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CAMARONES DE LA COSTA
ATLANTICA
Texto y fotografía: José Luis Bello.
La superficie del mar puede parecer, al igual
que los grandes desiertos terrestres, una amplia
extensión desalentadora, yerma y carente de vida.
Nada más lejos de la realidad, este pensamiento sólo
está mínimamente justificado si tan sólo observamos
su superficie. El mar está repleto de vida v esta vida
se desarrolla en todas y cada uno de los mares y
océanos del mundo, desde las gélidas aguas de los
polos a las cálidas y transparentas aguas que bañan
los arrecifes de coral y tomando en cuenta simples
factores como pueden ser: profundidad, tipo de
fondo, luminosidad de las aguas, situaci6n, etc., la
vida puede aparecer, dentro de un abanico de
posibilidades y formas, desde grandes cetáceos a
minúsculos organismos (plancton) que no por su
tamaño dejan de ser sumamente importantes,
ocupando el primer peldaño en la pirámide del
ecosistema marino.
Palaemon serratus. Foto: José Luis Bello.
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En los últimos años las ciencias que estudian durante la baja mar; y en todas y cada una de ellas
el mar han ayudado enormemente al conocimiento
de este medio, los documentales, libros,
publicaciones, etc., han colaborado a que hayan
nacido y proliferado las asociaciones protectoras,
naturalistas o simplemente, enamorados de todo lo
que concierne al mundo marino. Hoy día, cada vez
son más las publicaciones que nos abren una
ventana al mar y nos animan a adentrarnos en este
maravilloso mundo. Unos se contentan con observar
la vida marina desde las páginas de revistas o libros, y
otros, grandes entusiastas que se desplazan, cuando
pueden, a la playa máS cercana realizando
inmersiones, o simplemente estudiando la vida que
en ellas se desarrolla a nivel de la zona de las mareas.
Bien es cierto que los arrecifes coralinos nos
proporcionan una gran multitud de especies y formas
de vida bellamente coloreadas, con diseños
verdaderamente extravagantes. Casi todos por no
decir todos, soñamos con unas horas de inmersión en
esas cristalinas aguas.
No obstante, pocos son los aficionados al mundo
marino que se paran a pensar que España dispone
de 3.904 Km de costas. bañadas por dos mares y un
océano y en ellos habitan infinidad de organismos. Si
bien los animales que pueblan nuestras aguas no
presentan los caracteres típicos de los arrecifes
coralinos. bien cierto es que, no por ello, dejan de se
llamativos, curiosos e interesantes para su estudio,
conservación o simplemente observación en el
propio medio. Las costas españolas, debido a su
extensión, situación y a las distintas aguas que las
bañan, nos ofrecen la posibilidad de poder estudiar
una gran cantidad de biotopos muy distintos y todos
ellos verdaderamente fascinantes: praderas marinas,
playas arenosas, zonas de guijarros, fangos o
simplemente grandes extensiones de rocas
sumergidas y que quedan en parte descubiertas
se desarrolla una vida peculiar y característica.
Precisamente en la zona de rocas comprendida
entre la línea superior de la pleamar y la inferior de la
bajamar (plano mesolitoral), la vida es muy
abundante y adaptada a un sistema particular y
extremo. Efectivamente, el cambio de las mareas
obliga a muchos de los habitantes de esta zona a
periodos más o menos prolongados de falta de agua,
dependiendo la posición que ocupen en el plano.
Bajo estas condiciones, la evolución les ha dotado de
unos espléndidos y eficaces mecanismos de
autodefensa que les permiten sobrevivir en las
situaciones extremas a las que se ven sometidos. Así,
en una charca durante la bajamar es fácil
comprobar un aumento excesivo de la temperatura,
bajada de la salinidad debido a las lluvias o aumento
de ésta causada por la evaporación, éstas podrían
ser algunas de las anomalías más frecuentes a la que
los animales están sujetos. En este plano, podemos
movemos con completa libertad sin, ni tan siquiera,
necesitar unas gafas de buceo, simplemente unas
buenas zapatillas, algo de paciencia y saber dónde
localizar los animales que queremos observar o
recolectar. Si caminamos sobre las rocas en
dirección a la línea del mar, podremos observar
claramente distintas zonas pobladas con diversos
organismos que aparecen o desaparecen a medida
que nos adentramos hacia el mar. Durante nuestro
caminar podremos ver pequeñas gambas, holoturias,
estrellas caracoles, peces (generalmente blenios y
gobios), etc.; que serán una ínfima representación de
los animales que verdaderamente habitan este
ecosistema.
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Palaemon elegans. Foto: José Luis Bello.
Para realizar un buen análisis de la vida de
estos lugares utilizaremos bibliografía y manuales
específicos que puedan ayudarnos a localizar un
gran número de animales. Pequeños y no tan
pequeños que pasarán desapercibidos si no sabemos
cuáles son sus costumbres, hábitat, formas y
coloración. A pesar de todo y en especial en el grupo
de los camarones o gambas, es necesario observar,
al menos con una buena lupa, una serie de
caracteres taxonómicos típicos de cada especie,
como pueden ser el número de dientes del rostro, la
longitud del dedo móvil de las pinzas. etc., y aún así
hemos de dejar la identificación definitiva de las
especies a los grandes expertos. De hecho son pocas
las especies que se puedan identificar rápidamente
sin correr el riesgo de confundirnos de todas formas,
se requiere una cierta experiencia. A veces, la misma
especie puede presentar apariencia o rasgos distintos
dependiendo del entorno en el que vive,
profundidad o de una serie de circunstancias que en
un momento determinado pueden incidir sobre cada
animal. Tal es el caso de las pequeñas gambas del
género Hippolyte que presentan una coloración
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variable: verde, parduzco, rojo, con manchas
blancas o azules, punteados etc. e incluso algunos
presentan excrecencias a modo de algas sobre el
cuerpo y si todo esto fuera poco, los animales jóvenes
son incoloros. Pero volvamos a la zona antes
mencionada, recordemos que el plano mesolitoral es
limitado v su amplitud es muy diferente de un lugar a
otro, así tenemos que en el Mediterráneo esta franja
es prácticamente inapreciable e incluso irrelevante
(a excepción de las zonas costeras del alto Adriático)
si la comparamos con algunas zonas del Atlántico o
Pacífico donde no es nada extraño poder caminar
sobre zonas que durante la pleamar están
sumergidas a no menos de cinco o seis metros.
Las mareas se miden por coeficientes, los cuales
varían entre cada una de ellas. Las más altas son
aquellas que coinciden con la Luna nueva y llena,
siendo ésta, como es sabido por todos, la
responsable de las mismas. Estas fases de la Luna son
las que corresponden a las denominadas mareas
vivas, observándose una bajada y subida del agua
extraordinaria, dejando durante la bajada al
descubierto unas zonas que generalmente siempre
están sumergidas Cierto es que en esta zona la vida
es más abundante, no obstante, desde los primeros
metros nos vamos a ir encontrando numerosos
organismos. En relación a estos y a la zona que
ocupan, no hace falta ser muy experto para
diferenciar tres franjas bien delimitadas: superior,
media e interior. La zona superior es la más castigada
por la acción de agentes externos. En realidad los
organismos que pueblan esta franja pasan
prácticamente la mayor parte del tiempo sometidos
a lo que podríamos definir como una apnea
invertida, es decir, mientras el agua no baña esta
zona, los animales deben conformarse con acumular
una pequeñísima cantidad de agua que les permita
poder respirar, otros, en cambio solo tienen que
retirarse a sus escondrijos, donde disponen de
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suficiente humedad como para poder resistir a la
siguiente marea. Es habitual el encontrar lapas (del
género Patella) capaces de acumular agua en su
concha, para ello se agarran fuertemente a la roca a
modo de ventosa evitando así, que ésta se salga.
También son habitantes asiduos de esta zona los
bígaros y cangrejos (en especial los del género
Pachygrapsus) que almacenan agua en su cámara
branquial lo que les da autonomía para poder
caminar sobre la roca, cuando el contenido en
oxígeno del agua baja, sólo tienen que sumergirse en
un pequeño charco para comenzar de nuevo su
incursión terrestre.
Algunas veces, y coincidiendo siempre con la subida
de la marea, no es raro, en horas nocturnas, localizar
deambulando por la arena en busca de alimento,
algún que otro langostino, al que al a1umbrar con la
linterna se enterrará rápidamente dejando al
descubierto sólo los ojos.
En la zona media, el entorno toma otro aspecto. Aquí
es fácil el observar un cambio significativo. Los
pequeños charcos de la zona superior van
aumentando de tamaño para dar lugar a grandes
extensiones de agua bordeadas de roca, donde
podemos hallar una de las gambas que nos interesan
y en abundancia la Palaemon elegans. En esta zona,
no sólo abundan las rocas, sino que el fondo se
dispone de tal forma que asentadas sobre
sedimentos areno - fangosos, podemos encontrar
fanerógamas, como Cymonodocea nodosa, antes
muy abundante en las playas donde han sido
fotografiados los animales aquí representados y cada
vez menos frecuentes debido a desarrollo turístico y a
la contaminación.
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Hippolyte holtuisi. Foto: José Luis Bello.
Estas pequeñas zonas de plantas dan origen a un
medio muy característico, ya que entre sus rizomas se
acumulan numerosos restos orgánicos y sedimentos
arrastrados por la acción de las corrientes. Esto da
lugar al asentamiento en sus hojas y rizomas de una
increíble variedad de organismos sésiles, animales y
vegetales como pueden ser: esponjas, briozoos,
poliquetos, ascidias,etc., que a su vez sirven de
alimento a gran número de animales que pueblan
estas praderas, como: erizos, estrellas, holoturias,
sepias, blenios, gobios, lábridos, etc., y, cómo no,
varias especies de camarones del género Hippolyte.
Este género está ampliamente representado en este
biotopo recibiendo el nombre de "Gambita de las
praderas". A pesar de su abundancia, pueden pasar
desapercibidas, debido a su pequeño tamaño,
inmovilidad y coloración que la hacen
prácticamente invisible al ojo del observador. En esta
mezcla de terreno entre plantas, rocas, guijarros,
sedimentos, etc., habitan otra serie de gambas que
sólo son visibles durante la noche, ya que en cuanto
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reciben el menor rayo de luz se entierran
rápidamente. Una de las especies más frecuentes es
la Sycionia carinata, que como característica
principal destaca su formidable coraza y la Processa
edulis, gamba singular, bellamente coloreada, que
durante el día no solo permanece oculta bajo la
arena, sino que pierde totalmente su coloración para
quedar prácticamente traslúcida.
Poco a poco, la zona media da paso a la inferior, la
zona de plantas, puede prolongarse incluso hasta los
20 ó 30 metros de profundidad, dependiendo la
transparencia de las aguas y donde las rocas
comienzan a cambiar notablemente su aspecto
exterior. Efectivamente, en esta última franja del
plano mesolitoral los fondos rocosos, de gran
complejidad topográfica, nos brindan zonas ideales
para una extensa y profunda exploración Se localizan
grandes rocas con innumerables fisuras, grietas y
cuevas parcialmente sumergidas y donde aparece
un mayor recubrimiento de las paredes, tanto de
vegetales como de animales resultado de una
compleja acción de factores lumínicos y movimiento
del agua. De hecho, las zonas superficiales presentan
una proliferación de algas verdes, mientras que en las
zonas más tranquilas, como pueden ser las pozas que
forman las propias rocas, crecen poblaciones de
algas pardas del género Cistoseira, habitat de
infinidad de pequeños camarones perfectamente
camuflados.
La presencia de algas calcáreas se hace notable,
así, multitud de rocas se ven forradas en mayor o
menor grado por las algas del género Corallina,
dándoles un aspecto de alfombra mullida. También
las algas incrustantes Lithothamnion y Lithophyllum
tapizan el sustrato rocoso aportando al entorno un
aspecto multicolor. El alga roja Peyssonnelia
squamaria se asienta en los salientes y cornisas
sombreadas. protegidas de los embates de mar, e
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incluso en las grutas. Entre sus talos se localizan las
gambas Lysmata seticaudata única en su género y
que además realiza funciones de limpieza a grandes
peces como meros, morenas y congrios.
Compartiendo el mismo hábitat se encuentra el
Palaemon serratus con un rostro verdaderamente
desarrollado. Como dato curioso os puedo comentar
que cuando caminéis por esta zona oiréis una serie
de chasquidos, no son más ni menos que los
producidos por las pinzas de las pequeñas gambas
de género Alpheus que habitan las galerías
excavadas en las piedras, el crujido es producido por
un apéndice que posee en la base del dedo móvil
de las grandes pinzas, que encaja perfectamente
con una cavidad en la palma- Dependiendo de la
especie, el crujido puede ser más o menos fuerte y lo
utiliza para defenderse o conseguir alimento, de
hecho, el sonido producido es tan fuerte que es
capaz de aturdir a pequeños peces que se acerquen
excesivamente.
Las especies fotografiadas han sido recolectadas en
una estrecha zona del litoral gaditano entre las
localidades de Rota y Chipiona. Confío y espero que
este trabajo haya servido para conocer y acercamos
un poco más a la fauna costera de nuestras aguas.
Hippolyte inermes. Foto: José Luis Bello.
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Género Hippolyte Hippolyte leptocerus,
H. inermis yH. holtuisi
LOCALIZACIÓN
Se mueven sobre zonas abundantes en vegetación y
en especial sobre praderas de fanerógamas y a muy
escasa profundidad.
IDENTIFICACIÓN
H. leptocerus: tamaño aproximado 20 mm,
coloración típica verde intensa, no obstante esta
puede ser variable dependiendo del tipo de algas en
las que habite. El abdomen está visiblemente
curvado.
H. inermis: tamaño aproximado 30mm, casi siempre
de color verde, aunque también parduzco o
salpicado de blanco. Rostro muy largo con un sólo
diente superior o ninguno.
H. holtuisi: tamaño aproximado 35 mm, generalmente
verde intenso con puntos azules, también pardo.
Rostro relativamente largo y con dos o tres dientes en
la parte superior.
BIOLOGÍA
Son animales apacibles y tranquilos que pasan el
tiempo prácticamente inmóviles sobre las algas y que
unido esto, a su coloración típica y su pequeño
tamaño, las hacen casi invisible para sus enemigos y
para nosotros.
MANTENIENTO EN ACUARIOS
Son sumamente delicadas, debiendo habilitarse para
ellas un acuario específico donde permanezcan en
compañía exclusiva de sus congéneres, con una
abundante vegetación y poca corriente.
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Scyllarus arctus. Foto: José Luis Bello.
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Scyllarus arctus
LOCALIZACIÓN
En fondos rocosos. sedimentados y praderas marinas.
hasta 30 metros. Aunque en zonas de baja mar es
muy dificil de localizar, tanto por su mimetismo como
por la escasez de individuos.
IDENTIFICACIÓN
Hay otra especie parecida a ella con la que se le
puede confundir (S. latus). Su cuerpo es robusto v
aplanado, las antenas tienen forma de pala y borde
aserrado. La coloración es el rojo herrumbre.
presentando en el abdomen franjas de color rojo y
azul. Puede alcanzar los 12 cms.
BIOLOGÍA
Poco se sabe de las costumbres de este animal en
libertad. Los aproximadamente seis meses que tuve
este animal en cautividad y antes de devolverlo al
mar. pude observar que pasaba el día totalmente
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inmóvil. generalmente en un escondite y no
necesariamente el mismo, saliendo para alimentarse
en cuanto le suministraba el alimento.
preferentemente en horas nocturnas.
MANTENIENTO EN ACUARIO
Especie buena y resistente pero puede pasar
desapercibida debido a su inmovilidad y timidez.
Syconia carinata. Foto: José Luis bello.
Sicyonia carinata
LOCALIZACIÓN
Se localiza en suelos fangosos, de rocas segmentadas
y praderas de algas. Poco frecuente en aguas
superficiales y abundante a partir de los tres metros.
IDENTIFICACIÓN
Raramente se localizan animales con más de cinco
cm.. Su caparazón es muy duro y dispone de un rostro
largo y tres pares de patas marchadoras terminadas
en pequeñas pinzas. De coloración variable,
predomina el color arena con manchas pardas.
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BIOLOGÍA
Durante el día es muy raro el observarla, ya que pasa
la mayor parte del tiempo enterrada en el substrato,
saliendo al atardecer.
MANTENIMIENTO EN ACUARIOS
Especie sin requerimientos especiales, dura y fácil de
mantener. Durante el día solo podremos observar su
pequeño rostro asomando por la arena. El alimento
debemos proporcionárselo siempre en horas
nocturnas.
Processa edulis
LOCALIZACIÓN
Generalmente sobre fondos arenosos sedimentados y
praderas de algas, a profundidades comprendidas
entre los dos y veinticinco metros.
Processa edulis. Foto: José Luis Bello
IDENTIFICACIÓN
Prácticamente todas las especies pertenecientes a
este género presentan una coloración rosada, parda
o verde claro, pero siempre traslúcidas y con
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cromotóforos rojos y blancos. Dispone de un rostro en
forma de espina, es pequeño y no sobrepasa a los
ojos. El segundo par de pereiópodos es más largo
que los demás y terminado en pinza. El primero del
lado derecho también termina en pinza. De color
translúcido, su cuerpo está cruzado con bandas
rojizas y todo el cuerpo cubierto de pequeños puntos
rojizos. Estas bandas y puntos, desaparecen a los
pocos minutos de expones a estos animales a la luz.
BlOLOGÍA
De carácter enteramente nocturno, pasa el día
enterrada en el substrato.
MANTENIENTO EN ACUARIOS
No presenta ningún problema el cuidar a estos
animales si bien hemos de escoger con precaución a Lysmata seticaudat. Foto: José Luis Bello.
sus compañeros y facilitarles un substrato adecuado.
Tienen el inconveniente de que no son visibles
durante el día. IDENTIFICACIÓN
Su rostro es corto, con 6 ó 7 dientes en su parte
superior y que continuan hasta invadir el caparax. El
cuerpo está recorrido por bandas rojas que se
extienden longitudinalmente. Sus ojos son grandes y
negros y sus antenas largas. Su tamaño no supera los
Lysmata seticaudata 4 cm.
BIOLOGÍA
LOCALIZACIÓN Es una pequeña gamba limpiadora, que con
Se encuentra a profundidades comprendidas entre 2 frecuencia ejecuta esta labor entre morenas y
y 15 metros y aunque no es muy frecuente, a veces congrios. Pueden vivir hasta cinco años, naciendo
se localiza formando pequeños grupos ante grietas y como machos para más tarde convertirse en
grutas. hembras.
MANTENIMIENTO EN ACUARIOS
No son especialmente difíciles de mantener, pero
necesitan mucho s lugares donde esconderse para
sentirse seguras, de lo contrario se mostrarán muy
asustadizas. Aceptan cualquier tipo de alimento,
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incluidos los alimentos comerciales para animales
marinos.
Género Palaemon
Palaemon elegans,P. serratus y P.
xiphias
LOCALIZACIÓN
P. elegans: habita únicamente los fondos rocosos,
siempre a una profundidad inferior a los dos metros.
Muy frecuentes en las charcas rocosas de la baja
mar.
P. serratus: se localiza en terrenos rocosos pero a
mayor profundidad que la especie anterior y, si bien
durante la noche se la encuentra fácilmente
deambulando por el fondo, durante el día debemos
buscarla en los techos de las pequeñas grutas.
P. xiphias: en profundidades comprendidas entre los
uno y diez metros, muy abundante sobre fondos
fangosos y praderas de algas.
IDENTIFICACIÓN
P. elegans: tamaño 50 mm.. su coloración es
transparente con finas líneas negras rodeando su
cuerpo y pereiópodos con articulaciones azul oscuro
y amarillo. El rostro presenta dientes tanto en la parte
superior (de 7 a 8) como en la inferior (de 2 a 3). La
cornea tiene una coloración verdosa.
P. serratus: tamaño 100 mm. cuerpo transparente y
rodeado de bandas pardas, casi negras o violentas.
presentando los pereiópodos las mismas
características. Durante la noche su cuerpose hace
más opaco. Su rostro es algo alargado y curvado
hacia arriba, contando con siete u ocho dientes en el
borde superior y generalmente cinco en el inferior.
P. xiphias: tamaño 70 mm.. cuerpo transparente con
tonalidad verdosa tirando a parda y punteado de
color marrón anaranjado. El rostro presenta de cinco
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a siete dientes en el borde superior y de tres a cuatro rapidez cualquier resto de comida que halla
en el inferior. quedado perdida entre las piedras.
NOTA: Agradecer a Acuarios San Marcos de Jerez, las
facilidades que me ha prestado para la toma de las fotos
que acompañan este artículo.
Palaemon xiphias. Foto: José Luis Bello.
BlOLOGÍA
Estas especies tienen una actividad básicamente
nocturna y es dificil poderlas contemplar en el exterior
de sus escondrijos. sólo P. elegans es fácil observarla
durante el día en las zonas rocosas durante !a baja
mar. Se alimentan de todo lo que sea comestible.
tanto animal como vegetal.
MANTENIMIENTO EN ACUARIOS
Se adaptan con suma facilidad a la vida en
cautividad (en especial P. elegans) siendo muy
robustas y sencillas de mantener. Una pérdida de
transparencia indica una anomalía en el medio,
como por ejemplo un aumento excesivo de la
temperatura o simplemente un cambio brusco en las
condiciones del agua. En el acuario realizan una
fantástica labor de limpieza., consumiendo con
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