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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA ESTATAL DEL CARCHI

FACULTAD DE INDUSTRIAS AGROPECUARIAS Y CIENCIAS AMBIENTALES


INGENIERÍA EN ALIMENTOS

Integrantes:

Bolaños Joshua
De la Torre Pamela
Narváez Johanna
Villena Viviana
Embotellado
Desde la antigüedad de manera artesanal ya se practicaba
el embotellado de frutas y otros productos alimenticios.

Posteriormente Nicolás Appert desarrolló una técnica


similar implementando la aplicación de calor a los
productos ya embotellados, de esta manera se logró alargar
la vida útil de los productos.
Appert comenzó la industrialización de la conservación por
embotellado a través de la experimentación, pero este
método no cumplía con los requisitos de inocuidad
necesarios para este proceso.
Perfeccionamiento del
proceso de conservación
Introducción de los botes metálicos, fueron trabajo de
otros, pero fue Appert quien demostró que se pueden
producir alimentos conservados, seguros y de calidad
aceptable, calentándolos en recipientes cerrados.

expediciones
navales
En 1810, Gay-Lussac examinó los gases
contenidos en los botes producidos por el
método de Appert y encontró pequeñas
cantidades de oxígeno.

El oxígeno desempeña un pequeño papel en


el deterioro de algunos alimentos, su acción
es normalmente de poca importancia
comparada con la de los microorganismos,
que son destruidos por calentamiento de
botes o botellas.
La primera mejora importante en el proceso de embotellado
fue patentada en 1840, cuando John Wertheimer comprobó
que incrementando la temperatura de calentamiento de los
alimentos envasados, se reducía considerablemente el
tiempo de tratamiento y se conseguía una mejora notable
de la calidad.

En 1841 Stephan Goldner y John Wertheimer


Calentaban los botes
de alimentos en baños
con soluciones salinas,
a 100°C durante 1 hora.
Goldner y Wertheimer decidieron utilizar temperaturas del
orden de 132 a 150°C, puesto que los riesgos de explosión
de los botes a estas temperaturas eran considerables.

Un autoclave, de esta forma la presión desarrollada en el


interior del bote se contrarresta con la del vapor del interior
del recinto y el riesgo de explosión se reduce.
Bibliografía

Casp, A. & Abril, J. (2003). Procesos de


conservación de los alimentos. Pamplona
(2da. Ed.) Pamplona: Mandí Prensa.

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