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LA PSICOLOGÍA HUMANISTA UNIVERSALISTA


Y LA PSICOLOGIA CLASICA

Un análisis comparativo

Javier Zorrilla Eguren


Lima, 10 de mayo de 2004

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INDICE

INTRODUCCION 3

I. PERFIL GENERAL Y DIFERENCIADO DE LA PSICOLOGIA


HUMANISTA UNIVERSALISTA (PHU) 4

II. LAS CORRIENTES DE LA PSICOLOGIA CLASICA 6

1. Orientación biologista 6
2. Orientación psicoanalítica 9
3. Orientación conductista 14
4. Orientación cognitiva 19
5. Orientación sistémica 24
6. Abordajes humanistas 31
Psicoterapia Gestáltica 32
Psicoterapia de diálogo 33
Psicoterapia fenomenológica 34
Logoterapia 36

7. LA PSICOLOGIA SOCIAL 39

8. LA PSICOLOGÍA HUMANISTA
UNIVERSALISTA (PHU) Y LA PSICOLOGIA CLASICA 42

1. El concepto de ser humano 44


2. Conciencia y conducta en la psicología clásica 46
3. “Cientificidad de la psicología clásica 48
4. La PHU y su concepción de la conciencia
y la conducta 49
5. El concepto de enfermedad 52

CONCLUSON GENERAL

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I. INTRODUCCION

El panorama de la psicología clásica no es uniforme. Las distintas escuelas se


diferenciaron desde su mismo origen al asumir que su modo de entender lo
psíquico era el único aceptable. La falsa generalización llevó a las distintas
corrientes a querer explicarlo por los casos estudiados por cada una, explicados
desde su particular punto de vista. No obstante, con el tiempo han surgido
propuestas eclécticas que, sin embargo no han llegado a consolidar un modelo
integrador de aceptación general.

En este trabajo intentamos fundamentar la hipótesis de que la psicología


humanista universalista (PHU) ofrece, no sólo un punto de vista sistemático e
integrador, sino también un marco teórico general que permite incorporar
selectivamente los aportes de las distintas psicologías y psicoterapias,
poniéndolos al servicio de la salud y la liberación del ser humano.

Procederemos de la siguiente manera. Sobre la base de algunas obras de


resumen general de los enfoques de psicología, sicopatología y psicoterapia 1
haremos resúmenes específicos y selectivos de cada corriente, contrastándolos y
complementándolos críticamente, tanto desde el punto de vista de la psicología
oficial, como, y especialmente, desde la psicología del nuevo humanismo. En ese
contraste se buscaran convergencias y divergencias, compatibilidades e
incompatibilidades.

Hemos organizado cada capítulo de acuerdo al siguiente esquema: 1)


Presupuestos principales de cada corriente; 2) Críticas de la psicología oficial; 3)
Consideraciones de la psicología del nuevo humanismo (PNH); y 4) Aportes de la
corriente tratada.

Hemos trabajado con base al uso profuso de guiones para facilitar la lectura. Este
no es un trabajo terminado. Es un intento de aproximación, estructurado para
facilitar una comprensión más acabada de las distintas escuelas y psicoterapias,
así como una ubicación de la PHU dentro de ellas.

1
Ionescu, S. (2001), “Catorce enfoques de la psicopatologia”, Mexico, Fondo de Cultura
Económica.
• Ruiz Sanches J.J.y Cano Sanches J. J. (1998), “Las psicoterapias”, www.psicología-on
line.com/ESMUbeda
• Marx M.H. y Hillix W.A. (1972), “Sistemas psicológicos contemporáneos”, Buenos Aires, Editorial
Paidós.
• Mueller F. L. (2002), “Historia de la psicología”, México, Fondo de Cultura Económica.
• Castanedo C. (ed) (1993) “Seis enfoques terapéuticos”, Mexico, Editorial El manual moderno.
• “Psicoterapias” de J.L. Martorell; y
• Kriz, J. (1990), “Corrientes fundamentales en psicoterapia”, Buenos aires, Amorrortu editores.
• Martorell, J.L. (1996), Madrid, Ediciones pirámide.

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I. PERFIL GENERAL Y DIFERENCIADO DE LA PHU

La PHU está contenida y desarrollada en forma filosófica, teórica y práctica en un


conjunto de obras2 que la ponen al alcance de cualquier persona que se interese
en ello. Se sostiene en un punto de vista a la vez existencial, fenomenológico,
estructural, historiológico, energético y bio-psico-social. La PHU se fundamenta
en una antropología, es decir en una interpretación explicita del ser humano, que
podría sintetizarse en la siguiente definición: el ser humano es el ser histórico y
biosicosocial que, en la búsqueda de su sentido, en la evitación del dolor y el
sufrimiento, y en la aproximación a lo que cree que le dará su felicidad, no sólo
transforma el mundo, sino que al hacerlo se transforma así mismo. Todo ello
respecto a las necesidades de la vida, en situaciones concretas, y en un contexto
de adaptación creciente o decreciente, energéticamente integradora o
desintegradora, en el que no puede dejar de elegir ni de jugarse su destino en el
aquí y el ahora y –probablemente- también en el más allá. El contenido y la
fuerza de su creencia respecto al significado de la muerte, influye decisivamente
sobre su actitud vital, su carácter y su capacidad de adaptación creciente.

Para la PHU la esencia de la conciencia es actividad dirigida al mundo externo e


interno para transformarlo de acuerdo la intención de superar el dolor y el
sufrimiento. El fracaso repetido de esta intencionalidad puede generar que la
propia conciencia intente, en una especie de suicidio psíquico, renunciar a su
esencia, para pretender volverse lo que no puede de ninguna manera ser: objeto,
cosa, ente sin intención propia, en lugar de intención transformadora. La PHU se
orienta a restituir esta esencial voluntad de cambio, sin la cual no es posible la
esencialidad humana, fuente de toda dignidad y valoración.

A diferencia de la orientación biologista esta nueva corriente observa que el


condicionamiento genético-fisiológico actúa en estructura con los otros planos del
psiquismo humano y del sistema histórico-social. Si bien la base biológica del ser
humano actúa desde sus numerosas localizaciones nerviosas y glandulares, no
deja de estar respondiendo por ello a la función coordinadora general que realiza
el psiquismo entre la conciencia y el mundo, entre el individuo y su medio. Así
como el cuerpo influye en la conciencia y en el mundo, de la misma manera la
conciencia y el mundo influyen en el cuerpo.

Al psicoanálisis, le responde que la conciencia sí puede resolver favorablemente


el conflicto producido por la lucha entre las “fuerzas inconscientes del ello” y el
“superyó”. Que tan importante es integrar el trauma pasado, como ordenar el
presente de acuerdo a una imagen de futuro querido. Estos tres tiempos actúan
en estructura interconectándose en función de una intencionalidad superadora del
sufrimiento. Afirma también que la interpretación del hecho psíquico se debería
apoyar en el registro de verdad interna del sujeto tratado”, antes que en el
2
La teoría esta expuesta en Silo. (2002), “Obras completas, Vol. II, Apuntes de psicología”, México, Plaza y
Valdés. Algunas aplicaciones se encuentran en: Silo (1989), “Experiencias guiadas”, Barcelona, España,
Plaza y Janes Editores; así como en Amman, L. (1991), “Autoliberación”, México, Plaza y Valdés; y en
Ergas D. (1998), “Sentido del sinsentido”, Santiago de Chile, Virtual Ediciones. El fundamento filosófico está
expuesto en: Silo (1990), “Contribuciones al pensamiento” , Mexico, Plaza y Valdés.

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supuesto teórico del sicoanalista de acuerdo a un modelo catalogado por la crítica


de mecánico y reduccionista. Y que la transferencia no es sólo un proceso
proyectivo del “paciente” al psicoanalista, sino un proceso general de la conciencia
y la conducta que consiste en un traslado de cargas por imágenes que
redistribuyen la energía por todo el espacio de conciencia en sus distintos niveles.

Con respecto al conductismo destaca que la conciencia es tan necesaria como la


conducta en la comprensión y el control del fenómeno psíquico. Que los
estímulos del medios no son determinantes, sino que existe un proceso no
mecánico de transformación mutua y aprendizaje constante. Que la conducta
humana es cualitativamente distinta a la de los animales y que, por tanto, las
conclusiones sobre la conducta animal no se pueden extrapolar mecánicamente
para explicar la conducta humana. Que la acción en el mundo, no se encuentra
separada de la acción reflexiva y el sentir positivo. Y que, en este sentido, el rol
de la imagen en la configuración de la conducta es fundamental. En este
contexto, los cambios situacionales de conducta no son suficientes sino que hay
que apuntar a la modificación de las imágenes trazadoras en la profundidad de la
propia conciencia.

En cuanto a la orientación cognitiva sostiene que la creencia se explica mejor en


el marco de una teoría general de la acción humana, entendida como
transformación del mundo y de uno mismo. Que es necesario contar con el
concepto de espacio de representación para comprender y operar con las
imágenes, tanto en el mundo interno como externo. Y que no bastan los cambios
en los esquemas cognitivos situacionales, sino que para lograr procesos de
desarrollo más interesantes y duraderos habría que cambiar el núcleo de
ensueño que dirige la etapa vital.

En relación a la orientación sistémica aclara que “sistema” es la relación que una


estructura (el individuo) guarda con otra que es su medio (la sociedad). En este
sentido el sistema no es solo la familia, sino también la economía, la política, la
religión, la cultura de la época, la estructura social y la generación. Que en el
mundo humano los cambios no solo necesitan producirse desde fuera para poner
en marcha los mecanismos homeostáticos naturales, sino que requieren
comprenderse e intencionarse desde dentro hasta volverse conciencia individual y
social. En este sentido, la intervención familiar debe actuar en concomitancia con
la individual y la social.

Con respecto a los abordajes humanistas afirma que la acción de cambio personal
debe conectar con la acción de cambio social para producir un efecto de
coherencia interna y de humanización en el mundo. Que para lograr la salud
mental no basta la voluntad individual de auto-desarrollo ego-centrado en la clave
del éxito social propio de la época. Que el esfuerzo personal, para adquirir un
sentido trascendente, debe unirse al de otros en una dirección a la vez libertaria y
solidaria que beneficie, tanto al individuo, como a la sociedad.

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II. CORRIENTES DE LA PSICOLOGIA CLASICA

1. LA ORIENTACIÓN BIOLOGISTA3

Presupuestos principales

- Influencia de las modificaciones morfológicas o funcionales del sistema


nervioso sobre la génesis de los trastornos mentales.

- Búsqueda del origen de la enfermedad mental en una lesión orgánica o en


una anomalía genética.

- Los síndromes dependen de intoxicaciones o infecciones y de causas


endógenas.

- Tendencia a sobreestimar el rol del tratamiento farmacológico

Críticas de la psicología oficial

 Pocos resultados definitivos, a pesar de los avances tecnológicos y el


número de esfuerzos.

 Algunas enfermedades, como el autismo infantil, presentan la existencia de


bases biológicas causales definidas.

 Pero en la mayoría de enfermedades mentales es perturbadora la


diversidad de aspectos biológicos que se encuentran detrás de un mismo
diagnóstico clínico. Las relaciones entre el cuadro clínico o la expresión
psicopatológica y los aspectos biológicos concomitantes es
extraordinariamente compleja, lo que dificulta el aislamiento adecuado del
factor causal o desencadenante.

 Las pruebas empíricas de la hipótesis biológica en la explicación de la


histeria y la neurosis no aportan resultados concluyentes y, más bien, se
tiende a pensar en una etiología multifactorial de ambos fenómenos.

Consideraciones de la PHU

3
Autores representativos: W. Griesinger (1817-1868); H. Maudsley (1835-1918); S. Serguiéievitch Korsakov
(1854 – 1900); A. Alzheimer (1864-1925); E. Kraepelin; A. Meyer (1866 -1950); H. Ey (1900-1977)

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 Toda la actividad del psiqusmo humano actúa en estructura iy tiene


concomitancias orgánicas, energéticas y fisiológicas en sus distintos
niveles

 (sueño, semisueño y vigilia) y centros de trabajo (intelectual, emotivo,


motriz, vegetativo y sexual). El centro vegetativo es un concepto que
refiere al plano biológico del sujeto, pero no actúa sólo. Si bien proporciona
y distribuye energía dando instrucciones desde sus numerosas
localizaciones nerviosas y glandulares, está sometido a la función
coordinadora del psiquismo, al actuar en retroalimentación positiva o
negativa con los otros aparatos y centros de respuesta

PSIQUISMO HUMANO CENTRO VEGETATIVO

Coordinador de la estructura ser En el centro vegetativo están las


vivo-medio. Sin coordinación, los bases orgánicas de las funciones
organismos responderían vitales del metabolismo, reproducción
parcialmente sin completar las y locomoción (aún cuando ésta se ha
distintas partes compositivas, sin especializado en el centro motriz), así
mantener las relaciones como también los instintos de
necesarias y, por último, sin conservación y reproducción. .
conservar la estructura en el
proceso dinámico de adaptación.

Fuente: Apuntes de psicología, pp19 y 24.

 En la visión mecanicista no se puede distinguir la causa orgánica del efecto


mental, ni la causa mental del efecto orgánico. El que los histéricos
presenten formas cerebrales distintas a los depresivos no significa que, por
ejemplo, el predominio de un hemisferio sobre el otro, en una u otra
alteración, sea la causa. Perfectamente pudo haber sido la concomitancia
física de la forma mental del histérico o el depresivo. La relación de
estructura4 obliga a la actuación terapéutica en todos los campos, siempre y
cuando tiendan a restaurar, ampliar o defender el campo consciente y libre
de la persona tratada.

 Se percibe así un claro riesgo en el modelo biologista: si todo está


determinado por lo orgánico, actuando con la cirugía, la ingeniería genética,
o los fármacos, se resuelve el problema mental. El insomnio se trata con

4
Por lo general, lo que se haga en la parte orgánica afectará la parte psíquica y viceversa, aunque no siempre
por la independencia relativa de ambos planos que obliga a trabajar en ambos simultáneamente. Recordemos
el caso de las personas que con la cirugía han eliminado sus defectos físicos y estéticos y, sin embargo,
siguen manteniendo la misma imagen de sí y, por lo tanto, sintiendo el mismo sufrimiento.

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somníferos; la tensión con ansiolíticos; la desmotivación con estimulantes.


Para la PNH las así llamadas “enfermedades mentales” son conflictos
psíquicos que reflejan contradicciones más o menos profundas. En este
contexto, la curación debería atender, tanto a la autoconciencia del
“paciente” respecto a su interpretación de la situación vital, como a la
visualización y realización en el mundo interno y externo de la posible
acción coherente, unitiva y liberadora.

LA ACCION COHERENTE
En la ética del Nuevo humanismo la coherencia se define como pensar, sentir y
actuar en la misma dirección, tratando al otro como uno quisiera ser tratado.

Fuente: Silo (1993), “Cartas a mis amigos”, Buenos Aires, Centauro Ediciones, p. 61.

 No obstante, la intervención de agentes físicos y químicos en el organismo


podría estar justificada en caso de comprobación fehaciente de una
insuficiencia (endocrinológica, genética o química), o de un síntoma
doloroso específico, compensables puntualmente y sin mayor riesgo. O en
caso de un descontrol manifiesto de los centros de respuesta5 que
transitoriamente han escapado al autocontrol y se han vuelto perjudiciales
para el equilibrio mental de la persona afectada y su relación con los
demás.

 El terapeuta humanista actuará coherentemente con el ideal de lograr la


mínima intervención biológica necesaria y el máximo apoyo para que la
propia persona tratada, por su consciente esfuerzo, comprenda la raíz de
sus conflictos, transfiera sus climas y tensiones a través del manejo de
la imagen, desarrolle sus virtudes y potencialidades y cambie
voluntariamente su forma errada de mirar el mundo.

IMAGENES TENSIONES CLIMAS

Transforman Contracciones más o Estados de ánimo.


impulsos, movilizan menos profundas de los Pueden ser oportunos
respuestas, sistemas musculares, cuando apoyan la labor
descargan tensiones irritaciones de tipo de coordinación de la
y transfieren cargas visceral y, desde un conciencia. O pueden
energéticas punto de vista ser perturbadores
equilibrando el psicológico, cuando quedan fijados
psiquismo humano expectativas excesivas impidiendo la movilidad
de carácter posesivo de los climas oportunos

Fuente: “Autoliberación”, p. 301.

5
“Síntesis conceptual que se refiere a un mecanismo del siquismo que da respuestas al mundo de la
sensación. La respuesta es la manifestación hacia el medio externo o interno de la actividad del centro”.
(Autoliberación: vocabulario).

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Aportes de la orientación biologista

 El aporte de la orientación biologista se da en la descripción estricta del


campo neurológico, hormonal y genético y es relevante para la curación
de las perturbaciones mentales de comprobado origen físico.

 En efecto, en su búsqueda de las causas físicas de las anomalías


mentales han contribuido a conocer en forma cada vez más precisa la
base neurofisiológica constitutiva del psiquismo humano.

 En el campo de la psicoterapia, su aporte es importante en el


tratamiento farmacológico para el restablecimiento del control básico en
los casos más extremos de perturbación mental

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2. LA ORIENTACION PSICODINAMICA (SICOANALISIS)6

Presupuestos principales

- Topográficamente, el aparato psíquico está compuesto por un conjunto de


regiones: el Inconsciente, ilógico e intemporal, constituido por los deseos e
imágenes no accesibles a la conciencia; el Preconsciente, donde emergen
ciertos contenidos del inconsciente y que actúa como una zona de
intermediación; el Consciente en el que se dan procesos racionales
identificados con el yo y el principio de realidad, entendido como el ajuste
que realiza el individuo para actuar sobre los conflictos que le plantea su
entorno social.

- Posteriormente estas regiones se visualizaron como estructuras en relación


dinámica y conflictiva. El Ello concebido como una fuente de energía
mental que alimenta los deseos e instintos del inconsciente. El Superyó
entendido como la interiorización más o menos consciente de las normas y
valores de la cultura, transmitidos sobre todo por la familia. Y el Yo como
mediador más o menos consciente entre el Ello, el Superyó y el ambiente.

- Desde un punto de vista energético y dinámico, en el marco de una


economía del psiquismo humano, se postula un principio del placer que
pugna por la satisfacción de los deseos y la descarga de energía libidinal. Y
un principio de realidad que propone los objetos posibles y elegibles que
quedarán cargados con esa energía y asociados con esos deseos.

- Aplicado el anterior marco teórico al desarrollo vital del individuo, por


exceso o carencia de gratificación, se distinguen fijaciones o regresiones en
la fase “oral” en la que el placer o displacer se siente en la boca; “anal” en
el acto de retener y expulsar las heces; “fálica” en el contacto con a los
genitales; y propiamente “genital” en la capacidad orgásmica expresada en
la recepción y expresión de la gratificación sexual y afectiva.

- En este contexto de conceptos, la “enfermedad” mental aparece como el


resultado de fuerzas en conflicto por la oposición entre los deseos
inconscientes, las defensas del yo y las normas de la cultura impuestas por
la familia y la sociedad.

- En consecuencia la terapia buscará, a través de la asociación libre, la


expresión de deseos y emociones reprimidas, los que fluirán entre el
paciente y el terapeuta. Este deberá realizar un análisis transferencial
manteniendo una actitud de neutralidad, cumpliendo el rol de espejo
proyectivo del paciente. También deberá tomar nota de sus propias

6
Autores representativos: Iniciador: S. Freud (1856-1939); Disidentes: A. Adler (1870-1937); W. Reich
(1873-1933); C.G. Jung (1875-1961); Continuadores y renovadores: O Rank (1884-1939); S. Ferenczi
(1873-1933); K. Horney (1885.1952); E. Fromm (1900- ); H. Murria (1893- ); H.S. Sullivan ( 1892-
1949).

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reacciones contratransferenciales. Finalmente identificará y tratará de


superar las resistencias (maniobras de evasión) que para la ejecución de
todo este proceso expresivo muestre el paciente.

- La represión actúa selectivamente, eliminando material de la conciencia. Y


las resistencias mantienen alejado el material de carga emocional. La tarea
del analista es ayudar al paciente en la superación de sus resistencias y en
la redistribución de la energía libidinal disponible, de modo que las fuerzas
represoras del yo o el superyo disminuyan en relación a las fuerzas
expresivas 7. El yo selecciona continuamente los símbolos adecuados para
la expresión consciente del conflicto. De lo contrario, éste terminará
expresándose en el sueño.

Críticas de la psicología oficial

 La teoría sicoanalítica, como la mayoría de las teorías psicológicas,


presenta más bien generalizaciones empíricas en lugar de conceptos
claros, distintos y bien definidos que refieren a percepciones internas y
externas, comprobables por distintos observadores. En este sentido,
algunos estudiosos, por ejemplo Farrel8, presentan como no confirmadas
afirmaciones como las que sostienen que las niñas envidian el pene y
querrían ser varones y que todos los niños manifiestan atracción y apego
sexual hacia el padre del sexo opuesto, y celos del padre de mismo sexo.
Por otro lado, la validación clínica del psicoanálisis, dada por el éxito en la
cura, es insuficiente por la dificultad intrínseca a la verificación del número
de casos suficientes y comprobables.

 Se ha acusado al psicoanálisis de dogmatismo, por la ausencia de


cuestionamiento en la interpretación de los datos o de revisión crítica a
través de interpretaciones alternativas, tal vez más idóneas. El mismo
Freud, refiriéndose a Adler, sostuvo lo siguiente: “Por lo tanto, utilizaré el
análisis sólo para mostrar cómo entre los analistas pudo haber
desviaciones del análisis (según sus lineamientos)”. Luego Adler hizo lo
propio y analizó a su vez a Freud para mostrar por qué éste se resistía a
las nuevas teorías9.

 Si bien ha identificado las fuentes sociales y culturales del superyo, el


psicoanálisis no ha enfatizado suficientemente la posibilidad para el ser
humano de cambiar la propia estructura opresora y alienante del
condicionamiento psicosocial, como sí lo hicieron otros autores,
especialmente W. Reich, H. Marcuse o E. Fromm. En consecuencia reduce
el papel del yo consciente al de un mero conciliador de fuerzas
inconscientes y culturales abrumadoras, practicamente incambiables en su
naturaleza.

7
Marx M.H. y Hillix W.A.,. Ob.Cit.
8
Ibidem, p. 251
9
Ibidem, p. 254. Paréntesis nuestro.

11
12

 La motivación sexual, no es la primera ni la última motivación humana.


Tampoco la represión es el mecanismo fundamental de la conciencia. Adler
mostró cómo el sentimiento de inferioridad, como motivación de fondo, y la
relación de carencia-compensación, como mecanismo psicofisiológico
fundamental, obligan al yo al ejercicio continuo del poder para lograr los
fines deseados en su plan de vida. Este, a su vez, no podrá ser realizado
sin el sentimiento comunitario, aspecto que deja al descubierto el
individualismo de la concepción freudiana. En cuanto a Adler, en la medida
en que enfatiza la armonización con la sociedad vigente condena al
sentimiento comunitario a la función de una adaptación estable en lugar de
una adaptación creciente, transformadora de los esquemas de poder
constituidos.

ADAPTACION CRECIENTE
En la PNH, la “adaptación creciente”, a diferencia de la adaptación estable, es
entendida como el conjunto de conductas personales y sociales que lleva a la
modificación progresiva de la estructura y su medio y, en ese sentido, comporta la
superación de lo viejo por lo nuevo.

Fuente: Diccionario del Nuevo Humanismo, p. 5.

 Tampoco los traumas tempranos de la infancia tienen por qué ser


privilegiados en el análisis. En este sentido, como ya lo hiciera notar Jung,
las fuerzas del lejano pasado deben ser consideradas de la misma manera
que las del presente en el estudio de las neurosis: “En el estudio de la
neurosis… Jung no sólo señalaba la importancia del presente, sino que
creía necesario comprender el futuro, las potencialidades de hombre, para
poder hablar con sentido de él. En la dirección de la conducta humana,
según Jung, las metas e intenciones del hombre tienen tanta importancia
como su historia”10

 También en el concepto de la energía humana Jung discrepó con Freud.


Mientras que para éste se trataba de una energía sexual, para aquel era
una energía vital, de carácter biológico general, que adoptaba su forma y
expresión particular de acuerdo a las distintas actividades del organismo11.
Igualmente Reich criticó a Freud por no llevar hasta sus últimas
consecuencias la investigación de la energía desde un punto de vista
biosíquico. Este camino se mostró fructífero y terminó consolidándose en la
orientación bioenergética.

10
Marx y Hillix, Ob.Cit. p. 236.
11
El concepto de energía o fuerza es de larga data. Lo presupone el hombre primitivo en sus concepciones
mágico-religiosas. La civilización China lo desarrolló, tanto en su filosofía, como en su psicología y sus artes
curativas. W. Reich, con sus experimentos acerca del “orgón”, intentó demostrar su existencia objetiva, tanto
en el hombre, como en el ambiente. En la PNH se conceptúa como energía psicobiológica indispensable para
el desarrollo de la vida. Es perceptible por vía de sentidos cenestésicos. Se presencia o ausencia,
concentración o dispersión, aumento o disminución, en los distintos puntos del cuerpo y el espacio de
representación es clave para la salud física y mental del ser humano.

12
13

Consideraciones de la PHU:

 En comparación con el esquema del psiquismo humano psicoanalítico, el


de la PHU resulta más completo (ver siguiente página) al abarcar la
estructura percepción-memoria-centros-niveles, interconectada por
impulsos que transforman los estímulos en respuestas (intelectual, emotiva,
motriz, vegetativa y sexual) gracias a la labor coordinadora de la
conciencia. No obstante reconocerse como metáforas, estos aparatos, no
solamente tiene sus bases fisiológicas localizables12, sino muchas de sus
operaciones son registrables por actos de percepción interna.

 A diferencia del psicoanálisis, la conciencia aparece como el sistema de


coordinación y registro que efectúa el psiquismo humano. En esta
concepción no se la reduce ni se la limita únicamente a su manifestación
vigílica e intelectual, sino que se la registra actuando en todos los niveles
de trabajo y en la estructura de presencia y copresencia con la que
trabaja el mecanismo atencional13. De acuerdo a este punto de vista, dado
que la conciencia estructura activamente el mundo en su tarea de
coordinación adaptativa, no se la ve, como en el psicoanálisis, como la
engañada y pasiva víctima de las fuerzas inconscientes del ello y el
superyó

 En la PHU el “terapeuta” no solo trabaja sobre el lejano pasado del


“paciente”, sino comprende al sujeto en un proceso de auto-conciencia
significante, en el que pasado, presente y futuro se interconectan en
función de una intencionalidad orientada al cese del dolor en cada
situación y a la búsqueda de sentido para la trayectoria sociopersonal.

 A diferencia del psicoanálisis, la interpretación válida de los contenidos


internos se apoya en el registro de verdad interna 14, vivenciado por el
propio sujeto analizado, antes que en una interpretación impuesta por el
sicoanalista de acuerdo a un modelo energético mecánico, en el que la

12
“A efectos de lograr una visión integrada del psiquismo, presentaremos sus distintas funciones en una
metáfora de ´aparatos´ que se podrían llegar a localizar fisiológicamente” (Apuntes de psicología: p. 308). El
apéndice Bases fisiológicas del esquema del psiquismo da cuenta de estas localizaciones en la misma obra
acabada de citar.
13
Cita ideográfica del autor (Apuntes: pp. 34 y 35)
14
De acuerdo a Dario Ergas, la verdad interna se puede definir, en oposición a la verdad ingenua o absoluta,
como el claro conocimiento de la propia intención y la descripción precisa de lo que me pasa internamente:
“Incluso cuando pontificaban que ´nadie posee la verdad completa´…, lo decían sin la comprensión de
que en ellos existe una intención previa al punto de vista desde donde se emite el juicio sobre la realidad”
(Ssentido del sinsentido, Virtual Ediciones, Santiago de Chile, 1998, pp. 14 y 15). Y más adelante en la
misma página 15: “Llamo ´verdad absoluta´ a las construcciones intelectuales que realiza mi mente para
interpretar un fenómeno del mundo externo, en que, creo que existe una correspondencia exacta entre la
construcción intelectual y el fenómeno externo, con total independencia de mi y por un tiempo eterno”. Y
en la página 18: “Aprender a observar lo que me pasa es aprender a vivir con la verdad interna.
Diferenciar lo que me pasa de la interpretación que hago de ello, es acercarse a la verdad interna.

13
14

voluntad del sujeto se encuentra a merced de un juego de fuerzas


inconscientes que, muchas veces sólo existe en el paisaje interno del
analista que verá en el paciente lo que él quiera ver.

PAISAJE INTERNO
Configuración de la realidad que corresponde con la percepción de los sentidos internos
ponderada por los datos de memoria y por la postura intencional de la conciencia que
varía según el estado de sueño, de vigilia, de emoción, de interés, etc.

Fuente: Diccionario del Nuevo humanismo, p. 93.

 Por otro lado, la transferencia, en lugar de producirse del paciente hacia el


analista, es un traslado de cargas de una cadena de imágenes a otras, de
tal manera que la energía psicobiológica se redistribuye en forma pareja en
todos los lugares y niveles del espacio de representación, transformando
los significados de los contenidos intencionales en la conciencia. En este
sentido la PHU reconoce y converge con el trabajo pionero de R. Desoille
expuesto en sus Lecciones sobre ensueño dirigido en psicoterapia15.

 La finalidad del trabajo, como en el psicoanálisis, será restituir el flujo de la


energía retenida y ampliar el grado de conciencia del paciente, pero no de
acuerdo a la interpretación del analista, sino de su propia y nueva
comprensión. Pero, además de razonar los procesos, deberá sentirlos con
profundidad interna, de tal manera que el cambio de actitudes y conductas
se haga posible de manera consciente e intencional. El terapeuta
humanista, convergiendo con la orientación existencialista de V. Frankl,
cooperará con el sujeto en esta búsqueda y lo alentará a convertir los
sentidos descubiertos por el mismo en acciones coherentes.

 Dado que el psicoanálisis, en tanto reinterpretación de la vida total humana,


se convierte en un nuevo mito para el paciente, éste queda atrapado en
una visión pesimista del mundo, en la que no tiene cabida la libertad
creadora y la transformación.

Aportes

 La orientación psicoanalítica rescató para la psicoterapia la importancia del


mundo interno del paciente. Proporcionó conceptos y esquemas de
interpretación dinámicos que de todas maneras permitieron trabajar
energéticamente al interior del psiquismo humano.

 Conservó el postulado del dolor y el placer como motivadores


fundamentales del acto humano y el equilibrio psíquico. Abrió nuevas
perspectivas y fue una fuente de estímulos para la investigación.

15
Amorrortu editores, Buenos Aires, 1973.

14
15

 Las escuelas disidentes aportaron lo suyo, enriqueciendo las formas de


mirar el mismo objeto.

 Aunque deformada por la interpretación del analista, la subjetividad del


paciente pasó a ser el centro de la curación de las enfermedades mentales.
Fue el complemento y el contrapeso del conductismo.

3. LA ORIENTACION CONDUCTISTA 16
16
Autores representativos: I. Pavlov; J.B. Watson; E.C. Tolman, E.R. Guthrie; C.L. Hull; B.F. Skinner; J.
Wolpe; A. W. Staats.

15
16

Presupuestos principales

- La conducta se compone de estímulos y respuestas, y puede ser analizada


mediante los métodos objetivos de la ciencia natural. En la formulación
extrema, la conducta se compone por entero de secreciones glandulares y
movimientos musculares, por lo cual es reductible en última instancia a
procesos físico-químicos.

- Como toda respuesta del organismo obedece a algún tipo de estímulo, hay
entonces un estricto determinismo de causa y efecto en la conducta. La
conciencia (memoria, voluntad, inteligencia), si es que existe, no puede ser
estudiada científicamente. Es necesario ignorar tal subjetivismo.

- No hay diferencia cualitativa entre los seres vivos. Los hombres y los
animales están sometidos al mismo proceso de aprendizaje y habituación
que combina cadenas de reflejos condicionados cada vez más complejas.

- Se rechaza la causa interna como causa ultima de la enfermedad mental. Se


postula una relación de interacción entre el organismo y su medio que es
fuente de estímulos positivos o gratificantes (recompensas) y negativos o
dolorosos (castigos).

- Se distingue un condicionamiento clásico que, al aplicarse a la psicoterapia,


impone una nueva exposición a la fuente dolorosa y una desensibilizacion
sistemática (Wolpe) de esa sensación17. Bajo el rol instructivo y directriz del
terapeuta, el sujeto se reacondiciona con respuestas sustitutorias de
relajación y adaptación -en la imaginación o en la realidad- frente a los
objetos y situaciones que le producen ansiedad, miedo, vergüenza o tensión
en general.

- También se distingue un condicionamiento operante (Skinner). En este caso


el procedimiento orienta al paciente a sustituir las respuestas inadecuadas
por las adecuadas en lo que se ha denominado entrenamiento asertivo. Por
ejemplo, una persona tímida debería sustituir su temor a expresar
sentimientos, ensayando un rol más activo en cuanto a expresividad y
comunicación.

- Las técnicas de modelamiento incluyen la imitación de modelos positivos, la


expresión de nuevas conductas, el entrenamiento en habilidades sociales y
la repetición de conductas asertivas.

Críticas de la psicología oficial

17
“Luego de un experimento…, la técnica de desacondicionamiento o reacondicionamiento demostro
claramente su efectividad… Mientras el chico comía, se colocaba el estímulo condicionado que provocaba
miedo a cierta distancia, de modo tal que no produjera la respuesta de miedo. Luego de varios días de colocar
el estímulo (un conejo) cada vez más cerca… el niño pudo finalmente tomarlo sin miedo mientras continuaba
comiendo” (Sistemas y teorías…: p.197)

16
17

 Los propios conductistas (Tolman) terminaron por reconocer en las


conductas manifiestas y observables una intencionalidad subyacente. Aún
el animal en su ambiente y en estado de alerta ejerce una influencia
intencional. Está atento usando de sus sentidos para hallar la presa sobre
la que quiere lanzarse: para las orejas, fija la vista, oletea el aire, aquieta
su cuerpo, espera el momento oportuno y ejecuta la acción en un instante
preciso del tiempo.

 Otros conductistas repararon en que el conocimiento psicológico válido, no


sólo proviene de los sentidos externos (exteroceptores), sino también de
los sentidos internos (interoceptores), aunque éste último es rechazado por
el conductista extremo por adjudicarle un estatus privado. Al no ser
comprobable públicamente, deja de ser científico.

 El mecanicismo conductista tiene consecuencias éticas importantes: si


todo está determinado de antemano por un juego de causas y efectos,
estímulos y respuestas, que la conciencia (incognoscible o inexistente) ni
siquiera puede controlar parcialmente, la mejora del ser humano, sólo
provendrá del sistema de recompensas y castigos que instale la naturaleza
o la sociedad, pero no de los esfuerzos de la propia conciencia del
“paciente” condenada a ser un reflejo condicionado.

 La eliminación completa de la subjetividad es atrevida y termina siendo


absurda. Si se elimina la conciencia, se eliminan los pensamientos, las
intenciones, las voliciones. Por reducirlo todo a las reacciones que el
organismo opone a los estímulos se priva a los actos humanos más
reflexionados de toda significación y sentido.

 La propia psicoterapia conductista no pudo prescindir para sus programas


de reacondicionamiento conductual de las técnicas de relajación, la
sugestión, el juego de roles, la imaginación dirigida y la emulación de
personalidades modelos, incomprensibles e inaplicables sin la colaboración
voluntaria y consciente del sujeto.

Consideraciones de la PHU

 Hay una convergencia general en la noción de privilegiar la acción en el


mundo como elemento decisivo de la transformación y, por tanto, de la
curación. Pero en la PNH la acción en el mundo, no se encuentra separada
de la acción reflexiva y del sentir positivo. Estos aspectos reflejan el trabajo
estructural de los centros de respuesta18 y el rol fundamental de la imagen en
la configuración de la conducta.

IMAGEN Y CONDUCTA

18
“Los centros pueden trabajar desincronizadamente ocasionándose errores en la respuesta. Del trabajo estructural
de los centros se tiene registro cenestésico y percepción psicológica y, por ello, en las experiencias de mucho conflicto
interno el trabajo de los centros se experimenta como contradicción entre el pensar, el sentir y el actuar”. (Apuntes…:
pag.60)

17
18

La imagen es un modo activo de estar la conciencia en el mundo y no simple pasividad


como han sustentado las teorías anteriores;- ese modo activo no puede ser independiente
de una especialidad interna; las numerosas funciones con que cumple la imagen
dependen de la ´posición´ que esta asume en aquella ´espacialidad´… Ya no será la idea,
o una supuesta voluntad, o la misma necesidad objetiva las que muevan el cuerpo hacia
las cosas, sino la imagen y el emplazamiento de ésta en el espacio de representación.
Fuente: Silo (1990) “Contribuciones al pensamiento. Sicología de la imagen y discusiones
historiológicas”, México, Plaza y Valdez, p. 6.

 Rol aprovechado prácticamente por la psicoterapia conductista, pero, a


diferencia de la PNH que lo fundamenta, no legítimamente explicado y hasta
negado por el materialismo mecanicista y darvinista que sustenta
filosóficamente al conductismo extremo.

 Hay coincidencia con las técnicas de relajación y de imaginación dirigida para


habilitar al paciente en el control y el manejo de las imágenes, como recurso
reprogramador de la conducta; pero, a la vez, les da una mayor potencia y
proyección experiencial a través de técnicas nuevas como la experiencia de
paz, las experiencias guiadas, el trabajo con la fuerza, las transferencias
y autotransferencias19.

 También hay convergencia en considerar al individuo en estrecha relación


con su medio, pero sin una determinación total por parte de éste, sino en un
proceso no mecánico de transformación mutua y aprendizaje constante.

 Para la PHU, el psiquismo humano se ubica en un nuevo nivel de


complejidad con respecto del psiquismo animal e incluye a la conciencia
como el aparato de coordinación general. La estructura de la conciencia es
esencialmente intencional20. y, en los seres humanos, esta característica,
adquiere un nivel cualitativamente distinto de complejidad21. De esta manera,
las conclusiones a partir de los experimentos con animales no pueden ser
mecánicamente trasladadas al ser humano, quien a pesar de estar limitado
por el medio biológico, psíquico y social, siempre cuenta con un margen de
libertad para transformarlos.
19
La descripción y explicación detallada de estas técnicas se encuentra en el libro Autoliberación de L. A.
Amman.
20
Los objetos de conciencia (percepciones, recuerdos, representaciones, abstracciones, etc.), aparecen como
los correlatos intencionales de los actos de conciencia. La intencionalidad siempre está lanzada hacia el
futuro, lo que se registra como tensión de búsqueda, y también hacia el pasado en la evocación. Así, los
tiempos de conciencia, en el ser humano, se entrecruzan en el instante presente, siendo determinantes del
comportamiento actual.
21
“Un salto notable se produce cuando comienza entre los homínidas la codificación de signos… La
memoria se amplía y no es ya sólo transmisión genética y memoria individual, sino…experiencia social.
Posteriormente, se da un segundo salto…apareciendo la memoria dispersa, que va prosperando… hasta
alfabetos que posibilitan textos, bibliotecas…El aspecto más relevante que ha operado ahí, es que el
psiquismo sale de sí, se plasma en el mundo “(Apuntes…: p.22)

18
19

 Hay divergencia con el conductismo en cuanto que los cambios sean solo en
el nivel de la superficie y no vaya a la modificación de las imágenes
profundas localizadas en la profundidad del espacio de representación.
-

ESPACIO DE REPRESENTACION

“Todos los sentidos producen su representación en un espacio mental…


Este espacio no es sino el conjunto de representaciones internas del
propio sistema cenestésico…Tiene profundidad, tiene volumen y
reproduce, aproximadamente, al propio cuerpo.

Fuente: Apuntes… p. 204

 En este contexto se le asigna una importancia mucho mayor al rol de los


sentidos cenestésicos, tanto en lo que se refiere a la adecuada descripción
de los registros provenientes del mundo interno, como en la configuración del
espacio de representación, y en el complejo proceso de traducción y
transformación de impulsos22 que determina la interpretación que el
paciente pueda hacer de su enfermedad y su situación de sufrimiento.

 Hay dificultades para entender cómo se controla la complejidad de las


situaciones sociales en la vida cotidiana. En este sentido, no basta el dominio
de técnicas de control en el laboratorio o la sesión terapeútica, ni la
aplicación vertical y autoritaria de mecanismos de recompensa y castigo,
propio de la terapia aversiva conductista, sino que el individuo tiene que
contar con apoyos eficaces, personales y grupales, para producir el cambio
en la vida cotidiana y en la estructura social, concebidas como totalidades
percibidas e interpretadas en su significado o sentido trascendente. El
terapeuta humanista, no sólo dotará de técnicas sencillas y eficaces de
relajación y atención dirigida23, sino que, además, alentará la participación
activa del “paciente” en los distintos ámbitos de su vida cotidiana en los que
el encuentre un sentido de dar24.

 Si bien la PNH recoge el aporte de la noción general estímulo-respuesta,


ésta es concebida en un marco teórico muy distinto, en el que el psiquismo
se observa como sistema en función de la vida y como coordinador de las
estructuras (sentidos, memoria, conciencia, impulsos-comportamiento) que, a
su vez, componen la estructura ser vivo-medio y/o conciencia-mundo. La
22
La acidez estomacal que registro por mi receptor sensorial cenestésico, se me puede traducir como un
incendio en una imagen visual. “El dolor y el sufrimiento terminan fuertemente deformados, traducidos y
transformados por la imaginación en general” (Apuntes…: p. 227).
23
“Forma de atención aperceptual, en que la actividad del pensar está ligada a registros de relajación”
(Autoliberación, vocabulario, p. 283)
24
El registro psicológico de generoso desprendimiento, evocado por la acción solidaria, permite el
relajamiento efectivo de la contracción muscular, típico de la actitud posesiva y egoísta, característica del
capitalismo occidental.

19
20

conducta o el comportamiento (centros de respuesta, carácter, personalidad


y roles) es un caso particular, de la expresión del psiquismo en cuanto ajuste
del medio interno del individuo y el medio externo o ambiental. El
comportamiento se estructura sobre la base de cualidades innatas biológicas
y las adquiridas por el aprendizaje y la experiencia social. Los aciertos en los
intentos de adaptación, no sólo producen placer, distensión, sino también
ahorro de energía que puede aplicarse en nuevos pasos de adaptación
creciente.

Aportes

 Paradójicamente, es un aporte el haber llevado hasta sus últimas


consecuencias el postulado cientificista hasta pretender eliminar el propio
objeto original de ella: la conciencia. En este intento se comprendió el
poderoso rol que juega el medio social y la dinámica del aprendizaje en la
configuración de la enfermedad, pero se subestimó la potencialidad
transformadora del individuo y se simplificó el tratamiento a prácticas de des-
acondicionamiento conductual que carecieron de la profundidad necesaria
para avanzar más allá de la mera sustitución de una conducta síntoma
aislada. Esta misma limitación o carencia llevó a otros científicos a integrar y
potenciar el conductismo con la orientación cognitiva que veremos a
continuación.

 La universalización del acto reflejo investigado experimentalmente por Pavlov


como componente mínimo y universal del psiquismo de los seres vivos se
reveló fructífera, así como continuar con el marco de interpretación basado
en una teoría de la adaptación y el aprendizaje de antecedentes darvinistas.
Sin embargo, no se llego a enriquecer esta teoría con la lógica general de las
estructuras, sistemas y procesos como salto cualitativos, ni tampoco se le dio
profundidad psícológica con la asimilación de los aportes de la
fenomenología y el existencialismo.

4. LA ORIENTACIÓN COGNITIVA25

Presupuestos principales

- El concepto de cognición incluye ideas, creencias, imágenes, atribuciones,


expectativas y se refiere al conjunto de los procesos por los cuales una
25
Autores representativos: G. Nelly; A. Ellis; A. Beck; D. Meichenbaum; M. Seligman.

20
21

persona adquiere información sobre sí misma y su medio, y las asimila para


regular su comportamiento.

- Las terapias basadas en este enfoque comparten los siguientes


presupuestos: 1) La actividad cognitiva afecta a la conducta; 2) La actividad
cognitiva puede ser controlada y transformada; y 3) El cambio conductual
puede obtenerse mediante el cambio cognitivo.

- Los antecedentes históricos de este punto de vista se remontan a Epicteto


(“los hombres no se perturban por las cosas, sino por la opinión que tienen
sobre éstas) y a la concepción budista de que el sufrimiento es ilusorio, ya
que la realidad es construida por el pensamiento. La coincidencia con la
visión hermética (“el universo es mental”) es manifiesta.

- El objetivo de las terapias cognitivas es el cambio de los esquemas


cognitivos (creencias y supuestos personales) que impiden el correcto
funcionamiento psicológico y social de la persona.

- Este cambio se puede lograr mediante distintas vías. Una es el rediseño de


la forma de concebir los roles que tiene una persona y un ensayo real del
nuevo personaje. El terapeuta instruye al paciente para que se auto-
caracterice por escrito. Luego re-escribe este texto explorando guiones
alternativos. Finalmente entrena al paciente para que los domine y los
practique en la vida cotidiana.

- Otra vía es el diálogo acerca de las ideas y creencias irracionales del


paciente (conclusiones falsas, hipergeneralizaciones, simplificaciones
indebidas, etc.) hasta que éste reconozca la desproporción de ellas y las
diferencie y defina mejor de acuerdo a un punto de vista ponderado,
constructivo y eficaz.

- Otra vía más es la identificación y contraste con la realidad de los así


llamados “pensamientos automáticos” que se experimentan como si fueran
un “reflejo”, sin discernimiento previo y se graban como plausibles y válidos,
es decir, verdaderos. La depresión, por ejemplo, muestra una estructura
cognitiva en la que domina una imagen negativa de sí mismo, de la
experiencia presente y del futuro.

- También puede ser muy útil el ensayo de escenas en la imaginación26 que


fomentan interpretaciones alternativas de las situaciones vividas y el empleo
de la dramatización para adoptar por empatía otras perspectivas.

26
En la PHU, el trabajo interno, personal, introduciendo cambios de perspectivas en la propia escenografía
mental, ha sido enormemente facilitado en la obra Experiencias guiadas (Silo, Plaza & Janes, Barcelona,
1989). Apoyándose en la forma literaria se presentan una serie de prácticas psicológicas en las que el lector
(léase el ´paciente´) puede llenar las escenas con su experiencia interna, que puede ser adecuadamente
vivenciada, autoobservada, evaluada y transformada.

21
22

- La terapia cognitiva asigna al terapeuta un rol dominante en la estructuración


de los pasos operativos de alivio o curación. Estos pasos se dejan resumir
así: 1) Aprendizaje del “cliente” de la autobservación de pensamientos
automáticos; 2) Identificación de la tendencia autodestructiva en estas
construcciones; 3) Revisión de las hipótesis sobre sí mismo y el mundo, y de
las valoraciones que ellas implican; 4) Estructuraciónes cognitivas
alternativas; 5) Puesta a prueba en situaciones reales.

Críticas de la psicología oficial

 Ateoricismo. Esta es la primera y más importante crítica que ya resaltaran


Mahoney y Arnkoff 27 en su momento. Lo que significa que las
aproximaciones cognitivas han devenido en una serie de innovaciones
técnicas muy interesantes, pero cuyo fundamento teórico resultaba muy
poco claro.

 Las preguntas saltan a la vista: el ateoricismo de los cognitivistas


¿proviene de un descuido de ellos, por la urgencia de resolver los casos
terapéuticos, o simplemente correspondía a un efectivo vacío en la teoría
psicológica general? ¿O bien se trataba de los propios límites del paisaje
de formación, cientificista, naturalista y conductista, en los que estos
terapeutas se formaron?

PAISAJE DE FORMACION
Así pues, llamamos ´paisaje de formación´ al conjunto de grabaciones que configuran el
substrato biográfico sobre el que se van hábitos y rasgos básicos de personalidad…Las
grabaciones estructuradas básicas comprometen no sólo a un sistema de recuerdos, sino
a tonos afectivos, a una forma característica de pensar, a una manera típica de actuar y,
e definitiva, a un modo de experimentar el mundo y actuar en él”
Fuente: Apuntes… p. 143

 Probablemente las tres hipótesis sean ciertas. El axioma de que entre el


tipo de estímulos ambientales y el carácter positivo o negativo de las
respuestas humanas, media, para bien o para mal, la intervención decisiva
de la calidad ilusoria de las creencias, como bien sistematizara Albert Ellis,
creador de la terapia racional-emotiva, abre la interrogante de cómo es que
eso es posible.

27
“Cognitive and self-control therapies”, en la obra de Garfiel y Bergin “Handbook of psicotherapy and
behavior”, Nueva York, 1978 (segunda edición).

22
23

 De todas maneras, resulta difícil de entender, para la propios psicólogos


oficiales, la ausencia en el cognitivismo de referencias teóricas a autores,
no ya europeos, como Husserl, Ortega y Gasset o M. Ponti, sino
norteamericanos, como G.H. Mead, creador del interaccionismo simbólico28,
y el mismo W. James, que de todas maneras ofrecieron interesantes
descripciones del mundo interno en las que las creencias jugaban un rol
decisivo e irremplazable en la interpretación del mundo, concebido como
juego de perspectivas, adaptaciones y espejismos.

Consideraciones de la PNH

 En la PHU la respuesta al problema de la creencia ha sido dada en el marco


de una teoría general que explique la acción humana. Que explique cómo la
actividad del ser humano no es simple reflejo de condiciones, sino
transformación de éstas; y cómo es que esta acción al transformar el mundo
transforma también a su productor29.

 Ha faltado en las psicologías oficiales la descripción estricta y la explicación


suficiente de cómo lo que ocurre en la imaginación termina constituyendo eso
que se ha llamado “realidad” y que es, precisamente por ello, ni más, ni
menos, que paisaje humano.

PAISAJE HUMANO

Configuración de la realidad humana en base a la percepción del otro, de la sociedad y


de los objetos producidos con significado intencional. El p.h. no es simple percepción
objetal, sino develamiento de significados e intenciones en los que el ser humano se
reconoce a sí mismo.

Fuente: Diccionario del Nuevo humanismo, Centro Mundial de Estudios Humanistas: pp. 92 y 93.

 Pero, sobre todo, cabe a la PHU el mérito de haber señalado tal vacío teórico
y de haberlo llenado con dos reflexiones y conceptos fundamentales y
fundamentantes: imagen y espacio de representación. Con respecto al
primero sostiene que la imagen no es mera copia de la percepción retenida
en la memoria, que solamente le sirve a la conciencia para poder recordar,
sino actúa en la deformación, transformación y traducción de impulsos
provenientes de muy distintas fuentes30. En los sueños, por ejemplo, un
registro proveniente del sistema cenestésico, como las ganas de miccionar,
28
“Mente, persona y sociedad”, Paidos, Buenos Aires, 1972.
29
Contribuciones al pensamiento, p.22.

23
24

puede ser traducido en una imagen visual, propia del sentido


correspondiente, como la de un retrete que rebalsa agua. El soñante, en su
nivel de conciencia, puede registrar esta imagen con un grado de verdad
(creencia), hasta el punto que puede suscitar, al ser retraducida por
cenestesia, un registro de vergüenza.

 La imagen cumplirá numerosas funciones, según el nivel de conciencia


(sueño, semisueño, vigilia) y según su ubicación, más o menos profunda, en
el espacio de representación. Este, ignorado por la psicología oficial, y
diferente al de la percepción, sirve para que los distintos sistemas de
imágenes, correspondientes a las fuentes sensoriales externas e internas,
se localicen y actúen hacia el mundo externo o interno para alejar el dolor y
aproximar el placer.

ESPACIO DE REPRESENTACION

Cuando decimos que el espacio de representación muestra distintos niveles y


profundidades, ¿es que estamos hablando de un espacio volumétrico, tridimensional, o
es que la estructura percepto-representativa de mi cenestesia se presenta
volumétricamente? Sin duda se trata de lo segundo y es gracias a ello que las
representaciones pueden aparecer arriba o abajo, a izquierda o a derecha y hacia
delante o hacia arriba, y que la ´mirada´ también se ubica respecto de la imagen en
una perspectiva delimitada.

Fuente: Contribuciones al pensamiento. Psicología de la imagen: p.65.

 En la PHU la creencia es un caso particular de la imagen y ésta, a su vez, un


caso particular de la representación, la que siempre está influyendo en la
percepción. De manera que, no sólo procesamos las situaciones con los
datos proporcionados por los sentidos externos, sino que las configuramos
con los actos de memoria (retenciónes) y los de la imaginación
(protensiónes)31.

 Hay creencias de distinto tipo, alcance y nivel de profundidad. Las hay


situacionales y están las que comprometen a toda la estructura humana y su
devenir en el mundo, como aquellas creencias, contenidas en las
producciones del psiquismo individual (sueños, ensueños) y colectivo
(mitos, leyendas, cuentos, películas y obras de arte en general) que
proyectan en determinados objetos (por ejemplo el dinero) el poder de
otorgar la felicidad. Todo el pensar, el sentir y el actuar del sujeto quedará
comprometido en la búsqueda de ese supuesto supremo valor.

30
Para una ampliación de este punto de vista, ver Contribuciones al pensamiento, Silo, Plaza & Valdés,
Mexico, 1970, p.16
31
“…la conciencia infiere más de lo que percibe; con aquello que viniendo del pasado, como retención, se
superpone a la percepción actual. En cada mirada que lanzo a un objeto veo en el cosas deformadas…esto
lo estamos diciendo con referencia a la superposición que las imágenes de las retenciones y futurizaciones
hacen de la percepción” (Habla Silo, Virtual ediciones, Chile, 1996, p. 174)

24
25

ENSUEÑOS

Imágenes provenientes de otros niveles de conciencia que presionan el nivel vinílico.


Cumplen con la función de descargar tensiones internas, productos del
condicionamiento sufriente o doloroso. Hay ensueños situacionales y otros de gran
fijeza. Estos últimos delatan la presencia de un núcleo que se manifiesta como imagen
orientadora de la conducta.

Fuente: Autoliberación. Vocabulario: pp. 296 y 297.

 La psicoterapia del Humanismo Universalista no puede conformarse con los


cambios en los esquemas cognitivos que están a la base de las conductas
situacionales, sino que aspira a que el “paciente” logre cambiar el núcleo
de ensueño cuando éste orienta negativamente las tendencias de la vida
humana en una dirección que no es advertida por la conciencia.

NUCLEO DE ENSUEÑO

Núcleo fijo de divagación, observable en los distintos niveles de conciencia, capaz de


orientar todas las actividades del psiquismo en una dirección determinada. No es
claramente advertido por la conciencia vigílica y racional que se pone al servicio de ese
núcleo.

Fuente: Apuntes de psicología: p. 130.

 En este contexto, podríamos afirmar que la orientación cognitiva trabaja


acertadamente tornando conscientes las creencias irracionales que están a
la base en la organización de la conducta situacional. Y ello está bien en la
medida en que se pueden ensayar nuevas y más eficaces tácticas de
adaptación, pero que no actúa en el cambio de dirección general de la
conducta del sujeto, que depende fuertemente de su núcleo de ensueño.

 En cuanto a la relación con el sujeto de tratamiento, la PHU no está de


acuerdo en considerarlo como un “cliente” por connotar este término, por lo
menos en el castellano: 1) utilización asidua de los servicios de un
profesional o empresa; 2) persona que acostumbra a ir siempre a una
misma tienda o negocio; y 3) persona que está bajo la protección o tutela de
otra.

 Reconociendo, respetando y alentando la profunda diversidad cultural y


personal del ser humano, en la PHU se aspira a una relación de igualdad en
la que ningún ser humano se considere por encima de otro. Si es que el
terapeuta del Nuevo Humanismo adoptara un rol más directriz, sólo podría
justificarse por un tiempo, pero el ideal estaría puesto siempre en la

25
26

horizontalidad creciente y en la autonomía creciente, todo ello en el tiempo


estrictamente necesario para que ello suceda en una percepción atinada del
proceso.

 Dicho sea de paso, al igual que el conductismo, del cual procede, la


orientación cognitiva tampoco plantea el compromiso del sujeto tratado con el
cambio crítico, constructivo, solidario y no violento de las estructuras
culturales y sociales que han moldeado su conducta y su carácter de manera
tan calamitosa. Si bien considera la estrecha relación existente entre la
enfermedad individual y la colectiva, propone cambios en el terreno
interpersonal, pero no en el terreno económico, político y cultural.

Aportes

 Con respecto al psicoanálisis y el conductismo, el cognitivismo significó de


todas maneras un paso importante y positivo. En el propio terreno de la
acción terapeútica superó la visión de un ser humano víctima de las
estructuras inconscientes y de los reflejos condicionados.

 Esta superación práctica del naturalismo y el mecanicismo propio del


cientificismo ingenuo derivó en la aplicación de técnicas apropiadas para que
el “paciente” pueda incorporar en su proceso de curación la descripción de
su mundo interno, el trabajo con su imaginación y el cambio intencional de su
acción, considerando sus creencias como un punto de vista resultante de un
juego de paisajes y miradas enhebrados en las redes socializadoras de la
interacción social.

5. LA ORIENTACIÓN SISTEMICA32

Presupuestos principales33

32
Autores representativos: G. Bateson, D. Jackson, P. Watzlavick, V. Satir, S. Minuchin, J. Haley, M.S.
Palazzolli.

26
27

- Los conceptos de sistema, estructura, ecología, comunicación, evolución,


causalidad circular, estrés y cambio de paradigma son característicos de
esta orientación, basada en la teoría general de los sistemas (Ludwig von
Bertalanffy), la teoría de la información (Claude Shanon), la cibernética
(Norbert Wienner) y la antropología cultural sistémica (Gregory Bateson).
Esta orientación pretende introducir un vuelco revolucionario en el modo de
concebir la psicología y tratar la enfermedad mental.

- Se cuestiona el concepto clásico de causalidad lineal en el que se supone


que un determinado fenómeno tiene como razón de ser uno o varios
fenómenos que lo causan y, por tanto, lo explican. La orientación sistémica
propone la causalidad circular en la que los fenómenos o elementos
componentes de una estructura se encuentran siempre en dinámica
afectándose entre sí. Se trata de cambios en el tiempo, en el proceso, en
los que, por ejemplo, todo influjo de A sobre otros elementos revierte
también sobre el mismo elemento A.

- Las enfermedades psíquicas, entonces, que hasta el momento se


consideraban “individuales” (desencadenadas por conflictos internos, por
un proceso de aprendizaje equivocado, o por un pensamiento erróneo), se
analizan ahora con relación a su papel y su función en las estructuras
comunicativas del sistema social, particularmente el familiar. La familia
deviene así el objeto privilegiado de atención terapéutica. Ella será vista en
la lógica sistémica como una estructura que tiende a perpetuarse a sí
misma y que, en ese intento, ha creado los mecanismos y el modelo para
integrar el ruido perturbador producido por el elemento considerado
enfermo. Es más, se ha comprobado, que la familia, considerada como
sistema, instala mecanismos de resistencia para que el enfermo no revierta
su tendencia, es decir, no se cure, pues ello obligaría al cambio de
paradigmas y habituaciones que rigen las relaciones entre los miembros de
la familia.

- Los influjos en la causalidad circular o realimentación entre los elementos


pueden ser positivos o negativos. La realimentación negativa activa los
mecanismos de defensa de la estabilidad de la estructura. La positiva
produce lo contrario, hasta el punto de que su acción repetida pueda hacer
estallar el sistema, el que se verá obligado a reorganizarse de acuerdo a un
nuevo paradigma que permita integrar y ordenar nuevamente todo el ruido
producido por los cambios a los que se sometió la estructura.

- La perspectiva sistémica obliga a diseñar un modelo en el que se


consideren múltiples niveles: el nivel fisiológico (subsistemas pulmonar,
circulatorio, digestivo, etc.); el nivel psicológico individual (funciones y
procesos perceptivos, representaciones, cogniciones, sentimientos,
motivaciones); el nivel individuo-medio físico; y el nivel individuo-medio
social. Aunque cada nivel es cualitativamente distinto al otro, y admite
intervenciones propias y específicas, mantienen interacciones mutuas, de

33
Para el desarrollo de este acápite me remito ideográficamente al capítulo 16 de libro Corrientes
fundamentales en psicoterapia del ya mencionado autor Júrgen Kriz.

27
28

tal manera que el cambio que se logre en alguno de ellos puede afectar a
los demás.

- Los distintos modelos de psicopatología y psicoterapia, según escuelas,


enfatizan más unos niveles que otros. Unos ingresan desde el individuo al
medio social y otros privilegian la red familiar-social y obvian al individuo.
En la aproximación interaccionista de Marsella34 , expuesta por el ya citado
Ionescu, se puede inferir el siguiente modelo en lo que hace a niveles de
análisis:

a) El nivel de la persona, en su funcionamiento biológico, psicológico


y sociológico, considerado como mediador de factores de tensión.
Las diferencias individuales explican las distintas respuestas a un
mismo factor estresante. Los problemas orgánicos afectan
gravemente la energía y la resistencia requeridas para hacer frente a
las situaciones de tensión. La forma de mirar el mundo y a sí mismo
son decisivas en el nivel psicológico para fortalecer o debilitar el
enfrentamiento del individuo con el medio y aumentar o reducir la
carga de tensión perturbadora. Finalmente en el nivel social, la
familia, los amigos y las redes de apoyo social pueden también
agudizar o aliviar la calidad y la intensidad de la respuesta en el
proceso de adaptación.

b) El nivel de los agentes estresantes ambientales, definidos como


acontecimientos, objetos o procesos que susciten un estado de
cambio en la persona. Pueden provenir de distintos ámbitos
(alojamiento, empleo, salud, pareja, hijos, etc.), admitir distintos
contenidos o temas (muerte de un hijo, despido intempestivo del
trabajo, etc.) y representar diferentes grados de gravedad en lo que
hace a la frecuencia, intensidad, duración, forma, complejidad,
pasividad de control, predectibilidad, etc.

c) El estado de estrés, tomando como referencia la carga del sistema,


el tipo de experiencia y el nivel de activación puede dar como
resultado estados de confusión, delirio y agitación si hay sobrecarga
o estados de retraimiento, apatía y alucinación en el caso de una
subcarga del sistema.

En este modelo, la psicopatología puede conceptuarse como “adaptativa” porque


representa los patrones de respuesta a estados psicológicos y fisiológicos de
estrés. Se observa en este modelo la simbiosis de las aproximaciones
conductistas e interaccionistas con las sistémicas.

Otros modelos tratan de operar directamente sobre la familia, más que sobre el
individuo. Así diferencian los siguientes componentes a los que habría que
atender prioritariamente:

34
Marsella , A. J. , “An interactional model of psychopatology”, en O´Connor y Lubin (eds.), Ecological
approaches to clinical and community psychology, John Wiley & Sons, Nueva York, 1984, 232-250.

28
29

a) La claridad y definición en los límites, jerarquías y roles de la estructura


familiar (padres, parejas, hijos y sus relaciones recíprocas)

b) La capacidad reguladora del sistema en las secuencias típicas de


interacción (causalidad circular) que sirven para mantener el equilibrio u
homeostasis familiar y en la que el miembro identificado como enfermo o
anormal por la familia juega un rol central en lo que hace a mantener el
equilibrio familiar.

c) Los problemas de comunicación entre los miembros de la familia se


manifiestan en fenómenos de doble vínculo (si el “paciente” hace A lo
sancionan y se hace B también: la madre deja al hijo con culpa si sale a la
calle y si se queda en casa le dice que se vaya, que salga nomás),
escalada simétrica (culpabilizarse mutua y crecientemente entre miembros
de la familia) y complementariedad (padre negligente-niño desobediente;
padre autoritario-niño sumiso).

d) La capacidad de la familia para manejar las crisis o los retos a su


estabilidad a lo largo del ciclo vital.

Criticas de la psicología oficial

 J. Kriz35 advierte que la aplicación por analogía de la teoría de los sistemas


al campo humano puede entrañar dificultades en cuanto a la definición
clara y precisa del punto de vista establecido, los límites de cada sistema,
las relaciones entre sus componentes internos y las relaciones con otros
sistemas de mayor o menor nivel. Si tuviéramos que jerarquizarlos por su
tamaño, desde lo más pequeño a lo más grande, aparecería un
ordenamiento como el siguiente:

Partículas subatómicas / Átomo / Molécula / Órgano


Sistema de órganos / Persona u organismo
Familia nuclear / Familia extensa
Subgrupo comunitario / Ciudad o comuna
Departamento o provincia / Estado
Asociación de Estados
Mancomunidad universal de naciones

 Centrar toda la terapia en las relaciones entre en los miembros


componentes del sistema familiar, incluido el componente designado como
paciente, puede llevar a desconsiderar otros sistemas con los que se
interactúa, como, por ejemplo, el trabajo, que termina por agotar la energía
del padre de familia, que llega sólo a su casa para expresar su ira. La
pertenencia a un grupo de referencia político o religioso podría también ser
relevante para la comprensión de ciertas actitudes que alivian o perturban
el sistema de relaciones familiares.

 El autor arriba mencionado destaca que por más que consideraciones


prácticas y técnicas justifiquen limitar el quehacer terapéutico a la familia, si
35
Ob Cit., pp. 292, 293 y 294.

29
30

se lo hace irreflexivamente se pasarán por alto aspectos esenciales que


concurren a determinar la dinámica familiar. En realidad, las
aproximaciones terapéuticas sistémicas llegan a reconocer el rol del
individuo en el proceso de curación, pero desatienden el rol decisivo jugado
por la estructura social (económica, política, ideológica), de la cual la familia
suele ser reproductora, como ya lo demostrara con suficiencia W. Reich.

Consideraciones de la PHU

 Ve en la perspectiva sistémica una aproximación valida en el estudio de los


objetos, del proceso de la vida en general y de la humana en particular.
Pero, en este último caso, y para dotarla de mayor flexibilidad y exactitud, se
ha preocupado de diferenciar el sistema de la estructura, además, como ya
señaláramos, de hacerla jugar con las ideas de conciencia, existencia e
intencionalidad.

 Tomando como referencia a Husserl ha destacado que en la noción de


estructura los elementos de un todo, no son partes, sino miembros
relacionados entre sí. Y que, además, el todo es algo distinto a la mera suma
de sus partes. Cuando se habla de sistema se está aludiendo a la relación
de un individuo con su medio, solamente que a menudo se olvida de que,
ese individuo, es, a su vez, también una estructura. De tal manera que en la
PNH se designa como sistema a la relación que una estructura guarda con
otra, que, para aquella, es su medio.

 Los sistemas y las estructuras varían según el punto de vista, el nivel y el


interés con que se aprecie el objeto de estudio. De un mismo objeto de
estudio se pueden tener visiones distintas. Por ejemplo, a un miembro de la
familia se lo puede ver como individuo (con sus componentes bio-síquicos-
existenciales), relacionado con sus distintos ámbitos sociales de trabajo,
estudio, amistades, participación política, clase social y época. La descripción
que surja será muy distinta a si solamente se lo estudia desde el punto de
vista de sus relaciones de conflicto dentro del conjunto familiar, como si este
fuera el medio completo del individuo y ese fuera el interés central.

 La PHU ha sido resultado de la aplicación consecuente de la perspectiva


sistémica, previamente desarrollada y enriquecida con varios aportes
filosóficos que han cumplido un rol orientador del conocimiento. En síntesis,
se la formuló dentro de un marco axiomático y epistemológico que reconoce
la existencia de leyes universales y un método36. El método, no sólo permite
comprender problemas, sino que actúa como herramienta de transformación
del que investiga y del mundo que lo rodea. Procede en tres etapas: 1)
Estudio de los componentes del objeto de estudio; 2) Estudio de las
relaciones con otros objetos; y 3) Estudio del proceso del objeto.

 Estos tres pasos metódicos se realizan teniendo en cuenta las cuatro leyes
universales: 1) Ley de estructura: Nada existe aislado, sino en relación
dinámica con otros seres dentro de ámbitos condicionantes; 2) Ley de

36
Ver “Siloismo” de H.V. Doren, Editorial Alfa, Lima, 1974.

30
31

concomitancia: Todo proceso está determinado por relaciones de


simultaneidad con procesos del mismo ámbito y no por causas lineales del
movimiento anterior del que procede; 3) Ley de ciclo: Todo en el universo
está en evolución y va desde lo más simple a lo más complejo y organizado,
según tiempos y ritmos cíclicos; 4) Ley de la superación de lo viejo por lo
nuevo: La continua evolución del Universo muestra el ritmo de diferencias,
complementaciones y síntesis cada vez de mayor complejidad. Nuevas
síntesis asumen las diferencias anteriores y eliminan materia y energía
cualitativamente no aceptables para pasos más complejos”.

 Si colocáramos como objeto de estudio a la relación terapeútica, el propio


terapeuta quedaría incluido dentro del sistema. Se trataría de un nuevo
componente que podría relacionarse con la familia de distintas maneras,
según como entienda él la perspectiva sistémica. Puede creer, por ejemplo,
que, como el sistema se reorganiza por sí mismo para mantener su equilibrio,
lo único que tiene que hacer es “petardearlo” hasta hacerlo explotar y de esta
manera atender al nuevo patrón de reglas de organización. Es decir, que
introduciría en la perspectiva sistémica un nuevo mecanicismo naturalista, sin
tener en cuenta que en el mundo humano los cambios y las
transformaciones, no sólo necesitan producirse, sino también comprenderse
e intencionarse hasta volverse conciencia social. El ser humano puede
acelerar conscientemente los elementos más progresivos de la situación
para hacer realidad la superación definitiva de los factores de perturbación.

 En la PHU no se concibe la posibilidad de un cambio cualitativo humanizador,


como el de la curación, sin que las personas afectadas por el problema
-incluido el terapista, la familia y las organizaciones sociales- asuman un rol
protagónico, comprometido y solidario, en el que el acto reflexivo, la actitud
bondadosa y el comportamiento coherente, vaya detectando y superando las
dificultades de adaptación creciente (resistencias y deficiencias del
psiquismo y dificultades que plantea el medio social) que la estructura
padece cualquiera sea el plano y el ámbito en el que se presenten.

 Si tuviéramos que aplicar muy someramente las leyes universales al proceso


de curación tomando como centro referencial a la familia, sería aconsejable
empezar diferenciadamente con cada miembro de esta estructura. Habría
primero que crear condiciones para que cada cual registre el sentido
solidario de su acción. Y luego habilitarlo en el manejo de las técnicas
básicas de autoliberación37 propuestas en la PHU. El momento de
complementación, en el reencuentro con el grupo familiar, adquiriría así otro
sentido y otra posibilidad en el contexto de un cambio intencional de las
relaciones y los estilos de comunicación, visto desde principios de vida38
que hagan practicables los valores de la reconciliación, el respeto por la
diversidad personal y la ayuda mutua.

37
Estas técnicas están didácticamente expuestas en el libro Autoliberación en forma de cursos prácticos de
distensión, psicofísica, control de imágenes, atención dirigida y autoconocimiento.
38
La PHU no debería de ser separada de los valores generales del Humanismo Universalista y sus principios
de vida, los que se encuentran expuestos en otras obras, particularmente Carta a mis amigos, Humanizar la
tierra y el Diccionario del nuevo humanismo.

31
32

 Un nuevo momento de proceso se viviría si es que cada miembro de la


familia participara activamente en otras organizaciones en que la acción
comunitaria le permitiera a los afectados afirmarse en sus virtudes en
terrenos distintos y más positivos que los del conflicto y la enfermedad, a la
que se le sustraería parte importante de la energía con la cual ésta opera,
subsiste y se desarrolla.

Aportes

 La perspectiva sistémica ha facilitado la inclusión de los diversos planos del


psiquismo y ámbitos del medio en la explicación de los trastornos psíquicos
que, más que anormalidades individuales, son vistos como resultantes de
la interacción de una multiplicidad de factores que en cada situación
concreta deben analizarse, desde el punto de vista de la integridad de una
estructura humana amenazada por el estrés.

 Otro aporte interesante es haber enfatizado en que la curación no es sólo


mantener una supuesta homeostasis del sistema conservando sus
patrones de regulación a cualquier precio, sino también cambiar esos
mismos patrones por otros, con lo cual se rescata para la terapia la idea de
un cambio estructural. Esta interesante idea, sin embargo, no ha sido
proyectada hacia la sociedad en su conjunto, generadora de las estructuras
enfermas alterantes de familias e individuos.

 La orientación sistémica ha facilitado, no sólo un punto de referencia para


el tratamiento de la familia, sino también un marco teórico para la
integración y aplicación coherente de las distintas orientaciones
psicoterapeúticas, incluyendo las psicoanlíticas, las conductuales, las
existenciales y las cognitivas, cada una dejando su impronta particular.

 Los conflictos de comunicación interpersonal han mostrado ser un campo


fructífero para el desarrollo de explicaciones, procedimientos y técnicas de
intervención que mejoren la calidad de la relación interhumana en todos los
contextos de interacción. La superación de las situaciones críticas no sólo
depende, entonces, de lo que alguien haga por sí mismo, sino también de
los procesos persuasivos positivos que tengan como base el diálogo y el
acuerdo, entre personas que, en lugar de competir para eliminarse,
colaboran entre sí para el logro de un bien común.

32
33

6. ABORDAJES HUMANISTAS39

Presupuestos generales

- Más allá de la “objetividad natural y social” se encuentra al ser humano


(yo, tu, él, nosotros) en situación concreta y en la posibilidad de su
existencia genuina y desnuda.

- El ser y el sentido del hombre, es el ser y el sentido de cada uno en su


particular circunstancia. ¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿Qué quiero ser?
¿Adónde voy? Son preguntas existenciales que hayan respuesta en el
39
“Mientras que las terapias de psicología profunda y de la conducta se elaboraron (…) desde un edificio
teórico relativamente homogéneo, el concepto ´terapias humanistas´ define un haz (…) de variadísimos
abordajes, reunidos no tanto por una teoría común cuanto por una imagen del hombre bastante
homogénea, y concordancias básicas en los principios de trabajo terapéutico…” (J. Kriz, Op. Cit. P. 219.

33
34

tiempo de mi vida, en mi radical soledad, en el cuidado de mi existencia y


en la angustia de su nada y de su muerte.

- Es en la liberación de esta angustia, de este vacío, de este sufrimiento, que


la cultura, la ciencia, la sociedad, la economía, la religión, todo el quehacer
humano, incluida la psicología y la psicoterapia, adquiere algún sentido.

- En lugar de tener una esencia inalterable, una naturaleza fija, un


comportamiento objetivo, sujeto a ley divina o científica inmutable, el ser
humano sólo puede ser aprehendido “desde dentro”, como ser autónomo,
en su temporalidad y en su finitud.

- El momento vivido es crucial: su hacer, su obrar, va constituyendo su ser.


La realidad humana, y todas sus expresiones, es construida perpetuamente
a través de sus reflexiones, decisiones y acciones. En cada circunstancia el
hombre elige entre posibilidades y aquello que elige lo configura. En esa
libertad es siempre responsable frente a sí mismo y los demás, y se juega
su destino. En esta condición irrenunciable radica la posibilidad cierta de su
autonomía, su sentido y su dignidad.

- El encuentro y en el diálogo con el otro, el ejercicio de esa libertad


responsable, sin manipulación pragmática, ni mala fe, me permite ser para
el otro, compañero del otro. La amistad pueda fraguar entonces el
crecimiento en libertad.

- Pero ese intento emancipador se ve obstaculizado por el poder opresor y


alienante del sistema social históricamente condicionado. No puede existir
liberación personal plena sin lucha solidaria por la liberación social, pero
ésta carece de sentido si no repercute en la liberación personal.

Presupuestos específicos

Psicoterapia gestáltica40

- Las leyes de la forma (que en la percepción tienden a configurar


totalidades integradas) tienen también validez para el organismo
humano como organización total y dinámica autorreguladora de las
relaciones con el medio. Se opone a una psicología de los elementos
que parte de la premisa de que los fenómenos psíquicos se componen
de elementos singulares que los explican y se pueden estudiar por
separado.

- No se puede forzar lo viviente contra su propia naturaleza, sólo es


posible hacer que se desplieguen aquellas fuerzas que ya existen como
posibilidad. Las fuerzas configuradoras del psiquismo son interiores. El
terapeuta (asesor) se limita a modificar condiciones periféricas que
puedan estar dificultando la expresión plena de la interioridad en el
mundo.

40
Autores representativos: W. Köhler, K. Kofka, K. Goldstein, W. Metzger, y S. Pearls.

34
35

- El proceso de curación no termina en la sesión terapeútica, sino que


prosigue después y se prolonga hasta la propia vida cotidiana del
“paciente” llamado el “asesorado”. Los procesos de crecimiento,
maduración y curación tienen su ritmo propio y no pueden ser
apresurados. Es preciso muchas veces actuar por rodeos.

- La experiencia interna, el encuentro humano con el otro y la actitud ante


la vida, en un contexto de crecimiento, en cotejo con el mundo, priman
sobre toda teoría. La meta es percatarse de lo que nos acontece, es
decir, creciente autoconciencia, sin bloqueos y sin rechazos. Vivir es un
encuentro creador del sujeto con el mundo, impulsado por las
necesidades en tanto unidades de sentido y figuras que se destacan
sobre un fondo de circunstancias.

- La enfermedad es la perturbación del proceso de contacto con uno


mismo y con el ambiente en alguna de sus etapas (precontacto,
contacto, consumación, poscontacto). Si el proceso de contacto se
interrumpe en alguna de estos momentos se genera una Gestalt o
situación incompleta, que pugna por su cierre.

- La neurosis es una maniobra protectora frente a una amenaza del


mundo. Involucra cuatro mecanismos: 1) Introyección (incorpora
condicionamientos sin una asimilación consciente como puesta de
prueba); 2) Proyección (partes indeseadas de la propia persona se
alucinan como situadas fuera del organismo); 3) Retroreflexión:
agresividad originalmente dirigida hacia un objeto externo se vuelca
hacia la propia persona; 4) Confluencia (el organismo se fusiona con el
otro renunciando a su propia identidad).

- El análisis de las resistencias constituyen el eje terapéutico


fundamental. Pero, a diferencia del psicoanálisis, la resistencia no es
interpretada o eliminada, sino que se la aprovecha como una forma
(Gestalt) experimentable que se debe dominar en el aquí y en el ahora
en la confrontación con el medio y consigo mismo. El vencimiento de la
resistencia se vuelve la clave del crecimiento.

- El apoyo del terapeuta es esencial (acompañamiento empático,


contacto yo-tu, cooperación, aliento, amparo, confianza) para que la
superación de las resistencias no sucumba ante la frustración
vivenciada en los intentos iniciales. El reconocimiento y la aceptación
del fracaso, así como del terreno avanzado en cada intento, se vuelve
una fuerza impulsora del proceso de integración de lo no resuelto.

Psicoterapia de diálogo41

41
También llamada “psicoterapia centrada en el cliente” o “terapia no directiva”. Autor más representativo:
Kart Rogers. En el desarrollo de este tema nos hemos basado centralmente en las ya citadas obras de
Martorell y Kriz , así como en el artículo Terapia rogeriana de Gerardo Rodríguez aparecido en la obra “Seis
enfoques psicoterapéuticos” de Celedonio Castanedo (Editor.), Editorial El Manual Moderno, Sonora,
Mexico, 1993.

35
36

- El ser humano nace con una tendencia realizadora que, si no se falsea


y se tuerce por los sucesos tempranos de la niñez, puede dar como
resultado una persona permeable a las nuevas experiencias, capaz de
reflexión, espontánea, capaz de valorar a otros, a sí misma y, sobre
todo, de cambiar por propia comprensión y voluntad.

- Para que lo anterior pueda darse es esencial que el terapeuta no ejerza


un rol directivo, sino que desarrolle una actitud de consideración positiva
e incondicional hacia el “cliente”, de empatía (ponerse en lugar de él
para entenderlo dentro de su mundo) y de autenticidad o congruencia
(coincidencia entre lo que siente, piensa y hace o dice).

- Dentro de la relación terapéutica, las personas empiezan a cambiar


cuando éstas se sienten aceptadas y comprendidas tal como son. Esta
mirada produce una relajación de los sentimientos que empiezan a ser
reconocidos como propios y a fluir nuevamente dentro de la corriente de
la conciencia. Esta es la primera condición para que el “cliente”
encuentre en sus vivencias aquellos significados que puedan
transformarse en referentes válidos de conducta.

- En el fondo, la terapia no es más que un proceso de comunicación y de


enfrentamiento a las barreras que la obstaculizan, porque “la neurosis o
la perturbación psíquica consisten: primero en una ruptura de la
comunicación consigo mismo y después, como consecuencia, en el
deterioro de la facultad para comunicarse con otros”.42

- Es en el encuentro transparente, abierto, sincero, amable, entre


terapeuta y cliente, en el que dos subjetividades aprenden a estimarse
y comprenderse, sin juicios, sin mandatos, sin condenas, sin
cientificismos cosificadores, donde se va produciendo la curación,
entendida, no sólo como liberación de miradas parciales y
degradantes acerca de uno mismo, sino también como conciencia de
contradicciones y proceso creciente de coherencia.

- Los resultados de la terapia se pueden comprobar porque: 1) La


persona modifica y reorganiza la concepción que tiene de sí mismo (se
concibe como hombre de valor, autónomo, capaz de aprender de la
propia experiencia, abierto hacia su mundo interno y el mundo interno
de los demás); 2) Se acerca a la experiencia inmediata de su yo
(registra lo sensorial y visceral, lo integra al conjunto de la conciencia y
redefine el yo alienado a partir de la experiencia interna, en lugar de
negarla por acción de éste); 3) La persona llega verdaderamente a
quererse, lo que se experimenta como satisfacción pacífica con uno
mismo, antes que como autoafirmación compensatoria; 4) Brota la
creatividad constructiva, la persona empieza a cultivar sus virtudes y
potencialidades; 5) Aceptación de una relación de afecto y admiración
recíproca por compartir una lucha auténtica y liberadora que convierte a
todos los hombres en hermanos; 6) Se descubre que la esencia del ser
42

Rogers, citado por Gerardo Rodríguez, Ob Cit, p.229..

36
37

humano es positiva y que en lo profundo de sí no se encuentra la


animalidad, sino los valores genuinamente sentidos.

Psicoterapia fenomenológica 43

- Antes de toda consideración psiquiátrica o psicológica, la pregunta


fundamental es: ¿Qué ha ocurrido, qué ha pasado, efectivamente, en la
vida de este ser humano concreto y único (al que se define como “enfermo”
y “paciente”) en su devenir trascendental?44

- La pregunta no es: ¿Cuáles son los síntomas, las causas “objetivas”,


provenientes de su personalidad, carácter, temperamento, herencia,
fisiología o genética?.

- La puerta de entrada es: Considerar la conciencia del “paciente” en su


intencionalidad, constituida por el juego estructural de retención,
protensión y presentación.

RETENCION - PROTENSIÓN - PRESENTACION

“Lo retenido actúa frente a lo que percibo, aunque su formación pertenezca al


pasado. Se trata de un pasado siempre actualizado, siempre presente…Es gracias a
la copresencia, a la retención actualizada y superpuesta a la percepción, que la
conciencia infiere más de lo que percibe. En este fenómeno encontramos el
funcionamiento más elemental de la creencia…Mientras (mi conciencia se
ocupaba con la retención) las imágenes de lo que debía lograr continuaban
actuando (de todas mnaneras) copresentemente. El futuro de conciencia estaba
actualizado, estaba presente. Desafortunadamente (encontré imprevistos) y mis
intenciones se modificaron por la necesidad de solucionar otras urgencias.

Fuente: conferencia Pensamiento y obra literaria (1992), publicada en el libro Habla Silo
(1996), Santiago de Chile, Virtual Ediciones, p. 173.

43
Autores representativos: K. Jaspers; Minkowaki; L. Binswanger y Von Gebattel. Para el desarrollo de este
tema nos hemos basado centralmente en la obra ya citada de Serban Ionescu “Catorce enfoques de la
psicopatología”
44
Trascendencia: del latín “transcendere”: trascender, sobrepasar. Aquello que está más allá de los límites
naturales i de uno mismo. El pensamiento se autotrasciende en la medida en que se dirige a algo que está más
allá de él.

37
38

- La descripción estricta de la experiencia debe revelar los modos deficientes


de esas tres dimensiones y su interacción. Por ejemplo, tal como se
destaca en el testimonio de una persona que en actitud de reproche
melancólico instala en su conciencia la siguiente creencia “Si yo no hubiera
propuesto la excursión en la que se accidentó mi marido, él aún viviría”. En
este caso, las posibilidades futuras (protensiones) son anuladas por las
posibilidades vacías (retenciones). En la medida en que la protensión se
confunde con la retención, el futuro se cierra y ya no hay nada por cambiar.

- El punto de vista fenomenológico cuestiona los supuestos del modelo


médico aplicado por las corrientes cientificistas: 1) La “enfermedad mental”
tiene causas individuales internas; 2) Las personas pueden ser clasificadas
como “sanas” y “enfermas”; 3) El diagnóstico sirve para separar los
enfermos de los sanos y descubrir las causas de la enfermedad; 4) Los
psiquiatras y los psicólogos poseen el saber sobre lo que es enfermedad
mental y, por tanto, el poder de curarla; 5) El discurso de los enfermos
debe ser supeditado al, o negado por, el discurso de los expertos.

- De acuerdo a lo anterior, la estructura del hospital discrimina a los


pacientes con una organización jerárquica en la que los expertos tienen
poco contacto con los pacientes; y en la que los pacientes experimentan
sentimientos de impotencia. Según E. Goffman45 el hospital psiquiátrico es
una institución totalitaria cuya función es hacerse cargo de personas
consideradas a la vez como incapaces de ocuparse de sí mismas y
peligrosas para la comunidad. A medida que se prolonga su estadía en la
institución, el paciente pierde progresivamente su cultura; se
despersonaliza como efecto de las diferentes “técnicas de mortificación”: el
aislamiento del mundo exterior; la pérdida de sus antiguos roles; el despojo
de sus bienes, la degradación de la imagen de sí y la violación de su
intimidad.

- Frente a este sistema de opresión, el “paciente” puede poner en práctica


distintas estrategias: 1) El repliegue sobre sí mismo o la regresión; 2) La
intransigencia o negativa a colaborar; 3) La instalación, el acomodo a esa
vida institucional; 4) la conversión en el perfecto paciente, sumiso, rígido e
incoloro; 6) la resistencia, conservando cierta dignidad, distancia y respeto
propio, cumpliendo el reglamento básico.

- Se comprueba que los “pacientes” desarrollan estrategias que no están en


relación con ninguna patología, sino con un sistema de interacción social
opresor frente al cual tiene que reaccionar en vistas a una adaptación.

- Podemos interpretar entonces que la “enfermedad” es en gran medida la


etiqueta que sirve para justificar la reclusión de alguien cuyo
comportamiento es mirado como extraño y amenazante a las reglas
impuestas por la autoridad y la costumbre.

45
Asiles: etudes sur la condicion sociale des malades mentaux et autres reclus, Paris, Les Éditions de Minuit,
1968.

38
39

Logoterapia46 47

- La perdida de sentido en la vida experimentada y padecida como vacío


existencial es generador de un gran número de neurosis (fobias,
compulsiones, manías, obsesiones, etc.).

- Cada época tiene su neurosis característica. Si la frustración sexual podía


ser el origen de las neurosis en la época de Freud, la frustración existencial
es el origen de las neurosis actuales.

- El ser humano, a diferencia del animal, no tiene instintos que le digan lo


que tiene que hacer, pero el hombre contemporáneo, además y a diferencia
de los hombres del pasado, tampoco tiene tradiciones que le digan lo que
debe hacer.

- En este contexto, el sentido no le viene dado de antemano, sino que tiene


que descubrirlo él mismo. Si no lo logra, puede verse enfrentado al
conformismo, el sometimiento al poder y a las neurosis “noogenas” (del
griego: espíritu humano) debidas a conflictos de conciencia, colisiones en
la escala de valores y frustración existencial.

- La labor del “terapeuta” es ayudar al “paciente” a encontrar o restablecer


el sentido de su vida. Éste se puede encontrar generalmente en la entrega
al amor de las personas, acompañada de trabajo.

- Las técnicas de apoyo en este cometido son: 1) El cuestionamiento por


medio de preguntas referidas a las interpretaciones del paciente; 2) La de-
reflexión o entrenamiento para no prestar una atención excesiva al síntoma;
3) La intención paradójica, en la que se invita al “paciente”, por lo general
humorísticamente, a intensificar el síntoma, con lo que se cambia el
sentido de su aparición; 4) La biblioterapia, o sugerencia de lecturas
relevantes a la problemática y al momento existencial del paciente.

Críticas de la psicología oficial

 En los conceptos guías de la terapia del diálogo como “autorrealización” o


“autodesarrollo” se puede rastrear un trasfondo individualista, típico de la
cultura anglosajona, especialmente “cuando criaturas satisfechas de la
sociedad de bienestar proclaman con un pathos irreflexivo la libertad del
individuo autónomo, singular, sano, que se realiza a sí mismo, sin advertir
la dimensión social de este mundo nuestro que incluye la penuria y el
hambre”.48

46
Reproducción textual e ideográfica del resumen de J. L. Martorell, Ob. Cit.
47
Autores representativos: K. Jaspers; J.P. Sastre; R. May, V. Frankl, R. Laing y J.L. Moreno.
48
J. Kriz, Ob.Cit.: pp. 222 y 223

39
40

 Se percibe en la psicoterapia gestáltica, aparte de una aplicación


meramente analógica, no sistemática, ni práctica, de la psicología de la
Gestalt, un marcado eclecticismo que une puntos de vista psicoanalíticos
deterministas (ello, yo, superyo), con otros propios del budismo Zen, en
los que la experiencia de la iluminación o el despertar (toma de conciencia
y plena aceptación de lo que acontece, más la comprensión de que eso
no es realidad, sino sólo una forma de ver) juega un rol central.

 La aproximación fenomenológica, si bien pone al descubierto el andamiaje


de creencias y supuestos (predialogales) sobre el que se instalan, se
construyen y se preservan las instituciones, adquiriendo el rango de cosas
en sí que enmarcan y determinan el actuar individual, no logra explicitar
una teoría que conecte la acción personal con la acción social, derivando
finalmente en un pesimismo contemplativo incapaz de intervenir
activamente en la transformación de la realidad social.

Consideraciones de la PNH

 Justamente, esta falta de interés por incluir la transformación social dentro de


la práctica psicoterapeútica es la crítica general que la PNH hace al
conjunto de psicoterapias oficiales, incluidas las humanistas, que, al parecer,
no han podido escapar al virus del antiguo individualismo psicologísta.

 Porque si bien, a nivel teórico y declarativo, todos los abordajes humanistas


reconocen el origen social de la enfermedad, como alienación de una época
que perdió contacto con los significados profundos y liberadores de lo
sagrado, tanto como el propio sentido de rebeldía ante la violencia social, a
nivel de la práctica concreta es excesivamente tolerante con el esquema de
poder vigente y no incluye la lucha social como parte de la recuperación de
un sujeto que solamente es visto como paciente o, a los más, como cliente.

 Para la PNH el proceso terapéutico no puede concluir en la sesión privada


de terapia, sino que debe aspirar a integrar al sujeto tratado en una corriente
social de humanización que empieza en su propio medio inmediato, pero que
debe enhebrase con el esfuerzo de otros que apuntan en la misma dirección.

Aporte

 Según Ionescu49 el enfoque humanista ha realizado el mayor esfuerzo de


reflexión e investigación en el campo de la intervención terapeútica. Ante
todo ha tratado de descubrir en el “paciente” al ser humano, en tanto que
ser-en-el-mundo y no como simple proyección de las teorías en las que se
formó el propio psicoterapeuta.

 Este enfoque también muestra que hay que considerar a la persona


humana como un proceso y no como un producto. La corriente humanista

49
Ob. Cit.: p. 245

40
41

insiste en el hecho de que todo ser humano puede influir sobre su relación
con su destino.

 Pone además en entredicho la frontera entre “normalidad” y “patología”,


haciéndonos descubrir que la enfermedad mental es en gran parte
compartida por los miembros de la sociedad que viven la angustia del
aislamiento y la enajenación.

7. LA PSICOLOGIA SOCIAL

Presupuestos principales

- La psicología social no es una corriente ni un modelo psicológico, sino una


de las áreas temáticas de la psicología general. Sin embargo la vamos a
tratar de manera específica, porque es en este campo tan importante
donde se expresa con particular nitidez la incompatibilidad de unas
corrientes psicológicas con otras y la manera como el sistema de poder le
imprime a éstas su propia intencionalidad.

- La definición de la psicología social en los manuales de última generación


de psicología general es la siguiente: “Estudio científico de las formas en
que los pensamientos, los sentimientos y las conductas de un individuo son

41
42

influidos por la conducta o las características reales, imaginarias o inferidas


de otras personas”50.

- Los temas prioritarios que se estudian en esta orientación son los


siguientes: 1) El estudio de los prejuicios, esquemas y estereotipos en la
formación de la opinión y la conducta sobre los demás, 2) Los factores
(proximidad, atractivo físico, semejanza, reciprocidad, intimidad) que
determinan la atracción interpersonal; 3) Naturaleza, desarrollo y cambio de
las actitudes; y 4) Influencia de la cultura (asimilación, conformidad,
condescendencia, obediencia) y el grupo (desindividualización, cooperación
altruista, liderazgo, autonomía, productividad) en el control del
comportamiento individual.

Consideraciones críticas

 Llama la atención en esta definición y temario la ausencia de un estudio


crítico y liberador de la estructura social. El gran debate sobre el rol de la
psicología en relación al cambio de la sociedad ha quedado clausurado. El
gran tema del individuo y la sociedad ha sido reducido al modo cómo ésta
lo determina, o viceversa, pero no a la forma como ambos pueden cambiar
de manera sustantiva en un proceso intencional y retroalimentado, a la vez
personal, interpersonal y social.

 Tomando como referencia a Müller51 el debate de transformación social en


psicología, en sus distintos momentos históricos, podemos esquematizarlo
así:

1) Momento inicial en que las posturas se polarizan entre el individualismo


inventivo e imitativo de Gabriel Tarde y la determinación de la conciencia
colectiva sobre la mentalidad individual de Ëmile Durkheim.;

2) Un segundo momento en que la polarización se traslada a una oposición


entre el instintivismo de William McDougall y el proceso de habituación de
John Dewey;

3) El surgimiento de las teorías colectivistas de Adler (rol de la comunidad


en la generación del sentimiento de inferioridad y su superación), Reich
(determinación social de la estructura del carácter y Yung (presencia de
arquetipos universales en la mentalidad individual y colectiva) que
decantaron finalmente en las teorías culturalistas, psicoanalíticas y
marxistas de la personalidad (la personalidad si bien tiene un sustrato
biológico dado es el producto de sus interacciones con el medio social y
está modelada por la cultura);

50
Morris Ch. G. y Maisto A.A.: Psicología (décima edición), Pearson Educación, México, 2001.
51
Ob. Cit.

42
43

4) El apogeo de estas posturas, en los sesenta y setenta, particularmente


es sus vertientes críticas, reformistas y revolucionarias, representadas por
los estudios de Horney (son las condiciones de vida de los grandes centros
urbanos los factores decisivos de las neurosis), Fromm (el individualismo
pragmático y mecanicista que se observa en la personalidad básica
contemporánea no es sino el resultado de un proceso histórico con el
surgimiento de la burguesía financiera e industrial, la expansión de la
reforma protestante y la función del totalitarismo como refugio de seguridad
para una conciencia en el fondo vacía, insegura y solitaria), y Marcuse (el
individuo no puede salvarse solo y por sus propios medios de la
racionalidad tecnológica y alienante de la sociedad industrial, sino que
requiere de una revolución mental y social, de una movilización psico-
política total, que signifique un salto cualitativo en la fuerza histórica de
liberación).

Consideraciones de la PNH

 Ante la conclusión del debate transformador y libertario de la sociedad


hace ya más de tres décadas cabe preguntarse nuevamente por el rol que
juega la psicología en general y la psicología social en particular en la
situación actual.

 Porque llegados al 2004 el proceso de deshumanización creciente y su


efecto en la salud mental de las poblaciones ha llegado a límites
intolerables. La pobreza endémica, la exclusión laboral y social, la
inseguridad ciudadana, la desintegración familiar, la corrupción política, el
deterioro ambiental y la inversión en la escala de valores han puesto en
severa situación de stress a todos los estamentos de la sociedad. Los
mecanismos de adaptación han dejado de ser eficaces y la vulnerabilidad
es mayor.

 Hasta tal punto que hoy podemos decir que la crisis ha llegado hasta el
propio interior del ser humano. No se desestructura un tipo de sociedad sin
que el mismo tiempo se vayan desintegrado en su conciencia y
personalidad las multitudes que creen en ella. La depresión, la ansiedad,
la obsesión, la disociación de la identidad son hoy día problemas
colectivos. Así lo demuestran las tasas cada vez más altas de suicidios,
drogadicción, delincuencia y consumo de psicofármacos.

 ¿Qué hacer? El Estado, en crisis económica y moral, no es una respuesta.


La empresa privada, ocupada en su interés particular, tampoco. No queda
otra opción que tomar el problema en las propias manos. Caricaturizando
un poco, la psicología no puede seguir siendo más el coto privado de caza
de unos cuantos especialistas que medran con el sufrimiento ajeno sin
denunciar a la sociedad que lo provoca. No puede convertirse tampoco en
el dispensador de pastillas y placebos para todo. Ni en la justificación del
egocentrismo en la sobrestimación de la problemática personal y la

43
44

autorrealización individualista sobre la base de la obtención del éxito a


cualquier precio. Ni mucho menos en el recurso científico para el
adormecimiento colectivo a través de los medios masivos de
comunicación. Ni tampoco en la metodología general de las corporaciones
para alentar el consumismo y explotar con más eficiencia y menos
sufrimiento el trabajo humano.

 La PHU propone que la psicología y los psicólogos tienen que humanizarse


para realizar una labor de extensión social en la que esta psicología de la
liberación personal y social se haga comprensible, practicable y replicable
para todos los voluntarios que quieran participar en la misión de humanizar
la tierra.

8. LA PHU Y LA PSICOLOGIA CLASICA

1. El concepto de ser humano

- Excepto la orientación fenomenológica-existencialista, el resto de las


orientaciones analizadas trabajan con un concepto implícito de ser humano.
En este sentido se puede afirmar que han sido víctimas de la gran fractura
positivista del siglo XIX que derivó en el cientificismo típico de la
modernidad. La crítica más importante a esta aproximación radica en el
hecho de que si un objeto de estudio no se define explícitamente, se da por
sentado que lo que opera como imagen rectora y selectora de los datos
psicológicos es una creencia establecida de manera arbitraria e irreflexiva

44
45

que no puede tomarse seriamente en su validez como fundamento del


conocimiento.

- En el tema que nos ocupa, el cientificismo, aplicado en la comprensión de


la conducta humana, terminó en una concepción ingenua que asumió la
naturalidad del ser humano y trató de estudiarlo como se estudia la cosa
física. Así, cada manifestación de la conciencia o la conducta humana fue
tratada como un hecho más entre tantos otros al que había que buscarle su
fisonomía, su estadística, su causalidad y su ley.

- J. P: Sartre52 ha delineado los pasos del equívoco, los cuales se dejan


resumir así: 1) El psicólogo ingenuo se sitúa ante su objeto de estudio
como el físico ante el suyo; 2) La investigación ha de arrancar ante todo de
los hechos; 3) Estos hechos han de ser observados mediante la
experimentación de laboratorio; 4) La acumulación de estos hechos así
estudiados permitirá llegar a un concepto riguroso de ser humano en tanto
hipótesis científica; 5) Pero esta suma no acaba nunca porque atender al
hecho es esperar lo aislado, lo accidental, lo contingente; 6) En tal método
la esencia del ser humano solamente será abordada cuando se hayan
reunido bastantes hechos, o sea, acumulando accidentes; 7) Pero la
esencia no es alcanzable nunca por esta vía porque es algo
sustancialmente opuesto al accidente; 8) La psicología ingenua sólo puede
aspirar a ser una colección de hechos aislados sin mayor relación ni
concierto entre sí, tanto en lo teórico, como en lo empírico.

- Así, por ejemplo, la emoción se presentará como un fenómeno en sí, que


no guarda relación con la atención, memoria, percepción, entre otros, y no
será estudiada con referencia a ellos, ni con referencia al ser humano que
los vive, ni al mundo que éste enfrenta, ni al psiquismo que registra y
coordina todo aquello. Los hechos de la emoción serán extraídos,
coleccionados, analizados, comparados y generalizados desde cada una
de las orientaciones teóricamente asumidas. Pero, continuando con la
argumentación de Sartre los hechos psíquicos no pueden ser un comienzo
porque no son hechos primeros, sino que, en su estructura esencial, son
reacciones del hombre contra el mundo. Entonces, si se quiere fundar una
psicología en una antropología habrá que ir a los orígenes mismos del
hombre, el mundo y lo psíquico.

- Esta reflexión permite comprender porqué cuando acudimos a cualquier


obra de psicología general, por más actual que fuere, nos encontramos
frente a una sucesión de temas que no terminan de conectarse entre sí y a
una aglutinación de teorías que los explican cada una desde su particular
perspectiva, como si en la vida real las estructuras del psiquismo no
actuaran en conjunto, como un todo, para enfrentar, a su vez, a las
estructuras del mundo, todo ello en el campo de la intencionalidad y la
existencia como vida humana particular y concreta.

- Al respecto, creemos, sinceramente, que Apuntes de psicología ha tratado


de ser plenamente consecuente con esta estructura general de la vida
52
Bosquejo de una teoría de las emociones, Alianza Editorial, Madrid, 1973.

45
46

humana, emanada de la descripción rigurosa de la experiencia


considerada como dinámica de adaptación en el mundo de la vida
cotidiana. Su punto de vista integrador (existencial, fenomenológico,
sistémico, historiológico y bio-sico-social) no proviene del eclecticismo
disimulador de un vacío epistemológico, sino de una verdadera reflexión
sobre la esencialidad humana y una aplicación consecuente de esta
comprensión general en la interpretación del psiquismo humano.

- De acuerdo a Worchel y Shebilske53 los modelos que hemos presentado


en este trabajo sirven todos, de una manera u otra, como directrices útiles.
Para estos autores, la mayoría de psicólogos, psiquiatras y trabajadores
sociales clínicos utilizan un enfoque integrado para evaluar los problemas
psicológicos de sus clientes. Este enfoque, conocido como orientación
biosicosocial supone que la conducta humana se entiende mejor como una
interacción de factores biológicos, psicológicos y socioculturales que
contribuyen tanto a los recursos psicológicos, como a la vulnerabilidad
psicológica de la persona en situaciones de estrés.

- Por supuesto, la PHU, aparte de señalar las deficiencias propias a su


particular punto de vista, reconoce también los aportes de las distintas
escuelas. Pero tiene dificultad en comprender como modelos teóricos que
presuponen concepciones del ser humano tan distintas puedan llegar a
constituir un enfoque integrado. A lo más podríamos hablar de un enfoque
ecléctico porque, hasta donde sabemos, no se ha hecho el esfuerzo de
repensar el psiquismo humano de manera global, justamente con la
perspectiva de considerarlo como un hecho sistémico, subjetivo y objetivo a
la vez.

- Diera la impresión que la psicología, en su unilateralidad empirista y


positivista, o racionalista y espiritualista, hubiera ido aportando las piezas
de un rompecabezas, carente de marco antropológico. Justamente porque
la mayoría de las corrientes asumió la pretensión de considerarla como una
ciencia natural más semejante a la física o a la biología. Las corrientes
fenomenológicas y existencialistas, muy emparentadas entre sí, vinieron
precisamente a llenar este vacío. Y con ello restituyeron a la psicología su
objeto original: la conciencia. No solamente eso, sino que además la
asentaron en el cuerpo y la conectaron con el mundo. Conciencia-Cuerpo-
Mundo forman así una estructura y tienen que verse como una totalidad.

- Los neurofisiólogos y los psicólogos han ido iluminando cada parte del
psiquismo humano en sus distintos planos de expresión y debemos
agradecer sus desvelos. La afanosa búsqueda de la causa fundamental de
una enfermedad, en el caso que estudiaban, los llevaba a concentrase en
un componente u otro. Las piezas del rompecabezas se acumulaban más y
más, pero con ello también aumentaba la confusión, ya no por carecer del
marco epistemológico adecuado, sino por no contar con piezas
fundamentales sin las cuales las demás no podrían encajar.

53
Worchel, S., Shebilske, W. Psicología. Fundamentos y Aplicaciones, quinta edición, PRENTICE may
IBERIA, Madrid, 1998.

46
47

- Así, cuando se habla de la interacción de factores biológicos, psicológicos y


socioculturales pareciera que se estuviera siendo congruente con el
postulado integrador. Pero la palabra interacción sólo nos dice que estos
planos se afectan recíprocamente, pero no cómo es que ello es posible. Es
en este punto, en este vacío teórico, donde creemos que la PNH realiza su
principal aporte, tanto a través de la descripción precisa de su esquema
integrado del psiquismo humano, como de dos conceptos fundamentales
ya aludidos anteriormente: Imagen y espacio de representación.

- En la PNH estos conceptos, fundamentalmente conectivos en su


complejísima labor de traducción y localización de impulsos, permiten
entender la dinámica general del psiquismo humano en relación al propio
organismo y al medio externo físico y social.

2. Conciencia y conducta en la psicología clásica

- Etimológicamente hablando la psicología se entiende como el estudio del


alma. En la historia del pensamiento humano, ésta suele aparecer con
distintas manifestaciones, desde las más instintivas y orgánicas, hasta las
más intelectuales e inmateriales. Para unos era lo opuesto al cuerpo, para
otros una sutilización extrema de la materia. Unos afirmaron su
inmortalidad, otros su desaparición junto con la muerte física. Las
intuiciones más primitivas la imaginaron como una entidad semejante al
aire, que ingresaba al cuerpo en el nacimiento y luego se retiraba de él en
la muerte. También se discutió largamente cual era su localización
fisiológica en el cuerpo. Algunos la ubicaron en algún órgano o glándula en
particular, otros pensaron que era como un doble, sombra o espejo del
cuerpo físico.

- El asunto no parecía de poca importancia porque de ella dependía la vida


misma del sujeto con todas sus actividades y manifestaciones. Algunos le
llamaron también conciencia, otros mente, espíritu o psiquismo. La
semántica del término padeció la confusión generalizada de esta
especulación metafísica.

- Y fueron justamente los positivistas en general, y los conductistas en


particular, los que se levantaron contra toda esa masa de significados
imposibles de verificación experimental objetiva. Lo que hicieron fue muy
simple y expeditivo: eliminaron el alma o la conciencia de toda posible
psicología que se preciara de científica. Entonces el objeto único de la
psicología pasó a ser la conducta observada por los sentidos externos y
medida experimentalmente con instrumentos de precisión física y
matemática.

- Contra esta corriente positivista materialista, se levantó otra que reivindicó


el estudio de la conciencia desde la descripción fenomenológica de las
vivencias y sus representaciones. Aquí más que los contenidos particulares
y biográficos interesaban las formas mismas del representar. Por ejemplo,
en el caso de la emoción, la apercepción interna no iba dirigida al estudio

47
48

de esta o aquella emoción particular, sino a la esencia misma de la


conciencia en su estado emocionado.

- El resultado final de esta batalla ha sido una especie de conciliación. Y,


ahora, cuando revisamos los últimos tratados de psicología general,
encontramos definiciones como esta: la psicología es el estudio científico
de la conducta y los procesos mentales. O simplemente de la conducta,
pero a este término, aparte de referirse a las respuestas motrices del
cuerpo, se refieren también a las acciones finas, como el disparo de las
neuronas, pero además, incluyen también al procesamiento inferido de las
imágenes mentales a través de su expresión verbal y no verbal. Pero, por
lo general, se evita el uso del término conciencia, aunque se haga difícil de
entender cómo podría siquiera hablarse de imágenes sin presuponer al
mismo tiempo una conciencia que las experimente.

3. “Cientificidad” de la psicología clásica

- Lo mismo ocurre con la definición de la psicología como el “estudio


científico de de la conducta”. Esta frase denota por lo común la visión
positivista de la ciencia, compuesta por: 1) Una descripción controlada,
estricta y reproducible de los hechos observables por la percepción
externa; 2) La explicación de los mismos de acuerdo a teorías lógica,
semántica y empíricamente bien establecidas; y 3) La predicción acertada
para todos los hechos pertenecientes a la misma clase que los observados
y explicados por el método científico así entendido.

- Sin embargo, es cada vez más frecuente el uso de los testimonios


personales y la información subjetiva en el estudio de la psicología social,
los estados alterados de conciencia y, por supuesto, la psicología clínica.
Esta última, no sólo no puede prescindir de la información captada del
mundo interno a través de los sentidos cenestésicos, sino que requiere
que el propio paciente aprenda a describir con exactitud lo que realmente le
pasa internamente, hasta, inclusive, llegar a experimentar realidades
profundas y trascendentes al yo (como el sí mismo y la presencia de
arquetipos), pasando por la identificación sincera, tanto de las resistencias
y justificaciones, como de los logros catárticos o transferenciales.

- Por otra parte, las teorías psicológicas sobre la conciencia y la conducta,


finalmente importan menos por sus pasajeras hipótesis científicas, que por
su calidad de nuevos mitos colectivos orientadores del actuar humano, una
vez que ellas devienen creencias del sentido común ajustadas a las
exigencias de una determinada normativa epocal que ha hecho de la
violencia su metodología de acción. No ha sido escaso el rol jugado por la
teoría psicológica mecanicista para justificar el capitalismo como sistema e
imponer la cultura autoritaria, consumista y represiva, sea por la dictadura
del dinero, sea por el control de la subjetividad por medio de la
manipulación “persuasiva” de la imagen a través de los medios de
comunicación.

48
49

4. La PHU y su concepción de la conciencia y la conducta

- En cuanto a la PHU, a diferencia de la psicología clásica, interesa


destacar, en primer lugar, que está realizada con la intención explicita de
ayudar al ser humano en su tarea de superar el dolor y el sufrimiento, más
allá de cualquier otra consideración o valor. Y tal empeño no es percibido
como una obligación moral, sino como libertad para desarrollar con el
“paciente” un proceso reflexivo y activo, cognitivo y conductual, personal y
social, de humanización creciente. Para esta nueva psicología superar el
sufrimiento es el sentido primero y último del acto humano. Pero, en este
cometido, la conciencia no estará exenta de una captación ilusoria del
mundo: “Nuestro hilo conductor está lanzado en dirección hacia la
comprensión del sufrimiento, del placer y de los datos psicológicos que
pudieran ser verdaderos o ilusorios”.54

- En este contexto, la conciencia se define como un sistema de coordinación


y registro general que implica una actividad estructurante de respuestas
compensatorias a los estímulos provenientes del mundo interno y externo:
“Hay otras concepciones en las que a la conciencia se la ve como pasiva,
siendo que la conciencia trabaja estructurando activamente, coordinando
las necesidades y tendencias del psiquismo con los aportes sensoriales y
de memoria, mientras que orienta las variaciones constantes de la
relación del cuerpo y el psiquismo, es decir, de la estructura psicofísica con
el mundo (en la PNH el concepto de mundo se refiere al mundo interno y al
externo)55.

- A diferencia de las posturas conductistas, la PHU estudia al


comportamiento como un caso particular del psiquismo. Es la parte de un
todo y no el todo en sí, aunque una parte muy importante. Se manifiesta en
las respuestas que realizan los centros (vegetativo, sexual, motriz, emotivo
e intelectual) para producir el ajuste del medio interno del cuerpo con el
medio externo o ambiental.

- La base del comportamiento está relacionada con: 1) Las cualidades


innatas propias de la estructura biológica individual; 2) Las cualidades
adquiridas y codificadas por las experiencias de acierto o error, con sus
registros de placer o displacer; 3) La situación del individuo en el medio; y
4) Los patrones culturales de la época; y 5) Los ensueños y el núcleo de
ensueño.

- La combinación particular de todos estos factores en cada caso configura


lo que se denomina “personalidad”, dejando e claro que una posible
“caracterología” debería atender, tanto a lo innato, como a lo adquirido. La
personalidad, a su vez, se configura en un sistema de roles, codificados
de acuerdo al aprendizaje por acierto y error, tanto en las respuestas típicas
como atípicas de adaptación, respecto de los consensos convencionales
de los distintos grupos sociales.

54
Apuntes…pag. 137
55
Apuntes… pags. 34 y 35 (paréntesis nuestro)

49
50

- Tanto las respuestas típicas, como atípicas, pueden ser oportunas o


inoportunas desde el punto de vista de una adaptación creciente en el
cambio histórico y biográfico, sobre todo en un medio caracterizado por la
modificación rápida de las situaciones sociales y los valores. Así, por
ejemplo, en una situación de crisis extrema la respuesta típica
consensuada por la mayoría puede ser inoportuna e inadecuada, mientras
que la respuesta atípica de un pequeño equipo innovador puede responder
acertadamente al reto de adaptación.

- Este punto no es de escasa importancia respecto de una psicología oficial


que mira el cambio como adecuación a lo establecido, o que concentra la
innovación en los aspectos secundarios de la estructura psicosocial, sin
llegar a tocar las creencias profundas y los esquemas de poder que están
operando y manteniendo la normativa impuesta al conjunto social.

- En este contexto, en la comprensión de la conducta humana evolutiva o


involutiva, progresiva o regresiva, la PHU propone atender especialmente
al tema de los ensueños y el núcleo de ensueño, en tanto respuestas
internas compensatorias a las múltiples exigencias de adaptación de un
mundo por demás complejo: natural, humano, social, cultural, técnico,
etcétera.

- Una psicología que quiera ir más allá de la conducta visible, con la finalidad
de producir cambios fundamentales en el psiquismo humano, sin quedarse
solamente en el tratamiento de los síntomas debería considerar el núcleo
de ensueño por el carácter totalizador de su respuesta al mundo y por su
influencia decisiva en la conducta de los individuos y los pueblos: “El
núcleo de ensueño rige las aspiraciones, ideales, e ilusiones que en cada
etapa vital van cambiando. Tras esos cambios o variaciones en el núcleo,
la existencia se orienta en otras direcciones y se producen
concomitantemente cambios en la personalidad. Este núcleo se desgasta
individualmente, como se desgastan los ensueños epocales que dirigen la
actividad de toda una sociedad. Mientras que por una parte el núcleo da
una respuesta general a las exigencias del medio, por otro compensa las
deficiencias y carencias básicas de la personalidad, imprimiendo una
determinada dirección a la conducta”56

- Igualmente debería considerar los estados superiores de conciencia, como


el éxtasis, arrebato y reconocimiento, a través de los cuales se experimenta
una gran comprensión y felicidad. Especialmente interesante puede ser el
estado de suspensión del yo que “…se logra desplazando progresivamente
al yo de su ubicación central de objeto de meditación…La conciencia
entonces, está en condiciones de encontrarse…en una suerte de vacío…
por esta vía…detectamos fenómenos que se producen cuando la
conciencia es capaz de internalizarse hacia ´lo profundo´ del espacio de
representación… En esta internalización irrumpe aquello que siempre está
escondido, cubierto por el ´ruido´de la conciencia. Es en lo profundo donde
se encuentran las experiencias de los espacios y de los tiempos sagrados.
En otras palabras, en ´lo profundo´ se encuentra la raíz de toda mística y
56
Apuntes, pp. 64 y 65

50
51

de todo sentimiento religioso”57 Es en esta experiencia que se pueden dar


cambios profundos en la dirección y el sentido de la vida.

- También son interesantes los fenómenos que en determinadas condiciones


de alteración de conciencia irrumpen iluminando todo el espacio de
representación: “La literatura religiosa universal está plagada de
numerosos relatos acerca de estos fenómenos. También es interesante
advertir que esta luz en ocasiones se ´comunica´ y hasta ´dialoga´con el
sujeto…Según se describe en muchos textos, algunas perswonas que
aparentemente murieron y volvieron a la vida, tuvieron la experiencia de
abandonar su cuerpo e ir orientándose a una luz cada vez más viva…a
nosotros… nos interesa el sistema de registro, el emplazamiento afectivo
que padece el sujeto y esa suerte de gran ´sentido´ que parece irrumpir
sorpresivamente…(y) que parece de gran importancia ya que tiene aptitud
para cambiar súbitamente el sentido de la vida humana”. 58

5. El concepto de enfermedad

- Cuando la psicología clásica habla de una enfermedad mental se refiere a


un trastorno de la conducta, el pensamiento o la motivación descrito por
especialistas que han extraído rasgos de múltiples casos y han acordado
una tipología. El análisis diferencia una serie de síntomas que finalmente
son catalogados con un nombre específico.

- Así, en general, se distingue entre trastornos del estado de ánimo


(depresiones, manías, trastornos bipolares), de ansiedad (fobias, pánico,
ansiedad generalizada); psicosomáticos (somatización, conversión,
hipocondría), disociativos (personalidad múltiple, despersonalización)),
sexuales (problemas de excitación, satisfacción, parafilias), de
personalidad (esquizoide, paranoide, dependiente, evasiva, narcisista,
autodestructiva, antisocial), esquizofrénicos (alucinaciones, delirios,
catatonias, paranoias), de la niñez (hiperactividad, autismo). Además, se
estudian las reacciones a las situaciones de estrés y las capacidades para
afrontarlas.

- En la causalidad clásica se supone que un determinado hecho actual


obedece a una determinada causa antecedente. Todos los hechos de la
misma clase deberían ser necesariamente explicados por la misma causa.
A su vez, la misma causa debería ser explicada por la misma teoría a la
que se considera verdadera. En última instancia, no importa la imagen del
sujeto tratado, sino lo que interprete el experto que está tratando su caso
bajo la óptica de considerar a los fenómenos psíquicos como si fueran
fenómenos de la naturaleza. Si la causa es la misma, también lo será la
solución. A una causa específica una solución específica. Así, en el
naturalismo subyacente anida una concepción mecanicista y atomista de la
psicología que las concepciones sistémicas y humanistas están
contribuyendo a superar.
57
Apuntes…p. 306 y 307.
58
Apuntes…p. 302 y 303.

51
52

- Se mencionó anteriormente que, coincidiendo con los abordajes


humanistas, la PHU, aunque no niega el valor orientador de la teoría,
considera que todo proceso de verdadera curación involucra la
comprensión del sujeto tratado acerca de sí mismo y de su situación en el
mundo. Pero esta comprensión no sólo es teórica. Es también una
experiencia vivida. Involucra percepciones de la situación actual,
representaciones del pasado y el futuro con respecto a ella, conductas de
respuesta, registro interno de todo este proceso e inicio de un nuevo
circuito de estimulaciones y respuestas intermediadas por la conciencia. Y
todo esto, no sólo en la situación terapéutica, sino en la vida cotidiana y en
la dirección general que el paciente imprima a su destino a través de actos
concretos de adaptación creciente respecto de situaciones en un mundo
hasta hoy signado por la violencia.

- Esta concepción explica también porqué en la PHU lo que se ha


denominado enfermedad mental tiene que ver, no solo con las
deficiencias congénitas y/o adquiridas del organismo y la personalidad,
sino con el condicionamiento social alienante u opresor. Por lo mismo, la
cura tendrá que ver con el proceso liberador de la violencia59, estado
psíquico y social que ha acompañado al ser humano a lo largo de su
historia y del cual todavía no se puede desprender.

MANIFESTACIONES DE LA VIOLENCIA

Economía Política Ideología Religión Familia Cultura

Explotación Dictadura Manipulación Sometimient Explotación Censuras


Exacción Democracia Prohibición o al clero de la mujer Exclusión
Discriminació formal del libre Control del Dictado de
n laboral Terrorismo pensamiento pensamiento sobre los corrientes
Trabajo de Estado Subordinació Persecución hijos innovadoras
infantil Terrorismo n de medios de herejes Golpizas Prohibición
Desempleo subversivo de Prohibición Violencia editorial
comunicación de otras verbal Dictados
creencias burocráticos

Fuente: Silo (1966), “Diccionario del Nuevo Humanismo”, Centro Mundial de estudios Humanistas,
p.122.

59
En las distintas formas de violencia (física, síquica, económica, racial, sexual, generacional, política,
ideológica) un sujeto intentará limitar o anular la intención del otro, tratándolo como si fuera un objeto. Desde
este punto de vista, la violencia se puede definir como el intento de apropiarse por medio de la fuerza de la
subjetividad del otro, es decir, de su pensar, querer, sentir y actuar. Lo que se expresa no sólo en los casos de
violencia manifiesta (guerra, vandalismo, delincuencia), sino cotidianamente, en la casa, la escuela, la calle,
el centro laboral, en la política nacional e internacional, cada vez que se pretende tratar al otro (individuo,
familia o pueblo) como un ente sin derecho a vivir y decidir.

52
53

- La violencia se concibe así como un condicionamiento histórico y mental,


resultado de la contradicción social y la incoherencia personal, que genera
y realimenta las patologías reconocidas en la nosología psiquiátrica. En el
origen de estos estados, o en su agravamiento, se constata la presencia de
un ambiente social violento frente al cual la conciencia del “enfermo”, antes
de “enfermar”, ha fracasado primero en sus actos de liberación.

- Por lo anterior, para la PHU, la curación tiene el carácter de una lucha


lúdica por la autoconciencia y coherencia crecientes. La curación es el yo
contribuyendo atentamente en la coordinación de la estructura conciencia-
cuerpo-mundo que se encuentra en equilibrio inestable60 expuesta a los
actos de integración o desintegración psíquica y somática. Este grado
atencional y de autobservación van más allá de la vigilia ordinaria y
anuncian un nuevo nivel de conciencia: la conciencia de sí.

- Especial importancia se concederá a las “cargas” excesivas o insuficientes


de los contenidos psíquicos y a la descarga y redistribución de las mismas
por medio de técnicas catárticas y transferenciales. Esta concepción
explica que la “enfermedad mental” es un estado de conciencia superable,
que tiene que ver sobre todo con el efecto integrador del acto humano
desde el punto de vista energético-transferencial.

EL PUNTO DE VISTA ENERGETICO TRANSFERENCIAL

Los actos catárticos descargan tensiones. Los transferenciales trasladan cargas


internas, integran contenidos y amplían las posibilidades de desarrollo de la energía
psíquica. Ambos se pueden dar, tanto internamente en el trabajo con las imágenes,
como externamente en la acción o la conducta en el mundo. Habrá acciones que
permitan integrar contenidos internos y habrá acciones tremendamente desintegradotas

Fuente: Apuntes de psicología, pp. 275 y 276

- A lo largo de la lectura de Apuntes de psicología no se mencionan


conceptos como “enfermedad mental” o “trastornos psicológicos”. En la
psicología clásica actual se siguen empleando ambos, aunque se prefiere
60
Apuntes…P. 24.

53
54

el segundo término”. En la PHU se asume que puede haber un buen o mal


funcionamiento del psiquismo humano, pero ello es aplicable a todos los
seres humanos, en todo momento de su biografía y desarrollo.

- Aunque se reconocen casos patológicos, como en algunos estados


alterados de conciencia, en los que la reversibilidad disminuye fuertemente,
la adaptación no es creciente, y la desintegración psíquica genera un
sufrimiento mayor, no se enfatiza la oposición normal/anormal, la que da a
entender que hay muchos individuos sanos y bien adaptados y unas
excepciones que se apartan de la normas y están enfermas.

- El riesgo de discriminación en este modelo es muy alto, porque el


comportamiento sano o enfermo se define de acuerdo a un patrón cultural
de ser humano y sociedad. Así, una cultura que exige obediencia y
productividad puede calificar despreciativamente de dementes a los
rebeldes, de soñadores a los poetas o de ociosos a los miembros de una
etnia que sólo trabajan lo necesario para vivir. La asociación de lo normal
con la salud y lo anormal con la enfermedad es discriminatoria e
incompatible con el espíritu de transformación libertaria, profunda y no
violenta propio de la PHU.

- Es más, puede que la correlación inversa tenga mayor grado de verdad:


porque son las minorías marginadas, los hombres excepcionales, los que
una vez fueron considerados “raros”, “anormales” o “peligrosos”, los que se
adelantaron a su tiempo y estuvieron a favor de la evolución de las cosas .
Aún en el propio desarrollo científico ocurre que hipótesis, que en su
tiempo fueron desaprobadas por el consenso del poder académico
instituido, posteriormente se tornaron revolucionarias.

- La PHU no hace apología de los casos patológicos, pero advierte que


estos deben ser debidamente constatados e identificados. También
advierte que los estados alterados no solamente son negativos, sino que
también pueden tener significación positiva para el proceso de desarrollo e
integración de la conciencia. Algunos de estos estados se presentan en el
siguiente cuadro.
ESTADOS ALTERADOS

EXPERIENCIA DE LUZ
EXTASIS, ARREBATO Y RECONOCOCIMIENTO
POSITIVOS EXPERIENCIA DEL SI MISMO Y
LO PROFUNDO

SUGESTIONABILIDAD COTIDIANA
GENERALES (PUBLICIDAD MEDIATICA)

TRANCE HIPNOTICO

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DEPRESIONES
ESPECIFICOS
COMPORTAMIENTOS VIOLENTOS

ESTADOS DE CONCIENCIA EN FUGA

DISOCIACION DE FUNCIONES DE LA CONCIENCIA

PATOLOGICOS ESCICISIONES DE LA PERSONALIDAD

ESTADOS CREPUSCULARES DESINTEGRADORES


DE LA CONCIENCIA

Fuente: Apuntes… pp. 289 y siguientes.

- Por su parte, el proceso de curación se puede alegorizar como la marcha


del ser humano hacia su ser más profundo y querido. Un destino pleno de
verdad, fuerza, bondad, paz y felicidad. Aunque estos ideales no se logren
totalmente, no se puede negar su valor de orientación y motivación en el
vencimiento de resistencias y hábitos regresivos. Son aspiraciones que
permiten contrastar las “realidades” conflictivas y sufrientes, con aquellas
otras provenientes de lo profundo del sí mismo, ahí donde la conversión del
sentido global de la vida se abre como posibilidad.

- Más que de enfermedades o trastornos la PHU habla de conflictos internos


en los que se pueden detectar: 1) Errores de los sentidos, la percepción y
la representación (ilusiones); 2) Errores de la memoria (falso
reconocimiento, recuerdos equívocos, amnesia, hiperamnesia); 3) Errores
de la conciencia y el yo en su función coordinadora (alucinación,
desintegración eidética, olvidos y bloqueos, atención tensa); 4)
Contradicciones y respuestas incorrectas en el trabajo los centros
(incoherencia entre el pensar, el sentir y el actuar, desbordes del centro
emotivo, confusión en el centro intelectual, descoordinaciones del centro
motriz, desregulaciones y disfunciones del centro vegetativo sexual); 5)
Alteraciones recíprocas de los niveles de conciencia (sueño, semisueño,
vigilia) que se manifiestan como ruido en el funcionamiento del psiquismo
(inercia del nivel anterior, climas y tensiones inoportunos, rebotes, arrastre
de imágenes y climas fijados, tonos insuficientes o excesivos).

- La PHU llama la atención sobre el sufrimiento psicológico producido por el


fracaso de los ensueños como sistema de respuestas compensatorias a
las exigencias del mundo y a las carencias básicas de personalidad. El
núcleo de ensueño puede regresionar (el psiquismo vuelve a etapas vitales
anteriores) o quedar fijado (desvincula progresivamente al individuos de su
medio). El núcleo de ensueño lanza al ser humano en persecución de
espejismos que al no cumplirse producen estados dolorosos (desilusiones)
que, sin embargo, paradójicamente, en su registro de fracaso crean
condiciones favorables para el surgimiento de nuevas direcciones de vida.
El desgaste del núcleo de ensueño en el psiquismo individual semeja al

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desgaste de los ensueños epocales que dirigen la actividad de toda una


sociedad.

- La PHU advertirá sobre la adaptación decreciente a partir de roles mal


configurados sobre la base de respuestas típicas o atípicas inoportunas al
no coincidir o adecuarse a la exigencia propia de la situación.
Opuestamente, atenderá a los cambios significativos, no circunstanciales
(mero remplazo de roles, ideología, ensueños). Si son tales será porque
modifican la estructura conciencia-mundo en dirección evolutiva, unitiva,
integradora, no violenta y no sufriente, ni para uno mismo, ni para los
demás.

- Para terminar, en forma general, la enfermedad en esta visión puede ser


interpretada como la caída ilusoria y dolorosa de la conciencia en la
pasividad ante la impotencia de transformar las distintas situaciones de
estrés que propone el sistema social y el mundo de la vida cotidiana.

- Victor Frankl61 ha sostenido la tesis de que, en la esquizofrenia, la


conciencia del enfermo ha perdido su cualidad esencialmente activa,
deviniendo en mero objeto de fuerzas externas que lo controlan y manejan.
Lo mismo podría aplicarse a la paranoia (intencionalidad persecutoria de
otros) y la depresión (subestimación del propio esfuerzo, resignación,
renuncia a la acción en el mundo externo).

- El carácter más o menos grave de la perturbación mental tiene que ver


justamente con el grado de reversibilidad de la conciencia humana para
aprehenderse y modelarse a sí misma y con su carácter activo en la
selección, control y cambio positivo de la situación en el mundo y de los
estados internos de la trayectoria vital.

Conclusión General

1. No obstante las críticas y consideraciones expuestas a lo largo de este trabajo,


en general, se puede afirmar que con las psicoterapias existenciales,
fenomenológicas, sistémicas y cognitivas la psicología humanista universalista
encuentra compatibilidades fundamentales referidas al valor único y personal
de la persona tratada, a la empatía con ella, a su trato positivo incondicional, a
la congruencia con el propio sentir, al valor terapéutico de la imagen y al
reconocimiento del ser humano como un buscador de sentido.

2. La PHU está de acuerdo con que el “paciente” no es una proyección de las


teorías del terapeuta, sino que puede develar su propio enigma e influir
positivamente en su destino. Y está de acuerdo también en afirmar que lo
patológico no es individual sino profundamente social.

61
Frankl, V. (2001) “Psicoanálisis y existencialismo”, México, Fondo de Cultura Económica, p. 299.

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3. También reconoce la gran importancia de considerar los tres tiempos de


conciencia para el logro de la unidad interna y la relación adecuada con el
mundo. Para el pasado propone la integración de contenidos y la
reconciliación con uno mismo, para el futuro la apertura de nuevos
proyectos y posibilidades de sentido y para el presente la coherencia entre
el pensar, el sentir y el hacer en el mundo.

4. Al asomarnos desde la PHU a las psicologías clásicas las encontramos en un


interesante proceso de humanización, enriquecido por los aportes de las
corrientes existencialistas, fenomenológicas, sistémicas y cognitivas, los que
aun no terminan de amalgamarse en un todo conceptual coherente y
fundamentante.

5. Sin embargo, diera la impresión que siguen estando mucho más


concentradas en el individuo, en la pareja, o en el pequeño trabajo grupal
humanitario, antes que en un esfuerzo solidario y genuino de liberación
social. Se dirá que éste no es el tema de la psicoterapia, pero al haber
teóricamente admitido el origen social de la enfermedad mental resulta
contradictorio no acometer la psicoterapia en los mismos términos.

6. Para la PHU la psicología y la psicoterapia no se deben limitar tan sólo a una


mejora de las condiciones personales, manteniendo la condicionesy sociales
existentes, sino a lograr una transformación sustantiva de las mismas, es
decir, una transmutación. Colocar como imagen trazadora de la psicología y
la psicoterapia esta meta, produce un perfil de psicólogo muy diferente al que
nos tiene acostumbrado la psicología clásica. La PHU se quiere ver a sí
misma como una contribución interesante en este intento.

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