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Presentación

Hoy estamos reunidos por el hombre. Es él sin dudas quien nos inquieta y nos apasiona;
sus virtudes, sus defectos, sus contradicciones, su pérdida de sentido...
Hay dos visiones de futuro que siempre deben estar presentes en nosotros (sin contar la
trascendente a la que a algunos empuja lo religioso): por un lado el fin último de toda
sociedad que es el Bien Común, por otro, la esperanza, que es la que genera una
permanente tensión en nosotros hacia dimensiones que están más allá de lo inmediato,
pero que sabemos, nos pertenecen plenamente.
Pienso que si perdemos de vista esto, no es posible ninguna construcción seria, razonable,
mucho menos en estos tiempos de crisis.
Es claro que tratándose de acciones humanas, no podemos pensar en cambios inmediatos,
en soluciones mágicas, sino más bien en un cambio lento, concienzudo, desde la raíz. Para
esto, el espacio de la educación es fundamental. La mayoría de nosotros estamos dentro
de este ámbito, sabemos bien de sus dificultades, de sus renuncias, de su falta de
respuestas. Quizá este nuevo espacio que intentamos formar, sirva para fortalecer y
rectificar, aunque más no sea un poco, esa etapa clave en la formación del hombre que nos
preocupa, y a través de él, de la sociedad toda.
La idea básica de estas reuniones es muy sencilla, y a la vez, muy compleja, porque
requiere de una entrega extra, de un sentido solidario esencial, de un compromiso
desinteresado. Se trata ni más ni menos de prepararse para dar, para servir al otro.
Lógicamente, si aceptamos la política como la principal herramienta para organizar las
sociedades, buscaremos en esta ciencia o disciplina, los rumbos más adecuados que sirvan
para fortalecer verdaderas propuestas a favor del Bien Común.
E intentaremos poder asimilar una propuesta diferente de la que hoy abunda en el mundo
de la política; una propuesta que tenga que ver con el ofrecimiento de nuestros talentos
naturales a la comunidad, sin esperar por esto ni el premio ni el aplauso, sino ni más ni
menos que la felicidad interna y profunda (aún en el dolor y el sufrimiento) de cumplir
con nuestra verdadera e irrepetible vocación.
Dentro de los roles que cada uno desempeña en la sociedad, suele hablarse mucho de los
liderazgos. Pienso que este grupo debe servir de detonante, de disparador para futuros
líderes de cambio. En tiempos en que hay una ausencia total de gente que mire más allá
de lo inmediato, que logre salir de esta inercia casi permanente de la masificación, el gran
desafío que hoy se nos plantea es éste. El sólo hecho de que estemos reunidos
planteándonos algunas cuestiones, el hecho de poder sacudir la modorra generalizada,
generar la polémica, no deja de ser un gran paso. Si a esto logramos agregarle algún
proyecto, estaremos haciendo un camino; no para la publicidad de los grandes medios,
pero sí para el servicio que todos le debemos a nuestra querida Patria.
Finalmente un detalle clave y pienso que definitorio: la juventud. Pienso que siempre se
habla de la falta de participación y compromiso de los jóvenes. Paradójicamente, los que
hablan, son los mismos que le niegan a esos jóvenes toda posibilidad de expresión. Ésta
es tal vez la parte más importante de este proyecto, de este desafío: poner toda nuestra
creatividad y nuestra voluntad en función de crear nuevos espacios de participación, y
acercar la palabra inteligente, vivencial y necesaria de los jóvenes al resto de la sociedad,
para que comprenda que si los jóvenes aún con las limitaciones y dificultades de su
lenguaje (muchas veces sistemáticamente bastardeado) tienen algo para decir, hay que
dejarlos, porque nadie podrá decirlo por ellos.
Sin caer en la demagogia, es bueno convencernos de nuestro papel fundamental dentro de
la construcción social. Para ello, las tres actividades claves propuestas para este grupo:
estudio, reflexión-debate, realización de un proyecto, son un camino interesante y pienso
que absolutamente válido. Para lograrlo, será bueno un clima de respeto, de cooperación,
y de buena onda, que rescate la esencia de toda actividad humana, que es el compartir.

Proyecto de Grupo de Estudio


Objetivo: desarrollo de la tarea intelectual en jóvenes que no vean satisfechas sus inquietudes en
el ámbito de la educación formal, y con el doble propósito de formar líderes sociales para el
futuro.

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Modalidad:

a) Debate con argumentos científicos o de cierto contenido de estudio.


b) Construcción de alternativas de pensamiento.
c) Diseño de nuevos proyectos para soluciones a problemáticas sociales.

Sistematización:

a) Selección de bibliografía.
b) Lectura reflexiva.
c) Reuniones quincenales de intercambio de ideas y argumentos.
d) Charlas formativas y conferencias.
e) Construcción de un proyecto:
Personal.
Grupal.

f) Presentación del proyecto:


Puesta en práctica.
Seguir profundizando el mismo.

Recomendación:

a) Tener un eje orientador.


b) Tomar una ciencia cercana a la realidad práctica.
c) Fomentar el respeto y la tolerancia por sobre el fundamentalismo.
d) Buscar efectos multiplicadores en otros ámbitos.
e) No mezclar el proyecto con ambiciones personales ni cuestiones de status social.
f) Formación de grupos de no más de 20 integrantes.
g) Promoción de roles o tareas específicas para mejor funcionamiento del grupo.
h) Lugares de reunión fijos o rotativos, fuera de los horarios de actividades “oficiales”
y/o cotidianas de los integrantes.

Alternativas al Proyecto:

• Metodologías informales.
• Tratamientos de temas de interés de actualidad.
• Confrontación de diferentes ideas y corrientes de pensamiento.
• Focalización de problemáticas surgidas en las escuelas.
• División del grupo por sectores o lugares o temas a tratar.

Problemas posibles a tener en cuenta para trabajar.

1) Clientelismo Político.
2) Doble discurso; pragmatismo y utilitarismo.
3) Adicciones y falsos sustentos:
a) Sociedad Formal.
b) Imposibilidad de construir opciones y caminos.

4) Autoritarismo como modelo de vida:


a) Verticalismo.
b) Rigidez de pensamiento.
c) Pérdida de la creatividad y de la capacidad de cambios.
d) Pérdida de la búsqueda de excelencia educativa.

5) Falta de cultura del Trabajo:


a) Alienación.
b) Sentido economicista.
c) Planes sociales.
d) Manipulación de la Libertad.

6) Falta de desarrollo de:


a) Virtudes personales.
b) Valores en general.
c) Sentido de Bien Común.

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Contrapartida:
a) Individualismo.
b) Masificación.
c) Hombre sin raíces.
Conclusión: imposición de modelos manipulables, falta de respuestas a
cuestiones vitales; Infelicidad.

7) Doble Lectura:
a) Hombre débil que genera un estado Totalitario.
b) Estado Totalitario que genera un Hombre débil.
Conclusión:
a) Si no hay convicción, no hay fortaleza ante las dificultades.
b) No hay proyectos, porque no existe la fidelidad a un camino.
c) Se actúa por compulsión (premio-castigo); no por un ideal de vida.

Metodología posible.
1) Presentación de temas a tratar.
2) Elección de Encargados de exponer cada vez:
a) Antecedentes.
b) Marco de situación (no es el término correcto)
c) Desarrollo del tema concreto.
d) Posibles soluciones.
e) Problemas pendientes.

3) Presentación de la Bibliografía (simultáneamente); en general o por el


encargado de cada tema.
4) Selección de textos más importantes para que lean y trabajen todos:
a) Entrega la reunión previa.
b) Lectura reflexiva y críticas.
c) Planteamiento de cuestiones.
d) Confrontación de textos alternativos.
e) Confrontación con cuestiones de actualidad:
-Experiencias de vida.
-Artículos.

5) Debate:
a) Ideas y opiniones fundamentadas.
b) Se recomienda el empleo de un moderador.
c) Interesante realizar conclusiones y dejarlas por escrito.

6) Distribución de roles; algunos ejemplos: moderador, encargado de


agendar los compromisos, encargado de redacción de conclusiones,
encargado de gestionar contactos con otras instituciones, etc. (en todos
los casos puede haber más de uno en la función).

7) A partir del segundo mes de trabajo, comenzar con el diseño de un


Proyecto.

8) Características del Proyecto: más teórico; más práctico; enfocado a lo


General; enfocado a lo particular (ej. Barrio).

9) Formas de aplicación del Proyecto:


a) Directa.
b) A través de Instituciones: sindicatos, ministerios, etc.
c) Trabajo de multiplicación personal.

Objetivos Generales.
1) Formación personal de agentes de cambio.
2) Construcción de alternativas a los problemas sociales.
3) Concientización de un compromiso de liderazgo.
4) Fortalecimiento del Sentido vocacional:
a) Talentos puestos en función del Bien Común.
b) Postura desinteresada.
c) Sentido de trabajo comunitario y no individualista.

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De más está decir que este planteo previo, con ciertas ambiciones, fue adecuado a una
realidad mucho más modesta, pero también más práctica, y quizá, más familiar y cercana.
El grupo funcionó como una verdadera democracia, aún en sus errores y falencias, como
por ejemplo lo fue la no realización de algunas conclusiones escritas, que era parte de la
metodología de cierre de cada reunión.
Lo más rescatable parece ser el valor de la libertad en la participación o en la no
participación, en la invitación de nuevos integrantes, en el aporte de nuevas instancias, y
todo esto, hecho dentro de un marco de actividades paralelas, y con el deber principal de
cada uno de los integrantes, que era cumplir con sus actividades escolares.
En general, hubo coincidencia de que el balance ha sido positivo, y ha quedado el
compromiso de una necesaria continuidad.
Como muestra, he aquí algunos fragmentos de testimonios de integrantes que ilustran
todo lo expresado.

“Es sumamente fácil para mí (sin necesidad de mucho análisis ni meditación) hacer un
balance de este año de trabajo: porque resulta sumamente positivo. En ningún momento
fue planteado hacer un nuevo proyecto de ley, o propuesto cambiar de la noche a la
mañana la política de gobierno actual, ni mucho menos cambiar el mundo. Para mí, que
no me conformo con poco, es un gran paso el que ya dimos: invertir tiempo e ideas en
una causa común (o no tan común) pero definitivamente necesaria”.

“En cuanto a la metodología de las reuniones, creo que es muy buena. Se crea un
ambiente cómodo, en donde todos somos pares, compañeros, dando tiempo y
consideración a lo que cada uno tiene para decir. Pienso que así, debatiendo, se
desarrolla mejor el pensamiento, se puede relacionar conceptos, etc., y es una manera
más amena de absorber y proveer información”.

“A lo largo de las reuniones que transcurrieron el año pasado, me dí cuenta que se


pueden buscar alternativas a los problemas que hay en el país, aportando tan sólo un
granito de arena, que en este caso fue estudiar, debatir e informarnos acerca de lo que
pasa en la actualidad. Además de armar un Proyecto de educación que por mi parte creo
que es una cuota para ayudar al tan ansiado Bien Común”.

“Mi experiencia en el grupo fue realmente positiva. En primer lugar creo que es
importante destacar que en estos tiempos en que nos encontramos tan afuera de
determinadas realidades, tan afuera de las actuales costumbres y actividades sociales,
tan afuera de tantos valores que hoy podemos llamar comunes; es un privilegio poder
formar parte de un grupo en el que sobre todas las cosas se comparten ideales y abunda
la calidad humana. Y creo que esto es lo primero que hace tan positiva mi experiencia. El
hecho de poder estar en confianza y de poder compartir junto a personas que tienen
preocupaciones iguales a las propias la a veces tan pesada carga de tratar de mejorar
aunque sea un poquito las cosas. Esto realmente se logró en el grupo de estudio, y a nivel
personal fue sentido como un gran apoyo, cosa q no creo menor”.

“Particularmente yo encontré en el grupo "algo" que creo, siempre estuve buscando, tal
vez inconscientemente, pero que me hizo sentir una especie de sensación de completa
satisfacción. Partiendo de nuestras rústicas discusiones escolares, que obviamente, se
repetían en cualquier otro espacio físico. Y el grupo, justamente, fue como la síntesis, o
mejor dicho, la realización más ordenada y conclusa de lo que solíamos hacer, y sin
resoluciones en general. No se, siempre opinando desde mi lugar, creo que la posibilidad
de un grupo de estudio como el nuestro, es algo totalmente enriquecedor, que te abre
muchísimo la cabeza”.

“Agradezco entonces el haber tenido la suerte, el de quedarme no sólo con ese algo de
plantearse las cosas cuando vemos que no funcionan como deberían, sino también de
analizar dónde es que fallan; y más importante aún, el animarse a ofrecer soluciones
(que pueden o no ser las indicadas, pero que son, después de todo, válidas) en
contraposición a todos los que hacen de cuenta que las cosas sí marchan, o a los que

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apuntan dedos sin hacerse mínimamente responsables sino de la participación que tienen
en que sea de esa forma, al menos de la acusación que están haciendo...”.

“Me gustaría compartir algo que aprendí, tal vez con alguna dificultad por ciertas
características de mi personalidad, pero fue un aprendizaje al fin, y consistió en poder
entender que la verdad es una sola, pero es tan profunda y posee tanta luz, que sólo una
mirada, un punto de vista, no basta para abarcarla totalmente, y que escuchar y abrirse a
los diferentes puntos puede ayudarnos a estar más cerca de llegar a saber cada vez un
poco más sobre ella. Este conocimiento de la verdad siempre será mayor en cuanto que
colaboremos en ciertas actividades grupales para alcanzarlo, en cuanto que escuchemos
y tratemos de entender y respetar las opiniones, aunque no las compartamos, y creo que
ésta es una de las mayores riquezas que nos proporciona esta unión, y en mi caso
puntual, este grupo de estudio”.

“El conocimiento es lo único que nos salva y es el pilar de la libertad humana.


Aprovechemos entonces esta herramienta que tenemos en nuestras manos para mejorar
(en la medida de lo posible) la educación, para poder libertar con el conocimiento que
ella conlleva, a todos aquellos que aún permanecen sometidos (muchos de ellos sin
saberlo), y que puedan de esa forma obtener la misma libertad que (y pueden estar
seguros de ello) los que participamos en esto, ya estamos ejerciendo”.

Por terminar, va una muestra de lo que dimos en llamar las conclusiones, como una
especie de síntesis o de cierre de los debates, que desde luego, siempre han quedado
abiertos a nuevos abordajes y reflexiones, y las preguntas inquisidoras, apenas
apaciguadas en aquellos balbuceos intelectuales, siempre nos están acompañando.

Pueblo, candidatos, promesas, objetivos, realidades, a lo largo de una no tan larga historia
en la democracia del Pueblo Argentino, como muchos otros países del mundo ha elegido y
aún continúa haciéndolo, a sus representantes, quienes después de arduas campañas
consiguen miles de votos que definen el rumbo de toda una Nación.
Ya hemos hablado de la situación actual del país en muchos aspectos. En la última
reunión tratamos concretamente otra problemática importante: la crisis en la política y la
crisis de representatividad por parte de los electos, y hasta por parte de nosotros mismos.
El clientelismo político es una enfermedad que sufre la sociedad hace ya un tiempo. Es un
círculo vicioso que crea una estructura de la que nadie escapa, porque así como el hombre
es un ser integral que si enferma de alma posiblemente enferme de cuerpo, la actividad de
un país se articula entre hombres, y si hay fallas habrá consecuencias para todos ellos.
El clientelismo político busca poder, y hasta es posible que los involucrados obtengan un
par de beneficios.
Se trata de una relación a base de intereses, propios por cierto, una situación que se refleja
en la frase “dame eso y yo te doy esto”, haciendo la salvedad de que no es una frase de
niños, que poco saben de razón y que sólo se preocupan por satisfacer al ELLO; esta vez
será una frase que involucre a más de las dos personas que la viven, y para colmo de
males, será muy factible que alguno obtenga más provecho que otro. Pero lo que es aún
más grave, es que ambos personajes ( ojalá fueran sólo dos), entregan con este
intercambio su libertad moral y su libertad humana, entregan aquella única libertad que
les permite ser felices y totalmente completos.
Después del hecho, el cual tengo la esperanza, nazca de una profunda ignorancia e
inconsciencia de lo que es condicionar la libertad, otro factor importante a la hora de
hablar de clientelismo político y crisis de representatividad es la concentración del poder.
Esto también hace a una Nación esclava e imposibilita que esté presente la justicia. Por
esto, teóricamente los poderes deben ser independientes, deben estar divididos, y
funcionar de manera autónoma, con el fin de que esta diversidad haga a la riqueza y a la
justicia.
Una propuesta ante esta situación es el voto calificado. Esta frase disparadora de múltiples
preguntas y controversias; ¿sería una posible solución?
Ahora, ¿es viable? , ¿acaso el voto no es universal?, y si se concretara, ¿quién puede y a
través de qué parámetros calificar al candidato y a los electores?.
Respondiendo a algunas de estas cuestiones el voto no es universal, sólo pueden votar los
mayores de edad y hace sólo unos años las mujeres no podían hacerlo. Con respecto a los
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mayores de edad, no es una crítica ya que el voto es un acto consciente que precisa de
cierta madurez y reflexión , aunque la edad biológica no determina su madurez.
Otra de las dudas es quién podría calificar a los candidatos y a los votantes; sabemos que
lo que califique debe ser la moral. Una moral eje que no de lugar al doble discurso ni a la
incoherencia, una moral convencida y sabia que sepa distinguir lo bueno de lo malo. Esta
sería la máxima garantía para hacer una buena calificación.
Concluyendo, repito que el voto es un acto consciente y que precisa de una gran reflexión,
es por esto que cada ciudadano debería preparase moralmente, vivenciando el bien, para
elegir el destino de una multitud dejando de lado la mentalidad burguesa, economicista e
individualista, para poner en juego el idealismo que seguramente lo acercará a la
excelencia y a la felicidad.
Y finalmente, ¿es posible?. No lo sabemos, pero podemos intentarlo.

Esta conclusión está basada en el debate que iluminaron durante la reunión los siguientes
textos: Saredi, Miguel; “La Selección de los Candidatos”; en Revista Criterio, N° 2282,
Mayo de 2003, pág. 204/210. Marechal, Leopoldo; “Cuaderno de Navegación”; cap.
“Autopsia de Creso”; Emecé Editores; Bs. As., 1995. Sarlo, Beatriz; “¿Hay un país
llamado Argentina?”; en Revista Criterio, N° 2280, Marzo de 2003, pág. 76/78. Nazar,
Francisco; “Formosa, un pueblo cautivo”; en Revista Criterio, N° 2291, Marzo de 2004,
pág. 70/77. Impagliazzo, Marco; “Africa no está de moda”; en Revista Criterio, N° 2297,
Septiembre de 2004, pág. 512/515.

Luego de la pasada experiencia, hemos querido retomar este año el proyecto, planteándonos
algunos objetivos que apuntaran a poder compartir esta experiencia, para nosotros tan positiva,
con otros que probablemente tengan también estas inquietudes.
A continuación van las palabras que definieron un poco estos objetivos en la presentación
realizada para el presente año.

Retomando la idea del año pasado, queremos reafirmar nuestra apuesta por el hombre, y
por el crecimiento irrenunciable de la sociedad a través del Bien Común.
La idea original de rescatar aquellos alumnos que tienen una conciencia mayor y un
interés cierto por las cuestiones claves del desarrollo social, y a los que hoy el sistema
educativo tiene relegados, sigue teniendo una validez plena, y lamentablemente en
crecimiento.
Fueron ejes de nuestra pasada experiencia algunos aspectos que por positivos, nos
gustaría mantener y mejorar en lo posible:
Por un lado el carácter libre y opcional de la tarea, que implica un sentido radicalmente
opuesto al que opera en nuestro actual sistema educativo, pero que no por no tener en
cuenta premios ni castigos en la ejecución de las actividades, desconoce o niega la
importancia del sentido de la responsabilidad y del compromiso. Al contrario, lo afirma
desde la profunda convicción que dicho compromiso es con la tarea elegida libremente,
con quienes la hacen posible, y con las consecuencias que traiga.
Seguimos con la tesitura de evitar toda presión o condicionante externo en la formación
de este proyecto, y aún sabiendo de las dificultades que implica la ausencia de un apoyo
institucional, las preferimos a la dependencia, sobre todo intelectual y ética que esto
podría generarnos.
Por otro el carácter imprescindible de la participación y del aporte de todos los
integrantes, sin excepciones, ni jerarquías, ni preconceptos, aunque siempre en la
búsqueda de un consenso, que es el que permite el enriquecimiento y la verdadera
construcción desde la diversidad.
Dentro de esta particularidad, es importante el reparto de actividades concretas, y la
capacidad de rotación y suplantación cuando las necesidades del caso así lo indiquen.
En ese sentido, la convivencia es clave, y el hecho de forjar una verdadera camaradería, y
por qué no decirlo, una amistad (como de hecho se logró el año pasado), permitirá una
forma de trabajo más cómoda, más solidaria, más enriquecedora.
Finalmente no debemos perder de vista el carácter social de todo el hacer humano, y es
por esto, que más allá de la actividad concreta e inmediata por nosotros realizada, es
importante tener una visión más amplia, que tenga como objetivo el efecto multiplicador,
ese que permita contagiar a otros alumnos anónimos que estén hoy en la misma situación
de insatisfacción intelectual, y que no quieran repetir en sus vidas el vacío formal que el
sistema les propone como alimento cotidiano.
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Aquí es donde comienza propiamente el desafío para este año. Luego de haber caminado
un importante trecho, y de haber confirmado algunas experiencias y proyectos originales,
queremos encarar la etapa de difusión de estas propuestas, para que no queden en el
marco reducido de una experiencia aislada, sino para que pueda servir de disparador,
aliento y por qué no, modelo, de otros emprendimientos similares.
Cuando surgió originalmente este proyecto, fue desde la demanda y la inquietud de
algunos alumnos, esto creo que le da más entidad al pensamiento de que existe una
necesidad subestimada, desatendida, y en algunos casos negada en los adolescentes y
jóvenes, que aunque parezca mentira son los mismos a los que la sabiduría popular les
endilga un total desinterés por la vida. Somos conscientes de la gran desorientación, de
cierta apatía producida e inducida por una sociedad fraticida y suicida en todas sus
variantes, pero también queremos ser conscientes de la responsabilidad que nos toca,
como miembros de esta misma sociedad, de torcer el rumbo. Y estamos convencidos del
valor incalculable que tiene un sector de nuestra sociedad, los que hoy pueblan como
alumnos nuestras escuelas, que si los consagramos como el futuro, debemos
indefectiblemente darles antes un presente real y concreto.
Su acción transformadora comienza hoy, y estamos seguros que es mucho más importante
que la simple repetición de enunciados propuesta desde innumerables cátedras.
En los tiempos críticos que estamos viviendo, no podemos darnos el lujo de desperdiciar,
y más bien despreciar, toda la riqueza y el potencial intelectual y humano en lo integral,
que hoy se nos ofrece, tímidamente (por estar sumida en complejos y autodesprecios, y ni
qué decir de los otros), como única posibilidad, quizá, de hacer un país mejor.

Y finalmente, después de muchas correcciones y debates, de nuevos enriquecimientos a


partir de la lectura y del debate, ha quedado concluido este proyecto educativo, que con
sus errores –y esperamos aciertos- es un poco la síntesis de tantas inquietudes, tanto
esfuerzo, y tanto trabajo en conjunto, que es la mejor forma de potenciar las posibilidades
humanas y sociales.
Aquí lo presentamos, con la esperanza de que pueda servir de aporte a la reflexión y a
mejorar, aunque más no sea un poco, esta maltratada educación nuestra de cada día.

Aportes para un Proyecto Educativo


Introducción.
Muchos somos los que estamos convencidos que un cambio verdaderamente eficiente en este
proceso traumático que vivimos como país, sólo se puede lograr desde la educación; por lo
menos de un modo radical y duradero.
El cambio debe crecer desde las conciencias libres, y no desde las aparentes estructuras
artificiales que pueda imponer un caudillo, un grupo de hombres brillantes o un dictador.
Este es un pequeño aporte a la discusión sobre qué modelo de país queremos nosotros como
grupo, más aún, como compatriotas, y es una cuota de lo que debemos inexorablemente llevar a
las tablas de discusión de las altas esferas.

¿Por qué la educación?

El motivo de que haya tantos políticos y dirigentes corruptos es que hay un altísimo grado de
corrupción en los niveles básicos de la sociedad. Un corrupto no se hace de un día para otro, es la
consecuencia de una serie de concesiones y renuncias a la virtud que la persona va haciendo en su
vida.
Nuestros corruptos de turno salieron de algún lado, de un estrato social dominado por la
sensualidad, el relativismo, la búsqueda desmedida de la materia, el poco interés por un
verdadero desarrollo de la vocación, etc.
Para mejorar o cambiar esto hacen falta nuevos paradigmas y modelos, hoy casi extintos, y hace
falta un discurso y un mensaje que, primero “sacuda la modorra”, y luego acicatee un nuevo
rumbo, un nuevo camino que permita a cada quien elegir libre y plenamente la virtud.

¿Cuáles serían los pasos?

A simple vista se observan tres instancias fundamentales:


- La primera sería la formación sana y eficiente de nuevos formadores, educadores, y
preferentemente maestros/guías.
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- La segunda sería la elaboración de un proyecto integral que abarcara todos los espectros
de la sociedad y su desarrollo cultural, y que produjera la materia prima de hombres
honestos en los cuales formar los nuevos dirigentes.
- El tercer paso es el de la formación profesional y dirigencial, abordando el tema de lo
universal y de lo trascendente como pilares de los centros de altos estudios y
universidades, reemplazando los actuales paradigmas de adquisición de fama o renombre
y de crecimiento económico, muchas veces, las más, en desmedro de la sociedad y del
Bien Común.
Se deberá profundizar mucho más al respecto, pero es bien cierto que los hombres caminamos
siempre a ciegas respecto de estas cuestiones, y creemos que la educación sólo se arregla
aumentando los sueldos de los maestros y el presupuesto universitario.

Algunas consideraciones generales al respecto:

- Una de las causas del fracaso de la educación en nuestros días es la pérdida del testimonio;
esto hace fracasar mucho la moral y la voluntad de quienes reciben la enseñanza, y esta muere
a poco de recibida, sin llegar a potenciarse o a dar algún fruto en un futuro más o menos
mediato. "Enalteciendo las virtudes morales que nacen de la ley natural y que sirven de base
a todas las virtudes sociales". (Del prólogo de "La Vuelta del Martín Fierro").
- No sobredimensionar la importancia de un título o de una categorización adquirida, pues no
es esto lo que da mayor valor al hacer de las personas, máxime si éstas tienen alguna
responsabilidad mayor respecto del resto de la sociedad: Y nos preguntamos todos: ¿Qué
mayor responsabilidad puede haber que la de los que están destinados a dar las llaves de la
sabiduría y del recto proceder a sus congéneres?. Nos gusta y es acertado aquel consejo del
Hidalgo Manchego: "Mira Sancho: si tomas por medio a la virtud, y te precias de hacer
hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen príncipes y señores;
porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista (adquiere), y la virtud vale por sí sola lo
que la sangre no vale". (Del capítulo 42 de la segunda parte del Quijote).
- Hilvanando la idea anterior se puede decir como San Pablo que todos los miembros son
fundamentales para el cuerpo, aunque cada uno sea encargado de una tarea específica. Tal es
el caso de los profesionales y graduados, que muchas veces pierden de vista su condición de
ciudadanos, y pretenden ciertas pleitesías y prerrogativas, cuando en realidad debieran dar
más y exigirse mayores sacrificios, por haber recibido más en sí mismos. Como dijo Cristo, al
que recibió más se le pedirá más, esto por supuesto, sin dejar de lado ciertas jerarquías que
hacen al orden social. "Afirmando a los ciudadanos el amor a la libertad, sin apartarse del
respeto que es debido a los superiores y magistrados". (Del prólogo de "La Vuelta del Martín
Fierro").
- Es evidente que el mal de nuestros tiempos es la profunda crisis de valores, y la falta de un
patrón de conductas orientado hacia la Verdad, y hacia el Bien Común. "Enseñando a los
hombres con escasas nociones morales, que deben ser humanos y clementes, caritativos con
el huérfano y con el desvalido; fieles a la amistad; gratos a los favores recibidos; enemigos
de la holgazanería y del vicio; conformes con los cambios de fortuna; amantes de la verdad,
tolerantes, justos y prudentes siempre". (Del prólogo de "La Vuelta del Martín Fierro").
- En cuanto a la supuesta llegada al educando, a bajar líneas más plausibles y más asimilables,
parece sensata la idea de Hernández de acercarse en el lenguaje, pero desde el instrumento del
libro (no los resúmenes y fotocopias), que sigue siendo sin dudas el símbolo indeleble del
conocimiento; "Un libro destinado a despertar la inteligencia y el amor a la lectura en una
población casi primitiva...". (Del prólogo de "La Vuelta del Martín Fierro").
- Una de las principales funciones de la educación es brindar una cierta capacitación para el
futuro laboral de los educandos, no poniendo hincapié en el resultado económico
exclusivamente, sino en la persona integral y su crecimiento espiritual. "Enseñando que el
trabajo honrado es la fuente principal de toda mejora y bienestar". (Del prólogo de "La
Vuelta del Martín Fierro").

Proyecto educativo;
Sobre algunas cuestiones trabajadas en el grupo.
Primera Parte.

Capítulo Uno: Sobre las Estructuras.

1) Estructura Formal:
a) Edificios.
b) Currículas.
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2) Estructura Económica:
a) Presupuesto.
b) Reparto de las partidas según prioridades.
c) Cuestión Salarial.
d) Control de los llamados “robos benignos” (ej. Teléfono, rifas, etc.).

3) Estructura Académica:
a) Área de Investigación.
b) Aportes a los problemas de la realidad inmediata.
c) Funcionalidad vs. Practicidad y pragmatismo.
d) Educadores:
1) Verdadera Vocación.
2) Responsabilidad pública.
3) Formación en proceso; también para el docente (eliminar
contradicción de exigir al alumno y no a sí mismo).
4) Respuestas alternativas al modelo; no las de ahora: violencia,
moral burguesa, economicismo.
5) Reflexión profunda: sobre su disciplina y sobre la realidad.

e) Alumnos:
1) Comprensión de la pertenencia.
2) Comprensión de la vulnerabilidad en cuanto a daños.
3) Resistencia real contra el sistema; el social en términos
generales, y el educativo en lo específico.
4) Construcción responsable de su propio camino.
5) Sentido del esfuerzo y disciplina contra la cultura del placer.
6) Educación racional: Inteligencia y Voluntad.

Capítulo Dos: Breve Diagnóstico de la Situación.

Después de amplios debates, hemos llegado a acordar algunos aspectos básicos como diagnóstico
de una situación que es por demás preocupante. El sistema educativo de hoy no cumple con sus
verdaderos objetivos, probablemente no tiene claro cuáles son sus objetivos.
Se ha subvertido el orden de las prioridades y jerarquías a atender. Hoy el que debe ser el centro
del sistema, que es el alumno, está casi afuera de toda iniciativa, y la realidad que se debe abordar
es dejada de lado, presuponiéndola y pretendiendo que se adapte a proyectos que son traídos de
realidades muy disímiles con el objetivo de una adopción inmediata y perfecta.

Nosotros creemos que:


• El problema es básicamente moral, no técnico ni económico, y que
mientras se busca solucionar desde esas visiones, se cae invariablemente
en el fracaso, aunque más no sea por la falta de idoneidad moral de
quienes deben llevar adelante el sistema.
• El problema es de todos, no de un sector sólamente como hoy se
pretende afirmar. Lógicamente que las responsabilidades no son para
todos iguales; seguramente el mayor peso debería caer en los docentes y
los directivos escolares, y no en los jóvenes, ni en la dirigencia política
como se suele decir.
• El problema se soluciona desde la raíz; no desde la cúspide, como hoy se
quiere hacer. Si no logramos un extracto sano y valioso, ¿de dónde
surgirán quienes mejoren lo actual? Claro que aceptamos que la urgencia
reclama la formación de buenos docentes para iniciar este proceso de
cambio.

Capítulo Tres: Sobre los Perfiles.

3.1) Perfiles.

Es importante para nosotros tener en claro qué clase de personas llevarán adelante los cambios
necesarios en el sistema. Rescatamos por sobre todo la necesidad de contar con “sujetos libres y
creadores”, es decir, que no sean meros espectadores, ni tampoco que caigan en el individualismo
desintegrador de lo social.

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Sostenemos que esta estructura actual, tan negativa, se mantiene afirmada en dos pilares que son
la ignorancia (el desarrollo mínimo del conocimiento) y la irresponsabilidad (nadie tiene nada
que ver con lo que sucede). A partir de aquí arranca esta honda contradicción de la sociedad
actual, que no valora en absoluto a los jóvenes, pero a la vez los sobreexige, y los hace culpables
de un montón de hechos y situaciones, de los que más bien son víctimas.
Concluimos que frente a este dilema es necesario adoptar una verdadera actitud de rebeldía, de
subversión, no actuando desde lo esperable o lo previsible, sino al contrario desde el absurdo, no
tomando el camino fácil, sino el esfuerzo que permite superar etapas y colocarse siempre más allá
del problema planteado.

3.2) Perfil del Directivo.

3.2.1) Deberá estar libre de toda sospecha previa, de toda limitación derivada de intereses en
juego, de negociados, de prebendas, etc.
3.2.2) Su vida privada deberá estar en plena coherencia con su vida pública, de modo tal que
demuestre con su testimonio la posibilidad cierta de lograr lo que propone en sus
directivas, toda vez que en definitiva su función es educar para conductas que en
general se desarrollaran en el ámbito privado.
3.2.3) Priorizará siempre el Bien Común por sobre el bien particular, aún a riesgo de tener
que sufrir incomodidades, y de tener que postergar gustos y satisfacciones personales.
3.2.4) Será el primero en cumplir las directivas y ordenanzas que proponga a su institución,
comprendiendo el primer y fundamental principio de autoridad, que es la de someterse
al propio orden y estado de derecho propuesto.
3.2.5) Deberá ajustarse siempre a su discurso previo, o en caso de encontrarlo impracticable
o poco conveniente, deberá contradecirlo y rectificarlo –preferentemente con una
disculpa- públicamente, absolviendo a todos quienes apelando al sentido común se
hayan adelantado a invalidar ciertas directivas. La importancia del doble discurso está
dada por la pérdida y en algunos casos eliminación de la credibilidad.
3.2.6) Priorizar siempre el espíritu a la letra. Mantener un equilibrio entre la rigidez del
reglamento y la interpretación de cada circunstancia, pero sin abandonar nunca el
ámbito racional, que es el que corresponde a la educación.
3.2.7) Al aplicar la dureza de la ley y los castigos previstos, deberá ser siempre más exigente
y rígido consigo mismo que con sus subordinados.
3.2.8) Tener un mensaje claro y preciso, que no deje lugar a la ambigüedad, y a las
especulaciones que abren necesariamente la puerta a la corrupción.
3.2.9) Manejar con absoluta transparencia los bienes públicos, haciendo todo a plena luz, y
explicando todos y cada uno de los ingresos y egresos, para evitar el clientelismo, la
malversación de fondos, el fraude, la estafa, el robo.
3.2.10) Permitir la participación de todos los sectores de la institución, no sólo desde la
propuesta formal, sino en la acción concreta, impulsando el compromiso, el sentido de
pertenencia, etc.
3.2.11) Reunir la autoridad en sus tres aspectos: legal, moral, y natural (por carisma y
vocación).
3.2.12) Dedicación exclusiva.
3.2.13) Objetividad e imparcialidad en el juicio.
3.2.14) Tener una vocación, ¿con una previa experiencia en el aula?, con una preparación
especial; no como una carrera automática.
3.2.15) Trabajo en equipo; formación de gente para reemplazarlo o secundarlo; importancia
de la división de poderes.

3.3) Perfil del Docente.

3.3.1) Es indispensable como punto de partida una verdadera vocación, promovida desde el
análisis profundo de la persona y la búsqueda de potenciar sus capacidades naturales en
función del Bien Común. Nos parece recomendable una evaluación vocacional, y no
simplemente laboral.
3.3.2) Comprender que el camino debe ser constante, que siempre hay que ir a más, que siempre
hay que buscar crecer, que siempre hay que buscar nuevas opciones.
3.3.3) Tener en claro la prioridad del oficio que siempre y bajo cualquier circunstancia deben ser
los alumnos.
3.3.4) Importancia del respeto por la institución y todos sus miembros, aceptando y cumpliendo
todas las normativas dadas, aunque no le gusten demasiado o le signifiquen un esfuerzo
mayor, siempre y cuando no atenten contra la recta conciencia y las conductas éticas
inclaudicables.

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3.3.5) Entender que este es un trabajo que excede un tiempo esquematizado, que hay una
demanda extraescolar que debe ser atendida, aún a costa de sacrificar otros intereses
personales.
3.3.6) Ya que la razón es el eje de este ámbito, es fundamental el permanente desafío de esta
capacidad, a través de todas sus variantes, teniendo siempre como ejes a la Inteligencia y
a la Voluntad.
3.3.7) El estudio es un camino inagotable, no sólo para los alumnos, más aún para el profesor.
No es una cuestión de gustos, de búsqueda de status, de sumatoria de puntos; se trata de
una obligación irrenunciable, que tiene relación directa con la posibilidad de entregarles
cada día un poquito más a los alumnos.
3.3.8) Nunca la exigencia a la hora de calificar y de sancionar debe superar la capacidad de
entrega del docente; es decir, el primer ejemplo es exigirse más que los alumnos. En
cambio, la propuesta sí siempre debe ser superadora del propio docente, porque el mejor
logro de la enseñanza es que el alumno sepa más que quines le enseñan.
3.3.9) Buscar la ecuanimidad a la hora de tomar decisiones, aún a riesgo de ser antipático, o de
sufrir la bronca de los alumnos. Para esto, es importante la coherencia entre el discurso y
la acción.
3.3.10) No aceptar nunca condicionantes de ningún tipo que luego limiten las posibilidades de
acción. En caso de suceder algún hecho que precipite la creación de intereses (ej.
Parentesco, dependencia laboral), es conveniente dar un paso al costado.
3.3.11) Nunca equiparar las responsabilidades del docente con el alumno, aceptando de antemano
que nada justifica reacciones intempestivas, faltas de respeto, discriminaciones,
agresiones verbales y físicas. El alumno debe ser considerado como algo sagrado, lo que
no quiere decir aceptar sus inconductas o desvíos, pero cualquier corrección o sanción,
debe ser hecha desde los marcos preestablecidos, y no desde un sentimiento personal.
3.3.12) Incentivar la participación del alumno, demostrándole de diferentes maneras su
importancia trascendente e irreemplazable, su sentido de ser valioso. Es fundamental
lograr la formación y el fortalecimiento de personalidades firmes, que asimilen valores
desde la convicción y no desde la coerción, desde la amenaza, desde el miedo, que lo
único que logra es la concreción de conductas meramente formales.
3.3.13) Reconocimiento de las limitaciones y errores como punto de partida para establecer la
posibilidad más concreta del aprendizaje, del perfeccionamiento, del crecimiento integral.
3.3.14) Tomar posturas claras y firmes frente a hechos de gravedad que puedan suceder dentro y
aún fuera del ámbito institucional. Frente a ciertos hechos graves (ausencia de clases,
abusos de autoridad, robos, abusos sexuales, etc.) el docente no puede dejar de fijar su
posición, a pesar de que muchas veces no pueda con esto obviar su complicidad por
participar dentro de las corrupciones del sistema.
3.3.15) Enseñar exige investigación. Ej. Monografías.
3.3.16) Respeto a los saberes del educando.
3.3.17) Estimular la curiosidad (construida y reconstruida) y la creatividad.
3.3.18) Generar siempre nuevas instancias; no considerar los conceptos enseñados como hechos
definitivos.
3.3.19) Enseñar exige riesgo y aceptación de lo nuevo.
3.3.20) Reconocimiento de la identidad cultural.
3.3.21) Evitar el determinismo y tomar conciencia de estar condicionados.
3.3.22) Respeto por la libertad (autonomía recta).
3.3.23) Autoridad con buen juicio (¿al estilo Don Quijote?).
3.3.24) Reconocer la realidad para poder actuar sobre ella.
3.3.25) Enseñar exige esperanza; convicción de un cambio posible.
3.3.26) Importancia del diálogo.
3.3.27) La educación siempre es política; debe ser democrática.

3.4) Perfil del Alumno.

3.4.1) Participativo.
3.4.2) Cuestionador.
3.4.3) Racional; resistir desde la inteligencia.
3.4.4) Respetuoso, y exigir ser respetado.
3.4.5) Exigir desde la exigencia; no permitir que el docente se aburguese.
3.4.6) Colaborador con el docente desde sus habilidades, poniéndolas al servicio de todo el
grupo.
3.4.7) Generar propuestas.
3.4.8) Consciente; agradecido de lo que recibe.
3.4.9) Predispuesto a dar y a recibir.
3.4.10) Sentido de Autocrítica.

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3.4.11) Coherente.
3.4.12) Solidario.
3.4.13) Con sentido de pertenencia.
3.4.14) Valorizar las propias opiniones; defenderlas a cualquier costo.

Capítulo Cuatro: Sobre las Prioridades.

Prioridades:

Hay muchas (¿algunas?) cosas que hoy son buenas y necesarias en el sistema educativo; es
importante ser conscientes que es un espacio que nunca debe desaparecer. Al menos como
espacio de alternativas diferentes, de crecimiento integral, de ámbito de expresión e intercambio
de ideas.
Consideramos fundamental y en este orden jerárquico el desarrollo de estas capacidades:

4.1) Capacidades morales: es fundamental la transmisión de contenidos y


parámetros éticos, generar el espacio y hábito para la reflexión frente
a todas las acciones humanas. En este plano, es imprescindible el
testimonio del educador y su coherencia.

4.2) Capacidades sociales: importancia del aprendizaje de la política


como ciencia que sirve al hombre para organizarse en forma correcta
dentro de una sociedad. Aquí también son claves la coherencia y el
testimonio, teniendo en cuenta la objetividad por sobre banderías y
partidismos; y apelando siempre a lo racional y no a lo dogmático.

4.3) El Razonamiento Abstracto: tener en cuenta las dos “ciencias


madres” de este tipo de pensamiento, que deberían ser de enseñanza
obligatoria en todos los programas y carreras: la filosofía y la lógica
en lo humanístico, la Matemática en el terreno de lo exacto.

4.4) El Arte: es muy importante como actividad que permita el desarrollo


de la expresión de cada persona, que enriquece el todo de la
comunidad, y de la socialización, que permite una mejor y más
genuina inserción de cada persona en la comunidad.

4.5) Capacidades físicas: también deben ser tenidas en cuenta, toda vez
que aceptamos que el hombre es un ser integral, y que necesita de
una plena armonía para su máximo desarrollo; bien viene el recuerdo
de aquel remanido adagio: “mente sana en cuerpo sano”.

En general, hemos coincidido que el ámbito que corresponde plenamente a la escuela es el


intelectual, por eso es tan importante alejarse de la mera opinión o de las suposiciones, y
acercarse a verdades que impliquen el ejercicio de la razón, y la posibilidad de un conocimiento
universal a través de fundamentos concretos.

Capítulo Cinco: Sobre Algunas Cuestiones Claves.

Hay también algunas cuestiones claves que concluimos que ayudarían a mejorar la situación
actual del sistema:

5.1) Independencia de las políticas del gobierno de turno. Afirmamos la necesidad de la


separación entre el poder político y el modelo educativo. En vez de ser usado como
hoy en día para afirmar un modelo político-gubernamental, o para difundir ideologías
propias, el poder político debe estar al servicio del sistema educativo, y satisfacer
todas sus necesidades, priorizándolas por sobre sus propios intereses, y más allá de
cualquier bandería política.

5.2) Claridad en el manejo de los fondos: es indispensable que el manejo de fondos


públicos, más aún en educación, sea absolutamente transparente, y que todo el mundo
tenga acceso a su control y revisión. La concepción de que este dinero es de todos los
miembros de la comunidad, es decir, del Bien Común, es la clave, como también tener
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en claro que la función del ámbito educativo no es la de lucrar, sino la de educar, y
sólo con ese fin está justificado el manejo de fondos.

5.3) Transparencia en el acceso a cargos: evitar cualquier tipo de componendas, de


amiguismos, de acomodos. Esto está íntimamente vinculado con lo señalado de los
concursos para docentes y directivos. Esto se ve facilitado cuanto más lejos del
sistema se encuentren otros poderes, sobre todo aquellos que tienen amplias
posibilidades de decisión.

5.4) Democratización de la Institución: hoy se habla mucho de democracia, pero es sabido


que existe un absoluto verticalismo en el sistema. Es fundamental acomodar el
discurso a la práctica, de modo tal que los alumnos puedan desde la escuela practicar
lo que necesitarán para la vida social. Para esto es imprescindible que nadie se crea
dueño de su lugar, cargo, función, etc., y que se acepte siempre la revisión de medidas
y acciones, frente a la permanente posibilidad del error. Esto también amplia la
participación, y por lo tanto enriquece el pensamiento y la acción desde todos los
integrantes. La democracia debe estar también en las bases, que no deben pretender
imponer sus ideas por medio de la intolerancia y la fuerza, arrogándose la
representación de todos, siendo muchas veces sólo minorías.

5.5) Necesidad de desarrollar la Investigación y la ciencia: lo hemos marcado ya como uno


de los puntos fundamentales del proyecto, la necesidad de avanzar siempre en el
conocimiento, y no de quedarse en la mera repetición de lo ya sabido. Aceptando la
diferencia de niveles, es muy necesario que todos los integrantes del sistema
educativo, adquieran la conciencia y la práctica de la investigación, como un ejercicio
intelectual permanente.

5.6) Búsqueda de una inserción social concreta: todo lo aprendido y enseñado, debe tener
como fin el mayor servicio posible al Bien Común, y para ello, es fundamental tener
en cuenta las necesidades sociales para satisfacerlas y para permitir una permanente
potencialización de los recursos. Sin el contexto social, todo conocimiento adquiere
una dimensión mezquina, y en algún punto, absurda.

5.7) Distinción entre las funciones de la escuela y las de otras instituciones; el problema de
la retención escolar: hemos hablado mucho sobre la supuesta retención escolar actual;
¿retención dentro de dónde? Aquellos que sólo concurren a la escuela a tomar la
merienda y a jugar con sus compañeros; ¿están realmente dentro del sistema
educativo?; ¿cumplen realmente un proceso educativo verdadero? Creemos que no, y
afirmamos que el gran conflicto se origina a partir de que la escuela ha perdido su real
dimensión, el ejercicio de sus verdaderas funciones. No desconocemos las enormes
necesidades sociales de la actualidad, pero creemos que esas necesidades deben ser
cubiertas por otras instituciones específicas dedicadas a esas funciones, y que la
escuela debe recuperar su función primordial que es transmitir conocimientos y
desarrollar las capacidades intelectuales de sus alumnos, cada vez más importantes, ya
que es la única herramienta que les quedará para afrontar la vida.
La objeción que podría hacerse es que frente a la emergencia que vivía el país, el
estado recurrió a la escuela como única institución capaz de paliar las cuestiones
sociales más graves y urgentes. Nosotros pensamos que el estado se ha quedado con
una solución cómoda y ha transformado la emergencia en algo crónico. Por otra parte,
esta cultura del facilismo, de la que se sirve el gobierno y el pueblo, les sirve
evidentemente a los primeros para mantener la manija de la manipulación.

5.8) Educación personalizada, reconociendo las diferencias para potenciar las capacidades
personales. Aceptar que no todos los alumnos se encuentran en la misma instancia de
aprendizaje e incorporación de conocimientos.

5.9) Fortalecimiento de los ámbitos de consulta y búsqueda y apoyo frente a problemas


concretos; bibliotecas, talleres, gabinete psicopedagógico: hay un gran déficit en la
actualidad de soportes frente a las dificultades que permanentemente se plantean en el
proceso educativo; creemos que es fundamental que se provean estos espacios para
complementar las deficiencias que puedan quedar del aula.

5.10) Uno de los déficit actuales de los centros educativos es la falta de espacios
alternativos para desarrollar tareas extracurriculares, como pueden ser trabajos
especiales, preparación de exposiciones, clases de apoyo o consulta, y

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fundamentalmente, espacios de contención en casos de problemas y crisis personales,
afectivas, etc.

5.11) En cuanto a la contención, creemos que es muy importante, más bien indispensable en
estos tiempos, la existencia de un gabinete psicopedagógico y psicológico, que sirva
para resolver –o al menos buscar soluciones- los problemas personales que día a día se
presentan entre quienes concurren a las escuelas, y que terminan influyendo y
repercutiendo, en sentido negativo, sobre toda la comunidad educativa. Este equipo de
especialistas deberá procurar la implementación de compromisos extraescolares de
todos los miembros, sobre todo en el apoyo y seguimiento de aquellos alumnos que
tienen más carencias y dificultades.

5.12) Creación de proyectos de extensión social, desde los alumnos: vemos como una gran
cosa la posibilidad de extender las bondades y beneficios de la escuela hacia toda la
comunidad, desde el núcleo del sistema educativo que son los alumnos, de modo tal
que ya puedan empezar a notar la conexión entre la realidad y sus afanes de mejorarla.

5.13) Atención a las medidas de seguridad y de buen funcionamiento de los edificios,


permitiendo el uso correcto sin poner en riesgo la integridad de quienes concurren a
los mismos. Para esto es importante tener en cuenta un avance gradual que no impida
la continuidad educativa en aquellos lugares donde si bien las medidas de seguridad
no son plenas, el riesgo no está influyendo directamente sobre la vida de quienes
concurren.

5.14) Otro elemento a tener en cuenta es el hecho de recuperar las normas como base de
cualquier ámbito de convivencia, pero más aún, un ámbito como la escuela, que es de
reflexión y de formación. Tomando como antecedente inmediato lo ocurrido en
Cromagnon, vemos dos grandes debilidades en la estructura social, que se producen
con mucha fuerza en el ámbito educativo. Por un lado la demanda permanente de
aquello que no estamos dispuestos a dar (ej. La exigencia de un horario para los
alumnos, con sanción incluida, cuando los mayores no cumplen con el suyo propio),
un mecanismo que pone en marcha un reclamo infinito, porque siempre habrá alguien
que no esté cumpliendo con su función y deber.
Por otro lado, la permanente postura de descargar las culpas que nos pertenecen en los
otros; que desde luego, sigue esta lógica de la demanda, ya que es seguro que el otro
tenga alguna culpa que asumir por no estar cumpliendo con la parte que le toca. El
problema de este sentido de transferencia de culpas, es que termina de cerrar un
círculo vicioso, en donde nadie termina siendo responsable de nada, porque nadie
considera que se debe hacer cargo, y en donde todos terminan siendo sospechosos de
todo.

5.15) Nos hemos detenido a pensar y rever las cuestiones de género, y la importancia que
tienen ciertos prejuicios y ciertas conductas formales en nuestras escuelas. Partiendo
de preconceptos arraigados, como el de que las mujeres no tienen tanta capacidad
racional como los hombres, o que aquellos no tienen la aptitud para el arte tan
desarrollable como éstas, observamos que se pierde un gran potencial en todos y cada
uno de los alumnos. Pensamos que sería bueno abordar la educación desde planteos
más originales que permitan a cada uno en su genero desarrollarse al máximo, y no
sólo prepararse para lo que la sociedad nuestra, de concepción eminentemente
machista (aún en su feminismo), quiere destinarle como misión.

5.16) Necesidad de una alternativa para la exigencia social de títulos, tal vez algunas
tecnicaturas más específicas, de modo tal que, sin perjuicio de una traba laboral
insalvable, exista la posibilidad de elevar el nivel educativo de la escuela Media, aún a
riesgo de elevar el índice de analfabetismo en esta etapa educativa.

5.17) Alternativa del rol del tutor. Hemos debatido la utilidad e importancia de una figura
intermedia entre el directivo, el docente y el preceptor, que tenga la posibilidad de
dedicarse más exclusivamente a los aspectos humanos de la convivencia de los
alumnos dentro de la escuela, y que pueda tener un cierto ascendiente de contención y
de parámetros éticos respecto del alumno.

5.18) También se ha considerado la importancia de conformar un presupuesto para cada una


de las inversiones que sea necesario realizar dentro de la institución, de modo que se
pueda clarificar todo tipo de gasto, y optimizar el rendimiento de todos y cada uno de

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los ingresos. Surgió por caso el ejemplo de cuando se realizan rifas para determinado
fin, y no se aclara de antemano qué es lo que se precisa recaudar. Creemos que cuando
se trata de dinero público, es imprescindible que todos los miembros de la institución
puedan tener acceso a la información sobre su uso, y es totalmente reprobable la
existencia de gastos reservados.

5.19) La Revalorización del papel de la Familia como agente educativo es fundamental para
que la escuela vuelva a ser un complemento, y deje de ser un todo en la educación de
los alumnos. En una sociedad en crisis como la nuestra, vemos la necesidad de
“amucharse” en ese pequeño pero poderoso espacio que es la familia, y vemos
también la posibilidad de fortalecerla y recuperarla desde la educación, hasta lograr el
ideal de un trabajo en conjunto.

5.20) La inconveniencia del silencio frente a hechos graves marca una realidad que es clave
en nuestra actual tragedia educativa; las acciones de un docente, directivo o alumno
dentro del ámbito educativo, dejan de ser privadas, y lo peor que puede hacerse es
encubrirlas, generando la posibilidad de futuras acciones que irán subiendo en el tenor
de su gravedad, al amparo de esta impunidad generada. Observamos como ejemplos
frecuentes en nuestro sistema, el caso de personas que frente a un acto grave
cometido, son trasladados del escenario, pero no sancionados ni quitados del sistema,
donde permanece el peligro de una posible reincidencia; más aún, en algunos casos se
los premia destinándolos a cargos de mayor jerarquía.

5.21) Una Enseñanza programada para la ignorancia, no permite romper el cerco de


mediocridad, y permite la permanencia de elementos negativos y de personas no
idóneas dentro del sistema, ya que la misma enseñanza no permite a los alumnos
alcanzar el conocimiento que los provea de un juicio más rotundo respecto de quienes
los están estafando en su posibilidad de crecer intelectualmente.

5.22) La necesidad de mayor capacidad intelectual para lo creativo que para lo


reproductivo; más ciencia y menos técnica. Todo en la visión de evitar el alienamiento
y la automatización, que son capaces de generar eficiencia, pero nunca una verdadera
conciencia crítica que es en definitiva la que permite lo novedoso, aquello que genera
cambios profundos en la sociedad.

5.23) La Posibilidad de Evaluaciones censales periódicas, la hemos analizado como una


alternativa de mayor exigencia, y de una permanente corrección de vicios y
desperfectos, a la vez que evita el aburguesamiento y la pereza intelectual en las
personas que componen el espacio educativo.

5.24) Hemos destacado el rol primordial de los Medios de Comunicación Social, en su


papel de grandes colaboradores en el proceso de imponer este modelo Globalizado,
que contradictoriamente a sus propuestas iniciales, termina generando la más grande
exclusión social de la historia de la humanidad. Afirmamos que la escuela no debe
competir con ellos para captar la atención y voluntad de sus alumnos en su afán de
concretar en ellos valores; la escuela debe presentar verdaderas alternativas a ese
mundo dominado por la imagen, por lo instantáneo, por lo superficial que proponen
los medios. El verdadero ámbito de trabajo de la escuela es el campo racional, y desde
una creatividad comprometida y exigente, podrá conseguir muchos más y mejores
resultados frente al avance de los medios, que pretendiendo discutirles su hegemonía
con las mismas armas usadas por ellos.

5.25) Una visión del mundo actual nos ha llevado a una Crítica del fundamentalismo, y a
proponer contra eso la racionalidad. Vemos la importancia de asimilar, comprender y
desarrollar lo cultural en la educación, algo que permite la real participación del
alumno, como oposición al clásico adoctrinamiento, que es el que hasta hoy ha
permitido la formación de los elementos más útiles para el sistema impuesto (más aún
en estos días dominados por la Globalización).

5.26) Notamos una gran ausencia en nuestra educación: la de una verdadera identidad
cultural, y creemos que es producto de la inexistencia de un proyecto de Unidad
Nacional que nos incluya a todos, y que contemple parámetros propiamente nuestros.
Hemos vivido de espaldas a nuestra cultura, e incluso la hemos negado
sistemáticamente, y en este sentido, la escuela ha sido el principal lugar donde se ha
formado una falsa cultura, o cultura artificial, compuesta por elementos foráneos y por

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paradigmas fabricados con cuentos y mentiras. Todo esto se traduce en nuestra actual
fragmentación social, y lo que es más grave aún, en esa atomización por el odio que
sufrimos, que es la peor posible.
Pensamos que es urgente construir una identidad nacional y cultural, desde lo que
somos y desde lo que podemos ser. Y en este sentido, el papel más importante le
corresponde a la escuela, que debe cohesionar los dos sentidos de esta identidad: el
incontingente e inmutable, que está en nuestras raíces más profundas, y el dinámico y
renovador, que está en el permanente aporte que como sociedad podemos hacerle
(atendiendo a los cambios del mundo, pero sin subordinarnos a los caprichos de las
naciones más poderosas y de su efecto globalizador).

5.27) La escuela debe vincular a los chicos con el mundo del trabajo, y para ello, es más
importante la transmisión de una cultura en general, y sobre todo, de la esencia de un
mundo que está muy lejos de las diversiones de los show mediáticos, y que requiere
del esfuerzo para superar serias dificultades. La mayoría de los alumnos, al recibirse,
se van a encontrar con un mundo en donde no encontrarán trabajos acordes a las
capacidades que supuestamente les brinda la escuela; al contrario, deberán afrontar
trabajos informales o alternativos, muchas veces inventados por ellos mismos, que
sólo les servirán para sobrevivir, y que ni siquiera podrán aprovechar para ir
generando un currículum interesante y valioso.
Frente a esta paradoja del mundo actual que exige una preparación que es mucho más
humanística y universal, que meramente técnica, es fundamental que la escuela sepa
mostrar las dificultades que le aguardan al alumno en el mundo, que sepa estimular su
personalidad, y que tenga la visión de abrir al máximo el abanico de posibilidades.

Segunda Parte.
Cuestiones prácticas para la concreción de los perfiles planteados.

A continuación agregamos algunos elementos que nos parecen importantes para definir el
verdadero funcionamiento de un sistema educativo que tenga en cuenta por sobre todas las cosas,
los aspectos morales, y una estructura altamente participativa y democrática.

Capítulo Uno. Sobre las horas de clase y otros.

1.1) La actividad en aulas y talleres debe ser el centro de cualquier modelo educativo serio,
y aunque es cierto que vale más la calidad que la cantidad, ante una menor calidad, la
cantidad de horas invertidas con un esfuerzo sincero, pueden llegar a compensar esta
falencia.
1.2) La actividad con los alumnos en horas de clases debe ser priorizada por sobre
cualquier actividad, aún las mesas de exámenes.
1.3) Los calendarios diseñados a principio de año deberán ser respetados –ya que es la
única forma en que el docente podrá armar su propia programación-. En caso de algún
cambio extraordinario deberá ser anunciado con al menos un mes de anticipación.
1.4) Es importante que el docente se ocupe de sus alumnos en las horas que están a su
cargo, y no los deje librados a su voluntad de paseos fuera del aula, impidiendo de
este modo las permanentes molestias y distracciones que esto conlleva para los otros
cursos que están intentando producir algún conocimiento.
1.5) Se deberá revisar urgentemente el régimen de licencias y artículos de los docentes,
más allá de las ilegalidades recurrentes, es fundamental asegurar la continuidad de las
clases.
1.6) Se deberá implementar un sistema de suplencias que permita la continuidad
automática de las clases, sin los engorrosos trámites actuales que hacen siempre
perder como mínimo una clase en el cambio.
1.7) En el caso de faltar por cualquier circunstancia, el docente a cargo del curso deberá
presentar su pedido de licencia para ser cubierto de inmediato, y no manipular
licencias entrecortadas en el caso de saber claramente la continuidad de su problema.
1.8) Las Instituciones (escuelas) deberán estar facultadas para cubrir en carácter de
emergencia las horas que no se hayan cubierto por las vías preestablecidas.
1.9) Es fundamental que existan sanciones claras y reales por las faltas y llegadas tarde en
las que incurra el docente, al igual que ocurre con los alumnos.

Capítulo Dos. Sobre el ingreso a las cátedras.

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2.1) Es fundamental que el docente amerite su posición al frente del curso. No a través de
puntajes sospechosos (cursos comprados, amiguismos con el poder, títulos de lejana
ascendencia, etc.), sino a través de la demostración real y cabal de sus
conocimientos y habilidades pedagógicas.

2.2) Para esto deberá ser obligatorio un sistema de concursos (similar a las universidades) para
acceder a las cátedras, y este derecho deberá ser revalidado cada 2 ó 3 años a lo sumo,
para asegurar que el docente no se aburguese en su puesto, ni lo considere como una
propiedad suya y para siempre.
2.3) Los exámenes y evaluaciones del docente deberán ser realizados frente a un tribunal
capacitado, que asegure por sobre todas las cosas, su total independencia de los poderes
políticos de turno, y aún de los intereses gremiales, y que no tenga intereses creados
respecto del postulante (léase amistad, parentesco, etc.).

Capítulo Tres. Sobre la formación y capacitación del docente.

3.1) Es fundamental que el docente se capacite en forma permanente, en la medida de sus


posibilidades y sus tiempos. El actual sistema a través de cursos estáticos y
predeterminados generalmente por intereses comerciales y de puntaje, no parece ser la
mejor forma.
3.2) Hay varias cuestiones que se deben tener en cuenta en este aspecto. Una es la excesiva
carga horaria del docente. Un máximo de horas, para ser atendidas como corresponde no
deberían exceder las 25 horas cátedras. Se debe tener en cuenta que el trabajo del docente
no termina en el aula, y que el equivalente de 25 horas cátedras –según el docente- nunca
es menor a 50 horas laborales por semana.
3.3) El docente debe tener la actitud del estudio permanente, es decir, de la búsqueda del
conocimiento, que es en definitiva lo que tiene que tratar de transmitir a sus alumnos. Para
ello es fundamental que dedique al menos una hora por día al desarrollo de su intelecto,
no encerrándose en meros tecnicismos, sino intentando abarcar cuestiones más amplias y
profundas que tienen que ver con la ciencia.
3.4) La preparación de las clases es una instancia fundamental e ineludible, y sirve también
para el perfeccionamiento y el enriquecimiento intelectual del docente, en este caso, con
una repercusión directa en sus alumnos.
3.5) Sería importante implementar cada cierto período de tiempo, por caso 5 ó 7 años, la
posibilidad de un año de estudio intensivo, en el que el docente, por un sistema de becas o
por la continuidad de su situación salarial, pueda dedicarse exclusivamente a estudiar, sin
tener que preocuparse por otras cuestiones que tienen que ver más que nada con su
sustento.
En cuanto a esto, cabría la objeción de que el desligar totalmente al docente de su práctica
durante determinado tiempo, podría provocarle la pérdida de hábitos positivos; para evitar
esto, se podría buscar un equilibrio que permitiera los dos beneficios: es decir, una
reducción de horas de trabajo (sin la eliminación total), a favor de mayor cantidad de
horas de estudio. Claro que esto último sólo sería posible en el caso de los grandes centros
urbanos, en donde el lugar de trabajo, y los centros de altos estudios conviven en un
mismo espacio físico.

Capítulo Cuatro. El problema universitario y de los institutos de formación docente.

4.1) Las carreras tal como se presentan hoy día, son ciento por ciento resultadistas, y no tienen
tanto en cuenta el desarrollo de talentos naturales, como lo que exige la demanda del
mercado de turno. Es así como los centros de estudio se convierten en simples mercados
de títulos, donde lo que cuenta es la “chapa” y no el conocimiento en sí mismo. Para
solucionar esto, proponemos que al final de cada carrera, se tome un examen integral de
todo lo visto, que sea condición sine quanon para obtener el título. También que cada un
período determinado, por caso dos años, todos aquellos graduados deberán dar uno o
varios exámenes, o un curso para revalidar el título obtenido, con todos los conocimientos
de antes y los que el avance de la ciencia aprendida vaya generando.
4.2) Hoy en día hay una cierta reválida de título que se da a través del mercado laboral
(aunque es mínima, sino no habría tantos casos de mala praxis), pero esto no hace más
que afirmar el círculo vicioso del economicismo, y nosotros estamos convencidos que el
dinero puede llegar a conseguir la eficacia, pero no la ética profesional.
4.3) Pensamos que uno de los grandes problemas de la actualidad es la descentralización de las
Universidades. Les han hecho perder la calidad de sus claustros (ya que las cátedras al ser
más y al estar alejadas entre sí, son dictadas por profesores de segundo o tercer orden), y
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sobre todo, el verdadero sentido de lo universal. Se ha perdido el ámbito de discusión
intelectual y académico que históricamente permitían los foros universitarios.
4.4) Otro problema grave de estos tiempos es la proliferación de la educación a distancia, que
ha dejado librada la educación a la autodidaxia de cada estudiante. Aquí se elimina el
sentido del maestro como guía, y la riqueza del intercambio y del debate, y se corre el
riesgo de acrecentar la soberbia intelectual, y la fijación de errores.
4.5) Otro detalle importante es el de la devolución de la ayuda recibida, de parte de todo el
pueblo, sobre todo por aquellos que estudiaron en instituciones estatales, de esas que
pagan los obreros cuyos hijos jamás podrán pisar sus claustros. La idea es establecer un
sistema de trabajos comunitarios ad-honorem, para sustentar las necesidades de aquellos
que componen el segmento social más necesitado. También es importante exigir un
resarcimiento económico y moral para la sociedad, de parte de aquellos que, privilegiando
generalmente intereses personales (casi siempre económicos), se van fuera del país, luego
de haber obtenido aquí un título en nuestras universidades públicas.
4.6) Otro elemento importante a desarrollar es un sistema de becas para aquellas personas que
teniendo una capacidad y un talento que no debieran ser desaprovechados en beneficio de
la Patria, no pudieran costearse un estudio por urgencias laborales, o por falta de recursos
para radicarse en lugares alejados de su lugar de residencia. Dichas becas deberán ser
repartidas por un sistema de clasificación de acuerdo a aptitudes y actitudes de la persona
que lo requiera, y deberán ser revalidadas con resultados concretos al final de cada
período de actividades.
4.7) Los profesionales y graduados deberán ser controlados por un tribunal de ética
independiente en cuanto a las faltas contra la comunidad, y en cuanto a aquellas acciones
cometidas en detrimento de la deontología propia de su profesión.
Sin dudas que la lógica sería que esta tarea quedara en manos del sistema judicial, pero es
probada en estos tiempos su falta de idoneidad, y más aún de ética. La misma ley en su
esencia suele ser perniciosa y hasta inmoral, ni qué decir de su aplicación.
4.8) En cuanto a los docentes, son ellos los principales depositarios, no sólo de los logros
obtenidos por la sociedad en el camino del conocimiento, sino también del recorrido hacia
el perfeccionamiento que las distintas disciplinas deben realizar en las personas de los que
están aprendiendo dichos conocimientos. La excelencia es algo que se consigue no sólo
con los resultados materiales y/o prácticos de cada disciplina, sino muy especialmente con
la disposición ética de quienes las ejercen.
4.9) Es fundamental incentivar todas las capacidades de los educandos, de modo tal que, su
resultado final, sea el máximo que permita alcanzar el potencial de cada uno, y que sea en
la medida de lo posible, mejor que el de sus propios educadores. Para esto es fundamental
una buena guía, propiamente dicho, un maestro al modo antiguo, alguien que sea capaz de
encausar a quienes aprenden por el camino de la superación, del sacrificio y del esfuerzo
que llevan, no a un egoísta enriquecimiento social, y a una vanagloria, sino más bien a un
enriquecimiento del Bien Común de la sociedad.

Capítulo Cinco. Sobre la entidad moral del docente.

5.1) Es indispensable, que más allá de sus conocimientos académicos, el docente acredite
también una moral correcta y clara. Tratándose de una educación integral, y que contiene
por sobre todas las cosas la transmisión de valores, es necesario que quienes estén a cargo
de dicha transmisión, tengan en su conducta la posibilidad de un testimonio
imprescindible para ello. En este caso hay una dificultad importante a tener en cuenta, y
es que las normas de moral no tienen otro patrón que la ley y la costumbre, hoy
absolutamente relajadas y corrompidas, por lo que se limita la sanción casi al margen del
delito. En dicho caso sería necesario abstraerse un poco de los patrones sociales
existentes; es decir manejarse con ciertos parámetros subversivos.
La otra objeción es que se debería contemplar la posibilidad de conversión y cambio de
actitudes de la persona que haya incurrido en una falta moral grave; aquí vuelve a ser
necesario recurrir a la experiencia de la realidad, que demuestra todo lo contrario, con un
alto grado de reincidencia y hasta agravamiento, tal vez estimulado por la impunidad que
le brindan las dichas leyes y costumbres.
5.2) Una de las reglas básicas del ejercicio de la autoridad en su forma pura es la
correspondencia, y más aún la coherencia entre el discurso y la acción. Esto tiene una raíz
puramente ética. No se puede exigir conductas que uno no está dispuesto a sostener con la
propia.
5.3) Es importante aprender a llamar a las cosas por su nombre, y no encubrir todo con
visiones conformistas y acomodaticias. Es importante no acostumbrarse a las
corrupciones como un elemento más de lo cotidiano.

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5.4) El robo de horas de clases es una falta moral grave, y razón suficiente para que alguien
sea separado de sus funciones. Lo mismo ocurre con faltas como la discriminación, la
violencia física, psíquica y moral, la descalificación de un pensamiento, las objeciones de
pensamientos religiosos, etc.
5.5) Un párrafo aparte merecen las cuestiones de índole sexual; desde las más graves, hasta
aquellas que el sentido cotidiano considera meros juegos. No hay equivalente, nunca,
entre la responsabilidad del docente y la del alumno –si la hubiere-, ya que siempre existe
una asimetría de fuerzas y de libertad de elección que tornan gravísima cualquier acción
del docente en este campo. Si consideramos a ésta una etapa de formación, veremos que
los daños causados son gravísimos, con el agregado potencial de que ese alumno puede
recrear en otros el día de mañana esas inmoralidades que con él se hayan cometido. En
estos casos, no basta con la separación del docente de su cargo, que debe ser inmediata, es
necesario impedir que siga dentro del sistema, y también que la sociedad toda sepa que
existe un peligro potencial en esta persona, no para excluirlo, sino para contenerlo y
vigilarlo.
5.6) La vida privada de un docente no puede ser excluida totalmente de su característica de
hombre público, y por tanto, debe tener siempre presente su responsabilidad educativa y
testimonial más allá del espacio físico del aula.

Capítulo Seis. Sobre la imposición y la concientización de enseñanzas.

6.1) Es importante que la transmisión de todo contenido contemple siempre un aspecto


racional, que le permita al alumno analizar por sí mismo las bondades y conveniencias
de dicho contenido.
6.2) Es importante que el contenido trasmitido esté acompañado por un contenido
humanístico auténtico, que tenga en cuenta todos los aspectos que rodean la persona a
quien se quiere transmitir dicho contenido.
6.3) Es importante no perder nunca de vista el sentido universal del pensamiento, aún en
los ejemplos más insignificantes, de modo que toda enseñanza pueda tener una
proyección trascendente, más allá del espacio y tiempo exactos en que fuera aplicada.
6.4) Las conductas y posturas coercitivas y autoritarias (impuestas generalmente a través
del miedo y la amenaza) pueden tener un efecto positivo inmediato en cuanto a lo que
se quiere lograr, pero absolutamente efímero y pobre en cuanto a sus contenidos y
continuidad. No bien desaparece la amenaza o la posibilidad de sanción,
automáticamente desaparece el efecto que éstas provocan, es decir, se pierde el
contenido, la enseñanza, el valor, aún el antivalor que se quería conseguir en la otra
persona, en este caso el alumno.
6.5) Por el contrario, el convencimiento íntimo de lo conveniente de una enseñanza llevará
al alumno a sentirse parte de la misma, y tratará, no sólo de aplicarla, sino también de
perfeccionarla sistemática y permanentemente.
6.6) Este principio de aprendizaje contempla realmente –y no en el mero discurso- la
participación del alumno, y su aporte enriquecedor; permite que su pensamiento sea
valioso no porque lo haya dicho un fulano con algunos títulos, sino porque ha sido
analizado y asimilado por el alumno; finalmente impide uno de los mayores
reduccionismos y empobrecimientos de estos tiempos que es la masificación.
6.7) Es fundamental ajustar el supuesto discurso democrático que actualmente se da en la
escuela con la estructura vertical, autoritaria y plena de censura que se da en la
práctica. Recuperar la pluralidad es un paso clave para enriquecer una educación
auténtica que forme personas y no autómatas.

Capítulo Siete. Sobre la idoneidad del Docente.

7.1) Es casi imposible en los tiempos que corren, que un docente pueda aplicarse
correctamente a diferentes materias, más aún cuando éstas corresponden a áreas
totalmente diversas y sin conexión. Sin embargo, está obligado a interesarse y conocer
para su crecimiento y solvencia personal de otras materias, por lejanas que sean de su
especialidad.
Por supuesto que este inciso no va en contra del concepto del Maestro en cuanto a la
figura de guía universal, aquel que es capaz de abrir la mente y generar el desafío del
conocimiento en todos sus aspectos y posibilidades. Aquí es donde se ve claramente a
quienes entienden verdaderamente que el centro del sistema educativo son los alumnos y
no los directivos y docentes, como sucede hoy en día.
7.2) No es conveniente en absoluto que el docente se dedique a otras actividades paralelas
fuera del ámbito educativo, mucho menos si estas actividades tienen una importancia
mayor y una prioridad en su vida por sobre la enseñanza.
19
7.3) No es conveniente tampoco que alguien priorice cualquier tipo de estudio, sacándole
tiempo y dedicación al ejercicio de la docencia, y a su responsabilidad mayor con el Bien
Común que corresponde a sus alumnos.
7.4) Ante una distracción o una pérdida de energías por problemas propios y ajenos a la
profesión, el docente deberá inmediatamente dar un paso al costado para no perjudicar a
la institución en general, y a sus alumnos en particular.
7.5) Cuando una situación o actividad lo superen, el docente deberá tener la grandeza de
espíritu, o al menos el sentido común para pedir ayuda, y en caso de ser demasiado grande
la dificultad, también deberá dar un paso al costado.
7.6) Es fundamental que el docente no exija a sus alumnos caminos o cuestiones en las que no
esté capacitado para guiarlos, aunque sí es bueno que permita que ellos, por su propio
interés y búsqueda, intenten ir más allá de los postulados propuestos en la cátedra.

Capítulo Ocho. Sobre la necesidad de dar respuestas del Docente y de los directivos.

8.1) Cuando se plantean necesidades de urgencia, y más aún, irregularidades, es fundamental


que los que tienen responsabilidades dentro del sistema educativo den respuestas
concretas y soluciones posibles. Muchas veces, escudados en los condicionantes del
propio sistema, algunos directivos dan respuestas como “yo no puedo hacer nada”, o “no
es de mi incumbencia” y otras similares. Ningún problema que involucre a un alumno o a
un miembro del sistema educativo dentro de la escuela puede ser totalmente ajeno a sus
directivos. Hay una obligación moral y funcional de dar respuestas a todo planteo
realizado, mucho más cuando éste se refiera a cuestiones pedagógicas.
8.2) Las arbitrariedades cometidas por un directivo o un docente, tienen una repercusión
directa y muy grave sobre el sistema, y más específicamente, sobre los alumnos. Los
mayores deben ser los primeros en cumplir los horarios y normas; ése es el mayor
parámetro para asegurar que los alumnos también lo hagan. En caso contrario, no se
estará cumpliendo con aquello del testimonio y de dar respuestas a las demandas.
8.3) En este punto nos parece importante hacer mención sobre la necesidad de una
reestructuración del poder de los directivos, ya que en estos tiempos que se enfrentan a
una creciente ingerencia de los gobiernos y sectores políticos, de los padres y de
organismos teóricamente destinados a la defensa de los derechos humanos, llega un punto
en que se encuentran con las manos atadas para tomar cualquier tipo de decisiones, que
muchas veces son fundamentales para que la institución funcione correctamente.
8.4) Reestructuración del sistema de designación de cargos por licencia, ya que la burocracia
del actual no contempla la gran cantidad de horas de clases que se pierden entre cambio y
cambio. Una alternativa podría ser la de tener listas de reserva permanentes, de
designación automática; o un suplente permanente, que cobrara por este cargo, y tuviera
la responsabilidad de cubrir las diferentes horas que fueran saliendo.

Capítulo Nueve. Sobre la Importancia de una Justicia educativa.

9.1) Observamos en la actualidad una gran desigualdad educativa, que es consecuencia y causa
a la vez de la gran desigualdad social en la que vivimos, y que ha llegado al punto
extremo de generar una gran exclusión social. Esta desigualdad se puede analizar de
diferentes maneras y parámetros, y aunque es casi imposible definirla por grupos, está
claro que hay situaciones puntuales que la delatan abiertamente.
9.2) En el terreno de la especulación podemos pensar que hay diferencias entre la educación
pública y la privada, o entre la educación urbana y la rural, o entre las diferentes regiones
y/o provincias. De cualquier modo que esto sea, está claro el fracaso de la ley federal en
su intento de unificar e igualar.
9.3) Nosotros pensamos que es bueno que todos los habitantes tengan acceso a un nivel
educativo similar, aunque también creemos que es bueno no perder la riqueza de cada
región, la idiosincrasia cultural que las define, y que será vital para una pluralidad
enriquecedora.
9.4) En cuanto al presupuesto mayor propuesto por el nuevo plan del ministro de educación
Filmus, nos parece acertado, aunque siga estando años luz de los países más
desarrollados, y aunque conservamos cierto escepticismo respecto de su aplicación y
distribución; un gran presupuesto mal repartido, es peor aún que un presupuesto pobre.
9.5) Respecto de los 10 años de escolaridad obligatoria, nos generan ciertas preguntas.
¿Cuáles?; no es lo mismo una escolaridad hasta los 20 años que hasta los 14. ¿Para qué?;
¿se trata de rellenar un espacio o de demorar el ingreso de los jóvenes en el sistema
laboral? Hay muchas cuestiones que creemos que tienen que ser tenidas en cuenta, más
allá de las conveniencias políticas del momento. Y sobre todo, si se amplía la escolaridad,

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que no sea con elementos de relleno, sino aprovechando este tiempo valioso para una
verdadera formación integral de las personas.
9.6) Finalmente, no hubo unanimidad respecto de la conveniencia de la jornada completa; hay
casos en que la función de contención y protección sobrepasa a la educativa, y es por eso
que la permanencia en la escuela se vuelve tan valiosa. Sin embargo, para aquellos que
tienen una familia bien constituida u otras actividades extraescolares, se vuelve una carga
negativa, que muchas veces ni siquiera se justifica por el pobrísimo aprovechamiento que
las escuelas hacen de algunas o varias de sus horas.

Capítulo Diez. Sobre la necesidad de canales apropiados para generar soluciones.

10.1) Es fundamental generar mecanismos de control por parte de la sociedad sobre las
decisiones y responsabilidades delegadas en el sistema educativo; el compromiso de la
educación, como ya hemos dicho, atañe a todos los integrantes, y ante un error, por menor
que este sea, es importante que haya una capacidad de reacción de parte de todos para
solucionarlo, e incluso, para impedirlo.
10.2) También es clave fomentar canales de expresión adecuados para reclamar, transmitir o
difundir inquietudes propias del sistema en general, o de la escuela en particular. Hoy en
día que las protestas están tan de moda nos preguntamos si las metodologías utilizadas
son las correctas, o en todo caso, si son las que más se adecuan a la esencia de la
educación misma.
10.3) Destacamos la importancia de los Centros de Estudiantes como la instancia más
importante de la participación de los alumnos dentro de la institución escolar, y de un
aprendizaje real y concreto de la actividad política y democrática.
Nos parece importante que la exigencia entre los que conforman la comisión del centro y
el resto de los alumnos genere un ida y vuelta enriquecedor, que sirva a la vez para
incentivar y controlar la gestión, y para ahondar los vínculos de todos los alumnos con la
escuela.
También vemos imprescindible la participación de aquellos alumnos que hayan
conformado listas perdedoras, para que cumplan el rol tan necesario de la oposición
durante la gestión de los ganadores. Quizá sería bueno cambiar el sistema de acceso a los
cargos de la lista completa, e incorporar de acuerdo a su representatividad proporcional
(votos obtenidos en la elección) a miembros de otras listas (como representantes de las
minorías).
Finalmente, marcamos la importancia de un trabajo en conjunto entre el Centro y los
directivos de la institución, no presuponiéndose en todo opositores, sino más bien
buscando equilibrar los excesos que los directivos puedan promover, y dando mayor
fuerza a aquellos proyectos que sean beneficiosos para toda la comunidad.

Capítulo Once. Sobre las funciones ineludibles del Estado.

11.1) Abandono de la educación.


11.2) Sueldos.
11.3) Infraestructura.
11.4) Atención y sensibilidad para evitar conflictos.

Capítulo Doce. Sobre las funciones del Sindicato.

12.1) Como institución reguladora y órgano de control.


12.2) Defensa de los derechos de los afiliados.
12.3) Para marcar el camino de la excelencia.
12.4) No como sobreprotector de sus afiliados, ni defensor de conductas reprobables.
12.5) Organismo de reclamo y de negociación de los Salarios.

Capítulo Trece. Sobre la necesaria estructura federal de nuestra Educación.

13.1) Consideramos fundamental e ineludible la construcción de un proyecto educativo


verdaderamente federal, a partir del consenso y la participación de todas las regiones del
país, que contemple sus diferencias y particularidades, pero sobre todo, su sentido de
unidad e identidad como nación.
13.2) Una construcción nacional y social sin excluidos ni privilegiados.
13.3) Una urgente satisfacción de la pobreza, para poder lograr un verdadero sentido de Patria.

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13.4) Juntar como elementos necesarios, el dolor del hombre y el dolor de la tierra saqueada,
como bases desde donde empezar a construir desde la realidad, y no desde fantasías sin
sustentos.
13.5) Reivindicamos la utilidad de una Buena ley Federal de Educación, más allá del evidente y
estrepitoso fracaso de nuestra anterior Ley Federal.

Conclusión.
Finalmente concluimos que la educación, no es una actividad más, sino que debe ser una
actitud de vida, en la cual rescatamos las siguientes características indispensables:

1) Universal: una característica que atañe a una visión permanente de las


cuestiones del hombre, en todo tiempo y espacio.
2) Humana: el centro eminente de esta actividad debe ser el hombre, como
ser integral, con todos sus atributos y hasta dificultades.
3) Permanente: desde el nacimiento hasta la muerte, todo ser humano en
cuanto tal, debe ocuparse y dedicarse plenamente en esta actividad
fundamental.
4) Dinámica: no hay lugar para la quietud y el estancamiento en la actividad
educativa; según la preocupación de cada quien, se avanza o se
retrocede, pero siempre se está en una etapa de plena transformación.
5) Creativa y Renovadora: es parte fundamental de la verdadera educación,
que evidentemente no es una simple acción reproductiva de lo que otros
han logrado o desarrollado, sino que implica el aporte de cada uno, desde
su originalidad y su propia experiencia.
6) Orientada a buscar la perfección: no es este un dato menor en el destino
del hombre, ser absolutamente perfectible desde su propia imperfección.
He aquí la raíz de la tan mentada y bastardeada excelencia.
7) Solidaria con el Bien Común: si aceptamos la esencia social del hombre,
y si aceptamos a la educación como una de las actividades fundamentales
de él, necesariamente debemos concluir en que su destino último es la
búsqueda del Bien Común, y es el conocimiento seguramente uno de los
mayores bienes a los que puede acceder el hombre, y al que se accede
por medio de la educación.
8) Afirmada desde la individualidad de cada sujeto: la acción de cada
hombre es insustituible, y su aporte imprescindible en la construcción de
un verdadero Bien Común. Con el aporte individual se logra la máxima
riqueza en la diversidad y en la pluralidad.
9) Aceptada desde la posibilidad del error y de la limitación del hombre: es
fundamental para lograr cualquier construcción verdadera y valiosa en lo
educativo, partir del reconocimiento de la esencia falible e imperfecta del
hombre y de todas sus acciones.

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Indice .
Página.

Presentación. 1

Proyecto Grupo de Estudio. 1

Testimonios 4

Propósito de Difusión 6

Proyecto Educativo 7

Introducción. 7

Primera Parte. 8

Capítulo Uno: Sobre las Estructuras. 8


Capítulo Dos: Diagnóstico de la Situación. 9
Capítulo Tres: Sobre los Perfiles. 9
Capítulo Cuatro: Sobre las Prioridades. 12
Capítulo Cinco: Algunas cuestiones claves. 12

Segunda Parte 16

Capítulo Uno: Sobre las horas de clase. 16


Capítulo Dos: Sobre el Ingreso a las Cátedras. 16
Capítulo Tres: Sobre la Formación Docente. 17
Capítulo Cuatro: El Problema Universitario. 17
Capítulo Cinco: Sobre la entidad moral del Docente. 18
Capítulo Seis: Sobre la imposición y la Concientización. 19
Capítulo Siete: Sobre la idoneidad del Docente. 19
Capítulo Ocho: Sobre la necesidad de dar respuestas. 20
Capítulo Nueve: Sobre la Justicia Educativa. 20
Capítulo Diez: Sobre canales para generar soluciones. 21
Capítulo Once: Sobre las funciones del Estado. 21
Capítulo Doce: Sobre las funciones del Sindicato. 21
Capítulo Trece: Sobre la Estructura Federal de la Educación. 21

Conclusión 22

Índice 23

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