“Titulo orignal alemin:
ne Hage Werke
Humblot, 1835).
GME Hes
(prt Verlag oe Durer und
ec ice ria Sine ariel
REET cpr to les sancnes gba
i eo al rca dos Ca
si exe mre ay
74 te medaneslguer 0 préstamo pablicos ”
cin de este ibro fue publicada
Laprine ali
i .Fiiciones de Bolsillo» ea 1971. *
en ceca
Primer ec en eta colecrin: diciembre de 305%,
1 deca elciin: Ediciones Peninsula 2
ea de la Creu 4, o8¢01-Barcelona,
femal, cnrev@grupsz.com
jnvemet p/w: peinsalaed.com
Foreepesiin: Zero pre inpreién
Fragmento sol
Para una met
zsche y Kant
El problema del tie
FACULTAD DE ARQUITECTUIsn estética del rostro
oie lo clisico-roménico
oy estilo
Fail gern
Blsctory la rea
Reever deRodin
Deuna eoleccion de afori
Fei slo
Tau del wesloga™
aan urbe ya vida del espirica
Sociologia de a comida
Flindividuo yl libertad
Apéndice bibliogrifico
SIMMEL O LAAUTOCONSerENOm
DE LA MODERNIDAD
No es de extrafiar que las distintas filosofias de la vida
surjan y se desarrollen en momentos en los que,como
sucede a principios de siglo, se extienden unos modos
de ser, de pensar y de hacer deudores de las grandes in-
novaciones econémicas, cientificas y teenol6gicas con
que se abre la llamada Edad Contemporénea, que, en
principio, parecen oponerse a lo que intuitivamente
entendemos por «vida»; una intuicién, por otra parte,
deudora de la concepcién romantica del mundo. El
mecanismo asociativo que rige este modo de pensar es
sencillo. En un principio se constata que esos modos
de ser y de pensar enemigos de la vida dan lugar a'una
serie de efectos que producen malestar y desarraigo; a
continuaci6n se intentan aislar una serie de causas que
supuestamente producen tales efectos. Por iltimo, se
pregunta por aquello que produciria los efectos con-
trapuestos, y, desde aqui, se articula la critica contra el.
‘mecanismo ocultador de la vida. Este es, pues, elplan=
tcamiento general de toda critica’ Ma‘cter
cia y al capitalismo en eu: 0 re
de lo que una larga
de aqui, también, elimantica, pues precis
a idos como no vida, como vida petrified:
aquedan defini
Simmel, frecuentemente a
ste planteamiento general.
bE oe pao
sag mikies por su objetivided. La calculabilidad
porsu pute constye el paradigms ce a objetvidad
ver paadigia que en la época de Simmel ya hab
rmostradosusnefistas consecuencias para la vida socia
¢ individual. Por tanto, por asi decirlo, la calculabili
dad ser’ ir en contra de la objetividad y, en esta medi-
El relativismo de
dda, como consecuencia quizds indeseada pero inevita-
ble, surgeel relativismo. Relativismo que se manifi
cn Simmel en el hecho de que todas las esferas del
piritu tienen los mismos derechos: el monopolio de
ricionalidad técnico-cientifica (la raz6n instrumenta
por decilo con las palabras de una orientaci6n filos
fica que s6lo aparentemente es contrapuesta ala d
Simmel) no puede ser justificado de ningiin modo
Deaquila gran importancia de la filosofia de lay
ligion de Simmel, pues en ella se ilustra de una man
3 ejemplar su pretensién de contraponer al cienti
cismo y al teenicismo dominante algo que tiene
imismos derechos y que es, sin embargo, incompat
losmismos contenidos pueden ser aprehendidos t
religiosa como cientificamente, Simmel constata ¢
toda correcién que el problema no son los desta
To
amente el capitalismo y la técnica
mientos 0 inventos puntuales que se han producido,
sino el modo cientificista de ver, considerar y manipu-
lar al mundo que se-va imponiendo fatal, inevitable y
progresivamente: «... por medio de los resultados de la
ciencia exacta no abe dirigir ninguna contraprueba
logicamente decisiva contra las tradiciones religiosas.
Pero, ciertamente, como ya hemos dicho, el espiritu
cientifico como un todo, la transposicién de la re-
flexién cientifica también a lo no investigable, la limi-
taci6n de toda realidad creible a Io cientificamente
probable, esto excluye el atenerse a los contenidos reli-
sriosos transmitidos».' Ahora bien, esto obliga a Sim-
mel a sustentar una concepci6n sui generis de la reli
giosidad; la religiosidad, en efecto, se desenvuelve al
margen de los contenidos religiosos, esto es, aquello
que la tradicién nos ha legado como especfficamente
religioso, para amalgamarse, por contra, en una cuali-
dad funcional de los hombres, como una forma de reac~
in especifica y propia ante toda una serie de con-
tenidos vitales, reaccién que, porlo demés, puede estar
en discrepancia con lo que habitualmente se entiende
por «religién». ¥ esto es asi y no puede dejar de serlo
porque un contenido vital, cualquier contenido vital,
no es otra cosa que un momento de la vida qué
eternamente sin reposo,
por asi decirlo, como mit
cisamente en
pata quell