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(Figura 44.1)
Tasa de muerte ajustada a la edad para el cáncer cervical en USA (1930-
1996)
A inicios de los 40s y antes, el cáncer cervical era usualmente diagnosticado a una
etapa avanzada, con una morbilidad y mortalidad sustancial, comparado con la que
se podría obtener a partir de un diagnóstico temprano El diagnóstico era hecho por
biopsia de una paciente sintomática (muestra histológica: síntomas tal como
sangrado, dolor, masa cervical). El médico griego George Papanicolau razonó de
que el diagnóstico durante el intervalo asintomático relativamente prolongado
antes de que las lesiones alcancen una etapa avanzada podría mejorar la
desoladoras respuestas que se obtenían en aquellos tiempos. Con una gran visión,
Papanicolau propuso que el examen de células raspadas del cérvix podría facilitar
la exactitud y un diagnóstico más temprano. El uso de citología exfoliativa como
test de screening se transformó en la prueba de Pap. La prueba de Pap representa
una de las historias más dramáticas de éxito en la historia de la medicina.
Las células son raspadas del exocérvix y endocérvix mediante una espátula y varios
cepillos. Estas células son luego diseminadas en un portaobjetos y fijadas con un
spray citológico, o llevadas a un medio líquido, a partir del cual las células son
separadas y evaluadas. La citología basada en líquido también permite evaluar el
fluido para detectar DNA HPV hasta 3 semanas después del estudio, mientras que
especímentes HPV separados deben ser obtenidos al momento de la prueba de Pap
si es que se utiliza el portaobjetos. Los especimenes citológicos son leídos y
reportados por citopatólogos. Recientemente, se han introducido dispositivos que
permiten la evaluación automatizada de pruebas de Pap. Al momento su uso no es
para la evaluación primaria de Pap, sino para reevaluar grandes números de slides
previamente evaluados, como una medida de control de calidad.
A lo largo de años, las pruebas de Pap han sido clasificadas con diversos sistemas.
La clasificación Bethesda 2001 es la actualmente recomendada e incluye
sugerencias de manejo revisadas (ver tablas 44.2, 44.3 y 44.4). La base de todas
las clasificaciones, incluyendo la de Bethesda 2001, es la posibilidad de la
progresión de lesiones precursoras a lesiones más avanzadas y eventualmente a
carcinoma cervical, y en consecuencia, la ventana de oportunidad para el
diagnóstico y tratamiento en la etapa de precursor asintomática, donde las
respuestas son buenas.
Categorización general
(Opcional; información también
presente en Interpretación/Resultados)
Negativo para lesión intraepitelial o
malignidad
Otra anormalidad de células epiteliales
Interpretación/Resultado
Negativo para lesión intraepitelial o No hay evidencia celular de neoplasia
malignidad
Organismos
tricomonas vaginalis
Organismos micoticos morfológicamente
consistentes con
Candida sp
Tamizaje florar sugiriente de vaginosis
bacteriana
Bacterias morfológicamente
consistentes con
Actinomyces sp
Cambios celulares asociados con virus
herpex simple
Otros
Células endometriales en mujeres ≥ 40
años de edad. Especifica si es negativo
para lesión intraepitelial escamosa
Anormalidades de células
epiteliales
----------------------------------------------
CELULAS ESCAMOSAS
Células escamosas atípicas
--- de significancia indeterminada (ASC-
US). (Abarca células sugerentes de SIL)
--- no puede excluir HSIL (ASC-H)
Lesión intraepitelial escamosa de bajo
grado (LSIL)
Abarca: displasia HPV/suave/CIN-1
Lesión intraepitelial escamosa de alto
grado (HSIL)
Abarca displasia moderada a severa,
CIS/CIN-2, y CIN-3
--- con aspectos sospechosos de
invasión
Carcinoma de células escamosas
CELULA GLANDULAR
Atípica
células endometriales (NOS o
especifica en comentarios)
células endometriales (NOS o
especifica en comentarios)
células glandulares (NOS o
específica en comentarios)
Atípica
--- células endocervicales, a favor de
neoplasia
--- células glandulares, a favor de
neoplasia
CELULA ESCAMOSA
ASC-US test de DNA HPV
Si fuera positivo para DNA HPV de alto riesgo,
colposcopía
Si fuera negativo, se puede repetir Pap en 12 meses
Colposcopía
La repetición de Pap es aceptable pero no recomendada
Repita Pap cada 3-4 meses hasta que se den tres
valores
Negativos consecutivos para lesiones/malignidad
intraepitelial
Escamosa.
Circunstancias especiales
Mujeres menopáusicas, crema intravaginal de
estrógenos, cada
Noche por 3-6 semanas, luego repita el Pap. Si es
negativo,
Repita en 3-4 meses y si de nuevo es negativo, puede
regresar
A los Pap de rutina, si es positivo, colposcopía
Infecciones/inflamación severa; aceptable tratar la
infección y
Repetir el Pap en 3-6 semanas; si negativo, repetir en 3-
4 meses
Y si de nuevo es negativo, puede regresar a Paps de
rutina, si
Es positivo, colposcopía.
Mujeres inmunosuprimidas: colposcopía
ASC-H colposcopía
LSIL Colposcopía
Con seguimientos de Paps
Con tratamiento y luego seguimiento con Paps
Se recomienda colposcopía si:
Lesión de alto grado/displasia/CIN 2 ó 3/CIS previa
(tratada o no tratada)
ACS-US, LSIL/HSIL previa, sin historia de terapia
Incapacidad de hacer seguimiento a paciente
Paciente postmenopausica sin atrofia
Fuerte historia familiar de carcinoma cervical o de
Genitales inferiores
Historia de hábito de fumar fuerte
Células endometriales
Atípicas (NOS o
Especificar en comentario)
Células glandulares
Atípicas (NOS o
Especificar en comentario)
TRATAMIENTO
SEGUIMIENTO DE LA TERAPIA
CARCINOMA CERVICAL
Hasta hace casi 20 años, el cáncer cervical era la malignidad ginecológica más
común, con un ratio de 2:1 sobre el carcinoma endometrial. Ahora el ratio
carcinoma cervical:carcinoma endometrial casi se ha revertido; siendo el carcinoma
endometrial casi dos veces más común que el carcinoma cervical invasivo.
Aproximadamente 10,000 nuevos casos de carcinoma cervical invasivo son
diagnosticados anualmente.
La edad promedio al momento del diagnóstico de cáncer cervical invasivo es
de 50 años aproximadamente, aunque la enfermedad puede ocurrir en pacientes
muy jóvenes así como en la paciente de edad avanzada. En estudios de
seguimiento a las pacientes con CIN avanzado, esta lesión precursora precede al
carcinoma invasivo en aproximadamente 10 años. Sin embargo, en algunas
pacientes, este tiempo de progresión puede ser considerablemente menor.
La etiología del cáncer cervical es HPV en el 90% de casos. Sin embargo,
unos poco cánceres cervicales no se encuentran relacionados a HPV. Hay una
amplia evidencia de que el CIN avanzado que surge del epitelio escamoso de la
zona de transformación cervical con frecuencia progresa a carcinoma cervical de
células escamosas invasivo . Estudios que involucran marcadores genéticos han
identificado fragmentos de DNA de papilomavirus en las áreas del carcinoma
cervical invasivo. Otras asociaciones etiológicas son también similares a aquellas
para el CIN, incluyendo factores relacionados al eyaculado masculino, la zona de
transformación inmadura, el número de diferentes partners sexuales, y el tabaco.
Las pacientes inmunocomprometidas (por ejm pacientes transplantadas o con
infección por el HIV) son un grupo especial que parece ser más susceptible a la
enfermedad.
Aproximadamente 80% de los cáncer cervical son de la variedad de células
escamosas, siendo la mayoría de casos restantes adenocarcinomas que surgen de
las glándulas endocervicales. También se presentan tres tipos raros cáncer cervical,
el carcinoma de células claras, asociado con exposición a dietilestilbestrol (DES) en
el útero, sarcoma y linfoma. En general, la evaluación y tratamiento de células
escamosas y adenocarcinomas del cérvix es similar. Las discusiones que siguen
reflejan esta similaridad y se aplican a estos dos más comunes tipos de cáncer.
Las tasas de supervivencia para el carcinoma cervical reflejan la extensión
de la enfermedad al momento del diagnóstico. El estadío I presenta >85% de
supervivencia a 5 años, mientras que la supervivencia a 5 años para los estadíos II,
III y IV son de 50% a 60%, 30% y 5%, respectivamente.
Tabla 44.5 Estadíos clínicos del Carcinoma del cérvix uterino
estadí Características
o
I El carcinoma está estrictamente confinado al cérvix ( extensión al cuerpo
no debería tomarse en cuenta
IA Carcinoma preclínico
IA1 Invasión estromal evidente microscópicamente mínima
IA2 Lesiones microscópicas de no más de 5 mm de profundidad medidas
desde la base de la superficie del epitelio o glandular desde la que se
origina; la diseminación horizontal no excede 7 mm
IB Los demás casos del estadio I: el cáncer oculto debería ser marcado como
“occ”
II El carcinoma se extiende más allá del cérvix pero no se ha extendido a la
pared pélvica: involucra la vagina pero no mas allá del tercio inferior
IIA No hay involucración parametrial obvia
IIB Involucración parametral ovbia
III El carcinoma se ha extendido hasta la pared pélvica: en el examen rectal
no hay espacio libre de cáncer entre el tumor y la pared pélvica; el tumor
involucra al tercio inferior de la vagina; todos los casos con hidronefrosis o
riñónes afuncionales deberían incluirse, a menos que estén así por otra
causa
IIIA No hay extensión a la pared pélvica, pero involucra el tercio inferio de la
vagina
IIIB Extensión a la pared pélvica, hidronefrosis o riñón afuncional causado por
el tumor
IV El carcinoma se ha extendido mas alá de la pelvis o ha involucrado
clínicamente la mucosa de la vejiga o recto
IV A Diseminación a órganos pélvicos adecentes
IV B Diseminación a órganos distantes
EVALUACIÓN CLÍNICA
No existe una presentación histórica para el cáncer cervical. Dos síntomas son
frecuentemente asociados con el carcinoma cervical, aunque ambos presentan
otras causas más comunes: sangrado postcoital y sangrado uterino anormal. Otros
síntomas son determinados por los órganos involucrados a medida que el cáncer se
disemina por invasión directa hacia estructuras contiguas y por linfáticos hacia
sitios distales de metástasis.
Las lesiones visibles del cérvix deberían someterse a biopsia. Las lesiones
que deberían ser consideradas para una biopsia inmediata incluyen lesiones
exofíticas, friables o sangrantes. Ellas son fácilmente diferenciables de las
variaciones normales mas comunes de la anatomía cervical, tales como quistes
nabothianos o condilomas. Las pruebas de Pap son algunas veces negativas en esta
situación debido a que las células exfoliativas de un cáncer declarado pueden estar
tan distorsionadas que resulta imposible su interpretación. Cuando se encuentre
una lesión visible, no se necesita efectuar una evaluación colposcópica a menos que
los resultados de biopsia directa no confirmen el cáncer.
El andamiaje está basado en la Internacional Federation of Gynecology and
Obstetrics (FUGO) Clasificación de la Puesta en Escena de 1985 (Tabla 44.5). Esta es
una convención basada tanto en la evaluación histológica de la muestra del tumor y
sobre el examen físico y de laboratorio para medir la extensión de la enfermedad.
Es útil debido a la manera predecible en que el carcinoma cervical se disemina por
invasión directa y por metástasis linfática (figura 44.4). La puesta en escena o
andamiaje de FIGO está basada en la evaluación clínica con el beneficio de los
hallazgos a partir del examen roentgenográfico del pecho, riñones y huesos así
como colposcopía, citoscopía, y proctoscopía con biopsias respectivas para
confirmar la diseminación del cáncer cervical. Los hallazgos de los scans PET, scans
CT, linfangiogramas, arteriogramas, laparoscopía o laparotomía, y de biopsias
radiográficamente dirigidas no son usadas en el andamiaje o puesta en escena
clínica de FIGO.
MANEJO
Una vez que se ha hecho la confirmación histológica del carcinoma cervica invasivo,
es imperativo referir a la paciente a un oncólogo ginecólogo para la apropiada
terapia quirúrgica y/o radioterapia.
Los pilares del tratamiento para el carcinoma cervical invasivo incluyen la
terapia quirúrgica radical y o irradiación pélvica. En general, la terapia quirúrgica
está indicada para la mayoría de pacientes en enfermedad en estadío I y en
pacientes seleccionadas en estadío II debido a la extensión limitada y predecible en
estas etapas tempranas. La terapia quirúrgica radical incluye histerectomía radical,
con el fin de remover toda la enfermedad central ( esto es, enfermedad no
solamente en el cérvix por si solo, sino también en toda la zona adyacente
parecervical, parametrial, y tejido vaginal). En adición, la erradicación quirúrgica de
los nódulos linfáticos locales y regionales es una parte importante de la terapia
quirúrgica radical (linfadenectomía pélvica). Si es que el tumor se encuentra o nó en
los nódulos linfáticos, su muestreo define en parte la extensión de la enfermedad y
la necesidad de terapia adicional, ya sea radioterapia o quizás quimioterapia. Debe
enfatizarse que una histerectomía simple con remoción del cérvix es un tratamiento
inadecuado para el carcinoma cervical invasivo. Pacientes con cáncer de estadío IA1
pueden ser tratados con cCKC o histerectomía simple sin evidencia de invasión del
espacio linfonodular. En pacientes en estadío IA1 con invasión del espacio
linfonodular hasta pacientes en estadío IB1, pueden estar considerados para
traqueletomía radical o histerectomía radical. Algunas pacientes en estaío IB2 y IIA
pueden ser consideradas para histerectomía radical, aunque esta práctica está
perdiendo vigencia en la era de terapia de quimioradiación combinada que se utiliza
para estpas más avanzadas de la enfermedad. En mujeres jóvenes que son tratadas
quirúrgicamente, se recomienda usualmente la preservación de los ovarios para
proveer a la paciente de los beneficios a largo plazo de la secreción endógena de
estrógenos. La retención ovárica presenta un riesgo mínimo para la paciente debido
a que el carcinoma cervical de células escamosas ráramente se disemina a las
estructuras anexas y no estrógenos dependiente.
La radioterapia está reservada para pacientes con enfermedad en estadío IB
o IIA que son candidatos pobremente quirúrgicos, y para todas las pacientes con
enfermedad más avanzada. La radioterapia se administra hoy en día
concurrentemente con ya sea cisplatino o cisplatino con 5-fluorouracilo. La base de
la radioterapia en la enfermedad más avanzada es la posibilidad de una
compromiso nodal regional más extenso. Incluso en enfermedad en estadío III
extendida a la pared lateral pélvica, aproximadamente un tercio de las pacientes
son curadas con terapia de radiación primaria. Tanto la terapia de rayos externos a
altas dosis como la irradiación intracavitaria son usadas para la mayoría de
pacientes. Aplicadores intrauterinos e intravaginales conteniendo materiales
radioactivos, son colocados para dirigir el tratamiento hacia el útero, cérvix, y
vagina, si fuera necesario, y la radiación de rayo externo es aplicada
primariamente a lo largo de las vías de extensión linfáticas del carcinoma cervical
(Figura 44.5)
Figura 44.5
Patrones de diseminación del carcinoma cervical
Hacia los nódulos linfáticos de la aorta
Figura 44.6
Radioterapia para el carcinoma cervical. (A) aplicadores intravaginales e
intrauterinos son insertados para irradiar la cérvix, vagina y útero. (B)
radiación de rayo externo es usada a lo largo de las vías de diseminación
linfática del tumor
La mayoría de autoridades creen que la excisión quirúrgica radical y linfadectomía
pélvica ofrecen distintas ventajas sobre la terapia radioactiva para la enfermedad
en etapas más tempranas. Estas incluyen el potencial de preservación de la función
ovárica en mujeres jóvenes, preservación de la función sexual, y se evita los efectos
a largo plazo de la radiación. Por otra parte, ciertas complicaciones operativas tales
como hemorragia, daño a nervios locales que alimentan a la vejiga y fístula vaginal
urinaria pueden desarrollarse por la cirugía pélvica radical. Es importante explicar a
la paciente los riesgos y beneficios de cada una de las terapias, y el tratamiento
debe hacerse en base a la elección individual de cada paciente.
El seguimiento de pacientes con carcinoma cervical es efectuado mejor por
los oncólogos ginecólogos que utilizan protocolos establecidos. Generalmente las
pacientes son evaluadas cada 3 meses mediante un Pap y examen físico que
incluye el examen pélvico. Algunos autores recomiendan radiografías de pecho
cada 5 meses y niveles de CA-125 en pacientes con enfermedad avanzada con
niveles elevados conocidos al momento del diagnóstico inicial. La mayoría de
centros oncológicos hacen el seguimiento de us paciente en la clínica durante al
menos 5 años. En el caso de las recurrencias, el 90% de éstas ocurren dentro de
este periodo de tiempo. Las tasas de supervivencia de 5 años para los diversos
estadíos de la enfermedad son mostrados en la tabla 44.6