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UBICACIÓN GEOGRAFICA
Tuvo como escenario geográfico a los valles de Chicama, Moche y Virú (La Libertad).
La cultura Moche o Mochica surge y se desarrolla en los siglos I y VII, teniendo como escenario
la larga y angosta franja desértica de la costa norte del Perú donde se encuentran los restos de
sus templos piramidales, palacios, fortificaciones, obras de irrigación y cementerios que
testimonian su alto desarrollo artístico, tecnológico y compleja organización.
Los Mochica vencieron al desierto mediante la irrigación artificial desviando el agua con
canales provenientes de los ríos que bajan de los Andes. Su ingeniería hidráulica les permitió
contar con excedentes agrícolas y una sólida economía que, complementada con los productos
del mar, constituyó la base de su portentoso desarrollo.
El reino Mochica abarcó territorios de los
actuales departamentos de Piura,
Lambayeque, La Libertad y Ancash en la
costa norte del Perú. Precisamente en ese
marco geográfico se está implementando
ahora La Ruta Moche, que tiene como
punto central a las investigaciones
arqueológicas y gestión turística de la Huaca de la Luna, a cargo
de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional
de Trujillo y el Patronato Huacas del Valle de Moche.
2. Descubridor.
Tuvo lugar entre el 100 a. C. y el 700 d. C.
El tipo de sociedad de esta cultura fue militarista, dirigida por un rey-sacerdote. Existieron
diversas clases sociales.
El descubridor de esta cultura fue Max Uhle (en 1901). Inicialmente, lo denominó
Cultura Proto-Chimú, y creyó que fue fundada por inmigrantes mayas procedentes de
Centroamérica.
a) Territorios
Se trató de una sociedad belicosa y militarista, sólidamente organizada. Las clases sociales se
reducían básicamente a dos: mandatarios y pueblo. En los mandatarios, como el Señor de Sipán,
recaia la responsabilidad suprema de la producción/distribución de los alimentos, la defensa del
territorio y la ampliación de los dominios.
La Artesania Mochica fue básicamente de color rojo sobre crema y excepcionalmente en color
naranja y algunas en negro ahumado transparente. Los llamados huaco retrato son esculturas
cerámicas con retrato de individuos o representación de personajes con sus respectivas
funciones.
Otras cerámicas tienen forma de tazas, ollas esféricas, vasijas cerradas con gollete cilíndrico,
vasijas cerradas con pico, cuencos, escudillas, botellas con asa estribo, y, las más características:
los cancheros (ollas cerradas con mango lateral cónico) y callahuas (botellas con asa estribo). La
limitada variedad en el desarrollo de la cerámica Moche indica un desarrollo artístico
marcadamente estable. Los temas son escenas de la vida real: cacería, pesca, recolección, y
escenas de combate. Por otra parte, también hay escenas imaginativas, donde se puede encontrar
figuras antropomorfas, seres demoníacos así como distintos aspectos de la vida secular, la vida
sagrada, lo común y lo privilegiado de este pueblo.
Con el tiempo, las cerámicas fueron cambiando en forma, lo que permite identificar las cinco
fases de Moche. La cerámica de esta cultura se puede apreciar en diversos museos del Perú,
particularmente en el Museo Tumbas Reales de Sipán.
Agricultura
Los mochicas tuvieron una especial preocupación por el desarrollo agrícola. En este sentido
cultivaron maíz, camote, yuca, papa, calabaza, frutas tales como tuna, lúcuma, chirimoya,
tumbo y papaya. Como debieron llevar agua para cultivar tierras secas, construyeron canales
(Wachaques) que se muestran como notables obras de ingeniería hidráulica, como el de Ascope
y el de la Cumbre. Asimismo construyeron represas como la de San José, cuyas aguas
almacenadas servían para irrigar las tierras en tiempo de sequía y escasez.
Pescadores.- El mar ejercitó sobre los mochicas un atractivo especial. Provistos de sus
caballitos de totora, se convirtieron en hábiles pescadores, de la misma manera que organizaron
expediciones que arribaron hasta la isla de Chincha para extraer el guano, tan eficiente para el
abono de las chacras. Poseían también naves guerreras que eran tripuladas por más de tres o
cuatro personas y que transportaban a grupos militares o a los prisioneros vencidos en las
guerras.
El estudioso cuidado de estas imágenes han permitido lo inimaginable, es decir, reconstruir las
narraciones paso a paso y en gran detalle, lo que equivale a reconstruir las historias que se
contaban en la costa norte del Perú hace más de mil años. la cultura mochica fue una de las mas
avanzadas culturas que hubo en el Perú.
6. ARTE MOCHICA
a) Cerámica:
1) LA COMÚN: Las formas más usuales son las vasijas cerradas de cuerpo globular, asa
estribo y gollete; los cántaros con gollete revertido; los vasos acampanulados, llamados también
floreros; las figurinas, silbatos, etc.
2) LA PICTOGRÁFICA: Las escenas pictóricas, a pesar de tener una representación tan sólo
bidimensional, son complejas y trabajadas con pinceles finos sobre incisiones que las
delimitaron previamente. a:
Metales con los que trabajaron.- Dominaban el oro, la plata, el cobre, el plomo, el mercurio.
Técnicas que emplearon.- Procesos de aleaciones como el bronce el cobre dorado, oro y plata
dorada, que son el resultado de la aleación del cobre, oro y plata en especiales proporciones,
llamado tumbaga, y en combinación con elementos reactivos, con el objetivo de una
depositación electroquímica, usando para ello minerales corrosivos como: sal común, nitrato de
potasio, alumbre de potasa, sulfatos dobles de aluminio y potasa, sulfato férrico y cloruro de
sodio, antioxidantes, carbón vegetal y greda.
A) AI AEPEC.
El Dios principal era Ai Aepec, pero existieron unas seis divinidades muy
importantes. Los ceramistas moches cuidaron mucho la representación de cada
una de las divinidades.
Se refleja artísticamente a través de la PICTÓRICA Este dios está identificado con viejas
herencias ideológicas que vienen desde la época Chavín y complementadas con otras deidades,
como la serpiente, el cóndor o el águila como máximas expresiones de poder en todo el proceso
cultural andino. Cabe poner en claro que esta inspiración espiritual, fue determinada por su
observación del espacio cósmico. Hay una información antiquísima que AI APAEC, era una
constelación de estrellas.
Los Mochicas dejaron una enorme cantidad de información acerca de sus creencias y rituales en
sus detallados dibujos y esculturas. Uno de los más complejos diseños representa el entierro
ceremonial de un individuo de gran importancia. Los entierros representados parecen ser los que
hemos encontrado en San José de Moro presto que muchos de los ejemplos que conocemos de
este dibujo proceden de San José de Moro y en 1992 encontramos dentro de la gran tumba de
una sacerdotisa, un ceramio con esta representación. El dibujo coincide en muchos aspectos con
la tumba misma.
El aspecto más importante de los descubrimientos realizados en San José de Moro es que
sabemos quiénes eran las mujeres allí enterradas. Dos de las tumbas encontradas contenían los
restos de mujeres sepultadas con los atuendos y ornamentos de la Sacerdotisa de la "Ceremonia
del Sacrificio". Esta ceremonia consistía en un complejo ritual de sacrificios humanos de
guerreros Mochicas derrotados en combates rituales y la posterior ofrenda de su sangre a un
Dios Supremo. La "Ceremonia del Sacrificio" era aparentemente el centro de la liturgia
Mochica y se celebró a todo lo largo de su territorio, desde Pañamarca en el Valle de Nepeña,
donde encontramos un mural con la Sacerdotisa llevando la "Copa del Sacrificio", hasta Sipán
en el valle de Lambayeque, donde Walter Alva ha excavado la tumba del que parece ser el Dios
Supremo que recibía y bebía la sangre de los prisioneros. Las mujeres fueron enterradas con las
"Copas del Sacrificio" y con los singulares tocados que llevan en las representaciones. Sus altos
rangos y las riquezas de sus tumbas derivarían de su importante función en el ritual religioso. La
posición de Sacerdotisa parece haber sido un cargo hereditario, lo que se ha confirmado por el
hecho de haber encontrado no una sino dos Sacerdotisas.