Letras, letrillas,
Cómo ser un conservador-liberal-socialista
\ \ Avanzando hacia atrás, por fa-
vor”, es la traducción aproximada
de una súplica que alguna vez escuché
en un tranvía de Varsovia. La propongo
como apotegma para la gran Interna-
cional que no existirá jamás.
El conservador cree:
1. Que tratándose de la vida hu-
mana, no ha existido ni existirá pro-
greso alguno que no implique un costo
relativo de maldad y deterioro, por lo
que en cada proyecto de reforma y me-
joramiento debe tomarse en cuenta el
factor precio. Dicho de otra forma: las
desventuras son compatibles (podemos
sufrirlas íntegra y simultáneamente),
mientras que las cosas buenas se estor-
ban o se cancelan unas a otras, al grado
de que resulta imposible disfrutarlas a
un mismo tiempo y de manera plena.
La existencia de una sociedad sin liber-
tad ni igualdad es perfectamente posi-
ble; no lo es, en cambio, la de un orden
social que combine de modo absoluto
la igualdad y la libertad, la planeación y
el principio de autonomía, la seguridad
y el progreso técnico. La historia hu-
mana no conoce el “happy end”.
2. Que desconocemos el grado en
que las distintas formas tradicionales
de vida social -rituales familiares, na-
ción, comunidades religiosas- influyen
decisivamente en hacer más tolerable
- y posible, incluso- la vida. No hay
bases para creer que al destruir estas
formas o al considerarlas irracionales,
por Leszek Kolakowski
mejoramos nuestras posibilidades de dir seguridad con libertad. El Estado no
dicha, paz, seguridad o libertad. No sa- garantiza la libertad mediante su acción
bemos, a ciencia cierta, qué ocurriría si, reguladora en las diversas áreas de la
por ejemplo, la familia monogámica vida, sino todo lo contrario, la garantiza
fuera abolida, o si la vieja costumbre de mediante su abstención.
enterrar a los muertos cediera el paso a De hecho, la seguridad puede am-
un reciclaje racional de cuerpos con fi- pliarse sólo a expensas de la libertad.
nes industriales. No lo sabemos, pero En todo caso, hacer a la gente feliz no
nada insensato sería esperar lo peor. es responsabilidad del Estado.
3. Que la idée fixe de la Ilustración 2. Que las comunidades humanas
-la envidia, la vanidad, la ambición y la están amenazadas, no sólo de estanca-
agresión se originan en deficiencias de miento sino de degradación, si se orga-
las instituciones sociales y desaparece- nizan al grado de asfixiar toda iniciativa
rán en el momento en que éstas se individual, todo espíritu de inventiva. Se
transformen- no es sólo absoluta- puede concebir un suicidio colectivo del
mente increíble y contraria a la expe- género humano, pero no un perma-
riencia, sino que resulta peligrosa,. nente hormiguero de hombres y esto
¿Cómo fue posible, entonces, que sur- por una simple razón: no somos hormi-
gieran todas estas instituciones si gas.
contrariaban a tal grado la verdadera
naturaleza humana? Confiar en que po-
demos institucionalizar la hermandad,
el amor, y el altruismo, equivale a insti-
tucionalizar otra cosa: el despotismo.
El liberal cree:
1. Que sigue siendo válida la anti-
gua idea de que el propósito del Estado
es la seguridad: válida incluso si la no-
ción de seguridad se extiende hasta
incluir no sólo la protección de las per-
sonas y la propiedad a través de la ley.
sino otras varias instancias: que a los
desempleados no los mate el hambre ni
a los pobres la falta de atención
médica; que los niños tengan acceso a
la educación. Pero no hay que confun-
 3. Que es improbable la superviven-
cia de una sociedad en la que todas las
formas de competencia fueran aboli-
das. Sin ellas faltarían también los es-
tímulos imprescindibles de creatividad
y progreso. La igualdad no es un fin en
sí mismo, es un medio solamente. En
otras palabras: no tiene caso luchar por
una mayor igualdad si el resultado es
una nivelación hacia abajo de los privi-
legiados en vez de una nivelación hacia
arriba de los no privilegiados. La igual-
dad perfecta es un ideal que se aniquila
a sí mismo.
El socialista cree:
1. Que las sociedades en donde la
búsqueda de la ganancia es el único re-
gulador del sistema productivo, están
amenazadas por catástrofes tan o más
Manuel Sandoval Vallarta
(Texto de la Conferencia presentada el 6 de Junio
de 1978 en la Sesión Solemne de El Colegio Na-
cional en memoria de sus miembros fallecidos en
1977: doctores Manuel Sandoval Vallarta y Jesús
Romo Armería).
os reunimos aquí para honrar la
N memoria del hombre que, en opi-
nión de muchos, fue el mexicano que
más ha contribuido al desarrollo cientí-
fico internacional, el Dr. Manuel Sando-
val Vallarta.
Su personalidad tuvo múltiples face-
tas y después de un breve bosquejo
biográfico me gustaría mencionar las
relacionadas con su actuación como
científico, educador y funcionario públi-
co, para terminar con la imagen que de-
jó en aquellos que tuvimos la oportuni-
dad de conocerlo y de la herencia que
lega a su país y al mundo.
El doctor Manuel Sandoval Vallarta
nació en México, D.F., el ll de febrero
de 1899. En su familia se entremezclan
tradiciones liberales y conservadoras,
estando representadas las primeras por
su abuelo, Ignacio L. Vallarta. gran figu-
ra de la época de la Reforma.
Hizo sus estudios en la Escuela Na-
dolorosas que las sociedades en las que
esta búsqueda ha sido completamente
eliminada. Hay razones de peso para
creer que es bueno limitar la libertad
económica en favor de la seguridad y
evitar que el dinero produzca, automáti-
camente, más dinero. Pero esta limita-
ción de libertad es precisamente eso, li-
mitación de la libertad, y no una forma
superior de libertad.
2. Que es hipócrita y absurdo
concluir que sólo porque una sociedad
perfecta y sin conflicto es imposible,
son inevitables todas las formas exis-
tentes de desigualdad, y justificada
toda búsqueda de ganancia. El tipo de
pesimismo antropológico conservador
que abomina de un impuesto sobre la
renta progresivo, resulta tan sospe-
choso como el optimismo histórico de-
trás del Archipiélago Gulag.
3. Que aun a costa del crecimiento
por Marcos Moshinsky
cional Preparatoria entre 19 12 y 19 16
en la época más violenta de la Revolu-
ción, y con frecuencia comentó la dedi-
cación y capacidad de sus profesores
que supieron mantener altos niveles
académicos en una época sumamente
difícil. En particular debió a un profesor
de matemáticas de dicha escuela, don
Sotero Prieto, el inicio de su interés en
las ciencias exactas.
En 19 17 presentó en forma sobresa-
liente sus exámenes de admisión en el
Massachussets Institute of Technology
(MIT). del cual obtuvo el grado equiva-
lente a la licenciatura en 192 1 y el doc-
torado en 1924. En 1927 como becario
de la fundación Guggenheim fue a Ale-
mania, en aquella época el centro de in-
vestigación en física del mundo y, en
particular, llevó cursos impartidos en
las universidades de Berlín y Leipzig por
Einstein, Planck, Schroedinger y Hei-
senberg. Como él mismo lo expuso en
un artículo de reminiscencias “Nadie
puede decir que si no sé fisica es por-
que no tuve buenos profesores”.
Entre 1926 y 1946 ocupó sUCeSiVa-
mente los puestos de profesor adjunto.
concomitante de la burocracia, debe
afirmarse la tendencia a sujetar a la
economía mediante controles sociales,
ejercidos, ciertamente, en un contexto
de democracia representativa. Para
contrarrestar la amenaza a la libertad
que produce el crecimiento de esos
controles, es preciso planear institucio-
nes adecuadas.
Tengo para mí que estas ideas regula-
doras no se contradicen y que, por lo
tanto, es posible ser un conservador-
liberal-socialista.
En cuanto a la todopoderosa Inter-
nacional que mencioné al principio,
pienso que su inexistencia está plena-
mente asegurada: no garantiza la felici-
dad entre los hombres.
Traducción de Enrique Krauze.
Tomado de Encounter, octubre de 1979.
asociado y titular en el M.I.T. amén de
profesor visitante en muchas partes del
mundo. Durante este período don Ma-
nuel procuró siempre mantenerse en
contacto con los estudiosos de la física
y la matemática en México. Pasaba casi
todas sus vacaciones de Verano en esta
capital y muchos de sus trabajos impor-
tantes fueron publicados en español en
la revista de la Sociedad Científica Anto-
nio Alzate. simultáneamente a la publi-
cación en inglés en revistas internacio-
nales. En particular mantuvo su rela-
ción con don Sotero Prieto y con los es-
tudiantes que éste había formado que,
en la década de los treinta, incluían a
Carlos Graef. Alberto Barajas y Nabor
Carrillo.
En una de sus visitas a México cono-
ció a María Luisa Margáin con quien
contrajo matrimonio en 1933.
De 1943 a 1946 distribuyó su tiem-
po entre el M.I.T. y diversas institucio-
nes mexicanas, para radicarse perma-
nentemente en esta capital en el último
de esos años. Su labor académica y ad-
ministrativa en México será analizada
más adelante. Don Manuel falleció el