LA PLEGARIA CON

LOS SALMOS

Monges de St Benet de Montserrat

 LAS DISTINTAS
COLECCIONES
DE SALMOS

Árbol de la explanada donde estaba

el Templo de Jerusalén, actualmente

hay la Mezquita de Omar

PRÓLOGO A TODO EL SALTERIO

Salmo 1
Feliz el hombre, la mujer, que vive como un árbol cerca del
“agua” que sale del “Santuario” (Ezequiel)
Ama de corazón la ley, y la practica noche y día.
Todo el Salterio nos lleva a meditar la Ley de Dios, puesto que
orando, nos ponemos cerca del caudal de su gracia.
 I - PARTE DEL SALTERIO salmos 1-88
INTRODUCCIÓN
Salmo 2
El “Rey-Mesías” es consagrado por Dios como Hijo. Y Dios le da los
pueblos por herencia. Estas piedras, evocando David y Salomón,
respiran el fervor mesiánico que dominaba en el Pueblo durante la
plegaria. Juntamente con el s1 donde se habla de la felicidad del
“JUSTO”, este s2 dice felices a los que tienen a Dios por “REY”. Los
dos salmos abren todo el salterio: un camino hacia la FELICIDAD.

Piedras donde hay esculpidas

les estrelles “reales” de
David y Salomón
 Roca del interior de la
mezquita de Omar, que
corresponde al antiguo Altar de
los sacrificios, donde el Pueblo
venía a presentar sus súplicas y
a ofrecer las víctimas de acción
de gracias.

DOS COLECCIONES DE SÚPLICAS DE DAVID

Salmos 3-32 y Salmos 33-40.50-71
Cuando muchos le atacan, el salmista va al Templo para suplicar a
Dios para que le ayude. Si ellos son insensatos, él quiere ser inocente
(=Jesús). Con Cristo, el NUEVO TEMPLO, evocado por esta piedra,
pedimos a Dios, en estos salmos de súplica, que nos libere del mal. Y
también mirando esta roca, cantamos a Dios acciones de gracias, por
tantas coses buenas como nos da.
 Muro de los lamentos

COLECCIÓN DE LOS
HIJOS DE CORÉ

Salmos 41 - 48

Escritos durante el exilio, cuando Jerusalén estaba en ruinas, estos

salmos hablan tanto de la sed de Dios y del Templo, como de la
belleza de la Ciudad, que ellos desean reconstruida.
Son una Lamentación en clave positiva, puesto que cantan la belleza
y grandeza de aquello que desean.
Coré es el pseudónimo que cogen estos suplicantes venidos del
destierro.
 Capitel con el dibujo del Arca
de la Alianza que
acompañaba el pueblo en su
Peregrinaje por el Desierto.

COLECCIÓN DE LOS
HIJOS DE ASSAF

Salmos 49. 72 - 82

También en situación de Exilio, estos salmos hacen un repaso de la

historia, cuando Dios conducía el Pueblo por el Desierto, con el Arca
en medio de ellos. Y piden a Dios que continúe actuando como lo
hizo entonces. También piden a Dios que juzgue a los pueblos de la
tierra, para hacer justicia a sus elegidos.
Assaf es el pseudónimo del autor de estos salmos que repasan la
historia del éxodo y de la Alianza.
Escaleras de la antigua
Ciudad de David por
donde se subía al
Templo

APÉNDICE a las 4
COLECCIONES

Salmos 83 - 87

Desear el Templo (s83), celebrar la Salvación (s84), sentirse

fiel como David (=Jesús s85), hijo de Sion (s86), pero en una
situación plenamente desesperada (s87), es la conclusión que
dan estos salmos a las colecciones de la 1a parte del salterio.
Pastor judío como el joven David.
El David que, siendo Rey, sigue
considerándose HIJO ante el Padre.

ÚLTIMO SALMO
DE LA 1a PARTE

Salmo 88

Esta parte del salterio acaba con un salmo “real” tal como había
empezado (s2). David, el pastor “según el corazón de Dios”, es el Rey
Mesías, que llama PARDE a Dios.Y canta los favores del Señor
durante toda la vida: Él lo ha elegido sacándolo del rebaño, y lo ha
hecho un hombre fuerte, guía del Pueblo. Ahora, no obstante, vencido
por los enemigos, encuentra a faltar las predilecciones de cuando era
joven. A pesar de todo: “su alma bendice al Señor para siempre”.
 II - PARTE DEL SALTERIO salmos 89 - 150

EL TRÉBOL Salmos 89-91

Estos tres salmos son la

introducción de la 2ª parte.
Hablan de la precariedad de la vida
humana que pasa como la hierba, o
como estas flores del campo (s89).
Pero si nos ponemos cerca de Dios,
Él nos salvará (s90). Dios realmente
es la Roca que nos guarda, sin
“conocer la injusticia”(s91).
La precariedad y proximidad de la
roca, quedan sugeridas por estas
“Trébol” formado por tres flores
amapolas protegidas por la
de los campos de Tierra Santa
naturaleza que las rodea.
 Banias es la antigua Cesarea
de Filipo donde no sólo los
apóstoles confesaron la
divinidad de Jesús, sino que
ya desde antiguo, estas
fuentes del Jordán habían
sido lugar de Culto de
Divinidades Cananeas,
Griegas y Romanas.

SALMOS DE YAHVÉ REY Salmos 92-99

Estos salmos inspirados en los poemas dedicados al dios Baal, de los
cananeos (el dios de la naturaleza), cantan la Realeza Única de
Yahvé que se aparece en “la tempestad y las aguas
torrenciales”(s92).
Nos invitan a la adoración de Dios (s94), Él que es Salvador (s95 i
97) y hace Justicia (s96), puesto que es Santo (s98).
Que toda la tierra alabe a este Rey (s99)
 Mezquita de Al-Aksa
situada en el lugar donde
estaba el palacio real, al
lado derecho del Templo.

10 SALMOS CENTRALES

Salmos 100-109

El tema de estos 10 salmos es la realeza del Mesías (=Jesús), que

siempre acostumbra a seguir a los salmos de la realeza de Yahvé.
El rey loa (s102-103 i 106-107) y ruega a Dios (s101 i 108),
repasando la historia de su Fidelidad hacia el PUEBLO (s104-105).
Sentado a la diestra del Temple (o sea a la diestra de Dios), donde
David tiene el palacio, evocado por esta mezquita oriental, el rey
recibe de Dios la consagración y explica su programa de gobierno
(s100 y 109)
 HALLEL DEL ÉXODO Salmos 110-117
Salmos que se dicen en la celebración de la Pascua, conmemorando el
paso por el Mar Rojo:
1 - Es feliz quien vive la Pascua (s111) y loa a Dios a través de su
Memorial (s110)
2 – Después de cantar el paso por el Mar Rojo y el Jordán (s112-113)
viene un doble cántico de acción de gracias por esta salvación (s114-
115)
3 – Alabanza universal (s116)
4 - El último salmo resume toda la historia de esta Victoria Pascual
(s117)

Mar Rojo y
montañas del
Sinaí, al fondo
 Cima del Sinaí

MEDITACIÓN
SOBRE LA LEY

Salmo 118

Este salmo, central en la 2ª parte, nos hace reflexionar sobre la

Ley de Dios que Yahvé dio a Moisés en el Sinaí.
Cuando nos encontramos con Dios, en el silencio, el Espíritu pone
la Ley en nuestro corazón. Por esto se dice de este salmo que es la
cima de la MÍSTICA judía.
Los cristianos sabemos que la única Ley es “el mandamiento del
Amor”, que este salmo nos hace meditar en cada versículo.
 Vista de Jerusalén des del monte
de los Olivos, con las murallas en
primer término

SALMOS GRADUALES

Salmos 119 - 133

Este grupo de salmos son los que decían los israelitas subiendo a
Jerusalén en peregrinaje, por las fiestas.
Muchos judíos, viniendo del norte como todos los galileos,
entraban en Jerusalén por el monte de los Olivos, desde donde
viendo por 1ª vez las murallas, “cantaban con alegría”.
Todos estos salmos no sólo tienen Sión en la mente, sino la dureza
del camino. Por esto piden insistentemente a Dios que los guarde
de los peligros.
 Puerta de Damasco para
entrar en Jerusalén

EL GRAN HALLEL

Salmos 134 - 136

Como apéndice a los Graduales los salmos 134 y 135 loan a Dios por e
Éxodo, que se repite en cada peregrinaje.
El salmo 135 es como el anterior, pero añadiendo 26 veces “perdura
eternamente su amor”(la palabra Yahvé equivale al Nº 26).
El salmo 136 tiene un deseo ardiente de “no olvidar nunca Jerusalén”.
 TERCERA COL·LECCION
de SÚPLICAS DE DAVID Salmos 137 - 144
Al final del salterio, un último grupo de salmos atribuidos a David
nos quiere recordar la autoría davídica de todo el salterio.
David se presenta con un “espíritu cansado”(s141-142).
Él sabe que Dios le juzga y no se puede esconder (s138). Pero como
tiene enemigos que planean el mal, pide la Salvación (s139-140).
Y, agradecido, canta la bendición de
Dios al rey y al pueblo (s 137 i 143).

El grupo acaba con el salmo 144 que

es un “cántico nuevo” dedicado a
Yahvé, Rey universal de TODO.

Pendientes de Engadí donde David

se escondió de Saúl (título del s142)
 CONCLUSIÓN
a todo el salterio

ALABANZA UNIVERSAL
que por Israel (y por Jesús)
se extiende a
TODOS LOS PUEBLOS

Salmos 145 - 150

Este último grupo de salmos es un apéndice puesto después de la

composición del libro, para dar un tono de ALABANZA al conjunto. El
Señor es el Rey que reconstruye Jerusalén (s145) y reina sobre los
humildes (s146-147).
Toda la tierra le tiene que alabar danzando al ritmo del “cántico nuevo”
(s148-149) y con TODOS los instrumentos musicales (s150).
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