INVESTIGAR EN DIDACTICA DE
LA LENGUA Y LA LITERATURA:
UN NUEVO TRATADO DE FRONTERAS*
GUSTAVO BOMBINI / Universidad de Buenos Aires / Universidad Nacional de Genera) San Martin /
Universidad Nacional de La Plata
n su més remota tradicién, la didactica de la lengua y Ja literatura se propone
como un campo de formacién inicial de profesores: quienes trabajamos
actualmente en esta area nos hemos hecho cargo de las viejas cétedras de
"Practicas de la Enseftanza en Letras”. lugar de paso, mas o menos desprestigiado
*. Una primera versién de este trabajo fue leida en el
panel "Préeticas de enseanaa y Didécticas Espeeificas:
‘ouevos debates sobre la formacién docente” en el marco
de las Primeras Jornadas Nacionales de Didécticas Espe~
cificas (3, 4. 5 de noviembre de 2005), organizadas por
elCEDE, Centro de Estudios de Didacticas Especificas de
la Escuela de Humanidades de la Universidad Nacional
de General San Martin, a la vez que recupera algunos
aspectos incluidos en el articulo escrito en colaboracién
con Carolina Cuesta 2005). Asimismo se inscribe en ct
marco de discusiones inieiadas por un grupo de espe-
cialista pertenecientes a distintas universidades de la
‘Argentina y que sc orienta a redefinir algunas perspec-
tivas de enseflanza en el marco de una teoria social aten-
ta a las circunstaneias sociopoliticas y cultursles en que
se deaarralla la practica educativa y del quc un primer
producto ese] articuio "Pasos hacia una didactica vacio-
eultural de la lengua y la literatura: sociolingtistica y
edueacién, un campo pensionado”, de la Dra. Beatriz
Bivo (UNC, UNSAM) publicedo en Loulé Coquette,
Revista de Didactica de la Lengwa y a Literatura, Nro. 2,
Aho 2, 2003.Articulos
desde la mirada de la academia y puerta de salida répida donde un cierto aplicacio-
nismo mimético era la coartada segura para que los alumnos, "los practicantes” tra-
mitaran por fin su titulo habilitante de Profesores en Letras. Decimos que la coar-
tada era aplicacionista en términos tedricos porque de lo que se trataba era de
“bajar” al aula de la secundaria aquello que se habia aprendido en la formacién
especifica, lingitistica y/o literaria en la Universidad o en el instituto terciario y era
mimética, en términos prdcticos, pues por fin, ala hora de entrar al aula, los "prac-
ticantes” emulaban las clases observadas del profesor a cargo del curso, recupera-
ban los fragmentos de memoria de la propia biografia escolar y garantizaban, con
este bautismo de fuego, la eterna reproduccién de los aspectos més cristalizados del
habitus del profesor secundario. Los practicantes parecen desaprender aquello que
aprendieron en la formacién sustituyendo estos conocimientos y epistemologias
especificas por aquellos saberes del aula y sus modos de organizarlos que en el aula
universitaria o terciaria hubieran resultado inconcebibles: el adjetivo y El tunel de
Ernesto Sabato 0 el verbo irregular y La Celestina como modos posibles de articular
saberes lingitisticos y literarios.
Desde las dos ultimas décadas, la diddctica de la Jengua y la literatura como
didactica especifica, asi como también las otras didacticas, estan interviniendo para
modificar este estado de cosas. En primer lugar desde las experiencias formativas
en las universidades y en los profesorades terciarios, y con el apoyo de bibliografia
critica y de nuevos productos de la investigacion didactica, se ha trabajado en elten-
dido de puentes entre modos de entender el saber, en una deconstruccién de los
procesos de configuracién del conocimiento escolar, en un modo de problematizar
las relaciones posibles entre los sujetos y el conocimiento en distintos contextos,
comprendiendo a las practicas de ensefianza como practicas situadas.
Avanzar en estas consideraciones e incorporar de manera no meramente decla-
rativa las dimensiones contextuales, el escenario socio-cultural contemporaneo, el
reconocimiento de los sujetos como actores activos de las practicas, los modos de
construir sentido propios de la légica de la cotidianidad escolar y la inevitable
dimensié6n politica de la tarea de ensefianza, supone ampliar permanentemente los
marcos tedricos de la investigacién en didactica de la lengua y la literatura como asi
también en la formacién. La agenda de la investigacion se modifica a la luz de las
nuevas urgencias de la practica, de la construccién de un campo renovado de pro-
blemas, de la necesidad de una revision constante de los paradigmas tedricos. Se
Iuld coquette (33 ]Gustavo Bombini
trata de un modo de trabajar en la construccién del objeto de ensefianza que ya no
se presentaré como el producto de una "transposicién didactica” entendida de
manera simplificadora como meros procesos adaptativos realizados bajo 1a atenta
"vigilancia epistemoldgica”. Si la relacién ternaria entre un docente, los alumnos y
un saber matemAtico que planteara Ives Chevallard en los afios '80 (Chevallard,
1991) habia permitido recuperar la dimensién del conocimiento y esto significé una
base fundamental para empezar a construir los contornos visibles del objeto de
ensemianza en la matemitica primero y luego en cada una de las diddcticas especffi-
cas (Bronckart y Schneuwly, 1996) es en la escena de la ensefianza de la lenguay de
la literatura donde la mirada meramente disciplinaria muestra su insuficiencia. De
este modo didactica de la lengua o diddctica de la literatura no se imbrican de mane-
ra excluyente con lingvistica 0 teoria literaria como disciplinas de referencia sino
que las practicas de ensefianza en tanto practicas sociales estén proponiendo reco-
rridos multidisciplinarios, Existe una relaci6n a revisar, por ejemplo, entre los
modos de relacionarse de la comunidad y de la familia con la cultura escrita, en tér-
minos de modos de apropiacién especificos de diversidad de bienes culturales, y los
sodos en que estas relaciones se construyen en la escuela y como esos modos diver-
sos se relacionan entre si. No se trata de privilegiar los modos de acceso ala cultu-
ra escrita de Ja escuela frente a los otros, ni de que la didéctica construya formulas
en el vacio que aparentemente garantizarian la buena ensefianza sino que se trata de
propiciar miradas inclusivas que den cuenta de la diversidad para por fin resolver
exitosamente el acceso a la cultura escrita en la escuela. E] fracaso escolar es un pro-
plema social y pedagégico de cuya resolucién més artesanal y cotidiana se debe
encargar la didactica.
Una construccién multidisciplinaria
E] imperativo de la multidisciplinariedad tiene consenso mas alla de qué sea lo
que se propone bajo este rotulo: qué disciplinas se proponen y qué modos asumen
las articulaciones entre ellas (Noguerol Rodrigo, 1998; Lépez Valero y Encabo Fer-
nandez, 2002). Sin duda, la cuestion merece una discusién particular pues la didéc-
tia en sus desarrollos tanto generales como especificos ha reconocido en cada
época hist6rica la impranta de algin paradigma dominante. Especialmente y a lo
(34. lulG coquette