LADO EXTERIOR (LATERAL) DE LA PARTE SUPERIOR DEL BRAZO CERCA AL CODO. ES POSIBLE QUE SE PRESENTE UN DESGARRO PARCIAL DE LAS FIBRAS TENDINOSAS, QUE CONECTAN EL MÚSCULO AL HUESO, EN O CERCA A SU PUNTO DE ORIGEN EN LA PARTE EXTERIOR DEL CODO. ETIOLOGIA Esta lesión se debe a los movimientos repetitivos de la muñeca o del antebrazo y está clásicamente asociada con la práctica del tenis, de ahí el nombre "codo de tenista". Sin embargo, cualquier actividad que involucre el retorcimiento repetitivo de la muñeca, como usar un destornillador, puede ocasionar esta afección. SINTOMAS Dolor de codo que empeora gradualmente Dolor que se irradia hacia el antebrazo y dorso de la mano al sujetar o torcer algo Debilidad al asir los objetos ANATOMÍA PATOLÓGICA Solo se conocen los hallazgos anatomopatológicos de las fases avanzadas de los casos intervenidos quirúrgicamente. Macroscópicamente se observa un tejido blanquecino grisáceo, friable, en la inserción segundo radial, que puede extenderse al extensor común de los dedos y ligamento anular del radio. SIGNOS Y EXÁMENES El diagnóstico se realiza sobre la base de signos y síntomas clínicos puesto que las radiografías generalmente son normales. A menudo, se presenta dolor o sensibilidad cuando se presiona ligeramente el tendón cerca del sitio en donde se fija al húmero, por encima de la parte exterior del codo. También se presenta dolor cerca del codo cuando se extiende la muñeca (doblada hacia atrás como cuando se acelera una motocicleta) en contra de la resistencia. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL- hay que hacerlo con una radiculopatía C6 y C7. La falta de signos clínicos de epicondilitis, una adecuada anamnesis, exploración radiográfica y electroneurofisiológica, dará el diagnóstico. Algunas artropatías pueden dar dolor de predominio epicondilar, pero la exploración de la movilidad del codo y la radiografía aclaran el diagnóstico. Sin duda la causa más frecuente de confusión con la epicondilitis es el atrapamiento del nervio interóseo posterior en la arcada de Fröshe en la entrada del nervio en el músculo supinador corto. TRATAMIENTO ALTERNATIVO. A.- Crioterapia: El masaje con un cubito de hielo sobre la inserción músculo tendinosa es muy efectivo. Se evita frotar sobre el epicóndilo, por no ser el foco de la afectación y por tener poco panículo adiposo, lo que predispone a la congelación. Únicamente, este método, se utiliza en aquellos casos en los que el dolor se agudiza o la propia lesión está agudizada, ya en casos más crónicos la utilización de hielo se sustituye por ultrasonidos u otras técnicas menos físicas. B.- Ultrasonido: En general es mejor el ultrasonido pulsado en dosis de hasta 1.5-2.0 W/cm2, durante 5-10 min. Un cabezal pequeño permite una aplicación mejor sobre la superficie curva de la zona. No parece que la sonoforesis con hidrocortisona aumente el efecto del ultrasonido, por la poca presencia de inflamación. C.- TENS: TENS es eficaz en epicondilitis. Lo mejor es comenzar por la modalidad convencional de 100 Hz. a intensidad de sensación. Se puede aplicar un electrodo sobre el punto de dolor (algo distal al epicóndilo), a los lados, en sentido longitudinal, o el par aproximadamente sobre el nervio radial o en el dermatoma C- 5/C-6 en el borde radial del antebrazo. D- Láser: TX. HOMEOPATIA ASAFOETIDA,AURUM,FLUORIC ACIDUM, PHYTOLACA TERAPIA NEURAL inyección en la articulación del codo. ACUPUNTURA I.G 4 Y 11 B6 E36 Y R3 EPITROCLEITIS O EPICONDILITIS MEDIAL Tiene una incidencia mucho menor que la epicondilitis lateral, 1 frente a 7. En la porción más prominente de la epitróclea tienen su origen músculos flexores de muñeca y de dedos, que además tiene un efecto de desviación cubital de la muñeca. En la porción más anterior se origina el palmar mayor (flexor carpi radialis), inmediatamente por debajo el pronador redondo (pronator teres), más medial tenemos el origen del cubital anterior (flexor carpi ulnaris) y del flexor superficial de los dedos (flexor digitorum superficialis). La lesión se localiza la inserción del pronador redondo y del palmar mayor. ETIOLOGIA, sustrato lesional y comportamiento clínico es muy semejante a la epicondilitis medial. Está igualmente relacionado con la práctica deportiva, en esta caso con la práctica del golf, (“codo de golf”). Se produce de forma lenta por un gesto repetitivo de lanzamiento de la pelota o de forma aguda en un golpe contra el suelo con fuerte tracción de la inserción de los músculos epitrocleares. En otros deportes como el tenis y la pesca la epitrocleitis también es frecuente. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Y DIAGNÓSTICO Se manifiesta por dolor en la epitróclea, irradiado a cara anterointerna de antebrazo hasta muñeca, generalmente de instauración lenta. Se acentúa con la flexión palmar de la muñeca. Ciertos movimientos como mover una manivela, desenroscar la tapa de un frasco o elevar un objeto con la mano, son muy molestos para el paciente. Con frecuencia, hasta el 60% de los casos, hay síntomas de neuropatía del cubital. A la exploración existe un dolor selectivo sobre la epitróclea. La flexión resistida de la muñeca y de los dedos es dolorosa. La radiología suele ser normal, solo en casos de larga evolución, puede observarse irregularidades en la superficie de la epitróclea o calcificaciones intratendinosas. La RM y la ecografía muestra cambios parecidos a los encontrados en la epicondilitis lateral. Al igual que en las epicondilitis, el diagnóstico es fundamentalmente clínico EL DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL debe hacerse con la irritación neurológica C8-D1. La presencia de sintomatología de neuropatía del nervio cubital en la epitrocleitis plantea siempre el diagnóstico diferencial SINTOMAS Y SIGNOS CLINICOS
EPICONDILITIS (O CODO DE TENISTA)
Puntos rojos: Irradiación
Circulo rojo: Epicondilo
-doloren el epicóndilo, que se puede irradiar a la parte
externa del brazo y del antebrazo
En rojo: Zona de dolor
-dolor a la palpación del epicóndilo
En rojo: Zona de dolor
- dolor al realizar el movimiento de extensión de la muñeca (contracción de los
músculos epicondileos) TRATAMIENTO
El tratamiento es de entrada conservador, el quirúrgico
se reserva para casos crónicos de más de 6 a 12 meses de evolución, tras fracaso del tratamiento conservador.