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Cuando utilices la mente, ésta será más aguda, estará más enfocada.
Si te marcas un objetivo y avanzas hacia él, estás usando el tiempo del reloj. Eres
consciente de adonde quieres ir, pero valoras y das la máxima atención al paso
que estás dando en este momento. Si te centras excesivamente en el objetivo,
quizá porque estás buscando la felicidad, la realización, o completar tu sentido de
identidad, dejas de honrar el ahora. Entonces se queda reducido a un simple paso
intermedio sin valor intrínseco que te permite acceder al futuro. El tiempo del reloj
se convierte en tiempo psicológico. Tu camino de vida deja de ser una aventura y
se reduce a una necesidad obsesiva de llegar, de alcanzar, de «lograrlo». Dejas
de mirar y de oler las flores que están a los lados del camino y dejas de interesarte
por la belleza y el milagro de la vida que se desarrolla a tu alrededor cuando estás
presente en el ahora.
¿Estás siempre tratando de llegar a otro lugar distinto de donde estás? ¿Son la
mayoría de tus acciones sólo un medio para conseguir un fin? ¿Pospones siempre
la satisfacción o la reduces a breves placeres como el sexo, la comida, la bebida,
las drogas o las emociones intensas y la excitación? ¿Estás siempre centrado en
conseguir, alcanzar y llegar a ser, o, alternativamente, estás siempre buscando
una nueva emoción o placer? ¿Crees que si adquieres más cosas te sentirás más
realizado, serás lo suficientemente bueno o estarás psicológicamente completo?
¿Esperas que un hombre o una mujer dé sentido a tu vida?
Cuando estás lleno de problemas no hay espacio para que pueda entrar nada
nuevo, no hay lugar para una solución. Por eso, cuando puedas, date espacio,
crea el espacio que te permita encontrar la corriente de vida que subyace a tu
situación de vida.
Escucha los sonidos; no los juzgues. Escucha el silencio debajo de los sonidos.
Toca algo, cualquier cosa, y siente y reconoce su Ser.
Observa el ritmo de tu respiración; siente cómo fluye el aire dentro y fuera, siente
la energía de vida dentro de tu cuerpo. Permite que todo sea, tanto dentro como
fuera. Permite y reconoce la «cualidad» de las cosas. Entra profundamente en el
ahora.
CUANDO CREAS UN PROBLEMA, creas dolor. Basta con hacer una simple
elección, con tomar una simple decisión: pase lo que pase, no generaré más dolor
para mí mismo. No me crearé más problemas.
Aunque es una elección simple, también es muy radical. No podrás tomar esa
decisión a menos que estés realmente muy harto de sufrir y consideres que ya has
tenido suficiente. Pero tampoco podrás mantenerla a menos que hayas accedido
al. poder del ahora. Si no generas más dolor para ti mismo, tampoco lo generarás
para los demás. Y tampoco contaminarás la hermosa Tierra, tu espacio interno, ni
el psiquismo colectivo con la negatividad de los problemas.
Si surge una situación que tienes que afrontar ahora, la acción surgida de tu
conciencia del momento presente será clara e incisiva. También es más probable
que sea efectiva. No será una reacción surgida de tu condicionamiento mental
previo, sino una respuesta intuitiva a la situación. En ciertos casos en los que la
mente ligada al tiempo reaccionaría, te parecerá más eficaz no hacer nada y
simplemente permanecerás centrado en el ahora.
LA ALEGRÍA DE SER
Para notar si te has dejado atrapar por el tiempo psicológico, puedes usar un
criterio muy simple.
PREGÚNTATE: ¿Hay alegría, fluidez y ligereza en lo que estoy haciendo? Si no la
hay, es que el tiempo encubre el momento presente y percibes la vida como una
carga o como un esfuerzo.
Cuando cesa el esfuerzo compulsivo por alejarse del ahora, la alegría de Ser fluye
en todo lo que haces. En cuanto tu atención se orienta hacia el ahora, sientes una
presencia, una quietud, una paz. Ya no dependes del futuro para conseguir la
satisfacción o la realización; no buscas en él la salvación. Por tanto, no te apegas
a los resultados. Ni el éxito ni el fracaso pueden cambiar el estado de tu Ser
interno. Has encontrado la vida subyacente en tu situación de vida.
Cuando cada célula de tu cuerpo esté tan presente que vibre de vida, y cuando
puedas sentir esa vida en cada momento como la alegría de Ser, entonces puedes
decir que te has liberado del tiempo.
Liberarse del tiempo es liberarse de la necesidad psicológica del pasado para
tener una identidad; y del futuro, para hallar la realización. Representa la
transformación de conciencia más profunda que se pueda imaginar.