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En la primera, con apoyo en el ordinal 4ª del artículo 331 del derogado Código de
Enjuiciamiento Criminal, denunció error de derecho en la calificación del delito, porque a
su juicio la conducta de los ciudadanos acusados debió encuadrarse en el tipo que prevé el
delito de HOMICIDIO CALIFICADO A TÍTULO DE DOLO EVENTUAL, en lugar del
delito de PRODUCCIÓN DE INCENDIO EN FORMA CULPOSA.
En la segunda denuncia, con base en el ordinal 11 del artículo 331 del derogado
Código de Enjuiciamiento Criminal, alegó la falta de aplicación del ordinal 1º del artículo
408 del Código Penal, al no calificarse los hechos como HOMICIDIO CALIFICADO A
TÍTULO DE DOLO EVENTUAL.
En la tercera denuncia, con fundamento en el ordinal 11 del artículo 331 del
derogado Código de Enjuiciamiento Criminal, la impugnante denunció la indebida
aplicación del artículo 357 del Código Penal, porque los hechos probados no se ajustan al
tipo descrito en la mencionada disposición. Además indicó que la recurrida no señaló qué
parte de dicho artículo aplicó en su decisión.
En la cuarta denuncia, sobre la base del ordinal 11 del artículo 331 del derogado
Código de Enjuiciamiento Criminal, la impugnante invocó la falta de aplicación de la parte
“in fine” del artículo 295 del mencionado código y sostuvo que la recurrida omitió
cambiarle la calificación jurídica a los hechos.
En la quinta denuncia, de acuerdo con el ordinal 2º del artículo 330 del derogado
Código de Enjuiciamiento Criminal, la Fiscal denunció la infracción del ordinal 3º del
artículo 527 del Código Orgánico Procesal Penal, porque la recurrida incurrió en un vicio
de inmotivación al no resolver la solicitud del Ministerio Público referida al cambio de la
calificación jurídica de los hechos.
Y por último, en la sexta denuncia según el ordinal 3º del artículo 330 del derogado
Código de Enjuiciamiento Criminal, la recurrente adujo que la sentencia impugnada es
contradictoria, porque valora las pruebas de acuerdo con el derogado código y después
establece que no puede cambiar la calificación jurídica, de conformidad con lo establecido
en el artículo 363 del Código Orgánico Procesal Penal. La impugnante insistió en que debió
aplicarse el artículo 295 del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal y que por ello los
jueces debieron cambiar la calificación jurídica de los hechos.
PRIMERA DENUNCIA
Con fundamento en el artículo 460 del Código Orgánico Procesal Penal, la Defensa
denunció la infracción del ordinal 3° del artículo 527 “eiusdem”, por errónea interpretación,
porque la recurrida erró en la aplicación de las consecuencias jurídicas de la norma
invocada. Después, refirió que la sentencia impugnada es contradictoria, pues comprobó la
responsabilidad de los ciudadanos acusados en los hechos objeto del proceso y al mismo
tiempo declaró la prescripción de la acción penal. Así mismo señaló la violación de los
artículos 49 (ordinal 1°) de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
relación con los artículos 1 y 12 del Código Orgánico Procesal Penal.
Los impugnantes señalaron que “...la Sala aplicó erróneamente las consecuencias
de la norma invocada ya que existe contradicción entre los hechos que el tribunal dio por
probados en cuanto a la culpabilidad de nuestros representados y los hechos constitutivos
de la prescripción para concluir en el sobreseimiento...”.
El artículo 527 (numeral 3°) del Código Orgánico Procesal Penal (Vigencia y
Régimen Procesal Transitorio) expresa:
SEGUNDA DENUNCIA
Con fundamento en el artículo 460 del Código Orgánico Procesal Penal, los
impugnantes denunciaron la falta de aplicación del numeral 3 del artículo 527 “eiusdem”,
porque la recurrida incumplió con lo ordenado por la Sala de Casación Penal del Tribunal
Supremo de Justicia y dejó de analizar en el capítulo relativo a la culpabilidad de los
ciudadanos acusados “...pruebas importantes para los procesados, que fueron evacuadas
durante...el juicio y que...hubieran impedido la declaratoria de culpabilidad de nuestros
defendidos, que pretende la recurrida sirva de base para una reclamación civil...”.
La Sala, para decidir, observa:
Los recurrentes señalaron que la segunda instancia no cumplió con lo ordenado por
la Sala de Casación Penal en lo que respecta al análisis y valoración de los elementos
probatorios indicados en el fallo del Tribunal Supremo de Justicia. Dichos argumentos se
corresponden con el recurso de nulidad establecido en el artículo 352 del derogado Código
de Enjuiciamiento Criminal, y no con el escrito contentivo del recurso de casación que fue
consignado.
TERCERA DENUNCIA
Con fundamento en el artículo 460 del Código Orgánico Procesal Penal, los
impugnantes denunciaron la indebida aplicación del numeral 3 del artículo 527 “eiusdem” y
señalaron que los juzgadores de la recurrida no indicaron en cuáles de las conductas
contenidas en el artículo 357 del Código Penal encuadraron la de sus defendidos.
Hay una cuestión procesal sobre la cual esta Sala Accidental debe pronunciarse y lo
cual pasa a hacer como punto previo: es lo referente a la posibilidad del cambio de
calificación jurídica que puede hacer el juzgador al momento de dictar la sentencia. En el
caso de autos, la representación del Ministerio Público ante los Tribunales de Reenvío en lo
Penal solicitó que los acusados REYES RAFAEL CUMACHE y HENRY PRADA
GÓMEZ, fuesen condenados por el delito de homicidio calificado a título de dolo eventual,
según el ordinal 1° del artículo 408 del Código Penal.
El Tribunal de Reenvío desechó tal pedimento señalando que “...a través del
proceso inquisitivo vigente para el momento del suceso en ningún momento se les advirtió
a los acusados...de cambio de calificación jurídica alguna...”.
Ahora bien, al insertar esta causa bajo las normas del derogado Código de
Enjuiciamiento Criminal, resucitadas, como se expresó anteriormente, en el régimen
procesal transitorio del COPP, debe examinarse lo que establecía el derogado código en el
artículo 295, el cual en su primer aparte reza textualmente:
Una vez aclarada la posibilidad de que el juzgador puede apartarse del cambio de
calificación jurídica, corresponde dilucidar el segundo problema referente a la calificación
de los hechos establecidos por la Sala Accidental Segunda para el Régimen Procesal
Transitorio de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas.
En efecto, la recurrida calificó los hechos como producción de incendio en forma
culposa, tipificado en el artículo 357 del Código Penal y estableció lo siguiente:
Por lo antes señalado, en el caso de autos queda descartado que las muertes y
lesiones producidas el 28 de septiembre de 1993 en la Autopista Regional del Centro (a la
altura del sector “Las Guayas de las Tejerías” en el Estado Aragua) pueda calificarse en
cualquiera de los tipos de delitos culposos.
Hay que destacar que los ciudadanos HENRY PRADA GÓMEZ y REYES
RAFAEL CUMACHE no cometieron el delito con dolo directo, pues ello supondría que se
representaron como cierto y como seguro un resultado típicamente antijurídico y quisieron
realizar directamente ese resultado antijurídico, tal sería el caso que los mencionados
ciudadanos hubiesen producido en forma directa la explosión para asegurarse de la muerte
y lesiones de las víctimas, resultado que ya estaría previsto como seguro por parte de los
acusados.
Hay que citar ya como parte de la doctrina nacional el anteproyecto del Código
Penal, presentado por el Magistrado de ésta Sala Penal ALEJANDRO ANGULO
FONTIVEROS, donde queda configurado el concepto de dolo eventual:
“Artículo 52. Dolo. El delito es doloso cuando la gente conoce los hechos
constitutivos de la infracción penal y quiere su realización.
Habrá dolo eventual cuando la gente se representa como probable la
consecuencia de su ejecutoria pero continúa procediendo igual”
Cabe advertir que estos hechos no deben subsumirse en el ordinal 1° del artículo
408 del Código Penal, como lo solicitó la representación del Ministerio Público, pues el
delito de homicidio calificado por medio de incendio requiere el dolo directo al utilizar el
incendio en forma directa para buscar el resultado previsto y querido para cometer dicho
ilícito y tal circunstancia no está probada en autos.
El delito de homicidio tipificado en el artículo 407 del Código Penal tiene prevista
la pena de presidio de doce a dieciocho años, esto es, quince años de presidio según el
término medio, a tenor del encabezamiento del artículo 37 del citado Código.
El Presidente de la Sala,
El Magistrado Ponente,
La Secretaria,
Exp. 02-0330
JEM/scc
VOTO SALVADO
Tal decisión de la Sala perjudica a los imputados, quienes tenían a su favor una
sentencia de sobreseimiento y absolutoria.
El Presidente de la Sala,
BRMdL/gmg.-
Exp. N° 02-330 (JEM)