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¿Que és un profeta?

Objetivos:

· Tomar conciencia de la necesidad de vivir como profetas en


nuestra realidad.

· Tener una visión global de los profetas y de Amós en particular.

· Descubrir a los profetas de nuestro tiempo.

Actividades:

Actividad 1. El profesor lee el siguiente texto:

UN PROFETA QUE PROFETICE

Se necesita un profeta que no sea tedioso, que sepa profetizar sin


erguirse en único portavoz del Reino,

que admita en la Iglesia la existencia de otros profetas,

que sepa la diferencia entre profecía y vaticinio,

que hable del futuro sin olvidar el presente ni el pasado,

que tenga el coraje de abrir la boca aún en contra del que lo


patrocina,

que no confunda franqueza con mala educación,

que no piense que basta hablar en contra para salvar una situación,

que viva aquello que propone a los otros,

que sepa usar las manos para bendecir además de señalar con el
dedo,

que no salga por ahí buscando problemas contra los que hay que
luchar,

que firme manifiestos en contra, pero que firme también otros a


favor,

que sea honesto hasta el punto de ver el lado bueno de los


adversarios,

que no coloque fuera del Evangelio al que no canta tonaditas en el


mismo tono que él las canta

que no encierre la Palabra dentro de su bolsillo,

que no vuelva hermética la Palabra del Señor,

que profetice por palabra y no por murmullo,

que tenga la finura de morir a solas por aquellos que predica, sin
lanzar a los incautos como presas para los perseguidores del profeta,

que admita que profecía no es sinónimo de infantilismo,

que no sea profeta de un solo libro o de una sola estación,

que profetice sin odio,

que profetice sin melosidad,

que profetice sin sarcasmo,

que profetice sin malicia,

que profetice con ternura, aún en las horas de severidad,

que hable un poco más de Jesucristo y un poco menos de otros


profetas de este tiempo,

que sepa también que los profetas prestan atención, que entienda
que no es la fama la que consagra, así como tampoco la controversia
la que lo confirma,

que sepa la diferencia entre popularidad y profecía,

que no confunda política con fe o credo,

que no cambie el incienso por la metralla,

que no cambie la verdad por el incienso,

En fin, se necesita un profeta que a pesar de ser loco, sepa portarse


con lucidez.

Se necesita un profeta que ore, pero que no confunda brazos abiertos


delante del tabernáculo con piedad.
Se necesita un profeta con un sentido correcto de las dimensiones.

Se necesita un profeta que no se vaya a esconder con Cristo en el


sagrario, ignorando su presencia en la población marginal.

Se necesita un profeta que no tenga miedo, pero que no piense que


basta provocar para convertirse en buen profeta.

Se necesita un profeta que no sea un niño porfiado y caprichoso.

Se necesita un profeta adulto, maduro, pero suficientemente rebelde


como para no dejarse catalogar.

Actividad 2. Individualmente leen cada una de las frases


anteriores y marcan una cruz en la casilla correspondiente,
según si están de acuerdo o no con ella o si les resulta
indiferente.

Frase: De En Indiferente
acuerdo desacuerdo
Se necesita un profeta:

1. que no sea tedioso.

2. que sepa profetizar sin


erguirse en único portavoz
del Reino,

3. que admita en la Iglesia la


existencia de otros
profetas.

4. que sepa la diferencia entre


profecía y vaticinio.

5. que hable del futuro sin


olvidar el presente ni el
pasado.

6. que tenga el coraje de abrir


la boca aún en contra del
que lo patrocina,

7. que no confunda franqueza


con mala educación.

8. que no piense que basta


hablar en contra para salvar
una situación, que viva
aquello que propone a los
otros.

9. que sepa usar las manos


para bendecir además de
señalar con el dedo,

10. que no salga por ahí


buscando problemas contra
los que hay que luchar,

11. que firme manifiestos en


contra, pero que firme
también otros a favor,

12. que sea honesto hasta el


punto de ver el lado bueno
de los adversarios,

13. que no coloque fuera del


Evangelio al que no canta
tonaditas en el mismo tono
que él las canta

14. que no encierre la Palabra


dentro de su bolsillo,

15. que no vuelva hermética la


Palabra del Señor,

16. que profetice por palabra y


no por murmullo,

17. que tenga la finura de


morir a solas por aquellos
que predica, sin lanzar a los
incautos como presas para
los perseguidores del
profeta,

18. que admita que profecía no


es sinónimo de infantilismo,

19. que no sea profeta de un


solo libro o de una sola
estación,

20. que profetice sin odio,

21. que profetice sin


melosidad,

22. que profetice sin sarcasmo,

23. que profetice sin malicia,

24. que profetice con ternura,


aún en las horas de
severidad,

25. que hable un poco más de


Jesucristo y un poco menos
de otros profetas de este
tiempo,

26. que sepa también que los


profetas prestan atención,

27. que entienda que no es la


fama la que consagra, así
como tampoco la
controversia la que lo
confirma,

28. que sepa la diferencia entre


popularidad y profecía,

29. que no confunda política


con fe o credo,

30. que no cambie el incienso


por la metralla,

31. que no cambie la verdad


por el incienso,

32. En fin, se necesita un


profeta que a pesar de ser
loco, sepa portarse con
lucidez

33. Se necesita un profeta que


ore, pero que no confunda
brazos abiertos delante del
tabernáculo con piedad.

34. Se necesita un profeta con


un sentido correcto de las
dimensiones.

35. Se necesita un profeta que


no se vaya a esconder con
Cristo en el sagrario,
ignorando su presencia en
la población marginal.

36. Se necesita un profeta que


no tenga miedo, pero que
no piense que basta
provocar para convertirse
en buen profeta.

37. Se necesita un profeta que


no sea un niño porfiado y
caprichoso

38. Se necesita un profeta


adulto, maduro, pero
suficientemente rebelde
como para no dejarse
catalogar.

Actividad 3. Se dialoga sobre los resultados en pequeños


grupos. Cada uno de ellos expondrá sus conclusiones.

Actividad 4. Como síntesis personal se responde a estas


preguntas:

¿Cómo piensas que debe ser un profeta?

¿Por qué son importantes los profetas en una sociedad?

¿Qué rasgos tengo yo que me pueden acercar al perfil de profeta?


Actividad 5. Por parejas buscan en Internet información
sobre el profeta Amós y completan este cuadro:

Dirección Auto ¿Cómo Mensaj


r /esrespon e de
de laden aAmós
pági la que
na pregun destac
ta an.
¿Quién
era
Amós?
www.sc-religion.com

http://www.lasalle.es/spx/sanpiox/ProfetaAmos.h
tm

http://www.iglesiacatolica.org.pe/cep/palabra/cic
lo_b/130703.htm

http://www.archimadrid.es/princi/menu/boldi/20
03/07julio/15.htm

http://www.aish.com/espanol/shabat_shalom/haf
tara/576329_ajarei_mot.asp

Otras:

...

Actividad 6. Responden de forma individual a esta cuestión:


¿Responde el perfil de Amós a los rasgos que has destacado
en la act. 4 de síntesis personal.?

Actividad 7.Después de conocer la figura de Amós,


¿añadirías algo a la respuesta que has dado sobre cómo
debería ser un profeta?

Actividad 8. Completan, buscando información en la Biblia y


en libros de texto de religión, este cuadro que trata de
ofrecer una visión global sobre todos los profetas de la
Biblia y su mensaje.

Nombre Quién es Cuál es su mensaje.


Actividad 9. Escribe el nombre de personas que en la
actualidad se las podría considerar profetas.

- Comparamos nuestra lista con la de los demás compañeros.

- La clase, seguramente, no estará de acuerdo con


denominar profeta a alguna de las personas que se
han ido añadiendo en las distintas listas. ¿De quién
se trata?

- Se realiza un debate en el que habrá que dar


argumentos a favor o en contra de que a esa
persona se la considere un profeta.

Bachillerato. ¿Qué profeta? © Almudena Fernández García.

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