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N2373 ae he Ui a INTRODUCCION POLEMICA Sort Be on (ast) Tah UT a acl Frits. Este sreno consiste en “ensayos”, en el sentido original de ta palabra, de wna prucka o intento incomplete re bre la posibilidad de una visibn sindptice del alcance, de te to. ria, de los principios y de las técnicas de la critica lilerarian El fin primordial del libro ex dar mis raxones para creer en te. mejante visidn sinéptica; su finalidad seenndaria es der de elle ‘una version provisaria que tenga suficieute sentido cone pare convencer a mis lectores de que si puede llegarie a une vetion del género que aqui se bosqueja, Las laguat qué hay en dl fe, ua, tal como aqui se trata, son demasiado enormes para gue el libro pueda considerarse como una presentacion de ti stale ma o siquiera de mi teoria, Ha de considerarse mas bien to. mo wx conjunto de sugerencias entre si vinculadas, de las ane te espera gue tengo alguna utildad pricice para crticor ¥ estudiosos de literatura. Todo aguello que carsica de sep préctico para uno, se puede paser por alto. Mi enfogue i¢ asa en el precepto de Matthew Arnold, de dejar que la mars We juegue ot liber faden_torno aun tema al qué se ha edi. Gado mucho ebfyerso y poco.intento.de perspectiva. Todor lor enzayos tratan de critica, pero con critica quiero deci fe inn lidad de una labor de erudicién y gusto gue atane ole lin, ura como parle de lo que de diversos modo: tuele lange educocién liberal, cultura 0 estudio de las bumanidades, Ai Punto de partida es el principio d que la eri pleme te de esta actividad mdi lia, sino parte exencial de ell “La Topica a itica literaria es un arte y, a todas luces, 1s también la critica es una especie de arte, Esto suena como si la critica fuera wna forma parésita de la expresién literaria, tn arte que se basara en un arte preexistente, una imitacion de segunda mano del poder creador. Segin esta tzorie, los criticos son los intelectuales que tienen un gusto por el arte, pero que carecen tanto del poder para producirlo camo del dinero para patrocinarlo, conformando ast una clase de inter- mediarios culturales, distribuyendo cultura a la sociedad con provecho pera si mismos, mientras explotan al artista y auraentan sus tensiones con respecto al piblico. La concepcién del critico como pardsito o artiste manqué sigue estando muy en boga, especialmente entre los artistas. A veces se ve refar- ada por una analogia dudosa entre la funcién creadora y la funcidn procreadora, de modo que oimos bablar sobre la “smpotencia” y “‘sequedad” del eritico, sobre su odio hacia la gente auténticamente creadora y otras cosas del mismo jaez. La edad de oro de a critica anticritica fue le dltima parte del siglo diecinueve, pero algunos de sus prejuicios perduran. En todu caso, resulta aleccionador el destino del arte que trata de arreglérselas sin la critica. El intento de alcanzar el, pitblico directamente, gracias al arte “popular”, supone gue la critica es artificial y et gusto popular, natural. Tras elle reside otro supuesto més acerca del gusto natural que remonta, a través de Tolstoy, a las teorias roménticas de un “pueblo” » esponténeamente creador. Estas teorlat se han sometido a jsicio equitativo; no han resistido dematiado bien alos hechor de ta bistoria y de la experiencia literaria, y tal vex ya sea hora de ir més lejos. Una reaccién extrema contra la vision primitiva, asociada en determinado momento con el lema del “arte por el arte”, piensa en el arte, en términos precisamente opuestos, en tanto que misterio o iniciacién a una comunidad esotéricamente civilizada, Agui la critica se ve reducida a ger 40s masdnicos riluales, @ miradas dirigidas a lo alto, 2 co- mentarios cripticos y a otras sefiales de una interpretacion demasiado ocultista para la sintaxis. Comin a ambas ectitudes es la falacia de una correlacién burda entre el mérito del arte 9 el grado de reaccidn que provoca en el piblico, eungue la supuesta correlacién sea directa en un caso ¢ inversa en 16 al otro, Se pueden encontrar ejemplos que, en apariencia, apoyan 4 ambos punios de vista; pero es verdad transparente que no existe correlacidn real, en ningtin sentido, entre los mért- tos del arte y su aceptacién publica, Shakespear» fue més popular que Webster, pero no porque juera mayor drama turgo; Keats fue menos popular que Montgomery, pero no Borgue fuera mejor poeta. Por consiguiente, no bay modo de impedir que el critico sea, para bien o para mal, el pionero de 1a educacidn y el formador de 1a tradicién cultural, Sea cual fuere la popularidad de que ‘gozan ahora Sbeleespeare Keats, ella es igualmente el resultado de la publicidad de la critica, Un priblico que trata de arreglarselas sin la critica, afirmando que sabe lo que quiere 0 aprecia, bruvaliza lat artes y pierde su memoria cultural, El arte por el arte es tuna retireda ante la critica gue terntina en un empobrecimie to de la misma vida civilizeda. La inica manera de impedir la labor de la critica es mediante la censura, que tiene com {a critica la misma relacién gue el linchamtiento con la justicia, Hay otra razén por la cual la critica tiene que exist La. critica puede hablar allt donde todas las artes son mudas En pintura, escultura o mitisica es barto fécil ver gue el arte 4e muestra pero no puede decir nada. ¥, swene como sucne Mamar al poeta un ser inarticuledo 0 falto de habla, en un sentido sumamente importante los poems son tan silenciotos como las estatuas. La poesia consiste en wn uso desinteresado de las palabras: no se dirige al lector directamente Cuando 1g hace, solemos percatarnos de gue el poeta siente cierta desconfianza en la capacided de los lectores y de los criticos para interpretar su significado sin ayuda y de que ba colds, por lo tanto, al nivel subpoético del habla miétrica ("los ripios”, “las aleluyas”) duyo aprendizaje esta al alcance de cualquiera, No ¢5 solamente la tradicidn la que obliga al poeta a invocar gla Musa y a insistir en que su expresin es involuntaria Tampoco es una agudeza forzada la que hace que MacLeish, en su célebre hts Poetica, eplique al poema las palabras “mudo”, “sordo” y “sin babla,”, El artista, como lo. vio Jobn Stuart Mal, en un marsvilioso relimpago de intuicién 7 erttica, no es ofdo, sino que es oida par casualidad. El axiona de la critica debe ser, no que el poeta no sabe lo gue dice, sino que no puede hablar sobre lo que sabe. Por, consiguien 4, dejender ef derecho de la critica n existir a secas significa suponer que la critica es una estructura del pensamiento y dei conocimiento que existe por derecho propio, con cierta me- dida de independencia respecto al arte del cual se ccupa El poeta puede tener, por suouesto, cierta capacidad critica », de este modo, ser capaz d2 bablar acerca de su propia @bra, Pero el Dante que escribe el corsentario sobre et primer canto del Paradiso es simplemente uno més entre los eriticos de Dante. Lo que dice tiene especial interés, pero no especial autorided. Por lo comin se acepta que un critico 28 mejor Juez del valor de un poema que su creador,-pero atin circuta 1a idea persistente de que, en cierto sentido, es ridiculo consi. derar a critico como el juez definitiva de su significado, bien que en Ia préctica resulte claro que deba serlo, La raxén de ello estriba en una incapacidad para distinguir la Viteratura de Ja escritura descriptiva o aseverativa que procede de la volun. tod activa y de le mente consciente, 9 que se ocupa esencial. mente de “decir” algo. EI critico tiene gran parte de razén en sentir gue los poetas sélo pusden ser justamente estimados después de mucrton, ya gue sélo entonces son incapaces de hacer alerde de sus Oi. os como poetas a fin de molestarlo com insinuaciones relat. vas al conocimiento interno. Crando Ibsen sostiene que Em tador y galileo es su drama mds grande y que ciertos episo. de Peer Gynt no som alegoricas, sdlo se puede decir qute Ibsen es un mediocre critico de Ibsen. El prefacio de Wordsworth 4 las Lytical Ballads ex un documento admirable, pero como siemplo de critica wordsworthiana mo resultarla muty calif cedo, Se suele ridiculizar a los eriticos de Shakespeare con 4a atirmacién de que si Shakespeare resucitara de entre los muertos no seria capaz de apreciar, ni siquiera de entender, las criticas de ellos. Esto es, en st mismo, bastante probable. fenemos escasas pruebas del interés de Shakespeare en la critica, sea de si mismo 0 de cualquier otro, Aungue existieran semecjantes pruebas, su propia explicacién de lo que habia 18 tratedo de hacer en Hamlet no serla en cuanto critice, asin aclarando sus enigmas de una vex por todas, més definitiva que una representacion de esta obra bajo su propia diveccién ¥ lo que es verdad del pocta en relactéa con st obra, lo es més atin respecto a otros poetas. Es sumamente dificil para et pocta critico impedir que sus propios gustos, gue estén intimamente vinculados con su propia préctica, se conviertan en una ley general de la literatura, Pero la critica debe basarse en lo que efectia realmente la totalidad de la literatura: @ la lux de ésta, las opiniones de cualquier escritor respetada so- bre lo que’ debiera hacer la literatura han de mostrarse en su autintica perspectioa. El poeta que habla en calidad de gritico no. produce critice, Sind docuniéntos gie ban de ter exaniinados por [os eriticdi. Cierlamente, puede tratarse” de documentos valiosos: sélo cuando se aceptan como directrices para la critica hacen correr el riesgo de que induzcan a extra. vios. La idea de que el poeta necesariamente es 0 podria ser ef intérprete definitive de st mismo o de la teoria literaria, pertenece a la concepcién del critico como parasito o exclavo. Una vez admitido el echo de que el critico tiene su propt cannpo de actividad 5 de dénkro de exe campo tech ila, debemes conceder que la critica trata de literatura lerminos de un marco conceptual especifico. Este marco no es el de la literatura misnea, ya que en tal caso se trataria tuevamente de la teoria del parasito, pero tampoco e algo fuera de Ia literatura, pues en tal caso desapareceria nueva. tente le autononta de la erttica y todo el asuito queduria asimilado a otra cosa. Esto iltimo nos ofrece, en materia de critica, la falacia de lo que en historia se Uanea determinisrso, cuando un erndito cou especial interés en geografia 0 economia expresa dicho interés mediante el procedimiento retdrica de poner sv esti. dio predilecto en relacién causal con todo aquello que menos le interesa. Semejante método permite la ilusién de que uno std explicando el propio t6pico ala per que lo estudia, para no perder tiempo. Seria fécil compilar wna larga lista de tales delerminismos en la critica, sean marxistas, tomistas, buranis. 19

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