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TIÑA BARBAE
Habitualmente, las cremas se aplican dos veces al
día y el tratamiento debería prolongarse por lo menos
de 7 a 10 días después de que la erupción haya
desaparecido por completo. Si se interrumpe la
aplicación de la crema con demasiada prontitud, la
infección puede no haberse erradicado
completamente y la erupción reaparecerá.
Pueden transcurrir varios días antes de que las
cremas antifúngicas surtan efecto. Mientras tanto,
suelen utilizarse cremas con corticosteroides para
aliviar el picor y el dolor. La hidrocortisona en dosis
reducidas es un fármaco de venta libre; los
corticosteroides más potentes requieren prescripción
facultativa.
Ante infecciones más graves o pertinaces, el médico
puede prescribir terapia con griseofulvina durante
varios meses, en ocasiones combinada con cremas
antifúngicas. La griseofulvina, de administración oral,
es muy eficaz, pero puede causar efectos colaterales
como dolor de cabeza, trastornos gástricos,
fotosensibilidad, erupciones, tumefacciones y
reducción del número de glóbulos blancos. Tras la
interrupción del tratamiento con griseofulvina, la
infección puede reaparecer. El médico también puede
prescribir ketoconazol para tratar las infecciones
micóticas de la piel. Al igual que la griseofulvina, el
ketoconazol por vía oral puede presentar importantes
efectos colaterales, como por ejemplo trastornos
hepáticos.
El hecho de mantener las zonas infectadas
limpias y secas ayuda a evitar la aparición
de nuevas infecciones fúngicas y favorece
la curación de la piel. Las áreas infectadas
deberían lavarse frecuentemente con agua
y jabón y luego cubrirse con polvos de talco.
A menudo los médicos recomiendan evitar
los polvos que contengan almidón de maíz
porque pueden favorecer el crecimiento
fúngico.
Si una infección micótica de la piel supura,
es posible que también haya podido
desarrollarse una infección bacteriana. Esta
infección puede requerir tratamiento con
antibióticos. Algunos médicos prescriben
antibióticos que pueden ser aplicados
directamente sobre la piel; otros prefieren
antibióticos que deben ser administrados
por vía oral. La solución de Burow diluida o
el ungüento de Whitfield (ambos de venta
libre) también pueden ser utilizados para
secar la piel que supura.