Josefa Rosalia Luque Álvarez

Esta insigne espiritualista argentina, nació en la ciudad de Villa María, Provincia de Córdoba, el 18 de marzo de 1893, y pasó al más allá el 1" de agosto de 1965. Conocida en la intimidad como Mamina, fue un ser de gran sensibilidad, inegoísta y humilde, con un caudal de amor tan extraordinario que le permitió realizar los más grandes sacrificios. Más de treinta años en unión de sus Guías espirituales, le llevó dar término a su obra y a su pacto con el Amado, con el Gran Instructor de nuestra humanidad: Cristo, que tanta significó para ella, como para todas las almas que le pertenecen desde tiempos remotos. Escritora genial, dotada de una mente cual lente de cristal pu­rísimo, concebía sus inspiradas obras viendo desarrollarse las escenas como en una película, pero con vida propia, sintiendo en sí misma todo el amor y el dolor de los- personajes que intervenían, lo que en forma de relato o diálogo era luego volcado a la escritura con tal vivencia, que al leerse se interviene sin querer en el argumento come parte integrante del mismo. La instructiva lectura de sus iluminadores libros titulados: Orígenes de la Civilización Adámica; Arpas Eternas; Cumbres y Llanuras; Moisés; Pequeñas Joyas Espirituales; El Huerto Escondido; como también de sus numerosas poesías místicas y profanas, llevan a todo corazón con profundidad de sentimiento y meridiana claridad, ese conocimiento, bondad y paz, que son expresiones del Divino Amo y la Eterna Belleza.