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Dedico esta obra, concebida a lo largo de los años y transformada en una

realidad durante el último semestre del año 2002 y comienzos del año 2003 a
José María, de quien más aprendí, persona que supo transmitirme algunos de
los secretos, con su ejemplo, cariño y capacidad pragmática.

Agradecimiento que extiendo a todos vosotros, compañeros de pesca y

amigos, especialmente a José “el nene”y José “Pepe” Groeiro, por tan
inestimable y desinteresada colaboración.

Las fotografías reflejan la belleza de la costa del occidente del Principado de Asturias, especialmente en el
Concejo de Valdés. La espectacular costa de Galicia, aún relativamente rica, avivará nuestras emociones, sin
duda.

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 ÍNDICE DE CONTENIDOS:

- INTRODUCCIÓN: EL SARGO Y SU MEDIO

- EL SARGO Y SU ESTUDIO

- TÉCNICAS DE PESCA (BASES; MATERIALES; CEBOS; MACIZO;

LUGARES; FACTORES AMBIENTALES, ÉPOCAS Y PERIODODS;
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA):

• PESCA A BOYA Y MACIZADO

• LA PESCA DEL SARGO CON BOYA DESLIZANTE

• PESCA LIGERA EN LOS CANALES

• LA PESCA DEL SARGO DESDE PLAYAS

• LA PESCA DESDE PROMONTORIOS Y ACANTILADOS

• PESCA DESDE PUERTOS Y ESPIGONES

• OTRAS FORMAS:

• PESCA CON CAÑA DESNUDA

• CON FLOTADOR LIBRE ENTRE LA ESPUMA.

- DESPEDIDA

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 Toda obra comienza en un
momento. Un cúmulo de
instantes llega a definir, con
el paso del tiempo, el inicio
real en la impresión de una
primera línea.
Ese espacio, que ahora se
desarrolla, depende y se
perpetuará en paralelo a un
estado de ánimo, un
carácter, una motivación que
lo alimente. También en este
caso, la propia e individual
evolución del autor trata de
dar luz a una narración
sobre la pesca, la pesca del
Sargo.
Este bello animal,
prodigio de la adaptación,
materializada a través del
transcurso de los milenios, es
un pez marino.
Y partiendo de cero, de
acuerdo con el proceso
evolutivo y la debida
clasificación taxonómica, se
encuentra enclavado dentro
de la Clase de los
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Teleósteos, caracterizados
por portar un esqueleto
interno; El Orden de los
Perciformes, que presentan
los rasgos indudables que
valoramos cómo típicos de
los peces, en resumen, una
cabeza, un cuerpo y una cola
simples y aleta dorsal y
pectorales.
Por último y como entidad
propia, forma parte
representativa de una
numerosa Familia: los
Espáridos.
Los espáridos, primos
hermanos entre ellos, han
ido mutando al son de las
modificaciones habidas en el
ecosistema marino.
Como siempre sucede en
estos casos, nos
interrogamos cabalmente
sobre ¿qué fue primero, el
huevo o la gallina?.
Moluscos como el
mejillón, crustáceos como
los cangrejos, sufrieron
también su interminable
proceso de desarrollo, de
acuerdo con las
posibilidades presentes en el
entorno.
En las costas, las
corrientes aportan gran
cantidad de nutrientes.
Pequeñas algas
microscópicas, conocidas
como fitoplancton, son el
verdadero punto de partida y
aprovechan la energía del
sol para crecer.
De ellas se alimentan
seres diminutos,
zooplancton, constituido
principalmente por
crustáceos y base alimenticia
de las larvas y estadios
iniciales de los peces.
Por consiguiente, la
conclusión es clara. En una
cadena de acontecimientos
ligados a la propia e
inextricable voluntad de la
naturaleza, el Sol calienta
las aguas, el fitoplancton se
desarrolla y nutre a otros
organismos, entre ellos al
mencionado mejillón que,
adherido a las piedras, abre
sus valvas para atrapar
partículas con la ayuda de
un perfeccionado e ingenioso
sistema.
Larvas recién
eclosionadas de los peces se
afanan en consumir
zooplancton y en crecer
hasta el tamaño y edad
adecuado para ingerir, entre
otros manjares, al mejillón
Así de simple, pese a la
increíble e infinita variación
de acontecimientos que
deben sucederse de forma
consecutiva a fin de que este
milagro tenga ocasión de
celebrarse.
Volviendo a la franja
costera: todas los formas de
vida que prosperan en la
misma -unas pegadas al
el sustrato y otras con
movimiento libre-, no
podrían por menos que
contar con especies de
animales superiores
destinados a controlar su
población.
Esta familia es una de
ellas. El formato
diferenciador es simple.
Cuerpos aplanados y ovales,
con una boca no muy grande
y siempre dentada. Una sola
aleta dorsal y colores y
manchas que ayudan en un
estudio de identificación.
Dentro de los sargos como
tal, podríamos definir unas
cuatro especies: El
raspallón, la morruda o
sargo picudo, la mojarra y el
Bedao o sargo imperial.
Todos ellos presentan una
similar mandíbula, parte
5
anatómica clave para
organizar. Tienen dientes en
forma de cincel, similares, si
me lo permiten, a nuestros
incisivos. El resto abarca
especies tan importantes
como la dorada, el Pargo, el
Dentón, la Breca, el Besugo,
el Aligote, la Herrera, La
Boga, la Salpa, La oblada y
la Chopa.
Y si mi intención –espero
que no vana- es dedicar estas
páginas al sargo común,
bueno será aislarlo
convenientemente del resto
de especies similares.
SARGO BREADO,
IMPERIAL, SOLDADO
(“Diplodus cervinus”)
Tiene el cuerpo ovalado y
cinco bandas de color marrón
oscuro que recorren
transversalmente el costado
sobre un fondo de color gris
plateado. Son inconfundibles
debido a su grosor.
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La cabeza es
proporcionada, boca pequeña
con labios carnosos. La
mandíbula superior está
armada con unos 10-12
dientes incisivos y en la
inferior unos 8. Pequeños
molares que se disponen en
filas en los dos maxilares.
Una aleta dorsal con 10-12
radios espinosos y 11-14
tegumentarios.
Es un pez gregario pero no
acostumbra a formar grandes
grupos. Vive en la plataforma
continental en el litoral, pero
casi siempre se localiza a
cierto calado. Se reproduce
entre enero y abril. La
alimentación es variada,
omnívora. Se distribuye por el
Atlántico y también mar
Mediterráneo y África
septentrional.
Puede medir hasta 50 cm
de largo y pesar más de 4 Kg.
No es muy abundante y, en
todo caso, los sistemas de
pesca son similares a los
empleados con el sargo
común.
He pescado ejemplares
pequeños en algunas playas
de guijarros. En ese momento
de su desarrollo pueden
encontrarse coloraciones
amarillentas. En ocasiones
contadas se capturan con
caña especimenes grandes.
He pescado alguno de tamaño
moderado lanzando desde
atalayas. Supongo que la
sobre - pesca es responsable
de la ausencia en el noroeste
peninsular de esta especie.
MORRUDA, SARGO
PICUDO (“Diplodus
puntazzo”)
Es muy semejante al sargo
común, del que distingue por
el perfil de la cabeza, pues
desarrolla una boca y morro
en forma de punta.
Las bandas oscuras del
costado son más numerosas
(entre 12-13) y tiene una
mancha evidente de color
negro en el pedúnculo caudal
y teñido de negro el extremo
de la aleta caudal y la base de
las pectorales.
Presenta 8 incisivos en
cada mandíbula y unos
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molares muy rudimentarios, a
diferencia de otras especies.
Litoral y gregario, vive en
fondos rocosos y también en
la plataforma continental a
profundidades superiores a
los 100 metros. Es omnívoro.
Se reproduce entre
septiembre y noviembre. Vive
en Mediterráneo, Atlántico
ibérico y norte de África.
Puede llegar a medir 60 cm
aunque lo normal son unos
25-30 cm.
Las técnicas son similares
desde costa, pero no
esperaremos capturar sargos
picudos de manera habitual.
LA MOJARRA
(“Diplodus vulgaris”)
Pez litoral, de costumbres
bastante parecidas a las del
sargo común y proporciones
semejantes.
 Mediterráneo, Atlántico, Islas
Canarias y Madeira.

Pese a sus hábitos

profundos, he pescado
muchas mojarras. Se suelen
tropezar pescan junto a
sargos comunes, pero
normalmente se ceban
cuando hacemos prospección
en puntos con más fondo que
el sargo común. Los pesos de
Coloración gris plateada
mis capturas van desde los
característica. Su principal
650 gramos a 1,1 Kg.
rasgo son dos manchas
oscuras gruesas, una en el
pedúnculo caudal en el RASPALLÓN (“Diplodus
extremo de las aletas dorsal y annularis”)
anal y la otra en la parte
superior del cuerpo entre la
cabeza y la aleta dorsal
Es uno de los espáridos
tomando una forma de media
más comunes en el mar
luna.
Mediterráneo. Y puede
formar grupos muy
Estas manchas dejan de
numerosos. Su característica
visualizarse adecuadamente a
diferencial es una mancha
los pocos minutos de la
negra en el pedúnculo caudal.
aprehensión.
Las dimensiones son
reducidas, llegando a un
Boca pequeña, con 8
máximo de 24 cm.
incisivos en cada mandíbula y
un gran número de molares
Boca extensible y con 8
en 3-5 hileras en la superior y incisivos en cada mandíbula.
2-4 en la inferior.
Color gris plateado. Aletas
pelvianas de tono
Habita fondos rocosos
amarillento. Los jóvenes
hasta los 80 metros, se
disponen de 5 bandas oscuras
reproduce en otoño. Es
muy estrechas que
carnívoro, comiendo
desaparecen con la edad.
crustáceos, moluscos y
gusanos.

Se distribuye por

8

Se reproduce en primavera.
Se nutre de crustáceos,
molusco, equinodermos. La
distribución es general pero
abunda en Mediterráneo.
Nuca he pescado ninguno.
LA HERRERA
(“Lithognathus mormyrus”)
Junto al sargo común quizá
sea la especie más frecuente
para la pesca desde costa.
Es inconfundible por las
14-15 franjas oscuras que
recorren su costado, sobre un
fondo plateado claro.
Tiene el cuerpo alargado,
lo que la diferencia de los
anteriores. Puede llegar a
medir 55 cm, pero las
capturas más comunes se
centran entre los 23 y 30 cm.
Forma grupos numerosos
que nadan cerca del fondo
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para alimentarse, sobre todo
de gusanos, moluscos y
pequeños crustáceos,
removiendo el sustrato.
Se reproduce entre mayo y
agosto. Es propia del mar
Mediterráneo, Mar Negro y
Atlántico oriental, desde el
golfo de Vizcaya hasta el
cabo de buena esperanza
pasando por las islas
canarias y cabo verde.
De marcada preferencia
por el litoral, es raro
encontrarla más allá de los
25 metros y es frecuente
sobre todo en fondos
arenosos.
He pescado herreras en la
costa catalana desde
Tarragona hasta Blanes.
Abunda en el litoral de
Valencia, Huelva y Cádiz.
La mejor técnica es al
lanzado en playas arenosas
con aparejos ligeros y
cebados con gusanos, siendo
especialmente recomendada
la lombriz marina.

En la costa noroeste las he
pescado en alguna una
ocasión, hecho puntual que
no hace sino confirmar su
presencia, si bien no es
frecuente.
LA CHOPA
(“Spondyliosoma
cantharus”)
En ciertas regiones, como
sucede en la parte central de
Asturias, se denomina como
chopa al sargo común,
término que está arraigado en
la gastronomía, pero es un
error, ya que es una especie
bien diferenciada, aunque su
forma es ciertamente similar.
No dispone de marcadas
rayas transversales si bien en
ocasiones sí se aprecian
algunos cordones violáceos.
La coloración tiene un tono
plateado cobrizo, con brillos
10
verdosos, violetas, tenues y
difíciles de catalogar. Habita
costas del océano Atlántico,
norte de África y mar
Mediterráneo.
La he capturado
habitualmente entre los
sargos, sobre todo en
primavera avanzada y con las
mismas técnicas.
LA OBLADA (“Oblada
melanura”)
Pez de cuerpo ovalado,
pero menos manifiesto que
sus parientes, incluso diría
que alargado y comprimido.
Dispone de varias hileras
de dientes en cada mandíbula.
La hilera delantera con
incisivos en su parte anterior,
al lado con dientes agudos
cónicos y detrás 4 hileras de
pequeños molares. Una aleta
dorsal con 11 radios
espinosos y 13-14 blandos.
El color es plateado, con
rayas longitudinales poco
definidas. Le caracteriza la
presencia de una gran
mancha negra con una
aureola blanca alrededor,
sita en el pedúnculo caudal.
Puede alcanzar una
longitud máxima de 30cm.
 Habita cerca del litoral -
sobre fondos rocosos- en el
Mediterráneo y Atlántico
Oriental.

Suele vivir en grupos a 2-3

metros de profundidad y con
preferencia en aguas libres.
Sólo en ocasiones los alevines
se concentran en zonas de
rompiente.

Desde costa nunca he

efectuado captura de esta
especie.

11
 EL SARGO Y SU ESTUDIO
Estamos ahora frente a
frente con un sargo común,
variedad del Atlántico Este
(Diplodus sargus cadenati”),
que discurre apresurado
entre las rocas y bajíos de
una rompiente en el Cabo
Ortegal.
La marea ha comenzado a
subir y, alejado de su refugio
bajo un escollo sumergido, se
encamina junto a otros
compañeros a los terrenos
que el agua comienza a
inundar.
Es un ejemplar adulto, de
unas cinco temporadas y con
un peso al menos de 1
kilogramo. Busca con afán su
pitanza con el fin de
engordar a la espera de los
rigores del invierno. Estamos
allá por el mes de
septiembre de cualquier año
desde hace cientos de siglos.
Al llegar a la rompiente
12
vemos, acariciada por el sol,
su plateada librea.
Distinguimos con esfuerzo
una serie de rayas que
corren desde el dorso al
vientre, no muy gruesas y en
un número de unas ocho. En
otros vemos algunas más y a
veces nos parece adivinar un
cierto grado de alternancia
entre franjas oscuras y
claras.
Antes de que desaparezca
entre la espuma,
vislumbramos una mancha
oscura en la base de la cola,
lo que se llama pedúnculo
caudal.
Su actitud es firme y se
dirige a una colonia de
percebes. A duras penas nos
da tiempo a ver como, sin
temer a los golpes de la
demoledora corriente, en
movimiento circense se
abalanza sobre una piña de
crustáceos y arranca un
ejemplar, y lo introduce en la
boca, y lo traga.
Esta capacidad se ve
favorecida merced a los
cuatro pares de incisivos
cortantes con que cuenta en
ambas mandíbulas. La
trituración la efectúa -sin el
mayor problema- gracias a
las muelas potentes con que
cuenta detrás de los primeros
dientes.
Esta versatilidad y vigor
de acción se ve posibilitada
por la constitución propia y
muscular así como por la
gran palanca que es capaz
de ejercer la aleta caudal.
Así mismo, el equilibrio lo
consigue con una aleta
dorsal larga, dotada de unos
10 a 13 radios espinosos, los
dos primeros muy fuertes, y
luego, sin solución de
continuidad, 12 a 15 radios
blandos o tegumentarios.
La aleta pélvica es común
con el resto de los primos (1
radio espinoso y 5 blandos).
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Tres radios espinosos y
hasta 15 blandos constituyen
la aleta anal.
Hemos conseguido extraer
una foto autenticada del
sargo común. Le dejamos
que siga en su medio. Es el
momento de continuar con el
análisis que habíamos
comenzado.
El “planeta sargo” es
amplio, ya que abarca toda
la franja litoral del Mar
Mediterráneo y el Océano
Atlántico, desde las costas
inferiores de las islas
Británicas y la Bretaña Gala
hasta el África ecuatorial,
incluyendo las islas Canarias
y Madeira.
Se considera que existen
poblaciones o subespecie
diferenciadas que habitan en
el Mediterráneo ( “Diplodus
sargus sargus” y en el
Atlántico “Diplodus sargus
cadenati”). El primero
muestra una atenuación en el
tono que hace casi
imperceptibles las franjas,
tan manifiestas en la
variedad o subespecie
atlántica.
Es cierto que, pese a la
debilidad de las diferencias
apreciables, sí se encuentran
patrones físicos variables,
incluso entre zonas
relativamente próximas entre
sí. Yo mismo he constatado a
lo largo de los años la
presencia de libreas y
coloraciones divergentes.
Claro que esas pautas de
coloración pueden ser
achacadas a la región de
cría. Como ejemplo, ciertos
especímenes pescados en
zonas mixtas de arena y
piedra atienden a tonos
claros y llegan a perder las
características franjas de
camuflaje.
Sin embargo, en aquellos
capturados en tramos
costeros con predominio de
escollos y algas, la
manifiesta ralladura y las
tonalidades oscuras se hacen
preeminentes. Cuestiones de
adaptación al medio.
Las tonalidades sufren
ciertas variaciones en grado,
desde las etapas iniciales,
14
posteriores al ciclo larvario,
hasta la madurez.
Los jóvenes que surgen
tras la fase de larva son
diminutos y crecen en poco
tiempo hasta un tamaño que
les permite dirigirse en
grandes grupos desde su vida
a la deriva hasta buscar su
propio nicho ecológico, ya
cerca de la costa, en
desembocaduras, estuarios,
puertos y áreas más o menos
recogidas.
Muestran las franjas
típicas y los podemos ver
durante el periodo de
bajamar nadando en las
pozas. Son ya pequeños
sargos.
A medida que se
desarrollan, la configuración
no varía mucho. Sin
embargo, alrededor de la
segunda temporada,
momento en que resulta
habitual el cambio
morfológico que hace entrar
en la mayoría sexual, el
listado típico se atenúa algo.
Dependiendo del hábitat
específico, la capa
desarrollará, en intensidad,
más o menos vistosos
atributos. En los individuos
ya verdaderamente adultos,
es perceptible otra
degradación de colores.
 alternando con otras claras,
Cada doblete se corresponde
con una temporada. Si
contamos, llegamos a
numerar unos 8 anillos. Por
eso es posible llevarse cierta
sorpresa al comprobar como
algunos ejemplares pueden
llegar a superar los 15 años.

Tres –de arriba abajo-fases

diferenciadas:
• Adulto de gran tamaño, al menos
doce años y 4,9 kilogramos.
• Adulto de mediana edad, sobre el Detalle de escama de sargo
kilogramos de peso y unas 4 común. Véase anillos de
temporadas. crecimiento anuales.
• Joven que posiblemente entra en
edad reproductora. Quizá dos veranos
De todas formas, no he
han transcurrido.
conseguido realizar un
estudio estadístico formal
Resulta una curiosidad
sobre este tema, por lo que lo
analizar el perfil cronológico
dejo en función de las
de vida. Como en un árbol,
observaciones personales
las marcas concéntricas que
que he ido recopilando
se pueden contabilizar en las
durante unos 20 años.
escamas, son una clara
prueba de la edad actual de
Consultados manuales e
un espécimen.
información de todo tipo, se
puede concluir que el desove
Se aporta una unidad
tiene lugar alrededor del mes
escaneada, extraída de la
de abril, incluso desde enero,
primera fila delantera por
si nos circunscribimos al
encima de la línea lateral, de
Mar Mediterráneo.
un sargo de 1,2 kilogramos.
Se denotan franjas oscuras

15
 En el Océano Atlántico y
más específicamente en el
ángulo noroeste de la
Península Ibérica, esa
actividad se retrasa a los
meses primaverales de mayo
y junio. Realmente he visto
tras disecciones de sargos
pescados desde el cabo
Busto, en Asturias, hasta el
cabo Finisterre, en Galicia,
que el umbral se sitúa
normalmente en esos meses.
Las gónadas aparecen
repletas de semen en los
machos, sustancia que
incluso llegan a rezumar
abundantemente al ser
capturados. Así mismo, las
hembras han transformado
en racimos de huevos fértiles
un otrora inactivo aparato
reproductor.
El proceso físico de la
freza se realiza de forma
directa, al verter los machos
el germen sobre los huevos
expulsados por la hembra.
No construyen nidos ni nada
parecido y los huevos que
han sido fecundados flotan
libremente.
Esa circunstancia aporta
una explicación razonable al
hecho de por qué eligen los
tramos poco batidos de la
costa, los puertos e (pongámoslo como ejemplo),
instalaciones anejas y los
estuarios.
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No obstante, nunca
realizan la puesta en agua
dulce, ya que la membrana
del huevo no puede hacer
frente a la presión osmótica
en un medio sin la densidad
debida. ¿Será por ello que
tras primaveras
excepcionalmente lluviosas
se percibe una disminución
en las poblaciones las
siguientes temporadas?.
En esas localizaciones
resulta harto frecuente
observar colonias de
juveniles durante el verano.
Son el resultado más que
probable de la puesta
escalonada de esa misma
temporada. ¡Y una nueva
generación que asegura el
futuro!.
Hemos mencionado de
manera genérica la
alimentación. Según todo lo
que he visto, ya que me he
tomado la molestia de
disecar innumerables
estómagos e intestinos, la
dieta varía sólo entorno a
algún alimento
preponderante de la zona
donde habita el sargo.
Si un ejemplar comienza
su desarrollo en las
inmediaciones de un puerto
es normal que al llegar a una
determinada edad realice
incursiones en las
inmediaciones, donde se
criará, ya que este animal
realiza unos movimientos
acotados a un perímetro
variable pero nunca grande.
Puede entonces
alimentarse de lo que le
ofrece el ambiente próximo:
cangrejos, quisquilla, algas.
También accederá a comer
algún oricio, percebe si ha
deambulado por rompientes
y bajíos.
Necropsia de sargo joven.
Me arriesgaría, siempre
desde la prudencia pero tras
el fruto del estudio y de unas
observaciones personales, a
valorar el contenido
estomacal de un ejemplar
típico. Como elementos
nutrientes básicos,
encontraríamos las algas
verdes como la lechuga de
mar (“Ulva lactuca”) o
rojas, y los oricios.
Las algas se encuentran en
casi todos los sargos.
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Pondríamos un porcentaje
del 40% para estos vegetales
y un 25% de oricios (y
mejillones). El resto
resultaría un compendio
variado y heterogéneo con
predominio de cangrejos
(patexo “Polibius henslowy”
en los adultos, mulata
“Pachiprasus marmoratus”,
y otros), algún que otro resto
digerido de percebe y de
balanos y en menor
proporción gusanos
políquetos.
Resulta intrigante la
importancia de un
equinodermo, el oricio
común, en la prosperidad de
esta especie. Quizá el
potencial calórico de las
huevas atraiga la atención de
nuestro protagonista.
De arriba abajo e izquierda a derecha:
Genitales, corazón, Hígado, intestino
(contenido abajo: algas, oricios
cangrejos). El riñón ocupa la parte
superior de la cavidad donde se alojan
los órganos y se destruye con velocidad
tras la muerte del animal.
Como norma fundamental,
entiendo que la entidad de
cada factor nutritivo hay que
trasladarla al ámbito de la
propia posibilidad, elemento
este relacionado con la
abundancia, la proximidad y
la facilidad de acceso al
mismo.
Además, influye de forma
determinante la edad o
estado fisiológico del animal.
Las larvas nacidas tras la
eclosión flotan
aleatoriamente entre aguas a
merced de las corrientes y
subsisten gracias a una
pequeña bolsa amniótica.
En pocos días se
transforman, surgiendo una
generación de infantiles que
se agrupan en nutridos
cardúmenes. Se alimentan de
zooplancton y crecen
rápidamente, pasando de
unos milímetros hasta 1os
dos - tres centímetros.
Entonces llega el momento
de pasar a otra fase, a un
ciclo que los científicos
denominan de colonización.
En ese instante se dirigen a
las zonas de la costa donde
ocuparán previsiblemente su
nicho ecológico.
18
Pasan unas semanas y se
observa un progresivo
aumento de talla. Aquellos
que han nacido a mediados
de junio resultará viable que
en agosto frecuenten esos
lugares donde los vemos
agrupados por tamaño. Estos
quizá midan ya entre 4 y 10
centímetros de longitud y los
denominamos en la jerga
popular “relojes”.
Siguen progresando y, a
medida que su constitución
se lo permite, exploran las
áreas colindantes
acercándose a la piedra en
busca de apetecibles gusanos
y pulgas. Comienzan a
ingerir algas en abundancia.
Tienen que pasar dos
temporadas hasta que se
aprecian unos cambios
remarcables ya que, como se
mencionó anteriormente, la
madurez sexual llega en ese
momento. Es razonable y
aproximado a la realidad
plantear que aquellos
ejemplares nacidos en junio
de un año determinado,
lleguen a un peso de unos
600 gramos y una longitud
de unos 19 a 25 centímetros.

Sargo infantil de unos 15
centímetros y cerca del año
de edad. ¡Tranquilo que
ahora te devuelvo al agua!.
Continúa nuestro sargo
acompañado de un nutrido
grupo de congéneres
originales, y lleva semanas
descubriendo nuevos lugares
y planeando sus rutas de
alimentación.
La mayoría son machos y
puede que alguno fecunde
con su esperma los huevos
madurados por cualquier
hembra de mayor edad.
Todos sufren una
mutación gonadal
(hermafroditas
proterándricos). Dicho
proceso se constituye como
un cambio natural y se ve
influido por la edad, sin
duda, y por otros factores
más desconocidos.
Es de esperar que estos
sargos sigan creciendo y
19
preparando la freza
temporada tras temporada.
Posiblemente, en su 4 o 5
cumpleaños, el ejemplar
haya llegado a su edad
adulta, haciendo gala en ese
momento de la fisonomía
más espectacular, plenitud
tan apreciado por nosotros,
los pescadores deportivos.
Marcará un peso entre 750
gramos y 1,2 kilogramos,
gradiente donde se mueve de
manera aquilatada el
fenotipo “deportivo”
claramente representativo
que caracteriza a esta
especie.
A partir de aquí, el
comportamiento sufre ciertas
variaciones evidentes, como
es la independencia gradual
al margen del cobijo del
”Clan”.
Ya completamente
formado, con experiencia y
conocimientos sobre el
terreno, disponiendo de la
fuerza y salud y con gran
cantidad de congéneres
desaparecidos, acostumbrará
a deambular en solitario o en
reducida compañía.
Y así seguirá su periplo,
una azarosa vida huyendo de
depredadores, de las redes y
la contaminación. Pasarán
las estaciones hasta que ya,
con impedimentos físicos
evidentes (pérdida de
incisivos, ceguera...), busque
refugio y protección continua
bajo cualquier escollo o
grieta. Otros cambios físicos
como la curvatura u
abombamiento del hueso
frontal y el oscurecimiento de
la piel indican el imparable
ciclo de envejecimiento.

Estos sargos, cada vez

más raros, desconfiados con
la caña pero presa fácil del
fusil, con pesos entre los 1,7
y 2,3 kilogramos, habrán de
quedarse con el recuerdo de
la felicidad que dan los 12,
14 o más años de vida, los
momentos pasados luchando
contra la espuma y
deleitándose con la cálida
visión de un mundo en
declive.

20
 LA PESCA DEL SARGO CON BOYA Y MACIZO

PREÁMBULO

Por fin tengo la

oportunidad de dar rienda
suelta a mi imaginación al
respecto de una técnica de
pesca a la cual estoy
enormemente agradecido.
Será imposible resumir más
allá de lo cabal las
experiencias vividas en el
transcurso de una vida.

Y en este caso veremos el

empleo de un útil simple –la
boya- en la pesca de este pez
que nos fascina. Y en
conjunción, la disposición de
sistemas de cebado como uno
de los procedimientos más
adaptados a la búsqueda de
sargos a lo largo de todos los
litorales donde se desenvuelve
esta particular especie.
Urge, en una primera
aproximación, dar contenido
a la utilización de los engodos
o macizos.
He tenido la ocasión de
comprobar la existencia de
fenómenos contrarios,
basados no siempre en el
resultado de estudio científico
alguno que los avalare.

Me refiero a que (en

ocasiones y sólo algunas
personas) se ha instalado la
opinión –en cierta forma
desde la demagogia- que lleva
a denostar este procedimiento

Los argumentos esgrimidos

se pueden resumir en los

21
siguientes: el engodo de las
aguas es un proceso de
concentración que lleva a
esquilmar la costa; El
macizado está prohibido por
las diferentes legislaciones;
El engodo produce un
rechazo de los peces a volver
a las zonas macizadas; EL
“macizado no es una técnica
natural de pesca.
Y por supuesto cualesquiera
otros razonamientos, del todo
respetables, que se hayan
podido escuchar en un foro de
esta naturaleza.
Es de sentido común un
formal respeto a toda opinión
que se manifieste, en tanto y
cuando vaya asociada de una
manera sincera al espíritu de
protección hacia la población
piscícola y a la ecología.
Vaya por delante mi adhesión
a esa postura.
No obstante, tras años de
reflexión profunda creo que
los argumentos presentados
no se sostienen por sí solos.
El macizado de las aguas,
destinado a múltiples especies
y mediante infinidad de
productos (muchos los
veremos en este capítulo),
resulta una sistemática
adecuada sin duda a la pesca
con caña. Pero no es menos
cierto que queda siempre
restringida a la coexistencia
22
de muchos parámetros que
deben actuar de forma
paralela. Más adelante,
intentaré describir todo ello.
Por otro lado creo que el
vertido de productos
naturales con el fin de
alimentar y con ello facilitar
el acto de la pesca, es un
proceder que se utiliza por el
ser humano desde la noche de
los tiempos.
Siempre los cebos naturales
han constituido la base, desde
el periodo paleolítico. Se
conservan multitud de
componentes que evidencian
su utilización: útiles de pesca
fechados en el periodo
neolítico, como anzuelos
basándose en hueso, marfil y
sílex, lanzas, flechas, etc.
Pero es a partir de la edad
del bronce cuando se
desarrollan verdaderos
instrumentos con materiales
resistentes.
Y la constancia del
fenómeno de la pesca como
actividad deportiva, ejercida
al principio de los tiempos
por las clases dirigentes.
Acaso sirvan de prueba
fehaciente los documentos
encontrados por los
arqueólogos, procedentes de
las dinastías chinas y egipcias
dos milenios a .d. C.

Es por tanto una pauta
natural y que pertenece a la
cultura popular, lo que no
debe ser objeto de discusión.
Quizá exista cierta
demagogia en considerar la
derivación del retroceso en
las especies. Es difícil
sostener que cuando se han
pescado sargos durante
decenios y constatando el
enorme influjo de la pesca
profesional –y ciertas artes de
pesca que han producido un
efecto de escala-, la
contaminación producida por
industrias y sus vertidos, y los
propios cambios cíclicos de la
naturaleza, sea la pesca
deportiva un parámetro
relevante en la génesis de
dicha depauperación.
¡Animo a todos los lectores
a emplear toda técnica que
sea equilibrada y que la propia historia de la
responsable!
Como he oído a algún
aficionado sensato: ¿Qué
importa cómo se pescan los
sargos si el resultado está
limitado a un cupo?
Espero que el espíritu
localista que aún subsiste se
vuelva integrador. Hablo de
los conflictos no deseados que
se evidencian día a día.
23
Pongo estas cuestiones en
el debe, pero creo
firmemente que esta
confrontación no debería
tener lugar. Sería mi deseo
afrontar en conjunto la
cuestión, sin disgustos ni
animadversión, y
enfocándolo de una forma
racional mediante los
análisis necesarios, sin
buscar un “chivo expiatorio”
a un problema general, ya
que esta situación tiene un
carácter global que afecta a
todas las especies sin
excepción.
Estas líneas deberían
llevar a superar los recelos
existentes, a enseñarnos a
compartir una afición que
sólo concibo como actividad
nacida para hermanar a las
gentes, y a no recriminarnos
innecesariamente actos que
sólo son fruto del desarrollo
pesca ha generado.
La costa nos pertenece a
todos, constituye un
patrimonio común y las
autoridades deben procurar
con esmero su conservación.
Nosotros, los pescadores
de costa, tenemos algo que
decir en la búsqueda de
actuaciones y desde el
conjunto que conformamos.
 Vamos pues a comenzar
con el relato. Les convido a
formar parte de esta aventura
de un grupo de buenos
apasionados.

Para ello elegiremos

cualquier pedrero de los
cuales la costa Ibérica se
encuentra jalonada.

Centremos el ejemplo en la
costa del Mar Cantábrico.

A fin de organizar la
narración, paso primero a
resumir los puntos
principales:

24
Bases de la pesca con boya y “macizado”.
Materiales.
Los cebos.
El “macizo”.
Lugares óptimos.
Factores ambientales, épocas y periodos.
Descripción de la técnica.

25
 BASES DE LA PESCA CON BOYA Y ENGODO

La funcionalidad que erráticos con divergente

esperamos se basa frecuencia.
claramente en una
explicación extremadamente Al margen de la industria
simple: allá donde se nutren conservera, desarrollada con
los sargos podremos potencia a partir del siglo
engañarlos con un buen XIX, basada en las recién
aparejo y un cebo adecuado. descubiertas tecnologías, en
algún momento surgió la idea
¡Pues ya está! Con esta de emplear los desechos
simple premisa sólo nos producidos en enormes
quedará darle la debida cantidades.
forma y el preciso impulso.
En la Península Ibérica, se
implementaron en las costas
los medios humanos y
técnicos que hicieron
prosperar esta empresa. Del
procesado de la anchoa del
Cantábrico “Engraulis
encrasichoulus” se obtiene la
famosa anchoa salada.

Ese hombre, seguramente

Preparar una puesta es sólo
una posibilidad de las muchas
que ofrece la pesca del sargo.
Como hemos visto en la
introducción de la obra, el
comportamiento habitual del
espárido cuando está
determinado a emprender su
necesaria alimentación es
claro:. No obstante, se pueden
esperar también
comportamientos anormales y
un visionario, imaginó que
esos productos podrían servir
para dar rienda suelta a su
pasión. Al menos en mi
imaginación ya que no
dispongo de dato fehaciente
alguno.
De todas formas: ¡Qué
bonito es soñar!
Seguro que en ese momento
no disponía de carrete, ya que
los primeros y rudimentarios

26
modelos posiblemente no En ese instante se dio
habrían llegado al alcance de cuenta de la dimensión de la
la mayoría. técnica.

Armado con una caña de Supongo que cualquier

bambú y una línea gruesa de fotografía de esa época nos
sedal, unos anzuelos y un resultaría ahora como
corcho de manufactura extraída de “otro mundo”.
propia, no dudó – Imaginemos por un momento
valerosamente- en dirigirse a y a este respecto los
un pedrero, cargado con un cardúmenes de sargos que
cubo lleno una pasta que él debieron haber proliferado en
mismo trituró y saló a fin de la costa a principios de Siglo
darle posibilidades de XX.
conservación.

Ya hay bastante capa de agua.

Desde este lado de la tiempo, me contentaré con

historia, sin poder tomar dejar testimonio de lo que
asiento en la máquina del considero como base lógica

27
en la pesca del sargo con
engodo y a boya.
MATERIALES
“El eterno problema de los
materiales”, podríamos decir
de igual forma. Y es que,
sobre manera en la
actualidad, la lucha de las
empresas por lograr un
“nicho” económico en cada
sector, está impulsando la
aparición de tecnologías en el
diseño y la construcción.
Nuevos productos dotados
de altas prestaciones nacen al
LA CAÑA
Vemos en los anales de la
paleontología y la historia a
un hombre que vivió dos
milenios antes de Cristo. Se
trata de un bajo relieve donde
se aprecia un elemento
alargado que concuerda con
la descripción de la primera
caña de pesca.
La caña de bambú llegó
supuestamente desde la India
en primer término, pero no es
28
abrigo de este proceso
imparable.
Y esta deducción está
afectando a todos y cada uno
de los componentes
necesarios en el desarrollo
más o menos ideal de la
técnica.
Podemos comenzar,
entonces, con el instrumento
principal, esto es: la caña.
hasta el siglo XIX cuando se
perfecciona al conocerse una
variedad originaria de China
y denominada “Tonkin”.
Siempre nos referiremos a
los tallos del bambú, una
planta leñosa que crece en los
trópicos y abunda mucho en
el continente asiático.
En todas los cuartos
traseros, en las residencias de
los aficionados, cuelgan una
o dos varas de bambú.

Se prepararon entonces
modelos de todas dimensiones
y eran el primer acercamiento
a la pesca desde costa,
utilizadas desnudas o con la
ayuda de los primeros
carretes.

Así que hablamos de un

largo periodo, tal vez desde el
propio descubrimiento de la
caña de bambú en la edad
media.

Esos hombres se dieron

cuenta sin duda del potencial
de ese material novedoso
para emplearlo como
artilugio en la pesca, tanto
deportiva como profesional.

Yo guardaba hasta hace

pocos años una larga vara de
5 metros, pesada e incómoda
de portar, pero, eficiente en la
pesca de mújoles
maragotas...¡Y de sargos!
Procesadas mediante el
secado de seleccionados
tallos de caña en principio,
y con posterioridad también
sufrieron una beneficiosa
selección al obtenerse el
bambú refundido, más
resistente al encontrarse
comprimido en secciones
hexagonales.

29

Este desarrollo fue fruto de
la invención entre otros de
Samuel Philipe, un
estadounidense radicado en
Pennsylvania. Hacia el 1850
laminó el bambú, lo que le
otorgaba más consistencia y
flexibilidad,. dando origen al
“bambú refundido”.
La novedosa fibra de vidrio,
que dotó a las cañas de la
ligereza y practicidad
necesarias, surgió en la
década de los años 40 del
Siglo XX.
30
Concebida en un primer
momento bajo formatos
simples, en pasos posteriores
dio lugar a modelos
conformados mediante tramos
y como desarrollo final el
formato telescópico, con el
cual se lograba al fin facilitar
el transporte y manejabilidad.
Si nos damos un paseo a
través de un periodo que
abarca los últimos 40 años,
veremos la manifiesta
evolución. Hasta la década de
los 50 y de forma más
generalizada en los años 70
del siglo XX – al menos en
España-, no se comenzaron a
ver las primeras cañas que
incorporaban la fibra de
vidrio
Con cañas de fibra de
vidrio se pesca hoy en día, en
el tan futurista año 2002. Y
resultan plenamente válidas a
tales efectos. Goza de virtudes
que no se han logrado
mejorar con posterioridad.
Una de ellas es la resistencia
a todo tipo de tratamientos,
de golpes y roces a los que
sucumben los materiales más
modernos.
De acción
predominantemente
parabólica, sobremanera
cuando hablamos de
longitudes de 7 y 8 metros,
resultan no obstante unos
óptimos instrumentos para la
pesca del sargo a boya. Yo
conservo una vara de 7
metros y en ocasiones la llevo
conmigo, pero siempre en
prevención y como sustituta
del modelo de carbono.
Y es este nuevo material,
que ya lleva la friolera de 35
años con nosotros -de manera
rutinaria al principio y en la
actualidad en una
distribución generalizada- el
elemento con el que nos toca
luchar.
Digo esto comenzando sin
lugar a dudas por las
inconveniencias del mismo.
Quizá la más evidente es la
31
fragilidad. Y en mayor grado
si nos referimos a las
primeras unidades generadas,
diseñadas con fibras de
carbono de baja densidad, sin
protección externa y por tanto
muy susceptibles de romper
ante el trato indebido.
Esos iniciales sistemas
dieron lugar a mezclas,
combinaciones de carbono
con la fibra de vidrio en
diferentes porcentajes, con la
idea en este caso de poner en
paralelo las virtudes de
ambos materiales.
Y en la actualidad el
reforzamiento progresivo con
la adición de tramas de todo
tipo que fortalecen el núcleo
central. Tales como el Kevlar,
una fibra de enorme
resistencia desarrollada en la
industria aerospacial. Y el
titanio, que comienza a
apoderarse poco a poco del
mercado.
Tanto hablar y se me
olvidan las características
positivas del carbono:
Flexibilidad y ligereza.
Es preciso hacer un
paréntesis para acercarnos a
un asunto algo árido pero de
reflexión necesaria: las
características físicas como la
potencia y la acción.
 Como potencia
consideraremos la capacidad
física del instrumento para
desarrollar de manera óptima
su flexibilidad y condiciones
de lanzado y resistencia
enfrentada la misma a un
determinado peso.
Normalmente se habla de
horquillas de peso. Por
ejemplo entre 10-20 gramos;
o entre 40-60 gramos. En las
cañas de lanzado pesado, el
diseño abarca potencias hasta
los 300 gramos y más. Por
consiguiente, este parámetro
va íntimamente relacionado
con el proceso previo de
planificación.
Se mezcla el concepto de
acción y potencia, cuando la
acción es el comportamiento
a la flexión de la caña. Así
encontramos tres tipos
fundamentales:
• las cañas de acción
de punta, dentro de las
cuales se enclavan aquellas
llamadas de repartición, con
un talón consistente y una
puntera a la que se transmite
el impulso en los
lanzamientos pendulares.
• Las de acción
parabólica, en las cuales se
plasma una flexión continua
que crea un arco homogéneo,
de las que son ejemplo las
32
cañas de fibra de primera
generación.
• Unas de acción
intermedia, muy interesantes
para todo tipo de pesca.
Hemos asistido perplejos al
nacimiento de una tecnología
que ha sacado recientemente
modelos los cuales han
llegado a satisfacer los
sueños del pescador más
exigente y avezado. Cañas
largas elaboradas a partir de
grafito de alto peso
molecular, muy denso, lo que
se denomina como “alto
módulo”.
Supongo que la industria
seguirá avanzando a pasos de
gigante hacia módulos
dotados de superior poder.
Con estas posibilidades
surgen cañas impensables
hace sólo diez años: La
potencia puede sobrepasar
los 100 gramos, incluso los
 150 gramos, de gran (he izado ejemplares de 2,3
resistencia. kilogramos con mi caña de 8
metros – potencia de 10-20
Todo ello con medidas que gramos- adaptada de la pesca
superan ampliamente los 7 del salmón)
metros de longitud .y un peso
reducido Son espléndidas si
se pretende incorporar peces
desde lugares muy altos.

Caña de concepción moderna.

Carbono de alta densidad (módulo de
Young), refuerzos de kevlar, unos 7
metros y pulso XXF.

En la pesca del sargo es

necesario en numerosas
ocasiones utilizar la vara
para ascender los peces,
circunstancia que podremos
afrontar disponiendo de un
ejemplar dotado de esas
especiales características.
De todas formas, en
infinidad de jornadas nos será
suficiente contar con una
caña de carbono, con una
potencia de unos 40 gramos.
Al final de tan largo
proceso de comparaciones me
he decidido por ese tipo de
materiales. Resumo entonces
mis preferencias. Estarán en
un modelo de entre 7 y 8
metros, de grafito de alto
módulo, provista de anillas
fijas de calidad (SIC) y de
pulso extra fuerte.

La mayor flexibilidad Los fabricantes emplean el

permite emplear término “pulso” para
monofilamentos muy finos y describir el grado de
levantar sargos de gran porte potencia.

33
 no debemos obsesionarnos,
Debido a que en el al menos en demasía.
mercado se ven cada
temporada nuevas versiones,
no me atrevo a dar nombres
propios. Lo ideal es
asesorarse convenientemente
por los especialistas
habituales en torno a las
premisas que he
recomendado.

¡Encaminémonos pues a
darnos un merecido regalo!

Pero también podemos

recordar y tener en cuenta
que con una caña de bambú
podremos, de forma y con
medios de origen natural,
capturar muchos sargos.

Quizá venga esta cuestión

a valorar la búsqueda de un
equilibrio, de recordar que

EL CARRETE

Otro componente de suma A este respecto, aún

importancia es el carrete. recuerdo la primera ocasión
Nos decantaremos por en que me desplacé a la casa
aquellos de bobina fija. He de José María, hombre del
pasado -seguro que como que seguramente hablaré a
todos ustedes- años lo largo de esta obra.
curioseando en las tiendas,
acudiendo a los catálogos De talla media y ya edad
del ramo, inquiriendo a otros avanzada, aunque
aficionados, leyendo rejuvenecida como los
artículos sobre la materia... adolescentes brotes del
antiguo castaño, mantiene el
espíritu y fuerza de aquél que

34
 nunca se ha rendido, un Y estos comentarios, que sin
luchador infatigable que me duda surgen de un
ha enseñado ciertamente desvanecimiento
algunos de los aspectos momentáneo, pueden
filosóficos más relevantes de servirnos para entender que
este complejo arte. la experiencia y la afición
llevan ineludiblemente
aparejada la búsqueda de la
óptima impedimenta en cada
caso.

Hablaremos de carretes de
bobina fija, los más utilizados
y acertados para este tipo de
pesca. Desde los primeros
modelos de metal con
formatos más o menos
complejos, diseñados a partir
del siglo XIX, la evolución ha
sido increíble.

Un Mitchell serie 3, herencia De todas formas, siempre

inmortal, una bella máquina, algo hablaremos de 5 componentes
anticuada. convencionales:

Pues entonces, empeñado • El carrete o bobina,

en adquirir un carrete bueno dispositivo donde va
y disponiendo de recursos enrollado el nailon.
limitados para una unidad, • La “cazoleta” o
adquirí uno de la casa rotor, que gira alrededor del
Mitchell. Un gran carrete con eje.
el que afrontaba en primaria • El asa - guía, que se
incursión todas las técnicas encarga de llevar al sedal
de pesca. alrededor del carrete.
• El cuerpo, que
Cabello cano, tiempo almacena en su interior los
pasado a partir del cual he componentes o engranajes
ido incrementando de manera que actúan sobre el
notable el “arsenal”, que mecanismo rotor.
celosamente guardo en mi • La manivela,
taller de pesca, en Barcia, mediante la cual se acciona la
Asturias. corona interior. Este
engranaje es fundamental y

35
está compuesto por dientes
que engarzan con el eje que
hace progresar el movimiento
de la cazoleta y milímetros al 0.30 milímetros
subsiguientemente del asa de
guía.
Todo el conjunto ha ido
variando entorno a estos
sistemas primordiales. En los
carretes actuales los
compuestos metálicos de
acero y posteriores
aleaciones han ido sufriendo
agradables modificaciones,
tal y como ha pasado con el
desarrollo de las cañas.
Novedosos materiales a base
de carbono, más ligero y de
gran resistencia.
Debería disponer de
capacidad para, al menos,
150 metros de línea del 0.28
de sección. Es recomendable
el sistema de freno trasero,
que aporta seguridad en caso
de clavar un gran pez, pues
permite liberar hilo con
agilidad. Me refiero a esa
rueda que incorporan en la
parte posterior y que
representa un reglaje gradual
sobre el eje.
Generalmente, este
dispositivo consiste en una
serie de cojinetes circulares
que aplican presión a medida
que rotamos el regulador.

Las bobinas incorporan el

aluminio, metal ligero e
incluso en modelos de última
generación el borde de la
misma se cubre con una capa
titanio, de modo que se
reduce el coeficiente de
fricción al mínimo.

Ha proliferado la
incorporación de rodamientos
de bolas como forma de
fortalecer en los puntos
críticos la mecánica del
instrumento.

Recomiendo sin más un

buen carrete, de bobina fija,
de pequeño porte pero de
gran calidad.

36

A costa de realizar un
desembolso apreciable, no
puedo por menos que alabar
las características de los
carretes que las marcas
Shimano, Abu-garcía o
Daiwa ponen a nuestra
disposición temporada tras
temporada.
La ligereza se sumará a la
de la caña y permitirá
SEDALES, NAILON, FLUOROCARBONOS, FIBRAS TRENZADAS?
¡Un mundo, todo un
mundo!
Creo que he pasado por
todo en el tema de los hilos de
pesca. Parece increíble la
evolución habida desde los
primeros monofilamentos. O
el descubrimiento de las
propiedades de los polímeros
para la creación de
materiales de especial
resistencia.
Claro está que, antes de esa
inflexión en el desarrollo de
la humanidad, los productos
que se aprovechaban
provenían de fibras naturales.
Y sobre todo de animales,
tanto de tierra como
mamíferos marinos.
También a partir de fibras
vegetales de todo tipo,
desecadas y entrelazadas
37
resistir sin respiro una larga
jornada.
para constituir hilos cada vez
más consistentes.
Hasta que se descubren las
propiedades de la seda, una
fibra natural de fuerte
resistencia. De ahí el antiguo
término de “sedal”. Ese
producto movió durante la
edad media el comercio entre
Oriente y Occidente, a través
de la conocida ruta. Seguro
que los primeros pescadores
de los ríos leoneses en el siglo
XVI demandaban este
producto.
Vemos claramente que el
mismo desarrollo va paralelo
a aquél que siguió la
industria de armamento y de
los componentes utilizados en
medicina y otras facetas del
ingenio humano.
¡Y llegó el nailon!
 Un investigador llamado El nailon moderno está
Wallace Carothers descubre constituido por un polímero
en la década de los 30 (Siglo basado en dos compuestos
XX) las propiedades que que da lugar a un filamento
desarrolla una combinación a que se ha perfeccionado de
la que con posterioridad se manera continuada desde los
denomina nailon. Un inicios de su invención. Se ha
filamento único de gran reforzado con resinas
resistencia. especiales, inyectando
moléculas resistentes,
El “Mito” de un haz que recubriéndolo de sustancias
desafiara a la incomparable modernas como el teflón y
tela de araña parecía haber otorgándole poco a poco unas
nacido. prestaciones de altura.

Sirva como preámbulo para Conviene en este repaso

asegurar el mimetismo hacer hincapié en algunas de
evidente en todos los frentes las características que rigen
en que la tecnología ha el comportamientos de los
avanzado. sedales.

Nuestro querido “Bachos” inmortaliza un momento inolvidable. Confío en el

monofilamento del 0,26mm.

Tal es la diversidad a la Multitud de marcas

venta que es imposible dar compiten cada día sacando
sólo una idea acerca de al mercado nuevas versiones.
ellos. Quizá sea por ello mejor
hablar de las características
positivas que deben

38
presentar y que el propio
aficionado las demande en su
minorista.
Resistencia y elasticidad
son dos parámetros físicos de
gran trascendencia. La
resistencia es percibida por
el aficionado cuando ve en la
bobina el aguante en
kilogramos que marca la
etiqueta. Me parece un gran
error y las empresas juegan
con ello. No es mejor el que
más peso aguanta, muy al
contrario.
Debemos conocer cuál es
la elasticidad y la resistencia
a la tracción y a la fricción.
También es definitivo lo que
se inscribe como “memoria”.
Demasiados conceptos que
trataré de diferenciar.
Pongamos que adquirimos
una bobina de 100 metros de
un sedal que nos han vendido
como la última novedad: en
un diámetro de 0,24 mm
resiste peso de 9 kilogramos.
Pensamos entonces que
con este material ningún
sargo se va a escapar.
Entonces nos dirigimos
confiados al rompiente
favorito, montamos el equipo
y preparamos un terminal
con el “definitivo” hilo
novedoso. De repente, un
ejemplar nos arranca, lo
39
sujetamos y de repente ¡vaya
mala suerte! Se nos ha roto.
Es seguro en este caso que
el nailon nos hubiera podido
permitir ascender al pez (¡no
hay sargo que pese 7,5 Kg. ni
por asomo!), por lo que
enseguida pensamos en que
alguna roca o la mandíbula
del animal han sido los
responsables del
desaguisado. Y puede ser
cierto, pero también
podemos razonar que la
resistencia a la fricción o
roce no es la suficiente y que
el que empleábamos con
anterioridad a esta prueba
hubiera resistido.
Por tanto tenemos la
resistencia a la fricción como
uno de los más
incuestionables parámetros.
La elasticidad o lo que es
lo mismo, la capacidad
elástica, es fundamental. En
una valoración de sedales
con la misma resistencia
calculada será claramente
más fiable aquél con
elasticidad mayor, ya que
multiplicará la fuerza de
contención aplicada contra
el pez.
La resistencia a la tracción
depende de la propia
resistencia y de la
elasticidad. Se comprueba
agarrando el sedal por dos
extremos y dando un tirón
fuerte y rápido. También es
de elevada importancia.
Cuando hablamos de
“memoria” de un
monofilamento, nos
referimos a un concepto que
quizá no quede claro para
muchos interesados. Sin
embargo es muy simple, ya
que indica la capacidad del
mismo para volver a su
estado natural tras una
manipulación: para
entenderlo basta coger en
nuestras manos un trozo de
un metro a modo de prueba y
pasarlo firmemente entre los
dedos pulgar e índice. Lo
normal es que a base de
hacerlo coja determinadas
vueltas. Cuando primero se
reintegre a su forma normal
menos memoria tendrá, lo
que será un factor positivo.
Esta prueba no muy
empírica, sí puede servirnos
de indicación. Son mejores
los sedales sin memoria, más
duraderos y con menos
disposición a formar pelucas,
circunstancia especialmente
adecuada al manejo de
carretes de bobina giratoria.
Acostumbramos a fijar
nuestros sedales con nudos
de uno u otro tipo y nos
preocupamos de efectuar una
operación segura. Debemos
darnos cuenta que la
40
integridad de ese nudo
dependerá en gran medida
de la adaptación y aguante
del propio hilo. Este es otro
de los índices fundamentales.
En resumen, les aconsejo
que verifiquen bien las
especificaciones dadas por el
fabricante, ya que no es
habitual que se registren
aparte de la resistencia
vertical en Kilogramos. Esto
me parece sin lugar a dudas
una forma de fraude o, mejor
dicho, de ocultación de datos
que la Industria deberá
abordar. Al final nos fiamos
de la experiencia personal y
del asesoramiento de nuestro
comerciante de confianza.
¡Vaya diatriba que he
proferido!
Hago un pequeño descanso
para recordar, aunque
vagamente, las dudas que de
adolescente manifestaba ante
toda esta problemática,
cuando la obstinación me
llevaba a cambiar
continuamente el nailon del
carrete.
Si lanzando en una zona de
rocas un pez se liberaba, tras
el inicial enojo me acercaba
al establecimiento de pesca,
“La fragata” – administrada
por D. Fran, entrañable
aunque enigmático
personaje, gran pescador de
lubinas con señuelos, eterno
guardián de las mejores y
más productivas puestas de
róbalo-, en la búsqueda del
mejor y más resistente
producto. Y me daba en
ocasiones por cambiar el
llenado: del 0.40 milímetros
de sección al 0,60
milímetros, y viceversa...¡Y
vuelta a empezar!. Todo con
la idea de encontrar el sedal
“amigo” irrompible. Como
dije, vanas ideas.
Hoy en día creo que estoy
en condiciones de presentar
las cosas de una forma algo
más clara.
Esta especialidad de pesca,
en que en la mayor parte de
las ocasiones
desenvolveremos nuestra
acción en situaciones
precarias, a escasos metros
del agua, rodeados de
escollos y sometidos al
influjo directo de fenómenos
como el viento, requiere una
fórmula específica.
La misma incluye un sedal
de alta calidad. ¿Y qué se
puede entender por alta
calidad?. Pues buenos
estamos...resulta que vuelvo
al principio. ¡Y no avanzo!.
Un nailon que sea muy
íntegro en el nudo, resistente
a la abrasión, esto es, al roce
con las rocas y los bajos, de
41
una elasticidad media. Y con
todo un bajo índice de
refracción a fin de que
permanezca invisible y que
los rayos solares no
descubran los engaños
¡”Casi nada”! ¿existe ese
monofilamento?
Yo me he pasado años
empleando los números 0,23
milímetros, 0,26 milímetros,
0,28 milímetros y 0,30
milímetros de sección de una
marca reconocida. ¿Se
pueden dar nombres? Yo
empleé durante tiempo el
Siglón.
Deberemos asesorarnos
con insistencia ante nuestro
hombre de confianza en el
establecimiento que nos
merezca garantías.
¡Y llegaron el
fluorocarbono y otros!
Nuevos compuestos
arribaron por Mar a partir
de la década de los noventa
del pasado Siglo XX
Los formatos de
poliamidas preponderantes
empiezan a dar paso a
combinaciones de elementos
como el fluor y el carbono.
Este último como hemos visto
también aparece en el diseño
de los anzuelos y otros
importantes componentes.
 Estos compuestos están Consecuencia: He
suponiendo un pequeño y cambiado toda mi gama de
grato acontecimiento. bobinas para la pesca con
boya. Ahora porto uno del
Personalmente y tras 0.18 milímetros, uno del 0,20
numerosas pruebas al milímetros y otro del 0,24
respecto, he quedado milímetros. Todos ellos
irresistiblemente cautivado sirven para confeccionar los
por ellos. ¡Y no sólo yo! bajos de línea.
Muchos compañeros
aficionados comienzan a
apreciar las esencia de los
mismos: suficiente
resistencia en el nudo –
asegurar con saliva- y
bajísima refracción.

Anzuelos del número 1 y 4, curvos y

rectos, perdigones de 4 y 8 gramos,
Boya, emerillones resistentes, Línea
del 0,30 para el carrete,
Monofilamento de fluorocarbono
para los terminales.
Uno de tantos fluorocabonos.
Este, de la marca ASSO, me ha La bobina del carrete la
dado buenos resultados; eso sí, relleno con 150 metros de
debemos prestar atención al nailon de alta gama. El 0,28
nudo. milímetros me parece
impecable.
La verdad es que debajo
del agua es difícil percibir su
presencia. Y esta virtud se
traslada directamente a la
acción de pesca y algo
esencial en referencia al pez
con que nos enfrentamos.

42
 Y así he finalizado – por
fin- con mis eternas
dubitaciones. ¡O eso espero!

He probado líneas
trenzadas pero no me gusta su
adaptación al empleo de la
boya.

Sin embargo, las modernas

elaboraciones del tipo
“fusión” confeccionadas a
base de fibras del tipo
“dyneema” o “spectra”,
pueden ser útiles.

Contribuyen a un efectivo
clavado, dado que carecen de
elasticidad.

No me entusiasman.
Los denominados híbridos o
“fluorocoated” tienen el alma de
monofilamento poliamida (nailon) y
se rodean de una capa de
fluorocarbono: conservan la
resistencia al nudo y a la tracción del
primero y aportan la baja refracción
y menor elasticidad del segundo.

43
 DILEMAS CON EL ANZUELO

Otro asunto controvertido. Viendo fotografías de los

Marcas, patrones diferentes, mismos me he quedado
todo un embrollo que nos ha “pasmado” con la calidad y
llevado a tantear... ¡y a elaborado diseño de esos
reprobar! El caso es que sólo antiguos arpones.
puedo dar humildemente
consejos fruto de la propia
tentativa.

Es imposible alcanzar a
comprender, a experimentar
con todo. Pienso que los
formatos ideales para la
pesca del sargo son el
conocido como “Kristal” y el
curvo.

Pero, vayamos paso a paso.

Gancho noruego de unos 7.000 años
Resulta probable que ya el
hombre de Cro – Magnón,
perdido en la distancia de al
menos 40.000 años, en pleno
paleolítico superior,
manipulase unos primitivos
anzuelos manufacturados
verosímilmente a partir de la
madera o del hueso.
Apetece recordar cómo
archivos arqueológicos - que
cuentan con ocho o nueve mil
años de antigüedad-
aseguran que ya los noruegos
pescaban en el Mesolítico y el
Neolítico con arpones
elaborados a partir de huesos
y de una variedad de leño
bautizada como “junípero”.
Como en todos los órdenes
de la vida, la calidad y
resistencia va asociada a la
época de la historia del
hombre.
El bronce (aleación de
cobre y estaño) y el hierro –
consecutivamente-
constituyen a partir de los tres
mil años A. d. C. las materias
primas elementales.
Las antiguas aleaciones de
hierro forjado se vieron
mejoradas, especialmente a
partir del siglo XIV d. c.
El proceso conocido como
revolución industrial lleva

44
aparejado, a partir del Siglo
XIX, el desenvolvimiento de
procedimientos novedosos
como el propagado por Henry
Bessemer, con una mejora
significativa de la calidad.
Todo ello ha ido dando
lugar a la creación de nuevos
anzuelos de gran perfección.
Y sin caer en la cuenta
llegamos a otra conmoción
menos aparente, que
transcurre durante la segunda
mitad del siglo XX. La
ingeniería aeroespacial,
médica y, por desgracia, de
armamento, generan, a través
de nacientes economías de
bajo coste, la calidad
necesaria para poder destinar
novedosos compuestos de
carbono y titanio al lúdico
ámbito de la pesca deportiva.
Afilados químicos y coloquialmente “pico de
mediante láser dan a los
nuevos anzuelos la ligereza y
capacidad de picado óptimas.
En fin, un despliegue de tal
categoría que nos dificulta de
manera ímproba una
adecuada elección.
El modelo y el número va a
depender, por si faltaba poco,
del tipo de cebo que vayamos
a utilizar... y del volumen de
los peces a que nos
enfrentemos.
45
El más común de los
anzuelos está conformado
por una paleta u ojal (según
el tipo de entronque con el
sedal), que es el inicio del
vástago o caña, seguido de
una curva y una puntera al
final de la cual se sitúa el
arpón o muerte.
Existen multitud de
variantes diferentes siendo la
curva la que las discrimina
en gran medida.
El tipo denominado
“Kristal”, uno de los
adoptados corrientemente, es
un anzuelo niquelado fino,
recto y con la curva algo
cerrada. Es muy útil para
todas las pescas de especies
menores y apto para ensartar
gusanos y gambas.
La horma curva -
águila”- responde a aquellos
anzuelos con la curva
descentrada a partir del final
de la caña. La punta no es
vertical, sino que suele
contraer la muerte en
diversas formas.
Suelen ser anzuelos fuertes
y algunas compañías
fabrican modelos inoxidables
de resistencia superior.
Están diseñados para utilizar
cebos groseros y duros como
cangrejos, y son también
aptos para cebo vivo.
 Estos dos tipos son los que
yo vengo empleando desde
hace años. Pruebo
continuamente con nuevas
apariciones en el mercado. Y
suelen dar buen resultado.

Curvo bronceado y recto estañado

de Mustad: ideales para el sargo.
Se oxidan con relativa facilidad.
Para retrasar el proceso podemos
verter polvos de talco en el estuche.
A la derecha un modelo de la casa
assari moderno.
Económicos a la par que fiables,
sigo apreciando los Mustad Match y Nunca un sargo ha roto un
Allround.. Pero marcas como anzuelo tipo “Allround” del
Owner, Assari, VMC , Eagle claw y número 1 como los que
Gamakatsu disponen también de guardo celosamente en mi
buenos modelos en carbono. caja de pesca.

Una de las características Pero no nos llevemos a

primordiales de un anzuelo
que sirva para pescar sargos
es la ligereza y el afilado.
Debe procurar una caña fina
pero a la vez muy resistente.
Se trata de un pez
desconfiado que sin duda
pondrá reparos a un cebo que
no se mueva de forma natural.
Al menos se trata de los
formatos con los que he
capturado más ejemplares a
lo largo de mi vida.
engaño. Cualquiera puede
encontrar en otro prototipo y
fabricante generalista el
adaptado a su ingenio y
merecedor de la confianza
requerida.
De hecho, los nuevos
conceptos, planificados a
partir del carbono y el titanio
y con afilados de
características insuperables,
satisfarán, sin duda, nuestros
deseos.
.

46
 ELEMENTO TRASCENDENTAL: EL CORCHO O BOYA

Corcho, otro elemento invariablemente muy

fundamental, pero al mismo semejantes a los que
tiempo un instrumento que se conocemos en la actualidad.
contenta con el mínimo de
requerimientos. Las formas de pera o
campana continúan
Y es que su función es tan ofreciendo ideales
clara que podría servir como prestaciones. Son estables en
indicador de picada cualquier aguas sometidas a corrientes y
material susceptible de ser -lo que es importante-,
hundido desde su posición de resisten con vigor la dinámica
flote ante la picada de un que asiduamente imponen los
sargo. vientos.

El alcornoque ha
suministrado desde la
memoria histórica el corcho,
elemento natural a partir del
cual se han improvisado,
seguramente, los iniciales
flotadores.

No obstante, nacientes
sustancias han aparecido en
escena para suceder al
mencionado corcho y a la
madera de balsa.

Son caros, realmente, pero

tras varias temporadas, me he
habituado a los de neopreno.
Además, los cánones
antecesores siguen siendo

47
 Este compuesto, investigado
durante el transcurso del
pasado siglo XX, objeto de
múltiples usos, avanza en el
mismo sentido que el exigente
gusto de los aficionados.
Los flotadores se visualizan
gracias a tinciones sobre la
parte superior. Normalmente
se torna específico el color
rojo. Hoy han visto la luz
tonalidades que sólo son
variaciones sobre el mismo.
En muchos casos se trata de
coloraciones fluorescentes,
cada vez más logradas.
Así mismo, conviene dar un
peso suplementario a los
corchos, en el caso de que no
venga incorporado. Estos
plomos se ponen a la venta.
Disponen de tres agudos
espolones que permiten
adaptarlos al extremo más
afilado de la boya.
Recomiendo el formato
pequeño siempre con cebos
modestos como la pulga y
cuando el mar no está muy
tomado. Con los grandes
podremos en ocasiones
realizar prospecciones en
áreas vecinas.

Veletas de todo tipo pueden

probarse en ocasiones, pero
suelen ser aún más onerosas,
por lo que seguiré
recomendando la boya
tradicional.

EMERILLONES, PLOMOS

Dotar de un peso al sumergirse el cebo. Y que

montaje es una condición pueda desenvolverse de
indispensable en casi todas las manera lo menos artificiosa
ocasiones. De esta forma posible.
conseguiremos una meta que
resulta evidente: hace

48
 En teoría, un plomo bien
elegido tenderá a mantenerse
en el fondo o próximo al
lecho, allá donde los sargos
suelen dirigirse en busca del
alimento, alentados por las
especiales características del
macizo que habremos puesto a
su disposición.
La corriente de la resaca es
normal que discurra por
abajo, arrastrando las
partículas nutritivas. Es la
única y definitiva función de la
plomada. Y la premisa
cardinal atañe a la rigurosa
selección del mismo.
Existen dos variedades
esenciales, ajustadas a la
pesca del sargo mediante este
estilo.
Unos son aquellos que
presentan un canal interior o
perforados. Pueden tener
variadas formas, entre las que
resaltaría sin dudas la
morfología de lágrima y los de
bola esféricos.
Los primeros cuentan con
la virtud de ser menos
proclives a engancharse entre
las piedras y resquicios, tan
comunes. Los segundos tienen
la ventaja -a priori- de ser un
poco más ágiles, es decir,
pueden rodar con mayor
facilidad. No obstante, las
diferencias son inapreciables
en cualquier caso.
49
Una ventaja fundamental es
que todos los plomo
agujereados producen un
menor impacto sobre el bajo
de línea, no lo traumatizan en
modo alguno. Pero, a la hora
de fijarlos debemos pensar en
construir un tope que los
mantenga a la distancia
prefijada del anzuelo. Para
ello, la forma simple consiste
en realizar un nudo corredizo
sobre la gameta,
aprovechando un trozo de
nailon. Si aún así el plomo se
desliza, añadiremos una
pequeña perlita o cuenta (nos
ahorraremos dinero si las
adquirimos en una mercería).
Especificaciones válidas
toda vez que elaboremos el
terminal de la manera
tradicional. Si solemos fijar el
plomo sobre la línea madre –a
mí, personalmente, no me
gusta- no habrá problema, ya
que el emerillón -del que parte
la gameta con el arpón- lo
retendrá debidamente.
Los plomos que se usan con
regularidad se corresponden
con los conocidos perdigones,
así llamados vulgarmente. No
son más que unas bolas de
variable peso dotadas de una
hendidura.
Se fijan directamente sobre
el nailon y se comprimen
sobre el mismo aplicando
fuerza. Existen aparatos
diseñados para cerrarlos.
Pero yo, como seguro que
muchos de ustedes, me
empeño en seguir
apretándolos con los dientes,
perniciosa costumbre que
recomiendo erradicar.
Según el componente que
lleven, existen dos clases
comerciales: los sólidos y los
blandos. Estos últimos,
elaborados a partir de un
producto específico, devienen
en útil de gran comodidad.
Los recomiendo sin duda, si
bien no todos los detallistas
disponen de ellos, por
desgracia.
En cuanto a lo que se
refiere al lastre, a pesar de la
variabilidad que se puede
suponer en principio, dadas
las especiales influencias a
que se verán sometidos, sólo
porto dos medidas de
perdigones: los de 4 gramos y
los de 8 gramos, dependiendo
del estado del mar.
Y sólo conviene fijar uno, a
fin de evitar los enredos
debidos a las profusas
corrientes que suelen imperar
en nuestras puestas de pesca.
He pescado mújoles
empleando composiciones
plomeadas con mucha
diligencia y complicación, al
paño de las que esos maestros
50
del “coup” nos vienen
enseñando. Pero en este caso,
no será necesario tanto
esmero en el diseño.
Nunca estaremos seguros
de haber confeccionado un
buen aparejo sin dotar al
mismo del preciado emerillón.
Este artilugio, del que
prescinden todavía
aficionados retraídos, se
convierte en la forma por
excelencia de unir líneas en un
aparejo bien ejecutado.
Aporta la capacidad física
a un “pipio” para girar, de
modo que la resistencia a la
torsión se verá garantizada. El
emerillón se sitúa como
veremos entre la el sedal
principal y el terminal.
El aspecto común en todos
ellos es igual: un eje o cuerpo
central del que parten dos
anillos a ambos lados, con la
clara función de dar cabida al
sedal.
Existe en el mercado un
espectro creciente en cuanto a
suerte de modelos se refiere.
Todos ellos garantizarán una
apropiada satisfacción a
nuestras necesidades.
Pero las diferencias de
calidades y prestaciones
pueden llegar a ser notables.
 Los giratorios comunes, los
de siempre, calificados con el
término ”barril”, son de
simple concepción. Un cuerpo
y dos anillas aseguradas en el
interior.

Más recientemente, la
industria se ha volcado en el
estudio de cómo mejorar las
aptitudes de este pequeño
elemento. Así tenemos en la
actualidad los prototipos que El nº 12 y el 18, muy resistentes y
poseen cojinetes. De una duraderos. Estos los comercializa
resistencia ampliamente Evia. Las numeraciones no son
superior nos permiten homologables, por lo que
decidirnos por medidas comprobaremos tamaño y
reducidas con un nivel de resistencia. Con 8 kilogramos es
seguridad acrecentado. más que suficiente (un número 24 –
ínfimo tamaño- de calidad).

Invariablemente han de ser

de gran calidad y el número
inferior que hallemos. Con
una dureza a la tracción de 5
o 10 kilogramos es suficiente.

Mejor si el tono es oscuro,

o negro. Los que hacen gala
de color plata o áureos, no
son de mi agrado, pues llegan
Diversos modelos: de barril, a emitir brillos no deseados.
rolling, con imperdible o
mosquetón y triples. También se puede sustituir
por un mosquetón, artilugio
Como nota final, dada la que no es otra cosa que un
condición heterogénea de tal imperdible o agrafe, al que se
instrumento, me permito unirá la línea de manera
recomendar los emerillones simple. Desde mi punto de
denominados -otra vez, vista pueden considerarse
aunque no es mi intención, apropiados para sujetar un
retomo un término plomo, pero no tienen sentido
anglosajón- tipo “rolling”.

51
ni aplicación práctica a la pesca del sargo a boya.

EL “ASUNTO” DE LOS CEBOS

Y digo esto por lo

interminable del camino. La En todo caso, con el
búsqueda del organismo, propósito de evitar entrar en
sustancia o materia que se un desarrollo árido,
adapte sin competencia a la enciclopédico, sólo expondré
técnica que trato de ciertos datos que contentarán
desgranar. al espíritu curioso de lector
apasionado.
Quizá una utopía. Por ello
deberemos contentarnos con Y sobre los cebos
disponer del conocimiento específicamente adaptados a
mínimo necesario para elegir esta práctica.
el mejor cebo en cada época
y lugar.

CRUSTÁCEOS

GAMBAS

Las gambas
(“Parapennaeus
longirrostris”) cocidas y
congeladas, sirven como cebo
específico para el sargo y
afines, mejor asociada al
macizo. Este práctico tándem
nos asegurará con facilidad
disponer en el otoño del
material idóneo.

52
 Y entonces ¿por qué
buscar más, si ponemos en
evidencia sus especiales
virtudes?
Tenemos una provisión
continua e inagotable si los
adquirimos en cualquier
mercado.
Resultan extremadamente
fáciles de conservar.
Depositadas en el interior del
congelador a –23 ºC, resisten
meses. Sólo tendremos que
extraer la suficiente cantidad
(unos 300 a 500 gramos por
partida, según tamaño) y
guardarla en un envase
plástico provisto de un cierre
seguro y estanco, donde se
descongelarán a lo largo de
la noche.
Es por consiguiente una de
las opciones de primer orden,
al menos cuando las aguas
están muy tomadas. Es una
pesca de otoño e invierno,
estaciones apropiadas a su
uso.
De venta se encuentran las
gambas decorticadas. Son
válidas aunque algo blandas.
Yo las suelo someter a
salazón, añadiendo un
puñado de sal gorda marina
con antelación.
En consecuencia prefiero,
sin duda, las gambas enteras.
El tamaño ideal resulta
aquél que se suele emplear en
la confección de un plato tan
típico como la paella. En
definitiva, de unos 10
centímetros de longitud como
término medio.
La gamba fresca es idónea.
También nos veremos
abocados a su adquisición.
Buscaremos las tallas
pequeñas.
Si no las empleamos de
inmediato o si nos han
sobrado, podremos
congelarlas sin problemas.
Antes las cubriremos con
un puñado de sal gruesa.
Admiten la conservación al
vacío en bolsas estándar. Con
antelación verteremos dentro
un poco de sal.

CAMARONES

Los camarones (“Crangon congelados también son

crangon”) cocidos y

53
susceptibles de empleo, pero Veremos a continuación
sin duda menos efectivos. cómo servirán los camarones
–vivos- de ría de eficaz
Además se ven engodo.
condicionados por una
inferior capacidad de Con los mismos
aguante en el anzuelo, por lo realizaremos el cebado del
que conviene asegurarlos con anzuelo.
hilo de media.
Los conservaremos por
En todo caso sirva poco tiempo depositados
recordar que su precio es entre virutas secas de
sensiblemente menor. madera.

Los destinaremos a Pierden gran parte de sus

complementar la actividad propiedades si no se
del macizo de anchoa o encuentran en perfecto estado
bonito. de frescura.

QUISQUILLA

La quisquilla (“Leander que tienen la tendencia a

aquilla”) es uno de los desplazarse de lado y hacia
crustáceos que se encuentran arriba en cuanto sienten el
siempre disponibles, bueno, más mínimo peligro.
siempre que las condiciones
acompañen, como son los
mares en calma. El sistema
de más simplicidad consiste
en el empleo de un retel con
un palo, denominando a su
conjunto “esquilero” o
“esguilero”.

Ayudados por una potente

linterna y con una práctica
insistente podremos capturar
la quisquilla. Es preciso
Quisquillas vivas. (Foto
acercar el utensilio despacio,
del autor).
por debajo del ejemplar, ya

54
 Un tarrafín cebado con meses si la alimentamos
sardina es también buen (huevas de merluza, trozos
instrumento. de pescado...)

Para un uso inmediato, se En un cesto de mimbre

conservan en cualquier entre virutas secas de
recipiente sin necesidad de madera también se conserva
agua, bastando unas algas para la pesca diaria.
que suministrarán la
humedad oportuna. Deberemos disponer de
varios tarrafines de un
En caso que pretendamos tamaño medio (unos 40
guardarlas un par de días, centímetros de diámetro)
la introduciremos seca y adaptado a esta pesca.
muy viva en una olla a Cebados con varios
presión cerrada y dentro de mejillones, se deben depositar
la nevera. en los pozos por medio de un
palo guía adecuado que nos
Para mayor supervivencia permitirá su levantamiento,
no hay nada como una que efectuaremos cada cinco
pecera con respirador, a diez minutos.
donde puede aguantar

CANGREJOS

Aunque no resalta como

un hábito consolidado, el
empleo de cangrejos muy
bien puede considerarse una
alternativa bajo ciertas
condiciones.

Sin embargo, no es usual

destinar el cangrejo de arena
o el patexo, ni siquiera la
nécora u otros crustáceos de
significativa importancia a
este menester.
Sólo he encontrado un
cangrejo que se adecue
perfectamente. Se trata de la

55
cangreja corredora, negra,
sapa o también denominada
mulata (“Pachyprasus
marmoratus”).
La concentración de esta
especie está asociada a los
nichos donde predominan los
grandes cantos, esto es, en
los lugares apropiados a la
pesca con boya. Y esta es la
base sobre la que se apoya el
fundamento que nos ocupa.
Veremos en el próximo
capítulo las estilos eficientes
de captura.
PULGA MARINA
Otro cebo del que nunca
deberíamos prescindir e
inigualable en la época
estival.
Siempre dedicaremos los
ejemplares de mayor
envergadura y vivos. Sobre
un anzuelo recto del número
56
Sólo diré que
personalmente prefiero los
ejemplares pequeños para
disponer en el anzuelo. En un
anzuelo curvo del número 2,
fijo una cangreja a la que le
he seccionado las quelas u
artejos primeros, que se
corresponden con las
tenazas. Introduzco el arpón
por una de las hendiduras
abiertas y lo extraigo por la
otra. Es factible la fijación
con un par de vueltas de hilo
elástico.
4 la aplicaremos comenzando
por el tercio posterior (cola)
y con las extremidades hacia
fuera.
Si la pulga es de porte
reducido, no hay
inconveniente en cebar con
dos o tres.
 MOLUSCOS

CHIPIRÓN Y POTA

Dos excelente cebos que que podemos extraer en

también emplearemos al
tiempo como engodos. Los
chipirones son factibles de
capturar mediante el uso de
caña de lanzado ligero
mediante devones. Los lugares
ideales son las instalaciones
portuarias en las noches desde
primavera a inicios del
invierno.
secciones -practicadas a los
largo- varias tiras de menos
de un centímetro de ancho. En
un anzuelo del número 1
situaremos una de ellas
mediante clavados continuos
en zigzag.

Para situaciones prácticas

no siempre estaremos en
condiciones óptimas de
conseguirlos en estado vivo.
Acudiremos entonces a los
productos expedidos en los
establecimientos comerciales,
tanto congelados como
frescos.

Ambos, chipirón y pota, La pota suele ser más

resisten bien el proceso de grande y por tanto la carne es
salado y la congelación. Para de mayor espesor lo que
el cebado del anzuelo se origina ciertos inconvenientes.
cortan en tiras. De los Las tiras son duras, lo que
chipirones pequeños puede ser beneficioso al
aprovechamos el cuerpo, resistir intensamente, pero en
separando la cabeza. contrapartida resulta menos
Realizamos un corte tierna y apetecible por los
longitudinal y limpiamos los sargos.
órganos internos. El resultado
es una lámina triangular de la

EL “MACIZO”

57
 El término “macizo” puede por la nutrición. Por ello
considerarse ciertamente hablo sencillamente de un
vago. Su interpretación sistema de convocatoria
siempre ha venido de la mano natural a la que, claro está y
de la consabida masa de por desgracia, cabe la
anchoa y productos similares. presencia de otras especies no
deseadas por el pescador
De ahí que el concepto deportivo.
macizar evoque
inmediatamente la pesca con Y llamaremos grumear,
este tipo de engrudo. De todas macizar, engodar, enguadar,
formas y para entendernos de etc al acto propio, a la forma
manera global, llamaremos verbal. Al hecho en sí de
engodo, macizo, enguado a verter el producto con una
cualquier producto natural técnica y procedimiento
obtenido a partir de determinado que ya veremos.
sustancias y / u organismos
normalmente de origen Partiendo de estas premisa
marino que sirven podremos hablar sin tapujos
habitualmente de alimentación ni conservadurismos de las
a los peces. características de estos cebos;
de cuáles creo que se
Así que su función no es constituyen como los óptimos;
otra que aquella que de su forma de preparación u
desempeñan en su forma obtención.
primordial, esto es, crear unas
condiciones que puedan Y cualesquiera otros
convocar la atención parámetros de importancia,
localizada de los peces a una aún a riesgo de dejar en el
zona que por otro lado suelen tintero ciertos asuntos, para lo
frecuentar en sus rutas cual pido las disculpas
habituales. oportunas.

Estos animales se rigen en Empezare entonces por el

su modo de comportamiento arquetipo de los “macizos”.

58
 BASE DE ANCHOA

“Engraulis
encrasicholus”, este es el
nombre científico del
boquerón. De su
transformación industrial se
obtiene la tan preciada
anchoa, especie marcada en
la actualidad por un franco
declive.

Las poblaciones que

proliferaban antaño en el
Cantábrico parecían infinitas
a principios de siglo. Hoy,
gran parte del boquerón –de Ha sido una de las
inferior calidad- proviene de materias primas más
otros países (como el Perú), exprimidas por los
donde mantiene grandes pescadores, sobre todo por
concentraciones en la costa. los especializados en el
En esos países se destinan sargo.
cientos de miles de toneladas
a la fabricación de harinas de La calidad del producto es
pescado, ricas en proteínas y variable. Como todos
empleadas en la alimentación conocemos, habitualmente
animal. son los establecimientos
dedicados a la venta de
A partir de los restos artículos de pesca los que
industriales se obtiene, ofrecen la pasta de anchoa.
mediante molienda y salado
posterior, la pasta que es tan Suelen distribuirse en
demandada por nosotros. cubetas plásticas – ¡¡de color
blanco!!- de unos 7 – 8
kilogramos de peso. El
suministro es efectuado por
pequeñas empresas, en
ocasiones familiares, que
producen o sólo
comercializan el producto
final.

59

Algunos productores
particulares ponen a nuestra
disposición buenos engodos
de anchoa a precios
económicos. Y es que
considero que la disposición
material y humana que
requiere la elaboración hace
que sea práctico la
adquisición a los minoristas
del ramo.
Con un cubo de unos 8 a
10 kilogramos dispondremos
de macizo suficiente para
atender las necesidades de
una jornada de pesca al
sargo.
Los desperdicios de las
fábricas se conforman en su
mayor parte como espinas a
las que va unida cierta
cantidad de carne no
aprovechada en el fileteado
de la anchoa. Como he dicho,
dicha proporción resulta
extremadamente variable
dependiendo del grado de
exigencia de la industria y de
los productos que ésta saca al
mercado.
Siempre, que duda cabe,
será mejor cuanto mayor sea
la cantidad de anchoa pura
que contenga.
El proceso ulterior es
simple, pero requiere
disponer de los elementos
necesarios. En primer lugar
se deberá proceder al picado.
Resulta evidente que para
obtener unos kilos será
necesario contar con el
apoyo de una pequeña
máquina como las que se
emplean en la fabricación de

60
embutidos artesanales. Poco
práctico si deseamos
proveernos de la cantidad
que permita afrontar toda la
temporada del sargo.
punto crítico principal. Una
excelente anchoa no tiene
futuro si no se va a poder
mantener en condiciones
óptimas.

Los profesionales que se El resultado es una

dedican a este oficio cuentan materia de consistencia
con trituradoras motorizadas variable, color normalmente
de gran capacidad, con las pardo y penetrante e
que pueden picar toneladas inconfundible olor.
de anchoa.
Por consiguiente, la pasta
Un producto con tanto de anchoa es un combinado
contenido en grasas como el natural a base de anchoa
boquerón tiende a sufrir un picada y sal. Cualquier
proceso de oxidación o adición ulterior deberá
rancidez en poco tiempo. Por reconocerse como fraude al
eso se ha recurrido desde los usuario final.
inicios a la estabilización
mediante el uso de la sal. Se
puede utilizar sal de grano
grueso marina a razón de 1
kilogramo de sal por 5
kilogramos de pasta
triturada.

Pero el sistema óptimo

siempre consistirá en la
preparación de una eficiente
salmuera que se mezclará
con el producto,. Una buena
salmuera se consigue
calentando agua y
disolviendo sal marina hasta
la saturación. De esta forma
creamos un caldo que
adicionado a la pasta
permitirá por largo tiempo su
conservación.
José Groeiro, estimado y
El proceso de salazón afable amigo y compañero de
resulta, como es obvio, el

61
pesca, con un bonito sargo de este tipo de materias. Creo
“La riboira” que deberían normalizarse de
una vez por todas, buscando
con ello la consolidación de
En este sentido siempre he un sistema que sea -a la vez-
oído la implantación garante de calidad y de los
posterior de materiales como derechos del consumidor.
el serrín y la arena, a efectos
de hacer el macizo más
consistente...¡y de darle
mayor peso!.

Así nos encontramos con

una variabilidad enorme,
fruto de la desregulación de

BASE DE SARDINA

La sardina “Sardina Puede elaborarse engodo

pilchardus” es la más de calidad a su costa,
conocida representante de la proceso que requiere triturar
familia de los cupleidos, unos kilos que oportunamente
familia caracterizada por serán a continuación
incluir algunos de los peces sometidos al salado - con sal
de mayor importancia en la marina de grano grueso -, a
alimentación del hombre. razón de una parte de sal por
cinco partes de sardina.
Forma grandes
cardúmenes que en el verano
se acercan a la costa, donde
los profesionales ha
perfeccionado una tradición
secular mediante el diseño de
sistemas interesantes de
captura. Uno de los
principales es el cerco, que
simplemente se trata de un
enmalle circular del banco,
siempre ayudado por el
empleo de potentes luces de Volvemos entonces al
atracción. problema que nos
encontramos en el capítulo

62
precedente. ¿merece la pena grandes alegrías. Un factor
generarlo nosotros? que avala las positivas
características de este
Podemos intentarlo con el engodo es que podremos
esfuerzo que ello requiere. Y emplear la misma como cebo
seguro que nos deparará directo del anzuelo.

BASE DE ATÚN

El atún (“Thunnus
thynnus”) y el bonito del Esos restos,
norte (“Tunnus alalunga”), convenientemente
así como otros miembros de transformados mediante el
la familia de los Escómbridos preceptivo picado y
(Scombridae), como el listado consecutivo salazón, dan
(“Katsuwonus pelamis”) y el origen a uno de los mejores
bonito (“Sarda sarda”), etc. atrayentes que conozco. Sin
se destinan en gran medida a embargo no están exentos de
la satisfacción de la industria inconvenientes, tal como que
conservera. no resisten el paso del
tiempo, dada la pertinaz
De los procesos llevados a tendencia a enranciarse.
cabo en la misma resultan
desperdicios que hoy en día Cuando en su composición
se aprovechan en algunas aparece abundante contenido
industrias para la fabricación muscular se pueden
de harinas. considerar de soberbia
calidad y en algunos lugares
se le otorga el apelativo de
“miga de bonito”.

Recomiendo a efectos
prácticos aproximarse para
su adquisición a una
conservera, ya que suelen
vender los restos a buen
precio.

El procesado posterior es
similar a los que hemos visto
con la anchoa y la sardina.

63
 BASE DE CHIPIRÓN O DE POTA

Los chipirones son visualizado y percibido con

cefalópodos como el calamar. rapidez por los sargos que
Disponen de 10 tentáculos y cerca se hallen.
constituyen como vimos un
cebo de primer orden. De todas formas habremos
de conformarnos con adquirir
Sería ideal disponer en los mercados la cantidad
siempre de ejemplares suficiente de producto
frescos. Para ello se me congelado. Seremos
antoja que la única perspicaces al buscar las
posibilidad consiste en ofertas que de vez en cuando
acercarse de noche a los aparecen y hacer entonces
espigones iluminados de una voluminosa compra.
algunos puertos de pesca a
cuyo alrededor se concentran Normalmente suelo
estos moluscos. encargar unas cajas de 10 o
15 kilogramos para afrontar
Mediante el empleo de la temporada, no sólo del
jibidevones y la técnica de sargo sino también de la
lanzar y recuperar, podremos lubina, fiel devoradora de
con suerte capturar unos chipirones.
pocos.
Puedo asegurar que, como
En el estado de frescura macizo, se trata de uno de los
guardará todas sus mejores. Basta con picar
propiedades inmaculadas. unos cinco kilos con un
Una de las primordiales cuchillo afilado. En este caso
respecto al producto procuraremos que no
congelado es que se hunde descongele totalmente, de
con superior facilidad, forma que podamos practicar
circunstancia muy cortes transversales lo más
beneficiosa. Además, si el finos posible. Nos
sustrato marino resulta esmeraremos en obtener
arenoso, la tendencia a que trozos de reducidas
los granos de arena se dimensiones, en torno a los
adhieran a la superficie es 0,5 centímetros cuadrados o
menor en el primero, de menos.
forma que se prestará a ser

64
 La idea es conseguir un
cebo que desarrolle el
espíritu competitivo en los
peces pero no lleve a
saciarlos en demasía.
Resulta un tanto tedioso
cuando no fatigante este
sistema. Lo mejor es disponer
de una trituradora. Yo me
sirvo de una máquina
destinada al embutido, de
aquellas antiguas
conservadas para la matanza
familiar del cerdo.
Fáciles de montar y de
limpiar, ocupan poco espacio
y se consiguen a módico
precio en las ferreterías. Aún
hoy se siguen fabricando.
Incorporando un pequeño
motor eléctrico nos
evitaremos el esfuerzo físico
que supone picar 20 o 30
kilogramos. O podemos
comprar el artilugio ya
montado, calculando que en
este caso el precio se dispara
hasta multiplicarse por seis o
siete.
65
Antes de proceder a
triturar el chipirón
esperaremos a que esté
debidamente descongelado,
siendo suficiente una noche
de reposo. Situaremos la
picadora en un lugar alto, de
forma que la materia
triturada caiga en un
recipiente adecuado como
puede ser un cubo de boca
ancha. Con el uso de la
máquina de embutidos, se
extrae un producto de grano
variable según el cilindro que
se instale. Recomiendo una
consistencia que sea mezcla
de papilla con pequeños
trozos.
Iremos picando y
guardando en bolsas de
plástico cantidades de unos 4
kilogramos, más que
suficiente para cualquier
jornada en el mar. Luego
llevaremos las bolsas al
arcón con toda premura. No
viene mal verter un puñado
de sal de grano grueso dentro
de la bolsa con antelación.
Ya contamos con engodo a
base de chipirón guardado a
buen recaudo: constituirá sin
lugar a dudas un gran apoyo
cuando las condiciones
meteorológicas nos indiquen
el día óptimo para pescar
sargos.
 Podemos aplicar todas las
nociones vertidas sobre el
chipirón con parecido
resultado. El único factor
negativo es que al tratarse de
ejemplares de mayor porte su
carne es significativamente
más dura y difícil de hacer
pasar por la cuchilla de la
máquina. Deberemos
esforzarnos.

¡Ah! Deberemos recordar

descongelar durante la noche
anterior a la partida. Sus
características mejoran si se
deja un día de reposo a
temperatura ambiente, tiempo
en que toma el olor y color
más adecuados para su
cometido

Personalmente, aprecio de
manera significativa el
chipirón frente a la pota.

La pota se encuentra en
todas las grandes superficies.

BASE DE PULGA MARINA

66
 No podemos terminar el
repaso a este gran grupo sin
hacer referencia a la familiar
pulga de mar (“Talitrus
saltator”), ya mentada con
anterioridad.
Perteneciente a los
anfípodos, creo innecesario
describirla ya que presumo
que todos las hemos visto
alguna vez entre la arena.
Se diferencian dos
variedades fundamentales:
La de roca, que habita
fundamentalmente en las
playas de cantos ocultándose
entre las piedras, y se
caracteriza por un tono que
va desde el anaranjado y
pardo –color de las algas de
que se nutre- al grisáceo (se
ven algunas de capa clara).
La de arena, de color
generalmente gris claro en
las playas de origen calizo
hasta tonalidades
amarillentas, siempre en
hábitat de esa coloración.
Como vemos, la
morfología siempre depende
del sustrato en el que
subsisten.
67
Las técnicas de acopio son
diversas y resultan de gran
interés, pues aprovechan,
inteligentemente, el
comportamiento de esta
especie.
En playas de cantos, es
preferible el momento de la
bajamar y durante los meses
de calor (desde mayo hasta
septiembre, como término
medio), para instalar,
enterradas entre las piedras,
bandejas de plástico, en una
línea paralela a la orilla y a
una altura similar a la
superior que alcanzó la
marea anterior. Se
dispondrán unas cuantas de
forma continua en una
batería.
Podemos esperar al
montante y recogerlas o
dejarlas hasta que empiece a
bajar el mar. La pulga
desciende con las aguas
buscando algas frescas para
consumir y se mueve al
vaivén de la marea. Por tanto
al emprender el ascenso se
ven apresadas en los cubos
que hemos dejado
acertadamente.
Las condiciones más
apropiadas se desencadenan
en los periodos de luna
nueva, mejor si la
temperatura es agradable y
coexiste con una leve
marejadilla.
Otro sistema se basa en el
uso de una red de plástico
(vale la red verde de la
empleada en la construcción
de nasas para mariscos y en
el cercado de gallineros, con
un hueco inferior a los dos
centímetros de lado).
La red la situaremos
encima de la boca de un cubo
ancho (cuanto más, tendrá
mayor capacidad).
68
Luego cogeremos a
puñados algas y las
depositaremos encima
removiéndolas. Las pulgas
irán colándose hacia el fondo
del cubo, animadas por su
tendencia a profundizar ante
el menor atisbo de peligro.
Una forma productiva pero
que requiere condiciones muy
específicas consiste en lo
siguiente:
Cuando en verano se
produce una extemporánea
gran marejada, el efecto de
las olas hace que las pulgas
se dirijan a la base del
acantilado e incluso pueden
llegar a trepar por el mismo.
Es normal verlas
acompañadas de cochinillas
(“Ligia oceanica”), y el
fenómeno llega en ocasiones
a volverse espectacular.
En el momento en que
comienza a descender la
marea nos acercaremos a las
grietas que veamos en la
pared. Con un alambre
consistente y de unos 50
centímetros de longitud, cuyo
extremo le hemos dado un
acabado en forma de gancho,
rastrearemos todos los
huecos, donde se encuentran
escondidos los crustáceos.
Con una mano introducimos
el utensilio y con la otra
aguantamos un cubo al que
dirigiremos las pulgas.
La captura en las playas
de arena tiene alguna
particularidad interesante.
Se requiere un candil o
cualquier aparato similar,
siempre que esté en
condiciones de emitir una
potente y continua luz en
todas direcciones y hacia el
suelo.
Las pulgas de arena se
verán atraídas y se acercarán
al foco luminiscente.
Empuñando una pala de
obra, se cogerán
directamente con la arena y
se echarán sobre una rejilla
metálica (son especialmente
adecuadas las empleadas en
la construcción al objeto de
cribado). El mineral pasará
pero las pulgas quedarán en
nuestro poder.
Con varios cubos de boca
ancha enterrados y dentro de
los cuales habremos dejado
unos trozos de sardina
podremos, igualmente,
satisfacer nuestras
necesidades.
Podremos conservar el
remanente mediante la
69
congelación. De manera
simple introduciendo 2 o 3
kilogramos en una bolsa
plástica. O bien preparando
una salmuera como
anteriormente concebimos.
En un barril de plástico
retendremos un gran
producto durante meses.
A pesar de las
posibilidades manifestadas,
la pulga de mar muestra toda
su operatividad cuando se
emplea completamente viva.
Es el eterno dilema y sobre
todo en la época estival. La
pulga precisa varios factores
para guardar su vitalidad:
Oscuridad temperatura
fresca y baja humedad.
En una bodega que
mantenga un gradiente
entorno a los 14 grados
centígrados y dentro de un
recipiente que evite la
acumulación de líquidos. No
tienen comparación los viejos
arcones de madera que,
guardados, incluso
arrinconados en las antiguas
casas de campo, resultan
ideales a este propósito.
Pero aún así, no
conseguiremos mantenerlas
en óptimas condiciones
durante un periodo superior
a las 48 horas.
 BASE DE CAMARONES

El camarón de ría Deberemos disponer de

(“Crangon crangon”) es varios tarrafines de un
otra especie que a veces tamaño medio (unos 40
confundimos con la centímetros de diámetro)
quisquilla. Habita en las adaptado a esta pesca.
zonas afectadas por la Cebados con varios
marea de las rías y se mejillones, se deben
concentra en los pozos depositar en los pozos por
arenosos dejados con el medio de un palo guía
descenso de las aguas. adecuado que nos permitirá
su levantamiento, acto que
Normalmente se efectuaremos cada cinco a
encuentran enterrados bajo diez minutos.
la arena, sobresaliendo los
ojos. En espacios donde
abunda el camarón
De tamaño inferior a la podremos recoger un
anterior, es un excepcional kilogramo o más, suficiente
cebo para lubinas y sargos, para la pesca de un día.
valiendo como engodo vivo.

BASE DE BALANOS

Los balanos (“Balanus

balanoides”) se reconocen al
momento por las grandes y
tupidas colonias que crean
sobre las rocas. De tamaño
pequeño (entre 5 y 15
milímetros de
circunferencia), sirven
sustancialmente como
atrayente.

70
 Es cómodo arrancarlos puñado y se vierte en la zona
con una espátula de de pesca. Atrae eficazmente.
albañilería. Se toma un

BASE DE CANGREJOS

La “sapa“o “mulata” horas nocturnas. En el

(“Pachyprasus tiempo de reflujo, las sapas
marmoratus”) es quizá la se encuentran confiadas
especie más abundante y sobre los pedruscos,
ubicua. La encontramos en comportamiento que
todas las localizaciones simplifica el singular
siempre que haya soporte de acopio.
piedras o cantos, debajo de
los cuales se refugia. La sapa extiende su
hábitat a los tramos finales
Al descender el nivel de de las rías y estuarios y
las aguas suele moverse en suele manifestarse en
la procura de alimento al poblaciones muy nutridas.
son de la marea, siendo en Recogidas debajo de las
este momento el más piedras que pueblan los
apropiado para su captura, márgenes, son realmente
a media marea. Moviendo fáciles de coger a la mano.
grandes piedras
encontraremos debajo una Una maña simple consiste
buena provisión. en ayudarnos de un truel
como los que destinamos a
Mejor aquellas de tamaño capturar quisquillas.
medio y soberbias si se Acudiremos a un pedrero en
encuentran en periodo de el momento de la bajamar y
muda. amparados en la oscuridad.

Pero la captura manual Dentro de la malla que

resulta algo insidiosa si conforma la superficie
queremos proveernos de la interior del aro metálico
suficiente cantidad para dejaremos un par de trozos
poder cebar una puesta de de sardina. Depositaremos
sargo. unos minutos el utensilio
cerca de la base de alguna
Por ello acudiremos con gran piedra. Lo
predilección durante las recogeremos lleno de sapas.

71
Para ello es imprescindible
escoger una franja del Por último puedo, si me lo
litoral donde presumamos la permiten, aconsejarles no
abundancia del crustáceo. descartar cualquier otra
especie.
También rendiremos en
gran medida con el empleo Por ejemplo, los
de varios tarrafines con los cangrejos de arena o
que procederemos con cámbaros no son en modo
idéntica conducta. alguno incompatibles como
base de un engodo efectivo.
Algunas
reglamentaciones establecen
criterios limitantes como la
indicación de un cupo
máximo permitido.
Estaremos atentos a las
mismas con la observancia y
respeto debidos.

Requieren una
preparación previa. Algunos
aficionados simplemente
proceden a machacarlas. Se
verterán pocas cantidades
en la zona de pesca.

Es un engodo - cebo
verdaderamente efectivo. No
obstante, pocos pescadores
cuentan con este sistema
para atraer sargos.

72
 MEZCLAS DE PRODUCTOS Y ALGUNOS COMPONENTES

Algunas mezclas se componente graso muy

muestran indicadas en la atractivo.
pesca del sargo. Ciertos
componentes dotarán a un Combinan bien los
engodo de peculiaridades cefalópodos con el macizo de
originales que pueden faltarle, anchoa. Una formula sería la
como pueden ser la de 6 kilogramos del segundo
consistencia, o determinadas con 3 kilogramos de chipirón
virtudes organolépticas. picado.

Por ejemplo, bajo Ciertas harinas de origen

circunstancias meteorológicas animal como puede ser la
adversas -como un insidioso harina de pescado,
viento que impida un lanzado contribuyen a dar forma y
efectivo de la pulga-, consistencia a un bolo que
procederemos a una mixtura deseamos profundizar en el
con algo de pasta de anchoa rápidamente.
que además aportará un

73
 Y un buen aceite de pescado
armoniza con cualquier otro
macizo, primordialmente en el
periodo invernal.

LUGARES ÓPTIMOS: DESCRIPCIÓN DE UNA PUESTA

Una de las facetas

relevantes en el momento en
que decidimos emprender la
complicada tarea de pescar
sargos, es conocer
exactamente las zonas
apropiadas.

Esto requiere un
conocimiento profundo de las
necesidades, hábitos y
preferencias de la especie.
Como vimos en el inicio de la La tendencia del sargo a
narración, podremos sacar explorar las zonas
conclusiones acerca de estos intermareales en la frenética
parámetros de manera clara. búsqueda de moluscos y
crustáceos que llevarse a la
Rompientes y espigones boca, nos debe indicar-a
batidos por el mar se priori- la dirección de
convierten, a la sazón, en los aquellos pedreros más
puntos cardinales donde querenciosos.
lograremos encontrar a
nuestras piezas favoritas. El esquema general, de
acuerdo con las premisas que
hemos ido estableciendo en el
ámbito específico que
involucra a esta técnica, es

74
similar. Llegaremos a la
visión de un área que aparece
seca durante el periodo de
reflujo.
Se deduce sin esfuerzo que
no resulta apropiado a los
efectos cualquier terreno.
Veremos, durante nuestros
paseos sobre los acantilados,
múltiples posibilidades que
debemos investigar
concienzudamente: Canales
abiertos, promontorios, bahías
expuestas, etc.
Buen Mar de sargo en “los
pedrones”, Luarca, Concejo
de Valdés.
Dependiendo de la
constitución propia del litoral,
esta zona será más o menos
amplia. Como es obvio, en
aquellos mares donde las
mareas resultan
inapreciables, como en el Mar
Mediterráneo, los
fundamentos que aquí pongo
sobre la mesa no son del todo
exactos.
75
Por otro lado, en las costas
sometidas al influjo evidente,
como sucede a lo largo del
litoral Cantábrico y aquél
bañado por el océano
Atlántico, existen ciertas -
aunque sutiles- diferencias de
una parte a otra.
Baste como ejemplo
constatar la magnitud y
relevancia de la zona
intermareal, es decir, la que
queda expuesta durante la
bajamar en el caso primero.
La rasa costera imperante
hace que las playas
pedregosas presenten una
alineación especial y un perfil
claramente plano, lo que hace
dejar al descubierto enormes
porciones de costa.
Si nos dirigimos en nuestro
viaje a cualquier roquedo de
la costa gallega veremos en
términos generales un menor
gradiente, por lo que la
apreciación es de mayor
envergadura en sentido
vertical que en horizontal.
 costera delimitada por ciertos
estructuras que goza o es
garante de unas
características que la hacen
apta para la pesca del sargo,
en este caso con el
procedimiento específico de la
boya y el uso de macizo”.

Estas observaciones son

trascendentes, tal y como
veremos en el relato sobre la
técnica, ya que condicionaran
en grado sumo la
preparación.

En esencia nos volcaremos

en verificar de forma
Se convierte de esta guisa
magistral los horarios de
en una especie de “nicho” que
marea, y la incidencia de la
el impulso de la marea va
misma en cualquiera de las
llenando de forma que el cebo
puestas de pesca donde
que utilizamos para atraer al
deseemos desarrollar la
pescado se encuentre estable,
acción.
creando unas condiciones
óptimas para que el sargo se
Definiendo en primer
desplace lo menos posible,
término la puesta de pesca
permaneciendo cerca del
como “la porción de la franja
rompiente.

76

Estos últimos son los
factores “clave” en toda
puesta o posición que pueda
avalar -de una forma
continuada a lo largo del
tiempo- sucesivas
exploraciones con un final
hipotéticamente satisfactorio.
Ello quedará siempre
supeditado a que el resto de
los factores influyentes
acompañen en forma paralela.
¡Y he aquí lo difícil de este
tipo de pesca!. Llegar a
procesar adecuadamente toda
la información que habremos
ido recopilando con esfuerzo
en múltiples salidas. Calcular,
rápida y cabalmente, de
acuerdo con lo que percibimos
por nuestros sentidos en
relación al tiempo reinante y
lo que podemos apreciar del
estudio de las mareas, de su
horario y amplitud.
Y contando con toda una
serie de imponderables, como
el cambio repentino en la
meteorología, la presencia de
algas e incluso de otros
aficionados a los que
respetaremos educadamente.
En definitiva, un cúmulo de
circunstancias, las cuales
aprenderemos a comprender
poco a poco.
77
Conozco cientos de puestas,
esencialmente desde el cabo
de Vidio en Asturias hasta el
Cabo Silleiro en la Provincia
de Pontevedra en la
Comunidad Autónoma de
Galicia. Comprende más de
mil kilómetros de escarpada
costa que he recorrido en
múltiples y fatigosas
caminatas.
La experiencia se va
acumulando en la mayor parte
de las ocasiones en base a un
estado de ánimo positivo.
Quizá constituya ésta la
actitud adecuada a este tipo
de pesca.
Vaya, en todo caso, una
pequeña iluminación o
fotografía que trataré de
narrar en pocas líneas.
Si nos encontramos en lo
alto de cualquier acantilado,
actuaremos desde el comienzo
con suma prudencia
acercándonos a los bordes. En
aquellas bahías -al pie del
mismo- donde percibamos la
 existencia de pedreros altos dispondremos de otro punto
que dejan en seco grandes positivo
piedras, nos detendremos a
observar. Veremos los
entrantes y salientes, cómo
rompe el mar, si las olas viene
seguidas o existe mar de
fondo.

Ahora conviene comprobar

el grado mismo de la marea,
es decir, dónde va a llegar
durante el flujo. Esto resulta
trascendental para conocer si
vamos a poder acceder al
Veremos –en este caso muy a lo lejos- el
agua; Y si en la parte trasera
estado de la mar, la marea de batir y la
existe alguna gran piedra o
cadencia (frecuencia y longitud de onda)
escollo que nos permita
de las olas. Desde el acantilado más alto
buscar una posición elevada,
de la Península, la “Garita de
a salvo de las salpicaduras
Herbeira”.
que producen los golpes de la
resaca; Y si la puesta nos va a
Si hay suerte, veremos una
permitir recuperar las
parte de la ensenada, que se
posibles piezas...
constituye como un pequeño
recodo y que singulariza el
Vemos felizmente una
destino de las corrientes.
entrada bastante abierta, seca
pero conformada por piedras
Puede que haya algas
y quizás cantos rodados en el
acumuladas. Si estas se
límite superior. Sobre estos
encuentran flotando o en la
minerales somos testigos del
punta de las olas
corretear de multitud de
descartaremos el lugar. Si por
sapas. Los percebes abundan
el contrario las vislumbramos
donde bate el nutritivo caldo
en la zona seca y la marea
marino.
tiene un coeficiente que no
presagie que va a llegar a esa
parte (a remover el sustrato de
manera indeseable), ya

78
 Estamos al fin sobre una
puesta ideal. ¡Vayamos pues
adelante, con precaución e
iniciativa, y con ecológico
respeto al medio!
FACTORES AMBIENTALES, ÉPOCAS Y PERIODOS
Amigos, pienso que, tras
conocernos por medio de
estos relatos, puedo
manifestarles mi grado de
confianza. ¿A qué viene esta
declaración? Pues, sin duda,
a plantear con sinceridad las
consideraciones en que se
basa este controvertido
epígrafe.
Por que la influencia de
todos los parámetros que
mezclan la estación, el clima
general tanto como el local,
y las circunstancias
particulares de cada zona,
hacen de la pesca del sargo
un fenómeno ciertamente
impredecible.
79
Agua y rompiente perfecta.
Por ello resumiré la
experiencia sobre algunas
cuestiones inquietantes.
En primer lugar considero
que el aspecto cardinal viene
a relacionar la época del año
con el tipo de sustancia
conveniente a la misma.
Resulta una premisa
plenamente válida, aunque
puede desvanecerse de forma
fulminante con cualquier
cambio en los registros que
habíamos predicho en
principio..
¡Vaya lío, entonces!
Acompasado con la
relativa quietud que imponen
los meses que van desde Valoraremos un giro en la
finales de la primavera hasta planificación de las
el último tercio del estío, jornadas. Sin excepciones, y
prefiero macizar con pulga a lo largo del invierno,
de mar o camarón. adoptaré los macizos de
anchoa y de bonito como las
Cebos vivos que principales alternativas, ante
contrarrestarán los el efectivo enfriamiento que
inconvenientes que se se constata.
deducen de un mar en que
prevalecen de manera
regular las aguas claras -
sino transparentes-, en parte
condicionadas por la acción
de los vientos del nordeste.

Buscaremos entonces los

pedreros conocidos y será el
momento de topar asiento en
la desembocadura de ríos,
desde promontorios pétreos
que se asientan sobre
arenales. Es racional en este
contexto aprovechar las
propiedades de la pulga,
tanto la de piedra como la
variedad de arena.

Y las emplearemos vivas,

macizando a puñados en la
José María prepara el aparejo.
base, allá donde la marea la
¡Cuidado con esa ola!
puede lavar y distribuir por
el área de pesca.
He llegado, por último, a
la conclusión que los
Llegado el otoño,
cefalópodos ejercen su mejor
contemplamos como las
función a inicios del periodo
borrascas comienzan a hacer
primaveral. Se percibe un
acto de presencia. Y las
cambio en las constantes
aguas, sumidas en un
hidrodinámicas. Una
profundo letargo desde hace
transición que nos ofrece
semanas, inician una
saltos espectaculares en la
primera revolución.
meteorología.

80
 La superficie no se
encontrará tan tomada como
en la fase precedente y
comprobamos un leve pero
progresivo calentamiento.
Estas circunstancias, que
he comprobado a través de
los años, favorecen el uso de
engodos como el chipirón. Lo
considero el más relevante y
me ha dado muchas alegrías.
Todo se traduce
inteligiblemente si
observamos la alternancia
que ofrecen las presiones
barométricas. En el estío, la
situación habitual (hablo en
este primer ejemplo de la
costa noroeste de la
península) es contemplar
cómo el anticiclón de las
azores empuja, siendo el
origen de los frescos vientos
del nordeste que inciden en
la costa.
Durante el otoño e
invierno, las borrascas
penetran por el oeste,
desgajadas en muchos casos
de los huracanes que han
perdido fuerza tras arrasar
el litoral del continente
americano. Con mayor
frecuencia se sitúan en
posición tal que dan lugar a
vientos del sudoeste que
rolan al noroeste y norte,
aproximando en este último
caso los fríos invernales y las
heladas.
81
Si hacemos referencia a las
condiciones actuales, creo
que si bien el hecho de la
pesca puede calificarse de
impredecible, un periodo de
tiempo estable anterior a los
inicios de los cambios
atmosféricos para buen o mal
tiempo (aumento de la presión
atmosférica o descenso), se
corresponde con la situación
más recomendable.
El tiempo denominado de
transición o variable es poco
aconsejable.
Es imprescindible
observar bien la evolución
del mar, habiendo gran
diferencia de unos días a
otros e incluso en la misma
marea pueden variar sus
condiciones.
Siempre conservo la
ensoñación de un mar
perfecto, pero sólo en
contadas ocasiones en la
temporada acertaremos a
atinar con una masa de agua
que evolucione de manera
seguida, batiendo la roca
continuamente... esto es: olas
que rompan unas detrás de
otras, que haga que el agua
se estabilice y se encuentre
tapada continuamente, de
forma que nuestra presencia
no sea percibida y el
"macizo" se mueva creando
las condiciones para que se
aproxime el sargo y
permanezca, rompiéndose su En definitiva, la
habitual desconfianza. comprobación de los
aspectos locales
(acumulaciones de algas,
¡La perfección! mareas, etc) de cada puesta,
como base de partida que
haremos bien en almacenar
en la memoria de cara a
futuras ocasiones.
Vayamos ahora con la
técnica.

DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA

Mes de noviembre del año costa desde la que, con

2.002. Con un tenue hálito de
voz acompaño en la tragedia
a todas las familias afectadas
por el terrible vertido. Negro
augurio. El barco “Prestige”
ha inundado de tristeza y
desesperanza toda esta bella
entrecortado pero decidido
pulsar, trato de comenzar esta
historia de pesca. Quizá sea
la última en muchos años.
Todo el litoral desde A
Coruña hasta la ría de

82
Arousa se encuentra
envuelto, paralizado bajo ese
manto exógeno indicador de
muerte. La melancolía me
invade. Nuestro mar,
devorado día a día, vuelve a
sufrir un irreparable ataque.
Espero que cuando usted,
lector y compañero, lea estas
Ya se ha hecho de noche. Un
reloj de pulsera que marca las
20:40 horas. Es viernes, un día
previo al momento cumbre en
plena fase de luna llena. Una
bola blanca que borda una
esfera incompleta se oculta
periódicamente entre tumultos
de oscuras nubes.
Aprovecho para contemplar
la previsión meteorológica que
aparece cotidianamente en la
información televisiva. Una
reunión con mi estimado primo
José Arango, cita en el bar
conocido como casa Isidro,
localizado en mi pueblo natal,
Barcia.
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líneas, podamos asistir a una
nueva regeneración.
Una Mar “Fénix”, que se
convierta de nuevo en la
“Madre Providencia”, de
cuyos pechos pueda manar el
líquido nutritivo que alivie las
consecuencias de tan
reprobable acto de desidia.
Mesas en las que se
acomodan hombres más que
maduros, algún antiguo gran
pescador de caña entre ellos.
Unas cartas de juego
repartidas sobre un
claudicante tapete. Caras
atribuladas con los cotidianos
acontecimientos luctuosos.
Arango resulta simpático al
primer contacto. Hombre de
talla media, barba perenne,
medianamente poblada;
Portador de una mirada
ingeniosa, no tarda en
comentar los pormenores de lo
que será una partida de pesca.
Apoyado con los codos
sobre una alta barra, tomando
asiento encima de un inestable
y alto taburete de madera,
reflexiono.
¡Qué Jose, nos acercamos
mañana temprano a pasar la
jornada!
¿Cómo coincide la marea?,
dice rápidamente,
manifestación que relaciono
inmediatamente con un sí
rotundo a la iniciativa.
No tardo en extraer del
bolsillo izquierdo del pantalón
una cartera en cuyo interior se
adivina, a buen recaudo, una
arrugada tabla, vencida tras
incontables consultas.
Sábado, 19 de octubre. ¡A
ver, a ver! A las cuatro y media
más o menos se espera la
pleamar.
¡Pues, sencillamente
perfecta! expresa convencido
el compañero.¿A qué hora
quedamos?
A sabiendas que los
madrugones en fin de semana
no son su especialidad..
Paso a buscarte a las siete y
media de la madrugada. ¿Te
resulta bien?.
Vale. Ya tendré preparado el
macizo y la ropa.
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Me despido de todos. Tras
cerrar la puerta, abandonando
el calor humano que otorga al
local un contraste de hilos
finos formados por el humo de
tabaco. Echo una mirada larga
al cielo. No hay viento. No
llueve. ¡Dios dirá!
Siempre preparo el conjunto
del material que emplearé en
una partida de pesca con
antelación. Sobre manera si
tengo meditado viajar lejos y
pasar uno o más días fuera de
casa.
Posiblemente llegaremos a
la zona conformada por la
estaca de Bares y su
incomparable fenómeno
granítico. O quizá arribemos al
cabo de Ortegal y aledaños.
No sé, lo decidiremos sobre la
marcha una vez hallamos
comprobado el estado del mar.
Tras una cena familiar, al
lado de Esperanza, en la cálida
cocina, acompañados por la
abuela, querida y nonagenaria
Angela, en el garaje, donde
quedan guardados todos los
instrumentos en ordenada,
incluso obsesiva composición.
Son tantos los amaneceres
con viaje programado que ya
actualizo en acciones
autómatas toda la
impedimenta.
 Primero procede la carga
del macizo. En esta ocasión
portaré una buena pasta de
anchoa, guardada con celo en
toneles de unos 40 kilogramos.
¡fuera de la casa por supuesto!
a resguardo del fuerte olor que
sólo resulta agradable a los
pescadores más convencidos.
Un recipiente cúbico con
tapa circular de rosca y una
buena asa. Relleno al
completo, admite unos 14
kilogramos de producto: más
que suficiente a tenor de los
requisitos que impone la
técnica.
Una limpieza concienzuda
previa de la cuchara, que
emplearé para lanzar el
engodo. Simple concepción de
un artefacto, fabricado a partir
de un trozo de caña de fibra de
vidrio, de aquellos que nos van
sobrando de antiguos montajes
de cañas.
A la misma, cortada en una
longitud de unos 70
centímetros, le fijo una
cuchara normal, de las usadas
para consumir los agradables
y reconfortantes caldos de
invierno, mediante cinta
adhesiva de color oscuro.
El cebo permanece
almacenado en el congelador
de la bodega. Adquiero a
principio de temporada varias
cajas, buscando con ello lograr
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un mejor precio. La gamba
arrocera se encuentra a unos
siete euros. Dentro del arcón
se conserva largo tiempo.
Extraigo delicadamente unos
500 gramos que deposito en un
envase plástico con cierre
hermético y transparente.
Huiremos siempre de tonos
saltones del tipo rojo, rosa o
azules brillantes, cuando de
trata de elegir las vestimentas.
Esta precaución se aplicará a
todo el equipo. Lo mejor son
colores grises, o al menos
marrones oscuros o negros...
el camuflaje perfecto en un
entorno de rocas.
Ya se encuentra dispuesto
el cebo, el macizo y la
cuchara. Deposito los
primeros dentro de la mochila
e introduzco el conjunto en el
recipiente plástico dentro del
coche.
Aconsejable resulta la
adquisición de cajas con tapa
y el mayor volumen posible.