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mundo?
Empecemos por el principio ¿Qué es el LHC? El LHC o “Large Hadron
Collider” (“Gran Colisionador de Hadrones”) es un acelerador de partículas.
Una máquina que toma partículas del tipo de las que se encuentran en el
núcleo atómico (hadrones) y las pone a girar en un círculo de 27 kilómetros
de longitud. Con la ayuda de enormes electroimanes, acelera ese
movimiento de modo que las partículas terminen moviéndose a gran
velocidad a lo largo del círculo. En un dado momento se toman dos haces de
partículas que giran en sentidos contrarios y se los desvía haciéndolos
chocar de frente.
¿Por qué producir tal choque? Desde Demócrito, una de las ideas que ha
guiado el desarrollo de la física, es que la complejidad del mundo visible
puede ser explicada en términos de leyes simples que rigen el
funcionamiento de sus componentes elementales. Los primeros químicos
llevaron la idea atomista a su etapa de madurez: la infinidad de substancias
diferentes que constituyen nuestra experiencia inmediata, pudo ser
explicada en términos de sólo un centenar de tipos diferentes de átomos,
que se agrupan siguiendo ciertas reglas para formar las moléculas de cada
una de las substancias. El catálogo de todas esas reglas y su estudio
constituyeron la base de la ciencia que hoy llamamos Química. Esa
asombrosa conclusión se alcanzó mediante la técnica de “romper” las
moléculas en sus átomos componentes y luego permitir que tales átomos
vuelvan a asociarse en nuevas moléculas. Para producir esta “rotura” los
investigadores calentaban sus muestras, es decir daban energía a las
moléculas encerradas en sus recipientes de modo de que se movieran muy
rápidamente y chocaran, destrozándose en sus átomos componentes, que
al volver a chocar se asociaban en nuevas moléculas.
Durante todo el siglo XX, la Física persistió con ese programa, aplicándolo a
escalas cada vez más pequeñas. El siguiente escalón fue la investigación
del núcleo atómico, bombardeándolo con electrones o protones, o
colisionándolo con otros núcleos, para así romperlo en sus componentes
elementales y comprender las reglas que rigen su interacción. Descubrimos
que el mundo subnuclear es increíblemente rico, existiendo un enorme
zoológico de partículas elementales descripto por lo que se conoce como
Modelo Standard de las Interacciones Fundamentales.
Pero hay muchas otras cosas interesantes que pueden suceder en el LHC.
Por ejemplo, se ha propuesto que, además de las tres dimensiones que
observamos forman el mundo (a saber: alto, ancho y espesor, o bien arriba-
abajo, izquierda-derecha, adelante-atras), podrían existir otras dimensiones
hasta ahora inobservadas. La pregunta inmediata de ¿por qué no las
vemos? se puede responder diciendo que las direcciones adicionales son
compactas y pequeñas. Una dirección compacta es una que, si caminamos
sin volvernos a lo largo de ella, terminamos en el punto de partida. Para fijar
ideas, pensemos en una hoja de papel extendida sobre la mesa. Esta hoja
tiene sólo dos dimensiones, las cuales no son compactas. Una hormiga
puesta sobre la hoja puede caminar en dos direcciones perpendiculares
entre sí y, si no se vuelve, no retornará jamás a su punto de partida. Si
ahora enrollamos la hoja de papel para formar un cilindro, una de las
dimensiones, aquella que se extiende a lo largo del cilindro, sigue sin ser
compacta, pero en cambio la otra, la que se extiende alrededor del cilindro,
se vuelve compacta. Una hormiga que caminara en esa dirección llegaría al
cabo de un tiempo, después de dar una vuelta completa alrededor del
cilindro, a su punto de partida. Si el cilindro fuese muy pequeño, la hormiga
podría no notar la existencia de esa dirección, ya que al caminar a lo largo
de ella retorna casi inmediatamente al punto de partida. Una explicación
alternativa a por qué no vemos las dimensiones adicionales, es que puede
existir algún tipo de fuerza que nos impida movernos en esas direcciones.
Por ejemplo si tomamos la hoja de papel y en lugar de enrollarla la
doblamos formando una zanja profunda, nuestra hormiga podría quedar
atrapada en dicha zanja, siéndole imposible trepar por las paredes. Para
ella, es sólo posible moverse a lo largo de la zanja y no en la dirección
transversal, es decir que puede resultarle natural asumir que dicha
dirección no existe.