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gastronomía en
el desarrollo del
Turismo
EL CASO DEL AZUAY Y EL
CAÑAR
• La región de Azuay y Cañar al sur del
Ecuador ha sido poblada desde hace no
menos de diez mil años.
• La antigua cultura de Narrío y la de
Challuabamba ya incorporaron el uso
del maíz y otras plantas entre las que se
destaca la yuca.
Una historia milenaria
• Sin duda también se utilizaron los
tubérculos andinos como la oca, el
melloco, la papa y la mashua.
• Además la achira, el cañaro, la guaba o
pacay como se mencionan en la
Relaciones Geográficas de Indias de
1582.
Una historia milenaria
• Se conoce también el empleo de bebidas
como la chicha de maíz o azua o el
pulque o mishqui, a veces fermentado.
Una historia milenaria
• Sin embargo muy poco se ha investigado
sobre los procesos culinarios
precolombinos en el sur del Ecuador a
pesar de la riqueza arqueológica
regional y de lo que podrían decir los
objetos de cerámica conservados en los
museos.
La presencia española
• La antigua Tomebamba de los incas da
paso a la Cuenca española en 1557.
• En una hibridación extraordinaria las
antiguas piedras de los templos del sol
se transforman en molinos para trigo
cuando se asienta aquí Rodrigo Núñez
de Bonilla hacia 1540.
La presencia española
• Nace entonces Cuenca con el trigo, la
harina y el pan que se suman a los
antiguos productos.
• Y al mismo tiempo se convierte en un
vergel de frutales mediterráneas y
andinas en los huertos de las casas
enormes.
Mural del Carmen de la Asunción
de Cuenca, siglo XVIII
La presencia española
• La abundancia de recursos, que es
reconocida por los escritores coloniales
como Juan de Velasco, permite el
desarrollo de una gastronomía variada y
rica.
• Uno de los rasgos que se señala es la
presencia en las mesas de frutas que se
alternan con la comida de sal.
Mural del Carmen de la Asunción
de Cuenca, siglo XVIII
Las pinturas murales del
Carmen
• Así a fines del siglo XVIII los muros del
Monasterio del Carmen de la Asunción
de Cuenca se llenan de pinturas entre las
que se destacan las de preparación de
alimentos, frutas y banquetes que
muestran la diversidad de la
gastronomía local.
El refectorio del Carmen
de la Asunción
Las pinturas murales del
Carmen
• Chirimoyas, duraznos, papayas, cocos,
aguacates, membrillos, melones,
manzanas, capulíes, se pintan en escenas
no solo coloridas sino muy sabrosas. Las
frutas se corresponden con las que se
mencionan en las fuentes escritas.
Las pinturas murales del
Carmen
Las pinturas murales del
Carmen
• Estas pinturas nos iluminan sobre
algunas de las tendencias de la cocina
local y permiten entender el arraigo
profundo de una tradición culinaria
basada en la diversidad de los productos
regionales.
El refectorio del Carmen
de la Asunción
Las pinturas murales del
Carmen
• Aunque hoy casi ha desaparecido la caza
su presencia en la colonia era frecuente.
En especial se cazaba el venado, las aves
silvestres y los conejos.
Las pinturas murales del
Carmen
Las pinturas murales del
Carmen
Las pinturas murales del
Carmen
• Esto muestra la existencia de una
tradición de preparación de carnes que
luego en gran medida se ha vuelto más
limitada con la notable excepción del
cerdo, cuchi, puerco o chancho, y por
supuesto del cuy.
La matanza del puerco,
siglo XVIII en Cuenca.
La matanza del puerco
• Una tradición de origen español que se
conserva localmente. Del cerdo se
obtendrá por ejemplo la “cuchicara”, los
chicharrones y sancochos, la morcilla
negra y blanca, la manteca y la
“mapahuira”, el tocino, la costilla, el
brazuelo y el pernil.
La matanza del puerco
• La matanza se ha hecho en el marco
festivo de la celebración familiar y de
amistad y ha dado paso hoy a una
industria gastronómica popular de gran
alcance con el “puerco hornado” y las
“cascaritas”.
La matanza del puerco
• Los productos derivados del cerdo se
integran, durante el resto del año, en la
comida tradicional dando origen a
platos como el “mote sucio”, los
mestizos, la harina de alverja con costilla
o el locro de papas con “cuero” o “papas
locas”.
La cocina después de la
Independencia
• Poco cambia en los primeros años
después de la independencia pero a
partir del gobierno de Gabriel García
Moreno la presencia francesa en
Ecuador empieza a ser notable. La
educación se nutre de las religiosas de
los Sagrados Corazones o de los
Hermanos de la Salle.
La cocina después de la
Independencia
• Es así que ya a finales del siglo XIX se
han difundido las prácticas culinarias
francesas y el presidente Luis Cordero
Crespo en la boda de su hijo Miguel
ofrece un “menú” escrito en francés en
donde se destacan platos de la cocina
europea.
La gastronomía a inicios
del siglo XX
• Paulatinamente se introducen prácticas
como la producción y el consumo de
cerveza, la importación de vinos y
licores chilenos, franceses y españoles.
• Se vuelve también popular el
restaurante, casi siempre también un
lugar con música de baile, en vivo.
La gastronomía a inicios
del siglo XX.
La gastronomía a inicios
del siglo XX
• Las prácticas culinarias sin embargo
siguen siendo sencillas y solamente se
apartan de esto los momentos festivos en
los que se hace gala de exotismo con
productos de alto costo como los
camarones o salmón enlatados.
La gastronomía en la primera
mitad del siglo XX
• La memoria recuerda a restaurantes y
cantinas, a “casas de tuna” y a
panaderías con nombres como el del
“Gordo” Ortiz, la “Negra” Aurora, la
“Mapa Señora”, “El Húngaro”, “El
Toledo” de Teddy Keen y más tarde de
Don Pepe Katz o Doña “Michi” Quinde.
La influencia de la
inmigración judía
• El éxodo de la Segunda Guerra trae a
Cuenca a algunos judíos europeos y
ellos introducen prácticas de pastelería,
heladería y cocina hasta entonces
desconocidas.
• Esto constituye una nueva fuente de
inspiración para la ya compleja cocina
local.
Las nuevas técnicas en
la cocina.
• Esta época ve también la paulatina
introducción de la refrigeradora (que
sustituye a los “guardafríos”), las
cocinas de gas y eléctricas (que
complementan a las “tullpas”) y las
conservas en frasco (a las que se adaptan
antiguos dulces).
La situación hoy
• La cocina azuayo y cañari mantiene
varias de estas tradiciones que se
constituyeron a lo largo de la historia,
enriquecidas y modificadas y
frecuentemente ignoradas o aún
rechazadas en el marco de la
“civilización” contemporánea.
La actual cocina
tradicional
• En un rapidísmo recorrido destacamos
la tradición de las bebidas aromatizadas
de origen hispano árabe como la
yaguana, el champús o el rosero que se
mestizaron localmente adicionándoles
frutas y condimentos locales, como el
izhpingo el chamburo o el siglalón y a
veces una base de maíz pelado o mote.
La actual cocina
tradicional: las bebidas
• Entre las bebidas ocupa lugar especial el
“agua de pítimas” que se elabora de
esencias destiladas de flores, yerbas y
raíces (cedrón, hierba luisa,
valeriana,esencia de rosas) y se colorea
con clavel rosado o domésticamente con
ataco o “sangorache”.
La actual cocina
tradicional: las bebidas
• Se resiste a desaparecer la chicha de jora
que en un momento llegó a existir en
versión “para damas” y que según
algunos historiadores inclusive da
nombre a la provincia del Azuay (del
quichua “azua”, chicha).
La actual cocina
tradicional: las bebidas
• Parte fundamental de las tradiciones
locales es el aguardiente de caña o
“trago” cuya historia es centenaria y se
enlaza con la festividad y el exceso.
La actual cocina
tradicional: las bebidas
• La cocina del maíz se destaca con
claridad en la región, de él se elaboran
bebidas (la chicha , el champús, el rosero
o el morocho).
• Pasteles envueltos en hoja como los
chumales o humitas, los tamales,
quimbolitos y chihuiles o chiviles y
cuchichaquis.
La actual cocina
tradicional: el maíz
• Sopas como el mote casado, el mote pata
(que algunos confunden neciamente con
el caldo de patas) o el morochillo.
• Platos como el mote pillo, el mote sucio
o las tortillas asadas en tiesto son parte
de esta tradición que puede comprender
más de cincuenta platos distintos..
La actual cocina
tradicional: cerdo
• El cerdo, del que ya hablamos, es
todavía uno de los ejes de la cocina
tradicional.
La actual cocina tradicional:
gallinas y huevos
• La gallina ha sido plato de privilegio y
forma parte de sopas tan atractivas como
el “aguado” y permite la existencia de
los huevos “runas” indispensables en la
pastelería tradicional.
La actual cocina
tradicional: el cuy
• Sin duda el cuy se destaca cuando se lo
asa sobre brazas encajado en su gran
brocheta o “cangador” a pesar de la
reacción de muchos remilgados que
ignoran la profundidad histórica de su
empleo.
Supuesto cuy en la Última
Cena de El Carmen
La actual cocina
tradicional: el pan
• La centenaria tradición panadera se
encuentra en contadas panaderías de la
ciudad que aún mantienen hornos de
leña y panes con nombres tradicionales
como mestizo, costra, tugllana, hocicón,
palanqueta o pan blanco aunque la
galleta de manteca de horno de leña ha
desparecido.
La actual cocina
tradicional: el pan
• Casi ignorados se encuentran magníficos
y antiguos panes que vienen de las
parroquias rurales de Cuenca y que se
encuentran en los alrededores de los
mercados o que aún se hornean en
cantones y parroquias de las dos
provincias.
La actual cocina tradicional: los
dulces de Corpus
• Los dulces llamados de “corpus” que se
venden por miles durante el
“septenario” o se ofrecen en las primeras
comuniones o bodas son otra tradición
local destacada.
Una riqueza que se
ignora
• Los ejemplos presentados a “vuelo de
pájaro” muestran una rica tradición que
puede utilizarse para consolidar una
oferta local renovada.
Una riqueza que se
ignora
• En la oferta culinaria caben tres
posibilidades, como señala Fernández
Armesto, la abundancia, el exotismo o la
complejidad; la cocina tradicional de
esta región ofrece elementos “exóticos”
(que son comunes y diarios para la gente
local) y técnicas complejas.
La necesidad de
normalización
• Aunque no puede intervenirse sobre las
recetas tradicionales, es obligatorio el
desarrollo de recetas “normalizadas”
que puedan utilizarse con éxito en la
oferta de los restaurantes.
• Debe también sin complejos continuar la
innovación que enriquecerá la oferta
local.