean
llevados.
Y no ha y n in g ú n lugar, en el cual, una ve z que lo s cuerpos llegaron,
después de perdida la fu e rza del peso, puedan permanecer < e n > lo no
ocupado,
y, p o r o tra parte, aquello que es vacío n o debe sostene r cosa alguna,
sin o más bien, apresurarse a ceder, pues su naturaleza lo pide. loso
Entonce s, la s cosas n o pueden se r sostenid a s en una u n ió n
de ta l manera, vencidas p o r la atracción del centro.
Además, puesto que no im aginan que todos lo s cuerpos
tienden hacia el centro, sin o lo s de la tie rra y lo s líq u id o s,24"
la corriente del m ar y las aguas desde las m ontañas, 1 0 8 5 [ 1086 ]

242 El texto lucreciano evidencia las disputas existen tes en la Antigüedad en relación
con 1 a forma de la cierra y sus movimientos en el espacio.
1 ,3 Según MUNRO, vol.ir.p. 185, Lucrecio se refiere alos estoicos como filósofos necios

y equivocados.
244 Los versos 1068 al 1075 se encuentran omitidos y/'o mutilados en los diferentes có­

dices; BALLET (1947), vol. I, p. 230, sigue la restitución Lecha por Munro, reponién­
dolos en el aparato critico; en cambio, en la presente edición se optó por mantenerlos
en el cuerpo del texto.
145 Observar el uso dei verbo babeo como auxiliar.

244 Entre los versos 1084-1083 se señala una laguna, Cf. BAILE Y (1947), vol I, p. 230.
224 D E R ER V M N ATVRA - L IB E R P P JM V S

1085] et q uasi te rre n o quae corpore contineancur,


at contra te n n is exp onunt aeris auras
et calidos s ím u í a m edio d iíF e rrie r ig n is,
arque ideo to m ín circum trem ere aethera sig n is
1090 et s o lis Ham m am p e r caeli caerula pasci,
quod calor a m edio fu g ie n s se ib i c o llig a t o m n is,
nec p ro rsu m a rb o rib u s su m m o s frondescere ram os
1093 posse, n is i a t e rris p a ulatim cuique cibatum
*
1102 ne v o lu c ri r it u fla m m a m m m oenia m u n d i
d iffu g ia n t sú b ito m a g n u m p e r ina ne so lu ta
et ne cetera c o n s im ili ra tione se qu a n u ir
1105 n e v e ra a n t caeli to n itra lia te m p la sup e rn e
terraque se p e d ib us ra p tím subducat et o m n is
Ín te r p e rm ixta s re ru m caelique ru in a s
corpora so lv e n tis abeat per ina ne p ro ítm d u m ,
te m p o ris u t puncto n i l exstet re liq u ia ru m
1110 d esertum praeter sp a tium et p rim o rd ia caeca.
N a m quacumque p ríu s de p a rí i corpora desse
c o n stitu e s, haec rebus e rit pars ia n u a le ti,
hac se tn rb a fo ra s d a b it o m n is m ateriei.
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS COSAS - L IB R O P R IM E R O 225

y lo s que son contenidos p o r u n cuerpo casi terrenal, [1035]

pe ro, p o r el c o n tra rio , so stie ne n que la s suaves b risa s del aire


y, al m ism o tiem po, lo s fuegos calientes se alejan del centro,
y que, p o r esa razón, todo el éter tie m b la alrededor de lo s astros
y la lla m a d el so l es alimentada a trayés de lo celeste dei cielo,247 1090
ya que todo el ca lor que huye del c entro se concentra a llí,
tam poco p o d ría n crecer hacia arriba las ramas su p e rio re s en lo s árboles,
a no se r que a cada una, desde la tie rra , (le den) el a lim e n to poco a
poco. 248 1093

para que las m u ra lla s del m und o24'' n o se d isp e rse n de p ro n to 1102
según la costum b re alada250 de las lla m a s, d isue lta s p o r el gran vacío,
y para que las restantes cosas no lo s sigan de ig ua l modo,
o para que no se desplom en desde arriba lo s tem plos atronadores del
cielo, H05
y la tie rra se re tire súb ita m e n te de n u e stro s pie s y, entre todas
las ru in a s mezcladas de las cosas (te rre stre s) y las del cielo
que d isue lve n lo s cuerpos, se aleje p o r el vacío p ro fu n d o ,
de m odo que en u n in sta n te de tie m p o nada d éla s ru in a s quedaría,
excepto e l espacio alejado y lo s elem entos p rim o rd ia le s n o v isib le s. 111°
Pues, de c ua lquier parte que establezcas que antes fa lta n cuerpos,
esta parte será, para la s cosas, la p u e rta de la m uerte,251
aquí se p ro d u c irá hacia afuera todo e l to rb e llin o de la m ateria.

-''Posible referencia a Ennio pocJ>er caeli caerula,


l4sA continuación hay un pasaje de ocho versos, desde el 1094 al 1101, que se encuen­
tran perdidos. Según lo señaiado por Lachmann, estos hexámetros accidentaimente
quedaron afuera. MUNRO (cf. voL II, p. 37) reconstruyó el pasaje siguiendo eí sen­
tido dei texto.
249 Lucrecio parece disponer los órdenes del cielo y de la tierra de la siguiente manera:
primero el éter, luego el cielo y por último el aire. La tierra está contenida y asegurada
por esos límites.
" Metáfora referida a la rapidez de la llama-
751 El sintagma ianua lett aparecerá nuevamente en L. V. 373.
226 DE R.IRVfvt NATVR;\ - LIBER PFJMVS ACERCA OE LA NATURALEZA DE LJ..S COSAS - LIBRO PRJ i ERO 227

A p e la c ió n f i n a l 2522
4
3
5

Haec sic pernosces parva p e rd uctus opella; A s í aprenderás estas cosas, conducido p o r m i pequeño e sfu e rc ito ;^ 3
1115 namque a lid ex alio clarescet nec t ib i caeca pues, una cosa se esclarecerá a p a rtir de otra y la noche li]5
n o x it e r e rip ic t q u in u ltim a n a tu ra i oscura no te arrebatará el camino, s in que veas lo ú ltim o
pervideas: ita re s accendent Jum in a rebus. de la naturaleza: de ta l manera, unas cosas encenderán luces para
o tra s,2

252 La apelación fn a l puede interpretarse como el cierre de un gran proemio al resto


dd poema; en consecuencia, el L. I ^fimciona a la manera de introducción o exordio a
Ía obra,
253 Munro señala un verso perdido. Cf_ BA ILEY (1947), voL I, p. 232.
254 Lucrecio, apelando a ia hum ilitas propia del rhetor, insta. a su interlocutor para que
siga su obra a la manera de un camino, que, en fonna progresiva, irá esclareciendo la
oscuridad del argumento y dd asunto a tratar. El motivo antitético de la luz frente a
las tinieblas será repetido a lo largo del poema. En cuanto a ia palabra vpe/1a, aparece
registrada únicamente en Lucrecio con el sentido de "esfuerzo”; de ahí la posibilidad
de traducirse como “mi pequeño esfuercito":
LIBER SECVNDVS
C A PITV LA

14. ZAPKOZ ETZTAQEZ KATAZTHMA


62, DE M O T V PRIN CIPIO RVM ET INFINITA ESSE
89. IM V M N IH IL ESSE
112, QVAEIN SOLIS RAD IIS APPAREANT
142. DE CELERITATE M O TVS
184. NIHIL SVRSVM FERRI CO RPVSCVLO RVM SED PRESSA
A RADICIBVS EXVRGFRF. CO RPO RA
221. DE CLINATIONE M O TVS
333. DE FIGVRA ATO M O RVM
388. DE LVMINE
392.D E OLEO
398. DE MELLE
400. DE A BSIN TH IO
408. DE SERRAE STRIDORE
447. DE A D A M A N TE FERRO SILICE AERE
464. DE SVDORE SALSO
471. DE AQVA M A RIN A
478. FIGVRAS ESSE M V ITA S
522. <INTERSE SIM ILIA INFINITA ESSE>
589. IN TERRA SE M IN A IN SV N T
598. DE M ATRE M AG N A
646. T O M A K A PIO N K A IA 0Q A PT O N
730. NON NECESSARIO ALBA EX ALBIS PRIN CIPIIS FIERI
755. COLORES N O N ESSE
801. DE COLORE COLVM BARVM
806. DE CAVDA PAVONIS
842. ATO M O S N EC CO LO REM NEC ODO REM N EC SV CV M
NEC FRIGVS NEC CATO REM HABERE
865. DE INSENSILI SENSILE GIGNI
1048. O M N E IN FIN IT V M IN O M N IS PARTIS
1058. APIROS M VND OS
1105. M VN D VM N ATVM ET M VLTOS SIMILIS
1144. L\M SENEM M V N D V M ET O M N IA P V SILLA N A SC I
Libro segundo
Epígrafes
14. E l a d ecu a d o estado d e l cu erp o
62. Acerca del movimiento de ios elementos primordiales y ís.s cosas cjlic
son infinitas
89. En lo profundo no hay nada
112. Las cosas que aparecen ante los rayos del sol
142. Acerca de la aceleración del movimiento
184. Ninguno de los corpúsculos es llevado hacia arriba sino que los
cuerpos surgen presionados desde las raíces
221. Acerca de la declinación del movimiento
333. Acerca de la forma de los átomos
388. Acerca de la luz
392. Acerca del aceite
398. Acerca de la m iel
400. Acerca del ajenjo
408. Acerca de la estridencia de la sierra
447. Acerca del diamante, del hierro, del sílice, del cobre
464. Acerca del salado sudor
471. Acerca del agua marina
478. Las formas son muchas
522. <Las cosas similares entre sí son infinitas»
>89. En la tierra se encuentran las semillas
598. Acerca de la Gran Madre
646. L a fe lic id a d y la in co rru p tib ilid a d
730. Las cosas blancas no necesariamente devienen de elementos
primordiales blancos
755. Los colores no existen
801. Acerca del color de las palomas
806. Acerca de la cola del pavo
842. Los átomos no tienen ni color, ni olor, ni jugo, ni frío, ni calor
865. Lo sensible se origina a partir de lo insensible
1048. El todo infinito en todas sus partes
1058. Los mundos infinitos
1105. El mundo tiene un origen y hay muchos similares
1144. Incluso siendo el mundo viejo, nacen también todas las cosas
pequeñas
230 D E R I R V M N A T V ftA - LIBER S E C V N D V S

Suave» mari magno turbantibus aequora vcncis.,


e térra m agm im alterius spectare laborem;
non quia vexari quemquamst iucunda voluptas,
sed quibus ipse maJis careas quia cernere suave est.
5 [6] Suave etiam belli certam ina magna tueri
[5] per campos ínstructa tua sine parte pericli,
Sed nil dulcius est» bene quain m unita tenere
edita doctrina sapientum templa serena,
despicere unde queas alios passimque videre
io errare atque viampalanti.s quaerere vitae,
certare ingenio, contendere nobilitate,
noctes atque díes niti praestante labore
ad summas emergere opes rerum quepotiri.
O miseras hominum mentís, o pectora caeca S
15 Qualibus in tenebris vitaequantisque periclis
degitur hoc aevi quodcumquest! Nonne videre
nil aliud sibi naturam latrare, nisi utqui
A C E R C A D E LA NATURALEZA DE LAS C O S A S - L iB R G SE G U N D O 231

Importancia del saber para la felicidad de los hombres


Suave¡ es, cuando los vientos turban las llanuras oceánicas
en el enorme mar, ver desde la tierra el gran esfuerzo del otro;
no porque sea un suave placer que alguien sea atormentado,
sino porque es agradable distinguir de qué males tú mismo careces.12
Es suave, también, observar los magnos combates d é l a guerra3 5 [6
instrumentados a través de los campos (de batalla) sin peligro de tu parte-151
Pero no hay nada más dulce que tener bien resguardados por el sereno
conocimiento de los sabios los templos excelsos,45*
desde donde puedas mirar de arriba a los otros y verlos por todas partes
que vagan y buscan el camino de una vida que marcha a la aventura, 10
que compiten con ingenio y que contienden con nobleza,
que se esfuerzan noche y día con una labor sobresaliente
para emerger hacia las más altas riquezas y tener el poder sobre las cosas?
¡O h míseras mentes de los hombres, oh pechos ciegos
¡En cuáles tinieblas y en cuántos peligros de la vida 15
se consume este tiempo cualquiera que sea! ¿Acaso no vez
que la naturaleza no demanda para sí ninguna otra cosa, sino que7*

1En el texto latino el autor empleael término suave haciendo referencia alo agradable
y a lo desprovi sto de preocupaciones, lo que representa la aspiración a la ázapaZfO- El
desdén por la navegación y sus peligros, inclusopor la guerray el compromiso polirico
forman parte del ideario epicúreo, que más tarde se constituirán en tópicos literarios.
Por otra parte se trata de una frase nominal de carácter homérico (c£ II 1.274) no muy
utilizada por Lucrecio y los escritores arcaicos latinos.
2Laafirmaciónlucreciana se encuentra en consonanciacon el denominado "Cuádruple
remedio” (TeesafápumcDv) que constituye las instrucciones para adquirir una actitud
justa con respecto a los dioses, la muerte y los problemas del placer y del dolor. Cf.
FARRIN GTON (1983:168).
3Se advierte aquí un cambio en el ordende los versos 5-6, determinado por Avancio (s.
XVI). Cf. BAILEY {1947), vol. I, p. 236.
4 Desde la perspectiva epicúrea, los sabios son aquellos que a través del conocimiento
gozan de la tranquilidad del ánimo, a la manera de los dioses. Esta es la mencionada
átapa£fa, el placer más alto o la imperturbabilidad que depende de la selección de los
placeres en general, sin dejarse engañar por las cosas agradables ni asustarse por el dolor.
5Uso del verbop otior con caso genitivo.
áLucrecio Arma que los hombres son míseros al carecer de la posibilidad del conoci­
miento, por lo cual sus mentes vagan entre tinieblas. En cuanto al uso del sustantivo
pectus, -ori¡ se corresponde conlasededel ánimo según la concepción epistemológica
epicúrea.
' El final del verso 17 registra diferentes lecturas.
232 De r e r v m n a t v r a - líber , s e c v n d v s

corpore sciunctus dolor absit, mente fruatur


iucundo sensu cura semota menique?
20 E rg o corpoream ad n a tura m pauca v id e m u s
esse opus omnino, quae demant cumque dolorem,
delicias quoque uti multas substernerepossint;
gratius interdum ñeque natura ipsa requirió
si non aurea sunt iurenum simulacra per aedes
25 lampadas igníferas manibus retinentia dextris,
lumina noctum is epulis ut suppeditentur,
nec domus argento fulget auroque renidet
nec citharae reboant laqueara aurataque templa,
cum tam en Ínter seprostrati in gram ine molli
30 propter aquae rivum sub ramís arboris aitae
non magnis opibus iucunde corpora curant,.
praesertim cum tempestas arridet et anní
témpora conspergunt viridantis floribus herbas.
Nec calidae citius decedunt corpore febres.
35 te x t ilib u s s i in p ic t u ris o stro q ue ru b e n ti
iacteris, quam si in plebeia veste cubandum est.
Quapropter quoniam n il nostro in corpore gazae
proíiciunt ñeque nobilitas nec gloria regni,
Ace rca de la naturaleza de las c o sa s - Libro segundo 233

e l d o lo r se aleje, separado d el cuerpo, que d isfru te en su m ente


de una sensación agradable, distanciado de la preocupación y el m iedo ?8
P o r lo tanto vem os que, conform e a la naturaleza del cuerpo, 20
en toda circunstancia so n necesarias pocas cosas que alejen el d o lo r,
a f in de que tam bién puedan p o n e r a d isp o sic ió n muchas delicias.
E n ocasiones, n i la m ism a na tura le za re quie re algo más placentero9
aunque n o haya p o r la s estancias áureas estatuas10 de jóvenes sosteniendo
lámparas p ortadoras de lu z en su s manos derechas, 25

para que la lu m b re re su lte abundante en lo s banquetes n o c tu rn o s,


n i la casa re fu lja de plata y b rille p o r el oro,
n i las cítaras hagan re so n a r Jos laqueados y dorados techos;
s i no, cuando echados u n o s ju n t o a o tro s en la suave gram itla,
al borde de u n curso de agua bajo las ramas de u n alto árbol, 30

no con grandes recursos cuidan sus cuerpos de manera placentera,


sobre todo en el m om ento en que el clim a le s so n ríe y la s estaciones
d e l año esm altan de fl ore s las h ie rb a s verdeantes.1'
N i la s a rd ie nte s fie b re s ceden del cuerpo más rápidamente
s i te tiendes en tapices p intad os y en ro ja p ú rp u ra , 35
que s i has de acostarte en una m anta plebeya.
P o r esta ra zó n , ya que n i la s riquezas, n i la nobleza, n i la g lo ria real
so n ú tile s en nada para n u e stro cuerpo,

* En cuanto a la clasificación de los deseos según Epicuro, estos pueden ser; 1. na­
turales y necesarios; 2. naturales y no necesarios; 3. ni naturales ni necesarios. Cf.
MONDOLFO (1974), vol. II, p. 104.
9El concepto de placer, que forma parte de la ética epicúrea, es eí principio y fin del
vivir feliz, Se trata del bien primero e innato del que deriva toda elección. Ct. Epic.,
I‘p. M.en. 129.
II sustantivo neutrosiniultic'/ism, -i es un derivado deí adjetivo rA/AA, -e. Asimismo,
se relaciona semánticamente con el verbo denominativo sim ulo que señala la posibili­
dad de la imitación del objeto real, extensivo, en este caso, a representaciones artísticas
de carácter escultórico.
11Cabe relacionar el motivo de la íaigaikos frente a la opulencia con la clasificación de
¡os placeres epicúreos. Estos están clasificados en cuatros sentidos: el “placer"’ (ríour}) del
cuerpo y del ánimo y el “placer en movimiento” (cinético) y “en reposo" (catastemático).
El cinético está originado por un estímulo interior y el últímoes un estado del organismo
originado en sí mismo sin estímulo externo. Cf. EARRINGTON (1983:179). Epicuro
clasifica los placeres de la siguiente manera: 1. rúópocnjvrj (placer cinético deí cuerpo)
son las sensaciones producidas por un movimiento del cuerpo; 2. ycípá (placer cinético
del espíritu) son las imágenes placenteras; 3. árro-sta (placer catastemático del cuerpo), la
ausencia del dolor; 4 áretp&lja (placer catascemárico del espíritu), felicidad. C f GONI
ZUBIETA (2002:232).
234 De rervm n a iv ra - u re a secvn dvs

quod sup erest, a n im o quoque n i l prodesse p uta nd um ;


40 s i n o n fo rte tuas le g io ne s per loca campi
fervere cum videas b e lli sim ula c ra cientis,
[43] ornata s<que > ar.tnis statuas p a riterq ue atiimatas,
[42] s u b s id iis m a g n is et ecum v i c onsta b ilita s,
43*] [fervere cum videas classem lateque v a g a rij
h is t ib i tu m rebus timefactae re lig io n e s
45 e ífu g iu n t anim o pavidae; m o rtisq u e tim o re s
tu m vacurnn pectus lin q u u n t curaque so lu tu m ,
Q uo d s i rid ic u la hace lu d ib ria q u e esse vid e m irs,
re veraque m etus h o m in u m curaeque sequaces
nec m e tu u n t s o n itu s a rm o riu u nec fera tela
50 audacterque Ín te r reges re ru m q u e p o te n tis
v e rsa n tu r ñeque f ulg o re m re ve re n tu r ab auro
nec clarum v e stís sp lend o rem purpure ar,
q u id d ubita s q u in o m n i’ s it haec r a tio n i' potestas?
o m n is cum in teneb ris p ra e se rtim v ita ía b o re t.
55 Nam v e lu ti p u e ri tre p id a nt atque o m n ia caecis
in te n e b ris m e tu u n t, sic nos in luce tim e m u s
in te rd u m , n ilo quae su n t m etuenda m agis quam
A c e rca de la naturaleza de las cosas - Libro segundo 235

en lo restante, hay que pensar ta m b ié n que nada (de esto)


re su lta provechoso para el ánim o
a m enos que, p o r casualidad, cuando veas que tu s legiones 40
se agitan con fe rv o r p o r las zonas del campo
realizando sim u la c ro s12 de gu erra,
y las establezcas p ro v ista s de armas y animadas de igua l m od o,13 [43]
forta lecid a s14 con gra jid es reservas y con la fu e rza de la caballería,15 1^2 ]
[cuand ovea squetua rm a d aseagita confervorym archeextend id am ente],16 [43-1]
n o so lo .p o r estasrazones, las re lig io n e s17 atemorizadas huyen despavoridas
de t u ánim o, sin o tam bién l o s tem ores de la m uerte 45
dejan el pecho vacío y lib e ra d o de preocupaciones.
P e ro s i vem os que estas cosas so n r is ib le s y objeto de burla,
y, en realidad, lo s m ie d o s de lo sh o m b re sy la s consiguientes preocupaciones
n o temen lo s so n id o s de la s arm as n i lo s fie ro s dardos
y se m ueven con audacia entre reyes y lo s poseedores de las cosas 50
y no reverencian d el o ro su fu lg o r,
n i el b rilla n te esplendor de la vestim enta purpúrea,
;p o r qué dudas de que esta es la completa potestad de la ra zó n 18
cuando, entre otra s circunstancias, se su fre toda la vid a entre tin ie b la s ?
Pues, com o lo s n iñ o s tie m b la n y sie n te n m ie d o a todas la s cosas 55
en las oscuras19 tin ie b la s, así n o so tro s en ocasiones tememos en el día
la s que en nada son m ás te m ib le s que (la s cosas) p o r las cuales

12Nueva aparición del sustantivo sirnulacrum, en este contexto se relaciona con la idea
de imitar situaciones de combate.
3'3Entre los versos [43 ]-[43i] se presentan numerosos problemas textuales.
Lucrecio emplea el participio perfecto pasivo del verbo constabilio. Este verbo solo se
registra en Planto y Terencio.
l>Pasa je sin resolución; Munro propone leer ecurn como equivalente de equum. Puede
traducirse como caballería. C£ BAILEY (1947), vol. I, p. 238.
s6Este verso es numerado como 46a y citado por el gramático Nonio, por ultimo fue
restablecido por Munro. BAILEY (1947), vol. I, p. 238, lo ubica en la línea 44 y lo
numera como [43a].
57Insistencia en el motivo délos terrores instituidos por la religión para el sometimien­
to del espíritu humano.
5SEn este verso se advierte en dos casos el fenómeno de la caída de la “s“ por razones
métricas. Cabe señalar que se cierra con el signo la interrogación, cosa que no coincide
con la traducción dada por los editores.
19Lucrecio se vale del símil como recurso didáctico. En este caso compara a los hom­
bres con los niños que ca recen de sabiduría v que deben ser instruidos en el conoci­
miento de la realidad.
236 D e R.ERVM N A T V R A - U B f R S E C V N D V S

quae p u e ri in te n e b ris pavitant fin g u n tq u e fu tu ra .


H u n c ig it u r te rro rc m a n ím i tenebrasque necessest
So n o n ra d ii s o lis ñeque lu c id a tela d ie i
d iscutía n i, sed naturae species ra tioque.

N u n c age, quo m o tu g e n ita lia m ateriai


coipora res varias gigna nt genítasque re so lva nt
et qua v i facere id cogantur quaeque s i t o llis
65 re d d íta m o b ílita s m agnum per inane mcandi,
expediam: tu te d ic tís praebere memento.
N a n i certe n o n ín t e r se stipata cohaeret
m ateries, q u o nia m m in u i re m q u a m q u e yid e m u s
et quasi lo n g in q u o flue re o m n ia c e rnim us acvo
70 ex o culisq ue vetustatem subducere n o stris,
cum tam en in c o lu m ís vid e a tu r sum m a manere
propterea quia, quae decedunt corpora cuique,
unde abeunt m in u u n t, quo venere augmine donan:,
illa senescere at haec contra ílorcscere cogunt,
75 nec re m o ra n t u r ib i. S ic re ru m sum m a n o va tur
A C E R C A DE LA N ATURALEZA D E IA S C O S A S - L IB R O SE G U N D O 237

los niños sienten pavor en las tinieblas e imaginan que sucederán.


Por consiguiente, es necesario que, a este terror y a las tinieblas del ánimo,
los disipen no los rayos del sol ni los luminosos dardos (
del día, sino el aspecto de la naturaleza y la razón.20

Cinética de los elementos primordiales


A h o ra sigam os, explicaré con qué m o v im ie n to lo s corpúsculos
generadores de la m ateria engendran cosas variadas y después
de generadas la s d isu e lve n ,11
y con qué fu e rza las o b lig a n a hacer eso, y qué m o v ilid a d de circulación
a través deí enorm e vacío le s fue concedida a aq uellos:12 65
recuerda estar atento a m is palabras.20
D e hecho, p o r cierto, la m ateria no se cohesiona compactada
entre s í,24 ya que vem os que cada cosa es reducida
y d istin g u im o s que, como a la distancia, to d o fluye
en el tie m p o y que 1a vejez lo aleja d e n u e stro s ojo s; 70
pero, aunque parece que la sum a de la s cosas permanece
in c ó lu m e p o r la ra zó n de que lo s c o rp úsc ulo s que se apartan
d ism in u y e n cada cosa de la cual se alejan, (y) se entregan
haciendo crecer las cosas a las cuales llegaron,
obligan a envejecer a aquellas y p o r el c o n tra rio florecer a estas,
y n o se dem oran en eso. A s í la sum a de las cosas25 se renueva 75

_0Ante la oscuridad de lo no resuelto por el hombre mísero, Lucrecio postula la pree­


minencia de la visión acerca del sistema de la naturaleza y la potestad de la razón para
su conocimiento.
21El autor, en todo el libro primero, desarrolla el concepto de que existen unos cor­
púsculos que ai unirse y ordenarse de determinadas maneras dan origen a las cosas. En
este caso, como bien aclara Lucrecio, expondrá de qué manera se logran ordenar y unir
estos cuerpos generadores. También expondrá cómo se da ei proceso contrario, aquel
que hace que las cosas se disuelvan y que cada corpúsculo vuelva a presentarse en su
forma indiyidual.
21Uso del arcaísmo ollis por illis.
2~Admonición ai discípulo, característica del discurso didáctico.
2i C£ L. 1.329 y ss.
25 Se entiende la “suma de las cosas” como totalidai
238 D e r e r v m n a t v r a - LIB ER 5EC V N D V S

semper, et ín t e r se m o rta le s m utua v iv u n t.


Augescunt aliae gentes, aliae m in u u n tu r,
inq ue h re v i spatio m u ta n tu r saecla a nim antum
et quasi cursores v ita i lampada tra d unt.
80 S i cessare putas re n irn p rim o rd ia posse
cessandoque novos re ru m pro gigne re m otus,
a vius a vera longe ra tio ne vagaris.
N a m quonia m p e r inane vagantur, cuneta necessest
aut gravitare sua f e r r i p rim o rd ia re ru m
83 aut ic tu fo rte a ite riu s. N a m <cum > citasaepe
obvia c o n fii xcre, f it u t d iversa repente
d is s ilia n t ; ñeque e n im m iru m , d u ríssim a quae s in t
p o nd e rib us s o lid is ñeque quicquam a tergo ib u s obstet.
-A C ER C A DE IA NATURALEZA. D E LAS C O SA S - L IB R O S E G U N D O 239

siem pre,26 y lo s m o rta le s viven entre s í un o s con o tro s.27


Crecen algunos pueblos, o tro s d ism in u y e n , y en u n b r e v e espacio de
tiem po28
se tra n sfo rm a n las generaciones de lo s seres animados
y como lo s corredores se traspasan las antorchas de la vida,29
S i piensas que lo s elem entos p rim o rd ia le s de las cosas 80
pueden dejar de m overse y, a l detenerse, generar nuevos m o vim ie n to s,
vagas, p e rd id o , le jo s de una ra zó n verdadera.30
E n efecto, p u e sto que vagan p o r el vacío, es necesario que lo s elementos
p rim e ro s de las cosas sean llevados ju n to s, o b ie n p o r su p ro p io peso,
o bien, fo rtu ita m e n te , p o r el golpe de o tro .35 Pues, <cuando> a m enudo 85
chocan rápidos al encontrarse u n o s con o tro s, sucede que rebotan
repentinam ente de manera d iversa ; y de hecho, no es e xtra o rd ina rio ,
ya que so n d u rís im o s p o r la so lid e z de su masa32 y n ing un a cosa se lo s33
im p id e p o r detrás.

26Lucrecio alude a lo señalado en el L. I acerca de que nada proviene de la nada (w.


150 y 205), y que nada recoma ala nada (v. 216),. por lo tanto,, cuando enuncia que los
carpera se separan de un cuerpo, inmediatamente tienen que formar parte de otra cosa
dif erente, sin alterar la totalidad. Este pasaje puede vincularse con el principio o ley de
conservación de la materia enunciado independientemente por Mijaíl Lomonósov y
AntoineLavoisieren el s. XVIII.
27Los principios de la física lucreciana también pueden emplearse para reflexionar
acerca de las relaciones entre las comunidades Rumanas. Por lo tanto, la vida que re'
ciben los mortales, luego se traspasa a otros, generándose un encadenamiento en la
continuación de la vida.
2SSe destaca la insistencia del autor en mostrar que los fenómenos físicos ocurren en­
marcados o encerrados en el “espacio del tiempo5’.
29Se vuelve a apreciar la elaboración poética de analogías entre la carrera de la vida, el
paso de las generaciones y el fluir en el tiempo,
30El autor expresa otra vez el concepto de movimiento continuo de los elementos
primeros.
31Obsérvese el carácter aleatorio del encuentro entre los elementos. En este verso el au­
tor enuncia dos causas posibles que originan movimiento, el peso propio de un cuerpo
o corpúsculo y la interacción entre ellos. Es destacable que estas dos causas, según la
concepción de la física clásica (relacionada con los postulados de Newton, Lagrange,
Hamilton, entre otros), Rieron denominadas fuerzas.
32En este punto Lucrecio Lace referencia a las propiedades de los corpúsculos engen-
dradores de las cosas enunciadas en el libro primero.
33Enla edición de BAILEY (1947), vol. I, p. 240, aparece la formaarcaica ibas del pro­
nombre anafórico is3 ea, td por ¿¿s>que es común en Plauto. Se presenta en esre verso,
además, una variante textual.
240 D E R E R V M N ATYRA - LIBER SE C V N D V S

E t quo iac ta ri ma.gís o m nia m ateria i


90 corpora pervideas, rem inisccrc to tiu s im a m
n i l esse ín se m ina , ñeque haber e u b i corpora p rim a
c o n sista n t, q u o n ia m sp a tiu m sin e fin e m odoquest,
im m e nsum q ue patere in cunetas und iq ue p a rtis
p lu rib u s o ste nd i et certa ra tío ne p ro b a rum st.
95 Q u o d q uonia m constar, n ím íru m n u lia q u ie s est
re d d ita c o rp o rib u s p r im ís per inane profcm dum ,
sed magxs assid uo va ríoque exercita m o tu
p a rtim in t e rv a ilis m agnis c o n fu irá re su ita n t,
pars etiam brevibus sp a d is yexantur ab ic tu .
100 E t quaecumque m agis condenso c on c illa ra
e xig u ís in te rv a ilis convecta re su lta n t,
in d up e d ita s u is p e rp le xis ipsa fig u ris ,
Kaec va lida s sa x i radices et fera f e rrí
corpora c o n stitu u n t et cerera <de> genere h o ru m .
105 Cetera, quae p o rro m agnum per ina ne vagantur,
paucula d is s iliu n t longe longeque re cursa nt
in m agnis in te rv a ilis ; hace aera ra ru m
s u íf ic iu n t n o b is et sp len d id a lu m in a s o lís ;
m ultaq ue praeterea m agnum p er inane vagantur,
li o c o n c iliis re ru m quae su n t reiectanec usquam
consociare e tia m n io tu s potuere recepta.
A C ER C A DE LA N ATURALEZA D E LAS C O SA S - L IB R O S E G U N D O 241

Y para que veas más claramente que todos los corpúsculos de la materia
son movidos de un lado a otro, recuerda que, en definitiva, no existe un
extremo inferior 90

de todo, y que los primeros corpúsculos no tienen


donde sostenerse, puesto que desp acio es sin fin ni medida,
y mostré de muchas maneras que se abre inmenso por doquier
hacia todas partes, y fue probado esto por medio de una razón valedera,
Y porque consta ciertamente que no les fue concedido ningún reposo 95
a los primeros corpúsculos a través del vacío profundo,
sino que, agitados por un movimiento más frecuente y variado,
rebotan en parte a grandes distancias, después de haber sido presionados
en conjunto; también otra parte es agirada violentamente34 a partir de
un choque en espacios reducidos.
Y cualquiera de estos que, en una unión más compacta, 100

rebotan llevados a distancias exiguas,


a la vez que, sometidos ellos mismos a sus formas intrincadas,-’5
constituyen estos las raíces robustas de la roca y los fi eros corpúsculos
del hierro y los restantes cuerpos <de> este género.
A su vez, solo unos pocos corpúsculos36 que vagan por el gran vacio ¡05
saltan lejos y se apartan rápidamente
en grandes intervalos,37 estos nos entregan
el aire rarificado y las espléndidas luminosidades del sol.38
Y además muchos vagan por el gran vacío,
los que fueron rechazados en las combinaciones de las cosas y nunca, 110

incluso, pudieron asociar sus movimientos, aunque fueron aceptados.39


54En esre verso Lucrecio vuelve a utilizar el verbo vexo, tal como en el hexámetro 3. Se
advierte que se estrecha la relación entre las afecciones que sufren los primordio, y los
hombres
35A través de la forma de ios prim ord io y sus combinaciones, y a partir de los movi­
mientos y los choques que estos realizan entre si, se conformarán los distintos elemen­
tos de la naturaleza.
“ El verso 106 presenta variantes textuales,
37El término inttrvaHum hace referencia ala distancia de separación de los prim ordio
a partir del choque entre los mismos. Esta distancia no solo presupone espacio físico
sino también de tiempo.
58Los prim ordio caracterizados por sus formas intrincadas se vinculan con fuerzas de
gran intensidad; en cambio, los que tienen la característica de apartarse con rapidez se
vinculan con fuerzas de poca intensidad.
59£1 pasaje constituido por los versos 109-111 refi ere la posibilidad deque ungrupo.de
corpúsculos pueda no formar parte de alguna cosa; peto esto no implica que su forma
y su figura no sean admisibles por la naturaleza.
242
D e r e r v m natv ' r a EIIí ER. s e c v n d v s ACERCA D f NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO SEGUNDO 243

C u iu s, u ti m e m o r o , re i sim u la c ru m e t im ag o
D e e sta c u e s tió n , c o m o re c u e rd o , u n a re p re se n ta c ió n y u n a im a g e n *
a n te o cu lo s se m p e r n o b is v e rs a tu r e t in stat.
v u e lv e n s ie m p re an te n u e s tro s o jo s y nos recla m a n .
C o n te m p la t o r en im , cU in solis lu m in a cu m q u e
E n e fe c to , c o n te m p la de a h o ra en m á s c u a n d o , e n c u a lq u ie r circ u n sta n cia ,
u S in s e rti firn d u n t ra d ii p e r o p a c a d o m o ru m :
lo s ra y o s in se rto s a través de la o sc u rid a d de las casas esp a rcen la s luces
m u lta m in u ta n io d is m u ltis p e r in a n e vid e b is
d e l s o l: 115
c o rp o ra m isc e ri ra d io m m lu m in e in ipso
verás q u e m u c h o s c o rp ú sc u lo s d im in u to s se m e z c la n
et vel u t a e te rn o c e rta m in e p ro e lia p u g n as
d e m u ch as m a n e ra s p o r el v a c ío e n la m is m a lu z d e los rayos,
ed ere tu rrn a tim c e r ta n tia n e c d a re p au sam ,
y c o m o en u n c e rta m e n e te rn o p ro d u c e n , e n fre n ta rs e '
120 c o n c iliis et d iscid iis e x e rc ita cre b ris;
p o r m e d io de escu ad ron es, lu ch as y com b ates y n o se d a n treg u a,
c o n ic e re u t possis e x h o c , p rim o r d ia re rrn n
ag ita d o s p o r u n io n e s y sep a ra cio n es in ce sa n te s;41 120
qu ale sit in m a g n o ia c ta ri s e m p e r in a n i.
p a r a q u e p u e d a s c o n je tu ra r a p a r tir d e esto c ó m o es qu e lo s ele m e n to s
D u m ta x a t re r u m m a g n a ru m p a r v a p o te s t res
p rim o r d ia le s de la s cosas s o n m o v id o s de u n la d o a o tr o s ie m p re en el
e x em p la re d a re et ve stig ia n o titia i.
g ra n vacío .
125 H o c e tia m m ag is h a e c a n irn u m te achrertere p a r e st
S o la m e n te u n a p e q u e ñ a enere cosas g ra n d es p u e d e
c o r p o r a q u ae i n solis ra d iis tu rb a re v id e n tu r,
d a r u n e je m p lo 42 y m arcas d e u n c o n o c im ie n to .
q u o d tales tu rb ae m o tu s q u o q u e m a te ria i
A u n m ás, es c o n v e n ie n te e s to : q u e v u e lv a s tu a te n c ió n h a c ia 125
s ig n ific a n t c la n d e stin o s c a e co sq u e subesse.
estas c o sas,* lo s c o rp ú sc u lo s que p a re c e n a rre m o lin a rse e n los ra y o s d e l
M u lt a v id e b is e n im p la g ís ib i p e rc ita caecis
sol,
J 30 c o m m u ta re v ia m re tro q u e re p u ls a re v e rtí
y a q u e tales re m o lin o s ta m b ié n s eñ a la n q u e los m o v im ie n to s
d e la m a te ria su b ya cen sec reto s y n o visibles.-h
E n e fe cto , v e rá s q u e m u c h o s c o rp ú sc u lo s, ag ita d o s en este caso p o r golp es
n o visib les, c a m b ia n su ru n ib o y, a ía in versa, re to rn a n después de h ab er
s id o rech azad o s 130

4DLos términos si mula c r um. e rnsago serán definidos por Lucrecio en el L.IV , E l pri­
mero de ellos se relaciona con el adjetivo símüis, como fue dicho anteriormente; en
cuanto al segundo, es la traducción griega de d'Swlo\I, que es una -imagen imitada por
un objeto y aprehendidap o rlos ojos. Según M U N R O , vol. II.p . 194, ambos términos
son sinónimos. Cf. S C H IE S A R O ( 1991).
41 Lucrecio alude una vez más, a través de llil sim ii como recurso didáctico, a la se­
mejanza existente entre los prírünord/d y las acciones hwnanas. En particular recurre a
e-stilenias épicos considerando el movimiento de los corpúsculos como la lucha entre
los ejércitos.
42Seinsisteenla necesidad deejemplificar como una fturma deilustrarla argumentaron.
43Nueva adrzonin'o hacia el discípulo.
44Se refiere a la incapacidad de la visión humana para captar el movimiento de los
i>rimordia y sus efectos. E l autor, no obstante, afirma que los movimientos de los cor­
púsculos engendradores de las cosas se asemejan alos de las partículas de polvo visibles
en un haz de luz. A l respecto, M U N R O , vol. II, p. 141, señala que caecis { “oscuro ') se
opone a apertus (“claro”).
244 DE RERVlvl M A T V R A - LÍB ER SE C V N D V S

nunc huc nunc íllu c ín cunetas undiq ue p a rtís.


S c ílic e t liic a p rin c ip íis esc ó m n ib u s e rro r.
P rim a m o v e n tu r e n im p e r s e p rim o rd ia re ru m ;
in d e ea quae p a rvo s u n t corpora con c illa ra
135 et q u a si p ró x im a su n t ad v ir is p rin c ip io ru m ,
ic tib u s illo r u m cacéis im p u lsa cie ntur,
ipsaque p ro p o rro p a ulo m aiora lacessunt.
S ic a p rín c ip iis ascendit m o n is et e x it
pa ula rim n o stro s ad sensus, u t m o ve a ntur
14o illa quoque, in s o lis quae lu m in e cernere q u im a s
nec q u ib u s id faciant pla g is apparet aper te.

N u n c quae m o b ilita s s it reddita m ateriai


c o rp o rib u s, paucis lic e t b in e cognoscere, M e n n n i.
P rim u m aurora novo cum sp a rg it lu m in e térras
145 et variae vo lu c re s nem ora avía p e rvo lita n te s
aera per tenerum liq u id ís loca vocibus opplent,
quam s ú b ito soleat so l o rt u s tem pore ta li
con vestiré sua p e rfu n d e n s o m n ia hice,
ó m n ib u s in p ro n ip tu m a n ife stum q ue esse víd em us.
150 A t vapor is quem so l m ittítlu m e n q u e serenum
no n per inane meat vacuum j quo ta rd iu s iré
c o g itu r, aerias quasi d u m diverbera t undas.
A C E R C A DE LA N A TU R A LEZA D E IÁ S C O SA S - L IB R O S E G U N D O 245

ahora hacia aquí, ahora hacia a llí, a todas pa rtes p o r doquier.45


Evidentem ente este vagar existe a p a rtir d e to d o s lo s elem entos prim eros-,
pues, en p rim e r lug a r lo s elem entos p rim o rd ia le s de las cosas se mueven
p o r s í m ism o s;
luego, esos que so n io s c orp úsculo s de una pequeña com binación
y, como estos están p ró x im o s a las fu e rza s de io s p rim e ro s elem entos, *35
se m antienen en m o v im ie n to im p ulsa d o s p o r lo s choques no v isib le s de
aquellos,
y, a su vez, esos m ism o s in c ita n a lo s que so n u n poco m ayores.
A s í desde lo s elem entos p rim e ro s asciende el m o v im ie n to y sale
poco a poco hacia n u e stro s se ntid os, para que sean m o vid o s
tam bién aq uellos, lo s que podemos d isc e rn ir a la lu z del so l, WQ
y n o se m uestra claramente a través de lo s golpes, aunque lo hagan,46

Velocidad de los corpúsculos de la materia


A h o ra bien, qué velocidad les fue concedida a lo s corpúsculos
de la m ateria, es lic ito , M e m io , que sepas de esto en pocas palabras.
E n p rim e r lug a r, cuando la aurora inund a las tie rra s con nueva lu z 47
y aves d iversas, que vuelan p o r bosques inaccesibles 145
a través del aire48 tie rn o , ocupan lo s espacios con su s voces m elod iosas,
vem os que re su lta m a n ifie sto a la v ista de todos
cómo súb itam ente el so l, sa lid o en ta l m om ento,
suele c u b rir todas las cosas derramándose con s u lu z .
Pero el calor, ese que el so l emite, y su lu z serena 150
n o c ircula n a través del vacío no ocupado; p o r esto se lo s obliga
a i r más lentam ente, así como al separar ia s ondas del aire.49

45A partir de esta afirmación, Lucrecio plantea, siguiendo a Epicuro, el concepto de la


no determinación del movimiento de los prim ord io, dotándolos de cierta espontaneidad.
Esto se opone ai determimsmo de Demócáto, que luego fue tomado por la mecánica
clásica. Por su parte, Marx (1S41) sostiene que Epicuro estuvo más preocupado por pre­
servar la libertad de la voluntad, por eso la puso en los cimientos del cosmos dando al
átomo el poder del movimiento espontáneo. C£ FARRTNGTON (1983:156).
^Se refiere a la realización del movimiento.
^Lucrecio se vale délos motivos de la aurora y del lo ca s a m o en u s ("lugar ameno5") para
ejemplifi car conceptos físicos.
48Uso del acusativo "a la griega* con desinenciaen ‘aT.
49En esta oportunidad los corpúsculos de luz y calor no están circulando por el vacío,
sino a través de una sustancia que les obstaculiza el movimiento, por lo que se moverán
246 D E R E R V M NATVRA - LÍB ER SE C V N D

Nec s ín g ílla t im corpuscula quaeque v a p o ris


sed complexa m eant Ín te r se conque globata;
155 quapropter s im u l ín te r se re tra h u n tu r et extra
o ffic iu n tu r, u t i cogantur ta rd iu s iré.
A r quae su n t s o lid a p rim o rd ía sim pjícitace,
cum per inane meant vacm un nec res re m o ra tu r
u ila f o r is atque ip sa s u is e p a rtib u s u n u m
160 u n u m in quem c oeperelocum conixa fe ru n tu r,
debent n irn im m praecellere m o b ilita te
et m u lto c iriu s f e rri quam lu m in a s o lis
m u ltíp le xq u e lo c i sp a tiu m tra n sc urre re eodem
tem pore quo s o lis p e rvu lg a n t fn lg u ra caelum.

165 nec persectari p rim o rd ia sin g u la quaeque,


u t videant qua q uidq ue gera tur cum racione.

A t q u íd a m contra hace, ig n a ri m ateriai,


na tu ra m n o n posse deum sin e n u m in e credunt
tanto opere h u m a n is ra tio n ib u s admoderate
170 tém p o ra m utare a n n o ru m írug e sq ue creare
A ce rca de la naturaleza de las c o sa s - libro segundo 247

Y n o c irc u la n de manera aislada cada uno de lo s corpúsculos


del calor, sin o abrazados entre sí y conform ando50 una figura esférica;51
p o r esta razón, al m ism o tie m p o que se a rra stra n entre e llo s hacia atrás,52 155
so n obligados desde afuera a, m overse más lentamente.
P e ro lo s elem entos p rim o rd ia le s, que so n de una só lid a sim p lic id a d ,
cuando circula n p o r el vacío n o ocupado y n ing un a cosa lo s demora
desde afuera, estos m ism o s, como una unidad a p a rt ir de sus partes,
so n llevados arrastra d os a u n ú n ic o lugar, hacia el cual com enzaron a ir , lóo
seguramente deben so b re sa lir a causa de la velocidad
y deben se r llevados m ucho más rápido que la lu z del so l
y atravesar el m ú ltip le 5* espacio del luga r, en ese m ism o
tiem po en el que se d ispe rsa n p o r el cielo lo s rayos del so l.
*54
y no in ve stig a r más lo s elem entos p rim o rd ia le s cada u n o 165
en su sin g ula rid a d , para v e r con qué le y se produce cada cosa.35

Los dioses no intervienen en la creación


Pero, p o r cierto,, en contra de estas cosas, lo s desconocedores
de la m a teria creen que la naturaleza no puede, s in la fu e rza sob renatura l
de lo s dioses, v a ria r la s estaciones del año y p ro d u c ir granos
con ta n to e sfuerzo en p ro p o rc ió n a razones humanas, 1/0

más lentamente. En el caso en que el aire sea i-a sustancia que obstaculiza, los corpús­
culos de calor se comportan como dechas, abriéndose paso a través de este medio- Al
respecto. Lucrecio se vale del verbo d iv er b er o para representar este movimiento.
S€Uso de tmesis en co n q u e glob a ta ,
5i El calor se irradia en todas direcciones conformando así un frente de calor esferoidal.
s2La imagen expone de qué manera se disipa el calor desde una fuente: cuanto mayor
sea la distancia que los corpúsculos de calor recorren alejándose de la fíente, menor
será la velocidad de estos, ya que una fuerza los “arrastra hacia atrás", pero no prevalece
esta última por sobre la de avance.
53 El concepto de lo múltiple presupone no solo la diversidad, sino la magnitud
('rto/^-crrrXác'io<;). También puede hacer referencia a las tantas direcciones en las que se
propagan los rayos de luz.
54 Entre los versos 164 y 165 hay una laguna propuesta por el Pantano, humanisra
itaJiano del s. XVL según sostiene BAILEY (1947), val-1, p, 244.
55El pasaje constituido por los versos 165 al 183 fue sospechado por Lachmann de
haber sido interpolado por no tener conexión con lo anterior.
248 Di rervm natvka - líber secvn dvs

et iam cetera» mortalis quae suadet adíre


ipsaque deducit dnx vjtae dia voluptas
et res per Véneris blanditur saecJa prcpagent,
ne genus occidat humarium. Quorum om nia causa
175 constituisse déos cum fingunt, ornnibu’ rebus
magno opere a vera lapsi ratione videntur.
Nam quamvis rerum ignorem prímordia quae sínt,
hoc tamen ex ipsis caeli rationibus ausim
confirmare aüisque ex rebus reddere multis,
180 nequáquam n o b is d iv in it u s esse creatam
stat praedita culpa.
na tura m m u n d i: tanta
Quae tibí posterius, M emmi, faciemus aperta.
N u n cíd quod superest de motibus expediemus.

Nunc locus est, ut opinor, in his illud quoque rebus


185 confirmare tibí, nullam rem posse su ayi
corpoream sursum ferri sursumque meare;
ne tibí dent in eo flammarum corpora fraudem.
Sursus enim versus gignuntur et augm ina sumunt
et sursum nitidae fruges arbustaque cresctmt,
190 pondera, quantum in se est, cum deorsum cuneta ferantur.
Nec cum subsiliunt ignes ad recta domorum
et celeri flamma degustant tigna trabesque,
sponte sua facere id sine vi subíectaputandum est.
A C E R C A DE LA NATURALEZA. DE LAS COSAS - L IB R O S E G U N D O ,4 9

y también las restantes cosas, las que eí mismo divino impulso


reproductor,56
conductor de la vida, persuade en encaminar hacia los mortales y las
acompaña,
y se reblandece para propagar las generaciones por las acciones de Venus,57
con el fin de que no muera ei género humano. Por causa de esto, cuando
im aginan que los dioses dieron forma a las cosas, parece que 175
en todas las cuestiones se desviaron mucho de un saber verdadero.
En efecto, aunque yo ignore cuáles son los elementos primordiales
de las cosas, sin embargo me atrevería58 a confirmar esto sobre las propias
leyes del cielo y conceder, a partir de otras muchas cuestiones,
que, de ninguna manera, por voluntad divina fue creada para nosotros59 180
la naturaleza del mundo: se erige dotada de una imperfección tan grande.
Esto, Memio, lo haremos más evidente para tim as tarde.
Ahora explicaremos eso que resta acerca de los movimientos/0

Movimiento y dirección de los elementos primordiales

Según pienso, ahora es el lugar para confirmarte también aquello


acerca de esto, que ninguna cosa corpórea puede ser llevada ;
hacia arriba por su propia fuerza y moverse hacia arriba;
que no te engañen los corpúsculos de las llamas.
Pues, nacen en dirección hacia arriba y sostienen ese crecimiento,
yh aciaarrib a crecen los fértiles granos y los árboles,
aunque los cuerpos pesados, cuanto hay en ellos,6’ todos son llevados
hacia abajo.
Ni, cuando los fuegos saltan desde abajo hacia los techos de las casas
y con rápida llama degustan las maderas y las vigas,
no hay que pensar que hacen eso voluntariamente sin una fuerza que sube.

«C f.L .1.1.
57Con las acci ones de Venus, metonímicamente, se hace referencia a las relaciones se­
xuales y la reproducción de los seres; c£ OLD.
53Uso del presente del subjuntivo-optativo del verbo ¿mdeo.
59Lucrecio, una vez más, insiste en la no participación de los dioses en h creación del
universo como donación para los hombres.
Alude a los movimientos de los elementos primordiales.
El autor refiere que todo aquello que tenga masa está sometido a la fuerza peso.
250 D E RERV.VY N ATVRA - LIBER S E C V N D V S

Quod. genus e n o stro cum m issu s corpore sa ng uis


195 emicat e xsu lta n s alte sp a rg itq ue crouorem ,
N o n n e vid es etiam quanta v i tig na trabesque
respuat u m o r aquae ? N a m quo m agis u rs im u s alte
derecta et magna v i m u lt i p re ssim u s aegrc,
tam cupide su rsu m re v o m ít m agis atque re m it t it ,
200 p lu s u t parte fo ra s em ergant e xsilia n tq ue .
N ec tam en haec, q u a n tu m est i n se, d ub ita m us, o p in a r,
q u in vacuum per inane d e o rsu m cuneta fe ra n tu r.
S ic ig it u r debent flammae quoque posse p er auras
aeris expressae su rsu m succedere. quamquam
205 pondera, q uantum in sest, d e o rsum deducere pugnent.
N octum asque faces caeli su b lim e v o la n tis
no nne vides long os fla m m a rum ducere tractus
in quascumque d e d ít p a rtis na t ra meatum?
N o n cadere in te rra m stellas et sidera cernís?
210 S o l etia m <caeli> de vértice d issip a t o m n is
ardorem in p a rtis et lu m in e c o n se rit arva;
in té rra s ig it u r quoque s o lis v e rg itu r ardor.
Tra n sv e rso sq u e volare p e r im b ris fu lm in a c e rn ís;
nu nc h iñ e nu nc illin c abrupci n u b ib u s ignes
A C E R C A D i I A N ATURALEZA D E LAS C O S A S - L IB R O S E G U N D O 251

Esto sucede*52 cuando*5la sangre enviada desde nuestro cuerpo


sale saltando hacia lo alto y esparce sti fuerza v ita l 193
¿Acaso no ves también con cuánta fuerza el líquido acuoso®4 chorrea
maderas y vigas ? De hecho, cuanto más urgimos las cosas
hacia lo profundo, y mucho presionamos dificultosamente con gran
fuerza,
con tanta energía regurgita más y las devuelve,
que emergen y saltan hacia afuera más que una parte.65 200
Y, sin embargo, no dudamos que estas cosas, cuanto está en ellas,
opino, son llevadas todas juntas a través del vacío no ocupado hacia
abajo.6263*566
Por lo tanto, así también las llamas deben poder levantarse
por las brisas del cielo, presionadas hacia arriba, aunque
sus pesos, c anto hay en ellos,67pugnan por volverlas hacia abajo. 205
¿Y acaso no ves que las antorchas nocturnas que vuelan
por el alto cielo extienden sus largos trayectos de llamas
hacia cualquier lugar donde la naturaleza estableció su recorrido?
¿No ves caer a la tierra estrellas y astros?
T am biénelsol, desde elvértice <del cielos-, d isipaelcalor 2Í0
hacia todas partes y siembra los campos con luz;
en consecuencia, el calor del sol también se inclina hacíalas tierras.
Y observas volar los rayos a través de las lluvias transversales;
ahora de aquí, ahora de allí, fuegos abruptos corren

62Se trata de una antigua frase que a menudo Lucrecio y el autor de la R hetorica. a d
H erenniumuxA u.a.Tí. MUNRO, yol. II, p. 197, señala díferences variantes al respecto
de esta estructura, con o sin el vetfeo su m .
63Munro utiliza la variante arcaica q u orn para el incluyente; Bailey lo regulariza en
cura.
MPerífrasis por agua.
65Hace referencia a la fuerza de empuje que actúa en los cuerpos cuando se los hunde
en el agua.
66En codo este pasaje el autor enuncia unasencencia acerca del movimiento, al afirmar
que “todos los cuerpos son llevados hacía abajo”; por lo tanto, los cuerpos siempre
están sujetos a una fuerza de dirección vertical y con sentido hacia abajo. Ésta fuerza
será el peso y generará un movimienco si es que no hay una fuerza en sentido contrario
que la anule. Newton desarrolla conjecuras similares al enunciar la ley de gravitación
universal.
67 Se presencan versiones diferentes en esce pasaj e; Mtmro y Bailey aceptan la sinalefa y
la prodelisión entre el pronombre se y el verbo est.
“ D E RER.VM NATVRA - L IB E R SE C V N D V S

215 concursa nt; cadit in té rra s v is fiam inea v u lg o .

liíu d in h is quoque te rebus cognoscere avemus,


corpora cum d e o rsu m re ctum p e r inane fe ru n tu r
pond erib us p ro p riis , in c e rto tempore ferm e
in c e rtisq u e lo c is sp atio depellere pa ulum ,
2 2 0 ta n tu m quod m om en m u ta tu m dicere p o ssis.
Q u o d n is i d eclinare so le re n t, o m n ia deorsum ,
im b r is u t i guttae, caderent per ina ne p ro fu n d u m ,
nec fo re t ofFensus na tus nec plaga creara
p rin c ip iis : ita n il um quam natura creasset.
225 Q u o d s i fo rte a liq u is credit graviora potesse
corpora, quo c itiu s re c tu m p e r inane fe m n tu r,
incid e re ex sup ero le v io rib u s arque ita plagas
gignere quae p o ssin t g e n ita lis reddere m o tu s,
a vius a vera ionge racione recedit.
23o N a m per aquas quaecumque cadunt arque a c ra ra rum ,
haec p ro p o n d e rib u s casus celerare necessest
propterea q u ia c o ip u s aquae naturaque tenvis
aeris haud p o ssu n t aeque rem quamque m o ra ri,
sed c itiu s cedunt g ra v io rib u s exsuperata.
235 A r contra n u lli de n u lla parte ñeque u ilo
tem pore inane potest vacuum su b siste re re i,
q u in , sua quod natura p e tit, concederé pcrgat;
om nia q uapro pter debent per inane q u ie tu m
Acer c a d i la n a tu r aleza de la s c o s a s - Lib r o secu n d o 253

p o r la s nub es; cae a tie rra p o r to d o s lados una fu e rza l l a m e a n t e , 215

Movimiento de declinación
Deseo vivam ente que tam bién conozcas, e ntre o tra s cosas,
que, cuando lo s corp úsculo s so n llevados en línea recta hacia abajo
a través del vacío p o r sus p ro p io s pesos, se desvían09 u n poco, en u n tie m p o
ind e term ina d o, p o r lo com ún, y en lugares no d eterm inad os del espacio,
tanto que p o d ría s decir que se tra n sfo rm ó su m o v im ie n to . 220
P e ro s i no estuviera n acostum brados a declinar, to d o s e llo s hacia abajo,
como las gotas de llu v ia , caerían a través del vado p ro fund o,
y n o hubie ra nacido el choque n i hubie ra sid o creado el golpe
para lo s p rim e ro s elem entos: así, la naturaleza no hubie ra creado nunca
nada.70
Y s i p o r casualidad alguno cree que lo s corp úsculo s m ás pesados, 225
para que sean llevad os más rápidamente en lín e a recta p o r e l vacío,
pueden caer desde lo a lto sobre lo s más liv ia n o s, y a sí nacer
lo s golpes que p o d ría n re p ro d u c ir m o v im ie n to s generadores ,
ese, errado, se aleja m ucho de una ra zó n verdadera.
D e hecho, todas estas cosas que caen a través de las aguas y el aire rarifi ca-230
do, es necesario que aceleren su caída en relación con su s pesos,
además porque el cuerpo d el agua y la naturaleza del aire tenue
no pueden dem orar cada cosa de ig u a l manera,
sin o que ceden más rápidamente, superadas p o r las más pesadas.71
Pero, p o r el c o n tra rio , el vacío n o ocupado n o puede estar p o r debajo72 235
de n in g u n a cosa, en n ing un a parte n i en n in g ú n tiem po,
sin que, porque lo pide su naturaleza, in sista en conceder;
p o r esta ra zó n, todas la s cosas deben se r llevadas a través del vacío

Numerosos ejemplos, conforme al discurso didáctico, pretenden probar el hecho de


que los cuerpos son llevados hacia la tierra, aun cuando en algunos casos se observa lo
contrario.
<v' En la edición de Baíley aparece d e p elle r c , en Munro, d e celler e, considerado por el
editor como un “hápax”, sinónimo de d eclin a re. Ver teoría del cU nam en.
■°Las cosas se generan únicamente por ía vinculación de los corpúsculos primordiales
y esas vinculaciones o relaciones se establecen por ei choque directo que se produce
entre los corpúsculos o, por el actualmente mencionado, desvío de la trayectoria. A
esto último se lo denominará d in o m e n .
71 Confrontar con las características del v a cio en L. 1.335-345-
72Id.
254 D £ R E R V M N A TV R A - L IB E R SECV.M DVS

aeque p o n d e rib u s n o n aequis concita fe rrí.


24o H a u d ig it u r p o te ru n t le v io rib u s incid e re um qua m
ex sup ero g ra vio ra ñeque r.ctus gignere per se
q u i v a rie n t m o tu s p e r quos na tura gerat res.
Q u a re etia m atque etia m pa ulum in c lin a re necessest
c o rp o ra ; nec p lu s quam m ín im u m , ne fin g e re m o tu s
245 o b líq u o s vid ea m ur et id re s vera re fu te n
N a m q u e lio c in p ro m p tu m a n ife stum q ue esse vid em us,
pondera, q u a n tu m i n sest, n o n posse o b líq u a meare,
ex sup e ro a u n p ra e c ip ita n t, quod cernere p o ssis.
Sed n i l o m r.in o <recta> re g io ne v ia i
250 d eclinare q u is est q u i p o s s it cernere sese?

D e n iq u e s i se m p er m o t u s c o n e c titu r o m n is
et vetere e x o rit u r < m o tu > n o v u s o rd in e certo
nec d eclina nd o fa c iu n t p rim o rd ia m o tu s
p rin c ip iu m q uoddam quod f a ti f oedera ru m p a t,
255 ex in f in it o ne causam causa sequatur,
A CER CA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - .UBRG SEGU N D O 255

en reposo, m ovidas igualm ente p o r pesos desiguales. 3


P o r lo tanto, no po drá n caer nunca desde a rrib a la s cosas más pesadas ■
sobre las más livia n a s, n i nacer lo s choques p o r s í m ism o s
que va ríen lo s m o v im ie n to s, p o r m e d io de io s cuales la naturaleza desa­
rro lle la s cosas.
P o r esta ra zó n, una y otra ve z, es necesario q u e lo s corp úsculo s se in c lin e n '4
u n poco y no más de lo m ín im o , para que no parezca que im aginam os
m o v im ie n to s o b lic u o s y la realidad verdadera lo re fute ,7' :
E n efecto, vem os que esto se m ue stra ante lo s ojo s,
que lo s pesos, cuanto está en e llo s,76 no pueden m overse en fo rm a oblicua
cuando se p re c ip ita n desde a rrib a , lo que puedes observar;
pero que nada en a b soluto se d esvíe de la dirección <recta>
del camino, ¿quién es el que p o d ría observar eso m ism o ? 7-'

Sobre la indeterminación de los movimientos


de los elementos primordiales
Fin a lm e n te , s i tod o m o v im ie n to sie m p re está conectado
y surge sie m p re 78 u n o n u e vo de u n < m o v im ie n to > a n tig uo con u n orden
determ inado,
y lo s elem entos p rim o rd ia le s no establecerá declinando,
c ie rto p rin c ip io de m o v im ie n to que ro m p a la s leyes del d estino,
para que una causa no siga o tra causa desde el in fin it o , 7
*5
3

73Este pasaje recuérdala enunciación de la gravedad como causadel movimiento délos


cuerpos y afirma que fluidos de distinta densidad no pueden resistir de igual manera
la caída de un cuerpo.
7qSi todos los cuerpos se movieran alineados y a la misma velocidad, jamás ocnrriría
un encuentro. Por lo tanto, es necesario otro movimiento adiciona]. La inclinación
que se menciona en este caso es suficiente como para que se produzca el encuentro de
los corpúsculos, y al mismo tiempo, es ínfima, de manera tal que el movimiento siga
siendo recto.
75Establece los límites de la. declinación de los elementos.
7éC £ vl90.
7 Pasajeno resuelto por la tradición textual. En cuanto al movimiento de declinación,
c£ Cíe.,F m . 1.6.17-21.
7SSegundo sem p e r agregado por Lachmann.
256 D E RERVAí NATVAA - LÍB ER SE C V N D V S

lib e ra p e r té rra s m id e haec a n im a n tíb u s exsrat,


unde est haec, in q ua m , fa tis avulsa v o lu n ta s
per quarn p ro g re d im u r quo d u c it quemque volup ta s,
declinam us Íte m n io t u s nec tem pore cerco
260 nec regione lo c i certa, sed u b i ipsa tu J it mem?
N a m d u b io p ro c u l h is re b us sua cuique vo lu n ta s
p rin c ip iu m dat et h iñ e m o tu s per membra rig a n tu r.
N o n n e vid es etiam patefactis tem pore puncto
carceribus n o n posse tam en p ro rum p e re e q uo ru m
265 v im cup ida m tam de sú b ito quam m ens avet ipsa?
O m n is e n im to tu m per Corpus m a te ria i
copia c o n c iri debet, concita per a rtu s
o m n is u t s tu d iu m m e n tis conixa sequatur;
u t vid ea s ín it u m m o tu s a corde creari
270 ex a n im iq ue vo lú nta te id procederé p rim u m ,
in d e d a ri p o rro per to tu m Corpus et a rtus.
Nec similest ut cum im pulsi procedimus ictu
viribus alterius magnis magnoque coactu.
Nam tilín materiem totius corporis omnem
275 perspicuumst nobis invitis iré ra pique,
doñee eam re fre n a y it per membra vo lu nta s.
a c e r c a d e la n a t u r a l iz a d e las c o s a s - L ib e l o segu n d o 257

¿de dónde procede esta potestad, libre por las tierras, para los seres
animados;
de dónde, digo, esta voluntad fue arrancada de los hados,
por la cual avanzamos hacia el lugar donde el impulso vital guía cada
cosa,
y, de igual forma, no cambiamos los movimientos en un tiempo
determinado
n i en una p o sic ió n determ inada del espacio, sin o donde
esa misma mente79 nos llevar80 260
Pues, lejos de cualquier duda, su voluntad confiere a cada uno un principio
para estas cosas y, a partir de aquí, los movimientos son dirigidos a través
de sus miembros.
¿Acaso no ves también que, cuando se abren los establos en un momento
puntual, la fuerza anim osa de los caballos sin embargo no puede
precipitarse súbitamente, tanto como su mism a mente lo quiere? 265
En efecto, todo el conjunto de la materia debe ser puesto en movimiento
por el cuerpo entero, movido a través de las articulaciones
de modo que siga conectado al esfuerzo de ia mente;81
para que veas que el inicio del movimiento es concebido desde
el corazón, y que eso procede p rim e ro desde la vo lu n ta d d el ánim o, 270
de allí, seguidamente, se da por todo el cuerpo y sus articulaciones.82
No es lo mismo cuando, impulsados por un choque, avanzamos
a causa de la enorme fuerza del otro y de una gran coacción.
Pues, entonces, es evidente que toda la materia de un cuerpo
completo se mueve y es arrastrada sin nuestro consentimiento, 275
hasta que la voluntad la haya refrenado a través de los miembros.

79Entiéndase m e tis como el regente de las decisiones de un humano. El concepto se


desarrolla en el L. III.
80A partir del clin a m e n se Ies confiere a Jos seres animados la libertad de la voluntad.
De acuerdo con FAEJRENGTON (19S3:15ó), Epicuro dota a cada átomo de peso
para darle una existencia independiente: a su vez2lo dota con el poder de ^desviarse”,
asi le permite escapar al dominio de la necesidad física en contraposición al determL
nismo de Demócrito.
81 Lucrecio busca establecer relaciones entre la percepción intelectual y la concreción
misma tíel movimiento* que nace del corazón.
82Se podría suponer la existencia de una nendíadis, por lo cual cabe traducirse ”por
todas las articulaciones del cuerpo53.
258 D E RERVívt NATVRA - L IB E R SE C V N D V S

Iam ne vides ig itu r, quamquam v is extera m u ito s


pellat et in v ito s cogat procederé saepe
praecipitesque rapi, tamen esse in pectore n o stro
280 quiddam quod contra pugnare obstareque p o ssí t?
C u iu s ad a rb itriu m quoque copia m ateriai
cogitur in te rd u m fle cti per membra per artus
et proiecta re frenatur re troque re sid ir.
Quare in se m in ib us quoque idem fateare necessest,
285 esse a lia m praeter pkgas et pondera causam
rrio tib lis , unde haec est n o b is innata potestas,
de n ilo qu o nia m fie ri n i l posse videm us,
P o nd us e n ím p ro h ib e t ne plagis om nia íia n t
externa quasi v i. Sed ne mens ipsa necessum
290 in te stin u m habeat cunctis in re b us agendis
et devicta quasi cogatur fe rrep atique ,
id facit exiguum clinam en p rin c ip io ru m
nec re g io n e lo c i certa nec tempore certo.
Nec stipata magis f n it um quam m ateriai
295 copia nec p o rro m a io rib us in te rv a ilis;
nam ñeque adaugescit quícquam ñeque deperit inde.
Q uapropter quo nunc in m otu p rin c ip io ru m
corpora su n t, in eodem ante acta aetate fuere
et p ost haec semper s im ili racione ferentun
300 et quae c o n süe rint g ig n i g ig ne ntur eadem
condicione et e ru n t et crescent viq ue valebunt,
q uantum cuique datum est p e r foedera naturai:
A CER CA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LJBRO SEGU N D O 259

iAca-so ya ves, entonces, aunque u n a fu e rza im p u lse a m uchos


y lo s o b lig ue a avanzar sie m p re en o p o sic ió n a su vo lu nta d
y a se r arrastra d os con precipitación, que, no obstante, existe
en n u e stro pecho85 algo que puede luc h a r en contra y ser u n obstáculo ?
A l a rb itrio de esto, tam bién el c o n ju n to de la m ateria
es obligado, entretanto, a cambiar el c urso a tra vé s de lo s m ie m b ro s,
a través de la s articulaciones y se frena lanzado hacia adelante,
y retrocede en se ntid o c o n tra río .
P o r esta razón, es necesario tam bién, reconocer lo m ism o en las se m illa s
(de las cosas) que, además de lo s golpes y lo s pesos, existe o tra causa 285
para lo s m o v im ie n to s, de donde es in na ta esta potestad en n o so tro s,
puesto que vemos que de la nada no puede hacerse nada.84
D e hecho, el peso85 p ro h íb e que todas las cosas sean hechas p o r m edio
de golpes, a través de una fu e rza externa; pero que la m ente m ism a
no tenga una necesidad in te rn a en todas las cosas que ha d e re a liza r 290
y que no sea som etida, como s i f uera obligada p o r esto a lle v a r y sop ortar,
eso lo provoca la exigua declinación de lo s p rim e ro s elem entos
en una re gión indeterm inada del lug a r y en u n tiem p o no preciso.
Y nunca fue m ás compacto el c o n ju n to
de la m ateria n i, además, p o r m ayores in te rv a lo s; 2?5
pues n in g u n a cosa se increm enta n i perece a p a rt ir de e llo .86
P o r esto, en el m o v im ie n to de lo s p rim e ro s elem entos en el que
ahora están lo s corp úsculo s, es en ese m ism o , en el que estuvie ro n antes
una vez c um p lid o el tiem po, y en el que estos después serán llevados
sie m p re p o r una ra zó n s im ila r,
y lo s que están acostum brados a nacer, nacerán en esa m ism a 300
cond ición, no solo e x istirá n sin o que crecerán y tendrán vig or,
cuanto le fue dado a cada u n o por la s leyes de la naturaleza. 3

S3El sustantivo p e ctu s primeramente refiere ai pedio como sede del ánimo (a n im a l)
y del corazón {cor). Entre otras cosas el ánimo es facultad intelectuaí que interpreta
los estímulos sensoriales y dirige la intención dei cuerpo. P ectu s, por otro lado, puede
reflejar el aspecto emocional y moral de un ser humano. Cf. L. III.
^Confrontar L. 1 .150-158. Reutiliza parte de los principios enunciados anteriormen­
te para sustentar nuevas ideas.
§5El peso, ¡unto con la forma y el tamaño, es una de las características independientes
de cada uno de jos elementos primordiales.
La mecánica deJ universo es inmodiíicable.
260 D £ R ü R V M N A TV RA - L IB E P . SE C V N DVS

Nec re ru m sum m a m com m utare ulla potest v is;


nam ñeque, q u o p o ssit genus u llu in m a re ria i
305 effugere e x o m n i. quicquam est < e xtra > , ñeque in omne
unáe coorta queat nova v is irtu m p e re et om nem
na tura m re ru m m ura re et ve rte re m o tus.
H lu d in h is rebus n o n est m ira b ile , quare,
o m n ia cum re ru m p n m o rd ia s in t in m o tu,
310 sum m a tam en sum m a v id e a tu r stare quiete,
praeterquam siq u id p ro p iio dat corpore m o tu s,
O m n is e n im longe n o s t rís ab se nsib us in fra
p rim o ru m na tu ra iacet; quapropter, u b i ipsa
cernere ia m nequeas, m o tu s qttoque surpere debent;
315 p ra e se rtim cum , quae p o ssim u s cernere, celent
saepe tam en m o tu s sp a tio diducta lo c o ra m .
N a m saepe in c o lli tendentes pabuia laeta
lanigerae re p ta n t pecudes quo quamque vocantes
ín v ita n t herbae gemmantes ro re recenti,
320 et sa tia ti agni lu d u n t blandeque coruscant;
o m n ia quae n o b is longe confusa v íd e n tu r
et v e lu t in v ir id i candor co n siste re c o lli,
Praeterea m agnae legiones cum loca cursu
camporum complent belli símulacra cientes,
325 fu lg o r ib i ad caelum se t o llit totaque c irc u m
aere re n id e sc it te llu s subterque v iru m v i
e xc itu r p ed ibus s o n itu s clamoreque m ontes
ic ti reiectant voces ad sid era m u n d í
et c irc u m v o líta n t eq uites m ediosque repente
330 t ra m it t u n t v a lid o quatientes im pete campos;
A CER CA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO SEGU N D O 261

Y n in g u n a fu e rza puede tra n sfo rm a r el c o n ju n to de las cósase


p ues nada existe afuera, adonde pueda h u ir de la totalidad
n in g ú n género de la materia, n i en la totalidad 385
de donde, tra s aparecer, sea capaz de ir r u m p ir una nueva fue rza
y cambiar toda la naturaleza de las cosas y dar vuelta lo s m o vim ie n to s.*7
E s o , en estas circunstancias, no es adm irable: p o rq u é ra zó n,
aunque tod os lo s elem entos p rim o rd ia le s de las cosas estén en m o v im ie n to ,
el c o n jun to , s in embargo, parecería esta r en sum a q u ietud , 3í0
salvo s i a lguno produce m o v im ie n to s a p a rt ir de su p ro p io cuerpo.
D e hecho, toda la naturaleza de lo s elem entos p rim e ro s yace
m u y p o r debajo de n u e stro s se n tid o s; p o r esta ra zó n cuando ya no seas
capaz
de o b se rva rlo s, tam bién se deben escapar88 s u s m o v im ie n to s;
p rin c ip a lm e nte , porque, aunque podamos d is t in g u irlo s , separados 315
a m enudo en e l espacio del luga r, sin embargo, o culta n su s m o v im ie n to s.
E n efecto, a m enudo las ovejas89 que cortan lo s fecundos
p a stos en la colina marchan lentam ente hacia donde la s hierbas
enjoyadas p o r el ro c ío reciente las in v ita n , llam ándolas a cada una,
y lo s saciados corderos juegan y entrechocan su s cabezas blandamente; 320
todas las cosas que para n o so tro s parecen de le jo s haberse mezclado
y como la blancura (parece) p e r s is t ir en la verde colina.
Adem ás, cuando las grandes legiones llenan en su carrera90
las zo n a s de lo s campos anim ando sim u la c ro s de guerra,
en ese lu g a r u n fu lg o r se eleva hacia el cielo y toda la tie rra 325
alrededor com ienza a b r illa r p o r el bronce y, p o r debajo de su s pies
a causa de la vio le nc ia de lo s va rone s, se excita e l so n id o y lo s m ontes,
golpeados p o r el clam or, rechazan las voces hacia lo s a stro s del m u n d o
y vuelan alrededor lo s jinetes y repentinam ente atraviesan
lo s campos p o r el medio, sacudiéndolos con v ig o ro so ím p e tu ;91 330

^Entre los versos 297-307 el autor explioaque los movimientos de los corpúsculos son
constantes ynecesariamentc cambiantes. Sin embargo, estos tienen siempre la tenden­
cia a eonstimir cosas similares, en configuraciones similares.
68Usa una forma sincopada del infinitivo del verbo su b rip w ,
* El poeta utiliza el plural del adjetivola n igerj-ertij, -eru m en formasustantivada.
*D a comienzo a un extenso símil épico con el fin de explicar cómo opera el sistema
perceptivo humano. Lucrecio se vale del esrilo gravede la poesía épica para la eje mpli-
ficacíón didáctica.
91 Por razones métricas, im p eí.-tis.
262 D E RERVM NATVRA - LIBER SECVNDVS Acerca d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - L ib r o segu n d o 263

E t tamen est q u id a n i lo c u s a ltis m o n tib u s <un d e > y, sin embargo, existe cierto lu g a r en lo s a ltos m ontes desde donde92
stare v íd e n tu r et in c^rnpis consiste re fu lg o r. parece que están fijo s y que u n fu lg o r permanece en lo s campos,

De la configuración de los elementos primordiales


N u n c age iam deinceps cun.ctarum exordia re ru m A h o ra , anda, a c o n tinua c ió n percibe ya lo s com ienzos93 de todas
qualia s in t et quam longe d ista n tia fo rm is las cosas, cuáles son y cuánta es la diferencia en sus form a s,
335 percipe, m u ltig e n is quam s in t variata fig u ris ; cuán variados so n en cuanto a su s fig u ra s de m ú ltip le s especies; 335
n o n q u o m u lta p a ru m s im ilí s in t praedita form a , n o porque sean poco n u m e ro so s lo s dotados de una for^ma sim ila r,
sed quia n o n v u lg o paria ó m n ib u s om nia constant. s in o porque no son en general todos iguales a todos.
Nec m iru m ; nam cum s it e o ru m copia tanta N o es de asom brarse; en efecto., ya que es tanta la abundancia de esos
u t neque f in is , u t i docui, neque sum m a sic u lla , (e lem entos p rim o rd ia le s) que, como te enseñe, n o hay lím it e n i suma
34-0 debent n im ir u m n o n ó m n ib u s o m n ia p ro rsu m alguna,
esse p a rí 61o s im jliq u e adfecta figura . evidentemente, en absoluto, no ro d o s deben tener 34o
Praeterea genus h u m a num mutaeque natantes ig u a l estructura y ser afectados p o r una fig u ra sim ila r.
squam igerum pecudes et ]aeta a rnie nta feraeque P o r esto el género hum ano y lo s m ud o s rebaños nadadores
et variae vo lu c re s, laetantia quae loca aquarum de los que tienen escamas, lo s fecundos ganados, las fie ras
345 concelebrant c irc u m ripas fo iitisq u e lacusque, y las variadas aves, las que a m enudo concurren a lo s espacios
et quae p e ry u lg a n t ne m ora avia p e rv o lita n te s; acuáticos alrededor de las rib e ra s, las fuentes y lo s lagos, 345
q u o ru m u n u m q u id v is g enera tim suniere perge, y las que frecuentan volando p o r lo s bosques inaccesibles;
in ve n ie s tam en in te r se d iffe rre fig u ris . procede a to m a r de estos uno cualquiera p o r especie,
N e c ra tio ne alia p roles cognoscere m atrem encontrarás, s in embargo, que d ifie re n entre s í en su (s) fo rm a (s),
350 nec mater p o sset p ro le m ; q u o d posse vid em us N i de o tra manera la p ro le p o d ría conocer a su madre
nec rn in u s atque 11-o m in e s in t e r se nota cluere. n i la madre a su prole; y vem os que (lo s anim ales) pueden 35O
N a m saepe ante deum y it u lu s delubra decora reconocerse entre s í y no m e n o s que lo s hom bres.
tu ric re m a s p ro p te r mactatus c o n c id it aras Pues, a m enudo, ante lo s decorados tem p lo s de lo s dioses”
sa n g u in is e xsp ira n s calidum de pectare fu m e n . u n n o v illo cae sacrificado cerca de lo s altares que queman incienso,
exhalando u n río cálido de sangre desde el pecho.

n El pronombre u n d e es agregado por Niccolo Niccoli en el s. ^XV.


93 Considerar el sustantivo s.xordium , -(i)í en plural como sinónimo de los elementos
primordiales o prim ordio, reruum,
94 Extenso símil de resonancias míticas e himnódicas que remeda ejemplos literarios
establecidos por la tradición, tal como el errar de la diosa Dérneter vagando en bús­
queda de su hija Perséfone.
264 D E RERVA -1 NIÁTVKA- L ÍB E R SE C V N D V S

355 A t m ater v ir id is sa ltu s orbata peragrans


qua erit h u m i pedibus ve stig ia pressa b isu lc is,
om nía convisens o c u lis loca s i queat usquam
conspicere a m issu m fe tu m , completque q u e re llis
fro n d ife ru m ne m us a d siste n s et crebra re v is it
36o ad sta b u lu n i d esid e rio p e rfixa iuvenci,
nec tenerae saiices atque herbae ro re vigentes
ilu m in a q u e illa q ueunt su m m is labentia rip is
oblectare a n im u m subitam que ayertere curam,
nec v it u lo r u m aiiae species p e rp a b u la laeta
365 derivare q u e un t a n im u m curaque le vare:
usq ue adeo quiddam p ro p riu m n o tura q ue re q u irit.
Praeterea te n e rí t re m u lis cum vocib us haedi
cornígeras n o ru n t m a rre s agnique p e tu íc i
balantum pecudes: ita, quod natura reposcíx,
370 ad sua quisque fere d e c u rru n t ubera lactis.
P o srre m o q u o d vis fru m e n tu m n o n tamen omne
quique su o genere Ín te r se sim ile esse vid e b is,
q u in in te rc u rra t quaedam d ista n tia fo rm is.
C oncha rum que genus p a riii ra tio n e vid e m us
375 pingere t e llu ris g re m iu m , qua m o llib u s u n d is
lit o r is in c u rra b ib ula m p a v it aequor harenam.
Q ua re etiam atque etiam s im ili ra tio n e necessesq
natura q u o nia m constant ñeque facía m anu su n t
u n iu s ad certam fo rm a n p rim o rd ia re ru m ,
380 d is s im ili ín te r se quaedam vo lita re figura .

Perfacile est animi ratione exsolvere nobis


quare fulmineus m ulto penetralior ignis
quam noster fuat e taedis terrestribus ortus.
Acer ca de la n aturaleza de las c o s a s - l ib r o s e g u n d o 265

Pero la madre, privada, de su hijo, andando por las verdes forestas 355
reconoce en el suelo las huellas marcadas por las patas hendidas,
mientras revisa todos los lugares con sus ojos, sí es posible ver
en alguno al hijo perdido, y retirándose llena con sus quejidos
el bosque frondoso y vuelve a mirar, constante
hacia el establo, transfigurada ante la necesidad del novillo, 360
ni los tiernos sauces ni las hierbas florecientes de rocío
y ningún rio pueden, deslizándose por la superficie de las riberas,
distraer su ánimo y aiejar la preocupación asumida,
ni otras especies de novillos , por los fecundos pastos, son capaces
de cambiar el curso de su ánimo y alivianaría de su pena; 365
sin cesar busca algo hasta tal punto propio y conocido.
Por esto, los tiernos cabritos con sus voces trémulas
conocen a sus madres portadoras de cuernos y los corderos
que frotan su cornamenta, a los ganados que balan: así, en cuanto
pide la naturaleza,53 prácticamente cada uno corre a sus fuentes de leche. 370
Por último, no importa el grano, sin embargo, no verás que
ninguno cualquiera en su género es tan similar entre sí,
que no se interponga alguna diferencia en sus formas.
De un modo igual vemos que la especie de las conchillas
pinta el regazo de la tierra por donde el mar aplana 375
la arena sedienta de la curva playa con sus suaves olas.
Por esto, es necesario (afirmar) más y más,9é con una razón similar,
que los elementos primordiales de las cosas, ya que existen a partir
de la naturaleza y no fueron hechos por una mano según una única
forma determinada, revolotean con cierta forma disímil entre sí. 3S0

Formas y cualidades sensitivas de los elementos


primordiales
Es m uy f ácil explicar para nosotros con un razonamiep.ro
del ánimo por qué el fuego del rayo fluye mucho más
penetrante que el nuestro, nacido de antorchas terrestres.956

95Todo ser creado da cumplimiento a los requerimientos de las leyes naturales a Las
que está sujeto.
96Cf. uso de la misma fórmula en L. 1.295.
D E RER-VjvI NATVRA - L IB E R S E C V N D V S
266

Dicere ením possis caeíestem fuim inis ignem


385 subtilem magis e parvis constare figuris
arque ideo transiré foramina quae nequit ignis
noster hic e iignis ortus taedaque creatus.
Praererea lumen per cornum transir, at ímber
respuitur. Quare? Nisi lum inis illa minora
390 corpora sunt quam de quibus est liquor almus aquarum,
Et quamvis súbito per colum vina videmus
perftuere, at contra tardnm cunctatur olivum,
aut quia niinirum maioribus est clcmcntis
aut magis hamatís Ínter se per que plicatis,
395 atque ideo ñ t u t i n o n tam diducta repente
ín te r se p o ssín t p rim o rd ia sin g u la quaeque
sin g u la per cuiusq ue fo ra m in a per manare.
H uc accedit uti mellis lactisque liquores
iucundo sensu linguae tractentur in ore;
4oo at contra taetra absinthi natura ferique
centauri fcedo pertorquent ora sapore;
ut facíle agnoscas e levibus atque rotundis
esse ea quae sensus iucunde tángete possunt,
at contra quae amara atque aspera cumque videntur,
405 hace m a g is ham atis ín te r se nexa te n e ri
proptereaque solere via s rescindere n o s t ris
se nsib us ín tro itu q u e suo p e rrum p e re corpus.
Omnia postremo bona sensibus et mala tactu
dissimili ínter se pugnant perfecta figura;
410 ne tu fo rte pute s serrae strid e n tis acerbum
h o rro re m constare ele m e n tis le v ib u s aeque
ac musaea mele, per chordas orga nici quae
m o b ilib u s d ig it is expergeíacta fig u ra n t;
A CERCA DE LA NATURALEZA DE IAS COSAS - LIBRO SEG U N D O 267

En efecto, podrías decir que el fuego ceiestial


del rayo más sutil consta de pequeñas formas 385
y por eso atraviesa las cavidades que este fuego
nuestro no puede, nacido de los leños y creado de las antorchas.
Además, la luz pasa a través del cuerno, sin embargo ia lluvia
es rechazada, ; Por qué? Si aquellos corpúsculos de la luz no son menores
que (aquellos) de donde es el liquido nutricio de las aguas, 390
Y aunque vemos que los vinos fluyen de manera rápida
por el tamiz, sin embargo, el aceite, por el contrario, se mueve despacio,
o porque evidentemente es de elementos más grandes
o más enganchados y muy plegados entre sí,
y resulta de tal modo que cada uno de los elementos primordiales 395
no podría permanecer de repente tan separado entre sí
del otro por las caridades de cada cosa.
A esto se agrega que los líquidos de la m iel y de la leche
se comportan en la boca con una agradable sensación para la lengua;
pero, por el contrario la repugnante naturaleza del ajenjo y de la ñera 40(V
centaura97 hacen retorcer las bocas a causa de su f eo sabor;
de modo que fácilmente reconozcas que son de (corpúsculos) lisos y
redondos esas cosas que pueden afectar los sentidos en forma agradable,
pero de manera opuesta las que parecen amargas y ásperas en cualquier
circunstancia, estas se sostienen entretejidas entre sí por (elementos) 405
más curvados98 y además les suelen desgarrar las vías a nuestros
sentidos y forzar al cuerpo con su entrada.99
Por últim o, todas las cosas buenas para los sentidos100 y malas
para el tacto luchan entre sí conformadas por una figura disím il;
por casualidad no pienses que la áspera fricción de una sierra 410
estridente consta de elementos lisos de igual modo
que los cantos101 de las Musas, los que los músicos representan
suscitados por sus ágiles dedos a través de las cuerdas;

• 'Se trata de ana planta herbácea icentauriam o ctntaureum'j de la cualhay referencias


en Virgilio, G. IV.270 y Plinio ei Viejo, Nat. XXV.6 6 . Algunas de las especies son
consideradas medicinales.
9 , E1 adjetivo iucmatk puede entenderse, literalmente, como "con forma de gancho”,

V ucrccio desarrolla una serie de hipótesis en torno de la percepción en función de las


formas de los prim ordio.
J0CEl filósofo parece establecer una difcrenciaentreel tactoy los restantes sentidos.
ioi Sustantivo neutro de origen griego que se enuncia melos, -i, plurat tnele.
DE RER.VM N A T V R A - L ÍB E R SE C V N D V S
268

neu s im lli penetrare putes prim ordia forma


415 in n a ris liom inum , a sm taetra cadavera torrent,
et cum scena croco C ilici p e rfusa recens esc
araque Panchaeos exhalar p ro p te r odores;
neve bo nos re ru m sim ili constare colores
se m ine c o n stitu a s, oculo s qui pascere possunc,
420 et q u i c o m p un g un t aciem lacrim areque cogunt
aut foeda specie d i r i turpesque vid e n tu r.
Omnis e n im , se n su s quae m ulcetcum q ue, < fig u ra >
íia u d sin c p rin c ip ia li a liq u o levore creatast;
at co n tra quaecumque m olesta arque aspera constat,
425 n o n a liq uo sin e materiae squalore repertast.
Sunt etiam quae iam nec levia iure putantur
esse ñeque omnino flexis mucronibus unca,
sed magis angellis paulum prostantibus, <ut quae>
titiliare magis sensus quam laedere possint;
43o fécula iam quo de genere est inulaeque sapores.
Denique iam calidos ignis gelidamque pruinam
dissim íli dentata modo compúngete sensus
corporis, indicio nobis est tactus uterque.
Tactus enim, tactus, pro divum niunina sancta,
435 corporis est sensus, veí cum res extera sese
insinuar, v e l cum laedit quae in corpore natast
aut iuvat egrediens genitalis per Veneris res,
Acer ca d e la n a t u r a l e z a de la s c o s a s - Lib r o secu n d o 269

o no pienses que lo s elem entos p rim o rd ia le s penetran de íorma s im ila r


en las narices de lo s ho m b res, cuando se queman cadáveres repugnantes, 415
Y cuando la escena (te a tra l)102 ha sid o recién derramada can azafrán de
C ilicia103
y el a lta r exhala a causa de lo s pe rfum es de Panquea;104
o no creas que so n de una se m illa s im ila r
lo s buenos105 colores de las cosas, que pueden alim e nta r
lo s o jo s y que p u n za n la p u p ila y obligan a lagrim e ar 420
o, po r su feo aspecto, parecen h o rrib le s 106 y vergonzantes.
E n efecto, toda < fig u ra > que suavice lo s se n tid o s en cualquier
circunstancia no fue creada s in algún p u lid o o rig in a rio ;
pero, p o r el c o n tra rio , cua lquier cosa que es m olesta y áspera,
no se encuentra s in aiguna aspereza de la m ateria. 425
Existen también los que piensan, ya con justicia,
que n i son lis o s n i c u rv o s del tod o p o r su s p u n ta s dobladas,
pero con su s ángulos u n poco m ás e xp uestos107 <de m odo que>
pud ie ra n acariciar más que la s tim a r lo s se n tid o s;
ya de esta clase es el se dim e nto del v in o y los sabores del helenio.™8 430
E n fin , p o r ú ltim o , que lo s fuegos calientes y la escarcha helada
p unza n, n i más n i m enos, con una m ordida difere nte lo s sentid os
del cuerpo, es u n in d ic io para n o so tro s el tacto de u n o y o tro .
El tacto, en efecto, e l tacto, p o r lo s sagrados núm enes de lo s d iose s,109
es e l se ntid o del cuerpo, o bien cuando se in tro d u c e una cosa 435
externa, o b ie n cuando la stím a la que nació en el cuerpo,
o agrada saliendo a través de lo s actos de la fecunda Venus,

Scena o sedead. Metonimia por teatro.


103 Cilicia era la designación que se le daba a la zona costera meridional de la península
de Anatolia, que ahora se conoce como Cus urova Como toda región oriental era pro­
veedora de objetos exóticos.
104 Región utópica, considerada la isla de Utopía, es conocida a través de las ¿rentes de

Diodoro Sículoy Evémero, localizada más allá de los confines de Arabia.


1:1 Buco o como sinónimo de calidad y nitidez.

Ir'5 El adjetivo diré fue repuesto por Lachmann.

J0,£l final del verso 428 presenta un problema textual con diversas variantes.
ies Se trata de una planta medicinal utilizada para la cura de diversas afecciones y tam­
bién para el tratamiento de las heridas.
103 A través cicla repetición del sustantivo tactus se. enfatízala importancia del tacto,

entendiendo que todas las formas de percepción son una forma diferente de tacto. C£
MUNRO, vol. II, p. 208.
270 D E MRVAA N A T v'RA - LIBER SECVNDVS

aut e x o ffe nsu cum tu rb a n t corpore in ipso


sem ina c o n fu n d u n t< q u e > ín te r se concita se n su m ;
44o u t sí fo rte m a n u q u a m vis ia m c o rp o rís ipse
tute t ib i p artera fe ria s atque experiare.
Q ua p ro p te r ionge fo rm a s d ista re necessest
p rin c ip iis , va rio s quae p o ssín t edere sensus.
D e n iq u e q u a e n o b is durata ac spissa v id e n tu r,
445 haec m agis ha m a tis ín te r sese esse necessest
et q u a si ra m o sis alte compacta tenerí.
I n qtio iam genere in p r im is adamantina saxa
p rim a acie c onstant ic tu s contem nere sueta
et v a lid i s ilic e s ac d u ri ro b o ra f e rri
450 aeraque quae c la u stris re sta n tia vo c ife ra ntur.
Illa quid e m debent e le vib us atque ro tu n d is
esse m agis, flu v id o quae corp ore liq u id a constant;
nam que papaveris h a u stu s íte m st fa c ilis q uod aquarum :
nec re tin e n tu r e n im ín te r se glo m e ra m ina quaeque
455 e tp e rc u lsu s íte m p ro c live v o lu b ilis exstat,
O m n ia p o stre m o quae puncto tem pore c e rn ís
d iffug e re, u t fu m u m nébulas flamm asque, necessest,
s i m in u s o m n ia su n t e le v ib u s atque ro tu n d is,
at n o n esse tamen p e rp le xis in d up e d ita ,
4<So pungere u t ip o s s in t c o rp u s penetrareque saxa
nec tamen haerere ín te r se; quodeum que v id e m u s
tse n sib u ’ se d a tu m f, facile u t cognoscere p o ssis
n o n e p e rp le xis sed acutis esse elem entis.
Sed q u o d amara v id e s eadem quae flu v id a constant,
4<S5 su d o r u t i m a ris est, m in im e m ira b ile debet
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o s e g u n d o 271

o cuando a p a r t ir de u n choque se desordenan Sas se m illa s (de la s cosas)


en el m ism o cuerpo < y> mezcladas entre s í confunden el se ntid o ;
com o s i p o r casualidad tú m ism o te h irie ra s entonces con la m ano 440

cua lq uie r parte del cuerpo y lo experim entaras (p o r t i m ism o ).110


P o r esto es necesario que d iste n m ucho las fo rm a s en lo s elementos
p rim o rd ia le s, de manera que puedan p ro d u c ir variadas sensaciones,
E n fin , la s cosas que n o s parecen d u ra s y densas,
es necesario que estas sean de elem entos más enganchados entre sí, 445
y como s i e stu vie ra n p ro fund a m e nte trabados en ram ificaciones.
Ya, en p rim e r luga r, en esta clase, las piedras adamantinas,
acostumbradas a m enosprecia r lo s golpes en p rim e ra lin e a ,’"
y lo s ro b u sto s pedernales y la fu e rza del d uro h ie rro ,
y lo s bronces que vo cifera n m ie n tra s re siste n en la s cerraduras.112 450
C ierta m ente aquellos líq u id o s, que constan de u n cuerpo flu id o ,
deben ser de elem entos más lis o s y re do nd os;
pues el so rb e r la amapola es ta n fá cil como u n so rb o de a g u a ;"3
y, en efecto, cualquiera de lo s elem entos esféricos n o se retienen e ntre s í
y la marcha hacia adelante se m uestra tam bién como una p o sib ilid a d
de ro d a r rápidam ente. 455
P o r ú ltim o , todas las cosas que ves d ispersa rse en u n in sta n te
de tiem p o , como e l h u m o , la nieb la y Jas lla m a s, es necesario
que, s i al m enos so n todas de elem entos leves y redondos,
n o estén im pedidas, s in embargo, p o r (elem entos) entrelazados,
para que puedan p u n za r e l cuerpo y penetrar la s rocas114 460
n i, en consecuencia, in m o v iliz a rse entre s í; todo lo que vemos
causado p o r lo s fse n tid o s relajad o4 ; fá cil que puedas conocer
que n o so n de lo s elem ento s entrelazados s in o de lo s agudos,
Pero , en cuanto t ú ves que esas m ism a s cosas que so n flu id a s so n amargas,
como el agua de mar, deben (se r) m ín im a m e n te ad m ira ble.116 465

1MEn el texto se insiste a través de un pronombre reflexivo íipse) yd. reforzador prono­
minal {-te) en ia propia experiencia sensorial.
’ 11 Posible referencia ala primera linea de combate.

112Nuevos ejemplos de carácter épico.


113 El verso presenta variantes en q u a si que se lee q u o d , modificación hecha por M,

Haupt (“lo mismo de fácil que”) ; asimismo, Dionisio Lambino, editor de la obra lucre-
ciana en 1563, consideró que el contenido del verso estaba muy fuera de lugar, por lo
cual es estimado como espurio. Lachmann lo inserta, cf. MUNRO, vol. II, pp. 41-42.
114 Pasaje sin resolución.

115 Pasaje sin resolución.

lI6Munro propone esta versión que no aparece en codos los códices.


72 De r e r v m im a t v r a - l íb e r s e c v n d v s

n a m q u o d fiu vid u s est, e le v ib u s a tq u e re tu n d ís


est, et < sq u alid a s u n t illis> a d m ix ta d o lo tís
c o r p o r a ; nec ta m e n h ae c rc tin e ri h a m a ta necessu m st;
scilicet esse g lo b o s a ta m e n , c u ro s q u a lid a c o n sie n t,
470 p ro v o lv i s im u l u t p o s s in t e t la e d e re sensus.
E t quo m ixta p utes m agis áspera le v ib u s esse
p rin c ip iis , unde est N e p tu n i Corpus acerbum,
e st ra tio secernendi, so rsu m q u e v id e n d i
u m o rd u lc is , ub i p e r térra s c re b riu sid e m
473 percolatur, ut in feveam flu a t ac mansuescat;
lin q u it e n iin supera ta e fri p rim o rd ia v ir i,
aspera cum m agis in t e rr ís haerescere p o ssin t.

Q uo d q uonia m d ocui, pergam conectere rem quae


ex hoc apta fid e m ducat, p rim o rd ia re ru m
4so fin ita va riare fig u ra ru m racione.
Q u o d s i n o n ita s it , ru rs u m ia m sem ina quaedam
esse in f in it o debebunt c o rp o ris auctu.
N a m q u e in eadem una c u iu sv is ia m brevitate
c o rp o ris ín te r se m u ltu m variare figurae
485 n o n p o ssu n t: fac enim m in im is e paxtibus esse
corpora p rim a t rib u s , ve l pa ulo p lu rib u s auge;
nempe u b i eas p a rtís u n iu s c o rp o ris o m n is,
sum m a atque im a locans, tra n sm u ta n s dextera laevis,
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A D E LAS C O S A S - L íB R O S E G U N D O n 70

fjj?
Pues porque es flu id o , es de eiemencos leves y redondos,
y mezclados < m uchos cuerpos ru g o so s p ro d u c e n > 7
1189
0dolores
2
1
y sin embargo no es necesario que e sto s sean conservados enganchados;1’9
es sabido, n o obstante, que so n esféricos, aunque sean rugosos,
al m ism o tiem po que p o d ría n rod a r sobre s í m ism o s y dañar lo s sentid os.470
Y para que consideres que las cosas más ásperas están mezcladas con
elem entos p rim o rd ia le s liv ia n o s, de lo cual existe el cuerpo amargo de
N e p tu n o ,uo
hay una ra zó n para d is t in g u ir y v e r p o r separado
cómo el agua dulce, cuando la m ism a se f ilt r a m u y a menudo
a través de la tie rra , flu y e hacia un pozo y se p u rific a ;121 475
en efecto, deja arriba lo s elem entos p rim o rd ia le s de la sustancia
desagradable, ya que p o d ría n ad h e rirse más lo s ásperos en la tie rra .122

De las formas de los elementos primordiales


Puesto que te enseñé eso previamente/23 persistiré en unir una cosa
que, relacionada a partir de esto, te lleve a confiar en que los elementos
primordiales de las cosas varían en un número limitado de formas. 480
Y si no fuera así, por el contrario, algunas semillas
ya deberían tener un aumento infinito de su corporeidad.
Pues, entonces, en esa única m ism a pequenez124 de u n cuerpo
cualquiera, no pueden v a ria r entre s i m ucho de fo rm a ;
en efecto, haz de cuenta que los corpúsculos primeros son 485
de tres partes mínimas, o bien acreciéntalos un poco con algunas más;
en fin cuando hayas probado, colocando arriba y abajo
todas esas partes de un cuerpo único, transmutándolas
i i 7 Laguna indicada por Bemays (s. XIX).

iiS Pasaje con dificultades.


ll9Curvados con forma de gancho.
120Menciona al dios Neptuno metonímicatnente para referirse al mar.
121 Literalmente cabe traducir “y se vuelve mansa” o bien “se domestica”, es decir se

vuelve apta para el consumo.


122Se refiere alproceso de la decantación.
125 Uso del pronombre demostrativo ilhtd como formula cohesiva para señalar lo que
se mencionó previamente.
114 Lucrecio utilizael término brevitas para referirse a la breve extensión dt ío s prim or­

dio. en el espacio.
274
D E R E R V M JMATVRA -

omnimodis expertus eris, quam quisque det ordo


490 formal speciem totius corporis eius,
quod supérese, si forre voles variare figuras,
addendum partis alias erit; inde sequetur,
assimili ratione alias ut postulet ordo,
si tu forte voles etiam variare figuras:
495 ergo formarum novitatem corporis augmen
subsequitur, Quare non est ut credere possis
esseinfinitis distantía semina formis,
ne quaedam cogas immani maximitate
esse, supra quod iam docui non posse probari.
500 Iam tibi barbaricae vestes M eliboeaque ftdgens
purpura Thessalico concharum tacta colore,
aurea pavonum ridenti im buta Jepore
saecla, novo rerum superata colore íacerent
et contemptus odor smyrnae mellisque sapores,
505 et eyenea mele Phoebeaque daedala chordis
carm ina consim ili ratione oppressa silerent;
nam que aliis aliud praestantius exoreretur.
Cedere item retro possent in deteriores
omnia sic partis, u t diximus in meliores,
510 Namque aliis aliud retro quoque taetrius esset
naribus auribus atque oculis orisque sapori.
Quae quoniam non sunt, <sed> rebus reddita certa
finis utrim que tenet summam, fateare necessest
materiem quoque finitis differre figuris.
A C E R C A D E LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O S E G U N D O 275

de izquierda a derecha, en rodos ios modos, cómo cualquier orden


confiere e l aspecto a la fo rm a de todo ese cuerpo, 490
en lo que resta, si por casualidad quieres cambiar las figuras,
hay que agregar otras partes; a p artir de aquí, se seguirá
que el orden demandará otras125 por una razón similar.
si tú, quizás, quieras variar también las figuras:
por lo tanto, ei aumento del cuerpo sigue inmediatamente 495
a la novedad, de las formas.126*Por esta razón no es que puedas
creer que las semillas distan de las formas infinitas,
para que no estés obligado a que algunas sean de m á xim o
tamaño, sobre io cual ya enseñé que no puede probarse.
Ya para ti, las vestimentas bárbaras12' y la refulgente púrpura 500
de Melibea/28 tocada por el color tesálico de las conchas,129
las áureas especies de pavos impregnadas de gracia risible
yacerían superadas p o r el nuevo c o lo r de las cosas,
y el olor menospreciado de la mirra y los sabores de la miel,
(y) la melodía del cisne y los artificiosos poemas de Febo harían 505
silencio, oprimidos por las cuerdas a causa de una razón sim ilar;130
pues, una cosa más sobresaliente surgiría de otras.
De igual modo, al revés, podrían ceder para peor
todas las cosas, así como dijimos (que sucede) hacia situaciones mejores.
En efecto, inversamente, una cosa seria más repugnante 510
para otras narices, oídos y ojos y para el sabor de la boca.
Puesto que no existen estas cosas, <pero> un determinado lím ite que fue
concedido a las cosas tiene la totalidad de una a otra parte, es necesario
que reconozcas que la materia también difiere en figuras limitadas.

125 Debe entenderse la necesidad ¿e otras partes para variar la figura de los primordio.,

y esto explica para el autor la razón de las distintas sensaciones que 1a variedad de los
elementos u objetos producen.
126Sí el corpúsculo incluye en sí mismo un número de formas diferentes, aumenta su
tamaño en relación a la cantidad de formas diferentes que renga.
Para el imaginario romano» todo aquello proveniente de Oriente se consideraba
bárbaro.
123 Antigua ciudad de Tesalia.

Uso de hipálagc para referirse al “color de las conchas de Tesalia'0. Tras este verso,
ívíunro propone una laguna.
130 Uso de analogías para teorizar sobre la imposibilidad de que existan infinitas confi­

guraciones entre los corpora. ya que de igual manera serían infinitas ks sensaciones en
torno a las cosas.
276 D E R E R V M NATVRA - L IB E R SE C V N D V S

515 De ñique ab ig n ib u s ad gélidas .hie im un usque pruínas


ñnitumst retruque parí ratíone remensumst.
Omnis enim calor ac frigus, mediique tepores
interutrasque iacent explentes ordine summam.
Ergo fin ita distant ratíone creata,
520 ancipíti quoniam mucroni utrimque n o ta ntur,
hiñe flammis illinc rigidis infesta pruinis.

Q u o d q u o n ia m d ocui, pergam conéctete rem quae


ex hoc apta fid e m ducat, p rim o rd ia re ra m ,
ín te r se s lm íli quae su n t perfecta figura»
525 in fin it a cluere, E t e n im d ísta n tia cum s it
fo rm a ru m fin ita , necesse est quae s ím ile s s in t
esse in fin it a s aut sum m a m m a teria i
fin ita m constare, id quod n o n esse p ro h a vi
vexsibus ostendens c o ip usc ula m ateriai
530 ex in f in it o sum m am re ru m usque tenere,
u n d iq u e p ro te lo plagarum continúate.
N a m quod rara vid e s m agis esse anim a lía quaedam
fecundamque m in u s na tura m c e rnís in i l l i s ,
at regione Jocoque a lio te rrisq u e re m o tis
535 m u lta lic e t genere esse i n eo num erum qa c re p le ri;
sic u t quadrupedum cum p r im ís esse vid e m us
in genere a nguim a nus elephantos, L id ia q u o ru m
n iilib u s e m u lt is va llo m u n it u r eburno,
u t p e n itu s nequeat penetrar!; tanta í'era rum
54o v is est» q u a ru m no s perpauca exempla vid em us.
A C E R C A D E LA N ATURALEZA D E LAS C O S A S - L IB R O S E G U N D O 277

Finalmente, de los fuegos a las heladas escarchas de ios inviernos 515

se lo ha delim itado sin interrupción y por el contrario, se ío ha medido


con una razón semejante.
Pues, todo el calor y el frío, y las tibiezas intermedias
se hallan entre uitas y otras completando ordenadamente el conjunto.
Por lo tanto, las cosas creadas distan con un lím ite razonable,
ya que están determinadas por dos puntos, de una a otra parte, 520
de aquí amenazadas por las llamas, de allí por rígidas escarchas.

De la infinitud de los elementos primordiales


Puesto que lo enseñé (antes),131 persistiré en conectar una cosa que,
relacionada a partir de esto, te lleve a confiar en que los elementos
prim ordiales de las cosas, que están conformados entre sí por una figur
similar, son considerados infinitos. En efecto, aunque sea lim itada 525
la diferencia entre las formas, es necesario que las que son similares
sean infinitas, oq u e sea limitado el conjunto
de la materia; eso que examiné no existe,
mostrando en los versos que los corpúsculos de la materia
mantienen sin interrupción desde el infinito el conjunto de las cosas, 530
con una sucesión continuada de golpes por todas partes.
Pues, ya que ves que algunos animales son más raros132
y observas que en ellos la naturaleza es más fecunda,
pero en otra región y en otro lugar y en tierras remotas
es lícito que muchos estén en esa clase y completen el número;133 535
así como cuando vemos que entre los primeros, en la especie
de los cuadrúpedos, están los elefantes de manos de culebras, a partir de
muchos miles de los cuales la India está fortificada con un vallado ebúrneo,
que no se puede penetrar en profundidad: tanta es la fuerza
de las fieras, de las cuales nosotros vemos m uy pocos ejemplares, 540

131Cf. V- 478. Recurso propio del discurso didáctico-explicativo.


132 Puede entenderse 'Varo” como extraño, poco usual, o bien, como aquello que se
distribuye con poca uniformidad.
133 Se alude al principio epicúreo de lcovo|xíc¿, o de distribución equilibrada que exis­

te entre todos los elementos del cosmos, compensándose de manera tal que la suma
sea constante. A través de este ejemplo se busca afirmar que, probablemente, existe
un igual número de individuos de cada especie, aunque desigual su distribución. Cf.
PARENTE (1977).
278 D E R ER V M NATVRA - L IB E R SECVNFDVS

Sed tamen id quoque u ti concedam, quam iibet esto


única res quaedam na tivo corpore sola,
cui s ím ilis coto te rra ru m < n o n > s it < in > o rb i;
in fin it a tamen n i s i e rit v is m a teria i
545 unde e a p ro g ig n ip o ssit concepta, creari
n o n p o te rit, ñeque, quod superest, procrescere alique.
Q uip p e e te nim sum am Koc quoque u t i f in it a per omne
corpora iactari u n iu s g enira fia re i,
unde u b i qua v i et quo pacto eongressa c o ib u n t
550 materiae tanto in pelago turbaque aliena?
N o n , u t o p in o r, lia b e n t ra tio ne m con c ilía n d i,
sed q uasi n a u fra g iis m a g n is m u ltisq u e c o o rtis
disiectare so le t m agnum m are tra n stra cavernas
antemnas p ro ra m m alos tonsasque na ta n tis,
555 per te rra ru m o m n is oras fln ita n tia aplustra
u t vid e a n tu r et in d tc iu m m o rta lib u s edant,
in f id i m a ris in sid ia s v iris q u e d olum que
u t vitare v e lin t, neve u flo tempore credant,
subdola cum rid e tp la c íd i pellad a p o n ti,
56o stc t i b i s i fin ita se m e lp rim o rd ia quaedam
c o n stitu e s, aevum debebunt sparsa per om nem
disiectare aestus d iv e rs i m a te ria i,
n u m q ua m in c o n c iliu m u t p o ssin t com pulsa coire
nec re m o ra ri in c o n c ilio nec crescere adaucta;
565 q u o ru m u tru m q u e palam f ie ri m anifiesta docec res,
et res p ro g ig n i et genitas procrescereposse.
E s se ig it u r genere in q u o vis p rim o rd ia re ru m
in fin it a palam est unde om nta sup p e d ita nrur.
A C E R C A DE 1A N A TU R A LEZA DE LAS C O SA S - L IB R O SE G U M D O 279

Pero, sin embargo, aunque te conceda eso también: que cierta cosa
única exista discrecionaLmente sola en un cuerpo natural,!3i
que <no> tiene semejante <en> todo el orbe délas tierras:
pero, si no es infinita la fuerza de la materia
de donde esa pueda originarse tras haber sido concebida, 545
no podría ser creada, ni en lo restante, crecer y alímentarse.
En efecto, por cierto, yo supondré esto también, que cuerpos
finitos, engendrados de una única cosa, son movidos de un lado a otro
a través de la totalidad,
¿de dónde, en qué lugar, con qué fuerza y de qué modo se encontrarán
congregados en tanto océano y turbam ulta de materia? 550
Según opino, no tienen una razón de conciliación,
pero, como el gran mar, después que se produjeron grandes134135
y muchos naufragios, suele desmembrar bancos, cavidades,
antenas, proa, mástiles y remos que nadan,
ornamentos de la popa136 que flotan por todas las costas de las tierras 555
para que sean vistos y sirvan como indicio a ios mortales,
para que quieran evitar las trampas del mar insidioso y su fu erza
y su engaño, o para que no crean en ningún tiempo
cuando ríe el encanto astuto del plácido mar:
así para ti, si alguna vez estableces que ciertos elementos 560
prim ordiales son limitados, los flujos diversos de la materia
deberán arrojarlos d e un lado a otro esparcidos por toda la eternidad,137
para que no puedan unirse nunca impulsados en conjunto,
ni demorarse en la unión ni crecer al haberse engrosado;
de estas cosas, la experiencia enseña convencida de que una u otra ocurre 565
abiertamente y que las cosas pueden engendrarse y procrear
una vez engendradas.
Por lo tanto es evidente que existen, en cualquier género, infinitos
elementos primordiales de las cosas, de los cuales todas se abastecen.

134 “Nativo” se refiere a aquello que es producto de un nacimiento.


135 Incorpora otro símil épico: el de la tormenta.
lifl Se hace referencia a algún tipo de banderín que identificaba a la nave.
137 Nueva afirmación acerca de la eternidad de los elementos primordiales.
280 De rervm natvra - líber secvmdvs

Nec superare queunc motus icaque emitíales


570 perpetuo ñeque in aeternum sepelire salutem,
nec porro rerum genitales auctíficique
motus perpetuo possunt servare creara.
Sic aequo geritux cercamine principiorum
ex infinito contractum tempore beüum.
575 Ntinc hic n unciíJic superant vitalia rerum
et superan tur Ítem, M iscetur f unere vagor
quem pueri tollunt visentes lum inis oras;
nec nox ulla diem ñeque noctem aurora secutase
quae non audierit mixtos vagitibus aegris
530 ploratus mortis comités et fioneris atri.
Illud in his obsignatum quoque rebus babere
convenir et mentori mandatum m ente tenere,
nil csse, in promptu quorum natura videtur,
quod genere ex uno consistat principiorum,
585 nec quicquam quod n o n p e rm ix to se m ine constet;
et quodeumque m a g is v is m u lta s p o ssid e t in se
atque potestates, ita p lu rim a p rin c ip io ru m
in sese genera ac va ria s docet esse fig u ra s.
Principio tellus habet in se corpora prima
590 unde mare immensum volventes frigora fontes
assidue rersovent, habet ignes unde oriantur.
A c e r c a de la n a t u r a le z a de la s c o s a s - l ib r o s e g u n d o 281

El equilibrio entre la generación y la destrucción


de las cosas138
Y en consecuencia no pueden im poner movimientos
destructores a perpetuidad n i sepult-ar la conservación (de la vida)
para siempre, 570

ni, a su vez, los elementos generadores de las cosas y los movimientos


que las hacen crecer no pueden conservar lo creado en forma perpetua.
Así, se lleva adelante, en una competencia igualitaria de los elementos
primeros, una guerra contraída desde un tiempo infinito.139
Ahora aquí, ahora allí, las fuerzas vitales de las cosas se imponen 575
y son vencidas por igual. Se mezcla con el funeral el vagido140
que los niños elevan cuando ven las orillas de la luz;
y ninguna noche siguió al día ni ía aurora a la noche,
de modo que (esta) no oyera, mezclados con vagidos dolorosos,
los llantos compañeros de la muerte y del negro funeral. 580
Conviene, también, en estas cosas tener
lo anterior141 grabado y guardado en la mente memoriosa,
que no existe nada, que esté compuesto de elementos primeros
de un único género, cuya naturaleza se muestra ante los ojos,1"41
n i ninguna cosa que no exista a partir de la mezcla de los elementos
seminales, 585
y cualquier cosa que posea en sí muchas más f uerzas
y potestades, así enseña que son muchísimos los géneros
de los elementos primeros en si mismos y variadas sus formas.
En un principio la tierra tiene en sí corpúsculos primeros,
a partir de donde las corrientes que hacen retornar los fríos renuevan 590
con asiduidad el inmenso mar, (y) tiene de donde se originan los fuegos.

m C£ Cíe., Ai D -1.19.50.
usNi la generación ni la degeneración de las cosas puede prevalecer por encima de la
otra por un tiempo ilimitado.
14“E1 término vagar solo aparece usado por Ennío y Lucrecio. Se trata de un arcaísmo.

C f v. 478.
142 Lucrecio anticipa la proposición adjetiva, la cuaL por razones de orden semántico,

se ha pospuesto. Se presenta un nuevo concepto: la totalidad de las cosas creadas está


compuesta por más de un tipo de elemento generador.
D E R E R V M N A T V R A - L IB E R SE C V N D V S

Nam multis succensa locis ardent sola terrae.


ex ímis vero f urit ignibus Ímpetus Aetnae,
Tum porro nítidas fruges arbustaque laeta
595 gentibus humanis habet unde extollcre possit,
unde etiam iluvíos frondis et pabula laeta
montivago generí possit praebere ferarum.
Quare m agna deum niater materque ferarum
et nostri genetríx haec dicta est corporis una.60*51

600 H anc veteres Graíum docti cecinere poetae


sedíbus in curra biiugos agitare leones,
aeris in spatio magnam pendere docentes
tellurem ñeque posse in térra sistere terram.
Adiunxere feras, quia quamvis effera proles
605 officiis debet rnolliri victaparentum .
M uralique caput summum cinxere corona,
eximiis m unita locis quia sustinet urbis;
quo nunc insigni per magnas praedita térras
horrifice ferrar divinae matris imago.
610 Hanc variae gentes antiquo more sacrorum
Idaeam vocitant matrem Phrygiasque catervas
A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O S E G U N D O 283

Pues arden en muchos lugares los suelos encendidos de ía tierra,


desde los fuegos más profundos se enfurece, en verdad, el ímpetu del Etna.
Entonces, además, (latierra) tiene de dónde poder elevar para los pueblos
de los hombres granos brillantes y fecundos arbustos, :
de dónde también poder ofrecer al género de las fieras que vagan
por ios montes, ríos, frondas y pastos provechosos.
Por esta razón, esta!4} ha sido llamada, de una única manera,
la magna madre de los dioses, la madre de las fieras y la engendradora de
nuestro cuerpo.

Descripción e interpretación del mito de Cibeles144


Los antiguos poetas doctos de Grecia cantaron que esta/45 600

desde su sitial en el carro, guiaba con ímpetu dos leones uncidos


enseñándonos que la M agna T ierra146 está suspendida
en un lugar del cielo y que Ja tierra no puede afirmarse en la tierra.
Le uncieron fieras, pues la prole, aunque salvaje,
debe amansarse vencida por los deberes de los padres. ¿05
Y con una corona de murallas147 ciñeron la cima de su cabeza,
ya que, fortificada desde los lugares más altos, sostiene las ciudades;
ahora, a través de grandes tierras, dotada con este atributo,
la imagen de la divina madre es llevada de manera atemorizante.146
A esta, diversos pueblos, según una antigua costumbre sagrada, Hs éio
suelen llam ariaM adredelídal5°y le asignan como devotos muchedumbres
l43Lucrecio fusiónalo mítico con la naturaleza al referirse ala tierra como un serdriúno.
]í>4Es conocida como la Gran Madre, se relaciona con Rea, madre de Zeus y de los
demás dioses, hijos de Cronos. Su poder personifica la reproducciónnatural. £n el año
204 a,C., el Senado de Roma resolvió llevar desde el monte Ida, cercano a Pesmunte,
en Asia Menor, la piedra negra que representaba a la diosa y se le erigió un templo en
el Palatino. Cabe recordar que el nombre de Cibeles recuerda el del monte de Frigia
donde se la adoraba.
145 Lachmann indica una laguna entre los versos 600 y 601.

136 Juego entre la representación de la diosa y el elemento natural ya que personifica la


potencia vegetativa.
147Representación frecuente de la diosa como signo de dominación sobre lo salvaje.
m Lucrecio se anticipa a ilustrar el ritual orgiástico que acompañaba al culto de la
diosa, lo cual generaba espanto a los hombres guiados por la razón.
149El término, aunque en plural, alude al ritual o a lo religioso.
150 Monte Ida o Cibeles, en Frigia, corresponde a la cadena montañosa turca de Kaz

Dag, que delimitáis, región de ja Tróade.


284 O í RE RV M NATVRA - L IB E R SE C V N D V S

dant comités, quia prímiun ex lilis finibus edunt


per terrarum orbem fruges coepisse crean.
Galios atcribuum, quia, numen qui viclarint
615 M a tris et ingratí genitoribus inventi sint,
significare volunt indignos esse putandos,
vivam progeniem qui ín oras lum inis edant.
Tympana len ta tonant palmis et cymbala circum
cóncava, raucisonoque m inantur cornua canta,
6 2 0 et Phrygio stim ulat numero cava tibia mentís,
telaque praeportant violentó signa furoris,
A c e r c a de l a n a t u r a l e z a dé la s c o s a s - L ib r o s e g u n d o 285

de frigios, porque relatan que por primera vez, desde aquellos confines,
las espigas comenzaron a engendrarse por el orbe délas tierras.151
Les atribuyen a los galos,152pues quieren señalar que deben ser considerados
indignos de q ue engendren una descendencia viva 1
hacia las orillas de la luz, quienes violentaron el poder divino
de la M adre y fueron encontrados ingratos a los padres,153
Hacen sonar154con las palmas atronadoramente a su alrededor155
los tensos tamboriles y los cóncavos címbalos,156 y los cuernos amenazan
con su canto de ronco sonido,
y la hueca flauta157estim ula sus mentes con ritmo frigio,158 1
y llevan armas159 delante de sí, símbolos de su violento furor,

iSl Lucrecio establece relaciones entre el surgimiento dei mito y del ritual con el de­
sarrollo de acciones civilizadoras, como el cultivo de la tierra. La diosa Cibeles es una
divinidad agraria cuyo mito está asociado al ciclo de siembra-cosecha. Asimismo eí
poeta haría alusión a la región oriental donde se habría originado el cultivo de granos.
Los ga llí son los sacerdotes de Cibeles, quienes se asimilan a la figura de Ads, el
joven frigio relacionado con el culto de Cibeles, que se autoemascula enloquecido por
la diosaen medio de rituales orgiásticos.
1 ' 3 E1 pasaje está aludiendo al hecho de que Aüs, elegido por la diosa como el guardián

de su templo, no cumplió con la exigencia divina de mantenerse virgen, por lo cual


Cibeles., iracunda, terminó con la vida de la ninfa que se había unido a Atis e hizo
castrar a este en medio de una crisis violenta. La emascuíaeión volvía ingratos a estos
sacerdotes ante los ojos de los padres por la imposibilidad de engendrar descendientes,
como convenía a los jóvenes ciudadanos romanos.
1:>4Se trata de los instrumentos que se utilizaban en los rituales frigios, sobre ios cuales,
además de Lucrecio, hav referencias en Catulo (63.19-30j 64.261-264), aunqueen este
último el cortejo que se describe es el dionisíaco. En este caso se trata de un timbal
pequeño o tamboril.
Cabe destacar la aliteración de consonantes guturales sordas y vocales iguales que
pueden reconocerse en los versos 618-619.
136Instrumento de percusión formado por dos platillos de cobre, plata o bronce que,
por su diferente concavidad, produce sonidos de diferentes alturas.
i5/Laprimerasignificación del término es incierta. Se tratade un instnunento musical he­
cho primitivamente de hueso, de ahí su denominación. COMOTTI (199L54) denomina
con el nombre de élymoi a estas flautas que terminaban con una punta curvada, caracterís­
ticas de los instrumentos de viento que se usaban en este tipo d e rituales meso-orientales.
m El modo frigio es una de las modalidades musicales de la tradición griega así llama­
da por la región de donde provenía. Desafortunadamente, como señala COMOTTI
(1991:25), no se la puede determinar con precisión. Para Platón {Rep, IIL398e y ss.) el
modo frigio era placentero y persuasivo.
LS* Se traduce tela en un sentido general, pero puede tratarse de lanzas o espadas,, es
decir, armas con rilo.
286 De RJRVM NATURA - L ÍB E R S E C V N D V S

in g ra to s á n im o s arque im p ía pectora v u lg í
conterrere m etu quae p o ssin t n t iin in e divae.
E rg o cum p rím u m magnas inyecta per u rh is
625 m u n ific a t tacita m o rta iis m uta salute,
aere arque argento ste rn u n t it e r o m ne v ia ru m
la rg ific a stip e d itante s n in g u n tq u e ro sa ru m
flo rib u s um brantes M a tre m com itum q ue catervas.
E íic armata m anus, C uretas n o m in e G ra i
630 quos m em ora nt, P h ry g ia s ín t e r s i fo rte catervas
lu d u n t in num e rum que e xsu lta n t sanguina la e ti
te rrífic a s capitum quaticntcs n u m in e crista s,
D íc ta e o s re fe ru n t C ure ta s q u i lo v is iílu m
vagitum in C re ta quondam occultasse fe n in íu r,
635 cum p u e ri c irc um p u e ru m pernice chorea
[arm at e t in n u m e ru m pernice chorea]
a rm a ti in n u m e ru m p u lsa re nt a e rib ns aera,
ne S a tu rn u s c um m a lis m andaret adeptus
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O S E G U N D O 287

p a ra p o d e r a te rro riza r p o rla vía del m iedo a l poder d é la diosa,


a lo s e s p íritu s in g ra to s y lo s pechos im p ío s d e l v u lg o !00
E n consecuencia, desde el m o m en to en que, transportada
p o r grandes ciudades, bendice sile nc io sa a lo s m orta le s
con callado saludo, 625
cubren de bronce y plata to d o el cam ino de las calles,
enriqueciéndolas con abundante ofrenda, y nie va n con flo re s de rosas,
cubriendo de som bras a la M a d re y a la m uchedum bre de acompañantes.lí>1
A q u í u n g rup o armado, a lo s que lo s griegos no m b ra n
como curetes f r ig io s ! 62 ya que casualmente se ejercitan entre e llo s 630
en el manejo de las armas y saltan a ritm o , exultantes de sangre,
m ie n tra s sacuden con m o v im ie n to en redondo lo s te rro rífic o s penachos
de su s cabezas,
hacen re f erencia a lo s curetes de D ic te , 163 lo s cuales, se dice,
que -otrora o c u lta ro n en C reta aquel lla n to de Jú p ite r,
m ie n tra s alrededor del .niño, en una ronda ve loz, u n o s n iñ o s 635
[arma y rítm ic a m e n te en una ronda veloz]
armados golpeaban rítm ic a m e n te bronces con broncesJ6*
con e l f in de que S a tu rn o , atrapándolo, no lo mandara a sus m a n d íb ula s,lb5

100Lucrecio insiste en el terror que infunde la religión en la mente de los hombres.


561 La llegada de Cibeles a Roma, en el año 204 a.C., en medio de la guerra contra

Aníbal, guarda un carácter teatral, a causa de las ceremonias que se llevaron a cabo y
délas tensiones político-sociales que estaban enjuego entornode las familias patricias
que se arrogaban el derecho del traslado del betilo negro, que representa a la diosa,
cedido por el rey Átalo I de Pérgamo. C£ ALVAR (1994:149-169).
ic 2 Son variadas las leyendas acerca de los curetes, que los consideran un pueblo que

ocupaba Etolia en un período muy antiguo. Sin embargo, se da este nombre a unos
genios que tuvo Zeus en su séquito durante su infancia en Creta. Según otras versiones
serian originarios de Eubca, de donde Rieron expulsados junto a su madre Combe
para ir errantes por el mundo griego. Se los encuentra también en Frigia cuidando a
Dionisio, después de haber pasado por Creta y la región de Cnosos,
ió-Monraña de Creta.
iS4Entrelas tradiciones mitológicas relacionadas conlos curetes, se encuentra aquella que
refiere otro nombre para su madre Combe, a la que llaman Calcis, porque pasaba por ser
la que había inventado el uso de las armas de bronce (gciAco-;); de ahí que sus hijos baila­
ban haciendo chocar sus armas, lanzas contra escudos. Cf- GRIMAL (1984:122-123)-
lfe5Saturno es un antiquísimo dios itálico identificado con Cronos.Sobre este hijo de
Gea y Urano se cuenta que, alertado por un oráculo que iba a ser destronado por uno
desús hijos, iba devorándolos a todos, bascaque Rea, su hermana y esposa, embarazada
de Zeus/Jupiter, da a luz a este en Dicte, la montaña cretense. Cronos/Saturno es enga­
ñado por Rea, quien le da una piedra envuelta en pañales; a su vez, para que no escuche
el llanto del niño, los' curetes hacen estrépito con sus armas.
288 D E R ER V M K A T V R A - LIB E R SE C V N D V S

aetcrnumque daret M a m su h pectore v u ln u s,


643 Propterea magnam arm ad M a tre m com itancur,
aut quía sig n ific a n t d ivam praedicere u t a rm is
ac v ira rte v e lm t p a tria m defendere terra m
p ra esidio que parent decorique p a re n tib u s esse.
Quae bene et e xim ie q u a m vis d isp o sta fe ra n tu r,
645 longe su n t tamen a vera ra tio n e repulsa.
O m n is e n im per se d iv u m na tura necessest
im m o rt a li aevo sum m a cum pace fru a tu r
semota ab n o s t ris rebus seiunctaque longe.
N a m p riv a ta d o lo re o m n i, privata p e ric lis,
650 ipsa s u is p o lie n s op ib us, n i l in d ig a n o s t ri,
nec bene p ro m e ritis c a p itur ñeque ta n g itu r ira.
T e rra quidexn v e ro caret o m n i tem pere sensu,
et quia m u lta ru m p o t it u r p rim o rd ia re ru m ,
m u lta m o d is m u lt is e ffe rt in lu m in a s o lís .
655 H ic s iq u is mare N e p tu n u m C ercrem que vocare
c o n stitu e t fru g e s et Bacchi n o m in e a b uti
m a v u lt quam la tic is p ro p riu m p ro fe rre rocamen,
concedamus u t hic te rra ru m d ic títe t orb e m
659 esse deum m atrem , d u m vera re tam en ipse
6 60 [680] re lig io n e a n im u m t u r p i contingere parcat.
A cerca di ia n a t u r a l e z a d e las c o s a s - Lib r o segu n d o 289

y causara una herida eterna bajo e l pecho de su madre.


P o r esta ra zó n acompañan armados a la M agna M a d re !66 640
o p o rq u e señalan que la diosa proclam a cóm o quieren
defender la tie rra p a tria con arm as y va lo r
y se dispo ne n a dar protección y decoro a su s padres,167
E s ta s cosas, aunque se la s considera dispuestas b ie n y de una form a
excelente,
s in embargo están lej os, apartadas de una ra zó n verdadera. 645
E n efecto, es necesario que p o r s í m ism a toda ia naturaleza
de lo s d iose s goce de u n tiem p o in m o rta l en sum a p a z/68
apartada de n u e stro s asuntos y separada le jos-
Pues, privada de to d o d o lo r, privada de p e lig ro s, ella m ism a ,169
que es m u y poderosa p o r su s re c urso s, que no necesita nada de n o so tro s, 650
no es cautivada p o r las buenas prom esas n i es tocada p o r la ir a / 70
Adem ás, p o r cierto, la t ie rra carece de to d o se ntid o d e l tie m p o ,171
y p uesto que tiene c o n tro l sobre lo s elem entos p rim e ro s de m uchas cosas,
produce m uchas cosas de m uc ho s m od os hacia la lu z del so l-
A q u í, s i alguno decide lla m a r a l m ar N e p tu n o y Ceres, 655
a lo s granos y, p re fie re el n o m b re de Baco
a expresar el p ro p io nom b re del v in o ,
concedamos que este p e rsista en d e c ir que el orbe de las tie rra s
es la M ad re de lo s d io se s/ 71 hasta que él m ism o , s in embargo,
p o r m edio de una ra zó n verdadera s e abstenga de c o n ta m ina r 659
su á n im o con una re lig ió n vergonzosa. 660 [680]

Coribantes, sacerdotes de Cibeles, que suele confundírselos con los curetes.


i<7La asor,añera p:Xrent...paj£ntibu >,enfatízala etimología helenízante de "curetes” (v.
629), como icobpct /jóvenes”, "hijos”). La relación paterno-filial explica así la asonan­
cia y iaonomástica. Cf. FR1EDLÁNDFR (2007:358).
Concepción epicúrea sobre la naturaleza de los dioses.
169 Se refiere a la naturaleza divina.

170 Se insiste en el carácter inconmovible de ja naturaleza divina.

1 ' 1 Desde el verso 652 al 680 las ediciones de Lachmaon y Muoro determinan un orden

diferente a los versos.


172Forma contracta del genitivo plural-
29 0 D E RERVA't NATVRA -

661 [660] Saepe ita q ue ex u n o tondentes gra m ina campo


lanigerae pecudes et e q u o ru m duellica p ro le s
buceriaeque greges eodem sub tegm ine caeli
ex unoque s it im sedantes ilu m in e aquai
665 [664] d is s im ili v iv u n t specie re tin e n tq ue parentum
naturam et m ore s generatim quaeque im ita n tu r.
Ta n ta est in q u o vis genere herbae m ateriai
d is s im ilis ra tio , tanta est in ilu m in e quoque.
H iñ e p o rro q uam vis anim antem ex ó m n ib u s unam
670 [669] ossa c ruo rvenae calor u m o r viscera n e rv i
c o n stitu u n t: quae su n t p o rro d ista n tia longe,
d is s im ili perfecta fig u ra p rin c ip io ru m .
T t im p o rro quaecumque ig n i flamm ata crem antur,
s i n il praeterea, tam en haec in corpore condunt
675 [674] unde ig ne m iacere et lu m e n su m m itte re p o ssin t
sc in tílla sq u e agere ac late d iíf erre fa villa m .
Cetera c o n sim ili m e n tís ra tio n e peragrans
in ve n ie s ig it u r m u lta ru m sem ina re ru m
corpore celare et va ria s cohibere figura s.
680 [679] D e n iq u e m u lta vides q u ib u s et c o lo r et sa p or una
re d d ita su n t cum odore; in p r im is pleraque poma.
Haec ig it u r v a riis debent constare f ig u ris ;
n id o r e n im penetrar qua fu c u s non it in a rtu s,
fu c u s Íte m so rsu m , < so rsu m > sapor in sin u a tu r
685 se n sib u s; u t noscas p rim is d iffe rre fig u ris .
D is s im ile s ig it u r form ae glom eram en in u n u m
con ve n iun t et res p e rm ix to sem ine cónstant.
Q u in etiam passim n o s t rís in v e rs ib u s ip s is
A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O S E G U N D O 291

Vida animal en la tierra: semejanzas y diferencias


Y así, a m enudo, m ie n tra s cortan las hierbas de u n campo único, 661 [óóo]
las ovej as173 y las luchadoras p ro le s de caballos
y lo s rebaños con cuernos bajo ese m ism o techo del cielo
y m ie n tra s calman la sed a p a rt ir de una única c o rrie n te de agua,174
vive n con u n aspecto d ifere nte y conservan la naturaleza 665 [664]
de lo s padres y cada un o im ita las costum b res de acuerdo con la especie.
Ta nta es la p ro p o rc ió n de m ateria d if erente en cada género
de hierba, tanta es ta m b ié n en u n río .
De aquí, pues, a cada una de todas las c ria tu ra s v ivie n te s175
la c o n stitu ye n huesos, sangre, venas, calor, h u m o r, visceras, 670 [669]
n e rv io s; a su vez estos so n m u y diferentes,
acabados p o r una configura ción d is ím il de elem entos de p rim e r orden.
E n to n c e s, p o r lo tanto, todas las cosas se queman encendidas p o r el fuego,
s i no hay nada más; s in embargo estas se guardan
en el cuerpo, de donde p o d ría n la n za r fuego y e m it ir lu z , 675 [674]
y provocar chispas y esparcir a lo la rg o la ceniza.
R e c o rrie n d o lo restante con u n ra zo na m ie nto semejante de la mente
encontrarás, en consecuencia, que oculta n la s se m illa s
de muchas cosas en el cuerpo y contienen variadas figura s.
Fin a lm e n te , ves m uchas cosas en las que n o so lo el colo r sin o tam bién 68o [679]
el sabor han sid o p ro d u c id o s conjuntam ente con o lo r; en p rim e r lugar,
m ucho s fru t o s .176
P o r lo tanto, estas cosas deben co n sta r de variadas fig ura s;
en efecto, el o lo r penetra en las articulaciones p o r donde no va la tin ta ,1' 7
igualm ente la tin ta se in s in ú a de u n a manera en lo s se ntid o s, <de o tra > ,
el sabor; para que sepas que se d iferencian en la s prim e ras
configura ciones.17® 685
P o r lo tanto, d is ím ile s form a s confluyen en u n ú n ic o conglomerado
y, porque se m ezcló la sem illa , existen las cosas,
ív íá s aún, ves p o r d oquier, en n u e stro s m ism o s versos,

1 ,3 Literalmente “ganados portadores de lana”


1'"‘ Desinencia arcaica en el genitivo singular de la primera declinación.
‘ ‘ , Literalmente "a una criatura viviente cualquiera a partir de todas”
■’ Bernays señala una laguna entre los versos 681 y 682.
' Plan ta de mar de la cual se elaboraba la púrpura para teñir y dar color.
178 Se refiere a las configuraciones de los primeros elementos.
292 D E R E R V M N A TV R á - L IB E R SE C V N D V

m u lta elementa vid e s m u it is com m unia vetbis,


69o cum tam en ín t e r se v e rsu s ac verba necesse est
confiteare alia e x a liis constare elem entis;
n o n quo m u lta p a rum c o m m u n is lit t e ra curra t
aut n u lla Ín te r se dúo s in t ex ó m n ib u s isdem ,
sed quia n o n v u lg o pa ria ó m n ib u s o m n ia constant.
695 S ic a liis in re b u s Ite m , com m unia m u lta
m u lta ru m re ru m cum s in t p r i m ord ía, veram
d is s im iii tamen Ín te r se consistere sira im a
p o ssu n t; ut m é rito ex a iiis constare fe ra tu r
h u m a num genus et Iru g e s arbustaque laeta.7
*5
0

700 N ec tamen o m n im o d ís conectí posse puta nd um est


om nia . IMam vulg o f ie ri p o rte nta videres,
se m ifera s b o m in u m species e xsiste re et a lto s
in te rd u m ra m o s egigni corpore y ív o ,

m ultaq ue conecti te rre stria m em bra m a rin is,


705 tu m flam m am ta e tro sp ira n d s ore C him aeras
pascere n a tu ra m per té rra s o m n ip a re n tis.
A C E R C A DE LA N A TU RA LEZA DE LAS COSAS - L IB R O S E G U N D O 293

m u c h o s elem entos com unes a muchas palabras,


cuando, sin embargo, es necesario a d m itir que lo s versas y la s palabras 690
entre sí están c o n stitu id o s de una cosa a p a rtir de o tro s elem entos;179
no porque una le tra poco com ún c o rra p o r m uchos (versos y pala bras),
o no e xista n in g ú n par entre e llo s a p a rt ir de todas esas m ism a s (le tra s),
sin o porque, com únm ente, n o todo se constituye semejante a todo.
A s í, en o tra s cosas tam bién, aunque so n m ucho s lo s elementos 695
p rim o rd ia le s com unes a m uchas cosas, en verdad,
no obstante, pueden e x is t ir entre s í en u n co n jun to d ife re nte ;150*
ta l que justificad a m ente se diga que el género hum ano,
io s granos y las fé rtile s arboledas se c o n stituye n a p a rt ir de otras cosas,131

Tipos de composiciones entre los elementos primeros:


semejanzas y diferencias
S in embargo, no ha y que pensar que todas la s cosas pueden estar
un id a s 700
de todas la s maneras. Pues verías que, com únm ente, se producen
p o rte nto s,
1R'J
que existen especies de hom bres que son m ita d fieras y que
de tanto en ta n to se engendran a lto s ramajes de u n cuerpo v iv o ,
y que m ucho s m ie m b ro s te rre stre s1*3 se unen a lo s m a rin o s,
que entonces la na tura leza alim enta a través de las tie rra s creadoras
de todas las cosas 705
a Q u im e ra s exhalantes de llamas p o r su tétrica boca.184

179El autor, nuevamente, hace referencia alas letras del abecedario y a sus característi­
cas, Cf. L. 1.823-829.
!SCExplica que un tipo de elemento primordial puede conformar con otros, de distinto
tipo, múltiples conjuntos.
Ul Hace referencia a las diferentes composiciones de prim ordio.
m Se trata de fenómenos fiiera de la norma, de carácter sobrenatural, asimilables a
prodigios / monstruosidades. Etimológicamente proviene de portendo. término perte­
neciente a la lengua augural constituido por ei prefijo p o r -y tejido, anunciar o predecir.
133Alude a miembros de animales o criaturas terrestres que se asocian a otros que se
hallan en el mar.
154El poeta habla de Quimeras en plural generalizando la existencia de monstruos de
diferentes géneros. Desde esta perspectiva, la Quimera es un buen ejemplo de mezcla
genérica ya que tiene cabeza de león, cola de serpiente y busto de cabra, aunque se le
asignan diferentes cabezas. Se caracteriza además por echar llamas de la boca.
294 D E R ER V M N A W R A - L IB E R SE C V N D V S

Quorum níl fieri manifestum est, omnia quando


seminibus certis certa genetrice creata
conservare genus crescentia posse videmus.
710 Scilícec id certa fieri ratione necessust.
N am sua cuique cibis ex ómnibus intus in artus
corpora discedunt conexaque convenientis
efficiunt motus. At contra aliena videmus
reícere in térras nacuram, m ultaque caecís
715 corporibus fbgiunt e corpore percita plagis,
quae ñeque conecti quoquam potuere ñeque intus
vitalís motus consentiré atque imitari.
Sedne forte putes anim alia sola teneri
legibus hisce, eadem ratio res term inat omnis
720 Nam veluti tota natura dissimiles sunt
Ínter se genitae res quaeque, ita quam que necessest
dissim ili constare figura principiorum;
non quo m u ltap arum sim ili sint praedita forma,
sed quia non vulgo paria ómnibus omnia constant,
725 Semina cum porro distent, differre necessust
intervalla vias conexas pondera plagas
concursus motus, quae non anim alia solum
corpora seiungunt, sed tetras ac mare totum
secernunt caelumque a terris omne retentant.

730 Nunc age dicta meo dulcí quaesita labore


A C E R C A DE LA N ATURALEZA D E LAS C O S A S - L IB R O S E G U N D O 295

De estas cosas resulta claro que no sucede nada, pues vemos


que todas las cosas, creadas por una madre determinada con semillas
determinadas, pueden conservar el género cuando crecen.
Evidentemente es necesario que esto suceda por una razón determinada. 710
Pues para cualquiera de todos los alimentos sus elementos corpóreos
se disgregan adentro en las articulaciones y unidos efectúan movimientos
convenientes. Pero, por el contrario, vemos que la naturaleza rechaza
las cosas extrañas hacia las tierras, y que muchas cosas
con corpúsculos no visibles huyen del cuerpo impulsadas por medio de
golpes, 715
las cuales no pudieron unirse a ninguno y, en consecuencia,
tampoco armonizar movimientos vitales ni imitarlos.
Pero ni por casualidad pienses que los animales, solos, son gobernados
por leyes como estas, esa misma razón pone límites a todas las cosas.
Pues, así como las cosas engendradas, cualesquiera (que sean), son
disímiles 720
entre sí en toda su naturaleza, es necesario que cada una esté constituida
por una configuración disím il de elementos de primer orden:
no porque muchas cosas han sido provistas de una forma un poco disím il,
sino porque, comúnmente, no todo se constituye semejante a todo.1*5
Asimismo porque las semillas son diferentes, es necesario que los
in te rv a lo s, 725
las tra yectoria s, las conexiones, lo s pesos,146 lo s golpes, lo s choques,
lo s m o v im ie n to s d ifie ra n , que no solo separan lo s cuerpos
anim ales, s in o que d istin g u e n las tie rra s y la tota lid a d del m a r y
m antiene aparte p o r com pleto el cielo de las tie rra s.

La ausencia de color en los elementos primordiales


Ahora sigamos^ recibe mis palabras halladas por m i dulce 185 730

185C£ v, 6 9 4 . L u c re c io r e c l a m a d h e c h o de q u e, p o r lo g e n e r a l n o ie c o n sta q u e las


cosas se c o n s titu y a n c o m p le ta m e n te em p are jad as a la ro ra lid a d ,
Jg&E n u m e ra ia re la c ió n d e d e p e n d e n c ia q u e e x isre e n tre to d a s esas c a racterísticas c o n
las p ro p ie d a d e s d e lo s p r im o r d ia .
296 D e m r v m n a t v r a - l íb e r s e c v n d v s

percipe, ne fo rte haec a lb is ex alba re a ris


p rin c ip iis esse, ante oculos quae candida cernís,
aut ea quae nigra nt n ig ro de se m in e nata;
n iv e a líu m q u e m vis quae su n t im b u ta c o lo ra n ,
735 propterea gerere h u n c credas, q u o d m aterial
corp ora c o n s im ili s in t e ius tiñ e ra colore,
N ullus enim color est omnino m aterial
corporibus, ñeque par rebus ñeque denique dispar.
I n quae c o rp o ra s i n u llu s tib i fo rte v id e tu r
740 posse a n im i ín ie c tu s fie ri, p ro c u l avius erras.
N a m cum caecigeni, s o lis q u i lu m in a n u m q ua m
dispexere, tam en cognoscant corpora tactu
ex ineunte aevo n u llo coniuncta colore,
scire lic e t nostrae quoque m e n ti corpora posse
745 v e rtí in n o titia m n u llo c irc u m lita fuco.
D e n iq ue no s ip s i caecis quaecuinque teneb ris
A C E R C A D I LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O SE G U N D O 297

esfuerzo,187 no pienses por casualidad que estas cosas que ves brillantes
delante de los ojos, son blancas189 a causa de los elementos pnmoidjalcs,8S
blancos,
o que aquellas cosas que son negras nacieron de una semilla negra;
o que190 estas cosas que han sido impregnadas con cualquier otro color,
no creas, por eso, que esto se lleva a cabo puesto que los cuerpos -
de la m ateria191 fueron teñidos por un color similar a ella.
En efecto, ninguno es, en general, el color en los corpúsculos
de la materia, ni parecido a las cosas ni, en fin, dispar.
Si por casualidad te parece que no puede hacerse ninguna proyección
del ánim o192 sobre estos cuerpos, andas errante, lejos del camino.193
Pues, desde el momento en que los nacidos ciegos, quienes nunca
divisaron las luces del sol, sin embargo, conocen los cuerpos por el tacto
a partir del comienzo de su vida sin que estuvieran unidos a ningún
color,194
es lícito saber, también, que los cuerpos no revestidos por ningún color195
pueden volverse a la comprensión para nuestra mente.
Por último, nosotros mismos, cualquier cosa que tocamos en las ciegas

■'7 P a ra d o ja sob re la d u lz u ra y e l e s fu e rz o q u e p re su p o n e b a ila r el c o n o c im ie n to .


R e t o r n a c o m o al c o m ie n z o d e l lib r o a i c o n c e p to d e “d u lc e ”'.
E l ad jetivo albus, Htm n o so lo d e b e c o n sid e ra rse un s in ó n im o d e b la n c o s in o
q u e ta m b ié n re m ite a l a id e a d e lu z , a p lic a b le al s o l y a la e strella de la m a ñ a n a . C £
FRN OUT-MEILLET (20 0 1 :20).
,89E n e s c e con te se o p r m a p i h se e n tie n d e c o m o e le m e n to s p rim o rd ia le s.
m N ive, a rc aísm o p o r nepe.
1SS E l g e n itiv o a rc a ic o m ateriai re fie re a los elem en tos p rim o rd ia le s de las cosas. P o r lo
ran eo, e l sin ta g m a m ateriai corpora b ace re fe re n c ia a lo s c u e rp o s conscicuidos p o r los
c o rp ú sc u lo s p rim o rd ia le s .
152 C o n esta e x p re sió n , L u c re c io e stá tra d u c ie n d o el c o n c e p to e p ic ú re o t-mpoLf] tv¡$

S ió v o ia í (“p ro y e c c ió n d e l p e n s a m ie n to ”).
153 C o m o lo s s e n tid o s p u e d e n c a re c e r d e la se n sib ilid ad n e c e s a ria p a ra d is c e rn ir lo s e le ­
m e n to s p rim o rd ia le s, e l se r h u m a n o , a través d e l á n im o , c o n jecura so b re lo s p ro c e so s
q u e estos p ro d u c e n .
154JBI ve rso 7 4 3 y e l 7 4 8 p re se n ta n o t r o o rd e n e n o tra s e d ic io n es. C f . B A L L E T ( 1 9 4 7 ) ,
vo l. L p . 2 7 4
m F u e t e s , p la n t a q u e d a un p ig m e n to r o jiz o ; p e ro ta m b ié n d is fra z y e n g a ñ o in te le c tu a l,
falacia- A s í c o m o n o h a y c o lo r, c am p o c o h a y falacia e n la c o g n ic ió n c o r p o r a l d e l cie­
g o . P ru e b a q u e h a y u n c o n o c im ie n to g e n u in o d e los c u e rp o s, au n sin n o tic ia s d e sus
co lo re s.
D E REKVM N A T V R A - L IB E R SE C V N D V S
298

tangimus, haud ullo sentimus tincta colore.


Quod quoniam vinco fieri, mine esse docebo
*
749 omnis enini color omnino mutatur er omnis
*
750quod facere haud uilo debent primordia pacto.
Immutabiie enim quiddam superare necessest,
ne res ad nilum redigantur funditus omnes.
Nam quodeumque suis mutatum íinibus exit,
continuo lioc mors est illius quod fuit ante.
755 Proinde colore cave contingas semina rerum,
ne tibi res redeant ad nilum funditus omnes.
Praeterea si nulla colorís principiis est
reddita natura et variis sunt praedita formis,
e quibus omne genus gignunt variantque colores.
760 propterea magni quod referí semina quaeque
cum quibus et quali positura contineantur
et quos ínter se dent motus accipiantque,
perfacile extemplo rationem reddere possis
cur eaquae nigro iuerint paulo ante colore,
765 m a rm ó re o f ie r i p o ssin t candore repente;
ut maro, cum m agni commorunt aequora venti,
Acerca, d e l a n a t u r a l e z a de las c o sa s - Libro segundo 299

tin ie b la s, no la se n tim o s teñida de n in g ú n color,19"


P u e sto que pruebo que sucede esto, ahora enseñaré que es1
197*
6
9
*19S

todo c o lo r, pues, tam bién, m uta totalm ente a to d o s199*2


1
0 749
* 2 QO

esto no deben hacerlo lo s elementos de p rim e r orden de n in g ú n modo. 750


E n efecto, es necesario que sobreviva algo in im ita b le ,
para que las cosas, absolutam ente todas, no re to rne n a la nada.
Pues algo que, cambiado, sale de su s lím ite s ,
esto, a continua ción, es la m ue rte de aquello que fue antes,
P o r consiguiente, precávete de que a la s se m illa s de las cosas no
le s corresponda u n c o lo r, 755
para que no te vuelvan a la nada la s cosas, absolutamente todas,2flJ
Adem ás, s i n in g u n a naturaleza del c o lo r les fue atribuida
a los elem entos p rim e ro s y fu e ro n p ro v isto s202 de form a s variadas,
de las cuales generan todo género (de cosas) y va ría n lo s colores
además, es de mucha im p o rta nc ia con cuáles y 7(50
en qué p o sic ió n rodas las se m illa s son contenidas y
qué m o v i m ie n te s provocan y reciben entre sí,
m uy fá cilm ente en fo rm a inm ediata p o d ría s ra zonar
p o r qué esas cosas que fu e ro n de color negro poco antes,
p o d ría n vo lv e rse repentina m ente de una b rilla n te z m arm órea; "65
como el m ar, cuando los grandes vie ntos conmueven203 sus superficies,

196Solo el sentido de la vista distingue los colores. En ausencia de luz no pueden verse
los cuerpos ni distinguirse los colores.
'5,,Munro sostiene que hay una laguna entre los versos 748 y 749. Transfiere en ese
lugar cí verso 743.
>58Lagursa indicada por Munro.
199£panadiplosis en tomo a una variación de intensidad concéntrica \ . ..üinnlno..
omnis).
2mLaguna indicada por Brieger.
201 El peligro parte de confundir los elementos primordiales, que son inmutables, con

los colores, condenados a una eventual modificación. Si en su búsqueda el discípu­


lo pretende encontrar los elementos primordiales teñidos de algún color, entonces la
corrupción acaecerá tan pronto como el color cambie. De esta manera se revela que
el pretendido elemento primordial no era tal, sino que se trataba de una mera modifi ­
cación accídentaL
2 2 Se entiende el participio praedún como un neutro plural que. concuerda con

prim ordio.
203 C onirnoru nt. forma contracta del pretérito perfecto.
300 D E R ERV jvl NAXVRA - L IB E R S E C V N D V S

v e rt it u r in canos candenti m a rm o re flu c tu s,


D ic e re em m p o ssis, n ig m m quod saepe videm us,
m ateríes u b i p e rm ixta est ill i u s et ordo
770 p rín c ip iis m u ta tu s e t addita demptaque quaedam,
c o n tin u o id fie ri u t candens videatur et álbum .
Q u o d s i caeruleis c o n sta re nt aequora p o n ti
se m in ib u s, n u llo p ossent albescerepacto.
N a m quocum que m odo p e rtu rb e s caerula quae sin t,
775 num q ua m in m a rm o re u m p o ssu n t m ig ra re colorem .
S in a lio atquc a lio s u n t se m in a tin c ta colore
quae m a ris e fíic iu n t u n u m p u ru m q u e n ito re m ,
u t saepe ex a liis form as v a riisq u e íig u r is
e iü c itu r quiddam quadratum unaque figura,
780 conveniebat, u t in quadrato c e rn im u s esse
d is s im ilis fo rm a s, ita cernere in aequore p o n ti
aut a lio in q u o v is u n o p u ro q u e n ito re
d is s im ilis longe Ín te r se variosque colores,
Praeterea n i l o íü c iu n t obstantque figurae
785 d is s im ile s quo quadratum m in u s omne s it extra;
at v a iii re ru m im p e d iu n t p to h ib e ntq ue colores
q u o m in u s esse u n o p o ssit res to ta n ito re .
T u m p o rro quae d u c it et in lic it u t trib u a m u s
p rin c ip iis re ru m n o n n u m q u a m causa colores,
790 o c c id it, ex a lb is q u o n ia m n o n alba c reantur.
nec quae n ig ra cluent de n ig r is sed v a riis ex.
Q u ip p e e te n im m u lto p ro c liv itts e xo rie n tu r
candida de n u iío q u a m n ig ro nata colore
aut a lio q u o v is q u i c o n tra p u g n e t et obstet.
795 Praeterea q u o n ia m nequeunt sin e luce color es
esse ñeque in lucem e x s istu n t p rim o rd ia re ru m ,
scire lic e t quam s in t n u llo velata colore.
Q u a lis e n itn caecis p o te rit color esse tenebris?
A CER .CA .D E LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O S E G U N D O 301

se convierte en blancos oleajes de m á rm o l incandescente.


E n electo, p o d ría s decir, lo q u e a m enudo vem os como negro,
cuando la m ateria fue entremezclada y su o rd en
m urado p o r lo s elem entos p rim o rd ia le s, añadida y rem o vida cua lquier
cosa,
que, en consecuencia, eso sucede: que parece incandescente y blanco.
Y s i las sup erfic ies del m a r estuvieran c o n stitu id a s de se m illa s
celestes,204 de n in g ú n m o d o p o d ría n volverse blancas.
Pues, de cualquier m od o que alteres las que so n azules,
nunca pueden cambiar a u n c o lo r m arm óre o. 778
P e ro si las se m illa s, que producen el re sp la nd o r único
y p u ro del m ar, están teñidas p o r uno y o tro color,
como a m enudo se c o n struye u n cuadrado determ inado
a p a rt ir de o tra s fo rm a s y de variadas fig u ra s y. de una única
fig u ra , era lógico, a sí como d istin g u im o s que en el cuadrado 780
Ea y d is ím ile s fo rm a s, d is t in g u ir en la sup erfic ie del m ar
o en cualquier otro resplandor, ún ic o y p u ro ,
colores m u y d is ím ile s y variados entre sí,205
Adem ás en nada se oponen n i obstaculiza n las fig ura s
d is ím ile s a que el cuadrado sea todo lo de afuera; 785
pero lo s variados colores de la s cosas im p id e n y p ro híb e n
que una cosa com pleta pueda ser de u n ú n ic o color.
En to nc e s, pues, la causa que induce y persuade para que atribuyam os,
alguna ve z, a lo s elem entos p rim o rd ia le s lo s colores de las cosas
perece, porque de lo s blancos n o se crean cosas blancas, 790
n i las que se dicen negras, de lo s negros, sin o de d ive rso s.
E n efecto, n a tura lm e nte es más p ro c live que no se o rig in e n
las cosas cándidas nacidas de n in g ú n c o lo r que del negro
o de o tro cualquiera que p o r el c o n tra rio contienda y se oponga.
Además, puesto que s in lu z lo s colores no pueden /95
e x is t ir, n i lo s elem entos p rim o rd ia le s de las cosas aparecen a la lu z ,
es líc it o saber cómo no se ría n cub ie rto s p o r n in g ú n color.204
¿Entonces cuál p o d ría ser el colo r en la s oscuras tinie b la s?

2ai Celestes o del color del cielo. También azul verdoso.


205 Esta explicación trata de exponer quelos elementos primeros en su vinculación con­

forman los distintos colores así como se logra conformar una figura geométrica en
particular, compuesta de muchas otras figuras geométricas distintas.
Se establece que el color de cualquier cuerpo depende de la luz Que lo ilumina.
m

302 D E R EB .V M NATVRA. - L1BER SE C V N D V S

L u m ín e q u in ip so m u ta tu r propterea quod
8 0 0 recta aut o b liq u a p e rc u ssu s luce re fulg et;
p lu m a c o lum b a rum quo pacto in solé vid etur,
quae sita cervices circum collum q ue coronat;
namque alias f it u t i claro s it ru b ra pyropo,
in te rd u m quodam sensu f ít u t i videatur
805 Ín te r caeruleum v ír id is miscere zmaragdos.
Caudaque p a vo n is, larga cum luce repleta est,
c o n s im ili m uta t ra tio n e obversa colores;
q u i q u o nia m quodam g ig n u n tu r lu m in is ictu,
scire licet, sin e eo íie r i n o n posse pu ta nd um est.
810 E t q u o n ia m plagae quoddam genus e xc ip it in se
pupula, cum se n tiré coiorem d ic itu r álbum ,
atque a liu d p o rro , n ig ru m cum et cetera se n tit,
nec re fe rt ea quae tangas quo fo rte colore
praedita s in t , v e ru m q u a lí m agis apta figura ,
815 scire lic e t n il p rin c ip íis o p us esse colores,
sed v a riis f o rm is v a ria n tis edere tactus.
Praeterea q u o n ia m n o n c e rtís certa fig u ris
est natura c o lo ris et om nia p rin c ip io ru m
form a m enta q u e un t in q u o vis esse n ito re ,
820 cur ea quae constant ex i l l i s n o n p a rite r su n t
omne genus p e riu sa c o lo rib u s in genere ora ni?
C onveniebat enim corvos quoque saepe vo la n tis
ex albis álbum p in n is iactare coiorem
et n ig ro s fie n n ig ro de se m ine cycnos
825 aut a lio q u o v is u n o va rioque colore,
Q u in etiam quanto in p a rtís re s quaeque m in u ta s
A C E R C A DE LA N A TURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O SE G U N D O 303

M ás aún, con la misma iluminación muta, además, jo que


refulge golpeado por una luz recta u oblicua; 800
de qué modo se ve la plum a de las palomas en el sol,
que las corona ubicándose alrededor de la cerviz20' y su cuello;
pues, en otras, ocurre que es roja de brillante cobre,2*
a veces sucede que en cierto sentido parece que
se mezclan entre lo azulado verdes esmeraldas. 805
Y la cola del pavo real, cuando está cubierta por una larga luz,
por una razón similar transforma ios colores al cambiar de lado;
puesto que estos209 se generan por un cierto impacto de luz,
es lícito saber (esto): debe pensarse que sin ese (impacto) no podríai
producirse.
Y ya que la pupila recibe en sí cierto género 810
de golpe, cuando se dice que siente el color blanco,
y a su vez también otro, cuando siente el negro y los restantes,
no importa con qué color ban sido provistas esas cosas que por casualidad
tocas, sino en verdad (im porta) más con qué forma (fue) compuesta;
es lícito saber (esto): no es necesario quelos colores estén enlos elementos
principales (de las cosas), 815
sino que por sus diferentes formas provoquen variantes del tacto.
Además, puesto que no está determinada con formas determinadas
la naturaleza del color y todas las configuraciones de los elementos
principales son capaces de estar en cualquier resplandor,
¿por qué esas cosas que están constituidas a partir de aquellos210 820
no fueron igualmente derramadas por todo tipo de colores de todo
género?
En efecto, convenía que los cuervos tam bién a menudo al volar
lanzaran un color blanco a partir de sus blancas plumas
y que los cisnes se volvieran negros a partir de ana semilla negra
o de otro color cualquiera, único o2,! variado. 825
M ás todavía, cuanto más se despedaza en partes diminutas

107 El poeta utiliza el plural.


203 Pyropus: aleación de cobre y oro. Los colores que menciona se rcíicrcn a la colora­
ción de otras aves.
2Í>?Se refiere a los colores.
210 Es decir de los principia.
211 El poeta usa un coordinante copulativo, pero se sigue la interpretación de variadas

traducciones que lo interpretan como disyuntivo.


304 De r e r v m n atvra - líber s e c v n d v s

d is t ra h it u r m agis, hoc m agis e st u t cemere p o ssis


evanescere p a trla íim stin g u iq u e colorcm ;
u t f it u b i in parvas p a rtís d isc e rp itu r a u stru m :
830 p u rp u ra pocniceusque c o lo r c la ríssim u ' m u lto ,
fila tim c um d istra c tu m est, d isp e rd im r o m n is;
n o sc e re u t h iñ e p o ssis p riu s om nem eíflare colorem
p a rtíc u la s quam discedant ad sem ina re ru m .
P o stre m o quorüam n o n o m n ia c orpora vocem
835 m itte re concedis ñeque odorem , propterea f it
ut no n ó m n ib u s attrib ua s so n itu s et odores.
S ic o c u lis q u o nia m n o n o m n ia cernere q u im u s,
sc ire lic e t quaedam tam constare orba colore
quam sin e odore u llo quaedam so n itu q u e remota,
840 nec m in u s haec a n im u m cognoscere posse sagacem
quam quae su n t a liis rebus priva ta notare.

Sed ne fo rte pute s so lo sp oliata colore


corpora p rim a manere, etía m secreta te p o ris
su n t ac frig o ris o m n in o cali dique vaporis,
845 et so n itu ste rila et m eo ie iuna íe ru n tu r,
nec ia c iu n t u llu m p ro p riu m de corpore odorem .
S íc u t a m a ra c in ib la n d u m stactaeque liq u o re m
et n a rd i flo re m , néctar q u i n a rib u s halat,
cum facete in stitu a s, cum p rim is quaerere par est,
850 quod licet ac p o ssis re p e rire , in o le n tis o liv i
naturam , n u lla m quae m itta t n a rib u s auram,
a c e r c a de la naturaleza de las co sas - Libro segundo 305

cada cosas tanto más es que p o d ría s d isc e rn ir


que se desvanece paulatinam ente y se extingue el color,
como sucede cuando e n pequeñas partes se desgarra ún a te la (de c o lo r)
p ú rp u ra ;212*
el p ú rp u ra y e l c o lo r p ú n ic o ,323 sum am ente b rilla n te 234 p o r m ucho, 83°
en cuanto se deshilaclia h ilo a h ilo , se pierde todo;
a p a rt ir de esto p o d ría s in f e r ir que la s p a rtícula s exhalan
todo el colo r antes de re ducirse a las se m illa s de las cosas.
P o r ú ltim o , ya que adm ites que n o to d o s lo s cuerpos
em iten una voz n i tampoco u n o lo r, en consecuencia sucede S35
que no le atrib uye s a to d o s so n id o s y o lo re s.
A s í, p uesto que no podem os d isc e rn ir todo con lo s ojos,
es líc it o saber que algunas cosas están ta n huérfanas de color
como otras s in o lo r alguno y distanciadas del so n id o ,
y que el á n im o sagaz puede conocer a estas no m enos 84o
que a d v e rtir2152
6las que fu e ro n privadas de o tra s cualidades.214’
1

Los elementos primordiales carecen de cualidades


sensibles
P e ro n i p o r casualidad pienses que lo s cuerpos p rim e ro s permanecen
despojados solam ente de color, tam bién están separados
de la tib ie za y del f r ío p o r com pleto y del cálido vapor,
y so n llevados e sté rile s de so n id o y vacíos de sabor, 845
n i emanan de su cuerpo n in g ú n o lo r p ro p io .
A s í como, aunque decidas hacer el balsámico líq u id o de la m ejorana
y el de la m irra , y la f lo r del nardo, que exhala néctar para
(n u e stra s) na rice s, es ig u a l con las p rim e ra s cosas,
porque es líc it o y lo p o d ría s encontrar, la na tura leza de u n o liv o 850
s in o lo r, que no em ita n in g ú n aroma a las narices,

212Lucrecio utiliza para ostrum, la forma austrum.


Se trata de una tonalidad escarlata.
2^4Se observa la caída déla “s” en el nominativo singular.
2i5Utiiiza el verbo noto, frecuentativo de nosco■
216Los sentidos son el vínculo entre el ser humano y su entorno, pero es indispensable
contar con un ánimo sagaz para la construcción de conocimiento.
306 De rf,r v m natvra - líber secvn dvs

quam m in im e u t p o ssit m ix to s in corpore odores


concoctosque suo contractans perdere v iro ,
p ro p te r eandem < re m > debent p rim o rd ia re ru m
855 n o n id híb ere su u m g ig n u n d is rebus od orem
nec so n itu m , q u o nia m n i l ab se m itte re p o ssu n t,
nec s im ili ra tio n e saporem denique quem quam
nec f r íg iis ñeque íte m c a lid u m tepidum que vaporem,
cetera, quae cum ita su n t tamen u t m o rta lia eonstent,
860 m o lli lenta, fragosa p u t ri, cava corpore ra ro,
o m n ia s in t a p rin c ip iis seiuncta necessest,
im m o rta lia s i v o lu m u s sub iunge re re b us
fundam enta q u ib u s n it a t u r sum m a sa íu tis;
ne t ib i res redeant ad n ilu m fu n d í tu s om nes.
865 N u n c ea quae se n tiré víd e m us cumque necessest
ex in se n sílib u s tam en o m n ia confiteare
p rin c ip iis constare. Ñeque id m anifesta re futa nt
nec contra pugnant, in p ro m p a i cognita quae sunt,
sed m agis ipsa m anu ducunt et credere cogunt
870 ex in se n sílib u s, q u o d dico, a n im a lia g ig ni.
Q u ip p e videre lic e t vivo s exsistere v e rm is
stercore de taetro, p u to re m cum sib i nacta est
in te m p e stiv is ex im b rib u s um id a t e llu s;
praeterea cunetas itid e m res ve rte re sese.
875 V e rtu n t se ñ u v íi fro n d e s et pabula laeta
in pecudes, v e rtu n t pecudes in corpora no stra
Ac e r c a d e la naturaleza de las co sas - l i b r o seg undo 307

tan m ínim a m e nte como p o d ría perder, a l contraerse, lo s olores


mezclados en el cuerpo y cocinados en su secreción,
p o r esa m ism a < c u e síió n > 217 lo s elem entos de p rim e r ord en de la s cosas
n o deben aportarles su o lo r al m om ento en que lia n de engendrarse, 855
n i el so n id o , p uesto que nada pueden e m it ir a p a rt ir de sí,
n i p o r una ra zó n s im ila r, en fin , n in g ú n sabor,
n i f río , n i del m ism o modo vapor cálido o t ib io ,218
n i las restantes; p uesto que estas cosas so n a s í/ 19
sup o nie nd o que son m o rta le s,
con u n cuerpo blando, las fle xib le s, las quebradizas con uno
desm enuzable, las huecas con u n o p o ro so ; 860
es necesario que todas las cualidades estén separadas de lo s elem entos
p rin c ip a le s,
s i querem os que a las cosas las som etan fund am ento s in m o rta le s
en lo s que descanse lo más alto del bienestar existencia!;
a f in de que n o re to rn e n para t i las cosas, todas, a la nada absoluta.
A h o ra bien, esas cosas, las cuales vem os que son sensibles, es necesario2211 865
en cua lquier circunstancia que a d m itas que todas, s in embargo, constan
de elem entos p rin c ip a le s in se n sib le s.221 Y eso no lo re fu ta n las cosas
m anifiesta s n i p o r el c o n tra rio lo combaten, las cosas que se conocen
están a la v ista ,
pero, esas m ism a s, más nos conducen de la mano y nos ob ligan a creer
que a p a rtir de lo in se n sib le , como digo, se generan lo s seres animados. 870
Ya que es licito ver que existen gusanos vivos
a p a rtir de u n repugnante estercolero, cuando la tie rra , húmeda
a causa de llu v ia s intem pestivas, a d q u irió para s í fe tid e z;
además que todas ju n ta s la s cosas se cambian de la m ism a manera.
Los ríos se '.ai el ven follaje(s) y los alegres pastizales 875
ganado(s), las reses vierten su naturaleza a nuestros

2¡7Agregado de Lachmann.
2í' Uso anafórico del coordinante copulativo negativo n ec entre ios hexámetros 856 al
858; a estos le precede el adverbio -non en el v. 855.
2I?EI uso de cum causal con modo indicativo es un signo de arcaísmo.
22ClLucrecio, tal como se advertirá a lo largo de la obra, anticipa los temas que habrá de
desarrollar en los libros posteriores; en este caso, se trata del tema de jo sensible que es
propio déla psicología epicúrea que será tratada en los Libros III yIV.
221 Entiéndase como insensible aquella característica de los elementos primeros que

hace que no puedan sor detectados de ninguna manera exclusivamente a través de los
sentidos.
308 D E R E R V M N K T V H A - L ÍB E R SE C V N D V S

naturam , et n o stro d-e cotpore saepe íe ra ru m


augescunt v ire s et corpora p e n n ip o te n tn m ,
E rg o o m n ís natura cibos in corpora viva
880 v e rt it et bine se nsu s a n im a n tu m procrear o m n ís,
n o n a lia lo n g e ra tio n e atque arida iigna
explicat in fia im n a s et < in > ig n ís om nia versar,
lam ne vides ig it u r m agni p rim o rd ia re ru m
referee in q u a lí s in t o rd in e quaeque locara
885 et c o m m ixta q u ib u s dent m o tu s accipiantque?

T u m p o rro q u id id est, a n im u m quod p e rc u tit ip stu n ,


quod m ovet et v a rio s sensus exprom ere cogit,
ex in s e n s ilib u s ne credas se n sile gigni?
N im ir u m lapides et Itgna et té rra quod una
890 m ix ta tamen n e q u e u n tv ita le m reddere sensum .
Illu d in b is ig it u r rebus m e m in isse decebir,
n o n ex ó m n ib u s o m n in o , quaecumque creant res
se n silia , exrem p lo me g ig n i dicere sensus,
sed m agni re.ferre ea p rim u m quantula constent,
895 se n sile quae fa c iunt, et qua s in t praedita form a ,
m o tib u s o rd in ib u s p o s it u ris dentque quae sint.:
Q u a ru m n i l re ru m in lig n ís glaebisque. vld e m us;
et tamen liaec, cum s u n t quasi putrefacta per im b tis,
v e rm íc u lo s p a riu n t, quia corp ora m aterial
900 a n tiq u is ex o rd in ib u s perm ota nova re
c o n c ilia n tu r ita u t debent animaba g ig ni.
D e in d e e x s e n s ilíb u s q u i «ensile posse creari
c o n stitu u n t p o rro ex a liis se ntiré su e tis,

m o líia cum fa c iu n t. N a m sensus iu n g ita r o m n is


905 vdsceribus ñervos v e n ís, quaecumque vid em us
a c e r c a de la naturaleza de la s co sas - Libro seg undo 309

cuerpos, y de nuestro cuerpo a menudo se acrecientan las fuerzas


de las fi eras y los cuerpos de las aves de alas poderosas.
En consecuencia, toda ¡a naturaleza vierte sas alimentos a ios cuerpos
vivos y a partir de esto procrea todos los sentidos de los seres animados, ggo
no por una razón muy distinta tampoco, despliega los leños secos
para las llamas y los convierte a todos <en> fuego.222
Por lo tanto, ¿no ves ahora cuánto importa en qué orden y
qué elementos primeros de las cosas fueron colocados
y mezclados p o r lo s cuales im p a rte n y reciben m o vim ie n to s? 885

Consideraciones a torno de la sensibilidad


Entonces, seguidamente, ¿qué es eso, que golpea ese mismo ánimo,
que conmueve y obliga a exponer variados sentidos,
para que no creas que a partir de las cosas no sensibles se genera lo sensible?
Sin duda, porque piedras, troncos y tierra, aunque mezclados
en conjunto, no pueden restituir el sentido vital. 890
En consecuencia, entre estas cosas, será conveniente recordar aquello:
yo no digo en absoluto que de todas las cosas, cualquiera sea
el ser sensible que las cosas crean, sin dilación se generan los sentidos,
sino que importa mucho en primer lugar cuán pequeñas son esas cosas,
que producen lo sensible, y de qué forma fueron provistas, 895
y por último qué movimientos, órdenes y posiciones tienen.
De estas cosas, no vemos nada en leños y terrones {de tierra);
y s in embargo estas cosas, cuando están casi putrefactas p o r las llu v ia s,
procrean pequeños gusanos, porque lo s corpúsculos de la m ateria
una ve z m ovida la nueva cosa a p a rtir de sus antiguos ord ena m ientos, 900
se unen de tal manera que deben generarse los seres animados.
Por ello, quienes establecen que, de los seres sensibles,
puede crearse lo sensible, entonces, acostumbrados a sentir a partir de
otras,
*223

cuando lo s hacen blandos. Pues la se n sib ilid a d está unid a , toda,


a la s visceras, lo s n e rv io s , la s venas, cualquier cosa que vem os 905

122Algunos traductores, como el caso de MUNRO, vol. I, p. 90, entiende ttmnia re­
ferido a ‘todas las cosas'1; en nuestro caso creimos conveniente entenderlo como un
predicativo de llgnü.
22i£ntre los versos 903-904, Herbert Christ indicó una laguna.
31*

310
DE RERVM NATVRA - L1BERSECVNDYS

m o ü ia m o rt a li c o n siste re corpore creta.


Sed tamen esto ia m posse haec aeterna manere:
nempe tam en debent aut se n su m p a rtís habere
aut s im ili t o t is a n im a lib u s esse p u ta n .
9K5 A t nequeant p e r se partes se n tiré necesse est;
namque ad n o s se n su s m e m b ro ru m re sp ic it o m n is,
nec m a n u s a n o b is p o tis est secreta ñeque u lla
c o rp o ris o m n in o se nsu m pars sola tenere.
L in q u it u r u t t o t is a n im a n tib u s a ssím u le n tu r.
915 [923] Sic itidem quae sentimus sentiré necessest,
[915] v ita li u tp o ssx n t c o n se n tiré u n d iq u e sensu.
[9 ió] Q u i p o te ru n t ig it u r re ru m p rim o rd ia d ic i
[917] et le t i v ita re vía s, a n im a lia cum s ín t ,
[918] atque a n im a lia < s in t > m o rta lib u s una eademque?
920 [919] Q u o d tam en u t p o ssin t, at coetu concilioque
[920] n i l ía c ie n t pra ete r v u lg u n i turba m que a nim a ntum ,
[9 2 1] sc iiic e t u t nequeant h o m in e s armenta feraeque
[922] ín t e r sese u lla m rem gignere conveniundo.
Q u o d s i fo rte su u m d im it t u n t corpore sensum
925 atque a liu m capiunt, q u id opus f u it a ttrib u i id quod
d e tra h itu r? T u m praeterea, quod v id im u s ante,
quatenus in p u llo s a n im a lis v e rtie r ova
c e rn im u s a íitu u m v e rm isq u e effervere, te rra m
in te m p e stiv o s cum p u to r cepit ob in ib r is ,
930 sc ire lic e t g ig n i posse ex n o n sensib u' sensus.
Q u o d s i fo rte a liq u is dicet dum taxat o r ir i
posse ex n o n sensu se nsu m m u ta b ilita te ,
aut a liq u o tam quam p a rtu quo p ro d it u r extra,
Ace rca de i .a naturaleza , de las c o sa s - libp.o segundo 311

que, crecidas en un cuerpo mortal, son blandas,


Pero, sin embargo, sea yaq u e estas cosas puedan permanecer eternas:
no obstante, sin duda deben, o bien tener la sensación de una parte,
o bien (debe) pensarse que es similar para todos los animales enteros.
Pero es necesario que las partes n o puedan sentir por sí mismas; 910
pues, hacia nosotros se dirigen todas las sensaciones délos miembros,*24*
y no es posible que una mano separada de nosotros ni ninguna
parte sola del cuerpo, en absoluto, tenga sensibilidad.
R estaque se asemejen a los animales todos enteros.
A s í, del m ism o modo, es necesario se n tir las cosas que se ntim os, 2
225
4 915 [923 ]
para que puedan s e n t irp o r todas partes con una se nsib ilid a d v ita l. [915]
E n consecuencia, R o m o p odrán d enom ina rse elementos de p rim e r orden [916 ]
de las cosas y e v ita r lo s cam inos de la m uerte, ya que son seres vivientes [917]
y lo s seres vivie nte s < so n > u n o y lo m ism o que lo s mortales? [913]
S in embargo, aunque p ud ie ra n esto,225 al m enos en su encuentro y re u n ió n 920 [9 1 9 ]
n o harán nada, excepto un a m ezcla y u n a turb a de seres animados, [920 ]
como es evidente que n o p o d ría n lo s hom bres, lo s ganados y [921 S
la s fieras generar n in g u n a cosa entre s í al encontrarse. [922]
Y s i p o r casualidad sacan del cuerpo su se n sib ilid a d
y tom a n o tra , ¿qué necesidad había para que se le atribuyera eso 925
que es sacado? Entonces, además, como vimos antes,22/
puesto que discernimos que los huevos de los seres alados se convierten
en los polluelos del anim aly que la tierra, cuando cobró hedor
a causa de las lluvias intempestivas, hierve d e gusanos,
es lícito saber que lo sensible puede generarse a partir de lo no sensible. 930
Y si por casualidad alguien dice que lo sensible solo228
puede originarse de lo no sensible por su mutabilidad,
o del mismo modo, a causa de otro nacimiento por el cual es producido
hacia afuera,

224 En la versión de Munro puede leerse este verso con variantes.


225 E1 orden de los versos 915-923 fue establecido por el filólogo alemán J. Bernays
(1824-1881), quien se destacó por los estudios dd corpus hippocratiams.
236 Se refiere al hecho de set principia r e r u m j asimilarse a los seres animados.

237 En ios códices OQ_ se presenta otra versión, que fue corregida por H. Purmann, en

el s.XVIIL
223 MUNRO, voL II, p. 223, estima que este pasaje es oscuro, aunque se advierte una

posible referencia al pensamiento estoico en el hecho de que la vida es inmediata al


nacimiento.
312 D E K .E R V M NATVRA - L IB E R SE C V N D V S

liuic satis iílud eric planum facere atque probare


935 non fieri parrum nisi concilio ante coacto
nec quicquam commutari sine conciliatu.
Principio nequeunt uliíus corporis esse
sensus ante ipsam genitam naturam animantis,
nimirurn quia materies disiecta tenetur
940 aerefium inibus terris terraque creatis,
nec congressamodo vitaiis convenienris
contulit Ínter se motus, quibus omnituentes
accensi sensus animantem quainque taencur.

Praeterea quamvis animantem grandior ictus


945 quam p atitur natura, repente adiligit et omnis
corporis arque animi pergit confundere sensus.
Dissoluuntur enim posirurae principiorum
et penitus motns vitales impediuntur,
doñee materies, omnis concussaper artus,
950 v it a iis animae nodos a corpore s o lv it
dispersamque f oras per caulas eicit omnis.
Nam quid praeterea facere ictum posse reamur
oblatum, nisi discutere ac dissolvere quaequer
Fit quoque u ti soleant minus oblato acriter ictu
955 reliqui motus vitales vincere saepe,
vincere, et ingentis piagae sedare tumultus
inque suos quicquid rursus revocare meatus
et quasi iam leti dominantem in corpore motum
discutere ac paene amissos accendere sensus.
960 jsja m qua re p o tiu s le t i ia m lim in e ab ip so
ad vita m p o ssin t collecta m ente re ve rtí,
quam quo d ec ursum prope iam sie t iré et abire?
Acerca d e la naturaleza d e ia s c o sa s - l ib r o segundo 313

será su fic ie n te hacer esto claro22' para aquel y tam bién p ro b a r


que n o deviene u n n a cim iento s in o p o r una re u n ió n agrupada 935
antes, n i que n in g u n a cosa se cambia s in una u n ió n .
E n p rin c ip io , no pueden lo s se ntid o s de cuerpo alguno e x is t ir
anees de engendrada la m ism a naturaleza de un ser animado,
evidentemente porque la m ateria disgregada es mantenida
en el aire, lo s río s , las tie rra s y las cosas creadas p o r la tie rra , 94o
n i, re unid a de m odo v ita l,230 c o n firió m o v im ie n to s apropiados
entre sí, p o r lo s cuales lo s se n tid o s encendidos,
que todo lo ven, ob serva n a cada ser animado.

Aparición de la enfermedad, posibilidades de muerte


Adem ás, no im p o rta cómo a u n se r anim ado u n golpe
m ás grande d e lo que s u na tura leza soporta, lo hiere repentinam ente y 945
procede a c o n fu n d ir tod os lo s sencidos del cuerpo y del ánim o.
E n efecto, se d isue lve n las po siciones de lo s elem entos p rin c ip a le s
y en lo p ro fu n d o so n im p e d id o s lo s m o v im ie n to s vitales,
hasta que la m ateria, toda conmocionada a través de lo s m ie m b ro s,
desata del cuerpo lo s nu d o s vita le s del alma 950
y dispersada la a rroja fue ra p o r tod os lo s p o ro s.23*
Pues, además, ¿qué pensaríam os que puede hacer el golpe
causado, sin o ro m p e r y d iso lv e r cada cosa?
Sucede tam bién que, conferid o u n golpe con m e n o r agudeza,
lo s restantes m o v im ie n to s v ita le s suelen vencer a m enudo, 955
vencer, y sedar lo s ingentes tu m u lto s del choque
y hacer re to rn a r nuevam ente cada cosa a su s (p ro p io s) canales
y d e s tru ir el m o v im ie n to , p o r así decir el dom inante de la m uerte
en el cuerpo y encender lo s se n tid o s casi abandonados.
Pues, ¿por qué, una vez recobrada la m ente, p o d ría n vo lv e r 960
ya, desde el lím it e m ism o de la m uerte, hacia la vida nuevamente
en lu g a r de i r hacia donde ya sea casi el f in a l y fallecer?

223Literalmente ‘'llano”.
En los códices O Q se presenta otra versión, que fue corregida por A. Goebei, en ei
s. XIX.
231 Anticipa, tal como ocurre con frecuencia, tenias que se tratarán en los libros siguien­
tes, como en este caso, la relación entre el cuerpo y el alma y la consecuente muerte de
ambos, en el L. III,
314 D E R E K V M NATVRA - L IB E R SE C V N D V S

Praeterea q u o n ia m d o lo r est u b i m a te ria l


corpora v i quadam p e r viscera v iv a p e r a rtu s
965 so llic ita ta s u is tre p id a nt in se d íb u s in tu s ,
inq ue lo c u m quando re m ig ra n t, f it blanda vo lu p ta s,
scire lic e t n u llo p rim o rd ia posse d o lo re
te m p ta ri n u lla m q u e volup ta tem capere ex se;
quandoquidem n o n su n t e x u llis p rin c ip io ru m
970 c o íp o n b u s, q u o ru m m o tu s n o v ita te la b o re nt
aut aliquem íru c tu m capiant d u lc e d in is almae.
H a u d ig it u r debent esse u llo praedita se nsu.
D e n iq u e u t i p o ssin t se n tiré animaba quaeque,
p rin c ip iis s i ia m est se n su s trib u e n d u s e o ru m ,
975 q u id , genus h u m a n u m p ro p rit im de q u ib u s auctum st ?
S c ilic e t et r is u tré m u lo concussa cachinnant
et la c rim is sp a rg u n t ro ra n tib u s ora genasque
m ultaq ue de re ru m m ix t u ra dicere c a llent
et s ib i p ro p o rro quae s in t p rim o rd ia quaerunt;
980 quandoquidem t o t is m o rta lib u s a ssim ula ta
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O S E G U N D O 315

El dolor y el placer
Adem ás, puesto que el d o lo r está donde io s corp úsculo s
de la m ateria se estremecen agitados en el in te rio r de su s sedes,
con cierta fue rza p o r las visceras viva s a través de las articulaciones, 965
y, cuando regresan a l lug a r deviene u n agradable placer,
es líc it o saber232 que lo s elementos p rim o rd ia le s n o pueden ser afectados
p o r n in g ú n d o lo r n i captar n in g ú n placer p o r s í (m ism o s) ;
p uesto que no e xisten a p a rt ir de n in g ú n co rp ítsc ulo de lo s elementos
princip a les, a través de cuya novedad de m o v im ie n to su fra n 970
o to m e n algún fru t o de la d u lz u ra del alm a,233
P o r lo ta n to n o deben esta r p ro v isto s de n in g u n a sensación.
Finalmente, si, para que pudieran sentir todos los seres animados,
hay que atribuirles entonces la sensibilidad a sus elementos principales,
¿en qué cosa, en qué, p a rtic ula rm e nte , fue p ro v isto el género hum ano? 975
Evide nte m e nte no solo ríe n a carcajadas, sin o tam bién cubren con
lá g rim a s23*1
que humedecen, conm ocionados p o r una risa tré m ula , lo s ro stro s y las
m e jilla s
y son capaces de decir m uchas cosas sobre la mezcla de las cosas232
y, a continua ción, se pre gunta n qué son lo s elem entos p rim o rd ia le s;
puesto que, asim ila d os a tod os lo s m o rta le s enteros, 980

232“Es lícito que sepas”.


233Por ser elementos primordiales son únicos e indivisibles y no están compuestos por
otros elementos primordiales,por lo tanto noexiste posibilidad de un movimiento en
su interior que les produzca alguna sensación de dolor o placer. C í. MUNRO, voL II,
p. 225.
,3‘ Los versos 976-977 son similares a L. 1.919-920.
23’La risa a carcajadas es la reacción anteun resultado absurdo, que deriva deigualar los
principios elementales con los animales compuestos a parti r de ellos. Lucrecio y la hi­
potética audiencia suponen una diferencia que radica en la facultad de la sensibilidad:
los animales, y entre ellos d género humano, son capaces de experimentar sensaciones
inexistentes en el nivel de los elementos primordiales de las cosas. De esta manera, al
género humano le corresponde un estatuto aumentado (a iu tu m ) en relación con estos
elementos. Atribuir sensibilidad a los principia anuíala diferencia y conduce al ridícu­
lo, que no deja de ser una expresión de la sensibilidad humana y por lo tanto, además
del efecto netamente retórico, implicaría directamente un valor probatorio (v. 986). El
tono satírico asumido en este pasaje permite interpretar que Lucrecio contrasta jocosa­
mente supropiaproducción poética, de rerum nalitra, contra las confusas habladurías
d e reru m mixtura, (v. 978).
316 D E R IR V M N A T V R A - L IB E R SE C V N D V 5

ipsa quoquc e x a iiis debent constare ciernen tis,


inde alia ex a iiis , nu sq ua m consistere u t ausís:
quíppe sequar, quodcumque io q u i ridereque dices
et sapere, ex a iiis eadem haec fa cíentib us u t s it .
985 Q uo d si d e lira haec furío sa q u e c e rn im u s esse
ct rid e re pótese n o n ex rid e n tib u s auctus
et sapere et d octis ra tio n e m reddere d ic tis
n o n ex se m in ib u s sa p ie ntib us atque d ís e rtis ,
q u í m in u s esse queant ea quae se n tiré yidem us
990 se m in ib u s p e rm ix ta carentibus undique sensu?
D e n iq u e caelesti su m u s o m ne s se m in e o riu n d i:
ó m n ib u s ilie id e m p a ter est, unde alma liq u e n tis
u m o ris g u ita s m ater cum térra recepit,
feta p a rit n ítid a s fru g e s arbustaque laeta „ .
995 et genus hum a num , p a rit om nia saeclaferarum ,
pabula cum praebet q u ib u s om nes corpora pascunt
et dulcem d u c u n t vita m prolem que propagant;
quapropter m é rito m aternum n o n ie n adepta esr.
C e d it Ite m re tro , de té rra q u o d f u it ante,
looo in térra s et quod m issu m st ex aetheris o ris,
id ru rs u m e a e li re lla tu m tem pla receptant.
A C E R C A D E LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O SA S - L IB R O S E G U N D O 317

estos m ism o s tam bién deben c o n stitu irse a p a rtir de o tro s elementos,
de a llí o tro s a p a rt ir de o tro s, (de manera) que nunca te atreverías234*
a detenerte:
p o r lo tanto seguiré,237 d irá s que hablan, ríe n y saben algo,
estas cosas (so n ) esas m ism a s a p a rtir de otras que hacen que e xista n ,
Pero, s i d isc e rn im o s que estas cosas so n d e lira nte s y alocadas 985
y puede re ír, no form ado a p a rt ir de las cosas que ríe n ,
no so lo saber sin o tam bién dar ra zó n con palabras doctas
no de se m illa s sapientes y tampoco elocuentes,238
¿por qué239 p o d ría n se r m enos esas cosas que vem os que sie n te n
entremezcladas p o r todas parces con se m illa s carentes de sensib ilid a d ? 990
P o r ú ltim o , tod os n o so tro s som os o riu n d o s de una se m illa celestial;240
todos tienen aquel m ism o padre, de q u ie n fecundada, cuando la n u tric ia
madre tie rra re c ib ió las gotas del húm edo líq u id o ,
da a lu z ra d ia nte s granos y arboledas fé rtile s
y al género hum ano, da a lu z a todas las generaciones de fieras, 995
cuando provee lo s a lim e n to s con io s que todos apacientan su s cuerpos
y conducen la dulce vid a y propagan s u p ro le ;
p o r esto, m erecidam ente, recibió el n o m b re de madre.
D e ig u a l m anera vuelve hacia atrás, hacia las tie rra s, lo que antes
su rg ió de la tie rra , y lo que fue enviado desde la s o rilla s d el éter,24i2
4 1000
eso, d evuelto nuevamente, lo reciben lo s tem p lo s del cielo,2**£

234 Forma frecuente del presente de subjuntivo que aparece entre los poetas arcaicos y
en otros como Lucrecio, Virgilio, Ovidio y Séneca.
" 3 7 £ 1 sentido del verbo en este caso es de acoso al adversario.

238 Lucrecio retoma argumentos de la homcomcría para continuar con la ironía, sugi­
riendo que, st este concepto fuese cierro, un ser humano capaz de reír y escribir estaría
conformado por pequeños seres humanos que ríen y escriben.
232 Uso del ablativo arcaico del pronombre interrogat:vo l ndeflnido.

240 Recoma el concepto de la hierogamía entre el Cíelo yla Tierra, que se encuentra de­

sarrollado en L. 1.250-261 y L. 11.598-599- Asimismo se advierte que la primera parce


de este pasaje provendría de una traducción de un pasaje de Crisipo, el estoico, tomado
a su vez de Eurípides, como alumno de Anaxágoras.
2 ,1 Aristóteles, en D e phm tis I.2.S17-827, señala el origen de esta antigua teoría en

Anaxágoras,
242 Todos los elementos de la naturaleza, incluyendo los seres humanos, cumplen con

el ciclo natural: nacen de elementos insensibles, como ej cielo y la tierra, pero estAn
dotados de sensibilidad, a partir de la mixtura, y, tras la muerte, vuelven a su origen
para reiniciarseel ciclo.
318 D E R £R V M N A T V R A - L IB E R S E C V N D V S

Nec sic in t e r im it m o rs res u r m a te ria l


corpora conficiat, sed coetum d issip a t o llis ;
inde a liis a liu d c o n iim g it et e ffic ít onmes
1005 res ita convertant fo rm a s m ute n tq ue colores
et capiant se n su s et puncto tem pere reddant,
u t noscas re f erre eadem p rim o rd ia re rum
cum q u ib u s et q u a li p o situ ra c o n tin e a n tu r
et q u o s ín t e r se dent m o ru s accipiantque,
1030 neve putes aeterna penes re sid ere potesse
corpora p rim a quod in s u m m is flu ita re vid e m us
rebus et in te rd u m nasci su b ito q u e per iré .
Q u ln etiam re fe rt n o s t ris in v e rsib u s ip s is
cum q u ib u s et q u a li sinc o rd in e quaeque locata;
1015 namque eadem ca elum m a re té rra s i l u m in a sole m
sig n ific a n t, eadem f r uges arbusta a n im a n tis;
s i n o n o m n ia su n t, at m u lto m a xim a p a rs est
c o n s im ilis ; v e ru m p o situ ra d isc re p ita n t res.
Sic ip s is in re b us Íte m ia m m a te ria i
1020 [in te rv a lla v ia s conexus pondera plagas]
concursus m o n is o rd o p o s itu ra figurae
c u m p e rm u ta n tu r, m u ta ri res quoque debent.
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A D E LAS C O S A S - L IB R O S E G U N D O 319

Y la m uerte a sí n o destruye las cosas de manera tal que pone f in


a lo s corp úsculo s de la m ateria, sin o que d isipa243*la u n ió n de e llo s;2’’’
de a llí, ju n ta u n o con o tro s y hace que todas la s cosas2"1’
así m o d ifiq u e n sus form a s y m uden sus colores 1005
y capturen sensaciones y en un tiem po p u n tu a l re to rne n,
de m od o que sepas que im p o rta con cuáles y en cuál posición
esos m ism o s elementos p rim o rd ia le s de las cosas son contenidos
y qué m o v im ie n to s dan y reciben entre sí,
o bien, no pienses que p o d ría n re s id ir bajo el poder de lo s eternos 1010
corp úsculo s p rim e ro s lo que vem os flo ta r en la superficie
de las cosas, y a veces nacer y súbitam ente perecer.
M á s aún, en n u e stro s m ism o s ve rsos im p o rta
con cuáles y en qué ord en fu e ro n colocadas todas las cosas;146
pues lo s m ism o s fo rm a n el cielo, el mar, la s tie rra s, lo s río s y el sol,
lo s m ism o s fo rm a n lo s cereales, lo s arbustos, lo s seres a n im a d o s;247*
s in embargo, en m ucho, la m a yor parte es s im ila r
s i no lo so n todas; en verdad la s cosas discrepan p o r su p o sic ió n .
A s í en la s m ism a s cosas igualm ente, ya cuando se cambian
[lo s in te rv a lo s, las trayectorias, las conexiones, lo s pesos, lo s choques]148 1020
lo s encuentros, lo s m o v im ie n to s, el orden, la p o sición,
las configura ciones de la m ateria, las cosas deben tam bién cambiarse.249

243Uso iie la “u arcaica en lugar de “¡” en la versión de Munro y otras.


214 Uso de laíonna arcaica del pronombre demostrativo.
243El poeta introduce una proposición sustantiva en forma paratáctica, es decir, sin
subordinante, tan solo aparece el adverbio-rriodaiizador íta en los códices; Marullo
hipotética, en cambio, ut, como es esperable en una cláusula sustantiya,
22 El poeta compara su obra con los hechos de la naturaleza.
247Desde el verso 1010, Lachmann, Bernavsy los restantes editores anteriores estiman
que se trata de un paisaje en el que se hallan numerosos Inconvenientes en lo que res.
peda al orden del texto. Por ejemplo, el propio Lachmann encierra entre corchetes
angulares los hexámetros 1013-1014; no obstante, MUNRO, voí. II, p 47, estima que
están estrechamente conectados con lo anterior, si se hace una comprensión correda
de los mismos. En cuanto alos versos 1015 y 1016, excluidos por Lachmann, son igua­
les a L, 1.820-821 con la excepción de á g rá fica n t por con stitu u n t.
242El verso 1020, que también excluyó Lachmann, es igual al 726 y a L. V.43S [441 ].
£1 filólogo alemán estimó que se trata de un pasaje muy fuera de lugar por tratarse de
una interpolación.
249 Los versos 1019-1022 pueden entenderse con carácter de sentencia y condensan
una de las ideas de la mecánica del universo expuestas por el autor.
320 DE RERV.Vt N A T V R A - L IB E R S E C V N D V S

N u n c a n im u m n o b is adhibe yeram ad ra tionem .


N a m t ib í vem enter nova re s m o íit u r ad auxis
1025 acodere et nova se species os tendere re ru m .
Sed ñeque tam fa c ilis res t illa est q u in ea p rim tim
d iíE c ílis magis ad credendum constet, item que
n il adeo m agnum ñeque tam m ira b iie quicquam
quod n o n p a u la tim m in u a n t m ira rie r o m nes,
1030 P rin c ip io caeli c la rtim pu rum q ue colorem ,
quaeque in se cohibet, palantia sidera passim ,
lun a m q ue et s o lis praeclara luce n ito re m ;
o m nia quae nu nc s i p rim u m m o rta l ib u s essent,
ex im p ro v iso s i s in t obiecta repente,
1035 q u id m agis h is re b us poterat m ira b iie d ic i
aut m in u s ante quod auderent fore credere gentes ?
N il, u t o p in o r: itahaec species m ira n d a fu isse t,
Q ua m t íb i ia m nem o, fessus satiate vid en d i,
suspicere in caeli d íg n a tu r lucid a tem pla!
1040 D e sin e qua p ro p ter novita te e x te rritu s ipsa
exspuere ex a n im o ra tio ne m , sed m agis acri
iu d ic io perpende et, si tib i vera v id e n tu r,
dede m anus, aut, si fa lsu m est, accingere contra,
Q u a e rit e n ím ra tio ne m a n im us, cum su m m a lo c i s it
1045 in fin it a fo ris haec e xtra m oenia m u n d i,
q u id s it ib i p o rro q u o p ro sp ic e re usque v e lit m ens
atque a n im i íactus líb e r q u o p e rvo le t ipse.

P rin c ip io no bis in cunetas und iq ue p a rtís


et latere ex u tro q u e <sup ra> subterque per om ne
1050 n u lla est f in ís ; u t i docui, res ipsaque p e r se
vocifera tur, et elucet natura p ro fu n d i.
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - Li b r o s e g u n d o 321

Llamadas de atención al interlocutor


A h o ra , aplica tu m ente para n o so tro s hacia una ra zó n verdadera.
Pues, para t í, una nueva cosa se esfuerza con'vehemencia para acceder
a tu s o íd o s y u n nuevo aspecto de las cosas para m ostrarse. 1025
Pero, n i cosa alguna es tan fá cil de m odo que esa, en p rim e r
lugar, re su lte más d if íc il de creer, n i del m ism o m odo
nada tan grande, n i n ing un a cosa tan admirable
que tod os n o d ism in u y a n en a d m ira rla paulatinamente.
E n p rin c ip io , c.! c o lo r claro y p u ro del cielo, 1030
cualquier cosaque contiene en sí, lo s astros que vagan de u n lu g a r
a o tro , la lun a y el respla nd or del s o l con su lu z b rilla n te :
todas la s cosas que ahora, s i fueran para lo s m o rta le s en p rim e r lugar,
s i fue ra n arrojados de im p ro v iso repentinamente,
¿qué cosa más adm irable p o d ría decirse sobre estas cosas 1035
o m enos, antes que lo s pueblos se atrevieran a creer qué p o d ría ser?
Nada, como o p in o : así este aspecto te n d ría que haber sid o admirado.
¡C ó m o nadieya, fatigado p o r e l ha stío de v iv ir, se digna para t i
a a lza r la m ira d a h a c ía lo s lu m in o so s tem p lo s del cíelo!
P o r esto, deja de rechazar de tu ánim o (este) razonam iento, 1040
aterrado po r su m ism a novedad, s in o que sopésala con u n ju ic io
más punzante y, s i te parece que son cosas verdaderas,
entrega ías manos,250 o, s i es falso, ármate en contra.
E n efecto, el á n im o busca una razón, ya que la totalidad del espacio es
in fin it a afuera, más allá de estas m u ra lla s del m undo, 1045
qué cosa hay a llí, entonces, adonde la m ente desea anticiparse
sin cesar y hacia donde vuela, libre , la m ism a proyección del ánim o.

El universo y su infinitud
E n p rin c ip io , para n o so tro s, hacia todas las p a rtes en conjunto,
y de u n o y o tro lado, < a rrib a > 2,i y abajo, a través del todo
no hay n in g ú n lím it e ; como (te) enseñé, ía realidad y ella m ism a p o r s í 1050
lo proclama, y lo saca a la lu z la naturaleza de lo p ro fund o.

!50“Ef>tregar las manos”, incluso “las armas'’ a modo de rendición-


!-51Por corrección de Lacfimann.
jM Si

322 D i RER.VM N A T V R A - L i8 f R S E C V N D V S

N u llo ia m pacto v e ri s im íle esse p u ta nd um st,


un d iq ue c um ve rsum sp a tiu m vacet in fin it u m
sem inaque in n ú m e ro n u m e ro sum m aque p ro fu n d a
1055 m u k im o d is v o lite n t aeterno p e rc ita m o tu ,
hunc u n u m te rra ru m orbem caelumque creatum,
n i l agere ilia f o r is to t corpora m ateria i;
cum p ra e se rtim h ic s it na tura factus, et ipsa
sponte sua fo rte offensando sem ina re ru m
1060 m u k im o d is temere incassum fru stra q u e coacta
tándem c o lu e ru n t ea quae coniecta repente
m agnarum re ru m í i erent exo rd ia semper,
te rra i m a ris et caeli generisque a n im a n tu m .
O jia re etiam atque etiam ta lis fateare necesse est
1065 esse a lio s a lib i congressus m ateriai,
q u a lis h íc est, ávido com plexu quem tenet aether.
Praeterea cum m ateries est m u lta parata,
cum locus est praesto nec res nec causa m o ra tu r
u lla , geri debent n im iru m et c o n íic ri res.
1070 l\ u n c et se m in ib u s s i tanta e st copia quantam
enum erare aetas a n im a n tu m n o n queat o m n is,
v is< q u e > eadem < e t> natura m anet quae sem ina re ru m
conicere in loca quaeque queat s im ili ratione
atque huc su n t coniecta, necesse e st confiteare
1075 esse a lios a liis te rra ru m in p a rtib u s o rb is
et va ria s h o m in u m gentis et saecla fe ra rum .
H u c accedit u t in su m n ia res n u lla s it una,
única quae g ig na tur et única solaque crescat,
q u in a iic u iu ’ sie t sa eclip erm ulta q ue eodern
1080 s ín t genere. In p rim is a n im a lib u s in ic e m entem ;
inven ies sic m o n tiva g u m genus esse ferarum ,
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O SE G U M D O 323

Ya, de ninguna manera, se h a de pensar que es similar a la verdad,


cuando hacia252 todas paites el espacio se abre in f in it o
y las sem illa s en in num e ra b le n ú m e ro y p o r la totalid a d pro fund a ,
de m il m odos revolotean excitadas p o r u n m o v im ie n to eterno, 1055
que haya sid o creado este ú n ic o orbe de las tie rra s y (este) cielo,
que, fuera de aquellas, tantos c orp úsculo s de la m ateria n o hacen nada;
p rincip a lm ente porque este (m un d o ) ha sid o hecho p o r la naturaleza, y
las m ism a s se m illa s de la s cosas, acaso chocando p o r su voluntad ,
agrupadas de m uchos m odos p o r casualidad, sin p ro p ó sito y en vano 106(3
p o r f in d e sa rro lla ro n esas que u n id a s repentinam ente
d e v in ie ro n sie m p re como los com ienzos de las grandes cosas,
de la tie rra , del m ar y del cielo y del género de lo s seres animados.
P o r esto, una y o tra vez, es necesario a d m itir que hay
en o tro lugar o tro s c o n ju n to s de materia tales, 1065
com o es este,253 al cual el éter retiene en ávido abrazo.
Adem ás, cuando la m ateria está m u y preparada,
cuando el lu g a r está a d isp o sic ió n y n o se dem ora circunstancia
n i causa alguna, deben gestarse evidentem ente y fo rm a rse las cosas.
A h o ra tam bién, s i la s se m illa s tie n e n tanta abundancia, cuanta 1070
n o p o d ría e n u m e ra rla vid a toda de lo s seres animados,
< y > la m ism a fu e rza < y> naturaleza permanecen de manera que puedan
concentrar en c ua lq uie r lu g a r las se m illa s de las cosas de u n m odo
s im ila r com o fu e ro n re unid a s aquí, es necesario a d m itir
que hay o tro s orbes de tie rra s en o tra s partes 1075
y variadas naciones de ho m b res y generaciones de fie ras.254
A esto se añade que, en el c o n ju n to , n in g u n a cosa es una (en su
especie),
( n i) la única que se genera, n i crece única y sola,
s in o que es de alguna clase y so n muchas en ese m ism o
género. P o n tu m ente en io s p rim e ro s anim ales; 1080
encontrarás que hay así una especie de fie ra s que vagan en lo s m ontes,

252 Utiliza el arcaico v ersu m , propio de los primeros autores de la República.


253Cabe entender “ú mundo”.
254La posible existencia de múltiples orbes con múltiples formas de vida similares a las
conocidas es sin duda uno de los aspectos más destacadles de todo el planteo lucrecia-
no, puesto que Lucrecio les concede a aquellos seres el estatuto de gentes pertenecien­
tes a la .humanidad ( b o m in u m g e n tís ) frente a las bestias {saeda fera ru m '). Por lo tanto,
hay que aceptar que su concepto antropológico no supone un privilegio romatiocén-
trico y, ni siquiera, geocéntrico.
324 D E R E R V M N A T V RA - L IB E R S E C V N D V S

sic h o m in u m genitana. p ro íe m , sic denique m utas


sq uam igerum pecudes et corpora cuneta vo la ntm n.
Q ua p ro p te r caelum s im ili ra tio ne fa te nd urnst
1085 terram que et solem lunam mate, cetera quae sunt,
n o n esse única, sed n u m e ro magís in n u m e ra li;
quandoquidem vitae depactus te rm in u s alte
tam m anet haec et ta m na tivo corpore constant,
quam genus om ne quod hic genera tim st rebus abundans.

1090 Quae bene cognita s i teneas, na tura v id e tu r


lib e ra c o n tin u o d o m in is p riva ta sup e rb is
ipsa su a p e r se sponte o m n ia d is agere expers.
N a n i p ro sancta deum tra n q u illa pectora pace
quae placidum degunt aevum vitam que serenam,
1095 q u is regere im m e n s i sum m am , q u is habere p ro f u n d i
in d u m anu validas p o tis est m oderanter habenas,
q u is p a rite r cáelos o m n is convertere et o m n is
ig n ib u s a e th e riis térra s su ffire feraces,
ó m n ib u s in ve lo é is esse o m n i tem pore praesto,
1100 n u b ib u s u t tenebras faciat caelique serena
concutiat so n itu , tu m fu lm in a m itta t et aedes
saepe suas d istu rb e t et < in > deserta recedens
saeviat exercens te lu m q uod saepe nocentis
p ra e te rit exanimatque in d ig n o s in q ue m erentis?
A C E R C A DE L A N A T U R A L E Z A D E LAS C O S A S - L IB R O S E G U N D O 325

a sí una p ro le generada de ho m b res, a sí, fin a lm e n te , la s mudas


greyes de (seres) p o rta d o re s de escamas y todos lo s cuerpos ju n to s de lo s
que vue la n .255*
P o r esto, con una ra zó n s im ila r, h a y que a firm a r que el cielo
y la tie rra y el so l, la lu n a , el m ar, (y) las restantes cosas que existen, 1085

n o so n únicos, s in o (que so n ) m ás en u n n ú m e ro s in medida;


puesto que el té rm in o de ía vida fija d o profundam ente
permanece de ta l manera, y estas cosas constan de u n cuerpo
que ha te n id o n a c im ie n to así como to d o género, que es abundante
en esto p o r especies.

Nueya confirmación de que los dioses son ajenos al mundo


S i tuvie ra s estas cosas b ie n sabidas, parece que ia naturaleza 1090
lib re , privada c ontinua m ente de so b e rb io s d om ina dores, ella m ism a ,
.lleva adelante p o r sí, a p a rt ir de su d ete rm in a c ió n, todas la s cosas in m u ­
ne a lo s dioses.
P u e s, a fa vo r de una paz en qu ie tud , lo s sagrados pechos de lo s dioses
que pasan u n tie m p o plácido y una v id a serena,
¿quién es capaz de re g ir la sum a de lo que n o tie n e medida, q u ié n , de tener 1095
en25É s u m ano, con m oderación,257 la s fu e rte s riendas?
¿ Q u ié n (es capaz) de hacer g ira r al m ism o tie m p o todos lo s cielos
e in s u fla r con fuegos etéreos25* todas la s tie rra s fecundas,
o estar a d isp o sic ió n en tod os lo s luga res tod o el tiem po,
a fin de hacer tinie b la s de las nubes y golpear ias serenidades 1100

del cielo con so n id o , e m it ir entonces relámpagos y a menudo


p e rtu rb a r sus m oradas y, re tirá n d o se <a> lo s d esiertos,
ensañarse ejercitando el rayo que frecuentemente pasa p o r delante
de lo s que hacen daño y quita el alma a lo s n o d ig no s (de esto) y
a lo s que lo no merecen?259

255Lucrecio insiste en el uso de genitivos plurales contractos de la primera declinación


(m o n tiv a g u m , sq u a m ig er u m ) con el fin de establecer homoíonías con otras formas de
genetivos, como h o m in u m , v o la n tu m .
2=6Uso de la preposición arcaica in d u , equivalente a in.
257Se trata de un uso lucteciano.
258Posible alusión alas fraguas.
27'Lucrecio hace referencia al difundido carácter vengativo de los dioses y a la injusticia
de sus actos.
326 D E R E R V M N A T V R A - LIB E R S E C V N D V S

1 105 M ulta q ue p o sí m u n d i tem pos genitale diemque


p rim ig e n u m m a ris et terrae so lisq u e c o o rtu m
addita corp ora s iu it e xtrín se c a s, addita círcum
se m ina quae m agnum ¡aculando c o n tu lit om ne;
unde m are et terrae p o ssent augescere et unde
l i i o appareret sp a tium c a e lid o m u s altaque tecta
to lle re t a t e rris p ro c u i et consurgeret aer. ♦
N a m sua cuique lo c is ex ó m n ib u s om nia plagis
corpora d is t rib u u n t u r et ad sua saecla recedunt,
u m o r ad um orem , te rre n o corpore té rra
1115 crescit et ig n e m ignes p ro c u d u n t aetheraque <acthcr>,
d oniq ue ad extre m um crescendi per dea íin c m
o m n ia perdu. x itre ru m n a tura c re a trix;
u t í i t u b i n ilo iam p lu s est quod d a tur in tra
v it a lis venas quam quod f lu it atque recedit.
1120 O m n ib u s h ic aetas debet consiste re rebus,
l iic na tura s u is re fre n a r v irib u s auctum.
N a m quaectimque vid es h ila ro grandescere adauctu
pa ulatim que gradus aetatis scandere adultae,
p lu ra sib i a ssum unt quam de se corpora m ittu n t,
1125 d u m facile in venas c ib u s o m n is in d it u r et d um
n o n ita su n t late dispessa u t m u lta re m itta n t
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A D E LAS C O S A S - L IB R O S E G U N D O 327

Desarrollo y destrucción de los mundos


Y después del tie m p o generador del m und o y del d ía primigenio nos
del m a r y de la tie rra , y del na cim iento d e l so l, fu e ro n agregados
m ucho s c orp úsculo s en fo rm a extrínseca, (fu e ro n ) agregadas
la s se m illa s que ap ortó el gran todo arrojándolas alrededor;260
de donde pud ie ra n261 acrecentarse el m a r y las tie rra s y de donde262
la morada del cíelo a b riría su espacio y elevaría, Uio
le jo s de las tie rra s, su s a lto s techos y su rg iría e l aire.263
Pues cada u n o (tie ne ) lo suyo, desde tod os lo s lugares, p o r lo s choques,
tod os lo s corp úsculos so n d istrib u id o s y se re tira n a su s especies,
el líq u id o al líq u id o , del cuerpo te rre stre la tie rra
crece y al fuego fo rja n los Rie go s, y al éter,264 < e l éte r>,26$ 1n 5
hasta el fin extrem o del crecim iento 1a naturaleza creadora
de las cosas, que busca la perfección, todo lo condujo;
como sucede cuando y a nada hay que se da d entro
de las venas v ita le s266 más que (aquello) que fluye y retrocede.
Para todas las cosas, aquí debe establecerse267 la vida, 1120
aquí la naturaleza refrena el crecim iento para su s fuerzas,
E n efecto, todas las cosas que ves acrecentar en jo v ia l aumento
y paulatinam ente ascender lo s grados de la edad adulta,
añaden para s i más corp úsculo s que lo s que em iten a p a rtir de ellas,
m ie n tra s fácilm ente se in tro d u c e en las venas todo a lim e n to y m ie n tra s268 H25
no se expanden a lo ancho, de m odo que m uchas yuelvan 2

2SS E l p o e t a e n s a y a a tr a v é s d e e s t a d e s c r ip c ió n i l u m i n a r e l in ic io d e l a c r e a c ió n .
261 Con el subjuntivo se incluye un matiz potencial sobre el modo en que el universo
bie creado.
262Uso de epanadiplosis, recurso retórico que se produce cuando ei verso comienza y
termina con la mismapalabra { unde).
263El poeta propone una cosmogonía materialista en la que determina, verso a verso, el
nacimiento de los distintos elementos que componen el universo.
264Uso del acusativo griego.
Como señala MUNRO, vol. 1I3 p. 233, en estas versos .Lucrecio habría tenido
en consideración numerosos pasajes de Empédocles y, asimismo, a Anaxágoras y a
Eurípides, en lo que concierne a la formación de los cuatro elementos.
léó Haría mención no solo de las venas sino también de las arterias.
2é/Hace referencia al establecimiento de un punto extremo para la vida.
2éáVuelve a utilizar el recurso de la epanadiplosis.
328 De re rv m nátvra - líber secvndvs

et plus dispendi faciant quam vescitur actas.


Nana, certe fluere atque recedere corpora rebus
m u lta m anus dandum est; sed p iura accederé debent,
1130 doñee aiescendi sum m um tetigere cacum en,
Inde m in utatim viris et robur adultum
frangir e t in partem peiorem iíq u itu r actas.
Q uippe etenim quanto est res am plior, augm ine adem pto.
et quo latio r est, in cunetas undique partís
1135 plura m odo dispargít et ab se corpora m íttít,
n ec facile in venas cíbus onmis d id itu r ei
nec satis est, proquam largos exaestuat aestus,
unde queat tan tu m suboriri ac suppeditare,
lu re ig itu r pereunt, cum rarefacta duendo
1140 sunt et cum externis succum bunt o m n iap lagis,
quandoquidem gran d i cibus aevo denique defít,
nec tud itan tia rem cessant extrinsecus ullaxn
corpora conhcere et p lagis infesta domare.
Sic igitur magni quoque circum m oenia mundi
1145 expugnara dabunt labem putris< q u o ruinas.
Acerca d e la n a t u r a l e z a de las c o s a s - l ib r o s e g u n d o 329

a em itír(los) y h agan que se expandan m ás que 1c que la edad alimenta,2*9


Pues, ciertam ente, ha de tenerse a m ano270 que muchos corpúsculos
fluyen y se alejan de las cosas; pero más (de estos) deben acercarse,
hasta que hayan tocado el extrem o más alto d e l crecim iento, 1030
D e a ilf poco a poco, la edad quiebra las fuerzas
y el vigo r adulto, y languidece hacia una parte peor,271
N aturalm ente, en efecto, cuanto más am plia es una cosa y, por lo cual
es más ancha, una vez alcanzado así el crecim iento, de uno y otro lado,
hacia todas partes, dispersa más corpúsculos y los em ite a partir de sí, U35
y no fácilm ente le es entregado el alim ento hacia las venas
n i es suficiente, por lo cual provoca largas exhalaciones,
de donde es capaz tanto de proveer como de requerir.
En consecuencia perecen con razón, cuando todas las cosas272
se han rarificado al fluir273 y cuando sucum ben por los golpes externos, U4o
puesto que el alim ento se separa finalm ente de una vida avanzada274
y los corpúsculos que chocan repetidam ente275 de manera externa
no cesan de d estruir cosa alguna y de dominar, hostiles, con golpes.
A s í, p o r lo tanto, las m u ra lla s del gran m u n d o también se h u n d irá n 27^
alrededor tra s su ru p tu ra < y > se d errum barán pútrid a s.277 U45

209Lucrecio, de manera permanente, señala el pacto establecido por las leyes naturales
que no debe quebrantarse en lo que concierne al crecimiento de todas las cosas. El
tiempo fija el punto máximo decrecimiento.
270El uso del sustantivo manus, -us es empleado con el sentido de conocimiento y
atención.
¿7i Tal como sucede con todos los cuerpos constituidos por ‘semillas’’ los seres huma­
nos llegan hasta su punto máximo de desarrollo, momento a partir deí cual comienza
su envejecimiento.
272El orden de los versos desde el 1139 al 1149 fue establecido por GoebeKs. XIX), a
partir de sus estudios de los manuscritos dei Rhenish Museum. Cf. BAILEY (1947),
voL I, p. 2 96
273Se hace referencia también al proceso de decadencia.
274Se entiende el adjetivo gruñáis., ^como extendido en el tiempo,
275Este participio presente del verbo tudito aparece en Ennio.
276MUNRO: voj. II, p. 234, sostiene que la expresión dore ruinas o labem equivale a
ruere. En cuanto al segundo sustantivo mencionado, este se refiere al hecho de hun­
dirse y ceder terreno.
277Uso de hendíadis, es decir, desglosar un concepto en dos componentes co-implica-
dos, en este caso el episodio singular del derrumbamiento o hundimiento [labem) de
las murallas y el consiguiente correlato plural, las ruinas como resultado faccionario
del mismo acontecimiento. Narrativamente, anticipa ei final del último libro, el VI.
330 D e rervm n a tvr a - u ber s e c v n d v s

O m n ia debet e n im cibus inte grare novando


et fu lc ire cibus, <cib us> o m n ia sustentare,
nequiquam , quoníam nec venae p e rp e tiu n tu r
quod sa tis est ñeque q uantum op us est natura m in istra t,
1150 lam que adeo fra cta e st aetas eífetaque te líu s
v ix a n im a lia parva creat quae cuneta creavit
saecla deditque fe ra ru m in ge ntia corpora p a rtu .
H a u d , u t o p in o r, e n im m o rta lia saecla superne
aurea de cáelo d e m isít f u n is in arva
1155 nec mare nec flu c tu s plangentes saxa crearunt,
sed g e n uít te llu s eadem quae nunc a lit ex se.
Praeterea n ítid a s frug e s vinetaque laeta
sponte sua p rim u m m o rta lib u s ip sa creavit,
ipsa d e d it d u lc ís fetus et pabula laeta;
3160 quae n u n c v ix n o s tro grandescunt aucta labore,
co n te rim usq ue boves et v ir is a gricola rum ,
cond eim us fe rru m v ix a rv is sup p e d ita ti:
usque adeo p a rc un t fe tu s augentque laborem .
lam q ue caput quassans g ra n d is su s p ira r arator
1165 c re b rius, inca ssum magnos cecidisse labores,
et cum tém pora te m p o rib u sp ra e se n tia confert
p ra e te ritis, Jaudat fo rtu n a s saepe p a rentís.
T r i s t i s íte m vetulac v it is sator atque <vietae>
te m p o ris in c u sa t m om en saeclumque fatigar,
Ace rca de la naturaleza de las c o sa s - libro segundo 331

El alimento, en efecto, debe integrar todas las cosas para renovarlas


y el alim ento (debe) asegurarlas, <el aiim ento > 2/8 (debe) sustentar todo,
en vano, porque ni las venas soportan lo que es satisfactorio,
ni la naturaleza suministra cuanto es necesario,27'
Ya, en este punto, la edad se ha quebrado y la tierra, exhausta, 1150
apenas crea anímales pequeños, que creó todas las generaciones
juntas y que dio a luz los ingentes cuerpos de las fieras ,278*280
En efecto, como opino, las generaciones mortales no las hizo des cender
desde arriba una dorada cuerda, desde el cielo hacia los campos,
ni las crearon el mar, ni los oleajes que golpean peñascos, 1155
sino que las engendró esa misma tierra que ahora las alimenta
a partir de sí.
Además, en prim er lugar, ella misma creó para los mortales
radiantes granos y alegres viñedos por su determinación,
ella misma dio dulces frutos y forrajes fecundos;
estas cosas, ahora, se engrandecen apenas aumentadas por nuestro
e sfu e rzo , 1160
y extenuam os lo s bueyes y la s fu e rza s de lo s a g ric u lto re s,
c o n su m im o s apenas el h ie rro p a ra la la b ra n za 281 en lo s campos:
hasta ta l p u n to lo s fru to s escasean y acrecientan e l trabajo.
Y ya, sacudiendo la cabeza, el anciano 282 labrador m uy frecuentemente
se queja de que resultaron en vano sus grandes labores, 1165
y cuando compara los tiempos presentes con los tiempos
pretéritos, a menudo alaba las fortunas del padre.
Triste, del mismo modo, el sembrador de la vid entrada en años y
<arrugada> 283
acusa el movimiento del tiempo 284285y la edad 287 lo fatiga .286

278 El hecho de que aparezca repetido tres veces el sustantivo cibus, -i obedece a una
posible iteración enfática.
27 , C£ MONDOLFO (1974),voi.I,p. 101.

2S0La tierra, que se celebró porsu fecundidad, también resulta infértil una vez alcanza­
do su mázdmo desarrollo productivo.
282 Pasaje sin solución, según lo estabiecidopor Bailey.

2fnNuevamente hace uso del adjetivo^ratírárcon el sentido de “anciano”.


2f!1Se trata de una corrección de N, Heinsius (1742).
284 Entiéndase el paso del tiempo.
285 Se trata de otra corrección por saeclum , tal como aparece en los códices OQ.

286 El orden de los versos 1168-1172 fue establecido por Theodor Bergk, quien ejerció

en Marburgo y Fribnrgo hacia 1850. Cf. BAILEY (1947) vol. I, p. 296.


332 D T R E R V M NATVRA - L IB E R SE C V M D V S

U 7 0 cecrepat, antiquum genus ut pictatc r e p i e t u m


pcrfacile angustis toierarit nniVos aevum,
D ial m ínor essec agri m ulto modus ante viritim.
Nec tenet omnia paulatím tabeseere ct irc
ad capullina spatio aetatis defessa vetusto.
ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO S E G U N D O 333

Y maldice entre dientes, cómo ia antigua estirpe plena de piedad 287


muy fácilmente soportó la vida en sus estrechos límites,
aunque era antes mucho menor la dimensión del campo por individuo,
Y no entiende que las cosas se corrompen paulatinamente
y van ai sarcófago,2** fatigadas por el transcurrir 289 de una vida vetusta .290

a 7 l é p e l a s es una de las virtudes cardinales de la Rom anuas basada en el respeto a ia

patria, los antepasados, la religión y la descendencia.


M Se presentan variantes pataestapalabra,
í ! ' 9 Entendemos el espacio en relación con el transcurrir del tiempo.

3 0 Se traduce de tal forma porque se entiende que se trata de una dúpálage.


LIBER TERTIVS
CAPITVLA
41. H O M IN ES M O RTEM M AX IM E TIMERE
94. DE AN IM I ET ANIM AE N ATVRA SENSVQVE
136. A N IM V M E T A N IM A M CO N IV N CTA ESSE
182. DE M OBILITATE A N IM I
228. TERTIAM A N IM A M ESSE M EN TEM
241. QVARTAM SINE NOMINE A N IM A M
262. CO N IV N C T IO A N IM I ET A N IM A RVM
288. DE VARIETATE AN IM I
350. DE SENSV CO RPO RIS ET A N IM I
369. C O N TR A D E M O C R IT V M DE AN IM O ET A N IM A
379. CO RPVS NON SENTIRE PERSE SINE A N IM I M O T V
417. A N IM A M NATIVAM ET MORTALEM ESSE
445. A N IM V M ET C O R P V S SIM VL N A SC I ET CRESCERE ET
SIMVL INTERIRE
624. DE SENSIBVS AN IM AE ET A N IM I
711. DIE NATALI A N IM A M N O N ESSE PRIVATAM
978. QVAE AD INFEROS D IC A N T V R E A VITAE VETIA ESSE
Libro tercero
Eoferafes
±O

41. Los hombres temen la muerte desmesuradamente


94. Acerca de la naturaleza y la sensibilidad del ánimo y del alma
136. El ánimo y eí alma están unidos
182, Acerca de la movilidad del ánimo
228. La mente es la tercer alma
241, La cuarta alm a sin nombre
262. La conjunción del ánimo y de las almas
288. Acerca de la variedad del ánimo
350. Acerca de la sensibilidad del cuerpo y el ánimo
369. Contra Demócrito acerca del ánimo y del alma
379. El cuerpo no siente por sí mismo sin el movimiento del ánimo
4 i 7, El alma tiene nacimiento y es mortal
44 5. El ánimo y el cuerpo nacen al mismo tiempo, crecen y mueren al
mismo tiempo
624. Acerca de los sentidos del alma y del ánimo
711. El alma no está privada de un día natal
978. Esas cosas que se dicen acerca de los infiernos son deformaciones de
la vida
336 D E R E R V M NATVRA - L IB E R T E R T ÍV S

E te n e b ris ta n tís cam c la rum e x to lle re lu m e n


q u i p rim a s p o tu is ti in iu stra n s com m oda vitae,
te se q uo r, o G raiae g e n tis decus, in q u e tu is nunc
fic ta pedum p o no p re ssis v e stig ia sig n is ,
5 non ita certandi cupidus quam propter amorem
quod te im itari aveo; quid enim contendat hirundo
cycnis, aut quidnam tremuiis facere artubus haedi
consimilc in cursu possint et fortis equi vis?
Tupa teres, rerum invenror, tu patria nobis
10 suppeditas praecepta, tuisque ex, inciute, chartis,

floriferis ut apes in saldbus oninialibant,


om nia nos itidem depascimur aurea dicta,
aurea, perpetua semper dignissima vita.
Nam siniui ac ratio tua coepit vociferar!
15 naturam rerum, divina mente coorta,
díffugiunt anim i terrores, m oenia mundí
discedunt, totum video per inane geri res,
A pp aret d iv u m n u m e n sedesque quietae
quas ñeque c o n c ud unt v e n ti nec n u b ila n im b is
20 asp erg unt ñeque n ix a c ri concreta p ru ín a
A cerca de la naturaleza de las co sas - Libro tercero 337

logio aEpícuro12
A ti, e! primero que, enere tancas tinieblas, pudiste elevar
una luz tan clara iluminando los beneficios de la vida,
te sigo., ¡oh gloria deí linaje griego!, y coloco ahora
en tus marcas impresas las imitadas huellas de mis pies,
no porque (estoy) así deseoso de competir, sino que por amor 5

ansio im itarte; ¿pues, por qué com petiría la golondrina


con los cisnes, o qué cosa podrían hacer semejante en la carrera
los cabritos de trémulas articulaciones y la fuerza del vigoroso caballo ?
Tú, padre, eres el descubridor de las cosas, tú nos haces viables
los preceptos paternales, y a partir de tus escritos, ilustre, 10

como las abe jas liban todo en las forestas floridas/


del mismo modo nos alimentamos de todas tus áureas sentencias,
áureas, sumamente dignas siempre de una vida perpetua.
Pues, tan pronto como tu razón,, surgida de una mente divina , 3
comienza a proclamar la naturaleza de las cosas, 15

se disipan ios terrores del alma, se abren las murallas del mundo.
Veo que las cosas se realizan a través de todo el vacío.
Se torna visible el numen de los dioses y sus quietas moradas 4
que ni los vientos sacuden, ni los vapores rocían a través
de las nubes, 5 ni la nieve condensada por el punzante frío" 20

1 Nuevo elogio al sabio en ci que se destaca la decisión de continuar su obra ala manera

de seguir un camino prefi jado, que se imita no para competir, sino como sinónimo de
amorosa devoción.
2 La abeja es de los animales más considerados en la Antigüedad por la curiosidad que
despertaba entre los hombres su organización social y la provisión de la miel; de ahí
su presencia en numerosos mitos y rituales, además de 3a consideración de la abeja y su
alimento como representación deí alma, símbolo de inmortalidad y resurgimiento. C£
VÁZQUEZ HOYS (1991).
JEn un sentido amplio, considera que la razón, y en este caso, la de Epicuro, tiene un
carácter divino, la cual puede entenderse como semejante a los dioses.
4£1 concepto de la deidad según el epicureismo, y particularmente en Lucrecio, conci­
be a los dioses separados de las preocupaciones mundanas, habitando en moradas ale­
jadas, plenas de quietud. Es pot ello que el sabio aspira alcanzar la imperturbabilidad
propia de ios dioses.
3 El viento y las nubes, entre otros fenómenos atmosféricos, son entendidos como me­

táforas de la incertidumbre de la vida humana.


4 Se hace referencia a un estado de congelamiento.
338 D h R E R V M N A iV R A - LIB ER TEATIV.S ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO TERCERO 339

cana cad.ens v io la r se m p er<q ue> in n u b llu s aether


la s v io le n ta m ie n tra s cae blanca, y sie m p re u n éte r s in nu b e s7
in te g it, et la rg e d iffu so lu m in e rid e t,
la s cubre y so n ríe n con una lu z largam ente extend id a.
O m n ia sup p e d ita t p o rro n a tu ra neque u lla
L a na tura le za , a su ve z, su m in istra to d o y n in g u n a cosa
re s a n im i pacem d e lib a t tem pere in u llo ,
quebranta la paz d e l á n im o en tie m p o a lg uno.
25 A t c o n tra nusq ua m apparent A c h e ru sia tem pla
P e ro , p o r e l c o n tra rio , en n in g ú n lu g a r aparecen lo s te m p lo s del
nec te llu s o b sta t q u h r o m n ia d isp ic ía n tu r,
A q ue ro n te , 89 25
sub p e d ib u s quaec^urnque in fra p e r inane g e ru n tu r.
n i la tie rra im p id e que sean exam inadas rod a s la s cosas,
H is ib i m e re b u s quaedam d iv in a v o lu p ta s
cua lq uie ra que bajo lo s p ie s es p ro d uc id a m ás abajo, a través d e l vacío.
p e rc ip it atque h o rro r, quod sic na tura tua v i
A q u í, a causa de esto, se apodera de m í c ie rto goce d iv in o
30 tam m a n ife sta patens ex o n m i p a rte retecta est.
y u n e stre m e c im ie nto , p u e sto que la na tura le za a sí, con tu poder,
es revelada ab riénd ose tan evidente desde todas p a rte s. 30

Objetivos temáticos del libro: exposición


sobre la naturaleza del alma
E t q u o n ia m d o c u i, cuncta rum e xo rd ia re ru m
q u a lia s in t e r quam v a riis d ista n tia fo rrn is Y ya que enseñé, cuáles so n lo s c o m ie n zo s7' de la s cosas
sp onte ^sua v o lite n t aeterno p e rc ita m o tu en su c o n ju n to y cuán d ista n te s p o r s u s fo rm a s d ive rsa s
quove m od o p o ssin t re s ex h is quaeque cre a rí, re vo lo te a n agitados p o r p ro p ia v o lu n ta d en u n m o v im ie n to eterno,
35 hasce secundum re s a n im i na tura v id e tu r o de qué m odo cada cosa puede se r engendrada a p a rtir de estos,
atque anim ae claranda m e is ia m v e rsib u s esse luego de estas cue stio n e s m e parece que ya en m is v e rse s 35
et m e tu s ille fo ra s praeceps A c h e ru n tis agendus, tiene que aclararse la n a tura le za d el ánim o y del alm a, 10
fu n d itu s hum anam q u i v ita m tu rb a t ah im o y erra d ica rse precipita da m ente aquel m ied o d el A q ue ro n te
o m nia su fiu n d e n s m o rtis n ig ro re neque u lla m que p e rtu rb a p o r com pleto la vid a hum ana desde lo p ro fu n d o ,
4o esse vo lu p ta te m liq u id a m puram que re lin q u it. c ub rie n d o todas la s cosas con e l n e g ro r de la m uerte ,
y no deja que n in g ú n goce sea lim p id o 11 y p u ro . 40

7Lucrccio acude para referirse al cielo sin nubes al adjetivo homérico G!-vúpsAoo:.
kOpone las moradas de los dioses y los templos a los que aspira d sabio a los espacios
dei infraniundo, propios de la superstición basada en la existencia de los castigos tras
ia muerte. Particularmente el Aqueronte es el río que han de atravesar las almas para
llegar al reino de los muertos.
9 Derivado etimológicamente del yerbo exorior, la palabra exordium es utilizada por
Lucrecio en plural como sinónimo deprim ordio.. CE. L. H.333.
En la obra de SCH IESARO (1990:49-50), el autor establece cómo entender las
diferencias sostenidas por Lucrecio; a n iniu s ( consihum y mens), cuya sede está en el pe­
cho, y amrna, puro principio vital de funciones psicológicas e intelectivas; no obstan te,
el primero domina sobre la segunda. Más adelante señala (p. 5 í) quela oposición entre
ambos conceptos es un problema significativo en la teoría epicúreo-lucreciana.
11Lo líquido guarda semejanzas con la limpidez y la claridad; así se establece una an­
títesis conla negrura cromática de la muerte, de l'a cual se habla en d verso anterior
340 DE RERVM NATVRA- LÍBER TEBIIVS

Nam quod saepe homines morbos magis esse timendos


infamemque ferunt vitam quam Tartara leti
et se scire anim i naturam sanguinis esse
[46¡ aut etiam venti, si íert ita forte voluntas,
45[44] nec p ro rsu m q uicqua m n o stra e ra tio n is egere,
[45] h iñ e lic e t advertas a n im u m m a g is om nia la u d is
ia c ta ri causa quam q u o d re s ip sa p ro b e tu r.
Extorres ídem patria longeque fugad
conspectu ex hominum, foedati crimine turpi,
50 ó m n ib u s a e ru m n is adfecti denique v iv u n t,
et quocum que tam en m ise ri venere pa renta nt
et n ig ra s m actant pecudes et m a n ib u’ d iv is
in fe ría s m ittu n t m u ito q u e in re b u s acetbis
a c riu s a d ve rtu n t á n im o s ad re lig io n e m .
55 Q u o m a g is in d u b iis h o m in e m speceare p e ric lis
c o n ve n ir a d ve rsisq ue in re b u s noscere q u i s it;
nam verae voces tu m dem am pectore ab im o
ACERCA DE LA NATURALEZA DE 1_AS COSAS - LIBRO TERCERO 341

Pues, con respecto a io que los hombres dicen a menudo, que deben
temerse las enfermedades y una vida infame más que el Tártaro 12 de la
muerte,
y que ellos saben que la naturaleza del alma es de sangre 13
o tam bién de viento , 14*si por casualidad la voluntad procede así/' ¡4-6]
y que no necesitan absolutamente nada de nuestro razonamiento, 45(44]
por esto es lícito que adviertas que todo es impulsado por una razón [45]
de alabanza, más que porque ia misma cosa es probada.
Ellos mismos, desterrados de la patria y puestos a la fuga, lejos
de la mirada de los hombres, manchados por una repugnante acusación,
viven finalmente arruinados por todo tipo de miserias, 50

y, aunque miserables, a donde quiera que van, tributan a los muertos ' 6
e inmolan animales negros 17 y envían las ofrendas 18
a los divinos m anes 19 y en circunstancias amargas
dirigen mucho más agudamente su ánimo hacia la religión.
Por esto conviene más contemplar al hombre cómo es 55

entre peligros inciertos y en circunstancias adversas;


pues, solo entonces, por cierto., desde lo más profundo del pecho

12 Entendido como sede, lugar o posesión de la muerte. En cuanto a lo morfológico,

presenta un acusativo griego .


bMUNRO, vol. II, p 237, remite a Emped. 317 en cuanto a ia afirmación de que la
sangre que está en tomo al corazones el principio de la inteligencia; según Aristóteles,
D e am m . I,2.4G5b 6 , esta teoría es de Cridas (s. V a.C.).
"Se advierte un número importante de palabras querelacionan el termino anim as con
la idea de soplo y viento, cf. Cic„ Tuse. 1.9.19, incluso para el verso anterior.
J5BAILEY (1947), voL I,p. 304. señala que Bentley estableció ese orden para los versos
44-46.
■: til verbo p á rem e tiene la raíz deparens, -tis. Al respecto, considérense los Parentalia,
fiestas dedicadas a los familiares muertos que tenían lugar entre el 13 y el 21 de febrero.
*' Se baria referencia al ganado ovino.
“Las inferirle eran tributos dedicados a los manes de las personas muertas; se les ofrecía
leche, miel, vino, flores, entre otros.
Js Espíritus de los muertos, en particular de los parientes, que ostentaban un poder
sobrenatural menor. Su nombre, en-plural, se relaciona con el adjetivo manas, -a, -u n f,
que signifi ca "bueno”.
342 DE RERVM NATVRA- LÍBER TERTiVS

eliciunrur <et> eripirur persona, manee res,


Deníque avaritíes et honorum caeca cupido
éo quae miseros homines cogunr transcenderé finis
iuris etlnterdum socios scelerum atque ministros
noctes atque dies nici praestante labore
ad summas emergere opes, haec vulnera vitae
non minim am partem morcis form idine aluntur.
65 Turpis enim íerme contemptus et acris egestas

seniora ab dulci vita stabilique videtur


et quasi iam leti portas cunctarier ante;
unde homines dum se falso terrore coactí
eífugisse volunt longe longeque remosse,
7 0 sanguine civili rem con fian t divitiasque

conduplicant avidi. caedem caede accumulantcs:


crudeles gaudent in irisd funere fratris
et consanguineum mensas odere timentque,
Consímili ratione ab eodem saepe timore
/5 macerat invidia ante oculos illuni esse potentem,

illum aspectari, claro qui incedit honore,


ipsi se in tenebris volví caenoque queruntur.
Intereunt partim statuarum et nominis ergo;
et saepe usque adeo Jnortis formidine vitae
So percipit humanos odium lucís que videndae,
ut sibi consciscant maerenti pectore letum
A C E R C A D E LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L'.B R O T E R C E R O 343

se sacan las voces verdaderas <y> se arranca la máscara ,20 Ja realidad 2


permanece ,22
Por último, la avaricia y el deseo ciego de honores
que obligan a los hombres miserables a exceder los límites 60

de la ley y a veces, como cómplices y servidores del crimen,


a soportar por noches y dias con esfuerzo excesivo
para ascender hacia la cima del poder, estas heridas de la vida
son alimentadas, no en una m ínim a parte, por el terror a la muerte.
Pues, usualmente el desprecio repugnante y la aguda pobreza 65
parecen apartados de una vida dulce y estable
y (parecen) entonces como esperar23 ante las puertas de la muerte;
a p artir d élo cual, mientras los hombres obligados por un falso terror,
desean haber huido y haberse apartados muy lejos,
avivan la cosa24 con la sangre ciudadana y ávidos 70

multiplican las riquezas, acumulando masacre con masacre;


crueles gozan en el triste funeral del hermano y (también)
odian y temen la mesa de los parientes más cercanos. " 5
A menudo por una razón semejante, a causa de ese mismo temor,
los consume la envidia; que aquel es poderoso ante sus ojos, 75
que aquel (otro), quien avanza con un honor lustroso , 24 es adm irado y
ellos mismos se lamentan de que se revuelcan en las tinieblas y el barro.
En parte 27 perecen por su deseo de estatuas y renombre.
Y frecuentemente a menudo, por el terror a la muerte, un odio
a la vida y a la vista de la luz se apodera de los hombres, 80

que deciden para sí la muerte con pecho doliente


20 Se trata de la máscara teatral que reproduce, en parte» el desarrollo griego del tér­
mino, el cual alude al rol atribuido a la máscara, el carácter.,, el personaje. ERNOUT-
MEILLET (2001:500) señalan la distinción que se claen el derecho e n tr e p e rs o n a y res.
21Entendido como aquello que existe y en consecuencia es real.
22£í sintagma jn a n e t r e s es un pasaje sin resolución, c£ BAILEY (1947), vol. I. p. 304.
Munro lo adopta a parrir de su predilección por los códices florentinos de Nicoló
Niccoli.
23Uso del infinitivo arcaico eu n cía rier. IVÍUNRO, vol. II, p 237, lo interpreta como
un sustantivo.
24Referencia directa y descarnada ala coyuntura política contemporánea, que no elude
el comentario crírico hacia las guerras civiles.
23Alude a quienes están relacionados por vía sanguínea,
26Se trata de un honor grandilocuente o faruo.
27 Cabe interpretarse que se trata de una parte de estos hombres a los que el poeta se
refiere en los versos anteriores.
344 D I RERVJvÁ NATVRA - LÍBER TERTÍV-S

obliti fontem curarnm hunc esse omotcm;


hunc vezare pudorem, hunc vincula am ícitiaí
rumpere et in summa píetatem evertere suadet,
85 Nam iam saepe nomines patriam carosque parentis
prodíderunt, vitare Acherusia templa petentes.
Nam veluti pueri trepidant atque omnia caeos
in tenebrís m etuunt, síc nos in luce timemus
interdum, nilo quae sunt metuenda magís quam
90 quae pueri in tenebris pavitant finguntque futura.
H unc igitur terrorem animi tenebrasque necessest
non radii solis ñeque lucida tela diei
discutiant, sed naturae species ratioque.

Primum animum dito, mentem quam saepe vocamus,


95 in quo consilium vitae regimenque locatum est,
esse hominis partem nilo minus ac manus et pes
atque oculi partes animantis totius exstant.
*

sensum anim i certa non esse in parte locatum,


A C E R C A DE LA NATURALEZA D E LAS C O S A S - L IB R O T E R C E R O 345

tras haber olvidado que la fuente de sus preocupaciones es este temor;


(este) persuade a que uno lastíme el pudor y que otro rompa
los lazos de am istad y que, en definitiva, subvierta la piedad,2*
Pues ya, con frecuencia, los hombres traicionaron a su patria y a sus
padres «5
queridos, intentando evitar los templos dei Aqueronte.
En efecto, como los niños tiemblan y tienen miedo a todas las cosas
en las oscuras tinieblas, así nosotros en ocasiones tememos en el día
las que en nada son más temibles que (las cosas) por las cuales
los niños sienten pavor en las tinieblas e imaginan que sucederán . 29 90
Por consiguiente, es necesario que a este terror y a las tinieblas del ánimo
los disipen no los rayos del sol ni los luminosos dardos
del día, sino el aspecto de la naturaleza y la razón.30

Particularidades del an im m
En primer lugar digo que el ánimo, lo que a menudo llamamos mente,3i
en donde está localizado el entendimiento 52 y el principio rector de vida, 95
es una parte del hombre, no menos33 que la mano y e l pie,
y también los ojos existen como parte de todo ser animado.

que ia sensibilidad del ánimo no está localizada en ninguna parte


determinada,
2íMUNRO, voL II, p. 238, señala que la mayoría de los manuscritos mantienen la for­
ma verbal suadet para finalizar el hexámetro; BAILEY (1947), voL I, p. 306, lo inter­
preta como un final sin solución. Asimismo, Munro afirma que se produce un cambio
violento con respecto a ios versos anteriores, entendiendo que el sujeto de ese verbo es
tim o r y que los pronombres demostrativos del hexámetro 83 deben interpretarse con
un carácter correlativo: h u n c= h u n c b o m i n e m ; h u n c —illim i h a rn in em .
^Repetición de la analogía. C£ L. 11.55-58.
3(1Insiste en la necesidad de escudriñar la estructura del universo y su razón de existen­
cia frente a los terrores generados por la ignorancia. Utilización de ia misma analogía
en L. 11.59-61.
31 Anee esta afirmación, MUNRO, vol II, pp. 238-239, sostiene que habría que ubi­
carlo en la cabeza y que pueden considerarse sinónimos a lo largo de codo este libro.
32Según Munro, el término co n silim n es un tercer sinónimo para el mismo concepto
anterior.
33Las dos palabras pueden aparecer juntas o separadas, como en este caso.
34 Según BAILEY (1947), vol. L p. 306, los editores indicaron una laguna entre los
versos 97-98.
346 DE RERVíVt N A D /RA - UBER.TERT1VS

verirni habitum qucndam vitalcm corporis esse,


100 harmoníam Grai quam dicunt, quod faciat nos
vivere cum sensu, n ulla cum In parte siet mens;
ut bona saepe valerudo cum dicitur esse
corporis, ct non est tamen hace pars ulla valentis.
Sic anim i sensum non certa parte reponuntj
105 magno opere in quo mi díversi errare vídentur.

Saepe itaque in promptu Corpus quod cernitur aegret,


cum tamen ex alia iaecamur parte íacenti:
et retro fi tu t i contra sit saepe vicissim,
cum miser ex animo laetatur corpore toto;
no non alio pacto quam si,pes cum doler aegri,
in nullo caput interea sit forte dolore.
Praeterea molli cum somno dedita membra
effusumque iacet sine sensu Corpus onustum,
est aliud tamen in nobis quod tempote in illo
115 multimodis agitatur et oinnis accipitin se
laetitiae motus et curas cordis inanis.
N unc animam quoque ut in membris cognoscere possis
esse ñeque harm onía Corpus sentiré solere,
principio fi t uti detracto corpore multo
120 saepe tamen nobis in membris vita moretur;

atque eadem rursum, cum corpora pauca caioris


diffugere forasque per os est editus aer,
deserit extemplo venas atque ossa relinquit;
A C fc R C A DE LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O T E R C E R O 347

sino que es una cierta disposición vital del cuerpo ,35


q ue los griegos36 denominan arm onía ,37 por el hecho de que nos hace 100

vivir con sensibilidad, aunque la mente no se encuentra en ninguna


parte;
como cuando se dice a menudo que es buena la salud del cuerpo,
y, sin embargo, no es ninguna parte del que está físicamente sano.
Así no ubican en una parte determ inada la sensibilidad del ánimo;
en eso me parece que se equivocan mucho 38 en diversos sentidos. 105

A menudo, entonces, el cuerpo que se distingue ante la vista, enferma,


aunque, sin embargo, nos alegramos a partir de otra parte oculta;
y sucede al revés que muchas veces es recíprocamente lo contrarío,
cuando el que sufre siente alegría en todo el cuerpo a causa del ánimo;
no de otro modo que sí, cuando el pie de un enfermo duele, 110

quizás la cabeza no esté con ningún dolor.


Además, cuando los miembros se entregaron a un sueño suave
y el cuerpo, pesado, yace extendido sin sensibilidad,
existe algo, sin embargo, en nosotros que en aquel tiempo
se agita de muchos modos y recibe en sí todos 115

los movimientos del goce y las preocupaciones vacías d el corazón . 35


Ahora, para que puedas reconocer que el alm a también está en los
miembros.
y que el cuerpo no suele sentirla de m anera armónica,
ocurre en principio que, aunque el cuerpo hiera muy destrozado,
a menudo, sin embargo, la vida permanece en nuestros miembros; 120

y eso mismo también al revés, cuando unos pocos corpúsculos de calor


se han disipado y el aire ha salido afuera a través de la boca,
dej a inmediatamente las venas y abandona los huesos;53

53Cabe entender h a b it a s e orno é|t£, es decir “manera de ser”.


5<;Stguíendo a ¿vtUNRO. voi. II, p . 239, el filósofbque afirma que el ánimo es armonía
es Aristóxeno, un discípulo de Aristóteles y un famoso teorizador musical. Cf. Cic„
Tuse. I. 19 donde se señala que Ansió xeno consideraba que el ánimo es una suerte de
tensión de todo el cuerpo, como ocurre en el canto y las cuerdas, que produce “variados
movimientos’.
37 Cicerón, en Tuse. 1.19, sostiene que Platón, en P hd. 8óa y ss„ habría sugerido que el
rebano Simias consideraba que el alma es armonía.
38El sintagma adverbial m a g n o o p er e puede aparecer constituyendo una sola palabra.
35Lucrecio pretende probar que el ánimo es una parte distintiva y no un estado del
cuerpo entero, como sostenía Aristóxeno.
348 D E RERVJvl N A T V R Á - LÍB E R T E R T IV S

noscere nt hiñe possis non aequas omnía partís


225 corpora habere ñeque ex aequo íuicire salutem,
sea magis haec, venti quae sunt caüdíque vaporís
semina, curare in membris ut vita moretur.
Esc igitur calor ac venáis vitalis in ipso
corpore qui no bis moribundos deserit arcus,
13o Quapropter quoniam est animi natura reperta
arque animae quasi pars hom inis, redde harmoniaí
nomen, ad orgánicos alto delatum H diconi;
sive abunde ípsi porro traxere et in íllam
transtulerunt, proprio quae tum res nomine egebat.
135 Q uidquid <id> est, habeant: tu cerera percipe dicta.

N unc anim iim atque animaría dico coniuncta teneri


Ínter se atque unam naruram conficere ex se,
sed caput esse quasi et dom inari in corpore roto
consilium quod nos animum mentemque yocamus,
140 Idque situm m edia regione in pectoris haeret.
H ic exsultat enim pavor ac metus, haec loca círcum
laetitiae mulcent; hic ergo mens animusquesc.
Cerera pars animae per totum dissita Corpus
A C E R C A DE L A NATURALEZA D E LAS C O S A S - L IB R O T E R C E R O 349

para que puedas comprender a partir de aquí que no todos los


corpúsculos
tienen partes iguales , 40 rú sostienen por igual la salud,
sino estas, preferiblemente, que son las semillas del viento y del cálido
vapor, procuran que la vida permanezca en los miembros.
Por lo canto, hay un vapor j un viento vital en si mismo
cuerpo que abandona nuestras articulaciones moribundas ,41
Por !o tanto, puesto que fue descubierta la naturaleza del ánimo
y del alma como una parte del hombre, devuelve el nombre de armonía,
ya q ue f ue bajado de lo alto del Helicón 42 para los músicos;**3
o si estos mismos lo trajeron de otra parce en el pasado y lo trasladaron
hacia aquella cosa, que entonces carecía de un nombre distintivo.
Cualquier cosa que eso sea, que lo tengan: tú atiende las palabras que
restan.

Ánimo v alma constituyen una unidad


Afirmo ahora que el ánimo y el alma subsisten unidos entre sí
y a partir de ambos conf orman una única naturaleza,
pero el encendimiento . 4445que nosotros llamamos animo y menee,
es como la cabeza y domina en todo el cuerpo.
Y ese, además, está sujeto y ubicado en la m itad del pecho A
Pues, aquí desbordan el pavor y el miedo, alrededor de estos lugares
nos acarician las alegrías; aquí, en efecto, están la mente y el ánimo.
La restante parte del alma diseminada por codo el cuerpo

40Alude al diverso funcionamiento orgánico de los corp ora en el sostén o apuntala­


miento de la vida.
41Es decir, al momento d e i a muerte.
42Nueva referencia almonte Helicón, en Beocia, donde la tradición mítica ubica a Jas
Musas conducidas por Apolo, C£ L. 1.118.
50El termino o rg á n ico s es de origen griego y se refiere al que ejecuta un instrumento
musical. Cabe recordar que entre las tradiciones míticas se considera a las Musas hijas
de Harmonía: esto se relaciona con concepciones filosóficas que advierten sobre la
primacía de la. música en el universo. Cf. GRIMAL (1984:367).
44Cabe entender el término co n siiiu m como el cuerpo deliberativo que toma todas las
decisiones de la conducción del cuerpo y del alma. Epicuro lo denomina TcAoyucóv.
45Cf. Epic.j in T>iog. L aer. X óó. La concepción epicúrea sostiene que el ánimo no está '
en la cabeza, sino en el corazón. Esto está compartido por Cic., Tuse. 1.19.
350 D E RERVM N á TVRA - LÍBER TERTIVS

pa ret et ad num e n m e n tís m om enque m over ur.


145 Id q ue s ib í so lu m p e r se sa p it, < id > s ib i gaudet,
cum ñeque res anim am ñeque corpus commovet una,
Et quasi, cum caput aut oculus tem ptante dolo re
laeditur in nobis, non omni concruciamur
corpore, sic animus nonnumquam laeditur ipse
150 laetitiaque viget. cum cetera pars animai
per membra atque artus nulia novltate cietur.
Verum ubi vementi m agis est commota metu inens,
consentiré animam totsm per membra videmus
sudoresque ira palíorem que exsistere toro
155 corpore et infringí linguam vocemque aboriri,
caligare oculos, sonere auris, succidere artus,
denique concidere ex anim i terrore videmus
saepe homines; facile ut quivis hiñe noscere possit
esse anim am cum anim o coniunctam, quae cum anim i <vi>
160 percussast, exim corpus propellit et icit.

Haec eadem ratio naturam anim i atque animai


corpoream docet esse. U bi enim propellere membra,
corripere ex sonmo corpus mutareque vultum
atque hominem totum regere ac versare viderur,
165 quorum nil fieri sine tactu posse videmus
Ac e r c a d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - Li b r o tercero 35!

obedece y se mueve al mandato4*5e impulso de la mente,


Y eso solo se sabe por sí mismo, <eso> goza para sí,**' 145
cuando ninguna cosa conmueve al alma ni al cuerpo.
Y como, cuando es dañada en nosotros la cabeza o el ojo
por un dolor que nos aflige, no somos atormentados en todo
el cuerpo, así alguna vez el mismo ánimo es dañado y
se acrecienta de alegría, cuando la restante parte del alm a no 150
se agita por ninguna novedad a través de los miembros y las
articulaciones.
Pero cuando la m ente ha sido conmovida por un temor más vehemente,
vemos que el alma toda siente lo mismo a través de los miembros43
y así los sudores y la palidez aparecen en todo
el cuerpo y la lengua se traba y la voz desaparece, 155
se nublan los ojos, resuenan46*49 ios oídos, se desploman los miembros,
en suma, vemos que, a menudo, los hombres se derrumban a causa
del terror del ánim o; afín de que cualquiera pueda comprender
fácilmente
a partir de aquí que el alm a está unida con el ánimo, la cual, cuando ha
sido golpeada
<por la fiierza>5051del ánim o, después empu ja y golpea el cuerpo. 16 o

El ánimo y el alma son corpóreos


Esta mism a razón enseña que la naturaleza del ánimo
y del alma es corpórea. Pues, cuando parece que empuja
a los miembros, arrebata al cuerpo del sueño y altera
el rostro, gobierna y cambia al hombre por completo,
vemos que nada de lo que2i puede hacerse sin tacto 165
46 El uso del término rum ien alude quizás a un sentido tísico. C f. MUNRO, vol. II, p.
242.
^TSTueva alusión al término consilium , de ahí el uso dei género neutroen el pronombre.
4SLa conmoción del alma provoca una serie de síntomas corporales que coinciden con
las alteraciones provocadas por la patología amorosa que Safo representó en Fr, 31
(Lobel-Page) y Catulo re-significó en el carm en 51.
4 9 E1 verbo sono, de primera conjugación, presenta una segunda forma de infinitivo,

son ere, que es estimada como recurrente entre los autores arcaicos.
50 <Vi> es un agregado por la edición véneta.
51 El poeta alude en plural 2 todo lo referido en los versos anteriores, por lo caal debe

interpretarse quorum como genitivo neutro plural.


352 D £ R ERV M NATVRA - L IB E R T E R I I Y S

nec tactum porro sine corpore, nonne fatendumst


corpórea natura animum constare animamque ?
Praeterea pariter fungí cum corpore et una
consentiré animum nobis in corpore cernís.
170 Sim inus offenditvitam vis hórrida teli
ossibus ac nervis disclusis intus adacta,
at lamen insequitur languor terraeque petitu-s
suavis et in térra mentís qui gígnitur aestus,
interdumque quasi exsurgendi Lacerta voluntas.
175 Ergo corpoream naturam anim i esse necessest,
corporeis quoniam telis íctuque laborar.

Is tibí nunc animus quali sit corpore et unde


constiterit pergam rationem reddere dictis.
Principio esse aio persubtilem atque minutis
ISO perquam corporibus factum constare. Id ita esse
hiñe licet advertas animum ut pernoscere possis.
N il adeo fieri celeri racione videtur,
qnam sibi mens fieri proponit et incohat ipsa.
O cíus ergo animus quam res seperciet ulla,
185 ante oculos quorum inprom ptu natura videtur.
At quod mobíle tanto operest, constare retundís
perquam seminibus debet perquamque minutis,
momine uxi parvo possint im pulsa moveri.
Namque movetur aqua et tantillo momine ñutat
190 quippe volubilibus parvisque creata figuris.
Ac e r c a de la n a t u r a l e z a de ia s c o s a s - l ib r o t e r c e r o 353

y. ai mismo tiempo, no (hay) tacto sin cuerpo, ¿acaso no hay que admitir
que el ánimo y el alma constan de una naturaleza corpórea?
Además disciernes que, para nosotros, el ánimo se desempeña
a la par con el cuerpo y que armonizan conjuntamente en el cuerpo.
Si la erizada fuerza del dardo, conducida internamente 170
por los huesos y los nervios desgarrados, no interrumpe la vida,
pero, no obstante, prosigue un desmayo y un movimiento suave
hacia la tierra y, en la tierra,52 un calor que nace de la mente
y a veces como una voluntad indeterm inada de levantarse.
Por io tanto es necesario que la naturaleza del ánimo sea corpórea, 173
ya que sufre con dardos corpóreos y con golpes.

Los semina del animus


Procederé a reproducir ahora para ti con mis palabras la razón
de qué corporeidad es ese ánimo y a partir de dónde se constituyó.5354*
En principio afirmo que es sumamente sutil y que existe conformado
por corpúsculos extremadamente5'"' diminutos. Es lícito que adviertas
que eso ISO
es de tai manera que puedas, a partir de aquí, llegar a conocer el ánimo.
Parece que nada se realiza de manera tan rápida,
que si la mente propone que se haga y comienza ella misma (a hacerlo).
Por lo tanto, el ánimo se mueve más rápidamente que cualquiera
de las cosas cuya naturaleza se muestra a la vista ante los ojos. 185
Pero lo que es móvil en tal grado, debe constar
de semillas sumamente redondas y en extremo diminutas,5'
para que puedan moverse impulsadas por un pequeño movimiento,
En efecto, el agua se mueve y fluye con un movimiento así de pequeño56
puesto que fue creada por formas volubles y pequeñas. 190

52 P.n los versos 172.173 se presentan variantes entre los diferentes editores, cf. BAÍLEY
(1947), voL L p, 310. Asimismo, se produce una oposición entre las dos referencias lo­
cativas que presupone un movimiento una y un lugar fijóla otra.
>3 MUNRO, vol. IL p. 242, estima que en el térm in o anim us se incluye tambiénanirna.
54En el OLD se señala particularmente ¡aposición que le da Lucrecio al adverbioper-
qu¿im al modificar la palabra ala que sigue, en III. ISO y 187.
j 3 Cf. Epic-, inD iog. Lae.r, X.6 6 -
^ Se inicia una serie de analogías, según la forma de hipocetízar y argumentar de
Lucrecio, todas extraídas de ámbitos naturales.
354 DE RERVtVl NATVRA - LÍBER TERT1VS

At contra mellis constantior est natura


et pigri la tices magis et cunctantior actus;
haeretenim ínter se magis omnis materiai
copia, nim irum quia non tam levibus exstat
195 corporibus ñeque tam subtilibus atque rutundis.
Namque papa veris aura potest suspensa levisque
cogere ut ab summo tibi diffluat altus acervus:
at contra lapidum coniectum spicaruinque
noenu potest. Igitur parvissima corpora proquam
200 et levissima sunt, ita m obilitate fruuntur.
At contra quaecumque magis cum pondere magno
asperaque inveniuntur, eo stabilita magis sunt.
Nunc igitur quoniam <est> anim i natura reperta
mobilis egregie, perquam constare necessest
205 corporibus parvis et levibus atque rutundis.
Quae tibi cognita res in multis, o bone, rebus
utilis invenietur et opportuna cluebit.
Haec quoque res etiam naturam dedícat eius,
quam tenui constet textura quarnque loco se
210 contineat parvo, si possit conglomerari,

quod simul atque hominem leti secura quies est


indepta atque anim i natura animaeque recessit,
nil ibi libatum de toto corpore cernas
Acerca df, l a n a t u r a l e z a de la s c o s a s - l ib r o t e r c e r o 355

Pero, al contrario, la naturaleza de la miel es más consistente


y sus líquidos más perezosos y su movimiento más demorado:
pues, entre sí se adhiere más toda la masa
de la materia, naturalmente porque no consta
de corpúsculos tan livianos ni tan sutiles y redondos. 195
En efecto, puede para ti una somera y leve brisa obligar
a que se derrame desde arriba un importante montón de amapola;57*
pero, por el contrario, no5í puede con una reunión de piedras
y de espigas.59*61Por lo tanto, en laproporción en que los cuerpos
son pequeñísimos y sumamente livianos, así gozan de movilidad/0 200

Pero, por el contrario, cualesquiera que resulten con un peso


mayor y más ásperos, por eso son más estables.
Por lo tanto, ahora, ya que la naturaleza del ánimo <fu o 71 descubierta,
que es eminentemente móvil, es necesario que conste
de corpúsculos en extremo pequeños, livianos y redondos. 205

Este conocimiento62 te resultará, oh buen amigo,63*65


útil en muchas cuestiones y te será oportuno.
Además/4 esta cuestión también revela su naturaleza,to
de qué textura tan tenue está constituida y en qué lugar
tan pequeño se halla contenida, si pudiera concentrarse, 210

en cuanto a esto/6 tan pronto como el descanso seguro de la muerte


se ha apoderado del hombre y se retiró la naturaleza del ánimo y del
alma;
no advertirías allí nada disminuido de la integridad del cuerpo

57 MUNRO, vol II, p. 242, insiste en ia posición casi inicia] del sustantivo papaveris
para contrastar con lapiditm en el verso siguiente.
5 SE1 adverbio noenu o noenum es un equivalente arcaico de la negación non.

s9Enel verso 198 se presenta un pasaje sin resolución, cí. BAILEY (1947), vol. I,p. 312.
70Cabe destacar la posible relación de este pasaje con una de las leyes de la mecáni­
ca clásica atribuidas a Newton (ss. XVTI-XVIII), en la que se enuncia el principio de
inercia.
61 El verbo est es un agregado del Pontano.

a Literalmente el texto lucreciano dice: "Esta cosa conocida”.


53 El adjetivo bonus, -a, -um, en un sentido absoluto, alude a implicaciones morales, de

ahí la traducción, "oh buen amigo” para referirse ai interlocutor.


^Frases adverbiales como quoque.-.etí.ini son sumamente comunes en Lucrecio y no
resultan desconocidas en otros autores contemporáneos al poeta como Cicerón.
65 Se alude a la naturaleza del ánimo.

“ El pronombre relativo q u o d n o tiene, en este caso, el valor de una partícula subordi­


nante, cf. MUNRO, vol II, p. 243.
356 D E R E R V M N A T V R A - LIB E R T E R T IV S

ad speciem , n ilad p o n d u s: m o rs o m n ia pracstat


215 vita le m praetersensum calidumque vaporern.
Ergo animara totam perparvís esse necessesc
seminibus, nexam per venas viscera ñervos;
quatenus, omnis ubi e toto íam corpore cessít,
extinta membrorum circumcaesura tamen se
220 incoluiTtem praestat nec defit ponderis hílum.
Quod genus est Bacchi cum fíos evanuit aut cuín
spiritus unguenri suavis difiugit in auras
aut aiiquo cum iam sucus de corpore cessit;
nil oculis tamen esse minor res ipsa videtur
225 propterea ñeque detractura de pondere quicquam,
nim iram quia m ulta minutaque semina sucos
eíSciunt et odorem in toto corpore rerum.
Quare etiam atque etiam mentís naturam animaeque
scire licet perquam pauxiliis esse creatam
230 seminíbus, quoniam fugiens nil ponderis aufert.

Nec tamen hace sim plexnobis natura putanda est.


Tenvis enim quaedam moribundos deserit aura
mixta vapore, vapor porro trahit aera secum.
Nec calor est quisquam, cuí non sit mixtus et aer.
A C E R C A . DE LA N A T U R A L E Z A DE LÁE C O S A S - L IB R O T E R C E R O 357

con respecto al aspecto» nada en cuanto a! peso: la m uerte hace viable


todas las cosas, excepto la sensibilidad vital y el cálido vapore" 215
En consecuencia, es necesario que toda el alma conste de semillas
m uy pequeñas, unida a través de venas, visceras (y) nervios;
en la medida en que, cuando ya se retiró toda del cuerpo entero,
el contorno*58 exterior de los miembros la mantiene a si misma
incólume, sin embargo, y no falta nada de peso. 220

Esto sucede69 una vez que se desvaneció el aroma del vino70 o cuando
se disipó el olor de un suave perfume en el aire
o ya cuando se retiró la savia de algún cuerpo;
sin embargo» esta misma cosa no parece en nada menor a los ojos
ni, en consecuencia, se le ha sustraído nada de peso, 225
porque, sin duda, muchas y diminutas semillas producen
los jugos y el olor en todo el cuerpo de las cosas.
Por esta razón, una y o tra vez, es lícito saber que la naturaleza
de la mente71 y del alma ha sido creada de semillas sumamente
pequeñas, ya que al huir no lleva nada de peso. 230

Composición del animus


Y sin embargo no debemos pensar que esta naturaleza es simple,72
Pues a los moribundos abandona una tenue brisa mezclada7-’
con vapor, al mismo tiempo el vapor arrastra aíre consigo.
N i tampoco existe calor alguno que no tenga mezclado aire.

Una vez más la conclusión a la que se arriba es que nada deja de tener consistencia
material, porio tanto no existe una naturaleza diferente enio que respecta a ia sustan­
cia que anima ai cuerpo.
El sustantivo circutruaesiíra. aparece solo ejemplificado en el texto lucreciano. Según
MUNRO, vol, II, p. 243, tiene e) mismo sentido del término -TtspuccTtr; que aparece en
Plutarco.
^9 C£ MUNRO, vol II, p. 197.
70 Metonímicamente se reemplaza vino porBaco. Frases como esta, o bien otras como

Liberi jios1 vin iflos se encuentran entre los autores arcaicos; Livio Andrónico, Pacuvio
y Píauto.
71 En este verso, Lucrecio utiliza el término m en s por animus.

7~Eí poeta argumentó acerca de la no existencia de sustancias simples a partir de 11,581,


7 3 MUNRO¡ vol. II, p. 243, señala Ja cercanía de los términos lucrecianos con respecto

a Epicuro (1.1.63). El concepto de izvzvptx equivale a ¿otra, SsppcD icpctcrv a mixta


vapore.
358 D E R E R V M N A T V R A - U B E R T E R T iV S

235 R ara quod e iu s e n im constat natura, necessest


ínter eum primordia m ulta mover!.
a e ris
Ia m trip le x a n im i est ig itu r n a tu ra re pe rra ;
nec tam en haec sa r su n t ad se nsu m cuneta creandum ,
n i! h o ru m q u o nia m re c ip it m ens posse creare
240 se n sífe ro s m o tu s er m ens quaecumque vo lu ta t.
Quarta quoque his igitur quaedam natura necessest
attribuatur, East omnino nominis expers;
qua ñeque mobilíus quicquam ñeque tenvius exstat,
nec magis e patvis et levibus ex elementis;
245 se n sífe ro s m o ta s quae d id it p rim a per a rtu s.
Prima cietur enim, parvis perfecta figuris;
inde calor motus et ven ti caeca potestas
accipit, inde aer; inde om nia mobilitantur,
concutitur sanguis, t;im viscera persentiscunt
250 omnia, postremis daturossibus arque medullis
sive voluptas est sive est contrarius ardor.
A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO T E R C E R O 359

Puesto que su naturaleza es rara,74 es necesario que muchos 235

elementos primordiales del aíre se muevan entre eso.


Por consiguiente, ya se ha descubierto que la naturaleza del ánimo es
triple;7'
y sin embargo todas estas cosas en conjunto no son suficientes para pro­
ducir sensibilidad,
puesto que la mente no admite que nada de estas cosas pueda originar
movimientos sensitivos y cualquier cosa que la mente haga rodar.76 240
También es necesario, en consecuencia, que se les añada
una cuarta77 naturaleza. Esa está carente de nombre por com pleto;'8
ni existe nada más movedizo n i más tenue que esta,
ni e s 79 de elementos más pequeños y livianos;
esta primera distribuye los movimientos sensitivos a través de los
miembros. 245
Pues se pone en movimiento en primer lugar, compuesta de formas80
pequeñas;
de allí el calor y la fuerza no vista del viento81 reciben
los movimientos, de allí, el aire; entonces todas las cosas son
movilizadas,
la sangre se agita, entonces las entrañas comienzan, todas, a tener
sensaciones, por último es dado a los huesos y a las médulas 250
y a sea una sensación placentera, ya sea una sensación contraria.82
74Cf. nota acerca de rarus, -a, -imi (L, 1.347 y 648).
71Es decir está compucstadc aíre, vapor y calor.
Pasaje sin resolver; hay diversas variantes en consideración, c£ BAILEY (1947), voL
I, p. 314.
77Sc advierte la aliteración del sonido déla consonante “x” en simplex, mixta, triplex.
Cabe destacar también que aparece en progresión y culmina con el adjetivo quarta.
n La carencia de nombre de la cuarta susrancia responde a la denominación griega
áKCíTovépixírTav, tal como aparece en Plutarco {adv. Coi.) yen Estobeo 1,1, recopilador
de floriícgkv y sentencias filosóficas de los ss. V y VI d.C. MUNRO, vol. II, p. 244, ad­
vierte que esta cuarta naturaleza tiene que restringirse al ánimo y que debe relacionarse
el alma con las ocras tres. Epicuro, quizás-, se refiera a la cuarta sustancia TtTápTK oixtía
a partir de la quintaesencia aristotélica.
7'■La inclusión de la forma verbal est forma parte de una corrección; en cambio los
códices OQpresentan orra versión.
“ MUNRO, vol. I, p. 115, y BAILEY (1947,1, vol. I, p. 315, traducen figtira por "partí­
cula”. Se optó en este caso por “forma”, según la representación de los primordio.,
tn este caso se está reemplazando la palabra ap,ro, aunque difiere en lo sustancial con
respecto ai término griego "tvrújta.
“ Cabe entender por ardor una sensación sumamente fuerte, sea buena o mala.
360 D e r e r v m n a t v r a - u s e s t e r t ív s

Nec tcm ere huc d o lo r tisq u c p o te st penetrare ñeque acre


perm anare rrta iu m , q u in o m n ia p e rtu rb e n tu r
usque adeo < u t> vitae d e sit lo c u s atque a nim a l
255 d iffu g ia n t partes per caulas c o rp o rís o m n is.
Sed plerumque íit in summo quasi corpore finís
motibus: hanc ob rcm vitam retiñere valemus.

N u n c ea quo pacto Ín te r sese m ix ta quib usq ue


com pta m o d is vig e a nt ra tio n e m reddere aventem
2 6 0 a b stra h it Ln v itu m p a trii se rm o n is egestas;
sed tam en, uc p o te ro su m m a tim a tting ere , tangam .
In te r e n im c u rsa n t p rim o rd ia p rin c ip io ru m
m o tib u s ín te r se, n il u t se c e rn ie r u n u m
p o ssit nec sp a tio fie ri d iv isa p o tista s,
265 sed q ua si m ulta e v is iin iu s c o rp o rís e xsta nt.
Q uo d genus ín q u o v is a nim a n tu m visce re vu lg o
est o d o r et q uíd a m c a lo r et sa por, et tam en ex b is
O m nib us e st u n u m p e rfe ctum c o rp o rís auguren.
S ic c a lo r atque aer et v e n ti caeca potestas
270 m ix ta creant unam na tura m et m o b ilis illa
v is , im tu tn m o tu s ab se quae d iv id ir o llís ,
se n sife r unde o rí tu r p iin ro m p e r viscera m o tu s.
N am pen i tu s p ro rsu m la te t haec n a tu ra sub estq ue,
A C E R C A D i LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L I B R O T E R C E R O 361

N i u n d o lo r puede p e ne tra r s in ra zó n hasta a llí83 n i extender


u n agudo su frim ie n to , que todas la s cosas se p e rtu rb e n
hasta ta l p u nto <q ue >8-4 fa lta lu g a r para la vida y huye n
la s pa rtes d el alm a p o r todas las cavidades deí cuerpo. -5?
P e ro , generalm ente, a lo s m o v im ie n to s le s deviene su fin casi
en la su p e rfic ie d e l cuerpo: p o r e llo so m o s capaces de retener lív id a .

La unidad del alma


A h o ra , la pob reza de la lengua paterna® m e abstrae in vo lu n ta ria m e n te
a m í, deseoso de re p e tir e l fund a m ento de cómo esas cosas
se m e zc la ro n e n tre s í y p o r qué m od os p ro sp e ra n u n id a s; 260
p ero, no ob stante, según pueda tocarla brevem ente, la tocaré.
E n efecto, lo s elem entos de p rim e r ord e n se e n tre c ruza n entre s í a causa
de su s m o v im ie n to s,8* de m odo que n in g u n o pueda
separarse, n i su fa culta d d iv id irse en u n lug a r,
sin o que sob resa le n com o m uchas fu e rza s87 de u n ú n ic o cuerpo. 265
E n cuanto a esto, en c u a lq u ie r visce ra de lo s se res anim ados,
p o r lo general, hay o lo r y c ie rto ca lo r y sa b o r, y, s in embargo,
de to d o s e sto s e xiste una única masa acabada d el cuerpo.
A s í e l c a lo r y e l a ire y la potestad no v isib le del v ie n to ,
m ezclados, producen una ún ic a na tura leza y aquella fu e rza 270
m ó v il, que d istrib u y e a a q u e llo s88 e l in ic io d e l m o v im ie n to a p a rtir de s í,
de donde surge p rim e ro e l m o v im ie n to se n sitiv o a tra vés de la s visce ra s.
P u e s, esta na tura le za se esconde y está reservada m u y p ro fund a m e nte

88Al introducir el pronombre deíctico h u c alude a la posición central ocupada por la


sustancia sin nombre.
84La conjunción u t es agregada por Lambino.
57Aparece una vez más el tópico de la déla lengua latina para el desarrollo délas
fuítdamenracioncs filosóficas, en comparación con la lengua griega.
86Según ¡VSUNRO, vol. II, p. 244-245, el términoprincipiorum debe entenderse como
el genitivo plural deprisnordia, por lo tanto Lucrecio se refiere a los movimientos que
son producidos por tales elementos primeros.
87 Al igual que en L. 11.586, Lucrecio usa eí plural del sustantivo vis, en este caso en
nominativo. Se valen de estas formas plurales Salustio y Mésala.
s8Elpoeta utiliza la forma arcaica ofieu ollas que corresponde al pronombre ilie, en este
caso en dativo plural.
362 D E R E R V M N A T V R Á - LIB E R T E R T iV S

nec m ag is hac in íra quicqaam est in c o rp o re n o stro


275 atque anim a e st artim ae p ro p o rro to tiu s ip sa ,
Q uod genus in nostris membris et corpore toro
mixta latens animi vis est animaeque potestas,
corporibus quía de parvis paucisque creatast;
sic tibi nominis hace expers vis factam inutis
280 corporibus latet atque animae quasi totius ipsa

proporrost anim a et dom inatur corpore toto.


Consim ili racione necessest ventus et aer
et calor Ínter se vigeant commixta per artus
atque aliis aliud subsit magis emineatque
285 ut quiddam fieri yideatur ab ómnibus unum,
n i calor ac ventus sorsum sorsumque potestas
aeris interemant sensum diducraque solvant.
Est etiam calor ille animo, quem sumir, in ira
cum fervescit et ex oculis micat acrius ardor.
29o Est et frigida m ulta comes formidinis aura
quae ciet horrorem membris et concitar artus.
Est etiam quoque pacati status aeris ille,
A c e r c a de i a n a t u r a l e z a de la s c o s a s - Lib r o t e r c e r o 363

y, más abajo89 de esta,90 no hay nada en nuestro cuerpo


y, a su vez/1 es esta misma el alma del alma entera. 275
En cuanto a esta cuestión, en nuestros miembros y en todo el cuerpo
está mezclada la fuerza latente del ánimo y la facultad del alma/2
puesto que fue creada de corpúsculos pequeños y escasos.
A sí esta fuerza carente de nombre formada por diminutos
corpúsculos se te oculta y, a su vez, ella misma es como el alma 280
de toda el alma y domina en la totalidad del cuerpo.
Por una razón semejante93 es necesario que el viento y el aire
y el calor se vigoricen entre sí mezclados a través de los miembros,
y que uno esté más abajo que los otros v94 sobresalga
para que parezca que de todos resulta algo único, 285
para que el calor y el viento, por un lado, y, por otro, la fuerza
del aire no disipen la sensibilidad y la destruyan al separarse.
Existe también en el ánimo aquel calor, al que adopta cuando95
se inflama en ira y desde los ojos brilla un ardor de manera muy
penetrante.95
Existe también una intensa brisa helada, compañera del miedo, 290
que proyoca horror en los miembros y pone en movimiento las
articulaciones.
Existe, asi también, aquel estado del aire aplacado,
s“Se refiere al hecho de que los corpúsculos del alma son más difíciles de percibir por
ía sensibilidad humana, al ser la más sutil de todas las sustancias.
y<lL a crítica señala que no debe tomarse con un sentido locativo la no existencia de nin­
guna otra sustancia por debajo de esta, sino que se tratade una cuestión de centralidad,
ya que forma el núcleo central y rector del ánimo.
51EladverbioprupíVTo se pensó como peculiar de Lucrecio, no obstante, también apa­
rece en Luciiío, por lo que se trata de un arcaísmo.
“2Cabe destacar que lo dicho en este verso resume lo enunciado anteriormente en tor­
no al ánimo y al alma. El primero es la fuerza rectoray la segunda tiene la facultad de
ejecutarlas decisiones de quien rige.
93 La frase com im ili rMione alude al hecho de que el viento, el aire y el calor deben
mantenerse en la debida subordinación o prominencia, según la naturaleza en que se
encuentren, para que no actúen en forma independíente yasí arruinar el uno al otro.
54Enriéndase el coordinante copulativo tí como disyuntivo.
55E1 poeta enumera a partir de aquí las tres clases de temperamentos que se presentan
en la naturaleza; no obstante, se habla de cuatro sustancias que, mezcladas, constituyen
un conjunto, así como en la carnadura de cada animal. La cuarta sustancia es “la pri­
mera fuente de la sensación”, según MUNRO, col Ií, p. 244, que se encuentra “en los
rincones más recónditos del cuerpo y así es que se habla del alma del alma”
"Fn la edición de MUNRO, vol. I, p. l ié , puede leerse la variante acríbm.
364 D e rervm natvra - u b e r t e r t iv s

pectore tra n q u illo q u i f it v u itu q u e sereno.


Sed c a lid i p lu s e st l i l i s q u ib u s acria corda
295 ira cund a que m ens fa c ile e ffe rve sc it ín ira .
Q ug genere in p rim is vis est violenta le o num ,
pectora q u i fre m itu ru m p u n t p le rum q ue gem entes
nec capere ira ru m flu c ra s in pectore p o ssu n t.
A t ventosa m aqis c e rvo ru m fríg id a m ens est
300 e t g élidas c itiu s p e r visc e ra c o n c ita r auras
quae tre m u lu m fa c iu n t m e m b ris e xsiste re m o m m .
A t n a tu ra boum pla cid o m a g is aere v iv it,
nec n im is ira i fa x um quam su b d ita p e rc ít
fu m id a , su ffu n d e n s caecae c a lig in is um bra,
305 nec g e lid is to rp e t te lis p e ríx a p a v o ris:
in te n itra sq u e sita st, cervos saevosque leones.
Sic h o m in u m genus est. Q u a m vís d o c trin a p o lito s
c o n stitu a t p a rite r quosdam , la m e n illa re lin q u it
na tura e c uiusq ue a n im i ve stig ia p rim a .
310 N ec ra d ic itu s e v e lli mala p o sse p u ta n d u m sí,
q u in p ro c ílv iu s fiic ira s d e c urra t ad a c risj
ille m e tu c itiu s p a ulo te m p te tu r, at iiie
te rtiu s accipiat quaedam c le m e n tiu s aequo.
A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O T E R C E R O 365

que se m uestra en u n pecho tra n q u ilo y en e l ro s tro sereno.


Pe ro hay algo m ás caliente en a q u e llo s,97 en lo s cuales lo s corazones
a rd ie nte s y una m ente ira cund a se in fla m a n fá cilm ente en ira . 295
E n p rim e r lu g a r, de este género es la fu e rza vio le n ta de lo s le one s,93
que, con u n ru g id o , generalm ente rom pen lo s pechos al g em ir,
y no pueden contener en el pecho la s turb u le n c ia s de la s ira s.
P e ro la m ente helada de lo s c ie rvo s es m ás ventosa
y m u y rá p id o , a través de las visc e ra s, agita la s gélidas auras 300
que hacen que e xista u n m o v im ie n to te m b lo ro so en sus m ie m b ro s.
P e ro la n a tura le za de lo s bueyes e s " preferentem ente de u n aire plácido,
n i la excita nunca som e tid a dem asiado la hum eante antorcha
de ira , im pregnando una so m b ra de ciega t i niebla ,
n i se p a ra liz a atrave sad a p o r io s h e la d o s d ard o s d el p a v o r: 305
y está s itu a d a e n tr e u n a y o tr a ,100 e n tre los c ie rv o s y lo s fu rib u n d o s
leo n es.
Así es e l genero de lo s ho m b re s. A u n q u e la in stru c c ió n tom a
a a lg uno s p u lid o s de ig u a l m anera, s in embargo ella deja
lo s v e stig io s p rim itiv o s de la na tura leza de cada á n im o .10'
Y no se debe p ensar que lo s m ales pueden se r arrancados de ra íz , 310
que este se p re c ip ite de manera m ás p ro c live a cóleras vio le n ta s,
que aquel u n poco m ás rápidam ente sea tentado p o r e l m ied o, pero
aquel
tercero reciba algunas cosas con m a yor clem enciade lo adecuado.3
7

37Se refiere a los arúmi.


98Lucrecio roma animales modélicos que representan los diferentes temperamentos;
cada uno de ellos está relacionado con la temperatura ambiente, la cua l se ve reflejada
en los animales, a partir de la observación de la naturaleza. Por lo tanto, cada animal
tipifica un kim or: el león, io ¡rnenndo; el ciervo, lo cinético; el buey, lo melancólico;
pero esto no significa que no se hallen otras sustancias en su composición, sino solo
que predomina una de ellas.
"E l verbo vivo, en contextos afectivos, tiene carácter copulativo.
100 Se refiere a las dos naturalezas anteriormente mencionadas.

10J La mención de la “doctrina” alude al acto de enseñar y aprendery, en consecuencia,


a ía transmisión de los conocimientos. La educación tradicional romana comprendía
diferentes niveles, que comenzaba con la denominada escuela del m agistes ludí, se con­
tinuaba con la del gm m m aticus, donde el joven romano aprendía el manejo correcto
de la lengua y se iniciaba en la interpretación o comentario de los textos, y finalizaba
en la escuela del rhetor, con el dominio de la elocuencia retórica. No obstante, esta ior-
mación no impide que el temperamento siga manifestándose, solo la filosofía epicúrea
asegura que este se reduzca, pero no desaparezca.
366 D t RERVM NATVRA - LÍBER TERTiVS

In q u e a liis re b us m u ltis d íffe rre necessest


3 15 na tura s h o m in u m v a ría s m ore sq ue sequaces;
q u o ru m ego n u n c nequeo caceas exponere causas
nec re p e rire fig u ra ru m to t n o m in a q uot su n t
p rin c ip a s, unde hace o rit u r v a ria n tia re ru m .
Illu d in b is re b us vid e o firm a re potesse,
320 usq ue a d e o n a tu ra ru m v e stig ia lin q u i
p á rvu la quae nequeat ra tio depellere n o b is,
u t n il im p e d ia r d ig na m d is degere vita m .

Haec igitur natura tenetur corpore ab omni


ipsaque corporis est custos et causa salutis;
325 na m c o m m u n ib u s in te rs e ra d ic ib u s baerent
nec sin e p e rn ic ie d iv e lli posse v id e n tu r.
Quod genus e tburis glaebis evellere odorem
baud facile est quin intereat natura quoque eius;
sic anim i atque aniniae naturam corpore toto
330 extrabere baud facile est quin om nia dissoluantur.
Implexis ita principiis ab origine prima
ínter se fiunt consorti praedita vita
a c e r c a d e i a n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o t e r c e r o 367

Y en muchas otras cosas es necesario diferenciar


las variadas naturalezas de los hombres y las costumbres
que les siguen;102 315
de las cuales yo, ahora, no soy capaz de exponer las causas no visibles,
ni encontrar tantos nombres de figuras cuantos tienen los elementos
de prim er orden,103 de donde se origina esta variedad de cosas.
Entre estas cosas me parece que es posible104 afirmar aquello,
—hasta tal punto son dejados pequeñitos los vestigios
de la s n a tu ra le za s,105 320
lo s cuales la ra zó n no puede a rra nca r de n o so tro s— ,
que nada im p id e c o n tin u a r con una v id a d ig na d é lo s d io se s.106

Vínculos entre el cuerpo y el ánimo


Entonces esta naturaleza es contenida por todo el cuerpo107
y esta misma es custodia del cuerpo y causa de su conservación;
pues están fijados entre sí por raíces comunes -
y parece que no pueden separarse sin perjuicio.
De este modo,308 no es fácil sacar el olor de los granos
de incienso, a menos que se destruya también su naturaleza,
Así, no es fácil extraer de todo el cuerpo la naturaleza
del ánimo y del alma sin que sean disueltas todas las cosas. -
Una vez enlazados de tal modo los elementos primordiales, a partir
de su primer origen,
se vuelven entre ellos copartícipes de una vida dada de antemano.

IMConforme al pensamiento lucreciano, no se pueden violar las leyes naturales y, en


este senrido, tampoco la conformación de lus temperamentos í mínanos,
203 Entiéndase la manera en la cual se ordenan y configuran los elementos generadores,

inutiliza potessej, la forma arcaica del infinitivo posse.


205 Se refiere a las naturalezas de los temperamentos.

^Lucrecio confirma el carácter salvífico de la. filosofía epicúrea, ya que, si bienla natu­
raleza no puede quebrantar sus leyes, la sabiduría se compromete a través del cultivo de
la ataraxia, a que los hombres vivan de manera semejante a los dioses, quienes transitan
una existencia plácida y alejada de las perturbaciones.
107 La naturaleza del ánimo se. encuentra en comunión con el cuerpo en la medida en

que resultan interdependientes, por lo cual la destrucción de uno provoca la destruc­


ción del otro. "Engase en cuenta que el alma constituye una unidad con el ánimo.
El sintagma q uodgenus, que aparece en otros pasajes del L. III (w. 2 6 6 y 276) intro­
duce un ejemplo ilustrando lo que precede y lo que sigue. Cf. MUNRG, vol. II, p. 246.
368 D e rervm natvra - l íb e r , tertivs

ncc sibl quaeque sine álcenos vi posse vsdetur


corporis arque anim i sorsum sentiré potestas,
335 sed c o m m u n ib u s ínter eas conflatur utrimque
motibus accensus nofais per viscera sensus.
Praeterea corpus per se nec gignitur umquam
nec crescit ñeque oost mortem durare vídetur.
N on enim, ut uraor aquae dim ittit saepe vaporem
340 qui datus est, ñeque ca causa convelíitur ipse,
sed manet incoiumis, non, inquam, sic anim al
discidium possunt artus perfore reiieti,
sed penitus pereunt convulsi conque putrescunt.
Ex ineunte aevo sic corporis atque animal
345 m utua vitalis discunt contagia motus
maternis etiam membris alvoque reposta,
discidium <ut> nequeat fieri sine peste maioque;
u t videas, quoniam coniunctast causa salutis,
coniunctam quoque naturam consistere eorum.350*

350 Quod superest, siquis corpus sentiré refutar


atque animam credit permixtam corpore toto
suscipere fiunc motum quem sensum nominitamus,
vel manifestas res contra verasque repugnar.
Q uid sit enim corpus sentiré quis adferet umquam,
355 si non ipsa palam quod res dedit ac docuit nos ?
A t dimissa anim a corpus caret undique sensu;
perdit enim quod nonpropríum filie eius in aevo,
multaque praeterea perdit cum expellitur aevo.
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A DE LAS CO SA S - L IB R O T E R C E R O 369

Y no parece que cada facultad del cuerpo y del ánimo pueda


sentirse separadamente sin la fuerza del otro,
sino que entre ellas la sensibilidad se aviva para nosotros, encendida 335
por movimientos comunes de tina, y otra parte, a través de las v is e e ras-
Además, el cuerpo no se genera nunca por sí mismo,
n i crece, ni parece durar después de la muerte.
Pues, no como el líquido acuoso pierde a menudo el calor
que le fue dado, n i p o r esa causa esta m ism a se d estruye , 340
sino que permanece incólume, no, digo, así los miembros
abandonados pueden soportar la separación del alma,109
p e ro , p ro fund a m e nte c o n vulsio na d o s, perecen y se p u d re n .1*0
Así, desde la primera edad, los mutuos contactos
del cuerpo y del alm a aprenden io s m o vim ie n to s v ita le s, 345
escondidos aun en lo s m ie m b ro s y en e l vie ntre m aternos,
<de modo que> no pueda hacerse la separación sin ruina ni mal;
para que veas, puesto que la causa de su conservación fue puesta
en la conjunción, que también la naturaleza de ellos existe unida.

El cuerpo y su combinación con el alma


En cuanto a lo demás, si alguien refuta que el cuerpo siente111 350
y cree que el alm a mezclada por todo el cuerpo
recibe este movimiento que llamamos112 sensibilidad,
incluso, se rebela contra las cosas manifiestas y verdaderas.
Pues, ¿quién diría alguna vez qué es la sensibilidad del cuerpo
sino lo que nos dio y enseñó abiertamente la cosa misma? 355
Pero, una vez disuelta el alma, el cuerpo carece de sensibilidad
en todas partes;
pues, pierde lo que no fue propio de él en su existencia,
y pierde además muchas cosas, cuando es expulsado de la vida.0

i0A jso del genitivo arcaico a n im a ique reaparece en elv, 344, ambas en posición final
del hexámetro.
110 A través de la tmesis del verbo conputrescunt, Lucrecio hace referencia ala destruc­

ción del ánimo y del cuerpo si tiene lugar la separación del conjunto que constituyen.
I!i Alude a la sensibilidad delcuerpo. Cf. MUNRO, vol.II, p. 24?.
112 El mayor uso del verbo numiníto se encuentra en Lucrecio. C£ OLIi.
370 D e TLERVM NATVfl.Á - LÍBER t e r t iv s

Dicere porro ocuios nuliam rem cernere posse,


360 sed per eos anim um u t foribus spectare reciusis,
difíiciiest, contra cum sensus ducat eorum;
sensus enim trabie arque acies detrudit ad ipsas;
fulgida praesertim cum cernere saepe nequimus,
lumina iuminibus quia nobís praepediuntur.
365 Q uod foribus non fit; ñeque enim, qua cernimus ipsi,
ostia suscipiunt ullum reclusa laborero,
P raeteteasí pro foribus sunt lum ina nostra,
iam magis exemptis oculis debere videtur
cernere res animus sublatis postibus ipsis.37*5

37o lilu d in b is re b u s nequáquam su m e re p o ssis,


D e m o c ríti q uo d sancca v i t i se n te n tia p o n it,
c o rp o ris atqtte a n im í p rim o rd ia sín g u la p r ir ís
apposica a lte rn is va ria re , ac nectere m em bra.
N a m cum m u lto su n t anim ae elem enta m in o ra
375 quam q u ib u s e C orp us n o b ís ct v isc e ra c o n sta n t.
A C E R C A D E LA N A T U R A L E Z A D E LAS C O S A S - L IB R O T E R C E R O 371

Hipótesis en torno a los ojos y el alma


Decir, a su vez, que los ojos no pueden discernir ninguna cosa,
sino que a través de ellos el ánim o m ira como por una puerta abierta, 360
es unalocura,1-13 aunque el sentido de ellos11" lo contradiga;
pues el sentido (nos) lleva y (nos) arroja alas mismas pupilas,
principalmente cuando a menudo no podemos distinguir cosas
brillantes, y?, que nuestros ojos son obstruidos por las luces.
Esto no sucede con las puertas; pues las aberturas, a través de Jas cuales '
nosotros mismos vemos, 365
no están sometidas a ningún esfuerzo por haber sido abiertas.
Además, si nuestra visión está en el lugar de las puertas,
parece que, si íueran quitados los ojos, el ánim o debería ver
las cosas aun más, tras haberse suprimido los propios postigos (de las
puertas}.13*115

Contra Demócrito
En estas cosas no podrías tom ar de ningún modo aquello, 370
que expone la sagrada sentencia de un varón (como) Demócrito,116
que cada uno de los elementos primordiales d e l cuerpo y del ánimo
yarían
dispuestos en alternancias particulares, y que entrelazan sus miembros.
Pues, por una parte, los elementos del alm a son mucho menores117
que (aquellos) de los cuales nuestro cuerpo y las visceras están
c o n stitu id o s, 375

i13 BATLEY (1947), vot 1, p. 320, decide seguir la corrección hecha por Lambino,
deúperest, a diferencia de la que aparece en los códices OQ, d ijfá lt -i. En este mismo
verso, Bailey sigue la corrección de Lambino, quien efectúa una glosa manifiesta ante
la forma corrupta de ducal.
11 'Se refiere al sentido de ]a vista,
1,3 A través de estos razonamientos, Lucrecio echa por tierra la creencia y el dicho po­
pular de que “los ojos son el reflejo del alma’,
níDemócrito, nacido en la ciudad tracia de Abdera, en el siglo V a.C„ fue discípulo de
Leucipo, iniciador de la corriente atomisra. Demócrito fue quien desarrolló d atomis­
mo filosófico en el cual se basó Epicuro, a quien Lucrecio considera su maestro,
ll? Esta premisa muestra una de las diferencias entre Demócrito y Epicuro,
372 D E BJERVM N A W P A - LIB E R TERT1VS

cum n u m e ro quoque conceduní ef ra ra p e r a rtu s


d issita su n t, dum taxaT u t Koc p ro m itte re p o ssis,
q u a ntula p rim a queant n o b ís im ecta ciere
c orp ora se n sífe ro s m o tu s m corp ore , tanta
380 in te rv a lla tenere e xo rd ia p rim a a n im a i.
N a m ñeque p u lv e ris in te rd u m se n tim u s adhaesum
co rp o re nec m e m b ris in c u ssa m sid e re cretam ,
nec neb ula m n o c tli ñeque araneí te n via fila
ob via se n tim u s, quando o b re tim u r cuntes,
385 nec sup era caput eiusdem cecídisse vie ta m
vestem nec p lum a s a vium papposque v o ia n tis
q u í n im ia le vita te c a d iuit p le m m q ue g ra vatim ,
nec re p e n tis itu m c uiusvisc um q ue a n ím a n tis
se n tim u s nec p riv a pedum ve stig ia quaeque,
390 corp ore quae in n o stro culice s et cerera p o n u n t,
Usque adeo prius est in nobis m ulta ciendum,
quam primordia sentiscant concussa animar
semina corporibus nostris immíxta per artus,
et quam in bis intervallis tuditantia possint
395 concursare coire et dissultare vicissim.
A C E R C A D E L A N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O T E R C E R O 373

por otra parte, también ceden en número y se han diseminado de


manera
no homogénea por las articulaciones hasta este punto, que podrías
garantizar esto-
cuántos pequeños corpúsculos primeros puedan excitar
los movimientos sensitivos descargados en nuestro cuerpo, tantas
distancias
pueden tener los elementos de prim er orden del alm a.n? - 38o
Pues, ni sentimos en ocasiones la adherencia115*del polvo
en el cuerpo, ni la greda impactada de un astro en los miembros,
m sentimos la niebla en la noche, ¡ni la tenue tela de la araña
que se nos pone enfrente, cuando al estar en movimiento
so m o s atrapados en su s redes, n i que ha caído sobre n u e stra cabeza 385
su arrugada cubierta, n i las plum as de las aves y los tálanos120 que vuelan
que, por su excesiva ligereza, caen a menudo lentamente,
ni sentimos el andar de todo ser animado concebible
que repta, ni cada vestigio particular de los pasos
que dejan en nuestro cuerpo los mosquitos y los restantes (insectos)- 390
Tanto debe moverse en nosotros, antes que muchos elementos
primordiales comiencen a sentir las golpeadas semillas del alm ai2i
mezcladas en nuestros cuerpos a través de las articulaciones,
y antes que, al chocar en estos122 intervalos, puedan correr
de un lado a otro, unirse y a su vez rebotar en todas direcciones. 395

liS Lucrecio se refiere al Hecho de que ia distancia entre cada elemento primero del
alma es exactamente proporcional a la pequenez del conjunto, comparado con los que
presenta eí cuerpo. Cf. MUNRO, yo! II>p. 249.
liyLa palabra ¿ i d h a t s u m aparece tres veces en Lucrecio.
12f>£n botánica se denomina vilano o pappus, del griego ir<kn-K0 <;, al conjunto de pelos
simples o plumosos* cerdas o escamas, que rodean a diminutas dores formando una
corona de filamentos largos y finos, con la que se protege a las semillas o los fru tos.
121£n la edición de Munro se propone un orden inverso para los versos 392 y 393.. que
Ha sido establecida por Martillo. Cf. BA1LLY (1947}, vol. I, p. 322.
122 La versión dada pot BA1LLY ( 1S9B), según la corrección de Heinze (s. XIX). re­
gistra la forma del ablativo de un arcaico pronombre demostrativo sus, sa , stim . Hay
variantes para esta palabra* ya que e n la edición de MUNRO, vol. I, p. L2L, puede
leerse in b is ínt&rv¿dlis.
374 D E F-ERVM N á T V R j í . - L IB E R T E JO T V S

Et magis est animus vitai claustra coercens


et dom inantior ad viíam quam vis animai.
N am sine mente anim oque nequit residere per artus
temporis exiguam partem pars u lla animai,
400 sed comes ín se q u itu r fa c ile et d isc e d it in auras
ec g é lid o s a rtu s in le ti frig o re lin q u it .
A t m anet in v itacu i mens animusque reinansic.
Quamvis est circum caesis lacer undique membris
truncus, adem pta anima circum membrisque remota
405 vívit et aetherias vitalís suscipít auras.
Si non omnimodis, at magna parte animai
prívatus, tamen in vita cunctatur et hacrct;
ut, lacerato oculo circum si pupula mansit
incolumis, stat cernundi vivata potes tas,
4io dum m odo ne to tu m co rru m p a s lu m in is orbem
et c irc u m caedas aciem sola m que re lin q u a s;
id quoque e n ím sin e p e rn ic ie n o n iíe t e o rum .
A t si tantula pars oculi m edia illa peresa est,
occidit extemplo lumen tenebraeque sequuntur,
415 in c o lu m is q uam vis a lio q u i sp le n d id u s o rb is.
Hoc anima arque animus vincti sunt foedere semper.
Ac e r c a de la naturaleza de las c o sa s - libro tercero 375

Importancia vital del ánimo


Y el ánimo, más que la fuerza del alma, existe conteniendo
las barreras de ia vida y (es) el que más dom ina a la vida,123
Pues, sin mente y sin ánim o124 ninguna parte del alm apuede permanecer
a través de las articulaciones durante una exigua parteu> de tiempo,
sino que, como compañera, (lo) sigue de cerca y se separa en el aire 400
y abandona las heladas articulaciones en el frío de la muerte.
Pero permanece en la vida para quien subsiste la mente y el ánimo.
Aunque el tronco esté lastimado en su totalidad,126 con los miembros
heridos
por todas partes, arrancada el alma a su alrededor y separada de sus
miembros,
(el cuerpo) vive y recibe las auras etéreas de la vida. 405
Si bien no de todos modos, pero privado de una gran parte
del alma, sin embargo se demora y se aferra a la vida;
así como, tras haber sido lastimado el ojo alrededor, si la pupila
permanece incólume, persiste anim ada127 su facultad de distinguir,128
en tanto uno no destruya el globo entero del ojo 410
y hiera la circunferencia de la pupila y la deje aislada;
pues eso tampoco ocurriría sin su129 destrucción.
Pero, si se ha consumido aquella tan pequeña parte del ojo que está
en el medio, se extingue inmediatamente la luz y le siguen las tinieblas,
aunque por otras razones130 la órbita resplandeciente esté incólume. 415
El alm a y el ánimo han sido unidos por este pacto p ara siempre.
■1‘ En este pasaje aparece otra cláusula que simplifica lo dicho en este libro, El alma
tiene la fuerza de la vida y es el ánimo el que rige y domina esas fuerzas.
124Para MUNRO, vol. II, p. 250, m e m ja n i m u s se trata de un pleonasmo.
125El poeta se vale de la figura etimológica o v a ria tio al unir de manera contigua p a r te m
y pars.
!2SSe elige traducir de esta forma el adverbio cir c u m poique hace referencia a la totali­
dad de su superficie.
U7El adjetivo vivatus; -a, - u m aparece tres veces en el L. III.409, 558 y 680.
128En la edición de Bailey aparece la forma c e m e n d i para el gerundio, frente a la forma
arcaica, c e m u n d i. que se lee en otras ediciones. Cf. MUNRO, vol.I, p, 122, VALENTÍ
FIOL, voL 1, p. 268,
129El genitivo plural e a n tm refiere al globo ocular (o rb is ) y la pupila (a ctes).
r oí.a palabra ahocjui presenta variantes, cf. BAILEY (1947), vol. I, p. 322. MUNRO,
vol. I, p. 52, considera que a lio q jd , como se lee en los códices OQ, es corrupto, por lo
cual corrige por a lioq u o i sit.
376 DE REKVM NATVPA - LIBERTERTIVS

Nunc age, n a tiv o s a n im a n xib iis et raortaJis


esse á n im o s anim asque ie v is n t noscere p o ssís,
c o n q u isita diu d u lc iq u e re p e rta la b o re
420 digna tria pergam d isp o ne re ca rm ina v ita .
Tu rae utrumque uno sub iungas nomine eorum,
atque animam verbi causa cum dicere pergam,
mortalem esse docens, animum quoque dicere credas,.
quatenus est unmn Ínter se coníunctaque res est.
425 Principio quoniam tenuem constare minutis
corporibus docui multoque minoribus esse
princípiis factam quam liquidus umor aquai
aut nébula aut íum us-nam longe mobilitate
praestat et a tenui causa magis ícta movetur;
430 quippe ubi imaginibus fum i nebulaeque movetur,
Q uod genus in somnis sopiti ubi cernimus alte
exhalare vaporem altaría ferreque fumuxn;
nam procul haec dubio nobis simulacra geruntur-
nunc ígitur quoniam quassatis undique vasis
435 diffluere umorem et laticem discedere cernís
et nébula ac fumus quoniam discedit in auras,
crede animam quoque diiFundi multoque perire
ocius et citius dissolvi <in> cor pora prima,
cum semel ex hominís membris ablata recessit.
A c e r c a de la naturaleza de las c o sa s - Libro tercero 377

El ánimo y ei alma son mortales


Ahora sígueme, para que puedas reconocer que en ios seres animados
los ánimos y las leves almas tienen un. nacimiento y son mortales,
procederé a exponer un poema digno de tu existencia,131
pensado por largo tiempo y hecho posible con un dulce esfuerzo.132 420
Tú une133 bajo su única denominación a una y otra cosa,134
y cuando m e disponga a decir, por ejemplo,135 enseñándote
que e 1alm a es mortal, cree que digo (que lo es) también el ánimo,
puesto que existe una unidad entre ellos y se constituyó una conjunción.
Puesto que en un principio enseñé que su constitución es tenue13* 425
a causa de diminutos corpúsculos, y que fue hecha por elementos
primordiales mucho menores que el líquido humor del agua
o la niebla o el humo —pues los supera, lejos,
en m ovilidad y se mueve golpeada por una causa más tenue;
por cierto, cuando se mueve a causa de las imágenes del humo y la niebla.430
En cuanto a esto, cuando vencidos en el sueño137 vemos que
los altares exhalan vapor desde lo alto y el humo se eleva;
pues, lejos de dudar, estas cosas son llevadas como simulacros hacia
nosotros—
ahora entonces, ya que, después de haberse quebrado los vasos
por todas partes, ves que el humor fluye y el líquido escapa, 435
y puesto que la neblina y el hum o se alejan hacia las brisas,
cree también que el alma se difunde y se va mucho más rápidamente
y que se disuelve más de prisa en los primeros corpúsculos,
una vez que se desvaneció arrancada de los miembros humanos.

131 Ml/NRO, voi I, p. 52, menciona que Laclunann corrigió cura por vit.L
132Referencias metapoéticas de Lucrecio, a través de las cuales señala la dificultad de la
obra realizada y del esfuerzo puesto en su composición. Asimismo, reitera su decisión
didáctica de llamar la atención de su discípulo, advirtiéndole que su poema se equipara
a la dignidad de su interlocutor.
133£l poeta se vale de una construcción coloquial imperativa sin el uso de la conjunción
subordinante.
333Se refiere al ánimo y al alma.
335Literalmente “en virtud de la palabra”.
!3ÉSe refiere a la naturaleza del alma.
337 Lucrecio usa esta construcción in s&mms trece veces, según la observación de
MUNRO, voi II, p. 251.
378 D e r e r v m n a t v r á - l íb e r t e p l t iv s

440 Q uip p e ete nim Corpus, quod vas q u a si c o n stitit e iu s,


cum cohíbete n e q u it conquassatum ex a liq ua re
ac ra re f actum detracto sa ng uine ve n ís,
aere q u i credas posse hanc c o h ib e rie r u llo ,
corpore q u i n o stro ra ru s m ag is in c o h ib e n s sit?

^45 Praeterea gigni pariter cum corpore et una


crescere sentimus pariterque senescere mentem.
Nam velut Infirmo pueri teneroque vagantur
corpore, sic animi sequitur sententia tenvis,
Inde ubi robustis adolevit viribus aetas,
consilium quoque maius et auctior est anim i cas,
Post ubi iam validis quassatum est viribus aevi
corpus et obtusis ceciderunt viribus artus,
claudicat ingenium, delirat lingua, <labat> mcns,
omnia deficiunt atque uno tempore desunt.
455 Ergo dissolui quoque convenir omnem animai

naturam, ceu funius, in altas aeris auras ;


quandoquidem gigni pariter pariterque videmus
crescere et, <ut> docui, simul aevo fcssa fatisci.
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O T E R C E R O 379

Naturalmente, cuando el cuerpo, que es como el vaso (del alm a),138 440
no puede contenerla, destrozado por alguna circunstancia
y habiéndose vuelto raro138139 por la sangre que se retiró de las venas,
¿cómo creerías que esta podría ser contenida por aire alguno,
que, más raro que nuestro cuerpo, no puede contenerla?140

Nacimiento y muerte del alma y del cuerpo


Además, sentimos que la m ente es engendrada ai mismo tiempo 445
que el cuerpo y que crece conjuntamente y envej ece al mismo tiempo.
Pues,, como los jóvenes andan errantes con el cuerpo sin firmeza
y blando, así el juicio del ánimo avanza tenue.
Entonces, cuando la edad maduró con robustas fuerzas,141
también el discernimiento es mayor y la fuerza del ánimo más
acrecentada. 450
Después, cuando ya el cuerpo fue golpeado por las vigorosas fuerzas
de la edad y los miembros sucumbieron con sus fuerzas debilitadas,
claudica el ingenio, delira la lengua, <tambalea>142 la mente,
todas las cosas fallan y faltan en un único momento.
Por lo tanto, también conviene que se disuelva toda la naturaleza 455
del ánimo, como el humo, hacia las elevadas brisas del aire;
puesto que vemos que se engendra a la par y a la vez
crece y, <como> enseñé, al mismo tiempo se fatiga cansada por la
edad.143

138 Literalmente, “so vaso” o “ei vaso de eila”.


i3?En este contexto el participio rarefactum hace referencia ai a pérdida de materia y. en
consecuencia, aparecen espacios por donde el alma puede escaparse del cuerpo.
I40El pasaje no tiene resolución. C£ BAILEY (1947), voí ], p. 324.
I4: Desde el verso 449 al 452 se repite en la forma de una varmtio el sustantivo vis.
142 Ei verbo Íj.íjm es un agregado de Lachmann.
143Lucrecio confirma sus argumentaciones, tras el uso de las analogías, con afirmacio­
nes semejantes al comienzo del pasaje.
380 D E R I R Y M N A T V R A - LIB E R T E R T IV S

H u c accedic u tí vid e a m u s, C orpus u t ip su m


460 su scip ere im m a n is m o rb o s ¿ a r u m q u c d o lo re m ,
sic a n im iu n cu ras acris lu c tu m q u e m e tu m q u c ;
q u a re p a rtic ip e m le ti q u o q u e c o n v e n ir esse,
Q vu n e tia m m o rb is in c o rp o ris aviu s e r r a t
saepe a n im u s; d e m e n tit e n itn d e lira q u e fa tu r
465 in te rd u m q u e g ra v i le th a rg o fe r tu r in a ltu m
a e te rn u m q u e s o p o re m o cu lis n u tu q u e cad en ri,
u n d e ñ e q u e e x a u d ir vo ce s n e c n o s c e re v u ltu s
illo r u m p o íis est, a d v ita m q u i re v o c a n te s
c irc u m s ta n t la c rim is r o ra n te s o ra g e n a s q u e .
470 Q u a re a n im u m q u o q u e d is so lu i bateare n ecessest,
q u a n d o q u id e m p e n e tr a n t in e u m c o n ta g ia m o rb í,
N a m d o lo r ac m o rb u s le ti f a b ric a to r u te rq u e st,
m u lto r u m e x itio p e rd o c ti q u o d sum us ante.
[et q u o n ia m m e n te m sanaxi, Corpus u t aeg ru m
475 e t p a rite r m e n te m san a ri Corpus in an i]
476 d e n iq u e cur, h o m in e m c u m v in i v is p e n e tra v i t
acris e t in v e n a s d iscessit d id itu s a rd o r,
c o n se q u ítu r g ra vita s m e m b ro ru m , p ra e p e d iu n tu r
c ru ra v a c illa n ti, ta rd e s c it lin g u a , m a d e t m ens,
480 n a n t o cu li, c la m o r s in g u lm s iu rg ia g lisc u n t,
e t ia m cerera d e g en ere h o c q u ae c u m q u e seq u tm tu r,
c u r ea su n t, n is i q u o d ve m e n s v io le n tia v in i
c o n tu rb a re an im a m c o n s u e v it c o rp o re in ipso?
A t q u a e c u m q u e q u e u n t c o n tu r b a ri in q u e p e d ir!,
485 sig n ific a n !, p a u lo si d u r io r in s in u a rit
A C E R C A D E LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO T E R C E R O 381

Sufrimiento conjunto del cuerpo y del alma


D e a q u í se agrega que ve m o s cóm o e l m ism o cuerpo1'44
so p o rta enferm edades e xtra o rd in a ria s y d u ro (s) d o lo r(e s), 46 0

a sí e l á n im o (so p o rta ) agudas preocupaciones, lu to y m ie d o :


p o r eso, conviene ta m bién que sea p a rtíc ip e de ia m u e rte .145
M á s que eso, a m enud o en cuerpos e n fe rm o s, vaga extra via do
el á nim o e rra n te ; pues enloquece146 y dice cosas d e lira n te s
y alguna ve z es lle va d o p o r u n pesado le ta rg o a u n p ro fu n d o 465
y eterno so p o r en lo s o jo s y la cabeza que cae,
de donde n i escucha la s voces, n i es capaz de reconocer
lo s ro s tro s de a q ue llo s, quienes, lla m á n d o lo a la vida,
están alred ed or, bañando con lá g rim a s el ro s tro y la s m e jilla s.
P o r esto, es necesario que reconozcas que ta m b ié n e l á nim o se d isu e lve , 470
ya que lo s contag ios de la enferm edad penetran en él.
Pu e s, e l d o lo r y la enferm edad so n lo s d os a rtesa nos de la m uerte ,
p o rq ue fu im o s in s tru id o s antes a causa del fin de m uchos.
[ Y p u e sto que la m ente es sanada, com o u n cuerpo enfe rm o ,147
y de ig u a l m odo la m ente es sanada]148 475
Fin a lm e n te , ¿por qué, cuando ia aguda fu e rza del v in o p e ne tró 149 476
a u n h o m b re y el a rd o r esparcido descendió ha c ía la s venas,
sigue la pesadez de lo s m ie m b ro s, se entum ecen las p ie rna s
para el que va cila, se entorpece1501a lengua, se em briaga la m ente,
se anegan lo s o jo s, e l g rito y la s q u e re lla s c o n vu lsiva s aum entan, 480
y c o n tin ú a n entonces todas la s re sta nte s cosas de este tip o ?
¿ Po r qué e xiste n esas cosas, sin o po rq ue la vehem ente vio le n c ia d eí v in o
se acostum b ró a p e rtu rb a r e l alm a a d entro151 del p ro p io cuerpo?
P e ro cua lquiera de la s cosas que pueden a lte ra rse e im p e d irse ,
m u e stra n que, s i p e ne tra ra u n agente u n poco m ás fu e rte , 485

1^El poeta, en este punto, pasara revísta a diversas afecciones físicas y sus consccut- n-
cías anímicas.
144La muerte implica para el poeta el cese de todo tipo de sufrimiento.
144£í verbo áem sntio se registra solo en Lucrecio yen Apuleyo.
,4'E1 verso 474 es igual ai 510 y el 475 fue quitado por Lambino.
142Los versos 474-475 no son traducidos por Baíley.
149Lucrecio se refiere a las consecuencias de la embriaguez.
£1 verbo t ¿irti?, s u : es considerado de uso lucreciano.
1,3£n cuanto a la internalización de h causa o agente que perturba al alma, está sugeri­
da por MLENRO, vol. II, p. 254.
382 D E R ER V M N ATV RA - L ÍB E R T E R T ÍV 5

causa, ío re ut pereant aevo p riv a ta fu tu ro ,


Q u in etia m sú b ito v i m o rb i sacpe coactus
ante o c u io s a liq u is n o stro s, u t fu lm in is ic tu ,
c o n c id ít et spum as a g it, in g e m it et tre m it a rtu s,
490 d e sip it, exte nta t ñ e rvo s, to rq u e tu r, anhelar
in c o sta n te r, et in iactando m em bra fa tig a t,
N ím iru m quia v i m o rb i d istra c ta p e r a rtu s
tu rb a t agens a n im a spum as, < u t> in aequore sa lso
v e n to ru m v a lid is fe rve sc u n t v irib u s undae,
495 E x p rim itu r p o rro g e m itn s, q u ia m em bra d o lo re
a d fic iu n tu r et o m n in o quod se m in a vo c is
e ic iu n tu r et ore fo ra s glom erata fe ru n tu r
qua q u a si c o n su e ru n t et su n t m u n ita v ia i.
D e sip ie n tia f it , quia v is a n im i atque a n im a i
500 c o n tu rb a tu r et, u t d o c u i, d iv isa se o rsu m
d isie c ta tu r eodem illo d istra c ta veneno.
In d e u b i ia m m o rb i re fte x ir causa re d itq ue
in latebra s acer c o rru p ti c o rp o ris u m o r,
tu m q u a si va c c illa n s p rim u m c o n su rg it et o m n is
505 p a u la tim re d it ín se nsus anim am que receptat,
Haec ig it u r ta n tís u b i m o rb is c o rp o re in ip so
ia c te n tu r m ise risq u e m o d is d istra c ta la b o re nt,
c u r eadem c re d is sin e corpore in aere aperto
cum v a lid is v e n tis aetatem degere posse?
510 E t q uo nia m m entem sa n a ri, c o rp us ut aegrum ,
c e rn im u s et fle c ti m e d ic in a posse vid e m us,
id quoque p ra e sa g it m o rta le m v iv e re m entem .
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS CO SA S - L IB R O T E R C E R O 383

se ría u n hecho que perezcan p rivad as de u n a v id a fu tu ra .


A u n m ás, en ocasiones, a lg uie n o p rim id o p o r la v io le n c ia 1521
5
3
de la enferm edad cae ante n u e stro s o jo s, c o í Ti o p o r el golpe
de u n rayo, y echa espum as, gim e y le tiem b la el cuerpo,
p ie rd e lo s sen tid o s, ten sa lo s m ú sc u lo s, se re tu e rc e , resp ira 490
e n tre c o rta d a m e n te , y fa tig a los m ie m b ro s e n la ag ita c ió n .
S in duda, ya que a rra stra d a p o r la v io le n c ia de la enferm edad a través de
lo s m ie m b ro s,
e l alm a lo p e rtu rb a a rro ja nd o espum a,253 <com o> en el sa lo b re m a r
la s ola s h ie rv e n p o r la fu e rte v io le n c ia de lo s v ie n to s.
A d em ás, se re p ro d u c e e l g e m id o , p u e sto q u e lo s m ie m b ro s son a fe c ta d o s 495
a causa d el d o lo r y e n g e n e ra l p o r q u e las sem illa s d e la v o z
son e x p u lsad as y , ag lo m e ra d a s, so n llevadas a fu e ra de la b o c a
c o m o p o r d o n d e a c o stu m b ra n y se p ro v e e n c am in o s.
Se produce la p é rd id a del c o n o c im ie n to , p o rq ue la fu e rza del á n im o
y del alm a se altera y, como enseñé, d iv id id a p o r separado, 500
se d isp e rsa a rrastra d a p o r aquel m ism o veneno.
D e sp ué s, cuando ya la causa de la enferm edad dobló su curso y regresó
a su s e sc o n d rijo s e l acre h u m o r del cuerpo c o rru p to ,154
entonces, com o va cilante, se levanta p rim e ro y regresa
de a poco a to d o s lo s se n tid o s y recobra el alm a. 505
P o r c onsig uie nte, ya que155 e sto s156 so n a rroja d os p o r tantas enfermedades
en el m ism o cuerpo y su fre n desgarrados de m aneras m isera b le s,
¿p o r q u é crees qu e esos m ism os, sin el c u e rp o , en el aire a b ie rto ,
p u e d e n s o b re lle v a r la vid a co n los ro b u s to s v ie n to s ?
Y p u e s to qu e c o m p re n d e m o s q u e la m e n te se c u ra , c o m o u n c u e rp o 510
e n fe rm o , y v e m o s q u e p u e d e d o b leg a rse p o r u n a m e d ic in a ,
eso ta m b ié n p re sa g ia q u e la m e n te v iv e c o m o u n m o rta l.

I52En este punco, Lucrecio señala los signos que se asimilan ala epilepsia.
153Pasaje sin resolución. En ¡aversión de Munro, este acepta la resolución de Lachmann;
agens anim an spumat, quasi. Cf. BAILEY (1947),vol. I, p. 326.
1MLas enfermedades son provocadas por la desarmonia de las fuerzas de los diferen­
tes humores o “discrasia”, según la teoría humoral de Hipócrates. Esta está inspirada,
entre otras concepciones, en el pensamiento de Empédocles, quien concebía el cuerpo
humano compuesto por los cuatro elementos que se encuentran en el universo: tierra,
aire, agua y fuego.
■'*Ei uso del modo subjuntivo acompañando al incluyente u bi tiene un valor causal,
como en el L. IV. 453-454.
15”Lucrecio se refiere al ánimo y al alma, al igual que en el verso 508 \eadem).
3g4 DE M R V M NAT\'RA - LIBER TERTIVS ACERCA. DC LA NATURALEZA de LAS COSAS - LIBRO TERCERO 385

A d d e r e e n im p a r t is a u t o rd in e tra ic e r e a e q u u m s t P u e s, es ra z o n a b le q u e ag reg u e p a rte s o las tra n s p o n g a


a u t a liq u id p r o is u m d e su^mrna d e tr a h e re liilu m , c o n o rd e n o q u ite d e l c o n ju n t o alg u n a m u y p e q u e ñ a cosa, l5'
515 c o n im u ta re a n im u m q u ic u m q u e ad o r itu r e t u iiit q u ie n q u ie ra q u e in t e n t ey c o m i e n c e 08 a c a m b ia r e l á n im o , 515

a u t a lia m q u a m v ís n a tu r a m f le c t e r e q u a e r ít. o b u sq u e d o b le g a r c u a lq u ie r o tr a n a tu ra le z a q u e .se te ocU Ira,


A t n e q u e tr a n s fe r r i sib i p a r tís n e c tr ib u í v u lt P ero lo q u e es in m o r ta l n o q u ie re q u e se tra n s p o n g a n
im m o r ta ie q u o d est q u ic q u a m n e q u e d e flu e re h ilu m . sus p a rte s n i q u e le a trib u y a n n i q u e le d e sa p a re z c a n in g u n a co sa .
N a m q u o d c u m q u e suis m u ta tu m fin ib u s exic, í
P u e s , t o d o lo q u e salg a tr a n s fo r m a d o de su s l m ite s ,1::®

520 c o n t in u o h o c rn o rs e s t illiu s q u o d fu it a n te . e sto , a c o n tin u a c ió n , es la m u e r te de a q u e llo q u e f u e a n te s. 520


E r g o an im u s sive a e g r e s c it, m o r ta lia sig n a P o r lo t a n t o , el á n im o o b ie n e n fe rm a o es d o b le g a d o

m i t t i t , u ti d o c u i, s e u f ie c t it u r a m e d ic in a . p o r la m e d ic in a , e m it e señ ales de m o r ta lid a d , c o m o e n se ñ é .


U sq u e a d e o fa lsa e r a tio n i v e ra v id e tu r H a s t a t a l p u n t o p a r e c e q u e , c o n ra z ó n , la c o s a v e rd ad e ra
res o c c u r r e r e e t e ffu g iu m p ra e c lu d e r e e u n ti sale al e n c u e n tr o d e la fa lsa y o b stru y e la s alid a a la q u e e stá
525 a n c ip itiq u e r e fu ta tu c o n v in c e re fa isu m . e n m a r c h a y v e n ce lo fa ls o c o n u n a r e fu ta c ió n i6na n ticip a d a , 525

Signos de la agonía y la muerte'"’


D e n iq u e s a e p e h o m in e m p a u la tim c e rn im u s ire P o r ú ltim o , a m e n u d o c o m p re n d e m o s q u e u n h o m b r e se y a j42
e t m e m b r a tim v it a le m d e p e rd e re sen su m ; p o c o a p o c o y p ie r d e la s e n s ib ilid a d m ie m b r o a m ie m b r o ;
in p e d ib u s p rím u rn d íg ito s liv e sc e re e t u n g u is , p rim e r o , e n lo s p ie s, se a m o r a ta n los d ed o s y la s u ñ a s ,
in d e p e d es e t c r u r a m o r í, p o s t in d e p e r artu s lu e g o m u e r e n lo s pies y las p ie rn a s ; d esp u és d e e sto , p aso a p aso ,
530 ire a lio s tra c tim g e lid i v e s tig ia le ti. p o r u n o s m ie m b r o s h a c ia o t r o s , v a n las h u e lla s de la h e la d a m u e rte . 530
S c in d it u r it q u e a n im a e h a e c q u o n ia m n a t u r a n e c u n o P u e s to q u e se sep ara ta m b ié n esta n a tu ra le z a d ei a lm a y n o e x iste
te m p e r e sin ce ra e x sistic, m o r ta lis h a b e n d a s t. e n te ra e n u n ú n ic o m o m e n t o : d e b e c o n s id e r a rs e m o r ta l.
^ u i o d si f o r t e p u ta s ip s a m se p o s se p e r a rtu s Y si p o r c a su a lid a d p ie n s a s q u e e lla m is m a p u ed e , a trav és d e las
in tr o r s u m tra h e r e e t p a rtis c o n d u c e r e in u n u m a rtic u la c io n e s ,
535 a rq u e id e o c u n c t is sen su m dedu-cere m e m b ris, 157 re p le g a rse h a c ia a d e n tr o y c o n d u c ir sus p a rte s h a c ia u n p u n t o
y así r e t ir a r la s e n sib ilid a d d e to d o s lo s m ie m b r o s ju n t o s ; 535

157Es pleonásticala presencia deprosun-;. e h ilu m para expresar ía más pequeña cantidad
de un ser.
358El verbo infW
nfWes swnamente defectivo; el mayor número de apariciones se registra en
la tercera persona del singular: injit.
^ Como señala MLlJNRO, vol. II, p. 254, lo expresado en los versos 519-520 resulta
recurrente.
*60 El sustantivo refutaízis, -us es una invención íucreciana.
1(G.Se entiende desde una concepción actual médico-legal a la agonía como nn proceso
biológico dinámico y progresivo que conduce inevitablemente a la muerte.
3n Lucrecio, con e x t r ^ o realismo, da cuenta de la mortalidad humana a través de los
signos agónicos que acercan al hombre a! fin de su existencia.
D E R E R V M NATVRA - L IB E R T E R T ÍV S
386

at lo c u s ille tam en, quo copia tanta a n im a i


c o g itu r, in se n su deben m a io re v id e rí;
q u i q u o nia m nu sq ua m st, nim iram ut diximus < a nte >,
d ila n ia ta fo ra s d isp a rg itu r, in te rit ergo.
540 Q uin etia m s i ia m iib e a t concederé fa lsu m
et daré posse anim am g lo m e ra ri in c o ip o re e o rum ,
Jum ina q u i lin q u u n t m o rib u n d ip a rtic u la tim ,
m orta le m tam en esse anim am fateare necesse.
nec refere u tru m pereat d isp e c sa p e r auras
545 an contracta s u is e p a rtib u s obbrutescat,
quando h o m in c m to tu m m a g is ac m agis u n d iq u e se n su s
d é fic it et vitae m in u s et m in u s u n d iq u e re sta t.

E t q u o n ia m m ens est h o rn in is p a rs una, Joco quae


fix a nvanet certo, v e lu t aures atque o c u li su n t
550 atque a lii se nsu s q u i v ita m cum que g ubernant,
et v e lu ti m anus atque o c u lu s naresve se o rsum
secreta ab n o b is ne q ue unt se n tiré ñeque esse,
se d tam en in p a rvo liq u u n tu r tem pore tabe,
sic a n im us p e r se n o n q u it sin e c o rp o re et ip so
555 esse h o m in e , illiu s q u a si q uod vas esse v id e tu r
sive a liu d q u id v is p o tiu s c o n iu n c tiu s e i
fin g e re , q uand oq uid em conexu c o rp u s ad liaeret.
A cerca de la n a t u r a le za de las co sa s - Libro tercero 387

pero aquel lug a r, s in em bargo, bacía e l cual se reúne cama abundancia


del alm a, debe se r considerado con una se n sib ilid a d m a yor;
p uesto que este no e xiste en n in g u n a parte, evidentem ente com o d ijim o s
< a n te s> ,
es esparcida becba jiro n e s afuera ,166 m uere p o r lo tanto.
A u n m ás, s i abora me agradara a d m itir lo fa lso 54 o
y d ar ia p o sib ilid a d de que el alm a se aglom ere en e l cuerpo de esos,
q uienes abandonan, m o rib u n d o s, la lu z 1&£ p o r p a rte s ; 1®5
s in em bargo, es ne cesa rio a firm a r que e l alm a es m o rta l,
no im p o rta s i perece d isp e rsa a través de la s b risa s
o s i em brutece16®contra íd a desde su s p a rte s, 545
p ue sto que la se n sib ilid a d fa lta a l bo m b re entero m ás y m ás p o r todas
p a rte s y le re sta m enos y m enos de vid a p o r todas p a rte s.

Unión de cuerpo y ánimo


Y y a q u e la m e n te es u n a p a r te d e l b o m b re , q u e p e rm a n e c e
fija e n u n lu g a r d e te rm in a d o , c o m o e stán la s o re jas y io s ojos
y lo s o tro s s e n tid o s que e n c u a lq u ie r c irc u n sta n c ia g o b ie rn a n ia v id a , 550
y c o m o u n a m a n o y u n o jo , o la n a r iz n o p u e d e n se n tir
d e m a n era sep a ra d a n i e x is tir a p a rta d o s d e n o so tro s,
p e ro , e n u n tie m p o , a u n q u e p e q u e ñ o ,16'' s o n a b a n d o n a d o s e n la
p o d re d u m b re ,
así e l á n im o p o r sí m ism o n o p u e d e e x istir sin el c u e rp o y e l m is m o
b o m b re , Jo q u e p a re c e ser c o m o u n a e sp ecie de v a s o de a q u e l,168 555
o b i e n o t r a c o s a q u e q u ieras im a g in a r m u c h o m ás u n id a
a é l, p u e s to q u e el c u e rp o está, a d h e rid o p o r u n a c o n e x ió n .

m Se refiere al alma.
' AVleronímicamcnre alude a la vida.
165Se refiere al hecho de que la muerte es un proceso gradual.
m Según MUNRO, vol. II, p. 255, obbrutescat se trata de una palabra extraña a causa
de su ortografía y de escasa utilización.
147Se toma en consideración para traducir el término turnen como incluyente concesi­
vo, la interpretación de M U N R O . vol. II, p. 255.
168Lucrecio sostiene, entre otras argumentaciones, que ei ánimo es una parte del hom­
bre contenido en el cuerpo.
388 D i. R ER V M NATVRA - L IB E R T E R T IV S

D e n iq a e c o rp o ris atque a n im t viva ra potestas


In te r se coniurscta v a le n t yita q ue fru u n tu r;
560 nec sin e c o ip o re eni.m v ita íis edere m o tu s
so la p o te st a n ím i per se na tura nec autem
eassum a nim a C orpus d ura re et se nsfb us u ü ,
S c iiic e t a v u lsu s ra d ic ib u s u t n e q u it u íla m
d isp ic e re ip se o c u íu s re m so rsu m corp ore to to ,
565 sic anim a atque a n im u sp c r se n il posse v id e tu r,
N im iru m q u ia < p e r> venas et visce ra m ix tim ,
p e r ñ e rv o s atque ossa, te n e n tu r corp ore ab o m n i
nec m a g nis in te rv a ilis p rim o rd ia p o ssu n t
lib e ra d issu lta re , ideo conclusa m o ve n tu r
5?o se n sífe ro s m o tu s q uos e xtra C orpus in auras
a e ris haud p o ssu n t p o st m o rte m eiecta m o v e ri
pro p tere a q uia n o n s im iii ra tio n e te n e n tur,
C o rp u s enim arque a riim a n s e rit aer, s i cohibcre
sese anim a atque in eos p o te rit concludere m o tu s
575 quos ante in n e rv is et in ip so corp ore agebat.
Q uare etia m atque etia m re so lu to c o rp o ris o m n i
teg m ine et e ie c tis e xtra v ita lib u s a u ris
d is s o lu i se n su s a n im i fateare necessest
atque a nim a m , q u o n ia m c o n iu n c ta st causa d uob us.

580 Denique cum corpus nequeat perferre aniruai


discidium quin in taetro tabescat odore,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS CO SA S - LfBRCo t e r c e r o 389

Por ú ltim o ,1*”' e i control t í tal d el cuerpo y el d e l ánim o


se vigorizan conectados entre sí y disfrutan de la v id a;1'-8
pues, sin el cuerpo la naturaleza d e l ánim o por sí m ism a 56o
n o p u ed e, sola, generar los m ovim ientos vítaics ni, por otra parte,
perdurar el cuerpo privado del alma, n i valerse de los sentidos.
Evidentem ente como, arrancado de raíz, el m ism o ojo
no p uede d istin guir n in gu na cosa, separado de todo el cuerpo,
así el alm a y el ánim o parece que no pueden nada por sí mismos. 565
Sin d u d a porque de m anera m ezeiada, por las venas y las visceras,
a través de los nervios y los hueso?, sus elementos prim ordiales
son retenidos por todo el cuerpo, n i pueden saltar libres
por grandes intervalos, así encerrados provocan m ovim ientos171
que generan sensibilidad, los cuales no pueden generarlos fuera 570
d el cuerpo, eyectados después de la m uerte b acía las brisas del aire,
además, porque no son retenidos de sim ilar m anera.
Pues, el aire sería un cuerpo y u n ser anim ado, si el alm a172
pudiera retenerse a sí m ism a y lim itarse a esos m ovim ientos
a lo s que llevaba antes en lo s n e rv io s y en el m ism o cuerpo.173 575
Por esta razón, una y otra vez. descom puesta toda la cubierta
del cuerpo y arrojadas afuera las brisas vitales,
es necesario afirm ar que se disuelven los sentidos del ánim o
y el alm a, puesto que la causa es conjunta para los dos.174

Separación del cuerpo y del alma


Finalm ente, y a que el cuerpo no puede soportar la separación -
del alm a sin que se descom ponga en un olor repugnante,175

lí9 C om ienza en este punco u n nuevo argum ento acerca de la interdependencia del
ánimo, el alm a y el cuerpo,
176A nte el plural de los verbos del verso 559, cabe entender que se trata de la p o iesias
del cuerpo y la del ánimo.
171 El sintagm a m oven tur m otu s es un grecismo, c£ ÍVÍUNRO, yo l. IT, p. 256.
172Lucrecio insiste con ia existencia de un arelació nde reciprocidad entre el cuerpo y el
alm a para que esta comience a actuar.
173Puede interpretarse como “adentro del mismo cuerpo”.
174 Debe entenderse que se traca de la causa que genera la vida y en consecuencia la
destrucción del ánim o y del alma, que constituyen una unidad con el cuerpo.
175 El adjetivo taeter3 -tra3-trivm es utilizado muchas veces por Lucrecio, relacionado
con el sentido del olfato-
390 D e rervm natvra - líber terxivs

quid dubitas quin ex im o penicusque coorta


em anarit uti fu mus diffusa anim ae vis,
atque ideo tan ta m utatum putre m in a
585 conciderit Corpus, pen itus quia m ota loco sunt
fundam enta, foras anim a em anante per artus
perque viarum om nis flexus, in corpore q ui sunt,
atque foram ina? M u ltim o d is u t noscere possis
dispertitam anim ae naturam exisse per artus
590 et p rius esse sibi distractam corpore in ipso,
quani prolapsa foras enaret in aeris auras.
Q uin etiam fin is dum vitae vertitur intra,
saepe aliqua tam en e causa labefacta videtur
iré an im a ac roto solui de corpore <velle>
595 et quasi suprem o languescere tem pore vultus
m o lliaque exsangui <trunco> cad ereo m n ia membra.
Q uod genus est, anim o m ale factum cum perhibetur
aut anim am liquisse; ubi iam trepidatur et omnes
extrem um cup iun t vitae reprehenderé vinclum .
600 C onquassatur enim tu m m eas anim aeque potestas

om nis et haec ipso cum corpore collabefiunt;


u t gravior paulo possit dissolvere causa.
Q u id d ub itas tándem q u in extra p ro d ita Corpus
im b ecilla foras in aperto, tegm ine dem pto,
605 non m odo non om nem possit durare per aevum
sed m ín im um quodvis nequeat consistere ternpus?
N ec sibi enim quisquam m oriens sentiré videtur
iré foras anim am incolum em de corpore toro
nec prius ad iu gu lu m et supera succedere fauces,
6 1 0 verum deficere in certa regione locatam ;

u t sensus alios in p artí quem que sua scit


dissolui. Q uod si im m ortalis nostra foret m ens,
A C E R C A D E LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O T E R C E R O 391

¿por qué dudas que, nacida desde lo más profundo y lo hondo,


la fuerza diseminada del alma haya emanado como el humo,
y así el cuerpo haya caído en tanta ruina, transformado
por la podredumbre, ya que fueron movidos profundamente 585
de lugar los cimientos, manando sin cesar el alm a hacia afuera a través
de los miembros y por todas las sinuosidades de las vías, que están
en el cuerpo, y por los poros? Para que puedas conocer de muchos
modos que la naturaleza dividida del alma salió por los miembros
y que fue desgarrada en el mismo cuerpo antes que 590

deslizándose flotara afuera, hacia las brisas del aire.


Aun más, mientras se mueve dentro de los lím ites de la vida,
a menudo, sin embargo, parece que el alm a va sacudida
a partir de alguna causa y quiere soltarse de todo el cuerpo
y , por así decir, languidece el rostro en el momento supremo176 595

y todos los miembros caen del cuerpo exangüe carentes de firmeza.


Este es el caso, cuando se dice que el ánim o sufre un mal suceso177
o que el alm a se ha retirado; cuando ya está temblando y todos
desean sujetar el extremo vínculo178 d é la vida.
Pues, se sacude entonces la mente y toda la potestad 600
del alm a y estas179 colapsan con el mismo cuerpo;
aunque podría disolverlas una causa un poco más grave.
Después de todo, ¿por qué dudas de que el alm a expulsada del cuerpo
está desvalida afuera, en la intemperie, removida su cubierta,
no solo no puede perdurarpox toda la eternidad, 605
sino que no puede continuar un mínimo tiempo cualquiera?
Y, pues, no parece que ninguno, moribundo, sienta que su alma
marcha, sin daño, hacia afuera de todo el cuerpo,
n i que antes ascienda p o r encim a hacia el cuello y la garganta,
en verdad desfallece localizada en una región determ inada; 6 10

como sabe quelos otros sentidos se disuelven cada uno


en su parte. Y si nuestra mente fuera inmortal,174

174 M U N R O , vol. II, p. 256, señala otras dos apariciones más de este sintagma
suprem o... te?npore.
177 La frase an im o m alefactu m tst y otras seme jantes se encuentran en Planto.
173Lucrecio usa la form a sincopada vínclum en la posición final del hexámetro.
173El pronombre dem ostratiyo h aec parece corresponder al caso nominativo femeni­
no p lural, cuando morfológicamente es neutro. Lucrecio nunca usa la forma h ae, cf.
M U N R O , voL U, p . 257.
392 D e r e r v m n a t y r a - l íb e r t e r t iv s

non ta m se m oriens disso.Kú conquereretur,


sed magis iré foras vestem que relinquere, ut anguis.

635 D enique cur am m i num quam mens consilium que


g ig n itu r ín cap ite aut p edib us m anibusve, sed unis
sedibus et certis regionibus óm nibus haeret,
si non certa Joca ad nascendum reddita cuique
sunt, et ubi q u icq u id possit durare creatum
620 atque ita m ultim o dis p artitís artubus esse,
m em brorum ut num quam exsistat praeposterus ordo?
Usque adeo sequ itur res rem ñeque flam m a creari
flum inibus so litast ñeque in ign i gign ier algor.

Praeterea si im m ortalis n atura anim aist


625 et sentiré potest secreta a corpore nostro,
quinqué, u t opinor, eam faciun dum est sensibus auctam .
Nec ratione alia nosm et proponere nobis
possum us infernas anim as A cherunte vagari.
Pictores itaque et scríptorum saecla p rio ra
63o sic an im as intro duxerunt sensibus auctas.
A C E R C A DE LA N A TU R A LIZ A DE LAS CO SA S - L IB R O T E R C E R O 393

al morir no lamentaría tanto disolverse, sino


preferentemente iría afuera y dejaría su cubierta, como una serpiente.180

Acerca del logar donde se ubica el ánimo


Finalmente, ¿por qué la inteligencia185 del ánimo y su juicio
nunca se engendran en la cabeza o en los pies o en las manos, sino
que están fijos para todos en sedes únicas y en regiones determinadas,
si no fueron otorgados a cada uno lugares definidos para nacer,
y donde cualquiera183 pudiera perdurar después de creado,184
y ser de muchas maneras, una vez distribuidas las partes,
de modo que nunca exista un orden invertido de los miembros ?
Hasta tal punto sigue una cosa a otra y la llam a no suele
originarse en los ríos ni el hielo engendrarse en el fuego.185

Los cinco sentidos en relación con el alma


Además^ si es inmortal la naturaleza del alma
y puede sentir apartada de nuestro cuerpo,
h ay que suponer185 que ha sido enriquecida, como opino, con los cinco
sentidos.
Y nosotros mismos no podemos proponer con otra argumentación
que nuestras almas infernales yagan por el Aqueronte.
De esta manera ios pintores y las anteriores generaciones de escritores
introdujeron187 así las almas provistas de sentidos. 10

lS0 Lucrecio insiste en la utilización de analogías tomadas de la realidad, como la com­


paración con el humo y, en este caso, con la serpiente.
A pesar de Lo afirmado en este L. III acerca de que la m ente y el ánim o pueden
considerarse sinónimos, Lucrecio sostiene en este punto que el ánim o es el “poseedor*
de la mente.
j82 En este verso se presentan variantes. C£ BA1LEY (1947), vol. I, p. 332.
i33 El pronombre indefinido qu icqu idh d.ee referencia a cad a parte en su singularidad.
1S* Entre los versos 619 y 6 2 0 M unro indicó una laguna. C£ BA1LEY (1947), voL I,
p. 332.
13:5El poeta se vale de la v ía del absurdoo del uso del oxímoron para dem ostrar la invia-
bilídad de los argumentos contra los cuales encam ina su demostración, es decir, recurre
al sentido com ún.
^ L a form a del gerundívo faciu n d u m a arcaica.
El poeta propuso una tmesis entre el adverbio intro y el verbo duco.
394 D e RERVÍvS N A TV RA - L IB E R X E R T IV S

A t ñeque sorsurn o cu li ñeque nares nec m anus ipsa


esse potest an ím ae n eque sorsum lin gua, ñeque aures;
h aud ig itu rp e r se possunt sentiré neque esse.

Et quo n iam toto senrím us corpore ínesse


635 vitaiem sensum et to tu m esse an ím ale viciemos,
si súbito m édium celeri p raecíd erit ictu
vis aliq u a u t sorsum partem secernat utram que,
d isp ertitap ro cu l dubio quo que vis anim ai
et discissa sim ul cum corpore dissicietur.
64o A t quod scin d itu r et p artís d isced it in ullas,
scilicet aeternam sib i naturam ab n uit esse.
Falciferos m em orant currus abscidere m em bra
saepe ita de súbito p erm íx ta caede calentis,
ut trem ere in térra videatur ab artub us id quo d
645 d ecid it abscisum , cum m ens tarreen atque h o m in is vis
m o b ilitate m alí non q u it sentiré dolorem
et sim ul in pugn ae studio quod d ed ita mens est;
corpore reliquo pugnam caedesque petessit,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - LIBRO T E R C E R O 395

Pero ni los ojos ni la nariz ni la misma m ano puede


estar separada, del alma, ni la lengua de manera separada, ni las orejas;1*8
por lo tanto no pueden sentir por sí mismos ni existir.

El alma es divisible y por ello mortal


Y puesto que percibim os que el sentido vital está
contenido en todo el cuerpo y vemos que la totalidad es anim ada,189 635
si de m anera súbita algún tipo de fuerza la co rtara al m edio
con un rápido golpe, de m odo que aislara una y otra p arte por separado,
sin d u d a tam bién la fuerza del alma sería dividida
y, seccionada al m ism o tiem po en dos, sería fragm entada jun to con el
cuerpo.
Pero lo que se escinde y se dispersa en algunas p artes,190 64o
evidentem ente renuncia p ara sí a que su naturaleza sea inm ortal.
D icen que los carros falcados,191 a m enudo enardecidos
por la confusión192 de la m atanza, siegan los m iem bros de tal manera
que parece que palpita en la tierra eso que cayó am putado
de las articulaciones, cuando, sin embargo, la m ente y la facultad del
hom bre 645
no pueden sen tir dolor a causa de la rapidez d el m al
y, al m ism o tiem po, en el afán de la lucha al que se entregó la mente:
se esfuerza por alcanzar el com bate y las m atanzas con u n resto de
cuerpo,

m Lucrecio escribe indistintam ente sorsurn y seorsu??i, seorsus y sor sus.


189Debe entenderse que cuenta con el ahna.
J9<rEntre los versos 636 y 6 4 0 , el poeta se vale de aliteraciones provocadas por la repe­
tición de la preposición d is y las bases verbales scí?id-> s u - y d d -, cis-. Asimismo, en ei
verso 6 4 2 se sum a el infinitivo a& scidere.
191 Se denom ina carro falcado a un antiguo carro de guerra con dos o cuatro ruedas,
provisto de cuchillas afiladas en la cabeza, el tim ón y en los costados, particularm ente
en las ruedas. Fue utilizado por los griegos ylo s ejércitos meso-orientales, en particular
por los egipcios, asirios y babilonios, para luego ser asimilados por los persas,
i<32A p artir del verso 642, el poeta argumenta., a través de un conjunto de ejemplos
hiperrealistas, pertenecientes al ámbito bélico, la divisibilidad y m ortalidad del alma.
396 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r t e r t s v s

nec tenet am issam laevam cum tegm ine saepe


650 ínter equos ahstraxe rotas falcesque r a p a c e s ,
nec cecidisse alius dextram , cum scandit et instat.
Inde aiius conatur adem pto surgere crure,
cum d ígito s agicat propter m onbundus h u m ip es.
Et caput abscisum calido viventeque trunco
655 servat hum i vultum vitalem oculosque patentis,
doñee reliquias a n im ai reddidic omnis.
Q u in etiam tib i si lin gu a vibrante m in an ti
serpentis cauda pro cero corpore utrum que
sit lib itu m in multas partís discidere ferro,
660 om nia iam sorsum cernes ancisa recenti
vulnere to rtari et terram conspargere tabo,
ipsam seque retro partem petere ore priorem
vuineris arden ti, u t morsu premat, icta doiore.
O m nibus esse igítu r totas dicem us in lilis
663 particulis anim as? A t ea ratio n e sequetur
unam anim antem anim as habuisse in corpore multas.
Ergo divísast ea quae fu it una sim ul cum
corpore; quapropter m ortale utrum que putandum sí,
in m ultas quo n iam partís disciditur aeque.
A C ER C A DE LA N ATURALEZA D E LAS C O S A S - Ü BR O T E R C E R O 397

y no comprende que. entre los caballos, las ruedas y las hoces rapaces
le sustrajeron” 3 la (mano) izquierda, perdida a menudo con la
protección,19'* 650

ni otro que su diestra h a caído, cuando escala y se apresta al asalto.


Luego, otro intenta levantarse privado de una pierna,
cuando el pie moribundo agita los dedos cerca, en la tierra.
Y la cabeza separada, mientras el tronco está caliente y aún vivo,
conserva en el suelo el rostro con vida y los oíos abiertos, 633
hasta que ha entregado todos ios restos del alma.
Aun más, si, de una serpiente de lengua vibrante, de cola19’
amenazante y cuerpo voluminoso, se te antojara cortar
con u n hierro19314195*una y otra parte en muchos pedazos,197
verás que todas ya cortadas por separado se retuercen 660

con la herida reciente y riegan la tierra con podredumbre.


abatidas por el ardiente dolor de la herida, esa misma parte anterior
se vuelve hacia atrás con la boca para asestarla con un mordisco.
Por lo tanto, ¿diremos que las almas están enteras en todas
aquellas partes? Pero resultará por esa argumentación 665
que una parte animada tuvo en el cuerpo muchas almas.198
En consecuencia, esa199 que fue una al misino tiempo
con ei cuerpo se dividió; a cattsa de esto tiene que pensarse que lo uno
y lo otro son mortales,208 ya que por igual se dividen en muchas partes.

193 Lucrecio utiliza la forma ahstraxe que corresponde ai infinitivo perfecto del verbo

abstrahi).
194 Hace alusión al escudo que comúnmente se llevaba en el brazo izquierdo para con­

traatacar con el derecho.


195 Como es su costumbre, ínnchas de las argumentaciones lucrecianas proceden del

universo de la naturaleza animal.


'"Metonimia por cuchillo.
197 Si bien el poeta hace referencia a tres partes, cabe entender que el corte separaría 1a

cabeza de la cola del animal.


u e v a r e c u rre n c ia a l a b s u rd o c o m o re c u rso d e a rg u m e n ta c ió n .
199 Se hace referencia al alma.
290 Es decir, el c u e rp o y e l alm a.
398 De rervm natvra - líber t í r t i v s

670 Praeterea s i im m o rt a lis natura a nim ai


constat et in c o rp us nascentibus in sin u a tu r,
cur sup er anteactam aetatem m e m in isse n e q u iin u s
nec ve stigia gestarum re ru m u ila tenemos ?
N a m s i ta nto operest a n im i m utata potestas,
675 o m n is u t actarum e xc id e rit re tin e n tia re ru m ,
non, u t o p in o r, id ab leto iam lo n g iu s errat;
quapropter fateare necesset quae f u it ante
in te riis s e et quae n u n c cst n u n c cssc crcatam.

Praeterea s i iam perfecto corpore n o b is


680 in f e r r i so lita st a n im i vivata potestas
tu m cum g ig n im u r et v ita e c u m lim e n in im u s ,
haúd ita conveniebat u t i cum corpore et una
cum m e m b ris v id e a tu r in ipso sanguine cresse,
sed v e lu t in cavea p er se s ib i vivere solam
685 co n ven ir, u t sensu c orp us tam en adfluat omne.
A cerca de la n a tu ra lez a de las c o sa s - libro tercero 399

Contra la preexistencia del alma201


Adem ás, s i la na tura leza del alma consta 670
de in m o rta lid a d y se in se rta a l cuerpo en lo s que nacen,
¿por qué no podemos recordar, a sim ism o , la vid a a n te rio r202
n i tenemos n in g ú n ve stig io de la s cosas realizadas ?
Pues, s i la potestad del alma rae cambiada de ta l m odo,
que haya p e rd id o toda rem em branza203 de las cosas actuadas, 675
eso, como o p in o , n o anda ya m u y le jo s de la m uerte;
p o r esto es necesario a firm a r; (e l alma) que e x is tió antes
había perecido y la que existe ahora fue creada ahora.204

Hipótesis contra el creacionismo2


Además, s i la fu e rza v ivie nte 206 d e l á n im o suele se r in tro d u c id a
en n o so tro s una v e z conform ado el cuerpo p o r com pleto, 680
ju s to cuando nacemos y cuando atravesamos el u m b ra l de la vida,
no so lo no c onvend ría que parezca haber crecido con el cuerpo
y ju n to con lo s m ie m b ro s, en la m ism a sangre, sin o que conviene
que v iva p o r s í m ism a , sola, com o en una caverna,2"17
aunque, n o obstante, tod o el cuerpo abunde en se n sib ilid a d .20® 685

2al Lucrecio argumenca contra la idea de que el alma exisda con anterioridad a la vida
presente, oponiéndose alas doctrinas filosóficas dominantes, y a las teorías místico-re­
ligiosas antiguas, que afirmaban que el alma preexisría antes de encarnar en el cuerpo.
Estas ideas se hallan estrechamente vinculadas a la reencarnación.
202La anterioridad a la que alude se refiere al tiempo que precede a los nacimientos.
203El sustantivo retin en tia . es una creación lexical lucreeiana.
204Lucrecio, contrariamente al pensamiento platónico en toirio a la transmigración de
las almas, sostiene que no es la misma alma que antes fue contenida en otro cuerpo la
que se instala en uno nuevo; cuerpo y alma nacen conjuntamente.
205 Nueva serie de argumentos contra las ideas generalmente aceptadas acerca del alma,
que en definitivaatacan la idea de su inmaterialidad. La existencia de esta con anterio­
ridad, su transmigración y el creacionismo presuponen la existencia de un alma no ma­
terial. Lucrecio defiende la tesis por completo opuesta: todo lo que existe es materia.
206El adjetivo viva iu s, -4, - u m solo tiene registro en Lucrecio.
^L os versos 684 y 685 los interpuso Lachmann.
2(mMUNRO, voL II, p; 54, advierte que este verso fije rechazado por Larabino por
considerarlo sumamente espurio; se trata de una glosa en extremo sarcástica en contra
de la. consideración de lo corporal por parte del platonismo. Lachmann lo conserva
pero lee, en lugar de affluat> a rcea i.
400 D E R .tR V M N’Á TV RÁ - L IB E R T T R T IV 5

Quare etiam arque etiam ñeque oríginis csse putandumst


expertís animas nec leti lege soluías-
Nam ñeque tanto opere adnecti potuísse putandumst
corporibus nostris extrinsecus insinuaras —
690 quod fjeri to tum contra m anifesta docet res.
Namque ita conexa est per venas viscera ñervos
ossaque, uti dentes quoque sensu particípentur;
morbus ut indicar et gélida! sttingor aquai
et lapis oppressus subsit si frugibus asper —
695 nec, tam contextae cum s in t , e x ire v id e n tu r
in c ó lum e s posse et salvas exsolvere sese
ó m n ib u s e n e rv is atque o ssib u s a rtic u lisq u e .
Quod si forte putas extrinsecus insinuatam
permanaie anímam nobis per membra solere,
700 tanto quique magis cum corpore r usa peribit.

Quod permanat eniin dissolvitur, interit ergo.


D ispertim r enim per caulas corporis omnis
u t cibus, in membra atque artus cum diditür omnis,
disperit atque alíam naturam sufficit ex se,
705 sic anim a atque anirnus quam vis íntegra recens <in>
corpus eunt, tam en ín m anando dissoluuntur,
dum quasi per caulas omnis diduntur in artus
particulae quibus haec an im i n atura creatur,
quae n un c in nostro d om inatur corpore nata
710 ex illa quae tun e p e riitp a rtita per artus.
Quapropter ñeque natali privata videtur
esse die natura animae nec funeris expers.
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O T E R C E R O 401

Por esta razón, una y otra vez, no se debe pensar que las almas
están privadas de origen n i libres de la ley de la muerte-209
Pues, a tal punto tampoco se debe pensar que Kan podido entrelazarse
en nuestros cuerpos, introducidas desde arnera—210
ya que la realidad manifiesta enseña que sucede todo lo contrario, 690
En efecto, de tal modo está entrelazada por venas, visceras, nervios
y huesos, que los dientes también participan de la sensibilidad;
como lo revela su enfermedad y la astringencia del agua helada
y la áspera piedra encontrada por sorpresa oculta entre granos—211
ni, aunque estén can entrelazadas,212 parece que puedan salir 695
intactas y soltarse a sí mismas las que están a salvo
de todos los nervios, los huesos y las articulaciones.
Y si acaso piensas que el alma introducida desde el exterior
suele permanecer en nosotros a través de ios miembros,
a sí m ucho más,213 fu n d id a con el cuerpo, perecerá. 700
En efecto, lo que emana se disuelve, p o r lo tanto muere.
Pues, se dispersa por todas las cavidades del cuerpo
como el alimento, cuando se esparce a los miembros y a todos los
órganos,
desaparece y proporciona a p artir de sí una naturaleza diferente,
asi el a lm a y el á n im o aunque llegan com pletos <a> u n cuerpo 705
reciente,214 no obstante se disuelven en su emanación,215216
mientras, por así decir, se esparcen por todas las cavidades hacia
los órganos las partículas de donde esta naturaleza del ánimo es creada,
la cual gobierna ahora en nuestro cuerpo, nacida de aquella
que entonces pereció esparcida a través de Jos órganos.. 710
Por esta razón, parece que la naturaleza del alm a no está
privada ni del d ía de nacimie neo ni está desprovista del funeral^16
209Lucrecio insiste una vez masen como ala materialidad del alma o ánima, ya que ha­
bla de su nacimiento y su muerte; por lo tanto no existe la noción de la preexistencia.
210 Se señala un orden diferente para los hexámetros 686-690 que corresponderían a

690-694.
211 Se trata de un pasaje sin resolución, cf. BAILEY (1947), vol. I, p. 336.

212Lucrecio alude a las almas o ánimas de los versos anteriores.


213La expresión tanto quique ma.gis es repetida en L. V.343.
2u Se refiere a un cuerpo recién nacido.
215Es decir, al momento de entrar al cuerpo y difundirse por éL
216Elpoetaconchiyesu argumentación de manera semejante alo expresado en los ver­
sos 686-687; se erara del uso de una estructura anular con que confirma didácticamen­
te su teoría.
400 D E R E R V M NATVRA - L IB E R T E R T IV S

Q uare etiam atque etiam ñeque o rig in ls esse p u ta n d u m st


experds anim as nec le t i lege so lu ta s.
N a m ñeque tanto opere adnecti p o tu isse p u ta nd um st
c o rp o rib u s n o s t ris e xtrin se c u s in sin u a ra s —
69o quod fie ri to tu m contra m a n ífesta docet res,
Nam que ita conexa est p e r venas viscera ñe rvos
ossaque, u t i d enles quoque se nsu p a rtic ip e m u r;
m o r bus u t in d ic a t e t g elid a i s t rin g o r aquai
et la p is op p ressus su b sit s i fru g ib u s asper —
6 9 5 nec, tam contextae cum s in t , e xire vid e n tu r
incólum es posse et salvas exsolvere sese
O m nibus e n e rv is atque o ssib u s a rtic u lísq u e .
Q u o d s i fo rte putas e xtrin se c u s ín sin u a ta m
permanare anim am n o b ís per m em bra solere,
700 tanto quique m a g is cum coip ore fusa p e rib it.
Q uo d permanat e n im d ísso lv itu r, in t e r it ergo.
D is p e r t it u r e n im per caulas c o rp o ris o im iis
u t cibus, in m em bra atque a rtu s cum d id it u r o m n is,
d isp e rit atque aliam na tura m s u ffic it ex se,
705 sic anim a atque a n im u s quam vis in te g ra recens < in >
Corpus e unt, tam en in m anando d isso lu u n tu r,
d um q uasi p e r caulas o m n is d id u n tu r in a rtu s
pa rticulae q u ib u s baec a n im i na tura creatur,
quae nunc in n o stro d o m in a tu r corpore nata
710 e x illa quae tune p e riit p a rtita p e r a rtus.
Q ua p ro p te r ñeque na tali p riv a ra v id e tu r
esse die na tura animae nec ftm e ris expers.
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L lB R O T E R C E R O 401

Por esta razón, una y otra vez, no se debe pensar que las almas
están privadas de origen ni libres de la le y de Ja muerte.209
Pu es, a tal punto tampoco se debe pensar que lian podido entrelazarse
en nuestros cuerpos, introducidas desde afuera—210
ya que la realidad m anifiesta enseña que sucede to d o lo contrario . 690
E n efecto, de tal modo está entrelazada p o r venas, visceras, n e rv io s
y huesos, que lo s dientes tam bién p a rticip a n de la se n sib ilid a d ;
como lo revela su enfermedad y la astringencia del agua helada
y la áspera p ie d ra encontrada p o r sorp resa oculta entre gra nos— 211
n i, aunque estén tan entrelazadas,211 parece que puedan s a lir 695
intactas y solta rse a s í m ism a s la s que están a salvo
de todos lo s n e rv io s, lo s hueso s y la s articulaciones.
Y si acaso piensas que el alm a introducida desde el exterior
suele permanecer en nosotros a través de los miembros,
así mucho más,215 fundida con el cuerpo, perecerá. 700
En efecto, lo que emana se disuelve, por lo tanto muere.
Pues, se dispersa por todas las cavidades del cuerpo
como el alimento, cuando se esparce a los miembros y a todos los
órganos,
desaparece y p ro p o rc io n a a p a rt ir de s í una na tura leza diferente,
así el alm a y el ánim o aunque llegan completos <a> u n cuerpo 705
reciente,214 n o obstante se d isue lve n en su emanación,215
mientras, por así decir, se esparcen por todas las cavidades hacía
los órganos las partículas de donde esta naturaleza del ánimo es creada,
la cual gobierna ahora en n u e stro cuerpo, nacida de aquella
que entonces pereció esparcida a través de lo s órganos, 710
Por esta razón, parece que la naturaleza del alma no está
privada n i del día de nacimiento n i está desprovista del funeral.216
^Lucrecio insiste una vez más en torno a la materialidad del alma o ánima, ya que ha­
bla de su nacimiento y su muerte; por lo tanto no existe la noción de la preexistencia,
21,1 Se señala un orden diferente para los hexámetros 686-690 que corresponderían a

690-694.
211 Se trata de un pasaje sin resolución, cf. BAILEY (1947), voí. I, p. 336.

2li Lucrecio alude a las almas o ánimas de los versos anteriores.


213 La expresión ta n to q u iq u e m a gis es repetida en L. V.343.

2l4Serefierea uncuerpo recién nacido.


2 ‘ 5 Es decir, al momento de entrar al cuerpo y difundirse por él.

21í El poeta concluye su argumentación de manera semejante a lo expresado en los ver­


sos 6 8 6 -6 8 7 ; se trata del uso de nna estructura anular con que confi rma didácticamen­
te su teoría.
402 D E R E R V M NADARA - LIB ER T E R JI V S

Semina praeterea linquuntur necne animai


corpore in exanimo? Quod silinquuntur ec insuní,
715 haud e rit u t m é rito im m o rt a lis p o s s it haberi,
p a rtib u s a m issis q u o n ia m lib a ra recessit.
Sin ita sinceris membris ablata profugit
ut nullas partís in corpore liquerit ex se,
unde cada vera rancenti íam viscere vermis
7 2 0 exspirant atque unde animantum copia tanta
exos et exsanguis túmidos perfíuctuat artus ?
Q uod si forte animas extrinsecus insinuari
vermibus et privas ín cor pora posse venire
credit nec reputas cur m iiia multa anim arum
725 conveniant unde unarecesserit, boc tamen est ut
quaerendum videatur et in discrimen agendum,
utrum tándem animae venentur semina quaeque
venniculorum ipsaeque sibi fabricentur ubi sínt,
an quasi corporibus perfectis insinuentur.
730 At ñeque cur faciant ipsae quareve laborent
dicere suppeditat. Ñeque enim , sine corpore cum sunt,
sollicitae volitant morbis alguque fameque,
Corpus enim magis bis vitiis adfine laborat
et m ala m ulta animus contage fungitur eius.
735 Sed tam en b is esto qua m vis facer e u tile Corpus
c u i subeant; at q u a p o ssin t via n u lla vid e tu r.
Haud igitur faciunt animae sibi corpora et artus.
Nec tamen est utqui perfectis insinuentur
corporibus; ñeque enim poterunt subtiliter esse
740 conexae ñeque consensu contagia fient,
A cerca d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o t e r c e r o 403

El alma y la muerte
Adem ás, ¿las se m illa s del alm a dejan de e x is t ir o no
en el cuerpo exánime? Pero, si dejan d e e x is t ir y permanecen,
n o podrá, con ra zó n, ser considerada in m o rta l,217 715
ya que se re tiró derramada a trayés de las partes perdidas.
Pero s i, llevada con su s m ie m b ro s ind e m nes,218 se fuga
de tal manera que no deja parte alguna de s í en el cuerpo,
¿de dónde lo s cadáveres con las visceras ya p ú trid a s expiden
g u san o s y d e d ó n d e ta n t a ab u n d a n c ia d e an im ales 720
inverte b ra d os y s in sangre p u lu la 219 p o r las túm id a s extremidades?
Y s i acaso crees que la s almas pueden se r in tro d u c id a s desde afuera
en lo s gusanos y que cada una puede llegar a lo s cuerpos,
y no consideras p o r qué m uchas m ile s de alm as convergen
de d o n d e u n a se h a re tira d o , n o o b sta n te , e sto es, a saber, lo q u e 725
p a rec e q u e d eb e p re g u n ta rs e y lle v a rse a cab o c o n d is c e rn im ie n to ,
si, d esp u és d e to d o , las alm as salen a cazar cada u n a d e las sem illas
de lo s gusanos y ellas m ism a s fabrican para s í dónde e x is t ir
o, p o r así d e c ir, se in tro d u c e n u n a v e z c o n fo rm a d o s lo s c u erp o s,
Pero no es via ble a firm a r p o r qué ellas m ism a s lo hacen o p o r qué 730
se esfuerzan. Y , en efecto, cuando están s in u n cuerpo
no revolotean angustiadas p o r las enfermedades, e l f r ió y el hambre.
Pues, el cuerpo su fre en relación con estas desventajas
y el án im o experim enta m uchos males p o r su contagio.
Pero, no obstante, ten en cuenta esto, aunque sea ú t il hacer u n cuerpo 735
para que se in tro d u zc a n ; mas p o r donde p o d ría n , parece no hay n in g ú n
camino.
P o r consiguiente, las alm as no construyen su cuerpo y su s m ie m b ro s.
S in embargo, no es p o sib le que se in tro d u zc a n en lo s cuerpos
acabados; pues n i p o d ría n estar m u y su tilm e n te conectadas
n i jos c o n ta c to s re s u lta ría n p o r la re u n ió n d e las sensaciones. 74o

2‘- M U N R O , voL II, p. 2 59, simplifica la locución h au d et i: u tp o srít por h a u d poterit,


es decir “no podrá”.
218Alude a las partes o miembros del alma.
219£1 verbo perjlu ctu o es u n a creación léxica lucreciana.
404 D5 P4RVM NATVRA - L;BER TERT1VS

D e n iq a e c u r acris v io ie n iia t ris t e Jeonum


se m in íu m se q u ila r, vuíp e s dotas, ec fuga c e rvis
a p a trib us datur ec p a triu s p a vo r in c ita r a rtu s,
ec iam cetera de genere hoc cur o m n ia m e m b ris
745 ex ineunce aevo generascunt ingenioque,
s i n o n , certa suo quia sem ine se m in io q u e
v is a n im i p a rite r c re scit cuna corpore queque ?
Q u o d s i im m o ría lis fo re t et m urare sole re t
corpora, p e rm ix tis anim antes m o rib u s essenc,
750 effugeret canis H y rc a n o de se m in e saepe
c o rn ig e ri ín c u rsu m c e rvi trem eretque p e r auras
aeris accipiter fu g ie n s veniente colum ba,
d esiperent h o m in e s, saperent fera saecla íe ra ru m .
I liu d e n im fa lsa fe rt u r racione, quod a iu n t
755 im m o rca le m anim ara m u ta to corpore fie c ti.
Q uo d mucacur en im d isso lv ic u r, in te ric e rg o .
T ra ic iu n t u r e n im p artes acque o rd in e m ig ra n t;
quare d is s o lu i quoque debent posse per a rtu s,
denique u t in te re a nt una cum corpore cunctae,
760 S in anim as h o m in u m dicent in corpora sernper
iré hum ana, tamen quaeram c u r e sa p ie nti
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE iJES CO SA S - L íB R O T E R C E R O 405

Argumentos contra la transmigración de las almas


F in a lm e n te , ¿por qué la amarga viole ncia sig u e a ia r a z a triste
de los leones, el engaño a las zo rra s, y la fuga del ciervo2*0
es dada a p a rt ir de io s padres y u n pavor heredado in c ita sus
extrem idades;
y p o r qué todas la s restantes cosas de esta ra za se generan ya
desde el com ienzo de Ja edad en lo s m ie m b ro s y en el carácter, ' 745
s i, porque en su se m illa y en su descendencia,2
221 no crece
0
2
a la par una fu e rza determ inada del ánim o tam bién con el cuerpo?
Y s i fuera in m o rta l y s o lie ra cambiar io s cuerpos,
se ría n lo s seres v ivie n te s de costum b res mezcladas,222
frecuentemente u n p e rro de raza223 hlrcana224 h u iría 750
del ataque del cie rvo cornígero y se estremecería a través de las b risa s
del aire el ha lcó n huyendo al acercarse una paloma,
lo s hom bres serían irra c io n a le s, serían sabias las salvajes razas de las
fie ra s.22’
E n efecto, se dice que es de un a ra zó n falsa porque afirm a n
que el alm a in m o r ta l se c a m b ia al m u d a rse e l c u e rp o . 755
Pues, lo que cambia se disuelve, p o r lo tanto perece.226
E n efecto, se tra n sfie re n las partes y salen de su orden;
p o r lo que tam bién deben poder d iso lve rse a través de lo s m ie m b ro s,
para que perezcan p o r f in todas conjuntam ente con el cuerpo.
Pero s i dicen que la s almas de lo s h o m b re s van siem p re 760
a cuerpos hum a no s, s in embargo, preguntaré p o r qué la de u n sabio

220La últim a p alabra del hexám etro presenta variantes, aparece ccrvos en los manuscri­
tos G Q y en la edición véneta, cervis,
221 Escás palabras juntas producen una singular aliteración.
222 Lucrecio enumera una serie de ejemplos por la vía del absurdo para desestimar las
teorías contra las que argum enta.
223Se traduce sem en por raza.
224L a H ircania es m ía antigua región histórica del Asia central, en las orillas m eridiona­
les del m ar Caspio, que constituía una de las satrapías del imperio aqueménide.
225Por medio de una enumeración de ejemplos, Lucrecio afirma la imposibilidad de la
transm igración de las almas.
¿zsEntre los versos 756-759 Lucrecio insiste una vez más, a través de fórmulas seme­
jantes, acerca de la im posibilidad de la transmigración a partir del razonamiento de la
disolución del alm a junto con el cuerpo.
406 De rervm natvra - l íb e r t e r t iv s

stu lta queat fie ri, nec p ru d e n s s it p u e r u liu s ,


[ s i no n, certa suo quia se m ine se m in io q u e ]
nec tam doctus equae p u llu s quam f o r t is equi vis,
765 Sc ilic e t in te n e ro tenerascere corpore m entem
confugient. Q u o d si ia m fit, lateare necessest
m o rta le m esse a nim am , q uonia m m utata per a rtr.s
tanto opere a m it t it v ita m sensum que p rio re m .
Q uove m odo p o te rit p a rite r cum corpore quoque
770 confirm ata c u p itu m aetatis tangere Horem
v is a n im i, n is i e rit c o n so rs in o rig in e prim a?
Q u id ve fo ra s s ib i v u lt m e m b ris e x ire senectis?
A n m e tu it conclusa manere in corpore p u t ri
et d o m u s aetatis sp atio ne fessa ve tu sto
775 obruat? A t n o n su n t im m o rta li u lla p e ric ia ,
D e n iq u e conubia ad V e n e ris p a rtusq u e fe ra rum
esse anim as praesto d e rid ic u lu m esse vid e tu r,
exspectare im m o rta lis m o rta lia m em bra
in n ú m e ro n u m e ro certareque praeproperanter
78o Ín te r se quae p rim a p o tissim a q u e in s in u e t u r;
s i n o n fo rte ita su n t a n im a ru m foedera pacta
u t quae p rim a v o la n s advenerit in s in u e tu r
p rim a ñeque ín te r se contendant v irib u s h ilu m .

D e n iq u e in aethere n o n arbor, n o n aequore in alto


785 nubes esse q u e u n r nec pisces vive re in a rv is
nec c rú o r in lig n is ñeque sa xis sucus inesse.
C e rtu m ac d isp o situ m st u b i q u ic q u id crescat et in s it .
A C E R C A DE LA N ATURALEZA D E LAS C O S A S - L IB R O T E R C E R O 407

pu ede volverse necia,227 n i es prudente n in g ú n n iñ o ,


[si n o , porque en su se m illa y en su descendencia]228 n i es tan entrenado22''
el p o tro de una yegua com o la potencia determ inada de u n fue rte caballo.
S in duda apelarán230 a que en u n cuerpo tie rn o la mente 765
crece tie rn a . A h o ra , s i esto sucede, es necesario a firm a r
que el alma es m o rta l, porque removida a través de lo s m ie m b ro s
pierde a ta l p u n to la vida y la se n sib ilid a d anterior,
O bien, ¿de qué m odo la fu e rza del á n im o podrá, fortalecida a la par
con cada cuerpo, alcanzar la deseada f lo r 770
de la edad, s i no es com partida en u n p rim e r origen?
O , ¿por qué quiere s a lir fue ra de lo s m ie m b ro s envejecidos?
¿Acaso teme perm anecer encerrada en u n cuerpo p o d rid o
y que una casa cansada de la vejez la abrume con su antiguo
espacio? S in embargo, n o e xiste n in g ú n p e lig ro para u n in m o rta l. 775
Fina lm e nte , parece que es rid íc u lo que las almas estén lista s
para las u n io n e s de Venus y lo s p a rtos de las fie ra s,231
que esperen como in m o rta le s lo s m ie m b ro s m o rta le s
en u n n ú m e ro incontable y que com pitan precipitadam ente232
entre s í para in tro d u c irse com o la p rim e ra y la más poderosa; 7S0
s i p o r casualidad no bay u n acuerdo de la s alm as establecido de manera tal
que la p rim e ra que llegue volando se in tro d u zc a
p rim e ra y no contiendan p o r nada entre s í con sus fue rzas.

El alma solo existe en un cuerpo


E n fin , no es p o sib le que haya u n árbol en el éter, n i nubes233
en el p ro fu n d o mar, n i que v iva n peces en lo s campos,
n i que haya sangre d e n tro de lo s le ño s, n i ju g o en las piedras.
E s c ie rto y está d isp u e sto dónde crece y se asienta cada cosa,

217Se refiere al alm a.


12S Este verso fue quitado por los editores ya que se rra ta de la repetición del hexámetro
746,
^ S e g ú n M U N R O , voL II, p. 260r e l verso 764 se trata de un agregado.
230 El uso del verbo conjkgio con infinitivo es considerado una construcción m uy poco
usual. CE M U N R O , id .
23á Lucrecio u tiliza la via del absurdopara desestimar lain m o rtalid ad y la transm igración
del alma.
232El adverbio prae pro per ¿ínter es una creación lucreciana,
233Los versos 784-797 resultan sumamente semejantes a los hexámetros 128-141.
408 D E R E R V M NATVRA - LIBEB. TER T5V S

Sic animx natura nequit sitie corpore oriri


sola ñeque a nervis et sanguíne longius esse.
790 Q u o d s i posset e n ím , m u lto p riu s ipsa a n im i v is
in capite aut u m e ris aut im is calcibus esse
posset et in na sc i quavís in parte soleret,
tándem in eodem h o m in e atque in eodem vase manere.
Q u o d q u o n ia m n o stro quoque constat corp ore cerram
795 disposicum que v id e tu r u b i esse et crescere p o ssit
so rsu m a n im a atque a n im us, tanto m a g is in fitia n d u m
to tu m posse extra c orp us durare genique.
Q uare , c o rp us u b i in t e r iit , p e riisse necessest
conhtcarc anim am d istracta m in corpore to ro ,
acó Q u ip p e etenim m o rta le aeterno iungere et una
consentiré putare et fu n g í m utua posse
desiperest. Q u id e n im d iv e rsiu s esse p u ta n d u m st
aut m agis ín te r se d isiu n c ru m d iscrepitansque,
quam m o rta le quod est im m o rt a ii atque p e re n ni
sos iu n c tu m in co n cilio saevas tolerare procellas ?
Praeterea quaecumque m anent aeterna necessest
aut quia s u n t so lid o cum c orp ore respuere ic tu s
nec penetrare pati s ib i quicquam quod queat artas
d issoc ia re in t u s p a rtís, u t maceriai
830 c o rp o ra su n t q u o ru m naturam o ste n d im u s ante,
aut ideo d urare aetatem posse per om nem ,
plagarum quia su n t expertia, sic u t inane st
quod m anet ín ta c tu m ñeque ab ic tu fu n g it u r h ilu m ,
aut etiam quia n u lla lo c i fi.t copia c ircum ,
815 quo quasi res p o ssin t discedere d isso lu iq u e ,
sic u t su m m a ru m sum m a st aeterna, ñeque extra
q u ís locus est quo d iffu g ia n t ñeque corpora su n t quae
p o ssin t incid e re et va lid a d isso lve re plaga.
A C E R C A DE I A N ATURALEZA DE LAS CO SA S - L IB R O T E R C E R O 409

Así la naturaleza del ánimo no puede surgir sola sin un cuerpo,


ni tampoco puede estar muy lejos de los nervios y de la sangre,
Y s i fuera p o sib le esto en efecto, m ucho antes la m ism a tue rza del ánim o 790
p o d ría estar en la cabeza o en lo s h o m b ro s o en lo más bajo
de lo s talones y acostum braría a nacer en cualquier parte
después de todo para permanecer en cualquier hom bre y en cualquier
recipiente,
Y puesto que también consta en nuestro cuerpo, parece cierto
y d isp uesto dónde pueden estar y crecer separadamente 795
el alma y el ánim o, tanto más ha de negarse
que pueda nacer y d u ra r p o r fue ra del cuerpo,
Por esta causa, cuando muere el cuerpo, es necesario declarar
que el alm a ha perecido esparcida en el cuerpo entero.
Porque, en efecto, ligar lo m ortal con lo eterno y pensar 800

que sie n te n en c o n ju n to y pueden se rv irse m utuam ente,


es desvariar. Pues, ¿qué cosa ha de pensarse que es
más diferente o más alejada y disonante entre sí,
que lo m o rta l que está ligado a lo in m o rta l y lo perenne
para so p o rta r en u n acuerdo salvajes torm entas? 8C5
Además, es necesario que cualquiera de las cosas que permanecen eternas
o bien, porque existen con un cuerpo sólido, rechacen los golpes
y no su fra n que las penetre algo que pueda d isocia r en su in te rio r
su s estrechas partes, como so n lo s corpúsculos
de la materia234 cuya naturaleza expusimos anteriormente, 8ic
o bien, puedan, p o r esto, p e rd u ra r a través de toda edad
yaq u e están faltas de lesiones, así como está el vacío
que permanece intacto y no experim enta nada a p a rtir de u n golpe,
o también porque no existe a su alrededor ningún espacio suficiente
hacia el cual las cosas pudieran, de alguna manera, alejarse y disolverse, 815
así como es eterna la suma de las totalidades, y no existe
fue ra lu g a r alguno hacia e l cual se d isip e n , n i e xiste n corpúsculos que
puedan hacerles m ella y d iso lv e rla s con u n v ig o ro so golpe.

234C om o en anteriores ocasiones, Lucrecio utiliza el genitivo arcaico de la primera


declinación m aterial.
410 D e rervm natvra - l íb e r t e r t i v s

Q uod si fo rte ideo m agis im m o rta lís habendast,


820 quod v ita lib u s ab rebus m u n ita tener u r
aut quia n o n v e n iu n t o m n in o aliena sa lu tis
aut quia quae v e n iu n t aliqua ra tio ne recedunt
p u lsa p riu s quam q u id noceant sentare queamus,

praeter e n im quam q uod m o rb is cum c o rp o ris aegret,


825 advenit id quod eam de rebus saepe íu t u r is
macerat in q u e m etu male habet e n risq ue fatigar
p ra ete ritisq ue male a d m issis peccata re m o rd e nt.
Adde fu ro re m a n im i p ro p riu m atque o b liv ia re ru m ,
adde quod in n ig ra s le th a rg i m e rg itu r undas.8
0
3

830 N i l ig it u r m o rs est ad n o s ñeque p e rtin e t h ilu m ,


quandoquidem na tu ra a n im i m o rta lis habetur,
E t ve lut anteacto n íl tem pore se n sim u s aegri,
ad conflig end um v e n ie n tib u s undiq ue P o e n is,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O T EB .C E R O 41t

Y s i p o r casualidad, más bien, lia de se r considerada in m o rta l p o r esra


/ ?3 5
ra zó n ,
el hecho de que se la tiene protegid a de las cosas vita le s,236 820
o p orque no acuden en lo ab soluto cosas h o stile s a la salud,
o p orque la s que llega n se re tira n expulsadas p o r alguna
ra zó n , antes de que podamos s e n t ir qué cosa dañarían,

pues, además del hecho de que se enferm a ju n t o con las enfermedades


del cuerpo,
le sob reviene eso que a m e nud o la a torm enta acerca de las cosas fu tu ra s, 825
y es colmada desgraciadamente p o r el m iedo y se fatiga p o r las
preocupaciones
y, aún no a d m itid a s la s cosas p re té rita s, la s culpas la rem uerden.
Agrega la locura pro pia de la mente y lo s o lv id o s de las cosas,
agrega el hecho de que se sum erge en las negras olas del letargo.

La muerte no afecta a los hombres


N a d a e s, p o r lo tanto, la m ue rte para n o so tro s y n o n o s concierne en
nada,238 830
ya que se considera m o rta l la na tura leza del ánim o,
Y así como, en tie m p o pasado, n o se n tim o s nada de d olor,
cuando v e n ía n de todas p artes lo s cartagineses a pelear,235*2
7
3

235Se hace referencia al alma.


^^M U N RO , vol. TI, p. 262, señala ía posibilidad de que el adjetivo v it ¿dibus se relacio-
ne con la id ea de mortalidad.
237Entre los versos 823 y 824 Lachmann indica una lagu na, ya señalada por Lambino,
cf. BAILE Y (1947), voi. I p. 3 4 4
23í? En este punto del desarrollo de la tesis lucreciana. se afirma categóricamente uno
de los fundamentos del epicureism o: todo lo existente es macerial, incluso el alma está
formada por corpúsculos, por lo cual acaba en la muerce, escapando de cualquier ins­
tancia de sobrevida posterior.
235Se conocen con el nom bre de Guerras Púnicas a los tres conflictos armados, acaecidos
entre los años 2 6 4 y 146 a.C., que tuvieron com o protagonistas a Jas dos potencias m edi­
terráneas más importantes de entonces, Roma y C aitago. De los tres enfrentamientos, el
segundo, iniciado en el año 221 a.C . tras el ataque de A níbal Barca a la ciudad híspana de
Sagunto, f ue el que puso al pueblo de Roma en máximo estado de alerta y angustia frente
a l futuro inm ediato, y a que Aníbal descendió p or los Alpes sumando victorias, hasca que
finalmente Cartago fue derrotada en la batalla de Zama, en el 202 a.C.
412 D I RERVM NATVRA - LIBER TERTÍVS

om nia cum b c ili trep id o concussa tu m u k u


835 h ó rrid a contrem uere sub a lt is aetheris o rís ,
in dubioque fuere tttro rixrn ad regna cadendum
O m nibus hum an i s esset terraque m arique,
sic , ubi non e rim u s, cum c o rp o ris atque anim al
d isc id iu m fu e rit q u ib u s e su m u s u n ite r apti,
840 sc ilic e t haud n o b is quicquam , q u i no n erim us tum ,
accidere o m n in o p o te rit sensum que movere,
n o n s i cerra in a ri m isc e b ítu r et mare cáelo.
Ec s i iam n o stro s e n tir de c orp ore postquam
d ístra cta st a n im i na tura animaeqae potestas,
845 n il tam en est ad nos q u i com ptu coniugioque
c o rp o ris atque animae c o n sistim u s u n it e r apti.
Nec, s i m ateriem no stra m collegerit aetas
p o st o b im m ru rsu m q u e redegerit u t sita nunc est
atque ite ru m n o b is f iie r in t data lu m in a vitae,
850 pe rtine at quicquam tamen ad nos id quoque facíum .
in te rru p ta sem el cum s it repetentia n o s tri.
E t n u n c n i l ad n o s de n o b is a ttin e t, ante
q u i fu i m us, < n il> iam de i l l í s n o s a d ficit angor.
N a m cum respicia s im m e n si te m p o ris omne
855 p ra e te ritu m sp a tium , tum m o tu s m ateria l
m u ltim o d is quam sin t, facile ho c accredere p o ssis,
A C E R C A D £ LA NATURALEZA. DE LAS CO SA S - L IB R O T E R C E R O 413

cuando codas jas cosas se estrem ecieron, golpeadas p o r el tu m u lto


de la guerra, erizadas de h o rro r bajo las altas o rilla s del éter, 835
y to d o s lo s ho m b re s estaban en la duda de cuál u n o u o tro
im p e rio 2"10 debía caer, no solo p o r cierra sin o ta m b ié n p o r mar,
así, cuando no estemos, cuando se haya p ro d u c id o la separación
de cuerpo y alma, a p a rt ir de io s cuales fu im o s ligados form a nd o una
unidad,
s in duda nada n o s p o drá suceder en n in g u n a circunstancia a n o so tro s, 840
que no serem os entonces, n i p odrá conm over n u e stro s senodos,
n i siq u ie ra la cierra se m ezcla con el m a r y el m a r con el cielo.2
241*
0
4
Y s í aun, después de haber sid o separados de n u e stro cuerpo,
sie nte n (algo) la naturaleza del á n im o y el poder del alma,
nada, s in embargo, es para n o so tro s, que estamos com puestos a p a rt ir 845
de la u n ió n y la ligadura del cuerpo y del alma, enlazados fo rm a nd o una
unidad.
Y , s in embargo, s i ei tiem po recogiera n u e stra m ateria después de la
_ 242
m uerte
y la h ic ie ra v o lv e r hacia atrás p o r segunda vez como está dispuesta ahora,
y las luces de la vid a nos fu e ra n dadas nuevamente,
no se ría p e rtin e n te en nada ese hecho tampoco para n o so tro s, 850
una vez que haya sid o in te rru m p id o el acto de recordar245 lo nuestro»
A h o ra tampoco nada n o s im p o rta a n o so tro s sobre quienes244
fu im o s n o so tro s antes, < n i> 245 la a n g u stía n o s o p rim e p o r aquellos»
Pues, cuando consideres todo el c urso a n te rio r del tiempo
inconm ensura ble, (y ) de cuántos modos son entonces lo s m o v im ie n to s 855
de la m ateria,246 fácilm ente p o d ría s dar crédito a esto,

240Lucrecío hace referencia con la denominación regna a Roma y a Cartago.


241 El uso de la paradoja como recurso didáctico para demostrar la falsedad e imposi­
bilidad de lo razonado.
2 ,2 Lucrecio alude a la teoría de la palingenesia (izcí)dyy£Ví<jía) o de la reencarnación, a la

que niega a partir de los fundamentos materialistas déla filosofía epicurea.


2i|3El término rep eten te es un vocablo lucreciano, solo hallado en su imitador Árnobio
(s. IV d.C.}, quien lo usa dos veces. Cf. MUNRO, yol. 11, p. 264.
244 Lucrecio inicia en este punto consideraciones en torno a la temporalidad y la con­

ciencia que el hombre tiene sobte el pasado y su imposibilidad de dar cuenta del futu­
ro, es decir, de lo que aun no se ha vivido.
BA i LEY (1947), vol. I, p. 346, señala que ñeque fue agregado por Lachmann,
246 Uso del genitivo arcaico
414 D E RH LV M N ATV RA - L IB E R TER.T1VS

semina saepe in eodem, u t nunc sunt, ordine posea


[865] Jiaec eadem, q-jibus e mine nos sumus, ante fu isse ,
[858] Nec memori tamen id q u ím u s reprehenderé mente;
860 [859] ínter enim iectast vitai pausa vageque
[860] deerrarunt passim motus ab sensibus omnes.
[8 6 1 ] Deber enim, misere si forte aegreque futurumst,
[862 ] ipse quoque esse in eo tum tempore, cui male possit
[863] accidere. Id quoniam m orsexim it, esseque probet
863 [864] illu m cui possint incommoda conciliari,
scire licet nobis nii es se in morte timendum
nec miserum fieri qui non est posse ñeque hilum
differre an nulío fuerít iam tempore natus,
mortalem vitam mors cum im m ortalis ademit,870*5

870 Proinde ubi se videas hominem indignarier ipsum,


post mortem fore ut aut putescar corpore poseo
aut flammis interfíat malisve ferarum,
scire licet non sincerum sonere atque subesse
caecum aliquem cordi stimulum, quamvis neget ipse
875 credere se quemquam sibi sensum in morte futurum.
Non, ut opinor, enim dat quodprom ittit et unde,
nec radicitus e vita se toilit et eicit,
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a de las c o s a s - l ib r o t e r c e r o 415

que las se m illa s a m enudo e stuvie ro n d isp uesta s antes en ese m ism o
orden,
como están adora, (so n ) estas m ism a s se m illa s, a p a rtir de las cuales
n o so tro s e x istim o s ahora. 247 [865]
Y, s in embargo, no lo podem os recordar n i a s irlo con la m ente; [858]
pues se le in te rp u so u n a pausa a la vida y desordenadamente, 860 [859]
de m anera dispersa, tod os lo s m o v im ie n to s se apartaron de lo s se ntid o s. (860]
P u e s si, p o r casualidad, el fu t u ro 248 es penoso y desdichado, [861;
tam bién debe e x is t ir entonces en ese tie m p o él en persona, a quien pueda [8 6 2 ]
sucederle algo m alo. P u e sto que la m u e rte lo im p id e y p ro h íb e 249 que [863;
e xista aquel a q u ie n p o d ría n ju n tá rse le las cosas n o favorables, 865 (864]
es líc it o que sepamos que nada hay que tem er ers la m uerte2502
1
5
y que no puede vo lve rse m iserable quien no es, n i en nada
d ifie re s i ha nacido ya en u n tie m p o o en n in g u n o ,
cuando la m uerte in m o rta l arrancó la vida m o rta l.252

Temores humanos ante la muerte


Por consiguiente, cuando veas que un hombre se lamenta252de sí
870
mismo,
de que después de la muerte debería, o bien pudrirse una vez enterrado
el cuerpo,
o bien ser destruido por las llamas o por las mandíbulas de las fieras,
es lícito pensar que no suena sincero y que subsiste
en su corazón algún aguijón no visible, aunque él mismo
se niegue a creer que tenga alguna sensación en la muerte. 87:

P ue s, según m i o p in ió n , n o da lo que prom ete y a p a rt ir de esto,


n i de ra íz se expulsa y se quita de la vida,

247 El orden de los versos 858-865 fue restituido por Lachmann.

249Literalmente ulo que h a de suceder”.


249E \verboprobeo es una íbnna contracta deprohibeo. Serrata de una corrección hecha
por Lachmann-
250 Literalmente! “es lícito saber que nada hade ser temido por nosotros en la muerte”-

251Oposición entre la vida y la muerte como parte del proceso de desarrollo de la .ma­
teria y su posterior desagregación de los elementos primordiales.
2'JZUso de la forma arcaica de!, infinitivo presente pasivo indignarier. En cuanto al sen­
tido del verbo, MUNR.O,vol. II, p. 265, lo considera un equivalente del verbo rmseret.
Esto puede pensarse en el uso del pronombre re'que hace referencia a la persona por la
cual se siente conmiseración-
416 D E RJERVM NATVRA - LIB ER T E R T ÍV S

sed fa cit esse s u i quiddam sup er in s c iu s ipse,


V iv u s e n im s ib i cum p ro p o n it q uisq ue fu tu ru m ,
880 Corpus uci vo lu c re s iacerent ín m o rte teraeque,
ipse su i m ise re t; ñeque enim se d iv id it illim
nec rem ovet sa tis a p ro ie c to corp ore et illu m
se n n g it sensuque sa o contam inat adstans.
H iñ e in d ig n a tu r se m o rta le m esse creatum
885 nec vid e t in vera n u iiu m ¡o re m o rte a liu m se
q u i p o s s it v iv u s s ib i se iugere pe rem ptum
stansque iacentem < se > lacerari u riv e dolere.
N a m s i in m o rte m a lu m st m aJis m o rsuq ue fe ra rum
tracta rí, n o n in v e n io q u i n o n s it acerbum
890 ig n ib u s im p o sítu m c a lid is torrescere fla m m is
aut in m elle situ m s u f i ocari atque rigere
frig o re , cum su m m o g e lid i cubat aequore sa xi,
urg e rive superne o b tritu m pondere terrae.
a cerca d e la n a t u r a l e z a de las c o s a s - L ib r o t e r c e r o 417

s in o que él m ism o , ig no ra nte, hace que algo de s í sobreviva.2' 3


D e hecho, cuando alguno, aún v ivo , sugiere lo que le ha de o c u rrir,
que en la m uerte254 las aves y las fieras desgarrarán su cuerpo, !
se lam enta de s í m ism o ; pues, n i se d istin g u e de aquello,255
n i se aleja lo su fic ie n te del cuerpo arrojado e im agina que éí
es aq ue 1 (cuerpo) y, colocándose a s u lado, lo im pregna con s u se n tir.256
P o r esto se in d ig n a p o r haber sido creado m o rta l
y no ve que en la m u e rte verdadera n o e x istirá o tro como él :
que pueda, vivo , lam e ntar para s í que é l h ie reducido a la nada,
n i erg uid o de pie, dolerse de que él, yacente, es desgarrado o quemado.
Pues, s i es m alo en la m uerte se r arrastrado25, p o r ia dentellada y las
m andíb ulas
de la s fieras,258 n o encue ntro p o r qué n o se ría penoso,
puesto sobre el fuego, ser asado p o r las llam as calientes,
o sofocarse al se r colocado en m ie l259 o entumecerse
p o r e l frío , cuando es recostado en la sup erfic ie plana de una gélida (lo sa )
de p iedra,260
o se r o p rim id o , agobiado desde lo a lto p o r el peso de la tie rra .2612
1
5

251 Lucrecio sostiene que sin sabiduría el hombre no puede resolver la incertidumbre
en tomo a la muerte, ya que se debe dudar de aquel que defiende un pensamiento ag­
nóstico sobre la vida ttitrarerrenal, cuando carece de fundamentos filosóficos. Por otra
parte, repite el uso déla tmesis entre el infinitivo esse y el adverbio/preposición super.
254 MÜNRO, voi. H p 265, afirma que debe entenderse in m orte como un transcurrir

en la muerte, o bien después de la muerte.


155 Jllim es una forma arcaica del adverbio illinc,
254 Lucrecio hipotetiza la separación entre las dos sustancias, como si el alma sobrevi­

viente asistiera al proceso de desintegración del cuerpo.


252 El sentido del verbo tracto es el de arrastrar, cf. MTJNRQ, vol- II, p. 266.

' :HSc consideraba desafortunado el hecho de ser devorado por las fieras, ya que se supo­
nía que el cuerpo había sido abandonado por alguna forma de castigo.
252La mención de la miel obedece a que era usada junto a otras sustancias en la técnica
del embalsamamiento de los cadáveres.
■^Lucrecio estaría aludiendo a reunir las cenizas en urnas o sarcófagos, o bien colocar
el cadáver sobre una losa para su putrefacción, como si se tratara de una cama de piedra.
2 6 rE.l poeta efectúa un catálogo de las diversas formas de tratamiento de un cadáver y la

sepultura que se daba a los muertos, según las costumbres culturales y socioeconómi­
cas. Desde su posición filosófica, ninguna es preferible a otra.
418 D e r e r v m n a t v r a - líbertertivs

la m íam n o n d o m u s a.ccipiet te iaeta, ñeque u xo t


895 óptim a nec dulces o c current o sc u la n a ti
praeiipere et tacita pectus dulcedíne tangent.
Non poteris factis florentibus esse, tuisque
praesidium. Misero misere’ aiunt b n m ia ademit
una dies infesta tibi tot praemia vitae.’
900 Illud in his rebus non addunt ‘nec tibi earum

iam desiderium rerum super ínsidet una.’


Quod bene si vidcant animo dictisque sequantur,
dissoluant anim i magno se angore metuque.
‘Tu quidem ut es leto sopitus, sic eris aeví
905 quod superest cunctis privatu' doloríbus aegris.
At nos horrífico cinefactum te prope busto
insatiabiliter deilevimus., aeternumque
nuda dies nobis maerorem e pectore demetfi
Uiud ab hoc igitur quaerendum esc, quid sit amari
920 tanto opere> ad somnum si res redit arque quíetem,
cur quisquam aeterno possit tabescere luctu.

Hoc etiam faciunt ubi discubuere tenentque

I.
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O T E R C E R O 41 9

Inutilidad de las lamentaciones fúnebres


“ Ya jamás te recibirá el hogar feliz, ni tu virtuosísima esposa
ni tus hijos correrán a tu encuentro para arrebatarte dulces besos 895
n i conmoverán tu pecho con silencioso encanto.
No podrás tener acciones florecientes ni ser protección
para los tuyos. A ti, mísero de excesiva miseria”,262 dicen, “tantas
recompensas de la vida te las arrebata todas un único día adverso”.
En estas circunstancias no agregan aquello: “y ya además no está presente 900
para ti, al mismo tiempo, el anhelo de esas cosas”.
Y si vieran esto claramente con el ánimo y lo siguieran con las palabras,
los ánimos se liberarían de gran angustia y de miedo.
“Tú, por cierto, adormecido por la muerte como estás, así estarás
lo que resta del tiempo, privado263 de todos los enfermizos dolores en su
conjunto; 905
en cambio nosotros, junto a la estremecedora pira te lloramos
incansablemente a ti, reducido a cenizas,264 y ningún
d ían o s quitará de nuestro pecho el eterno dolor”.265
En consecuencia, a partir de este266 debe preguntarse aquello: qué cosa
sería tan amarga, si se vuelve26'' hacia el sueño y el reposo, 910
por lo cual alguien podría consumirse a causa de un eterno pesar.26*

Reflexiones acerca de la brevedad de la vida


También a menudo sucede259 esto: que los hombres, al momento en
que se reclinaron en la mesa,20

202 Acerca de frases como m isero m isere>donde se hace uso déla variado o figuraetimo-
lógíca, MUNRO, voL II, p. 267, señala su aparición en Ja obra plautina.
^ Caída déla "s" e n privatus.
26i £1 participio cinefactus, -a, -um se registra solamente utilizado por Lucrecio. Según
Lachmann, Nonio explica su significado. C£ MUNRO, voL II, p. 267-
2á'-"£ 1 poeta prosigue con realismo describiendo la situación de los deudos y lamentán­
dose, casi elegiacamente, sobre la imperturbabilidad de ia muerte,
266 En este punto Lucrecio se refiere por cercanía al hablante que se lamenta en los
versos anteriores por la muerte de un ser querido.
^Seoptaporno traducir el sustantivo r a sustituyéndoselo por una forma impersonal.
2í8La muerte, entendida metonímicamente como sueno y reposo, no tiene medida en
el tiempo; de igual manera debería ser el pesar que provoca entre los vivos.
2*9Si bien el verbo está en 3° persona plural, se opta por traducir en singular.
420 DE RERVfvt N A YV RA - L IB E R TERTSVS

pooila saepe homines et inumbrant ora coronís,


ex animo ut dicant ‘ brevis hie esc fructus homullis;
915 iam fuerit ñeque pose um quam revocare licebít/
Tamquam in morte maií cum primis hoc sít eorum,
quod sitis exurat miseros atque arida torrar,
aut aliae cuius desiderium insideat reí.
N e c síbi ením q u isq ua m tu m se vttam que re q u irit,
920 cum p a rite r m ens et Corpus sopita quíescunt,
Nam licet aetemum per nos sic esse soporem,
nec desiderium nostri nos adficit ulJum,
Et tamen haudquaquam nostros tune illa per artus
Jonge ab sensiferis prim ordia motibus errant,
925 cum correptus h o m o ex so m n o se c o llig it ipse.
M ulto igim r mortem minus ad nos esse putandumst,
si minus esse potest quam quod ni! esse videmus;
maior enim turbae disiectus material
consequitur íeto nec quisquam expergitus exstat,
930 fríg id a quem sem el est v it a i pausa secuta,

Denique si vocem rerum natura repente


mittat et hoc alicui nostrum sicincrepet ipsa
'quid tibí tanto operest, mortalis, quod nimis aegris
luctibus indulges? Q uid mortem congemis ac fies?
935 Nam si grata fuít tibí vita anteacta priorque
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L iB R O T E R C E R O 421

so stie ne n las copas y ensom brecen sus ro s tro s con c o ro na s/70


para que digan de corazón: “es breve este goce para io s pequeños h o m b res;
p ro n to habrá sid o y nunca seta líc it o reanudarlo después”. 915
C o m o s í en la m uerte estuviera, ju n t o con lo s p rim e ro s, este m al:
que la árida sed consum a y queme a lo s desdichados,
o io s invada e í deseo de cua lq uie r otra cosa.
Pues, n in g u n o se extraña a s í m ism o n i a la v id a entonces,
cuando la mente y el cuerpo, adormecidos, descansan a la par. 920

E n efecto, es líc it o que el so p o r sea, así, eterno para n o so tro s,


y no n o s in flu y e n in g ú n deseo de lo nu e stro .
C o n todo, de n in g u n a manera aquellos elem entos p rim o rd ia le s vagan
entonces
a través de nuestra s a rticulaciones le jo s de lo s m o v im ie n to s se n sitiv o s,
cuando el m ism o hom b re que se ha despertado del sueño se despabila. 925
P o r lo tanto, se debe pensar que la m u erre es para n o so tro s m ucho
m enos, s i puede se r m enos que ío que vemos que nada es;
pues una m ayor d isp e rsió n de la turb a de m ateria
sig ue a la m uerte y n in g u n o , a quien la fría pausa
de la vida alcanzó una vez, perma nece despierto.2
2712
0
7 7 930

La naturaleza y la controversia en torno a la muerte


F in a lm e n te , s i ia naturaleza de la s cosas de repente em itie ra una vo z271
y ella m ism a n o s reprochara esto a alguno de n o so tro s así:
4í;Q u é cosa te im p o rta a tal p u n to , m o rta l, que te entregas
a u n lla n to demasiado la stim e ro ? ¿ P o r qué lam entas la m uerte y llo ra s?
PueSi s i te fue grata ía vid a que llevaste antes y la más temprana, 935

270Lucrecio anticipa eí mocivo Koraciano del carpe dzem (“tonta el día”), con una re­
flexión de carácter simposíaco, la celebración de la. vida ante la pronta llegada de la
muerte.
271 El razonamiento lucreciano está destinado a desestimar cualquier hipótesis de que
se conserve la sensibilidad una vez que se ha muerto. Para ello se vuelve sobre la com­
paración de la muerte como hermana del sueño, ya que al despertarse se recupera el
escado de conciencia, cosa que no ocurre con la muerte, a la que se califica como una
interrupción definitiva de los sentidos*
272El poeta emplea el recurso de la prosopopeya para que la naturaleza de las cosas,
causa y fin de su investigación, asuma los principios de la filosofía epicúrea, advircíendo
a los hombre* sobre las bondades de la ataraxia
422 D E R IR V W . N A T Y R Á - LIB E R TE RTIVS

et non omnia pertusum congesta quasi in vas


commoda perfluxere atque ingrata interiete,
cur non ut pienus vitae conviva recedis
aequo animoque capis securam, stulte, quíetem?
940 Sin ea quae fructus cum que es períere profusa
vitaque in offensast, cur amplius addere quaeris,
rursum quod pereat male et ingratum occidat omne,
non potius vitae íineni facis atque laboris?
Nam tibí praeterea quod machiner inveniamque,
945 quod placeat, n i l est: eadem su n t o m n ia semper.
Si t ib i non a n n is Corpus íam marcet et a rtu s
confecti ianguent, eadem tamen o m n ia re sta n t,
o m n ia s i perges vive nd o vincere saecla,
atque etia m p o tiu s, s i num q uam s is m o rit u ru s ;’
950 q u id respond em us, n is i iu sta m inte nd e re lite m
na tura m et veram v e rb is exponere causam?
[955] Grandior hic vero si íam seniorque queratur
[952] atque o b itu m la m e n te tu r m íse r a m p liu s aequo,
[953 ] n o n m é rito in c la m e t m a g is et voce in c re p e t acri ?
955 [954] ‘A ufer abísme lacrimas, baratre, et compesce querellas.
Omnia perfunctus vitai praem ia marees.
A C E R C A D E LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O T E R C E R O 423

y todos ios provechos acumulados no se escurrieron


como en un vaso perforado n i desaparecieron ingratamente;
¿por qué no te retiras, como invitado satisfecho de la vida,
y, con ánimo ecuánime, conquistas una segura quietud, tonto?
Si, por e l contrario, todas2' 3 esas cosas que disfrutaste, perecieron 940
tras haberse escurrido y lavidaresultapesarosa,2'4 ;por qué buscas agregar
más, todo lo cual de nuevo se extinguiría penosamente y sucumbiría
despreciado, no haces mejor (dar) fin a la vida275 y al pesar i276
En efecto, además para ti, el hecho de que yo maquine y descubra
lo que te causa placer, no es nada: todas las cosas son siempre las mismas. 945
Si ya tu cuerpo no se te marchita a causa de los años y sus miembros
abatidos languidecen, todas las cosas, sin embargo, siguen siendo las
mismas,
si continuaras viviendo para vencer a todas las generaciones,
hasta incluso más, si nunca fueras a morir”,
qué respondemos, sino que la naturaleza promueve una querella justa27' 950
y que con sus palabras expone una causa verdadera?
Ya, en verdad, s i aquí alguien más anciano y avejentado se quejara278 [955]
y, desdichado, deplorara su muerte más de lo debido, [952]
¿no lo injuriaría con más razón y lo increparía con aguda voz ? [953]
“Llévate de aquí esas lágrimas, charlatán,279 y da tregua a tus quejas. 955 [954]
Consumiste todos los goces de la vida y te marchitas.
Z/3Tmesis o separaciónenrre el pronombre q u a e j e i adverbio enclítico -cumque.
274£n la edición de BAILEY (1947), vol. I, p. 350, se lee cjfem ast, según lacorrección
del fil ólogo inglés Postgate, anre la versión ojfensost que presentan los códices OQ. Por
su parte, MUNRCX vol. I, p. 145,: corrige por ojfensust. En cualquiera de los casos, se
encuentra una sinalefa entre el sustantivo y el -verbo, por lo cual cabe traducir literal­
mente: “y [si] la vida es para cosas pesarosas o para tropiezos"
275Las frases fa cerejin em vitae ("dar fin a la vida”) y las que Lucrecio repite a modo de
estribillo (eadem sunt om nia sem per o eadem lam en om nia restará) son consideradas de
uso común. C£ MUNRO, vol. II, p. 269.
276Lucrecio parece hipot erizar el motivo del suicidio, ya que es preferible la extinción
de la vida que sumar más pesares.
277La naturaleza se vale en su intervención de frases propias del ámbito forense, tales
como intendere liiem y exponere cattsam. En particular, por medio de la intentio¿ el
acusador concluía su intervención; de esto se infiere que Lucrecio enjuicia al hombre,
que se aferra a la vida lamentando su decrepitud y acabamiento, a través de la personi­
ficación de la naruraleza y sus leyes-
278EÍ orden de losversos 952-955 fue restituido por Lachmann.
279Con respecto a la invocación se registran numerosas variantes, c£. BAILEY (1947),
vol. I,p. 350.
424 D e r er v m n a t v r á - l íb e r t e r t iv s

Sed quia sempei aves quod abest, praesentía temnis,


imperfecta tibí eiapsast ingrataque vita
et nec opinanti mors ad caput adstitit ante
960 quam satur ac pJenus possis discedere rerum,
Nunc aliena tua tamen aetate om nia m itte
aequo animoque agedum tm agn ist concede: necessest,’
lure, u t opírior, agat, ture íncreper incdetque.
Cedit enim rerum no vitare extrusa vetustas
965 semper, et ex aliis aliud reparare necessest;
nec quisquam in barathrum nec Tartara deditur atra,
Materies opus est ut crescant póstera saecla;
quae tam en om nia te vita perf uñeta sequen tu r:
nec mínus ergo ante liaec quam tu cecidere, cadentque.
970 Sic aiid ex alio numquam desistet oriri
vitaque mancipio nulli datur, ómnibus usu,
Réspice item quam nil ad nos anteacta vetustas
temporis aetemi fuerit, quam nascimur ante.
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e la s c o s a s - Lib r o t e r c e r o 425

Pero, porque siempre deseas !o que está ausente y desprecias Isa cosas
presentes, la vida transcurrió para ti incompleta e ingrata.250
y, sin imaginártelo,281 la muerte se sentó a la cabecera antes
que pudieras alejarte satisfecho y lleno de cosas. 960
Pero, ahora abandona todas esas cosas ajenas a tu edad
y, sereno de ánimo, vamos, cede ante los más jóvenes:282 es necesario“.283
Con derecho, según opino, que lo haga, con derecho que increpe y que
injurie.
Pues, la vetustez cede siempre desplazada ante la novedad de las cosas,
y es necesario que una cosa se renueve a partir de las otras. 5á5
Ninguno es entregado a! abismo284 n i a las regiones del negro Tártaro.285
Es necesaria la materia para que crezcan las generaciones venideras,
que todas, sin embargo, te seguirán una vez finalizada su vida.286
Y no menos, por cierto, perecieron y caen estas2®7 anteriores a ti.
Así, nunca deja de originarse una cosa a p artir de otra 570
y a ninguno se le concede la vida en propiedad, (sino) a todos en
usufructo,288
De igual manera mira hacia atrás, qué poco ha sido
para nosotros la vejez del tiempo eterno, antes de nacer.

2g0Lucrecio usa cuatro veces el adjetivo ingratus>~¿z, -um. Cf. MUNRO, vol. II, p. 269-
1?1Rl termino nccopinans puede aparecer de esta forma o bien separado, tal como se
advierte en el texto latino.
2K2Si bien al fijar el texto latino, BAILEY (l 947), vol. I, p, 350, señalaque se trata de un
pasaje sin resolución, al momento de traducir prefiere la enmienda de J. Benvays, que
proponegnatis, versión que también es seguida por MUNRO, voL I, p, 146.
233Así como se personifica a la naturaleza, la muerte es animizada presentándose ante
los ancianos, a quienes nada les vale aferrarse a las cosas materiales e, incluso, a la
existencia.
2S7La palabra baratbrum., -i es un grecismo que alude a las regiones infernales; su pri­
mera acepción es pozo, de ahi la idea de lo abisal.
2*5Lucrecio opta por la forma neutra plural para nombrar el Tártaro infartara, -o ru m ).
Por otra parte, conforme a las ideas epiciireas se niega la existencia de los reinos infer­
nales donde se castiga, o bien se destinan las almas de los muertos.
poeta insiste en que nada sobrevive a la muerte y que los elementos primordiales
de la materia son necesarios para ia generación de los seres y que estos completarán su
existencia con la muerte.
m Alude alas generaciones.
m Lucrecio, de manera gnómica, concluye que la vida no le pertenece a nadie, sino
que se trata de una concesión, casi en términos comerciales, para su disfrute, ya que es
provisoria y hay un término para la satisfacción de un contrato que tiene lugar con la
naturaleza.
426 D E R E R V M N A T V R A - LIBE R T E R X íV

Hoc igitur speculum nobis natura futuri


975 temporis exponit post mortexn denique nostram.
Numquid ibi horribiie apparet, num triste vídetur
quicquam, non omni somno securius exstat?

Arque ea nim irum quaecumque Acheninte profundo


prodiía sunt esse, in vita sunt om nia nobis.
9*0 Nec míser ímpendens magnum tim et aere saxum
Tantalus, ut famast, cassa formidine torpens;
sed magis in v ita divum metus urget inanis
mortalis casumque tim ent quem cuique ferat fors.
Nec T ityon volucres ineunt Acherunte iacentem
Acerca d e i a n a t u r a l e z a d e la s c o s a s - l ib r o t e r c e r o 427

La na tura le za , p o r lo ta n to , n o s m ue stra esto com o espejo2!


d e l tie m p o que vend rá, fin a lm e n te , tra s n u e stra m uerte ,
¿Aparece acaso a llí algo h o rrib le ? ¿Acaso se ve algo
tris te , no se presenta m ás se g uro que c u a lq u ie r sueño?

Las leyendas en torno a la ultratumba


Y ciertam ente se ha na rra d o que esas cosas} cualesquiera que e xista n
en el p ro fu n d o A q ue ro n te ,250 n o so tro s la s tenem os todas en nu e stra
vid a ,291
N i e l desdichado Tá n ta lo 292 tem e la enorm e piedra suspend ida 980
en e l aire, com o dice la fam a, in m o v iliza d o p o r u n vano te rro r;
sin o que, m ás b ie n, en la vid a , el vacuo m iedo a lo s d io se s293
urge a lo s m o rta le s y tem en la caída que le s pueda p re se nta r la su e rte .
Tam poco lo s p á ja ros acechan a T ic io ,294 que yace en e l A q ue ro n te ,

299 La naturaleza asume su condición de didacta para mostrar anticipadamente al hom­


bre su destino, que acabará de manera completa sin que sea condenado a una supervi­
vencia de castigo.
290El .Aqueronte es el río de los Infiernos que deben atravesar las almas para llegar al
reino de los muertos. £l barquero Caronte se encarga de pasados de una a otra orilla.
Este do se caracteriza por ser una corriente de aguas casi estancadas, cuyas márgenes
son fangosas y llena de cañaverales. C£ GRLMAL (1984:39-40).
291 Lucrecio insta, en el marco de la filosofía epicúrea, a desestimar las creencias en
torno al reino de los muertos y a sus castigos. Estima que estas penurias transcurren
durante la vida de los hombres, angustiados por desconocer el destino de sus almas
tras la muerte.
292 Tántalo pasa por ser hijo de Zeus y de Plutón, una de las Cronidas o bien de la raza

de Adante, Es célebre en la mitología por el castigo que sufrió en los Infiernos, del que
se habla en Od. XI.582 y ss.¿ sin embargo, no se conoce con certeza el motivo. Se lo
culpaba de orgullo, o de haber sustraído néctar y ambrosía de los dioses, o de haber
ofrecido en banquete a su hijo Pélope. En cuanto al castigo, Lucrecio refiere el de estar
colocado bajo una enorme piedra a punto de caer; no obstante, se mencionan otros,
como el de padecer hambre y sed eternas. Cf. GRíMAL (1984:491-492).
293 Se advierte que a cada ejemplo tomado de la mitología, escatológica, Lucrecio res­

ponde d e manera casi sentenciosa, pues Ja ansiedad por el destino final tras ia muerte
supera la fi cción transmitida por la tradición.
294Ticio es un gigante, hijo de Zeus yElara. Por temor a los celos de su esposa Hera, el
padre de los dioses ocultó a su amante embarazada en las profundidades de la tierra.
De ella surgió el gigante, quien, instigado más tarde por Hera, intentó violar a Leto,
madre de Apolo y Ártemis. Zeus lo fulminó con el rayo sepultándolo en los Infiernos.
Allí dos serpientes, o bien dos águilas, tal como aparece en el poema, devoran su higa-
428 De rervm natvra - l íb e r t e r t iv s

985 nec quod sub m agno scruten tur pectorc quicquam


perpetuam aetatem possunt reperire proferto.
Q uam libet iram an í p ro íectu corporis exstet,
qui non sola novem dispessis iugera m em brís
obtineat, sed qui terral cotius orbem ,
990 n on tam en aeternum p o teritp erferre doiorera
nec praebere cibum proprio de corpore semper,
Sed T ityo s nobis híc est, ín am ore iacentem
quem volucres lacerant atque exest anxius angor
aut alia quavis scindunt cuppedine curae,
995 -Sisyphus in vita quoque nobis ante oculos est
qui petere a p o p ulo fascis saevasque securis
im b ib it et sem per victus tristisque recedit.
N am petere im p erium quod inan est nec d a ta r um quam ,
atque in eo sem per durum sufferre 1aborem ,
1 0 0 0 hoc est adverso nixantem trudere m onte

saxum quod tam en <e> sum m o iam vértice rursum


volvitur et p lan i rap tim p etit aequora cam pi.
D ein d e anim i ingratam naturam pascere sem per
atque explere bonis rebus satiareque num quam ,
A C E R C A DE L/\ NATURA L fZ A D £ LAS C O SA S - U BAO TE R C E R O 429

n i pueden e ncontra r, s in duda, nada para e sc ud riña r 985


bajo su enorm e pecho a lo la rg o de un tiem p o perpetuo.
C ua nto q uie ra que sobresalga en la e xtra o rd in a ria e xte n sió n de su cuerpo,
que ocupara no nueve yugadas so la s con lo s m ie m b ro s
exp and idos, sin o que (ocupara) el orbe de toda la tie rra ,295
no p o d ría , s in em bargo, so p o rta r u n d o lo r eterno 990
n i o fre c e r para sie m p re a lim e n to a p a rtir de su p ro p io cuerpo.
Y , s in em bargo, este es n u e stro T íc io , a l que, yacente de am or,
lo s p á ja ro s laceran, y supera una a nsiosa a n g ustia
o la s preocupaciones lo desgarran con a lg ún o tro deseo.296
Ta m b ié n en la vid a ha y un S is ifo 297 ante n u e stro s o jo s, 995
que pretende d e l pueblo la s fasces y la s sa lvajes
hachas298 y sie m p re retrocede, vencido y triste .
Pu e s, p e d ir un poder que es vacío y nunca es entregado,
y p o r e llo so p o rta r en to d o m o m ento u n d u ro e sfu e rzo ,
esto es em p uja r con e sfu e rzo una piedra cuesta a rrib a , 1000
la cual, s in em bargo, ya <desde> e l p u n to m ás a lto se vuelve de nuevo
y, precipitadam ente, se d irig e hacia la p la n ic ie del campo lla n o .
E n este caso, a lim e n ta r constantem ente ia ing ra ta na tura leza
del á n im o y lle n a rlo de cosas buenas y no sa c ia rlo nunca,

do. En este pasaje, Lucrecio se vale, además, d e otra variante midea que narra que Ticio
fue traspasado por las flechas de los hijos de Leto y quedó tendido eternamente, cu­
briendo con su cuerpo una extensión de nueve hectáreas. Cf- GRIMAL (l 984:514).
295Hipálagepor “todo el orbe déla tierra”.
296El castigo mayor reside en las preocupaciones espirituales y no en aquello que es
producto de ia imaginación y de Ja ficción literaria. Ticio, como los restantes perdo­
na jes mitológicos mencionados por el poeta, son ejemplos de la condición humana
sometida ai desconocimiento del destino de su existencia.
297 fiísifo es considerado el más astuto e inescrupulosodc los mortales. H¿jo de Eoio, fije

el fundador de la ciudad de C otinto y hasta aquí llegó Asopo en busca de su hija Egira,
robada por Zeus. El rey Sisifo ie reveló que el Olímpico s e había llevado ala doncella,
por lo cual, el dios lo fulminó precipitándolo a los Infiernos, donde eternamente hace
subir una piedra que cae, para empezar de nuevo. No es esta la única versión del castigo
recibido, pero es laque Lucrecio refiere. Cf. GRIMAL (1984:485-486).
298 El haz de varas ofasces, junto con las segures o hachas de doble filo, era portado por los

lictores para proteger a los magistrados romanos cuyn imperio. Originalmente se utiliza­
ban como instrumento de castigo, luego pasaron a significar la autoridad del re y o magis­
trado. Lucrecio está valiéndose de la figura de Sisifo como gobernante para referirse a la
vanidad deí poder poiitico y de la ambición para conseguirlo entre sus contemporáneos.
La menciónde estos signos d ím utoritas equivalen por metonimia a las propias magistra­
turas, por lo cual la crítica se extiende al propio cursas honorum romano.
430 D E RERVÍvt NATVRA - L IB E R T ER T IV S

1005 quod fa c iu n t n o b is a n n o ru m tém pora, c irc um


cum re d e unt fe tu sq ue fe ru n t va rio sq ue le p o re s,
nec tam en e xp le m u r vicai fru c tib u s um quam ,
hoc, u t o p in o r, id e st, aevo lló re n te p uella s
quod m e m o ra nt la ííc e m p e rtu su m congerere in vas,
1010 quod tam en e xp le ri n u lia ra tio n e p o te stu r.
C e rb e ru s et Fu ria e ia m vero et lu c ís egestas,
T a rta ru s h o rrife ro s eructa ns fa ucib us aestus,
A cer ca de la n atu raleza d e las c o s a s - Li b r o tercero 431

com o hacen para n o so tro s la s estaciones del 2A 0 , 1005


cuando vuelven cíclicam ente y traen fru to s y va ria d o s encantos,
y , s in em bargo, no som os colm ados nunca p o r lo s dones de la v id a ;299
esto, se g ún o p in o , es eso que cuentan de que unas m uchachas,
en la f lo r de la edad, ju n ta n agua en una va sija agujereada300
que., n o ob stante, n o puede se r llenada^01 p o r n in g u n a ra zó n 302 1010
C e rb e ro 303 y la s furias304y , ya p o r c ie rto , la fa lta de lu z / 0>
e l Tá rta ro ,306 vo m ita n d o a te m o riza n te s lla m a s p o r su s fauces,

199JÚ poeta se vale de la observación de la naturaleza para establecer analogías con la


existencia Juiiuana y su incapacidad de sofren-at sus deseos incontenibles,
300 El símil del vaso perforado como símbolo de las apetencias insaciables aparece en

el verso 536.
301 La forma verbal potestur, propia de autores arcaicos, aparece siempre antes de infi ­

nitivos pasivos. Cf. QLD.


362 La narración mítica aludidaes la de las Danaidcs. Estas jóvenes son las cincuenta bi­

jas de Dánao, rey de Libia, que fueron con él a Argos huyendo de su hermano Egipto.
Con ellas se habrían de casar los hijos de este soberano; al momento de celebrarse
las bodas, Dánao hizo prometer a cada una que mataría a su esposo a la noche con
una daga. Asilo hicieron, excepto Hipermestra. Finalmente Linceo, el marido de esta,
mató a su suegro y a sus cuñadas, quienes en los Infernos fueron castigadas eternamen­
te llenando con agua una vasija sin fondo. Cí. GRIMAL (1984:126-127).
303 Cerbero es el monstruoso perro guardián del reino infernal, que prohibíala entrada

de los vivos e impedía su salida. La imagen más común de este monstruo es la que
muestra tres cabezas de perro, una cola formada por una serpiente y, en el dorso, una
multitud de cabezas de culebras. Estaba encadenado a la puerta del Inferno y aterrori­
zaba a las almas de los muertos cuando entraban. C£ GRIMAL (1984:97 L
3<34Las Furias sondemonios infernales, según las creencias populares romanas, que se
asimilaron 2 las Erinias griegas. Como estas, son de número indeterminado; aunque
se conocen por su nombre a tres: Alecto, Tisífone y Mégera. Eran representadas como
demonios alados, con serpientes entremezcladas en sus cabellos y llevando látigos o an­
torchas en sus manos; su misión era enloquecer a sus víctimas y torturarlas de diversas
maneras. A partir de los poemas homéricos, su propósito esencial fue la venganza de
los crímenes contra la familia. Cf. GRIMAL (1984:169-170 y208).
333 Entrelos versos 1011 y 1012 hay una laguna indicada por Munro. Según este editor,

vol.II, pp. 57 y 272, el comentario que Servio (s. V. d.C) hace aAf. VL596 y ss,, donde
se enumeran los condenados míticos del Inferno, refiere a Lucrecio. Según Munro, los
versos perdidos incluían a Ixión y a su castigo por perjuro, es decir, la rueda encendida
a la que estaba atado girando sin cesar.
336 En la escatología homérica y hesiódica, el Tártaro es considerado como la región

más profunda del mundo, situada más abajo, incluso, que los propios Infiernos. Existe
la misma distancia entre el Hades y el Tártaro que entre el ciclo y la tierra. La leyen­
da cuenta que allí las sucesivas generaciones divinas encerraron a sus enemigos. C£
GRIMAL (1984:493-494).
432 D E R ER V M N A T /R A - L IB E R T E R T IV S

q u i ñeque su n t usq ua m nec p o ssu n t esse p ro fe c ro .


Sed m e tus in v ita p o ena rum p ro m ale fa c tis
1015 est in sig n ib u s in sig n ia , sc e le risq ue JueiJa,
caicer et K o rrib ílis de saxo iactu d e o rsum ,
verbera c a rnific e s ro b u r p ix la m rn in a taedae;
quae tam en e tsi a b sunt, at m ens s íb i conscia fa c tis
praem etuens a d iiíb e t stim u io s to rre tq u e fla g e llis,
1020 nec vid e t in te re a q u i te rm irm s esse m a ío ru m
p o ssit nec quae s it poenarum d enique f in ís
atque eadem m e tu it m a g is haec ne in m o rte gravescant.
H ic A c h e ru sla f it stu lto ru m denique v ita .
A C E R C A DE LA N ATURALEZA D E LAS C O SA S - L IB R O T E R C E R O 433

que n i e xiste n n i pueden, p o r c ie rto , e x is t ir en n in g ú n lu g a r.327


E n cam bio, e l m ied o en vida a lo s castigos p o r re cono cib les
(acciones) m alhechas es notable, y el ca stig o308 a l c rim e n , 1015
la cárcel y la h o rrib le p re c ip ita c ió n 309 al vacío desde una roca,310
lo s a zo te s, lo s verdugos, el cepo,311 la p e z, la s planchas ard ie nte s,
la s antorcha s^ 12
s in em bargo, aunque estas cosas están ausentes, m as la m ente tem ie nd o
p o r anticipado,
consciente de su s he cho s, se aplica ag uijones y se am edrenta con lá tig o s,
y n o puede, e n tre ta nto , ve r cuál puede se r el té rm in o
a su s m ales, n i cuál, p o r ú ltim o , es el ñ u de lo s castigos
y tem e que estas m ism a s cosas se agraven m ás en la m uerte .
Fin a lm e n te , la vid a de lo s to n to s a q u í se vue lve in fe rn a l,33

3437 Lucrecio categóricamente pone nn a sus argumentaciones contra los mitos de ultra­
tumba, afirmando con contundencia la inexistencia de lugares com o los Infiernos don­
de se albergan todo tipo de monstruosidades y de condenas a las almas de los muertos,
30s El sustantivo liislla solo aparece en Lucrecio en este único pasaje.
309Nuevo ejemplo de *swcaduta.
310 Se refiere a la roca Tarpeya, una abrupta pendiente en la colina capitolina desde donde

se arrojaban a asesinos y traidores. Su nombre recuerda a Tarpeya, hija de Espurio Tarpeyo,


a quien Rómulo durante la guerra contra los sabinos, tras el rapto de sus mujeres, habla
encomendado la custodia del Capitolio. Cuando el rey sabino Tito Tacto llegó con su ejér­
cito hasta allí, Tarpeya se habría enamorado de él, quien le habría prometido matrimonio.
Sin embargo, Tico lacio no cumplió Ja promesa, ya que aplastó a la joven con sus escudos.
Otras versiones de la leyenda aseguran que Tarpeya había pedido coin o pago, para facilitar
la entrada de Jos sabinos, las joyas de oro que llevaban en su brazo izquierdo. Asimismo,
pueden leerse narraciones que pretenden absolver a Tarpeya señalando que su traición fije
parre de una estratagema paraproteger la ciudad, Cf, GRIMAL (1984:492-493).
3U Según MUNRO, voL II, p. 272, se rrata de la parte más baja de la mazmorra, lla­
mada por ese motivo co r r e r in fe r io r \ barathrum o pozo), donde los criminales eran
llevados para su ejecución. La mención del r o b u r hace referencia al denominado ro b a r
T u ííian u m de la cárcel del Foro romano, una especie de cepo o potro iecu le u s o eq u u -
leu s) ubicado en ese lugar carcelario, caracterizado por el frío y la humedad. Otras
interpretaciones aluden a que el ro b u r sería una habitación encima del T u llia n u m , o
bien una caja donde se encerraba a los condenados que iban a ser precipitados de la
roca Tarpeya, de ahí su íntima conexión. C£ PAVÓN TORREJÓN (2003).
3 J2 Lucrecio efectúa una enumeración de diferentes formas de castigo y aplicación de

torturas a las que eran sometidos los reos según la gravedad de sus crímenes; entre ellas,
se mencionan la flagelación y el ser quemado vivo.
313 Lucrecio concluye sosteniendo que nada hay más ailá de la muerte y que el temor

por los castigos ante las hitas cometidas se cumple en esta vida, es decir, en el transcur­
so de la existencia humana.
434 Dfc RERV M N A T V R A - L ÍB E R T E R T ÍV S

H oc etíam tib i tute interdum dicere possis


1025 ‘ium in a s is oculís etiam bonus A n cu’ reliq u it
q u i m elior m ultis quam cu fuie, improbe, rebus.
Inde alii m u í ti reges rerum que potentes
occiderunt, m agnis q ui gentibus iin p eritarun t.
U lequo que ipse, v iam qui quondam per mare magnurn
1030 strayit iterque d ed it legionibus iré p er altum
ac pedibus salsas do cuit super iré lacunas
et contem psit equis insultans m urm ura p onti,
luniine adem pto anim am m oribundo corpore fudir.
Scipiadas, b elli fulm en, C artb agin is horror,
1035 ossa d e d it terrae p ro in d e ac fa m u l in fim u s esset.
A dde repertores doctrinarum atque leporum ,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O T E R C E R O 435

Ubi sunt? Nadie escapa ala muerte314

Esto también tú mismo podrías decir para ti, entretanto:


“perdió la s luces de sus315 ojos incluso el buen Anco,314 1025
quien fue en muchas cosas mejor que tú, impío.
Luego, murieron muchos otros reyes y los provistos
de posesiones, que dominaron grandes pueblos.
Aquel mismo,3,7 también, que en otro tiempo allanó un camino a través
del ancho mar y dio a los ejércitos una vía para cruzar por el océano, 1030
y enseñó a cruzar con los pies sobre las saladas profundidades
y, saltando, despreció con sus caballos los rugidos del ponto,
después de privada la luz, exhaló el alma de su cuerpo moribundo.
El hijo de Escipión318, rayo de la guerra, horror de Cartago,
dio sus huesos a la tierra como si fuese u n ínfimo esclavo.319 1035
Agrega a los autores de las doctrinas científicas y délas cosas bellas,

354 Se desarrolla a partir de este punto el tópico del ubi su n t o ‘‘dónde están'5, que es
característico de la lamentación elegiaca, afirmando que nadie puede eludir la muerte,
incluso, héroes o reyes de leyenda.
31' Uso del pronombre posesivo arcaico sus, sua, sum.
516 Anco Marcio (s. VII a.C.), hijo de Numa Marcio y de Pompilia, fue el cuarto rey de

Roina; nieto de Numa Pompilio, fue el último rey de origen sabino. Se destacó por su
espíritu dcconquistayporser como su abuelo sumamente respetuoso délas cuestiones
religiosas. Asimismo, llevó a cabo numerosas obras para el desarrollo de la ciudad de
Roma, como la fortificación del monte Janículo, la construcción del puerto de Ostia y
un puente sobre el río Tíbcr, el denominado Pons Subíióus.
32 Lucrecio alude a Jerjes, el Grande, quinto rey déla dinastía persa délos Aqueménidas

is. V a.C.J; hijo del rey Darío I y de Atosa, hija del gran Ciro II. £1 poeta latino re­
cuerda cuando Jerjes. en el año 492 a,G0 hizo excavar un canal que comunicaba la
península calcídica con el continente europeo; asimismo, hizo erigir dos puentes que
permitieron atravesar el Helesponto.
31sSc refiere aEscipión el Africano, hijo del cónsuldei mismo nombre, llamado Publio
Comelio Escipión, conocido como “el Africano" (ss. III-lI a,C-)j en ocasiones se lo
conoce como “el Mayor” para distinguirlo de su nieto, Escipión Emiliano. Su apelati­
vo se debe a que fue el vencedor de Aníbal en la batalla de Zama (202 a.C.), durante
la segunda guerra púnica. Perteneciente a la familia patricia de los Escipiones, se lo
recuerda por su carácter afable y por un notable ingenio militar. En lo que respecta
a la forma utilizada por Lucrecio, MUNRO, vol. II, p. 273, afirma que es una forma
híbrida confirmada por el uso en poetas como Lucilio, Virgilio y Horacio.
3|C/Lucrecio afirma, a través de la mención de hombres insignes, recordados por la historia,
que lainuerte cabe tanto a ellos como a cualquiera que pertenezca a la condiciónhmnana.
436 DE R E R V M N.ATVEA - L IB E R TERXIV'S

adde Heliconiadum comités; quorum muís Horneras


sceptra potitus eadem aliis sopitu" qmetest.
Denique Democrítum postquam matura vetustas
1040 adm onuií memores motus ianguescere mentís,
sponte sua leto caput obvíus obtulít ipse.
Ipse Epicurus obit decurso ium ine vitae,
q u i g enus nu m a num in g e n io su p e rá v it et o m n is
re s tin x it, ste ila s e xo rtu s ut a e th e riu s so l,
1045 Tu vero d u b ita b is et in d íg n a b e re o b ire ?
m o rtu a c u i v ita e st prope ia m v iv o atque v id e n ti,
q u i som no p a rte m m aiorem c o n te ris aevi
et v íg ila n s s te rtis nec so m n ia cernere cessas
so llic ita m q u e g e ris cassa fc rm id in e m entem
1050 nec re p e rire potes t ib i q u id s it saepe m a ii, cum
e b riu s u rg e ris m u ltis m ise r u n d iq u e c u ris
atque a n im i in c e rto flu ita n s e rro re v a g a risi
A C E R C A D E LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L lB R O T E R C E R O 427

agrega a io s com pañeros de la s H c iic o m d e sT 0 entre io s cuales, H o m e ro ,


el ú n ic o , poseedor del cetro, se d u rm ió en la m ism a calma que lo s o tro s,3
2
0
321
Fin a lm e n te , después de que ia m adura ve je z a d v irtió a D e m ó c rito
que lo s m o v im ie n to s m e m o rio so s322 de su m ente la ng uid ecía n, 1040
él m ism o , sa llá nd o le al encuentro, o fre c ió su cabeza a. la m ue rte
p o r su p ro p ia v o lu n ta d .323
M u rió e l m ism o E p ic u ro . consum id a en su c urso la lu z de su vid a ,
q uien sup e ró en in g e n io al género Rum ano, y a tod os
opacó, com o el etéreo so l naciente (opacó) a la s e stre lla s.324
¿ Tú en verdad dudarás y te in d ig n a rá s p o r m o rir? 1045
T u , para q u ie n 1a vid a está ya casi m ue rta , aunque estés vivo y veas,325*3
2
8
que agotas la m a yo r p a rte de la vid a en e l sueño
y, d esp ierto , roncas y no dejas de p e rc ib ir sue ño s,32é
y so stie n e s una m ente agobiada p o r un te rro r vacuo,
n i puedes d e sc u b rir a m enudo qué m al e xiste para ti, cuando 1050
e b rio /27 eres o p rim id o , desdichado, p o r m uchas preocupaciones de
tod as pa rtes
y, va cilante en tu e rra r, vagas con tu á n im o in c ie rto ”.323

320 Se hace referencia a las Musas que habitan el monte Helicón, ubicado en Beocia;
estas se dif erencian de las Piérides, que son vecinas del Olimpo. Las Musas del Helicón
se hallan bajo la dependencia del dios Apolo, que dirige sos cantos. C£ GRIM AL
(1984:367-368).
321 La enumeración de los notables que se incluyen en el ubi s&ntesti* por una parte,

ordenada cronológicamente y, por otra, según los oficios de cada uno. En el según-
do grupo, tras mencionar a reyes y generales, se encuentran los poetas; entre estos,
Lucrecio, quien respeta el canon ya existente, destaca a Homero como el iniciador del
arte literario.
372Lucrecio alude a los mecanismos que producen la memoria.
323Se cuenta que Dcmócrito, debido a su avanzada edad, decidió terminar con su vida
y, para ello, disminuía día tras día la cantidad de alimento que consumía. Su muerte se
produjo a los noventa años.
32'5Nueva oportunidad para destacar la figura prominente d e Epicuro, a quien Lucrecio
considera, como lo hizo con Homero, el más imporrante entre los filósofos. No obs­
tante, la muerte también acabó con él a los setenta años aproximadamente.
32-5 Una aliteración de carácter proverbial. CE MUNRO, vol, II, p. 276.

32bOtro proverbio que hace referencia al hecho de dormir o soñar estando despierto.
32/Con el adjetivo ebrias quiere significar “con lamente desordenada o estupefacta por
las preocupaciones’ ,
328 El hombre, inconsciente de su. real situación, se deja llevar por preocupaciones

erróneas y vanos temores que solo la verdadera doctrina sabrá sanar. El poeta, como
438 D E R E R V M N A T V R A - L IB E R T E R T

Si possent homines. proinde ac sentiré videntur


pondus inesse animo quo se gravitare íatiget»
1055 e quibus id fíat causis quoque noscere et unde
tanta maJi tam quam moles in pectore constet,
h aud ita vitam agerent, ut nunc plerum que videmus
q u id sibi quisque v e lit nescire et quaerere semper
coinm utare locum quasi onus deponere possit.
1060 Exit saepe foras magnis ex aedibus iile,
esse do m i quem pertaesum st, suhitoque c r c v c r tio ,
q u ip p e foris n ilo m eliu s qui sen tiat esse.
Currit agens mannos ad villam praecipitanter,
amrilium tectis quasi ferre ardentibus instans;
1065 oscicat extem plo, tetigit cum lim in a villae,
aut abit in somnum gravis arque oblivia quaerit,
aut etiam properans urbem petit atque revisit.
H o c se q u isque m odo fugit, at quem scilicet, ut fit,
efFugere h aud p o tis est, ingratis h aeret et odit
1070 propterea, m o rb i q u ia causam non tenet aeger;
q u am bene si videat, iam rebus quisque relictis
naturam prim um studeat cognoscere rerum ,
A C E R C A D £ LA NATURALEZA. DE LAS C O SA S - L IB R O T E R C E R O 439

El conocimiento como forma de salvación


Si ios hombres, como parecen sentir que está instalado
en el ánim o un peso que los agobia con su gravedad,
p ud ieran conocer tam bién por qué causas eso sucede y de dónde 1055

procede, por ejem plo, u n a m ole tan grande de m al en el pecho,


no llevarían su vida así com o ahora vem os a m enudo que no saben
qué cosa q u iere cada un o p ara sí y buscan siempre
cam biar de lugar, com o si la carga p ud iera quitarse de encima.
Frecuentem ente sale afuera de sus grandes aposentos aquel, 1060
que se hastió de estar en su casa, y súbitam ente <vuelve sobre sus
pasos>,329
p orque siente que no h ay nada m ejor afuera.
C o rre hacia su villa,330 dirigien do precipitadam ente sus pequeños
caballos,131
com o para llevar un auxilio aprem iante a sus techos312 en llam as;
al m om ento bosteza, después que tocó los um brales de la villa, 1065
o (élj, pesado, se sume en el sueño y busca el olvido,
o tam bién, apresurado, se dirige a l a ciudad y regresa nuevam ente.333
De esta m anera, cada uno huye de sí m ism o, pero del cu al es sabido,
com o sucede,
n o es posible escapar, está jun to al ingrato y además
lo odia, porque, enfermo, no com prende la causa de la enferm edad; 1070
Si 1a viera claram ente, cada uno, ya abandonadas las restantes cosas,
se esforzaría, prim ero, por conocer la naturaleza de las cosas,334
un verdadero maestro, aconsejalaautorreflexjónpara alcanzar, tras largos debates,ia
tranquilidad del ánimo.
El verbo fue agregado por Angelo Poliziano (s. XV).
330 La villa romana era la “casa de campo o granja”, cuya etimología se relaciona con el

cérmino vicos, “pueblo o grupo de casas”; originalmente era una casa rural que se con­
virtió más tarde en una residencia aristocrática en la que se combinaban las funciones
residenciales y productivas. Esta transformación se produce a partir del s. 11 a.C. cuan­
do las pequeñas darnos agrarias desaparecen ante el acrecentamiento de los latifundios.
331 Según MUNRO, vol. II, p. 276, se trata de pequeños caballos galos caracterizados

por su rapidez, los que tenían una gran demanda entre el público romano.
332 Metonimia por “casa”.
333 La rapidez de la secuencia representa la inestabilidad deíhombre que vaga sin bailar

un lugar firme para asir su existencia.


354Lucrecio entiende que el errar angustiado del hombre es una enfermedad que solo
la filosofía puede curar y, en particular, el conocimiento de la estructura del universo.
440 D E R E R V M N A T V R A - LIBER T E R T JV S

te m p o ris a c te rni q u o nia m , n o n u n iu s horae,


a m b ig itu í sta tu s, in quo s it m o rta lib u s o m n ís
1075 aetas, p o st m o rte m qua.e re sta r cum quc, manenda.

Deníque tanto opere in dubiis trepidare periclis


quae mala nos subígit vitai tanta cupido?
Certa quidem finis vitae mortalibus adstat
nec devitari letum pote quin obeamus.
1080 Praetcrea versamur ibidem atque insumus usque

nec nova vivendo procuditur ulla voíuptas.


Sed dum abest quod avernus, id exsuperare videtur
cerera; post aliud, cuín cor.tigit illud, avemus
et sitis aequa tenet vitai semper hiantis,
1085 Posteraque in dubiost fortunam quam vehat aetas.
quidve ferat nobís casus quive exitus ínstet.
Nec prorsum vitam ducendo dem im us hilum
tempere de mortis nec delibare valemus,
quom inus esse d iu possimus forte perempti.
1090 Proinde licet quot vis vivendo condere saecla;
mors aeterna tamen nilo minus illa manebit,
nec minus ille diu iam non erit, ex hodierno
lum ine qui finem vitai fecit, et ille,
mensibus atque annis qui m ultis occidit ante.
A-c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e d a s c o s a s - l i b r o t e r c e r o 441

porque se discute ia condición del tiempo eterno, no de una hora,


en la cual los mortales deberían permanecer todo el tiempo
que Ies reste, en cualquier circunstancia, después de la muerte.335 1075

Conclusiones sobre la temporalidad humana


Por último, ¿qué tan malo deseo de vivir nos presiona
para estremecernos de tal manera en dudosos peligros?
Sin duda, e n ef ecto, e 1fin d é la vida s e les presenta a los mortales
y no es posible evitar ia muerte, a cuyo encuentro vamos.
Además, damos vueltas en el mismo lugar y estamos en él todo el tiempo loso
y ningún nuevo deleite fue engendrado en el vivir.
Pero mientras nos falta lo que ansiamos, eso parece superar
las restantes cosas; después ansiamos otra, cuando se consiguió aquella,
y ja constante sed de una anhelante vida33637nos dom ina siempre.
Y está en duda qué fortuna arrastrará el tiempo venidero, 1085
o qué cosa nos traerá Ia oportunidad o qué fin será inminente,
Y conduciendo la vida hacia adelante no robamos ni un ápice
del tiempo de la muerte ni tenemos el poder para disminuirlo,
a fin de que podamos, tal vez, estar extintos durante menos tiempo.
En fin, es lícito que cumplas viviendo cuantos siglos quieras; 1090
sin embargo, aquella muerte eterna no perdurará nada menos
ni por menos tiempo no existirá aquel, que puso fin
a su vida a partir de la luz de este día, y aquel,
quien murió hace muchos meses y años antes.j37

335La salvación reside en p reo cu p arsep o rla vida y no seguir discutiendo una hipotéti­
ca inm ortalidad tras la m uerte tísica.
33<;Uso recurrente del genitivo arcaico.
337N ingún intento hum ano puede im pedir el fin de su existencia, nj lograr alivianar los
ef ectos del tiempo y de la m ueite. En este pun to Lucrecio no transige en lo que con­
sidera irracional: seguir pensando en vencer la tem poralidad, sujeta a la m aterialidad
d el universo.
LIBER QVARTVS
CAPITVLA
1. SIBIIV CV N D ISSIM V M ESSE QVOD CLA RA M LVCE.M
MORTALTBVS OSTENDAT
29. DE SIM V LA CRIS
98. DE IMAGINIBVS
116. QVAM PARVA SIN T AN IM A LIA
127. ESSE ITEM M AIO RA
132. DENVBIBVS
176. DE CELERITATE TAC T V VIDERI
269. VLTRA SPECVLVM C V R VIDEATVR
312. EX TENEBRIS IN LVCE QVAE SIN T VIDERI
326. PLVRES IMAGINES C V R F IA N T
353. DE TVRRIBVS
364. DE VM BRA H O M IN IS
387.D E V ISV
476. DE VERO SENSV QVARE CO G N O SCATV R
513, DE FALSO SENSV
524. DE AVDITIS
526. CO RPO REA M ESSE VO CEM
572. DE VO CIS IM AGINIBVS
595. QVAVISVS NON TRAN ET VO CEM TRANARE
615.D E SAPORE
633. QVARE ALIA ALUS C O N TR A R IA SIN T
673. DE ODORE
722. DE A N IM I M O T V
779. QVARE QVOD LIBVERIT STATIM CO G ITEM VS
836. PRIVS OC VLOS LINGVAM AVRIS ESSE NATA QVAM
EORVM VSVM
877. DE AM BVLAN D O
907. DE SO M N O
962. DE SO M N IIS
1030. DE REBVS VENERIIS
Libro Cuarto
Epígrafes
1. Aquello que muestra una luz clara a los mortales es sumamente
agradable para ellos
29- Acerca de los simulacros
98, Acerca de las imágenes
116, Cuán pequeños son los animales
127. Del mismo modo son mayores
132. Acerca de las nubes
176. Acerca de la velocidad. El ver por medio del tacto
269. Por qué se ve más allá del espejo
31Z Qué cosas, que están en la luz, se ven desde las tinieblas
326. Por qué se producen muchas imágenes
353. Acerca de las torres
364. Acerca de la sombra del hombre
387. Acerca de la visión
476. Acerca de por qué se conoce a partir de una sensibilidad verdade
513. Acerca de la falsa sensibilidad
524, Acerca de lo audible
526, La voz es corpórea
572. Acerca de las imágenes delav o z
595. La voz atraviesa por donde no atraviesa la visión
615. Acerca del sabor
633. Por qué existen unas cosas contrarias a otras
673. Acerca del olor
722. Acerca del movimiento del ánimo
779. Por qué pensamos inmediatamente en lo que nos gustaría
836. Los ojos, la lengua y los oídos nacieron antes que su uso
877. Acerca del andar
907. Acerca del sueño
962. Acerca de los sueños
1030. Acerca de los asuntos de Venus
444 D £ R IR V fv l N Á T V R A - LIB E R Q V A R T V S

Avia Pieridum peragro íoca nullius ante


trita solo luvat íntegros accedere fontis
arque haurire, iuvatque novos decerpere llores
insignemque meo capiti petere inde coronara
5 unde príus nulli velarint témpora Musae;
primum quod magnís doceo de rebus et artis
religionum anímum nodis exsolvere pergo,
deinde quod obscura de re tam lucida pango
carmina, musaeo contingens cuneta lepore.
10 Id quoque e n im n o n ab n u lla ra tio n e v id e tu r.
Nam veluti pueris absinchia taetra medentes
cum daré conantur, prius oras pocula circum
contingunt mellís dulcí flavoque liquore,
ut puerorum aetas impróvida ludiíicetur
15 labronun tenus, interea perpotet amarum
absíntlii laticem deceptaque non capiatur,
sed potius tali pacto recreara valescat,
sic ego nunc, quoniam haec ratio plerum que videtur
tristior esse quibus non est tractata, retroque
20 vulgus abhorret ab hac, volui tibi suaviloquenti
carmine Pierio rationem exponere nostram
et quasi musaeo dulcí contingere melle,
sí tibi forte anim um tali ratione tenere
versibus in nostris possem, dum percipis omnem
25 naturam rerum ac persentis utilitatem .
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o c u a r t o 445

Nueva exaltación de la misión poética


Recorro ios inaccesibles lugares de las Piérides, no habituales 1
para ninguno antes, solo (para m í). M e agrada acceder a las fuentes
no tocadas y beberías, y me agrada recoger las flores nuevas
y desear para mi cabeza una insigne corona de allí,
de donde las Musas no velaron antes las sienes de nadie; 5

en primer lugar, porque enseño sobre las grandes cosas y persisto


en desatar el ánimo de los apretados nudos de las religiones,
porque compongo además poemas tan luminosos a partir de una cuestión
oscura, impregnando todas las cosas con el encanto de las Musas.
En efecto, eso tampoco parece estar apartado de alguna doctrina. 1o

Pues,2 como los médicos, cuando intentan dar a los niños


el desagradable ajenjo, antes que a sus bocas, impregnan
el contorno de las copas con un licor rubio y de dulce miel,
para que la ingenua edad de los rsiñ os sea burlada
hasta el lím ite de los labios, entretanto bebapor completo 15

el amargo liquido del ajenjo y, aunque engañada, no sea tomada por


sorpresa,
sino que, animada, se restablezca preferentemente de tal manera
como yo ahora, puesto que esta doctrina me parece, en genera i,
que es más amarga para quienes no fue absorbida y porque
el común de la gente aborrece de esta echándose atrás, quise exponer 20

para ti en un poema de suave elocuencia, propio de las Piérides,


nuestro pensamiento
y, en cierta manera, impregnarlo con la dulce m iel de las Musas,
si, por casualidad, pudiera retener tu ánimo con tal razonamiento
en nuestros versos, mientras percibes la completa naturaleza
de las cosas3 y tienes conciencia de su utilidad.4 25
‘ Los versos 1-25 resultan ser casi u n a repetición exacta de 1.926-950. Asimismo, tal
como puede leerse en el aparato crítico d é la edición de BAILEY (1947), voL I,p. 362,
los editores colocan estos hexámetros entre corchetes {urtcinis). Entre las hipótesis que
se conjeturan al respecto, están las que sostienen que el poeta no habría acatado la
obra, o bien que la disposición de sus partes fue otra de la que resultó finalmente-
2En L 1936 coloca sed.
3Lucrecio coloca en L 1.949-950 lo mismo que puede leerse entre los versos 24-25.
4 En L. 1.950, tras la prim era cesura, puede leerse q u a constet com pta fig u ra , a lo que
M U N R O , voL II, pp. 277 y ss., señala qu e el poeta es consciente de no repetir el p arti­
cipio c ó t í i q u e aparece en el verso 31. Lachmann fue quien sugirió tam bién cambios
en el ordenam iento p ara evitar la repetición de la palabra.
44 6 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q v a r t v s

Arque anim i quoniam docui natura quid esset


et quibus e rebus cum corpore compra vigcret
quove modo distraerá rediret in ordia prima,
nunc agere incipiam tibi, quod vementer ad has res
30 attinet, esse ea quae rerum simulacra vocamus;
quae, quasí membranae summo de corpore rerum
dereptae, volitant ultroque citroque per auras,
arque eadem nobis vigilantibus obvia mentís
terrificant arque in somnis, cum saepe figuras
35 contuimur miras simulacraque luce carentum,
quae nos horrifi.ee languentis saepe sopore
excierunt, ne forte animas Acherunte reamur
effugere aut umbras Ínter vivos volitare
neve aliquid nostri post mortem posse relinqui,
40 cum corp us s ím u l atque a n im i n a tura perem pta
in sua d isce ssum d e d e rin t p rim o rd ia quaeque.
A C E R C A D £ LA N ATURALEZA DL LAS C O SA S - L IB R O C U A R T O 44/

Y ya que enseñé qué cosa es ia naturaleza, d e l á n im o 5


y de qué cosas se v ig o riza u n id a 67con e l cuerpo
o de qué m odo separada vuelve hacia lo s elem entos de p rim e r ord en,
ahora com enzaré a lle v a r a cabo para t i, lo que firm e m e n te atañe
a estas cue stio nes, que e xiste n esas que lla m a m o s sim u la c ro s 30
de la s cosas; estas, como p e líc ula s'" desprendidas de la su p e rfic ie corpórea
de la s cosas, revolotean en va ivé n a tra vé s del aire,
y esas m ism a s a te rro riza n la s m entes apareciendo ante n o so tro s
m ie n tra s perm anecem os en v ig ilia y ta m b ié n en su e ñ o s, cuando a
m enudo
contem plam os8 fig u ra s9 m a ra villo sa s y lo s sim u la c ro s10 de q uienes
carecen de lu z , 35
que no s hacen d esp erta r de m anera h o rro ro sa a veces, entregados
a l so p o r,11 n o pensem os p o r casualidad que la s alm as huye n
d e l A q u e ro n te o que las so m b ra s revolote a n e n tre lo s v iv o s
o que nada n u e stro pueda dejarse después de la m ue rte ,
cuando e l cuerpo y la n a tura le za del á n im o , d e stru id o s al m ism o tie m p o , 40
hayan p ro d u c id o e l d esm em bram iento en cada u n o de su s elem entos
de p rim e r o rd e n.

5 M aruilo ordenó de la siguiente manera el pasaje de los versos 26-53: 45-48; 26-43;
51-53; 44-45 y se om itieron los versos 49 y 50 por ser iguales a los hexámetros 29 y 30.
Cf. 3A ILE Y (1947), v o l.h p . 362.
6 En este verso aparece el participio comp ta , que se eligió traducir con el sentido de
unión o conjunción.
7 Se traduce el término m em b ran a como película ya que en castellano el significado de
“membrana'’ no acom paña de manera fiel el concepto que el autor quiere reflejar. Se
define “membrana” como piel delgada a modo de pergamino.
s En este caso se trata del verbo centuor.
3 Lucrecio d a cuenta de un con junto amplificado de sustantivos que alude al concepto
epicúreo de £$&>Ao?.
ie Entre contemporáneos y cercanos a Lucrecio, como Cicerón, se recuerda tam bién a
C acio que utiliza el sustantivo spectra para las representaciones de los muertos.
n Literalm ente “en el sopor”
448 D E RERVM- N ATV RA - LIBER QVA RTV S

Dico igitur rerum cfHgias tenuisque figuras


mitcier ab rebus suirano de ccrpore eoium ;
id licet bine quamvis bebeti cognoscere corde.

45 [Sedquoniam docui cuncrarum exordia rerum


quaiia sint et quam variis distantia formis
sponce sua volicent aetem o percíta m otu
quoque modo possir res ex bis quaeque creari,
nunc agere incipiam cibi, quod vemenrer ad has res
50 attinet, esse eaquae rerum simulacra vocamus,

quae quasi membranae vel corcex nominitandast,


quod speciem ac formam similem gerir eius imago,
cuíuscumque cluet de corpore fusa vagari.]
Principio quoniam m ittnnt in rebus apertis
55 corpora res multae, partim diffusa soluce,
robora ceu fumum m ittunt ignesque vaporeen,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O C U A R T O 449

En consecuencia, digo que las representaciones12 y las delgadas13 figuras14


son emitidas a partir de las cosas desde la propia15 superficie de ios
cuerpos;
a partir de aquí, se puede conocer eso aunque (sea) con una mente16
torpe.

Argumento del iíhro:17 teoría en torno a los simulacro,


(P e ro ,18 ya que enseñé cuáles so n lo s p rin c ip io s151de las cosas 45
en su c o n ju n to 20 y cuán d ista n te s p o r su s fo rm a s variadas
re volote a n agitados p o r p ro p ia vo lu n ta d en u n m o v im ie n to ete rno ,
y de qué m odo cada cosa puede se r engendrada ap a rtir de e sto s,
ahora com enzaré a lle v a r a cabo para t i lo que firm e m e nte atañe
a estas c ue stio n e s, que e xiste n esas que lla m a rn o s lo s sim u la c ro s, 50
la s cuales deben d eno m ina rse como p e líc u la s o b ie n corteza,
ya que la im agen conlleva u n aspecto y una fo rm a sim ila r a e lla ,
de cuyo cuerpo, de c u a lq u ie r fo rm a , se dice que vaga una vez emanada*]
E n p rin c ip io , puesto que, e n tre las cosas v isib le s, m uchas e m ite n
c o rp ú sc u lo s, un o s d ifu n d id o s s in c o he sió n, 55
com o lo s ro b le s emanan h u m o y lo s fuegos, vapor,

*■Lucrecio utiliza, e lig ía? -ae en lugar de ejfigk$: -ti. Esta forma se encuentra utilizada
en Plauto y A iran io ; en consecuencia se trata de un arcaísmo. Según O L D es un tér­
m ino perteneciente a la filosofía epicúrea definido como una película emanada de le»
cuerpos que puede ser entendido como sinónim o d e sim u lacra. Es uno de los equiva­
lentes de síóoP.ov, Cf. M Ü N R O , voL U pp. 278 y 279.
33 Tenuh es una de las características distintivas de los sim u L u ra. Cabe m encionar que
el zéim m o sim u lacru m generalmente va acompañado del verbo jir o .
i4Tsnto tffig ia {tffig k i) com o fig u ra forman parte de la .misma ¿ m illa de palabras de­
rivadas d el verbo jingo.
15 Para no repetir Ja palabra “cosa* se opta p o rla traducción dada más arriba.
16 El “corazón” como lugar de residencia del ánim o o la mente.
17Ante la posibilidad de un ordenam iento diferente de ía obra íucreciana, en algunas
ediciones —tal el caso de la de VA LEN TI FIO L, vol. II, p. 18, n. 2— se señalan dos
argumentos en relación con la teoría de lo ssim u la b a ,
23Los versos 26-29 repiten, con leves variantes, los versos del L. 11131*34. Las diferen-
ciasse advierten en la apertura del argum ento cambiando et-poi se d y en el verso 29 del
presente libro cambia quove (L. I II3 4 ) por quoque. Algunas de estas modificaciones
son rechazadas por Lachmann por considerarlas glosas.
19Se refiere a los principios m ateriales, aquellos que dan origen a las cosas.
20Entre los hexámetros 26-53 se conjeturó un orden diferente, según lo dispuesto por
el editor renacentista Marrillo. Cf, BAILEY (1947), vol. I,p . 362.
D E R.ER.VM N A TV RA - L IB E R C2/ABXVS
450

et partiin contexta magis condensaque, ut oiím


cum teretes ponunt túnicas aestate cicadae,
et vi tul i cum membranas de corpore summo
60 nascentes m ittunt, et ítem cum lubrica serpeas

ex u itin spinis vestem; nam sacpe vi demus


illorum spoliis vepris volitantibus auctas.
Q uae q u o nia m íiu n t , te n u is queque deber im ago
ab rebus m it t í su m m o de c o rp o re re ru m ,
65 Nam cur illa cadant magis ab rebusque recedant
quam quae tenvia sunt, hiscendist nulla potestas;
praesertim cum sint in summis corpora rebus
m ulta minuta, iaci quae possint ordíne eodem
quo fuerint et form ai servare figuram,
70 et m ulto citius, quanto minus indupediri
pauca q u e u n t et <quae> su n t p rim a fro n te locata,
N a m certe iacere ac la rg iri m u lta vid e m u s,
n o n so lu m ex a lto p e n itu sq u e , u t d ix im u s ante,
ve ru m de su m m is ip su m quoque saepe colo rem .
75 E tv u lg o fa c iu n t id lúte a russa q ue vela
et fe rru g in a , cum m a g n is in te n ta th e a tris
p e r m a lo s vulg a ta trabesque tre m e n tia flu ta n t.
Nam que ib i consessum caveai subte r et om nem
scaenai speciem , fp a tru m m a trum q ue d e o ru m t
A C E R C A DE LA NATURALEZA D E LAS CO SA S - L IB R O C U A R TO 451

y o tro s, com puestos y m ás d e nso s, com o entonces


cuando la s cig a rra s en el e stio dejan su s tó n ic a s c ilin d ric a s,
lo s becerros, cuando a l nacer desprenden la s m em branas21 de la su p e rfic ie
del cuerpo, j de ig ua l m odo cuando la d e sliza n te se rp ie nte 60
dej a su ve stid o en lo s e sp in o s: pues, a m enudo, vem os
la s za rza s enriq uecid a s con su s d espojos que re vo lo te a n.
P u e sto que sucede esto, ta m b ié n una delgada im agen debe
se r emanada p o r la s cosas desde ía su p e rfic ie de su s cuerpos.
P u e s, ¿por qué a q uellos caerían y se re tira ría n de la s cosas m ás 65
que lo s que son delgados? N o e xiste p o sib ilid a d alguna de a b rir 1-a
boca;22
p rin c ip a lm e n te p o rq u e hay m uchos c o rp úsc ulo s d im in u to s en la
su p e rfic ie
de las cosas, que pueden se r a rro ja d o s en ese m ism o orden
en e l que e stu v ie ro n y c o n se rva r la c o n fig u ra c ió n de la fo rm a ,
y m ucho más rápidam ente, cuanto so n u n o s pocos capaces de se r 70
ob sta culiza d o s en m e n o r m edida y están colocados < e n > 23 p rim e ra lin e a .
P u e s, p o r c ie rro , vem os que m uchas cosas a rro ja n y se p ro d ig a n,
no so lo desde lo p ro fu n d o y desde adentro, com o d ijim o s antes,
sin o ta m bién desde la s su p e rfic ie s, (com o) a m enudo e l c o lo r m ism o .
Y hacen eso com únm ente lo s to ld o s24 a m a rillo s, ro jo s 75
y p ú rp u ra s,25 cuando te n d id o s sob re lo s grandes te a tro s
flo ta n v ib ra n te s, e xp uestos p o r m e d io de m á stile s y v ig a s/6
P o r c ie rto aquí, en u n n iv e l in fe rio r a l p ú b lic o de la (s) grada(s) y
todo e l e sp le nd or de la escena y te l decoro de lo s padres27

2i£ n estecaso se opta p or traducir en forma literal porque entendemos que se correla­
ciona de m ejor manera con el contento.
22 Se produce una sinalefa entre el gerundio en genitivo del verbo b isco y el verbo su?n~.
23 Se registran variantes en las diferentes ediciones.
24£1 térm ino v e la (velu m , -i) también presenta como sinónim o el sustantivo carbasus,
-i {carb aso, -o ru m ).
25 M U N R O , vol. II, pp. 279-280, señala que el color al que alude el poeta es un. violeta
oscuro, de manera semejante a i que resulta cuando el hierro es calentado en el fuego
y luego enfriado. Cabe la posibilidad de asim ilarlo a la tonalidad que H om ero utiliza
para referirse al m ar M editerráneo. C f . Plau.M íífi 1178.
26Parece referirse al prim erteatro permanente en Roma, hecho construir por Pompeyo;
no obstante, fue terminado en el año en que m urió Lucrecio, hacia el 55 a .C . Los de
madera, que el poeta debehaber conocido, tenían una estructura semejante,
27H ace referencia a los p a ir e s co n scrip ta es decir, a los senadores que ocupaban el lugar
preferencial de la orch estra .
D e R ER V M N ATV RA - L IB E R QVARTVS
452

80 inficiunt coguntque suo fluitare colore,


Ec quanto c irc u m mage su n t in c lu sa th e a tri
m oenia, tam m agis haec in tu s p e rfu sa íepore
o m nia c o rrid e n t correpta luce d ie i.
E rg o lin te a de su m m o cura corpore fucum
85 m ittu n t, e ffig ia s quoque debent m itte re te n v is
re s quaeque, ex sum m o q u o nia m ia c u la n tu r utra que.
S u n t ig it u r iam fo rm a ru m v e stig ia certa
quae v u lg o v o lita n t s u b t ilí pra ed ita n lo
nec sín g illa tím p o ssu n t secreta, v id e ri,
90 Praeterea o m n is o d o r íu m u s va p o r arque aliae re s
c o m im ile s id eo d iffu sa e <e> re b u s abandant,
ex a lto q u ia d u m v e n iu n t in trin se c u s ortae,
sc in d u n tu r per ite r fie xu m , nec recta v ia ru m
o stia su n t qua contenda nt e xire coortae,
95 A t contra te n u is su m m i m em brana c o lo rís
cum ia c itu r, n il e st quod eam d iscerpere p o ssit,
in p ro m p tu q u o n ia m esc in p rim a fro n te locara.
P o stre m o sp e c u lis in aqua sp lend o req ue ín o m n i
quaecumque apparent n o b is sim u la c ra , necessest,
100 quand oq uid em s im ili specie su n t p ra ed ita re ru m ,
ex <ea> im a g in ib u s m is s is c o n siste re e o rum ,
[N a m c ur Illa cadant m a g is ab rebusque recedant
quam quae te n u ia su n t, h isc e n d ist m illa pocestas,]
S u n t ig ic u r tenues fo rm a ru m i l l i s sim ile sq u e
105 effigiae, s in g illa tim quas cernere nem o
cum p o ssit, tam en a ssid uo crebroq ue re p u lsu
reiectae re d d u n t sp e c ulo rum ex aequore v isu m ,
nec ra tio n e a lia se rv a ri posse vrdencur,
A c e r c a d e la n a tu ra lez a d e las c o s a s - l ib r o c u a r t o 453

y la s m a d re st28 tiñ e n y ob lig a n a f lu ir con su c o lo r, 80


Y cuanto más29 se cerraron alrededor los muros
d el tea tro, tanto más estos., adentro, im pregna dos
con encanto/10 to d o s so n ríe n c o rrid o s p o r la lu z d e l día.
P o r lo canto, cuando lo s lie n z o s e m ite n su c o lo r desde la su p e rfic ie
del cuerpo, tam bién todas la s cosas deben e m itir tenues 88
representaciones, puesto que una y o tra cosa se a rro ja n desde la su p e rfic ie .
P o r lo ta n to , entonces, e xiste n c o n to rno s d e te rm in a d o s de fo rm a s
que com únm ente re vo lo te a n p ro v isto s de un h ila d o s u t il
y no pueden se r v isto s separados un o p o r uno.
Adem ás, to d o o lo r, humo, vapor y o tra s cosas 90
sim ila re s abundan d isp e rsa s p o r esta ra zó n < a p a rtír> de lo s cuerpos,31
p o rq ue , m ie n tra s proceden desde lo p ro fu n d o nacidas en el in te rio r,
se escinden a través de u n pasaje curvado, n i so n rectas la s ab erturas
de lo s ca m inos p o r donde, una ve z o rig in a d a s, p a sa ría n para sa lir.
P e ro , p o r e l c o n tra rio , una tenue p e líc u la de c o lo r su p e rfic ia l 95
cuando es lanzada, nada hay que pueda d esg a rra rla,
ya que se colocó de m anera evidente en p rim e ra lín e a .
P o r ú ltim o , cua lquiera de lo s sim u la c ro s que n o s aparecen
en lo s espejos, en e l agua y en tod o re sp la n d o r, es necesario,
p u e sto que han sid o p ro v isto s de u n aspecto s im ila r a la s cosas, lo<
que estén fo rm a d o s p o r la s im ágenes e m itid a s de la s cosas.32
[Pu e s, ¿por qué a q ue llo s caerían y se re tira ría n de la s cosas más
que lo s que so n delgados? N o e xiste p o sib ilid a d alguna de a b rir la boca.]33
E x iste n , p o r lo tanto, tenues fo rm a s y representaciones sim ila re s
a la s cosas, la s que, aunque n in g u n o pueda d istin g u irla s 1(l-
separadamente, no obstante rechazadas p o r u n constante y re p etid o
im p u lso c o n tríu n o ,re to rn a n la v isió n desde la su p e rfic ie plana de lo s
espejos,
y parece que no pueden conservarse p o r o tra ra zó n,

28 Pasaje textual sin resolución. C£ BAILEY (1947), yol. II, p. 366. En la edición de

MUNRO, val. 1, p. 156, se lee: patrum coetum que decorum (“y la reunión ornada de
los padres*).
23 La f orma utilizada es muge. Se usa, en general, por razones métricas desde Planto en

adelante. Se trata, no obstante, de un arcaísmo.


30Debe entenderse que “están impregnados por el encanto del color”.
31 Se traduce por “cuerpos” para evitar la repetición del sustantivo “cosa”

31Para este verso se sugirieron diversas variantes.-Cí. BAILEY (1947), voL L P- 366.
33Los versos 102-103, por ser iguales a 65-66, fueron quitados en algunas ediciones.
D E RER.VM NATVP-A - LIB ER Q V A RTV 5
454

ta nto opere u t sím ile s re d d a n tu r cuíque fig ura e.

no N u n c age quam te n u i na tura c o nste t Jmago


percipe. E t in p rim is , q u o n ia n i p rim o rd ia t-antum
su n t in ira n o stro s se n su s tantoque m in o ra
quam quae p rim u m o c u li coeptant n o n p o sse tu e ri,
nu nc tam en id quoque u ti c o n firm e m , e xo rd ia re ru m
115 cuncta rum quam s in t su b tilia percipe p a ucis.
P rim u m anim aba su n t ia m p a itim tan tula , q u o ru m
te rtia p a rs n u lla p o s s it ra tio n e v id c ri.
H o ru m in te stin u m q u o d vis q u a le e sse p uta nd um st?
Q u id c o rd is g lo 'b us aut o c u li? Q u id mem'bra? Q u id a rtu s?
120 Q u a n tu la su n t? Q u id praeterea p rim o rd ia quaeque
unde anim a atque a n im i constet na tura necessum st?
N o n n e vid e s quam s in t su b tilia quam que m inuta ?
Praeterea quaecum que suo de c o rp o re od orem
e xsp ira n t acrem, panaces a b sin th ia taetra
125 h a b ro to n iq u e graves et t ris t ia centaurea,
q u o ru m u n u m q u id v is le v ite r s i fo rte d uob us
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - Lib r o c u a r t o 455

a tal punto que sean devueltas semejantes a cada figura.

Consistencia de ios simulacros


Ahora, anda, percibe de qué naturaleza tenue34 es
una imagen, Y en primer lugar, ya que los elementos de primer orden
están tan por debajo de nuestros sentidos y son tanto menores
que (las cosas), que ya los ojos comienzan a no poder discernirlos,
ahora, no obstante, para que yo confirme eso también, percibe
en pocas palabras cuán sutiles son los elementos iniciales del conjunto de
las cosas.
Primeramente, ya existen animales, por una parte, tanpequeños,
cuya tercera parte43 no podría ser vista por ninguna razón.
¿Cómo se debe pensar que es cualquier viscera de estos A5
¿Cómo, el globo del corazón o del ojo? ¿Cómo, los miembros? ¿Cómo,
las articulaciones?
¿Cuán pequeñas son? ¿Cómo, además, cualquiera de los elementos de
primer 1
orden, de donde es necesario que sean el alma y la naturaleza del ánimo?
¿Acaso no ves cuán sutiles y cuán diminutos son?
Además, cualquier cosa que exhala un olor penetrante
de su cuerpo, las panaceas,37 el desagradable ajenjo,38
los poderosos abrótanos43 y la amarga centáurea,40
de las cuales, una cualquiera, si levemente con dos [...j41
in Diog. Larri. X.47.
' ■L p l C - ,

31 El autor se refiere hipotéticamente al hecho de que se fraccione un animal tan pe­


queño como un insecto y que al hacerlo no se podrían distinguir las partes resultantes.
36 Alude a los animales de pequeño tamaño de los versos anteriores.

57 Se trata de un medicamento de posible uso para la curación de un importante nú­


mero de enfermedades.
38Cf. L. 1.937.
3 Í,E1 abrótano es una planta, semejante al ajenjo, originaria de la región meridional de

Europa, en particular de España e Italia; era usada como insecticida y el denominado


abrótano macho era utilizado con carácter medicinal.
""®La centaurea o centaurea es una planta de sabor amargo utilizada como tónico en
malestares digestivos e inflamatorios. Las infusiones hechas con esta planta eran con­
sumidas por pacientes afectados de diahetes.
4 1 MUNRO, voL II, p. 281, entiende que debe completarse la laguna de una manera

proverbial, señalando que estaría haciendo referencia al hecho de que con dos dedos se
aprietan las ho jas de tales plantas para que exhalen fuertes olores.
D i RIRV iV t NATVRÁ - L IB E R Q Y A K IV S
456

q u in p o tiu s moscas re ru m s im u la c ra va g a ri
m u lta m o d is m u lt is n u lla v i cassaque sensu?

Sed ne fo rte p ute s ea dem um so la va gari,


130 quaecu-inque ab re b us re ru m sim u la c ra reced unt,
su n t eúam quae sp o nte sua g ig n u n tu r et ip sa
c o n stitu u n tu r in ho c cáelo q u i d ic itn r aer,
[135] quae m u ltis form a ta m o d is su b lim e fe ru n tu r;
[133 ] u t n u b is fa c ile in te rd u m concrescere in a lto
135 U34] ce m im us et m u n d i speciem v io la re serenam
aera m u lc e n tis m o tu. N a m saepe G íg a n tu m
ora v o la re v id e n tu r et u in b ra m ducere late,
in te rd u m m agni m o n te s avulsaque saxa
m o n tib u s anteixe et so ie m succedere ptaeter,
140 in d e a lio s tra h e re atque inducere belua n im b o s.
A C E R C A D E LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O CU A R TO 457

*42

¿pero antes reconocería s que m ucho s sim u la c ro s tic la s cosas vagan


de muchas m aneras d e sp ro visto s de alguna fu e rza o se n sib ilid a d ?

Simulacros de formación espontánea42434


Pero, no p ie n se s p o r casualidad que sola m ente esos, cualquiera
de lo s sim u la c ro s de la s cosas que se desprenden de lo s cuerpos» vagan
a isla d os, 130
e xiste n ta m bién lo s que se engendran p o r su vo lu n ta d y e sto s m ism o s4*
re su lta n c o n stitu id o s en este c ie lo que es lla m a d o a ire ,45*
lo s cuales, fo rm a d o s de m uchas m aneras, son llevad os a lo a lto *5 í *35]
com o d istin g u im o s en ocasiones que la s nu b e s se acrecientan [133]
con fa cilid a d en lo a lto y p e rtu rb a n e l sereno aspecto del cíelo474
8 i 35 [134]
acariciando el a ire con su m o v im ie n to . Pu e s, a m enudo, parece que
vuelan lo s ro stro s de lo s G ig antes y proyecta n su so m b ra extensam ente,4*
g ra nd es m o n te s y rocas arrancadas de la s m ontañas,
que algunas veces va n adelante y pasan a través d e l so l,
de a llí parece que a rra stra n o tra s nubes to rm e n to sa s y representan fie ra s. 140

42Hay indicada una laguna entre los versos 126 y 127.


43 En algunas ediciones se incluyen corchetes entre los versos 129 al 142, MUNRO,

vol. II, p. 281, al igual que Lachmann, entiende que este pasaje es una adición poste­
rior hecha por el poeta, ya que se advierte cierta falta de conexión con el contexto. C£
BAILEY (1947), vol. 1, p, 368.
44 Lucrecio hace referencia a las < jvo"rácreu; o apariencias espontáneas en el aire, como
suplemento a la discusión sobre las imágenes de la superficie de las cosas, acerca de lo
cual Epicuro también argumentó.
43 Se trata de la región más ba ja del cielo.

^Lambino presenta un orden diferente de los versos 133 al 142. C f BAILEY (1947),
voL I, p. 368.
47 Se traduce “cielo* por el sustantivo m u n d i que así aparece en el texto latino.

48 El poeta alude a las formas espontáneas que adquieren las nubes según el movimien­

to de las corrientes de aire. Para ello acude a la analogía con los Gigantes; est os seres
míticos son hijos de Gea, la Tierra, nacidos de la sangre que manaba de la herida de su
esposo Urano, el Cielo, tras ser mutilado por Crono. A pesar de su origen divino, pue­
den sufrir la muerte al igual que los hombres; estos seres enormes, de horrible aspec-
ro, amenazaron al cielo desde su nacimiento lanzando árboles encendidos y enormes
piedras, por lo cual los Olímpicos, Zeus y Atenea entre ellos, deciden darles fin. C f
GRIMAL (1984:214-215).
458 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q v a r t v s

Nec speciem matare suam Iiquentia cessant


et cuiusque modi form aram vertere in oras,

Nunc ea quam facili et celeri ratione genantur


perpetuoque fluant ab rebus Japsaque cedant
*

145 semper enim summum quicquid de rebus abundat


quod iaculentur. Et hoc alias cum pervenit in res,
transit, ut in prim is vitruxn. Sed ubi aspera saxa
aut in materiam lig n í pervenit, ibi iam
scinditur ut nullum simulacrum reddere possit,
150 At cum splendida quae constant opposta fuerunt
densaque, ut in primis speculum est, n il accidit horum.
Nam ñeque, uti vitrum, possunt transiré, ñeque autem
scindi; quam m em init levor praestare salutem.
Quapropter fit ut hiñe nobis simulacra redundent.
155 Et quamvis súbito quovis in cempore quamque
rem contra speculum ponas, apparet irnago;
perpetuo fluere ut noscas e corpore summo
texturas rerum tenuis tenuisque figuras.
Ergo m ulta brevi spatio simulacra genuntur,
160 u t m é rito celer h is re b us d ic a tu r o rig o .
Et q u a si m u lta b re v i sp a tio su m m itte re deber
lu m in a so l u t p e rp e tuo s in t o m n ia plena ,
sic ab re b u s Íte m s ím il! ra tio n e necessest
te m p o ris in p u nc to re ru m sim u la c ra fe ra n tu r
165 m u lta m o d is m u ltis in cunetas u n d iq u e p a rtís;
quandoquidem speculum quocumque obvertímus oris.
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - LIB R O C U A R T O 459

N i, mientras fluyen, cesan de m u d a r su aspecto


y de cambiar de cualquier modo d e fo rm a s en los contornos.

La formación de los simulacros


Ahora con qué fácil y rápido razonamiento esos (simulacros) se generan
y fluyen perpetuamente y ceden deslizados de las cosas
*49

P u e s, sie m p re algo su p e rfic ia l emana de lo s ob jetos 145


p o r e l hecho de que se d isp e rsa n . Y cuando e sto alcanza a o tra s cosas,
la s atraviesa, com o al v id rio en p rim e r lu g a r. Pero, cuando llega a úna s
rocas
ásperas o a u n m adero de leño, entonces ya
se separa de m anera que no puede d evo lver n in g u n a im agen,
P e ro , cuando se o p u sie ro n cosas b rilla n te s y densas, 50 que perm anecen 1 50
en u n lu g a r, com o es p rin c ip a lm e n te u n espejo, nada de esto sucedió.
P u e s, n i pueden a tra vesarlo com o a l v id rio , n i tam poco
se p a ra rlo ; la lis u ra recuerda que p ro p o rc io n a esta seguridad.
Por esta razón, entonces, sucede que Jos simulacros llegan de nuevo a
nosotros.
Y , aunque pongas de repente, en c u a lq u ie r m om ento, 155
c u a lq u ie r cosa c o n tra u n espejo, aparece una im agen;
de m odo que entiend a s que se desprenden s in cesar de la su p e rfic ie
d el cuerpo lo s su tile s te jid o s de la s cosas y su s su tile s fig u ra s.
P o r lo ta n to , m uchos sim u la c ro s se engendran en poco tie m p o ,
de m anera que con ra zó n e l o rig e n , para estas cosas, es lla m a d o rápido, 160
Y a sí com o e l so l debe e n via r en u n breve tie m p o m ucha I u z a
para que c o n tinua m e nte tod o esté colm ado (de e lla ),
a sí, de ig u a l m anera, es necesario que, con una ra zó n sim ila r,
lo s sim u la c ro s de la s cosas sean lleva d os en cantidad,
en u n in sta n te , de m uchos m o d o s y hacia todas p a rte s y d ire c c io ne s, 165
p u e sto que, hacia donde q uie ra que d irija m o s el espejo desde su s bordes,

‘“’ Lachmannindicó la existencia de una laguna entre los versos 145-146.


* Lucrecio alude a la densidad de Jos espejos porque en su ¿poca eran en generaí de
metal.
A través de analogías, que tienen como tema ejemplos tomados de la naturaleza,
Lucrecio procura ejemplificar la multiplicidad y rapidez con que se originan los
sim u la cro .
460 D E RERViví N A T V R A - LIBER Q V A R T V 5

re s ib í responderle s im iii fo rm a arque colore.


Praeterea m odo cum fu e rit liq u íd issim a caeli
tem pestas, perquam sú b ito ñ t tú rb id a foede,
u n d iq u e u t i tenebras o m n is Acherunta r ca ris
liq u isse et magnas caelí com plesse cavernas,
usque adeo taetra n ím b o ru m nocte coorta
im p e nd ent atrae fo rm id in is o ra sup e rn e ;
q u o ru m q u a ntula p a rs s it im a g o dicere ne m o st
5 q u i p o ssit ñeque eam ra tío n e m red dere d ic tis.

N u n c age, quam celeri m o tu sim ula c ra fe ra n tu r


et quae m o b ilita s o liis tra n a n tib u s auras
re d d ita s it , lo n g o sp a tio u t b re v is h o ra te ra tu r,
in quem quaeque lo c um d iv e rso n u m in e te n d unt,
Acerca de ia n a tu ra leza d e las c o s a s - L ib r o cuarto 461

las cosas a llí se re fle ja n e n id éntica fo rm a y c o lo r.w


Adem ás, aunque e l cielo haya estado ju sto antes sum am ente lím p id o ,
de p ro n to se torna tem pestuoso ai extre m o , de una manera h o rrib le ,
que creería s que todas las tin ie b la s, de cada rin c ó n , abandonaron 170
e 1A q u e ro n te y lle n a ro n la s m agnas cavernas del cielo ,5253*
hasta que, habiend o bro ta d o la abom inable noche de la s nubes,
lo s ro stro s d e í so m b río te rro r está n susp e n d id o s desde lo a lto ;”
de estas cosas, no h a y nadie que pueda exp resar cuán ín fim a parte
es la im agen, n i re so lve r con palabras esa ra zó n (n um é ric a ) . 55 175

Del movimiento ele los simulacros


A h o ra b ie n , con qué rá p id o m o vim ie n to se m ueven
lo s sim u la c ro s y qué velocidad les56 fue concedida al navegar
a través d e l a ire ,57 que una breve h o ra es consum ida en u n la rg o espacio,
cua lquiera sea el lug a r,58 hacia donde tiend en todos según ia d ive rsid a d
de su s m o v im ie n to s,
exp ond ré (e sto ) en ve rso s m ás suavemente a rm o n io so s 59

52 Cabe destacar ia precisión que demuestra ei autor ai describir ia importancia dei soi
en el proceso de reflexión de la luz, el concepto de velocidad e inmediatez, entre otros.
53 Acerca de ia expresión ‘‘las cavernas dei cielo” {cneli.-.cavernas}, MUNRO, vol. II, p_

283, señala que se baüa en Exudo, según lo recogido por Varn, L. V.X9, y Cic., Arat.
252.
' 4 La analogía de la tempestad con las tenebrae propias dei Aqueronte constituye un

ejemplo más en el conjunto de las imágenes con que Lucrecio ilustra la celeridad de ios
si?nuliicr¿L En este caso, se vale de la tormenta, un epícismo de importante tradiciónen
el género de ia epopeya.
5:1 CoKerenre con ei marco teórico, Lucrecio sostiene eí carácter tenue de los simulacro,

constituidos porprificipia ínfimos,


55 Lucrecio utiliza ei pronombre demostrativo arcaico en caso dativo plural: oíiis.

S7Ei verbo vransno es de carácter poético cuando se refiere al movimiento a través dei
cielo.
53 Spatium y locas convergen para aludir a circunstancias temporales y espaciales que

se relacionan con. el movimiento de ios simulacro. Este movimiento, al igual que ios
se?nina venan que ios constituyen, se caracteriza por ia diversidad.
59 El adjetivo suavidicus, -a, -um aparece en dos ocasiones en este libro: en ei verso
180 y en ci 909, en ambas oportunidades ocupando la posición imcial dei hexámetro,
Asimismo, cabe señalar que en el v. 20 dei prólogo, en el cual Lucrecio insiste en ia
misión poética de su sabiduría, se vale de un sinónimo como suaviloquens, puesto que
está inspirado por las Musas.
462 D E R E R V M NATVRA - LIBER QVARTVS

180 suavidicis potius quam mulris versíbus edam;


p a rv u s u t e st c yc ni m e lio r canor, ille g ru u ra quam
c la m o r in a e tb e riis d isp e rsu s n u b ib u s a u stri.
P rin c ip io persaepe le v is re s arque m in u tis
c o rp o rib u s factas c e le rís lic e t esse vid ere-
185 In q uo ia m genere est s o lis lu x et va p o r e iu s
propterea q uia su n t e p rim is facta m in u tis
quae q u a si c u d u n tu r perque a e rís Ín te r v a lí um
no n d u b ita n t tra n siré sequen t i concita plaga.
Su p p e d ita tu r e n im c o n fe stim lu m in e lu m e n
190 et q ua si p ro te lo stim u la tu r fu lg e re fu lg u r,
Q ua p ro p te r sim u la c ra p a ri racione necessest
im m e m o ra b ile p e r sp a tiu m tra n sc u rre re posse
te m p o ris in p u n c to ,p rim u m q uo d p á rvu la causa
est p ro c u l a tergo quae p ro veha t arque p ro p e lla t,
195 q uod su p e re st, u b i tam v o lu c ri le vita te fe ra n tu r;
deinde quod usque adeo te x tu ra praedita ra ra
m ittu n tu r, fa ciie u t q u a xvis p e ne tra re queant re s
et q u a si perm anare per a e rís in te rv a llu m .
Praeterea s i quae p e n itu s c o rp usc ula re ru m
200 ex a ltoque fo ra s m ittu n tu r, s o lis u t i lu x
ac va p or, baec p u nc to c e rn u n tu r lapsa d ie i
per to tu m caelí sp a tiu m d iífu n d e re sese,
perque vo la re m are ac té rra s caelum que rig a re ,
A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS C O SA S - LIBR.O C U A R T O 463

antes que n u m e ro so s;60 ISO


a sí como es m e jo r e l breve canto del c isn e que aquel g ra zn id o de
la s g ru lla s,61 d isp e rso entre las etéreas nubes del a u stro .
E n p rim e r lug a r, cabe o b se rva r m u y frecuentem ente que
la s cosas liv ia n a s y form adas por cuerpos d im in u to s son rá pid as.
A h o ra , en este g rup o está la lu z de! s o l y su c a lo r 1S5
precisam ente po rq ue están conform a d os p o r elem entos p rim e ro s
d im in u to s que, p o r a sí d ecir, so n golpeados y n o dudan en atravesar
e l espacio del a ire , p uestos en m o vim ie n to p o r la consecución del golpe.
En efecto, la luz se alim enta inmediatamente de luz
y, p o r a sí d e c ir,u n relámpago es estim ulado p o r el relámpago que le sigue.62 19o
Por lo tanto, es necesario que los simulacros, por una razón igual,
puedan re c o rre r u n espacio in d e c ib le en u n in sta n te ;
p rim e ro , p o rq ue e xiste una causa m u y pequeña que, de le jo s,
los impulsaría por detrás y los empujaría, en cuanto a lo que sigue,
cuando so n conducidos p o r una lig e re za ta n v o lá til; 195
después, p o rq ue so n enviados s in cesar, p ro v isto s de una te xtu ra
tan ra ra, que so n capaces de p e ne tra r fá c ilm e nte cua lq uie r cosa
y como s i fu e ra n capaces de d e sliza rse a través del espacio d el aire.
Adem ás, s i a lg u no s c o rp ú sc u lo s de la s cosas que están en el fo n d o
so n enviados desde lo p ro fu n d o hacia fu e ra , com o la lu z d el so l 200
y el calor,63 se observa que estos en u n m om ento d e l d ía
se esparcen d e slizá n d o se p o r to d o e l espacio del c ie lo ,
y vuelan a través del m a r y de la s tie rra s y rie g a n e i c ie lo ,6 ’

íaCf. MUNRO, vol II, p. 283. El editor advierte que los versos 180-182 son equiva­
lentes a 909-911.
La analogía del canto del cisne con la suave elocuencia poética aparece mencionada
por Lucrecio en otras dos oportunidades: L. 11.505 y L. II 1.6-7. En esta última apari­
ción, el poeta advierte que las golondrinas no pueden competir con los cisnes en lo que
respecta al canto, así como en este pasaje no pueden hacerlo las grullas. Con respecto
a las fuentes de estos tópicos, cf. MUNRO, vol. II, p. 283; ei editor señala que es po­
sible relacionar el motivo del cisne con un poeta helenístico, Antíparro de Sidón (s. II
a.C.), quien compuso epigramas de enorme popularidad entre los contemporáneos
de Lucrecio. En cuanto al motivo de la grulla, este podría tener un origen homérico.
61Lucrecio se refiere a la conrinua sucesión de los efectos lumínicos, que denotan, a su
vez, el choque de los elementos primordiales.
s Se traduce por calor el sustantivo vapor.
''“Las repeticiones, como en este caso la del sustantivo caelum o cadus, son propias de
Lucrecio y de ¡os poetas arcaicos. Cf. MUNRO, vol. II, p. 284.
464 De r ir v m n a t v r a - l íb e r q v a r t v s

q u id quae su n t ig it u r ia m p rim a fro n te parata,


205 cum ia c iu n tu r et e m issu m re s n u lla m o ra tu r?
Q uo n e v id e s c itiu s debere et Jo n g iu s iré
m u ltip le xq u e lo c i sp a tíu m tra n sc u rre re eodem
tem pore quo s o lis p e rvu lg a n t iu m in a caeíum?
H o c etia m ín p rím is sp ecim en v e ru m esse v id e tu r
210 quam c e le ri m o tu re ru m sim u la c ra fe ra n íu r,
quod s im u l ae p rim u m sub d iu sp le n d o r aquai
p o n itu r, exte m p lo cáelo ste lla n te serena
sid e ra re sp o n d e n t in aqua ra d ia n tia m u n d i.
lam ne v id e s ig it u r quam p u n c to tem pore ¡m ago
215 a e th e ris ex o ris in te rra ru m accídat oras?
Q uare etia m arque etiam m ira lateare necessest

corp ora quae fe ria n t o c ulo s visu m q u e lacessant.


Perp etuoq ue flu u n t c e rtis ab re b u s o d o re s;
irig u s u ta f lu v iis , c a lo r ab so lé , a e stus ab u n d is
2 2 0 a e q uo rís exe sor m o e ro ru m lit o ra c irc n m .
Nec va ria e cessant voces v o lita re p e r auras.
D e n iq u e in os sa ísi v e n it u m o r saepe sa p o ris,
cum m are ve rsa m u r p ro p te r, d iluta q ue contra
cum t t iim u r m isc e ri a b sin th ia , ta n g it am aror.
225 U sq u e adeo ó m n ib u s ab re b us res quaeque flu e n te r
fe rtu r et in cunetas d im itt it u r u n d iq u e p a rtis
nec m o ra nec re q u ie s in te rd a tu r u lla fiu e n d i,
p erp etuo q u o nia m se n tim u s, et o m n ia sem per
cernere o d o ra ri lic e t et se n tiré sonare.
A C E R O . DE LA NATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O C U A R T O 465

¿qué, (sucede con la s cosas) que ya ha n sid o d isp u e sta s en p rim e ra lín e a
cuando so n d ispa rad a s y n in g u n a cosa retrasa e l la nza m ie nto ?65 205
¿Acaso no6
5
66 ye s que deben desplazarse más rápidam ente y más le jo s
y atravesar u n espacio va riad o en ese m ism o 67*
tiem p o en que lo s ra yo s d el so l se esparcen p o r el cielo?
Esto ta m b ié n p a re c e ser, en p rim e r lu g a r, u n ejem p lo verdadero
de p o r qué m o v im ie n to v e lo z so n llevad os lo s sim u la c ro s de la s cosas, 210
desde e l m om ento en que e l re sp la n d o r d el agua es puesto
al a ire lib re ,® inm edia tam ente s i el c ie lo está e stre lla d o ,
lo s a stro s se reno s del m und o responden697
0ra d ia nte s en el agua.
¿Acaso ya ves, entonces, cóm o en u n in sta n te la im agen
cae desde la s o rilla s d el é te r a la s o rilla s de la s tie rra s ? 215
P o r esta ra zó n , una y o tra vez, es necesario a d m itir que so n
*7 0

e xtra o rd in a rio s lo s c o rp úsc ulo s que h ie re n lo s o jo s y e stim u la n la v isió n .


Y en fo rm a constante flu y e n lo s o lo re s de determ inadas cosas;
com o la fre sc u ra de lo s río s , e l c a lo r d e l so !, la tu rb u le n c ia de la s olas
del m a r que e ro sio n a 71 lo s m u ro s en to rn o a la s costas. 220
N i d iv e rso s so n id o s cesan de re vo lo te a r p o rla s b risa s.
P o r ú ltim o , a m enudo u n líq u id o de sabor salado n o s llega a la boca,
cuando cam inam os cerca del m ar, y, p o r e l c o n tra rio , cuando vem os
que se m ezcla una so lu c ió n d ilu id a de ajenjo, se sie n te el am argor.
H a sta ta l p u n to se desprende de todas la s cosas alguna susta nc ia de
manera 225
flu id a 72 y se desparram a hacia todas p a rte s en todas la s d ireccione s,
n i se concede n in g ú n re tra so n i descanso a l flu id o ,
p uesto que perm anentem ente tenem os se n sib ilid a d y sie m p re n o s
es líc it o d is tin g u ir todas la s cosas, o le ría s y se n tirla s sona r.

65 La palabra em issu m es un término lucreciano.

*'N orme es una corrección de Cj; aparecen otras lecturas tales como quone. C£ BAILEY
(1947), voL I, p. 372.
& >Los versos 207-208 son iguales a L. 11.163-164.
is Eí sustantivo neutro d iu m presenta un ablativo en -u.
®Metáfora por el reflejo de los astros en el agua.
70 Entre los versos 216 y 217 el filólogo alemán Purmann (s. XVIII) indicó la existencia

de una laguna. Cf. BAILEY (1947), voL 1, p. 372.


'■El término ex esor solo aparece utilizado por el poeta.
' 2 El adverbioflu t n t e r no aparece registrado en otro autor más que en Lucrecio.
466 D E RERVM NATVRA - L IB E R QVARTVS

230 Praeterea q u o nia m m a n íb u s tractata fig u ra


in te n e b ris quaedam c o g n o sc itu r esse eadern quae
c e rn itu r in luce et claro candóte, necessest
c o n sim ili causa tacrum v isu m q u e m o ve ri.
N u n c ig it u r s i quadratum tem p ta m us et id n o s
235 com m oTet in te n e b ris, in lu c i quae p o te rit re s
accidere adspeciem quadrata, n is i e iu s im ago?
Esse in im a g in ib u s q uapro pter causa v id e tu r
c c rm in d i ñeque p o sse sin c b is re s u lla v id e ri.
N u n c ea quae dico re ru m sim u la c ra fe ru n tu r
24o und iq ue et in cunetas ia c iu n tu r d id ita p a rtis.
V c ru m no s o c u lis q uia s o lis cernere q u im a s,
propterea f it u t i, speciem quo v e rtim u s, om nes
re s ib i eam c o n tra fe ria n ! fo rm a atque colo re.
E t q ua ntum quaeque ab n o b is re s a b sit, im ago
245 e fíic it u t vid ea m us et in te rn o sc e re curat.
N a m cum m it tit u r, exte m p lo p ro tru d it agitque
aera q u i Ín te r se cum que esc oculosque lo c a tus,
isq u e ita per n o stra s acies p e rla b itu r o m n is
e t q u a si p e rte rg e t p u p illa s atque ita tra n sít.
250 [25l] Pro p te re a f it u t i vid e a m us q u a m p ro c u l a b sit
[250] re s quaeque. E t q ua nto p lu s a e ris ante a g ita tur
et n o stro s o c u lo s p e rte rg e t lo n g io r aura,
tam p ro c u l esse m agis res quaeque rem o ta v id e tu r.
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - Lib r o c u a r t o 467

Hipótesis en torno a la visión


Además, puesto que es sabido que c ua lq uie r fig u ra 230
palpada con la s m anos en la s tin ie b la s es esa m ism a que
se observa en la lu z y e l claro candor, es necesario
que e l tacto y la v ista sean m o vid o s p o r una causa sim ila r.
A b o ra , entonces, s i tocam os algo cuadrado y esto nos
impresiona en las tinieblas, en la luz,'3 ¿qué cosa cuadrada 235

podrá llegar a la visión,7'6sino su73*75*imagen?


P o r lo ta n to , parece que la causa de la v isió n ’1' está
en la s im ágenes y s in e lla s nin g u n a cosa puede se r v ista .
A b o ra , esos sim u la c ro s de la s cosas que m enciono so n lleva d os
a tod os lados y so n la n za d o s, d istrib u id o s p o r todas p a rtes. 2.40
P e ro , ya que n o so tro s so m o s capaces de ve r solam ente con lo s o jo s,
p o r eso, sucede que, hacia donde volvem os la v isió n , todas
la s cosas con su fo rm a y c o lo r chocan a llí contra ella .
Y la im agen p e rm ite que veam os y se ocupa de que
d istin g a m o s cuánto d ista cada cosa de n o so tro s.77 245
Pue s, cuando es enviada, inm edia tam ente im p u lsa y pone
en m o v im ie n to e l a ire que está ubicado sie m p re entre é l y lo s o jo s,
y a sí to d o ese (a ire ) se d e sliza p o r n u e stra s m irad a s
y, p o r así d e c irlo , baña la s p u p ila s y la s atraviesa.
P o r eso, sucede que vem os cuán d ista n te está/S 250 [251]
cada cosa. Y cuanto m ás a ire es agitado p o r delante 1.250 ]
y una b risa m ás fu e rte pasa a través de n u e stro s o jo s,
tanto más le ja no parece estar cada objeto a la d ista n c ia .

73 Com o sucede con otros sustantivos de tercera declinación, Lucrecio u tiliza el abla­
tivo con desinencia -i.
7*A l igual que en el L. V.707 y 724, con el sustanti vo spedem se hace referencia a la
visión o a los ojos,
75Es decir “la imagen de esa cosa”.
7ÍE1 gerundio cernendi> traducido por el sustantivo ‘‘visión” aparece en otras versiones
reproducido en su forma arcaica cernundi.
77Entre los versos 239-245, Lucrecio condensa ia teoría de la percepción de los sim u­
lacros lumínicos. Estos, finalmente, se transforman en imágenes tras ser captados por
el ojo.
73Los versos 250 y 251 fueron traspuestos por M an illo . C f. BÁÍI.F.Y (1947), vol. I,
p, 374.
468 D E R E R V M N ATV RA - L IB E R QVARTVS

S c ilic e t liaec sum m e c e le ri ra tio n e g e ra ntur,


255 quale s it at vid ea m us et una quam p ro c u l a b sit.
Illu d in b is re b us m in im e rn ira b ik b a b e r.d u ffist,
cur, ea quae fe ria n t o c u lo s sim ula c ra v id e ri
sin g u la a u n nequeant, res ipsae p e rsp ic ia n tu r.
V e n tu s e n im queque paulatina c u ín verberar et a rm
26 o [2 6 1 ] acre f lu it ffig u s, n o n p riv a m quam que so le m u s
[260] p a rtic u ia m vencí se n tiré et frig o ris e iu s,
sed m a g is u n o rsu m , fie ríq u e p e rio d e víd e m us
corp ore ro m plagas ín n o stro tam quam aliquae res
verberet atque su i det se nsu m c o rp o ris e xtra ,
265 Praeterea lapidem d íg ito cum tu n d im u s, ip su m
ta n g im u s e xtre m um sa x i sum m um q ue colo rem ,
nec se n tim u s eum ta c tu , ve ru m m a g is ip sa m
d u ritie m p e n itu s sa x i se n tim u s in a lto .

N u n c age, c u r u ltra sp eculum v id e a tu r im ago


270 p e rcip e ; nam certe p e n itu s sem ota v íd e tu r.
Q uo d genus illa fo ris quae vere tra n sp ic iu n tu r,
ianua cum p e r se tra n sp e c tum praebet ap ertum ,
m u lta f acitque fo ris ex aedibus u t vid e a n tu r.
ís quoque enim d u p lic i gem inoque n t aere v isu s.
275 P rim u s e n im c itra p o stis tu m c e rn itu r aer,
in d e fo re s ipsae d extra laevaque se q u u n tu r,
p o st e x rra ria lu x o c u lo s p e rte rg e t et aer
A C E R C A D I LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - Lí ERO C U A R T O 469

Evidentemente estas cosas se desarrollan de una manera


sumamente veloz, de modo que veamos qué es una cosa y cuán lejos está. 2<l<>
En estas cuestiones aquello no ha de tener un mínimo de admirable,
por qué razón, aunque esos simulacros que hieren los ojos no pueden
ser vistos uno a uno, las cosas mismas se perciben.
Pues, cuando también el viento azota poco a poco y
cuando el frío corre punzante, no solemos sentir75 l2él
cada partícula individual del viento y de ese frío, ' l2éCl]
sino más bien todo a la vez, y vemos de igual manera que
entonces se producen golpes en nuestro cuerpo como si alguna
cosa lo azotara y diera la sensación de un cuerpo desde afuera.
Además, cuando golpeamos con un dedo una piedra, tocamos 265
ese mismo color extremo80 y superficial de la piedra,
y no lo sentimos con el tacto, en verdad sentimos más
esa misma dureza interior en lo profundo de la piedra.31

Teoría en torno al espejo


Ahora, vamos, percibe por qué la imagen es vista más allá
del espejo; pues ciertamente parece alejada en lo profundo. 270
En cuanto a esta cuestión, aquellas cosas que se distinguen en verdad
afuera, cuando la puerta ofrece por sí misma una vista82 abierta,
y hace que se vean muchas cosas de afuera de las casas.
Pues, también esa visión se produce a través de una doble corriente
gemela.83
En efecto, primeramente, es percibido el aire de este lado de lo s dinteles, 275
y de ahí las mismas hojas (de las puertas) siguen a derecha y a izquierda,
después, la lu z de afuera atraviesa los ojos y otro alte
,"9Com o en el caso anterior, tam bién estos versos los traspuso M arullo.
m Es decir lo más externo.
81M U N R O , vol. II, p. 285, advierte sobre el artificio lucreciano de utilizar palabras de
sentido semejante como extr&nus, su m m u s, p en itu s, alum ,
82El sustantivo tx anspectus solo aparece en Lucrecio.
^C o m p leja teoría lucreciana sobre la percepción de la. imagen especular, comparable
con el hecho de que se percibe no en la superficie sino en lo profundo, tal como las
cosas reales se ven a la distancia, de ahí que se hable de dos cordentes de aire. Así, como
las cosas se ven entre la puerta y el afuera, entre ei espejo y la distancia que se separa
del que percibe, se ubica la im agen, la cual se sitúa por detrás del ojo provocando una
dirección invertida.
470 D E RERV/vi NA.TVRA - LIB ER QVARTVS

alter et illa foris quae vere transpiciuntur.


Sic ubi se primum speculi proiecit imago,
280 dum venit ad nostras acics, protrudit agitque

aera qui ínter se cumquest oculosque locaras,


et facit ut prius hunc omnem sentiré queamus
quam speculum. Sed ubi speculum quoque sensimus ipsum,
continuo a nobis in idem quae fertur imago
285 pervenit et nostros oculos reiecta revisit
atque alium prae se propellens aera volvit
et facit ut prius hunc quam se videamus, eoque
distare ab speculo tantum semota videtur.
Quare etiam atque etiam m inim e m irarier est par,
*

290 illis quae reddunt speculorum ex aequore visum,


aeribus binis quoníam res confit utraque,
N unc ea quae nobis membrorum dextera pars est,
in speculis fit ut in laeva videatur eo quod
planitiem ad speculi veniens cum offendit imago,
295 non convertitur incolumis, sed recta retrorsum
sic eliditur, ut siquis, prius arida quam sit
cretea persona, allidat pilaeve trabive,
atque ea continuo rectam si fronte figuram
[323] servet et elisam retro sese exprimat ipsa.
300 [324] Fiet u t, ante oculus fuerit qui dexter, ut idem
nunc sit laevus, et e Jaevo sit mutua dexter.
Fit quoque de speculo in speculum ut tradarur
imago, quinqué etiam <aut>sex ut fieri simulacra suerint.
Nam quaecumque retro parte interiore latebunt,
' 305 [329] in d e tam en, q u a m vis to rte p e n ítu sq u e rem o ta ,
o m n ia per íie x o s a d itu s e d u c ta lic e b it
p lu rib u s haec sp e c u lis v id e a n tu r in aedibus esse.
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e la s c o s a s - Lib r o c u a r t o 471

y aquellas cosas que en verdad se perciben de afuera.


Así, en cuanto se proyecta la imagen del espejo,
mientras viene hacia nuestras pupilas, empuja y lleva 2sa
el aire cualquiera que esté ubicado entre ella y los ojos,
y hace que podamos sen tir todo esto antes que
el espejo. Pero, cuando sentimos también el espejo mismo,
al instante la imagen que proviene de nosotros llega
hacia ¿1 y, rechazada, retorna nuevamente a nuestros ojos 285
y vuelve impulsando hacia adelante otro aire,
y hace que percibamos a este antes que a ella misma, y por eso
parece que dista tan alejada del espejo.
Por esta razón, una y otra vez, mínimamente es justo admirar84
*85

cómo desde allí devuelven una visión desde la superficie de los espejos,84 290
puesto que ambas cosas87 se producen por dos aires.
Ahora, sucede que esa, que es para nosotros la parte derecha
de los cuerpos, se ve a la izquierda en los espejos porque,
cuando la imagen que viene hacía la superficie del espejo lo golpea,
no se da vuelta sin alteración, sino recta hacia atrás 295
es así forzada, como si alguno arrojara una máscara de greda
o bien contra un pilar o una viga antes de que esté seca,
y como si esa conservara de frente la figura correcta
y la misma se modelara arrojada en sentido inverso.88 [323]
Sucederá así, que el ojo que antes fue el derecho, el mismo 300 [324]
ahora es el izquierdo, y a partir del izquierdo es a su vez el derecho.
Ocurre también que una imagen se transmite de espejo a espejo
tal que cinco o incluso seis89 simulacros acostumbran a formarse.
Pues, cualquiera de las cosas que se escondan atrás; en lap arte interior,
de allí, sin embargo, aunque retiradas hacia lo profundo y de forma 305 t329l
tortuosa, será lícito que todas estas, salidas a través de accesos
curvos desde muchos espejos, parezcan que están en las casas.
s<íUso deí infinitivo arcaico m irarier.
85Entre los versos 289-290 se indica una laguna. Cf. BAILEY (1947}, vol. II, p. 376.
8ÍE1 verso 290 presenta entre los editores diversas variantes.
87 Según M U N R O , vol. II, p. 286, alude a ambas cosas, a las que son vistas a través de
la puerta abierta y las que son vistas en el espejo.
88E1 orden de los versos 299 al 347 fue restituido a p artir de unacorrección de ( 7 Cf.
BAILEY (1947), v o i II, p. 376.
S5>EÍ verso presenta variantes con respecto a la presencia del coordinante disyuntivo.
472 D E R ER V M N A TV FA - L IB E R q v a r t v s

Usque adeo speculo in speculum cranslucet imago,


et cum laeva data est, n t rursum ut dextera fíat,
310 [334] inde retro rursum redit et convertit eodem.
Quin etiam quaecumque latuscula sunt speculorum
assimili lateris flexura praedíta nostri,
dextera ea propter nobis simulacra remittunt,
aut quia de speculo in speculum transfertur imago,
315 [339] inde ad nos elisabis advolat, aut etiam quod
circum agitur, cum venir, imago propterea quod
flexa figura docet speculi eonvertier ad nos.
Jxidugredi porro pariter simulacra pedemque
pónete nobiscum credas gestumque imitari
320 [344] propterea quia. de speculi qua parte recedas,
continuo nequeunt illin c simulacra revertí;
omnia quandoquidem cogit natura referri
[347] ac resi] iré ab rebus ad aequos reddita flexus.2
9

[299] Splendida porro oculi fugitant virantque tueri,


325 [300] Sol etiam caecat, contra si tendere pergas,
propterea quia vis magnast ipsius et alte
aera per purum graviter simulacra feruntur
et feriunt oculos turbantia composituras.
Praeterea splendor quicum que esc acer adurit
330 [305] saepe oculos ideo quod semina possidet ígnis
multa, dolorcm oculis quac gignunt insinuando.
Lurida praeterea fmnt quaecumque tuentur
arquati, quia luroris de corpore eorum
A C E R C A DE 1A N ATURALEZA D E IA S C O SA S - L IB R O CU A RTO 473

A tal punto la imagen se trasluce de espejo a espejo,


y cuando fue dada la mano izquierda, resulta que a la inversa parece
la derecha, de ahí vuelve hacia atrás inversamente y gira
en la misma dirección. 310 13341
Aun más, cualesquiera de los lados pequeños de los espejos que
fueron provistos de una curvatura lateral semejante
a la nuestra, nos devuelven las representaciones en recta forma,90
o porque la imagen se transfiere de espejo a espejo,
de allí vuela hacia nosotros impulsada dos veces, o bien porque 333 (3351
la imagen gira sobre sí misma.91 cuando viene, porque en efecto
la forma curvada del espejo enseña que regrese hacia nosotros.
Es más, creerías que los simulacros avanzan92 y ponen el pie
al mismo tiempo con nosotros e im itan el gesto,
además, puesto que, de cualquier parte del espejo que te retires, 320 I344]
de inmediato los simulacros no pueden reflejarse a partir de -allí;
dado que la naturaleza obliga a todas las cosas ser llevadas de vuelta
y retornar de las cosas reproducidas hacia ángulos iguales.93 t347!

Teorías diversas en torno a las imágenes


A su vez, los ojos huyen de las cosas brillantes y evitan mirarlas, [2,99]
También el sol enceguece, si intentas tender los ojos frente a él, 325 [300]
además, porque su poder es grande y sus simulacros
provienen desde lo alto, a través del aire puro, con fuerza
y hieren los ojos, perturbando sus estructuras.
Además, el resplandor fuerte, cualquiera que sea, quema
a menudo los ojos, por la razón de que posee muchas semillas 330 [305]
de fuego, que originan dolor penetrando en los ojos.
Entonces se tornan amarillas cualquier cosa que observan
los ictéricos , 9,4 porque del cuerpo de esos fluyen muchas

?0En el texto latino aparece eapropter, que, según M U N R O , yol. II, p. 287, debe en­
tenderse com o p'opterta.
®Circum agitur es una tmesis por circmn¿igitu.r.
52El yerbo indugredior aparece utilizado solo por Lucrecio j equivale a ingredior.
53Según M U N R O , voL II, p. 287. Lucrecio está refiriéndose con el sintagm aadaeqm s
jíextis a los ángulos de reñexión que parecen ser iguales a los ángulos de incidencia,
54 Se hace referencia a ios que sufren de ictericia por lo cual presentan una coloración
am arillenta en la piel.
474 D E R ERV M NATVRA - L IB E R Q V A R TV S

se m ina m u lta flu u n t sim u la c ris obvia re ru m ,


335 [310] m ultaque su n t o c u lis in e o ru m denique m ixta ,
quae contage sua p a llo rib u s o m n ia p in g u n t.
E te n e b ris autem quae su n t in luce tu e m u r
propterea q uia , cum p ro p io r c a lig in is aer
ater in it oculo s p rio r et p o sse d it apertos,
34o [315] in se q u itu r candens c o n fe stim lu c id u s aer
q u i q u a si p u rg a r eos ac n ig ra s d isc u tir u m b ra s
a e ris illiu s . N a m m u itis p a rtib u s h ic e st
m o b ilio r m u ltisq u e m in u tio r et mage p o lle n s.
Q u i sim u l atque v ia s o c u lo ru m luce re p le v it
345 [320] atque pa tefe cit quas ante obsederat aer
[321] < a te r> , c o n tin u o re ru m sim u la c ra se q u u n tu r
[3 2 2 ] quae sita su n t in luce, iacessuntque u t vid ea m us,
Q u o d c o n tra facere in te n e b ris e luce n e q u im u s
propterea q u ia p o ste rio r c a lig in is aer
350 c ra ssio r in se q u itu r q u i cuneta fo ra m in a com plet
o b sid itq u e v ia s o c u lo ru m , ne sim u la c ra
p o ssin t u lla ru m re ru m coniecta m overe.
Quadracasquc p ro c u l t u r r is cum c e m im u s u rb is,
propterea f it u t i v id e a n tu r saepe rotund ae,
355 a n g u lu s o b tu su s q u ia longe c e rn itu r o m n is
siv e e tia m p o tiu s n o n c e rn itu r ac p e rit e iu s
plaga nec ad n o stra s acies p e rla b itu r ic tu s,
aera p e r m u ítu m q u ia d um sim u la c ra fe ru n tu r,
c o g it hebescere eum c re b ris o ffe n sib u s aer.
360 H o c u b i su ffu g ít se nsu m s im u l a n g u lu s o m n is,
f it q ua si u t ad to m u m sa xo ru m stru c ta tu a n tu r,
n o n tam en u t coram quae su n t vereque ro tun d a ,
sed q u a si a d um b ra tim p a ulum sim u la ta v id e n tu r.
U m b ra v id e tu r Íte m n o b is in so lé m o v e ri
365 et ve stig ia n o stra se q u i gestum que im ita ri;
A C ER C A DE IA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O CU A R TO 475

semillas de color amarillo/5 al encuentro de ios simulacros de las cosas,


y, p o r último, hay muchos mezclados en sus ojos 335 [310]
que tiñen todas las cosas de colores pálidos con su contacto,
Por otra parte, vemos desde las ti nieblas las cosas que están en la luz
porque, además, cuando el aire negro de las som bras, el más
cercano, penetra los oios antes y toma posesión (de ellos) abiertos.
al instante sigue un brillante aire luminoso 34o [315]
que, por así decir, los lim pia y barre las sombras negras
de aquel aire; pues este está en muchas partes
y es más m óvil y mucho más lino y más fuerte.
Apenas este llenó de luz los conductos de los o jos
y abrió los que antes había ocupado el aire 345 [32o]
<negro>,9í enseguida siguen los simulacros de las cosas, [321]
que se colocaron a la luz, y los estimulan para que veamos. [3 22 ]
Contrariamente, no podemos hacer esto en las tinieblas a partir
de la luz porque sigue después el aire más denso
de la oscuridad, que llena todas las cavidades en su conjunto 350
y obstruye los conductos de los ojos, para que no puedan
moverse los simulacros de ninguna cosa una vez lanzados.
Y, cuando a distancia contemplamos las torres cuadradas de una
ciudad,
a menudo sucede que parecen redondas, por esta razón,
p o rq ue desde le jo s todo á n g ulo parece o b tu so , 355
o mejor no se percibe tampoco y desaparece su impacto
y el golpe no se desplaza hacia nuestras miradas
puesto que, mientras los simulacros son llevados a través de mucho aire,
el aire los constriñe a perder vigor con golpes repetidos.
Por esto, cuando al mismo tiempo todo ángulo escapa de la sensibilidad, 360
sucede que las construcciones de piedras se ven como torneadas
no, sin embargo, como las que son directamente y en verdad redondas
sino, por así decir, que parecen asemejarse un poco en forma vaga.97
D e l m ism o m odo n o s parece que la som b ra se m ueve en el so l
y que sigue n u e stro s pasos e im ita n u e stro gesto, 365

S'EÍ sustantivo lu ror registra entre sus significados el que alude a la palidez.
*'3c trata de un agregado de Bernays. Cf. BA1LEY (1947), vol. I, p. 380.
9/El adverbio adum bratim se registra únicamente en este verso y no aparece en otro
ejemplo.
476 DE ELtRVM NALP/RA - L IB E R QV’ARTVS

aera s i credis p riva tum lu m in e p o sse


ind ug re d i, mocus h o m in u m gestum que sequentem .
Nam n il esse p o te st a liu d n ís i Iu m in e cassus
aer id quod nos um bra m p e rhib e re sue m us.
37o Nimirum quia té rra lo c is ex o rd in e c e rtis
iu m ine p riv a ra r s o lis quacumque m eantes
o ffic im u s, re p le tu r ite m quod liq u im u s e iu s,
propterea f it u ti videatuq quae f ilie um b ra
c o rp o ris, e regione eadem no s usq ue secuta,
373 Sem per e n im nova se ra d io ru m lu m ín a íu n d u n t
prim aque d isp e re unt, quasi in ig ne m lana tra h a tu r.
Propterea fa cíle et sp o lia tu r Iu m in e té rra
et re p le tur item nigrasque sib i a b lu ir tim b ra 1;.

Nec tamen h ic o c ulo s f a lli concedim us h ílu ra .


380 Nam quocumque lo c o s it lu x arque um b ra tu e ri
illo ru m est; eadem ve ro s in t lu m in a necne,
umbraque quae fu .it h ic eadem nunc transeat iilu c ,
an p o tiu s fía t paulo quod d ix im u s ante,
hoc a n im i dem um ra tio d isc e rne re debet,
385 nec p o ssu n t o c u li naturam noscere re n im .
Pro in d e a n im i v itiu m hoc o c u lis adfingere n o li.
Qua ve h im u r na vi, fe rtu r, cum sta re v id e tu r;
A C E R C A DE I A N A TU RA LEZA D E LAS C O SA S - U BRO CU A R TO 47?

á crees98 que d aire puede avanzar privado


de luz, mientras sigue los movimientos y el gesto de ios hombres.
Pues, no puede ser otra coss. que el aire carente
de luz, eso que estamos acostumbrados a llamar sombra.
Sin duda, puesto que en ciertos lugares, la tierra es privada 370
sucesivamente de la luz del sol por donde, al pasar,
la cortamos, y, del mismo modo, se llena lo que dejarnos de ella,99
por eso, la que fue la sombra de nuestro cuerpo sucede, al parecer,
que desde ese mismo lugar nos siguió sin interrupción.
Pues, se vierren siempre las nuevas luces de los rayos 375
y desaparecen las primeras, como si se arrastrara lana al fuego.
Por eso, la tierra es despojada con facilidad de la luz
y se llena de igual forma y lava para si las negras sombras.

Otras argumentaciones acerca de la visión


Y no admitimos, sin embargo, que en esto los ojos se engañen en nada.
Pues, es propio de ellos ver en qué lugar cualquiera está la luz 380
y la sombra. En verdad., ya sean o no las mismas luces,
y la sombra que estuvo aquí, que aiiora pase esa misma por allí,
o mejor, que ocurra lo que dijimos un poco antes,
esto precisamente debe discernirlo la razón del ánimo.
y los ojos no pueden conocer la naturaleza100 de las cosas,101 385
Por lo tanto, no quieras atribuirle este error del ánimo a los ojos.
La nave,102 en la que somos llevados, se mueve, cuando parece estar
quieta;103
™£i poeta se vale de estas modalizaciones para introducir argumentaciones que solo
tienden a lo absurdo.
99 Se refiere a la luz que parece correrse a medida que se avanza.
1CCParece enunciar que el ojo no puede sacar conclusiones, simplemente es un medio
por el cual vemos.
3Ci En lo que concierne a la epistemología epicúrea., no son los sentidos los que fallan
sino que se trata del razonamiento intelectual lo que lleva al error. La percepción de
los sencidos siempre es fiel: no obstante, esta presenta dos aspectos: uno que se limita
al acto de percibir, el otro, al acto de conocer. C£ YALENTI FIOL, voi. II, pp. 42-43,
n. 13.
iC'2 Se advierte aquí una atracción de caso entre el sustantivo navi y el pronombre rela­

tivo qua.
iv3 £n este pasaje se desarrollan determinadas problemáticas en tomo a lo que el ánimo

obtiene a partir de las sensaciones percibidas. Algunos de los casos, como el inicial del
478 D E R E R V M N A TV RA - Ü B E R Q Y A R T V 5

quae manet in statione. ea praeter creditur iré,


Et fugere ad puppim colles campique vj den tur
390 quos agimus praeter navem ve lisq u e volamus.
Sidera cessare aetlieriis adfixa ca vernis
cuneta videntur, et assiduo sunt omrtia motu,
quandoquidem longos obitus exorta revisunt,
cum permensa suo sunt caelum corpore claro.
395 Solque parí ratione manere et luna videtur
in statione, ea quae ferri res indicar ipsa.
Exstantisque procul m edio de gurgite montis
classibus ínter quos liber patet exitus ingens,
Ínsula coniunctis tamen ex his una videtur,
400 A tria versari et circumcursare columnae
usque adeo fit uti pueris videantur, ubi ipsi
desierunt vertí, vix ut iam credere possint
non supra sese ruere omnia recta minari.
lamque rubrum tremulis iubar ignibus erigere alte
405 cum coeptat natura supraque extollere montis,
quos tibi tum supra sol m ontis esse videtur
A C E R C A D I LA N A T U R A IE Z A . d e DAS C O S A S - L I3 R O C U A R T O 479

la que permanece en el amarradero, se cree que esa avanza.


Y parece que la s c o lin a s y lo s campos hu ye n hacia la popa
a los que pasamos con la nave y volamos con las velas. 390
Los asaros parecen estar sin movimiento, fijados todos juntos
en las cavernas104 del éter, y están todos en movimiento permanente,
puesto que, tras haber aparecido, regresan a sus lejanos ocasos,
cuando han atravesado el cielo con su'0" cuerpo brillante.
Y, de forma similar, el sol y la luna parecen estar quietos 395
en su posición, esoslas que ia realidad misma prueba que se mueven,107
Y los montes que emergen a lo lejos en medio del mar,
entre los cuales se encuentra libre un paso enorme para las escuadras,
sin embargo, parece que hay una isla sola a partir de estos que se han
unido.
Hasta tal punto les parece a los niños que los atrios dan vueltas 400
y las columnas se mueven en círculos, que, cuando los mismos
dejan de girar, apenas pueden creer entonces que los techos
no los amenazan con derrumbarse encima de ellos.108
Y cuando la naturaleza comienza a levantar en lo alto el resplandor
ro jiz o del s o l con fuegos tré m u lo s y a eleva rlo p o r encim a de lo s m o nte s, 4os
m o nte s sob re lo s cuales te parece que e l so l m ism o está

verso 387, o el que alude aun jinete en medio de la cordente de un río en el verso 420
y hacen referencia ai movimiento relativo. Este se distingue por ia presencia de movi­
miento entre la referencia del observador y lo que este observa. El observador adjudica
movimiento a algunas cosas y no percibe su propio movimiento, o bien percibe estar en
movimiento porque su entorno lo está. Este es un tópico propio de la física clásioi.
tu4MUNRO, voL IL p. 283, analiza el término caverna, y su relación con caeliim.. pre­
cisamente por tratarse de una bóveda {cavas), cosa que aparece también en Ennio y
Cicerón. Al respecto, cf. ERNOUT-MEILLET (2001:51 -52).
105Eluso del pronombre posesivo en este contexto es considerado arcaizante.
: '7 Cabe pensar que alude a los cuerpos de los astros al utilizar un pronombre neutro

plural.
En este caso se aprecia que no está resuelta la problemática acerca del movimiento
de la cierra en relación con los astros y viceversa. Este es otro caso de importancia en el
cual el movimiento relativo entre los cuerpos puede confundir al observador.
7 En esta oportunidad la problemática en la percepción ocurre por otro fenómeno. Se

hace referencia a trastornos temporales del equilibrio y déla percepción o conciencia


espacial, por girar a velocidades altas como en los juegos que se describen.
480 D e rervm n a tvr a - l íb e r q v a r x y s

comminus ipse suo conringens fervidus igni,


vix absunt nobis missus bis m ille sagittae,
vir etiam cursus quingentos saepe vcruti.
410 Inter eos solemque iacent ímmania pon t!
aequora substrata aetheriis ingentibus oris,
ínteríectaque sunt terrarum m iiia multa
quae variae retinent gentes et saecla ferarum,
A t collectus aquae digitum non altior unum,
415 q u i lapides Ín te r s is t it per stra ta v ia ru m ,
despectum praebet su b té rra s im p e te ta nto ,
a te rris q ua ntum caeli patet a ltu s h ia tu s;
n u b ila despicere et caelum u t videare vid e re < e t>
corp ora m ira n de sub té rra s abdica rá e lo .
420 Denique ubi in m edio nobis equus acer obhaesit
flumine et in rápidas amnis despeximus undas,
stantis equi Corpus transversum ferré videtur
vis et m adversmn flumen contrudere raptim.
et quocumque oculos traiecimus omnia ferri
425 et fluere assimili nobis ratíone videmur,
Porticus aequali quamvis est denique ductu
stansque in perpetuum paribus suffulta coiumnis,
longa tamen parte ab summa cum tota videtur,
paulanm trahit angustí íastigia coni,
430 tecta so lo iung ens atque o m nia d extera la e vis
doñee in o b sc urum c o n i c o n d u xit acumen.
In peíago nautis ex undis ortus in undis
sol fit uti videatur obire et condere lum en;
A C E R C A DE LA NATURALEZA. DE IA S C O SA S - L IB R O CU A R TO 481

entonces cerca, tocá nd olos con su fuego h irv ie n te , m


apenas d ista n de n o so tro s dos m il t iro s de flecha,
apenas, in c lu so a m enudo, q u in ie n to s la n za m ie n to s de ja b a lin a .iiu
E n tre esos111 y e l so l yacen la s vastas lla n u ra s 4io
d e l océano, exte nd id a s bajo la s enorm es o rilla s d e l cielo,
y están interpuestos muchos miles de tierras
que re tie n e n d ife re n te s poblaciones y generaciones de fie ra s,
E n cam bio, una acum ulación de agua no m ás p ro fu n d a que u n dedo,
que p e rsiste entre las p ie d ra s p o r el p a vim ento de las ca lles, 415
ofrece una perspectiva tan ho nd a 212 hacia abajo de la s tie rra s
cuanto se abre e l alto abism o del cielo desde la s tie rra s;
de tal modo parecerías discernir las nubes y ver <también> Sos cuerpos
celestes maravillosamente escondidos del cielo bajo las tierras.
P o r ú ltim o , cuando e l v ig o ro so caballo n o s queda atascado en m edio 42o
deí río y m ira m o s hacia abajo en la s rápidas ola s de la c o rrie n te ,
parece que una fu e rza lle va e l cuerpo d e l caballo que permanece
q u ie to v io a rra stra contra la c o rrie n te apresuradam ente,
y d ondequiera que fije m o s lo s o jo s, parece que todas
la s cosas son llevadas v que flu y e n de m odo s im ila r.113 425
Fin a lm e n te , aunque u n p ó rtic o está en una lín e a s im ila r
v permanece de p ie apuntalado sie m p re p o r colum nas ig ua le s,
s in em bargo, cuando desde la p a rte m ás a lta se ve toda su e xte n sió n ,
p a ulatinam ente se contrae como la p unta de u n cono angosto
uniendo los techos con el suelo y todas las cosas a la derecha con las 43o
de la izq u ie rd a , hasta que la s conduce a {a p u nta no v isib le del cono.
Le s sucede a lo s navegantes en e l m a r que parece que el s o l114
nacido desde la s o la s m uere y esconde su lu z en la s o la s;

i0<3Se trata de una hipálage, por lo cual se traslada ia calificación del fuego como
“hirviente’*.
110 El uso del sustantivo ¡/erutum, -i aparece en Ennioy Varrón: esta palabra hace refe­

rencia al lanzamiento de armas con una pequeña cabeza metálica


n l£l poeta alude a los montes.
n2El tétmino ñnpete es un sustantivo defectivo que presenta solo algunos casos; en
cuanto al caso ablativo, las apariciones registradas solo están en Lucrecio.
113 A lo largo de la extensa enumeración de ejemplos* el poeta insiste en la repetición

del verbo videor {“servísto^ o “parecer ”), e incluso en la conclusión del argumento.
,14Son numerosas las referencias a la navegación, con la que los romanos mantenían
una relación dual, ya que mucho le temían a la vida marinera, pero era una vía inesti­
mable para el comercio y el desarrollo de su economía.
D E R E R V M N A T V R A - LIB ER Q V A RTV S
482

quippe u b i n il a líu d n is i aquam caelumque tu e n tu r;


435 ne le v ite r credas labefactari u n d iq u e se nsus.
A t maris ignaris in portu clauda videntur
navigia aplustrís fracris obnitier undae.
N a m quaecumque sup ra ro re m sa lís e d ita pars est
re m o ru m , recta est, et recta sup erne gubcrna.
440 Q u a e d e m e rsa liq uo re m ob eunt, refracta v id e n tu r
om nia c o n ve rtí su rsu m q u e su p in a re v e rtí
et re fle xa prope in sum m o flu ita re liq u o re .
Raraque per caelum cum ven ti nubila portant
tempore nocturno, tum splendida signa videntur
445 labier adversum nimbos arque iré superne
lo ng e aliam in p a rtem ac vera ra tio n e fe ru n tu r.
At si forte oculo manus uni subdita subter
pressit eum, quodam sensu fie utivideantur
omnia quae tuimur fieri tum bina tuendo,
450 b ín a lu c e rn a ru m flo re n tia lu m in a fla m m is
binaque p e r to ta s aedes gem inare su p e lle x
et d up lic e s h o m in u m facies et c o rp o ra bina.
D e n iq u e cum sua vi d e v in x it m em bra sop ore
so m n us et in sum m a C orpus iacet om ne quiete,
455 tu m v ig ila re tam en n o b is et m em bra m overe
n o stra v id e m u r, et in n o c tis c a líg in e caeca
cernere censem us so le ro hnnenque d iu rn u m ,
conclusoq ue loco caelum m are ilu m in a m o n tis
m ura re et campos p e d ib u s tra n siré vid e m u r,
A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O C U A R T O 483

p u e sto que no ven nin g u n a o tra cosa sin o agua y c ie lo ;


n o creas livia n a m e n te que lo s se n tid o s flaquean en todas p a rte s. 4^5
P e ro , para lo s desconocedores d el m a r, la s naves en e l p u e rto
parece que se in c lin a n en la s o la s, to rc id a s115 con la s p ro a s1161
7quebradas.
P u e s, c ua lq uie r parte de lo s re m o s que emerge sob re la espum a
de sal es recta, y es recto e l tim ó n en su parte su p e rio r.
To d a s la s cosas que sum e rg id a s se in c lin a n en el agua, parece que 44o
la s que están p a rtid a s g ira n y se vue lve n desde abajo hacia a rrib a
y que, dadas vue lta s nuevam ente, casi flo ta n en la su p e rfic ie del agua.111
Cuando., en el espacio de la noche, los vientos llevan por el cielo
nub es d isp e rsa s, lo s astros b rilla n te s parece entonces que
se d e sliza n contra la s nubes to rm e n to sa s y van hacia 1o alto 445
a o tra parte, le jo s de la que son lle va d o s en su curso verdadero.
Pe ro , s i casualm ente una m ano puesta debajo de un o jo
1o p re sio n a , sucede de algún m odo que todas la s cosas
que p e rc ib im o s parece que entonces se d uplica n cuando las vem os,118
se vuelven dobles la s luces que flo re c e n en la s lla m a s 450
de la s lám paras y doble el m o b ilia rio p o r todas la s casas
y d obles lo s ro stro s y d obles lo s cuerpos de lo s h o m b re s,119
Fin a lm e n te , cuando e l su e ñ o ha vencido lo s m ie m b ro s
con u n suave so p o r y el cuerpo yace p o r com pleto en e l m ás p ro f undo
reposo, entonces n o s parece, s in embargo, que estam os d e sp ie rto s 455
y m o re m o s n u e stro s m ie m b ro s, y en las ciegas tin ie b la s
de la noche creem os d is tin g u ir e l so l y la lu z d el día,
y en u n lu g a r cerrado parece que cam biam os el c ie lo , e l m ar, lo s río s
del m onte y que atravesam os lo s campos con lo s p ie s,

115 El significado del participio claudus, -a, ~ttm> en este contexto, se opone a rectus,
-a , -um .
sustantivo aplustriwíj -i alude en particular al mascarón ornamental de la proa.
C£ OID.
117En este ejemplo, se expone acerca de ]a refracción de la lux que, según el medio en
el cual esta se propaga, lo hace con mayor o menor velocidad. Como en el ejemplo, si
hay parte de un cuerpo sumergido en el agua, esce parecerá quebrado o fracturado. En
realidad, lo que se advierte es una frita de continuidad en la imagen debido a que el aire
y el agua son distintos medios.
1,ífEntre los versos 447-449, el poeta utiliza la figura etimológica como recurso expre­
sivo ya que combina formas del verbofio, tu eor y el adverbio subter.
l l 5 Al tocar el ojo o el párpado, se perturba el correcto funcionamiento del ojo distor­

sionando la imagen.
484 D E R E R V M N A T V R A - LIBER. Q V X R T V S

4® et sonirus audire, severa silencia noctis


undique cora constent, etreddere dicta tacentes.
Cetera de genere hoc mirande m ulta videmus,
quae violare fidem quasi sensibus omnia quaertmt,
nequiquam, quoniam pars horum maxima fallir
465 propter opinatus anim i quos addimus ipsi,
pro visis uc sint quae non suiat sensibu" visa.
N am nif aegrius est quam res secernere apertas
ab dubiis, animus quas ab se protínus addit.

Denique ni] sciri siquis putat, id quoque nescít


470 an sciri possít, quoniam ni] scire fatetur.
Hunc igitur contra m ittam contendere causam,
qui capite ipse sua in statuit vestigia sese.
Et tamen hoc quoque uti concedam scire, at id ipsum
quaeram, cum in rebus veri ni] viderit ante,
475 linde sciat quid sit scire et nescire vicissim,
notitiam veri quae res falsique crearit
et dubium certo quae res differre probarit,
Invenies prim is ab sensibus esse creatam
notitiem veri ñeque sensusposse refelli.
480 Nam maiore fide debet reperirier illud,
Ac e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - L ib r o c u a r t o 485

y escuchamos sonidos, aunque en todas partes permanece


ei severo silencio de la noche, y estando callados, parece que habíamos.
Sorprendentemente vemos muchas otras cosas de esta clase,
que buscan todas dañar la confianza en los sentidos , 120
en vano, puesto que la mayor parte de estos resulta engañada
por las conjeturas 121 de] ánimo, alas que nosotros mismos agregamos, 465

que se dan por vistas las cosas que no fueron vistas por los sentidos ; 122
pues, nada es más difícil que distinguir las cosas evidentes
de las dudas, las que el ánimo agrega apresuradamente por sí mismo.

Argumentación en torno al criterio de verdad


Finalmente, si alguien piensa que no sabemos nada, tampoco sabe
si eso puede saberse, porque confiesa no saber nada / 23 470
E n consecuencia, om itiré debatir el asunto contra este,
que se plantó él mismo con su cabeza en lugar de los pies .124
Y, sin embargo, aunque le concediera también que sabe esto, aun le
preguntaría
lo mismo, ya que no vio antes en las cosas nada de verdad,
de dónde sabe qué cosa es saber y, a su vez, no saber, 475
qué cosa ha creado la noción de verdad y de falsedad,
y qué cosa ha probado que la duda difiere d é lo cierto.
Descubrirás que la noción de verdad fue creada primero
por los sentidos, y los sentidos no pueden refutarse.
Pues, aquello debe hallarse a través de una confianza mayor, 480

u0Lucrecio insiste, siguiendo la doctrina epicúrea, en eí hecho de que las impresiones


sensoriales no son errores de la percepción.
121MUNRO, vol. II. p. 291, estima que el sustantivo opinaUis, -us es una creación lé­
xica del autor
122La argumentación, como resulta común en la metodología lucreciana, alcanza el
colmo dei absurdo al considerar que se reconocen cosas existentes que no tienen com­
probación alguna.
123Alude ala filosofía académica., recordada por el propio Cicerón. C£ MUNRO, vol,
IL, p , 292.
124Lucrecio Race referencia a Metrodoro de Quíos, un discípulo de Demócrito (ss.
V-IV a.C.), quien, al igual que su maestro, no creía en el testimonio de los sencidos. Su
escepticismo sensitivo lo llevó solo a aceptar la posibilidad de arribar a Ja verdad por
la vja de lo inteligible.
486 De rerv .m natvra - líber qvartvs

sp onte sua v e ris q u o d p o ssit vin c e re fa lsa.


Q uid maiore iide porro quam sensus haberi
deber? An ab sensu falso ratio orta valebit
dicere eos contra, quae tota ab sensibus orta est?
485 Qui nisi sunt veri, ra tio quoque fa lsa fit omnis.
An poterunt oculos aures reprehenderé, an auris
tacnis? An hunc porro tactum sapor arguet oris,
an confucabunt nares oculive revincent?
Non, ut opinor, ita est. N am sorsum cuique potestas
490 divisa.*, sua vis cniquest, ideoque necesse est
et quod molle sit et gelidum fervensve seorsum
et sorsum varios rerum sentiré colores
et quaecumque coloribu’ sint coniuncta videre.
Sorsus ítem sapor oris habet vim, sorsus odores
495 nascuntur, sorsum sonitus, Ideoque necesse est
non possint alios alii convincere sensus.
Nec porro poterunt ipsi reprehenderé sese,
aequa ñ des quoniam debebit semper haberi.
Proinde quod in quoquest his visum tempere, verumst.
503 Et si non poterit ratio dissolvere causam,
c u r ea quae fu e rin t iu x tim q u a d ra ta , p ro c u l s in t
v isa ro tu n d a , ta m e n p ra e sta t ra tio n is egentem
reddere m endose causas u triu sq u e fig ura c,
quam m a n ib u s m a n ife sta s u is e m itie re quoquam
505 et v io la re fid em p rím a m et convelie re tota
fundam enta q u ib u s n ix a tu r v ita sa lusq ue.
A.CEACA D E LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L iB R O C U A R TO 487

que por su propia voluntad pueda derrotar lo falso en lugar de lo


verdadero,125
En adelante, ¿ qué cosa con un criterio mayor debe tenerse que
el de los sentidos? ¿Acaso la razón, nacida de una sensibilidad errónea,
Yaldrá para contradecirlos, (ella) que nació por completo de los sentidos?
S i estos n o so n verdaderos, toda ra zó n ta m b ié n re su lta rá fa lsa . 435
¿Acaso podrán los oidos corregir a los ojos, o bien el tacto
a los oídos ? ¿O, en adelante, el gusto de la boca refutará este tacto,
o bien lo desmentirá el olfato o triunfarán los ojos ?126
No es así, según creo. Pues, su poder está dividido para cada uno
por separado, cada uno tiene su propia función, y por eso es necesario 490
percibir no solo lo que es m ullido sino también lo tirio o lo ardiente
por separado y, de manera distinta los variados colores
y ver todas las cosas que están asociadas a ios colores.
Asimismo, el gusto de la boca tiene su capacidad por separado, los olores
nacen de otra parte, separadamente los sonidos. Y por eso es necesario 495
que algunos sentidos no puedan desmentir a los otros.
Ni tampoco podrán estos mismos censurarse a si mismos,
puesto que siempre deberá tenerse una confianza igual.
P o r lo ta n to , lo que ha sid o p e rc ib id o en cada m om ento es verdadero.
Y si la razón no puede distinguir la causa, 500

de por qué aquellas cosas que de cerca son cuadradas, de lejos


han sido vistas redondas, sin embargo, es mejor que una falta
de razón devuelva erróneamente las causas de una y otra figura,
que dejar escapar de las propias manos hacia cualquier parte
las cosas visibles12' y violentar el principio de confianza y subvertir 505
todos los fundamentos sobre los cuales se apoya la vida y su
* t l2í)-
conservación.

ljL5Como en otras oportunidades, el poeta acude para confirmar sus enunciados a sen­
tencias de carácter conclusivo.
22* El conjunto de las interrogativas retóricas tiende a probar , por la vía del absurdo,
la autonomía de los sentidos y el valor de cada uno en lo concerniente al hallazgo de
algo verdadero.
i2? M liN RO , voL II, p. 293, apela a la etimología compartida por las palabras manuSj
-us j m anifesius, -a, - utíu de ahí que sugiere la existencia de una anritesis en la imagen
lucreciana por la cual aquello que resulta manifiesto o claro a los sentidos se escapa de
las manos.
i2S El sustantivo udus, -tis puede traducirse como salvación., salvaguarda y salud, ya que
todos estos sentidos están contemplados por el adjetivo salvass -a, -ur?i que hace refe-
488 D i R fR V M NATVRA - LÍB ER Q yA R T V S

Non modo ením ratio ruat onrnis. vita quoque ipsa


conoidal extemplo, nisi credere sensibus ausis
praecipitesque locos vitare et cerera quae sint
510 in genere hoc fugienda, sequi contraria quae sínt.
Illa tibi cst igitur verborum copia cassa
omnis quae contra sensus instructa paratast.
Denique ut in fabrica, si pravast regula prima,
normaque si fallax rectis regionibus exit,
515 et lib e lla aliq ua s i ex p a rtí claudicar h ilu m ,
o m nia m endose fie ri arque o b stip a nccesse est
prava cubantia p ro na su p in a arque absorta tecta,
iam rue re u t quaedam v id e a n tu r ve He, rua ntq ue
p ro d ita iu d ic iis fa lla c ib u s o m nia p rim is .
520 sic ig itu r ra tio t ib i re ru m prava necessest
falsaque sit, falsis quaecumque ab sensibus ortast,

Nunc alii sensus quo pacto quisque suam rem


sentiat, haudquaquam ratio scrupos a relicta est.

Principio audítur sonus et vox omnis, in auris


A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O C U A RTO 489

Pues, no solo la razón se am ainaría del todo,, sino también, la vida misma
se caería de inm ediato, s i no te arrevieras a creer en los sentidos
y evitar los lugares con precipicios y las restantes cosas de este tipo,
que son de las que se debe huir, y seguir las que son sus contrarias. 510
En consecuencia, aquello es para ti todo un conjunto vacío
de palabras que fue preparado contra los sentidos una vez aprendido.
Por último, como en una obra en construcción,129 si la prim era regla se
desvía,
y si la escuadra falaz se sale de las líneas rectas,
y si la plomada130 se ladea un poco desde una parte, i 15
es inevitable que todas las cosas resulten con error e inclinadas,
torcidas, reclinándose hacía adelante, hacia atrás y de techos carentes de
arm onía,Bl
como que algunas parecen que quieren derrumbarse y se derrumban,
traicionadas todas por las primeras medidas erróneas;
así, en consecuencia, cualquier razonamiento de las cosas que ha nacido 520
de sentidos falsos es necesario para ti que resulte desviado y falso.

Anticipación acerca del camino a seguir


Ahora, de qué modo los otros sentidos percibe n cada uno su propio
objeto, de ninguna manera nos ha quedado un cam ino lleno de piedras.

Teorías acerca de la audición


En primer logar, se escucha el sonido y toda voz, cuando, después de

rencia al hecho de estar ^completo o entero”, lo cual puede extenderse al buen estado
del cuerpo individual, oponiéndose a enfermedad o muerte, o bien adquirir un sen­
tido político que apela a la conservación del cuerpo social, alejado de las disidencias
partidarias.
i29La analogía que Lucrecio establece enere su método y la construcción de un edificio
se relaciona particularmente con la idea deque la forma de acceder a la verdad es sísté-
mica como la misma estructura del universo.
130El sustantivo libdlaj -a e alude a un objeto utilizado para señalar la línea vertical;
consta de dos Jados, unidos en la parte superior por una barra transversal, sobre la cual
una línea y una plomada descienden a la manera de un péndulo.
l3: El sintagma absona tecta presenta un acusativo de relación, en consecuencia, su tra-
ducción literal es “carente de armonía en cuanto a los techos'*.
490 D E R ER V M NATVRA - L ÍB E R Q VARTVS

525 insínua ca suo pepulere u b i corp ore se nsum ,


Corpoream queque enim <vocem> constare fa endumst
et sonitum, quoniam possunt impeliere sensus.
Praeterea radie v o s fauces saepe facitque
asperiora foras gradiens arteria clamor.
530 Quíppe per angustum turba maiore coorta
iré foras ubi coeperunt primordía vocum,
scilicet expletis quoque ianua raditur oris.
H aud igitur dubiumst quin voces verbaque constent
corporeis e príncipiis, u t laedere possint.
535 Nec te fallit Ítem quid corporis auferat et quid
detrahat ex hominum nervis ac viribus ipsis
perpetuus sermo nigrai noctis ad umbram
aurorae perductus ab exoriente nitore,
praesertim si crnn summost clamoreprofusus.
540 Ergo corpoream vocem constare necessest,
m ulta loquens quoniam am ittit de corpore partem.
[551] Asperitas autem vocis fit ab asperitate
[552] principiorum et Ítem levor levore creatur.
[542] Nec sim ili penetrant auris prim ordía forma,
545 [543] cum tuba depresso graviter sub murmure mugít
et reboat raucum retro cita barbara bombum,
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - L ib r o c u a r t o 491

haber a b ie rro u n cam ino hacia lo s oíd o s, golpearon el se n tid o con su


cuerpo. 525
P u e s, ta m b ié n hay que a d m itir que < la v o z> y e l so n id o constan
de corp oreida d , porque pueden im pactar contra lo s se n tid o s.
Adem ás, Ja vo z a m enudo raspa la garganta y e l g rito , al sa lp­
afuera, vuelve m ás ásperos lo s conductos re sp ira to rio s.152
P o r sup uesto , cuando lo s elem entos p rim o rd ia le s de la s voces, o rig in a d o s 530
en una tu rb a m ayor, c o m ie nza n a s a lir hacia afuera p o r u n o e strecho,133
evidentem ente, abarrotados134 (lo s cond uctos,', es raspada ta m bién la
entrada de la boca.
E n consecuencia, no hay duda de que la s voces y la s palabras se
com ponen
de elem entos corp óre os y de p rim e r ord en, de m odo que puedan h e rir..
Y no re engaña del m ism o m odo qué q u ita del cuerpo y qué 535
rem ueve de lo s n e rv io s y de la s m ism a s fu e rza s de lo s ho m b re s
una conversación perm anente, conducida desde e l naciente
re sp la n d o r de la a uro ra hasta la s som b ra s de la oscura135 noche,
p rin c ip a lm e n te s i se e m itió con lo m ás a lto del g rito .
P o r lo ta n to , es necesario que la vo z sea corpórea, 540
p u e sto que q u ie n habla m ucho desprende una pa rte de su cuerpo.
P o r o tra parte, la aspereza de la v o z p ro vie n e de la aspereza de lo s
elem ento s336 [551 ]
p rim o rd ia le s y de ig u a l m odo la suavidad se crea a p a rtir de su suavidad, [5 5 2 ]
y no p e ne tra n lo s elem entos p rim o rd ia le s de ig u a l fo rm a en lo s o íd o s, [542]
cuando la trom peta13' m uge gravem ente con su m u rm u llo p ro fu n d o 545 [543]
y la bárbara región, excitada, hace re sona r a su vez un so n id o estruend oso,138

J32 Lucrecio usa una variante del sustantivo arteria; se trata del neutro arteríum , -rique

solo se registra en este pasaje.


123 Se refiere aunó de los conductos mencionados en el verso anterior,

'-'BAILEY (1947), vol. I, p. 388, señala, en el 2 parato crítico, que Lachmann da otra
lectora a este verso, presentando la variante expieti, por lo cual la traducción debe ser
“la entrada de la boca abarrotada”.
I3>Uso del genitivo arcaico mgraí.
bambino restituye el orden de los versos 542 ai 552.
í37Se trata de un instrumento musical constituido por un tubo derecho utilizado en el
ejército y en ceremonias de carácter religioso.
i3s La mención de la “bárbara región” la que posiblemente sea Frigia, recuerda la men­
ción que Catulo hace en el Carmen 63 de los insrrumenros musicales, tales como los
tamboriles y los címbalos, que se utilizaban en la cruenta ceremonia de Atis, que aca­
baba con la emasculación de los poseídos por la diosa Cibeles, señora del Díndimo.
492 D e rervm n atvra - l íb e r q v a r t v s

et tv a iid is ne cti t o r t ís t ex H e líc o n is


cum iiq u id a m to llu n t lu g u b ri voce q u e re lla m .

Hasce ig it u r p e n itu s voces cum co rp o re n o stro


550 [548] e xp rim im u s rectoque fo ra s e m ic tim u s ore,
[549 ] m o b ilis a rtic u la t v e rb o ru m daedala iin g u a
[550 ] form a tura q ue ía b ro ru m p ro p a rte fig u xa t.
H o c u b i n o n Io n g u m sp a tiu m st unde una p ro fecía
p e rve nia t v o x quaeque, necessest verba queque ipsa
555 piane e xa u d iri d isc e m iq u e a rtic u la tim .
Se rva r enim fo rm a tu ra m servatque fig u ra m .
A t s i in te rp o situ m sp a th im s it lo n g iu s aequo,
aera p er m u lc u m c o n fu n d í verba necessest
et c o n turb a n vocem , dum tra n sv o la t auras,
56o E rg o n t, so n itu m u t p o ssis se n tiré ñeque illa m
in te rno sc e re , ve rb o ru m se n te n tia quae s it :
usque adeo c o n fusa v e n it v o x in q u e pedita,
Praeterea ve rb um saepe u n u m p e rc ie t a u ris
ó m n ib u s in p o p u lo , m issu m p ra e c o n is ab ore.
565 Ln m u lta s ig it u r voces v o x una repente
d iffu g it, in p riv a s q u o n ia m se d iv id ir a u ris
Ac e r c a d e ía n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - l ib r o c u a r t o 493

y cuando te n la m uerte lo s c isn e s, desde lo s sin u o so s v a ile st1-’9


d e l H e lic ó n , elevan un c la ro lam ento con su lú g u b re vo z.140

Acerca de la voz y el sistema articulatorio


P o r lo ta n to , cuando sacamos estas m ism a s voces desde lo p ro fu n d o
de n u e stro cuerpo y la s e m itim o s rectam ente hacia fue ra de ia boca, 550 [548]
con m o v im ie n to la s a rtic u la 141 la lengua, artesana de la s palabras, [549]
y p o r su parte le s da fo rm a la e stru c tu ra de io s la b io s, [550]
C uando este espacio no es la rg o , desde donde provenga avanzada
una v o z cua lquiera, es necesario tam bién que la s m ism a s palabras
se escuchen con claridad y se d istin g a n de manera a rtic u la d a .142 555
Pu e s, (ia v o z) conserva su e stru c tu ra y conserva su fo rm a .
Pe ro , s í p o r casualidad143 e l espacio in te rp u e sto es m ás la rg o de io
adecuado,
es necesario que la s palabras re su lte n confusa s p o r la abundancia de a ire
y la v o z se p e rtu rb e , m ie n tra s pasa a través de la s exhalaciones.
P o r lo ta n to sucede que u n o puede se n tir el so n id o y no d is tin g u ir 360
aquello que es e l se n tid o p ro p io de la s palabras:
a ta l p u n to yie n e c o n f usa y atravesada la v o z.
Adem ás, a m enudo una única p a la b ra remueve fue rte m e n te lo s o íd o s
a to d o s en e l c o n ju n to de lo s ciudadanos, e m itid a p o r la boca del
p reg onero.
E n consecuencia, una v o z se d ifu n d e de repente en m uchas voces, 565
puesto que se d ivid e hacia lo s o íd o s p a rtic u la re s

^ .Se traía de un pasaje sin resolución que en BAILEY {1947}.. vol. í, p. 390. se lee
t v a lid is necti to rtis\. La versión aceptada por MUNRO, vol. I, p. 177, es v aíid is cycni
torrentibus, es decir “los cisnes desde los poderosos torrentes'’.
i40Lucrecio alude una vez más al cisne, consagrado como el ave de las Ivíusas a causa de
su canto, tal como lo atestigua Calimaco, poeta alejandrino del s. III a.C., en el H im no
a D élos IV.249-252.
Se trata de un termino técnico adecuado a la descripción que hace Lucrecio acerca
de la articulación del lenguaje desde el momento en que se expulsa el aire. Este pasa
por las cuerdas vocales y se articulan los diferentes sonidos a través del aparato fonador.
142E l adverbio a rticu latim es un uso arcaizante, caracterizado por su terminación en
'tim . Este uso es frecuente en Lucrecio.
143 Se agrega una circunstancia de duda por el hecho de que el verbo latino está en

subjuntivo expresando una posibilidad.


494 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q y a r t v í

ob sig na ns fo rm a n v e rb is cla rum que so no re m ,


A t quae p a rs yo c um n o n a u ris ic c id it ip sa s,
pra eteriata p e rit ¿ ru stra d ifta sa p e r auras.
570 P a rs s o lid is a d lisa lo c is reiecta so n o re m
re d d it et in te rd u m íru s tra t u r im a g ine v e rb i.
Quae bene cum videas, ra tio n e m reddere p o ssis
tute t ib i arque a lu s, quo pacto per loca so la
saxa p a rís fo rm a s v e rb o ru m ex o rd in e reddant,
575 p a la n tis c o m ité s cum m o n tis ín te r opacos
q u a e rim us et magna d isp e rso s voce cie m us.
S e x e tia m a u t septena loca v id i reddere voces,
im a m cum iaceres: ita c o lle s c o llib u s ip s i
verba re p u lsa n te s ite ra b a n t d icta re fe rre .
580 Haec loca caprípedes sa ty ro s nym phasque tenere
iin it im i fin g u n t et fa uno s esse lo q u u n tu r
ACERCA DE LA NATURALEZA. DE LAS COSAS - LIBRO CUARTO 495

se lla nd o la form a de la palabra y u n so n id o claro.


P e ro la p a rte de la s voces que no in c id e en lo s m ism o s oídos»
una ve z que ha pasado, perece d isp e rsa en vano a través del aire.
U n a p a rte que choca contra lugares só lid o s, tra s se r rechazada, devuelve 570
e l so n id o y engaña a veces con la im agen de la palabra»
C uando percibas b ie n estas cosas, tú m ism o p o d ría s ra zo n a r14*
para t i y para lo s o tro s, de que m anera la s p ie d ra s devuelven en o rd e n345
fo rm a s ig ua le s a la s palabras a través de lo s lug a res so lita rio s,
cuando e n tre lo s m o nte s o sc u ro s buscam os a lo s com pañeros 575
e xtra via d o s y hacemos v e n ir a lo s d isp e rso s con grandes voces.
Ta m b ié n v i que un o s lugares d e vo lvía n se is o sie te voces,
cuando la n za ste una so la ; a sí la s m ism a s c o lin a s haciendo rebotar
c o n tra la s c o lin a s re p e tía n la s p a lab ras entrenadas146 para se r repetid as.
L o s ha b ita ntes de lo s a lred ed ore s im a g in a n 147 que lo s sá tiro s de patas de
cabra148 58 o
y la s n in fa s149 ha b ita n e sto s lug a re s y re fie re n que e xiste n fa u n o s,150

244 Fórmula característica del discurso didáctico en la cual se hace uso de la segunda

persona, estableciendo una relación de maestro-alumno con el interlocuror. al que


insta a racionalizar los sucesos naturales que suelen estar sujetos a la imaginación
popular.
145 Comienza aquí el análisis del fenómeno del eco.
I4á La versión del adjetivo docta es una corrección efectuada por Lachmann, C£
BAILEY (1947), vol. 1, p. 392.
a4?Lucrecio se vale del verboJingo para representar la superstición popular ante la im­
posibilidad de racionalizar el fenómeno natural, creencia que atribuía el eco a la exis­
tencia de seres sobrenaturales.
l4s Los sátiros, también denominados silenos, son genios de la naturaleza que fueron
incorporados al cortejo de Dióniso. Suelen aparecer representados de diferente ma­
nera; en este caso, Lucrecio los representa con patas de cabra semejando los machos
cabríos. Se caracterizan por su espíritu, burlón y por ser sumamente lujuriosos, persi­
guiendo a ménades y ninfas.
149Las ninfas son espíritus de la naturaleza que habitan el campo, el bosque y las aguas.
Existen varias categorías de ninfas, que se distinguen por el lugar en el que se encuen­
tran. Lucrecio las menciona por su denominación general, teniendo en cuenta el papel
que desempeñan en muchas narraciones de carácter folclórico, caras a la imaginación
popular. Cfl GRIMA!. (1984:381).
150 Los faunos son, en época clásica, genios selváticos y campestres, compañeros de los

pastores, semejantes a los sátiros helénicos. Como estos, su naturaleza es doble: mitad
hombre y mitad cabra; tienen cuernos y pezuñas caprinas. Su nombre deriva de un
antiquísimo dios latino llamado Fauno, cuyo culto se localizó en las inmediaciones
del monte Palatino; etimológicamente significa “el favorable3, ya que deriva del verbo
f&veo (“favorecer”). Lucrecio, en estos versos, aúna tradiciones mitológicas griegas con
496 D i R IR V M . N ATV RA - L IB E R Q YA RTVS

q u o ru m noctivago stre p im lud oq ue io c a n ti


a d fírm a n t v u lg o ta c itu rn a sile n ü a ru m p i;
chord arum que so n o s fie ri d u lc isq u e querellas^
585 tib ia quas fu n d ir d ig itis p u lsa ra canenrum ;
et genus a g ric o lum late se n tisc e re , cum Pa n
pinea se m ií e ri c a p itis v e la in in a quassans
unco saepe la b ro calam os p e rc u rrit h ia n tis,
fís tu la silv e stre m ne cesset fu n d e re m usam .
590 C etera de genere hoc m o n stra ac p o rre n ta lo q u u n tu r,
ne loca deserta ab d iv is quoque fo rte p u te n tu r
so la tenere. Id e o ia c ta nt m ira c u la d ic tis
aut aliq ua ra tio n e a lia d u c u n tu r, u t om ne
hnm anum genus e st avidum n tm is a u ric u la ru m .
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - L ib r o c u a r t o 497

con cuyo e stré p ito errante en la noche151 y con su juego b u rló n ,


a firm a n c o rrie nte m e nte que rom p e n lo s ta c itu rn o s sile n c io s
y se producen so n id o s de cuerdas y dulces la m e nto s,152
lo s que la fla u ta d ifu n d e tocada p o r lo s dedos de lo s que cantan;153 585
y la raza de lo s cam pesinos com ienza a p e rc ib ir en una g ran e xte n sió n ,
cuando P a n ,154 sacudiendo su c u b ie rta de p in o de su cabeza m o n stru o sa ,
re c o rre la s cañas entrea biertas con su la b io en fo rm a d e gancho,
para que la sirin g a n o cese de d ifu n d ir la m usa silv e stre .1’5
H a b la n d é lo s re sta nte s m o n stru o s y p o rte n to s de este tip o , 390
para que no se pie nse, q u izá s, que h a b ita n lug a res
apartados de io s d io se s, p o r eso m encionan cosas m a ra villo sa s
en su s palabras o p o r alguna ra zó n se dicen o tra s,i5á
ya que to d o e l género hum a no está dem asiado á vido de cosas para
escuchar.157

las romanas para hacer referencia a seres que se igualan, incluso, en las construcciones
mmco-literarias.
151 Uso de adjetivos compuestos: v. 582: noctivagas-, previamente, en el verso 580: capripes.

352Lucrecio reúne a diferentes seres mitológicos de carácter rústico, alos cuales se aso-
cia, entre posiblesorigenes, con la invencióndel genero bucólico o pastoril. No obstan­
te, el poeta hace intervenir diferentes instrumentos musicales al mencionar la flauta y
el sonido de las cuerdas. C£ Serv., EcL, Pr. 1.
153 Según el comentado de MUNRO, vol. II, p. 295, los faunos utilizaban en su canto

el metro saturnio, y para ello alude a la tradición de autores como Ennio> quien en
A nn. 222 advierte que los faunos cantaban en versos.
154 Pan es un dios de los pastores y los rebaños, originario posiblemente de la región

griega de la Arcadia, quien se caracteriza por su naturaleza doble, mitad humana y


mitad animal; se lo suele representar con las características de un macho cabrío. Sus
atributos ordinarios son una siringa, a ía que Lucrecio alude a través de la mención
de ia J istu la , el cayado de pastor y al uso de una corona de pino. Entre las numerosas
narraciones que hablan del erotismo del personaje, hay una que recuerda el amor de
Pan por la ninfa Eco, fenómeno que explica Lucrecio en estos versos.
15*El poeta alude metafóricamente al género pastoril o rústico al referirse a “la musa
silvestre”, con lo cuairecuerda laclasificación tipológica de hvtm ilis , m ed ra s y g r a n a d o -
q u us, según la calidad de los personajes y los asuntos que se tratan. C£ Serv., EcL, P r .l.
156Lucrecio considera que el origen de los relatos maravillosos, o incluso de la litera­
tura, es producto de la avidez del hombre por lo maravilloso, o bien por el hecho de
sentirse protegido porlos dioses.
i57La palabra a iiricu ía ru m es un lo ca s sin resolver; BAILEY (1947), vol. I, p. 392,
se mantiene fiel a la versión dada por los manuscritos GQ; Lachmann, siguiendo a
Bentley, lo había resuelto con la palabra m ira d o ru m . C f MUNRO,vol. II, p. 54.
498 D E R E A V M N A T V R A - LJ BER QVAR.TVS

595 Q u o d supérese, n o n e st m ira n d u m qua racione,


p e r loca quae neq ue unt o c u li re s cernere apertas,
Kaec loca p e r voces ve n ia n t a u risq u e lacessant.
C o llo q u iu m c la u sis fo rib u s quoque saepe vid e m us,
n im iru m q u ia v o x p e r fíe xa fo ra m in a re ru in
600 in c o lu m is tra n siré pótese, sim u la c ra re n u ta n t.
P e rsc in d u n tu r e n im , n is i recta fo ra m in a tra n a n t,
q u a lia su n t v it r i, species qua tra n sv o la t o m n is.
Praeterea p a rtís in cunetas d iv id itu r vo x,
ex a liis aliae q u o n ia m g ig n u n tu r, u b i una
605 d ís s ilu it sem el in m u lta s e xo rta , q u a si ig n is
saepe so le t s c in tilla su o s se spargere in ig n is.
E rg o re p le n tu r loca v o c ib u s abdita re tro ,
o m n ia quae c irc u m fe rv u n t so n itu q u e cien tu r.
A t sim u la c ra v iis d e re c tis o m n ia te n d u n t
6io u t su n t m issa sem el; q ua p ro p ter cernere nem o
saepe su p ra p o tis e st, at voces accipere e xtra .
E t tam en ip sa quoq ue haec, dum tra n sit cla risa < d o m o ru m >
v o x o b tu n d itu r arque a u ris confusa penetrat
et so n itu m p o tiu s quarn verba a u d ire vid e m ur.

615 N ec, q u i se n tim u s suc u m , lin g u a atque pa latum


A CER CA DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS - LIBRO CUARTO 499

Consideraciones acerca del sonido


E n cuanto a ío demás, n o hay que asom brarse p o r qué ra zó n , 595
p o r lo s lug a res a través de lo s cuales io s o jo s no son capaces de d is tin g u ir
la s cosas
claras, p o r e sto s m ism o s lug a res pasan lo s so n id o s e im p re sio n a n a lo s
o íd o s.
Ta m b ié n , a m enud o, com prendem os una conversación, aunque la s
p u e rta s hayan
sid o cerradas, s in duda po rq ue la v o z puede atravesar in c ó lum e
por los sinuosos conductos de las cosas; los simulacros se rehúsan, 600

pues se d esg a rra n, s i no se d e sliza n p o r o rific io s re c to s,


com o so n lo s del v id rio , p o r lo s cuales atraviesa c ua lq uie r im agen.158
Adem ás, la vo z se d ivid e hacia tod a s p a rte s,
p uesto que a p a rtir de una s se generan o tra s, cuando una
se d iso lv ió en m ucha s una v e z e m itid a , com o a m enud o 605
una chispa de fuego suele propagarse en o tro fuego.
En to n c e s, lo s lugares c u b ie rto s, p o r e l c o n tra rio , se lle na n de voces,
lo s que h ie rv e n to d o s a lre d e d o r y se m ueven con el so n id o ,
P e ro lo s sim u la c ro s se e xtie nd e n to d o s p o r cam inos derechos
una v e z que fu e ro n envia d o s; p o r c o n sig uie nte , nadie puede d istin g u ir 6 i0
m ás a llá de una pared, p e ro re c ib ir voces desde afuera,
v, s in em bargo, ta m bién esta m ism a v o z, m ie n tra s atraviesa lo s espacios
cerrados <de las casas>159
se d e b ilita y penetra en la s o re ja s confusam ente
y parece que escuchamos un ru m o r más que palabras.

Consideraciones sobre el sentido del gusto


N i la lengua y el paladar, con lo s que p e rc ib im o s el ju g o ,150 615

1SHLucrecio analiza desde una perspectiva física las maneras en que se transmiten las
diversas sensaciones. Estas operan a partir de emanaciones que se caracterizan por estar
compuestas de diversos sim ulacra; resulta evidente que la visión está provocada por
efluvios diferentes a los del oído, el gusto y el olfato. Solo los de la visión son ‘'imáge­
nes” es decir, formas huecas que reproducen la figura real. Cf. VALENTl FIOL, voL
II, pp. 58-59, n. 20.
159 La palabra <domorum> es un agregado de Lachmann.

iéü£l término sucus puede entenderse metoníjuicamente por sabor o gusto.


500 D t R E R V M N A T V R A - L IB E R QYA RTVS

p lu sc u ín m habent in se ra tio n is p iu s operaeve.


P rin c ip io suc u m se n tim u s in ore, c ib u m o jm
m andendo e x p rim im u s, ceu plenam sp ong ia m aquai
siq u is fo rte m a nu prem ere ac siccare cocpit.
620 In d e quod e x p rim im u s p e r caulas om ne palad
d id itu r et rarae per fle xa fo ra m in a ling ua e .
H o c u b i le v ia su n t m a n a n tis c orp ora su c i,
su a v ite r a ttin g u n r et su a v ite r o m n ia tra c ta nt
um id a lin g u a i c irc u n i sud a ntia tem pla.
625 A t contra p u ng un t sensum lacerantque coorta ,
quanto quaeque m ag is su n t a sperita te repleta.
D e in d e v o lu p ta s est e suco fin e p a la ti;
cum ve ro d e o rsu m p e r fauces p ra e c ip ita vit,
n u lla vo lu p ta s est, dum d id itu r o m n is in a rtu s.
630 N ec re fe rt quicqua m quo v ic tu c orp us ala tur,
dum m odo quod capias concoctum d id ere p o ssis
a rtu b u s et sto m a c h i u m id u lu m se rva re tenore m .

N u n c a liis a liu s q u i s it cib us u t videam us


expediam , quareve, a liis quod tris te et a m a rism st,
635 hoc tam en esse a liis p o ssit perdulce v id e ri.
Ta n ta q u e < in > h is re bus d ista ncia d iffe rita sq u e st,
u t q uod a li c ib u s est a liis fua t acre venenum .
t E s t ita q ue u ttse rp e n s, h o m in is quae tacta s a liv is
d isp e rit ac sese m andendo c o n fic it ipsa.
640 Praeterea n o b is ve ra tru m est acre venenum ,
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - Li e r o c u a r t o 501

exigen en s í algo m ayor de e xp lic a c ió n o m ás de empeño.


P rim e ro se n tim o s el ju g o en la boca, cuando e x p rim im o s
e l a lim e n to al m astica r, com o una esponja lle n a de agua,
s i p o r casualidad a lg u ie n em pieza a e stru ja rla y e sc u rrirla con la m ano.
De a llí, todo lo que e x p rim im o s se desparram a p o r la s cavidades 620
del paladar y p o r lo s c u rv o s p o ro s de la lengua.
P o r e sto , cuando so n lig e ro s lo s c o rp ú sc u lo s del ju g o que mana,
suavem ente ro za n y suavem ente acarician todas la s cosas
que sud a n a lre d e d o r de la s húm edas bóvedas de la lengua,
P e ro , c o ntra ria m e nte , p u n za n la se n sib ilid a d y laceran la s cosas 625
o rig in a d a s, cuanto más re p leto de aspereza está cada un o .
D e sp u é s, e l deseo de ju g o está en la re g ió n fin a l del paladar;
en cam bio, cuando se ha p re c ip ita d o hacia abajo p o r la garganta,
no ha y placer alguno, m ie n tra s se esparce hacia to d o s lo s m ie m b ro s.
Y no tie n e im p o rta n c ia alguna con qué a lim e n to se n u tre el cuerpo, 630
con ta l que puedas d is t rib u ir d ig e rid o lo que comes
en lo s m ie m b ro s y p re se rva r e l húm edo c urso del estóm ago.

Tipos de gustos
A h o ra e xp lica ré p o r qué ve m o s que e xiste u n a lim e n to d ifere nte para
(se re s)161
d ife re n te s, o p o r qué ra zó n lo que para un o s es desagradable y amargo,
e sto , s in em bargo, p o d ría parecer que es sum am ente dulce para o tro s, 635
y <en> estas cue stio n e s es tanta la d ista n c ia y la d ife re nc ia
que la com ida que es n u trie n te para u n o s, se ria 162 para o tro s u n agudo
veneno.
t£ n consecuencia, es com ot la serpiente1®- que, tocada por la saliva del
hombre,
se a n iq u ila y, m o rd ié nd o se , ella se abate a s í m ism a .
Además, para n o so tro s el eléboro164 es un agudo veneno, 640

!61Brieger indicó ana laguna entre los versos 633 y 634. Cf. BAILEY (1947), vol. I,
p. 394.
Flirt es lina forma arcaica deí presente dei subjuntivo del verbo w.v,
1S3 Pasaje sin resolución. Se señalan diferentes soluciones según las ediciones.

Entre las numerosas analogías establecidas con los reinos animal o vegetal, esta
alude al "eléboro fétido” o “hierba de ballesteros”. Esta especie botánica se encuentra
difundida por la región occidental de Europa, desde Inglaterra hasta Alemania y la
502 D E R íR V M N A T V R Á - LÍB E R QV/LKXVS

at c a p ris adipes et c o tu rn ic ib u s auget,


U t q u ib u s id fia r re b us cognoscere p o ssis,
p rin c ip io m e m in isse decet quae d ix im u s ante,
sem ina m u ltim o d is in rebus m ixta te n e ri,
645 P o rro om nes quaecumque cibum ca p iunt a nim a nte s,
u t su n t d issim ile s e xtrin se c u s et generatim
e xtim a m e m b ro ru m circum caesura coercet,
p ro in d e et se m in ib u s c o n sta n t va ria n te fig u ra .
Sem ina cum p o rro d isc e n í, d iffe rre n ecessest
650 in te rv a lla via sque, fo camina quae p e rh ib e m u s,
ó m n ib u s in m e m b ris et in ore ip so q ue palato.
Esse m in o ra igitur quaedam m aio raque debent,
esse triquetra aliis, <aíiis> q uad rata necessest,
m u lta rutLinda, m odis m u ltis m u ltan gula quaedam .
655 N am que figurarum ratio ut m otusque reposcunt.
proinde feram in ib us debent diírerre figurae,
et variare viae proinde ac textura coercet,
H o c u b i quod suave e st a liis a liis f it am arum ,
i l l i , c uí suave est, le v issim a c o rp o ra debent
660 c o n tra c ta b ilite r caulas in tra re p a la ti,
at c o n tra q u ib u s est eadem re s in tu s acerba,
aspera n im iru m p e ne tra nt hamataque fauces,
N u n c fa c ile e st e x b is re b u s cognoscere quaeque,
Q u ip p e u b i c u i fe b ris b ili superante coorta est
665 aut a lia ra tio n e a liq u a stv is excita m o rb i,
p e rtu rb a tu r ib i ia m to tu m C orpus et om nes
acerca de la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - L ib r o c u a r t o 503

p e ro acrecienta la s grasas a la s cabras y a la s cod ornices.


Para que puedas com prender p o r qué ra zo ne s sucede eso,
p rim e ra m e n te conviene recordar ío que d i jim o s antes,
que la s se m illa s se p re se nta n en la s cosas m ezcladas de m uchas m aneras.
En adelante, todos los seres animados, cualesquiera sean que toman
a lim e n to , 645
com o so n e xte rio rm e n te d isím ile s y el c o n to rn o
e x te rio r de lo s m ie m b ro s lo s separa seg ún la s especies,
de la m ism a m anera están c o n stitu id o s p o r se m illa s de variada fig u ra .
■Ahora b ie n, puesto que la s se m illa s so n d ife re n te s, es necesario que
d ifie ra n
lo s in te rstic io s y conductos, que lla m a m o s p o ro s, 650
en to d o s lo s m ie m b ro s, en la boca y en e l paladar m ism o .
Deben e x is tir, p o r c o n sig u ie n te , a lg u no s m ás pequeños y o tro s m ás
grandes,
es necesario que a lg u no s seres lo s tengan tria n g u la re s, y < o tro s> ,
cuadrados,
m ucho s so n re d o nd o s y a lg u n o s de m ucho s á n g ulo s de variadas
fo rm a s.165
Pu e s, según la d isp o sic ió n de la s fo rm a s y com o lo s m o v im ie n to s lo
exigen, 655
de ig u a l manera deben d ife rir la s form a s de lo s p o ro s,
y v a ria r lo s cond uctos ta l com o lo p re sc rib e su entrelazado.
C uando esto que es dulce para a lg u no s, se hace amargo para o tro s,
para aquel a l que le re su lta dulce, cuerpos sum am ente liv ia n o s deben
p e n e tra r la s a b ertura s d el paladar com o una c a ricia ; 660
p o r el c o n tra rio , a quienes la m ism a cosa le s re su lta in te rio rm e n te áspera,
evidentem ente, cuerpos ásperos y ganchudos atraviesan la garganta.
A h o ra , a p a rtir de estas cosas, es fá c il conocer cada una.
De esta m anera, cuando la fie b re com enzó en a lg u ie n a causa de una b ilis
excesiva,
o la vio le n c ia de la enferm edad es excitada p o r alguna o tra ra zó n , 665
entonces, ya es alterado tod o e l cuerpo, y todas la s p o sic io n e s

región mediterránea, vive en zonas montañosas y se caracteriza por elgrosor de su tallo


y hojas de tipo perenne. Además, se hace referencia a que se utilizaba para envenenar
lasflechas, de ahísu nombre popular.
165 Así como los semina rerum presentan variadas formas, sucede lo mismo con los

poros.
504 DE REKVM NATVRA - LIBER QVARTVS

com m utantur ib i p o siturae p rin cip io ru m ;


fi.t prius ad sensum <ut> quae corpora conveníebant
nunc non conveniant, er cetera sin t m agis apta,
670 quae pen etrata queunt sensum progignere acerbum .
U traque enim sunt in m ellis com m ixta saporej
id q u o d iam supera tib i saepe ostendim us ante.

N unc age quo pacto n aris ad iecíu s odoris


tangat agam , Prim um res m ultas esse necessest
675 unde fluens volvat varius se fluctus odorum ,
et fluere et m itti vu lgo spargique putandum st;
verum aliis alíus m agis est anim antibus aptus
dissim ilis propter form as. Ideoque p er auras
m ellis apes quam vis longe ducuntur odore,
680 v ulturiiq ue cadaveribus. Tum fissa ferarum

un gula quo tu lerit gressum prom issa canum vis


d ucit, et hum anum longe praesentit odorem
R o m ulidarum arcis servator can d id as anser.
Sic aliis alius nidor datus ad sua quem que
6 8 5 p ab ula d u cit et a taetxo resilire veneno

cogic, eoque m odo servantur saecla ferarum .

H ic o d o r ipse igitur, naris quicum que lacessit,


est alio u tp o ssit p erm itti longius alter.
Sed tam en h au d quisquam tam longe fertur eorum
690 quam sonitus, q u a m v o i, m itto iam dicere quam res
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - Li b r o c u a r t o 505

de los elem entos fundam entales y a resultan cam biadas;


sucede <que> los cuerpos que prim eram ente se adaptaban a la sensibilidad
ahora no se adaptan, y otros están más adaptados,
los cuales, una vez penetrados, pueden generar u n a sensación am arga, 670
Unos y otros, pues, están m ezclados en el sabor de la m iel;
eso que y a te señalam os a m enudo anteriorm ente más arriba.

Consideraciones acerca del sentido del olfato


A h o ra vamos, me ocuparé de qué m odo el contacto d el olor
afecta el olfato.lSfi Prim eram ente, es necesario que existan muchas cosas
desde donde un a variada corriente de olores se deslice fluyendo, &'5
y se la deb e pensar que fluye, se esparce y se p ropaga indistin tam en te;
p o r cierto, uno es más apto p ara algunos seres anim ados y otro, p ara
otros,
a causa de sus form as disím iles. Y, p o r esto, a través de las corrientes (de
aire),
las abejas son conducidas por el olor de la m iel, aunque (esté) lejos,
y los buitres por los cadáveres. Entonces, la fuerza desatada 680
de los perros los conduce h acia donde la hendida pezuña de las fieras
llevó la pisada, y de lejos presiente el olor hum ano
el blanco ganso, salvador de la fortaleza de los R om úlidas .16 7
A sí, diferentes aromas dados a diferentes seres conducen a cada uno
hacia su alim ento y los obliga a apartarse de un veneno 685
repugnante, de ese modo se preservan las generaciones de ia.s fieras,

Particularidades de los olores


En consecuencia, este m ism o olor, cualquiera que excítelas narices,
es un hecho que un (arom a) puede ser enviado m ás lejos que otro.
Pero, sin embargo, n inguno de ellos puede ser llevado tan lejos
com o e l sonido, com o la voz, como om ito y a m encionar las cosas 690

154 El olfato como metonimia por nariz, sustantivo que en el texto latino aparece en

plural, es decir “afecta nuestras narices”.


167 Lucrecio alude a que los romanos o los Romñlidas, ya que son los descendientes de

Rómulo, fundador de ia ciudad, fueron advertidos de la presencia de los galos senones


por los gansos sagrados del templo de Juno Capitolina durante la invasión del año 390
a.C. El graznido de las aves impidió el asalto nocturno de los invasores.
506 D E RF,RVM NATVRA - LIB ER QVA RTV S

quae feriunt ocuJorum acies visumque laccssunt.


Errabundus enim tarde venit ac p erit ante
p aulatim facilis distractus in aeris auras;
ex alto p rim um quia vix em ittitu r ex re:
695 nam penitus fluere atque recedere rebus odores
significar quod fracta m agis redolere videntur
omnia, quod contrita, quod igni collabefacta:
deinde videre licet m aioribus esse creatum
principiis quam vox, quoniam per saxea saepta
7oo non pcnetrat, qua vo x vulgo sonitusque feruntur.
Q uare etiam quod olet non tam facile esse videbis
investigare in qua sit regione locatum .
R efrigescit enim cunctando p laga per auras
nec calid a ad sensum decurrunt nun tia rerum ,
703 Errant saepe cane-s itaque et vestigiaquaerun t.

Nec tam en hoc solis in odoribus atque saporum


in generest, sed ítem species rerum atque colores
non ita conven iun t ad sensns óm nibus omnes,
ut non sint aliis quaedam m agis acria visu,
710 Q uin etiam gallu m , n o ctera explaudentibus alis
aurorara clara consuetum voce votare,
noenu queunt rab idi contra constare leones
in q u ex u eri: ita co n tin uo m em inere fugai,
n im iru m quia sunt gallo rum in corpore quaedam
Ac e r c a d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o c u a r t o 507

que hieren la pupila de los ojos y excitan la visión.


Pues, errante, llega tardíam ente y antes desaparece,
poco a poco disuelto fácilm ente en las corrientes del aire;
en principio, porque apenas es em itido desde lo profundo a p artir de una
cosa:
pues, que los olores fluyan y m anen profundam ente desde las cosas é95
dem uestra el hecho de que todo lo roto, ío aplastado
o consum ido por el f uego parece despedir más olor.
Luego, es lícito ver 168* que fa e creado a partir de principios fundam entales
más grandes que (los de) la voz, puesto que no penetra por una barrera
de piedra, a través de la cual la voz y el sonido son conducidos
com únm ente, 700
Por esta razón tam bién verás que no es tan fácil
investigar en qué lugar está situado lo que huele.
Pues, la zona se enfría, dem orándose a través de la brisa
y los mensajes de las cosas no se trasladan calientes h acia la sensibilidad.
Por esto, a m enudo los perros se equivocan y buscan las huellas, ?05

Tipos de olores y peculiaridades de la visión


1&Y , s in em bargo, esto no está en los olores solam ente 170 y en el orden
de los sabores, sino que, de la m ism a m anera, el aspecto de las cosas
y los colores no acuden a todos los sentidos así para todos,
tal que algunos son p ara otros m ás desagradables de ver.
A sí es que los rabiosos leones n o i7i172son capaces de estar de frente 710
n i m irar a 1 gallo, cuando sus alas rechazan 37 21 a noche,
acostum brado a invocar la aurora con su clara v o z ;.
así de in m ed iato se acuerdan de h uir , 173
evidentemente,, porque existen en el cuerpo de los gallos

168 con e} sentido de “entender”


16y Como señala BALLEY (1947), voL I, p. 398, en las ediciones ios versos 706 al 721
están limitados por corchetes. A su vez, los hexámetros 689-705 también están ence­
rrados entre corchetes.
17fl En el texto latino el adjetivo solis concuerda con el sustantivo odoribus.
171 El adverbio noenu o noenum es un arcaísmo, posible equivalente a ne unum.

172 La forma expiando parece registrada en Lucrecio (cf. OLLD) y, según MUNRG, vol.
II, p. 299, es comparable con la idea de que un actor es conducido fuera de la escena.
173 En el texto latino se 1ecfiigai, genitivo arcaico de la primera declinación.
508 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q v a r t v s

715 sem ina, quae cum sun t ocuiis im m issa leonum ,


p up ilías interfodiunc acrem que dolorem
praebent, ut n equeant contra durare feroces;
cnm tam en haec nostras acies n ii laedere possmt,
au t q uia non penetrant au t quo d penecrantibus illis
7 2 0 exitus ex ocuJís líb er datur, in rem orando

laedere ne possint ex u !ia Ium ina parte.

N unc age quae m oveant an im um res accipe, et unde


quae ven iu n t v en ian t in m entem per cipe paucis.
P rincipio hoc díco, rerrnn sím ulacra vagari
725 m u lta m odis m ultis in cunetas un dique partis
tenvia, quae facile in te rse iun gun tur in auris,
obvia cum veniunt, u t aranea bratteaque auri.
Quippe etenim m ulto magis haec sunt tenvia textu
quam quae percipiunt oculos visumque lacessunt,
730 corporís haec quoniam p en etran t per rara cientque
tenvem an im i naturam intus sensum que lacessunt.
C entauros itaque et Scyllarum m em bra videmus
C erbereasque canum hades sim ulacraque eorum
quorum m o rte o b ita telíus am p iectitur ossa;
735 om ne genus quoniam passim sim ulacra feruntur,
p artim sponte sua quae fiunt aere in ipso,
partim quae variis ab rebus cum que recedunt
et quae confiunt ex horum facta fíguris.
Nam certe ex vivo Centauri non fit ímago,
740 n u lla fuit quoniam talis natura anim antis,
A C H IC A D E LA NATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O C U A R T O 509

ciertas sem illas que, cuando se introducen en los ojos 7 15

de los leones, atraviesan las pupilas y producen agudos


dolores, para que no puedan, feroces, resistir frente (a ellos);
aunque, sin embargo, en nada pueden lastim ar nuestras m iradas,
ya bien porque no las penetran, ya bien porque, penetrando aquellas,
se les da lib re salida de los ojos, de m odo que no puedan, 720

en la dem ora, lastim ar ios ojos en p arte alguna.

Hipótesis en tomo a la percepción


Ahora, anda, conoce las cosas que conmueven la m ente y percibe
en pocas palab ras de dónde salen las cosas que llegan ai entendimiento.
En principio digo esto, muchos simulacros de las cosas vagan
de m uchas m anetas h acia todas partes y por todos lados, 725
ios que, sutiles, se u n en entre si fácilm ente en el aire,
cuando llegan a cruzarse, como la tela de araña y la lámina de oro.
Pues, ciertamente, estos son mucho más tenues en su tejido
que los que se apoderan de los ojos y perturban la visión,
porque estos penetran a través de los intersticios 174 del cuerpo y excitan 730
dentro la tenue naturaleza de la mente y perturban la sensibilidad.
En consecuencia, vemos centauros175 y los miembros de escilas176
y cerberas177 caras de perros y simulacros de esos
cuyos huesos, llegada la muerte, abraza la tierra;
porque los sim ulacros de este tipo se desplazan por todas partes, 735
ios que, p o r un lado, se generan en el aire m ism o según su voluntad,
los que, por otro, se desprenden en toda circunstancia de variadas cosas
y las que devienen configurados a p artir de las formas de aquellas.
Pues, ciertamente, la imagen del centauro no deviene de uno vivo,
ya que nunca existió la n aturaleza de tal ser anim ado, 74o
1 .4 En este caso se optó por traducir el adjetivo rara sustantivándolo de esta manera.
1 .5 Los centauros son seres monstruosos, mitad hombre y mitad caballo. Tienen el bus­
to e, incluso, las piernas de hombre, pero la parte posterior del cuerpo es equina. En la
época clásicase los representa con cuatro patas de caballo y brazos humanos.
174 Lucrecio hace ref ciencia, en plural, al monstruo marino que, guardando un aspecto
femenino, presenta en su parte inferior una jauría de seis perros feroces que devoran
cuanto encuentran a su alcance. Se trata de un monstruo de tradición homérica \Od.
XII.73 y ss.) que se halla, según los mitógrafos, en el estrecho de Mesina,
177 Adjetivo que refiere a las posibles representaciones del perro Cerbero y a sus múl­

tiples cabezas.
510 D i RERVivl NATV RA - LÍBER QVA RTVS

verum ubi equi atque hom inis casu convenir miago,


haerescit facile extem plo, quod dixim us ante,
proptex subtilem naturam et tenvia texxa.
C etcta de genere hoc eadem ratione creantur,
7 4 5 Q uae cum m o b iliter sum m a levitate feruntur,

u t prius ostendi, facile m ío com m ovet ictu


quaelibet u n a an im u m n o b is subtiíis im ago;
ten vis enim m ens est et m ire m obilis ipsa.
H aec fíeri u t m em oro, facile h iñ e cognoscere possis.
750 Q uatenus hoc sim ile est illi. quod m ente videmus
atque oculis, sim ili fieri ratione necesse est.
N unc igitu r docui quoniam m e forte leonem
cernere per sim ulacra, oculos quaecum que lacessunt,
scire licet m entem sim ili ratione moveri,
7 5 5 per sim ulacra leonum <et> ceteraq u ae videt aeque

nec m inus atque oculi, itisi q uo d m age tenvia cernit.


N ec ratio n e alia, cum somntts m em bra profudit,
mens an im i vigilar, nisi quod sim ulacra lacessunt
haec eadem nostros ánim os quae cum vigilam us
760 usque adeo, certe u t videam ur cernere eum quem
relicta vita iam m ors et térra potitast.
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e i ,a s c o s a s - L i b r o c u a r t o Sil

en verdad, cuando por casualidad se juntó la im agen del caballo y del


hombre,
al m om ento se adhieren 173 fácilm ente, lo que dijim os antes,
a causa de su n aturaleza sutil y tenues tejidos.
Las restantes cosas de esta clase se generan de la m ism a manera.
Estas, cuando son llevadas ágilm ente con sum a levedad, 745
com o dem ostré prim eram ente, una única im agen sutil
cualquiera nos conmueve el ánim o de un único golpe;
pues, la m ente es tenue y m aravillosam ente voluble ella mism a.
Podrías entender fácilm ente que estas cosas suceden, com o recuerdo,
a p artir de esto . 178179
En la m ed id a en que esto es igual a aquello, lo que vemos con la m ente 750
y con los oj os, es necesario que suceda de m anera sim ilar.
Ahora, en consecuencia, puesto que enseñé 180 18*3que y o puedo distin guir
casualm ente
un león a través de sus sim ulacros, cualesquiera que estim ulen a los ojos,
es licito pensar que la mente es estim ulada de un a m anera sim ilar,
por los simulacros de los leones y los restantes que ve por igual 755

y, no menos que los ojos, con la excepción de que discierne cosas m ás iS 1


tenues.
Y no por o tra razón, cuando el sueño dio descanso a los miembros,
está despierta la m ente del ánim o, sino porque excitan nuestros ánimos
esos m ism os sim ulacros que cuando estam os despiertos , 1'’ 2
a tal punto, que parece, por cierto, que distinguim os a ese a quien, 760
abandonada la vida, y a lo cap turó la m uerte y la tierra .1 * 3

178 S e g ú n M U N R O , v o l. II, p . 3 0 1 , n o se re g istra el v e r b o h a eresco en o t r o a u t o r m ás


q u e e n L u c re c io .
17sC-ontinúa con las hipótesis acerca de cómo entender la capacidad perceptiva, a par­
tir de la comparación del funcionamiento de las imágenes sensoriales y de aquellas que
ia mente genera contando con la potencia mnemónica,
180No hay coincidencia entre los editores acerca del orden de las palabras docui y
íju íy n i ¿ in i-

181El adverbio mage es una forma arcaica usada en pocsia,


187La capacidad de evocación de imágenes en los sueños es una prueba de la actividad
déla inteligencia propia del ánimo,
183Lucrecio echa por tierra la creencia acerca de la aparición sobrenatural de los muer­
tos en la instancia onírica, para afirmar que es la vigilante actividad del ánimo quien
activa la memoria y la sensibilidad.
512 D E R E R V M NATVRA - LIB ER Q V Á R TV S

Hoc ideo fien cogit natura, quod omnes


corporis offecd sensus per memora quíescunt
nec possunt falsum veris convincere rebus.
765 Praeterea meminisse íacet languetque sopore
nee dissentit eum mortis letíque potitum
iam pridem, quem mens vivam se cernere credít.
Quod superest, non est mirum simulaera moverí
bracchiaque in numeium iactare et cetera membra.
770 Nam fit ut in somnis facere hoc videatur ímago;
quippe ubi prima perit alioque est altera nata
iiide statu, prior hic gestum mutasse yidetur.
Scilicet id fieri celeri raríone putandumst:
tanta est mobilitas et rertun copia tanta
175 cantaque sensibili quovis est tempere in uno
copia partícularum, ut possit suppeditare.

M ultaque in his rebus quaeruntur multaquc nobis


cíarandumst, plañe si res exponere avemus.
Quaeritur in prim is quare, quod cuique libido
7 8 0 venerit, extemplo mens cogitet elus id ipsum.

Ánne yoluntatem nostram simulaera tuentur


et simul ac volumus nobis occurrit imago,
si mare, si terram cordist, si denique caelum ?
Conven tus hom inum pompam convivía pugnas,
785 omnia sub verbone creat natura paratque?
C um praesertim aliis eadem in regione Jocoque
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - Li b r o c u a r t o 513

Pues, la na tura leza ob lig a que esto suceda, p o rq ue tod os


lo s se n tid o s del cuerpo descansan, o b sta c uliza d o s a través de lo s
m ie m b ro s,
y no pueden re fu ta r lo fa lso con cosas verdaderas.
Adem ás, Ja m e m o ria 184 está ociosa y languidece en el so p o r
y no adm ite que ese, a l que la m ente cree que está vie nd o v iv o ,
es u n p risio n e ro de la m ue rte y Ja d e stru c c ió n 18’ hace ya tie m p o .
P o r lo dem ás, n o es ad m ira b le que lo s sim u la c ro s se m uevan
y a g íte n lo s bra zos y lo s re sta nte s m ie m b ro s en rítm ic o m o vim ie n to .
Pu e s, sucede que en sue ño s una im agen parece hacer e sto ;
lo c ie rto es que, cuando la p rim e ra pereció y o tra nació en o tro lug a r
a p a rtir de esa p o stu ra , parece aquí que la p rim e ra cambió e l gesto.
E s cla ro que se debe pensar que eso sucede de m anera rápida:
tanta es la m o v ilid a d y tanta la abundancia de cosas,
y hay tanta abundancia de p a rtíc u la s en u n ú n ic o m om ento se nsib le 775
cua lq uie ra , que p o d ría p ro ve e rla s de m anera su fic ie n te .380

Hipótesis en torno a la capacidad intelectual


Y se preguntan muchas cosas acerca de estos asuntos y nosotros
debemos aclarar muchas cosas si queremos exponer las cuestiones
plenamente.
En prim er lugar se pregunta por qué, cuando ha aparecido
para cua lquiera u n deseo, su m ente al m om ento piensa eso m ism o . 780
¿Acaso los simulacros observan nuestra voluntad
y, en cuanto deseamos, —ya el mar, ya la tierra, por último, ya el cielo,187
los tiene el corazón—,1*8 la imagen nos yien eal encuentro?
Asambleas de hombres, una procesión, banquetes, luchas,
¿acaso la naturaleza crea y subordina todas estas cosas a la palabra? 785
Aunque, en especial para otros, en una misma región y lugar,14

1S4E1 infinitivo m emimae es considerado un equivalente del sustantivo memoria.


185Para MUNRO, voL II, p. 302, m orsy Letum constituyen una tautología-
El poeta se anticipa aí tratamiento de lo onírico, que, coherente con su teoría, se
constituye de manera semejante al resto de los objetos corpóreos.
jS7Aparecen mencionados tres de los cuatro elementos quemetonimicamente Lucrecio
menciona desde el comienzo del poema.
!ís El corazón está ubicado en el pecho, donde se sirúa la capacidad intelectiva y la de
la sensibilidad.
514 D i. R E R V M NATVRA - L IB E R Q V A R T V S

long e d is s im ilis a n im u s re s cogitet o m n is.


Q u id p o rro , ín n u m c ru in procederé cum sim u la c ra
c e rn im u s Ln so m n is et m o JIia m em bra m overe,
790 m o ilia m o b ilite r cum a lte rn is bracchia m ittu n t
et re p e tun t o llis gestum pede co nve nie nti?
S c ilic e t arte m adent sim u la c ra et docta vagantur,
n o c tu rn o lacere u t p o ssin t in tem pore lu d o s.
A n m a g is illu d e rit verum ? Q u ia tem pore in uno,
795 quod se n tim u s, id est, cum v o x e m ittitu r una,
tém pora m u lta la te n t, ra tio quae c o m p e rit esse,
propterea f it u t i q u o v is ín tem pore quaeque
p ra esto sín t sim u la c ra lo c is in q u isq u e parata:
ta nta e st m o b ilita s et re ru m copia tanta,
800 H o c , u b i p rim a p e rit aboque est altera nata
in d e sta tu , p rio r h ic g estum m utasse v id e tu r.
E t q u ia te n via su n t, n is i quae c o n te n d it, acute
cernere n o n p o tis e st a n im u s: p ro in d e o m n ia quae su n t
praeterea p e re u n t, n is i < s i ad> quae se ip se p a ra v it.
805 Ip se parat sese p o rro speratque fu tu ru m
u t vid ea t quod c o n se q u itu r re m quam que: f it ergo.
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS CO SA S - L JB R O C U A R T O 515

e l á n im o piensa, p o r le jo s, la s cosas todas d ife re n te s.189


¿Q ué hay, m ás aún, cuando en lo s sue ño s vem o s que lo s sim u la c ro s
avanzan a tie m p o y m ueven la s delicadas extrem idades,
cuando tie n d e n con gracia lo s delicados b ra zo s alternadam ente 790
y re p ite n ju n to con e llo s190 e l gesto con el pie corre sp ond ie nte?
E s claro que lo s sim u la c ro s están empapados de arte y vagan in stru id o s
para que puedan m o n ta r su s espectáculos en tie m p o n o c tu rn o .191
¿O acaso a q uello será m ás verdadero? Po rq ue en u n ú n ic o tie m p o ,
cuando se n tim o s, eso es192 cuando una única v o z es e m itid a , 799
perm anecen o c u lto s m ucho s tie m p o s, que la ra zó n descubre que
- 1f ll
e x iste n . -
Adem ás, sucede que, en cada tie m p o , cua lquiera sea,
lo s sim u la c ro s están prepa rad os, a la espera, en c ua lq uie r lu g a r:
tanta es la m o vilid a d y tanta la abundancia de cosas.
E sto , cuando la p rim e ra se d isip a y nació entonces o tra 194 800
a p a rtir de esa p o stu ra , parece aq uí que la p rim e ra cam bió el gesto.
Y , po rq ue so n tenues, a excepción de (a q uellas) a las que atiende, e l ánim o
no puede d istin g u irla s con agudeza; de ahí, todas la s que e xiste n
desaparecen además, excepto la s que é l m ism o preparó <para> s i 19'
Y , en adelante, é l m ism o se prepara y espera el fu tu ro 805
para v e r lo que sig u e a cada cosa; luego sucede.194

189 Lucrecio pretende demostrar, en un pasaje sumamente oscuro, que los hombres no
piensan de manera univoca, aunque pertenezcan a un mismo lugar. £n consecuencia,
está afirmando la autonomía e individualidad deí pensamiento.
39UEl pronombre o liis es un arcaísmo por lilis. Esta palabra presenta variantes entre ios
editores.
331 Explícita ironía introducidaa partir de scilicet.
m El verso 795, según las ediciones, presenta una puntuación diferente.
193 MUNRO, voL XI, p. 303, sostiene que, para Lucrecio, el tiempomás breve se iguala
con la emisión de la voz y que en esa brevísima secuencia temporal están incluidos mu­
chos tiemposcon carácter de latencia, que fueron concebidos por la razón. Se advierte,
por cierro, la coherencia teórica lucreciana en cuanto a que, en una cosa, incluso el
tiempo, están contenidas muchas otras que pueden ser aprehendidas racionalmente.
s94£n su edición, BAILEY (1947), vo l I, p. 402, señala que Lachmann excluye los
versos 799-801 por repetir los hexámetros 724, 771 y 772. Se comprueba que el verso
800 no coincide con el 771.
195El verso presenta variantes a partir del agregado de palabras.
190El ánimo no se limita a reaccionar ame las imágenes que se le presentan, sino que
atentamente se dispone para su aprehensión. Esc acto de atención es una pieza funda­
mental de la psicología epicúrea.. Cf. YALENTÍ FlO L, vol. II, pp. 72-73, n. 28.
D E RER.VM NA.TVRA - LIB ER QVARTVS
516

N o n n e v id e s o c u lo s etia m , c u ín tenvia quae su n t


[praetereant p e re u n t, n is i quae ex se ip se p a ra v it]
cernere coeperunt, contendere se arque parare,
810 nec sin e eo fic rí posse u t cernam us acute?
E t tam en in re bus quoque a p e rtis noscere p o ssis,
s i n o n advertas a n irn u m , p ro in d e esse q u a si o m n i
tem pere se m o tum fu e rit longeque re m o tu m .
C u r ig lt u r m iru m st, a n im u s s i cetera p e rd it
815 praeterquam q u ib u s esc in re b u s d e d itu s ipse?
D e in d e ad op ina m ur de sig n is m a xim a p a rv is
ac no s in fra u d a n in d u im u s fru s rra m in is ip s i,
F it quoque u t in te rd u m no n su p p e d ite tu r im ago
eíusdem g eneris, sed fe m in a quae f u it ante,
820 in m a n ib u s v ir u t i factus yid e a tu r adesse,
aut a lia ex alia facies aetasque se q ua tur.
[826] Q u o d ne m ire m u r so p o r atque o b liv ia c ura nt.8
2
3
*5

[822 ] Illu d in h is re b us v it iu in vem enter avemus


[823] te fugere, e rro re m vita re q ue praem etuenter,
825 [S24] lu m in a ne facías o c u lo ru m ciara creata,
[825] p ro sp ic e re u tp o ssim u s, et u t p ro fe rre queam us
p ro c e ro s p a ssus, id eo fa stig ia posse
su ra ru m ac fe m in u m p e d ib u s fundata p lic a ri,
bracchia tu m p o rro v a lid is ex apta la c c rtis
830 esse m anusque datas u tra q u e < e x> p a rte m in istra s.
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - l i b r o c u a r t o 517

¿Acaso n o ves que io s o jo s ta m b ié n, una ve z que


[desaparecen además, excepto Jas que él m ism o preparó de s í] 197
com enzaron a d isc e rn ir cosas que so n su tiíe s, se preparan y se e sfue rza n,
y s in e llo no p o d ría suceder que d istin g u ié ra m o s con agudeza? 810
Y , s in em bargo, ta m bién en la s cosas v isib le s p o d ría s reconocer,
s í n o d irig ie ra s tu á nim o, que se ría com o s i en tod o
m om ento la cosa fue ra alejada y d istanciada a lo le jo s.
¿P o r qué, entonces, es a d m ira b le s i e l á n im o p ie rd e la s re sta n te s cosas,
sa lvo aquellas en la s cuales é l m ism o estuvo dedicado ? 815
En to n c e s, op ina m o s en grande a p a rtir de pequeños in d ic io s
y n o so tro s m ism o s n o s p re c ip ita m o s hacia e l fra ud e d el engaño.
Sucede tam bién que, a m enud o, no se su m in istra una im agen
d el m ism o género, sin o que la que antes fue m u je r, parece
que aparece a l alcance de la mano becba u n va ró n, 820
o que una cara o una edad sea seguida p o r o tra .19s
E l so p o r y el o lv id o p ro c u ra n que no n o s asom brem os de e sto .199 [826J

Argumentaciones contra las causas finales


200E n estas c ue stio ne s deseamos70' que huya s vehem entem ente [822]
de aquel v ic io , y e vite s e l e rro r tem iend o de antem ano202 [823]
no supongas que la s claras luces de lo s o jo s fu e ro n creadas 825 ¡824]
pa ra que podam os v e r a lo le jo s, y para que podam os extend er 1825]
lo s la rg o s pasos, pueden plegarse, p o r lo ta n to , lo s extre m os
de la s p a n to rrilla s y lo s fé m ure s so ste n id o s p o r lo s pies.
in c lu so a su v e z, que lo s b ra zo s fue ra n lig a d o s a ro b u sto s m ú sc u lo s
y la s m anos dadas a u n o y o tro flanco com o a siste n te s, 830

1?7Ei verso 808 es semejante al hexámetro 8 0 4 ,por ello se excluye en algunas ediciones.
C f BAILEY (1947), vol. I, p. 4ü4.
I9*Solo en el ámbito de los sueños se pueden dar semejantes incongruencias. Tal como
señala MUNRO, vol. II, p, 304, este pasaje se conecta con el finaí del verso 776 donde
se habla sobre las imágenes que aparecen en sueños.
359El orden délos versos 822-826 fue restituido a partir de la corrección de Q.
200Los versos 823-857 aparecen entre corchetes incluidos por Lacbmann.
231 La forma verbal ¿w e s sis es un arcaísmo muy común que corresponde a ia segunda
personadeí presente de subjuntivo. Es una variante que aparece en otras ediciones.
iG1Según MUN"ROf vol II, p. 304, el a d v e rb io p r a e m e iu e n te r es una innovación lexical
lucreciana.
D e RIRVM NAT\/RA - LÍBER O.:lARTV
ACERCA DE LA NATURALEZA. DE lJ\S COSAS - LíSRO CUARTO 519
518
para que p o d ó n o s hacer para la v id a lo que20-' fue ra necesario.
u t facere ad vita m p o ssem us quae lo ie t u su s.
C ua lq uie ra de la s re sta n te s cosas de este género que se exponen.,
C etera de genere hoc Ín te r quaecumque p re ta n tu r
todas so n defectuosas p o r u n ra zo n a m ie n to trastccado,2
0
3
2042
0
o m n ia p e rve rsa pra ep ostera su n t ra tio ne ,
p o r lo ta n to , puesto que no ha nacido nada en el cuerpo para que
n il ideo q u o nia m n a tu m st in corp ore u t u t i p u d ié ra m o s u sa rlo , sin o que, eso que ha nacido genera u n uso . 835
835 p o ssem us, sed q uod n a tu m st id procreat u su m . N i e x istió la v ista antes que nacieran la s luces de lo s e je s,
Nec fu it ante vid e re o c u lo ru m lu m in a nata n i h a b la r con palabras antes que la lengua fue ra creada,
nec d ic tis o ra re p riu s quam lin g u a creatast, sin o , m ás b ie n, e l o rig e n de la lengua p recedió largam ente
sed p o tiu s long e ling ua e pra ece ssit o rig o al d isc u rso y la s ore ja s fu e ro n creadas m ucho antes
serm onem m u lto q u e creatae su n t p riu s aures de que se escuchara e l so n id o y , en fin , tod os Io s m ie m b ro s, -840
840 q u ^ ^ so n u s e st a u d itu s, et o m nia d enique m em bra se g tln o p in o , e x istie re n antes que hub ie se u n uso de e llo s.
ante fue re , u t o p in o r, e o rum quam fo re t u su s.
P o r lo tanto, no p u d ie ro n crecer para se r u tiliza d o s.
H a u d ig it u r potuere u te n d í crescere causa. P e ro , co ntra ria m e nte , d irim ir con la s m anos la s contiendas de la lucha
A t contra c o n fe rre in a n u ce rta m ina pugnae y la stim a r la s a rtic u la c io n e s y m anchar lo s m ie m b ro s con sangre
et lacerare a rtu s toedareque m em bra c ruo re e x istió m ucho antes de que vo la ra n b rilla n te s d ard os, 845
845 ante f u ir m u lto quam lucid a tela vo la re n t, y la na tura leza o b lig ó a e v ita r la h e rid a am es de que d iera
et v u ln u s v ita re p riu s n a tu ra coegit el lado izq u ie rd o com o b a rre ra a tra vés del o fic io del escudo.2°5
quam d a re t o b ie c tum p a rm a i laeva p e r w te m .
Y , evidentem ente, c o n fia r e l cuerpo cansado a l descanso
S c ilic e t et fe ssu in corp us mandare q u ie ti
es m ucho m ás a n tig uo que lo s suaves colchones d el lecho,
m u lto a n tiq u iu s est quam le c ti m o llia stra ta ,
y el ca lm a r la sed nació antes que lo s vasos. 850
850 et sedare s it ir n p riu s e st quanr pocula na tum . P o r lo tanto, se puede creer que estas cosas, que fu e ro n d escubierta s
Haec ig it u r p o sse n t u te n d i cognita causa a p a rtir d e l u so y de la vid a , 206 fu e ro n conocidas con e l fin de u sa rla s.
c re d ie r, ex u su quae su n t vita q ue reperta . P o r c ie rro , aparte están todas aquellas cosas, la s m ism a s que
lila q uid e m so rs^ m su n t o m n ia quae p riu s ipsa na c ie ro n p rim e ro y después d ie ro n n o tic ia de su u tilid a d .
nata dedere suae p o st n o titia m u rilit a t is .
E n este género, encontram os en p rim e r lu g a r a lo s se n tid o s y lo s
855 ^ fo o genere in p r^ irnis se n su s et m em bra vid e m u s; m ie m b ro s; 855
quare etia m arque etia m p ro c u l est u t credere p o ssis p o r esta ra zó n , una y o tra vez_, le jo s está que puedas cre er
u t ilit a t is ob o ffic iU ln p o tu isse creari. que p u d ie ro n se r creadas p o r e l deber de la u tilid a d ."'7

203 E l pronombre relativo quae com o acusativo plural, propio de un latín arcaico, fue
usado por autores como Plauto. Cf. M U N R O , vol. II, p. 305.
2WEucrecio afirma que la fimcionalidad de las partes del cuerpo mencionadas y otras,
que enumerará a continuación, se adquiere una vez dada la existencia.
:w5Con el su stan tiv o p a^a se hace referencia a un escudo pequeño, generalmente re­
dondo que usaba la infantería y la caballería ligera.
20SEntender la vida como sinónimo de experiencia.
207Lucrecío., tal como se advierte desde el verso 822, se opone a la concepción finalista
del mundo.
S20 D E R ERV M NATVRA - L JB E K Q Y A R T V S ■

IlludÍtem nones: mirandum, corporis ipsa


quod natura cibum quaerit cuiusque anímantis,
86o Quippe etenim fluere atque recedere corpora rebus
multa modis multis docui, sed plurim a debent
ex animalibu. <Qu ae> quia sunt exercita motil,
m ultaqueper sudotem ex alto prcssa ícrtmusr,
m ulta per os exhaíantur, cum lánguida anhelant,
865 his igitur rebus rarescit Corpus et omnis
subruitur natura; dolor quam consequitur rem,
Propterea capitur cibus ut sufFulciat artus
et recreet viris interda tus atque patentem
per membra ac venas ut amorem obturet edendi.
8?o Umor Ítem discedit in omnia quae loca cumque
poscunt umorem; glomerataque m ulta vaporis
corpora, quae stomacho praebent incendia nostro,
dissipat advcnicnsliquor ac restinguit ut ignem,
urere ne possit calor amplius aridus artus.
875 Sic igitur tibí anhela sitis de corpore nostro
abluitur, sic expletur ieiuna cupido.

Nunc qui fíat uti passus proferre queamus,


cum volum us, varieque datum sit membra movere,
et quae res tantum hoc oneris protrudere nostri
880 corporis insuerit, dicam : tu percipe dicta.
Ac e r c a d e l a n a t u r a l e z a , d e l a s c o s a s - l i b r o c u a r t o 521

En corno al hambre v la sed J

20BDel mism o modo, no lia de causar asombro aquello: el hecho


de que la naturaleza misma del cuerpo de cada ser animado busca su
alimento.
En efecto, por cierto enseñé que muchos corpúsculos fluyen y se apartan
de las cosas de muchas maneras, pero muchísimos deben (hacerlo)
a partir de los seres animados. <Estos>,209 puesto que son inquietados
por el movimiento, y muchos a través del sudor son llevados
comprimidos210 desde
lo profundo, muchos son exhalados a través de la boca, cuando
extenuados jadean,
por estas cosas, entonces, el cuerpo se rarifica211 y toda
la naturaleza es socavada; situación a la cual sigue el dolor.
Por esto, se toma alimento para que apuntale las articulaciones
y, distribuido, restablezca las fuerzas y para que obture
el deseo de comer, abierto a través de miembros y venas.
Del mismo modo, el líquido se disgrega hacia todos los lugares,
cualesquiera
que reclamen humor: y muchos corpúsculos aglutinados
de vapor, que provocan incendios en nuestro estómago,
son disipados por el líquido que llega y los extingue como al fuego,
para que el árido calor no pueda quemar más las articulaciones.
Así, entonces, para ti, se disipa de nuestro cuerpo
la jadeante sed, así se sacia el hambriento deseo.

Teoría en torno al movimiento


Ahora cómo sucede que seamos capaces de dar pasos,
cuando queremos, y por qué (nos) fue otorgado mover los miembros,
y qué cosa se ha acostumbrado a impulsar este gran peso
de nuestro cuerpo, yo lo diré: tú recibe mis palabras.212
20^Los versos 858 al 87é se encuentran limitados por corchetes en ocras ediciones.
Estos también fueron indicados por Lachmann. C f. BAILE Y ( i 947), vol. I, p. 406.
209El pronombre q u a e fue agregado por Lachmann.
2iüAlude a ios corpúsculos.
211 C£L. 1.648.
212 Lucrecio confirma una vez más Ja relación dialógíca enere maestro y alumno.
522 O c ¡"LEfO/M í'JATTVRÁ. - El "BEIE QVA.RTVS

Dico animo nostro primum simulaera meandí


accidere atque ani mum pulsare, ut diximus ante.
Inde voluntas fit; ñeque enim facere incipit ullam
rem quisquam, <quam> merss providit quid velit ante,
885 Id quod providet, illius rei constar imago.
Ergo animus cum sese ita commovet ut velit iré
inque gredi, ferit ex templo quae in corpore toto
per membra atque artus animai dissita vis est,
Et facilest factu, quoniam coniuncta tenetur.
890 In d e ea p ro p o rro C orpus fe rit, atque ita tota
p a u ía tim m oles p ro tru d itu r atque m o ve tur.
Praeterea tum rarescit quoque corpus et aer
(scilicet ut debet qui semper mobilis exstat)
per patefacta venit penetra tque foramina largus
895 et dispergitur ad partis ita quasque minutas
corporis. Hic igitur rebus fit utrimque duabus,
corpus ut, ac navis velis ventoque, feratur.
Nec tamen illud in his rebus mirabile constar,
tantula quod tantum corpus corpuscula possunt
900 contorquere et onus totum convertere nostrum.
Quippe etenim ventus subtili corpore tenvis
trudit agens magnam magno molimine navem
et manus una regit quantovis impete euntem
atque gubemaclum contorquet quolibet unum,
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l i b r o c u a r t o 523

Digo que, en primer lugar, llegan a nuestro ánimo simulacros


de movimiento y, como dijimos antes, impulsan el ánimo.
De allí se crea la voluntad; y ninguno, por cierto, comienza
a jiacer alguna cosa antes de <que>2L’ la mente prevea qué quiere.
Eso que ve antes, constituye la imagen de aquella cosa. 885
Por Jo tanto, cuando el ánimo se excita a sí mismo de tal manera, que
quiere
ir y andar, hiere inmediatamente la energía del alma que está diseminada
en todo el cuerpo, a través de los miembros y las articulaciones.
Y es fácil de hacer, ya que se mantiene unida.
D c allí, esa (el alma) a su vez hiere el cuerpo y así, sjo
de a poco, la masa entera se impulsa y se mueve.
Además entonces, se enrarece también el cuerpo y el aire
(como claramente debe, pues se mantiene siempre en movimiento),213214
viene a través de los espacios abiertos y atraviesa generoso ios orificios
y se dispersa así, hacia cada una de las pequeñas partes 895
del cuerpo. Por lo tanto, aquí sucede que, de uno y otro lado, por dos
cosas
es llevado el cuerpo,213 así como un barco es llevado por las velas y el
viento.
Y, sin embargo, en estas cosas existe algo maravilloso,
que tan pequeños corpúsculos puedan contorsionar
un cuerpo tan grande y dirigir todo nuestro peso. 900
Puesto que, en efecto, el tenue viento de cuerpo sutil214
em puja llevando unagran nave de gran peso
y una única mano rige al que va con cuanto ímpetu quiera,
y un único timón lo inclina a donde sea,

213Se crata de h inclusión de quam que aparece en la edición de Brieger.


2l4El uso de ios paréntesis aparece en la edición de BAILEY (1947), vol. I, p. 408,
!l3En esta parte del hexámetro se presentan numerosas variantes.
214En este punto se inicia una analogía frecuente en el género épico, k de ios motivos
de la nave y el viento; a través de ellos, Lucrecio insiste en comparar la conjunción del
ánimo y el alma como ios elementos necesariosparajusrificar el movimiento.
524 D E R E R V M N A T V R A - LIBER Q V A R T V S

905 m u]taque p e r tro c le a s et tym pana pondere magno


com m ovet atque le v i s u s to llit m achina n isu .

N u n c q u íb u s ille m o d ís so m n u s p e r m em bra quietem


irrig e t atque a n im i curas e pectore so lva t,
su a v id ic is p o tiu s quam m u ltis y e rsib u s edarn:
910 p a rra s u t e stc y c n im e lio r canon ille g ru u m quam
clam or in a e th e riis d isp e rsu s n u b ib u s a u stri.
T u m ih i da te n u is a u ris a nim um q ue sagacem,
ne íie r i n e g ite s quae dicam posse re tro q ue
vera re p u lsa n ti díscedas pectore d icta,
915 tu te m e t in culpa cum s is ñeque cernere p o ssís.
P rin c ip io so m n u s f it u b i est d istra e rá per a rtu s
v is anim ae p a rtim q u e fo ra s electa re c e ssit
et p a rtiin c o n tru sa m a g is c o n c e ssit in a ltu m ,
D is s o lu u n tu r endm tu m d em um m em bra Huuntq ue.
92o IMam d u b iu m n o n e st, a n im a l q u in opera s ít
se n su s h ic in n o b ís, quem cum so p o r im p e d it esse,
tu m n o b is anim am p e rturb a ta m esse p u ta n d u m st
eiectam que fo ra s; n o n om nem ; nam que iaceret
aeterno c o rp u s p e rfu su m frig o re le ti.
925 Q u ip p e u b i n u lla la te n s a n im a l p a rs rem aneret
in m e m b ris, ciñere u t m u lta la te t o b ru tu s íg n is ,
unde re c o n fla ri se nsus per m em bra repente
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS CO SA S - L IB R O C U A R T O

y m ediante poleas217 y g rú a s,218 una m áquina pone en m o v im ie n to 905


m uchas cosas de g ra n peso y la s levanta con in sig n ific a n te e sfu e rzo .

Tratamiento del motivo del sueño y sus causas


A h o ra , de qué m odos e í sueño aquel irrig a q u ie tu d a tra vés
d é lo s m ie m b ro s y sue lta del pecho las preocupaciones deí á nim o ,
io expondré en ve rso s suavem ente a rm o n io so s antes que n u m e ro so s;
com o es m e jo r el breve canto d e l c isn e que aquel g ra zn id o 9io
de la s g ru lla s, d isp e rso en la s etéreas nubes d e j a u stro .217
T ú dame suaves o id o s y u n á nim o sagaz,
n o niegues que puedan suceder la s cosas que d iré y
te alejes hacia a trá s con u n pecho que rechace la s verdaderas palabras,
cuando tú m ism o estás en culpa y no puedes entender. 915
E n p rin c ip io , el sueño deviene cuando la energía d e l alm a fue disem inada
a través de las a rtic u la c io n e s y, p o r una p a rte, cedió, arrojada hacia fuera
y, p o r o tra , em pujada, se re tiró más hacia lo p ro fu n d o .
S o lo , entonces, lo s m ie m b ro s realm ente se separan y Huyen,
pues, n o hay duda de que e xiste en n o so tro s este se n tid o 920
p o r obra del alm a, cuando e l sueño im p id e que este e xista ,720
entonces, debem os p e nsa r que el alm a es perturbada
y a rroja d a fu e ra ; p e ro no toda, pues el cuerpo yacería
derram ado p o r e l ete rno f río de la m u e rte .221
E n e f ecto, cuando n in g u n a pa rte d e l alm a perm anece oculta 925
en lo s m ie m b ro s, com o se esconde el fuego, c u b ie rto p o r m ucha ceniza,
¿de dónde p o d ría el se n tid o restablecerse de repente a trayés de lo s
m ie m b ro s,

-J7Se traduce por “poleas”el sustantivo trocleas, que según OLD se refiere a un conjun­
to de poleas; Vitruvio, por su parte, en X .2.1, señala que algunos la denominan recba-
mus, es decir ''gancho ’. Asimismo, se advierte que se trata ¿e un sustantivo de origen
griego (rpojáXsía) que refiere a todo tipo de máquina, redonda o cilindrica, que sirve
para elevar objetos de gran peso. Puede encontrarse también con la forma irorhilea.
218En general, el t y m fa n a m es un tambor que sirve para levantar objetos; incluso se
trata de una máquina para elevar recipientes con agua.
219Estos versos son iguales a los hexámetros 180-182 de este mismo libro,
220Se refiere al sentido dd que habla en el verso anterior. £n eí sueño, la sensibilidad
aparentemente cesa.
22iSi bien elsueñoes semejante a la muerte, tal como lo recuerdan viejos aforismos, el
ánimo no desaparece del todo, al igual que el alma.
524 D e rervm w atvrA ' l íb e r q v a r t v s

9 05 m ultaq ue per trocle a s et tym pana po nd ere magno


com m ovcí atque le v i s u s to !lit m achina n isu .

Nunc q u íb u s ille m o d is so m n u s p e r m em bra quietem


irrig e t atque a n im i curas e pectore so lva t,
su a v id ic is p o tiu s quam m u ltís v e rsib u s edam;
910 p a rv u s u t e st c yc n i m e lio r canor, ille g ru u m quam
cla m or in a e th e ríis d isp e rsu s n u b ib u s a u stri.
T u m ih i da te n u is a u ris a nim um q ue sagacem,
ne h e rí nc g itcs quae dicam posse re tro q u e
vera re p u lsa n t i discedas pectore d icta,
915 tute m e t in culpa cum s is ñeque cernere p o ssis.
P rin c ip io so m n u s f it u b i e st d istra e rá p e r a rtu s
v is animae p a rtim q u e fo ra s eiecta re c e ssit
et p a rtim c o n tru sa m a g is concessit in a ítu m .
D is s o lu iin t u r e n im tu m dem um m em bra flu u n tq u e .
920 N a m d u b iu m n o n e st, a n im a i q u in opera s it
se n su s h ic ín n o b is, quera cum so p o r im p e d ir esse,
tu m n o b is a nim a m p e rturb a ta m esse p u ta n d u m st
eiectam que fo ra s; n o n om nem ; nam que iaceret
aeterno C orpus p e rfu su m frig o re le ti.
925 Q u ip p e u b i n u lla la te n s a n im a ip a rs rem aneret
in m e m b ris, c iñere u t m u lta la te t o b ru tu s ig n is ,
unde re c o n fla ri se n su s p e r m em bra repente
A C E R C A D E LA N ATURALEZA D t LAS C O SA S - L IB R O C U A R T O 525

y m ediante poleas'11'' y g rú a s,21®una m á q uina p o ne en m o v im ie n to


m uchas cosas de g ran peso y la s levanta con in sig n ific a n te e sfu e rzo .

Tratamiento del motivo del sueño y sus causas


A h o ra , de qué m od os e l sue ño aq uel irrig a q u ie tu d a través
de lo s m ie m b ro s y sue lta d e l pecho la s preocupaciones d e l ánim o,
lo exp ond ré en v e rso s suavem ente a rm o n io so s antes que n u m e ro so s;
com o es m e jo r e l breve c a nto d e l c isn e que aquel g ra zn id o 910
de la s g ru lla s, d isp e rso en la s etéreas nubes d e la u stro .2' 5
Tú dame suaves o íd o s y u n á n im o sagaz,
n o nieg ues que puedan suceder la s cosas que d iré y
te alejes hacia atrás con u n pecho que rechace la s verdaderas palabras,
cuando tú m ism o estás en culpa y no puedes entender. 915
E n p rin c ip io , e l sueño deviene cuando 1a energía del alm a fu e d isem inada
a través de la s a rtic u la c io n e s y, p o r una parte, cedió,, arrojada hacia fue ra
y, p o r o tra , em pujada, se re tiró m ás hacia lo p ro fu n d o .
Solo, entonces, los miembros realmente se separan y fluyen,
pues, no hay duda de que e xiste en n o so tro s este se n tid o 920
p o r obra del alma, cuando el sue ño im p id e que este e xista ,220
entonces, debem os pensar que e l alm a es perturba d a
y arrojada fu e ra ; pero n o toda, pues e l cuerpo yacería
derram ado p o r e l ete rno f r ío de la m u e rte .221
E n efecto, cuando n in g u n a parte d el alm a permanece oculta 925
en lo s m ie m b ro s, como se esconde el fuego, c ub ie rto p o r m ucha ceniza,
;d e dónde p o d ría e l se n tid o restablecerse de repente a través «ie lo s
m ie m b ro s,

21' Se traduce por "poleas” ei sustantivo trocleas, que según OLIJ se refiere a un conjun­
to de poleas; Vitruvio, por su parte, en X.2.1, señala que algunos la denominan recba-
mus, es decir “gancho”. .Asimismo, se advierte que se trata de un sustantivo de origen
griego (xfzyucM) que refiere a todo tipo de máquina, redonda o cilindrica, que sirve
para elevar objetos de gran peso. Puede encontrarse también con la forma trochilea.
218 En general, el tym panum es un tambor que sirve para levantar objetos; incluso se
trata d e una máquina para elevar recipientes con agua.
219Estos versos son iguales a los hexámetros 180-182 de este mismo libro.
22fl Se refiere al sentido del que habla en el verso anterior. En el sueño, la sensibilidad
aparentemente cesa.
221Si bien el sueño es semejante a la muerte, tal como lo recuerdan viejos aforismos, el
ánimo no desaparece del todo, al igual que el alma.
526 DE RxRYíVf NATVRA - LÍ BER Q V A RTV S

posset, ut ex igni caeco consurgere llaxnma?


Sed quibu.5 haec re b us n o v ita s c o n fía t e tu n d e
930 p e rtu rb a n anim a et C orpus languescere p o ssit,
expediam : tu fac ne vencis v e rb a p ro fu n d a m .
P rin c ip io externa C orpus de p a rte necessum est,
a e riis q uonia m v ic in u m ta n g itu r a u ris,
tu n d ie r atque e iu s crebro p u lsa rie r ic tu ,
935 proptereaque fere res omnes aut corio sunt
auc etiam conchis aut callo aut cortice tectae.
Iiiteriorem etiam partem spirantibus aer
verberar h ic ídem, cum ducitur atque reflatur.
Qnare utrimque secus cum corpus vapulet et cum
94o perveniant plagae per parva toram ina nobis
corporis ad primas partís elementaque prima,
fit quasi paulatim nobis per m enibra ruina.
Conturbantur enim positurae princípiorum
corporis atque animi. Fit utipars inde animai
945 eiciatur et introrsum pars abdita cedat,
pars etiam distracta per artus non queat esse
coniuncta ínter se ñeque motu mutua fungí;
ínter enim saepit coetus natura viasquc;
ergo sensus abit mutatis motibus alte.
950 Et quoniam non est quasi quod suffulciat artos,
debile fit corpus languescuntque omnia membra,
bracchia palpebraeque cadunt poplitesque cubanti
saepe tamen summittuntur virisque resolvunt.
Deinde cibum sequitur somnus, quia, quae facit aer,
955 haec eadem cibus, in venas dum diditur omnis,
efficit. Et multo sopor ille gravissimus exstat
A C E R C A D E LA N A TU RA LEZA D E LAS C O SA S - L IB R O C U A R TO 527

com o p o d ría re su rg ir una lla m a a p a rt ir de u n m ego no p ercep tible r


P e ro , a p a rtir de qué cosas se produce esta novedad y desde dónde
puede e l alm a p e rtu rb a rse y la ng uid ece r e l cuerpo, 930
lo e xp lic a ré : ha z que y o no esparza la s palabras a lo s v ie n to s,222
E n p rin c ip io , es necesa rio que e l cuerpo, desde su parte e x te rio r,
puesto que es tocado en su vecindad p o r la s b risa s del aire,
sea golpeado y em pujado p o r su frecuente golpe.
Y p o r eso, casi todas la s cosas están cub iertas o b ie n p o r u n cuero, 933
o b ie n p o r una concha, o una c a llo sid a d o una corteza 22j
Ta m b ié n este m ism o a ire sacude la parte in te rio r
para lo s que in sp ira n cuando es tom ado y resoplado.
P o r esta ra zó n , ya que e l cuerpo recibe golpes de un o y o tro lado
y , ya que lo s azotes n o s lle g a n a través de pequeños conductos 940
hasta la s pa rtes p rim e ra s y lo s elem entos p rim o rd ia le s d el cuerpo,
se produce pa ula tina m ente com o u n estrago a través de lo s m ie m b ro s.
P u e s, se m e zc la ro n la s d isp o sic io n e s de Jos p rin c ip io s elem entales
del cuerpo y del á n im o . A p a rtir de a llí, sucede que una parte d el alm a
se p re c ip ita hacia fu e ra y o tra pa rte, re tira d a , cede hacia adentro, 945
ta m b ié n o tra pa rte d iv id id a p o r la s a rtic u la c io n e s no es capaz
de e sta r ligada e n tre s í n i de c u m p lir con e l m o v im ie n to m utuam ente;
en efecto, la na tura le za o b stru ye la s u n io n e s y lo s ca m inos;
p o r lo ta n to , cambiados lo s m o v im ie n to s, e l se n tid o se ausenta
p ro fund a m e nte .22*
Y , p u e sto que no e xiste , p o r ejem p lo , lo que da su ste n to a la s
a rtic u la c io n e s,225 950
e l cuerpo se vuelve d é b il y to d o s lo s m ie m b ro s languidecen,
caen lo s b ra zo s y lo s párpados y, no ob stante, para e l que está acostado,
sie m p re se le a flo ja n la s ro d illa s y se p ie rd e n la s energías.
D e sp ué s, e l sueño sig u e ai a lim e nto , porque, la s cosas que hace e l a ire,
estas m ism a s la s efectúa el a lim e n to , m ie n tra s es esparcido a trayés 955
de todas la s venas. Y sob resale el sue ño aquel, con m ucho el más pesado,1
2

122Una vez mas la insistencia en la configuración del diálogo entre el yo-maestro y eí


cu-alumno.
“ ’Rsras afirmaciones no deben ser entendidas como parte de una concepción finalista.
^ Con detenimiento, Lucrecio repasa al detalle el proceso de cómo se produce el
sueño.
215El poeta enumera Jas diferentes características que se advierten en el proceso onírico.
528 D E R E R V M NATVRA - L! BER Q JfA R TV S

quem sa tu r aut la ssu s capias, q u ia p iu rim a tu rrL se


c o rp o ra c o n tu rb a n ! m agno contusa lab ore.
F it ra tio n e eadem c o n ie c tus p a rtim a n im a i
960 a ltio r atque fo ra s eiectus la rg io r e iu s,
e í d iv is io r ín te r se ac d istra c tio r in tu s t.

E t quo q u isq u e fere sru d io d e vinc tus adhaeret


aut q u íb u s in ic b u s m u ltu m su rn u s ante m o ia ti
atque in ea ra tio ne f u it contenta m ag is m ens,
965 ín so m n is eadem p lc ru m q u e v id e m u r o b ire ;
c a u sid ic i causas agere et com ponere leges,
in d u p e ra to re s pugnare ac p ro e lia o b ire ,
nautae c o n tra c tum cum v e n tis degere d u e ilu m ,
no s agere hoc autem et na tura m quaerere re ru m
970 sem per et inve nta m p a triis exponere c h a rtis.
C erera sic stu d ia atque a rtis p le rtim q u e v id e n tu r
in so m n is á n im o s h o m in u m fru stra ra tenere.
A C E R C A D E LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - I l B R O C U A RTO 529

al q u e caes saciad o o a g o ta d o , p o iq u e u n a m a y o r c a n tid a d de


c o rp ú scu lo s226*28
se d eso rd en a entonces, a b a tid a p o r el g ra n e sfu erz o .
P o r esa m ism a ra zó n , en parte, e l em puje d el alm a se to m a
m ás p ro fu n d o y m ás a b u n d a n te su e x p u ls ió n h a c ia afu era, 960
y está m ás d iv id id a e n tre s í y más separada in te rio rm e n te .

Los sueños en el conjunto de los seres animados


Y , en general, cada ano está u n id o , com o encadenado a este afán
o a las cosas, en la s que n o s d e tu vim o s m ucho antes,22'
y ia m ente estuvo entrete nid a m ás en esc ra zo na m ie nto ,
de esas m ism a s cosas, me parece, que n o s ocupam os a m enudo en lo s
sue ño s, 965
lo s abogados lle v a n adelante la s causas y redactan la s le ye s,22^
lo s generales229 luc h a n y se ocupan de lo s com bates,
lo s navegantes p ro sig u e n la g ue rra contra íd a con lo s v ie n to s,
yo ,230*s in embargo, em prendo esto y busco sie m p re la na tura le za
de la s cosas y tra s haberla d escubierto la expongo en e sc rito s pa ternos,231 970
A s í parece que, en general, lo s re sta nte s e stu d io s y la s artes232
re tie n e n lo s á n im o s de lo s ho m b res d esconcertándolos en lo s sueños-

226El sueño también se produce por el movimiento de los corpor¿t~


^Lucrecio ha anticipado entre los versos 35-40 las hipótesis en como al sueño, y de
qué manera en este ámbito onírico se hacen presentes ante los ojos humanos las repre­
sentaciones o siimdacra de las cosas.
228A partir del verso 966 basta el 970, Lucrecio compone unaenumeración o “priameN
en la que incluye los diferentes oficios humanos, equivalentes a los diversos ámbitos de
la sociedad romana. Da cuenta, entonces, de la vida forense, la militar y la comercial,
de las cuales él se distancia al referirse sobre sí mismo como un inquisidor de lascosas
de la naturaleza. No obstante, los diferentes tipos humanos se asemejan porque la ex­
periencia onírica los iguala.
^Lucrecio se vale del arcaísmo induperator por imperaSor.
¿?0En el texto, Lucrecio se vale del plural poético nos,
23í Con la expresión pasriís chartís, Lucrecio hace referencia al hecho de que escribió
en lengua latina. El sustantivo chnrta. metonímicamente conlleva el significado de
“escrito”.
232 La teoría lucreciana sobre los sueños se basa en el becbo de que se producen las
representaciones nocturnas conforme a la dedicación que se ponga en determinadas
ocupaciones. Este fenómeno no es exclusivamente humano, yaque se da también entre
los animales.
530 D E R £R V M m m s , - L IB E R Q V A RXV S

E t q uicum q ue d ie s m u ito s ex o rd in e lu d ís
a ssid ua s d e d e runt operas, p le ru m q u e víd e m us,
975 cum iam d e srite ru n t ea se n sib u s u su rp a re ,
re líq u a s tam en esse v ia s in m ente p a te n tis,
qua p o ssin t eadem re ru m sim u la c ra v e n ire .
Per m u lte s itaque illa d ies eadem o b ve rsa n tu r
ante o c u lo s, etiam v ig ila n te s u t v id e a n tu r
980 cernere sa lta n tis et m o ltia m em bra m o v e n tis
et citharae liq u id u m carmen c iio rd a sq u e lo q u e n tis
a u rib u s accipere et consessum cernere eundem
scaenaique s im u l v a rio s sp lendere decores.
IJsq u e adeo m ag ni re fe rt stu d iu m a tq u e vo lu p ta s,
985 et q u ib u s in re b us c o n su e rin t esse op era ti
n o n h o m in e s so lu m sed ve ro anim aba cuneta.
Q u ip p e vid e b is equos fo rt is , cum m em bra iacebunt,
in so m n is sudare tam en sp ira re q u e sem per
et q ua si de palm a su m m a s contendere v ir is
990 aut quasi c a rc e rib usp a te fa c tis tsaepe q u ie te t.
[999] Venantum que canes in m o lli saepe quiete
[991] ia c ta nt c ru ra tam en sú b ito vocesque repente
m ittu n t et crebro re d d uc u nt n a rib u s auras,
u t ve stig ia s i teneant in ve n ta fe ra ru m ,
995 1994] expergefactique se q u u n tu r in a n ia saepe
c e rvo ru m sim u la c ra , fugae q u a si dedita cem ant,
doñee d isc u ssis redeant e rro rib u s ad se.
A t consueta d o m i c a tu lo ru m blanda propago
999 [998] d iscute re et C orpus de té rra c o rrip e re in sta n t,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O C U A R T O 531

Y to d o s lo s que p o r m ucho s d ía s, en ord e n, entreg a ron e sfu e rzo s


c o n tin u o s a lo s jueg os,2
3
*235*vem os generalm ente que,
cuando ya esas cosas d e ja ro n d e to m a r p o se sió n d e lo s sencidos, 975
io s cam inos dejados, no ob stante, están a b ie rto s en la m ente,
p o r donde p o d ría n e n tra r esas m ism a s re presentaciones de la s cosas.
Y a sí, p o r m uc ho s d ía s, a q ue lla s m ism a s cosas so n observadas
delante de lo s o jo s, tam bién estando en v ig ilia , de m anera que parecen
d is tin g u ir a lo s danzantes y a lo s que m ueven su s ág iles m ie m b ro s • 980
y re c ib ir en lo s o íd o s e l canto lím p id o de la c íta ra y la s cuerdas locuaces,
y p e rc ib ir a esa m ism a concurre ncia y, a l m ism o tie m p o ,
parecen resplandecer la s variadas decoraciones de la escena.
H a sta ta l punto re su lta n de im p o rta n c ia e l afán (p o r algo) y e l placer,
y la s cosas en la s que se han acostum brado a ocuparse, 985
n o so lo lo s ho m b res sin o , en verdad, to d o s lo s se res anim ados.
V e rá s, cierram ente, a lo s fu e rte s caballos, cuando su s m ie m b ro s yacen,
sud a r, s in em bargo, en sueño, y jadear sie m p re
y, com o s i (fu e ra ) p o r una palm a, te n sio n a r a lo m á xim o su s fu e rza s
o como s i, después de haberse a b ie rto las b a rre ra s,
fa m enud o p o r e l descanso!234 990
y , a m enudo, lo s p e rro s de lo s cazadores a rro ja n su s patas235 [999]
súb ita m e nte , (estando) s in em bargo en e l suave descanso y em iten
la d rid o s [991]
de m anera re p e n tin a y re tra e n el a ire a su s hocicos,
com o s i h u b ie ra n encontrad o la s h u e lla s de la s fie ra s,
y habiéndose despertado sig u e n frecuentem ente lo s vanos 995 [994]
sim u la c ro s de lo s c ie rvo s, como s i (lo s ) d istin g u ie ra n entregados a la fuga,
hasta que vuelven en s í una ve z que se desvanecieron lo s e rro re s.
Y la blanda p ro g e n ie de lo s c a c ho rro s, acostum brada en ia casa,
in s is te n 256 en sa lta r y le va n ta r e l cuerpo d el su e lo 999 [998]

233Lucrecio hace referencia a los denominados ludí scaenki, de tradición ctrusca, que
fueron asimilados por los romanos para acabar con una peste que asolaba a la ciudad,
en el siglo IV a.C. Estos juegos incluían, tal como señala el texto lucreciano, mimo,
danza y música, además de representaciones teatrales.
25,BAiLEY (1947), yol. I, p. 412, repone la versión dada por los manuscritos OQ.
En las ediciones de Lachmann y Munro, tal como Bailey señala en el aparato critico,
pueden encontrarse otras versiones, pero el pasaje no fue resuelto.
135El orden de los versos 991-999 fue restituido en la edición aldina.
23íLa concordancia del verbo en plural obedece a la relación gramatical que se estable­
ce con el sustantivo catularum.
532 D e KJ;.K'VJ'yi - LtBER í^VAR^AS A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O C U A R T O 533

10 0 0 [ ia c t a n t c ru r a to rn en s ú b ito v o c isq u e re p e n te [y, a m e n u d o , los p erro s d e lo s c a z a d o re s a rr o ja n sus p a ta s 1°°°


r n it m n t e t c r e b r o re d d u c u n t n a r ib u s auras sú b ita m e n te , (e s ta n d o ) s in e m b a r g o en el su-ave d ese a n so y e m ite n
u t v-estigia si te n e a n t in v e n ta í e ra ru m , la d rid o s
e x p e r g e fa c tiq u e s e q m m tu r in a n ia saep e] d e m a n e ra r e p e n tin a y re tra e n el a ire a sus h o c ic o s ,
p r o in d e q u a s i ig n o ta s fa c ie s a rq u e o r a tu a n tu r. c o m o s i h u b ie r a n e n c o n tr a d o ia s h u e lla s d e la s fie r a s ,]23''
1005 E-t q u o q u a e q u e m a g is s u n t a sp e ra s e m in io r u m , d el m is m o m o d o q u e o b s e r v a r a n figu ras y ro s tro s d e s c o n o c id o s .
ta m m a g is in s o n m is e a d e m sae'.,.rire n e c e ss u s t. Y c u a n to m ás a m e n a z a n te s s o n a lg u n a s d e las razas, 1005
A t v a iia e f u g iu n t v o lu c r e s p in n is q u e re p e n te t a n t o m á s r e s u lta n e c e s a r io 237238 q u e e sa s m is m a s se e n fiir e z c a n e n su e ñ o s.
s o llic ita n t d iv u m n o c t u r n o te m p o re lu c o s, P e ro , aves v ariad as h u y e n e in q u ie ta n r e p e n tin a m e n te lo s b o sq u e s
a c c ip itre s s o m n o in íe n i si p r o e lia p u g n a s sag rad o s239 d e los d io s e s c o n sus p lu m a s240 d u ra n te el tie m p o d e la n o c h e ,
10 10 ed e re s u n t p e x s e c ta n te s v is a c q u c v o la n te s . si e n su s u e ñ o liv ía rio les p a re c e q u e u n o s g av ilan es p ro v o c a n
P o r ro h o m in u m m e n te s , m ag n is q n a e m o tib u s e d u n t c o m b a te s y b a ta lla s p e rs ig u ié n d o la s m ie n tr a s v u e la n . 10 10
m a g n a , itid e m sa ep e i n s o m n is fa c iu n tq u e g e ru n tq u e , N u e v a m e n te , las m e n te s d e lo s h o m b r e s , q u e p r o d u c e n co sa s g ra n d es
reg es e x p u g n a n t, c a p iu n tu r, p ro e lia rn is c e n t, p o r m e d io d e g ran d es m o tiv a c io n e s ,241 a m e n u d o , e n fo r m a re p e tid a ,
to liu n t c ia m o r e m , q u a s i si iu g u le n tu r, ib id e m . n o s o lo las h a c e n , sin o ta m b ié n las e je c u ta n e n lo s su e ñ o s :
1015 M u lt i d e p u g n a n t g e m itu s q u e d o lo r ib u s e d u n t l o s re y es v e n c e n , s o n c a p tu ra d o s, se u n e n a la s b a ta lla s ,
e t q u a s i p a n th e r a e m o r s u saev iv e le o n is e le v a n u n c la m o r, c o m o si fu e r a n d e g o ü a d o s a llí m is m o .
m an d an tu .r m a g n is c ia rn o rib u s o m n ia c o m p le n t. M u c h o s c o m b a r e n y e m ite n g e m id o s a c a u sa d e lo s d o lo re s 1O15
y, c o m o s i a m o r d is c o s d e u n a p a n te r a o d e u n salvaje le ó n
fu e r a n d ev o ra d o s, lle n a n t o d o c o n g ra n d es la m e n ta c io n e s .

237 BAILEY {1947), vol. I, p. 414, señala que los versos 1000-1003 equivalen a los
hexámetros 992-995 (991-994). MUNRO, vol. II, p. 22, justifica el problema que se
advierte en la numeración de los versos, tal como ocurre en este pasaje. Este último afir­
ma que este desorden se debe al hecho de que los antiguos copistas omitían por error
versos y, cuando advertían, la omisión, colocaban el verso en otro lugar, o bien, en la
posición finai de la hoja. Estas transposiciones se repetían de copista a copisra; algunas
veces, uno o más versos se repetían después del verso desplazado.
2=¡- El adverbio que aparece junto con el verbo est, al finalizar el verso, constituyendo
una elisión o sinalefa puede ser necesse o bien, como aparece en este caso, necessum o
nccessus.
El sustanrivo lucus es un término técnico que pertenece al ámbito de la lengua re­
ligiosa con el sentido de “bosque sagrado”. Por lo tanto, podría resultar redundante
por parte del poeta haber agregado la pertenencia de este bosque a los dioses. Cf.
ERNOUT-MEILLET (200L 368).
i4DMetonimia por alas.
24 El término moI's, del verbo nnurJ^eo, puede entenderse como estímulo provocado por
una emoción, ya que d sueño no puede someterse a las normas de la conducta racional.
534 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q v a r x v s

M uí ti de m agn is per som num rebu8loquuntur


ind icio que suí ia c ti petsaepe fuere.
1 0 2 0 M u lti m o rtem obeunt. M u k i, d em o n tib u s altis

ut qui praecipitent ad terram corpore toco,


exterruntur et ex somno quasi m entibu’ capíi
v ix ad se redeunt perm oti corporis aesíu.
Flum en item sitiens aut fontem propter am oenum
1 0 2 5 assidet et to tu m prope faucibus occupat am nem.

Puri saepe lacum pro p ter si ac d o lía curta


somno devincti credunt se extollere vestem,
totius nm orem saccatum corpori’ fundunt,
cum Babylonica m agnifico splendore rigantur.
1030 Tum qui bus aetatis freta p rim itus insinuatux
semen, ubi ipsa dies m em bris m atura crcavit,
conveniunt sim ulacrafo ris e corpore quoque
nun tia praeciari vultus pulchrique colorís,
q u i ciet irritans lo ca tú rgid a semine m ulto,
1035 ut quasi transactis saepe om níbu’ rebu’ p rofundant
Humini s ingcntis fluctus vcstcm quc cruentent.

Sollicitatur id <in> nobis, quod di xi mus ante,


semen, adulta actas cum primum roborat artus.
Namque alias aliud res commoret atquclaccssit;
a c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - Lib r o c u a r t o 535

M uchos hablan de grandes cosas2'*2 durante el sueño


y m u y a m enudo dieron in f orm ación sobre sí mism os.242243
M uchos ponen resistencia a 1a m u erte; muchos, aunque 10 2 0

de m anera supuesta se precip itan a tierra desde los altos montes,


se consternan con todo el cuerpo y, com o si capturados p o r la mente,
apenas vuelven en sí desde el sueño conm ovidos por el ardor del cuerpo.
De ig u al forma, un sediento se detiene junto a un río o un a fuente
encantadora y casi tra g a con todas sus fauces la corriente (de agua).244 10 2 5

Frecuentem ente los inocentes,245 atrapados por el sueño, creen


que ellos levantan su ropa jun to a un pozo y recipientes cortados,
derram an el lía u id o sacado de todo su cuerno,246
cuando se m ojan los tapices babilónicos de m agnífico esplendor.
Entonces, a estos se insinúa el semen por las energías de la edad 1030
por prim era vez, cuando el tiem po las hizo m adurar en los miem bros,247
se encuentran tam bién los sim ulacros desde afuera del cuerpo
como mensajeros de un rostro glorioso y de un bello color,
que, al excitarlos, m ueve lo s espacios inflam ados por m ucho semen,
como si a m enudo, llevadas todas las cosas24* h asta el final, derram aran 1035
las corrientes de un enorm e río y m ojaran la ropa.

Acerca de la fisiología del amor


Se inquieta <en> nosotros ese sem en, que mencionam os
antes, cuando la edad adulta vigo riza prim ero los m iem bros,249
En efecto, u n a cosa conm ueve y excita a las otras;

242Por razones métricas se produce la caída de Ja “s~en la palabra reb u s .


243Lucrecio vuelve a insistir en el Lecho de que, en el sueño, no hay control sobre el
individuo y se revela aquello que se guarda en el subconsciente.
244A través del uso de la hipálage, Lucrecio hiperboliza e< deseo del que, sediento en
sueños, cree introducir en su bocatodoelfiujodelaguaquemanadediferentes fuentes.
245 Con la denominación de purt, Lucrecio hace referencia a aquellos que se carac­
terizan por la ausencia de prejuicios morales, quizás aluda a los niños o a le» que se
comportan como tales, libres o inconscientes de las limitaciones impuesras por los
controles sociales.
246Nuevamente se produce la omisión de la “s” por razones métricas.
247 Lucrecio suma al ámbito de lo onírico la polución nocturna del semen como un
ejemplo más de la casuística que viene desarrollando. Esto demuestra la incapacidad de
refrenarlo por ausencia de k conciencia.
243Dos ejemplos contiguos de “s” caduta.
2*5Literalmente se refiere alas articulaciones-
536 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q ja r t v s

1040 exh o m in e hum anum semen ciet un a hom inis vis.


Q uod sim ul atque suis eíectum sedibus exit,
p er rnem bra arque artus decedit corpore toto
in loca conveniens nervoriim certa cietque
continuo partís gen italis corporis ipsas,
1045 Irrítata tum en t lo ca sem ine fitque voluntas
eicere id quo se co n tendit dirá libido,
[in citat irritans loca túrgida sem ine m ulto]
idque petit corpus, mens unde est saucia am ore.
N am que omnes plerum que cadunt in vulnus et illam
1050 em icat in partem sanguis unde icim ur ictu,
et si com m inus est, hostem ruber o ccup at umor.
Sic ig itu r Veneris q u i telis accip it ictus,
sive puer membris m uíiebribus hunc íaculatur
seu m ulier toto iactans e corpore am orem ,
1055 unde feritur, eo tendit gestitque coire
et iacere um orem in Corpus de corpore duetuin.
N am que voluptatem praesagit m u ta cupido.
H aec Venus est nobis; h iñ e autem st nom en amoris,
hiñe illaec p rim um Veneris dulcedin is in cor
10 6 0 stillavit gu tta et successit frígida cura.

N am si abest quod ames, praesto sim ulacra tam en sunt


A C E R C A DE LA N ATURALEZA D E LAS CO SA S - L IB R O C U A R T O 537

a l semen hum ano (procedente) de un hom bre, únicam ente una fuerza
hum ana lo pone en m ovim iento, 1040
En cuan to este sale arrojado de su(s) sitio(s),
se retira de la totalidad del cuerpo a través de Jos m iem bros y las
articulaciones,
convergiendo en lugares determ inados de los nervios y excita
en form a continua esas mismas partes genitales del cuerpo,
Irritados, los lugares se hinchan de semen y aparece la voluntad 1045
de arrojarlo hacia donde contiende un violento deseo,
[al excitarlos, mueve los espacios inflam ados p o r mucho sem en,]250
y el cuerpo busca eso, a p artir de donde la mente ha sido dañada por el
amor.
Pues, en general, todos se precipitan h acia la herida251y la sangre brota
en aquella p arte desde donde somos heridos por el golpe, 1050
y si está cerca252, el hum or rojo cubre al enem igo.
Así, por lo tanto, el que recibe los golpes a través de las flechas de Venus,
o bien si un n iñ o con m iem bros fem eninos se arroja a este (el am or),
o bien si una mujer lanzando el amor desde su cuerpo entero
tiende hacía eso, a p artir del cual es herida, y está im paciente por unírsele 1055
e im pulsar el humor, conducido desde su cuerpo a (otro) cuerpo;
p o r lo tanto, el m udo deseo presagia el placer.
Nosotros tenem os esta Venus;253 de aquí, sin em bargo, es el nombre
d el amor,
de aquí, en prim er lugar, aquella gota de la dulzura de Venus destiló
hacia el corazón y siguió un a preocupación de hielo. 10 6 0

E n electo, si está ausente lo que amas,254 a m ano están, sin embargo,

■““El verso 1047 es considerado igual al hexámetro 1034: q u i c i d írrita n s lo ca tú r g id a


s e m in e m u lto (“el que, irritando, conmueve los lugares hinchados por mucho semen”).
No obstante, existe una diferencia ya que el verso repetido comienza con in cita /, Cf.
BAILEY (1947), vol. I, p. 416.
251MUNRO, vol. II, p. 310, entiende que eisintagma in v u ln u s ts ambiguo de manera
intencional, ya que puede entenderse que se trata de la herida misma o bien de la que
ocasiona el sufrimiento.
2,2Es decir, ‘ a la mano”.
253Lucrecio parece establecer una diferencia con la Venus Invocada ai comienzo del
poema; nuevamente establece una relación entre Venus y la v o lu p ta s entendiéndola
en este contexto con el sencido de placer. Se puede proponer otra traducción: “Este (el
placer) es Venus para nosotros”.
254Se trata de una corrección de Lachmann en lugar de aves.
538 D E R ER V M N A TV R A - L IB E R QJÓARTVS

Jllius et nornen dulce obversatur ad auris.


Sed fugitare decec simufacra et pabula amoris
absterrere sibi atque alio convertere mentem
1065 et lacere umorem collectum in corpora quaeque
nec reciñere, semel conversum unius amore,
et servare sibi curam cercumque dolorem.
Ulcus enim vivescit et inyeterascit alendo
inque dies gliscit furor atque aerumna gravescit,
1070 si non prima no vis conturbes vulnera plagis
vulgivagaque vagas Venere ante recentia cures
aut alio possis anim i tradúcete motus.
Nec Veneris fructu caret is qui vitat amorem,
sed pocius quae sunt sine poena commoda sumit.
1075 Nam certe purast sanis magis inde voluptas
quam miseris. Etenim poüundi tempore in ipso
fluctuar incertis erroribus ardor amantum
nec constanc quid primtun oculis manibusque fruantur,
Quod petiere, premunt arte faci untque dolorem
1080 corporis et dentisínlidunt saepe labellis
osculaque adfligim t, quía non est pura voluptas
et stim uli subsunt qui instigan! laedere id ipsum
quodcumque est, rabies unde illaec germina surgunt.
Sed leviter poenas frangir Venus ínter amorem
1085 blandaque refrenar morsus adm ixta voluptas,
Nam que in eo spes esc, unde est ardoris origo,
restingui quoque posse ab eodem corpore Hammam.
Quod fieri contra cocum natura repugna!;
unaque res Lace est, cuius quam plurirna habemus,
A C E R C A DE LA N A TURALEZA DE LAS CO SA S - L IB R O C U A R T O 539

los simulacros de aquel y .se m uestra a los oídos su dulce nombre,


Pero es conveniente h uir de los simulacros y abstenerse
de los alim entos del am or y volver la m ente h acia otro (objeto)
y arro jar el liquido reunido a cualquier cuerpo 1065
y no retenerlo, usado una vez por el am or a uno solo,
y guardar para sí la preocupación y un dolor determ inado.
Entonces, la llag a se aviva y se torna an tigua al alim entarla
y el furor se acrecienta d ía a día y se agrava la pena,
si no puedes borrar las p rim eras heridas con nuevos golpes2’5 S070
v antes curar las recientes, errático, con la vagabunda Venus256
o puedas trasladar los m ovim ientos d el ánim o a otro (otra cosa).
Y no carece del fruto de Venus ese q u e evita a l amor,
sino que antes elige las cosas placenteras que existen sin dolor,2’7
pues, ciertam ente, a p artir de allí, el goce es m ás p u ro para los sanos258 1075
que p ara los m íseros.259 Y, en verdad, en el m om ento mismo de la
posesión,
fluctúa el ardor de los am antes a causa de vagabundeos inciertos
y no h ay certeza de qué disfrutan prim ero, con los ojos o con las manos.
L o que ellos obtuvieron, lo aprietan con firm eza y provocan do lo r
al cuerpo y a m enudo golpean los dientes co n tra los pequeños labios 10 8 0

y los besos lastim an, porque no es puro el placer


y subyacen estím ulos que instigan a dañar a eso m ism o,
cualquiera que sea, de donde surgen aquellos gérmenes260 de la rabia;261
pero Venus suspende levem ente los castigos durante el amor
y la blanda voluptuosidad entrem ezclada refrena los mordiscos. 1085
En efecto, h ay esperanza en eso, de donde procede el origen del am or,
que la llam a pueda tam b ién ser apagada por ese m ism o cuerpo.
Pero, la naturaleza protesta que todo le resulta en contra;
y la única realidad es esta, cuando tenemos m uchísim as cosas,

■ El sustantivop b i g i s puede referirse también a ios efluvios que emanados de un cuer­


po pueden penetrar en otro de estructura porosa, conforme a la teoría democrítea de
las emanaciones que provocan todos ios objetos.
ísíMUNRO, vol. II, p. 311, considera que se trata de una innovación léxica y que
Lucrecio estaría refiriéndose a la Aépo§ÍT?| "■évoK.yo;, es decir, común o vulgar.
7j‘Literalmente: “que existen sin castigo”.
2,s “Sanos de mente” según la farmacopea epicúrea.
259En este caso, para aquellos que sufren a causa del amor.
2t0El amor pasión es considerado una enfermedad y desde esa perspectiva es explicado.
1(1 Utiliza d genitivo arcaico de la quinta declinación (ra b ies), que aparece en Ennio.
540 D E RERViVi Na T V R A - L ÍB E R Qi-'ARTV'S

)090 tam m agis ardescit dirá cuppedine pcctus.


N am cihus a tq u eu m o r membris assum ítur intus;
quae quoniam certas possunt obsidere partis,
hoc facile expletur laticum irugum que cupido.
E x lio m in is ve ro facie p u lc h ro q u e colo re
1095 n il d a tu r in C orp us p ra e te r siin u la c ra fru e n d u m
te n via ; quae vento sp es raptat saepe m ise lla .
U t bibere in som nis sitiens cum quaerit et um or
non datur, ardorem q u i m em bris stinguere possit,
sed laticum sím ulacra p etit frustraque laborat
1100 in m edioque sitit torrenti ilu m in e potans,
sic in am ore Venus sim ulacris lu d it am antis
nec satiare queunt spectando corpora coram
nec m anibus quicquam teneris abradere membris
possunt errantes incerti corpore roto,
1105 D e n iq u e c um m e m b ris c o lla tis flo re fru u n tu r
aetatis, ia m cum p ra esa g it gaudia C orpus
atque in e o st V e nus u t m u lie b ria conserat arva,
a d fíg u n t avide C orpus iu n g u n tq u e sa liva s
o ris et in sp ira n t p ressa ntes d e n tib u s ora,
1110 nequiquam , q u o nia m n ii in d e abradere p o ssu n t
nec penetrare et a b lre in C orpus corpore to to ;
nam facere in te rd u m ve iie et certare v id e n tu r:
usq ue adeo cupide in V e n e ris com pagibus haerent,
m em bra v o lu p ta tis d um v i labefacta liq u e sc u n t.
1115 Tándem ubi se eru p it nersds co llecta cupido,
p arva fit ardoris violenti pausa parum per.
Inde redit rabies eadem et furor ille revisit,
cum s ib iq u id cu p ian t ipsi contingere quaerunt,
nec reperire m alum id possunt quae m achina vincat:
1120 usq ue adeo in c e rti tabescunt v u ln e re caeco.
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e la s c o s a s - l ib r o c u a r t o 541

entonces, e i pecho de u n o arde m ás a causa, de un deseo262*fu rio so . 1090


Pu e s, la com ida y e l líq u id o so n a b so rb id o s d e n tro p o r io s m ie m b ro s;
ya que estas cosas pueden ocupar pa rtes determ inadas,
p o r e sto /6' e l deseo de líq u id o s y fru to s es saciado fácilm ente,
Pero, del rostro de un hom bre y de su bello color
nada le es dado al cuerpo, excepto d e l d isfru te de tenues KAU
s i m ula cros; a m enud o esta p o b rec ita esperanza es arrebatada p o r el
vie n to .
C o m o el se d ie nto , cuando tra ta de beber en sueños y el liq u id o
n o le es dado, para p o d e r e x tin g u ir e l a rd o r en lo s m ie m b ro s,
pero busca im ágenes de agua(s) y se afana en vano,
y, en medio del torrente, tiene sed m ientras está bebiendo en el río, ROO
así, en el amor. Venus entretiene a los am antes con sim ulacros
y no son capaces de saciar(se) observando los cuerpos en persona,
n i con las manos ellos pueden arrancar algo de los tiernos miem bros,
m ien tras vagan carentes de certidum bre p o r todo el cuerpo.
Fin a lm e n te , cuando d isfru ta n en la flo r de ia edad, re u n id o s J105
lo s m ie m b ro s, ya cuando el cuerpo presagia io s goces
y en eso está Venus p ara sem brar los campos fem eninos,264
ju n tan con avidez el cuerpo y unen las salivas
de la boca y soplan las bocas que aprietan'con los dientes,
en vano, y a que nada pueden sacar de allí, 31 lo
n i p e ne tra r en. e l cuerpo n i alejarse de todo el cuerpo;
en efecto, parece que, e ntre ta nto , q u ie re n hacerlo y e ntra n en d isp u ta :
a ta l p un to se retienen ansiosam ente en ios lazos de Venus,
m ientras los m iem bros se disuelven deshechos por la vio len cia del placer.
Fin a lm e n te , cuando e l deseo concentrado en lo s n e rv io s b ro ta , 1115
ai in sta n te , la pausa de u n a rd o r v io le n to se vue lve pequeña.
Entonces, reto rn a esa m ism a rabia y el furor aquel se ve una vez más,
cuando ellos m ism os se preguntan qué cosa desean encontrar,
y no pueden descubrir qué m aquinación vence ese m al:
a ta l punto, desconcertados, se descom ponen a causa de una h erida
im p e rc e p tib le . 1120

262Lucrecio se vale aquí de ¡a forma arcaica del sustantivo cupido.


2S3£1 uso del pronombre demostrativo con sentido adverbial.
El poer.r se vale de una meráfora agraria para hacer referencia ai acto de fecundación'
al unirse los cuerpos.
542 DE R E R V M NATVRA - L IB E R QVARTVS

Adde quod absumunt viris pereuntque labore,


adde quod alterius sub nutu degitur aeras,
Labitur interea res et Babylonicafiunt,
languent o fic ia arque aegrotat fama vacíilans.
5 fU nguencatet pulchrain pedibus Sicyonia rident
scilícet et grandes viridi cum luce zmaragdi
auro includuntur teriturque thalassina vestís
assidue et Veneris sudorem exercita potar.
Et bene parta patrum fiunt anademata, mitrae,
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - l ib r o c u a r t o 543

El amor como causa de ruina física, moral y económica


Agrega que (ellos) consumen sus fuerzas y perecen a causa del
esfuerzo,2*3
agrega que se vive bajo el poder1*15de otro,
entretanto se desliza la fortuna y se vuelven tapices babilónicos,267
languidecen las obligaciones y se enferma la fama que tambalea.268
A esta,267 le sonríen en los pies tíos ungüentos!270 y las hermosas
sandalias de Sición271 1125

evidentemente, y grandes esmeraldas272 con verdeante luz


son engarzadas en oro y e s usado constantemente el vestido
de color marino275 y tras haberse ejercitado bebe el sudor de Venus.
Y las buenas ganancias de los padres se vuelven diademas,27'1mitras,275

^ Lucrecio estigmatiza el amor, ton virtiéndolo en causa, no solo de la m in a física sino


también de la económ ica. C£ C arm en 51 de Cam lo, cuando la voz lírica, irónicamente,
se refiere al otíum lujurioso, en oposición al decoroso del que debe bacer uso el sabio.
^ L ite ra lm e n te “el nudo de poder".
3:7 F.1 poeta, no ajeno a una m irada romana, señala cuáles son las regiones orientales
y griegas consideradas como m etrópolis del lujo y los excesos, opuestos al sistema de
vida epicúreo.
En cuanto al p articipio vadllans, este es leído así por M aruílo; en cambio, en la
corrección de los códices 0 (X aparece vigilares.
7 ‘ L a m ujer es descripta negativam ente como amante p o rse r quien exige toda suerte
de caprichosos enseres. M U N R O , vol. II, p. 312, interpreta que .se rrara de la am ica,
característica de la poesía simposíaca, pero admite la im posibilidad de determ inar el
género del pronombre.
27t>BAILEY (1947), vol. I, p. 420, estim a que en este verso existe un pasaje sin re ­
solución, en su caso conjetura ungüenta., qu e modificaría la traducción. La conjetura
aparece en los códices OQ, que Lachmann cam bia por argenium..
271 Sición es una ciudad griega, situada en la región del Peloponeso, entre las ciudades
de C orinto y Acaya, destacada por su arte escultórico y pictórico.
271 E n estos versos, que constituyen, un catálogo de las perdiciones a las que pueden
someterse los amantes, Lucrecio acumula un número im portante de palabras de origen
griego o que incluyen gransmos helénicos, o bien que hacen referencia a objetos de
tal procedencia como: Babylordca, Sicyonia. zmaragdi, thalassina, anademata? mitra,
paílam, Alidensia, C'ta.
¿73L ucrecio se vale de la form a thalassina y n o thalassica. H ay registros plaudnos acerca
de esta tonalidad, que se acercaría a otra form a de purpura.
274Se trata de una banda que adornaba la cabeza.
275 Para esta casuística de los males d e l amor, e l poeta se vale de tópicos extraídos de la
comedia e, incluso, alude a las máscaras cómicas, específicas de la com edia nueva que -
funcionaron como fuentes p ara la com edia romana, particularm ente la plautina y la
544 DE RERVM NATVRA - LIBER QVARTV3

1 1 30 in te rd u m ín p a lla m atque Á lid e n sia C laq ue v e rm n t,


E x im ia veste et v ic tu c o n vivía , lu d í,
pocula crebra, ungüenta coronae se rta p a ra n tu r,
ne q uiq ua m , q u o nia m m e d io de fo n te le p o ru m
s u rg ir a m a rí a liq u id quod in ip s is flo rib u s angat,
1135 aut c u m c o n sc iu s ip se a n im u s se fo rte re m o rd e t
d e sid io so agere aetatem íu stris q u e p e rire ,
a ut quod in am biguo ve rb um iaculata re liq u it
quod c up id o a d fixn m c o rd i v iv e sc it u t ig n is ,
aut n im iu m iactare oculo s a lium ve tu e ri
114o quod p uta t ín v u ltu q u e v id e t ve stíg ia ris u s .

A tq u e in am ore m ala haec p ro p rio sum m eque secundo


ín v e n iu n tu r; in adverso vero atque in o p i su n t,
pre nd e re quae p o ssis o c ulo xum lu m in e o p e rto ,
in n u m e ra b ilia ; u t m e liu s v ig ila re s it ante,
n 4 s qua docui ra tio n e , cavereque ne in lic ia ris .
N a m v ita re , plagas in a m o ris ne ia c ia m ur,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O C U A R TO 545

algunas veces se vuelcan a l m anto276 y la s tela s de A lin d a 277 y Q m o s.278 1130


Con se lectos m anteles y via nd as se preparan banquetes, juegos,279
copas abundantes, p e rfu m e s, c o ro na s, g u irn a ld a s,280
en va no ,31 p uesto que surg e del m edio de la fue nte de lo s goces
algo amargo para provoca r to rm e n to e n tre esas m ism a s flo re s,
o, cuando ese m ism o á n im o se rem uerd e q u izá s consciente 1135
de que pasa la vid a con d e sid ia y que perece en b á rd eles,232
o, porque (e lla ) a rro já n d o la 283 dejó una palabra en se n tid o am biguo
que arde como e l fuego fijad a a u n c o ra zó n anhelante,284
o, p o rq ue p ie nsa que la n za su s o jo s en dem asía, o
que m ira a o tro , y ve en e l ro s tro lo s v e stig io s de la risa ,2fc 114o

Precauciones en torno al amor: catálogo de sus males


Y ta m b ié n se producen estos m ales en u n am or m esurado y sum am ente
fa vora b le; pero* en uno adverso y po bres son
in n u m e ra b le s lo s que p o d ría s a d v e rtir, con la lu z apagada
de lo s o jo s, aunque se ría m e jo r v ig ila r antes, p o r m ed io
de lo que te enseñé eon ra zó n , y precaverse para que no seas a tra íd o. i 145
E n efecto, e v ita r, para que no seam os a rro ja d o s a lo s golpes d e l am or.

terenciana, cales como el adulescens y el senex. El sintagma beneparta.patrum aparece,


con pequeñas variantes, en Ter., Pbarm .1% % .
276A lude al manto griego, por el cual 1a com edia se denom ina palíiata.
277A linda es una ciu dad d e C aria: sin embargo, los editores no resuelven cómo escribir
el topónimo. C£ BALLET (1947), v o l I, p. 420.
^ L u c te c io sigue a Varrón, quien confúndela ciudad de C eo sp o r Cos, cuyas telas eran
famosas. C f.M U N R O , vol. II,p . 312.
2T9Iuicia aquí la descripción d é l a cultura urbana, propia de las élites, como parte de
la aculturación griega qu e com ienza a desarrollarse en R om a tras las Guerras Púnicas,
desde mediados del s. III a.C.
280 C f. Plaut., Asín. 803-804: Tum sí aranas ^ serta., ungüenta iusierit/ anciílam ¿erre
Veneri aut Cupídini ('‘Entonces si hubiera podido ordenar que la esclavita llevara/ a
Venus o a Cupido coronas, guirnaldas, p erf uoies”).
m Lucrecio insiste en la vanidad de los placeres de la luxuria que, en el L. V, estarán
representados como parte de la evolución de la culturahum ana,
282Se alude a lugares destinados al vicio, que rem iten al fango y la inm undicia,
283Entre los sentidos del verbo hzculor se encuentra el de “lanzar palabras^
2s4M U N R O : vol. I, p. 203, traduce "enfermo de amor".
285 El poeta continua aplicando la teoría de los effiu via que influyen en la patología
erótica.
546 D E R E R V M N A T V R A - LEBER Q V A R T V S

non ita diíficile cst quam captam retibus ipsis


cxire et validos Véneris perrumpere nodos.
Et tamen implicitus quoque possis i.nque peditus
1 1 5 0 effugere infestum, nisi tute tibi obvius obstes

et praetermittas anim i vitia omnia primum


aut quae corporf .sunt eius, quam praeperis ac vis.
Nam faciunt domines plemm que cupidine caeci
et tribuunt ea quae non sunt his commoda vere.
1155 M ultimodis ígitur pravas turpisque videmus
esse in deliciis summoque in honore vigere.
A tque alios alii irrident Veneremque suadenx
ut placent, quoniam foedo adflictentur amore,
nec sua respiciunt miseri m ala maxima saepe.
1160 Nigra m eliclm is est, im m unda et fétida acosmos,
caesia Palladium, nervosa et lignea dorcas,
párvula, pumilio, chariton m ia, tota merum sal,
magna atque iinmanis cataplexis plenaque honoris.
A c e r c a d e la . n a t u r a l e z a d e i a c c o s a s - L i b r o c u a r t o 547

no es difícil, así como, una vez capturado en sus mismas redes,


salir y romper los robustos nudos de Venus.
Y, aun amarrado e impedido,Í8S podrías también huir
del enemigo, a menos que tú mismo oponiéndote lo impidas 1150
y permitas pasar, en primer lugar, todos los vicios del ánimo,
o las cosas que son propias del cuerpo de esa,287 a la que buscas y
quieres.288
En efecto, los hombres hacen esto289 generalmente como ciegos a causa
del deseo
y se aplican a esas cosas que, en verdad, no son ventaj osas para ellos.290
Por lo tanto, vemos que (ellas), corruptas y repulsivas de muchas maneras, 1155
están entre delicias y viven en el más alto honor.
Y también unos se ríen de otros y sugieren complacer291
a Venus, porque son maltratados por un feo amor,
y los míseros no advierten sus males, los mayores a menudo.
La negra es del color de la miel;292 la inmunda y maloliente, desarreglada, 1160
una glauca,293 imagen de Palas; la fibrosa y de madera, una gacela;294
lapequeñita, la enana, “una de las gracias')295 toda sal sin mezcla;
la grande y también corpulenta, una pieza prodigiosa y plena de honor.

^ T m e sis p o r impedía us\ inquepeditus.


'n En el sustantivo corporis se ha producido el fenómeno denominado Y caduta, que,
en latín vulgar y arcaico, ocurre tras vocal breve ante inicial consonántica de la palabra
posterior. Esto tam bién se advierte, entre otros, en C atulo y Plauto-
288El hexámetro 1152 presenta diferentes conjeturas. C f. BAILE Y (1947), vol-L p. 420.
289M unro sugiere esta traducción p a ra Nam fa ciim t, C f. voL II, p. 313.
2Í®Literalm ente “p ara estos”.
291 Lucrecio utiliza modo indicativo en la proposición subordinada introducida por u t.
292 Una vez más, en esta p arte d el catálogo sobre los males representados por diferentes
tipos femeninos, el poeta recurre a palabras de origen griego: m elicbrua, ¿icosmos, ¿(or­
eas, cbariíoH m ía, cataplexis, trau iiz i. A su vez, se suman voces com o Palleidiiam ., que es
el nom bre de un a estatua de A tenea, y Lam petditam , cuyo significado es antorcha pero
es utilizado como sobrenombre femenino. Asim ismo, en cuanto a este catálogo m isó '
gino, Lucrecio fue im itado por O vidio, enA rs 11.657 y ss., y por M oliere, en A fe II.5-
2?JLa diosase caracterizaba por el color zarco d esús ojos.
294Dorc¿is es un térm ino que aparece en L ucrecio y en M arcial 10,65.13-
299 El sintagma está en griego.
546 D e r e r v m n a t v r a . - l íb e r q v a r t v s

non íta difficile est quam captura retibus ípsis


exire et validos Veneris perrumpere nodos,
Et tamen im plicitus quoque possis inque peditus
1150 effugere ínfestum, nisi tute ribi obvius obstes
et praetermíttas animi vitia ornnia primurn
aut quae corporf sunt eius, quam praepetis ac vis.
Nam faciunt homines plerumque cupidine caeci
et tribuunt ea quae non sunt his commoda vere-
1155 Multimodis igitur pravas turpisque vídemus
esse in deliciis summoque in honore vigere.
Atque alios alii írrident Veneremque suadent
ut placent, quoniam foedo adüictentur amore,
nec sua respiciunt miseri mala maxima saepe.
116o N igra melichrus est, immunda et fétida acosmos,
caesia Palladium, nervosa et lignea dorcas,
párvula, pumilio, chariton mía, totam erum sal,
magna atque immanis cataplexis plenaque bonoris.
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e i a s c o s a s - l ib r o c u a r t o 547

no es d ifíc il, a sí com o, una ve z capturado en su s m ism a s redes,


sa lir y ro m p e r lo s ro b u sto s n u d o s de V enus.
Y, aun am arrado e Im p e d id o ,2
8
5
286 p o d ría s ta m b ié n huir
del enem igo, a m enos que tú m ism o oponiénd ote lo im p id a s 1150
y p e rm ita s pasar, en p rim e r lu g a r, to d o s lo s v ic io s del á nim o ,
o la s cosas que so n p ro p ia s del cuerpo de esa,287 a la que buscas y
q u ie re s.288*
E n efecto, lo s ho m b res hacen e sto287 generalm ente com o ciegos a causa
del deseo
y se aplican a esas cosas q ue , en verdad, no so n ve nta jo sa s para e llo s.290
P o r lo ta nto , vem os que (d ía s), co rru p ta s y re p u lsiv a s de m uchas m aneras, 1155
están e n tre d e lic ia s y Adven en e l más a lto h o n o r.
Y ta m b ié n uno s se ríe n de o tro s y su g ie re n com placer291
a V e nus, p o rq ue so n m a ltra ta d o s p o r u n feo am or,
y lo s m íse ro s no ad vie rten su s m ales, lo s m ayores a m enudo.
La negra es del c o lo r de la m ie l;292 la in m u n d a y m a lo lie n te , desarreglada, 1160
una glauca,293 im agen de Pa la s; la fib ro sa y de madera, un a gacela;294
la pequeñita, la enana, "u n a de la s gracias”,295 toda sa l s in m ezcla;
la grande y ta m b ié n c o rp ule nta , una p ie za p ro d ig io sa y plena de h o n o r.

285Tmesis por impeditus- inquepeditp-s.


29/En ci sustantivo et/rparís se ha producido el fenómeno denominado “s” caduca, que,
en latín vulgar y arcaico, ocurre tras vocal breve ante inicial consonántica de la palabra
posterior. Esto tam bién se advierte, entre otros, en C a tu lo y Planto.
288 El hexámetro 1152 presenta diferentes conjeturas. C í. BAILEY i,1947,', vol. I, p. 420.
“ ’ M u n to sugiere esta traducción p a ra N amjkciunt. Cf. vol. II, p. 313.
^ L ite ralm e n te “paraestos”.
291 Lucrecio utiliza modo indicativo en la proposición subordinada introducida por tit
292 Una vez más, en esta parte del catálogo sobre los males representados por dif erentes
tipos femeninos, ci poeta recurre 2 palabras de origen griego; melUhrus, ocosmos, d ó r­
eos, chariton mia, catapLexk, troulízí. A su vez, se suman voces como Pallodium , que es
el nom bre de una estatua de Atenea, y L-ampadium, cuyo significado es antorcha pero
es utilizado como sobrenombre femenino. Asimismo, en cuanto a este catálogo m isó­
gino, Lucrecio fue im itado por O vidio, en d rs 11.657 y ss„y por M oliere, en M is II.5.
2í,3L a diosase caracterizaba p or el color zarco de sus ojos.
19iDorcas es un térm ino que aparece en Lucrecio y e n M arcial 10.65.13.
199 El sintagm a está en griego.
548 D I RE RVM NATVRA - LIBER OVARTVS

Ba lb a lo q u í n o n q u it, t ra u líz í, m uta p ud e ns e st;


1165 at fla g ra n s o d io sa loquacula La m p a d ium f it ,
Isc h n o n e ro m c n io n m rn fit,- cuna vive re n o n q u it
prae m acíe; rb a d ine ve ro st íam m o rtu a tu ssi.
A t túm id a et m am m osa C e re s est ip sa ab laccho,
sim u la S ile n a ac sa tu ra st, labeosa p hilem a ,
1170 C etera de genere boc lo n g u m e st s í dícere coner.
Sed tam en esto ía m q u a n to v is o ris ho n o re a
c ui Venens m e m b ris v is ó m n ib u s e x o ría tu r:
nempe aliae quoque su n t; nem pe hac sin e v ix im u s ante;
nempe eadem fa c it, e t sc ím u sfa c e re , o m n ía tu rp i,
1175 et m ise ra m ta e tris se s u ffit o d o rib u s ip sa
quam fam ulae lo ng e fu g ita n t fu rtim q u e cachinnant.
A t la c rim a o s e xc lu su s am ator lim in a saepe
flo ríb u s et s e rtis o p e rit p o stisq u e su p e rb o s
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - l ib r o c u a r t o 549

La que balbucea290 n o es capaz de ha b la r, tartam udea levem ente*297 la.


m uda es p ud orosa ;
pero la ardiente, od iosa c h ism o sa se vuelve una pequeña lám para.298 ñó s
En to n c e s la anémica299 se vue lve u n a m o ra to .300 cuando n o puede v iv ir
a causa de su sequedad; en verdad la delicada301ya está m uerta p o r la to s.
P e ro la gorda y de enorm es senos es C eres m ism a con íaco,30¿
la chata es una Sile n a 303 y u n a sá tira , la de la b io s grandes, u n “ beso*.304
E n cuanto a la s re sta n te s cosas de este cipo es larg o s i in te n to d e c irlo . 1170
P e ro , s in em bargo, que tenga sie m p re cuanto q u ie ra s la belleza de su
ro stro ,
que emane e l poder de V e nus de to d o s su s m ie m b ro s:
s in duda e xiste n o tra s; seguram ente hem os v iv id o antes s in esta;
s in duda hace esas m ism a s cosas, y sabem os que la s hace; la fea la s tiene
todas,
y, oh m is era.305 e lla m ism a s u f re repugnantes o lo re s 1175
de la que huyen le jo s la s esclavas y se ríe n a carcajadas a escondidas.
Pero» llo ra n d o » e l amante e xc lu id o a m enudo c ú b re lo s um bra les
con flo re s y g uirnaJdas y unge lo s so b e rb io s postes

29cE l a d je tiv o b/dbus, -a, -u m se re fie re a “a q u e l q u e bala”, q u e p r o fie r e su d isc u rso d e


m a n e ra in d e te rm in a d a y c o n fa lta s e n la a rtic u la c ió n » es d ecir, q u e sem e ja e lb e c iio o la
a c c ió n d e “b alar" C £ F O R C E L L X N I ( 1 8 5 8 - 1 8 8 7 ) .
297 E ste té r m in o , d e riv a d o d e tp¿tu)d£gi, o b ie n d e TpauAo^ (“ta rta m u d o " ), es u n a c rea­
c ió n ¿u cre c ian a q u e re fiere a a q u e l o a q u e lla q u e ta rta m u d e a levem en te.
298 L a m p á d io n es u n n o m b r e d e m u je r, d e riv a d o d e A L v q u e sig n ific a lá m p a ra
o a n to rc h a . C o n este n o m b r e lo s a m a n te s lla m a n a sus am ad as su m a m e n te lo cu aces,
au d aces y p e tu la n te s p a r a q u e d is m in u y a n ese a s p e c to d e su c arácter.
Z99E1 t é r m in o lu c r e c ia n o es u n g re c ism o (uj^vóq), q u e sig n ifica seco , delg ad o , débil.
300E róTnenion e s u n d im in u tiv o g rie g o , spCíípsviov.
30í O t r o g re cism o , rh a d in es, ~es} d e riv a d o d e p a & v 0$.
202S e t r a ta d e u n o d e io s n o m b re s d e B aco. A lg u n a s d e las leyen d as c o n sid e ra n a Ia co
iiijo d e D e m é te r y h e rm a n o d e C o r e . E n este c aso , a te n d ie n d o a algu n as re feren cia s
m ito ló g icas, ap arece Iaco re p re se n tad o c o m o u n n iñ o q u e está m a m a n d o de su m a d re.
363 S ile n a , se g ú n ¿V íU N R O , v o l. II, p . 3 1 4 , p a re c e ser u n a c rea c ió n d e L u c re c io . S u e n o
es el n o m b r e g e n é r ic o q u e s e le d a a lo s sá tiro s q u e lle g a n a la vejez. T a m b ié n es e l
n o m b re q u e se le d a a q u ie n e d u c ó a D ió n is o , d e g e n e a lo g ía v a ria d a y d if ic u lt o s a . E n
p a r tic u la r , S ile n o e ra m u y fe o , y a q u e p re s e n ta b a u n a n a r iz c h a ta , la m ira d a d e to r o y
u n a b a rrig a m u y a b u lta d a .
394D el término griego óí).yjM.tt. quesignificabeso.
39íS e in te r p r e ta c o m o u n a c u sa tiv o e x clam ativo .
550 DE RERVM NATVRA - LIBER QVARTVS

u n g u it am aracino et fo rib u s m ise r oscula fig it ;


3 380 quem s i, ia m a d m issu m , ve nie nte m o ffe n d e rit aura
una m odo, causas abeundi quaerat ho ne sta s,
et m editata d iu cadat alte sum p ta quereia,
stu ltitia q u e ib i se dam net, trib u isse quod i l i i
p lu s vid e a t quam m o rta li concederé p a r est.
1185 Nec Veneres n o stra s hoc f a líit ; q u i m a g is ipsae
o m n ia sum m o opere h o s v i rae postscaenia celant
quos re tiñ e re v o lu n t a d stric to sq u e esse in am ore,
neq uiq ua m , q u o n ia m tu a n im o ta ine n o m n ia p o ssis
protxa here in luce m arque o m n is in q u ire re ris u s
1190 et, s i b e llo a n im o stc t n o n od iosa , v ic issim
p ra e te rm itte re < e t> h u m a n is concederé rebus.

N ec m u lie r sem per fic to su sp ira t am ore


quae com plexa v ir i corp us c u n i corp ore iu n g it
et tenet a ssu c tis um ectans oscula la b ris.
1195 J\Jam fa c it ex a n im o saepe et com m unia quaerens
gaudia so llic ita t sp a tiu m d ecurrere a m o ris.
N ec ra tio n e a lia v o lu c re s a rm e nia feraeque
et pecudes et equae m a rib u s su b sid e re p o sse n t,
s i n o n , ip sa q u o d illa ru m sub at ardet abundans
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o c u a r t o 551

con esencia de m ejorana y, m íse ro , fija besos en la s p u e rta s;306


á a este, ya a d m itid o , m ie n tra s viene, le liega el aroma
de una v e z, busca ría causas honestas para irse ,
y, m editada d ura nte un tie m p o , se p re c ip ita ría una lam e nta c ión
p ro fu n d a m ente asum ida,
y se lo acusaría entonces de necedad, p o rq u e se v e ría que le trib u tó
a aquella m ás de lo que es líc ito concederle a u n m o rta l.
Y n o engaña esto a n u e stra s V e n u s; cuanto m ás e lla s m ism a s
o culta n con su m o cuidado tod os lo s b a stid o re s de su vid a a estos
que q u ie re n retener y que han sid o encadenados en el am or,
en vano, puesto que tú p o d ría s, s in em bargo, con tu ánim o
tra e rlo a la lu z e in q u irir todas su s risa s,
y, s i tie n e u n á n im o b e llo y n o es od iosa , p o r e l c o n tra rio ,
(p o d ría s) d eja rla s pasar < y> a d m itirla s com o cosas hum anas.30'

Amor y verdad entre los géneros


Y no sie m p re su sp ira con u n a m or fin g id o la m u je r
que une con su cuerpo* abrazándose a l cuerpo del va rón
y lo retiene, succionados lo s la b io s, m ie n tra s humedece lo s besos.
P u e s, a m enud o lo hace desde e l c o ra zó n y, buscando goces 1*95
com unes, excita a re c o rre r308 la carrera d el am or.
Y n o p o r o tra ra zó n la s aves, lo s a nim ales d om éstico s y la s fie ra s,
n o so lo lo s ganados sin o ta m b ié n la s yeguas p o d ría n som eterse a lo s
machos,
a m enos que, porque su m ism a na tura leza 309 se sube exuberante

3€4?L u c re c io in c lu y e en e sto s v e rso s ( 1 1 7 7 - 1 1 7 9 ) e l te m a ele g ia c o del a m a n te a n te la


p u e r t a c e rra d a d e la a m a d a , d e n o m in a d o p a ra cla m íth y r o n . E ste tem a ap a rec erá desa­
r r o lla d o p o r p o e ta s c o m o C a tu lo y, p a r tic u la rm e n te , lo s llam ad o s p o e ta s ‘ elegiacos*':
T ib u lo , P ro p e rc io y O v id io .
307E n este p u n t o L u c re c io c o n c lu y e la casu ística d e lo fe m e n in o , a te n d ie n d o a la m i­
so g in ia q u e l a c o m e d ia h a b ía a su m id o tra d ic io n a lm e n te , a d m itie n d o q u e lo s m ales
d e l a m o r, sus causas y c o n se c u e n c ia s p r o v ie n e n d e lo h u m a n o y d e e s a fo r m a d eb e ser
a d m itid o , a u n p a ra e l sab io .
308 E n L u c re c io e l y e r b o s o líicito . a c o m p a ñ a d o d e in fin itiv o , t ie n e u n s e n tid o p o é tic o
q u e a d q u ie re e l v a lo r d e “e x c ita r a”.
309 L ite ra lm e n te “p o rq u e Ia m ism a n a tu ra le z a de e llo s”, a u n q u e , M U N R O , voL II, p .
3 1 5 , so stie n e q u e es h a b itu a l e n L u c re c io q u e use e l g é n e ro n e u tro p a r a re fe rirse a lo s
a n im a le s d e g é n e ro fe m e n in o .
552 DE RERVM NATVRA - LIBER QVARTVS

1200 natura et Venerem sa Jie n tum laeta retractat,


N o n n e vid e s etiam q uos m utua saepe vo lu p ta s
v in x ií, u t in v in c iis c o m m u n ib u s e xc ruc ie n tur?
In t r iv iis c u ín saepe canes, discedere aventes
[121 0 ] d iv e is i cupide sttm m is ex v irib u ’ te n d u n t,
120S[1204] cum in te re a v a lid is V e n e ris com pagibus haerent;
[1205] quod facerent n u in q u a m n is i m utua gaudia n o sse n t
[1206] quae lacere ín fra u d e in p o sse n t vin c to sq u e tenere.
[1207] Q uare etia m atque etia m , u t d ic o , e st c o m m u n í' vo lu p ta s.

[ 1208 ] E t com m iscendo cum se m in e fo rte v irile m


1210[1209] fe m in a v im v ic it sú b ita v i c o rríp u itq u e ,
tu m sím ile s m a tru m m a terno sem ine fiu n t,
u t p a tríb u s p a trio . Sed q u o s u triu sq u e fig ura e
esse vid e s, íu x t im m isc e n tis v u lta p a re n tiu n ,
corp ore de p a trio et m a terno sa ng uíne crescunt,
1215 se m ina cum V e n e ris s tim u lis excita p e í a rtu s
obvia c o n llix it c o n sp íra n s m u m u s ardor,
et ñeque u tru m su p e rá v it e o iu m nec su p e ra tu m st.
F it quoque u t ín te rd u m sím ile s e xsiste re a vorum
p o ssin t et re fe ra n t p ro a vo rum saepe fig u ra s
1220 p ropterea q u ia m u lta m o d is p rim o rd ia m u ltis
m ix ta su o celant in corp ore saepe patentes,
A C E R C A DE l.A N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O C U A R T O 553

a la cabeza, arde y hace retroced er, fe liz , a 3a V e nus de lo s que p a l p i t a n de

¿Acaso rg ves ta m bién a lo s que a m e n u d o venció u n a m u t u a


vo lu p tu o sid a d , cóm o s o n to rtu ra d o s e n tr e cadenas com unes?
¡C uá nta s veces, a m enudo en la s encrucijadas, un o s p e rro s, ávidos
p o r separarse, tira n ansiosam ente hacia un o y o tro lado con sum a
fu e rza ,310 [ 1210 ]
cuando, e n tre ta n to , se pegan a lo s v ig o ro so s g rille te s de V e n u s! 12051.1204]
E s to n o lo h a ría n nunca s i no h u b ie ra n conocido lo s goces m u tu o s [1205J
que p u d ie ra n a rro ja rlo s a una tram pa y re te n e rlo s atados. [ 1206 ]
P o r esta ra zó n , una y o tra ve z, com o d ig o , e xiste u n goce com ún. [1207]

Particularidades de la herencia
Y cuando, tra s m ezclarse con la se m illa d e l va ró n en fo rm a casual, [1 208 ]
la m u je r ve nció su fu e rza con sú b ito poder y .se la adueñó,311 1210[1209]
entonces se vu e lve n sem ejantes a la s m adres a causa de la se m illa
m aterna,312
com o a lo s padres p o r la paterna. Pe ro , a lo s q u e v e sq u e so n de una y o tra
fo rm a ,313 p o rq u e m e zc la n conjuntam ente lo s ro stro s de lo s padres,
crecen a p a rt ir del cuerpo paterno y de la sangre m aterna,
cuando las se m illa s, puesta s en m o v im ie n to p o r lo s e stím u lo s de Venus 1215
a través de lo s m ie m b ro s, la s a rra stró para su encuentro u n m u tu o a rd o r
actuando en a rm o n ía ,
y, n i una n i o tra de esas (se m illa s) su p e ró n i fu e superada.
Sucede ta m b ié n que, aveces, pueden m o stra rse sem ejantes
a lo s abuelos y, a m enud o, reproducen lo s rasgos de lo s bisa b uelos
p o rq ue lo s padres oculta n m uchos elem entos p rim o rd ia le s 1220
frecuentem ente m ezclados de m uchas m aneras en su cuerpo,5
1
0

510 El orden entre los versos 1204 y 1210 fue restituido por Naugerio. Cf. BAILEY
(1947). vol. I, p. 424.
31! MUNRO, voL II, p. 315, afirma que la construcción vim vicit vi es muy semei ante
a la que puede encontrar se en Hipócrates, D e gem t. 7, lo que demuestra que Lucrecio
estudió detenidamente laobra del médico griego, quien influyó abiertamente en esta
concepción en torno a la herencia.
31' La fuerza de la semilla de uno de los progenitores es la que determina el género del
n iñ o o de la niña.
■*, , Se refiere a que tienen rasgos de ambos padres.
554 D E RER.VM N A T V R A - L IB E R Q V A RTV S

quae p a trib u s pa tres tta d u n t a stírp e p ro fecta ;


in d e V e nus va ria p ro d u c ir so rte fig u ra s
m a iom m que re fe rí v u ltu s vocesque com asque;
1225 quandoquidem nílo magis haec <de> semine certo
fiunt quam facies et corpora membraque nobis.
E t m u lie b re o rit u r p a trio de se m ine saeclum
m aternoque m ares e x sistu n t corpore c re ti,
Sem per e n im p a rtu s d u p lic i de se m in e constat,
1230 arque utri similest magis id quodcumque creatur,
eius habet plus parte aequa; quod cernere possis,
sive virum suboles sivest muliebris origo.

N ec d iv in a sa tum g enita le m n u m in a cuiquam


a b ste rre n t, p a te r a g n a tis ne d u lc ib u s um quam
1235 a p p e lle tu r e t u t s t e rili Venere exigat aevum ;
quod p le ru m q u e p u ta nt et m u lto sa ng uine m a e sti
co n sp e rg unt aras adolentque a lta ría d o n is,
u t g rá vida s redd a nt u xo re s se m ine la rg o .
A C E R C A DE LA N A TU RA LEZA DE LAS C O SA S - L IB R O C U A R T O 555

que lo s padres tra n sm ite n a lo s padres p ro ve n ie n te s de una e stirp e ;


de a llí V e nus produce su s fig u ra s con su e rte d ive rsa
y re p ite lo s ro stro s, la s voces y la s cabelleras de lo s m ayores;
porque esras cosas re su lta n <de> una se m illa determ inada
no m enos que n u e stra s caras, cuerpos y m ie m b ro s.31'1
Y la generación fe m e nina nace de una se m illa paterna,
y lo s m achos sa len procreados de u n cuerpo m aterno.
E n efecto, sie m p re e l na c im ie n to es de una se m illa doble,
y ese, cua lquiera que fue creado, es s im ila r m ás a una que a o tra ,
tie n e de ese, m ás de una pa rte ig u a l; lo que p o d ría s o b se rva r
s i la descendencia es de varones, s i e l o rig e n es fe m e n in o .31'

La esterilidad humana
N i lo s núm enes d iv in o s nieg an a nadie la se m illa
g e n ita l,31* para que n o sea lla m a do nunca pad re
p o r d ulces h ijo s y que pase su vid a con u n am or317 e sté ril,
com o generalm ente p ie nsa n y tris te s rie g a n la s aras
con m ucha sangre y quem an lo s alta res con ofre nd a s,
para v o lv e r grávidas a su s esposas con abundante semen.3
1
4
5

314 Lucrecio, fiel a su sistema doctrinal, utiliza un vocabulario científico común parala
explicación de cada uno de los temas; en este caso, Venus resulta ser una metáfora de la
naturaleza, I a que opera d e manera semejante e n la generación d e todas las cosas. Aquí
los seres humanos devienen creados por “semillas*’ que se agregan y que confieren su
forma a los cuerpos, por lo cual el poeta se vale de términos como los utilizados en el L.
II, entre otros, figura, primordio., m odas,
315 Resulta de interés el hecho de que Lucrecio involucre a ambos padres en la concep­

ción de la descendencia y que señale el predominio de uno u otro en relación con los
rasgos heredados.
3^Metafóricamente Lucrecio se refiere con “la semilla genital” a la posibilidad de la
procreación.
3J7Metonimia de Venus por el amor.
556 DE R£RVA4 NATVRA - L IB E R QVARTVS

N e q uiq ua m d iv u m num e n so rtisq u e fa tig a nt,


1243 N a m ste rile s n im iu m c ra sso su n t se m ine p a rtím
et liq u id o praeter ia s tu in tenuiq ue v ic issim .
Tenve lo c is quia no n p o tís est adfigere adhaesum,
liq u it u r exte m p lo et revocatum c e d it a b orta,
C ra ssiu s h is p o rro q uonia m c o n c re tiu s aequo
1245 m ittitu r, aut n o n tam p ro lix o p ro vo la t ic tu
a u tp e ne tra re lo c o s aeque n e q u it a ut penetr-atum
aegre a d m isc e tur m u lie b ri se m in e sem en.
N a m m u ltu m ha rm onia e V e n e ris d iiíe rre v id e n tu r.
A rq ue a lia s a lii com plent m a g ís ex a liisq u e
1250 su c c ip iu n t aliae p o n d u s m agis in q u e gravescunt.
E t m ulta e ste rile s H ym e n a e is ante fu e ru n t
p lu rib u s et nactae p o st su n t taraen unde p u e llo s
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L íB R O C U A R TO 557

E n vano fa tig a n la v o lu n ta d y la s su e rte s3j* de lo s d io se s.359


Pues, so n e sté rile s, en pa rte, a causa de u n sem en dem asiado espeso
y, a su ve z, a causa de lo líq u id o y liv ia n o m ás a llá de io j u sto .
E l liv ia n o , porque no puede fija rse a d h irié n d o se a lo s lug a res,
se lic ú a a l m om ento y, v u e lto hacia a trá s, se re tira abortando.
E l dem asiado espeso, p o r o tra pa rte, p uesto que es e m itid o entonces
más denso de lo n o rm a l, o bien no se p re c ip ita con u n golpe prolong a d o, 1245
o b ie n no puede p e n e tra r io s lug a res de m anera u n ifo rm e , o, una ve z
in tro d u c id o con d ific u lta d , no se m ezcla su semen con e l semen fem enino.320
Pue s, parece que d ifie re n en m ucho la s a rm o n ía s321 de V enus,
Y alg unos (h o m b re s) colm an m ás a alguna s (m u je re s) y de o tro s
reciben (algunas) otras más carga (de semen) y quedan embarazadas, 1250
Y m uchas fu e ro n e sté rile s antes, d u ra n te m ás de
u n him e ne o ,322 y después e nc o ntra ro n, s in embargo, de dónde

3iS Con el término sorüs —uso de Y arcaica que aparece en las diferentes versiones
consultadas—, Lucrecio alude a un conjunto de prácticas adivinatorias* divinas y/o
mágicas a Jas que los romanos eran afectos, ansiosos por mantener la relación que los
unía con los dioses {pax d e o n v m f Roma, contrariamente a Grecia, no desarrolló la
adivinación intuitiva o inspirada, pero sí contó con un sistema adivinatorio preciso en
relación con las señales que provenían “desde lo alto”. No obstante, en Preneste, al sur
del territorio latino, existía un templo muy antiguo dedicado a la diosa Fortuna, en el
cual se efectuaban prácticas adivinatorias a partir de sortes, unas planchas de madera
donde había oráculos grabados de carácter sumamente vago que un niño elegía al azar.
Tras la destrucción del templo en época de la guerra entre Mario y Sila, este último lo
reconstruyó de manera sumamente fastuosa. C f BLOCH (2002:95-96).
31?Lucrecio usa Ja forma arcaica y sincopada divum correspondiente al genitivo plural
de divas, -i que aparece utilizada por otros autores como Terencio y posteriormente
Virgilio y Horacio.
520 El poeta, conforme al racionalismo de la fisiología médica utilizada a lo largo del
poema, considera que tanto el Hombre como la mujer cuentan con sem ina, reproducti­
vos, que se mezclan para la procreación. Ambos participan de manera igualitaria en la
cópula, y la esterilidad, en consecuencia,, no es unilateral.
y£1 Metonimia por “acoplamientos amorosos”. El término, de origen griego, también
alude a la concordancia existente entre las diferentes partes del cuerpo; en el orden
de lo mitológico, Harmonía es hija de Afrodita y de Ares, el dios de la guerra, según
la leyenda tebana. Lucrecio, en consecuencia, combina su condición de poeta docto
en el manejo de los juegos retóricos, de los que no excluye los adornos míticos, junto
a la. sabiduría de filósofo epicúreo que, como tai, incluye importantes conocimientos
provenientes de los tratadistas médicos.
3" Lucrecio utiliza el nombre deí dios griego que preside el cortejo nupcial para refe-
rirse metonímicamente al matrimonio. Según la tradición era hijo de una Musa o de
la propia Af rodita.
558 D E RirKV M NATVRA - U B fcR QV A RTV S

suscip e re et p a rtu p o sse n t d itesce re d u lc í,


E t q u ib u s ante d o m i fecundae saepe n e q u ísse n t
1255 u xo re s parere, inventa se l i l i s quoque com par
na tura , u t p o sse n t g n a tis m u ñ iré senectam ,
U sq ue a d e o m ag ni re fe rt, u t se m ina p o ssin t
se m in ib u s c o m m isc e ri g e n ita lite r apea,
crassaque convenia nt líq u id is et líq u id a c ra ssis.
1260 A tq ue in eo re fe rt quo v ic tu v ita c o la tu r;
nam que a liis re b us concrescunt se m ina m e m b ris
atque a liis e xte n va n tu r tabentque v ic rssu n
E t q u ib u s ip sa m o d is tra c te tu r blanda vo lu p ta s,
id quoque p e rm a g n i re fe rt; nam m ore fe ra ru m
1265 quadrupedum que m ag is rit u p le rum q ue p u ta n tu r
concipere u xo re s, q u ia sic loca sum e re p o ssu n t,
p e c to rib u s p o s ítis , su b ía tis sem ina lu m b is.
N ec m o lle s opu’ su n t m o ta s u x o rib u s h ilu m .
N a m m u lie r p ro lu b c t se concipere atque repugnan
1270 c lu n ib u s ipsa v ir i Venerem s i laeta re tra c ta r
atque exossa to cie t o m n i pectore flu c tu s:
e ic it e n im su lc u m recta re g ione viaque
v o m e ris atque lo c is a v e rtit se m in is ic tu m .
A c e r c a d e la n a tu ra lez a d e i a s c o s a s - l ib r o c u a r t o 559

poder concebir h ijo s-'23 y enriquecerse con u n d ulce re to ño .


Y , a m enud o, para quienes su s esposas, fecundas antes, no fu e ro n capaces
de d ar a lu z e n la casa, para a q ue llo s, se e n c o n tró tam bién tin a na tura leza 1255
com patible, a fin de que p u d ie ra n p ro te g e r su ancianidad con h ijo s .
Hasta cal punto es de gran importancia que las semillas puedan
m ezclarse con o tra s se m illa s aptas para la fecundación,
y, que se unan las densas a la s líq u id a s y la s líq u id a s a la s densas.
Y es im p o rta n te en qué a lim e nta c ió n se apoya la sid a : 126o
pues, con algunas cosas se in c re m e n ta n la s se m illa s324 en lo s m ie m b ro s
y otras, a su vez, las debilitan y las consumen.
Y ile qué manera es tratado este mismo placer encantador,325
eso, tam bién, es m uy im p o rta n te ; pues, piensa n en g enera l que la s
m u je re s
conciben m ás usu a lm e n te , según la c o stu m b re de la s fie ra s 1265
y de lo s cuadrúpedos, p o rq ue a sí la s se m illa s pueden e le g ir
lo s lug a res, colocando lo s pechos abajo y le vanta nd o la s nalgas.
Ni son necesarios en nada32á para las mujeres los movimientos sensuales.
Pues, la m ujer (lo) im pide y también se opone a concebir,
s i e lla m ism a , fe liz , retrae con la s nalgas el deseo327 d e l v a ró n 1270
y pone en m o v im ie n to a l flu jo con tod o e l pecho d isloca d o;328
pues aparta el surc o de la recta d ire c c ió n y del ca m ino
del arado325 y d esvia d e l lu g a r e l c h o rro de sem en,3
2

323 La ioin a p u ello s es uñ arcaísmo registrado ea Ennio, Lucilio y Varrón. Cf. MUNRO,

vol. II, p, 318.


524 Hace referencia ai semen, no obstante la palabra debe traducirse literalmente por

“semillas”.
i2’ Lucrecio, en su prescripción de cómo llevar a cabo el coito, recurre al vocabulario
delapoesía elegiaca, ya que en e l verso 1263 se v a le del adjetivo blanda, así como en el
1268 utiliza el calificativo melles.
- 26 El sustantivo neutro hilum , -i cuya etimología no se puede precisar con facilidad, es

empleado comouna partícula adverbial con la significación de “un poco'’ Su negación,


nihilum, se reduce a nihil.
.,17A través del uso de la metonimia, menciona a la diosa Venus para referirse al deseo
masculino.
Lucrecio habla del pectu s que cabe entender por “cuerpo ”; asimismo utiliza el par­
ticipio perfecto pasivo del verbo exosso, que hace referencia al hecho de “remover los
huesos”
-'-'El poeta se refiere al coiro con metáforas que aluden a la vida campesina; la penetra­
ción a la mujer en el acto sexual equivale ala penetración que hace el arado en la tierra.
Cabe señalarla metáfora del surco en relación con el conducro vagi nal.
560 DE R EK V M HAXVRA - L I B I R Q V A RTV S

Id q ue sua causa c o n su e ru n t sc o rta m o ve r!,


1275 ne c o m p le re n tur crcb ro gravidaeque iacerent
et s im u l ipsa v ír is V e nus u t c o n e in n io r esset;
c o n iu g ib u s quod n il n o s tris o p u s esse v id e tu r.

Nec divinitus interdum Venerisque sagittis


deteriore fit ut forma muliercula ametur.
12 tío Nana fa c it íp sa su ls iiu e rd u m fe m in a fa c tis
m o rig e risq u e m o d is et m unde c o rp o re c u lto ,
u t fa c ile in sue sc a t < te > secum degere v ita m .
Q u o d su p e re st, consuetudo co nc inna t am orem ;
nam le v ite r q ua m vis quod crebro tu n d itu r ic tu ,
1285 v in c itu r in lo n g o sp a tio tam en atque la b a sc it,
N o n n e vid e s etia m g utta s in sa xa cadentis
u m o ris lo n g o in sp a tio p e rtund e re saxa?
Ac e r c a d e la. n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - l ib r o c u a r t o 561

Y las prostitutas se acostumbraron a eso, a moverse por su interés,


para no ser llenadas frecuentemente y quedar encintas lz7>
y, al mismo tiempo, para que Venus misma33®fuera más placentera para
los bombres;33’
me parece que esto no es necesario para nuestras cónyuges.330*2333

Conclusiones en torno a la fisiología del amor


Ni sucede a veces por acción divina o por las saetas de Venus333
que sea amada una mujer cita de belleza menos deseable.
Pues, a veces lo hace la misma mujer con sus acciones334 1280

y con sus modos complacientes y con el cuidado de un cuerpo limpio,


para que fácilmente se <te> vuelva costumbre pasar la vida con ella.
En cuanto a lo demás, la costumbre hace al amor;
pues, aunque, levemente, lo que es golpeado por un impulso frecuente,
sin embargo, es vencido en un largo espacio de tiempo y se destruye. 1285
¿Acaso no ves también que las gotas de agua que caen
en las piedras durante un largo período perforan las rocas P33

330 Lucrecio alude al aero sexual a través de la mención de la diosa del amor.
3- 3Desde una perspectiva patriarcal, que detenta Ja supremacía del poder masculino,
Lucrecio advierte que la mujer que aspira a convertirse en m aíer familias debe sacrificar
el goce sexual, a diferencia de la meretriz: que está al servicio de la sexualidad masculina.
332 Con esta afirmación final, Lucrecio señalacuál es su posición acerca de ia vida sexual

de los hombres yde las mujeres en Roma, la cual es coherente con la estructura patriar­
cal aludida anteriormente.
Lucrecio considera mejor el sentimiento nacido de la costumbre que el de la exalta­
ción a la belleza. Se refiere a la narración mícico-literaria de Helena y Paxis, quien, por
Ja acción de las divinidades, resulta capturado por la belleza de la griega que desatará
finalmente la guerra de Troya.
334Ln la consumación de lo amoroso se realza lo moraí y el cuidado corporal frente a
los excesos de la pasión.
-l35 La analogía final funciona como conclusión de que en el amor prima la costumbre y

el tiempo que consuman la relación y no el desenfreno deüfuror irracional.


LIBER QVINTVS
CA PITV LA
1. PLVS H O M IN IBVS PROFVISSE Q V ISA PIEN TIA M
INVENERIT QVAJVí CEREREM LIBERVM HERCVLEM
59. A N IM A M NATIVAM ESSE
64. DE M VND O
76. DE SOLIS ETLVNAE C V R SV
91-M ARE CAELVM T E R R A M IN T E R IT V R A
132. A N IM A M ET A N IM V M NON POSSE ESSE SINE
CO RPO RE
146. M VN D VM N O N ESSE AB DIS C O N ST IT V T V M
200. DIVISIO TERRAE VEL VITIVM
240. CVI PARS NATIVA EST T O T V M NATIVVM ESSE
251.D E TERRA
261. DE AQVA
273- DE AERE SIVE AN IM A
28I.D E IG N IE TSO LE
294. DE LAMPADE ET LVCERNA
306. DE AEDIFICIIS Q VEM ADM O DVM INTEREANT
324. QVARE NATA O M N IA DICAT
351- QVARE AETERNITAS ESSE POSSIT
376. ET NATIVA ESSE
397. DE PHAETONTE SOLIS FILIO
419. ORIGO M V N D I ET O M N IV M
471. DE SOLIS ET LVNAE M AGNITVDINE
564. DE SOLIS M AGNITVDINE
575. DELVNA
590. DE CALORE SOLIS
621. D E M O C R ITI DE SOLE
629. DE LVNAE CVRSV
663. EX ID A VISIO SOLIS
680. DE DIE LONGO ET BREV IN O CTE
705. DE LVNAE LVMINE
737. DE AN NI TEM PO RIBVS
751. DE ECLIPSI
774. DE SOLIS ET LVNAE OFFECTIONE
LIBRO QUINTO
Epígrafes
1. Quien encontró la sabiduría ha favorecido más a los hombres que
Ceres, Líber y Hércules
59. El alma tiene nacimiento
64. Acerca del mundo
76. Acerca del curso del sol y de la luna
91. El mar, el cielo, la tierra son perecederos
132, El alma y el ánimo no pueden existir sin un cuerpo
146. El mundo no ha sido constituido a partir de los dioses
200. División o imperfección de la tierra
240. Para quien una parte tiene nacimiento, la totalidad tiene nacimiento
251. Acerca de la tierra
261. Acerca del agua
273. Acerca del aire o del alma
2 8 E Acerca del fuego y del sol
294. Acerca de la lám para y la antorcha
306. Acerca de qué modo caen los edificios
324. Por qué razón se dice que todas las cosas han nacido
351. Por qué razón puede existir la eternidad
376. Y tener un nacimiento
396. Acerca de Faetón, hijo del Sol
419. El origen del mundo y todas las cosas
471. Acerca de la m agnitud del sol y de la luna
564. Acerca de la m agnitud del sol
575. Acerca de la luna
590. Acerca del calor del sol
621. Acerca del sol de Demócrito
629. Acerca del curso de la luna
663. L a visión del sol desde el (monte) Ida
680. Acerca del largo día y de la breve noche
705. Acerca de la luz de la luna
737. Acerca de las estaciones del año
751. Acerca del eclipse
774. Acerca del ocultam iento del sol y de la luna
564 D E R E R V M NATVRA - LIB ER Q J'IN T V S

780. DE NO VITATE M V N D IE T DISPO SITIONE RERVM QVAE


IN EO SV N T
878. DE CENTAVRIS
892. DE SCYLLA
90I.D E C H IM E RA
916. NON POTVISSE CH IM E R A M ET SCYLLAM ET SEMILLA
EORVM GIGNI
1161. QVOM ODO H OM INIRVS INNATA SIT DEORVM
OPINIO
1241. QVEM ADM ODVM AVRVM ARG ENTVM PLVMBVM
REPERTVM SIT
1281. QVEM ADM ODVM FERRVM IN VEN TVM SIT
A c e r c a D t la n a t u r a l e z a d e la s c o s a s - L ib r o q u in t o 565

780. Acerca de la juventud del mundo y de la disposición de las cosas


que están en él
878. Acerca de los centauros
892. Acerca de Escila
901. Acerca de Quimera
916. No han podido originarse n i Quimera, n i Escila, ni cosas
semejantes a ellas
1161. De qué modo la opinión acerca de los dioses es innata en ios-
hombres
1241. De qué modo se descubrieron el oro, la plata y el plomo
1 2 81.D equé modo se descubrió el hierro
566 D e r e k v m n a t v r a - l íb e r , q v in t v s

Quis potis est dignum pollenti pecrore


carmen condere pro rerum maiestate hisque repertis ?
Quis ve valer verbis tantum qui fingere laudes
pro mefitis eius possít qui talia nobis
5 pectoie parta suo quaesita<que> praem ia liquit ?
Nemo, ut opinor, erit mortali corpore cretus.
Nam si, ut ípsa petit maiestas cognita rerum,
dicendum est, deus ille fuit, deus, inclute Memmi,
qui princeps vitae rationem ínvenit eam quae
10 nunc appelíatur sapientia, quique per artera
fluctibus e tantis vitam tant.isque tenebris
in tam tranquillo et tam clara luce loca vi t.
Confér enim divina aliorum antíqua reperta.
Namque Ceres fertur fruges Liberque íiquoris
15 vitigeni laticem mortalibus instituisse;
cum tam en bis posset sine rebus vita manere,
ut fama est aliquas etiam nunc vivere gentis.
At bene non poterat sine puro pectore vivi;
quo magis hic m érito nobis deus esse videtur,
20 ex quo nunc etiam per magnas d idita gentis
dulcia permulcent ánimos solacia vitae.
Herculis antistare autem si facta putabis,
longius a vera m ulto ratione ferere.
ACE RCA DE LA N A TU RA LEZA DE LAS C O SA S - L IB R O Q U IN T O 567

Nuevo elogio a Epicuro y a la sabiduría1


¿Quién es capaz de fundar, con pecho poderoso, un poema digno
de la majestad de las cosas y de estos descubrimientos?
¿O quién es tan hábil con las palabras, que puede componer
alabanzas en favor de los méritos de ese que nos dejó
tales premios, nacidos <y> buscados en su corazón? 5
Nadie existirá, según opino, que haya crecido de cuerpo mortal.
Pues, si ha de afirmarse (algo), como la misma majestad conocida
de las cosas lo pide, aquel fue un dios,2 un dios,3 célebre ívíemio,
quien primero descubrió esa razón de vida que
ahora se llama sabiduría, y quien, a través de su arte, 10
a partir de tantos oleajes y tantas tinieblas, colocó
la vida en tai calma y en tal brillante luz.4
Compara, pues, los divinos descubrimientos antiguos de los otros.
Y, en efecto, se considera que Ceres instituyó el trigo
a los mortales y Líber, el líquido nacido de la vid;5 15
sin embargo, aunque la vida pudiera haber permanecido sin estas cosas,
como es fam a que algunos pueblos cambien viven ahora.
Pero no podía vivirse bien sin un corazón puro;
con más razón, este nos parece un dios,
de quien ahora también, esparcidos a través de grandes pueblos, 20
los dulces consuelos de la vida confortan los ánimos.
Pero, si piensas que los trabajos de Hércules son superiores,6
estás apartado m uy lejos de la verdadera razón.
1Acerca del rolde Epicuro en k historia de la civilización humana, c£ FURLEY {2007:
162 y ss.).
2 El sabio equivale a un ser divino por el hecho de haber alcanzado la imperturbabili­

dad del espíritu a partir de la sabiduría.


; Obsérvese la repetición de la palabra dues como recurso didáctico y de regisrro oral.
’ La sabiduría como “medicina” para el alma, representada por la caima y la tranquili­
dad luminosa, en oposición alas turbaciones espirituales representadas porlos vientos,
los oleajes y la oscuridad.
5 El sabio es honrado a la manera de las narraciones míticas cuyos protagonistas, los

dioses y los héroes, son donadores de los hombres. En primer lugar evoca a Ceres,
divinidad de la agricultura, y a Líber, nombre itálico de Dióniso, que significa “el li­
berador” o “el que desata” por los efectos que causa I2 ingesta del vino que propicia.
6Literalmente el poeta se refiere a través del -va h oa n tisto al hecho de que lasabiduría
compite con los trabajos de Hércules, a los que falsamente se los ubicaría antes por su
importancia y heroicidad.
568 D E R E R V M NATVRA - L 1B E R Q V 1N T V S

Quid Nemeacus enim nobís mine magrnis biatus


25 ille Ieonis obesset et horrens Árcadius sus ?
Denique quid Cretae taurus Lernaeaque pestis
hydra venenatis posset vallata colubris?
Quidve tripectora tergem ini v is Geryonai
*
[30] tanto opere ofEcerent n o b is Stym phala colentes,
30 [29] et Díom edis equi spiratrtes naribus ignem
'Ihracis Bistoniasque plagas arque Ismara propter?
Aureaque Hesperídum servaos fulgentia mala,
A C E R C A D £ LA NATURALEZA. DE LAS CO SA S - L IB R O Q U IN T O 569

En efecto, ¿por qué sería perjudicial para nosotros aJiora


a q u e l l a g r a n b o c a d e l l e ó n ñ e m e o y e l h o r r e n d o ja b a lí a r c a d l o ? 7 23
¿Qué p o d r í a h a c e r finalmente, e l toro d e Creta^ y la peste
j

de Lerna, la hidra, vallada con culebras venenosas ?y


¿O qué cosa, la fuerza de los tres torsos del triple Gerión10

con tal castigo nos hubieran impedido las habitantes del Estínfaio,12 [3C
y los caballos del tracio Diomedes, exhalando fuego 30
de sus narices14 a lo largo de las playas bistonias e Ismara?15
¿Y, por ultimo, la guardiana de las refulgentes manzanas doradas

7Del “canon” délos doce trabajos de Hércules, establecido por los mitógrafos de época
helenística, Lucrecio menciona, en primer lugar, la aventura dei león de Nemea y la deí
jabalí arcadio. Ei primero es un monstruo nacido dei perro Ortreo y nieto de Tifón-
Fue educado por la diosa Hera, o por la Luna; fue ubicado en ia región de Nemea, en
Ja Argólida, donde devoraba a sus habitantes. En cuanto al segundo, que es en realidad
el tercer trabajo, hace referencia al jabalí de Erimanto, el cual fue llevado por el héroe
ante Euristeo, quien, al verlo, se ocultó en una jarra.
á Con respecto al toro de Creta, son variadas las tradiciones que hacen referencia a
este anima] monstruoso que habría raptado a Europa o habría sido amante de la reina
Pasífae. Se lo recuerda porque exhalaba Liego de sus narices.
yLa mnerreaela hidra de Lerna se encuentra entre las leyendas hercúleas que tienen lugar
en ia región del Peioponeso, como la del león de Nemea. Al igual que este, está relaciona­
da con. los monstruos Equidna y Tifón y fue criada por Hera para oponérsele a Heracles.
La hidra, de hálito fétido y mortal, fue muerta a través del uso de teas, por medio de las
cuales Hércules Ere cortando y quemando cada una de las cabezas monstmosas.
10 Gerión es un gigante de tres cabezas, cuyo cuerpo es triple hasta Jas caderas. Poseía

en la isla de Eritia, donde moraba, enormes huestes de bueyes, que fueron robados por
Hércules, cumpliendo órdenes de Euristeo. El héroe, en esa ocasión, habría atravesado
diferentes regiones desde el extremo occidental conocido, pasando por España e Italia,
para finalmente llegar hasta Grecia.
11 Entre los versos 28 y 29 MUNRO, vol. II, p. 69, indica una laguna.

12 Diversas tradiciones recuerdan estas aves que habitaban las cercanías del lago
Estínfaio, en el Peloponeso. Algunos relatos señalan que se habían convertido en una
plaga al reproducirse en exceso; en otros, se las considera aves de rapiña que devoraban,
incluso, a los seres humanos. Se decía que sus plumas eran de acero y que las disparaban
como fiechas a sus enemigos.
33 El orden de los versos fue dispuesto por Munro. C f BALLET (1947), vol. I, p. 432.

14Los caballos de Diomedes eran cuatro yeguas que se alimentaban de carne humana.
15 Las playas bistonias hacen referencia alas oriliasdel lago homónimo en la región de

Tracia. En cuanto a Ismara, se trata de una ciudad ciconia de la misma región, ubicada
en las costas del mar Egeo.
570 D E R ER Y M NATVRA - L IB E R QV1N

asper, acerba tuens, im m ani corpore serpens


arboris amplexus stirpem quid denique obesset
35 propeer Atlanteum litus pelagiqtie severa1
quo ñeque noster adít quisquam nec barbaras audet?
C eterade genere hoc quae sunt portenra perempta,
si non victa forent, quid tándem viva noeexent?
N ii, ut opinor: ita ad satiatem térra ferarum
40 nunc etiam scatit et trepido terrore repleta est
per nemora, ac montis magnos silvasque profundas;
quae loca vitandi plerum que est nostra potestas.
A t nisi purgatumst pectus, quae proelia nobis
atque pericula tumst ingratis insinuandum ?
45 Quantae tum scindunt hominem cuppedinis acres
sollicitum curae quantique perinde timores ?
Q uidve superbia spurcitia ac petulantia? Quantas
efliciunt clades ? Q uidluxus desidiaeque?
Haec igitur qui cuneta subegerit ex animoque
50 expulerit dictis, non armis, nonne decebir
hunc hominem numero divum dignarier esse?
A C E R C A DE LA N ATURALEZA D E IA S C O SA S - L IB R O Q U IN T O 571

de las H e sp é rid a s,la serpiente escamosa, de enorme cuerpo,17


que observa c ru e l abrazando e l tro n c o d el á rb o l, p o r qué se ría p e rju d ic ia l
cerca d el lit o ra l atlante y la s so m b ra s d e l m ar, 35
donde ninguno n u e stro se acerca n i el bárbaro se atreve ?18
Los restantes portentos de esta especie que fueron aniquilados,151
s i no h u b ie ra n sid o vencid os, ¿qué daño h a ría n v iv o s, después de todo?
N ada, según opino: así la tierra abunda de fieras ahora tam bién
hasta la saciedad y está cub ierta p o r u n tu rb u le n to te rro r 4o
a través de bosques, grandes montes y profundas selvas;
lug a re s que, en general, está en n u e stra potestad e v ita r(lo s).20
Pero, a menos que el pecho sea purgado, entonces ¿qué combates y
p e lig ro s he m os de a fro n ta r n o so tro s, in g ra to s?
¿C uántos p u n za n te s deseos, entonces, desgarran al ho m b re, 45
so líc ito de preocupaciones, y a l m ism o tie m p o , cuántos tem ores?
¿O p o r qué la sob erb ia, la in m u n d ic ia y la petulancia?
¿Cuántas calamidades provocan? ¿Y qué del lujo y la desidia?11
En consecuencia, ¿quién ha subsumido a todas estas juntas22
y la s ha exp ulsa do de su á n im o con pa labras, no con arm as? ¿Acaso no
conviene 50
que e ste ho m b re sea consid era d o d ig no de e sta r en e l c o n ju n to de lo s
d ioses?

Las manzanas de oro, d e las que habla la tradición mítica, son regalo déla diosa Gea
a Hera cuando se desposa con Zeus. La novel esposa mandó plantarlas en su jardín, en
las inmediaciones del monte Atlas. Comolas hijas de Atlante robábanlas manzanas, la
Olímpica puso como guardián aúna monstruosa serpiente o dragón de cien cabezas.
El jardín se ubica al oeste de Libia, o bien al pie del Atlas o en el llamado país de ios
Hiperbóreos,
17 El adjetivo asper, -a, -um señala en su primera acepción el carácter rugoso que no

favorece al tacto.
14 El texto hace referencia al denominado “Mar Exterior” que es donde se habría em­

barcado Hércules para llegar al país de los Hiperbóreos, ubicado en el extremo sep­
tentrional, “más allá del Viento del Norte” Allí moraría, según algunas tradiciones, el
gigante Atlante, perteneciente a la generación anterior a los Olímpicos, quien sostenía
el Cielo en sus hombros.
J" Las restantes monstruosidades vencidas por Hércules, entre los relatos de sus doce
trabajos, son la cierva de Ceriniay el can Cerbero, al que sacó del reino de Hades.
20 Traducido más literalmente: “lugares, que en general es nuestra la potestad de

evitar(los)”.
21 Catálogo de los vicios que alejan al hombre de la tranquilidad de espíritu.

2 2 Se reitere a monstruos míticos y a las cosas que provocan un espírituarormentado.


572 D E RERVfvi N Á T V R A - L IB E R Q V iN T V S

Cum bene praesertim m ulta ac divinitus ipsis


immortalíbu’ de divis daré dicta suene
atque omnera rcm m naturam pandere dictís.
55 Cums ego in g re ssu s v e stíg ia d um ra tio n e s
p e rse q uo r ac doceo d ic tis, quo quaeque creara
foedere s in t , in eo quam s it d u ra re necessum
nec va lid a s valeant a evi re scind e re leges,
quo genere in p rim is a n im i na tura re p erta e st
60 n a tivo p rim u m c o n siste re co rp o re creta
nec posse in c o lu m e m m agnum d ura re per aevum,
sed sim u la c ra so le re in so m n is fa lle re m entem ,
cernere cum vid e a m ur eum quem v ita re liq u it;

quod su p e re st, nunc huc ra tio n is d e tu lit o rd o ,


6 5 u t m ih i m o rta l! c o n siste re co rp o re m und um
na tivum q ue sim u l ra tio reddunda s ir esse;
et q u íb u s ille m o d is cong ressus m a te ria i
fu n d a rle te rra m caelum mare sid e ra so le m
lu n a iq u e g lo b um ; tu m quae te llu re anim a nte s
70 e x stíte rin t, et quae n u llo s in t tem pore natae;
quove m odo genus hum a num v a ria n te lo q u e lla
c o e p e rir Ín te r se vesci p e r n o m in a re ru m ;
et q u íb u s ille m o d is d ivu m m e tu s in s in u a rit
A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS CO SA S - L IB R O Q U IN T O 573

P rin c ip a lm e n te cuando acostum braba a ofrecer m uchas palabras, de


buena m anera
y d ivina m e n te , acerca de lo s m ism o s d io se s in m o rta le s
y a desplegar en su s d ic ho s toda la na tura le za de la s cosas.
Habiendo avanzado yo sobre sus huellas mientras sigo las razones 55
y enseño a través de mis palabras por qué acuerdo2’ todas las cosas
han sido creadas, cuánto es necesario perdurar en ese (acuerdo),2”*
y (por qué) no pueden rescindir las fuertes leyes del tiempo,
en esta especie, fundamentalmente, la naturaleza del alma ha sido
reconocida
en primer lugar por estar formada, una vez creada, de un cuerpo que
tuvo nacimiento, 60
y por no poder persistir incólume durante un gran tiempo;
pero los simulacros25 suelen engañar ja mente en los sueños,
cuando parece que distinguimos a ese al que la vida abandonó.

Argumento del libro


E n cuanto a lo que sig u e : ahora el ord en de m i ra zo na m ie nto m e lle v ó
hasta aquí,26
que el mundo consiste de un cuerpo morral y al mismo tiempo que 65
tuvo un nacimiento es la razón a repetir por mí;
y de qué modos aquella acumulación de materia
desarrolló la tierra, el cielo, el mar, los astros, el sol
y el globo de la luna; entonces, qué seres vivientes
emergieron de la tierra, y cuáles no nacieron en ningún tiempo; 70
de qué modo el género de los hombres comenzó a valerse
entre ellos de una lengua variada por los nombres de las cosas;
y de qué manera aquel miedo a los dioses penetró
23 El término fo ed u s debe entenderse como un acuerdo o pacto de la naturaleza que
tiene alcance de ley,
24Se refi ere al mismof&edíts.
25 Los atomistas antiguos señalaban que los cuerpos emiten efluvios, incluso los más

duros; estos efluvios o emanaciones mantienen las características y las afecciones


psíquicas de los cuerpos délos cuales han emanado. En su errar se introducen en otros
cuerpos sin ser percibidos. Aparecen en los sueños cuando el cuerpo se enfría y se
calma el movimiento de los átomos intemos. Cf. GEMELLI MARCIANO (2007).
El orden de los temas que anuncia en el argumento del libro no coincide con lo que
se apreciará en su desarrollo.
574 D e rervm n atvra-

pectora, te rra xu m q u i in o rb i sancta fu e tu r


75 i ana lacus lu c o s aras sim ula cra q ue d ivu m ,
Praeterea s o lis c u rsu s lunaeque m earas
expediam qua v i fle c ta t n a tu ra g ubernans;
ne fo rte haec ín te r caelum te rra m q ue re a ra u r
lib e ra sp o n te sua c u rsu s lu stra re p e re n n ís
80 m o rig e ra ad fru g e s augendas a tq tie a n im a n ris,
neve a liqua d iv u m v o lv í ra tio ne p u te m us.
N a m bene q u i d id ic e re déos se c u ru m agere aevum ,
s i tam en in te re a m ira n tu r qua ra tio n e
quaeque g e ri p o ssin t, p ra e se rtim rebus in l ilis
85 quae supera caput a e th e riis c e m u n tu r in o ris ,
ru rs u s ín a n tiq u a s re fe ru n tu r re lig io n e s
et d ó m in o s a c ris a d sciseunt, o m nia posse
quos m ise ri c re d unt, ig n a ri q u id queat esse,
q u id nequeat, fin ita p o te sta s d eníq ue cuique
90 quanam s it ra tio ne arque alte te rm in u s haerens.

Q uod superest, ne te in promissis plura moremur,


principio maria ac térras caelumque tuere;
quorum naturam triplicem, tria corpora, Memmi,
tris species tam díssimilis^ tria talia texta,
A C E R C A DE LA N A TU RA LEZA DE LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O S7 S

los corazones, el que en el orbe de las tierras salvaguarda, las cosas


sagradas:
los templos, los lagos, los bosques sagrados, los altares, las estatuas de los
dioses, 75
Además explicaré con qué fuerza la naturaleza que gobierna1''
produce los recorridos del sol y los movimientos de la luna;
para que, por casualidad, no pensemos que estos, libres por su
voluntad,28
dirigen sus recorridos anuales2'2 entre el cielo y la tierra
para acrecentar, com placientes, las p la nta s y lo s seres anim ados, 80
o b ie n, para que no pensem os que -vuelven p o r alguna ra zó n d iv in a .
Pues, quienes aprendieron correctamente que los dioses llevan una vida
libre30
de preocupaciones, si, realmente, se asombran entretanto por qué plan
algunas cosas pueden llevarse a cabo, en particular entre aquellas
que se observan por encima de su cabeza,31 en las orillas del éter, $5
so n a tra íd o s de vu e lta a las a ntig ua s re lig io n e s
y adoptan severos señores, que, míseros, creen
que pueden todas las cosas, ignorantes de qué cosa es posible,
qué cosa no se puede, finalmente, por qué razón existe una potestad
lim ita d a y u n té rm in o que está a d herid o en lo p ro fu n d o a cada cosa. 90

En torno al fin del mundo


En cuanto a lo que resta, para que no te demoremos de más en
promesas,
observa, en principio, los mares y las tierras y el cielo:32
su naturaleza triple, sus tres cuerpos, M emio,
tres especies tan disímiles, tres tejidos de tal tipo/3
27 Lucrecio introduce con el participio g u b e m a n s el motivo del timonel que gobierna

la nave, en este caso, se lo asigna a la naturaleza.


28 Alude al sol y a la luna.

29El adjetivoptrerm is presupone la continuación de la actividad a lo largo de un año.


3aEl contenido de los versos 82 a 90 es el mismo, palabra por palabra, que en los versos
delL. YI-58-66-
31 Quiere decir^por encima de la cabeza de los dioses*.

32 El poeta enfatiza acerca de Ja división tripartita del universo, que muchos otros roma-

ron de él, como Ov., JSíet. XII.39 y Tr. IL425.


33 Uso de la varlalio o figura etimológica en tomo al número rres: tn p iicem , tris, tria.
576 DE RERVrvi NATVRA - LIBER Q}/lNTVS A c e r c a de i a NATURALEZA de L4-S c o s a s - l i b r o QJ)1NTo 577

u n s o lo d ía lo s e n tre g a rá a la d e s tr u c c ió n , y l a m a s a s o s te n id a 95
95 u n a d ies d ab ii: e x itio , m u l to s q u e p e r .annos
s u s te n ta ta r u e t m o le s e t m a c h in a m u n d i. p o r m u c h o s a ñ o s y la m a q u in a ria d e l m u n d o c o la p s a rá n ,34
N e c m e a n irn í f a l li t q u a m res n o v a m ira q u e m e n ti Y n o e sc a p a de rrü a n im o q u é n u e v o y a d m ira b le a s u n to g o lp e a
a c c id a t e x it iu m c a e li te rra e q u e fu tu r u m , a la m e n te : la d e s tr u c c ió n fu tu r a d e l c ie lo y d e la tie rra ,
e t q u a m d iffic ile id m ih i s it p e r v in c e r e d ic tis ; y c u a n d ifíc il es p a r a m í p r o b a r e so c o n p a la b ra s;
100 u t fit u b i in s o lita m r e m a p p o rte s a u rib u s a n te c o m o s u c e d e c u a n d o tra e s u n a c o s a in s ó lita a n te lo s o íd o s 100
n e c L am en h a n c possis o c u lo r u m s u b d e re v ísu y, sin e m b a r g o , n o p u e d e s p o n e r la b a jo la m ira d a d e lo s o jo s
n e c iacere in d u m a n u s , v ia q u a m a m ita fid e i n i p o n e r la e n la s m a n o s, a trav és d e lo c u a l u n c a m in o f o r t if ic a d o 35
p ró x im a f e r t h u m a n u m i . p e c tu s te m p la q u e m e n tís , d e c o n fia n z a v a m á s d ir e c t o a l c o r a z ó n h u m a n o y a lo s te m p lo s d e la
S e d ta m e n e ffa b o r. D í c t i s d a b it ip sa fid e m res m e n te .
105 fo r s it a n e t g ra v ite r te r r a m m m o tib u s o r tis P e r o , n o o b s ta n te , h ab laré . E l m is m o a s u n to p o s ib le m e n te d ará c o n fia n z a
o m n ia c o n q u a s sa ri in p a rv o te m p o r e c e rn e s. a la s p a la b ra s y c o m p re n d e rá s q u e , tras h a b e rs e o rig in a d o m o v im ie n to s
^ a l o d p r o c u l a n o b is f i e c t a t f o r t t m a g u b e rn a n s, d e tie rra s , to d a s Ias c o s a s s o n s a cu d id a s c o n fu e r z a e n c o r t o tie m p o .
e t r a t io p o tiu s q u a m res p e rs u a d e a t ip sa ^ a l e la f o r tu n a q u e g o b ie r n a 36 d esv íe e sto le jo s d e n o s o tr o s ,
s u c cid e re h o r r is o n o p o sse o m n ia v ic ta fra g o re . y q u e la r a z ó n , m á s q u e e l m is m o a c o n t e c im ie n t o , n o s p ersu ad a
110 p riu s a g g re d ia r q u a m d e r e fu n d e r e f a ta d e q u e to d a s las cosas p u e d e n c o la p s a r v e n cid a s e n u n e s tr é p ito d e
sa n ctiu s e t m u lto c e r ta r a tio n e m a g is q u a m h o r r ib le s o n id o .
P y tliía qu ae tríp o d e a P h o e b i la u r o q u e p ro fa tu r, A n te s d e q u e y o a v a n c e s o b r e este a s u n to p a ra d ifu n d ir los d e stin o s37 110
c o n m a y o r sa cra lid a d , y c o n u n a ra z ó n m u c h o m ás s e g u ra q u e
la P it ia , q u e p ro fie re d esd e e l tr íp o d e y e l la u r e l d e F e b o ,38

fuAsí como el mundo y todas susparres tienen ^ comienzo,, también tendrán tm final.
-^Esta metáfora de ^ camino seguro está tomada de Empédocles ró;:, es decir
“accesible para ser transitado”) . Cf. M^UNRO, voL II, p. 324.
36 C o n fa misma metáfora relacionada con el gobierno de una nave, que en el verso 77
aludía a la narnra1e-za, Lucrecio se refiere a la fortuna, que remitiría a la concepción
estoica de la providencia que gobierna el universo y todo lo existente en él.
37 El poeta resigni-fica el ámbito de la sacralidad ubicándose en una posición que no
pretende ser impiadosa sino racional, insistiendo en que, como la unirán del ánimo y
ei alma no pueden persistir sin 1-:. n cuerpo, el mundo no puede persistir sin la vida, En
cuanto a la estructura del contenido del libro, M U N R O , vol. EL p. 324, estima que en
el verso 110 Lucrecio internunpe la argumentación para retomarla en el verso 235,
según lo demostrado por verificándose, como en otros pasajes, la presen­
cia de agregados por parte del poeta, o bien versos repetidos, tal como ocurre con los
hexámetros 111 y 112, que son iguales a L. I.738-739.
-'8En este verso, Lucrecio, por medio de una recusatio, resune algunos de los elementos
relacionados con el mito de Apolo y la práctica adivinatoria que se llevaba a cabo en
Delfos, donde se hallaba ^ templo consagrado al dios y el oráculo de Lemis, Apolo,
al que se refiere con el epíteto de Febo. el “Brillante”, también así denominado por Íos
romanos, mató con sus flechas a un dragón, llamado Pitón o Delfine, quien protegía el
andguooráculo de Temis. Tras la muerte del monstruo, se instauraron juegos fúnebres,
conocidos con el nombre de Píticos, los cuales se cdebraban en Delfos. Con respecto
578 DE R ER V M NATVRA - LIB ER Q V íN T V S

m u lta t ib í expediam d o c tis sola d a d ic tis;


re lig io n e re fre n a ra s ne fo rte re a ris
n s té rra s et solem e r caelum , m are sid e ra lun a m ,
corp ore d iv in o debere aeterna m anere,
proptereaque p utes r it u par esse G ig a n tu m
pendere eos poenas im m a n i p ro scelere o m n is
q u i ra tio n e sua d istu rb e n t m oenia m u n d i
120 praeclarum que v e lm t caeli re stin g u e re so le m
im m o rta lia m o rta l! se rm o ne n o ta n te s;
quac p ro c u l usq ue adeo d iv in o a n u m in e d iste n t,
in q u e deum n u m e ro quae s in t in d ig n a v id e ri,
n o titía m p o tiu s praebere u t posse p u te n tu r
125 q u id s ít v it a li m o tu sensuque rem ocum .
Q uip p e e te n im n o n est, cum q u o v is corpore u t esse
A C E R C A DE 1A N ATURALEZA DE LAS COSAIS - L íB R O O JJIN T O 579

d e sa rro lla re para t i m ucho s c onsue los con doctas palabras;


para que acaso no p ie nse s, sujeta do p o r la re lig ió n ,
que la s tie rra s y el so l y el c ie lo , e l m ar, la s e stre lla s, la lu n a 39
deben perm anecer e te rno s a p a rtir de u n cuerpo d iv in o ,40
y además pienses que es similar a la manera de los Gigantes A1
que, p o r u n c rim e n m o n stru o so , paguen penas to d o s esos
que, con su ra zo n a m ie n to , p e rtu rb e n la s m u ra lla s del m und o
y q u ie ra n apagar e l respla nd eciente so l del c íe lo,
ju zg a n d o cosas in m o rta le s con d isc u rso m o rta l;42
hasta qué p u n to estas cosas d ista n le jo s d el poder d iv in o ,
y so n in d ig n a s de se r consideradas en el c o n ju n to de lo s d io se s,
de m aneraque se piense que pueden g a ra n tiza r m e jo r una idea
de p o r qué f ue alejado d e l m o v im ie n to y de la se n sib ilid a d v it a l43
P o r sup ue sto , de hecho, no es p o sib le que se p ie nse que la na tura leza y

al oráculo, Apolo consagró un trípode en el santuarios donde se sentaba la sacerdo­


tisa que profería las palabras dei dios, conocida como Pitia. En cuanto al laurel, este
es producto de una relación amorosa no correspondida con la ninfa Dame, quien al
negarse a los requerimientos del dios, pidió a su padre, el rio Penco, que la ayudara;
este consintió en auxiliarla y la joven se transformó en el árbol de laurel (SátjrvY]), que
está consagrado a Apolo.
39En la traducción de este verso se decidió mantener las figuras retóricas polisín­
deton y asíndeton que se distribuyen en la primera y segunda parte del hexámetro
respectivamente.
^;E1 razonamiento lucreciano apunta contra el concepto estoico de anima mundi. Este
espíritu o razón directriz regula el mundo penetrando la inteligencia en todas sus par­
tes, al igual que el alma en el hombre, de tal manera que eí mundo, siendo viviente,
animado y racional, tiene una parte hegemónica, C f Píat... Tim. 35a.
41 Con respecto a los Gigantes, cf. L. IV.136-137.
42Lucrecio pretende igualar la misión del sabio epicúreo con la actitud subversiva de
los Gigantes, intentando asaltar la motada de los límites del cielo con d conocimiento
y el descubrimiento de las causas universales, a partir de una actitud que puede cali­
ficarse como prometeica. Prometeo era hijo de un Titán al igual que Zeus, engañó a
los dioses en dos oportunidades por amor a los hombres; enuna de ellas robó el fuego
celestial para otorgárselo a los humanos.
43MUÑE.O, voi II, p, 325, remterpreta sintácticamente el valor de la proposición sus­
tantiva introducida por el pronombre interrogativo-exclamativo quid. Asimismo, en la
traducción se ha dado un valor de causalidad a dicho pronombre; en definitiva, Lucrecio
retoma el argumento de lo afirmado con respecto al mundo y su carácter mortal, opo­
niéndose a la. teología astral de un universo divinizado y eterno, desarrollada por Platón
yel propio Aristóteles, en sus primeras obras, cercanas al pensamiento de su maestro.
580 D E R E R V M N A T V R A - LÍBER Q V IN T V S

posse a n ím i na tura p u te tu r c o n síliu m q u e ;


sic u t in aethere n o n arb or, n o n aequore sa lso
nubes esse q u e u n t ñeque pisces viva re in a n tis
130 nec c rú o r in lig á is ñeque sa xis su cus inesse .
C e rtu m ac d isp o situ m st u b i q u ic q u id crescat et in s it .
S ic a n im i na tura n e q u it sin e c o rp o re o r ir i
so la ñeque a n e rv ís et sa ng uin e lo n g iu s esse.
Q u o d s i p o sse t e n im , m u lto p riu s ip sa a n im i v is
135 in capite aut ttm e ris aut im is calcibus esse
posset et in n a sc i q ua vis in pa rte so ie re r,
tándem in eodem h o m in e atque in eodem vase m anere.
Q uo d q uonia m n o stro quoque constat corpore certum
d isp o situ m q u e v id e tu r u b i esse et crescere p o ssit
140 so rsu m anim a atque a n im u s, ta n to m a g is in fitia n d u m
to tu m posse e xtra corp us form a m q ue anim alem
p u trib u s in g le b is te rra ru m aut s o lis < in > ig n i
aut in aqua d ura re aut a ltis aetheris o ris .
H a u d ig it u r c o n sta n t d iv in o p ra ed ita sensu,
145 quand oq uid em neq ue unt v ita lite r esse anim ara.

Ulud ítem non est ut possis credere, sedis


esse deum sanctas in mundi partibus ttllis.
Tenvis enim natura deum longeque remota,
sensibus ab nostris animi vb¡ mente videtur;
A C E R C A DE LA M ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O Q U IN T O 581

el ju ic io del á n im o puedan e x is t ir con c ua lq uie r cuerpo;


a sí com o e l á rb o l n o puede e sta r en e l é te r, la s nubes n o pueden44
e sta r en e l salado m a r n i lo s peces pueden v iv ir en io s campos
n i la sangre en la madera n i la savia en la s p ie d ra s. 130
E stá d ete rm ina d o y d isp u e sto dónde cada cosa puede crecer y ha b ita r.
A s í, la na tura leza d e l á nim o n o puede nacer s in u n cuerpo,
so la , n i e sta r m u y le jo s de lo s n e rv io s y Ja sangre.
E n efecto, s i p ud ie ra (suceder) esto, m ucho antes la p ro p ia fu e rza d el
ánim o
p o d ría estar en la cabeza o en lo s h o m b ro s o en la p a rte m ás baja J35
de lo s ta lo ne s y e sta ría acostum brada a nacer en cua lq uie r parte,
para perm anecer fin a lm e n te en ese m ism o ho m b re y en ese m ism o vaso.
Pues consta que esto ta m bién parece e sta r d eterm inado
y d isp u e sto en n u e stro cuerpo donde p o d ría n e x is t ir y crecer
p o r separado el alma y el ánim o, tanto m ás debe negarse p o r com pleto 14°
que pueda p e rd u ra r fue ra del cuerpo y de una form a animada
en lo s te rro n e s p o d rid o s de lo s su e lo s o <e n > e l fuego
del so l o en el agua o en lo s a lto s bordes d el éter.
P o r c o n sig uie nte , no están dotados45*de una se n sib ilid a d d iv in a ,
ya que no pueden estar anim ados con una sensación v ita l.46 145

Los sitios donde moran los dioses


D e l m ism o m odo, no es que puedas creer aquello, que la s sagradas
m oradas de lo s d io se s e xiste n en alguna pa rte del m und o,47
E n efecto, la na tura le za de lo s d ioses, s u t il y en gran medida alejada
de n u e stro s se n tid o s* apenas es v ista p o r la in te lig e n c ia del á n im o ;43

44El pasaje comprendido enere los versos 128 al 141 es prácticamente igual, con
la excepción de alguna palabra o dos al comienzo o finai del verso, al pasaje del L»
XIÍ.784-797.
45Lucrecio hace referencia a rodos los cuerpos de los que habló en los versos preceden­
tes, es decir, las esferas celestes.
^£1 adverbio mialiter aparece solo utilizado en este verso, únicamente por Lucrecio.
47 Según Epicuro, los dioses habitaban los espacios intermedios (ptraicóorgiccj.. deno­
minados por los latinos interm undicu los cuales no formaban, parce de ningún mundo
en particular.
4sTal como afirma Veleyo, uno de los personajes que interviene en Cic., N. Z>. 1.48,
los dioses “no tienen cuerpo, sino una especie de cuerpo, ni sangre, sino una especie de
sangre1' {n ec tom en easpeá-es corpus est, se d q u a si Corpus* n ech abetsan gu in em , sed quasi
582 D E R E R V M NATVRA - LIB ER Q V ÍN T V S

150 quae quoniam manuum tactum suff ugit et icram,


tactile nil nobis quod sit contingere deber,
Tangerc enim non quít quod tangi non lícet ipsum.
Quare etiam sedes quoque nostris sedíbus esse
dissimiles debent, tenues de corpore eorum;
155 q u a e tib i p o ste riu s la rg o se rm one probabo.
Dicere porro hominum causa voluisse parare
praeclaram m undi naturam proptereaque
allaudabile opus divum laudare decere
aeternumque putare arque ímmortale futurum
160 nec fas esse, deum quod sit ratione vetusta
gentibus humanis fundatum perpetuo aevo,
sollicitare suis u lla v i ex sedibus umquam
nec ver bis vexare et ab imo evertere sumiría,
cetera de genere hoc adfingere et addere, Memmi,
165 desiperest. Q uid enim immortalibus atque beatis
gratia nostra queat largirier emolumenti,
ut nostra quicquam causa gerere aggrediantur ?
Quidve novi potuit tanto post ante quietos
inlicere ut cuperent vitam mutare priorem?
170 Nam gaudere novis rebus debere videtur
cui veteres obsunt; sed cui nil accidit aegri
tempore in anteacto, cum pulchre degeret aevum,
quid potuit novitatis amorem accendere taii?
Quidve m aliiu erat nobis non esse creatis?
175 An, credo, in tenebris vita ac maerore iacebat,
A C E R C A DE L A ¡NATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O 583

puesto que esta huye del choque y el tacto de las manos, 150
no debe tocar49 nada que sea tangible para nosotros.
En efecto, no puede tocar eso mismo que no es posible tocarse.
Por esto , además sus motadas también deben ser diferentes
de nuestros hogares, sutiles a partir de sus cuerpos;50
más adelante te probaré estas cosas con un largo discurso. 355
Además, decir que a causa de los hombres quisieron disponer51
la preclara naturaleza del mundo y que por esto
conviene alabar como muy loable52 la obra
de los dioses y pensar que será eterna e inmortal,
y que no es posible —ya que fue fundada por una antigua razón 160
divina en un tiempo perpetuo para las razas humanas—
perturbar jamás de sus sitiales por ninguna fuerza
ni ofenderla con palabras y trastocar desde lo profundo la suma de
todo;53
inventar y añadir las restantes cosas de este tipo, ívíemio,
resulta una locura. En efecto, ¿qué venta japuede ofrecer 165
nuestra gratitud a los inmortales y beatos
para que se pongan a hacer algo por nuestra causa?
¿O qué cosa nueva pudo seducir tanto después, a los que estuvieron
tranquilos antes, para que desearan cambiar su vida anterior ?
Pues,54parece que debe gozar de cosas nuevas aquel para quien 170
lo viejo es un obstáculo; pero, a quien no le sucedió nada
doloroso en un tiempo pasado, porque vivía bellamente,
¿qué pudo provocarle a ral persona el amor a la novedad?
¿O qué m al había sido para nosotros, una vez creados, no existir?
Pero, creo, la vida yacía entre tinieblas y tristeza,55 175

sa n g u iñ e ). Fue Epicuro quien enseñó que la naturaleza de los dioses “no se percibe por
la sensibilidad sinoporla inteligencia” {non sen su s e d m e n t e e e r n a tu r ).
49 Se considera co n tin g e r e como sinónimo de ta n gere.
50Lucrecio estima que las moradas de los dioses se caracterizan por su tenuidad, al igual
que los propios cuerpos délas divinidades.
51Se alude a los dioses y a la creencia de su intervención en la creación de las cosas.
Según MUNRO, voi, II, p. 32é, Lucrecio argumenta en contra de la teología estoica
y peripatética.
52E1 adjetivo a d leiu d a b ile puede ser considerado un arcaísmo.
5 No resulta convincente el uso del sustantivo s u m m a , al punto que Lambino lee suni-
nurni ya que resulta ambigua la relación con el inbnítivo ‘¿ v erter e.
54La conjunción n¿em hace referencia a las dos sentencias anteriores.
55E1 orden de los versos 174-176 tue restituido por Lambino.
584 D e r e r v m n a t v r á - l íb e r q v u m t v s

doñee d ilu x it re ru m g e n ita Jis oríg o ?


N a tu s e n im deber quicum q ue e st y e lle m anere
in v ita , doñee re tm e b ít blanda vo lu p ta s.
Q u i num q uam v e ro vitae g u sta v it am oiem
180 nec f u ít in num e ro , q u id ob est n o n esse creatum ?
Exe m p lu m p o rro g ig n u n d is re b u s et ip sa
n o titie s h o m in u m d iv is unde in s ita p rim u m est,
q u id v e lle n t facete u t sc ire n t a ním oque vid e re n t,
quoye m o d o st um quam v is cog nita p rin c ip io ru m
185 quidque ín te r sese p e rm u ta to o rd in e p o sse n t,
s i n o n ip sa d e d it specim en na tura creandi?
Nam que ita m u lta m o d is m u lris p rim o rd ia re ru m
ex in fin it o ía m tem pore p e rc ita p la g is
p o nd e rib usq u e su is c o n su e ru n t concita íe r r i
190 o m n im o d isq u e c o ire atque o m n ia pertem ptate,
quaecumque Ín te r se p o sse n t congressa creare,
u t n o n s it m iru m s í in ra lis d isp o situ ra s
d ecid e runt quoque et in ta lis venere m eatus,
q u a lib u s hace re ru m g e ritu r nu ne sum m a novando.1
9
5

195 Q u o d < s i> ia m re ru m ig n o re m p rim o rd ia quae s in r,


hoc tam en ex ip s is caeli ra tío n ib u s a u sim
c o n firm a re a liísq u e ex re b us red d ere m u ltis.
A C E R C A DE LA N ATURALEZA D i LAS C O SA S - L IB R O Q U IN T O 585

hasta que am aneció e l o rig e n fecundado! de la s cosas.


E n efecto, cua lquiera que haya nacido debe q u e re r perm anecer
en la vid a, m ie n tra s lo retenga u n blando placer,
Q u ie n , en verdad, nunca degustó e 1 a m o r a la vid a ,
n i estuvo en la lis t a ,5” ¿qué lo daña el n o haber sid o creado? isa
A dem ás, e l ejem p lo para crear cosas y e l m ism o concepto’7
de lo s ho m b re s, ¿de dónde se le s in tro d u jo p o r p rim e ra ve z a lo s d io se s
para que su p ie ra n y vie ra n en su á nim o qué q ue ría n hacer,
o de qué m odo fue conocida alguna ve z ía fu e rza de lo s elem entos
p rim e ro s
y de qué cosa eran capaces tra s cam biar e n tre s í e l ord en, 185
s i la m ism a n a tura le za no d io u n m od elo de creación?
Y a sí p ues, m ucho s elem ento s p rim o rd ia le s de la s cosas,5
6
5
7
58
agitados de m uc ho s m odos ya desde tie m p o in fin it o p o r choques
y la nza d o s p o r su s p ro p io s pesos, se h a b itu a ro n a se r lle va d o s
y a agruparse de todos m od os, y a ensayar todas la s cosas, 190
cua lquiera que p u d ie ra n crear tra s ju n ta rse entre s í,
que n o sea m a ra v illo so s i ta m b ié n cayeron59
en ta le s d isp o sic io n e s y lle g a ro n a tales m o v im ie n to s.
p o r lo s cuales, renovándose, ahora es conducida esta to ta lid a d de cosas.

El universo es imperfecto al igual que el hombre


E n cuanto a esto» < s i> c'° entonces yo ig n o ra ra qué so n lo s elem entos
p rim o rd ia le s51*
de la s cosas, no obstante me atreverla62 a c o n firm a r a p a rtir de la s m ism a s
ra zo ne s d el c ie lo y a ju stific a r a p a rtir de m uchas o tra s cue stiones,

56MUNRO, voL II, p. 327.. aclara que se hace referencia a ‘la lista de los seres vivos*.
57El concepto preexistente de lo humano, que Lucrecio denomina notities, es lo que
en Epicuro se denomina TrpóXrpJ/^, es decir, una información anticipada de cierta cosa
creada en el ánimo o en la inteligencia.
58Los versos 187-191 seencuencran repetidos conalgunos cambios en 422-426 de este
mismo libro.
59Los versos 192-194 se releerán con algunas modificaciones frente a los hexámetros
L. 1.1026-1027.
Se trata de un agregado de Marullo.
Los versos 195-199 resultan repetidos con algunos cambios anee L. 11.177-181.
é2Lucrecio utilízala forma arcaica ausim del presente del subjuntivo del verbo an de o.
586 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q v in t v s

nequáquam n o b is d iv in itu s esse paratam


na tura m re ru m : ta nta sta t pra ed ita culpa,
2 00 P rin c ip io qua ntum caelí te g it ím p e tu s Ing e ns,
ind e avide p a rtem m o nte s silva eq ue fe ra ru m
possedere, tenent rup e s vastaeque paludes
et m are quod la te te rra ru m d istin e t ora s,
Ind e duas p o rro prope p a rtis fe rv id u s a rd o r
205 a ssid uusq ue g e li casas m o rta lib u s a u fe rt.
Q u o d sup e re st a rv i, tam en id na tura sua v i
se n tib u s obducat, n i v is hum ana re sista t
v ita i causa v a lid o consueta b id e n ti
ingem ere et te rra m p re ssis p ro sc in d e re a ra tris,
210 S í n o n fecundas ve rte n te s vom ere glebas
te rra iq u e so lu m sub ig ente s c im u s ad o rtu s,
sp o nte sua nequeant liq u id a s e xsiste re in aura s;
et tam en in te rd u m magno quaesita labore
cum ia m p e r té rra s fro n d e n r atque o m n ia flo re n t,
215 aut n im iis to rre t fe rv o rib u s a e th e riu s so l
aut su b ití p e rim u n t im b re s gelidaeque p ru ina e ,
flabraque ve n to ru m v io le n to tu rb in e ve xa nt.
Praeterea genus h o rrife ru m n a tu ra fe ra rtu n
humanae g e n ti in fe stu m terraque m a riq ue
2 2 0 c u r a lit atque auget? C u r a n n i tém pora m o rb o s
apportant? Q uare m o rs im m a tu ra vagatur ?
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - I I 5 R O Q U IN T O 587

que la na tura le za de las cosas, de n in g ú n m odo, fue d isp u e sta para


nosocros
p o r vo lu n ta d d iv in a : se yergue p ro visca de tanta culpa.
P rim e ra m e n te , cuanto cubre e l enorm e tam año63 del cielo, 2Ú0

de esto, lo s monees y la s selvas de la s fie ra s to m a ro n p o se sió n 64


de una p a rte codiciable, la ocupan d e sfila d e ro s y vastos pantanos
y e l m ar que separa extensam ente la s costas de la s tie rra s.
D e a llí, además, u n h irv ie n te ca lor y 1a p e rsiste n te caída
de h ie lo le s q u ita a lo s m o rta le s casi dos partes de la tie rra . 205
L o que queda de campo,65 la na tura leza con su v ig o r, no obstante,
lo c u b riría de za rza s, s i la fu e rza hum ana no lo d etuvie ra
acostum brada p o r 1a necesidad de 1a vid a a g e m ir
con la re siste n te azada,66 y a la b ra r la tie rra tra s h u n d ir lo s arados.
S i, al ro tu ra r lo s fecundos te rre n o s con la re ja 67 y rem o ver68 210

e l suelo d é la tie rra , no lo s excitam os para su c re c im ie nto ,


p o r su vo lu n ta d no se ría n capaces de s a lir hacia la s claras brisas,® 9
y a veces, s in em bargo, buscados con g ra n e sfu e rzo ,
cuando ya a tra vé s de la s tie rra s todos70 se cubren de ho ja s y flo re c e n,
o e l etéreo so l lo s abrasa con excesivos calores 215
o la s sú b ita s llu v ia s y la s gélidas escarchas lo s d e stru ye n ,
y rá f agas de v ie n to s lo s atorm entan con su v io le n to to rb e llin o .71
Adem ás, ¿por qué la na tura le za a lim e nta y hace crecer
en la tie rra y en e l m a r e l esp a ntoso género de la s fie ra s,
enem igo para la hum a nid a d ? ¿ P o r qué la s estaciones d e l año traen 220

enferm edades ? ; P o r qué causa la m ue rte prem atura vaga e rra nte ?

63 En este verso, el sustantivo ím petus parece referirse al tamaño de] cielo, aunque tam­
bién es utilizado para aludir al movimiento de rotación celeste.
®4El poeta entiende que la esfera terrestre no presenta espacios donde el hombre podría
habitar sin esfuerzo: de ahí que argumenta sobre la permanente labor humana para
transformar la naturaleza a su favor.
71 Se refere ai suelo que es apto para el cultivo.

^ El sustantivo biáens, -n iis es de género masculino y hace referencia a un instrumento


campesino caracterizado por su peso y por presentar dos puntas o Mientes”.
67Se refiere a la reja del arado.
ísLos versos 211-212 se asemejan ai L. L211-212.
Lucrecio alude al producto o generación de ios suelos a partir del esfuerzo humano.
7' Cabe entender que se trata de ios árboles y plantas en general que se desarrollan en
ios campos cultivados.
7 7 La naturaleza resulta hostil para el hombre y su esfuerzo; en consecuencia, nada hace

pensar que la tierra ha sido otorgada como don de ios dioses.


Ülf-'

588 D E F i R V M N ATV RA - L ÍB E R Q V 1N T V S

T n m p o rro p u e r, u t sa e vis p ro ie c tu s ab u n d is
na vita , n u d u s h u m i iacet, in ía n s, in d ig u s o m n i
v it a li a u x ilio » cum p rim u m in h tm in is oras
225 n íx íb u s e x alvo m acris n a tu ra p ro fu d it,
va gituque lo c um lu g u b ri com plet, u t aequum st
c u i ta n tu m ín v ita re ste t tra n siré m a lo ru m
A tv a ria e c re sc un t pecudes arm enta íeraeque
nec c re p ita c iílis o p us est nec cuiquam adhibendast
¿30 aknae n u tric is blanda atque in fra c ta lo q u e lla
nec va ria s q ua e runt v e stís p ro tem pore caeli,
denique n o n a rm is o p us est, n o n m o e n ib u s a ltis,
q u i sua ru te n tu r, quando ó m n ib u s o m nia la rg e
te llu s ip sa p a rir naturaque daedala re ru m .2
3
5
*4

235 P rin c ip io q u o nía m te rra i c o rp us et u m o r


aurara m que leves an.imae c a lid iq ue vapores,
e q u ib u s h a e c re ru m c o n siste re sum m a v id e tu r,
o m n ia n a tiv o ac m o rta li c o rp o re consta nt,
debet eodem o m n is m u n d i na tura p u ta ri,
24o Q u ip p e etenün q u o ru m p a rtis et m em bra vid e m u s
corp ore n a tivo ac m o rta lib u s esse fig u ris ,
haec eadem fe rm e m o rta lia c e rn im u s esse
et na tiva s im u í. Q u a p ro p te r m axim a m u n d i
A C E R C A D £ LA NA.TL1 RALEZA D L LAS CO SA S - L IB R O Q U IN T O 589

En to n c e s tam bién e i n iñ o , com o u n navegante arroja d a p o r salvajes72


o la s, yace desnud o en e l sue ño , s in habla, necesitado de toda
ayuda v ita l, tan p ro n to com o la na tura le za lo h iz o sa lir del vie n tre
de la m adre con e sfu e rzo s hacia la s o rilla s de la lu z , 223
y lle n a e l lu g a r con u n vagido lú g u b re , com o es ju s to
para q u ie n le queda re c o rre r ta n to s m ales en ía vid a ,
Pero va ria d o s a nim a le s d o m é stic o s, rebaños y fie ra s crecen,73
y no hay necesidad de cencerros y a n in g u n o debe se r d irig id a
la blanda y entrecortada habla de una amable n o d riza , 230
y n o re q u ie re n d iv e rso s v e stid o s según la estación,74
en fin , n o hay necesidad de arm as, n i de altas m u ra lla s,75
para proteger su s bienes,74 ya que la tie rra m ism a y ía na tura le za , a rtífic e
de la s cosas, p ro c u ra n con p le n itu d todas la s cosas para to d o s.

La mortalidad del universo


E n p rim e r lug a r, p ue sto que e l cue rp o de la tie rra y e l agua 235
y lo s leves so p lo s7/ de la s b risa s y lo s c á lid o s vapores,
a p a rtir de lo s cuales parece que e xiste esta sum a de cosas,7*
todas ía s cosas c o nsta n de u n cuerpo re c ib id o al nacer y m o rta l,
p o r eso m ism o 79 debe c o n sid e ra rse la na tura le za de to d o el m und o.
E n efecto, p uesto que vem os que (la s cosas) cuyas pa rtes y 240
m ie m b ro s so n de u n cuerpo que nace y de fo rm a s m o rta le s,
p e rc ib im o s que estas m ism a s generalm ente so n m o rta le s
y a la v e z tie n e n u n n a c im ie n to . P o r esto, ya que veo que

'^Se introduce un símil por medio dei cual Lucrecio describe la soledad existencia! del
hombre, quien, no es más que un niño abandonado a su suerte ante las inclemencias de
la naturaleza. El llanto inicial del niño recién nacido es la aceptación de la situación de
indigencia que le aguarda el resto de su vida.
•'Lucrecio insiste sobre la vulnerabilidad de la raza humana en relación con otras espe­
cies, sean estas domésticas o salvajes.
"'Literalmente cabe trad ucirlo tem pere caeív. “según el tiempo del ciclo".
7>£s en elL. V donde el poeta argumenta, acerca del desarrollo de la cultura humana, la
que anticipa en estos versos, aludiendo a ella como parte de las carencias del hombre.
76 El pronombre quis es un arcaísmo equivalente a qaibus.

^ En este caso Lucrecio recurre al uso del término anim a como sinónimo de “soplo” o
“aire" Cf. ERNOUT-MEILLET (2001).
73 Se alude con ei sintagma haec tum m a rerurn ala totalidad del universo.

79MUNRO, vol. II, p. 329, estima que tiene corno antecedente a corpore.
590 D e r e r v m n a t v r á - l íb e r q v in t v s

cum yideam m em bra ac p a rtís consum p ra re g ig nt.


245 sc ire lic e t caeli quoque íte m terraeque íu is s e
p rin c ip ía le a iiq u o d te m p us clademque fñ tu ra m .

Illu d in h is re b u s ne c o rrip u isse re a rís


m e m ih i, quod te rra m arque ig ne m m o rta lia su m p si
esse ñeque u m o re m d u b ita v i aurasque p e rire
250 atque eadem g ig n i ru rsu sq u e augescere d ix i ,
p rin c ip io p a rs te rra i n o n n u lla , p e rusta
so lib u s a ssid u is, m u lta p u lsa ta p e d u m v i,
p u lv e ris e xha la r ne b ula m n u b isq u e v o la n tis
quas v a lid i ro to d isp e rg u n t a e re ve n ti.
255 P a rs etiam g le b a rum ad d ilu v ia n re voca tur
im b rib u s et rip a s ra dentia ilu m in a ro d u n t.
Praeterea p ro parte sua, quodeum que a lit auget,
re d d itu r; et q u o nia m d ub io p ro c u l esse v id e tu r
o m n ip a re n s eadem re ru m com m une se p u lc ru m ,
2 60 ergo té rra t ib i lib a tu r et aucta re c re sc it.

Q u o d su p e re st, u m o re n o vo m are ilu m in a fo n tis


sem per abundare et la tic e s m anare p e re n n is
A C E R C A DE LA NATURAJLEZA DE LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O 591

lo s m á xim o s m ie m b ro s y la s p a rte s del m undo tra s c o n su m irse se


regeneran,80
es p o sib le saber que h u b o a lg ún tie m p o o rig in a rio 81 d el c ie lo y 245
ta m b ié n de la tie rra y, d e l m ism o , m odo una calam idad fu tu ra .

La mortalidad de los elementos:

a. La tierra
E n estas c ue stio ne s no p ie nse s que y o tom é aquello
para m í,82 p o rq ue a sum í que la tie rra y e l fuego so n cosas
m o rta le s y no dudé de que e l agua y lo s a ire s perecen
y d ije que estas m ism a s cosas, a su v e z, se engendran y crecen; 250
en p rin c ip io cierta parte de la tie rra , sum am ente quemada
p o r a sid uo s soles, pisada p o r la fu e rza de m uchos p ie s,83
exhala una n ie b la y nubes vo la d o ra s de p o lvo
que fu e rte s v ie n to s d isp e rsa n p o r todo e l aire.
Ta m b ié n una pa rte de lo s te rre n o s es som e tid a a la in u n d a c ió n 255
p o r la s llu v ia s, y lo s río s que c o rre n e ro sio n a n la s o rilla s.
To d o 84 lo que a lim e n ta , acrecienta, además, es d evuelto
p ro p o rc io n a lm e n te
de su p a rte ; y p uesto que parece le jo s de duda que
esa m ism a p a rid o ra 85 de tod a s la s cosas es sep ulcro com ún,
p o r lo ta n to , para t i s e la tie rra se consum e y vue lve a crecer aumentada. 26 o

b. El agua
P o r lo dem ás, que e l m a rs lo s río s , la s fu e n te s sie m p re
desbordan con agua renovada y que m anan c o rrie n te s perennes,

80 Ei verbo reg¿gno> que en este caso aparece con la forma del infinitivo presente pasivo,
solo se registra en Lucrecio.
gi El adjetivo 'principíale es también una palabra lucreciana.
82El sintagma c o r r ip u is s e m ih i está atestiguado, según Lachmann, en Varr., L. VII.94.
Cf. MUNRO, vol II, p. 330.
83Se trata de una hípálage, recurso retórico por d cual se aplica un adjetivo que corres­
ponde semánticamente a otro, en este caso m u iia v is p e d u m , literalmente *la mucha
fuerza de los pies”.
84 La inclusión de la forma neutra del pronombre indefinido a l i d es una corrección de

Lambino; en los códices OQ¡ se lee alit.


85El adjetivo o n m ip a ren s, aquí sustantivado, es de tradición eniana.
86MLTNRO, vol. I, p, 222, sugiere en su traducción que el pronombre tibi sea el sujeto,
es decir. *tá consideres que la tierra se consume.,/’.
592 D E RERV fw N A T V R A - L ÍB E R Q V lN T V S

n íl Opus e sí v e rb is: m a g nus d e c n tsus aquarum


und iq ue dcclarat. Sed p rim u m q u ic q uid aquai
265 t o lliru r in sum m aque f it uc n íl u m o r abundet,
p a rtim quod v a lid iv e rre n te s aequora vencí
d im in u u n t ra d iisq u e re te xe ns aetherxus so l,
p a ttím quod su b te r p e r té rra s d id itu r o m n is.
P e rc o la tu r e n im v iru s re tro q u e rem anat
2 / 0 m a te rie s u m o ris et ad caput am ntb us o m n is
c o n ve n it, in d e su p e r té rra s f lu it agm ine d u lc í
qua v ia secta sem el liq u id o pede d e tu lit lin d a s.

A era nunc ig it u r dicam q u i corpore to to


in n u m e ra b iíite r p riv a s m u ta tu r in h o ra s.
275 Se m p e r e nim , quodcum que f iu it de re b u s, id om ne
a e ris in m agnum fe rra r m a re ; q u i n is i c o n tra
corpora re trib u a t re b us recreetque flu e n tis,
om nia ia in re so lu ta fo re n t et in aera versa.
H a u d ig it u r cessat g ig n i de re b u s ec in re s
280 reccidere, assid ue q uo nia m flu e re o m n ia constar.

L a rg u s íte m liq u íd i fo n s lu m in is , a e th e ríu s so l,


irrig a t assidue caelum candare re c e n ti
sup p e d ita tq ue novo c o n ie stim lu m in e lum e n.
N a m p rim u m q u ic q u id fu lg o n s d ísp e rit ei,
285 quocum que a c c id it. Id líc e r hín c cognoscere p o ssís,
quod s ím u i ac p rim u m nub es succedere s o íi
coepere et ra d io s ín te r q u a si rum p e re íu c is,
extem p lo in fe rio r p a ís h o ru m d isp e rit o m n is
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a de l a s c o s a s - Lib r o q u in t o 593

no hay necesidad de palabras; el gran curso de las aguas lo deciara


por todas partes. Pero, primero, algo de agua se pierde
y en suma resulta que ningún líquido abunda,
en parte, porque los fuertes vientos disminuyen barriendo
las planicies marinas y el etéreo sol que las desha.ce con sus rayos,
en parte, porque se extiende por debajo, a través de todas; las tierras.
En efecto, se filtra el amargor y nuevamente vuelve a brotar87
la m ateria del líquido y converge toda hacia la fuente desde
los ríos, de allí fluye sobre las tierras a través de una dulce corriente87
por donde hace descender las aguas, una vez que se ha abierto en líquido
paso.

c. Eí aire
Ahora, entonces, hablaré del aire que en todo cuerpo
se transforma a cada hora de manera incontable.
En efecto, siempre rodo lo que fluye de las cosas, todo eso 275
es llevado hacia el gran m ar del aire; y si este, por el contrario, no
les retribuyera los cuerpos a las cosas n i restaurara las que se evaporan,
todas ya habrían sido disueltas y convertidas en aire.
Por lo tanto no cesa de engendrarse a partir de las cosas y de regresar
a las cosas, pues consta que todas las cosas fluyen ininteriumpidamente,87230

d. El fuego
D el mismo modo una generosa fuente de líquida luz, el sol etéreo,
irriga el cielo en forma continua con una brillantez no agotada
y reemplaza al instante su luz con un nuevo resplandor.
Pues, primero, algo de fulgor se le pierde,
donde quiera que caiga. De allí esposible que puedas conocer eso, 2S>
porque tan pronto como las nubes comienzan a acercarse
al sol y, por así decir, a interrumpir los rayos de luz,
de inm ediato la parte inferior de estos se pierde por completo

87Los versos 269-272 se repiten con ligeras diferencias en L. VL635-638.


'■‘ F.i sustantivo ag>mrí, -inis fue usado en un contexto semejante por Ennio y, luego de
Lucrecio, por Virgilio.
!i>Lucrecio argumenta siguiendo de manera consecuente su sistema de pensamiento,
según los principios enunciados al comienzo de su obra; nada deviene de la nada ni se
reduce a ella de manera absoluta.
594 DE R E R V M N ATVRA - L I5E R Q V fN T V S

terraque in u m b ta tu r qua n im b i cum que fe ru n m r;


290 ut moscas sp lend o re novo re s sem per egere
et p rim u m ia c ttu n fu lg o ris quem que p e rire
nec racione a iia re s posse in so Je v id e ri,
perpetuo n i su p p e d ite t lu c ís caput ip su m .
Quin etiam nocturna tibí, terrestria quae sunt,
295 lumina, pendentes lychni claraeque coraseis
fiilguribus pingues multa calígine taedae
consimiJi properant racione, ardore ministro,
suppeditare novum lum en, tremere ignibus instant,
instant, nec loca lu x ínter quasi rupta rclinquit.
300 Usque adeo properanter ab ómnibus ignibus ei
exitium celeri celatur origine flammae.
Sic igitur solem lunam stellasque putandum
ex alio atque alio lncem íactare subortu
et prim um quicquid flammarum perdere semper;
305 inviolabilia haec ne credas forte vigere.

Denique non lapides quoque vinel cernís ab aevo,


non altas turris mere et putrescere saxa,
non delubra deum simulacraque fessa fatiscí,
nec sanctum numen fati protollere finís
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o ít l u n t o 595

y la tie rra se ensom brece p o r d ond equiera que la s nubes9-3 sean llevad as;
para que reconozcas que la s cosas sie m p re están necesitadas de u n nuevo 290
re sp la n d o r y que toda p rim e ra irra d ia c ió n de fu lg o r perece
y que de o tra m anera la s cosas n o p o d ría n se r v ista s a l so l,
s i la m ism a fuente de lu z n o se renovara continua m ente.
M ás aun para ti, la s luces n o c tu rn a s, que so n te rre stre s,
lám paras91 colgantes y lu m in o sa s antorchas re sin o sa s92 295
de b rilla n te s fu lg o re s se ap resuran del m ism o m odo
en m ed io de una g ra n o sc u rid a d ,53 con el fuego como a siste n te ,
para s u p lir una nueva lu z , in sta n a lo s fuegos a estrem ecerse,
lo s in s t a n ,y la lu z , p o r a sí d e c ir entrecortada, n o abandona lo s espacios.
H a sta ta l p u n to su d esaparición93 es ocultada m uy apresuradam ente 300
p o r todos lo s fuegos con e l rá p id o na c im ie n to de la lla m a .
A s i, p o r c o n sig u ie n te , ha de pensarse que e l so l, la lu n a y la s e stre lla s
a rro fa n lu z con e l fin de proveerse96 de u n o a o tro
y sie m p re p ie rd en p rim e ro algo de su s lla m a s;
no creas p o r casualidad que estas cosas perm anecen in v io la b le s. 305

Las piedras no resultan inalterables


E n fin , ¿no observas que la s p ie d ra s tam bién so n vencidas p o r el
tiem p o ,
que la s a lta s to rre s se d esm orona n y que se d e sinte g ra n la s rocas,
que lo s te m p lo s y la s estatuas de lo s d io se s se agrietan, fa tig a d os,
y que e l sagrado poder d iv in o n o puede p ro lo n g a r97 lo s lím ite s

?0Laprimera acepción del sustantivo nimbus, -¿es la de “nube de lluvia”.


El poeta hace referencia a lámparas de metal que pendian del techo. La palabra
lythnus)'i es de origen griego ("Xú^vck;) y aparece en textos anteriores a Lucrecio, en
Ennio y Lucilio. Puede entenderse como sinónimo de lucerna* que es la lampara ro­
mana hecha de piedra o terracota que se encendia con aceite.
92 Para el encendido de las antorchas se utilizaba cera de abejas, además de valerse de

maderas de material resinoso.


9-3 El sustantivo caligo, -ginis alude también a laoscuridad entremezclada con humo.

',qLa repetición en este caso de la forma verbal instant es una práctica que Lucrecio
utiliza en otras ocasiones tomada del mismo Homero. Se trata de una anadiplosis.
95Se alude a la desaparición de la luz.
96El uso del supino no parece encontrarse en otro texto, al menos con ei sentido de
“proveer aquello que se espera porque se ha. consumido’" C£ MUNRO, vol. II, p. 331-
57 MUNRO, id.* recuerda el uso plautino del verboprotifllo* que también aparece uti­

lizado en inscripciones y por Luciiio.


596 D E PJERVM N A T V R A - LÍBER Q Y I N T V S

310 posse ñeque adversos naturae foedera n id ?


D e n iq ue n o n m onum e nta v iru m d ila p sa vid e m u s
quaerere p ro p o rro s ib i sene senescere credas,
n o n ru e re a vu lso s s ílic e s a m o n tib u s a ltis
nec va lid a s aevi v ir is p e rfe rre p arique
315 fin id ? Ñ eque e n im caderent avulsa repente,
ex in fin it o quae tem pere p e rto le ra sse n t
o m n ia to rm e n ta aetatis p riv a ta trag a re.

D e n iq u e ia m tuere hoc, c irc u m supraque quod om nem


c o n tin e t am plexu te rra m : s i p ro crea r ex se
320 o m n ia , quod q uíd a m m e m o ra n t, re c ip ítq u e perem pta,
to tu m na tivo ac m o rta li c o rp o re c o nsta r,
N a m quodcuinque a lia s e x se re s auget a litq u e ,
d e m in u i debet, re crea r! cum re c ip it re s.

Praeterea s i n u lla r u it g e n ita lis o rig o


325 te rra ru m et ca eli sem perque aeterna fue re,
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - Lib r o q u in t o 597

d e l d e stin o n i e sfo rza rse c o n tra lo s pactos de la na turaleza? 3X0


E n fin , ¿no vem os que lo s m o num e nto s de lo s ho m b res se han
d errum b ad o,
que además p re g un ta n para s í98 cuándo cre ería s que envejecen/'9
no (vem os) que la s p ie d ra s arrancadas de lo s a lto s m ontes se d errum b a n
n i (vem os) que su fre n y padecen lo s fu e rte s em bates de un tie m p o
lim ita d o ? E n efecto, no caerían arrancados de repente, 315
s i h u b ie ra n to le ra d o 100 desde u n tie m p o in fin it o
to d o s lo s to rm e n to s de la edad, p riv a d o s de fra c tu ra s,101

El cielo tiene origen y fin


En f i n , ya m ira e sto , que a lre d e d o r y p o r encim a contiene*02
toda la tie rra con u n a b ra zo ;103 s i procrea a p a rtir de s í m ism o
todas la s cosas, lo que a lg uno s recuerdan,104 y la s recibe d e stru id a s, 320
consta que tod o es in n a to y de cuerpo m o rta l.
P ue s c u a lq u ie r cosa que acrecienta y a lim e nta o tra s cosas a p a rtir de s í,
debe d ism in u irse y crearse de nuevo, cuando recibe una cosa.105

El universo carece de vejez y eternidad


Adem ás, sí no hubo n in gú n origen engendrado!
de las tierras y del cielo y fueron siem pre eternas, 323
95Podría referirse a los interrogantes de los hombres.
Este verso presenca diferenteslecturas. C f BAXLEY (1947), vol. I, p. 448.
ltK>£ lverb o p e r tolero aparece registrado en un fragmenco de un a tragedia de A ccio y en
esce verso de Lucrecio.
7fi' Se i eíicrc ala s p iedras y a los monumentos y representaciones que con ellas se levan­
tan ; nada de eJlo se libra de la conmoción de la caída.
!8ZSegún M U N R O , voL II, p. 332, el pasaje es una cerrada paráfrasis de Pacuvio, au­
tor cercano a la dinastía de los Escipiones, nacido en ei s. III a.C., quien era sobrino
de Ennio y se destacó en la creación de tragedias y de praetextaey textos dram áticos de
carácter hiscórico y/o legendario introducidos por Nevio. Se destacó por componer
sátiras, además de dedicarse a la pintura. En esce pasaje se advierte la influencia estoica
de Zenón. quien fundó ia escuela hacia el s. IV a.C.
183 C on esta metáfora Lucrecio se refiere al cíelo.
184M U N R O , id vol. II, p. 332, insisce en que puede tratarse no solo de los esroicos,
sino de estudiosos de Platón, Pitágoras o bien del mismo Anaxágoras.
105 Por medio de este hiperónim o, puede pensarse que se refiere a la m ateria, c£
YALENTÍ FIOL, yoL II, p. 131.
598 D e r e r v m h a w r a - l íb e r q v in t v s

cur supera bellum T hebanum e t fuñera Troiae


non alias alii quoque res cecinere poetae?
Q uo tot facta virum cotiens cecidere ñeque usquam
aeternis fam ae m onuinentis insita fiorent?
330 Verum, ut opinor, haber novitatem su m isa recensque
naturast m undi ñeque pridem exordio cepit,
Q uare etiam quaedam mm c artes expoliuntur,
nunc etiam augescunt; nunc ad d ita navigiis sunt
m ulta, m odo organici m élicos peperere sonores,
3-35 D enique n atu ra haec rerum ratioque repertast
nuper, et hanc prim us cum prim is ipse repertus
nunc ego sum in patrias qui possim vertere voces,
Q uod si forte fiiisse antehac eadem om nia credis,
sed periisse hom inum torrenti saecla vapore,
34o aut cecidísse u rb is m agno ye xa m ine m u n d i,
aut ex im b rib u s a ssid u ís e xisse rapaces
per té rra s a tn n is atque oppida co p e ruisse ,
ta nto q u iq u e m agis v íc tu s bateare necessest
A c e r c a d e la , n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - L i b r o q u i n t o 599

¿por qué otros poseas no cantaron tam b ién otros hechos


antes106 de la guerra de los tehanos y los funerales de Troya?10*'
¿A donde fueron a p arar a menudo tantas hazañas de hom bres y en
n in gu na parte
florecen insertas en los eternos m onum entos de la fam a?lüS
Pero, com o opino, la sum a de las cosas109 contiene la novedad y la
naturaleza 330
d el m undo, es reciente y no hace m ucho tiem po que recibió u n com ienzo.
Por esta causa tam bién ciertas artes ahora se em bellecen,110
ah o ra tam b ién se desarrollan; ahora se les agregaron m uchas cosas
a los navios, recientemente los m úsicos1" produjeron armoniosos sonidos.
Finalm ente, la naturaleza d é la s cosas y este razonam iento se descubrieron
hace poco, y yo m ism o soy el prim ero entre los prim eros112 tras haberla 335
descubierto, ahora yo soy q u ien p o d ría verterla a las voces patrias.113
Y si tal vez crees que an tes de ah o ra existieron todas esas mism as cosas,
pero que generaciones de hom bres perecieron p o r un ardiente calor,114
o cayeron sus ciudades por una gran sacudida del m undo, 340
o a p artir de lluvias constantes voraces torrentes
em ergieron por las tierras y an egaro n las ciudades,
así, m ucho más es necesario que, vencido, confieses 10

100 El adverbio s u p era es una forma de s u p era s; se rem ite generalmente a supra.
107Lucrecio reflexiona en tom o a los argumentos propios de la poesía épica y de la tra­
gedia haciéndolos extensivos a las preocupaciones propias de la historiografía.
W5E1 m otivo de la fama es una de las principales preocupaciones de los romanos y es la
vía por m edio de la cual se hacen conocer las hazañas de los hombres.
109Se alude al universo a través del sustantivo su m m a ,
110A p artir de aquí y en ios versos siguientes, Lucreci o pretende probar la juventud del
universo al reflexionar sobre el perfeccionamiento aun evidente de las a rtes hum anas,
tales como la navegación, la música y la filosofía.
111 Con el sustantivo o rg á n ico s, palabra de origen griego f ópyaviKci;), Lucrecio hace re­
ferencia a todo aquel que ejecuta un instrumento musical.
112Lucrecio parece señalar que su descubrimiento se dio al m ism o tiempo que se dio en
otros pensadores. M U N R O , voL II, p. 332, entiende que ta l descubrimiento antecedió
a todos [os demás.
113Si bien, ta l como señala VALENTI FIO L, vol II, p. 133, n. 11, existieron filósofos
latinos previos a Lucrecio que expusieron en latín los principios de la filosofía epicúrea,
Lucrecio se esforzó en com poner un vocabulario estrictamente romano para argum en­
tar sobre los axiomas d é la escuela de Epicuro.
114 Lucrecio bace referencia a las formas de desaparición del universo que estim aban
los estoicos: p or la vía d el fuego {ÉKrrúr.tocn.c o conflagración) y por la vía d el agua
(KteraK?axr¡tóc o inundación): de igual forma alude C ic., S o m n . Scip. 7.23.
600 D e RERVM NATVRA - LIBER QYÍNTV5 1J 1NTO
A c e r c a dc la n a t u r a l iz a d e LAS c o s a s - Li b r o Q 601

e x itiu m q u o q u e te rr a r u m c a e liq u e n itu ru m . ta m b ié n la fu tu ra d e s tru c c ió n d e l c ie lo y d e la s tierras.


345 N a m cu m res ta n tis m o rb is ta n tisq u e p e ric lis P ues, p o iq u e las cosas fu e ro n atacadas p o r ta n ta s e n ferm ed a d es 345
te m p ta re n tu r, ib i si tr is tio r in cu b u isse t y ta n t o s p e lig ro s, si en to n c e s se h u b iese p re c ip ita d o u n a causa
causa, d a re n t la te cla d e m m a g n asq u e ru in as. .más triste, p ro d u c iría n d esastres e n a b u n d a n c ia y g ra n d es ru in as
N ec racion e -alia m o rtales esse v id em u r, Y n o p o r o tra ra z ó n p arec e q u e so m o s m o rta le s
in te r n o s n isi q u o d n io rb is aeg rescim u s isd ein si n o p o rq u e e n tre n o s o tro s n o s e n fe rm a m o s d e esas m ism as
350 arq u e illi q u o s a v ita n a tu ra re m o v it. e n fe rm ed a d e s
q u e a q u ello s a lo s q u e la n a tu ra le z a a p a rtó d e la vid a . 350

L a s p o s ib ilid a d e s d e d e s a p a r ic ió n d e l m u n d o

P ra e te re a q u a e c u m q u e m a n e n t a e te rn a n ecessust
A d e m á s, es n e c e sa rio 1^ q u e c u a le sq u ie ra de las cosas q u e
a u t, q u ia s u n t s o lid o c u m c o rp o re , re sp u e re ic tu s
p e rm a n e z c a n e tern a s
n e c p e n e tra re p a ti sibi q u icq u am q u o d q u e a t a rta s
o, p o rq u e son de c u e rp o só lid o , q u e re c h a z a n los g o lp es
disso ciare in tu s p a rtis, u t m a re ria i
y n o a d m ite n q u e las p e n e tre alg u n a cosa q u e p u e d a d is o c ia r
355 c o rp o ra s u n t q u o r u m n a tu ra m o ste n d im u s ante,
las p artes tra b a d a s in te rio rm e n te , c o m o so n
a u t ideo d u rare a e ta te m p osse p er o m n e m ,
lo s c o rp ú s c u lo s d e la m a te ria cu ya n a tu ra le z a m o stra m o s antes, 355
p la g a ru m q u ia s u n t e x p ertia, s ic u t in a n e e st
o p o r esta ra z ó n , p u ed e p e rd u ra r a través de to d o el tiem p o ,
q u o d m a n e t in ta c m m n e q u e ab i c t u fu n g itu r h ilu m ,
p o r q u e están p riva d a s de golpes, así co m o el v a c ío es
au t e tia m q u ia n u íla lo ci sir c o p ia c irc u m ,
lo q u e p e rm a n e c e in ta c to y n o e x p e rim e n ta nada a p a rtir d eí golpe,
360 q u o quasi res p o s s in t d is c e d e re d isso lu iq u e,
o ta m b ién p o rq u e n o se e n c u e n tra n in g ú n lu g a r d is p o n ib le alre d ed o r,
sicu t s u m m a ru m su m m a est a e te rn a , n e q u e e x tra
en el c u a l las cosas, p o r así d ecir, p u d ie ra n d iso lv e rse y disgregarse, 360
q u í lo c u s est q u o d is sília n t n e q u e c o r p o r a s u n t quae
a sí c o m o e l c o n ju n to d e los c o n ju n to s de las cosas es e te rn o , 116
p o s s in t in c id e re et v a lid a d isso lv e re p lag a.
y n o existe fu e ra n in g ú n fu g a r en e l c u al se m u e v a n v io le n ta m e n te , n i h a y
A t n e q u e , u ti d o c u i, s o lid o c u m c o rp o re m u n d i
c o rp ú s c u lo s q u e p u e d a n p re c ip ita rs e y d iso lv e rse c o n u n fu e rte g o lp e.
365 n a tu ra st, q u o n ia m a d m ix tu m s t in rebus in an e ,
P e ro , c o m o en señ é, n i la n a tu ra le z a d e l m u n d o existe
n ec ta m e n est u t in a n e , n e q u e a u te m c o r p o r a desunt,
c o n u n c u erp o só lid o , p u e s to qu e el v a c ío está m e z c la d o en las cosas, 365
ex in fin ito q u ae p o s s in t fo r t e c o o r ta
y, sin e m b a rg o , n o es c o m o el v a c ío , y p o r o tra p a rte n o fa lta n c u erp o s,
c o rru e re h a n c re ru m v io le n to tu rb in e su m m a m
q u e, su rg id os d el in fin ito , q u izás p u e d a n h acer
au t a lia m q u am vis c la d e m im p o rta re p e r id i,
c o la p sa r c o n u n v io le n to to rb e llin o esta sum a d e las cosas,
370 n e c p o r r o n a tu ra lo c i sp a tiu m q u e p r o fu n d i
o cau sar c u a lq u ie r o t r a c a la m id a d c o n u n g o lp e,
d e fic it, e xsp a rg i q u o p ossín t m o e n ia m u n d i,
y ad em ás, n o fa lta n la n a tu ra le z a d e l lu g a r y el esp acio 370
au t a h a q u avis p o s s u n t v i p u ls a p e rire ,
d e lo p ro fu n d o , d o n d e p u e d a n esp arcirse las m u ra lla s d e l m u n d o ,
o p u e d a n p e re c e r em p u ja d a s p o r c u a lq u ie r o t r a fu erza .
1^ En este caso, Lucrecio utiliza una variante del adverbio necesse, se trata del adjetivo
indeclinable «ecessuw/necessus.
n6Lautilización de Jos indeñnidossuwwarunz summa alude a la idea del universo que
abarca al mundo contingente,
602 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q v in t v s

H a u d ig it u r ie ti pra eclusa esc ianua cáelo


nec so li terracque ñeque a ltis a e q uo ris u n d is,
375 sed patet im m a n i et v a sto respectat h ia tu .
Q ua re etia m nativa ne c e ssum st confitea re
haec eadem; ñeque eni.m , m o rta ii corp ore quae su n t,
ex in fin it o ia m tem pore adhuc p o tu isse n t
írm n e n si va lid a s aevn contem nere v iris . 3
8
0
*5
9

380 D enique tantopere ínter se cum m axim a m undí


pugnent rnembra, pió nequáquam concita bello,
nonne vides aliquam lon gi certam inis ollis
posse d a ri finem? Vel cum sol et vapor omnis
óm nibus epotis um oribus exsuperarint:
385 quod facere inten dun t, ñeque adhuc conata patrarunt:
tan tum suppeditant amnes ultraque m inantur
om nia d iluviare ex alto gurgite ponti,
n equiquam , quo n iam verrentes aequora ven ti.
dem in uun t radiisque retexens aetherius sol,
39o et siccare p rius confidunt o m n ia posse
quam liquo r incepti possit contíngere finem.
Tantum spirantes aequo certam ine belluin
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O 603

Por consiguiente, no está cerrada la p uerta de la m uerte p ara el cielo,


n i p ara el sol y la tierra, n i p ara las altas olas del mar,
sino q u e se abre extraordinariam ente117 y aguarda con su vasta abertura. 375

Por esta razón tam bién es necesario que adm itas que estas m ism as cosas
tienen nacim iento;
y, en efecto, las que son de cuerpo m o rtal, ya no
hubieran podido aun, desde u n a tem poralidad infinita,
d esp reciarlas intensas fuerzas de u n tiem po sin m edida.

La lucha entre los elementos


En fin, ya que los m áxim os m iem bros del m undo lu ch an '13 3 80

a tal punto entre sí, lanzados a una guerra de n in gú n modo piadosa,


¿acaso n o ves que se les puede conceder a aquello s119 algún final
a su largo com bate?120 O bien cuando el sol y todo el calor
h ayan prevalecido después de absorbidas todas las aguas:
intentan hacer esto, y hasta ahora no se cum plen sus esfuerzos: 385
tan to aportan los ríos, y más allá, desde el profundo torbellino
del océano, am enazan inundar121 todas las cosas,
en vano, puesto que los vientos, barriendo la superficie m arin a,U2
y el etéreo sol, deshaciéndolos con sus rayos, los dism inuyen,123
y confían en poder secar todas las cosas antes 3 90

que el agua p ued a alcanzar el fin de su intento.


A nhelando tanto la guerra en un com bate igualado 124

,,7En otras ediciones aparece h u m an e; con respecto a l vocablo in m an í, este aparece en


los códices OQ. M U N R O , voL II, p. 333, interpreta que ambos adjetivos están m odi­
ficando al sustantivo h iatu s, C£ BAILEY (1 9 4 7 ), vol. I, p. 4 5 0 .
118 Lucrecio impone un carácter épico a la pugna entre los elementos a l conferirle
una dim ensión grandiosa, aunque con las disensiones propias de la guerra civiL Cf.
M U N R O , vol, IL p. 333.
li9Se vuelve a utilizar la forma arcaica del pronombre demostrativo correspondiente al
referente o a la persona más alejada del emisor- Por otra parte, hay otra lectura para el
final de este verso, ya que en los códices O Q aparece so lis en lugar de M is.
j2<)E l combare se da entre el ag u a y e l fuego, elementos a los que h izo referencia versos
más arriba.
121 El infinitivo d ilu v iare parece ser encontrado solo en este pasaje.
122Los versos 388-389 son semejantes a 2 6 6 -2 6 7 .
122H ace alusión a la cantidad de agua aportada p o r las corrientes fluviales.
124Es decir que no se puede saber quién será el vencedor.
604 De rervm

m agm s < ín te r se> de re b us cerne re c e rta ntj


cnm sem el inte rea fu e rit su p e ra n rio r íg n ís
395 et sem el, u t fam a e st, u m o r re g n a rit in a rv is.

Ignís en im superat et lam bens m u lta perussit,


avia cum P h aeth o n tarap axv is solis equorum
aetbere raptavit toto terrasque per omnis.
A t patex om nipotens ira tu m percitus acri
400 m agnanim tim P haethonta repenti fulm inis ictu
deturbavit equis in terram , so lque cadenti
obvius aeternam succepit lam pada m undi
disiectosque red egit equos iunxitque trementis,
inde suum per iter recreavit cuneta gubernans,
405 scilicet ut veteres G raiuin cecinere poetae.
Quod p ro cul a vera n im is est ratione repulsum .
Ignis enim superare potest ubi m aterial
ex infinito sunt c o rp o rap lu ra coorta;
inde cadunt vires aliq u a ratio n e revictae,
4io aut pereun t res exustae to rren tib us aurís,
U m or Ítem quondam coepit superare coortus,
A C E R C A DE XA N A TU RA LEZA DE LAS CO SA S - L IB R O Q U IN T O 605

luch an <entre sí >123*125*para decidir sobre las grandes cuestiones,


entretanto, una vez el fuego habrá resultado dom inador,l2í
y otra vez, como c u é n ta la fain a,12' e l agua habrá reinado en los campos. 395

Acerca de Faetón, hijo del Sol. y el diluvio


En efecto, el fuego h ab ía prevalecido y, lam iendo,128 quem ó m uchas
cosas,
cuando la desviadora fuerza rapaz de los caballos del So l129
arrastró a F aetó n 13013por to do el éter y a través de todas las tierras.
Pero el p ad re om nipotente, excitado entonces por un a ira penetrante,
con un golpe repentino de su rayo derribó al m agnánim o Faetón, 400
desde los caballos hacia la tierra, y ei Sol, que se encontró
con el que caía, retom ó la etern a lám para13'1d el m undo,
recogió los caballos desparram ados y aún tem blorosos los enganchó,
de a llí los recompuso p o r su cam ino al gobierno de todas las cosas,
com o cantaron, p o r cierto, los antiguos poetas de G recia. 405
Esto, dem asiado lejos un a razón verdadera, fue rechazado.
En efecto, el fuego puede desbordar cuando muchos más corpúsculos
de m ateria aparecieron juntos desde el infin ito ;
entonces sus fuerzas decaen dom inadas p o r alguna o tra razón,
o desaparecen las cosas, consum idas por las brisas abrasadoras. 410
D el mism o m odo el agua, o rigin ad aen otro tiempo, comenzó a desbordar,

123Se traca de un agregado hecho por Lachmann.


126La ío iT ciisitp eran tior parece ser una creación lucreciana.
127Arrayes de la inclusión del motivo déla fama, que debe encenderse con el sencido de
la voz popular, Lucrecio introduce narraciones de carácter mitológico.
I2I! MUNRO, vol. II, p. 71, señala que Lachmann interpreta el verbo superat como
perfecto, en particular podría tratarse de una forma contracta del píuscuamperfecco, y
corrige arnbens por lambens. Cf. BAILEY ( i947), vol. I, p. 452.
125Se utiliza la mayúscula por tratarse de un personaje mitológico.
130Lucrecio utiliza el acusativo griego para referirse a Faetón o Faetonre, hijo del Sol.
En cuanto a su genealogía, existen dos versiones; una que lo presenta como hijo de
Eos, la A urora, y C éfiro; otra, como hijo de Helios y de C llm ene, hija del Océano. En
su adolescencia, Faetón reclam ó un signo de su nacim iento y le rogó a su padre, el Sol,
que le perm itiera conducir su carro. A nte los terrores que surgieron durante el trayecto
que siguió el carro, Faetón descendió y ascendió peligrosam ente por el cielo, hasta que
Zeus lo fulminó. Sus hermanas, las H eliadas, recogieron lo que quedó de su cuerpo y le
rindieron honores fundares; por su llanto, fueron transformadas en álamos.
131 Nuevo uso de una forma griega para el acusativo singular.
606 D E R ER V M NATVRA - L IB E R Q V IN T V S

ut fam a est, liom inum m ultas quando obruit urbis,


Inde ubi vis aliq u a ratio n e aversa recessit,
ex infinito fuerat quaecum que coarta,
415 constiterunt im bres et ilu m in a v im m inuerunt.

S ed quibus ille m odis coniectus m aterial


fundarir terram et caelum p o n tique prof unda,
solis lunai cursus, ex ordine ponam .
Nam certe ñeque consilio p rím o rd ia rerum
420 ordine se suo quaeque sagaci m ente locarunt
nec quos quaeque darent motus pepigere prof ecto,
sed quia m ulta modis m uitis prim ordia rerum
ex in fin ito iam tem pore p ercita plagis
po n derib usque suis consuerunt concita terri
425 om nim odisque coire atque ornnia pertem ptare
quaecum que Ínter se possent congressa creare,
propterea fit uti m agnum vulgata per aevum
om ne genus coetus et m otus experiundo
tándem conveniant ea quae convecta repente
430 m agnarum rerum fiunt exordia saepe,
terrai m aris et caeli generisque an im an tum .
H ic ñeque tu m solis rota cerni lum ine largo
altivolans p o terat nec m agn i sidera m u ndi
nec m are nec caelum nec denique térra ñeque aer
435 nec sim ilis nostris rebus res u lla videri,
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - L ib r o q u in t o

com o es fam a, cuando o c u ltó m uchas ciudades de lo s ho m b re s.


En to n c e s, cuando la v io le n c ia (d e l agua), que se había o rig in a d o a p a rtir
del in h n ito , tra s haberse desviado p o r alguna ra zó n , re tro c e d ió ,
se d e tu vie ro n la s llu v ia s y lo s río s m e rm a ro n su fu e rza .

Origen del mundo y de la totalidad de las cosas132


Pero de qué m odo aquella conjunción de m ateria
fundó la tierra y el cielo y las profundidades del mar,
los cursos del sol y la lu n a,133 lo po n dré en orden.
Pues, p o r cierto, los elem entos prim ordiales de las cosas no se colocaron
en orden, cada uno, p o r un p la n pro p io n i p o r u n a m ente sagaz, 420

ni cada uno pactó realm ente qué m ovim ientos darían,


sino porque, de m uchas m aneras, los elem entos prim ordiales de las cosas
muchos, m altratados y a desde u n tiem po infin ito por golpes
y movidos por sus pesos, se acostum braron a ser llevados
y a reunirse de todas las formas y a intentar todas las cosas, 4 25

cualesquiera que po dían crear congregados entre sí;


por eso sucede que, disem inados a través de u n gran tiem po,
experim entando todo género de un ión y m ovim iento
finalm ente acuerdan esos que, arrastrados, de repente
devienen a m enudo los com ienzos de las grandes cosas, 430
de la tierra, del mar y d el cielo, y del género de los seres anim ados.134
En este tiem po no p o d ía distin guirse todavía la rueda del sol
volando en lo alto co n su lu z extendida, n i los astros del gran mundo,
ni el mar, n i el cielo, n i la tierra, en fin, n i el aire,
n i cosa alguna sem ejante a nuestras cosas (p o día) verse,533 435

1,2 A partir de este verso ei poeta plantea una cosmogonía de carácter materialista en la
que se advierten anacrónicas semejanzas con teorías actuales sobre el origen d el universo.
133Lucrecio se vale del diptongo arcaico -¿ri para expresar los genitivos de los sustanti­
vos de prim era declinación m ateria y l Lina.
134El poeta vuelve una vez más a insistir en la creación de todo lo existente a p artir del
encuentro no determ inado de los prÍT nordia, los cuales .se encuentran en movimiento
desde la eternidad, sometidos a los golpes como producto de su m ovim iento y even­
tuales encuentros.
135El orden de los versos 437-445 fue restituido por I achrnann tras el cuestionainiento
de A. Reisacker (hacia 1850) de esta últim a página. Este cambio, según IVIUNRO, vol.
i l , p, 71, es necesariamente manifiesto.
608 D E RER.VM N A T V R A - L IB E R Q V IN T V S

sed no va tem pestas quaedam m olesque eoorta


[440] o m n i g enis e p rin c ip iis , d isc o rd ia q u o ru m
[441] in te rv a lla v ía s eonexus pondera plagas
[442] c o nc urso s m o tu s turba ba t p ro e lia m iscens,
440 [443] p ro p te r d is s im ilis fo rm a s va riasq ue fig u ra s
[444] quod non om nia sic p o te ra n t coniuñe ta manere
[44s] nec m o tu s in te r sese daré c o n ve n ie n tis.
[437] D iñ u g e re in d e lo c i p a rte s coepere paresque
[438] a u n p a rib u s iu n g i res et d isc lu d e re m und um
445 [439 ] m em braque d ivid e re et magnas d isp o ne re p a rtís.
hoc e st, a te rris a ltu ra secernere caelum ,
et so rsu m rua re, u ti secreto um ore pateret,
so rsu s ite m p u ri secretiq ue a e th e ris ig ne s.

Q uip p e e te n im p rim u m te rra l c o rp o ra quaeque,


450 propterea q uod erant gravia et p e rp le xa , coibant
ín m e d io arque im a s capiebant o m nia se d is;
quae quanto m agis in te r se perplexa coib ant,
tam m agis exp ressere ea quae m are sid era sole m
lunam que e ffic e re n t et m a g n i m oenia in u n d i.
455 O m n ia e n ím m a g is haec e íe v ib u s arque ru tu n d is
se m in ib u s m u lto q u e m in o rib u ’ su n t e le m e n tis
quam te llu s. Id e o p e r ra ra fo ra m in a terrae
p a rtíb u s enanpens p rim u s se s u s t u lit aether
ig n ife r et m u iro s secum le v is a b stu iit ig n is .
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e xa s c o s a s - l ib r o q u jn t o 609

sin o c ie rta nueva tem pestad y una m o le se o rig in ó


a p a rtir de elem entos p rim o rd ia le s de to d o género,136 cuya d isc o rd ia [4 4 0 ]
perturbaba,
m ezclando en combate, in te rv a lo s, v ía s, enlaces, [441 ]
pesos, choques, encue ntros y m o v im ie n to s, [442]
a causa de la s d ife re n te s fo rm a s y la s variadas fig u ra s, 440 [443]
p uesto que a sí todas la s cosas no p o d ía n perm anecer u n id a s [444]
n i concederse entre s í m o v im ie n to s a rm o n io so s, [4 4 5 ]
D e a llí, entonces, com enzaron a d isp e rsa rse la s pa rtes y a u n irse [4 3 7 ]
cosas ig ua le s con ig u a le s y a separarse e l m und o [438]
y a d iv id ir su s m ie m b ro s y d isp o n e r grandes p a rte s; 445 [439]
esto es, separarse de la s tie rra s e l a lto cielo,
y e l m a r apartado d e l re sto para extenderse, tin a ve z re tira d a s Jas aguas,
y separadamente de ig u a l fo rm a lo s fuegos del p u ro e in d iv id u a liza d o éter.

La distinción de los cuatro elementos:137 etapas


cosmogónicas
P u e s, p o r o tra p a rte , en p rim e r lu g a r cualesquiera de lo s c o rp ú sc u lo s
de la tie rra , ya que era n , además, pesados y com p le jo s, 138 se u n ía n 450
en el centro y to d o s ocupaban la s sedes m ás p ro fu n d a s;
e sto s, cuanto se concentraban más trabados entre s í,
ta n to m ás presionab an esos p a ra p ro d u c ir e l m a r, la s e stre lla s,
e l so l, la lu n a y la s m u ra lla s d e l gra n m und o .
E n efecto, tod as estas cosas so n de se m illa s m ás liv ia n a s y 435
redondas y de elem entos m ucho m enores
que la tie rra . En to n c e s, p o r a b ertura s p o ro sa s, haciendo e sta lla r
en p a rte s a la tie rra , p rim e ro se elevó ei éter, 139
p o rta d o r d e l fuego y c on é l lle v ó m uc ho s fue g os liv ia n o s,

m El término ornaigenis presenta diferentes variantes; Lachmann estableció el sintag­


ma arañe gen u í «¿frente alas discrepancias que muestran los códices.
137 Cabe señalar que se trata de los cuatro elementos de Empédocles: agua, aire, fuego y

tierra. La mención del éter, denominado quinto elemento, es propio de la cosmología


aristotélica.
138 Se refiere a la trabazón de su estructura.

!3 7 Separa el cielo denominado éter, al cual relaciona con lo ígneo, si bien no pueden

ser ambos identificados del todo; de ahí los efectos que se mencionarán en los versos
siguientes.
D E RERVM NATVRA - U B E R QV1N TVS
610

460 n o n alia longe ra tio n e ac saepe vid e m us,


aurea o im p rim u m g e m m a n tis ro te p e r herbas
m a tu tin a ru b e n t ta d ia ti lu m in a s o lis
exhala ntq ue lacus nebulam flu v iiq u e perennes,
ipsaque u t in te rd u m te liu s fum are v id e tu r;
465 o m n ia quae su rsu m cum c o n c ilia n tu r in a lto
corp ore concreto su b te xu n t n u b ila caelum ,
Sic ig it u r tu m se le v is ac d ifF u s ilis aether
corpore concreto c irc u m d a tu s und iq ue < fl e x it>
et late d ifF u su s in o m n is u n d iq u e p a rtis
470 o m n ia sic ávido com p le xu cetera sa ep sit,
H u n c e xo rd ia su n t s o lis lunaeque secuta,
in te ru tra sq u e g lo b i q u o ru m v e rtu n tu r in a u ris;
quae ñeque té rra s ib i a d sc iv it nec m a xim u s aether,
quod ñeque tam fu e n m t gravia u t depressa sederent,
475 nec le via u t p o sse n tp e r sum m as la b ie r ora s,
et tam en in te ru tra sq u e ita su n t u t c o rp o ra viva
v e rse n te t p a rte s u t m u n d i to tiu s e xste n t;
quod genus in n o b is quaedam lic e t in sta tio n e
m em bra m anere, tam en cum s in t ea quae m oveantur.
480 H is ig itu r rebus re tra c tis té rra repente,
m a xim a qua nunc se p o n ti plaga caerula te n d it,
su c c id it et sa lso s u ííu d it g u rg ite fo ssa s.
In q u e d ies quanto c irc u m m a g is a e the ris aestus
et ra d ii s o lis cogebant u n d iq u e te rra m
485 v e rb e rib u s c re b ris extrem a ad lim in a in a rtu m ,
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e la s c o s a s - Lib r o q u in t o 611

n o p o r o tra ra zó n en p a rtic u la r com o a m enudo vem os, 460

cuando p ro nta m e nte, a trayés de la s h ie rb a s enjoyadas de ro c ío ,


enrojecen áureas la s luces m a tu tin a s d e l ra d ia nte so l14-3
y evaporan su n ie b la lo s la g o s y lo s río s perennes,
y a sí parece que la m ism a tie rra a veces hum ea;
cuando tod a s estas cosas se c o n c illa n a rrib a , en lo a lto , 4<?5
una ve z cohesionado e l cuerpo, la s nubes cubren e l c ie lo .
A s í, p o r lo ta n to , el éte r 1ívia n o y d ifu so , entonces
circund ad o p o r e l cuerpo ya f o r m a d o , < s e c u rv e » p o r to d o s la d os
y e xte nd id o a lo ancho hacia todas p a rte s, desde todas d irecciones,
así en ávido abrazo rod e ó todas la s re sta n te s cosas. 470
S ig u ie ro n a este la s a p a ricio ne s del so l y de la lun a ,
cuyas esferas g ira n entre uno y o tro a ire ;
n i la tie rra se asoció a e sto s n i el é te r g ra n d ísim o ,
porque n i eran ta n pesados para que se asentaran p rofund a m ente,
n i liv ia n o s para que p ud ie ra n d e sliza rse p o r la s re g io ne s m ás altas 475
y, s in em bargo, están e n tre una y o tra así com o g ira n lo s cuerpos
v iv o s y com o se e ncue ntra n las partes del m und o e nte ro ;
en cuanto a este g énero '42 (de cosas) es p o sib le en n o so tro s que
perm anezcan
en re p oso a lg u no s m ie m b ro s, aunque s in em bargo sean esos lo s que se
m ueven.
R e tira d a s estas cosas entonces, la tie rra repentina m ente, 480
p o r donde ahora se e xtie nd e la m áxim a re g ió n cerúlea del p o n to ,143
se h u n d ió y c u b rió la s fo sa s co n u n re m o lin o sa lin o ,
Y d ía a día cuanto m ás lo s calores del é te r144
y lo s ra yos d el so l obligaban a la tie rra en todas d irecciones
a u n estrecha m iento, con fre cuentes la tig a zo s hasta lo s u m b ra le s
e xtre m o s, 485

Lucrecio continúa con la tradición épica déla imagen matutina del sol y la aurora, a
esto agrégala brillantez del rocío matinal,
Se refiere a la formación de la tierra. Lucrecio hace mención de la concavidad de la
esfera terrestre y del hecho de que el cielo rodea los elementos terrestres siguiendo su
forma curva.
142 Puede entenderse “tal como” “del mismo modo”.

1 Surgimiento de los océanos a partir de la refracción de las tierras.


144 El poeta se reitere a la tierra como un cuerpo sometido a los fragores de un proceso

de extremo calor que hace manar fluidos a la manera humana.


612 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q y in t v s

in m ed io u t p ro p u lsa su o condensa c o ire t,


raro m agis e xp re ssu s sa lsu s de corp ore su d o r
augebat m are m anando camposque n a ta n tis,
et ta nto m agis illa fo ra s elapsa vola ba nt
490 c orp ora m u lta v a p o ris et a e ris altaque caeli
densabant p ro c u l a te rris fu lg e n tia tem pla.
Sid e b a nt cam pi. crescebant m o n tib u s a ltis
ascensus; ñeque e n im p o te ra n t su b sid e re saxa
nec p a rite r ta ntund e m om nes succum bere p a rtes.4
9
5
*0

495 S ic ig itu r terrae concreto co rp o re p o nd us


c o n stitit arque o m n is m u n d i q u a si lim u s in im u m
c o n flu x it g ra vis et su b se d it fu n d itu s u t fa ex;
in d e m are in d e aer in d e a ether íg n ife r ipse
c o rp o rib u s liq u id is su n t om nia pura re lic ta ,
500 et le y io ra a liis a lia , et liq u id is s im u s aether
atque le v issim u s aeria s su p e r in f lu it auras,
nec liq u id u m c o rp us tu rb a n tib u s aeris a u ris
com m iscet; s in it haec v io le n tis om nia v e rtí
tu rb in ib u s, s in it in c e rtis turb a re p ro c e llis,
505 ip se su o s ig n is ce rto fe rt im p e re labens.
N a m m odice fíu e re atque un o posse aethera
n is u sig n ific a r P o n to s, m are certo quod f lu it aestu
u n u m labendi conserva ns usque tenorem .
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - l i b r o q u in t o 613

para que com enzara la condensación propulsada en su (p a rte ) m ediad*5


ta n to m ás el salado su d o r e xtra íd o de su cuerpo
acrecentaba m anando e l m ar y lo s campos m a rin o s,
y ta n to más volaban d e sliza d o s bacía fu e ra a q ue llo s
m uchos c o rp ú sc u lo s de vapor y de a ire , y se condensaban 490
le jo s de la s tie rra s lo s p ro fu n d o s y re fu lg e n te s te m p lo s d e l c ie lo,
Se h u n d ía n lo s cam pos, se acrecentaban la s escaladas ascendentes
en la s alta s m o nta ña s;1
4
5
146 pues, n i p o d ía n asentarse la s rocas
n i su c u m b ir todas la s p a rte s hasta cie rta cantidad de ig u a l manera,

Ordenamiento de los cuatro elementos


A s í, p o r lo ta n to , e l peso de la tie rra , una ve z condensado 495
e l cuerpo, se c o n stitu y ó y to d o , com o e l lim o d el m und o , c o n flu yó
pesado hacia lo m ás bajo y com o la h e z se asentó p ro fu n d a m e n te ;1471
4
8
de a llí el m ar, de a llí el aire, de a llí el m ism o éter p o rta d o r del fue g oi4s
con lo s c o rp ú sc u lo s líq u id o s fu e ro n dejados to d o s p u ro s,
y u n o s m ás liv ia n o s que io s o tro s, y e l é te r sum am ente flu id o 500
y liv ia n ís im o flo ta p o r encim a de la s b risa s aéreas,
n i m e zc la su cuerpo líq u id o con la s tu rb u le n ta s b risa s
del a ire ; p e rm ite que todas estas cosas sean envueltas p o r v io le n to s
to rb e llin o s, p e rm ite que estén en desorden a causa de to rm e n ta s
im p re d e c ib le s,
él m ism o lle va su s fuegos d e slizá n d o se con ím p e tu firm e , 505
P u e s que e l é te r puede f l u ir m oderadam ente y con u n e sfu e rzo ú n ic o
lo señala P o n to s,149 e l m ar que flu y e con oleaje firm e
m ie n tra s conserva s in cesar u n so lo c u rso so ste n id o a l d e sliza rse .150

145 Se alude al progresivo enfriamiento de la tierra.


144 Cabe decir: “crecían las altas montañas al elevarse”.
14' Lucrecio insiste en la imagen del cuerpo humano para represenrar la formación de
la tierra. Es posible la influencia de los tratados médicos.
148 Se establece una diferencia encrelos niveles del ciclo.

149El uso de la mayúscula y la aposición posteiior eras la incorporación de una coma es


una decisión de Lachmann.
!,0EÍ poeta considera que el curso de las mareas está determinado por el éter, donde,
tienen lugar los cambios climáticos. Cabe señalar el carácter rítmico de ia sucesión del
oleaje.
D E R IR V fv l NATVRA - L IB E R QV1 NTV'S
614

M o tíb u s a stro ru m nunc quae s it causa canam us.


510 P rin c ip io m agnus caeli s i v e rtitu r o rb is,
ex utra q ue p o lu m p a rtí prem ere aera n o b is
d icend um e st extraque tenere et claudere u trim q u e ;
ind e a liu m su p ra flu e re atque in te nd e re eodem
quo volvenda m ic a n t a e te rn i sid e ra m u n d i;
515 a u t a liu m su b te r, c o n tra q u i subvehat orbem ,
Ut flu v io s v ersare r o t a s a tq u e h a u stra v id e m u s.
E s t etiam quoque u t ip o s s ít caelum om ne m anere
in sta tio n e , tam en cum lu c id a sig na fe ra n tu r;
sive q uo d in c lu sí ra p id i su n t a e the ris aestus
520 quaerentesque via m c irc u m v c rsa n íu r et ig n is
p a ssim p e r caeli v o lv u n t sum m a nia tem pla ;
sive a liu n d e ílu e n s a licund e e xtrin se c u s aer
ve rsa t agens ig n is ; sive ip s i serpere p o ssu n t
q u o c u iu sq u e c ib u s vocat atque ín v ita t e u n tls,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA D E LAS C O SA S - L IB R O Q U IN T O 615

Movimientos de los astros


151C a nte m o s5
1
152 ahora cuáJ es la causa en Jos m o v im ie n to s de lo s a stro s.
P rim e ra m e n te , s i la magna esfera d el cielo se m ueve,153* no
he m os de d e c ir134 que una masa de a ire p re sio n a e l p o lo de una a o tra
p a rte 155 y lo contiene desde afuera y lo encie rra p o r am bos la d os;
de a llí o tra 156 flu y e p o r encim a y tiend e hacia ese m ism o lu g a r
donde centellean al re to rn a r157 la s e stre lla s del m und o e te rn o ;
u o tra p o r debajo, que a rra stra a l o rb e en d ire c c ió n c o n tra ria , 515
com o vem os que lo s río s hacen g ira r la s ruedas y lo s c a ng ilo n e s.1581
5
9
A u n es p o sib le ta m b ié n que e l cielo, tod o, perm anezca
en una sola p o sic ió n , aunque s in em bargo lo s a stro s lu m in o so s se
m uevan;
ya sea porque fu e ro n encerradas rá pid as c o rrie n te s de éter
y m ie n tra s buscan u n cam ino, dan vue lta s alred ed or y lo s fuegos 520
g ira n p o r todas p a rte s a través de lo s te m p lo s sum a m o s155 del cielo;
ya sea que u n a ire e x te rio r, flu ye n d o desde a lg ún o tro lu g a r,160
(la s) hace v o lv e r m ie n tra s lle va lo s fuegos; ya sea que e sto s m ism o sp u e d e n
a rra stra rse hacia donde el su ste n to de cada u n o lo s lla m a e in v ita a lo s que

i5 1 Según señala BAILEY (1947), vol L,p. 458, los editores incluyen corchetes entre ¡os

versos 5Ü9y 533. Después del 553 los colocó Brieger.


132 La inclusión del verbo cano con carácter exhortativo es una marca distintiva de las

intenciones épicas del poeta.


133 El "verbo verto/vorto suele aparecer en voz pasiva con un sentido medio o reflejo;

puede entenderse que el movimiento del cielo es circular.


154 Literalmente “debe ser dicho por nosotros”.

153 El poeta entiende que la tierra se mueve sobre su propio eje, sostenido por una masa

de aire que presiona en cada polo, Ml-TNRO, vol. II, p. 339, entiende que ha} una
segunda masa de aire que mantiene esto en su lugar, por lo tanto existe una tercera que
pone en movimiento la esfera terrestre.
156Se refiere a otra masa de aire.
b? MUNR.O* vol. II, p. 339, estima que el gerundivo volvenda riene el mismo valor
semántico de un participio presente, tal como aparece en Ennio.
158Puede entenderse como un ejemplo de hendíadis: “los cangilones de las ruedas”. Los
cangilones son, según el diccionario de la RAE. vasijas de barro o metal que sirven para
sacar agua de poz-os o de ríos; estas se encuentran atadas a una maroma doble —soga
gruesa de esparto— que descansa sóbrela rueda de la noria.
159 Se trata de un adjetivo gentilicio que hace referencia al dios Sumano (Summamus,

-í): divinidad de los espacios celestes que se distingue por ser el responsable de la luz.
Esta es una de las advocaciones cultuales de Júpiter.
i40E jemplo de lenguaje pleonástico.
616 D E R E R V M N A T V R A - LIB E R Q V 1 N T V S

525 flam m ea per caeium p a sc e ntis c orp ora p a ssin i,


N a m q u id ín hoc m u n d o s it e o rum ponere c e rtiim
d iffic ile e st; sed q u id p o ssit fia tq ue per om ne
in v a riis m u n d is va ria racione crea tis,
id doceo p lu risq u e se q uor d isp o ne re causas,
530 m o tib u s a stro ru m quae p o ssin t esse per ornee,
e q u ib u s una tam en s it et h ic quoque causa necessest
quae vegeat m o tu m sig n is; sed quae s it ea rum
praecipere haudquaquam st ped etem ptim p ro g re d ie n tis.

Te rra q u e u t in m ed ía m u n d i reg ione quiescat,


535 evanescere p a u la tim et decrescere p o nd us
c o nve nit, atque a lia m n a tu ra m su b te r haberc
ex in e u n te aevo coniuncta m atque u n ite r aptam
p a rtib u s a e riis m u n d i q u ib u s in s ita v iv it .
Pro p te re a n o n est o n e ri ñeque d e p rim it auras;
54o u t sua cuique h o m in i n u ilo su n t pondere m em bra
nec caput est o n e ri e o lio nec d enique to tu m
c o rp o ris in p e d ib u s p o n d u s se n tim u s in e sse ;
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a de las c o s a s - l ib r o q u in t o 617

se van, n u trie n d o p o r todas p a rte s a través d el c ie lo lo s cuerpos


a rd ie n te s.161 525
P u e s, cuál de esos162*sea en este m und o es d ifíc il poner
en lo c ie rto : p e ro qué cosa p o d ría (suceder) y sucedería a través d e la
to ta lid a d
en lo s m u n d o s va ria d os creados p o r una ra zó n vanada,
eso enseño y procedo a d isp o n e r la s causas
de cuáles p o d ría n se r en lo s m o vim ie n to s de lo s a stro s a través del to d o ; 530
e n tre estas es necesario, no obstante, que una seaié3 la causa a q uí tam biéni
que a nim e164*e l m o v im ie n to en la s e stre lla s; p e ro p re c isa r cuál sea
de esas n o es p ro p io de n in g u n a m anera d e l que avanza paso a paso.

Suspensión de la tierra en el espacio


Y a f in de que la tie rra descanse en la re g ió n m edia
d e l m undO í conviene que poco a poco e l peso m engüe y 535
decrezca, m y que tenga p o r debajo o tra na tura leza
u n id a desde e l in ic io del tie m p o y atada en c o n ju n to
con la s partes aéreas del m und o en la s cuales vive im pla ntad a .166
P o r eso (la tie rra ) no es una carga n i o p rim e la s c o rrie n te s de a ire ;
com o, para cada ho m b re, su s m ie m b ro s no tienen peso alguno167 540
n i la cabeza c o n stitu ye una carga para e l c u e llo n i, en fin , se n tim o s
que to d o el peso d e l cuerpo se encuentra é n tre lo s p ie s;

161 Se sugiere Ja presencia de una doctrina estoica en lo afirmado por Lucrecio entre los
versos 523-525, aunque no es más que una metáfora de cómo los fuegos de las estrellas
se incrementan a partir del camino que desarroJlan a través deJ cielo. No obstante,
aparecen mencionadas tres de las cuatro causas que Epicuró desarrolla acerca del mo­
vimiento estelar. C f . MUNRO, vol. II, p. 339.
162 Los editores y traductores sostienen que aquí Lucrecio hace referencia a las causas
de los movimientos.
153 Lachmann repone sietTla forma arcaica del presente del subjuntivo del verbo smn.
164Se trata del arcaísmo veg e ai.
105 El orden de los infinitivos está puesto al revés, es decir antecede lo que debe seguir,
se trata de un hysteron próteron, c£ MUNRO, vol. II, p, 341: la tierra debe tener un
lugar antes de formarse.
ié* Se señalan las consideraciones que tenía Epicuro acerca de la forma de la tierra, a la
que Lucrecio no alude específicamente.
iS7Lucrecio insiste en establecer similitudes entre la formación del planeta en relación
con el organismo humano.
618 D E RER.VM N ATVRA - L IB E R Q V 1N TV S

ac quaecumque foris veniunt impostaque nobis


pondera sunt laedunt, perm ulto saepe minora.
545 Usque adeo magni refert quid quaeque queat re s.
Sic igitur tellus non est aliena repente
aliara atque auris abunde obiecta alienis,
sed pariter prima concepta ab origine mundl
certaque pars eius, quasi nobis membra videntur.
550 Praeterea grandi tonitru concussa repente
térra supraquae se sunt concutit omnia motu;
quod facere haud ulia posset ratione, n isi esset
partibus aeriis mundi cacloque revincta.
Nam communibus Ínter se radicibus haerent
555 ex ineunte aevo coniuncta atque uníter apta.
Nonne vides etiam quam magno pondere nobis
sustineat corpus tenuissima tus animai
propterea quiatam coniuncta atque uniter apta est?
Denique iam saltu pernici tollere corpus
560 quid potis est nisi vis animae quae membra gubernat?
lam ne vides quantum tenuis natura valere
possit, ubi est coniuncta gravi cum corpore, ut aer
coniunctus terris et nobis est animi vis?

Nec nimio solís maior rota nec m inor ardor


565 esse potest, nostris quam sensibus esse videtur,
Nam quibus e spatiis cumque ignes lum inapossunt
adicere et calidum membris adflare vaporem,
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e l .a s c o s a s - L i b r o q u i n t o 619

pero c u a lq u ie r peso que vie n e de a fuera y ha sid o aplicado168


a n o so tro s, a m enudo m u c h ísim o m e no r, n o s provoca d o lo r.
H a sta ta l p u n to es de g ran im p o rta n c ia qué puede cada cosa. 545
A s í. entonces, la tie rra n o fue tra íd a de repente como (una cosa)
ajena y fue a rroja d a desde o tra parte a u n o s a ire s e xtra ño s,
fue concebida al m ism o tiem po desde el o rig e n p rim e ro 109
del m und o , y es una pa rte d eterm inad a de este, com o parece que so n
lo s m ie m b ro s para n o so tro s.
A dem ás, tra s haber sid o sacudida re p entina m e nte p o r u n g ra n tru e n o , 550
la tie rra hace v ib ra r con su m o v im ie n to a todas la s cosas que están
p o r encim a (de e lla jj
esto n o p o d ría hacerlo p o r n in g u n a ra zó n , s i no h u b ie ra sid o
ligada a la s p a rte s aéreas d e l m undo y a l c ie lo .
P ue s están a d h e rid o s e n tre s í p o r ra íc e s com unes,
u n id o s desde e l in ic io del tie m p o y atados en c o n ju n to .170 555
<A caso n o v e s tam bién cóm o una fu e rza sum am ente tenue
del alm a171 n o s so stie ne e l cuerpo, de g ra n peso,
ya que está tan u n id a y atada en c o n jun to ?
Fin a lm e n te , ¿por qué es capaz de le va nta r e l cuerpo en u n á g il
sa lto , a m enos que (sea) la fu e rza d e l alm a que g ob ie rna lo s m ie m b ro s ? 560
¿N o ves cuán vig o ro sa puede se r la tenue na tura le za ,
cuando ha sid o u n id a con u n cuerpo pesado, como el aire
fue u n id o a la s tie rra s v la fu e rza del á n im o a n o so tro s ?

Las dimensiones del sol, la luna y las estrellas


N i puede se r m ucho m a yo r la rueda d el so l n i m e no r
el a rd o r, que lo que parece que es para n u e stro s se n tid o s. 565
P u e s, desde qué espacios172 lo s fuegos pueden e nvia r sus luces
en c u a lq u ie r m om ento e in s u fla r u n cá lido va p o r a lo s m ie m b ro s,

Ií!*La forma im p osta s-a , ~um para el participio perfecto pasivo del verbo impono es
propia de ios poetas.
1('}Ei poeta concibe la creación del aire junto con la tierra.
17GEste verso es semejante al 537, con las diferencias morfológicas adecuadas a la con-
cord?.ncia de número y caso.
171 Ver ia relación con d L. III. Ei ánimo y el alma que dan vida al cuerpo son utilizados

para establecer similitudes con el carácter vivido que presenta la esfera terrestre.
172 Cabe entender espacios como distancias.
620 D E R E R V M NATVRA - L IB E R Q V iN T V S

n il illa h is in te rv a llis de corpore lib a n t


fla m m a rum , n il ad speciem esc concractior ig n is ,
570 [573] Proínde, calor quoniam solislum enque profusum
[570] p e rv e n iu n t n o stro s ad se n su s et loca íu lg e n t,
1571] fo rm a quoque h iñ e s o lis debec filu m q u e y id e ri,
1572] n[J adeo ut possis plus aut minus addere vere.
[Perveniunt nostros ad sensus et loca fulgent]
575 lunaque sive n o th o fe rtu r loca lu m in e lu stra n s
siv e suam p ro p rio ia c ta t de corp ore lucem ,
q u id q u id id est, n ilo fe rtu r m a io re fig u ra
quam, n o s rris o c u lis qua c e rn im u s, esse v id e tu r.
N a m p riu s o m n ia , quae longe se m o ta tu e m u r
580 aera per in u ltu m , specie c o nfusa v id e n tu r
quam m in u i filu m . Q u a p ro p te r lu n a necesse est,
quandoquidem claram speciem certam que fig u ra m
praebet, u t est o rís e x tre m is cum que no ta ra ,
quantaque q ua nta st, h iñ e n o b is v id e a tu r in a lto ,
585 Postremo quoscumque vides hiñe aetheris ignis;
quandoquidem quoscum que in te rris c e rn im u s < ig n is > ,
dom tre m o r < e t> c la ru s, d u m c e rn itu r a rd o r e o rum ,
p e rp a rvum q u id d a m in te rd u m m u ta re v id e n tu r
a lte ra m utra m in p a rte ro filu m , quo lo n g iu s a b sunt;
590 [594] sc ire lic e t perquam p a u x illo posse m in o re s
[595] esse v e l exig ua m a io re s parte breviq ue.
A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O QUIiM TO 621

nada consum en a q uellos del cuerpo de las lla m a s en esto s


in te rv a lo s, en nada, en apariencia, e l fuego es m u y reducido.
D e ig u a l fo rm a , ya que el c a lo r del so l y su p ro fu sa lu z 1' 3 570 [5731
llega n a n u e stro s se n tid o s y re fu lg e n 174 lo s lug a res, [570]
tam bién la fo rm a d e l so l y su tam año deben se r v isto s, !57i]
lia sta e lp u n to en que no puedas agregar, en verdad, nada m ás o m enos, 1572 ]
[Lle g a n a n u e stro s se n tid o s y re fu lg e n lo s lug a re s.]
Y la lu n a , se traslad a ilu m in a n d o con su fa lsa lu z lo s lu g a re s , 177 575
ya sea que a rro ja su lu z de su p ro p io cuerpo,
c u a lq u ie r cosa que sea, se traslada con una fig u ra en nada m ayor que
(la que) parece se r a n u e stro s o jo s, a tra vé s de la cual la d istin g u im o s . 174
Pues, todas la s cosas que observam os m uy separadas
p o r m ucho a ire 171 parece que (re su lta n ) confusa s en su aspecto 530
antes que disminuido su contorno. Por lo tanto, ya que la luna presenta
un aspecto claro y una figura determinada, es necesario que,
como fue descripta siempre con sus bordes exteriores,
nos parezca desde aquí del tamaño que es17S en lo alto.
Por último, cualquiera de los fuegos175 del éter que ves desde aquí 535
—puesto que cualquiera de los <f liegos > que distinguimos en la tierra,
mientras su temblor <íambién> claro, mientras se percibe sulí0 ardor,
parece que cambian a veces su contorno en algo
sumamente pequeño hacia una u otra parte,181 de donde están más
lejos—;1S2
conviene saber que pueden ser menores por muy poco*83 590 [ 5 94 ]
o bien mayores por una parte exigua y breve, [595]
173Los versos 570-573 fueron restituidos, en cuanto a su ordenamiento, p orM aru ilo .
174La forma verbal sm dcent es nna corrección de Lachmann, en QQj,e.\ce.julgent.
175Se establecen dos hipótesis acerca de la luz que proviene-de [aítina.
176Lucrecio insiste con el principio epicúreo que reza que son los sentidos los que per­
miten revelar la realidad y construir un conocimiento valedero.
177 Uso del acusativo griego acra,
37STener en cuenta que el pronombre indefinido quantusquantus puede aparecer sepa­
rado constituyendo dos palabras, tal como se da en el texto con el sentido del pronom­
bre quisquís.
179Se refiere a las estrellas.
isaLiteralmente “el ardor de esos”.
m Se refiere a ia disminución o al aumento e n tamaño de los astros y las posibles varia­
ciones, según la mirada.
132Según la interpretación de MUKRO, vol. II, p. 342, se trata de una construcción
parentética.
283 E1 orden de los versos 590-595 fue restituido porivlarullo-
622 D e rervm natvra - l íb e r q v i n t v s

[590] IJ lu d íte m n o n e st m ira n d u m , qua ra tio ne


[591J ta n tu lu s ille queat ta n tum so l m itte re lum e n ,
[592] quod m aria ac té rra s o m n is caelum que lig a n d o
595 [593] com pleat et c a lid o p e rfu n d a t cuneta vapore.
[Q u a nta q uoq ue st ta n ta h iñ e n o b is v id e a tu r ín a lto .]
N a m lic e t h iñ e m u n d i patefactum to tiu s u n u m
la rg iflu u m fo nte m scatere arque erum p ere lu m e n ,
e x o m n i m und o q u ia sic elem enta va p o ris
tíoo u n d iq u e c o n ve n iu n t et sic c o n ie c tus e o rum
c o n flu ir, e x u n o capite h ic u t p ro flu a t a rd o r.
N o n n e vid e s etia m quam la te p a rvus aquaí
prata rig e t fo n s ín te rd u m cam pisque re d und et ?
E s t etia m quoque u ti n o n m agno s o lis ab ig n i
605 aera p e rc ip ia t c a lid is fe rv o rib u s a rd o r,
o p p o rtu n u s ita e st s i fo rte et id o n e u s aer,
u t queat accendi p a rv is a rd o rib u s ic tu s;
quod g em ís in te rd u m segetes stip u la m q u e vid e m us
accidere ex una s c in tilla in c e n d ia p a ssim .
610 F o rsita n et rosea s o l a lte lampade lu c e n s
p o ssid e a t m u ltu m caecis fe rv o rib u s ig nem
c irc u m se, n u llo q u i s it fu lg u re n o ta tu s,
a e stif e r u t ta n tu m ra d io ru m exaugeat ic tu m .
A C E R C A DE LA N A TU RA LEZA D E LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O 623

Orígenes del calor y de la luz


Del mismo modo aquello no ha de resultar asombroso» [5901
por qué razón un sol tan pequeño puede emitir tanta luz, [591]
que cubre bañando los mares, todas las tierras [592]
y el cielo e inunda todo con su cálido vapor. 595 [595]
[Incluso nos parece desde aquí cuán grande es en lo alto.]18'1
Pues es posible que desde aquí s e abra la única tríente de todo e l mundo
que fluye copiosamente185 para hacer brotar y derramar la luz,
porque de todo el mundo convergen así los elementos de calor
por todas partes y así confluye la aglomeración 600
de esos, para que el calor emane aquí desde una sola fuente.
¡No ves también cuán extensamente riega los prados una exigua
fuente de agua de tiempo en tiempo y provoca inundaciones en los
campos ?
También es posible que el ardor de un fuego no importante
del sol tome posesión del aire con cálidas agitaciones, 605
si por casualidad el aire es oportuno e idóneo de manera
que pueda encenderse golpeado por minúsculos ardores:
en cuanto a esta cuestión vemos entretanto cultivos y paja
ocasionar incendios por todas partes a partir de una sola chispa.
Quizás tam bién el sol que brilla en lo alto con su lám para186 rosada187 610
posea alrededor de si mucho fuego de combustiones
no visibles, que no sea notado por ningún fulgor,
así que, llevando tan solo calor aumente el impulso de sus rayos.4

iS4£I verso 596, sumamente semejante al 584, es quitado por los editores.
185 £i adjetivo largifiuum es utilizado únicamente en este verso.

186 Como en el L. 11.25, Lucrecio utiliza el grecismo lampas, -adis o -dos, pero en esta

ocasión alude a la lámpara luminosa del soL


187 Cabe señalar, por una parte, el hecho de que el adjetivo roseas, -a, -um significa ‘ lo

hecho con rosas”, o bien “que tiene la coloración de las rosas”; por otra parte, Lucrecio
recurre a imágenes homéricas que representan el amanecer mitológico, para argumen­
tar sobre el origen de la fuente de luz y calor. No obstante, desde lo estilístico, se pre­
senta como un poeta épico que desarrolla temas de carácter filosófico-científico.
624 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r o y tN T V S

N ec ra tio s o lis sim p le x < e t> recta p a tescit,


615 quo pacto a e stiv is e p a rtib u s aegocerotis
b ru m a lis adeat fle x u s atque in d e re v e rtá is
cánceris se u t v e rta t m etas ad s o ls t itia lis ,
lunaque n ie n sib u s id sp a tiu m v id e a tu r obixe,
annua s o l in q u o c o n su m ir tém pora c u rsa .
6 20 N o n , in q u a m , sim p le x b is re b u s re d d ita causast.
N a m fie ri Te l cum p rim is id posse v id e tu r,
D e m o c riti quod sancta v ix i sc n tc n tia p o n it,
quanto quaeque m ag is sin c te rra m sid e ra p ro p te r,
ta nto posse m ín u s cum caeli tu rb in e fe rrí.
A C E R C A DE LA NATURALEZA D E 'L A i C O SA S - L IB R O Q U IN T O 625

Los corsos orbitales del sol y ia luna1*


No se manifiesta una razón simple <y>189 sencilla acerca del sol,
por qué, desde las regiones estivales, se acerca al cursol9v !
del solsticio invernal191 de Capricornio m y cómo retornando de allí
vuelve hacia las metas191 solsticiales194 de Cáncer,191
y cómo la luna parece visitar en un m e s * ese espacio
en su curso, en el cual el sol consume la duración de un año.
No se ha atribuido, digo, una causa única para estas cosas.19' 1
Pues, en primer lugar, parece que es posible que suceda eso,
lo que ordénala venerable sentencia de un varón como Demócrito,19s
cuanto más próximos a la tierra están todos los astros,
tanto menos pueden ser llevados por el torbellino del cielo.199

iSSEntre las fuentes científicas a las que recurre Lucrecio, se encuentran los aportes de
Arato (ss« III-II a.C.), quien compuso en la corte macedónica de Antígono II su obra
titulada Oettvópeya: {Fenómenos), de carácter didáctico-astronómico. A causa de su ele-
gancia estilística, fue muy reputada entre los poetas alejandrinos y más tarde entre los
romanos, algunos de los cuales la tradujeron, como es el caso de Cicerón, quien se valió
del hexámetro dactilico para componer su tro te a .
n9S c trata de un agregado de Marullo.
mMUNRO, voL II, p- 343, entiende que el sustantivojíu x u s es equivalente a metas,
l9: El adjetivo bmm¿dü> - e se refiere al solsticio de invierno, ya que deriva del sustantivo
b riz n a , -ae> cuyos significados están asociados al día más corro del año, el solsticio de
invierno, o el período de tiempo en el que este transcurre. Astronómicamente alude a
la posición que ocupa el sol durante el soisticío invernal.
192 El sustantivo a egoceros, -otis o -i es un grecismo (aiycxép&jó) con eí que se da nombre

al signo zodiacal de Capricornio.


193El signifi cado de meta alude al punto límite o lugar donde concluye una carrera.
194Algunos escritores, entre esos Cicerón, consideran que el adjetivo solstitía iis , - e está
relacionado con el solsticio de verano. C£ MUNRO, yol. Hi p. 343.
195 Se hace referencia a la constelación de Cáncer, a la cual se asocia el calor del verano,

ya que coincide con la posición del sol en el climax del solsticio estival.
19óSí bien en el texto lucreciano el sustantivo m en sis aparece en plural, las ediciones
traducen en singular.
59 /Según advierte VALENTÍ FIOL, voí. IL pp. 152-153, n. 17, Lucrecio confiuide dos

fenómenos distintos: en primer lugar, la aparente traslación del sol de oeste aeste con
el hecho de que la luna cumple ese recorrido en unmes; en segundo lugar, la ilusoria
oscilación anual entre los trópicos, que es producto de la inclinación del eje terrestre.
t9SEl verso 622 es igual al L. III-371.
i99 Según la teoría atomista de Leucipo, de los elementos nacen y se disuelven mun­
dos infinitos. Por la separación del infinito, múltiples elementos fueron arrastrados al
vacío que, al reunirse, produjeron un torbellino en el que volvieron a separarse según
626 D E R Í R V M NATVRA - L ÍB E R QV IN TV S

625 Evanescere e n im rápidas íilíu s et acris


im m ín u i su b te r v ir is , ideoque rc lin q u i
p a u la tiin so le m c iim p o ste rio rib u ’ sig n is,
in fe rio r m u lto quod s it quam fé rv id a sig na .
E t m agis hoc lu n a m : quanto d e m issio r e iu s
630 c u rsu s abest p ro c u l a cáelo te rrisq u e p ro p in q u a t,
tanto posse m in u s a u n sig n is tendere c u rsu m .
Fla c c id io re etia m qua nto ia m tu rb in e fe rtu r
in f e río r quam so l, ta n to m a g is o m n ia sig n a
hanc a d ip isc u n tu r c irc u m praeterque fe ru n tu r.
635 Propterea f it u t baec ad sig n u m quodque re v e rtí
m o b iliu s vid e a tu r, ad hanc q u ia sig na re v isu n t.
F it quoque u t e m u n d i tra n sv e rsis p a rtib tts aer
a lte rn is certo flu e re a lte r tem pore p o ssit,
q u i queat a e stiv is so le m d etrud ere sig n is
640 b ru m a lis usque ad fle x u s g eiid um que ng o rem ,
et q u i re ic ia t g e lid is a ffig o ris u m b ris
aestiferas usq ue in p a rtís et fé rvid a sig na.
E t ra tio n e p a ri lu n a m ste lla sq u e p u ta n d u m st,
A C E R C A DE I A N A TU RA LEZA DE LAS C O S A S - L iB R Q Q U IN T O 627

E n efecto, la s rá p id a s e im p e tu o sa s fu e rza s de aquel200 625


se desvanecen y m enguan hacia abajo, y p o r eso e l so l es
dejado atrás poco a poco ju n to con io s sig n o s m ás ta rd ío s,201
p o rq ue está m ucho m ás abajo que lo s a stro s a rd ie nte s.
Y la lu n a m ás que este :202 cuanto m ás bajo su c u rso ,203
ella se d ista n c ia le jo s d e l c ie lo y se acerca a la tie rra , - 630
ta nto m enos puede m a nte ne r su c urso con lo s sig n o s.204
A dem ás, cuanto es arrastra d a entonces m ás abajo que e l so l
p o r u n to rb e llin o m ás d é b il, ta nto más to d o s
lo s sig n o s la alcanzan a su alred ed or y se adelantan.
P o r eso sucede que esta parece ta m b ié n re to rn a r hacia cada a stro 635
con m ás ra p id e z, porque lo s sig n o s vu e lve n de nuevo hacia e lla ,
Ta m b ié n sucede que desde la s pa rtes tra n sve rsa le s d el m u n d o , e l aire
p o d ría flu ir, uno alternadam ente con o tro en u n tie m p o d eterm inad o,
el que se ría capaz de e m p u ja r al so l desde lo s sig n o s e stiva le s102
hasta el curso d e l so lstic io de in v ie rn o y e l h ie lo congelado, 640
y el que lo recha za ría de las heladas so m b ra s d e lirio
ha sta la s re g io n e s po rta d ora s de ca lor y lo s sig n o s a rdientes.206
Y p o r una ra zó n sem ejante ha de pensause que la lu n a y la s e stre lla s,

las semejanzas enere ellos- Los más sutiles fueron hacia el vacío exterior; los otros per­
manecieron juntos y se dirigieron hacía la parte más baja donde se formó una primera
construcción esférica- Est2 era como una membrana en la que confluyeron los cuerpos
por contacto con eí torbellino; de esta manera se constituyó la tierra, permaneciendo
juntos los cuerpos arrastrados hacia el centro. Ai acrecentarse la membrana envolvente,
se adueñó de los cuerpos exteriores por efecto del torbellino. Algunos de estos, en-
trelazados>formaron al arderla sustancia délos astros que están en llamas a causa de la
velocidad del movimiento. C f .MOXTQOLFQ Q974), vol. I, pp- 117-118.
2ü0Lucrecio se vale del discurso indirecto u oratio oblicua para desarrollar la teoría de
Deinócrito.
101 El sol en su curso va atravesando uno a uno los signos zodiacales hasta completar su
conjunto y quedar en dirección opuesta a la que había aparecido. Cf. MUNRO, vol.
II, p. 344.
202En este caso, se alude al soL
203La luna ocupa el lugar más bajo en la estructura de las esferas celestes, al respecto, cf.
Cic.: Somn, Sap, 4.17.
264En obvia referencia a ios signos zodiacales.
205Se repiten con modificaciones los versos 615-616.
20,5Lucrecio apela a la amplificatio para describir nuevamente el movimiento solar a
través de los signos zodiacales.
628 DE B ÍR W l n a tvr a - LIBER Q V iN T V S

quae v o lv u n t m ag nos in m agnis o rb ib u s anuos,


645 a e rib us posse a ite rn is e p a ríib u s iré .
N o rm e vid e s etia m d iv e rsis n u b ila ventas
d ive rsa s iré ín p a rtís in fe rn a su p e rn is ?
Q ui m in u s illa queant p e r m agnos a e th e ris o rb is
aestibus Ín te r se d iv e rsis sid e ra fe rri? 6
5
0
*

650 A t n o x o b xu it in g e n ti c a líg ine té rra s,


aut u b i de lo n g o c u rsu so l u ltim a caeli
im p u lit arque suo s e ifla v st la n g u id u s ig n is
ccncussos ite re et labefactos aere m u lto ,
aut q u ia su b té rra s c u rsu m convertere c o g it
655 v is eadem, sup ra quae té rra s p e rtu lit orb em .
A c e r c a , d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o q u in t o 629

que g ira n p o r grandes años en grandes ó rb ita s/ 07


puedan avanzar desde pa rtes d ife re n te s p o r io s a ire s. 645
¿Acaso n o ves ta m b ié n que la s nubes avanzan con v ie n to s
c o n tra rio s hacia d ive rsa s p a rte s, Jas de abajo hacia las de arriba ?
¿ Po r qué se ría n m enos capaces a q ue llo s a stro s de se r lle va d o s208
a través de grandes c írc u lo s de éter con a íre s o p ue sto s entre sí? 109

La noche
P e ro la noche o c u lta la s tie rra s con enorm e o sc u rid a d ,2J0 650
ya sea cuando e l s o l ha alcanzado, desde su la rg o c u rso / 11
lo u ltim o d e l c ie lo y, lá n g uid o , ha exhalado su s fuegos
agitados p o r el v ia je 212 y d e b ilita d o s p o r m ucho a íre ,
o p o rq ue la m ism a fu e rza que im p u lsó su ó rb ita sob re la s tie rra s
lo o b lig a a com p le ta r su c írc u lo p o r debajo de e sta s/13 655 257

257Se alude en particular al curso que siguen las estrellas; de manera semejante aparece
cnA m í. 458.
205Se estima que Lucrecio hace referencia a codos los cuerpos celestes y no únicamente
a las estrellas.
109 El poeta conocía Lis hicntes disponibles en su época acerca del éter y de las eos-
mogonías en general. En cuanto a las resonancias científicas desde la Modernidad en
adelante, el concepto de “éter cósmico” del que hablaron los físicos del s. XVIII, se
relaciona con la naturaleza ondulatoria de la luz que se transmitía en un medio que
fue denominado de esa manera. Como no se había logrado demostrar su existencia,
se le atribuían propiedades excepcionales, tales como que llenaba todo el espacio, que
era absolutamente transparente a la visca, carente de peso y de roce, condición nece­
saria porque, de lo contrario, los cuerpos celestes habrían sufrido impedimentos ai
moverse a través del éter. Fue Einstein que reemplazó este concepto por el de campo
electromagnético.
21f! Lucrecio expone dos hipótesis sobre Ja aparición de la noche que están estrecha­
mente relacionadas con el derrotero que el sol efectúa durante su curso.
2n El sintagma de longo cursu presupone un sentido temporal. Cf. BAILEY (1947),
vol. I, p„ 465-
2i2La forma itere por itinere es un arcaísmo registrado en Nevio, Pacuvioy Varrón.
2L‘ Para evitar la repetición se utiliza el pronombre demostrativo “estas*.
630 D£ RERVM NÁTVRA - L IB iR QV1NTVS

Tempore itcm cerro roseam M atura per oras


aetheris auroram differt et lum ina pandit,
aut quia sol Ídem, sub cerras ille revertens,
anticipat caelum radiis accendere temptans,
660 aut quia conveniunt ignes et semina multa
coníluere ardoris consuerunt tempore cerro,
quae faciunt solis nova semper lum ina gigni;
quod getius Idacis fama est e montibus altis
dispersos ignis orienti lum ine cerní,
665 inde coire globum quasi in unum et confícere orbem,
Nec tam en illud in his rebus m irabile debet
esse, quod haec ignis tam certo tempore possunt
semina coníluere et solis reparare nitorem.
M ulta videmus enim, certo quae tempore fiunt
670 ómnibus in rebus. Fiorescunt tempore certo
arbusta et certo dim íttunt tempore ílorem.
Nec minus in certo dentis cadere imperar aeras
tempore et impubem m olli pubesceré veste
et pariter mollem malis dem ittere barbam.
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - l i b r o q u i n t o 631

El sol reaparece cada mañana


D e l m ism o m odo, en u n tie m p o d ete rm ina d o, M a tu ra 214 esparce
la rosada a uro ra p o r la s re g io ne s d e l é te r y extiend e su s luces^
o porque e l m ism o so l, re to rn a n d o é l de abajo de la s tie rra s,
se adelanta215 al c ie lo con la in te n c ió n de encenderlo con su s ra yos,
o p o rq ue lo s fuegos convergen ju n to s y en u n tiem po n jo 660
se a c o stum b ra ro n a c o n flu ir m uchas se m illa s de calor,
que hacen que nazca sie m p re nueva la lu z d el so l;
p o r ejem p lo , se cuenta que desde lo s a lto s m o nte s d e l Id a ilé
se d istin g u e n un o s diegos d isp e rso s al nacer la lu z ,
que luego se re úne n com o en u n ú n ic o g lobo y com ponen u n c írc u lo , 665
Y , s in em bargo, eso n o debe re su lta r m a ra v illo so entre estas23,
cue stiones, en cuanto a que estas se m illa s de fuego puedan
c o n flu ir y re n o va r e l b rillo d e l s o l en u n tiem po determ inado-
£ n efecto, vem os m uchos sucesos que tie n e n lu g a r en u n tie m p o
f ijo en todas la s cosas. Flo re c e n en u n tie m p o fijo 670
lo s á rb o le s y en u n tie m p o fijo se despojan de su s flo re s.
Y no m enos ordena la edad que caigan lo s d ie n te s en u n tiem p o
fijo y que haga alcanzar la m adurez a l im p ú b e r con suave c ub ie rta 218
y en ig u a l cantidad deja s a lir una barba tie rn a en su s m e jilla s.

m Malura, conocida posteriormente como Mater Matuta, fue. entre los romanos, la diosa
del amanecer, asi como de los niños recién nacidos, el mar y ios puertos. Su templo estaba
situado cerca del Foro Boario, donde se encontraba el mercado de los animales, junto al
puerto de Roma. Aid era celebrada, el 11 de junio, la festividad dedicada a esta deidad; esta
celebración se llamaba Matralia y era exclusiva para las mujeres casadas una vez, cuyo ma­
rido estaba aun viva También aesta divinidad se la identificó con las diosas Eos y Aurora.
215 El verbo anticipo, cuya raíz deriva de cupio, hace referencia a la idea de ocupar el cielo
por parte del sol, para extender su poderío.
2léSc trata del monte Ida. ubicado en las cercanías de la mítica Troya, en la actual
Turquía. La alusión lucreciana recuerda cómo Júpiter, instalado en el Ida junto a las
restantes divinidades para seguir los acontecimientos de la guerra, envía una centella
contra los aqueos durante el sitio de Troya.
217Lucrecio, siguiendo con su método argumentativo, opone lo mitológico o literario
con los fenómenos naturales que se perciben a través de los sentidos, negando toda po-
sibilidad de maravillarse ante las leyes de la naturaleza. Quizás esto pueda entenderse
como una crítica a la filosofía platónico-aristotélica que propone el asombro como
inicio del filosofar.
218Los q'emplos dados por el poeta se remiten a la vida vegetal como a la humana; de
ahí que aluda al crecimiento del vello en la adolescencia.
632 D e r ± b .v m n a t v r a - l í b e r q v i í m t v s

675 F u lm in a p o stre m o n íx im b re s n u b ila vend


non n im is in c e rtis fiunt in p a rtíb u s a n n i.
N am que u b i sic fu e ru n t causaran? exo rd ia p rim a
arque ita re s m u n d i cecidere ab o rig in e p rim a ,
conseque quoque ia m red eunt ex o rd in e c e rro .6
8
0
*5

680 Crescere itemque d íeslicet et tabescere noctes,


ct minui luces, cum sumant augmina noctes,
aut quia sol idem sub térras atque superne
imparibus currens anfractíbus aerheris oras
partit et in partis non aequas dividir orfaem,
685 et quod ab a lterucra d e tra x it p a rte , re p o n it
e iu s in adversa ta n to p lu s pa rte re la tu s,
doñee ad id sig n u m caeli p e rv e n ít, u b i a n n i
nodus n o c tu rn a s exaequat iu c ib u s um bra s.
A C E R C A DE LA N A TURALEZA D E LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O 633

P o r ú ltim o , lo s ra yos, la nie ve , la s llu v ia s, la s nubes y lo s vie n to s


suceden en pa rtes n o dem asiado in d e te rm in a d a s d e l año,
Pu e s, desde e l m o m ento en que a si fu e ro n lo s p rim e ro s c o m ie n zo s219
de la s causas y a sí la s cosas d e i m und o acaecieron desde e l p rim e r o rig e n ,
consecuentem ente120 ta m b ié n se re p ite n a p a rtir de u n orden
d ete rm ina d o .

Desigualdad entre los días y las noches


D e l m ism o m odo es p o sib le que crezcan lo s d ía s y se desvanezcan la s
noches,
y que se reduzca n la s luc e s d e l d ía , m ie n tra s se acrecientan la s noches,
o porque e l m ism o so l, via ja nd o en desiguales c u rva tu ra s121
p o r debajo de la s tie rra s y p o r encim a, parte la s re g io ne s
del éter y d iv id e en p a rte s no igua les su ó rb ita ,
y lo que ha su stra íd o de una u o tra parte, repone
tanto más lo que ha d evuelto en su pa rte c o n tra ria d 22
ha sta que llega a ese sig n o d el cielo, donde el nudo223
d e l año com pensa la s so m b ra s n o c tu rn a s con luc e s.

Lucrecio insiste en que el orden impuesto por la naturaleza acaece siguiendo las
leyes necesarias para su consecución, sin que nada pueda alterarlo.
~"£1 adverbio conseque aparece registrado en este verso lucredano, <£ OUD.
22J El sustantivo anjractuss -as es usado por Cicerón para referirse al curso anual del
sol; según METNRCXvoL il, p. 346, Lucrecio lo utiliza aludiendo a las curvas diarias
desiguales.
212La “otra parte” presupone el recorrido del sol desde el este al oeste, reLztus expresa
contrariamente el retorno desde el oeste al este.
22s Según VALENTÍ FIOL, yol II, p, 158, n. 19, “los nudos del año” son las inten
secciones de la eclíptica con el ecuador en los equinoccios de primavera y otoño. En
cuanto a la eclíptica, es la denominación que recibe el círculo máximo de la estera
celeste, que forma con el ecuador un ángulo de 23° 27' y señala el curso aparente del
sol durante el año. MUNRO, vol. 11, p. 346, afirma que el vocablo nudus desde una
perspectiva técnico-astronómica tiene otros significados, que se corresponden con
el término griego que significa punto de encuentro o intersección de dos
líneas, conjunción de dos astros.
634 D £ R E R V M N A T V R A - L IB E R Q V IN T V S

N a m m e d io c u rs ii fia tu s a q u ilo n is ec a u srri


690 d isrin e t aequato caelum d isc rim in e m eras
propeer sig n ife ri p o sku ra m to tiu s o rb is,
annua so l in quo c o n c lu d ir tém p o ra se rp e ns,
o b liq u o té rra s et caelum lu m ín e lu stra n s;
u r rado declarar e o rum q u i loca caeli
695 o m nia d is p o s iris sig n is om ata n o ta iu n t.
A u r quia c ra ssio r est c e rtis in p a rtib u s aer,
sub t e rris id eo tre m u lu m iu b a r ha e sita t ig n is
nec penetrare p o te st fa cile atque emergere ad o rtu s.
Prop te rea noctes h ib e rn o tem pore longae
700 cessant, dum ve nia t ra d ia tum in sig n e d ie i.
A u t etia m , q uia sic a lte rn ís p a rtib u s a n ni
ta rd iu s et c itiu s c o n su e ru n t c o n flue re ig ne s
q u i ía c iu n t solem certa de su rg e re p a rte,
p ro p tere a i i t u t i v id e a n tu r dicere ve rum
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - Lib r o q u in t o

P u e s, a m ita d del curso del so p lo 224 del a q u iló n 225 y del a u stro .226
e l cie lo so stie n e lo s p u n to s e xtre m o s227 e n úna d iv isió n igualada 690
a causa de la p o sic ió n de todo e l c írc u lo e stre lla d o 228
en el que el so l, d e slizá nd o se , consum e el tie m p o de u n año,
ilu m in a n d o la s tie rra s v el cielo con su s ra yo s o b lic u o s 229
com o declara el cálculo de esos q uienes m arca ron tod os
lo s lugares del cielo, adornados con la d isp o sic ió n de lo s sig n o s-230 695
O p o rq ue e l a ire es m ás denso e n determ inadas p a rtes,
el tré m u lo re sp la n d o r d e l fuego vacila a sí bajo la s tie rra s
y no puede p e ne tra r fá c ilm e nte y em erger a l amanecer.
P o r esto la s noches se dem oran la rg a s en el tie m p o
in v e rn a l, hasta que llega la seña l ra d ia nte del d ía , 7C0
O ta m b ié n, porque a sí en la s pa rtes que a lte rna n d el año,
m ás tarde o m ás tem prano, a c o stum b ra ro n a re u n irse lo s fuegos
que hacen que el so l su rja desde una pa rte determ inada,
además, sucede ai parecer que dicen la verdad235
*232

Cabe interpretar que se trata del momento en que el sol se encuentra en la mitad de
su curso, entre los dos solsticios.
225 El aquilón es el viento septentrional caracterizado por ser frío y provocar
tempestades.
226El austro es el viento meridional, caliente y húmedo, que se hace presente al finid del
verano con fuertes lluvias.
22/ MLLNRO, voL ÍL p, 346, advierte que debe entenderse el sustantivo m eta s por
“trópicos*, tal como fue señalado engeneralporlos editores. También puede encender-
se como los puntos donde emerge y se pone el sol en el aparente curso diario.
228 Se alude al círculo integrado por los signos del zodíaco, o bien la denominación
latina sig n ifero rb is equivale al griego £tp3icíxóc. c£. Cic., Arat. 563 (317).
U9Sc traduce lum ine por “rayos" siguiendo a BAILEY (1947), yol. I, p. 469-
2^3 VALENTI FIOL, yol. II. p. 159? n. 20, señala que Lucrecio alude a tablas as­
tronómicas, construidas sobre el modelo de Hiparco (s. II a.C.), en las que s e anotaba
el curso solar a través de la órbita del zodíaco.
231MUNRO, voL L p. 242 repone: w h o su p p o se a fi'esh su n to b o m t v e r y d o y (‘ quienes
suponen que cada día nace un sol nuevo"); por otra parte BAILEY (1947), voL 1, p.
469, agrega: w h o sa y ih a t n o o n e ca u se ca n b e s t a t e d f o r th ese tb in g s, que VXLEITTí
EIOL, vol. II, p. 159 traduce: Tos que dicen que no puede aducirse una causa única
de este fenómeno”.
232La laguna tras el verso 7 0 4 fue indicada por Munro. Cf. BAILEY (1947), vol. I, p.
468.
636 D e RERV.V, N A X V R A - LI3fcR Q J/ IN T V S

705 L u n a p o te st s o lis ra d iis percussa n ite re


in q u e d ies m a g is < id > lum e n convencere n o b is
ad speciem , q u a ntum s o iis seced it ab o rb i,
doñee eum c o n tra p le n o bene lu m in e fa ls it
atque o rie n s o b itu s e íus su p e r ed ita v id it;
710 in d e m in u ra tim re tro q ua si condere lu m e n
debet Íte m , q ua nto p ro p iu s ia m s o lis ad ig ne m
la b itu r ex a lia sig n o ru m p a rte p e r orb em ;
u t ía c iu n tju n a m q u í fin g u n t esse p ila i
c o n sim ile m c ursusq ue v ia m sub so lé tenere.
715 E s t e tia m quare p ro p rio cum lu m in e p o ssit
v o lv ie r et va ria s sp le n d o ris reddere fo rm a s,
C o rp u s e n im lic e t esse a liu d quod fe rtu r et una
la b itu r o m n im o d is occursans o ffic ie nsq ue
nec p o tis e st c e rn í, q uia cassum lu m in e fe rtu r,
720 V e rsa riq u e p o te st, g lobus u t, s i fo rte , p ila i
d im id ia e x p a rtí candenti lu m in e tin c á is,
versandoque g lo b um v a ria n tis edere fo rm a s,
A c e r o , d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - L ib r o * q u i n t o 637

Las fases de la luna


L a lu n a puede b rilla r golpeada p o r lo s ra yo s d e l so l 705
y v o lv e r, de d ía en d ía , <esa> lu z m ás hacia n u e stra
v ista , cuanto se re tira de la ó rb ita del so l,
ha sta que233 en o p o sic ió n a é l, resplandece p o r com pleto
con lu z p lena y al nacer ve, elevada p o r encim a, su ocaso;2' 4
después poco a poco, en re troceso, debe, p o r a sí decir, o c u lta r 7¡o
su lu z del m ism o m odo, cuanto m ás cerca se d e sliza entonces
hacia e l fuego d el so l desde la o tra parte,235 p o r la ó rb ita del zodíaco,
com o lo sup o ne n quienes im a g in a n que la lun a es s im ila r
a una pelota y que m antiene e l ru m b o de su c u rso p o r debajo d el so l.230
E s ra zonab le ta m b ié n que pueda m overse237 con su p ro p ia 715
lu z 23®y re fle ja r la s va riad as fo rm a s de su esp le nd or,
E n efecto, es p o sib le que e xista o tro cuerpo que sea llevad o y se d eslice239
con e lla o b stru yé n d o la e in te rc e p tá nd o la de m il m odos,240
y no es p o sib le p e rc ib irlo , porque se m ueve carente de lu z .
Y puede dar vueltas como la esfera de una pelota, por casualidad241 720
teñida desde la parte media con una luz brillante,
y, al girar la esfera, puede producir variadas formas,

¿33La conjunción d o n iq u e es una variante de d oñee.


251 Se alude a ja puesta del soL
235 Se hace referencia a la parte opuesta del cielo a través de la órbita zodiacal, o, como
dice el texto, “por la órbita de los signos”.
236Esta es la primera de un conjunto de creencias en tomo ala luna; entre ellas, cabe señalar
la de Tales de Milero (ss, VH-YI a.C.), quien afirmó que la luna careciade luz propia, cre­
yendo además que se trataba de un objeto aplanado que flotaba en un inmenso mar.
23/Uso del infinitivo presente pasivo arcaico del verbo v o lv o .
2S5Entre quienes afirmaban que la luna tenía luz propia se encuentran Anaximandro de
Mileto (ss. VII-VI a.C.) y Antifón de Atenas (s. V a_C.j.
239Esta hipótesis se acerca a la de Eudoxo de Cnido (s. IV a.C.), quien consideraba
que el sol, la luna y los planetas completaban sus revoluciones por medio de un siste-
ma de esferas homocéntiicas, que actuaban en conjunto para ordenar el movimiento
delcuerpo celeste, Aristóteles [ f í e t . XII.8) se basó en este sistema para desarrollar su
propio modelo cosmológico, junto con las modificaciones de Calipo de Cízico Cf.
BO TTERI-CASAZZA (2015).
zA0 Lucrecio menciona la posibilidad de que las fases lunares sean eí producto de la
existencia de otro cuerpo celeste opaco e invisible que se encuentra ubicado entre la
luna y la tierra.
241 El giro s i f o r t e equivale afo rta sse.
638 D E R E R V M N A T V R A - LI BER Q Y IN T V S

donec eam pa rtem , quaecumque est ig n ib u s aucta,


ad speciem v e rtit n o b is oculo sq ue p a te n tisi
725 in d e m in u ta tim re tro c o n to rq ue t et a u fe rt
lu c ife ra m pa rtem g lo m e ra m in is atque p ila i;
u t Ba b yio nic a C b a ld a e um d o c trin a re fu ta n s
a stxo lo g o ru m artem contra convincere te n d it,
p ro in d e q ua si id f ie r i nequeat quod pugnat uterque
730 aut m in u s boc illo s k c u r a m p ie c tie r a u sis.
D e n iq ue cur nequeat sem p er nova lun a cre a ri
o rd in e ío rm a ru m certo c e rtisq ue fíg u ris
in q u e d ie s p riv o s a b o risc i quaeque creata
atque a lia illiu s re p a ra ri in pa rte locoque,
735 difficilest racione docere et yincere verbis,
ordine a u n <possínt> tain certo multa creari.
I t ve r et V e nus, et V e n e ris p ra e n u n tiu s ante
A C E R C A D E LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O Q U I N T O 639

hasta que esa parte, cualquiera sea que se haya intensificado


con fuegos,2"2vuelve hacia nosotros, a la vista y los ojos abiertos.
D esd e a llí gradualm ente se tuerce en retroceso y separa 725
ia parte luminosa deí conglomerado y de la pelota,2'13
como la doctrina babilónica de los caldeos tiende a
convencer, refutando contra el arte de los astrólogos,244
como si no pudiera suceder lo que uno y otro defi enden,
o no habría razón de por qué no atreverse a abrazar esto menos que
aquello, 730

Finalm ente, por qué no podría crearse siempre una luna nueva
con un orden fijo de formas242*245 y con figuras determinadas,
y que cada día perezca2^6 la que ha sido creada.,
y que otra sea reconstruida en el sitio y lugar de aquella.
Es difícil enseñar por medio de la razón y convencer con palabras, 735
ya que muchas cosas <podiian> ser creadas en un orden tan fijo-2"*7
Van la Primavera248 y Venus, y el mensajero emplumado249

242 Fue Filolao de Tarenro (ss. V-IV a.C.) quien afirmaba que el cosmos estaba cons­
tituido por un fuego central, denominado Hestia, alrededor del cual giraban nueve
cuerpos, entre ellos el sol, la luna, la tierra v A ntichthon, también llamado ‘Antitierra’1,
que se interponía entre la tierra y el fuego central.
215 Según MUNRO, vol. II, p. 348, se trata de una hendíadí.s — figura retórica que
expresa un concepto único dado a través de dos vocablos coordinados— , equivale ai
sintagmagíob u s piLú del verso 720.
144 Lucrecio bace referencia a la teoría de Beroso el Caldeo (ss. IV-III a.C.) quien es­
timaba que la luna era una semiesfera semejante a una pelota que brillaba en su parte
media. Su teoría se oponía a la de los astrónomos griegos llamados "astrólogos”.
2^''BAILEY (1947), vol. I, p. 471, traduce una vez más el genitivoform ¿iru ?n por “íasesL
246La formadel infinitivo aborifti aparece únicamente en este verso.
La conclusión a la que arribaLucrecio es que la naturaleza está regida por leyes nece­
sarias cuyo orden determinado está fijado por la propia experiencia de ios sentidos.
La Primavera abre la sucesión de ias estacionen ya que coincide con el inicio del
mundo: acompañada de la diosa Venus, parece cumplir k cosmogonía inicial que inau­
gura el poema con elkim nodedicadoaladiosadelam or. La Primaveraes una alegoría
que encarna de manera independiente el impulso vital y generativo que Venus provoca
con sus virtudes de procreación.
249La personificación de las estaciones, que es representada de manera pantomímica
(ef. MUNRO, vol. II, p. 349), es un a consecuencia del curso de los astros, en particular
de la relación entre las órbitas de la tierra y el sol.
640 Df RfRVM NATVR.L\ - LIBER ^.'IN T V S ACERCA DE LA NAPJR/;_LEZ/\. DE LAS COSAS - LIBRO C:J.:l,)H'-'TO 641

p e n n a tu s g ra d itu r, Z e p h y ri v e stig ia p ro p te r d e V e n u s la p r e c e d e ,2’ 0 ju n t o a la s h u e lla s d e l C é f i r o ^ '


F lo r a q u ib u s rn a te r p ra e s p a rg e n s a n te viai c o n las q u e la m a d re F lo r a ,252 e s p a rc ié n d o la s d e la n te d e l c a n i n o ,
74o c u n e ta c o io r ib u s eg reg iis e t o d o r ib u s o p p lc t. c o im a a t o d o s ju n to s c o n c o lo r e s y o lo r e s m a g n ífic o s . 740
In d e lo c i s e q u itu r c a lo r a iid u s e t co m e s u n a L u e g o , e n to n c e s, sig u e el c a lo r253 a rd ie n te y a su la d o , c o m o c o m p a ñ e r a ,
p u lv e r u le n ta C e r e s < e t > e te s ia fla b r a aquilon^w n. la p o lv o r ie n ta C e re s 254 < y > lo s so p lo s a n u a le s25’ d e lo s a q u ilo n e s.2’ 6

250 Se considera que quien anuncia I. llegada de las divdiidades es Mercurio, el dios
que tiene la f.mción de ser el mensajero de lo divino. Se [o califica como alado porque
se lo representaba con sandalias aladas, cubriendo su cabeza con un sombrero de alas
anchas y empuñando d caduceo que simboliza su carácter de heraldo de los dioses. En
la reinterpretación que Sandro Boticelii hace en su cuadro “La Primavera", Hcrmes-
Mercurio aparece con su caduceo señalando en lo alto para apartar las nubes, mientras
se enrnencra en el extremo izquierdo de ia obra, con u.rt carácter andrógino, portando
alas en sus botas.
251 Céfiro es la representación del viento del 01:s t e , hijo de Astreo y Eos, la Aurora. Se
lo conocía por ser fructificador y, en consecuencia, mensajero de la primavera. Como
protagonista de variadas leyendas, se lo hacía esposo de diferentes encarnaciones
femeninas, tales como Iris, la diosa d d arco que lleva s-. nombre, y Cloris, a la que
entregó el dominio de las flores. Se lo representa con el aspecto de lUl. hombre joven,
con salas de mariposa o de hacia; en la mitología romana recibe el nombre de Favonio.
2n Flora es la potencia vegetativa que hace florecer los árboles, preside todo lo que
florece. La homaban las poblaciones .itálicas, latinas y no latinas, y le dedicaron un
mes, d de abril, que se interpreta como el momento en que el cosmos fue creado. Flora
era una ninfa llamada Cloris en la mitología griega, de la que Céfiro se enamoró en
primavera, tras lo cual la raptó para luego contraer matrimonio. Como recompensa le
concedió el don de proteger alas flores, los jardines y los campos de cultivo, a la vez que
le entregó la miel como regalo a los hombres, cE GRIMAL (1984:204-205). En Roma
las fiestas dedicadas a Venus y a Flora. se realizaban respectivamente entre los meses de
abril y mayo.
253 El calor como representación de la estación estival.
254 Ceres es e l nombre romano de la diosa griega Dcméter, con la cual se identifica; no
obstante, es una antiquísima potencia de la vegetación, tal como lo demuestra la raiz
de la palabra que significa "brotar"", c£ GRIM AL (1984:99). En este contexto repre­
senta la madre tierra, ya que se la caracteriza como “polvorienta”, aunque asimilada
a Deméter, es la tierra cultivada, esencialmente la diosa del trigo, que se cosecha al
finalizar la primavera.
255El adjetivo etesiun -a, -um deriva de un término griego (éf)o-ioi;) que se trarluce por
“anual" ya que hace referencia a la regularidad con que soplan los secos vientos del
noroeste, en particular durante el ver-ano en algunas regiones del Mediterráneo-. Cf.
"vientos etesios"
250 Lucrecio alude a los vientos del norte.
642 D E RERViVt NATVRA - l.B £ R QyJNTVS

In d e a u tu m n us a d it, g ia d im r s im u l E u K in s Eu a n .
Inde aliae tem pestates ve ntiq n e se q u u n tu r,
745 a ltito n a n s V o ltu rn u s et a uste r fu lm in e p o lle n s.
Tá nd em b rum a n iv e s a d fe rí p ig ru m q u e rsg orem
re d d it; h ie m p s se q u itu r c re p ita n s hanc d e n tib u s algu.
Q u o m in u s e st m im m s i certo tem pere lu n a
g ig n itu r et ce rto d e le tur tem porc ru rs u s,
750 cum fie ri p o ssin c tana certo tem pere m u lta .

S o lis Íte m quoque defectus lunaeque latebras


p lu rib u s e c a usis f ie r i t ib í posse p u ta n d u m st,
A C E R C A D I LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - Ll BR O Q U IN T O 643

Lu e g o liega e l O to ñ o , a l m ism o tie m p o que marcha Ba-co,2’ 7 a l g rito de


¡E v o h é l255
En to n c e s sig u e n o tro s c lim a s y v ie n to s,2’’
V o ltu rn o 260 que retum b a desde lo a lto 261 y A u stro ,262 poderoso p o r el ra yo ,? 45
Fin a lm e n te , el s o ls tic io h ib e rn a l263 tra e la s n ie ve s y renueva e l h ie lo
in e rte ; sig u e a este e l In v ie rn o que c ruje en lo s d ie n te s a causa del frío ,264
P o r esto no es m enos a som b roso s i la lun a nace en u n tiem p o
d eterm inad o y en u n tie m p o fijo se e xtin g ue nuevamente,
ya que m uchas cosas p o d ría n suceder en u n tie m p o ta n fijo .265 750

Eclipses solares y lunares266


D e l m ism o m odo debes pensar tam bién que lo s e c lip se s de so l y
lo s o c u ita m ie n to s de la lu n a pueden o c u rrir p o r m uchas causas.

257La palabr^.Euhius, -ü {-ios} es una palabra de origen griego, de carácter cultual con
que se denomina a Baco o Dióniso, que era identificado en Roma con el antiguo nom­
bre itálico dcL iberP ater. En esencia, es el dios de la viña, del vino y del delirio místico.
En este caso, Lucrecio lo utiliza como alegoría de la vid y del vino que se extrae de la
uva, cuya cosecha y posterior elaboración tiene lugar durante la estación del otoño;
pero también alude al carácter orgiástico de la celebración. L as fiestas en honor a Líber
{Liberalia} se realizaban durante el mes de marzo.
235 Se trata de una interjección que representa el grito, semejante al aullido, que emitían

las bacantes durante el ritual dionisíaco con el objeto de concretar laepifanía del dios.
Lucrecio recurre ai motivo épico de los vientos para representar su aparición deter­
minada por las leyes de la naturaleza, según las estaciones y los climas anuales.
2<5cVolturno o Vulturno es el viento del este o del sudeste, equivalente al fatídico Euro
griego; s e creía que traía calor y lluvias. Se lo representaba con una vasija invertida
derramando agua
2$1El poeta recurre al adjetivo altisonans, -ntis para caracterizar a uno de los vientos,
que es utilizado por Ennio para referirse a Júpiter. Cf. MUNRO, vol. II, p. 349.
2<2 Es el viento del sur, como lo indica su nombre, caracterizado por aportar niebla,

lluvias y nubes en abundancia. Se corresponde con el Noto griego y se lo relaciona con


el moderno Siroco.
263El término brum a puede interpretarse como el día más corto riel año.
2 6 *E1 sustantivo algas, -as es un arcaísmo que aparece utilizado por Accio, Plauto y

Varrón.
2ó5El poeta repite con algunas variantes el verso73ó, estableciendo una estructura anu­
lar (ringcomposiii&n)-, o bien a la manera de un estribillo, entre los motivos de las fases
lunares y la sucesión de las estaciones.
266A lo largo de los versos 751-771, el poeta enuncia tres hipótesis que coinciden, en
parte, con las desarrolladas en los versos 705-736.
644 D E R E R V M N A TV RÁ - L IB E R Q V 1N TV S

Nam cur luna queat terram secludere solis


lumíne et a terris altum caput obstruere ei.
755 o b ic ie n s caccum ra d iis a rd e n tib u s orb em ;
cempore eodem a liu d facere id n o n posse p u te tu r
Corpus quod cassum ia b a tur lu m in e sem per?
So lq u e su o s e tia m d im ittc rc lá n g u id o s ig n is
tem pere c ur ce rto nequeat recreareque lum e n,
760 cum loca p ra e te riit fia m m is in fe sta per auras,
quae fa c iu n t ig n is in te rstm g u i atque p e rire ?
Et cur térra queat lunam spoliare vicissim
lum ine et oppresssim solem super ipsa tenere,
menstrua dum rígidas coni perlabitur umbras;
765 tem pore eodem a liu d nequeat su c c u rre re lunae
c o rp us ve l su p ra s o lís p e rla b ie r orbem ,
q uod ra d io s in te rn irn p a t lum enq ue p ro fu sim i?
E t ta m e n ip sa su o s i ftilg e t lu n a n ito re ,
c u r nequeat certa m u n d i languescere parte,
770 dum loca lu m in ib u s p ro p riis in im ic a per e xit?
[m e n stru a d um rig id a s c o n i p e rla b itu r um b ra s.]
Ac e r c a d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - Lib r o q u in t o 645

P u e s, ¿por qué la lu n a se ría capaz de separar la tie rra de ia lu z 2157


del so l y de o b stru irle desde la s tie rra s su alta cabeza,
in te rp o n ie n d o su im p e rc e p tib le ó rb ita delante de lo s ra yos a rd ie nte s, 755
en ese m ism o m o m ento n o se p e nsa ría que o tro cuerpo, que
se d e sliza sie m p re p riv a d o de lu z , p o d ría hacer eso?
Y ta m b ié n e l so l, ¿p o r qué no se ría capaz de irra d ia r su s fuegos
lá ng uid am ente en u n tie m p o d ete rm ina d o y de re sta u ra r su lu z ,
cuando ha pasado a través del a ire p o r lug a res enem igos de su s lla m a s, 760
que hacen que se e xtin g a n y perezcan su s fuegos?
¿ Y p o r qué la tie rra , a su ve z, serta capaz de d esp oja r a la lun a
de su lu z y de c o n se rva r a l so l o p rim id o p o r encim a de ella m ism a ,
m ie n tra s se d e sliza m ensua lm e nte p o r las heladas so m b ra s del cono ; 268
en ese m ism o m om ento , o tro cuerpo no se ría capaz de ir a l rescate269 765
de la lu n a o de d e sliza rse p o r encim a de la ó rb ita d el so l,
de m odo que in te rru m p a la lu z derramada y su s rayos ?
Y , n o ob stante, s i la lu n a resplandece e lla m ism a con su b rillo ,
¿por qué no se ría capaz de languid ecer en una determ inada pa rte del
m und o,
m ie n tra s pasa p o r la s re g io n e s h o stile s a su s p ro p ia s luces í2 ' 0 7?o
[m ie n tra s se d e sliza m ensualm ente p o r la s heladas so m b ra s d el conoj3
6
7

367 Lucrecio personifica a ios cuerpos celestes haciéndolos protagonistas de una guerra
de conquista.
263 Puesto que el sol cuenta con un diámetro ecuatorial 109 veces mayor que el de la

tierra, esta proyecta un cono de sombra convergente y un cono de penumbra diver­


gente. Los eclipses se producen porque la luna, que se encuentra a unos 384.000 km de
la tierra, entra en el cono de sombra terrestre al producirse la interposición con el sol.
2S?El verbo succurro es utilizada, entre otros contextos, con significado militar.
2711 En su edición, BAILEY (1947), vol. I. p. 472, agrega entre corchetes el verso

764: [m enstrua dum rig<ULss coni perlabitur untbras\, señalando que Ríe quitado por
Lambino.
DE RERVM NATVPvA - LÍBER QV1NTVS
646

Q u o d sup e re st, q uonia m m a g n ip e r caeruia m u n d i


qua fie ri q u ic q u id possec ra tio n e re so lv í,
so lis u t i v a rio s c ursus lunaeque m eatus
775 noscere p o sse ra us quae v is et causa cieret,
quove m odo < p o sse n t> offecto lu m in e o b ire
et ñeque o p in a n tis te n e b ris obduce re té rra s,
a ¡m qua sí c o n ive n t et aperto lu m ine ru rsu m
o m nia c o n v isu n t ciara loca candida luce,
780 nunc redeo ad m u n d i no vita te m et m o llia
arva, no vo fe tu q u id p rim u m ín iu m in is o ra s
to lie re et in c e rtis c re rin t c o rn rn itte re v e n tis.

P rin c ip io genus he rb a rum v irid e m q u e n ito re m


té rra d e d it c irc um c o ilis camposque p e r o m n is,
785 flo rid a íiils e r u n t v iiid a n t i pra ta colo re,
a rb o rib u sq u e d a tu m st v a riis exind e per auras
crescendi m agnum im m is s is certam en habenis.
A C E R C A DE I A N ATURALEZA DE XAS C O SA S - L IB R O Q U IN T O 647

Origen e infancia del mundo27127


E n cuanto a lo que re sta , puesto que re so lv í de qué m anera p odía
• 777
o c u rrir
cada cosa a través de la bóveda celeste d e l g ra n m und o,
de m odo que p u d ié ra m o s conocer qué fu e rza y qué ca usap onía
en m o tTm ie n to a io s d iv e rso s c u rso s d e l s o l y a io s re c o rrid o s de la lu n a , 775
o de qué fo rm a < p o d ía n > 273 desaparecer, ob staculiza da su lu z ,
y oscurece r con tin ie b la s a la s tie rra s que n i lo im aginaban,
cuando, p o r a sí d e c irlo , pestañean y, d escubierta la lu z nuevam ente,
vue lve n a ve r todos lo s lug a res esclarecidos con una lu z incandescente;
ahora re to rn o a la ju ve n tu d del m und o y a lo s suaves campos de la tie rra , 78o
qué cosa re so lv ie ro n 274 p rim e ro elevar a la s o rilla s de la lu z
en una nueva creación y entreg a rla a v ie n to s in c ie rto s.

Creación de las plantas y los animales


E n u n p rin c ip io ,2752
7
6la tie rra d io n a c im ie n to al género de la s h ie rb a s y
a l verde e sp le nd o r alred ed or de la s c o lin a s y a través de tod os lo s campos,
re sp la nd e c ie ro n lo s prados flo rid o s con su c o lo r verde,2 6
y, entre lo s d ifere nte s árboles, se desató tiem po después una gran contienda
p o r crecer a través de lo s a ire s, tra s haberse so lta d o la s rie nd a s.

271Desde el verso 772 al 1104, Lucrecio desarrolla el pensamiento epicúreo en torno ai


origen de las especies, de carácter científico y anti-teológico, oponiéndose a la concepción
platónica del Tmtco. Esta posición, luego modificada por Aristóteles y los estoicas, repre­
senta una concepción fundamentalmente diferente y opuesta ala defendidapor Epicuroy
sus antecesores, Demócrito y Empédocles Cf CAMPBELL (2003).
272Lucrecio resume lo analizado hasta el momento en torno a las cuestiones astronómi­
cas para pasar a desarrollar ordenadamente las fases de la evolución del mundo y los
seres animados, incluyendo al hombre.
¿73 Se nata de un agregado de la ediiioprinceps de T. Ferrando de Brescia (s. XV).

274Según MUNRQjVol- II, p. 351, la forma verbal crerin t equivale a decrerint, se trata
de una palabra perteneciente al registro legal, de carácter arcaico.
2/5 Lucrecio, probablemente, está sugiriendo a través del adverbio principio* el comien­

zo de la creación, influido por los tempranos filósofos presocráticos. CL MUNRO,


vol. IL p. 351.
276 La palabra viridanti es un participio presente del verbo virido que denota Ja frescura

y novedad de la vegetación.
648 D E R fR V M N A T V R A - L ÍB E R Q V I NTVS

U t pluma atque pili prímum saetaeque creantur


quadrupcdum membris et corpore pcnnipotentum,
790 sic nova tum tellus herbas v irg u l taque prímum
sustulit, inde loci mortalia saecla creavit
m ulta modis multis varia racione coorta,
N am ñeque de cáelo cecidisse aninialia possunt
nec terrestría de salsis exisse iacunis.
795 Linquitur ut mérito maternum nomen adepta
térra sit, e térra quoniam sunt cuneta creara.
M ultaque nunc etiam exsistunt animaba terris
imbribus et calido solis concreta vapore;
quo mitras est m irum sí tum sunt plura coorta
800 et maiora, nova tellure atque aethere adulta.

Principio genus alituum varíaeque volucres


ova relinquebant exclusae tempore verno,
folliculos ut nunc teretes aestate cicadae
linquunt sponte sua victum vitam que petentes.
A C E R C A DE I A N A TU R A LEZA D E LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O 649

Como se crearon en primer lugar ía pluma y los pelos y las crines


en los miembros de los cuadrúpedos y en el cuerpo de los que tienen
poder sobre los vientos,277
así entonces la tierra joven engendró primero las hierbas y las malezas,2''8 790
entonces después produjo las generaciones de cosas mortales,272279
muchas surgidas de muchos modos por diversos medios.
Pues, ni los animales pueden haber caído del cielo
ni las especies terrestres haber salido de las lagunas salobres.280
Solo resta concluir que la tierra obtuvo meritoriamente el nombre 795
de madre, ya que todas las cosas fueron creadas a partir de la tierra
y aun ahora surgen de las tierras281*muchos animales
formados por las lluvias y por el cálido vapor del sol,
por lo cual es menos asombroso si nacieron entonces más y mayores
animales, desarrollados por una tierra joven y por el éter,282 800
En un principio, el género de las grandes aves2® y los diversos
pájaros dejaban los huevos empollados en tiempo de primavera,
como ahora las cigarras abandonan en verano204
por propia voluntad sus delicados folículos285 buscando sustento y vida.

277El adjetivopennipotens, -ntis solo está registrado en el poema lucreciano.


278 Cada etapa de la evolución está sustentada por el orden y ¡a correspondencia de
las creaciones: así como aparecieron los diferentes seres que contaban con diferentes
formas de protección y de sustento.
279Se alude a los animales, es decir a las generaciones animadas o doradas de vida.
285Lucrecio refuta a los estoicos que creían en el origen celeste délos seres vivientes; asi­
mismo, VALENTÍ FIOL, vol. II, p. 167, n. 24, afirma que Anaximandro sostenía que
las primeras especies animales se habían originado en eí mar, para luego evolucionar y
estar capacitadas para vivir en la tierra.
221 El poeta recurre al uso de la variatia o figura etimológica para afirmar en forma
contundente que los seres vivos fueron procreados a partir de la tierra, cf. v« 796:
térra..,tena, casos nominativo y ablativo respectivamente, numero singular, v. 797;
terris, caso ablativo, número plural.
2i!2Lucrecio vuelve a recurrir a los elementos primeros como la tierra y el éter para suge­
rir que son estos los que intervienen en la procreación de los seres animados, tal como
ocurre en las cosmogonías mitológicas, C f L, 1.250-251.
Zíf3MLJKRO, voL I, p. 246y B A IL E Y (1947), voL I; p. 473, traducen el sintagma^óvríir
aliiuum aludiendo a la raza de las aves de corral.
^ S e recurre con pocas variantes al L« IV.
23J£Í sustantivofo t lia d us, -i significa "pequeño saco*, ya que se trata del diminutivo del
término follis, ~is.
650 D e RERVfvl NATVRA - LIB E R Q V IN T V S

805 Tum tibí térra dedil prim um mortalia saecla.


M ultus enim calor atque umor superabas iii arvis.
Hoc ubi quaeque loci regio opportuna daba tur,
crescebant uteri terram radicibus apti;
quos ubi tempore maturo patefecerat aetas
8io infantum fugiens umorem aurasque petessens,
convertebat ibi natura foramina terrae
et sucum venís cogebat fundere apertis
consimilem lactis, sicut nunc f emina quaeque
cum peperit, dulcí repletur lacte, quod omnis
813 ímpetus in marranas convertitur ille alimenta.
Terra cibum pueris, vestem vapor, berba cubile
praebebat m ulta et m olli lanugine abundans.
A t novitas rnandi nec frigoradura ciebat
nec nim ios aestus nec magnis viribus auras.
820 Omnia enim pariter crescunt et robora sumunt.
A C E R C A DE LA N ATURALEZA D E LA S C O SA S - L IB R O Q U IN T O 651

Para d286 entonces, la tierra dio nacimiento en primer lugar a las


generaciones de los mortales.2®7 ¡
En efecto, mucho calor y humedad rebosaban en los campos,238
por lo tanto, donde se ofrecía oportunamente cualquier parte de un lugar,
crecían vientres asegurados2®5 a la tierra a través de raíces;
cuando en un tiempo ya m aduro la edad de ios infantes,
que huía del líquido y buscaba los aires, los terminaba abriendo, :
h aciaallí, la naturaleza dirigía los conductos de la tierra
y reunía un jugo, semejante a la leche, para verterlo
en las venas abiertas, así como ahora cualquier mujer,
cuando ha parido, está llena de dulce leche, porque todo
el ímpetu, aquel del alimento, se vuelve hacia las mamas.290
La tierra brindaba el alimento a los niños; el calor, el vestido;
la hierba abundante en mucha y suave pelusa, el lecho.
Pero la juventud del mundo no ponía en marcha ni duros291
inviernos ni excesivos calores ni vientos de gran poder.
En efecto, rodas las cosas crecen y toman fuerzas a la vez.

MSCabe entender que el uso del pronombre personal tih i es una llamada de atención
que, como maestro, hace a su disclpuio; al respecto MUNRO, yol. I, p. 247, traduce:
T henyou m ustknoui (“Entonces tú debes conocer”).
2*' En este contexto, en el que de manera ordenada Lucrecio enumera las fases de la
creación, el siiitagjoa ni&rttditi s¿¿edíi hao: referencia a ia aparición de la rata humana.
Cf. MUNRO, vol. II, pp. 351-352; en torno al tópico del origen de la vida y de la
dificultad de interpretación del sintagma m ortalia saecla, cf. SCHRIJVERS {1974).
238Tanto Demócrito como Epicuro afirmaban que los hombres habían sido creados
del barro y del agua; asimismo, que estos crecían a partir de los vientos que se hallaban
enraizados ala tierra. Cf. MUNRO,vol. II, p. 352.
282El participio apti con el sentido de “asegurar” fue utilizado por Accio, Pacuvio,
Lucilio, e incluso Plauto.
290La tierra, como una mujer parturienta, alimenta a sus creaciones, en particular a
los hombres recientemente creados a los que se compara con los niños recién nacidos.
291Lucrecio atribuye el hecho de que la tierra esté recién formada a que el clima es be­
nigno, carente de excesos, hecho que se equipara a la explicación mítica de la existencia
de una edad áurea.
652 DE RERYM N A T l'M - LIBER Q yiN T V S

Quare etiam arque etiam m aternum nomen adepta


térra te.net m érito, quoníam gemís xpsa creavit
hum anum atquc an im al prope certo tem pere fu d it
om ne quod in m agnis bacchatur m ontibu’ passim,
825 aeriasque sim ul voiucris varíantibu’ formís.
Sed q u ia finern aliq u am p arien d i deber habere,
destitit, ut m u lier spatio defessa vetusto.
M utat enim mundi naturam totius aetas
ex alioque aiius status cxcíperc om nia debet,
S30 nec m an et u lla sui sim ilis res: o m nia m igrant,
om nia com m utat natura et vertere cogit.
N am que aliu d putrescit et aevo d eb ile lan guet,
porro aliu d succrescit et <e> contem ptibus exit.
Sic igítur m undi naturam totius aetas
835 m utat et ex alio terram status ex d p it alter,
quod tu lit ut nequcat, possit q u o d n on tu lit ante.
A C E R C A D£ LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O Q U IN T O

Creación y decrecimiento de las cosas


P o r esta ra zó n , una y o tra v e z,292 la tie rra , tra s ha berlo o b te nid o . tie n e
m e rito ria m e n te e l no m b re de m adre, p u e sto que e lla m ism a creó
el género hum a no y p ro d u jo casi en u n tie m p o d eterm ina d o la (especie)
a n im a l,253
tod o lo que en lo s grandes m onte s c o rre en estado salvaje de m anera
d isp e rsa ,
y, al m ism o tie m p o , (creó) la s aves d el a ire c o n su s fo rm a s va riad as, 825
P e ro , porque debe te n e r a lg ú n lím ite para engendrar,
d e sistió , com o una m u je r cansada p o r su avanzada edad.
E n efecto, e l tie m p o cambia la na tura leza de tod o e l m und o
y todas la s cosas deben pasar de u n estado a o tro ,294
y n in gu n a perm anece sim ilar a sí m ism a: todas las cosas cam bian, 830
la n aturaleza altera todas las cosas y las o b liga a desarrollarse.
P o r c ie rto , algo se d esinteg ra y languidece d é b il con e l tie m p o ,
algo brota nuevam ente y surg e < a p a rtir> de lo desdeñado.
A s í, p o r c o n sig u ie n te , el tiem po cambia la naturaleza de todo
el m und o29’ y Ja tie rra pasa de u n estado a o tro ,29,5 835
de ta l m anera que n o puede (so p o rta r) a hora lo que so p o rtó , puede ío
que no so p o rtó antes,297

in £1 poeta acude a estas repeticiones que funcionan como fórmulas didácticas con las
que el rrtagister insiste en sus formulaciones.
233 El adjetivo anim¿d, utilizado por Lucrecio como sustantivo, hace referencia a la to­

talidad de las especies animales.


^Literalmente cabe traducir: “un estado, a partir de otro, debe recibir todas las cosas”.
93 El poeta repite con algunas variantes los versos 828-829 a modo de conclusión, re­

curriendo una yez más a una estructura anular o “de anillo” con la cual fortalece sus
argumentaciones.
1?6C£ MUNRO, -rol. I, p. 248.
197Este verso de carácter sentencioso presenta diversas variantes textuales, cf, BAILEY
(1947), vol. X p. 474.
654 D E R ER V M NATVRA - L IB E R Q Y 1N T V S

M u lta q u e tu m te líu s etia m p o rte n ta creare


conatast m ira facie m e m b risq ue coorta,
and rog ynum , in te ru tra sq u e nec u tru m , u trim q u e re ia o tu m ,
863 orba pedum p a rtim » m anuum vid ua ta v ic issim ,
m uta sin e ore etia m , sin e v u ltu caeca reperta,
vincta q ue m e m b ro n u n per to tu m corp us adhaesu,
nec facere u t p o sse n t quicquam nec cedere quoquam
nec v ita re m a lu m nec su m ere quod fo re t u su s.
845 C e re ra de genere hoc m o n stra ac p o rte n ta creabat,
nequiquam , q u o nia m na tura a b ste rru it auctum
nec p o n ie re c u p itu m aetatis tangere ílo re m
nec re p e rire c ib u m nec iu n g i p e r V e n e ris re s.
A C E R C A DE LA N X E U R A IIZ A DE LAS C O SA S - L IB R O Q U IN T O 655

Ensayos monstruosos de la naturaleza 238


Y entonces la tie rra ta m b ié n ensayó crear m uchos
p o rte n to s293 nacidos con ro stro s y m ie m b ro s asom b roso s,
como el a n d ró g ino ,300 n i uno n i o tro (se xo ), e n tre lo s dos, d ista n te de
am bos,301
a lg uno s p riva d o s de p ie s, a su v e z, o tro s despojados de m a nos, 840
ta m b ié n h a lla d o s m ud os s in boca, ciegos s in ro stro ,
y atados p o r tod o el cuerpo a causa de lo pegajoso de su s m ie m b ro s,
de m od o que no p ud ie ra n hacer nada, n i m overse hacia n in g ú n luga r,
n i e v ita r lo m a lo, n i a su m ir lo que el uso302 estableciera.
Creaba lo s re sta nte s m o n stru o s303 y lo s p o rte n to s de este tip o , 845
en vano, p u e sto que la na tura le za p ro h ib ió su c re c im ie nto
y no p u d ie ro n alcanzar la deseada f lo r de la edad,
n i h a lla r a lim e n to , n i u n irse a través de lo s a suntos de V e n u s.304

293 En lo que respecta a Ja zoogonia, que se inicia con la descripción de los porten­

tos que no sobreviven porque quiebran las leyes naturales, Lucrecio clasificará a
los animales según la posterior relación con los hombres. Su concepción, como se­
ñala CAMPBELL (2003), está fuertemente influida no solo por Epicuro, sino por
Empédocles, cuyo pensamiento resulta semejante al de los restantes presocráticos. El
número de las variedades animales está reducido por 1 a extinción y por una adaptación
de las formas, produciendo especies más o menos bien adaptadas al medio a partir de
un proceso mecanieísta anti-teológico.
299E i termino portentum , -i es un derivado del verbo p arien d o que pertenece al contex­
to de la lengua de los augures, compuesto por la raíz tendo (“predecir” “augurar”). En
particular, porten tum significa “presagio revelado por un extraño fenómeno contrario
a las leyes de la naturaleza” de ahí que se trate de. una monstruosidad o cosa maravillo­
sa. C£ ERNOUT-MEÍLLET (2001:524).
-lCKVEl andrógino o hermafrodito es el ser quepresenta rasgos externos que no se corres­
ponden con los de su sexo biológico, es decir, se trata de un ser intermedio o ambiguo
en lo que respecta a su genitalidad. En Plat-, Syntp. 189d-19Ie, se afirma la existencia
de tres géneros, ano de los cuales participaba de lo femenino y lo masculino.
j0 1 Lucrecio insiste en el carácter intermedio de estos seres a través del aso de la

del pronombre u ter, -tra, -trum y palabras derivadas como los adverbios m teru trasqu e
y utrim que.
302 Entre otras acepciones del sustantivo u sas, -us se encuentra la de “necesidad”; así

traducen MLTNRG, vol I, p. 249 y BAILEY (1947), voL I, p. 477.


303 El sustantivo m om íru m , -i pertenece al vocabulario religioso con el sentido de “pro­

digio que advierte acerca de la voluntad de los dioses” por tratarse de un ser de carácter
sobrenatural. Cf. ERNOUT-MEILLET (2001:413).
3C4 Alude a través de esta metáfora a la imposibilidad de copular parasu reproducción,

por lo cual se advierte que, al transgredir las leyes naturales que se sostienen a partir de
656 D E R ER V M N / J V R A - LIB ER Q V tN T V S

M u lta vid e m u s e n im re b u s co nc urre re debere,


850 u t propagando p o ssin t procudere saecia;
pabula p rim u m u t s in t, g e n ita lia deinde p e r a rtu s
se m ina qua p o ssin t m e m b ris m anare re m is sis;
fem inaque u t m a rib u s c o n iu n g i p o ssu , habere
m utua q u i m u te n t ín te r se gaudia uterque.

855 M u lta q u e tu m in te riisse a n im a n tu m saecia necessest


nec p o tu isse propagando procud ere p ro ie m .
N a m quaecumque vid e s vesci v ita líb u s a u ris,
aut d o lu s aut v irt u s aut denique m o b ilita s est
e xin e u n te aevo genus id tutata re se rva n s.
860 M u lta q u e su n t, n o b is ex u tílíta te sua quae
com m endata m anent, tutelae tra d ita no stra e .
P rin c ip io genus acre le o n u m saevaque saecia
tu ta ta st v irtu s , v u lp is d o lu s et fuga cervos.
A t le viso m n a canum íid o enm pectore corda
865 et genus om ne quod est v e te rin o se m ine p a rtu m
lanigeraeque s im u l pecudes et bucera saecia
o m n ia su n t h o m in u m tutela e tra d ita , M e m m i.
N am cupide fugere fe ra s pacemque secuta
su n t et la rg a su o sin e pabula p a rta labore,
A C E R C A DE LA N A TURALEZA D E LAS CO SA S - L IB R O Q U IN T O 657

E n efecto, vem os que deben re u n irse m uchas propiedades en la s cosas


para que puedan p ro lo n g a r las generaciones con su propagación; 850

en p rim e r lug a r, que e xista n la s pa stura s; luego, p o r donde puedan, m anar


la s se m illa s generadoras desde io s m ie m b ro s relajados a través de lo s
órg a nos;
y para que la hem bra pueda u n irse a io s m achos, te n e r
u n o y o tro p o r donde in te rc a m b ie n e n tre s í m u tu o s goces.

La regularidad de las creaciones


Y es necesario que m uchas generaciones de se re s anim ados305
855
entonces hayan
perecido y que no hayan p o d id o p ro d u c ir descendencia m ediante su
propagación.
Pues, cua lquiera de la s cosas que ves a lim e nta rse de la s b risa s v ita le s,
o b ie n e l engaño o la v irt u d o, en fin , la m o v ilid a d , e xiste n
resguardando, seguras, ese género desde que arranca su e xiste nc ia .
Y e xiste n m uchas cosas que, a p a rtir de su u tilid a d , perm anecen SéO

recom endadas a n o so tro s, entregadas a n u e stra tu te la .302


E n u n p rin c ip io , la v irtu d ha p ro te g id o la c ru e l ra za de lo s le one s y
su s sa lvajes generaciones; e l engaño, a lo s z o rro s y la huid a ,307 a lo s cie rvo s.
P e ro lo s corazones de sue ño lig e ro de lo s p e rro s ju n to con su pecho fie l,
y toda especie que fue p a rid a a p a rtir de la sim ie n te de la s b estias de carga,8é5
y, a l m ism o tie m p o , lo s rebaños de ovejas308 y la s generaciones de bueyes,
todas fu e ro n entregadas a la tu te la de lo s ho m b re s, M e m io ,
Pues h u ye ro n ansiosam ente de la s fie ra s y p e rsig u ie ro n
la paz y generosas p a stura s ob tenid a s sin e sfu e rzo ,

la necesidad, estos seres excepcionales no pueden subsistir. VALENTT FIOL, vol. II,
p. 169, n. 25, advierte que en este pasaje se asiste a una anticipación de las teorías sobre
la “selección natural” de las especies.
30:5 Según MUNRO, voL II, p. 354, los seres animados representan la oposición con

respecto a los monstruos que fueron abortados pot i a naturaleza.


306 El hombre resulta favorecido según las virtudes que caracterizan a los diferentes

géneros animales. Lucrecio, en estos versos, enuncia primero la teoría y luego la ejem­
plifica para su comprobación.
317 Se trata de una metonimia por la rapidez con que pueden huir los ciervos de sus

depredadores.
TJ"A través del adjetivo compuesto laniger, -era, -erum, Lucrecio recurre a la metoni­
mia para referirse a los rebaños ovinos como aquellos que son "portadores de lana”.
658 D E K E R V M N A T V R A - LÍBER. Q V íN T V S

870 quae damus utiíitatis eorum praemia causa.


At quis n il horum tribuir natura, nec ipsa
sponte sua possent ut vivere nec date nobis
utilitatem alíquam quarepaterem ur eorum
praesidio nostro pasci genus esseque tutum,
875 scilicet haec aliis praedae lucroque iacebant
indupedita suis fátaiibus om niavinclis,
donec ad interitum genus id natura redegit.

Sed ñeque Centauri fuer un t, nec tempo te in ullo


esse queunt duplici natura et corpore bino
880 ex alienígenis membris compacta, potestas

bine illinc partis vis ut sat par esse potissit.


Id licet hiñe quamvis hebeti cognoscere corde.
Principio circum tribus actis impiger annís
floret equus, puer haudquaquam; nam saepe etiam nunc
885 ubera mammarum in somnis lactantia quaeret.
Post ubi equum validae vires aetate senecta
membraque deficiunt fugienti lánguida vita,
tum demum pueriii aevo dórente iuventas
occipit et moili vestir lanugine malas.
890 Ne forte ex homine et veterino semine equorum
A C E R C A D E LA N A TU RA LEZA DE LAS C O SA S - L IB R O Q U IN T O 659

que damos como recompensa a causa de su utilidad.


Pero, a quienes3”9 la naturaleza no atribuyó nada de estas cosas,
ni para que pudieran vivir por su propia voluntad ni ser para nosotros
de ninguna utilidad, razón por la cual padeceríamos el que su especie
f uera alimentada y estuviera segura bajo nuestra vigilancia,
evidentemente estos quedaban como presa y botín para otros,
impedidos310 todos ellos por la fatalidad de sus cadenas,311
hasta que la naturaleza condujo a esa especie a la destrucción.

Animales extraordinarios
Pero n i los Centauros312existieron, y ni en ningún tiempo
pueden existir con una naturaleza doble y con un cuerpo doble
compuestos de miembros extraños, de tal modo que la potestad
de una parte y de otra pueda313 ser satisf actoriamente semejante.
Aunque uno sea de pensamiento embotado, es posible aprender eso a
partir de aquí.
En principio, transcurridos alrededor de tres años un caballo fogoso
alcanza su madurez, pero de ninguna manera un niño; pues., a menudo,
todavía
ahora, buscará en sueños los pechos llenos de leche de las mamas.
Después, cuando en la edad de la vejez las fuerzas impetuosas
y los miembros, lánguidos, abandonan al caballo a causa de la vida que
se va,
solo entonces en la flor de la edad infantil comienza
la juventud y cubre las mejillas con un suave vello.
No creas, por casualidad, que a partir de un hombre y de la simiente
bestial

Forma arcaica del pronombre relativo por quibus.


310Lucrecio usa el verbo indiípedio por im pe lió.
3UAnre la imposibilidad de seruriles para sí o para el género humano, estos seres esta­
ban condenados a la desaparición.
312Los Cenrauros son seres monstruosos, mirad hombrey mirad caballo. Tienen el bus-
io y a veces también, las piernas de hombre pero la parre posterior es de caballo. En la
época clásica, presentan cuatro patas equinas y dos brazos humanos. Viven en el monte
y en los bosques, y se ali mentan de carne cruda, además de rener costumbres sálvales.
313 Lucrecio usa la formapotesstl en lugar depossit.
660 D E RER.VM N A T V R A - LIB ER Q V 1N TV S

confieri credas Centauros posse ñeque esse,


aut rabidis caníbus succinctas semimarinis
corporibus Sepilas et cerera de genere horum,
ínter se quorum discordia membra videmus;
895 quae ñeque florescunt pariter nec robora sumunt
corporibus ñeque proiciunt aetate senecta
nec sim ili Venere ardescunt nec moribus unis
conveniunt, ñeque sunt eadem iucunda per artus,
Quippe videre licet pínguescer e saepe cicuta
900 barbigeras pecudes, homini quae est acre venenum.
Flam m aquidem <vero> cum corpora fulva leonum
tam solear torrere arque urere quam genus omne
visceris in terris quodeumque et sanguinis exstet,
qui fieri potuit, triplici cum corpore ut una,
905 prima leo, postrema draco, media ipsa, Chim aera
A C E R C A D E LA N A TU RA LEZA D E LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O 661

de los caballos pueden c o n fo rm a rse n i e x is t ir lo s C e n ta uro s,


o que e xista n E s trila s314 de cuerpos que pertenecen m edianam ente a l
m a r,315
ceñidas p o r p e rro s ra b io so s y dem ás cosas d e su genero,
cuyos m ie m b ro s vem os d isocia d os e n tre s í;
estos n i crecen d e l m ism o m od o n i cobran v ig o r
en lo s cuerpos n i lo p ie rd e n a una edad avanzada
n i arden con s im ila r p a sió n ,336 n i concuerdan en más
de una c o stum b re n i sie n te n p o r su s m ie m b ro s la s m ism a s cosas
placenteras.
P ue sto que a m enudo es p o sib le ve r que la s barbadas cabras317 engordan
p o r la c icuta, que es u n fu e rte veneno para e l ho m b re. 900
C ie rta m e n te <en verdad> ,318 p u e sto que una lla m a sue le abrasar3
lo s ro jiz o s cuerpos de lo s le o ne s y q uem a rlo s ta nto com o t o d o
género de visc e ra s y cua lq uie ra de sangre que e xista en la tie rra ,
¿cómo pudo suceder que la Q u im e ra , una sola con u n cuerpo trip le ,
p o r delante u n le ó n , p o r detrás una se rp ie nte , en el m ed io ella .m ism a /20 ?055
1
4
*

514 Si bien el poeta se refiere en plural a Escüa, como si se tratara de un ejemplo de


monstruosidad, este personaje mitológico, situado en el estrecho de Mesina, se carac­
teriza por tratarse de una mujer cuyo cuerpo, en su parte inferior, está rodeada de seis
perros feroces que devoran todo lo que se encuentra a su alcance. Existe otro personaje
mítico homónimo que, tras haber traicionado a su padre Niso, rey de Alegara, por
amor a Minos, fue atada a la proa de la nave del invasor y los dioses la transformaron en
un ave. Gf. GRIMAL {1984:172-173).
335 El adjetivo sem im arinus, -ayarm es una creación lucreciana que se encuentra única­

mente en este verso.


Por medio de una metonimia Lucrecio hace referencia a la diosa del amor a la que
se traduce por “pasión".
317 El sintagma barbigeras pecudes alude a aquellos animales que se caracterizan por te­

ner vellos ala manerade una barba, rasgo que es propio del ganado caprino. En cuanto
al adjetivo barbiger, - erra, -erim u es una creación léxica del autor.
33 %Se trata de un agregado en la edición de 1512-1513.
339 Lucrecio recurrirá a la interrogación retórica para desarrollar sus argumentaciones

tendientes a probar lo absurdo de las ficciones mitológicas frente ala realidad ofrecida
por Jos sentidos.
320 La Quimera es un animal fabuloso que tiene semejanzas con el león. Su cuerpo

triple preséntalacolade serpiente, la cabeza de leóny el busto de cabra; asimismo se le


asignan diferentes cabezas, una caprina y otra felina. Lucrecio, en particular, advierre
que la parte media del monstruo se asemeja "“a ella misma”, ya que Quimera en. griego
(jiucupa) significa “cabrá! MUNRO, vol. II, p 356. señala que los versos 905-906 son
una Traducción del escolio de Í¿LVT»1 8 1 .
662 D E R IR V M N A T V R A .' ¡LIBER. Q V IN T V S

ore fo ra s acrem fla re t de corpore fiam m am ?


Q uare etia m te llu re nova caeloque re c e n ti
ta lia q u i fin g ir p o tu isse a n im a lia g ig n i,
n ix u s in hoc uno n o v ita tis n o m in e in a n i,
9 J0 m u lta íic e t s im ili ra tio n e e fFu tia t ore.,
aurea tu m dicat per té rra s fiu m in a vulg o
flu x isse e t g em m is flo re re a rb usta suesse
aut b o rn í nern ta nto m e m b ro ru m esse im p e te natum ,
tra n s m a ria a lta pedum n is u s u t ponere p o sset
915 et m a n ib u s to tu m circ um se ve rte re caelum.
N a m quod m u lta fue re in t e rris sem ina re ru m
tem pore quo p rim u m te llu s a n im a lia fu d it,
n il tam en est s ig n i m ix ta s p o tu isse crea ri
Ín te r se pecudes compactaque m em bra a n im a n tu m ,
920 p ro p te re a q u ia quae de te rris nunc quoque abundant
herbara rn genera ac fru g e s arbustaque laeta
no n tam en Ín te r se p o ssu n t com plexa c re a ri,
sed re s quaeque su o r it u p ro c e d it et om nes
foedere naturae certo d isc rim in a se rva n t.9
2
5

925 A t genus h u m a n u m m u lto f u ít illu d in a rv is


d irru ís , u t d ecuit, te llu s quod d u ra creasset,
A C E R C A DE LA N A TU RA LEZA DE LAS C O SA S - L IB R O Q U IN T O 663

soplara hacia fuera, desde su cuerpo, una fuerte llama por la boca?321
Por esta razón también quien imagina322que tales animales pudieron
engendrarse en una tierra joven y en un cielo reciente,
apoyado en esta única afirmación vacía de la juventud,
está perm itido que haga fluir de su boca muchas cosas de un modo
similar, 9io
que entonces diga que áureos ríos fluyeron por las tierras sin distinción,
y que los árboles se acostumbraron a florecer con piedras preciosas,
o que el hombre nació con tanto ím petu en sus miembros,
que podía poner las plantas de sus pies al otro lado de los profundos
mares323*
y dar vuelta el cielo entero alrededor suyo con sus manos. 915
Pues, porque Rieron muchas las sem illasdelascosasen las tierras
en el momento en que la tierra engendró los animales,
no obstante, no h a y ninguna señal de que hubieran podido crearse
animales
mezclados entre sí y los miembros ensamblados de seres animados;
además, puesto que las especies de hierbas y los cereales y los florecientes
árboles que ahora también brotan abundantemente de la tierra,
no pueden ser creados, en verdad, abrazados entre sí,
sino que cada cosa procede a su manera y todos conservan
los elementos distintivos según el pacto determinado de la naturaleza.jZ4

La aparición del hombre325


Y el género humano aquel fue mucho más duro en los campos, 925
según debía ser, porque la cierra dura lo había creado,

321 Entre otras peculiaridades de la Quimera, se encuentra la de exhalar fuego de su


boca.
322Según MUNRG, voL H5p. 356. alude aEmpédocles.
323Cf. L. 1,199.
3'4Lucrecio concluye la zoogonía apelando aJ foeáus mencionado en los versos 56-5?
y 310; este es la salvaguarda del cumplimiento de las leyes necesarias délo natural. Cf.
L. 11.718 y ss.
325 Comienza a desarrollarse el tema de la prehistoria del hombre, desde una perspec­
tiva racionalista con la apropiación de un conjunto amplio de fuentes, muchas de las
cuales se encuentran perdidas. Este tema tiene la intención de satisfacer los propósitos
didácticos de la obra y no está destinado a argumentar sobre los aspectos positivos o
negativos del mismo, Cf. CAMPBELL (2003).
664 D E RER.VM N A T V R A - U B E R Q V I N TV S

ec maioribus et solidis magis ossibus intus


fundatum, validis aptutn per viscera nervis,
nec facile ex aestu nec frigore quod caperetur
930 nec novitate cibi nec labí corporis u ila .
MuJ taque per caelum solis volventia lustra
vulgivago vitam tractabant mere ferarum.
Nec robustus erat curví moderator aratri
quisquam, nec seibat ferro molirier arva
935 nec nova defodere in terram vírgulta ñeque altis
arboribus veteres deeidere falcibu' ramos,
Quod sol atque imbres dederant, quod térra crearat
sponte sua, satis id placabat pectora donum,
Glandiferas Ínter curabant cor pora quercus
940 plerumque; et quae nunc hiberno tempore cernís
arbita puniceo ñeri matura colore,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA D E LAS C O S A S - L IB R O Q JJ iA T O 665

y fue constituido per dentro con huesos más grandes y más sólidos,
unido a través de sus entrañas por fuertes músculos,
de modo que no fuera atrapado fácilmente por el calor n i por el frío
n i p o r la novedad326 del a lim e n to n i p o r n in g ú n d e te rio ro d el cuerpo. 930
Durante muchas revoluciones del sol a través del cielo
arrastraban la vida según la costumbre errabunda de las fieras.32'
Y no existía ningún robusto conductor del curvo328
arado, y (ninguno) sabía ablandar los campos laborables329
c o n e l h ie rro , n i e n te rra r n u e v e s b r o te s e n la tie rra , n i p o d a r 935
las ramas viejas de ios altes árboles con la hez.
Lo que el sol y las lluvias habían obsequiado, lo que la tierra había
producido
p o r su p ro p ia vo lu n ta d , ese regalo aplacaba sa tisfa c to ria m e n te su s
cora zones.
Entre encinas portadoras de bellotas330 cuidaban sus cuerpos
generalmente; y los arbustos,33' que ahora ves volverse 940
maduros de color púrpura en tiempo i nvernal,332
326En la traducción, “por la novedad del alimento'3debe interpretarse como el cambio
del sustento o la aparición de alimentos extraños.
327 La afirmación íucreciana sobre la vida primitiva del hombre constituye un tópico
en tomo a las capacidades intelectivas humanas para transformar la naturaleza y a la
inexistencia de las instituciones sociales y políticas. En particular Cicerón, Inv. 1,2,
también se refiereal nomadismo de la raza humana que solo puede ser rescatada por la
elocuencia retórica. Lucrecio reitera el uso del adjetivo volgivagus, -a, -um (IV.1071)
en este contexto para describir la cercanía con el orden animal en el plano de lo con­
suetudinario. Cf. SCHIESARO (1990).
32SLa descripción lucreciana de la vida prehistórica del hombre ha sido analizada en
relación con el motivo de la Edad de Oro, particularmente por las siguientes caracte­
rísticas: la ausencia de agricultura y de cualquier otra labor relacionada, con las labores
agrarias (933-936), la falta de estímulo para 1a adquisición de tierras y en consecuencia
el alej amiento de la posibilidad de los conflictos bélicos (999-1000], la no necesidad
de trabajar para proveerse (1001-1006), el nomadismo (1011), la ausencia de la pro­
piedad (1110-1113), la inexistencia de ciudades y los conflictos de clase (1120). C£
CAMPBELL (2003).
í¿'E l sustantivo arvuwh -i hace referencia a los campos aptos para el arado.
33,7El adjetivo glandifen -era, -erum aparece utilizado primeramente por Lucrecio y
Cicerón. Cf. OIX ).
331 El sustantivo arhita es equivalente aarbuta.
332Lucrecio describe el madroño, un arbusto que se propaga en la región mediterránea,
norte de África y por toda la península ibérica, caracterizado por su tronco rojizo,
hojas persistentes y por frutos que, al madurar, se tornan rojos. Entre otras caracterís­
ticas,. se afirma la extracción de azúcar y de tintura que se utilizaba en el tratamiento
666 DE R ER V M NATVRA - L IB E R QV'SNTVS

plurim a tum telíus etíam maiora ferebat.


M ultaque praeterea novítas tum florida mundi
pabula dura tuiit, miseris mortalibus ampia.
945 A t sedare sitim fiuvii fontesque vocabant,
ut nunc montibus e magnis decursus aquai
ciaricitat late sítientia saecla ferarum.
Denique nota vagis siivestria templa tenebant
nympharum, quibus e scibant um orf fiuenta
9 50 lubrica proluvie larga lavere umida saxa,

umida saxa, super viridi stillantia musco,


et partim plano scatere atque erumpere campo.
N ecdum res igni scibant tractare ñeque uti
pellibus et spoliis Corpus vestiré ferarum,
955 sed nemora atque cavos montis silvasque colebant
et frútices ínter condebant squalida membra
verbera ventorum vitare imbrisque coacti.
Nec commune bonum poterant spectare ñeque uilis
moribus ín ter se scibant nec legibus uti.
960 Quod cuique obtulerat praedae fortuna, ferebat
sponte sua sibi quisque valere et vivere doctus.
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - L i b r o q u i n t o 667

entonces la tierra los producía en gran número y muy grandes.


Y además, la florida juventud del mundo produjo entonces
muchos alimentos rudos, suficientes para los desdichados mortales.333
Pero los ríos y las fuentes llam aban a calmar la sed, 945
como ahora la corriente de agua desde los altos montes
llama334 desde todas partes a las razas sedientas de las fieras.
Finalmente, ocupaban los templos silvestres333 de las ninfas, conocidos
para los que vagaban, de los cuales aprendían que las corrientes
escurridizas de agua bañaban con abundante flujo las rocas húmedas, 950
rocas húmedas’36 que goteaban por encima del verde musgo,
y que manaban en una y otra parte e irrumpían por el campo Harto.
Y no sabían aun tratar las cosas con el fuego, ni hacer uso
de las pieles y vestir el cuerpo con los despojos de las fieras,
sino que habitaban los bosques y los montes cavémosos y las tierras
arboladas 955
y resguardaban su s m ie m b ro s escuá lid o s e n tre lo s m a to rra le s,
fo rza d o s a e v ita r lo s azotes de io s v ie n to s y la llu v ia .33'
Y no eran capaces de considerar el bien común, ni sabían
hacer uso entre ellos de costumbres y leyes.
Lo que la fortuna había ofrecido de la presa a cada uno, lo llevaba 960

cada uno según su voluntad, habiendo aprendido a valerse por sí y


subsistir.

de las telas. Existe, además, en torno al madroño una narración mitológica que lo hace
originario de la sangre del gigante Gerión, vencido por Hércules.
333 La rudeza de la alimentación era semejante al primitivismo de los hombres.
33+El verbo claricito o darigito es un frecuentativo de clarigo-, por otra parte, solo apa­
rece utilizado en este verso. MUNRO, vol. II, p. 357, acerca de la imagen auditiva ex­
presada por ei verbo, entiende que el sonido del agua se escucha con claridad cayendo
desde la altura de Jas montañas.
533Alusión a las grutas en los bosques, tal como se lee en L. IV.580. El sustandvo tem-
pkmi, -ij no solo significa recinto sagrado dedicado a las divinidades, sino que refiere
también a un lugar habitado por seres particulares. Cf. OLD,
33éLa repetición de estructuras, considerada una práctica homérica (cf. MUNRO, voL
II, p. 224), está impregnada, en este contexto, de la emoción que embarga al poeta ante
las imágenes déla naturaleza.
337La descripción lucreciana de Ja vida humana primitiva está muy lejos de la mítica
edad áurea, donde el hombre gozaba de los privilegios de la naturaleza, alejado de toda
preocupación e imperfección.
668 D E R £ R V M N A T V R A - LIBER Q V IN T V S

Et Venus in silvís iungebat corpora amantum;


concilíabat enim vel mutua quamque cupido
vel violenta viri vis atque impensa libido
965 vel pretium, glandes atque arbuta vel piralecta.
Et manuum m ira íreti vírtute pedumque
consectabantur sdvestria sa.ecla ferarum
[975] missilibus saxis et magno pondere clavae;
[968] m u í taque vinc e b a nt, vita b a n t pauca la te b ris;
970 [969] saetigerisque pares subus silvestria membra
[970] nuda dabant terrae nocturno tempore capti,
[971] circ um se f o liis ac fro n d ib u s in v o lv e n te s,
[972] Nec plangore diem magno solemque per agros
[973] quaerebant pavidi palantes noctis in umbris,
975 [974] sed ta c iti respectabant som noque se p u íti,
dum rosea face sol inferret lum ina cáelo.
A parvis quod enim consuerant cernere semper
alterno tenebras et lucem tempore gigni,
non erat ut fieri posset mírarier umquam
980 nec díffidere ne térras aeterna teneret
nox in perpetuum detracto lum ine solis.
Sed magís illud erat curae, quod saecla feranun
iníestam miseris faciebant saepe quietem.
Eiectique domo fogiebant saxea tecta
985 spumigeri suís adventu validique leonis
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS CO SA S - L lflR G Q U IN T O 669

Y, en los bosques, Venus338 unía los cuerpos de ios amantes;


en efecto, a cada mujer la atraía o el deseo mutuo
o la fuerza violenta del varón o el placer vehemente
o ía recompensa, bellotas y madroños o peras escogidas,33'
Y confiados en la admirable virtud de sus manos y pies
perseguían las razas salvajes de las fieras
con p ie d ra s a rro ja d iza s y con el gran peso de la m aza;3
3
8
*340 [975]341
y vencían a m uchas, evitaban a pocas en su s e sc o n d rijo s; Qós]
y parecidos a ja b a líe s c u b ie rto s de cerdas,342 entregaban d esnud os 970 í 5*3?]
a la tie rra su s m ie m b ro s sa lvajes, capturados p o r e l tie m p o í97°]
de la noche, e nvo lviénd o se a su alred ed or con h o ja s y ram as. Í97i]
Y no buscaban p o r lo s campos n i el so l n i el d ía con gran gem ido, 1972]
em palideciendo p a ra liza d o s en la s so m b ra s de la noche, 19731
sin o que aguardaban en sile n c io y aletargados p o r el sueño, 975 Í 974J
hasta que e l so l, con su antorcha rosada, llevaba su s luces a l cielo.
En efecto, ya que desde pequeños se habían acostumbrado a distinguir343
que siempre se engendraban las sombras y la luz alternadamente,
no había posibilidad de que alguna vez pudieran sorprenderse
ni desconfiar de que una noche eterna se apoderara
de las tierras, habiendo sido elim inada la luz del sol para siempre.
No obstante, había una preocupación mayor en el hecho de que las razas
de las fieras volvían a menudo peligroso el descanso para los desdichados.
Y, expulsados de s u morada, huían délos techos de piedra344
ante la llegada del jab alí que echa espuma y del león valeroso,343

338Venus, por metonimia, alude al impulso vital que une a los diferentes géneros, no
sujetos a las reglas de la institución matrimonial que forma parte de las adquisiciones
de la cultura.
333A través del precio o el tipo de recompensapara encontrar una compañera, el género
humano subsiste por la recolección del alimento.
340Con la mención de diferentes armas, se advierte que el hombre ya ha alcanzado un
estadio cazador.
341 La transposición de los versos fue realizado por Naugerio (s. XV).
342El adjetivo saetiger, -era, -erum aparece utilizado por primera vezenlaobralucreciana.
343Progresivamente ios hombres, a partir de la observación de la naturaleza, adquieren
conocimientos, como el de la sucesión de los días y de las noches.
344Alude a las cuevas donde se refugiaban los hombres. Estas eran, en realidad, las gua­
ridas de las fieras.
M’Los animales que menciona Lucrecio como enemigos del hombre pertenecen a con­
textos míticos, en particular son los antagonistas de dos de ios trabajos de Hércules.
Cf.L. V.25-
670 D i . R E R V M N A T U R A - LIBER Q V IN T V S

atque intempesta cedebant nocte paventes


hospitibus saevis instrata cubilia fronde.

Nec nim io tum plus quam nunc m ortaliasaecla


dulcia linquebant lamentis lumína vitae.
990 Unus enim tum quisque magis deprensus eorum
pabula viva feris praebebat, dentibus haustus,
et nemora ac montis gemitu silvasque replebat
■viva videns vivo sepelir! viscera busto.
At quos eífugium servarat corpore adeso3
995 posterius trémulas super ulcera taetra tenentes
palmas horriferis accibant vocibus Orcum3
donique eos vita privarant vermina saeva
expertis opis, ignaros quid vulnera vellent.
At non m ulta virum sub signis m ilia ducta
looo una dies dabat exitio nec túrbida ponti
aequora lídebant navis ad saxa virosque,
sed temere incassum frustra inare saepe coortum
saevibat leviterque minas ponebat inanis,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS COSAS - L IB R O Q U IN T O 671

y presos de pavor, cedían en la oscu ridad de la noche346


los lecKos cubiertos de follaje a sus crueles enemigos.

La muerte y sus acechanzas


Y no mucho más en ese entonces que ahora, los mortales
abandonaban las dulces luces de la vida con lamentos.
En efecto, entonces más, uno cualquiera de ellos, atrapado, 990
proporcionaba vivo alimento a las fieras, atravesado por sus dientes,
y colmaba los bosques y los montes y las densas arboledas54’"con su
gemido,
al ver que sus entrañas vivas eran sepultadas en una tumba viva.
Pero, a los que la huida había conservado con su cuerpo carcomido,348
más tarde, sosteniendo sus manos temblorosas sobre las espantosas
ulceraciones, 995
invocaban al Orco con voces de horrible sonido;
por último, las crueles convulsiones545 los habían despojado de la vida,
sin contar con recursos, sin saber qué cosa requerían sus heridas.
Pero no a muchos miles de hombres conducidos bajo los estandartes,350
un solo día los entregaba a la muerte y ni las turbulentas llanuras 1000
del mar estrellaban351 las naves y los hombres contra las rocas;352
no obstante, de manera fortuita, el mar, que se levantaba a menudo sin
motivo,
en vano se tornaba salvaje y de a poco deponía sus vacías amenazas.

El adjetivo in tem p esta s, -a , -u m es un arcaísmo que se registra en Ennio, Pacuvio,


Accio e incluso en Varrón.
Se optó traducir silvas por “densas arboledas* para evitar la repetición.
3 Los mortales, en el progreso de sus capacidades intelectuales, advierten la existencia
d e la muerte y la lamentación que provoca la pérdida de la vida.
3*9El sustantivo vemnina, -um solo se registra en este verso,
35(>Acerca de la referencia enianaen este verso, cf. MUNRO, vol, IL p. 359-
3Si £1 verbo lido está registrado únicamente en este hexámetro.
312 Por primera vez Lucrecio establece una comparación entre las dos edades, la del
hombre primitivo, acechado por todo tipo de peligros naturales, y la contemporánea
al tiempo del discurso, donde la guerra, nacida del progreso, somete a los mortales a
una masacre mayor. Este es el primer momento de una enumeración de relaciones.en­
tre el pasado y el presente, que llevó a la crítica a debatir ía oposición entre tendencias
primitivistas o progresistas en Lucrecio. Ct. CAMPBELL (2003).
672 D e RERVrVS N A T V R A - LIB E R Q V l.M T V S

nec poterat quemquam píacidi p ellada ponti


1005 subdol a pellicere in fraudem rídentibus undis.
Improba navigii ratio tum caeca iacebac.
Tum penuria deinde cibi languentia leto
membra dabat, contra nunc rerum copia mersat.
lili imprudentes ipsi sibi saepe venenum
1010 vergebant, nunc dant <aíiis> sollertius ipsi.

Inde casas postquam ac pellis Ignemque pararunt,


et mulier coniuncta viro concessit in unum
*

cognita sunt, prolemque ex se videre creatam,


tum genus hnmanuin prim um mollesccre coepít.
1015 Ignis enim curavit ut alsia corpora frigus
non ita iam possent caeli sub tegmine ierre,
et Venus im m inuit viris puerique parentum
blanditiis facile ingenium fregere superbum.
Tune et am icitiem coeperunt iungere aven tes
1020 finitimi Inter se nec laedere nec violari,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS COS.AS - L IB R O Q U IN T O 673

y la seducción353 falaz de un mar plácido no podía354


impulsar al engaño a nadie, mientras las olas reían. 1005
Entonces el irracional arte de la navegación yacía ignorado.3' 5
Luego, la falta de alimento entregaba entonces los lánguidos miembros
a la muerte, ahora, por el contrarío, la abundancia de cosas los hunde.
Aquellos imprudentes a menudo se inclinaban a sí mismos
al veneno, ahora, m uy hábilmente, ios mismos lo dan <a otrcs> d5é ioio

Desarrollo sociofamiliar
Á partir tk entonces, después que se proveyeron de chozas, pieles y fuego,
y la mujer unida al varón pasó a un único (hogar
*35$

estas cosas fueron conocidas y vieron a su descendencia nacida de ellos,


entonces el género humano comenzó a ablandarse por primera vez.
Pues el fuego cuidó que ios cuerpos helados3^9 ya no pudieran 1015
soportar el frío de tai manera bajo la bóveda del cielo,
y Venus disminuyó sus fuer zas y los niños, fácilmente
con caricias, quebraron el ingenio altivo de sus padres.3^0
En aquel tiempo también comenzaron a trabar amistadpueblos vecinos3^1
entre sí, deseosos de no lastimarse ni de deshonrarse, 1020

5>3 El sustantivo p ella d a solo se registra en este verso.

3-4£lpoetareircrael motivo del mar engañoso que terminará devorando a ios hombres
que se atreven a desafiarlo, c£L, 11.559. Seguidamente desarrollará la navegación como
otra de las adquisiciones negativas del progreso humano.
355 El verso en Baile y (1898) es im proba navigiis ratio cu m caeca iacebat. Ernout

(1948) no lo pone en. su edición, ya que es debatida su inclusión. Moruro, cava lectura
se sustenta en OQ¡ y Bailey (1947 ) leen im proba navigu ratio cum caeca iacebat. C£
MERRILL (1907).’
336 Agregado en las ediciones Juntiñas (s. XV).

35 ‘ Eatre las acepciones del verbo concedo, se encuentra “pasar a un nuevo estado o si­

tuación”, en este contexto hace referencia a la condición de desposada, sometida a las


leyes matrimoniales. C£ BAILEY (1947); vol. L p=485.
338Maruho indica una laguna después del verso 1012.
359 El adjetivo a l sus, -a, -um aparece solo en Lucrecio.

360 Con la aparición de la familia, el instinto erótico de los mortales se ve menguado

ante la ternura de los hijos.


361 Motivo de la amistad entre los pueblos, c£ Epic., in LHog Laer. X.150.
D E R E R V M N Á T V R A - LIB E R Q V 'IN T V S
674

et pueros commendarunc muliebreque saeclum,


vocibus et gestu cum balbe signincarent
imbecillorum esse aequum misererier omnis.
N ec tam en o m n im o d is p o te ra t concord ia g ig n i,
1025 sed bona magnaque pars servabat foedera caste;
aut gemís bumanum iam tum foret omne peremptum
nec potnisset adhuc perducere saecla propago.

A t v a rio s lin g u a e so n itu s n a tu ra sub e g it


m itte re et u t ilit a s e x p re ssit n o m in a re ru m ,
1030 non alia longe ratione atque ipsa vi detur
p ro tra h e re ad g estum p ueros in fa n tia lingua e ,
cum ía c it u t d íg ito quae sin t praesentia m o n stre n t.
S e n tit e n im v is q u isq ue suas quoad p o ssit a b utL
A c e r c a d e la n a t u r a l ez a de las c o sa s - l ib r o q u in t o 675

y encomendaron a los niños y a la generación de mujeres,36236


cuando, de manera balbuceante con gestos y voces, señalaban
que era justo que todos se compadecieran de los débiles.
Y» sin embargo, de todos modos, no podía producirse un acuerdo,
pero una buena y gran parte conservaba los pactos virtuosamente;363 3°25
o el género humano entonces ya habría perecido por completo
y su descendencia aun no hubiera podido continuar su existencia.

Origen del lenguaje364*36


Pero la naturaleza los forzó a em itir los variados sonidos
de la lengua565 y la utilidad hizo salir los nombres de las cosas,
no lejos de otra razón como la misma incapacidad de hablar, 1030
la lengua parece arrastrar a los niños hacia el gestor*66
cuando hace que muestren con eí dedo las cosas que están presentes.
Pues cada uno siente hasta qué punto podría hacer uso de sus propias
fuerzas.

362 VALENTÍ EIOL, yol. II, p. Í81> sugiere que se encomiendan aí cuidado entre veci­

nos de sus niños y esposas. BÁILEY (1947), vol. I, p. 485, habla de encomendar a la
misericordia de los otros.
363 La salvaguarda de los pactos y la promesa de su cumplimiento aseguran la fid es,
a la que Lucrecio no alude directamente., no obstante, es una de las virtuies que los
romanos instaban a cultivar como un medio elemental de conservación de la paz. Es
evidente que d poeta construye una mirada pesimista acerca de sus contemporáneos,
quienes parecen estarmás cercanos a la perfidia que los condenaría a la desaparición.
354 KRISTEVA (1988:110 y ss.) recuerda que en la búsqueda de interpretación del

mundo físico, los filósofos materialistas dividieron la 'sustancia primordial e infini­


ta" con el propósito de aislar los elementos, a los que compararon con las letras del
alfabeto. Los elem entos de Empédocics, los hom eóm eros de Anaxágoras, los átomos de
Leucipo y de Demócrito son los correspondientes materiales de las letras del signifi­
cante. Demócrito fue el primero que empleó las letras del alfabeto para ejemplificar
sus demostraciones atomísticas. Epilcuro, siglos después,, sostuvo también que los ele­
mentos ínfimos y no visibles son asimilables a las letras. Lucrecio, como continuador
de estas doctrinas,, desarrolla una concepción atomista, del fiuicionamiento significante.
(Las palabras destacadas en itálica se encuentran en el texto de la autora).
3é5Para Lucrecio el lenguajeno es una convención. Al igual que para Epicuro, es producto
de la naturaleza y la necesidad. Lapalabra no le pertenece aJ hombre, sino que es una ley
natural, en cierto sentido compartida con losanimales. Cf. KRISTEVA (1988:126yss.).
366 Como en tantas otras argumentaciones,. Lucrecio compara a los hombres con los

niños en la praxis de enfrentar los desafios que impone la naturaleza.


676 D E R E R V M N A .TV R A - LIBE R QV 1Í\TV S

Com ua nata prius vítulo quam frontibus exstent,


1035 íllis iratus petit arque infestas inurget.
At catuli pantherarum scymniquc leonum
unguibus ac pedibus íam tum morsuquc repugnant,
vix etiam cum sunt dentes unguesque creatí.
Alituum porro genus alis omne videmus
1040 fidere et a pinnis tremulum petere auxilia tum,
Proinde putare aliquem tum nomina distribuisse
rebus et inde homines didicisse vocabula prima,
desiperest. N am cur híc posset cuneta notare
vocibus et varios sonítus emittere ¡inguae,
1045 tempore eodem aiii facere id non quisse putentur?
Praeterea si non a lii quoque vocibus usí
Ínter se fuerant, unde insita notities est
utilitatis et unde data est huic prim a potestas,
quid veiiet facere ut sciret animoque videret?
1050 Cogere Íte m p lu ris u n u s victosq ue dom are
nonpoterat, rerum ut perdiscere nomina vellent.
Nec ratione docere u lla suadereque surdis,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O Q U IN T O 67?

A n te s que lo s c u e rn o s nacidos de su fre n te le sobresalgan,


ataca con e llo s irrita d o y se la n za h o s til. i°3 5
P o r o tra parte, lo s cachorros de la s panteras30 ' y la s c ría s058 de lo s leones
ya se defienden entonces con su s g a rra s, con la s patas y con m o rd isc o s,
cuando apenas tod avía le s sa lie ro n lo s d ie n te s y la s g arras.
Además, vemos que todo género de pájaros confía
en su s alas y busca a u x ilio ,359 te m b lo ro so , a p a rtir de su s p lu m a s,
Por lo tanto, pensar entonces que alguien le asignó nombres3'0
a las cosas y que de allí los hombres aprendieron las primeras palabras,
es una locura. Pues, ¿por qué este podría designar todas las cosas
con voces y emitir ¡os variados sonidos de la lengua?371
¿Se pensaría que en ese mismo tiempo otros no serían capaces de hacer
lo mismo ?
Además, si los otros tampoco habían usado
palabras entre ellos, ¿de dónde se introdujo la noción
de utilidad y de dónde le fue dada la prim era facultad a este,
para que supiera y advirtiera en su ánim o qué cosa querría hacer ?
Igualmente, uno solo no podía obligar a muchos y domar 1050
a los vencidos, para que quisieran aprender bien los nombres de las cosas.
Y no es fácil enseñar por ningún método y persuadir a los sordos,377347

347£ 1 stiscamivopanibcra, -aeesun grecismo (AóvBrpj; refiere al leopardo o a cualquier


ocro felino moteado de gran tamaño.
K1 sustantivo seymnas, -i es un grecismo (otciíuvoc) queLucrecio usa como sinónimo
de candil potenciando el juego lexical en el mismo verso.
565 El sustantivo ¿mxiliatus, -us aparece registrado únicamente en esce verso.

370 Lucrecio, a diferencia de lo señalado por Cicerón, Inv. 1.2, no afirma la existencia de

un creador del lenguaj e, sino que este está relacionado directamente con el desarrollo
de las sociedades como fuerza cohesiva, cf. CAMPBELL (2003). Por otra parte, el
poeta no especula con el establecimiento de los significados, como sí lo hizo Epicuro,
c£ MANFREDINI (2012:454).
371Lucrecio, siguiendo a los atomiscas anteriores a Platón, concibe el lenguaje como-una
materialidad sonora, imaginando que las palabras son el producto del ensamblaje soni­
d o s - i cornos reales cuya producción se describe a partir d e la boca, 1 a lengua yloslabios.al
igual que la propensión feícaala comunicación. C£ KEISTEVA (1988:128).
Lucrecio reflexiona sobre el modo en que se construyen las palabras. Escás no son
encidades que no puedan descomponerse que, sujetas a ácomos significantes, fónicos
y escritúrales, crean relaciones insospechadas e inconscientes entre los elementos del
discurso. Cf. KRISTEYA (1988:129). Asimismo, en el contexto de la argumentación
lingüística, el poeta señala la dificultad de la transmisión de su doctrina, ya que nada
puede enseñarse si no se está dispuesto al aprendizaje.
678 D E R ER V M NA .TVRA - L IB E R Q V iN T V S

q u id s it opus m eto, fa c ile st; ñeque e n im p a te re ntur


nec ra tio n e u !la sib í fe rre n t a m p iiu s a u ris
1055 vo c is in a u d ito s so n i tu s obtundere fru stra .
Postremo quid in hac mirabiie tantoperest re,
si genus humanum, cui vox et lingua vigeret,
pro vario sensu varia res voce notaret ?
cura pecudes mutae, cum denique saecla ferarum
1060 dissimilis soleant voces varíasque cíete,
cum metus aut dolor est et cum iam gandía gliscunt.
Quippe eteniro iicet id rebns cognoscere aperas,
Irritara canum cum prim um magna Molossum
m ollia riera fremunt duros nudantia dentis,
1065 lo ng e a lio so n ítu rabie re stric ta m in a n tu r,
et cum iam latrant et vocibus omnia complent.
A t catulos blande cum lingua lamberé temptant
aut ubi eos iactant pedibus morsuque petentes
suspensís teneros im itantur dentibus haustus,
1070 longe a lio pacto g a n n itu vocis ad ula nt
et cum desertí baubantur in aedibus aut cum
plorantes í'ugiunt summisso corpore plagas.
D enique non hinnitus ítem differre videtur,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O CJU 1N TO 679

que cosa es necesaria Hacer; y, en efecto, n o lo to le ra ría n ,


n i p o r nin g u n a ra zó n so p o rta ría n p o r más tie m p o que so n id o s
in c o m p re n sib le s de la vo z le s golpearan in ú tilm e n te lo s o íd o s. 1055
P o r ú ltim o , <qué cosa digna de ad m ira ción a ta l p u n to hay en este asunto,
s i e l género hum ano, para el que la v o z y la lengua eran vig o ro sa s,
designara la s cosas con una v o z va riada en v irt u d de u n se n tid o variado?
P u e sto que la s reses m udas,373 s í, 3
7
374 en fin , la s generaciones de fie ra s375*
su e le n p ro fe rir voces d isím ile s y va ria d o s so n id o s, 1060
cuando hay m ied o o d o lo r y cuando ya crecen lo s g o zo s.
Y, en efecto, eso se puede conocer en las cosas manifiestas.
T a n p ro n to com o la s enorm es fauces blandas de lo s p e rro s m o lo so s376
lad ra n excitadas, d escub riend o su s d u ro s d ie nte s,
de gran m anera una rabia contenida amenaza con un so n id o d ife re n te , 1065
no so lo cuando la d ra n entonces, sin o ta m bién cuando lle n a n to d o con
su s voces.
P e ro , cuando in te n ta n la m e r suavem ente a su s cachorros con ia lengua
o cuando lo s zarandean am enazándolos con la s garras y con m o rd isc o s,
fin g e n d e v o ra rlo s tie rna m e nte con su s d ie n te s en el a ire ,377
de o tro m odo m u y d ife re n te lo s adulan con e l gem ido de su v o z 1070
que cuando a ú lla n ,378 dejados so lo s en las casas, o cuando
llo ra n d o huyen de lo s g olp e s c on e l cuerpo acobardado.
E n f in , ¿no parece d e l m ism o m odo que e l re lin c h o es d ife re n te

373 Lucrecio recurre al adjetivo utas, -um para aludir al lenguaje r.o articulado de
los animales.
374Uso de la conjunción cum acompañada del verbo en modo subjuntivo con fuerza
cualitativa. C f OjLD.
375 Lucrecio anticipa, a partir de este verso, algunas conclusiones a ias que arriba la
zoosemiótica en cuanto 2 la existencia de un sistema de comunicación entre los ani­
males, basado en la variedad de expresiones. Cf. KR1STEVA (1988:324).
j7á Los molosos son una especie de perros caracterizados por tener una importante
constitución musculosa., fuertes mandíbulas, gran cabeza y hocico corto, lo que los
convierte en excelentes guardianes y defensores. Su nombre procede de .Molosia, una
antigua región del Epiro, en Grecia, cuyos perros eran conocidos porcuidarel ganado
y combatir en la guerra. Es frecuente usar las denominaciones de dogo o mastín como
sinónimos de moloso.
3 7 7 Alude al juego que los perros efectúancon sus crías, imitando devorarlas sin apretar

sus fauces.
378 El verbo baubor es de carácter onomatopéyico y es utilizado por Lucrecio en este
contexto.
6 g0 D E RfRViví NATVRA - LIBER. QVINTVS

ín te r equas u b i eq uus flo re n t i aetate iuve ncus


1075 p in n ig e ri sa e vit ca lcarib us ic tu s a m o ris
et fre m itu m p a tu iis sub n a ríb u s e d it ad arma,
et cum sic a lia s c o n c ussís a rtu b u s h in n it?
P o stre m o g enus a litu u m variaeque vo lu c re s,
a c c ip itre s arque ossifra g a e m erg iq ue m a rin is
1080 flu c tib u s in sa lso v ic tu m v ita m q u e petentes,
lo ng e a lia s a lio ia c iu n t in tem pere voces
et cum de v ic tu certant praedaque repugnant,
£ t p a rtirá m u ta n t cum te m p e sta tib us una
ra u c iso n o s cantus, com icum u t saecla ve tusta
1085 c o rvo ru m q u e greges u b i aquam d ic u n tu r et im b ris
poseeré et in te rd u m ve n to s aurasque vocare.
E rg o s i v a ri! se n su s anim aba cog unt,
m uta tam en cum sin t, va ria s e m itte re voces,
q u a nto m o rta lis m a g is aequum st tu m p o tu isse
1090 d is s im ilis a lia a tq u e a lia re svo c e no ta re !

Illu d in b is re b u s ta c itu s ne fo rte re q u ira s,


fu lm é n d e tu lit in te rra m m o rta lib u s ignem
p rim itu s , inde o m n is fla m m a ru m d íd itu r ardo r.
M u lta vid e m us e n im ca ele stib us in c ita fla m m is
1095 fu lg e re , cum caeli d o n a vit plaga vapore.
A c e r c a de la n a t u r a l ez a d e ia s c o s a s - l ib r o q u in t o 681

cuando é n tre la s yeguas u n p o trillo en la flo r de la edad


se encabrita5 h e rid o p o r la s espuelas de u n alado am or, 1075
y para e l combat e p ro fie re u n b ra m id o bajo la n a riz abierta,
o cuando re lin c h a a sí, en o tro m om ento , tra s sa c ud ir su s m ie m b ro s?
P o r ú ltim o , e l género de la s aves y lo s va ria d os p á ja ro s,
lo s gavilanes, lo s b u itre s y la s gaviotas que buscan en m ed io
de la s o la s del m ar, en e l agua salada,379 e l su ste n to de su vid a ,3*0 1080
la n za n en o tro m om ento voces m uy d istin ta s,
de cuando d isp u ta n p o r e l a lim e n to y lucha n p o r su presa,
Y una pa rte3®1 de e llo s cam bia ju n to con e l tiem po
su s cantos de so n id o s ro n c o s, com o la antigua generación
de la s corneja s y la s bandadas de c ue rvo s cuando se dice que p id e n382 1085
agua y llu v ia s y que lla m a n , de ve z en cuando, v ie n to s y b risa s.
P o r lo ta n to , s i la s variadas sensa ciones o b lig a n a lo s am m ales,
a e m itir d ife re n te s voces, s in em bargo, aunque sean m ud o s
¡cuánto m ás probable es que lo s m o rta le s entonces hayan p o d id o
se ña la r cosas d isim ile s , m ediante una y o tra palabra! 3090

Obtención del fuego


Para que en esto s asuntos n o preguntes acaso p o r aquello en sile n c io ,383
el ra yo h iz o descender e l fuego a la tie rra para lo s m o rta le s
en su s c o m ie n zo s, de a llí se e xte n d ió todo e l calor de la s lla m a s.
E n efecto, vem os b rilla r m uchas cosas encendidas p o r la s lla m a s
celestes, cuando u n golpe d e l c ie lo la s ob seq uió con su calor, 1095

37?E1 adjetivo salsus, -a, -u m es, en general, un epíteto del mar, en este contexto está
sustantivado.
3:i0Se trata de una hendíadis, es decir, la expresión de un concepto por medio de dos
términos coordinados.
m El adverbio partim está usado con valor de sustantivo.
^Cuervos y cornejas pertenecen a la misma familia de aves y algún as de sus variedades
suelen confundirse entre sí. Ambos pájaros se presentan en eoneextos míticos y poéti­
cos como mensajeros de malas noticias. La corneja, confundida con la urraca, se carac­
teriza “por esconder el sol y el trigo”, ya que aparece en tiempos de lluvias y heladas. El
cuervo es representado como Júpiter, dios de las tormentas, o bien está consagrado a
Apolo. C£ DE GUBERNAT1S (2002:67-81).
383MUNRO, vol II, p. 362, señala que el pasaje que se extiende desde el verso 1091 al
1160 es una adición efectuada por el poeta y se discute la conexión con el contexto.
682 D e r e k v m n a t v r a - l íb e r q v in t v s

E t ram osa tam en cum ve n u s p u lsa va c illa n s


aestuar in ra m os in c u m b e n s a rb o ris a rb o r,
e x p rim itu r v a lid is e x tritu s v irib u s ig n is,
em icat in te rd u m fla m m a i fe rv id u s ardo r,
1100 m u tu a d um ín te r se ra m i stirp e sq u e te ru n tu r.
Q u o ru m u tru m q u e d ed isse p o te st m o rta iib u s ig nem .
In d e c ib u in coquere ac flam m ae m o llir t vapore
so l d o c u it, q u o n ia m m ite sc e re m u lta vid eb a nt
ve rb e rib u s ra d to ru m atque aestu vic ta p e r agros.1
0
5

1105 In q u e d ies m ag is h i v ic tu m vita m q u e p rio re m


c o m m u ta re n o v is m o nstra b a nt re bus e tig n i
in g e n io q u i praestabant et c o r de vigebant.
C ondere coeperunt u rb is arcemque locare
p ra e sid iu m reges ip s i s ib i p e rfu g iu m q u e ,
m o et pecus atque agros d iv ise re atque dedere
p ro facie c uiusq ue e t v irib u s in g e n io q u e ;
nam facies m u ltu m v a lu it vire sq u e vigebant.
P o ste riu s re s in ve n ta st aurum que re p e rtu m ,
quod facile e t v a lid is et p u lc h ris d em p sit ho no rc m ;
1115 d iv it io ris e n im sectam p le ru m q u e se q u u n tu r
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o q u in t o 683

U n a ve z m ás, cuando u n á rb o l de m uchas ra m a s, m ie n tra s se bambolea


em pujado p o r lo s v ie n to s, arde p re c ip itá nd o se so b re la s ram as de o tro
á rb o l,
e l fuego es e xtra íd o tra s se r fro ta d o p o r vig o ro sa s fu e rza s,
en oca siones resplandece e l h irv ie n te ca lor de la lla m a ,
m ie n tra s la s ram as y lo s tro n c o s se ro za n m utuam ente entre s í. 1100
C ua lq uie ra de estas d o s cosas puede haberles dado e l fuego a lo s
m o rta le s.384
A p a rtir de a llí, e l so l le s enseñó a cocer y a ablandar lo s a lim e n to s a l calor
de la lla m a , ya que veían que m uchas cosas se ablandaban vencidas
p o r lo s azotes de su s ra yo s y e i ca lor a través de lo s cam pos.385

La aparición de las ciudades


Y cada d ía m ás estos, q uienes sob resa lía n p o r su in g e n io y rob ustecía n 1105
su e n te n d im ie n to ,386 m ostra b a n que el m odo de vida387
a n te rio r cambiaba p o r e l fuego y la s cosas novedosas.
L o s re ye s c o m e nza ro n a fim d a r ciudades y a establecer
ciudadelas388 com o re fu g io y a silo para s í m ism o s»
y d iv id ie ro n el ganado y lo s cam pos, e in c lu so lo s o to rg a ro n U 10
según e l aspecto,389 e l in g e n io y la s fu e rza s de cada ho m b re ;390
pues m ucho va lía la apariencia p e rso n a l y la s fu e rza s cobraban v ig o r 391
P o ste rio rm e n te se in v e n tó la propied a d y se d e sc ub rió e l o ro ,
que fá cilm e nte n o so lo le s q u itó e l h o n o r a lo s va le ro so s sin o tam bién a
lo s b e llo s;
pues, aunque fu e rte s y nacidos con u n cuerpo b e llo , 111 5

384 La obtención del fuego está originada por fenómenos naturales que no son ajenos
a la casualidad.
38'E1 conocimiento humano es entendido como fruto de la experiencia y la observación.
3sóAtendiendo a la concepción epicúrea de que la inteligencia se halla situada en el
pecho, se traduce el sustantivo cürdepor “enrendimiento”.
Uso de la hendíadis entre los sustantivos victus, -us y vita? -ae.
338 Sin mediar conexión alguna,. Lucrecio desarrolla el tema de la formación de las ciu­
dades bajo una determinada organización política como la monarquía
339 Cabe entenderfa cies, -ei en este contexto como "'apariencia personal"’.
390 El aspecto exterior de ios hombres, tan opuesto ai que tenían en sus comienzos,
funcionaba como un medio para el establecimiento de las distinciones sociales.
391En este hexámetro se observa el recurso de la aliteración {vaíuit viresque vigebant).
684 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q v ín t v s

quaxnlibet et fortes et pulchro corpore creti,


Q uod siquis vera vitam radone gubernet,
divitiae grandes hom ini sunt vivere parce
aequo animo- ñeque emm esc umquam penuria paryí.
112(1 A t ciaros homines voluerunt se atque potentis,
ut fundamento stabiii fortuna maneret
et placidam possent opulenti degere vitam,
nequiquam, quoniam ad summum succedere honorem
cercantes iter infestum fecere viai,
1125 et tamen e summo, quasi fulmen, deicit ictos
invidia interdum contemptim in Tartara taetra;
[1131] invidia quoniam, ceu fulmine, summa vaporan!
11132] plerumque et quae sunt alus magis edita cumque;
Í1 127] ut satius multo iam sit parere quietum
1130[U28] quam regere imperio res velle et regna (entre.
[1129] Proindesine incassum defessi sanguine sudent,
[1130] angustum per iter lucrantes ambitionis;
quandoquidem sapiunt alieno ex ore petuntque
res ex auditis potius quam sensibus ipsis,
1135 nec magis id nunc est ñeque erit mox quam fuit ante,
A C E R C A D E LA N A T U R A L E Z A DE IA S C O S A S - L IB R O Q U I N T O 685

por lo genera! siguen el cortejo del más rico,392


Y en el caso de que alguno gobierne su vida con una razón verdadera,
las grandes riquezas para el hombre están en vivir sobriamente393
con un ánimo equilibrado; y, en efecto, nunca hay escasez de lo
pequeño.39** 112 0

Pero los hombres quisieron ser famosos y poderosos,395


para que su fortuna per maneciera sobre fundamentos estables
y pudieran llevar una vida placentera en la opulencia,
en vano, porque luchando para acercarse al más alto honor
hicieron hostil la marcha de su camino, 1125
y no obstante desde lo más alto, como un rayo, la envidia los despeña
heridos en ocasiones, de manera despreciable, hacía el horrible
Tártaro;**96
porque con la envidia, como con el rayo, las cosas más elevadas se
calientan397 [1131]
por lo general y las que están en toda circunstancia más elevadas que otras; ['132]
de modo que es mucho más satisfactorio obedecer tranquilamente [H27]
que querer regir con el poder supremo y poseer reinos.398 1130[1128]
Por lo tanto, que los fatigados suden sangre sin un propósito, [1 1 2 9 ]
mientras luchan a través del estrecho camino de la ambición; [H30]
puesto que saben por boca ajena y buscan las cosas
más ap artir de lo que oyeron, que a p artir de sus propias sensaciones,
y eso no es ahora ni será dentro de poco más de lo que fue antes.399 U 35

5 72 La riqueza comienza a superar a cualquier otra virtud entre los mortales.


;"'F:1 vivir con parquedad forma parte del ideario de Epicuro, cf. in IXog Laer. X.144.
394 En cuanto a la influencia de Demócrito en esta sentencia, c£ MUNRO, voL II, p.

363.
375 El descubrimiento de la riqueza desencadena un conjunto de inconvenientes para el

hombre; en primer lugar la envidia, por la cual se desea lo que tiene el otro.
■';x' La imagen alude al monstruoso gigante Ticio, a quien Zeus fulminó con su rayo al
desear violar a Leto. Esta habia dado a luz a Apolo y Artemis, v i lera, celosa, desenca­
denó la lujuria en ei gigante, quien se halla en los Infiernos condenado eternamente.
Cf, GRIMAL (1984:514).
377La transposición de los versos 1127-1128 por 1131-1132 fue ¡levada a cabo por
Munro, cf. BAILEY (1947), vol, I, p. 490.
593 En relación con el motivo de vivir frugal mente, c f L. 11.23 y ss.

399 Lucrecio se vale de un carácter sentencioso para afirmar proverbialmente que

ningún tiempo, ni pasado ni trituro, fue ni será diferente al presente.


686 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q v ín t v s

Ergo regibus occísis subversa íacebat


prístina maiescas soliorum et sceptra superba,
et capitis summi praeclarum insigne cruentum
sub pedibus vulgi magnum lugebat Jionorem;
i i4o nam cupide conculcatur nimis ame metutum.
Res itaqne ad sammam faecem tur basque redibat,
imperium sibi cum ac summacum quisque petebat.
Inde magistratum partim docuere creare
iuraque constituere, ut velient legibus uti,
1 1 4 5 Nam genus humanum, def essum vi coJere aevum,

ex inim icitiis languebat; quo magis ipsum


sponce sua cecidit sub leges artaque iura.
Acrius ex ira quod enim se quisque parabat
ulcisci quam nunc concessumst legibus aequis,
A C E R C A D I LA NTA TU RA LEZA D I LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O 687

Caída de la monarquía
Por consiguiente, una vez asesinados ios reyes,*00 la prim itiva
majestad de los tronos y los soberbios cetros yacían, aniquilados,
y la famosa insignia de la más alta cabeza deploraba
ensangrentada bajo los pies del pueblo su gran honor;
pues se pisotea con avidez lo antes temido401 en exceso. i 14o
Y así el poder402 volvía hacia la suma hez y las turbas,
mientras cada uno buscaba para sí ei mando403 y el poder supremo.404
De allí, una parte de ellos enseñaron a crearlas magistraturas40^
y a establecer derechos, para que quisieran servirse de las leyes,
Pues el género humano, cansado de vivir406 con violencia, 1145
languidecía por las enemistades;407 por esto el mismo cayó
más por su propia voluntad bajo leyes y estrictos derechos.
En efecto, ya que cada uno, a partir de ía ira, se disponía a vengarse
más severamente de lo que ahora se ha concedido por leyes justas,
4m £1 grado de injusticia alcanzado lleva a un cambio; como señala CAMPBELL
(2003; 16), la conexión entre los orígenes del lenguaje, la injusticia sociopolírica y pos-
teriormente el surgimiento de la religión están basados en el hecho de que los hom­
bres forman juicios faisos que no guardan relación con la realidad de la naturaleza.
Asimismo, se advierte que Lucrecio está revisando la historia institucional y política de
ia propia Roma, ya que a la monarquía le sigue el período republicano.
4GiEl participio m etuim : -¿z, -um aparece soio en Lucrecio.
461 En este caso res hace referencia a la “cosa pública”

403 Cabe entender iTrrperium como la expresión más completa de la libertas del ciu­

dadano romano que marca su rol soberano en la ciudad y que, a su vez, lo delega en los
magistrados elegidos poréLCf. HELLEGOUARC’H (1972).
404£I sustantivo sum m atuSj -u s está registrado únicamente en este verso.
405 Lucrecio entiende que, en la evolución humana, el establecimiento de las dif erentes
funciones del poder republicano y la constitución legislativa representan eslabones en
el desenvolvimiento del sistema, el cual tiene a los prim ordio, como elementos básicos
y necesarios.
405El sintagma colereaevum es equivalente a vivera y así aparece en Planto y Terencio.
C£MUNRO, vol II, p. 364.
407Enere los romanos, la om icisia. se encuentra en el origen de las relaciones políticas, las
cuales se fnnáa.n en las relaciones personales entre los individuos de clase yde posición
social análogas- Presupone una comunidad de sentimientos activa y dinámica; asimis­
mo, en la base de este sentimiento común se encuentra lapid es, entendida como una re­
lación de confianza mutua. En consecuencia, ía inim icitia se aplica esencialmente a las
manifestaciones de hostilidad de un individuo contra otro. Cf. HELLEGOUA RC’H
(1972). Como señala FOWLER (2007:424), el pasaje comprendido por los versos
1113-1142 está dominado por el lenguaje político contemporáneo al poeta.
688 De rervm n a t v r a - l íb e r q v i n t v s

1150 hanc ob rem est homines pertaesum v i colere aevum.


Inde metus macular poenarum praemia vitae.
Circumretit enim vis arque iniuria quemque arque,
unde exortast, ad eum plerumque revertir,
fice facilest placidam ac pacatam degere vitam
1 1 5 5 qui violar factis communia foedera pacis.

Ecsi fallir enim divum genus humanumque,


perpetuo camen id íore clam diffidere deber;
quippe ubi se m ulti per som nia saepe loquentes
aut morbo delirantes proíraxe ferantur
116 0 ec celara <diu> in médium peccata dedxsse.

Nunc quae causa deum per magnas numina gentis


A C E R C A D i LA NATURALEZA. D E LAS C O S A S - L iB R O Q U IN T O 689

por esta caúsalos hombres se hartaron de vivir con violencia.408


Fot eso e l miedo a las penas mancha los beneficios d é la vida.
En efecto, la violencia y la injuria409 enredan a cada uno410
y retom an generalmente hacia ese de donde se han originado,
y no es fácil llevar una vida plácida y pacífica
para quien viola con sus hechos los pactos comunitarios de la paz.411
Aunque ciertamente engañe al género humano y al divino,
sin embargo debe desconfiar en secreto412 de que eso será así por siempre;
sin duda cuando se dice que muchos, hablando a menudo a través
de los sueños o delirando a causa de una enfermedad, revelaron412
y pusieron a la luz crímenes ocultos <por un tie m p o .414

Origen del culto religioso415


Ahora, qué causa divulgó los divinos poderes de los dioses

^ Si bien el contexto en el que escribe Lucrecio está dominado por la violencia de las
facciones políticas republicanas, se advierte el deseo de alcanzar la ataraxia epicúrea,
oponiéndose ai ansia irracional de las turbas populares, los deseos personales de los
caudillos y las irregularidades de ios sistemas políticos. Gf GARCÍA GUAL (2009).
409 La im uria constituye la ruptura de ia am icitia y provoca la immkitia» considerán­

dose como un acto propio de un inirnicus. Cf. HELLEGOUARC’H (1972).


410 Se refiere a cada uno que cometió injurias y hechos violentos.

411 Por una parte, cabe señalar la relación existente entre ios foederor y el concepto de

fide$ t ya que se trata de los pactos existentes entre individuos o grupos sociales que se
unen a partir de una confianza mutua. Por otra, se advierte cierta consonancia con la
doctrina epicúrea, la que insiste en el apartarse de la vida política como producto de
los constantes desengaños que esta conlleva; de ahí queLucrecio afirme la dificultad de
vivir plácidamente centrándose en un eje subjetivo, más cercano alas posibilidades del
individuo. C£ GARCIA GUAL (2009). Con respecto a la oposición de Epicuro a la
>4da política y la obtención de una autarquía personal, cf. FOWLER (2007:400 y ss.).
412 El sintagma id fo r e clam aparece tanto en Plauto como en lerendo; asimismo

MUNRO, voi. II, p. 364, afirma que está también inspirado en Epic., in D iog Laer.
X. 151.
413 Lucrecio opta para el infinitivo perfecto del verboprotraho» ia forma proíraxe.

43*El verso 1160 presenta variantes diversas; al respecto, cf. BAILEY (1947), vol. I, p.
492.
43SLa oposición al culto y veneración de ios dioses forma parte de la concepción anti­
rreligiosa propia del epicureismo, que ha sido desarrollada por Lucrecio desde el L. I de
su poema. Este concepto se relaciona con ia evolución de las instituciones sociales, por
lo cual el término religo resulta asociadoparticularmente a los deberes con los dioses.
690 D E RERV íV l n a t v r a l íb e r q v in t v s

pervulgarit et ararum complevcrit urbis


suscipiendaque curarit soJlemriia sacra,
quae ruine in magnis florent sacra rebu' locisque,
ii<55 unde eciam nunc est mortalibus insitus horror
qui delubradeum nova coro suscitar orbi
terrarum ec íescis cogit celebrare diebus,
non ita d ifíciles: racionem reddere verbis.
Quippe etenim iam tum divum m ortalia saecla
1 1 7 0 egregias animo facies vigilante videbant

et magis in somnis m irando corporis auctu.


His igitur sensum tribuebant propterea quod
membra movere videbantur vocesque superbas
m itterep ro íacie praeclara eeviribus amplis.
1 1 7 5 Aeternamque dabant vitam, quia semper eorum

suppeditabatur facies et forma manebat,


ec tamen omnino quod tantis viribus auctos
non cemere ulla vi convínciposse pucabant.
Fortunisque ideo longe praescare putabant,
ligo quod mortis timo r hay d quemquam vexareteorum,
et sim ul in somnis quia m ulta ec mira videbant
efficere et nullum capere ipsos inde laborem,
Praeterea caeli raciones ordine certo
et varia annorum cernebant témpora vertí
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a de las c o sa s - l ib r o q u in t o 691

por los grandes pueblos y llenó de altares las ciudades


y procuró que fueran aceptados los solemnes ritos,
que ahora florecen venerados e n grandes lugares y circunstancias,
de donde todavía ahora está inserto en los mortales el horror416 1165

que levanta en todo el orbe de las tierras nuevos templos


a los dioses y que obliga a llenarlos en días festivos;
de talm anera no es difícil razonar conpalabras,
Y en ef ecto ciertamente, ya entonces, las generaciones de los hombres
veían los rostros egregios de los dioses con un ánimo atento,417 1170

y más durante los sueños por el admirable acrecentamiento de su


cuerpo. 41S
En consecuencia, a estos les atribuían además sensibilidad
porque parecía que movían los miembros y em itían soberbias
voces, en virtud de su rostro brillante y de sus fuerzas desmedidas,
Y les conferían una vida eterna, yaq u e sus rostros 1175

siempre eran requeridos y su hermosura era permanente,


y de hecho sobre todo porque pensaban que, acrecentados
por poderes tan grandes, no podían temer ser vencidos por ninguna
fuerza.
Y por esta razón pensaban que los aventajaban por lejos en [afortuna,
ya que el temor a la muerte41' no atormentaba420 a ninguno de ellos, 1180

y al mismo tiempo porque en sueños veían que realizaban muchas y


admirables
cosas y que ellos mismos no emprendían en consecuencia ningún esfuerzo.
Además, observaban que los ciclos del cielo421 y
las variadas estaciones del año giran en un orden fijo422

4í6VALENTÍ FIOL, vol. II,p. i9 l? habk de “horror religioso".


4l/ Se alude al hecho de estar despierto.
*-sAcerca de la experiencia onírica y la aparición de los dioses en sueños, c£ DODDS
(1933:103-131)-
4¿?£n la concepción epicúrea el temor a I2 muerte es la principal causa de miseria e
infelicidad para el hombre.
r<2° El uso del subjuntivo en la forma v ex a ret expresa el pensamiento de los hombres a
los que se refiere el poeta.
42? Se traduce ra tion es por “ciclos'’ atendiendo a las revoluciones regulares de constela­
ciones como producto de los movimientos de la tierra, además teniendo en cuenta la
acepción del verbo v erto como “girar”
422Lucrecio considera entre los aspectos que incumben a lo religioso y cultual la igno­
rancia de los hombres en torno al sistema astral y la sucesión de las estaciones del año.
692 D e k e r v m n a t v r a - l íb e r q v in t v s

1185 nec poterant quibus id ñeret cognoscere causis,


Ergo perfugium sibi habebant omnia divis
tradere et illorum nutu facet e omnia flecti,
In caeloque deum. sedis et templa locarunt,
per caelum volví quia nox et lunavidetur,
1190 luna dies et nox et noctís signa severa
noctivagaeque faces caeli flammaeque volantes,
nubila sol itnbres nix ventí fulmina grando
et rapidi fremitus et murmura magna minarum.

O genus inf elix humanum , talia divis


1195 cum tribuir facta arque iras adiunxit acerbas!
Quantos tu m gemitus ipsi sibi, quantaque nobis
vulnera, quas lacrimas peperere minoribu’ nostris!
Nec pietas ullast velatum saepe videri
vertier ad lapidem atque omnis accedere ad aras
1200 nec procumbere humi prostratum et pándete palmas

ante deum delubra nec aras sanguine multo


spargere quadrupedum nec voris nectere vota,
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a , d e las c o s a s - l ib r o q u in t o 693

y no podían conocer por qué causas sucedía eso.


Por consiguiente, tenían a mano como refugio confiar todas las cosas
a los dioses y hacer que todo se controlara con su asentimiento.
Y colocaron en el cíelo las moradas y los templos de los dioses,
puesto que parece que el sol y la luna van y vienen a través del cíelo,
la luna, el día y la noche, y las estrictas constelaciones de la noche,423
y las errantes antorchas nocturnas del cíelo y las llamas voladoras,424
las nubes, el sol, ias lluvias, la nieve, los vientos, los rayos, el granizo
y los sábitos bramidos y los grandes rugidos de sus amenazas,425

Los males de la religión


¿Oh, infeliz raza de los hombres,426 cuando atribuyó
tales hechos a las divinidades y les añadió amargas iras!*27* 1195
¡Cuántos llantos entonces ellos mismos se procuraron, y cuántas
heridas para nosotros, cuántas lágrimas para nuestros descendientes!
Y no es ninguna devoción que a menudo uno sea visto423
cubierto por un velo,429 ni dirigirse a una piedra,430 ni acercarse a todos
ios altares, ni caer postrado en la tierra, ni tender las palmas 1200
ante los templos de los dioses, ni rociarlos altares con mucha
sangre de animales cuadrúpedos* ni atar ofrendas a los votos,431

423En cuanto a este verso, Lachmann incorpora correcciones, c£ YÍUNRG, voL II, p.
365. Asimismo, cabe señalar que se traduce el adjetivo sev era por “estrictas77, debido al
comportamiento regular que presentan las constelaciones percibidas durante la noche.
^ C f. este verso con L. 11.206.
f25El poeta alude a todos los fenómenos que ocurren en e l cielo, los cuales son objeto
de la veneración de los hombres.
4¿6S e advierte, según MU.NRO? voL II. p. 366, influencia de Empédoeles (fr. í4) en la
expresión O g e n u s in feiix hum anuzn.
427Las características que se le asignan alos dioses son las propias de la tradición epicúrea.
425 Se inicia una enumeración de costumbres devocionales a través de las cuales los ro­
manos tendían a establecer vínculos con las divinidades. Estas se realizaban con un
cuidadoso respeto para n o modificar la esperada electividad de la práctica ritual
423 El poeta se refiere a la costumbre piadosa de cubrirse la cabeza entre ios romanos
{ o ferto ca p ite ), c orno señal de devoción hacíalos dioses.
43COtra de las costumbres devodonales romanas era ja de suplicar ante las imágenes de
los dioses, inclinándose ante ellas. Lucrecio solo ve en ellas ‘una piedra77.
7,31 Se alude a las denominadas ta b td a e o ta b ella e votiuaex estas eran representaciones
pictóricas con que se adornaban las paredes de ios templos donde se incorporaban
frases referidas a ofrendas hechas a los dioses.
694 D E R E R V M N A T V R A - L IB E R Q V 1 N T V

sed mage pacata posse om nia mente tueri.


Nam cum suspidmus magni caelestia mundi
120 5 templa super stellisque micantibus aethera fixum,

et venít in mentem solis lunaequc viaruin,


tune aliis oppressa malís in pectora cura
illa quoque experge factum caput erigere infit,
nequae forte deum nobis immensapotestas
1210 sit, vario motu quae candida sidera verset.
Temptat enim dubiam mentem rarionis egestas,
ecquaenam fuerit mundi genitalis origo,
et sirrud ecquae sit finís, quoad moenia mundi
solliciti motus hunc possint ferre laborem,
1 2 1 5 an divinitus aeterna donata salute

peipetuo p ossint aevi labentia tractu


immensi validas aevi contemnere viris.
Praeterea cui non animus formidine di vum
contrahitur, cui non correpunt membra pavore,
1220 fulm inis horribili cum plaga tórrida tellus

contremít et magmim percurrunt murmura caeium?


Non populi genresque tremunt, regesque superbi
corripiunt dívuro percussi membra timore,
nequid ob admissum foede dictumve superbe
A C E R C A DE LA N ATURALEZA D E LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O 695

sino más bien poder contemplar todas las cosas con una mente
tranquila.431432
Pues, cuando levantarnos la vista hacia las celestes bóvedas433435
del gran mundo y hacia el éter fijo por encima de las estrellas titilantes 434l2°5
nos lleva a pensar en los cursos del sol y de la luna,
entonces, en los pechos abrumados por otros males
aquella preocupación comienza a anim ar también la cabeza despierta,4^5
de que no exista para nosotros, quizás, ningún poder inconmensurable
de los dioses, que haga girar con un movimiento variado los astros
brillantes, 1210
En efecto, la falta de razonamiento tienta a una mente con dudas
de si hubo, acaso, un origen relacionado con la creación del mundo,
y, a la vez, si existe un lím ite hasta tal punto que las murallas del mundo
puedan soportar este esfuerzo de silencioso movimiento,
o si, premiados por voluntad divina con una eterna existencia, 1215
puedan a perpetuidad, deslizándose por el curso del tiempo,436
desafiar las robustas fuerzas de una edad infinita 437
Además de eso, ¿a quién no se le encoge el áni mo por miedo438
a los dioses, a quién no le tiemblan los miembros de terror,
cuando la tierra seca se estremece con el golpe 1220
de un horrible rayo y los rugidos recorren el gran cielo?
¿No tiemblan los pueblos y las naciones, y los reyes sober bios
recogen sus miembros abatidos por el temor a los dioses,
de que, por alguna falta adm itida torpem ente o de manera soberbia,

431El poeta insiste en alcanzar la imperturbabilidad del ánimo conforme a la doctrina


epicúrea.
*33La primera acepción de tem p íu m es “espacio delimitado, trazado por d augur con
su bastón en el cielo”.
434 Para Lucrecio, las estrellas se encuentran ubicadas por encima del sol y de la luna,
quizás en la parte inferior del éter. En esta .hipótesis, sigue a Demócrito, c£ MUNRO,
voL II, p. 367.
435El sentido sugerido en el verso es que esa preocupación anima e invade lacabezaque
despierta hacia esos temores.
436Los versos 1216 y 1217 coinciden con L. L 1004y 379 respectivamente.
43' Entre los mayores desafíos a los que el hombre se enfrenta está el de la muerte, de ahí
la aspiración de alcanzar la vida eterna como una donación de los dioses.
4^ El temor a los dioses y a los efectos de su ira es uno de los motivos principales del
sometimiento de los hombres a sus arbitrarias decisiones, surgidas por el descono­
cimiento del sistema que rige el cosmos.
696 D E R ER V M NA.TVRA - LIBER. Q v 'íN T V S

1225 poenarum grave sit solvendi tempus adactum?


Summa etiam cum vis violenti per mare venti
induper atorem classis super aequora yerrít
cum validis pariter iegionibus atque elephantis,
non divum pacem yotis adir ac piece quaesit
123 0 yentorum pavidus paces animasque secundas,

nequiquam , quoniam violento turbine saepe


correptus nilo ferrur minus ad vada leti ?
Usque adeores humanas vis abdita quaedam
obterit et pulchros fascis saeyasque securis
1235 proculcare ac ludibrio sibi hafaere videtur.
Dcnique sub pedibus tellus cum rota vacillat
concussaeque cadunt urbes dubiaeque minantur,
quid mirurti si se temnunt m ortalia saecia
atque potestates magnas mirasque relinquunt
1240 ín rebus viris divum, quae cuneta gubement?

Quod superestj aes atque aurum ferrumque repertumst


et simul argenti pondus plumbique potestas»
ignis ubi ingentis silvas ardore cremarat
A C E R C A D E LA N ATURALEZA D i LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O 697

se haya acrecentado ei pesado tiempo de pagar las penas ?43S 1225

También cuando la suprema fuerza de un viento violento


arrastra por el mar al comandante4'*0 de una flota sobre las aguas,443
del mismo modo con sus poderosas legiones y elefantes,
¿no acude a la paz de los dioses con promesas y con plegarias
ruega,442 despavorido, la paz de los vientos y brisas favorables, 1230
en vano, puesto que a menudo arrastrado por un violento torbellino
es llevado nada menos que hacia los vados de la muerte?
Hasta tal punto cierta fuerza oculta443destruye
los asuntos humanos y le parece pisotear y tener
por broma las crueles hachas y las bellas insignias.443 1235
Finalmente, cuando la tierra toda se tambalea bajo sus pies445
y las ciudades sacudidas caen y amenazan dudosas,
¿qué hay de maravilloso si las generaciones mortales se desprecian
a sí mismas y se abandonan en sus asuntos a grandes y sorprendentes
poderes
a las fuerzas de los dioses, para que gobiernen el conjunto de las cosas? 1240

Descubrimiento de la metalurgia
Por lo demás, el cobre, el oro y el hierro fueron descubiertos446
al mismo tiempo que el peso de la plata y el poder del plomo,
cuando el fuego había quemado con ardor bosques enormes

*39 La construcción p o en a r u m s o lv e n d i se encuentra en Plauto» Terencio y en un con­


temporáneo a Lucrecio, Cicerón. Cf. MUNRO, vol II, p. 367.
440El sustantivo in d u p era to r, - o r is es de influencia eniana.
441 El personaje histórico al que hace referencia el poeta es.M. Claudio Marcelo que
antes de la tercera guerra púnica (149-146 a„C.), yendo como embajador hacia el rey
númida Masinisa, murió en eí mar, a causa de una tempestad.
442S lu n esit e s también un arcaísmo hallado en Ennio. Asimismo, se encuentra en los
escritores arcaicos repeticiones comopacerrt-p-aces.
^Lucrecio alude al secreto poder de la.naturaleza que suele no ser comprendido por
el hombre en lo que respecca al cumplimiento de sus leyes.
444Nueva observación sobre el destino de los hombres que no escapa a las soberbias
insignias de las armadas y legiones romanas que, por entonces-, se habían convertido en
dueñas del Mediterráneo,
445 El motivo de la guerra es uno de los últimos eslabones del desarrollo humano que
también está sujeto a la superstición y al temor religioso.
^ E l descubrimiento de los mecales está directamente relacionado con el dominio del
fuego y el desarrollo de las artes bélicas.
698 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r q v in w s

m o n rib u s in m a g n is, seu caeli fu lm in e m isso ,


1245 sive quod Ín te r se b e llu m silv e stre gerentes
b o stib u s in tu le ra n t ig ne m fo rm id in is ergo,
siv e quod in d u c ti te rra e b o nita te vole b a nt
pandere a g ros p in g u is et pascua reddere ru ta ,
sive fe ra s in te rfic e re et d itescere praeda.
1250 N am iovea atque ig n i p riu s est ve n a rie r o rtu m
quam saepire p la g is sa ltu m canibusque c ie re.
Q u id q u id id est, quacum que e causa fla rn m e u s a rd o r
h o rrib íli so n itu silv a s exederat a ltis
a ra d ic ib u s et te rra m percoxerat ig n i,
1255 manabat v e n ís fe rv e n tib u s in loca cerrae
cóncava conveniens a rg e n ti riv u s et aud,
aeris ite m et p lu m b i, Q uae cum concreta videbant
p o ste riu s c la ro in. té rra splendere colore
to lle b a n t n ítid o capti le viq ue le p ore ,
1260 et s im ili fo rm a ra vid eb ant esse fig u ra
atque la c una rum fu e ra n t v e stig ía cuiq ue,
T u m penetrabat eos posse haec liq u e f acta calore
q u a rn lib e t in fo rm a m et faciem d ecurrere re ru m
et p ro rsu m q ua m vis in acuta ac tenvía posse
1265 m u c ro n u m d uci fa stig ia procudendo,
u t s ib i te la p a re nt, silva sq u e u t caedere p o ssin t
m ateriem que d ola re et le v ia radere tig na
et terebra re etia m ac p e rtu n d e re perque fo ra re .
a c e r c a d e la n a t u r a l e z a d i las C O S A S - U B R O Q ü iN T O 699

en lo s grandes m ontes, ya sea p o r u n ra yo enviado del c ie lo ,


ya sea p orque al lib ra r e n tre s í una g ue rra en el bosque, 1245

habían atacado con fuego a lo s enem igos con e l consecuente te rro r,


ya sea p o rq ue in d u c id o s p o r la excelencia de la tie rra deseaban
e xte n d e rlo s campos fé rtile s y entregar lo s campos a í pa storeo,
o m a ta r la s fie ra s y enriquecerse con la s presas,44''
P u e s su rg ió la caza con tra m p a s y con fuego antes44® 1250
que cercar la arboleda con redes y a su sta r con p e rro s.
Sea com o sea, p o r cua lq uie r causa que e l llam eante a rd o r
hubo devorado con h o rrib le so n id o la s selvas
desde su s p ro fu n d a s raíces y calentado ia tie rra con e l fuego,
manaba de la s venas h irv ie n te s a lo s lug a re s huecos 1255
de la tie rra , u n a rro yo c o n siste n te de p la ta y o ro ,
ta m b ié n de cobre y p lo m o . C uando m ás tarde v ie ro n que estos,
so lid ific a d o s, respla nd ecía n en la tie rra con b rilla n te c o lo r,
lo s le va nta ro n capturados p o r su n ítid o y lig e ro encanto,
y v ie ro n que estaban conform ad os con una fig u ra s im ila r 1260
como fu e ro n lo s c o n to rn o s de la s cavidades para cada u n o .445
En to n c e s se le s o c u rrió 450 que podían se r fu n d id o s451 p o r e l calor
y exte nd e rse a c u a lq u ie r fo rm a y fig u ra de la s cosas,
y en efecto p o d ía n, fo rjá n d o lo s a g u sto , se r m odelados
en te rm in a c io n e s en p unta agudas y delgadas ' 5' 1265
para p ro c u ra rse arm a s453 y para p o d e r d e rrib a r bosques
y c o rta r madera y ra e r tablas alisadas,
y ta m bién agujerear, excavar y p e rfo ra r.454

4,7 E n u m e ra c ió n d e d ife re n te s a c cio n e s h u m a n a s su rg id a d e la avid ez d e p o s e s ió n .


,4sL a caza y su e v o lu c ió n , e n tre o tra s arte s, e s tá n u n id a s ai d e s c u b rim ie n to c asi a z a ro so
de lo s m e ta le s p re c io so s , q u e lla m a r o n la a te n c ió n e n p r im e r lu g a r p o r su c o lo ra c ió n
b rilla n te.
44,H a c e re fe re n c ia a c a d a u n o de lo s meca'es a n te rio rm e n te m e n c io n a d o s.
471 U n a de las acep cion es deí v e rb o p e n e tr o es “p e n e tra r con lo s se n tid o s o e l in telecto '’,
c£ OLD.
451 L ite ra lm e n te liq u efa cta fe ss e j sig n ific a “v o lv e rla s líq u id a s”.
4,2 S e re fie re al d e s c u b rim ie n to d e la m e ta lu rg ia en relació n c o n la p r o d u c c ió n d e arm as.
4,3N o so lo el m e t a l fue fu n c io n a l a la g u e rra s in o q u e ta m b ié n sirv ió p a r a la fa b ric a c ió n
d e to d o tip o d e h e rra m ie n ta s en la tra n s fo rm a c ió n d e la n a tu ra le z a .
434S e g ú n M U N R Q , v o l . II, p. 3 6 9 , lo s t é r m in o s u tiliz a d o s p o r L u c re c io p a r a re fe rirs e
a la s d ife re n te s la b o re s c a m p e sin a s n o n e c e s a ria m e n te a lu d e n a a ccio n es d isím ile s, s in o
q u e la s c o n sid e ra ta u to ló g ic a s-
700 D E R ERV M N ATVRA - L IB E R Q V 'IN T V S

Nec minus argento facete haec auroque parabant


1270 quam vaíidi primum v io le n tis viribus aeris,
nequáquam, quoniam cedcbat viera potestas,
nec poterant pariter durum suíFcrre iaborem.
N am ñ u tin p re tio m agis <aes> aurumque iacebat
propter inutilitatem Jiebeti mucrone retusum.
1275 Nunc iacet aes, aurum in summum successit honorem.
Sic voívenda aeras commutat témpora rerum:
quod fuit in pretio, fie nuílo denique Jionore;
porro aliud succedit et <e> conremptibus exít
inque dies magis appetitur ñoretque repertum
1280 laudíbus et miro est mortalis ínter honore,

Nunc tibi quo pacto ferri natura reperta


sit facilest ipsi per te cognoscerc, Memmi,
Arma antiqua manas ungues dentesque fuerunt
et lapides et Ítem silv a ru m fragm ina rami,
1285 et fla m m a arque ignes, postquam sunt cognita primum.
Posteritis ferri vis est aerisque reperta.
Et prior aeris erat quam ferri cognitus usus,
quo facilis magis est natura et copia maior.
Aere soíum terrae tractabant, aereque belli
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - Li B R O Q U IN T O 701

Y p rim e ra m e n te se d isp u sie ro n a hacer estas cosas con ia plata y e l o ro


no m enos que con la s re siste n te s fu e rza s d e l ro b u sto cobre,45> 1270

en vano, puesto que cedía vencid o su poder,1,56


n i p o d ía n so p o rta r en ig u a l m edida una d ura la b o r.
P u e s, en precio, fue m ás e l < c o b ro y el o ro yacía
d ism in u id o a causa de su in u tilid a d con una p u nta no adiada.
A h o ra se desprecia el cobre y e l o ro ascendió a l m ás a lto h o n o r. 1275
A s í, e l cam bio de época457 tra n sm ú ta lo s estados de la s cosas:
lo que e stu vo en p re c io , se vuelve fin a lm e n te de n in g ú n v a lo r;
en adelante, o tro lo sucede y sale <de> la s cosas despreciadas
y es m ás codiciado d ía a día y, una vez d esc ub ie rto , florece
en alabanzas y es de u n h o n o r m a ra v illo so entre lo s m o rta le s.458 1280

La fabricación de armas: su evolución


A h o ra , re será fá c il, M e m io , conocer p o r t i m ism o
de qué m odo fu e d escubierta la na tura leza del h ie rro ,459
La s antig ua s arm as fu e ro n la s m anos, la s uñas y lo s d ientes
y la s p ie d ra s e, igua lm ente, la s quebradas ram as de lo s bosques,
y la lla m a y e l fuego, desde que i ne rón conocid os en u n p rin c ip io , 1285
M á s tarde se d e sc u b rió la fu e rza d el h ie rro y d e l cobre.
Y f ue conocido e l uso d e l cobre a ntes que e l d e l h ie rro ,460
p o r se r de una na tura le za m ás fá c il461 y de m a yo r abundancia.
C o n cobre trabajaban462 la su p e rfic ie de la tie rra , con cobre463

v a iid i-v w íen tis-v irib u s.


" ^ L u c re c io h a c e u so d e l a a lite ra c ió n e n e l sin ta g m a
45<5E1 té r m in o oes, -r ls p u e d e tra d u c irse c o m o co b re o bien b ro n ce. S e elig e “c o b re ” y a
q u e, e n este c o n te x to , se tra ta d e l m i n e r a le n su e sta d o n a tiv o y n o d e u n a a leació n p o r
v e m s fe r v tn tib u s ) .
su rg ir n a tu r a lm e n te d e “las venas h irvie n te s* ( 1 2 5 5 :
457 E l sin tag m a v o l-ven d a a eta s lite ra lm e n te significa “la e d ad q u e ha d e v o lv e r ”.
1433 Es la o p in ió n v o lu b le de ios h o m b res la causa d e los c am b io s q u e su ced en en la s
soc ie d ad es, a d e m á s d e la v a lo r a c ió n o d e sp re c io d e lo s p ro d u c to s d e la c u ltu r a .
4>9 T a n to las a rm as c o m o lo s h o m b re s e v o lu c io n a ro n desd e u n p rim itiv is m o in ic ia l
h a s ta a lc a n z a r u n a lto g ra d o d e te c n ific a c ió n .
h ie rro p o r n a tu ra le z a es m á s re s is te n te y e n c o n se c u e n c ia m ás d ifíc il d e tra b a ja r
q u e e l c o b re ; p o r lo ta n to , cab e p e n s a r q u e este ú ltim o se e m p le a ra e n m a y o r m e d id a
q u e e i p rim e ro .
45J S e a lu d e a u n a m a y o r fa c ilid a d p a r a e l tra b a jo d e l c o b re , cf. M U N R O , v o l. I, p . 2 6 8 ,
^ L i t e r a l m e n t e “a rra s tra b a n el s u e lo d e la tierra*
^ B n d ife re n te s tra d u c c io n e s — B a ile y ( l 9 4 7 í , E tn o u t ( 1 9 4 8 ) , V a le n tí F io ! ( 1 9 7 - 6 ) —
a p a re c e e l té r m in o “b r o n c e 5* q u e n o es o t r a c o s a q u e u n a a le a c ió n d e c o b re c o n escaño.
702 D E R ER V M N A T V R A - LIB ER QV'INTV'S

1290 m isceb ant fiu c tu s et 'vulne ra vasca serebant


et pecus atque a g ros adim ebant. N a m facile o ilis
o m nia cedebant a rm a ris nuda et in e rm a .
In d e m in u ta tim p ro c e ssit fe rre u s e n sis
ve r saque in o p p ro b riu m species est fa lc is aenae,
1295 et fe rro coepere so lu m p ro sc in d e re terra e
exaequataque su n t creperi certam ina b e lli.

E t p riu s est a rm a tu m in e q u i conscendere costas


et m o d e ra rie r fn in c fre n is dextraque vigere
quam b iiu g o c u rru b e lli tem pta re p e ric ia .
1300 E t b iiu g o s p riu s e st quam b is coniung ere b in o s
et quam fa lc ífe ro s arm atum escendere c u rra s.
A C E R C A D E LA NATURALEZA DE LAS COSA.S - L IB R O Q U IN T O 703

m ezclaban lo s oleajes de la g u e rra y sem braban in m e n sa s h e rid a s464 1250


y aprovechaban lo s rebaños y lo s campos. P ue s todas la s cosas
ind e fe nsa s46’
e in e rm e s cedían fá cilm e nte a a q ue llo s466 que estaban arm ados.
D e sp ué s, poco apoco, ap arecióla espada de h ie rro
y la fig u ra de la h o z de cobre se v o lv ió o p ro b io sa 467
y com enzaron a p a rtir el suelo de la tie rra con el h ie rro 1295
y se igualaron"*68 la s luchas de una g ue rra in c ie rta .

Evolución en el arte de la guerra


Y e l m o n ta r arm ado en lo s ija re s d el caballo469 y c o n tro la rlo
con fre n o s y m o stra r d estreza con la d ie stra es a n te rio r a p o n e r
a prueba lo s p e lig ro s de la g uerra en u n ca rro de d os caballos.
Y u n c ir lo s de dos caballos es a n te rio r a lo s de d os pa res de caballos470 1300
y que su b ir a lo s c a rro s arm ado con hoces.4 '1

L a p a la b ra b ro n c e es, e n c a ste lla n o , u n a p a la b ra ta rd ía , in c o rp o ra d a e n la M o d e rn id a d ,


c u y a e tim o lo g ía se re m ite p o s ib le m e n te al c o b re d e la a n tig u a d u d a d d e B r in d u iu m .
C£ C O R O M I N A S ( 1 9 9 0 ) . S in e m b a rg o , M u n ro ( 1 8 6 4 ) m a n tien e en su tra d u c c ió n
e l té r m in o “cobre".
*bHSc m e z c la n m e ta fó ric a m e n te lo s tra b a jo s d e la cie rra c o n los e sfu erzo s d e la g u e rra .
465 Se a lu d e a la d e sn u d e z a n te la c a re n c ia d e a rm a s, d e a h í la in d e fe n sió n .
466U tiliz a la fo rm a a rc a ic a d e l p r o n o m b r e d e m o s tra tiv o ollis.
467M U N R O , v o l. II, p . 3 6 9 , a firm a q u e la h o z de b ro n c e se d e jó d e u tiliz a r en las tareas
c a m p e sin a s y se c o n v ir tió e n u n in s tr u m e n to u tiliz a d o e n la h e c h ic e ría p a r a c o r t a r las
h ie rb a s q u e se e m p le a ría n e n p o c io n e s y e n c a n ta m ie n to s.
4€s S e e q u ip a ra ro n la s g u e rras p o r e l h e c h o d e q u e e l h ie r r o se d ifu n d ió e n tre io s p u e ­
b lo s y su s e jé rc ito s estab an d o ta d o s d e este m e tal.
^ E l e je rcicio d e la m o n ta d e c ab allo p ara su u so m ilita r p re su p o n e n n a e ta p a a n te rio r
a la a p a ric ió n d e l c a rro d e g u e rra , re g istra d o y a en e l te rc e r m ile n io a_C. e n tre p u eb lo s
d e la M e s o p o ta m ia e in d o e u ro p e o s ; en E g ip to fu e in tr o d u c id o p o r lo s h ieso s h acia el
sig lo X V I a .C . C f. Q U E S A D A S A N Z ( 2 0 0 5 ) .
470 L o s carros d e dos caballos eran d e n o m in ad o s p o r lo s ro m an o s 'h ig as” y ‘'cuadrigas” los
d e cuatro. E n cu an to a estos ú ltim o s, a p arecen registrados entre lo s ss. V E -V I a.C .
471 L o s carro s p ro v is to s c o n ho ces o fa lc a d o s s o n a n tig u o s carro s d e c o m b a te arm ad o s
c o n c u c h illa s afilad as en la cabeza, e l tim ó n y a los lad os, es decir, en lo s cu b o s d e ías
ru e d a s . S e t r a t a d e u n a m o d ific a c ió n e n lo s c arro s d e c o m b a te q u e fu e u tiliz a d a p o r
egip cio s, persas, grieg os y ro m an o s c o n e l fi n d e h ac e r estragos e n la in fa n te r ía en em i- *
ga. C f. L . 1 1 1 .6 4 2 .
704 D E KJERVM NATVRA - L IB E R Q y iN T V S

In d e boves iucas t u rrit o c o rp o re , taetras,


ang uim a nus, b e lli docu-erunt v u ln e ra Poeni
su ffe rre et magnas M a rtis tu rb a re catervas.
1305 S ic a lid ex a lío p e p e rit d isc o rd ia t r is t is ,
h o rrib ile h u m a n is quod g e n tib u s esset in a rm is,
in q u e d ie s b e lli te rro rib u s a d d id it augmen.
Te m p ta ru n t etiam ta u ro s in m oenere b e lli
e xp e rtiq ue sue s saevos su n t m itte re in h o stis.
1310 E t v a lid o s p a rtim prae se m ise re leones
cum d o c to rib u s a rm a tis sa evisque m a g istris
q u i m o d e ra iie r b is po ssent v in c lisq u e tenere,
nequiquam , q uo nia m p e rm ixta caede calentes
tu rb a b a n ! sa eví n u llo d isc rim in e tu rm a s,
1315 te rrífic a s ca pitum q ua tientes u n d iq u e c rista s,
nec p o te ra n t eq uites fre m itu p e rte rríta ¿ q uo rum
pectora m ulcere e t fte n is c o n ve lie re in b o s t is .
Irrita ra leae iaciebant corp ora sa ltu
ACERCA. DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O Q U IN T O 703

D e sp ué s a lo s elefa ntes,472 de cuerpo to rre a d o /73 h o rrib le s,


con m ano de se rp ie n te /74 enseñaron lo s cartagineses a so p o rta r
las he rid a s de la g uerra y a tu rb a r la s grandes huestes de M a rte .
A s í, la tris te d isc o rd ia p ro d u jo una cosa después de o tra , *305
para que fue ra h o rrib le a la s naciones hum anas en arm as,
y día a d ía acrecentó lo s te rro re s de la g ue rra .40
P ro b a ro n tam bién to ro s a l se rv ic io de la g u e rra /76
e xp e rim e n ta ro n e nvia r feroces ja b a líe s contra el enem ig o/77
Y a lg u no s la n za ro n delante de e llo s a fu e rte s le o ne s 1310
con in stru c to re s arm ados y m a e stro s feroces
para que p u d ie ra n m a n e ja rlo s y so ste n e rlo s con cadenas/yS
en vano, porque in fla m a d o s p o r la c o n fu sió n de la m atanza
desordenaban, feroces, las trop a s s in n in g u n a d istin c ió n ,
sacudiendo p o r todas partes la s m elenas te rro rífic a s de su s cabezas, 1315
n i p o d ía n lo s jin e te s apaciguar lo s pechos de su s caballos a te rro riza d o s
p o r e l ru g id o , n i v o lv e rlo s con lo s fre n o s contra lo s enem igos.
L a s le ona s lanzaban su s cuerpos irrita d o s de u n sa lto 479

472E1 su sta n tiv o fe m e n in o íu u i bos ( “b u e y lu c a n o ’} es c o n sid e ra d o una p a la b ra c o rru p ta


p a ra d esig n ar al e le fa n te ; V a rró n , L. 7 3 9 , señala q u e e n tre lo s lu can o s, d u ra n te la g u e -
r r a d e P ir r o (s. I I I a.C .), e n e l su r d e Italia, fu e r o n v isto s p o r p r im e r a vez los elefantes.
N o o b sta n te , su u so en c o m b a te d a ta d e l seg u n d o m ile n io a C . en la re g ió n dei Indo.
A le ja n d r o M a g n o lo s c o n o c ió lu c h a n d o c o n tr a D a río III; sus sucesores lo in c o rp o ra ro n ,
d e allí q u e P ir ro d e E p íro lo s u tiliz ó e n la b a ta lla d e H e rac le a ( 2 8 0 a .C .}. L u crecio h ace
re fe re n c ia a la im p le m e n ta c ió n de e le fan te s d e c o m b a te p o r p a r te d e A n íb a l e n la seg u n ­
d a g u e rra p ú n ic a (a fin ales d e l s. III a .C .) , d e sd e e l in ic io d e su c am p añ a, a te rro riz a n d o a
las leg io n es ro m an as.
472 E l a d je tiv o tu rritu s, -¿z, -u m a lu d e a la silla q u e se u tiliz a b a n a ra m o n ta r elefan tes.
474C £ L . I L 5 3 7 .
47'’ L ite ra lm e n te “a n a d ió c re c im ie n to a lo s te rro re s d é l a g uerra”.
4/6A n t e la in v a s ió n d e l g e n e r a l c a rta g in é s A m ílc a r B arca a la a n tig u a c iu d a d íb era de
E lice, l a a c tu a l E lche, sus p o b la d o re s se d e fe n d ie ro n u tiliz a n d o to ro s a los q u e c o ­
lo c a ro n bolas d e p a ja e n c e n d id a s en su s astas. Esros, u n c id o s a lo s carros, ata ca ro n c o n
fierez a a las tro p a s p ú n ic a s.
4 ‘ H a y re fe re n c ia s d e q u e se h a b ría n u tiliz a d o c erd o s p r e n d id o s fu e g o q u e , c h illa n d o ,
a te r r o r iz a b a n a lo s e le fa n te s; e sto h a b r ía su ce d id o d u ra n te la c a m p a ñ a c o n t r a P ir ro d e
E p iro . N o o b s r a n t e , h a y re g istro s a n te rio re s d e s u u s o p o r g rieg o s y m a c ed o n io s.
478 5 e a trib u y e a l fa r a ó n R am sé s II, se g u n d o m ile n io a .C ,, ei u s o d e u n le ó n a m a e stra d o
q u e lu c h ó ju n t o a é l c o n tr a lo s h itk a s ,
479 C a b e se ñ a la r q u e L u c re c io p o d r ía h a c e r re fe re n c ia a la lu c h a c irc en se c o n fiera s, las
d e n o m in a d a s v e n a tio n es (“aco so d e fiera s”) q u e sim u lab an c o m b ates b élico s. L a p r i ­
m e ra d e la q u e se tie n e n o tic ia acaeció e n e l a ñ o 1 8 6 a.C ., c u a n d o M . E u lv io N o b ilio r
la p re se n tó e n R o m a , a p ro x im a d a m e n te o c h e n ta a ñ o s a n te s d e q u e se lle v a ta n a c a b o
706 DE R ER V M NATVRA - L IB E R Q V L M T V S

u n d iq u e et adversum v e n ie n tib u s ora peteba nt


1320 et nec o p in a n tís a te rg o d erip ieb a nt
deplexaeque dabant in te rra m vu ln e re v ic to s,
m o rsib u s adáxac v a lid is atque u n g u ib u s u n c ís,
lactabantque su o s ta u ri pedibusque cerebant
et la tera ac v e n tris Iia u rib a n t su b te r eq uorum
1325 c o rn ib u se t te rra m m in ita n ti m ente rue b a nt.
E t v a lid is socios caedebant d e n tib u s a p ri
tela in fra c ta suo tin g e n te s sa ng uine saevi,
[ in se fracta su o tin g u e n re s sa ng uin e tela ]
p e n n ixta sq u e dabant e q u itu m p e d itum q ue ru in a s.
1330 N a m tra n sve rsa fe ro s e xib a n t d e n tis adactus
ju m e n ta aut p e d ib u s ve nto s erecta petebant,
nequiquam , q u o nía m ab n e rv is succisa yid e re s
concidere atque g ra vi te rra m consternere casu.
S iq u o s ante d o m i d o m ito s sa tis esse putabant,
1335 effervescere cernebant in re b us ag und is
v u ln e rib u s clam ore fuga te rro re tu m u ltu ,
nec p o te ra n t lilla rn p a rtem redducere e o rum -
d iífu g ie b a t e n im v a ríu m g e nus om ne fe ra ru m ;
u t n u n c saepe boves lucae fe rro m ale mactae
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o q u in t o 707

a codas p a rte s y b u sc á b a n lo s ro stro s de lo s que ve nía n en su contra


y desgarraban p o r la espalda a lo s que estaban descuidados, 1320

y a g a rrá nd olos lo s lanzaban a la tie rra ve ncid os a causa de la s h e rid a s,


su je tá n d o lo s480 con p o deroso s m o rd isc o s y con su s curvadas garras.
Y lo s to ro s a rro ja b a n a lo s su y o s481 y lo s aplastaban con su s patas482
y p e rfora b a n con su s cue rno s debajo de lo s costados y lo s vie n tre s
de lo s caballos, y escarbaban la tie rra con su fre n te am enazante. 1325
Y lo s ja b a líe s azotaban, feroces, con p o d e ro so s d ientes a su s aliad os,483
tiñ e n d o con su sangre la s arm as quebradas,
[tiñ e n d o con su sangre la s arm as quebradas contra s í m ism o s]484
y provocaban caídas entrem ezcladas de jin e te s e in fa n te s.
Pues lo s caballos evadían de costado e l im p u lso 485 de lo s feroces 1330
d ie n te s o atacaban lo s v ie n to s con su s patas levantadas,
en vano, ya que lo s h u b ie ra s v isto caer con su s tendones
c o rta d o s4s<’y estrem ecer la tie rra con su pesada caída.
S i pensaban que a ntes a lg uno s habían sid o sufic ie n te m e n te dom esticados
en la casa,48' lo s veían enardecerse en e l c u rso de la s acciones 1335
a causa de la s h e rid a s, e l g rite río , la fuga, e l te rro r, e l tu m u lto ,
y n o p o d ía n re d u c ir a n in g u n a pa rte de e llo s;
en efecto, se dispersa ba la d iv e rsid a d de fie ra s de toda especie;
como todavía, a m enudo, lo s elefantes castigados crue lm e nte con el
h ie rro

to rn e o s g la d ia to rio s. E stos e sp e c tá c u lo s c o n sistía n en la e x h ib ic ió n de lo s an im a le s, o


b ie n se ios h a c ía lu c h a r e n tre si o c o n h o m b re s , a lo s qu e se d e n o m in a b a b cstia rii. C£
F E R N Á N D E Z U R I E L -M A Ñ A S R O M E R O ( 2 0 1 3 ) .
480 L a a p a ric ió n d e l v e r b o d ep lecto r, e n p a r tic u la r 1 a fo rm a de[ p a r tic ip io p e r f e c to p a siv o
d ep lex a e, s o lo se re g istra en este v e rso .
481 L as tra d u c c io n e s in te r p r e ta n en fo r m a d ife re n te ei p ro n o m b re p o s e s iv o ynos, e n ­
te n d ié n d o lo c o m o r e fe rid o a lo s h o m b re s o b ie n a sus p ro p io s co n g én eres.
482 T am b ié n se in c lu ía n lu c h a s c o n to ro s q u e re p re s e n ta b a n sim u la cro s d e cacería a
c a rg o d e v en a to rii. C f. S Á E Z ( 1 9 9 8 ) .
483 S e a lu d irla a q u ie n e s Jos c o n d u c ía n o a c o m p a ñ a b a n , d e a h í q u e B A I L E Y ( 1 9 4 7 ) ,
th eir m asters.
v o i. I, p . 5 0 3 , tra d u z c a
484 S e trata d e u n a híayéúafSfvi o re p e tic ió n de u n v erso , c o n v a ria n te s en este caso, qu e
es o m itid a e n a lg u n as e d ic io n e s.
485 E l u so d e l s u s ta n tiv o adactus, -u s se re g istra ú n ic a m e n te e n este c o n te x to .
4S6 E l p a r tic ip io su ctísa es u n a p a la b ra de uso té c n ic o p a ta re fe rirs e a la a c ció n d e l c o rte
q u e s u fre n io s te n d o n e s.
487 L a c o n s tru c c ió n d o m o d o rm ios n o so lo cab e in te rp re ta rs e c o m o u n a fig u ra e ti­
m o ló g ic a sin o ta m b ié n c o m o u n a ta u to lo g ía .
70 8 D e rervm natvra - l íb e r q v in tv s

1340 d ifftig k m t, fera facía s u is cum m u lta dedere.


S i f u it u t facerent. Sed v ix adducor u t, ante
¡1343] quam com m une m a lum fie re t foedum que, fu tu ru m
[1342] no n q u ie rin t anim o p ra e se n tire atque vid e re ;
et m agis i d p o ssis factum contendere in c.m ni,
1345 in variis mundis varia ratione creatis,
quam certo atque uno terrarum quolibet orbi.
Sed facere id n o n tam v in c e n d i spe v o lu e m n t,
quam daré quod gem erent ho ste s, ip siq u e p e rirc ,
q u i n u m e ro d iffid e b a n t a rm isq u e vacabant.

1350 N e x ilis ante f u it v e stís quam te x tile tegm en.


T e x tile p o st fe rru m st, q u ia fe rro tela pa ra tur,
nec ra tio n e alia p o ssu n t tam le via g ig n i
in s ilia ac fu s i ra d ii scapique sonantes.
E t facere ante v iro s lanam n a tu ra coegit
Ac e r c a d e ia n a t u r a l e z a de las c o s a s - Lib r o q u in t o 709

se d isp e rsa n , cuando co m e tie ro n m uchos hecho s feroces en c o n tra de lo s


su y o s. 1340
S í fu e a sí como lo h ic ie ro n . P e ro apenas so y in d u c id o a creer4® que,485
antes que aconteciera u n re p u lsiv o m a l c o m u n ita rio ,490 t1343]
no fu e ra n capaces de p re se n tir con su ánim o y ve r el tuc ura : [1342]
y p o d ría s so ste ne r que esto fue hecho en la to ta lid a d ,
en lo s va ria d os .m undos creados de m anera d ive rsa m ás491 1345
que en u n d eterm inad o o rb e te rre stre cua lquiera que sea.452
P e ro q u isie ro n hacer eso, no tanto con la esperanza de vencer,493
como para que g im ie ra n lo s enem igos y perecer e llo s m ism o s,
p o rq ue desconfiaban de su n ú m e ro y estaban carentes de arm as.

Desarrollo del arte textil494


A n te s que protegerse con telas e x istió la rop a te jid a . *350
El te jid o está después d e l h ie rro , p uesto que con h ie rro se p re p a ra la tela,
no pueden generarse de o tra m anera ta n liv ia n o s
pedales495 y h u so s,494 v a rilla s y ta b le ro s497 que resuenan,
Y 1a na tura le za o b lig ó a lo s varones a hacer la lana4984
*

4SSC£ MUNRCXvoL II, p. 370. en cuanto ai significado del verbo ¿uiduco.


4S9Los hexámetros 1341-1349 son quitados en algunas ediciones. Cf. BAILEY (1947),
vol. I, p. 502.
490 El orden de los versos 1342-1343 fue determinado porLachmann.
491Ei verso 1345 se corresponde con el hexámetro 528.
49zSegun VALENTl FIOL, vol. II, p. 201, n. 30, este verso resulta sumamente curioso
porque Lucrecio expresa dudas sobre la verosimilitud de lo afirmado, por lo cual se lo
suele considerar como un verso interpolado.
902 La guerra, según Lucrecio, tiene como propósito fundamental el de dañar a los
otros, aunque eso signifique un malpara aquellos que la provocan,
494El poeta analiza otra de las consecuencias del descubrimiento del hierro: la industria
textil.
495Se objeta el uso del adjetivo lema, para referirse a los pedales que presionaba con su pie
el tejedor. El término in siLia, -orutn no se registra con un significado preciso. C£ OID.
496L os radii parecen aludir a las lanzaderas y listones del telar, a la manera de un peine.
Cf. MUNRO.vol. II, p. 371.
*9TVALENTl EIOL, vol. II, p. 203, traduce por “enjillió* que es cada uno de los trozos
de madera que sostienen y ajustan el tejido en el telar.
493 Lucrecio, conforme al pensamiento común de la Antigüedad clásica acerca de la
inferioridad femenina, sostiene que las artes en general son más adecuadas al ingenio
y talento masculinos.
710 D E R E R V M NATVRA. - LIBER Q Y 1N T V S

1355 quaia m u líe b re g e n u s; nam longe praestat in arte


et s o ile rtiu s e sr m u lto genus om ne v irile ;
agricolae doñee v irio ve rte re se v e ri,
u t m u lie b rib u s id m a n ib u s concédete v e lle n t
arque ip s i p a rite r d u ru m su fie rre laborem
1360 atque opere in d u ro d u i a re n t m em bra m anusque,

A t specim en sa tio n is et in s it io n is o rig o


ip sa f u it re ru m p rím u la na tura c re a trix,
a rb o rib u s quonia m bacae glandesque caducae
tem p e stiva dabant p u llo ru m exa m ina su b te n
1365 unde etiam lib itu m s t s t irp is c o m m itte re ra m is
et nova defodere in te rra m v irg u lta p e r agros.
In d e aliam atque aliam c u ltu ra m d u lc is a g e lli
tem ptabant fru c tu sq u e fe ro s m ansuescere té rra
cernebant in d u lg e n d o blandeque colendo.
1370 In q u e d ie s m ag is in m o n te m succedere silv a s
cogebant in fra q u e lo c u m concederé c u ltis.
pra ta lacas rív o s segetes vin e ta q ue laeta
c o llib u s et cam pis u t haberent, atque o k a ru m
caerula d istin g u e n s Ín te r plaga c u rre re p o sse t
1375 p e r tú m u lo s et c o n v a llis camposque p ro fu sa ;
u t nunc esse v id e s v a rio d istin c ta lepore
o m n ia , quae p o m is in te rsita d u lc ib u s o rn a n t
A c e r c a d e la n a t u r a l ez a d e ia s c o sa s - l ib r o q u in t o 711

antes que e 1género fe m e n in o , pues e 1género m a sc u lin o


sob resa le m ucho en la s a rte s y es m ucho m ás h á b il en to d o ;
hasta que lo s severo s a g ric u lto re s lo c o n v irtie ro n e n u n defecto,
de m od o que q u isie ro n ceder eso a la s m a no s fe m e n in a s*'"
y e llo s m ism o s so b re lle va r a la par u n esforza d o trabajo
y que m ie m b ro s y m anos se end ureciera n en la dura fa ena.'00

Desarrollo de la agricultura
P e ro el p rim e r ejem p lo de sie m b ra y e l o rig e n
del in je rto fue la m ism a na tura leza creadora de las cosas,4
9
*501
ya que fru to s y b e llo ta s caídos de lo s á rb ole s
daban a tie m p o debajo una m u ltitu d de re to ñ o s,
de donde también se comenzó a injertar los brotes en las ramas 1365
y enterrar los jóvenes árboles en la tierra a través de los campos.
D e sp u é s probaban una y o tra v e z e l c u ltiv o de la agradable p o rc ió n
de tie rra y ad ve rtía n que se suavizaban en la tie rra lo s fru to s
silv e stre s, ocupándose y c u ltiv á n d o lo s con te rn u ra ? 02
Y d ía a día obligaban a ascender m ás lo s bosques503 1370
a la m onta ña para ceder e l lu g a r de abajo a lo s c u ltiv o s,
para que hu b ie ra en la s c o lin a s y en lo s campos prados,
lagos, a rro y o s, se m b ra d íos y alegres v iñ e d o s, y para que la h ile ra
azulada de los olivos pudiera atravesar, distinguiéndose,
d isem inad a p o r lo s m o n te c illo s, lo s va lle s y lo s cam pos; 1375
com o ahora ves que se e m b e lle c ie ro n con va riad o encanto
todas esas cosas, que decoran entrem ezcladas con dulces fru ta le s

499La labor de “hacer lana” era una de ¿as actividades que caracterizaba a la condición
femenina. Lucrecio estima que ei hombre, en su evolución permanente, se deshizo del
arte texril porconsiderarlomenor y lo destinó como oficio propio de mujeres.
"LSe esrablece una división en el trabajo: los hombres se dedicaron a las labores de Ja
tierra y fas mujeres a hilar la lana parala fabricación de las telas.
5S1 La naturaleza, con sus acciones, procura la reproducción a partir de la inserción en
la tierra de semillas y frutos que caen de los árboles.
Los nuevos árboles y la misma tierra requieren de numerosos cuidados, de ahí el
vocabulario elegido por el poeta con términos tales como el diminutivo agellus y el
adverbio blandc que representan elproceso de suavizar la fiereza natural.
591 El poeta describe la transformación que se opera en las tierras, deforestando los
lugares llanos para obtener espacio destinados a los cultivos.
712 D E R E R V M MA.TVRA - L IB E R Q Y iN T V S

a rb u stisq u e tenent fe lic ib u s o b sita c irc u m .

A t liq u id a s a v iu m voces im k a rie r ore


1380 ante fu ic m u lto quam le v ia ca rm ina cantu
concelebrare homines possent aurisque iuvare.
Etzepbyri cava per calamorum, sibila primum
agrcstis docucre cavas inflare cicutas.
In d e m in u ta tim d u lc ís d id ic e re q u e re lla s.
13 8 5 tibia quas fundit dígitis pulsara canenmm,
avia per nemora ac silvas saltusque reperta,
per locapastorum deserta atque otia dia.
[S ic u n u m q u ic q u id p a u la tim p ro tra h it aeras
in m é d ium ra tio q u e in lu m in is e rig it o ra s.]
1390 Haec á n im o s o ilis m ulcebant atque iuvabant
cum satiate c ib i: nam tu m su n t o m n ía c o rd i.
Saepe itaq ue In te r se p ro stra tí in g ra m ine m o lli
p ro p te r aquae riy u m sub ra m ís a rb o ris altae
no n m agnis o p ib u s iucunde c orp ora habebant,
A c e r c a d e l a n a t u r a l e z a d e l a s c o s /\S - L i b r o q u i n t o 713

y tie n e n sem bradas en c írc u lo fru c tífe ro s á rb o le s.504

Origen de la música
Pero im ita r la s H u id a s voces de la s aves con la boca505
fue m ucho antes de que lo s ho m b re s p u d ie ra n hacer conocer 1380
lig e ro s poemas con e l canto y d e le ita r su s o íd o s,
Y lo s silb id o s del c é firo , a través de la s cavidades de la s cañas,50**
enseñaron p rim e ro a lo s cam pesinos a so p la r lo s huecos ta llo s de cicuta.
D e sp ué s, poco a poco, a p rend iero n lo s dulces la m e ntos
que la fla u ta d ifu n d e pulsad a p o r lo s dedos de lo s cantores,'*07 1385
d escubierta p o r bosques inaccesibles y selvas y arboledas,
p o r lo s lug a res s o lita rio s de lo s p a sto re s y su s o c io s d iv in o s.308
[A s í, poco a poco, el tiem po re vela cada una de las cosa-s
a la v ista y la ra zó n la s eleva a la s reg iones de la lu z .] 505
E sto apaciguaba y g ra tific a b a lo s á n im o s para a q ue llo s (h o m b re s)510 1390
con la saciedad d el a lim e nto., pues, en consecuencia, todas la s cosas so n
gratas.
C o n frecuencia, a sí re c lin a d o s e n tre e llo s en e l tie rn o césped511
cerca de una c o rd e nte de agua, bajo la s ram as de u n a lto á rb o l,
s in grandes riq u e za s m a nte nía n placenteram ente su s cuerpos,

5a4Lucrecio saluda el productodel erabajo humano adornando su poema con imágenes


de bella factura con las cuales describe la naturaleza indómita transformada en vergeL
303La música está también en la naturaleza y la tendencia a imitar de los hombres debe
ser considerada el punto de partida de codo hecho artístico, en particular el arte musi­
cal que tiene en el canto humano su primer estadio.
5,14Aparición de la dama como primer instrumento musical a partir de los productos
creados por la naturaleza.
^ Las lamentaciones de los cantores son consideradas por Lucrecio como el primer
género de canto popular. La flauta como su instrumento característico es propio del
mundo pastoril y se ia asocia a los momentos de ocio, cuando se encuentra el tiempo
propicio para su desarrollo.
^sMUNRO, vol. II, p. 372, señala que no está determinado eí sentido del adjetivo dia
(“divinos”); quizás pretenda aludir a un silencio preternatural y de profundo reposo.
50?Los versos 1388-1389 coinciden con los hexámetros 1454-1455, por lo cual fueron
quitados por Lachmann.
-lcLucrecio alude a los propósitos de este ocio creador, en particular cuando no hay
necesidades que se requieran satisfacer.
5,1Los versos 1392-1396 se repiten con algunos cambios en L. IL29-33. Hacen referencia
a la doctrina epicúrea de “vivir con poco"’ satisfechos con la compañía de otros hombres y
la posibilidad del disfrute del buen tiempo y de la abundancia quelesprovee la naturaleza.
714 D i RERVM. N ATVRA - LIBER. Q V iN T V S

1395 p ra e se rtim cum tem pestas rid e b a t et a n n i


tém pora ping eb a nt v irid a n tis flo ríb u s herbas.
T u m ioca, tu m se rm o , tu m dulces esse c a c hin ni
consue ra nt. A g re stis e n im tu m m usa vigebat;
tu m caput atque u m e ro s p le x is re d im iré c o ro n is
1400 fio rib u s et f o liis la sc iv ia laeta m onebat,
atque extra n u m e ru m procederé m em bra m o ve n tis
d u rite r et d u ro te rra m pede p e lle re rn atre m í
unde o rie b a n tu r ris u s dulcesque c a c hin ni,
o m nia quod nova tu m m agis haec et m ira v íg e b a n t.
1405 E t v ig ila n tib u s h iñ e aderant solacia so m no ,
ducere m u ltim o d is voces et íle c te re cantus
et supera calamos unco p e rc u rre re la b ro ;
und e e tia m v ig ile s nu nc haec accepta tu e n tu r
et n u m e ru m se rva re genus d idicere, ñeque h ilo
1410 m a ío re m in te re a ca p iunt d u lc e d in i fru c tu m
quam silv e stre genus capiebat te rrig e n a ru m .
N a m quod adest p ra esto , n is i q u id c og novim us ante
su a viu s, in p rim is placet et p o lle re v íd e tu r,
p o ste rio rq u e fe re m e lio r res illa reperta
a c er ca de la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - l ib r o q u in t o 715

p rin c ip a lm e n te cuando el tie m p o so n re ía y la estación *395


d el año coloreaba con flo re s e l v e rd o r de la s hie rb a s.
Se habían acostum brado a que e x istie ra n entonces la s brom as y la
c o n ve rsa c ió n '12
y la s dulces riso ta d a s. E n efecto, entonces flo re c ía la agreste m usa ;
entonces la alegre la sc ivia lo s in c ita b a a co ro na r su cabeza
y su s h o m b ro s con g u irn a ld a s trenzad as de flo re s y ho ja s,
y avanzaban m oviend o su s m ie m b ro s fue ra de ritm o 313
y golpeaban d ura m ente la m adre tie rra con su s p ie s;
de donde se o rig in a b a n risa s y dulces riso ta d a s,
p o rq ue tod as estas cosas flo re c ía n entonces m ás en novedad y asom bro.
Y , en consecuencia, para lo s que estaban v ig ila n te s, se a livia b a n d el sueño 1405
d irig ie n d o de m ú ltip le s m od os la s voces y sig u ie n d o la s m od ulacio nes
d el canto514
y haciendo c o rre r e l la b io curvado p o r encim a de la s cañas;
de a h í aun ahora lo s que v ig ila n 515 ob serva n estas cosas aceptadas516
y a p re nd ie ro n a c o n se rva r e l tip o de ritm o , pero en nada517
capturan, e n tre ta nto , u n fru to de m ayor d u lzu ra 1410
que e l que capturaba la ra za silv e stre de lo s h ijo s de la tie rra .
P ue s lo que está a la m ano, s i no es que conocim os antes
algo más agradable, en p rim e r lu g a r satisface y parece prevalecer,
y, en g enera l, aquella cosa m e jo r que file d e sc ub ie rta luego518

^12Se hace referencia al origen de la poesía yámbica caracterizada por la chanza, el


diálogo y cierto desenfado obsceno- Sus inicios datan del s. VH a.C. y están asociados
a los rituales festivos realizados durante los períodos de siembra y de cosecha. La musa
que inspiraba este tipo de poesía era Tabanque presidía los banquetes y las festividades
otorgando dones en abundancia.
553En el contexto celebratorio aparece la danza, de carácter coral., a ia que se menciona
como carente de ritmo musical.
514Los infinitivos ducere y jtecter e son considerados términos técnicos asociados al
canco y a la ejecución de la flauta.
5Í' Habla de los centinelas de los campos o de las ciudades.
516Es decir, se trata de una tradición.
^ Lucrecio, con añoranza, destaca la novedad y la inocencia del canto popular e instinti­
vo de los hombres de antaño, en relación con quienes lo continuaron, aun cuando estos
eran conocedores de ciertos preceptos musicales, sin embargo no alcanzaban tal dulzura.
515 MUNRG, voi. H, p. 372, señala diferentes versiones para la construcción
posteriorque meli<rr res illa reperia..
716 D E fLERVM NATVRA - L ÍB E R Q V 1N T V S

1415 p e rd it et im m u ta t se n su s ad p rístin a quacque.


Sic odiutn coepit glandis, sic illa relicta
strata cubilia surit herbis et frondibus aucta.
Pellis Ítem cecidit vestís contempta ferinae;
quam reor invid ia tali tune esse repertam,
1420 u t íe tu m ín s id iis q u i g e ssit p rim u s o b ire t,
et tamen ínter eos distractam sanguine multo
disperiisse neque in fructum convertere quisse.
Tune igitur pelles, nunc aurum et purpura cutís
exercent hominum vítam belloque fatigant;
1425 q u o m a g is in n o b is, u t o p in o r, culpa re se d it.
Frigus enim nudos sine pellibus excruciabat
terrigenas; at nos nil laedit veste carere
purpurea atque auro signisque ingentibus apta,
dum plebeia tamen sit quae defendere possit.
1430 Ergo hom inum genus incassum frustraque laborat
semper et <in> curís consum it inanibus aevurn,
nimirum quia non cognovit quae sit habendi
finís et omnino quoad crescat vera voluptas.
Idque m inutatim vitam provexit in altum
1435 et b e lli magnos commovit funditus aestus.

At vigiles mundi magnum versatile templum


sol et luna suo lustrantes lum ine circum
A c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s - l i b r o q u i n t o 717

pierde y transforma los sentidos por cada cosa, anterior?19 1415

Así comenzó el odi o por las bellotas, así fueron abandonados320


aquellos esparcidos cubiles, enriquecidos con hierbas y follajes.
De igual modo cayó en desprecio la vestimenta de piel de fi era;
esta, calculo, que fue descubierta entonces con tal envidia,
que, quien primero la usó, encontró la muerte en las trampas, 1420
y, sin embargo, dividida521 entre ellos con mucha sangre
fue destruida y no pudo convertirse en beneficio.
En consecuencia, entonces las pieles, ahora el oro y laptírpura mantienen
la vida de los hombres con preocupaciones y la atormentan con guerras;
por eso la mayor culpa, opino, reside en nosotros. 1425

En efecto, el frío atormentaba sin pieles a los desnudos


hijos de la tierra; peto a nosotros nada nos daña carecer
de una vestimenta ptirpura recamada en oro y con enormes bordados,
mientras haya, sin embargo, uno plebeyo que pueda defendernos.
Por lo tanto, el género humano s e esfuerza siempre en vano522 1430
e intitilmente y consume la yída <en> preocupaciones vanas,
sin duda porque no conoce cuál es el límite para la posesión
y e n absoluto hasta dónde podría crecer el verdadero placer.
Y esto, poco a poco, arrastró a la vida hacia las profundidades523
y conmovió desde el fondo los grandes tumultos de la guerra. 1435

El cálculo del tiempo a partir del sol y la Juna


Pero quienes vigilan el mundo, el sol y la luna, que iluminan
con su brillo alrededor de la gran bóveda del mundo que gira,

>r9Con el mismo criterio conque se transforman los hechos de la naturaleza y las espe­
cies, también eso mismo ocurre con las costumbres individuales y sociales y con las
manifestaciones artístíco-imitarivas.
520La reflexión sobre los cambio-sque se operan en el arte y los gustos musicales con­
duce al poeta a volver a temas ya tratados como la ambición humana, que hace descar­
tar lo más simpíe para anhelar aquello más complejo.
521 Se hace referencia a la piel y a las disputas que se generan por su posesión.

522 Lucrecio insiste en el exceso del deseo humano para satisfacer placeres no necesa­

rios, que constituyen el motor de la infelicidad, de la guerra y de una vida alejada cada
vez más de la Tranquilidad de ánimo,
523 Contrariamente a las aspiraciones del poeta consistentes en ascender “hacia las ori­

llas de la luz’! la \ida humana se encamina a ios estadios más' oscuros de su existencia,
representada por la conmoción de la guerra como causa de absoluto acabamiento.
718 D E R E R V M NATVRA - L ÍB E R Q y IN T V S

perdocuere h omines annoram témpora vertí


et certa racione geri rem atque ordine certo,

144o lam validis saepti degebant turribus aenim


et divisa colebatur discretaque tellus;
tum mare velívolis dorebat ípropter odorest
auxilia ac socios iam pacto foedere habebant,
carminibus cum res gestas coepere poetae
1445 tradere; nec multo príu’ sunt elementa reperta.
Propterea quid sit prius actum respicere aetas
nostra nequit, nisi qua ratio vestigia monstrat.
Navigia atque agri culturas m oenia leges
arm avias vestis <et> ceterade genere horum,
1450 praemía, delicias quoque vitae funditus omnis,
carmina picturas, et daedala signa polita,
usus et impigrae sim ul experiencia mentis
paulatim docuit pedetemptim progredientis.
Sic unumquicquid paulatim protrab.it aetas
1455 in médium ratioque in luminis erigir oras.
A C E R C A DE L A NATURALEZA DE LAS C O S A S - LIBRO QJJ1NTO 719

instruyeron a los hombres que las estaciones del año cambian


y que es conducido el sistema con una razón fija y un orden
determinado.

La civilización humana llega a su fin


Ya pasaban la vida rodeados por fuertes torres524 1440
y la tierra dividida era cultivada y estaba separada;
enronces el mar florecía convelas voladoras,S2S
ya tenían auxiliares y aliados por pactos acordados,
cuando con poem as com enzaron lo s poetas a n a rra r la s hazañas llevadas
a cabo;526 no mucho antes fueron descubiertas las letras.527 1445
Por esta causa nuestra edad no puede mirar qué cosa
sucedió antes, a menos que alguna razón muestre sus huellas.528
La navegación, los cultivos del campo, las murallas, las leyes,519
las armas, los caminos, las vestimentas y las restantes cosas de este género,
las recompensas, también las delicias de vida, todas absolutamente, 1450
los poemas, las pinturas y las estatuas artísticamente pulidas,
el uso y también la experiencia de una mente enérgica
las enseñaron, progresando ellas paso a paso, gradualmente.
Así, poco a poco, el tiem po revela cada una de las cosas
a la vista y la razón las eleva a las regiones de la luz. 1455

' La. civilización se encuentra en un estad io díametraloicntc opuesto al de su origen,


separada de las otras especies, inclusive de otros hombres, por el uso de las murallas que
rodean a las ciudades y las custodian desde sus corres.
523 Se trata de un verso que presenta un pasaje sin resolución. Cf. BAILEY(1947), vol.

1, p. 508. Se opta por no traducir propter odores.


,2SLucrecio considera que lapoesía épica es producto de una sociedad tecniiicada que
lleva adelante la guerra y otras estrategias a nivel diplomático, tales como el contar con
naciones amigas y el establecimiento de pactos.
527 Se alude al descubrimiento de la escrituray.con esta, ai de la poesía heroica.

528 Lucrecio niega Ja posibilidad de que los romanos cuenten con poesía épica porque

son incapaces de analizar el pasado. Esta conclusión presupone una teoría poética, ya
que desestima la producción literaria anterior por carecer de razones suficientes.
525 El poeta enumera, finalmente, los alcances de la civilización, reuniéndolos como

conclusión final dellibro en eique se reiteran versos, lo que demostraría ciertas dificul­
tades en la composición dei mismo, o bien falta de revisión por parte del autor.
720 D E RJERVM NATVRA- LIB E R Q V IN T V S

Namque aiid ex alio clarescere córele videbant,


artibus ad summum doñee venere cacumen.
A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O Q U IN T O 721.

Pues vieron ilum inar en su corazón una cosa tras otra


hasta que llegaron a la cima más alta con sus artes.530

5JDCon este verso final se abre un interrogante en torno al futuro del arte y sus límites.
Esto incluye la propia obra del poeta, destinada a la destrucción como parece concluir­
se en los últimos hexámetros: el hombre todo lo ensayó, nada lo detuvo; el arte es una
prueba de su propia posibilidad creadora. Será la naturaleza con sus leyes necesarias la
que llame al orden a sus criaturas. Una destrucción no completa les espera para volver
al orden inicial de \os primordio*
LIBER SEXTVS
CAPITVLA
50. QVI PRO CVEATIO NEM DIS ATTRIBVIT MVNDI, SIBI
IPSVM DE DIS IM MORTALIBVS SO LLICITVDINES
CO N STITVERE
96. DE TO N ITRV
160. DE FVLGVRE
204. IN NVBIBVS SEM INA IGNISINESSE
219. DE FVLMINE
225. IGNIS EX FVLM IN E NATVRA
246. FVLM IN A IN CRASSIO RIBVS NVBIBVS ET ALTE GIGNI
285- DE TO N ITRIBVS ET TERRAE M O T V
357. A V TV M N O M A C IS FVLM INA ETTO N ITRVA FIERI
451. DE NVBIBVS
493. SPIRACVLA M VN D I
495. DE IMBRIBVS
526. DEARQ VO
535. DE TERRAE M O T V
608. QVARE M ARE M AIVS NON FIAT
639. DE AETNA
712. DE N ILO FLVVIO
738. DE L A C V AVERNI
749. CO RN ICE S ATHENIS AD AEDEM MINERVAE N O N ESSE
756. IN SYRIA QVADRÍPEDES
840. C V R AQVA IN PVTEIS FRIGIDIOR SIT AESTATE
848. DE PONTE AD H A M M O N IS
879. IN AQVA TAEDAM ARDERE
888. DE PONTE ARADI IN MARE
906. DE LAPIDE MAGNETE
921. FLVERE AB OM NIBVS REBVS
936. RA RA S RES OM NIS ESSE
1090. PESTILENTIA VNDE CREATVR
1138. DE PESTILENTIA ATHENIENSIVM
Libro sexto
Epígrafes
50. Quien atribuyó a los dioses el cuidado del mundo se ha constituido
para sí mismo el cuidado de los dioses inmortales
96. Acerca del trueno
160. Acerca del relámpago
204. En las nubes están las semillas del fuego
219. A cerca del rayo
225. Acerca de la naturaleza del fuego y del rayo
246. Los rayos se originan en las nubes más espesas y en lo alto
28 5. Acerca de los truenos y del terremoto
357. En otoño se producen más rayos y truenos
451. Acerca de las nubes
493. Los respiraderos del mundo
495. Acerca de las lluvias
526. Acerca del arco iris
535. Acerca del terremoto
608. Por qué no se hace más grande el mar
639. Acerca del Etna
712. Acerca del río Niio
738. Acerca del lago del Averno
749. No hay cornejas junto al templo de M inerva en Atenas
756. Los cuadrúpedos en Siria
840. Porqué el agua en los pozos es más fría en el verano
848. Acerca de la fuente junto al (templo) de Ammón
879. En el agua arde una antorcha
890. Acerca de la fuente en el mar de Arados
906. Acerca de la piedra magnética
921. El fluir de todas las cosas
936. Todas las cosas son porosas
1090. De dónde se origina la peste
1 138. Acerca de la peste de Atenas
D e r ír v m natvra - l íb e r s f x t v s

P rím a e fru g ip a ro s fe tu s m o rta lib u .s aegris


d id id e m n t quondam praeciaro no m in e Athenac
e t recrea verunt víta m legesque ro g a ru n t,
et pxím ae ded erunt solacla d ulc ía vitae,
5 cnm genuere virum tali cuín conde repertum,
omnia verídico qui quondam ex ore profudit:
cuius et extincd propter divina reperta
divulgara vetus iam ad caelum gloria fertur.
Nam cum vidit híc ad victum quae flagitat usus
10 omnía iam ferixie mortalíbus esse parata

et, proquam possent, víram consistere tucam,


divitiis homínes ethonore et laude potentis
adílucre atque bona gnaíorum excellere fama,
nec minus esse domi cuiquam tamen anxia corda,
15 atque anim i ingracis vítam vexare <sine ulla>
pausa atque infestis cogi saevire querellis,
A C E R C A D E LA .NATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O S E X T O 725

Elogio a Atenas y a Epicuro


En otro tiempo, ia primera, Atenas, de espléndido nom bre,-1
repartió entre los hombres atormentados2 siembras dadoras de granos3
y forjó una nueva vida y estableció leyes,
y, prim era, entregó dulces consuelos a la vid a,4
cuando engendró a un hombre dotado de semejante corazón,5 5
que entonces vertió todas las cosas de su boca plena de verdad:
aun después de muerto, a causa de sus divinos descubrimientos,
su gloria, divulgada y a hace tiempo, se eleva hacia el cielo/
Pues, cuando este vio que todas las cosas que el uso exige
para la subsistencia, ya casi habían sido dispuestas para los mortales, 10

y que, en la medida en que pudieran, la vida estaba asegurada,


los hombres poderosos, no solo a causa de su honor, sino también en
alabanzas/
rebosaban de riquezas y sobresalían por la buena fama de sus hijos,
y que, sin embargo, en su hogar,8 ninguno tenía sus corazones menos
acongojados
y que también, a despecho del ánimo/ torturaba la vida <sin ninguna> 1015
pausa, y que era forzada a causar estragos con duras lamentaciones.

"Cabe señalar que Lucrecio utiliza el mismo adverbio quondam en eí elogio de aper­
nara de la ciudad de Atenas y en el pasaie que anuncia la llegada de la peste, c£ v. 1138.
Asimismo, enese mismopasaje, relaciónala ciudad con los reyes míticos que instaura­
ron la agricultura y la siembrade la vid,cLy. 1J43; también, cf L, V14.15.
2£l adjetivo a eger, -gra, -gru m es utilizado para referirse a los enfermos de lapeste, cf.
v. 1152.
5 E1 adjetivojrugipam s, -a> -uj>n es una creación léxica del autor. Su significado literal es

“que da nacimiento a frutos o granos3’.


* C f En el elogio a Epicuro que abre el libro anterior (v. 20), el poeta señala que su
doctrina concedió “dulces consuelos a la vida”
5 £ 1 corazón como sede del ánimo y sinónimo dt p e cíu s .

6 Lucrecio diviniza a Epicuro; al respecto, véase el elogio al sabio en el proemio al L.

V.M3-
1Cabe señalarlas similitudes en ladescripción de estos hombres poderosos con aquellos
que desarrollaron su opulencia en la instauración de la monarquía e?} L. V .ll 13-1122.
6El poeta opone la vida pública, que se exhibe plena de riquezas, fama y ostentación, a
Ja vida privada (<dom i) pletórica de angustias y ansiedades.
9L2 palabra ingratis es ablativo plural de in+gratia que rige caso genitivo {anlm i).
!0Se traca de un agregado hecho por Munro, cf. BAILEY (1947), vol. I, p. 512-
726 D E RERVM NATVRA - LIB ER SE XTA S

in t e lle g it ib i v itiu m vas s íü c e r e ip s u m


o m n ia q u e iliiu s v itio c o r r u m p ie r in tu s
q u a e c o lla c a fo r is e t c o m m o d a c u m q u e v e rá re n c ;
2 0 p a r c i m q u o d f l u x u i n p e r r a s u m q u e e sse v i d e b a t ,

u t n u lla p o s s e t r a c io n e e x p le r ie r u m q u a m ;
p a r tim q u o d ta e tro q u a s i c o n s p u rc a re sa p o re
o m n ia c e r n e b a t, q u a e c u m q u e re c e p e ra tj in tu s .
V e r id ic is ig itu r p u r g a v it p e c t o r a d ic tis
25 e t f i n e m s t a t u i t c u p p e d i n i s a t q u e t i m o r i s
e x p o s u itq u e b o n u m s u m m u m q u o te n d im u s o rn n e s
q u id f o r e t , a tq u e v ia m m o n s tr a v it, tr a m it e p a r v o
q u a p o ss e m u s ad id r e c to c o n te n d e re cu rsu ,
q u id v e m a lí f o r e t in r e b u s m o r t a l i b u ' p a s s im ,
30 q u o d f i e r e t n a t u r a l i v a r i e q u e v o l a r e t
s e n c a s u se u v i, q u o d s ic n a t u r a p a r a s s e t,
et q u ib u s e p o r t is o c c u r r i c u iq u e d e c e r e t,
A c e r c a d e ja n a t u r a l e z a d e las c o s a s - Lib r o s e x t o 727

A l l í c o m p r e n d i ó q u e e l v a s o 31 m i s m o p r o d u c í a e l m a l
y q u e , a c a u s a d e lo d e f e c t u o s o d e a q u e l, e r a n c o r r o m p id a s por d e n t r o
to d a s
la s c o s a s , c u a le s q u ie r a q u e v i n i e r a n o t o r g a d a s d e s d e a m e r a , i n c l u s o la s
p ro v ech o sas;
e n p a r t e , p o r q u e v e í a q u e e s t a b a c o r r o í d o y p e r f o r a d o , 12 20

a s í q u e , d e n i n g u n a m a n e r a , p o d í a c o l m a r s e n u n c a ; 1213
e n p a r c e , p o r q u e r e c o n o c í a q u e , p o r a s í d e c i r , se c o n t a m i n a b a n 1 4 a d e n t r o
c o n u n s a b o r r e p u g n a n t e to d a s la s c o s a s , c u a le s q u ie r a q u e (e l v a s o ) h a b ía
r e c ib id o .
Por l o t a n t o , e x p u r g ó i o s c o r a z o n e s c o n p a l a b r a s q u e d i c e n v e r d a d e s , 15*
y e s t a b l e c i ó u n l í m i t e a l d e s e o y a i t e m o r 16 25

y e x p u s o q u é c o s a e r a e l m á s a le o d e lo s b ie n e s a l q u e t o d o s
n o s d ir ig im o s , y m o s t r ó e l c a m i n o p o r e l c u a l, e n u n a s e n d a e s t r e c h a ,
p o d r ía m o s e s f o r z a m o s s in d e s v ío h a c ia é l,
o q u é m a l h a b ía e n la s c o s a s m o r t a l e s e n u n a y o t r a p a r t e ,
l o q u e s u c e d í a n a t u r a l m e n t e y s o b r e v o l a b a d e m a n e r a d i v e r s a , 17 30
y a s e a p o r c a s u a l i d a d o p o r f u e r z a , 18 p u e s t o q u e a s í l o h a b í a d i s p u e s t o l a
n a tu r a le z a ,
y p o r c u á l e s p u e r t a s e r a c o n v e n i e n t e c o r r e r a l e n c u e n t r o d e c a d a u n o ; 19

11El “vaso” (v as), com o metáfora d e “cuerpo” (corpus), es introducido por Lucrecio en el
contexto del L. III para señalar que se trarade un contenedor del alm a (v.440). Los vitio,
nacidos del deseo y la ambición, están relacionados con los excesos de la “vida páblica”.
l2En L. III.936-937, el poeta hace referencia a l cuerpo com o vaso, del que la vida se
escapa a causa de su ro tu ra. El contexto es el de la existencia hum anapresade la muerte
y los terrores que esto inflige en los hombres.
"L o s hombres angustiados, sometidos a los excesos de lo m aterial, se asemejan a las
Danaides que deben llenar sin cesar k s “vasijas agujereadas”. Cf. L. III. 1008-1010.
: í Lucrecio usa por prim era vez el verbo conspurco, derivado de sp u n o . Entre sus signi­
ficados, alude al hecho de estar sucio de orina o excremento.
15 La imagen de Epicuro no solo es la del filósofo sino la del sanador que, con su doc­
trin a basada en la aplicación del TSTpcKjaípftaxov, asiste a los m ortales en su proceso
liberador. Cf. Epic., in D io g . L a e r. X .142.
MA lude a l a am bición de aquello que no se tiene y al tem or por la m uerte y ios castigos
ligados a la superstición religiosa.
17A l igual que las enfermedades, los defectos morales se dispersan entre los hombres
adquiriendo formas diversas.
’aC f.L ,V .7 7 y 107.
!5E1 sabio, entre otras cosas.es aq u el que se enfrenta a los males y no los elude
728 DE ?.£RR'-l.!Vl NATVRA - LÍBER SEXTVS

ACERCA DE NATURALEZA. DE COSAS - LIBRO SEXTO 729


e t g e n u s h^um anum fru s tra p le ru m q u e p ro b a v ie
v o lv ere c u ra r u m triséis in p e c t o r e f iu c tu s .
y c o m p r o b ó q u e e l g é n e r o h u m a n o , p o r l o g e n e ra l, d a v u e ltas e n 'Vano20
35 N a m v e lu ti p u e r i tre p id a n e a eq u e o m n ia caecis
a lo s triste s o le a je s d e p r e o c u p a c ió n e n su c o r a z ó n .
in te n e b r is m e tu u n r , sic n o s in lu ce tim e m u s
P u e s, c o m o los n iñ o s tie m b la n y tie n e n m ie d o a to d as las co sa s 35
in te r d u m , n ilo q u ae su n t m e tu e n d a m ag is quarn
e n las o scu ras tin ie b la s , a sí n o s o tro s e n o c a s ic n e s t e m e m o s e n el d ía
q u a e p u e r i in te n e b ris p a v ita n t fin g u n tq u e fu tu ra ,
las q u e e n n a d a so n m ás te m ib le s q u e (ia s c o s a s ) p o r las cu ales
H u n c ig it u r e e rro re m a n irn i te n e b ra s q u e n e c e s s e s t
lo s n iñ o s s ie n te n p av o r e n la s tin ie b la s e im a g in a n q u e su c e d e rá n .
40 n o n r a d ii so lis n e c lu c id a t e la d ie i
P o r c o n s ig u ie n te , es n e c e s a rio q u e , a e s te te r r o r y a las tin ie b la s del-
d is c u tía n t, sed n a tu ra e s p e cie s ra tio q u e .
á n im o ,
^ u i o rna.gis in c e p tu m p e rg a m p e rte x e r e d ic tis .
lo s d is ip e n n o lo s ray o s d el s o l n i lo s lu m in o s o s d a rd o s 40
d el d ía , s in o e l a s p e c to d e la n a tu ra le z a y l a r a z ó n ,'1
P o r e llo , m á s aun, p e r s is tir é e n d e s a rro lla r c o n p a la b ra s l o íniciad o .22

Et q u o n ia m d o c u i m u n d i m o r ta lia te m p la Argumento del libro


esse < e t > n a tiv o c o n s is te r e c o r p o r e c a elu m ,
45 e t q u a e c u m q u e in eo f u n t fi.eriq u e n e c e s s e s t, y- p u e s to q u e e n s e ñ é q u e la s b ó v e d a s d e l m u n d o s o n
p le r a q u e d is s o lu i, q u a e r e s t a n t p e rc ip e p o r r o ; m o r ta le s < y > q u e e l c ie lo c o n s ta d e u n c u e rp o q u e tu v o n a c im ie n to ,
q u a n d o q u id e m s e m e J in s ig n e m c o n s c e n d e re c u rru m y c u a lq u ie ra d e la s co sas q u e e n él s u c e d e n y q u e es n e c e s a r io q u e suc;edan,45
y q u e la m a y o ría en g e n e r a l se d isu elv e, a tie n d e e n a d e la n te ja s cosas q u e
v e n to r u m e x s is ta n t, p la c e n tu r, < u t > o r n n ia ru rsu m re sta n ,
q u a e ^ e r e n t sin t p la c a r a c o n v e rsa f i r o r e , p o rq u e u n a vez < m e a t r e v í> 23 a s u b ir a l in s ig n e c a rro
>f24
50 c e te ra , q u a e fieri i n t e n i s c a e lo q u e tu e n tu r
m o rtales, p a v id is c u m p e n d e n t m e n e ib u ’ saep e, < c ó m o la s te m p e s ta d e s > 25 d e lo s v ie n to s se o rig in a n , se c a lm a n , c ó m o
e t t a c iu n t a n im o s. h u m ilis fo r r n id in e d i ^ ^ to d a s
d e p re sso sq u e p r e m u n t a d te rra m p ro p te re a q u o d las co sas q u e fu e r o n , fu e r o n c a m b ia d a s n u e v a m e n te , u n a v ez q u e el fu r o r
se ap lacó ,
to d o lo r e s ta n te , q u e lo s m o r ta le s o b s e r v a n q u e su ced e e n las tie rra s so
y e n e l c ie lo , a u n q u e a m e n u d o d e p e n d e n d_e sus m e n te s a te rro riz a d a s,
y v u e lv e n h u m ild e s a sus á n im o s p o r e l m ie d o a lo s d ioses
y lo s p r e s io n a n a b a tid o s 26 h a c ia la tie r r a p o r q u e

w Lucrecio hace referencia a ]a imagen del hombre errante sometido al devenir de la


existencia, carente de recursos para enfrentar sus males.
21E l poeta repite esta misma imagen en el L. II.55-61 y eneLL. IIL87-93.
“ Cf. L. J.418. "
25BA ILEY (1947), v o l l, p. 515, coloca entre corchetes angulares la traducción del
verso principal que falta.
24lSe indica una laguna entre los versos 47-48=
26Como en el verso 47, Baiieycompletala traducción.
26En el v. 53, el poeta se vale de una figura etimológica (de-pressos-preinun?) para repre­
sentar la posición del hombre en relación con !os dioses.
730 D e rervm natvra - l íb e r s e x t v s

ig n o r a n tia c a u s a r o n ! c o n fe rre d e o ru m
55 c o g i t a d i m p e r i u m r e s e t c o n c e d e r é r e g n u m .
[ Q u o r u m o p e r u m c a u sa s m illa r a t io n e v id c r c
p o s s u n t a c fie r i d iv in o n u m i n e r e n t u r .]
N a m b e n e q u i d id ic e r e d é o s s e c u r u m a g e re a e v u m ,
si ta m e n in t e r e a m ir a n c u r q u a r a tio n e
60 q u a e q u e g e r í p o s s i n t , p r a e s e r t i m r e b u s i n i l l i s
q u a e s u p e r a c a p u t a e th e r iis c e r n u n tu r in o ris ,
ru rs u s in a n tiq u a s r e f e r o n t u r r e lig io n e s
e c d ó m in o s a c r is a d s c is c u n t, o m n ia p o s s e
q u o s m is e r i c r c d u n t, ig n a r i q u id q u e a t esse,
65 q u i d n e q u e a t , fi n i t a p o t e s t a s d e n i q u e c u i q u e
q u a n a m s it r a t io n i a tq u e a lte te r n iin u s Ira e re n s ;
q u o m a g is e r r a n te s c a e c a r a t io n e fe r u n tu r .
Q u a e n is i re s p u is e x a n im o lo n g e q u e r e m ittis
d is in d ig n a p u t a r e a lie n a q u e p a c is e o r u m ,
70 d e lib a ta d e u m p e r te tib i n u m in a sa n c ta
sa e p e o b e r u n t; n o n q u o v io la ri s u m m a d e u m l i s
p o s s it j u t e x ir a p o e n a s p e t e r e i m b i b a t a c ris ,
sed q u ia tu t e tib i p la c id a c u m p a c e q u ie to s
c o n s t it u e s m a g n o s i r a r u m v o lv e r e flu c t u s ,
75 n e c d e lu b ra d e u m p la c id o c u m p e c to re adibis,
A C E R C A D E LA N A TURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O SE X T O 731

la ig n o r a n c ia d e la s c a u s a s lo s o b lig a a c o n f e r ir lo s h e c h o s
a l i m p e r i o d e l o s d i o s e s y a c o n c e d e r l e s s u r e i n o . 27 55
[ N o p u e d e n v er, p o r n in g u n a r a z ó n , la s c a u s a s d e e sta s
o b r a s y c r e e n q u e s u c e d e n a c a u s a d e u n p o d e r d i v i n o . ] 28
P u e s , q u ie n e s a p r e n d ie r o n c o r r e c t a m e n t e q u e lo s d io s e s lle v a n u n a v id a
lib re
d e p r e o c u p a c i o n e s , 29 s i , n o o b s t a n t e , s e a s o m b r a n e n t r e t a n t o p o r q u é r a z ó n
a lg u n a s c o s a s p u e d e n s e r lle v a d a s a c a b o , e n p a r t ic u la r e n t r e a q u e lla s 60
q u e s e o b s e r v a n p o r e n c im a d e s u c a b e z a , e n la s o r illa s d e l é te r,
s o n a tr a íd o s d e v u e lta a la s a n tig u a s r e lig io n e s
y a d o p t a n s e v e r o s s e ñ o r e s , s o b r e lo s c u a le s , m is e r o s , c r e e n
q u e p u e d e n to d a s la s c o s a s , i g n o r a n t e s d e q u é c o s a es p o s i b l e ,
q u é c o s a n o se p u e d e , fin a lm e n te p o r q u é r a z ó n e x is te u n a p o te s ta d 65
l i m i t a d a y u n t é r m i n o q u e e s t á a d h e r i d o e n l o p r o f o n d o a c a d a c o s a ; 30
t a n t o m á s s o n lle v a d o s e r r a n te s p o r u n a c ie g a r a z ó n .
S i n o e s c u p e s e s t a s c o s a s d e l á n i m o y t e a l e ja s d e l p e n s a m i e n t o
d e q u e s o n i n d i g n a s p a r a l o s d i o s e s y a je n a s a l a p a z d e e l l o s ,
la s s a g r a d a s v o l u n t a d e s d i v i n a s , m e n o s c a b a d a s p o r t i , t e 31 s e r á n 70
u n e s t o r b o m u c h a s v e c e s ; n o p o r q u e e l s u m o p o d e r d e lo s d io s e s p u e d a
s e r m a n c illa d o , d e m o d o q u e , a p a r t i r d e s u ir a , se p r o p o n g a e x ig ir
c r u e l e s p e n a s , 32
s i n o p o r q u e , s e g u r a m e n t e , t ú m i s m o t e 33 c r e e r á s q u e e l l o s , a u n t r a n q u i l o s
c o n u n a p a z p l a c e n t e r a , r e v u e l v e n l o s m a g n o s o l e a je s d e Ja s i r a s ,34
n i lle g a r á s a lo s te m p lo s d e lo s d io s e s c o n p lá c id o p e c h o , 75

¿7Lucrecio insiste en que el verdadero m al reside en la ignorancia de las causas natu­


rales y, en segundo lugar, en la consideración de que la totalidad de los fenómenos
son obra de los dioses.
¿8Los tersos que se encuentran entre corchetes, según BAILEY (1947), vol. I, p. 514,
son iguales a 90-91 y, asimismo, al L. 1 .1 5 3 4 5 4 .
29El poeta recurre un a vez más a la consideración epicúrea en relación con la quietud
de la vida divina que transcurre en las moradas etéreas, donde dene lu gar un número
im portante de los fenómenos naturales.
3í)M U N R O , v o l II, p. 3 7 6 se ñ á la la repetición de los versos 58-6 6 , idénticos al L.
V.82-9G.
31Nueva figura etim ológica entre las formas pronom inales te-tibí,
32El poeta reflexiona acerca de una hipotética relación entre culpa y castigo, nacida de
la rupo irade la p a x áeo ru m (“la paz de los dioses”).
33 La va.ria.tiOf en este caso, se da entre tu te-tibí.
3<i La imagen del vasro m ar y del vacilante movimiento de las olas representa el carácter
errante del ánimo humano.
732 D E RER V M N XTV RA - L IB E R SEXTV S

n e c d e c o r p o r e q u a e s a n c to s im u la c ra fc r u n tu r
i n m e n t í s h o m i n u m d i v i n a s n u n t i a f o r m a .e ,
s u s c ip e re h a c e a n im i tr a n q u illa p a c e v a le b is .
I n d e v id e re l i c e t q u a lis i a m v it a s e q u a tu r ,
80 Q u a m q u i d e m u t a n o b i s r a t i o v e r i s s í m a l o n g e
r e ic ia t, q u a m q u a m s u n t a m e m u lt a p r o f c c r a ,
m u lta t im e n re s ta n t e t s u n t o rn a n d a p o litis
v e rs ih u s ; e s t r a n o < t e r r a e > c a e liq u e te n e n d a ,
s u n t te m p e s ta r e s e t fu lm in a c la ra c a n e n d a ,
85 q u i d f a c i a n t e t q u a d e c a u s a c u m q u e f e r a n t u r ;
n e t r e p i d e s c a e l i d i v i s is p a r t i b u s a m e n s ,
u n d e v o l a n s i g n i s p e r v e n e r i t a u t i n u t r a m se
v e r te r it h ín c p a r t im , q u o p a c to p e r í o c a s a e p ta
in s in u a r it, e t h iñ e d o m in a tu s u t e x t u l e r it se.
A C E R C A DE LA N A TU RA LEZA DE DAS C O SA S - L IB R O SE X T O 733

y a lo s s im u la c r o s , d e c u e r p o s a c r o s a n to , q u e s e m u e v e n
h a c i a l a s m e n t e s d e l o s h o m b r e s c o m o m e n s a je r o s d e s u f o r m a d i v i n a ,
n o e s ta rá s e n c o n d ic io n e s d e p e r c ib ir lo s a e sto s e n la tr a n q u ila p a z d e l
á n i m o .35
D e e s t o e s p o s ib le p r e v e r q u é c la s e d e v i d a te e s p e r a e n t o n c e s .
P o r c i e r t o , p a r a q u e u n a r a z ó n s u m a m e n t e v e r d a d e r a c o n d u z c a a e s t a 36 80
le jo s d e n o s o t r o s , a u n q u e m u c h a s c o s a s f u e r o n d e s a r r o lla d a s p o r m i,
s i n e m b a r g o , r e s t a n m u c h a s ( o t r a s ) 37 y d e b e n s e r a d o r n a d a s c o n v e r s o s
p u l i d o s ;33 h a y q u e e n t e n d e r e l s i s t e m a d e l c i e l o y < d e la t i e r r a > , 39
d e b e n c a n t a r s e la s t o r m e n t a s y l o s r a y o s l u m i n o s o s , 40
q u é h a c e n y p o r q u é c a u sa s ie m p r e se p r o d u c e n ; 85
p a r a q u e n o t i e m b l e s , e n l o q u e c i d o , u n a v e z d i v i d i d a s l a s p a r t e s d e l c i e l o ,43
d e d ó n d e l l e g ó v o l a n d o e l f u e g o 42 o h a c i a q u é p a r t e 43 s e d i r i g i ó
d e u n o a o t r o l a d o , d e q u é m o d o se f i l t r ó p o r l u g a r e s
c e r c a d o s , y c ó m o s a lió d e a l l í a la m a n e r a d e u n t i r a n o .

35C uriosa reflexión místico-religiosa realizada por ei poeta, quien parece adm itir la po-
sibilidad de percibir las manifestaciones de los dioses, incluso, la revelación de su forma.
3-3H ace referencia con el pronombre q u am a la vida que h ay que desestimar,
37A p artir de estos versos y, en particular, desde el hexám etro 84 al 89> el poeta enu­
m era los temas específicos que desarrollará en el libro; estos tópicos son los que la
superstición religiosa considera nacidos de la intervención divina.
32Lucrecio exalta la condición poética y la necesidad de trabajar la m ateria compositiva
con la elegancia como principio, semejante a lo afirmado por los poetas alejandrinos.
En cuanto a la posibilidad de considerar a Lucrecio como un novus poeta y un ad­
mirador atento de la poesía de C alim aco, cf. KENNEY (2007:300-327) y B R O W N
(2007:328-350)-
39En esta parte d el verso se presentan numerosas variantes, cí. BAILEY (1947), vol.
Lp-5lé.
Epicuro (in D iog. j& zer. X . 1 0 0 ) tam bién Lizo un breve resumen de las causas posibles
para diferentes fenómenos meteorológicos, tales como los torbellinos y los relámpa­
gos, entre otros. C f. M U N R O , vol. II, p. 378.
41 Cabe recordar que uno de los ámbitos en los que se dividía la adivinación etrusca,
tan influyente en la vida de los romanos, era aquella que se relacionaba con los rayos, el
origen de estos, su valor y la expiación necesaria para no ser víctima de un presagio des­
graciado. La ciencia adivinatoria que se ocupaba de examinar los rayos se denominaba
keraunoscopía y era tan im portante como la dedicada a la observación de las visceras.
Cf. B L O C H (2002:59 y 7ó y ss.). Asimismo, M U N R O , vol. II, p. 377, recuerda que
Cicerón, en D e div. 11.42, hace referencia a las dieciséis partes del cielo, divididas por
losetruscos, para exam inar los rayos.
42 Se alude al rayo.
/í3Ei sustantivo p artim presenta una forma de acusativo singular arcaizante.
734 de r e r v m n a x v r a - l íb e r se x t v s

90 [ Q u o r u m o p e r u m c a u s a s n u l l a r a t i o n e v i d e r e

p o s s u n t a c í i e r i d i v i n o n u m i n e r e n t u r ,]
T u m ih i s u p re m a e p r a e s c r ip ta a d c a n d id a c a lc ís
c u r r e n ti s p a tiu m p r a e m o n s t r a , c a llid a m u s a
C a llio p e , re q u ie s h o m i n u m d iv u m q u e v o lu p ta s ,
95 t e d u c e u t i n s i g n i c a p i a m c u m l a u d e c o r o n a m

P r in c ip io to n it r u q u a tiu n tu r c a e r u la c a e li
p r o p te r e a q u ia c o n c u r r u n t s u b lim e v o la n te s
a e th e r ia e n u b e s c o n tr a p u g n a n t ib u v e n tis .
N e c fi.t e n i m s o n i t u s c a e l i d e p a r t e s e r e n a ,
100 v e ru m u b ic u m q u e m agis d e n so s u n t a g m in e n u b es,
ta m m a g is b in e m a g n o fr e m itu s f i t m u rm u re saepe,
P ra e te re a ñ e q u e ta m c o n d e n so c o rp o re n u b e s
esse q u e u n t q u a m s u n t la p id e s ac lig n a , ñ e q u e au tem
ta m tenues q u a m su n t n e b u la e fu m iq u e v o la n te s ;
105 n a m c a d e re au t b r u t o d e b e re n t p o n d e re pressae
A C ER C A . D E L A N A T U R A L E Z A DE LAS C O SA S - L IB R O SEXTO 735

[N o p u e d e n ver, por n i n g u n a r a z ó n , la s cau sas d e e sta s 9°


obras y creen que suceden a causa de un poder divino,]'14
Tú anticipadamente muéstrame e i camino, mientras corro
hacia Jas líneas*5 brillantes de la meta final, oh Caliope,44
M usa ingeniosa, descanso d e los hombres y deleite de los dioses,
para que yo tome, siendo tú mi guía, la corona de una alabanza insigne.47 95

Los fenómenos atmosféricos

a. El trueno48
En primer lugar, se sacuden las azules (bóvedas) del cielo49
a causa del trueno, puesto que las nubes etéreas confluyen,
mientras vuelan en lo alto, contra los vientos que entran en lucha.
Y en efecto, el sonido del cielo no proviene de una parte serena,
s in o q u e , d e s d e d o n d e la s n u b e s s o n d e u n a f o r m a c ió n m á s c o m p a c t a , 10 0

tanto más de aquh a menudo surge un rugido con gran bramido.


Y, además, las nubes no pueden ser de un cuerpo tan denso
como son las piedras y las maderas, ni, por el contrario,
tan tenues como son las nieblas y los humos que yuelan;
y a q u e , o d e b e r í a n c a e r , d o m in a d a s , c o m o la s p ie d r a s 105

',4Cf. n. 2 8 . En cuanto a estos versos, BAILEY ( 1 9 4 7 ) , voL I, p« 5 1 6- señala que fueron


quitados en la edición de M unro.
45 Los p raescrip ta son las líneas que se les traza a los niños cuando están aprendiendo
a escribir.
46 Tal como afirma CLAY ( 2 0 0 7 : 1 8 - 1 9 ) , Lucrecio reafirma su condición de poeta
inspirado, abriendo y cerrando su extenso poem a con invocaciones a figuras divinas:
Venus y C alíope respectivamente. De csia últim a, a la que Empcdoclcs tam bién habría
invocado (M U N R O , vol. II, p. 3 7 7 ) , requiere que le indique el camino, a la m ane­
ra de ios niños. En cuanto al ám bito poético que se le atribuye a C alíope, GRLVÍ AL
( 1 9 8 4 : 8 3 ) sostiene que es la musa de la p o esíalírica, aunque Y A L E N T IPIO L , vol. II,
p. 2 2 1 , n. 2, entre otros, afirma que era la de la poesía épica. Hesíodo, I b . 80, la evoca
como aquella que acompaña a ios reyes venerables (j^acnXgOcrrv cíLSoíctcrtv),razón por la
cual es considerada com o m usa de la elocuencia. Es durante el período alejandrino que
se establecen las experticias de las diferentes musas.
47 Lucrecio reconoce entre sus afanes alcanzar la corona de la alabanza y de la fama,
motivo com ún enrre los poetas romanos.
48Desde el verso 96 al 1 5 9 , se desarrollarán los argumentos acerca de cómo se produce
el trueno, sus efectos y la participación de las nubes en su formación.
^ L a invocación a Calíope es coherente con el campo semántico propio de la confron­
tación épica que se advierte en la representación de los fenómenos atmosféricos.
736 D E R ÍR V M NATVRA - L ÍB E R SEXTV S

u t la p id e s, aur u t fu m u s constare n e q u iie n t


nec c o liib e re n iv e s g élidas et g ra n d in is im b iis ,
D a n t etia m so n itu m p a tu li su p e r aequora m u n d i,
carbasus u t quondam m ag nis in te n ta th e a tris
no dat c re p itum m a jo s ín te r iactata trabesque,
in te rd u m p e rsc issa íu r it p e tu ia n tib u s a u ris
et fra g ílis < so n itu s> c h a rta ru m co m m ed ita tur.
Id q u o q u e e n im genus in to n itru cognoscere p o ssis,
aut u b i suspensam vestem chartasque v o la n tis
11 S ve rhe rib u.s v e n ti ve rsa n t p ia ng untq ue p e r auras.
F ít quoque e n im in te rd u m < u t> n o n tam c oncurre re nubes
fro n tib u s a d ve rsis p o ssin t quam de latere iré
d iv e rso m o tu ra den tes c o r p o ra tra c tim ,
a rid u s unde a u ris terg e t so n u s lile d iuq ue
120 d u c itu r, e xíe ru n t doñee re g io n íb u s a rris.
H o c etia m pacto t o n itru concussa v id e n tu r
o m n ia saepe g ra vi trem ere et d iv u lsa repente
m axim a d is s ilu is s e capacis m oenia m u n d i,
cum sú b ito v a lid i v e n ti colíecta p rocelía
125 n u b ib u s in t o rs it sese conclusaque íb id e m
tu tb in e v e rsa n ti m a g is ac m agis u n d iq u e nubem
co g it u t i fia t sp isso cava corp ore c irc um ,
p o st u b i c o m m in u it v is e iu s et Ím p e tu s acer,
tu m p e rte rric re p o so n itu dat sc issa fra g o re m .
130 N ec n n riim , cum p lena a ninia e ve síc u la parva
saepe ita d a tp a rvu m so n itu m d isp lo sa repente.
E s t etiam ra tio , cum v e n ti n u b il a p e rfía n t,
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L í B R Q SE X T O 737

p o r io b ru ta l de su p e s o , o, com o ei hu m o , no p o d ría n sostene rse


n i re te n e rla s g é iid a s nieves y la s llu v ia s de g ra n izo .
Ta m b ié n e m ite n u n so n id o so b re la s lla n u ra s d el extenso m und o,
com o e i to ld o , tensado sob re io s grandes tea tros,
c re p ita en alguna oca sión, agitado e n tre m á stile s y vig a s.>0 lio
A veces, se enfurece desgarrado p o r v ie n to s p e tula n te s
e im ita 5J < lo s so n id o s> frá g ile s de lo s papeles.
O , en efecto, ta m bién p o d ría s reconocer ese tip o de ru id o en e l tru e n o ,
cuando lo s v ie n to s dan vu e lta s con sus azotes a una prenda
colgada y a papeles que vue la n y lo s sacuden p o r lo s a ire s. 115
Pu e s, a veces, sucede tam bién <que> la s nubes no pueden encontra rse
de m anera ta n fro n ta l, sin o i r de costado, con u n m o v im ie n to
c o n tra rio , m ie n tra s rasgan su s cuerp os a lo largo,
desde donde aquel so n id o seco e stru ja io s o íd o s y se alarga
p o r u n tie m p o , hasta que (la s nub e s) salen de lo s espacios estrechos. 120
D e este m odo, tam bién, parece que todas la s cosas se estrem ecen
a m enudo, sacudidas p o r u n fu e rte tru e n o , y que sa lta ro n en pedazos
la s m ás g randes m u ra lla s d e l espacioso m und o , desgarradas de repente,
cuando un to rb e llin o de fu e rte vie nto , acum ulado súb ita m e nte ,
se re to rc ió en la s nubes, y, encerrado a llí m ism o Í25
en u n re m o lin o g ira to rio , ob lig a más y m ás, de todas p a rtes,
a la nub e a que se vuelva hueca, con u n cuerpo denso alrededor,
lue g o, una vez que ha d ism in u id o su fu e rza y su v io le n to ím p e tu ,
entonces,
habiéndose p a rtid a en dos, e m ite u n estam pid o de e stre p ito so 52 so n id o .
Y n o es asom broso, desde e l m om ento en que una pequeña vejig a’3 130
lle n a de aire em ite a m enudo, e sta lla nd o de repente, un so n id o tan
grande.
Ta m b ié n hay una ra zó n para que se p ro d uzca n so n id o s,’ 40

S0E1sustantivo ca rb a so s es utilizado soiopor Lucrecio con ei sentido de toldo teatral o


tela que resguarda dei soL Cf. L. IV.75*77.
5J''Imitar”es un sentido connotativo, de carácter poético, del verboco m m ed ita r.
’-£! adjetivop erterricrep u s^ -a, -um aparece utilizado solo en este verso.
^ £1 sustantivo vesícu la es un diminutivo de vesuca, -¿¿e que hace referenciaa u n saco con­
tenedor, por lo general., de líquidos. Este, vacíe, puede inflarse ala manera de un balón.
^Lucrecio recurre, corno es habitual, a las analogías para tratar de exponer las causas
de los fenómenos. Se advierte en el poeta un esfuerzo por mostrar la coherencia de su
argumentación, justificando sus razonamientos a partir de las imágenes producidas
738 D E R E R V M NATVRA - L IB E R SEXTV S

ut sonítus faciant. Etenim ramosa videmus


nubila saepe modis multis atque aspera ferri;
135 scilicet ut, crebram silvam a u n flamina cauri
perfiant, dant sonitum frondes ramique fragorem,
Fit queque ut interdum validi vis incita versti
perscindat nubem perfringens impete recto.
Nam qui possit ibi fiaras manifesta docet res,
14o hice u b i le n ic r e st, in té rra cum tam en alta
a rb u sta e vo lve n s ra d ic ib u s h a u rit ab im is ,
Sunt etiam fíuctus per nubila, qui quasi murmur
dant in frangendo graviter; quod item fit in aítis
fluminibus magnoque mari, cum frangitur aestus.
145 Fit quoque, ubi e nubi in nubem vis incidit ardens
fulminis; haec multo si forte umore recepit
ignem, continuo magno clamore trucidat;
ut calidis candens ferrum e fornacibus olim
stridit, ubi in gelidum propere demersimus imbrem.
150 Aridior porro si nubes accipit ignem,
uritur ingenti sonitu succensa repente;
lauricomos u t si per montis flamma vagetur
turbine ventorum comburens impete magno;
nec res ulla magis quam Phoebi Delphica lauras
155 terribili sonitu flamma crepitante crematur.
Denique saepe geli multus fragor atque ruina
A C E R C A D E LA N ATURALEZA DE LAS CO SA S - L IB R O S IX T O 739

cuando los vientos soplan a través de las nubes. Pues, frecuentemente,


vemos
que las nubes se mueven ramificadas de varios modos y rugosas;55
a sí, na tura lm e nte , cuando la s ráfagas d e l cauro56 so p la n por u n bosque 135
denso, los follajes producen un sonido y las ramas, un estrépito.
Sucede también que, a veces, la rápida fuerza de un viento fuerte
desgarra una nube rompiéndola con una embestida directa.
Pues, qué podría (hacer) allí el soplo, lo enseña claramente el hecho,
aquí, en la tierra donde es más suave, cuando, sin embargo, devora ¡40
los altos árboles, arrancándolos de sus raíce s más profundas.
Existen también olas a través de las nubes, que emiten como
un rugido al romperse pesadamente; del mismo modo como pasa
en los ríos profundos o en el vasto mar, cuando se rompe el oleaje.
También sucede, cuando pasa la ardiente fuerza de u n rayo 14 5

de nube a nube; esta, si por casualidad ha recibido fuego con mucha


humedad, inmediatamente lo ahoga con un gran clamor;
como el hierro candente chirría entonces, cuando desde los hornos
calientes lo sumergimos rápidamente en el agua helada.
Por otra parte, si una nube más seca recibe el fuego, 150
inflamada de repente, se quema con un sonido gigante,
como si a través de los montes cubiertos de laureles5' vagara una llama,
quemándolos impetuosamente por la gran agitación de los vientos;
y ninguna cosa se quema con un sonido más terrible,
mientras crepita la llam a, que el délfíco laurel de Apolo.58 15 5

Por fin, el gran estruendo del hielo y la caída del granizo


a partir de los sentidos. La sucesión de ejemplos» en general, es introducida por una
fórmula similar encabezada por verbos “de existencia” tales comoJ io y s u m .
Existe» entre las denominaciones que reciben las nubes, una llamada as-peritas, preci­
samenteportjue se asemeja a la superficie rugosa del mar, J_a clasificación de las nubes
fue hecha en 1803 por un meteorólogo aficionado, llamado Luc bioward. que escribió
el ensayo The M .odijication s o f C louds. En el año 1956, la Organización Meteorológica
Mundial publicó el A tlas in te r n a c io n a l d e la s n u bes donde se definieron diez formas
características. CE Organización Meteorológica Mundial (http://public.wmo.int).
consultado23/01/2020.
^EI cauroes elviento del noroeste, también denominado coro. Por serun viento frío y
seco se lo asocia con eí inicio del invierno.
57El adjetivo la u rícom u s, -a* - u m solo aparece registrado en este verso.
58El poeta se vale de las imágenes hiperreaüstas, no exentas de ironía, ya que no hay
excepciones en los sucesos naturales: el laurel, uno de los símbolos de Apolo, no queda
al margen de la fiereza de los elementos.
740 D E R tR V M NATVRA - UBER-SEXTV S

g ra n d ín is in m a g nís so n itu m dat n u b ib u s alte.


"Ventus e riirn cum c o n fa c it, fra n g u n tu x in arcum
c o n c re ti m o nte s n im b o tu m et g ra nd ine m ix t i.

160 F u lg ir Íte m , nub es ig ra s cum se ntin a m ulta,


excusscrc suo c o nc urso ; ceu lapidem s i
p e rc utia t la p ís auc fe rru m : nam tu m quoque lu m e n
e x s iíit ef claras sc in tiila s d issíp a t ignis.
Sed to n itm m f it u t i p o st a uxib us accípiam us,
165 fu lg e re quam cernant o c u li, quia sem per ad a u ris
ta rd iu s a d ve niu nt quam v isu m quae m cveant re s.
Id lic e t h iñ e etia m cognoscere, caedere s i quero
a n c ip iti viaeas fe rro pro cuí a rb o ris auctum ,
ante f it u t cernas ic tu m quam plaga p e r a u rís
170 det so n itu m ,, sic íu lg o re m quoque c e rn im u s ante
quam to n itru m aecipim us, p a rite r q u i m ít tit u r ig n i
e s im ili causa, c o n c u rsu na tus eodem.
H o c etia m pacto v o lu c ri loca lu m in e tin g u n t
nubes et tré m u lo tem pestas im pete fu lg ir,
175 V e n tu s u b i in v a sit nu b e m et ve rsa ra s ib id e m
fe c it u t ante cavam d ocuí spissescere nubem ,
m o b ilita te sua fe rv e sc ít; u t o m n ia m o n i
percalefacta vid e s ardescere, plúm b ea vero
glans etiam lo n g o c u rsu volvenda liq u e sc ít.
180 Ergo fe rv id u s h ic nubem cum. p e rsc id it atxam,
A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS CO SA S - L IB R O SE X T O 741

produce con frecuencia u n so n id o en lo a lto , en la s grandes nubes,5''


P u e s, cuando e l v ie n to la s am ontona, la s m onta ña s de nubes
se ro m p e n condensadas y m ezcladas con g ra n izo .®

íx Acerca del relámoaeo


¿ O
59*61*
Relam paguea, a sim ism o , cuando la s nubes sa cud ieron la s num e rosa s láo
se m illa s de fuego en su encuentro, como s i una p ie d ra golpeara;
fue rtem ente
a o tra o a i h ie rro ; p ues, entonces, tam bién sa lta
u n d e ste llo y e l fuego d ise m in a lu m in o sa s chisp a s.
S in em bargo, sucede que p e rc ib im o s el tru e n o con io s o íd o s,
después que lo s o jo s observan fu lg u ra r, porque sie m p re la s cosas is s
lle g an a lo s o íd o s más tarde que (a q ue lla s) que afectan a la v ista .
Eso ta m b ié n se puede conocer a p a rtir de esto, s i ves a ío le jo s
a a lg u ie n ta la r un á rb o l enorm e® con u n hacha de doble filo ,
o c u rre que percibes la caída antes que e l golpe pro d uzca u n so n id o
a tra vé s de tu s o íd o s, a sí, tam b ié n, vem os el relám pago antes 170
de lo que p e rc ib im o s e l tru e n o , que es e m itid o a la pa r con e l fuego
a p a rtir de una causa s im ila r y nacido de ese m ism o encuentro.
D e l m ism o m odo, tam bién, la s nubes tiñ e n io s espacios co n una lu z
alada y la tem pestad relam paguea con u n ím p e tu 63 vib ra n te .
C uando e l v ie n to ira in va d id o una nub e y, re vo lvié nd o se a llí m ism o , 175
h iz o , com o enseñé antes,, que la nube hueca se v o lv ie ra m ás compacta,
se calienta a causa de su m o vilid a d , como ve s que todas la s cosas
recalentadas p o r e l m o v im ie n to c o m ie nza n a arder, en verdad, in c lu so
una bola
de p lo m o que ha de g ira r en su la rg o re c o rrid o se funde.
E n consecuencia, cuando este, sum am ente caliente,64 desgarra una nube iso

59 Las altas nubes son aquellas que se forman por encima de los 5000 metros; entre
estas se encuentran las denominadas “cirros”, “clrroctunuios”y “cirrosttatos”.
"fon este caso, las nubes a las que hace referencia el poeta se asimilan a los nimbos, un
tipo de nube propícjadora de lluvias y tormentas.
Desde el verso 160 al 218, Lucrecio enuncia sus hipótesis en torno al relámpago
{ fulgur). En cuanto a las semejanzas y diferencias entre el relámpago y el rayo, según la
clasificaciónde los antiguos romanos, c£ MUNRO, voL II, p. 379-
"2Literalmente “lo abultado del árbol” {arboris a u ctu m )
a La palabra im p eit es una forma del caso ablativo del sustantivo Ím petus, - ,' usado

oor razones métricas,


64Se refiere al viento.
742 D i R E R V M IMA.TVR.ii - LIB ER SEXTVS

d issip a t a rd o ris quasi p e r vim expressa repente


sem ina quae fa c iu n t n ic ta n tia fu lg u ra flam m ae;
in d e so n u s se q u itu r q u i ta rd iu s adfi.cit a u ris
quam quae p e rv e n iu n t o c u lo ru m ad lu m in a n o stra ,
185 S c ilic e t hoc d e n sis f ít n u b ib u s et s im u l alte
e x stru c tis a liis alias su p e r im pete m iro ;
ne t ib i s it fru d i quod n o s in fe rn é vid e m us
quam s in t lata m a g is quam su rsu m e xstru c ta q u id e xste n t.
C o n te m p la to r enim , cum m o n tib u s a ssim ula ta
190 m ib ila p o rta b u n t v e n ti tra n sve rsa per auras,
aut u b i p e r m agnos m o n tis cum ulata v id e b is
in su p e r esse a liis a lia atque urgere superne
in sta tio n e locata se p u ltis u n d iq u e v e n tis.
T u m p o te ris magnas m o le s cognoscere e o rum
195 speluncasque v e lu t sa x is p e nd e ntib u’ stru c ta s
cernere, quas vencí cum tem pestate coorta
c o m p le ru n t, m agno in d ig n a n tu r m u rm u re c la usi
n u b ib u s in caveisque fe ra ru m m o re rn in a n tu r;
nunc h iñ e nunc illin c fre m itu s per n u b ila m ittu n t
200 quaerentesque v ia m c irc u m v e rsa n tu r et ig n is
Acer ca de ía n a t u r a l e z a d e las c o s a s - L ib r o sexto 743

oscura,65 esparce las semillas ardientes, como expulsadas de repente


por una fuerza que producen los destellantes relámpagos de la llama;
luego sigue el sonido que afecta los oídos más tardíamente
que las cosas que llegan a las luces de nuestros ojos.66
Evidentemente, esto sucede con nubes densas y, a la vez,
apiladas en lo alto, unas encima de otras, con un impulso admirable;67
no te engañes68 por el hecho de que vemos desde abajo que
las cosas son más anchas de cuánto se extienden amontonadas hacia
arriba.
O b s e rv a ,és en e fe c to , c u a n d o lo s v ie n to s c a rg u e n n u b es
semejantes a montañas, atravesándolas por el aire/0 190
o, cuando veas que, acumuladas a través de grandes montes,
están unas encima de otras, y que se presionan desde arriba, ubicadas
en una posición, porque fneron sepultados los vientos por doquier.
Entonces, podrás reconocer sus moles enormes
y observar, como cuevas formadas por rocas que cuelgan, 195
las que llenaron'1 los vientos, una vez que se originó
la tormenta, ellos se indignan con un gran rugido encerrados
en las nubes y amenazan como fieras en sus jaulas'2
ahora aquí, ahora allí, emiten un bramido a través de las nubes
y, buscando el camino, giran alrededor y, <desde> las nubes, envuelven 200
La nube se observa oscura a consecuencia de la densidad o condensación que tiene.
Esco impide la penetración de la luz.
66Lucrecio parafrasea sus propios ejemplos a modo de recurso didáctico.
<>7Este tipo de nubes reciben el nombre de “cumulif orme’ por su formación, ya que se
presentan como una acumulación. Tienen un desarrollo vertical importante, produci­
do por corrientes de aire caliente.
La variante /ív'.'/y para el caso dativo del sustantivo pnu^ A.ñ, solo aparece en
Lucrecio. Se trata de un arcaísmo, cí. MUNRO, vol. II, p. 380.
49La forma contem plater corresponde a la segunda persona singular del imperativo fu­
turo de contemple.
70Nueva referencia a los cúmulos que tienen forma de montaña o cúpula.
71C omplsrant es la forma contracta por compleverunt.
71 En el contexto épico del motivo de la tormenta, los vientos, personificados como
fieras, se encuendan encerrados en las nubes que representan cavernas. A partir del
tópico homérico de “la bolsa de los vientos” (Od. X), los poetas épicos romanos ins­
talarán la imagen de los vientos encerrados en sus cuevas, sujetos por el dios Eolo. Cf.
Verg„.Á. 1.55 y ss. Cabe señalar que, hacia mitad del s. I a.C., se construyó en Atenas la
torre de los vientos, obra dei astrónomo Andrónico de Cirro, en la que, sobre una base
octogonal, se encuentra representado a cada lado la imagen de uno de los vientos. La
torre es un reloj de soí, dorada de una brújula y una veleta.
744 D e RERVí/u NATVRA - LÍBER SEXTV5

semina convolvunt <e> nubibus atque ira cogunt


multa rotantque cavis Hammam fornacibus intus,
doñee divulsa fulserunt nube corusci.
H ac etiam fit uti de causa mobilis lile
205 devolet in terram liquidi color aiireus ignis,
sem ina quod nubis ipsas pcrmulta necessust
ignis habere; eteniin cum sunt umore sine ullo,
flammeus <est> plerumque col os et splendidus oJlis,
Quippc ctcnim solís de lum ine m ulta necesscst
210 conctpere, ut mérito tubeant ignisque profundan::.
Hasce igitur cum ventus agens contrusit ín unum
compressitque locum cogens, expressa profundunt
semina quae facíunr damm ae fulgere colores.
Fulgit Ítem, cum rarescunt quoque nubila caeli.
215 N am cum ventus eas leviter diducir euntis
disso luitque, cadant ingratis illa necessest
semina quae faciunt fulgorem. Tum sme rastro
terrore et sonitu fulgit nulloque tumultu.

Quod superest, <quali> natura praedita constent


220 fulmina, declarant id u s et inusta vaporis
signa notaeque gravis balantis sulpuris auras.
Ignis enim sunt haec non venti signa ñeque imbris.
A C E R C A D E LA N ATURALEZA D E LAS COSAIS - .U B R C SE X T O 745

las semillas del fuego y, de este modo, fuerzan a muchas,


y hacen rodar la llama en el interior de los huecos hornos,
hasta que, disuelta la nube, relampaguean ios reflejos de luz-73
Por esta razón, también, ocurre que aquel ligero color
áureo de fuego líquido desciende volando a la tierra, ;
ya que es necesario que estas mismas nubes tengan en abundancia
muchas semillas de fuego; en efecto, cuando están sin humedad alguna,
generalmente tienen un color fogoso y brillante,74
Puesto que, en verdad, resulta necesario que reciban muchas (semillas)
de la luz
del sol, de modo que, por una buena razón, se enrojezcan y emitan
fuegos.
En consecuencia, cuando el viento que lleva a estas las ha empujado
y comprimido, obligándolas hacia un único lugar, apretadas,
esparcen las semillas que hacen refulgir los colores de la llama,75
D el mismo modo relampaguea., cuando se enrarecen76 también las nubes
en el cielo.
Pues, cuando el viento divide levemente y las disuelve, mientras se
mueven, :
es necesario que aquellas semillas que producen el relámpago,
caigan en contra de su deseo. Entonces, relampaguea
sin un espantoso terror, sin sonido y sin ningún tumulto.

c.l. Acerca del rayo y sus efectos7'


Por lo demás, <de cuál> naturaleza están provistos
los relámpagos: lo declaran los impactos y las señales impresas de
quemadura
por el calor y los indicios del azufre nocivo que se exhala hacia los aires.
Estas, pues, son señales de fuego, y no de viento ni de lluvia.

73 Según MUNRO, vo l II, p. 381, los versos 197-203, son on buen ejemplo del poder
descriptivo de Lucrecio.
74El pronombre ollis. de carácter arcaico, funciona como dativo posesivo.
7’ El poeta establece un juego de palabras entre los verbos contrusU-compressit y los
participios agens-cogens-e~xpressa. A esto cabe agregar, .la aliteración de consonantes
fricativas enjaciunt-jtam m ae-fulgure.
7€Las nubes se tornan más espaciadas entre sí, o bien, dejan más espacios en el ciei o.
"En un extenso pasaje, que se extiende desde el verso 219 aI422> Lucrecio desarrollará
numerosos argumentos acerca dei rayo.
746 D E R E K V M N A TV RA - L IB E R S E X P /S

Praeterea saepe accendunt quoque tecta domorum


et celeri flamma dom inantur in aedibus ipsis.
225 Himc tibí subtilem cum primis ignihus ignem
constituir natura minutis mobilibusque
corporibus, cui. ni] omnino obsistere possit.
Transir enim valídum fulmen per saeptadomorum,
clamor ut ac voces, transit per saxa, per aera,
230 et liquidum puncto facit aes in tempore et aurum,
curar ítem vasis integris vina repente
diffugiant, quia nim irum facíle omnia circum
collaxat rareque facit lateram ina vasis
advenicns calor eius et insinuatus in ipsum
235 m obiliter soluens difíert primordia vini.
Quod solis vapor aetatem non posse vídctur
efficere usque adeo pollens fervore corusco:
tanto m obíliorvis et dominantior haec est.
Nunc ea quo pacto gignantur et impete tanto
24o fiant ut possint ictu discludere turris,
disturbare domos, avellere tigna trabesque,
et monumenta virum commoliri atque ciere,
exanimare homines, pecudes prosternere passim,
cetera de genere hoc qua vi facere omnia possint,
A cerca de la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o s e x t o 747

Además, también a menudo, incendian los techos de las casas


y con una llam a rápida dom inan en esas mismas moradas.
La naturaleza, como sabes,TS constituyó este fuego sutil, 225
por encima de todos los fuegos, con corpúsculos diminutos
y móviles, de manera que no se le puede oponer nada en absoluto.79
En efecto, el fuerte relámpago atraviesa los muros de las casas,
como el clamor y las voces; pasa a través de las rocas, a través de los aires,
y to rn a líq u id o , en u n in sta n te , a l cobre y a l oro, • 230
se ocupa,30 de ig u a l m od o, de que lo s v in o s se desvanezcan
repentinamente de los vasos intactos,81 porque, sin duda, afloja82
con facilidad todas las cosas a su alrededor y el calor que viene de él
rarifica83 las paredes del vaso y, habiendo penetrado en él,
separa, a l d iso lv e r con ra p id e z, lo s elem entos p rim o rd ia le s d el v in o . 235
Parece que el calor del sol no puede producir esto en toda una vida,8'1
p o d e roso , hasta ta l p u n to , con su fuego centelleante:35
tanto más hábil y más dominante es esta fuerza.
Ahora, de qué modo se engendran esas cosas y surgen
con tanto ímpetu que, de un golpe, pueden partir en pedazos torres, 24o
demoler casas, arrancar vigas y postes de madera,
y hacer conmover y remover los monumentos de los héroes,
dejar sin vida a los hombres, derribar los ganados indiscriminadamente;
por medio de qué fuerza pueden hacer todas las cosas restantes de este tipo,

' La forma pronominal tibí es entendida como una fórmula didáctica para captar la
atención del interlocutor.
79Se advierte la preeminencia del rayo por sus efectos en la vida de los hombres. Esto
acrecentaba el temor ante el desconocimiento de las causas, ya que, según los etruscos,
eran nueve personas divinas las que tenían la porestad y el poder de manejar el rayo, -a
la manera de un arma sumamente poderosa. O . BLOCM (2002:77).
¡'r‘ En expresiones propias de la lengua hablada, o coloquial, el verbo cura admite la
subordinación de una cláusula completiva sin incluyente. El uso del modo subjunti­
vo en el verbo subordinado se denomina subjuntivo paratáctico.
81Se refiere a los vasos de los cuales no se ha bebido.
82El verbo collaxa aparece empleado únicamente en este verso, no registrándose en
otro lugar del Corpus latino. En cuanto a su significado, alude a una de las instancias
del proceso de fusión de los metales.
83El verbo nxrefad-o solo aparece utilizado por Lucrecio. En este caso se presenta a tra­
vés de una tmesis.
84Según MUNRO, vol. II, p. 382, el uso de aetatem expresando la extensión en el
tiempo aparece comúnmente en Plauto y Terencio.
8<,E1 poeta afirma, por la vía del absurdo, que el rayo es más poderosoque el sol.
748 D:t. RÍRVM NAT\'RA - LÍBER SEXTVS Ác.CERCR DE LA NATlJ RALEZi\ DE 1.J\5S COSAS - LIBRO SEXTO ?4 9

243 e x p e d ia m , n e q u e < t e > in p ro m is s is p lu ra m o r a b o r . las e x p o n d ré , y n o < t e > d e m o ra ré m ás c o n p ro m e sa s. 245

c ,2 . O r i g e n d e l r a y o
S e d e b e p e n s a r q u e 1os re ía m p a g o s se e n g e n d ra n a p a r tir d e n u b e s 36
F u lm in a g ig n ie r e tra s s is a lte q u e p u ta n d u m s t
esp esas y ap ilad as e n lo a lt o ; p u es n u n c a s o n e n v iad o s
n u b ib u s e x s tr u c tis ; na.m i c a e lo n u ila s e re n o
d e s d e u n c ie lo s e r e n o n i d e n u b e s lig e r a m e n te d en sas.
n e c le v ite r d e n sis m it t u n t u r n u b ibu s u m q u a m . P u e s, la re a lid a d , in c u e s tio n a b le , 87 e n s e ñ a q u e e sto su c e d e l e jo s d e t o d a
N a m d u b io p ro c u l h o c f i e r i m a n ife s ta d o c e t res;
duda:
250 q u o d c u n e p e r t o t ^ m c o n c r e s c u n t a e ra n u b e s, 250
e n ese m o m e n to , las n u b e s se c o n d e n s a n p o r la t o ta lid a d d e l aire,
u n d iq u e u ti te n e b ra s o m n is A c h e r u n ta re a m u r d e m a n e ra q u e c re e rn o s q u e to d a s las tin ie b la s a b a n d o n a ro n
liq u is s e et m a g n a s c a e li c o m p le ss e c av e rn as. el A q u e r o n te y lle n a r o n las g ra n d e s c avernas d e l c ie lo p o r d o q u ie r,"3
U s q u e a d e o t a e t r a n im b o r u m n o c t e c o o r t a
H a s t a tal p u n to p e n d e n , e n lo a lto , r o s tro s d e n e g r o
im p e n d e n t a tra e fo r m id in is o r a su sp e rn e ,
e s p a n to , su rg id o s d e ia a b o m in a b le n o c h e d e la s n u b es,
255 c ru n c o m rn o liri te m p e s ta s f u l m in a c o e p ta t. c u a n d o la te m p e s ta d c o m ie n z a a p o n e r e n m o v im ie n t o los rayos. 255
P r a c te r e a p e rs a e p e n ig e r q u o q u e p e r m a re n im b u s , A d em ás, m u c h ísim as v eces u n a n eg ra n u b e d e to rm e n ta , ta m b ié n , 2 través
u t p íc is e c a d o d e m is s u n i S u m e n , in u n d a s d e í m a r, c o m o u n río d e b re a 89 e n v ia d o d esd e e l c ie lo , c a e así
s ic c a d it e ffe rtu s te n e b r is p r o c u l e t t r a h it a tra m
h a c ia las o la s, c o lm ada;m d esd e le j os c o n o sc u rid a d e s , y a rra stra
fu lm in ib u s g rav id am te m p e s ta tc m a tq u e p r o c e llis , u n a d e n sa te m p e sta d negra. c o n rayos y to r b e llin o s ;
260 ig n ib u s a c v e n tis c u m p rim is ip se re p le tu s, 260
e sta m ism a , e n tre to d a s, re p le ta d e fu e g o s y v ie n to s ,
in te rra q u o q u e u t h o r r e s c a n t a c t e c t a re q u ira n t. d e m o d o q u e e n la tie rra , rn m b ién , se h o r r o riz a n y b u s c a n re fu g io .91
S ic ig it u r su p e ra n o s t r u m c a p u t esse p u ta n d u m s t A sí, e n c o n s e c u e n c ia , se d eb e p e n s a r q u e , p o r e n c im a d e n u e s tra c a b e z a ,
te m p e s ta te m a lta m , N e q u e e n im c a lig in e ta n ta e x iste e n ]o a lto u n a te m p e s ta d . Y, pues, n o c u b r ir ía n las tierras
o b r u e r e n t té rra s , n is i in a e d ific a ta s u p e rn e c o n ta n ta o sc u rid a d , si n o h u b ie r a n sido apilad as a r r ib a
265 m u lta fo r e n t m u ítis e x e m p to n u b ila so le ; m u ch a s n u b e s s o b r e m u c h a s o tra s, s u stra y é n d o le s la lu z d el s o l: 265

w,^En-tr: Iga versos 246-322, Lucrecio expone, entre otras cosa.s, cuál es ia formación de
los rayos. Para ello, refurmuía conceptos argumentados anteriormente.
s? El hecho resulta incuestionable para la aprehensión de los sentidos.
88 Lucrecio se vale de imágenes hiperrealistas en la pintura de la tormenta. Para ell o,
opone los diferentes órdenes del universo: el mundo sohrenamral en eí cielo y el cielo
en el agua.
85 Símil de carácter épico que recuerda a Hom., Jl. IV.277 y ss. Por otra parte, el sustan-
tivop ix , -ds, que hace referencia al pegamento elaborado a partir de la vejiga natatoria
de los peces, puede encenderse como brea natural que tiene características a.-icsiyas,
come la resina de algunos árboles,
90El participio efforrur es de carácter arcaico y se encuentra registrado en Plauno.
91Literalmente “buscan los techos''; entiéndase "protección" corno wi.a metonimia por
“techos”.
750 De rervm natvra - U se r , sextv

nec tan to p o ssent ve nie ntes o p p rim e re im b rí,


Ilu m in a abundare u t facerent camposque natare,
s í n o n e x stru c tis fo re t alte n u b ib u s aether.
H ic ig it u r v e n tis atque ig m b u s o m nia plena
270 su n t; ideo p a ssim fre m itu s et fu lg u ra firm t.
Q u ip p e etenim su p ra d o c u i p e rm u lta va p o ris
se m ina habere cavas n u b is et m u lta necessest
concipere ex s o lis ra d iis ardoreque e o ru m .
H o c u b i ve n tu s eas id em q u i cog it in u n u m
275 fo rte lo c um q u e m vis, e xp re ssit m u lta va p o ris
sem ina seque s im u l com co c o m m isc u ít ig lú ,
in sin u a tn s ib i v e rte x v e rsa tu r in a rto
et c a lid is ac uit fu lm e n fo rn a c ib u s in tu s .
N a m d u p lic i ra tio n e accenditur, ip se sua cum
280 m o b ílita te calescit et e contagibus ig n is,
lu d e u b i p e rc a lu it v e n ti v is < e t> g ra vis ig n is
ím p e tu s in c e ssit, m a tu ru m tu m q ua si fu lm e n
p e rsc in d it sú b ito nubem , fe rtu rq u e c o ru sc is
o m nia lu m in ib u s lu stra n s loca p e rc itu s ardor.
285 Q uem g ra v is in se q u itu r so n itu s, d ísp lo sa repente
o p p rim e re u t caeli v id e a n tu r te m p la superne.
In d e tre m o r té rra s g ra v iie r p e rte m p ta t ec a ltu m
m u rm u ra p e rc u m u it caelum ; nam tota fe re tu m
tem pestas concussa tre m it fre m itu sq u e m o ve ntur.
290 Q u o de concussu se q u itu r g ra vis im b e r et u b e r
o m n is u ti vid e a tu r in im b re m v e rtie r aether
atque ita p ra e c ip ita n s ad d ilu v ie m revocare:
A cerca de la n aturaleza d e las c o s a s - l ib r o s e x t o 751

y las que se acercan no podrían oprimirlas con ana lluvia tan grande,92
que hicieran que ios ríos se desbordaran y los campos se inundasen,
si no existiera el éter con ias nubes acumuladas en ío alto.
Aquí, entonces, todo está lleno de vientos
y fuegos; por eso se producen estruendos y relámpagos por doquier, 270
En efecto, ya que enseñé más arriba que las nubes huecas
tienen una gran cantidad de semillas de calor, y es necesario
que reciban muchas a partir de los rayos del sol y de su ardor,
Por eso, cuando el mentó, el mismo que las forzó liacia un único
lu g a r cua lquiera p o r accidente, le s e xtra jo m uchas se m illa s 275
de c a lo r y sim ultá nea m ente , se m ezcló con ese m ism o fuego,
una vez que se introdujo allí, el torbellino gira en un espacio estrecho
y, en el interior, en las fraguas calientes, se hace más agado el rayo,®
Pues, (el viento} se inflama por dos razones: cuando él mismo se calienta
por su propio movimiento y por los contactes con el fuego, 280

Luego, cuando la fuerza del viento se calentó mucho <y> se agregó


el poderoso ímpetu94 del fuego, entonces, el rayo, por así decir maduro,
desgarra la nube repentinamente y su ardor, y a excitado,
es llevado iluminando todos los lugares con luces centelleantes.
A este le sigue un fuerte sonido, de modo que, separadas de repente,
parece 285
que las bóvedas del cielo nos aplastan con su estallido desde lo alto.
Después, un temblor sacude las tierras violentam ente y los estrépitos
atraviesan por el alto cielo; pues, entonces, la tempestad
se estremece, sacudida casi por completo y se agitan los bramidos,
A p a rtir de esta a g ita c ió n, sig ue una llu v ia fu e rte y copiosa, 290
que parece que tod o e l é te r se vuelve agua
y, p re cip itá nd ose de ese m odo, se lla m a d ilu v io : 3
1

31Cabe señalar que e 1participio venientes refiere a "nubes” (v. 2 6 8 ; rmbibus} en la cláu­
sula condicional; asimismo, el complemento directo de opprimere es térras, en v. 264.
35 Lucrecio representa el rayo como un arma que los dioses usaban para castigo o para

exponer su poder. Según la “ciencia” etrusca de los rayos, ias divinidades contaban con
diferentes números de tnanubiae o lanzamientos, solo Júpiter o Tima, su equivalente
etrusco, contaba con tres. Entre los romanos, los dioses del rayo eran dos, los denomi­
nados dioses fulgurantes, ya que aparecían tanto de día como de noche, C f. BLOCH
(2002:77).
” Cabe destacar la combinación de sonidos semejantes a partir del verso 280 en adelan­
te. Lucrecio se vale de la aliteración y de la variatio o figura etimológica, para reprodu­
cir el proceso que da origen al rayo y la. fuerza sonora de la tormenta.
752 D E R fR V M NATVRA - U S E R SEXTVS

ta n tu s d isc id io n u b is ve n tiq u e p ro c e lla


m it tit u r, arden t i so n ítu s cum p ro yo l at ic tu .
295 Est etiam cuín vis extrinsecus incita venti
incidir in caiidam maturo fulmine nubem;
quam cum perscidit, extemplo cadit ígneus ille
vertex quem patrio vocitamus nom ine fulmén.
Hoc íit idem in partís alias, quocumque tulitvis.
300 Fit quoque ut ínterdum venti vis missa sitie igni
igniscat lam en in spatio longoque meatu,
dum venit am ittens in cursu corpora quaedam
grandia quae neq ueunt pariter penetrare per auras,
atque alia ex ipso corradens aere portat
305 párvula quae faciunt ignem commixta volando;
non alia longe ratione ac plúmbea sacpe
férvida fit glans in cursu, cum inulta rigoris
corpora dim íttens ignem concepit in auris.
F it quoque ut ipsius plagae vis excitet ignem,
3io frígida cum venti pepulit vis missa sine igni,
nimirum quia, cum vementi percuíit ictu,
conduere ex ipso possunt elementa vaporis
et simul ex illa quae tum res excipit ictum;
ut, lapidem ferro cum caedímus. Evolat ignis,
315 nec, quod fríg id a v is fe rris t , hoc se tiu s i l l i
A C E P .C a D E LA N A T U R A L E Z A D E LAS C O S A S - L IB R O S E X T O 753

se envía una tan grande4* por la hendidura de la nube y el torbellino


de viento, cuando el sonido se apresura con su golpe ardiente,5*6
También sucede cuando la fuerza d el viento, excitada desde afuera, 295
se clava en una nube caliente, si la punta (del rayo) está madura:
cuando la desgarra, se precipita de pronto aquel remolino
ígneo, al que solemos llamar rayo en la lengua paterna.5*7
Del mismo modo, esto ocurre en otras paites, a dondequiera que su
fuerza lo llevó.98
Sucede también que, a veces, la fuerza del viento, que fue descargada 309
sin fuego, se inflama sin embargo, en el transcurso de su largo recorrido,"
mientras viene perdiendo en su curso algunos corpúsculos
grandes, que no pueden penetrar, en igual medida, a través de ios aires;
por el contrario, recoge, arrastrando del mismo aire, otros sumamente
pequeños que mezclados producen fuego al volar; 305
no por otra razón en particular, al igual que la pesada bola de plomo
se recaiienta a menudo en su trayectoria, cuando perdiendo
muchos corpúsculos de frío recibe fuego en el aire.
También, sucede que la fuerza de ese mismo golpe provoca el fuego,
cuando la tuerza del viento, descargada sin brego, lo impulsó estando
fría, 310
porque, sin duda, una vez que golpeó con un choque vehemente,
de él mismo pueden confluir elementos160 de calor,
y, a la vez, de aquella cosa que luego recibe el choque;
así como cuando golpeamos una piedra con el hierro, salta un destello,
n i las semillas del caliente fulgor dejan de acudir al golpe, 315

" Alude ala lluvia ( y.290: imber ): cabe recordar que el sustantivo sú b er hace referencia
también ai agua.
x' Hace referencia a la emisión dei rayo, al que denominad/ den'- ichí (Ton su ardiente
golpe”).
" Lucrecio, en su afán de elaborar una lengua que satisfaga las necesidades técnico-
científicas adecuadas a su argumentación, insiste en diferenciarse de los griegos. En
este caso, señala que en latín (v. 293; patrio nom ine) se denomina rayo(v, 298y/»/?»«n);
los griegos lo denominan ycepawá^.
58Se refiere a ia fuerza del viento.
" S e trata de una hendíadis,
1<wCabe recordar que elem en ta eqinvslc a co r pora. p rim o rd io .
754 D E R £ R V M N A T V R A - LÍBE R SE XTV S

semina concum m t calidi fulgoris ad ictum.


Sic igitur queque res accendi fulm ine debet,
opporrana fuit si forte et idóneaflam m is.
Nec temere omnino plañe vis frígida vencí
320 esse potest, ea quae tanta vi missa supernest,
quin, prius in cursu si non accenditur igni,
at tepef acta tamen veniat commixta calore.
M obílitas autem fit fulm inis et gravis ictus,
et celeri ferme percurrunt fulm ina lapsu,
325 n u b ib u s ip sa quod o m n in o p riu s in c ita se v is
c o llig ít et m a g nuin conam en su m ir c un d í,
in d e u b i n o n p o tu it nubes capere im p e tis auctum ,
e x p rim itu r v is atque id e o v o la r im pere m iro ,
u e v a lid is quae de to rm e n tis m issa fe ru n tu r,
330 Adde quod e parvis et levíbus est elementis,
nec facilest tali naturae obsistere quicquam;
ínter enim fugit ac penetrat per rara viarum,
non igitur multis ofFensibus in remorando
haesitat, hanc ob rem celeri volar impete labens.
335 Deinde, quod omnino natura pondera deorsum
omnia nituntur, cum plagast addita vero,
mobilitas duplicatur et Ímpetus ille gravescit,
ut vementius et citius quaecumque morantur
obvia discutiat plagis itinerque sequatur.
340 Denique quod longo venit impete, sumere deber
mobilitatem etiam atque etiam, quae crescit eundo
Ac e r c a d e l a n atu raleza de la s c o s a s - l i b r o s e jc t o 755

este más lento que aquel, porque es fría la fuerza del hierro,131
Así, en consecuencia, una cosa debe encenderse también por un rayo,
si por casualidad fue favorable y apropiada para las llamas.
E inobjetablemente, la fuerza de! viento no puede ser absoluta y
completamente fría —esa que fue lanzada desde arriba con tanta fuerza— 320
si no comienza a incendiarse antes en su recorrido a causa del fuego,
no llegaría, sin embargo, tibia, mezclada con el calor.
P e ro re su lta rá p id o el ra yo y su golpe pesado,1
0
1
102
y, en la m a yo ría de lo s casos, lo s rayos re c o rre n su c u rso en caída ve lo z,
porque la m ism a fu e rza , en a b so lu to puesta en m o v im ie n to antes, 325
se recoge en la s nub es y concibe u n g ran e sfu e rzo para s a lir;
lueg o, cuando la nube no pudo contener el c re c im ie nto de su im p u lso ,103
la fu e rza es c o m p rim id a y p o r eso vuela con u n ím p e tu adm irable,
como se cargan esos (p ro y e c tile s) a rro ja d o s desde ro b u sta s catapultas.1041
0
5
Añade e l hecho de que e xiste a p a rtir de elem entos pequeños y lig e ro s, 330
y n o es fá c il detener algo de esa n a tura le za ;
pues se cuela entre m ed io y penetra p o r lo s in te rstic io s de la s v ía s,103
en consecuencia, n o vacila dem orándose con m uchos
ob stá culo s, p o r esta causa, vuela d eslizá nd ose con ím p e tu ve lo z.
Luego, puesto que, de manera generalizada, los pesos tienden todos 335

naturalmente hacia abajo, cuando en verdad se agregó un golpe,


se duplica su rapidez y el ímpetu aquel se vuelve más severo,
de modo que, con más violencia y más rápidamente desgarra con golpes
cualquier cosa que, enfrentada, lo dem oray sigue su camino.106
Finalmente, porque viene con un impulso duradero, debe acelerar 340
más y más la velocidad que crece al moverse

101 Si bien Lucrecio pretende argumentar acerca de todas las posibilidades que presen-
tan ios fenómenos, los ejemplos de ios cuales se vale son, en general, casi ios mismos,
102 Desde el verso 323 al 378, el poeta analiza las causas de la rapidez que presenta el rayo.

!‘J! Lucrecio hace uso de im pelís como genitivo de ímpetus, -us,


':AEl sustantivo tormentimi, -i hace referencia, en general, a toda máquina de guerra,
tal como la catapulta, utilizada para lanzar proyectiles a gran distancia.
105 Con el sintagma ínter. ..p er rara viarum.. el autor señala que el rayo penetra a través

de los intersticios o discontinuidades de la materia, dado que los corpúsculos no se


ordenan de manera completamente compacta. Asimismo, cabe señalar que se presenta
una tmesis entre ín ter yja git.
106 La forma ¿iiner páralos casos nominativo, vocativo y acusativo singular. 3 parece

registrada en muchos de los autores arcaicos, como Lnnio, Pacuvio, Accio y Plauto,
756 D E RERVfvi N A T V R A - LÍBER SE X T V S

et validas auget viris et roboraí ictum.


Nam facit ut quae sínt illius semina cumque
e rcgíone locum quasi in unión cuneta ferantur,
345 cm nia coníciens in cum volventía cursum.
Forsitan ex ípso veniens txahat aere quaedam
corpora quae plagis incendunt mobílitatem.
Incolumisque venit per res atque integra transit
multa, foraminibus liquidus quia transviat ignis.
350 M ultaque perfigít, cum corpora fulm inis ipsa
corporibus rerum inciderunc. qua texta tenentur.
Dissoluit porro facile aes auraraque repente
confervefacít, e parvis quia facta minute
corporibus vis est et levibus ex elementis,
355 quae fa c ile in sin u a n tu r et in sin u a ra repente
d isso lu u n t no d o s o m n is et v ín c la re la xa n t.

Autumnoque m a g is stellis folgentibus apta


concutitur caeíi domas undique totaque teílus,
et cum témpora se veris florentia pandunt,
360 F rig o re enim d e su n í ig ne s ve ntiq ue calore
deficiunt ñeque sunt tam denso corpore nubes.
Interutrasque igitttr cum caeli témpora constan!,
tum variae causae concurrunt fulm inis omnes.
Nam fretus ipse anni permiscet frigus <et> aestum,
A c e r c a d e la n a tu r aleza d e las c o s a s - L ib r o sexto 757

y aumenta su s vigorosas fuerzas y fortalece el golpe.


Pues logra que ias semillas, que sean suyas.,07 unas y otras, sean llevadas
juntas desde una región opuesta, por así decir, hacia un único lugar,
conteniendo todas las cosas que están girando en ese curso. 345
Quizás, viniendo del mism o aire, traiga algunos
corpúsculos que, por ios golpes, intensifican su velocidad.
Y avanza a través de las cosas sin dañarlas y atraviesa muchas sin haberlas
tocado, puesto que el fuego líquido hace su cam ino108por las aberturas.
Y ha perforado muchas otras, cuando ios mismos corpúsculos del rayo
han caído 350
sobre lo s c o rp ú sc u lo s de la s cosas, p o r donde e sto s se so stie n e n
entrela zad os.
Además, ha disueíto fácilmente el cobre y, de repente, hace hervir109
el oro, puesto que su fuerza f ue hecha a partir de corpúsculos
diminutam ente pequeños y de elementos primordiales livianos,
que se introducen con fa c ilid a d y una vez introducidos repentinamente 355
disuelven todos los nudos y aflojan los vínculos.110

c.3. Las tempestades y su relación con el rayo


Y en otoño se estremece más la morada del cielo
tachonada de estrellas fulgurantes111 y toda la tierra por doquier,
incluso, cuando se expande la estación floreciente de la primavera.
Pues, con el frío los fuegos están ausentes y ios vientos amainan
con el calor,112y las nubes no son de un cuerpo tan denso.
Y, por lo tanto, cuando las estaciones del cielo están entre una y otra,
entonces se juntan todas las diversas causas del rayo.
Pues, la misma corriente del año113 mezcla ei frío <y> el calor.
107 Alude a los elementos primeros dei rayo.
l0S£l verbo tmnsvio se encuentra registrado en este único verso; quizás sea una creación
léxica lucreciana.
109 La forma verbal confervefacít no se encuentra registrada en otro lugar.

1i0Lucrecio recurre a Jos conceptos desarrollados en los libros anteriores, en particular,


los de la física epicúrea, para demostrar que todas las cosas se componen y descompon
nen de la misma forma.
íli Laimagen de la morada del cielo decorada de estrellas procede de £rm.,^íw».30,
112 Mace referencia, respectivamente, al invierno y al verano, es decir, a las estaciones

excremas.
113 Por medio del sustantivo jretus, -i, el autor se reflere a un período tormentoso del

año, ya que confluyen dos corrientes marinas de dirección opuesca (L. 1720). Cf.
YALENTÍ FIOL, yoL IL p. 238, n. 3.
758 D e R.ERVM N A fV R A - ¡J6 E R S E X T V S

365 quorum utrumque op us est fabricanda ad fulm ina nubi,


u t discordia <sit> rerum magnoque rumultu
ignibus et ventis furibundus fiuetuet aer.
Prima calón s enim pars est postrema rigoris,
tempus id est vernum; quare pugnare necessest
370 dissimilis <res> Ínter-se turbareque mixtas,
Et calor extremus primo cum fxigore mixtus
volvitur, autum ni quod fertur nomine tempus,
hic quoque conüigunt hiemes aestatibus acres.
Propterea <freta> sunt haec anni nom initanda,
375 nec mirumst, in eo si tempore plurim a fiunt
fulm ina tempestasque cietur turbina cáelo,
ancipití quoniam bello turbatur utrimque,
hiñe flammis illinc ventis umoreque mixto.

Hoc est igniferi naturam fulm inis ipsam


380 perspicere et qua vi faciat rem quamque videre,
non Tyrrhena retro volventem carmina frustra
indicia occultae divum perquirere mentis,
unde volans ignis pervenerit aut in utrain se
A C h 'R C A D E LA AIATU RA.LEZA D E I.AS C O S A S - L iB R Q S E X T O 759

de los cuales, ambos, le resultan necesarios a la nube para forjar los rayos, 3&5
de modo que <exista> la discordia entre las cosas y, en un gran tumulto,
el aire se agite furibundo con fuegos y vientos.114*17
En efecto, la primera parte del calor es la últim a del trío,
esa es la estación primaveral; es necesario que, por esta razón, <las
cosas>!,s
disímiles luchen entre sí y que, mezcladas, generen tumulto. 370
Y cuando el último calor vuelve mezclado con el primer
frío, es la estación que se denomina con el nombre de otoño,
aquí también confrontan los intensos inviernos con los veranos.
Por eso, estas estaciones deben ser llamadas <coriientes> del año,
y no es asombroso si se origina en ese tiempo la mayor 375
cantidad de rayos y la violenta tempestad se agita en el cíelo,
puesto que se perturba en una y otra parte a causa de una guerra ambigua,
de aquí, las llamas, de allí, los vientos y el agua que se ha mezclado.1’6

c.4. El rayo no es divino


Esto es entender la naturaleza .misma del rayo
portador del fuego y ver con qué fuerza hace cada cosa, 380
no volver atrás los cantos tirrenoslí7 en vano,
para consultar los indicios del pensamiento oculto de los dioses,
de dónde llegó volando el fuego, o, desde aquí, a qué parte

114 Las imágenes del discidium que representan el movimiento de fuerzas opuestas en
la naturaleza pueden interpretarse desde una perspectiva política; como los vientos y
los rayos, a los que tamo temen los hombres, requieren de fuerzas discordantes para su
generación, así se disponen las fuerzas sociales en la tardo República romana.
il'y Posible alusión a los elementos primordiales de las cosas y a la necesidad de una
constante perturbación para Ja generación y renovación de los cuerpos, c£ L. II, 120
y ss.
lléGabe señalar que el autor muéstrala confrontación délos opuestos a la manera de
un episodio bélico.
117Con ‘ cantos tirrenos” alude a antiguas fórmulas rituales, de origen etrusco, que se
usaban para interpretar y conjurar sucesos prodigiosos, comociertos fenómenos meteo­
rológicos, entre ellos el rayo, que eran vis tos, tal como se señaló en notas anteriores, como
expresiones del ánimo divino. El valor del adverbio retro puede indicar la acción de de­
senvolver los rollos de estas escrituras, o bien, referirse a la posibilidad de que las fórmulas
fueran leídas, a la antigua manera, de derecha a izquierda. La existencia de una doctrina
compleja acerca de los rayos exigía que se clarificara; en esto se empeñó el estoico Átalo.
Solamente un sacerdote con vastos conocimientos, podía determinar el valor de los pre­
sagios que se interpretaban apartir délos rayos. C£ BLOCH (2002:81).
760 D E R E R V M N A T V R A - LÍB E R SE XTV S

y e rte rit b ine p a rtim , quo pacto p e r loca saepta


385 in s in u a rit, et b in e d o m in a ra s u t e x tu ie rit se,
quid ve nocere queat de cáelo fulminis ic tu s.
Q uo d s i íu p p ite r atque a líi fu lg e n tia d iv i
te rrífic o q u a tiu n t so n ítu caelestia tem pla
et ia c iu n t ig ne m quo c u iq u e st cumque v o lu n ta s,
390 cur q u íb u s in c a u tu m scelus aversabile cum quest
n o n fa c iu n t ic ti fla m m a s u t fu lg u ris ha le nt
pectore p e rfix o , docum en m o rta lib u s acre,
et p o tiu s n u lla s ib i tu rp i c o n sc iu s in re
v o lv ía n in fla m rn is in n o x ia s in q ue p e d ítu r
355 tu rb in e caelesti sú b ito c o rre p tu s e tig n i?
C u r etia m loca so ia p e tu n t ftu stra q u e lab ora nt?
An tara bracchia consuescunt firmantque lacertos?
In terraque patris cur telum perpetran tur
obtundí ? C ur ipse sinit ñeque parcit in hostis ?
400 Denique cur numquam cáelo ia c it undique puro
Iuppiter in térras fulm én sonitusque proíundití
An simul ac nubes successere, ipse in eas tura
desccndit, prope ut hiñe teli determinet ictus?
In mare qua porro m ittit ratione? Quid undas
405 arguit et liquidam molem camposque natantis?
Praeterea si vult caveamus fulm inis ictum,
A C E R C A DE LA NATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O SF X T O 761

se dirigió, de qué modo penetró a través d e lugares


amurallados y, luego de haberlos dom inado, cómo escapó de a llí, 385
o q ué daño puede hacer el golpe de un rayo desde el cielo.118
Pero, si Júpiter y los otros dioses115*sacuden los templos
fulgurantes del cielo con un sonido terrorífico y arrojan
el fuego hacia cualquier parte adonde cada dios dispone su voluntad,
¿por qué, para quienes no tuvieron precaución frente a cualquier crimen 390
repugnante, no hacen que, golpeados, exhalen las llamas del resplandor
por el pecho atravesado, ejemplo duro para los m ortales;120
en cambio, el que es consciente de no sentirse avergonzado por ninguna
cosa,
es envuelto y enredado121 en las llamas, siendo inocente,
atrapado repentina m ente p o r e l to rb e llin o y e l fuego d e l c ie lo ? 112 395
¿Por qué, también, buscan los espacios desola dos y se esfuerzan en vano?
¿ Acaso, entonces, ejercitan los brazos y robustecen sus músculos?
¿Por qué sufren que el proyectil del padre se clave
en la tierra? ¿Por qué él mismo lo permite y no Jo guarda pata los enemigo s ?
Por último, ¿por qué nunca Júpiter arroja u n rayo a la s tierras 400
y esparce el sonido con un cielo claro por todas partes ?
¿O p o r qué, entonces, cuando la s nubes se e xte n d ie ro n hacia abajo, él
m ism o
no desciende a ellas, para asestar, casi desde allí, el golpe del proyectil?
Además, ¿por qué razón lo envía al mar? ¿De qué acusa
a las olas, a su masa líquida y los campos fluctuantes? 405
Por otra parte, si quiere que nos protejamos del golpe del rayo,
' 18Eran tenidos en cuenta Jos daños causados por el rayo para determinar ei valor del
presagio, por ej emplo si atravesaban los objetos sin romperlos, o si los hacían estallar, o
bien los quemaban en parre, o en su totalidad.
*” Además de Júpker-Tinia, también Juno y Minerva, que constituían la tríada capito-
lina venerada en el Capitolio desde la época de los reyes emiscos, poseían el poder del
rayo. Asimismo, pueden incluirse entre los dioses del rayo los equivalentes erruscos de
Vulcano, Marte, Saturno y Hércules. C£ BLOCH (2002:79).
12vLos romanos eran muy sensibles alas señales provenientes de los dioses: entre estas
se encuentran los presagios y los prodigios. El presagiotoma la denotn ¡nación de a m en ,
cuando se trata de un mensaje que se escucha; en cambio, el auspicio es el presagio que
se ve. El prodigio, por su parte, es un signo que prefigura hechos más o menos próxi­
mos y advierte la posible ruptura de \zpax deoruni- Cf. BLOCH (2002:100-104).
121Uso de la tmesis en la forma inquepeditur, en lugar de im peditur
122Probable hendíadis; por lo tanto puede traducirse como “un celeste torbellino de
fuego” o “ardiente torbellino del cielo”.
762 D E R E R V M N A T V R A - L IB E R SE X T V S

cur dubitatfaceré utpossím us ccrnere missiim?


Si nec opinantis autem vult opprimere igni,
cur tonat ex illa parte, ut vitare queamus,
410 cur teneb ra s ante et fre m itu s et murmura concit?
Et simul in m ultas partís qui credere possis
mittere? An hoc ausis numquam contendere factum,
ut fierent ictus uno sub tempore plures ?
A t saepest num ero factum fieríque necessest,
415 u t p lu e re in m u ltis re g io n ib u s et cadere im b ris ,
fu lm in a sic u n o iíe r i su b tem p o re m u lta .
Postremo cur sanctadeum delubra suasque
discutit infesto praeclaras fulmine sedis
et bene facta deum frangit simulacra suisque
420 demít imaginibus violento vulnere honorem?
Altaque cur plerum quepetit loca plurímaque eius
montibus in summis vestigia cernimus ignis ?

Q uod superest, facilest exhis cognoscere rebus,


presteras Graii quos ab re nominitarunt,
425 in maxe qua m is s i ve n ia n t ra tío n e sup erne.
Nam fit ut interdum tamquam demissa columna
A C E R C A DE LA N ATURALEZA DE LAS C O SA S - L IB R O SEXTO 763

¿por qué es reacio a que podamos observar cuando es lanzado?


Y sí quiere extinguir con el fuego a ios que no sospechan nada,
¿por qué truena desde aquella parte, de modo que podamos evitarlo,
por qué incita, antes, las tinieblas, los estrépitos y los bramidos ? 410
Y ¿cómo podrías creer que dispara hacia muchas direcciones
al mismo tiempo? ¿O te atreverías a sostener que nunca sucedió esto,
que se produjeron muchos golpes123 en un único momento?
Pero, sucedió a menudo y es necesario que suceda,
que, como hay precipitaciones y aguaceros124 en muchas regiones, 415
así se producen simultáneamente muchos relámpagos.
Para terminar, ¿por qué hace pedazos los santuarios de los dioses
y sus propios templos y moradas gloriosas125 con un rayo enemigo,
y quiebra las estatuas de los dioses, bien hechas, y sustrae
la dignidad de sus propias imágenes con una herida violenta?125 420
Y, ¿por qué busca lugares altos generalmente y observamos,
en mayor medida, sus rastros de fuego en las cimas de las montañas?127

d. Las trombas marinas


Por lo deniás> es fácil a partir de estas cosas reconocer
por qué razón llegan al mar, enviados desde arriba,
lo que los griegos denominaron,128 por su naturaleza,129 “préster'P30 425
Pues, sucede que, en ocasiones, desciende como una colum na enviada2

i2‘ Entiéndase “las caídas del rayo”


124Según ívíUNRG, vol. IX, p. 3S6, los infinitivos f l u e r e y ca d e re funcionan como
sustantivos.
125Recuerda YALENTl F1GL, vol, II, p. 241, n. % que, en el año 63 a.C., un rayo
destruyó laestarua de Júpiter en el templo del Capitolio.
126Lucrecio se vale de dos términos de su vocabulario técnico, como sirm do£ ru?n (v.
419) e h n a g o (v. 420)spara reflexionar acerca de las supersticiones religiosas en torno
al rayo y sus efectos.
127Por medio de las interrogaciones retóricas, al igual que en el L. 11.1095-1105, el poe­
ta fustiga a sus destinatarios, a fin de que se desprendan de las creencias supersticiosas.
La enumeración, que se extiende desde el hexámetro 390 al 422, resume las diferentes
argumentaciones vertidas acerca del rayo, en las secciones anteriores.
12s El verbo nomim-tOy frecuentativo de n o m in o , aparece particularmente utilizado por
Lucrecio.
j 25!Acerca de la explicación de este fenómeno, cf. Epic., in D iog. Laer. X.104.
i3í5En el texto latino>p restera s, acusativo plural de! sustantivo griego Trpqo’Tyjp, ñipo;;, 6
que nace referencia a un torbellino de agua, tromba o mangamarina. Este es un fenó­
meno atmosférico, cuyo aspecto visible es el de una masa nubosa con forma de embudo
764 D E REK4/M N A T V R A - L IB E R SEXTV S

in mate de cáelo descendat, quam freta. circum


fe rve sc u n t g ra v ita sp ira n tifa u s in c ita fla fa ris,
et quaecumque in eo m m s in t deprensa tu m n ltu
430 navigia in sum m um veniant vexata p e ric lu m .
H o c ü t u b i in te rd u m no n q u it v is in c ita v e n ti
rum p e rc quam coepit nubem » sed d e p rim it, u t s it
in mare de cáelo tam quam d em issa colum na,
paulatina, q u a si q u id pugno bracchique sup erne
435 com ectu tru d a m r et e xre n d a tu r in und a s;
quam c iim d isc id it, h iñ e p ro ru m p itu r in m are v e n ti
v is et fe rv o ra n in iru m concinnat in u n d is.
V e rsa b und us e n im tu rb o d escend it et iila m
d e d uc ir p a rite r le n to cum corp ore nubem ;
44o quam sim ul ac gravidam detrusit ad aequora ponti,
ille in aouam sú b ito to tu m se im rn it t it et om ne
exc ita r ing e n t i so n itu m are fe rve re cogens-
Fit qtioque ut involvat venti se nubibus ipse
v é rte x corra d ens e x aere sem ina n u b is
445 et q u a si d e m issu m c á elo p reste ra im ite tu r,
H íc ub i se in té rra s d e m isic d isso lu ita 1
ue,
t u rb in is im m anem v im p ro v o m it atque proceilae.
Sed q u ia fit ra ro o m n in o m o n tisq u e necessest
ofhcere in te n is, apparet c re b riu s id em
45" p ro sp e c tu m a ris in m agno caeloque p a te n ti.

N u b ila concrescunt, u b i corpora m u lta vola nd o


hoc sup ero in caeli sp a tio coiere repente
a sp e rio ra , m o d is quae p o ssin t in d u p e d ita
A C E R C A D t LA NATURALEZA D E LAS C O S A S - T E R O SE X T O /6b

desde el cielo hacia el mar, alrededor de ia cual hierven las corrientes,


excitadas por ráfagas que soplan violentamente,
y cualquier barco que sea atrapado, entonces, en ese tumulto
se dirige» perseguido, hacia el mayor de los peligros. 430
Esto sucede cuando la hierza excitada deí viento no puede,
en ocasiones, romper la nube que ha comenzado (a romper), si no que
ía presiona hacia abajo, como una columna que fue enviada del cielo
hacia el mar: poco a poco, como si algo fuera empujado desde arriba
por el puño y ei golpe deí brazo, y se extendiera hacia las olas,- 435

cuando la desgarra, luego prorrumpe la fuerza deí viento


hacia el mar y provoca un asombroso hervor en las olas.
En efecto, el torbellino desci ende girando sobre si mismo y
arrastra con él, hacia abajo, aquella nube de cuerpo dócil;
en el mismo momento en que la empuja, cargada, a la superficie 440

marina, aquel se sumerge de repente en eí agua por completo y agita


todo el mar con un enorme sonido, obligándolo a hervir.
Sucede, también, que este mismo torbellino de viento
se envuelve en nubes, recogiendo del aire sus semillas,l3)
y por así decir, se asemeja a una tromba caída del cielo. 445
Una vez que esta1’2 se desplomó hacia la tierra y estalló,
vom ita135 la fuerza desmedida del torbellino y de la tempestad,
Pero, puesto que sucede, aunque en contadas ocasiones'34, y es necesario
que las montañas la obstaculicen en la tierra, aparece eso mismo
con más frecuencia a la vista del extenso mar y a cielo abierto. 450

e. Acerca de las nubes135


Las nubes van creciendo, cuando muchos corpúsculos se juntaron
repentinamente volando en este espacio más alto del cielo,
los más ásperos que, aunque entrelazados de manera exigua,
que, girando rápidamente» desciende desde una base nubosa de tipo cumulo basta la
superficie del mar provocando la subida de esta basta cierta altura.
Jj¡ Para evitar la repetición del sustantivo “nube1' (nubtbus, m th is\ se optó por traducir
“sus semillas53y no “las semillas de la nube3’.
152Lucrecio asimila la tromba marina al tornado. Este se trata de una columna de aire
en movimiento que toma contacto simultáneamente con una nube y con ia tierra.
m El verbo p r o v e n to aparece registrado solo en este verso.
134Cabe señalar el empleo de la palabra raro, en esta ocasión, haciendo referencia a la
irregularidad en el tiempo.
13-‘En Epic., i n D iog- L a sr. X.99- se encuentra una breve explicación acerca délas nubes.
766 De rervm natvra - l íb e r s e x t v s

cxiguis tamen Inter se compressa teneri.


455 Haec íáciunt primum parvas consistere nubis;
inde ea comprendunt ínter se conque gregantur
et coniungendo crescunt ventisque feruntur
usque adeo doñee tempestas saeva coortast.
Fit quoque uti montis vicina cacumina cáelo
460 quam sint quoque magis, tanto magis edita fument
assidue fulvae nubis calígine crassa
propterea quia, cum consistunt nubila primum,
ante videre oculi quam possint tenvia, venti
portantes cogunt ad summa cacumina montis.
465 H ic demum f it uti turba maiore coorta
et condensa queant apparere et simul ipso
vértice de montis videantur surgere in aethram.
Nam loca declarar sursum ventosa patere
res ipsa et sensus, montis cum ascendímus altos.
470 Praeterea permulta mari quoque tollere toto
corpora naturam declarant litore vestes
suspensas, cum concipiunt umoris adhaesum.
Quo magis ad nubis augendas multa videntur
posse quoque e salso consurgere momine ponti;
475 nam ratio consanguineast umoribus omnis.
Praeterea fluviis ex ómnibus et simul ipsa
surgere de térra nébulas aestumque videmus,
quae veiut halitus hiñe ita sursum expressa feruntur
sufFunduntque sua caelum calígine et altas
480 suíEciunt nubis paulatim conveniundo.
Urget enim quoque signiferi super aetheris aestus
et quasi densendo subtexit caerula nimbis.
A C E R C A D £ LA. N ATURALEZA DE DAS C O SA S - L IB R O SE X T O 767

podrían, sin embargo, sostenerse apretados entre sí.


Primero, estos hacen que se fo rm e n pequeñas nub es; 455
luego, las encierran y se congregan1 unas con otras
y, ai u n irse , crecen y son llevadas por io s v ie n to s
hasta e l m om ento en que da com ienzo una to rm e n ta salvaje.
También sucede que las cintas de una montaña, cuanto más cercanas
aun so n a l cielo, ta n to más la s situa d a s a m ayor a ltu ra hum ean13, 460
continuamente por la intensa oscuridad de una sombría nube,
puesto que cuando en primer lugar se forman las nubes,
antes que los ojos puedan verlas, aun tenues, los vientos
las fuerzan llevándolas hasta las cimas más altas de la montaña.
A quí sucede, por fin, que pueden hacerse visibles tras haberse 465
originado y condensado en una masa mayor, y, a la vez, parece que
desde la misma cumbre de la m ontaña se elevan hacia el éter.138
Pues, que los lugares ventosos se extienden en las alturas, el hecho
mismo y nuestros sentidos lo prueban, cuando escalamos las altas montañas.
Además, que la naturaleza eleva también un gran número de corpúsculos 470
desde todas las partes del mar, lo prueban las ropas tendidas
en la costa cuando reciben la adhesión139 de la humedad.
Aun más, parece que muchas otras cosas pueden levantarse
de la agitación salobre del océano para acrecentar las nubes;
p ues, lo s h u m o re s tie n e n una causa consanguínea en tod o. 475
Además, vemos surgir de todos los ríos y simultáneamente
de la misma tierra, nieblas y vapor que son llevados
desde aquí, forzados de este modo hacia arriba, como una exhalación,
y cubren el cielo con su oscuridad y preparan a las altas
nubes cuando paulatinam ente van reuniéndose.1'*0 4so
En efecto, también por encim a ci calor del éter, por tador de las estrellas,
las presiona y, por así decir, al condensarlas, cubrió el azul con
nubarrones141 de lluvia.
136Uso de tmesis en la forma co n q u e g re g a n tu r, por la forma con<¿re%antu.r.
D7La imagen sugerida por el verboju m o supone también la acción de nublarse o cu­
brirse de niebla.
i38El sustantivo a etb ra , -ae-, del griego c£(jpa, es ia región del érer donde se encuentran
los astros. En Ennio, A nn. 435, se hace referencia a la limpidez del aire y a la pureza
dei cielo.
139El sustantivo a d h a esu s, -z¿rsolo aparece registrado en Lucrecio.
l40Los términos nu b is y ccn ru em u n d o son formas arcaizantes por nu b es y co n v en ien cia .
141El significado del sustantivo n im b u s, - i hace referencia a nubes portadoras de lluvia.
768 De r e r v m n a t v r a - l íb e r s e x t v s

Fit quoque u t hunc v e n ia n t In ca eíim i e xtrín se c o s ilía


corpora quae fa c iu n t n u b is n im b o sq u e v o la n tis,
435 In n u m e ra b ile m e n im n u m e ru m sum m a m q tie p ro fu n d i
esse in fin ita m docui, quantaque vo ia re n t
corpora m o b ilita te o s te n d í quam que repente
im m e m o ra b ile < p e r> sp a tin m tra n siré so le re n t.
H a u d ig it u r m iru m st s i p a rvo tem p o re saepe
490 tam m a g nis t m o n tis f tem pestas atque tenebrae
co p eria nt m a ria ac té rra s im p e nsa sup erne,
u n d iq ise quandoquidem p e r caulas a e tke ris o m n is
et q tia si per m agni c irc u m sp ira c u la ra u n d i
e x itu s ín tro itu sq u e e le m e n tis re d d itu s exstat.4
9
5
*0

495 N u n c age, quo pacto p lu v iu s concrescat in a ltis


n u b ib u s u m o r et in té rra s d e rn issu s u t im b e r
decidat, expediam . P rim u m iam se m in a aquai
m u lta sim u l vincam consurg ere n u b ib u s ip s is
ó m n ib u s ex re b us p a rite rq u e ita crescere utm m q ue,
500 et n u b is et aquam quaecumque in n u b ib u s e xsta t,
u t p a rite r n o b is c orp us cum sa nguine c re sc it,
su d o r Íte m atque u m o r quicum que e st denique m e m b ris.
C o n c ip iu n t etia m m u ltu m quoque saepe m a rin u m
u ro o re m , v e lu ti pendentia ve lle ra lanae,
Acer c a d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - Líb r c sexto 769

Ta m b ié n sucede que desde afuera142 lle g a n a este ciclo a q uellos


c o rp ú sc u lo s que producen nubes y nu b a rro n e s que vue la n.
En se ñ é , pues, que s u n ú m e ro es in n u m e ra b le y la to ta lid a d de lo
p ro fu n d o 143 485
es in fin ita , y d em ostré con cuánta velocidad volaban
lo s c o rp úsc ulo s y cóm o re p entina m e nte so lía n
atravesar < p o r> e l espacio in d e sc rip tib le .
E n consecuencia, n o re su lta asom b roso s i, a m enudo, en poco tiem po
la tem pestad y la s tin ie b la s, incubadas desde a rrib a , cub ren144 490
p o r c o m p le to lo s m ares y la s tie rra s con tan grandes fn u b a rro n e st,l4’
puesto que, a través de las a b ertura s de todo e l éter, y, p o r así decir,
p o r lo s re sp ira d e ro s deí g ra n m und o , p o r todas pa rtes a su alrededor,
se le p ro p o rc io n a n a lo s elem entos p rim o rd ia le s una sa lid a y una entrada.

í. Acerca de ía lluvia
A h o ra vam os, exp ond ré de qué m odo la humedad de la llu v ia 146 495
se acum ula en la s altas nubes y, una ve z enviada, cae en las tie rra s
en fo rm a de llu v ia . P rim e ro , convenceré de que todas la s se m illa s del agua
se le vanta n a la ve z, ya con la s m ism a s nubes a p a rtir de todas
las cosas y a sí crecen a ia p a r am bas,147 no so lo la s nubes,
s i n o t a m b i é n el a g u a , c u a l q u i e r a q u e e x i s t a e n la s n u b e s, 500
a s í com o, a la p a r , c r e c e n u e s tr o c u e r p o ju n to c o n í a s a n g r e ,
d e ig u a l m o d o , el s u d o r y c u a l q u i e r h u m o r q u e e s té t a m b i é n e n lo s
m i e m b r o s .1'1*
Ta m b ié n re c ib e n, además, m ucha hum edad m a rina
a m enudo, como lo s ve llo n e s de lana que están que cuelgan

YALENTÍ FIOL. vol. ]I, p. 247, ru 7 , sugiere que la llegada de corpúsculos, des­
de afuera del mundo, se produce ''a través de los intctsticios dejados por la envoltura
externa*.
143 C£ L. 1 .951 y ss. y L. II. 1052y ss.
144 En este verso, el verbo cao p e rio se registra en la forma caperío,

i4^Para esta palabra se presentan numerosas variantes. BAlLE-i7 (1947), vol. 1, p. 539,
traduce por ‘ nubarrones", aunque en el texto latino aparece t E s Lachmann
quien corrige el pasaje con lam m agnis nirnbis,
^Literalmente “el kumor lluvioso” ipluvius umor).
|í(/Uso de arcaísmo sintáctico. Cf. MUNRO, vol. II, p. 388.
m Lucrecio compara los fenómenos de la naturaleza con la estructura del cuerpo de
los hombres.
770 De r e r v m n a t v r a - l íb e r s e x t v s

505 cum sup e ra m agnun m are v e n ti n u b ila p o rta n t.


C o n s im íli racione ex ó m n ib u s a xnnib us u m o r
to liic u r in n u b is. Q u o cum bene se m ina aquam m
m u lta m o d is m u ltis convenere vindiq ue adaucta,
confertae nubes < u m o re m > m itte re certan t
510 d u p lic ite r; nam v is v e n ti c o n tru d it et ip sa
copia n im b o ru m tu rb a m a io re coacta
u rg e t et e su p e ro p re m it ac ía c it e fílu e re im b ris.
Praeterea cum ra re sc u n t quoque n u b ila v e n tis
aut d isso lv u n tu r, s o lis su p e r icta calore,
515 m ittu n t u m o re m p lu v iu m stilla n tq u e , q u a si ig n i
cera sup e r ca lid o tabescens m u lta liq uesca t.
Sed vem ens ím b e r f it , u b i vem enter utra que
n u b ila v i cum ulata p re m u n tu r et ím p e te v e n ti.
A t re tiñ e re d iu p lu via e long um q ue m o ra ri
520 c o n su e ru n t, u b i m u lta c ie n tu r se m ina aquarum
atque a liis aliae nubes n im b iq u e lig a n te s
in su p e r atque o m n i v u lg o de pa rte fe ru n tu r,
terraque c u m fu m a n s um orem to ta red ha la t.

H ic u b i so l ra d iís tem pestatem ín te r opacam


525 adversa f u ls it n im b o ru m aspargine contra ,
tu m c o lo r in n ig ris e x s is tit n u b ib u s a rq u i.

C ete ra quae su rsu m c re sc un t su rsu m q u e cre a ntur,


A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O S E X T O 771

cuando ios vientos llevan las nubes por encima del enorme mar,M
De manera sim ilar se levanta la humedad desde todos los torrentes
hacia las nubes. En consecuencia, cuando muchas semillas de las aguas,
acrecentadas por todas partes, se reunieron correctamente, de muchos
modos, las nubes rivalizan compactas por arrojar <el l í q u id o 150 de dos
maneras; pues la fuerza del viento las empuja, y la misma
abundancia de los nubarrones las sofoca, condensada en un tumulto
mayor, y las presiona desde lo alto y hace fluir la lluvia.!5J
Además, cuando las nubes también se dispersan a causa de los vientos
o se disuelven, golpeadas arriba por ei calor del sol,
envían aguade lluvia y gotean, como si una gran cantidad de cera,
disolviéndose sobre” 2 un fuego ardiente, se volviera líquida.
Pero una lluvia intensa se produce cuando los nubarrones son
violentamente
presionados de dos formas, por la fuerza acumulada y el impulso del
viento.
Las lluvias, sin embargo, se acostumbran a perdurar bastante y
prolongarse por largo
tiempo, cuando se reúnen muchas semillas de las aguas
y las nubes, unas sobre otras, y los nubarrones, también derramando
agua por encima de ellas, son traídos de todas partes en general,
y cuando toda la tierra, humeante, exhala” 3 humedad.

g, Acerca del arco iris


Aquí, donde el sol refulgió con sus rayos entre la oscura
tormenta, con la adversa irrigación de los nubarrones en contra,
entonces aparece, entre las negras nubes, la coloración del arco” 4 iris.

h. Otros fenómenos atmosféricos


Las restantes cosas que se desarrollan en lo alto y se producen en lo alto,

1_45>El poeta parafraséalos mismos ejemplos para argumentar sus hipótesis. Cf. 471-472.
lr,0El sustantivo um orem es un agregado de Munro. Cf. BAILEY (1947), vol. I, p. 53S-
151 Se destácala ágildescripción del proceso queda por resultado la lluvia, representada

por cláusulas oracionales y proposicionales breves, de abundante musicalidad.


l32EÍ adverbio super equivale a insuper con valor preposicional.
J5 3 E1 verbo redkaío se registra únicamente en este verso.
La forma del genitivo singular arqui por arcus (arqzms). ~us es un arcaísmo.
772 D E RERVivt NA7VRA. - LIB bR . SEXTV.5 A c e r c a de la n a t u r a l e s de LL\5 c o s a s - l i b r o SEXTO 773

e t q u ae c o n .c re s c u n t i n n u b ib u s , o m n ia , p ro rsu m y -q u e se f o r m a n 1” e n las n u b e s , t o d a s , a b s o lu ta m e n te

o m n ia , n ix v e n ti g ra n d o g e lid a e q u e p ru in ae to d a s , la n ie v e , lo s v ie n to s , e l g r a n iz o y las h e la d a s e sca rch a s,


530 e t vis m a g n a g e ii, m a g n u m d u ra m e n a q u aru rn , y la e n o r m e fu e rz a d el h ie lo , g r a n e n d u r e c e d o r j5/ de la s ag u as,
e t m o r a q u a e fiu v io s p a ssim r e fr e n a t av en tis, y o b s tá c u lo q u e fr e n a a lo s río s a n h e la n te s p o r to d a s p arces,
p e r fa c ile s t taxn en h a e c re p e rire a n im o q u e v id e re es s u m a m e n te fá c il, s in e m b a r g o , c o m p r e n d e r estas c o s as y v e r c o n e l
o m n ia q u o p a c t o fia n t q u a re v e c re e n tu r, á n im o
cu m b e n e c o g n o ris e le m e n tis r e d d ita q u a e s in t. d e q u é m o d o , to d a s , se p r o d u c e n o p o r q u é c a u s a s o n p ro v o cad as, e n la
m e d id a
e n q u e hayas a p re n d id o b ie n lo q u e se íes a s ig n ó a lo s e le m e n to s
p r im o r d ia le s .

Acerca de los terremotos'"


535 N u n c a g e q u a e ra tio te r r a i n io t ib t t s e x s te t A h o r a v a m o s, a tie n d e q u é ra z ó n e x iste p a r a lo s m o v im ie n to s 535
p e rc ip e . E t in p rím is te rra m fa c u t esse rearis d e tie r r a .159 Y . p r im e r o d e t o d o , im a g ín a te q u e la tie rra , t a n t o a b a jo
s u b te r ite m u t s u p e ra v e n to sis u n d iq u e p le n a m c o m o e n la s u p e rfic ie , e s tá re p le ta , p o r to d o s lados, d e cu e v a s
sp e lu n c is m u lto s q u e la c u s m u lta s q u e la c u n a s v e n to sa s y lle v a e n su re g a z o m u c h o s la g o s
in g r e m io g e r e r e e t ru p is d e r u p ta q u e sa x a ; y m u c h a s la g u n a s, y p r e c ip ic io s y ro c a s escarp ad as;
540 m u lta q u e su b t e r g o te r r a i fl.u m ina t e c t a y es n e c e s a rio s u p o n e r q u e , b a jo la esp ald a de la tie rra , 54D
v o lv e re vi flu c tu s su rn m e rsa q u e sax a p u ta n d u m s t. m u c h o s ríos rev u elv en c o n fu e r z a sus o le a je s y ro cas su m e rg id a s,
U n d iq u e e n i m s im ile m esse su i res p o s tu la r ip sa. P u es, el p r o p io fe n ó m e n o d e m a n d a q u e sea id é n tic a a sí m ism a e n to d a s
H is íg iru r reb u s s u b iu n c tis s u p p o s itis q u e p a r te s .1®
t e t r a s u p e rn e t r e m it m a g n is c o n c u s s a ru in is , P o r lo ta n to , u n a v e z ad ju n ta d a s y su p u estas estas co sa s,
545 s u b te r u b i in g e n tis s p e lu n c a s s u b r u it aetas; la tie r r a se e s tr e m e c e e n la s u p e rficie , s a c u d id a p o r g ra n d e s
q u ip p e c a d u n t t o t i m o n tes. m a g n o q u e r e p e n te d e rru m b e s, c u a n d o p o r d e b a jo e l tie m p o d e r rib a c u e v a s g ig a n te s ; 545
c o n c u s s u late d is s e r p u n t in d e tre m o r e s . e n e fe c to , se d e s p lo m a n m o n ta ñ a s e n te ra s y r e p e n tin a m e n te a cau sa
d e la e n o r m e c o m n o c ió n , lo s te m b lo r e s se p ro p a g a n i.61 d esd e allí a to d a s
p a rte s .

Aquel lo que se forma en bs nubes es producto de la condensación, C f OLD,


^ Obsérvese, entre los versos 527-529, la homofonía producida ante la cercanía de los
verbos crescunt-creantur-concrrescunt, además de otras palabras como cetera-quaei asimis­
mo, se advierte la aliteración nasal de palabras como nubibus-om ma-prorsum -om nia,
15?- El sustantivo duram en, -m inis se registra solo en este verso.
,3¡¡Epicuro, in Diog. L aer. X .105-106, afirma que los terremotos: son producto de una
combinación de causas. CE M U N RO , vol II, p, 389.
^E ntién d ase “movimientos de tierra’ como terrem otos”.
*60 Lucrecio hace referencia con esta sentencia al supuesto de que la tierra debe com­
portarse iguai en las partes subterráneas que enla superficie; de ahí los ejemplos toma­
dos cic la cotidianidad que expondrá a continuación.
El uso del verbo disserpo solo se registra en este verso.
774 D E RERVM . N A T V R A - LIBER SEXTVS

E t m é rito , quonia m p la u stris concussa tre m e sc un r


tecta viam p ro p te r n o n m agno pondere tota ,
550 nec minus exsuitant ea ubi lap i’ curnque viai
ferratos utrimque rotarum succutit orbis.
F it quoque, u b i in magnas aquae vastasque la c tina s
gleba ve tusta te e té rra p ro v o lv itu r ín g e ns,
u t ia c te tu r aquae flu c tu quoque té rra v a c illa n s;
555 u t v a s in te r d u m n o n q u i t c o n s t a r e , n isi u m o r
d e s t it it in d u b ío f iu c t u i a c t a r i e r i n t u s .
Praeterea ve n tu s cum per loca subcava terrae
co lle c tus p a rte ex una p ro c u m b it et urg e t
o b n ix u s m a g n is speluncas v irib u s alta s,
560 incumbir tellus quo venti prona pretnit vis.
T u m supera te rra m quae su n t e xstru c ta d o m o ru m
ad caelum que m a g ís quanto su n t ed ita quaeque,
in c lin a ta m in e n tin eandem p ro d ita pa rtem
protractaeque trabes im p e nd e nt iré paratae,
565 £.t m e tu u n t m ag ni na tura m credere n iu n d i
e x ítia le a liq u o d te m p us clademque m anere,
cum vid ea nt tantam te rra ru m incum b ere m o le m :
Q uo d n is i re sp ire n t v e n ti, v is n u lla re fre n e t
re s ñeque ab e x itio p o ssit reprehenderé e u n tis.
570 N u n c quia re sp ira n t a lte rn is in q u e gravescunt
et q ua si c o iie c tí re d e un t ceduntque re p u lsi,
sa epius hanc ob re m m in ita tu r té rra ru in a s
quam fa c it; in c lin a tttr e n im re tro q u e re c e llit
et re c ip it pro lapsa su a s in pondera se d is.
575 H a c ig itu r ra tio n e va c ifla n t o m n ia tecta,
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O SE XT O 775

Y con ra zó n , puesto que la s casas162 a la vera del cam ino


tie m b la n entera s, m o vid a s p o r c a rro s, no de g ra n peso,
y no m enos se estrem ecen tod a ve z que lo pedregoso d el cam ino 550
sacude de lad o a lado lo s fé rre o s d isc o s de la s ruedas.
Ta m b ié n sucede que, cuando una ing e nte m asa de la tie rra , a causa
de su v e tu ste z, se p re c ip ita en grandes y va sto s p o zo s de agua,
ta m bién la tie rra tam baleante se agita p o r e l oleaje del agua,
com o u n vaso e n tre ta n to no puede perm anecer q u ie to , s i p o r d e n tro 555
e l líq u id o n o cesa de sa c ud irse en u n oleaje flu c tú a n re.
Adem ás, cuando e l v ie n to , contenido a través
de lo s cavernosos lugares de la tie rra , arrem ete desde una so la pa rte
y em puja la s a lta s cavernas apoyándose en su s grandes fu e rza s,
desplazada, la tie rra se in c lin a hacia donde la p re sio n a la fu e rza d e l v ie n to . 560
En to nc e s, la s c o n struc c io n e s de la s casas que están sobre la su p e rfi cié,
en m a yo r m edida la s que m ás se elevan hacia el cielo,
avanzan, in c lin a d a s, proyectá nd ose hacia esa m ism a d ire c c ió n
y su s vig a s sa lid a s penden lis ta s para caer.
¡Y tem en1”3 a l creer que una época de d e stru c c ió n 565
y ru in a aguarda a la n a tu ra le za d el g ra n m und o ,
p o rq u e ve n que se abalanza sem ejante m ole de tie rra !
P o r eso, s i lo s v ie n to s n o so p la ra n, n in g u n a fu e rza su je ra ría a la s cosas
y tam poco p o d ría p re v e n irla s de la d e stru c c ió n cuando están
encam inadas.164
A h o ra b ie n , po rq ue sop la n de m anera alternada y se in te n sific a n 165 570
y, p o r a sí d e c ir re u n id o s, regresan a la carga y se re tira n , una vez
recha za d os;2’''
p o r esta ra zó n , la tie rra m ás a m enud o amenaza con ru in a s
que la s que hace; en efecto, se in c lin a y retrocede hacia arrás
y, tra s haberse dejado caer, restablece la p o sic ió n conform e a su peso.
D e este m od o, entonces, tod as la s casas se tambalean, la pa rte su p e rio r m ás 575

162Uso demetonimia, “techos” {tecta) por “casas” La repite en ei verso 575-


IS3MUNRQ, vol. II, p. 390, sugiere considerar el verbo m etuo con ei sentido de dzdrito.
164EL poeta se anticipa a las secciones finales de su obra, en la que describirá la peste de
Atenas a modo de ejemplo del destino final de la naturaleza humana.
m El verbo ingravesco aparece con tmesis, irufue gravescunt.
14í Lucrecio elabora una imagen de carácter épico, personificando a los vientos como si
se tratara de una carga de caballería.
776 D i RERVM NATVRA E IB ER SE X T V S

saram a m a g is m e d iis, media im ís , ím a p e rh ilu m ,


Est hace eiusdem quoq ue m a g ní causa tre m o ris,
vencus u b i atque anim ae sú b ito v is in a xím a quaedam
aut e xtrin se c u s aut ip sa re ik ire coorta
580 in loca se cava te rra i c o n ie c it ib iq u e
speiuncas Ín te r m agnas fre m ít ante íu n m ltu
versab und a <que> p o rta tu r, p o st in c ita cum v is
exagitata fo ra s e ru m p itu r et s im u l altam
d iffin a e n s te rra m m agnum concinnat h ia tu m ,
585 In Syria S id o n e quod accidit e t f u it A e g i
in Peloponneso, quas e x itu s h ic a nim a i
d istu rb a r u rb is et terrae m o tus oborms.
M u lta q u e praeterea ce cid e runt m oenia m agnis
m o tib u s in te rris et m ulta e per m are pessum
590 subsedere s it is p a rite r cum c iy íb u s urb e s.
Q u o d n is i p ro ru m p it, tam en ím p e tu s ip se a n im a i
et fera v is ven t i per crebra fo ra m in a terrae
d isp e rtitu r u t h o rro r ec in c u tit in d e tre m o re m ;
frig u s u t i n o stro s p e n itu s cum ven ít ín a rtu s,
595 c o n c u tít in v ito s cogens trem ere atque m overé.
A n c ip iti tre p id a n t ig it u r te rro re per u rb is,
tecta sup erne tim e n t, m e tu u n t in fe rn é cavernas
te rra l ne d isso lu a t na tura repente,
neu d istra c ta su u m la te d ispend a t h ia tu m
600 idque su is confusa v e lit com plere ru in is ,
A C E R C A D E LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O S I X T O n i

que la s pa rtes m edias, e l ce ntro m ás que la s p a rte s in fe rio re s, la s


in fe rio re s, apenas.167
E x is te ta m bién esta causa para, ese gran te m b lo r,
cuando de repente el v ie n to y , de hecho, la fu e rza m áxim a de u n so p lo ,'68
o b ie n generada p o r fue ra , o desde la m ism a tie rra ,
se dispara hacia los lugares huecos de la tierra y allí ruge 580
entre las grandes cavernas ante el tumulto,
< y> se conduce girand.o sobre s í m ism a ; después, cuando la fue rza
estim ula d a sale hacia fu e ra , excitada con Ím p e tu , y a l d iv id irse
al m ism o tie m p o la p ro fu n d a tie rra produce una enorm e g rie ta .
E s to suced ió en S id ó n , de S iria ,167 y aconteció en £ g io ,17U 585
en e l Pelo p oneso, ciudades a la s que esta em anación de aire
d e m o lió 171 y el te rre m o to que lue g o se desencadenó.
X además, m uchas m u ra lla s cayeron a causa de fu e rte s m o v im ie n to s
en la s tie rra s y m uchas ciudades, ju n to con su s ciudadanos,
se h u n d ie ro n en lo p ro fu n d o del m a r.172 59o
P o r eso, s i n o e sta lla aun, e l p ro p io ím p e tu del a ire
y la b ru ta l fu e rza d el v ie n to se d isp e rsa p o r lo s n u m e ro so s in te rstic io s
de la tie rra como u n e stre m e c im ie nto , y de a llí se produce u n te m b lo r,
com o cuando e l f r ío llega m uy p ro fund a m e nte a n u e stro s m ie m b ro s,
los agita contra su voluntad, forzándolos a temblar y sacudirse. 595
En to n c e s, tre p id a n p o r la s ciudades con d ob le te m o r:
p o r a rrib a tem en a lo s techos, p o r debajo tem en que la na tura leza
destruya repentinamente las cavernas de la tierra o que, habiéndose
separado en pedazos, abra1' 3 su boca hacia todas p a rte s
y, una vez turbada, quiera llenarla con sus ruinas. 600

1£7El vocablo perhiizmz es una creación léxicaíucreciaua.


lé8Se utiliza el sustantivo anima, -¿ze con el significado de soplo o aire. Cf. ERNGUT-
MEILLET (2001:34).
lá3El terremoto acaecido en la ciudad de Sidón tuvo lugar durante el transcurso déla
guerra dei Peloponeso. afines del s. V a.C. Se conoce este hecho por Estrabón (13.16),
a partir de lo que recoge de Posidonio. Cf. MUNRO, vol. II, p. 391.
170El poeta hace referencia al terremoto del año 372 a.C., que asoló las ciudades de
Hélice y Buris en las cercanías de Egio, en el Peloponeso, en el golfo de Corínto.
1?J El verbo disturbo presenta esta forma contracta para el pretérito perfecto de la voz
activa. Aparece registrada en Lucrecio.
172Posiblementc el poeta aluda al hundimiento de la isla de Atalanta, hecho ocurrido
durante la guerra del Peloponeso. C£ Sen., Nat £ uaest, \fL24.6.
1/3El verbo dispando aparece en autores arcaicos, como Pacuvio y Plauto.
778 D E R ER V M N A W R A - U B fc R SE X T V S

P ro in d e lic e t q ua m vis caelum terra m q ue re a n tu r


incorra p ca fo rc aeternae m andata sa lu ti;
et tam en in te rd u m praesens v is ip sa p e ric li
su b d it et hunc stim u lu m quadam de parte tim o ris ,
605 ne pe d ib us ra p tim te llu s sub tracta fe ra tu r
in barathrtxm rertxm q ue se q u a tu r p ro d ita sum m a
fu n d itu s et fia t m u n d i confusa ru in a .

P rin c ip io m are m ira n tu r n o n reddere m a iu s


na tura m . quo s it ta n tu s d e c u rsu s aquarum ,
610 omnia quo veniant ex omni ilum ina parte.
A dde vagos im b ris tem pestatesque v o la n tis,
o m nia q ua e m a ria a c ie rra s sp a rg untq ue rig a ntq ue ;
adde su o s fo n tis ; tam en a d m a ris o m n ia sum m am
g u tta i v ix in sta r e ru n t u n iu s adaugmen;
615 quo m in u s e st m iru m m are n o n augescere m agnum ,
Praeterea m agnam so l p a rtem d e tra h it aestu.
Q uip p e vid em us e n im v e stis um o re m a d entis
exsiccare su is ra d iis a rd e n tib u ’ so le m :
atpelage m u lta et la te su b stra ía vid e m us.
620 P ro in d e lic e t q ua m vis ex u n o quoque lo c o so l
u m o ris pa rvam d e lib e t ab aequore p a rte m ;
la rg ite r in ta n to sp a tio tam en auferet u n d is.
T u m p o rro v e n ti quoque magnam to lle re partem
u m o ris p o ssu n t vc rre n tc s acquora. v e n tis
625 una n o c í e v ia s q u o n ia m persaepe vid e m u s
sic c a ri m o llisq u e lu t i concrescere c ru sta s.
Ac e r c a d e la n a t u r a l e z a de i a s c o s a s - L íb r o sexto 779

E s líc ito ig ua lm e nte , aunque se p ie nse que e l cie lo y la tie rra


serán in d e stru c tib le s, confiados a una sa lud eterna;
y , s in em bargo, en ocasiones, la m ism a íu e rza d e l p e lig ro que está
presente en una u o tra parte in fu n d e tam bién este agui jó n de tem or,
que la tie rra n o sea llevada arra stra d a raudam ente desde lo s p ie s'7** 605
ha sta el a b ism o ,7/5 y la to ta lid a d de la s cosas la sig a abandonada
p o r com pleto y se haga d el m und o una caótica ru in a .

Por qué no se hace más grande el mar


E n u n p rin c ip io , (lo s ho m b re s) se asom bran de que la na tura leza
no vue lva más grande el m a r, porque es tanta la afluencia de la s aguas,
ya que tod os lo s tío s lle g a n desde todas p a rtes. 610
A grega la s e rrá tica s llu v ia s y la s tem pestades que vuelan,
todas la s cosas que a lo s m ares y a la s tie rra s esparcen y rieg an,
agrega su s p ro p ia s fu e n te s; s in em bargo, todas serán para la in m e n sid a d
del m a r apenas e l aporteJ7<; eq uiva lente a una gota;
ta nto m enos so rp rend ente re su lta que el enorm e m a r n o crezca.177 615
Adem ás, e l so l evapora una g ra n pa rte con su calor.
N a tu ra lm e n te ob serva m os que el s o l seca con su s
a rd ie nte s ra yos lo s v e stid o s empapados de agua;
pero observam os m uc ho s m ares178 y p o r todas pa rtes e xte nd id o s.
E n e l m ism o se n tid o , aunque e l so l su stra ig a de u n lu g a r 620
cua lq uie ra una pequeña p o rc ió n de agua d e l océano;
no o b sta n te , en tanta e xte n sió n , la q u ita ría en abundancia de su s o la s.
M á s aun, lo s v ie n to s tam bién pueden lle v a r una g ra n cantidad
de agua cuando b a rre n lo s m ares, ya que, a m enudo, vem os
que en una so la noche lo s cam inos se secan p o r lo s v ie n to s 625
y se endurecen la s suaves escamas d el b a rro .

i74C£ L. 1.1106 y ss., en relación con la imagen de la tierra arrastrada por los pies hacia
la profundidad del vacío.
1/5El sustantivo baratifrum, -i alude al abismo del mar, a la grieta subterránea, a las
regiones infernales y a ias parces del cuerpo por extensión. Se trata de un grecismo
(fi&paBpov).
176El sustantivo adaugm en, -iras es una creación léxica del poeta.
-11A lo largo de todo el L. VI, Lucrecio ha establecido relaciones antitéticas entre las
magnitudes de las cosas, destacando lo ínfimo frente a lo inmenso.
177Lucrecio utiliza la forma pe ¿age para el caso acusativo plural del sustantivo neutro
peiagzts,
780 DE RERVIvi NATVRA.- LIBER SEXTVS

Praeterea d o c u i m u ltru n quoque to ile re rm b is


um o re m m agno conceptum e xa e q uo re p o n t i
et p a ssim to to te rra ru m spargere in o rb i,
630 cum p lu it in te n is et v e n ri n u b ila p o rta n t.
P o stre m o q u o n ia m ra ro cum corp ore te llu s
est, et c o n íu n c ta st, oras m a ris u n d iq ite cingens,
debet, u t ín m are de t e rris v e n it « m o r aquai,
In té rra s itid e m m anare ex acquore sa lso ;
635 p e rc o la tu r e n im v iru s re tro q u é rem a na l
m a te rie s u m o ris et ad caput a m n ib u s o m n is
c o n flu ir, mde su p c r té rra s re d i t agrume d u lc í
qua via secta sem el liq u id o pede d e tu lit rin d a s.

N u n c ra tio quae s ít , per fauces m o n tis u t Aetnae


64o e xsp ire n t ig ne s in te rd u m tu rb in e ta nto ,
expediam . Ñ eque enim m e d io c ri ci ade coorta
flam raea tem pestas Sic u lu m d om ina ra per agros
fin it im is ad se c o n v e rtir g e n tib u s ora,
fu m id a cum caelí sc in tilla re o m n ia tem pla
, 645 cem entes pavida com plebant pectora cura,
q u id m o lire tu r re ru m n a tu ra n o va ru m .
Id isc e t ib i in rebus la te st alteque vid end um
et ionge cunetas in p a rtís d isp ic ie n d u m ,
u t re m in isc a ris sum m a m re ru m es.se profiundam
650 et vídeas caelum su m m a i to tiu s u n u m
q ua in s it p á rvu la par.s et quam m u lte sim a constet
A C E R C A D E LA N ATURALEZA DE LAS C O S A S - L IB R O S E X T O 781

Adem ás, he enseñado que la s nub es ta m bién lle va n m ucha hum edad
p ro ve n ie n te de la vasta su p e rfic ie d e l m a r y la desparram an
en c ua lq uie r d ire c c ió n , en todo e l orbe de la s tie rra s,
cuando llu e ve en ja s tie rra s y lo s v ie n to s p o rta n la s nubes. 630
P o r ú ltim o , porque la tie rra es de cuerpo granulado,
y está u n id a ciñendo la s o rilla s del m ar p o r todos lados,
debe, a sí com o e l líq u id o d el agua flu ye desde la s tie rra s a l m ar,
em anar de ía m ism a m anera desde la su p e rfic ie salada hacia la s tie rra s;
en efecto, es filtra d o el am argor y nuevam ente vuelve a b ro ta r179 635
la m ateria d e l líq u id o y c o n fluye toda hacia ía fue nte desde
lo s río s , de a llí se derram a sob re ía s tie rra s a través de una dulce c o rrie n te
p o r donde hace descender la s aguas, una ve z que se ha a b ie rto
en líq u id o paso.

Los misterios del Etna.


E xp lic a ré ahora qué ra zó n hay para que, p o r la s fauces180 d el m onte
E tn a ,131
exha le n, en oca siones, m egos con u n to rb e llin o ta n grande,
en efecto, n i su rg id a con u n desastre m oderado, la llam eante
tem pestad que ejerció su d o m in io p o r lo s campos de lo s sic ilia n o s
v o lv ió hacia s í lo s ro s tro s de io s p ue b lo s ve cinos,
cuando, al d is tin g u ir que todas la s bóvedas del cielo centelleaban
hum eantes, llenab an su s corazones con pavorosa preocupación 645
de qué cosas nueva s estaba elaborando la na tura leza .
E n estas c ue stio n e s tú tienes que o b se rva r de m anera a m p lia
y p ro fu n d a y has de exa m ina r en g ran m edida hacia tod as partes,
para que recuerdes que el c o n ju n to de las cosas es inso nd a b le
y veas cómo el cielo es so lo una pequeñita 650
p a rte de to d o e) c o n ju n to y cuán in fin ité sim a es v, no una parte

1^O esde cí verso 633 ai 638 reitera con una m ínim a diferencia, los hexámetros del L,
V.169-272,
150Los Vi sta n ;y o 3 X ,a s, -iurn y , - r i s son los términos que el latín cuenta, según el

p o eta.p ara denom inar los cráteres volcánicos.


i8i El Etna es cí volcán activo más alto de la placa euroasiádea, que se encuentra en la
costa este de Sicilia, cutre las provincias de M esina y C atania. En torno al Etna hay nu­
merosas reíeixnoas mitológicas, taíes como o te su nombre es el d e una ninfa siciliana,
nacida de Urano y de Gea, o de Btiareo.
782 De rervm n atvra - l íb e r s e x t v s

nec tota pars, homo terrai quota totius unus-


Quod bene proposítum si plañe contueare
ac yideas plañe, mirari multa relinquas.
655 Numquis enim nostrum miratur siquis in artus
accepit calido febrim fervore cooriam
aut alium quemvis morbi per membra dolorem?
Obturgescit enim súbito pes, arripit acer
saepe dolor dentis, oculos invadir ín ipsos,
6 6 0 exsistit sacer ignís et urít corpore serpens
quamcumque arripuit partim , repitque per artus,
nim irum qnia stmt m ultarum semina rtrurn,
et satis haec tellus morbi caelumque mali fert,
unde queat vis immensi procrescere morbi.
665 Sic ig itu rto tí cáelo tei raeque putandumst
ex infinito satis omnia stippeditare,
unde repente queat tellus concussa moveri
perque mare ac térras rapidus percurrere turbo,
ignis abundare Aetnaeus, fiammescere caelum.
670 Id quoque enim fie et ardescunt caelestia templa
et tempestates piuviae graviore coortu
sunt, ubi forte ita se tetulerunt semina aquarum.
A C E R C A D E LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O SE X T O 783

completa, en proporción de lo que es un hombre con respecto a toda la


tierra.
-Sí observas bien este propósito con claridad y lo yes
de manera distinta, dejarán de asombrarte de muchas cosas.
Pues, ¿quién de nosotros se asom bra si alguno contrajo 655
por sus extremidades una fiebre surgida con un ardor caliente
o, a través de sus miembros, un dolor cualquiera de otra enfermedad?182
En efecto, un pie comienza a hincha.rsesúbitamente, a menudo un agudo
dolor se apodera de los dientes, invade a los mismos ojos,
aparece un f uego maldito y quema serpenteando por el cuerpo183 660
una parte cualquiera que atrapó y se arrastra a través de las
articulaciones,
naturalmente porque existen semillas de muchas cosas,
y en cantidad suficiente la tierra y el cielo producen estas184185*de
enfermedad y mal,
de donde pueda desarrollarse la fuerza de una enfermedad sin m edida.1®3
Así, por consiguiente, se debe pensar que, desde el infinito,i8é se
suministran 665
en forma suficiente para el conjunto del cielo y la tierra todas las cosas,
de donde repentinamente la tierra puede moverse agitada
y un violento tomado correr a través del mar y las tierras,
y fluir en abundancia el fuego del Etna y encender con llamas187 el cielo.
En efecto, eso también ocurre y arden las bóvedas del cielo 670
y existen tormentas de lluvia que prorrumpen muy pesadamente,188
cuando por casualidad se dispusieron189 así las semillas de las aguas.

182 Literalmente el texto dice: “otro dolor cualquiera de una enfermedad".


183 En cuanto a la mención del ,acor ignis, esta denominación refere a en ferm ed a­
des dermatológicas asimilables a la erisipela (Épuaírre'Xas) o a una clase de herpes
(íptnK5. Cf. MUN 110 , vol. II, pp. 393-394.
j 8"4 Se alude a las “semillas*
185 Lucrecio retoma la analogía que se establece entre los versos 650-652 donde desa­

rrolla 1 a relación del hombre con la totalidad de la tierra, así como esta, con respecto
a la totabdad del universo. Esto está encaminado a demostrar que las enfermedades
aquejan al hombre tanto como al propio planeta.
iaí Véase el uso del sintagma ex in finito en el L. I.996y 1035.
187 El verbofla m m esco aparece registrado únicamente en Lucrecio.

13sEl sustantivo coortus, -us aparece registrado en dos oportunidades, solo en la obra
lucreciana.
is? £| vcrb0 tollo presenta el perfecto tetidi que es utilizado por los autores arcaicos.
¡8 4 D s RERV.M N A P / R .Í - LIBE R SEJCTVS

'A t n i m is esc in g e n s in c e n d i tú rb id o s a rd o r,'


S c ílic e t e r flu v iu s, q u i y isu s m á xim o s ei
675 q u í n o n ante a liq ue m m a io re in v id it, et in g e n s
a rb or b om oque v id e tu r, et o m nia de genere o m n í
m axim a quae v id it q u isq ue , haec ing e nua fin g ir,
cum ta in c n o m n ia cum cáelo terraque m a riq ue
n il s in í ad sam m am su m m a i to tin s om nem .
6S0 N u n c tam en illa m o d ís q u ib u s ir r it a r a repente
fla m m a focas v a sris Aetnae fo rn a c ib u s e ffle t,
expediam . P rim u m to tin s subcava m o n tis
e st na tura , fc r e s i lic u m s u fitilta ca vcrnis.
O m n ib u s e st p o rro in sp le íu n c is ven tu s et aer.
''
685 V e ntus e n im f ir , u b i e st agitando p e rc itu s, aer,
H íc u b i p e rc a iu ít calefecitque o m n ia c írc um
saxa fu re n s, qua c o n tin g it, te rra m q u e . et ab o llis
e xc u ssit ca lid uxn fla m m is ve lo c ib us ignem ,
t o llií se ac re c tís ita ia u c ib u s e ic it alte.
69o F e rt itaque ardorem longe longeque ía v illa m
d ilf e r í et crassa v o lv it c a líg ine fu m u m
e xtm d itq u e sim u l m ira n d o pond ere saxa;
ne d u b ite s q u in haec a n im a l tú rb id a s it v is.
Praeterea magna ex p a rtí m are m o n tis ad e iu s
é
:ÉÍ' : 695 ra d ic e sfra n g itflu c tu s aestum que re so rb e t.
:A.d'

D
L: L
ai
i i:
ID
D

;ID;
Ad

A:
A C E R C A D E LA. N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O SE X T O 785

“P e ro e l fu rio so a rd o r de] in c e n d io es dem asiado grande”.190


S in duda tam bién u n río , qu-s íe pareció e l más grande a ese
que no v io antes alg uno m ayor, y enorm es 675
parecen e l á rbol y el ho m b re, y todas la s cosas m ás grandes
de codo tip o que a lg uien v io , a estas la s re p re sentó gigantescas,
aunque, s in em bargo, todas la s cosas, con e l c ic lo y la cierra y e l m ar,
no representan nada para la sum a com pleta de todo e í c o n ju n to de la s
cosas.
A h o ra , s in em bargo, e xp lic a ré de qué m anera aquella lla m a , irrita d a 191 680
de repente, exhala friego hacía afuera en lo s va stos h o rn o s
del E tn a .192 E n p rim e r lug a r, la na tura leza de toda m ontaña es hueca
p o r debajo, casi so ste n id a p o r cavernas de rocas d u ra s.193
Adem ás hay en todas la s cuevas v ie n to y a ire .
E n efecto, e l v ie n to se o rig in a cuando hay aire tu rb u le n to agitándose. 685
U n a vez que este recalentó e in fla m ó , a rd ie nte , todas la s p ie d ra s
a su a lred ed or y la tie rra con la que tom a contacto y, a par t ir de ella s
provocó u n fuego caliente de veloces lla m a s,
se levanta y a sí se p re c ip ita a lo alto p o r lo s re cto s cráteres.
En to n c e s lle v a su a rd o r a lo le jo s y le jo s esparce 690
la ceniza y revuelve el hum o en una p ro fu n d a oscurid ad
y, al m ism o tie m p o , a rro ja p ie d ra s de u n peso asom broso;
no dudes de que esta es la tu rb u le n ta fu e rza d e l a ire .
Adem ás, en g ran pa rte, e l m ar ro m p e e l oleaj e en la s ra íces
de la m ontaña y reabsorbe de nuevo e l calor. 695

i9(,Ei poeta reproduce las opiniones relativas de los hombres surgidas de percepciones
subjetivas en torno a la realidad; sin embargo, nada se compara con la totalidad del
universo, que es lo que debe concitar la admiración humana.
191A continuación se inicia la descripción vivida y cuidadosa de una erupción volcáni­
ca. Al respecto, se tiene conocimiento de una, sumamente violenta acaecida probable­
mente en el año 122 a.C„ y otra registrad a por Diodoro Síeulo (s. I a.C.).
>nPosible alusión mitológica a la creencia de que en el interior del Etna s e bailaban las
fraguas de Hefesto, dios del fuego y la metalurgia. Se dice que al monstruoso Tifón,
mientras huía de Zeus atravesando ei mar de Sicilia, csrc le arrojó el monte Etna y lo
aplastó. Las llamas que salen del volcán son lasquevomita el monstruo oelrestode los
rayos con que el dios lo aniquiló. Cf. GRIMAL (1984:516).
193 1:1 término sílex, ris hace referencia a una piedra de dura consistencia, de donde

se derivó "sílice”. De esta forma traduce VALENTÍ FIOL, vol II, p. 259; en cambio
MUNRO.vol. I, p. 307y BÁILEY j 1917), vol. I, p. 549, traducen por “rocas basálticas”.
£ 1 basalto es una roca ígnea de coloración oscura que abunda en la corteza terrestre.
786 D E R E R V M N A T V R A - L IB E R SEXTV5

Ex hoc usque mari speiuncae montis ad altas


p e rv e n iu n t su b te r fauces. H a c iré fa te nd um st
*
et penetrare m a ri p e n itu s re s cogit aperto
atque e ífla re fo ra s ideoque e x to íle re flam m am
700 saxaque sub iecta re et harenae to lie re n im b o s.
In su m m o su n t vé rtic e e n im crá te re s, u t ip s i
n o m in íta n t, n o s quod fauces p e rh íb e m u s et ora.
Sunt aiiquot quoque res quarum unam dicere causam
non satis est, verum pluris, linde una tamen sit;
705 c o rp us u t e xa n im u m siq u o d p ro c u l ip se iacere
consp icia s h o m in is, £ t u t o m n is dicere causas
conveniat le ti, d ic a tu r u t illiu s una.
N am ñeque eum ferro nec frigore vincere possis
interiisse ñeque a morbo ñeque forte veneno,
710 verum a liq u id genere esse ex hoc quod c o n tig ít ei
sc im u s. Ite m in m u ltis hoc rebus dicere habem us.
A C E R C A D E LA, N A T U R A L E Z A D E LAS C O S A S - L IB R O SE X T O 787

D e este m ar, las cuevas lle g a n p o r deba jo hasta


la s p ro fu n d a s fauces de la m ontaña. Debe d ecirse que p o r a q uí va
* 19 4

y el fenóm eno lo o b lig a a p e n e tra r p ro fund a m e nte desde e l m a r


a b ie rto 1
9
4
195
y a e xha la r hacia afuera y a le va n ta r a sí la lla m a
y a la n za r hacia lo a lto la s p ie d ra s y a elevar nubes de arena. 700
Pu e s, en su pico m ás a lto ha y crá te re s, com o e llo s m ism o s
io s d e n o m in a n ;190 n o so tro s io s lla m a m o s gargantas y bocas,
E x is te n ta m b ié n a lg una s cosas de la s cuales no es su fic ie n te a firm a r1^7
una única causa, sin o m uchas, aunque, de la s cuales, e xista u n a so la ;
del m ism o m odo que s i tú m ism o ob serva s de le jo s que yace el cuerpo 705
exánim e
de algún ho m b re , sucede que se ría conveniente d ecir todas las causas
de la m uerte, para que se e xp liq u e únicam ente198 la de aq uella.199
P ue s no p o d ría s p ro b a r que ese m u rió n i p o r e l h ie rro ,200 n i p o r e l frío ,
n i de una enferm edad* n i p o r casualidad de u n veneno,
en verdad sabemos que fue algo de este género lo que le 710
suc e d ió . Ig ua lm e nte tenem os que d e c ir e sto en m uchas ocasiones.

194Entre los versos 697 y 698 Munro indicó la existencia de una laguna. Cf. BAILEY
(1947): vol. I, p. 548. En la página siguiente, este completa el sencidode la laguna: “por
esre camino pasa el vienro mezclado con las olas* (by thisp&th w in d m in gled with ih e
wctves passes in).
r9‘ Se alude al viento del que se habla en la nota anterior. Cf. IviUNRO, vol I, p. 307.
190 Lucrecio establece la diferencia entre la denominación de ^cráter” dada por los si­

cilianos, pertenecientes a la .Magna Grecia y, en consecuencia hablantes del griego, en


oposición a las palabras en latín con que concluye el pasaje. El sustantivo cráter, ~ri$ es
un grecismo (KpftTtyp) que alude, en tina de sus acepciones, a una depresión con forma
de cuenco.
19' El poeta aboga, siguiendo el pensamiento epicúreo, por hallar las verdaderas causas
de las cosas, para lo cual ejemplifica primeramente en torno a las causas de muerte de
un individuo.
198 Se optó por considerar la palabra una como adverbio yno como adjetivo; al respec­

to de esta ambigüedad, c£ MUNRO, vol. II, p. 395-


199 Se refiere en particular a la única causa que provocó la muerte de aquel hombre.

200Metonimia por espada o por otra arma de hierro.


788 D E R E R W i NÁTVRA - L IB E R SEXTVS

Niíus in acstatem crescit campisque redunda!


únicas ;n terris, Áegypti totius amnis,
ís rigat Aegypm m médium per saepe caiorcm,
715 auí quiasunt aestate aquilones ostia contra,
anni tempore eo quí etesiae esse feruntur,
et contra fluviátil fiantes remorantur et nudas
cogentes sursus replent coguntque manere.
Nam dubio procul haec adverso flabra feruntur
720 flumine, quae gelidis ab stellis a x i s aguntm.
lile ex aestii era partí venit amnis ab austro,
Ínter nigra virum percocto saecla colore
exoriens penitus media ab regione diei.
Esc quoque u t i p o ssit m agnus congestus harenae
725 flu c tib u s a d ve rsis o p p ila re o stia contra..
cum m are p e rm o tum v e n tis r u it in tu s harenam ;
q uo f it u t i pacto líb e r m in u s e x itu s a m n is
et p ro c liv is Íte m fía t m in u s ím p e tu s u n d is.
Fit quoque uti pluviae forsan magjs ad caput ei
730 tempore eo fiant, quod etesia flabra aquiíonum
m ibiia coniciunt ín eas tune orrinia partís.
Scilicet ad m ediam regionem electa diei
cum convenerunt, ibi ad altos denique montis
contrusae nubes coguntur vique premuntur.
Ac e r c a d e da ¡sía t u r a l e z a de las c o s a s - Lib r o sexto 789

El Niio
El Niio, río de todo Egipto, único en las tierras/0'
crece en verano y desborda en los campos.
Este riega medio Egipto, generalmente durante ei calor,
o bien porque los aquilones en el verano, que en ese tiempo 715
del año son llamados etesios,201 están contra sus bocas,
y al soplar contra el río, lo retardan y, conduciendo el oleaje
hacia arriba, lo llenan y lo obligan a permanecer.
Pues, fuera de duda, estos soplos que son conducidos desde
las heladas estrellas del polo,203 se mueven en contra de la corriente, 720
Aquel río viene desde el sur, de la parte portadora de calor,
naciendo entre negras generaciones de hombres de color
tostado,20’ m uy hacia adentro de la región del mediodía.203
Puede suceder también que un gran amontonamiento de arena
obstruya las bocas del río en contra de sus corrientes, 725
cuando el mar agitada por los vientos lanza la arena hacia adentro;
de este modo sucede que la salida del río es menos libre
e igualm ente el ím petu en las olas resulta menos descendente.
También sucede, acaso, que las lluvias se producen más hacia su fuente206
en ese tiempo, en el cual ios soplos anuales de los aquilones
arrojan entonces todas las nubes hacia esas partes.
S in duda, cuando se reúnen expulsadas hacia la región
del mediodía, allí finalmente las nubes empujadas hacía
los altos montes se condensan y son comprimidas con fuerza.20'
2Ü1E1 poeta recurre a la descripción del río Niio para demostrar la existencia de fenó­
menos que cuentan con diversas causas. En el caso de la inundación sóbrelas tierras
egipcias, esta formaba parte de un sistema cíclico natural que se predecía astronómi­
camente y que se advertía a comienzos del mes de junio para alcanzar su máximo nivel
a mediados de julio.
232En cuanto a estos vientos, c£ L. V.742» n. 256 y 257.
203Se hace ref ercncia a las estrellas de la constelación de la Osa Menor.
234Ei Niio es uno de los cinco ríos que nacen en el sur, en ei Africa ecuatorial, y que de­
semboca en el Mediterráneo. A.un existen dudas acerca del lugar exacto de su nacimiento.
2,03La referencia a la región del mediodía está asociada con ei sur. de ahí la denomina­
ción de meridional.
2QÚSegún MUNRO, yol II, p. 396, eiure ios versos 729-734, Lucrecio expone la teoría
de Demócrito acerca de las posibles causas de ia creciente anual dei Niio.
317 Los vientos etesios empujan las nubes que encuen tran su límite en las montañas de
la. región etiope.
790 D E R I R V M IslATVRA - LIB E R SEXTVS

735 Forsitan Aethiopum peniíus de montibus altis


crescat, ubi ín campos albas descenderé ningues
tabiíicis subigit radiis sol omnia lustrans.

Nunc age, A vernatibi quae sint loca cumque lacusque


expediam, quali natura praedita constent.
740 Principio, quod Averna vocantur nomine, id ab re
impositumst, quia sunt avibus contraria cunctis,
e regione ea quod loca cum venere volantes,
remigi oblitae pennarum vela rem ittunt
praecipitesque cadunt m olii cervice profusae
745 in terram, si forte ita fert natura locorum,
aut in aquam, si forte lacus substratus Áverni.
Is locus est Cumas apud, acri sulpure montes
oppleti calidis ubi fum ant fontibus aucti;
est et Atbenaeis in moenibus, arcis in ipso
A cerca de ia n a t u r a l e z a d e las c o s a s - L ib r o sexto 791

Q u izá s crezca en lo p ro fu n d o de la s a lta s m onta ña s 735


de lo s etíopes, cuando e l so l que alum b ra todas la s cosas fu e rza
a la s nieves blancas, d e rre tid a s p o r su s ra yos, a descender hacia lo s
cam pos.203

Los Avernos
A h o ra vam os, te exp lic a ré qué so n lo s lug a re s y lo s lagos A ve rn o s2®
en c ua lq uie r c irc u n sta n c ia , y de qué n a tura le za están dotados.
E n p rin c ip io , e l que sean lla m a dos con e l n o m b re de A ve rn o s, eso fue
im p u e sto 740
a p a rtir de u n hecho, ya que so n p e rju d ic ia le s para todas la s aves en su
c o n ju n to ,2)0
pues, cuando ve n ía n vo la nd o desde esa re g ió n hacia estos lug a res,
o lvid a d a s de re m a r211 desatan la s velas de su s plum a s
y caen con su b la nd o c ue llo tra s p re c ip ita rse lanzadas
a la tie rra , s i p o r casualidad la na tura le za de lo s lug a res se presenta a sí, 745
o ai agua, s i p o r casualidad el lago del A ve rn o se extiend e p o r debajo.212
E se lu g a r está ju n to a C um a s, donde lo s m o nte s colm ados
de penetrante a zu fre hum ean acrecentados p o r cálidas fu e n te s.213
Ta m b ié n e x iste en la s m u ra lla s de A tena s, en la m ism a cum bre 2
9
8

298Entre otros, Anaxágoras consideraba que las lluvias en las fuentes del 5Alo prove-
nian de las nieves de las montañas etíopes; cales precipitaciones provocaban el aumen­
to del caudal del río.
209Se habla d e lugares donde los pájaros no pueden sobrevivir por efectos estrictamen­
te naturales; Lucrecio menciona uno en Cumas, otro en la Acrópolis de Atenas y un
tercero en Siria.
218Los antiguos denominaban ‘'Avernos”, del griego üop'joq (“sin pájaros”) a lugares
que, por sus emanaciones sulfurosas, provocaban la muerte de los pájaros que sobre­
volaban por encima de ellos. Eran considerados las entradas al mundo infernal. C£
VALENTfPIOL, vcJ II, pp. 2é2-2é3, n. 13.
211El sustantivo re m ig iu m . -\i)i refiere al remo de las naves que, aplicado alas aves, se
entiende por el batir las alas en el aire. En este verso, Lucrecio se refiere a los pájaros
como barcos, al hablar del “velamen de sus plumas”.
2i2EIlago de¡ Averno es en realidad el cráter de un volcán apagado en la región cercana
al puerto de Miseno.
2!J Cumas es una antigua ciudad de la Magna Grecia, en el sur de Italia, ubicada en la
región campana de Ñapóles, juntoa las costas delmar Tirreno. Allí funcionaronbaños
termales que, junto a los de Pompeya, son los más antiguos de Italia.
792 D E K ER V M NATVRA - L IB E R SEXTV S

Palladis ad templum Tátonidis aímae.


750 vé rtic e ,
quo numquam pennis appelíunt corpora raucae
cornices, non cuín ftimant altaría donis,
Usque adeo fugitant non iras Palladis acris
pervigilí causa, G raium ut ceciner-e poetae,
755 sed na tura lo c í op us e ffic it ip sa suapte,
In Syria quoque fertur ítem íocus esse videri,
quacírupedes quoque quo simul ae vestigia primum
íntulerint, gravícer vis cogat concidere ipsa,
manibus ut si sint divis mactata repente.
760 Oiii nía quae natural! ratione geruntur,
et quibus e fiant causis apparet orígo;
ianua ne pote eís O rci regioníbus esse
credatur, post hiñe animas Acheruntis in oras
ducere forte déos m anís inferné reamur,
765 naribus alípedes u t cervi saepe putantur
ducere de latebris serpentia saecla ferarum.
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A D f LAS C O S A S ' L IB R O S E X T O 793

de la cindadela, ante el templo de la nutricia Paias Tritónida/'4 750


donde las roncas cornejas nunca acercan sus cuer pos
de plumas» ni cuando humean Jos altares con ofrendas.
Hasta tal punto huyen, no de las iras de la cruel Palas21^
por causa de la vigilancia, como cantaron los poetas griegos,216
sino que la naturaleza misma del lugar ejecuta la tarca por sí.217 755

En S iria también se dice que parece existir un lugar semejante,


en el cual incluso, cuando los cuadrúpedos apenas pusieron
sus huellas3la m ism a fuerza los obliga a caer pesadamente,
como si fueran sacrificados de repente a los divinos manes.218
Todas las cosas se producen por una razón natural, 760

y su origen manifiesta de qué causas proceden;


para que no se crea posible que las puertas del Orco estén
en esas regiones, y pensemos que después desde allí los dioses manes,
tal vez, conduzcan las almas abajo, hacia las orillas del Aqueronte,
como a menudo se piensa que los veloces219 ciervos sacan ?65
con sus narices especies de serpientes de los escondrijos de las fieras.220

2i"Palas es el nombre ritual de la diosa Atenea, conocida frecuentemente con el nom­


bre de Palas Atenea. Existe una leyenda que relata la historia de una Palas, indepen­
diente de la diosa que fue hija del dios Tritón, genio del lago Tritonis, que había criado
en su infancia a la diosa Arenca. CE GRIMAL (1 984).
715Con respecto a la relación de Atenea con la corneja, existen variadas leyendas* una
de ellas cuenta que las bijas de Cccrope, uno de los reyes del Atica, habían abierto la
canasta en la que yacía Erictonio, hijo de la diosa, desobedeciendo las órdenes divinas
de mantenerla cerrada. Una corneja delató el hecho, pero a Atenea le desagradó su celo
indiscreto y la expulsó de la Acrópolis; c£ YALENTTFIOL, voL II, p. 2ó5> n. 15. Otra
leyenda habla de Corónide, hija de Coroneo, que fue transformada en corneja por su
protectora Atenea para escapa rar de Poseidón, que quería abusar de día, cf. GRXMAL
(1984115).
2i6 Los poetas griegos mencionados pueden encontrarse en los escolios a II, 11.547,
Platón, T ím . 23d-e, Apolodoro, BibL IIL14.2. Cf. GRIMAL (1984).
i,/El pronombre posesivo es reforzado semánticamente por la partícula -pie.
2x9Entre los romanos, los manes sonías almas de los muertos. Se los nombra por antí­
frasis, pues m a n es significa Tos benévolos'’. En consecuencia, .se buscaba su protección
con solo nombrarlos. Asimismo eran objeto de culto, ofreciéndoseles leche, miel, vino
y flores.
219Literalmente el adjetivo alipes, - t d is significa “con alas en las patas”. El primer regis­
tro aparece en Lucrecio. Cf. OLD,
220Cf. MUNRO, vol. IL p. 398, acerca de las fuentes de esta creencia.
794 D E R E R V M N A T V R A - LIB ER SEXTV S

Quod procul a vera quam sit ratione repuisum


percipe; nam de re nunc ipsa dicere conor.

Principio hoc dico, quod dixi saepe quoque ante,


770 in térra cuiusque modi rerum esse figuras;
m u lta , cib o quae su n t, -Vitalia, m ulta q ue, m o rb o s
in c ute re et m o rte m quae p o ssin t accelerare,
Et magis esse aliis alias animantibus aptas
res ad vitai rationem ostendimus ante
775 propter dissimiiem naturam dissimílisque
texturas ínter sese primasque figuras.
M ulta m eant mímica per auris, m ulta per ipsas
insinuant naris infesta atque aspera tactu,
nec sunt multa param tactu vitanda ñeque autem
780 aspectu fugienda saporeque tristia quae sint.
Deinde videre licet quam multae sint liom ini res
acriter infesto sensu spurcaeque gravesque;
arboribus primum certis gravis umbra tributa
usque adeo, capitis faciant ut saepe dolores,
785 siq u is eas su b te r ia c u it p ro stra tu s in h e rb is,
Est etiam magnis Heliconis montibus arbos
floris odore hominem taetro consueta necare,
Scilicet haec ideo terris ex omnia surgunt,
m ulta modis multis multarum semina rerum
790 quod permixta gerit tellus discretaque tradit.
A C E R C A D E LA N A T U R A L E Z A DE IA S C O S A S - U fc R O S E X T O 795

Aprende221 cuán, lejos ha sido rechazado esto por la verdadera


razón; pues me dispongo ahora a hablar de esta misma cuestión.

Diferentes cosas producen diferentes sensaciones


En principio digo esto, lo que he dicho a m enudo también antes,
que existen en la tierra formas de cada especie de las cosas: - 770
muchas, que sirven de alimento, que sustentan la vida, y muchas,
que pueden infundir enfermedades y acelerar la muerte.
Demostramos anteriormente222que hay cosas más aptas
para unos animales que para otros según su razón de vida,
a causa de una naturaleza diferente y disímiles 775
texturas y configuraciones primordiales entre ellas.222
Muchas que son nocivas pasan por los oídos, muchas
se introducen hostiles por la misma nariz y (son) ásperas al tacto,22,4
y no son sino unas pocas las que ha de evitar el tacto, ni de las que
ha de apartarse la vista, y las que son funestas por el sabor. 780
Entonces es posible ver cómo muchas cosas son de una sensación
intensamente dañina para el hombre, iiunundas y opresivas;
primero, la som bra dada por determinados árboles hasta tal punto
pesada, que a menudo provocan dolores de cabeza,
si alguien estuvo tendido en la hierba al pie de esos.22324 785
También existe en los grandes montes del Helicón un árbol22é
acostumbrado a matar al hombre con el repugnante olor de su ñor.
Por cierto, todas estas cosas surgen de la tierra de esta manera,
porque la tierra contiene muchas semillas de muchas cosas
mezcladas de muchos modos, pero las distribuye separadas. 790

221 Insta nuevamente a su interlocutor a la m anera de un maestro para desarrollar su


argum entación en contra de la superstición y de las creencias falaces.
222C ('■ L. IV.Ó33 y 677.
223Estas afirmaciones sustentan la coherencia del pensam iento iucreciano a lo largo de
toda la obra, ya que llam a la atención a su receptor para que retome lo dicho en todos
ios libros anteriores, com enzando por los dos prim eros, donde se desarrollan las argu­
mentaciones de base y se instituye el vocabulario técnico.
224 En cuanto a la palabra tactu . hay diferentes lecturas.
25M U N R O , vol. II, p. 398, com enta que entre los árboles cuya sombra resulta dañina,
se mencionan el nogal y el enebro.
216 Según Plutarco, Sym pos. III.Í .647 F, el árbol cuya fl or m ata a l hombre es un tipo dé
encina (cqdXaE), cf. M U N R O , vol. II, p. 398.
/% D E RERVAA. N A T V R A - U ñ E R SEXTV'S

N octurnum que recens extínctum lam en u b i acri


nidore offendít naris, consopit ibidem ,
concidere ct spuma.s q u i m orbo rnintere suevit.
Cascoreoque gravi m u lier so p ita recum bit
7S5 et m anibus nitidum tenerís opus effluit ei,
tem pere eo si odoratasc quo m enstrua soívit.
M ulraque praeterea languentia m em bra per artus
solvunt atque anim am labefactant sedibus intus.
D enique si calidis etiam cim ctere lavabos
800 plenior et fiieris, solio ferventis aquai
quam fácile ín m edio fit uti des saepe ruin as!
C arbón um que gravis vis atque odor insinuatur
quam facile ín cerebm m , n isi aquam praecepím us an te!
A tc u m m em bra hom inis percepit férvida febrís,
805 tum fit odor vin i plagae m actab ílis instar.
N onne vides etiam térra q u o q u esu lp u r in ipsa
gignier et taetro concrescere odore bitum en;
denique ub i argenti venas au riq u e sequuntur,
terrai penitus scruranres ab dita ferro,
8 io qualis exspiret Scaptensuía subter odores ?

Q uidve m ali fit u t exh alen t aurata m etalla!


a c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e las COSAS - LIBRO SIXTO 797

También la lámpara227nocturna, cuando recién apagada, molesta


ía nariz con su acre .hedor, pone a dormir en el mismo lugar
(al hombre) que suele caerse y echar espuma a causa de la enfermedad.22®
Una mujer se recuesta adormecida por el poderoso castóreo,”29
y la reluciente labor se desvanece de sus tiernas manos, 795

sí se perfumó en ese tiempo en que descargó su menstruación.


Y además muchas cosas aflojan los miembros sin rigidez a través
de las articulaciones y debilitan el alma en el interior de sus moradas.
Por último, también si te retrasas en los baños2"0 calientes
y estás2"1 muy lleno, ¡cuán fácilmente sucede a menudo goo
que te caigas en medio de la bañera de agua hirviendo!
¡Y cómo fácilmente la pesada fuerza y el olor de los carbones
se introduce en el cerebro, si no hemos tomado agua antes!
Pero cuando la hirviente232 liebre se lia apoderado dominando los
miembros,
entonces el olor del vino23" es semejante a un golpe mortal,234 sos
; N o ves también que el azufre, incluso, se origina en la misma
tierra y el alquitrán se condensa con repugnante olor,
entonces, cuando siguen las venas de la plata y el oro,
escudriñando con el hierro en lo profundo las entrañas de la tierra,
q u é clase de olores exhala por debajo la ciudad de Escapténsula?235 8 10

¡Y qué mal pueden exhalarlas minas de oro!

^ E l poeta alude al hedor a aceite que se desprende de ¡a llam a de una lám para recién
apagada.
22HSe hace referencia a quien sufre de epilepsia, denom inada m orbos cvm itialis.
225 Se traca d é la secreción anal o testicular del castor que la usa para acicalar su pelaje;
era utilizada en la m edicina antigua como espasmódico y e n k elaboración de perfu­
mes. Se creía que tenia propiedades abortivas.
230£l sustantivo lavab ru m , -i aparece registrado en este verso. Su forma contracta la-
brum alude al lugar destinado al baño.
231£ 11 cuanto a i verbo fu e ris , se presentan otras variantes,
232Se registran otras variantes para el adjetivo jh rv id ia.
233 M U N R O ; vol. I, p. 3 12, presema otra lectura para el sustantivo vim .
234El adjetivo m aciab ilís , -e es una creación léxica del autor.
235Escapténsula es una ciudad de la región tracia, famosa por sus minas, c f. VALENTI
FIO L, vol. II* p . 2 69, n. 17. Por su parte, MUNRCX vol. II> p. 399, señala que
Laclunann encontraba la forma latina Scaptensula m uy extraña. Este térm ino proviene
de 2K«.-nrn) (“M ateria Hueca”), que aparece en Heródoto, YX.46.
798 D E BJEKVM N A T V R A - LIB E R SE X T V S

Quas hominum reddunt facies qualisque colores!


Nonne vides audisve perire in tempore parvo
quam sdieant et quam vitar copia desit,
815 quos opere in rali cohibet vis m agna necessis?
Hos igitur tellus omnis exaestuat aestus
cxspiratque foras in apertum promptaque caeli.
Sic et Averna loca alítibus summittere debent
mortífera,« vim, de térra quae surgir in auras,
8 20 ut spatium caeli quadam de parte venenet;
quo sim ul ac prim um pennis delata sit ales,
im p ediatur ib i caeco correpta veneno,
u t cadat e regione loci, qua derigit aestus.
Quo cum corruit, hic eadem vis illius aestus
825 reliquias vitae membris ex ómnibus aufert.
Quippe etenim primo quasi quendam conciet aestum.
Posterius fu uti, cum iam cecidere veneni
in fontis ipsos, ibi sit quoque vita vomenda
propterea quod magna mali fit copia circum.
830 Fit quoque ut interdum vis haec atque aestus Averni
aera, qui Ínter avis cumquest terramque locatus,
discutiat, prope uti locus hic linquatur inanis.
Cuius ubi e regione loci venere volantes,
claudicat extemplo pinnarum nisus inanis
835 et conamen utrímque alamm prodítur omne.
Hic ubi nixari nequeunt insistereque alis,
scilicet in terram delabi pondere cogit
natura, et vacuum prope iam per inane iacentes
dispergunt anim as per caulas corporis omnis.
A C E R C A D E I A N A T U R A L EZA . D E LAS C O S A S - L IB R O SE XT O 799

¿Qué rostros de hombres devuelven y qué colores?2'1*


¿Acaso no ves u oyes cómo suelen perecer
en poco tiempo y cómo la abundancia de vida deja
a los que en tal trabajo retiene la gran fuerza de la necesidad ?237 815
En efecto, la tierra fermenta todos estos hervores
y los exhala fuera, hacia lo abierto y los visibles espacios del cielo.
Así también los lugares Avernosdeben emitir para los pájaros
una fuerza mortífera, que surge desde la tierra hacia el aire,
de modo que envenena el espacio del cielo en una cierta parte,- 820

en el mismo momento en que el ave es llevada por sus alas,


se detiene allí atrapada por un veneno no visible,
para caer desde la región de ese lugar, de donde se dirige el vapor.
Una vez que se precipitó en él, entonces la misma fuerza de aquel vapor
se lleva lo que resta de vida de todos los miembros. . 825
Y pues, porque en primer momento, por así decir, incita cierta
turbulencia.128
Posteriormente sucede que, cuando ya cayeron en las mismas fuentes
del veneno, allí también han de vomitar la vida
porque existe alrededor una gran abundancia de cosa maligna.
Sucede también, a veces, que esta fuerza y el calor del Averno 830
dispersan el aire, que está ubicado en cualquier parte entre las aves
y la tierra, de modo que este lugar queda casi vacío.
Cuando vuelven volando desde la región de este lugar,
decae al in sta n te e l aparente e sfu e rzo de su s p lu m a s y el p o d e r
de m ove r ía s a la s, p o r u n a y o tra parte es abandonado en su to ta lid a d . 835
Entonces, cuando no son capaces de sostenerse239 y soportar las alas,
la naturaleza, evidentemente, los obliga a deslizarse a la tierra
a causa del peso, y al caer por el vacío ya casi insustancial
dispersan todos las almas por las porosidades del cuerpo.
*240

23<’L u c re c io a d v ie rte en su in te rro g a c ió n re tó r ic a los m ales de la m in e ría , lo cual e n tra


e n re la c ió n co n la e v o lu c ió n de la c u ltu ra h u m a n a an aliz ad a en cí lib ro a n rerio r,
237 L a p a la b ra n e ce á is a p a re c e e n caso g e n itiv o (d e n ecesse), re g istra d a ú n ic a m e n te e n
e s te v e rso .
238 C f.a estu m en el L . I I L 1 7 3 .
23S,El infinitivo m x a ri es un frecuentativo de n iti y puede considerarse una palabra de
cuño lucreciano.
240E n fre le s v e rso s 8 3 9 - 8 4 0 L a c h m a n n s o s p e c h ó la c x isren cia d e u n a la g u n a .
800 D E R F R V M M A T V R A ' LÍBER SE XTV S

840 F rig id ío r p o rro in p u te is aestatc n t um o r,


ra re sc it quia té rra calore et se m in a siq na
fo rte va p o ris habet p ro p rie , d ím ít t it in auras.
Q u o in a g is e st ig it u r te líu s efteta calore,
f it quoque frig id ío r q u i in te rra st a b d itu s u m o r.
845 F ríg o re cuna p re m in ir p o rro o m n is té rra coitque
et q u a si c o ncrescit, fit sd lic e t u t coeundo
e xp rim a t in p u te o s s i quem g e rit ip sa calorem .

Esse apud H a m m o n is fa num fo n s luce d iu rn a


frig id u s et c a lid u s n o c tu rn o tem pere fe rtu r.
850 H u n c lio m in e s fo n te m n im is a d m ira n tu r et a c ri
so le p u ta n t su b te r té rra s fervescere p a rtim ,
n o x u b i t e rr ib ili té rra s c a líg ine te x it.
Q u o d n im is a v e ra st longe ra tio n e re m o tu m .
Q uip p e u b i s o l nu d u m contractans C orpus aquai
855 n o n q u ie rit ca lid u m sup era de reddere parte,
cum sup e ru m lu m e n ta n to fe rv o re fru a tu r,
q u i queat h íc su p te r tam cxasso corp ore te rra m
percoquere u m o re m e t calido fo c íla re vapore?
P ra e se rtím cum v ix p o s s it p e r saepta d o m o rum
8áo in sin u a re su u m ra d iis a rd e n tib u s aestum .
Quae ra tio st ig itu r? N im iru m té rra m a g is quod
ra ra tenet c irc u m fo n te m quam cetera te llu s
m ultaq ue su n t ig n is prope se m ina Corpus aquai.
H o c u b i ro rife ris te rra m n o x o b ru it u n d is,
865 e xte m p lo p e n itu s fríg e sc it té rra coitque.
Á C E P .C A DE LA N A T U R A L E Z A DE L A S C O S A S - L IB R O SE X T O 801

Las frías aguas de los pozos


Además, e l agua e n ios p o z o s s e v u e lv e más f r ía e n el v e r a n o 840
porque la tierra se rarifica a causa del calor y, si por casualidad
contiene particularmente algunas semillas de vapor, las emite hacia el aire.
Por lo tanto, cuanto más la tierra se agota a causa del calor,
se vuelve también más fría el agua que está escondida en la tierra.
Cuando, a su vez, toda la tierra se comprime y se contrae por el frío 845
y por así decirse condensa, sucede evidentemente que al contraerse,
si ella misma contiene algo de calor, lo expulsa por presión hacia los pozos.

La fuente de Ammón
Se dice que hay cerca del templo de Ammón una fuente, fría
durante la lu z diurna y cálida durante el tiempo de la noche.241
Los hombres se adm iran en exceso de esta fuente y algunos piensan 850
que las tierras empiezan a calentarse por debajo a causa del sol ardiente,
una vez que la noche ha cubierto las tierras con espantosa tiniebla.
Esto está demasiado alejado de una razón verdadera.
Pues, cuando el sol, tocando el cuerpo desnudo del agua,242
no es capaz de v o lv e rlo caliente en su pa rte su p e rio r 8S5
cuando su luz por encima goza de tanto ardor,
¿cómo este podría hervir el liquido debajo de la tierra,
de cuerpo tan denso, y llenarlo de vapor caliente?
Sobre todo porque apenas puede hacer entrar a través
de las paredes de las casas el calor con sus rayos ardientes. 860

Por lo tanto, ¿cuál es la tazón? Ciertamente, porque la tierra tiene2**3


más porosidad alrededor de la fuente que la tierra restante
y son muchas las semillas de fuego cerca del cuerpo del agua.
Por esto, cuando la noche cubre la tierra con sus olas que esparcen rocío,
la tierra se enfria al momento en el fondo y se contrae. 865

V A L E N T Í F IO L , v o l . II, p . 2 7 1 , n . 1 9 , se ñ a la q u e se tr a ta d e un o asis e n l a re g ió n
cir-enaica, e n la c o sta n o ro e s te d e la a c tu a l L ib ia .
242 E l sin ta g m a Corpus a q u a i es in flu e n c ia d e E m p éd o cles. C f. M U N K O , v o l II, p. 4 0 0 .
2** L u c re c io p re te n d e e x p lic a r e l fe n ó m e n o q u e o c u rre e n la fu e n te d e A m m ó n a través
d e a rg u m e n ta c io n e s e n t o r n o a su física.
802 D E R E R V M N A T V R A - LIB E R SE XTV S

Hac ratione fit ut, tamquam, compressa manu sit,


exprimat in fontem quae semina cumque habet igras,
quae calidum faciunc laticis tactum atque vaporem,
Inde ubi sol radiis terram dimovit obortus
370 et rarefecit calido miscente vapore,
rursus in antiquas redeunt prim ordia sedis
ignis ec in terram cedit calor omnis aquai.
Frigidus hanc ob rem fit fons in luce dium a.
Praeterea solis radiis iactatur aquai
875 umor et in lucem trémulo rarescit ab aestu;
propterea fit uti quae semina cumque habet ignis
dim ittat; quasi saepe gelum, qnod continet in se,
m ittit et exsolvit glaciem nodosque relaxar

Frigidus est etiam fons, supra quem sita saepe


88o stuppa iacir Hammam concepto protinus igni,
taedaque consimili ratione accensa per undas
collucet, quocumque natans im pellitur auris.
N im irum quia sunt in aqua perm ulta vaporis
semina de terraque necessest fundirás ipsa
885 ignis corpora per totum consurgere fontem
et simul exspirare foras exireque in auras,
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A D £ LAS C O S A S - L IB R O SE XT O 803

Por esta razón sucede que, como si fuese apretada con la mano,
vierte por presión en la fílente las semillas de fuego que tiene
en todo momento, que vuelven caliente el tacto y el vapor del líquido.
Después, cuando el sol naciente ha abierto la tierra con sus rayos
y la ra rific ó 2442
4
5al m e zc la rle su vapor ca liente, 87ü
los elementos primordiales del fuego vuelven otra vez a sus antiguas
inoradas y cede todo el calor del agua a la tierra.
Por esta razón la fuente se torna fría durante la luz del día.243
Además, la humedad del agua es agitada por los rayos
del sol y se rarifica por su trémulo ardor durante el d ía; 875
entonces sucede que dispersa las semillas del fuego que tiene
en todo momento;246247como muchas veces expulsa la escarcha
que contiene en ella, libera el hielo y afloja los nudos.

Las fuentes de Dodona y de Arado


Existe también una fuente fría sobre la cual* a menudo, la estopa2"7
que se colocó arriba, al momento en que fue absorbido el fuego,
arroja una llam ar4*
y por una razón semejante la antorcha encendida resplandece a través
de sus ondas, a donde quiera que flotando es empujada por los vientos.
Evidentemente, puesto que hay en el agua una gran cantidad de semillas
de calor y es inevitable que, de las profundidades de la propia tierra,
los corpúsculos de fuego se acrecienten por toda la fuente
y que al mismo tiempo los exhale fuera y los mueva hacia el aire,

244Es decir, la cierra se tornó menos compacta.


245 Cabe recordar que Lucrecio considera que ei calor también es una sustancia corpó­

rea, por lo tanto expone que el agua perteneciente a la fuente y la tierra intercambian
entre sí estos corpúsculos de calor. En la actualidad no se considera el calor como cor­
póreo; sin embargo, visto esto desde una perspectiva termodinámica, entre dos cuer­
pos a diferentes temperaturas se establece un intercambio de calor. Esto, en definitiva,
tiene puntos en común con lo afirmado por Lucrecio.
a*6'E1 verso 876 presenta muchas similitudes con el 867.
247La estopa es la parte gruesa del lino o del cáñamo que queda en ei rastrillo cuando se
peina o se rastrilla. Asimismo es la tela que se teje con ei hilo de la estopa.
24S Se trata de la fílente de Dodona, en el famoso santuario oracular de Júpiter, en la
región del Epiro, al pie del monte Tomaros. La fuente se encontraba cercana al río
Aqueloo; sus aguas eran utilizadas también para llevar a cabo la adivinación y se creía
que tenían carácter curativo, tanto las frías como las calientes.
804 D E R ÍR V M N A T V R A - LÍB E R SE X T V

n o n i ta m u lta tam en, cal id u s queat u t fie ri fo n s,


Fraeterea d isp e rsa fe ra s em m pere cog it
v is per aquam sú b ito su rsu m q u e ea c o n c ilia r!.
890 Q u o d genus endo m a rist A ra d i fo n s, d u lc ís aquai
q u i sc a tit et sa lsa s c irc um se d im o v e tu n d a s;
et m u lt is a liis praebet re g io n ib u s aequor
u tilita te m o p p o rtun a m sid e n tib u ’ n a u tis,
quod d u lc is Ín te r sa lsa s in te m /o m it utid a s.
895 S ic ig ira r per e m n p o ssu n t e ru in p e re fontem
et scatere illa focas, in stup p a m se m in a quae cum
c o n ve n iun t aut in taedai c o rp o re adhacrcnt,
ardescunt fa c iie e xte rn p ío , q u ia m u lta quoque in se
sem ina habent ig n is stuppae taedaeque tenentes.
900 N o n n e vid e s etia m , no c tu rn a a d lu m in a lin u m
nu p e r u b i e xtin c tu m admoveas, accendier ante
quam te tig it flam m am , taedatnquc p a ri ra tio ne ?
M u lta q u e praeterea p riu s ip so tacta vapore
e m in u s ard e scunt quam c o m m in u s im b ua t ig n is .
905 H o c ig it u r fie ri quoque in illo fo n te p uta nd um st.

Q u o d sup e re st, agere in c ip ia m q uo foedere fía t


naturae, ¡a p is h ic u t te rru m ducere p o ssit,
A C E R C A D E LA N A T U R A L E ZA . DE LAS C O S A S - L IB R O SE X T O 805

no así a muchos sin embargo, de manera que la fuente pueda resultar


cálida.
Por esta razón, una fuerza obliga a que irrumpan dispersos en forma
súbita h ad a afuera, a través del agua, y que esos245 se unan arriba.
De este tipo, existe una fuente en230 el m ar de Arado,251 que abunda232 890
de agua dulce y aparta de su alrededor las olas saladas;
y en muchas otras regiones el mar255 ofrece
una utilidad oportuna a los sedientos navegantes,
porque vomita254 olas dulces entre las saladas.
Así, en consecuencia, por medio de esa fuente pueden 895

irrum pir y brotar hacia afuera aquellas semillas235 que, cuando


se concentran en la estopa o se adhieren en el cuerpo de la antorcha,
arden fácilmente en un momento, porque las estopas y las antorchas
tienen, conservándolos también en sí mismas, muchas semillas de fuego.
¡N o ves también, cuando acercas a las lámparas nocturnas 900

la mecha25*5 hace poco extinguida que se enciende antes


de que haya tocado la llama y con igual razón la antorcha?
Y muchas cosas, además, alcanzadas por ese mismo calor arden
desde cierta distancia antes que el fuego las impregne de cerca.
Por lo tanto se debe pensar que esto tam bién sucede en aquella fuente, 9 0 5

La piedra imán
E n cuanto a lo sig u ie n te s com enzaré a e xp lic a r p o r qué pacto
de la na tura le za sucede que a i h ie rro pueda a tra e rlo esta p ie d ra ,

24s>Se refiere a los ignis c&rpora.


2SÚEl término endo es una preposición de carácter arcaico equivalente a in. Cf. OLD.
251 Arado (Aradus, -i\ también denominada Arvad, Arpad, Arphad y Antioquía de

Fiera, es el nombre de una populosa isla en las costas de Fenicia, actual Siria, llama­
da también isla de Ruad, La fuente era sumamente conocida en la Antigüedad. Cf.
MÜNRO, voL II, p. 400.
232 £ 1 verbo seaíeo o scato aparece con esta última forma en Ennio, Piauto y regularmen­
te en Lucrecio.
253 Literalmente atquar significa “Ja superficie del mar"

254 El verbo inierve-mo no se registra en otro lugar.

255 £1 poeta reitera, casi por completo, la argumentación de los versos 888-889.

356£ 1 sustantivo lim an, -i refi ere a la planra de lino y por metonimia, entre otras acep­
ciones, alude a la mecha de las lamparas hecha con fibras de esa planta.
806 D e r e r v m n a t v r a - l íb e r s e x t v s

quem M agneta vocant p a trio cíe n o m in e G ra i,


M ag netum q u ia i i t p a triís in íin ib u s o rtu s.
910 H u n c h o m in e s lapidem m íra n tu r; quippe catenam
saepe ex a n e llís re d d ít p e nd e ntib us ex se.
Q u in q u é e te nim lic e t ín te rd u m p lu risq u e víd e re
o rd in e d e m isso le v ib u s ia c ta rie r a u ris,
u n u s u b i ex uno depender su b te r sd ha erens
915 e xa lio q u e a liu s la p íd is v im vincla q ue n o sc it:
usq ue adeo p erm ananter v is p e rva lc t e iu s.
H o c genus in re b u s firm a n d u m st m u lta p riu s quam
ip s iu s re i ra tio ne m reddere p o ssís,
et n im iu m lo n g is am bagibus est adeundum ;
920 quo m a g is attentas a u ris a n im um q ue reposco.

P rin c ip io ó m n ib u s ab re b us, quascum que vid c m us.


perpetuo flu e re ac m it t i spargique necessest
corp ora quae fe ria n t o c u lo s visu m q u e lacessant.
Perpetuoque flu u n t c e rtis ab re b us od o re s:
325 frig u s u t <a> flu v iis , c a lo r ab so lé , a e stus ab u n d is
a e q u o ris e xe so r m o e ro ru m lito ra p ro p te r.
Nec v a rii cessant so n itu s m anare p e r auras.
D e n iq u e in os sa lsi v e n it u m o r saepe sa p o ris,
cum m are ve rsa m u r p ro p te r, d ilu ta q u e contra
930 [934] cum tu im u r m isc e ri a b sin th ia , ta n g it am aror.
[935] Usque adeo ómnibus ab rebus res quaeque flucntcr
A C E R C A DF. I A N A TU RA LEZA DE LAS CO SA S - L IB R O SE X T O 807

que lo s g rie g o s lla m a n m agneto,257 a p a rtir del no m b re de su lu g a r de


o rig e n,
ya que se o rig in ó en la s fro n te ra s del p a ís de lo s m agnesios,
L o s ho m b re s se m a ra villa n de esta p ie d ra ; en efecto, a m enudo, 910
to rm a u n encadenam iento de a n illo s que penden de e lla ,
Y de hecho se puede ver, en ocasiones, que cinco o m ás
en o rd e n su c e sivo so n em pujados p o r la s le ve s b risa s,
cuando un o pende de o tro a d h irié n d o se p o r debajo,
y cada uno a su vez del otro conoce la fuerza vinculante de la piedra:25* 915
hasta tal punto prevalece su tuerza de manera penetrante.259
En cuestiones de este tipo muchas cosas deben confirmarse antes
de que puedas dar cuenta de este mismo asunto,
y deben emprenderse con rodeos demasiado largos;
p o r esto te e x ijo que m e p re ste s o íd o s y u n á n im o m ás atentos. 920

Los corpora se encuentran en permanente movimiento


E n p rim e r lu g a r, de todas la s cosas cua lesq uiera que vem os,
es necesario que flu y a n continua m e nte y sean e m itid o s y d ise m in a d o s
lo s co sp úsc ulo s que h ie re n lo s o jo s y e stim u la n la v isió n .
D e cosas d eterm inadas flu y e n o lo re s continua m e nte ;
a sí com o el fre sc o r <de> lo s río s , e l ca lor d e l so l, la espuma260 de la s o la s 925
del m a r que socá va los m u ro s ju n to a la s costas.
Y so n id o s va ria d os n o cesan de f lu ir a tra v é s de lo s a ire s.
P o r ú ltim o , la hum edad de u n sabor salado a m enudo n o s viene a la boca
cuando n o s m ovem os cerca del m a r y, p o r o tra p a rte , cuando
contem plam os que el ajenjo d isu e lto es m ezclado, n o s toca su am argor,261 930(934
H a sta tal p u n to cada cosa es lleyada de m anera flu id a a p a rtir (935]

257 Se trata de la piedra imán que se decía que era procedente de la ciudad de Magnesia,

en Lidia, Asia Menor, aunque otras fuentes mencionan a la ciudad de Magnesia en


Macedonía. Se sabía que ciertas piedras atraían el Jiierro y que los troz-os de Lícito
atraídos atraían a otros más; a esas piedras se las considera imanes naturales.
258 Uso de la hendíadis entre los sustantivos vim y vinel#, este último se presenta en

forma sincopada.
259£l adverbio pertnananter aparece registrado solo en este verso.
El sustantivo aestus, -us registra la acepción de ‘‘espuma'* tan solo en la obra
lucreciana.
261 El orden de los versos 930-935 fue restituido por Lachmann.
808 D E FJERVM. N Á TV R fi - L IB E R S E X W S

[930J f e r t u r et i n c u n e ta s d im ir r it u r u n d iq u e p a r t ís
[931] n c c m o r a n e c te q u ie s í n t e r d a t u r ul.la fiu e n d í,
[932] p e r p e tu o q u o n ia m s e n tim u s , e í om nia s e m p e r
935 [933] c e r n e r e o d o r a r i lic e t e t s e n tiré s o n a re ,

Nunc omnes repetam quam raro corpore sint res


commemorare; quod in primo quoque carmine claret,
Quippe etenim, quamquam multas hoc pertinet ad res
noscere, cum primis hanc ad rem procinus ipsam,
940 qua de d isse re re aggredior, firm a re necessest
n il esse in prom p eu n is i m ix tu m C orpus in a n i.
P rin c ip io f it uc in sp e lu n c is saxa sup erna
su d e n t u m o re et g u ttis m a n a n c ib ii s tille n t.
Manat Ítem nobis e toto corpore sudor,
945 crescit barba pilique per omnia rnernbra, per artus,
Díditur in venas cibus omnis, auget alitque
corporis excremas quoque partís unguiculosque.
Frigus Ítem transiré per aes calidumque vaporem
sentimus, sentimus ítem transiré per aurum
950 atque per argentum, cum pocula plena tenemus.
Denique per dissaepta domorum saxea voces
pervolitant, perm anat odor frigusque vaposque
ignis, qui ferri quoque vim penetrare süevit.
Denique qua circum caeli lorica coercer,
Acerca de l a n a t u r a l e z a de l a s c o s a s - Lib r o sexto 309

d e t o d a s ia s c o s a s y e s e n v ia d a e n t o d o s l o s s e n t i d o s hacia t o d a s p a rte s 1930]


y n o se c o n c e d e d e m o r a ni r e p o s o a l g u n o en el flu ir, [931]
p u e s t o q u e p e r c i b i m o s c o n t i n u a m e n t e y s i e m p r e se p u e d e [932]
d i s t i n g u i r t o d a s l a s c o s a s , o l e r í a s y s e n t ir ía s s o n a r . 935 [933]

Apuntes en torno a la rarefacción


A h o r a in t e n t a r é n u e v a m e n t e r e c o r d a r q u é r a r o c u e r p o tie n e n
to d a s la s c o s a s; e s to t a m b ié n r e s u lta c la r o e n e l p r im e r c a n to ,262
P u e s , e n v e r d a d , a u n q u e es p e r t i n e n t e c o n o c e r e s to p a r a m u c h a s
cosas, so b re t o d o e n a d e la n te p a r a esta m is m a c u e s tió n
a c e rc a d e la c u a l c o m ie n z o a d is e rta r , e s n e c e s a r io a fir m a r 940
q u e n o h a y n a d a a la v is ta e x c e p to e l c u e r p o m e z c la d o c o n v a c ío .
En p r i n c ip io , sucede q u e en las cuevas las piedras más elevadas
e x u d a n a c a u s a d e la h u m e d a d y d e s tila n p o r e l f l u i r d e la s g o ta s .263
Del mismo modo m ana e l sudor de todo nuestro cuerpo,1,54
c r e c e n la b a r b a y lo s p e lo s p o r to d o s lo s m ie m b r o s , p o r la s e x tr e m id a d e s , 945
E l a lim e n t o es d is tr ib u id o h a c ia to d a s la s v e n a s ; a c r e c ie n ta y a lim e n ta
la s p a r te s e x tr e m a s d e l c u e r p o e in c lu s o la s u ñ a s.
D e l m is m o m o d o s e n tim o s q u e e l f r í o y e l c á lid o v a p o r p a s a n
a t r a v é s d e l b r o n c e ,265 s e n tim o s ig u a lm e n te q u e p a s a n a tra v é s d e l o r o
y a tra v é s d e l a p la t a c u a n d o s o s te n e m o s la s c o p a s lle n a s . 950
P o r ú lt im o , tas v o c e s v u e la n a tra v é s d e la s p e d r e g o s a s p a re d e s 266
d e la s casas, flu y e n e l o lo r y e l f r í o y e l c a lo r
d e l frie g o , q u e se a c o s t u m b r ó a p e n e t r a r in c lu s o e l v ig o r d e l h ie r r o .
Es m á s , p o r d o n d e la c o r a z a d e l c ie lo e n c i e r r a a lr e d e d o r ,26'
*2<SS

le í C f. L. 1.347.
2í3Cf. L. 1.348.
2&1Se destaca en esteverso la influencia de Ennio, cf. TviT.'NRü, vo! II, p. 401,
2ASe traduce por bronce ya que se trata, posiblemente, de la aleación.
266El sustantivo d isu iep tu tih -i con el significado de “paredes o muro” aparece solo re­
gistrado en este verso.
267 El hexámetro 954 presenta diferentes lecturas entre los editores. Cf. BAILEY
(1947), vol. I,p. 562.
lés Brieger í.s. XIX) indicó una laguna después del verso 954.
810 D E R IR Y M N ATV RA - L IB E R SEXTV

955 m ó rb id a v isq u e sim u l, cum e xtrin se c u s in sin u a tu r;


e t tem pestares té rra caeloque coortac..
in caelum te rra sq ue rem otae iu re ía c e ssu n t;
quandoquidem n il e st n is i ra ro c orp ore n e xu in .

H u c accedít u ti n o n o m n ia , quae ia c íu n tu r
960 corpora a u nq u e ab rebus, eodem p ra ed ita se n su
atque eodem pacto re b us s in t ó m n ib u s apta.
P rin c ip io te rra m so l e xc o q uit et fa c it are,
at glaciem d is s o lv it et a ltis m o n tib u s alta s
e xstru c ta s< q u e > n ív e s ra d iis tabescere cog it.
965 D e n iq u e cera liq u e fit in e iu s p o sta vapore.
Ig n is Íte m liq u id u m fa c it aes aurum que re so lv it,
at coria et carnem tra h it et c o n d u c it in u n u m .
U m o r aquae p o rro fe rm rn c o n d ura t ab ig n i,
at coria et carnem m o liit d ura ta calore,
970 Ba rb ig e ra s oleaster eo iu v a t usque capellas,
Ac e r c a d e la m a tu r a l e z a d e las c o s a s - l ib r o s e x t o 811

y al m ism o tie m p o una fu e rza m alsana, cuando se in tro d u c e desde


a fuera ;249 955
y tem pestades su rg id a s de la tie rra j del cíelo
se va n razonablem ente alejadas hacia e l cie lo y la s tie rra s ;2/(l
puesto que nada e xiste sin o el entrelazado de un cuerpo poco denso.

Los efectos de los corporaF1


Adem ás, se agrega que no to d o s lo s c o rp úsc ulo s, que so n a rro ja d o s
de la s cosas en c ua lq uie r c irc u n sta n c ia , están dotados de la m ism a
s e n s i b i l i d a d 960
n i de u n m ism o m odo se asocian a todas la s cosas.
Para em pezar, e l so l cuece Ja tie rra y la reseca,2' 3
p e ro d isu e lve el h ie lo y ob lig a con su s rayos a fu n d ir
la s a lta s < y> acumuladas n ie ve s en lo s a ltos m onte s.
Adem ás, la cera se vuelve líq u id a expuesta a su ca lor, 965
D e ig u a l m anera e l fuego hace líq u id o el cobre y d isu e lve e l o ro ,
pero contrae lo s cueros y la carne y lo s reúne en uno so lo .
A su vez, e l líq u id o d e l agua endurece274 el h ie rro después2' 9 d e l frie g o ,274
pero ablanda la carne y lo s cueros end ure cid o s p o r el calor.
E l o liv o silv e stre complace a la s barbadas27' ca britas a ta l p u n to , 970

%s>BAILEY (1947), vol. I, p, 563, completa la laguna señalando que los corpúsculos de
las nubes y las semillas de las tormentas entran y con ellas es traída la fuerza malsana
{mórbida vis}.
lmSc interpreta que lo nacido de la tierra se dirige al cielo y viceversa. Por otra parte,
MUNRO, yol. II, p. 402, afirma que el contenido de los versos 955-957 se confirma
en el hexámetro 1098,
271 Por medio de antítesis, Lucrecio demuestra los efectos contrarios que pueden pro-

vocar los corpora.


272 Se hace referencia a que no todas las cosas pueden ser detectadas con la misma

facilidad.
273 Se advierte el uso de la tmesis enfa c it a re en lugar de arefacit.

2 7 4 E¡ verbo c en du ro solo se registra en este verso,

275 La preposición ab tiene el carácter de ordenador del tiempo prim us, seamdus, etc.

27<5Se destaca la alusión a la operación de temple.


277 El adjetivo barbiger, -a, -ton solo se registra en este hexámetro, continuando con el

uso de calificativos compuestos aío largo de toda la obra.


D i R E R V M V A T V R A - L IB E R SE X T V S

sffluat ambrosia quasi vero et nectare tmetus;


qua nil est homini quod am anu’ fronde yigescat.
Denique amaracinum fugitat sus et tim et omne
unguentum; nara saetigeris subus acre venenumst,
975 quod nos interdum tamquam recreare videtur.
A t contra nobis caenum taeterrkna cam sit
spurciries, eadem subus haec iucunda videtur,
insatiabiliter roti ut volvantur ibidem.

Hoc etiam superest, ipsa quam dicere de re


980 aggredior quod dicendum prius esse videtur.
M ulta foramina cum variis sint reddita rebus,
dissim iii ínter se natura praedita debent
esse er babere suam naturam quaeque viasque.
Quippe etenim vari! sensus animantibus insunt,
985 quorum quisque suam proprie rem percipit in se.
Nam penetrare alio sonitus alioque saporem
cernimus e sucis, alio nidoris odores.
A C E R C A DE DA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O SE X T O 313

como si en verdad hiciera fluir ambrosías y estuviera teñido por el


néctar;278
para el hombre no h ay nada que crezca más amargo que este follaje.279
fin fin, el cerdo huye de la mejorana2'90y cerne toda
esencia.;281 pues para los hirsutos cerdos es un agudo veneno
lo que a nosotros, a veces, de la mism a manera parece reanimarnos. 975
Pero, por el contrario, el fango, aunque para nosotros es la más inmunda
suciedad, parece esta misma cosa agradable a los cerdos,
para que se revuelquen todos en ese lugar sin saciarse/82

Diferencias en la rarefacción
También resta esto, lo cual parece que debe decirse
antes de que yo proceda a hablar acerca de la misma cosa. 980
Ya que se asignaron muchos poros2r° a cosas variadas,
deben haber sido dotadas de una naturaleza disím il
entre sí y tener cada una su naturaleza y sus conductos.
Pues, ciertamente, existen en los seres animados variadas sensibilidades,
cada una de las cuales percibe en sí su naturaleza234 de manera particular. 585
Pues vemos que los sonidos penetran por una parte y eisabor^5
de los j ugos por otra, los olores de un aroma por otra distinta..

2,3El verso 971 tiene inspiración homérica, cf, OcL 1.359- Lucrecio menciona la ambro­
sía (áuppoo ía), considerada la comidadelos dioses, además de tratarse de una plantarle
carácter fabuloso y de propiedades sanadoras, y el néctar (vsKTecp), la bebida divina que
confiere la inmortalidad y puede provocar metamorfosis.
279Este verso presentalecturas diversas en las diferentes ediciones. Cf. BAILEY (1947),
vol. L p. 564.
280La mejorana es una planta herbácea, melífera, de carácter curativo. Sumamente ex-
tendida en la región mediterránea y de medio Oriente, era utilizada por sus propie­
dades culinarias. No obstante, su aroma hada huir a los cerdos, como reza un dicho
popular. Al respecto, cf. MUNRO, vol. II, p. 402.
2;íl Se refiere a cualquier dase de perfume.
iS2El adverbio in$¿i tiabiliter aparece registrado solo en este hexámetro.
2*3Cabe entender poro como conducto, vía o intersticio entre las partículas o molécu­
las que constituyen un cuerpo sólido.
254MLINRQ, vol. I, p. 320, entiende suam rem como Tu propia naturaleza”
^ Cf. L. 11.683.
De rervm n atvra - l íb e r se xt v s

[Scilicet id fieri cogit natura viarum


multimodis varians, ut paulo ostendimus ante.]
990 [991] Praeterea manare aliu d p er saxa \ddetur,
[992] atque aliud lignis, aliud transiré per aurum,
[993] argenroque foras aliud vitroque meare.
[994] Nam fluere hac species, lilac calor iré videtur,
[995] a tq u e a liis a liu d c itiu s tr a n s m ic te r e e a d e m .
995 [996] Scilicet id fieri cogit natura viarum
[997] multimodis varians, ut paulo ostendimus ante.,
[990] propter dissimilem naturam textaque rerum.

Quapropter, bene ubi haec confirmata atque locata


om nia constiterint nobispraeposta parata,
íooo quod superest, facile hiñe ratio reddetur et omnis
causa patefiet quae ferri pelliciat vim.
Principio fluere e lapide hoc permulta necessest
semina sive aestum qui discutit aera plagis,
Ínter qui lapidem ferrumque est cumque locatus.
1005 Hoc ubi inanitur spatium multusque vacefit

in medio locus, extemplo prim ordia ferri


in vacuura prolapsa cadunt coniuncta, fit utque
anulus ipse sequatur eatque ita corpore coto.
A C E R C A D E LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O SE X T O 815

[Evid entem ente la naturaleza de lo s conductos obliga a p ro d u c irlo s


va riá n d o lo s de muchas m aneras, como io e xp usim o s poco antes.]2* 5
Adem ás, parece que una cosa fluye a través de la s rocas, 990 [991 ]
y o tra p o r la madera,1*' o tra pasa a través del oro , [992]
y o tra hace su cam ino p o r la parte de afuera de la plata y del v id rio . [993;
Pues parece que de una manera fluye la v is ió n , el calor se propaga de otra, [994]
y que una cosa atraviesa de esa m ism a manera1®8 más rápido que otra, [995]
Evidentem ente la naturaleza de lo s conductos obliga a p ro d u c irlo s 995 [996]
va riá n d o lo s de muchas maneras, como lo e xp usim o s poco antes, [997]
a causa de la d istin ta naturaleza y textura de las cosas.1®9 [99o]

Explicaciones en tomo al magnetismo


P o r consiguiente, una ve z que han sid o confirm adas y establecidas
correctamente todas estas cosas, com o preceptos190 preparados para
n o so tro s,
en cuanto a lo que sigue fácilm ente a p a rt ir de aquí, se explicará
el ra zo na m ie nto 1000
y se hará m a n ifie sta la causa completa que cautiva la fu e rza del h ie rro .
E n p rin c ip io , es necesario que de esta pie d ra flu y a una g ra n cantidad
de se m illa s, o bien, u n flu jo p o r el cuaii9 i d isip e con golpes el aire
que está ubicado p o r cua lquier parte entre la piedra y e l h ie rro .
C uando se desocupa este espacio y en el m ed io queda vacío292 1005
m ucho lugar, inm ediatam ente lo s elem entos p rim o rd ia le s del h ie rro ,
d e sliza d o s hacia el vacío, caen u n id o s; entonces sucede
que el m ism o a n illo lo s sigue y a sí avanza con tod o su cuerpo. 2
1
3

231 Dos versos 988-989 fueron quitados en algunas edicionespor repetirse en las líneas
995-996.
237Eí sustantivo U gnum , -i alude a la madera en general, por lo cual aparece en plural,
o, en particular, a la madera apta para la combustión,
2m Da traducción del pronombre cadera varía según las ediciones. Cabe señalar que
retoma el sentido de ios adverbios pronominales lu’.c-ílíac de los versos anteriores.
^ E l verso 990 fue traspuesto a la línea 997 por Lambino,
1 ,3 La acumulación de participios resulta curiosa para los estudiosos; en el caso deprae-

p o sta , MUNRO, vol. IT, p. 403, entiende que está sustantivado.


2n Fl pronombre relativo q u i es la forma arcaica del ablativo locativo o instrumental.
- J:T1 verbo va cefio solo aparece registrado en este verso. Cf. vacu efacio,
816 D E R IR V M N A TV'R á - LIBER S c X T V S

N ec re s u lla magis p rim o rib u s e x elem entis


ic io ind up e d ita s u is arte conexa cobaeret
quam v a ild i f e rri na tura et ffig id u s h o rro r.
Q u o m in u s est m iru m , q uod d u c itu r ex elem entis,
corpora s i ne q ue unt e fe rro p lu ra coorta
in vacuum fe rri, q u in a ru ilu s ipse sequa tur;
1015 quod facit, et se q u ítu r, doñee p e rv e n it ad ip su m
iam lapidem caecisque in eo oompagibus iia e sit.
H o c í i t Idem cunetas i n p a rtís; unde vacefit
cumque lo c us, siye e tra n sve rso sive superne.
corpota c o n tin u o in vacuum v ic in a fe ru n tu r.
1020 Q uip p e ag ita ntur e n in i p la g is aliunde nec ipsa
sponte sua s u rs u m p o ssu n t consurgere in auras.
H u c accedit íte m , quare queat id m agis esse,
baec quoque re s adium ento, m otusque iuva tur,
quod, s im u l a fro n te est a n e lli r a rio r aer
1025 factus in a n itu sq u e locus magis ac vacuatus,
[1033] c o n tin u o f it u t i q u i p o st est cum que locatus
[1026 ] aer a tergo q u a si provehat atque p ro p ella t,
[1027] Sem p e r e n im c irc u m p o situ s re s verberat aer;
[1028 ] sed t a li f it u t i p ro p e lla t tempore fe rn m i,
I030[i029] parte quod ex una sp a tlu m vacat et capit in se.
[1 0 3 0 ] H ic , t ib i quem m em oro, per crebra fora m ina f e rri
A c e r c a de l a n a t u r a l e z a de las c o s a s - L ib r o s e x t o 817

Y ninguna cosa entrelazada293 a partir de sus elementos


p rim o rd ia le s se adinere conectada cerradamente más 1010
que la naturaleza del fue rte h ie rro y su fria aspereza.294
Por esto es menos asombroso, ya que es llevado por sus elementos,
s i m ucho s corp úsculo s o rig in a d o s a p a rt ir del h ie rro no pueden
d irig irs e al vacío s in que lo s siga el a n illo m ism o ;295*
hace esto y lo s sigue hasta que llega entonces a la m ism a 1015
piedra y se adhiere en ella p o r m ed io de la zo s n o v isib le s.
E s t o m ism o sucede en todas díreccíones;29í en cua lq uie r pa rte297
en que u n lugar quede vacío, ya sea transversa lm ente, ya sea de arriba ,
lo s corpúsculos cercanos298 son llevados en form a continua hacia el vacío,
puesto que so n empujados, en efecto, p o r golpes desde otra parte 1020
y e llo s m ism o s, p o r su p ro p ia vo lu n ta d , no pueden eleyarse hacia el aire.
Ig ua lm e nte a esto hay que añadir p o r qué eso puede ser más probable,
este hecho tam bién sirv e de ayuda y el m o v im ie n to contribuye,299
porque, al m ism o tie m p o que el aire se v o lv ió más raro enfrente
del a n illit o ,3003
1el lu g a r se desocupó más y se vació,
0 1025
continuam ente ocurre que el aire, que está ubicado detrás901 [1033]
en cualquier ocasión, p o r así d ecir em puja e im p u lsa desde atrás. [1026 ]
Sie m p re , en efecto, el a ire ubicado alrededor fu stig a las cosas; [1027 ]
s in embargo, sucede que en u n m o m e n to así im p u lsa al h ie rro [1028]
porque, de una parte, el espacio se vacia y 1o tom a para sí. 103Q[ 1 0 2 9 ]
E s te ,302que te recuerdo, penetrando su tilm e n te p o r lo s nu m e ro so s [1 0 3 0 ]

293El verbo itidupedio , en lugar de impedio* es una creación léxica lucreciana.


i?4En cuanto al sustantivo horror, cf L, 11.410.
¿9 5 E1 autorseñala que, como las uniones éntrelos corpúsculos que conforman el hierro
son muy fuertes, al querer moverse, al menos, uno de ellos hacia el vacío, arrastrará a
los demás.
23&Actualmente este fenómeno tiene un punto en común con las líneas del campo
magnético.
297 Se trata del adverbio relativo u n d ecu m q u e que puede aparecer» como en este caso,
escrito separadamente en dos palabras. En este contexto equivale a ubicum que.
298 El autor destaca que es necesaria la cercanía para que se aprecie el fenómeno

magnético.
299MUNRO, vol. II, p. 403» considera que desde q u are hasta m v atu r se trata de cláu­
sulas parentéticas.
3G0 El sustantivo antiíus7 -i es un diminutivo de anulus que alude también al anillo que
se coloca en el dedo.
301 La ubicación de este verso fue hecha en la primera edición Aidina.
302 Hace referencia al aire.
818 De rervm natvra - u ber sextvs

¡1031] parvas ad partís subtílicer insinuarías


[1032] trudit et im p e lid , quasi navem veiaque ventus.
Denique res omnes debent in corpore habere
1033 aera, quandoquidem raro simt corpore, et aer
ómnibus est rebus circumdatus appositusque,
Hic igitur, penitus qui in ferrost abditus aer,
sollicito motu semper iactatur eoque
verberar anellum dubio procul et ciet intus;
1040 scilicet ille eodem f e rt u r quo p ra e c ip ita vií
iam serael et partem in vacuam conamina sumpsit.

Fit quoque ut a lapide h oc ferrí natura recedat


interdum, fugere arque sequi consueta vicissim.
Exsultare etiam Samothracia ferrea vidi
1045 et ramenta simul ferri furere intus aenis
In scaphiis, lapis hic Magnes cum subditas esset:
usque adeo fiigere a saxo gestire videtur.
Aere interposito discordia tanta creatur
A C E R C A DE L A N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O SE X T O 819

po ros del h ie rro hasta su s partes pequeñas30’ U<>31]


fu e rza y empuja, com o el vie nto a la s naves y a las velas.304 [1032]
F in a lm e n te , todas las cosas deben tener aire en el cuerpo,
puesto que son de cuerpo po roso,’03 y el aíre 1035
está sim a d o alrededor y ju n to a todas la s cosas.
En consecuencia, este a ire , que está escondido profundam ente
en el h ie rro , siempre es sacudido p o r u n m o v im ie n to constante y p o r eso,
s in duda, azota al a n iílit o y lo conm ociona desde adentro;
naturalm ente, desde ese m ism o lu g a r es llevado hacia la pa rte vacía306 1Q40
de donde se p re c ip itó ya una vez y a su m ió su in ic ia tiva .

Experiencias con el magnetismo


Sucede tam bién que, en ocasiones, la naturaleza del h ie rro se
ale ja de esta piedra, acostumbrada a h u ir y tam bié n a se g u irla una y
o tra vez.
H e v is to tam bién que a n illo s307 fe rro so s de Sam otracia308 se levantaban
y al m ism o tiem p o la s lim a d ura s de h ie rro se agitaban en el in te rio r 1045
de lo s vasos309 de bronce, cuando esta piedra magnética había sid o
colocada debajo:
a tal p u n to que se veía que estaban impacientes p o r h u ir de la piedra.
In te rp u e sto el bronce, se produce una d ísc o rd ia ta n grande 3
4
6

363El o parvas tiene un carácter enfático, por lo cual puede traducirse como “las
más pequeñas”.
364 Podría tratarse de una hendíadis: “las velas de las naves”

^ Cabe entender rarus7 -a7 -um como poroso porque impJlca que los cuerpos sólidos
tienen cavidades.
^'MUNRO, voL II, p. 403, sugiere la prolepsis de la cláusula relativa encabezada por
quo en relación con el sintagma partem in vacuam.
307 En las traduce! ones se repone el sustantivo “anillo” que en el texto latino no aparece;
en este solamente se encuentra la palabra jferrcíZ que la tradición interpreta como el
adjetivoy£rm//j -a, -um . Al respecto, c£ OLD y GAFFIOT. No obstante, existe el
sustantivoférrea , -ae que hace referencia a una herramienta agraria. El pasaje es consi­
derado oscuro, c£ MUÍvRO, vol. ÍI, p. 403.
30SSamotracia es unaisla ubicadaal norte del mar Egeo, a pocos kilómetros de la fron­
tera oeste entre Grecia y Turquía. .Sus primeros pobladores fueron de origen pelasgo,
pero luego fue colonizada por habitantes de Samos. La isla nene forma elíptica, de
playas bajas y de montañas de cierta altura.
•,C9Alude al scaphitan, vaso de forma cóncava utilizado para diversos propósitos, a la
manera de un recipiente o contenedor.
820 D E R ÍR V M N A 1 V R A - LIB E R SE XTV S

propterea quia nim irum p riu s aestus ub i acris


1050 praecepit fe rriq u e vias p o sse d it apertas,
posterior lapidis venir aestus et om nia plena
invenir in ferro ñeque iiabet qua tranet ut ante,
Cogitur offensare igitur pulsareque fluctu
ferrea texta. suo; quo pacto respuit ab se
1055 atqueper aes agitat sine eo quod saepe resorber.
Illud in his rebus mirari m itte, quod aestus
non valer e lapide hoc alias impeliere item res.
Pondere enim fretae partim stant; quod genus aurum;
at partim raro quia sunt cum corpore, ut aestus
1060 pervolet intactus, nequeunt im pellier usquam;
lignea materies in quo genere esse videtur,
Interutrasque igitur ferri natura locata
aeris ubi accepit quaedam corpuscula, tum fit
impellant ut eam M agnesia flum ine saxa,
1065 Nec tamen hace ita sunt aliam m rerum aliena,
ut m ihi m ultaparum genere ex hoc suppeditenuir
quae memorare queam Ínter se singlariter apta.
Saxa vides primum sola colescere calce.
Acerca d i l a n a t u r a l e z a d e las c o s a s - Lib r o sexto 821

porque, sin duda, aun cuando el flujo310 del bronce se precipitó


antes y tomó posesión de los conductos abiertos del hierro, 1050

llega posteriormente el fluj o de la piedra y encuentra


todo ocupado en el hierro, y no tiene por donde pasar como antes.
Por lo tanto, es forzada por su oleaje a golpear y a empujar
los tejidos del hierro; de este modo los rechaza de sí
y también mueve a través del bronce io que a menudo absorbe sin. él.311312 1055
En estas cuestiones, que no te asombre el hecho de que el flujo
no tiene la fuerza para impulsar desde esta piedra del mismo modo a
otras cosas. \
En efecto, algunas resisten confiando en (su) peso; de este tipo (es) el
oror
y otras, porque son de un cuerpo tan poroso313 que ei flujo vuela
a través sin haber sido afectado, no pueden ser impulsadas a
ninguna parte; 1060
parece que en este género está la materia leñosa.
Por lo tanto, cuando la naturaleza del hierro, ubicada entre ambas,
ha recibido algunos corpúsculos del bronce, entonces sucede
que las piedras magnéticas la empujan con su corriente.314
Y, sin embargo, estas cosas no son ajenas a otras, de manera 1065
que muchas de este género me ayudan poco para que yo sea
capaz de recordarlas conectadas separadamente315 entre sí.
Ves, en primer lugar, que las piedras se juntan316 solo con cal.317

310 Se refiere a Ja emanación de corpúsculos que conforma un ñuj o que interactúa con
los cuerpos.
311 Alude al bronce.

312 Se destaca que el peso del oro es casi tres veces el peso deí hierro, por lo tanto resul­
taría lógico que prevaleciera el peso frente a la atracción de lá fuerza .magnética. Isío
obstante, es otra la raz-ón que explica ei hecho de que el oro como otros materiales no
sufren atracción magnética.
3I3En esta oportunidad es conveniente entender rarus, -a, ~um como poroso por impli­
car únicamente la facilidad que se tiene en atravesarlo. Cf. n. 305-
3UEo cuanto ai magnetismo, actualmente se explica el fenómeno de atracción de orra
forma; sin embargo, lo enunciado por eí autor no resulta incoherente ni descabellado
con respecto a sus concepciones de la mecánica.
^ Lucrecio utiliza singlarifer, forma síncopadadel adverbio singulariter.
- 16 La forma coíesco (coaíesco) se registra en Lucrecio y Varrón.

317 Óxido de calcio de color blanco o grisáceo obtenido a partir de la calcinación de

la piedra caliza. Se lo utiliza, combinado con agua y arena, para preparar morteros o
conglomerantes.
822 D E R E R V M N A TV RA - LIBER SE XT V S

Glutiiie materies taurinoiungituruna,


1070 ut vitio venae tabularum saepius hiscant
quam laxare queant compages taureavincla.
Vitigeni lárices aqiiai fontíbus audenr
misceri, cum p ixnequeat gravis er leve olivum,
Purpureusque color conchyli iungitur una
1075 corpore cum lanae, dirim í qui non queat usquam,
non si Neptuni flucru renovare operam des,
non, mare si totum velir eluere ómnibus undis,
Denique non auro res aurum copulat una
aerique <aes> plumbo fit uti iungatur ab albo?
loao Cerera iam quam multa licer reperire? Omd ergo?
N ectib í tam longis opus est ambagibus usquam,
nec me rarn multam hic operam consumere par est,
sedbrevirer paucis praestat comprendere multa.
Quorum ira texturae ceciderunt mutua contra,
1085 u r cava conveniant p le n is haec ill i u s illa
huiusque Ínter se, iunctura haec óptima constat.
A C E R C A D E LA N A T U R A L E Z A D E LAS C O S A S - L IB R O SE X T O 823

La madera se une en una pieza únicamente con pegamento de toro,318


a tai punto que las vetas de las tablas se quiebran por un defecto más
frecuentemente 1070
que los pegamentos taurinos tengan la posibilidad de deshacer
sus uniones.
Los jugos nacidos de la uva319 se atreven a mezclarse con las fuentes
de agua, aunque son incapaces la densa pez320 y el liviano aceite.
Y el purpúreo tinte del caracol321 se hace uno con el cuerpo
de la lana, q ue no podría separarse de ninguna manera, 1075
a menos que te entregues a la tarea de recuperarlo con el oleaje de
Neptuno,322
a menos que el mar entero quisiera lavarlo con todas sus ondas.
Por últim o, ¿no se asocia el oro con el oro como una única cosa323
y sucede que <el co b ro 32’ se junta con el cobre a partir del blanco estaño ?325
¿Cuántas muchas otras cosas es posible encontrar ahora? Entonces,
¿para qué? toso
N i son necesarios para ti, en absoluto, tan largos rodeos,
ni es justo que yo consuma tanto trabajo en esto
sino que es mej or brevemente comprender muchas cosas en pocas
palabras.
Las texturas de estas cosas se precipitan mutuamente en direcciones
contrarias
de m anera tal que convergen entre sí, estas huecas con las llenas de aquel 1085
lado y aquellas (huecas), con las (llenas) de este otro; esta es la un ión
óptim a.

318S e conocía un pegamento hecho con las orejas y los genitales del toro, c£ Plin., Nat.
XXV1IL3 6 .
319El adjetivo vitigenus, -a, -um es una creación léxica del autor.
3¿0La pez o cola de pescado, también denominada colapez, colapiscis, etc., es un adhe­
sivo natural que se obriene de la vejiga natatoria de algunos peces como el bacalao, el
esturión y Ja carpa.
321£1 sustantivo conchylium^ -{i)i alude al múrice, caracol de donde se extraía el dntepór-
pura. Este se obtiene de la secreción del molusco cuando se siente -amenazado o atacado.
322S e refiere de manera irónica a que la única posibilidad de separar la lana de la tintura
es que se le dé nueva vida al caracol que la proveyó. En el verso siguiente, Lucrecio se
focaliza en la lana y en el absurdo de que sea lavada por las aguas del mar.
323Este verso presenta numerosas lecturas. C£ BAILEY (1947), vol. I, p. 570.
324Lambino propone la versión acrique oes.
32’ El sustantivo píumbum, ~i se traduce por estaño cuando se encuentra acompañado,
en general, por los adjetivos ¿zlbus3 -a., -um o cafididus, -a, -nm.
824 D i R E R V M N A T V R A - U B Í R SEXTVS

Est eniam, quasí ut anellis hamísque plicata


ínter se quaedam possint copiara teneri;
quod magis m lapide hocfieri íem xrae videtur.

1090 Nunc ratio quae sit morbis aut unde repente


mortiferam possit cladem confiare coorta
mórbida vis hominum generi pecudum que catervis,
expediam. Primum m ultarum semina rerum
esse supra docui quae sínt vitaba nobis»
1095 et contra quae sint morbo morrique necessest
m ulta volare. Ea cum casu sunt forte coorta
et perturbarunt caelum, fit morbidus aer.
Atque ea vis omnis morborum pestilitasque
aut extrinsecus ut nubes nebulaeque superne
noo per caelum veniunt, au típ sa saepe coorta
de térra surgunt, ubi putorem um ida naccast
intempestivis pluviisque et solibus icta,
N onne vides etiam caeii novitate et aquarum
tem ptari procul a p atria quicum que dom oque
1105 adveniunt ideo q u ialo n g ed iscrep itan t res?
Nam quid Brittannis caelum diíFerre putamus,
et quod in Aegypto est qua m undi claudicar axis,
A C E R C A D E LA N A T U R A L E Z A D E LAS C O S A S - L IB R O S E X T O 825

Sucede, tam bién, que ciertas cosas pueden sostenerse plegadas entre sí,
com o si estuvieran entrelazadas por m edio de an illitcs y ganchos:326
así parece que esto sucede más en la p iedra y en d hierro,

Origen de las epidemias


A hora explicaré qué razón existe p ara las enfermedades o de dónde, 1090
repentinam ente, una fuerza enferm iza n acida p ara la raza de los hombres
y las masas de ganados puede avivar de un soplo una m ortífera calamidad.
En prim er lugar, enseñé más arriba que existen sem illas
de m uchas cosas que ayudan a n uestra vida,
y; por otra parte, es inevitable que vuelen muchas que son de enfermedad 1055
y de muerte. C uando esas p o r accidente frieron engendradas
casualm ente y perturbaron el cielo, el aire se hace enfermizo.
Y toda esa fuerza de las enferm edades y su pestilencia327
o vienen desde afuera por arriba del cielo, como las nubes328
y las nieblas, o ellas mism as a m enudo surgen nacidas 110 c
de la tierra, cuando, húm eda, experim entó una podredum bre329
tras ser golpeada por lluvias y calores intem pestivos.
¿N oves tam bién que, a causa de la novedad330 del clim a y de las aguas,
son afectados331 cualesquiera que van fuera, lejos de la p atria y
de su h o gar por la razón de que las cosas se d if erencian dem asiado ? 1105
Pues, ¿por qué pensam os que difiere el clim a en las Islas Británicas332
y el que hay en E gipto donde se inclina el eje del m undo, 32*5

322Se refiere ala estabilidad del vínculo por la forma de los elementos de enlace,
32/El sustantivopcstilitas, -tis es una creación léxica del poeta.
328Lucrecio no está alejado de la verdad en cuanto a que gérmenes que pueden provo­
car enfermedades se encuentran tanto en el aire como en la tierra.
325El sentido delsustantivopator, -rifes el de fangosidad maloliente,
753Se latee refeenciaal hechode que resulta más fácil contraer una enfermedad a causa
de los cambios de clima y falta de costumbre al beber un agua diferente.
331En este contexto el verbo temjito está utilizado con un carácter técnico para referirse
ala contracción de enfermedades.
332Lucrecio señala puntos extremos delmundoconocido en su época, yaque menciona
la región septentrional y meridional, representada por las Islas Británicas y Egipto res­
pectivamente. En cuanto a la región oriental y occidental, estas son el Ponto y Gades.
Según MUNRQ, vol. II, p, 40(5, la referencia a Bretaña y Egipto, donde parece que d
mundo se dobla, era proverbial en loque respecta a los límites de la tierra.
826 D E R ÍR V M . N A T V R A - L IB E R SEXTVS

quid ve quod in Ponto est differre, et Gadibus arque


usque ad nigra virum percocto saecla colore?
l i i o Quae cum quattuor ínter se diversa videmus
quattuor a ventis e t caeíi partibus esse,
mm color et facies hominum distare videntur
largíter et morbi generatim saecla tenere.
Est elephas morbus qui propter ilum ina Nili
1115 gignitur Aegypto in m edia ñeque praeterea usqiiam.
A C E R C A D E IA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O S E X T O 827

o por qué difiere eí que está en el Ponto,333y en Gades334 e incluso hasta


las razas negras de los hombres de color tostado?335
Así vemos que estos cuatro (climas) son diversos entre sí 1
a partir de los cuatro vientos y las partes del cielo;33fc
en consecuencia, parece que eí color y el rostro de los hombres
se diferencian bastante y que las enfermedades atacan las razas según los
tipos.
Existe la elefantiasis, una enfermedad que se engendra Junto a
las corrientes
del Nilo, en medio de Egipto, y por lo demás, en ninguna otra parte.337 1

3'3Con la mención del Ponto, se hace referencia a las vastas extensiones de la península
de Anatoiia, cercanas al Mar Negro, conocido como Ponto Euxíno. El reino del Ponto,
originariamente una sarrapía del Imperio persa, pasó a conformar el territorio domi­
nado por Alejandro Magno; durante el s. I a.C., ios ejércitos romanos encontraron una
importante resistencia para su dominación. Fue Pompeyo, finalmente, quien terminó
con la guerra contra Mitrídates VI, rey del Ponto, laque se extendió éntrelos años 88
al 65 a.C.
J,MGades es el nombre latino de la ciudad de Cádiz, que era considerada una isla por
los antiguos. Durante la segunda guerra púnica (s. III a.C.), Gades fue defendida por
los cartagineses hasta que fue sitiada por Escipión el Africano. En el año 20ó a.C. se
entregó incondicionalmente alas huestes romanas.
335Se reitera con leves diferencias el hexámetro722.
336Los vientos están relacionados con los puntos cardinales donde se originany con las
estaciones del año cuando se perciben. La clasificación es la siguiente: Bóreas, viento
del norte, que trae el aire frío, propio del invierno; su. equivalente entre los romanos es
Aquilón. Noto es el viento del sur, que trae las lluvias al final del yerano y el otoño; su
equivalente latino es Austro, personificación del Siroco. EÍ viento del este es llamado
Euro, que se decía que traía calor y lluvia; su equivalente latino es Vulturno, y el viento
del oeste, llamado Céfiro, considerado el mensajero de la primavera. Entre los larinos
era el benefactor Favonio.
337La elefantiasis es un síndrome caracterizado por el aumento de algunas partes del
cuerpo, especialmente las extremidades y los órganos genitales externos. Puede produ­
cirse por diversas enfermedades que afectan al sistema linfático, provocando, además
de agrandamiento de los órganos y miembros mencionados, la aparición de asperezas,
arrugas y fisuras en la piel que se asemejan a la forma y la piel de los paquidermos. Cabe
señalar que es un síndrome que tiene su origen en un parásito transmitido desde la
infancia por la picadura de un mosquito. Este mal se encuentra diseminado por 2 onas
tropicales y subtropicales de Africa, América del Sur y Central, sur de Asía e islas del
Pacífico.
828 D e rervm n a ¡ v r a - LIB E R SE X T V S

Atthide temptantur gressixs oculique in Achaeis


finibus. Inde aliis alius locus est inimícus
partibus ac membris: varius concinnat id aer,
Proinde ubi se caelum, quod nobis forte alienum,
1 1 2 0 commovet atque aer inimícus serpere coepit,

ut nébula ac nubes paulatina repitecom nc


qua graditur conturbar ec immutare coactar;
iit quoque ut, in nostrum cura venir denique caelum,
corrumpat reddatque sui simile atque alienum.
1 1 2 5 Haec igitur súbito clades nova pescilicasque

au t ín aquas cadit aut fruges persidit in ipsas


aut alios hominum pastus pecudumque cibatus,
aut etiam suspensa manet vis aere in ipso
et, cum s pirantes mixtas hiñe ducimus auras,
1130 illa quoque in corpus pariter sorberé necessest.
Consim ili ratione venir bubus quoque saepe
pestilitas et iam pigris balantíbus aegror.
Nec refert utrum nos in loca deveniamus
nobis adversa et caeli mutemus amictum,
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O S E X T O 829

En el Ática358 son atacados los pies,338339 y los ojos340 en ios confines


aqueos. Por eso cada lugar es enemigo de partes
y miembros diferentes-; eso lo provoca el aire variado.
De la misma manera, cuando la atmósfera que casualmente nos es
extraña
se pone en movimiento y también el aire enemigo comienza a serpentear, i 120
como la neblina y las nubes se arrastran y perturban paulatinamente
todo por donde avanzan y lo obligan341342a modificarse;34,1
sucede también que, cuando llegan finalmente a nuestro cielo,
lo corrompen y lo tornan semejante al suyo y extraño (para nosotros).343
En consecuencia, de pronto, esta nueva calamidad y su pestilencia 1125

o caen en las aguas, o se hunden en lo s mismos cultivos,


o en otros alimentos de los hombres y los pastos de los rebaños,
o bien, su fuerza permanece suspendida en el mismo aíre
y cuando introducimos, al respirar entonces, las brisas mezcladas,
es también inevitable igualmente absorber aquellas en el cuerpo,344 1 13o

Por una razón semejante lapescilenciay la enfermedad34’ llegaría menudo


también a los bueyes y además a los despreocupados balantes.346
No importa si vamos a lugares adversos
para nosotros y cambiamos el cobijo del cielo,

338El Atica ÍActhide o Auíca) es unapenínsula triangular que se adentra en eímat Egeo,
y que tiene a Atenas como ciudad principal.
338Alude ala gota. Esta es una enfermedad que ataca con frecuencia las articulaciones,
generada por la presencia elevada en sangre de un tipo de sal deí ácido úrico.
340En este caso, el autor se refiere a las secreciones oculares que, de manera excesiva,
se producen por infecciones, las cuales provocan visión borrosa, dolor y sensibilidad
a la luz,
341El verbo coacto es unapalabralucreciana.
342Se considera que caelum y aer son los sujetos que transforman las condiciones am­
bientales que provocan jas enfermedades.
343Las imágenes que Lucrecio crea para referirse a los cambios “celestes” que condicio­
nan el ámbito para el desarrollo de la enfermedad, resultan antitéticas con respecto al
inicio del poema (L. L6) cuando las nubes y los vientos se alejan ante la presencia de
%nus. De igual forma ocurre con los hexámetros siguientes oponiéndose a los efectos
benéficos que la voluptas genera sobre lo creado (L. 1.10-20).
344El pensamiento lucreciano resulta coherente ya que también la enfermedad está su­
jeta a las necesidades de lo natural.
3<5Junto con ^estilitas, negror también es un término acuñado por Lucrecio.
’^Con el participio presente de balo (balantes) se alude a los rebaños ovinos y caprinos.
830 D E RERVÍvi N A T V R A - LIBER SEXTVS

1135 an caelum nobis u ltro natura coruptum


deferat aut aliquid quo n on consuevim us uti,
quod nos adventu possit tem ptare recenti.

Haec rano quondam morborum et mortif er aestus


finibus in Cecropis funestos reddidit agros
1140 vasta virque vias, exhausit civibus urbem,
Nam penitus veniens Aegypti finibus ortus,
aera permensus muJtum camposque natantis,
incubuít tándem populo Pandionis omni.
A c e r c a de l a n a tu r a le za d e las C O S A S - L IB R O SE X T O 831

o si la naturaleza, por su iniciativa,347 nos trae un cielo


in fectado ,^ o algo con lo que no estamos acostumbrados a manejarnos
que nos pueda afectar con su reciente venida,349

La peste de Atenas353
Esta, la razón de ías enfermedades en otro tiempo, y de hecho
una mortífera emanación353 volvió luctuosos los campos en los lim ites
de Cécrope352 y devastó los caminos, dejó sin ciudadanos la ciudad. 13
Pues, al llegar, nacida en los profundos confines de Egipto,
después de haber recorrido un vasto espacio de aire y los campos
fluctuantes353
(del mar), se echó finalmente sobre todo el pueblo de Panchón.354

3+7Se insiste en el ejercicio de la voluntad como heclio creador o destructor por parte
de la naturaleza.
34SLa palabra co m p iu m presenta diversas lecturas. La forma co ru p to por co rru p to apa­
rece en Lucilio.
349El uso del sustantivo a d v en ía s. -u s3 en este contexto anticipatorio de la peste de
Atenas, se opone al regocijo de “la llegada” de Venus que anuncia el comienzo creador
del cosmos {L. 1.7).
350En la clausura de su obra, Lucrecio evoca la famosa peste de Acenas, ocurrida entre
los años 430-426 a.C., que fue descripta por Tucídides en ai H isto ria d e la G uerra d e l
P d o p o n eso (2.47-54). Esta enfermedad, que no figura en ninguno de los tratados del
G orpus U lp p o cra ticu m , provocó la muerte de unas cien mil personas. Lucrecio, en su
poema, recrea el texto del historiador giiego, sin arribar a conclusiones certeras desde
un punto de vista médico. Teorías actuales señalan que podría haberse tratado de una
epidemia de fiebre tifoidea.
351Según MUNRO, voi. II, p. 407, el primer sintagma nominal (.H a cera tio m o rb o ru m )
representa la causa y fundamento de lo que refiere el segundo ím o r tife r o e s tus'} y no
habría razón para el pronombre demostrativo h a ec.
302 Cécrope es uno de los- reyes míticos del Atica, el primero en la tradición mítica más
corriente. Nació del mismo suelo del Atica, quepor ello fue denominado Cecrópeo.
Siguiendo el relato de Tucídides, la epidemia se habría originado en las tierras al­
tas de Etiopía y desde allí descendió a Egipto y luego se extendió hacia al Imperio
persa. Luego habría aparecido en Lemnos, al norte del mar Egeo, a la salida del
Helesponto, para llegar primero al puerto del Píreo y luego extenderse hacia Atenas.
C£ DAGNINO (2011:375).
354Dos reyes de la dinastía de Ericconio, en Atenas, llevan el nombre de Pandión. El
primero desarrolló su reinado durante la llegada de Dióniso y Demecer al Atica. £1
segundo fue hijo de Cécrope EL Contemporáneamente a este ultimo, llegó Cadmo
buscando a Europa, raptadaporZeus. Cf. GKIMAL (1984:404-405).
832 D E R E R V M N A T V R A - LIB E R SE XTV S

Inde catervatim morbo mortigüe dabanrar.


1145 Principio capar incensum fervore gerebant
et diiplicis oculos suffusaluce rubentis,
Sudabant etiam fauces intrinsecus atrae
sanguine et ulceribus vocis vía saepta coibat
atque animi interpres manabat língua cruore
uso debilítata malis, motu gravis, aspera taccu,
Inde ubi per fauces pectus complerat et ipsum
mórbida vis in cor maestum conituxerat aegrís,
omnia tum vero vitai claustralababant,
Spiritus ore toras taetrum volvebat odorem,
1155 rancida quo perolent proiecta cadavera ritu.
A tque animi prorsum vires cotíus <et> omne
languebat corpus letí iam iim in e in ipso.
Intolerabilibusque malis erat anxius angor
assidue comes et gem itu commixta querella.
n é o Singultusque írequens noctem per saepe diemque
corripere assidue ñervos et membra coactans
dissoluebat eos, defessos ante, íatigans.
Nec nimio cuiquam posses ardore tueri
corporis in summo summam fervescere partem,
ACERCA de LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O S E X T O 833

A p a rt ir de entonces se entregaban en manadas a la enfermedad y


a la m uerte.
E n u n p rin c ip io tenían la cabeza encendida p o r el a rd o r 355 u 45
y lo s d os o jo s enrojecidos con u n b r illo d ifu so .356
Ta m b ié n la s gargantas, negras p o r dentro, exudaban
con sangre y, acorralados p o r las úlceras, se cerraban lo s cam inos de la v o z,
y la lengua, intérprete del á n im o , 357 derramaba u n flu jo sa ng uinole nto,
debilitada a causa del m al, pesada para m overse y áspera al tacto. u so
Luego, cuando a través d é la garganta la m órb id a fu e rza había llenado
el pecho y había flu id o en lo s enferm os a su p ro p io c ora zón,Í5!Í
entonces, po r cierto, comenzaban a rom perse todos lo s c errojos de la vida.
E l a lie n to exhalaba h ie ra de la boca u n o lo r repugnante, de la m ism a
manera que apestan 355*lo s ra ncios cadáveres arrojados según la costum bre.] 155
Y las fu e rza s, p o r com pleto, de todo el án im o
< y > todo el cuerpo languidecía ya en e l m ism o u m b ra l de la m ue rte , 360*362
Adem ás, para lo s into lera b les males había una acongojada angustia 3'51
como compañera asidua y u n lam ento mezclado con u n gemido.
Ta m b ié n , u n frecuente so llo zo , a m enudo a través de la noche y del día, 1160
forza nd o constantemente a re d u c ir lo s n e rv io s y lo s m ie m b ro s,
cansados con a nterio rid a d , lo s d iso lv ía con fatiga.
N o po dría s haber observado que a alguien, en la sup erficie del cuerpo,
le h irv ie ra excesivamente ia parte más extema , 363

355 L o s p r im e r o s s ín to m a s s e d a n e n io s o jo s , p a t a lu e g o b a j a r l a s p a r c e s in t e r n a s , c o m o
la g a r g a n t a y l a le n g u a . C f . T h u c ., 2 .4 9 , 2
356E l e n r o je c im ie n t o d e le s o jo s a lu d e a u n p o s ib le s ín to m a d e in f la m a c ió n .
357 L u c r e c io a f ir m a , a tra v é s d e u n a a p o s ic ió n , c u e u n o d e lo s p r im e r o s ó r g a n o s a fe c ­
ta d o s es l a le n g u a . A e s t a le c o n f ie r e l a f u n c ió n d e in t e r p r e t a r el á n im o , r e c t o r d e la
i n t e lig e n c ia y d e l a lm a , p o r m e d io d e l le n g u a je .
35a E l p o e t a s e ñ a la q u e e l p e c h o y e l c o r a z ó n , d o n d e se u b ic a e l á n im o , Ies s ig u e n a lo s
o jo s , l a c a b e z a y l a l e n g u a e n e l p r o c e s o d e d e s jn t c g r a c ió n g r a d u a l h a s t a d e v e n ir e n p r i -
tn o r d ia . D e e s ta m a n e r a , L u c r e c io m a n t ie n e l a c o h e r e n c ia d e l a t o t a l id a d d e su s is t e m a
f ilo s ó f ic o , c u y a s d o s p r e m is a s f u n d a m e n t a le s f u e r o n e n u n c ia d a s e n e l L . 1 .1 4 9 y 2 1 5 -
5:,?E l v e r b o p c r o U o es ú n ic a m e n t e u t iliz a d o p o r L u c r e c io .
v 7 L a e x p r e s ió n l e t i i a m l i m i n e a b tp so ( “y a e n e l m is m o u m b r a l d e la m u e r t e ” ) a p a r e c e
e n e l L . 1 1 .9 6 0 .
351 E l s in t a g m a a n x iu s ,m g o r se e n c u e n t r a e n l a m is m a p o s ic ió n f in a l d e l h e x á m e tr o d e!
L . 111.993.
362P o s ib le r e f e r e n c ia a l a p ie l.
834
Ac er c a d e la n a tu ^ li z a d e l \s c o s a s - l í b r o SE X T O 835
1!6 5 s e d
P o tíu s te p id u m m a n íb u s p r o p o n e r e ta c tu m
e t si m u l u lc e r i bus q u a si in u s tis o m n e ru b e rc s in o , m á s b ie n , se Ies o fr e c e a las m a n o s u n c o n t a c t o tib io 363 1165
y, a l m i s m o tie m p o , se e n r o je c e t o d o e l c u e r p o a cau sa cle la s ú lc e ra s
C0íp U S - Ut est p e r m e m b ra sace.r d u m d id itu r ig n ls
f u t i r n p a rs W f u u m v e ro fla g ra b a t a d o ssa, c o m o q u e m a d u ra s, así c u a n d o e l fu e g o s a g ra d o se e sp a rc e a través. d e los
m íem bros.364
ll7 0 f i g ra ,b a t s to m a c h o fla m m a u t fo rn a c ib u s fu tu s .
L a e 0 p o sse s c u iq u a m lev e t e n v e q u e m e m b r i s L a p a rte in t e r n a d e lo s h o m b re s , e n v erd ad , a r d ía h a s ta lo s h u eso s,
a rd ía e n el e s tó m a g o c o r n o u n a M ama d e n tr o d e las frag u as.
Ve r t Cre- in Ut i l i t a t c m > ar v c n t u m e t fr ig o r a se m p e t
l n fluVIo s p a r tú n ge! id o s a r d e n tía m o r b o H a s t a ta l p u n to n o sería p o s i b le a p lic a rle a n in g ú n o s o b r e su s
m ie m b ro s 3 65 1170
r i r g l M Cm b ra d a b a n t n u d u m ía c ie n te s c o r p u s in u n d as.
]1 7 5 fn ; 4; M u J ,U p r a e c ip ite s ly m p h isp u te a lib u .s alte algo le v e o te n u e p a ra su u so , sin o v ie n to o f r ío , sie m p re ,
1 , 7 1 m a d e m m ip s o v i e n t e s o re p a t e n t e - A lg u n o s e n tre g a b a n su s m ie m b r o s a rd ie n te s a c a u s a d e la e n fe rm e d a d
ÍnSedaLb iIite r s ltis a rid a , c o r p o r a m e rsa n s. a las g é lid a s c o r r ie n te s , a r r o ja n d o su s d esn u d o s c u e rp o s a la s o las,

a e q u a b a t m u !tu m P a rv is u m o rib u s im b re m . M u c h o s , p r e c ip itá n d o s e de c a b e z a e n las ag u as366 de u n p o z o ,

[ 11771 N e C r e q u ies e r a t u lia m a lí: d e fe s sa taceb arrt d esd e l o a lto ,367 [1178]
c o rp o r a. M u ssa b a t tá c it o m e d ic in a tim o re , c a e n m ie n tra s lle g a n c o n su m is m a b o c a a b ie r t a : 1175[1174]
1 180 q rn p p e p a t e n t ia c u m t o t íe n s a rd e n tía m o r b is p e r o su re se ca sed , d ificiL m en te a p la ca b le , q u e h a c ía su m e rg ir los cu e rp o s , [1175]

, “ m “ a v e rsa re n t o c u io r u m e.x p e rtia s o m n o . ig u a la b a u n a g r a n llu v ia a u n a s p o c a s g o ta s . Í1176]


M u lta q u e p r ae t e r e a m o r tis t w n sig n a d a b a n tu r, Y n o h a b ía so sie g o 368 a lg u n o d el m a l: ca n sa d o s, y a c ía n [1 177]
peertu r b a t a a n im i m e n s in m a e r o r e m e tu q u c , lo s c u e rp o s . L a m e d ic in a m u s ita b a c o n u n s ile n c io s o te m o r,369
m s t e s u p e rc d iu m , f u rio su s v u ltu s e t a c e r, e n e fe c to , c u a n d o la s a rd ie n te s lu ce s d e los o jo s se re v o lv ía n ta n ta s v e c e s 3701 1 S0
a c a u s a d e la e n fe rm e d a d , a b ie r to s , p riv a d o s d e su e ñ o .371
A d e m á s, e n to n c e s , se d a b a n m u ch a s señ a le s de m u e rte ,
u n e n t e n d im ie n t o d el á n im o p e r tu r b a d o c o n p e n a y m ie d o ,372
u n c e ñ o triste , u n r o s t r o e n fu r e c id o y sev ero,

■’0 £ n cuanto a ía diferencia de temperatura corporal que presentaban los cuerpos de


los enfermos, c f Tiuc., 2.49.5.
364Cf. v. 660.
365 Ei hexámetro 1170-1177 siguen a Tnuc,, 2.49.5.
"66-El :.usi:antivo ¡y^ p h a , -ac es un grecismo que alude a las agtns propias de ias ninfas,
como moradoras de las fuentes.
3'°7La transposición de este verso fue hecha por Naugerio. CE B A IL E Y (1947), vol. I,
p. 574.
3611Cabe señalar la importancia del concepto de sosiego o quietud (quies) en relación
con la filosofía epicúrea.
369 La medicina, como mía de las artes' adquiridas a lo largo d ela civilización humana,
nada podía haccr para paliar la enfermedad.
! °£l síntoma de los ojos siempre abiertos, que se revolvían en sí mismos, no se encuen­
tra en la descripción de Tucídjdes; parece haber sido tomado de los escritos hípocráti-
cos. Cf. M U N RO , v o l !1, p. 409.
5/1 La falta de sueño está tomada de Truc., 2.49.6.
■'7íLa falta de encendimiento como trastorno puede leerse en T iu c„ 2.49.7-8.
836 DE RERVM N A TVRA - LIBER S EXTVS

11S5 soliicitae porro pJenaeque sonoribus aurcs,


creber spiritus aut ingens raroque coortus,
sudorisquc madens per collum splendidus umor,
tenvia sputa minuta, crocí contacta colore
salsaque, per fauces rauca vix edita tussí.
: 190 In manrbus vero netvi trahere et tremere arms
a pedibusque minutatim succedere frigus
non dubitabat. Item ad supremum denique tempus
compressae nares, nasi primoris acumen
ten ve, cavad oculi, cava témpora, frígida pellis
1195 duraquc, in ore iacens rictum, frons tenca tmiiebat.
Nec nimio rígida post artus morte iacebant.
Octavoque fere candenti lum ine solis
aut etiam nona reddebant lampade vitam.
Quorum siquis, ut est, vitarat lim era leti,
1200 ulceribus taetris et nigra proluvie alvi
posterius tamen hunc tabes letum que manebat,
aut etiam m ultus capitis cum saepedolore
corruptus sanguis expletis naribus ibat:
buchom inis totae vires corpusque fluebat.
120 5 Profluvium porro qui taetri sanguinis acre

exierat, tamen in ñervos huic morbus et artus


ibat et in partís genitalis corporis ipsas.
a c e r c a d e la n a t u r a l e z a d e las c o s a s - Li b r o sext o 837

ta m b ié n o id o s a n s io s o s y lle n o s d e z u m b id o s , 1185
re s p ira ció n a g ita d a ,3' 3 o b ie n d esm e su rad a y e x h a la d a e n tre c o rta d a m e n te ,
y u n a re lu c ie n te g o ta d e s u d o r q u e m o ja a tra v é s d el c u e llo ,
flem as te n u e s , escasas, m a n ch a d a s d e c o lo r a z a fr á n
y salad as, a p e n a s p ro v o c a d a s p o r una to s r o n c a a través d e la g a rg a n ta .
S in e m b arg o , e n las m a n o s se c o n tr a ía n los m ú sc u lo s y tir ita b a n
lo s m ie m b r o s 3' 4 H90
y e l frío n o d u d a b a e n s u b ir d esd e lo s p ies
p o c o a p o c o .375 D e l m is m o m o d o , fin a lm e n te , h a s ta e l ú ltim o
m o m e n to ,3 ' 6
la s o r ific io s n a s a le s , a p re ta d o s; d e lg a d a la p u n ta de l a a fila d a
n a r iz , lo s o jo s a h u e c a d o s, las sien es h u e c a s , la p ie l f r ía
y d u ra, u n a m u e c a q u e p e rm a n e c ía e n l a b o c a ; p e rsistía te n sa la fr e n te . 1 195
N o d e m a s ia d o d esp u és, lo s m ie m b r o s se p o s tr a b a n p o r la ríg id a m u e rte
y e n tre g a b a n la v id a c a s i e n la o cta v a lu z
c a n d e n te d e l s o l, o , in c lu so , e n la n o v e n a a n to r c h a ,3"
Si a lg u n o d e ello s, c o m o p asa, h a b ía e v ita d o lo s fu n e ra le s d e b m u e rte ,
m á s ad elan te, s in e m b a r g o , lo a g u a rd a b a n u n d e te r io r o g e n e ra liz a d o y
la m u e rte 1200
c o n re p u g n a n te s ú lc e ra s y u n f l u jo n e g ro d e l v ie n tr e ,3 8
o ta m b ié n s a lía m u c h a s a n g re in fe c ta d a de lo s o rific io s n asales
a tib o r ra d o s , a m e n u d o c o n d o lo r d e c a b e z a :
e n e sto flu ía n to d a s las fu e rz a s y e l c u e r p o d e l h o m b r e .
P o r o t r a p a r te , q u ie n h a b ía e sc a p a d o a l in te n s o flu jo d e la sangre 1205
re p u ls iv a , s in e m b a r g o , le v e n ía u n a e n fe rm e d a d a lo s n e rv io s
y a la s a r tic u la c io n e s , y a las m is m a s p a rte s g e n ita le s d el c u e rp o ,

3 ' ^ E n t ié n d a s e q u e la r e s p ir a c ió n s e r e p it e e n b re v e s y r á p id a s s u c e s io n e s .
374L o s in f in it iv o s tr a b z r e -t r e n ie r e f u n c io n a n c o m o in f in ir iv o s n a r r a tiv o s , p r o p io s d e la
p r o s a h is C o r io g rá £ c a .
3 ’ ’ L a s o p o s ic io n e s ír i o - c a l o r r e c u e r d a n fas t e m p e r a r u r a s c o n t r a r ia s q u e f r ie r o n s e ñ a la ­
d a s e n la s d e s c r ip c io n e s d e la s f u e n t e s d e A r r im ó n y d e i m a r d e A r a d o s . C a b e r e f le x io ­
n a r q u e , p a r a L u c r e c io , e l c u e r p o d e lo s h o m b r e s es c o m p a r a b le c o n o tr o s f e n ó m e n o s
n a t u r a le s ,
v é L a s i n t o m a t o lo g ía p r e v ia a l a m u e r t e e s t á t o m a d a , e n g e n e r a l, d e H ip ó c r a t e s , C .f
M U N RO , v o L I I , p . 41 0.
37,1 E n c u a n t o a l c ie m p o q u e d u r a b a Ja e n f e r m e d a d h a s ta d e s e m b o c a r e n la m u e r t e , c£
I h u c , , 2 .4 9 .6 ,
378L a d t a r r e a ; l a d e s h id r a t a c ió n y l a a p a r ic ió n d e H a g a s s o n p a r t e d e lo s s ín t o m a s q u e
de fa d e s c r ip c ió n d e Tucí d id e s , a p a r e c id o s e n d is tin to s m o m e n t o s d e l
se d e s p re n d e n
proceso de l a enfermedad. Cf. DÁGNÍNO (201 1 :3 7 6 ).
838
D E R E R V M N A T V R A - LÍBER SE X T V S

Et grayicer partim metuentes iim ina leti


vivebant ferro privati parte virili,
’ 2 io et manibus sine nonnulli pedibusque manebant
in vita tamen, et perdebant lum ina partim ;
usqueadeom ortis metus bis incesserat acer
Arque etiam quosdam cepere obliviarerum
canctarum , ñeque se possent cognoscere ut ipsi.
12 15 M ultaque hum i cum inhum ara iacerent corpora supra

corporibus, tamen alituum genus atque ferarum


aut procul absiliebat, ut acrem exiret odorcin,
aut, ubi gustarat, languebat morte propinqua.
Nec tamen omnino temere iljis solibus ulla
1220 comparebat avis, nec tristia saecla ferarum

exibant siívis. Languebant pleraque morbo


et moriebantur. Cum primis fida canum vis
strata viis animam ponebat in ómnibus aegre;
extorquebat enim vitam vis mórbida membris.
1225 Incomitata rapi certabant fuñera vasta.

Nec ratio rem edí communis certa dabacur;


nam quod ali dederat vitaíis aeris auras
volvere in ore licere et caeli templa tueri,
hoc aíiis erat exitio letumque parabat.
1230 Alud in his rebus miserandum magnopere unum
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A D E LAS C O S A S - L IB R O SE X T O 839

Y unos porque temían terriblemente ios umbrales de la muerte,


seguían viviendo privándose de su parte masculina con un cuchillo,373*379
y algunos, no obstante, permanecían vivos 12 10

sin manos ni pies, y otros perdían la vista:


hasta tal punto había incidido en estos el fuerte miedo a la muerte.
Y también el olyido de todas las cosas se apoderó de algunos,
de modo que ni siquiera podían reconocerse a sí mismos.
Aunque muchos cuerpos yacían insepultos en la tierra encima 1215
de otros cuerpos, sin embargo, la raza de las aves y de las fieras
o se apartaba, saltando lejos, para escaparse del olor acre,
o, cuando lo había probado, languidecía por la cercanía de la muerte.
Y, sin embargo, en general, sin duda alguna no aparecía ningún ave en
aquellos
días,580 ni salían del bosque las tristes razas 1220

de las fieras, La mayoría languidecía por la enfermedad


y moría.581 Principalmente, la confiable fuerza de los perros, tendida
en todas las calles, les hacía deponer el alma angustiosamente;
pues una fuerza morbosa les retorcíala vida de sus miembros.
Funerales devastados se apresuraban para ser arrastrados sin que nadie
los acompañara.582 1225
Tampoco había una explicación certera para un remedio común;
ya que lo que a uno le había permitido poder respirar las vitales
brisas del aire en la boca y contemplar las bóvedas del cielo,
para otros, esto era letal y les causaba la muerte,
En estas circunstancias aquello era lo único particularmente lamentable,304 1230
373 A c e r c a d e la e m a s c u la c ió n y l a a m p u t a c ió n d e la s e x t r e m id a d e s , cL M U N K .O , y o l
II, p. 411.
38t!U s o d e l a m e t o n i m i a d e 's o l” p o r “d ía ”.
381 A c e r c a d é l a s c o n s e c u e n c ia s e n a n im a le s d e r a p iñ a , cf. D A G N I N O ( 2 0 1 1 :3 7 6 ) ,
382 P a r a lo s a n t ig u o s g r ie g o s , lo s r it u a le s d e e n t e r r a m ie n t o t e n ía n l a f u n c ió n d e p r e p a r a r
e l a lm a p a r a s u p a s o a o tr o e s ta d o , a l r e in o d e la m u e r t e , p o r l o t a n t o se t r a t a b a d e r ito s
lim in a le s d o n d e l a e s p e r a , t a n t o p a r a lo s f a m ilia r e s c o m o p a r a e l m u e r to , e r a f u n c io n a l
p a r a e s a p r e p a r a c ió n . D if e r e n t e s f o r m a s d e t r a t a r e l c u e r p o d e l a p e r s o n a m u e r ta , ta le s
c o m o ia c r e m a c ió n o la in h u m a c ió n , q u e c o e x is t ie r o n a l m is m o tie m p o , h a b la d e ¡a p o s i ­
c ió n s o c ia l, l a c u e s tió n e ta r ia y la f o r m a d e m u e r t e . P a ra lo s e p ic ú r e o s , e l r it u a l f u n e r a r io
e s ta b a a s o c ia d o a l a t u m b a y n o t a n t o a l a v id a d e u lt r a r u m b a . C £ B R E M M E R ( 2 0 0 2 ) .
383 B A I L E Y ( 1 9 4 7 ) , v o l. I , p , 5 7 8 , í n d i c a u n a t r a n s p o s ic ió n d e v e rs o s e f e c t u a d a p o r
L ach m ann.
344 A p a r t i r d e l v e rs o 1 2 3 0 , L u c r e c io s ig u e p a r t i c u l a r m e n t e a T u d d id e s . C £ M U N R O ,
v o l. I I , p . 4 1 2 .
840 De rervm n a t vb a - us£S.SExrv5

aerumnabile crac, quod ubi se quisque videbat


implícitum morbo, m orti damnacus ut esser,
deficiens anim o maesto cum corde iacebat,
fuñera respectans animam am ittebat ibidem.
123 5 Quippe etenim nullo cessabant tempore apisci

ex aliis alios ayidi contagia morbi,


[12 4 5 ] lanigeras tamquam pecudes er bucera saecla.
[1237] Idque vel in p rim ís cumulabat fúñete funus.
[123«] Nam quicumque suos fugitabant visere ad aegros,
124U [I239] vicai nimium cupidos mortisque timentis
[1240J poenibac paulo post turpi mor t e malaquc,
¡1241] deser ros, opis expertis, incuria mactans.
[1242] Qui fuerant autem praesto, contagibus íbant
[1243] arque labore, pudor quem tum eogebar obire
1245(1244] blandaque iassorum vox m ixta voce quercllae.
Optimus h o c letigenus ergo quisque subibat.
*

Inque aliis alium , populum sepelire suorum


certances: iacrimis lassi luctuque redibant;
inde bonam partem in lectum maerore dabantur.
1250 Nec poterat quisquam reper bri, quem ñeque morbus
n c c mors nec lucrus temptaret tempere cali.
A C E R C A DE I A N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O SE X T O 841

y lastimoso, que, cuando cada uno se veía envuelto


en la enfermedad, como si estuviera condenado a muerte,
yacía abandonado por su triste ánimo junto con su corazón,
y daba por perdida allí mismo su alma, esperando expectante
los funerales.385
Naturalmente, ei contagio de la voraz enfermedad, de hecho, no cesaba 1235
de extenderse de unos a otros en ningún momento,
tal como el ganado ovino386 y los rebaños de bueyes,58' - [i 245]
y eso, encima de todo, acumulaba cadáver sobre cadáver. [1237]
Pues, quienquiera que evitaba visitar a sus familiares enfermos, [1233]
deseosos, en demasía, de la vida y temiendo ala muerte, l? 4 0 [!2 3 S ]
los castigaba poco después con una muerte mala y deshonrosa, [1240]
abandonados y sin recursos, sacrificándolos388 con negligencia. [1241]
Por otra parte, quienes habían estado al servicio, sucumbían por ios
contagios [1242]
y ei esfuerzo, a quien, entonces, su decencia y la voz reclamante [1243]
de los exhaustos, mezclada con la voz del lamento, los forzaba a
enfrentarlos. 1245(4244]
En consecuencia, quien era el mejor sufría este tipo de muerte.-'89
*390

Y compitiendo unos con otros por sepultar a la multitud


de ios suyos: volvían agotados por las lágrimas y el luto;
después, en gran parte, se entregaban al lecho, a causa de la tristeza.
Y ninguno podía encontrarse, a quien, ni la enfermedad, 1250
ni la muerte, ni el luto pusieran aprueba391 en un tiempo semejante.
3S-E! poeta destaca, particularmente, la descripción d é la desintegración de:a unidad
existente enere cuerpo-ánímo-aíina.
3BEn ci original lanígeras pecudes.
^Transposición de verso efectuada por Bendey. Cf. BAILEY (1947), vol, I, p. 578*
388El verbo m acto alude a la muerte sacrificial en lionor a una divinidad. En esce con­
texto resulta un oxímoron, yaque la peste ha dejado en el olvido los ritos y los cuidados
de su preparación.
389 Esta conclusión anticipada cuenta con un carácter sentencioso de implicancia
moral.
?90Munro indicó nna laguna entre los versos 1246-1247. C£ BAILEY (1947); vol. L
p. 578,
391El verbo tempto, que en el L. Y está asociado a la evolución de la raza humana, aquí
está unido a otras experiencias extremas, como la de la muerte y la enfermedad. A lo
largo de todo el poema, Lucrecio insistió en la dualidad de nacimiento-muerte y creci­
miento-decadencia. Cf.GALE (2004:23).
842 D E R E R V M N A T V R A - LIBER SL X T V S

Praeterea iam pastor et armentarius omrús


et robustas Ítem curvi moderator aratrí
languebat, penitusque casa contrusa iacebant
1255 corpora paupertate et morbo dedita morti.
Exanimís pueris super exanintata parentutn
corpora nonnumquamposses retroque videre
matribus et patribus natos super edere vítam.
Nec minimam partera ex agris is maeror in urbem
1260 confluxít, ianguens quem co.ntulit agricolarum
copia conveniens ex omni mórbida parte,
Omnia complebrnt loca tectaque; quo magis aestu
confertos ita acervatim mors accumuiabat.
Multa siti prostrata viam per proque voluta
1265 corpora silanos ad aquarum strata iacebant
interclusa anima nimia ab dulcedine aquarum,
muitaque per populi passím Joca prompta viasque
lánguida semanimo cum corpore membra vi de res
barrida paedore et pannis coopertaperire
1270 corporis Lníuvie, peili super ossibus una,
ulceribus taetris prope iam sordeque sepulta.
Omnia denique sancta deum delubra replerat
corporibus mors exanimis onerataque passim
cuneta cadaveribus caelescum templa manebant,
Acerca pe l a n a t u r a l e z a d e las c o s a s - L ib r o sexto 843

Además, ya el pastor y todo boyero,


y el robusto conductor del curvo arado392 languidecían del mismo
modo,-’93 y en el fondo de su -humilde vivienda yacían amonconados
los cuerpos, entregados a la muerte por la pobreza y la enfermedad. 1255
Podrías haber visto, aveces, los cuerpos sin vida de los padres
encima de los cuerpos inanimados de sus hijos,
y al revés, que los hijos morían encima de sus madres y padres.
Y no en una mínima parte confluyó, desde los campos a la ciudad,
esa a f lic c ió n q u e l l e v ó la m u l t i t u d a b a ti d a d e c a m p e s in o s 1260
q u e c o n v e r g ía d e t o d a r e g ió n in fe c ta d a .
Llenaban todos los lugares y las viviendas; tanto más, a causa del calor,
la muerte los acumulaba apilados así, a montones.
Muchos cuerpos, derribados y revolcándose394 por la calle a causa
d e la s e d , y a c ía n p o s t r a d o s ju n to a la s fu e n te s 395 d e a g u a , 1265
separados de su alma por el excesivo encanto de las aguas,396
y por
y m u c h o s , p o r to d a s p a rte s , a la v is ta , p o r lu g a re s p ú b lic o s la s ca lle s,
v e r ía s q u e su s lá n g u id o s m ie m b r o s p e r e c e n , e s tre m e c id o s , c o n u n c u e r p o
m e d io m u e r t o , c u b ie rto s d e s u c ie d a d y a n d ra jo s
a ca u sa d e la in m u n d ic ia d e su c u e r p o ;397 c o n la p ie l s o la s ó b r e lo s h u e so s, 1270
y a c a si s e p u lta d o s p o r la b a su ra y la s ú lc e ra s re p u ls iv a s .
La muerte, finalmente, había llenado codos los santuarios sagrados39®
d e la s d e id a d e s c o n c u e r p o s e x á n im e s , y p e r m a n e c ía n , c a r g a d o s
p o r c o d a s p a rte s c o n ca d á veres, c o d o s lo s te m p lo s d é l o s d io s e s ce lestia le s, 192

192C f. L. V.933.
553SegúnMUNRO, vol. II, p. 413, desde el verso 12 52, Lucrecio sigue ordenadamente
¡a descripción de Thuc., 2.52 en lo que se refiere a los fiinerales masivos de los muertos
y alos modos de deshacerse de los cadáveres.
wT.ur recio se vale de la tmesisp -oq u e voluta., porp rovd u tu .
3,5El sustantivo sítanos, -i es un grecismo (2íXr¡vc<;), cuyo significado es fuente. Su de no
minación proviene de sileno, nombre que se da, de manera general, a los sátiros cuando
llegan a ancianos. También se denomina así a Sileno, quien fue pedagogo de Baco.
’;VLa sed intensa también es considerada uno de los síntomas que aparecía cr. ia fase
intermedia de la enfermedad.
37Se advierte una sinécdoque separando el cuerpo de sus miembros, característica de
una descripción de marcado tinte expresionista.
358La muerte como fuerza complementaria al impulso generador déla vida, que posi­
bilitó ei desarrollo de las ciudades y todo lo que .hay en ellas, hace retornar al estado
primitivo donde el hombre vagaba por los bosques, privado de organización social,
política y religiosa.
844 D E R ffc V M N A T V R A - LIB E R SEXTVS

-1275 h o s p itib u s lo c a q u a e c o m p le r a n t a e d itu e n te s .


Nec iam religio divam nec ilumina magín
pendebantur enim: praeseiis dolor exsuperabat.
Nec mos iíle sepulturae icmanebat ín urbe
quo prius hic populus semper consuerat humari;
1 2 8 0 p e r t u r b a tu s ením t o t u s r re p íd a b a t, e t u n u s

quisque suum pro re <compostum> maestus Jiumabac.


Multaque <res> súbita et paupertas hórrida suasit,
Namque suos consanguíneos aliena rogorum
insuper exstructa ingerid clamo re Jocabant
1285 subdebantque faces, multo cum sanguine saepe
rucantes potius quam corpora desererentur.
A C E R C A DE LA N A T U R A L E Z A DE LAS C O S A S - L IB R O SE X T O 845

lugares que los guardianes399 habían llenado con huespedes,


Y, en efecto, ya no eran importantes en gran medida la reverencia
a los dioses ni sus poderes: el dolor presente los superaba,
y no permanecía en la ciudad aquella costumbre funeraria, con la cual,
en otro tiempo, este pueblo siempre habla acostumbrado a ser enterrado;
en efecto, todo (el pueblo) se estremecía perturbado, y cada uno
enterraba, triste, de acuerdo con las circunstancias, a su <ser querido>.400
La urgencia491 y la pobreza convencieron de muchas <cosas> horribles.
En efecto, colocaban a sus propios familiares sobre las hogueras
construidas para otros402 con un ingente clamor
y ponían por debajo antorchas, manteniendo riñas a m e n u d o 128S
con mucha sangre, antes de que fueran abandonados5*3los cuerpos.403

355El sustantivo asdituerss, -ntis pertenece al léxico lucrecíano, solo registrado en este
verso.
400Lachmann agrega <compostem> en el yerso 1281. Esa palabra presenta otras varian­
tes. Cf. BA1LEY (i 947), voL I, p. 580.
401Léase <res> súbita. Palabra agregada por el propio Bailey,
‘‘“ Lucrecio se vale de una hipiíage para hacer referencia las honras fúnebres ove rom­
pían con los rituales establecidos.
3c3La obra lucreciana concluye, como se advirtió en cada uno de los libros que la com­
ponen, con la descripción de la decadencia de los cuerpos, de los hombres y de ia civi­
lización para retornar a una primera, instancia de creación. En consecuencia, el lector
debe retomar a la invocación delhimno a Venus para dar curso nuevamente al impulso
vital de todas las cosas. Cf. GÁLE (2004:23).
índice
A g ra d e c im ien to s ¡7)
N otaal lector (9)
Equipo de trabajo (10)
Estudio preliminar (11)
El autor (11)
Contexto histórico (19)
El epicureismo en Roma (25)
Antecedentes poéticos (26)
Hexámetro dactilico (26)
Contenido épico (29)
Los H im nos H om éricos a A frodita (31)
El legado filosófico (34)
Heráclito (36)
Empédocles (37)
Anaxágoras (40)
Demócrito (41)
La inmortalidad del alma en el trasfondo poético y filosófico (42)
Epicuro (45)
Recepción tardoantigua y medieval
a ) A utores hasta el2 0 0 d .C . (48)
b ) Los pad res d e la Iglesia (51)
c) S iglos I I a l VI (53)
d ) Citas tardías en tre los siglos VIIyX(55)
e ) M edioevo (57)
Influencias sobre la ciencia moderna: siglos XVIIyXVIII (59)
Contenido deipoema (65)
L ibro 1(65)
R esum en (66)
L ibro 11(72)
R esum en (73)
L ibro III (80)
R esum en (81)
L ibro IV (85)
R esum en (86)
L ibro V(90)
R esum en (91)
L ibro Vi (97)
R esum en (98)
Manuscritos y ediciones (104]
Sobre ia presente edición (108)
Bibliografía { i 09)

DE RERUM NATURA (122)

Libro primero
Himno a Venus 1-49 (127)
Introducción a la obra 50-61 (131)
Epicuro elliberador 62-79 (133)
Contra la religión 80-135(135)
Dificultades del temay dencienciasdeíalengualatina 136-145 (141)
Principios fundamentales del conocimiento a desarrollar 146-158 (143)
Primeros interrogantes e hipótesis 159-264 (143)
Invisibilidad de los elementos primordiales 265-328 (151J
Concepto de vacio 329-397 (157)
Exhortación alvíemio 398-417 (163)
Implicancias y conclusiones en torno al vado 418-448 (165)
Los ev m ia 449-482(167)
Acerca de las propiedades de los elementos primordiales 483-583 (171)
Inviolabilidad de las leyes naturales 584-598 (179)
Estructura de los elementos primordiales 599-634 (179)
Argumentos contra Heráclito 635-704 (183)
Argumentos contra los sistemas filosóficos 705-715 (191)
Argumentos contra Empédocles 716-829 (193)
Argumentos contra Anaxágoras 830-920 (203)
Entusiasmo poético por el difícil saber a difundir 921-950 (209)
La concepción de la infinitud 951-1051 (213)
La totalidad carece de centro 1052-1113 (221)
Apelación final 1114 -1117 (227)

Libro s e g u n d o
Importancia del saber para la felicidad de los hombres 1-61 (231)
Cinética de los elementos primordiales 62-141 (237)
Velocidad de los corpúsculos de la materia 142-166 (245)
Los dioses no intervienen en la creación 167-183 (247)
Movimiento y dirección de los elementos primordiales 184-215 (249)
Movimiento de declinación 216-250 (253)
Sobre la indeterminación de los movimientos de los elementos
primordiales 251-332 (255)
De laconfiguración de ios elementos primordiales 333-380 (263)
Formas y cualidades sensitivas de los elementos primordiales 381-477 (265)
De las formas de los elementos primordiales 478-521 (273)
De la infinitud de los elementos primordiales 522-568 (277)
El equilibrio entre la generación y la destrucción de las cosas 569-599 (281)
Descripción e interpretación del mito de Cibeles 600-660 (283)
Vida animal en la tierra: semejanzas y diferencias 661-699 (291)
Tipos de composiciones éntrelos elementos primeros: semejanzas y
diferencias 700-729 (293)
La ausencia de color en los elementos primordiales 730-841 \295)
Los elementos primordiales carecen de cualidades sensibles 842-885 (305)
Consideraciones en torno a la sensibilidad 886-943 (309)
Aparición de la enfermedad, posibilidades de muerte 944-962 (313)
El dolor y el placer 963-1022(315)
Llamadas de atención al interlocutor 1023-1047 (321)
El universoy su infinitud 1048-1089 (321)
Nueva confirmación de que ios dioses son ajenos al mundo 1090-1104 (325)
Desarrollo y destrucción de los mundos 1105-1174 (327)

L ib ro tercero
Elogio a Epicuro 1-30 (337)
Objetivos temáticos del libro:
Exposición sobre la naturaleza del alma 31-93 (339)
Particularidades del an ím u s 94-135 (345)
Ánimo y alma constituyen una unidad 136-160 1349)
El ánimo y el alma son corpóreos 161-176 (351)
Lossemiria. del anim us 177-230 (353)
Composición dú m iim u s 231-257 (357)
Launidad del alma 258-322 (361)
Vínculos entre el cuerpo y el ánimo 323-349 (367)
El cuerpo y su combinación con el alma 350-358 (369)
Hipótesis entorno a los o jos y el alma 359-369 (371)
ContraDemócrito 370-395 (371)
Importancia vital del ánimo 396-416 (375)
El ánimo y el alma son mortales 417-444 (377)
Nacimiento y muerte de! alma y del cuerpo 445-458 (379)
Sufrimiento conjunto delcuerpoy del alma459-525 (381)
Signos de ¡a agonía y la muerte 526-547 (385)
Unión de cuerpo y ánimo 548-579 (387)
Separación del cuerpo y del alma 580-614 (389)
Acerca del lugar donde se ubica el ánimo 615-623 (393)
Los cinco sentidos en redación con el alma 624-633 (393)
El alma es divisible y por ello mortal 634-669 (395)
Contra la preexistencia del alma 670-678 (399)
Hipótesis contra el creacionismo 679-712 (399)
El alma y la muerte 713-740 (403)
Argumentos contra la transmigración de las almas 741-783 (405)
El alma solo existe en un cuerpo 784-829 (407)
La muerte no afecta alos hombres 830-869 (411)
Temores humanos ante la muerte 870-893 (415)
Inutilidad de las lamentaciones fúnebres 894-911(419)
Reflexiones acerca de la brevedad de la vida 912-930 (419)
La naturaleza y ia controversia en torno a la muerte 931-977 (421)
Las leyendas entorno a la ultratumba 978-1023 (427)
U b isu n t?Nadie escapa ala muerte 1024-1052 (435)
El conocimiento como forma de salvación 1053-1075 (439)
Conclusiones sobre la temporalidad humana 1076-1094 (441)

Libro cuarto
Nueva exaltación de la misión poética 1-44 (445)
Argumento del libro: léoría en torno a los sim ulacra 45-109 (449)
Consistencia de ¡os simulacros 110-128 (455)
Simulacros de formación espontánea 129-142 (457)
La formación délos simulacros 143-175 (459)
Del movimiento de los simulacros 176-229 (461)
Hipótesis en tomo a la visión 230-268 (467)
Teoría en tomo al espejo 269-323 (469)
Teorías diversas en torno a las imágenes 324-378 (473)
Otras argumentaciones acerca de la visión 379-468 (477)
Argumentación acerca del criterio de verdad 469-521 (485)
Anticipación en torno al camino a seguir 522-523 (489)
Teorías acerca de la audición 524-548 (489)
Acerca de la voz y el sistema articulatorio 549-594 (493)
Consideraciones acerca del sonido 595-614 (499)
Consideraciones sobre el sentido del gusto 615-632 (499)
Tipos de gustos 633-672 (501)
Consideraciones acercadelsentido del olfato 673-686 (505)
Particularidades délos olores 687-705 (505)
Tipos de olores y peculiaridades de la visión 706-721 (507)
Hipótesis en torno a la percepción 722-776 (509)
Hipótesis en torno a la capacidad intelectual 777-822 (513)
Argumentaciones contra las causas finales 823-857 (517)
En torno al hambre ylased 858-876 (521)
Teoría en torno almovimiento 877-906 (521)
Tratamiento del motivo del sueño y sus causas 907-961 (525)
Los sueños en el conjunto de los seres animados 962-1036 (529)
Acerca de la fisiología del amor 1037-1120 (535)
El amor como causa de ruina física, moral y económica 1121-1140(543)
Precauciones en tomo al amor: catálogos desús males 1141-1191 (545)
Amory verdad éntrelos géneros 1192-1208 (551)
Particularidades de 1a herencia 1209-1232(553)
La esterilidad humana 1233-1277 (555)
Conclusiones en torno ala fisiología del amor 1278-1287 (561)

L ib ro q u in to
Nuevo elogio a Epicuroy a la sabiduría 1-63 (567)
Argumento dei libro 64-90 (573)
Entorno al fin del mundo 91-145 (575)
Los sitios donde moran los dioses 146-194(581}
El universo es imperfecto aligual que el hombre 195-234 (585)
La mortalidaddeiuniverso 235-246 (589)
La mortalidad délos elementos (591)
a) La tierra 247-260 (591)
b) El agua261-272 (591)
c) El aire 273-280 (593)
d) El fuego 281-305 (593)
Las piedras no resultan inalterables 306-317 (595)
El -cielo tiene origen y fin 318-323 (597)
El uniyerso carece de vejez y eternidad 324-350 (597)
Las posibilidades de desaparición del mundo 351-379 (601)
La luchacntrelos elementos 380-395 (603)
Acercade Faetón, hijo dei Sol, y el diluvio 396-415 (605)
Origen del mundo y déla totalidad de las cosas 416-448 (607)
La distinción de los cuatro elementos: etapas cosmogónicas 449-494 (609)
Ordenamiento de los cuatro elementos 495-508 (613)
Movimientos de los astros 509-533 (615)
Suspensión de la tierra ene] espacio 534-563 (617)
Las dimensiones del sol, la luna y las estrellas 564-591 (619)
Orígenes del calor y laluz 592-613 (623)
Los cursos orbitales del sol y la luna 614-649 (625)
La noche 650-655 (629)
El sol reaparececadamañana656-679 ( 631;
Desigualdad entre los días y las noches 680-704 (633)
Las lases de la luna 705-750(637)
Eclipses solares y lunares 751-771 (643)
Origen e infancia del mundo 772-782 (647)
Creación de las plantas y de los animales 783-820 (647)
Creación y-decrecimiento délas cosas 821-836(653)
Ensayos monstruosos déla naturaleza 837-854(655)
La regularidad de las creaciones 855-877 (657)
Animales extraordinarios 878-924 (659)
La aparición dei hombre 925-987 (663)
La muerte y sus acechanzas 988-1010 (671)
Desarrollo sociofamíliar 1011-1027 (673)
Origen del lenguaje 1028-1090 (675)
Obtención del fuego 1091-1104(681)
La aparición de las ciudades 1105-1135 (683)
Caída de la monarquía 1136-1160 (687)
Origen del culto religioso 1161-1193 (689) -
Los males de la religión 1194-1240 (693)
Descubrimiento de la metalurgia 1241-1280 (697)
La fabricación de armas: su evolución 1281-1296 (701)
Evolución en el arte de la guerra 1297-1349 (703)
Desarrollo del arte textil 1350-1360 (709)
Desarrollo de la agricultura 1361-1378 (711)
Origen de la música 1379-1435 (713)
El cálculo del tiempo a partir del sol y la luna 1436-1439(717)
La civilización humana llega asu fin 1440-1457 (719)
L ib ro sexto
Elogio a Aceñas y a Epicuro 1-42 (725)
Argumento d el libro 4 3 -9 5 (7 2 9 )
Los fenómenos atmosféricos (735)
a. El trueno 96-159(735)
b. A cerca deir-elámpago 160-218 (7 4 1 )
1- Acerca del rayo y sus efectos 219-245 (745)
c. 2, Origen del rayo 246-356 (749)
c. 3. Las tempestades y su relación c o n el rayo 357-378 (757)
c. 4. El rayo no es divino 379-422 (759)
d. Las trombas marinas 423-450 (763)
e. Acerca de las nubes 451-494(765)
f. Acerca de la Iluna 495-523 (769)
g. Acerca del arco iris 524-526 (771)
h. Otros fenómenos atmosféricos 527-534 (771)
Acerca de los terremotos 535-607 (773)
Por qué no se hace más grande el mar 608-638 (779)
Los m isterios del Etna 6 3 9 - 7 1 1 (7 8 1)
E l Nulo 7 1 2 -7 3 7 (7 8 9 )
Los Avernos 738-768 (791)
Diferentes cosas producen diferentes sensaciones 769-839 (795)
Las frías aguas de lospozos 840-847 (801)
La fílente de Ammán 848-878 (801)
Las fuentes de Dodonay de Arado 879-905 (803)
La piedra imán 906-920(805)
Los corpora se encuentran en permanente movimiento 921-935 (807)
Apuntes en tomo a la rarefacción 936- 958 (809)
Losefectos délos corpora 959-978 (S il)
Diferenciasenlararefacción 979-997(813)
Explicaciones en tomo al magnetismo 998-1041 (815)
Experiencias con el magnetismo 1042-1089 (819)
Origen de las epidemias 1090-1137 (825)
Lapcste de Atenas 1138-1286 (831)
F élix q u i p o t u i t r e r u m
co g n o s cer e causas a tq u e
m e t u s o m n i s e t in e x or ab ite
fa iu m su b iecit p e dibus
str e p itu m q u e Á cherantis
avari.

Virgilio,
G. 11.490-492

Se terminó de im prim ir
A cerca d é l a n a tu r a lez a d e la s co sa s
de Tito Lucrecio Caro
en el año de la Peste.

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