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Cambiar el mundo no es tu misió n.

Cambiarte a ti mismo no es tu deber.


Despertar a tu verdadera naturaleza es tu oportunidad.

No fijes nada de lo que escuches. Simplemente mantente abierto,


aquietado y presente, y el despliegue de la Gracia será sentido y
reconocido, dentro y fuera, como armonía y amor al servicio de Sí Mismo.

―Mooji, ¿podrías explicar la auto-indagació n?


―Empieza así: yo soy, yo existo. Este es el reconocimiento y el
conocimiento má s natural. La sensació n de existir se siente
espontá neamente en ti como "yo soy". Nadie te ha enseñ ado esto. Sé
consciente de esta simple intuició n, sin asociarla con otros pensamientos.
Siente có mo es estar simplemente presente en este instante, sin aferrarte a
ninguna intenció n. No toques ningú n pensamiento de estar haciendo algo
especial. Mantente internamente aquietado. Si de repente viniera una
oleada de pensamientos, no sientas pá nico. No hay necesidad de
controlarlos o reprimirlos. Simplemente deja que jueguen sin intervenir.
Observa con desapego. Mantente vacío de intenció n. Mantente aquietado.
Observa la actividad de los pensamientos que aparecen en la pantalla de la
conciencia sin conectar con ellos. No entres. Será visto que los
pensamientos y sensaciones se mueven por sí mismos, sin ser forzados.
Mantente neutral. Estate con la conciencia como conciencia misma. Siente
la respiració n moverse sin esfuerzo, sin voluntad ni tensió n. Observa los
sentidos funcionando, la sensació n de lo externo y de lo interno; cualquier
movimiento simplemente ocurre por sí mismo, sin planificació n, sin forzar.
Cualquier cosa que surja: pensamiento, sentimiento, movimiento o
sensació n es observada serenamente, só lo que ahora hay menos interés,
menos tiró n. Todo está surgiendo; tu ser no está surgiendo. Todo esto es
observado fluidamente. Incluso el sentido del yo, el sentimiento "yo soy",
aparece dentro de la conciencia. No hagas un esfuerzo mayor del que se
necesita. Tú está s aquí. Eso que ni hace ni deja de hacer, que ni dirige la
actividad ni es afectado por ella, que es consciente sin esfuerzo y sin
embargo despreocupado, eso es tu verdadero ser. Ni detrá s ni delante, ni
por encima ni por debajo, porque no es otro fenó meno. Es conciencia-ser
que no está ubicada en ningú n lugar, no nacida, ilimitada.

Primero, descubre la verdad, y luego haz todo aquello que complazca a tu


corazó n.

Entonces, en el advaita hay muchísima libertad.


No só lo hay muchísima libertad, sino una libertad total. ¿Por qué? Porque
el advaita señ ala que la libertad no es algo que puedas conseguir. Tú eres
libertad.

Emociones

Las emociones só lo son la expresió n del Ser universal. Y todo, no só lo las


emociones, sino toda acció n, todo pensamiento y todo movimiento, está
incluido en esta maravillosa expresió n del Ser. El advaita no se concentra
en interpretar ningú n movimiento en particular. Se presta escasa atenció n
o se da poca importancia a estas oleadas. Se concede espacio para que las
emociones se expresen, para que agoten su expresió n y vuelvan a
encontrar la paz en el interior del Ser.

La presencia y el juego de las emociones no constituyen un indicador de la


conciencia pura que eres. Quienes despiertan a la verdad dejan de identificarse
con ningú n objeto, pensamiento, persona o emoció n. No sufren ninguna
decepció n porque no mantienen expectativas. Son uno con el caudal natural de la
manifestació n, con la danza natural de la energía có smica tal como aparece en
sus cuerpos. Aunque el condicionamiento puede seguir manifestá ndose, no
existe una asociació n interior con éste. Por ello son naturalmente libres. Al no
identificarse con la memoria personal, todo el ruido del condicionamiento se
disuelve. Incluso el mismo concepto de condicionamiento, reconocido como un
mero pensamiento, acaba diluyéndose gradualmente con el tiempo.

La mente está confundida porque siempre intenta aferrar, comprender, tener la


sensació n de "conozco esto", "comprendo lo otro", "sé hacia dó nde me dirijo". La
mente funciona en una proyecció n lineal y progresiva. Por ello, en principio,
cuando le llega algo tan simple como la no-dualidad, donde no hay ningú n sitio al
que ir, nada que captar, la mente condicionada queda muy confundida, pero que
muy confundida.
La mente adquiere incontables conceptos, y al aferrarnos a esas falsedades
estamos asfixiando nuestra espontaneidad, el reconocimiento de nuestro Ser
inherente. Así que la mente dice: "¡No comprendo!". ¿Có mo podría entender la
mente la simplicidad total cuando su naturaleza es complicar lo que ya es
natural?

¿Qué es la auto-indagación?

La auto-indagació n es el espejo en que lo eterno se reconoce a sí mismo. Al


mirar con la ayuda de este espejo, sabes instantá neamente quién eres en
realidad; no quién es tu cuerpo, no quién crees ser o lo que otros dicen que
eres. No, a través de este espejo se revela una percepció n directa y no dual
de tu Ser.
Tu Ser no es un objeto, ¿có mo podría la mente descubrir o alcanzar lo que
no es un objeto? Y no me refiero só lo a objetos físicos. Un pensamiento es
tan objeto de percepció n como cualquier cosa material, igual que las
emociones, las imá genes, los recuerdos y las sensaciones. En pocas
palabras, todos los fenó menos son objetos. La mente está acostumbrada a
interpretar y cuantificar fenó menos. ¿Có mo puede la mente descubrir eso
que es consciente de los fenó menos, que es tu propio Ser, la realidad
ú nica?

Eres consciente de todo lo que aparece frente a ti en la pantalla de la


conciencia. ¿Dó nde estaría el mundo sin ti? ¿Dó nde estarían y qué serían
los pensamientos sin ti, el observador que los percibe? ¿Dó nde estarían las
experiencias sin ti, el que las percibe? Eres la raíz y el origen de toda
experiencia. No puede existir ninguna experiencia sin ti.

¿Puede el advaita ayudar a que el mundo sea mejor?

Cuando te has liberado de la influencia hipnó tica de tus propios conceptos,


del condicionamiento y las vanas proyecciones mentales, entonces está s
verdaderamente disponible para tu propio Ser. No existirá ninguna
energía interna restrictiva ni necesidad de manipular a los demá s para
satisfacer tus proyecciones. En cierto modo, tu entorno se ennoblece
automá ticamente a causa de tu presencia. Al igual que los á rboles nos
proporcionan oxígeno para respirar, aunque nadie se lo agradece, los seres
humanos que han despertado a la verdad irradian paz profunda, comunió n
y amor sin hacer ningú n esfuerzo consciente para ello. La paz es su propia
naturaleza. Hay un dicho que reza: "Si tengo una barra de pan y te doy
media, me quedará media, pero si te doy todo mi conocimiento y amor,
seguiré teniendo todo mi conocimiento y mi amor". Eso es compartir la
verdad. No es compartir objetos, es compartir el sujeto, y el sujeto no
puede dividirse. Tú eres eso.

La semilla yo-soy

En la bola de cristal de la conciencia está contenida la sensació n del


observador percibiendo, informando e involucrá ndose con la experiencia
de diversidad, fuera y dentro de la forma a través de la que también se
expresa. La sensació n de yo-soy es la semilla de la que brota todo, que es
percibida por esa intuició n yo-soy. El yo-soy no puede expresarse a sí
mismo sin la forma. Sin la forma no puede experimentar.

Embajador de la libertad
El Ser-conciencia que eres no se ve afectado por la actividad de la mente o
el cuerpo. Tener los ojos abiertos o cerrados no afecta la conciencia. La
compañ ía espiritual no aumenta la conciencia, de la misma manera que la
compañ ía mundana no la disminuye. La conciencia no es una sensació n y
por ello está má s allá de las sensaciones agradables o desagradables. La
conciencia no es personal ni impersonal, extraordinaria u ordinaria. La
conciencia carece de ubicació n; no importa si está s en Arunachala o en
cualquier otro lugar del mundo. La conciencia no está al final de ningú n
esfuerzo o prá ctica. No puede ser dividida por el tiempo o el espacio. Tu
sensació n intuitiva del "yo" no está separada de la conciencia.

Eres uno con la conciencia cuando surge tu "yo" sin historia o fuerza
psicoló gica. Eres uno con la conciencia cuando al decir "yo" te refieres a
esa intuició n que en sí misma es sinó nimo de existencia. Si es tu postura,
entonces no eres el "yo" que habla o el "yo" que escucha, ni el "yo" que
duda o el "yo" que cree. Ninguna religió n te pertenece. Los papeles que
interpretas en la vida se satisfacen espontá nea y naturalmente, pero no te
sumerges en ellos como solías hacer. No eres la madre de alguien. No eres
el padre de alguien. No eres el hijo o el amigo de alguien. Bueno y malo son
meras palabras para ti. Ninguna opinió n tiene importancia. Comprendes
que todo lo que llega y se marcha forma parte de un conjunto. No es má s
que la expresió n humana. Toda sensació n, todo estado de á nimo, todo
juego mental es só lo una ola en la superficie del océano. ¿Cuá nto tardará s
en realizar esta verdad?

[Largo silencio]

Muchos no pueden soportar este tipo de conversació n. Extrañ o es aquel


que no le teme a esta invitació n sino que es provocado por ella.

Te digo que apartes toda duda y que entonces podrá s ser un embajador de
tu propia libertad. Llevas esta libertad allí donde vas y eres la luz que
ilumina tu Ser.

Todo ser humano habla desde un espacio de duda, desde alguna crisis,
algú n problema, alguna preocupació n. Lo que se pasa por alto es que son
debidos a una identificació n erró nea. Eres tú , la existencia —lo absoluto
manifestado— quien parece haber caído en cierta confusió n. Esta
confusió n es producto de tu propio maya. Has caído bajo el hechizo, la
hipnosis de tus propias proyecciones, y sufres por esa confusió n. Todo lo
que hace falta es una bofetada que te despierte de este estupor. Para eso es
el satsang.

Intocable
El estado natural de la mente es estar silenciosa, vacía y abierta. ¡Existe sin
intencionalidad! Si crees que necesitas practicar el silencio, hallar silencio,
mantener silencio, entonces no lo has entendido. Todo esto, el universo
entero, ¡está sucediendo en silencio!

No se trata de salir corriendo en busca de silencio. Se trata de reconocer el


silencio que no puede perturbarse allí donde te halles, sean cuales fueren
las circunstancias, por mucho ruido que haya. No existen reacciones de
ninguna naturaleza. No es un comportamiento o una imposició n... Tú y el
silencio sois lo mismo.

Todo este hablar, este señ alar, só lo tiene por objeto revelar tu propio
silencio. ¡Y no hace falta tiempo! Cuando está s frente al espejo, éste no te
dice: "Mira, ahora estoy ocupado, ¡vuelve en media hora!". Igual de potente
es el espejo de la indagació n. ¡Te revelas de inmediato! Y así llegas a
conocer lo indescriptible, lo sin forma, directamente. Tal vez no puedas
hablar de ello, pero tu sufrimiento acaba. Tus miedos acaban. ¡Conquistas
la muerte misma!

Muchos de vosotros, ante la mínima oportunidad de descubrimiento, os


excusá is y salís corriendo, temiendo quemar el ú ltimo apego al "yo". La
oportunidad es hacerle frente, sentirlo y ver que sois el intocable.

No veo a nadie limitado. ¿Por qué dices "quiero ser libre?" Lo que
destaparemos es una convicció n de que no todo está bien. Y cuando lo
comprobemos y descubramos por qué, hallaremos que lo que ocurre es
que te identificas con la muerte. Te identificas con algo que no perdura,
que carece de longevidad. Te has enamorado del tiempo. Te has
enamorado de los objetos, de las ideas que sirven a lo que es transitorio.
Así es como llegan los problemas. Así es como la confusió n penetró en tu
ser.
"Cuida cada momento y cuidarás todo el tiempo." Buda

"Haz lo que crees que te hace disfrutar y disfrútalo plenamente. En esos


momentos desaparece el pasado y el futuro, y estás aquí y ahora". Osho

"Actúa espontáneamente, como un niño. Abandónate absolutamente al


momento y verás que cada día se abren nuevas cosas, nueva luz,
nuevas percepciones." Osho

"No se puede pisar el Camino sin haberse convertido en el Camino."


Proverbio Zen

"En medio de la dificultad reside la oportunidad." Albert Einstein

"No esperes a que la otra orilla venga a tí. Si quieres ir a la otra orilla, la
orilla de la seguridad, el bienestar y en la que el miedo y la ira están
ausentes, debes nadar o cruzar el río remando. Debes hacer un esfuerzo."
Buda

"Hay dos modos de vivir la vida. Uno es como si no existieran los milagros.
El otro es como si todo fuese un milagro." Albert Einstein

"No te preocupes por lo que el mundo necesita, pregúntate qué es lo que te


hace vibrar. Entonces ve y hazlo. Porque el mundo necesita gente que
despierte y viva." Harol Whitman

Todo lo que damos a los demás, nos lo damos a nosotros mismos.

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