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En esos signos Dios mismo actuaba en Israel por mediacin del profeta.
El profeta insertaba en la historia, por medio del signo, aquello que vendra
ms tarde. Con el signo se pona en marcha la realizacin.
Isaas, desnudo y descalzo, presagia el inminente destierro que realizar
Asiria (Is 20,3).
Jeremas rompe una jarra como anuncio del destino de Jerusaln (Jer
19,10-11)
Ezequiel afeita su barba y va quemando o desparramando los pelos como
presagio del futuro de los desterrados (Ez 5,1-14).
Previendo el final violento de su vida, Jess hace de ella un don libre a
favor de aquellos a los que ha sido enviado. En el pan compartido quiso
entregar su vida dedicada a amar a los suyos hasta el extremo (Jn 13,1).
Tambin, como en toda comida, los comensales son hechos partcipes.
Por eso repetir el gesto de Jess en el futuro ser para todos sus discpulos
el compromiso de seguir su ejemplo de entrega y de servicio.
Aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos
participamos de un solo pan (1 Co 10,17).
La comunidad creyente consiste en un comer-con (synesthiein) cada vez
ms abarcante, de modo que se eliminen las barreras que separan a las
personas:
los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: Este acoge a los
pecadores y come con ellos (Lc 15,2).
cuando Pedro subi a Jerusaln, los hermanos de la circuncisin le
reprochaban: Has entrado en casa de incircuncisos y has comido con
ellos (Hech 11,3).
Esta superacin de las discriminaciones intracomunitarias es constructora
de fraternidad, y es lo que puede dar al cristianismo una verdadera
repercusin social.