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Un aspecto que se antoja fundamentalmente en las relaciones

internacionales es el referido a la percepción Social. La


interpretación que se haga de los distintos acontecimientos
sociales está basada, en gran medida, en la percepción que
se tenga de la realidad pero esta última no es algo objetivo, o
tal vez mejor, no es algo que se pueda medir de forma
objetiva, pues en dicha evaluación están influyendo una serie
de procesos que producen distorsiones en la misma. Con ello
queremos resaltar que la “realidad” no es mas que un
fenomeno de reconstrucción objetiva de hechos que suceden
en un momento y contexto determinado. Por lo tanto, habrá
tantas “ realidades” como reconstrucciones de la misma se
realicen. Estas distintas versiones, cuando afectan a los
intereses de dos países, pueden producir conflicto o
enfrentamiento entre ambos.
Así pues, la percepción está introduciendo distorsiones
en la construcción de la realidad social, aunque lo
contrario también puede ser cierto, es decir, el pro-
ceso de reconstrucción hace que percibamos de una
u otra manera “nuestra” realidad en función de lo
distintos filtros culturales.

Como señalamos anteriormente, la diversa reconstru


cción de la realidad puede llevar a las distintas
par - tes a un conflicto. Si bien en un momento
posterior de este capítulo abordaremos el tema de
la resolu -ción del conflicto internacional,
permitansenos ahora unas breves referencias al
mismo.
Seguramente sin muchos esfuerzos, podrá compro
bar que el padre de la Perestroika no hizo más
que aplicar a este caso concreto lo que Osgood,
a finales de los años cincuenta, denominaba la
estrategia GRIT. Esta estrategia consiste en una
serie de decisiones unilaterales graduadas, desde
las de menor riesgo a las mas arriesgadas e im
-portantes, con la expectativa de que la otra
parte adopte otras similares y así crear un mejor
esce -nario para posibles procesos de
negociación.
“ Al extender abusivamente los conocimientos
generados por la psicología individual a la conducta
internacional de guerra y paz, se olvidan los aspec-
tos contextuales que confieren a las relaciones
internacionales una dimensión que le es especial.”

“ Los factores psicologicos formarán parte de una


(potencial) teoría general de las relaciones interna
cionales siempre y cuando se hayan identificado
con anterioridad los puntos del proceso en que son
aplicables”.
Basta recordar los conocidos experimentos realizados
por Sherif sobre el llamado Efecto autocinéticos o
los de Asch sobre discriminación visual, para com -
probar los poderosos efectos que la conformidad a
las normas del grupo ejerce sobre la conducta indi-
vidual. A la vista de estos resultados, se podría
pensar que la conformidad grupal es un aspecto
que afecta a la actividad perceptiva.
Contrariamente a esto, en la misma época que
Solomon Asch llevaba a cabo sus experimentos,
Crutchfield (1955) encontraba que la conformidad
también estaba vinculada con variables Soc. más
subjetivas y complejas como las opiniones,actitu -
des o valores. Si bien estos y otros trabajos demos
traron que los grupos inciden en decisiones de los
miembros que los forman, los interrogantes sobre
cómo lo hacen todavía permanecian abiertos.
No obstante,Stoner (1961) encontró precisamente
lo contrario, o sea, que los grupos se mostraban
más extremos en sus decisiones.

“ El consenso y la media de los juicios individuales


en el post-consenso se inclinaban por una decisión
que implicaba más riesgo de los que cabía esperar
a partir de la media de los juicios individuales en
la condición de pre-consenso”.
Un primer aspecto destacable es que los resultados
encontrados pusieron de manifiesto que el
cambio no siempre se producía hacia la opción
mas arriesgada, sino que a veces ocurría
justamente lo contrario, en función de la postura
previamente defendida por los miembros de dicho
grupo. En otras palabras, la discusión grupal
produce la acentuación de la postura inicialmente
dominante. Este efecto es lo que se conoce
“Polarización grupal”. En este sentido, Moscovici y
Zavalloni (1969), encontraron que las actitudes
individuales, después de la discusión en grupo se
extremaban todavía mas. En otras palabras, las
personas con actitudes positivas salían de la
discusión con unas actitudes todavía positivas. Lo
mismo sucede con los que manifiestan
previamente actitudes negativas.
Por otra parte, nos encontramos con la hipótesis de la
influencia normativa, según la cual, los individuos, en la
discusión grupal, adoptarán decisiones más extremas en la
dirección de la alternativa más valorada por el propio grupo
para, así, diferenciarse positivamente de los demás.
Un segundo intento explicativo gira en torno a la hipótesis de la
influencia informativa, según la cual la información que se
produce en un grupo son coincidentes con los previamente
expresados por sus miembros de forma individual, se
producirá el reforzamiento de la postura previa; por otro lado
la postura grupal será más extrema al utilizar argumentos
que no habían sido manejados anteriormente por miembros.
Uno de los fenómenos mas utilizados es llamado “Pensamiento
grupal” (groupthink) que refiere a una determinada dinámica
grupal que desemboca en la adopción de decisiones
incorrectas.
Síntomas del pensamiento grupal;
1) Una ilusión de vulnerabilidad, compartida por casi todos los
miembros, que crea optimismo excesivo y anima a tomar
riesgos extremos.
2) Esfuerzos colectivos de racionalización para no tener en cuenta
advertencias que podrían hacer reconsiderar a los miembros su
supuesto antes de volver a incurrir en el error de sus decisiones
políticas pasadas.
3) Una creencia sin cuestionar de la moralidad inherente del grupo
que inclina a los miembros a ignorar las consecuen - cias éticas
y morales de sus decisiones.
4) Puntos de vista estereotipados de los rivales y enemigos
demasiado perversos como para garantizar intentos genuinos de
negociar, o demasiado débiles o estúpidos para contrarrestar
cualquier arriesgado intento que se haga para frustrar sus
propósitos.
Por lo comentado en Pág. Anteriores; conformidad, polarización o
pensamiento grupal se convierten en serios obstáculos para la
adopción de las decisiones adecuadas.
A continuación 6 principios básicos de investigación sobre
toma de decisiones en el campo de la política internacional
que se conoce como FPDM:
1) Los Estados no son entes abstractos, sino que están configurados por
personas.
2) Estas élites toman decisiones en función de la definición que efectúan de
la situación.
3) La política exterior debe considerar como una tarea secuencia en la que
las élites intentan resolver los problemas planteados dentro de
organizaciones.
4) La información de conocer cómo las personas y organizaciones
consiguen, procesan y recuerdan la información relevante para el
problema concreto.
5) El contexto donde tienen lugar las relaciones y donde se tiene que tomar
las decisiones.
6) El proceso de decisiones en política exterior persigue unos resul-tados
que estarán en función de aspectos muy variados, como puede ser el
propio problema, los objetivos a conseguir y los recursos de los que se
dispone.
Este campo emergente ha tenido distintas modalidades y
denominaciones (prenegociación, encuentros de resolu
ción de problemas, diplomacia quizás se pueda
identificar mejor bajo la etiqueta de Resolución
interactiva del conflicto (RIC) pues así se..

“ Resalta el principio de que la


interacción efectiva, colaboradora y cara
a cara entre representantes de las partes
es necesaria para conocer y resolver los
conflictos intergrupales e internacionales
complejos. ”
( Fisher, 1993)
En esta estrategia de la RIC, en un grupo no implicado
reúne a las partes en conflicto para que se produzcan
comunicación entre ellas. Este grupo está formado,
generalmente, por científicos sociales expertos en
procesos grupales y, además, familiarizados con el
conflicto concreto. Su papel no será imponer, como
hacen los árbitros, ni proponer, como los mediadores,
sino que intentará enriquecer (o promover) el proceso
comunicativo deteriorado (o inexistente),procurando
cualquier cambio actitudinal y perceptivo, tanto referi
-do a la otra parte como el conflicto en sí, de manera
que haga más factible la consecución de un posterior
acuerdo.
En cuanto resolución de problemas aplicados en el campo
de la relaciones internacionales tenemos a los de
Burton (1969). En su libro Conflict and Comunication,
propuesta que denominó; “Comunicación controlada”
consistía en una serie de sesiones informales entre
representantes gubernamentales, no con la intención
de negociar un determinado asunto, sino con la idea
de que dicha interacción informal podría alterar las
percepciones del otro y abrir nuevos cauces comunica
tivos. En otras palabras, propiciarían la consecución de
un clima más beneficioso para la resolución de los
problemas mutuos.
Otro intento encontrado que sigue la estela de Burton es
el de Leonard Doob.
Para Doob era esencial que en estos encuentros las
elites sociales participaran, con el convencimiento de
que, así, se lograría una mayor capacidad de influencia
sobre responsables de la posterior toma de decisión.
Estos encuentros tenían una duración de dos semanas.
En la primera se pretendía sensibilizar a las partes
hacia la posible inexactitud de sus percepciones acerca
del oponente; proponer percepciones alternativas y, si
fuera posible, desarrollar alguna posible solución al
conflicto. En la segunda semana se intentaría proponer
distintas aproximaciones a la situación conflictiva.
El modelo de resolución interactiva del conflicto se basa,
a nievel teórico, en la teoría de la identidad social y la
hipótesis del contacto. Desde la primera se postula que
una parte de la identidad de los individuos se deriva de
su pertenencia a distintos grupos sociales. Pero frente a
los endogrupos, es decir, los grupos de pertenencia que
contribuyen a nuestra identidad, hay también
exogrupos que hacen los propio con los “otros” o sea,
con las personas no incluidas en nuestro endogrupos.
Según postula el paradigma del grupo minimo en
relaciones intergrupales, cuando ambos interactúan
respecto a un problema común, se puede producir un
sesgo endo-exogrupal: valorar en términos positivos a
nuestro endogrupo y en negativos al exogrupo. Dicho
sesgo se puede traducir, a través de la simplificación
que supone el proceso cognitivo de categorización en
estereotipos, prejuicio o competicion.
En esta última cuestión incide la hipótesis del contacto, según la
cual se pueden limar las diferencias intergru- pales a través del
contacto interpersonal.
Esta hipótesis lleva asociada dos procesos. Por un lado el de
diferenciación; el contacto incrementa las diferencias percibidas
entre los miembros del exogrupo y, por otro, la personalización; el
contacto favorece la interacción interpersonal.
Si se consiguen poner en marcha ambos procesos, se mejorarían
las actitudes hacia el exogrupo y, por lo tanto, estaríamos en una
mejor predisposición para encontrar una buena salida a la
situación conflictiva.
Situación ideal para la resolución interactiva del conflicto
debe pasar por las siguientes etapas;
1) La interacción debe provocar cambios en la
percepción de los contrincantes hacia posiciones
menos hostiles y más cooperadoras.
2) Los participantes (que, contrariamente a Burton o
Doob, no son representantes oficiales ni constituyen
la élite del país, deben mantener las nuevas actitudes
una vez que abandonan esta situación interactiva.
3) Se debe producir una transferencia de las nuevas
actitudes a los encargados de tomar las decisiones
políticas que se consideren pertinentes.
4) Estos cambios previos tienen que ser capaces de
mover a las partes en conflicto hacia posiciones
cooperadoras.
Al igual que en los intentos de resolución de conflictos
comentados en la RIC se pueden claramente
diferenciar dos procesos; el primero, más social que
político, en el que se trata de mejorar las imágenes
y actitudes negativas hacia la otra parte, y el
segundo, más político que social, en el que se inten
tará modificar la posición política de los involucra
-dos en el conflicto. Es decir, en un primer proceso
relacionado con las actitudes y el segundo con las
conductas.
De esta manera, la RIC nos lleva aun problema que
resulta muy familiar a la Psicología Social. Nos
referimos a la relación actitud-conducta. Por razones
obvias, no vamos a entrar aquí a debatir sobre esta
problemática. Simplemente señalar que desde la
resolución interactiva del conflicto se deben ciudar
ambos aspectos, pues de nada vale modificar las
percepciones y actitudes negativas sobre la otra
parte, si dicho cambio no se convierte en motor de
acciones conducentes a encontrar una solución
cooperativa del conflicto.
De la investigación llevada a cabo sobre la resolución
interactiva del conflicto, se pueden extraer dos
consecuencias. Por un parte, se ha encontrado
evidencia de que la interacción interpersonal
informal mejora las actitudes hacia el oponente
(etapa1) y que dicho cambio se mantiene a lo largo
del tiempo (etapa2). Pero, desafortunadamente, por
otra parte, se ha podido corroborar el efecto de
transferencia (etapa3) de las nuevas actitudes a los
dirigentes, que no participaban en la interacción.
Por consiguiente, tampoco se pudo demostrar su
incidencia sobre el camino comportamental (etapa4)
Es decir, que la relación interpersonal indirecta si
bien produce cambios actitudinales, dichos cambios
no se ven reflejados a nivel comportamental.

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