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Grup municipal Els Verds-L’Entesa per Dénia

ANTONI RODERIC, CONCEJAL PORTAVOZ DEL GRUPO MUNICIPAL VERDS-


ENTESA, presenta para su discusión y aprobación por pleno la siguiente

MOCION URGENTE SOBRE LA SITUACIÓN SANITARIA

ANTECEDENTES:

La Sanidad es un servicio y un derecho indispensable para las personas y la


sociedad. El nivel sanitario es, junto con el de la educación el principal
indicador del desarrollo real de una sociedad.
En el Estado Español, este derecho se universaliza desde la Constitución
de 1931, se afianza en el periodo de la segunda República, y se va
desarrollando en los últimos años de la dictadura. A finales de los años 70 del
pasado siglo, se hizo evidente, en los países desarrollados, la crisis de los
sistemas sanitarios tradicionales, que mostraban sus dificultades para hacer
frente a los principales problemas de salud, pese al incremento exponencial
de los gastos sanitarios.
Esta crisis se manifestaba en el estancamiento de los principales
indicadores de salud como la esperanza de vida al nacer, en la incapacidad
para enfrentar las principales causas de mortalidad, discapacidad o años de
vida perdidos (enfermedades cardiovasculares, cáncer, accidentes laborales y
de tráfico...) y en la aparición de nuevas epidemias como el SIDA, las
enfermedades de transmisión sexual, etc. (que tienen su origen en un medio
ambiente social y laboral y en unos estilos de vida de riesgo poco favorable),
que los sistemas de salud tradicionales parecen no poder frenar.
Influyen en esta situación el envejecimiento de la población; el
desarrollo de nuevos conocimientos, tecnologías sanitarias y medicamentos
cada vez más costosos; el incremento de la demanda asistencial y la
exigencia de mejoras en accesibilidad y
calidad de los usuarios asociados a las mejoras educativas y socioeconómicas
de la población; el mantenimiento del hospital como centro del sistema, y la
práctica profesional basada en la práctica curativa-reparadora y en la
atención súper especializada, en contraposición con la preventiva.
A estos problemas, de naturaleza estratégica y estructural, habría que
añadir otros de tipo organizativo y funcional, vinculados a la actividad de los
servicios asistenciales, entre los que destacan: la baja productividad; la
variabilidad de las decisiones clínicas; la falta de utilidad demostrada de
muchas de ellas; etc.
Esta situación determinó un debate universal sobre la necesidad de
introducir reformas en los sistemas y servicios sanitarios y sobre cuál sería su
naturaleza.
La Trigésima Asamblea Mundial de la Salud de la OMS aprobó en
Alma Ata en mayo de 1977 la Estrategia Salud Para Todos con el respaldo
de todos los países que la integraban. Se proponía orientar las políticas
sanitarias hacia la atención integral de salud con énfasis en la promoción
frente a la meramente reparadora; colocar la atención primaria como eje
del sistema para facilitar el acceso universal y racional a los servicios; y
potenciar la participación y corresponsabilidad social y personal en las
actuaciones sanitarias.
En su versión europea, la OMS, en los Objetivos de Salud para Todos
2000 pretendía afrontar dos problemas esenciales: Mejorar el nivel de
salud que era muy inferior al teóricamente posible, dados los recursos
financieros dedicados a sanidad, medicamentos y nuevas tecnologías, y
reducir las desigualdades sanitarias existentes en la región a pesar del
desarrollo científico y educativo de la mayoría de los países.
Esta estrategia inspiró las líneas fundamentales de la Ley General de
Sanidad (LGS 1986) que instauró en España un Sistema Nacional de Salud,
incluyendo algunos de los paradigmas de Alma Ata y la Estrategia Salud para
Todos de la OMS, como el desarrollo de la Atención Primaria de Salud
El triunfo de las propuestas “neoliberales” en Norteamérica y el Reino
Unido en los años 80 condicionaron el desarrollo de estas estrategias,
proponiendo como alternativa introducir cambios en el papel del Estado
y el mercado en la asistencia sanitaria. El nuevo paradigma se
fundamenta en ideas-fuerza como la imposibilidad de mantener con dinero
público una asistencia de salud universal y equitativa; la incapacidad de los
sistemas sanitarios públicos para producir servicios sanitarios de forma
racional; y la ineficiencia como algo consustancial a la gestión pública. El
ejemplo más universal de esta estrategia son las reformas introducidas por
Margaret Thatcher en el Servicio Nacional de Salud en el Reino Unido (NHS).
La propuesta, con el engañoso titulo de working for patients (trabajando para
los pacientes), pretendía el establecimiento de un mercado interno dentro del
NHS, separando la financiación de la provisión como primera medida para
establecer este pseudo mercado, y posteriormente creando empresas
autónomas en los hospitales. Los resultados de esta estrategia han sido bien
analizados tanto desde el punto de vista teórico (Navarro, 1996), como desde
el práctico (NHSCA, 1995), quienes señalan que, tras 5 años de experiencia
de las reformas Thatcher, se habían producido los hechos siguientes:
• Aumento de los costes burocráticos.
• Incompatibilidad entre los planes de salud estratégicos y el mercado.
• Aparición de competición y confidencialidad comercial y ruptura de la
cooperación.
• Establecimiento de distintos tipos de servicios según grupos de población.
• La crisis económica presiona a los cierres de centros y la reducción de
prestaciones.
• Presiones financieras para la reducción de la cantidad y calidad de los
servicios y para disminuir la investigación clínica.
• Desmoralización de las plantillas de profesionales.
• El mercado introduce de manera insidiosa la noción de que la provisión
sanitaria
pública es extravagante y poco práctica.
• Industrialización de los cuidados, condicionando las decisiones
profesionales.
• Erosión de la salud pública.
• Déficit democrático.
• El mercado dividió la responsabilidad de planificación y asistencia
• Mala integración con los servicios sociales.
• Los usuarios van de un lado a otro para recibir asistencia.
• Las organizaciones se ven obligadas a seguir sus propias necesidades y no
la de los pacientes.
• Originó competencia por los pacientes, creando desigualdad por razones
financieras.
• Se fomentó la moral competitiva frente a la ética de la justicia profesional.
• Los clínicos hospitalarios se vieron con frecuencia desautorizados,
enfrentados entre ellos y con los médicos de atención primaria.
• Ocasionó una subida insostenible de los costes administrativos. El dinero
se desvió de la atención a los pacientes hacia los gastos administrativos.
• Los hospitales se han convertido en trusts autodirigidos, gestionados
como negocios, centrados en las finanzas y obligados a competir por
contratos a corto plazo.
• Los equipos directivos tomaban decisiones sin compartirlas, y los
fundholders decidían la compra de servicios importantes sin consultar con la
comunidad.

Las políticas de implantar el mercado en el sistema sanitario y de


propiciar las privatizaciones están siendo fomentadas por diferentes agentes
externos al sistema sanitario (grupos financieros, aseguradoras sanitarias,
empresas multinacionales de asistencia sociosanitaria, industrias
farmacéutica y de electromedicina...), con el respaldo de organismos
internacionales, que poco tienen que ver con las necesidades sociales de
sanidad, como la Organización Mundial del Comercio, el Fondo
Monetario, Internacional y el Banco Mundial.
En las políticas neoliberales han tenido un importante papel propuestas
de naturaleza ideológica, sin respaldo empírico, como son la separación entre
financiación y provisión en los Sistemas Sanitarios Públicos, la contratación
competitiva, y la creación de empresas sanitarias autónomas, que han
ejercido una gran influencia sobre las reformas sanitarias en Europa. Como ya
se ha señalado, la introducción del mercado y de la competencia en la
sanidad británica ha tenido resultados muy negativos para un sistema
sanitario considerado como uno de los mayores logros de la socialdemocracia
europea, capaz de ofertar asistencia sanitaria universal, gratuita y de calidad
con uno de los menores gastos sanitarios de los países desarrollados. Esto ha
alertado sobre los problemas que las tendencias privatizadoras tienen sobre
la equidad en las prestaciones asistenciales . Aplicar la lógica del mercado a
las relaciones sanitarias exige separar financiación de provisión, trasformar
los centros sanitarios en empresas competitivas, poner a los gestores en el
centro del sistema con poderes absolutos, relegar a los profesionales clínicos
a meros empleados y transformar a los usuarios en clientes. Así las
propuestas destinadas a controlar el gasto sanitario, han pasado de la escala
macro (reducción del gasto global del sistema) a la escala micro (reducción
de gastos a nivel de centros sanitarios mediante cambios en la naturaleza
pública o privada de las instituciones, en sus estructuras organizativas y en
sus sistemas de gestión)
Como casi siempre los cambios en Europa llegan con retraso a nuestro
país, la primera propuesta en este ámbito en España fue el denominado
Informe Abril publicado en 1991, proponía revisar el Sistema Nacional de
Salud en España. Este Informe realizaba un diagnóstico demoledor del
Sistema Sanitario Público, al que –por su centralismo, su rigidez, su ausencia
de autonomía de gestión, o por la preponderancia de los instrumentos
administrativos en su funcionamiento– acusaba de generar una gran
insatisfacción ciudadana (aunque posteriormente el CIS publicó sucesivos
informes que mostraban que el 83% de los españoles estaban satisfechos con
el sistema sanitario público y se mostraban contrarios a su privatización).
El rechazo del Informe Abril provocó un cambio estratégico en las
propuestas neoliberales en España. La nueva estrategia se centró en
introducir dos medidas que son centrales a la hora de establecer un mercado
dentro del Sistema Nacional de Salud: la separación entre provisión y gestión,
y la constitución de pseudo empresas dentro del sector público, medidas
presentadas como innovaciones de carácter experimental y técnico (neutrales
desde el punto de vista ideológico y alejadas de cualquier intención
privatizadora), con las que se quería obviar los problemas políticos de un
proceso de privatización.
Dicha nueva estrategia, dirigida a introducir el mercado y la gestión
empresarial en la gestión de los centros sanitarios, podríamos englobarla bajo
el término “Nueva Gestión” que incluye una gran variedad de formulaciones:
fundaciones, consorcios, sociedades anónimas, empresas públicas,
cooperativas, etc, unidas todas ellas por la voluntad de huir de la gestión
pública.
La introducción del mercado acaba presionando hacia la rentabilidad
económica y la búsqueda de beneficios, que a la postre presiona hacia lo que
se denomina selección de riesgos, que no es sino la tendencia de los centros
a especializarse en el tratamiento de las patologías rentables, en general
enfermedades agudas o intervenciones quirúrgicas en personas previamente
sanas, que no padecen enfermedades crónicas y que previsiblemente no van
a tener complicaciones. Esta selección de riesgos puede hacerse desde la
oferta (simplemente no teniendo servicios mas complejos y menos rentables,
como UVI , SAMU, neonatales, unidades de transplantes, de quemados, etc.),
o también desde la demanda (intentando derivar a las personas que tienen
estos problemas a otros centros o poniéndoles dificultades en el acceso).
Naturalmente el problema se plantea cuando todo el sistema o su
mayoría se mueven con estos criterios, pues se aboca a la desatención de
estos enfermos.
Si, como ocurre hasta ahora, hay una coexistencia de ambos tipos de
centros, lo
que sucede es que los centros del modelo tradicional se van haciendo cada
vez menos
rentables al tener que hacerse cargo de los enfermos y/o patologías que los
centros más
focalizados hacia la rentabilidad económica no quieren/pueden atender. no se
haya tenido en cuenta la posibilidad de crear una Agencia de Compras del
Sistema Nacional de Salud, o de los Servicios Regionales, que, con criterios de
gestión pública, pudiera hacer valer el carácter de consumidor mayoritario de
tecnología, material sanitario y farmacéutico de la Sanidad Pública.
Y, por fin, están las dificultades que tiene un sistema desintegrado para
la relación entre la atención primaria y la especializada. Uno de los objetivos
centrales del sistema es asegurar la continuidad de los cuidados para el buen
funcionamiento del servicio sanitario. Las personas deben recibir una
asistencia sanitaria continuada, ora en la primaria, ora en la especializada,
con el único criterio de mejorar la calidad de la misma y adecuarse a las
necesidades de salud. La presencia de múltiples empresas en ambos niveles
genera problemas de coordinación e interés en imputar los gastos al otro. La
coordinación se pierde como objetivo y la competencia, en detrimento de la
mejor asistencia sanitaria, se establece como norma.(Es llamativo que hasta el
sector privado esté reclamando la necesidad de una gestión unificada entre
primaria y especializada: el caso Alzira, donde la empresa privada concesionaria
ha reclamado y conseguido de la Generalitat valenciana un contrato que incluya a
ambas, mejorando sus condiciones económicas, pero no mejorando el sistema en
la comarca).
No resulta fácil analizar los resultados de los modelos de gestión que se
van implantando, ya que no se caracterizan precisamente por la
transparencia. Por otro lado se trata de experiencias limitadas en el tiempo y
en la geografía y, además, las comparaciones en Sanidad presentan
problemas, porque no es fácil homogeneizar las distintas actuaciones
sanitarias que están sometidas a una gran variabilidad. En todo caso, y con
estas limitaciones, nos encontramos con los siguientes resultados
comparando los centros de gestión tradicional, con los de la “nueva gestión”
(ejemplos de centros gallegos, sin datos cuantificativos de la asistencia primaria,
aunque en anexo 1 se incorporan algunas tablas que expresan que la realidad en la
C.Valenciana es peor y si lo comparáramos con la extrema situación de la Marina Alta, donde
las direcciones sanitarias no dan datos, serían escandalosas)
(Esto no obstante, hay que tener en cuenta que las ratios de personal en los
hospitales de “gestión tradicional” están muy por debajo de los imprescindibles)

La valoración de los resultados de las tendencias privatizadoras en


Sanidad ha sido mayoritariamente negativa. Así Evans (1997) señala que “la
experiencia internacional en los últimos 40 años ha demostrado que una
mayor confianza en el mercado se encuentra asociada a un peor
funcionamiento del sistema (inequidad, ineficiencia, mayores costes, e
insatisfacción ciudadana)”.

EXPOSICIÓN:

La grave situación Sanitaria en la Marina Alta, en la que no se entra


a concretizar por ser demasiado conocida para este consistorio,
(desbordamientos en los servicios, en especial urgencias que es el que recoge las
carencias del sistema primario, gastos farmacéuticos, listas de espera en muchos
casos irreparables, personal sobreexplotado con el consiguiente aumento de
bajas, no suplencias de servicios mínimos en vacaciones, repetición de visitas,
pruebas repetitivas, desatención en muchos servicios por falta de personal ….)
no es un caso aislado en el entramado, sino que es la consecuencia de la
política que ya se definió en los años 80 en los paises de economía “primer
Mundo”, que tardíamente, siguiendo la costumbre tan española de
“sostenella y no enmendalla”, hace negar a nuestros responsables políticos
la existencia del problema, les impide reconocer sus responsabilidades y,
porque es evidente que este sistema crea un entramado de beneficiarios que
favorece el clientelismo al que son tan proclives algunos de nuestros políticos,
nos lleva a discusiones sobre donde se quiere un edificio, quien lo paga, quien
es mas bueno y mas activo en la gestión burocrática y quien sale más veces
en sus propios medios, olvidándose de la situación real que es el
abandono de la sanidad.

Por todo ello la corporación ACUERDA:

• EXIGIR A LA CONSELLERIA DE SANIDAD, LA SOLUCIÓN


INMEDIATA DE LOS CONCRETOS PROBLEMAS SANITARIOS DE LA
MARINA ALTA. EMPEZANDO POR LA INMEDIATA Y URGENTE
AMPLIACIÓN DEL HOSPITAL ACTUAL, ASÍ COMO DE LA DOTACIÓN
DEL PERSONAL MÍNIMO NECESARIO, TANTO DE PERSONAL
HOSPITALARIO COMO DE ASISTENCIA PRIMARIA.

• HACER UN PACTO DE TODOS LOS GRUPOS MUNICIPALES EN


DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA EN LA MARINA ALTA. HACER
EXTENSIVO ESTE PACTO A TODOS LOS MUNICIPIOS DE LA
COMARCA ASÍ COMO A TODAS LAS ORGANIZACIONES SOCIALES,
INCORPORANDO A LOS CIUDADANOS EN LA TOMA DE
DECISIONES EN LAS MEDIDAS DE REFORMA DEL SISTEMA DE
ASISTENCIA SANITARIA CON OBJETIVOS DE EFICIENCIA,
EQUIDAD Y SOLIDARIDAD, CON EL OBJETIVO NO SOLO DE
CURAR/REPARAR, SINO DE CUIDAR Y PALIAR.
• EXIGIR A LOS ORGANISMOS AUTONÓMICOS Y ESTATALES, EN
ESPECIAL A LOS PARLAMENTOS, POR MEDIO DE LOS
RESPECTIVOS PARTIDOS, LA APERTURA DE UN DEBATE REAL
SOBRE EL FUTURO DE LA SANIDAD PÚBLICA.

• ADHERIRSE A LA “CARTA DE TOLEDO” en defensa del derecho a


la salud en la Unión Europea (Anexo 2 de la moción)

Dar traslado del presente acuerdo a:

o Resto de Ayuntamientos de la Comarca


o Dirección del Area de Salud
o Conselleria de Sanitat
o Grupos parlamentarios de la C.V.
o Grupos parlamentarios del Estado
o Grupos parlamentarios de comunidad Europea

DÉNIA, 27 diciembre de 2005


Anexo 1
Algunos indicadores sanitarios en el P.Valencia

LA COLA DE RECURSOS SANITARIOS.


Es conocido que la financiación sanitaria de la Comunidad Valenciana esta por debajo de la media del
estado español,
Es conocido el incremento de la actividad en la sanidad privada a expensas de disminuir los recursos en
la pública, ejemplos varios: concursos de resonancias, incremento de más del 50 % del presupuesto del
Instituto Valenciano de Ontología, con un muy escaso control sobre la facturación, o el conocido plan de
choque, recientemente modificado para acrecentar los desvíos a servicios pagados doblemente.

Algunos cuadros de datos, (de años pasados, la situación a empeorado en especial en la C.V. pues no
hay incremento de camas ni de personal pero si un fuerte aumento demográfico)

AUTONOMIA CAMAS POBLACION CAMAS *1000 H


CATALUÑA 31.456 6.147.610 5,1
CANARIAS 8.336 1.630.015 5,1
MELILLA 301 60.108 5,0
ARAGON 5.918 1.183.234 5,0
CANTABRIA 2.501 527.137 4,7
NAVARRA 2.511 530.819 4,7
MADRID 22.580 5.091.336 4,4
BALEARES 3.484 796.483 4,4
ASTURIAS 4.563 1.081.834 4,2
EUSKADI 8.811 2.098.628 4,2
EXTREMADURA 4.356 1.069.419 4,1
GALICIA 11.052 2.724.544 4,1
C.LEON 9.974 2.484.603 4,0
CEUTA 268 72.117 3,7
MURCIA 4.037 1.115.068 3,6
LA RIOJA 924 263.644 3,5
ANDALUCIA 23.689 7.236.419 3,3
C.LA MANCHA 5.504 1.716.152 3,2
C.VALENCIANA 12.343 4.023.441 3,1

TOTALES 162.608 39.852.611 4,1


La Comunidad Valenciana presenta un mayor numero de recursos humanos por cama funcionante. Un
matiz, es la Comunidad con menos camas instaladas. Si el denominador es menor....

Total de Personal Médicos Enfermería Ayudantes Personal no


Indice * cama personal sanitario sanitarios sanitario
TOTAL 2,48 1,75 0,35 0,70 0,67 0,73
Andalucía 2,90 2,02 0,39 0,81 0,78 0,89
Aragón 2,59 1,85 0,36 0,74 0,73 0,74
Asturias (Principado de) 2,56 1,80 0,38 0,71 0,69 0,76
Balears (Illes) 2,43 1,71 0,29 0,70 0,69 0,72
Canarias 2,16 1,54 0,28 0,55 0,68 0,63
Cantabria 2,68 1,93 0,36 0,77 0,77 0,75
Castilla y León 2,08 1,44 0,30 0,58 0,54 0,64
Castilla-La Mancha 2,75 1,90 0,40 0,76 0,73 0,85
Cataluña 1,82 1,33 0,27 0,54 0,49 0,49
Comunidad V 2,91 2,11 0,44 0,89 0,75 0,81
Extremadura 2,42 1,62 0,32 0,65 0,62 0,81
Galicia 2,51 1,76 0,35 0,69 0,68 0,75
Madrid (Comunidad de) 2,96 2,03 0,39 0,79 0,81 0,93
Murcia (Región de) 2,77 1,98 0,39 0,76 0,80 0,78
Navarra (Com 3,08 2,32 0,45 1,01 0,75 0,76
País Vasco 2,10 1,51 0,30 0,62 0,58 0,59
Rioja (La) 2,58 1,82 0,36 0,77 0,67 0,75
Ceuta y Melilla 3,63 2,40 0,47 0,93 0,93 1,23

Tabla II: médicos especialistas y otros titulados superiores, trabajando en el sistema


sanitario publico. La media en el estado español es de 1.72, en la Comunidad Valenciana
1.56

POBLACIÓN titulados superiores t.s*1000


COMUNIDADES
CASTILLA Y LEÓN 1.712.529 4.018 2,35
BALEARES 760.379 1.707 2,24
C. MADRID 5.022.289 10.431 2,08
CATALUÑA 6.090.040 12.257 2,01
C. FORAL DE NAVARRA 520.574 999 1,92
ARAGÓN 1.187.546 2.215 1,87
PAÍS VASCO 2.098.055 3.776 1,80
CANARIAS 1.606.534 2.829 1,76
ASTURIAS 1.087.885 1.877 1,73
CANTABRIA 527.437 905 1,72
CEUTA 68.796 114 1,66
GALICIA 2.742.622 4.419 1,61
REGIÓN DE MURCIA 1.097.249 1.752

ANEXO 2
El Derecho a la Salud para todos en la Unión Europea

Declaración de Toledo

Los ciudadanos y ciudadanas de los países miembros de la Unión Europea disfrutan de


unos niveles de salud y de bienestar social entre los más altos del mundo desarrollado,
resultado de la acción política de los gobiernos, de la intervención del conjunto de los
agentes sociales y del desarrollo de los sistemas sanitarios públicos. La salud es un
logro social, es un logro de todos/as.

Los ciudadanos y ciudadanas otorgan una gran importancia a la salud individual y


colectiva, y demandan mayoritariamente que las políticas públicas continúen el esfuerzo
por mantener y mejorar los niveles de salud y bienestar actuales, afrontando los retos
de futuro.

Los sistemas sanitarios de los países miembros de la Unión Europea han introducido,
progresivamente, reformas en la organización, funcionamiento y mejora de la calidad de
sus servicios de atención a la salud. No obstante, existen diferencias y desajustes
internos que exigen adoptar medidas para mejorar sus niveles de eficiencia y reducir los
desequilibrios.

Las diferentes situaciones de partida de los sistemas sanitarios de cada país miembro
exigen contextualizar estas medidas para lograr a medio largo plazo la convergencia en
materia de salud y bienestar.

Las autoridades públicas de los estados miembros tienen la responsabilidad de


garantizar el derecho a la salud y responder a las preocupaciones expresadas por los
ciudadanos y los agentes sociales.

Sería necesario definir los contenidos del Art. II – 35 del proyecto de Constitución
Europea, sobre el derecho a la protección de la salud, ampliando y concretando este
derecho.

La Unión Europea se fundamenta sobre los valores indivisibles y universales de la


dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad; a dichos valores deben
incorporarse también el derecho a la salud como un derecho básico.

Ante esta situación consideramos que existen algunos obstáculos a tener en


cuenta:

Los criterios de convergencia económica están determinando el desarrollo y


sostenimiento de los actuales niveles del Estado de Bienestar. Las medidas de
contención del gasto público tienen un impacto negativo sobre el gasto social. No sólo
importa el nivel global del gasto público sino también su distribución

El envejecimiento de la población, las nuevas estructuras familiares, la incorporación de


la mujer al trabajo, la llegada de inmigrantes, sobre todo en los países del sur de
Europa exige para responder a nuevas demandas y necesidades, un incremento del
gasto social incompatible con la política de contención del gasto público.

La OMC (Organización Mundial del Comercio) declaró que los servicios públicos están
excluidos del AGCS (Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios). Sin embargo la
Conferencia Intergubernamental de la Unión Europea celebrada en Niza concedió a la
Comisión Europea mayor autonomía en las negociaciones del comercio de servicios. Se
establecieron como excepciones los sectores de salud, educación y servicios sociales,
sectores que todavía requieren del acuerdo por unanimidad de los países de la Unión
Europea.

Ante esta situación proponemos:

1.- Que se escuchen las demandas de los ciudadanos y agentes sociales, para lo
que consideramos necesario la creación de un grupo de presión en el que estos
estén representados.

2.- Dicho grupo debería elaborar propuestas para corregir los desequilibrios en los
niveles de salud y de desarrollo de los servicios sanitarios de los diferentes
países miembros. Consideramos posible y necesario mantener el estado del
bienestar dentro de una economía de mercado.

3.- En base a estas propuestas debería definir y exigir que se establezcan criterios e
instrumentos de cooperación para garantizar el derecho a la salud, fortalecer la
cohesión y lograr la convergencia europea en materia de políticas públicas de
bienestar social y sanitaria.

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