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Tenebrista.
Dirigiendo
un foco de
luz fuerte
que
individualiza
y destaca las
personas y
los objetos.
El retrato se une al
bodegón. Naturalismo.
Captación de las
calidades de los objetos
(texturas, brillos).
Especie de inventario de
utensilios de cocina,
mostrando en cada uno
de ellos hasta el más
mínimo detalle.
Velázquez convierte esta escena en algo más que un bodegón,
representando en un segundo plano parte de la historia
sagrada (cena de Emaús), recurso que utilizaría también en el
cuadro de Cristo en casa de Marta.
1618-1620. Óleo sobre lienzo. 60 x 103, 5 cm. The National Gallery.
Londres.
Predominan tonos
cálidos, destacando la
iluminación del Dios del
vino sobre los demás.
1628. Oleo sobre lienzo.
(201x103 cm.). Madrid.
Museo del Prado.
Apolo aparece
en la fragua de
Vulcano para
comunicarle
que su esposa,
Venus, le es
infiel con
Marte.
La composición sigue
un eje diagonal a
través del caballo, que
se cruza con otro a lo
largo de la figura del
conde. Este recurso
barroco da dinamismo
a la escena.
El origen de este
tipo de
representación
está en las
esculturas
ecuestres de los
emperadores
romanos, como
Marco Aurelio,
que se retoman
en el
renacimiento
italiano.
En las plumas del sombrero y los
adornos de la armadura Velázquez
hace un alarde de libertad técnica: con
unos toques de blanco puro consigue
los brillos radiantes del metal en la
manga y con otros ligerísimos de
blanco y marrón, los adornos del
sombrero. El bigote y el pelo,
peinados a la moda ambos, se hacen
sobre el tono de la cara, con
pinceladas sólo un poco más oscuras y
muy ligeras de pasta. La armadura
sobresalía más al principio por el fondo
y Velázquez la redujo, tapando la
pintura inicial con unas pinceladas más
claras, entre blanco y gris, que siguen
el contorno actual.
ESCENA DE CAZA
PRÍNCIPE BALTASAR CARLOS
1634-35. Oleo
sobre lienzo.
(307x367cm.).
Madrid. Museo
del Prado
Los dos ejércitos se disponen a
ambos lados. El español con las
lanzas dispuestas verticalmente.
El holandés con sus picas en
diagonal en actitud de derrota.
Obra de absoluta madurez
técnica y conceptual. Enfrenta a
vencedores y vencidos en un
mismo plano de dignidad
caballeresca
Lleva la misión de comprar
pinturas para el rey, vaciados de
estatuas clásicas, y de contratar
fresquistas, que decoren los
palacios españoles
RUBENS: Venus y
Cupido
1650?. Oleo sobre lienzo.
(48x42cm.) Madrid. Museo
del Prado.
Es una visión
moderna del paisaje,
vista del natural, y en
el caso de los dos
cuadros, pintados en
Roma, tomados
directamente, algo
que todavía no era
frecuente entre sus
contemporáneos, al
menos en cuadros al
óleo, solamente en
dibujos.
Existe otro paisaje
del mismo lugar al
que se le llama El
mediodía para
distinguirlo de éste
al que se le conoce
como La tarde.
Un instante recogido
fugazmente, como
lo harán los pintores
Impresionistas.
Lo inmediato de la
visión, la falta de
importancia del tema
y la libertad técnica
hacen de estos
cuadros un avance
de los caminos que
tomará la pintura dos
siglos después.
Velázquez ha cambiado su estilo en Italia y desde su
regreso hasta el final de su vida, lo que hace es
intensificar los logros y desarrollar las maneras que
ha iniciado.
El viaje a Italia va a suponer para el pintor la última
etapa de su período formativo.
LAS MENINAS
Es un retrato de grupo
en un interior. En una
sala del antiguo Alcázar
de los Austrias en
Madrid, Velázquez se
retrata pintando un
gran lienzo. La infanta
Margarita acompañada
de su pequeña corte:
dos damas de honor
(las meninas), dos
bufones con un perro y
dos sirvientes. Al
fondo, un hombre de
negro sujeta una
cortina y espera.
Felipe IV y Mariana de
Austria se reflejan en el
espejo. .
1656. Oleo sobre
lienzo. (318x276cm.).
Madrid. Museo del
Prado.
Velázquez capta el
ambiente y la
atmósfera que reina
en el interior de la
habitación palaciega.
Velázquez con un uso
magistral de la
perspectiva aérea,
involucra al propio
espectador en la
escena incluyéndolo
como un personaje
más que visita su
estudio.
Velázquez
Doña Angustias de
Sarmiento, que
ofrece un búcaro a
la infanta Margarita La enana
Mari
Bárbola
Infanta Margarita
PLANOS
1º.-Figuras iluminadas por la ventana lateral.
2º.-En la penumbra, la dueña y el guardadamas.
3º.-El espejo y la puerta.
4º.-Silueta del aposentador.
5º.-Sugerido por las figuras que se reflejan en el espejo, plano exterior
al cuadro.
Episodio de la
Metamorfosis de
Ovidio. Representa a
Mercurio, a quien
Zeus ha encargado
dar muerte a Argos.
CUADROS
LAS HILANDERAS
LAS HILANDERAS 1657?. Oleo sobre lienzo.
(220x289cm.) Madrid. Museo del
Prado.
Bajo la apariencia
de una escena de
género, ha
ilustrado dos
momentos de una
misma historia: la
rivalidad entre
Palas Atenea, hija
de Zeus, y la joven
doncella lidia
Aracné, por ver
quién era la mejor
tejedora. El relato
queda recogido
por Ovidio en el
Libro VI de sus
Metamorfosis.
En el primer término,
un taller de hilanderas
y tejedoras en la
inmediata y directa
realidad cotidiana de
los ovillos de lana y las
devanaderas, el girar
de la rueda del torno de
hilar, e incluso el gato
semidormido entre los
vellones caídos.