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INTRODUCCION POLEMICA
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Tah UT a acl Frits.
Este sreno consiste en “ensayos”, en el sentido original
de ta palabra, de wna prucka o intento incomplete re
bre la posibilidad de una visibn sindptice del alcance, de te to.
ria, de los principios y de las técnicas de la critica lilerarian
El fin primordial del libro ex dar mis raxones para creer en te.
mejante visidn sinéptica; su finalidad seenndaria es der de elle
‘una version provisaria que tenga suficieute sentido cone pare
convencer a mis lectores de que si puede llegarie a une vetion
del género que aqui se bosqueja, Las laguat qué hay en dl fe,
ua, tal como aqui se trata, son demasiado enormes para gue el
libro pueda considerarse como una presentacion de ti stale
ma o siquiera de mi teoria, Ha de considerarse mas bien to.
mo wx conjunto de sugerencias entre si vinculadas, de las
ane te espera gue tengo alguna utildad pricice para crticor
¥ estudiosos de literatura. Todo aguello que carsica de sep
préctico para uno, se puede paser por alto. Mi enfogue i¢
asa en el precepto de Matthew Arnold, de dejar que la mars
We juegue ot liber faden_torno aun tema al qué se ha edi.
Gado mucho ebfyerso y poco.intento.de perspectiva. Todor lor
enzayos tratan de critica, pero con critica quiero deci fe inn
lidad de una labor de erudicién y gusto gue atane ole lin,
ura como parle de lo que de diversos modo: tuele lange
educocién liberal, cultura 0 estudio de las bumanidades, Ai
Punto de partida es el principio d que la eri
pleme te de esta actividad mdi lia, sino
parte exencial de ell
“La Topica a
itica literaria es un arte y, a todas luces,
1stambién la critica es una especie de arte, Esto suena como
si la critica fuera wna forma parésita de la expresién literaria,
tn arte que se basara en un arte preexistente, una imitacion
de segunda mano del poder creador. Segin esta tzorie, los
criticos son los intelectuales que tienen un gusto por el arte,
pero que carecen tanto del poder para producirlo camo del
dinero para patrocinarlo, conformando ast una clase de inter-
mediarios culturales, distribuyendo cultura a la sociedad con
provecho pera si mismos, mientras explotan al artista y
auraentan sus tensiones con respecto al piblico. La concepcién
del critico como pardsito o artiste manqué sigue estando muy
en boga, especialmente entre los artistas. A veces se ve refar-
ada por una analogia dudosa entre la funcién creadora y la
funcidn procreadora, de modo que oimos bablar sobre la
“smpotencia” y “‘sequedad” del eritico, sobre su odio hacia la
gente auténticamente creadora y otras cosas del mismo jaez.
La edad de oro de a critica anticritica fue le dltima parte del
siglo diecinueve, pero algunos de sus prejuicios perduran.
En todu caso, resulta aleccionador el destino del arte que
trata de arreglérselas sin la critica. El intento de alcanzar el,
pitblico directamente, gracias al arte “popular”, supone gue
la critica es artificial y et gusto popular, natural. Tras elle
reside otro supuesto més acerca del gusto natural que remonta,
a través de Tolstoy, a las teorias roménticas de un “pueblo” »
esponténeamente creador. Estas teorlat se han sometido a
jsicio equitativo; no han resistido dematiado bien alos hechor
de ta bistoria y de la experiencia literaria, y tal vex ya sea
hora de ir més lejos. Una reaccién extrema contra la vision
primitiva, asociada en determinado momento con el lema del
“arte por el arte”, piensa en el arte, en términos precisamente
opuestos, en tanto que misterio o iniciacién a una comunidad
esotéricamente civilizada, Agui la critica se ve reducida a ger
40s masdnicos riluales, @ miradas dirigidas a lo alto, 2 co-
mentarios cripticos y a otras sefiales de una interpretacion
demasiado ocultista para la sintaxis. Comin a ambas ectitudes
es la falacia de una correlacién burda entre el mérito del
arte 9 el grado de reaccidn que provoca en el piblico, eungue
la supuesta correlacién sea directa en un caso ¢ inversa en
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al otro,
Se pueden encontrar ejemplos que, en apariencia, apoyan
4 ambos punios de vista; pero es verdad transparente que
no existe correlacidn real, en ningtin sentido, entre los mért-
tos del arte y su aceptacién publica, Shakespear» fue més
popular que Webster, pero no porque juera mayor drama
turgo; Keats fue menos popular que Montgomery, pero no
Borgue fuera mejor poeta. Por consiguiente, no bay modo
de impedir que el critico sea, para bien o para mal, el pionero
de 1a educacidn y el formador de 1a tradicién cultural, Sea
cual fuere la popularidad de que ‘gozan ahora Sbeleespeare
Keats, ella es igualmente el resultado de la publicidad de la
critica, Un priblico que trata de arreglarselas sin la critica,
afirmando que sabe lo que quiere 0 aprecia, bruvaliza lat
artes y pierde su memoria cultural, El arte por el arte es
tuna retireda ante la critica gue terntina en un empobrecimie
to de la misma vida civilizeda. La inica manera de impedir
la labor de la critica es mediante la censura, que tiene com
{a critica la misma relacién gue el linchamtiento con la justicia,
Hay otra razén por la cual la critica tiene que exist
La. critica puede hablar allt donde todas las artes son mudas
En pintura, escultura o mitisica es barto fécil ver gue el arte
4e muestra pero no puede decir nada. ¥, swene como sucne
Mamar al poeta un ser inarticuledo 0 falto de habla, en un
sentido sumamente importante los poems son tan silenciotos
como las estatuas. La poesia consiste en wn uso desinteresado
de las palabras: no se dirige al lector directamente Cuando
1g hace, solemos percatarnos de gue el poeta siente cierta
desconfianza en la capacided de los lectores y de los criticos
para interpretar su significado sin ayuda y de que ba colds,
por lo tanto, al nivel subpoético del habla miétrica ("los ripios”,
“las aleluyas”) duyo aprendizaje esta al alcance de cualquiera,
No ¢5 solamente la tradicidn la que obliga al poeta a invocar
gla Musa y a insistir en que su expresin es involuntaria
Tampoco es una agudeza forzada la que hace que MacLeish,
en su célebre hts Poetica, eplique al poema las palabras
“mudo”, “sordo” y “sin babla,”, El artista, como lo. vio
Jobn Stuart Mal, en un marsvilioso relimpago de intuicién
7erttica, no es ofdo, sino que es oida par casualidad. El axiona
de la critica debe ser, no que el poeta no sabe lo gue dice,
sino que no puede hablar sobre lo que sabe. Por, consiguien
4, dejender ef derecho de la critica n existir a secas significa
suponer que la critica es una estructura del pensamiento y dei
conocimiento que existe por derecho propio, con cierta me-
dida de independencia respecto al arte del cual se ccupa
El poeta puede tener, por suouesto, cierta capacidad critica
», de este modo, ser capaz d2 bablar acerca de su propia
@bra, Pero el Dante que escribe el corsentario sobre et primer
canto del Paradiso es simplemente uno més entre los eriticos
de Dante. Lo que dice tiene especial interés, pero no especial
autorided. Por lo comin se acepta que un critico 28 mejor
Juez del valor de un poema que su creador,-pero atin circuta
1a idea persistente de que, en cierto sentido, es ridiculo consi.
derar a critico como el juez definitiva de su significado, bien
que en Ia préctica resulte claro que deba serlo, La raxén de
ello estriba en una incapacidad para distinguir la Viteratura de
Ja escritura descriptiva o aseverativa que procede de la volun.
tod activa y de le mente consciente, 9 que se ocupa esencial.
mente de “decir” algo.
EI critico tiene gran parte de razén en sentir gue los poetas
sélo pusden ser justamente estimados después de mucrton, ya
gue sélo entonces son incapaces de hacer alerde de sus Oi.
os como poetas a fin de molestarlo com insinuaciones relat.
vas al conocimiento interno. Crando Ibsen sostiene que Em
tador y galileo es su drama mds grande y que ciertos episo.
de Peer Gynt no som alegoricas, sdlo se puede decir qute Ibsen
es un mediocre critico de Ibsen. El prefacio de Wordsworth
4 las Lytical Ballads ex un documento admirable, pero como
siemplo de critica wordsworthiana mo resultarla muty calif
cedo, Se suele ridiculizar a los eriticos de Shakespeare con
4a atirmacién de que si Shakespeare resucitara de entre los
muertos no seria capaz de apreciar, ni siquiera de entender,
las criticas de ellos. Esto es, en st mismo, bastante probable.
fenemos escasas pruebas del interés de Shakespeare en la
critica, sea de si mismo 0 de cualquier otro, Aungue existieran
semecjantes pruebas, su propia explicacién de lo que habia
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tratedo de hacer en Hamlet no serla en cuanto critice, asin
aclarando sus enigmas de una vex por todas, més definitiva
que una representacion de esta obra bajo su propia diveccién
¥ lo que es verdad del pocta en relactéa con st obra, lo es
més atin respecto a otros poetas. Es sumamente dificil para
et pocta critico impedir que sus propios gustos, gue estén
intimamente vinculados con su propia préctica, se conviertan
en una ley general de la literatura, Pero la critica debe basarse
en lo que efectia realmente la totalidad de la literatura: @ la
lux de ésta, las opiniones de cualquier escritor respetada so-
bre lo que’ debiera hacer la literatura han de mostrarse en
su autintica perspectioa. El poeta que habla en calidad de
gritico no. produce critice, Sind docuniéntos gie ban de ter
exaniinados por [os eriticdi. Cierlamente, puede tratarse” de
documentos valiosos: sélo cuando se aceptan como directrices
para la critica hacen correr el riesgo de que induzcan a extra.
vios.
La idea de que el poeta necesariamente es 0 podria ser
ef intérprete definitive de st mismo o de la teoria literaria,
pertenece a la concepcién del critico como parasito o exclavo.
Una vez admitido el echo de que el critico tiene su propt
cannpo de actividad 5 de dénkro de exe campo tech
ila, debemes conceder que la critica trata de literatura
lerminos de un marco conceptual especifico. Este marco no
es el de la literatura misnea, ya que en tal caso se trataria
tuevamente de la teoria del parasito, pero tampoco e algo
fuera de Ia literatura, pues en tal caso desapareceria nueva.
tente le autononta de la erttica y todo el asuito queduria
asimilado a otra cosa.
Esto iltimo nos ofrece, en materia de critica, la falacia de
lo que en historia se Uanea determinisrso, cuando un erndito
cou especial interés en geografia 0 economia expresa dicho
interés mediante el procedimiento retdrica de poner sv esti.
dio predilecto en relacién causal con todo aquello que menos
le interesa. Semejante método permite la ilusién de que uno
std explicando el propio t6pico ala per que lo estudia, para
no perder tiempo. Seria fécil compilar wna larga lista de tales
delerminismos en la critica, sean marxistas, tomistas, buranis.
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